Biología de la concepción

May 21, 2019 | Author: Solange Medina Gonzalez | Category: Meiosis, Implantation (Human Embryo), Developmental Biology, Biological Processes, Zoology
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Biología de la concepción Estudio de la Gestación Gametogénesis Las células germinales primitivas existen en el embrión humano desde la mitad de su tercera semana de desarrollo. Tanto la oogénesis, en el curso en el cual se forman lo óvulos maduros a partir de la primitiva oogonia, como la espermatogénesis, que da lugar a la producción de espermátides, presentan las características básicas de maduración o reducción. Esta especial división celular, conocida como meiosis, se limita a las células germinales. En el hombre los 46 cromosomas, cromosomas, que que comprenden 44 autosomas autosomas

y 2

cromosomas sexuales, se dividen en dos mitades durante la división meiótica, de manera que cada gameto maduro contiene 22 autosomas y 1 cromosoma sexual. El número diploide no se restablece hasta la unión del óvulo y el esperamatozoide durante la fertilización.

Meiosis: La células germinales primitivas (oogonias y espermatogonias) contienen un número diploide de 46 cromosomas; al dividirse para producir oocitos y esprematocitos primitivos casa cromosomas sufre una replicación partiéndose longitudinalmente para formar una estrucutra doble. Durante esta mitosis típica cada célula hija obtiene los componententes coromosas idénticos de la célula madre. Cuando los oocitos y espermatocitos primitivos continúan su maduración para formar oocitos y espermatocitos secundarios, la siguiente división meiótica es diferente ya que cada célula hija recibe sólo 23 cromosomas. La diferencia básica entre la meiosis y la mitosis corriente es la prolongada profase meiótica, en la cual se realiza un apareamiento preliminar de los cromosomas homólogos antes de la división.

Profase

Estadío Cigoteno Estadío Leptoteno

Los cromosomas

Estadío Paquiteno

46 cromosomas que aparecen como delgados hilos individuales

homólogos se alinean paralelos uno con otro en sinapsis. Forman 23 componentes bivalentes.

Tetrádas de cuatro cromátides. Pueden recombinarse.

EStadío Diploteno Se separan las bandas homólogas

Metafase I: Los bivalentes (dos cromátides que se reúnen por cada cromosoma) se orientan en el huso; cuando se divide la célula los miembros de cada par se mueven hacia los polos en las células hijas, que contienen entonces el número haploide de cromosoma, todavía como pares de cromátides. Cada oocito

sacundario recibirá 22 autosomas y un cromosoma x, y cada espermatocito secundario recibirá 22 autosomas y un cromosoma X o Y. Segunda División Meiótica: La diada se parte en el centrómero para formar las mónadas, una de las cuales pasa a cada célula hija, probablemente después de

haber sufrido una replicación longitudinal mitótica típica.

Oogénesis Las células germinales derivan del saco vitelino y en la mujer pasa por 3 fases: Primera Fase (migración) • Las células germinales alcanzan la escotadura medial del surco mesonéfrico donde se desarrollan las gónadas, se se dividen rápidamente y se transforman en oogonias

Sefunda Fase (División) • Las células germinales se dividen mitóticamente a una velocidad máxima durante la semana 8 y 20, se vuelve gradualmente lenta y cesa al nacer.

Tercera Fase (maduración) • Las células entran en la profase de la primera división meiótica, adquieren un anillo de células granulosas y se convierten en oocitos definitivos en el el interior de los folículos primordiales

Del número total de oocitos primarios que existen al nacer y

que

se

calcula

es

de

aproximadamente 2 millones y entre 400 mil y 500mil en la pubertad de los cuales sólo 400 o 500 llegarán a ovular. Después de la pubertad, varios oocitos

pueden

empezar

a

crecer en cada ciclo, pero sólo uno alcanza la plena madurez. Los

oocitos

primarios

aumentan de tamaño, mientras que las células foliculares cuboidales en proliferación forman cubiertas cada vez más gruesas alrededor de ellos. Las células foliculares depositan en la superficie del oocito una capa glucoprotéica acelular que se engrosa en forma gradual para formar la zona pelúcida. Los espacios irregulares llenos de líquido situados entre las células foliculares, se unen para formar una cavidad

o

antro.

