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December 22, 2017 | Author: Muri Rox | Category: Epistle To The Colossians, Paul The Apostle, Epistle To The Ephesians, Christ (Title), Jesus
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JOSÉ BORTOLINI

COMO LEER I LA CARTA PjALOS

FESIOS TODO EL UNIVERSO REUNIDO EN CRISTO

JOSÉ BORTOLINI

Cómo leer la carta a los Cómo leer

EFESIOS

LABIBLIA

Todo el universo reunido en Cristo

AUTORES Alfredo Dos Santos Oliva (ASO) - Carlos Mesters (CM) - Enilda de Paula Pedro (EPP) - Euclides Martins Balancín (EMB) - Félix Moracho (FM) - Ivo Storniolo (IS) - José Bortohni (JB) - Luis Alexandre Solano Rossi - (LASR) Marc Girard (MG) - Shigcyuki Nakanose (SN) Histona del pueblo de Dios Euclides Martins Balancín, la ed

Cómo leer el libro de Miqueas, EMB-IS, 2a ed Cómo leer el libro de Habacuc, EMB-IS, la ed Cómo leer el libro de Sofonías, EMB-IS, la ed Cómo leer el libro de Ageo, MG, la ed EVANGELIOS Y HECHOS Cómo leer el evangelio de Mateo, IS, la, mmpr Como leer el evangelio de Marcos, EMB, la mmpr Cómo leer el evangelio de I ucas IS, la mmpr Cómo leer el evangelio de Juan, J B, 7a ed Cómo leer los Hechos de los Apóstoles, IS, la. ed

PENTATEUCO Cómo leer el libro del Génesis IS-EMB, 2A mmpr CARTAS Y APOCALIPSIS a los romanos, JB, la ed Cómo leer el libro del Éxodo, EMB-IS, 2a mmpr Cómo leer la Carta Cómo leer la Ia Carta a los corintios, JB, la ed. Como leer el libro del Levítico, IS, la ed Cómo leer el libiode los Números, IS, en preparaciónComo leer la T Carta a los conntios, JB, la reimpx Cómo leer ei libro del Deuteronomio, IS, 2a mmpr Cómo leer la Carta a los gálatas, JAB, la mmpr Como leer la Carta a los efesios, JAB, la. ed Cómo leer la Carta a los filipenses, JB, la mmpr HISTÓRICOS Cómo leer la Carta a los colosenses, JB, en preparac ion Cómo leer el libro de Rut, CM, la ed Cómo leer la Carta de Judas, JB, la. ed Cómo leer los libros de Samuel, IS-EMB, 2a ed Cómo leer la 1* Carta a los Cómo leer los libros de los Reyes, IS, 2a ed tesalonicenses JB, la ed SAPIENCIALES Cómo leer la 2* Carta a los Cómo leer el libro de Job, IS, 2a mmpr tesalomcenses, JB, 2a ed Cómo leer el libro de los Salmos, MG, la mmpr Cómo leer las Cartas de Juan, 2a. ed Cómo leer el libro de los Proverbios, IS, la ed Cómo leer el libro del Eclesiastés, IS-EMB, 2a ed Cómo leer el libro del Cantar de los Cantares, IS EMB, la. mmpr PROIKIAS (rimoleer el libro de Amos, EMB IS, 2a. ed (rimoleer el libro de Jonás, EMB-IS, 2a ed SAN PABLO

" C Ó M O LEER LA BIBLIA"

"... Y he aquí que un etíope eunuco, alto funcionario de Candece, reina de los etíopes, que estaba a cargo de todos sus tesoros, y había venido a adorar enjerusalén, regresaba sentado en su carro leyendo al profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: 'Acércate y ponte junto a ese carro'. Felipe corrió ¡¡acia él y le oyó leer al profeta Isaías; y le dijo: '¿Entiendes lo que vas leyendo?'. El contestó: '¿Cómo lo puedo entender si nadie me hace de guía?'. Y rogó a Felipe que subiese y se sentase con él.

Titulo original Como lera carra aos Efésios Autor José Bortolmi © Paulus Editora Rúa Francisco Cruz 229 04117 091 Sao Paulo Brasil

Título traducido Como leerla Carta a los e/evos Traducción John Fredy Echavama Arango Impresor Sociedad de San Pablo Calle 170 No 2131 Bogotá Colombia ISBN 958-692 680-X la edición, 2005 Queda hecho el deposito legal según Ley 44 de 1993 y Decreto 460 de 1995

© SAN PABLO Carrera 46 No 22A 90 Tel 3682099 Fax 2444383 E-mail editorial@sanpablocomeo http //Www sanpablo com co

Distribución: Departamento de Ventas Calle 18 No 69 67 PBX 4114011 Fax 4 1 1 4 0 0 0 - A A 080152 E mail direccióncomercial@sanpab!ocomeo

El eunuco le preguntó a Felipe: 'Te ruego me digas de quién dice esto vi profeta: ¿de sí mismo o de otro?'. Felipe entonces, partiendo de este texto de la Escritura se puso a anunciarle la Buena Nueva de Jesús" (Hch 8, 27-31.34-35).

La serie " C ó m o leer la Biblia" es, al mismo tiempo, sencilla y atrevida. Sencilla porque no pretende ser un comentario a c.uü libro de la Biblia, sino que más bien es una clave de lectura, una especie de linterna que nos ayuda a enfocar y mirar, en su conjunto, uno o más libros bíblicos.Y atrevida porque estimula a leer los textos con los pies en la tiena de la existencia, sin perder nunca de vista los anhelos de vida y libertad de nuestra gente. N o pretendemos ser como Felipe, pues la Biblia no pertenece a los estudiosos, sino al pueblo. Nuestra tarea es la de aceren nos a él, acompañarlo, sentarnos a su lado

BOGOTÁ - COLOMBIA

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para escucharlo, preguntando e indicando posibles caminos para la comprensión. Por tanto, hemos tenido el valor de sintetizar, en un subtítulo, el posible eje en torno al cual gira el libro en cuestión.

