Biología y Conocimiento. PDF

August 8, 2017 | Author: Giuseppe Schembari Valero | Category: Knowledge, Perception, Artificial Intelligence, Technology, Behavior
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Descripción: Biología y conocimiento de Jean Piaget...

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y los diversos tipos de conocimiento, incluido el conocimiento científico, son tonto odoptociones biológicos en un senfido omplio, como psicofisiológicos. Uns de los formos mós sorprendentes de esto odopfoción vitol es precisomente lo odecuoción de los molemóticos o todos los detolles de lo reolidod f ísico. Aunque lc epistemologío motemótico no siempre se ho preocupodo por este ospecto del problemo, en combio vorios grondes biólogos hon intentodo recientemente resolver esto cuestión, que de hecho corresponde o lo preocupoción cenlrol de los teoríos clósicos del Lo inteligencio humono

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conocimiento. El oulor de esto obro, psicólogo y epistemólogo, pero de formoción biológico, se ho propuesto confrontor los dotos de lo biologío contemporóneo en los diversos cc¡mpos de lq evolución, lo herencio, los regulociones y el desorrollo embriológico, con los dotos psicogenéticos y con los grondes corrientes episfemológicos octuoles. Tros corocterizor los tendencios del conocimiento biológico, delimito los correspondencios entre los esiructuros del conocimiento en generol y los de lo vido; mós odelonte, onolizq los niveles de comportomiento, tomonr o mu/ en cuento los troboios de lo nuevo psicologío onimol \ ccrnporóndolos con los de psicologío del niño. Por detollodos -onf rontociones de lo inteligencio y el instinlo, el outor llego I uno nuevo solución de este problemo clósico.

intento generol de interpretoción biológico del conocimiento copoz de coordinor los exigencios, ton diferenfes oporentemente, de lo epistemologío lógicomotemótico y de los teoríos octuoles de lo evolución. Mós oún que síntesis de los troboios de todq uno vido, este libro es, sobre todo, uno c¡perluro q nuevos problemos y uno llomodo o lo coloboroción entre los diversos disciplinos. Lo obro ocobo con un

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134. edrción

traducción

de

FRANCISCO GONZALEZ ARAMBURU

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BIOLOGIA CONOCIMIEI{TO

ensayo sobre las relaciones entre las regulaciones orldnicas los procesos cognoscitioos

y

Por

IEAN PIAGET

INDICE siglo veintiuno editores, ce r*áo

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pr-AN'rEAN{rENTO DEL pR0BLEMA

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PREVIAS

L La asimilación cognoscitivq, ó; II. Los esqucntas cle acciótt, 7; III. El escl¿tclna estítnulo-respuesta, 9; IY. Eqttilibración y autorregulación, ll;

S 2. Srsr¡ntl rptcENriTlco y DESAI{rroLLo

DE r-AS rruNcIoNES cocNos-

CITIVAS

II

I. Preforntaciótt v epig.énesis, 15; II. El carúctcr secue¡tciul cla los estadios, 17; III. Las creotlas, 19; IV. Madurctciórt y ntedio, 21; Y. tloncorresis y hotncostctsis, 23',

S 3.

Hrpó'rnsrs DrREcrluz AcEllcA nE LAS

tcrcatnbios, 31;

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deciurotercera edición e tr cspatrol, 200() O siglo xxi editores, s.a. tle c v

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isbn 968-23-0589-6

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pliuiera edición en fratrcés, l9tj7 étlitions gallinnrtl, 1067 títtrlo origirral: biologw cl rttttttutsu¡ttc' ¿r\d¿ /{' cogttitiJs l¿s r¿laüoÁ enhe bs tógulatiorts otganir¡tts tt lts @

