Auditoria Energetica Local, Nacional e Internacional
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AUDITORIA ENERGÉTICA UNIDAD 1- AHORRO DE ENERGÍA...
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INSTITUTO TECNOLOGICO SUPERIOR DE SAN ANDRES TUXTLA.
INGENIERÍA ELECTROMECÁNICA Alumno: Seba Escribano Gustavo Jesus
Materia :
Ahorro de energía Docente:
Ing. Juan Luis Baizabal Chaparros Tema 1:
Principios y fundamentos de una auditoria energética en el ámbito local, nacional e internacional.
SAN ANDRES TUXTLA. VER. 05/Marzo/2018
Contenido Introducción Objetivo
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3
1.1.
Conceptos básicos de auditorías energéticas.
1.2.
Panorama nacional e internacional.
1.3.
Aspectos generales de la gestión energética
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4
12 18
Conclusión
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21
Referencia
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Introducción
La eficiencia energética es una herramienta indispensable, fundamentalmente para que el sector industrial, terciario y de la construcción sea capaz de conseguir ahorros cuantitativos y en menor medida contribuir a verter a la atmosfera menor cantidad de CO2 para el propio bienestar de la ciudadanía en su conjunto. Una de las primeras herramientas para conciliar producción industrial y eficiencia energética son las auditorías energéticas. Los programas de auditorías energéticas han demostrado su eficacia a escala mundial para diagnosticar y mejorar el rendimiento energético de las instalaciones industriales. El sector industrial ha sido pionero en la realización de los análisis energéticos que optimizan los consumos específicos de energía eléctrica y combustibles. En los sectores más avanzadas tecnológicamente los resultados presentan mejoras de la eficiencia en el uso de la electricidad de un 12% promedio y ahorros en el consumo de combustibles con un promedio de 18 -25%. Reducción de Costes Energéticos: Es el objetivo principal perseguido siempre a la hora de realizar un estudio energético. Se trata de disminuir los consumos innecesarios o perdidos y maximizar la vida útil de los componentes a pleno rendimiento. Adema de obtener todas las subvenciones y líneas de financiación disponibles. Herramienta de Información: La auditoría energética es parte fundamental de cualquier programa de administración de energía, de cualquier empresa que desee controlar sus costos de energía. Conocer el costo de cada servicio nos permitirá enfocar nuestros esfuerzos, tanto presentes como futuros, hacia aquellas medidas que en más rentables. Esta auditoría energética realizada sigue la norma UNE 216.501 y los auditores energéticos han seguido un curso de formación específico para estas tareas, teniendo experiencia industrial como ingenieros.
Objetivo
La auditoría energética es un procedimiento sistemático para obtener un adecuado conocimiento del perfil de los consumos energéticos en una instalación, identificando y valorando las posibilidades de ahorro de energía desde el punto de vista técnico y económico. Dichas valoraciones suponen generalmente mejoras en la calidad de los servicios prestados, mejoras económicas y mejoras medioambientales.
1.1.
Conceptos básicos de auditorías energéticas.
La auditoría energética se centra en aportar un informe técnico en el que se detallen las medidas adecuadas para realizar una gestión y uso adecuado y racional de la energía. Se debe tener en cuenta que en el caso de edificios de uso terciario o industrial tales medidas de mejora no deben afectar a la calidad del servicio, ni a la productividad de una empresa, y en el de uso residencial no interferir en la habitabilidad de un edificio.
¿Qué son las Auditorías Energéticas?
Una auditoría energética es un proceso sistemático mediante el que:
Se obtiene un conocimiento suficientemente fiable del consumo energético de la empresa. Se detectan los factores que afectan al consumo de energía. Se identifican, evalúan y ordenan las distintas oportunidades de ahorro de energía, en función de su rentabilidad.
Una Auditoría Energética es un análisis que refleja cómo y dónde se usa la energía de una instalación industrial con el objetivo de utilizarla racional y eficientemente. Ayuda a comprender mejor cómo se emplea la energía en la empresa y a controlar sus costos, identificando las áreas en las cuales se pueden estar presentando despilfarros y en dónde es posible hacer mejoras. Es una evaluación técnica y económica de las posibilidades de reducir el costo de la energía de manera rentable sin afectar la cantidad y calidad de su producto. Las Auditorías Energéticas son una guía para la acción, enfocadas en la búsqueda de racionalizar y optimizar, por un lado, usos y consumos de energéticos, y por otro, procesos y procedimientos tecnológicos que involucren usos y consumos de energéticos. ¿Por qué realizar auditorías energéticas?
