Augusta Emerita, La Gran Ciudad de Hispania. Breve Repaso A Su Población, Recursos y Economía

August 31, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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  Augusta Emerita, la gran ciudad de Hispania: breve repaso a su población, recursos y economía.  Augusta Emerita, the great city of Hispania: brief review of this population, resources and economy

Francisco Martínez Sánchez

Resumen

La colonia  Augusta Emerita  se convertiría en la ciudad más grande y poblada de la  Hispania  Alto Imperial, cuyo crecimiento no sólo se explica por el enorme territorio que controlaba y los recursos alimentarios -excedentarios en muchos casos- que tenía a su disposición, sino que también fue propiciado por el lugar estratégico en la que fue fundada, una encrucijada de caminos que le permitiría convertirse tanto en la capital administrativa y política de la provincia, como en el gran foco comercial que conectaba el norte y el sur peninsular. Palabras clave:  Augusta Emerita  –  –   Lusitania Lusitania  –  Demografía   Demografía  –  Recursos   Recursos alimentarios  –   Comercio –  Artesanado  Artesanado

Abstract

The colony Augusta Emerita would become the largest and most populated city of High Imperial’s  Hispania, whose growth is not only explained by the huge territory it controlled and the food resources -excedientes in many cases- that had at its disposal,  but also was promoted by the strategic place iinn which it was founded, a crossroads of roads that allowed it to become both the administrative and political capital of the  province, as well as the great commercial focus that connected the north and south  peninsular. Keywords: Augusta Emerita  –  Lusitania   Lusitania  –  –  Demography  Demography  –  Food  Food resources  –  Commerce  Commerce  –  Crafts  Crafts

1.  Fundación

Es posible que, previamente a la fundación de  Augusta Emerita existiese un pequeño asentamiento entre los ríos Guadiana y Albarregas, que probablemente ejercería cierto control sobre río y la urbanizador zona circundante desde esta posición El del fenómeno es común en elel proceso romano y coincide con loestratégica. que sabemos mismo

 

en la península Ibérica, donde los romanos se establecerían tanto en zonas y regiones con una fuerte tradición urbana como en lugares donde hubieron de fundar ciudades ex novo, si la situación lo requería. Es el caso de  Augusta Emerita, cuando alrededor del 25 a.C. P. Carisius como  Legatus  Augusti recibe mandato de fundar 1 una colonia en la provincia Lusitana 2, donde asentar a los veteranos  – o emeritii- de la V Alauda y X Gémina legión que combatieron en las Guerras Cántabras y que darían nombre a la ciudad3.

La elección de este lugar no fue casual, en primer lugar, por el valor estratégico del enclave, debido a la existencia de una isla en medio del cauce del Guadiana, similar a la isla Tiberina de Roma,  Lutetia, etc., y la posibilidad de vadear el río en esta zona, estableciendo un puente que unía la Bética con el NO peninsular. Por otro lado, era una zona relativamente poco romanizada y rodeada de tribus de Vettones, Túrdulos y Lusitanos, poco permeables a la romanización, de manera que establecer un asentamiento ahí garantizaría cierta estabilidad 4 en la zona. Además, estaba situada en la confluencia de importantes vías de comunicación como eran la Vía de la Plata, que enlazaba el Norte y el Sur peninsular, y la que unía de Este a Oeste las urbs  de Complutum con Olissipo, actuales Alcalá de Henares y Lisboa. A lo anterior habría que añadir las ventajas topográficas del emplazamiento: colinas bien ventiladas donde construir edificios públicos singulares, materias primas y recursos naturales en abundancia, etc. Así pues, con una ubicación perfecta, al estilo de las ciudades puente romanas,

