Biografía de Antenor Orrego

September 23, 2021 | Author: Anonymous | Category: N/A
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INTRODUCCION

Muchos se preguntarán, ¿por qué una universidad o un colegio llevan el nombre de Antenor Orrego? La respuesta es muy sencilla, porque reconcen la labor de un destacado personaje peruano, un gran intelectual, político y maestro, considerado por muchos el “Ilustre Maestro y Filósofo de Indo América”, el hombre al cual nos estamos refiriendo, Don Antenor Orrego Espinoza, es considerado por la alta crítica latinoamericana, como una de las más deslum deslumbra brantes ntes mental mentalida idades des del contin continente ente americ americano ano.. Lo que más se aprecia de Orrego es y será, su manera de pensar y de ver al mundo. Él tení enía una orientación meta me tafí físi sica ca y vita vitali list sta; a; co cons nsid ider erab aba a que que lo loss pueb pueblo loss de Amér Améric ica a debe deberí rían an de unir unirse se en uno uno so solo lo,, co con n el fin fin de superar y mejorar los modelos europeos adoptados. Nos instiga a encontrar nuestro camino, nuestro propio destino, nuestro pueblo continente y lo que es más importante, nos enseña el valor de ser auténticos americanos en nuestro propio continente como seres pensantes de nuestra propia realidad. Debemos de recordar a Antenor Orrego como una eminente pers persona onali lida dad, d, que que supo supo em empl plea earr su sa sapi pienc encia ia y su gran gran elocuencia para la acción. Atributos que cultivó en vida, con dedicación, sacrificio, y que los mantuvo hasta el final de sus días; como un luchador incansable e innegable por el bien de sus semejantes y por el anhelo de constituir una nación grande, digna, justa, soberana y solidaria; senti sentimi mient entos os prop propio ioss de es espí píri ritu tuss sel select ectos os con ideas ideas de triunfo.

BIOGRAFÍA DE ANTENOR ORREGO •

VIDA DE ANTENOR ORREGO ESPINOZA

Antenor Orrego Espinoza, nació el 22 de Mayo del año 1892, en la hacienda Montán, en Santa Cruz, Cajamarca. Sus padres fueron don José Asunción Orrego y doña Victoria Espinoza Villanueva. Cuando tenía 10 años fue llevado por sus padres a la ciudad de Trujillo. Allí realizó sus estudios en el Seminario de San Carlos y San Marcelo. Sus estudios superiores los realizó en la Universidad de la Libertad, que fundaron Simón Bolívar y Faustino Sánchez Carrión, donde estu studió Letras, Jurisprudenci ncia, Ciencia cias Políticas y Administración. En Lima terminó Filosofía en la Universidad Mayor de San Marcos en 1927. En 1914 a los 22 años de edad y estando aún en la Universidad de la Libertad, junto a él se reunió una una gene genera raci ción ón de inte intele lect ctua uale les, s, que que post poster erio iorm rmen ente te llegaría a ser la forjadora del pensamiento social del siglo XX en el Perú. Se denominó "Grupo Norte" y su vigencia se extendió hasta sta 1930, convi nvirtiéndo ndose en una de las vert vertie ient ntes es forj forjad ador oras as del del apri aprism smo. o. El "Grup "Grupo o No Nort rte" e" er era a presidido por Antenor Orrego Espinoza y estaba integrado por por inte intele lect ctual uales es y ar arti tist stas as de gran gran tale talent nto o co como mo Cé Césa sarr Vallejo –del que Orrego anunció su advenimiento como una gran personalidad poética–, Víctor Raúl Haya de la Torre, Alci Alcide dess Spel Spelucí ucín, n, Julio Julio Eulo Eulogi gio o Garr Garrid ido, o, Mace Macedo doni nio o de la  Torre, Oscar Imaña, Juan Espejo Asturrizaga, Francisco Xandoval, Julio Esquerre "Esquerriloff" y Eloy Espinoza. Ciro Alegría, mucho más joven, se unió a ellos en sus últimos años como Grupo. En 1915 ya destacaba como dirigente, en su calidad de Presidente del Centro Federado de Letras es ahi donde se inicia en la ardiente defensa de su pueblo, muestra de ello está en su actitud proselitista, alentando y orientando las movil oviliz izac aciiones ones de los tra trabaj bajador adores es de la lass haci hacien end das azucareras norteñas, tan frecuentemente oprimido por los tiranos que gobernaban en el Perú oligárquico, siendo por

ello perseguido y encarcelado en 8 oportunidades durante su agitada vida política entre 1921 hasta 1956.