Las

células

foliculares alargadas radialmente que rodean la zona pelúcida formando la corona radiada. El cúmulo ooforo, es una masa sólida de células foliculares que rodean al óvulo al lado de un folículo ovárico vesicular en desarrollo. Conforme el folículo

madura,

el

cúmulo

se

proyecta cada vez más en el antro, en consecuencia

el

oocito

parece

apoyarse en una columna de células foliculares. En este estadío el folículo

varía de 6 a 12 mm de diámetro y está situado inmediatamente debajo de la superficie del ovario. Al final, el oocito completa su primera división meiótica, que se inició en antes del nacimiento durante la etapa final de la transformación del folículo primordial a folículo maduro De Graaf. La importante consecuencia de esto es la formación de dos células hijas, cada una de 23 cromosomas pero de tamaño desigual. Una recibe casi todo el citoplasma. Una recibe casi todo el citoplasma de la célula materna para convertirse en un oocito secundario; la otra, el primer corpúsculo polar, apenas recibe parte de él. El corpúsculo polar se sitúa entre la zona pelúcida y la membrana vitelina del oocito secundario. No solo hay un folículo elegido (dominante); hay un oocito dominate es el único que madura en el folículo preovulatorio; los demás no se desarrollan más allá del inmaduro estado de dictiotena. En la mujer es probable que la segunda división de la maduración se complete sólo si se fertiliza el óvulo. Si no se encuentra con un espermatozoide dentro de unas pocas horas después de la ovulación, el óvulo empieza a degenerarse.

Espermatogénesis Las células germinales primordiales entran en la gónada en desarrollo durante la 5ta semana del embrión, pero se localizan más bien a nivel de la médula que en la corteza como en el ovario. Se incorporan en cordones sexuales primitivos de forma irregular, compuestos por células derivadas del epitelio superficial. Los cordones sexuales al nacer son sólidos; sólo después se desarrolla una luz que acaba por convertirlos en los túbulos seminíferos. En los cordones sexuales, se encuentran dos especies :

El Tipo Mayor

El otro tipo

- Localizado a lo largo de la membrana basal

- Localizado a lo largo de la membrana basal.

-Tiene un núcleo de coloración pálida

- Es mucho más pequeño.

- Tiene uno o dos nucleolos - Representan probablemente la célula primordial germinal

- Posse un núcleo de granulación grosera. - Se convierten en células de sostén

La espermatogénesis es el proceso de producción de los gametos masculinos (espermatozoides) que tienen su producción en los testículos, específicamente en los túbulos seminíferos, tiene una duración de 70-75 días y consta de las siguientes fases:

1) Fase de proliferación o multiplicación:  las células germinativas al interior de los testículos se dividen por mitosis para dar origen a células denominadas espermatogonias, las que permanecen en estado latente hasta la pubertad.

2) Fase de crecimiento:  ya en la pubertad las espermatogonias (2n) crecen transformándose en espermatocitos de primer orden. Las etapas de proliferación y crecimiento duran toda la vida fértil del varón.

3) Fase meiótica:  Los espermatocitos de primer orden (2n) realizan la primera división meiótica, durante la cual, los cromosomas homólogos intercambian material genético; de esta división resultan dos células haploides que son llamados espermatocitos de segundo orden (n). Cada espermatocito de segundo orden realiza la segunda división meiótica durante la cual, las cromatides hermanas de cada cromosoma se separan originando dos células haploides llamadas espermátidas .Las espermátidas mientras maduran aparece el flagelo convirtiéndose en espermatozoides. Con la espermatogénesis se originan 4 espermatozoides haploides a partir de una espermatogonia diploide. Las siguientes modificaciones nucleares durante la espermatogénesis son casi análogas a las de la oogénesis. Cada espermatocito primario entra en la larga profase de la primera división meiótica. Al completarse la primera división por reducción, se forman dos espermatocitos secundarios, con el número haploide de cromosomas; pero a diferencia de los productos de la primera división meiótico del óvulo, los espermatocitos secundarios reciben igual cantidad de citoplasma de la célula madre. Casi inmediatamente después de de la formación, los espermatozoides secundarios empiezan la segunda división meiótica, que da lugar a la producción de 4 espermátides, que son cromosómicamente anñalogos al óvulo maduro y al segundo corpúsculo polar, y que después evolucionan para convertirse en espermatozoides.

