Breve Confesión de Fe-John Smyth

 

BREVE CONFESIÓN DE FE En XX artículos por John Smyth Creemos que con el corazón y confesamos con la boca: (1) Que hay un solo Dios, el mejor, el más alto y más glorioso Creador y Conservador de todos, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. (2) Que Dios ha creado y redimido a la humanidad a su propia imagen, y ha ordenado a todos los hombres (porque a ninguno rechaza) a la vida. (3) Que Dios no impone la necesidad de pecar en cualquiera, pero el hombre libremente, por la instigación satánica, se aparta de Dios. (4) Que la ley de la vida fue puesta originalmente por Dios en el cumplimiento de la ley, entonces, en razón de la debilidad de la carne, fue, por la buena voluntad de Dios, por medio de la redención en Cristo, transformada en la justificación por la fe, por cuya razón, nadie debe culpar a Dios de injusticia, sino más bien, con su fuero interno, debe venerar, adorar, y alabar su misericordia, que Dios haya hecho posible para el hombre, por su gracia lo que para el hombre caído era imposible por naturaleza. (5) Que no existe el pecado original (o sea, pecado de nacimiento o hereditario), sino que todo pecado es real y voluntario; es decir, en palabra, acto o intenciones en contra de la ley de Dios. Y, por lo tanto, los niños son sin pecado. (6) Que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Es decir, el Hijo de Dios tomó para sí mismo, además, la naturaleza verdadera y pura de un hombre, con un alma racional verdadera, y que existiendo en un verdadero cuerpo humano. (7) Que Jesucristo, en cuanto a la carne, fue concebido por el Espíritu Santo en el  vientre de la Virgen María, después nació, fue circuncidado, bautizado, tentado, y también que tuvo hambre, sed, comió, bebió, creciendo tanto en estatura cuanto en el conocimiento, estuvo cansado, se durmió, por fin fue crucificado, muerto sepultado, resucitó, ascendió a los cielos, y él mismo es el único rey, sacerdote y profeta de la iglesia, a él se le ha concedido todo el poder tanto en el cielo en como la tierra. (8) Que la gracia de Dios, mediante la redención consumada de Cristo, debía ser preparada y ofrecida a todos, sin distinción, y que no fingidamente, sino de buena fe, en parte por las cosas hechas, que declaran las cosas invisibles de Dios, y en parte por la predicación del Evangelio. (9) Que los hombres, por la gracia de Dios mediante la redención de Cristo, son capaces de (por la gracia que el Espíritu Santo les da a modo de gracia preveniente), arrepentirse, creer, volver a Dios, y para alcanzar la vida eterna, de modo que por el contrario, son capaces por sí mismos de resistir al Espíritu Santo, de apartarse de Dios, y perecer para siempre. (10) Que la justificación del hombre ante el tribunal tribun al divino (que es a la vez el trono de

 

la justicia y de misericordia), consiste en parte de la imputación de la justicia de Cristo aprehendida por la fe, y en parte de la justicia inherente, en los mismos santos por la operación del Espíritu Santo, que se llama la regeneración o la santificación.  Ya que cualquiera que hace justicia es justo. (11) Que la fe, privada de las buenas obras, es vana, pero la fe viva y verdadera se distingue por las buenas obras. (12) Que la Iglesia de Cristo es la compañía de los fieles; bautizados después de la confesión del pecado y de la fe, dotados con el poder de Cristo. (13) Que la Iglesia de Cristo posee poder delegado sobre sí para anunciar la palabra, administrar los sacramentos, nombrar de ministros y retirarlos, y también para excomulgar, pero decisión final es de los hermanos del cuerpo de la iglesia. (14) Que el bautismo es el signo externo de la remisión de los pecados, de morir y de ser vivificado, y por lo tanto no pertenece a los niños. (15) Que la Cena del Señor es el signo externo de la comunión de Cristo y de los fieles entre sí por la fe y el amor. (16)ha Que los ministros iglesia no son sólolalos obispos ("episcopos"), ("episcopos") , a los que se les dado autoridad de delaadministrar tanto palabra como los sacramentos, sino también los diáconos, los hombres y las viudas, que atienden a los asuntos de los hermanos pobres y enfermos. (17) Que los hermanos que perseveran en los pecados conocidos por sí mismos, después de la tercera advertencia, deben ser excluidos de la comunión de los santos con la excomunión. (18) Que aquellos que son excomulgados no deben ser evitados en lo que se refiere a los negocios mundanos (civile (civile commercium). commercium). (19) Que los muertos (la vida se tranformará de inmediato) se levantarán de nuevo con los mismos cuerpos, no la sustancia, sino las cualidades será transformada. (20) Que después de la resurrección, todos se presentarán ante el tribunal de Cristo, el Juez, para ser juzgados según sus obras, el piadoso, después de la sentencia de absolución, podrán disfrutar de la vida eterna con Cristo en el cielo; los malos, condenados , serán castigados con eternos tormentos en el infierno con el diablo y sus ángeles. - 

Traducida por el Rev. Dr. Andrés Omar Ayala.