Introducción

MUCHAS PREGUNTAS SIN RESPUESTA

Preparamos estas pequeñas obras para las personas que se reúnen alrededor de la Biblia, hecho éste que manifiesta la presencia del Espíritu en nuestro camino. Como el etíope que vuelve a su país, la gente busca hoy el modelo adecuado de encarnar la Biblia en la vida y en la sociedad. Nuestro esfuerzo es justamente el de ayudarla a entender lo que lee mientras recorre su camino en la esperanza y en la alegría (cf. Hch 8, 39). Por tanto, estos libros parten siempre del contexto en el cual se generó el escrito bíblico, dando así pistas para su comprensión en el "hoy" de nuestro caminar.

Hace más o menos un siglo, los estudios de la Carta a los efesios suscitaron una serie de preguntas que aún están sin respuestas.Y nadie hoy quiere ofrecer respuestas claras y definitivas a las innumerables preguntas suscitadas. Ellas abarcan varios campos: autor, destinatarios, fecha, género literario, etc. Esos interrogantes sin solución son fruto de la evolución de los estudios bíblicos, y es conveniente no ignorarlos.

Esperamos que esta serie aporte nuevas luces a las personas y comunidades, haciendo resonar de nuevo la alabanza de Jesús: "Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito" (Mt 11, 25-26).

1. ¿Es una carta?

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A simple vista, esta pregunta parece no tener importancia. Incluso, si quitamos el inicio (1,1-2) y el final de Efesios (6, 21-24), considerados por muchos estudiosos como añadidos posteriores, el texto que sobra tiene pocas características de carta. Se parece más a un discurso, sermón u homilía que a una carta propiamente dicha. En efecto, el texto está compuesto, entre otras cosas, de himnos (1, 3-14; 1,20-23; 2,14-18),doxología (3,20-21), oraciones de acción de gracias y súplica (1, 15-19) y peticiones (3, 14-19). Algunos estudiosos afirman que estamos frente a una liturgia. Esas peculiaridades aproximan el texto de Efesios a otros textos del Nuevo Testamento considerados homilía o sermón, como es el caso de Hebreos.

2. ¿Es de Pablo? Quien lee Efesios sin las preocupaciones de los estudiosos no tiene duda, pues el texto habla de Pablo como si él fuera su autor (1, 1; 3, 1), además de nombrar a T í quico (6, 21), uno de los compañeros del mismo Pablo. Sin embargo, la pregunta es más profunda y las cosas se complican cuando vemos a los estudiosos haciendo comparaciones (de palabras, temas, estilos, etc.) entre las cartas auténticamente paulinas (Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses y Filemón) y las cartas que estamos acostumbrados a llamar deuteropaulinas, o sea, cartas de las cuales se discute si de hecho son de Pablo o de un discípulo de él (Efesios, Colosenses,2 Tesalonicenses, 1 y 2 Timoteo y Tito). Entre los estudiosos son pocos los que incluyen Efesios entre las cartas auténticas de Pablo. Los debates alrededor de esos interrogantes están lejos de acabar y se puede decir, casi sin margen de error, que esa discusión no terminará. En Efesios se encuentran muchas cosas que se parecen con las cartas auténticas de Pablo y muchas cosas que no se parecen. Respecto a este tema hablaremos más adelante.

3. ¿Fue escrita para los Efesios? La mayoría de las Biblias traen, en 1,1, la palabra Efeso, pero algunas de ellas (como la Biblia de Jerusalén), más dirigida para el estudio, omiten la expresión "que están en Efeso". La explicación es ésta: algunos manuscritos antiguos de este texto, considerados importantes, no tienen la expresión "que están en Efeso". El texto original de 1, 1, entonces debería ser más o menos así: "Pablo, apóstol de Jesucristo por pura voluntad de Dios, a los cristianos... 8

y fieles en Jesucristo". En el lugar donde se encuentra ahora la expresión "que están en Efeso" debería existir un espacio para que allí fuera insertado el nombre de alguna comunidad cristiana del Asia Menor, por ejemplo, Laodicea (leer Colosenses 4, 16), o Hierápolis (leer Colosenses 4,13), o Pérgamo, etc. Partiendo de esto, muchos estudiosos afirman que la Carta a los efesios había sido un texto circular, una especie de "carta abierta" a las comunidades de aquella región, colocándose en el espacio en blanco de 1,1, el nombre de la respectiva comunidad. Con base en esa hipótesis algunos afirman que la actual Carta a los efesios podría ser el texto del cual se habla en Colosenses 4,16, que dice: "Después que ustedes lean esta carta, hagan que sea también leída en la iglesia de Laodicea. Y ustedes, lean la de Laodicea".