Desde muy joven ejerció la actividad periodística participando activamente en las revistas y periódicos "La Reforma", "La Libertad" y "El Norte", las que difundían literatura de vanguardia y apoyaban los reclamos de los trabajadores de las haciendas azucareras, entre ellas Chicama y Santa Catalina, donde se produjo una de las primeras huelgas en 1906. En 1921 se produjo una huelga general en las haciendas azucareras del norte, que revistió caracteres dramáticos al intentar ser sofocada por las fuerzas del orden, originando varias muertes. En Casagrande y otras haciendas se daban maltratos a los trabajadores que indignaban a Antenor Orrego. El periódico "La Libertad", que él dirigía, dio entonces amplio apoyo a la causa de los trabajadores, que inteligentemente se traduce en ayuda económica y moral de todo el pueblo norteño. Por el apoyo brindado a este movimiento obrero el gobierno de Leguía ordenó al prefecto del departamento cerrar el periódico y encarcelar a su director. En ese trayecto el joven ANTENOR ORREGO, empieza su labor literaria con la publicación de sus “Notas Marginales” en 1922, posteriormente irá agregando más títulos a su producción intelectual como su “Monólogo Eterno” en 1929. Organizó en Trujillo el primer Comité Aprista del país, poco antes que se constituyera el de Lima. Fue el primer Secretario General Regional del APRA en el Norte en 1930. Volviendo a apoyar decididamente todos los movimientos y paralizaciones de las haciendas azucareras. En 1933, es iniciado en los secretos filosóficos de la Masonería, junto con Haya de la Torre, en el Oriente del Perú, en la Respetable Logia Simbólica “Virtud y Unión “ No. 3 del Valle de Lima, en vista que la R:.L:.S:.

“COSMOPOLITA” No. 13 del Valle de Trujillo, había abatido columnas temporalmente. Electo Senador de la República en 1945 por el Departamento de la Libertad, también años mas tarde, lo eligen Rector de la Universidad Nacional de Trujillo, pero nunca dejo de ejercer su labor periodística iniciada desde las páginas del Diario “EL NORTE” del que fue su fundador y en LA TRIBUNA, donde asumió la dirección política en 1957.



ORREGO Y LA EDUCACION

Uno de los pensadores peruanos que se ha ocupado de la temática educativa, por largo tiempo olvidado o postergado no obstante sus valiosos aportes es este campo, como en los caracteres filosóficos, sociológicos, estéticos y literarios, desde las primeras décadas del siglo XX, es Antenor Orrego .

La problemática educativa, incluida la universitaria, siempre ha sido tema de discusión de pedagogos e intérpretes de la realidad peruana que han expuesto sus ideas a través de la prensa y la cátedra.

Sin lugar a dudas, en su condición de humanista y educador insigne, la formación del hombre ocupa lugar predilecto en el pensamiento de Antenor Orrego. En su concepto, el hombre vale por sus más fuertes impulsos, por sus más fuertes pasiones, no por las que se tornan negativas sino las que ennoblecen. Por eso relaciona las pasiones con la educación en estos términos: “El problema de la educación no es suprimir las pasiones que son el impulso creador del hombre. El problema consiste en enseñar la superación de las pasiones hasta la máxima nobleza y en servirse de ellas como instrumento de espíritu”. •

“EL HOMBRE SIN PASIONES ES UN EXHOMBRE,

UN EX – SER”

Estuvo, por lo tanto, en contra del concepto común sobre la erradicación de las pasiones, lo cual conllevaría la castración moral del hombre. Alude, desde luego, a las pasiones que conducen hacia los valores, no a las que traicionan el destino del hombre tornándose monstruosa negación.

