Biografia de Jeremias

 

Intr oducci ón

 Aparentemente, Jeremías es el profeta cuya vida conocemos mejor. Numerosos textos hablan de las vicisitudes por las que atravesó. Además, este profeta no se limito a transmitir la palabra de Dios; también nos lego su palabra, dudas, inquietudes y temores. Su  personalidad aparece así como una de las más sugestivas del Antiguo Testamento. Pero lo anterior no significa que podamos reconstruir su vida paso a paso. Basta ordenar cronológicamente los textos datados (o lo que se puede fechar con bastante probabilidad) bastante probabilidad).. Jeremías fue el último profeta en Judá antes de que cayera el reino. Él vivió para ver a Babilonia invadir a Judá y a Jerusalén tres veces. Los soldados derrumbaron el muro de la ciudad y destruyeron el templo. Mataron a gran cantidad de judíos, y llevaron a muchos más a Babilonia. Muy probablemente, Baruc puso el libro de Jeremías en su forma final después de que éste murió (585-580 a.C.). Profetizó en Judá durante los últimos 40 años de esta nación (626-586 a.C.). Después de 20 años de profecía, Dios le mandó poner sus mensajes por escrito. Él hizo esto contándole sus profecías a Baruc, su secretario fiel o amanuense (Jeremías 36:1-4). N aci m i ento

Jeremías es un nombre teóforo

que puede significar “ el el Señor pone el

fundamento”. No es el único personaje bíblico que lleva ese nombre (Esdras 10,33). El profeta nació durante el reinado malvado del rey Manases cuando Juda estaba bajo el control asirio Jeremías nació hacia el año 650 en Anatot, un pueblito a unos 6 Km. de Jerusalén, perteneciente a la tribu de Benjamín. Este dato es interesante porque Benjamín, unía políticamente a Judá, mantuvo una gran vinculación con las tribus del norte. Era de familia sacerdotal. Era descendiente de la familia Sacerdotal de  Abiatar.

 

Infancia

Su procedencia rural queda reflejada en su predicación: observa las costumbres de los animales (Jeremías 8:7; 17:11), se inquieta por las consecuencias de la sequía (Jeremías 14:4-5), recoge las costumbres y los cantos de boda para explicar “el día de Yahwéh”  

Jeremías fue educado en las tradiciones del Pacto (Jeremías 11: 1-13) y en los roles sacerdotales de la nación. No hay evidencia bíblica, ni extra bíblica que él se haya desempeñado como sacerdote o como profeta cultico en el templo Vínc ul os Fam iliar es

Su ascendencia sacerdotal se percibe por el conocimiento del ambiente del Templo (Jeremías 7,12). Por otra parte, su origen benjaminita como Oseas, es  patente: como el profeta del siglo VIII ama profundamente a su pueblo contra el que tiene que proferir juicios muy severos. Jeremías nació en Anatot, de familia sacerdotal, hacia el año 650 a.C. (cfr. Jeremías. 1:2-6). Su padre se llamaba Hilcías (Jeremías 1:1). No era una persona pobre, porque tenía su propio escriba y además pudo comprar la heredad de su pariente (Jeremías 32:6-15). Si su padre Hilcias era sumo sacerdote, esto podía explicar su alto rango social y porque Jeremías nunca lo mataron por las palabras que enunciaba Jeremías no estaba Casado (Jeremías 16:1-4) Ll am am i ento

Jeremías fue llamado mediante una visión al ejercicio del ministerio profético. Era entonces un hombre joven consciente de su falta de madurez, de experiencia y de elocuencia. El Señor extendió Su mano, tocando la boca de Jeremías, y dándole  palabras divinas. Le dio poder sobre las naciones y reinos, para arrancar y destruir, arruinar y derribar. Pero también para edificar y plantar. El Señor le informó que sería objeto de violenta oposición por parte de los jefes, de los

 