4. ¿Carta a los laodicenses? Los estudiosos se dedicaron a investigar Efesios y Colosenses, y descubrieron muchas semejanzas entre ellas. Las personas interesadas en tener una breve idea de esto, se pueden servir, por ejemplo, de las referencias marginales de la Biblia de Jerusalén. Ella ofrece, al lado del texto bíblico de Efesios, todos los pasajes de Colosenses que sintonizan con éste (el efecto contrario, o sea, leer Colosenses atentos a las citas marginales de Efesios, es lo mismo). Por tanto, estos dos textos son hermanos por varias razones, entre ellas: 1. Presentan muchos temas semejantes, hasta llegar al punto de tener pasajes casi idénticos. 2. Los m o tivos que llevaron al autor a escribir Colosenses y Efesios son sustancialmente los mismos. (Para entender esta pre9

gunta, lea la introducción de Cómo leer la Carta a los colosenses, páginas 11 y siguientes). 3. Parece que esas cartas fueron escritas en el mismo lugar, en la misma ocasión y despachadas juntas, bajo los cuidados de Tíquico (Efesios 6, 21-22; Colosenses 4, 7-8), que, ciertamente, viaja acompañado por Onésimo (Colosenses 4, 9), el esclavo fugitivo de la casa de Filemón. Pablo bautizó a Onésimo en la prisión y lo hizo regresar a donde su patrón con aquella que conocemos como carta a Filemón. 4. Esas tres cartas fueron escritas en la prisión (Efesios 3 , 1 ; 4 , 1 ; 6,20; Colosenses 4, 3; Filemón 1.13.23), y también ese aspecto es interesante y suscita muchas preguntas con respecto a la fecha y lugar en que fueron escritas. Para algunos estudiosos, la carta a los Efesios podría ser la tal "carta a los Laodicenses" de la cual se habla en Colosenses 4,16.

5. ¿Dónde y cuándo fue escrita? Si somos de la opinión que Efesios no fue escrita por Pablo (él, con raras excepciones, acostumbraba a dictar sus cartas), ciertamente, la fecha se debe situar después de la muerte del mismo (se calcula que haya sido asesinado en el año 68). La década del 80, en este caso, es una fecha probable. Efesios, había, pues nacido en los años en que surgieron el evangelio de Mateo y la obra de Lucas (Evangelio y Hechos). Hoy se sabe que Lucas, en los Hechos de los Apóstoles, entre otros objetivos tenía el de rescatar la imagen y las obras de Pablo (evangelización, fundación de las comunidades, etc.), afirmadas por grupos cristianos conservadores ligados sobre todo a Santiago y a la Iglesia de Jerusalén. ¿Sería así la llamada Carta a los efesios haciendo parte de ese plan salvador de la vida y de las tribulaciones de Pablo? Alguien, unido a 10

las tradiciones y enseñanzas dejadas por ese campeón de la fe y de la evangelización de mediados del siglo I, utiliza el nombre de Pablo apóstol (1, 1) y prisionero (3, 1; 4, 1) para, entre otras cosas, no permitir que tanto esfuerzo y sacrificio acabaran en nada. En la carta, Pablo es presentado como ministro del Evangelio (3, 7) que, por causa de eso, enfrenta tribulaciones, (3,13) en este aspecto, poco importa saber el lugar donde Efesios fue escrita. Si somos de la opinión que Efesios es una carta escrita por Pablo, será necesario buscar razones que justifiquen dónde y cuándo nació ese escrito. La carta habla, claramente, de la prisión (3,1; 4 , 1 ; 6,20) ¿Desde cuál prisión? Es imposible saber con exactitud. Se sabe que Lucas, en los Hechos, no se preocupa por ofrecer una biografía detallada y completa de la vida y de las obras de Pablo. Además, cuando leemos los Hechos, siempre debemos filtrar las informaciones históricas de Lucas cuando se refiere a Pablo, pues los Hechos son más una teología de la historia que una historia propiamente dicha. En los Hechos se habla de un breve tiempo de Pablo pasado en la prisión de Filipos (Hch 16, 23-40) otros dos años entre Jerusalén y Cesárea (21, 27-26, 32), después de lo cual Pablo va a R o m a como prisionero y permanece allí en "libertad vigilada" (27,1-28,16): unido permanentemente a un soldado por medio de unas cadenas de hierro.Y esto fue por más de dos años (28, 30). Si dependiéramos exclusivamente del texto de Lucas, uno de esos últimos años en prisión debería coincidir con los lugares y las fechas en que la carta a los Efesios había sido escrita (años 59-60, en Cesárea; 61-62, en Roma). Con todo, la mayoría de los estudiosos sabiendo de los proyectos de Lucas en los Hechos, opinan que el evange12

lista Lucas omite una prisión de Pablo en Efeso.Veamos esto más de cerca. Durante el tercer viaje misionero (años 53 a 57) relatado en Hechos 18, 2 2 - 2 1 , 26, Pablo se quedó por casi tres años en Efeso (19, 8.19; véase también 20, 31) ¿Por qué? Tal vez, por motivos estratégicos de evangelización y también por motivos de fuerza mayor, como una eventual prisión. Los motivos estratégicos de evangelización parecen ser éstos: Pablo se dirigía normalmente a un gran centro urbano que estuviera abastecido por una buena red de comunicación (calles y, muchas veces, también puertos), allí fundaba un núcleo cristiano doméstico que, a su vez, debería expandirse estratégicamente en los alrededores de la misma ciudad, alcanzando a todas las regiones. U n pequeño grupo de cristianos en la gran ciudad era el fermento de una nueva realidad, encargado de llevar esa buena noticia a los otros centros urbanos menores. Esto es muy cierto y clarísimo en la estrategia pastoral de Pablo. C o n los corintios él se irrita porque, peleando entre ellos mismos, olvidan esta dimensión hacia fuera de la propia comunidad y ciudad. Es lo que podemos percibir al leer 2 Corintios 10, 15-16: "No presumo indebidamente de trabajos ajenos: espero que con el progreso de vuestra fe aumentará nuestro trabajo entre nosotros, aunque dentro de los límites que Dios nos ha señalado; esperamos anunciar el evangelio a regiones más allá de las vuestras, pero sin invadir campos ajenos, para no presumir de trabajos que han hecho otros". La expresión anunciar el evangelio a regiones más allá de las vuestras supone, con la colaboración de toda la comunidad de Corinto, la evangelización de Acaya entera, provincia de la cual Corinto es la capital.