Para él la educación no implica modelar el alma del niño, por cuanto este tiene demasiado porvenir como para que el pasado – pretenda formarlo a su arbitrio. Son suyas estas palabras breves pero de profundo contenido pedagógico:

“La educación no es inculcar y modelar; la educación es revelar, Conducir y ennoblecer. El alma humana es demasiado sagrada Para que nadie tenga la pretensión de modelarla a su capricho”

 Y por ello pide mayor referencia ante el educando, centro de atención del quehacer pedagógico.

Con tales ideas, publicadas el año 1929 en su obra El monologo eterno, Orrego se adelanta a las corrientes psicopedagógicas que sustentaron, mucho tiempo después, Vygotsky, Piaget y Ausubel, entre otros, hoy en boga. Lo que él sostuvo hace más de 70 años, ahora impregna el quehacer educativo. Orrego piensa que el profesor no debe formar al alumno a su antojo, a su estilo, a su gusto personal, que no debe de imponer un contenido educativo,

sino ayudarlo a revelar su personalidad, a descubrir sus potencialidades, orientarlo o conducirlo construir su propio conocimiento, a ser protagonista del proceso cultural. Postula a una educación para perfeccionar al hombre en el sentido de su humanización, de manifestar o expresar sus cualidades como creador de cultura y elevar al máximo las energías vitales de su ser.

Pero al mismo tiempo, una educación para la transformación. Precisamente, coincidiendo con Karl Manheim, considera que la educación será eficaz solo si se orienta hacia el cambio. Y entiende como tal una educación para comprender el proceso evolutivo y el sentido de la época, captarlos con mente ágil y flexible, en todos sus ángulos: social, económico, político, científico, artístico, filosófico, y así lograr eficacia en el pensar y obrar. Sostiene que la vida es un permanente discurrir, un torrente de fluencia incontenible, por ello siempre es problemática; entonces para hacerle frente no valen los patrones hechos o las recetas fijas, sino una mentalidad capaz de conducir, mediante la creatividad, a soluciones acordes con cada nueva situación, no siendo estáticas pues ni la naturaleza ni la sociedad, tampoco lo será la educación, de manera que la escuela habrá de preparar el cerebro del estudiante para reaccionar creativamente ante la cambiante problemática de su entorno y del mundo entero; consiguientemente, la educación será, como la vida misma, dinámica, siempre fluyente, un caminar constante, una revelación permanente y abierta a todas las posibilidades del espíritu, un proceso de creación y difusión de cultura.

Como la educación se inscribe en la esfera de la cultura y ambas se interrelacionan permanentemente, hacer labor de cultura, en el pensamiento de nuestro personaje, es hacer obra constructivo, educadora, imperecedera; es una acción

que, en medio de hondas y lacerantes desgarraduras, decanta el espíritu, y con la cual el hombre deja su huella privativa en el curso de la historia.

Precisamente, la cultura debe ser una cultura histórica, viva, encarnada en hombres concretos, no muerta, tampoco un simple escarceo de los académicos. Por ende, hay que saber vivir la cultura e incorporarla dentro de las fibras de nuestra vida. No debemos, tampoco, confundir cultura con ilustración académica; ésta implica memoria fría e inerte de la cultura pero no de la cultura misma. Así, repetir un libro es muestra de ilustración; en cambio crear y vivificar el ambiente espiritual de una cátedra es una muestra de cultura y educación.