sacerdotes, del pueblo. pero que sus adversarios no prevalecerían sobre él (Jeremías 1:4-10). Según él mismo escribe, fue llamado por Dios en el decimotercer año de gobierno del rey Josías. Tenía un ayudante escriba llmado Barub En la respuesta de su vocación (“ yo yo soy como un muchacho ”: Jeremías 1,6) aparece Jeremías como un hombre tímido y sensible. Los acontecimientos del  pueblo le afectarán sobre manera y él mismo, como símbolo del pueblo entero tendrá que superar su soledad y sus desalientos. La mayoría de sus profecías fueron escritas en rollos por el   escriba escriba Baruc, hijo de Nerías quien le acompañó en una buena parte de su misión.  Actividad profética 1. Primera actividad: bajo Josías (627 – 622 a.C.) El año trece de Josías. En esta época Jeremías predica la necesidad de una conversión interna y amenaza con la indefinida figura del "enemigo del Norte", Segunda actividad: bajo Joaquín (609  – 597 a.C.) 2. Cuando el año 609 a.C. Joaquín se iinstaló, nstaló, por fin, en el trono de su padre, Jeremías reemprendió al parecer su actividad. Joaquín es un rey injusto por el lujo desmedido al que se entrega y por los duros impuestos a los que somete a la población. La época de Joaquín es, quizás, la más rica en la  predicación de Jeremías, por ser la más crucial. 3. Tercera actividad: bajo Sedequías (597  –  586 a.C.) Jeremías sigue aconsejando la sumisión de los babilonios como medio de salvar el reino, la ciudad y la tierra. 4. Cuarta actividad: bajo Gedalías (586... a.C.) Destruida la ciudad, la sumisión a Nabucodonosor es el único modo de salvaguardar los campos. Hay que evitar, a toda costa, volver a Egipto. Allí se produce el final del  pueblo. La vocación de Jeremías se caracteriza por el protagonismo de la palabra. Frente a otras vocaciones que van acompañadas de la majestuosidad de una visión, como la de Isaías o la de Ezequiel, la de Jeremías sucede en la palabra y en

 

forma de dialogo. dialogo.   La palabra lo elige, lo consagra y lo nombra; precede al nacimiento y a la historia. La misma palabra le confirma su vocación y le promete la asistencia divina: "Yo estaré contigo". La objeción que pone Jeremías es su dificultad con la palabra: "es joven y no sabe hablar". Reyes y pro fetas c ontem po ráneos Reyes:   Josías, Joacim o Joaquim, Sedequías; Baruc  Josías,

 Habacuc, Daniel, Ezequiel  Habacuc, Profetas:  Ca rác te r

Probablemente donde mejor traduce su carácter y su sufrimiento es en las denominadas “ Clamores Clamores” (Jeremías  11:18-23; 12:1-6; 15:10-21; 17:12-18; 18:18-

23; 20:7-18) Su vida como profeta se caracterizó por soportar con una férrea entereza los múltiples apremios y acusaciones que sufrió a manos de estos reyes y de los  principales de Israel, desde azotes hasta ser abandonado en estanques o encerrado entre rejas. Se opuso en forma repetida a llos os falsos profetas, que daban profecías de Paz (Jeremías 8:1-11) Jeremías a lo largo de su vida se sentía solo, despreciado y deprimido (Jeremías 15:10-18) Aco nteci m i entos i m po r tantes de su Vi da

 Aunque nadie escuchó al profeta, Jeremías realizó su tarea porque en todo momento el Señor le protege bajo la sombra de su ternura (la imagen del almendro). Los almendros (Jeremías 1,11-12) florecen en invierno, y con sus flores parece que guardan a los demás árboles hasta que despierten a la  primavera. Parece como si Dios le revelara: Yo soy un almendro. A ti te ha correspondido ser mi profeta durante el invierno de la historia de mi pueblo. Yo te envío para que recuerdes a los israelitas que estoy siempre a su lado. Pocos te

 

escucharan pero, en el desanimo, recuerda que junto a ti está el Señor que como un almendro vela por tu vida y la de su pueblo, hasta que llegue una nueva primavera en la que Israel florezca de nuevo.  

Jeremías tuvo una misión difícil, fue la voz cálida y exigente de Dios que acompañó a Israel durante el invierno de su historia (como el almendro en el invierno es presencia de esperanza). ¿De dónde saco Jeremías la fuerza para cumplir esta misión tan desagradable humanamente? El relato de su vocación y misión (Jeremías 1,4-12) ofrece la respuesta. La seguridad de saber que el Señor estaba a su lado mantuvo la esperanza del profeta y le permitió acompañar a su  pueblo en el dolor del fracaso. Según Jeremías Según  Jeremías 36:23, 36:23, la  la primera versión de su Libro fue destruida a fuego por el rey Joaquin, bajo cuyo gobierno el profeta vivió en continuo peligro de muerte. La persecución contra Jeremías se acrecentó bajo el mandato de Sedequías. Este a pesar de reconocerlo como portador de la palabra de Dios, lo trató con crueldad y lo acusó de espía de los babilonios. El rey Joaquín quemó las profecías que había mandado escribir Jeremías, y este tuvo que hacerlas escribir otra vez. En tiempos del rey Sedequías encarcelaron al  profeta y lo metieron en un pozo muy profundo lleno de lodo, y casi se muere allí, y probablemente ese estarse allí en tan grande humedad debió afectarle mucho la salud. Muchas veces Jeremías clamaba a Dios diciendo: "Señor, estoy cansado de hablar sin que me escuchen. ¡Todos se burlan de mí! Cuando paso por las calles se ríen y dicen: “   Allá va el de las malas noticias” . ¡Miren al que regaña y anuncia cosas tristes!. Jeremías tenía prohibido acudir al Templo. Así, dio orden a Baruc que fuera con el rollo a la casa de Dios, y que leyera allí las profecías ante las personas que acudían con ocasión de ayuno. Un enemigo de Jeremías, el sacerdote Pasur, que era gobernador del Templo, hizo azotar a Jeremías y ponerlo en el cepo, pero al día siguiente lo puso en libertad (Jeremías 20:1-3).