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Así se explica, en parte, por qué Pablo permaneció cerca de tres años en Efeso. Los Hechos de los Apóstoles resumen lo que estamos diciendo en una gran frase; "Esto duró dos años, de manera que todos los habitantes de Asia, tanto judíos como gentiles, oyeron la Palabra de Dios" (Hch 19,10). Pablo se debió entregar a una intensa actividad evangelizadora, juntamente con el gran número de colaboradores que formaban parte de su equipo de evangelización. En este sentido, sin darles completamente razón, es oportuno recordar lo que dicen ciertos estudiosos al respecto de la enumeración de los nombres de los colaboradores que aparecen en Romanos 16, lss. Estos estudiosos afirman que el capítulo 16 de Romanos es fragmento de una carta enviada a las comunidades cristianas de Efeso. N o obstante, de una cosa no se puede dudar: Pablo coordinaba un gran equipo de colaboradores con un único proyecto de evangelización.Y si, de hecho, durante su estadía en Efeso, toda el Asia puede escuchar la Palabra del Señor, se debe a sus estrategias y a sus colaboradores. En este sentido, es oportuno tener una duda. Más o menos después de 40 años, en el año 96, aparece el Apocalipsis. En los capítulos 2 y 3 encontramos siete cartas para siete comunidades, comenzando por Efeso y continuando con Esmirna, Pérgamo,Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea. Frente a esto nos podemos hacer dos preguntas: ¿Por qué Efeso ocupa el primer lugar en la lista de las comunidades del Apocalipsis? ¿Quién inició esas comunidades? Algunos estudiosos asocian el nacimiento de esas comunidades al tiempo en el cual Pablo estuvo en Efeso durante su tercer viaje misionero. La carta a los Efesios (y con ella Colosenses y Filemón) habría sido escrita en esa época, en Efeso. Aún se habla de la prisión, y el libro de los Hechos de los Apóstoles ignora totalmente ese hecho.Ya intentamos explicar que Lucas no tiene ningún interés en describir

una historia propiamente dicha, recogiendo todos los hechos. Pablo, por ejemplo, afirma en 2 Corintios 11,2425: "De los judíos recibí cinco veces los cuarenta golpes menos uno. Fui flagelado tres veces; una vez fui apedreado; naufragué tres veces; pasé un día y una noche en alta mar". Los Hechos de los Apóstoles nos habla sólo de una flagelación (16,22), de un solo apedreamiento (14,19) y no habla de ningún naufragio o de 24 horas en un navio a la deriva (el único naufragio que Lucas narra se encuentra en el cuarto viaje de Pablo); sin embargo, el apóstol pasó por innumerables dificultades no contadas por los Hechos de los Apóstoles. En casos semejantes, evidentemente, el buen sentido nos lleva a dar razón a Pablo y a respetar el criterio de Lucas en la selección de los acontecimientos. Pablo no habla claramente de la prisión durante su permanencia en Efeso, pero algunos pasajes de sus cartas muestran claramente que, durante ese tiempo, cosas terribles sucedieron en la capital de Asia y, entre esas cosas terribles podría también estar incluida la prisión.Veamos 1 Corintios 15, 32 (esta carta, ciertamente, fue escrita en Efeso, poco después de los acontecimientos que van a ser descritos): "Si luché con las fieras en Efeso con miras humanas, ¿de qué me sirvió? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos que mañana moriremos". Pablo habla de las luchas con los animales (literalmente fieras) de Éfeso por estar defendiendo la resurrección de los muertos. Nótese que no se trata de animales, pero sí de personas que actúan como animales y como fieras contra Pablo, contra sus palabras y contra sus acciones pastorales. El segundo texto incluso es más fuerte. Se trata de 2 Corintios 1,8-10 (tal vez escrita también en Éfeso): "Hermanos, no queremos que ignoren las grandes tribulaciones que encontramos en AsiaFue tan dura la prueba y tan por encima de nuestras fuerzas,

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que perdimos toda esperanza de seguir viviendo. Tuvimos como segura la sentencia de muerte, para que no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucitó a los muertos. Él es quien nos libró de aquel peligro mortal y nos seguirá librando. Esperamos que lo siga haciendo en adelanté". El texto habla de una situación dramática, descrita como tribulación. Esta palabra se refiere a las opresiones y represiones de las cuales son víctimas los que tienen la osadía de no concordar con los regímenes totalitarios y fanáticos, pues la palabra y la acción de esas personas desestabilizan el sistema injusto vigente. Pablo sufre aquello de forma aguda y profunda, además de la resistencia física, sin esperanza de vida, situación de un condenado a muerte. Sin esperanza de sobrevivir, Dios se convirtió en la esperanza efectiva de vida.

6. ¿Cómo está organizada? La carta tiene una organización mediana, lo cual significa que no es ni organizada ni sofisticada. Podemos notar dos grandes unidades. La primera va hasta el final del capítulo 3; la segunda comienza en el capítulo 4 y va prácticamente hasta el fin de la carta. D e hecho, en 4, 1 tenemos claramente el comienzo de las exhortaciones y pedidos, allí se utiliza la expresión "por esto", señal de que lo que vamos a encontrar en seguida es una especie de consecuencia de lo que sucedió antes. Por tanto, la primera parte presentará algunos temas o contenidos importantes; la segunda mostrará qué repercusiones tendrá en la vida de las personas, envolviendo a la comunidad y a la sociedad al mismo tiempo.

