ASTURIANO DICCIONARIO

November 29, 2017 | Author: YO | Category: Beehive, Cattle, Meat, Foods, Nature
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La Xuntura Primer Diccionario Enciclopédicu de la Llingua Asturiana

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A ABABAYAR.—Ababayar, es hacer aponderamientos de personas o cosas, dentro de unos límites exagerados y ridículos. Estos seres que hacen tales (encaldares) (aconteceres), reciben en mi Tierrina el sobrenombre de (Babayus), y dentro de este apelativo, entran también fatáus (muchos) insultos ninguno de ellos recomendable. ABAGAR.—Abagar es esperar, aguardar. Y casi todos los humildes pensadores, investigadores, escritores, etc., etc... nos ha d'abagar, hasta que nos den la gavita (ayuda), que muchas veces, tras de rogarla humilde y humillantemente a muchas entidades que se las dan de protectoras, te haces viejo abagandu que te la den. ABALDRAYAR.—Abaldrayar es acobardarse, enclicarse (agacharse), acuruxarse, encoyerse, agabuxarse, amatangarse, todas estas palabras significan encogerse. ABALTIAR.—Abaltiar es derribar, talar, tirar, etc., etc. Ejemplos. ¿Dóu vas guéi esgalgonciáu per la priexa Xuaquinín? (¿Dónde vas hoy desfrenado de prisa Juaquinín?). Vóu fasta 'l préu del Fuexu, p'abaltiar unus carbayus qu'atremédanyu 'n toa la fondeirá de xomas, ya non lu dexan dar pación nin yerba. A parti, que tous lus anus danme abondu trabayu lus diañus de carbayus al llimpiar las fuéas que dexan d'enria 'l xaretal. (Voy hasta el prado del Hoyo, para talar unos robles, que me entremezclan toda la hondonada de sombras, y no dejan crecer ni la pación ni la hierba. A parte que todos los años me dan mucho trabajo los demonios de robles, al limpiar las hojas que dejan encima del pequeño y ruin prado). Otro ejemplo.—Ista nuétche fexu bonus punxones de ventu, mañana dexaremus la cama mu cedu, perque lus castanéus tarán alleráus de castañes. (Esta noche hizo buenos pojones de viento, mañana

dejaremos la cama muy temprano, porque los castañedos estarán llenos de castañas). Así podemos deducir, que la palabra abaltiar significa también sacudir. ABANCAR.—Abancar es pasar, saltar algo. Si caminamos por un camino entroyáu (embarrado), vamos abancandu los lugares que más barro o agua tienen, si estamos leyendo un libro, como por exemplu (ejemplo), esa copia de diccionario que fexerun (hicieron) los del Conceyu del Bable, copiada en gran parte del primer Diccionario de la Lengua Asturiana de Xulín de Lluza, no tenemos más remedio que abancalu tou'l (de saltarlo todo él), porque nos damos cuenta, que ye 'n caramáchuelu, caramañolu ou cantimplu, de lleichi de cabra, y’ista lleiche nun da manteiga (que es un recipiente ruin, lleno de leche de cabra, leche que no da manteca). ABANDIÉTCHAR-ABANDIAR.—Es ponerle bandas metálicas a las madreñas, bien sea de alambre o de estrechas láminas de acero, con el fin de que por medio de un retorguiñón (retorcedura) no se fiendan (rompan). Las madreñas para ser fuertes y resistentes tienen que estar industriadas en rollas de madera que al fenderlas (hendirlas) se pueda hacer una o más madrenas en cada cuartarón. Debiendo también de ser la madera de terreno solayeru (solariego). Dice un refrán asturiano, que les madreñes canices (tronco delgado) de maera d'abexíu (de madera de terreno regadío o húmedo), regaladas son caras, per bona caxa que tenan (por buena caja que tengan). ABANDUERRAR.—Abanduerrar significa hartarse. Un «banduerru» no es simplemente un tragón, sino que en esta denominación, «xebránduxe» (apartándose) de ella por oitre (otro) xeitu (sitio), nos encontramos con que el «banduerru» es un ser despreciable.

ABANDUYAR.—Abanduyar, dícese de las personas que empiezan a crear barriga. ABANDUYÁU.—Abanduyáu, persona con mucho vientre o barriga. ABANGAR.—Abangar es inclinarse, doblarse. Abangan las espaldas de las personas cuando los años las hacen viejas, o cuando un mal las obliga abangarse, abangan los árboles cuando sus cañas están cargadas de frutos, abangan los pancicáles (trigales) cuando los ponxoncinus d'aire lus xeringan (los empujones de aire los mueven). ABARRENÁU.—Abarrenáu, suele llamarse de esta manera a las personas que no rigen muy bien del entendimiento, también se entiende por “atalladráu”, agujerado con un talladru, comu fan lus madreñeirus p´entamar la caxa de les madreñes, ou cuallesquier oitra couxa per isti cheldar (como hacen los madreñeros cuando hacen la caja de las madreñas, o cualquier otra cosa por el estilo o hacer). ABARRUENTU.—Abarruentu, pienso, discurro sobre determinada cuestión. ABASTRUYAR.—Abastruyar, entiéndese por desordenado, “bastruya”, mal curioso, zafio, etc. ABATANAR.—Abatanar es apurarse, bien sea para trabajar, para ahorrar o para cualquier cosa que uno la haga con rapidez. ABAXAR—Abaxar es bajar. Abaxaben les mozaques per el ñidióuxu caleyón afalandu les uvées n’atapecer de la tardi. (Bajaban las mocitas por el resbaladizo camino, arreando las ovejas al oscurecerse la tarde). ABAXU.—Abaxu, debajo. —“Abaxú”. —Bajó.

ABAYAR.—Abayar significa revolver, menear, mover. Este ejemplo que les voy a poner, es de un poema de Xulín de Lluza. Apuxa 'l fuéu Roxaurina / que fierva 'l pote con gracia / ya faime la cena lluéu / que la fame m'ataraza. Metantu atraines les papes / bou baxar fasta la corte / pa char de mamar lus xatus / y'estrincar a las betchadas. Abáyame bén les papes / nun las faigas con goroyus / pos anuétche les fixiste / con goruétchus como ablanas. (Atiza el fuego Rosaura / que hierva el pote con gracia / y hazme la cena luego / que el hambre me embaraza. Mientras me haces las papas / voy a bajar a la cuadra / para dar de mamar a los jatos / y ordeñar a las paridas. Revuélveme bien las papas / no las hagas con montones / pues anoche las hiciste / con granos como avellanas). Les papes ou farines, se hacen con harina principalmente de maíz, mezclada con agua hirviendo y su correspondiente sal, aunque parezca un plato fácil de alinear, la verdad es que no es así, porque un buen plato de farines, ou papes, sin goroyus (pelotitas) y en su cheldar (sazón), es un exquisito manjar, que comido con lleichi (leche) caliente, cabantes de mecer (en el momento de ordeñar), es sin ninguna duda un plato sano para irse achucar (acostarse), pero no nutritivo para aquellas personas que tengan que trabayar (trabajar). ABAZCUYAR.—Abazcuyar ou abazcútchar es verter, derramar, bien sea queriendo por necesidad, o sin pretenderlo por mero accidente. Ejemplos. Rodeando el llar ou char (lar) caleciendu 'l lláu del fuéu (calentándonos al lado del fuego), faluchandu de fatáus de couxes (hablando de muchas cosas), todos estamos esperando que el potaráu de pulguines (pota de castañas peladas) terminen de cocer, para una vez enxútchas (secas) poder con satisfacción y alegría comérnoslas. Por eso cuando ya están cocidas es menester bazcútcharlas, quiere esto decir, que es menester de tirar el caldo donde han cocido. Esta

necesidad se denomina «bazcútcharles castañes». Otra cosa es bazcútchar un líquido o cualquier otro elemento por accidente, todo ello significa derramar, tirar o verter. ABELLADAR.—Abelladar ou abétchadar, es el estado físico en el que se encuentra cualquier hembra preñada desde que cumplióu fasta que para. (Desde el día que ha cumplido los nueve meses de preñez, hasta que haya parido). Una vez que haya parido ya se denomina bétchar ou bellar. Tenu dos magüetes próximes abétchadar. (Tengo dos novillas próximas a parir). Les mious magüetes abétchadarun ista nuétche. (Las mis novillas han parido esta noche). Yo he ido muchas veces al mercado acompañando a mi amo Salustiano, que era un hombre grande en todo, aunque no sabía ni leer ni tampoco escribir. Cuento que siempre me llevaba con él, cuando tenía que vender alguna bétcha (parida), manía (que no estaba preñada), xatu ou magüeta (jato u novilla). Este gran hombre que más adelante nos ocuparemos de él, yo jamás le he visto en todos los años que como criaín (criado) le serví, comprar una vaca a nadie, él sólo las vendía, y no exagero si digo, que eran sus vacas las mejores de todo el concejo. Comprar una vaca aunque parezca una cosa sencilla, la verdad es que no es nada fácil, si uno pretende que no le engañen. Por esto es menester saber rexistrar (registrar) el animal que se va a mercar, porque entre los aldeanos hay mucha picaresca y le pueden a cualquiera no entendido colar guetu per chebre (gato por liebre). Por esta razón, para rexistrar una vaca bétcha, hay que ser un buen vaqueiru (vaquero), saber mucho de ganado, de esta manera, no se ignoran el fatáu de xitanerías (las muchas gitanerías) que se industrian con estas vacas. Porque con una bétchada (parida), bien sea primeriza o de ocho o diez años, se pueden faer un mamplenáu d'enduétbichaus (hacer muchos enredos), que sólo son descubiertos por si solos tras largo tiempo.

Por ejemplo. Un paixanu (paisano) vende una bétcha, porque sabe que todos los años al abétchadar pierde la ñacencia (la cría), o que tarda tras haber parido mucho tiempo en salir tuéa (necesitar toro), o pare rancuayus xatus (ruinos jatos), o dar escosá lleiche (poca leche), este paixanu que a lo mexur (mejor) es un buen vaqueiru. prepara su vaca de tal modo y manera, que solamente otro avispado vaquero puede descubrir la trampa. Yo he presenciado en los mercados, cómo muchos aldeanos que conocían a mi amo, le rogaban en no pocas ocasiones, que rexistrara la bétcha (resgistrara la parida) que mercaban, y he podido ver y aprender, cómo iba descubriendo la cantidad de defectos que tenía la vaca, sabía si el xatiquín (ternerín) era de ella o no, descubría si era vaca que perdía las crías al nacer, si daba mucha o poca leche, si era buena pal xugu (el yugo) y si tiraba a entrambas manos. En aquellos lonxes (lejanos) tiempos de miserias, un aldeano que mercara una bétcha por buena y le resultase mala, porque no trabayara nel xeitu de la xuenzura (trabajara en el lugar de la yunta), o por todos los otros defectos ya reseñados, digo, que si la vaca no le saliese buena, sería para él una pérdida mayor, que si hoy en el día se le queimase la teixada. (Quemase la casa). Por estos razonamientos, mi amigo Salustiano, que era de natural, sencillo, inteligente y simple como la Má Ñatura (Madre Naturaleza), cuando vendía una vaca, nadie le discutía su precio, ni menos la registraban, porque todos cuantos le conocían sabían, que Salustiano yera 'n home comu güéi ñacen poucus (un hombre como hoy nacen pocos), siempre predispuesto a legar su ayuda y nunca en el guedétchu (enredo) de engañar a nadie. ABELLUGÁU.—Abellugáu, que está resguardado de la lluvia. ABELLUGU.—Abellugu ou abelugu, lugar donde uno se puede resguardar de la lluvia o las inclemencias del tiempo.

ABERUÉNDAR.—Aberuéndar es cuando las cerdas tienen ganas de semental. La miou chabasca tenu que chebala 'l berrón perque t’aberruénda. (La mi cerda tengo que llevarla al semental porque ha salido berruela). ABERUGÁU.—Aberugáu significa todas las cosas que han sido comidas por la polilla. Isti paxiétchu, ou 'sti escudiétcheiru ta to'aburacáu, ou aberugáu. (Este traje o este vasal, está todo agujereado por la polilla). Existen varias clases de polillas (ou berugus), los hay que trabajan en las telas o tejidos, otros en las maderas blandas como el tilo, el humero, el álamo, en estas maderas hay berugus voladores como grandes moscones, que cuando el maderamen esta frundíu ou medio podrido, hacen unos taladros en ella hasta de dos centímetros, donde suelen hacer sus nidos. ABEXÍU.—Abexíu significa terreno húmedo muy sombrío, no acto para ninguna clase de simienta, pues hasta los árboles que en abundancia crecen en estos lugares sus frutos no son sabrosos, tanto si son avellanos como castaños, y si son pomaradas, sus manzanas son ligeras de peso y no sirven para hacer una xidre (sidra) aceptable, y si son árboles madereros, también sus maderas poco pesadas y resquebradizas, valen muy poco para hacer ningún trabajo importante. ABEYAS.—Abeyas, abéas ou abiétchas, son abejas. Y son las abejas sin lugar a dudas, los únicos seres de toda la Creación, que sólo se alimentan con el néctar de las flores, fecundándolas a la vez con más profundidad y eficiencia que pueda hacer ningún otro insecto. Me recuerdo con allegre (alegre) nostalgia, que en mi aldea había muchos truebanales (colmenas) y en la última semana del mes de setiembre o la primera de octubre, era cuando se mataban los truébanus (colmenas) que más miel tuviesen en sous caxiétchus

(sus panales), y esto se sabía sopesándolos, aquéllos que más pesasen se les condenaba a morrer (morir). La matanza de las abéas se hacía siempre denuétche (de noche). Se hacía una cuandia (poza) en la tierra de la lloxa (huerto) dou échas entrebanaben (donde ellas se acolmenaban) y dembaxu (debajo) del truébanu que tou 'l taba 'l entestate, (de la colmena que toda ella estaba abierta) se metía una mecha de azufre y con el fumu (humo) que de este químico se desprendía, las abejas amoriaben, (se entontecían) cayendo todas dientru 'l fuexu 'morrentáes (dentro el pozo medio muertas), no quedando dentro del truébanu namái qu’angunus zánganus que fasta pa morrer yeren folgazanes. (Dentro de la colmena nada más que algunos zánganos que hasta para morir eran holgazanes). Una vez muertas las abejas se enterraban dentro de la cuandia dou morrieran (de la poza donde habían muerto) y después se procedía a sacar los caxiétchus del truébanu que se xacupaben dientru una maxeruca fecha pa tal cheldar (los panales de la colmena que se vertían dentro de una artesa hecha para tal acontecer), y con la cueta de lus gruéxus (con el canto de las hachas) se mayaban fasta que tou échu se fexera trelda. (Se majaban hasta que todos se hiciesen líquido) pastoso y pegadizo, que con un caxilonín atongáu pa tal encaldar, una mútcher ou home curióuxu, diba 'bazcútchandu tou aquel vidrióxu ya pegañóuxu almíbar, d'anáes en anáes, dientru una fardelina de texíu mu xuníu, qu'agavitá d'enría un chaplón yera muxía per un ruendu de maera del que tiraben un home de ca lláu, esprimiénduye la miel qu'abaxaba a reguerines per d'enría 'l champlón qu’axifitábase dientru d’oitra maxeruca 'l lleldar qu’el ruendu per el qu’empuxaben lus homes diba primeiru con falagus ya despós con fuercia, dexandu 'l farcel escosáu d'afechu de toa la miel, nun quedandu namái que dientru d'él, la cera, qu'endespós xerviría pa faer les veluques qu’allumbraben les teixáes.

(Que con un cajilón preparado para tal hacer, una mujer o un hombre alineado, iba vertiendo todo aquel vidrioso y pegadizo almíbar de vez en vez, dentro de una bolsa de saco de tejido muy fino, que colgada encima de un tablón, era ordeñada por un rulo de madera del que tiraban un hombre por cada lado, sacándole la miel que bajaba arroyando por encima del tablón que se apoyaba dentro de otra artesa, al acaecer que el rulo por el que empujaban los hombres, primero con halagos y después con fuerza iba dejando la fardela seca de toda miel, no quedando nada más dentro de ella, que la cera que después serviría para hacer las velas que alumbrarían en sus casas). Cuántas veces yo he pensado entusiasmado y feliz, al degustar aquellas mieles que hoy ya no existen, cuando hambriento, voraz y golosamente, me comía nas cuyaraínes (cucharadas) de aquel prietiquín manxar (moreno manjar), o enfarnando 'n cantexín (untando un pedazo) de pan, digo que mi pensamiento me daba con simples y naturales raciocinios, que yo estaba encontrando en aquella miel que me engullía, todos los aromas y exquisitos gustos que alumbraban las ubérrimas plantas de mi verde valle. Allí, en aquella densa, medicinal y fortaleciente miel, en aquel elixir casi divino, fabricado por las maravillosas abejas, seres hijos de la Madre Tierra que sin usar artificios de ninguna clase, desde los mismos umbrales de la Creación, son dueñas de una técnica natural y divinizante, que aún ningún ser nacido podrá jamás con tanta naturalidad y sencillez igualar. Digo que en aquella miel se encontraba el concentrado olor y gusto de los milenarios castaños, y de todos los árboles alumbrantes de flores que poblaban las abruptas montañas y el pequeño y apacible valle de mi aldea. En aquella miel, se encontraban los fragantes gustos y perfumes del incalculable número de flores que adornaban las verdes praderas que alimentaban los abundantes y variados ganados de mi aldea.

ABEYAR.—Abeyar, significa pasear, caminar observando, entreteniéndose reparando o mirando las cosas. ABEYÓN.—Abeyón, persona muy amiga de fisgar. También abejón. ABLANÉIRAS.—Ablanéiras, así se nomaben les mútcheres que nus tiempus d'endenantes (se llamaban las mujeres que en los tiempos de antaño) se dedicaban por las fiestas y romerías a vender las avellanas. Aquéches ablanines turráes nel fornu arroxáu con bona lleñe de pochiscus, dou s'arroxaba 'l bon pan d'escanda. Aquéches ablanines de lus tiempus d'endenantes que yeren xenciétchos pa frañire ya xobróuxes nel gustare. (Aquellas avellanas asadas en el horno calentado con buena leña de encina, etc..., con la que se cocía el buen pan de escanda. Aquellas avellanas de antaño que eran sencillas para romperlas y muy sabrosas al gusto). Guéi tamién se venden ablaniquines turráes. (Hoy también se venden avellaninas asadas). ¿Pero cómo son estas avellanas modernas...? Los más jóvenes de ustedes pueden contestarme sonrientes que igual que las de antes. Y yo también con una añoranza sonriente les digo que se equivocan. Porque hoy ya nada es igual que antes. Las avellanas de antes sus cáscaras tenían un color ceniciento muy parecido a el que poseían los inigualables panes de escanda, ya que nada más sacar éstos del horno se metían las avellanas y se turraben na xaceda d'un cheldar que guéi nun se fae. (Se asaban en la cámera de un hacer que hoy no se hace). Las avellanas de hoy están prietas (negras) como condenadas, y sus cáscaras son tan duras como las piedras y su sabor tiene una alejada parentela con les ablanines turráes de lus tempus d'endenantes. ABLANÉIRU.—Ablanéiru, avellanal. ABLANES.—Avellanas. ABLANU.—Avellano.

ABONDES.—Abondes, muchas. ABONDU.—Abondu, mucho. ABORRONÁ.—Aborroná, así se dice de la niebla cuando está “encaimá”(guéi la borrina ta m´emborroná, lu mesmu en tou ´l díe non se xebra ya nun nus dexa faer llabore tantu comu teñemus que trabayar). Hoy la niebla esta muy aposentada, lo mismo no se marcha en todo el día y no deja hacer labor, tanto como tenemos que trabajar. También se entiende por aborroná, una densa humareda producida por un fuego de residuos de hierbajos o cualquier otro combustible. Así mismo se entiende por lo que representa la palabra “Borroná” su explicación será convincente. ABRAÑAR.—Abrañar es alinear, arreglar en todas sus vertientes al ganado, no sólo el que se encuentra en las brañas, puertos o morteras, sino también el que permanece en las cortes (cuadras) de la misma aldea. A mediados de la primavera es cuando se empieza a subir el ganado escosu (que no da leche) para los puertos, estas reses suelen por regla general ser magüetas (novillas) de tres años para abajo, unas están dandu la cría (preñadas), otras son manías (que no están preñadas), luego más tarde, hacia la última quincena del mes de mayo, que es cuando ya no se pueden pacer más los préus (prados) porque sino no dan la cosecha de hierba que se recuétche (recoge) en el mes de xuliu (julio) denominado el mes de la yerbe (hierba). Así pues, cuando los prados ya no se pueden pacer, se sube al puerto todo el demás ganado, exceptuando las xunturas (yuntas) que han de acarrear la hierba, estas vacas suelen ser las bétchaes (paridas), o las que están próximas abétchadar (a parir). Es cuando llega entonces el momento de abrañar en los puertos, de ir hacer la braña. Miles de veces y en diferentes lugares de mi Tierrina, allá por los apenados y hambrientos años de la post-guerra, siendo yo un guaxetín (chiquillo), fui

abrañar para los varios amos que como criadín por mala o buena fortuna yo he servido. Había que buscar al ganado que guareciendu (pastiando) se encontraba en el extenso y comunal puerto, que muchas veces era muy difícil de dar con él, por causa de la borrina (niebla), que no permitía ver a uno ni la propia mano dellantri de sous güétchus (delante de los ojos). Nos solíamos orientar por el sonido de las chuecas, chocaretas, zumbus o zumbiétchus (cencerros), que llevaban las vacas más responsables y serias por así denominarlo de cada cabana (cabaña), supuesto que estas reses suelen ser las que capitanean a todas las demás. Me recuerdo que los enormes felechales (helechos) y demás matoxus (matorrales) que eran más altos que mi cuerpo, que por doquier poblaban todo el puerto, se encontraban en los días de borrinas baxas (nieblas bajas), ameruxáus d'orbayu (llenos de agua) que me ponían de pingandu (mojado) lo mismo que si vestido me tirase al agua. Pero todo aquello era nada cuando lograba dar con las vacas, que alegraban tan difícil búsqueda, y afalándulas muy contento me dirigía hacia mi cabanón (cabaña) y después de muxilas (ordeñarlas) atizaba un bon fuéu, (prendía un buen fuego) dóu m'enxugaba la moyadura que m'enciétbechar. (Dónde me secaba la mojadura que me ataba). Una vez que estaba bien enxuchu (seco) muy dichoso me enzulaba (comía) la fugaz y sabrosa cena que tan sólo consistía, en un zapicáu de lleiche (un jarro de leche) acompangáu (acompañado) d'un cantexu de borona ou pan d'escanda. (Un trozo de pan de maíz o escanda). Chuéu, despós, endutbechábame nel xergoncín de paya, ya xurniaba toa la nuétche comu 'n anxelín del cielu xebráu de la man del sou Faedor. (Luego, después, encogiéndome en el jergón de paja, dormía toda la noche como un ángel de los cielos apartado de la mano del Hacedor). Hay vaqueirus que xuben (suben) todos los días por la mañana y de tarde hasta el puerto a hacer la braña, los que tienen corte (cuadra) en la braña, meten sus

vacas dentro para ordeñarlas con tranquilidad, pero aquellos que no poseen cabanu (cuadra) tienen que buscar ordeñar al entestate (al aire libre). Casi todos los vaqueirus que tienen que catar (ordeñar) sus vacas al entestate, suelen llevar alguna couxa (cosa) de la aldea para que las vacas la coman y estén así quietas mientras las afoixinan (ordeñan), esto se llama el manoxu (manojo) que es según la época del año de diferente manera. Así en el mes de Xuniu ya xuliu ye de segáu, (junio y julio es de pación), en agosto, setiembre y octubre el manuxín (manojín) suele ser de las fuéas ya pereícoteirus de lus ñarbaxus, (plantas de maíz) y también de focháus de frisou (también de ramas de fresno), que les gusta mucho a las vacas y son muy sanas y nutritivas, así como también muy peligrosas para sous ventrones ya rumiaxes (vientres y rumiajes) si las comen demasiado calientes. Otros vaqueirus llevan sal que bazcuchan d'enría 'l campíz (vierten encima del campo) y como a las vacas les agrada todo lo sallado, comencipien a chamber (empiezan a lamer) en tal lugar hasta que terminan con todo el campizo dando tiempo a que el vaqueiru la ordeñe con toda tranquilidad. También existen otros más ingeniosos que arrebaten les ganes de mexar fasta la gora de afoixinar (que aguantan las ganas de mear hasta la hora de ordeñar) y así después meando en el campizo mientras que la vaca pace y lame el lugar meado ellos con rapidez la ordeñan. Otros vaquierus sólo hacen la braña una vez cada veinticuatro horas, bien porque sus vacas tengan poca leche, o porque les interese escosalas (secarlas) para así tan sólo subir al puerto una vez cada semana a verlas. Y hay otros vaqueirus que duermen y moran en sus cabañas de las brañas y tan sólo bajan a sus aldeas una vez a la semana. Existe la creencia entre las gentes de mi Tierra no documentadas en las ancestrales y hermosas costumbres de nuestras embrujadoras aldeas, creencia divulgada por escritores que no saben

dónde tiene, pongo como ejemplo el caldar la vaca (ubre), de que en Asturias no hay más vaqueirus que los de la Alzada y no recuerdo en estos momentos qué otro lugar. Mas yo les digo ahora que esos babayus de despacho que se reúnen en cabanáes (rebaños) formando las infantiles y ridículas sociedades de «Amigos del Bable» o del «Conceyu del Bable», etc., etc., que lo único que saben es buscar una popularidad ya muxiyes la corexa a les ñobles xentes de miou Tierrina (y ordeñarles la cartera a las nobles gentes de mi Tierra). Digo que estas respetables personas lo único que saben de la Llingua y costumbres ancestrales de mi Asturias. es lo que plagian en los archivos, en los escritos de otros escritores ya fenecidos que la mayor parte de ellos tampoco en estas materias no tenían namái qu'una migayina (nada más que una migaja) de idea. Y ahora que ya para la posteridad dejo dicho lo que son estas rencuayas (ruinas) sociedades, compuestas por profesores y otras ilustres personas, que de no ganar la Guerra Civil el General Franco, de seguro que estarían de peones camineros, porque francamente creo que para otro menester ellos no sirven. Todos estos señores con sus teorías y conferencias mistificadas, no saben cómo habla el pueblo, ni como trabaja, ni cómo sufre y ríe, ni como canta y llora, las costumbres y el habla del sencillo, simple y natural pueblo, sólo se aprenden formando parte de ese pueblo que s’acueye 'l llabiegu, falandu la Llingua de nuexus mayores (se coge al arado hablando la lengua de nuestros mayores, todos los días del año). Yo no podré competir jamás, ni tan siquiera lo intento, en los saberes de todos estos señores licenciados y profesores de los números y las letras, porque por mala o buena fortuna los maestros que yo he tenido, no me enseñaron las sapiencias de tan hermosas profesiones, ya que ellos casi todos analfabetos por naturaleza en la dimensión de los signos, de los números y letras, en vez de poner entre mis

manos un libro, me punxerun cuaxi disde miou ñacencia, una ferramienta paque trabayandu me ganara 'l potaxe que la probina de miou má non podía dame. (Me pusieron casi desde mi nacencia, una herramienta para que trabajando me ganara el potaje que la pobre de mi madre no podía darme). Así por ejemplo, el mejor profesor que yo he tenido ha sido mi amo Salustiano, un vaqueiru de la aldea de Folgueras, xustu ya ñoble 'n tal fondura (justo y noble en tal hondura), filósofo e inteligente en tal altura, que no se desliza un día por mi vida, que en algún momento con nostálgico cariño yo no le recuerde. El no sólo me enseñó a llabrar, semar ya cuchar la tierra (arar, sembrar y abonar la tierra), sino que tamién m'adeprendióu faer d'un piazu de maera, de ñocéu, de frisnu ou faya, con mious propies manus el mesmu llabiegu. (También me enseñó a hacer de un trozo de madera de nogal, de fresno o de haya, con mis propias manos el mismo arado). M'adeprendióu d'enría lus fierrus a cabruñar sen cartiar el gadañu, (me enseñó encima del yunque con el martillo a adelgazar la guadaña sin ondularla ni estropearla). M'adeprendióu a domeñar les magüetes pa xuniyes al xugu ya faeyes trabayar sen dalgún rexabiu a entrambes manus. (Me enseñó a domar las novillas para uncirlas al yugo y hacerles trabajar sin ningún resabio a las dos manos). Me enseñó a curar los ganados cuando enfermaban d'angún amoláu (de algún mal), como la coxera ou maluca (cojera), los garbious ou rumiayu, (mal en la boca y rumiaje) bregonazus y'entelaures (hinchazones en el ubre y el vientre) y a darle la vuelta a un xatu dientru 'l ventrón d'una vaca qu’tal parilu traxéralu 'l revés, couxa que güéi nel día non sapien faer abondus bretinarius. (A un jato dentro del vientre de una vaca que al parirlo lo trajese al revés, cosa que hoy día no saben hacerlo muchos veterinarios). M'adeprendióu a inxertar lus pomares, zreizus ya peréus, (me enseñó a injertar los manzanos, los cerezos y perales), a

fradar lus ciarrus pa que non dieren soma nus préus ya muxéranye 'l campíz el allumbrar mexor yerbe (a cortar los matorrales que cercaban los prados, para que no diesen sombra y le permitiesen al campo alumbrar mejor hierba). Me enseñó sin libros de ninguna clase a querer y respetar todas las criaturas vivientes, a no hacerlas sufrir ni esclavizarlas nunca, a servirme de ellas nada más que cuando la necesidad me obligase. Tamién me falaba, qu'en d'anguna teixá pudiés morar animal d'angún qu’en trabayu non lleldare. (También me decía que en ninguna casa debía de vivir animal alguno que un trabajo no efectuase). Me enseñó a ser libre y honrado, a querer y respetar a mis mayores, a no ser hipócrita ni servil, a no apartarme de la Natural Justicia hasta la muerte, y a no preocuparme mucho de las vanas leyes aunque en ocasiones injustamente las condenadas me castigasen. Me contó cientos de historias, leyendas y cuentos, me enseñó a pensar y filosofear con las cosas naturales, y todas estas maravillosas cosas yo las he aprendido, pensando y hablando en la embrujadora y galana Llingua Asturiana, por lo tanto yo conozco perfectísimamente el Idioma de mi Querida Llingua Asturiana, con el cual yo cuento a mis gentes astures cosas sencillas y naturales, de la misma manera que las he aprendido de boca de maestros analfabetos como mi querido amo Salustiano, el mejor vaqueiru que yo he conocido, el natural y sencillo filósofo que a mí sin libros, más me ha enseñado. Mi amo Salustiano, siempre se sintió muy orgulloso y ufano de sus vacas, a las que el y yo, cuidábamos en todo momento con verdadero celo y alegría, sin lugar a dudas, eran nuestras vacas las mejores de todo Asturias, y así lo reconocían todos los vaqueirus que medianamente entendían de ganado. Daba verdadero placer y envidia, mirar aquellas vacas gordas y lustrosas, todas ellas de la más pura raza asturiana. La corte (cuadra) de Salustiano estaba axeíta un poco allonxá (alejada) de la

aldea, en la cimeirá (lo alto) de un praiquín (prado pequeño) que tenía m'apoxentáu (allanado), al lláu d'una fontona (al lado de una fuente) que tenía buenas aguas para abrevar el ganado. Yera una corte grandie, conun payarón que faía un par d'uce es de corcecáus de yerba. (Era una cuadra grande, con un pajar que hacía un par de docenas de rastros de hierba), y la cuadra era amplia y bien ventilada, óu s'arretrigaben nes fortes pexebréires (dónde se amarraban en las fuertes pesebreras), las diez soberbias vacas que en la sazón tenía mi amo Salustiano. Pero una noche fatídica nus fondeiráus de Ia xeronda (en los últimos días del otoño), d'aquién n'aquétcha nuétche del diañu, llantói fuéu 'l pachar, morriendu amagostáes toes les llozanes vaques del guenu de Xallustianu. (Alguien en aquella noche de los demonios, le prendió fuego al pajar, muriéndose asadas todas las lozanas vacas del bueno de Salustiano). Y aunque las autoridades del concejo hicieron todas las investigaciones precisas, nadie pudo descubrir jamás el autor o autores de tan monstruosa felonía. Algunos decían, que había sido un mal querer. Otros afirmaban que tal vez fuese un probe de lus munchus qu’apedigueñaben pe les aldés nus famientus tempus d'endenantes (un pobre de los muchos que pedían por las aldeas en los hambrientos tiempos de antes). Seguramente que el mendigo entraría sin ser visto per el boicairón del payar que nun tenía piesllítchu (por el ventanal del pajar que no tenía cerradura), con el ánimo de pasar la noche, y una vez achucáu ente la greba yerbe (acostado entre la seca hierba), diérale por fumar prendiendo fuego sin querer al pajar, y despós ameruxáu pel miéu fuyere. (Después lleno de miedo huyere). Lo ciertamente sucedido fue, que desde aquel trágico día, el alegre y dicharachero vaqueiru Salustiano, ya no cantó más, ni rió jamás, pues poco a poco una profunda tristeza le fue

consumiendo, y meses más tarde se moría de pena, por estar pensando sin interrupción en el gran sufrimiento e inenarrable dolor sufrido por sus queridas vacas, dentro de aquel enorme incendio, que poco a poco las carbonizó, sin que nadie pudiese hacer por ellas nada. Así de humano, sencillo y natural, era mi amo Salustiano, el grande hombre, el excepcional pensador y filósofo analfabeto, el mejor vaqueiru de toda mi Tierrina, ya que muy posible fuese el único que en todo el Universo, que por el amor de sus vacas muertas en tan avernoso sufrimiento, que hizo crecer en só'anxelical ya melgueiru (su angelical y dulce) pensamiento una pena tan amamplenada (grande, enorme) que fasta'l mesmu fuexu del sou morrer tal atristeyáu l'afaluchóu. (Que hasta el mismo hoyo de su morir, tal entristecimiento lo arreó). ABUFARDARSE.—Abufardarse es ponerse en lo más alto. La bufarda del xomeráu tá piétcha. (La ventana del desván está cerrada). Bufarda es siempre la ventana más alta, el mirador más elevado. ABURACA.—Agujera. ABURACAR.—Agujerar. ABURIA.—Aburia, que quema. ABURIÓME.—Aburióme, que me quemo. ABURIÓN.—Aburión, quemazón. ABUXAR.—Abuxar, abusar. ABUXARDAR.—Abuxardar, se entiende por abarrenar la piedra con la buxarda. —También se comprende cuando el tren corre bajo el humo que produce su chimenea, o cualquier otra cosa que anda subterraneamente, se dice que camina embuxardado. ABUXÓN.—Abuxón, abusón.

ACABANAR.—Acabanar es hacer rebaño, bien sea de ganados o de cualquier otro interés variado. ACABANTES.—Acabantes, al terminar. ACABORNÁU.—Acabornáu, esta palabra viene a tener el mismo o parecido significado que las dos siguientes. ACABOXAR.—Acaboxar significa encuevarse, empodrecerse. ACABOXÁU.—Acaboxáu, encuevado o podrido, etc. ACABRONÁU.—Acabronáu significa enfadado, enoxáu (enojado, etc., etc.).

ACADEXAR.—Acadexar es tejer, trenzar. En este retazo de una poesía de Xulín de Lluza podemos observar uno de sus múltiples ejemplos. —Ya trés de les esfoyaces / les riestres acadexaben /hermenandu les panoyes / qu'en ringléires pingonaben / acurrelandu lus húrrius / ou lus viétchus correóres / qu'adurnaben sous teixáes. (También otro ejemplo en diferente sentido puede ser éste). L'oitra nuétche topéime con la fía del Coxu na festa la Virxen lus Remedius ya diba to'acadexá con xoyes de goru. (La otra noche me encontré con la hija del Cojo en la fiesta de la Virgen de los Remedios, e iba toda llena de cadenas, de trenzados con joyas de oro). ACAICER.—Acaicer es suceder.

ACACHINAR.—Acachinar, desmenuzar, romper. ACACHINUS.—Acachinus, a pedacitos. ACACHIPARRÁU.—Acachiparráu, pequeño.

ACAICIÚ.—Acaiciú, sucedió. ACAIDONAR.—Acaidonar es dirigir. Qu’endiañámente m' acaidonú 'l Xuez de la Pola 'l inxustu xuiciu que me fexu. (Que endemoniadamente me dirigió el Juez de la Pola el injusto juicio que me ha hecho).

ACACHUS.—Acachus, a pedazos. ACACIPLÁES.—Acacipláes, a jarradas, a recipientes llenos. ACACIPLAR.—Acaciplar, personas que se meten en todo. A Xuan, tal paez que yes un manfroritu perque toes les couxes acaciples. (A Juan, tal parece que eres un afeminado por que todas las cosas miras y revuelves).

ACALABÍTCHAR.—Acalabítchar, enganchar. ACALAMIÑAR.—Acalamiñar también es enganchar. ACALDARAR.—Acaldarar, es cuando las vacas u otras hembras se bétchan (enriquecen) de ubres. ACALECER.—Acalecer, es calentarse.

ACADABRÁU.—Acadabráu, que se encuentra cadavérico. ACADARMÁU.—Acadarmáu, esta palabra tiene el mismo significado que Acadabráu. Quieren decir que son despojos, cadáveres de la Muerte. ACADÉTCHAR.—Acadétchar es volverse loco, perder los sentidos, entretejerse las ideas con los pensamientos.

ACALEYAR.—Acaleyar, personas que les gusta recorrer la aldea hablando y escuchando a sus vecinos. ACALABIYAR.—Acalabiyar, cerrar con la calabiya. ACALABIYÁU.—Acalabiyáu, cerrado.

ACALICATIAR.—Acalicatiar es andar en busca de alguna cosa, tal como un tesoro o “Chalga”.

ACARAMONÁU.—Acaramonáu, persona que no es dueña de todos sus sentidos.

ACAMENCHAR.—Acamenchar es domar, dominar, someter.

ACARAMONÁU.—Acaramonáu, es faltoso, tonto.

ACANCIÉTCHAR.—Acanciétchar es cerrar la cancela, el portillo, la puerta, etc.

ACARICOTIAR.—Acaricotiar, es sacudir un tochu con fuéu (un palo prendido) o tizón, con miras de que arda con más fuerza y alumbre más. Recuerdo que en los difíciles años de la post-guerra, cuando en mi aldea no había ni luz, ni paz, ni pan, ni trabajo, cuando todos rumiábamos cada cual como mejor podía, las desgracias que la guerra como inagotable triste herencia nos había dejado, pues en tous lus chares (todos los hogares) por lo menos había morríu 'n home, bien nel frenti ou chuquináu. (Muerto un hombre, bien en el frente o asesinado). Por lo tanto toda la aldea estaba endiablada, aviñoná (llena) de profundos odios, de rencores y de venganzas, entre roxus ya prietus (rojos y pardos), quiero decir entre las familias de entrambos, porque rojos en mi aldea no quedó ni uno, ya que los que no murieron en la trinchera, los pardos los asesinaron. Como hicieron con mi padre y con tantos otros buenos hombres que xamás sou mán pa faer mal a naide achebantarun. (Que jamás su mano para hacer mal a nadie levantaron). Digo yo, que cuando yera 'n guaxiquín (era un chiquillo) díbamus miou má ya you (íbamos mi madre y yo) a pasar las veladas por las nuétches (noches) a la teixá (casa) de Nicomedes, donde este simpático y buen hombre nos contaba infinidad de alegres cuentos de su bien repleto repertorio, que ayudaba a todos a mitigar las penas. Y cuando retornábamos a nuestra casa ya avanzada la noche, si estaba muy oscura, coyíamus un caricote del fuéu (cogíamos un tizón del fuego) y agitándolo en el aire nos alumbrábamos perfectamente con él acaricotiándolu (moviendo el tizón) sin parar, por las empedradas caleyes (callejas) de mi aldea.

ACANDANÁU.—Acandanáu, dícese de las personas secas, delgadas y cadavéricas. ACÁNDANUS.—Acándanus es ir en busca de leños secos. Cundu les nuétches ou lus díes, nus envernus ou les xerondes, son abayucáes per fortes ponxones de ventu, entóus ye cundu s'abaltien y'esmurgázanxe nel xuelu lus gamayus secus de lus castañus ou oitres arbolaxes. Les xentes van arrecoyelus perque conéchus atízaxe 'l fuéu mexor que con nagua. Istu se noma dir acándanus. (Cuando en las noches o en los días, de los inviernos o de los otoños se mueven fuertes pojones de viento, es entonces cuando se rompen y se caen en el suelo los leños secos de los castaños u otros arbolajes. Las gentes van a recogerlos porque con ellos se prende el fuego mejor que con nada. Esto se nombra ir a cándanos). ACANDONIAR.—Acandoniar, dícese de las personas que les agrada mucho ir pelando la pava con enredos y cuentos por todas las casas de los vecinos de la aldea. ACARAMAÑOLAR.—Acaramañolar, guardar un líquido dentro de un recipiente. ACARAMELA.—Acaramela, mima, halaga. ACARAMELÉI.—Acarameléi, mimé, halagué.

ACARRAPIÉTCHAU.—Acarrapiétcha u, también se suele decir que está lleno, rico de alguna cosa a la cual uno se refiera. ACARRAPIEYAR.—Acarrapieyar, dícese así cuando las avellanas empiezan a nacer dentro de los carrapiéchus (fundas o copas donde nacen y se crían las avellanas al madurar la panoja de los avellanos). ACARRAPIEYÁU.—Acarrapieyáu es pequeño, ruino. ACARRAPOTIÁU.—Acarrapotiáu, es ir montado sobre las costillas. You nun chevu más al nenu acarrapotiáu d'enría lus mious homus, perque tou amoláu del cumal, ya comu 'l guaxetu ta gurdu fráñemelu d'afechu. (Yo no llevo más al niño montado encima de mis hombros, porque estoy enfermo de la columna, y como el pequeño está gordo me desarma del todo). ACARRIÉTCHAR.—Acarriétchar, es llevar abono, tierra u otros menesteres dentro de la carriétcha. ACARRINCHARSE.—Acarrincharse es columpiarse. ACAXETAR.—Acaxetar, es encajonar. ACAXILONA.—Acaxilona, acajilona. ACAXILONÁUS.—Acaxilonáus, acajilonadas.

ACHACAR.—Achacar, señalar, acusar. ACHACÁU.—Achacáu ou achacóuxu, enfermo, amolexáu d´anguna couxa. ACHAPLONÁU.—Achaplonáu, aplastado como un chaplón. ACHÁTNAR.—Achátnar, allanar. ACHINCHAR.—Achinchar, fasticiar, encomodar. ACHINCHONÁU.—Achinchonáu, enojado, también que tiene chinchones. ACHINDI.—Achindi, allí, más alejado. ACHUCÁU.—Achucáu, acostado. ACHÚCALU.—Achúcalu, acuéstalo. ACHUGARIÚN.—Achugariún, dícese de la persona que recorre la aldea charlando y entreteniéndose con los vecinos si son personas mayores, y si son niños, cuando éstos se entretienen xugarretiandu ou fayendu torxeúres. (Jugando o haciendo maldades). Aú tá'l tou home Xuaca. ¡Achugariandu comu xempre fae! (Dónde está el tu hombre Juaca. ¡Charlando por la aldea como tiene por costumbre!). ACHUMÁU.—Achumáu ou chumáu, borrachu, bebido. ACHUQUÉIME.—Achuquéime, me he acostado.

ACAXONA.—Acaxona, es acajona. ACELORAR.—Acelorar, que atontece.

ACHUQUINAR.—Achuquinar, es asesinar.

ACELORÁU.—Aceloráu, que está atontecido.

ACHUQUINÁUS.—Achuquináus, son asesinados.

ACERICU.—Acericu, lugar donde se guardan las agujas y demás menesteres por el estilo.

ACHUQUINUS.—Achuquinus, son asesinos.

ACERRICÁU.—Acerricáu, empequeñecido, ruin.

ACIBIÉTCHAR.—Acibiétchar, es atar o amarrar con una cibiétcha.

ACIBIÉTCHAU.—Acibiétchau, amarrado, sujeto, atado. ACIBU.—Acibu, acebo. ACIGUAR.—Aciguar, dícese de las personas que le traen a uno muy mala suerte, o también,—tó'acigüaú—. (Que tengo mala suerte). ACIMEIRÁU.—Acimeiráu ou n´acimeiru, en lo más alto. ACINCHÉU.—Acinchéu ou acincháu, acinchar.

ACORRAR.—Acorrar, las castañas en la cuerra para que maurezcan, también se llamar acorrar la hierba que el día anterior no se pudo curar (secar) y fue menester amontonarle en los denominados balagaretus ou burraxus, que después de salir el sol al siguiente día se hace un corráu con la hierba para que seque más pronto. ACORRIPIAR.—Acorripiar, meter los cerdos en la corripa, cubíl ou cortexa. ACORRALAR.—Acorralar, meter el ganado en la correlada.

ACINXÁU.—Acinxáu, acinchado. ACOMBAYAR.—Acombayar es adular, estar de acuerdo en todo. ACOMBAYÚN.—Acombayún es un ser adulador, un hipócrita. ACOMPANGAR.—Acompangar es por ejemplo la carne o embutidos que denominado «compangu» se echa en el cocido. También el pan cuando se come y va «acompangado» de dulce, manteca, jamón, etc., etc... ACOMPANGÚN.—Acompangún es una persona pelotillera. ACONCEYAR.—Aconceyar ou aconcétcha, reunión de gentes para acordar cualquiera cuestión que les competa. Este suceder también se le suela llamar “Corráu Concétchu”. ACONGOXÁU.—Acongoxáu, acongojado. ACORBATÁES.—Acorbatáes, dícese de les castañes cundu endeveiz d´amagostales nun amaguestu, se cuecen conél pelleyu, ístu se chama un corbatón,ya se faía tal couxa cundu ya les castañes se baxaben ya curáes del xardu, ya metantu se mayaben na goxa pa faéles mayuques, pos se cocíe ´un potaráu d´étches, ya xapíen mexor que les amagostáes.

ACORRIPAR.—Acorripar, estar dentro de la cubil. ACORRIPIAR.—Acorripiar, meter dentro de la cubil. ACORROMPINAR.—Acorrompinar, si se trata de fruta ou grano ou cualquier cuerpo sólido, llenar el cacíu (cesto) empericotáu (apilado) por encima de los bordes de su medida. ACOSTAZAR.—Acostazar ou acostillar ou acarrapotiar etc., etc., etc. Llevar a cuestas lo que fuese menester, pues en les mantines aldines, les xentes que nun tenen un pótchin tenen que faer mamplenáu de trabayus per xindi mesmu, disdi xubir la terra disde la xuquera fasta lu cimeiru de sou finca ou chevar un paxáu ou goxáu de xegáu, ou cualesquier oitre trabayu del fatáu que s´encibiétchen ca día. ACOSTUMAR.—Acostumar, que tiene costumbre. ACOSTUMÁU.—Acostumáu, acostumbrado. ACOTÁU.—Acotáu, que está reservado. ACOVAYÁU.—Acovayáu ou acobatchau, que está guarecido en una cueva o cualquier otro covixu (covijo).

ACOXAR.—Acoxar, cojear. ACOXETA.—Acoxeta, cojea.

ACUEREXAR.—Acuerexar ou acorexar ou empetenar, guardar dineros en la cartera.

ACOXICAR.—Acoxicar, que cojica.

ACUERRAR.—Acuerrar es acorrar.

ACOYARAR.—Acoyarar, amarrar a los animales con el coyar.

ACUERRE.—Acuerre es corre. ACUERRI.—Acuerri, corre.

ACOYARÁU.—Acoyaráu, que está sujeto con el coyar. ACOYER.—Acoyer ou a cótcher a recoger las espigas, los arbeyus, les zreices, lus fatus etc., etc., etc. (Guisantes, cerezas, ropa). ACOYETAR.—Acoyetar, agarrar por la pechera y sacudir al sujeto que se agarra. ACOYETAR.—Acoyetar, sujetar, asir, coger. ACOYETÁU.—Acoyetáu, sujeto, cogido.

ACUETARAZUS.—Acuetarazus, es dar golpes con el canto romo del hacha, de la hoz, o de otra herramienta cualquiera. ACUETAZUS.—Acuetazus es liarse a pedradas. You tenu na miou motchera viétches gordonaúres de cundu yera guaxe, y'entamangábamus pe les caleyes de l'aldina tous lus güaxetacus fatáus d'engarradiétches acuetazu chimpiu. (Yo tengo en mi cabeza viejas cicatrices de cuando era niño, y preparábamos por las callejas de la aldeina entre todos los pequeños, infinidad de peleas a pedrada limpia).

ACOYÍU.—Acoyíu, que está sujeto. ACOYONAR.—Acoyonar, acojonar.

ACUÉTCHARAU.—Acuétcharau, acollarado.

ACOYONÁU.—Acoyonáu, que está acojonado.

ACUÉTCHE.—Acuétche, coge.

ACUBICIAR.—Acubiciar, es codiciar.

ACUÉTCHI.—Acuétchi, coje.

ACUBICÍU.—Acubicíu, codicia.

ACUÉTCHIU.—Acuétchiu, que está recogido.

ACUBILAR.—Acubilar, meter na cortexa ou cubíl a los gochus, bracus ou llabascus (meter en la cuadra o cubil a los cerdos, a los cerdos pequeños y a los medianos).

ACUÉTCHONA ou ACOYONA.—Acuétchona o acoyona, acobarda, intimida. ACUÉYE.—Acuéye, recoge.

ACUBIXÁU.—Acubixáu, que está cobijado, también se dice cubilones a las personas que están siempre acubiladas en casa porque por regla general son folganzanes (holgazanes).

ACUEYI.—Acueyi, coje. ACULLÁ.—Acullá ou acútcha, alejado.

ACUCHÁ.—Acuchá, más allá.

ACUQUIAR.—Acuquiar, vigilar, observar.

ACUCHAR.—Acuchar, es abonar.

ACUSPIR.—Acuspir, escupe.

ACURUXÁU.—Acuruxáu, encogido, agachado, lo propio que hace la curuxa (lechuza). ADEFEXU.—Adefexu, adefesio.

ADEXIMÍU.—Adeximíu, apartar, olvidar, etc., etc. ADIANTRI.—Adiantri, adelante. ADIAÑAR.—Adiañar, que se endiabla, que se hace malo.

ADELLANTRI.—Adellantri, adelante. ADELLIRIU.—Adelliriu, delirio. ADELLICIES.—Adellicies, delicias, adelizar.

ADIAÑÁU.—Adiañáu, que es malo, que está endemoniado. ADIENTRU.—Adientru, dentro.

ADEMÁI.—Ademái, además.

ADISPIERTAR.—Adispiertar, despertar.

ADEPRENDÍU.—Adeprendíu, que ha aprendido.

ADISPIERTU.—Adispiertu, me despierto.

ADEPRIÉNDE.—Adepriénde, que es inteligente, que aprende bien. Ejemplo. El miou fíu n'escola depriende bien les lletres. (Mi hijo en la escuela aprende bien las letras). —´Stu fou lu que me dixu ´l oitre díe `l xiñor maestru, que yera bona llastima que nun pudiés mandalu p´Uviéu p´adeprendier per lu menus un ufixu,ya xebrálu d´aquindi dou ´l probe morrera de viétchu trabayandu comu ´n esclavu xin algamir xamás ser algu de provechu. (Esto fue lo que me ha dicho el otro día el señor maestro, que era una buena lástima que no pudiese mandarle para Oviedo para aprender por lo menos un buen oficio y apartarlo de aquí donde el pobre se morirá de viejo trabajando como un esclavo, sin alcanzar jamás ser algo de provecho).

ADIOUS.—Adious, es una manera de saludar, adiós, fasta lluéu, fasta mañán etc., etc., también es una exclamación que se suele pronunciar cuando sucede un accidente o cualquier suceso fuera de su normalidad.

ADEPUÉN.—Adepuén. Así se denomina cuando se sueltan las vacas del yugo. —Miou tiu t´adeponiendu la xuntura perquei ta mu conxéu. (Mi tío está soltando la yunta porque se encuentra muy cansado).También es válido para cualquier otro trabajo u faena). ADEPUNXU.—Adepunxu, que ha soltado la yunta, etc., etc., etc.

ADIVÍN.—Adivín, que adivina. ADOBANAR.—Adobanar, liar, enredar. ADOBU.—Adobu, entiéndese por la carne del cerdo en el momento de la matanza, cuando se encuentra fresca y después de darla por buena el veterinario, se comencipia a estayar el gochu p´amañalu en les diferientes pezas, axindi per exemplu, per un lláu lus xamones, lus llacones, les costiétches, lus toixinus, la calamona, les frebes p´entamangar lus xabróuxus churizus, ya ´l xolomiétchu con lu quei despos de fechu en tayades s´adoben con ayus pimentu ya sal, con les quei s´encalden les andoyes yal xuan dientru de les tripes mai anches del gochu, qu´enxindi despós de ben curáes, son lus mexores manxares de la matanza. (Se empieza a descuartizar el cerdo paras hacer las diferentes piezas, así por ejemplo, por un lado los jamones, los lacones, las costillas, los tocinos, la cabeza, las demás carnes para hacer los sabrosos chorizos y el

solomillo, con el que después de hecho en tajadas, se adoban con ajos, sal pimienta etc., y se embuten dentro de las tripas más amplias del cerdo, que en si después de bien secas, se convierten en los mejores manjares de la matanza). ADONDA.—Adonda, que cansa, doma, amaestra o somete. ADONDAR.—Adondar, cansar. Ejemplo. Deixame má xeñaldar un cachiquín, perque tou adondá de lu munchu que trabayéi. (Déjame madre respirar un momentín, porque estoy muy cansada de lo mucho que he trabajado). ADREDI.—Adredi, aposta, con intención, adrede. ADUXE.—Aduxe, acoplé, aduje. AFABAR.—Afabar, dícese así cuando en las bainas de las habichuelas se empiezan a formar éstas. AFACHENDAR.—Afachendar, aparentar, engrandecerse, etc. AFACHENDÁU.—Afachendáu, aponderado de sí mismo AFADIERNAN.—Afadiernan, que recogen. AFADIERNAR.—Afadiernar, recoger, acumular. AFADIERNÁU.—Afadiernáu, que ya está recogido, también se entiende de las xentes que son ricas, poderosas, que afadiernan poderes, etc.

feria o mercado a otro, los tratantes de gran escala, contrataban para arrear sus ganados a profesionales afalaores, que conducían las manadas o rebaños de ganados, desde los mercados donde habían sido comprados, hasta los mataderos, o de una feria a otra. Por ejemplo, si había un mercado u feriona importante en Quirós, los tratantes compraban en él los ganados, los marcaban con sus hierros, y sus afaladores llevaban a las reses hasta un prado o cercado próximo a la feria, que con anterioridad habían arrendado los tratantes para tal menester. Luego, una vez que ya había finalizado la feria, los diestros afaladores, muy conocedores de su oficio, colocaban un zumbu (cencerro) a la res que ellos consideraban con más fuerza y poder de toda la manada, y después conducían el rebaño donde su dueño lo ordenare. No era nada de extrañar, que aquel ganado que había sido marcado en Quirós, fuera conducido hasta una inmediata feria que se celebrase en León. Los afaladores eran gentes enjutas y andarinos incansables, que sabían las muchas zunas (artimañas) que tenían los ganados, y conocían todas las rutas más idóneas, para llegar en menos tiempo y con el menor trabajo, bien a los mataderos o a los diferentes mercados. Los grandes tratantes, aparte de sus afaladores, tenían un hombre de su entera confianza, que siempre iba vigilante montado en su caballo detrás del ganado, y esto sucedía, porque se dieron casos que los afaladores en ocasiones habían vendido alguna res, apropiándose su valor, y después le decían al tratante que la habían perdido o se la hubiesen robado.

AFALA.—Afala, arrea, el ganado bien con la palabra o aguijonándole. También se entiende afalar por apurar a las gentes en el trabajo para que rindan más.

AFALAGA.—Afalaga, halaga, mima, etc., etc.

AFALADOR.—Afalador, es la persona que arrea las reses. En los tiempos d'endenantes (antes), cuando no había medios de trasladar los ganados de una

AFALAGÓN.—Afalagón, que es muy dado a estar siempre alabando, acariciando mimando, estas personas se

AFALAGAR.—Afalagar, halagar.

les suele llamar (empalagouxus) molestosos. AFALAGUS.—Afalagus, caricias, halagos, mimos.

“Famión” nadie quiere servirle aunque pague un mediano jornal, porque eso de estar trabajando todo el día comido por el hambre a nadie le apetece). AFANAR.—Afanar, trabajar con prisa.

AFALAR.—Afalar, arrear. AFALTRIQUERAR.—Afaltriquerar, guardar. AFAMÁU.—Afamáu, que tiene fama. AFAMIÁU.—Afamiáu, que tiene hambre. AFAMIENTA.—Afamienta, que hace pasar hambre. AFAMIENTÁU.—Afamientáu, que está de pasar hambre. AFAMIONA.—Afamiona, dícese de las personas que son famionas. Nisti exemplu qu´aquindi les vou faer, tá bén xemeyáu lu quei ye una prexona famiona. Chamábaxe ista muyer Bríxida, ya per lu baxu tous lus qu´andabamus fayendu xornales, la cunuxíamus comu la Famiona, ya tou yera pequei daba mu mal de comere, per ístu pouques xentes queríen dire a trabayar p´étcha, a parti d´ístu qu´enxindi ya yera abondu, yera una bastruyona atreinandu ´l poti, pos amañaba unus potaxes propius de la llabaza de lus gochus. Un amu famión,nadie quier xerviyu manqui t´apurra ´n terciáu xornaletu, perquei íxu de tar trabayandu tou `l día esgalazáu de fame a nadie le gusta. (En este ejemplo que aquí les voy hacer, esta retratado lo que quiere decir una persona que es “Famiona”. Se llamaba esta mujer Brígida, aunque todos los que andábamos a jornales, por lo bajo la conocíamos con el apodo de la Famiona y todo era por que daba muy mal de comer, por esto pocas gentes querían ir a trabajar por ella, a parte de esto que en si ya era bastante era muy zafia y mala cocinera preparando el puchero, pues hacía unos potajes propios de la comida de los cerdos. Un amo que sea

AFANEGAR.—Afanegar, guardar, llenar, etc. AFARDÁU.—Afardáu, dícese de las personas previsoras o egoístas que guardan o esconden las cosas. Nun afardes el xamón mútcher qu’entavía non me fartuquéi. (No guardes el jamón mujer, que todavía no me he hartado). AFARDÁU.—Afardáu, guardado. AFARFAYA.—Afarfaya ou afarfátcha, que hace las cosas muy mal, que no es cuidadoso en nada. AFARFAYÚN.—Afarfayún ou afarfátchun, que es un barullero, que no le da más una cosa que otra. AFARFUÉTCHA.—Afarfuétcha, discute, habla con muy poco fundamento. AFARGAXAR.—Afargaxar es amontonar, apilar. Ejemplo. Xuacu tien afargaxáu 'l xomeráu d'ablanes. (Juaco tiene lleno el desván de avellanas). AFARGAXU.—Afargaxu, cantidad de lo que fuere. Ejemplo. —La ma le fala a la sou fía. ¡Cundu tremines n´escola, venes con priexa pa casa perquei guéi teñemus mamplén que faer, non m´obligues a mindi dir catate, perquei entóus vou apurrite un fargaxu ñalgaes que te vou dexar el traxeiru tan enxendíu comu les braxes del chare¡ —La madre de dice a su hija. ¡Cuando termines en la escuela, vienes con prisa para casa, porque hoy tenemos mucho que hacer, no me obligues a mi el ir a buscarte, por que entonces te voy a propinar un montón de nalgadas que te voy a dejar tú trasero tan rncrndido como las brasas del lar!

AFARINAR.—Afarinar, llenar de harina. AFARINÁU.—Afarináu, lleno de harina. AFARRUCARSE.—Afarrucarse, envalentonarse. AFARRUCÁU.—Afarrucáu, engreído, envalentonado. AFARUGA.—Afaruga, desmigaja.

en tal lugar satisfecho y cómodo. Ejemplo. Tou trabayandu en Xixón, ya lu que faigu nun m'afayadiza nagua. (Estoy trabajando en Gijón, y lo que hago no me agrada nada). Tous lus díes vou xugar la baraxa 'l chigre de Celloriu que ye un chugar m'afayadizu. (Todos los días voy a jugar a la baraja al bar de Celorio, que es un lugar muy encontradizo). AFAYUCAR.—Afayucar, entiéndese cuando las frutas secas, castañas, avellanas, etc,etc se amalucan y rinden mermados y malos frutos.

AFARUGÁU.—Afarugáu, desmigajado. AFAYUCU.—Afayucu, malucu. AFARUGUINES.—Afaruguines, a migajas muy pequeñas. AFATÁU.—Afatáu, atonteció. Esta palabra con ligeras variaciones tiene dos significados completamente opuestos que en el siguiente ejemplo con toda perfección podremos comprender. Les melgueires mozacuques apaxiétchades con lus fatus de festa, faen fatures con lus mozacus, y'arrecuétchen afatáus les miradiétches qu'ístus les llanzan. (Las dulces mocitas trajeadas con los vestidos de fiesta, hacen tonturas con los mozos, y recogen las infinitas miradas que éstos les dirigen).

AFEDER.—Afeder, que huele mal. AFERÍU.—Aferíu, que se encuentra herido. AFERRADOR.—Aferrador, herrador. AFERRONA.—Aferrona, coge, sujeta. AFERRONAR.—Aferronar, atenazar, cazar en el ferrón (cepo). AFERRONÁU.—Aferronáu, bien sujeto, preso en el ferrón. AFERRUÑA.—Aferruña, que se oxida.

AFATÁUS.—Afatáus, muchos. AFATICA.—Afatica, entontece.

AFERRUÑAR.—Aferruñar, que se llena de óxido.

AFATICÁUS.—Afaticáus, abobados, entontecidos.

AFERVIOTAR.—Aferviotar, se entiende por hervir.

AFÁXATE.—Afáxate, afájate. Afáxate mútcher perque ya t’abaxa 'l banduerru fasta les mesmes rodiétches. (Afájate mujer, porque ya te baja la panza hasta las mismas rodillas).

AFEXORIAR.—Afexoriar, trabajar con la azada (fexoria).

AFAXÁU.—Afaxáu, afajado. AFAXISTÁU.—Afaxistáu, afascistado. AFAYADIZU.—Afayadizu, es agradable, gustoso, que se encuentra uno

AFILADOR.—Afilador, que afila los cuchillos, tijeras, etc., etc. —Alcúrdume niste cheldare, que cundu you yera piquenu chegaben lus afilaores a les mious aldines cuaxi xempre per la metá de la Xeronda, tocaben sou xiblatu allertandu les xentes ya en toes les teixáes teñíen dalgu qu´afilar, afilaben lus corones d´achuquinar lus gochus, les

tixeires, les nabayes d´afeitar, lus cuchillus, lus foixinus ya les foices, lus azáus, ya toes les couxes que foxe meñester, cuaxi tous lus afilladores yeren gallegus ya ún d´etchus que tamén yera axolateiru, casouxe n´aldina ya rexultóu ser un bón paixanu. ( Me recuerdo en estos momentos, que cuando yo era pequeño, llegaban los afiladores a mis aldeas casi siempre a mediados del Otoño, tocaban sus flautas o silbatos y alertaban a las gentes y en todos los hogares tenían algo que afilar, afilaban los cuchillos de sacrificar los cerdos, las tijeras y navajas de afeitar. AFINCÁU.—Afincáu, que está afincado. AFINXAR.—Afinxar, colocar finsos para delimitar las propiedades de las fincas. AFINXÁUS.—Afinxáus, que ya están afinsadas las propiedades. AFISTÉTCHAU.—Afistétchau, pequeño desfiladero entre dos peñas. AFISTIEYU.—Afistieyu, salida de la fistiétcha. AFLIXIR.—Aflixir, afligir.

meten sus hocicos donde nadie les ha llamado. AFOGADIZU.—Afogadizu, así se dice cuando no se puede respirar bien (t´el tempu m´afogadizu), está el tiempo muy ahogadizo. También se suele decir cuando uno come algunos alimentos que le cuesta cierto esfuerzo tragar. “Comu ´l queixu d´afuega ´l pitu condu l´atreinen m´allegróuxu”. AFOGÁU.—Afogáu, ahogado. AFOGUEIRAR.—Afogueirar, estos pequeños fuegos los hacíamos cuando quemábamos el murgazu ya la gandaya axindi comu les focharasques cundu llimpiábamus lus préus despós de quei se viexe xebráu ´l envernu. —La maleza y la hojarasca cuando limpiábamos los prados después de haberse marchado el invierno. AFOINAR.—Afoinar, entiéndese por apropiarse de alguna cosa, en si afoinar significa robar. —L´oitre nuétchi metantu que nuexoitres fellices xurniábamus, entróu la fuina nel piteiru ya chevóume la mexor de mious pites. ( La otra noche mientras que nosotros felices dormíamos, entró la garduña en mi gallinero y me robó la mejor de mis gallinas.)

AFLIXÍU.—Aflixíu, afligido. AFOLAR.—Afolar, que hace olas. AFLOREXER.—Aflorexer, florecer. AFLOREXÍU.—Aflorexíu, que ya ha florecido.

AFOLIXAR.—Afolixar, armar barullo, juerga, bronca. AFONDA.—Afonda, ahonda.

AFLOXAR.—Afloxar, aflojar. AFONDÁU.—Afondáu, ahondado. AFLOXÁU.—Afloxáu, aflojado. AFLOXÉI—Afloxéi, aflojé.

AFONDIGONA.—Afondigona, ahonda.

AFLUNDIÓU.—Aflundióu, empodreció.

AFONDIGONADA.—Afondigonada, hondonada.

AFOCICAR.—Afocicar, dícese del cerdo hocica por doquier. También se suele llamar afocicones a las personas que

AFORMIENTAR.—Aformientar, fermentar.

AFORMIGUEU.—Aformigueu, hormigueo.

AFURACÁU.—Afuracáu, agujereado. AFUXIR.—Afuxir ou fuyír, huir.

AFORNICA.—Afornica, hornica. AFUXÓU.—Afuxóu, marchóse. AFORNICÁU.—Afornicáu, hornicado, revuelto. AFORQUETA.—Aforqueta, coge con la horca. AFORQUETÉU.—Aforquetéu, cogido con la horca.

AGABUXA.—Agabuxa, se dobla, se agacha. AGABUXAR.—Agabuxar, abangar, agachar. AGABUXARSE.—Agabuxarse, abangarse, encogerse.

AFORRAR.—Aforrar, ahorrar. AFORRAÚR.—Aforraúr, ahorrador. AFORRÓN.—Aforrón, ahorrón. AFOSCARSE.—Afoscarse, enojarse, poner mal carácter. AFRANCIAR.—Afranciar, dícese cuando se ha obtenido una fácil ganancia, un beneficio y también una pérdida o perjuicio. Xuaquín fexu bona francia 'l mercame la miou magüeta. (Joaquín hizo una buena ganancia al comprarme mi novilla). AFRAÑIR.—Afrañir, romper, despedazar. AFRAÑUCÁU.—Afrañucáu, roto, despedazado.

AGABUXÁU.—Agabuxáu, agachado, encogido. AGADAÑAR.—Agadañar, segar con la guadaña. AGAFAR.—Agafar, se entiende por estar enconado, pero también se comprende por hallarse uno agafado por la mala suerte cuando uno comprende que todo le sale mal. AGAFIENTÁU.—Agafientáu, airado, salido de su lugar natural, enfadado, como también puede tener enconada alguna herida. AGAFURÁU.—Agafuráu, envenenado. AGALAMIADA.—Agalamiada, carrera. AGALAMIAR.—Agalamiar, correr.

AFRAÑUCU.—Afrañucu, rompo, despedazo.

AGÁLAMUS.—Agálamus, a las carreras, a toda velocidad.

AFUEXAR.—Afuexar, ahondar. AFUEXÁU.—Afuexáu, ahondado.

AGALBANÁU.—Agalbanáu, que se encuentra con pocas ganas de trabajar de moverse, etc., etc.

AFUEXU.—Afuexu, ahondo. AFUMAR.—Afumar, ahumar.

AGALGAZUS.—Agalgazus, a estacazos, a palos.

AFUMEIRÁU.—Afumeiráu, muy ahumado.

AGALGUIAR.—Agalguiar, frenar, dominar.

AFURACA.—Afuraca, agujera.

AGALICÁU.—Agalicáu, que ha cogido el mal de mujeres, que tiene venerio.

AGALLASPÁU.—Agallaspáu, lucido, guapo, etc., etc.

AGARCIEYAR.—Agarcieyar, andar en el puchero con la garcilla.

AGAMAYÁU.—Agamayáu, retorcido, mal hecho, estrafalario.

AGARDIÉTCHU.—Agardiétchu ou agardiéyu, que coge.

AGAMAYAZUS.—Agamayazus, a palos con una rama.

AGARFIAR.—Agarfiar, agarrar, coger, etc., etc.

AGAMAYON.—Agamayón, zafio, retorcido, mal hecho.

AGARFIÁU.—Agarfiáu, cogido, asido. AGARGAXAN.—Agargaxan, esputan.

AGAMBÁU.—Agambáu, que está agachado. AGANCIA.—Agancia, que se agencia, que coge, etc., etc.

AGARGAXAR.—Agargaxar, escupir, esputar. AGARGAXÁU.—Agargaxáu, escupido, sucio.

AGANCIÉTCHA.—Aganciétcha, coge. AGANDAYÁU.—Agandayáu, que está lleno de “Gandaya”, suciedad, desperdicios, porquería. AGANDUYAR.—Aganduyar, hacer el gandul. AGANDUYÓN.—Aganduyón, que holgazanea, que hace el gandul. AGARABATAR.—Agarabatar, arrastrillar, recoger con el garabatu la hierba, la pación, la hoja, etc., etc. AGARABATÁU.—Agarabatáu, que ya está hecho el trabajo de agarabatar. AGARABAÑAR.—Agarabañar, limpiar, coger todo. AGARABAÑÁU.—Agarabañáu, que ha quedado limpio, que se lo han llevado todo. AGARAPOLIÁRSE.—Agarapoliárse, pelearse abrazados entre si. AGARAPOLIÁUS.—Agarapoliáus, mecidos, entrejuntos, peleados. AGARCIÉTCHAES.—Agarciétchaes, andar sacando garcilladas del puchero.

AGARRINCHARSE.—Agarrincharse, cogerse, pelearse. AGARRINCHÁU.—Agarrincháu, cogido, asido. AGATIAR.—Agatiar, andar a gatas, como hacen los niños cuando gatien por el suelo. AGATUÑAR.—Agatuñar, coger lo que cuadre. AGATUÑÓN.—Agatuñón, que coge, que agarra cuanto se presente. AGASAYÁU.—Agasayáu, que le agasajan. AGASPIAS.—Agaspias, a mondos, a residuos de las frutas, yo me recuerdo que en un tiempo donde fui a la escuela pública, y los niños más pudientes llevaban manzanas o naranjas o plátanos, en el recreo yo les he pedido que me dejasen las gaspies y los pezones de las frutas. AGASPIÓME.—Agaspióme, también quiere decir hurtar y robar. Ejemplo. Atíndeme Xuan, el oitre díe'l tou fíu, agaspióme 'l mu foín del miou piteru 'l mexur pitu, ya fói zampalu 'l condenéu

gaspiún pe la nuétche xuntu con oitres rapazones al chigre la Paraxona, que ye tan foinona comu lu ye 'l tou fíu, ya fixerun una folixona d'allegre xuerga, a la soma de lus mious enterexes, fasta que quiquiriquiarun tous lus pitus de l'aldina menus el mióu, asina ye, que senún me lu pagues agora mesmu, llántute nel xuzgáu, ya despós qu'el Xuez, faiga la Xusticia que mexor cuadre 'n xeitu. (Escúchame Juan, el otro día tu hijo, me robó el muy ladrón de mi gallinero el mejor gallo, y fue a comerlo el condenado ladrón por la noche junto con otros muchachos al bar de la «Parajona», que es tan ladrona como lo es tu hijo, e hicieron una bulliciosa y alegre juerga a la sombra de mis intereses, hasta que cantaron todos los gallos de la aldea menos el mío, así que si no me lo pagas ahora mismo, te voy a meter en el Juzgado, y después que el Juez haga la Justicia que mejor cuadre en sitio). AGLAMÍR.—Aglamír, gritar con dolor o pena, pedir auxilio, etc. AGLAMÍUS.—Aglamíus, a gritos. AGLAYAR.—Aglayar, dar voces, gritar. AGLAYÍUS.—Aglayíus, dar gritus, de temor de alegría según las circunstancias. AGLAYUCAR.—Aglayucar, dar gritos entrecortados. AGOCHAS.—Agochas, ensucias.

AGOMITU.—Agomitu, que vomita. AGOMITÓU.—Agomitóu, que ha vomitado. AGORA.—Agora, ahora. AGORGOXÁU.—Agorgoxáu, que tiene gorgoxus (cocos). AGORGOYÁU.—Agorgoyáu, que tiene cocos. AGOROYA.—Agoroya, hacer grumos, envolver enguruyada la ropa, la hierba, la pación, las cosas. AGOROYÁU.—Agoroyáu, que ya está enguruyada. AGORROMPINA.—Agorrompina ou acorrompina, llena hasta el borde. AGORROMPINÁU. —Agorrompináu, ou acorrompináu, demasiado lleno. AGOXETAR.—Agoxetar, meter en la cesta, en la goxa, etc., etc. AGOXETÁU.—Agoxetáu, dentro del cesto. AGRAEXÍU.—Agraexíu, que es agradecido. AGRAIXER.—Ageixer, agradecer. AGRAÍXOME.—Agraíxome, que me ha agradecido.

AGOCHINÁES.—Agochináes, sucias. AGOCHINAR.—Agochinar, hacer porquerías. AGOLER.—Agoler, oler. AGOLIFAR.—Agolifar, olisquear. (También estar muy harto, hasta el astiar). AGOLIÚ.—Agoliú, que ha olido.

AGREBADAS.—Agrebadas, estar demasiado secas y tersas. AGREBAR.—Agrebar, ponerse las cosas secas. AGUADÍE.—Aguadíe, líquido que segregan las heridas o quemaduras. AGÜAÍRIZAR.—Agüaírizar, cuidar los pastos comunales denominados güairizas.

AGÜAXES.—Agüaxes, aguajes. AGUAXETAR.—Aguaxetar, aniñar, volverse guaxe (niño). AGÜAXETÁUS.—Agüaxetáus, aniñados. AGUDU.—Agudu, de ágil entendimiento. AGÜEÑAR.—Agüeñar, nacer guañus (grillos). AGÜEVAR.—Agüevar, ahovar. AGÜEYAR.—Agüeyar, hacer con los ojos miradas o guiños. AGÜEYÓME.—Agüeyóme, miróme. En los tiempos d'endenantes (de antaño) había personas que tenían la propiedad de «Agüeyar», o faer el mal del güeyu, (hacer el mal del ojo), estos seres eran temidos, respetados y solapadamente odiados en las aldeas, porque su embruxu (embrujo) maléfico no sólo alcanzaba a las personas y en particular a los nenus d'entamu (niños de teta), sino que también tenían la propiedad de poder «Agüeyar» hasta los animales, sin embargo, contra estos endemoniados «Agüeyamientus» o males del «Güeyu» (mal del ojo), existían otros seres queridos y respetados que se llamaban lus Freirus (los Divinos, los Santos), que tenían la propiedad de deshacer los encantamientos o cualquier mal del ojo propiciado en personas o animales. Estos Freirus no eran ricos, o aparentemente no lo demostraban, pues yo he conocido a un par de ellos y la verdad que no se diferenciaban nada de los fatáus de probetayus (muchos pobres), que por aquel entonces por todas las aldeas pedigüeñaban. (Mendigaban). Quiero comprender ahora al analizar desde muy lejos a aquellos magos del desembrujo y de los males del ojo, que eran unos pobres muy singulares llenos de sapiencias de ancestros naturales, y conocedores de las bondades curativas de

infinidad de plantas medicinales de las cuales se servían, creo que mucho más que de sus palabras, gesticulaciones y demás haceres misteriosos e indescifrables. Porque detrás de todo tratamiento de desembrujo, ellos solían dejar un maxuxe (compuesto), industriado con una mezcolanza de plantas y grasas de animales, con el cual ordenaban que se tratase al afectado por el moláu del güétchu (mal del ojo), hasta que desapareciese el endemoniado mal que l'enduetbechase, (que lo enmadejáse). Yo recuerdo que en la aldea de mi amo Salustiano, vivía una mujer a la que llamaban la Bruxa (Bruja), y solían decir de ella algunas personas muy superticiosas, que era capaz d'embruxar ou faer el moláu del güetchu, (de embrujar o de hacer el mal del ojo), a toda persona o animal, menos a los guetus prietus (gatos negros). No me olvido que en un principio de llegar yo a la aldea como criaín (criado de Salustiano) poseía yo mucho respeto y no menos miéu (miedo) hacia la Bruxa (bruja), pues temía de que llantara d'enría mín, (plantara encima de mí) alguno de sus endemoniados «agüeyamientus», (moláus de güctchu), por lo tanto yo procuraba no cruzarme con ella jamás, siempre fútchia d'echa m'arganéu de miéu (huía de ella muy lleno de miedo). Cuando Salustiano descubrió en mi esta manifestación de verdadero temor que yo sentía hacia la Bruxa, empezó a convencerme de que todo cuanto se decía de ella, eran verdaderos cuintus de caleya (cuentos callejeros). Y así de esta forma, empecé a ya no tenerle ningún miedo, aunque siempre la miré con acentuado respeto, y llegué inclusive a ser amigo de ella, no tanto como mi amo que a escondidas la adoraba. AGUINALDU.—Aguilandu, regalo que le dan los padrinos a sus ahijados, cantidad que dan las empresas por Nochebuena a sus obreros. Cundu you yera piquenu, cundu yera ´n guaxetu, ´n caraxiyan, alcurdu que dibamus tous lus guaxes de la miou azldina a pedir

l´aguinaldu per toes les teixáes de l´aldina, cumencipiábamus per el teixu del xiñor Cura, dou vivía con la sou ama quei se nomaba Xacinta, que xegún se falaba per angunes xentes per lu baxu achucábase col cura cundu les paixíe na sou cama, alcúrdume que yera una mútcherina pequena ya m´atongáu ya xandongueira, tou lu contrariu del xiñor cura, que yera un gamayón de paixanu grandie ya mal atongáu, d´urixen xomedán, que lu mesmu nus branus que nus envernus you xempri lu tenu aguétchau calzáu de madreñes ya col boneti encapiétchandu la sou mótcheira. Entrabamus ná correlá de la retoral. Comu axindi se chamaba la teixá del cura, ya fayendu tañer una esquila que chevábamus, falábamus la xiguienti cantinela. —¡Anxelinus xemus, del ciellu veñimus, cuarexina traemus, diñeiru pedimus, cantaremus ou reciaremus, ou de sou porta nus xebraremus!

AGUYAR.—Aguyar ou agútchar, pinchar con la aguja.

AGUIXÓN.—Aguixón, ubreiru que cheva la guítcha p´afalar el ganáu. — Pincho de acero que lleva la guiada para arrear el ganado.

ALBANCIAR.—Albanciar, que enclarece, que para de llover o de otras cosas.

AGURGUTAR.—Agurgutar, hablar. Non agurgutes. (No hables ni una palabra). AGURNIAR.—Agurniar, dícese cuando los cerdos o las personas gruñen.

AGUYÉIRU.—Aguyéiru ou agútcheiru, dícese así de los lugares o cosas llenas de pinchos o púas. AINDA.—Ainda, ahora, todavía. —Xuacu guéi nun vas trabayar. Ainda ye céu mútcher—. (Juaco hoy no vas a trabajar. Todavía es temprano mujer). AINDE.—Ainde, que está ahí. AIRIQUIAR.—Airiquiar, airear. AIRIQUINUS.—Airiquinus, brisas, vientos suaves. AIRÓN.—Airón, viento fuerte. ALBANCÉU.—Albancéu, que paró, de llover, etc.

ALBANCIAR.—Albanciar, hacerse un claro cuando está lloviendo, parar de llover. ALBANCIU.—Albanciu, parar de llover. ALBEDRÍU.—Abedríu, albedrío.

AGURRIANA.—Agurriana, que llueve muy despacio. —Güéi ta 'l díe piétchau pe la borrina, qu'allumbra una gurriana que tou lu puen pingandu. (Hoy está el día cerrado por la niebla, que alumbra una llovizna que todo lo pone mojado). AGURRUMBÁU.—Agurrumbáu, agachado, doblado.

ALBIADA.—Albiada, amanecida. ALBIAR.—Albiar, amanecer. ALBORIAR.—Alboriar, alborada. ALBORÁU.—Alboráu, alborado. ALBUERTU.—Albuertu, abortar.

AGUXÁU.—Aguxáu, aguzado. AGUYA.—Aguya ou agúcha, aguja. AGUYÁLU.—Aguyálu ou agútchalu, pínchalo.

ALCACER.—Alcacer, forraje que se siembra para las vacas cuya semilla son las ergues de la escanda, es muy nutritivo y sano. ALCÉU.—Alcéu, alto.

ALCURDANXA.—Alcurdanxa, acordanza.

ALLABANÁU.—Allabanáu, que está cubierto de losas.

ALFORXADAS.—Alforxadas, alforjadas.

ALLABANAZUS.—Allabanazos, a pedradas. Cundu lleramus guaxes endeveices amañábamus engarradieyes escontre lus guaxes d´oitra aldina, ya prinxipalmente escoyíamus ente les pedres les mai lixes e allabanadines perquei ´l tar tan aplastaines cortaben mexor el ventu e achegaben mai llonxe. (Cuando éramos niños a veces preparábamos peleas con otros niños de otra aldea y principalmente escogíamos entre las piedras las más lisas y planas, porque al estar tan aplastadas al lanzarlas cortaban mejor el viento y llegaban más lejos).

ALFORXAR.—Alforxar, alforjar.

ALLABANCIA.—Allabancia, alabanza.

ALGAIRE.—Algaire, así se llama a un gato montes que vive en los montes de Asturias y tiene las mismas costumbres que la garduña. Aunque su piel es de peor calidad, pues según los decires de mi Amigo Llaurianu ´l Curandeiru, que era un experto cazador de estos Preciados animales, lo mismo que de les “Llondrigues” del ríu ya del melgueiru regueiru, que falaba que la pelleya d´un guetu algaire, apurríenye per étcha en Uviéu, xustamenti la metá, de lu que vallíe la fuina ou la llóndriga. (Lo mismo que las nutrias del río y del dulce reguero, que decía que la piel de un gato montes, le daban por ella en Oviedo, justamente la mitad de lo que valían cada una de las pieles de la garduña y la nutria).

ALLABANCIÉIRU.—Allabanciéiru, que es dada en el hacer alabanzas.

ALCURDU.—Acurdu, recuerdo. ALDIANU.—Aldianu, aldeano. ALDINA.—Aldina, cariñosamente aldea. ALEXÁU.—Alexáu, alejado. ALFORXA.—Aforxa, alforjas que se ponen encima de l´albardu (albarda).

ALLABASCARSE.—Allabascarse, volverse montaraces, y cerdos. ALLABASCÁU.—Allabascáu, cerdo, montaraz. ALLABAZÁU.—Allabazáu, que está sucio, mal alineado, parecido a las fregaduras. ALLABIEGAR.—Allabiegar, trabajar con el arado. ALLABIEGÁU.—Allabiegáu, que ya está arado. ALLABÍTCHAR.—Allabítchar, cerrar.

ALGAME.—Algame, alcanza. ALGAMÍR.—Algamír, alcanzar.

ALLABÍTCHAU.—Allabítchau, que está cerrado.

ALGAMIÓME.—Algamióme, me alcanzó.

ALLABORIAR.—Allaboriar, trabajar, hacer labor.

ALGAMOU.—Algamou, alcanzo.

ALLABORIÁU.—Allaboriáu, que ya está trabajado.

ALLABANAR.—Allabanar, poner o colocar en alguna parte losas de piedra.

ALLACEIRÁU.—Allaceiráu, desordenado, sucio, estropeado, etc., etc.

ALLADRONAR.—Alladronar, robar en pequeña escala.

ALLAMBIQUE.—Allambique, alambique. ALLAMBÍU.—Allambíu, lamido.

ALLAGAÑAR.—Allagañar, llenarse de legañas. ALLAGAÑÁU.—Allagañáu, plagado de legañas.

ALLAMBRADA.—Allambrada, alambrada. ALLAMBRÁES.—Allambráes, alambradas.

ALLAGRIMAR.—Allagrimar, llorar. ALLAGUNÁU.—Allagunáu, lugar que se encuentra muy húmedo, por lo general siempre lleno de juncos, donde en los días calurosos suelen moscar las vacas, pues aunque les casque el sol, tienen sus patas plantadas entre el barro. ALLAINAR.—Allainar, hacerse ladino.

ALLAMBRÉU.—Allambréu, que está alambrado. ALLAMBRAR.—Allambrar, que está alambrado. También se entiende cuando se alambra al cerdo, que consiste en ponerle en el hocico por encima de la nariz una especie de ingenio de alambre que le prohíbe andar hocicando como es su costumbre.

ALLAINÁU.—Allaináu, ser ladino. ALLAMARGÁU.—Allamargáu, fangoso. ALLAMAZA.—Allamaza, enfanga, embarra.

ALLAMBRÁU.—Allambráu, que está alambrado. ALLAMENTAR.—Allamentar, lamentarse. ALLAMERA.—Allamera, allana.

ALLAMAZÁU.—Allamazáu, embarrado, enfangado.

ALLAMERÁU.—Allameráu, llano.

ALLAMAZÁU.—Allamazáu, terreno húmedo lleno de hierba, de arbustos de juncos donde al caminar por él uno se llanca en él.

ALLAMPÁU.—Allampáu, persona que se encuentra deseosa, bien por el hambre, por el amor, por el dinero etc., etc., etc.

ALLAMBER.—Allamber, lamer.

ALLAMPEÑA.—Allampeña, que se engancha, que se pega.

ALLAMBIÓN.—Allambión, que es goloso, que le agrada lamer.

ALLAMPEÑÁUS.—Allampeñáus, plagados de llampeñus.

ALLAMBIONÁES.—Allambionáes, que no hacen postura de comer, que sólo andan comiendo a lambizcos.

ALLAMPIAR.—Allampiar, desear ardientemente.

ALLAMBIONAN.—Allambionan, que son golosos, que lamen.

ALLAMPIÁUS.—Allampiáus, llenos de deseos.

ALLAMBIONAR.—Allambionar, persona que es golosa.

ALLAMUERGA.—Allamuerga, terreno lleno de agua malas hierbas y barro.

ALLANCÁU.—Allancáu, hincado, plantado, espetado. ALLANCAR.—Allancar, plantar, espetar, meter. ALLANCÁUS.—Allancáus, metidos, espetados. ALLANTAR.—Allantar, tiene el mismo significado.

ALLIMIAGARSE.—Allimiagarse, llenarse de flemas y babas. ALLIMIAGÁU.—Allimiagáu, lleno de baba, de flemas. ALLIMIAR.—Allimiar, llenarse de baba viscosa. ALLIMIÁU.—Allimiáu, lleno de viscosa baba.

ALLANTRI.—Allantri, adelante. ALLANTRÓN.—Allantrón, lejos. ALLARGAR.—Allargar, alargar. ALLARGÁU.—Allargáu, alargado. ALLARIGAR.—Allarigar, persona amiga de husmear y meterse en todo. ALLARIMAR.—Allarimar ou acharimar, es llorar. ALLARIMÁUS.—Allarimáus, llorosos, llenos de lágrimas.

ALLINDIA.—Allindia, cuida, vigila, etc. ALLINDIAR.—Allindiar, es cuidar los ganados o cualquier otro menester. Allindiar o lindiar es vigilar, cuidar, proteger, defender, etc., etc. ALLIXAR.—Allixar, se denomina así a las pequeñas partículas de suciedad o piedrecitas minúsculas que se introducen en los ojos, los líquidos, etc., etc. ALLIXERA.—Allixera, aligera. ALLIXERAR.—Allixerar, aligerar.

ALLASTICAR.—Allasticar, es vestirse un jersey, un chaleco, abrigarse. ALLASTICÁUS.—Allasticáus, abrigados.

ALLOCA.—Alloca, enloquece. ALLOCÁES.—Allocáes, enloquecidas. ALLOCÁU.—Allocáu, enloquecido.

ALLEGRAR.—Allegrar, que alegra. ALLEGRÁUS.—Allegráus, alegrados, contentos. ALLEGRE.—Allegre, alegre. ALLEGRÍA.—Allegría, cuntentura. ALLEITAR.—Alleitar, crecerse, revivir. ALLEITÁUS.—Alleitáus, crecidos, revividos. ALLERÁU.—Alleráu, lleno, plagado. ALLERONÁU.—Alleronáu, plagado de piedras.

ALLOMBAR.—Allombar, que se joroba, que se dobla, etc., etc., etc. ALLOMBÁU.—Allombáu, que tiene algo de curvatura, algo de lomo. ALLONDRIGAR.—Allondrigar, allondrigar es buscar alguna cosa entre el agua, andar por las veras de los ríos torrentosos mirando haber si se encuentra alguna cosa interesante que suelen dejar a veces las crecidas de los inviernos y las riadas de los principios de la primavera, tales como maderos, tablas, etc., etc. También allondrigar significa ser muy hábil y resistente nadando por debajo del

agua. Ejemplo: —Ayeri 'l miou fíu qu'allondrigaba pe la veira del ríu con oitres rapazucus, escontochóixe una rodiétcha 'l esmurgazaxe 'scontres un cuetu, ya güéi 'l probetayu anda acoxicandu, ya tién el cadril tan endolloríu, que vou teñer que dir catar el mélicu. (Ayer mi hijo que andaba buceando por el río en compañía de otros muchachos, se hizo una herida en una rodilla al caerse encima de una piedra, y hoy el pobre camina cojeando y tiene la herida tan dolorida que voy a tener que ir a buscar al médico). ALLONXÁU.—Allonxáu, alejado. ALLONXE.—Allonxe, lejos. ALLORAL.—Alloral, lugar poblado de laureles. ALLORAMICAR.—Alloramicar, llorar quedamente.