Inmediatamente después de haberse formado, los espermátides experimentan modificaciones extensas en la forma y se convierten en espermatozoides por el proceso de espermiogénesis. Los

espermátides

recién

formados

tienen un núcleo esférico, una zona de Golgi es la aparición del denso gránulo acrosómico, que posteriormente forma una fina membrana sobre la superficie del núcleo, el capuchón cefáliico. Los centriolos emigran al polo nuclear opuesto al capuchón cafálico y forman el flagelo, mientras que el propio núcleo se condensa, se aplana y alarga ligeramente. Al mismo tiempo, las mitocondrias se mueven hacia al flag elo, para formar un collar alrededor del filamento axial. Distalmente el collar mitrocondrial está limitado para una estructura anular, y junto con el centriolo, el collar y el anillo forman la pieza media del espermatozoide. Al finalizar la espermiogénesis, el citoplasma y el aparato de Golgi no incorporados al espermatozoide se liberan.

Fecundación

Durante el coito humano se eyaculan una media de 2 a 5ml de esperma con un recuento medio de espermatozoides de 70 millones por mililitro, depositados en la vagina. De estos 100 millones o más de espermatozoides, de los que un 80 ó 90% son formas normales, tal vez menos de 200 llegan al lugar de la fertilización, es decir a la ampolla de la trompa. El esperma alcanza el punto de

fecundación a nivel de la ampolla tubárica tal vez poco después (5min) de la eyaculación. En el momento que el esperma penetra en la zona pelúcida y entra en contacto con la membrana vitelina, se forma un segundo cuerpo polar y en el huevo aparecen con claridad el pronúcleo femenino así como el masculino. La penetración de la zona pelúcida y de la membrana vitelina por un espermatozoide inhibe la entrada de otros, aunque en ocasiones penetran más de uno.

Fases de la Fecundación

Para efectos didácticos la dividiremos en las siguientes etapas: 

Penetración de la corona radiante. Los espermatozoides con su acrosoma intacto tratan de alcanzar la zona pelúcida avanzando entre las células foliculares. Se ayudan con la enzima hialuronidasa presente en la

membrana plasmática, construyendo una especie de túnel por el que avanzan. 

Reconocimiento y Adhesión. Los espermios y la zona pelúcida se adhieren firmemente entre sí, ya que se han reconocido por medio de moléculas específicas, para cada especie.



Reacción Acrosómica. Esta reacción se desencadena cuando el espermatozoide toma contacto con la zona pelúcida. La reacción acrosómica permite el desprendimiento de la corona radiada, el avance del espermatozoide a través de la zona pelúcida y la fusión de las membranas plasmáticas de ambos gametos.



Denudación.  Se refiere al desprendimiento de la corona radiada, cuyas células

foliculares

se

separan

y

dispersan

por

la acción de

lahialuronidasa que sale del acrosoma. 

Penetración de la zona pelúcida. Con la ayuda de la acrosina se perfora la

zona

pelúcida

generando

un

túnel

por

el

cual

avanza

el

espermatozoide, gracias a los movimientos de hiperactivación. 

Fusión. Si bien varios espermios pueden atravesar la zona pelúcida, sólo uno establece íntimo contacto con la membrana plasmática del ovocito. Cuando esto ocurre cesan los movimientos de hiperactivación, las membranas se fusionan y entre los citoplasmas se produce una continuidad que permite la entrada del contenido del espermatozoide. Una vez establecida la continuidad entre ambos citoplasmas ingresan en el ovocito la parte posterior de la cabeza, el cuello y la cola del espermatozoide. Finalmente lo hace la parte anterior de la cabeza.