tales como Córdoba o Touluse, su desarrollo sería espectacular,

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 Aunque algunos autores sostienen, basándose en testimonios antiguos como el de San Isidoro, quien a propósito de Mérida dice que Augusto la edificó y no la fundó, y no es baladí ya que utiliza con frecuencia los términos conditor , condidit   y para  Augusta Emerita  elige un aedificavit.  Ver Alicia Mª Canto, Colonia Iulia Augusta Emerita: Consideraciones en torno a su fundación y territorio, Gerión, nº 7, 7, 1989, pp. 159-166. 2  Dion Casio, Historia Romana, LIII.26: “Cuando terminó esta guerra Augusto licenció a los soldados de más edad y les concedió la fundación de una ciudad en Lusitania que se llamó Emérita Augusta”.  3  Antonio García y Bellido, Las colonias romanas en la provincia Lusitania, Arqueologia e Historia, Lisboa nº8, 1958,  pp. 13-23. 4   Ver E. Ariño y J. M. Gurt, Catastros Romanos en el entorno de Augusta Emerita. Fuentes literarias y documentación arqueológica, Studia Historica: Historia Antigua, Volumen 10, marzo, 2010, p. 3 donde se puede leer que “aun valorando la valorando la necesidad de incautar tierras para asentar a los veteranos de las guerras con los cántabros, el factor represor hacia los indígenas en la fundación de la nueva colonia, parece fuera de duda, si tenemos en cuenta que se arrebataron tierras a las ciudades vecinas, pese a que en Emérita existía una buena cantidad de tierra disponible”.  2

 

desplazando a la cercana  Metellinum como urbe principal en la zona y se convertiría en una de las ciudades más importantes de Hispania 5 y de todo el Imperio Romano. 2.  Planta y urbanismo

En los últimos estudios publicados6, que vienen a confirmar los datos que ya se manejaban7, se constata que la ciudad de Augusta Emerita contaba con una superficie de 120ha, que es posible calcular por el perímetro de su muralla. Aunque, como muy bien se ha visto, “ se han reconocido barrios extramuros en ciudades como Cesaraugusta,  Emerita […] lo lo cual  cual demuestra que estos centros acogieron más habitantes después de la construcción de sus murallas 8” , sin embargo, para  el presente estudio nos

circunscribiremos al momento de máxima extensión de la ciudad intramuros, que viene a coincidir normalmente con la cronología de construcción de la muralla 9, en este caso durante el Alto Imperio, entre los siglos I y II a. C.

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 Pomponio Mela, De chorographia, II.79: “Las ciudades mediterráneas más ilustres en la provincia Tarraconense  fueron Palantia y Numantia, Numantia, hoy lo es Cesaraugusta. En la Lusitania, la ciudad Emérita. En la Bética, las ciudades ciudades,,  Astygi, Hispalis y Corduba Corduba” ”. 6  Ver César Carreras Monfort, Nuevas tendencias y datos sobre la demografía romana en la península Ibérica,  BSAA arqueología , LXXX, 2014, pp. 53-82, por ejemplo. 7

  José María Álvarez Martínez, Consideraciones acerca del recinto amurallado emeritense, Actas del Congreso Internacional Lucus Augusti, Lugo, 26-29.XI.2005, pp. 653-670. 8  César Carreras Monfort, Una nueva perspectiva para el estudio demográfico de la Hispania Romana, Boletín del seminario de Estudios de Arte y Arqueología, Tomo 62, 1996, p. 3. 9 Pues parece que “la ciudad había sido trazada con todo su perímetro amurallado desde un principio” , en Trinidad  Nogales Basarrate y José Mª Álvarez Martínez, Colonia Augusta Emerita. Creación de una ciudad en tiempos de Augusto, Stud. Hist., Hª antig., nº32, 2014, p. 220. 3

 

Al ser una urbe de nueva planta, la ciudad de  Augusta Emerita fue trazada de acuerdo al modelo hipodámico10, esto es, con calles rectas, paralelas y perpendiculares que seguían el diseño primigenio de la castramentatio  de la colonia. La ciudad está rodeada de colinas, que contribuían a la defensa de la ciudad y que resultaban ideales para la construcción de singulares edificios públicos como el Teatro y el Anfiteatro que, curiosa  pero pragmáticamente, fueron levantados en una zona periférica que “facilitaba el gran movimiento de masas que acudían a los espectáculos desde todos los puntos del 11

territorium colonial” . 

La ciudad estaba estructurada en dameros más o menos regulares que delimitaban insulae  de aproximadamente 100 ó 110 metros de longitud por 50-60m de anchura, aunque algunas pudieron ser más cortas, alrededor de 80 ó 70 metros. De todo el tejido urbano se conoce bien el kardo  y el decumanus  que, al amparo de algunas teorías12, se piensa que es la prolongación del puente sobre el Guadiana, que  bien pudo ser ser el genitor urbis de Augusta Emerita. 