ALLUGÁU.—Allugáu, dícese de la persona que se encuentra metida en sí mismo, como si su pensamiento estuviese falto de algo de su entendimiento. ALLUGÁU.—Allugáu, es estar lleno, muy metido en si mismo. Ejemplo: —Tenu m'allugá miou alma pe la tristieza, namái qu'el miou mantín faime desallugala. (Tengo mi alma llena de tristezas, y tan sólo mi amante me las puede quitar). —To'alluga d'amoris, gozoúxa ya felliz cosecha, qu'el miou home recueye cundu m'abracia, y'esgalaciáu mious güeyus con sous vixas xuerbe, y'en mious llabius qu'aburien sou boca piétcha. (Estoy rebosante de amor, gozosa y feliz cosecha, que mi hombre recoge cuando me abraza, y con ansiosas ganas mis ojos lame, y en mis labios ardientes su boca cierra). ALLUMAN.—Alluman, alumbran.

ALLORDIAR.—Allordiar, es ensuciar. ALLUMAR.—Allumar, alumbrar. ALLORIAR.—Alloriar, enloquecer. ALLUMÉ.—Allumé, alumbré. ALLORIÁU.—Alloriáu, mareado, enloquecido.

ALOXÁUS.—Aloxáus, alojados.

ALLORU.—Alloru, laurel.

ALOXEN.—Alojen.

ALLUCINÁU.—Allucináu, alucinado.

ALTEIRAR.—Alteirar, alterar.

ALLUCINEN.—Allucinen, alucinan.

ALTEIRÁU.—Alteiráu, alterado.

ALLUECAN.—Alluecan, suenan, tocan.

AMACHUCA.—Amachuca, machaca, maja.

ALLUECAR.—Alluecar, sonar, tocar.

AMACHUCAR.—Amachucar ou amayucar, majar.

ALLUÉU.—Alluéu, a luego. ALLUEZAR.—Alluezar, dícese de las gallinas cuando se tornan cluecas. ALLUGARÉIRU.—Allugaréiru, persona que le agrada andar por la aldea hablando con las gentes u observando las cosas.

AMAGAYAR.—Amagayar, llenarse de babas, etc. AMAGAYÁU.—Amagayáu, lleno de babas, mocos, etc. AMAGOSTADAS.—Amagostadas, asadas.

AMAGOSTAINES.—Amagostaines, bien asadas. AMAGOSTAR.—Amagostar, asar. AMAGOSTÓN.—Amagostón. ¿Qué asturiano no se ha comido alguna vez en su vida en amigable, alegre y feliz compañía un amagostón de buenas castañas regadinas con xidre (sidra)? Yo me he zampado en mi vida miles de amagostones, los he comido por necesidad, por hambre, que es cuando verdaderamente se sabe el grande valor que tienen todas las cosas. En tiempos de las castañas, llegaba a los castañéus y fuesen de quién fuesen, si el amo no los llindiaba (cuidaba) yo me enfardaba (llenaba) de las mejores castañas, que luego colaba conechas (marchaba con ellas) a los pastos comunales, aú arrexuntaba fuéas, felechus, murgazus (donde rejuntaba hojarascas, helechos, malezas), atreinandu 'n balagarín (haciendo un montonín) y por d'enría d'él semaba les castañes, ya chuéu llantandoi fuéu, esgalazáu ya felliz aguardaba qu'amagostaren aqueches castañines que diben allegrar el miou ventronín ameruxadín de fame. Ya despós de fartuquín, alcuérdume qu'allugábame con fuercia la sede, y'entóus colaba a gálamus fasta lus fontanus ou fontiquines, ya d'enría sous cristiallines agues apoúxaba lus mious focicus ya non lus xebraba fasta que nun me fartare. (Y por encima de él, sembraba las castañas, y luego le prendía fuego y ansioso y feliz esperaba que asasen aquellas castañinas que iban alegrar mi pequeño estómago lleno de hambre. Y después de hartarme, recuerdo que me atenazaba con fuerza la sed y entonces me marchaba corriendo hasta las fuentes y encima de sus cristalinas aguas posaba mis hocicos y no los apartaba hasta que de nuevo no me hartase). ¡Toda mi infancia y juventud la he vivido siempre al lado de la sabía y hermosa Naturaleza, inagotable fuente de sapiencias que al hombre que la

quiere le está ilustrando hasta que ELLA misma su vida quiere! Las mejores castañas para hacer un buen amagostón son las llamadas castañas de cuerra, por estar más bravas y hechas, ya que han permanecido en las cuerras, situadas en los mismos castañéus, hasta que los arizos se pudran, que suelen tardar un par de meses, depende cómo venga el tiempo, y una vez que los arizos ya están podridos, es cuando se hace «l'esbítcha», que consiste en sacar las castañas de dentro de los arizos mayandu (majando) éstos en la ariceira (campera destinada a majar los arizos) y allí mismo, al lado de l'ariceira se hace el primer amagostón de castañas cabantes d'esbítchare (que en el momento fueron esbilladas), por regla natural se suelen hacer estos amagostones con el murgazu (maleza) que cabría los arizos en la cuerra, se amontona en una pila, se vierten las castañas por encima, se le pega fuego y se espera a que se queme todo el balagarín de murgazu (montón de malezas) y al tenor que el fuego va consumiendo las malezas, las castañas al ir asándose algunas de ellas explotan con fuerza y saltan de la pila envueltas en chispas ante la alegría y el regocijo de los más pequeños que acorralan el amagüestu, y cuando ya no queda nada más que las humeantes cenizas, haciendo de abanico bien con la chaqueta, con un saco o con lo que sea, se quitan las cenizas que cubren las amagostadines castañas, que quedan reunidas en el quemado campizo, todas muy sabrosas y bien asadas. Después, mujeres, niños y hombres que están haciendo la faena de l'esbítcha, muy contentos y ceremoniosamente se sientan al lado del magüesto, y entre sonrisas, bromas y regocijos, todos simples, sencillos y naturales, se come el primer amagostón de l'esbítcha. Después de recogidas todas las castañas de l'esbítcha, se meten en sacos o a granel en las goxas, o dentro de la esquirpia, (cesta enorme y alargada con capacidad de cuatro goxas) y se bajan en los rametus, ou corcetas (rastros), hasta la teixá (casa) y allí s'escuétchen (escojen),

las más grandes se apartan para ponerlas en maurera (madurera), arriba en el xomeráu (desván), bien tapadas con fués (hojas) de castañal, que son las que mejor faen (hacen) que las castañas no se amayuquen (se pongan duras). Las más pequeñas se meten en el xardu, para que les fumaireres (humaradas) del char faígayas en mayuques. (Del lar las haga duras). Y el malucu (las malas, por mal criadas, o algo podres), sirven para dar piensos al pótchin del trabayu (el burro de trabajo), o d'angún oitre anemal qu’enxuma mái lu ñecexite. (O de alguno de los otros animales que en suma más lo necesite). Lus amagostones yeren nes mious amantines aldines nus tiempus d'endenantes, cundu you yera un guaxín, dalgu entrañable ya xenciétchu, de lu que xuergaba tou la familia, ya vecinus que con allegría esmianaben les callentines y'amagostaines castañes, axontáus nus escanus trés el llar, al mor del callorcín que nus ufrendiaba 'l pá fuéu, enes tardis fríes ya ñeváes, ou nes llargues veladiétches de lus enxenebráus envernus. Unde trés un bon amagostón regaín con tarreñaines de xidre ou vinu, que faia que l'allegría hermenare a les xentes, ya les chingües se fixeren llixeres nus falares de fatáus d'allegres ya mu xeríes couxes, qu’arrabucaben chárimes ou xonrises nus xentimientus de tous lus qu'ureaben, metantu 'l pá fuéu chispotiaba, ya 'l guetu endubiétchau baxu 'l escanu ñeváu pe les povixes, deixara de llindiar a lus mures, perque mu felliz ya callentrín xuañara. (Los asados de castañas eran en mis amantes aldeinas en los tiempos pasados, cuando yo era un pequeño, algo entrañable, sencillo y natural, de lo que festejaban toda la familia, y también algunos vecinos, que con suma alegría mondaban las calientes y asadas castañas, sentados felizmente en los escaños detrás del lar, al cariño del agradable calorcito que ofrecía el padre fuego, en las tardes frías y nevadas, o en las largas veladas heladas de los inviernos. Donde tras un buen asado de castañas, regadas con tanques de sidra o vino, que hacía que la

alegría hermanara a todas las gentes, y las lenguas se tornaran más ligeras para hablar de muchas alegres y serias cosas, que arrancaban lágrimas o sonrisas, en los sentimientos de cuantos escuchaban, mientras que el padre fuego chisporroteaba, y el gato envuelto en sí mismo debajo del escaño, nevado su pelaje por las cenizas, dejara de cuidar a los ratones, porque muy feliz y calentito soñara). La pallabra d'amagostar, aparte de los significados de asar, quemar, calentar, etc., etc... también tiene otras interesantes vertientes que se suelen usar continuamente. Nisti exemplu que vou encalducar nagora, dexaréi nel bon chugar, l'escola d'ista pallabra. (En este ejemplo que hago ahora, procuraré dejar en su lugar la escuela de esta palabra). —Endespós d'afogá l'engarradiétcha de la nuexa Guerra, qu’amagostóu d'un lláu ya d'oitre mamplenáus d'iñucentes hermenus nuexus, fexérunse d'enría les xentes de las esquerdas, lus maguestus más endiañáus qu'imaxinar se pué, tales comu xemar les cuándies comunales ya de lus cadarméirus d'aldines ya ciodáes, de prexones que forun amagostáes per lus aguxantes caniles de la Cadarma, qu'achuquinaba dirixida per lus inxustus magüestus qu'encaldaben le lleyes, a tous cuntu golleren a roxu. Ya tamén se fixerun bérchaus magüestus de tocates d'enría les costiétches de les xentes roxes, con llátigus de tous lus collores. Lu mesmu qu’amagostaben lus escosus interexes, llantandu multes ya oitres xanciones, que dexaben la mexeria ya la fame, fayendu esmolliciones per toes les teixáes. —(Después de ahogada la contienda de nuestra guerra, que asesinó de una parte y de la otra a muchos inocentes hermanos nuestros, se hicieron sobre las gentes de las izquierdas, los crímenes, robos, expolios y martirios más endiablados que imaginarse se puede. Tales como sembrar las fosas comunales y los cementerios de aldeas y ciudades, de personas que fueron asesinadas, por los afilados colmillos de la muerte. Que mataba dirigida por los injustos y

desalmados atropellos que hacían las leyes, a todos cuantos seres oliesen a ser rojos. Y también se hicieron grandes martirios de palizas, encima de las costillas de las gentes rojas, con endemoniados látigos de todos los colores. Lo mismo que se les robaba los menguados intereses, por medio de multas y otras sanciones, que dejaban a la miseria y al hambre, haciendo calamidades y destrozos atroces por todos los hogares). —Yo creo que con este ejemplo, ya queda bien claro lo que puede significar la palabra de amagostar o amaguestu. AMAGOTÁU.—Amagotáu, rudo, salvaje, etc. AMAGÜETAN.—Amagüetan, enrudecen. AMAGÜÉTCHAN.—Amagüétchan, reúnen, juntan, etc. AMAGÜÉTCHU ou AMAGÜEYU.—En cantidad, mucho. Tratándose d'amagüeyu quiere decir siempre en gran cantidad. AMAGUYU.—Amaguyu,amontono, guardo, etc. AMALECER.—Amalecer, enfermar, etc. AMALECÍU.—Amalecíu, que está enfermo, que no está bien. AMALUCÁU.—Amalucáu, que se encuentra ago enfermo. AMAMIENTAR.—Amamientar, amamentar. AMAMPLÉN.—Amamplén, en abundancia, mucho, etc. AMAMPLENAR.—Amamplenar, llenar. AMAMPLENÁU.—Amamplenáu, en abundancia, que lo vierte.

AMAMPLENÁU.—Amamplenáu, lleno, rebosante. AMANCURRIAR.—Amancurriar, dícese cuando al ordeñar una vaca, ésta suelta patadas o coces, imposibilitando su afoxináu (ordeño), entonces se le anilla uno de los remos delanteros, doblándoselo por la rodilla e introduciéndolo dentro de una argolla, quedando la vaca sólo encima de tres patas, imposibilitándole el soltar coces so pena de caerse. Esto también se le llama «Patón». También se suele amancurriar ou empatonar a las caballerías cuando están pastiando para evitar cuidarlas. AMANDIEGAR.—Amandiegar, dícese de las personas que siempre están mandando.—La miou mútcher ye una mandiegona, que nun deixa d'amandiegar nin cundu tou 'ñuedicánduye 'l cibiétchu. (Mi mujer es una mandona, que no deja de mandar ni cuando le estoy haciendo el amor). AMANDIÉTCHA.—Amandiétcha, mete dentro del mandil, etc. Exemplu. Tenu les fabes d'ente 'l maizu toes maures, ya tenu qu'amandiétchales endenantes que s’esberolen toes pente 'l boliche ya cúmalas la tierra. (Tengo las habas que crecen entre el maíz todas maduras, y tengo que a mandilados recogerlas antes que se escapen de sus cajinas y se pierdan por entre el boliche comiéndolas la tierra). AMANDIÉTCHAUS.—Amandiétchaus , a mandilados, etc. AMANEGÁES.—Amanegáes, a cestas llenas. AMANEGAR.—Amanegar, guardar, encestar, etc. AMANEGÁUS.—Amanegáus, a cestos llenos.

AMANFRORITAR.—Amanfroritar, volverse afeminado. AMANFRORITÁU.—Amanfroritáu, afeminado. AMANICOMIA.—Amanicomia, que enloquece. AMANICOMIONÁU.—Amanicomio náu, enloquecido. AMANTEIGAR.—Amanteigar, amantecar. AMANTEIGÁU.—Amanteigáu, amantecado. AMANTÍN.—Amantín, amante, querido, etc. AMANTINGÁUS.—Amantingáus, amartelados, enamorados, etc. AMANXULAR.—Amanxular, domar, amansar, etc. AMANXUÑA.—Amanxuña, soba, acaricia, palpa, etc. AMANXUÑÁU.—Amanxuñáu, quiere esto decir que está muy sobado, muy palpado, etc. Esta palabra me viene para poner un ejemplo que atañe a una muyeruca de miou aldina. Resulta que en tiempos de los figus (Higos), que son los meses de agosto y setiembre, en aquellos tempus d'endenantes abétchadaus de fames ya mexeries (llenos de hambre y miseria), les xentes de mious aldinis diben correlus (las gentes de mis aldeas iban a venderlos), ou cambialus per comedera noitres aldines que nun lus teníen, ista mútcher del exemplu ñómabase Maruxina (esta mujer del ejemplo se llamaba Marujina), el sou home fora per lus facioxus achuquináu dexándoi dos guaxetinus de poucus anus (su marido había sido asesinado por los fascistas dejando dos pequeños de pocos años, y siendo ella de origen muy pobre, la fame taba tous lus díes almañecíus ya fasta nus

mesmus xuañus dientru la sou teixá), el hambre estaba todos los días amanecidos y hasta en los mismos soñares dentro de su casa. You xenardu fatáus de couxes d'echa que nagora nisti cheldare nun vou cuntayes namái que la de lus figus. (Yo recuerdo muchas cosas singulares que ella industriaba para ahogar el hambre, pero en este acontecer no les contaré nada más que la de los higos. Resulta que los higos no se pueden coger de las higueras nada más que cuando están frescos, o sea qu'al tapecer el díe ou nel almanecerín, perque xinun dientru les maniegues arden, queru falar, que puñenxe amollexíus, peru echa coyía tous lus figus hinchones per la callore, amanxuñábalus con cudiáu ya poñíalus nel xomeráu d'enría unus champlones, ya pela mañan cundu coyía lus maurus, poñía lus amanxuñáus nu fondeiru la maniega debaxu de tous, y'ál falar de les xentes que lus mercaben, lus figus de Maruxina yeren lus que mexor gustu allumbraben de tous lus que salíen de la nuexa aldina (que al atardecer o al amanecer porque sino los higos dentro de las cestas se ponen malos, pero ella cogía todos los higos medio maduros cuando más calentaba el sol, los manoseaba con sumo cuidado y luego los colocaba en el desván encima de unas tablas, y por la mañana cuando cogía los maduros, colocaba los manoseados en la cesta debajo de todos, y al hablar de las gentes que los compraban, los higos de Marujina eran los que mejor gusto tenían de toda nuestra aldea. De donde sacó en consecuencia, que muchas veces manosear las cosas lejos de estropearlas lo que sucede es que se mejoran). AMARELAR.—Amarelar, amarillar. AMARELÁU.—Amareláu, amarillento. AMARFAÑAR.—Amarfañar, es hacer las cosas malamente. AMARFAÑONA.—Amarfañona, que hace las cosas malamente.

AMARFUÑAR.—Amarfuñar, protestar veladamente. AMARFUÑÓN.—Amarfuñón, protestón.

AMAZUELAS.—Amazuelas, que camina descalza, sin calcetines, sin alpargatas, pero que puede caminar también con las madreñas puestas de esta forma.

AMARRAXE.—Amarraxe, dícese del amarraje y también de los seres que se pelean.

AMBOZÁES.—Ambozáes, lo que se puede coger con las dos manos extendidas y juntas formando cuenco.

AMARRÓN.—Amarrón, amigo de pelearse.

AMEIGAR.—Ameigar, dícese de las personas que son zorramplonas y mal intencionadas.

AMARTIÉTCHAR.—Amartiétchar, martillear. AMARTIÉTCHAZUS.—Amartiétchaz us, a martillazos.

AMELGUERAR.—Amelguerar, volverse dulce persona o cosa.

AMATAURIAR.—Amatauriar, es hacer heridas.

AMELLANDRÁU.—Amellandráu, dícese de todo aquello que se encuentra desordenado, espelurciado, alborotado, etc...

AMATAURÍAU.—Amatauríau, que tiene heridas.

AMERUCÁES.—Amerucáes, llenas de lombrices o parecidas a éstas.

AMATANGÁU.—Amatangáu, agachado, escondido entre la maleza, etc., etc.

AMERUCÁU.—Amerucáu, alombrizado.

AMATAURIÁU.—Amatauriáu, que está con heridas. AMATOXÁU.—Amatoxáu, amatojado. AMAURECER.—Amaurecer, madurar. AMAURÉZ.—Amauréz, que va madurando.

AMERUÉGANUS.—Ameruéganus, quiere esto decir, ir en busca de las fresas salvajes por los montes y prados. También se suele llamar así a las fresas que son pequeñas. Se dice que están amerueganáes. AMERUXAR.—Ameruxar, es llenarse, plagarse, enriquecerse de algo. AMERUXÁU.—Ameruxáu, lleno, enriquecido, etc.

AMAXETAR.—Amaxetar, enguapecer. AMAXIXU.—Amaxixu, amasijo.

AMEXORAR.—Amexorar, ponerse mejor un ser que este enfermo.

AMAYUCAN.—Amayucan, endurecen.

AMEXORÁU.—Amexoráu, que ha mejorado.

AMAYUCAR.—Amayucar, es endurecer.

AMEXORIAR.—Amexoriar, es arrancar las espigas de la paja, varias de una vez por mediación de las mexorias. En este retazo de poesía de L'atapecer de l'Aldea. De Xulín de Lluza, se podrán dar cuenta lo que significa Amexoriar.

AMAZCÁES.—Amazcáes, a tortazos.

Ya nun xemen nes aldines / cortinales de panzales / comu 'ndenantes xemaben. / Dúnde 'n endeches les xentes / baxu 'l aburiante sol / de lus díes agosteirus, / dientru d'allegres folixas, / cantaben amexoriandu / les arestoúxes espigas, / chánduyas nes fondes goxes, / apelucáes d'una n'una, / uá fatáus con les moxories, / se les payes las xostienen / dreches comu xuncu 'n lluna. AMIAGUÍUS.—Amiaguíus, a voces lastimeras. AMIESTÁU.—Amiestáu, que esta amestado. AMIESTU.—Amiestu, amesto, uno, etc. AMOCES.—Amoces, quiere esto decir, que los mozos van en busca de las mozas. AMOLÁU.—Amoláu, fastidiado, enfermo, etc. AMOLEXÁU.—Amolexáu, que se encuentra algo fastidiado. AMOMIAR.—Amomiar, atontecer. AMOMIARSE.—Amomiarse, volverse tontos. AMOMIÁUS.—Amomiáus, entontecidos.

xamartín, que se conserve en perfectas condiciones de sabor y sin perderse durante todo el año. Así pues, una vez estacháu 'l guchu (descuartizado el cerdo) la mondongueira aparta las mexores tayáes (mejores tajadas), con las que después de industriados todos los embutidos, fabrica los namáus xuanes ou andótchas (las tripas más gruesas del cerdo rellenas con la mejor carne), que son destinadas a las grandes solemnidades por así llamarlo, tales como fiestas, convites, otras veces eran regaladas a médicos, veterinarios, abogados, etc., etc. Las mondongueiras de los tiempos d'endenantes enxamás cobraben un perru per faer lus xamartinus, per que 'l non faelu, arrabucaben mexores ya más llargues ganancies, perque dabanyes pel sou trabayu 'n poucu de ca couxa del gochu, una morciétcha, un dolquín de churizu, 'n bon torreznu de toicín, fégadus, tayaúques, etc., etc. (Las mondongueiras de antaño, jamás cobraban dineros por industriar los samartinus, porque al no hacerlo, se llevaban mejores y más largas ganancias, pues les daban por su trabajo un poco de cada cosa del cerdo, tales como una morcilla, una rueda de chorizos, un buen pedazo de tocino, los hígados, tajadas, etc., etc.). AMORICAR.—Amoricar, tornarse negro. AMORIAR.—Amoriar, sentir mareos.

AMONDONGAR.—Amondongar, es hacer el «Xamartín», es industriar los chorizos y las morcillas, y demás cosas que se hacen cuando llega la matanza de los cerdos. Estos son estayáus (descuartizados) y entonces la mondongueira (maestra en xamartinus) trabaja con las carnes descuartizadas en la elaboración de los sabrosos chorizinos de aldea. En los tiempos pasados había muchas mondongueiras, pero buenas muy pocas, y que es muy difícil darle con el punto en tous sous adubexus (en todos sus adobados) que precisan los embutidos, para lograr un buen

AMORIÁU.—Amoriáu, mareado. AMORÍUS.—Amoríus, a amores. AMORMOLLECÍU.—Amormollecíu, estar medio amoriado, sentir una sensación extraña. AMORRENTÁU.—Amorrentáu, medio muerto. AMOXECAR.—Amoxecar, dícese cuando los molineros cobran el fruto de

su trabajo en grano o harina medida por la moxeca. AMOXETA.—Amoxeta, mima, halaga. AMOXETAR.—Amoxetar, mimar, halagar. AMOXETÁU.—Amoxetáu, mimado, halagado. AMOXIGANGAR.—Amoxigangar, hacer tonterías, monerías, etc. AMOZÁES.—Amozáes, lo mismo que ambuezas. AMUCAR.—Amucar, movimientos que hace el gato arqueando el lomo y abriendo la boca relamiéndose, pretendiendo conseguir el lugar que él desea para acostarse, que puede ser el regazo de la mujer, o las rodillas del hombre, o un espacio en el escaño. AMUCARSE.—Amucarse, acostarse el gato. AMUELAN.—Amuelan, que hacen daño. AMUELAR.—Amuelar, que hacen mal. AMUELÁUS.—Amueláus, fastidiados. AMUGAZAR.—Amugazar, suavizar, reblandecer. AMUGAZÁU.—Amugazáu, reblandecido, suave. AMUGAR.—Amugar, esta palabra tiene varios significados, primeramente vamos a tratar el de amugar l´ablana (avellana). —Cundu chega ´l tempu de recoyer les ablanes les que tan esberolades pel xuelu s´apañuquen ya s´abazcuyen en sacus pa vendeyes endenantes de que pirdan pexu, ya les que s´apeluque de lus ablanus que tan piescháes per axindi falar dientru de lus carrapieyus, se guarden nel hurru, la panera ou´l xomeráu, ou dientru

d´angún oitre xeitu qu´encarti, p´amugales despós cundu les circustanxes manden, pos xi dangún xabarceiru ou oitre tratantexu de l´ablana chega ufrexendu ´un bón preciu ya un bón pexu, nus poñemus tóus con aburiente priexa na llabor d´amuger les ablanes, primeiru les xaguetamus con agua, les abayamus ou regulguemus paquei s´humedexen ya despós de dexaáles axindi ´n conél aquél que cueyan dalgu pexu ya xolten mexor del carrapieyu,despós les baxamus del húrru amanegáes ya se fase bon tempu d´enría una mantaxa na mesma antoxana les amugamus nel cheldar que les vamus escoyendu, ya se fae molexu tempu faemus el amugu dientru la teixá ou nel mesmu húrru. —Cuando llega el tiempu de recoger las avellanas, las que están por muy maduras sueltas por el suelo, las recogemos y las metemos en sacos, con el fin de venderlas pronto antes de que pierdan al secarse peso y las otras las arrancamos de los avellanos por así hablar dentro de sus bainas y las guardamos después en el hórreo, la panera, el desván o de algún otro lugar que encarte, para amugarlas después cuando las circunstancias manden, sólo si algún tratante o comprador de la avellana que llegue ofreciendo un buen precio y un buen peso, nos ponemos todos con ardiente prisa en la labor de amugarlas Primeramente regamos con agua la porción de ellas que vamos amugar, después las revolvemos para que se humedezcan y después las dejamos a si un corto tiempo para que suelten mejor de la baina, después las bajamos a cestos del hórreo y si hace buen tiempo encima de una manta en la misma antojana las amugamos en el mismo hacer que las escogemos por si hay alguna podrida y si hace mal tiempo, hacemos el trabajo dentro de la casa o en el propio hórreo. AMUGAR.—Amugar, también se entiende por amugar la ropa sucia. —Tempus aquetchus de famones ya necexidáes, ya istes couxes faen que lus pioyus aviñonen lus nuexus

fatucus,axindi miou mantinma má amugaba lus nuexus ruinus ya escasus fatus de la xiguiente manera. Alcurdúme que teñíe ´n caldeirón que nun sei dou se viexe fechu conél,el casu yera, qu´en la antoxana de la nuexa teixadina, arimáu a la muria del guertu Manuel ente dous cuetus atizaba miou má un bon fogueiru ya denriba apoxentaba ´l tal caldeiru dou llantaba lus nuexus fatus emporcáus, despós lu chétnaba d´agua que d´ísta teñiamus abonda perquei curríe ´l ríu a poucus metrus de nuexu teixu,que cundu endeveices angunes anus s´enriaídaba ya colábase nun bodegaxu que teñíamus baxu la teixada.—Tiempos aquellos de profundas hambres y de altas necesidades, y estas molestosas cosas, hacen que los malditos piojos aviñonasen las ropas, así mi querida madre, “amugaba” nuestras humildes ropas de la siguiente manera. Recuerdo que tenía un caldero grande, que no se cuando ni como se había hecho con él, el caso era que en la antojana de nuestra casina, arrimado a la pared del huerto de Manuel, entre dos piedras grandes, hacía un buen fuego y encima de él aposentada el caldero donde metía nuestras sucias ropas, después lo llenaba de agua, que de ésta teníamos cuanto quisiéramos, porque corría el río a pocos metros de la casa y cuando a veces algunos años se desbordaba, se metía en la pequeña bodega que teníamos bajo la casa. —Comu miou má nun teñíe xabon, nin cuartus pa mercalu,metantu qu´el agua callentaba,peñeraba les ceñices comu se foren farina, p´escosales de carbunzucus, ya despós llantaba la ceñiza dientru d´un piazu de fatu de llinu, l´enguruñaba ya l´ataba conun cordelaxu metíndulu nel caldeiru pa quei ferviere xuntu lus fatus que taben dientru. Nel cheldar que conun palu de cundu, n cundu diba abayandu la sou colá. Endespós de ferver un bón ratu,dexaba qu´el fuéu s´apagare,e axindi poucu a poucu diba dexandu de ferver la sou colá, ya nun xacaba lus fatus del sou amugu del caldeiru fasta oitre díe, pos

étcha falaba que una bona amuga teñíe que durar per lu menus venti cuatru gores. Despós l´ayudaba nel faer el abazcuyu del agua, ya ente lus dous chevábamus el caldeiru fasta la veira del ríu e achindi treminaba de llavar lus fatus. AMUGAR.—Amugar, también se entiende amugar por lo que en el siguiente ejemplo puede apreciarse. —¡Déxate de faer turxeúres,nun me tentes,perquei se tremines enoxándume, vou teñer manqui me pexe qu´amugate ´l curpu conún fargaxáu de mazcáes¡ —Deja de hacer torceduras, no me tientes, porque si terminas enojándome, aunque me pese, te voy a tener que ablandarte el cuerpo con un manojo de bofetadas. AMUÑONAR. Amuñonar, es colocar finsos en las tierras para delimitar las diferentes propiedades. En los para mí inolvidables tiempos d'endenantes, las gentes de mis aldeas por una cuarta de tierra en un cortinal (vega) o cualquier otro lugar de sus propiedades, digo, que por defender esta tierra que era de ellos, o algunas veces por intentar afoináila (hurtársela) a sus vecinos casi siempre estaban muy predispuestos hasta asesinarse. Sin embargo, esas mismas fincas que antaño habíanles costado grandes riñas, fogueírouxas engarradiétchas (encendidas peleas) e xangrientus achuquináus (y sangrientos asesinatos), guéi nel díe (hoy en día) están todas o casi todas abandonadas, llenas de grandes matojos, ameruxáes d'agrombus, ya faticáus d'oitres cherbes amolexáes. (Plagadas de escobas, y de muchísimas otras hierbas malas). Recuerdo que un tío mío, como muchas otras gentes de mis aldeas que se las daban d'abogainus de caleyas (abogados callejeros), que siempre andaben espatuxandu nel ataxu de lus xuzgáus, (que siempre andaban corriendo en el camino de los tribunales). Cuento que este tío mío, por la causa de que su vecino, que era un falanxistón (falangista) de apariencias,

pero que tenía sus sentimientos tous fechus un chaceítrial (porquería, asco), pues tenía peores intenciones, que el rapiegu y la foina, (zorro y garduña), el chobu, l'utre ya 'l glayu. (El lobo, el buitre y el grajo). Digo qu'isti home de troya (que este hombre de mierda) un día llabrandu 'l só Eru nel cortinal d'ureán (Arando su tierra en la vega del Orejón), baltióu 'l muñón de sou xeitu, (tiró el finso de su sitio), con la reya del llabiegu (reja del arado) y lexus d' encuandicayu nel llugar dóu taba (y lejos de plantarlo en el lugar donde estaba), lu que fexu 'l mu chabascún (lo que hizo el muy cerdo), fue colocarle en terreno de mi tío casi una cuarta de más, y cuando mi tío fue a semar (sembrar) su finca, se dio cuenta de que el taimado de su vecino le había arrapiegáu (hurtado) cuaxi 'n xechu del sou Eru (casi un riego de su finca) y lejos de ir hasta su casa para llamarle al orden, mi tío que era hombre nada amigo de pedir ni dar disculpas de ninguna clase, lo que hizo medio endemoniado, fue cambiar de nuevo el finso, y en vez de colocarle en el lugar legal y antiguo que tenía, lo que se le ocurrió, fue ponerlo dentro del terreno de su vecino, otro tanto más como éste, le había intentado a él robarle. Y así uno quita y el otro pone, sin nunca encontrarse juntos los dos en sus fincas, estuvieron cambiando y descambiando los muñones de lugar más de una semana, hasta que un buen día entrambos se dieron de cara en la dicha finca, y fue entonces cuando se empezaron a pelar con las palabras, y tras de mondarse bien con éstas se dieron a las manos, y se propinaron una paliza de la que mi tío salió muy ufanado por haberla ganado. Más sin embargo las cosas no se iban a quedar así, porque su vecino al siguiente día le llevó a los tribunales, y durante varios años pleitearon por aquella cuarta de terreno, escosandoyes la corexa lus aboguéus d'Uviéu (ordeñándoles la cartera los abogados de Oviedo), y no dirigiéndose la palabra jamás en sus existencias, siendo a veces la comedia de la aldea, no

abiertamente porque entrambos eran hombres bravos, pero sí lanzándoles a ellos o a sus familiares sátiras ingeniosas rebosantes de filosofía, tales como ésta que les resumiré de seguido. Encontrábame yo una mañana al lado de mi tía, que apoxentá nel sou tayuélu comu axín se lu nomaba, per ser xempri dou s'axentaba miou tía (que sentada estaba en banco preferido, como así se le nombraba por ser siempre el banquito donde se sentaba mi tía). Mazaba écha la lleichi nel botiétchu pa faer la manteiga frisca e ñidia (movía ella la leche en la bota, para hacer la manteca fresca y fina, cuando por delante de su casa pasó Maximina la Puchegona, y sonriéndose l'encalducóu ista puchena,(le hizo esta sátira). —Maza la lleichi curioxa Roxalina, pa que faigas una manteiga bona, mariétcha e nidia, que nun s'empapítche conecha 'l aboguéu d'Uviéu, pa quei gane la palmeta 'l oitre aboguéu del oitre, que tamién lu cudia lu mexor qu'algame, pos agüeyelu fae 'n miaxín nel sou piteru, fartandu 'l sou pitón que grandie ye comu 'n carneiru, ya nun tardara nunchus díes, en dir quiquiriquiandu camín d'Uviéu. (Menea la leche bien Rosalina, para que hagas una buena manteca, amarilla y fina, que no se empapice con ella el abogado de Oviedo, para que le gane la partida al otro abogado de tu contrario, que parece ser también lo cuida lo mejor que puede, pues hace un momento que le he visto en su gallinero, hartando a su mejor gallo, que ya es de grande como un carnero, y creo que no tardará muchos días, en ir cantando camino de Oviedo). AMURNIARSE.—Amurniarse, enojarse, meterse en sí no queriendo hablar ni atender a nadie. AMURNIÁU.—Amurniáu, azorrado, enojado. AMURRER.—Amurrer, que se muere, que va a morir.

AMURRÚ.—Amurrú, que ya ha muerto. AMUSGAR.—Amusgar, también se dice cuando las caballerías, o los perros, o cualquier animal agacha las orejas. —Amusgan las uréas—. (Agachan las orejas). AMUSGARSE.—Amusgarse, es callarse, azorrarse. AMUSGÁU.—Amusgáu, que está callado, atento, azorronado. ANABAYAR.—Anabayar, cortar o pinchar con la navaja. ANABAYÁU.—Anabayáu, cortado, apuñalado. ANABAYAZUS.—Anavayazus, a navajazos ANÁES.—Anáes, quiere esto decir, de vez en vez, a bandadas, a espacios. ANAGUA.—Anagua ou nagua, que no es nada. ANANTES.—Anantes, antes. ANARBAXÁUS.—Anarbaxáus, dícese de los maíces que crecen mucho y no dan o no tienen buena panoja. ANARIGAR.—Anarigar, dícese de las personas que tienen la costumbre de mirarlo, propiarlo y andarlo todo. A estos seres se les suele llamar «Ñ arigones». ANATIÁU.—Anatiáu, inútil. ANDECHA.—Andecha, para empezar diré, que cualquier cuadrilla es sin lugar a dudas una andecha. En la Enciclopedia Asturiana, obra plagada de fatales e imperdonables equivocaciones, en lo que se refiere, digo yo, porque es lo mío, a la Llingüa y demás costumbres ancestrales de mi Tierrina. Estos intrusos infantilizados y ridículos, hambrientos de

las resonancias y del pretender aparentar, «lográndolo», por el apoyo de otros intrusos que ya lograron alcanzar los puestos de más relevante poder, que yo no dudo que sean personas inteligentísimas en otras materias, que no sean los fidalgos ancestros de mi querida Asturias, porque yo entiendo, que para estar documentado en una cosa (sea cual fuere), sin lugar a dudas antes hay que íntimamente vivirla. (Ya nun conel banduétchu abazcuchandu de fartu, les manes ñidies. apaxiétchau con bunus fatus y'adeprendiendu les lletres en bunus collexus. (Y no con el estómago rebosante de harto, las manos finas, vistiendo traje de buenas ropas, y aprendiendo las letras en buenos colegios). ¡No... hay que vivirlas al desnudo, con sus sufrimientos y trabajos, con todo cuanto emana de los seres simples, sencillos y naturales, que derramando sudores sobre la Má Ñatura, viven para Ella, y a cuenta de Ella hasta que se mueren. Digo que en la Enciclopedia Asturiana, esos intrusos profesores de la «troya», dicen que l'andecha es una ayuda que se presta gratuitamente, y yo en este humilde libro, les digo rotunda y llanamente que «mienten más que se forian, si es que por no foriáxe no comen. La definición exacta de l'andecha es esta que yo les relato a ustedes muy simple y naturalmente. ANDECHA, conjunto o cuadrilla de personas que van a una misma faena. Ejemplo: Los niños van en andecha a la escuela. Los mozos con las mozas van en andecha a la fiesta, etc., etc. Yo he ido a muchas andechas, y en todas ellas he cobrado mi sueldo, y mi madre que desde siempre fue la más pobre de mis aldeas, porque no teníamos ni una cuarta de tierra que fuese nuestra, sallú arrendiú ya coyu pan en andecha por el miserable sueldo de seis reales que se pagaban entonces, en casi todas las tierras de cuatro concejos. Han escrito muchos intrusos de la andecha fatáus de couxes (muchas cosas), y casi todas ellas

sin el menor fundamento, lo que me demuestra que existen en mi Tierrina muchos «enteráus de Cartama» que hacen su andecha tan gratuitamente como ellos la pintan. Pero quienes conozcan las costumbres asturianas, quienes las vivieran dentro de duros trabajos, privaciones, sufrimientos y también sanas y simples alegrías, comprenderán lo mismo que yo entiendo. Que pa faluchar de fame (que para hablar de hambre), creo que antes uno tuvo que haberla pasado, no sirve copiar por lo que de ella dice el vecino, que a lo mejor también te está equivocando. L'andecha no es un trabajo gratuito, yo he trabajado en muchas andechas, tanto segando la hierba, comu coyendu 'l pan (recogiendo las espigas), axin comu faer borronáes (así como hacer de un prado o zarzal tierra labrantía), comu 'pelucar nus carrapiétchus nus ablanus (arrancar de los avellanos sus frutos), en fin, todas las faenas del campo, que por regla general se hacían en andechas y se pagaba un sueldo por tal trabajo. No hay que confundir la andecha con la gavita (ayuda). Porque la «Gavita», sí que en verdad es un trabajo que se hace con ayuda desinteresada en principio, pero que ha de ser pagada en igual o parecida forma, a no ser que a quienes se les brinde esta ayuda, se encuentren incapacitados para devolver la «Gavita». Antes, más de la mitad de las gentes de mis aldeas, como sus labranzas eran pequeñas y a veces hasta muy pobres, tenían que andar a xornalinus (jornales), para aquellos que pudiesen pagarles, bien fuese en dineros o en frutos de la tierra, así por ejemplo, cuando había que segar un prado grande, pues su dueño llamaba a diez o doce segadores, a los cuales les pagaban el sueldo que rigiere, y en andecha segaban el prado. Así pues, creo que queda suficientemente aclarado que las andechas no son gratuitas, y que las gavitas son empréstamos, o pagaduras de favor, porque en las aldeas, por lo menos en mis tiempos, era tan sumamente dura la existencia que no había gratis nada

más que el agua. —Nun gulgu más a l'andecha / de la teixá d'Anxelón, / pos más que paga bon xueldu / 'n fame ruculu you. (No vuelvo más a la andecha / de la casa de Angelón, / pues aunque paga buen sueldo, / en hambres gástolo yo). Cundu se chamaben xentes a xornal, non yera casu de dayes mal de comer, (dixu nagua), pos había qu’atreinar un bon pote de lu mexor que s’atopara per la teixá, ya fartucar a lus que trabayaben comu yera debíu, perque naide diba de bona gana a trabayar p'un amu famión, más qu’apurriera 'n bon xornal. (Cuando se llamaban a las gentes para trabajar, no era el caso de darles mala comida y escasa, (de eso nada), había que hacer un buen puchero, con las mejores viandas que hubiese en casa, para que se hartasen las gentes como era debido. Porque nadie iba de buena gana a trabajar, para un amo que no diese bien de comer aunque pagase un buen sueldo. Sabiendo todas estas cosas, por haberlas vivido muchos años, yo me sonrío con pena muchas veces, de las infantileces descabelladas que escriben y hablan por televisión y radio, muchos intrusos en la Llingüa y ancestrales costumbres de mi Tierrina, que no saben de mis gentes ni de mis aldeas nada, porque sólo han estado en ellas como quien dice de mera visita, y sin embargo se atreven a cambiar y equivocar las ancestrales costumbres, namái qu'espiétchan el bocairun dou s’axiringa sou llingüa (nada más que abren la boca donde se mueve su lengua). Esta muy claro para mi,asi como para mamplenáu de melgueires ya bones xentes d´Asturies,que lus andecheirus del Conceyu Bable,fuinacus ya rapiegacus,que mistifiquen el Idioma Asturián Disdi ´l comincipiu que comprendierun sus entolenus de musquitus que pudíen espoyetar nisti terren, arrapiegandu ´l honréu trabayar de lus demai, escamiándulu ya mistificandulu p´apurrixelu ´l poblu conel xétchu d´étchus contandu que les xentes yeren

fatones, ya les melgueires ya embruxadores xentes de la Tierrina, tenen sous fidalgus Ancestrus m´apeguñáus a sous xentires ya mantines querenxes, ya nun querendu istus fuinus de l´Academie de la Llingua comprendielu perquéi enxindi nun son namai que unus tarantones ou frixolones fatus,el melgueiru poblu ya les arrespondú xin falales pallabra que nun creyen nin queren ixus mamplenáus d´amarfuétchus qu´entamanguen xin dalguna querenxa istes xentes de rancuayinus entendimentu adeprendíus en escoles xebráes de lus xeitus ya chugares dou guarexen lus verdadeirus Ancestrus.qu´enxindi non son lus andechus de la Academia de la Llingua, dundi se dediquen lus mu mayueleirus nel ufixu d´esfaer lu ben fechu p´étchus denuéu enduvítchar sous escagaretus de fediente merda. —You coñozcu mu ben a tou ista xentuza,que mamen del caldaretu l´uvéa,perquei nun tenen íxe braven honréu ya llegal, d´algamír nin tan xiquiés nel estricar el caldar de la vaca que enxindi ye ´l gubernu d´Asturies quei de veiz en cuandu,les apurre ´n fargaxetu de cuartus perquei enxindi xenti llastima ya pena d´iste caterbu d´espurres ya encueyes de caga la perra.

ANÉAS.—Anéas, que mueves despacio y delicadamente una cosa. —Anéa 'l nenu mútcher que ta chorandu—. (Acuna, o mueve el niño mujer que está llorando). ANEGAZAR.—Anegazar, llenarse de granos, postillas, etc. ANEGAZÁU.—Anegazáu, que está lleno de granos. ANEMBRONAES.—Anembronaes, tardías. ANEMBRONAR.—Anembronar, dícese de las frutas que por las inclemencias del tiempo o por cualquier otro fenómeno se vuelven tardías. ANENÁU.—Anenáu, aniñado. ANÉXU.—Anéxu, parejo. ANIALAR.—Anialar, que anidan. ANIALES.—Aniales, ir en busca de nidos. ANICAR.—Anicar, mecer, mover. ANICÁUS.—Anicáus, movidos, abanicados.

ANDOSCA.—Andosca, zafia, ruda. ANDOSCÓN.—Andoscón, muy rústico, muy zafio.

ANTOXADIZA.—Antoxadiza, antojadiza. ANTOXU.—Antoxu, antojo.

ANDOYA.—Andoya, la tripa más gorda del cerdo rellena con lo mejor de su carne. ANDOYONA.—Andoyona, se denomina al ser que no se apura por nada, que todo le da lo mismo, que está falta de arte, de genio, o que está tan gorda que apenas si puede moverse. ANDRAXUS.—Andraxus, andrajos. ANDRAYÁU.—Andrayáu, andrajoso.

ANTROXU.—Antroxu, no cabe la menor duda que en cualquier época del año una felicidad o cualquier otra clase de buenaventura es sin dudarlo un «antroxu». Sin embargo en mis aldeas, cuando se dice por «antroxu», se refieren a la temporada de los carnavales. Per antroxu, lus guetus per lus teyáus miaguen enlloquecíus y‘engarradiétchanse 'ntepoláus per mor de les meigues gates. (Por los carnavales los gatos por los tejados maullan enloquecidos y se pelean entre ellos, por causa de las ladinas gatas). En mis aldeas

existe la costumbre creo que desde tiempos inmemoriales, de chevar l'antroxu a tous lus probes del chugar, ou tamién a toes les xentes que nun hubiés achuquináu gochu. (De llevar el antroxu a todos los pobres de la aldea, y también a todos aquellos vecinos que no hubiesen hecho la matanza del cerdo). Me recuerdo que una vez por «antroxu» (carnaval), que la muyer de Xacintu 'l Xomedanu, chevóu 'l antroxu a Pín el Xugueiru, 'n homacu llixerín de carnis, engafuráu nel xeniu, que vivía viudu ya sen fíus, a cuentes del trabayu, de faer lus mexores xugus de tou 'l miou vátche d'enxuenu. (Que la mujer de Jacinto el de Somiedo, le llevó el antroxo a Pín el Yuguero, un hombre pequeño ligero de carnes, endemoniadamente con mal genio, que vivía viudo y sin hijos, a cuenta del fruto de su trabajo, que consistía, en hacer los mejores yugos de todo mi valle de ensueño). Alcuérdume que taba you naquel díe, xugaretiandu col pirru del Xugueiru, debaxu 'l tendexonín d'ísti, que taba naquel cheldar nel tallerucu que tenía achinde mesmu, fayendu 'n xugu grandie ya forte de frisnu, que yera pa Marcianu 'l Carreteiru, 'n paixanu del llugar de Tuñón. Axina tábamus naquel díe, you ya 'l pirru m'allegres xugandu, metandu qu’el Xugueru trabayaba pel xugu sen gurniar pallabra, cundu chegóu Frora la muyer del Xomedanu, ya mu xonriyente dixu: ¡Tráigote 'l antroxu Pín! Dexóu 'sti de trabayar, y'espurrióu sous manes p'acoyer el engueltaxu que l'apurría Frora, que conxistía nun torrenzacu de toicín, un churizu ya una morciétcha, ya tamién un piazu de calamona del gochu, ya metantu que lu dexengolguía del papelaxu dou taba enrodiétchau, díxoye a Frora: ¡Bonu miou nena, qu’el Faidor te lu pague! Ya despós cundu atisvóu tou 'l antroxu quei truxera la Frora, engrifandu 'l focicu noxaun d'afechu dixu: ¡Isti toicín que ye 'n pelleyu vou chailu 'l pirru, isti churizu que ye xabadiegu vou dailu 'l guauxe pa que lu ruque, perque you ya nun tenu caniles p'encetalu, les morciétches

gulgue chevales oitra vez, perque amín fanme mal pal estómadu que tenulu mu dellicáu, ya la calamona que t’ensema de pilus, vou tirala 'l mediu la caleya, perque pa focicus tenu abundu con lus mious. (Me recuerdo que estaba yo aquel día, jugando con el perro del Yuguero debajo del tendejón de éste, que estaba en aquel acaecer, en el pequeño taller que tenía instalado allí mismo, estaba haciendo un yugo grande y fuerte de madera de fresno, que era para Marciano el Carretero, un paisano del pueblo de Tuñón. —Así estábamos aquel día yo y el perro muy alegres jugando, mientras que el yuguero trabajaba por el yugo afanosa y silenciosamente sin decir palabra, cuando llegó Flora la mujer del Somedano, que muy sonriente dijo: ¡Aquí te traigo este regalo Pín! Dejó éste de trabajar y estiró sus manos para recoger el envuelto que le daba Flora, que consistía en un trozo de tocino, un chorizo y una morcilla y también un pequeño trozo de la cabeza del cerdo, y mientras que lo desenvolvía del papelajo donde estaba liado, le dijo sonriendo ladinamente a Flora: ¡Bueno mujer que Dios te lo pague! Y después cuando vio lo que Flora le había traído, arrugando su hocico del todo enojado dijo: —Este tocino que no más es un pellejo malo, se lo voy a dar al perro, este chorizo que es un sabadiego de la peor calaña, se lo doy al pequeño para que lo ruque si puede, porque yo ya no tengo dientes para triturarlo, las morcillas vuelve a llevarlas otra vez para tu casa, pues a mi me hacen mucho daño en el estómago que tengo muy delicado, y la cabeza del cerdo que toda ella está cubierta de cerdas la voy a tirar al medio de la calleja, porque para hocicos tengo suficiente con los míos). ANTROXADA.—Antroxada, satisfacción, festín, alegría, etc., etc., etc. ANUÉTCHE.—Anuétche, anoche. ANUÉTCHEZ.—Anuétchez, anocheció.

ANUEXA.—Anuexa ou anoxa, novilla de año y medio aproximadamente. ANUS.—Anus, años. AÑALGÁES.—Añalgáes, a nalgadas. AÑARIGAR.—Añarigar, ponerles a los jatos de teta un alambre en los orificios de la nariz con el fin de que se lastimen y no puedan dar con fuerza hocicazos en las ubres de las vacas, que suelen hacerles mucho daño. También se añarigan a los cerdos para que no afociquen. (Hociquen). AÑEXU.—Añexu, añejo. AÑICIAR.—Añiciar, principio general de cualquier simiente. AÑUEDAR.—Añuedar ou anuedar, atar. APABOXÁES.—Apaboxáes, llenas de cocos (paboxas). Ejemplo:—Isti anu lus arbeyus tenu que chalus a lus guchus perque tan tous apaboxáus. (Este año los guisantes los tengo que dar a los cerdos porque están todos plagados de cocos). APACHARETAR.—Apacharetar, es meter en el pajar hierba, paja, etc. También es estar metida en sí una persona. APAICER.—Apaicer, que ha aparecido APAICÍUME.—Apaicíume que ha aparecido APAICIONES.—Apaiciones, apariciones. APAICÍU.—Apaicíu, apareció. APAIGÜESTIAS.—Apaigüestias, son apariciones, alucinaciones, esta palabra encierra un sugestivo campo de creencias en fantasmas, o ánimas condenadas y también encierra las creencias mitológicas, con todas sus

historias y leyendas descabelladas o quizás ciertas, pues este mundo nuestro no se hizo de la Nada, y desde el más sabio de los humanos hasta el más ignorante, llevamos muy dentro de nuestra alma o espíritu, una lejana o cercana creencia en algo que existe «Sobrenatural», que tras la muerte nos ha de premiar o castigar, con firme exactitud en todas nuestras obras buenas y malas que hemos hecho. Ahora les contaré una historia, o leyenda, que sucedió en una de mis aldeas hace ya muchos, muchísimos años, y que yo he escuchado cuando era pequeño, de lengua de una tía abuela mía, que en aquel acaecer con más de cien años de existencia encima de su cuerpo, aún tenía arreos para trabajar en sus tierras como cualquier persona que bien lo hiciere. «MARÍA LA XANTINA» Casárase María la hija del tío Jacinto, muchacha pequeña de estatura, pero grande de hermosura y de exquisitos sentimientos, con Amalio el del Aldexuxán (Aldea de Susana), joven que no tenía de bueno nada más que el ser un mozarrón como un carbayu (roble) y ser su padre el más rico y poderoso vaqueiru de todos aquellos contornos. Tal caxoriu (casorio) fue amañucáu (preparado), por Rexina la Porricona (Regina la Desnuda), que recibiera del padre del novio por haber hecho tal arreglo, un xaretal d'ablanus (pequeño prado muy cuesto plantado de avellanos). Diremos para comprender mejor esta historia, que la Porricona, era una mujer que gozaba de grande fama en toda aquella rica comarca, porque era la esposa de Lláurianu 'l Llóndrigu (Laureano la Nutria), porque era éste un hábil cazador de estos finos animales de ricas pieles, que de aquella infestaban los regueirus (torrentes) de todas las montañas y el río que cruzaba el fértil valle. También era el Llóndrigu un experto en curar todos los males que tuviesen las personas y animales, por tal razón aquel matrimonio, al decir de muchos vecinos, era una verdadera

bendición del mismo cielo, cosa que aprovechaba la Porricona, p'esquicionar al sou antoxu nus tibeirus quei dexaben fatáus de bétchaes ganancies. (Para hacer cuanto se le antojase con sus arreglos, negocios, líos, etc., que le dejaban siempre muchas y ricas ganancias). La aldea de Aldexuxán estaba compuesta por poco más de una docena de vecinos, que todos ellos eran familiares entre si. No voy a detenerme a narrar los diferentes pormenores de la historia como me fueron contados a mí, simplemente me ceñiré a un hecho concreto, relacionado con la mitología o apaigüestias fantasmales o milagrosas, ancestrales creencias, de las melgueras gentes de mi embrujadora Tierrina. Sobre la aldea de Aldexuxán había pesado desde siempre un fatídico malificio, haciendo que sus gentes siendo las más ricas de la fértil comarca, no fuesen tan felices como todos los demás eran, porque jamás en toda su historia había nacido una mujer en ella. Las mujeres que se casaban con los hombres de la aldea de Aldexuxán, se condenaban a no poder tener jamás una hija, y por todo lo contrario, alumbraban varones fuertes y sanos, que se convertían cuando llegaban a la mocedad, en los mozos más esbeltos y fornidos de toda la comarca. Pero a pesar de ser tan buenos mozos, y todos ellos vaqueirus ricos, gozaban de muy escasas simpatías entre las mozas casaderas, por tal razón, muchos no lograban casarse, y cuando alguno lo hacía, casi siempre mediaba un «arreglo» de por medio. —Así, el padre de Amalio se puso al habla con la Porricona, para que arreglase la boda de su hijo con Mariela, muchacha virginal y encantadora, de la que estaba enamorado ciegamente su hijo. Prometiéndole a la Porricona si lo conseguía, que él le daría como favor, el xaretal de Riuscuru, (pradín de Río Oscuro), que lindaba con otra finca que ella tenía. Cuando Mariela supo por sus padres, que estaba destinada para ser la mujer de Amalio el de Aldexuxan, una grande tristeza se adueñó de su alma, que le

robó su alegría, y las francas y felices sonrisas que en todo instante su espíritu alumbraba. Y así de apenada todos los días se le veía por su aldea, con sus hermosos ojos siempre enrojecidos por la quemante caricia de sus lágrimas, sin encontrar el consuelo que le devolviese aquella felicidad que antes gozara. Gran devota de la Virgen de la aldea habla sido siempre Mariela, con la que con una fe desmedida siempre oracionaba y hablaba, y así de esta manera, entre profundos y dolorosos suspiros, y lágrimas torrenciales que manaban de su desespero, el día antes de su boda, con la Santina de su aldea así dialogaba: —Virxencina melgueira, qu'achorandu 'l tou cháu venu, ameruxá d'un dollor que m'esfáe pel tristeyáu miou alma, mamplená d'un miéu que d'afechu, encuandiona toa l'allegría qu'endenantes en miou espíritu per uquier afroriaba. (Virgencita dulce y preciosa, que llorando a tu lado vengo, plagada de un dolor que me deshace por triste toda mi alma, rebosante de un miedo que en toda su extensión entierra la alegría que antes en mi espíritu por donde quiera afloraba). —Xantina 'l miou alma, que tous lus amalexius encantexas, nun me faigas xufrire, pos nun queru caxame sen amore per fuercia, you nun queru isi muzu que de güenu nun peca, y'endenantes de dir xuntua d'él a l’ilexa, más quixera morreme, aforcá conun rixu que m'añuede 'l gaznatu ya me faiga en morrida. Ya tal couxa fairéla, Xantiquina 'l miou alma, se deximesme agora, ya me dexes solina, nel atayu miou pena, qu'en llocura m'entrema. (Santiquina de mi alma, que todos los males si tu quieres arreglas, no me hagas sufrir, pues no quiero casarme sin amor y por fuerza, yo no quiero ese mozo que de bueno no peca, y antes de ir junto de él a la iglesia, más quisiera morirme, ahorcada con una cuerda, que me anude mi cuello, y me haga en ser muerta. Y tal cosa he de hacer, Santiquina mi alma, si me olvidas ahora, y me dejas muy sola,

en el atajo de mi pena, que a la locura me lleva). Algo muy hermoso le contestaría la Virgen a Mariela, porque otra vez se le volvió a ver llena de sana y feliz alegría, quizás con más fuerza que jamás tuviera. Y así de contenta, cariñosa y feliz, ante la misma Santina que su pena esfixera (deshiciera), al siguiente día en la iglesia se casaba con el vaqueiru Amalio. El día de su boda, fue un domingo del mes de mayo, bañado por la luz del sol que todo lo alumbraba y lo erradiaba de vida, y como era domingo, era fiesta en la aldea, el jilguero cantaba y el malvís silbiotaba y las gentes humildes con paxiétchus de festa (trajes de fiesta), a la boda acudían de la dulce Mariela, la más hermosa moza que la aldea tenía. La que viétchus ya xóvenes (viejos y jóvenes), grande y puro cariño hacia ella sentían. Cuando todos estaban fundidos en sus rezos y el buen cura casaba a la virgen Mariela, se escuchó como un trueno, muy cercano y enorme, muy profundo y tenebroso, que hizo palidecer de miedo a muchas gentes del festejo. ¡Un castigo del cielo, murmuraban las viejas, ha de mandarnos Dios, por casar a esta santa, con un fíu (hijo) de la aldea en poder del demonio! Aquel confuso ruido que a las gentes atemorizara, por ser dadas a irse a los Lares Divinos, no era tal trueno que en el aire quedara sin dejar un vestigio, pues había sido un castigo, y todos sobrecogidos pensaron, que el Hacedor andaba en aquel cataclismo. Pues el xaretal d'ablanus (el prado de avellanos) que el padre de Amalio le regalara a la Porrica, por conseguir a Mariela como mujer de su hijo, argaxárase per tous lus cháus, escuatramundiánduxe 'n fondigouxes cuandies, dou s'allacaben lus ablanus esgazáus d'afechu, con lus raigones amirandu 'l cielu, lu mesmu que se dangún terremetu, bramara nel ventrón d'aquel xareteiru, dexándulu tan llabráu y'esfechu, comu 'n güertiquín de pataques que fora afocicáu per una cabaná de goches paridiegues. (Partiérase, corriérase por todos sus lados, deshaciéndose el prado entero en

profundas ollas, donde se enterraban los avellanos del todo rotos, con sus retorcidas raíces mirando al cielo, lo mismo que si un terremoto hiciera explosión en el vientre de aquel prado, dejándole tan despedazado, como un pequeño huerto de sembradas patatas, que hubiese sido hocicado por una manada de cerdas paridas). Sin embargo, tan insólito acontecimiento pasados los primeros momentos, no restó a la fiesta la sana alegría, que todos disfrutaban en la boda de la querida Mariela, pues tras de fartase tous fasta 'l rutiar de lus bunus manxares qu'achindi per uquier topábenxe, (pues tras de hartarse todos hasta dejarlo de sobra, de los buenos manjares que allí por todas partes había), se enguedechóu 'l baítche qu'en toes les bodes les xentes encalducaben (se enredó el baile que en todas las bodas las gentes hacían), fechu per la múxica xaraneira y'allegre del pandeiru ya la gaita, e axín tóus enlloquecíus de gouzu danciarun entexuntus ya hermenáus fasta 'l mesmu albiare, xeitu nel qu'entamangarun folixouxa engarradiétcha de galgazus, ente dus mozacus del chugar de Mariela, ya lus rapazones de l'aldeina d'Aldexuxan. (Hecho por la música jaranera y alegre de la pandereta y la gaita, y así todos enloquecidos de gozo, bailaron entrejuntos y hermanados hasta que llegó el amanecer, lugar que prepararon una sonada pelea de estacazos, entre los mozos de la aldea de Mariela, y los mozarrones de la aldeina de Susana). Tal pelea fue originada por los desmedidos insultos despreciativos dirigidos a los mozos de Aldexuxan, por los de la aldea de Mariela, asegurándoles que no llevarían a la santina Mariela a vivir con ellos a su aldea maldita, donde jamás había nacido ni una sola mujer, por la causa de ser todos hijos del mismo diablo. Tras de la feroz pelea, donde no sucedieron achuquinamientos (muertes) por mor de las sabias intervenciones de los ancianos de entrambas aldeas, el novio, sulfurado y ensangrentado por la

titánica lucha desarrollada, en aquel mismo amanecer acompañado de todos sus parientes, se llevó a Mariela que no hizo ni la mínima negativa, y no permitió que recibiese de sus padres ni el valor de una cuyar (cuchara) de cuanto a ella le perteneciese. —Acuétchula d'un reflundión el magotón d'Amaliu a la felliz ya xonriyente Mariela, ya namái conel paxiétchu puestu, escarranquetóula d'enría la xiétcha pintureira del sou cabatchu, ya despós, conun blincu de corzu puenxuse el tres d'echa, ya cudiáu per tous sous vecinus que yeren tous parentela, xebrárunse d'aquel chugar, esnalandu nel aire ixuxus d'allegría, axenitáus nus sous cabatchus axalbaxáus lu mesmu qu' echus ya lleldáus dientru d'una ñatural ya roxurosa allegría. (Asió de un rápido tirón el bruto de Amalio a la feliz y sonriente Mariela, y nada más que con la ropa que llevaba puesta, la ajinetó encima de la pinturera silla de su caballo, y después, con un salto de corzo púsose él detrás de ella, y escoltado por sus vecinos que eran todos parentela, se marchó de aquel lugar lanzando al viento ijujús de alegría, ajinetados todos en sus caballos asalvajados lo mismo que ellos eran, y crecidos dentro de una natural y enloquecedora alegría). La cariñosa bondad, y la fértil felicidad y alegría que en todo momento emanaba torrencialmente de la encantadora Mariela, muy pronto cautivó y contagió a todas las gentes del Aldexuxan, pequenos y grandes, con tal frenesí llegaron a quererla, a adorarla y mimarla, lo mismo que si se tratara de un ser sobrenatural, que había llegado a la aldea para alegrarles a todos sus vidas. Durante el tiempo de su preñez, era Mariela atendida en todo momento por las mujeres de la aldea, y los hombres y los niños, estaban más pendientes de ella, que de sus trabajos y sus juegos, siempre le traían del campo flores y variedad de frutos, y todos al mirarse en sus encantadores ojos, la felicidad y el gozo en sus espíritus advertían. Era Mariela para

todos, algo que ni tan siquiera habían soñado que existiera. Al Aldexuxan habían llegado de sus aldeas todas las mujeres que la cuidaban y mimaban y ninguna de ellas jamás había sido feliz ni encontrado la alegría en su espíritu en aquel lugar al que muy pocas de ellas habían llegado por su propia voluntad. Sin embargo al mirarse en los resplandecientes ojos de Mariela, al sentir el hado misterioso que en todo instante rezumía de su ser, llegaba a sus entrañas por primera vez raudales de gozo y alegría, que las llenaba de felicidad, y de una dicha embriagadora y sublime. Por eso entre ellas silenciosa y secretamente empezaban a decir que Mariela era divina, misteriosa y buena, y que en cualquier momento el cielo la llevaría, y dejaría a la aldea tan llena de tristeza y pena como antes lo estuviera. —Xabela la muyer d'Antón el Curuxu, que yera la que mexor amañaba lus dellicáus fatiquinus pa lus guaxinus cabantes de ñacer, ya le fixera tous lus paxiétchinus y'escarpinacus que ñecexitare 'l melgueiru nenin que traxera 'l mundiu cundu betchara la xantina Mariela. (Isabel la esposa de Antón el Buho que era la que mejor hacía los delicados ropajes propios para los niños recién nacidos, ya había industriado todos los trajecitos, calzas y demás vestiduras, que necesitase el dulce niño que trajese al mundo cuando hiciese su alumbramiento la santina de Mariela). —Tamién Xacintu 'l Utre que yera abondu curioxu pa carpinteirar, fixera 'n trubiétchu con maera de ñocéu, qu'al falar de toes les xentes d'Aldexuxan, nin el más empericotáu de tous lus nenus ñacíus ya cuaxi, cuaxi 'n per ñacere, xamás de lus xamaxes oitre mexor nun hubiés d'aquién lu fixera. (También Jacinto el Aguila que era muy mañoso para hacer de carpintero, hiciera una cuna de madera de nogal, que al hablar de todas las gentes del Aldexuxan, ni el más afamado, ni suertudo niño nacido, ni casi, casi de los aún no nacidos, jamás de los jamases otra mejor no hubiese quién se la hiciera).

Todo estaba preparado para el día que el angelín a la luz amaneciera, y todos en la aldea, desde su madre hasta el más inocente de los pequeños que por aquellos montes correteare, esperaban ilusionados la venida de aquel inocente ser, fruto de las entrañas de quien les había a todos sembrado en sus espíritus la dicha y la alegría, hasta ya le habían elegido los padrinos y hasta el mismo nombre que debía llevar, el asunto era que naciese dentro del tiempo natural, y que no le trajese ningún amolexíu (mal) a la santina Mariela. Como todo en la vida tiene su tiempo de espera, y todo cuanto se espera si atañe a los procesos naturales llega, así vino el momento del alumbramiento de Mariela. Fue una mañana de los principios de la primavera, cuando todos los árboles y las plantas despertaban jubilosos y en silencio a la floreciente vida donde comenzaban, los malvises y jilgueros volvían a cantar alegres y bulliciosos, tras la mudez que les infligiera el frío y nevado invierno, fue aquella luminosa y primaveral mañana cuando todas las gentes de la aldea, se reunían contentas y felices a la par que en sus interiores algo preocupadas y temerosas, como si presintieran que algo irremediable le habría de ocurrir a la santina Mariela. Digo que todos reunidos en la casa de Mariela, anhelantes esperaban tan natural y querido acontecer. Algunas mujeres llenas de firmes creencias, rezaban sin descanso, pidiéndole al Faidor (Hacedor) y a sus santos más allegados, que la feliz nueva se alumbrara por los cauces naturales, y que Mariela no cosechara arduos sufrimientos. Otras más mañosas en tales menesteres, parteaban ilusionadas y eficientes, en cuantos cometidos quce en tal proceso se requieren. Al fin, de las entrañas de la parturienta, brotó la vida, y todas las gentes al presenciar aquella recién nacida criatura, doblaron sus rodillas en el suelo, y una oración de gracia en el cielo pusieron, dentro de la gran dicha y alegría que jamás sintieron. Porque por primera vez en toda la historia de la aldea del

Aldexuxan, había nacido una niña, una hermosa niña que rompía con su divino milagro, el maléfico castigo que les había acompañado siempre. Tal milagroso acontecer, alborozó a los vecinos del Aldexuxan en tal altura, que por unos instantes se olvidaron de la moribunda Mariela, y cuando al fin Isabela enloquecida por la alegría que le hacía caminar por el incansable sendero de la dicha, digo que Isabela se dirigió respetuosa y venerativamente hacia Mariela, y besándola con gran cariño en su frente radiante de felicidad le decía, que el maleficio que pesaba sobre las gentes de la aldea, de no haber tenido jamás una mujer, una niña, ella porque era una santina, lo había roto al alumbrar aquella preciosa criatura, que era para todos los seres del Aldexuxan el fin del conxuru (conjuro) que desde siempre sobre todos pesaba. La moribunda Mariela, con su sonrisa encantadora siempre pendiente de sus labios, y una luz misteriosa y hechicera que en todo momento de sus bellos ojos se desprendía, les hizo comprender a los allí reunidos, que eran todas las gentes del Aldexuxan, que era Mariela algo que pertenecía a la divinidad de lo desconocido, y que no podría morar entre ellos, nada más que con su espíritu. Así silenciosamente Mariela, a todos miraba cariñosamente y todos se sentían bajo su embrujante y acariciante mirada, protegidos de cuantos males en la Tierra hubiese, y navegantes en una dicha que ni en sueños la esperaban. Llué Mariela con sou melgueira fala, que yera múxica de lus mesmus ánxeles, a tóus les dixu 'ndenantes de que del sou curpu xebrárase la vida: (Luego Mariela con su dulce palabra, que era la música de los mismos ángeles, a todos les dijo antes de que de su cuerpo se marchase la vida): ¡Disde güéi, toes les múcheres d'ista embruxadora aldina, parirán nenus ya nenes. Lu mesmu que faen les femes de tou 'l mundiu, y'enxamás naide mirará a lus vuexus homes, comu fasta gora toes les xentes lus fixeron, nun vus ruegu namái, nistus postreirus xeñaldares de la miou vida, que nun catéis caxorius

amañáus pa lus vuexus fíus, dexái qu' echus atopen ya curién lus sous cortexus qu’en xcitu 'l sou querer mexor lus falague. Pos nun ye nagua bonu arretrigar la xuventú 'l cubiciu antoxadizu qu'entamanguen lus sous páes. Pos abondu felliz ya rica ye la xente probe, que rucandu de borona un cantezu, ou 'n tortu fechu d'enría 'l llare, son dichóuxus ya fellices fasta que de viétchus muerran. Ya munchu probe y'esgraciaína ye l'oitra xente, qu'amamplén tién de tóu lu que ñecexita, y'enfelliz ye, perque nun puén disfrutayu, con amore ya bone compañe. (Desde hoy, todas las mujeres de esta embrujadora aldeina, parirán niños y niñas, lo mismo que hacen todas las hembras del mundo entero, y jamás nadie mirará a vuestros hombres con el desprecio que hasta ahora todas las gentes les hicieron. No os ruego nada más, en estos postreros respirares de mi vida, que no busquéis casorios preparados para vuestros hijos, dejazlos que ellos busquen y cuiden sus amores en el lugar que su querer mejor los halague. Pues no es nada bueno, amarrar la juventud, a la codicia antojadiza que hacen sus padres. Pues muy felices y ricas son las gentes pobres, que comiendo un mendrugo de pan duro, o una torta cocida encima del lar, son dichosos y felices hasta que de viejos se mueren. Y muy pobres y desgraciadas son las otras gentes, que poseen todo cuanto necesitan, e infelices son, al no poder disfrutarlo, con la paz del amor y la buena compañía). Así fue como se despidió la melguera Mariela, antes de entregar su sublime alma, al Infinito poder de la Divinidad invisible, dejando a su cuerpo muerto llorado con gran pena, por aquellas sencillas, naturales y nobles gentes de la aldea del Aldexuxan, que harían de ella al correr del tiempo, la Santina Mariela. Yo no puedo afirmar si esta narración es una historia, una leyenda o quizás un mito, sólo se decir, que mi tía abuela aseguraba cuando me la contó, que era tan cierto como que ella se tenía que murrer (morir). También recuerdo

cuando yo era un guaxiquín (muy pequeño), haber escuchado decir a las más viejas de estas aldeas, aconxexandu (aconsejando) a las mujeres que teniendo varios hijos varones, ellas querían tener una niña y no lograban alcanzar tal deseo. Digo que las ancianas les aconsejaban así: —Lo que tenéis que hacer si queréis tener una niña, es rezarle todos los días con buena fe a la Santina Mariela, ya veréis como el primer hijo que tengáis sin ninguna duda ha de ser una hermosa niña. APALICU.—Apalicu, palo. APALICAR.—Apalicar, usar el palo como apoyo, como bastón. APALLABRAR.—Apallabrar, apalabrar. APALLABRÁU.—Apallabráu, apalabrado. APANDANAR.—Apandanar, allanar. APANDANÁU.—Apandanáu, allanado. APANDAR.—Apandar, es doblar, someter, dominar. APANDÁU.—Apandáu, dominado, doblado. APANDEIRAR.—Apandeirar, tocar el pandero. APANDEIRETAR.—Apandeiretar, tocar la pandereta. APANDONGAR.—Apandongar es andar de fiesta, de romería, de juerga, etc., etc. Ejemplo:—A rapazus, l'oitra nuétche fixesteis un apandorgáu metá 'l lláu de miou teixá, que nun me dexáisteis piétchar un guétchu 'n tua la nuétche, per mor de les berríes ya canturiáus qu'encalducabeis, ya cótcharaes de reyires e puches qu’unus p'oitres vus ubreirabeis. ¿Qué festa que you nun xepia tabeis xantificandu? Arrespuéndeme tóu, que yes el miou

xobrín, ya tenes les mesmes costumes qu'el pandorgueiru de tou padre. (Oídme muchachos, la otra noche habéis hecho, un ruido, un escándalo, una juerga al lado de mi casa, que no me dejasteis cerrar un ojo en toda la noche, por la causa de las voces y cánticos que hacíais, carcajadas de risas, e insultos que unos a otros os aguijonabais. ¿Qué fiesta que yo no sepa estabais celebrando? ¡Respóndeme tú, que eres mi sobrino, y tienes las mismas costumbres que el juerguista de tu padre!). APANFILAR.—Apanfilar, volverse tonto. APANFILÁU.—Apanfiláu, atontecido. APANOYAR.—Apanoyar, nacer las panoyas en los narbaxus de maíz. APANOYAR.—Apanoyar, nacer las panoyas en los ablanéus, en los castañéus, en todos los árboles que tengan panoya. APANOYAR.—Apanoyar, dícese así, cuando en los maíces les está naciendo las mazorcas o panojas. También cuando en los castaños y avellanos está naciendo la flor, se dice que están apanoyando. Ejemplo: —Bunus maizales lluce isti anu l’aldina, peru faía bona falta de que dexare de chover, y'escarrapiétcharen díes solayerus, perque senún, paeme a mín que nun recoyeremus namái que ñarbaxus. (Buenos maizales luce este año la aldeina, pero hacía buena falta que dejase de llover, y escamplasen días solariegos, por que si no, me parece a mí, que no recogeremos nada más que las cañas). —Iste mes de la yerba tenemus que xegar el préu del Castañéu más cedu qu'oitres anus, pos nun sea 'l diañu que s'esgolen les panoyes de lus castañales, y'endespós chemus a perder la yerba, perque 'l ganáu nun quera rucala, se t'entremedada conel panoyaxe de les castañales.

(Este mes de la hierba tenemos que segar más temprano el prado del Castañedo que otros años, pues no sea el demonio que se caigan las panojas de los castaños, y después muy poco nos ha de valer la hierba, porque el ganado no quiera comerla, al encontrarse mezclada con el panojal de los castañales). APANOYÁU.—Apanoyáu, entiéndese en el maíz cuando ya está del todo apanoyáu, que ya tiene bien formada la panoja, es entonces cuando ya se puede espicar (cortar) por la parte de arriba (el pical del narbaxu), planta de maíz, para hacer fótchaus (manojos) con sus hojas, que usan los vaqueirus cuando van hacer la braña, para cebar las vacas mientras las ordeñan, bien en la cuadra de mortera o braña o el propio entestate (al aire libre). APAÑAR.—Apañar, coger, apañar las castañas, las avellanas las patatas, etc., etc., etc. APAÑUCAR.—Apañucar, parecida respuesta. APAÑUCAR.—Apañucar, es recoger del suelo alguna cosa. Ejemplo: —A la pañuca ruca 'l que más apañuca más ruca. (En resumen quiere decir que quienes más recogen más comen). Vamus colar cedu pal catre mious nenus, que'endubiétchase la nuétche ameruxá d'empuxones de ventu, y'endenantes qu'el díe allume tenemus que tar nel castañéu, perque tenen que tar lus caminus allereáus de castañes, ya senún achegamus lluéu, nun van a dexanus lus vecinus namái que lus arizus, perque les berueles apañucarales lus primeirus que pel caleyón espatuxen. (Nos vamos a ir temprano para la cama mis niños, que se enmadeja la noche plagada de empujones de viento, y antes de que el día alumbre, tenemos que ya estar en el castañedo, porque tienen que estar los caminos plagados de castañas, y si no llegamos los primeros, no nos dejarán nuestros vecinos, nada más que los espinos, porque las castañas sueltas las recogerán los primeros que lleguen).

APAPARÁUS.—Apaparáus, a pequeños tragos.

APAYARETÁU.—Apayaretáu, dentro de la «payareta» (pajar pequeño).

APAPARIAR.—Apapariar, tragar a sorbos.

APAZGÜATAR.—Apazgüatar, volverse una persona tonta.

APARAXIMESCAR.—Aparaximescar, dícese de las mujeres «busconas», que aparaximesquéan (que buscan a los hombres).

APAZGUATÁU.—Apazguatáu, que está atontado.

APAREXAR.—Aparexar, aparejar. APAREXÁU.—Aparexáu, aparejado. APARPAYUELAR.—Apargayuelar, hablar en demasía. APARRUSCAR.—Aparruscar, denomínase así, cuando se quita el campizo a los terrenos para ararlos o para hacerlos labrantíos. Cuando se limpian también los sembrados de mala hierbas, ya que aparruscar en líneas generales es limpiar el terreno de malas hierbas. APARRUSCÁU.—Aparruscáu, que ya está limpio de malas hierbas o campizos. APATUXAR.—Apatuxar, andar, correr. APATUXÁU.—Apatuxáu, que está muy pisado. APAXARAR.—Apaxarar, apajarar. APAXARÁU.—Apaxaráu, apajarado. APAXÁUS.—Apaxáus, a grandes cestos. APAXIÉTCHAR.—Apaxiétchar, dícese cuando uno se viste el traje. APAXIÉTCHÁU.—Apaxiétchau, que va trajeado. APAYÁES.—Apayáes, parecidas a las pajas. APAYARAR.—Apayarar, meter en el pajar.

APEGUÑAR.—Apeguñar, es pegar, también se dice de las personas pegajosas e impertinentes. APEGUÑONA.—Apeguñona, pegadiza. APELLÁES.—Apelláes, es andar cuando hay nieve, tirándose unos a los otros la nieve. APELUCAR.—Apelucar es cortar, arrancar con las manos. «Apelucar l´ espiga» (arrancar la espiga de la paja). Apelucar lus arbeyus, lus fréxules, les zreizas, les fabes, etc., etc... (Recoger los guisantes, los fríjoles, las cerezas, las judías, etc., etc...). En este retazo de la poesía «L'Atapecer de L'Aldina», de Xulín de Lluza, se puede apreciar lo que significa la palabra apelucar, que con más asiduidad se nombra cuando se trata de la espiga. —Ya nun se macha l'espiga, / qu'apelucá nus panzales / s'embalaga n'antexana / d'enría de fortes mantes, / p'esfaela nes erguines / ximientes d'oitres panzales. —Ya nun se ven les muyeres / conel banu ente les manes, / banucandu 'xoforáes, / xebrandu la bona escanda / de les poxes esbítchaes. —Ya nun canten lus carrinus, / nun ruxen sous cantaories, / per el pesu d'esquirpiáes / d'espigues apelucáes / e nus roxinus panzales. La recolecta o «coyedura» del pan, era una faena que por regla general se solía efectuar en andechas, con gentes a «Xornal» (jornal) y algunas «agavita» (ayuda sin sueldo). Este trabajo cansado y sucio, ya que uno se pone negro del polvo que se desprende de las pajas, por estar muchas ya medio podridas, se

empieza temprano solamente cuando no hubo «orbayaína» (escarcha de ninguna clase), y esto suele ser muy pocas veces, porque en las maravillosas noches de mis embrujantes aldeinas, siempre existe un frescor sano y natural del que se desprende un rocío que con sus diminutas gotas todo lo pone «pingandu» (mojado). Eso en las noches más claras y abiertas. Por eso, para coyer el pan (recoger la espiga), tienen que estar los panzales muy secos y crespus (crujientes), para que arranquen bien de la paja las «arestouxas» espigas. Por tal razón siempre se espera que el padre sol los caliente y los enxugue (seque). Este trabajo está controlado por sí mismo, ya que se sabe fijamente lo que puede coyer nel díe 'n coyedor (el trabajo que puede hacer una persona). Si el panzal está entremedáu (caído, aplastado, entretejido por el mor del viento o las lluvias), el coyedor puede recoyer en la jornada sin dormirse una goxa (cestón muy grande, capaz de coger dentro de ella un hombre de mediana estatura sentado), si por el contrario el panzal se encuentra derecho en posición normal, y puede usar con asiduidad las «mexorias», tiene que recoger un par de goxes, por tal razón todo el mundo sabe aproximadamente lo que es su faena. APENAMBRUDU—Apenambrudu, que tiene mucho pelo, mucha lana, etc. También se dice cuando una cosa está muy difícil de hacer o conseguir. APENAÓN.—Apenaón, que se encuentra muy triste. APENÁU.—Apenáu, que está triste. APENDEXAR.—Apendexar, que hacen el pendejo. APENDEXONA.—Apendexona, que es libertaria, que pendejea. APERTEIGAR.—Aperteigar, es sacudir los arizos de los castaños, que luego se pañan (recogen) del suelo con una herramienta de madera llamada

«murgazas», y se echan dentro de maconas (cestas) o grandes cestos que una vez llenos se vierten en las cuerras, (cercados de piedras o baras) donde tapados con murguezu (malezas) y ayudados por las inclemencias del tiempo, se van pudriendo al tenor que las castañas se agrandan y maduran hasta que llegue el momento de la esbítcha. El oficio del pertegueiru es sumamente cansado y enormemente peligroso, yo he sacudido muchos miles de castañales, que no eran mías por supuesto, pero da lo mismo para saber y poder hablar con documentada propiedad del pertegueiru. Un pertegueiru tiene que ser ante todo ágil como un esquil (ardilla) y no sentir miedo al vértigo, pues tiene que trepar por las gruesas cañas de los enormes castaños, con una pértiga de avellano en la mano, luego asegurarse al prendión (caña grande) tan sólo con la fuerza de sus piernas, y después manejar con destreza con sus dos manos la larga y pesada pértiga, para sacudir los arizos de las enormes y frondosas ramas de los castaños. El mejor pertegueiru que yo he conocido era un paisano de Bandujo, hermosa aldea de mis montañas, se nomaba Xulián, ya güéi nel díe ya nun ñacen homes comu aquel paixanu. (Se llamaba Julián, y hoy en día ya no nacen hombres como aquel paisano). Aquel astur, con más de sesenta años de edad, trepaba con la misma ligereza de la ardilla, hasta la cume (alto) del más corpulento de los castaños, sacudiéndolos de tal forma, que no los dañaba en sus ramas, cosa del todo importante, y no dejaba en ellos ni un solo arizo. Qué naturalezas la de los antiguos astures, sanos, fuertes, nobles, aguerridos en todo momento y amantes siempre de Nuestra Embrujadora Tierrina, enamorados de su Llingüa y de sus costumbres, donde en sus indómitos espíritus no tenía cabida ni la hipocresía, ni la maldad, ni tanta asquerosa y despreciable lacra, como hoy se alberga en nuestros haceres y pensares.

El sueldo de un pertegueiru eran dos tercias de castañas por día de trabajo, bien de cuerra (d'esbítcha) o biruelas (de las que se desprenden solas del arizo), según se hubiese contratado, la comida y alojamiento, si tenía que trasladarse a otra aldea que no fuese la suya. En este retazo de poesía de Xulín de Lluza, se puede saber la importancia que tenían las castanas en los tiempos difíciles d´endenantes. “LUS PERTEGUEIRUS”. —Venidi airiquinus mious / en poxoncinus de ventu, / ya baltiaime les castañes / que nun tenu pertegueirus. / Pos tres bonus que teñíe / lus prubitinus morrierun / e agora tou mu xolina / en xin dalgún pertegueiru. /—El miou home fou ´l primeiru, / ya nun me murru na cama / fou achuquináu per ser roxu, / en la cárxel del Modelu. / Venidi airiquinus mious / que nuntenu pertegueirus... APIBIDAR.—Apibidar, lleno. Exemplu. —Se siembra una tierra de maíz y salen todos los granos que se sembraron y sobran gran parte de ellos por estar muy juntos, esto se llama estar apibidáu. Así en todas las cosas donde haya mucho.

APINGAYAR.—Apingayar, es caer gotas o colgar en mala forma cualquier cosa. Ejemplo: —Lus fatucus qu’engaraméi d'enría lus allambrucus del piteiru, entavía tan apingayandu comu nel cabantes d'engaramitalus. Ta vistu qu’el sol del envernu nun fae bon callore per solayeru díe qu'arrellumbre 'l cielu. (Las ropas que he colgado encima de los alambres del gallinero, todavía están goteando como en el momento que las he colgado. Está visto que el sol del invierno no da buen calor aunque soleado día alumbre el cielo). APINGONAR.—Apingonar, que está colgando. APIOYÁU.—Apioyáu, que está lleno de piojos. APLAUXIR.—Aplauxir, aplaudir. APLAUXÍU.—Aplauxíu, que es aplaudido. APLEPAR.—Aplepar, es hablar mucho y con poco fundamento. APLEPÓN.—Aplepón, hablador, palizas, etc. APLIZCUS.—Aplizcus, a pellizcos.

APICALBAN.—Apicalban, que empiezan a madurar. APICALBAR.—Apicalbar, dícese de las frutas cuando están empezando a madurar. APIGAZAR.—Apigazar, es quedarse medio dormido, o también haber dormido un poco. APIGAZÁU.—Apigazáu, que está adormilado. APIMIANGAR.—Apimiangar, dícese de las mujeres (Pimiangues) muchas cosas indeseables y una de ellas es que son demasiado libertarias.

APOIXÁ.—Apoixá, que está posada. APOIXAR.—Apoixar, que posan, que descansan. APONDEIRÁU.—Apondeiráu, ensalzado. APONDEIRÚN.—Apondeirún, dícese de la persona que es muy dado sin ton ni son a ensalzar las cosas. APORFIÁU.—Aporfiáu, así se llama a las personas que siempre quieren tener razón. Con los profiones o porfiones si uno quiere tener la fiesta en paz hay que decirles a todo amén.

APOSTIÉTCHAU.—Apostiétchau, que está lleno de postillas.

APROBETAR.—Aprobetar, que se empobrece.

APOUXAR.—Apouxar, que posa lo que lleva encima para descansar.

APUÉN.—Apuén, así se dice cuando los animales se uncen, o uncidos se les ata al timón del arado, carro, etc., para desarrollar su trabajo. Exemplu: Xune les vaques Ramón y'apuénles al rametu, que vamus dire catar un cercexáu de yerba. (Unce las vacas Ramón y aparéjalas al rastro, que vamos a ir a por un rastro de hierba).

APOUXÁU.—Apouxáu, que está posado APOVIXÁU.—Apovixáu, que está plagado de cenizas. APOYERAR.—Apoyerar, que estan guarando las aves. APRADIAR.—Apradiar, es coger, cazar, pescar, etc. Exemplu: —¿Qué fairá miou pá con lu que chueve fendiéndu lleña en metá la caleya col tou 'l chumbu 'l entestate? Isti home del diañu ye 'l mesmu de xempre, mira que namái que se muétcha un poucu escuaxaríngalu l’asma, la reume y'oitres amollecíus que la viétchera llantói nel curpu. Pos güéi con la mochaura que t'apradiandu, va chevar una nuétche de queixíus ya toxederes, que nun nus va dexar piétchar un güechu. (¿Qué estará haciendo mi padre con lo que llueve partiendo leña en medio de la caleya con todo el cuerpo al aire? Este hombre de los demonios es el mismo de siempre. Mira que nada más que se moja un poco lo desarma el asma, el reuma y otros males que la vejez plantó en su cuerpo. Pues hoy con la mojadura que ha cogido, va llevar una noche de quejidos y tos, que no nos dejará cerrar un ojo).

APUÉNENSE.—Apuénense, que se ponen, que se sitúan. APURÁU.—Apuráu, dícese de la persona que tiene prisa, que está apurado, bien por la necesidad, la falta o la prisa. APURRIR.—Apurrir, es dar. APÚTCHEGAR.—Apútchegar, así se llama cuando se hacen sátiras. APUXA.—Apuxa, tira, brega, muévete, sopla, etc., etc. APUXAR.—Apuxar, también se suele decir. Apuxa 'l fuéu qu'amurre. (Sopla, atiza el fuego que se está apagando). APUXARRÁU.—Apuxarráu, que está lleno de basura. AQUÉI.—Aquéi, para qué, a dónde, cómo, etc. AQUEIXÁU.—Aqueixáu, aquejado.

APRADIAR.—Apradiar, también así se dice cuando con el garabetu se recoge la hierba, en este sentido el apradiar es lo mismo que el garabatiar.

AQUÉTCHUS.—Aquétchus, aquéllos. AQUINDI.—Aquindi, aquí mismo.

APRINDÁU.—Aprindáu, que está sujeto, que esta preso.

ARAMÉUS.—Araméus, dícese así a los lugares altos, abruptos, difíciles, etc.

APROBECER.—Aprobecer, dícese cuando la espera se nos hace larga y el tiempo perdido es pobre.

ARAMIÁUS.—Aramiáus, que están altos. ARÁU.—Aráu ou aréu, arado.

ARBEYAL.—Arbeyal, terreno sembrado de guisantes. ARBEYUS.—Arbeyus, guisantes. ARBOLIADA.—Arboliada, arbolada ARBOLIÁU.—Arboliáu, dícese cuando las cosas se encuentran revueltas, alteradas. También se suele llamar arboliada a la persona furiosa, enojada, enloquecida, etc. ARBOLÍUS.—Arbolíus, conjunto de árboles. ARBOYAL.—Arboyal, arboleda. ARCABUXAL.—Arcabuxal ou arcabútchal, así se llama a las hondonadas pequeñas y muy profundas pobladas de malezas y artajos, siendo muy difícil entrar en ellas. ARCANXEL.—Arcanxel, arcángel. ARCAPAXA.—Arcapaxa, así se llama a las cestas grandes y cuadradas hechas de mimbre. ARCIEXU.—Arciexu ou arciétchu, dícese de la persona o animal de mucho genio y muy nervioso. ARCUÉXA.—Arcuéxa ou arcuétcha, atar las dos patas delanteras de los animales para que no puedan caminar. Las arcuétchas faíelas les llecheres ya xabarceires a lus sous pótchinus pa que nun se xebraren del lláu d'echas metandu xabarciaben per lus chugares dou diben mercandu ou vendiendu les sous couxes. (Estas ataduras a los pollinos las solían hacer las lecheras y demás tratantes, para que los animales no se marcharan del lado de ellas, mientras que trataban por los lugares donde iban comprando o vendiendo sus cosas). ARESTA.—Aresta, vaina de la escanda, el trigo, la cebada, etc.