 Y como la educación y cultura son inseparables de la socialización, los diferentes escalones del sistema educativo tienen el ineludible compromiso de poner al alumno en relación no debe caer en inadvertencia frente a los grandes y graves problemas que afectan a la humanidad. Es un imperativo, obligación y responsabilidad de los jóvenes comprender con agudeza el sentido de su tiempo, la crisis en los órdenes moral, jurídico, económico, político y social, si no queremos precipitarnos en una catástrofe terrible y regresiva hacia la barbarie. El hombre debe de poseer un cerebro tan fino y tan poderosamente organizado que le permita explicar y rebasar estos problemas. “Un cerebro preparado para el cumplimiento de esta función primordial no puede ser sino la obra de un adecuado sistema educativo que sea eficaz para capacitar a nuestra juventud en el desempeño de su misión histórica” .Los estudiantes y las escuelas que fijan su atención únicamente en las asignaturas contempladas en el currículo tienen, pues, una visión estrecha, reducida, estén inmersos en un proceso

educativo parcial, incompleto; les falta orientar su mirada hacia todos los ángulos de la problemática del país, del continente y del mundo, sin esperar necesariamente una compensación mediante el proceso evaluativo oficial.

Las experiencias concretas del proceso de enseñanza – aprendizaje no deben ser únicamente teóricas, su relación con la realidad, con las vivencias de los alumnos, con el contexto social donde se realiza es ineludible. Dice Orrego: “La educación puramente teórica arranca al hombre de su contacto con la realidad que lo circunda haciéndole vivir en un mundo imaginario o idealizado, que más que un campo de lucha es una evasión hacia la esfera de la ilusión y del ensueño. El hombre contemporáneo debe aprender a reaccionar original y vitalmente ante el ambiente de vida que le rodea. La vida es siempre problemática porque es siempre una afluencia y un cambio continuo, en que no valen los patrones hechos, ni los lugares comunes, ni las recetas fijas que, en vez de arribar a una solución, escamotean la dificultad por ignorancia o por miedo”.

Sus libros, especialmente las páginas en las que trata sobre educación, contienen un llamado a la originalidad y al cambio, a la información de los nuevos hombres, a la vivencia de los valores. La educación para el cambio implica nuevas bases teóricas. El maestro no debe preocuparse tan sólo de lo que enseña, es decir del conjunto de conocimientos que posee, sino también es muy importante que se preocupe de cómo enseña, de que debe de enseñar realmente y cuál va a ser la influencia y la repercusión de sus enseñanzas en el espíritu del alumno”.

Orrego se nutre pedagógicamente de los postulados de la escuela nueva, y no cae en los extremos ni del cognoscitivismo ni del metodologismo, buscó el equilibrio, y de sus ideas se infiere que el profesor debería formularse preguntas como las siguientes: ¿para qué voy a enseñar?, ¿qué voy a enseñar? y ¿con qué medios voy a enseñar? Sus respuestas serian indispensables para diseñar, implementar, conducir y evaluar el proceso de enseñanza – aprendizaje.



CONFORMACION DE LA UNIVERSIDAD

Cuando el Senado de la Republica debatía el proyecto del Estatuto Universitario (1946), Orrego, desde su curul, defiende la idea de universidad conformada por profesores, alumnos y graduados, como ahora los entenderemos. En aquella ocasión expresa:

“El artículo primero declara que la universidad es la asociación de maestros, de alumnos y de graduados; es decir, la universidad en sus tres dimensiones integrales, como un todo o núcleo viviente que surge del presente y se proyecta como influencia al porvenir, este articulo rompe con el concepto antiguo de la universidad, que parecía querer reducirla al cuerpo profesoral de las aulas como si los egresados no fueran parte sustancial de ella, como si no estuvieran bebiendo las enseñanzas de su fuente maternal y como si no estuvieran obligados a volver a su seno a enriquecerla con la cosecha de su pensamiento, de su experiencia y de su acción”.

Mucho antes, en 1923, en el fragor del movimiento de la reforma universitaria, y había sostenido en un artículo

periodístico que por la falta de entendimiento entre profesores y alumnos con respecto a quienes constituyen la universidad, no se podía esperar ninguna enseñanza viva, ninguna creación efectiva para la sociedad y con proyección hacia el futuro. Por entonces, la separación entre ambos sectores llegaba hasta el rechazo mutuo que impedía todo nexo afectivo, base del proceso de enseñanza – aprendizaje fecundo. Leamos sus palabras: “El criterio de que la Universidad está constituida, únicamente, por el profesorado revela un concepto petrificado de la enseñanza. La Universidad no se ha hecho para mantener catedráticos, sino para ‘enseñar alumnos’. Son estos, pues, la materia viva, la materia moldeable, el cuerpo y el alma necesarios. La enseñanza debe sujetarse a sus exigencias y necesidades espirituales y, por eso, son ellos, principalmente, lo que deben fijar las condiciones de la docencia”.

