Azar y Determinismo

 

 

UNIDAD EDUCATIVA PARTICULAR

“EXCELSO ESPÍRITU SANTO” 

AZAR O DETERMINISMO

Alan Bustamante 3ro Bachillerato General Unificado Investigación Lic. Cristina Guevara 22 de junio del 2021, Santo Domingo de los Tsáchilas

 

1.  Introducción 

Existen dos conceptos que a través de la historia de la filosofía han sido cconfundidos, onfundidos, falsamente identificados, incorrectamente diferenciados, y las más de las veces simplemente ignorados. La ciencia fue, hasta principios del siglo XX, decididamente determinista. La mayor  parte de los científicos pensaban que toda la realidad obedecía las leyes de Newton y que el estado presente del Universo determinaba determina ba con exactitud el estado en cualquier tiempo futuro, sin espacio para ningún tipo de azar. Se pensaba que el azar que observamos era producto de nuestra ignorancia. Sin embargo, a principios del XX, la Mecánica

Cuántica

mostró

que

había

acontecimientos

en

la

Naturaleza

intrínsecamente aleatorios y que el futuro no podía ser determinado, aunque tuviéramos la máxima información sobre el estado presente de un sistema o del Universo entero.

Entonces, ¿qué concepto podemos tomar como correcto?

2.  Desarrollo  Se puede definir al azar como la contingencia del tiempo futuro. El azar, la suerte y la casualidad, según Aristóteles   se limitan a ser recursos explicativos aplicables exclusivamente a las cosas que no suceden siempre ni en la mayoría de los casos, es decir, a los fenómenos extraños, no regulares y poco comunes. El azar puro queda restringido al conjunto de las cosas carentes de finalidad por contraposición a la ordenación esencialmente finalista de los procesos naturales. naturales .

 

Pero ¿cómo funciona este tipo especial de azar en el caso de la suerte? Según Aristóteles la suerte puede ser señalada como causa en aquellas acciones cuyo resultado no es, de hecho, su fin, pero podría haberlo sido. Como ejemplo podemos usar a una persona que fue a la plaza por cualquier motivo y, casualmente, encontró allí a uno de sus deudores que le devolvió lo debido. Su intención de ir a la plaza no tenía como fin el cobro de ese dinero sino otro distinto, como el de pasear o comprar, pero podría pod ría haberlo tenido. Es decir, el acreedor podría haber elegido ir a la plaza para recuperar su deuda, pero como no lo eligió el resultado del cobro no constituye un producto p roducto del fin de su acción, sino que su causa es fortuita y debida a la suerte. La casualidad puede ser señalada como causa accidental en los casos en los que las cosas que en sentido absoluto llegan a ser para algo lo que les sobreviene n no o es aquello  para lo cual llegan a ser.

Todo lo que se debe a la suerte se debe también a la casualidad, pero no todo lo que se debe a la casualidad se debe también a la suerte.

Por otro lado, cuando nos referimos al determinismo hacemos alusión a la doctrina filosófica que niega la libertad, como ejemplo imagina ahora que levantas tu brazo, seguramente dirás que lo haces voluntariamente. Sin embargo, si yo te digo, que dich dicho o acto obedece a una serie de causas psicomotoras, reflejos nerviosos, entre otros, entonces se podría decir que no lo hacemos “libremente”, sino llevados o impulsados  por el e l modo de funcionar nuestro nu estro organismo. Pero, al no percatarnos de todas esas

causas internas, creemos simplemente que lo hacemos “por decisión propia”. Esa “decisión propia” no es más que una fórmula verbal vac ía. Podríamos decir que el determinismo es la teoría de la conexión necesaria de todos los sucesos y fenómenos y de su condicionamiento causal, es decir, la relación que existe entre dos cosas y fenómenos. Uno es la causa y el otro es el efecto. En este caso, la causa puede identificarse como un fenómeno que afecta a otro y, por tanto, lo precede en el tiempo.

 

3.  Conclusiones   El azar y el determinismo son unos de esos problemas en los que cualquiera de las dos opciones es insatisfactoria. Si el mundo es determinista, todo está escrito, y esto es algo que rechazamos instintivamente. Pero también rechazamos instintivamente que haya zonas de la realidad creadas por puro azar.

4.  Referencias  http://www.filosoficas.unam.mx/~sfmar/publicaciones/MARTINEZ%201990%20%20La%20obj etividad%20del%20azar%20en%20un%20mundo%20determinista.pdf  

https://www.anaminecan.com/post/aristoteles-el-azar   http://agrega.juntadeandalucia.es/repositorio/20122016/94/esan_2016122012_9105225/21_el_determinismo.html   an_2016122012_9105225/21_el_determinismo.html https://www.filosofia.org/enc/ros/det.htm   https://www.filosofia.org/enc/ros/det.htm