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April 20, 2018 | Author: Claudio | Category: Ethanol Fuel, Biodiesel, Gasoline, Chemical Substances, Chemistry
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CARBURANTES SIN PETROLEO

Bioetanol Este alcohol, producido a partir de la caña de azúcar, la remolacha o los cereales, ofrece al sector del transporte una opción energética sostenible. Su fabricación a partir de material lignocelulósico aportaría más ventajas a ese recurso

Mercedes Ballesteros Perdices

E RESUMEN El transporte depende del petróleo. Una posible escasez futura de este combustible, el aumento de su precio y su contribución al calentamiento global aconsejan diversificar las fuentes de energía utilizadas por los medios de transporte. ■ La obtención de carburantes a partir de la biomasa vegetal es una de las principales opciones para esa diversificación. El bioetanol es, con mucha diferencia, el biocarburante más utilizado en el mundo ■ La producción de biocarburantes a partir de la masa lignocelulósica podría mejorar decisivamente su competitividad. ■

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l transporte depende en un 98 % del petróleo. Este sector aporta una parte considerable del crecimiento de la demanda de energía; se prevé que en el próximo decenio seguirá creciendo en torno a un 2 % anual. Tal Tal aumento en el consumo tiene graves consecuencias para la calidad del medio y para el cambio climático mundial. El transporte es el responsable de la cuarta parte de las emisiones de gases de invernadero a la atmósfera. Aunque se están introduciendo técnicas que reducen esa cuantía, el CO 2  arrojado por el transporte sigue constituyendo un problema difícil de solucionar. Dado que la movilidad que proporciona el transporte es esencial para el desarrollo económico y el bienestar social, deben buscarse soluciones que reduzcan sus efectos negativos sin mermar sus contribuciones positivas. Una de las principales vías para la diversificación energética en el transporte es el uso de carburantes derivados de la biomasa vegetal.

La producción de biocarburantes puede también generar beneficios económicos, crear más empleo, reducir las facturas de las importaciones de energía y abrir nuevos mercados potenciales de exportación en numerosos países en vías de desarrollo.

Biocarburantes El término biocarburante engloba a todos los combustibles líquidos o gaseosos derivados de la biomasa vegetal: aceites vegetales, biogás, biometiléter, biohidrógeno, biometanol y su derivado el biometil-terciario-butil-éter, o bioMTBE, el biodiésel y el bioetanol. Se trata, por tanto, de combustibles de origen vegetal que tienen características parecidas a las de los combustibles fósiles, lo que permite su utilización en motores apenas modificados. Además, los biocarburantes no contienen azufre, uno de los principales causantes de la lluvia ácida.

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Para que los biocarburantes de origen agrícola constituyan una opción energética real, no basta con que presenten características equivalentes a los de procedencia fósil. Han de llegar al mercado a un coste similar al de los derivados del petróleo reemplazados. Y se necesita que en el conjunto de los procesos de obtención se consigan balances energéticos positivos. A pesar de que la producción de buena parte de los biocarburantes resulte hoy más cara que la de los combustibles fósiles, su utilización se está incrementando en todo el mundo por las ventajas que reportan. El sector mundial de los biocarburantes está constituido básicamente por el biodiésel y el bioetanol. El biodiésel se obtiene a partir de aceites vegetales procedentes de plantas oleaginosas. Se aplica en motores diésel; sustituye al gasóleo de automoción o se mezcla con él, casi en cualquier proporción. El bioetanol se obtiene por fermentación de medios azucarados extraídos a partir de caña de azúcar, remolacha, maíz, trigo y cebada. Tras la fermentación se forma un mosto con un grado alcohólico en torno al 10 %-15 %, que se concentra por destilación para la obtención del “alcohol hidratado” (4-5 % de agua) o para la consecución de alcohol absoluto (99,4 % min. de riqueza), luego de un proceso específico