Una Auditoría Energética proporciona la información relevante acerca del consumo actual de energía y las posibilidades de ahorro.
Mediante las Auditorías Energéticas se analizan los flujos energéticos y se establecen las estrategias o acciones de ahorro y Eficiencias Energéticas más adecuadas. Para ello se deben conocer los procesos físicos y los equipos utilizados. Estas Auditorías pueden ser realizadas por áreas, procesos o fábricas completas, su complejidad depende de las instalaciones, necesidades, expectativas y recursos específicos de cada cliente. La Auditoría Energética es parte fundamental de cualquier programa de administración de energía cuando una empresa desea controlar sus costos de energía. La Auditoría Energética es una herramienta que permite conocer la trazabilidad de la energía en relación con: El producto elaborado Cantidad y tipo de energía incorporada en cada operación de proceso. La instalación industrial. Energía destinada al alumbrado, calefacción, aire acondicionado, ventilación, aire comprimido, vapor, informática, ofimática, comunicaciones, y restantes tecnologías horizontales. ¿Qué clases de auditorías energéticas existen?
Los tipos de Auditoría Energéticas se definen por el alcance buscado, en el cual se analizan en detalle los procesos o se hacen mediciones generales del consumo energético. Por lo tanto se pueden determinar los siguientes tipos de Auditoría Energética: Diagnóstico Energético.
El Diagnóstico Energético es el más simple y rápido tipo de auditoría. Se trata de un mínimo de entrevistas con el personal de producción y mantenimiento, una pequeña recolección de las facturas energéticas y datos de producción, y una visita a las instalaciones para familiarizarse con la fábrica y sus operaciones, y así poder identificar zonas de desperdicio de energía o de ineficiencia. Normalmente solo las principales áreas problemáticas se descubren en este tipo de auditorías. Las medidas correctivas se describen brevemente con una estimación de costos, el potencial ahorro de costes y el periodo de amortización. A este nivel de
detalle, aunque no suele ser suficiente para llegar a una decisión para iniciar proyectos de mejora, sí que es suficiente para dar prioridad a los proyectos de Eficiencia Energética y para enfocar una auditoría más detallada. El alcance de un Diagnóstico Energético es el siguiente:
Recopilación inicial de información Identificación de la industria Datos de la industria Datos de producción Toma de datos Recopilación facturas de las diferentes fuentes energéticas Recopilación esquema unifilar Visita a las instalaciones Contabilidad energética Evaluación y análisis de datos Diagnóstico de las instalaciones
Auditoría Energética.
Una Auditoría Energética tiene un alcance mucho mayor al Diagnóstico Energético, en ella se profundiza con la realización de planos y medidas específicas, para lo que se requiere de aparatos específicos de medida para obtener valores reales. Se puede realizar de una sola fuente energética o de varias de ellas, dependiendo del tipo de industria y de las necesidades del cliente.
En una Auditoría Energética se sigue el siguiente guion:
Recolección de Información
Análisis de Información Diagnóstico Recomendaciones Aplicación del plan Retroalimentación
El alcance de una Auditoría Energética se inicia con un Diagnóstico Energético y se complementa con:
Registro eléctrico Toma de medidas representativas Cabecera Líneas Grandes equipos consumidores Descripción de los procesos Inventario de equipos consumidores Estudio de viabilidad técnica -económica Plan de actuación priorizada Complementos a la Auditoría Energética
La empresa auditada, a la vista del informe final, que explica y resume toda la auditoría, podría completarla con los siguientes aspectos dándole mayor valor añadido:
Diseño de la “gestión energética de la empresa” Procedimientos para monitorizar los consumos energéticos. Relación con los sistemas de gestión medioambiental, calidad, seguridad e higiene. Formación y entrenamiento energético del personal. Gerencia y cuadros responsables. Personal de mantenimiento. Implementación de las medidas de ahorro detectadas. Sin coste. De coste reducido. Con inversiones amortizables.