Bloqueo de la poliespermia. Para bloquear la entrada de más de un espermatozoide (poliespermia) se produce la denominada reacción de la zona, modificación de la forma de la zona pelúcida provocando la inmovilización y expulsión de los espermios atrapados en ella. Por otra parte la membrana plasmática del cigoto pierde la capacidad de fusionarse con otros espermatozoides que se le acercan.



Activación. Esto se demuestra por la formación del óvulo que se transforma en cigoto y se aprecia la expulsión del segundo polocito. Es decir se reanuda la segunda meiosis del ovocito.



Formación de los pronúcleos masculino y femenino. Los núcleos haploides del espermatozoide y del óvulo se llaman pronúcleo masculino y pronúcleo femenino respectivamente. Mientras se tornan esféricos ambos pronúcleos se dirigen a la región central del óvulo donde se desenrollan los cromosomas y se replica el ADN.



Singamia y Anfimixis. Los pronúcleos se colocan uno muy cerca del otro en el centro del óvulo y pierden sus cariotecas (singamia). Entre tanto los cromosomas duplicados vuelven a condensarse y se ubican en la zona ecuatorial de la célula, como una metafase mitótica común (anfimixis). La anfimixis representa el fin de la fecundación. Con ella comienza la primera división mitótica de la segmentación del cigoto.

Durante la interacción de los gametos, la reacción acrosómica inducida por el cúmulus oóphorus, es un prerrequisito para que el espermatozoide pase la zona pelúcida, se funda con y penetre al óvulo. La P4 (progesterona) secretada por las células del cúmulus, es un cofactor importante para que ocurra este evento de exocitosis. La reacción acrosómica resulta de la fusión entre las membranas acrosomal externa y celular, que llevan a la exposición de la membrana acrosomal interna. Al completarse la reacción acrosómica, se liberan enzimas (como la acrosina, una proteasa tripsino dependiente, y la neuraminidasa) que causan lisis de la zona pelúcida, teniendo importancia para ello la actividad del proteasoma espermático. El óvulo fecundado alcanza la cavidad del útero humano unos 3 a 4 días después de la fecundación. En las mujeres el óvulo vaga a veces a través de la pelvis para ser recogido por la trompa opuesta (migración externa) o, teóricamente, es capaz de cruzar por el interior del útero y migrar hacia arriba por la trompa opuesta (migración interna).

Fecundación In Vitro Consiste en la extracción del óvulo maduro del ovario de una mujer cuyas

trompas

están

ocluidas,

seguida de la fertilización in vitro con esperma y la reimplatación del huevo fecundado en la cavidad uterina.

Desarrollo del óvulo Fecundado Segmentación del óvulo

Después de la fecundación, el óvulo maduro se transforma en un cigoto, que experimenta en seguida una segmentación, o partición, en blastómeros. Con la acumulación de líquido entre los blastómeros, se forma el blastocito.

Estadíos de Preimplantación

Estadío bicelular Ovulo intacto rodeado de la zona pelúcida

Blástula de 58 células Muestra células externas e internas

Blastocito de 107 células Células trofoblásticas rodean el blastocele en desarrollo lleno de líquido

El preembrión no crece de tamaño a pesar del aumento del número celular, ya que las nuevas células son de menor tamaño este proceso de denomina Clivaje. A las 48 horas se contabilizan 4 á 6 células, y hasta este momento el huevo permanece en la ampolla de la trompa Unos 3 días después del inicio de estos procesos de división, el pre-embrión tiene 12 a 16 células se llama mórula precoz y a medida que aumentan en

cantidad se produce un proceso de compactación -la mórula tardía- llegando a tener 64 células. La mórula alcanza el útero el día 4. En la cavidad uterina, dado el crecimiento del preembrión, hay mayor necesidad de nutrientes que se obtiene a partir del fluido rico en glucógeno, sintetizado por las propias glándulas endometriales que atraviesan la zona pelúcida y se acumula entre las blástomeras. Luego, al 5º día el líquido confluye en una cavidad única que recibe el nombre de Blastocele o cavidad blastocistica y el embrión preimplantado se constituye en Blastocisto Libre El blastocito, se implanta entonces en el endometrio, mientras se forman las membranas fetales y las capas germinales del embrión.

