BEJAYE1[1]

September 27, 2017 | Author: smaslaton | Category: Infinity, Existence, Knowledge, Perception, Love
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DEBERES DEL CORAZÓN PENSAMIENTOS DE BEJAYE IBN PAKUDA

Lic. Sergio Rubén Maslatón

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INTRODUCCIÓN

EL MÁXIMO BIEN QUE D-S HA DADO AL HOMBRE, ADEMÁS DE CONCEDERLE LA VIDA, ES EL CONOCIMIENTO Y LA INTELIGENCIA. El conocimiento se divide en tres partes: a) La ciencia de las cosas creadas (propiedades y accidentes de los cuerpos). b)

Las matemáticas (aritmética, geometría, astronomía y música).

c)

Teología (el conocimiento de D-s, el alma, la razón, conceptos que sólo pueden ser captados por el intelecto).

Todas estas formas de conocimiento son puertas de acceso a la comprensión tanto de lo profano y como de lo sagrado; siendo algunas ciencias adecuadas a objetos de estudio mundanos y otras más propicias para el estudio de la metafísica. Y tenemos la obligación de estudiar la Torá como una ciencia Divina. 2

D-S ABRE TRES PUERTAS HACERSE CONOCER:

PARA

a) la Razón b) la Torá (revelada a Moisés) c)

la Tradición (recibida de los profetas a través de los Ancianos).

LA CIENCIA DE LA TORÁ SE DIVIDE EN DOS PARTES: a)

el conocimiento de los DEBERES PRÁCTICOS y es la conducta externa.

b)

el conocimiento de los DEBERES DEL CORAZÓN y son los sentimientos y pensamientos, es decir, la vida interior.

A su vez los DEBERES PRÁCTICOS se dividen en dos clases: a)

Deberes fundados en la razón que serían obligados aunque la Torá no los hubiese prescrito.

b) Deberes recibidos por Revelación de D-s que la razón no aprueba ni rechaza pues no capta sus propósitos (Ej.: la prohibición de cocer leche y carne juntos o vestir ciertos híbridos). 3

Los DEBERES DEL CORAZÓN se apoyan en principios racionales y se refieren entre muchos otros a los siguientes deberes: creer que D-s creó el mundo de la nada, aceptar Su unidad, amarlo, hacer su voluntad, etc. Y al igual que los deberes prácticos son positivos y negativos; también los deberes de corazón son prohibiciones o mandatos. Hay tres tipos de libros: los que se ocupan de explicar el TaNaJ, los que tratan sobre la Ley (Halajot) y los que inculcan las enseñanzas de la Torá con demostraciones para los incrédulos. Pero libros consagrados al estudio de los deberes interiores casi no existían en la época de Bejaye. TODAS LAS OBLIGACIONES QUE CUMPLIMOS CON EL CUERPO EXTERNAMENTE QUEDAN ABOLIDAS SI NO SE ACOMPAÑAN CON LA CONVICCIÓN E INTENCIÓN DEL CORAZÓN. LA INTENCIÓN Y EL ACTO DEBEN IR JUNTOS. Las obligaciones del corazón son para ser cumplidas a cada instante, en todo momento y en toda ocasión; son permanentes y no existen 4

excusas ni pretextos para librarnos de ellas. Y lo único que nos aparta de estas obligaciones es el apego y el gusto por las cosas materiales o la incomprensión de los mandatos divinos. EL HOMBRE INTELIGENTE BUSCA EN SÍ LA SABIDURÍA DE SU ALMA. LA BEBE DE SU CORAZÓN COMO SE SACA AGUA DE LAS PROFUNDIDADES DE LA TIERRA. AQUELLOS QUE TIENEN SUFICIENTES DOTES INTELECTUALES ESTAN OBLIGADOS A EXAMINAR Y TRAER PRUEBAS Y DEMOSTRACIONES SOBRE LA TRADICIÓN HEREDADA Y TRANSMITIDA POR NUESTROS PADRES.

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PRIMER PÓRTICO I LA UNIDAD DE D-S La unidad de D-s es el principio y la base del judaísmo. La noción que se tiene sobre la unidad de D-s varía de acuerdo al grado de conocimiento e inteligencia de cada uno. Algunos recitan el Shemá repitiendo palabras que no entienden. Otros confiesan la unidad de D-s en la lengua y el corazón pero sin captar claramente el significado de esa unidad. Hay quienes comprendiendo el sentido de esa unidad, la confunden con las unidades materiales creadas dándole forma y figura. Muy pocos pueden captar esa unidad en su corazón y en sus labios y pueden distinguir la unidad real de la unidad metafórica, y este es el nivel más alto.

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II DIFERENTES MANERAS DE CONFESAR LA UNIDAD DE D-S LA MAYORÍA DE LOS HOMBRES, SEA POR NECEDAD O PEREZA, NO PIENSAN LO QUE DICEN. Creen que al afirmar la unidad de D-s en el Shemá, está todo dicho; y no advierten la ignorancia de sus corazones ni el vacío de sus conciencias. Imaginan la unidad como siendo múltiple. Hay cuatro grupos: a) Los que confiesan la unidad de D-s sólo con sus palabras (como niños o tontos que no pueden concebir esa unidad). b)

Los que siguiendo la tradición trasmitida dicen con la palabra lo que sienten en el corazón pero sin captar racionalmente el sentido de lo que expresan. Son como un ciego que se apoya en el hombro de su guía, (y si el guía fuera también ciego seríamos un pueblo afectado de ceguera: cada uno se apoyaría en el otro haciendo una larga cadena hasta quien los dirige a todos; si el guía los abandona o traiciona, o si uno de la 7

larga cadena tropieza, todos sufren el accidente). c)

Los que enunciando la unidad en sus labios guiados por la captación del corazón y la comprensión intelectual sobre la existencia de esa unidad, no logran distinguir la unidad real de la unidad metafórica.

d)

Los que confiesan interna y externamente la unidad de D-s, sabiendo probar su existencia a través de la especulación y la deducción lógica.

III EL EXAMEN LÓGICO SOBRE LA REALIDAD DE D-S No es posible que los otros reconozcan la superioridad de nuestra sabiduría e inteligencia si no somos capaces de lograr nosotros mismos un conocimiento claro y con fundamentos lógicos que demuestren la verdad de nuestra Torá. 8

CADA UNO DEBE REALIZAR EXAMEN INTELECTUAL SOBRE REALIDAD DE D-S ACORDE A MEDIDA DE SU INTELIGENCIA.

UN LA LA

IV MÉTODO DE ESTUDIO DE LA REALIDAD DE D-S Primero demostraremos racionalmente la existencia de D-s. Luego nos ocuparemos de analizar sus cualidades, después estableceremos el sentido de su unicidad, distinguiendo el uno real del uno metafórico; y solamente entonces, podremos proclamar con toda conciencia: “Shemá, Israel, Adonay elehenu, Adonay ejad”. (“Oye, Israel, el Señor nuestro D-s, el Señor es Uno”, Deut. VI, 4). 9

V PRINCIPIOS DE LA DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE D-S Para demostrar la existencia de un D-s que creó el mundo de la nada, ante todo debemos establecer la verdad sobre los siguientes tres principios: a) Nada se crea por sí mismo. b) Las causas que anteceden al efecto son limitadas y todas remiten a una primera causa original. c) Todo lo que es compuesto es necesariamente creado.

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Si aceptamos la veracidad de estos tres principios podremos inferir que el mundo tiene un Creador que lo ha creado de la nada. a) Todo ser que nace a la existencia tiene dos opciones: o bien, se ha creado él mismo; o bien fue creado por otro. Si se ha creado a sí mismo hay dos opciones: se ha creado antes de existir, o después. Y estas dos opciones son imposibles, puesto que si se ha creado después de llegar a la existencia nada creó, porque ya existía. Y si se ha creado antes de existir siendo una nada, nada podría producir. NADA SE CREA POR SI MISMO. b) Lo que no tiene comienzo no tiene fin, y a la inversa, lo que tiene un fin también tiene un comienzo. Todo lo creado es limitado y finito y se puede descomponer en partes. En cambio, el infinito no es divisible en partes ni tiene comienzo ni fin. (Permítaseme recordar algunas enseñanzas paradójicas de Borges que seguramente toma prestadas de los Antiguos filósofos griegos.

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Los números reales son infinitos. Los números pares, también son infinitos. Y los impares, lo mismo. Entonces, tenemos, dentro de los números reales que son infinitos, dos subgrupos –pares e impares- que también son infinitos. Y no es posible que la parte sea tan extensa como el todo). Sigue Bejaye: imaginemos el infinito. Si le sacamos una parte a ese infinito, entonces, tendremos un resto de menor dimensión al que le falta una parte. (¿El conjunto de los números pares es más pequeño que el de los números reales?). Si el resto que queda también es infinito, entonces, tendremos dos infinitos de magnitudes desiguales; y esto es imposible. Y si el resto es finito (limitado) agreguémosle la parte quitada y volveremos a tener el infinito. Y aquí caemos en una nueva contradicción, lo cual es imposible. Deducimos lo siguiente: es imposible cercenar una parte de algo infinito, pues toda cosa compuesta de partes es necesariamente finita. Pensemos en la cantidad de hombres nacidos desde Noé hasta Moisés; sólo representan una parte finita de la humanidad. Por consiguiente, la humanidad es necesariamente finita. Y así, el mundo también es finito y tiene un principio. Y así demostramos nuestro segundo principio 12

estableciendo que todo lo creado es finito y tiene un primer comienzo necesario. c) Todo lo que es compuesto se divide en partes que son anteriores al compuesto y la causa que permitió ese compuesto es necesariamente anterior en el tiempo. Ahora bien, la causa primera, no tiene causa, lo que no tiene causa no tiene comienzo, lo que no tiene comienzo no tiene fin. Entonces, lo que tiene un comienzo no es eterno, sino creado, pues no hay un término medio entre lo creado y la eternidad. Todo ser compuesto no es eterno sino, necesariamente, creado.

VI PRUEBAS DE LA EXISTENCIA DE D-S Según analizamos más arriba, todo ente compuesto fue creado. También, establecimos que nada se puede crear a sí mismo, de la nada no se puede crear nada. Si todo compuesto fue creado, entonces, el mundo fue creado; y es necesario que el mundo tenga un Creador. Y además, como ya vimos, las causas antecedentes son limitadas hasta llegar a la primera causa original; es necesario 13

que el mundo tenga un comienzo inicial, conforme a lo dictaminado en la Torá. Bejaye utiliza argumentos muy difundidos en la actualidad, en los cuales se plantea la siguiente proposición: si no es posible que las cosas se creen por si mismas, entonces debemos deducir que una casa, una mesa, un reloj, etc. son suficiente prueba de la existencia previa de un artesano creador que ha fabricado dichos objetos. A nadie en su sano juicio se le ocurrirá creer que un reloj puede ser obra del azar. Entonces, la complejidad del mundo y del universo es infinitamente superior al mecanismo simple de un reloj; y si éste no es posible que se hubiera hecho por azar, mucho menos el mundo entero y el universo. El ejemplo que propone Bejaye es el del tintero que se vuelca azarosamente sobre la hoja, jamás produciría una composición escrita y ordenada en líneas con un texto claro como lo puede hacer un escritor; es decir, un manuscrito atestigua y da suficiente testimonio sobre la existencia previa de alguien que lo ha escrito. (Una idea de Borges muy bonita: imaginemos un chimpancé sentado frente a una máquina de 14

escribir. Imaginemos el infinito y supongamos que ese simio es eterno y tiene la infinidad del tiempo a su favor para realizar su obra al azar; empieza a oprimir las teclas de su máquina. Al principio escribirá letras inconexas, pero, teniendo en cuenta las probabilidades dentro de un tiempo ilimitado, Borges supone que el simio en cuestión terminaría redactando el mismo contenido de la Biblioteca Nacional. Matemáticamente, según la lógica de las probabilidades, esto es posible, no obstante, el que esto escribe no logra conjeturar ni concebir semejante idea, que por cierto, se le figura absurda). LAS OBRAS DEL CREADOR TESTIMONIO DE SU EXISTENCIA.

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VII SIETE PRUEBAS DE LA UNIDAD DE D-S

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A) Las causas son siempre en menor cantidad que los efectos. Los individuos son más numerosos que las especies; las especies más numerosas que los géneros; los géneros se agrupan en diez categorías, a saber: sustancia, cantidad, calidad, relación, lugar, tiempo, posición, tener, actuar y padecer. Los entes comprendidos en las diez categorías nacen bajo el efecto de cinco causas: el movimiento y los cuatro elementos (aire, fuego, tierra y agua). A su vez, lo cuatro elementos tienen dos causas: la materia y la forma; y estas nacen necesariamente de una causa única: la voluntad de D-s. B) El Creador, el organizador, el conductor y el arquitecto del orden del universo es necesariamente único. NADA HAY DE MÁS EXTRAORDINARIO EN UNA PARTE DE LA CREACIÓN QUE EN OTRA. La misma sabiduría aparece en las grandes y en las pequeñas cosas. Un elefante y una hormiga gozan de la misma complejidad estructural. La armonía perfecta del movimiento de los astros confirma la misma idea: el mismo autor ha impreso su sello particular sobre todo lo 16

creado, no habiendo diferencias que permitan pensar en diferentes creadores. C) Si nos encontráramos un extenso texto manuscrito con letra uniforme sin indicios de que dos o más manos lo hubieran escrito, estaríamos obligados a pensar que un solo hombre lo ha escrito. Del mismo modo, la coherencia, la unidad y el orden reinante tanto en el mundo mineral, como vegetal y animal, nos indican la intervención de un único Creador. Deducimos de la obra y del efecto, la causa. D-s es único y es absurdo suponer más de un dios. D) D-s no pude ser múltiple ni divisible. Si hubiera muchos dioses todos responderían a la misma esencia, y además si fueran diferentes entre sí esto indicaría limitaciones, y toda limitación es finita y todo lo finito es compuesto y todo compuesto es creado. Tiene que haber necesariamente un primer Creador responsable del resto y que sea la causa de las causas, el comienzo absoluto. E) Así como el uno antecede a los demás números, del mismo modo la unidad precede a la multiplicidad. Lo múltiple está compuesto por una colección de unidades que son sus antecedentes. Así como la unidad precede a la multiplicidad, D-s es uno anterior a todo. 17

F) La idea de más de un solo D-s es absurda. Si hubiera habido dos Creadores no habría un orden perfecto y habría divergencias a raíz de la multiplicidad. Además, si uno necesitara del concurso del otro entonces serían ambos limitados y eso no es posible. UNA MULTIPLICIDAD DE JEFES NO VALE NADA. EL JEFE DEBE SER ÚNICO. (Aristóteles).

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VIII UNO REAL Y METAFÓRICO

UNO

El número Uno se puede utilizar en dos sentidos. a) En el sentido accidental y metafórico tenemos dos significados: a.1) La unidad de colección indica una multiplicidad de seres. Un género comprende muchas especies; una especie comprende muchos individuos; el individuo consta de muchas partes. Un ejército está compuesto de muchos hombres. Se emplea el término Uno para referirse a una multiplicidad. En estos casos se utiliza la palabra Uno en sentido metafórico para referirse a un conjunto múltiple de elementos individuales. a.2) Un hombre es un ser múltiple compuesto de materia, forma, sustancia y accidentes; sujeto al cambio, la transformación la generación y degeneración. Esta unidad atribuida a un ser que es múltiple y cambiante no es una unidad real, sino metafórica y accidental. 19

b) El Uno real se emplea en dos sentidos: abstracto o concreto. b.1) En sentido abstracto es el número uno, fuente y comienzo de todos los números. b.2) El Uno real concreto no se puede multiplicar, ni alterar, ni cambiar, no posee las cualidades de la materia. Es infinito. No se mueve, no tiene nada semejante, es la causa de toda multiplicidad y no está asociado a nada. No tiene comienzo ni fin, no se corrompe.

IX D-S, UNO REAL D-S ES UNO REAL FUERA DEL CUAL NO HAY NINGÚN OTRO. Todo compuesto existe merced a la conjunción y unión de sus componentes. 20

La unidad es anterior a la multiplicidad, como el número uno antecede a los otros números. La causa de la multiplicidad es la unidad. La causa de la unidad y la multiplicidad no puede ser ni múltiple ni la unidad en lo múltiple; necesariamente la unidad real será la causa de todo devenir. Fuera de la única unidad real, es decir D-s, no existe ninguna otra unidad auténtica

X LOS ATRIBUTOS DE D-S SEGÚN LA RAZÓN Y LA TORÁ Son atributos esenciales: la existencia, la unidad y la eternidad. Los atributos que hacen referencia al antropomorfismo de D-s (que ve, escucha, que tiene sentimientos, corazón, movimiento) son todas metáforas para ser comprendidas por el hombre. La Torá emplea el lenguaje de los hombres. Los tres modos de conocimiento son: 21

a) La percepción sensorial (vista, oído, gusto, olfato y tacto) b) La razón (que infiere la existencia de un objeto a partir de los signos exteriores de su actividad, por sus actos y sus obras). c) La tradición fielmente transmitida con exactitud. No nos es posible conocer al Creador con nuestros sentidos, en consecuencia, sólo nos resta conocerlo a partir de sus obras o de la tradición auténtica. Cada uno de los cinco sentidos sirve par percibir diferentes objetos en las condiciones adecuadas y con ciertas limitaciones. Si se aleja demasiado el objeto de la vista llega un momento en el que ya no se puede ver. Lo mismo con los sonidos, etc. No se puede escuchar con los ojos, ni mirar con las orejas. Cada órgano de recepción de la información exterior tiene una función específica y limitada. Del mismo modo, la razón puede conocer ciertos objetos y con ciertas limitaciones. Sólo podemos conocer a D-s a través de sus obras y no hay manera de entender su esencia y ni de atribuirle cualidades o semejanzas.

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Y así como todos sabemos que tenemos un alma y no la percibimos con los sentidos, ni tiene forma física, ni materia, ni color ni olor, del mismo modo es la existencia de D-s siendo imposible captarla con los sentidos ni con la razón. Al que quiere captar la esencia divina dándole forma o imagen en su pensamiento le sucede como al que quiere ver el sol al mediodía, levanta la mirada al cielo y sus ojos quedan absortos, confusos, encandilados y ya nada pueden ver.