ARESTOUXU.—Arestóuxu, que está lleno de aristas, de espinas o de vainas. También se suele llamar arestóuxus a las personas difíciles en su trato. ARGADAR.—Argadar ou arganar, así se llama cuando los guisantes, las habichuelas y demás vegetales por el estilo empiezan a criar o nacer sus vainas. ARGADÁU.—Argadáu, que está granado, que está lleno. ARGADIELLU.—Argadiellu ou argadiétchu, instrumento de las hilanderas. ARGANAS.—Arganas, hierbas malas. ARGANÁES.—Arganáes, dícese cuando se desea ardientemente una cosa. Exemplu:—Les mious vaques tan arganáes de fame, perque nel préu dou pastien t’escosau de bones yerbes y'aviñonáu d'arganes que nun les comen nin les uvées. (Las mis vacas están llenas de hambre, porque en el prado donde pastean está limpio de buenas hierbas y lleno «d'arganes» de malas hierbas, que no las comen ni las ovejas).—Tou arganáu d'amore per quien namái amindi me fae toes les gores anaes d'argandiétchus que me desfaen l'entraña. (Estoy ansioso, enloquecido de amor, por quien nada más a mí me hace todas las horas cantidades de desprecios que me deshacen mis entrañas). ARGANDIELLU.—Argandiellu ou argandiétchu, así se llama a las personas revoltosas, enredadoras, amigas de hacer desaires y desprecios. ARGANDIÉTCHUS.—Argandiétchus, desprecios, insultos, enredos, etc. ARGANEIRU.—Arganeiru, lugar poblado de hierbas malas. ARGAYADAS.—Argayadas, desprendimientos y corrimientos de

tierras que suelen ocurrir por causas de la humedad, las lluvias, la nieve, etc. ARGAYAURA.—Argayaura, grieta sea donde sea. ARGAYU.—Argayu, también se suelen llamar así a los pequeños reguerinos. ARGUMA.—Arguma, planta espinosa cuya leña es muy buena para arroxar el fornu. (Calentar el horno). ARGUMEIRUS.—Argumeirus ou argumales, lugares poblados de argumes. ARGUTA.—Arguta, alta, firme, erguida, fuerte, poderosa, etc., etc. ARIÁU.—Ariáu, así se llama cuando la piel principalmente la cara y las manos se llenan de pequeñas grietas. La mexor melecina que nus tempus d'endenantes teníamus pa les ariaures yera mexar per eches. (La mejor y más barata medicina que en tiempos pasados teníamos para las ariaduras era mear por ellas, y desde luego yo por mí mismo he observado que era bárbara). ARICEIRAS.—Ariceiras, lugares poblados de arizus producidos principalmente después d’esbítchar las castañas. ARIMAR.—Arimar, apoyar. También se suele decir «arimar el ganáu», que significa llevar el ganado a pastear a algún lugar donde quedará solo hasta que se vaya a recoger. ARIMÁU.—Arimáu, que está apoyado, también que está cerca, próximo.

ARPIÁU.—Arpiáu, que tiene herpes. ARTÁXUS.—Artáxus, artajos. ARTOXALES.—Artoxales, lugares poblados de malezas. ARTUERIUS.—Artuerius, pequeñas y espinosas raíces de algunas plantas. ARRABANAR.—Arrabanar, entiéndese por coger, limpiar, etc. ARRABALGÁU.—Arrabalgáu, ajinetado o en posturas similares. ARRABILAR.—Arrabilar, así se llama al rabilar las espigas para obtener la escanda. ARRABUCAR.—Arrabucar, es cortar o arrancar el rabo a las cosas, es esmochar las hortalizas o las plantas quitándoles las ramas. Exemplu: —Non arrabuques les panoyes del narbaxu xin el taroxu, perque lu que nun xirve pa la fuéa del xergón, paeme aminde que xirve pa llestrar les vaques. (No arranques las panojas de la planta del maíz sin el rabo, porque lo que no sirve para las hojas del jergón, me parece a mí que vale para mullir las vacas). Así pues quedamos que arrabucar es arrancar lo que sea. ARRABUCÓN.—Arrabucón, así se llama también a las personas que tienen las uñas largas para apoderarse de las cosas que no les pertenecen. ARRABUXÓN.—Arrabuxón, lo mismo que arrabucón.

ARNAS.—Arnas, así se llama a las cortezas de los árboles.

ARRAGUÑAR.—Arraguñar, arañar.

ARNEIRUS.—Arneirus, lugares llenos de arnas.

ARRAGUÑÁU.—Arraguñáu, que está arañado.

ARNEXUS.—Arnexus, aperos, arneses.

ARRAGUÑÓN.—Arraguñón, persona que se apodera de lo que no le pertenece.

ARNIÁU.—Arniáu, dícese de las personas que tienen hernia.

ARRALLADURES.—Arralladures, sobras o desperdicios que quedan de alguna cosa. Exemplu: —Nus tempus d'endenantes cundu cuaxi cuaxi toes les xentes tábamus xunetáes per la ñecexidá ya la fame, nun faía llabar lus cacíus endespós de les comides, perque tóus lus dexábamus tan llimpius comu xin el mesmu esgalazáu pirru ou guetu lus llambiere. (En los tiempos pasados, cuando casi, casi todas las gentes estábamos uncidas a la necesidad y el hambre, no hacía ninguna falta lavar los cacharros después de las comidas, porque todos los dejábamos tan limpios, como si el mismo hambriento perro o gato los lamiese). Vamos, yo hablo por lo que en mi casa se hacía, pues yo lamía el plato con la lengua tantas veces, que si mi madre no me lo quitaba de entre mis manos, creo que estaría todo el día lamiendo por él, dándole con la imaginación un gusto a la lengua que ficticiamente conformaba a mi hambre. ARRALLAR ou ARRÁTCHAR.—Arrátchar es limpiar el estiércol de los establos. Ejemplo: —Tenu qu' arrátchar la corte, pos ya finquen les vaques col chumbu nel treme del payar. (Tengo que limpiar la cuadra, porque ya tocan las vacas con el lomo en el piso del pajar). En casi todas las cuadras de aldea, y en todas las de las brañas de los prados, morteiras y puertos, el pajar está situado mismamente encima de la cuadra. Una corte sen payar, ye lu mesmu que una teixá sen llar. (Una cuadra sin pajar, es lo mismo que una casa sin lar). Una vez sucedió este caso en una aldea donde yo estuve trabajando y por ser curioso y creo que hasta simpático, se lo voy a contar a ustedes tal como ha sucedido. —Subían los vaqueirus todas las tardes como siempre solían hacerlo, en el tiempo de la xeronda (otoño) que fue cuando aconteció esta historia, digo que xubíen faer la braña a la cotchá d'Aciera. (Hacer el ordeño y todas las faenas que conciernen al ganado a la Collada de la aldea de Aciera). En esta aldea vivía una mozacona (mozona) solterona, roxa

comu las panoyas, con bones ñalgues ya prefechu entamu, abondu dada nel faer favores a lus homes s'ístus chávanie la gavita nus sous trabayus, que yeren tous lus que se llelden na llabrancia, ya per istas gavitas que le faian echa añuedaba 'l cibiétchu conechus fatáus d'endeveces. (Rubia como las panojas, con buenas nalgas y soberanas tetas, muy dada en el hacer favores a los hombres, si éstos le ayudaban en sus trabajos, que eran todos los que se hacen en la labranza, y por estas ayudas que le hacían, ella efectuaba el amor con ellos cuantas veces fuera necesario. Aquella tarde de mucha borrina (niebla) subia Agapita camino de la Collá por el esborióuxu caleyón (resbaladizo camino) acompañada de Lluis el Meruéganu (pequeña fresa silvestre), que hablaban de la siguiente manera: —Güéi tenu abondu trabayu que faer na corte, pos disde que comencipióu la braña ista xeronda na Cochá, nun fexe namái que meter goxáes de fuéa debaxu les vaques sen arrátchar el cuchu d'anguna vez, axina ye, que tenu qu'entrar agabuxá na corte, perque fiéndexeme la mochera nus tremes del payar. ¡Nun t'apreucupes mútcher, pos se medexas añuedar el cibiétchu namái qu' acheguemus al cabanu, arrátchute you 'l cuchu nun rellámpagu! (Hoy tengo mucho trabajo que hacer en la cuadra, decía Agapita, pues desde que ha comenzado la braña este otoño en la Collada, no hice nada más que meter cestas de hoja debajo de las patas de las vacas, sin limpiar el estiércol ni una sola vez, así es que tengo que entrar agachada en la cuadra, por que ya tropieza mi cabeza en el piso del pajar). (¡No te preocupes mujer, le respondió Luis, pues si me dejas hacer el amor contigo nada más que lleguemos a la cabaña, yo limpio todo el estiércol de la cuadra rápidamente!). La Gapitona llancóu lus sous güérchus nuna miradiétcha melgueira d'enría de Chuis, ya díxole con fala moxetona: —Tenu d'estingarrame nel payar d'embaxu lus tous atabarius peru cundu

m’arrátches les vaques, perque veute güéi'nfondigoná arganéu, ya se comencipiamus añuedar el cibiétchu endenantes diarrátchar la corte, atapecerá 'l díe ya entavía taremus engarapelláus ún d'enría 'l oitre. (La Agapita puso sus ojos con una dulce mirada encima del deseoso Luis y le dijo con mimosa voz: —Tengo de acostarme en el pajar debajo de tu bragueta, pero después que me limpies el estiércol de las vacas, porque te veo hoy muy deseoso, y si comenzamos hacer el amor antes de que me limpies la cuadra, oscurecerá el día y todavía estaremos abrazados uno encima del otro). Llegaron al fin a la cabaña de la Agapita, se quitó Luis con rapidez la chaqueta, se arremangó su camisa por encima de los codos, asió con decisión la pala de dientes, y dio comienzo su faena con la imaginación puesta en el placer que recibiría una vez que terminase el arduo trabajo que con tanto ahínco había comenzado. Pronto el sudor envolvió el vigoroso cuerpo de Luis que desaforadamente trabajaba sin tomarse el menor descanso, pero el abono que había dentro de la cuadra era tanto, que le costó casi dos horas de enconado esfuerzo en poder del todo sacarlo, y cuando al final tras la contentosa sonrisa de Agapita que en todo momento mirándole ladinamente le estuvo observando, el escuaxaringáu (deshecho) Luis terminó su faena, se encontraba tan sumamente cansado, que a la par que se limpiaba el abundante río de sudor que manaba de su frente, le dijo a la Agapita a la sazón que se sentaba en el pesebre al lado de ella: ¡Ahí mióu nena, tou esgoncionáu d'afechu, tenu 'l cumal tan endolloríu comu se m'apurrieren d'enría d'él un mamplenáu de galgazus, paime a mín, que nun arrátchaste ‘l cuchu d'ista corte, disde 'l díe que la fexu 'l defuntu tou pá! ¡Home Chuisín tantu non, qu’el anu paxáu arrátchoula Xuan el Chocaretu, ya según el miou paicer, nun quedóu tan escuaxaringotáu comu tou lu tás n’agora. Claru que nun tenía tantu ganáu comu niste anu! ¡Fae 'l favore Gapitina, nun

hay namái qu'allancar lus güeyus nisi cucheráu que tá empericotáu metanes na corralá, pa ún dase cuenta que saquéi d'ista enllordiá corte, más d'una ucena de rincheirus querrus de cuchu. Asina ye que quedéi escosáu de llixas p'añuedar el cibiétchu, ya xúrute miou nena, que más que me lu diés la muyer más guapa del mundiu, ya se punxés ainda dellantre de mín clica p'arria toa éstingarraona fayendu espera paque you m'arreblagara d'enría d'echa, xúrete que nagua güéi le faeria! —Conistu queru falate, que vamus dexar pa mañan el añuedar el cibiétchu you ya tigu, perque n'agora nun se me xube la minga, pos tou escosáu de braven, que xebróuxeme del miou curpu, 'l arrátchate la tou entrochicá corte. ¡Atindeme bien Chuisin, el anu paxáu comu te dixe, arrátchome la corte 'l Chocaretu, que ye abundu más viétchu que lu yes tóu, ya cobróu pel mesmu preciu qu'axustéi coutigu, asina ye... que senún se te xube la minga you te la xubiréi se tóu quiés, perque se güéi nun añueés el cibiétchu coumigu, mañán nun te dexaréi faélu, a nun ser… que me llabres la tierrina del Alloral pa semala de pan, pos niste cortinal se nun se xemen lluéu les ergues, nun allumbren bona cebeira, per isu isti anu se l' Faidor me desa, tenu xemar abundu cedu, ya senún yes tóu 'l que s'acuétcha 'l rabeiru 'l llabiegu, farálu oitre home que tena lus coyones bétchaus, ya nun comu lus qu'al miou paicer pinguente a ti, que según collumbru tan más enxugáus que lus del miou pótchin, que namái ñacer esventronóilus el capaor paque nun ventiare trés les burres! (¡Ay mi niña, mi moza, mi amante, estoy molido por entero, tengo el espinazo tan sumamente dolorido, que tal parece que me hubiesen dado una paliza de estacazos, me parece a mi, que no has limpiado el estiércol de esta cuadra, desde el día que la ha hecho el difunto de tu padre!). ¡Hombre Luisín tanto tiempo no hace, que el año pasado me la limpió Juan el Cencerro, y según mi parecer no ha

quedado tan desarticulado como tu lo estás ahora. Claro que no tenia tanto ganado como tengo este año! ¡Haz el favor Agapitina, no hace falta nada más que poner los ojos encima de esa pila de abono que está en medio de la corralada, para uno darse cuenta, de que he sacado de esta sucia cuadra, más de una docena de carros de el país llenos de estiércol. Así es, que he quedado falto de fuerzas para hacerte el amor, y te juro querida, que aunque el amor me diese la mujer más hermosa del mundo, y se pusiera ahí delante de mi, con las sayas levantadas y acostada, rogándome y haciendo espera para que yo me ajinetase encima de ella, júrote de nuevo, que hoy nada podría yo hacerle. Con esto te quiero decir, que vamos a dejar para mañana el hacernos el amor, porque ahora no se me alza la minga, porque me encuentro falto de fuerzas y bravura, que todas ellas se han marchado de mi cuerpo, por la culpa de limpiar el estiércol de tu sucia cuadra! ¡Escúchame bien Luisin, el año pasado como ya te he dicho, me ha limpiado la cuadra Juan el Cencerro, que es un hombre mucho más viejo que lo eres tu, y ha cobrado por el mismo precio que he ajustado contigo. Así que... si no se te levanta la minga, yo te la subiré si tu quieres, porque si hoy no haces el amor conmigo, mañana no te dejaré hacerlo, a no ser... que me ares la tierra del Laurel para sembrarla de trigo, pues en esta vega, sino se siembra temprano la simiente, no me dará buena cosecha. Pero este año si el Hacedor quiere tengo de sembrarla con bastante tiempo. Y si no eres tu el que se coja al mango del arado, seguro que lo ha de hacer otro hombre, que tenga los cojones más llenos, y no como los que a mi parecer te cuelgan a ti, que según parece, están más secos que los de mi pollino, que nada más nacer se los cortó el capador, para que no ventosase detrás de las burras!). Quedóse Luis durante unos momentos enmudecido mirando para la Agapita, sin encontrar palabras para revatirle el descomunal insulto que le había lanzado,

pero tras este tiempo corto de mudez, volvióle de nuevo la palabra agolpada por la rabia, que su boca tatexante (tartamudeante), con encaloramiento enloquecido pronunciaba, a la par que se levantaba del asiento que ocupaba en el pesebre, y poseído de un arduo e instantáneo vigor, encorajinadamente le dijo: ¡Lu que vou llabrate n’agora mesmu ye ‘l tou alma, sou bruxona paraximesqueira de lus enfernus, el díe que tou má te pariú, la probetaya xeguru quei quedú l'entrana 'n fondigoná esbaniétchada, perque chevar endubiétcha una choba comu tou tantus mexes dientru del ventrón rucandoi 'l fégadu ya xorbietandoi la xangre, cuntu you, qu'ameruxaríala con más dollor, que si pariera un par d'ucenes de fíus, ya tous ñacieren con lu detrás pallantre! ¡Peru xúrate pe la má que me fexu, que de mín nun te vas reyir, perque n'agora mesmu vou llantate 'l cuchu oitra vez dientru la corte, pa que vaigues catar al Chocaretu ya te l'arrátche denuéu la corte, ya t'allante la mínga per tal trabayu, sou xabarceirona de lus magosteirus enfernus! (Lo que te voy arar ahora mismo a ti es tu alma, bruja y mala mujer de los infiernos, el día que tu madre te ha parido, Ia pobrecita seguro que le ha quedado su entraña en hondonada bien desbencijada, porque llevar enredada una loba como tu tantos meses dentro de su vientre, mordiéndole los hígados y bebiéndole la sangre, pienso yo, que se cubriría de más dolor, que si hubiese parido media docena de hijos, y todos naciesen con lo detrás para delante. Pero te juro por la madre que me ha parido, que de mí no te vas a reír porque ahora mismo voy a volver a meterte el estiércol dentro de la cuadra, para que luego vayas en busca del Cencerro y te limpie de nuevo la cuadra, y por hacer tal trabajo te haga el amor, maldita tratanta de los ardientes infiernos). Y sin mediar más palabras, armado Luis de nuevo con una fuerza y ardor superior al que empleara cuando

comenzó a limpiar la cuadra, dispúsose a introducir todo el estiércol que habla sacado otra vez dentro de la cuadra, y fue entonces cuando la Agapita posesionada de una envenenadora rabia se puso delante de él, y arremangando las sayas hasta por encima del ombligo, enseñándole sus piernas y todo cuanto el Hacedor de mujer le había dado, escupiéndole a la cara le dijo: —Tóu nun yes home, nin yes prexona, nin yes nagua, perque you to' ufreciéndute tóu lu qu'axustante coumigu, axina ye, qu'aquinde te lu dóu, paque cobres per echu 'l trabayu que me fixiste, cuétchelu fasta que te fartes, ya deixame 'l cuchu nel chugar que tá, se quiés que tenamus la festa na paz. (Tu no eres hombre, ni persona, ni nada, porque yo te estoy ofreciendo todo cuanto has ajustado conmigo, así es, que aquí te lo doy, para que cobres por ello el trabajo que me has hecho, recoge cuanto quieras hasta que te hartes, y deja el estiércol en el lugar que está, si quieres que tengamos la fiesta en paz). Luis miró a la Agapita con asco, con desprecio, dentro de la endemoniada ira que no admitía más razón, que la que el propio ser de antemano ya se había industriado, por esto, asiendo con la pala una gran palada de estiércol, la lanzó con todas sus fuerzas entre las blancas y desnudas piernas de la Agapita, que le hizo perder el equilibrio y caerse cuan larga era en mitad de la cuadra, y aunque se incorporó con la rapidez de una felina fiera, no fue lo suficientemente ágil, para librarse de otras dos paletadas que desaforadamente le lanzaba el enardecido Luis, dentro del afán desmedido de concluir con prontitud lo que se había propuesto. Entafarnada (llena) de estiércol la Agapita, y acolmenadu su cerebro con tan macabras intenciones que de contentura le hacían sonreir al diablo, asió con celeridad un rátchun (rastrillo de madera) y dio tan grande mazazo encima de la cabeza del furuxu (furioso) Luis, que éste no pudo ver nada más que

una procesión de estrellas que adormecían atropelladamente su cerebro. Al caerse en grotesca postura el desventurado Luis y manar de su cabeza un escandaloso reguero de sangre, detuviéronse los encendidos y asesinos ánimos de la Agapita, y en su lugar, alumbrose la humana condolencia, conducida por una pena que hasta el miedo la arrastraba, y navegante ya en el tenebroso suplicio de saberse dueña del delito que había cometido, sus ojos dieron comienzo a un caudaloso río de lágrimas, y de su garganta entrecortadas por los suspiros, brotaron estas lamentosas y condolientes palabras: ¡Ay má d’el miou alma, que fó lu que fixe, qu’achuquinéi ‘sti home. ¿Quéi cuntu a les xentes cundu tóes xunies sen faeme deximes queran confundime? (¡Ay madre del alma, que fue lo que hice, he matado a este hombre! ¿Qué les digo yo ahora a las gentes cuando todas unidas sin darme disculpas pretendan confundirme?). Y así por el estilo, con otros rosarios de afligidas penas y sonados suspiros, se condolía la Agapita, sin saber por el camino que había de ensenderarse, para que le proporcionara un alivio a sus desesperantes tristezas. Pero Luis no estaba muerto, ni tan siquiera gravemente herido, pues simplemente se había desmayado, y al tornar de nuevo la razón a sus sentidos, lo hacía quejándose lastimosamente, y fueron sus lamentos como calmantes milagrosos que llenaban de alegría a la desconsolada Agapita, que corriendo hacia él con loca contentura, se arrodilló a su lado para ayudarle, y plagados los dos de estiércol, lágrimas y sangre, la Agapita besaba una y otra vez la ensangrentada y estercolosa cara de Luis, a la par que le juraba que seria su amante cuantas veces él lo deseara, sin que jamás tuviese necesidad para conseguir sus amorosos favores, ni d'arrátchai les vaques, xegaretái la yerbe, llabrái lus erus, nin fatáus d'oitres couxes que le faíen lus homes, per el fogueiru melgueru qu'allumbraba la sou roxiquina clica.

ARRAMALIAR.—Arramaliar, es conducir, sujetar, dominar, someter, etc. ARRAMALIÁU.—Arramaliáu, que está controlado, dominado, etc. ARRAMÉ.—Arramé, tiré, derramé. ARRAMETÁU.—Arrametáu, que está controlado, atado, sujeto, etc. ARRAMÓU. Arramóu, que tiró, vertió, etc. ARRAMPLAR.—Arramplar, quitar, llevar, etc. ARRAMPLÓN.—Arramplón, así se llaman a las personas amigas de apoderarse de las cosas ajenas. ARRAMPUÑAR.—Arrampuñar, es coger las cosas violentamente. ARRANAR.—Arranar, dícese así cuando uno desea con ardor alguna cosa. También enfermedad que tienen las vacas, que algunas veces es producida, por el mismo deseo que ellas puedan tener. ARRANAU.—Arranau, que está deseoso, que tiene hambrienta ansia de conseguir lo que ardientemente desea. ARRANCUAYA.—Arrancuaya, dícese así de las cosas que empequeñecen, que empobrecen, que arrugan, que envejecen, etc., etc. ARRANCUAYÁU.—Arrancuayáu, empequeñecido, arrugado, etc., etc. ARRANDIAR.—Arrandiar ou arrendar, ou arrandar, es trabajar la tierra por última vez amontonándola en el tallo de las plantas. Esta delicada operación debe de hacerse con las plantas de las patatas antes de que éstas florezcan, pues ya cuando las plantas tienen flor es muy peligroso arrandarlas, porque ya tienen sus raíces muy

extendidas y al arrandiarlas se pueden cortar parte de ellas, privando por esto a la planta de producir más abundante fruto. Con el maíz sucede lo mismo. Arriándame mio'amu endenantes de quiapanoye, arrímame la tierra 'n sen tarrones al lláu la tuca, ya s'endespós del mes de la yerba chueve, dareite dus panoches en vez d'una. (Trabájame mi amo antes de que me salga la panoja, arrímame bien la tierra sin terrones al lado de mi tallo, y después del mes de la hierba (Julio) si llueve, te daré dos panojas en vez de una). Nadie puede hablar de estas cosas con propiedad si en verdad no las ha vivido, no mirando cómo otros las efectúan, sino haciéndolas el mismo. Trabajar la tierra es un arte que no admite equivocaciones, equivócate en sembrar el maíz y tendrás media cosecha si es que viene buen año, fai lu mesmu 'l arriandalu, y'entóus fixiste trabayu pal diañu. (Haz lo mismo al arrandar y entonces has hecho el trabajo para el demonio). La mejor época para sembrar el maíz en las aldeas de las montañas, es cuando las hojas de la higuera son de crecidas como l' uréa d'un xatu mamón (la oreja de un ternero lechón). Y el mejor momento para arriandarlo es aquel cuando los ñarbaxus (plantas del maíz) aún no se atisba el síntoma de panojar. El maíz es una de las plantas más delicadas que existen, trabajándola y abonándola bien es muy agradecida, y te dará una excelente cosecha siempre que el año sea propicio. El maíz debe de arriandarse siempre en los días de amuga (nublos o de poco sol), por regla general al hacer este trabajo siempre hay que arrabucar (arrancar) muchas plantas, ya que de tallo a tallo debe de haber una distancia aproximada de cuarta y media. Las plantas que se arrancan se tiran, porque no sirven para nada, ya que si las comiesen así de bravas los ganados, podría originar en ellos algunas peligrosas enfermedades. Sólo son buenas para los ganados, cuando el maíz ya ha florecido y perdido toda su bravura.

ARRANDIONAR.—Arrandionar es buscar las vueltas a una cosa que a uno le interesa conseguirla y no parar de hacer tal cosa hasta lograr el objetivo. Ejemplo: —¿Qué catará Xuan el Fabetu na teixá del manegueiru? —Preguntóu Colasa ‘l sou hume—. Paeme a mín díxule ísti que t’arrandionandu la sou fía, ya más qu’el maniegueiru quier a Xuan perque tién bon eru, la sou rapazaca nun l'amira con bonus güeyus, perque 'stus tiényus apouxáus nel fíu Marcelu, ya con ser Celxu 'n probetayu qu'anda xornaliandu, tien más fuercia nel xentimientu de la rapaza, que tous les préus ya veceirada de Xuan el Fabetu. (¿Qué estará Juan de la Haba buscando en la casa del Cestero? —Preguntó Colasa a su marido—. Me parece a mí le dijo éste, que le está buscando las vueltas a su hija, y aunque el Cestero quiere a Juan porque tiene buena hacienda, su muchacha no le mira con buenos ojos, porque éstos los tiene puestos en el hijo de Marcelo, y aunque Celso es un pobre diablo que sólo vive de jornales, tiene más fuerza en el sentimiento de la muchacha, que todos los prados y ganados de Juan el Fabetu). ARRAÑAR.—Arrañar, es coger, arrancar, limpiar, consumir hasta el máximo una cosa. ARRAÑÁU.—Arrañáu, que está limpio, que no tiene nada dentro de lo que cabe. ARRAÑAURES.—Arrañaures, son las sobras, los residuos que quedan de algo. ARRAPÁU.—Arrapáu, así se llama a cortar, mondar, rapar, etc. Exemplus:—Na miou teixá lus patacucus rancuayus nun se rapen, chámuslus tóus a lus bracus. (En mi casa las patatas pequeñas no las mondamos, se las damos a los cerdos todas). Tan ameruxá taba de pioyus la mótchera del miou fíu, que senún l'arrapamus el pilu, enzúlenlu lus pones d’afechu. (Tan llena de piojos tenia la cabeza mi hijo, que si no le cortamos el pelo, me lo comen los piojos

del todo). Cundu you yera un guaxín, en mious aldines yera tan ñatural espioyáse, comu güéi nel díe ye de ñatural ximielgar les alfombres ou faer oitra couxa pel estilu. Xeñardu nagora que namái que hubiés un contín de tempu llibre, ya taba tou 'l mundiu arrascánduse, espioyándus, espulgánduse ou arrincandu lus cachiparrus, perque toes les prexones tábamus amamplenáes de mixeries, que yeren lus llargus enterexes que nus apurríen les cadarmóuxes fames. (Cuando yo era pequeño era tan natural en mis aldeas despiojarse como hoy en día es de natural sacudir las alfombras, o hacer cualquier otra cosa por el estilo. Recuerdo ahora, que nada más que teníamos algo de tiempo libre, ya estaba todo el mundo rascándose, despiojándose, despulgándose o arrancándose las garrapatas, porque todas las personas estábamos plagadas de miserias, que eran los largos intereses que nos daba la cadavérica hambre). ARRAPIEGAR.—Arrapiegar, es usar la astucia del zorro para apoderarse de todo cuanto bien les venga. Existe un refrán asturiano que dice: —Ye más honréu 'l lladrón qu'el arrapiegón. Xinentrambus trabayus de gochería dalgu alluma d'honréu. (Es más honrado el ladrón, que el «arrapiegón», si entrambos trabajos de cerdería, se alumbra algo que sea honrado). ARRAPIEGAR.—Arrapiegar, dícese de las personas que con engaños, o sutilezas que aparentemente son inocentes, se apoderan de los intereses ajenos. Arrapiegar es usar la astucia del zorro, y como se puede comprobar esta alimaña no tiene ninguna de sus intenciones buenas. En esta poesía de la rapiega le podrán ver actuar de muy parecida manera a muchas personas que yo conozco. «LA RAPIEGA» Canta 'l pitu nel piteiru / m'allegre ya xaraneiru, / emperixeláu ya tiexu, / canta enfarrucáu y'allegre / acuerráu pe

les sous pites / que nui pierden el respeutu. —Canta espurriendu la criesta / y'argutandu 'l sou piscuezu, / perque 'l mu farrucu xapie / que ye 'l xemental del piteiru. —Non mu llexus trés un matu / t'agabuxáu 'l rapiegu, / que con güeyus qu'encandilen / t’axemeyandu 'l piteiru. —Probe pitu se xupiés / qu'el so'allegre quiquiriar / truxu del argutu monte / al carneceiru rapiegu. —Rellambiendu 'l sou focicu / 'l esgalazáu rapiegu, / allindia 'l farrucu pitu / qu'evallentonáu y'enciexu, / abombia la sou pechuga / al espurrir sou pizcuezu. —Nun tien priexu la rapiega / vixilanti del piteru, / pos compriende 'l gafu bichu, / qu’enxamás algamiría / llancái 'l canil al pitu / sen pelligru 'l sou pelleyu. —Per íxu encoyía llindia, / achucá baxu la soma / del entremedáu mateiru, / qu'esfaiga la nuétche ‘l díe. —Tién tamién miéu la rapiega / a lus pirrus de l'aldina, / pos s’agolifen sou rastriu, / fairanla encaldar carreira / y'engarradiétcha conechus. —Ya tapeciú 'l claru die, / ya la nuétche 'l giiétchu piétcha, / ya la rapiega s’espurre / con la sou llaína manéira. —Blinca 'l teyáu del piteiru, / cólase pe la briguéira, / cacariéus y' esnaluxéus, / queixius que las pitas faen, / esñaluxéus, folixéus, /miéus que nes pites s'esmuela, / metantu que la rapiega / xébraxe d'aquel xaréu / per denbaxu de las teyas. —Ya nun canta nel piteiru / aquel pitu xaraneiru, / ya les pites alteiráes / noitre díe nun ponen güevu, / ya les xentes retardáes / piétchan mexor el piteiru, / ya la rapiega fartuca / achucá nel sou cobayu, / durme felliz uya sen miéu. ¡Probes pites, probes xentes, / metantu qu'aiga rapiegus, / tenan dos ou cuatru pates, / vistan pelleyu cardoxu / ou paxiétchu de bon xastre. ARRATIAR.—Arratiar, atar a los animales con una cuerda que no les permita pacer nada mas que la longitud de ésta.

ARRATIÁU.—Arratiáu, que está atado de tal forma. ARRAXAR.—Arraxar, esta palabra viene de «raxu», y raxu es chorro sea en la situación que fuere. ARRAXEIRAR.—Arraxeirar, desbastar, afinar la madera con el (Raxeiru). —Los artesanos que manejan más el raxeiru, son los madreñeirus, los goxeirus, los xugueirus, así como los carpinteirus. ARRAXERÁU.—Arruxeráu ou enrruxeráu, muy enojado. ARREBAXAR.—Arrebaxar, rebajar. ARREBAXÁU.—Arrebaxáu, que está rebajado. ARREBLAGARSE.—Arreblagarse, ponerse encima. ARREBLAGÁU.—Arreblagáu, puesto encima. ARREBLEGÁU.—Arreblegáu, dícese así cuando se está puesto encima en postura o similar de encontrarse ajinetado. ARREBUXAN—Arrebuxan, que lían, envuelven. ARREBUXAR.—Arrebuxar, dícese así cuando se envuelve desordenadamente una cosa. ARREBUXÁU.—Arrebuxáu, que está envuelto. ARRECOYER.—Arrecoyer, es recoger. ARRECOYÍU.—Arrecoyíu, que está recogido. ARRECUÉTCHE.—Arrecuétche, recoge.

ARRECUÉTCHU.—Arrecuétchu, que recojo. ARREFALFIAR.—Arrefalfiar, es estar hastiado. Ejemplo: —El miou fíu tá tan arrefalfiáu de tóu, que nun séi lu quéi vóu dare de comedera. Ñecexitaba 'l m'arrefalfión les coyugáes de fame qu’arretrigábamus nus anus cuarenta, pa qu'adeprendiera lu que la farta xuventú de güéi díe 'n tá nun xapie, ya quera 'l Faidor que nun lu golifen enxamás de lus xamaxes. (Mi hijo está tan hastiado de todo que no sé lo que le voy a dar de comer. Necesitaba el muy egoísta, harto, etc., las dolorosas harturas de hambre que nos amarraban en los años cuarenta, para que aprendiera la juventud de hoy en día lo que todavía no sabe. Y quiera el Hacedor que no lo huelan en jamás de los jamases). ARREFALFIÁU.—Arrefalfiáu, hastiado, satisfecho, lleno. ARREFLUNDIAR.—Arreflundiar, es tirar un objeto o cosa con fuerza y en mala forma. ARREFLUNDIÓN.—Arreflundión, persona que hace las cosas airada, atropellada, rápida y con mala uva. ARREFONFUÑAR.—Arrefonfuñar, persona que siempre está protestando. ARREFÚTCHE.—Arrefútche, que huye. ARREFÚTCHOU.—Arrefútchou, que se ha marchado. ARREGAÑAR.—Arregañar es enseñar algo que estaba escondido. Ejemplo: —Nun xuegues col pirru miou nenu, qu’el condenáu t'enoxáu, fíxate comu arregaña lus caniles ya lladrusquéa engafuráu. (No juegues con el perro pequeño, que el condenado está enfadado, fíjate como enseña los dientes y ladra enfurecido).

—Conistes orbayáes que peneiren les nuétches, ya lus díes solayeirus qu'escarrapiétchen, arregañen ya maurecen lus figus tan depriexa, que va pasanus conechus lu mesmu que con les zreices, qu’arregañarun toes ya la metá perdiémusles. (Con estas alboradas que se suceden por las noches, y los días soleados que se alumbran, se cortan, se rajan y maduran los higos tan deprisa, que nos va a suceder con ellos como con las cerezas, que se partieron, se rajaron todas y la mitad las hemos perdido). ARREGAÑÁU.—Arregañáu, dícese cuando la piel de las frutas se rompen y dejan rajado el fruto, también cuando una herida está abierta, o cuando los perros enojados enseñan sus dientes, etc., etc., etc. ARREGAÑÓUME.—Arregañóume, que me ha reñido. ARREGODONAR,—Arregodonar, es volverse las piedras de los ríos redondas y finas, o intentar hacer cualquier cosa que se torne de tal modo. ARREGODONÁU.—Arregodonáu, fino, redondo. ARREGUILAR.—Arreguilar, es mirar insistentemente, sin pestañear. ARREGUILÉU.—Arreguiléu, que se ha quedado mirando con insistencia. ARRELLAMBER.—Arrellamber, que vuelve a lamer. ARRELLAMBÍU.—Arrellambíu, que está lamido. ARRELLAMPIAGAR—Arrellampiagar , que relampaguea. ARRELLAMPIÁU.—Arrellampiáu, que es rápido como el mismo relámpago.

ARRELLUMA.—Arrelluma, que alumbra.

ARRENAZÁU.—Arrenazáu, con dolor de riñones.

ARRELLUMÁU.—Arrellumáu, que alumbra como si fuese un relámpago, que está bien alumbrado, etc.

ARRENCUÁTCHAN.—Arrencuátcha n, empequeñecen.

ARRELLUMBRAR.—Arrellumbrar, que alumbra. ARREMANGU.—Arremangu, dícese de la persona que tiene fuerza, que posee genio, que es decidida, etc., etc., etc. En este verso del poema de Xulín de Lluza de “El Gochu Mata” podrán ver una de las vertientes del “arremangu”. —Puenxu ´l goxetu d´enríe ´l burru / xin la gavita de nadie, / perquei Xuaca teñíe xixa / per ser muyer d´arremangu, / amarrú la tal goxeta / conun rixu que chevaba / alus tuerinus l´albardu, / ya colóu pa la sou aldina / allegre comu ´l malvís / cundu xilba sous tonáes. ARREMELLAR.—Arremellar, dícese de la persona airada. Ejemplo. —La miou muyer cundu s´enoxa arremella lus guétchus ya rítcha lus dentis lu mesmu que xi tuviés lloca. (Mi mujer cuando se enoja, abre sus ojos en demasía y me mira airada a la par que hace sonar sus dientes como si estuviese loca). ARREMELLAR.—Arremellar, que se queda mirando fijamente. ARREMELLÁU.—Arremelláu, dícese de la persona que se queda mirando fijamente como deseando o desafiando. ARREMEXANDU.—Arremexandu, que de mojado que está vierte el agua. ARREMEXÁU.—Arremexáu, que está muy mojado. ARREMPUXÓUME.—Arrempuxóum e, que me ha empujado. ARREMPUXU.—Arrempuxu, que empujo.

ARRENCUAYÁU.—Arrencuayáu, empequeñecido, ruin. ARRENDIÉTCHA.—Arrendiétcha ou arrendieya que hace rendijar. ARRENDIÉTXÁU.—Arrendiétxau, que está plagado de rendijas. ARREPILAN.—Arrepilan, que hacen ecos. «ARREPILA L'ESQUILONA» —Arrepila con soniu qu'atruenica / lus teixus de la miou aldeina, / la viétcha e grandie 'squilona / de l'illexina piquina. —El machuétlu de l'esquila / que s'inxerta nel cadexu / perque 'l cura la ximielga, / chama con bétcha xufriencia / a les xentes de l'aldina / qu'empaxiétchaes de llutus, / cuerren a falar col cura / ya 'l probitín las conxuela. —¡Groria, groria fala 'l cura, / ameruxáu d'allegría, / allancandu lus sous güétchus / en sous aflixíes xentes! —Fartes les xentes de miéus, / de probeces ya xufriencies, / con dollores tan fendius / que nus fégadus s'esmuelguen, / per recuerdus de sous fíus / que morrierun tóus nel frenti, / del sou home axusticiáu, / del pariente ya 'l vecín, / qu’achuquináus son cadermus / qu'empodrecen noitres tierres. ¡Groria, groria fala l' cura, / ameruxáu d'allegría / qu'al tristeyáu esmuellece. Ya la paz reina na Patria, / l'engarradiétcha afogóuxe, / ya la muerte ta fartuca / d'achuquinar tanta xente! ¡Fatáus de hermenus murrierun, / penes qu’enxamás se xebren, / les regueiráes de chárimes, / en tóus lus cháus de la Patria / xemen mexiétches dollentres, / qu'allumbren güétchus xufríus, qu'enxamás podrán propiare / a sous queridines xentes, qu’en cadarmus se

fixerun, / ya encuandiáus tan noitres tierres! ¡Dáile gracies al Faidor / xentes de la miou aldeina / enllutáes ya con penes, / perque 'l cañón ya ta mudu, / ya nun fai llucha nin muerte! ¡Qu'el odiu nun vous corruempa, / qu’el xentíu desañuedáu / 'l cabal xuiciu achegue, / que la vengancia nun ñazca / unde se fexu la muerte! ¡Oitra vez na mio'aldeina / arrepila con más pena / l'esquilona condollentre, / ARREPILA con más pena / que lu fexu noitres veces, / perque agora la vengancia, / gulgue chuquinar con gociu / a fatáus de bones xentes! ARREPILUS.—Arrepilus es retumbar, sonar un ruido o sonido con eco. ARRESCAMPLAR.—Arrescamplar, que ha escampado, que hay más claridad. ARRESPIGAR.—Arrespigar, que le entran a uno escalofríos, bien de miedo, de alegría, etc. ARRESPIGUÉIME.—Arrespiguéime, que me ha envuelto un escalofrío. ARRETOCHAR.—Arretochar, es apretar más fuerte por mediación de una palanca la cuerda, cable, etc., que amarra alguna cosa. ARRETOCHÁU.—Arretocháu, que está bien atado. ARRETRAÑIR.—Arretrañir, que suena fuerte el eco. ARRETRIGAR.—Arretrigar es amarrar, asegurar, atar. ARRETRIGÁU.—Arretrigáu, que ya está atado. ARREXACAN.—Arrexacan denominase así a las personas que les gusta mucho mandar o las que ya teniendo un mando, bien de vigilantes, capataces, etc., les complace arrear a los obreros y hacerles trabajar sin el menor

descanso. Ejemplo: —Nun queru trabayar nel caxeríu de Xuacón, nin per un güeyu, perque 'l condenáu ye un arrexacún que nun te dexa nin mexar tranquíl. (No quiero trabajar en la casería de Juacón, ni por un ojo, porque el condenado es un arreador que no te deja ni tan siquiera mear tranquilo). ARREXUNTAR.—Arrexuntar es unir algo de nuevo. Ejemplo: —Arrexuntaben les xentes nel corráu—concétchu de la mio'aldeina, les uvées ya les cabres, fayendu la veceira qu'al vecín quei tocare curiaya, llindiárala sen escudiu pe les cumes ou les óxes fasta ‘l tapecer la tardi, ya yera entoncies, cundu las afalaba mu cuntentu, arregolguienda 'l chugar con toes les reciétches fartes, ente 'l ruxir de les chuétques, el berrar de les bétchaes, ya 'l gafu lladrisquéu del sou pirru. Ya cundu la veceira entraba nes caleyes de l'aldea, xebrábenxe les reciétches eches soulliquines, colandu pa sous cabanus, sen enxamás dir p'oitra corte que nun fora la del so'amu. (Se rejuntaban las gentes en el Corral de las Juntas de mi aldea, y traían sus ovejas y cabras, para hacer el rebaño comunal, que al vecino que aquel día le tocase apacentarlas, las cuidaría sin el menor descuido en las altas cumbres o los páramos, hasta que la tarde se oscurecía, siendo entonces cuando arreando el rebaño muy contento, retornaba a la aldea con todos los ganados hartos, armonizado por el sonido de los cencerros, el balar de las paridas hembras, y el ladrido de su fiero perro. Y cuando el rebaño entraba en las callejas de la aldea, se apartaban del rebaño los mismos ganados, marchando para sus cabañas, sin jamás ir para otra cuadra que no fuese la de su amo). ARREZNÁU.—Arreznáu, que está lleno de insectos o parásitos que tienen las plantas, que se plantan en las personas o animales y no se desprenden hasta que de hartos revientan por la cantidad de sangre que han chupado. Los pequeños

se llaman cachiparros, y los grandes se les denominan reznas. ARRIANDAR.—Arriandar, así se llama al trabajo que se hace con la “Fexoria” (azada) a los maizales o patacales, por última vez, con el fin de librarlos de malas hierbas, en el “Cheldar” (hacer) que se afloja la tierra y se amontona alrededor de la planta. —En los pancicales o tierras sembradas de escanda, esta labor se denomina (andar el pan) que significa arrancar los cardos y la avena y demás hierbas malas, todas estas hierbas se aprovechan como forraje para el ganado. ARRIANDÁU.—Arriandáu, que ya está hecho este trabajo. ARROBÓN.— Arrobón, que tiene el vicio de robar. ARRODALAR.—Arrodalar, dicese así cuando se marcan las ruedas de los carros en el terreno. ARRODIAR.—Arrodiar, quiere decir rodear. ARROXAR.—Arroxar es preparar el horno para cocer el pan. Este rito encierra un hermoso mundo de ancestrales costumbres que ya casi del todo se han perdido, por las causas de los modernos métodos, que jamás podrán suplantar aquel sabroso y sano pan que se arroxaba en los tiempos d'endenantes, en los pequeños hornos familiares que poblaban todos los lares de mis queridas aldeas. —En toes les teixáes de la miou aldeina se faíen arroxaures de bon pan, que güéi nel die ya nun se fae. (En todas las casas de mi aldea se hacía un buen pan, que hoy en día ya no se hace). Peru namái había un par de mútcheres que lu cheldaben ya l’arroxaben lu mesmu que se tal chabor l'entamangaren lus ánxeles. (Pero nada más había un par de mujeres que lo fermentaban y lo preparaban como si tal labor lo hiciesen los mismos ángeles). De lo que se saca en

consecuencia que hacer una buena amasadura era ni más ni menos que una delicada obra de arte. No pretendo decir que en mi aldea sólo había estas mujeres que supiesen hacer una buena arroxaura. pues todas las mujeres hacían buen pan, pero María del tío Xabinu y Chucía la del Foxacu (Lucía la del Hoyo) que entrambas y dos ya están en la gloria del Hacedor, digo que estas dos mujeres hacían tan fuera de lo natural las arroxaures, que por esto, toda la aldea las había elegido para arroxar lus ramus de pan de xucu (amasar los bollos de pan de escanda) que se ofrecían a la Virxen (virgen), melguera xantina (dulce santa) de nuestra aldea. Hoy casi todo esto ya casi se ha terminado, hay muy pocas gaitas y tambores, muy pocas fiestas con ramos. muy pocas procesiones acompañando a las santas por las caleyas de las aldeas. Güéi díe tou ístu cuaxi d'afechu t’escosau. (Hoy día todo esto casi del todo está acabado). ARRUTIAR.—Arrutiar, que eruta ARRUTIUS.—Arrutius, erutos. ARRUXÍUS.—Arruxíus, hacer sonar o hacer ruidos. ARZÓLUS.—Arzólus, granos que salen en los parpados de los ojos. Arzolinos. ARZUÉTCHUS.—Arzuétchus, arzolinos en los ojos. ATABANAR.—Atabanar, así se dice cuando las gentes son ambiciosas, muy entregadas a sus trabajos o cualesquiera clase de asuntos que les xentes tabaneiras faigan. Exemplu: —You mesmu sou bétchau atabaneiru nus trabayus que xempre cheldéi, disdi guaxín cuallesquier couxa que faía ‘tabanábame nel sou faer con tou ‘l miou curpu y ‘envidátchaxe. (Yo mismo soy un redomado ambicioso en todos cuantos trabajos realicé, desde niño hacía las cosas poniendo en ellas tanta fuerza, ardor y ambición, que me entregaba con el cuerpo y alma a ellas).

Toes les xentes debíen d’encaldar sou vida nel ser atabaneires, les prexones que nun son atabaneiras son más fellices que les oitres prexones que lluchen pel medrar. Existen dous claxes d’atabaneirus, lus atabaneirus honréus, xustus ya llegáles, que son toes xentes que fán qu'el mundiu progrexe, que son toes ixes xentes melgueires que nin achuquinen, nin arrapieguen interexes nin xudores de naide, ya la oitra clás d'atabaneirus son tóus lus que fán tou ‘l fatáu de fucherales que ca díe almañecíu s’amagüesten per tous lus lláus del Uñiverxu. Istus atabaneirus son un mamplenáu más pelligróuxus pa la Humanidá, que toes les llobáes feches per istus carniceirus animales, que toes les xentes sabemus, toes menus el profexor Rodrigüez de la Fonte, falu que tous sabemus que son les criatures más achuquines. (Todas las gentes debían de ser en su vida ambiciosas para cuanto realizasen, las personas que no son ambiciosas, sin ninguna duda son más felices que las otras personas que luchan por medrar. Existen dos clases de ambiciosos, los ambiciosos honrados, justos y legales, que son todas las gentes que hacen que el Mundo progrese, que son todos esos encantadores y estupendos seres, que ni asesinan, ni roban intereses ni sudores de nadie. Y la otra clase de ambiciosos, son todos aquellos que en todos los sentidos, son mucho más peligrosos para la Humanidad, que todas las lobadas hechas por estos carniceros animales, que todos sabemos, todos menos el profesor Rodríguez de la Fuente, digo que todas las gentes sabemos que los lobos son las criaturas de sangre caliente más asesinas de la Creación. ATABLINXAR.—Atablinxar, es arreglar pisos o tillados que se encuentran deteriorados. También se dice así, cuando un animal o persona se parte un miembro y es menester con pequeñas tablas, trapos y cuerdas atablixarlu.

ATAFANAR.—Atafanar, que anda de prisa en sus asuntos o trabajos. ATAFARNARSE.—Atafarnarse, que se llena de suciedad. ATAFARNÁU.—Atafarnáu, que está manchado, lleno de suciedad. ATAFURNIAR.—Atafurniar, propiedad despreciable que tienen algunas personas de ser usureras y tacañas. ATAFURNIÓN.—Atafurnión, usurero, tacaño. ATAFUS.—Atafus, que despide malos olores. ATAINÁ.—Atainá, dícese de las frutas que tienen muy apretadas sus mondaduras. ATALANQUIAR.—Atalanquiar, que se mueve tambaleándose. ATALENTAR.—Atalentar, discurrir, pensar, ser inteligente. ATALLUDAR.—Atalludar es ponerse duras, negras y con malos sabores las patatas, las legumbres y algunas frutas. ATAMANGAR.—Atamangar ou entamangar, es prepararse para hacer algún trabajo o alguna cosa. ATANDES.—Atandes, en veces. ATANDORIÁES.—Atandoriáes, que están enloquecidas. ATANDORIÁU.—Atandoriáu, dícese de los que no rige bien su cerebro. ATANGANAR.—Atanganar es llenarse de cualquier cosa. Exemplu: —Antón nun fái namái qu'atanganar cuartus, él fala que quierlus pa la viétchera, pos un vieyu xin cuartus ye un fatu qu'entous lus lláus estorba. (Antón no hace nada más que ajuntar dinero, pues según dice,

un viejo que no tenga nada, es un trapo sucio, en todos los sitios estorba). ATANGANÁUS.—Atanganáus, así se dice cuando se llenan los recipientes para cualquier cosa. ATAÑER.—Atañer, dirigir, conducir, etc. ATAPECER.—Atapecer la tarde, quiere esto decir que se está terminando la tarde pero no el día.—Atapecer, que se oscurecen las cosas. Atapecer el día, que está oscureciendo. ATAPUXAR.—Atapuxar, andar con tapujos. ATAPUXÁU.—Atapuxáu, que esta tapado pero malamente. ATARABAZAR.—Atarabazar es cuando las leches se cuajan, pero no precisamente la leche entera, quiero decir, la leche que no ha sido privada de sus natas o grasas, ya que cuando esto sucede, se denomina lleichi cuátcha (leche cuajada). Pero se llama tarabazá a la leche que con anterioridad ha sido mazá (batida), con el fin de extraerle la manteca. Para mazar el lleiche (sacarle la manteca a la leche), en los tiempos d'endenantes se hacía por medio de dos procedimientos en mis aldeas. Uno era usando las caramañolas ou camtimples (lecheras) y el otro el más ancestral, dentro de unos odres hechos con el pelleyu (pellejo) de corderos o cabritos, denominados butiétchus, donde se introducía la leche dentro de ellos, se hinchaban de aire y luego se movía el butiétchu siempre en la misma dirección hasta que se le arrancaba la manteca a la leche. Más tarde esa leche mazá escosá de manteiga cundu chegaba ‘l cuátchu yera cundu se nomaba chétche tarabazá. (Batida y limpia de manteca, cuando llegaba a cuajar se le llamaba leche tarabazá). Esta leche tarabazá al decir de las gentes más antiguas de mis aldeas, que todas tenían algo de médicos, por ser éstos tan escasos e inalcanzables,

cuento que decían mis gentes que la leche tarabazá era la bebida más sana y refrescante, capaz de curar por sí sola, tous lus amolexíus del ventrún ya 'l estómadu. (Todos los males del vientre y el estómago). Esta palabra me da pie para contarles muy someramente lo que hizo un tío mío, hermano de mi madre, una mañana que apremiado por su esposa, mazaba sudorosamente un butiétchu de leche. Llamábase mi tío que ya en la paz del Hacedor descansa, Manuel el Indiano, y a pesar de ser del todo analfabeto, sabía más letra que el propio Cervantes, y era más agudo que el panzudo Sancho. Más de catorce años había estado en La Argentina, y al fin como todo buen asturiano retornó a su querida aldea, cuando yo aun todavía no había nacido. Pero según mi madre, hizo mi tío la entrada triunfal en la aldeina dándoselas de indiano rico, y al parecer según se descubrió más tarde, no traía en su poder nada más que una pequeña cantidad de dinero que le había dado otro tío mío también hermano de mi madre, que éste sí que había hecho una caudalosa fortuna, criando ganado en un extenso rancho, que al decir de mi tío Manuel, era más grande que todo nuestro concejo junto. Rondaba los cuarenta años cuando mi tío, portando dos enormes maletas, una sonrisa amplia y prometedora, que no la haría por el bien que le habían rodado sus asuntos, sino tal vez por enseñar a propios y extraños, su fuerte y hermosa dentadura, donde se enseñoreaban una docena de relucientes dientes de oro que unido a su enorme reloj y su gruesa cadena de oro, le avalaban como indiano bétchau de cuartus. (Rico de dineros). Muy posible mi tío, deduzco yo ahora, al comprender que en las américas no podía, o no sabía hacer la riqueza que había con tanto ahínco buscado, maduró en aquellas lejanas tierras la inteligente idea, de lograr conquistar en sus aldeas, alguna moza heredera de rica casería. Así pues, según mi madre, mi tío se paseaba y pavoneaba por toda la comarca, luciendo estupendos trajes de corte y

moda muy americanos, a la par que hacía entrever con mucho disimulo, que poseía negocios en La Argentina, donde retornaría nada más que encontrase una linda muchacha que fuera de su agrado, para convertirla sin pérdida de tiempo en su esposa. Y como diñéiru chama 'l diñeiru (dinero llama al dinero) pronto mi tío lograba casarse con la moza más rica de la aldea, que era tal riqueza en aquellos tiempos, prados, tierras y ganados, cosas que hoy se encuentran en mis aldeas abandonados. Una vez casado el bueno de mi tío, volvía a inventarse otra historia, que era que la revolución que por aquella época se había formado en La Argentina, se apropiara de sus negocios y le habían dejado completamente sin nada. A partir de aquí poco a poco su esposa ayudaba abiertamente por su suegro que se veía en lenguas mofosas de las gentes y se consideraba que también había sido engañado, digo que entre hija y padre le fueron sometiendo y dominando, y aunque mi tío en principio intentó imponerse y hacer valer su papel de marido, de nada le sirvió, y tuvo que someterse a la tiranía continua a que le sometían su mujer y suegro, sino quería perder lo que tan hábilmente había cazado. Extenderme más en cosas de mi tío, seria fomentar una larga historia que no cuadra en este libro que ha nacido para diccionario, por eso retornaré a la mañana por mi presenciada, en que el bueno de mi tío mazaba la leche sudoroso y desesperado, atacado en todo instante por la continua riña de su esposa, que con la chingüa mexoriaba per él, lu mesmu que se fora un enllordiáu fatu. (Que con la lengua le hacía mucho daño al tratarle como si fuese un verdadero pingajo). Aquel día era lunes, y por lo tanto habla mercado como todas las semanas en la capital del concejo, a donde todas las aldeanas bajaban a vender los huevos, la manteca, los cuayaus (cuajados), etc., etc., y mercar a la vez los enreus (cosas) que se necesitaban para toda la semana. Ya era tarde y mi tía necesitaba aquella última manteca que mi tío con tanto

trabajo estaba mazando, y como tardaba según mi tía más de la cuenta, empezó a insultarle de esta manera: —Entaina Manolu, ya deíxate de carpir, ya amazuca la lleiche con más priexa, perque paeme a mín que yes más ñatiu qu'un neniquín d'entamu. (Apúrate Manolo, déjate de protestar, de suspirar, de quejarte, y bate la leche con más prisa, porque me parece a mí, que eres más inútil que un niño de pecho). Nada le respondió mi tío, aunque seguía haciendo su trabajo maldiciendo y murmarando palabras que no entendía, pero otra vez volvió su esposa a la carga diciéndole: —Nun se xempre lu dixe you, que nun tenes llixa namái que pa xurniar trés el fuéu estingarraún nel escanu, ya p'encalducar mamplenáus de puches ya gavitus. (No si siempre lo he dicho yo, que no tienes fuerza, alma, etc., nada más que para estar dormitando detrás del fuego acostado en el escaño, y para hacer muchos razonamientos, protestas y cuentos sin ningún valor). Mi tío no le respondía a sus insultos y el pobre seguía mazando la leche sin detenerse, y de vez en cuando le daba pequeños golpecitos al butiétchu (odre) mirándole al trasluz, para comprobar si ya estaba la manteca hecha. Otra goxada (cesta grande) de ofensivos insultos le lanzó mi tía de esta forma en el parejo que se estaba atando el moño:—Non pos comu nun me faigas la mazaura lluéu, xúrutelu pe lu más xagráu qu'ista semana vas fumaretiar pel ráu del bracu, perque nun tenu treti 'l tabacu de la Villa axín nus esmuelguemus a tochazus. (No pues como no me hagas la manteca luego, te lo juro por lo más sagrado que toda esta semana vas a fumar por el rabo del cerdo, porque no he de traerte el tabaco de la Villa así nos degollemos a palos). —Quiero destacar, que si algún vicio desencaldaba (desarmaba) a mi tío, era precisamente el de ser un fumador empedernido, ya que yo le he visto en muchas ocasiones fumar hasta las hojas de los artos y de las patatas, pues él afirmaba, que tales hojas bien mauras y'enxuchinas (bien maduras y muy

secas), tenían un ligero parecido con el tabaco. Por tal razón, cuando escuchó a su esposa amenazarle con que no le iba traer el tabaco para la semana, se sulfuró de tal modo y manera, que cesando de mazar, se levantó airado de encima del garbetu (tronco nudoso de madera donde se suele partir la leña) donde en la caleya 'l lláu de sou teixá taba xentáu mazuchandu (en la calleja al lado de su casa estaba sentado haciendo la manteca) y dirigiéndose endemoniadamente rabioso hacia su mujer con el butiétchu (odre) entre sus manos, que tendría dentro de él sobre unos diez litros de leche, digo, que levantando con enloquecida fuerza el odre con entrambas manos en el alto, se lo estrapachóu (reventó) en medio de la cabeza, poniéndola toda enllordá ya pingandu de lleiche (sucia y mojada de leche), en el parexu lleldar que che falaba. (En el parejo hacer que le decía): ¡El pior ya más rencuayu ñegociu que fexe 'n miou vida, fó 'l xunetame cuatigu nisti fedientu caxoriu que m'aconsexu 'l diañu, paraxona mútcher con chingua tan enllordiá comu la troya de gochu, fiona del útre tou pá, qu’el Llucifer tara nus enfernus amagostandoi lus prietus fégadus que teñía. Cámbiate de fatucus agora mesmu ya cola con la manteiga ya lus güevus pal merquéu, senún quiés que acuétcha la maniega con tous echus, ya faígate una tortítcha con tous xuntus en metá la mochera de choba que tenes, ya senún me trás el tabacu pa casa nun tomes, perque se lu fás ya nun me trás el tabacu, ten prexente que vas adepriender per primeira vez, quién ye Manuel el lndianu! (El peor y más ruin negocio que hice en toda mi vida, fue el haberme unido contigo en este hediondo casorio que me ha aconsejado el demonio, enredadora y mala mujer, con la lengua más sucia que la porquería del cerdo, hija del buitre de tu padre, que Lucifer estará en los infiernos quemándole los negros hígados que tenía. Múdate las ropas ahora mismo y márchate con la manteca y los huevos para el mercado, sino quieres que coja la cesta con todos

ellos y te haga una tortilla estrapallándutelus d'enría la mótcheira de llobona que tenes. (Rompiéndotelos encima de la cabeza de loba que tienes). Y sino me traes el tabaco para casa no me tornes, porque si vienes sin él, ten presente que por primera vez vas a saber quién es Manuel el Indiano. ATARABICAR.—Atarabicar, es cerrar, peslar, etc. ATARABICAR.—Atarabicar, cerrar con la (Taranbica). ATARABICÁU.—Atarabicáu, cerrado, peslado. ATARAGAÑAR.—Ataragañar, morder. ATARAGAÑÁU.—Ataragañáu, mordido. ATARAGAÑONES.—Ataragañones, a mordiscos. ATARAMBANAR.—Atarambanar, dícese de las personas que son unos trotamundos, también se consideran a los tarambanas como gentes de poco peso en las cuales no se puede depositar ninguna confianza. ATARAMBICU.—Atarambicu, cierro, pieslo. ATARAMUETCHAU.—Ataramuetcha u, es atontado. ATARAMUÉYAN.—Ataramuéyan, entontecen. ATARANCÁU—Atarancáu, abobado. ATARANTAZUS.—Atarantazus, a tortazos. ATARAZAR.—Atarazar, partir, doblar, romper, etc. ATARAZÁU.—Atarazáu, roto, despedazado, etc. También suele decirse,

tou atarazáu fame ou d'oitres couxes. (Estoy ansioso de hambre o de otras cosas). ATARRASCARSE.—Atarrascarse, embriagarse. ATARRASCÁU.—Atarrascáu, que está borracho. ATARRECER.—Atarrecer, es sentir pereza de hacer alguna cosa. ATARREZME.—Atarrezme, que no tengo ganas, etc. ATATIAR.—Atatiar, tartamadear. ATAVARIUS.—Atavarius son atalajes, herramientas, etc. También se suele denominar así a la bragueta. Ahora que viene al hilo esta palabra les voy a relatar un caso que presencié una noche cuando era muy pequeño en cierta velada de mi aldea. Era por los hambrientos, miserables, enlutados y tristes años cuarenta, estábamos aquella noche caleciendu tres el char de la teixá del bonu de Ñ icomedes (calentándonos tras el lar de la casa del bueno de Nicomedes) mi madre y yo, el abuelo Nicomedes, su hija Manuela que también era viuda como mi madre, y tres hijos que tenía que eran aproximadamente de mi edad, y también se encontraba con nosotros un pobre. —Quiero señalar, que en la casa del formidable hombre que era el abuelo Nicomedes, siempre encontraban refugio y eran tratados como si de un familiar se tratase, todos los pobres que llegaban pedigüediñandu (mendigando) a mi aldea. Recuerdo que había un fuego saludable y confortable, que industriaba la reseca leña de encina, roble, haya o castaño bravo, y colgado de las pregancias (cadenas), hervía con fuerza y sordamente un grande pote, donde cocían los pulgus de les pataques (mondos de las patatas) y demás ingredientes que eran la comida de los cerdos. No había en la aldea energía

eléctrica, ni tampoco nos alumbrábamos en aquel lleldar (acaecer) con ninguna otra luz que no fuese la que nos brindaba el alegroso pa fuéu (padre fuego). Todos nos encontrábamos escuchando medio embrujados los hermosos cuentos, historias y leyendas que magistralmente nos narraba el abuelo, y hasta el pobre se sentía entusiasmado y feliz, atendiendo sin perder palabra aquella narración que en la más pura lengua asturiana nos contaba el abuelo, por esto, nadie se dio cuenta que una gran pocétcha (chispa) saltara con fuerza de un caricote del char (tizón del fuego), haciendo acomodo entre los atavarios (bragueta) del pobre, que al encontrarse muy grebas y'enxugáus (demasiado secos) empezaron a arder. El caso fue, que nadie se percató que olía a ropa quemada, hasta que no vimos al desventurado pobre lanzar un grito aterrador sembrado por su miedo, a la par que se levantaba del escaño con la rapidez de un relámpago, con todos sus atavarius (bragueta) envueltos en ardientes llamas, y con palabras que retrataban el inenarrable pavor que le atenazaba, decía al parejo que con su gorra y manos desesperadamente intentaba apagar el fuego que encima de él se desbordaba: —¡Chaime agua, chaime agua, qu’amagüestu enteiru! (Echarme agua, echarme agua, que me quemo entero). —Recuerdo que todos nosotros en un principio sorprendidos por tan insólito acontecer, nos quedamos mudos y asombrados durante un tiempo que medido seguro no alcanzaría ni un segundo, pero transcurrido éste, una risa enloquecedora por completo nos encadenó, lo mismo que si el demonio se apoderase de nuestros espíritus, reíamos alegres y despreocupados mientras que el desdichado y desesperado pobre, envuelto por las llamas que cada vez más se agrandaban, nos miraba sacudido por un miedo que le trasladaba a otro mundo, porque dentro de su situación mortal y desesperada, quizás estuviese viendo en nuestros alegres rostros, la propia faz de

los malditos demonios, que se reían y mofaban del perentorio mal del hermano prójimo. Reaccionó al final Manuela, siempre dominada por la escandalosa risa que a todos nos arretrigaba (ataba), y descolgando un caldero grande de agua, que estaba de fría como el mismo hielo, se lo lanzó con fuerza, a los encendidos atavarios del ya casi enloquecido mendigo, que se desplomó de espaldas en el recio escaño, perdiendo por completo el conocimiento. Quedose el pobre ya apagado el fuego, estingarráu (tirado, estirado) en grotesca postura encima del escaño, no moviendo pie ni mano, lo mismo que si ya fuera muerto. Huyó la risa con rapidez de las personas mayores que rodeábamos aquel ancestral lar, aunque los pequeños con igual gracia aun nos seguíamos riendo, pero pronto el susto se fue apoderando de todos y con fino manto nos envolvía en el miedo, y a éste llegamos cuando Manuela sacudiendo al pobre con fuerza tal, que entre sus manos el desdichado mendigo tal parecía un inanimado muñeco, y a la par que esto le hacía, ya sin la menor risa y sí cargada de temor le decía: ¡Espierte Antón, deixe ya ‘l xopunciu, que noi queimú namái qu’el calzón cimeiru! (Despiértese Antón, deje ya el susto, que no le quemó nada más que el calzón de encima). —Cuando Manuela ya se dio cuenta de que el desdichado no volvía en sí, ya dominada por una verdadero miedo dijo: ¡Bona la fixemus, pos isti probe morriú d'afechu! (Buena la hemos hecho, pues el pobre se ha muerto del todo). El revuelo que se formó en aquel lar, que hasta hacía breves momentos todo era felicidad, armoniosa y dichosa risa, así como sana alegría, fue grande, pues todos los pequeños dominados por el miedo, dimos rienda suelta a un nutrido llanto, que no era tanto por el pobre que se había muerto, sino por el pánico que veíamos retratado en el rostro preocupante de nuestros mayores, que

no sabían lo que hacer ni pensar, con el desdichado pobre al que creíamos muerto. Y cuando el abuelo Nicomedes ya se estaba calzando las madreñas para ir en busca del alcalde pedáneo de la aldea, para que tomase medidas con aquel triste suceso, retornó Antón del mundo de los muertos donde le habíamos situado, y dijo palpándose sus atavarius: ¡Menus mal que nun queiméi namái qu’el calzún cimeiru, pos s'apuerta tamién faer magüestu nel fondeiru, ya nun podría enxamás añuedar el cibiétchu, ya xería bona pena, perque tavía tenu llixa p'amañucar guapus nenus! (Menos mal que no me quemó nada más que el pantalón de arriba, porque si hubiese hecho también hoguera en el de abajo, ya no podría jamás hacer el amor y sería una pena, porque yo todavía tengo fuerza para hacer preciosos niños). En el pequeño espacio de tiempo que encierra un pestañeo, mudose el pánico de los sentimientos de nuestros mayores, y en su lugar luciose alegre el feliz contento, y el llanto que los pequeños traíamos en manto de lágrimas, quedose ahogado y seco, y en su lugar, volvió alumbrase la inocente risa, al ver a nuestras madres contentas de nuevo. La buena de Manuela, que era de buena y simpática lo mismo que el querido abuelo, le dijo al pobre a la par que prendía el candil de esquisto, porque el agua vertida sobre el lar, en parte ya había apagado el ardiente y confortable fuego: ¡Bon xustu nus fexu coyer, diañu de probe, pos ya taba 'l miou pá mangandu les madreñes, pa dir catar el pedañú, pa que nus dixera lu que teñíamus que faer col sou escallixeru curpu! (Buen susto nos ha hecho coger, demonio de pobre, pues ya estaba mi padre calzando las madreñas para ir en busca del pedáneo, para que nos dijese lo que teníamos que hacer con su escalijero cuerpo). —Pos tóus teñíamus papáu, que la sou alma ya taba nel xareteiru 'l diañu, fayendu de caricote paque nun murriera 'l fuéu del enfernu. (Pues todos teníamos

creído que su alma ya se encontraba en la cuesta pradera del demonio, haciendo de tizón, para que no se muriese el fuego del infierno). ¡Bonu 'l casu ye, que ya tóus denuéu golguemus tare fellices ya cuntentus, axina qu'agora mesmu, achevántexe del escanu ya mítaxe nel cuatu mióu pá, ya puenga unus fatucus enxuchus que vóu dexale, metandu callentru 'n escudiétchau de lleiche con caña, que xebrará del sou rancuayu curpu, 'l xustu qu' entavía l'encibiétcha, ya 'l fríu que l'enxenebra, per mor de la mochaura que le fexe, p'apagai 'l fuéu q'entremedaba lus sous atavarius, que paeme a min, que deben tar más escosaones, que la mióu vaca mariétcha, qu’achucá durme na corte, ya la condená vou tenet que vendeya, perque nin pari nin preña, nin da más ganancies que la lleichi del cuernu! (Bueno el caso es, que ya todos estamos de nuevo felices y contentos, así que ahora mismo, levántese del escaño y métase dentro del cuarto de mi padre, y póngase estas ropas secas que le doy, mientras que le caliento una buena taza de leche con coñac, que le sacará de su cuerpo el susto que todavía le encadena, y también el frío que le está helando, por causa de la mojadura que le he hecho, cuando le apagué el fuego que se entretejía en sus atavarios, que me parece a mí, que ya deben de encontrarse más secos, que mi vaca Amarilla, que está acostada en la cuadra, y la condenada voy a tener que venderla, porque ni pare ni preña, ni me da más ganancias que el trabajo que le arranco por los cuernos). Como bien se puede comprender por lo que se desprende de este relato, en aquellos alejados y miserables tiempos de mi niñez, imperaba en mis queridas aldeas, la sublime y natural sencillez, dentro de un amor desmedido hacia el necesitado, con el que se compartía en una limpia y sana hermandad que hoy ya no existe, el pan, el vestido y la lumbre del lar, sin jamás sentir ascos ni repugnancias hacia los mendigos, que muchas veces llegaban aviñonainus de

pioyus (cargados de piojos), y a pesar de esto y de otras cosas, al pobre se le respetaba y se le quería. Sin embargo hoy día, al tenor de que los pueblos se van llenando de más cultura, va desapareciendo de las gentes lo más humano y delicado que en sus espíritus se alberga, y en su lugar, florece con fuerza una endiosada hipocresía, que se está comiendo poco a poco y sin el menor descanso, la hermosa sencillez y naturalidad, que tenían las gentes de antaño, desconocedoras de estas corrientes de culturas modernas, pero dueñas y soberanas de la maravillosa virtud de comportarse en todo momento como verdaderos seres humanos. Hoy sin embargo, quedamos todos muy bien con la palabra, pero tenemos el nido de los sentimientos, en poder de la codicia y de la envidia, dentro de una podredumbre que invita al asco. ATAXAR.—Ataxar, es atajar. ATAYAZUS.—Atayazus, a tajazos. ATAYU.—Atayu, es atajo. ATAZONA.—Atazona, es dejar de sobra alguna cosa sin miramiento ni compostura. ATAZONAR.—Atazonar, dícese cuando se dejan residuos de cualquier cosa que podían ser aprovechados. ATEIXARSE.—Ateixarse, es resguardarse dentro de casa. ATEIXÁU.—Ateixáu, resguardado, cobijado, etc. ATEMAR.—Atemar, es andar a la envidia, andar al que más tiene, corra, trabaje, etc. ATENÁU.—Atenáu, es estar guardado bien en el pajar, el desván, etc. ATENEBRÁU.—Atenebráu, temeroso, lleno de miedo.

ATOPAR.—Atopar, encontrar. ATERECÍU.—Aterecíu, que tiene mucho frío, miedo, hambre. etc.

ATOPAUS.—Atopáus, atolondrados.

ATEYABANA.—Ateyabana, que está a tejabana.

ATOPÓUXE.—Atopóuxe, que se encontró bien en el lugar que estuvo.

ATEYARSE.—Ateyarse, es resguardarse.

ATOROXÁU.—Atoroxáu, que es rudo, torcido, etc.

ATINDE.—Atinde, atiéndeme. escúchame.

ATOROXAZUS.—Atoroxazus, esto quiere decir, que se tiran unos a otros pequeños palos, o también los maderos de las panojas.

ATITIRITIAR.—Atitiritiar, que está temblando de frío, etc. ATIXORIAR.—Atixoriar, corta, rapa, con la navaja o tijeras, etc. ATIXORIÁU.—Atixoriáu, rapado, pelado. ATIXORIÁU.—Atixoriáu, que ha sido cortado. También se suele decir cortar o arreglar el pelo.

ATOROYARSE.—Atoroyarse, enredarse, atolondrarse. ATOROYÁU.—Atoroyáu, atolondrado. ATOROXÁU.—Atoroxáu, que está lleno o parecido a los (Toroxus). ATOROYÁU.—Atoroyáu, que anda mal, que está con mareos, etc., etc., etc.

ATIZA.—Atiza, prende el fuego. ATIZÁU.—Atizáu, que ya está el fuego prendido.

ATORRENZAR.—Atorrenzar, partir trozos de tocino, carne, etc.

ATOCHAZUS.—Atochazus, a garrotazos. estacazos. etc.

ATRAFAYAR.—Atrafayar, es hacer las cosas malamente, con desidia, con suciedad.

ATOCHIQUINUS.—Atochiquinus, que se anda recogiendo leña menuda.

ATRAFAYÁU.—Atrafayáu, que está mal hecho, enredado, sucio. etc.

ATOCHUS.—Atochus, quiere esto decir, que se anda a la leña, recogiendo palos, troncos. etc.

ATRASGAN.—Atrasgan, cierran, aseguran.

ATONGA.—Atonga, arregla, limpia, embellece. ATONGÁU.—Atongáu, que está arreglado, limpio, embellecido, etc.

ATRASGAR.—Atrasgar, es cerrar, peslar, asegurar. ATRECHINAR.—Atrechinar, dícese así, cuando los cerdos cogen la triquina.

ATONTOROYAR.—Atontoroyar, que entontece.

ATREINÁES.—Atreináes, que están bien conducidas, niveladas, hermosas, en su lugar y limpias.

ATONTOROYAU.—Atontorayáu, que se encuentra medio tonto.

ATREINAR.—Atreinar, es hacer las cosas bien, limpias, arregladas, etc.

ATRELDÁU.—Atreldáu, que está lleno de suciedad, de fango, barro, etc. ATREMEDAR.—Atremedar, es liar, enredar, envolver, etc.

ATURUYÁU.—Aturuyáu, que está ensordecido. AÚ.—Aú, dónde.

ATROCAR.—Atrocar, es poner una marca o señal dando a entender que aquel objeto o lugar tiene ya dueño. Ejemplo: —Atruécame 'l xeitu Xuan, quiachuéu venu. (Guárdame el sitio Juan que luego vengo). Como se puede comprobar atrocar, es reservar un lugar de una forma u otra.

AÚNDI.—Aúndi, dónde.

ATROSQUILAR.—Atrosquilar, esquilar.

AUXAN.—Auxan, asustan, espantan.

AUQUIER.—Auquier, donde quiera, en cualquier lugar. AUREAR.—Aurear, escuchar, atender. AUREXAR.—Aurexar, lo mismo.

AUXAR.—Auxar, espantar, asustar. ATROYICÁU.—Atroyicáu, que está lleno de suciedad. ATRUÉCAME.—Atruécame, guárdame el lugar, la vez.

AVAGAR—Avagar, que todavía es temprano, que hay que esperar. AVAGÓUME.—Avagóume, que tuve que esperar mucho.

ATRUÑAZUS.—Atruñazus, dícese de las reses cuando embisten.

AVEICES.—Aveices, aveces.

ATUÉA.—Atuéa, dícese cuando las vacas necesitan toro.

AVEIZÁU.—Aveizáu, que está avezado.

ATUEXAR.—Atuexar. lo mismo.

AVENTAXAR.—Aventaxar, aventajar.

ATUEYAR.—Atueyar, lo mismo.

AVENTAXÁU.—Aventaxáu, aventajado.

ATUFA.—Atufa, que da mal olor. ATUFAN.—Atufan, que huelen mal.

AVENTRONAR.—Aventronar, llenar el vientre.

ATUFAU.—Atufáu, que está mal oliente.

AVENTRONÁU.—Aventronáu, que está lleno, harto.

ATUÑAN.—Atuñan, que avarician.

AVIÉSPORA.—Aviéspora, avispa.

ATUÑÁU.—Atuñáu, avaricioso, miserable.

AVIESPORÁU.—Aviesporáu, que está gafiento, rabioso, enojado, etc.

ATUÑÁU.—Atuñáu, que es muy agarrado, muy avariento.

AVIÉTCHAR.—Aviétchar, que envejece.

ATURRIAR.—Aturriar, es asar.

AVIÉTCHAU.—Aviétchau, que está viejo.

ATURUYAR.—Aturuyar, hacer mucho ruido.

AVIÑONAR.—Avinonar, que está muy rico, muy tupido, muy abundante. AVIÑONÁU.—Aviñonáu, rico, abundante. AXABALINAN.—Axabalinan, que se tornan montaraces. AXABALINÁU.—Axabalináu, que está montaraz, como el jabalí. AXABANDIXÁU.—Axabandixáu, que se a tornado de carácter como si fuese una sabandija. AXABARCIAR.—Axabarciar, es tratar, vender, comprar, cambiar, etc. Cuntu you aquindi nisti primeiru llibru qu'un astur fae con ñaturallidá, con honradé, con amore grandie ya ñoble que disdi guaxetín na miou xenciétcha ya ñatural alma se fexu hacia tous lus melgueirus y'embruxantes chugares de la miou mantina tierra d'Asturies, ya de toes les Fidalgues xentes que la poblen, falu you que nagora mesmu tenu ñecexidá de cuntayes un cuintu que nun ye tal couxa, perque cuaxi tóu lu que falu aquindi fóu verdá. Ya cumu encalda mu ben nista pallabra, pos nagua mexor que como exemplu qu'isti casu que per oitre lláu pué xervir tamén d'escola. (Cuento yo aquí en este diccionario primero que hace un astur con documentación, naturalidad y suprema honradez, lleno de un amor grande y noble que desde niño en mi sencilla y natural alma se hizo, hacia todos los dulces y embrujantes lugares de mi amada Tierrina Asturiana, y hacia todas las Hidalgas gentes que la pueblan. Digo que ahora mismo tengo necesidad de contarles un cuento, que no es tal cosa, porque casi todo lo que les voy a contar ha sido una auténtica verdad, y como tal alumbramiento tiene el origen en esta palabra, pues nada mejor que este ejemplo, que por otro lado puede servir también de escuela). (LES XABARCEIRES)

L'Aldexuxán (aldea de Susana) yera la miou aldina, fae ya un faticáu d'anus cundu you yera un guaxín, despós de l’achuquinante 'ngarradiétcha, que xemóu de cadarmus toes les teixáes de la miou embruxante Asturies, apaxiétchandu de llutus, mexeries, fames, atristeyáus ya enfernales dollores a toes les xentes, lu mesmu las prietes que yeren las drechistes, que lus roxus que yeren de las esquerdas. (La aldea de Susana era mi aldea, hace ya muchos años cuando yo era un niño después de la asesinante guerra que sembró de cadáveres todas las casas de mi embrujante Asturias, vistiendo de lutos, miserias, hambre e infernales dolores a todas sus nobles gentes, lo mismo a los negros que eran los derechistas, que a los rojos que eran los de las izquierdas). —Por aquel entonces, cuando el hambre, la necesidad y la miseria se enseñoreaban de les teixáes (lares) mejor dicho de los hijos y de las viudas de los perdedores, ya que los pobres, los que no estaban encuandicáus (sepultados) s'atopaben arretrigáus nes cárxeles, (encadenados en las cárceles) ya oitres con más xuerte, xebráranse per miéu 'l hermenu venceor pal extranxeiru. (Y otros con más suerte, se marcharan por miedo al hermano vencedor para el extranjero). —Cuento yo, que por aquellos tristes aconteceres sucedió en mi aldea esta historia que ahora al recordarla tras más de cuarenta años de haber sucedido, trae a mi pensamiento una añoranza triste, nel mesmu lleldar que me fae xonreyire. En el mismo suceder que me hace sonreir, ya que el caso según mi humilde parecer se las trae, porque todos los personajes qu'encaldan (hacen) esta cierta, historia, eran seres que para poder vivir tenían que luchar bravamente todos los amanecidos días, no importa cómo lo hicieran; pero por aquellos tristes tiempos el que no luchaba no comía, no es como hoy, que se tira más comida en un día a la basura, que en los tiempos de esta historia comía toda Asturias en una semana.