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de deshidratación. El alcohol absoluto se mezcla con gasolina en vehículos corrientes. El bioetanol, como combustible de transporte, se utiliza de diferentes formas; por ejemplo, mezclado con gasolina en bajos porcentajes (menores del 5-10 %). Los alcoholes aumentan el contenido de oxígeno de la gasolina y, con ello, su octanaje. Así arde mejor y mejoran las prestaciones del vehículo sin que haya que modificar los motores, al mismo tiempo que se reducen el consumo y las emisiones contaminantes. La mezcla al 10 por ciento recibe el nombre de “gasohol”. El etanol desempeña un papel de aditivo oxigenado de modo indirecto: en forma de ETBE (etil-terciario-butil-éter), que se fabrica a partir de una mezcla de etanol e isobuteno. Se mezcla también el etanol con la gasolina en porcentajes desde el 10 al 85 %, pero requiere que se efectúen

1. PLANTA  de biocarburantes de Castilla y León, en Babilafuente, Salamanca, que ha entrado en funcionamiento en 2006. Producirá etanol a partir del grano de cereal y de la paja. Los alcoholes obtenidos a partir de materiales lignocelulósicos podrían reducir mucho la contribución del transporte al aumento del dióxido de carbono acumulado en la atmósfera.

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modificaciones en los vehículos. El E-85 es un combustible que contiene hasta el 85 % de etanol y sólo un 15 % de gasolina; se utiliza en los vehículos de combustible flexible (FFV). Los vehículos FFV están diseñados para consumir indistintamente gasolina o mezclas en cualquier porcentaje, hasta un máximo de etanol del 85 %. Van equipados con un sensor de combustible que detecta la proporción de etanol y gasolina; adapta los sistemas de inyección e ignición a las características de la mezcla. Por último, el etanol puede mezclarse con un aditivo para mejorar la ignición. Se utiliza esta mezcla en motores diésel especialmente configurados para ese propósito.

Estado actual de desarrollo del bioetanol En la actualidad el bioetanol es, con mucha diferencia, el biocarburante más utilizado. En 2004 se produjeron en el mundo alrededor de 30.000 millones de litros de bioetanol para combustible, lo que representa en torno al 2 % del consumo mundial de petróleo. Brasil es el mayor productor y consumidor mundial de etanol. En respuesta a la crisis del petróleo de comienzos de los setenta, el gobierno brasileño creó el programa PROAL-

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2. LA MATERIA VEGETAL  es una de las principales fuentes alternativas de energía para el transporte. El aceite de la mostaza etíope  (Brassi ca carin ata ) se emplea para producir biodiésel. Esta especie se halla mejor adaptada a determinadas zonas mediterráneas semiáridas que la colza, cuyo aceite se utiliza con mayor frecuencia que el de la mostaza para la obtención de biodiésel. COOL con el objetivo de aumentar la producción de alcohol de caña de azúcar destinado a sustituir a la gasolina. En sus inicios el programa fomentó, mediante políticas de beneficios económicos e incentivos fiscales, la sustitución de los vehículos de gasolina por vehículos de etanol hidratado. A finales de los años ochenta y comienzo de los noventa, el descenso en los precios del crudo hizo el mercado del bioetanol menos atractivo y el gobierno redu jo las subvenciones. En 1989 acabó el programa de incentivos. Desde entonces, el etanol se ha empleado mezclado con gasolina. Brasil cuenta con un parque automovilístico de más de 2 millones de vehículos adaptados para funcionar con bioetanol y 16 millones que utilizan mezclas de etanol y gasolina con un porcentaje de etanol que oscila entre el 22 y el 25 %. La extensión dedicada al cultivo de caña de azúcar en los últimos años está aumentando de manera considerable para hacer frente a la demanda interior y exterior, en fase de expansión.