SEGUNDO PÓRTICO 23

I LA CONTEMPLACIÓN DE LAS CRIATURAS La contemplación de la sabiduría que hay en la obra del Creador es el camino más directo para probar su existencia. La mayoría de los hombres son como ciegos para discernir y reconocer los privilegios que han recibido. Por varios motivos no comprenden todo el beneficio de que gozan en este mundo. Poseen demasiada ambición y gran pasión por las cosas del mundo. Sus corazones están tan involucrados detrás de deseos insaciables que la realización de ambiciones muy elevadas los conduce a codiciar anhelos más lejanos e imposibles. Buscan lo inaccesibles y desprecian los beneficios, concesiones y regalos más generosos que han recibido hasta envidiar todo lo que le toca al prójimo. Y no entienden nada de la sabiduría de D-s que los colma de todo ese beneficio gratuitamente. Además, los hombres nacen desprovistos de sentido como las bestias, crecen protegidos por la bondad divina y se acostumbran a ella hasta creer que dependen de sí mismos y que ese beneficio jamás podría faltarles; y así no 24

pueden sentir gratitud hacia Aquél que los ha colmado de beneficios. Imaginemos a un hombre generoso que adopta a un bebé que fue abandonado. Lo cría, lo cuida, lo nutre, lo viste y le da todo lo necesario para la subsistencia llenándolo de amor y dicha. Ahora imaginemos que ese mismo hombre se entera de que el hijo de su amigo está preso, en la miseria, hambriento y desnudo. Paga el rescate y logra sacarlo de la cárcel después de gran esfuerzo y dedicación. Lo alimenta, le da una vivienda cómoda, le compra ropas, etc. El que estaba en prisión va a valorar mucho más la ayuda de su benefactor ya que es plenamente consciente de la misma. En cambio, el bebé abandonado y dado en adopción, a pesar de haber recibido muchos más cuidados y beneficios que el que estaba preso, no podrá sentir la misma gratitud, pues estando acostumbrado a ese bienestar no logra valorarlo y lo da por algo seguro. Y así es el pueblo de Israel, D-s lo tomó en sus brazos y lo salvó de Egipto... Pero Israel ignora que D-s lo salva. Los hombres que sufren pérdidas o enfermedades podrían sacar provecho de las 25

mismas si comprendieran el mensaje que esconden esas pruebas y castigos. Se olvidan que todo lo que tienen pertenece a D-s y no sienten gratitud por todo el bien que reciben. La mayoría de los hombres se parecen a un grupo de ciegos reunidos en un hospital en el que todo está dispuesto de la mejor manera para su cuidado. Sin embargo, los ciegos se precipitan destruyendo la armonía y lastimándose mútuamente sin permitirse la atención adecuada. Del mismo modo, en este mundo, la mayoría de las personas ignorantes de los consejos de médico (D-s) hacen cualquier cosa con sus vidas y a cada paso tropiezan y caen aumentando su angustia. *** Contemplar las criaturas significa evaluar los rastros de sabiduría divina impresos en ellos y sopesarlos con el razonamiento. Sólo podemos conocer a D-s a través de sus obras, y si observamos todos los entes creados veremos que el mismo principio los gobierna a pesar de sus diferencias intrínsecas. 26

II EL DEBER DE CONTEMPLAR LAS CRIATURAS

Tanto la Razón como la Torá y la Tradición nos impone el deber de contemplar las criaturas e inferir de ellas la prueba de la sabiduría del Creador. Si el hombre medita y desarrolla su intelecto puede captar algo de la sabiduría y grandeza de D-s; pero si se rehusa a cultivar su inteligencia es peor que las bestias, es peor que un buey o un perro que reconocen a su amo. SI LA TORÁ NO NOS HUBIERA SIDO ENTREGADA, LOS GATOS NOS ENSEÑARÍAN PUDOR, LA PALOMA CASTIDAD, EL GALLO CORTESÍA Y LA HORMIGA HONRADEZ (Talmud Erubin, 100 b).

III LOS CAMINOS DE LA CONTEMPLACIÓN DE LAS CRIATURAS 27

Contemplar las criaturas significa examinarlas en sus partes y su síntesis, en su utilidad y finalidad, en su composición y forma y en los rastros de sabiduría divina que poseen; las causas y los efectos, el reino mineral, el vegetal, el animal y el humano.

IV LOS SIGNOS DE LA SABIDURÍA DIVINA Son siete:

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a)

La Tierra se mantiene suspendida rodeada de diversas capas, agua y fuego y cada elemento se mantiene armónicamente en su lugar.

b)

El hombre es un microcosmos que refleja el orden, la belleza, el esplendor y la perfección del mundo.

c)

La composición del cuerpo humano, las facultades psíquicas (del alma) y la razón que nos distingue de los animales.

d)

En cada especie del reino animal, grande o pequeña, aparece la sabiduría divina dándole forma diferente a cada una y siendo de utilidad al hombre.

e)

Los vegetales también muestran su sabiduría y cada uno tiene su utilidad al servicio de los hombres.

f) La sabiduría divina se manifiesta en la ciencia y las obras de los hombres. g)

En las leyes rituales que nos llevan a la retribución del mundo venidero.

La Naturaleza en relación a la Torá es como un esclavo en relación con su amo, pues las fuerzas de la naturaleza actúan según la Palabra divina. 29

V LOS SIGNOS MÁS EVIDENTES DE LA SABIDURÍA DIVINA La sabiduría divina se evidencia con mayor cercanía y claridad en los rastros y huellas que aparecen en el hombre. El hombre es un microcosmos creado a la imagen del universo. La infinita complejidad de la estructura humana, el milagro de la concepción, la bondad de la matriz que protege al embrión, la potencia de su razón, la unión del cuerpo y el alma, su finalidad, manifiestan la bondad y sabiduría divinas.

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Cuando el bebe nace la sangre que antes lo nutría en la matriz fluye lentamente a través del pecho materno transformada en leche. Todo en el cuerpo humano está regulado con la misma precisión y armonía compleja que se observa en el universo. Los alimentos digeridos se transforman en sangre y energía que nutre al cuerpo. Los desperdicios son desechados a través de canales y filtros específicos. La gran complejidad de los sistemas digestivo, respiratorio, circulatorio, reproductor, hormonal y glandular, cardiovascular, neurológico, los cinco sentidos, etc. enseñan que cada uno de los órganos del cuerpo posee una organización adecuada para cumplir una finalidad específica, y todo al servicio del cuerpo humano. Esto se asemeja a un palacio en el que está todo dispuesto para alimentar al rey. Hay servidores que se ocupan de la alimentación de toda la servidumbre, otros dirigen a los empleados, los de más allá almacenan los alimentos que luego serán consumidos por el rey, otros se ocupan de la cocina y finalmente algunos se ocupan de la limpieza expulsando los desperdicios innecesarios o perjudiciales. 31

Las cualidades del alma también son importantes para la subsistencia: la memoria, el pensamiento, el olvido, el pudor, la razón, el lenguaje, etc. Piensa en el regalo de la palabra. El lenguaje traduce los sentimientos escondidos y permite la simpatía humana. La lengua nos distingue de los animales y muestra la superioridad de un hombre sobre otro. La escritura perpetúa las obras de los Antiguos y conserva para la posteridad la de los contemporáneos. La ciencia se conserva en los libros, pone orden a las ideas reinantes, sella todos los contratos y convenios, etc. De todos los órganos mencionados (que fueron muy pocos) no hay ninguno que no manifieste la providencia divina. EN TODO SUCESO, PENOSO O AGRADABLE, HAY QUE TENER EN CUENTA EL FIN. A VECES, LO QUE SE OPONE A NUESTROS DESEOS, SE VUELVE PARA SORPRESA NUESTRA A NUESTRO FAVOR, Y VICEVERSA. Un grupo de amigos deambula por el camino y decide acampar junto a un muro. En medio de la noche un perro pasa por ahí y ensucia a uno de ellos. Este se levanta furioso y va a lavarse, 32

cuando regresa se encuentra con que el muro se ha derrumbado sobre sus amigos provocándole la muerte. Hechos semejantes suceden a menudo, y también a menudo se invierten los términos. *** De una simple semilla de trigo nacen trescientas espigas de veinte granos cada una. En este simple y complicado hecho vemos la sabiduría del Creador. Mirando objetivamente nuestra existencia entre las naciones extranjeras gozamos durante más de veinte siglos de una posición más cómoda y privilegiada. Aun en nuestra esclavitud más dura D-s no nos abandona jamás.

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TERCER PÓRTICO I LA SUMISIÓN A D-S Los hombres de benefician y ayudan entre sí. Veremos el tipo de dádivas que se otorgan y el por qué. Y si el que recibe el favor debe estar agradecido ante su benefactor, con mucha más razón deberá sentir gratitud y humildad frente a su Creador. a) El beneficio de un padre a su hijo: el padre hace todos los sacrificios para criar a su hijo y aunque éste deba honrar y amar al padre en forma natural, la Torá lo obliga en ese sentido.

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b) El amo cuida de su esclavo: lo protege en forma egoísta, para su propio beneficio teniendo en vista la utilidad del esclavo. c) El rico que es generoso con el pobre: busca una compensación mayor en el más allá y aunque esta sea su obligación, de todos modos hay que alabarlo y felicitarlo. d) El filántropo: está animado por amor a la gloria y las recompensas terrenales. Su impulso es egoísta y aún así es reconocido y querido por todos. e) El que ayuda al miserable y desdichado: lo hace motivado por el dolor que esto le causa. Y él también es elogiado en su egoísmo. LA BENEFICENCIA ES ANTE TODO EGOÍSTA, sea que se practique para alcanzar la felicidad terrenal o del más allá, para ahorrarse un sufrimiento, o para obtener una ganancia material. Y este egoísmo no impide, sin embargo, el reconocimiento, la gratitud, el respeto ni el aprecio. La necesidad empuja al hombre a hacer el bien y lo que da no le pertenece en propiedad, es su obligación darlo; y de todos modos, lo da en vista de un interés mayor o para ahorrarse un daño. 35

Si es natural que el hombre experimente gratitud hacia sus benefactores, ¡cómo debe ser su sumisión, respeto, reconocimiento, alabanza y agradecimiento hacia Aquél que le dio la vida y lo mantiene! Ningún hombre sensato negará este deber de alabar y agradecer a su Creador. La razón, la inteligencia y la Torá exigen al hombre que se someta a D-s.

II LA ADVERTENCIA El deseo obsceno y descontrolado se impone al niño desde la más tierna edad y lo domina.

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La Torá es la más poderosa guía para refrenar su instinto animal. El deseo gobierna sobre la razón que se encuentra solitaria e incomprendida en este mundo material. LA TORÁ ES EL REMEDIO PARA LAS ENFERMEDADES DEL ALMA, UN BÁLSAMO PARA LAS VIRTUDES. Por ello, prohibe muchos actos que fortalecen la lujuria y el deseo. El hombre, por lo general, se sirve de su razón en la medida que favorece sus instintos. Un órgano que no se utiliza se atrofia y por el contrario el que se ejercita se fortalece. Y así el deseo y los instintos se fortalecen y la razón, desamparada, se debilita. La Torá es el aliado ideal para la razón, pues la aclara, la desarrolla y la ilumina con su luz de verdad y sabiduría, enseñándole a someterse a su Creador ya que ésta es la intención y el fin por el cual fue creado el hombre.

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III LA SUMISIÓN SEGÚN LA RAZÓN La sumisión es el reconocimiento y la gratitud hacia quien nos da la vida en alabanza y temor a su magnificencia. a)

La sumisión por el temor y la esperanza ante D-s está advertida en la Torá que promete recompensa por nuestros actos, en este mundo y el venidero.

b) La sumisión de alabanza y alegría surge de la razón y la naturaleza humana. 38

La sumisión nacida de la razón se divide en siete puntos: SUMISIÓN NACIDA DE LA ADVERTENCIA DE LA TORÁ

SUMISIÓN NACIDA EN LA RAZÓN (de alabanza y alegría)

Puede ser en nombre del cielo o por interés de obtener alabanza y honores de los hombres

Siempre es en nombre del cielo, ni tiene hipocresía

Se espera una recompensa y se teme un castigo

La generosidad y gratitud del alma dan todo a D-s

Se origina en una obligación externa de los deberes sociales y no por un culto sincero

Está oculta en los corazones y se origina en los deberes del corazón

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Es una Sed como los introducción a la servidores que razón. Se hace algo sirven al amo, no por interés hasta por recibir un pago, que en interés sino por amor desaparece Las mitzvot de la Torá son en número limitado (613)

La gracia de D-s es infinita; infinita debe ser la sumisión

El hombre tiene el poder de cumplir el culto de la Torá

Depende de la ayuda de D-s; el hombre solo no puede

Nadie cumple El alma no tropieza fielmente la pues ha totalidad de la Torá; aniquilado el ietzer acecha su apetito siempre sensual y sigue a la razón

Siete consejos de la Torá: a)

El hombre está compuesto de un cuerpo y un alma. Algunas de sus disposiciones innatas lo inclinan hacia los goces corporales y en contra de la razón; otras, por el contrario, lo hacen menospreciar el mundo y buscar el consuelo en el intelecto superior. Ninguna de estas dos vías es buena: la una destruye el orden del mundo, la otra pone en riesgo la vida del hombre. Se 40

debe buscar el justo medio entre ambas tendencias (la razón y la concupiscencia); y ese medio es la Torá. b)

La Sumisión de la Razón no sabe cuales son los deberes para con D-s (plegaria, ayunos, etc.). Estas explicaciones aparecen en la Torá.

c)

Dada la desigualdad intelectual de los hombres, no todos tienen acceso a la sumisión de la Razón. La Torá se dirige a todos los hombres a pesar de sus diferencias. La razón se debilita en ciertos momentos y sufre modificaciones de acuerdo a los diversos estados de ánimo. La advertencia de la Torá no cambia jamás; impone la misma regla al niño, al adolescente, al adulto, al anciano, al intelectual y al simple. Sólo difieren las obras que impone a unos y otros.

d) D-s nos ha distinguido de entre todos los pueblos haciéndonos salir de Egipto a través el mar Rojo, concediéndonos tantos favores que tenemos el deber de glorificarlo. e)

La advertencia de la Torá es una introducción y preparación para la razón. El niño necesita una educación que lo preserve del deseo desenfrenado; las 41

personas de poca inteligencia no se guían por la razón. f)

Algunas leyes de la Torá son lógicamente comprensibles por el entendimiento humano, otras no. Estas leyes fueron dadas sin ninguna explicación a un pueblo dominado por el instinto animal, demasiado débil para comprender su sentido racional. El inteligente acepta estas leyes después de sopesarlas; el ignorante las acepta porque son reveladas por la Torá y la Tradición.

g)

Cuando recibimos la Torá, todo el pueblo de Israel percibió los milagros y prodigios que la razón no puede negar. El que analice los favores que recibe de D-s tendrá la obligación de someterse a Él. Cada privilegio que recibimos implica un deber correspondiente de sometimiento a Su voluntad.

IV 42

GRADOS DE INTELIGENCIA Y COMPRENSIÓN DE LA TORÁ La Torá distingue tres categorías de actos: los que son prescriptos (obligatorios), los prohibidos, los lícitos (permitidos). a)

Los actos prescriptos se dividen en dos: los deberes del corazón y los deberes del cuerpo. Pertenecen al primer grupo aceptar sus decretos, creen en sus profetas, el temor y el amor a D-s. Al cuerpo pertenecen los actos que se llevan a cabo con sus miembros y órganos (orar, leer la Torá, la caridad, el shabat).

b)

Los actos prohibidos también se dividen en dos: los del corazón (que condenan el politeísmo, la hipocresía, el amor por lo prohibido, el orgullo, la vanidad, el menosprecio de los hombres, los celos, la codicia, etc.) y los del cuerpo (la calumnia, la maledicencia, la comida taref, el incesto. etc.)

c)

Los actos lícitos pueden tener estas tres características: moderación, exceso o defecto. El hombre debe ocuparse de todos sus asuntos con moderación. El exceso en la comida, la bebida, las pasiones sexuales, la ostentación en la vestimenta, la codicia, la 43

suntuosidad en la vivienda exceden el límite de lo necesario y son cosas superfluas. LOS ACTOS HUMANOS SE INCLINAN AL BIEN O AL MAL. EL HOMBRE SENSATO, QUE CON LA AYUDA DE ESTA BALANZA, PESA SUS ACTOS ANTES DE OBRAR Y LOS EXAMINA CON LA VOLUNTAD DE HACER EL BIEN Y CON CLARA INTELIGENCIA, ELIGE LOS MEJORES Y RECHAZA LOS OTROS.

La Torá se compone de palabras e ideas y los hombres que la estudian se componen en diez grupos: a)

Los que no saben más que descifrar y retener en la memoria la Ley y los Profetas, les basta la sola lectura comprendiendo únicamente su sentido literal. Son como un burro cargado de libros.

b) Los que se esfuerzan en leer con claridad pronunciando correctamente las vocales. c)

Los que conociendo la lengua y la gramática y quieren saber el sentido de los signos y los acentos. 44

d)

Los que saben distinguir el sentido aparente del real y entienden las etimologías, los sinónimos y las dificultades del léxico.

e)

Los que pueden interpretar el texto comentando las metáforas pero sin el apoyo de la tradición.

f)

Los que conocen la tradición de los primeros padres, la Mishná, pero desconocen la Guemará.

g)

Los que conocen el Talmud pero sin profundidad ni la clave para su estudio

h)

Comprenden el Talmud y su sentido. Saben dilucidar los problemas pero su objetivo es adquirir gloria y renombre; descuidan los deberes del corazón; pasan su existencia discutiendo casos halájicos (jurídicos o legales) raros y controversias. No advierten que tienen la obligación de poner todo el corazón en cumplir los mandatos divinos.

i)

Los que conocen las obligaciones del corazón y del cuerpo y las cumplen. Comprenden el sentido literal y profundo del texto y apoyan la verdad con la razón y con la Torá según la Tradición. Saben determinar los deberes y las obras que corresponden a cada época y lugar. Observan y hacen observar la Torá. Son 45

consecuentes con lo que dicen, piensan y hacen. Muestran en el exterior de su conducta lo mismo que llevan internamente. Públicamente y en secreto mantienen la verdad. Estos son los Doctores del Talmud, los dirigentes de las escuelas y los que siguen sus caminos. j)

Por encima de los anteriores se encuentran los que han heredado su ciencia de los profetas, conocen la palabra de D-s de una manera perfecta y completa, con sus comentarios y deducciones. Estos son los Doctores de la Gran Asamblea, sus discípulos, los Tanaítas que redactaron las Mishná y la Beraita según está dicho en el Pirké Avot.

A estos diez grados corresponden diez niveles de respeto por la Torá según la fe y la manera de servir a D-s. a)

Los tontos que viven bajo el dominio de la pasión menosprecian la religión y piensan que la Torá es un conjunto de leyes para dirigir a los necios. Pero piensan así porque sólo saben seguir sus impulsos instintivos ignorando los dictámenes de la razón.

b)

Cerca de los anteriores están los que sin poder rechazar el origen divino de la Torá 46

mantienen sus dudas acerca de su veracidad y del beneficio en cumplirla c)

Otros aceptan la verdad de la Torá y piensan que es un regalo de D-s para guiar a sus criaturas en este mundo pero niegan la existencia de un mundo venidero.

d)

Creen en la autenticidad de la Torá y en su retribución, pero se inclinan a amar el mundo y sus pasiones. Su corazón no acompaña a su lengua, obedecen la religión ostentosamente pero internamente la niegan.

e)

Otros creen en la recompensa del más allá, pero sólo piensan en el pago en este mundo y cumplen la Torá esperando tener un beneficio ya sea en reconocimiento de los otros hombres o remunerados por D-s; y esto es hipocresía y una forma de politeísmo clandestino.

f)

Esperan una recompensa terrenal inmediata sin comprender nada acerca de la felicidad eterna.

g)

Sólo sirven a D-s esperando una compensación en este mundo y el venidero, y no lo sirven desinteresadamente.