Gracias a este marco urbano y a la importancia estratégica y administrativa que alcanzó la ciudad, iría adquiriendo la misma un esplendor que quedaría reflejado en la monumentalidad de sus principales edificios13 y que incluso hoy, asombra al mundo: el 10

 Jose Lúis Menéndez, Las fuentes antiguas sobre el urbanismo de Hipódamo de Mileto, D’art, nº 23, 1997,  p. 14: “Realmente Hipódamo fue el ‘inventor’ de un nuevo modelo urbanístico, cuya característica más sobresaliente era la ortogonalidad.”   11  Trinidad Nogales Basarrate y José Mª Álvarez Martínez, Op. cit. p. 25. 12

 Como las que propone J. Mª Álvarez, director del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida y autor de algunos de los planos aportados en este trabajo. 13 Para el estudio de los edificios públicos, urbanismo y arquitectura romanos de Lusitania en general y de Augusta Emerita en particular, remito a Jaime Muñoz Garrido, Tesis doctoral, El proyecto romano construido en Lusitania, Universidad politécnica de Madrid, 2002. 4

 

teatro data del año 15 a.C., cuando Marco Agripa lo donó 14 a la ciudad, en la que para entonces ya se había construido la muralla y planificado urbanísticamente la colonia. En el Foro Municipal se ubicaron los templos de Diana y Marte, ambos representantes del culto Imperial. Siete años más tarde se terminaría el Anfiteatro y de esta época datan también el Circo, construido extramuros, las cloacas, acueductos y algunos puentes como los que permiten salvar el  Barraeca  y el Anas, este último y gracias a sus 792 metros sería uno de los más largos e importante del Imperio. Un poco más tardío, circa 50 d. C., se construiría el nuevo Foro Provincial, ya porticado y cuyo acceso lo constituía el Arco de Trajano. 3.  Demografía

Para el cálculo de la población de una ciudad romana de época Alto Imperial, se han  propuesto varios métodos15, alguno de los cuales,  grosso modo, intenta averiguar el número de habitantes por medio de la capacidad de algunos edificios públicos y, aunque en el caso de  Agusta Emerita  contamos con algunos ejemplos paradigmáticos de estas estructuras, lo descartaremos porque como es sabido, “no parece que existía ninguna regla estable entre su capacidad y la población total de una ciudad ”16 . Así pues, para el cálculo aproximado de la población de la urbe , utilizaremos el método que, tanto por su sencillez como probado acierto, se ha utilizado para calcular la población total de la  Hispania Alto Imperial. El método consiste en el cálculo a partir de la extensión de los asentamientos (que en el caso concreto de la capital lusitana coincide con el perímetro de sus murallas), multiplicando ésta por una densidad por hectárea. Esta densidad varía en función de la tipología de las poblaciones, siendo para las urbanas de 223 habitantes  por hectárea y de 20 para asentamientos rurales. El caso de los grandes núcleos  provinciales y de conventus  como es el caso de  Augusta Emerita, la densidad se ha establecido en 32617. A partir de estas cifras, obtenemos una población aproximada de 39.120 habitantes, resultado de multiplicar la densidad poblacional comentada, por su extensión, calculada a partir del perímetro de su muralla (120ha); aunque, como ya hemos comentado, este número es perfectamente revisable18  si nuevos estudios aportaran otros datos con los que calcular la densidad urbana en  Hispania para esta época, variáramos el perímetro 14

  Según podemos apreciar en uno de los dinteles del teatro: «M(arcus) Agrippa L(uci) f(ilius) co(n)sul III / trib(unica) pot(estate) III», que podríamos traducir como, Marcus Agrippa, hijo de Lucius, tres veces cónsul, en su

