Atrapado Sin Salida, Análisis Psicologico

 

Atrapado sin salida Guadalupe E. Cuervo Serrano Grupo “G” 

McMurphi, el personaje principal, llega a este hospital psiquiátrico desde la cárcel por cometer un crimen (relaciones sexuales con una menor de edad) para ser evaluado por psiquiatría, él toma esta situación como ventajosa, pensando que estando allí podría tener más libertad, pero no tomo en cuenta que de todas formas allí estaba en un encierro controlado e incluso peor porque dependía de los psiquiatras para dejarlo salir y no a un plazo fijo como en la cárcel. Se muestra durante toda la película con una personalidad fijada, es rebelde, espontaneo, ingenioso y con un sentido de justicia envidiable; en la convivencia con sus compañeros en el pabellón interactúa de una manera tan viva, tan persuasivo, que llama la atención de todos, los invita de una manera sutil a cambiar su estado inquieto, apático, asustado, distraído, distante, desconfiado con sus juego, bromas, retos y apuestas. Él vive sin medicamentos y los demás están sedados pero él es capaz de mostrarles algo de vida. Se podría decir que el mismo sistema del hospital acabo con el hospital así suene redundante, ellos creían que un método que funcionó para alguno en algún momento lo haría para todos siempre. Los días rutinarios no ayudaban, había tanta contradicción dentro del manejo que hacían a los pacient pacientes es que el hospital llegaba a ser hostil. McMurphi se atrevía a decir lo que pensaba, romper las normas solo por considerarlas absurdas y cuestionar al sistema del hospital. Nunca pudo quedarse sin hacer nada, su genialidad acaba por sorprender al espectador; como aquella vez que pidió ver el béisbol por televisión lo cual no paso por estar fuera de los planes. Lo importante no era lo lo que pedía, no era el béisbol, lo importante era como la pedía, el momento y por qué lo pedía; solo era por pasar un rato de convivencia productiva productiva con el prójimo, reír y alegrarse poder encontrarse con el otro para entenderse, sentirse unido a los demás aunque fuera por ver un partido de béisbol en televisión, podía ser un gran remedio, una buena medicina, para recrear y renovar. Tan importante es esto que lo logro sin el televisor prendido. Un juego y la la imaginación los transporto a todos a una reunión que seguramente disfrutaron. McMurphi nunca trato a sus compañeros como dementes, los trato incluso con confianza casi como amigos, algo a lo que ya no tenían mucha costumbre, no tuvo cuidados de mas ni de menos, podría decirse que los trato como iguales; claro alguna vez quiso salirse con la suya lo que no resulta del todo en las apuestas. Es evidente en los pacientes del pabellón que algo en ellos está fuera de lo normal, tan así que a simple impresión podrían parecer un problema, McMurphi con su actitud sugería que eso no representaba un problema tan

 

grave como se lo veía en el hospital. Un paciente como él resulto ser el problema para un hospital como aquel. Causo muchos problemas, peleas, discusiones, rompió un cristal para entregar unos cigarros que habían iniciado una disputa en el pabellón que origino un caos, aunque pareciera de locos McMurphi actuó desesperadamente desesperadamente razonable; también escapo un día dí a y robo un bote junto con los chicos del pabellón, los doctores creían que era peligroso; porque hacía que los pacientes reaccionaran, reaccionaran, que hicieran algo por cambiar las cosas y ya no seguir anestesiados anestesiados.. Era uno solo contra la autoridad moral de la enfermera, de los guardias, de los doctores; era una lucha que no podía ganar, que no sabía cómo ganar, con toda razón enfureció y se llenó de ira, pero no encontró la manera de d e vencer, porque ni siquiera tenía previsto todo lo que le esperaba en ese lugar, el comprendió que algo hacía falta, que podía mejorar pero no basta con saberlo hay que llegar ll egar al fondo, y no es conveniente dejarse llevar por tales emociones, aunque sean la esencia del ímpetu para luchar, para vencer hay que saber luchar, salió de control y destruyeron a la la gran persona que era McMurphi porque hacia lo que era bueno para él, y paradójicamente paradójicame nte ellos creían que hacían algo bueno.