La primera división mitótica típica del núcleo de segmentación de cigoto da lugar a la formación de dos blastómeros. Durante los 3 días que permanece en el interior de la trompa de Falopio, el huevo sufre una división lenta; a medida que los blastómeros continúan dividiéndose, se forma una sólida bola de células en forma de mora, la mórula. La acumulación gradual de líquido en el interior de la mórula da lugar a la formación de blastocito, en uno de cuyos polos hay una masa compacta de células, la masa celular interna destinada a producir el embrión; la capa más externa de células es el trofoblasto, que alimenta al huevo.

El blastocisto libre consta de 107 células, 69 constituyen el trofoblasto mural y 30 son células trofoblásticas polares situadas por debajo de las ocho células embrionarias. Para que el blastocisto adquiera la capacidad de adhesión al endometrio y pueda implantarse debe desprenderse de la zona pelúcida. Ello ocurre por rotura de la misma (eclosión o Hatching) ante el estiramiento y adelgazamiento de la membrana por el crecimiento del embrión (300 á 400 micrones) formado por 300 blastómeras (mecanismo mecánico) y por acción enzimática de proteasas uterinas y embrionarias (mecanismo químico). Como la presión interna es mayor que la externa, el blastocisto producirá una hernia en el punto de ruptura de la zona y saldrá enteramente quedando “desnudo” y listo para

entrar en contacto con el endometrio materno.

Implantación CAMBIOS EN EL ENDOMETRIO El endometrio está formado por un epitelio luminal, glándulas, estroma y vasos. Durante

el

ciclo

menstrual

el

endometrio sufre múltiples cambios en respuesta a los esteroides ováricos. Así, durante la denominada "fase proliferativa", los estrógenos inducen la

multiplicación

endometriales

y

de

las

células

favorecen

su

crecimiento. Después de la ovulación, en la denominada "fase secretora", la progesterona producida por el cuerpo lúteo, se encarga de inducir la diferenciación de las células del endometrio. Los cambios más notables que ocurren tras su acción son: 

Disminución progresiva de la mitosis.



Aparición de vacuolas ricas en glucógeno en la zona del epitelio endometrial.



Edematización del estroma



Reacción decidual consistente en el cambio de morfología de las células estromales que se cargan de lípidos y glucógeno, se tornan poliédricas y secretan prolactina, a los 10 días después de la ovulación, independiente de si hay o no fecundación.



Infiltración leucocitaria compuesta por células asesinas (N atural

Killer ),

linfocitos T y macrófagos. Se desarrollan gran cantidad de vasos sanguíneos por división de los que existían con anterioridad y existiría un considerable aumento de la producción de prostaglandinas en la zona, que favorecería la permeabilidad vascular.

VENTANA DE RECEPTIVIDAD O DE IMPLANTACIÓN La progesterona inicia un periodo conocido como receptividad endometrial que es autolimitado en el tiempo. La ventana de receptividad o de implantación se abre al 6º día y se vuelve a cerrar al 10º-11º postovulación, o lo que es lo mismo al día 19 ó 20 del ciclo menstrual. Sólo en ese periodo de tiempo es posible que el embrión se implante. Se han descrito cambios morfológicos observados en el epitelio luminal endometrial durante la ventana de implantación, específicamente hay una "transformación de la membrana plasmática" y consisten en la desaparición de las microvellosidades (pequeñas prolongaciones superficiales) y el aplanamiento de la superficie celular. Esta es la morfología típica del endometrio re ceptivo. El embrión en fase de blastocisto se adhiere a la pared uterina y penetra primero el epitelio y luego el sistema circulatorio materno, para formar la placenta y continuar así su desarrollo. Para que ello ocurra deberán producirse una serie de cambios tanto en el endometrio como en el embrión.