tercer año de tribuno.  Ver Enrique Gozalbes Cravioto, La demografía de la Hispania romana tres décadas después, HAnt XXXI-2007, 181-208; B. Taracena, Las fortificaciones y la población de la España romana, IV Congreso Arqueológico del Sudeste Español, Cartagena, 1948, pp. 421-442 y J. C. Serra Rafols, El poblamiento romano de Hispania, IV Congreso Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas, Zaragoza, 1956, pp. 911-929. 16  César Carreras Monfort, 2014, Op. cit., p. 7. 17   La densidad de población utilizada está directamente extraída de César Carreras Monfort, 1996, Op. cit.,  p. 7. Concretamente, la densidad para los centros primarios se ha obtenido a partir de la cita de Diodoro Sículo (17.52.6) que indicaba una población de 300.000 ciudadanos en Alejandría para una superficie de 920 hectáreas.   18  Aunque para este trabajo se han utilizado las cifras proporcionadas por los trabajos de César Carreras, no hay que olvidar que otros autores sostienen puntos de vista muy diferentes respecto al perímetro de la muralla y su superficie intramuros: ver J. A. Calero Carretero, La muralla romana de Augusta Emerita (Tesis de Licenciatura. Licenciatu ra. Universidad de Extremadura, Cáceres, 1986), trabajo publicado en parte en La muralla romana de Augusta Emerita, REE, 87, 1, 1992, pp. 259-275 donde se establece un perímetro de 3800m y 67ha 8 áreas y 20 centiáreas intramuros; o los 4525m  perimetrales que expone Hernández Ramírez, Augusta Emerita. Estructura urbana. Badajoz, 1998, pp. 59. 15

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amurallado, o bien, conociéramos la extensión y cronología de los barrios extramuros de Augusta Emerita.  No obstante, y en contraste con el fulgurante crecimiento de la ilustre ciudad, es un hecho asumido19  que la ausencia de algunos tipos de testimonios textuales, arqueológicos o epigráficos desde aproximadamente mediados del siglo II hasta la época de Constantino, apuntan a una progresiva decadencia de la colonia, tanto demográfica, económica como culturalmente -incluso se duda de si seguía ostentando la capitalidad de la provincia lusitana20- aunque parece parece claro que los motivos tuvieron un origen político que la desvitalizaron y no tanto debido a una crisis malthusiana, como a  priori podría aparecer. 4.  Agua y recursos alimentarios

Es evidente que, en los primeros momentos de la colonia, la población asentada en  Augusta Emerita debió tomar el agua directamente del río Guadiana pero, a medida que la población y la propia ciudad crecían, se debieron desarrollar sistemas de captación, canalización y distribución de agua que dieran un abastecimiento adecuado  – y estable, ya que los periodos de sequía son un fenómeno recurrente en la zona- a la urbe. La antigua capital lusitana llegó a contar con tres sistemas hidráulicos 21  (Proserpina, Cornalbo y Rabo de Buey) que la surtían de agua y que estaban compuestos, a su vez,  por numerosas obras de ingeniería como presas, canalizaciones subterráneas, acueductos, depósitos, etc. La presa de Proserpina está situada a unos 5km al norte de la ciudad, la de Cornalbo dista de ella 16km y, junto al mecanismo de captación hídrico de Rabo de Buey, fueron las estructuras encargadas de recoger el agua y almacenarla. Ésta era conducida a la ciudad mediante un entramado complejo de conducciones subterráneas 22 de casi 50km de longitud. Dos acueductos monumentales salvaban el valle del actual río Albarregas, antiguo Barraeca. La conducción subterránea proveniente del sistema Proserpina, entraba en  Augusta  Emerita el acueducto de los Milagros, más largo de los yque levantaron en Hispania  por y cuyo tramo de arquerías mide 825elmetros de longitud 25 se metros de altura;

toda esta construcción finalizaba en un castellum aquae situado en la calle Calvario. El acueducto de San Lázaro, por su parte, era el encargado de transportar, salvando también el Albarregas, las aguas del sistema Rabo de Buey, que eran captadas desde  pequeños arroyos y manantiales cercanos. Además de numerosas fuentes, termas,

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 Según se puso de manifiesto en el Coloquio celebrado en Mérida con motivo del Bimilenario: Augusta Emerita, Actas del Bimilenario de Mérida, Madrid, 1976. 20  Alicia Mª Canto, Op. cit., pp. 151-153. 21  Consultar Juan Martin Morales y otros, El abastecimiento de agua romano a Augusta Emérita, Actas del Segundo Congreso Nacional de Historia de la construcción, A Coruña, 22-24.X.1998, pp. 321-330 y Fernando Aranda Gutiérrez, Las presas de abastecimiento en el marco de la ingeniería hidráulica romana. Los casos de Proserpina y Cornalbo, Mérida, excavaciones arqueológicas, nº9, 2003, pp. 471-536, donde se detallan exhaustivamente todos los detalles técnicos de estos sistemas hidráulicos. 22  Para que las aguas llegaran en buen estado y evitar la contaminación de la misma, era una práctica habitual romana conducirla subterráneamente o, al menos, cerrada al exterior. 6

 

cisternas, etc. la ciudad contaba también con un sistema de gestión de residuos muy complejo23 que permitía mantener m antener unos niveles de relativo bienestar público.