Si Efesios es de Pablo, debe haber sido escrita alrededor de esos años (54-56) y en esas circunstancias (conflictos seguidos de prisión, no narrada por Lucas en los Hechos de los Apóstoles). En este caso, se debe aceptar la hipótesis de que, en su origen, Efesios fuera una tal "carta abierta" a las comunidades de los alrededores de Efeso y, todavía más, a las comunidades que de cierta manera nacieron de la iniciativa de los cristianos de Efeso y de la estrategia pastoral de Pablo.

Cada una de estas partes tiene sus propias subdivisiones más pequeñas. Anteriormente dijimos que 1, 1-2 y 6, 21-24 son textos típicos de una carta. En el contexto actual, funcionan respectivamente como introducción y conclusión. Además de esto, en la primera parte tenemos "la gran bendición" (1, 3-14) que funciona como puerta de entrada y gran síntesis de toda la carta. Además, tenemos, oraciones en forma de súplica y acción de gracias, doxología y exposición de temas importantes.

Vimos brevemente algunos interrogantes importantes al respecto de la Carta a los efesios, sin querer desarrollarlos. En efecto, el más importante aún está por venir, o sea, la búsqueda de una clave de lectura que ayude a entender mejor el texto. En este pequeño estudio, hablaremos indistintamente de Pablo, algunas veces usando también expresiones tales como "el autor del texto", "el autor de la carta" o sencillamente "el autor".

Éste puede ser un modo útil de visualizar la carta:

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1,1-2 Dirección y saludo Primera parte (1, 3 - 3 , 21) 1, 3-14: Himno: La gran bendición 1,15-19: Agradecimiento y petición 1, 20-23: Himno: Cristo es el centro

2. Cómo leer la Carta a los efesios

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2, 1-10: Salvados por la gracia 2, 11-13: La novedad de Cristo para los gentiles 2, 14-18: Himno: U n solo cuerpo 2, 19-22: Conclusión

1. EL UNIVERSO ENTERO REUNIDO EN CRISTO

3, 1-13: Pablo, ministro del Evangelio 3,14-19: Súplica 3, 20-21: Himno de alabanza Segunda parte (4, 1-6, 24) 4, 1-16: Ser un solo cuerpo 4, 17-32: Ser personas nuevas 5,1-20: Imitar a Dios

1. Dirección y saludo (i, 1-2) "Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, saluda a los fieles de la iglesia de Éfeso, creyentes en Cristo Jesús. Que Dios, Padre nuestro, y él Señor Jesucristo les concedan su gracia y su paz".

5, 21-6, 9: Nuevas relaciones sociales 6,10-20: Combate cristiano 6, 21-24: Conclusión

La dirección (1, 1) y'el saludo (1, 2) son típicamente paulinos y se encuentran, con variaciones, en el inicio de todas las cartas. Además de recordar lo que fue dicho en la introducción al respecto de la expresión "que están en Éfeso", vale la pena detenerse un poco en el título con que Pablo se presenta, es decir, "apóstol". La expresión "apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios" es igual en la Carta a los colosenses y en la Segunda Carta a los corintios (1, 1). Es casi idéntica con el inicio de 1 Corintios (1,1), también se aproxima bastante a la de los gálatas (1,1 es más extenso) y tiene varios elementos en común con la Carta a los romanos (1, 1). En varias cartas Pablo se hace acompañar de otros miembros de su equipo misionero, no sobresaliendo dentro de ellos de una manera evidente y ostentosa (ver por ejemplo, el comienzo de las Cartas a los tesalonicenses). Muchas veces se coloca a la misma altura de sus compañeros (ver el comienzo de la Carta a los filipenses), pero,

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en otras ocasiones, sus compañeros de evangelización no gozan del mismo título que él. Es el caso de Sostenes (1 Corintios 1,1),Timoteo (2 Corintios 1, l;Colosenses 1,1; Filemón 1) y otras personas que están con él (Gálatas 1,2) que sencillamente son llamados "hermano(s)". Este detalle es significativo. Se sabe, entre otras cosas, que la persona de Pablo y su actividad misionera no fueron bien vistas ni aceptadas por algunos grupos cristianos primitivos y conservadores. Hasta existían algunos que defendían con uñas y dientes el título de apóstol, afirmando que era exclusivo de aquellos que estuvieron con el Jesús histórico, aquel Jesús de carne y hueso que anduvo anunciando el Reino por las aldeas y ciudades de Galilea. Algunas consecuencias de esto eran evidentes y pueden ser detectadas en una serie de preguntas que Pablo hace en 1 Corintios 9,1-14, donde se refiere al privilegio de fundar comunidades y ser económicamente sustentado por las mismas, recibiendo el pago por el anuncio realizado.

dos. Sin duda alguna, El siempre fue y será fiel. La misma condición se requiere de los cristianos. El saludo (1, 2) también se encuentra (con algunos cambios) en todas las cartas de Pablo. Parece que él fue el que creó esa manera de saludo, que más tarde, pasó a formar parte de nuestras celebraciones litúrgicas. Además, es bueno recordar que, desde el inicio de sus cartas (ver 1 Tesalonicenses 5, 27), la carta más antigua y el primer texto escrito del Nuevo Testamento, Pablo daba por entendida la necesidad de crear un ambiente de celebración para la lectura comunitaria de sus cartas. Gracia y paz son dos palabras importantes en los textos de Pablo. La gracia hace pensar en cariño, ternura, afecto, amabilidad, gratitud y otras características de Dios que es Padre y Madre. La paz (shaíom) es la plenitud de vida para todos, consecuencia de la gracia y el lazo de nuevas relaciones entre las personas. Todo eso viene de Dios y de Jesucristo, concretándose en la comunidad de los hermanos.