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h) Actúan por temor al castigo en este mundo y el venidero. Su actitud es censurable. i) Son leales a la Torá y en su recompensa en este mundo y el más allá. Adoran a D-s con intención pura pero no advierten las causas corruptoras de su amor a D-s. (Por ej.: el orgullo). Así como una sola mosca muerta infecta el aceite más perfumado, así un solo pecado destruye mucho bien. (Ec. X, 1; IX, 18). j)

Conocen la Torá, sus obligaciones y la recompensa en los dos mundos. Vigilan sus conductas para no desviarse. No esperan ningún pago a cambio del cumplimiento de la Torá y sirven a D-s por amor y todos sus deseos y actos se conducen hacia Él. Este es el nivel más elevado, el de los profetas.

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V DIÁLOGO DEL ALMA Y LA RAZÓN La Razón: -¿Sabes tú, alma mía, que D-s te ha creado por su gran amor? El Alma: - Si. La Razón: - ¿Estás dispuesta a satisfacer al menos una parte de la deuda que tienes con Él? El Alma: - Si, eso anhelo La Razón: - Pero, antes debes abstenerte del veneno con que te alimentabas. El Alma: - ¿Cuál es ese veneno? La Razón: - Son todas tus pasiones que te dominan y se multiplican desde tu juventud. El Alma: - ¿Y cuáles son esas pasiones? La Razón: - Son múltiples, pero nacen de dos instintos principales: a) el amor de los gozos del cuerpo (comida, bebida, placer sexual y otras necesidades físicas); y esto lo heredaste de un muy mal vecino: tu cuerpo. Y b) el amor de la soberbia, el orgullo, la gloria, el desdén; y esto lo heredaste de tus parientes y hermanos.

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El Alma: - ¿Y cómo puedo protegerme de esas fuerzas perjudiciales? La Razón: la fuerza del deseo descontrolado se traduce en ti en el lujo inútil en el alimento, la vestimenta, el descanso, la vivienda. El orgullo se da en la vida social exagerada, el menosprecio, la tenacidad para recordar los defectos ajenos. Si alejas de ti todas estas fuerzas contrarias a tu beneficio, habremos franqueado la primera puerta hacia la cura del alma. El Alma: - Es muy difícil hacer lo que me pides: el hábito me obliga. ¡Enséñame, por favor, cómo librarme! La Razón: - EL HOMBRE SENSATO CONSCIENTE FÁCILMENTE EN AMPUTARSE UNA PARTE DEL CUERPO Y EN PERDER UN MIEMBRO ENFERMO POR TEMOR A QUE LA INFECCIÓN SE EXTIENDA. Al contrastar los dos males, elige el menor. Para facilitar la renuncia a las pasiones que condenas, compara el bien que recibirás junto con el mal que te sucederá si persistes en tus vicios. La amputación que te parece tan dura luego te parecerá ligera.

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Al Alma: - ¿Cuál es el bien que recibiré si renuncio a esas pasiones y cuál es el mal si persisto en ella? La Razón: - Obtendrás la paz y el descanso en un mundo donde el placer y el dolor están mezclados. Entenderás muy pronto el sentido de la santidad. Aprenderás cuál es tu finalidad en este mundo y te ocuparás de ello, y por ello vivirás en el otro mundo. El mal del que te liberarás es la angustia, las penas redobladas, el duelo sin fin en la negación de los objetos de tus anhelos terrenales. Y si alcanzas esos anhelos obtendrás una vanidad sin estabilidad ni duración. Pues, lo más seguro es que otros disfruten de lo que antes era tuyo. No te quedará nada de lo que habrás amasado en este mundo y serás arrojado del otro. Y peor aún, si fracasas en tus ambiciones terrenales, vivirás un infierno eterno. El Alma: - Comprendo lo que dices y pondré todo mi empeño en rechazar esas pasiones que parecían estar tan arraigadas a mí. Pero, dime, ¿cómo es la segunda etapa de mi cura, qué otra puerta debo franquear?. La Razón: - El principio básico en que se resume todo es el siguiente: AQUELLO QUE 51

TU QUISIERAS QUE UNA PERSONA INFERIOR A TI SE IMPUSIERA PARA HONRARTE, ESO MISMO DEBERÁS IMPONERTE TÚ A TI MISMO FRENTE A QUIEN ES TU SUPERIOR (D-s). Si tuvieras un esclavo al que lo colmas de favores y beneficios, ¿cómo quisieras que se condujera ante ti? Esa misma actitud muestra ante tu Creador que te brinda infinitas bondades a ti y al universo entero. El esclavo tiembla de no poder cumplir las órdenes del amo al pie de la letra y se aleja rápidamente de lo que le han prohibido. Comprende su pequeñez frente al amo. Es fiel en sus actos y palabras, humilde, agradecido, devoto y está contento con la parte que le toca. Y esa es la segunda puerta que debes franquear.

VI 52

EL DEBER DE SUMISIÓN El Alma: - He comprendido claramente lo anterior, pero dime, ¿cuáles son los diferentes aspectos del sometimiento a D-s que debo lograr en mí? La Razón: - La sumisión debe aumentar en forma proporcional a los beneficios universales de los cuales somos beneficiarios y en particular a aquellos que se dirigen directamente a nosotros. Todos los hombres disfrutan del favor de D-s. Todos salieron de la nada y pueden vivir llenos de beneficios. Entonces, todos los hombres deben a D-s un culto general de obediencia a sus leyes naturales al igual que siguieron Adán, Enoch, Noé y sus descendientes, Job y sus compañeros, hasta llegar a Moisés. Todo el que se someta de este modo al Creador recibirá sus beneficios en este mundo y el venidero. Y al contrario quien reniega de D-s cae al nivel más bajo que las bestias que comprenden quien es su amo, y en el mundo venidero su suerte será miserable y desesperada. a)

El Creador colma a ciertos pueblos con favores especiales. Por ejemplo, liberó a Israel de la esclavitud de Egipto y lo b)

53

condujo a la Tierra Prometida. Por ello, Israel tiene mayor obligación que los otros pueblos de someterse a D-s. D-s distingue a los que se someten a su gloria colmándolos de mayor gracia y obligándolos de este modo a un mayor compromiso con Él. Y así, D-s encomendó a los levitas que se mantuvieron defendiendo su causa cuando sucedió el pecado de adoración del becerro de oro, que cumplieran deberes particulares y les prometió la más alta felicidad en el mundo venidero. Y el que reniega de estos favores de D-s recibe castigo en los dos mundos. c) D-s distingue a ciertas familias para imponerles el sacerdocio (Levitas, David). Y a estos privilegios los acompañan deberes más pesados. El que ama la voluntad de D-s tendrá felicidad en los dos mundos. Y el que reniega cae en el fango en este mundo y en la hoguera en el más allá como Coré y sus compañeros. d) D-s puede elegir a un hombre tomándolo de su familia, de su pueblo y del resto de la humanidad, para hacerlo un profeta, un santo, un jefe o bien, un sabio con el alma

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abierta al conocimiento, la inteligencia y el consejo. Cada beneficio con que D-s colma al hombre, lo obliga a una sumisión más perfecta. Si la realiza asegura la continuidad de la felicidad individual y colectiva. Ejemplo de esto lo tenemos en David que fue rey y profeta. Pero el que se rebela contra D-s después de haber sido distinguido por Él cae desde las alturas a lo más bajo. Ejemplo de esto lo vemos en Nadab y Abihu que ofrecieron un sacrificio no prescipto y fueron devorados por el fuego celestial. Del mismo modo, Israel, elegido entre los pueblos, es castigado por sus infidelidades. Los hombres deben someterse a D-s por estas cuatro clases de beneficios. Al igual que el diezmo que debe aumentarse al incrementarse las ganancias, la sumisión a D-s debe aumentar al incrementarse la gracia divina. El que ganó cien debe un diezmo de diez, y el que ganó diez, debe uno. Y lo mismo ocurre con todas las leyes.

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El hombre que no tiene hijos no tiene la obligación de la circuncisión, de la educación, etc. El cojo no debe peregrinar, el enfermo está dispensado de toda obligación que no puede cumplir. Así el hombre distinguido por D-s está obligado a una mayor veneración. Por ello, algunos tzadikim (justos) temían recibir mayores beneficios divinos, pues dudaban de estar a la altura de las circunstancias y poder corresponder con un amor verdadero y adecuado. Jacob exclamaba: “Soy indigno de tanta gracia”. También temían que esos beneficios fueran una compensación inmediata y que se les disminuyera el pago en el más allá El Alma: - Comprendo lo que dices, pero me siento impotente para corresponder mi deuda con D-s. Y cada vez que quiero pagar lo que debo, cada vez que rezo lo hago pensando en los beneficios que D-s me ha dado y me seguirá otorgando. La Razón: - Tus labios cantan la gratitud a D-s pero tu corazón mendiga más ganancia y favores. Y eso se debe a tres defectos:

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a) Te amas demasiado a ti mismo (Narcisismo). Deseas la felicidad y sólo sirves a D-s para sacar algún provecho. b) Ignoras los beneficios con los que D-s te colma y esto no lo hace a causa de tus ruegos. c) No te conoces a ti mismo e ignoras cuál debe ser tu conducta. Crees que te mereces todas las alegrías y no cesas de buscarlas. El deseo saciado te produce otros deseos y así sucesivamente. D-s conoce mejor que tú mismo lo que te conviene. Él te ha creado y nada necesita de ti y tu crees que le haces un favor a Él al adorarlo. VII LA SUMISIÓN MENOR El hombre no debe vanagloriarse de los beneficios que ha recibido ni pensar que los merece por su esfuerzo o por su inteligencia. Ni tampoco debe menospreciar al que no ha recibido esos favores. Si no puede aumentar su apego y el culto a D-s, al menos que no lo disminuya.

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Que mire siempre a los que están más abajo y no sobre él; que pueda imitar a los más santos y no vanagloriarse sobre los inferiores. El hombre puede recibir un castigo para borrar una falta anterior o para merecer una compensación en el más allá.

VIII LIBERTAD Y DETERMINISMO El Alma: - Ciertos pasajes de la Torá que tratan del libre albedrío y de la omnipotencia, del determinismo y de la libertad afirman que toda la creación está sometida a la voluntad divina. Minerales, vegetales, animales y el hombre, el cielo y la Tierra todo obedece a su designio. Pero, por otra parte, se encuentran en la Torá claras referencias a que contradicen lo anterior: LOS ACTOS DEL HOMBRE SÓLO DEPENDEN DEL HOMBRE, ÉL LOS ELIGE SEGÚN SU VOLUNTAD, SÓLO ESTÁN DETERMINADOS POR SU DESEO Y SU 58

LIBRE ELECCIÓN. Y por ello, recibe premio o castigo, en la medida de su sumisión o rebeldía. Y Moisés dice (Deut. XXX, 15 : 19): “Al cielo y la tierra llamo hoy como testigos contra ustedes. Les he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu simiente, para amar al Señor tu D-s, para obedecer su voz y allegarte a él”. D-S RETRIBUYE AL HOMBRE SUGÚN SUS OBRAS, PAGA A CADA UNO SEGÚN LOS CAMINOS QUE SIGUE. Todas las leyes de la Torá prueban con evidencia que los actos del hombre son libres. Y esta contradicción me parece sin salida, pues antes dijimos que todo estaba regulado por Ds, ¿y ahora decimos que la elección del hombre no? La Razón: - El hombre actúa a veces conforme a su voluntad e inteligencia y, a veces, contra sus deseos e intenciones más firmes. Esto indica que D-s tiene pleno dominio sobre él, pues no le permite hacer sino lo que desea y lo aleja de todo lo que rechaza. La falta de dominio del hombre sobre sí mismo aparece también en las equivocaciones, los errores de la vista y del 59

oído (los actos fallidos, los lapsus linguae, los olvidos, los síntomas inconscientes). Pero la recompensa y el castigo se otorgan según su obediencia o su rebeldía al Creador. Algunos sabios piensan que todos los actos del hombre son libres y dependen de su voluntad y su fuerza. Otros pretenden que hay un determinismo absoluto y que todo está dirigido por D-s (hasta el crecimiento de un cabello). Cuando se le cuestiona a esto acerca de la lógica de la retribución, ya que si todo está previamente determinado por D-s no puede haber premios ni castigo, responden que D-s es justo y que no tenemos la capacidad intelectual de comprender su modo de administrar justicia. Hay un tercer grupo que considera que ambas posturas son verdaderas, tanto el determinismo como el libre albedrío. El hombre es libre de actuar y por eso recibe un pago y además los decretos de D-s son justos y gobiernan todo. Así como no podemos mirar al sol sin protegernos los ojos, del mismo modo no 60

tenemos acceso a comprender los caminos de D-s.

IX EL MISTERIO DE LA CREACIÓN DEL HOMBRE El Alma: - En una isla de las Indias, una ciudad tenía por costumbre coronar un rey extranjero cada año al finalizar el cual se lo despojaba de todos sus honores y se exiliaba nombrando en su lugar un nuevo rey extranjero. 61

Un hombre tonto que ignoraba su suerte fue declarado rey y se dedicó con gran esfuerzo a invertir el dinero de la ciudad en mejorar su arquitectura. Al final de año, no supo tener la previsión de tomar parte de esas riquezas para sí mismo y fue despojado de su trono sin ninguna ganancia para él. Luego, la ciudad nombró rey a un hombre inteligente. ¿Qué hizo? Contrató un consejero al que le dio un buen sueldo y supo cual era su destino, entonces, durante el año de su reinado se dedicó a acumular todo tipo de bienes enviándolos al exterior al cuidado de gente de su confianza. Al terminar el año, este hombre se vio enriquecido y dejó sus funciones monárquicas con gran alegría, feliz en sus dos condiciones. A pesar de tu paciencia para guiarme, temo que me toque la suerte del hombre tonto que sufrió y perdió en las dos situaciones. Guíame, muéstrame mi destino. La Razón: - Tu destino es el de los reyes de los que acabas de hablar. Eres un extranjero de paso en este mundo. El Creador te ha sacado de la nada y quiere elevarte al grado de los más puros que

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contemplan la luz de su gloria. Quiere tu felicidad y te ama gratuitamente. Pero, para merecer Su gracia debes apegarte a Él y seguir sus mandatos para ser elevado al grado de los ángeles. En tu estado originario no puedes lograr esto, por eso D-s, en su infinita sabiduría, ha creado este mundo al servicio del hombre. El te ha dado un palacio armonioso, un mundo en el mundo, con cinco aberturas para sus más fieles servidores: la vista, el oído, el olfato, el gusto y el tacto. Los porteros son: los ojos, las orejas, la nariz, la lengua y las manos. En el interior ha puesto cuatro mercados para los cuatro príncipes que dirigen el palacio: el cerebro, el corazón, el hígado y los testículos. Estos cuatro órganos tienen cada uno un guardián: las fuerzas atractiva, retentiva, digestiva y repulsiva. Residen en dos bilis: amarilla y negra. La sangre irriga el palacio. Por todas partes, adentro y afuera, están repartidos servidores para su cuidado y vigilancia: intestinos, venas, músculos, tendones, arterias y, por fuera, manos, pies, lengua, el bajo vientre, dientes, uñas. Algunos intermediarios unen el espíritu con la materia (aire respiratorio, la sangre, el calor natural). 63

Te proporciona dos ministros secundados por notarios, luego servidores y personal doméstico encargado de proveer a tus necesidades. El primer ministro, la razón, te enseña la voluntad de D-s. El segundo, la concupiscencia, te tienta y te seduce para que irrites a D-s Uno de los notarios toma nota de las buenas acciones, secretas o manifiestas, que realizan los porteros, los príncipes, los encargados, los servidores, consejeros y domésticos. El otro anota las malas acciones. Los servidores son las cualidades del alma, el gozo y la angustia, la alegría y la tristeza, la memoria y el olvido, la sabiduría y la necedad, el heroísmo y la cobardía, la generosidad y la avaricia, la justicia y la injusticia, la timidez y la osadía, la esperanza y el temor, el amor y el odio, el disfrute y el sufrimiento, el orgullo y la humildad, la grandeza y la humillación y otras más que conforman la vida interior. El Creador ha mandado a los servidores y los príncipes escucharte y obedecerte en todo hasta el fin.

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Te permite servirte de ellos para tu bienestar según lo establecido por la razón, las leyes y la tradición. “Si a causa de las necesidades y tensiones de tu cuerpo, no sabes como utilizar tus órganos para obedecerme mejor, consulta con el primer ministro que es un gran consejero: la razón. Te dirá como servirte de todo lo que se te ofrece para someterte a mi gloria. Las tendencias malas que habitan en ti se transformarán en virtudes. Si fortaleces tu razón, el notario de los buenos actos tomará nota de cada uno de tus movimientos y te compensarán incluso por tus actos neutros, no obligatorios. Pero si sigues el consejo del segundo ministro, la concupiscencia, que se opone a la razón, hasta tus virtudes se volverán a favor del instinto del mal y el notario de los malos actos computará en su libro hasta los hechos neutros que no son prohibidos en tu contra. Todos tus servidores y auxiliares favorecerán tus pecados y te ayudarán a actuar en ese sentido errado según tu elección. IRÁS HACIA LA PERDICIÓN EN LA ILUSIÓN DE LA FELICIDAD Y LA ALEGRÍA”. D-s juzga todos tus actos, los manifiestos y los ocultos. Cuando quiere hacerte una advertencia, ordena a uno de tus servidores 65

abandonar sus servicios; uno u otro de tus órganos se corrompe y enferma por un tiempo determinado. Si despiertas y vuelves a Él, sanará tu cuerpo y te devolverá el vigor. (Con esto podemos teorizar sobre las causas del cáncer. Así como la persona realiza actos a su antojo y capricho, del mismo modo, un grupo de células, de pronto, decide desarrollarse caprichosamente). Cuando el tiempo de tu prueba terrestre culmine, D-s ordenará a tus servidores abandonarte y desatará los lazos que te unen a tu cuerpo. Volverás a tu condición original; y el cuerpo inmóvil, inerte también retornará a su origen, la tierra. Te mostrarán la cuenta de tus pensamientos, deseos, actos e inquietudes que hubieras elegido en este mundo y de ella dependerá tu suerte eterna.