dercchos resen'ados confortue a la le1' itlpreso y hecho cn rltéxico/pritltc), etc., sin tratar de hacer la crítica epistemológica de estas nociones ilusorias, pucsto quc Ic p¿Irecen ser dadas. Pero estas actitudes o métodos implícitos presentan dos lagunas graves. La primera, que no es sorprendente, puesto que todo el mundo se cree psicólogo, es la ignorancia sistemática de los t'abajos de la psicología experimental, que bastarían para curar a tocio biólogo de las ilusiones introspectiyas: bastaría con señalar urn peeueño índice, el del número ínfimo de vitalistas que se enc'rentra en la psicología científica, en comparación con el mundo de los biólogos. La segunda laguna es mucho más sorprendente: es la falta de toda precaución genética, en el sentido por lo menos cle ontogenética, en cuanto que un biólogo se refiere a la vicla mental como si las formas superiores de ésta esltiviesen predeterminadas y contenidas de anten'rano en toda vicla orgínica. Ahora bien, este preformismo antihistórico que caracteriz.a a toclos los autores que no están bien informados de los trabajos cle psicología comparada y cle la psicología del desarrollo no se explica solamente por las ignorancias involuntarias de que ¿rcabamos de hablar, sino (como vimos anteriormente) por un empleo ingcnuo de la noción de inconsciente según el cual Ios caracteres superiores cle la vida mental se encuentran presentes, en efecto, cu toclo ser viviente, pero en fs proccsos a frn cic comprenderlos mei.r-. Asi proceclc J. Grizc, cn nnestro centro cle epistemología genética, y por tanto podenros esllerar obtener informaciones acerca cic los isomorfismos estructurales, aunque sean parciales, en el sentido examinado en el subtítulo III. Por otra parte, Ios métodos matemáticos se utilizan cada vez l-nás, no ya para expresar los procesos vitales más generales, lo que sin cluda es un tanto prematuro, puesto que sJ los conoce mal, sino para resolver problemas bien delimitados en Ios pormenores mismos cle las investigaciones positivas. Así, Ia colaboración cle los matemáticos cn genótica ha sido fundamental doncle se t'ata de determinar por la teorÍa y el cálculo en qué condiciones se puecle llegar a los resultados experimentales obtenidos. por c.iemplo, con apoyo de las deducciones matemáticas se l.a llesado a comprender que el genoma no funciona a la manera de un lonjunto de elementos discontinuos que obran de una manera aleatoria, sino que, además de los genes estructurales, hav que con_ siderar los genes reguladores o transformadores, y qúe, además de las mutaciones, aleatorias en parte, quedan por considerar las rccombinaciones organizadas. Pero, sin contar que tales progresos teóricos aproximan va scnsiblementc los mecanismos genéticos a los mecanísmos funcionales en general y, por consiguiente, en parte, al funcionamiento cte los mecanismos cognoscitivos, el gran resultado cle los esfuerzos de matematización en cl campo de los procesos regulaclores ha sido la construcción de modelos cibcrnéticos, teóricós o concretos. En efecto, la cibernética es, ante todo, la teoría de la guía y de Ia comunicación: explica la manera en que un mecanismo puede dirigir a otro o dirigirse a sí mismo por trasmisiones y cfectos retroactivos o anticipadores de información. Ahora bien, los modelos cibernéticos, cuyo empleo es cada vez más lrccuente en toc]os los campos de la biología (clescle la genélica hasta la etiología), tienen el interés inapreciable para nos-

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LOS MÉTODOS DE I]NFOQI]E

otros de expresar directamente estructuras en juego en todos los mecanismoJ cognoscitivos. En efecto, el conocimiento consiste esencialmente no sólo en adquirir y acumular informaciones, sincr además y sobre todo (pues sin esto serían inoperantes, y, por asÍ decirlo, ciegas¡, en organizarlas y en regularlas mediante sistemas de autocontrol oiientados hacia adaptaciones, o, dicho de otra manera, hacia la solución de los problemas. Todos los conde la cibernética tienen significación inmediata en el domi ""ftor nió cognoscitivo y su empleo en biología no puede sino- contribuir a mult'ípücar los isomorfismos estructurales de que se habló en el subtítulo III.

v. La epistemotogía de los niveles de comportamientos.*El tudio de lbs isomoifismos funcionales (II), estructurales (III) y rle sus modelos (IV) conduce naturalmente a comparaciones que no tienen que ver sólo con los términos extremos (como serían, p rr e¡empló, el genoma y las operaciones lógico-matemáticas del