Pablo sufrió internamente todo eso, en el comienzo de sus cartas más importantes él hace referencia y subraya que su envío (la palabra apóstol significa enviado) viene directamente de Dios por medio de Jesucristo, a quién él deberá presentar cuentas. Por tanto, el comienzo de la Carta a los efesios puede estar marcado por ese conflicto.Y, en efecto, más adelante (3, lss) él quiere aclarar el hecho de haber recibido esa misión directamente de Dios.

El primero y gran himno de Efesios (1, 3-14) abre la primera parte de la carta (1, 3 - 3 , 21). Su equivalencia (más breve), es el himno de alabanzas que encierra la primera parte (3, 20-21).Toda la primera parte se encaja en este clima de alabanzas.

La carta está dirigida a los "cristianos" (literalmente: "santos") y que son llamados "fieles en Cristo Jesús". Es muy importante no olvidar el aspecto de la fidelidad. Los cristianos fueron santificados por Jesucristo. Todavía, eso sólo constituye el comienzo de un largo camino que p o dríamos llamar alianza. Jesucristo y los cristianos son alia-

El himno inicial (o gran bendición) es muy complejo y denso de significados. Los estudiosos se empeñan en mostrar cómo está organizado, y de este esfuerzo surgen muchas propuestas. Lo importante en todo eso no es llegar a un consenso, pero sí percibir que ese himno, como el prólogo del evangelio de Juan (1, 1-18), es la gran

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2. Himno: la gran bendición (i, 3-14)

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síntesis de toda la obra. En otras palabras, es un portón que ya trae, en miniatura, todos los grandes temas para ser desarrollados a lo largo del texto. (Un esquema idéntico lo encontramos en el himno de Colosenses 1, 15-20). N o querer detenerse ahí para contemplar y saborear ese portón es como entrar en la carta sin saber el motivo que nos conduce a eso, sin conocer lo que iremos a encontrar en ella. Algunos de los estudiosos afirman que los himnos de algunas cartas paulinas y deuteropaulinas (por ejemplo 1 Corintios 13; Filipenses 2, 5-11; Efesios 1, 3-14 y Colosenses 1, 15-20) existían separadamente y eran usados por las comunidades en sus celebraciones. Por tanto, no serían obras de Pablo, al igual que aquellos que se encuentran en las cartas auténticas paulinas. ¿Qué podemos pensar acerca de eso? Reflexionemos usando uno de los recursos típicos de Pablo, es decir, haciendo nuevas preguntas desafiantes. ¿Qué habría hecho Pablo durante todo el tiempo en que estuvo en las comunidades (ciudades) como Corínto y Efeso? ¿Las comunidades, por casualidad, por él fundadas no se reunían para celebrar la fe y la Cena del Señor? ¿Será que Pablo, h o m bre culto como era, no conocía el poder de la poesía? ¿Por qué tanta resistencia en admitir que Pablo también pudiera haber sido un poeta? ¿Cómo comprobar que esos himnos, que son poesía, fueron escritos por otras personas? ¿Si otros fueron los que los escribieron y antes de las cartas, cómo se puede explicar que encajen tan bien en las cartas, apunto de ser una especie de síntesis de la propia carta? Por tanto, es mejor mirar estos himnos como parte importante de la carta. Volviendo al himno de Efesios, observémoslo con atención, descubriendo sus características principales.

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El himno tiene una declaración solemne, resumen de todo lo que viene más adelante. Es la frase primera (1,3). En ella, sobre todo, se proclama que Dios es bendito y que en Cristo nos dio todas las bendiciones posibles e imaginables. Lo que viene en seguida es la explicación o el desarrollo de este tema fundamental, desdoblado en 6 acciones realizadas a nuestro favor por medio de Jesucristo, para la alabanza de la gloria de Dios Padre. El tema de la alabanza aparece tres veces (versículos 6.12.14). Resumiendo, así podemos visualizar la gran bendición, puerta de entrada a los Efesios (subrayamos algunas palabras en negrita): Resumen de todo (í, 3) "Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales". Primera bendición: la elección en Cristo (i, 4) "Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos consagrados e irreprochables ante El por el amor". Segunda bendición: predestinación en Jesucristo (i, 5-6) "El nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya". Tercera bendición: libertados en la sangre de Cristo (1, 7-8) "En Él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia". 23

Cuarta bendición: revelación del misterio (1, 9-10) "Dándonos a conocer el misterio de su voluntad según el benévolo designio que en Él se propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de ios tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra". Quinta bendición: herederos en Cristo (1, 11-12) "A Él por quien somos herederos, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad, para ser nosotros su gloria, los que ya antes esperábamos en Cristo". Sexta bendición: Él Espíritu Santo (1, 13-14) "En Él también vosotros tras haber oído la palabra de la verdad, el Evangelio de vuestra salvación, y creído también en Él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es prenda de nuestra herencia, para la redención del pueblo de su posesión para alabanza de su gloria". La gran bendición es muy valiente en sus afirmaciones, y por eso es grande. En el Asia Menor (Efeso y sus alrededores) fue fermentando una de las afirmaciones más valientes y bonitas respecto a Jesús. Ella se cristalizó más tarde en la solemne declaración que abre el evangelio de Juan, que fue escrito tiempo después de la Carta a los efesios: "En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada. Lo que se hizo en ella era la vida y la vida era la luz de los hombres" (Jn 1, 1-4). El prólogo de Juan sobre todo se preocupa por Jesús, Palabra de Dios. El himno de Efesios da por descontado la claridad de que la Palabra existió 24