Otro de los problemas fundamentale fundamentales, s, además del abastecimiento regular de agua dulce, es la alimentación de la población urbana, más si tenemos en cuenta que  Augusta  Emerita fue la mayor y más poblada urbe hispana durante mucho tiempo. A pesar de que contamos con una documentación excepcional, en contraste con la mayoría de urbes romanas  – especialmente especialmente las hispanas-, es muy complicado saber con exactitud cuál fue la parcelación y asignación a los colones, así como su puesta en cultivo, sin embargo, sí conocemos que la ciudad disponía de una buena cantidad de tierra disponible, incluso inusualmente extensa 24, lo cual ayudaría al sustento de la  población, ya que la agricultura y la ganadería constituían los dos grandes pilares alimentarios de la época. Sin embargo, es sabido que los primeros veteranos ocuparon mayoritariamente el espacio más alejado de  Augusta Emerita , cerrando de esta manera, las fronteras del territorio de la misma. El inmenso espacio vacío que quedó sirvió aún  para una segunda y una tercera asignación e incluso parte del territorio permaneció sin asignar, aunque debió ser ocupado prácticamente en su totalidad por los pobladores ya asentados, que llegaron a poner en cultivo incluso los subseciua25 inmediatos al río. 23

 Para su estudio remito a la Tesis Doctoral de Jesús Acero Pérez, La gestión de los residuos en Augusta Emerita (Mérida, España) Siglos I a. C. –  VII  VII d. C., Universidad de Extremadura, 2015. 24  Como norma general en la  pertica emeritense, el uso de centurias de 40 por 20 actus (400 iugera), es decir, del doble que la centuria clásica se ha interpretado, en algunas ocasiones, como la prueba de que los veteranos fueron  beneficiados con lotes de tierra superiores a lo habitual, aunque otros autores señalan, y coincido con ellos, que el uso de estas centurias de gran tamaño tiene más que ver con la necesidad de extender la retícula catastral por una superficie inusualmente grande de terreno existente. 25  En Agenio Urbico, th.46 podemos leer un pasaje que hace referencia a la diferenciación entre lugares públicos y  privados «Sunt autem loca publica baec, quae inscribuntur ut SILVAE ETPASCVA PVBLICA AVGVSTINORVM» que E. Ariño y J. M. Gurt, Op. cit.  p. 5, destaca d estaca “la existencia dentro del territorio de la colonia de tierras de uso  público destinadas destinadas al aprove aprovechamiento chamiento de leña, past pastos os y, seguramente y teniend teniendo o en cuenta la vegetación natural natural de 7

 

Debido a los continuos cambios en el territorio y la orografía, “resulta tremendamente difícil identificar sobre el terreno terr eno las estructuras catastrales que 26 existieron en época romana” romana”   y únicamente únicament e disponemos de información informaci ón veraz del

gran parcelario que se extiende al sur del Guadiana, cuya posibilidad de explotación del suelo está estrechamente relacionada con la ocupación de estas tierras. El lugar elegido  para el establecimien establecimiento to de la centuriación no fue casual y las tierras divididas y asignadas a los colo colonos nos ocupan lo loss suelos má máss aptos par paraa el cultivo culti vo de todo el entorno emeritense. Del mismo modo, es fácil suponer que el resto del territorio sería asignado para su aprovechamiento y puesta en cultivo 27 e, igualmente, sabemos que los la zona, de bellotas, bel lotas, de modo semejan semejante te al que sabemos que era práctica corri corriente ente en algunas ciud ciudades ades de la Campania”.  26 E. Ariño y J. M. Gurt,  Op. cit. ,  , p. 20. 