—Yera mi aldina tan bétcha en allumbrar frutos, que desde los principios del branu (verano), fasta lu fondeiru de la xeronda (hasta lo último del otoño), talmente parecía mi melgueiru chugar (dulce pueblo), el mismo jardín que el Creador debe de tener reservada para las sencillas y buenas gentes que tras la muerte sean huéspedes de su Santificante Reino. Tal exquisita riqueza natural daba lugar, a que casi todos los vecinos tuviesen un pollino que espatuxara llixeiru (andase rápido), y fuese resistente para que no se esmurgazara esventronáu (cayera reventado) en los difíciles y abruptos caminos, con las maniegas (cestas) encima de su albarda amamplenáes (llenas) de sabrosos frutos, antes de llegar a la romería o fiesta donde iba destinado tal manjar, así fueran higos, cerezas, ciruelas, peras, etc., etc., etc. Algunas veces también solían llevar manzanines arroxáes nel fornu (manzanas asadas en el horno) y ablanines turráes nel mesmu cheldar (y avellanas asadas en el mismo lugar), y estas frutas así tratadas, tenían un gusto tan exquisito que uno no se hartaba nunca de comer por ellas. Por estos quehaceres y otros múltiples necesarios en sus caseríos, cada vecino cuidaba a su pollino todo el año, como la mejor de sus prendas, porque era el humilde pollino el único medio de locomoción que tenían para efectuar infinidad de trabajos y muy necesarios traslados. Decía el pedáneo de mi aldea, donde sucedió esta historia que estoy empezando a relatarles, que un pollinín d'arremangu (de valía), le proporcionaba más ganancias al aldeano que una xuntura de les mexores vaques (pareja de sus mejores vacas). Pero endenantes d'afondigoname nel contare lus fechus que fixerun les xabarceires del miou chugar (antes de ahondar en los hechos que dieron lugar las tratantas de mi pueblo), voy a contar así d'esboriaúra (de resbalón), lo que le ha sucedido al razonero alcalde de mi aldeina: Hubiérase casado Graciano cuando era muy joven aun, con

Ramona la de Juan de Pacha, que era una mozacona (mozona) de ñidies (finas) mexierches (mejillas), arregañaónes ñalgues (apetecibles nalgas) y un entamu (senos) también empericotáu (prominente, estupendo), que hacían de Ramona una muchacha también formada y deseable, que ni el más exigente sería capaz de deximiya per mu fartu qu'andubiés de clica (nadie la despreciaría por muy harto que estuviese de mujeres). Pero Graciano que por aquel entonces era pobre, aunque dueño de un ameruxamientu d'arganáes, que lu ateixaben nel xeitu del querer escombútchire, (unas crecidas ansias que le resguardaba en el lugar de querer, medrar, enriquecerse, etc.). Mas él pensaba y con buen tino, que jamás sus aspiraciones podría alcanzarlas en la aldea, por tal razón decidió emigrar, y como le acompañaba la suerte de tener un hermano en las Américas, pues un día endubitchóu lus sous fatinus (lió sus ropas), despidióse con lágrimas en sus ojos de su mujer e hijo que por entonces aun no había cumplido un año, y colóu (marchó) para La Habana, donde trabajó como un esclavo durante diez años, sin desperdiciar ni menos gastar ni una perrina (cinco céntimos). Con una buena cuarexá de cuartus (cartera de dinero). Ilegó pasado este tiempo a su aldea, cargado como un abetchún (abejón), de paxiétchus, llásticus, xoyiquines, ya fatáus d'oitres couxiquines, (de trajes, ropas, joyas, y muchas otras preciadas cosas. Hizo su entrada en la aldea en los postreirus (últimos días del mes de Xeneiru), precisamente cuando el día atapecía (oscurecía), por eso, como su teixá (casa) era la primera de la aldea, y hacía un frío y una ventisca que a todo el mundo refugiaba tras de sus lares, con ningún vecino se encontró, que le dijese o le pusiese de aviso contra alguna cosa. Salió su mujer a recibirle a la correlada llena de gozo y de contentura, engavitóuse (enganchose) la Ramona a su cuello loca de alegría, bexucóuyu per tous lus lláus esgalazá (besole por todos los lados con ansias), en el lleldar (hacer)

que desfayénduse (deshaciéndose) en chárimes (lágrimas) y xoponcius (mareos, sustos, etc ), que le hacían temblar como una vara verde, y después d’allancar (plantar) las rodiétches (rodillas) encima de las llábanas (losas), dijo bajando la cabeza y xofitándula (apoyándola) entre los atavarius (bragueta), de su hombre, en el encaldar (hacer) que s’arretrigaba a sous cadriles (se abrazaba a sus piernas). ¡Achuquíname, achuquíname miou Gracianu, endenantes de que te cunte, lu paraximesquéiramente que me portéi, metantu que tou faíes la Bana nel extranxeiru! (Asesíname, asesíname mi Graciano, antes de que te cuente, que te he hecho de menos con otros hombres, mientras que tu, te hacías rico en el extranjero). ¡Bueno Ramona..., ya tendrás tiempo de decirme todo cuanto de bueno o malo hayas hecho... pero ahora dime ¿dónde está el pequeño? ¡Apuesto a que ya está hecho un mozaquín (adolescente), listo y trabajador como lo que es su padre, que fexu más pesos na Bana (que hizo más duros en La Habana), que de pelos tenedis entrambus ya dos en vuexes motcheres! ¡Bueno los niños, quiero decir Tanín, güéi dexelu nel teixu miou má, pos comu tenu fatáus de couxes qu'escutire coutigu, ya non sei per la primeira que comencipiare, pos ista nuétchi quixe quedáme sola pa faluchar al nuexu encaldare! (Hoy le he dejado en la casa de mi madre, pues como tengo muchas cosas que discutir contigo, y no se por cuál he de comenzar, por éso esta noche he querido quedarme sola para hablar sin que nadie nos enrede). Lo primero que hizo la Ramona fue prepararle la cena a su marido, y al parejo que en esta faena se entretenía, iba preguntándole sucesos que a él le habían acontecido, quedándose siempre muy admirada de cuanto le decía su esposo. Pero después que el Graciano se fartucóu dé xamón, ya güevus con choricinus, arrutióu encomoláu perque l'entelaura inflabai 'l banduyu, plantói fuéu a un pitu, llancói 'n fondigoná 'n

par de fumáes, ya sonriyénduse mu felliz dixói a la sou mutcher: (Se hartó de jamón, huevos y chorizos, eructó incomodado por haber abusado de tanta comida que con pesadez le hinchaba la barriga, le pegó fuego a un buen cigarro, le sacudió un par de fumadas, y después sonriéndose muy feliz le dijo a su mujer): ¡Desde que me he marchado a las Américas hasta ahora, no he comido una comida que mejor me supiera que ésta que me has preparado en tan poco tiempo y con tanta arte. Por el mundo adelante mi querida Ramona, no se harta uno nada más que de mollicies (cosas malas). Mucho cacíu pintureiru (cacharros lujosos), mucha cuchara limpia y resplandeciente, mucho sirviente que te trata con tanto mimo como si fueses un banquero, pero los platos son pequeños, y la comida que en ellos vacian (echan), tiene escosáu güétchus de rustíu (que no tiene grasa, que no está sazonada). Más sustancia tiene aquí un potaráu de llabaza de la que chamus a lus bracus (una pota de fregaduras de la que servimos a los cerdos), que todo lo que come en el día un trabajador en las Américas, y si uno trae dineros de aquellas lejanas tierras, es a cuenta de la mucha hambre, calamidades y sufrimientos que uno tiene que aguantar allí. Aquí en las aldeas pensamos cuantos nos vamos para allá, que en cuanto lleguemos, atopamus lus cuartus tremáus pe les caleyes! (encontramos los dineros tirados por las calles). ¡Bueno Ramonina, ahora ya me puedes contar lo que has hecho por aquí, que me parece que abundu enfucheráu (muy sucio) y grave debe de ser, cuando endenantes de entrare na miou teixá, de rodiétches me suplicabes que t'achuquinara! (antes de entrar en mi casa, de rodillas me suplicabas, que te asesinara). ¡Non sei Gracianín perquéi llugar comencipiar, pos tou enllordióxe d’enria mín, comu se ‘l mesmu diañu me l'encalducar! (No sé Gracianín por qué lugar voy a dar comienzo, pues todo se enlodó

encima de mí, como si el mismo demonio me lo preparara). Deciale Ramona sentada en el escaño, detrás del aburióxu (ardiente) lar, mirando de frente para su marido y alumbrando a la par un torrente de lágrimas, que resbalaban por sus hermosas y coloreantes mejillas, que resplandecían a la luz del fuego, lo mismo que si estuviesen entafarnáes (untadas) con manteiga (untadas con manteca). Graciano que la propiaba con el mismo arrobo de enamoramiento que por ella siempre había tenido. Le dijo con voz halagosa que ya consigo llevaba el perdón que con tanta argucia su esposa buscaba: ¡Anda Ramonina, déjate de choramicar (llorar), pues con tanta mexareta (meadura) de lágrimas, no vas a encantexar l'esgazaura que fixiste! (arreglar la rotura que has hecho). —Y ahora cuéntame de una vez cuál fue el mal que me has hecho, pues por lo que barrunto, me has hecho castrón fatáus (muchas) veces. ¡No Gracianín, no te he hecho de menos nada más que un par de veces, y te voy a contar sin deximite (ocultarte) nada, el por qué hice de paraxa (puta), pues no me he puesto patas arriba en la añuedaura del cibietchu (haciendo el amor) con nadie, porque mi cuerpo me lo pidiese, sino que ha sido la necesidad la que me ha obligado, pues bien sabes, que cuando tu te has marchado para La Habana, yo me quedé muy sola, con un niño entre mis brazos que nin falaba nin espatuxaba (que ni hablaba, ni andaba) !Ay! Gracianín de mis entretelas, del mi corazón y de los mis sentidos, puedo decirte ahora llena de alegría que te estoy viendo al lado mío, que con las lágrimas que alumbraron mis ojos en todos estos años de soledad que he vivido, navegaría sin hundirse el barco que te trajo de La Habana. ¿Y quién fue el culpable de mi desesperante llanto, de mi inconsolable sufriencia? ¡Sólo tu Gracianín, sólo tu eres el culpable, que me has dejado muy sola, y te marchaste para las Américas

hace diez años, siendo yo en aquel tiempo una desventurada criatura que aun no tenía veinte años dígote yo que me has dejado encuandiada (empozada) dentro de la soledad y la pobreza, y en todo este largo tiempo, no me has mandado ni tan sólo una perrona (diez céntimos) con la que comprarle un llastiquín (una camisa, un jersey, etc., etc.) a nuestro hijo, y ahora me vienes tu diciendo que quieres al niño tanto y cuánto! ¡Bueno Ramonina, lo que yo hice o dejé de hacer, abundu bien fechu tá (muy bien hecho está). Hoy ya me encuentro en mi casa dueño de una betchá cuarexa (bien repleta, rica cartera) de dineros, y no quiero perder el tiempo explicándote lo que yo he sufrido y el trabajo que me ha costado atróupar (rejuntar) este capital, pero tu ahora sí que me vas a decir con quién o con quiénes me has traicionado durante el tiempo que he estado fuera de mi casa. Así pues, empieza luego y no pierdas el tiempo barajando pormenores noitres (en otros) caldaretus (ubres) que no sean los que estrincaste (ordeñaste) entre los atavarius (braguetas) de los hombres con los que has hecho el amor, mientras que yo en las Américas fechu 'n castrón, apelucaba cuartus pá betchar la cuarexa que traigu, (hecho un cabrón, recogía dineros para llenar la cartera que traigo). Ramona se levantó del escaño, echó al fuego cuatro astillas porque ya se estaba amorrentandu (apagándose) y después, arremetchandu lus güeyus, miróu 'l Gracianu con mala lleiche, ya díxole sen catar más atayus (abriendo desmesuradamente sus ojos, miró a Graciano y le dijo con enfado sin buscar más atajos). ¡A los dos años de colar (marcharte) tu por el mundo allantri, (adelante) se me puso el niño muy amolaín (enfermo), y no tuve más remedio que llevarle al mélicu (médico), y éste con palabras finas y muy melgueróuxas (dulces) me dijo que yo era una buena moza, que estaba muy guapa y que era muy hermosa, y muchas otras cosas mas que entre todas ellas me hicieron perder la

cabeza, el caso fue que el médico me aseguró que el niño estaba realmente muy enfermo, y que sólo se comprometía a sanarle si yo... bueno... el caso fue que yo por curar al mióu fiyín (mi hijo) espurrime y encoyime baxu lus atavarius del mélicu y'añuédei 'l cibietchu cuá 'l un par de veices, (me estiré y me encogí debajo de la bragueta del médico e hice el amor con él un par de veces). Y de resultas de los dos achucáus (acostados) que fexe debaxu 'l allegre mélicu (que hice debajo del alegre médico), me quedé empanzorraona (preñada) y parí otro rapacín (niño) que ahora ya tiene siete años. Así que yo considero que si tú estuvieses en mi lugar, harías lo mismo que yo he hecho, pues por un hijo una madre da todo cuanto tenga y más para con ello! Graciano que era de naturaleza muy tranquilo y a pesar de ser un cornudo era listo y razonero, le dijo sin enfadarse ni levantar más una palabra que otra: ¡Por un hijo una mujer casada debe de entregarlo todo verdad es, todo menos su honra, porque la honra en la mujer casada tiene más valor, que todos los hijos que pueda tener y hasta inclusive más que su propia vida. Porque de ahora en adelante, lus tous nenus namái que serán pá les xentes que fius de paraxona. (Los tus niños nada más que serán para las gentes que hijos de puta). Y tu... una paraxete (putina) mirada en todo momento por los hombres, como pan caliente fácil d'allancái 'l denti (hincarle el diente). Y yo... un cabrón consentido, que ha de ser la guasa y la murga de todos mis vecinos y de cualquier gente que sepa de mi vergüenza! En buena razón acaidonaban (dirigíanse) las palabras del Graciano, pues pronto sus vecinos armados con la socarronera malicia de las gentes de la aldea, empezaron a torearlo, diciéndole entre amistosas risas y halagüeñas palabras, ofensivos insultos, que ponían al pobre Graciano lo mismo que un pingayu (trapo viejo), y como Graciano era simpático y buena persona, aun les daba lugar más xeitu (sitio), para que se

apropiaran de mayores confianzas, y ya no sólo eran sus vecinos los que de continuo le provocaban, sino todas las gentes que le conocían, pues un día que estaba segando hierba en un prado que tenía al lado de la carretera, pasó por allí una pareja de los guardias civiles de servicio que eran amigos suyos, y después de torearle un tiempo como todo el mundo hacía, uno de los guardias le preguntó: ¿Qué carrera les vas a dar a tus hijos Graciano? ¡Pues como tienes dineros amamplén (muchos), no estaría mal que los estudiases para xebralus (apartarlos) de estar mayucandu (majando) terrones toda la vida lo mismo que tu haces! Graciano quedose mirando para el guardia sonriéndose como si nada ofensivo le hubiera dicho, y después apurriénduyes (dándoles) la petaca para que enrrodietcharan (liaran) un cigarrillo, cuando los tres estaban aborronandu (fumando) muy tranquilos les dijo: ¡Mucha razón tienes Juaquín, ya que majar terrones no es un oficio descansado ni productivo para nadie, por eso, a mi primer hijo, que es el mío verdadero, le voy a estudiar hasta que se convierta en un buen ingeniero, aunque tenga que vender sino me alcanza cuanto tengo, hasta mi honrado apellido, que por ser tal cosa, en todo el mundo ha tenido siempre buen crédito, y al otro por ser hijo de mi mujer que xebrose (se fue) de la honradez, y se situó entre la hedionda troya (suciedad) donde se enchamuergan (ensucian) las paraxas (putas). En pocas palabras, por ser hijo de puta, le voy a enchufar en el xuzgáu (juzgado), y si no sirve para este menester, entonces le afilio a la guardia civil! Al guardia Juaquín, xelósele (,helósele) d'afechu (del todo) la maliciosa sonrisa que mostraba entre sus labios, y poniéndose muy serio le dijo: ¡Ten cuidado con lo que dices Graciano, porque me parece a mí que no das puntada sin hilo, así que se acabaron las bromas, y de ahora en adelante con nosotros ándate derecho, sino quieres

que te enchufemos en la cárcel por tener la lengua demasiado larga y ser tus palabras mal intencionadas! Descubrió Graciano aquel día, que el don de la palabra era un arma muy poderosa, con la que conseguiría manejándola con astucia y solapadamente insultativa, lograr que sus agudosos vecinos se mirasen muy bien antes de lanzarles puchas (sátiras), haciendo de su persona el hazmerreir de todo el concejo. El habíale dicho al guardia Joaquín sin la menor intención de ofensa hacia su persona ni a nadie, que el hijo de su mujer por ser nacido de mala madre, le colocaría en la Guardia Civil, cosa que incomodó grandemente a Joaquín, demostrando con sus inocentes palabras que no es oro todo cuanto reluce, y que todo el mundo tiene algo de suciedad escondida o a la vista, de la que suele avergonzarse. Desde ahora en adelante, escrutaría en la vida y pasado de sus vecinos, y cuando de él se mofasen, les taparía la boca lanzándoles al rostro como arma de defensa y ataque todo cuanto de despreciable y asqueroso, en sus vidas o familias hubiere; y de esta forma, ya se mirarían ellos de volver con sus ya cansadas e insultantes sátiras a molestarle. Y ahora, tras el xemeyu (retrato) que hice del alcalde de mi aldea, escantoyándulu namái que per un cornetchal (rompiéndole nada más que por una esquina) de las muchas que el condenado tenía, voy a hondear ya sin hacer pouxa (parada) ni xebraura (apartamiento) en la historia de las Xabarceiras (tratantas), que entrambas y dos eran de gafas (venenosas) como un perro con la boca negra. «MANOLA Y VENANCIA» Moraban en mi aldeina dos mucherucas (mujerucas), que eran hermanas en apariencia y al decir de ellas también de familia, ya que habían nacido por el mismo furacu (agujero), no eran ya jóvenes cuando yo las conocí, pues paseábanse por la vida con la edad de comenzar a maurecer (madurar), eran las más pobres del lugar (descontándome a

mí por supuesto), ya que no les acompañaba más riqueza que una vieja pochina (burra), y por esta pobreza que las acompañaba, allindiaben (cuidaban) a su borrica Facunda, con tanto cariño y esmero, como si en verdad fuese hija de entrambas. Estas mujeres no eran nacidas en mi aldea, y verdaderamente tampoco a ciencia cierta nadie sabía el lugar de su nacencia, lo cierto es que habíanse asentado en mi aldea cuando se terminó la guerra, y vivían en una muy humilde casuca que compraran con algunos dineros que traían, vivían en mi lugar desde aquella época, ganándose su vida con libertad e inteligencia, si se puede denominar así, al apoderarse de lo que muchas veces no les pertenecía. Decian algunos vecinos, y yo no sé si era cierto, que durante toda la guerra habían estado de paraxas (putas) por el frente, haciendo felices a los milicianos primero y después a los vencedores, más sin embargo yo creo que esto no era verdad, porque entrambas y dos físicamente no valían ni para un tiro de escopeta. Nosotros las conocíamos por el apodo de las Xabarceiras, y eran bajas de talla, secas de carne, con rostro de brujas feas y lagañosas, dueñas de un mal genio y peores intenciones que el mismo demonio, y garruxantes nas engarradiétchas (valientes, decididas en las peleas). La de más edad se llamaba Manola, y tal parecía que sus padres la habían fabricado con el puro veneno, y aparte tenía una lengua tan ofensiva y desarrendada, que dejaba en porriques (desnudo) al más pecaminoso de los arrieros. Venancia que era la otra, no algamia (alcanzaba) a su hermana en el ser tan garruxante, pero se aparejaba al lado de ella, en tener los dedos largos y las uñas raguñonas (arañosas) para mal de las tranquilas gentes, donde se engarrapelaban (enredaban) muchas veces los intereses de los vecinos. Las rapiegas Xabarceiras, cuando los campos se cubrían de frutos y los árboles se enseñoreaban con el manto lujoso y

natural de los saludables y exquisitos frutos, ellas solían comprar en caña (en el árbol) o escandanaban (recogían) sin ningún permiso, las mejores frutas, y prestas corrían a venderlas por todas las aldeas y mercados de los tres concejos vecinos, y con estas ganancias, ellas prohibían al fantasma del hambre, que no espurriera (estirase) el hocico, agolifandu (oliendo) en su lar, en ningún día del año, por prietu (negro) que éste escombuyere (viniese, naciese). En la casa de las Xabarceiras, a pesar que por aquel entonces los tiempos eran muy difíciles y el hambre se recostaba en todas las esquinas, entre otras cosas en su lar jamás faltaba el cafetacu, y el frasco de marrasquinu (anís, caña, etc.), al que las dos hermanas le hacían halagos con parejo tino, pues érales el café ey el aguardiente tan llambión (goloso), como el tabaco de cuarterón, ya que sonrientes, gozosas y felices, apuxaben (tiraban) por él, con el mismo placer que escosaban (secaban) el pintureru frasco del aguardiente. Muchas veces cuando estaban sentadas con tranquilidad en su casa antroxánduse (festejándose) con las copaxas (copas) y el cigarrillo, decíale la Manola a su hermana entre xorbu ya xorbu (trago y trago) y cigarrillo prendido con la colilla del otro, esta sentencia muy verdadera: ¡Es mucho más fructuoso unos minutos de trato si están bien hechos, que cien horas de trabajo agabuxá (agachada) en las estayas (tajos), haciendo labores para los vecinos, que son más olvidadizos después de hacerles el trabajo, que agradecidos para pagarte en justicia el sudor que en sus tierras has derramado! Pero aquel año las Xabarceiras estaban encuandiadas (empozadas) dentro de un mal estar que mazábayes enoxáes fasta el mesmu fégadu (sacudíales enojadas hasta los mismos hígados), y todo había sido por la causa de no haber sido eficaces en el llindiáu (cuidado) de su pollina Facunda, pues un día que la habían dejado sin vigilancia guareciendu (pastiando) en el pasto comunal, piescóula (cogióla) por su cuenta y riesgo el alegre pollino de Rosendo el

goxeiru (cestero), que el condenado tenía unos coyonzones (testículos) que le pingaben (colgaban) hasta el suelo, y se daba muy buena maña en no dejar una pollina manía (sin preñar), por vieja que fuera, y aunque no tuviese gana de que l’añuedaren el cibietchu (que le hicieren el amor). Por esto la Manola que era la que acaidonaba (dirigía) las riendas de su teixu (casa), se abayucaba (se movía) aquel año que corría por los primeros días del mes de Junio, con todos los demonios del infierno haciéndole mil travesuras en su cerebro, y todo era por la causa de la paraxona de sou potchina (de la putona de su pollina), que de resultas del esfoitu (confío) que con ella habían tenido, que fuera bien aprovechado por el alegre pollino del goxeiru (cestero), espatuxaba (andaba) la pobre con una ventroná (barrigada), que trabajo le costaba revolverse. ¡Diañu de bruxa (demonio de bruja), con lo vietcha (vieja) que es, y todavía tuvo la puñetera calentura para que en un momento que la dejamos de la mano, de ir hacer xaceda (camera, sitio) debajo de las patas del condenado burro del maldito goxeiru (cestero). ¡Pues en algo tenemos qu’estenciar (inventar, hacer), para poder llevar la fruta este año, a los mercados y a las aldeas, ya que si no ganamos por el verano los dineros que necesitamos, cuando llegue el invierno, entrará en nuestro hogar de la mano del frío también el hambre. —Está visto que con la Facunda no podemos llegar a ninguna parte pues está la condenada con un baduyáu (barrigada) que apenas puede tartirse (moverse). En buen compromiso nos ha colocado el zaramachón del maldito pollino del goxeiru, que quiera Dios que el demonio le asesine y al amo con él, pues cada vez que veo alguno de entrambos, se me sube la sangre a la cabeza y me pongo en tal trance, que tengo miedo de que un día no pueda contenerme y les parta el alma a entrambos.

Todo esto y algunas cosas más, se lo estaba diciendo la Manola que en el lleldar (hacer) ya se encontraba medio tarrasca (borracha), a su hermana Venancia, que intentó consolarla aconsejándole, que lo mejor que hacían, era bajarla el lunes al mercado de la Villa, y con lo que le dieran por ella, y un poco más que pusieran encima, mercarían un burro de arte, que las libraría del complicado problema que las atañía (conducía). En esta conversación se encontraban las afligidas Xabarceiras aquella tarde buscándole encantexu (remedio, remiendo) para su desgracia, cuando hicieron entrada en la aldea una caterva de gitanos, llegaban todos dentro de una alegrosa folixa (juerga, algarabía), que tal parecía que todos eran tan felices como los mismos ángeles moradores del Cielo. Y sin pedirle permiso a nadie, dispusiéronse a pasar la noche debajo de los hórreos que se asentaban en el centro de la aldea, lugar que desde inmemoriales tiempos, siempre solían hacer acomodo sin que ningún vecino los molestara, todos los titiriteros, hojalateros, gitanos y demás transitantes que llegaban con alguna de sus embajadas a la aldea. «PASCUALÓN EL GITANO» Mientras que sus hombres desaparejaban los burros y disponían su ajuar las hábiles y astutas gitanas con el cabás colgado del brazo, y un montón de artesanas cestas encima de la cabeza, se internaban por todas les caleyes (callejas) de la aldea, en el trabajo de equivocar al primer aldeano que se las diera de listo, y de casa en casa, intentando vender su arte, o pedigüeñando cualquier cosa, ya que todo les venía bien, llegaron a la postre a la morada de Manola, que ya tenía ésta pensado desde el momento que endilgóu (que avistó) a los gitanos, el efectuar un saneado trato con ellos a cuenta de la su pollina Facunda. Las gitanas nada más llegar ante su presencia, la saludaron siempre con la sonrisa en los labios y la humildad con ella, cualidades indispensables que el

timador maneja, como si propias suyas fueren, y de esta guisa, le dieron las buenas tardes en el momento que una de ellas le preguntó sin perder más tiempo: ¿Oigame señora, no tendrá alguna cosa de comedera por el desván a cambio de una de estas cestinas tan serviciosas? Así le habló una de las dos gitanas que en pareja venían haciéndose la desvalida y la inocente, mientras que su compañera sonriéndose por lo bajo, y sin urniar (hablar palabra), aprestábase en el sacar de su faltriquera un fatu de baraxeta (un trapo de baraja), y nada más que su socia fexu pouxa nel falare (hizo un descanso en su charla) con la Manola, cogió la palabra la gitana de la baraja, y se hondeó en el registro de querer echarles las cartas, decirles la buenaventura, o leerles la suerte, pues asegurábales la sagaz gitana, que ella había nacido con el sobrenatural don, de poder leer en la palma de la mano el destino de las personas, que se halla escrito desde su nacencia en un lenguaje misterioso, que sólo los elegidos pueden leer sin la menor equivocación. La Manola, que yo puedo asegurar que la más espabilada gitana podía ser nada más que su discípula, apropiaba y miraba de soslayo a las gitanas haciéndose la fatona (tonta), mientras que sus vidayas (sienes) moldeaban el negocio que con su Facunda iba hacer encima de los rapiegus xitanus (zorros gitanos), pues ella para sus adentros se decía, que quien equivoca a un manexador (manejador) de enredos, hasta los mismos jueces le ayudarían a xebrase (marcharse) del refregado aunque éste se hendiera, en algo que bien no olíese y sonado fuera. Así pues, que cuando la gitana ya se había creído que la Manola iba a ser un tonto cliente que le pagase sus enredos, en el magín de la Xabarceira ya estaba encaldáu (hecho), el cambiar a su Facunda, por un pollino que ellos trajeran, que no cojeara de ningún lado, y que no fuese muy cargado de años. El caso fue, que cuando la gitana ya le iba a coger su mano para leerle su buena suerte, quedose sorprendida cuando la Manola le dijo: ¡Déjese de pamplinas

que conmigo no tiene cabida, yo lo que quiero es cambiar una buena pollina que tengo, que a no tardar mucho se va a convertir en dos porque está preñada, por un burro que ustedes traigan, que tenga llixia (alma, fuerza), y que no tenga amolaúres (males) por ningún lado! La gitanaca dibujó una amplia sonrisa de alegría en la bufarda (ventana) de su boca escosada (falta) de la mitad de sus dientes, y después le dijo a la par que guardaba la baraja en su faltriquera: ¡Eso que usted desea ya lo puede dar por hecho buena mujer, pues mi marido tiene un soberano pollino, que es lo justo a lo que usted me parece anda buscando, así que espere unos momentos, que voy con rapidez a buscarle, para que hagan el trato que me parece a entrambos ha de agradarle! Vino al cachiquín (al rato) en un grande burro escarranquetáu (montado) de alegre presencia, que en el parecer abayucábase (movíase) como el mismo rayo. Llegó el gitano a la casa de la Manola, muy xaraneiru ya xibloutandu (jaranero y silbando), lo mismo que si ya agolifara (oliese) el negocio antes de comenzarlo. Apeose de un áxil blincu (ágil salto) el gitano Pascualón de su xumentu (jumento), y saludó con marcado respeto a la Manola, que ni tan siquiera le contestó, ya que sólo tenía ojos para apropiar al burro, que le pareció muy atongaín (bueno) en sus primeras güeyáes (ojeadas). Empezó el gitano sin demora a tejer en el hacer del trato, con la que él pensaba, que iba a ser una victima sencilla para hacerle un lucrativo timo, ya que entamangaba (hacía) la Manola tal focicu de fatona (hocico de boba), que no era menos de pensar, que aquella mujer tenía los sentidos escosáus (secos) de toda listeza. El gitano que era un útre (águila) en el asunto de hacer de un jumento que sólo valía para ser achuguináu (sacrificado) y convertirlo en chorizos perreros (malos), digo, que él podía hacer de un burro moribundo, un pollino de ojos

vivarachos, espurrías uréas (estiradas orejas) y espatuxares de rellámpagu (caminares de relámpago). Así pues con esta maestría que le caracterizaba, comenzó a rexistrar (mirar) a la Facunda desde el principio de su hocico hasta el término de su cola, sin olvidarse de sus molares y patas, y mientras que él hacía tal cosa, Ias Xabarceiras no perdían su tiempo, pues también manxuñaban (tocaban, palpaban) el jumento del gitano por todo el peyeyu (pellejo), con las miras de encontrarle algo que le faltase, o de descubrirle un postizo que le tapase un defecto. Pascualón como que no quería la cosa las propiaba por el rabillo del ojo, y así, allindiaba (cuidaba) a las Xabarceiras que no tenían sentidos nada más que para rexistrar (mirar) el burro del gitano, que no hacía nada más que tascase (moverse) y no estarse ni un instante quieto, demostrándoles con tal nervioso bailar, que era un pollino de arreos, con fuerza según ellas, de llevar un par de manegáus (cestos) encima de su lomo, sin ni siquiera hacer ni un senaldo, hasta el mismo Ricabu, o al lugar de Torrestíu, que son las aldeas más cimeiras de los concejos vecinos. Se veía a las claras, que a entrambas Xabarceiras les encantaba el jumento, por tal razón Pascualón, en el lleldar (hacer) que sacaba una colilla del bolso de su llásticu (chaleco) y le plantaba fuego sin soltar el cayao de su mano, les dijo sonrientemente: ¡No desperdicien el tiempo en buscarle defectos a mi buche, pues no le falta ninguna cosa, ya que tiene hasta los dos coyones (cojones) y está tan entero como yo mismo, que soy padre de una docena de hijos! ¡Pero es igual mujerinas, pues aunque algún defecto tuviese mi jumento, me parece a mí, que no voy a poder hacer trato con ustedes, porque esta pollina que me quieren espetar, está más para ser achorizada en Noreña, que es para lo único que vale, que para hacer galopadas por los caminos! ¡Ahora que si me dan encima de ella ochenta reales, el trato está hecho, y

sino, cada cual allindie (cuide) lo que es suyo! Después de mucho tejer y destejer, porfiar, y alegar mil razonamientos de toda índole, la Manola le dijo que sólo le daría sesenta reales, y Pascualón cogiéndole por su palabra, enfardóu (guardó) los dineros en el bolso, y sin demostrar la contentura que le embargaba, dio el trato por hecho. A la mañana siguiente cuando el malvís silbotiaba anunciando el nuevo día, se levantó de su cama la Manola a la misma hora que siempre solía, y antes de hacer ninguna otra labor, fue muy ilusionada y contenta a la cortexaca (cuadra pequeña) donde tenía guardado el pollino, y cuando le puso sus inquisitivos ojos encima, su alegre ilusión fue devorada por una triste sorpresa que le produjo la visión de ver a su pollino achucáu (acostado) en una postura engalbaná (sin fuerza, sin gracia, sospechosa), acercose a él ya buyéndole en sus temperamentales y endemoniados sentidos la apenada sospecha de haber sido engañada por el gitano, y sin el menor miramiento le atizó unos punterazos con las madreñas encima de los cadriles (patas) para que se incorporara y poder mejor repararlo, y fue entonces cuando se le enxenebróu (helósele) la sangre en sus venas, ameruxánduse sous fégadus (llenándose sus hígados) en el atayu (atajo) de un envenenador desespero, al reparar con cuidado a su pollino, por eso sus ojos se le llenaron de lágrimas que alumbraban la rabia y la mala leche que l'esmolecía, (deshacía), cuando ya sin ninguna duda comprobó, que el genio y bizarría que el burro tenía en la hora del trato, no era el mismo que en aquel encaldar (hacer), sino que se había tornado en volverse en estar amurrentáu (enfermizo, moribundo), lo mismo que si del mundo de los vivos se estuviera despidiendo. A fuerza de bardiascazus (palos) y de xurarnentus (juramentos) que sin miatcha (migaja) de compasión la Manola le propinaba, dentro de una amanicomiaura (locura) que le desencaldaba (deshacía) el alma, logró el pobre animal incorporarse, y cuando

estuvo en pie el descuaxaringuetáu (deshecho) jumento, con sus urées pingones (orejas lacias, bajas) y los güetchus choramicándoye (los ojos llorándole), como si hubiera despertado de una penosa pesadilla, y por si fuese poco todo esto que la Manola propiaba, todavía la pobre bestia comenzó a temblar con tanta intensidad por todo su cuerpo, que le daba lugar para pensar a la airada y endiablada Xabarceira, que aquel cadabre (cadáver) de burro, estaba viviendo sus postreros momentos. Cuando la Manola percatose ya sin ninguna duda de lo cadarmeru y'esmoleciu (de lo cadavérico y desvanecido), que se encontraba el condenado burro que la había espetado el diablo de Pascualón el gitano, comenzó a alumbrar por su pecaminosa boca, dirigida por su envenenadora lengua, un rosario de juramentos todos en contra de los santos seres del cielo, también maldijo con igual arte a todos los demonios de los infiernos, y no se dejó atrás y ya en este lleldar (suceder) colgándole de las comisuras de su boca unas flemas azuladas cargadas de rabia y de veneno, a todos los gitanos de la tierra, y hasta se recordó ya completamente desarrendada por la amanicomiaura (locura) que la encibiétchaba (retorcía), de manera más denigrante hasta de la propia madre que la había parido. Ante tal escándalo de palabras endemoniantes, saltó de su cama haciendo fuego su hermana Venancia y entre las dos juntas terminaron de hacer la desarrendada y pecaminosa fiesta. «EL PEDÁNEO DE LA ALDEA» Cogió la Manola una foicetuca (hoz) que tenía mangada en un recio y fino palo de ablanu (avellano), y la su hermana una pala de dientes que estaba mocha (falta) de un par de pinchos, y así armadas como si fuesen a la guerra, conducidas por el rey de los demonios que moraba dentro de sus espíritus, preparando un alboroto tan sonado y enloquecido que dudo que nada en la vida otro mayor hiciera, con una prisa que por ser ardiente les amagostada

(quemaba) la entraña, fuéronse en busca de los gitanos con el invariable propósito, de deshacer el mal trato que con ellas hicieron, y por las buenas o por las malas, recuperar sus dineros y a su pollina Facunda. Cuando llegaron debajo de los hórreos lugar donde ellas sabían que estaban los gitanos y comprobaron que ya de la aldea a tan tempranera hora los foinus (ladrones) ya se habían xebráu (marchado), entonces la pecaminosa folixa (bronca) qu' enguedétcharun (que enredaron) fue tan escandalosa que pusieron en pie de alarma a toda la aldea, y hasta los perros del lugar, ladraban enfurecidos, sin agolifar (oler) por dónde escarrapietchábase (deshacíase) el peligro, pero presintiendo que se encovarachaba (encuevaba) dentro de los falaxes (hablajes) enfogaratáus (fogosos) que alumbraban las gafuróuxas (venenosas) lenguas de las garruxantes Xabarceiras. Las gentes de mi aldea, al escuchar aquel enxame (emjambre) de airadas voces, que todas ellas endubichaban (envolvían) un rosario de fataus (muchas) maldiciones pecaminosas, a tan hora tan ceda (temprana) de la albiada (de la mañana), descumbutcherun (despertaron, levantáronse) del catre donde aun felices algunos descansaban, y comenzaron a asomarse a las puertas y ventanas, y cuando comprobaron de qué se trataba, dieron rienda suelta a sus risas y gozos que les producía la desgracia que consumía a las ramplonzuelas (ladronas) Xábarceiras, que desde el primer día que habían sentado sus vivencias en la aldea, vivían a cuenta de lo que arrapiegaban (robaban) a los vecinos, sin que jamás s’andecharan (hicieran cuadrilla) en una gavita (ayuda) hacia sus vecinos, aunque éstos se reventasen atosigados por el excesivo trabajo. Por eso, cuando aquel amanecer conoció la aldea el timo que los avispados gitanos hicieran en los pequeños intereses de las atuñáes (avaras) Xabarceiras, al espetarles aquel jumento al cambio de la Facunda, que según las manifestaciones juramentadas que públicamente pregonaba con grandes

gritos la Manola, estaba murriéndose estingarraón na cortexa (muriéndose acostado en la cuadra), al xebrársele (marchársele) la alegría y el bizarro genio que le había inyectado la tarrasca (borrachera) de marrasquino que le hicieran coger los gitanos, con el fin de que el alcohol le diera por unos momentos las briosas fuerzas de su juventud que la naturaleza por viejo y deshecho ya le había quitado. Pero no conforme Pascualón con este ardid, también le había introducido para que mejor se dibujase en el lugar de su conveniencia, una fogosa guindilla en el furacu (agujero) por donde alumbraba el federosu cuchu (hediondo estiércol), y por estas razones el pobre animal que en el momento del trato obreiráu (aguijonado) por estos reactivos respondió a las aspiraciones de Pascualón para equivocar a las Xabarceiras, ahora ya aquel pollino falto de tales estímulos, no respondía a las gozosas ilusiones de la Manola v su hermana, por eso entrambas y dos estaban llevadas y traídas por el mismo demonio, y en peor genio se ponían, cuando presenciaban a las gentes de mi aldea todas ellas de buen suceso, entamangándu festa ya murga (haciendo fiesta y güasa) de las hasta entonces avispadas Xabarceiras. Así por ejemplo, la muyer del Goxeiru (mujer del Cestero) que por la causa de que la Facunda apartando el rabo p'un lláu (para un lado) y dejando la clica 'l entestate (la matriz al aire libre) permitiera que su alegre burro le anuedara 'l cibietchu (le hiciera el amor) dejándola preñada, pues por esta causa, engarrapoláronse (peleáronse) con ella las Xabarceiras, en una engarradiétcha (lucha) de campeonato, que si no es porque unos hombres de la aldea las separan, la hubiesen esmueliu a tochazus (muerto a palos), pues esta mujer esfargayánduse (deshaciéndose) de risa díjoles: ¿Qué pensabas Manola, que podías equivocar a los gitanos lo mismo que haces con todos nosotros desde que el demonio te trajo sabe Dios de dónde a vivir a esta aldea?

¡Esos filan (hilan) más fino que nosotros mióu nena, por eso no has sido capaz de detener el truñazu (testerazo) que te atizaron cuando pretendías hacer negocio con ellos, que son los mismos hijos de tu padre el diablo! ¡Me parece a mí que este año, si quieres ir a vender por las romerías la fruta qu’escarpenas (que arrancas) de nuestros árboles, vas a tener que llevar las maniegas (cestas) encima de tu mollera! Xofitóu (apoyó) Manuela de Juan de Pacha, que era muy aguda lanzando putchas (sátiras). ¡Qué quieres hacer Manola, hay que armarse de paciencia mióu nena y nunca olvides que el demonio tiene focicu de gochu (hocico de cerdo), aunque en este lleldar (suceder) a tí se te presentara en la fechura (hechura) de Pascualón el gitano, que mucióte (ordeñote) la cuarexa (cartera) y llancote (te plantó) un pollín, que según el tu falar (hablar) regalado es caro. Díjole Filomena la mujer de Julián el Pertegueiru, que tenía una lengua p’aximielgar (mover) con molestosas intenciones a las gentes. Con más arte, que su marido que era áxil (ágil) como un esquil (ardilla) tenía de coraxe (coraje) para sacudir los arizos de los castañales. Estas y otras parecidas sátiras adornadas con risas y juergas de diferente índole, les decían las gentes de mi aldea aquella mañana a las xabarceiras, con intenciones de zaherirlas, porque ni eran sociables. ni menos tenían nada de buenas personas, sino todo lo contrario, aunque si digo la verdad en aquella época, había en mi pueblo peores personas que las Xabarceiras, ya que moraban un piño de fascistones asesinos, que ellos solos se bastaban para tirar tal partido por tierra. Tanto la Manola como su hermana, esnalaban (volaban) hasta los mismos teyáus (tejados) del aburrióxu (ardiente) infierno, dentro de un envenenamiento que hacía xuenzura con la manicomiaura (yunta con la locura), y con sus lenguas harto desatinadas escarnecían todo cuanto existe del cielo abajo y del infierno

arriba, y en todo momento eran acosadas por los perros de la aldea, que les buscaban descuido para hincarles los dientes en cualquier lugar de sus escalixerus cuerpos, y al tenor que con rapidez espatuxaben (corrían) iban poniendo al Hacedor y su Creación como un fedoroxu fatu (hediendo trapo), con sus maldiciones y romances pecaminosos, que muchos de ellos nadie en el lugar jamás había escuchado, y dudo que pocas personas podrían endubitchar (enredar) un rosario de ofensas como el que la Manola preparaba. Pero a pesar de ya ser mucho todo esto que enseñaban, dentro de sus mal intencionadas entrañas, muchas más nefastosas intenciones aun se albergaban, y obreiradas (aguijonadas) por ellas, encamináronse afalucháes (arreadas) por el diablo, hasta la casa del pedáneo, que moraba en la fondeirá (en lo hondo) de la aldeina, y cuando ilegaron a las canciétchas (cancelas) y vieron que estaban piescháes (cerradas), aferronáronse (cogiéronse) a ellas con tal arte, y sacudiéronlas con tal fuerza, que al no llegar el perro a ponerles freno, de seguro que dieran en tierra con ellas. Pero la Manola que era en aquellos momentos conducida por todos los demonios nacidos y por nacer, que la habían corrompináu (llenado) con una airada rabia desgalgada (desmandada), no le puso ningún respeto ni menos miedo aquel perro grande armado de carlangas que hasta los mismos lobos les imponía recelo, sino que le hizo frente con su foiceta (hoz) llantándoye (plantándole) un focetazu (golpe con la hoz) en medio de su enorme cabeza, que le hizo al gafu (fiero) perro atropar (guardar) el rabo entre sus piernas, y marcharse glayucandu (aullando) de dolores del lado de aquella mujer que era peor que la más bravía de las fieras. No hicieron caso las Xabarceiras del matauriáu (descalabrado) can qu'ameruxáu de miéu (que plagado de miedo) se marchara del lado de ellas, sino que entrambas en el mismo lleldar (hacer) ximielgaben (sacudían) las cancelas en el parejo encaldar que

llamaban al pedáneo de la siguiente manera: ¡Gracianu, Gracianu...! ¿Dóu tás aponiu faldetacu alcaldi de piteru? (¿Dónde estás ruin alcalde de gallinero?). El bueno de Graciano que se encontraba en la corte (cuadra) muciendu (ordeñando) las vacas, al sentir a su perro glayucar endolloriu (ladrar dolorido) y escuchar aquellas voces preñadas de prisa y betchás (ricas) de ofensivas palabras hacia su persona, salió sin pérdida de tiempo del establo con la caramañola (lechera) en la mano, y cuando comprobó quién le reclamaba, díjoles medio enojado, porque enfadado del todo nunca Graciano lo estaba: ¿Qué es lo que queréis condenadas del infierno, donde sin ninguna duda algún día iréis amagostabus (quemaros) esas asquerosas lenguas que tenéis? ¿qué es lo que queréis que tan cedu (temprano) llegáis a la mi puerta, y no en son de paz como es la debida forma, ya que lo primero que habéis hecho, fue partirle la cabeza al perro que intentó poneros el freno que estáis necesitando desde el mismo día que pusisteis los pies en esta aldea, y no contentas con ésto, aun estáis molestando al amo, enloquecidas por el demonio que lleváis dentro de vuestros cuerpos, que sólo vosotras sabéis dónde le encontrasteis, pero que os hace rellumbrare (relucir) como el mismo rellámpagu? (relámpago) ¡Vengo a ordenarte, —dijo la Manola, saliéndole espumarayus (espumarajos) de rabia por su boca—, vengo a mandarte, que te hagas en el momento en perseguidor de los asquerosos y ladrones gitanos, que me engañaron con un burraco que cambié por la mi Facunda, que ahora está estingarraón (tirado, acostado) en la cuadra, sin llixa (fuerza) de sostenerse encima de su cadriles (patas). Graciano que era como ya sabemos, muy agudo y socarrón, comenzó a reírse por lo bajo, porque abiertamente no se decidía ante el temor de no terminar de alterar aquel par de humanas fieras, que muy capaces las creía de pagar en su persona sus cacíus estrapayáus (sus platos

rotos), luego poniendo la cantimpla (lechera) entre las manos de su mujer, que había bajado a la corraleda al escuchar tan grande alboroto, y seguidamente, rascándose su cabeza por debajo de su gorra, les dijo a las Xabarceiras con una socarronería que le alegraba satisfactoriamente: —Podéis ir vosotras mismas a buscarlos, ya que tanto os interesa en encontrarlos, porque yo fuera de la aldea y aun dentro de ella, ninguna autoridad tengo, que me obligue a perseguir a nadie, y creo que para hacia la Villa deben de encontrarse, porque poco antes del amanecer les he oído yo pasar por delante de mi casa, y por cierto que llevaban entemangada una allegroúxa folixa (iban formando una alegre juerga), y ahora escurro (discurro) de dónde procedía tan grande gozo que les acompañaba, que ni más ni menos era, del betcháu (rico) trato que al parecer hicieron con la tu Facunda, por la causa de querer ser tu, todavía más gitana que ellos. ¿Qué es lo que me estás diciendo so castrón (cornudo) de los infiernos? ¡Qué no tienes de hombre nada más que el paxierchu qu’enllastica lus tous enxenebráus güesus, (traje que cubre tus fríos huesos), si en todos los lugares de Asturias tienen como autoridades a ejemplares con el mismo esprapayu (disposición, ánimo), que te tiene encibietcháu a ti, más les valdría a las gentes hacer con ellos, lo mismo que yo debía de hacerte a ti! ¡Vaya un alcalde de cuatcháus (cuajados) que en el lugar tenemos, yo no sé lo que estarían pensando los vecinos el día que te han dado la güichá (vara) de mando, porque la verdad es que no sirves ni para tornar (parar) el agua en un banzaucu (remanso) de poca llixa (fuerza)! Le dijo la Manola lanzándole unas envenenadoras y asesinantes miradas, que intencionaban la firme idea de entamangar (hacer) un engarapoláu con él. Graciano, sin hacer mucho aprecio de lo que le estaba diciendo la bruxa xabarceira, sonrientemente le preguntó:

¿Y qué es lo que te gustaría hacerme a mi Manola? ¡Lo primero que te haría so castrón de los infiernos, sería... llantate la foceta (plantarte la hoz) en medio de tu cabeza, fendiéndotela hasta las mismas caxietches del xixu (partiéndotela hasta las mismas células de los sesos), y después te haría el juicio de por qué fuiste condenado a morrer (morir), que sería por el cobardoso delito, de no saber defender los intereses de la aldea, como es tu obligación de alcalde, y también por consentir, que xentes arrobonas (gentes ladronas), colen del chugar (marchen de la aldea), haciendo festa ya murga (fiesta y güasa), ximielgánduse lus cuartus na cuarexa quei arraguñarun a lus tous vecinus (moviendo los dineros en su cartera, que fueron fruto del robo que hicieron a tus vecinos), por la causa de tener un pedáneo, escasáu de coyones, ya betcháu de plumes de pituca llueza! (seco de cojones, y rico de plumas de gallina clueca). Estas palabras tan poco delicadas y tan grandemente ofensivas, no le sentaron nada bien a Graciano, a pesar de ser él, hombre tranquilo y transigente en gran medida, quizás las hubiese deximíu (olvidado) si su mujer no estaviese presente, pero al no ser así, a Graciano no le cupo otra alternativa, que intentar castigar a aquella desvergonzada que le estaba tratando lo mismo que si él fuese en vez de un hombre y por más primera autoridad de la aldea, no fuese nada más que un enyordiáu pingayu (un sucio pingajo), por esto, destinado Graciano en hondura donde jamás se había presenciado, se arrimó a la Manola con miras d'acoyela (de cogerla), y propinarle un par de ximielgones (sacudidas) y meterle el miedo y la vergüenza en el cuerpo a aquella deslenguada, aunque no fuese nada más, que para demostrarle a su mujer, que un hombre siempre es un hombre, aunque su mujer le pegue, le engañe y le convierta en cabrón por considerarle baldrayu (cobarde). Pero lo que no pudo imaginar Graciano, era que la Manola no se amilanaba ante nada ni nadie, y para demostrárselo, dio un paso

hacia atrás para dejar trecho de combate, y enarbolando su focetina (hoz) en el aire, apurrióye (diole) con ella un fuerte y certero golpe en su cabeza, que hizo que el pobre pedáneo se esmurgazara (se cayera) en el santo suelo privado del conocimiento, manando un remexu (un chorro) de sangre, por una mancaúra (herida) que le había nacido repentinamente en el canto una vidatcha (sién). Y así en esta ridícula y dolorosa postura, atendido por su mujer ante la cual el Graciano pretendía convertirse en un héroe, le dejaron las Xabarceiras, que colaron (marcharon) de su casa, perseguidas de cerca por el rencoroso perro de Graciano, que les ladraba enfadado, más por el golpetazo que a él le habían apurriu (dado), que por el que le allantaron (dicran) en el pericote (alto) de la mollera de su amo. Amanicomionáes fasta ‘l más espurrir y'encoyer (enloquecidas hasta el más estirarse y encogerse), Ilegaron las Xabarceiras a su casa guiadas por el mismo espíritu de lucha que en ellas no cejaría hasta que no pudiesen dar con los gitanos, aunque menester fuérales perseguirlos hasta los quintos infiernos, y para sacarlos de este antro, con el fin de conseguir lo que les pertenecía, estaban decididamente dispuestas a partirle los cuernos al propio diablo lo mismo que terminaban de hacer con el pedáneo Graciano. Así pues, sin perder ni tan sólo un minuto de tiempo, sacaron de la cuadra el cadarmoúxu (cadavérico) burro de Pascualón el gitano, y la Venancia tirando del ronzal, con tal xuxeante llixa (crecida fuerza) que si pudiese le llevaría arrastrando, y su hermana Manola apuxada (soplada) por un demonio con peor genio aun, iba detrás del desventurado pollino apurriénduye (atizándole) sin descanso barganazu tras barganazu (palo tras de palo), encima del llombu (lomo) del pobre y descuaxaringuetáu (deshecho) pollino, para que caminase con prisa, y tal hacía la desdichada bestia, y no tanto por huir de los palos a los cuales ya debía de estar bien

acostumbrado, sino por intentar aflojar el dogal del que tiraba Venancia, y así de esta forma y siempre en pos de los gitanos, se dirigían a la Villa donde aquel día había mercado. Hicieron entrada en el mercado las Xabarceiras arremexandu (remojadas) en sudor, producido por el cansancio de la larga caminata, y por la desmesurada rabia que a entrambas y dos las atenazaba. Y mismamente al lado de la fragua del ferreiru (herrero) que aquel día tenía endemasía trabajo, agüeyarun (avistaron) a la Facunda, y al lado de ella muy sonriente y gozoso se encontraba el gitano, que tampoco perdía su tiempo, pues ya estaba tratando de venderla o de cambiarla a un paisano que en la sazón la estaba registrando, pero plantándose la Manola delante de Pascualón, le dijo con el hambre retratada en sus ojos de atizarle un par de focetazus: ¿Qué barro me has espetado en el trato so ladrón? ¡Haz el favor de devolverme ahora mismo mi pollina, así como los dineros que me arraguñaste (arañaste), si quieres que este espineroso y mentecato trato que conmigo has hecho, tan sólo se quede en un inolvidable enfado! Pascualón no le hizo mucho caso a las palabras rogativas de la Manola, y así empujándola para un lado con cierto desprecio, a la par que la miraba amenazadoramente le dijo: ¡Quítese delante de mi vista mujeraca de los infiernos, y deje ya de molestarme en mi trabajo, y no olvide nunca, que el que hace un trato con Pascualón, lo tiene hecho para ciento y un años, y ahora lárguese y déjeme tranquilo, que estoy en buenos tratos con este paisano! Nunca peor hiciera el gitano en toda su existencia, pues antes de que se percatase del peligro que le rondaba, la foicina (hoz) de la Manola caía sobre su cabeza con la fuerza de un rayo, escantoyándoila (hiriéndosela) por un par de xeitus (sitios), que hicieron que Pascualón sin gurniar (decir) palabra, se enclicara (se cayera) en el enllordiáu (sucio) suelo, falto de sus sentidos, y alumbrando tanta sangre por sus heridas

como un gochu (cerdo) cuando lo están achuquinandu (matando). Nisti telar atopábase (de esta forma se encontraba) Pascualón, con el cerebro escosáu (seco) d'afechu (del todo), por mor de aquel inesperado golpetazo, que le había llegado de manos de quien él menos esperaba, cuando Antonio, un guardia civil del cuartelillo de la Villa, que había presenciado todo el achuquinante xocesu (sangriento suceso), por encontrarse este guardia al lado de la ferrería, enzolánduse fatáus de culetinus de xidre, (bebiendo copiosos vasos de sidra), en amigable compañía con unos paisanos, en el chigrín (bar) de la Faba Prieta (la Haba Negra). Por eso, cuando vio esmurgazarse (caerse) en el suelo por mor del focetazu que le allumara (alumbrara) la Manola al foin del gitano, fue el guardia acochetráu (acelerado, rápido) al lugar del amagüestu (la quema), con el buen fin de encaxinar (encajar) el orden en aquel descalabramiento, nada más que el guardia llegó, afogárunse lus aburióxus (se ahogaron los ardientes) ánimos de otros gitanos, que lleldáus (hechos) dentro de una folixa (bronca) engafuróuxa (envenenada), intentaban acorralar a las dos Xabarceiras, que ya en la sazón se habían aferronáu (cojido) a la Facunda, y dejado libre al jumento del gitano. Mientras tanto, el herido de Pascualón ayudado por el guardia y por otros gitanos, que aun seguían con voces enardecidas maldiciendo y amenazando a las Xabarceiras, como cuento, se puso Pascualón en pie aun medio temblando al volver del desmayo, y con todo su rostro plagado de escandalosa sangre, demostrando que fuera del dolor que pudiera sufrir, el condenado no estaba en trance de mayores males en su cuerpo, no así en sus intereses como veremos seguidamente. «UN XUEZ D’ESQUILONA» (UN JUEZ DE CAMPANILLAS) Era el señor Juan Antonio un falangista digno de ser emulado por el más honrado servidor bien fuese Roxu

(Rojo) Prietu (Negro) o Amarietchu (amarillo), era en verdad un hombre Joseantoniano que sin llevar camisa azul con el yugo y las flechas bordados en la pechera, como muchos otros pingayus (pingajos) que yo he conocido, que siempre iban uniformados con su camisa azul y corbata negra, dándoselas en todo momento de buenos falangistas, y no siendo nada más que unos verdaderos mierdas. El señor Juan Antonio era un hombre que llevaba siempre prendido en su espíritu los Nobles y Hermosos Credos de la Falange, con sus Humanidades y Libertades manifiestas, y los sabía cumplir porque los había aprendido en derechura, tal como el Mártir de su Fundador los había creado, para el bien de la Patria y de todos sus hijos. ¡Qué poco sabía José Antonio, que su Maravillosa Doctrina iba a ser manejada por algunos hombres, que cometerían con Ella verdaderos asesinatos y atropellos de toda índole. Pero dejando esto de lo que trataré algún día con mejor cuidado, y acogiéndome al hilo de la historia de la que estoy tratando, diré, que el juez de la Villa era este Caballero, que vivía al lado del mercado, y que era un hombre muy justo, amigo de los razonamientos, inteligente y también un campesino que amorosamente trabajaba sus campos. Cuanto yo, que cuando aquella gresca estaba con su apogeo, salió el juez de su casa para percatarse de aquel ardoroso tiberio (lío que se amagostaba (quemaba) frente a la puerta de su morada, y cuando vio que era un gitano el causante del sangriento escándalo que se enseñaba, díjole al guardia con ardientes deseos de hacer la Justicia en aquel endubiérchu (enredo). ¡Antonio, hágame usted el favor de llevar ahora mismo hasta el Juzgado, a todas las gentes que dieron vida a esa sangrienta engarradiétcha (pelea), para encalducar la xusticia que anda escosá 'n dalgún d'echu (hacer la Justicia que anda seca en alguno de ellos). Así que las Xabarceiras y el escantoyáu (herido) Pascualón hiciéronse presentes

en el Juzgado, ante los escrutadores ojos del señor juez, pusiéronse los tres al mismo tiempo a hablar en su defensa, acusándose los unos a los otros dentro de un rosario de palabras injuriosas y amenazantes, que de nuevo los ponía en el atajo de volver a engarrapolarse (pelearse). Pero el señor Juan Antonio fiel repartidor de la Justicia, aporreó con sus nervudas y fuertes manos un mazazo encima de la mesa, que por muy poco la desarma en un montón de astillas, ya que era el juez un bigardón (mozarro) de más de dos metros de estatura, tan fuerte y resistente como una montaña. Y al parejo que tal golpe sacudía, dijo engrifandu (arrugando) su hocico al lar del enfado: ¡Hágamne el favor, y procuren que no tenga que llamarles de nuevo la atención, de hablar tan sólo el que yo le pregunte! Y al decir esto, miró tan condenadoramente al gitano, que éste, que se sabía culpable de muchos engañosos tratos que había efectuado en todo aquel concejo, no pudo menos que ya considerarse culpable, antes de que el juicio comenzara. ¡Vamos a ver Manola, hoy como no tengo mucha prisa ya que el llabor (labor) no me apremia, cuéntame tú la primera con toda clase de pelos y señales, lo que te ha sucedido, para que le escantoyaras (deshicieras) la mollera a este paisano, del que ya tengo oídas que no es la primera rapiega qu'esfuecha (zorra que despelleja) ni tampoco será la última, porque el que fai 'n maniegu fai 'n cientu, dandoi banietches ya tiempu! (el que hace un cesto hace un ciento, si se le da, varas y tiempo). ¡No fue solamente este condenado y útre de xitanu (buitre de gitano) el que salió amatauriáu (con heridas) de este asunto escontramundiáu enrevesado), que prestase usted con tan buen tino a escantexayu (arreglarlo) señor xuez (juez). Pues también al pedáneo de la mi aldeina me vi en la apremiante necesidad d'apurriye (de darle) un par de galgazus (estacazos) en mitad de la cabeza de magüetu (bestia) que tiene, por el no

querer acaidonar (dirigir) la justicia en el camino de la razón, como corresponde a su condición y obligación de alcalde del chugar! (lugar). ¡Por la Virxen (Virgen) de los Remedios Manola, no vaigues (vayas) a decirme que por mor de este foín (ladrón) de gitano, tuviste que fendeye (partirle) la cabeza al pobre Graciano!, dijo el juez alegrando su rostro dentro de una llixerina (ligera) risa. ¡Sí señor juez, así ha sucedido! Afirmó la Manola, y seguido le contó todo el suceso desfigurándole y haciéndole más rentable a su favor. El juez casi sin poder detener la risa que le regocijaba su espíritu natural y noble, dijo intentando enmarcar en su rostro la seriedad que no era capaz de hacer: ¡Has hecho muy bien Manola, pues yo entiendo, que el que tiene el delicado oficio d'encaidonar (de dirigir) la justicia, y traiciona tan derecho menester, debe de ser castigado con más entaine (fuerza), que aquellas otras personas, que tienen la obligación de la ley obedecer. Así pues, si en mis manos estuviera te premiaría, por la valentía que has usado al defender la justicia y la libertad de tus intereses! ¡Y ahora... sigue, sigue Manola, y cuéntame todo el suceso en sin mucitche (ordeñarle) ni una migátchina (migaja), que me presta mucho mióu nena (que me agrada mucho mujer). ¡Escúcheme bien señor juez, y júrole por adelantado que cuanto le voy a decir, no se xebra (marcha) de la verdad en nada, y todo ello no es nada bueno ni para mis intereses que han quedado esgazáus d'afechu (rotos del todo), ni tampoco para este gitanu que vé usted aquí tan humildemente con la cabeza gacha, queriendo dar a entender que no ha roto en toda su vida un mal plato, y lleva desde que ha nacido viviendo a cuenta de sus bien urdidos tratos, que tal parece que para industriarlos le ayuda en todo momento la brujería o el mismo diablo! ¡Verá usted señor juez! —Ayer cuando el sol se esfumía (marchaba) por detrás del penón (peña) picutrera (sierra de las águilas), que es la

hora d’atapecer (oscurecer) la tarde, llegó este llimiagu (baboso) de gitano a caballo de su adefexu de pollín hasta la misma puerta de mi casa con mires de tentarme la necesidad que me arretrigaba, porque usted bien sabe que nosotras nos dedicamos a correr (vender) la fruta, por todas las romerías y lugares de los tres conceyus y de esta manera nos ganamos nuestra vida muy decente y honradamente, pues como le estoy diciendo, no sé cómo este condenado se enteró que la nuestra pollina estaba próxima a parir, y claro, al encontrarse la probitina en tal estado, no nos podía servir para nuestro trabajo, por eso, tentadas por el embrujo, la engañadora palabra y la buena presencia que en aquel momento se ensenoraba en el pollín de este fartonzón (comedor), enguedeyóume (me enredó) este bruxu (brujo) de gitano, con el endemoniado trato que conmigo hizo, que si tarda mucho tiempo en deshacerse de nuevo, se me va escosar el xuiciu (secar el juicio), y va a dexame Ies caxierches del celebru tan enxenebráes d'entendedeiras, que vóu bazcuchame abondu más cedu de lu qu'usté cunta na mesma amanicomiaúra (dejarme los sesos del cerebro tan fríos de entendimientos, que se me van a vertir mucho más temprano de lo que usted piensa en el mismo manicomio). —El caso fue señor juez, que el burro que traía este foinacu (ladronzuelo) de gitano, estaba en conciencia de él bien preparado, para dejarme a mi despreparada de intereses, pues el pollicaco con un fatáu de caxilonainus (montón de cajilones) de marrasquino que le daban calor y fuerza a su banduévu (panza), hacían de él por el motivo de la alegre tarrasca que lu encibiechaba (borrachera que lo trenzaba), un burrón con buena llixa ya xuxeáu xeniu (fuerza y crecido genio). Y por si fuese poco esto que le cuento, todavía para que el pollino mejor se dibujase, llantárale este achuquinador de gitano, una rabiosa guindilla por debajo de la cola, mismamente dentro del oscuro agujero que alumbra el recimo

de los hediondos cagayones, según descubrí yo misma hoy por la mañana justamente cuando ya era demasiado tarde. Y todavía por si estas dos demoníacas trampas no fuesen suficiente este banduerru (indeseable) de gitano, de tal manera me dibujó su jumento que desatinada me trae en este juicio, que me hizo de él un semeyu (retrato) que yo papéilu (creílo) entero, y consideré al pollín como el mejor burro de toda la burrería de gitanacus y aldeanos. Por esto señor juez, le di al cambio de tan falsa y ençañadora presea, la mi pollina Facunda y sesenta pesetas encima, y con estas prendas en nada faisas, xebróuxe (marchose) de mi vera este maldito gitano, tirando del ramal de la mi Facunda, que no quería la probitina del mi lado marcharse, quizás porque presintiera al ser más lista que yo, en la triste desgracia que me dejaba este baldrayu (cobarde) de gitano, que se alejaba de mi casa haciendo que ruxeran (sonaran) los mis dineros en su bolsillo, a la par que se iba riendo de gozo y alegría por la causa del betcháu (rico) negocio que encima de mi pobreza hiciera este desalmado de gitano. Pascualón que ya tenía lleldáu (hecho) en su pensamiento axuquerándose (apoyándose) en las anabayáes güeyáes (acuchillantes miradas) que le dirigía insistentemente el juez que aquel juicio lo tenía bien perdido, cuando escuchó a la Manola decir que le había entregado sesenta pesetas, puso el glayíu (grito) en el cielo jurándole al juez por el Cristo de los gitanos y la Virgen de los cristianos, que la Manola estaba mintiendo, pues tan sólo le había dado sesenta reales. El juez, escuchó por breves momentos a Pascualón en su defensa, y después poniéndose en pie y mirándole acusadoramente desde su montañosa humanidad, a la par que señalándole con su dedo índice que era más grueso que la muñeca del gitano, le dijo con palabras que marcaban el denodado desprecio que sentía hacia estas pobres y desdichadas gentes: ¡Sesenta reales por cuatro lados, que hacen justamente lo que le arraguñaste

(arañaste, robaste) a esta desventurada muyerina. No me cave la menor duda que yo os conozco muy bien, ya que siendo yo niño otros gitanos como tu también engañaron a mi padre, por eso puedo juzgarte con propiedad y conocimiento de causa, porque sé que no vivís nada más que de el timo y del engaño y de vuestras cestas, que mientras las tejéis pensáis en la forma de hacer vuestras trapisondas cada día con mejor cuidado! Díjole el juez encabronáu (enfadado) en tal postura que sus mejillas se le pusieron del mismo color de las brasas, en el lleldar que no le quitaba los ojos de encima, mirando tan condenadoramente al esquelético rostro del gitano, que iba ser en parte engañado lo mismo que el señor juez, por la paraximesqueira de la Manola. ¡Pero señor juez, habló enloquecido en su defensa el pobre Pascualón, a la par que a sus ojos vivarachos afloraban unas rebeldes lágrimas que tal vez fuesen fruto de la rabia que le producía el ser tan miserablemente robado por aquella aldeana de los infiernos que él en un principio pensaba que era la mujer más tarangona (tonta, imbécil) que había conocido en su vida de bien urdidos timos y enredosos tratos. ¡Pero señor juez! ¡Sesenta pesetas no las he tenido yo juntas desde que baltiarun (tiraron) la República, donde el pobre podía vivir con más libertad, y con más justicia que usted a mi me está haciendo! ¿No comprende usted señor juez, que con sesenta pesetas hoy día se compra un buen burro y aun sobra dinero? ¡Lo que yo comprendo muy bien es que eres un redomado timador y un despreciable ladrón de cuerpo entero, y como no me puedes demostrar con personas de orden y honradez lo contrario, le has de pagar en media hora los dineros que le has timado a esta pobre mujer, y le devuelves su pollina, que ella con buen contento te hará entrega de tu jumento, y tu harás con esté difunto viviente, lo que ahora como final de sentencia yo te dictaré!

¡Cómo este pollín que nos trae en discordia ya no está para hacer ninguna clase de trabajo, y sabiendo todos los que por ser gentes del campo entendemos de animales, que a un burro; es la leche que se le puede ordeñar, que no es otra que su trabajo, yo como juez de este Juzgado, de la muy noble y astur Villa, te condeno a ti, que te llaman todos Pascualón el gitano, y yo te llamaría Pascualín el de los sucios enredos, a que me traigas ante mi presencia, el pellejo de este jumento, y de esta forma sencilla y eficiente, se atajará de una vez por todas el mal por su comienzo, y no ha de ser jamás este pollino equivocador de nadie más! ¡Y que quede bien entendido, que si te xebras de este concejo, sin traerme antes el pellejo del tu jumento, mandaré a los civiles que te persigan hasta que den contigo, y les ordenaré que bien atado te conduzcan ante mi presencia, y aquí, con estas mis manos que no fueron hechas para manejar una pluma, ni menos para detenerse en ningún papeleo, a los cuales yo considero innecesarios cuando la justicia está tan clara como la luz de este hermoso día, como te digo Pascualín de los enredos, con estas mis manos, que saben muy bien manejar el arado, el guarabeñu (guadaña) y la fexoria (azada), para trabajar dentro de la honradez con muchos sudores y esfuerzos la tierra, con estas mis manos que fueron capaces de empuñar un fusil, y luchar sin rencor ni miedo en defensa de unos derechos humanos a los cuales yo considero justos, dentro de la mermada justicia que los hombres sabemos hacernos, con estas mis manos yo te digo Pascualín de los enredos, que l'arrabucaré (le quitaré) el peyeyu (pellejo) al tu jumento, en el preciso momento que haré lo mismo con el tuyo propio, y de esta sencilla manera, libraré a la sociedad de un pioyón (piojo), que al igual que hay muchos que con libertad campean y viven sin doblar el renaz (espinazo) a cuenta del sudor ajeno! Ante la firme sentencia de aquel juez, que maneja las leyes con la misma fuerza

y natural justicia con que empuñabá el llabiegu (arado) para arrancarle a la tierra el justo 'precio de su trabajo quedó Pascualón en lo más bajo de sus sufrimientos y las Xabarceiras en lo más alto de sus alegrías, porque habían conseguido con su lucha desesperante y fiera, una victoria que a fuer de verdad, en una parte no era justicia. Sin embargo Pascualón, tras quedarse unos momentos silencioso y meditabundo, díjole a la postre al juez sin ápice de miedo y con la valentía que le azuzaba, al sentirse timado por aquellas mentecatas dentro de la ley y en el mismo limo que él había pensado que les había hecho: ¡Bien está señor juez, que le devuelva a estas paisanacas su pollina Facunda, también entro en sacrificar a mi burro y traerle su pellejo, no me opongo a pagarles los sesenta reales que en el desastroso trato que con estas hijas de satanás hice, que a cambio de mi jumento ellas me han entregado, pero por lo que sí protesto, es por las cuarenta y cinco pesetas de más que tengo que pagarles, y considero que esto es el timo más vergonzoso que jamás le han dado a ninguno de mi clase. Así que… señor juez supuesto que es usted hombre justicioso, le pido que atienda mis honrosas razones, y haga la Justicia sin que ninguno de ella tengamos que avergonzarnos! ¡Yo no sé Pascualín de los enredos, timador de poca monta y menos clase lo que Dios debe saber en las verdades, yo no sé si tu has cobrado lo que dices, o si ellas han pagado lo que afirman, yo soy hombre y como tal no he de avalarme en errores que se xebran de mi alcance, sólo sé que yo he dictado justicia ateniéndome a los hechos que se nombran, y hecho está que tu eres el culpable, y suerte tienes que estas buenas paisaninas, no te hubieran reclamado ciento veinte veces más crecidos, esos dichosos sesenta reales porque si así fuese, no tendrías más remedio, que sin más protestas abonarles! Todos en mi aldea aquella tarde, esperábamos con marcado disimulo, y

satisfactoria alegría, que retornaran de la Villa las despreciables Xabarceiras, por el Humano hecho de reírnos y mofarnos de su desgracia, y creo que todos teníamos creído, que iban a retornar otra vez con aquel moribundo pollino, a no ser, que a fuerza de barganazus (estacazos) le hubiesen achuquináu (asesinado) en el camino. Así pues, los vecinos se repartían haciéndose que trabajaban, por las diferentes huertas colindantes con el camino por donde ellas tendrían que regresar, y algunos chiquillos dentro de las malsanas intenciones de guasearnos de ellas por adelantado, fuimos a su encuentro en un trayecto de más de tres kilómetros, para entrar escoltándolas en la aldea, haciendo verbena a la fiesta que teníamos acordado prepararles. Al fin las vimos retornar, y cuánto desprecio, ansias de sátira y risa sentíamos por ellas, tornose de pronto en respetuosa admiración, pues atónitos pudimos comprobar, que no sólo traían con ellas a su burra Facunda, sino que al lado de ésta traían un estupendo pollino que habían mercado con los dineros que supieron sacarle al avispado gitano, demostrándonos a todos, que el vencedor aunque odiado y despreciado por ser en demasía nefastoso, siempre es admirado y temido, ante el temor de por él, ser humillado y avasallado. Esta es una condición de la cobarde masa Humana, que al vencido aunque éste sea caballeroso y honrado, le solemos despreciar terminando de aniquilarlo, mientras que al vencedor, aunque sea lo más despreciable que imaginarse puede, le cubrimos su camino de rosas y de regalos. AXABARCIAR.—Axabarciar, entiéndese por vender, tratar, comerciar a pequeña escala, con frutas, huevos, gallinas, etc., etc., etc. AXABARETIAR.—Axabaretiar, que está nevarruscando. AXABARIETA.—Axabarieta, que nieva con torba.

AXABIENDES.—Axabiendes, a sabiendas. AXABONA.—Axabona, enjabona. AXABONÁU.—Axabonáu, que está enjabonado. AXACEDAR.—Axacedar, que busca camera. AXACEDÁU.—Axacedáu, que está encamado AXAMONAR.—Axamonar, que engordan, que jamonean. AXAMONÁU.—Axamonáu,que está gordo, que tiene buenas nalgas. AXAMUSCÁU.—Axamuscáu, que está medio quemado. AXANAR.—Axanar, que se embruja. AXANÁU.—Axanáu, que está embrujado. AXABANDIXÁ.—Axabandixá, que está asabandijada. AXARDUSCAR.—Axarduscar, es depositar en el «xardu» las castañas para que con el calor y los humos que se escapan del fuego del lar, se consiga que estas castañas se tornen en mayucas (duras). Una vez que las castañas ya están bien axarduscáes (bien secas) con el pelleyu (pellejo) crujiente, es entonces cuando se bajan del xardu por un pequeño bocairún (ventano) que el xardu tiene, y s’abazcuchan (se vierten) en la goxa (cesta), donde con un mayu (majón) de madera se majan, hasta deshacerlas casi en polvo sus pellejos, después llega la operación de banayas (banarlas) y una vez efectuado este trabajo, quedan las castañas blancas y limpias del tecu (que es el residuo de los pellejos y de las castañas podridas, machacadas hasta haberse convertido en un polvo, y seca pulpa que se llama el

tecu). Este tecu no tiene más aplicación que el pudrirse en las caleyas y'esfaese 'n bun cuchu, (callejas haciéndose en un buen abono). Un escritor de Bable famoso de nuexa Tierrina, a pesar que su vocabulario no llegaba a la veintena de palabras de la ancestral Lengua Asturiana, escribió una vez en cierta narración dándoselas de entendido, que con el tecu ou tescu, se industriaban excelentes piensos para las caballerías. Aquel buen hombre, no tenía ni puñetera idea de lo que decía, v no solamente él, sino más del noventa y nueve por ciento de cuantos escritores trataron la melguera lengua asturiana, que bien por su posición social, o por cualquier otra industria avalados, sembraron en mi Tierra una discordia equívoca, apartando a las gentes del camino verdadero de nuestras costumbres y lengua. No me cabe la menor duda que han sido hombres maravillosos que amaron a mi Tierrina tanto como yo pueda adorarla, pero esto no los dexime (aparta), del grave pecado que han cometido, y cometen, de falsear a sabiendas lo más grande que puede tener un pueblo, que es sin ninguna duda, su ancestral lengua y costumbres. El Tecu ou Tescu, es un veneno hasta para los gochus (cerdos) y a nadie que sepa lo que se trae entre manos, se le ocurriría jamás, servirlo como pienso a sus animales. AXARETIAR.—Axaretiar, es hacerse las cosas cuesta arriba, justamente trabajando en (lus xaretus) pequeños prados o tierras muy cuestas, en algunos ni tan siquiera se pueden meter en ellos las vacas a pastiar, por que sería peligroso y si se caían rodarían como pelotas cuesta abajo hacerse un grande daño u matarse.

xebre d'echa, por echas mesmas axébrenxe solliquinas. (Las mis ovejas cuando llegan con el rebaño, no hace falta que nadie las aparte de él, pues ellas solas se apartan). AXEITARSE.—Axeitarse, ponerse en un lugar o sitio. AXEITÁU.—Axeitáu, que está puesto, situado en un lugar. AXELÁU.—Axeláu, helado, con mucho frío. AXEMEYAR.—Axemeyar, parecerse, también hacer fotografías. AXENEBRA.—Axenebra, que hace mucho frío. AXENEBRÁU.—Axenebráu, dícese cuando se enfría una cosa en profundidad. Ejemplo:—Güéi fae 'n fríu axenebricáu, que nin calleciendu trés el fuéu xébraxe del miou curpu. (Hoy hace un frío tan profundo, que ni calentándome detrás del fuego se aparta de mi cuerpo). AXENU.—Axenu, que es ajeno. AXERINGAR.—Axeringar, hacer mal, jeringar. AXERONDAR.—Axerondar, dícese de los frutos, cosas e ideas que tardan mucho tiempo en madurar. AXIL.—Axil, ágil. AXIMIELGAR.—Aximielgar, sacudir. AXIMIR.—Aximir, responsabilizarse. AXÍN.—Axín, así.

AXARRICÁUS.—Axarricáus, a jarradas. AXEBRARSE.—Axebrarse es apartarse, alejarse de los demás. Ejemplo: —Les mious uvées cundu cheguen con la veceira, nun fai falta que naide las

AXINA.—Axina, así. AXIRINGAR. —Axiringar, mover, columpiar. AXIXA.—Axixa, tira, hace fuerza.

AXIXAR.—Axixar, tener o tirar con fuerza. AXOBEAR.—Axobear, amarrar, atar. AXOBEÁU.—Axobeáu, amarrado, atado.

AXUNÍUS.—Axuníus, uncidos, emparejados en una misma idea o trabajo. AXUNTAR.—Axuntar es ajuntar, reunir. AXUNTÁUS.—Axuntáus, juntos, reunidos.

AXOFITA.—Axofita, sostiene, apoya. AXOFITAR.—Axofitar, sostener, apoyar. AXOFITÁU.—Axofitáu, que está apoyado, sostenido. AXOMEDAR.—Axomedar, que se parece, que se semeja. AXOMEDU.—Axomedu, parecido. AXOMERAR.—Axomerar, es meter dentro del desván, es guardar y amontonar en el desván cebada, frutas, etc., etc.

AXUNXAÑÓN.—Axunxañón, que es muy dado a copiar los gestos, ademanes y palabraje de los demás. AXUNXUÑAR.—Axunxuñar, dícese cuando se copian los gestos y palabraje de otra persona y se manifiestan haciendo lo mismo del que se pretende copiar. AXURBER.—Axurber, que bebe aspirando el líquido. AXURNIAR.—Axurniar, que duermo, que ronco. AXUS.—Axus, son ajos.

AXOROBAR.—Axorobar, jorobar. AXOROBÁU.—Axorobáu, jorobado, también se suele decir, cuando una persona o cosa está fastidiada, bien por encontrarse enferma o necesitada, etc., etc. AXORPRENDÍU.—Axorprendíu, sorprendido. AXUENAR.—Axuenar que se limpia los mucos.

AXUSTÁUS.—Axustáus, que están asustados. AXUSTICIAR.—Axasticiar, que ajusticié. AXUXAR.—Axuxar, es apurar, despabilarse. AXUXÉI.—Axuxéi, que anduve deprisa, que me apuré. AYERI.—Ayeri, ayer.

AXUÉNATE.—Axuénate, límpiate los mocos.

AYUS. Ayus, ajos.

AXUENCER.—Axuencer es también uncir.

AYUXAL.—Ayuxal, tierra sembrada de ajos.

AXUNCIR.—Axuncir, también es uncir el ganado.

AZAÁZU.—Azaázu, hachazo. AZACAÑAR.—Azacañar, es atacañar.

AXUNIR.—Axunir, es uncir el ganado al yugo.

AZACAÑÉU.—Azacañéu, es tacaño, ruin, poco espléndido.

AZAFAYAN.—Azafayan, que hacen sucia y malamente sus deberes o cosas.

AZARAPICÁU.—Azarapicáu, que está todo destrozado, roto, despedazado.

AZAFAYAR.—Azafayar, dícese cuando se hacen las cosas atropellada y malamente.

AZARAPICUS.—Azarapicus, a pedazos, a trozos, etc. AZÁU.—Azáu, acho.

AZAFAYÚN.—Azafayún, persona que hace las cosas atropelladas y malamente. AZAIZAR.—Azaizar es cortar con el hacha.

AZUIN.—Azuin, dícese de los seres que son perversos y mal intencionados. AZULEXAR.—Azulexar, azulejar.

AZAIZAZUS.—Azaizazus, dícese así cuando se corta con el hacha, cada golpe de hacha es un azaizazu.

AZUTRAR.—Azutrar, es robar.

AZALEXUS.—Azullexus, azulejos,

AZUZAR.—Azuzar, apurar, también hacer que los animales se peleen.

AZAMARRÉU.—Azamarréu, persona muy atada, muy metida en sí, que por regla general suelen ser zorras y traidoras. AZAMBLICA.—Azamblica, dícese cuando no se anda cabal, bien sea por enfermedad o embriaguez, y al caminar uno se va moviendo desacompasadamente. AZAMBUÉTCHAR.—Azambuétchar, es caminar con los pies torcidos arqueándolos. AZAMPLONAR.—Azamplonar, denomínase así a las personas muy dadas a hartarse a costa de los demás. AZARAGOLETÁU.—Azaragoletáu, dícese de las personas que están aniñadas en todos los sentidos. AZARAGOLETIAR.—Azaragoletiar, denomínase así cuando se hacen cosas de chiquillos. AZARAMÁTCHAR.—Azaramátchar, es hacer las cosas mala y torpemente.

AZUTRÁU.—Azutráu, robado.

B BABAYÁ.—Babayá ou babayada, majadería, necedad, fanfarronería. Cuntes babayáes falamus cuaxi, cuaxi toes les xentes tous lus díes. La verdá ye, que xin les xentes nun faláramus danguna babayá, nun seríamus prexones, perque paeme amindi, que tous les seres del mundiu xeríamus dioses ou animales. Anxina ye, que les babayáes son couxes que de cundu en cundu tous encaldamus, manque nun nus cheldemas nel xeitu del ser babayus profexonales. (Cuantas tonterías y fanfarronadas hablamos las gentes casi todos los días. La verdad es, que si las gentes no dijésemos alguna de estas cosas, creo que no seríamos personas, porque me parece a mí, que todos los seres del mundo entonces seríamos dioses o animales. Así pues, que las majaderías son cosas que de cuando en cuando todos hacemos, aunque no estemos en el lugar de ser majaderos profesionales). BABAYA.—Babaya, baba, saliva, etc.

AZARAMAYÚN.—Azaramayún, persona muy torpe incapaz siempre de hacer las cosas como es debido.

BABAYU.—Babayu, siendo profesional es un verdadero necio.

BABLE.—Bable, nombre o sobrenombre que alguien no se quién le puso a la Melgueira Llingua de los astures. Algunos «babayus» con títulos de universidad, de Real Academia, etc., etc., peru escosáus d'envidayaxe perque tales couxas nun miedren con lus títulus (pero secos de inteligencia porque tal cosa con los títulos no crece), falen qu'en Nuexa Melgueira Tierrina hay un faticáu de bables, you créu qu'istus xiñurinus tan nistu de la CHINGUA D’ASTURIES, lu memu qu’una maniega xin culu, vou a falar mexor, pueme amidi que tan lu mesmu que lus toupus, manque tenan les maníes del rapiegu ya ‘l fuín. (Dicen que en Nuestra Dulce Tierrina que existen un montón de bables, yo creo que estos señorinos están en esto de la Llingua d'Asturies, lo mismo que una cesta sin culo, voy a hablar más claro, me parece a mí, que están lo mismo que los topos, aunque tengan las costumbres del zorro y de la foina, que como ustedes saben son animales de «largas uñas». Lo que existe en Nuestra Tierrina es una verdadera Lengua que dio origen al Idioma Español. Esta Lengua o Bable de nuestra tierra si ustedes así prefieren llamarle, verdad es que tiene algunos variantes por los diferentes valles de nuestra Asturias, lo mismo que le sucede al Castellano por las diferentes Regiones de Nuestra Patria. Pero aquel astur que sepa bien la Llingua de la sou Embruxante ya Melgueira Tierrina, no tiene ningún problema para entenderse perfectísimamente en cualquier lugar y con cualquiera de las gentes que pueblan Nuestra Noble ya Fidalga Asturias, Madre que es aunque algunos por envidias o por lo que sea, no quieren comprenderlo «ASTURIES YE LA MA DE TOES LES ESPAÑES». La «XUNTURA» como todos los astures podrán comprobar, está dirigiéndose a todos ustedes en la rica y verdadera Llingua de nuestros ancestros, sin mistificaciones, sin inventos, sin falsedades, sin títulos ni hostias consagrantes, tal como el pueblo la

habla, tal como en realidad existe. Una de las más principales ideas es brindar a su Querida Tierrina el hermoso Idioma que siendo de su propiedad, se encontraba relegado, ultrajado, en una palabra, olvidado. Y otra de sus vertientes será borrar todo aquello de nuestra Lengua que fieda a patraña, a invento, mistificación, mentira. Nuestra Lengua es Hermosa y Grande, debemos de cuidarda y mimarla mucho más que los curas cuidan y protegen a sus monasterios y catedrales, ¿porqué cómo se hicieron todos estos monumentos...? Yo creo que con gentes que trabajaban hablando la Melgueira Llingua d’ Asturies. BABÓUXU.—Babóuxu, baboso. BACIAR.—Baciar, es repartir la comida. Exemplu: —Bacía les fabes muyer, paque baigan esfreciendu metandu llabu les manes. (Reparte, vierte la comida en los platos mujer, para que vaya enfriando mientras que yo lavo las manos). BAGANCIES.—Bagancies, holganzas. BAGU.—Bagu, holgazán. BADOGUE.—Badogue, así se suele llamar a los seres despreciables. BAIGA.—Baiga, vaya. BAIGAN.—Baigan, vayan ustedes. BAÍTCHAR.—Baítchar, bailar. BALADIES.—Baladies, nómbranse así a las castañas que no sueltan bien lus mianus, lus pulgus, (las mondaduras). BALAGAR.—Balagar, los balagares son montones de hierba que se hacen cuando ésta ya se encuentra curada (seca). Los balagares se hacen para que la hierba asiente con el fin de que cuando es menester carretarla desde los prados hasta los pajares, se pueda manejar mejor cuando se mete en el rastro o el carro.

Si a un balagar le coge un aguacero es menester deshacerlo y volver secar su hierba, después queda anegratada, y ya no la comen bien los ganados.

marido de la Panadera, la tristeza que en mi alma se formó, hizo que mi corazón latiese con tanta fuerza, como si fuese un tambor).

BALAGUS.—Balagus, gusanos que salen a las vacas en la piel per d'enria ‘l llumbu (por encima del lomo).

BAMBIAR.—Bambiar, torcerse, entornarse, etc.

BALDRAYADA.—Baldrayada, cobardía, etc. BALDRAYU.—Baldrayu, indeseable, cobarde, mala persona. BALDRI.—Baldri ou de baldre, quiere esto decir que es regalado o medio regalo, Exemplu: —¿Dou trabayes Xulín? ¡Na gora 'n dalgún cháu tou xubiláu! ¿Ya cuntu te dexarun de xornal ouh? ¡Poucu miou hernenu, dexárunme de baldri! (¿Dónde trabajas Julio? ¡Ahora en ninguna parte estoy jubilado! ¿Y cuánto te ha quedado de pensión oye? ¡Poca cosa hermano mío, casi no me dejaron nada! BALDUNES.—Baldunes, clase de castañas consideradas las mejores y más sabrosas, aunque la verdad yo creo que existen otras clases de castañas más sabrosas y resistentes que las baldunas, tales como las bravas y las texeras ou tixeiras. BALLICU.—Ballicu, forraje para el ganado. BALTIAR.—Baltiar, talar, cortar, derribar, revolver, doblar, etc., etc. BALTIUS.—Baltius, parecido o igualmente. BALTU.—Baltu, también se puede llamar a latir una cosa. Exemplu: —Güéi cundu albiaba ‘l die ureéi queixase de dollor al home de la Panchula, ‘l atristeyáu qu'en miou alma se cheldóu, féxume qu'el corazión me baltiare con tal fuercia comu se fós un tambor. (Hoy cuando estaba amaneciendo sentí quejarse de dolor al

BAMBIÁU.—Bambiáu, ladeado, torcido, etc. BANAR.—Banar, trabajar con el banu, que es una especie de cedazo de forma por regla general circular, con el fondo hecho por un pellejo de cabra, oveja, etc. BANÁU.—Banáu, quiere esto decir que ya está banado, que está escogido, limpio, etc. BANDEYADA.—Bandeyada, bandejada. BANDORRA.—Bandorra ou banduerra, tripa, barriga, panza, tragona, basta, etc. BANDORRADA.—Bandorrada, hartura, atracón, etc. BANDUETCHU.—Banduétchu, barriga, tripa, también se llaman banduétchus a las personas que son muy tragonas en todos los sentidos que pueda tener esta palabra. BANDUYAZU.—Banduyazu, barrigada, sotripón, etc. BANDUYU.—Banduyu, estómago, vientre, etc. BANDUYUS.—Banduyus, también se llaman banduyus a las personas y animales de escaso valor en lo físico. BANIETCHES.—Baniétches ou baniélles, listones de madera que suelen hacer principalmente los goxeirus. Por regla general les baniétches se hacen de madera de avellano que es la madera que los goxeirus suelen emplear para la

industria qu'echus trabayen, comu ye faer maniegues, goxes, esquirpies, tercies, etc., etc.

BARAXÉU.—Baraxéu, barajar. BARBEIRU.—Barbeiru, barbero.

BANU.—Banu, cedazo fuerte con el fondo de pellejo que se usa para aventar los cereales, las castañas, las avellanas, etc., con el fin de limpiarlas de polvo y porquerías. BANZAR.—Banzar, significa parar, retener, sujetar, etc. BANZÁU.—Banzáu, contención que por medio de piedras, estacadas o muros, se hace en los ríos y regueros para contener el agua, con el fin de que suba de nivel, para por mediación de una presa trasladarla bien a qu'empuxe ‘l molar del molín que fará la fermóuxa farina (para que empuje la rueda del molino que hará la hermosa harina), o para regar los campos, o para que trabajen las fraguas, etc., etc.

BARBIUS.—Barbius, horcadas que se forman en los labios interiores de las vacas, que les impide rumiar y pacer bien. BARBUEXAN.—Barbuexan, que hierven despacio. Esta palabra como tantas otras de Nuestra Lengua, tiene diferentes sentidos, pero todos encauzados en el hacerse despacio. Exemplu:—¿Qué ye lu que barbuexas que nun t'uréu ben? (¿Qué estás hablando que no te oigo bien?). Nun afales les vaques tan forti miou nenu, que cuerren munchu, deixales qu espatuxen en barbuexu qu'entavia ye abandu cedu. (No arrees las vacas tan fuerte mi niño, que corren mucho, déjalas que caminen despacio, que todavía es muy temprano).

BARADIAR.—Baradiar, sacudir, etc. BARBUEXU.—Barbuexu, hervor. BARAL.—Baral, tronco largo capaz de que un hombre pueda manejarlo cómodamente. BARALADAS.—Baraladas, cercados que se hacen con los barales para cerrar las fincas, corraledas, etc. BARANCIES.—Barancies, las varas donde se cuelga el sanmartín para que seque debaxu del xardu dou curen les castañes mayuques, que ta mesmamente d'enría ‘l llar ou char, (debajo del secadero donde se secan las castañas para que se tornen duras, que está mismamente encima del lar).

BARCAL.—Barcal, cubo que en los tiempos pasados servía en la casa para todo, disdi fregar lus cacíus fasta bañar el guaxín d’entamu (desde lavar los cacharros, hasta bañar el niño de teta). BARCALÁUS.—Barcaláus, en abundancia, mucho. BARCIAL.—Barcial, seto, matojo, etc. BARCIAR.—Barciar, cerrar. BARDAL.—Bardal, zarzal. BARDAYUS.—Bardayus, matorrales.

BARANDIÉTCHA.—Barandiétcha ou barandiélla, cercado que también se puede hacer con los barales. BARATEXA.—Baratexa, baratija.

BARDIASCAS.—Bardiascas, varas muy finas. BARDIASCAZUS.—Bardiascazus, palos con las bardiascas.

BARAXA.—Baraxa, naipe, cartas. BARAXAR.—Baraxar, embarajar.

BARDIÓNA.—Bardióna, dícese de la mujer enredadora, liante.

BARDIONES.—Bardiones, matorrales. BARGANACES.—Barganaces, cercados, cercas, etc., que se hacen con los barganaces, también palos que se pueden dar a personas o animales con el barganaz. Exemplu: —Vou apurrite un fatáu de barganazus que vou desate les costiétches dundes. (Te voy a dar un montón de palos que te voy a dejar las costillas domadas). BARGANAZ.—Barganaz, estacón, baral, etc. BARQUÍN.—Barquín, fueye para soplar. BARQUINAR.—Barquinar, respirar fuerte, fatigarse. BARRAGUETU.—Barraguetu, persona pequeña, ruina, etc. BARRUENTU.—Barruentu, que tengo idea, que sospecho. BARRUEXU.—Barruexu, dícese del barro cuando ya está seco. BARRUXAL.—Barruxal, barrizal. BATIDOR.—Batidor, peine. BAXADA.—Baxada, bajada. BAXADEIRA.—Baxadeira, bajadera. BAXAR.—Baxar, bajar. BAXU.—Baxu, bajo. BAYARDU.—Bayardu, especie de andas que se usan para transportar materiales, abono, leña, etc., etc., que se lleva entre dos personas. Existen dos clases de bayardus, uno lleva una caja desmontable, por rebla general hecho por un carpintero, que sirve para llevar fruta etc., y al quitarle la caja es propio para la conveniencia que diera menester, este utensilio también se llama bayarda.

BAYARDUXUS.—Bayarduxus, rusticas bayardas que solíamos hacer de cualquier manera para salir de la necesidad que hubiera menester. BAZCUCHAR.—Bazcuchar ou bazcuyar, es verter, bien sea un líquido o cualquier otra cosa. Exemplu: —Bazcúchame les castañes que ya tan cocíes. (Esto quiere decir que al estar las castañas cocidas es menester quitarles el caldo que tengan). Xúbeme les castañes que tan dientru la goxa pal xomeráu ya bazcúchalas nel xuelu. (Súbeme las castañas que están dentro de esa cesta para el desván, y viértelas en el suelo). BECEIRA.—Beceira. En cuaxi toes les aldines de la Melgueira Asturies, nus tempus d'endenantes, nel chugar mexor xeitosu que l'aldina tubiés, axuntaben sous ñobles xentes les sous cabres ya uvées tous lus almañecíus dies fayendu la beceira, qu’ente ‘l falar de les xentes, el lladruquéu de lus canes, ya ‘l ruxir de lus ferraxes de les madreñes pente les llábanes esborióxes que enllabanaben les caleyes, preparaben sous reciétchus pa dir pastiar, ya ‘l veicin que llindiales le tocare, colaba con la beceira pandi mexor l'encaldare, lu mesmu l'arguta cume, ou les oxes requeimades, ou les campeires del puertu, ou préus ya panasconales. Ya cundu ‘l atapecer la tardi arretornaba ‘l chugare, afalaba mu cuntentu con la gavita lus canes, a les reciétches fartuques, ente l’ ruxir de les chueques ya ‘l berrar de les bétchades. TRADUCCIÓN.—(En casi todas las aldeas de la Dulce Asturias, de los tiempos ya pasados, en el lugar más espacioso y plano, que la aldea tuviera, ajuntaban sus nobles gentes, sus cabras y ovejas cada amanecido día, y hacían la «Beceira» el rebaño, entre el hablar de las gentes, al ladrido de sus perros, el ruido de los herrajes de sus madreñas por encima de las finas y resbaladizas losas que enlosaban sus callejas, preparaban sus ganados para llevarlos a los pastizales, el vecino que aquel día le correspondiera cuidarlos, él marchaba con el rebaño

para el pasto que mejor considerare, lo mismo la alta cumbre que a los montes que habían sido quemados, o a los campos del puerto, o a los prados, Y hasta que el atardecer no llegaba no retornaba a la aldea arreando a sus ganados, con la ayuda de sus perros, llevando el rebaño harto, entre el sonar de los cencerros y el balar de las ovejas o cabras paridas. BECEIRA.—Beceira, también se llama beceira al conjunto de clientes que tenga un tendero, un político, un lechero, etc., etc.

BERMÉTCHU.—Bermétchu ou mermétchu, igual, roxetu (rojizo). BERMEYU.—Bermeyu, roxu (rojizo). BERRAR.—Berrar, llorar, balar, mugir, etc., etc. BERRIAGAS.—Berriagas, dícese de las ovejas o las cabras cuando se encuentran en el tiempo de celo. BERRÍES.—Berríes, voces grandes y descompuestas, si se trata de los humanos, en los animales por el mismo sentido.

BEIXUS.—Beixus, besos. BELLÁ.—Bellá ou bétcha. Dícese así de la vaca parida, o cualquier otro mamífero que haya parido. Estos animales son bétchaus mientras que la cría siga mamando, o de nuevo vuelvan estar preñadas. Pero esta palabra en la Llingua d'Asturies ten un faticáu de nomes, un mamplenáu de viraxes. (Esta palabra en la Lengua de Asturias tiene muchas aplicaciones, un montón de virajes). Exemplus: —Vienu de l'Argentina ‘l oitre die ‘l fiu de Maruxa, ya ‘l falar d'echa t’abétchadu de xoyes ya de cuartus. (Vino de la Argentina el otro día el hijo de Maruja, y al decir de ella, es muy rico en joyas y dineros). Así pues, para qué poner más ejemplos, pues «Bellar» ou Bétchar ou Abechadar, etc., significa riqueza sea en lo que sea. BENCÉTCHAL.—Bencétchal ou benceyal, helechal. BENCEYU.—Benceyu, helecho. BERDIAYAZU.—Berdiayazu, golpe dado con los berdiascus. BERDIAYU.—Ou berdiascus, ramajes. BERGAZAXU.—Bergazaxu, bergajazo.

BERRÍUS.—Berríus, cáscaras verdes de las nueces. Cundu you yera guaxe tenu agüetchau comu d'angunus homes machacaben lus berríus de les ñueces ya oitres berrius qu’axín se noman oitres plantes que ñacen per les veires de lus regueirus nus tarrenus chamazáus, cuntu you, que lus franucaben d'enría d'un llábanu pa char tou aquel maxuxe dientru ‘l agua de lus pozacus poucu fondus ya que nun esguilare d'echus nagua d'agua, ya entóus al escosáu tempu toes le truches abocairandu cuaxi afogáes xubíen a lu cimeiru del agua panza parriba, ya dista maneira cuyíen mamplenáus de cambeiráus d'echos. (Cuando yo era pequeño tengo visto cómo algunos hombres machacaban estas cáscaras verdes de las nueces, así como otras plantas que también se llaman berríus, que nacen por las orillas de los arroyos en los terrenos más húmedos y fangosos, cuento yo, que las machacaban encima de una losa y echaban aquel verdoso mejunje dentro del agua de los pozos poco profundos y que no corriese nada de agua de ellos, y entonces al poco tiempo, todas las truchas abriendo la boca desesperadamente medio ahogadas, subían a la superficie del agua panza para arriba, y así de esta manera cogían muchos piños de ellas).

BERGAZU.—Bergazu, bergajo. BERRÓN.—Berrón, cerdo que por ser de buena clase sirve de semental.