desde siempre junto a Dios y desarrolla el tema "todo fue hecho por medio de ella", envolviendo todo el universo, pero mirando sobre todo la acción de Jesucristo en favor de la humanidad (el "nos" que recorre 1, 3-12.14 y el "vosotros" de 1,13). D e esta manera, el himno abraza toda la historia de la humanidad, camino entre dos polos extremos: la elección antes de la creación del mundo (primera bendición) y la comunicación del Espíritu Santo, "que es prenda de nuestra herencia, para la redención del pueblo de su posesión", es decir, hasta el final de los tiempos (sexta bendición). También abraza al universo entero, explícito por la unión de las "cosas celestes" con las "cosas terrestres" (1, 10) bajo un único liderazgo, el de Jesucristo. El universo forma con El un solo cuerpo. Esta es la bendición de las bendiciones, el supremo don de Dios al universo. En la Biblia, la bendición no es algo mágico o supersticioso. Ella es el modo visible de comunicar la vida. Podemos descubrir esto observando la primera bendición al aparecer en el Antiguo Testamento. Está en el Génesis 1, 28 cuando Dios bendice a la humanidad. Convirtiéndola en fecunda y capaz de interactuar con el Creador en el proyecto de la creación. De hecho, Dios creó el hombre y la mujer a su imagen y semejanza y, por motivo de la bendición que ellos recibieron, todos los que nacieron y nacerán de la unión entre el hombre y la mujer tendrán esa imagen y semejanza, fruto de la primera bendición. En el gran himno de Efesios, Dios bendice a la humanidad con toda especie de bendición en Cristo, y ésta bendice y alaba ("bendito"), pues es la forma más adecuada de participar de la armonía del universo, cuerpo de Cristo.

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El himno tiene, evidentemente, dimensión trinitaria. Todo parte del Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, se realiza en Cristo y se consuma en el Espíritu Santo. La primera bendición (1, 4) se concentra en la elección. El Antiguo Testamento desarrolló abundantemente el tema de la elección, todavía circunscrito a un pueblo y a una raza, Israel. El comienzo de todo se dio con Abrahán (Génesis 12, lss). El himno afirma que esa elección sucedió antes de la creación "en Cristo", con un objetivo bien claro: "Para que seamos santos e irreprochables ante El por el amor". En otras palabras, el himno pretende decir que el primer proyecto de Dios Padre fue el ser humano. La creación es consecuencia de la elección, y no viceversa.Y en la elección ya estaba presente el amor de Dios que llama a la santidad. La segunda bendición (1, 5-6) completa la primera y hace caminar el tema. Se trata de la predestinación. En la bendición anterior Dios es llamado "Padre de Nuestro Señor Jesucristo". En la segunda, nosotros podemos llamarlo Padre, pues fuimos predestinados, en Cristo, a ser sus hijos adoptivos. Popularmente se habla mucho de la predestinación, y casi siempre en sentido fatalista y negativo. La Biblia desconoce ese tipo de predestinación. Esa palabra envuelve, para ella, siempre dos cosas: el amor compasivo del Creador y el esfuerzo de la criatura por descubrir siempre más la esencia de ese amor. Nunca está demás insistir en que nuestra predestinación consiste "en ser sus hijos adoptivos", en una relación con el Padre de vida y amor, y no de muerte, odio o fatalidad. Esta bendición se complementará con la quinta (1, 11-12: herederos en Cristo) y tendrá como las demás, repercusiones a lo largo de la carta.

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La tercera bendición (1, 7-8) habla de la redención por la sangre de Cristo y del perdón de los pecados. Junto con la próxima bendición (la cuarta), constituye el centro del himno. Para entenderla de manera adecuada, está bien recordar el significado de la sangre del cordero pascual en la noche en que los hebreos salieron de Egipto (Éxodo 12, 7.13) y el de la sangre de los animales que expiaban los pecados en los sacrificios que el pueblo ofrecía con esa finalidad (cf. Levítico 4 y 16). La expresión "tenemos la redención" (1,7) recuerda un tema muy claro para Pablo en sus cartas y que se inspira en las costumbres de la sociedad esclavizante de aquel tiempo. Los ricos y los poderosos compraban esclavos en los mercados para que estuvieran a su servicio. U n esclavo raramente lograba adquirir su libertad. Ciertamente Pablo presenció muchas escenas de ese tipo. Se aprovecha de ese dato social para afirmar que la sangre de Jesucristo constituye nuestro rescate definitivo e irreversible. Su muerte rescató a la humanidad, devolviéndola a su único "Señor", Dios, que no la trata como esclava, sino que es para ella un Padre lleno de amor. También esta bendición repercute en el cuerpo de la carta, sobre todo en 2, 14-18 y en las relaciones entre marido y mujer, padres e hijos, amos y esclavos (5, 21-6,9). Esta bendición explica que eso constituye la riqueza de la gracia del Padre de Jesús y nosotros. Él no la retuvo para sí, sino que la derramó sobre nosotros, es decir, nos volvió destinatarios y herederos, abriéndonos hacia toda sabiduría e inteligencia. Estas dos últimas palabras no se refieren a la sabiduría y la inteligencia en cuanto cualidades humanas que se adquieren en las escuelas o universidades. Al contrario, son dones que Dios nos da que nos permiten "comprender" el misterio. Es por esto que, un poco más 27