Si el profesor, en su concepto, es el elemento responsable de prestar el servicio al estudiante, a este lo considera como la sustancia viva e indispensable de la universidad, que merece ser atendido en todo lo necesario para su formación.



MISION DE LA UNIVERSIDAD

Para Orrego, no basta tener infraestructura, legalización y régimen académico impecables, lo importante es que la universidad se vincule y responda a la realidad natural y social circundante. “Por perfecta que sea una universidad extranjera no puede nunca adaptarse a las realidades palpitantes, genuinas y sustanciales del pueblo en que debe vivir. La Universidad Nueva debe surgir como un árbol frondoso que ha hincado vigorosamente sus raíces en el

seno de su madre, porque la universidad solamente puede hacer un autentico camino asimilando los jugos de la tierra que la nutre”.

Es decir, la universidad no puede transferirse o trasladarse de una realidad a otra completamente diferente; no se de una mercancía sometida al juego de la oferta y la demanda, sino de una institución creadora de cultura; cultura que nace y crece en una sociedad concreta, por tanto hay que vivirla dentro de nosotros en el proceso dramático, y aun trágico, del Perú y América; cultura que surge de la vida de los conglomerados humanos en el curso de su propia e inconfundible historia y se proyecta con su mensaje hacia otros pueblos del mundo.

Entonces, Orrego formula la misión de la universidad en los siguientes términos: “La significación de este mensaje universal se clarificara y se hará plenamente consciente a través de la Universidad Nueva, que tiene la misión impostergable de recoger en su seno las experiencias, las intuiciones, las esperanzas, la fe y el pensamiento de América. Esta misión de la Universidad Nueva debe realizarse a través de todas sus Facultades e Instituciones, Docentes. Cada maestro debe esforzarse en imprimir esta orientación a sus enseñanzas, porque desde el Derecho, desde la Química, desde la Medicina, desde el Arte, desde la Filosofía, la universidad debe inquirir y definir con entera claridad que es América como valor especifico y original en las artes, en la ciencia, en la economía, en la filosofía”. Esta orientación de la universidad implica creatividad; abrir paso al pensamiento divergente; buscar lo auténtico sin omitir el aporte de otras culturas; combatir el colonialismo mental, la repetición simiesca e irreflexiva de textos y

formulaciones del pensamiento que no se avienen con lo nuestro, con lo peruano y latinoamericano.



UNIVERSIDAD INTEGRAL

Según Orrego, la universidad no puede quedar marginada de su contexto social, por el contrario, debe cumplir rol protagónico y vital en el mismo centro del quehacer colectivo, sin aislarse cual ostra parasitaria, lejos de las aspiraciones juveniles y del grito angustioso del pueblo al cual se debe. El concibió a la universidad como un organismo vivo cuyos procesos de crecimiento y estructuración son incesantes. Se propuso por ello: “Hacer de la antigua universidad estática un proceso dinámico de evolución que sepa incorporar, paso a paso, en superación constante, la vida total de la nación”. Pero como Orrego es visionario en temas sociales y educacionales, se proyecta al futuro y anuncia.