BERRONAS.—Berronas ou berruendas, así se dice cuando las cerdas tienen gana de apadrentarse con el berrón. BERRUENDES.—Berruendes, que están deseosas del Berrón. BERRUXES.—Berruxes, lloramiquéos. BERUGAS.—Berugas ou berugus, polillas que se comen la madera. BERUGÁU.—Berugáu, que está comido del berugu.

faía, paque ‘l nenu tubiés llindiáu de les cullebres ou gafures ya tamén xervie de xiringadeiru, axin yera qu'el nenu dientru del biernu xempe topábase nun xeitu felliz. (Llevaban esta cuna que era muy ligera y muy bien hecha, con el niño dentro y con comodidad debajo del brazo, la cuna también tenía cuatro cuerdas para amarrarlas a una caña de un árbol, y tal cosa se hacía, para que el pequeño estuviese cuidado de las culebras y de otros bichos, también servía para que el pequeño con cualquier movimiento que hiciera se columpiara por sí mismo. Así era, que el niño dentro de tal cuna siempre se encontraba feliz y contento).

BETÁU.—Betáu, que está vedado. BÉTCHA.—Bétcha ou bellada, dícese de las hembras cuando paren. También esta palabra quiere decir abundancia, bien sea de riqueza, de hermosura, de fealdad, de pobreza, etc., etc. BEXÁUS.—Bexáus, despreciados, apartados, etc. Exemplu: —Amindi per ser fíu d'un roxu achuquináu, bexarúnme lus facióuxus al nun puder estudiar namái qu'el ufixu de trabayar nu que fore pa puder fartame de fame cá díe almañecíu. (A mí por ser hijo de un rojo asesinado, despreciándome los fascistas me apartaron del no poder estudiar nada más que el oficio del trabajo cualquiera que fuera, para poder hartarme de hambres cada amanecido día. «Verdaderamente yo pienso, que conmigo al igual que con otros huérfanos de la República, el vencedor hizo la más grande canallada que el Humano pueda pensar». BIERNU.—Biernu, así se llama a la pequeña cuna de baras o de baniétches que servía para llevar lus nenus d’entamu (niños de teta) cuando sus madres tenían que trasladarse a trabajar a los prados o tierras. Chevaben el biernu que yera mu llixerín y'atongáu conel guaxiquín dientru debaxu ‘l brazu, l' biernu tamén teñía cuatru rixus p'añuedayus al prendión d’un arbolaxe, tal couxa se

BIESCÁU.—Biescáu, dícese de la persona que está sumamente enfadada. BIESQUES.—Biesques, boscajes de espinos, etc. BIGARDU.—Bigardu, dicése de las personas que son altas. Exemplu: —El fíu de Xuaca ta fechu un bigardu de mozu que fai fumu. (El hijo de Juaca está hecho un buen mozo, un mozo que da envidia). BIGURICIU.—Biguriciu ou bítchuriciu, así se llama cuando existe abundancia de cosas. Exemplu: —Tenu que trosquilái ‘l pilu al miou fíu, perqu'el probe tién un biguriciu de pioyus qu’enzúlanlu vivu. (Tengo que cortarle el pelo a mi hijo, porque el pobre tiene «berbenáu» (muchos piojos que le comen vivo). Que biguriciu, que berbenáu de xentes galamiaben l'oitre die dellantri la pollicía, cundu chegará ‘l díe qu'un puéa falar lu que fáigale ‘l papu xin miéu ‘l llátigu ya la cárxel d'una lley que ye un fedientu fucheral. (Cuanta gente corría el otro día delante de la policía, cuándo llegará el día que uno pueda hablar lo que le venga en gana sin miedo al látigo ni a la cárcel que te impone una ley que es un apestoso estercolero).

BILLORDÍA.—Billordía, dícese de la persona sucia, marrana, puerca, etc. BILLORDIAR.—Billordiar, dícese cuando se ensucian las cosas. BILLORTEIRA.—Billorteira, plantas enredadoras que se hacen muy largas y después sirven para sacar de ellas los billortus. BILLORTEIRAS.—Billorteiras, también se llaman así a las personas enredadoras, muy dadas a traer y llevar cuentos sin cobrar dinero. (Billordias, bilordias...). BILLORTEIRUS.—Billorteirus, matas donde crecen los billortus. BILLORTUS.—Billortus, estos se sacan de las billorteiras y sirven para enriestrar les panoyes. (Para engarzar las panojas). Existen tres clases de hacer riestres. Nes aldines de les montañes lu que más se fae son les riestres con billortus ou de cadexus, queru falar riestres qu'encáldanse con les fuées de les mesmes panoyes. Per la riera ya per oitres chugares tamén les llenden con les blimbes. De toes les maneires xin les riestres nun se faen endubanáes comu ya debiu, munches d'eches esgácense cundu les cuelguen. Anxina ye, que comu mexor ya más xegures se faen ye con billortus perqu’añuédense mesor. (En las aldeas de las montañas, por regla general se suelen hacer las riestras de billortus o trenzadas con las hojas de las mismas panojas. Por la ribera y por otros lugares también las hacen con las baras de los mimbrales. De todas las maneras si las riestras no están bien hechas bien seguros sus nudos, muchas de ellas se rompen al colgarlas. Así es que como mejor y más seguras se hacen es con billortus, porque se hacen mejor los nudos y se aprietan más). BILTRIAR.—Biltriar, es agüeyar (nacer, asomar) los vegetales.

BILTRU.—Biltru, dícese cuando empiezan a nacer lus axus (los ajos), también se llaman biltrus cundu agüétchan (cuando asoman) los brotes de los árboles. BIRLANQUE.—Birlanque, xuegu mu paicíu ‘l pallombiétchu que se fae con un palu de la llargura d'una cuartia aguxáu per entambes partes, ya conoitre palu más llargu apúrresele d'enria lus cháus aguxáus del birlanque ou birllanqui, qu'anxina tamén se ñoma, ‘l birllanqui blinca ya cundu va pel aire allumérasele col palu llargu 'n tochazu con tou la fuercia, ya ‘l que mexor l’apurra ‘l birllanqui ya más llonxe l’aventi ye ‘l que gana la xugá. Isti xuegu yera mu pelligróuxu, perque ‘l birllanqui colaba pel aire xin danguna llindia, ya lu mesmu tascaba un cristial ou faia mancaures a cuallesquiera. (Juego muy parecido al palomero, que se hace con un palo de la largura de una cuarta aproximadamente, que está aguzado por las dos partes, y con otro palo más largo se pega encima de los lados aguzados del «birllanqui», éste salta un poco, y cuando se encuentra suspendido se le atiza con el palo largo un golpe con toda la fuerza. El que mejor le pegue al birllanqui y más lejos lo envíe es el que gana la jugada. Este juego era muy peligroso, digo que era, porque yo ahora no veo a los niños jugar al birllanqui ni al llanqui, etc. Digo que era peligroso porque el birllanqui se iba por los aires sin conducción ninguna, y lo mismo podía algunas veces romper un cristal, que hacerle daño a cualquier persona). BIRUELAS.—Biruelas, así se llaman a las castañas que por sí solas se desprenden de los castanos. Nus tempus d'endenantes teñer la teixá mamplená de castañes yera tantu cumu auxar la fame de cual chare, les castañines nes nuexes aldines achuquinarun abondes fames. (En los tiempos pasados tener la casa llena de castañas era tanto como espantar el hambre de junto al lar. Las castañinas en nuestras aldeas mataron muchas hambres). Alcuérdume comu se fora

nagora mesmu, comu pel tempu de les castañes, colábamus tous endenantes qu'almaneciere p'apañacar les castañes que pe la nuétche ben per l'orbayá ou per lus ponxuncinus de ventu, xebrábanse de lus regañéus arizus p'aviñonar esbirolas pel xuelu, pente lus felechus, les fuées lus artaxus ou les campeiraques. Per aquechus tempus de mexeries ya fames, nun se desperdigonaba una castaña per dalgún lláu. (Me recuerdo como si fuese ahora mismo, cómo por la época de las castañas, que es el mes de noviembre su mayor apogeo, cómo todos los vecinos marchábamos de la aldea antes que amaneciese, para recoger las castañas en los castañales, que durante la noche, bien por el relente o por los pujones del viento, se caían de los abiertos arizos, para sembrarse por todo el suelo, por entre los helechos, las hojas, los matojos, o el mismo campo, dependía en el lugar donde estuviesen los castaños. En aquellos tiempos de miserias y feroces hambres, no se perdía una castaña por ninguna parte). Güéi nel díe ya poucas xentes anden a castañes, paeme amindi, que gracies al Faidor ya la Cencia del Home, la fame ya d'afechu ta xebrá de la Nuexa Melgueira ya Embruxante Asturies. (Hoy en día, ya muy pocas gentes andan a castañas, me parece a mí, que gracias al Hacedor y a la Ciencia del Hombre, el hambre ya está alejada de Nuestra Dulce y Embrujadora Asturias). BISTECHÁU.—Bistecháu, atechado, resguardado, etc., etc. BISTECHU.—Bistechu, alero, resguardo. Exemplu: —Nun tiabisteches debaxu de lus árbules grandies que tan nes escampáes cundu del cielu baxen lus rayus ou les centeches perque ye mu pelligróuxu. (No te resguardes debajo de los árboles grandes que están en el escampado, cuando del cielo bajan los rayos y las centellas porque es muy peligroso). BÍTCHE.—Bítche ou biche, así se llama al bolo más que pequeño del juego de bolos, que marca en parte el valor de las

más bétchas xugadas. (Mejores, más ricas jugadas). BIXU.—Bixu, beso. BIXURDIEIRU.—Bixurdiciru, que es amigo de estar besugueando. Exemplu: —Atindi mútcher, nun bixurdieyes tantu ‘l miou nenu, perque paeme amindi que lu que quies faer ye comémelu. (Escucha mujer, no beses tanto a mi pequeño, porque me parece a mi, que lo que quieres hacer es comérmelo). BLEZNA.—Blezna, dulgu mu finu de maera, de fierru ou d'oitra couxa, que lláncase nel nuexu pelleyu per uquiera. (Pequeña partícula de madera, de hierro o cualquier otra cosa, que se le espeta a uno en la piel por donde quiera). BLIMBAL.—Blimbal, arbolaxus que ñacen na veira lus regueirus ya ríus, ya nus tarrenus d'abexíu, (arbolajes que nacen a la orilla de los torrentes, ríos y también en los terrenos húmedos. BLIMBES.—Blimbes, baritas muy finas y que doblan y mondan muy bien que da el mimbreiru. Enus tempus d'endenantes cundu les peades de xitanus con sous pótchinus cadarmeirus ya sous fames dibuxáes nus sous focicus, achegaben a cuallesquier aldina que tubiés blimbes, lu primeiru que faíen lus homes metantu que les sous muyeres cataben xeitu per debaxu de lus hurrus pa nun pasar la nuétche ‘l entestate, falu, que lu primeiru que faíen lus xitanus yera fradar les mexores blimbes, ya despós al lláu de lus fogueirinus qu’encalducaben, pulgábenles ya comencipiaben faer sous probechóuxus cestiquinus, ya namái que lus teñíen fechus, les xitanines colaben per tous lus teixus de l'aldina ya escambiábenlus per dalgu que p’echus fora d'encantexu, que tou les venía ben lu mesmu foran potaxes, pataques, fabuques, etc., ou zarapicus de fatus, ou lu que cuadrare. En la miou aldina había mamplenáus de blimbeirus, ya tous de bona callidá, per

ístu lus xitanus paraben xempre dalgunus dies, nun yera comu noltres aldines, qu'achegaben faíen la sou francia con lus cestacus, cambeandu lus sous buches, chandu la bonaventure, ou encalducandu tou ‘l cadexáus de trabayus que per ñecexidá teñien qu'inxeniare, dientru d'unes granuxeríes xustes ya henráes, perque lu que lus probetayus xempre cataben nun yera oitra couxa qu'achuquinar namái qu'un poucu la mixeria ya la fame. Falaba you que na miou aldina lus xitanus más díes s'axietaben, perque taben tou ‘l tempu trabayandu nel faer cestacus de tous lus tamañus, unus diben fradar les blimbes, oitres pulgábenyes ya oitres texíen cestus, ya cundu nun quedaba dalguna blimbe en tou las veiras del regueiru, entóus xebrábense de la miou aldina cargáus comu aveyones de cestaques ya manoxáus de blimbes, pos ístes cuntu más viétches se faen llantándulas al remueyu mexor se trabayen ya más tempu duren lus cestus que conoches se faiguen. Un díe taba you ‘l lláu del teixu ‘l goxeiru xuntu oitres guaxetus xugaretiandu, cundu chegarun unus xitanus que d'afechu ya traíen l’aldina nel trabayu de cambiar lus sous cestus per dalguna couxa, anxin toparunxe col goxeiru que ya tempu nun cimblaba una banietcha, ya taba endiañáu de mala lleiche 'l tar escosáu de trabayu, ‘l casu foi que cundu lus xitanus dixérunye que xin les apurría dalguna couxa per aquechus cestus, encoyonáu ‘l goxeiru anxina les dixu: Lu que vous apurría you per d'enría ‘l llombu yera un esquirpiáu galgazus, paqu'adeprendierais a nun regalar el vuexu trabayu per un platu fabes, condenáus xitanus de la clica la güela que vous añicóu, coladi chuéu del miu cháu, xi nun queredis que vous llanti la foiz nel piscuezu, Lus xitanus más llistus qu'el goxeiru nui fexerun gurgutu, xebránduxe de’l ya dexándulu noxáu na ruxura. El casu yera que dalgún goxeiru se chevaba ben con sous competiores lus xitanus, perqu'ístus al faer les sous cestacus más llixeirus, ya xenciétchus,

atongaínus ya cuaxi regaláus, a lus goxeirus ou maniegueirus afoinabanyes el sou trabayu, nun dexándoyes poucu mái que les goxes ya les esquirpies que duraben faticáus d'anus. Paeme amindi que per ístu naquel díe ‘l goxeiru punxu a lus xitanus comu pingayus. TRADUCCIÓN.—(En tiempos pasados cuando manadas de gitanos, con sus pollinos cadavéricos y sus hambres dibujadas en los rostros, llegaban a cualquier aldea que tuviese mimbres, lo primero que hacían los hombres, mientras que sus mujeres buscaban sitio por debajo de los hórreos de la aldeina para no pasar la noche al aire libre. Digo, que lo primero que hacían los gitanos, era cortar las mejores mimbres, y después al lado de las pequeñas fogatas que con «pellegrinus atizaben» (pequenas lenas) mondaban las mimbres y trabajaban sus serviciales cestas, y nada más que alguna tenían hecha, las gitaninas andaban por todas las casas de la aldea, cambiándolas por algo que para ellas fuese de arreglo, que todo les venía bien, lo mismo diera un plato de potaje, patatas, judías, ropas viejas, etc., etc. En mi aldea había muchísimos mimbrales, y todos de muy buena calidad, por esto los gitanos se detenían siempre algunos días, no era como en algunas otras aldeas, donde llegaban hacían sus trapecerías, con sus cestos, cambiando sus borricos, diciendo la buenaventura, o haciendo toda una cadena de trabajos que por necesidad tenían que ingeniar, dentro de unas granujerías justas y honradas, porque los pobres siempre estaban buscando, no era otra cosa, que asesinar nada más que un poco, la miseria y el hambre que con ellos viajaba. Decía yo que en mi aldea los gitanos más días se aposentaban, porque estaban todo el tiempo trabajando en el hacer cestas de todos los tamaños, unos iban a cortar las mimbres, otros las mondaban y otros tejían los cestos, y cuando ya no quedaban más mimbres en todas las orillas del pequeño río, entonces se marchaban de mi aldea cargados como avejones de cestas y de manojos de

mimbres, pues éstas cuando más viejas se hacen luego metiéndolas en remojo, mejor se trabajan y más tiempo duran los cestos que con ellas se fabriquen. Un día que estaba yo al lado de la casa del cestero con otros niños jugando, llegaron unos gitanos a todas las casas de la aldea en su trabajo de cambiar las cestas venían visitando, así se encontraron en la casa del cestero, que ya hacía tiempo que no industriaba ningún cesto, y estaba endiablado de mala leche por no tener nada de trabajo, sucedió que cuando los gitanos le dijeron que si les daba alguna cosa por aquellos cestos, enfadado el cestero así les dijo: —Lo que os daría yo de muy buena gana por encima del lomo sería una grande cesta de estacazos, para que aprendieseis a no regalar vuestro trabajo por un plato de judías, ¡condenados gitanos del coño de la abuela que os acunó! ¡Marcharos pronto de mi lado si no queréis que os plante la hoz en el cuello! Los gitanos más listos que el cestero, se fueron de su lado sin contestarle palabra, dejándole enojado con su rabia. El caso era que ningún cestero se llevaba bien con sus competidores los gitanos, porque éstos al hacer sus cestas más ligeras, sencillas, curiosas y casi regaladas, a los cesteros les robaban su trabajo, dejándoles poco más que las grandes cestas que duraban muchísimos años. Por esto me parece que aquel lejano día, el cestero trató como pingajos a los gitanos).

BOCAIDAR.—Bocaidar, hacer claros, bien cuando está nublado y de pronto sale el sol, o cuando llueve a intervalos, etc., etc. BOCAIRÓN—Bocairón, ventanal que tienen lus payares, tenaes, ya pátcharetes (pajares), por donde se mete la hierba, paja, etc., en los mismos. BOCAIRÓN.—Bocairón, también se llama bocairón, a los angostos valles que hacen su salida a un puerto, por donde suele entrar en los inviernos el aire más frío. BODOGUE.—Bodogue, dícese de las personas, animales o cosas sucias, gordas o mal hechas. BODOQUE.—Bodoque, bazofia, basura, etc. BOLANDRU.—Bolandru, maderamen que se suele poner en las paredes de los pajares, o casas, con teyadinus (tejadillos). En estos bollandrus se solían poner les fabes, arbeyus ya les panoyes frundióxes, dientru de les sous caxines ya fuées (las judías y los guisantes dentro de sus bainas, y también las mazorcas malas con sus hojas). Lus bolandrus ou bollandrus namái que son pátcharetes, tenáes ou xomeracus al entestate. (Los bolandrus o bollandrus, nada más que son pequeños pajares o imitación de desvanes al aire libre como quien dice). BOLERA.—Bolera, cancha del juego de los bolos.

BLINCAR.—Blincar, saltar. BLINCU.—Blincu, salto. BLIZCÁ.—Blizcá, mirada, ojeada. BLIZCÁES.—Blizcáes, ojeadas, guiños, etc. BLIZCU.—Blizcu, que está bizco. BLUXA.—Bluxa, blusa.

BOLÉU.—Boléu, anxín se fala cundu ‘l dexar el trabayu, la teixá ou cuallesquier oitra couxa un diz ¡vou dar un boléu per inde! (Así se dice cuando al dejar el trabajo, la casa o cualquier otra labor o cosa, uno dice, ¡voy a dar una vuelta por ahí!). BOLICHE.—Boliche, hierba mala que se cría en los sembrados, principalmente en las tierras mejor abonadas. El boliche es de las malas hierbas la más difícil de

escastar siempre prolifera en las buenas tierras y muy principalmente en las que están mejor abonadas, casi nunca se encuentra en las tierras recias. BOLLU.—Bollu ou bótchu, simplemente es un panecillo. Pero en Nuexa Tierrina ‘l bollu ou bótchu preñéu xempre foi mu queriu per toes les xentes. Nus tempus d'endenantes faiense unus bótchus preñéus que güéi nun s'agüétchen per dalgún cháu. Aquechus bollus qu'allegraben el palladar ya poñien al estómadu de festa, taben encaldáus con bona farina ya bon churizu fechu na teixá, tou yera ñatural ya puru. Nes romeríes ya festes que per tous lus lláus de Nuexa Tierrina se faíen, xamás faltaben lus bótchus preñéus, qu'un lus mercaba a les bolleiras ou nes mesmus chigres, tou ‘l mundiu que diba a la romería senún enzulaba un bótchu preñéu yera que taba m'amolexáu ou nun teñía cuartus. Güéi nel díe tan d’afechu escosaes nuexes costumes, les costumes ya la falancia d'un pueblu, qu'en tou ‘l mundiu, naide lu puéi algamir nin en ñobleza, nin fidalguía, d'un pueblu vallentri ya honréu que fó ‘l trubiétchu de la Patria España, ya ista endespós escubrióu 'n Mundiu nuéu dexandu a tous lus paixes del globu axombráus dellantri de tan bétcha maraviétcha, pa despós emblizcase tous na tema de chegar aqueches Tierres vírxenes, p'arrapiegar y'achuquinar, pa faer desprecius a lus prietus ya lus cobrizus, pa relaxayus n'esclavitú yal dispreciu, couxa nun fecha per dalguna xente de la Nuexa Patria España, ya qu'ainde ta ‘l xemeyu felliz fidalgu, hermenáu ya ñoble, de toes les melgueires Ñaciones Hermenes nuexas que poblan les Amériques, dou xamás l'escirminación agüañóu en dalguna d'echas. TRADUCCIÓN.—(En nuestra Tierrina, el panecillo preñado siempre ha sido muy apetecido y querido por todas las gentes. En tiempos pasados se hacían unos bollos preñados que hoy ya no se hacen, que hoy ya no se ven por ninguna parte. Aquellos bollos que

alegraban el paladar y ponían al estómago de fiesta, estaban industriados con buena harina y buen chorizo de casa, todo natural y puro. En las romerías y en las fiestas que por todos los lugares de nuestra Tierrina se hacían, jamás faltaban los bollos preñéus, que uno los compraba a las mujeres que lus vendíen per manegáes (cestas) o en las tabiernas que feches de gamayus ya baralades qu'axeitaben nel ilugar dou les festes se cheldaben que tamén lus vendien per goxáes. (Las cantinas que fabricadas con ramajes, maderamen y champlones (tablones) se hacían provisional en los lugares donde las romerías o fiestas s'encaldaban. (Se originaban, que también los vendían por cestas). Todo el mundo que iba a la fiesta y no se comía un bollo preñado, sin lugar a dudas era porque estaba enfermo o no tenía dinero. —Hoy en día están Nuestras Costumbres del todo olvidadas. Nuestras Costumbres y la dulce Lengua de un Pueblo, que en todo el mundo nadie le puede alcanzar en Hidalguía y Nobleza, de un pueblo Valiente y Honrado, que fue la Cuna de la Patria España, y ésta a su vez, descubrió un Mundo Nuevo, dejando con tal proeza a todos los países de la Tierra asombrados al presenciar tan grande maravilla, para luego después desear todos con satánica envidia llegar con apremio a aquellas Tierras Vírgenes, para robar y asesinar, para hacer desprecios a las gentes de color, relegándolos y esclavizándolos con el más taimado desprecio, cosa jamás hecha por las gentes de la Patria España, ya que ahí se encuentra el retrato feliz e hidalgo, hermanado y noble de todas las encantadoras Naciones Hermanas Nuestras, que pueblan el continente Americano, donde jamás la discriminación asomó en ninguna de ellas). BON.—Bon, bueno. BONANCIAR.—Bonanciar, hacer el bien, bueno.

Bonanciar, también se dice del tiempo y de las cosas. BONICA.—Bonica, excremento de las vacas y demás animales parecidos. BONICÁES.—Bonicáes, excrementaciones. BONIEYU.—Boniétchu ou bonieyu, así se llama al bonete o sombrero parecido. BONU.—Bonu, bueno. BOQUEIRA.—Boqueira, boquera, boquete. Tamén alcuérdume you que cundu yéremus guaxes ya tamén les prexones abondes d'eches llucíen boqueira, ya tou yera perqu'enzulábamus les frutes endenantes que maurecieran, ya sou la maneira lus figus, ya pior lus xerondus que lus más cedus, ya tou yera per mor de la fame qu'obreirábanus nel folgáu banduétchu, únicu inxeníu que les xentes tién, que cundu nun trabaya ou nun tá nel xeitu del tar fartu, ‘l condenáu ruxe ya de dollor quéixase. Anxina ye que cundu enzulábamus les frutes berriades ñaciamunus les boqueiras. (También me recuerdo que cuando éramos niños, y también las personas mayores muchas de ellas lucían boquera, y todo era porque comíamos las frutas antes que madurasen, y sobremanera los higos, y peor los más tardíos que los más tempranos, y todo era por la causa del hambre, que nos aguijoneaba en el descansado estómago, único ingenio que las personas tienen, que cuando no trabaja o no está en el lugar de encontrarse harto, el condenado ruge y de dolor se queja. —Así es, que cuando comíamos las frutas muy verdes nos salía en los labios lo que llamábamos boqueiras). BORBUETCHAR.—Borbueyar ou borbuétchar, es hervir. BORBUXA.—Borbuxa, burbuja.

BORDIAGAR.—Bordiagar, dícese cuando se hacen mal las cosas o cuando se encuentran sucias, etc. Exemplu:—Tenu qu'atreinar ya poblar la teixá, pos comu tous lus díes disdi ‘l albiar fasta la nuétche tamus nus préus recoyendu la yerbe, tenu tóu fechu 'n chaceiru. (Tengo que arreglar y limpiar la casa, pues como todos los días desde el amanecer hasta que la noche llega, estamos en los prados a la hierba, todo lo tengo hecho una suciedad). BORDIAGU.—Bordiagu, dícese de la persona sucia, mal hecha, etc., etc. BORIÁU.—Boriáu, dícese cuando está la alborada cubriendo el campo. Exemplu: —Güéi ta mu boriáu ‘l pancical, per ístu fasta qu'el sol nun l'enxugue nun podemus cuyélu. (Hoy está muy alborado (escarchado, etc.), el trigal, por esta razón hasta que el sol no lo seque no lo podemos coger). BORONA.—Borona ou boroña, así se llama al pan hecho con harina de maíz. La borona tandu ben fecha ye mu ñutritiva pos fasta lus xatus conecha engorden. (La borona estando bien hecha es muy nutritiva, pues hasta los jatos con ella engordan). Lu que nun son tan bonus pal estómadu son lus tortus fechus d'enría ‘l chare, pos lus tortus paque gusten ben hay qu'enzulalus callentris, ben con lleichi ou oitra couxa, nel momentu qu'esfrecen ya nun son bonus. (Lo que no son nada buenos para el estómago son los tortus (tortas) cocidos encima del llar, pues las tortas para que gusten bien hay que comerlas calientes, bien con leche u otras cosas, en el momento que enfrían ya ni gustan bien, ni tampoco son para la salud muy buenos). —Fae un mamplenáu d’anus, achá per lus tempus de lus llutus, lus pioyus ya les fames, achegóu pedigüeñandu chimosna un probe a la miou aldina qu’al falar de les xentes yera andalluz ou castiétchanu, ‘l casu foi, que daquién n'aldina, paeme que fói una muyer que se nomaba Xofía, cuntu qu'apurrióle aquel probe un

escudiétchu de lleichi ya un bon cantexu de borona, ‘l probe comencipióu char farugas de la borona dientru la lleichi, ya cuntu agüétchou qu'afondaben, díxole noxáu a Xofía qu'él nun enzulaba nagua d'aquel mestranzu, perque lu mesmu qu'afondaba n'escudiétcha fairiayu nel sou banduérchu. (Hace muchos años, allá por los tiempos de los lutos, los piojos y el hambre, llegó pidiendo limosna uno de los muchos pobres que llegaban a mi aldeina que al decir de las gentes debía de ser andaluz o castellano, el caso fue, que alguien, me parece que fue una mujer llamada Sofía, cuento que le dio aquel pobre una escudilla de leche con un buen pedazo de boroña, el pobre comenzó a desmenuzarla dentro de la leche, y cuando vio que ahondaba en ella, díjole enfadado a Sofía que él no comería nada de aquel mejunje, porque lo mismo que ahondaba en la escudilla seguramente lo haría en su estómago). Paeme amindi qu’aquel probe ye que nun l'aguixonaba la fame. (Me parece a mí que aquel pobre no le pinchaba el hambre). BORONÓN.—Boronón ou boroñón, así se llama a las personas torgáes (mal hechas) banduxes comu les cebótches (blandas como las cebollas), ya escosáes de brexus (y faltas de arte, de iniciativas) floxes (flojas, etc., etc.). BORRACHINALES.—Borrachinales, arbustos que por lo regular se suelen criar mejor en los terrenos oxizus (volcánicos), estos arbolinos tienen por frutos a los borrachinos, que son redondinos y muy rojos, son comestibles y estando bien maduros saben a gloria. Cuntus arganáes de fame que nel miou banduyin engarradiétcha encaldaban, tenen afogáuse d'afechu, cundu lus melgueirus ya colloradinus borrachinus al miou ventronín fartucaben. (Cuántas veces que desfallecido por el hambre que en mi estómago fieras peleas industriaba, éstas eran ahogadas del todo, cuando los dulces y colorados borrachinos a mi estómago hartándole le contentaban).

BORRACHINEIRAS.—Borrachineiras , se llamaban así a las mujeres que en los tiempos pasados hacían y vendían por las romerías unos dulces muy sabrosos que se llamaban borrachinus. Fae fatáus d'anus que nun agüétchu you per les festes nin romeríes de miou Tierrina a les borrachineires que per una pexetina dábante un mamplenáu de borrachinus, que remexantes de vinu blancu azucaréu, ya fechus con miaxes fariñoxes de pan, amaxáu con lleiche ya manteiga, ya bonus güevus de pites franciscanes, ya mel con azucare, te fartucaben ya gustaben a groria. BORRINA.—Borrina, así se llama a la niebla de Asturias, no se concebiría a Nuexa Tierrina escosá de borrina Las nieblas en Asturias hacen que nuestros campos siempre estén verdes, y que toda nuestra Tierra sea ubérrima y embrujadora. BORRONÁ.—Borroná, es hacer un terreno que esté de prado o de malezas en terreno de cultivo. Cundu se fái dalguna borroná, que güéi nel díe ya fan poucas ou dalguna, lu primeiru que se faía, yera estongar de murgazu tou ‘l llugar que diba trabayase, ya despós de tar ben agarabatáu, dexábase anxina fasta que lluviés, ya tou ‘l terrenu tubiés ben fartu d'agua, ya despós s'estapinaba pos tandu moyáu costaba menus trabayu, ya cundu lus tapinus tuviexen enxuchus encaldábanse lus borrones pa queimalus, ya despos de fechu isti trabayu, ya taba la borroná llista pa llabrala, ou cabala, pa despós xemala de lu qu'encaldare. Nus tempus d'endenantes les xentes trabayábamus tous lus dies almañecius lu mesmu que pótchinus, andábamus tarazáus de ñecesidá, de mexeria ya fame, güéi nel die toes ixes couxes ya tan cuaxi d'afechu de nuexus chares xebráes, per istu ‘l progrexu ye un faedorin que poucu a poucu fae qu’el Home s'argute. El Progrexu ye ‘l fiu mexor que ten el trabayu, perqu'el Trabavu ye ‘l Pá de toa Creaxón. Cundu ‘l trabayu yál progrexu tan acaidonáus per prexones honrées ya

xustas, la llibertá la paz yál bienestar s'alluma felliz ya gozóuxu per d'enria de toes les xentes trabayaores. Güéi nel die ya nun fae falta faer borronáes, güéi lu que ñecexitamus son dirixentes honréus, xuscus, intellixentes ya progrexistas, que xin deximir lus raigones ancestrales d'Asturies, chelden trabuyu ben pagáu pa tous Ies xentes que moren d'enria la Nuexa Melgueira ya Noble Tierrina, qu'encalden bones escoles pa tous sous fius, paqu’adepriendan a faer que con más apuxe ‘l progrexu galamée catandu cimeiráes más aguxáes y'argutes, qu'escosen el dollor del curpu, ya bétchen la sana invenxón que chelda ‘l envidayaxe. BORRONES.—Borrones, así se llaman las hogueras que se hacen cuando los céspedes de las borronadas se amontonan para quemarlos. También cuando limpiamos los prados y quemamos el murgazu (hojarasca, artos, ramajes de podar ou fradar el zarrus, sebes, etc., etc., etc.). BOTIÉTCHU.—Botiétchu ou botiellu, así se llama a los odres que sirven para mazar (mover) y llevar la leche, los que se dedican a el maíz, la escanda, la harina, etc., se llaman fuétches ou fueyes, los botiétchus p'istus meñesteires son fechus con lus ventrones de lus cordeirus ya cabritus (los odres para estos menesteres son hechos con los estómagos de los corderos y de los cabritos). Botiétchu, también se llama así al estómago de los animales.También se llama “botiétchu” al xuan ou les andoyes, que son tripas gruesas del cerdo rellenas con los solomillos y demás mejores tajadas del mismo. BOTIXEIRU.—Botixeiru, persona que trata en botijos. BOTIXU.—Botixu, botijo. BRACA.—Braca, así se llama a la cerda joven.

BRACADA.—Bracada, así se dice cuando uno se cae. Exemplu: —De rexultes de la bracada que chevéi ‘l oitre díe cundu esguiléi per d'enría de les esborioxes llabanes de la caleya, güéi tenu ‘l cumal esgacicáu d'afechu. (De resultas de la caída que llevé el otro día cuando resbalé por encima de las resbaladizas losas de la calleja, hoy tengo los riñones, la columna despedazada del todo). También puede llevar una braca un ministro u otro dirigente cualquiera que de la noche a la mañana se caiga de su poder. También se llama bracada a la indecencia que uno haga o le puedan hacer. BRACU.—Bracu, así se llama al cerdo joven, en el momento que es un poco mayor se le llama llabascu, después gochu, y si no se capa y se dedica para semental se llama berrón. De todas las maneras un bracu siempre es un verdadero cerdo. Y a las personas que les llamen bracus, sin ninguna duda les han llamado cerdos. BRAMAR.—Bramar, romper, explotar, rugir, etc. BRAMÍU.—Bramíu, mugido. BRANEIRUS.—Brañeirus, se llama así a los vaqueirus que hacen la braña. BRANÉU.—Branéu, veraneo. BRANIANTI.—Branianti, veraneante. BRANU.—Branu, verano. BRAÑA.—Braña, llámase braña a los puertos y morteras, así como a cualquier otro lugar con todas sus consecuencias donde se abraña. BRAQUINUS.—Braquinus, así se llaman a los cerdinos que terminan de dejar la teta. BRAVAS.—Bravas, calidad de castañas sin injertar. Son precisamente las castañas bravas y las baldunas las que mejor

saben, las castañas bravas por lo general son pequeñas.

BRIGUEIRAS.—Brigueiras, espacios que existen entre las paredes y las maderas y ripias que dan pie al tejado.

BRAVAS.—Bravas, verdosas, verdes. BRAVEN.—Braven, bravura, fuerza, ímpetu, etc. BRAVINA.—Bravina, moscas que se alimentan del sudor del ganado, y que le son tan molestas como cualquier otra mosca, menos las que les hacen moscar. BREBAR.—Brebar ou abrebar, así se dice cuando se da agua a los ganados. BREBAXE.—Brebaxe, brebaje. BREGÁU.—Bregáu, dicese de la persona valiente, osada, etc. BREGÓN.—Bregón, hinchazón que se le produce algunas veces en el caldar (ubre) a las vacas lecheras, suele ser producido principalmente por calenturas o por comer los pastos bien demasiado bravos si las vacas están pastiando, o ardíus (calientes) si son xegáus que rumien na pexebleira, (pación, alfalfa, etc., etc., que comen en el pesebre). Bregonazos también los suelen tener casi todas las hembras lecheras. BREXAR.—Brexar, trabajar, moverse, dentro de una eficiente postura. BREXU.—Brexu, postura adecuada, determinación eficiente. Exemplus: —Nun te mercu la tou magüeta perque nun fae brexu nel xugu. (No te compro tu novilla porque no hace postura en el yugo). Nun queru falar con Xuaca perque nun ten brexu na sou falancia. (No quiero hablar con Juaca porque no tiene compostura en su conversación). BREZNA.—Brezna, astilla muy fina que se introduce entre la piel. BREZU.—Brezu, hierbas malas que se cortan para mullir el ganado.

BRISCADA.—Briscada, juego de cartas, quizás el más usado antiguamente en los chigrinus (tabernas) de las aldeas, y en las veladas de los inviernos en les teixáes (las casas). En esta poesía de Xulín de Lluza, podrán ustedes comprender hasta dónde se podía llegar xugandu la brisca. LA BRISCADA —Baxara Pín el de Rita / dos magüetes al merquéu, / con ánimu de vendeles, / pa poder xuntar lus cuartus / quéi debía ‘l Colloráu, / d'un praín que che mercara / ya ta nun taba pagáu. —Vendiú entrambes magotines / namai que chegú'l merquéu, / ya contentu per el tratu / qu'el sou paicer fixera, / foi llapar una roblada / a ca Xamín el Brisquiru, / que yera amigón d'él / per xugar llargas briscadas. —Achí topóuxe con Xuan / del chugarín del Fonticu, / que tamién hubiés vendíu / una bétcha con un xatu, / ya tamién pel sou falar / fixera'n fadiernu tratu. —Xuntu con Xuan taba Xirgu / el Xugueiru de Xograndiu, / que lu mesmu faia madreñes, / esquirpies, goxes, maniegues, / cachapus ya garavatus. / Tamién faia mexories, / pa coyer enus panzales / les espigues llevantáes. / Duernus, zapicus, cuyares, / el Xirgu yera un artista / trabayandu la maera / ‘embaraxandu les cartes. —Tubierun lus tres paixanus / coñucíus de la ñacencia / manque de xebráus chugares, / fayénduse parabienes, / convidánduxe entexigu / metantu allegres falaben. —Falaben de les sous vaques, / de les reciétches menúes, / de coxeches ya paciones, / de xugus ya de maniegues, / de la mucher ya lus fíus, / ya d'oitres couxes dispares, / metantu nun falen pouxa / enu del codu empinare. —Xamín trés el mostraor / al lláu d'echus tamién taba, / ya más qu'oitrus l'abroncaben / perque'l xervivus tardaba,

/ él deciayes espaciu... / qu'un díe pa morrer non falta. —Nistu taben tous / cundu dixu Xirgu / mirandu'l Brisqueiru, / que naquel lleldar / chaba'n xorbu'l vasu. —You de bona gana / chaba una briscada, / si nuexus amigus / quixeren xugala, / pero no'n xarrucu, / n'una convidada, / senún dalgu gurdu, / per exemplu digu, / quince ou venti pesus / per cá partidaca. —Xamín el Brisqueiru / dexu'l mostraor, / fó pa la cocina / dou la sou mucher / el pote encaldaba, / ya dixoi mu xeriu: —Atinde'l ñegociu, / dexa'l pote agora, / que you vou xebrame / con istus amigus, / pa xugar sen priexa / una gran briscada. —Dientu'n rexerbaín / que Xamín tenía, / dunde non dexaba / que naide agüeyara, / namai que lus cuatru / que xugandu taban, / con baraxa nueva, / qu'al escoti tous / p'empezar pagaban, fixerun parexa, Xirgu y'el Brisqueiru, / Xuan ya Pín de Rita, / partida a seis xuegus, / el empate ñulu, / diez pesus per barba. —Ya cantaba'l pitu / el díe d'oitre díe, / cundu Pín de Rita / ente ruca e llapa, / gora fuma'l puru / más tardi la faria, / xuntu lus diez pesus / per partía xugada, / dexú na Briscada / entrambes magüetes / xuntu'una deudá / que per ser del xuegu, / yera muy xagrada. —Xuan el del Fonticu / perdiú la betchada, / y'un cuarexu cuartus / que tamién chebaba. —Xirgu'l de Xograndiu, / llevantú las ñalgas, / d'enría la xiétcha, / dunde'n tua la nueche / nin pa dir mexare / nun l'abandunara. —Recuyú lus cuartus / que pal sou lláu taban, / llantúlus nel bulxu / sen cuntar nin nagua, / ya díxole a Pín / con musgueira fala: ¡Non t'eñoxes Pín, / que se güéi perdiesti / oitre díe ganas, / y' axín entamblicamus / nisti viciu nuexu / de faer la briscada! —Xamín nagua dixu, / engrifú'l focicu, / ya con lus sous dius, / espenú nus güétchus / fatáus de llagañas. / Abriú'l

pacharun / de sou boca prieta, / unde rellucíen / escosáus caniles / betchaus de magañas, / y'esperóu que tous / dexaren el chigre, / pa pietchar la puerta / ya dir pala cama. —Esfechu'l sou cuerpu, / y'esgazá sou alma, / Pín el de la Rita / sin un perru'n bolxu, / colóu pa só'aldea / fayendu sous cuntes, / ya d'anguna yera / en nagua atongada. —Diba 'toroyáu, / pensandu nel xuegu, / ya nes sous magüetes / que Xirgu'l Xugueiru / dientru sou cuarexa / camín de Xograndiu / coneches colara. ¡Ay de mín...! —falaba. / ¡Cundu achegue ‘l teixu / ya diga a la Rita, / que nuna briscada / perdí las magüetas, / y'al contrie empufeime / en más de cien pesus, / que son nel merquéu / oitres dos moxéas! —Metantu a la Rita / ya le habíen faláu / con cuite n’uréa, / un vecín d'al lláu / que fora'l merqueu, / qu'el sou Pín na vítcha, / taba’n cá'l Brisqueiru, / xugandu lus cuartus / de las sous magüetas. —Chegóu Pín al postri / a la sou teixada, / dunde Rita taba / llindiandu'n so'espera, / sen haber piéstchau / en tua la nueche / un güetchu xiquiera. —Namai qu'entru dientru / de la sou teixada, / dixole la Rita / del tou engafada,/ llancándoi lus güeyus / qu'encaricotiáus, / daben na roxura / que la probe Rita / alloriada andaba. ¡Unde tan lus cuartus, / baldrayán de home! / ¿Dúnde tan lus cuartus / de las mious magüetas? ¡Deixame Ritina, / deíxame achucame, / que tenu'l celebru / que nun sei se soy, / Pín el de la Rita, / ou so'alma en pena! —La Rita que yera / de fégadus prietus, / muyer fortachona / ya d'angarradiétcha, / chói manu'l sou home / a entrambes pecheras, / ya dandoi ximielgus, / falabai chorandu, / dientru la gafiera / qu'un llocu fixera: ¡Dúnde tan lus cuartus / llimiagu de home...! / ¿Unde tan lus cuartus / de las mious magüetas ? —Pín que na sou manu / traía la güitchada, / que Xirgu'l Xugueiru / non

se la quixera, / al vese tratau / pe la sou mucher / d'aquecha manera, / aparriói nel llombu / cuatru cibiétchazus, / ya nun istantín / quitói la lloquera.

BURAR.—Burar, buscar, hurgar, agujerear, etc. BURBUXAR.—Burbuxar, burbujear.

BRUCHÍUS.—Bruchíus, envueltos, liados, etc. BRUCHU.—Bruchu, envoltorio, bien de ropas, hierbas, etc.

BURUXAN.—Buruxan, arrugan, lían de cualquier manera. BURUXÁU.—Buruxáu, arrugado, liado, etc.

BRUXA.—Bruxa, bruja. BRUXERÍES.—Bruxeríes, brujerías.

BURXAZU.—Burxazu, dícese de los sacos rotos y deshilachados, también de los cestos que están desvencijados.

BUCARU.—Bucaru, recipiente. BUCHE.—Buche, pollino, borrico. Existe un refrán que dice. Tenes más matauras qu’el buche un xitanu. Esto quiere decir, que como por regla general antiguamente los pollinos de los gitanos siempre estaban cadavéricos, y llenos de rozaduras y llagas, de ahí que cuando se hacía una comparación pues se le ponía como ejemplo el «buche» del gitano. BUCHÍR.—Buchír, bullir. BUCHIRIU.—Buchiriu, bullicio, revuelo, etc. BUFAR.—Bufar, soplar el viento. Bufa ‘l ventu nel bufardetu del xomeráu, xube miou nenu, vei calabítchalu endenantes qu'un bon puxón l'esbrigueire ‘l entestate. (Sopla el viento en el ventanuco del desván, sube hijo mío a cerrarle antes que un fuerte viento le abra de par en par). BUFARDA.—Bufarda, la ventana más alta de la casa, que sin ninguna duda es la del desván. BUFÍU.—Bufíu, bufido. BUFONÁ.—Bufoná, enfado, desplante, desprecio, etc. BURACA.—Buraca, agujerea. BURACUS.—Buracus, agujeros.

BUSCAR.—Buscar, también se dice así al ordeñar. BUSGÓUXU.—Busgóuxu, dios mitológico astur que habita en los bosques cercanos a los pastos, y cuando en éstos el Busgóuxu ve alguna muchacha apacentando sus ganados, la tienta y la embruja de tal misteriosa manera, que cualquier hombre que en tales trances junto a ella llegare, sería reducido por la muchacha arrastrándole a una orgía de placer, que ninguno de los dos en su vida olvidaría jamás. Dicen que el busgóuxu es el espíritu de todos los sátiros del mundo. Cuentan de él también que es un dios hermoso a pesar que lo pintan como a chivo sarnoso, que no tendría ninguna misión positiva para existir. —Pero todos los jóvenes de los tiempos pasados que vivían atados a la dura y miserable existencia de ser humildes campesinos y pobres pastores de las tierras hermosas de la dulce Asturias, cuento que todos sabemos que el Busdeigu (Busgóuxu) existe, y que no es un duende feo como el chivo sarnoso, sino que es hermoso, tentador, ardiente y sátiro, que muchas veces nos llevaba al amor inocente y puro, sin saber por que se llegaba a la natural fuente que le da razón de placer al Hombre. En este pequeño relato de Xulín de Lluza, podrán ustedes observar a los dos Busdeigus, tentando al hermoso, al puro

y al natural, así como también al chivo sarnoso. «MELGUEIRA XUVENTU» Cuntu m'alcuerdiu, cuntu xenardu you n’agora que de min xebróuxe miou esgraciaína, famienta, trabayada y'arretrigá xuventú, toes les couxes que se faen cundu se ye xoven, paeme a min que toes son bones, se ‘l xoven que las cheldéa ye un rapazón comu l' Faidor manda. Alcuerdiome xemardiandu nu más fondeiru de miou xebrá xuventú ya xonriyéndume pe lu baxu, de la miou primeira cortexada, yera you 'n rapazacu, 'n guaxetón que puéi que tuviés una ucena d'anus, foi pel mes de la yerbe (el mes de Xuliu), taba you de yerbeiru na teixá d'un amu que quixu profiyame perque ‘l probe nun teñia fíus, peru miou má dixoye, que más que tuviés que dir de rodiérches miagandu chimosna fasta lus mesmas enfermus, qu'echa nui daba a nadie un fiu, qu’endenantes que d'aquién lu xupiés, écha na sou alma ya lu hubiés queriu. El casu fói, que comu ‘l die nun taba p'andar a la yerbe, perqu'andaba la borrina mu baxa, y'enchoramicaona dientru 'n urbayu que tou lu moyaba, mandume ‘l miou amu dir llindiar les vaques al Fadiernu, que yera un pastu comunal, e achí tamién allindiandu Ies sous vaques taba Faela, una guaxetona de mexiétches colloráes, de guedérches roxes ya 'n sen escarpenare, ximple, ñatural y'axabaliná lu mesmu que you lu yera. Comencipiamus entexuntus a faluchar, ya nun de vaques, nin de pites, nin de nagua, que nun fora de les nuexes couxiquines, y'ente falagus de pallabres, ya falancies melgueires, encadexaines con miradiétches que furacaben lus nuexus xentius, tábemus encaldantu tantu faela comu you la nuexa primer cortexada. Anxina foi, qu’ente miradiétches ya falagus de falancies, cheldámunus embruxáus dientru d'un xugaretéu, y'ún per d'enría ‘l oitre 'ngarapoléus, cundu nus dimus cunta, tabamus añuedandu ‘l

cibiétchu, lu mesmu que se fora la couxa más ñatural. —Achucáu d'enría la Faela you taba tan cuntentu comu écha que taba debaxu, cundu Xocurra, que yera una vaqueirona xolteirona ya maura pe lus anus, ameruxáu de mala lleichi, ya conuna llingua más aguxá qu’el obreiru la guítcha que chebaba ente sous manus, comemcipióu a ximielganus guichadazus per d'enría les ñalgues, primeiru a mín ya despos a la probitina ya xantiquina de Faela, ‘l casu foi, que chebantámunus con más priexa que cuerre ‘l rellámpagu, ya llanzandu glayíus de dollor xebrámunus d'el chau d'echa galamiandu comu lus curzus metantu nus esfregámabus les endollories ñalgues ya tul chumbu, ‘l parexu qu'echa nus nomaba xinvergüencies, y'una riestra d'inxultus tan grandie comu ‘l mes de mayu. —Cundu ‘l atapecer la tardi chegamus a l’aldina, dibamus amamplenáus de miéu ya de vergüencia detrás de les nuexes vaques, nun iñurandu que ya la magotona de Xocorru hubiés cuntáu per toa l'aldea lu que fixéramus nel Fadiernu. —El goxetáu de miéu que chebábamus dientru ‘l nuexu curpu, féxuse nun esquirpiáu, cundu agüétchamus al pá de la Faela xentáu ‘l lláu del abrebadeiru del ganáu, conún manoxu d'ortiegues ente les sous manes aguardandu qu'echegáramus al cháu d'él, a mín que la esperencia m' hubiés adeprendíu fuyír de la queima endenantes qu'enría mín en fuéu se fixera, aconsexábame que me xebrara con priexa d'aquel pelligru que diba mugar d'nría ‘l miou curpu aquel manoxin d'ortiegues. Peru cundu agüétchei ‘l cháu migu con la mocheira baxa ya choramicandu a la probitina Faela, tristeyaoná, ya más avergüenciá qu’el mamplenéu de miéu que na sou entrana cheldar fixera, diximióxe l'arganá de fuxír, ya quedeime ‘l cháu de Faela, y'encuntes chegamus al frenti ‘l sou pá, ísti chebantouxe del abrebadeiru dóu taba 'xitiáu, coyume debaxu ‘l sou brazu como ‘l guaxe que yera, y'en xin ñecexidá de baxame ‘l

calzonín perque teñía esgazá toa la culeira, quedandu les mious ñalguines al entestate, apurrióme conaquel fogueiróuxu manoxu d'ortiegues tal fatáu de manuxazus, qu'entabía ye ‘l die de güéi, que cundu m'alcuerdiu, fiervenme les ñalgues lu mesmu que se d'enría ‘l fuéu las punxeira. —Melgueira xuventú, lu más honréu ya guapu que naide mexor poder fixera, que naide vous arrapiegue la llibertá, lluchái per écha, peru faceilu con imaxinación, con la preparaxón que güéi tenedis, sen faer enxamás usu de la fuercia, perque per faer tal couxa, les oitres xuventúes que güéi son mauras ya viétchas, fixerun de Nuexa Patria, regueiráes de chárimes ya de xufriencias, cuandias per tous lus cháus corrumpinás de cadermus, que yeren nuexus pás, ya nuexus queríus hermenus, ya fixerun que miou xeneración, fora la más esgraciaína, de cuntas en tou ‘l mundiu ñacieran. ¡MELGUEIRA XUVENTU...! ¡Facéi ‘l futuru de la Nuexa Patria hermenéu ya felliz, pa que vous miren sen miéu ya con respeutu, les oitres xuventúes venideiras! «LA DULCE JUVENTUD» —Cuanto me recuerdo, cuanta añoranza siento yo ahora, que de mí se alejó ya para siempre, mi desgraciada, hambrienta, trabajada y prisionera juventud. Todas las cosas naturales que se hacen cuando uno es joven, me parece a mí que todas son buenas, si el joven que las hace es un muchacho como dios manda. —Me recuerdo añorando en lo más profundo a mi ya alejada juventud, y sonriéndome por lo bajo de mi primera cortejada. Era yo un mozalbete, casi un niño, pues puede que no tuviera una docena de años, sucedió por el mes de la hierba (Julio), estaba yo de Yerbeiru (criado contratado para el mes de la hierba) en el caserío de un amo que quiso prohijarme porque el pobre no tenia hijos y yo al parecer le interesaba. Pero mi madre le dijo, que más que ella tuviese que ir de rodillas pidiendo

limosna hasta los mismísimos infiernos, ella no daba a nadie un hijo, que antes que nadie lo supiera, ella en su alma ya le hubiera querido. —El caso fue, que como el no estaba para andar a la hierba, porque andaba la niebla muy baja, y haciendo lágrimas dentro de una llovizna que todo lo ponía mojado, me mandó mi amo a cuidar las vacas al prado del Recogido que era el pasto comunal de todos los vecinos, allí también cuidando sus vacas estaba Rafaela, una mozalbeta de mejillas sonrojadas, con grandes rizos rubios y sin peinar, simple, natural y asalvajada lo mismo que yo lo era. —Empezamos a hablar muy juntos, y no de vacas ni de gallinas ni de nada que no fuese de nuestras íntimas cosas, y entre halagos de palabras, dentro de dulces falancias, encadenadas con miradas que agujereaban nuestros sentidos, estábamos haciendo tanto Rafaela como yo nuestra primer cortejada. —Así fue, que entre miradas y halagosas charlas, nos hicimos embrujados dentro de armoniosos juegos, y abrazados felices y gozosos rodando uno por encima del otro, apretados por pasión desenfrenada, natural y pura, cuando nos quisimos dar cuenta, estábamos dichosos haciéndonos el amor como si fuera la cosa más natural de la Creación. —Acostado encima de la Rafaela yo estaba tan contento como ella que estaba debajo, digo que así nos encontrábamos felices los dos, cuando Socorro que era una vaquerona soltera y ya madura de años, endemoniada de malos instintos y con una lengua más afilada que el aguijón de una aguijada que así llevaba entre sus manos, comenzó a sacudirnos fuertes palos por encima de nuestras nalgas, primero a mi que más a mano me tenía, y después a la pobrecita y santina de Rafaela, el caso fue, que nos levantamos con más prisa que la que lleva el relámpago, y pronunciando gritos de dolor nos alejamos del lado de ella corriendo como los corzos, mientras que nos rascábamos las doloridas nalgas y todo el cuerpo, al parejo que ella nos insultaba llamándonos sinvergüenzas, y todo un

rosario de insultos tan grande como el mes de Mayo. —Cuando al oscurecer la tarde llegamos a la aldea, lo hacíamos llenos de miedo y de vergüenza detrás de nuestras vacas, no ignorando que ya la bruta de Socorro hubiera contado por la aldea lo que hubiéramos hecho en el Recogido. —El cesto de miedo que llevábamos en nuestro cuerpo, se hizo enormemente más grandioso, cuando vimos al padre de Rafaela sentado al lado del bebedero del ganado, con un fuerte manojo de ortigas entre sus manos, aguardando que llegásemos a su lado. A mi que la experiencia me había enseñado a huir de la quema antes que el fuego me prendiese, me aconsejaba que me marchase con prisa de aquel peligro, que iba a martirizar mi cuerpo con aquel manojo de ortigas. —Pero cuando vi a mi lado con la cabeza baja y desconsolada llorando a la pobrecita de Rafaela, hasta el fin entristecida y más avergonzada que el enorme miedo que en su entraña lugar hiciera, se me apagó la enorme gana que de huir tenía, y me quedé al lado de la santina Rafaela, y cuando llegamos frente de su padre, éste se levantó del bebedero donde estuviera en la espera, me cogió debajo de su brazo como al niño que era, y sin tener ninguna necesidad de bajarme el pantalón porque tenía rota toda la culera, estando mis nalgas al puro aire, pues me atizó con aquel fogueroso manojo de ortigas tal cantidad de manojazos, que todavía es el día de hoy, que cuando me recuerdo, me hierven las nalgas lo mismo que si encima de ellas el fuego pusieran. —Dulce juventud, lo más honrado y hermoso que nadie mejor poder hiciera, que nadie os robe la libertad, luchad siempre por ella; pero hacerlo con imaginación, usando la preparación cultural que hoy os acompaña sin hacer jamás uso de la fuerza, porque por hacer tal cosa, las otras juventudes que hoy son maduras o viejas, sembraron en Nuestra Patria ríos de lágrimas y de sufriencias, tumbas por todos los lados repletas de cadáveres, que eran nuestros padres y

nuestros queridos hermanos, e hicieron que mis generaciones fueran las más desgraciadas de cuantas en el mundo nacieran. ¡Dulce Juventud... haced el futuro de Nuestra Patria hermanado y feliz, para que os miren sin miedo y con respeto, las otras juventudes venideras! —Y ahora díganme ustedes si en este suceso, no había unos duendecitos buenos y malos, que bien pudieran llamarse los Busdeigus o Busgóuxus. BUXARDA.—Buxarda, herramienta del cantero, o picapedrero, etc. BUXERA.—Buxera, bugido. BUXE.—Buxe, buje. BUXÍA.—Buxía, bujía. BUXÍU.—Buxíu, bujido.

C CABADA.—Cabada, lo mismo que Borroná. CABANA.—Cabana, así se suele llamar a las cuadras de monte, la cabana igual puede ser una buena cuadra enclavada en un prado o la misma braña, como una cuadra pequeña fabricada con troncos y con techo de escobas o campizo. CABANADA.—Cabanada, así se suele llamar cuando un vecino tiene muchas vacas, cabras, ovejas, etc., se dice que tiene una buena cabaná de ganado. CABANETUS.—Cabanetus, pequeños cabanus. CABANIEGUS.—Cabaniegus, dícese así a los vaqueirus que pernoctan mucho tiempo viviendo en las brañas o morteras sin bajar a la aldea durante largas temporadas, los cabaniegus por regla general son hombres maduros o ya

viejos, los jóvenes por lo menos en mis tiempos cuando aun todavía existía el único medio de vida que teníamos que no era otro que la labranza y el ganado, digo que los rapazos no éramos nada cabaniegus, y a lo mejor era que teníamos las piernas ligeras y el corazón hambriento de horizontes, más sin embargo muchas veces teníamos que ser cabaniegus por fuerza. CABANUS.—Cabanus, son chozas que se hacen de muy escasa importancia que tan sólo suelen servir para resguardarse de la lluvia o abrigarse del frío cuando uno está cuidando los ganados, o haciendo en los prados, tierras y monte cualquier otro trabajo. En algunos cabanus también se suelen meter las cabras o las ovejas, depende si éstos se han hecho con la determinación de servir para éste menester. CABAUS.—Cabaus, así suele llamarse a algunos terrenos de labrantío donde por ser muy cuestos y estar llenos de xuqueires para detener la tierra, no se pueden arar con el arado, estos terrenos también llamados xaretus o panasqueirus muchos de ellos son hasta peligrosos para pastiar el ganado vacuno pues en algunas ocasiones que por descuido entraron las vacas a guarecer, hubo desgracias al caerse una res y bajar dando baltius hasta la fonderada de ellos y se han desgraciado algunas vacas, esmoicándose o haciéndose otras graves contrarroturas que fue después del accidente menester de sacrificar al animal por encontrarse muy herido. Estos cabáus se abonaban subiendo el estiércol a ellos con los pollinos albardados con sus esteronos y se tenían que trabajar cabándolos, por regla general se sembraban en ellos guisantes enanos, lentejas, garbanzos, habas nanas y en las fondonadas patatas. CABEDIS.—Cabedis, que cogen, que tienen lugar. CABEIRU.—Cabeiru, lo último, lo final de personas y cosas. Exemplus:

—Tou nu cabeiru miou vida. Tou nu cabeiru del préu. Tou nu cabeiru ‘l trabayu, etc. (Estoy al final de mi vida, estoy en lo último del prado, en lo más alto, estoy al final de mi trabajo, etc. etc.). CABIELDU.—Cabieldu, así se llama al pórtico de la iglesia. También se solía llamar cabieldus a las xuntas de veicinus (juntas de vecinos, que se solían hacer, bien para arreglar caminos, ir a monterías, etc., etc.). CABORNU.—Cabornu, así se llama a los castaños, hayas, robles, etc., que se encuentran huecos y podridos por dentro de su tronco, y sin embargo aun están llenos de vida. A estos árboles tan enormes que uno se puede resguardar de la lluvia y el frío dentro de sus entrañas, también se les suele llamar cabuernas, que viene a ser algo así como una pequeña caverna, a los otros árboles también enormes y milenarios, pero que uno no puede servirse de ellos por no tener cabuerna, se les denomina simplemente caboxus. CABOXÉIRUS.—Caboxéirus son las personas que se dedican a este oficio de baltiar los viejos castañales, y preparar sus maderas en la postura ya descrita. También caboxeirus son los lugares poblados por estos viejos y podridos castañales. Recuerdo con gran nostalgia, que cuando yo era un neniquín (niño), todos los montes de mis aldeas estaban llenos de estos milenarios castaños, donde anidaban los esquiles (ardillas) lus glayus, (grajos), los picatueirus (pájaros carpinteros), también los enxames d'abeyas (enjambres de abejas) que se xebraben de lus truebanales per nun curialus ou perque ya ñacien añuedáus pel ancestral antoxu de ser llibres. (Que se marchaban de las colmenas porque no los cuidaban cuando enjambraban, o porque ya nacían atados por el ancestral de ser libres). Sin embargo hoy, ya no existen caboxeirus porque ya no hay Cabornus (castaños) que baltiare (talar), aunque en sus coguétchas (cepas) existan

otras maderas más nuevas, donde no puede furar (taladrar) el picatueiru, ni faer truébana lus enxames. (Ni hacer sus colmenas las abejas). El progreso se llevó los milenarios castaños pero sus raigones (raíces) quedaron en los bosques de mi Tierrina, y hoy sus nuevas y fuertes cogüétchas alumbran preciosas maderas que siguen dando riquezas. En las viétchas cogüétchas (viejas cepas) güéi se baltian mexores maeras (hoy se talan mejores maderas, y creo que hasta mejores tintes han de dar sus cortezas nuevas). Qué hermosas son las raíces de nuestra cultura y falancia, lo que aun no me puedo explicar, es el por qué los dirigentes de nuestra querida Asturias, no se dignan un poco en protegerlas, pues yo entiendo, que los pueblos que no defienden y protegen sus raíces, no son cultos ni civilizados. CABOXUS.—Caboxus, así se llama a los viejos castaños de viejos troncos podridos, que muchos de ellos eran tan enormes que media docena de hombres con sus manos extendidas no podrían abarcarlos. Recuerdo que al terminar la guerra se empezaron a baltiar (cortar, talar, derribar) estos milenarios castaños por primera vez, sus maderas podridas eran compradas a ridículos precios, y una vez limpias de podredumbres y arnies (cortezas) sus milenarias maderas, eran aprovechadas para fabricar tintes y otros productos. Estas maderas también recibían el nombre de caboxus. CABRAS.—Cabras, manchas coloradas que salen a las personas en las piernas por calentarse demasiado. You m'alcuerdiu nagora lleldáu nun xenardu que m'acarrapotia fasta lus tempus de cundu yera un guaxe, que na miou aldina toes les xentes tábamus ameruxáes per les piernes de cabras colloráes ya gafes, qu’un al rascales más s'encarnaben ya más picaben les condenáes. You envidátchu nagora, qu'un pueblu amamplenáu de cabras nes piernes de les xentes, namái que ye un pueblu ameruxáu de fames ya mixeries. Perque

yera la fame ya la mixeria la que nus faia metenus per el fuéu, pos nus envernus cuaxi, cuaxi toes les xentes andábamus tarazáus de fame ya cun les carnis al entestate, per istu existe un dichu astur que diz anxina. Un bon fuéu ye la metá del allimentu. (Yo me recuerdo ahora que hago añoranzas que me trasladan hasta los tiempos de cuando yo era niño, que en mi aldea todas las gentes estábamos llenas por las piernas de coloradas y molestosas cabras, que uno al rascarlas más se agrandaban y más picaban las condenadas. Yo ahora pienso, que un pueblo lleno de cabras en las piernas de sus gentes, nada más que es que un pueblo plagado de hambres y de miserias. Porque era el hambre y la miseria las que nos hacían meternos por el fuego, pues por los inviernos casi, casi todas las gentes andábamos muy hambrientos y casi con las carnes al aire libre. Por esta razón existe un dicho asturiano que dice así: —Un buen fuego es la mitad del alimento—. CABRIÁU.—Cabriáu, enojado, enfadado, etc. CABRIUS.—Cabrius, maderámenes para la construcción de los tejados. CABRUÑAN.—Cabruñan, dícese cuando se está adelgazando el filo de la guadaña con el martillo encima de la yunca con el fin de que corte mejor. También se entiende por cabruñar, cuando una persona te está dando la lata de continuo, como los matrimonios que siempre se están hiriendo con la palabra de seguido, hasta que llegan al momento de estar muy cortantes y ofensivos capaces de hacer cualquier desatino. CABRUÑAR.—Cabruñar, denominase así al adelgar el filo de la guadaña d'enría la xunca con la cueta ‘l martiétchu, (encima del yunque con un martillo para tal menester). En lus tempus d'endenantes cundu n'andeches o a la «Gavita» (ayuda), se segaban los verdes

prados d'Asturias que hoy ya se siegan a máquina, cuento que en aquellos tiempos había que segarlos a guadaña y a la tema (porfía) para ver quién era el mejor segador. Y siempre conseguían ser los mejores, no los más fuertes y jóvenes, sino aquellos segadores que cabruñaban y afilaban bien su guadaña. Por lo tanto cabruñar y afilar bien la guadana era un arte que tan sólo los mejores segadores sabían dominar. CACARIUS.—Cacarius, así se denomina cuando las gallinas no los gallos cacarean, bien porque están asustadas de algo, o porque han puesto el huevo. CACHAPU.—Cachapu, así se llama a un recipiente alargado y con una lengüeta como asa, todo él hecho de madera que sirve para llevar la piedra de afilar la guadaña. Lus bonus cachapus son lus fechus con maera de frisnu ou de noceu, tamén se faen con oitres maeras, peru nun son tan bonus. Nel cachapu tenen que coyer dous pedras d'afilar, una d'echas granula ya l'oitra fina, la granula ye pa cundu ya la gadaña nun cuertia ben, ou cundu se cueye un cuetu ou toupineira, ou las cogüétchas d'un espiñeiru, carbayacu ou fatáus d'arbolíus, ya la pedra fina ye pa cundu la gadaña ta nun se le xebróu ‘l cabruñu. (Los buenos cachapos son los hechos con madera de fresno, o de nogal, también se hacen con otras maderas, pero no son tan buenos. Dentro del cachapo tienen que caber dos piedras de afilar, una de ellas granulada y la otra fina, la granulada es para cuando la guadaña ya no corta bien, o cuando segando se coge una pequeña piedra, o una topinera, o las cepas de un espinero, pequeño roble, u otros muchos arbolitos que suele haber en los prados, y la piedra fina es para cuando la guadaña aun corta muy bien porque no se le terminó el cabruñu. CACHIPARRU.—Cachiparru, los cachiparros son pequeñas garrapatas que viven entre las ramas de los enanos arbustos, en los helechales y por todas partes, que se pegan a las personas y a los

animales de pieles finas, principalmente en los lugares del cuerpo donde exista el vello, o en los juegos de los brazos y de las piernas. En los tiempos pasados yo creo que había más cachiparros, más piojos, más pulgas, más chinches que hay ahora, por eso era la cosa más natural ver a las gentes tomando el sol tranquilamente arrancándose los cachiparros y escogiéndose los piojos o las pulgas. Existen otros cachiparros más grandes llamados reznas o cachiparras que se pegan a las vacas, burros, etc., etc. CACHIQUINUS.—Cachiquinus, pedazos muy pequeños de cualquier cosa. CACHUS.—Cachus, pedazos de cualquier cosa. CACÍA.—Cacía, denomínase así a ]os platos, tazas, cucharas, etc., que sirven para comer y hacer la comida. CACIAR.—Caciar, cazar. CACIEYEIRUS.—Cacieyeirus ou caciétcheirus, decíase así en tiempos pasados a las personas que con una caballería se dedicaban por las aldeas a vender cacius, tales como potas, platos, tarreñas, etc., etc., también solían cambiarlos por lanas, cerdas de las vacas y de las caballerías, trapos, hierros, en fin a estas xentes xabarciantes (gentes tratantes de poca monta) todo les venía bien si ellos veían una ganancia. CACIPLA.—Cacipla, recipiente. En Asturias se estila mucho beber cacipladas de vino, en vez de vasitos pequeños. Así por ejemplo no es nada de extraño ver en cualquier chigre (bar) de nuestra Tierrina a los astures pedir al cantinero una cacipla de vino, que viene a ser aproximadamente la cantidad de un cuarto de litro. CACIPLADA.—Caciplada, abundancia en cualquier cosa.

CACIPLEIRU.—Cacipleiru, así se llama a las personas que en todo se meten, que todo lo husmean, lo fisgonean. CACÍUS.—Cacíus, así se llama a cualquier cacharro de la casa, desde un caldero hasta un cesto. CACIYÓN.—Caciyón, especie de garcilla bien de madera o hierro, aluminio, etc.. con la que se repartía el cocido, la sopa, etc. CADABRES.—Cadabres, cadáveres. CADARMA.—Cadarma, así se llama a la muerte. Xegún la miou maneira d'agueyar, y'envidátchar les couxes qu'al Home l’acuerran, you sei qu'el miou Hermenu ‘l Home, na llonxura del tempu venideiru, chuquinará la Cadarma lu mesmu de fácil qu'Echa failu güéi nel díe con tous nuexoitres. Ya cundu tal maraviétcha de faedorín chelde ‘l miou Hermenu ‘l Home, tamén podrá cheldame aminde oitra vez denuéu, per istu disdi 'sti llibru you ruégoye ‘l miou Hermenu ‘l Home qu'alcuérdese de mindi, que nun dexima isti xenciérchu ya ñatural asturianu que disdi mu guaxín y'envidayaba ‘l sou Hermenu ‘l Home, comu ‘l poderóuxu faedorin qu' achuquinará la Cadarma trayendu les xentes cadarmes oitra vez a la vida. (Según mi manera de ver y de pensar las cosas que rodean al Hombre, yo sé que mi Hermano el Hombre en la lejanía del tiempo venidero, vencerá y matara la Muerte lo mismo de fácil que Ella ahora todos los días lo está haciendo con nosotros. Y cuando tal maravilla de pequeño dios mi Hermano el Hombre haga, también podrá hacerme a mi de nuevo, por esto, desde este libro yo le ruego a mi Hermano el hombre que se acuerde de mí, que no olvide a este sencillo y natural asturiano, que desde muy niño ya había visto a su Hermano el Hombre, como a un poderoso pequeño dios, que mataría a la Muerte trayendo a las gentes ya fenecidas de nuevo a la vida).

CADARMEIRU.—Cadarmeiru, cementerio. CADARMUS.—Cadarmus, esqueletos, muerte. CADEXU.—Cadexu, trenzas, joyas, cadenas, pendientes, aros, etc., etc. CADRIL.—Cadril, anca. CADRILÁ.—Cadrilá, caída. CAFIE.—Cafie, persona molestosa, amiga de enredos, de llevar la contraria sin razón, etc., etc. CAGARATAS.—Cagaratas, dícese así a las excrementaciones de las ovejas, de las cabras, de los ratones, etc., etc. CAGARATIÁU.—Cagaratiáu, que está sembrado de cagaratas. CAGARITU.—Cagaritu, cosa minúscula en cualquier sentido. CAGAYONES.—Cagayones, excrementaciones de los caballos, asnos, etc. CAGUETU—Caguetu, miedoso, temerosu, nada valiente. CAIDIEYU.—Caidieyu, trenza, modo de trenzar cualquier cosa trenzable. —Axin per exemplu, cundu se enciestran les panoyes se faen riestres de caidieyu, istas riestres s'encalden namái que con les fueyes de les panoyes, ún va trenzandu fuéa con fuéa xin ñecexidá de blimbes, nin de billortus, les fueyes d'una panoye s'inxerten n’oitra ya dista maneira se fan les riestres de caidieyu, istes riestres son más xegures ya más trabayoses de faer que les qu'encáldese con blimbes ya billortus. (Así por ejemplo, cuando se enriestran las panojas de maíz, a veces se suele hacer riestras de caidieyu, estas riestras se hacen nada más que con las hojas de las mazorcas, uno va trenzando las hojas

entexigu (entre sí) sin necesidad de mimbres ni billortus, las hojas de una panoja se injertan en la otra y de esta manera se hacen las riestras de caidieyu, estos trenzados son más fuertcs, más seguros y también más trabajosos de hacer de las demás riestras. CAIDÓN.—Caidón, así se llama al timón de la carrieya, el ramu y del llabiegu (rastro, arado). Para la carrieya o el ramo el caidón ha de ser de fresno o haya, y no puede ser canizu senún de cogüetcha (de rama sino de la cepa), para el arado sirve de cualquier madera que sea un poco resistente y a ser posible ligera. CAIDONAN.—Caidonan, conducen, dirigen, están al frente. CALABÍA.—Calabía, gancho, pasador o pestillo de madera o hierro que sirve para cerrar puertas, ventanas, etc. CALABIÁU.—Calabiáu, dícese cuando está cerrado. CALAMIYEIRES.—Calamiyeires ou calamítcheires, cadena colgante encima del lar perpendicular al fuego que sirve para colgar el pote u otro recipiente cualquiera con el fin de condimentar los alimentos al mor del fuego. Las calamítcheires tienen un calabiétchu (gancho) que por su mediación se puede subir o bajar el pote a la altura que mejor conviniese. CALAMOCHÁU.—Calamocháu, roto, partido, etc. CALAMÓN.—Calamón, terco, porfión, etc. CALAMONA.—Calamona, así se llama a la cabeza del cerdo salada. La calamona es sin ninguna duda el mejor compangu (acompaño) que puede llevar un pote de fabes, verces, castañes mayuques, etc., etc. A mi desde luego me gusta más un trozo de calamona cocida que el mesmu xamón.

CALANDIEGA.—Calandiega, dícese de la persona que habla muy bien y tiene una voz fina y agradable. Exemplu: —La muyer de Muel se fora tan guapa comu lu ye de calandiega yera una xoya. (La mujer de Manuel si fuese tan hermosa como lo es de simpática y agradable hablando, desde luego era una joya). CALANDRIU.—Calandriu, persona que con sus variadas sutilezas se logra introducir en puestos y hogares para los cuales no está capacitado, pero cubre su falta de talento porque jamás estorba y siempre está a mano para cuando se le necesita. CALCÉU.—Calcéu, calzado. CALDAR.—Caldar, ubre de los mamíferos. CALDARÁU.—Caldaráu, dícese cuando las vacas u otros animales tienen grandes ubres de leche. CALDEIRU.—Caldeiru, caldero. CALDEREIRUS.—Caldereirus, dícese de las personas que se dedicaban por las aldeas arreglar y hacer calderos y demás recipientes de hojalata. CALDERETA.—Caldereta, existen dos clases de caldereta, la que hacen los marineros, porque es un plato típico de ellos, que lo confeccionan preferentemente de pescados, y la otra caldereta que es un plato verdaderamente exquisito que se hace con carne de cordero guisada con un fatáu (muchos) ingredientes, tales como ajo, guindilla, y no sé cuántos más, lo cierto es que yo he comido caldereta en muchos lugares de mi Tierrina y para mí está más sabrosa qu'el cordeiru ‘l xofitu (que el cordero a la estaca). CALDIAR.—Caldiar, calentar.

CALDIÁU.—Caldiáu, que está muy caliente. CALEA.—Calea, calle. CALEAR.—Calear, dícese del terreno o montañas que son calizas. CALECER.—Calecer, calentarse. CALECÍU.—Calecíu, que ya está caliente, bien el lugar, la persona, etc. CALEIRU.—Caleiru, horno donde se cuece la piedra para hacer el cal. CALEXÍU.—Calexíu, que está caliente. CALEYAR.—Caleyar, dícese cuando se pierde el tiempo que sobra andando por la aldea. Propiando, mirando, hablayando con las personas, llevando y trayendo cuentos, enredos, críticas. CALEYAS.—Caleyas, las callejuelas de la aldea. —Ye mu difíxil atopar dientru de les caleyes de l'aldea d'anguna d'eches que nun cuétcha la paroxa de les vaques xuníes al xugu. (Es muy difícil encontrar dentro de las callejas que forman la aldea, alguna de ellas que no quepa la pareja de las vacas uncidas al yugo). CALEYERU.—Caleyeru, este sujeto por regla general es un vago y un puchegu (amigo de hacer sátiras). En todas las aldeas desde siempre hubo algún caleyeru, los caleyerus saben todos los cuentos y sucesos de la aldea. Hay un dicho asturiano que dice así: —Nun se cuzca un péu n’aldea que nun l'urée ‘l caleyeru. (No se tira un pedo en la aldea que no le oiga el callejero). La llingua del caleyeiru ye ‘l obreiru de l'escordia. (La lengua del callejero es el aguijón de la discordia).

CALICATIAR.—Calicatiar, así se suele llamar cuando se cava o escarba la tierra en busca de algo. Había un paisano en mi aldea que se tiró media vida calicatiando en la busca de les chalgues (tesoros), pues él decía que había muchos enterrados en aquellos contornos, el pobre entusiasta jamás encontró ni una triste moneda, peru 'n díe d'envernu ‘l pesu de la ñeve ya lus fortes punxones de vente, baltiárunye una cortexa m'antigua que tenía, ya cundu la fói encantexar denuéu, topóu dientru d'una de sous murias un tarreñín corrompináu de monées de goru, goru que l'arretrigóu na cárxel, pos comu nun diera cunta d'aquel chalguín qu'atopara ‘l Estáu, ísti llantulu tres les rexes nel cheldar qu'arrapiegabai ‘l paicer d'afechu, la chalguina del sou tarreñín meleru. (Pero un día de invierno, el peso de la nieve y los fuertes empujones de viento, le tiraron una pequeña cuadra muy antigua que tenía, y cuando la fue a arreglar de nuevo, se encontró dentro de una de sus paredes un cazoletu (recipiente de barro) lleno de monedas de oro, oro que le llevó a la cárcel, pues como no había dado cuenta al Estado de aquel tesoro que había encontrado, el Estado le metió entre rejas al hacer, que le quitaba al parecer del todo, el pequeño tesoro que hallara en el cazuelo mielero). CALIERU.—Calieru, calero. CALIZU.—Calizu, dícese del terreno donde predomina la caliza. CALLAÍNUS.—Callaínus, callados, silenciosos. CALLAVEIRA.—Callaveira, calavera. CALLENTRE.—Callentre, caliente.

CALEYÓN.—Calceyón, callejón angosto.

CALLENTURES.—Callentures, calenturas, fiebres.

CALEYU.—Caleyu, estrecha calleja.

CALLISTAR.—Callistar, así se dice cuando al llover el agua cala la tierra o las personas mojándolas. También se

llama callistar cuando el calor bien del sol o del fuego traspasa las ropas. CALLONDRIGU.—Callondrigu, llámase así a las personas escurridizas, hábiles. CALLOR.—Callor, calor. CALZA.—Calza, así se dice cuando las mujeres tejen. Exemplu: —Ista tardi comu fae munchu fríu vou faer calza trés el fuéu callentina fasta qu’escureza. (Esta tarde como hace mucho frío voy a estar tejiendo detrás del fuego calentina hasta que oscurezca). CALZAÚRAS.—Calzaúras, las calzaúras son los zapatos por así decir del ramu (rastro) y de la carriétcha, las calzaúres lu mesmu que lus caidones del ramu ya la carrieya, tenen que ser de les cogüétches de lus espiñeirus, lus carbayus, les fayes, frisnus, uxéa de toes les maeres más dures, perque xi se baxa puengu per exemplu 'n corceguéu de yerba disdi un préu alonxáu de l'aldina nuna gora d'andadieya, per un camin de pedras d'oxizu, ya nun ta la yerbe ben ubrá, fixu que con dous ramáus que se baxen, manquei les calzaúres sean d'espiñeiru ou carbayu, fixu qu'oitra vez ún ten que calzare 'l ramu, senún esfaranse lus tendales. (Las calzaduras lo mismo que los timones de los rastros, tienen que ser de las cepas de los espineros, los robles, las hayas, los fresnos, o sea de las maderas más duras, porque si se baja pongo por ejemplo, un rastro de hierba desde un prado alejado de la aldea una hora de andadura, por un camino de piedras volcánicas y no está la hierba bien curada (seca), fijo que con dos rastros que se bajen, aunque las calzaduras sean de la madera más dura, fijo que otra vez hay que calzar el rastro, sino se desharán los tendales. (Tablones del rastro). —Yo desde siempre he considerado que todas las palabras de la Llingua d'Asturias están atadas, ligadas, son la vida del pastoreo y el campo, por lo tanto quienes desde niños no hayan vivido intensamente esta clase de trabajos, no

pueden contar absolutamente nada por muy buenos plagiadores que sean de despacho. Y si se atreven a hacerlo, como de hecho lo hacen, sus decires mistificados y casi del todo falso, serán la risa de los entendidos en tan hermosa materia como es la Falancia d'Asturias, y contribuirán al enredo y engaño, aunque por otra parte yo también pienso, que las gentes asturianas llevan en el alma la verdad de sus auténticas raíces, y por muchos títulos que tengan «estos profesores del plagio y la mentira», jamás podrán equivocar al más incauto de los astures. CALZUEYU.—Calzueyu, así se llama a las personas o animales que caminan con los pies tan juntos que al andar se les tropiezan sus tobillos. CAMALIÉGU.—Camaliégu, dícese de las personas que cambian a cada instante de opinión, que no tienen palabra, que en definitiva son unos chancleteirus. CAMÁNDULAS.—Camándulas, esta palabra significa holgazán, flojo, despreciable. —Nes nuexes aldines cundu daquién ya un camándulas lu mesmu prexones qu'animales, esfaémonus lluéu d’él, xin son xentes dexímímunus d'eches, ya xebrámunus de sous tiberius ya falancies, perque l'amistá conistes xentes gulguén al honréu camandul. Xin per la contra son animales tamén nus esfaemus con priexa d'él, vendiéndulu ou chuquinándulu. (En nuestras aldeas cuando alguien es un camándulas, lo mismo si es persona que animal, nos deshacemos luego de él, si son gentes nos olvidamos de ellas, nos alejamos siempre de sus cosas y conversaciones, porque la amistad con estas gentes muchas veces vuelven al honrado un camándula. Si por el contrario es un animal, también nos libramos con prisa de él, vendiéndole o matándole). CAMARETU.—Camaretu ou camareta, pequeño apartado en las cuadras de monte donde duerme el vaqueiru y guarda sus cosas. Cuando hay

mucho ganado el camaretu se suprime y el vaqueiru duerme en el pajar. CAMAXU.—Camaxu, camastro.

quedéi xin xuntura ‘l bétchar una de les vaques del xugu. (Voy a bajar las novillas del puerto porque me quedé sin yunta al parir una de las vacas que tenía para tal menester).

CAMBÁU.—Cambáu, combado. CAMBÉIRU.—Cambéiru, perchas o colgaduras donde se colgaban los calderos y otros utensilios parecidos, tales como el botiétchu (odre) de la leche la cantimpla de dir faer la braña (la lechera de ir a ordeñar, etc.). CAMBEIRU.—Cambeiru, así se llama a las finas ramas del árbol, se corta una ramita en forma de horca, se le quitan las hojas y por una de las dos ramas se meten las truchas que vayan pescando, de esta forma en un buen cambeiráu de truchas pueden caber tres o cuatro kilos. También solíamos hacer cambeiráus de zreices (cerezas), apelucábamos les zreíces de la zreizal, les que teníen el ráu xuníu las díbamus esparrancandu d'enría ‘l cambeiru y'anxina parexa sou parexa de zreices faíamus un bon cambeiráu d'eches que chebábamus pa la teixa ‘l entestate comu se foren un manoxu de rouxas roxas. (Arrancábamos las cerezas de la cerezal, las que tenían los rabos unidos como si fuesen pendientes las íbamos poniendo ajinetadas dentro de las varas del cambeiru y así pareja sobre pareja de cerezas hacíamos un buen piño de ellas, que llevábamos para casa al aire libre como si fuesen un manojo de rosas rojas). CAMBÉU.—Cambéu, cambio. CAMBRE.—Cambre, calambres reumáticos en el cuerpo humano. CAMBRONADA.—Cambronada, cabronada, canallada, etc. CAMÉIRA.—Caméira, camera. CAMENCHAR.—Camenchar, dominar, someter. Exemplu: —Vou baxar les magüetes del puertu perque tenu que camenchar una d'echas, pos

CAMÉTCHEIRAS.—Camétcheiras, dícese de los cabezales del yugo donde se asientan la testa de las vacas. CAMÉTCHON.—Camétchon ou xugueta, yugo que se hace para un solo animal. CAMÍN.—Camín, camino. También Camín es el apellido de un ilustre poeta asturiano, un gran asturiano que siempre amó a la Melgueira y Fidalga Asturias, y hoy vive casi miserablemente en una humilde y húmeda casa de alquiler, esto nos viene a decir a los astures la clase de dirigentes que desde la guerra para acá tenemos en nuestra Tierrina. Aquellos fabulosos astures de antes de la guerra, no hubieran permitido jamás el desprecio que se hace a nuestros grandes hombres, a nuestras ancestrales costumbres, de trabajo, libertad y amor a la Tierra, por la que murieron o fueron asesinados vilmente un astur por cada casa. Cuando estos bravos y nobles astures se murieron o los asesinaron, en Asturias comenzó a nacer una nueva sociedad, la que hacían los vencedores convirtiéndose en dictadores infernales y los vencidos no pudimos combartirles tal canallada, porque sólo quedábamos mujeres, niños y ancianos, todos tan llenos de miedo, de miseria y de hambre, que si quisimos subsistir tuvimos que convertirnos en tranquilos e inofensivos esclavos. Yo conozco bien a mi Tierra y a mis gentes con las que he trabajado. A las demás gentes no las conozco, porque yo con los poderosos jamás he tenido tratos, ya que si tratas con un poderoso y no lo haces de igual a igual, es que a pesar de todo sigues siendo un pobre esclavo. CAMINIEGUS.—Caminiegus, dícese de las personas que no crían raíces en ninguna parte como los antiguos,

gitanos, lus axolateirus (hojalateros, y todo aquel que anda siempre de una parte a la otra, nun sei xin cuétchera na pallabra bohemiu). CAMIXEIRUS.—Camixeirus, camiseros. CAMIXÓN.—Camixón, camisón. CAMPA.—Campa, espacio reducido de pradera. CAMPANU.—Campanu, vaso de vino coyonudu, de leche, etc. CAMPANUDU.—Campanudu, que es bueno, que es formidable, cuando una persona o cosa es campanuda ye que ye lu mexor. Ou per l'escontra lu pior. CAMPARINA.—Camparina, así se llama a las mariposas. CAMPERA.—Campera, espacio de campo. CAMPERINA.—Camperina, espacio reducido de campo. CAMPEXÍN.—Campexín, campesino. CAMPEXINAS. Campexinas, así se llaman a las ovejas grandes y de vellón abundante y muy rizado. Istes uvéas nun puén guarecer pel monti perque son mu torgáes, aquindi na nuexa Tierrina teníamus la costume pe les aldinas ya me xupongu que per tous lus chugares, de tener al lláu del ganáu dous ou tres uvéas d’istes, pastiaben per lus préus al lláu de les vaques nun encaldandu xamás dalgún trabayu, chuéu cundu bétchaben cuaxi toés parien una parexa de cordeirinus, la fema dexábase pa criar, ya ‘l cordeiru curiábase ben pa que se fixera un bon chucu, ya despós cundu chegaba la festa de l'aldina s'achuquinaba ya guixábase enteiru, ya tous lus moraóres de la teixá, xin deximir nin el guetu nin el pirru, andaben rutiandu ya fartus de carni dous ou tres díes. Ya conel peyeyu del chucu faíasen fuétches ou botiétchus, ou

mellenes p'acobertoriar les mullíes de la xuntura. TRADUCCIÓN.—Estas ovejas no pueden pacer por los montes porque son muy grandes y no apropiadas, aquí en nuestra Tierrina, teníamos la costumbre en las aldeas y me supongo que por todos los lugares de Asturias, de tener al lado del ganado dos o tres ovejas de éstas, pastiaban por los prados al lado de las vacas no dando jamás ningún trabajo, luego cuando parían, casi todas alumbraban una pareja de corderinos, la hembra se solía dejar para criar o vender, según, pero el corderín se cuidaba muy bien para que se hiciese un buen cordero, y después cuando llegaba la fiesta o romería de la aldea, se ajusticiaba y se guisaba entero, y todos los moradores de la casa, sin olvidar ni al gato ni al perro, andaban eructando hartos de carne dos o tres días. Y con el pellejo del cordero se hacían fueyes y odres, o melenas para tapar las mullidas y cornales de la yunta. CAMPIEYU.—Campieyu ou campiétchu, así se llama a un pequeño valle con algo de cuesta, donde por lo regular se edifica una cuadra de monte y hasta inclusive pequeñas aldeas. CAMPÍZ.—Campíz, pación, verdor. CAMPLIAR.—Campliar, así se dice cuando el día está nuboso y se empiezan a nacer claros en el cielo. También cuando existe un engaño o mentira y de pronto viene la verdad que enclarece las cosas. CAMPLONGU.—Camplongu, pequeño campo abierto entre montañas no precisamente llano. CAMPORIAR.—Camporiar, andar por el campo, mariposear los insectos, etc. CAMPORINAS.—Camporinas, todos los insectos voladores que por las primaveras y veranos cubren los embrujadores campos y montes de Asturias.

CAMPORRALES.—Camporrales, campos llenos de matojos, de hierbas malas, etc. CAMPOZAL.—Campozal, así se llama al pequeño espacio de campo empozado. CAMPUXAL.—Campuxal, pequeñas campas que existen entre los árboles. CAMPUXANTU.—Campuxantu, camposanto, cementerio. CANALETU.—Canaletu, pequeño canal de madera, de piedra, etc., que se suele poner en las fuentes por donde nace el agua, en los caminos para que sirva de cantarillas, en las cuadras para que salga el orín, etc., etc. CANALEXA.—Canalexa, por el mismo estilo. CANCALLA.—Cancalla ou cancátcha, desperdicios, suciedad, porquería, etc., etc.

CANCIEYU.—Cancieyu ou canciétchu, pequeña cancela. CANDANALES.—Candanales ou candaneirus, así se denomina a los lugares donde existen los cándanos. También se suele llamar candanales a las personas o animales que están sumamente delgados. Exemplu: —Les vaques d'Antón tan lu mesmu de candaneiras que les sous fías ya la muyer, paime amindi que na sou teixá ten la sou ofixina la fame. (Las vacas de Antón están lo mismo de delgadas, secas, cadavéricas, que sus hijas y su mujer, me parece a mí, que en su casa tiene la oficina el hambre). CANDANGA.—Candanga, fiesta, barullo, folixa. CANDANGUEIRA.—Candangueira, persona libertina muy dada al placer y la fiesta.