 

Cuando los caldeos levantaron el sitio a fin de ir a presentar batalla a las tropas expedicionarias egipcias que acudían en socorro de Sedequías, Jeremías quiso aprovechar la ocasión para salir de la ciudad y dirigirse a Anatot. Acusado de desertor y de querer pasarse a los caldeos, fue encarcelado (Jeremías 37:1-15), donde estuvo mucho tiempo. Nabucodonosor además protegió a Jeremías sacándolo de la prisión de Ramá (Belén) donde (Belén)  donde estaba encadenado junto a los principales cautivos de Jerusalén y Judá para que viviera entre los caldeos, este hecho lo llevó a ser tratado como un traidor y espía de los babilonios. Los caldeos consideraron que Jeremías había sufrido por ellos, y Nabucodonosor dio orden de que se velara por él. Nabuzaradán, habiéndole dado víveres y  presentes, lo puso bajo la protección de Gedalías, a quien Nabucodonosor había nombrado gobernador de Judá (Jeremías 39:11-14; 40:1-6). Cuando Gedalías fue asesinado por Ismael, Jeremías exhortó a los judíos a que no se dirigieran a Egipto, pero todo fue en vano. Partieron para Egipto, obligando a Jeremías a seguirles (Jeremías 41:1; 43:7). Sus men sajes y pr ofec ías

La labor de Jeremías fue llamar al arrepentimiento al reino de Judá y  principalmente a los reyes Josías, Joacim o Joaquim, Sedequías, debido al castigo impuesto por Yahvéh de que serían conquistados por los caldeos si no volvían su corazón hacia Dios. Empezó a profetizar durante el reinado del piadoso rey Josías (627 a.C.). Siguió  profetizando durante los reinados de Joacaz, Joaquín, Jeconias y Sedecías. Presenció la destrucción de Jerusalén y su templo (585 a.C.) y se quedó en la ciudad destruida consolando y corrigiendo a los israelitas que allí habían quedado. El pueblo se dio cuenta de que Jeremías tenía razón: todos admitieron que el orgullo era la raíz de sus males, pero ocurrió algo curioso: los deportados  pensaron que los orgullosos eran los que se quedaban y los que se quedaban  pensaron que los orgullosos eran los deportados. Jeremías escribe a los

 

deportados diciéndoles que se humillen y sean fieles en la pruebas (Jeremías 29) y por otra parte exhorta a Sedequías y al pueblo que permanece, a obedecer y no enfrentarse a Nabucodonosor y a vivir la fe en la prueba presente (Jeremías 21:1).

C ontexto

La atmosfera estaba cargadas de los males que había hecho Manases, pero Josías llevo a cabo una reforma religiosa Hacia el fin del reinado de Josías, asiria fue derrotada (612 a.C.), después que Necao II, Faraón de Egipto mato a Josías, los egipcios tomaron el control de Judá, requirieron un impuesto impuesto muy elevado y pusieron a Joacím en el trono. Est Este e se reveló contra Nabucodonosor y pusieron en su lugar a Joaquín que solamente gobernó 3 meses. Fueron años especialmente importantes en la configuración política de la región  porque tuvo lugar la caída del imperio Asirio, el resurgimiento del imperio neobabilónico y la desaparición del Reino de Judá con la deportación de los israelitas más ilustres a Babilonia El nuevo imperio Babilónico nace con Nabopolasar (625-605) que se sublevó y se apoderó de Asiria, como se ha señalado, poniendo la capital en Babilonia. Su hijo el gran Nabucodonosor (605-562) alcanzó notables éxitos políticos y militares. El único enemigo serio era Egipto, cuyo faraón Nekao II le hizo frente; pero fue vencido estrepitosamente en la batalla de Karkemis (605 a.C), donde se habían refugiado los últimos asirios (Jeremías 46,2-12). Nabucodonosor les obligó a retroceder al valle del Nilo y conquistó algunas ciudades marítimas de Palestina; Como profeta de Dios, exigió la conversión del pueblo y profetizó la invasión babilónica de Jerusalén (Jeremías 1:13-16). Los habitantes de Judea habían quedado profundamente afectados por la derrota y la muerte de Josías, desconfiaban de la bondad de Jehová por lo que buscaron refugio en los ídolos (Jeremías 2:1-19), y en la fingida piedad del templo (Jeremías 7,1-15). El rey Joaquín, sucesor de Josías, fue un déspota y amó el lujo desmedido   (Jeremías