“(…) la realización de un proyecto integral de Universidad Nueva en armonía con la concepción moderna de que ella debe ser un foco de iluminación intelectual y moral y una antena que recogiendo la palpitaciones del Universo y de la Vida, se proyecte profundamente hacia el pasado e infinitamente hacia el futuro. Solo así podríamos hacerla responder a la realidad de una América Nueva, al ritmo de

un mundo que está realizando una acelerada transformación técnica, social y económica”. Estamos, pues, frente a una universidad dinámica e integral. Puesto que la sociedad y la educación son cambiantes, la universidad también deberá serlo, es decir la entendió como una institución activa, ágil, en transformación; un proceso en constante superación, que potencia las supremas energías intelectuales, capaz de incorporar al debate académico el diagnóstico y la solución de los grandes problemas del país; consiguientemente, sus miembros serán emprendedores, resolutivos, ajenos a la abulia e inmovilidad. Defiende una universidad en cuyas aulas se ofrezca cultura general y especializada, armónicamente equilibradas, esto es, formar al hombre en todas sus dimensiones, integralmente, de modo que el profesional sepa desenvolverse con idoneidad en su campo, pero, asimismo pueda discernir ante la síntesis del conocimiento global. Una universidad que forma expertos en la aplicación de su disciplina científica, pero al mismo tiempo humanistas, académicos, que tengan el sentido general del mundo y de la historia, todos ellos hombres de amplia cultura y con claros conceptos de los problemas sociales, morales, políticos y económicos de su época. Una universidad que realiza enseñanza a través de la investigación científica; fuente de poderosa irradiación cultural y moral, hondamente enraizada en la historia pero con la mirada puesta en el porvenir: centro receptor del acontecer vital del contexto social donde funciona y de la acelerada transformación científica, tecnológica, social y económica del mundo; que responda a la realidad peruana y latinoamericana, y prepare generaciones aptas para desempeñarse positivamente en la vida y bregar por el desarrollo.



EL ESTUDIANTE Y EL DOCENTE

Su Libro Pueblo-Continente está expresamente dedicado a las nuevas generaciones que sienten el acendrado, el vivo apremio de encontrar su propia alma. Allí les pide dejar de lado el deslumbramiento provocado por Europa, orientar sus fuerzas creadoras a descubrir la realidad de nuestra América, desgarrando la crisálida que aún la cubre para hacerla resurgir a un nuevo amanecer de La historia.  Textualmente les dice: “Sois una promoción histórica privilegiada porque el desencanto de lo ajeno y de lo extraño ha traído la fe y la esperanza en vosotros. Sé que esto sólo se alcanza a través de profundas y dolorosas desgarraduras; pero, es preciso que cada hombre y cada pueblo asuma la majestuosa responsabilidad de su lágrima y de su dolor, porque la mariposa no surge hacia la luz sino después de romper y desmenuzar en cendales el sudario que la envolvía”. Invita pues a la juventud a emprender la búsqueda de nuestra América, alejándose en este viaje intelectual del mágico hechizo de la imaginación exótica, para encontrar su propia y auténtica ruta, no obstante el proceso lacerante que habrá de seguir. Poniendo énfasis en esta problemática, analiza el estrago mental producido en la juventud latinoamericana por el plagio simiesco y el transplante irracional de ideologías surgidas como expresión de hombres que viven otras realidades. Sobre este asunto apunta: “Extensos sectores de la juventud están perdiendo toda curiosidad y autonomía mental, toda libertad interior de pensamiento, porque bajo el agobio de un dogmatismo de nuevo cuño, el cerebro se para- liza y es imposible pensar por cuenta propia”. Le preocupa, pues, a Orrego que el cerebro del joven produzca tan solamente un  juego de palabras y frases vacías repetidas de textos ajenos, distantes de la intransferible realidad del Perú y Latinoamérica. Lo cual no significa que él sea xenófobo o abrace un nacionalismo agresivo. El hecho de exigir sentido creativo y buscar nuestra identidad cultural no se opone a la valoración del pensamiento foráneo, mas no lo conceptúa como cartabón o grillete. “Política y culturalmente -dice- no