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X DEL EMPLEO DE LAS VIRTUDES El Alma: - He comprendido lo que dices. Pero, me gustaría que me expliques cómo he de servirme de mis cualidades elogiables y de las censurables. La Razón: - La alegría se opone a la tristeza. Estarás alegre en la medida que te entregues a una dicha estable, constante, libre de sufrimientos y contingencias. Estarás triste si caes presa de un sufrimiento durable y constante sin poder rechazarlo o huir de él. Estarás con temor mientras per-manezcas encerrada en la desdicha. Estarás en la esperanza cuando llegues a la puerta de la felicidad que nadie puede quitarte: la alegría de sumisión a D-s. Enfréntate con fuerza contra los que se desvían del camino de la verdad y la justicia. Y sé amable con los que tienen pensamientos sinceros. Sé misericordioso con el pobre, el enfermo, el humilde y con quien ignora donde está su felicidad y no sabe adonde dirigirse, el quien perdió su alegría y paga sus pecados. 67

Pero sé irreductible para rechazar a los perversos y hacer justicia con los destructores del mundo; que tu ojo no tenga piedad. Amarás a los que se unen a ti en la adoración a D-s; pero odiarás a los que se apartan de su voluntad. Sé generoso colocando cada cosa en su lugar. Da desinteresadamente tu dinero y tu ciencia a todos los que los merecen por sus virtudes. No le rehuses un beneficio a quien tiene derecho a él. Pero sé avaro con los bárbaros e insensatos, con los que son incapaces de conocerse a sí mismos y de reconocer el bien que se les hace. REALIZAR UN BENEFICIO A QUIEN ES INCAPAZ DE RECONOCERLO, EQUIVALE A ARROJAR UNA PIEDRA A MERCURIO. NO TE APRESURES A SATISFACER TUS INSTINTOS CARNALES. LOS PLACERERES QUE PROCURAN SON FUGITIVOS; SU MARCA PERMANECE AQUÍ ABAJO Y EN EL MÁS ALLÁ SOBREVIENE EL CATSIGO. POR EL CONTRARIO, MANTÉNTE ALERTA PARA TODA ALEGRÍA DEL ESPÍRITU, PARA TODA OBRA 68

CONSAGRADA A LA GLORIA DE D-S. Haz como David cuando exclamaba: “Me apresuré y no me retardé en guardar tus mandamientos”.

CUARTO PÓRTICO I EL ABANDONO EN D-S EL ABANDONO ES LO QUE DA LA PAZ AL ALMA. El que se entrega a D-s debe apoyarse en su confianza y devoción, teniendo la certeza de que D-s sabe y hace lo que le conviene y lo que es bueno para él, mejor que él mismo. Quien confía en D-s espera todo de Él como el esclavo espera todo de mano de su amo. Pero el que no se abandona a D-s queda sujeto y dependiente de todo lo demás; si confía en cualquier cosa que no sea D-s, deja de estar 69

bajo la providencia divina y queda librado al objeto de su espera. Se aleja de la fuente de agua para cavar cisternas agrietadas. En medio de sus días el hombre debe abandonarlo todo, o bien no puede gozar de nada porque D-s se lo impide. La riqueza es un depósito que se cuida hasta el día que debe ser entregada al verdadero destinatario. EL ABANDONO CONDUCE A SERVIR A DS, A NO ESPERAR NADA DE NADIE. Implica no erigirse en modelo para agradar a los otros, ni esperar nada de ningún hombre, ni aprobar nada que no esté bajo Su sumisión. Entonces, las conductas humanas no intimidad más. Este abandono libera al hombre de un sentimiento de obligación hacia todos, del cuidado de alabar y complacer a cada uno. Su rostro se vuelve semejante a la piedra, no es hipócrita. También implica barrer del corazón todas las preocupaciones mundanas y unificarlo para someterse a D-s. Estar siempre seguro de encontrar lo necesario para la subsistencia. No 70

temer a ningún hombre; ni sufrir por los deseos insatisfechos El que se abandona a D-s sabe que será alimentado según Su voluntad en el tiempo y lugar que Él ha elegido, como alimenta al feto en el seno materno, al polluelo dentro del huevo, al pájaro en el aire, a los peces y a la minúscula e indefensa hormiga, al tiempo que puede negar la comida a los terribles leones. El que se entrega a D-s, se libera de la angustia y el mal no puede alcanzarlo. La seguridad del rico no es nada; siempre teme perder su riqueza y la alegría de ser rico. El que se abandona sabe que sufre para expiar sus pecados en vista de una compensación eterna. Si el que se abandona a D-s es rico, cumple devotamente sus obligaciones para con D-s y sus semejantes. Si es pobre, considera su pobreza como el más precioso de todos sus dones. La pobreza la ahorra todas las penas de tener que cuidar y administrar una fortuna; le ahorra obligaciones para con D-s y los hombres.

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ABUNDANCIA DE RIQUEZA, ABUNDANCIA DE ANGUSTIAS. ES RICO EL QUE SE ALEGRA CON SU SUERTE. ES NECESARIO ALEGRARSE CON LA SUERTE QUE A UNO LE HA TOCADO, NO BUSCAR DAÑAR A NADIE, NI ENVIDIAR LOS BIENES DE OTRO. El que se ha abandonado a D-s experimenta alegría en todas las situaciones, aunque ellas fueran contrarias a su inclinación. Sabe que todo es para bien.

II CAUSAS QUE DETERMINAN ABANDONO A LAS CRIATURAS

EL

Siete causas hacen que el hombre se abandone a las criaturas. a) El cariño y la amistad hacen que una persona ponga toda su confianza y se abandone en el amigo. 72

b) La simpatía y la generosidad del amigo es permanente y sin límites. c) El amigo debe tener la capacidad de realizar todos sus deseos. d) Debe conocer lo que más le conviene. e) Debe ser el único que guíe su vida conociendo sus pensamientos ocultos y toda su trayectoria de vida desde que nace hasta que envejece. f) Ningún otro hombre puede salvarlo del mal más que su amigo. g) El amigo debe ser de un amor infinito y una generosidad absoluta. Sin embargo, estas siete virtudes no aparecen en ninguna criatura y sólo se pueden dar en Ds, quien abre Su mano y colma a todo lo que tiene vida.

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III CAUSAS QUE DETERMINAN EL ABANDONO EN D-S a) D-s reúne las siete virtudes que nombramos en el capítulo anterior. D-s tiene más misericordia por el hombre que por cualquier otra criatura. Nadie mejor que Él que lo ha creado para conocer las leyes de su vida y de su muerte, de la enfermedad y la salud. Sólo D-s puede enseñarnos los caminos que debemos seguir para nuestro bien. El Creador es más poderoso que todo poder; su palabra más eficaz que toda palabra. Nada descuida, nada le pasa desapercibido. Nada lo fatiga ni lo cansa. 74

NINGUNA CRIATURA PUEDE HACER EL BIEN O EL MAL A SÍ MISMA O A OTRA SIN QUE EL CREADOR LO HAYA PERMITIDO. Un estricto determinismo limita todos los seres de este mundo, substanciales o accidentales. Nada de lo que el Creador ha decidido en cuanto a su número (cantidad), su calidad, su tiempo y su lugar puede modificarse. b) D-s vigila al hombre permanentemente. Nada se le puede ocultar. Conoce el pensamiento de todos. c) D-s debe ser el único objeto de su abandono. d)“Cumple Su voluntad como si fuera tuya, a fin que Él cumpla tu voluntad como si fuera Suya. Renuncia a tu voluntad delante de la Suya a fin de que otros renuncien a su voluntad delante de la tuya”. (Abot 2,5). El hombre debe estar atento a cumplir Sus mandamientos y evitar Sus prohibiciones. El que desobedece a D-s es un tonto o un loco. Si el hombre comprende la maravilla en el devenir del universo entenderá la grandeza de D-s.

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D-s pone pruebas al hombre: la necesidad de comer, de beber, de vestirse, de vivienda, de satisfacer su instinto sexual. Nos ordena librarnos de esas necesidades y satisfacerlas en modos y tiempos determinados según Su propia causalidad. Los sufrimientos del justo pueden ser consecuencia de pecados anteriores por los que debe sufrir el castigo. También pueden ser una compensación en el más allá. Los sufrimientos pueden ser una prueba para el justo (como el caso de Job). El justo también puede sufrir por no haber defendido los derechos de D-s sobre los hombres. Las bondades del perverso pueden ser el pago de buenas acciones anteriores o bien es el pago anticipado en este mundo pues en el mundo venidero no tendrán lugar. A veces las riquezas del malvado son su propia perdición y la causa de sus males. El bienestar del perverso también puede estar sujeto al posible cambio de conducta y al arrepentimiento del mismo.

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La fortuna del malvado también puede deberse al mérito de sus padres. *** Es importante que el hombre ocupe su mente en un trabajo productivo. Hay trabajos menos pesados donde se emplea el intelecto y trabajos en los que se emplea la fuerza física. Cada cual debe buscar un trabajo acorde a sus capacidades. Todo hombre experimenta una inclinación a tal o cual oficio. Esto es así para todos los seres vivos. El gato caza al ratón, el gavilán cae sobre los pajaritos, etc. Así como cada animal posee las herramientas (garras, patas largas, etc.) adecuadas para cazar la presa, del mismo modo, el hombre posee facilidades particulares para tal o cual oficio. Cuando un hombre tiene vocación para un oficio y posee la fuerza para realizarlo debe dedicarse a él y sacar de allí la subsistencia. Y no debe irritarse si no es muy lucrativo, sino esperar confiando que D-s le mande su alimento. Que no deje de trabajar con el cuerpo y el alma. 77

Nuestro abandono en D-s debe ser perfecto, debemos entregarnos a Él aunque cumpla o no cumpla nuestro deseo. QUE TODAS LAS OBRAS SEAN REALIZADAS EN NOMBRE DEL CIELO. (Avot, 2:17). IV EL DOMINIO DEL ABANDONO Debemos confiar en D-s para las cosas de este mundo y las del mundo venidero. Las actividades terrenales son las necesidades del cuerpo, el trabajo, el cuidado de los bienes, la familia, los amigos. Las actividades terrenales que dan su fruto en el más allá son de dos tipos: privadas, o sea, los deberes del corazón; y sociales, es decir, la caridad, las buenas obras, el estudio, buscar el bien y apartarse del mal. Las actividades en las que el hombre debe ocuparse confiando en D-s son seis: a) Proveer a las necesidades del cuerpo. b) Ganarse la subsistencia.

vida

78

y

procurarse

la

c) Mantener relaciones familiares y sociales normales. d) Cumplir los deberes del corazón. e) Cumplir sus deberes sociales. f) Recibir la recompensa de sus actos en este mundo. g) Recibir la recompensa en el más allá. *** Analizaremos cada uno de estos siete puntos: a) D-S DIRIGE TODO Y NADA SUCEDE SIN QUE ÉL LO HAYA PERMITIDO, QUERIDO Y DECRETADO. Todo depende de D-s. La vida y la muerte, la salud y la enfermedad, el sustento, la satisfacción de las necesidades, etc. no dependen de ningún hombre. No obstante, el hombre entregado a D-s no debe pensar en no trabajar puesto que D-s, de todos modos, le otorgará lo que le estaba reservado. Cada quien debe realizar su esfuerzo y saber que todas sus ganancias no dependen de ningún hombre ni causa intermedia sino del Creador. 79

“ME ASOMBRA QUE EL HOMBRE QUE DA A SU PRÓJIMO LO QUE TIENE EN DEPÓSITO PARA ÉL SEGÚN LO DECRETADO POR D-S, PUEDA RECLAMAR AGRADECIMIENTOS Y ALABANZAS. Y ME SORPRENDE MÁS QUE EL QUE HA RECIBIDO SU SUSTENTO DE UN HOMBRE QUE ESTÁ OBLIGADO A DÁRSELO, SE HUMILLE DELANTE DE ÉL, LO ADULE Y LO HALAGUE”. *** b) El hombre tiene asignada una ganancia y por más que se esfuerce en sus ocupaciones no podrá ganar un centavo más del que le corresponda según lo decretado por D-s. Del mismo modo, nadie puede quitarle lo que le corresponde. SU SUERTE LE TOCA EN EL MOMENTO DECRETADO, SIN ADELANTO NI RETRASO. La persona que tiene a su cargo la responsabilidad de dar el sustento a muchos otros, corre tres riesgos: 1) Pueden utilizar medios ilícitos para obtener el dinero que D-s les ha asignado. Y ese 80

dinero lo hubieran obtenido, de todos modos, por medios honestos. 2) Pueden llegar a pensar que su fortuna es para ser utilizada egoístamente y no querer repartirla. No todos pueden tener el privilegio de ayudar a otros. Algunos acumulan y guardan un capital inútilmente sin utilizarlo hasta que lo pierden o lo transfieren a otro. EL INSENSATO PIENSA QUE TODO LO QUE TIENE ES PARA ÉL. 3) Pueden llegar a echar en cara los favores que hacen exigiendo gratitud, reconocimiento, alabanza y se vuelven orgullosos, soberbios, insolentes, avasalladores, vanidosos y autoritarios. Se imaginan que si D-s no dispusiera que las personas a las que ellos asisten recibieran su ayuda, ellos seguirían poseyendo sus bienes y los otros caerían en la miseria. En realidad, los miserables son ellos: en este mundo sus obras serán cubiertas por la nada y en el mundo venidero perderán toda felicidad. EL HOMBRE SENSATO REPARTE SU FORTUNA COMO LO EXIGE SU FE Y SU ABANDONO EN LA VOLUNTAD DE D-S. Ignora si sus riquezas son para él o para otro, y 81

no se apoya ni confía en el poder de su dinero sino solamente en D-s. Será honrado en este mundo y en el otro. Hay hombres que se dedican a amasar fortunas para obtener gloria, renombre y reconocimiento de la gente común que espera recibir su beneficio. Si estos hombres comunes entendieran que no está en la mano de nadie dar o negar sin el consentimiento de D-s, sólo a Él honrarían. Y el rico que sólo busca la gloria a través de su dinero no ha entendido nada de las verdaderas causas que dan gloria en este mundo y el venidero. Ya sea que el sustento llegue por una causa u otra, en un lugar u otro, por medio de un hombre u otro, debemos decirnos: “EL QUE ME HA DADO UNA FUERZA, UNA FORMA, UNA INTELIGENCIA Y CUALIDADES DIFERENTES A CUALQUIER OTRO ENTE, HA ELEGIDO DARME MI SUSTENTO POR EL CAMINO QUE MEJOR CONVIENE A MI EXISTENCIA, EXCLUYENDO LOS OTROS MEDIOS. EL QUE ME HA HECHO NACER EN ESTE MUNDO EN UN LUGAR DETERMINADO, 82

HIJO DE DOS PERSONAS DEFINIDAS, CON EXCLUSIÓN DE TODOS LOS OTROS, ME OTORGA MI ALIMENTO EN UN LUGAR DETERMINADO POR MEDIO DE UN HOMBRE DEFINIDO, COLOCADO ALLÍ PARA MI FELICIDAD COMO CAUSA INTERMEDIA DE MI SUBSISTENCIA”. *** c) Sin un hombre es extranjero y vive solo debe consolarse pensando que el alma también es extranjera en este mundo y que en cierto sentido todos los hombres son extraños a la Tierra. Los que tienen relaciones y están vinculados a otras personas gozan de esto efímeramente. Volverán a caer en la soledad, pues ningún parentesco ni amistad les servirá de ayuda en la muerte. Toda relación puede ser molesta y una carga. La soledad es una bendición. Si un hombre persigue satisfacer sus necesidades mundanas, le es más fácil no tener mujer ni hijos. Y si busca las realidades del más allá, el solitario que vive aislado, como el asceta, estará más limpio. El hombre que tiene esposa, parientes, amigos y enemigos debe confiar en D-s para poder

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cumplir cada uno de sus deberes y de estar libre de sus responsabilidades para con ellos. Debe tener buen corazón para ellos, abstenerse de todo lo que podría causarles daño, buscar su felicidad y serles fiel en toda cosa, enseñarles los caminos de la Torá y los deberes religiosos y mundanos. Amará a su prójimo como a sí mismo y será liberado de todo odio en su corazón. NO DEBE ESPERAR DE ELLOS NINGUNA RECOMPENSA NI IMAGINARSE QUE CONTRAEN NINGUNA DEUDA PARA CON ÉL. NO DEBE DESEAR NINGÚN HONOR, NINGUNA ALABANZA, NI DOMINARLOS, SINO SOLAMENTE CUMPLIR LA ORDEN DE D-S, FIEL AL PACTO QUE LOS UNE A ÉL. Cuando necesite pedirle algo a alguna persona debe considerarla como intermediaria entre lo que D-s le da y él mismo, pero no pensar que le debe gratitud a esa persona. Del mismo modo, que no agradecemos a la tierra y las semillas que antes son trabajadas por el hombre, por habernos dado el sustento. La tierra da sus frutos después de que el 84

hombre la trabaja, pero, si D-s no desea que los frutos maduren o destruye la cosecha, de ninguna manera, podemos enojarnos con el campo, pues es D-s es que permite que sucedan estas cosas. Si alguien obtiene los favores que pide, debe reconocer al que lo favoreció, sabiendo que es un elegido de D-s para cumplir con ello. D-s envía siempre los beneficios por intermedio de los justos que muy raramente son mensajeros de desdicha. Si sus deseos no se cumplen que no le eche la culpa al supuesto intermediario. Y si él es elegido para hacer un favor y el que lo pide lo merece, que ponga todo su empeño en realizarlo. Ha de soportar las injurias y no retribuir a los demás según sus actos, sino mostrarse generoso y hacer el bien. Pues la felicidad y la angustia están solamente en manos de D-s. Si alguien le causa daño que no reproche a quien es el instrumento, sino a sí mismo. Que examine los actos malos que pudo haber cometido ante D-s. *** 85

d) El respeto por los preceptos divinos sólo tiene sentido cuando reúne tres factores: 1) La libre elección 2) La voluntad 3) La Intención Estos tres factores dependen del hombre. Para elegir debemos tener presentes los mandatos y ordenanzas del Creador que indican claramente qué es lo que conviene al hombre. En los asuntos mundanos no hay forma de saber con exactitud, qué nos conviene, porque todo es relativo. En cambio, para la Torá, el Bien y el Mal son absolutos, no dependen de las modas ni de las épocas, sus leyes son eternas. *** e) Nuestra elección debe aproximarnos a D-s sin tener en cuenta metas secundarias como: adquirir renombre, gloria entre los hombres, una recompensa o ambición. No deseemos los honores ni las alabanzas cuando tenemos la suerte de poder hacer una buena acción.

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Obras buenas son: la caridad, el pago del diezmo, buscar el bien y alejarse del mal, guardar los secretos, el bien decir y el bien hacer, honrar al padre y a la madre, acercar a los que están lejos del camino correcto, ser suave y compasivo con todos, soportar las injurias sin responder, etc. *** f) La recompensa de una buena acción puede ser pagada en este mundo, en el más allá, o bien, en ambos lugares. No sabemos cuál será la recompensa en el mundo venidero. Ignoramos como sea el alma separada del cuerpo y cuales pueden ser su felicidad y tormentos. El hombre que guía a otros a realizar el bien se asegura una recompensa en el más allá. Los actos nobles que son manifiestos D-s los paga en este mundo. Los actos ocultos que son secretos, los del corazón, D-s los paga en el más allá. Debemos tener confianza plena en la justicia divina y no apoyarnos en nuestras obras sino en la devoción a D-s. *** 87

g) Son numerosos los beneficios guardados para el santo en el más allá. Y esto se otorga a quienes aman a D-s, se someten a su voluntad y son pacientes ante la tentación y el dolor, a los mártires que perecieron en Su Nombre, a los que prefieren la pobreza a la riqueza, el sufrimiento a la tranquilidad, la enfermedad a la salud, aceptando los decretos de D-s, son dignos de recibir el pago en el mundo venidero.