adelante, el autor de la carta suplica a Dios con el fin de que los cristianos "comprendan" y "entiendan" (1,18-19) El comienzo del capítulo 3 desarrollará estos temas. C o m o dijimos, la cuarta bendición (1, 9-10), junto con la tercera, son el eje central del himno. Ambas, resumen otro gran himno cristológico de las cartas de Pablo, el de los Filipenses 2 , 6 - 1 1 . La muerte y glorificación de Jesús constituyen el centro del mensaje cristiano. Es de esto que se habla también aquí. El tema central de esta bendición es la glorificación, convirtiéndose en cabeza de todas las cosas, las celestes y terrestres (expresión que abraza los dos extremos, como "día y noche", "tierra y mar" para significar el tiempo entero o todas las cosas). El universo forma un único cuerpo con Cristo. Es una de las afirmaciones más osadas y bonitas de toda la carta. Nada ni nadie queda sin sentido en la armonía del cosmos, pues Cristo es la cabeza de todas las cosas, y todas ellas se orientan hacia Él, son parte de Él, cabeza de un único cuerpo. Este tema será desarrollado ampliamente a la largo de la carta, apareciendo en cada momento. Podemos afirmar que es el eje o motor de toda la Carta a los efesios, y es por esto que sirve de subtítulo-síntesis para este libro. Esa decisión estaba tomada hace mucho tiempo en los planes de Dios, pero se realizó en Cristo, aquel que condujo la historia hacia la perfección y la plenitud.También llama la atención otro aspecto, la revelación del proyecto de Dios. Dios nos coloca a la par, convirtiéndonos en confidentes suyos y también diríamos, en "cómplices" o corresponsables de ese proyecto. En el evangelio de Juan, que debe haber nacido en las regiones de Éfeso, Jesús muestra esa misma disposición al decir: "No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo 28

he dado a conocer" (15, 15). Pablo se considera "ministro de la Buena Noticia" (cf. 3, 7; 6, 20). La quinta bendición (1, 11-12) habla de la herencia. Este tema tiene una larga tradición en la historia del pueblo de Dios y está relacionado, entre otras cosas, con el tema de la alianza y la posesión de la tierra prometida. La tierra es la herencia que Dios reserva para su pueblo. Éste, a su vez, es la herencia de Dios. Nótese que se habla de "Nuestra parte en la herencia", señal de que es compartida con muchos hijos del mismo Padre. ¿Cuál es esa herencia? Es tener todo lo que es del propio Padre, y la próxima bendición dirá que el Espíritu Santo garantiza eso.Vuelve el tema de la predestinación, de alabar la gloria y se aumenta una característica de los cristianos, la esperanza en Cristo.Todos estos temas volverán a lo largo de la carta. La sexta bendición (1, 13-14) por un momento deja de lado el "nos" para hablar de "vosotros", refiriéndose momentáneamente a los cristianos que no vinieron del judaismo. Pero después el himno se rehace, volviendo a la primera persona del plural (¿'nuestra herencia", "esperamos"), pues sería injusto decir que los elegidos desde siempre y para siempre predestinados a ser hijos y herederos de Dios fueran solamente los judíos. El tema de esta bendición es el Espíritu Santo, comunicado indistintamente a todos, judíos y no judíos. Así, el Espíritu se vuelve el motor de la esperanza de la humanidad que camina rumbo a la liberación completa. También esta bendición, como vimos en todas las demás, tiene reflejos y desdoblamientos en el transcurso de la carta. Existe en ella una progresión interesante que vale la pena tener presente. Se caracteriza por los verbos escuchar, creer, ser marcado y esperar. El oír está unido al anuncio; el creer es la respuesta al escuchar; ser marcado (tal vez, refiriéndose al Bautismo) es consecuencia 29

del creer; el esperar (activamente) es el compromiso a la militancia cristiana. De este dinamismo que, supone un pasado que debe ser abandonado y un futuro diferente que debe ser asumido, se hablará en el transcurso de toda la carta.Y la garantía de todo eso se llama Espíritu Santo.

Para continuar reflexionando 1. Conversar sobre las cosas que más te llamaron la atención hasta aquí, aquello que era nuevo para ti y lo que ya te era conocido.

El autor da a entender que no conoce personalmente los destinatarios de la carta. Simplemente, afirma que quedó sabiendo (1, 15) ciertamente p o r rnedio de personas que pertenecían al grupo del trabajo evangelizador, como en el caso de los Colosenses 1, 5-8. A raíz de eso, y después del himno-síntesis de toda la carta, agradece a Dios, como sucede en todas las cartas auténticas de Pablo (a excepción de Gálatas). La acción de gracias es más breve en el texto (1,16), no obstante, el autor afirma que hace eso sin cesar cuando se acuerda d e hecho en sus oraciones. La acción de gracias después se transforma en pedido (1,17-19), y ese pedido se d e s m e m b r a en tres: 1. Q u e Dios dé a los destinatarios de la carta u n espíritu de sabiduría (1, 17); 2. Q u e les ilumine los ojos y la mente (1, 18); 3. Q u e ellos comprendan el grandioso poder de Dios (1,19).

2. ¿Nos sentimos envueltos en este himno de acción de gracias o "gran bendición", o pensamos que son cosas para los demás? 3. Dialogar sobre el tema de la bendición, que está de moda hoy en día. ¿Qué se puede pensar de ella y qué nos dice el himno? 4. Conversar sobre el tema apóstol para ver de qué lado nos situamos: ¿si del lado conservador del tiempo de Pablo o del lado del mismo Pablo? 5. Orar con las seis bendiciones. Después de cada una, el grupo debe responder"bendito seas, Señor". Luego, continuar espontáneamente, creciendo en nuestros deseos de alabanza.

V

J 3. Agradecimiento y súplica (1, Í5-19) "Por eso, también yo, al tener noticia de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestra caridad para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros recordándoos en mis ora-

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dones, para que el Dios de nuestro SeñorJesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente, iluminando bs ojos de vuestro corazón para que conozcáis cuál es la esperanza a
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