CANCIAR.—Canciar, cerrar.

CANDANUS.—Candanus, así se llama a las ramas de los árboles resecas, bien se encuentren en el árbol o por todo lo contrario el aire y las inclemencias del tiempo las hicieron caer. Los candanus son muy buenos para preparar con rapidez un buen fuego, por esto en mis aldeas cuando llegaba el mal tiempo siempre había candanus trés el fuéu que daben bon callor ya nun allumbraben cuaxi nagua de fumu. (Leños detrás del fuego que daban un buen calor y no hacían casi nada de humo). Por otra parte el calor de los candanus no hacía con tanta fuerza que las cabras nacieran tan gafas en las piernas de las personas cundu callecien (se calentaban), como otras leñas más verdes.

CANCIÉTCHIN.—Canciétchin, así se llama a los pequeños portillos.

CANDELLABRU.—Candellabru, candelabro.

CANCIEYA.—Cacieya ou canciétcha, así se llama a los portillos hechos de madera o hierro con los que se cierran las fincas, los huertos, etc., etc.

CANDIAR.—Candiar, cerrar, peslar.

CANCALLEIRUS.—Cancalleirus, quinquilleros, poco respetables. CÁNCANAS.—Cáncanas, podridas, malas, etc. CANCANERÍA.—Cancanería, marranada, porquería, inmoralidad, etc. CÁNCANU.—Cáncanu, así se llama a los negazus (tumor) dolorosos, desde el cáncer hasta los dubiétchinus rancuayus (granos más pequeños).

CANDIÉTCHON.—Candiétchon ou candieyón, dícese de las personas que son muy criticonas, siendo además sus

cotillosas críticas mal intencionadas y destructivas.

CANILADA.—Canilada, mordisco, dentellada.

CANDILEXAS.—Candilexas, así se llamaba a los candiles pequeños muchas veces de fabricación casera que con una mecha que le ponían de trapo o de las felpas de las viejas colchas, con aceite o petróleo nos servía para hacer la braña en las cortes, bien del monte o de la misma aldea.

CANILAZU.—Canilazu, mordisco CANILES.—Caniles, dientes, muelas, toda la dentadura en general. CANINUS.—Caninus, comedores, explotadores, etc., etc. CANIXU.—Canixu, canijo.

CANDONGA.—Candonga, fiesta, baile, cante, alegría, bronca, etc. CANDONIAR.—Candoniar, así se llama cuando las personas son muy aficionadas a andar criticando. —Qu'el Faidor nus llibre d’un candoneiru, perque ‘l candoneiru desfáe con la llingua nun minutu lu que se fexu con trabuyu ‘n tou ‘l vivir d'una prexona. (Que Dios nos libre de un criticón del calibre del candoneiru, porque éste deshace en un minuto, lo que se hizo con honradez y trabajo en toda una vida). CANDOXINA.—Candoxina, dícese de la persona que es sumamente amable y candorosa. CANGRENA.—Cangrena, gangrena. CANGRENÁU.—Cangrenáu, esta palabra a parte la gangrena del cuerpo de la del sentimiento, porque también se suele decir muchas veces, fulano de tal me tiene cangrená el alma, bien porque hace daño, etc., etc. CANGREXADA.—Cangrexada, así se dice cuando uno encuentra muchos cangrejos juntos, o cuando se hace una buena hartura de cangrejos. CANGREXU.—Cangrexu, cangrejo. CANGRUS—Cangrus, así se llama a las raíces muy largas, también a las raíces de las muelas o dientes cuando se arrancan y demás cosas por el mismo estilo.

CANOXU.—Canoxu, que tiene canas. CANTACIARSE.—Cantaciarse, decíase así cuando de pequeños andábamos a pedradas unus guaxes escontres de lus oitres entamangandu xangrientes engarradiétches, entavía ye ‘l die de güéi que na miou mótcheira xemense d'angunus gordones diaquechus endiañáus cantaceirus, que metá en xuegu ya metá con mala lleiche, faiamus lus guaxes del miou tempu. (Unos niños en contra de los otros preparábamos sangrientas batallas, todavía es el día de hoy que en mi cabeza se siembran algunas cicatrices fruto de aquellos endiablados combates a pedrada limpia, que medio en juego y la otra parte con mala leche hacíamos los niños de mi tiempo). CANTADORIAS.—Cantadorias, cojinetes por así llamarles de madera, bien de nogal o fresno, que llevan los carros del país donde va sujeto el eje. Recuerdo que cuando estos carros los cargábamos demasiado, chillaban con tanta fuerza que se sentían a gran distancia y su ruido penetrante era algo hermoso y misterioso que envolvía por todas las partes a mis embrujadoras aldeas. Debíamos de tener buen cuidado si el carro iba cargado con hierba seca, pues ya se dieron casos de incendiarse. Era muy bueno para que resistiesen más tiempo las cantadorias en cantar e incendiarse, untarlus con peyeyinus de toicin, xabón graxa ya oitres mentranzus (pellejos de tocino, jabón, grasa o

cualquier cosa por el estilo), pero como estos productos se necesitaban para la casa, ya que la necesidad no permitía estos despilfarros, lo que solíamos hacer era echarles agua, o muchas veces mexábamus per d'enría les cantaories (meábamos por encima de las cantadorias). —Puéu falar nagora, que ya mious aldines d'afechu cuaxi murrierun, ya poucu mora neches comu cundu you yera un guaxín, nista poexia de Xulín de Lluza se puén xenardiar mamplenáu de couxes de nuexes aldines que güéi ya tan escosáes d'afechu. (Puedo decir ahora, que ya mis aldeas casi del todo se han muerto, ya muy poco mora en ellas de cuando yo era un niño, en este poema de Xulín de Lluza se pueden recordar muchas cosas de nuestras aldeas que hoy ya no existen. «L'ATAPECER DE L'ALDINA» Ya non semen nes aldés / cortinales de panzales / comu endenantes semaben, / dunde 'n andeches les xentes, / baxu 'l aburiante sol / de lus dies agosteirus; / dientru d'allegres folises, / cantaben amexoriandu / les arestoses espigues, / chándoles dientru les goxes / apelucáes d'una 'n una, / uá fatáus con les mexories / se les payes les xostienen / dreches comu xuncu 'n lluna. Ya non se ven nes aldés / nes solayeres quintanes, / a les xandongues muyeres / e nes tayueles sentáes, / con el banu nes rodielles / escoyendu pacientudes, / metantu parpayuelaben / lus chicharus ya les fabes, / u 'mugandu les ablanes / nel carrapieyu 'llancades, / u 'esfregandu les panoyes / de les riestres rabucades, / y'apartandu lus toruxus / con les fueyes arrugades, / p'encarnar pe les mañanes / el fueu denría lus llares. Ya non se macha l'espiga / nes atreináes antoxanes. / D'enriba de fortes mantes, / esfayéndula nes ergues / qu'el ravil vierte 'n escandes; / ya non se ven les muyeres / con el banu ente les manes, / banando desaforades / xebrandu la bona escanda / de les poxes esbiyáes. Ya non se machen castañes / que nel xardu se curaben, / pa faeles en

mayuques / con lus callores ya fumus / ñacíus de les foguerades, / que debaxu les pregancies / enria 'l llar yeren tizáes, / que cocíes con calamona / toicín ya bones moscancies, / amañaben un potaxe / tan bonu comu les fabes. Ya non hay lus perteguirus / qu'áxiles comu 'l esquil / xubien a les castañales, / ya xacudien lus arizus / qu'en maniegues les muyeres / con lus murgaces pañaben, / alforxánduies nes corres / que nus castañeus moraben, / y' al tenor qu'empodrecien lus espineráus arizus, / les castañes maurecien, / ya les que taben piesláes / dientru de verdousu arizu, / más agrandiáes se faien / ya mexor gustu 'llumbraben. Ya non canten lus carrinus, / non rinchen sous cantaóries / per el pesu d'esquirpiádes / de panoyes, u castañes, / d'ablanuques u pataques, / d'espigues u de manzanes, / de paya, narbasu, lleña, / de pación, cuchu o de yerba. / Ya non se faen maureres / con les mexores castañes, / nel xomeráu tapadines / con folechus u con fueyes, / pa qu' arrexistieren lonxe, / ya non se tornaren dures / pa poder amagostales. Ya s’esfexu l’aldeina, / sólu lus vieyus la guarden, / ya non hay potes de pates, / nin caxilón nin pregancies, / ya lus llares de lus teixus / tan escosáus d'esperances, / ya non s' axuntes les xentes / e nes nueches envernales, / ente folixes gozóuses / riyénduse nes velades, / acorralandu lus llares / espantandu les poceyes / que blincaben de lus fueus / cundu nus llares tizaben. Ya non s'escuchen lus cuentus / qu'endenantes se cuntaben, / ya non se fala de Xanes / nin de Xumicius nin trasgus, / nin de Güésties nin fantasmes. ¡Fasta lluéu digu a mió aldea, / enxamás de lu xamases / del llau tigu voi xebrame, / faiga lu que faiga 'l mundiu, / a mious melgueres aldés / fasta 'l morrer voi cantales! CANTAREXAR.—Cantarexar, canturriar. CANTARÍUS.—Cantaríus, cantares.

CANTAZUS.—Cantazus, pedradas. CANTEIRAR.—Canteirar, trabajar la piedra. CANTEIRUS.—Canteirus, canteros, trabajadores labrantes de piedras para hacer los edificios. CANTEXAS.—Cantexas, arregladuras que se hacen en las cosas, tales como encantexar les madreñes o cualquier otra herramienta. CANTEXUS.—Cantexus, pequeños trozos de pan. CANTEZUS.—Cantezus, trozos de pan duro. CANTIGUS.—Cantigus, tonadas, canciones. CANTIMPLAS.—Cantimplas, recipientes que se usaban para ir a hacer la braña, ir por agua, etc., etc. CANTINUS.—Cantinus, pequeñas elevaciones del terreno. CANTIQUINUS.—Cantiquinus, igualmente. Lo mismo que cantinus. CANTOXALES.—Cantoxales, elevaciones del terreno. CANTOXÍN.—Cantoxín, corteza de pan caliente. CANTOXU.—Cantoxu, trozo de pan muy saludable. CANUS.—Canus, así se llama a las ramas verdes de los árboles. CANXILÓN.—Canxilón, cazo de cobre, de madera, de porcelana, de hierro, etc., que se usaba para beber sacando el agua con él del caldero. CAÑADA.—Cañada, tuétano de los huesos. Sabe muy bien y es muy sano y nutritivo.

CAÑAMINA.—Cañamina, simiente de los nabos, de las verduras en general, del perejil, etc., etc. CAÑAU.—Cañau, ubre de la vaca, la oveja, etc. CAÑAVEIRAL.—Cañaveiral, lugar poblado de cañas de bambú. CAÑAZA.—Cañaza, planta seca de los arbeyus, les fabes (guisantes, judías) en general de todas las legumbres. CAPAOR.—Capaor, capador. Per mious aldines tous lus anus per el tempu de mercar lus braquinus ou llabasquinus de cría, chegaben lus capaores tocandu 'n xiblatu mu xemexu del que tenen lus afilaores, entóus les mious xentes capaben lus bracus paqu’engordaren p’oitre anu achuquinalus. (Por mis aldeas todos los años por el tiempo de comprar los cerdos de cría, llegaban los capadores sonando un silbato muy parecido al que usan los afiladores, entonces las gentes de mis aldeas capaban a los cerdinos para que engordasen para el siguiente año cuando llegase la época de los samartinus). CAPAURA.—Capaura, capadura. También se dice así a los remiendos mal hechos o a cualquier atadura mal efectuada. CAPAXU.—Capaxu, pequeño cesto muy estropeado. CAPAZ.—Capaz, nido que había en los gallineros consistente en un cajón o cesto donde solían poner el huevo las gallinas. CAPERUCHU.—Caperuchu, caperuza. CAPIA.—Capia, mira, observa, atiende, etc. CAPIAR.—Capiar, llamar, hacerse oír, etc.

CARAXU.—Caraxu, carajo. CAPIÉLLA.—Capiélla, capilla. En casi todas las aldeas de Asturias hay una capillina donde mora la Xantina ou 'l Xantu del chugar (la Santina o el Santo de la aldea). CAPIÉTCHU.—Capiétchu, especie de caperuza que hacíamos de un saco para colocarle encima de la cabeza cuando llovía con el fin de no mojarnos mucho cuando estábamos llindiandu (cuidando) el ganado, o teníamos que ir a la braña, o hacer tantísimas cosas que son precisas en una casa de labranza. Por aquel entonces en toda mi aldea no sé si habría media docena de paraguas, y puedo asegurar que más de la mitad estaban remendados. CARAMAÑOLA.—Caramañola, lo mismo que cantimpla.

CARBAS.—Carbas, matorrales de hierbas y arbustos malos empozados. CARBAYEIRA.—Carbayeira, monte de robles enanos. CARBAYÉU.—Carbayéu, monte de grandes robles. CARBAYU.—Carbayu, roble. CARBAZAS.—Carbazas, plantas malas que nacen en los sembrados y en los prados, que ningún animal las come y si no se arrancan terminan por apoderarse de los sembrados y de los prados. CARBÚNCALU.—Carbúncalu, carbunco, enfermedad del ganado. CARCAXÁES.—Carcaxáes, carcajadas.

CARAMBELEIRU.—Carambeleiru, así se llama a las personas que son candorosas y cameladoras.

CARCÉU.—Carcéu, alto, sombrío, ubérrimo, etc.

CARAMBELU.—Carambelu, caramelo.

CARCOXA.—Carcoxa, ruindad, podredumbre, etc.

CARAMIEYU.—Caramieyu, llámase así a la cresta del gallo y las gallinas, también se suele decir a cualquier cosa que se tenga encima de la cabeza haciendo adorno.

CARDINACIU.—Cardinaciu, llámase así a el verdor que tienen las aguas estancadas que suelen ser plantas minúsculas acuáticas.

CARAMOLAR.—Caramolar, andar dando vueltas de una parte a la otra. CARAMOLEIRU.—Caramoleiru, dícese de las personas que tienen muy poco crédito en sus decires, que casi siempre se las suele escuchar por cuento. CARÁMPANUS.—Carámpanus, carámbanos. CARAXADA.—Caraxada, dícese así cuando alguien hace una cosa fea. CARAXIYAN.—Caraxiyan, niño pequeño.

CARDOXU—Cardoxu, llámase así a las personas o animales que tienen el pelo grisáceo. CARECIMIENTUS.—Carecimientus, sufrimientos, penalidades, etc., etc. CAREIRU.—Careiru, dícese de los vendedores que les gusta cobrar demasiado. CARETU.—Caretu, llámase así a los animales que tienen una mancha blanca entre los ojos, o mejor faláu en el frontal. CARETUS.—Caretus, esta palabra aplicada a las personas tiene doble sig-

nificado, así por ejemplo caretu puede ser aquella persona que tenga un defecto en la cara o la cabeza, y también caretu quiere decir abobado, presumido, farolero, aponderón, etc., etc. CAREXAS.—Carexas, pequeños y casi minúsculos gusanos que se forman con el calor en las heridas infectadas y también en las carnes.—Güéi nel díe ya nun acontecen istes couxes, perqu'existen un faticáu de melecines que les curen, peru cundu you yera pequenu alcuérdume que nun teníamus dalgu couxa pa curar nagua, namái que lus maxuxes que nuexoitres mesmus encaldábamus, perque lus mélicus yeren pa lus ricus ya les melecines pa lus que ruxíen cuartus. (Hoy en día ya no suceden estas cosas porque existen muchos medicamentos que las curan, pero cuando yo era pequeño me recuerdo que no teníamos ninguna cosa para curar nada, a no ser los mejunjes que nosotros mismos preparábamos, porque la verdad era que los médicos eran para los ricos y los medicamentos para quienes tenían dineros). CARICOTAZU.—Caricotazu, golpe dado con el tizón. CARICOTES.—Caricotes, tizón encendido. CARICUS.—Caricus ou cariquinus, pequeños leños muy delgados y secos que sirven para encarnar el fuéu (encender el fuego). CARIXUANES.—Carixuanes, así se llama a las gentes que tienen muy poca personalidad, esta palabra más bien se centra en los hombres casados que son dominados por sus mujeres hasta un extremo ya denigrante. Exemplu: —El home de Xuaca ye tan carixán el probe que fasta le premite a la mu paraxa faer fíus con Xacintu ‘l de Rouxa, que l'esgraciaína ye tan carixuana comu ‘l maríu de la Xuaca. (El hombre de Juaca es un pobre juan que hasta le permite a la muy puta, hacer hijos con Jacinto el

marido de Rosa, que la desventurada es tan pobre juana como el marido de Juaca). CARNEIRAZUS.—Carneirazus, topetazos dados con la cabeza. CARNEIRUS.—Carneirus, carneros. CARNI.—Carni, carne. CARNUMENTU.—Carnumentu, así se llama a las moraduras y golpetazos que se dan en la piel poniendo la piel amoratada. CARPIAR.—Carpiar ou carpír, refunfuñar, entre dientes por el enfado, disgusto, etc., etc. CARPIR.—Carpir, respirar trabajosamente bien por el esfuerzo realizado, por enfermedad, por costumbre, etc., etc. CARQUEXA.—Carquexa, planta medicinal. La carquexa yera ente les xentes de mious aldines en nus tempus d'endenantes la mexor melecina ‘l mexor remediu pa la reume y'oitres dollores qu'ísti mal enrodiétcha nel curpu del Home. You entavía xigu creyendu 'n munches couxes de la melecina de lus tempus antigus, anxina ye que na carquexa tenu abonda fe, perque tenu agüeyáu y ureáu fatáus de veces comu les xentes apaciguaben lus sous amolexáus conécha. Xenardu you que miou má cundu chegaba ‘l envernu faer potaradinus de carquexa, ya despós de ben cocía la dexaba dientru d'un tarreñon de barru que tenía, ya tous lus díes pa dir pa la cama llapaba un pociétchu d'echa ya munches veces faíame tamén xorbiála 'minde, peru you nun l’engorgalaba ben perque namái que tenía qu’unes povixines d’azúcare, más écha falábame que yera mu bona pa nun sei quéi de la xangre, ya pa tornar la reume, ya p'oitres couxes más que nagora nun alcuerdiu. Na nuexa Melgueira y embruxante Tierrina tenomus mamplenáus de plantes ya

frores melicinales, per ístu les nuexes xentes de lus tempus d’endenantes xabíen tantes couxes pa curar lus sous amolexíus. (La carquexa era entre las gentes de mis aldeas en los tiempos pasados la mejor medicina y el mejor remedio para el reúma y para otros dolores que éste mal desarrolla en el cuerpo del Hombre. Yo personalmente todavía sigo creyendo en muchas cosas de la medicina antigua. Así es que en la carquexa tengo mucha fe, porque tengo visto y oído muchas veces como las gentes apaciguaban sus dolores con ella. Recuerdo yo cómo mi madre cuando llegaba el invierno hacía pucherados de ella y después de bien cocida la dejaba dentro de un recipiente de barro que tenia, y todos los días cuando se acostaba bebía un pocillo de carquexa, y muchas veces me hacía a mí tomarla, pero yo no la bebía porque tenía muy poca azúcar y todo era porque no la había, más sin embargo mi madre me decía que era muy buena para no se qué cosas de la sangre, y también para que el reúma no le atacara a uno y lo mismo para no sé cuántas enfermedades. En nuestra dulce y embrujante Tierrina tenemos muchas plantas y hierbas medicinales, por esto nuestras gentes de los tiempos pasados sabían tantas cosas de estas plantas que les permitían aliviar y curar sus males). CARRACA.—Carraca, esta palabra significa comida, condimentos, conquivus, (cacharros, etc.). Cuando íbamos a llindiar el ganáu disdi ‘l albiar el díe fasta que tapecíe, (cuidar el ganado desde el amanecer hasta el oscurecer) llevábamos la carraca nun cabaxín, zurronacu ou cestacu cualquier, (cabás, zurrón o cualquier otro cesto). Les muyeres baxaben al merquéu ya traíen la carraca pa toa la xemana. (Las mujeres bajaban al mercado y compraban si tenían dinero lo que se necesitase en la casa para toda la semana). Carraca tamén lu ye lu que lus vaqueirus chebaban disdi la teixá pal sou cabanu ou corte de la braña, dunde a lu mexor taben un fatáu de díes xin baxar a l'aldina, per ístu llebaben un carracáu de couxes que

ñecexitaben. (Carraca también es lo que los vaqueros llevaban desde casa para sus cabañas del puerto, las morteras o los prados, donde a lo mejor estaban unos días sin bajar a la aldea, por esto subían muchas cosas que necesitaban y no todas eran para comer sino que algunas eran simples cacharros, o humildes mantas. Y carraca hermanos míos, era la que hacía mi madre y todas las vindas de los rojos, cuando todas las semanas iban a visitar a sus maridos a la Cárcel Modelo de Oviedo, como por las demás no puedo hablar, porque yo no sé cómo se arreglaban las pobrecitas, aunque me supongo que muchas hasta pidiendo limosna, sí que lo puedo hacer de mi madre, que todos los martes era el día que tenía de comunicación, y ella nunca sabía si le iba encontrar vivo, porque por aquellos tiempos fechus de llágrimes ya xufriencies, tous lus díes na carxel d'Uviéu achuquinaben cambrionáus enteirus de xóvenes astures y'anxina d’ista maneira tan achuquina, encalducá per prexones xin concencia, nin dinidá nin «Xusticia Humana», fexérun bon amagüestu de toes les xuventúes roxes d'Asturies, ya les pouques que nun achuquinarun llantárunlas nus batallones de trabayadores, dunde munchus morrierun achindi fartus de fames, de llatigazus ya vexaciones, ya lus oitres que xuerti tubieren de golguer pa la sou teixá, fexérunlu mamplenáus d'amollexíes que per mor d'echus tamén fatáus morrieron. Falaba you que carraca yera lu que miou má le chevaba ‘l miou pá tous lus martes a la carxel, que you nun séi lu que yera, perque na nuexa teixá nun había esconxolancia de nagua, peru lu que fora écha llantábalu tou nuna fardelaca, ya colaba na xuntura d'oitres muyeres de l'allina camín d'Uviéu tres ou catru gores endenantes qu’almaneciera, pos teníen qu'espatuxar alrreór de cuarenta quilómetrus andandu ya oitres tantus pa la regolguía, pos entoncenes nun valía faer el auto-stop que güéi se fae, perque tous lus cambriones ya coches cuaxi yeren millitares, y'angunus oitres yeren de lus drechistes, ya lus roxus nun teníamus

namái que goxetáus mexeries, ya manegáus de miéu ‘l nuexu hermenu ‘l venceor, perque lus nuexus homes morrieran lluchandu nel frinti, ya lus oitres taben arretrigáus per les cárxeles dunde poucu a poucu lus achuquinaben ou lus esclavizaben nus batallones de trabayaóres, anxina yera que tou Asturies taba xemada de viudes, de vieyus ya de guaxiquinus güerfaninus, que tous nuexóitres, viétchus, muyeres ya nenus de lus roxus, díbamus ser esclavizáus inhumanamente baxu 'n enfernal xugu que nun nus dexaba más llibertá que la que nel xuenu cheldábamus. —Ya n'agora vou xebrame del trabayu d'enfilerar pallabres p'encalducalus cuamigu dientru d’ista hestoria dou tán lus raigones ya l'escola de nuexes costumes ya llingua. TRADUCCIÓN.—Por aquellos tiempos hechos de lágrimas y de grandes sufrimientos, todos los días que el Hacedor alumbraba, en la cárcel de Oviedo asesinaban camiones enteros de jóvenes astures, y así de esta manera tan despiadada y asesina, llevada a cabo por personas sin conciencia, ni dignidad ni ninguna clase de «Justicia Humana», llevaron a término casi el total exterminio de las juventudes rojas de Asturias, y las pocas que no asesinaron, las esclavizaron en los famosos batallones de trabajadores, donde muchos allí murieron hartos de hambre, de vejaciones y latigazos, y los pocos que tuvieron la suerte de volver a sus hogares, lo hicieron llenos de enfermedades que por mor de ellas también murieron bastantes. —Decía yo que carraca también era lo que mi madre le llevaba todos los martes a mi padre a la cárcel, que yo no sé lo que pudiera ser, porque en nuestra casa no había ninguna cosa de nada, pero lo que fuese ella lo metía dentro de una saca y marchaba en unión de otras mujeres de la aldea camino de Oviedo tres o cuatro horas antes que amaneciese, pues tenían que caminar alrededor de cuarenta quilómetros y otros tantos de retorno y todos los hacían andando, pues no servía hacer el auto-stop que hoy se

hace, porque todos los camiones y coches casi eran militares, y algunos otros que había eran de los derechistas, pues los izquierdistas no teníamos nada más que grandes cantidades de miseria, así como de miedo a nuestro hermano el vencedor que jamás se portó nada bien con nosotros, porque nuestros hombres habían muerto en el frente, y los otros estaban presos en las cárceles, donde poco a poco les iban asesinando, o los esclavizaban en los campos de concentración o batallones de trabajadores, así era que toda Asturias estaba sembrada de viudas, de viejos y de niños huérfanos, que todos nosotros, viejos, mujeres y niños de las izquierdas, íbamos a ser esclavizados inhumanamente bajo el infernal yugo que no nos dejaba más libertad que la que en el sueño hacíamos. Y ahora me voy alejar del trabajo de poner en orden las palabras en este diccionario, para llevarles conmigo a los lugares donde yo he aprendido la dulce lengua de Asturias, que no es otro lugar que la escuela donde vivían las raíces y costumbres de Nuestro Pueblo, pues no se pueden buscar nuestras falancias en ningún otro lugar ni parte. Por esto les digo ahora, que si yo no hubiese vivido tan simple, sencilla, pobre, miserable, esclavizadora y dentro de la más natural de la «RAIZ ANCESTRAL DE ASTURIAS», ni yo ni nadie podría legarle a mi «AMADA ASTURIAS» ni a sus «HIDALGAS GENTES», la documentación pura, natural y sencilla que pueda tener este diccionario, porque desde estas mis simples líneas y mirándome muy mucho de lo que digo, les afirmo que hay muy poco fiable por no decir nada, escrito de nuestras costumbres y lengua. «DIES D’ENFERNU» (DÍAS DE INFIERNO) —Yera you 'n zaragoletu, 'n guaxiquín, un nenacu, 'n rapacín (un niño de unos ocho años), cundu la ñecexidá más prieta me fexera depriender lu que yera ‘l dollor, la xufriencia, l’inxusticia, lu pior qu'el Home pudiés encaldar d'enría lus sous xemexantes, you yera ún de lus

miles d'anxelinus de miou Tierra que diba faer arroxaúra nel vivir d’ enfernu que m’aguardaba. Xin, fatáus de güérfanus lu mesmu que you, que güéi nel díe xuntu con nuexes familias, ente fius, ñetus, ya tou ‘l andecháu de parantela xomus más de la metá de les xentes d'Asturias, peru naquechus tempus d'achuquinus ya inxusticies nun yéramus namái qu'unus guaxiquinus dexamparáus de la man del Faidor ya del Home, ya tous noxóitres tubiemus que catanus el xustentu de fatáus de maneires diferientes, la miou per exemplu fó'ísta. COLOCOUME MIOU Má de cabrieru na teixá d'un amu baldrayu y atuñáu, llabascu y'achuquín tan solu per que me diera de comer ya me vistiera dalgu, peru ‘l condenáu matábame de fame, ya la vestimenta que punxu d'enría ‘l miou llombu conxistía nun calzáu que la metá ‘l tempu espatuxaba con las patas arregañás, apaxiétchau con unus fatucus tous esgacicáus que per tous lus lláus diben les mious carnis al entestate, acaniláes per el callor ya ‘l fríu en tou ‘l tempu. —Tenía yo aproximadamente ocho años de edad cuando me asesinaron a mi padre, y me recuerdo con toda exactitud cómo la ley de aquel tiempo llevó a cabo tan imperdonable, deshumanizante y vandálica felonía. —Nuna nuétche (una noche) llegaron a la casa de unos tíos míos que en mi aldea vivían y donde mis padres y yo nos refugiamos al término de la guerra en Asturias cuatro desalmados, cuatro bandoleros, cuatro inmundicias humanas, que escudados tras de sus armas empuñadas, representaban l'enñordiada Lley (LA SUCIA LEY) que en aquellos tiempos a la Justicia traicionaba, cuento yo, que aquellos cuatro merucus (gusanos), atemorizando e insultando a toda mi familia, detuvieron a mi padre, le amarraron como a la bestia que se lleva al matadero y se lo intentaron llevar de la casa, sin que mis tíos, (y la cosa no era para menos), intentasen pronunciar asustados como se encontraban ni la más mínima

palabra de súplica o protesta. Pero mi madre no les secundó, sino que bravamente intentó defender al sou home (a su marido) no sólo con la palabra, que mi madre la tenía d'aguxa lu mesmu qu’un bon obreiru (de afilada lo mismo que un buen aguijón), sino que temerariamente se abalanzó sobre ellos y fuele preciso a uno de aquellos cobardes y desalmados representantes de la deshumanizada ley que corría en aquellos tiempos, de propinarle varios golpes con la pistola, dejándola mal herida y ensangrentada, tirada en el suelo con el conocimiento perdido. Mientras que aquellos bandidos, se llevaban a mi padre sin permitirle que de mi se despidiera, y tan solamente le he podido ver por última vez, tres les rexes de la cárxel d'Uvieu 'n die 'ndenantes que l'achuquinaren. (Detrás de las rejas de la cárcel de Oviedo, un día antes de que le asesinasen). Pronto mi madre y yo, llenos de la más desolante de las tristezas, y vestidos con el traje de las más indigentes miserias y pobrezas, nos marchamos de la casa de mis tíos y nos asentamos en la abandonada, vieja y destartalada casa de mi abuela. Y sin muebles, ni nada, los dos juntos, como grandes e indomables luchadores que hemos sido siempre, dimos comienzo sin desfallecer ni un momento, a la dura lucha por la vida, sin que nadie jamás nos ayudara. Empecé a ganarme la vida como pastor, a la corta edad de que cualquier niño sólo pensaría en jugar, comer cuando tuviese hambre y recibir de continuo montones de caricias y de amor, yo sin embargo, a pesar de no poseer nada de todas estas maravillosas cosas, era en extremo a mi manera feliz. Marchaba todas las mañanas con mi ganado al monte, donde permanecía todo el día, tan sólo con la compañía que me brindaba mi fiel y siempre por mí con cariño recordado Pelayu, que era un perro, de una inteligencia y sentimientos, que más bien que un chuchu (perro), parecía aquel singular animal un ser humano. Luego por las tardes, cuando el sol se escondía por

detrás de las altas cumbres, retornaba feliz a la aldea, siempre lleno de contentura, cantando las más de las veces, amenizado por el potente tañir del zumbiétchu (cencerro) que llevaba colgado al cuello el semental del rebaño. Una mañana como tantas otras me encaminé con mi rebaño al monte y seria como a la media tarde cuando a la entrada de una cueva que se asentaba en un lugar casi inaccesible me encontré medio enterrado con las piedras y la escasa tierra que hacían la reducida plataforma de la portada de la caverna, un pequeño aro de oro, yo he tenido por así decirlo desde mi infancia la inmensa suerte de poseer una imaginación tan inmensamente dislocada, que por tal solían decirme mis vecinos, que era yo el rey de las mentiras, así como el más hábil inventor de endemoniados cuentos. El caso era, que aquel misterioso anillo abandonado a tan larga distancia de mi aldea y en lugar tan argutosu (estrecho, alto, inaccesible), hiciéronme presto pensar, que aquella joya no había llegado a tal escondrijo por sí sola, sino que desde luego alguien la había traído. En el momento mi imaginación desbordante de una alegría que no encontraba un fin para frenarla, comenzó a fomentar sin el menor titubeo la fantástica idea de que en el interior de aquella caverna debía de encontrarse un tesoro de preciosas joyas y valorativas monedas, y quién le había ocultado sabe Dios cuando, seguramente habría perdido aquel anillo que por casualidad yo encontrara. Así pues, ya firmemente convencido, adentreme temerariamente sin el menor temor por la angosta cueva con las miras de apoderarme de aquella inmensa riqueza que según mi soñativa imaginación me había hecho comprender que en su interior me estaba aguardando. Pero aquel día no conseguí mi feliz propósito, porque era la caverna más larga de lo que había pensado y la oscuridad que en ella reinaba me hacía ciego de toda luz.

Senteme en su entrada muy desilusionado al no poder lograr lo que había soñado, pero pronto mi mente empezó a dibujarme mil dispares tesoros, pues por el rastro que descubriera seguramente que dentro de la gruta se hallaría escondida alguna chalga (tesoro) guardado con toda seguridad por una Xana, Xumiciu, Trasgu o Culiebru (dioses de la Mitología asturiana), pues al decir de el abuelo Nicomedes cuando en las largas veladas de los inviernos y sin jamás interrumpirle con grande contentura le escuchábamos las leyendas, cuentos e historias que él lúcida y socarronamente nos contaba, afirmándonos siempre que eran tan ciertos sus relatos, como que todos habíamos nacido para morir. Y cuando hablaba de las chalgas aseguraba que tal o cual vecino, morador de esta o aquella aldea, se había hecho de la noche a la mañana rico al haber encontrado una chalga. También afirmaba poniéndose muy serio alegando unos razonamientos que convencían, que las montañas que rodeaban nuestra aldea había muchas chalgas escondidas, que fueron sepultadas hacía muchos siglos por los invasores moros, que al ser vencidos por los astures y al no poder huir con tan pesados tesoros, los ocultaban en las montañas con las miras de poder regresar algún día a desenterrarlos. Como cuento, yo en aquellos momentos vivía alborozado, sumergido en una disloca alegría al saberme ya dueño de aquella incontable riqueza, haciendo que mis inocentes ojos sonriesen felices inmersos en la imaginativa dicha de poder muy pronto liberar a mi madre de la pobreza y quitarla del agobiador trabajo que faenaba trabajando en los eros de los vecinos de estrella a estrella por un miserable sueldo andechandu (en cuadrilla) todos los días. Y así pensando todas las dichas que mi infantil mente podía imaginar, rodeado por el sepulcral silencio que envolvía la grandiosidad de las montañas, rasgado de vez en cuando por el potente y agudo graznido que desde los peñascos más inaccesibles, o desde los infinitos

espacios donde con majestuosidad planeaban, lanzaban las útres (águilas), que con ojos inquisitivos oteaban con hambrientas intenciones los escabrosos riscos y las empinadas fistietchas (pequeños valles encajonados entre las peñas), con la esperanza achuquinante (asesina) de poder atrapar con la rapidez del rayo, algún recental que se hubiese xebrau (apartado) de su madre. También aquel silencio que invitaba a la meditación era con más continuidad cortado, por el dinámico tañir del zumbiétchu (pequeño cencerro) que colgaba del brioso cuello del macho cabrio, conductor y semental del rebaño. Como cuento, allí permanecía ensimismada mi mente en el soñar despierto, fabricando sin trabas de la misma nada, las más disparatadas y fabulosas dichas, que harían la felicidad de mi madre junto con la mía. Llegó casi sin enterarme el atapecer del día (al oscurecer) y fue entonces cuando desperté con prisa del maravilloso soñar donde vivía, y raudo, con agilidad y destreza que hoy al recordarla me causa dicha, reuní en pocos minutos mi rebaño, ayudado con eficacia por Pelayu, mi fiel, obediente, valiente y amaestrado perro, que no le tenía miedo a nada ni a nadie si exceptuamos al siempre mal intencionado y vigoroso macho semental de la reciétcha que yo allindiaba (ganado menudo que yo cuidaba). Y cuando ya el día agonizaba entre las negras vestimentas de la noche, entré en mi aldea conduciendo orgullosamente mi rebaño. A la entrada del pueblo sentado plácidamente fumándose un cigarro, estaba esperándome mi amo preocupado por mi tardanza y acercándose a mí, con palabras desaforadas e insultantes, a la par que me reprendía con dureza, me preguntaba el por qué me había demorado tanto. No recuerdo lo que le contesté, ni la historia que le largué, lo que si sé, que no se creyó de ella nada, pues todas las gentes que me conocían bien sabían, que yo confundía la verdad con la mentira haciendo con entrambas

las más inverosímiles y dislocadas historias. Sin embargo, lo que yo sabía muy bien, era que aquel miserable labriego de mi aldea, que tenía la desgracia de cuidarle sus ganados, por la triste desgracia de una comida infame y peor vestimenta, no le incomodaba en absoluto que yo llegase tarde o que me despeñara desde un serapu (peña) y me escontonara la motchera (rompiera la cabeza), lo único que le preocupaba al condenado, era que llegasen a su teixada (casa) sanos y fartus (hartos) todos sus ganados. Al siguiente día bien de mañana como de continuo hacía, con un poco de sabadiegu (chorizo malo) un cantezu (pedazo) de pan moreno y cuatro manzanas dentro de mi zurrón, salí de mi aldea afaluchandu (arreando) el rebaño, y con aquellas miserables viandas que llevaba en mi morral, tenía que aguantar todo el día en el monte corriendo sin descanso tras aquella veceira (rebaño) de cabras. Lo que no sabía el condenado de mi amo, era que yo siempre que tenía hambre, le ordeñaba sus cabras dentro de una lata que tenía escondida en la montaña, hartándome tanto yo como mi fiel Pelayu de espumosa y fresca leche hasta el golifar (hastiar). Si el bastruya (zafio) de mi amo tan sólo hubiese sospechado que le mucía (ordeñaba) sus cabras todos los días, me hubiera eszarapau (despedazado) mi frágil cuerpo con un mamplén de cibiétchazus (con muchos palos). Espatuxaba (caminaba) yo muy contento aquella mañana, quizás lo hiciera mucho más feliz que nunca, arreaba mi rebaño con desacostumbrada prisa, porque ansias locas tenía de llegar a la montaña, para entrar de nuevo en la misteriosa cueva, pues ahora ya no tendría problemas con la obscuridad que en ella reinaba, ya que conmigo llevaba una caja de cerillas y un pequeño candil que le había arrapiegáu (hurtado, quitado) de la corte (cuadra, establo) a mi amo, y con aquella luz, sería capaz de bajar hasta las mismas entrañas de la tierra, si a tal lugar la caverna se extendiese.

Aquella noche había dormido poco y soñado mucho, tanto despierto como dentro del desvelado sueño, y tanto de una manera como de la otra, siempre llegaba a la conclusión, de que dentro de aquella para mi misteriosa gruta se ocultaba una fabulosa chalga de la que iba ser yo su señor y dueño, y cuando tal me sucediese, ya no sería yo más criado de ningún rapiegu (zorro) amo, ni tampoco a mi querida madre se le encallecerían jamás las manos, efectuando esclavizantes trabajos, nunca para el prójimo bien servidos y siempre por él peor pagados, ni se partiría sus costillas refrescándose el cansancio en su propio sudor por las fincas de nuestros vecinos, por donde se arreventaba todos los días del año, por la mezquina soldada de una fuente no muy grande de harina, un cesto de patatas, o cualquier otra vianda que mitigase el enorme fantasma del hambre, que desde el fin de la guerra se había enseñoreado de nuestro indigente char (lar), que nos obligaba despiadadamente a unos ayunos tan sumamente raquíticos, que el día que comíamos algo en traza (algo mas), tal parecía que habíamos cometido un grave pecado. Cuando yo fuese dueño de aquel tesoro, (abanzaba seguido de Pelayu arreando con prisa los ganados camino de la argutosa «abrupta» montaña, a la par que imaginativamente iba pensando), compraremos una casa decente, buenas fincas y mejores ganados, y entonces nuestros vecinos nos mirarán con respeto, y no nos tratarán con el menosprecio y la esclavitud a que ahora nos someten. Llegué al fin hasta el lugar que por costumbre tenía de enveredar el ganado para que a su aire subiesen guareciendu (pastiando) como siempre hacían hasta llegar al final de la tarde que era cuando el rebaño solía alcanzar lo más alto de la montaña. Pero aquel día no seguí yo al redil como siempre hacía, sino que me adelante a él corriendo sin el menor cansancio laderas arriba, hasta que por fin sudoroso y galopante en la alegría llegué a la vecindad de la caverna. Pude

comprobar sonriente a la par que cariñosamente acariciaba a Pelayu, cómo éste me miraba contrariado al ver que yo por primera vez había cambiado todos mis cotidianos hábitos. Ya que siempre nada más llegar al monte y dejar a las cabras a su albedrío pastiando, nos sentábamos en el lugar acostumbrado, y zampábamos sin pérdida de tiempo a partes iguales como buenos compañeros, la miserable comida que nos había servido nuestro amo. Después jugábamos incansablemente en mil dispares entretenimientos hasta quedarnos rendidos, y muchas veces tras de nuestros juegos, los dos juntos abrazados nos quedábamos profundamente dormidos y al despertarnos sino avistábamos el rebaño, corríamos alocados por la preocupación, por entre los abruptos riscos, y las espinosas malezas hasta lograr encontrarlo. Después otra vez gozosos retornábamos a nuestros juegos, o yo me quedaba mirando a las montañas ensimismado pensando, mientras que Pelayu se entretenía cazando grillos, u otros insectos, y otras veces con sus blancos y poderosos colmillos recorría con rabia su pelambrudo cuerpo, diezmando la cabanada (rebaño) de pulgas y otros parásitos que con su sangre se alimentaban. Como cuento, aquella mañana mi fiel Pelayu me miraba preocupado, pudiendo yo observar en sus vivarachos, picarescos e inteligentes ojos, una recriminación que me estaba haciendo, por su forma de ponerme sus fuertes patas en mi pecho, a la vez que me lamía entre pequeños y cariñosos ladridos mi rostro. Si con sus ladridos pudiese hablar mi lenguaje, seguramente que me diría. —No seas un iluso soñador, mi más querido y preciado compañero, no llegues con tu fantástico pensamiento hasta el extremo de acariciar ni tan siquiera cuanto te has imaginado. Comámonos con la alegría de que hacemos gala todos los días, esa mezquina comida que nos da nuestro despreciable amo, y juguemos con la inocente felicidad de siempre, ya que

éste será el más grande tesoro que jamás podrás superar en tu vida. ¿Dónde podrás hallar una riqueza que se pueda comparar a la natural y sencilla felicidad que hoy gozas, aunque ésta se haga su camino dentro de la gran pobreza que te acompaña? Pero hoy yo sé fijamente, que aunque mi perro pudiese hablar, haciendo que en tal momento me asustase al presenciar tan grande milagro, y me dijese que no entrase en la cueva, porque lo que dentro de ella iba a encontrar sería mi propia muerte, la verdad es, que ni al mismo Faidor (Dios) en aquellos momentos yo no obedecería, y así de resuelto, encendí el candil, y sin el menor asomo de miedo, ya que la ilusión y la alegría que poblaban mi espíritu en aquel encaldar (hacer) eran tan inmensos, que empequeñecían hasta el ignoro cualquier otro sentimiento. Adentreme en la cueva que era iluminada tenuemente con la pobre luz que el candil despedía, siempre acompañado de Pelayu que tras de mí, el muy tuno de mi aventura se reía, no era larga la caverna, pues a treinta metros no alcanzaría, y cuando llegué al final, no encontré ni las Xanas, ni los Trasgus ni Xumicius, ni la chalga, preciado tesoro que yo perseguía, sólo había muchos cascos de avellanas y de nueces, algunas latas de conservas ya vacías, unos trapos manchados de sangre, unas mantas viejas y apoyadas en la rocosa y húmeda pared de la cueva, había varias armas de fuego que pronto me hicieron olvidar la riqueza que en un principio había imaginado que allí me aguardaría. Por primera vez en mi vida iba a tener juguetes, auténticos juguetes de verdad de los que usaban los hombres para asesinarse vilmente al igual que hacen los lobos cuando por su cuenta cogen un apacible rebano de ovejas. Dejé el candil en el suelo y elegí entre todas aquellas armas una brillante escopeta, lleno de contentura me senté encima de aquellas mantas y empecé a maniobrar con aquel peligroso juguete, yo sabía cómo se manejaba supuesto que mi amo tenía una escopeta muy parecida

y le había visto limpiarla y cazar con ella algunas veces, durante algún tiempo estuve jugando con ella, de una canana que allí había saqué dos cartuchos que metía y sacaba dentro de su recámara, yo me creía en aquellos mis felices instantes el más grande cazador del universo. Pelayu que ya se había cansado de husmear por todas las partes y no habiendo encontrado nada donde llancái el diente (hincar) se tumbó en el suelo frente a mi mirándome sonriente y burlonamente, (porque aunque ustedes no lo crean, yo sé que los chuchos saben sonreir). Enojeme de Pelayu al ver como tan descaradamente se mofaba de mí, por eso encañonele con la escopeta con ánimo de amenazarle, pero cambió Pelayu de gesto rápidamente, levantose con rapidez del lugar donde estaba achucáu (costado), enseñome los clientes ladrándome muy enfadado y a la velocidad del rayo salió de la cueva, quizás porque el inteligente animal presentía, de que alguna desgracia iba a lleldar (hacer) yo con aquel mortífero artefacto, y no quería ser él quien primeramente la recibiese en su cuerpo. Aun permanecí algún tiempo en la gruta jugando a mi manera con las armas, y solamente cuando el candil por su guiños me hizo comprender que su luz ya se le estaba escosando (terminando), salí de la caverna con la escopeta en una mano, dos cartuchos en su recámara y el candil en la otra. En el exterior Pelayu correteaba detrás de los grillos y las camporinas (mariposas) al parecer ya libre de todo enfado. Ya cansado de jugar dejé la escopeta en el suelo y senteme tranquilamente al lado del zurrón, y en cuanto mi perro vio que ya había abandonado el arma, vino corriendo hacia mí, moviendo la cola y sonriéndome amigablemente. Allá abajo en la mitad del valle pude ver a mi rebaño cómo subía espenandu (comiendo) los pochitcus (enanas encinas), y yo de nuevo me volví a sentir feliz y contento a pesar de no encontrar la chalga que tanto con su riqueza había soñado e ideado.

Comimos a hora desacostumbrada mi perro y yo aquella pobreza de comida, y tras de jugar un rato, él se quedó adormilado y yo comencé a pensar de quién serían aquellas armas. No me cabía la menor duda de que aquel arsenal de armas debía de ser de los fugáus (huidos), seguramente que eran de aquellos cuatro rapazones (mozos) que se entregaran a los soldados que estaban destacados en mi aldea. Yo los había visto en el cuartel que los militares tenían que era en la escuela de mi aldea, un amplio edificio que fuera regalado a la parroquia por unos indianos del chugar (lugar) que retornaran de las américas con la corexa betchá de cuartus (con la cartera llena de dineros). Recuerdo que aquel día que yo los vi, un soldado que de seguro sería el barbero, les estaba cortando el abundante pelo que lucían, y uno de los rapazus le dijo sonrientemente al militar. ¡No hace falta que te molestes mucho camarada, pues cuando un día de estos nos trasladeís a la cárcel de Oviedo, allí lo más seguro es que nos rebanen el pescuezo! EL MACHO CABRÍO Güelgu coyer el filu dóu d'endenantes m'enduébitchaba algamiandu na miou motchera alcuerdancies de cundu you yera guaxe, ya comu tóus non se puén cuntar per filera, per ísu xebreme d'aquín, pa dir p'acuchá, perque toes les couxes tienen la sou xaceda, ya non la quixéramus cataye nuexotrus. (Volviendo coger el hilo de los aconteceres que anteriormente en mi cerebro se barajaban dentro de las añoranzas de mi niñez, y como todos estos acaeceres no se pueden relatar en hilera, por eso me marché de éste, para ir al de más allá, que es de donde vengo ahora, porque todas las cosas tienen su propia postura, y no la que quisiéramos darle nosotros). Y aunque parecía que me había perdido por estar tan llargu lonxe (tan largo lejos) la verdad es que yo no pierdo el tiempo adornando los hechos que no deben de ser adornados, nin fiéndume en

xebraures que van esfaese 'n probeces, perque 'l que non ye llicenciáu 'n filloxofía e lletres, non pué faer munches froritures con les pallabres nin les lletres, ya per ístu, tien que encaldase 'n aforrador d'istus dellicáus y'artifixusus monumentus, perque si lus mesmus que güéi día que lus manexan y'atreinan, la metá de les veces non xapien lu que falen, ya llanquen el focicu fasta les urées en telares de Pachu 'l Xabadiegu betcháus de poxa y'escosáus del granu que ye pelu que tóus muramus nista engochá vida, ¿qué fairé you que 'deprendí namái que tres meses nuna escola pública? (Ni me hondeo en deserciones que se deshagan en pobrezas, porque quienes no son licenciados en filosofía y letras, no pueden hacer muchas florituras con las palabras y las letras, y por esta razón, tienen que hacerse ahorrativos de estos delicados y artificiosos monumentos, porque si los mismos que hoy en día los manejan y cuidan, la mitad de las veces no saben muy bien ni la mitad de lo que escriben, ni otra pareja parte de lo que hablan, y meten por estos menesteres el hocico hasta las orejas, en cuestiones que los imposibilitan para después resolverlas, y si se aproximan a este nivelamiento, lo hacen sembrando una hierba productora de mermado grano, que es el punto primordial que todos intentamos recoger en esta cerda vida. Como cuento, si estos señores eruditos en estas materias se equivocan ¿qué puedo hacer yo, ¡pobre de mí!, que tan solamente he tenido la suerte de ir al colegio público tan sólo tres meses?). Cuento yo que me hallaba en aquellos mis infantiles pensares intentando saber a qué huidos pertenecían aquellas armas, y así dejé tal perder el mucho tiempo que me sobraba, cuando mis ojos retrataron el gran combate que a baja altura, muy por debajo de donde yo me encontraba, sostenían tres cuervos, que despiadada y valientemente le atacaban a un águila real, y ésta piando quizás por el dolor que le inferían los efectivos picotazos de los cuervos, o tal vez en su lenguaje maldiciéndoles llena de rabia por el no

poder repeler el ataque de que era objeto. No podía defenderse de sus tenaces atacantes, porque todo su cuerpo en gran tensión estaba, ya que al volar tan bajo, todas sus enormes energías las precisaba para mover sin el menor descanso sus grandes alas, con el apremiante fin de salir de aquel espacio que al parecer pertenecía a los belicosos cuervos, que con ardorosa valentía y enquina ofensiva, disputaban tal natural privilegio, a las mismas soberanas de los cielos. Había yo presenciado muchas veces batallas entre las águilas y los cuervos, y siempre éstos las perseguían atacándoles por su parte posterior, hasta la altura donde el águila ya no necesitase mover sus alas para sostenerse, cuando esto sucedía, los cuervos precipitadamente abandonaban el combate, porque ellos sabían, que donde el águila pudiese planear, todo animal viviente que se acercara, encontraría entre sus poderosas garras una rápida muerte. Queriendo yo saber como es natural el por qué los cuervos atacaban a las águilas, un día que cuidando sus cabras junto a mí estaba un paisano llamado Máximo, que por apodo se le llamaba el «Puchegu», porque tenía tantas razones en sus hablares como palabras por su boca se alumbraran, a pesar de que el Puchegu no sabía leer ni escribir, sabía de cuentos más que el mismísimo Quevedo, e igual hacía cuando se le necesitaba de veterinario que de médico, atinaba casi siempre cuando iba a llover o hacer buen tiempo, en fin, que era Máximu el Puchegu en todas aquellas aldeas de mis amores, una Enciclopedia que aventajaría en mucho a todas las que en nuestros días nos sirven las grandes editoriales, industriadas por hombres estudiosos de las ciencias. Empezó mi amigo el Puchegu explicándome, que son los cuervos de las abruptosas montañas más bregáus (valientes) que los que moran en las valladas o pequeñas lomas, y todo porque la escasez de alimentos en las rocosas cumbres, es muy inferior a los que existen en los valles o montículos, y

así como a los hombres la abundancia los hace temerosos y a veces hasta pusilánimes, y la necesidad o privaciones los vuelve por ley de vida temerarios y osados, en los animales ocurre en igual medida lo mismo, así pues, el cuervo defiende su pitanza no permitiendo que las águilas cacen a menor altura que la que les pertenece, y si desde tal situación descubren una pieza, y bajan con su endemoniado vuelo de alas plegadas la apresan y luego vuelven a elevarse al lugar que les corresponde, los cuervos no osarán ni tan siquiera molestarlas, pero si por el contrario descienden para dedicarse a cazar desde el lugar que no les pertenece, entonces los cuervos las atacan con verdadera saña y valentía y siempre logran hacerlas ascender hasta la posición que ellos consideran justa. Esto es así, porque desde tal altura las águilas sólo pueden divisar en tierra una pieza que ellos no cazan nunca, como puede ser un conejo, una pequeña res, un zorro, y hasta inclusive el mismo perro que con el pastor cuida el rebano, y también se han dado casos en que las águilas hasta han cazado un lobo, y con él entre sus garras han subido hasta sus utreras (nidos) donde le devoraban con la misma satisfacción que pudieran hacer cuando se afestinaban con las tiernas carnes de un inocente corderillo. Si las águilas pudiesen volar más bajo sin ser por los cuervos molestadas, también podrían cazar con gran facilidad, lagartos, culebras, etc., etc., y es ésta precisamente la comida que el cuervo defiende, por eso ataca al águila cuando ésta intenta apoderarse de la que él cree que es su exclusiva pertenencia. Terminó el águila al fin tras el ardoroso acoso a que la sometieron los cuervos de subir hasta la altura que ellos consideraron lícita, y rápidamente éstos plegando sus alas la abandonaron y en vertiginoso vuelo buscaron el abrigo de los arbustos de sus montañas. Terminó para mí aquel día el maravilloso espectáculo que la soberana del cielo y los bravos cuervos me habían ofrecido, y fue entonces cuando me

incorporé del lugar donde me hallaba sentado, para mirar a mis cabras que guarecían (pastiaban) por encima de donde yo estaba a la corta distancia de unos cincuenta metros, lo primero que mis ojos retrataron fue el orgulloso y antipático macho cabrío, que empericotáu (subido) en un cuetaron (peñasco) a la par que espenucaba (arrancaba) las fuéas d'un pótchiscu (hojas de una enana encina), mientras que las enguyía, parecíame a mí que me estaba mirando desafiadora y despreciativamente, con sus grandes y retorcidos cuernos, su larga perilla y enorme cencerro, se me representaba como el diablo que sonriéndose ladinamente se guasaba de mi humilde persona, a la par que de mi buen Pelayu, pues a entrambos y dos el condenado nos había hecho correr infinidad de veces, por eso, tanto Pelayu como yo siempre que teníamos ocasión y traicioneramente, él le mordía sañudamente en sus cadríles (patas) y yo le atizaba barganazus (estacazos) y pedradas donde mejor encaldase (terciase). Ocurriósele a mi mente en aquellos momentos el darle un buen susto a aquel demonio con cuernos y cencerro, por eso así la escopeta con determinación, y cargada como se encontraba con dos cartuchos, apunté por debajo de donde él se hallaba con el firme propósito de tan sólo darle un susto que no olvidase en su vida, y ya sonriéndome adelantadamente por el resultado de la idea que sin más pérdida de tiempo iba llevar a la práctica, apreté los gatillos de la escopeta, y una doble y potente explosión originose que dio conmigo en el suelo por la fuerte sacudida que el arma emburrióu (empujó) con dolor en mi cuerpo. Pero escosóseme d'afechu (marchóseme del todo) tal dolor, cuando entre el repilar (ecos) de la montaña por la explosión, sentí al macho cabrío lanzar al viento grandes berridas, que hiciéronme con preocupada prontitud deducir, que aquel demonio odioso no se quejaba por el susto que pudiera recibir, sino por la perdigonada que sin yo proponérmelo le había albergado en

su pelambroso y maloliente cuerpo, levanteme sin demora del pedregoso lecho donde la escopeta con su duro empujón me había acostado, y aún tuve tiempo de ver cómo el semental de mi rebano rodaba por entre los cuetus del xerrapeiru (peñas de la sierra) infiriéndose más heridas en su cuerpo que las que yo por equivocación con los dos disparos le había inferido, siendo quizás su muerte no la perdigonada que le había desequilibrado, sino los argutoxus cuetus (agudos peñascos) que cual cuchillos al rodar su pesado cuerpo por entre ellos le apuñalaban mortíferamente, por eso al detenerse en su poleamientu (rodar) detrás de un pótchiscu (encina) que encontró en su paso, dejó de berrar en el instante, que su vigoroso cuerpo perdiera la vida. Fuime yo corriendo acompañado de Pelayu que me ganó la palma en la carrera, hasta el lugar de aquel desgraciado suceso, y cuando llegué donde el chivo estingarráu (tirado, acostado) ya no contaba como enemigo vivo, vi cómo a torrentes se desangraba, a la par que Pelayu con su nutritiva sangre se fartaba (hartaba). Pensé yo con gran temor cómo decirle a mi amo lo que había pasado, él que sentía por su chivo un orgullo y continuo ponderado casi desmedido, pues siempre que la ocasión se le brindaba cuando con sus vecinos dialogaba, soliales afarrucado (faroleándose, chuleándose) decir, que no había en toda la comarca un macho cabrío que ni con mucho en raza y estatura, se le pudiese parecer al suyo. Era ya casi la hora de afalar (retornar arreando el ganado para casa) cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amo que el chivo por si sólo se había despeñado, así que guardé la escopeta en la cueva y apresuradamente yo temeroso y preocupado y Pelayu contento por hallarse harto, reunimos el rebaño y nos encaminamos hacia la aldea, parecía que hasta las mismas cabras que en otras ocasiones se mostraban rebeldes y saltarinas, aquel desdichado día caminaban cabizbajas y avizorantes,

observando en todas las direcciones con pronunciosa alteración, buscando aquel macho cabrío que las dirigía y dominaba con su orgullosa presencia, haciéndose notar en todo momento, por el continuo tañir de su zumbiétchu (cencerro), que por primera vez en el rebaño no se sentía el caidonante ruxíu (dirigente sonido). Pienso yo que solo contento caminaba vigilante mi fiel Pelayu, porque ya nadie en el rebaño se atrevía a discutirle sus ladridos o frágiles mordiscos, cuando por orden mía a las cabras con eficiencia les infería. Más sin embargo yo, al igual que a mis cabras, algo me tenía también apresado, algo extraño para mí, por primera vez a mi espíritu esclavizaba, que ni era tristeza ni pena, pero sí era miedo y grande desesperanza. Siempre que retornaba con mi rebaño a la aldea, cuando en las atardecidas la montaña abandonaba, mi corazón ameruxáu d'allegría (rebosante de alegría) a mi garganta un torrente de cante le rogaba, y ésta inocente y falta de todo perjuicio, sintiéndose tan dichosa como los mismos celestiales ángeles, cantaba recias asturianadas, mientras que todo mi ente, afanosamente afalaba (arreaba) las cabras. Quizás cantara yo aquellas horas con más gracia que en todo el día por alegre que fuera y pudiera tener, porque por así decirlo me acercaba al sencillo y noble vivir de las gentes de mi aldea, pues diez o doce horas en la continua soledad que en las montañas me acompañaba, para un rapacín como yo era, eran muchas horas desamparado de la comunidad humana, y sobre manera yo, que con ser mi cuerpo ágil y fuerte hasta casi rayar en el desuso, empequeñecido se quedaba si le comparaba con mi espíritu tan ensoñador e imaginativo, que todas las cosas al engrandecerlas confundía, menos el miserable pan de la maxera (artesa) que mi amo me entregaba, que a pesar de ser tan escaso, jamás supe imaginar nada para engrandecerle. Estaba mi amo a la entrada de la aldea esperándome como siempre hacía para

ayudarme a xebrar el rebaño, ya que como eran tantas cabras, no cogían todas en la misma corte (establo), y había que llevar parte de ellas a otra cortexa (cuadra pequeña) que estaba en la parte opuesta de la aldea. Entretenía siempre su espera el condenado de mi amo, hablando con un artesano del lugar, que se dedicaba a la fabricación de yugos y madreñas, que tenía su taller montado debajo de un hórreo, que estaba asentado a la salida de la aldea, mismamente en la desembocadura del pedregoso y empinado sendero que venía de la montaña. Desde tal lugar él sentía con antelación el potente tañir del zumbiérchu (cencerro) que ximielgaba (movía) con fuerza y hasta con orgullo el estupendo semental de su rebaño, entonces él liquidaba por el momento con el madreñeiru la conversación que estuviesen embargando, y dedicaba toda su atención a su rebano, observando con avarienta atención, en el propiar si sus ganados venían fartus óu famientus (hartos o hambrientos), o si alguna de sus cabras venía coxa (coja) por mor de haberle caído una piedra o cualquier otro accidente que hubiera acaecido, como solía ser normal algunas veces. Pero aquel inolvidable para mi atapecer (atardecer) vio antes sus cabras que escuchara el ya inexistente zumbiétchu, por eso con su vozarrón de trueno, y como una centella por mí temido, me preguntó a la distancia de una piedra lanzada cuesta abajo: —¿Qué fói lu que pasóu Xulín...? —¿El chivu perdiu 'l mayuelu...? —Quería decirme, que si el cencerro que llevaba su chivo, había perdido el majuelo, o pequeño péndulo que lleva dentro el cencerro. —Esto también era frecuente que sucediese . Contestele yo desde aquella altura con mucho menos miedo que si me encontrase ante su presencia, diciéndole que el chivo se había despeñado, y arriba en la montaña se encontraba muerto. Estas mis palabras que en el viento camino de la aldea mi voz empujó con fuerza, fueron escuchadas por mi amo

que se encaricotóu (encendió) en una rabiosa tristeza, que si pudiese desahogarla, seguro que en mi persona haría él su complacencia. También la desgracia del chivo, que por mí a voces era anunciada, fue oída por algunos otros vecinos a parte del madreñeiru, y como aquel semental de macho cabrío había sido siempre tan aponderado e idolatrado por el babayu (bocazas, charlatán) de mi amo, que con su dichoso cabrón los vecinos de la aldea ya habían pescado la costumbre de decir siempre que alguien ponderaba una cosa, ¡non si paezme a mín, que moren más castrones que Manín na nuesa aldea! Bueno pues como estoy contando, todo el lugar en pocos minutos se había enterado y en parte congregado a la salida del camino que bajaba de la montaña, ya que la muerte de aquel chivo que había ya dejado entre ellos la ya dicha cantinela, les había algunos los más envidiosos y vengatibles alegrado, y a los otros los más sentimentales y nobles les entristecía la muerte de tan comentado castrón. (También se suele llamar castrones a los chivos muy grandes). Al fin entré yo en la aldea quizás con el mayor recibimiento que jamás a nadie le hicieran, y todos atropelladamente me preguntaban lo que con el dichoso castrón me había sucedido, y yo les repetía a la par que intentaba xebrar las cabras para llevarlas a sus respectivas cuadras, que se había despeñado y que todo descuatramindáu (deshecho, desarmado) se quedara en la montaña. Un ratiquín (un tiempo) más tarde, y ya siendo casi la oscurecida, tres vecinos del lugar haciendo cuadrilla con mi amo, caminaban en pos de Pelayu y mía, otra vez camino de la montaña, para enseñarles donde estaba estrapayáu (aplastado) el chivo, con el propósito de bajarle para casa, con el fin de aprovechar su piel y carnes, que serían curadas bajo las barras del xardu (secadero) una estupendísima cecina. Llegamos a la postre ya con la noche tan negra como la boca de el lobo, al xeitu (sitio) donde el chivo fechu 'n chaceiru

(hecho un deshecho) ya en el frío de la muerte sin despertarse dormía, tanto Manín que yera mi amo, como los tres vecinos que le hacían compañía, sudorosos y respirando medio ahogados por el tremendo esfuerzo que suponía subir con tanta rapidez hasta tamaña altura, sin perder un momento amarraron el animal por las cuatro patas juntas haciendo cucara (en montón, juntándolas todas) con una cuerda que para tal menester ya traían, y colgándolas de un fuerte y largo palo del que también venían poseídos, echáronselo al hombro entre dos, y con menor rapidez y mayor precaución, relevándose entre ellos conseguimos llegar sin novedad a la aldea. A pesar de ser casi la media noche, aun había algunos vecinos en reunión dentro de al parecer amena charla que quizás tuviese mucho que ver con el castrón, Manín y con mi desventurada persona, esperándonos en el lugar donde el madreñeiru trabajaba. Entramos todos en procesión rumorosa en la corralada de la casa de Manín, detrás del cabrón que colgado del baral sofitado en los hombros de dos vecinos se xiringaba (balanceaba), vigilado siempre con sonrisa ladina por mi fiel Pelayu, que comprendía que al no tardar, iba a saciarse hasta el no poder manducar más, con los rojos hígados de quien en vida, le hubiera hecho correr con cierto temor con el rabo entre sus piernas. Mientras que mi amo y sus serviciales vecinos se disponían a desfoyar (desollar) colgado de unos garfios que había debajo del hórreo al desgraciado chivo, la muyer (mujer) de Manín sin parar de condolerse, y hasta inclusive queriendo a mi endilgarme parte de la culpa, me dio de cenar una escudilla de farines (harina de maíz cocida) con una taza de leche de cabra, porque la leche de las vacas la tomaban ellos y la que sobraba la hacían en manteca, que tampoco yo nunca la probaba. Por primera vez no se hallaba sentado a mi lado sacando la lengua y relamiéndose, mirándome con sus ojos

inteligentes en espera que yo le tirase delante de sus narices una cucharada de mi comida a mi fiel Pelayu, pues él sabía que al lado del castrón, tenía una fiesta grande con sobrada pitanza. Comía yo vorazmente aquellas puliendras (farinas), a tan desusada hora de la noche, sin que mi mente de pensar cesara, y antes de terminar mi miserable cena, una luz que me llenó de cierto temor en mi cerebro escendiose, para decirme con su claridad, que no iba a transcurrir mucho tiempo antes de descubrirse mi mentira, porque al esmianaye 'l pelleyu (quitarle el pellejo) al castrón, le encontrarían incrustadas en su cuerpo las postas que le habían matado, y me interrogarían sobre tal suceso, siendo yo al momento un cómplice y encubridor de la muerte del condenado cabrón, que según parecía me iba a dar guerra hasta después de ser muerto. Seguramente querrían saber el por qué les había mentido, haciéndoles creer que se despeñara, cuando a la prueba estaba que fuera abatido por un tremendo pistoletazo. Bajé después de cenar a la corralada donde los hombres andaban a vueltas en la desfoyadura del castrón, a la luz de un par de candiles de carburo y no llevarían un cuarto de hora reparándoles en su circunstancial oficio de carniceros, cuando Antonón el de la Cuandia dijo sorprendido mirando para mi amo que le alumbraba con el candil en la mano para que los otros vieran mejor en la faena que encalducaban (hacían). ¡Ah Manín, isti castrón non morrióu comu diz el tou criadín despeñáu, pos tién ente 'l coración ya lus polmanes un manegáu de postes llancades, asina que si quiés saber quién l'achuquinóu, pregúntaye 'l tou rapazacu, lu que axucedióu! ¿Qué ye lu que me tas diciendu...? ¿Quién diañus diba pegái 'n tiru 'l miou cabrón ? Antonón arrabucandu d'ente les asaures del chivu cuatru ou cincu postes que yeren de grandies comu arbeyinus

rancuayus, díxole 'l miou amu metiénduyes per dellantri 'l focicu: ¡Mira Manín, ístu fói lu qu'achuquinóu 'l tou chivu! (Ah Manín, este cabrón no murió despeñado como dice tu criado, pues tiene entre el corazón y los pulmones un cesto de postas plantadas, así que si quieres saber quién le asesinó, pregúntale a tu muchacho lo que sucedió). (¿Qué es lo que me estás diciendo? ¿Quién demonios le iba a pegar un tiro a mi cabrón?). (Antonón arrancando de entre las asaduras del chivo cuatro o cinco postas que eran de grandes como pequeños guisantes, le dijo al mi amo mostrándoselas por delante de su hocico: ¡Mira Manín, esto ha sido lo que asesinó a tu chivo!). Hallábame yo detrás de ellos a media penumbra, por eso no pudieron ver cómo todo mi cuerpo temblaba, y mis mexiétchas (mejillas) se encendían como las mismas brasas cuando el viento las apuxa (atiza). Quizás si fuese a pleno día, me hubiesen sacado la verdad al descubrir yo mismo por mis síntomas externos la mentira, pero la noche, encubridora de toda claridad que profané sus negras vestiduras, me ayudó a ser firme e inamovible de mi primera mentira. Convencido mi amo de que le había engañado, acercose a mí con el candil en una mano, y llena su despreciable alma de ira, y enloquecida venganza, con la otra su mano, atizome un fatáu de morráes (varias galletas, tortas, guantazos) que dieron con mi cuerpo en el suelo, y antes de que yo pudiese huir del peligro que me rodeaba, levantome del suelo con la misma mano que tan vilmente me castigara, y a la par que alumbraba mi rostro donde la abundante sangre que manaba de mi nariz lo embadurnaba, me dijo mirándome con sus ojillos de bracu (cerdo) donde la maligua ira en un brillo salvaje se enseñoreaba: ¡Ahora mismo me vas a decir hijo de perra y de republicano asesino, que el día que asesinaron a tu padre que era lo mismo que tu un embustero y un

bandido, te tenían que haber envenenado a ti, para que no pudieses hacer el mismo mal que hizo tu condenado padre, vamos, dime quién fue el que disparó contra mi chivo, dímelo pronto o terminaré contigo! Y al tenor que esto me estaba diciendo, su dura mano caía una y otra vez sobre mi rostro, y fue entonces cuando aquellos hombres de entre sus manos me arrancaron, pues al no hacerlo, quizás aquella bestia humana, que había luchado en defensa de la (PAZ DE ESPAÑA) fácil me hubiera asesinado, como seguramente acostumbrado debía de estarlo, al haber practicado tal demoníaco proceder, con otros indefensos inocentes, de los miles que asesinados fueron en Nuestra Patria, por cobardes, dañinos y miserables hombres, como lo era mi despreciable amo. Fue curado con agua fresca mi amoratado y sangrante rostro por Antonón de la Cuandia, que me aconsejaba cariñosamente, les dijese lo que con el cabrón me había en la montaña sucedido, y que no tuviera ningún miedo de contar la verdad que se buscaba, pues ella misma me protegería de quien me hubiera amedrantado para que no le delatara. Cuéntanos hijo si fueron los huidos quienes al chivo le dispararon, ya que nadie más que ellos pudo hacer tal cosa, y ten presente que si no nos lo dices ahora, mañana vendrán los guardias y ya verás cómo con ellos no puedes seguir negando. Díjele a Antonón el de la Cuandia, que yo estaba dormido, y que me desperté cuando sentí al cabrón bramar desesperado al tenor que bajaba rodando por entre los peñascos, siendo aquello todo cuanto yo había visto y oído. Volvió otra vez ya más sosegado mi amo a insultarme y amenazarme, y a la postre me ordenó que abandonara su casa, pues él no fartaba bribones que lejos de cuidar su rebaño, permitían que personas tan canallas como yo lo era se lo asesinaran. Marcheme de aquella casa de noche, maltrecho mi cuerpo y deshecha de sufrimientos mi infantil alma, sin más

pertrechos que los que llevaba a costillas, que eran los únicos que poseía, y que constaban de un mono de caqui hecho de la guerrera de un soldado, con más remiendinos que de plumas tiene una gallina y de todos los colores que imaginarse puede, calzado con unas alpargatas de esparto donde los calcaños se asentaban en el suelo y los dedos lo mismo hacían por no quedar de las alpargatas nada más que la parte del centro. Por primera vez desde hacía varios meses que Pelayu era o mejor dicho había sido compañero inseparable de hambres y fatigas, de juegos y caricias, de largas soledades entre ambos repartidas, por primera vez digo, mi fiel compañero ya no me seguía, me traicionaba el muy ladino por unas piltrafas que de vez en cuando aquellos hombres que carniceraban en el cabrón, le arrojaban en el empolvado suelo de la corralada, para él valía en aquellos momentos más la asquerosa pitanza, que todo el cariño que yo pudiera brindarle, ya no se recordaba el muy desagradecido de que yo repartía con él a partes iguales la escasa comida que para mi sólo me entregaba el llabascón (cerdo grande) de mi amo, en una palabra, Pelayu era un desagradecido y egoísta, propiedad que en mayor o menor cuantía, va fusionada en el instinto de todo ser mamífero de la Tierra. Llegué aquella primera noche de mi vida, que había sido maltratado, insultado, golpeado, pisoteado, arrastrado y ofendido a tan gran profundidad y altura, que dudo que a mis años en todo el mundo, a nadie le hubiera sucedido tan inhumana atrocidad, cuento yo, que hice mi entrada en la casa de mi madre, que en la sazón se encontraba trabajando en una alejada aldea, en el caserío de otra viuda que su marido había sido asesinado en el cementerio de San Salvador de Oviedo la misma noche y en el mismo paredón que fusilaran a mi padre, así pues, hallábame yo sólo en casa y eso enormemente en aquellos momentos me alegraba, pues si mi madre hubiera

estado en la casa, le haría sufrir aviñonándome yo de pena, y quizás ocurriesen peores cosas, ya que mi madre era, y aun sigue siendo, y Dios me la conserve muchos años, pues fue lo mejor y lo único que he tenido en mi existencia, mujer de duro carácter, intrépida y valiente hasta no tener el más pequeño temor, de pelearse ella sólo contra todos los moradores de la aldea. ¡Cómo mi madre, nacen en un siglo pocas mujeres! Al día siguiente que era domingo, y por tener en la parroquia a que pertenecía mi aldea, un cura que para demonio había nacido, ya que el muy condenado había conseguido de las autoridades una ley, que no se quién se la había fabricado, pero el caso es que existía, y condenaba a todos los vecinos a oír la Santa Misa, y a no trabajar ni en las tierras, ni en los prados, ni en nada, bajo pena de una multa que la ley considerara justa por ser injusta. Como yo ya no tenía trabajo, pues cuidar los ganados estaba permitido, y aquel gochu de mi antiguo amo desde aquel día tendría que hacer el trabajo que como un miserable esclavo yo le hacía, me levanté tarde del único xergón de fuéa (jergón de hoja) que en la casa había, que lo había industriado de unos sacos, porque todo cuanto poseíamos que era bien poco, al terminar la guerra el honrado vencedor nos lo había robado, y no contentos con esto, todavía fusilaron a mi padre, acusándole de haber robado grandes cantidades de dinero, de haber hecho esto, lo otro, y lo demás allá, y todo porque se le querían cargar cuatro caciques, como se ha hecho en todos los lugares de mi Patria buena. Noté que me dolía el rostro y que le tenía ensangrentado, no pude mirármelo al espejo. porque éste era un lujo que en mi casa no existía, así pues, me fui hasta el río que por detrás de mi casa pasaba, y me lavé como mejor pude, secándome después a las sucias y ásperas mangas de mi mono, y sin desayunar nada, porque en la casa no habla ni la más mínima consolación de comida, me dirigí a oír la

misa, ya que yo de pequeñín era muy creyente y religioso. Estando yo enredando (jugando) con algunos otros guaxinus (niños) de mi aldea, en espera que tocase la última campanada para entrar en la iglesia, vi llegar la pareja de la guardia civil y un vuelco de temor revolvió mi ánimo, que casi consiguió ordenarme que saliese corriendo, huyendo pronto de aquel nuevo peligro que me acechaba. Sin embargo no lo hice, porque o no era lo suficientemente valiente, o lo necesariamente cobarde para hacer tal cosa, lo cierto es que cesé de jugar y me quedé mirando para ellos, lleno de temor, de tristeza, de pena. Preguntaron a alguien quién era yo, uno de mis vecinos me señaló, entonces los guardias me llamaron, y yo hacia ellos avancé, cabizbajo, temeroso y desamparado, igual los niños que los vecinos me miraban sin urniar (decir) palabra, muy posible muchos de ellos, tanto fascistas como rojos, vencedores o vencidos, sintiesen una profunda pena al ver aquel niño, desventurado e inocente ruina que dejó la vil venganza de la posguerra, avanzar sin protección ni cariño de nadie hacia los guardias, al fin llegué junto a ellos y me los quedé mirando, no me gustaron sus rostros, que me parecieron dos demonios, entrambos se quedaron mirando unos momentos en silencio mi rostro, en el que se podía leer la despreciable cobardía y nefastosas intenciones, que se enraizaban en el podrido sentimiento de mi amo, pude comprobar que esbozaban una tenue sonrisa, y no pude descifrar, si era que les alegraba observar el sello del martirio anclado en mi cara, o si por todo lo contrario, me dedicaban un consuelo de lastimosa consideración. Qué enano era yo físicamente en aquella lejana y para mi inolvidable, desgraciada y maestrosa mala época, si desde mi distancia también en el momento mi señora prisionera, proyectó mi mente siempre libre, como el misterioso dios que en cada mente humana vive, cuento yo que si me observé ante toda aquella gente, asustados los unos, hartos de

maltratos, satisfechos los otros, por formar parte del mando, e indiferentes los restantes por no contar nada en ningún bando, digo que si me vi tan insignificante en mayor cuantía todos cuantos me rodeaban eran, ya que ninguno de ellos optó, en defender a un niño inocente y lleno de temor, que no había cometido más delito que el matar sin querer a un chivo, que era menos cabrón que todos aquellos papalbus humanos. Uno de los guardias con el mosquetón en la mano, me acarició mi corta y jamás peinada cabellera, pues nada más que tenía dos dedos de larga, mi madre me la rapaba al cero para que los abundantes piojos en ella no sembraran la descendencia de sus miserias, y a la par que esto hacía tan despreciable celador de una ley muy poco justiciera, con palabras que pretendían ser cariñosas y amables me dijo: —Ya veo por las caricias que luces en tu rostro, que con todo merecimiento y sin ninguna duda el señor Manín te ha hecho, que eres un niño rebelde, desobediente y malo, que te niegas a decir la verdad, y por lo tanto por todos estos endemoniados pecados irás al infierno, así es, que si ahora mismo no me dices quién fue el que disparó contra el chivo de tu amo, yo también tendré que castigarte. En esto estábamos el guardia y yo rodeados por los vecinos que no decían ni pío, cuando hizo acto de presencia el señor cura, que relevando a la autoridad de su palabra no así de mi persona, me aconsejó apoyando sus frases en la Divinidad de Señor, para que les contase la verdad que me liberaría de todos mis sufrimientos. Díjele al cura lo mismo que al guardia que yo estaba dormido, y que sólo me había despertado al oír al chivo berrar a la par que bajaba por entre los peñascos rodando. La ruda mano de aquel guardia, que seguramente había sido toda su vida un rústico campesino y que la guerra le había liberado de tan honrado lugar para colocarle en el más delicado de los

oficios, como es el de servir con dignidad a la Justicia, cuento yo que aquella pesada mano de aquel hombre que pensaba que las personas había que tratarlas como a las bestias con las que él hubiera vivido siempre, dejó de acariciar mi cabeza y sus dedos se aferraron como si fuesen fuertes murgazas (tenazas) a una de mis uréas (orejas), y sonriéndose como si me estuviese el muy hipócrita acariciándome, a la par que me rogaba que le contase la verdad, me apretujaba con tal fuerza, que el dolor que me inyectaba me hacía ver todas las estrellas. Creo que lo que más le molestaba aquel cobarde representante de la ley, no de la Justicia, era que yo, que la vida ya me había forjado en saber llevar el sufrimiento, ni llorara, ni gritara ni menos me quejara de nada, por eso el infame seguía despiadamente con todas sus fuerzas apretándome, aun es hoy el día, que cada vez que me recuerdo de aquel momento mi oreja se pone tan rápidamente colorada, que hasta me molesta el calor que alumbra. Así en este atroz sufrimiento yo me debatía, sin que nadie de los allí reunidos por mí intercediera, dentro del horripilante dolor que me producía aquel estrapayáu d'uréas (retorcimiento, aplastamiento de orejas), cuando llegó mi madre ante la concurrencia, pues como era domingo, bajaba la pobre de aquella aldea donde toda la semana había estado trabajando, trayendo encima de la cabeza una manieguina (cesta) llena de viandas que en el caserío le habían dado a cuenta de su esfuerzo. Cuando mi madre me vio a mí, en tal escarnecimiento, tiró la manieguca al suelo, y llena de una fuerza airada que la multiplicaba, se acercó tan randa como una centella hasta mi verdugo y arrancándole el mosquetón de un fuerte tirón de entre su mano, le pegó con él tamaño golpe encima de sus costillas, que dio con él como si se tratara de un muñeco de trapo en tierra. Antes de seguir con esta cierta historia, voy hacer un inciso, para describir muy someramente cómo era mi madre en aquella época.

Era joven, aun no llegaría a los cuarenta años, y a pesar de su juventud, ya había perdido la pobrecita dentro de los mayores sufrimientos que se puedan imaginar, a dos hijos que luchaban en la guerra, a su marido que fuera fusilado y a todo cuanto poseía. Mi madre como perteneciente a la más ancestral raza astur, era rubia, con el pelo del color de la miel, o de la escanda sazonada, tan abundante lo tenía, que cuando lo llevaba suelto y se acuruxaba (agachaba) le tapaba todo su cuerpo como si lo cubriera con una preciosa manta. Sus ojos eran a veces tan azules como el transparente cielo de una mañana de primavera, y en ocasiones eran tan verdes como los mismos campos de nuestra aldea. Era tan pura y recia como la misma madre naturaleza, inamovible en sus decisiones, honrada y justiciera. Era una auténtica astur procedente de la primera raza que pobló las ubérrimas montañas de mi noble tierra, y no una mistificación como somos hoy en día más del noventa por ciento de las gentes asturianas, enraizados con todos los colonizadores de nuestra tierra. Mi madre enojada era una invencible fiera, y tranquila y serena, era tan hermosa y dulce como incomparablemente lo es mi asturiana tierra. Y ya dicho con suficiente claridad como era esta excepcional mujer, vuelvo a centrarme en el desaguisado que mi madre justicieramente preparara, con una valentía y decisión tal, que dejó a todos perplejos y anonadados, pues el guardia que en posición ridícula espanzarrado moraba en el suelo, desde tal lugar miraba con ojos desorbitados a mi madre que con el mosquetón en la mano y a la par que se lo arrojaba con fuerza y mala sangre contra su pecho le decía: ¡Yes un llimiagu, lu mesmu que toes istes xentes que conxentíen, qu'dellantri de la mesma ilexia del Faedor, y'en prexencia d'isti cura escosáu de coyones ya xusticieres razones, lú mesmu que tous vuexotrus que sois una cabaná de baldreyus, que tu que yes un cachiparru, martirizares a isti nenín pequenu, ya

s'ístu faedis con miou fíu qu'entavía 'l probitín non sabe dúnde come, ¿qué faeredis con les prexones mayores? (Eres un rastrero baboso, lo mismo que todas estas gentes que te consienten, que delante de la iglesia de Dios y ante la presencia de este cura que no tiene ni cojones, ni justicieras razones, lo mismo que todos vosotros, que no sois nada más que un rebaño de cobardes, que tú que no eres nada más que un parásito martirizaras a este pequeño niño. Y si esto haceís con mi hijo, que todavía el pobrecito no sabe de dónde come, ¿qué hareis con las personas mayores...?). El otro guardia que sin lugar a dudas parecía un hombre con mejores sentimientos que el gusano que me había martirizado, intentaba sujetar a mi madre propinándole palabras que le aconsejaban que no complicara más las cosas, mientras que su repugnante compañero se levantaba del suelo, y ya con el arma entre sus manos, la enarboló por encima de su cabeza en amago de dejarla caer encima de mi madre a la sazón que con una inquina maligna y cobardosa le decía: ¡Si fuese usted un hombre, ahora mismo le partía la cabeza en dos para que al final de su existencia comprendiera usted, que el deber de todo ciudadano es respetar a la ley! A lo que mi madre le respondió de la siguiente manera: —Si you fora un home, a usté había qu'allevantalu dóu tá, p'ancuandiálu debaxu tierra, que ye 'l llugar quéi cuerresponde a la xentuza baldreyante comu ye usté. Ya tocante a la ley que reprexenta, que ye tan betchá de maldáes comu usté mesmu, pásula you ya toes les prexones decentes pente les piernes ya mexamus per echa. ¡Perque isa lley que tantu cacaréa achuquinóu ya t'achuquinandu a fatáus d'iñocentes, sin respetar nin al vietchu que t'encantu la xepoltura, nin al xoven qu'entavía non golióu 'l tafu de papalbus ya rapiegus que tienen tous los comedores que la endubiechan y'esmarachen! (Si yo fuese un hombre, a usted había que levantarle del lugar donde se

encuentra para enterrarle bajo tierra, que es el sitio que le corresponde a la gentuza cobarde como lo es usted. Y tocante a la ley que tanto cacarea, que está tan rica de maldades como usted mismo, la paso yo y todas las personas decentes por entre las piernas y meamos por ella). (¡Porque esa ley que usted representa, ha asesinado y está asesinando a muchos inocentes, sin respetar ni al viejo que ya se encuentra al borde de su sepultura, ni tampoco al joven que todavía no se ha olido, el característico mal hedor que emana de los comedores, indeseables y ladrones que la han hecho, así como ustedes que atropelladamente obligan a punta de pistola y látigo a que se cumpla!). Aun puedo ver en los rostros de todas aquellas gentes que nos rodeaban, desde esta asquerosa celda donde viviendo el presente que me aprisiona en esclavo de unas injustas ordenanzas, mi mente desdoblándose en dimensiones pasadas, añora con tristezas y alegrías, las primeras alumbradoras fuentes de toda mi desgracia. Sí, veo los ojos asustados de algunos de mis convecinos, que al escuchar aquellas graves y acusadoras palabras que mi madre airada, enloquecida y por toparse en su justo desquiciada, le decía a aquel guardia que tan cobardemente la amenazaba. Sí, veo como todos ellos con tristeza pensaban, que mi madre no iba a salir de aquel asunto bien librada. Pues en aquellos tiempos por menor delito, al paredón de fusilamiento llevaban a personas más recomendadas. Vi los ojos de aquel guardia ruin y rastrero, vilos cómo se llenaban de una alegría satánica, quizás en otras ocasiones ya por él vivida, cuando a tantos inocentes martirizaba o asesinaba. Vi cómo dejó de amenazar a mi madre, cómo colgó el mosquetón de su hombro, y metiendo la mano sonriendo canallescamente en su macuto, sacó unas relucientes esposas con las que se disponía a encadenar a mi madre en el lleldar (acaecer) que le decía:

—La voy a llevar a usted y a su hijo detenidos hasta el cuartelillo, y allí, le enseñaremos a usted a respetar la ley y el orden, ya verá usted cómo cuando nosotros la dejemos, no se le ocurrirá jamás ofender a la ley y al régimen, ni aun en su propio pensamiento. Y en cuanto a su cachorro, que parece ser tiene su misma casta, también le enseñaremos a decir la verdad aunque tengamos que arrancarle la lengua. Fue entonces cuando uno de los dos principales caciques de la aldea, que también ye menester que cuando encarte les diga cómo eran, le dijo al guardia con palabras amenazadoras: ¡Dexe tranquíl ista muyer ya 'l sou fíu, pos güéi mesmu vou cuntaye you 'l sou xefe la clás de guardia que ta fechu. (Deje tranquila a esta mujer y a su hijo, y hoy mismo le voy a contar a su jefe la clase de guardia que está hecho, que se ha dejado desarmar por una mujer cuando cobardemente usted martirizaba a su hijo, poco puedo poder yo si no le hago catar covixu noitre ufixu (oficio), perque nisti de guardia paeme amindi que nun ten llixa (arte, valer, etc.). La fuerza y poder que tenían aquellos desalmados caciques en aquellos tiempos de desalmados vivires, achindi mesmu xuntu lus mious güétchus (allí mismo frente a mis ojos) quedaba bien claro, porque aquel guardia aviñonáu de miéu (lleno de miedo), se justificaba rastrera y servilmente pidiéndole perdón aquel hombre que no había sido en toda su vida nada más que un verdadero canalla, per ístu miou má noxá fasta cuaxí la llocura dista maneira le falóu (por esto mi madre enojada hasta casi la locura de esta manera le habló). —Lu que me faltaba per uyír, que tena que debéi cumplíus a isti baldrayu d'achuquín, que dexóu la nuexa 'ldina xemá de güerfaninus dexamparáus de la mán del Faidor ya de lus homes. (Lo que me faltaba por escuchar, que tenga yo que deberle favores a este cobarde de asesino que dejó la aldea sembrada de huérfanos desamparados de la mano de Dios y de los hombres). ¿Nun foste tóu sou banduerru de lus enfermus el que

denuncióu 'l miou home paque me l'achuquinaren na cárxel d'Uviéu? (¿No has sido tu comedor, canalla de los infiernos el que ha denunciado a mi marido para que me lo asesinasen en la cárcel de Oviedo?). ¿Ya con lus fíus de Manolón el Gocheiru...? ¿Qué foi lu que fixiste conechus baldrayán? Que yeren un par de rapazus más bonus qu'el pan d'escanda qu'enxamás fixerun mal a naide, ya cundu taben per aquíndi de millicianus, ya tóu t'encovaxabes fugáu per les branes, tóus xapiemus na cabana que t'empayaretabes, ya tantu nuexóitres perque yeras veicín comu aquechus ñocentinus rapazus qu’achuquinasti deximiémuste xempre pa que nun te prendieren. Que fatiquinus forun lus probetayus rapazus, y'anxín pagarun con las sous vides les sous fatezas, pos se te viexen deñunciáu, nistes gores tabes fechu 'n meruxéiru de merucus, xustamente lu que yes, y'echus taríen vivus al lláu de lus sous pás. (¿Y qué has hecho con los hijos del Cerdero?, que eran un par de mozos más buenos que el pan de escanda, que no han hecho más mal los pobrecitos, que cuando fueron al servicio militar por la quinta; y estuvieron por estos contornos de milicianos, mientras que tu andabas por la braña huido, y sabiendo nosotros en la cabaña donde te refugiabas, no te hemos denunciado porque eras nuestro vecino, aunque tuvieras la idea política que te diera la gana, que no debe de ser ninguna, porque te parió tu madre canalla desde la entraña, pues como te estoy diciendo, tanto aquellos grandes rapazos como nosotros, te olvidábamos siempre para que nunca te cazaran. ¡Qué tontos fueron aquellos pobres y desgraciadinos muchachos, y así pagaron con sus vidas sus tontezas, pues si te hubiesen denunciado, a estas horas, tu estarías hecho una verbena de gusanos, que ni más ni menos es lo que eres, y ellos estarían vivos al lado de sus desesperantes padres!). Todos escuchaban a mi madre silenciosos y asustados, considerando algunos con tristeza, que mi madre se

había vuelto turulata (loca) para atraverse a manifestar acusadoramente ante los guardias, el cura y el pueblo, lo que todas las gentes de la aldea sabían que era cierto, pero no se detuvo mi madre en el acuse que le hacía aquel villano de todas sus bellaquerías, pues al no encontrar nadie que la importunara, siguió con su palabra y con igual fuerza mortificándole de esta manera: —E nus tiempus d'endenantes, cundu lus roxus mandaben lu mesmu que vuexotrus facedis nagora, non trañia l'esquilona de l'ilexa p'axuntanus en conceyu p'uyír la misa tres el cura, perque pieschada taba la casa del Faidor, ya con lus curas lus roxus nagua querían, peru a pesar de tar tan lexus del Faidor, a naide s'achuquinóu n'aldea, ya se morrierun un par de rapazus, fói nel frenti, peru nagora que tenemus l’ilexa 'l entestate, y'un cura que coyius de la man quiér chevanus a tóus pel atayu de non sei que Dios, ya non sei que cielu, pos con tou isti telar, entremedáu de cures, ya caciques comu lu yes tóu, de confexones, mises ya xermones, achuquinasteis n'aldea 'n poucus dies, más xentes que de mala manera, enxamás de lus xamases en Asturies murrierun. Se tóu xupiés so lladrón achuquinante, lu mesmu que toes istes xentes que m'acorrelan, lu que you tenu xufriu nes comunicaciones de la muerte que se encaldaben na cárxel d'Uvieu, dúnde 'l miéu ya 'l espavoríu facien fuercia, únde 'l fríu enxenebráu la entraña te queimaba, únde les chárimes esbocáes en el glayíu xapoixaben, atristeyáus ya dollores qu'eszarapicaben, tous lus xentíus de cuantus escuchaban. Non puéu apoixar de mious videtches, lus güeyus enfervecíus de aquechus homes, qu'agoxáes allumbraben engafuráes chárimes, con les manes tembluqueántes per el miéu, acoyendu con desesperación las rexes de fierru, que non lus dexaben en postreira vez, abrazar a la sou muyer ya lus sous fíus, qu'ameruxáus de cariñu, ya betcháus de dollor, choraben ya glayaben, xiringáus per el amore que profexaben naquel

home, que yera 'l pá de lus fíus, el mantín desous quereres, y’l caidonal del sou llare. Naide algamía per mor de aqueches rexes de fierru entemedades, falagar cómu postreira despedida, a la muyer nin al home, nin lus pequeninus fíus, que güerfaninus naquecha nueche diben quedaré, perque banduerrus baldreyus lu mesmu que tóu, lus deñunciaben y'acusaben de faer fatáus de couxes, que ni nel xoñéu lus probetayus dacuandu lleldaren. Tóus nun mirabamus atristeyáus per debaxu la borrina qu'acobertoriaba lus güeyus encarnispáus pe les chárimes, ya lexus de falanus tantes couxes, nel tiempu tan escosu que nus daben, esfaíamonus en playíus choramiqueirus llastimeirus e nes fanes más mortales. Enclicáus tous per un dollor que nes entrañes esquiciáu t'esgarduñaba, tabamus fatáus de xocenes muyeres que güéi toes viudes y'esgraciaínes semos, enlloquecides y'engarrinchades a les rexes que a la llibertá ya la xusticia trincotiaben. Nagua podiamus decinus, perque la pallabra afogábase na conguetcha qu’el alma esfaída pe la tristieza sacupaba, sous penares nel gargüélu, a munchus el dollor añuedábayes el celebru con tal prietura, que esmurgazábanse col xentíu perdíu nel enllabanáu xuelu. Alcuérdume comu s’agora mesmu fora, ya xamás de lus xamases tal desxusticiáu, endiañáu, baldreyóuxu ya chuquinamientu de xentes abondes d'eches tan iñocentes comu isti rapacín, que la mesma lley qu'achuquinóu a suo padre, martirizóulu a él, ante 'l cura, que mangonéa la mitá la aldea, y'isti banduerru de cacique dumeña entrambas partes, ya tous voxoutrus qu'empaparáus per el miéu, olvidósebus defender tou lo güenu per lu que lus vuesus homes llucharun ya morrierun ¡Sin alcuerdume d'aqueches canallesques comunicaciones que se lleldaben na cárxel d'Uvieu, ya non esborraránseme de les mious vidatches metantu que la vida me acompañe!