Resultados de una Auditoría Energética.
El resultado de las Auditorías Energéticas es una serie de estrategias, programas o planes en forma de reportes, con recomendaciones y acciones sobre las medidas que pueden ser tomadas para el ahorro de energía. Además, estos reportes con las subsiguientes medidas correctivas se acompañan de un diagnóstico previo en el que se
encuentran los consumos energéticos específicos, balances energéticos, aspectos técnicos y los costos estimados de ahorro, de inversión y tiempo de retorno de estas medidas de ahorro energético. Es importante señalar que una Auditoría Energética incluye un proceso de implementación de las diferentes acciones y determina procesos de seguimiento y control de las acciones. De esta forma, esta es una actividad continua que debe tener un seguimiento periódico, que posibilite estar al tanto del consumo energético de la organización. Así la Auditoría Energética es la parte fundamental de cualquier programa de administración de energía cuando una empresa desea controlar sus costos de energía. Una Auditoría Energética da lugar a varios impactos positivos, que se pueden clasificar así:
Ahorro y mejora en la Eficiencia Energética. Racionalización y optimización de procesos, que puede implicar modernización e innovación tecnológica no solamente en el sentido que de ahorro y eficiencia energética sino que los cambios pueden ser ambientalmente más limpios. Reducción de costos de producción. Elevación de la competitividad empresarial o industrial.
Sensibilización y generación de cultura de ahorro y Eficiencia Energética al interior de las empresas, especialmente en el nivel directivo y en el personal involucrado en el manejo de los procesos de producción. ¿Quién debe de realizar la Auditoría Energética?
Generalmente el personal propio de una fábrica en sus labores rutinarias acostumbra a ver sus actividades diarias bajo un punto de vista familiar y no ven los posibles funcionamientos erróneos y usos no racionales de los recursos energéticos y el impacto ambiental negativo del mal uso de estos recursos. Es por ello que un auditor externo analiza el escenario y puede realizar un diagnóstico más objetivo, promover la eficiencia energética es un objetivo prioritario para la sociedad actual, porque supone un paso esencial que reduce emisiones al medio ambiente y contribuye a garantizar el abastecimiento energético al menor costo. Cuando un consumidor se plantea el reto de reducir el costo de la energía, un paso relevante es la realización de un análisis serio de su forma de consumir este insumo primordial y es aquí donde entran las auditorías energéticas, una práctica internacional
que ya es común en las micros, pequeñas y grandes corporaciones, pero que, lamentablemente, en México no tiene el mismo éxito. La auditoría energética consiste en el análisis y estudio de todas las formas y fuentes de energía que utiliza un inmueble. Este análisis se hace de manera crítica en la instalación consumidora de energía, para así, establecer el punto de partida para la implementación y control de un programa de ahorro de energía. El estudio determina dónde y cómo es utilizada la misma, además de especificar cuánta de ella es desperdiciada, así como los sistemas y programas a realizar para elevar la eficiencia del uso de energía del inmueble. La auditoría nos dará la información apropiada para establecer los planes y procedimientos adecuados para lograr las metas de ahorro y eficiencia. Frente a este reto, es recomendable que se desarrolle una auditoría energética, la cual se realiza en un proceso de tres niveles: 1. Auditoría Energética de Primer Nivel (AEPN): Evalúa el consumo energético de
una instalación con base en la toma de información puntual de históricos de consumo. Esta fase es fundamental, ya que aquí se revisarán puntualmente los procesos de producción/operación, se analizarán las facturas de los diferentes energéticos utilizados y se tomarán datos de consumo energético de los equipos en los ámbitos de iluminación, aire acondicionado, electrónicos, motores eléctricos y compresores de aire. A partir de estos se elaboran, por sistema, los análisis que permiten determinar el porcentaje de reducción de consumos energéticos, esto es, las medidas de ahorro de energía, junto con un plan de acción para su aplicación. 2. Auditoría Energética de Segundo Nivel (AESN): Se revisan las instalaciones
energéticas con información compilada durante la AEPN y en adición hace mediciones de consumos energéticos en tiempo real. En esta etapa se realizan todas las actividades definidas por la AEPN. Asimismo, se instala equipo de medición