En Estados Unidos, el bioetanol producido a partir de maíz se utiliza desde la entrada en vigor en 1978 de la Ley del Impuesto de la Energía, que introdujo incentivos fiscales para su extracción. No obstante, el verdadero impulso al mercado del bioetanol tiene su origen en la prohibición de añadir a la gasolina MTBE, impuesta en algunos estados del país (California y Nueva York, desde 2004). La razón de la prohibición reside en la contaminación de pozos de agua que causa ese aditivo oxigenado, obtenido a partir de una mezcla de metanol e isobutileno. Se adoptó el etanol como sustituto del MTBE porque permite mantener las especificaciones de la gasolina reformulada en lo que respecta al contenido en oxígeno. En mayo de 2006 se suprimió la obligación de que la gasolina reformulada esté oxigenada. La capacidad de producción de etanol en Estados Unidos, cifrado hoy en 10.000 millones de litros, está experimentando una expansión sin precedente; se acerca rápidamente a las cifras brasileñas. Por lo que con-

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cierne a la Unión Europea, todavía queda un gran camino que recorrer para aproximarse a la producción de Brasil y Estados Unidos. Las actuales especificaciones de las gasolinas sin plomo permiten la adición directa de un máximo del cinco por ciento (en volumen) y exigen un etiquetado específico en los puntos de venta para porcentajes mayores. En 2004 se produjo en Europa medio millón de toneladas, lo que supuso un 10 % de la producción mundial de bioetanol. Hasta el año 2000, Francia fue el mayor productor de bioetanol de la Unión Europea; desde 2002 lo es España. Suecia importa el 80 % del bioetanol consumido, principalmente de Brasil. En la Unión Europea se están adoptando una serie de medidas de apoyo a la producción y utilización de biocarburantes. La Directiva 2003/30, del Parlamento Europeo y del Consejo para el fomento del uso de biocarburantes en el sector del transporte, instaba a los estados miembros a que tomasen las medidas necesarias para que en el año 2005 un mínimo del 2 % del combustible para el transporte vendido en su territorio consistiese en biocarburantes. Esta cantidad aumenta pr ogresivamente, de manera que la sustitución alcance el 5,75 % en el año 2010. Si no se arbitran medidas de ahorro energético, las previsiones indican que en el año 2010 se consumirán en Europa unos 304 Mtep (millones de toneladas equivalentes de petróleo) en el sector del transporte, y la contribución prevista de biocarburantes en ese año debería estar en torno a los 17,5 Mtep. La Directiva 2003/30/CE, junto con el artículo 16 de la Directiva 2003/96/CE, que reestructura el marco impositivo de los productos energéticos y permite exonerar de impuestos especiales a este tipo de biocarburantes, abre la puerta al desarrollo de los mismos. Permitirá a la Unión Europea crear un mercado de biocarburantes competitivo. La Comisión Europea acaba de adoptar una ambiciosa estrategia para los biocarburantes (COM 2006 34). El documento, que viene a sumarse al Plan de Acción sobre la Biomasa adoptado en diciembre de 2005 (COM 2005 628), se fija tres metas principales: promover los biocarburantes

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tanto en la Unión Europea como en los países en vías de desarrollo; preparar el terreno para su uso a gran escala, mejorando su competitividad en cuanto al coste e incrementando la investigación sobre combustibles de “segunda generación”; y apoyar a los países en vías de desarrollo en los que la producción de biocarburantes podría estimular el crecimiento económico sostenible. Extender su uso reduciría la dependencia de Europa de las importaciones de combustibles fósiles, proporcionaría nuevas salidas a los agricultores y abriría nuevas posibilidades económicas en varios países del Tercer Mundo y podría aminorar las emisiones de gases de efecto invernadero.

Recepción del material

Extracción del jugo

Purificación

Fermentación

Destilación/Deshidratación

BIOETANOL COMBUSTIBLE

3. ETAPAS DEL PROCESO  de extracción de etanol a partir de materias primas azucaradas. En España, el Plan de Energías Renovables 2005-2010 considera la producción de un total de 2.250.000 tep de biocarburantes en el año 2010. Los biocarburantes gozan de una exención total sobre impuestos especiales. Existen en nuestro país dos plantas de producción de etanol, Ecocarburantes Españoles y Bioetanol Galicia, con una capacidad de producción de 80.000 y 100.000 toneladas al año, respectivamente. Las refinerías españolas con capacidad de producción de MTBE han realizado las modificaciones oportunas en sus instalaciones para poder utilizar etanol en vez de

metanol en la formulación del aditivo. En todas ellas se produce ETBE con el bioetanol que suministran las dos plantas en funcionamiento. Se está iniciando la puesta en marcha de Biocarburantes de Castilla y León, en Babilafuente (Salamanca), con una capacidad de producción anual de 160.000 toneladas. Constituirá la primera instalación industrial que utilizará como materia prima para la producción de etanol, no sólo el grano de cereal (que supondrá el 95 % de la producción total), sino también la paja.