El periodo de implantación se sucede en tres fases, denominadas aposición, adhesión e invasión.

Aposición u orientación: Se produce al 6º día posterior a la fecundación. El blastocisto “busca” un lugar para adherirse orientando su masa celular interna en el polo en el que el trofoblasto se va a adherir al epitelio endometrial. Ese lugar se localiza en el tercio superior de la pared posterior y fondo uterino, (lugar eutópico).

Aquí juegan un

importante papel microvellosidades citoplasmáticas de las células epiteliales endometriales, llamados pinópodos, ya que fuerzan al blastocisto a entrar en contacto con el epitelio endometrial. Está comprobado que estos pinópodos son claros marcadores morfológicos de la receptividad endometrial y sólo aparecen durante la ventana de implantación, desapareciendo alrededor del día 24 del ciclo. Esta orientación está regulada por una serie de moléculas entre las que se incluyen citoquinas producidas por el sistema monocitos- macrófago- linfocitos. Las más importantes son las quimoquinas que se caracterizan por su capacidad de ejercer quimiotaxis, es decir atracción selectiva sobre el embrión

Fase de adhesión: Periodo en que se produce un contacto directo entre trofoblasto y epitelio endometrial luminal. Es interesante porque está implicada la adhesión de células de dos orígenes distintos

y

específicamente

las

superficies apicales de éstas. Está regulada por inducción hormonal esteroidea y por moléculas de adhesión celular como las integrinas. Llega un momento en el que las membranas celulares se contactan y se forman complejos de unión o gap junctions, a través de las moléculas de adhesión. El

embrión en desarrollo ya no puede desprenderse de la superficie de las células epiteliales endometriales.

Fase de invasión: Ocurre aproximadamente 8 días después de la ovulación. El embrión ahora deberá abrirse paso para que se produzca la nidación, para ello

induce

la

muerte

celular

programada

de

las

células

epiteliales

endometriales localizadas en el lugar de adhesión, facilitando así la entrada en el estroma endometrial. El embrión, por acción del trofoblasto, va atravesando los distintos compartimentos del endometrio hasta llegar a los capilares maternos, para asegurarse así su alimentación a través de la madre. La invasión es un proceso controlado por proteasas producidas por el trofoblasto, que degradan el colágeno de la matriz extracelular, dándole propiedades migratorias e invasivo. También aparece en la zona una gran cantidad de moléculas de adhesión muy importantes a la hora de facilitar la adhesión entre el trofoblasto y las células endoteliales de la decidua. La expresión de este tipo de moléculas está regulada por la progesterona. En esta fase el trofoblasto evoluciona a dos tipos celulares diferenciados: Las células que rodean la cavidad blastocística forman una capa denominada citotrofoblasto. Las células que invaden el endometrio

pierden

las

membranas celulares dando lugar a la aparición de una estructura

denominada

sincitiotrofoblasto, en la que cada

una

de

las

células

comparte su citoplasma con las que la rodean. El

trofoblasto

invade,

desplaza y sustituye a las células epiteliales como si de un tumor se tratase pero es

un mecanismo autocontrolado principalmente por la HCG (gonadotrofina coriónica humana) y otros mecanismos reguladores aún no bien descriptos. Cuando esto ha sucedido el blastocisto comienza a desarrollarse en el interior del tejido uterino. Y para lograr la supervivencia ulterior, el embrión depende de factores capaces de suprimir la respuesta inmune materna a los antígenos paternos, evitando el rechazo, pero limitando la invasión trofoblástica para evitar la enfermedad trofoblástica.