para registrar el consumo energético en subestaciones eléctricas, sistemas de bombeo de agua, generadores de vapor, chillers, entre otros tantos equipos utilizados por la industria. También se realizan análisis en equipos consumidores de combustible para determinar la eficiencia de combustión. 3. Auditoría Energética de Tercer Nivel (AETN): Evalúa las instalaciones energéticas
con información compilada con la metodología del AESN y en adición elabora el análisis de factibilidad para realizar proyectos de cogeneración, de uso de energías renovables y la obtención de bonos de carbono. Con este servicio, de gran valor agregado, los consumidores podrán contar con una solución de eficiencia energética que le impactará directamente en sus costos y le ayudará a cumplir con sus objetivos de responsabilidad social y con el medio ambiente. COMPROMISO GLOBAL
Otro indicador también aplicable para el cumplimiento de este compromiso es la medición del índice de eficiencia energética, que permite a las empresas conocer y gestionar su perfil de eficiencia energética. Este se conoce a través del análisis detallado de los cuatro factores clave que lo determinan, los cuales son: Cultura energética: En este apartado se analiza el nivel de información existente en la
organización, la formación interna y la política de empresa en el ámbito de la eficiencia energética. Mantenimiento: Se evalúan los programas
de mantenimiento existentes en la empresa de los diferentes sistemas o equipamientos consumidores de energía, con objeto de
alcanzar el óptimo rendimiento desde el punto de vista de la eficiencia energética. Control energético: Mediante la aplicación
de métodos de medición y la implantación de procesos
administrativos
adecuados,
se
puede gestionar el gasto energético de la empresa con la finalidad de garantizar la eficiencia energética.
Innovación tecnológica: Se refiere a la valoración del grado de actualización de la
empresa en lo que se refiere a los medios técnicos aplicados en las instalaciones, tanto de producción, como de servicios generales. El índice de eficiencia energética viene definido por una evaluación ponderada de estos cuatro factores antes mencionados, que son los que determinan de qué manera, positiva o negativa, utilizamos la energía.
Todo lo anterior requiere que los
consumidores y diversos actores participen de manera activa. La valoración de actuar en este ámbito debe ir más allá del impacto económico. La crítica común de un consumidor respecto al costo que paga por la energía no puede ser congruente si antes no se ha cuestionado qué tan eficientemente la usa. Establecer y ejecutar acciones para utilizar sólo la necesaria es un compromiso moral que la sociedad tiene con el planeta, toda vez que “la energía más económica es la que no se consume”. Ése es el principio básico en el desarrollo de un modelo energético sostenible.
Es necesario reconocer el compromiso social con el medio ambiente, pero sobre todo con las futuras generaciones, muy probablemente la energía que hoy ahorremos sea parte de la que ellos consuman en el futuro, mejor aún, el impacto ambiental que nuestra sociedad no generé redituará en un mejor entorno para ellas.
1.2.
Panorama nacional e internacional.
La realidad energética mundial sufre cambios importantes, que nos obligan a mantener un conocimiento actualizado para que la toma de decisiones impulse la competitividad y el desarrollo económico. El objetivo de este artículo es brindar un resumen del panorama energético internacional y las tendencias climáticas ampliamente tratadas en la Conferencia de las Partes 2013 (COP) celebrada en Varsovia, Polonia. En dicha COP se habló de los problemas que se están ocasionando al medio ambiente y se hizo hincapié en que el 66% de las emisiones de efecto invernadero provienen de la industria energética. Las previsiones son que las emisiones de CO2 del sector se incrementaran en un 20% para el 2035, elevando la temperatura media en 3.5°C a largo plazo y no cumpliendo con el objetivo de los 2°C que se habían acordado a nivel internacional, por lo que se deberán tomar acciones más contundentes. En la pasada década, las decisiones y las inversiones realizadas ponen de manifiesto la vital importancia del gas natural y de las energías renovables para nuestro futuro. Sin embargo, el sector tiene que solventar algunos desequilibrios fundamentales, tanto económicos como de oferta y demanda. Algunos supuestos que han regido en las últimas décadas ahora están cambiando, por ejemplo, varios de los grandes países importadores de energía se están convirtiendo en exportadores, mientras que países que se conocían como los grandes exportadores de energía ahora lideran el crecimiento de la demanda mundial. Los países que tengan la capacidad de anticipar acertadamente los cambios podrán sacar provecho, mientras que quienes no lo consigan corren el riesgo de tomar decisiones equivocadas al establecer sus políticas y determinar sus inversiones.