Materias primas del bioetanol La caña de azúcar es el cultivo habitual para la extracción de etanol en los países de clima cálido; en Europa se emplea remolacha. Los cereales (maíz en Estados Unidos y trigo y cebada en Europa) son las materias primas para el etanol de almidón. El precio de las materias primas viene regido por el mercado alimentario, su destino tradicional. Para las necesidades del mercado de la energía deben desarrollarse nuevos cultivos más productivos y rentables. Para liberarse de las fluctuaciones que suelen caracterizar los cultivos destinados a la alimentación (animal y humana), se están investigando otras especies, como la pataca ( Helianthus tuberosus L.) y el sorgo azucarero (Sorghum bicolor   L.). Estos cultivos, además de su menor coste de producción, serían más rentables para la obtención de etanol, ya que se podrían emplear los tallos secos (de la pataca) o el bagazo (del sorgo) para la generación del vapor y la electricidad necesarios en el proceso de fabricación de etanol. Aparte de estos nuevos cultivos azucarados, los materiales lignocelulósicos son los que ofrecen un potencial mayor para la producción de bioetanol. Una gran parte de los materiales con alto contenido en celulosa, susceptibles de ser utilizados para estos fines, se generan como residuos en otros sectores. Así, los residuos agrícolas proceden de los cultivos leñosos y herbáceos. Los residuos de origen forestal proceden de los tratamientos silvícolas y de mejora y mantenimiento de los montes y masas forestales. También pueden utilizarse residuos generados en

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MOLIENDA HUMEDA

MOLIENDA SECA

AGUA RESIDUAL

Remojo Molienda

Molienda

Filtrado lavado

GERMEN

Separar germen Molienda

Cocción

FIBRA

Separación

GLUTEN

Almidón Licuefacción

Licuefacción

Hidrólisis

Hidrólisis

Fermentación

Fermentación

CO2

Recicl. levaduras

Recicl. levaduras Destilación Deshidratación

Destilación Deshidratación

ALCOHOL

Centrifugación Secado

Evaporación

GRANOS DE DESTILERIA Y SOLUBLES

SIROPE

la industria papelera, y la fracción orgánica de los residuos sólidos industriales. Los materiales lignocelulósicos, aportados por cultivos dedicados a la producción de biomasa con fines energéticos pueden proceder de especies de crecimiento rápido y ciclos biológicos cortos (el eucalipto o el chopo) y de especies vegetales anuales.

Técnicas de producción de etanol El bioetanol puede extraerse a partir de cualquier materia prima orgánica que contenga cantidades significativas de azúcares o compuestos que puedan transformarse en azúcares (almidón, inulina o celulosa). En la actualidad, el bioetanol se produce por la fermentación, mediante levaduras, de los azúcares (principalmente glucosa) contenidos en la materia prima. Las técnicas de transformación a partir de materias primas azucaradas o amiláceas han alcanzado un alto grado de refinamiento. La manera más sencilla de producir etanol es utilizar materias primas que contengan azúcares de seis átomos de carbono (hexosas), como la caña de azúcar y la remolacha, ya que pueden ser fermentados directamente