V EL TOTALMENTE ENTREGADO SE DISTINGUE DE OTROS EN SIETE PUNTOS 1) El que vive entregado a D-s, quiere cumplir siempre Su voluntad. Lo honra en la felicidad y en la tristeza. El que no está entregado a D-s cuando está feliz le da las gracias y cuando no se cumplen sus deseos lo maldice. 2) Tiene el corazón confiado en la suerte que le espera. Sabe que D-s lo guía hacia la felicidad en la tierra y en el cielo. El que no está entregado a D-s vive en la angustia y las preocupaciones constantes, tanto cuando le va bien como cuando le va mal. Cuando le va bien porque jamás está satisfecho 88

de su situación; en la adversidad, porque desespera aguardando la riqueza. Su vida es una larga desdicha. 3) El primero saca provecho y evita perjuicios utilizando las causas intermedias, pero sabe que todo viene de D-s. Su corazón se apoya en D-s y no en ninguna causa secundaria. El otro, se apoya en las causas secundarias creyendo que tienen el poder de serle útiles o nocivas. 4) El entregado a D-s sabe que todo lo que posee viene de Él y, por consiguiente, todo lo que puede brindar al prójimo también viene de D-s. Al otro, toda la vastedad del universo no lo podrá conformar nunca. Es avaro y sólo se acuerda de D-s cuando desaparece su fortuna o se queda solo. 5) El completamente entregado a D-s sólo se ocupa de este mundo para obtener lo necesario para llegar al más allá. Se ocupa de su salud física y espiritual y se aleja de todo lo que puede alejarlo de D-s. El otro, se ocupa de las cosas mundanas sin límite y sin discernir lo que es bueno y no. 89

6) El primero es amado por muchos hombres de diversa índole, carácter y condición; saben que nunca los dañará y confían en él. Él mismo tiene confianza en cada uno, porque sabe que su felicidad o su desdicha no están en la mano de nada de lo creado. NO TEME NINGÚN DAÑO Y NO ESPERA NINGÚN BENEFICIO. El otro es un esclavo del mundo y nadie lo ama; es envidioso, celoso, el bien que le sucede a los otros es una ofensa contra él. Responsabiliza a todo el mundo por cada uno de sus problemas o accidentes. 7) El primero no se entristece jamás cuando no puede cumplir algún deseo o cuando un amigo le falta. No le inquieta nada, ni se angustia por el mañana porque ignora el día de su muerte. Solamente le preocupa cumplir sus deberes para con D-s. El otro se lamenta constantemente por sus desdichas, no cumple sus deseos, pierde a sus amigos, y acumula riquezas como si esperara vivir eternamente. Se ocupa de cosas mundanas y se olvida de la Torá.

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VI LAS VIRTUDES DEL ABANDONO Si un empleado no puede exigir ningún pago a cuenta o garantía a su empleador antes de haber trabajado, con mucha más razón, ningún hombre puede pedir algo a D-s sin antes someterse a Él, y menos pretender una paga sin haber hecho un servicio previo. ES ILUSORIA Y FALSA LA ESPERANZA DE TENER PAZ ESPIRITUAL CUANDO SE LLEGUE A SER SUFICIENTEMENTE 91

RICO; AL CONTRARIO, LA RIQUEZA SERÁ UN MOTIVO MÁS DE PREOCUPACIÓN Y ANGUSTIA. Es absurdo pedir a D-s una garantía sobre los bienes que nos acreditará en el futuro.

VII CAUSAS CORRUPTORAS DEL ABANDONO Desconocer los atributos de D-s, su misericordia y sus favores, ignorarlo, todo eso impide que alguien se apoye y entregue a Él. Las causas y consecuencias de los sucesos más cercanos y evidentes al hombres hacen que no comprenda la seria de acontecimientos previos que guían su destino. Paso a explicarme: El rey que quiere ejecutar sus decretos le da la orden al visir, éste se la trasmite a su secretario, luego, al general, al capitán, al prefecto, al oficial, al gendarme, hasta que la orden es ejecutada a través de instrumentos mecánicos que no tienen poder ni voluntad. 92

TODA CAUSA ES MÁS PODEROSA A MEDIDA QUE SE ALEJA DE QUIEN SIENTE SUS EFECTOS. Conviene, entonces, entregarse a D-s que es la causa primera de todas las causas. El abandono en D-s aumenta en la medida que crece el conocimiento y la fe que sobre Él tenemos. El infante se abandona al pecho que lo amamanta, luego transfiere esa confianza a la madre. Cuando crece descubre que ella depende del padre y se remite a él. Luego, cuando trabaja se apoya en sus negocios y oficio y no en las bondades de D-s. Si un hombre cree que su sustento depende de otro, podrá su confianza y su esperanza en éste. Pero si comprende que todo depende de D-s, pondrá su confianza solamente en Él. TODAS SUS ÓRDENES SE VUELVEN EL OBJETO DE SU DESEO: las acoge en su corazón, en sus huesos, en su interior y exterior. Se regocija con lo que D-s le da: vida o muerte, pobreza o riqueza, salud o enfermedad.

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“NO HE VIVENCIADO JAMÁS UNA COSA DESEANDO OTRA”. Comprenderá la causa por la cual fue creado, reconocerá la existencia de un mundo venidero, se refugiará en la soledad pensando en D-s y Su grandeza. Sólo vive pensando en agradar y complacer a D-s. Disfruta de la vida mucho más que el hombre de mundo con sus placeres mundanos.

QUINTO PÓRTICO I LA UNIDAD DEL ACTO

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La intención manifiesta y oculta del acto de sumisión sólo debe buscar la aprobación de D-s y no la de los hombres. II CONDICIONES DE LA UNIFICACIÓN A) Confesar la unidad de D-s con sinceridad. B) Someterse y entregarse a D-s y no a los hombres. C) Ser indiferente a la alabanza y a la censura. D) Renunciar a las falsas apariencias para agradar a los hombres. E) No mezclar con preocupaciones terrenales los actos que se realizan en nombre del cielo. F) Temer a D-s. G) Aconsejarse con la razón para todas las demandas de la pasión y seguir sus advertencias. III CAUSAS QUE CORROMPEN LA UNIFICACIÓN DEL ACTO 95

Las dos causas que corrompen la unidad del acto son: la incomprensión de D-s y de la Torá por parte del hombre y la fuerza de la pasión que lo acerca al mundo material alejándolo del mundo venidero. El hombre que ignora a su amo no puede servirlo con todo su corazón. Si no tiene ningún conocimiento de D-s y se somete a la Torá, lo hace esperando alguna recompensa o por sumisión a otros hombres. Y en eso se parece al idólatra, aunque éste es mejor que el creyente hipócrita. El idólatra sirve a un solo ídolo; en cambio, no hay límite para la multitud de ídolos del hipócrita. El idólatra no se oculta y realiza su acto públicamente y los hombres pueden cuidarse de él. En cambio, la blasfemia del hipócrita es secreta y oculta; los hombres confían en él y pueden sufrir con sus engaños. Los que no conocen a D-s no pueden servirlo. Y los que aceptan el yugo de la Torá se ven amenazados por la pasión que los perturba en su fe. La pasión le hace creer que los actos sagrados no son necesarios ni obligatorios. 96

IV REMEDIOS La pasión es el mayor enemigo del hombre. Acecha constantemente, se encuentra mezclada a todas sus facultades, conoce todos sus secretos. Su arma más poderosa es transformar lo real en dudoso mediante falsos razonamientos. Y no descansa hasta haber dañado los fundamentos de la fe y la religión. Si le opones tu razón podrás vencer a la pasión. Pero, si te entregas a ella no te soltará hasta haberte destruido y desarraigado de los dos mundos. No saques la espada contra un enemigo lejano ni te esfuercen en combatir obstáculos que no sean los ofrecidos por la pasión. Todo enemigo vencido se rinde a su vencedor y deja de combatir, sin embargo, la pasión guerrea contra el hombre incansablemente ya sea vencida o vencedora insiste siempre.

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UN POCO DE VERDAD TRIUNFA SOBRE MUCHAS MENTIRAS; UN POCO DE LUZ TRIUNFA SOBRE MUCHAS TINIEBLAS...Del mismo modo, la razón subyuga a la pasión. El primer argumento de la pasión es poner dudas sobre la existencia del alma sin el cuerpo. La pasión quiere disfrutar hoy, pues “mañana no estaremos”. Después, te hará dudar de la existencia del Creador. Luego, te hará creer que el culto no es necesario ya que D-s no necesita del hombre . Querrá hacerte dudar de los profetas y la Torá. Atacará también tus tradiciones diciendo que no es necesario respetarlas. Pero debes saber que la Torá y la Razón necesitan de la Tradición de nuestros Padres para ser interpretadas correctamente. Te hará desconfiar de la justicia divina haciéndote creer que reina la injusticia. Como último recurso, la pasión pretenderá introducirte en el camino insaciable del lujo, la 98

bebida, la vestimenta y todos los placeres, materiales, haciéndote envidiar a los más ricos y sus diversiones desenfrenadas. Si aún así, la pasión no logra vencerte, empezará a seducirte adulándote y alabándote, sugiriendo que te congracies con los hombres mostrando todo tipo de hipocresías. Si falla en esta labor, tratará de confundirte a la hora en que te dediques al rezo o a la beneficencia o al cumplimiento de cualquier otra mitzvá. Te hará pensar en miles de asuntos mundanos son fin: los amigos, los negocios, las deudas y todo tipo de preocupaciones. Y si en eso fracasa, la pasión te inducirá a jugar con tu ingenio a juegos inacabables o cálculos sin límite. Y si eres hombre de estudio tratará de perderte en divagues y problemas fatigosos, alejándote del verdadero conocimiento. V EL DOMINIO DEL PENSAMIENTO

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Nunca dejes de analizar tus ideas ni de escrutar tu corazón, pues allí es donde nace toda corrupción y toda corrección. Trata de realizar pocos actos pero sinceros, y no muchos pero sin pureza. Un poco con pureza significa mucho; y mucho sin pureza no significa nada.

SEXTO PÓTRTICO I 100

LA HUMILDAD La humildad libera del orgullo, la soberbia, la arrogancia, la sobrevaloración de sí mismo y de la codicia de todo lo que nos excede. La humildad es la virtud por la cual el alma se estima en poca cosa. Sus signos se manifiestan en todo el cuerpo, y son: 1. Dulzura del lenguaje. 2. Voz baja. 3. Contenerse en el momento de la cólera. 4. Ausencia de toda venganza, aun cuando se tenga el poder de llevarla cabo.

II DIFERENTES CLASES DE HUMILDAD

Una clase de humildad es la impotencia que sufre el que es dominado por fuerzas ajenas que no puede controlar. Una segunda clase es completamente social; la del débil frente al fuerte, el empleado frente a su patrón, del deudor frente al acreedor. 101

Este tipo de humildad no es permanente porque el esclavo se liberará, el empleado se independizará y en deudor pagará su deuda. En cambio, la humildad frente al Creador se impone a todos los hombres y en todo momento y lugar.

III CAUSAS QUE DETERMINAN LA HUMILDAD

El sufrimiento mata el orgullo. Ante el dolor físico, las enfermedades, la desdicha y la pobreza todo orgullo desaparece. El que debe favores es humilde. La vejez, la antesala de la muerte, vuelve al hombre humilde, y con más razón si el hombre en cuestión no posee buenas acciones precedentes.

IV EL DOMINIO DE LA HUMILDAD 102

EL hombre debe ser humilde ante sus semejantes y ante los sabios de la Torá. Si alguien lo alaba, que inmediatamente recuerde sus pecados y defectos. Cuando recibe algún castigo o reprimenda que agradezca a D-s que sólo la ha cobrado por una parte ínfima de sus faltas. Y cuando D-s lo colma de bienes, debe entender que su deuda es aún más grande y así sentir su pequeñez y ser humilde ante Él. La riqueza es una tentación, una prueba para el que llega a la codicia olvidándose de alabar a D-s. Angustiado permanentemente por no perder nada no piensa en el Juicio Final. Cuando tenga que amonestar a su prójimo que no sienta ningún orgullo, y que sepa que las obras que realiza no son nada frente a las que debe.

V MEDIOS PARA ADQUIRIR LA HUMILDAD

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1. Nacemos de una gota de esperma pútrido y nauseabundo unida al óvulo. El feto se nutre de sangre impura dentro de la matriz Cuando nace el bebé es frágil y débil. Lentamente va creciendo y va pasando por diversas etapas del desarrollo, hasta llegar a la vez y luego la muerte. Un sabio decía: “Me sorprende que el que pasa dos veces por el canal de la orina y la sangre pueda enorgullecerse y inflar su corazón”. Meditar sobre la miseria humana hace al hombre humilde. 2. Somos prisioneros de este mundo, como un hombre encadenado a merced de su amo. Sufrimos violetas pruebas: hambre, sed, frío, calor, accidentes, enfermedades y grandes angustias, siendo impotentes para librarnos de esas pruebas. 3. La muerte surge bruscamente desgarrando nuestros deseos y esperanzas. El hombre en la tumba ha abandonado todos sus bienes. El brillo del rostro es cubierto por una extrema palidez; será pasto para los gusanos. 4. Pensemos en la gran cantidad de beneficios que D-s nos da y que nos obligan a someternos a Él.

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5. D-s observa y evalúa todos nuestros actos, los públicos y los ocultos. Consideremos al hombre dentro del mundo y al mundo dentro del sistema planetario, y luego, el sistema solar, finalmente el universo. Y aún el todo no es nada delante del Creador. 6. La Torá promete un castigo terrible a los orgullosos. 7. Pensemos en los cambios bruscos de la suerte de los hombres, la alternancia entre la buena fortuna y los infortunios. El hombre que medite en estos siete puntos no tendrá ningún orgullo en su corazón. Debes saber de dónde vienes, a dónde vas y ante quien rendirás cuentas. ¿De dónde vienes? De una gota nauseabunda. ¿A dónde vas? Al polvo, la suciedad y la podredumbre. ¡A quién rendirás cuentas? Al Rey de reyes, bendito sea.

VI LAS REGLAS DE LA HUMILDAD Conocer a D-s, sus atributos y la superioridad que Él le ha dado sobre su creación.

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El hombre debe conjugar sus conocimientos sobre la Torá, la ciencia, la Tradición y los deberes religiosos para ser cada vez más humilde. ACEPTARÁ CON PACIENCIA TODAS LAS INJURIAS. RECHAZARÁ EL MAL Y NUNCA DIRÁ: “COMO SE ACTÚA CONMIGO, ASÍ ACTUARÉ CON OTRO”. “El que sufre la ofensa y no ofende, quien escucha la injuria y no responde, el que actúa por amor y se regocija en su sufrimiento, es semejante al sol brotando del horizonte, como un héroe. Estos héroes son los que saben perdonar”. El humilde hace el bien, habla a los hombres con bondad, los juzga con clemencia, ignora la calumnia, perdona la maledicencia; calla y soporta. El hombre debe ser humilde públicamente y en forma privada. Que su interior no desmienta su conducta externa. Debe decir siempre el bien. El hombre humilde sufre por su insignificancia para corresponder a D-s y a los hombres.

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Aarón, el gran sacerdote, debía limpiar cada día las cenizas de los sacrificios, para quitar todo orgullo de su corazón. El humilde se basta y satisface con los medios de existencia que dispone, alejándose de los deseos corporales y agradeciendo a D-s la multitud de beneficios con que lo colma. El humilde enseña a los hombres la sumisión a D-s. Es discreto, su voz es baja, ríe poco, no jura, no miente, no se regocija en los placeres vulgares de las masas; actúa así por humildad y no por falso honor ni por orgullo.

VII CIRCUNSTANCIAS DE LA HUMILDAD El que es verdaderamente humilde cumple los siguientes actos: Injuriado por palabras o actos, no se encoleriza ni busca venganza aún teniendo el poder de llevarla a cabo. Si es atacdo en su fortuna o uno de sus amados parientes tiene un accidente, lo soporta heroicamente y agradece a D-s. Igual que 107

Aarón , resignado, calla delante del cadáver de sus hijos llevados por D-s. Cuando en público oye alabar sus obras, las estima despreciables; y con más razón cuando la alabanza es mentirosa. Si se le reprocha el mal que ha hecho reconocerá su indignidad. Sabe que ese reproche no es nada en comparación con los reclamos que le hará D-s por todos sus actos malos. A los que calumnian al prójimo se les descuentan méritos propios asignándolos al que fue injuriado.

VIII LA HUMILDAD COMO FUENTE DE VIRTUDES El esclavo no existe si no hay un amo, y a la inversa, no podemos enunciar al amo si no hay un esclavo; ambos términos van juntos. El creyente que no es humilde no tiene virtud alguna.

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La sumisión es auténtica solamente cuando se otorgan a D-s los roles y atributos que le corresponden. Esto exige que todas las virtudes y todos los deberes se apoyen en la humildad.

IX HUMILDAD Y ORGULLO ¿Pueden coexistir la humildad y el orgullo? Hay dos tipos de orgullo: uno proveniente del bienestar material y el otro de las virtudes espirituales (buenas obras, sabiduría, etc.). Todo orgullo material es incompatible con la humildad. Cree que él mismo es su propio benefactor y que ha conseguido lo que posee gracias a su fuerza e inteligencia. El orgullo espiritual a veces es censurable y a veces no. Enorgullecerse de la sabiduría conduce a aborrecer y denigrar a los demás, buscando la gloria y el renombre. En cambio, si el orgullo es privado, sólo ante Ds y conduce a mejorar la sabiduría o la justicia, ese orgullo es loable. 109

Este tipo de orgullo no contradice la humildad.

X LOS FRUTOS DE LA HUMILDAD El humilde se regocija de su suerte, en tanto el orgulloso ilimitado en su ambición, nunca puede saciarse del mundo; menosprecia lo que posee tan pronto lo tiene. El humilde aunque sea despojado se basta para su alimentación y necesidades con lo que dispone. En la adversidad es paciente. El orgulloso no soporta ninguna desdicha. El humilde encuentra amor en todos los hombres. Y juzga a todos mejor que él. El orgullo te hará mendigar el poder, las grandezas, las glorias vanas... No sigas el ejemplo de la masa vulgar. Una persona que puede ver estaría loca si decide seguir la suerte de los que están ciegos. Escucha a D-s y sigue sus consejos.