El escenario actual nos indica claramente que la mayor demanda de energía se está trasladando cada vez con mayor fuerza a las economías emergentes, como China, India y Oriente Medio:
Los indicadores del sector apuntan a que en el 2020, China se convertirá en el mayor importador de petróleo y la India en el mayor importador de carbón. La Agencia Internacional de Energía, en su último reporte “World Energy Oulook 2013” (WEO 2013), destaca lo siguiente:
Las abultadas diferencias del precio de la energía entre regiones han suscitado el debate sobre el papel de la energía en la promoción o frustración del crecimiento económico.
Las variaciones regionales del precio de la energía afectarán a la competitividad industrial, incidiendo en las decisiones de inversión y las estrategias empresariales.
Los países pueden amortiguar el impacto de los elevados precios promoviendo
mercados de la energía más eficientes, competitivos e interconectados.
Está enraizando un interés renovado por la eficiencia energética, capaz de aportar beneficios que irán mucho más allá de la mejora de la competitividad.
Mejorar la competitividad energética no significa disminuir los esfuerzos por luchar contra el cambio climático.
El petróleo ligero de formaciones fáciles se agotará en los próximos 10 años, dejando un problema a resolver para el largo plazo.
La capacidad de la tecnología para liberar nuevos tipos de recursos, como el shale gas y los yacimientos en aguas profundas, y el mejoramiento de las tasas de recuperación en los yacimientos existentes está haciendo subir las estimaciones sobre la cantidad de petróleo que queda por producir.
Oriente Medio, la única gran fuente de petróleo de bajo costo, permanece en el centro de las predicciones de petróleo a largo plazo.
La necesidad de compensar el descenso de la producción de los yacimientos petrolíferos existentes es el mayor motor de la inversión en exploración y producción hasta 2035.
La movilidad de la demanda y de productos petroquímicos mantiene la utilización del petróleo en ascenso hasta 2035.
Los cambios radicales en la composición de la oferta y la demanda de petróleo enfrentan a los refinadores del mundo a un conjunto de desafíos cada vez más complejo, y no todos ellos están bien equipados para sobrevivir.
La nueva geografía de la demanda y la oferta implica una reordenación de los flujos comerciales de petróleo hacia los mercados asiáticos, con implicaciones para los esfuerzos de cooperación por garantizar la seguridad del suministro de petróleo.
Aunque en diferente proporción, los aspectos económicos y las medidas políticas son esenciales para el futuro del carbón y del gas.
El carbón sigue siendo una opción más barata que el gas para generar electricidad en numerosas regiones, pero las políticas destinadas a mejorar la
eficiencia, atajar la contaminación local del aire y mitigar el cambio climático serán decisivas para determinar sus perspectivas a largo plazo.
Las condiciones del mercado varían entre las diversas regiones del mundo, pero la flexibilidad y las ventajas medioambientales del gas natural en comparación con otros combustibles fósiles lo sitúan en posición de prosperar a largo plazo.
Brasil está destinado a convertirse en uno de los principales exportadores de petróleo y uno de los líderes mundiales en la producción de energía.
Gracias principalmente a una serie de recientes descubrimientos offshore, la producción de petróleo de Brasil se triplica hasta alcanzar los 6 millones barriles por día en 2035, lo que supondrá un tercio del incremento neto de la producción mundial de petróleo y convertirá a Brasil en el sexto mayor productor del mundo. En la abundancia y la diversidad de los recursos energéticos de Brasil se basa el incremento del 80% en el uso de energía en el país y como consecuencia de esto tiene acceso universal a la electricidad.
Por otro lado, el Consejo Mundial de Energía (WEC) en su reunión celebrada en Corea en octubre del 2013 dio a conocer los “mitos” del sector energético (ver otros artículo en esta edición de “Energía a Debate”) y estableció los retos que se deberán de enfrentar al respecto.
