Borges Nipón

 

Borges nipón Paul Bitternut  Nº 18 de Marzo de 2008 "La vieja mano  sigue trazando versos  para el olvido"   J.L. Borges Borges

Hablar de Jorge Luis Borges, como se me ha encargado ara este n!mero, es una de las cosas "ue m#s temo$ Hablar de Jorge Luis Borges es adentrarse en un mundo donde lo real % lo irreal se entrecruzan una % otra &ez, donde lo on'rico sobre&uela un amlio horizonte cu%os matices cambian con(orme lo obser&amos una nue&a &ez$ Hablar de Jorge Luis Borges es entrar en una &ida "ue gira &elozmente, en un #rbol in&ertido en el "ue artiendo de la coa &ia)amos de rama en rama, de ho)a en ho)a %, cuando creemos "ue hemos llegado al tronco nos damos cuenta de "ue la ra'z no est# ah'$ *sta &a a ser la  rimera &ez "ue &o% a escribir sobre Borges, tal &ez la !ltima, or"ue el #nico se aodera de mis manos % de mis obres ensamientos ante una de las (iguras a la "ue m#s admiro literariamente$ *sta &a a ser la rimera &ez "ue escriba sobre Borges, "uiz# la !ltima, or"ue nunca he conseguido recorrer todos los rincones de sus bibliotecas, nunca he conseguido encontrar las salidas a sus laberintos, nunca los ese)os me han de&u de&uel elto to la im imag agen en "ue "ue %o es ese era raba ba &e &err$ +o% a ha habl blar ar de Jo Jorg rgee Luis Luis Bo Borg rges es,,  robablemente or rimera % !ltima &ez, or"ue cada &ez "ue he terminado uno de sus cuentos, he cerrado el libro % lo he &uelto a abrir, el sentido de sus alabras ha cambiado, lo real se ha con&ertido en (icticio, lo sobrenatural en cotidiano, ero eso s', su obra ara m' siemre ser# inmortal$ Para conocer % adentrarse en el mundo borgiano es imrescindible tener unos &astos conocimientos en mitolog'a, algo "ue se ha tratado en muchas ocasiones, en tantas como &eces se ha ol&idado esa mirada hacia oriente "ue siemre laneaba sobre su  luma$ No &amos a de(ender a"u' "ue el e-tico oriente e)erce una in(luencia decisi&a en su obra, esecialmente or"ue no lo creemos, no obstante s' humedece las letras "ue comonen su uni&erso, me)or su galaia$ Poco antes de recibir el .er&antes, Borges, acoma/ado or Mar'a odama, &ia)a a un Ja-n "ue r#cticamente desconoc'a lasadem#s tenues inceladas "ue hab'an llegado hasta3in l estaban te/idas or el acre de la guerra de sus incursiones en el budismo$ embargo, el argentino encuentra algo "ue no eseraba, halla la soluci-n a la 4decadencia de occidente4 en una sociedad ale)ada de los dogmas, en una sociedad "ue considera sal&adora inmersa en una re(inada educaci-n "ue se nos muestra en su amabilidad, "ue ha sabido aunar el oriente % el occidente tomando lo me)or de cada uno, "ue culti&a el es'ritu colecti&o % se ale)a de esa gloria indi&idual "ue nos hace asar or encima del resto$ 5s', una de las (iguras a las "ue m#s admira es al guerrero, al soldado )aons, "ue antes "ue buscar su destino ersonal, anteone una causa abstracta$ 6e hecho, en la cultura )aonesa la &ida se rige or el Bushido o 4tica guerrera4, basada en el &alor % la esada, (rente al 7ur%u o 4esttica4, el destino ersonal, la &ocaci-n % la luma$ n este sentido "uiz# odamos obtener una &isi-n nue&a del cuento 4l inci&il maestro de ceremonias otsu9 no 3u94, basado en la historia de :ohina9a ira$ ;tro de los asectos "ue calan m#s hondo en Borges de la cultura )aonesa es el religioso$ 3i bien %a se hab'a adentrado en el budismo en