SÉPTIMO PÓRTICO 110

I LA PENITENCIA (TESHUVÁ/ RETORNO A D-S) La humildad es la base de la penitencia. La Torá explica que el instinto del corazón del niño es malo desde la infancia y que el hombre no piensa más que en el mal en toda su jornada. Hay dos clases de justos. Unos exentos de todo pecado y otros que han regresado sobre sus transgresiones. La mayor parte de los justos son de esta clase. La penitencia o retorno a D-s, es el restablecimiento del hombre rebelde al culto de D-s y la reparación de sus errores ya sean por desprecio, ignorancia o pasión. Así como el hombre debilitado en su cuerpo a falta de ciertas vitaminas y alimentos deberá nutrirse de ellos, o bien, alejarse de los alimentos perjudiciales, del mismo modo, el que no ha cumplido preceptos positivos (obligaciones) deberá cuidarse en realizarlos y el que ha transgredido preceptos negativos (prohibiciones) deberá abstenerse de volver a transgredirlas. 111

II LOS PENITENTES Hay tres clases de penitentes: Los que se arrepienten con la boca y no con el corazón. Cuando pueden pecar la pasión domina la razón sin encontrar ninguna resistencia; y luego se arrepienten. (Estos no tienen perdón). Los que se arrepienten con el corazón y la razón que siempre está alerta. Se controlan y dominan sus apetitos prohibidos y a veces tienen éxito y a veces pecan. Este arrepentimiento es imperfecto y no tiene perdón hasta que es controlado permanentemente. Los que diariamente si cuidan del pecado y buscan el perdón. Su razón domina completamente a su pasión.

III DOMINIO DE LA PENITENCIA El hombre debe entender todo lo odioso que hay en el pecado. Si no, actuará incorrectamente por inadvertencia o sin 112

premeditación y siempre tendrá dudas sobre lo correcto. Si no entiende que es lo que está mal no podrá corregirse. A cada pecado inevitable.

corresponde

un

castigo

Todas las transgresiones quedan registradas. Cada uno debe valorar los beneficios con que D-s lo colma y entender la ingratitud con que le responde. Debe esforzarse para arrojar de sí el mal al que está acostumbrado.

IV TÉRMINOS DE LA PENITENCIA Son cuatro los términos de la penitencia. 1) Sentir remordimiento de sus pecados. 2) Abandonarlos y alejarse de ellos. 3) Confesarlos y buscar el perdón. 4) Esforzarse en cuerpo y alma para no repetirlos. 113

Si cumple esas cuatro cualidades el arrepentido obtiene el perdón de D-s. V LAS CONDICIONES DE LA PENITENCIA El arrepentimiento nace del temor al castigo celestial y causa el deseo de rendir culto a D-s antes de que mande el castigo. El que se arrepiente debe vigilar sus palabras, sus vestimentas, su alimento. El arrepentimiento debe surgir del temor a D-s y no de una exigencia social. Se debe abandonar todo lo prohibido y odiar el mal y buscar el bien. Se debe tener en cuenta el placer fugaz de la prohibición frente a los castigos del más. Para arrepentirse es conveniente pensar en la certeza de la muerte por venir.

IV EXHORTACION AL ARREPENTIMIENTO 1) El hombre que conoce a D-s y su grandeza puede obedecer su voluntad y aceptar sus 114

prohibiciones, como el esclavo que conoce las bondades de su amo. 2) D-s puede mandar emisario para que reprochen y corrijan a los hombres. Ejemplo de esto son los profetas, la Torá y los maestros. El arrepentido es como el esclavo que se ha fugado y es encontrado por otro servidor fiel que lo convence de retornar a su amo. 3) El arrepentimiento puede nacer del ejemplo del castigo recibido por otro. Se parece al esclavo que enterado de los terribles castigos que sufrieron los que se fugaron como él, resuelve regresar pidiendo clemencia. 4) Finalmente, el arrepentimiento puede llegar después de que D-s manda castigos sobre el pecador adormecido y así lo despierta al arrepentimiento. El primer caso es el más elevado y en el último no se acepta el arrepentimiento a no ser que sea sumamente sincero.

VII

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CAUSAS CORRUPTORAS DEL ARREPENTIMIENTO La terquedad y la obstinación sobre el pecado impiden la teshuvá. Un pecado pequeño de se hace constantemente es peor que uno grave por el cual se busca el perdón. Sólo un alma llena de orgullo que desprecia la palabra de D-s puede perpetuarse en su pecado. El arrepentimiento sobre el pecado más grave disminuye su gravedad hasta borrarlo del libro de los pecados. Volver a caer en el pecado después de haberse arrepentido anula todo efecto benéfico. AQUEL QUE DICE: PECARÉ Y LUEGO ME ARREPENTIRÉ, JAMÁS TENDRÁ OPORTUNIDAD DE ARREPENTIRSE.

VII EL JUSTO Y EL QUE HACE TESHUVÁ ¿Quién vale más, el justo o el que se arrepiente? 116

El que se arrepiente de no haber cumplido preceptos positivos (que impliquen un castigo leve) se equipara al justo que no ha pecado nunca. El que se arrepiente de haber transgredido un precepto negativo (que no implique un castigo mortal) es superior al justo. Su pecado se torna en fuente de humildad, se somete a D-s; de nada se enorgullece y sus actos le parecen ínfimos y miserables. El que se arrepiente así, es superior al justo que ignora el pecado y puede enorgullecerse. Hay pecados que son mejores para el hombre que todas las justicias del justo; y actos justos que causan más mal al justo que todos los pecados del que vuelve en teshuvá, pues aquel puede llegar a ser orgulloso e hipócrita. Un tzadik decía a sus alumnos: - Si no cometen ningún pecado, me temo que cometerán el peor de los pecados: el orgullo y la hipocresía. Y finalmente, el que se arrepiente de pecados graves como profanar el Nombre de Hashem, obtendrá el perdón sólo después de haber sido probado más allá del límite de sus fuerzas (es 117

purificado por el sufrimiento y absuelto en la muerte). El justo es superior a ese que hizo teshuvá.

IX ¿HAY TESHUVÁ PARA TODO PECADO? Hay dos categorías de pecados: a) Los pecados contra D-s. b) Los pecados contra el prójimo, que por añadidura son contra D-s. El hombre puede hacer teshuvá de los pecados contra D-s, y estos son expiables. El arrepentimiento y la pena deben estar acorde al nivel de la transgresión. Los pecados contra el hombre son más difícil de expiar. El ofendido puede estar muerto o vivir lejos. El ofensor puede estar imposibilitado de reparar el daño. Puede no conocer la magnitud del daño que ha hecho e ignorar a su víctima. La teshuvá es muy difícil cuando el mal se ha hecho parte de la naturaleza del hombre.. 118

El que calumnia sólo puede reparar el daño si obtiene el perdón del ofendido. El mentiroso y difamador no podrá reparar jamás el daño que hizo al olvidar el nombre de sus víctimas. Por ello, la Torá pone en el mismo nivel al ladrón, al adúltero y a los calumniadores.

El que al cometer pecado arrastra a otros, carga con la falta de todos. EL QUE PUEDE PROMOVER EL BIEN E IMPEDIR EL MAL Y SE ABSTIENE, YA SEA POR INTERÉS, MIEDO O TIMIDEZ, VERÁ LA SANGRE DE SUS HERMANOS DESCARRIADOS CAER SOBRE ÉL.

X MEDIOS DE LA TESHUVÁ Cuando la reparación del daño es muy difícil, el hombre deberá poner todo su empeño en solucionarlo y D-s le facilitará el camino dándole medios para reparar el daño. Si el ofendido vive lejos, D-s le permitirá viajar hasta encontrarlo. 119

Si el que quiere hacer teshuvá ignora el nombre de aquellos que ha dañado, D-s le permitirá realizar alguna obra de bien público que beneficie a muchas personas. Si el ofendido muere, indemnizará a sus herederos. O irá a la tumba del difunto y ante diez testigos confesará su falta y su pecado será perdonado. Para todo aquel que verdaderamente se arrepiente y quiere acercarse al Creador los caminos se allanan y todas las puertas se le abren. DESPIERTA DE UN SUEÑO NECIO: TEN PIEDAD DE TU ALMA QUE ES EL MÁS PRECIOSO DEPÓSITO QUE D-S TE HAYA CONFIADO. LA VIDA DEL HOMBRE ES CORTA Y NECESARIAMENTE MÁS BREVE TODAVÍA LO QUE LE QUEDA DE ELLA. “La jornada es breve y hay mucho trabajo; los obreros son perezosos, el amo incita al trabajo, pero el salario es grande”. (P. Avot II, 10). Entrégate a la búsqueda de D-s. ¿Para que te afanas en este mundo material y despreciable sacrificando un lugar para tu alma en la morada eterna de D-s? 120

“Sé audaz como la pantera, ligero como el águila, ágil como el ciervo, intrépido como el león para cumplir la voluntad de tu Padre que está en los cielos”. (P. Avot V, 20). Si una persona irrita a un simple policía, ¿no solicita inmediatamente su perdón? ¿Y si ofende al jefe de la policía? ¿Peor aun, ¿qué sucede si el ofendido es algún ministro? ¿Y si el que se molesta es el mismo rey? ¿No buscará su perdón humillándose ante él? Así obra cualquier hombre ante otro semejante débil y efímero como él. ¿Cómo no sentirse confundido ante D-s que sabe todos sus secretos y conoce cada pensamiento oculto y nada se le escapa ni olvida? “Uno de entre ustedes que no puedo nombrar morirá en el transcurso de este mes”. Arrepiéntete un día antes de tu muerte.

OCTAVO PÓRTICO I EL EXAMEN DE CONCIENCIA

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El examen de conciencia consiste en hacer un balance exacto de los actos que están a favor o en contra de la religión y la vida en el mundo. EL QUE NO ANALIZA SUS ACTOS HACIENDO INTROSPECCIÓN NO TIENE CONOCIMIENTO NI NINGUNA INTELIGENCIA.

II ¿EL EXAMEN DE CONCIENCIA DEBE TENER EL MISMO RIGOR PARA TODOS? La conciencia que los hombres tienen de su vida religiosa y profana cambia según los conocimientos, la razón y la pureza de cada uno. Y así como todos deben someterse a D-s en la medida de su comprensión, del mismo modo, todos deben hacer su examen de conciencia según su inteligencia y el privilegio de que disfrutan.

II LOS TREINTA MÉTODOS DEL EXAMEN DE CONCIENCIA 122

1) El hombre nace de la nada a la vida, del no ser al ser sin ningún mérito de su parte. Es superior a los animales, vegetales y minerales. Nace indefenso y debe reconocer la gracia y el favor del Creador que le da sustento. 2) El cuerpo humano es maravilloso, perfecto en su forma y organización. Si hubiera venido al mundo sin ojos, sin manos o sin pies y un hombre lo hubiera cuidado y curado, ¿cuál sería su sumisión, respeto y obediencia a ese hombre? Salió del seno materno con salud gracias a la mano de D-s; ¿con cuanto más amor y devoción debe someterse a Él? 3) La Razón que D-s le da lo coloca en un lugar de privilegio frente a los animales. Si estuviera privado de razón y algún hombre se la otorgara, le sería deudor hasta la muerte; con más razón debe agradecer a su Creador. 4) La Torá entregada por D-s elimina su ignorancia y lo arraiga en los dos mundos. Si repentinamente la Torá fuera ocultada y un hombre la revelase, correspondería mostrarle gran gratitud. Y la mejor forma de alabar a D-s es cumpliendo su Ley.

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5) Si un rey le enviase una carta aplicaría todo su esfuerzo en develar el mensaje enigmático aunque fuera escrito en cualquier otro idioma o con un vocabulario demasiado culto. Si se esfuerza en develar el pensamiento de un hombre tan débil y miserable como él, ¿por qué no haría el máximo esfuerzo para conocer el Libro de D-s, fuente de salvación y de vida? 6) Todo el universo está sometido a la palabra de D-s y Todo sigue sus leyes. La Tierra no cambia sus movimientos, el agua del mar ocupa su lugar sin inundar el resto de la superficie terrestre. Si esto no fuera así, ¿podría subsistir el hombre? ¿O si alguno de nuestros órganos no cumpliese sus funciones, o si nuestros sentidos no nos dieran las impresiones del exterior? ¿Cómo violamos el pacto con D-s en un mundo en que todo armoniza con nuestro ser? TODO EN EL UNIVERSO ESTÁ SOMETIDO A TU VOLUNTAD Y TU DESEO SI TE SOMETES A ÉL Y TODO IRÁ CONTRA TI SI VAS CONTRA ÉL. 7) D-s satisface todas las necesidades del hombre; le da sabiduría, discernimiento y razón. Cuando el esclavo reconoce el poder del amo, sigue todas sus leyes. El pueblo de Israel es el elegido para servir a D-s. 124

8) Se debe reconocer y proclamar la Unidad del Creador. No se debe esperar de Él ninguna recompensa, sino servirlo por amor. 9) Si un hombre recibe la orden de un rey de carne y hueso la cumple diligentemente, con más razón si la orden viene de D-s. Hay tres clases de mandatos divinos: a) los deberes del corazón (objeto de estudio de este libro); b) los deberes del corazón y del cuerpo en el mismo acto (plegaria, estudio); c) deberes del cuerpo (tzitzit, mezuzot, ayunos, tzedaká) que pueden cumplirse sin concentración, intención o pensamiento. “EL DOLOR QUE SUFRO A CAUSA DE TI SUPRIME TODO DOLOR; Y MI ANGUSTIA DELANTE DE TI EXCLUYE DE MI ALMA TODA ANGUSTIA”. 10) D-s conoce y recuerda todos nuestros actos externos y pensamientos interiores. Si estuviéramos delante de un rey nos cuidaríamos mucho de provocar su enojo, con cuanta más razón delante de D-s, debemos mostrar sumisión y respeto. El que persigue y logra adoptar la disciplina de Ds, trae tranquilidad, a su vida y se libera de las preocupaciones y el temor; además, D-s le revela los misterios del Saber, lo guía y no lo abandona jamás. El hombre inteligente 125

aprende a amar lo que D-s ama y desprecia lo que D-s desprecia. 11) Cuando el hombre reflexiona acerca de su pasado debe entender si ha adorado a D-s o ha servido a sus pasiones. Se debe hacer cada día un examen de conciencia. QUE LA NEGLIGENCIA NO SIGA A LA NEGLIGENCIA, porque D-s no admite negligencia ni despreocupación ni olvido. LOS DÍAS DE NUESTRA VIDA SON COMO PÁGINAS EN LAS QUE DEBEMOS ESCRIBIR LO QUE DESEARÍAMOS QUE SE NOS LEYERA ALGÚN DÍA. Vigila las páginas de tu libro, no las manches, para que la vejes no te alcance en la ignorancia. 12) Compara el cuidado que pones en obtener provecho de este mundo material en contraste con tu desprecio al más allá y tu repugnancia a someterte a D-s. El que va tras las posesiones mundanas sacrifica sus días y arriesga todo casi permanentemente para obtener mayores posesiones y al finalizar el viaje, si le va bien, deberá devolver todo lo que tenía en depósito a su verdadero destinatario. NO TE ATORMENTES PARA ENRIQUECERTE. ¿HABRÁS DE PONER TU MIRADA EN LO QUE VA A DESAPARECER? 126

13) Generalmente, el conocimiento del hombre supera a sus actos agradecimiento a D-s. Todos pueden dar mucho más en devolución por los favores que ha recibido de su Creador. D-s te ha otorgado el poder para comprender su Ley y te ha dado la fuerza para pagarle la deuda. Trata de pagar tu deuda, de elevar tus obras al nivel de tus conocimientos. No te engañes postergando tus deberes religiosos para un mañana que nunca llega. EL HAMBRIENTO QUE ROBA UN PEDAZO DE PAN PARA CALMAR SU HAMBRE NO ES TENIDO POR INOCENTE; Debe restituir siete veces lo robado. (Proverbios VI, 30) Si semejante delito es así castigado, ¿cuál será el precio de los otros? Cumple cada día lo que debes a D-s. 14) COMO EN EL AGUA EL ROSTRO RESPONDE AL ROSTRO, ASI EL CORAZÓN DEL HOMBRE RESPONDE AL HOMBRE (Proverbios XXVII, 19). Si alguna persona nos brinda su amor y su apoyo haciéndonos favores desinteresadamente, nuestra gratitud nos obliga a corresponderle y estarle agradecido. Si así obramos con una criatura miserable como nosotros, ¿cuál será nuestro deber para con D-s, que nos ama eternamente? La pasión teje sus hilos 127

sutilmente como una telaraña, que siendo colocada en el tragaluz de una ventana oculta la luz del sol. Al principio, la telaraña es frágil, no oculta totalmente la luz y se puede quitar sin mayores esfuerzos. Pero, si la pasión extiende sus redes te arrancará la claridad de la razón y será difícil extirparla después. TRABAJA Y ESFUÉRZATE; BRILLARÁS CON EL RESPLANDOR DE LA SABIDURÍA Y CONTEMPLARÁS LA REALIDAD DE LAS COSAS POR MEDIO DE TU MIRADA INTERIOR. 15) Un hombre acumula alimentos y bienes antes de necesitarlos y no sabe si irá a consumirlos porque desconoce el día de su partida al otro mundo. Tenemos el deber de mantenernos listos para la cita, equipados para la larga y fatal ruta hacia el otro mundo. 16) Que el hombre medite acerca del tiempo que le resta para vivir. Nadie se escapa de la muerte. Puede aparecer en cada mes, cada día, a cada instante. No ataca solamente a la vejez, porque ella no respeta nada, ni la madurez ni la adolescencia, ni la juventud ni la infancia, ni al mismo recién nacido. En todo tiempo la muerte golpea, en todo lugar, universalmente. Es como el rey que da algo en depósito sin fijar el momento en que 128

volverá a rescatarlo. Es una obligación cuyo vencimiento no está determinado; el deudor espera a que se le venga a reclamar su deuda y su alma no tiene reposo hasta no haberla saldado. 17) El hombre debe valorar las ventajas de la soledad y el aislamiento en contraste con las reuniones y diversión de la muchedumbre en donde reinan las mentiras, la habladuría, el orgullo, el desprecio y la ironía. En sociedad tenemos la obligación de luchar por el bien y de reaccionar contra el mal. Este deber se debe cumplir tanto con el pensamientos, con palabras y con actos de violencia contra el mal (como Pinjas contra Zimri). La compañía de gente vulgar conduce al envilecimiento de las facultades intelectuales y al triunfo de la pasión. Todas las transgresiones que se cometen por medio de la lengua se efectúan en la compañía de los hombres. LA REUNIÓN DE IMPÍOS ES UN MAL PARA ELLOS MISMOS Y PARA EL MUNDO. LA REUNIÓN DE JUSTOS ES UN BIEN PARA ELLOS Y PARA EL MUNDO. LA DISPERSIÓN DE IMPÍOS ES UN BIEN PARA ELLOS Y PARA EL MUNDO. DISPERSIÓN DE JUSTOS ES UN MAL PARA ELLOS MISMOS Y UNA DESGRACIA PARA EL MUNDO (Talmud Sanedrín 71 a). 129