(En los tiempos ya pasados, cuando los rojos mandaban lo mismo que vosotros hacéis ahora, no tañía la campana de la iglesia, para llamarnos y rejuntarnos a todos en fraternal comunidad, para escuchar la misa detrás de un cura, porque cerrada estaba la Casa de Dios, y con los curas los rojos no querían saber nada. Pero a pesar según parecía de que se encontraban muy lejos del Hacedor, a nadie asesinaron en la aldea, y si han muerto un par de jóvenes, ha sido luchando en el frente. Sin embargo ahora, que tenemos la iglesia siempre abierta y un cura que asidos de la mano, quiere llevarnos a todos por el camino más corto para alcanzar, no sé a qué dios, ni tampoco a qué cielo, pues con todos estos sucederes que ahora están pasando, entretejidos por los curas, y por caciques como lo eres tú, de confesiones, misas y sermones, habéis asesinado en la aldea en pocos días, más gentes que de mala manera, jamás de los jamases no contando estos tiempos, en todo Asturias han muerto. Si tu supieras so ladrón y asesino, lo mismo que todas estas gentes que nos rodean, lo que yo he sufrido en las famosas comunicaciones de la muerte que se hacían en la cárcel de Oviedo, donde el miedo y el pavor, hacían fuerza, donde el helado frío que el temor producía, al mismo tiempo las entrañas te quemaba, donde las lágrimas deslocadas en gritos lastimeros se posaban, haciendo tristezas y dolores tan inmensos, que despedazaban todos los sentidos de cuantos escuchaban. No puedo apear de mi cerebro los ojos enardecidos de aquellos hombres, que a cestadas alumbraban envenenadoras lágrimas, y con sus manos temblorosas por el miedo, cogían con desesperación las rejas de hierro, que les prohibían por última vez, abrazar a sus mujeres e hijos, que llenos de cariño y ricos de dolor, lloraban y gritaban desesperadamente, movidos por el amor que profesaban a aquel hombre, que era el padre de los hijos que quedarían ya para siempre

desamparados, el amante esposo de sus quereres, y el fuerte guía de sus lares. Nadie alcanzaba por la causa de aquellas rejas de hierro fuertemente entretejidas, halagar como última despedida, a la mujer ni al hombre, ni a los amados y pequeños hijos, que huerfanitos aquella noche si iban a quedar, porque indeseables cobardes lo mismo que tu eres, les habían denunciado y acusado, de haber hecho muchas y malas cosas, que ni en el sueño los pobrecitos, jamás ni habían pensado. Todos nos mirábamos entristecidos, por debajo de la niebla que nublaba los ojos enrojecidos por las lágrimas, y lejos de hablar de tantas cosas en el tiempo tan corto que nos daban, nos deshacíamos en lamentos lastimosos, que nos precipitaban en los abismos más mortales. Agachados todos por un dolor que en nuestras entrañas enloquecido sin piedad las arañaba, estábamos en aquella triste ocasión, muchas jóvenes mujeres que hoy todas viudas y desgraciadas somos, enloquecidas y agarradas con desespero a aquellas rejas, que a la Libertad y a la Justicia pisoteaban. Nada podíamos decirnos, porque las palabras ahogábanse en la garganta, que el alma deshecha por la tristeza, vertía en ella sus penares. A muchos el dolor les aprisionaba el cerebro con tal fuerza, que se desvanecían privados del sentido entre las losas que poblaban el suelo. Recuerdo como si ahora mismo estuviese sucediendo, y nunca jamás, tal injusticia, endiablada cobardía, y canallesco asesinamiento de gentes, muchas de ellas tan inocentes como este pequeño, que la misma ley que asesinó a su padre, le está martirizando ahora, precisamente ante la presencia del cura, que es el dueño de la mitad de la aldea, y de este indeseable de cacique, que domina entrambas partes, y de todos vosotros que llenos y dominados por el miedo, os olvidasteis de defender todo lo bueno y hermoso, por lo que vuestros hombres lucharon y murieron). (¡Sí recuerdo aquellas canallescas comunicaciones que se hacían en la

cárcel de Oviedo, y que ya nunca podrán borrarse de mis sienes, mientras que la vida me acompañe!). Recuerdo perfectamente cómo todas aquellas gentes escuchaban a mi madre entre asombrados, y compasivos, entre temerosos avergonzados y ofendidos, y quizás hubiesen escuchado muchas más injusticias que habían hecho no los caballeros y valientes soldados, que denodadamente lucharon hasta conseguir la victoria, ni tampoco las juventudes que militaban en el partido triunfador, sino las gentes maduras, caciques que habían conservado la vida en entrambos bandos, que llenas de un odio vengativo y endiablado, habían hecho ellas más muertes criminales en la paz de la posguerra que todos los leales luchadores de enemigos bandos. Digo yo que mi madre con su cordura de mente les hubiese seguido acusando, si el cura, muy oportuno y diplomático, como son todos los religiosos de carrera larga, no se ausentara sin decir palabra, y ordenara al sacristán que tocase la última campanada, para entrar a la iglesia con el fin de escuchar la misa. Y ahora diré, que mal dicho está que yo diga que el sacristán tocase la campana, porque no había tal campana, ni en la iglesia de mi aldea ni en ninguna otra en todo el valle, ya que los rojos, se las habían llevado todas, no sé con qué fin ni propósito, como tampoco puedo comprender porque quemaban los santos que jamás les harían ningún daño, y dejaban con vida a indeseables como los caciques asesinos de mi aldea. Lo cierto es, que como campana de la vieja iglesia de mi aldea, había un trozo de raíl colgado del pórtico con una alambre, donde aporreaba el sacristán, con un martillo medio deshecho de los de cabruñar la guadaña. Nada más que el toque comenzó hacerse sentir, fueron las gentes desfilando tras la llamada de la postrera campanada, sin que nadie se osara replicarle a mi madre ni tan sola una palabra, bien fuese de desagrado o de conformidad con cuanto había enardecidamente manifestado. Todos se adentraron en la casa del Señor

donde yo creo, que si el Nazareno pudiese apoixase (apearse) de la Cruz, no dudo que a todos ellos una tocata de barganazus les esfargayara. (Paliza de palos que en ellos prodigara). Dejó mi madre de reñir a voz en grito, pero siguió haciéndolo muy quedadamente, a la par que con gran remango recogía su cesta, que colocándola esta vez debajo el brazo, nos encaminamos para nuestro lar, mientras que aquellas gentes, culpables unas e inocentes las otras, le rogaban a Dios, los unos por sus pecados monstruosos ya cometidos, que en El no habían pensado cuando los ordenaban, los otros, quizás le pidieran paz y prosperidad para ellos, sus cosechas y ganados, pero Dios no escucharía ni menos ayudaría, ni al pecador tal vez arrepentido, ni al inocente libre de pecado, y lo sé por propia experiencia, porque yo, tantas veces le he llamado, suplicado y rogado, siempre a cuestas con el temor, la miseria y el desprecio que el mundo en mi había sembrado, y jamás El se dignó ni tan siquiera escucharme, porque si me hubiese escuchado, y no remediara con prontitud ni nefastoso sufrimiento, yo diría ya sin el menor equívoco, que el Dios que todos tememos y adoramos, no es nada más que un diablo. Y esto sin lugar a dudas es así, porque Nuestro Señor está harto de nosotros hasta la misma coronilla, y por eso pensó ya en inmemoriales tiempos, que o liquidarnos a todos, y olvidarse sin pena y con prontitud del mal invento que había industriado, o dejarnos vivir a nuestro aire, sin preocuparse ya para nada de nuestros haceres, hasta que la muerte nos lleve a su presencia. Caminaba yo detrás de mi madre, sujetándome con la mano mi dolorosa y sangrante oreja, que más doloroso sufrimiento me había reportado, cuando aquel imbécil y canalla de guardia me la había retorcido, que si me hubiesen molido todo mi cuerpo a palos. Llegamos a la postre a nuestra humilde casa, y siempre sin parar de reñir mi madre, de maldecir y de amenazar, estongóu 'l llar (limpió la cocina) de

añejas cenizas, y con la rapidez con que ella solía hacer las cosas, tizóu ‘l fuéu (prendió el fuego) y después, puso un cazo lleno de agua con sal y unas hierbas (que ahora no sé cómo se llaman, pero que son muy buenas para las heridas) a hervir, y mientras que hervía, s'encaldóu nel trabayu de pulgar patacas (se hizo en el trabajo de mondar patatas), de las que había traído de la aldea de donde venía. Cuando el agua estuvo en su punto, que fue en el momento que ella terminara de aliñar las patatas ya listas para ser fritas, se dispuso mi madre a curarme, y al tenor que lo estaba haciendo, y viendo yo en su rostro retratado el cariñoso sufrimiento que por mí sentía, ella como siempre intentando disimular toda emoción, me preguntó dando muestras de un enfado cariñoso, ¿que qué era lo que había sucedido, o en qué líos me había yo alojado, para que los guardias me hubiesen puesto el rostro como un Ecce Homo? —Díjele a mi madre que el guardia no me había hecho nada más que estrapayáu l'uréa (deshecho la oreja), y que las otras heridas me las proporcionara el amo Manín, por las causas del condenado cabrón que ustedes ya saben. —Vi cómo las recias manos de mi madre temblaban al tenor que a mis heridas con aquella agua milagrosa me lavaba, sentí cómo su voz enardecida juraba y perjuraba contra aquel Manín de los infiernos, al cual ella decía, le iba a colgar la foiz (hoz) del pescuezo. Dio por terminada mi cura y en instantes me preparó la comida, que consistía en un buen cazo de patatas fritas con grasa de tocino, un gran cantezu (pedazo) de pan de escanda, y un escudiecháu de lleiche con borona (taza de leche con pan de maíz), y ya fartuquín fasta ‘l rutiar (harto hasta el eructo), preguntele que si podía ir a dar una vuelta por la aldea, a lo que ella me respondió afirmativamente, recordándome con amenazas, el que non m'engarricra con lus oitres rapacinus. (Que no me pelease con los otros niños). Cuando me dirigía al lugar donde todos los chicos por costumbre teníamos de

reunirnos para enredar (jugar), en una de las callejas de mi aldea, me topé con Pelayu, que seguramente habría abandonado a su amo en el monte, por el extraño de no verme a mi como sucedía siempre. ¿Porque qué animal o persona con sentimientos nobles y cariñosos, podría vivir en la soledad del monte en la compañía de una repugnante bestia, como lo era Manín nuestro amo...? Viome primero Pelayu que yo a él le avistara, y casi estoy por asegurar, que me había olfateado antes de que yo desembocara en la calleja, donde él buscándose la vida por todos los rincones husmeaba. Porque yo jamás había visto a Manín, darle al pobre de Pelayu de comer nada, ya que Manín solía decir dándoselas siempre de razonero eficiente, que el perro no se le podía dar la esllaba óu llabaza de fregar lus cacíus (las aguas sucias residuos de lavar los cacharros de la cocina) porque estaban los bracus na cobil urniándu per llapalas (cerdos en el cubil gruñendo por tomarlas), que al perro lo único que se le podía dar, era aquello que no tuviese aprovechamiento para nada, como les llixes de les vaques cundu betchaban, de las uvées ya les cabras, óu cuallesquier oitra molicie que paque nún fediera menester yera encuandiála (como las libraduras de las vacas, de las ovejas y las cabras cuando parían, o cualquier otra porquería que para que no oliese mal, fuera necesario enterrarla). Vino Pelayu hacia mí envuelta su alma perruna por una gozasa alegría, pero me di cuenta con pena profunda, que no hacía tal acercamiento dentro del desenfado y gracial camaradería que en todas las ocasiones él conmigo usara, pues por primera vez mi buen Pelayu, para acercarse a mí, rastreramente se arrastraba, no era por el miedo de que yo le apaleara, ya que jamás ni de palabra le había ofendido, era sin duda porque se sentía muy avergonzado de haberme abandonado la pasada noche, cuando tan triste y solo me encontraba, y quizás más le necesitara.

¡Pobre Pelayu! ¡Qué alma más humana tenía, y a cuántos humanos, el alma de los rabiosos perros les dirigía! Me agabuxé (agaché) a su lado, envuelto yo por una sana, jovial, y angelical alegría, le besé su rostro varias veces entusiasmado, y acaricié con gozo su fino y sedoso cuerpo, y olvidándonos entrambos él de su cobardía y yo del rencor que pudiera por su gesto guardarle, nos fusionamos en un abrazo risueño y cariñoso, donde él dando pequeños ladridos por los que manifestaba su alegría y pena, me lamía una y mil veces las heridas que adornaban mis mexietchas (mejillas), y quizás se estuviese jurando, que aunque le costase la vida, nunca de mi lado se alejaría. Toda aquella tarde, estuve jugando al «llanque» y a la «palombietcha» con el único amigo de verdad que en la aldea tenía que se llamaba Muel. Pobre amigo mío, murió cuando apenas tenía veintiocho años, reventado por el más duro y esclavizante trabajo, que desde su niñez y en mi compañía, fustigados por el hambre y la necesidad, entrambos y dos a las severas órdenes de su padre, como serradores en casi todos los montes de mi Asturias, habíamos llevado a cabo, al final, su cuerpo ya deshecho, explotado y gastado, fue consumiéndose en la triste soledad del sanatorio del Naranco, donde murió devorado por una tisis galopante. Tenía Muel dos o tres años más que yo, y sin embargo éramos los dos de la misma estatura, y empezamos a serrar madera manualmente los dos en el mismo día, teniendo yo en la sazón, tan sólo trece años, fue nuestro maestro su propio padre, y nos trataba como nadie se puede imaginar, ya que no había día, que no nos untara ‘l focicu (nos azotaba) por lo menos un par de veces. No es que aquel hombre y excepcional trabajador fuese malo, no nada de eso, es que el pobre precisaba por fuerza mayor, para poder desarrollar el duro trabajo del serrador, que nosotros hiciésemos el trabajo de hombres y no éramos nada más que dos niños.

Digo yo que aquella tarde, le conté a mi amigo Muel, como había encontrado en la montaña la cueva de las armas, y así hablando de nuestros proyectos, acordamos que al día siguiente subiríamos hasta ella, para jugar hasta cansarnos con aquellos juguetes de verdad. Así es que a la oscurecida retornamos cada uno para su casa, saboreando por adelantado lo felices que al día siguiente habíamos de ser. Caminaba en pos de mí, tan contento y satisfecho como siempre mi buen Pelayu, sin preocuparse para nada de que él, era un esclavo de Manín, y no un ser libre que pudiese hacer lo que más le conviniese, pero al llegar a la esplanada donde asentada estaba la bolera, lugar clave donde se reunían todos los vecinos de la aldea, después que concluían sus trabajos, bien fuese para charlas y cambiar impresiones, o para jugar unas partidas a los bolos, como cuento, allí estaba Manín, en diálogo con unos vecinos, ya de retirada para su casa después de haber encerrado las cabras, cuando vio a su desleal Pelayu, que muy contento y moviendo con gran felicidad su rabo, me acompañaba a mí, como si yo fuese en vez de él su amo, dejó a su contertulio con la palabra en la boca, y cambiando su pacífica charla por la riña loca, embistiome a mi con ofensiva y pecaminosa palabra, al mismo tiempo que con la vara que portaba en su mano, descargó sobre el confiado Pelayu tal varazo, que a quedarse el pobre tan sólo un segundo condoliéndose del acuciante dolor que en su cuerpo se anidaba, seguramente que hubiese llevado sobrada ración de varazos, que fácil la dejarían sin vida in situ. Pero no hizo tal cosa mi buen Pelayu, sino que salió huyendo como alma que se lleva el diablo, lanzando en el aire ladridos, que yo creo que no eran por el profundo sufrir que le proporcionara el castigo, sino que en su lenguaje, seguramente maldeciría aquella bestia con figura humana, que era capaz de azotar despiadadamente a un inocente niño, o de asesinarle a él mismo, que no se encontraba con más

culpa, que de despreciar a su amo, por canalla y miserable. Y lo propio que Pelayu hizo, no lo dejé yo para más pensado, y a la vez que me perdía en la carrera, huyendo de aquel reptil repugnante y asqueroso, recuerdo que con rabia enloquecida yo le dije: ¡Fíu de put, baldreyu, llimiagu! (Hijo de puta, cobarde, rastrero, baboso..., etc., etc.). Pero miren ustedes por donde, estaba mi madre allí cerca en casa de una vecina hablando de sus cosas tranquilamente, cuando al sentir al Manín que me ofendía, al perro ladrar por la caricia que había recibido, y a mi insultándole poniéndole como un pingayu (de lo peor), salió mi madre de casa de su vecina, con todos sus muchos ánimos aviesporáus (envenenados, aguijoniantes), y cogiendo un palo que allí a mano había, bien seco y sudado, porque hiciera su servicio sirviéndole de mango a una fexoria (azada), se dirigió con extrema rapidez y silenciosamente al lugar donde Manín estaba, y sin decirle ni una sola palabra, empezó a darle palos con aquel formidable mango, que la suerte a Manín le cupió de que nuestros vecinos la detuvieran, porque sino, creo que le hubiese matado. «LA MULTA O EL REFORMATORIO» Al día siguiente, mi amigo Muel, yo y Pelayu, subíamos alegremente hacia la montaña, con locas ansias de llegar pronto a la cueva, con el infantil y firme deseo, de jugar hasta saciarnos con aquellas armas, recuerdo a mi querido amigo, futuro candidato al igual que yo, a la penosa esclavitud que como serradores nos aguardaba, la veo con su sana sonrisa, pintada en sus pequeños y vivarachos ojillos azules, acariciar una y otra vez, con una alegría inmensa aquellas armas, no existía para nosotros en el mundo, en aquellos felices momentos, nada que pudiésemos apreciar tanto, como aquellos mortíferos juguetes, de los que en la sazón, éramos los únicos señores y dueños, nos hallábamos fuera de la cueva, enredando

cada uno con su escopeta, y una canana repleta de cartuchos colgada del hombro a la bandolera, Pelayu, desentendiéndose de nosotros mitigaba su hambre cazando grillos y mariposas, o cualquier otro insecto que plugiérale y fuérale rentable para entretener su enflaquecido estómago. Después de cansarnos de hacer la instrucción marcando el paso con la escopeta al hombro, emulando a los soldados cuando hacían prácticas en nuestra aldea, yo le dije a mi amigo señalándole el lugar, que desde aquel mismo sitio, yo había tumbado de dos certeros disparos al cabrón de mi amo. Muel, sacando dos cartuchos de la canana y metiéndolos dentro de la recámara de su escopeta, me dijo que él también pudiera haberlo hecho, y para asegurármelo de que no marraría el tiro, me señaló una piedra rojiza que había muy cerca de donde muriera el chivo, y a la par que se ponía la escopeta en el hombro para materializar lo que había asegurado, me decía ilusionado: —¡Fíxate Xulín!, ya veras cómu la desfaigu nun fatáu de cachiquinus—. (—¡Fíjate Julín!, ya verás como la deshago en mil pedazos—). El doble disparo retumbó dentro del natural silencio de la montaña, como si se tratase de un ruidoso trueno de las tormentas de los veranos, las águilas y los cuervos, así como todos los pájaros y animales que moraban por aquellos aledaños, moviéronse de sus lugares, graznando las aves al levantar el vuelo, y quizás las alimañas agudizasen al oído para saber el peligro que pudiese traerles aquel espanto. Hasta Pelayu dejó su caza insectívora para ladrar desaforado, como si presintiera que otro cabrón había sido abatido, que le haría de nuevo volver a hartarse, o tal vez nos estuviese reprimiendo, queriendo con su lenguaje decirnos, que aquella xuxeante folixa (crecido ruido, alegría, juerga, etc., etc.) que tan amanicomiadamente entamábamos (enloquecido ruido que hacíamos) no iba a reportarnos buenos resultados.

Lo cierto fue que mi querido amigo Muel, no atinó a deshacer aquella rojiza piedra contra la que había disparado, y yo alegrándome por su fracaso, cargué con rapidez mi escopeta, me la puse en el hombro, y disparé contra aquel blanco otros dos disparos, tampoco pude yo hacer puntería, y él mofándose de mí, cargó de nuevo su escopeta con notoria alegría, a la vez que me aseguraba que de aquella no fallaría, volvía a disparar sin importarle para nada el tremendo culatazo que nos solían dar aquellos guerreros artefactos. Y así, una y otra vez, atenazados por un gozo y felicidad que nunca con tanta fuerza a nuestros juveniles espíritus había con entera libertad creado, disparábamos con alegría ilusionada contra aquel aproxetáu cuctu (enrojecida piedra), creyéndonos guerreros invencibles, o cazadores afamados. Muy posible yo me creyera un jefe poderoso, justiciero y honrado, que cada disparo que hacía, l'eszarapaba les vidatches d'uno de lus baldreyus homes, que habíen achuquináu ‘l miou padre. (Le deshacía las sienes de algunos de los cobardes hombres que habían asesinado a mi padre). Lo cierto fue, que tras de quemar veintitantos cartuchos cada uno, la piedra seguía en su sitio, y nosotros un poco desilusionados, hicimos un pequeño descanso, en el que acordamos cambiar de blanco. Disponíamos de nuevo hacer más atinadas prácticas sobre el rugoso y fuerte tronco de una encina, cuando Pelayu salió de junto nosotros y con apremiante prisa ladrando, contra un intruso que nos visitaba, guiado al parecer por el atronador ruido, que con nuestros alegrativos disparos formábamos. Era nuestro mal recibido visitador un rapazacu (mozalbete) que andaba por aquellos montes a la caza de la perdiz, que había endemasía nutridos bandos, que bajaban a veces hasta los sembrados d'arbeyinus y'oitres semáus (de guisante y otros sembrados) más alejados de la aldea, y ni el gran espantapáxaru tenía

llixa de xebrayus (espantapájaros tenía fuerza para espantarlos). Jerónimo se llamaba aquel jovenzuelo indeseable, que había heredado de su padre toda la cobardía y males tales, que muchas gentes de mis lugares, le estarían rabiosa y odiativa, despreciable y asquerosamente maldiciendo, hasta que el Hacedor les llevara de este mundo tan poco lleno de humanidades. Era hijo de este sujeto tan maldecido, cacique de mi aldea con vuelos tales, que no del todo satisfecho con enviar para el otro barrio algunos de sus inocentes convecinos, en el acaecer se dedicaba, a que a sus vecinos la ley, que había, muy moldeable para dar por buenas todas las denuncias avaladas por caciques facciosos como él, se ensañara con crecidas multas, que al no tener dinero la gente aldeana para satisfacerlas, tenían que vender parte de sus ganados, y sabedores los tratantes por ser lobos de la misma camada aunque con diferente collor (color), que los campesinos tenían que vender sus reses con abonda priexa (mucha prisa) para satisfacer aquellas multas antes que se enrodietcharen (enredaran) peores males, pues como cuento, aquellas aves de rapiña de tratantes, se unían todos de tal manera, que lograban desbaratar los mercados hasta tal punto, que más que comprar, lo que hacían, era robar dentro de la ley a los aflijidos y siempre maltratados campesinos. Al quedarse los desdichados aldeanos sin sus ganados, por la causa de aquellas multas, que la verdad era nadie sabía que era lo que castigaban, aquellas asesinantes multas que la ley les inxertaba (injertaba), que les hacía dentro del acuciante temor que en aquel lleldar (ácaecer) era aterrante, deshacerse de sus ganados para pagar tan diabólicas y desnaturalizantes sanciones. Y como los campesinos, por lo menos en todas las embrujadoras aldeas de mi melgueira tierrina (dulce tierra), y me supongo que tal sucederá en todas las aldeyuelas del mundo, sin ganados de tiro no pueden trabajar sus erus (tierras), tenían que por fuerza mayor, agen-

ciárselo aunque fuese dentro de las más viles condiciones, y así, el canalla de cacique de mi aldea, daba vacas, yegüas, cabras, y ovejas a la comuña (condición) que tan sólo el agobio de la desesperante necesidad hacíales aceptar, con lo que se condenaban a ser esclavos de un ganado que no era de ellos, siendo en la mayor parte de las ocasiones las ganancias completamente nulas, pues si una res se moría, se despeñaba, la mataban los lobos o la devoraba el oso, no la perdía el dueño, sino el comuñero, y así, de esta miserable forma, este canalla de cacique, explotaba vilmente a muchos campesinos que por imperativa necesidad, eran comuñeros de este indeseable asesino, que no había hecho la guerra en las trincheras, porque su cobardía era tan grande, que le había obligado a pasar toda la contienda escondido en los montes, y ahora que la guerra ya terminara, era cuando él verdaderamente la hacía, en la entristecida y enlutada paz que poseían las gentes de mis aldeas. ¿Cuántos despreciables seres como este nefasto individuo había en mi Patria... ? ¡¡Yo creo que honradamente debemos todos de reconocer, que había un par de ellos en cada aldea, y en las villas y ciudades me supongo que morarían muchos más!! Cuento que llegó el Jerónimo con su escopeta al hombro acompañado de su perro perdiguero ante la nuestra presencia, y ufanándose altaneramente quizás pensando que nos iba a hacer, lo que le diera la gana, nos dijo con apariencia muy enojada, al mismo tiempo que nos ofendía con sus palabras: ¡Haber decirme pronto, ¿dónde habéis robado estas escopetas?, si no queréis que vos falague ‘l llombu con ista bardiaca! (que nos moliera a palos todo el cuerpo con una vara que portába en sus manos). No despegó sus labios en el momento mi amigo Muel, porque el padre de aquel llabasquín (cerdo pequeño) era el dueño de los ganados de su casa, y por aquello de que el amo siempre, sin la razón con la ganancia anda, no le refutó

pequeña palabra. Pero yo que ya me había creído que aquel babayu de guaxón (farolero, fantasma de mozalbete) se iba apoderar de mis armas, las que yo creía que eran de mi entera propiedad, le dije sin miedo y desafiantemente, que aquellas escopetas eran mías, y que ni él ni nadie sería capaz de quitármelas. Entonces Jerónimo mirándome acusadoramente me replicó seguidamente con estas palabras que me condenaban: ¡Entonces... tu fuiste el que mató antes de ayer al chivo de Manín? ¡Si yo fui!, le dije envalentonado y poseído de una airada rabia, a la vez que le encañonaba con la escopeta y amenazándole firmemente le aconsejaba: ¡Fáinus el favore de dexanus nel nuexu antroxu, ya colar pel mesmu xeitu per únde sen chamate 'llegasti, se nun quiés que faiga nel tou ventrón, el mesmu buracu quei fexe nus fégadus del cabrón de Manín! (¡Haznos el favor de dejarnos con nuestra alegría, y márchate por el mismo sitio, por donde sin llamarte has llegado, si no quieres que haga en tu barriga, un orificio parecido, al que le hice en los hígados del cabrón de Manín!). —Y fue entonces cuando Muel valientemente apoyándome con su amenazante escopeta y con sus advertientes palabras le dijo: ¡Mira Jerónimo, no tiene nada que ver que mi padre se arrastre frente a vosotros, por el miedo de que le quitéis el ganado, pero yo ahora no soy mi padre, y si no sales en el momento corriendo como una exhalación (centella, rápido), me parece a mí, que te vamos a coser a perdigonazos! Justificándose Jerónimo con el atropello que en el miedo se cosecha, dio media vuelta y casi a las carreras, tomó las de villadiego, a la par que se alejaba murmurando no se qué amenazas. Su perro, quedose unos instantes olisqueándose con Pelayu, al que yo achuché (azuzé), y Pelayu que para engarradiercharse (pelearse) era una ardorosa fiera, saltó como un león, atacando con un furor endemoniado al

fino can perdigonero, y si no es por Muel, me parece que allí en el mismo lugar que había muerto el chivo, Pelayu hubiera despachado, aquel hermoso, cariñoso e inocente perro. Quedámonos muy satisfechos y gozosos, a la par que en nuestros espíritus, navegaba el orgullo perfumándose con la vanidad Humana, y todo, por haber acoyanáu ya féchule moscar ameruxáu de miéu (acojonado y haberle hecho huir, lleno de miedo) al hijo de uno de los amos de la aldea, que en un principio se había creído, que le sería sencillo hacer con nosotros cuanto le viniese en gana. Durante algún tiempo, estuvimos llindiándu (vigilando, cuidando) a Jerónimo por ver el camino que se tomaba, pues teníamos el temor que se ocultara para después sorprendernos, pero no fue así, y al final muy contentos ya le vimos corriendo que se las pelaba en compañía de su perro, desembocando en el pedregoso camino que le conducía a la aldea. Sabiéndonos libres del temor del adefesio de Jerónimo, y olvidándonos en el mismo instante de cuanto con él nos había acontecido, volvimos a nuestro peligroso juego, de disparar las escopetas contra diferentes blancos, y así, hablando de nuestras cosas con satisfacción que nos embargaba dentro de una felicidad pasajera, deslizábase el tiempo sin enterarnos, hasta que a la postre, dimos fin a todos los cartuchos que teníamos, y fue entonces, cuando decidimos esconder las armas en la cueva, y con los hombros doloridos por las sacudidas que nos propinaban las escopetas por los disparos, disponíamosnos muy contentos en el regreso para nuestras casas, y para simular que veníamos de la leña, agenciámosnos unos tochacus de pochiscus (leños de encina) y poniéndonoslos al hombro, bajamos corriendo por entre los vericuetos y las serpenteantes sendas, hasta llegar al camino real que nos conduciría a la aldea. El ubérrimo valle de alegría alborazada, que poblaba por entero nuestros

espíritus, viose en unos segundos nublado y con rapidez cubierto, por un zozobrante y temeroso manto, nacido del retrato que nuestros ojos hicieran, cuando a la entrada de la aldea, justamente en el mismo lugar donde por costumbre, mi amo solía esperarme para xebrar (apartar) sus cabras, estaban aguardándonos los guardias, en la alegre compañía de Jerónimo, que poseyendo las mismas indeseables zunas (costumbres) que su padre, no había perdido ningún tiempo en ir hasta el cuartelillo para delatarnos. Yo tentado estuve cuando me percaté que eran los mismos guardias que el día anterior me habían cobardosamente martirizado, de tirar los garbetus (leños) que llevaba en el hombro, y salir corriendo para huir de aquel verdugo que sonriéndose ladinamente, quizás estuviese pensando su enrevesada y nefastosamente, el volver a esforgayame (arrancarme, estriparme, deshacerme) la única oreja que me quedaba sana. Sin embargo, logré dominar el miedo, y dejando a Muel que abriera la marcha, llegamos a la postre ante la presencia de ellos, y aquel canalla de guardia, no se dirigió a Muel a pesar que unos metros delante de mí iba, sino que vino sonriendo malignamente hacia mí, con las mismas asesinas intenciones que el hambriento lobo lleva, cuando para satisfacer sus ansias del espíritu y la carne, sin el menor miedo se lanza, sobre el inocente corderillo que no tiene a nadie que le defienda. Antes de dirigirme la palabra, aquel demonio con tricornio, que a fe mía desprestigiaban, porque hermosa para el pueblo es la esclava de la Justicia, cuando todas sus obligaciones y credos justamente da cumplidas. Digo yo, que lo primero que hizo fue cogerme mi oreja sana, apretarme un poco para ponerme en atención, y luego mirándome altanera y sonrientemente me dijo: ¡Ahora ya no me negarás de que no has sido tu quien disparó sobre el cabrón de tu amo, y me supongo que también me dirás, dónde has conseguido las armas,

maldito pilluelo, hijo de una bruja y de un rojo republicano, o comunista sin entrañas! Tiré los tochucus (leños secos) al suelo apremiado por el dolor que de rabia me desencaldaba (deshacía), con tan mala fortuna que por mí no había sido pensada, que diéronle en las piernas de aquella fiera uniformada, y gran dolor en él tuvo que lleldarse (hacerse), porque dejó de esfarugarme (deshacerme la oreja), para acariciar con gestos de dolor la caña de una de sus piernas, al mismo tiempo que yo hacía lo propio con mi oreja, que ya colorada como una guinda, me resquemaba como si estuviese ardiendo. Mirome con ojos extraviados por la rabia que le enloquecía, y siendo mayor la fuerza de su cobardosa entraña ya en poder de las iras que lo movilizaban, que el dolor que su cuerpo sentía, soltome de revés dos guantazos, que dieron conmigo en tierra, con el rostro manando abundante sangre. Fácil siguiese abofeteándome, pues ya estaba enclicándose (agachándose) para hacer conmigo vayan ustedes saber qué, cuando intercedió su compañero que asiéndole por un hombro, con desprecio y enfado le dijo: ¡Lo que terminas de hacer con este pequeño es una canallada, y como otra vez intentes tocarle del pelo la ropa, te las vas a entender conmigo! ¡¡Estoy harto de tus abusos, y de tus odios y desprecios por todas las gentes desgraciadas!! Ayudome aquel buen guardia a levantarme, y después con su propio pañuelo limpiábame el rostro de sangre, y al parojo que esto hacía cariñosamente me decía: ¡Te juro que nadie te volverá a martirizar más pequeño, y ahora si tu quieres, y que conste que ni te ordeno ni te obligo a contarnos nada, dinos de una vez dónde están esas malditas armas que tanto doloroso daño te han originado! Dime cuenta pronto que de seguir negando no sacaría en limpio nada, ya que el baldroyán (cobarde) de Jerónimo había descubierto ya todo, y a poco

listos que fuesen, nada más que les conduciese al lugar donde nos había sorprendido, darían pronto con la cueva, donde se ocultaban las armas. Así que acompañado de Muel y de Pelayu, y seguido de cerca por los dos guardias y el delator de Jerónimo, guielos a paso rápido por entre las vegetativas y pedregosas sendas que serpenteaban por casi inaccesibles lugares, pronto me alegré al comprobar cómo aquel despreciable guardia que tan sañudamente me había martirizado, abarquinaba (respiraba) con penoso trabajo, al mismo tiempo que se deshacía en copiosos sudores el condenado, lo mismo que la manteca fresca expuesta al sol en el verano. Al observar el penoso esfuerzo que aquel guardia repugnante y gordo, imbécil y malvado, tenía que realizar para seguirnos, apreté más aun el paso, que casi se convirtió en carrera y que sólo Muel y Pelayu pudieron aguantarme alejándanos en cuestión de segundos un largo trecho de nuestros enemigos, que en el lleldar (acontecer), ya se habían detenido para hacer acopio de energías unos momentos. Aproximadamente aun no habíamos caminado ni una décima parte del trayecto que nos separaba de la cueva, y ya el llimiagu (baboso) de aquel guardia, se encontraba casi d'afechu despaxaretáu (deshecho), seguramente que antes de llegar al final, en la mente de aquel fucheiru (estercolero) humano, se dibujaría el ruin pensamiento, de maldecir a la ley que como enyordiáu pioyu (sucio piojo) servía, al cachiparru (parásito) que me había delatado, y a mí, por no haber seguido negando. Muel y yo con satisfacción nos reíamos de aquellas gentes, que en nuestras infantiles y sin cultivar mentes, habíamos retratado como personas que tenían menos llixa (fuerza, arte, valer, etc.) que un mure entre las zarpas de un gato. Estaríamos como a la mitad de la andadura, cuando la distancia que nos separaba ya era enorme, y a pesar que de continuo nos ordenaban que no corriésemos tanto y que procuráramos ir siempre a su lado, la verdad es, que ya

les habíamos perdido todo miedo y que no les hacíamos el menor caso. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de decirle a mi amigo Muel, que cuando llegásemos al potchisquéiru (encinal), yo me adelantaría corriendo con todas mis fuerzas, para volver aquel mismo lugar antes que ellos lo hicieran, pero después de haber ya ido a la cueva, para poder esconder para nosotros, dos pistolinas muy atongadetas (bonitas, curiosas), que era una pena que se llevaran los guardias, y que nosotros podíamos esconder en cualquier lado. Y así lo hice, y logré regresar, mucho antes de que ellos, llegaran escadriláus (derrengados), claro que descontando a Jerónimo, porque éste andaba tanto como con la lengua si quisiera andarlo. El caso fue que los guardias aquel día se llevaron las armas, y a los cinco o seis días, regresaron a la aldea preguntando por mi madre y el padre de Muel, para llevarles hasta el cuartelillo, con el fin de no sé qué preguntarles o darles. Cuando mi madre en compañía del padre de Muel regresaron del cuartel, estábamos nosotros xugaretiándu (jugando) debajo del ñoceón (nogal grande) que había a la entrada de la aldea, que tanto como tenía de frondoso y grande, eran de pequeñas, escasas e insípidas sus nueces. De donde viene un adagio asturiano que dice: ¡Mucher grandie ande óu non ande, peru tantu s'espatuxa, comu senún lu fixera, en dalgún lláu fae bona atongadura! (Mujer grande, ande, o no ande, pero tanto si camina, como si no lo hace, por grande en todos los lugares estorba). «Claro que se me olvidó decir, que menos en el catre, para añuedar el cibietchu cundu nun hay oitra, pequenina, atongaina ya melgucira». (Para hacer el amor, cuando no hay otra, pequeñita, bien hecha, y tan dulce como lo que debe ser vivir en la gloria). Digo yo que al ver nuestros padres corrimos hacia ellos, y cuando ante su presencia nos encontramos, casi sin darme cuenta vi a mi amigo rodar por el suelo, por la fuerza vigorosa del tremendo castañazo que su padre le

llantó nuna mexietcha (le plantó en una mejilla), pero antes de que yo me percatara del peligro que sobre mí se cernía, vime acochetáu (cojido, sacudido) por mi madre, que me allumbróu (alumbró) un mamplenáu (muchos) pescozones, tan seguidos y atinados, que me parecía que todos me llegaban en ringlera, no teniendo que esperar uno por el otro, para que no se enfadasen ninguno. Y allí mismo por este procedimiento que nuestros progenitores nos hacían, comprendimos que nada bueno los guardias a nuestros padres les habían hecho. Y claro que no era nada respetable ni justo, sino un atropello despiadado, inhumano, mezquino, repugnante y apartado de la Justicia a tanta distancia, como la que existe desde la Tierra hasta el Infinito Cielo. Resulta que la canallesca ley que en aquella para mí inolvidable época existía, nos había condenado a ir a un reformatorio, o a que pagasen nuestros padres una multa de ciento cincuenta pesetas en papel del Estado, en el término de treinta días. Y fue entonces cuando yo empecé a preguntarme, ¿que qué era lo que tenían que reformar en mi...? ¿Acaso entraba en la reforma que aquella ley que estaba por todos los rincones de la Patria haciendo encima de los vencidos y sus descendientes, asesinar a nuestros padres, hermanos, parientes y hasta madres, privarnos de nuestra libertad, y robarnos cuánto teníamos? —¿Aquella ley digo, todavía tenía que reformar algo más en mí, que en un principio ya no hubiese inhumana y endemoniadamente reformado? Yo que era en aquel lleldar un pobre niño de poco más de ocho años, condenado precisamente por la misma ley, a no tener jamás ya el amoroso cariño de mi padre, yo que había sido condenado como todos los jóvenes hijos de los vencidos y encarcelados y asesinados padres, yo que estaba lleno de hambre, de miseria, de sufrimiento y de una soledad inconsolable, yo que si quería comer un trozo de pan duro,

tenía que caminar descalzo y medio desnudo, por entre las zarzas y guijarros de las montañas, esclavizando mi cuerpo y mis sentidos, en el cuidado de unos ganados que no eran míos, a mí, a un ser así de natural, puro, desamparado y desgraciado, ¿aún quería aquella entroyada (sucia) ley reformarme por considerarme malo? —Yo nunca he sido político, pienso ahora, ni tampoco con mis palabras harto vulgares y aldeanescas, pretendo fomentar el odio hacia nadie, soy ante todo un liberal disciplinado, que ama a mi Patria, por la que estoy en cualquier momento dispuesto a morir, pero me creo con el suficiente derecho de contar al mundo de cuanto yo he sufrido, que es el retrato de tantos otros huérfanos de guerra que lo mismo que yo tanto sufrieron, aunque más en duda, pongo que lo hubieran hecho, quiero contar todo lo que considero que siendo verdad, no debe ser olvidado, y desearía con toda mi alma, que mis palabras tuviesen repílos (ecos) más clarividentes, que los que en su origen se formaron, para que llegasen a todos los oídos, y en sus mentes gigantesca Humanidad digna y justa edificasen, que diera paso a una libertad liberal y disciplinada, que atrancase (cerrase, peslase) sus puertas a todo cuanto no fuese digno y honrado, de esta sencilla y natural manera, la fraternidad sería por primera vez, el tesoro más puro, luminoso y deseado, que la Humanidad en toda su existencia hubiese conquistado. En este relato, que para muchos críticos comedores, que sólo saben fartase comu gochus (comer como cerdos) e intentar con sus medios deshacer lo que alguien con más capacidad creativa que ellos, más bien o peor ha edificado, digo yo, que muchos críticos fanáticos defensores de normas idealísticas, que con sus leyes en la ocasión asquerosamente convencionales, que lograron deshacer el destino que a mi vida creo que le pertenecía, al igual que a toda la generación de los hijos de los perdedores, no les agradara en absoluto, que un hombre que fue despojado de cuanto poseía, y empujado

vengativa y canallescamente al arroyo, cuando él por ser un niño, no podía defenderse, tenga ahora la osadía, con sus pobres medios culturales, d’abayucar la trelda (revolver la porquería), que nadie hasta el presente, tan ajustada y verídicamente pudiera contar jamás. Digo porquerías, pues es eso precisamente lo que suelen dejar las secuelas de una guerra civil, y pobre de aquellos países que la sufran, porque sus hijos quedarán divididos, y los perdedores, tendrán que soportar un yugo, que más flojo, o menos prieto, esclavizándolos los ha de postergar. En este relato retrato yo, al vencedor y al vencido, menos al perdedor de quien soy hijo, ya que he tenido la desgracia de conocerle cuando el desventurado ya era un vencido, pero con el vencedor he vivido siempre, sirviéndole con decencia y honradez, silenciosamente observándole siempre, y no recibiendo de él, nada más que calamidades y ofensas, y sin embargo, nunca le odié, siempre disciplinadamente le serví, y si en el lleldar se siente ofendido por lo que de verdad digo, espero que se comporte conmigo, de la misma manera que con él siempre yo he hecho. Sé que estas narraciones no se han de publicar en mi Patria, porque la censura no permitirá que el hijo más humilde, cuente una verdad que denigra no a mi querida y noble España, sino algunos de sus inamovibles sistemas, pero tengo la firme certeza, que algún querido hermano país, sin el menor odio ni rencor sí ha de hacerlo, y con esta mi voz del pueblo, sencilla y natural, ubérrima y estéril, millones de seres de la Tierra habrán de saber, que hoy todavía, vive en mi Patria, la mitad de una generación, descendiente de los perdedores de la sanguinaria Guerra Civil que empobreció a la más maravillosa nación del mundo como es mi España, apartados de todo acceso a cualquier puesto de responsabilidad, bien en el gobierno, en los sindicatos, o en cualquier otro lugar, de responsabilidad de la Patria. Y desde aquí, invito a todos los españoles para que investiguen esto

que he dicho, y ya verán como es una verdad, que no admite discusión posible. Cuánto placer sentiría yo si me pudiese expresar con ustedes en la maravillosa, ancestral y rica Lengua Asturiana, pues para mí, decir las cosas en Castellano es un verdadero fastidio, con tantos puntos y comas, y demás signos ortográficos, que para un hombre sin estudios de ninguna clase como yo, es una verdadera tortura, pues mi imaginación que idea y piensa con la fuerza de un enorme río enloquecido, a la hora de querer contar estas copiosas cosechas, que hasta en los mismos sueños me alumbra, cuando me pongo a escribir todos estos pensamientos y acaeceres, al expresarlos en español, meto la pata hasta los corbétchones, por esto ruego me perdonen, y háganse a la idea, de quién les está hablando, no es nada más que un humilde aldeano, sin más escuela que la siempre dura universidad de la vida. Y con la fortuna o desgracia de haber nacido con el embrujador duende de ser soñador, no por aparentar, por ocio o por estudio, sino con la intima necesidad que me tortura el alma, al mismo tiempo que me embarga dentro de una felicidad, que me hace en ocasiones ser dichoso, sin jamás haber sido feliz, y en otras dimensiones me llena de tal tristeza, que en apariencia sin sucederme nada, me encuentro tan apenado y deprimido, que todo cuanto me rodea y hasta yo mismo, me parece la pestilente porquería, con que se harta sin jamás hastiarse, el nefasto diablo al que entusiasmados y egoístas servimos. Enteponíu colaba you dellantre de miou madre, espatuxandu caleya adiantre, afalau per las engafuráes pallabres de miou má, camín de la nuesa teixá. (Conducido corría yo delante de mi madre, caminando rápido calleja arriba, arreado por las envenenadoras palabras que mi madre me dirigía, a la vez que hacia nuestro hogar nos acercábamos. Yo miraba arisco para ella, pensando que me iba alcanzar presto, para propinarme ante mis vecinos, otra somanta (paliza) como la que de aun mi cuerpo se condolía.

Al fin llegamos a nuestra casa, y ya en ella encoyíu (encogido) por el temor, aguardaba resignado que mi madre calmara su furia dándome una nueva cuera, que mereciéndola, no la merecía. Estaba visto que llevaba unos días, que todos los golpes me habían elegido a mí para sus descansos, primero el cobarde de mi amo, que con sus asquerosas manos, me había puesto el rostro, tan descalabrado que no había en él un lugar sano donde coyera una guya (cupiera una aguja), después el canalla del guardia, que me dejara las orejas tan maltratadas, que me parecía que no eran mías, y para finalizar mi madre con aquella argurtóuxa tocata que m'apurriera (alta paliza que me propinara), que según me parecía, no había sido nada más que la parba (desayuno breve) de la que se esperaba Furibunda y desesperada asiome mi madre por mis maltrechos hombros, y al mirarme yo en sus hermosos y enojudos ojos, pude ver en lo más profundo de ellos, el desmesurado amor que la pobre me tenía, y lejos de azotarme como yo pensaba, sólo me preguntó muy apenada y preocupada: ¿De dónde vamos a sacar esas ciento cincuenta pesetas Xulín? ¡En alguna parte hijo, nos las agenciaremos, porque yo no permitiré que esta canallesca ley, hecha por indeseables sin entrañas, te lleven al reformatorio, donde ellos se tenían primero que reformar, para no seguir sembrando entre los desventurados vencidos, tanta vengativa y nefastosa canallada! Al día siguiente al rayar el alba, después de desayunar el rabón, (leche ácida cocida con harina de maíz) del que yo sí que me harté, pero ella la pobre apenas comió unas cucharadas, armada mi madre de un azáu (hacha) que había pedido prestado a un vecino, y yo de una foiceta (hoz) de podar la leña, fuimos al monte comunal a baltiar (cortar) leña, pues un carro de leña de encina, roble y espinero, que pesaba más de tres mil kilos, pagaba el maestro panadero, de la única panadería que

había en el concejo, cincuenta pesetas por él, así que teníamos todo un mes por delante, para preparar los nueve mil kilos de leña, que nos proporcionarían las ciento cincuenta pesetas, con las que calmaríamos las iras de aquella inhumana ley, que tan despiadadamente nos había castigado. Parecía que mi madre poseía la fuerza del más intrépido de los hombres, talmente era un gigante que con una fiereza incomparable, chorreando sudor y espelurciada su rubia cabellera al viento, cortaba sin el menor descanso encinas, robles y espineros, mientras que yo imitándola en cuanto podía, podaba aquellos arbustos con el más grande de todos mis entusiasmos. Serían las tres de la tarde y no habíamos hecho aun el más pequeño descanso, cuando mi madre me dijo que buscase caracoles, que se criaban en abundancia por aquellos lugares, tal cosa hice mientras que ella prendía un buen fuego, y allí asamos los caracoles que al ser atacados por el calor, estiraban su cuerpo asándose perfectamente, y fue aquella asquerosa comida la que mitigó nuestra hambre. Y así un día, y quince, y veinte, hasta que logramos preparar sin desfallecer ni descansar, los tres carros de leña, acarreándolos a las costillas, en otras ocasiones poleándolos (haciéndoles rodar) por entre los zarzales y las peñas, hasta poder llegar con tan copiosa cantidad de leña, al estratégico lugar donde el panadero con su carro, pudiera cargar la leña. Estábamos embalagándola (apilándola) mi madre y yo muy ufanos y satisfechos, de la difícil victoria que habíamos en tan escaso tiempo conseguido, porque en duda pongo, que pocas gentes en todo el Universo en las circunstancias que nosotros nos encontrábamos hubieran podido lograrlo. Digo yo que en tal trabajo nos encontrábamos amontonando aquella leña, que todos los tochos (leños) medio descortezados por la cantidad de veces, que fue menester rodarlos por entre los cuetus (piedras) que poblaban aquel

xerrapeíru (sierra) daban señales y no por los cortes de las herramientas, de haber sufrido lo indecible por encontrarse despeyexáus (despellejados) hasta casi el total emporricamiento (desnudez) de las arnas (cortezas) que los cubrían. Nuestras físicas humanidades se encontraban tan maltrechas después de tantos días de sobrehumano trabajo y de raquíticos y deplorables alimentos, que tal parecía que éramos cadabres (cadáveres) vivientes, sino supiesen cuantos nos conocían, que éramos dos invencibles barras del más puro acero. Yo descalzo de afechu (del todo) y mi madre con las alpargatas dándoles vueltas alrededor del tobillo, imposibilitadas del menor encatesu (remiendo) todas nuestras escasas vestiduras lucíanse tan acuchilladas, como si fatáus (muchos) puñales anárquicamente las hubieran rasgado. Y nuestras pieles por todos los lados se encontraban arraguñáes (arañadas), pinchadas, magulladas, en definitiva martirizadas por las piedras, por los espinos, por la infinidad de arbustos que en aquella sierra casi inaccesible para las mismas cabras, yo y mi madre como dos guerreros invencibles, cortamos aquellos tres carros de leña, que al decir de mi madre, servirían estupendísimamente bien para amagostar (asar) a la propia ley, y a los sinvergüenzas y deshumanizadores fascistones que la vieran fechu (hubieran hecho). Y en postura tan deplorable se empobrecían nuestros desventurados cuerpos, por todo lo contrario, nuestros espíritus se lucían sanos y fortalecidos, orgullosos y alegres, por haber conseguido aquel trabajoso y casi imposible triunfo. También solía decir mi madre dentro de una rabia y desilusión enfurecida, que si los «roxus» (rojos) hubiesen batallado con el mismo ardor, e indómito entusiasmo que nosotros habíamos puesto, todos los fascistones de Europa serían nada para vencerlos, ni en lo más mínimo. Vuelvo a repetir, que concluíamos mi madre y yo de empericotar (apilar) los cuatro leños que faltaban para dar por

terminada aquella proeza, cuando la diosa fortuna nos vino a visitar en la forma de Falu el maderero, que más o menos, esto fue lo que nos hizo, y nos dijo: ¡Buenas tardes Lluza!, que así era como llamaban en asturiano a mi madre, ya que en castellano su gracia es Luzdivina. ¡Se ‘l tou home allevantara la motchera, ya te viera a tí ya ‘l tuo fiyiquín, nel estáu que vus deixó la llamazoúsa ley del venceor, paime amín, qu'el probetayu espavoríu per tan grandie inxusticia, oitra vez se morrería! (Si tu marido volviera al mundo y te viera a ti y a tu pequeño hijo, en la situación que os ha dejado la fangosa ley del vencedor, me parece a mí, que el pobre lleno de un enloquecedor pavor por tan grande injusticia, otra vez se volvería a morir). —Recuerdo yo muy bien, lo mismo que si en este momento de nuevo lo estuviese viviendo, lo que me ha hecho esta canallesca ley que ahora a ti te martiriza, cuando en los frentes de Teruel me cogieron prisionero. Me internaron en un campo de concentración, y me dieron más palos que días me quedan de vida, aunque muerra tan viétchu (muera tan viejo) como Marcelín el de Fresnedo, que le llevó Dios cuando pasaba de los ciento diez años. Como comida nos daban una lata redonda de sardinas o bonito, que los prisioneros le llamábamos «el reloj», ya que así era de pequeña. Cuando te salía podre, que sucedía la mayor parte de las veces, te pasabas el día haciendo vigilia. ¿Cuánto te va a dar el panadero por esta leña Lluza? ¡Hombre yo creo que son tres carros buenos, y como está pagándose a diez duros el carro, pues me dará treinta! ¿Algamate? (alcánzate para la multa). ¡Sí Falu, ye lu xustu! (Es lo justo). Rafael, que así se llamaba Falu, (uno de los hombres más honrados, trabajadores y enteros que yo he conocido), a la vez que del bolsillo interior de su chaqueta sacaba la cartera dijo:

¡Mera compañera, voy a venir con el camión de la compañía maderera y llevar toda esta montaña de leña a Trubia, yo te voy a entregar ahora por ella trescientas pesetas, si después vale más, ya te daré el resto, y si vale menos, considera ese dinero que te di, como regalo de un roxu decente ya honráu comu tú le yes miou neña! (Rojo decente y honrado como tú lo eres mujer). Al día siguiente que era feria semanal en la capital del concejo, pidiole mi madre prestado a una buena vecina amiga suya un paxiechacu (traje, vestido) y unas zapatillas, y así vestida de prestado la pobre, se trasladó bien de mañana a la Villa, pagó la multa a aquellos canallas que servían a una ley tan ultrajante, que a los vencidos y sus inocentes descendientes peor que a apestosos esclavos nos trataba. Luego, después, compró ella un paxietyín (un vestidito), unas zapatillas y unas madreñas, para mí, un buzo, que era la vestimenta que entre los pobres se estilaba, unas alpargatinas y unas fuertes madreñas, y después de mercar algunas cosas necesarias, vino para casa la mar de contenta y satisfecha. Y ahora yo me pregunto a muchos años de distancia, viviendo aquellos por mí vividos pisoteados y vengativos tiempos, ¿a qué asesinas, sucias y cobardosas manos, irían a parar, aquellos nuestros dineros, ganados con el sobrehumano esfuerzo y la más justa honradez, manchados por la sangre de nuestras heridas producidas en el agotador trabajo, y mojados por tantas gotas de sudor, como de estrellas debe de haber en el infinito cielo? ¿No se dan cuenta amigos lectores, que injusticias como ésta, o de otra índole aun mayores, deben de contarse al Mundo, pese a quien pese, para quienes las escuchan forjen en sus sentimientos, de que en toda guerra, y sobre todo las civiles, dejan tras de sí, primeramente el dolor más deshumanizante, después las venganzas más pervertidas, que darán vida con fuerza ilimitada, a la repugnante, sanguinaria y odiosa fiera, que todo ser humano, desde los

primitivos tiempos de su nacencia, lleva celosamente escondida, en el apartamiento más oscuro y más brillante de su espíritu, donde se mueve gozoso el sentimiento humano, tras de saber que a su Prójimo bien le ha hecho, y se revuelve envilecido, encanallado y airado por el odio y las iras endiabladas, cuando también comprende que a sus semejantes, en el dolor y el sufrimiento los ha sumergido. Y fue precisamente a estos desatinados sentimientos, manejantes en aquellos tristes momentos, de las inhumanas leyes que regían los destinos de mi Patria, donde fueron a parar mis dineros, mis primeros dineros, ganados con más santidad y honradez, que pueda llevar dentro la propia Hostia Santa, que es tanto como decir, que sólo los mismos demonios faltos de toda conciencia y sin el más mínimo sentimiento de honestidad, podrían sin sentir asco de sus propias personas, apoderarse de los honrados y muy fatigosos trabajos, de una viuda de los roxus (izquierdistas, rojos, por el mismo estilo), y de un huérfano de los mismos. ¡¡Yo creo, que como aún no habían satisfecho sus ansias asesinas, con la muerte de mi padre y de tantos inocentes, precisaban en el momento que preciso les venía, afestinarse en postres con el esfuerzo y sufrimiento de sus deudos!! Durante algunos días viví yo jugueteando por la aldea, mi vida sin ninguna preocupación, muy contento porque iba vestido con aquel mono nuevo, más delgado que un papel de fumar, ya que se me había esgazáu (roto) por más de media docena de lugares, pero aún así, a mí me parecía que llevaba puesto, mejores galas que el mismo vencedor, que poco lucía sobre sus costillas, que se le pudiera denominar verdaderamente honrado. Mi madre mientras tanto, seguía incansablemente trabajando por las tierras de los vecinos, sin jamás cobrarles ni una peseta de sueldo, pues ella tan sólo quería, que al cambio de sus sudores le dieran una cestina de patatas, una fontadina de farina, ou de fabes lu

mesmu foran prietes que blanques, d'arbeyinus ou d'oitra cebeira, dalgún terreñaín de lleiche, mazá, tarabazá, ‘n culiestrus ou cabantes de brañar. (Una fuente de harina, o de alubias de cualquier marca o color que fueran, de guisantes o de cualquier otro cereal que fuera, algún jarro de leche, desnatada, cuajada, o la que alumbran las vacas recién paridas, o de la que terminasen de ordeñar a una vaca de leche). Ella llegaba todos los atardeceres a nuestra casa, sudorosa y cansada, pero resplandeciente de alegría, porque en su mandil traía mi comida. Luego, después de que yo me hartaba, nos acostábamos los dos en aquel jergón de sacos, repleto de hojas de maíz y también de pulgas, y abrazada a mí, se quedaba muy pronto profundamente dormida. Yo que desde niño he dormido poco siempre, quizás para hacer bueno el dicho que de camino me invento, que considera al que poco duerme más infeliz, que quienes tienen la dicha de dormir prácticamente, dentro de estos mis desvelos, en la silenciosa tranquilidad de la noche de aquella amplia sala desmueblada, cuyas paredes y techo estaban del sarro que deja el humo, y plagadas de arroxetáus (enrubiecidos) goterones, que ponían al descubierto las primeras pinturas que habían tenido, fendíu (cortado) de continuo este silencio, por el risueño y sórdido murmullo que alumbraba el pequeño río que vertiginosamente se deslizaba a menos de diez metros de nuestra casa, y otras veces también era enruxeráu (alterado) aquel silencio, por los ladridos de los perros de la aldea, o por el cante siempre misterioso y apabullador que hacen las curuxas (buhos) en la noche, cuento yo en que estos desvelos, observaba el placenteroso dormir de mi madre, con su respirar acompasado, fuerte y sano, con todos sus acerosos músculos, con naturalidad relajados, talmente parecía mi madre del todo inofensiva, mas sin embargo, aquel perfecto y vigoroso cuerpo que acoplaba fuerzas en el descanso, de la misma natural manera que agigantadamente dormido

descansaba, cuando despierto se hallaba, se transformaba en un invencible e incansable guerrero, condenada ya a luchar en l'engarradiétcha del trabayu (la pelea del trabajo), todos los momentos de su vida, por los mismos endemoniados vencedores, que primeramente le habían achuquináu ‘l sou home ya lus sous fíus. (Asesinado a su marido y a sus hijos). Y ahora que ya todo ha pasado, y lejos de olvidarlo se agiganta cada día más en mi mente, yo me pregunto, que si mi madre no hubiese sido así de luchadora, de brava, de valiente y honrada, qué seria de mí y de ella misma, acosados en todo momento por la ley insana del vencedor, y xunius (uncidos) también para siempre, en el desventuroso carro de la esclavitud bien vigilada, por el látigo y la pistola del triunfador. CARRANQUETU.—Carranquetu, dícese de las personas ruinas, pequeñas con las piernas torcidas. CARRAPIÉTCHAU.—Carrapiétchau, dícese cuando las cosas se encuentran muy tupidas y abundantes. CARRAPIEYU.—Carrapieyu ou carrapiétchu, así se llama a las fundas de las avellanas, también se suele llamar carrapieyus a las personas o cosas pequeñas. —A les ablanes les xucede lu mesmu que a les castañes, ístes ñacen nus arizus de les panoyes de les castañales, lluéu cundu lus arizus arregañen, d’angunes xébrense ‘sberoláes pel xuelu, oitres llántense nes cuerres p’endespos esbítchales cundu lus arizus ten amagáus. —Amugar les ablanes, ye cuaxi lu mesmu que faer l’esbítcha de les casteñes, namái qu’ístes s’esbítchen nus castañéus, ya les ablanes s’amuguen na teixá, les castañes hay que mayar lus arizus conun garabatu fechu pa tal lleldar, paque lus arizus s’esfáigan ya dexen llibres les castañes, peru les ablanes s’apeluquen de lus ablanus dientru lus carrapieyus, se baxan de lus ablanéus en sacus, goxes ou dientru les

esquirpies, s’apilen nes bodegues, nus xomeráus ou nus horrus, ya despós cundu nun aiga dalgún llabor que facer ye cundu se fae l’amuga de les ablanes, que conxiste ‘n xagüetales d’agua paque lus carrapiétchus amuguen ya dexen llibres manqu’angunus non del tóu a les ablanes, ya nel xuelu, ou nun banu s´escuéyen dexándulas llimpies. —Alcuerdome you que n’adina de miou má se coyíen más de diez mil quilus d’ablanes y’oitros tantus de castañes, ya güéi nel díe nun se cueyen nin cien quilus de cá couxa. (A las avellanas les sucede lo mismo que a la castañas, éstas nacen en los arizos de las panojas de los castaños, luego cuando los arizos se abren algunas castañas se desprenden y se caen al suelo, las que se quedan dentro del arizo se meten "nes cuerres" para después sacarlas de los arizos reblandecidos. Amugar las avellanas es casi lo mismo que hacer "l’esbítcha" en los castañedos, pues las avellanas se escogen en casa, mientras que las castañas hay que mayar sus arizos con un rastrillo hacho para tal menester, y así los arizos dejan libres las castañas que luego se recogen en las camperas que para tal hacer existen al lado de las "cuerres", pero las avellanas se arrancan de los avellanos dentro de sus fundas y se bajan de los avellanales en sacos o enormes cestas, y se apilan en las bodegas, desvanes o los hórreos, y más tarde cuando haya poco que hacer se hace la amuga de las avellanas, que consiste en regar de agua el montón de avellanas en su funda se vayan a escoger, y luego en el suelo, en el vano o en cualquier otro sitio apropiado se escogen dejando limpias a las avellanas. Recuerdo yo que en la aldea de mi madre se recogían más de diez mil quilos de avellanas y otros tantos de castañas, sin embargo hoy en día se recogerán unos cien quillos de cada fruta). CARRASQUÍN.—Carrasquín, así se llama a un trozo de pan pequeño y cortezudo. También se suele decir carrasquinos a las gentes pequeñas y correudas.

CARRASQUEIRUS.—Carrasqueirus, así se suele llamar a los lugares poblados de peñascos y de malezas. CARRASPIAR.—Carraspiar, dedicarse a andar o conformarse con pequeñas y malas cosas. También se entiende por toser, como si nos fuese dificultoso, por tener algo en la garganta. CARRASPÍN.—Carraspín, así se llama a la pequeña cosa. También se suele decir a los niños pequeños cariñosamente. CARREIRINES.—Carreirines, pequeñas carreras. —Güei tou ‘l díe m’esquicionéi a las carreirines d’un llugar a oitre, ya istes maneires d’espatuxar adondan munchu más que ‘l faer una bona galamiada. (Hoy todo el día me deshice a pequeñas carreras de un lado a otro, y estas maneras de caminar cansan mucho más, que si corrieras una gran carrera). CARREIRU.—Carreiru, artesano que se dedicaba a la fabricación de carros. CARRETEIRUS.—Carreteirus, así se llamaban en Asturias en pasados tiempos a los carreteros, no a los que conducían acémilas, como machos, caballos, etc. sino a los que güítchada ‘l hombru ou ben coyía en la mán atañíen la sou xuntura de fortes güeyes ou recies vaques, qu’aponíes al pertegal del carru ou ‘l caidón del rastru, nun teníen oitre ufixu que trabayar disdi ‘l albiar el día fasta ‘l sou tapecer, acarriandu maera, caboxus, miñerales ou pedres, angunes voices afaláes con xixa, llancánduyes el obreiru per tous lus sous llumbus, una orbayadina mu fina, de la que se xebraban fumairáes vaporóuxes ñacíes del canxanciu ya ‘l xudor. (Que aguijada al hombro o asida en su mano, conducía a su yunta de fuertes bueyes o recias vacas, que tirando de los pértigos del carro o del timón del rastro, no tenían otro oficio, que el trabajar esclavizantemente desde la amanecía

hasta que el día se terminaba, acarreando madera, minerales, etc., siendo algunas veces arreadas por el carretero con tal fuerza, que les clavaba el aguijón por todos los lados de sus pellejos, haciéndoles agujeros por donde se alumbraba la sangre, que se mezclaba con los arroyos de sudor, que formaba por encima de sus lomos un fino rocío, del que se desprendía un humeante vapor. Nus tempus d’endenantes el carreteiru yera lu mesmu que güéi nel díe ser camioneiru, la difriencia qu’existe ye qu’el carreteiru d’endenantes cobraba de xornal cen pexetes per díe de trabayu, ya güéi nel díe un cambrioneiru cobra cen pexetes per minutu, comu podrán uxerbar el trasporte foi una de les couxes que más se disparóu, perque ‘l xornal d’un home que trabayaba l’ucena ou más de gores diaries yera de quinxe pexetes, anxina ye que faigan ñúmerus, e ya verán comu ‘l xudor del home ye lu mesmu d’arrapiegáu güei que lu foi xempre. (En los tiempos antiguos el carretero era lo mismo o muy parecido de lo que hoy en el día es un camionero, con la enorme diferencia que existe que el carretero cobraba de jornal cien pesetas diarias, y hoy en día el camionero cobra cien pesetas por minuto, como podrán observar el transporte fue una de las cosas que más se disparó. Porque el sueldo de un hombre que trabajaba doce o más horas diarias, percibía de jornal quince pesetas por día de trabajo. Así pues les ruego que hagan números y ya verán como el sudor del hombre es robado hoy día lo mismo que lo ha sido siempre). El ingenio, el trabajo el sudor del Hombre, siempre ha sido y es de continuo expoliado y robado. El día que el Hombre consiga no dejarse robar su sudor ni trabajo, y que asimismo sea capaz de no robárselo a los demás, aquel día se podrá hablar de verdad de la libertad y de la Justicia del Hombre. GARREXONES.—Carrexones, carros viejos, destartalados etc., etc.

CARRIEYA.—Carrieya ou carriétcha, modo de cesta grande y alargada, con dimensiones aproximadas de metro y medio de larga por uno de ancha, y medio de altura, fabricada con varas de avellano, castaño o roble, tejidas entre sí formando un todo. Este apero de labranza se usaba una vez puesto bien seguro y amarrado encima de un rastro también hecho para tal menester, digo que se usaba para llevar el abono a las tierras cuestas y difíciles donde no podía entrar el carro, bien por la estrechez de los caminos o por la pendiente de las tierras. Tamén con la carriétcha tirá per la xontura se xubie la tierra de les xuqueires una vez cá dous anus a lu cimeiru les finques, manque cuaxi s’entainaba tantu xubiendu la tierra d’enría ‘l llombu nus nomáus cestus de carretera, que taben fechus per lus goxeirus con fortes baniétches d’ablanu.(También con la carrieya tirada por la yunta de vacas se solía subir la tierra de lu fondeiru (abajo) una vez cada dos años hasta lo más alto de la finca. Aunque casi se adelantaba tanto subiéndola a las costillas, dentro de los llamados cestos de carretera, que estaban hechos por los cesteros del lugar con fuertes listas de madera de avellano. CARRIEYÓN.—Carrieyón ou carriétchon, utensilio de labranza igual que la carrieya, solamente que con más grandes dimensiones, éste no se utiliza para llevar el abono, sino que sólo sirve para carretar fuéa pa mútchir el ganáu (hoja para mullir el ganado), panoyes, ablanes, mazanes, castañes, etc., etc. CARRÍL.—Carríl, así se llama a un camino que se hace en los grandes prados que los va serpenteando hasta llegar a la corte (cuadra). Per regla general las cabañas siempre están nu cimeiru lus préus (en la parte alta de los prados). Estas carriles tienen también el objeto de subir y bajar la hierba y el abono con la xuntura (yunta), son del mismo campiz del prado y suelen dar más hierba y paciones, debido a que las vacas suelen acostarse en ellas para

descansar y rumiar sus farturas (harturas). La carril es también un camino vecinal que existe en todos los cortinales comunales (vegas), es un paso que se debe a los vecinos unas épocas del año a pie y otras con la yunta. Por causa de las carriles en los tempus d’endenantes les xontes de mious aldines s’encalducaben en gafes engarradiétches ya noitres cheldares se fondiaben en pleitus dunde lus aboguéus llampiaben bétchaes ganancies. (Por la causa de las carriles en los tiempos pasados las gentes de mis aldeas formaban sangrientas peleas, y en otros sucederes se metían en pleitos donde los abogados les llevaban ricas ganancias). CARRINCA.—Carrinca ou carrincha, así se denomina a los carros destartalados, viejos, que se xiringan (mueven) todas sus piezas columpiándose al rodar. CARRINCHASE.—Carrinchase, así se llama el columpiarse en cualquiera de sus mutiples maneras que este entretenimiento tiene. Exemplu. —Carrincha ‘l trubiétchu Lola, qu’el nenu xuxeante chora, (menea la cuna Lola que el niño con fuerza llora), se ten fame dai l’entamu (si tiene hambre dale la teta), se ta mexáu puénlu enxútchu (si se ha meado ponlo seco), s’amoláu véi catal mélicu (si está enfermo vete a buscar el médico). Na miou aldina lus guaxes del miou tempu tamén nus carrinchábamus d’enría lus querrus, ya faíamuslu axindi. Un de lus guaxes el que nun tubiés miéu, axinetábase nu cabeiru lus pertigus acoyénduse con xixa nus tornus dou se xubéa, lus oitres nenus xubíamus al querru ya fayendu contrapesu xubiamus ya baxábamus el piertegal con tal fuercia qu’angunes veces el xinete mancábase ou esmurgazábase nel xuelu per mor del xingón. (En mi aldea los niños de mi tiempo también nos columpiábamos encima de los carros y solíamos hacerlo de esta manera. Uno de los niños, el que no tuviese miedo, se ajinetaba a lo último del pertegal asiéndose con fuerza

a los tornos donde se amarra el yugo, los demás nos subíamos al carro y haciendo de contrapeso elevábamos y bajábamos el pertegal con tanta fuerza, que algunas veces el jinete se hacía daño, o se caía en el suelo por causa de los fuertes empujones. CARRUEZUS.—Carruezus, dícese de los árboles o de las personas, animales etc., que son pequeños y retorcidos, que aparentemente son carruezus, quiero decir que valen muy poco. CARTAFUEYUS.—Cartafueyus, escritos, papeles, legajos, etc., etc. CARTIADURA.—Cartiadura ou cartiaura, cuando una persona, animal o cosa está cartiá es que en alguna de sus vertientes esta mala, se ha estropeado sin romperse ni faltarle nada. Exemplu. —Bamos falar del gadañu cundu se cartia (vamos hablar de la gadaña cuando se hondula). La gadaña se puede cartiar por dos formas diferentes, la primera que el segador no la sepa cabruñar (adelgazar) y entonces la cartia, no teniendo nada que ver el filo de la gadaña, porque la cartiadura no tiene que ver nada con la melladura del filo, y la segunda manera es que al estar segando uno pegue con la punta de la gadaña contra un cuetu (piedra), o corte un arbusto muy duro, etc., etc. Así pues se entiende perfectamente que la cartiaura no tiene que ver nada en absoluto con la melladura de las cosas. Y tocante a las personas les pondré el siguiente ejemplo. De rexultes de la tarrasca qu’acoyí ayeri, güéi tenu ‘l curpu cartiáu na tal fondura que nun tenu xixa de faer nagua. (De resultas de la borrachera que he cogido ayer, hoy tengo el cuerpo tan deshecho, tan cansado tan mal, que no tengo fuerza para hacer nada). CARTUXA.—Cartuxa, cartuja. CARTUXANUS.—Cartuxanus, cartujanos.

CASCABELEIRU.—Cascabeleiru, cascabelero. CASCARES.—Cascares, mondaduras de nueces, avellanas, moluscos, etc., etc. CASCARRIES.—Cascarries, estiércol que se les pega a las vacas y demás animales baxu ‘l banduyu ya les ñalgues (bajo el vientre y las nalgas), esto suele suceder cuando los vaqueirus no son buenos, perque un buen vaqueiru espala tous lus díes la sou corte, ya mútchiya, ya ten les sous vaques fartes, llimpies ya sanes. Namái con agüétchar el pellambre del ganáu cuallesquier un poucu entendíu, xapie xí ‘l que cudia la cabana, ye un bon vaqueiru ou ye un vaqueirín de xuntu ‘l chare. (Porque un buen vaquero limpia todos los días su cuadra y la mulle, y tiene a sus vacas hartas, limpias y sanas. Nada más ver el pelambre del ganado, cualquier persona un poco entendida, sabe si el que cuida la cabaña es un buen vaquero, o es un vaquerín de junto el fuego). Se dice de las personas que son de detrás del fuéu ou de xuntu ‘l llare, a los seres que felizmente sentados en estos cómodos y confortables lugares, con su lengua hacen y deshacen perfectamente todos los labores y quehaceres del mundo, y luego cuando se ponen a efectuar alguno ya se encuentran cansados y se vuelven asentar, y otra vez de nuevo con la lengua son los mas hábiles y trabajadores del mundo. En la situación de estos seres "de trás el fuéu, ou de xuntu ‘l chare", según mi humilde y modestísima opinión, militan casi todos los políticos del mundo. CASCAXUS.—Cascaxus, cascajos, cascajales. CASCAYU.—Cascayu, xuegu de rapacinus. (Juego de niños). CASPIEYU.—Caspieyu ou caspias, llamase así a la caspa que las personas y animales tienen, éstos per tou ‘l curpu, lus oitres na mótchera. También a las escamillas de todos los cereales se les

llama caspieyus ou caspiétchus y hasta las mondaduras muy finas de las frutas se les suele nombrar raspias ou caspias. CASTAÑAR.—Castañar, denomínase así al castaño. CASTAÑÉUS.—Castañéus, así se llama a los terrenos poblados de castaños. Los castaños son bajo mi humilde juicio uno de los árboles mas hermosos y ricos que la Madre Natura ha creado, pues a parte de alumbrar un fruto saludable y muy nutritivo, también produce maderas muy finas y valiosas, leñas caloríficas, tintes para la industria, carbones vegetales y hasta sus hojas son aprovechables para llestrar (mullir los animales). Particularmente yo siempre he sentido hacia los castaños un respetuoso cariño, porque sus sabrosos y nutritivos frutos "les castañes" achuginarun la fame na teixá de miou má faticáus de voces. (Apagaron el hambre en la casa de mi madre muchas veces). CASTIELLA.—Castiétcha ou Castiella, así se llama a las regiones castellanas. CASTIELLU.—Castiellu ou castiétchu, castillo. CASTRA.—Castra, casta, linaxe (linaje). —Ten bona castra. (Quiere decir que es bueno para lo que se tratare). CASTRAXU.—Castraxu, así se denomina a las personas de poco peso, de escaso valer. CASTRÓN.—Castrón, esta palabra en LLingua Astur tiene varias definiciones. Así se suele llamar castrones a todos los machos capados. También se llaman castrones a los carneros y a los chivos que son grandes. Y a nivel de las gentes se denominan castrones a cuantos practican el mal en todas sus dimensiones. Tales como malicias, enredos, etc., etc. CASTRU.—Castru, así se llama a los restos de los antiguos poblados astures.

CASTRUÑU.—Castruñu, persona o animal rebelde y cargado de malas intenciones. CAUN.—Caun, cada cual, cada uno. CAXA.—Caxa, caja.

CAXIGALES.—Caxigales, así se llama a las matas de polliscus ya carrueceirus, espiñeirus ya oitres mollicies d’arbolaxes que nun espolleten namái que pa lleñe. (Pequeñas encinas, robles, espineros, enredaderas y otros arbustos malos que no crecen ni valen para otra cosa que no sea leña para el fuego).

CAXABANES.—Caxabanes, personas metidas en sí mismas, encerradas en sus cosas e ideas, seres tímidos, solitarios, etc., etc.

CAXIGALINES.—Caxigalines, tonterías, bobadas, nimiedades, etc., etc.

CAXACA.—Caxaca, casaca.

CAXILONADA.—Caxilonada, porción que se coge de una vez con el cajilón.

CAXADIELLES.—Caxadielles ou caxadiétches, dulces por así llamarlos muy sabrosos que se hacen en las teixás por Nochebuena u otras fiestas señaladas, están hechos con la flor de la harina amasada con leche y manteca y dentro de ellos llevan nueces o avellanas molidas y mezcladas con azúcar. CAXARINAS.—Caxarinas, guasas, sátiras, malas intenciones, etc., etc.

CAXILÓN.—Caxilón, cajilón.

CAXÍN.—Caxín, pequeño, enano, por el estilo. CAXINA.—Caxina, pequeña casa. CAXINAR.—Caxinar, dícese cuando les llegumbres tan fayénduse dientru les caxines. (Cuando las legumbres están haciéndose dentro de las vainas).

CAXERÍU.—Caxeríu, casería.

CAXINÁUS.—Caxináus, que ya están hechos.

CAXERUS.—Caxerus, labradores que cuidan y trabajan el caserío.

CAXINEIRU.—Caxineiru, que hay una copiosa cosecha de vainas.

CAXETILLA.—Caxetilla, cajetilla.

CAXINES.—Caxines, vaines de los vegetales, tales como les fabes, lus arbeyus, les llentexes, etc., etc. (Las habas, los guisantes, las lentejas, etc., etc.).

CAXETU.—Caxetu, caja o bote pequeño y ruin. También se suele llamar caxetus a las personas o animales enanos, ruines, etc., etc. CAXIELLUS.—Caxiellus ou caxiétchus, así se llama a los panales de lus truébanus, (colmenas) no a los panales en sí, sino a las pequeñas células que albergan la miel y a las larvas de las abejas, que cuando en las primaveras se convierten en éstas, forman lus enxames (enjambres) que se xebraran (marcharan) del truébanu (colmena) murandu oitre xeitu p’entruebanarse.(Buscando un lugar para hacer una nueva colmena).

CAXINES.—Caxinas, así llamamos a una clase de ganado vacuno que es propio de la Región Asturiana. Estas vacas pequeñas y nerviosas, resistentes y bravías, armadas de recia cornamenta, poblaban en los tempus d’endenantes todas las melgueiras aldeas de nuestras montañas. Hoy en día ya no existen tantas vacas caxinas, aquellas vaquinas valientes y ágiles como las mismas cabras, que aguantaban bien el invierno y teníen buena boca y bon rumiaxe (buen rumiaje), que lo mismo comían la paya ya lus foyáus ya ‘l ñarvaxu xin el

anu s’allumbraba con envernus d’enxenebrus ya ñeves. (La paja y las hojarascas así como las cañas del maíz, si el año se alumbraba con inviernos helados y nevados). —Era muy difícil que en los puertos y las brañas los lobos pudieran matar a una vaca caxina, porque su bravura y agilidad las armaba con una defensa que las otras vacas no poseen. Les vaques caxines dan escosá lleche, peru bona pa faer manteiga ya criar bonus nenus. (Las vacas casinas suelen dar escasa leche, pero muy buena para hacer manteca y criar sanos y fuertes niños). El cheítchi de les vaques caxines ureéi you falar a xontes viétches d’endenantes, que yera ‘l mexor cheítchi, ‘l más sanu e llimenticiu de toes les femes, menus el de la muyer ya la burra. (La leche de las vacas casines he oído yo decir de él a gentes viejas por antiguas, que era la mejor leche, la más sano y alimenticio de todas las hembras, si exceptuamos la de las mujeres y las burras). CAXÓN.—Caxón, cajón en todas sus formas y dimensiones. CAXONCINUS.—Caxoncinus, cajones pequeños. CAXORIU.—Caxoriu, casorio. CAXOTEIRU.—Caxoteiru, dícese de la persona que hace cajones, cajas, etc., etc. CAXOUCIAR.—Caxouciar, así se dice cuando dos personas o más se están contando cosas. Exemplu. —Les xentes caxouciéires empeñen al amu, perque la metá la xorná xebren el tempu nus sous caxoúcius. (Las gentes dadas en el contar casos, críticas, enredos, etc., etc., empeñan al amo para quién trabajen, porque más de la mitad de su tiempo se les va en sus conversaciones de perra chica).

CAXUALMENT.—Caxualment, casualmente. CAYÁU.—Cayáu, cayado, bastón CAYER.—Cayer, caerse en todo cuanto significa esta palabra. CAYÍES.—Cayíes ou caidas, así se llama a las coradas o entrañas del cerdo y demás animales. CAYONCAR.—Cayoncar, encallecer, endurecerse, etc. Exemplus. —Tenu les mious manes cayoncáes de tantu trabayar. (Tengo mis manos duras, encallecidas de tanto trabajar). —Tenen lus fégadus cayoncáus, per ístu ya nun son homes, escosárunse d’ista natura lleldánduse nel xeitu d’achuquinantes allimañas. (Tienen sus entrañas, su alma, etc., encallecidas, endurecidas, depravadas, por esto ya no son hombres, perdieron esta naturaleza humana, para fermentarse en el lugar de ser asesinas alimañas). GAYONDIAR.—Cayondiar, dícese de las personas que buscan el amor, la diversión, la juerga, etc. Exemplu. —Tou la nuétche cayondié ñarigandu per lus teixus de les paraxes, cuaxi ‘l albiar el díe, tarrascáu d’atechu coléi conuna d’éches, peru nun pude añuedái ‘l cibiétchu, perque namái que cayí d’enría la cama, nun tuve xixes namái que pa xurniar la tarrasca, cundu m’ adespertéi d’echa, la paraxa viéraxe xebráu con la miou cuarexa. (Toda la noche anduve alternando, mirando, etc., por las casas de las camareras, casi cuando llegó la amanecida, del todo borracho me fui con una de ellas, pero no pude hacerle el amor, ni jamás supe quién ni como era, porque nada más que me caí encima de la cama, sólo me quedaron fuerzas para dormir la borrachera, cuando de ella desperté, la camarera ya había huido con todo mi dinero).

CAXUAL.—Caxual, casual. CAYONGAS.—Cayongas, así se llaman a las castañas que curadas en el xardu

para que se tornen en mayucas (pilongas), algunas de ellas, muy escasísimas, se endurecen de tal forma y se colorean en un rojo verdoso, que les hace perder todo sabor, alumbrando un gusto enteyudáu (encallecido, endurecido, malo, etc.), que hasta la misma hambre le pone reparos. CAYUELA.—Cayuela, dícese de la perra que está en celo. CAZAS.—Casas, pezuñas del ganado. CAZA.—Caza, mango de madera que se utiliza para revolver les farines, les papes, les puliendres (las papillas). CAZOLAS.—Cazolas, cazuelas. CAZOLETINA.—Cazoletina, pequeña cazuela. CAZOLETUS.—Cazoletus, personas o cacharros de escaso valor. CAZTRÍN.—Caztrín, despreciable en todos los sentidos. CAZU.—Cazu, sartén. CAZURRU.—Cazurru, poco espléndido, necesitado, ahorrativo, empequeñecido, etc., etc. CAZURRIAR.—Cazurriar, dícese de los atuñáus (avaros), de los chupones, quiero decir de esas personas que pegotean. CEBA.—Ceba, pación, hierba, grano, etc., para la alimentación del ganado. CEBAR.—Cebar, dar de comer a los niños, y a los ganados. CEBATUS.—Cetatus, tejidos de varas de avellano, castaño, etc., que se hacen para tillar los pajares, y para otras múltiples cosas, pues sirven hasta para hacer puertas para los cabanus de monte, y portillas para las huerta prados, etc.

CEBEIRA.—Cebeira, familiarmente así llamamos al grano, al trigo, las legumbres, etc., etc. Cundu lus xomeráus de les teixaes tan aviñonáus de cebeira la fame nun ten que rucar nus banduétchus de les xentes. (Cuando los desvanes de las casas están llenos de grano, de comida, el hambre no tiene nada que roer en los estómagos de las gentes). CEBOLLINUS.—Cebollinus, plantas de las cebollas. CEBOLLÓN.—Cebollón, persona o animal muy flojo, muy blando, muy holgazán. También se suelen llamar "cebollus ou cerulatus ou atopáus”, etc., etc., aquellas personas que son menguadas de inteligencia. CEDU.—Cedu, quiere esto decir que es temprano, que aún es pronto, etc. CEGARETU.—Cegaretu, quiere esto decir que tiene poca vista. —Un home pue ser cegaretu perque ‘l probe ve poucu, ya tamén pué ser cegaretu pel lláu de ver les couxes de la vía. (Un hombre puede ver muy poco si tiene sus ojos enfermos, y otro a lo mejor teniéndoles sanos es cegato de las cosas de la vida). CEGUÑAR.—Ceguñar, guiñar el ojo con señal de entendimiento, picardía, etc. CEICÍN.—Ceicín, dícese de la persona dañina, mal intencionada, etc., etc. CEIGU.—Ceigu, malicioso, malo. CEIZU.—Ceizu, maurientu, rancio. —Toes les couxes qu’encáldense ‘n ceizas tan maurientáes, queru falar que tan amollecíes. (Todas las cosas en el lugar de ser rancias están malas). CELLERÓN.—Cellerón, acelerado, precipitado.