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 En Julián de Francisco Martín, Conquista y romanización de Lusitania, ed. Salamanca, 1996, p. 325 podemos leer cómo Mª Cleofé Rivero de la Higuera, gran conocedora de la zona e incasable arqueóloga, comunica al autor la

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indígenas se integrarían28  en la nueva estructura urbana y cabe suponer que recibirían lotes de tierras que les permitiera subsistir después de las incautaciones que acompañarían a la deductio colonial. Por otra parte, gracias a la calidad de las tierras que ocupa la  pertica emeritense, que contaba con importantes plantaciones de olivo y viñedo repartidas de forma irregular  por el territorio, y por los vestigios encontrados29, nos encontramos con un escenario muy prolífico en la elaboración de aceite y vino, aunque únicamente se han podido identifica fehacientemente tres almazaras en el entorno de  Augusta Emerita , a pesar de lo cual, es de suponer que existieron muchas más si nos atenemos a los últimos hallazgos, por lo que, el destino de la producción no estaría dirigido únicamente al abastecimiento de la ciudad y el autoconsumo, sino que debieron exportarse los excedentes en el ámbito provincial y peninsular. Además de la agricultura, base de la economía y sustento romanos, tenemos noticias de las buenas condiciones que ofrecía  Hispania para la caza, la pesca y la ganadería 30, que sería otra de las bases de la alimentación de los pueblos hispanos31, y no es distinto en el caso de Augusta Emerita, como podemos deducir de la existencia de distintos talleres de lana, que indican una generosa cabaña ganadera o los numerosos anzuelos encontrados en la ciudad32, que constatan la existencia de pesca fluvial. Así pues, en cuanto a recursos alimentarios y el sustento de la provincia y la ciudad, no podemos más que rescatar un texto del Deipnophistai (VIII.330) de Ateneo33: «Cuenta la felicidad de la Lusitania, región de Iberia, es decir, de la que los romanos llaman ahora Hispania. Dice, en efecto, que allí, a causa de la templanza del aire, son muy fecundos tanto los animales como los hombres, no perdiéndose los frutos del campo. Las rosas, los girasoles blancos, los espárragos y otras plantas parecidas sólo dejan de producirse tres meses al año. En cuanto al pescado, tanto por su abundancia como por su aprovechamiento y calidad, es de gran diferencia con respecto al que se  pesca en nuestro mar. Un médimno siciliano de cebada cuesta un dracma; el de trigo, tr igo, nueve óbolos alejandrinos; el metrete de vino, una dracma, y un cabrito de peso mediano y una liebre, un óbolo; el precio de los corderos oscila entre tres y cuatro óbolos; un cerdo cebado, de un peso de cien mnai, cuesta cinco dracmas, y una oveja, dos. El talento de higos vale tres óbolos; una ternera, cinco dracmas, y un buey de arar, diez dracmas. La caza casi no se aprecia en nada, se da gratis a los que compran alguna de estas cosas». existencia de vestigios romanos pertenecientes a antiguas villae en no menos de 400 parajes del territorio de  Emerita, todos ellos claramente agrícolas. 28   Estrabón menciona en Geografía III.2.15 a la ciudad lusitana junto a Pax Augusta y Caesaraugusta como  synokisménai  synokismé nai poleis.  29  Ver F. Germán Rodríguez Martín, La producción de vino y aceite entre Augusta Emerita y el occidente atlántico, AnMurcia ,nº 27-28, 2011-2012. 30   La riqueza cinegética y ganadera de Hispania podemos encontrarla en las descripciones de numerosos autores clásicos como Estrabón, Geografía III.163; C. Valerio Catulo, XXXVII.18; Polibio, XII.3.10 o Plinio, HN VIII.144 entre otros. 31  José María Blázquez, Historia económica de la Hispania Romana, Cristiandad, Madrid, 1978, p.107. 32   Macarena Bustamante Álvarez, El trabajo artesanal en Augusta Emerita durante los SS. I-IV d. C.,  Zephyrus, LXXII, julio-diciembre 2013, p. 130 33  Quien lo copiaría de un fragmento del libro XXXIV de Polibio, hoy ya perdido. Este texto también demuestra lo  barato de la vida en Lusitania, pues el médimno  siciliano equivalía a 53 litros; 40 litros el metrete   y, el talento, equivalía a 26 kilos. 9

 