18) D-s dotó al hombre apenas menos que un ángel. Le dio inteligencia y dominio sobre todas la creación. Que estos dones no sean causa de orgullo. Seamos humildes y modestos, pues no merecemos ninguno de los favores y milagros de D-s. 19) El hombre debe pensar en todas las desgracias que D-s le ha evitado salvándolo de grandes penas, sufrimientos, accidentes, cautiverio, hambre, sed, frío, calor, enfermedades, etc. Y a pesar de merecer muchas pruebas, D-s se las ahorra. 20) El hombre debe reflexionar acerca del dinero. ¿Cómo lo obtuvo? ¿Cómo lo gasta? ¿Pagó sus deudas a los hombres y a D-s?El hombre tiene el dinero en depósito y lo conserva durante el tiempo que D-s dispone, luego, en el tiempo fijado, lo tomará otro. La persona sensata agradece a D-s mientras posee dinero y acepta su sentencia cuando lo pierde. Da para las obras de bien y la corrección del mal. 21) El hombre debe esforzarse hasta habituarse a cumplir las obras de sumisión que es capaz de realizar. Pide a D-s que le de energía para llegar lo más lejos posible en su fidelidad, con el corazón, el pensamiento y la acción. El así se conduce 130

recibe redobladas fuerzas de parte del Creador quien da vigor a su inteligencia y a su cuerpo para que sobrepase los límites de sus posibilidades. La mayoría de los mandamientos concernientes al cuerpo, tienen por objeto despertar a los deberes de los corazones y de la vida interior. LA LEY CONDUCE A LA ACCIÓN, LA ACCIÓN AL ESCRÚPULO, EL ESCRÚPULO AL CELO, EL CELO AL ASCETISMO, EL ASCETISMO A LA INOCENCIA, LA INOCENCIA A LA PUREZA, LA PUREZA CONDUCE A LA SANTIDAD. LA SANTIDAD ES LA VIRTUD SUPREMA. Pero, si la persona se aleja de lo que está en sus manos realizar, D-s le quita su socorro y su apoyo. 22) El hombre debe analizar su relación con el prójimo. ¿Se conduce con ellos del modo que él quisiera que ellos se condujeran con él?. ¿Rechaza para ellos lo que odia para sí mismo? ¿Se esfuerza en ayudarlos? La mayoría de los hombres exigen del mundo más de lo que les corresponde, buscan lo que no les pertenece; en consecuencia, el mundo les rehusa su parte y no encuentran en él su deseo. Si un grupo de hombres realizan un viaje por caminos peligrosos amenazados de fieras salvajes, a la hora de acampar sería conveniente que lo hicieran 131

todos juntos montando guardia. Así se protegen entre todos. ¿Qué pasaría si cada uno decidiera emprender el viaje en forma solitaria? Ni uno de ellos sobreviviría a la travesía. Y así los hombres que buscan frivolidades consiguen con gran dolor y fatiga lo que necesitan. SI SE CONTENTARAN CON LO NECESARIO Y SE CONSIDERARAN IGUALES AL RESTO, TRIUNFARÍAN EN EL MUNDO Y SUS EXIGENCIAS ESTARÍAN SATISFFECHAS MÁS ALLÁ DE SUS DESEOS. Esta es la razón por la cual viven sin amor, sin dejar de quejarse ni llorar por sus vidas. Y no sólo no se ayudan mútuamente, sino que también. Se abruman y perjudican entre sí. CADA CUAL SE AGOTA EN UNA LUCHA INSENSATA Y NADIE OBTIENE LO QUE BUSCA NI ALCANZA SUS FINES. El hombre debe esforzarse en conseguir amigos fieles y nobles. Pero no debe revelar sus secretos íntimos más que a uno entre mil. 23) El hombre tiene el deber de contemplar todo lo creado y maravillarse de la perfección armonios a del universo. A veces está tan acostumbrado a los sucesos de la naturaleza que se olvida del milagro que ellos implican y conllevan. 132

24) Una inteligencia viva y una atrofiada no comprenden lo mismo. No nos conformemos con las nociones imaginarias adquiridas en la juventud acerca de las nociones ambiguas y difíciles. Cuando nuestra inteligencia madure, recomencemos a estudiar la Torá y los Profetas como si jamás los hubiéramos leído. Aprendamos los diferentes sentidos, el literal y el figurado, el obvio y el escondido. Al rezar no seamos como el niño que dice cualquier cosa, de cualquier manera, sin saber nada. Jamás nos contentaremos con lo que sabemos, procedamos siempre como aquel que recién comienza estudiar. Meditemos nuevamente sobre lo que ya sabíamos. Y consultemos con los sabios acerca de las dudas que surjan. Escapemos del orgullo. MÁS SE HA DE ESPERAR DEL INSENSATO QUE DEL HOMBRE QUE SE CREE SABIO. 25) ASÍ COMO EL AGUA Y EL FUEGO NO PUEDEN COEXISTIR EN EL MISMO RECIPIENTE, EL AMOR AL MUNDO Y A D-S NO PUEDEN EXISTIR EN LA MISMA PERSONA. Este mundo y el mundo futuro son dos rivales: si complaces a uno, irritas al otro. El alma y el cuerpo necesitan una dirección y un pensamiento. LA CONSOLIDACIÓN DEL ALMA SE HALLA EN LA PRÁCTICA DE 133

LA DISCIPLINMA Y LAS CIENCIAS, EN EL ACOSTUMBRARSE A LAS VIRTUDES Y EN EL RECHAZO DE LOS APETITOS BESTIALES. La consolidación del cuerpo consiste en darle alimentos suculentos y deliciosos, bebidas exquisitas, baños delicados, y cuidar que tenga todo lo que desea. Si nuestro pensamiento se inclina al desarrollo del cuerpo, con ello impedimos la expansión de nuestra alma. Pero si queremos fortalecer el alma, con ello nos libraremos de numerosas exigencias corporales. Es necesario darle al cuerpo la fuerza para subsistir y al alma el máximo de alimentos morales y espirituales 26) Si una orden viene del rey. El hombre teme faltar a su deber y ser castigado. Y ante D-s no tiene miedo de violar sus mandatos sagrados. Sin embargo, el rey es débil, incapaz de aplicar muchos decretos. En cambio, la mirada de D-s sobre nuestros actos y pensamientos es permanente. 27) Un hombre sabio cuando sufre algún accidente o pérdida acepta su suerte sin murmurar contra los decretos de D-s. No se irrita ni maldice. Es paciente en todo momento. No lamenta lo pasado; acepta la pérdida de los seres más querido. El sufrimiento puede reemplazar un castigo 134

merecido o ser una prueba para nuestra fe para que aumente la retribución posterior. SEA LO QUE FUERE, DEBEMOS ACEPTAR LO QUE D-S NOS ENVÍA. 28) Aveces, le sucede a un hombre piadoso que se ha abandonado en D-s y ha depositado toda su confianza en Él que un terrible trastorno cambie toda su vida. ¿Si alguien le dona una casa a otro, y éste la demuele para construir otra casa a su conveniencia, el dueño habrá de quejarse? El hombre es el donante que ha dado a D-s su alma y su vida y no lamentará nada de lo que D-s haga con ellas. 29) Debemos poner más cuidado en nuestra alma que en nuestro cuerpo, porque es más fácil curar la más grave enfermedad del cuerpo que la menor pasión del alma; EL ESPÍRITU SOSTIENE AL CUERPO DURANTE LA ENFERMEDAD. PERO EL ALMA ERRADA, ¿QUIÉN LA SOSTENDRÁ? 30) ¿Cuál es el destino de todo hombre en este mundo? Es un extranjero en esta tierra y partirá en cualquier momento sin saber cuando. Nadie puede aumentar o disminuir sus días sin la autorización divina. Si el universo entero fuera para ti solo y sólo tú 135

habitaras en él, ello no aumentaría en un grano de mostaza el alimento que te hará subsistir hasta la muerte. Nadie te puede ayudar ni lastimar. Tu única guía es D-s. Estudia la Torá y espera la retribución en el otro mundo. Estos son una síntesis de los treinta métodos de examen de conciencia. Reflexiona sobre estos temas y se iluminará tu rostro. No te contentes con lo poco que hemos dicho, pues cada uno de los métodos abre la puerta a mil ideas más que no hemos enunciado. Mi intención es despertarte a estas ideas en tu corazón y pensamiento. Al leer estas páginas no se agotan los sentidos de lo que he querido expresar. Después de numerosas lecturas y gran esfuerzo, tu mente se abrirá y captarás ideas ocultas en este texto. Estas meditaciones te corregirá y te ayudarán a plantearte otras y así marcharás hacia el regalo que D-s tiene guardado para ti.

IV LA UTILIDAD DEL EXAMEN DE CONCIENCIA El alma que analice y comprenda estos métodos obtendrá pureza a través de la 136

disciplina y saldrá de toda duda. El alma sólo obtiene su plenitud después de ejercitarse en estas disciplinas. Así tu razón se iluminará y la pasión no logrará alcanzarte ni seducirte. La luz de tu corazón, la pureza de tu alma y la potencia de tu fe, reconocerán las realidades superiores y no te apartarás de la alegría de la tierra y del cielo. Imaginate que no logras captar una figura que está distante en lo alto. Entonces, para ello, se aconseja que utilices una placa de acero, que la pulas, y que luego de pulirla la untes con aceites que aumentan su brillo y esplendor. Entonces, logras percibir la figura distante. En esa alegoría, la placa de acero es el alma humana; el pulido es el ejercicio de la sabiduría y las disciplinas racionales. Finalmente, la untura es el examen de conciencia cuyos treinta métodos hemos explicado. Su perseverante ejercicio ilumina el alma y disipa toda duda.

V EL EXAMEN DE CONCIENCIA DEBE SER CONSTANTE El examen de conciencia es una obligación continua, al ritmo de la respiración en cada

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parpadear, para que el temor a D-s no se aparte jamás.

VI LA VIDA INTERIOR Cuando la mente es pura, comprende la finalidad del examen de conciencia y concentra su corazón en realizar los mandatos de D-s. Y D-s le ayuda a realizar sus obras y buscar siempre la justicia dándole mayores fuerzas físicas y aumentando su inteligencia. NOVENO PÓRTICO I SOBRE LA ASCÉTICA La ascética es uno de los modos del examen de conciencia. Trae salud y paz al cuerpo y al alma en los dos mundos. EL ASCETA RENUNCIA.

ES

EL

QUE

PUEDE

Y

Hay dos razones para dominar los apetitos: una es común a los hombres y animales y la otra es exclusiva del creyente que sigue la Torá. 138

La ascética general es impuesta por la sociedad médica y se refiere al cuidado en la comida, la bebida, el vestido, el lenguaje, el apetito sexual y las otras necesidades. La ascética especial es la propuesta por la Torá teniendo en cuenta el mundo venidero. D-S, AL CREAR EL GÉNERO HUMANO, SE HA PROPUESTO DISCIPLINAR EL ALMA Y PONERLA A PRUEBA PARA PURIFICARLA Y ELEVARLA AL NIVEL DE LOS ÁNGELES. Todas las pasiones son buenas y necesarias para la conservación individual y de la especie; pero, cuando las pasiones dominan sobre la razón, arrastran al hombre a excesos que lo destruye. Por eso la ascética nos equilibra y nos conecta con el orden universal.

II DEFICNICIÓN DE LA ASCÉTICA ESPECIAL Es la renuncia a todo lo que aparta de D-s ; el desprecio del mundo y el desligarse de todo deseo; la quietud del alma.

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LA ASCÉTICA ES UN RECHAZO DEL REPOSO Y DE LOS PLACERES CARNALES QUE NO SON ABSOLUTAMENTE NECESARIOS PARA LA VIDA. La intención de la Torá es hacer triunfar la razón sobre las pasiones. El principio de todo vicio y la causa de todo pecado se encuentra en el domino de la pasión sobre la razón. Los ascetas son necesarios en cada generación para ayudar a retornar al camino de la fe a aquellos que se han extraviados. Los hombres dan demasiada importancia al mundo material y creen que el que se cuida de sobrepasar los límites de lo necesario es impotente. Confunden el camino recto con el equivocado. Juzgan como carente de nervios al que se contenta con lo necesario. La energía significa para ellos perseguir las vanidades de este mundo. Miden la gloria por el éxito material. Sus amistades y sus odios están determinados por el éxito social. Marchan a la deriva en el abismo de la ignorancia. Por ello, es necesario que existan ascetas que curen a los que se desvían por le camino del mal cuando la pasión domina sobre la razón y se apartan de la Torá. 140

III LAS DIFERENTES CATEGORÍAS DE ASCETAS La ascética se determina por causas mundanas o religiosas. El asceta verdadero puede pertenecer a tres grupos diferentes: a) los que se alejan de la sociedad y abandonan todo lo que podría apartarlos de D-s. Nada esperan de lo que está en poder de los hombres. Este ascetismo que reduce a nada toda vida material, está alejado del camino de la Torá, pues no es la voluntad de D-s aniquilar la vida social. b) Los que permanecen en el justo medio. Desprecian los goces supérfluos y dominan sus apetitos. Rechazan lo innecesario en cuanto a la alimentación, el lujo, la ropa, etc. Pero no se destierran de la ciudad. Viven en la soledad y se aíslan en sus viviendas. c) Esperando la recompensa del más allá desprecian las riquezas de este mundo. Están preparados para partir de este mundo con las provisiones necesarias. Reúnen todos los tesoros que conducen al 141

mundo venidero. Estos se acercan aun más que los otros dos grupos, al camino trazado por la Torá. Hay falsos ascetas que se retiran del mundo pero, su corazón permanece esclavo de sus vanidades. Se crean renombre de ascetas para satisfacer mejor sus codicias. Son impostores que engañan la confianza de la gente para conseguir beneficios materiales. Esa categoría de hombres es la más alejada de la verdad y la más odiosa. Hay hombre de poca fe que poseen alguna fortuna. Pero, por temor a perderla se privan de todos sus deseos. D-s les da todo pero no los hace dueños de gozarlo. Pretenden actuar como ascetas pero son verdaderos egoístas. Hay, finalmente, hombres que no han podido enriquecerse y no tienen suficiente dinero para vivir en el lujo. Pero, comprenden que pueden sacar gloria de su miseria. Reprimen todos sus deseos, se visten pobremente, y se disfrazan de ascetas para cubrir su vergüenza. Cuando quieras saber si un asceta se dirige a la Torá o al mundo, júzgalo de acuerdo a las condiciones de la ascética perfecta que expondré a continuación.

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IV CONDICIONES DE LA ASCÉTICA El asceta lleva la alegría en el rostro y el duelo en su corazón. Es humilde, no tiene ningún rencor, ninguna codicia, no maldice a nadie. Desprecia los honores y el renombre. Agradece el bien que se le ha hecho. Es paciente, lleno de pudor y no sabe ofender. Ríe sin exceso y mantiene su calma aún cuando está encolerizado. Sólo interroga para aprender. Es muy sabio y humilde. No se apresura ni se desvía. Su conversación es cortés, sus respuestas amables, sus irritaciones justificadas. Es sincero en su afecto y fiel en su palabra. Acepta el decreto de D-s. Domina sus pasiones. Habla con dulzura de quienes lo dañan y jamás se ocupa de quien no lo considera. Se entristece con quienes están tristes. Molesta poco y ayuda mucho. Su paciencia y gratitud es mayor en tiempos de desgracia. Da a quien le pide y perdona al que lo turba. Habla con rectitud. Es dulce Su palabra es un acto. Es sabio, enérgico, amigo de los hombres e irreprochable en su carácter. Discreto hasta el exceso. Es feliz repitiendo el bien que ha visto, pero se calla el mal que ha conocido. Su compañía es un gozo y alejarse de él entristece. Ama a D-s y quiere agradarLe. Nunca busca vengarse. La sabiduría lo ha 143

purificado y la humildad lo embellece. Corrige al inteligente y enseña al ignorante. Juzga toda obra ajena más pura que la propia y más bella toda alma. Ama a los justos y es fiel a los hombres de verdad. Sostén del desdichado, padre del huérfano, protector de la viuda, honra a los humildes. V LA ASCÉTICA SEGÚN LA TORÁ La ascética debe practicarse en sociedad y en soledad; tanto en el cumplimiento de los deberes corporales como en la vida íntima, es decir, las cualidades, los pensamientos y lo secreto en nuestro corazón. 1.- En sociedad: nuestro rostro siempre será acogedor y nos alegraremos con quienes están alegres. Seremos humildes, con lenguaje suave. Buscaremos la simpatía, la ternura, la misericordia y la bondad, sin buscar en ello el lucro. Nos alejaremos del lugar en donde se reúnen los bebedores, los jugadores y los libertinos. 2.- En lo personal debemos acatar los mandamientos positivos y los negativos. Algunas prohibiciones corresponden a apetitos naturales (robar, alimentos prohibidos, relaciones ilícitas, etc.); otras, otras, nos son 144

indiferentes (comer carne y leche juntas, no mezclar dos tipos específicos de tela en nuestra ropa, no mezclar semillas, etc.). Otras, responden a la repulsa natural en comer carroña, sangre, insectos, etc. Es bueno disciplinar el alma con todo lo que D-s nos ha prohibido. Debemos experimentar disgusto por todo goce prohibido. Que las uniones ilícitas, los actos prohibidos (como sacar gloria de la vergüenza y de las faltas de otros), cosas normales en el hombre natural, te sean repulsivas como comer rata, sangre o cerdo. Debes llegar a sentir repulsión natural por todos estos actos y entonces estarás entre los que están salvados del pecado y la tentación. Con respecto a los actos lícitos, debemos realizarlos para proveer estrictamente a nuestra subsistencia y no para gozar de ellos. Nos está permitido comer manjares y vestirnos adecuadamente; pero, el abuso de las cosas lícitas conduce a los goces prohibidos. Si se te dificulta ganar el sustento y dedicarte a la Torá, piensa en nuestros sabios (Hilkia, el obrero agrícola, Shamai, el albañil o Hilel, el leñador). ESFUÉRZATE EN DISCIPLINAR TUS ACTOS. SUJETA TU LENGUA. QUE TUS LABIOS CERRADOS RENUNCIEN A TODA PALABRA INÚTIL HASTA QUE EL USO 145

DEL MÁS PESADO DE TUS ÓRGANOS TE PAREZCA MÁS SENCILLO. Si pudieras tomar nota de todas las palabras expresadas en un día y luego meditaras sobre cada una de ellas, entenderías todo lo innecesario, mentiroso, dañino, calumnioso, supérfluo e inútil que hay en ellas. Entonces, se te habrá aclarado tu deficiencia y comprenderás tu error. Observa estas cosas como si fueran los movimientos de tu enemigo. Interrumpe este ejercicio solamente cuando estés seguro de haber curado a tu lengua. Que el excedente de tus discursos se transforme en luz, en pensamiento, meditación, examen de conciencia.La vida interior es el sol que ilumina con su resplandor el secreto del alma y devela el bien y el mal que en ella se esconde. La lengua es la puerta del pensamiento. Cuando, ella es torpe, incapaz de proteger tu secreto, se derrumba la puerta de tus tesoros. Sale lo que uno no quiere poner de manifiesto y surgen fealdades. En cambio, si cuidas tu lengua, preservas tu tesoro y lo que él encierra. CUANDO CALLA El INSENSATO, PASA POR SABIO. NO TE APRESURES A ABRIR LA BOCA.