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Vinazas ligeras

4. ETAPAS DEL PROCESO  de obtención de etanol a partir de materias primas amiláceas (con almidón), como los granos de cereal. a etanol. El proceso general de fabricación de bioetanol combustible a partir de caña consta de varias etapas (véase la figura 3 ). La caña preparada por las picadoras llega a los molinos y, mediante presión, se extrae el jugo, que se recolecta en tanques. En el recorrido de la caña por el molino se le agrega agua para insaturar los jugos y maximizar la extracción de la sacarosa, contenida en el material fibroso que pasa a través de todas las unidades que componen el molino. El jugo azucarado se precalienta, para facilitar su paso por el regulador de densidad y evitar al mismo tiempo la formación de microorganismos. Posteriormente se añade un ayudante de floculación con el fin de favorecer la formación de flóculos y así retirar, por precipitación, los sólidos suspendidos y algunas sustancias —sales de cal, material proteico— tóxicas para la fermentación y que agravan el problema de las incrustaciones en la destilación. A continuación se realiza la fermentación. Por acción biológica de la levadura, los azúcares fermentables

contenidos en el jugo se transforman en alcohol etílico y gas carbónico. El vino obtenido, con un 8 % de etanol en peso aproximadamente, se bombea hacia las destiladoras. El etanol y el vapor de agua dejan la parte superior de la columna con un 75 % en peso y entran en la rectificadora. Los líquidos y sólidos residuales, las vinazas, salen por el fondo de la columna y se bombean al sistema de tratamiento. En la rectificadora el alcohol se eleva a su punto azeotrópico de máxima concentración por simple destilación (el 96 %) y abandona la torre por la parte superior, convertido en vapor saturado, para entrar en la sección de deshidratación. El bagazo que sale de la última unidad de molienda se emplea en las calderas para la producción del vapor utilizado en el proceso y, a la vez, de electricidad que atiende las necesidades de la planta; los excedentes se exportan a la red eléctrica y contribuyen a reducir los requerimientos de energía fósil y las emisiones de gases de efecto invernadero del proceso de producción de etanol a partir de caña de azúcar.

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En los procesos ordinarios de obtención de etanol a partir de grano de cereal se emplean, para la fermentación, los azúcares del almidón, extraídos por un proceso de hidrólisis. Existen dos vías principales para la obtención de etanol a partir de grano de cereal; se diferencian, básicamente, en el proceso de molienda ( véase la figura 4). En la molienda húmeda, se empapa previamente el grano, lo que facilita la separación de sus componentes. El grano húmedo se procesa con una serie de amoladoras para separar el germen del maíz. El aceite de maíz del germen se extrae en la misma planta de producción de etanol o se vende a las trituradoras que extraen dicho aceite. Los componentes restantes de la fibra, del gluten y del almidón se van segregando. Tras un proceso de secado, se venden para alimentación animal. El almidón restante, mezclado luego con α-amilasas, se calienta a una temperatura entre 120 y 150 oC para favorecer el proceso de licuefacción y evitar la proliferación de microorganismos no deseados. La mezcla se enfría y se le añade glucoamilasa, enzima que transforma el almidón licuefactado en dextrosa, un azúcar simple que pueden fermentar las levaduras. Después de la fermentación, el medio, que contiene aproximadamente un 10 % en volumen de etanol, se transfiere a las columnas de la destilación, donde se separa de los sólidos no fermentables y del agua. Este sólido, rico en proteína, se destina al mercado de la alimentación animal. El etanol, con un 96 % de pureza, sale por la parte superior de la columna y se transfiere al sistema de deshidratación, normalmente un tamiz molecular. En los procesos de molienda seca no hay separación de los componentes que integran el grano. El cereal se tritura hasta obtener harina; se le añade agua, hasta formar un puré que se somete a un proceso de cocción y licuefacción, previos a la hidrólisis que convierte el almidón en dextrosa. A partir de aquí los procesos son los descritos anteriormente. De las casi 70 plantas de producción de etanol a partir de cereal que están operando en Estados Unidos, el 55 % aplica la molienda seca y el 45 % la húmeda, mientras que en Europa todas las instalaciones re-

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5. LA REDUCCION DE ALGUNAS EMISIONES CONTAMINANTES  es una de las razones del interés por los biocarburantes. El uso de etanol y metanol como aditivo oxigenador de la gasolina limita la emisión de monóxido de carbono. El biodiésel ofrece ventajas ambientales con respecto al diésel ordinario; por esa razón algunas ciudades están probando autobuses de biodiésel; Madrid y Barcelona, entre ellas. curren a la molienda seca, que tiene menor coste de capital asociado tanto a la construcción como a la operación.