 

22,13-19). Jeremías denunció su pecado (Jeremías 22,1-19) y también delató la hipocresía del Templo (Jeremías 25,1-4). La situación internacional se caracteriza por el   cambio cambio de potencia dominadora: el imperio asirio sede el paso al nuevo imperio babilónico. Todo cambio de estas  proporciones produce prod uce convulsiones ideológicas, ideológicas, políticas  políticas y culturales, que influyen en la vida de los contemporáneos. El diferente criterio sobre el  poderí o o decadencia del imperio de turno ya dividía los habitantes del pequeño reino de Judá. Muchas personas cayeron cautivas (Jeremías 52:28-30), pero Jeremías  permaneció en palestina con Gedalías (J (Jeremías eremías 39:10-14; 40: 1-5), este gobernó Judá (Jeremías 40:6-12) D ur aci ón ón d e su m i ni ster io io

Jeremías comenzó a recibir la palabra de Dios en el año decimotercero del reinado de Josías (Jeremías 1:2). La introducción del libro de Jeremías (Jeremías 1:1-3) presenta al profeta, y su genealogía. Según esto ejerció su ministerio desde el final del reinado de Josías hasta la deportación. El ministerio público del profeta fue de: 18 años bajo Josías, 3 meses bajo Joacaz, 11 años bajo Joacim, 3 meses bajo Joaquín, 11 años y 5 meses bajo Sedequías, con un total de 41 años. Y después de esto no abandonó su ministerio profético (Jeremías 42-44). Muerte

Jeremías y Baruc Fueron llevados a la fuerza a Egipto con los que intentaron escapar (Jeremías 43 y 44). El destino de Jeremías y de este pequeño grupo de

 

 personas es desconocido, aunque Jeremías predijo que morirían en Egipto (Jeremías 43:10) Según la tradición oral murió aserrado o apedreado, pero la Biblia no entrega estos datos. Jeremías pronunció sus últimas predicciones en Tafnes, en tierra de Egipto (Jeremías 43:8-44:30). No se conocen ni la fecha ni las circunstancias de su muerte. Dicen que el profeta Jeremías fue en la antigüedad el que más se asemejó a Jesús en sus sufrimientos y en ser incomprendido y perseguido. Solamente después de su muerte reconoció el pueblo la gran santidad de este profeta. Y cuando todas sus profecías se hubieron cumplido a la letra, se dieron cuenta de que sí había hablado en nombre de Dios. Lástima que lo reconocieran cuando ya era demasiado tarde. Lec cio nes de Vid a de J eremías

1. Actuó como m mensajero ensajero fiel del Señor, a pesar de los atentados que hubo en su contra 2. Sufrió mucho por la condición espiritual del pueblo de Israel 3. La opinión de la mayoría no siempre es la voluntad de Dios 4. Si el castigo por el pecado es severo, hay esperanza en la misericordia de Dios 5. Dios no acepta la adoración hueca e hipócrita 6. Servir a Dios no Garantiza seguridad en la tierra

 

REPUBLICA BOL IVARI IVARIANA ANA DE VENEZUELA VENEZUELA ASA MBL EAS DE DIOS DIOS DE VENEZUELA VENEZUELA SEMINARIO EVANGÉLICO PENTECOSTAL DE LA S ASA MBL EAS DE DIOS BA RQUISI RQUISIMETO, METO, EDO. LA RA

B IO IOG G R A FÍA (El Pr P r o f et eta a J er em ías )   

Participantes:  

Nelvis Cordero Yamileth Bracho Eddie Rodríguez Keily Peña José Luis Piña C ur so:   Nº 5  Nº Pr ofesor :   Víctor Fajardo  Víctor Materia:   Profetas Mayores  Profetas

Barq uisim eto, 02 de Marzo 2013  2013