Cabe destacar su evaluación de que la demanda mundial de energía continuará creciendo al menos hasta el 2050, el “pico” (máximo) de la producción del petróleo no se dará en el futuro previsible y, sin embargo, 880 millones de personas en el mundo continúan sin acceso a la energía. Además, no se logrará la meta de que las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyan en un 50% para el año 2050.
El caso del shale gas/oil.
Los organismos internacionales han puesto mucha atención en el desarrollo del shale gas/shale oil en Estados Unidos, fenómeno que contribuye a reconfigurar el mapa energético. Sobre este tema hay una gran discusión a favor y en contra, como se manifestó en la serie de conferencias que organizó el Colegio de México bajo el título de “Petróleo y gas natural en América del Norte – Los cambios recientes y sus consecuencias geopolíticas”, el pasado 19 de noviembre, donde el Dr. Paul Stevens, en su conferencia “The first oil shock, 40 years after”, presentó un checklist que consideramos es el primer paso a seguir para que cada país determine si es conveniente o no apostar por este combustible. A continuación ponemos a su consideración el checklist del Dr. Stevens e invitamos a los lectores a que hagan el ejercicio para que saquen sus propias conclusiones para el caso mexicano. ¿Condiciones favorables para el shale gas en Estados Unidos y otros lugares del mundo? Retomando los documentos emitidos por el Consejo Mundial de Energía, concluimos que se deberán diseñar políticas energéticas coherentes que apoyen las condiciones del mercado y que sean capaces de atraer inversiones adecuadas para el país. En ese sentido, recomendamos analizar los escenarios correspondientes al gas, del cual estamos teniendo una mayor dependencia. Algunos escenarios que valdría tomar en
consideración son:
¿Qué pasaría si, en vez de tener varios mercados de gas natural en el mundo, éstos convergen en uno solo con el consecuente incremento en los precios?
¿Qué pasaría con la seguridad energética en tal caso? ¿No sería conveniente una mayor diversificación energética y el desarrollo de la energía nuclear?
¿Qué pasaría si hay presiones de incremento de precios en el gas natural importado, como parece indicar el WEO 2013?
¿Qué pasaría si los Estados Unidos, al construir mayores plantas de licuefacción, disminuye el flujo de gas hacia México e incrementa sus exportaciones de gas natural a Europa y Asia, mercados que pueden obtener mayores beneficios económicos poniendo un precio interno solamente para su consumo, logrando así ventajas competitivas para su industria?
1.3.
Aspectos generales de la gestión energética
1. Datos generales y consumos.
Se recopila información sobre la actividad ejercida, solicitando facturas y realizando la descarga de los contadores, comparándolos con los suministros y consumos necesarios para proporcionar las condiciones óptimas para el correcto desarrollo de la actividad.
2. Análisis de la red eléctrica.
Se contrasta la realidad de los datos que aparecen en la factura eléctrica con el análisis de la red eléctrica. Para garantizar la correcta medición, los auditores colocan un analizador de redes o registrador de potencias en el punto de entrada de la energía eléctrica en el circuito o circuitos que se pretende analizar. De esta forma, se puede extraer información extrapolable a la facturación periódica. Este análisis permite evaluar la energía reactiva que aunque supone un gasto no aporta trabajo, es decir, no es aprovechable para el consumo.
3. Envolvente.
Se analizan las características de la envolvente en cuanto a cerramientos, huecos, puentes térmicos y valoración de las pérdidas de energía (transmitancias) por un deficiente aislamiento en paredes, vidrios, marcos, etc. Para detectar pérdidas energéticas es muy útil el empleo de cámaras termográficas que detectan de forma muy clara las entradas o salidas de calor.
4. Iluminación.
La iluminación en los centros de trabajo es una de las necesidades más claramente identificables. Se ha de proporcionar una iluminación suficiente con el menor consumo energético posible.
En una auditoría energética se realiza un inventario de todas las luminarias y las lámparas, para saber la potencia consumida y así analizar si el nivel lumínico es el óptimo. Para esta operación se utiliza el luxómetro.