Etanol lignocelulósico Las técnicas actuales de producción de etanol a partir de cereal no ofrecen todavía soluciones competitivas desde el punto de vista de su coste. Su utilización sólo es viable si se reduce el tipo de impuesto especial aplicable al bioetanol. Por lo tanto, es necesario seguir mejorando los procesos de transformación, con mayores rendimientos y mejor calidad de los coproductos. En este contexto, el desarrollo de los biocarburantes de segunda generación, fruto de la transformación de la biomasa lignocelulósica, en los que la investigación y el desarrollo desempeñan un papel importante, pueden contribuir de manera decisiva a mejorar la competitividad. Los materiales lignocelulósicos están compuestos en su mayor parte por dos polímeros de carbohidratos, la celulosa (35-50 %) y la hemicelulosa (15-25 %), y un polímero fenólico, la lignina (20-25 %). La fracción mayoritaria de la biomasa lignocelulósica es la celulosa cristalina, constituida por cadenas largas de moléculas de D-glucosa unidas por enlaces β-(1-4)

que, a su vez, se agrupan en estructuras superiores de gran cristalinidad, lo que dificulta su hidrólisis y conversión en azúcares fermentables. Sin embargo, una vez producidos, los azúcares simples se fermentan con facilidad. La hemicelulosa está formada por polímeros de azúcares de cinco átomos de carbono (principalmente xilosa). Esta fracción se hidroliza con facilidad, pues no presenta estructura cristalina; sin embargo, la xilosa es un azúcar difícil de fermentar a etanol. La lignina, por fin, es un polímero tridimensional de unidades de fenilpropano ligadas por enlaces éter y C-C. Los carbohidratos presentes en la biomasa lignocelulósica pueden transformarse en etanol, tras un proceso de hidrólisis, mediante la acción de microorganismos fermentativos. Pero su estructura compleja hace que el proceso de transformación en etanol sea más difícil que en el caso del almidón. La hidrólisis de la celulosa puede llevarse a cabo con la intervención de catalizadores ácidos o enzimáticos (véase la figura 6 ). En los procesos de hidrólisis ácida, en condiciones adecuadas de presión y temperatura, se produce una solubilización de la hemicelulosa y

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Biomasa lignocelulósica Microorganismo fermentativo

Catalizador

Hidrólisis ácida/enzimática

Pretratamiento

Destilación Deshidratación

Fermentación

ETANOL Xilosa

Fermentación

Generación de calor y electricidad

6. ESQUEMA GENERAL  del proceso de producción de etanol a partir de biomasa lignocelulósica. la celulosa, quedando prácticamente inalterada la lignina. A temperaturas superiores a los 200 oC aparecen productos de descomposición de los azúcares (furfural, hidroximetilfurfural y una serie de sustancias solubles no identificadas), lo que reduce el rendimiento del proceso. Tales sustancias inhiben el proceso fermentativo, por lo que deben eliminarse del hidrolizado antes de la fermentación. Estos problemas que surgen cuando se somete la biomasa a un tratamiento ácido, se evitan si el proceso se acompaña de una hidrólisis enzimática. En este caso, hay que realizar un pretratamiento de la biomasa lignocelulósica que altere la compleja estructura de los materiales, facilitando así la acción de las enzimas celulolíticas. La dificultad estriba en que la cristalinidad de las moléculas de celulosa y la naturaleza de su asociación con la lignina constituyen una verdadera barrera física a la penetración de las enzimas. Existen otros factores, tales como el grado de polimerización y de sustitución de las cadenas celulósicas o el contenido en humedad y madurez de la fibra, que modifican también la capacidad de acción del complejo celulolítico