seremos libres, sino simplemente Libertos y manumitidos mientras sintamos la añoranza de las palabras y de los ademanes extraños. Si sentimos el pensamiento europeo como yugo y no como sustancia nutricia y alumbradora, ¿cómo habremos de alcanzar nuestra autonomía, nuestra soberanía y mayoría espirituales?”. Es reiterativo al pedir a la juventud que piense con autonomía, sin esperar que sus  juicios le vengan ya hechos por otros. En un mundo que cambia a cada instante no hay lugar para la negligencia ni para el ocio de tiempos pasados. Y en esa dirección habrá de realizarse la función docente. Pero no siempre el profesor es maestro. El profesor ejerce su labor en razón de un título profesional, a veces sin una verdadera vocación por la carrera; el maestro es tal por la trascendencia de su mensaje, no por el aval de un diploma. El profesor puede recitar en clase el contenido de un libro y creer que cumplió su tarea; por el contrario, el maestro debe crear y vivificar la relación espiritual entablada con sus discípulos, sea en el aula, en el laboratorio, en el taller u otro ambiente donde se realiza la acción educativa. Orrego diferenció profesor de maestro nítidamente en sus escritos, pero por su belleza y profundidad pedagógica, es insuperable el paralelo que hizo de ambos, del cual proceden las palabras siguientes: “El profesor te enseña para que puedas repetir la lección de la cátedra; el maestro te enseña para que puedas construir tu vida”. “La palabra del profesor se esfuma, se deshace sin dejar huella sangrante; la del maestro desgarra tu entraña y se incorpora a tu ser para trascender, como un mandato, en cada uno de tus días”. El docente y el alumno conforman el binomio de la relación pedagógica. Según el tipo de esta relación surgida en el aula: instrumental y fríamente centrada alrededor del contenido educativo, o expresiva, esto es llena de mensajes estimulantes y compenetrada de afectividad, se hablará de alumno cuanto éste - por indicación del profesor - sólo aprende el contenido de una clase y trata de rendir satisfactoriamente las pruebas del examen; en cambio, se

hablará de discípulo -si gracias a la orientación de su maestro busca- internalizar valores como comportamientos permanentes, integrar ideas y hábitos positivos en una filosofía de la vida. Y como la universidad no ha sido ajena a desempeñar el papel de diablo predicador, Orrego reclama a profesores y alumnos consecuencia con lo que enseñan, a unos, y con lo que aprenden, a los otros. Le pide a ambos grupos realizar su tarea a mayor profundidad y a estrechar su relación pedagógica. Les dice: “Catedrático que se contenta con ser simplemente un profesor y alumno que solamente aspira a alcanzar el resultado satisfactorio de sus pruebas finales, no son precisamente los factores que crean el vibrante espíritu institucional de una universidad. El profesor debe ser a la vez maestro y el alumno debe alcanzar la categoría de discípulo”.

OBRAS EN CONTRIBUCION DE LA EDUCACION DE ANTENOR ORREGO "FORJANDO LA EDUCACIÓN PERUANA..."



OBRA

Haya de la Torre afirmó de Orrego: “Enarboló la enseñanza de una generación beligerante y encarnó la esperanza, la resurrección y la victoria de una nacionalidad en trance de muerte, y hay que agregar que siempre estará vigente y será un mandato pendiente de cumplirse su profecía del cambio social mientras el amor y la raza de los hombres prevalezca sobre la barbarie, el egoísmo y la muerte”.



OBRAS PERIODÍSTICAS

Desde muy joven ejerció la actividad periodística, participando activamente en revistas y periódicos, en las que se difundía literatura vanguardista que apoyaba los reclamos de los trabajadores de las haciendas azucareras. •

LA REFORMA



LA LIBERTAD



EL NORTE

OBRAS LITERARIAS Y FILOSÓFICAS



EL MONÓLOGO ETERNO :

"Nos habla sobre los valores de la humanidad que deben estar presentes a cada instante y en cada uno de nosotros, porque estos son muy necesarios en la sociedad una sociedad a veces energúmena. Expresa también que el hombre debe estar preparado para cualquier adversidad que se le presente en su vida, para que así pueda desarrollar un papel importante dentro de la comunidad que se encuentra a su alrededor".



NOTAS MARGINALES:

Cesar Vallejo hace uso de todo su intelecto y se expresa de la siguiente manera de la obra de Antenor Orrego: “Notas Marginales equivale en América Latina a un evangelio…” Orrego coge los más diversos hechos cotidianos, los idealiza y extrae heroicas y santas afirmaciones.