5.  Industria y comercio

La fundación de la colonia modificó la vida de la región mucho más que cualquier otro acontecimiento y a medida que la ciudad y su población crecían, la economía comenzó a diversificarse, apareciendo un comercio que, gracias a la situación privilegiada que vimos anteriormente, permitió el enriquecimiento y prosperidad de  Augusta Emerita. Uno de los productos más característicos del comercio romano es la l a cerámica, que en la colonia lusitana aparece en grandes cantidades cantidades,, sin embargo, debemos diferenciar varias etapas que nos hablan de la importación de productos itálicos y galos en primer lugar 34   para, posteriormente, convertirse en un foco de distribución de productos importados y la elaboración de sus propias manufacturas más tarde, como se puede confirmar gracias a los talleres cerámicos encontrados en la ciudad. La explotación minera fue otra de las grandes actividades desarrolladas en la península Ibérica, famosa ya en la antigüedad por su riqueza en minerales 35;  Augusta Emerita  habría tenido fundamentalmente relación con la minería del plomo y la plata 36  y, en menor medida, con algunas explotaciones cercanas cercanas de estaño o hierro, a parte claro está, de su enorme significación como enclave para el control de comercio de minerales. Además de los recursos mineros de la zona, llegaban a la ciudad procedente del norte de la península grandes cantidades de metales, textiles, pieles, grano y demás materias  primas con las que los artesanos y comerciantes ddee  Augusta Emerita  podían comerciar, transformar y enriquecerse. Gracias a las últimas evidencias arqueológicas y las constantes excavaciones que se han venido desarrollando en las últimas décadas, conocemos 33 hornos cerámicos, 2 molinos alimentarios, 7  fullonicae, 1 officina infectae, 4 talleres de vidrio, 1 lanifricaria, 2 talleres de hueso, 2  pristinae, 2 hornos metalúrgicos y 3 caleras37 que corresponden al artesanado emeritense durante los siglos I-IV d. C. Si partimos de la base de que la ciudad fue capital administrativa y económica de la zona, es evidente que el paisaje urbano sería un hervidero de actividad comercial y esta reducida  – aunque aunque significativa- lista, se debe más al limitado espacio físico de las excavaciones excavacion es y al deterioro debido a la ocupa ocupación ción posterior de esto estoss espacios que a una representación cuantitativa de los talleres de la zona, sin embargo, nos puede dar una idea aproximada del artesanado emeritense y su importancia en la economía local y  provincial. 34

 Durante el reinado de Claudio,  grosso modo, se aprecia la primera gran oleada de productos galos que entran en competencia con la producción itálica; En época neronaniana se produce la quiebra del comercio itálico y una invasión de la producción gala; Durante la época flavia comenzará el declive de la producción gala a favor de la hispánica y el comienzo de la producción emeritense. A principios del III d.C.  Augusta Emerita será un foco básico de redistribución de la producción hispana que copará el mercado de la zona, con una clara vocación norteña. Ver Macarena Bustamante Álvarez, La Terra Sigilla Gálica en Augusta Emerita, SAGVNTVM, nº41, 2009, pp. 149 – 174 174 y Jaime Molina Vidal, Tesis: Las relaciones centro-periferia: el comercio entre Italia e Hispania durante la época tardorrepublicana, Universidad de Alicante, 1995 para más detalles. 35  Diodoro de Sicilia, Biblioteca Histórica, V.37, donde a propósito de las diferencias entre las minas españolas y las del Ática, se puede leer que “Quienes explotan, en cambio, las minas de Spania  acumulan con estos trabajos grandes riquezas de acuerdo con sus esperanzas. En efecto, una vez que las primeras excavaciones han tenido éxito gracias a la bondad de la tierra para esta actividad, continuamente encuentran más venas espléndidas, llenas de plata y oro,  puesto que toda la zon zona a próxima esta cruzad cruzada a  por una enmarañad enmarañada a red de filo filones”. nes”.  36

 Ver J. M. Fernández Corarles, Las explotaciones mineras como factor de la romanización de Extremadura, Rev. Alcántara nº10, Cáceres, 1987, pp. 99-107 y J. M. Fernández, Minería y asentamientos mineros romanos en Extremadura: su problemática, Rev. Alcántara 15, Cáceres, 1988, pp. 107-117. 37  Macarena Bustamante Álvarez, Op. cit., p, 113-138. 10

 

La producción cerámica ya hemos comentado que resulta característica del comercio romano y en el caso de  Augusta Emerita  fue la actividad artesanal por antonomasia, llegando a copar el mercado local y desplazando a las importaciones galas e itálicas, tal y como hemos visto. Del mismo modo, los talleres de escultura durante los siglos I y II no llegaban a producir las suficientes obras para cumplir con las exigencias constructivas y decorativas de la capital lusitana, como se puede apreciar en los distintos restos de las mansiones emeritenses. En este ámbito más doméstico, tenemos quemismo los hornos antiguos ya se remontan a los primeros momentos de constancia la colonia 38de . Del modo,más la panificación en la antigua Mérida, debió ser muy notable si tenemos en cuenta las distintas instalaciones vinculadas al sector y los aperos encontrados 39 (sellos, moldes, etc.). Los trabajos textiles también fueron muy importantes: batanares, tintorerías, lanerías y curtidurías aparecen diseminadas por la geografía de la ciudad, incluso llegaron a ser referidas en las fuentes clásicas40.