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Luego, fortalece tu mirada; que tus ojos no vean espectáculos vanos y no te aparten de la meditación sobre las cosas necesarias. Medita sobre las obras del Creador, descubre allí su potencia y magnificencia. Tapa los oídos a todo ruido inútil. Ciérrate a lo que no es indispensable oír. No escuches la calumnia, la maledicencia, las mentiras. Aléjate de los cantos de la música profana. Por el contrario, escucha a los sabios que conocen a D-s. Es necesario restringir la alimentación y la bebida. Si puedes bebe únicamente agua y acostúmbrate a un solo plato diariamente, para que al comer disfrutes lo menos posible. A veces, te privarás de todo alimento para habituar a tu cuerpo a desligarse de los lazos de este mundo. “Hijo mío, que D-s te coloque entre los que oyen y retienen y meditan, meditan y conocen, conocen y actúan. Y que no te abandone entre los que se pierden en la ebriedad y la sinrazón, dominados por sus pasiones, esclavos del mundo. Ellos están sumergidos en el goce, engañados por el deseo. Oyen y no retienen, hablan y no actúan. Buscan la tranquilidad y encuentran la angustia; quieren gozar y caen en el sufrimiento. Su alma se agita, su cuerpo se 147

agota y su espíritu se disloca. Construyen casas que no habitarán. Reúnen fortunas que no podrán gastar. Piensa en el hombre a quien D-s le ha enseñado el camino recto. Todos confían en él. Vive en paz con sus semejantes. Con la conciencia limpia, en la alegría y la quietud de la meditación se aísla para agradecer a D-s. Es sincero y sus palabras son justas. No tiene temor alguno. El mundo esconde su verdadero aspecto, pero él lo devela, conoce sus traiciones y sus astucias. La vergüenza del mundo se pone de manifiesto ante sus ojos; no tiene sobre él efecto alguno. Sus ambiciones no son de este mundo. No temen el castigo por venir. Hijo mío, elige la felicidad para tu alma, antes de que venga el lamento vano y tardío o la angustia infinita.

DÉCIMO PÓRTICO

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I EL AMOR DE D-S El fin de la ascética es unificar el corazón y dirigirlo hacia el amor de D-s. El amor a D-s es el estado más elevado al que un hombre puede llegar. Todos los preceptos impuestos por la razón, la tradición y la Torá son escalones que elevan al hombre hacia dicho fin, más allá del cual no hay nada. El temor a D-s es un paso anterior al amor. Cuando el corazón del creyente está vacío del amor de este mundo, despejado de sus deseos por el conocimiento y la inteligencia, entonces el amor de D-s penetra en él y se implanta en su alma con la fuerza con que ésta desea y conoce a D-s. EL AMOR DE D-S ES UN IMPULSO DEL ALMA QUE BUSCA UNIRSE A SU ALTÍSIMA LUZ. El alma es atraída por las cosas del espíritu y rechazada por la espesa materia. Está unida a un cuerpo opaco y es su obligación dirigirlo y cuidarlo. El alma desea todo lo que es bueno para el cuerpo. Cuando siente que algún objeto

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puede irradiarle luz, se aproxima a él y busca su presencia. Pero, las contingencias materiales y las exigencias del cuerpo no dejan al alma reposo, ni paz, ni tregua en la búsqueda de sus propias necesidades. La razón le revela cuales son los daños que puede ocasionarle este mundo material. Y así el alma puede buscar su salvación con la misma fuerza con que había sido atrapada. El alma se retira del mundo, renuncia a sus placeres, desprecia el cuerpo y todos sus deseos. Sus ojos se abren, su mirada se ilumina y se desvanece la nube que la separaba de D-s y de su Torá.

Elige alimentos que no requieren cocción: aceitunas, higos, uvas. Si puedes ayuna un día a la semana. Vuélvete insensible a la bebida y la comida para disciplinar tu alma. No hagas mal alguno a tu prójimo.

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INDICE

INTRODUCCIÓN.............................................................................. 5 PRIMER PÓRTICO I.

LA UNIDAD DE D-S......................... 7

II.

DIFERENTES MANERAS DE CONFESAR LA UNIDAD DE D-S.......... 8 EL EXAMEN LÓGICO SOBRE LA REALIDAD DE DIOS..................... 10 MÉTODO DE ESTUDIO DE LA REALIDAD DE DS........................ 11

III. IV.

V. VI. VII. VIII. IX. X.

PRINCIPIOS DE DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE D-S....... 12 PRUEBAS DE SU EXISTENCIA ....................................16 PRUEBAS DE SU UNIDAD........... 19 UNO REAL Y METAFÓRICO...... 23 D-S, UNO REAL.............................. 25 ATRIBUTOS DE D-S...................... 26 SEGUNDO PÓRTICO

I. II. III. IV. V.

LA CONTEMPLACIÓN................ 29 EL DEBER DE CONTEMPLAR... 33 CAMINOS DEL CONTEMPLAR. 34 SIGNOS DE SU SABIDURÍA........ 35 SIGNOS MÁS EVIDENTES.......... 37 TERCER PÓRTICO

I. II. III.

LA SUMISIÓN A D-S..................... 42 LA ADVERTENCIA....................... 45 LA SUMISIÓN POR LA RAZÓN. 47 151

IV.

GRADOS DE INTELIGENCIA Y COMPRENSIÓN DE LA TORÁ... 52

V.

DIÁLOGO DEL ALMA RAZÓN................................................... 60 EL DEBER DE SUMISIÓN............ 65

VI.

VII. VIII.

IX. X.

Y

LA

LA SUMISIÓN MENOR................ 71 LIBERTAD Y DETERMINISMO. 72 EL MISTERIO DE LA CREACIÓN HOMBRE................................ 76 EMPLEO DE LAS VIRTUDES..... 83

DEL

CUARTO PÓRTICO I.

EL ABANDONO EN D-S................ 86

II.

CAUSAS QUE DETERMINAN EL ABANDONO A LAS CRIATURAS.. 90 CAUSAS QUE DETERMINAN EL ABANDONO EN DIOS................... 92 EL DOMINIO DEL ABANDONO. 97 EL TOTALMENTE ENTREGADO SE DISTINGUE DE OTROS........ 110

III. IV. V.

VI.

VIRTUDES DEL ABANDONO... 114 QUINTO PÓRTICO

I. II. III. IV. V.

LA UNIDAD DEL ACTO CONDICIONES DE LA EXISTENCIA DE LA UNIDAD CAUSAS CORRPTORAS DE LA UNIFICACIÓN REMEDIOS EL DOMINIO DEL PENSAMIENTO

AGRADECIMIENTO EXPLICATIVO A MANERA DE PRÓLOGO 152

Los libros más leídos en la actualidad son los de autoayuda que tratan sobre la autoestima y los caminos para lograr la felicidad. Y en general son la expresión clara de la decadencia moral e intelectual contemporánea. El hombre actual no sabe pensar, no sabe preguntar, no puede sentir el asombro necesario al llamado de la filosofía creadora. Ya nada le asombra. Se le hace creer que el secreto de su felicidad radica en el éxito... ¿Pero, qué es el éxito? Según la sociedad contemporánea, el éxito radica en ser un poco perverso, maldito, infiel, seductor, burlarse de los débiles, lucir trajes costosos, adquirir el carro más caro, y realizar los viajes más exóticos, mantener una mínima promiscuidad aceptable socialmente, drogarse un poco con sustancias prohibidas (marihuana, cocaína, etc.) y con algunas otras avaladas por el ministerio de salud (prosac, ritalín, etc.). El hombre de la sociedad contemporánea es vulgar y se ha masificado. Se le hace creer a la masa de ignorantes que son todos hombres de negocio o de sociedad muy importantes y cada uno exclusivo en su torpeza. 153

Y así, se le vende cualquier basura. Está dispuesto a consumir lo que sea para pertenecer a esa “élite” de imbéciles sin cerebro: puro instinto al servicio del Ietzer Hará (instinto del mal). Y en esa confusión de valores revueltos es muy difícil que se haga un tiempo para reflexionar sobre el sentido de su efímera existencia y su frágil destino. La solución fallida ante la angustia existencial es el consumo y la negación maníaca. Consumo de más alcohol, más viajes, más sexo, más de lo que sea, siempre más... El hombre contemporáneo ha perdido el rumbo. *** Tarea valiente y seductora, la obra del escritor independiente que se interna en la maraña del conocimiento vasto, lejano e imposible por su misma extensión infinita. He querido reunir en una serie de libros el pensamiento libre de todo prejuicio de algunos de los hombres más sabios que indicaron el rumbo a seguir por las generaciones venideras.

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He tratado de ser claro y conciso al estilo moderno que impone el desdén por las viejas formas de arte literario y que sólo valora la rapidez y la precisión de las ciencias y de la técnica. No fue fácil, resumir en pocas líneas las ideas amplias en metáforas, hipérboles y otras figuras del lenguaje. No obstante, viendo la poca gracia con que se acogen los libros de filosofía y religión, me he dispuesto a sintetizar, si es que esto es posible, algunos conceptos aislados de varios autores claves del pensamiento judío tradicional. Y para ello, sacrifiqué y recorté varios textos a expensas de que el lector pudiera tener un acceso facilitado a ideas sublimes y pensamientos notables. Unamuno decía con todas las letras que aquel a quien no se le entiende claramente lo que dice, pues bien, no sabe lo que dice... (supongo yo que esto es una ironía y no siempre es así, pues el defecto puede estar del lado del que escucha o lee). De todos modos, considero que toda la responsabilidad sobre el discurso recae sobre el emisor, y en ese sentido he puesto gran cuidado

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en ser fiel a las ideas que antes hubiera estudiado. En mi producción literaria anterior, Destellos de Luz, que bosquejó algunas pinceladas aisladas, demasiado pálidas para dar cuenta de la genialidad de su autor (Maimónides) he quedado completamente insatisfecho de mi labor y no he sido digno merecedor de la aprobación fácil y elocuente de un público ignorante o poco acostumbrado a la lectura. No sé cuanto de mi trabajo produce el efecto deseado en quienes me leen. Cuando alguien escribe lo hace para comunicar algo a alguien. La mayoría de las veces, el escritor solitario no sabe bien a quien le escribe o por qué le escribe. A veces, luchamos contra nuestros propios miedos y fantasmas y queremos conjurarlos con la única arma que poseemos: la palabra veraz, certera y plena de sentido. Sin embargo, después de luchar infructuosamente contra esos demonios, a menudo surge la palabra buscada que provoca el efecto dulce y benéfico, y otras veces, no... continúa la frustración.

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Pero, esa frustración impulsa a seguir buscando y escribiendo y es el motor para nuevos logros y objetivos. ¿Cómo surgió la idea de este libro? No lo sé con exactitud. Pero, si sé a quien va dirigido. *** Durante varios meses tuve la suerte de vivir a más de una hora de caminata del templo más cercano. Y cada shabat, por consejo y recriminación del señor Azerbat comencé a caminar para llegar al rezo del sábado por la mañana. En esa hora de caminata se iba fortaleciendo en mí el tesón, la paciencia y la felicidad de poder mantener un diálogo ameno y sereno conmigo mismo. Cuando una persona puede hacer contacto consigo misma, cuando logra reconciliarse con sus propios enemigos internos empieza a escuchar nuevas ideas y se produce tal deleite para el alma que una hora de caminata solitaria para el encuentro con D-s o con el rezo a D-s y algunos amigos, se torna en un placer maravilloso, y esa hora transcurre con gran fugacidad. Al llegar al Shaaré Tefilá, (La Puerta del Rezo), sabía que más allá de mis propias inhibiciones y temores, indefectiblemente mi gran amigo 157

Abraham Shabot estaría aguardando mi llegada y la de cualquier otro que sediento de paz espiritual y de conocimiento arribara junto a él para escuchar sus preciosas traducciones de textos ingleses sobre todos los temas relacionados con la psicología y filosofía de la perashá de la semana. En esas cálidas y serenas horas, transcurridas en la intimidad que la sinagoga nos brindaba al finalizar la tefilá, Abraham iniciaba sus sapientes lecturas y sus frescas traducciones que colmaban mi imaginación de los frutos por venir. Él no lo sabía, y yo tampoco: comenzaba a gestarse y se nutría algo en mi espíritu que iba vigorizando la idea de realizar mi obra escrita. Cuando conocí a su padre, el sr. José Shabot, me recibió con tanto respeto y cariño brindándome su apoyo moral y material, y de este modo me impulsó a definir un destino posible: el de la literatura bíblica. Y así se iba fortaleciendo en mí la convicción de retomar aquellos delirios de la niñez y aquellas frustraciones no superadas acerca de mi dificultad para redactar. *** 158

Recuerdo la lentitud y torpeza para leer. Y la vergüenza secreta que esto me ocasionaba. Cada año cuando nos reuníamos a leer la Hagadá de Pesaj yo me adelantaba a la lectura de lo que iban leyendo en castellano, para poder lucirme; sin embargo, las palabras salían de mis labios entrecortadas, a veces tartamudeaba un poco y mi hermano mayor me hacía burlas... ¡y como sufría en la impotencia!. Después en la escuela primaria y en la secundaría, era prácticamente un inútil para redactar y mi ortografía era lamentable. (Recuerdo cuando escribí acesino en un dictado, y que el profesor de literatura escribió al margen que el asesino de la ortografía era yo). En una clase de Historia, el prof. Fraboschi (eminente historiador argentino) nos contó el caso de Demóstenes, un tartamudo que quería dedicarse a la retórica y la oratoria y que para ello ideó una solución. Oculto en una caverna ensayaba sus discursos luego de haber introducido en su boca algunas piedras pequeñas que dificultaban aún más su dicción. Con el tiempo, Demóstenes llegó a ser el principal orador de Grecia. 159

Y ahora comprendo que esas piedras que todos llevamos en el alma, esas dificultades cotidianas, esas angustias que provoca la misma vida no son más que trabas que nos impulsan a ser mejores. Antes de olvidarlo, debo recordar el juego de scrable que nos enseñaba mi madre. Allí aprendimos matemática y literatura universal. También debo agradecer ese encuentro fortuito que mantuvimos en el metro (subterráneo), mis compañeros del Colegio Nacional de Bs. As. y yo con un señor muy elocuente que nos señaló que era un error creer que los que dominaban las ciencias exactas y las matemáticas, geometría y aritmética, eran los más inteligentes (y eso creía yo en esa época de lucidez adolescente); la gente inteligente es la que domina perfectamente su idioma natal, la lengua... y sabe construir ideas y expresarse correctamente. En realidad, las matemáticas también son un lenguaje. *** A mayor privilegio, mayor obligación para con D–s.

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He tenido la suerte y el privilegio de pertenecer a una de las mejores escuelas argentinas, y allí se me inculcó el amor y la dedicación constante al estudio. A continuación explicaré un modelo para comprender como funciona el hombre; el lector avezado podrá acompañar la lectura de este libro con dicho modelo. El hombre puede ser comparado al siguiente esquema: Imagínese una carroza tirada por briosos corceles, un hábil jinete lleva las riendas, y en el interior del carruaje, el dueño. Tenemos cuatro elementos: a) El dueño de la carroza. b) El cochero o jinete. c) La carroza. d) El caballo. Cada uno de estos elementos representa una función dentro de la estructura humana. a) El INTELECTO es el amo y su lugar es el CEREBRO. 161

b) El SENTIR es el jinete y su lugar es el CORAZÓN. c) La VOLUNTAD es el carruaje, y su asiento es el ESTÓMAGO. d) Los INSTINTOS son los caballos y su localización está en los GENITALES. Los cuatro elementos de nuestro ejemplo, el dueño, el jinete, la carroza y el caballo deben estar perfectamente intercomunicados y conectados en forma armoniosa para poder lograr un movimiento coherente. Esta estructura no podría cumplir su función si esto no fuera así. Por ejemplo, si el jinete no tuviera riendas no podría guiar a los caballos; si el amo y el jinete no hablaran el mismo idioma, éste no comprendería las órdenes de aquél; si los caballos no estuvieran bien enganchados a la carroza, toda la estructura se vería amenazada. Del mismo modo, en el hombre debe reinar una fluida y armónica unión e intercambio entre sus partes. EL CEREBRO Y EL CORAZÓN DEBEN MARCHAR JUNTOS. Supongo que por eso pedimos en nuestros rezos a D-s que ponga inteligencia en nuestros corazones.

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Los instintos y la voluntad deben ser sabiamente coordinados por el amo (el intelecto) a través de las emociones y sentimientos (el corazón). Analicemos las posibles situaciones siguientes, todas ellas problemáticas, y entenderemos más adelante lo que significa la angustia. ¿Qué pasaría si uno de los caballos decide tirar en otra dirección? ¿Si el jinete no obedece las órdenes del amo? ¿Si el amo está dormido y no le dio instrucciones al jinete? ¿Si a la carroza le falta una rueda? Se comprende claramente que la estructura así no puede funcionar y se corre el riesgo de un accidente. Además es imposible llegar a destino en ese desorden. Lo mismo le sucede al hombre cuando no se ponen de acuerdo todas estas partes. Si piensa una cosa y dice otra, si no pone el corazón en lo que hace, etc. La angustia, que es la manifestación somática de la ansiedad, es eso: la inconformidad y el desacuerdo entre las partes de una misma estructura física y espiritual. 163

Si cada una de ellas realiza una fuerza en direcciones opuestas se siente la angustia en el cuerpo. Y si chocan entre sí como dos trenes enfrentados estas fuerzas producen molestia en el pecho, la garganta, el estómago, etc. (Dicho sea de paso, la envidia afecta el hígado). El lector meticuloso y diligente posee en sus manos un libro único en su estilo que supera ampliamente todas las concepciones modernas de psicología y todos los métodos filosóficos actuales. Es una verdadera lástima que en las universidades de occidente no se lo estudie, ni se le dé la verdadera importancia que merece como obra culmine del pensamiento de una época de iluminación moral, intelectual y espiritual para el mundo sefaradí. Occidente siempre ha querido aniquilar todo vestigio de judaísmo en sus instituciones, (hasta llegó a crear la Inquisición). Estoy plenamente convencido de que quien quiera lograr la ansiada paz espiritual, la verdadera felicidad en este mundo y el venidero y la armonía en el vivir, si se esfuerza realmente en la comprensión de este texto y luego sigue sus consejos, cumplirá su objetivo.

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El lector superficial podrá disfrutar de un ameno pasatiempo moral e intelectual. Y a aquél que no está acostumbrado a la lectura frecuente le aconsejamos que no pierda su tiempo y que encienda su televisor para seguir aturdiendo su mente con la inutilidad fugaz con que occidente quiere venderle su miserable producto. Lic. Sergio Rubén Maslatón [email protected]

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