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sobre el sustrato lignocelulósico. Los pretratamientos hidrotérmicos y el empleo de ácidos diluidos constituyen los métodos más eficaces para mejorar la hidrólisis enzimática, ya que reducen la cristalinidad de la celulosa, aumentan la densidad de la biomasa y suponen bajos costes económicos y energéticos. Una vez que el material ha sido pretratado se añaden las enzimas (celulasas), que rompen la celulosa en unidades de glucosa. Las celulasas realizan la fermentación de glucosa a etanol. Posteriormente, el etanol se concentra por destilación. Tras un proceso específico de deshidratación se obtiene el alcohol absoluto, el que se requiere si se desea utilizar el alcohol en mezclas con gasolina para vehículos. Aunque todavía no existen plantas comerciales de etanol extraído de biomasa lignocelulósica, se han realizado avances significativos en investigación y desarrollo. La planta de Biocarburantes de Castilla y León es un buen ejemplo de ello. No obstante, se debe seguir avanzando para desarrollar sistemas más eficientes, tanto en lo que se refiere a la transformación biológica (nuevas enzimas y

microorganismos capaces de fermentar todos los azúcares presentes en la biomasa lignocelulósica), como en el desarrollo de procesos innovadores de fraccionamiento y purificación, sin olvidar un mejor aprovechamiento de los coproductos generados. Se puede también fabricar bioetanol a partir de la biomasa lignocelulósica mediante procesos termoquímicos en los que la biomasa se transforma en gas de síntesis (compuesto sobre todo por hidrógeno y monóxido de carbono). Se debe seguir avanzando en la investigación y desarrollo del proceso de gasificación con oxígeno como agente gasificante, en la limpieza y acondicionamiento del gas y en el desarrollo de catalizadores para la síntesis de etanol a partir del oxígeno. Las técnicas avanzadas de producción de bioetanol también pueden constituir un punto de partida para el hidrógeno producido a partir de recursos renovables. Mediante procesos catalíticos cabe generar hidrógeno, por reformado del bioetanol con vapor, apto para alimentar una pila de combustible. Las pilas de hidrógeno permiten un transporte sin apenas emisiones, pero requieren motores de

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nuevo cuño e importantes inversiones, en las instalaciones productoras de hidrógeno y en un nuevo sistema de distribución. El transporte es un sector clave de nuestras economías. Los precios del petróleo se han triplicado en los últimos cuatro años. Los biocarburantes, los únicos productos renovables que pueden integrarse fácilmente en los actuales sistemas de distribución de combustibles, constituyen una de las pocas alternativas razonables de diversificación en el sector del transporte en el futuro inmediato. Además, pueden preparar el camino a una futura adopción del hidrógeno como combustible.

La autora es doctora en ciencias biológicas por la Universidad Autónoma de Madrid y máster en biotecnología por la Universidad Complutense de Madrid. Ha desarrollado su carrera investigadora en el departamento de energías renovables del Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), donde actualmente es jefa de la Unidad de Biomasa. Mercedes Ballesteros Perdices

Bibliografía complementaria ESTRATEGIA DE LA UE PARA LOS BIOCARBURANTES. Comisión de las Comunidades Europeas COM (2006) 34 final. En: http://www.ec.europa.eu/agriculture/biomass/biofuel/com2006_34_es.pdf. BIOFUELS IN THE EUROPEAN UNION: A VISION FOR  2030 AND BEYOND. FINAL DRAFT REPORT OF THE BIOFUELS RESERACH ADVI SORY COUNCIL  (2006). En: http// www. ec.europa.eu/research/energy/pdf/draft_vision_report_en.pdf. BREAKING THE BIOLOGICAL BARRIERS TO CELLULOSIC ETHANOL: A JOINT RESEARCH AGENDA. DOE/SC-0095 (2006). En: http://www. doegenomestolife.org/biofuels/. UNA ESTRATEGIA DE BIOCARBURANTES PARA ESPAÑA  (2005-2010). Adaptación a los objetivos de la Directiva 2003/30/CE. Documento APPA 3¨05 (2005). En: http://www.appa.es/09documentos/documentos01.htm. PLAN DE ENERGÍAS RENOVABLES  2005-2010 (PER).IDAE. Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. (2005). http://www. mityc.es/Desarrollo/Seccion/EnergiaRenovable/Plan/.

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