MI ENCUENTRO CON CÉSAR VALLEJO:

"Orrego manifiesta la manera que conoció a Cesar Vallejo y , expresa toda la calidad literaria que tenia este para escribir , incluso llega a aseverar que no hubo poeta alguno como el , que era el único en su estilo , y era muy importante para el Perú".



HACIA UN HUMANISMO AMERICANO :

"Expresa todo el vinculo sentimental con su América, de hecho a esta obra se que podría llamar como el primer paso para crear las siguiente ediciones de Pueblo Continente"

PUEBLO - CONTINENTE

1ra. Edición 1939 2da. Edición 1957 3ra. Edición 1987

ESTANCIA PRIMARIA

1ra. Edición 1961

DISCRIMINACIONES

1ra. Edición 1965

MEDITACIONES ONTOLÓGICAS

Primera Parte 1956 Segunda Parte 1957



MUERTE Y DESPUES DE SU MUERTE

El 17 de julio de 1960 muere en Lima y sus restos son enterrados en el cementerio El Ángel.Después de su muerte, se editaron sus obras “Estación Primavera” en 1961, “Discriminaciones” en 1965, “Hacia un humanismo Americano” en 1966, “Mi encuentro con César Vallejo” en 1989 y sus “Obras completas” en 1995. Quien sabe Antenor ORREGO, sea nada para las generaciones modernas, pues no sabemos entender a esos QUIJOTES de nuestra historia, y este el caso del padre del humanismo peruano, podría decirse que fue un cátaro peruano pues todo su discurso no fue mera predica sino fue parte de su propia conducta de vida, desde sus mocedades hasta su muerte, con su vinculación en los años al anarcosindicalismo y a la rebelión de los proletarios de Casagrande y con la adhesión indesmallable a la lucha social, por cuyas causas sufrirá prisión en 1921 y 1928, escapara de las balas disparadas con su lecho en 1930, entrara y saldrá de prisión cuatro veces en la década del 30 y caerá otras veces en los años 50. No cabe duda que Antenor Orrego fue único, decía, que las creaciones del escritor, del artista y de pensador social debía ser autónoma, autentica y original. En este contexto, tanto la repetición como la imitación obedecen a una servidumbre de inspiración eurocentrica y solamente son capaces de ofrecer recetas inocuas, evangelios trasnochados y actitudes que perpetúan la dependencia y el colonialismo mental. Además, ningún trabajo del pensamiento tiene sentido a menos que obedezca los grandes mandatos que nos impone nuestra tierra de origen. Por esa razón al conmemorarse 121 años de su nacimiento y 53 años de su partida de este mundo físico y material, debe rendirse el mas ferviente homenaje recordatorio, a este ilustre ORREGO, a este gran hombre de Partido que

ocupó diversos cargos políticos de gran responsabilidad y a la vez fue un hombre honesto y humilde que entrego su vida y su talento a las ideales de justicia y libertad enarbolados por HAYA LA TORRE, un hombre de una visión sin igual que descubrió a ese gran dirigente norteño y mártir del Aprismo, llamado Manuel Arévalo y al POETA de Santiago de Chuco y de Indoamérica, Cesar Vallejo autor de  TRILCE y ESPAÑA APARTA DE MI ESTE CALIZ, quien entrega su primeros poemas a A. Orrego, el cual se los devuelve y le dice: Vuelve a escribirlos… trata de poner en ellos lo que tu mismo eres y aprenderás a ser original.

Este honorable hombre, Antenor Orrego, orgullo norteño prestigio al país en el extranjero, jamás mostró flaquezas en las horas difíciles, fortaleciendo y ejemplarizando a los  jóvenes el gran significado de la palabra lealtad a los principios y a las grandes causas del pueblo, por eso se le considera el filósofo o mejor, el AMAUTA del Aprismo. Descansa en paz ANTENOR ORREGO ESPINOZA, hijo del pueblo, hombre hecho en el dolor de los que sufrían, aprista no solo de palabra sino de hecho, primer filosofo social de Indoamérica.

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