5. Climatización, renovación de aire y agua caliente sanitaria (ACS).
Se realiza un estudio pormenorizado de los equipos de generación y sistemas de distribución. Generalmente, la renovación de aire o aporte de aire primario (para mantener las condiciones de salubridad del espacio), suele estar resuelta en las instalaciones actuales con la propia climatización. En general, ésta suele resolverse mediante unidades con tecnología de bomba de calor que aprovechan la menor diferencia posible de temperaturas entre el interior y la fuente exterior. El agua caliente sanitaria suele producirse mediante calderas alimentadas por gas natural o gases licuados del petróleo y es almacenada en acumuladores bien aislados para minimizar al máximo las pérdidas.
6. Equipos eléctricos y térmicos.
Se realiza un inventario y un estudio de los equipos eléctricos de climatización y ventilación, calderas, bombas (agua potable y calefacción), equipos de ofimática, equipos de la cocina u otros. Lo más importante de estos equipos es que s u rendimiento sea lo más óptimo posible, para que su curva de rendimiento se acerque lo más posible a la facilitada por el fabricante de los equipos. Para que se consiga este rendimiento el mantenimiento adecuado de los equipos es fundamental, así como su sustitución por tecnologías más recientes que produzcan una rápida amortización del gasto necesario y un significativo ahorro futuro.
7. Control y gestión de los equipos.
Conocer y obtener los datos de los sistemas de control, control de la calidad del aire y
de temperatura ambiente es fundamental para lograr un importante ahorro energético. Para conseguir este objetivo es clave la ayuda de la informatización y monitorización de los distintos equipos instalados.
8. Energías renovables.
En este capítulo se englobarían las solares térmicas, generalmente para agua caliente sanitaria y apoyo en calefacción, las instalaciones solares fotovoltaicas, que aportan energía eléctrica bien para autoconsumo o para alimentar a las redes de distribución, las instalaciones eólicas, centrales hidráulicas,… y las basadas en las comentadas tecnologías de “bomba de calor” como geotermia, aerotermia, etc.
9. Equipos de agua.
Los equipos de agua son los necesarios para satisfacer el consumo tanto de agua fría como de agua caliente. Hay que tener en cuenta que uno de los objetivos para mejorar el medio ambiente es el de reducción de la contaminación del agua, lo que implicaría también un menor consumo. Una instalación de agua, sea caliente o fría, supone distribuirla en diferentes puntos de consumo a una cierta presión, lo que puede necesitar apoyo de bombas de circulación, depósitos de expansión, etc.
10. Gestión energética.
El estudio de la auditoría energética analiza los datos relevantes de la gestión energética actual y del uso del edificio. El control de la gestión energética de las instalaciones de producción o consumo de energía se va tornando, como se ha apuntado anteriormente, fundamental en cuanto a racionalizar el consumo, con el consiguiente ahorro energético. La monitorización de las instalaciones tendentes a operaciones como apagado automático, tanto de luces como de equipos, control de presencia, entrada en servicio, etc., permite obtener ahorros muy significativos de consumo.
Conclusión
La eficiencia energética es un medio para ahorrar energía, reducir la dependencia de los combustibles fósiles, combatir el cambio climático, y es un negocio con la capacidad de generar mercado y crecer en el tiempo, al igual podemos decir que la auditoria energética es parte fundamental de cualquier programa de administración de energía, de cualquier empresa que desee controlar sus costos de energía. Analizamos que la auditoria energética es un proceso mediante el que se obtiene un modelo que define la situación actual de consumo energético del edificio, posteriormente se analizan los factores que están determinando el consumo de energía, una vez determinado el modelo de consumo y los factores de lo que depende, se deben plantear las mejoras con el objetivo de disminuir el consumo energético, reducir el gasto económico, mejorar el nivel del servicio y proporcionar un mayor control sobre los equipos e instalaciones.
Referencia
http://entresistemas.com/eficiencia-y-mejora-de-los-procesos/eficiencia-energetica/diag nostico/ Procedimiento de auditorías energéticas en el sector industrial de la comunidad de Madrid. https://www.tinsa.es/blog/eficiencia-energetica/auditoria-energetica-10-aspectos-analiz a/ 11 noviembre, 2015 https://ovacen.com/auditorias-energeticas-definicion-ambito-actuacion-normativa/ https://www.energiaadebate.com/perspectiva-energetica-mundial/
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