El agrandamiento y la multiplicación de las células trofobásticas en contacto con el endometrio originan solo el aumento de tamaño del blastocisto implantado, en comparación con el libre. El agujero creado en el epitelio uterino por el huevo 9,5 días después de la fecundación al implantarse nos indica su tamaño, cuando comienza a erosionar la superficie. Dicha zona está limitada por una zona de epitelio materno que se arruga conforme el trofoblasto crece por debajo de él. A medida que el blastocisto se pone en contacto con el endometrio, se diferencia el sincitiotrofoblasto es un factor importante en la invasión correcta

del endometrio. En la mujer no se desencadena una respuesta decidual completa hasta que el trofoblasto no ha erosionado el epitelio uterino superficial. A los 7 días y medio, la pared del blastoscito que da a la luz uterina está formada por una sola cpa de célualas aplanadas, mientras que la pared opuesta, másgruesa, consta de 2 zonas, el trofoblasto y la masa celular interna que formará el embrión. Los tejidos maternos en contacto con el trofoblasto muestran signos definidos de lesión, y la decidua inmediatamente contigua aparece condensada, tal vez debido a que con la invasión del trofoblasto el agua es eliminada. Hacia los 7,5 días la masa celular interna, ahora el disco embrionario, se ha diferenciado ya en una placa gruesa de ectodermo primitivo y una capa subyacente de endodermo. Entre el disco embrionario y el trofoblasto aparecen pequeñas células que encierran un espacio que será la cavidad amniótiva. Una compleja trama de bandas protoplasmáticas encierran espacios irregulares llenos de líquido, las lagunas que más tarde se hacen confluentes. El disco embrionario consta ahora de un esctodermo “dorsal· , compuesto de células

columnares altas, y un endodermo “ventral” formado por células irregulares. El resto del blastocisto está ocupado con coágulo proteináceo, limitado en la parte externa por una capa de células aplanadas (la membrana exocelómica o de Heuser) de origen incierto. La cavidad amniótica dorsal al disco embrionario está en este momento bien definida. Con respecto al amnios, parece razonable que al menos el epitelio se origine a partir del trofoblasto. A medida que el huevo crece se va destruyendo más tejido matero y se erosionan las paredes de los capilares, de lo cual resulta que la sangre materna entra en las lagunas. AL perforar más profundamente el huevo en el endometrio las bandas trofoblásticas se ramifican para formar las sólidas vellosidades primitivas que atraviesan las lagunas.. Localizadas originalmente sobre toda la superficie del huevo, las vellosidades desaparecen más tarde excepto en la porción más profunda implantada, donde más adelante se ubica la placenta Cuando la cavidad se halla completamente revestida de mesodermo se la conoce con el nombre de vesícula coriónica, y su membrana, ahora llamada corion, está compuesta de trofoblasto y mesénquima.

Al dia 12 alcanza un diámetro casi de 1mm. Las células mesenquimatosas del interior de la cavidad son mas numerosas alrededor del embrión, donde a veces se condensan para formar el pedículo corporal. El lugar de entrada del blastocisto en el endometrio se recubre entonces de epitelio regenerado. Esta zona erosiva se tapa con un coágulo formado por fibrina y residuos celulares. El sincitiotrofoblasto de la envoltura coriónica es atravesado

por

un

sistema

de

canales

intercomunicantes

o

lagunas

trofoblásticas que contienen sangre materna. Al mismo tiempo el estroma endomentrial circundante muestra una reacción decidual, caracterizada por un agrandamiento de las células del tejido conectivo y por el depósito de glucógeno en ellas. La cavidad amniótica está revestida de ectodermo, al parecer en continuidad con el disco embrionario. En este estadio el endodermo se separa de la superficie inferior del disco embrionario y pronto crece más alla del disco, para revestir al blastocele. Esto da lugar a la formación del saco vitelino endodérmico primitivo. El resto del blastocito se se llena con mesodermo primario, el cual está constituido por células mesenquimatosas dispersas en una matriz laxa.

Universidad Estatal de Guayaquil Facultad de Ciencias Médicas Escuela de Medicina

Cátedra de Obstetricia Dr. Antonio Romero

Solange Medina González

Sexto Año Grupo 13B 2013-2014

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