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deben proceder progresivamente' pasando de un nivel de organización a otro. De esto resulta que iales análisis comparativos desembocan necesariamente en comparaciones sistemátiias entre los diferentes niveles de lo que podemos considerar como funciones cognoscitivas en todos Ios escalones, del reino animal al menos. Así, lo que podemos llamar aprenÁou:" o (memoriao, d.esde el nivel de los protozoos' evidentemente há de considerarse ya como un comienzo de reacciones cognoscitivas. Todos los problemas del instinto y, de manera general' todas las cuestionei abordadas por la etología en los campos de tanto , como se dijo después, y que sentó, de tal manera, la hipótesis de una epigónesis de la intcligcncia. Pero hubo que esperar hasta los trabajos del siglo xx p¿tra clemoslr¿trlo y poner cle manifiesto los aspectos de organización progresiva que trae consl-

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SINCRÓN1CAS

I En io que sigue

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a menudo, a este respecto, cle "totaliclacl transcausalo, en el sentido de que trae consigo un modelo . Sc trata, así, de una noción reconstituida y reclucicla, por opctsición a los fenotipos cuya des' se pueden proporcionar c1e malrcra directa' cripción 'Es y mecliclas asi que la noveclacl esencial (lLle caracteriza a la gcnética stls plogrcsos t'cs¡recto clc h gcnética clírsica corrtcmporát"n, ",-t el h¿rbcr" rci'tcgraclo gc¡otipos y fcprecisamenie es o mendéliana, notipos a Llna totaliciad relacionada. En c[e-cto, un gctrotipo es car.actbrizadO esencialmcutc hoy por su (no|lla cle reacc:iónr, cs clecir, por el conjunto cle los fenoiipos quc cs susccptiblc cle prociucir hacibndo variár (una a una) las propiedaclcs clel meclio. Por otra parte, al laclo de la norma de relrcción dc ttt'l:t sol¿r raza, es dccir, la llorua il. ,r,. genotipo depuraclo artiliciahlentc, sc hablalir cicgenotip de cohereucia o no-contradicción corlstitttyen el órgan pertnauentcs y de "fuerza" r'ital, o csa intcligcltcia clotacla cic tocios ios ¡loclercs clcscte un plincipio, sc col.I"lprr.tclla t'írpicl:tncnte qlle tlo ticnctl uacla que haccr pr.ir Io qllc ioca li cojrstrttir-, pncsto quc no evolucionan, y, sobre toclo, porcluc cl llr,'clio 1>ara cl orgar-risuo y la rc;rliclad cxterior para la intcligcilcia crslán 1'a complclamcntc ol"cleueclc-rs cn virttrcl clc las misntas Í'orlt-tlis ctct'¡r¿ts o clcl n'rislncl acto creaclor. Lir actii,iclacl clcl orgatrisrtlc-t o clc I¿i ilitcligcucia sc limita asÍ, cstrictiltr.tctntc, a utilizar cl lrtccljo scgúrtr los lrlancs llrccslablccicit-ls o a contctnplar-lo cn fclt-lrll clc illtclccciórr. I-¿i noción flrnci¿rmcrrtal ¡rlc-rpilr clc las cloctt'irras prccvoittciouis:¡; (:n lo cc¡nccrnicntc a las rclaci sin cstructura conponente y que no debe su ufuerzao más que a la naturaleza y a la asociación de los componentes. Es cierto que Lamarck, en el ter-reno psicológico, opone a los "hechos físicoso los uhechos moralcs> o nvcrclades niatemáticas' conocidas (por la inteligcncia y no por los sentidoso (Pltil. zr¡o1., aclvcrtcncia, cn nota), pcro mucstra cn seguicla (íbíd., Discsrso preliminar) ncómo la fuerza que cxcita los movi-

mientos orgánicos puede, en 'los animales nrás imperfectos, encontrarse fuera de ellos, y, sin embargo, animarlos, cómo, clespués, esta fuerza ha sido transportacia al animal y fijada en él; por últirno, cómo se ha convertido en Ia fuente de la sensibitidad, y luego en la de los actos de la inteligencia,. Así, pues, no s€ trata de un proceso de interiorización de acciones, primero materiales y exteriores, pero en parte endógenas, después ejecutadas de mane¡a interior, sino de un mecanismo puramente exógcrro que se prolonga después en rcacciones internas. En el plano orgánico, Lamarck explica en el capítulo VII de su Philosophie zoologique en qué consisten los entera, conccbida como el conjtrnto, no cle los cuerpos, sino de los movimientos y de l
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