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 M. Bustamante y F. J. Heras, Producción anfórica en  Augusta Emerita (Mérida, Badajoz) y los nuevos hallazgos del solar de la Escuela de Hostelería, Cong. Int. Ex Officina hispana, Cádiz, 2011. Monografías de la SECAH, I. Cádiz, 2013, 2013, pp. 239-253. 39   M. E. Gijón y M. Bustamante, Un fragmento de molde para pasteles hallado en  Augusta Emerita (Mérida, SECAH-Ex Officina, nº2, 2011, pp. 39-40. Badajoz), Boletín SECAH40  A propósito de los tintes, Plinio, Historia Natural, IX.65.141: “ La grana de Galacia, que, como diremos cuando hablemos de los cultivos de la tierra, es una baya roja , roja , o la de cerca cerca de Emerita Emerita,, en Lusitani Lusitania a son las de m más ás fama”.  11

 

Para llevar a cabo el inmenso programa constructivo de la colonia fueron necesarios diversos elementos que se obtenían en las inmediaciones de la ciudad. Uno de estos elementos que necesitaba de un tratamiento específico fue la cal, cuya producción está documentada en, al menos, cuatro complejos cercanos a la urb. Del mismo modo que la cal, que es básicamente visible en las construcciones resultantes, de muchos otros oficios tenemos constancia gracias, fundamentalmente, a los productos que produjeron los artesanos y que han sobrevivido hasta nuestros días: la orfebrería y el trabajo del 41

 plomo , el del vidrio, la eboraria, el trabajo del etc. mármol, la musivaria, la cestería o la fabricación calzado, la confección de redes, Estas actividades y sus estructuras productivas estaban ubicadas en las afueras inmediatas de la ciudad, es decir, en su  suburbium, con una organización articulada en tres cinturones periféricos en función de la polución y molestias que generarían. 6.  Conclusión

Si tenemos en cuenta que, de manera general, la población de Hispania en tiempos Alto Imperiales se distribuía irregularmente por la geografía en función de los recursos económicos de cada territorio42, resulta evidente el desarrollo posterior de  Augusta  Emérita. No fue sólo por su ubicación geográfica envidiable, que le permitió disponer de un extenso territorio y grandes recursos alimentarios y materias primas en abundancia; tampoco se debió a la ausencia de plagas, conflictos importantes o guerras en las inmediaciones, ni a la existencia de un artesanado y comercio floreciente, gracias en parte a los excedentes producidos por sus pobladores y la situación estratégica de la urbe en varias encrucijadas de importantes vías terrestres de comunicación; ni tampoco  por ostentar la capitalidad de la provincia y el favor político de los hombres más  poderosos de Roma. Sino que ffue ue gracias a la suma de ttodos odos estos factores, y muchos más que por lo breve de este trabajo quedan al margen, los que promovieron que el asentamiento de un par de legiones veteranas entre los ríos Guadiana y Albarregas, se acabara erigiendo es una de las ciudades más importantes, monumentales y pobladas de Hispania y de todo el Imperio Romano.

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 Por ejemplo, hoy en día conocemos seis nombres asociados a  plumbarii, los cuales de manera directa firmaban estos productos. Dichas marcas son las siguientes:  EX OF(ficina) FELICISIS, EX.OF(ficina). M(arci) I(  — -) -) A(   — -), -),  EXOF(ficina).G(aii)I(   EXOF(ficina).G( aii)I(   — -) -) P(   — -), -), EX.OF(ficina).L(ucii).MO., L(ucius) SA(?)RVF(ini) y (offic)INA VENERIAN(i)  –   Ver J. C. Saquete, Fistula aquariae con sellos halladas en Augusta Emerita, Anas, 14, pp. 119-170. 42  César Carreras Monfort, 1996 , Op. cit., p. 14.  12

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