CELPEXUS.—Celpexus, estropaxus pa llavar lus cacíus. (Para lavar los cacharros de la cocina). CENCERRÁ.—Cencerrá, las cencerrás se solían hacer en mis queridas aldinas en los tiempos pasados, a las viudas o viudos que de nuevo se volvían a casar y que no tuviesen niños pequeños. La cencerrá consiste en hacer ruxir con fuercia per lus lláus de la teixá de lus caxáus, lluéques, zumbus, esquiles, llates, etc., etc., ya despós faíen un xillenciu, ya un de lus veicinus que cheldaben la cencerrá, llanzábales una pucha que yera plauxía ya xaleirá con voces ya rixes per toes les xentes de l’aldina. Chuéu golguíen oitra vez faer ruxir sous prexées muxicales encaldáes ente glayíus con pallabres abondu goches ya engafáes, fasta que denuéu nel xillenciu, oitre veicín obreiraba per lus caxáus con oitra pucha de suo poéticu envidayare, y’ anxina ente ‘l ruxir, glayar, plauxir, reyire ya ser fellices a l’an cestral, les xentes de mious aldines esnaluxaben nes nuétches rescamplaes ou con borrinas, toes les couxes fucheresques que viexen fechu disdi la mesma ñacencia entexuntus conyugues, ya tou isti faticaón de puches yeren lleldáes en poexía, ya trabayáes dientru la llimpieza que ten la filoxofıa del vivir del Home, falame miou má que ya t’algamiendu cuaxi lus noventa anu’ qu’echa coñociú cencerráes de durar fasta quinxe díes d’arréu. TRADUCCIÓN. (La cencerrada consistía en hacer sonar con grande ruido y mucha fuerza, por todos los lugares alrededor de la casa de los recién casados, cencerros de todas las clases, campanas, latas, en fin todo lo que hiciera crecido ruido. Después de cada pieza musical de esta clase, se hacía un profundo silencio, y uno de los vecinos que hacía la cencerrada, decía una sátira contra los casados y a tenor de su valía, era aplaudida y en grande fuerza jaleada, con voces y risas por todas las gentes de la aldea compartidas. Luego, después volvían hacer sonar sus instrumentos musicales al tenor que con grandes voces

decían palabras malsonantes y sucias contra los casados, hasta de nuevo hacían otro silencio, y otro vecino o el mismo, aguijoneaba por ellos con agudas sátiras de su poético pensamiento. Y así, entre el infernal ruido, las sátiras, los gritos, los aplausos y la natural risa y alegría ancestral, las gentes de mis aldeas sembraban en el aire en las noches escampladas o con nieblas, todas las cosas sucias, que hubiesen hecho desde la misma nacencia entrambos cónyuges. Y todo este montón de sátiras, eran hechas en poesía, y trabajadas dentro de la hermosa limpieza, que tiene la filosofía del honrado vivir del Hombre. Dice mi madre que ya casi esta rozando los noventa años, que ella había conocido cencerradas de durar quince días seguidos. CENEYA.—Ceneya, amarra, ata, liga, etc., etc. CENEYÁUS.—Ceneyáu, atado, ligado, etc. CENEYUS.—Ceneyus, cuerdas, cintas, ligas, etc. CENOXAL.—Cenoxal, matorral, monte de arbustos y malezas, etc. CERCENIAR.—Cerceniar, cortar el pelo al rape. También se suele llamar cercexar el cortar cualquier otra cosa. CERCENIÉU.—Cerceniéu, que está cortado, que esta marcado, etc. CERIGÜELAR.—Cerigüelar, atontecer, embobar. CERIGÜEDU.—Cerigüelu, faltoso, bobo, etc. CERNIEYUS.—Cernieyus, vellones de lana, mechones de pelo, etc. CERNIEYARSE.—Cerneyarse, peinarse. CEROLAL.—Cerolan, ciruelar.

CEROLAS.—Cerolas, ciruelas. CERRICAS.—Cerricas, así se llaman a los pájaros más pequeños que viven en nuestra Melgueira Tierrina (Dulce Tierra). CERRICUS.—Cerricus, así se denomina a las personas pequeñas de estatura y a todas las cosas pequeñas. CERROXU.—Cerroxu, cerrojo. CERRUXAR.—Cerruxar, cerrar, cerrojar. CERUYAL.—Ceroyal, ciruelo. CETONES.—Cetones ou xetones, así se llaman a los panales de los truébanus (colmenas). CÉULA.—Céula, documento imprescindible para andar por Asturias al término de la guerra. (La Papela, como decían los moros que patrullaban por nuestra querida Asturies, cuando pedían la documentación a las gentes. CEU.—Ceu, temprano, pronto. CEXAR.—Cexar, dejar, ceder, etc. CEXES.—Cexes, cejas. CEYA.—Ceya, ceja. CEYUDUS.—Ceyudus, dícese de las personas que tienen muy amplias y grandes las cejas. Comu ‘l prexidenti frances Pontiyu per exemplu. (Como el presidente francés Ponpidou por ejemplo). CIARRAR.—Ciarrar, cerrar. CIARRUS.—Ciarrus, setos que sirven para delimitar los prados, tierras, etc. También puede llamarse ciarrus, a los candados, pesleras, etc. Así como a los mismos matorrales.

CIBIÉLLAS.—Cibiéllas ou cibiétches, así se llama principalmente a las varas del ablanu (avellano) retorcidas que una vez bien trabajadas sirven para amarrar cualquier cosa casi lo mismo que si fuesen cuerdas. También se pueden hacer cibiétches de las varas de muchos árboles, tales como los robles, castaños, etc., etc., pero jamás se podrá hacer una cibiétcha con las varas de una higuera. Nus tempus d’endenantes cundu chegaben les primaveires, les xentes de mious aldines dedicaben uns díes nel trabayu de faer cibiétches, estiles pa lus prexéus, calzaures pa lus rametus ya carriétches, etc. Les cibielles se tan ben feches ya fradáes de les cogüétches del ablanu n’epuca bona, puén durar más anus que de vida ten un home. Les cibiétches cuntu más se muétchen mexor amarren ya más tempu duren. Les cibielles yeren tan ñecexaries nes teixáes de les aldines comu lus mesmus rixus, perque coneches se faíen lus tirantes pa la carieya yal ramu, lus treizus p’arretrigar el ganáu nes cortes, etc., etc. You tenu agüétchau cibiétches buracáes del berugu, ya endespós de dexayes remoxar dous díes dientru ‘l agua, golguíenxe oitra vez frexibles paeme amindi que munchu mexor que se foren ñuées. Anxina ye qu’una cibiétcha nun ye una vara, manque d’ísta ñaciera, lu mesmu qu’un champlón ñáz d’un castañu ou d’oitre arbolón de maera. TRADUCCIÓN. (En los tiempos antiguos, cuando llegaba la primavera, las gentes de mis aldeas, dedicaban unos días de trabajo en el hacer cibiellas, mangos para sus herramientas, calzaduras para los rastros, etc., etc. Las cibiellas si están bien hechas y cortadas de las cepas de los avellanos en buena época, pueden durar más años que de vida tiene un hombre. Las cibiellas cuanto más se mojan, mejor amarran y más tiempo duran. Las cibiellas eran tan necesarias en las casas de mis aldeas, como las mismas sogas y cuerdas, porque con ellas se hacían los (Abrexéus) tirantes que sujetaban los timones de los rastros, los trezos que sujetaban los collares para atar a los ganados en los establos, etc., etc.

Yo tengo visto cibiellas agujeradas por la polilla y después de dejarlas remojar dos o tres días entre el agua, se volvían otra vez flexibles, pareciéndome a mí que mucho más que cuando eran nuevas. Así pues una cibiella no es una vara, aunque de ésta naciera, lo mismo que un tablón nace de un castaño, o de cualquier otro árbol que dé madera). CIBIELLAZU.—Cibiellazu ou cibiétchazu, golpe dado con una vara, con la misma cibiella, con un gamayu (rama, palo, etc.).

CIERNAXUS.—Ciernaxus, corazón de los nudos, que es tan sumamente duro en algunos árboles, que algunas veces el mismo filo del azáu (hacha) se mella al cortarles. CIGOÑES.—Cigoñes, cigüeñas. CIGUA.—Cigua, dícese cuando se tiene mala suerte. —Tenu la cigua, traxísteme la cigua, etc. (Tengo la mala suerte, me has traído la mela suerte, etc.). CIGUATEIRU.—Ciguateiru, dícese de los portadores de mala suerte.

CIBIÉLLU.—Cibiéllu ou añuedar el cibiétchu, así se llama cuando se hace el amor.

CIMBLA.—Cimbla, que tiembla, que cimbrea.

CICATIAR.—Cicatiar, así se llama al regatear.

CIMBLAYAZU.—Cimblayazu, golpe dado con alguna cosa que cimbrea.

CIEBANA.—Ciebana ou ciebanus, cestos y nasas que se hacen con las varas de los avellanos y de los castaños principalmente. Las ciébanas o nasas las solíamos hacer en miou aldina todos los rapazos para pescar en el río las mejores truchas del mundo como son las de los ríos y torrentes de las montañas astures. Los ciébanus ou ciebaxus, son cestos grandes que se hacían principalmente para pañar (recojer) los arizos para echarlos a las cuerras, o también para otros múltiples trabajos, podía industriarlos cualquiera que fuese un poco curiouxu (ingenioso).

CIMENTEIRU.—Cimenteiru, camposanto. CIMEIRADA.—Cimeirada, elevada, alta. CIMEIRU.—Cimeiru, alto, elevado. CIMEIRARSE.—Cimeirarse, elevarse. CINCAR.—Cincar, tocar, apoyarse, etc. CINCÁU.—Cincáu, apoyado.

CIELLU.—Ciellu, Cielo.

CINTAXUS.—Cintaxus, cinturones o cintas estropeadas, malas, etc.

CIENXAR.—Cienxar, censar.

CINTU.—Cintu, correón, cinturón.

CIERNU.—Ciernu, la parte más dura y anegratada de la madera de los árboles puede decirse que es el corazón del árbol. Las maderas que tienen mucho ciernu son más caras y preciadas que aquellas otras que tienen menos.

CINTURAZUS.—Cinturazus, golpes dados con el cinturón.

CIERNAGU.—Ciérnagu, madera durísima que tienen lus ñuéus (nudos) de los árboles.

CINXAR.—Cinxar ou acinxar, dícese así cuando se acinchan las caballerías. P’ aparexar ben meñester ye acinxar con xixa. (Para aparejar bien una caballería es menester acincharla con fuerza). CINXÁU.—Cinxáu, acinchado, seguro, prieto.

CINXU.—Cinxu, cincho. CINTAR.—Cintar, así se llama cuando el mespueiru del guairizu ou guairiza (cuidador de los pastos comunales de una comarca o parroquia) prinda ou cinta (coge) una vaca o cualquier ganado dentro de la guairiza que curia (del pasto que cuida). El mesqueiru (guarda) retiene estas reses dentro de un lugar ya preparado para estos menesteres hasta que su dueño viene a buscarla, teniendo que su dueño pagar la sanción estipulada, más la comida y cuidado de los días que el animal permaneció cintada o prindada que viene a ser lo mismo.

CISCONA.—Ciscona, así se llama la mujer, mala, enredadora, poco respetable en todos los sentidos. CISCONÁ.—Cisconá, cerdería o mala acción. CISQUIAR.—Cisquiar, porquería, foria (diarréa), etc., etc. CISQUIÁU.—Cisquiáu, sucio, cagado, etc., etc. CIZAÑEIRU.—Cizañeiru, amigo de encordiar, azuzar, etc., etc. CLANCA.—Clanca, salta, patea, dancia (danza), etc.

CIODÁ.—Ciodá, ciudad. CIRIGUELA.—Ciriguela ou cirigueña, es una planta medicinal muy abundante en mious aldines y muy usada y preciada aún per sous xentes (sus gentes). Tavíe ye ‘l díe de güéi que miou má fae fervidiétchus conecha pa curar lus sous amollecíus. Miou má fala que ye bona pal fégadu, ya pa tous lus amollecíus del curpu menus pa lus güétchus. Na teixá de miou má xempre t’amamplená de manoxinus de froritus per tous lus lláus, ya caún d’échus al sou falar ye un remediu ñatural de melecina. (Todavía es el día de hoy, que mi madre hace fervíus (hervidos)con la ciriguela para curar algunos de sus males. Dice mi madre que es muy buena para el hígado y también para todos los males que el cuerpo tiene menos para los ojos. En casa de mi madre siempre hay muchos manojos de flores por todos los lados, y cada uno de ellos al su decir, es un natural remedio medicinal). CIROLÓN.—Cirolón, dícese así a las personas algo faltosas, inocentes, etc., etc. CIRUGÜELUS.—Cirugüelus, pequeñas ciruelas silvestres.

CLARIAR.—Clariar, blanquear, amanecer. Ta clariandu ‘l díe. (Esta amaneciendo el día). CLÁS.—Clás, clase. CLÁUS.—Cláus, clavos. CIAVIAR.—Claviar, clavar. CLAXES.—Claxes, clases. CLICA.—Clica, órganos genitales de las hembras, lugar por donde nacemos. CLÍN.—Clín, dícese cuando se tiene el pelo may largo. CLIQUERU.—Cliqueru, así se suele llamar a lea personas con poca fuerza, poco espíritu, etc. CLIXAR.—Clixar, deslumbrar, admirarse ante una cosa, etc. CLIXÁU.—Clixáu, deslumbrado, admirado, etc. COBAYÁU.—Cobayáu, resguardado. Exemplu. —Acobayeime del sol na xoma d’un ñocéu pa xebrame del callor que m’amagostaba. (Me resguarde del sol a la sombra de un nogal, para alejarme del calor que me asaba).

Cobayáu es resguardado, escondido, etc., y no precisamente en una cueva sino en cualquier lugar.

negras y polvorientas cuando están maduras. COGOXÁU.—Cogoxáu, congojado.

COBAYÉIRUS.—Cobayéirus, amigos de dar y hacer coba. COBAYONES.—Cobayones, así se suele llamar a las personas de poco espíritu. GOBAYUS.—Cobayus, refugios hechos por el hombre o por la misma madre naturaleza. COBERTORIA.—Cobertoria, tapa de los potes, pucheros, cacerolas, etc. Cobertoria es la tapa que cierra o tapa un todo, así la cobertoria de la Tierra es el propio Firmamento. COBERTORIÁU.—Cobertoriáu, tapado. COCINÁU.—Cocináu, cocido, potaje, guiso, etc., etc. COCINÁUS.—Cocináus, acciones buenas o malas que quieran prepararse. COCHARÁES.—Cocharáes, dícese así a las grandes risotadas, también cuando a uno le ataca la tos con mucha fuerza. COCU.—Cocu, gusano. También se suele decir a los niños para amedrandarles que biene el cocu. Exemplu. —Dúrmete miuo nenu que ben el cocu. (Duérmete pequeño que viene el coco). Nun faigues ístu ou l'oitre miou nenu que chamu ‘l cocu. (No hagas esto o lo otro mi pequeño que llamo al coco). COGOLLUS.—Cogollus, cogollos. COGORCIA.—Cogorcia, embriaguez, borrachera, etc., etc. COGORCIOS.—Cogorcios, especie de figueiras (verrugas) que le suele salir algunas plantas del maíz, que suelen ser

COGOXINUS.—Cogoxinus, pequeños cogollos. COGOXINUS.—Cogoxinus, pequeños enojos, pequeñas congojas, etc. COICIAR.—Coiciar, envidiar. COICIU.—Coiciu, dícese así a los niños cuando se tienen envidia entre sí. COINUS.—Coinus, rincones, escondites. COIQUINÁUS.—Coiquináus, escondidos, refugiados, etc. COLADA.—Colada, axín se nomaba cundu las muyeres llavaven lus fatus de la teixada. (Así se llamaba cuando las mujeres lavaban la ropa de casa. —Nus tempus d'endenantes cundu la mixeria ya la fame per tous lus cháus encibiétchaben a les homildes xentes de mious aldines, cundu lus comicius de toes les claxes, comencipiandu per lus xabañones, les cabres, lus pioyus, les pulgues, les chinches, les lladiétches, les pulgues, lus cachiparrus, la xarne, lus ñegazus, etc., etc., nun nus dexaben tar nin nel xuenu xoxegandu, les probes muyeres comu nun teníen xabón nin deterxentes, nin nagua, faíen les colades con ceniza de sous llares, que nun gulga xamás la fame ya la mixeria nel xemar les melgueires aldines de nuexa embruxadora Tierrina, comu lu fixerun nus tempus d'endenantes, perla cauxa de que lus nuexus pás, nun xupierun faer de la llibertá la Xusticia qu'allumbra fellíz allegría, nel melgueiru vivir de les xentes cá díe. TRADUCCIÓN.—(En los tiempos pasados, cuando el hambre y la miseria por todos los lados tenían atadas a las humildes gentes de mis aldeinas, cuando los picazones de todas las clases, empezando por los sabañones, las cabras,

los piojos, las pulgas, los chinches, las garrapatas, la sarna, lus diétchus (granos), etc., etc., , no dejaban a uno ni en el sueño estar sosegado, las pobres mujeres, como no tenían jabón, ni detergentes ni nada para lavar las ropas, lo hacían con la ceniza de sus lares en las llamadas "coladas". Que no vuelva jamás el hambre ni la miseria a sembrar calamidades por las dulces aldeas de nuestra Embrujadora Tierrina como ha sucedido en los tiempos pasados, por la causa de que nuestros padres, no supieron hacer de la libertad la Justicia que alumbra feliz alegría, en el sencillo y dulce vivir de las gentes de cada día). COLADEIRU.—Coladeiru, colador. COLAR.—Colar, marchar, alejarse, xebrarse (irse). COLINGAR.—Colingar, colgar, suspender, columpiar, etc., etc.

de l'embruxadora Má de la patria España. D'Asturies la Fidalga, ya Melgueira Tierrina, cuntu you que naide nel mundiu puéi falar couxes feés nin amolexadas, de sous xentes you quixés falar lu mesmu, peru nun lu faigu perque tenu miéu que d'aquién me fale que you allumbréi una babayada. (En las primaveras, los veranos y los otoños, por todos los puertos y brañadas de Asturias, retrañen y suenan con músicas de fuertes ancestros, los pequeños y grandes cencerros, que mueven las vacas, las yeguas, las cabras, las ovejas, etc., cuando pastian las jugosas y siempre verdes hierbas, que cubren con vistoso traje las dulces praderas de la Embrujadora Madre de las Españas). COLLOR.—Collor, color. COLLORÁU.—Colloráu, que esta colorado, que está rojo. COLLORIAR.—Colloriar, colorear.

COLÓU.—Colóu, se xebróu (se alejó). COLUNGA.—Colunga, altura, atalaya desde donde se otea, desde dónde se mira, etc. COLLAÍN.—Collaín, pequeña collada. También campera no grande. COLLAÓNA.—Gollaóna, grande collada. También campera amplia. COLLARÓN.—Collarón, así se llama a los collares anchos que se hacen de banielles de castaño, roble o fresno, que va bandeado de herrajes y peslera o candado, que se coloca en el cuello de los animales, del que pende una llueca ou zumbiétchu (pequeño o grande cencerro). Nes primaveires, nus branus ya nes xerondes, per tous lus puertus ya brañades d'Asturies, zumbiétchan ya ruxen con múxiques de fortes ancestrus, las llueques, esquiles ya zumbiétchus qu'abayen les vaques, les chegues, les cabres ou les uvées, cundu pastien les xuguoxes ya verdes yerbes, qu'apaxiétches les melgueires pradeires

COLLORINUS.—Collorinus, colorinos. COLLUGA.—Colluga, cuello, pescuezo. También puede ser abertura o cierre. COLLUGADA.—Collugada, esta palabra siempre significa mucho, así pues una collugada es una hartura, pero esta hartura bien puede ser de felicidad o de desgracia. Exemplus. —Penxamentus d'home probe collugades de fame. (Pensamientos de hombre pobre harturas de hambre). —Cá vez qu'agüeyu lus guardies pe l'aldina tal me paez que m'acolluga ‘l miéu (cada vez que veo los guardias por la aldea tal parece que me atenaza el miedo). —Güéi coyí tal collugada de castañes, que tenu ‘l ventrón encomoláu tou ‘l díe. (Hoy me he comido tal hartura de castañas que tengo el vientre incómodo). COLLUMBRAR.—Collumbrar, otear, ver, observar, etc., etc.

COLLUMBRÓU.—Collumbróu, que ha visto, que divisó.

COMBAYARSE.—Combayarse, ponerse de acuerdo una o mas personas para perjudicar a alguien.

fabadas, etc., para sazonarlos y hacerlos más gustosos y alimenticios. También compangu es cualquier otro alimento que se come acompañado con pan o borona, etc. Un potaxe xin compangu ye un potaráu d'esllaba pal gochu. (Un puchero sin chorizo, tocino, carne, morcilla, etc., etc., es un caldero de comida para el cerdo).

COMBAYÓN.—Combayón, pelotillero.

COMPAXINAR.—Compaxinar, compaginar.

COMBÁU.—Combáu, combado.

COMPAXÍN.—Compaxín, compagín.

COMEDEIRUS.—Comedeirus, comederos del ganado.

COMPUNXÍR.—Compunxír, tener pena, compadecerse de los demás o de uno mismo.

COMBAYAR.—Combayar, llámase así al hacer la pelotilla, al adular.

COMENENCIA.—Conveniencia. COMICIUS.—Comicius, en los tiempos pasados había muchos comicios, unos eran los del cuerpo, como la sarna, o los parásitos de todas clases, que no le dejaban uno estarse quieto ni un momento, pues todos de continuo nos estábamos rascando, pues era la moda que la miseria imponía, y aquél que no se rascaba tal parecía que desentonaba, todo lo contrario que hoy, que cuando se ve una persona rascarse tal parece que está falto de educación, y si alguno lo hace procura llevarlo a cabo con tal precisión y elegancia, que tal parece que su rascarse es una postura con cierto don aparentorio. Pero el principal comicio que más nos desencaldaba era la Justicia que galamiaba (corría) allindiada (cuidada) por personas sin conciencia, que no solamente asesinaba al inocente y encarcelaba a las buenas personas, sino que le comía los sudores e intereses a cuantas gentes oliesen a ser de las izquierdas. COMPANGAR.—Compangar, hacer, llevar, comer, etc., una cosa con otra. También se dice cuando se adula o se hace la pelotilla. COMPANGU.—Compangu, viandas que se echan en los potajes, cocidos,

COMPUNXÓN.—Compunxón, dícese de la persona que sabe de tal forma y manera compadecerse de sus propios males, que consigue que los demás le compadezcan en alguna forma. COMPUXU.—Compuxu, que ha componido, que ha arreglado. Exemplu. —Metantu que you me compuénxe, pa dír uyír la mixa comu tous lus díes xantus, el miou home compúxome les madrenes que taben faltes de dous encantexus. (Mientras que yo me lave, me pinte, me vestí con decencia para ir a oír la misa como todos los días festivos, mi marido me arreglo las almadrenas que estaban faltas de dos arreglos). COMUNIAL.—Comunial, que es comunal. COMUÑAS.—Comuñas, esta palabra se estilaba mucho por mis aldeas cuando yo era pequeño, al final de la guerra civil, la mayor parte de las gentes tenían sus ganados a la "comuña'' o a medias. Y aunque parezca que la cosa es lo mismo, la diferencia que existe es enorme, pues a pesar de que de entrambas formas siempre es trabajar para un dueño, cuidando los ganados a medias siempre es más decente y honrado, porque a medias se goza de la mitad de las crías que da el ganado, más la leche y el

trabajo. Y en caso que a una o más reses las maten los lobos, el oso, etc., la perdía tan solamente el dueño. Pero a la comuña ese animal no le perdía el dueño, sino que había que reponerlo con una de las crías de la partición. CONCA.—Conca, cuenco hecho de madera, de barro, de piedra, etc., muy servicial nus cacíus d una teixa. (De mucho servicio entre los cacharros de una casa).

CONISTUS.—Conistus, con estos. CONOCENCIA.—Conocencia, conocimiento de personas, cosas, etc. También es amistad. Exemplu. —El miou home ye mu conocíu del mélicu, per ístu recétaye bonus xarabes y'oitres maxuxes ya melecinas. (Mi marido tiene amistad con el médico, por esto le receta buenos jarabes, así como otros medicamentos). CONXINA.—Conxina, consigna.

CONCADA.—Concada, cantidad en todos los sentidos.

CONXINÁU.—Conxináu, consignado.

CONCENXA.—Concenxa, conciencia.

CONXABÍU.—Conxabíu, consabido.

CONCEXAL.—Concexal, concejal.

CONXERBAR.—Conxerbar, conservar.

CONCEYU.—Conceyu, concejo. Reunión, sociedad, etc., etc. CONDOLLENCIA.—Condollencia, condolencia. CONDULLÍU.—Condollíu, condolido. CONEXUS.—Conexus, conejos. CONEXEIRAS.—Conexeiras, conejeras.

CONXEGUIR.—Conxeguir, conseguir. CONXELÁU.—Conxeláu, congelado. CONXELAR.—Conxelar, congelar. CONXETURES.—Conxetures, conjeturas.

CONÉTCHAS.—Conétchas, con ellas.

CONXENTÍU.—Conxentíu, dícese de los niños o de las personas o animales que se les consiente hacer cosas y que después s'avezan (se acostumbran a ellas).

CONFEXAR.—Confexar, confesar.

CONXURIAR.—Conxuriar, conjurar.

CONFEXÓN.—Confexón, confesión.

CONXURÍAU.—Conxuríau, conjurado.

CONFLÉITU.—Confléitu, conflicto. COÑA.—Coña, burla, guasa, etc. CONFLEITÁUS.—Confleitáus, dentro de un conflicto. CONFUNDIÓU.—Contundióu, que ha confundido. CONFUNDIÓYE.—Confundióye, que le riñó, que le pegó, que le atemorizó, que le equivocó, etc., etc.

COÑADA.—Coñada, trastada, burla que se haga. COÑÓN.—Coñón, dada en el hacer coñadas. COPA.—Copa, ubre, caldaráu. Exemplu. —La miou vaca ya ten terria la copa, duru comu 'n cuetu ‘l caldar, paeme amindi qu'ista nuétche bétcha.

(Mi vaca ya tiene muy tensada la ubre, muy dura, por esto me parece que esta noche va a parir). COPAXAS.—Copaxas, pequeñas copas de bebida. COPAXEIRU.—Copaxeiru, amigo de beber copas. COPAXU.—Copaxu, ruina y pequeña copa. COPÍN.—Copín, medida para áridos de ocho quilos. COPINÁU.—Copináu, abundante, mucho, etc. Exemplu. —Güéi xugue ‘l xubastáu con Conrráu, ‘n xastre vaqueiru que vive aquindi 'n Xixón, ya falaba quei veníen les cartes a copináus. (Hoy he jugado al subastado con Conrado, un sastre vaqueiru que ahora vive aquí en Gijón, y no paraba de decir que le llegaban las cartas a montones).

corbatón de las castañas del xardu, porque la verdad es que hay dos maneras, las llamadas corbatas del xardu y la otra forma que se hace con las castañas que no fueron curáes nel xardu. Las que mejor saben, las más nutritivas y sanas son las corbatas de xardu. CORBEYONES.—Corbeyones, corbejones. CORBEXONES.—Cortexones, lo mismo, corbejones. CÓRCEGA.—Córcega, denomínase así al rastro o Ramu de acarrear, bien la hierba o cualquier otra cosa. CORCEYÁU.—Corceyáu ou corcexáu, rastro lleno. CÓRCOBUS.—Córcobus, saltos, brincos, etc. CORCODEXU.—Corcobexu, salto, brinco.

COPLÉIRU.—Copléiru, copletero. CORADA.—Corada, muerta, asesinada. CORÁES.—Coráes, entrañas de los animales compuestos por los pulmones, el corazón, los hígados etc.

CORDALES.—Cordales, ramales de cordillera. COREXA.—Corexa, faltriquera, cartera. COREXADA.—Corexada, carterada, abundancia, etc.

CORAR.—Corar, matar, acuchillar. CORIAR.—Coriar, corear, jalear, etc. CORÓN.—Corón, así se llama al cuchillo que sirve para corar. CORADOR.—Corador, persona especializada en corar. CORBATES.—Corbates, castañas cocidas con el corteyu (la piel). CORBATÓN.—Corbatón, al igual que el amagostón, el corbatón también suele ser una costumbre que se hace cuando se bajan las castañas del xardu ya curaines ya feches en mayuques. (Muy secas ya hechas en castañas pilongas). Digo que es entonces cuando se hace el primer

CORIÁU.—Coriáu, coreado, jaleado, etc. CORÍUS.—Coríus, patos, ánades. CORAXE.—Coraxe, coraje. CORNEYALES.—Corneyales ou cornétchales, esquinas, ángulos, etc. CORNEYÁU.—Corneyáu ou cornétchau, esquinado, recogido, etc. CORNEXA.—Cornexa, corneja.

CORNIÁU.—Corniáu, cornudo. También corneado, truñado, etc.

podrezcan dentro de ellas para cuando se haga l'esbítcha, que es la única y principal misión que tienen las cuerras.

CORNIUS.—Cornius, cuernos, astas. CORNIAL.—Cornial, especie de correa larga que se usa para xunír les vaques al xugu (para amarrar la testas de las vaques al yugo). CORPAYÓN.—Corpayón ou corpaxón, dícese así a las personas o animales que tienen un cuerpo grande y fuerte.

CORRADA.—Corrada, cerca grande puesta alrededor de cualquier cosa, tal como una casa, un praín pequenu (prado pequeño), etc. CORRALADA.—Corralada, corrada que se hace frente o alrededor de la casa, o en muchas cuadras de monte que también la tienen. CORRÁU.—Corráu, cerco.

CORPAXONES.—Corpaxones, corpulentos. GORPÍU.—Corpíu, cuerpo, vida, bullicio, etc. CORPU.—Corpu, dícese del cuerpo. CORPIXU.—Corpixu, dícese de las personas y animales cuando son enclentes, débiles, etc. CORRA.—Corra, así se llama a la pequeña cerca que se hace en los castañedos para meter los arizos hasta el tiempo de l’esbítcha. Estas corras suelen hacer principalmente de piedra, depende la importancia que tenga o mejor dicho que haya tenido el castañeu en pasados tiempos. Existen corras en algunos castanéus de mis melgueiras aldeas que son verdaderas obras de artesanía, pues hasta el piso tienen enlosado, y es que en los tiempos pasados las castañas tenían muchísima importancia porque na teixá dou hubiés castañines, ben foren d'amagüestu ou mayuques pa faer bonus potaxes conechas, falu que nixa teixá taba la fame auxa en grandie medía. (En la casa dónde hubiera castañas, bien éstas fueran de asarse, o de las pilongas para hacer con ellas buenos potajes, digo que en esa casa estaba el hambre espantada en grande medida). Las corras también se suelen hacer de barganaces entetexíus con gamayus (estacones tejidos con ramas o varas) y también de otras maneras, lo principal es, que los arizos

CORRALÁU.—Corraláu, acorralado, cercado, etc. CORREUDUS.—Correudus, así se suele llamar a las personas o animales que son resistentes, duros, trabajadores, que tienen coraje, que se doblan bien para cualquier trabajo. CORREXONES.—Correxones, así se llama a las personas o animales que les gusta correr, que son inquietos. CORRIPIA.—Corripia, cubil. La corripia en Asturies solamente se usa para los cerdos. Con esto pretendo decir, que un corripiu es lo más bajo y miserable de los refugios. CORRIXIDOR.—Corrixidor, corregidor. CORRIXIR.—Corrixir, corregir. CORRIZUS.—Corrizus, dícese de las personas que no parar de correr de un lado para otro sin hacer raíces en ninguna parte. Yo no sé si a los bohemios les podemos llamar corrizus. CORROMPÍN.—Corrompín, dícese de las personas espléndidas. CORROMPINÁU.—Corrompináu, llenar hasta rebosar. Todo lo que encierre la palabra corrompinar, significa que es estar lleno en demasía, con

grande largueza. Exemplu. —Tenu lus fégadus corrompináus de mala llétche, cundu agüeyu ya uréu lu poucu que fán lus dirixentes de la miou Melguira y'embruxadora Asturies. (Tengo las entrañas llenas de malos sentimientos cuando en todo momento veo y escucho, lo poco que hacen los dirigentes de mi dulce y embrujante Asturias). —Nun me bacies el pletu corrompináu de potaxe, nun lu faigas miou nena, perque güéi nun tenu fame. (No me eches el plato lleno de potaje, no lo hagas mujer, hija etc., porque hoy no tengo hambre). CORROTIAR.—Corrotiar, dícese así cuando uno anda corriendo de una parte para otra, bien porque lo requiera su trabajo o porque a uno le guste andar caleyandu. También se suele llamar corrotiar al saltar y xugar de lus nenus. (Jugar y saltar de los niños). CORRU.—Corru, pequeña cabaña de monte, siempre que sóu teyáu nun tena teyas (que su tejado no este cubierto de tejas), sino de tapinus, grombus, murgazu (céspedes, escobas, malezas, etc.).También se llama corru al correr y al corru de l'illexia (iglesia) o a cualquier coro de danzas y cantes. CORRUÉLA.—Corruéla, planta pequeña y trepadora muy buena para los cerdos, pues los entendidos dicen, que la corruela pa lus gochus, ye lu mesmu que les llechugues pa les prexones (que esta planta para los cerdos, es lo mismo de buena que la lechuga para las personas). CORRUSPÍN.—Corruspín, ruin, enclenque, etc., etc.

CORTEGADA.—Cortegada, llámase así al caldo que queda después de cocer las castañas. Una vez cocidas las castañas bien sean en corbatas o pulguina, el agua que queda es menester buzcuchaya (verterla) ese caldo se llama cortegada ou cortegua. CORTEXA.—Cortexa, cuadra pequeña y de poca monta generalmente sin pajar. La cortexa es usada por regla común para guardar las caballerías y hasta inclusive los cerdos, pero en muy raras ocasiones se meten en ella vacas. CORTEXAR.—Cortexar, cortejar, hacerse novios, tener relaciones entre éste o parecido estilo los hombres y las mujeres. CORTEYUS.—Corteyus ou cortexus, así se llama a las mondaduras de las castañas bien sean amagostadas o en corbatas. También se suele llamar cortexus a todas las cáscaras de las frutas, tales como las avellanas las nueces, etc. CORTEYU.—Corteyu, cortejo. CORTEZU.—Cortezu, mendrugo de pan. CORTINALES.—Cortinales, vegas divididas en parcelas cuyas limitaciones son los finsos, donde tienen propiedades varios vecinos. CORTIXUS.—Cortixus, cortijos. CORTIXERUS.—Cortixerus, cortijeros. CORTONÁES.—Cortonáes, cortaduras profundas.

CORRUSPIUS.—Corruspius, dulces. También pequeños trozos de pan frito.

CORTIÁU.—Cortiáu, cortado.

CORRUSCUS.—Corruscus, pedazos de pan con corteza, bien sean de pan duro o no.

CORU.—Coru, coro, conjunto de personas que cantan, bailan, etc. También coru significa, corar, matar.

CORTE.—Corte, cuadra, establo.

CORVUS.—Corvus, dícese de los animales que tienen un cuerno hacia

abajo o muy torcido. También se llaman corvus a las personas que tienen traidoras intenciones.

COSTELLAR.—Costellar, costillar, costellame, todo lo relacionado a las costillas.

CORVEXUS.—Corvexus, retorcidos, malos, etc.

COSTIELLADA.—Costiellada, caída, costalada, llombada, etc.

CORZÁU.—Corzáu, llámase así al rastro lleno, bien de hierba, de leña, etc. COSCAS.—Coscas, cosquillas.

COSTEIRU.—Costeiru, trozo de tierra, pizarra, roca, que se desprende del terreno, bien sea en la mina, en una cantera, etc.

COSCORIAR.—Coscoriar, hacer cosquillas.

COSTUMAR.—Costumar, acostumbrar.

COSCORISU.—Coscorisu, dícese de la persona que tiene muchas cosquillas. Exemplu. —Nui faigues cosques el miou nenu, pos ye tan coscorizu que lu mesmu puenxe amolexáu per mor de les cosques. (No le hagas cosquillas al niño, porque es tan cosquillero, que igual se pone enfermo por causa de las cosquillas).

COSTUMÁU.—Costumáu, que está acostumbrado.

COSTALADA.—Costalada, llámase así a la carga que se lleva de una vez sobre el hombro o las costillas. Si me pagaran a mí las costaladas que carrapotié d'enría migu (llevé encima de mí) nada más que a peseta, hoy sería millonario. Así por el alto y sin exagerar nada puedo decir que yo he acostalado más de cien mil toneladas de peso. Y todo este bestial trabajo yo lo hacía para mal comer y peor vestir. Exemplu. —Per tou 'n díe carrapotiandu maera que ben pudiés acostalar dez toneláes, you cobraba de xueldu dez pexetes, ya ístu ye tan ciertu comu you me nomu Xulín de LLuza. (Por todo un día acarreando a costillas madera, que muy bien pudiera haber acarreado diez toneladas, yo cobraba de sueldo diez pesetas, y esto que les digo es tan cierto, como que yo me llamo Xulín de LLuza). COSTALADA.—Costalada, también se llama así cuando uno se cae al suelo. COSTAZU.—Costazu, hombro.

COSTUMES.—Costumes, costumbres. Nuexoitres lus astures xomus heredeirus d'unes "Costumes” que ñacierun nel mesmu cheldare que se fexu Asturies, anxina ye, que les primeires xentes que d'axetíu poblarun l'Embruxadora ya Melgueira Tierrina d'Asturies, forun lus nuexus primeirus antepaxáus, que fixerun L'ancestru Fidalgu que güéi nuexóitres cuaxi, cuaxi d'afechu deximimus. —El díe que lus astures defiendan sous Raigones, sous ''Ancestrales Costumes” con orgútchu ya xuxeante fuercia, la Nuexa Melgueira Tierrina rellumbrará más arguta que las mesmas estrétchas, ya toes sous xentes dou quiera que s'atopen, encadexaran gozóuxes ya fellices tal fraternal xuntura que faran d'Asturies el Pueblu más maravillóuxu de la Tierra, dou toes sous xentes fidalgues ya ñobles, tendrán un bon trabayu, xuntu con la fellicidá ya la xusticia, couxes que güéi nun s'agüeya en dalguna de las teixáes homildes de miou melguera Tierrina. TRADUCCIÓN.—(Nosotros los asturianos somos herederos de unas costumbres que nacieron en el mismo hacer que se hizo Asturias, así es, que las primeras gentes que poblaron la Embrujadora y Dulce Tierra de Asturias, fueron nuestros primeros antepasados, que dieron vida al Hidalgo Ancestro, que hoy nosotros casi del todo hemos olvidado. El día que los asturianos

defendamos nuestras Raíces, nuestras Ancestrales Costumbres con grande orgullo y crecida fuerza, nuestra Dulce Tierrina relumbrará más alta que las mismas estrellas, y todas sus gentes donde quiera que se encuentren, trenzaran gozosas y felices una fraternal unión, que hará de Asturias el Pueblo más maravilloso de la Tierra, donde todas sus gentes hidalgas y nobles, tendrán un buen trabajo que la colmará de felicidad y de justicia, cosas que hoy no se ven, en ninguno de los humildes hogares de mi dulce Asturias). COTARONES.—Cotarones, peñascos grandes. COTEXAR.—Cotexar, cotejar.

ablanes (recoger las avellanas). Coyer les castañes, coyer les mazanes coyer la yerbe, etc., etc. (Recoger las castañas, las manzanas, la hierba, etc., etc.). COYER.—Coyer, coger, agarrar, asir, etc. COYÍU.—Coyíu, recogido, asido, etc. COYONES.—Coyones, cojones, testículos. COYONUDU.—Coyonudu, cojonudo, fuerte, osado, etc., etc. COUXAS.—Couxas, cosas. COUXIQUINES.—Couxiquines, pequeñas cosas.

COTEZU.—Cotezu, zoquete. COXER.—Coxer, coser. COTOYES.—Cotoyes, argomas. COXEDURA.—Coxedura, cosedura. COTOYÁLES.—Cotoyáles, argomales. CRÉITU.—Créitu, crédito. COVAXAS.—Covaxas, pequeñas cuevas. COVIXUS.—Covixus, cobijos.

CRESPU.—Crespu, llámase así a lo que se encuentra muy seco. También se suele llamar crespo a lo muy asperoso y punteagudo.

COVIXÁUS.—Covixáus, cobijados. COXA.—Coxa, coja. COXERA.—Coxera, cojera. COXÉTCHA.—Coxétcha, cosecha.

CREU.—Creu, que créo. También creu significa la oración del Credo. CREÍU.—Creíu, que se ha creído una cosa. También se llama creíu a la persona que se tiene en alta estima a sí misma.

COXICAR.—Coxicar, cojear. CREYER.—Creyer, creer. COXÍN.—Coxín, cojín, almohadilla, etc.

CREYÍBLE.—Creyíble, que es creíble.

COXINETE.—Coxinete, cojinete.

CREYENCIA.—Creyencia, creencia.

COXU.—Coxu, cojo.

CRIÁU.—Criáu, criado, persona que sirve por un salario a su amo.

COYEDORES.—Coyedores, personas que recogen las cosechas. Exemplu. —Tenu que catar coyeores pa recoyer el pan. (Tengo que buscar recolectores para recoger las espigas). —Coyer les

CRIAÍN.—Criaín, nino o persona de poco valer que por un sueldo sirve de criado. —Nus tempos d'endenantes un bon criáu ganaba comu xornal en tou ‘l

mes unes xexenta pexetes, dalgún fatu de trabayu ‘l calzáu ya la fartura, menus el mes de la yerbe, qu'aquindi p'isti mes s'axustaba oitre xueldu. Lus criaínus comu you lu yera nun teñíamus dalgún xornal, namái que lu qu'el amu quixés apurrinus, qu'angunes veices yera (ya you per mindi falu) namái qu'un mamplenáu de cibiétchazus. (En los tiempos de antes, un buen criado ganaba como jornal en todo el mes, unas sesenta pesetas, alguna ropa de trabajo, un par de alpargatas cada mes y dos pares de madreñas cada año, así como la comida y la cama, como también el lavarle y remendarle sus ropas, menos el mes de la hierba, pues este mes como el trabajo es mayor y más posado, se ajustaba otro sueldo. Pero los criadinos como yo lo era, no teníamos ningún jornal nada más que el que el amo quisiera pagarnos, que algunas veces era (y yo por mí sólo hablo), nada más que un buen montón de palos). CRUCIAR.—Cruciar, cruzar, pasar, mezclar. CRUCIÁU.—Cruciáu, que esta mezclado, que esta cruzado, etc., etc. Exemplu. —Una muyer roxa ten un fíu conún home prietu, ‘l nenu que ñáz ye cruciáu. (Una mujer rubia, blanca, tiene un hijo con un hombre negro, ese niño cuando nace es cruzado). CRUGU.—Crugu, que está crudo. CRUXE.—Cruxe, que cruje. CRUXÍR.—Cruxír, crujir. CRUXIDEIRU.—Cruxideiru, crujidero. CRUCIFIXAR.—Crucifixar, crucificar. CRUCÍFIXU.—Crucífixu, crucifijo. CUALA.—Cuala, cual. CUALLESQUIERA.—Cuallesquiera, cualquiera.

CUANDIA.—Cuandia, hoyo, poza, sepultura. Nagora perque paezme amindi qu'encalda nisti xeitu, vou falales you de la Cuandiona de lus Achuquináus d' Uviéu. (Ahora porque me parece a mí que cuadra en el sitio, yo les voy a hablar de la Tumba de los Asesinados en la ciudad de Oviedo). Tal paicía la cárxel d'Uvieu naquechus tempus d'achuquinamentus la mesma ufixina del diañu, tou lus xeítus qu'acorralaben ista teixá d'enfernal miéu, taben amamplenáus de miles de xentes, ya toes istis prexones qu'aguardaben que les dexaren agüétchar per trés les rexes de la cárxel a lus sous homes, fíus, hermenus ou toa clás de parentela, qu'arretrigáes ya ben cudiáes per el llátigu del sou hermenu venceor taben na pouxa de ser fartura pala Cadarma, ya fatáus d'echus, un noventa per centu per exemplu, nun s' abayaben en más dellitu, qu'el que puéa lleldase nus anxelinus nenus d'entamu. Guntuyes you, ya xín char más lleñe ‘l fuéu que lus caricotes que nel queimaben, que nun yeren oitres namái que l'inxusticia más gafa que dalgún home sou la Tierrina xemare. Fálules you, que toes les xentes qu'acorralaben la cárxel, namái que yeren muyeres, nenus ya viétchus, que chebaben plasmáu nel xemeyu del lus sous rostrus el miéu ya la l'axasperación que faíen allumbrar per las ñacencias de la llágrima, un dollor tan enfernal dou nun guañaba ‘l conxuelu. Alcuérdume qu'un paixanu comu d'unus xetenta ou más anus ,enlloquecíu perque dientru de la cárxel tenía tres fíus arretrigáus, llanzu glayíus con fuercia falandu ¡VIVA LA REPUBLICA! ya nomándulus achuquinus ya baldrayus, nel escape chegarun dous guardies que lu llantarun con priexa na cárxel, aquecha mesma nuétche xuntu con lus sous fíus forun achuquináus na Cuandia del cadarmeiru d'Uviéu. Nista cuandia comunal tan encuandiaus faticáus de homes con menus dellitu que fexu ‘l paixanu que glayóu viva la república. Paeme amindi que lu que debemus de faer lus astures

ye nun deximir istes couxes que fexerun lus nuexus antepaxáus, pa nun golguer nin per lu más xagráu lleldales nuexoítres, ya pa querenus, respetanus y'ayudanus comu lu que xemus, Ñobles ya Fidalgus hermenus. TRADUCCIÓN.—(Tal parecía la cárcel de Oviedo en aquellos tiempos de asesinamientos, la misma oficina del diablo, todos los lugares que cercaban esta casa de infernal miedo, estaban repletos de miles de gentes, y todas estas personas que aguardaban que se les dejase ver a sus seres queridos por detrás de las rejas de la cárcel, a sus maridos, a sus hijos hermanos y toda clase de parentela, que prisioneros y bien guardados por el látigo de su hermano el vencedor, que esperaban ser hartura para la Muerte, y muchos de ellos, un noventa por ciento por ejemplo, no se revolvían en más delito, que el que puedan tener los angelicales niños de pecho. Cuéntoles yo, y sin echar más leña al fuego que los tizones que en él quemaban, que no eran otros nada más, que la injusticia más envenenada que ningún hombre sobre la Tierrina sembrara. Dígoles yo que todas las gentes que cercaban la cárcel, nada más que eran mujeres, niños y viejos, que llevaban plasmado en el retrato de sus rostros, el miedo y la desesperación, que les hacía alumbrar por las nacencias de las lágrimas, un dolor tan infernal, que no tenía ningún consuelo. Me recuerdo que un paisano como de unos setenta o más años, enloquecido de dolor, rabia o lo que fuese, porque dentro de la cárcel tenía tres hijos prisioneros, lanzando gritos con fuerza decía... ¡Viva la República!, llamándoles asesinos y cobardes, en el momento llegaron dos guardias que le metieron con prisa en la cárcel, aquella misma noche junto con sus dos hijos, fueron asesinados en la Tumba Comunal del cementerio de Oviedo. Dentro de esta Fosa Comunal, están enterrados muchos hombres con menos delito que hizo aquel paisano que gritó viva la república.

Me parece a mí, que lo que debíamos de hacer todos los astures, es no olvidar estas brutales cosas que hicieron nuestros antepasados, para no volver ni por lo más sagrado hacerlas nosotros nunca, y para querernos, respetarnos y ayudarnos como lo que somos, Nobles e Hidalgos hermanos). CUANTÍU.—Cuantíu, mucho. GUARTERÓN.—Cuarterón, así se llama a cualquiera de las dos partes de la puerta. Cuarterón d'erriba ya cuarterón d'abaxu (encima y debajo). CUARTIAR.—Cuartiar, agrietar, resquebrajar, etc. CUARTÓN.—Cuartón, así se llama a la cárcel municipal. CUARTAXU.—Cuartaxu, cuartajo. CUATRIADA.—Cuatriada, jugada importante en el juego de los bolos. CUATREMUNDIAR.—Cuatremundi ar, caminar de una parte para otra sin rumbo. También entremezclar las cosas, confundirlas, etc., etc. CUAXAR.—Cuaxar, cuajar. CUAXÁU.—Cuaxáu, cuajado. CUAXI.—Cuaxi, casi. CUAXINGU.—Cuaxingu, dícese así a las pequeñas y ruinas cosas. Exemplus. —Atindeme ben Rouxa, ixi cuaxingu de fíu que tenes que doxe d'agolifar, pe l'amore de la miou fía, pos n'ísta lu quér comu pa sou home, nin you lu quixés de xernu. (Escúchame bien Rosa, ese enclenque y ruindad de tú hijo, que deje de olisquear detrás del amor de mi hija, pues ni ella le quiere para marido, ni yo quisiera que fuese mi yerno). —Nun gulgu más trabayar na teixá de Muel de Concha, pos d'enría d'apurrime un cuaxingu de xornal, enzuléi comu comedera cuaxinga couxa. (No vuelvo

más a trabajar a la casa de Manuel el de Concha, pues encima de pagarme un ruin jornal, me dio como comida poca cosa). CUAYADA.—Cuayada, llámase así a la leche cuando se cuaja, la lléichi cuayá ye un allimentu mu sanu. (La leche cuajada es un alimento muy sano, nutritivo y refrescante). GUAYÁUS.—Cuayáus, quesitos que se hacen con la leche cuajada. CUAYU.—Cuayu, cuajo. CUBERA.—Cubera, clase de manzanas muy duras, excelentes para hacer buena sidra y mejores aun para ponerlas en madurera, pues aguantan mucho tiempo antes de perderse. CUBICIA.—Cubicia, avaricia. CUBICIAR.—Cubiciar, codiciar. CUCARA.—Cucara, piño, manojo, etc. También se llama cúcara al dinero que se pueda tener guardado.

CUCHAR.—Cuchar, abonar. CUCHEIRU.—Cucheiru, estercolero. CUCHU.—Cuchu, abono. La mexor melecina pa lus préus ya les tierres de llabranza nun ye oitra qu'el bon cuchu, lu mesmu que pa les xentes la mexor melecina ye ‘l allimentu natural. Un préu ben cucháu dá ‘l doble de pación ya lu mesmu de yerbe. Ya se falamus de les tierres de llabrancia, senún se cuchan ben más val nun xemayas, perque xendu ‘l trabayu del home lu más xagráu, ten que xapier ísti que xin cuchar, nagua na vida con apuxe guaña. (La mejor medicina para los prados y las tierras de labranza, no es otra que un buen estiércol, lo mismo que para las gentes no hay nada mejor que los alimentos naturales. Un prado bien abonado da el doble de pación y lo mismo de hierba. Y si hablamos de las tierras de labranza, sino se abonan bien, más vale no sembrarlas, porque siendo el trabajo del Hombre lo más sagrado, tiene que este saber, que sin abonar, nada en la vida con fuerza crece). CUDIAR.—Cudiar, cuidar.

CUCAR.—Cucar, mirar, observar, vigilar, etc. CUCAS.—Cucas, pequeñas pirámides que se hacen con las plantas del maíz cuando se cortan con las panojas y se apilan en estas cucas o picas, con el fin de dejarlo así apilado algunos días, para que termine de madurar. CUCIAR.—Cuciar, observar, vigilar, etc. CUCIU.—Cuciu, observador, agudo, etc. CUCURIAR.—Cucuriar, vigilar. CUCURUTU.—Cucurutu, lo más alto de todas las cosas, cima. CUCHA.—Cucha, abona.

CUDIÁU.—Cudiáu, cuidado. CUÉLLEBRE.—Cuéllebre, dios mitológico astur que no se quién le inventó. Porque este humilde asturianista entiende que todos los dioses debían o deben de valer para algo. Lo que yo sé es que la Cuéllebre si que existe, y voy haber de que manera se la puedo describir a ustedes. —Pe les nuétches de les primaveires ya de lus branus el cullebrón fae unus cantaríus que you ya tóus lus que nus criamus nes aldines ureámus fatásu de veices, entóus les cullebres que ten nel celu cuerren pal lláu d'él, ya cundu tan nel sou chugar, xi son más de meta l'ucena, fáen engarradiétcha entexigu, perque ‘l cuéllebre nun pué cheldar l'amore namái que disdi seis pabaxu, anxina ye qu'istis cullebres tenen que trabayar pal cuéllebre, queru falar, que

tenen qu'allimentálu, metantu qu'éches caten un xeitu p'apadrentase, ya isti tempu lu más llargu pué xer de dous ou tres díes, Lluéu les cullebres acaidonaben al cullebrón fasta la xacéa qu'endenantes viexen elexíu, ya chindi namái qu'el sol tubiés nel sou meyor magüestu, enriestrábemse toes les cullebres al cullebrón fayendu un treizu que s'abayaba entrevolgáu dientru la llimiaga que d'éches s’esgolgaba, anxina comu les babayes esplumaróuxas que sous boques bazcuyaben, ya tou ísti verdouxu esplumaraxu de llimiagues xebrábase d'eches per un buraquín que pa tal lleldar dexaben xin pieschar nel treizu qu'encaldaben, anxina yera qu'ista llimiaga ‘l cayer nel xuelu per debaxu de les cullebres metanes ente ‘l polvu ya ‘l areniscu, ya nel cheldar que les cullebres entrevolgábense y' encibiétchanduse con xuxeanti apuxe cheldandu ‘l amore per axín nomalu, xempre nel mesmu xeitu, ya cundu xebrábense d’isiti triezu d'apadramentu, caúna d'eches pal llugar que mexor l'encaldare, peru achindi nel xuelu dóu fixeen la sou anuedadura del cibiétchu, dexaben un amaxixu de llimiagues entegolgáes col polvu yal areniscu, d'un collor prietu averdoxáu, que cundu enxugaba d'afechu golguíase una pedrina dura ya llixeira del tamañu d'un duru ya del groxor de dous. Ista pedriquina ye la "Cuéllebre”, ‘l dios mitolóxicu D'Asturies, ya nun ixi oitre qu'enventóu daquién, que cumu tantus oitres tan fayendu de les costumes yal ancestru de miou embruxadora ya melgueira Tierrina disdi fái faticáu d'anus, un cadexu de mentires y'entivoucus, que faen que la nuexa cultura nun miedre p'algamir el llugar preminenti que ye cuerrespondie. —You agüétchei la "Cuéllebre una veiz nes manes d'un afamáu curandoiru que yera un homacu viétchu ya mu dichadicheiru mu amigu de la Bruxa Xenuvava, ya del miou amu Roxendu. Le pedriquina del Cuéllebre sanaba tou ‘l envenenamientu que s'encaldare ben en prexones ou animales, namái con colocaya d'enría l'amolaura engafá.

—Güéi créu qu'el miou amu Roxendu tamen teñía dalgu de freiru, pos tal mamplenáu xapíe de toes istis couxes de toes les costumes ya dioxes mitolóxicus de Nuexa Melguiera y'Embruxante Tierrina Asturiana, falábame Roxendu del Cuélllebre que yera tal pedriquina lu mesmu de bone qu'un pequenu faidor, pos tou ‘l amoláu d'envenenamentu manque fora ‘l mesmu cáncanu de Cadarma, xi la xente creía na fondeirá del sou envidayaxe nel mesterióxu poder de la Cuéllebre. TRADUCCIÓN.—En las noches de las primaveras y de los veranos, el culebrón hace unos cánticos, que yo y todos cuantos nos hemos criado en las aldeas hemos oído muchísimas veces, entonces las culebras que están en el celo, cuando sienten tal cántico, se van acercando silenciosamente hasta el lugar donde se encuentra el Culebrón, y cuando están en tal sitio, si son más de media docena, se pelean entre sí con enloquecida fiereza, porque por el instinto de vida ellas saben, que el culebrón no podrá hacer el amor nada más que de seis para abajo, una vez que ya han quedado las seis culebras que se ganaron el puesto de apadrentarse con el culebrón, éstas tendrán que trabajar para él, quiero decir, que le tienen que alimentar, mientras que buscan un lugar para apadrentarse, que este tiempo nunca suele ser mas largo de dos o tres días. Luego las culebras dirigen al culebrón hasta la yacija que antes hubiesen elegido, y en tal lugar, nada más que el sol estuviese en el sitio de más calentamiento, se enroscaban todas las culebras al culebrón, haciendo un trenzamiento que se movía sobre sí mismo revolcándose entre las babas y segregaciones pegajosas de sus cuerpos, y todo este verdoso espumaraje de babas y demás segregaciones, se escapaba de sus cuerpos por un pequeño agujero que para tal acaecer dejaban sin cerrar en el fuerte trenzado que hacían, así era que estas babas y demás pastosos y brillantes líquidos, al caer al suelo por debajo de las culebras entre el polvo y el arenisco, en el mismo suceder que las culebras con

grande frenesí se enroscaban apretándose con desmedida fuerza haciéndose el amor, por así nombrarlo, siempre en el mismo lugar, y cuando ya habían satisfecho su apetencia, se marchaban de aquel trenzamiento donde se habían apadrentado, cada una de ellas para el lugar que mejor le conviniese. Pero allí en el suelo donde hubiesen hecho el amor, dejaban un amasijo de babas y demás segregaciones envuelto entre el polvo, el arenisco y demás materias que hubiere, de un oscuro y verdoso color, que cuando secaba del todo, se tornaba en una piedrecita dura, muy ligera, del tamaño de un duro en plata y del grosor de dos. Esta piedrecita misteriosa se le llamaba la "Cuéllebre", el verdadero, o mejor dicho uno de los verdaderos dioses mitológicos de mi amada Asturias, no como ese otro cuéllebre que inventó no se quién, que como tantos otros que se dedicaron y se dedican a lo mismo, que están haciendo de las Costumbres y de todo el Ancestro Cultural de mi Dulce y Embrujadora Tierrina, desde hace ya muchos años, todo un trenzamiento de mal hechas mentiras y equívocos de niños subnormales, que sólo han logrado que nuestra hermosa Cultural no medre, para alcanzar el lugar prominente que por historia y valía le corresponde. —Yo he visto el Cuéllebre una vez en las manos de un afamado curandero, que era un hombre muy pequeño y viejo, alegre y muy hablador, muy amigo de la Bruja Genoveva y de mi amo Rosendo. La piedrecita del "Cuéllebre”, curaba todo envenenamiento que se hiciese en persona o animal, nada más con colocarla encima del mal envenenado, pues tal parecía la milagrosa piedra como si fuese un mágico imán que atrayera todo el envenenamieto que tuviera el ser tratado. —Hoy yo creo que mi amo Rosendo también tenía algo de misterioso y de curandero, pues tantísimo sabía de todas las cosas y costumbres de todos los dioses mitológicos de Nuestra Dulce y Embrujadora Tierrina Asturiana, decíame Rosendo del “Cuéllebre'' que

era tal piedrecita lo mismo de buena que un pequeño dios que hiciera el bien en todo momento, pues todo mal de envenenamiento, aunque fuese el mismo cáncer de muerte, si las gentes creían con verdadera profundidad de pensamiento en poder y misterio de l’ "Cuéllebre" sanaban con rapidez. —Amindi ya disde bén pequenu, cundu `l xiñor Llaurianu ´l Curandeiru me falaba de lus dioxes mitolóxicus de nuexa Terra, ya poñíe endugues sequéi ´l Cuéllebre xegún lu pintaben comu ´n dragón chandu fuéu fora enxindi un dióus mitolóxicu, perquéi xegún sous entolenares, xendu Asturies una terra tan aviñoná de vexetaxón, nel tempu agosteiru, cundu tous les yerbes tan rexeques, ya grebes que namái con arimái una pocecha de fuéu s´entamanga un enxedu que lu mesmu queimaba ´l conceyu enteiru,axina que conxidera me falaba ´l xiñor Llaurianu, xi ´l Cuéllebre enruxuráu cumencipiare char fuéu pel sou focicu llantandu queimes per tous lus lláus, ademái aquindi n´Asturies nun ye terra de dragones, pamín tou ístu del dióus Cuéllebre nun ye namai qu´un enrréu adubexáu con dalgu de máxicu,qu´enxindi nun lu papen namai que lus que tan escosáus d´entolenus. —A mí ya desde pequeño, cuando el señor Llauriano el Curandero me hablaba de los dioses mitológicos de Nuestra Tierra, ya ponía en dudas que el Cuéllebre según lo pintaban, como dragón echando fuego fuese en si un dios mitológico, porque según sus pensares, siendo Asturias una tierra tan llena de vegetación, en el tiempo agostero, cuando todas las hierbas estén secas, tanto que nada más con arrimarle una chispa de fuego, se origina un incendio que lo mismo quemaba el concejo entero, así que considera, me decía el señor Lauriano, si el Cuéllebre enloquecido empieza a lanzar fuego por sus hocicos haciendo quemas por todas partes. —Además aquí en Asturias no es tierra de dragones, para mi todo esto del dios Cuélebre no es nada más que un enredo envuelto con algo de magia que

en si no lo cree nada más que aquellos que tienen seco el entendimiento.

CUETAZU.—Cuetazu, golpe dado con el lado romo de las herramientas.

CUÉNCANU.—Cuéncanu, concavidad en cualquier lugar. También recipiente de madera u barro.

CUETARÓN.—Cuetarón, peñasco grande. CUETUS.—Cuetus, peñascos, piedras.

CUELA.—Cuela, que se escapa, se marcha, vuela, etc., etc. CUELAR.—Cuelar, colar, marcharse. También colar un líquido. CUÉCARA.—Cuécara, que esta hueca. También se suele decir cuécara a la gallina cuando está clueca.

CUEYA.—Cueya, recoja. CUEYE.—Cueye, coge. CUEZU.—Cuezu, recipiente de madera o de barro muy rústico. CUGUROTE.—Cugurote, ou pociétchu, cogorote.

CUEÑAU.—Cueñáu, que esta fastidiado, bien de salud, de dinero, etc., etc.

CUGURUTA.—Cuguruta, así se suele llamar a toda la cabeza en general.

CUEÑA.—Cueña, molesta, fastidia, etc., etc.

CUGUTCHU.—Cugutchu, goroyu, bolita, pequeño, insignificante, etc., etc.

CUERA.—Cuera, paliza, zurra, etc.

CUINTEIRU.—Cuinteiru, persona enredosa, peligrosa por sus cuentos y poco respetable. Existe un reirán que dice así. —Home cuinteiru, baldrayán ya maruxeiru. Hombre cuentista, es por regla general cobarde y payaso).

CUERAZA.—Cueraza, coraza. CUEREXA.—Cuerexa, corexa, cuarexa, cartera. CUEREXAR.—Cuerexar, hacer alarde de enseñar la cartera cuando se tiene dinero, o la cartera es bonita, etc., etc. CUERRA.—Cuerra, corra para meter los arizos de las castañas. CUÉRNIGA.—Cuérniga, llámase así a la xaguguina (que es otro cuerno más fino que hay debajo del cuerno exterior) algunas veces los ganados por caídas o peleas entre sí, pierden el cuerno exterior, pero conservan la xaguguina, que muchas veces es tan duro y agrandado que no desmerece el animal en nada. CUETA.—Cueta, el lado romo de las herramientas cortantes, como la hoz, el cuchillo, etc., etc., etc.

CUINTU.—Cuintu, cuento. CUINUS.—Cuinus, sucios, malolientos, etc., etc. CULEIRONES.—Culeirones, así se llama a las personas medrosas y pusilánimes. CULIESTRUS.—Culiestrus ou cullestrus, cheiches qu'allumbren les femes bétchaes nel tempu que nun bauzcuyen les llixes. —Leches que alumbran las hembras paridas durante el tiempo que tarden en desprenderse de la placenta. Lus cullestrus nes mious aldines cundu you yera un guaxe yeren un grandie manxar, que fatáus de veices enzuléi, que mamplenáus d'allogaures de fame tenenme enxugáu. (Los culiestrus en mis queridas aldeinas cuando yo era

pequeño eran un grande manjar, que yo con entera satisfacción me he comida y muchísimas harturas de hambre me tienen secado). Los cullestrus se hacen con harina de maíz, y mucho mejor si esta harina ye turrá (de maíz secado en el horno), se cuece con la leche abayándulu (revolviéndolo) continuamente hasta que este bien cocido, este es un alimento muy sano y nutritivo, pero que a muchas personas no les agrada por tenerle cierto reparo por lo menos en las venticuatro horas primeras de haber bétcha la vaca. Existen vacas, como me supongo otra clase de hembras bétchaes, que tardan incluso hasta dos semanas en llibrarse, sus leches hasta que no se libren se siguen llamando cullestrus. —No hay que confundir los culliestrus con el rabón (papillas no muy esposas hechas con un poco de agua y el resto de leche. El rabón puede hacerse con cualquier leche si no esta cuajada, mientras que los cullestrus sólo son tales si se preparan con leche de las vacas bétchaes. CULLEBRES.—Cullebres, culebras. CULLEBRIAR.—Cullebriar, caminar haciendo eses. CULLEBRÓN.—Cullebrón, culebrón. CULLUGÁU.—Cullugáu, encogido, deprimido, lleno de miserias y también rico de felicidades, según la situación del sujeto. GULLUGÁES.—Gullugáes, abundancia bien de lo que sea, si uno se refiere a el bien comer se dice cuando uno está harto que se encuentra cullugáu de fartu (molestosamente harto),si se refiere a la necesidad o enfermedad, cullugáu es estar falto de comida, de salud, etc. CUMAL.—Cumal, la viga principal de un tejado. También la columna vertebral. CUMBRIALES.—Cumbriales, cumales.

CUME.—Cume, cumbre. También se dice para comer. CUMPLÍU.—Cumplíu, dícese de la persona que es dada a pagar los favores que le hagan con largueza. CUNDU.—Cundu, cuando. CUNIEGUS.—Cuniegus, nómase axinde a lus nenus traius de lus hespicius. (Dícese así de los niños sacados del hospicio). CUNTAR.—Cuntar, contar. CUNTU.—Cuntu, cuanto. CUQUIELLU.—Cuquiellu, cuclillo. Este pájaro es el único ser de sangre caliente que habita sobre la Tierra, que no tiene ningún instinto natural de cariño hacia sus hijos. Fatáus de prexones falen qu'el cuquiellu ye un páxaru atopáu, oitres prexones falen que ye 'l páxaru más llistu, perque metantu qu’oitres páxurus trabayen pa lus sous fíus, échus cuquiechen tou ‘l Branu xin faer más llabor que fartase cundu tenen fame. (Muchas personas dicen que el cuclillo es el pájaro más bobo que existe, otras gentes por lo contrario afirman que es el más listo, porque mientras que otros pájaros trabajan para cuidar y criar a sus hijos, ellos se pasan cantando todo el verano sin hacer más trabajo que el hartarse cuando tienen hambre. You mamplenáus d'endeveices ureéi a les xentes falar del cuquiellu faticáus de couxes, peru aquindi vou cuntar les que me precen amindi qu'el miou vidayaxe conxidera certeiras. (Yo muchísimas veces escuché a las gentes contar cantidad de cosas del cuclillo, pero aquí tan solo les contare las que a mi pensamiento le parece considerarlas como más verdaderas. Falaba 'l miou amu Xallustianu, que cundu 'l cuquiétchu canta 'l bon tempus'allumbra, ya s'el branu nun ta na teixá ya poucu le falta. Falábame tamén que les cuquiétches poníen tous lus anus tres güevus ún en ca nial axenu, ya que

xempre cataben lus niales de lus páxurus que mexor les encaldare, qu'échus per istintu ñatural ya xapíen que clás de páxurus yeren, ya que lus tres niales elexíus nun taben llonxes entexigu, ya que cundu la cuquiétcha diba puner el güevu, 'l cuquiétchu auxaba lus pás del nial, cheldandu espantuxáus de miéu ente tous lus páxurus del llugar, que xebrábanse d'aquechus xeitus per mor del miéu ya 'l pelligru qu'agüétchaben nel cuquiétchu, metantu que la sou conxorti dexaba 'l güevu nel nial axenu. Lus güevus del cuquiellu tarden menus en guarar que lus oitres güevus de lus demás páxarus, per ístu xin la cuquiella lu puenxu nel nial axenu nel mesmu encaldar qu'el amu del ñeru, ñaz primeiru que lus oitres páxarinus, ya namái ñacer comencipia na llucha de faexe nel amu ya xiñor del nial, espatuxandu y'emburriandu col sou curpu, l'enfernal criatura bazcuya lus oltre güevus del neru pa lleldase tan sólu él comu amu del ñeru. Ya xi per caxuallidá ñacieren endenantes qu'él dalgún paxarín, tamén cundu él s'allumbrare faríe lu mesmu que con lus güevus. Lus sous pás adotivus sólu trabayaran pa fartalu a él, ya nun algamiran lus probitinus pequenín escanxu metandu qu'el condenáu nun se xebre del nial, que lu fará nel lleldare que per xi mesmu xin ñecexidá de naide puéa cataxe 'l allimentu, na xuntura de lus oitres hermenus que viexen ñacíu tamén per aquechus xeitus. You tamén ureéi falar a danguna xente, que lus páxarinus que críen a un cuquiellu, cuaxi tóus amolaxéan ya muerren, quiciás anxín xeya, perque la Má Ñatura tenlu axindi predispuestu. Ou tamen lus probetayus muerran de pena, 'l agüeyar comu 'l sou enfernal fíu adotivu namái que dexa 'l nial lus adesprecia, ya yes pega. Ou tamén puéa xer que muerran arreventáus de tantu trabayar, per ver criáu 'n páxaru que ye tres ou cuatru veices más grandie qu'échus. TRADUCCIÓN.—Me decía mi amo Rosendo, que cuando el cuclillo canta el

buen tiempo ya viene, y si el verano ya no está en casa poco tiempo ya le falta. Me decía también, que los cuclillos ponían todos los años tres huevos, uno en cada nido ajeno. Y que siempre sabían buscar los nidos de los pájaros que mejor les conveniese, que por instinto natural ya sabían cuales eran. Y que los tres nidos elegidos no estaban alejados unos de los otros, así como cuando la hembra iba a poner el huevo, el cuclillo macho espantaba atemorizando a los padres del nido elegido, haciendo espantujos de peligro y temor entre todos los pájaros del lugar, que se ausentaban de aquel sitio por mor del miedo y el peligro que presentían en el cuclillo, mientras tanto su consorte dejaba el huevo en el nido ajeno. Los huevos del cuclillo tardan menos en guarar que los otros huevos de los demás pájaros, por esto si la hembra cuclillo los puso en el nido ajeno en el mismo suceder que los padres del nido, el poyuelo cuclillo nace primero que los otros pajarillos, y nada más nacer, da comienzo a su lucha para hacerse amo y señor del nido, espatujando y empujando con su cuerpo la infernal criatura vierte los otros huevos fuera del nido, para quedarse el sólo como dueño del nido. Y si por casualidad naciesen antes que él algún pajarillo, también cuando él se alumbre hará lo mismo que con los huevos. Los padres adoptivos del cuclillo sólo trabajaran para hartarle a él, y ya nunca alcanzarán los pobrecitos un pequeño descanso mientras que el condenado polluelo no se marche del nido, que lo hará en el suceder, que por sí mismo, sin necesidad de nadie pueda buscarse el alimento, juntándose con los otros cuclillos que hubiesen nacido por aquellos aledaños. Yo también he oído hablar a señaladas gentes, que los pajarinos que críen un polluelo de cuclillo, casi todos se enferman y mueren, quizás así sea, porque la Madre Naturaleza lo tiene predestinado. O también puede ser que los pobrecitos pajarinos se mueran de tristeza al observar como su infernal hijo adoptivo,

nada más que deja el nido, donde vivió como un rey, los desprecia y maltrata. —O también puede ser, que los desconsolados pajarinos, mueran arreventados por tanto trabajar, por haber criado a un pájaro que es tres o cuatro veces mayor que ellos. CURCIAYA.—Gurciaya, torcida, retorcida, etc. CURCIAYAR.—Curciayar ou curciátchar, quiere esto decir, que se están haciendo truxeures (torceduras, cosas malas, etc.). CURCIAYUS.—Curciayus, ruinos, despreciables, etc. CURCIU.—Curciu, corzo. CURIAR.—Curiar, cuidar, vigilar, etc. CURIAÓR.—Curiaór, cuidador, guardián, etc. CURIÁU.—Curiáu, cuidado. CURIOXU.—Curioxu, dícese de las personas que tienen mañas y cualidades para desarrollar cualquier cosa, así como también se llaman curiosas las personas guapes y elegantes, etc. CURÍUS.—Curíus, patos. CURRE.—Curre, corre. CURRIAR.—Curriar, pegar, azotar con una correa.

CURUXA.—Curuxa, lechuza, buho. —La curuxa yera nes mious mantines aldines nus tempus d'endenantes, que yeren cheldares de mexeries ya fames, un páxaru mesterióuxu ya fasta se queren de mal proxapiu. You ta ye 'l díe de güéi, que cundú uréu la curuxa, nun séi lu que s'allumbra nel miou vidayaxe, talmente me préz, que la curuxa cumu tantes oitres couxes más mesterióxes d'isti Mundiu de lus Homes, ye un duencín que quiér falanus dalgu que nuexóitres nun ureámus. (La curuxa (el buho) en mis queridas aldeinas en los tiempos pasados que eran fermentar de hambres y de miserias, digo que es la lechuza un pájaro misterioso y hasta si quieren de muy mal agüero. Yo todavía es el día de hoy, que cuando escucho la lechuza, no se lo que se alumbra en mi pensamiento talmente me parece, que la lechuza, lo mismo que otras tantas cosas misteriosas de este Mundo de los Hombres, es un duendecito que quiere decirnos alguna interesante cosa que nosotros no escuchamos). Xenardu nagora, que cudu you yera guaxe, dellantri la teixá de miou má tóes les nuétches cantaba la curuxa, disdi l'atalaga d'una figalona, lus glayíus ou pallabraxes de la curuxa dábenme amindi nun séi xin yera miéu, ou qu'oitre xentimentu. (Me recuerdo yo ahora, que cuando yo era pequeño, mismamente delante de la casa de mi madre, muchas noches cantaba la lechuza, desde el mirador de una enorme higuera, los quejidos, o palabrajes de la lechuza, llenaban mi alma, yo no se si era de miedo o de que otro sentimiento).

CURRIAZU.—Curriazu, correazo. CURRUSQUINUS.—Currusquinus, trocitos de pan frito que se vierten en el caldo de la sopa.

CURUXÉU.—Curuxéu, lugar en una zona donde suelen anidar las lechuzas. CURUXÍA.—Curuxía, miedo, temor, etc., etc.

CURTIAR.—Curtiar, cortar, tajar, etc. CUSPIR.—Cuspir, escupir. CURTIU.—Curtiu, corto, escaso, que no alcanza.

CUSPIÓN.—Cuspión, que escupe. CUSPITAXU.—Cuspitaxu, escupitajo.

CUTIÓN.—Cutión, amigo de pegar.

CHABANA.—Chabana, losa de piedra u otro material.

CUTIR.—Cutir, pegar, golpear, palizar, zurrar, etc.

CHABANAR.—Chabanar, enlosar.

CUTÍU.—Cutíu, que está muy zurrado, muy golpeado, etc.

CHABANAZU.—Chabanazu, pedrada o golpe dado con una losa.

CUTRE.—Cutre, piel, cutis, pellejo etc. También se suele decir cutre, a la suciedad o roña que cubre el pellejo.

CHABANCIU.—Chabanciu, sucio, desarreglado.

CUTRÓN.—Cutrón, dícese de la persona, sucia y llena de rona. CUYAR.—Cuyar, cuchara. CUYARÉIRU.—Cuyaréiru, cajón o recipiente apropiado para guardar las cucharas. También se llaman cuyareiras a las personas que meten las narices en todo lo que no les interesa.

CH La letra CH es muy importante en la LLingua d’Asturies, pudiéramos decir que es la llamada letra vaqueira, por su fonética difícil y hermosa, su función es de las más importantes, pues no sólo cubre su parcela, sino que puede hacer las veces de la LL y de la X, como veremos en los siguientes ejemplos. —Chuís chevóu nel sou chumbu la cheñe p'arroxar el fornu. (Luis llevó al hombro la leña para caldear el horno). —Güéi Chexús vienu chuéu con la cheichi de la brana, nun fexu lu qu'acheri que chegóu mu xeru. (Hoy Jesús ha venido luego con la leche de la braña, no hizo lo que ayer, que llegó muy tarde). —La chúz del sol ye la que mexor achuma. (La luz del sol es la que mejor alumbra). —Con estos pequeños ejemplos creo que se darán perfectamente cuenta, que la CH es una letra fácilmente aplicable a muchas palabras que lleven la LL y también la X, lo que sucede que la CH tiene una pronunciación fonética muy particular.

CHABASCUS.—Chabascus, cerdos. —Cundu son pequenus se noman chabasquinus de dous ou tres mexes, ya cundu son mu grandies se chamen chabascones (cuando son pequeños de dos o tres meses se llaman cerditos, y cuando son muy grandes se llaman cerdos con letra mayúscula. Esto también es aplicable no sólo a lus gochus mesmamente nomáus (no sólo a los cerdos así llamados) si no también a las personas que chelden chabascáes (que hagan cerderías), tonte en el terreno que fieda (huela) como en el que nun guela (que no huela). También chabascá puede ser caer al suelo una persona y hacerse más o menos daño. CHABASTRU.—Chabastru, alabastro, finura, delicadeza, etc. CHABAR.—Chabar, lavar. CHABARCEIRAS.—Chabarceires, tratantas, vendedoras, etc. CHABAZA.—Chabaza, fregaduras, de lus cacíus ya demás couxes de la teixá, qu' espós xirben con dalgu de rumiera que se yes arime pa faer les eschabes ou fartura del gochu. Nus tempus d'endenantes nes teixáes de mious mantines aldines tóu yera de provechu, menus lus mocus ya les merdes de lus guetus. (Fregaduras de los cacharros de la cocina y demás recipientes de la casa que después sirven con alguna otra cosa sólida de comida que se les añada para hartar a los cerdos. En los tiempos pasados, en las casas de mis queridas aldeinas, todo era aprovechado, todo

menos los mocos y las excrementaciones de los gatos).

CHALANÉU.—Chalanéu, trato o negocio de poca monta, y por regla general poco honrado.

CHABIUS.—Chabius, labios. CHABOLU.—Chabolu, chamizo. CHABOLUS.—Chabolus, así se llama a las personas amigas de conformarse con cualquier cosa.

CHALAR.—Chalar, arrear, olear, jalear, etc. CHALINA.—Chalina, así se llamaba a unas blusas largas que antes solían llevar los tratantes puestas cuando iban a los mercados.

CHABOR.—Chabor, labor. CHABORIAR.—Chaboriar, laboriar. CHACEA.—Chacea, camera. Lugar. CHACEIRA.—Chaceira, roto, descompuesto, sucio, etc. CHACHU.—Chacu, hombre, muchacho, pequeño, etc. CHADRAR.—Chadrar, ladrar. CHADRÍU.—Chadríu, ladrido. CHADRIÁU.—Ghadriáu, ladeado. CHADRÓN.—Chadrón, ladrón. CHADRUNIZU.—Chadrunisu, ladronizo. CHAFATAN.—Chatatan, dícese de la persona que esta mal formada, bien sea en lo físico o en lo mental. CHAGAÑÓN.—Chagañón, legañoso. CHAGAR.—Chagar, lagar. CHAGUS.—Chagus, lagos. CHAGUNA.—Ghaguna, laguna. CHAGUNAI.—Chagunal, lagunal. CHALAN.—Chalan, persona que se significa en el lugar de chalar.

CHALINEIRU.—Chalineiru, tratante de poca monta. —N'agora que tan escosás les fames ya les mexeries, escosárunxe tamén cuaxi d'afechu lus mercáus buyanqueirus de lus témpus d'endenantes. Alucérdume you que un díe a la xemana yera merquéu nel conceyu, un díe 'l mes yera pa lus braquinus ya gochus, oitre díe 'l més yera merquéu del ganáu, ya lus oitres díes lu mesmu qu'istus dous, vendíaxe ya mercábaxe de tóu lu que daba ya prudicía 'l conceyu, que ye lu mesmu que falar d'Asturies. —Achindi nel merquéu se rexuntaben lus chalineirus con lus aldeanus, achindi chalineaben, ya chalaneaben tóus caun taba nel entivocar al oitre, ya nisti xuegu 'l que la mexor tayada s’axuqueraba yera ‘l chalineiru. Ya xuníense lus condenáus nel fixar un preciu, ya cuntóu isti xuramentacu que fixeren lus chalineirus entexigu, entavía dalgún d'echus que chalineaba 'l sou antoxu fayendu la francia a lus sous compañeirus, lu mesmu que lus aldeanus tamen entexigu cheldaben, anxina yera qu'el merquéu 'l paicer de tar controláu campiaba pe lus xeitus de caún faer el sou magüestu, que nun yera oitre namái qu’el lluchar escontres la ñecexidá ya 'l tempu. TRADUCCIÓN. Ahora que ya no existe el hambre ni la miseria, también casi del todo se han terminado los bulliciosos mercados de los pasados tiempos. Recuerdo yo que un día a la semana se hacía el mercado en el concejo. Un día al mes era para los cerdos, los marranos, etc., otro día era para el mercado del ganado, y los otros

días lo mismo que estos dos, se vendía y se compraba de todo lo que daba y producía el concejo, que es lo mismo que decir Asturias. Allí en el mercado se juntaban los tratantes y aldeanos, allí discutían y trababan, apostaban, forcejeaban en sus tratos todos, tratando cada uno de equivocar al otro, y en este juego el que mejor tajada siempre llevaba era el tratante. Y se unían los condenados en fijar un precio, pero aun con todo esta especie de juramento de precios que habían hecho los tratantes , pues muchos de ellos chaqueteaban, compraban a su antojo, haciendo su ganancia antes que su compañero, lo mismo que los aldeanos también lo hacían. Así pues, que era el mercado al parecer controlado, un lugar donde cada cual hacía su ganancia, que no era otra nada más que el luchar de continuo contra la necesidad y el tiempo. CHALGA.—Chalga, tesoro enterrado. —Nus tempus d'endenantes falaben munchu lus viétchus que güéi tan xebráus del mundiu de lus vivus, falu you que ixus vieyinus nus dexarun un ancestru que güéi nanguna autoridá de Nuexa Melgueira Tierrina protexe nin gavita en nagua. Falaben aquechus que ya se forun can la Cadarma, que les grandies ya riques chalgues, yeren tamén les mines ya demás couxes de vallor que la Má Ñatura alluma. —Daquién, nun sei quién fói, fexu de la chalga, achalga, ou ayalga, un dios mitolóxu de pallacius ya oitres caldares de cuartus ya xoyes. Peru la chalga nun ye namái que un texuru cuallesquier encuandiáu ou escondíu en xeitu dispare. Les chalgues más riques xegún paicer yeren les rutes que lus muriscus coyerun cundu se xebrarun de Nuexa Tierrina mexáus de miéu ya remexáus nel baldrayaxe, ya cumu 'l paicer nun podíen galamiar con priexa per mor del goru arrapiegáu, ya les xoyes ya oitres couxes afoináes, per isti cheldar lus muracus de xomeráu que yeren tous échus, encuandiaben sous riqueces con mires de golguer catayes, cundu lus astures dexáranse domenar comu tous lus oitres pueblus de la Patria,

peru comu ista couxa nun xucedióu, les chalgues quedarun encuandises per mamplenáus de llugares, ya dangunes d' echos forun escubiertes fayendu ricus a fatáus de xentes, ya oitres entavía tan encuandiáes xapie 'l Faidor ou el diañu dunde. TRADUCCIÓN. —En los tiempos pasados hablaban mucho los ancianos que hoy se han marchado del mundo de los vivos, digo yo que esos viejinos, nos dejaron unas costumbres, un ancestro cultural, que hoy ninguna autoridad de Nuestra Dulce Tierrina, protegen en modo alguno nada. Hablaban aquellos viejos que ya se han ido con la muerte, que las grandes y ricas chalgas, eran también las minas, y todas las cosas de valor que alumbra la Madre Naturaleza. Alguien, no se quién, hizo de la Chalga, Ayalga o Achalga un dios mitológico de palacios y otros acaeceres de riquezas y joyas. Pero la Chalga no es nada más que un tesoro cualquiera enterrado o escondido en diferentes lugares. Las Chalgas más ricas según parece eran las rutas que los moros siguieron, cuando se tuvieron que marchar de Nuestra Embrujadora, TIERRA meados de miedo y remeados en la cobardía, y como al parecer no podían correr con la prisa que ellos querían, por mor del peso del oro que habían robado, y de las joyas y otras cosas de grande valor de las que se habían apoderado, pues por estos sucederes los ratones de desván que eran todos ellos enterraban las riquezas en sitios que señalaban a su forma y manera con las miras de volver a buscarlas el día que los astures se dejaran dominar como todos los demás Pueblos de la Patria España, pero como esto no sucedió, los tesoros quedaron en la Tierrina enterrados por muchos lugares, y algunos de ellos fueron descubiertos haciéndose ricos algunas gentes, la mayor parte de estas chalgas o tesoros aún siguen enterrados sabe Dios o el demonio dónde. CHAMBIÓN.—Chambión, goloso, lamión, etc.

CHAMAR.—Chamar, llamar.

CHARE.—Chare, lar, lo mismo.

CHAMEIRA.—Chameira, lugar muy húmedo y llano, que por regla general esta lleno de juncos y agua.

CHARGU.—Chargu, largo.

CHAMIZAL.—Chamizal, terreno húmedo y pantanoso.

CHARGUEIRU.—Chargueiru, larguero, bien una fuente de cocina, o un larguero de madera u otro material. CHÁRIMES.—Chárimes, lágrimas.

CHAMIZU.—Chamizu, pequeña cabaña de monte y también mina de montaña. CHAMÓU.—Chamóu, que ha llamado.

CHARRAPLA.—Charrapla, dícese de la persona que habla mucho y sin sustancia. CHARRAPLEIRU.—Charrapleiru, cuentista, charlatán, etc.

CHAMPLÓN.—Champlón, tablón. CHARRASCA.—Charrasca, navaja. CHAMPLONÁU.—Champlonáu, aplastado, prensado, etc. También parecido al tablón. CHAMPLUS.—Champlus, barganaces trabajados con el hacha. CHAMUERGA.—Chamuerga, fangal, terreno cenagoso, charcal, etc. CHANA.—Chana, llana, y también lana.

CHARRASQUEIRU.—Charrasqueiru amigo de manejar la navaja. CHAU.—Chau, lado, parte, etc. CHÁU.—Cháu, acostado, tumbado, etc. CHAVADEIRU.—Chavadeiru, lavadero. CHAVAR.—Chavar, lavar.

CHANCIA.—Chancia, chanza. CHAVE.—Chave, llave. CHANCIEYAR.—Chancieyar, hacer chanza. CHANDRIA.—Chandria, así se llama a la tos catarrosa que suelen tener siempre algunas personas. Particularmente Chandria se llama al continuo toser. CHAPAR.—Chapar, beber, sorber, etc. CHAPARDIAR.—Chapardiar, beber haciendo ruido, sorber como los cerdos. CHAR.—Char, verter, echar, etc.

CHAVÍA.—Chavía, pieza de madera dura que se coloca enlasando la trasga del yugo con el caidón del ramu, la carriétcha, etc. CHÉ.—Ché, esta palabra suena mucho entre las gentes de las aldinas de las montañas y también muchas de la Riera (rivera),yo no puedo asegurar si ha sido llevada por los astures a la Argentina, o por todo lo contrario ha sido traída, por los indianus. De todas las maneras la palabra ché en la Chingua d’Asturies significa atención, llamada etc.

CHAR.—Char, lar, llar. CHEBRE.—Chebre, liebre. CHARAMIQUIAR.—Charamiquiar, soltar lágrimas.

CHEBRIAR.—Chebriar, correr mucho, como las liebres.

CHEDRÁU.—Chedráu, que esta llena de hiedra.

CHERCIO.—Cherciu, miedoso, cagalón, etc. CHEVAR.—Chevar, llevar.

CHEDRE.—Chedre, yedra. CHIBRAR.—Chibrar, librar. CHEGAR.—Chegar, llegar. CHIBRE.—Chibre, libre. CHEGAÑES.—Chegañes, lagañas. CHICHA.—Chicha, xixa, llixa, fuerza. CHEGAÑÉU.—Chegañéu, legañoso. CHEGÓU.—Ghegóu, llegó. CHEGUÉI.—Cheguéi, que he llegado.

CHICHARUS.—Chicharus, habichuelas pequeñas. CHICHURIAR.—Chichuriar, piar de los pájaros, los polluelos, etc.

CHEICHE.—Cheichi, leche. CHICHURÍU.—Chichoríu, lo mismo. CHELDAR.—Cheldar ou lleldar, significa, fermentar, acaecer, suceder, etc., etc. Esta palabra es uno de los comodinos de la Chingua d'Asturies, se puede acoplar anxina comu nisti cheldar vou cheldala you. (Así como en este suceder lo voy hacer yo. Los vocablos comodinos son los que enriquecen el juego de la conversación de una Lengua, un idioma que tenga muchos comodinos tiene que por fuerza mayor ser muy rico. La Chingua d'Asturies tiene bastantes comodinos, por esta razón sabiendo usarlos con naturalidad y sencillez, es muy fácil dominar y llevar una conversación fluida. CHEPANEIRA.—Cheplaneiru, dícese de la persona que tiene mucho palique, mucha lengua, etc. CHEPLA.—Chepla, charla, palique, etc. CHEPU.—Chepu, giboso, que tiene joroba. También se suele llamar chepus a las personas ignorantes. CHEÑE.—Cheñe, lena. CHEÑEIRU.—Cheñeiru, leñero. Apartado para poner o meter la leña. CHERCIA.—Chercia ou medrana, dícese cuando se tiene miedo de algo.

CHICHUS.—Chichus, guisantes, habichuelas pequeñas, etc. CHIFLAS.—Chiflas, tonterías, sátiras, etc. CHIFLAS.—Chiflas, silbas. También flautas que en las primaveras cuando los árboles se llenan de sabia se hacen de las ramas de estos. CHIFLÍU.—Chiflíu, silbido. CHIFLU.—Chiflu, pito, silbato. CHIGRE.—Chigre, cualquier establecimiento de bebidas, taberna, bar, etc. CHIGREIRU.—Chigreiru, dueño del establecimiento. También se llaman chigreros a los hombres que siempre están por los bares, quiero decir a las personas que son muy aficionadas a la bebida alcohólica. CHILLINDRÍN.—Chillindrín, pequeño, ruin, etc. CHILLINDRU.—Chillindru, fatuo, engreido, tonto, etc. CHIMIAGA.—Chimiaga, babas, de los limagos, caracoles, babosas, etc.

CHIMIAGADA.—Chimiagada, porquería, asquerosidad. CHIMIAGU.—Chimagu, limago, caracoles. CHIMIUS.—Chimius, sustancia que segregan las femas pela clica. CHINDIAR.—Chindiar, llindiar, lindiar, cuidar, vigilar. CHINGAR.—Chingar, hacer el amor. CHINGÁU.—Chingáu, fastidiado, cansado, etc. CHINGUA.—Chingua, lengua, idioma de Asturias. CHINDI.—Chindi, allí. CHIRRIADA.—Chirriada, trastornada, loca, etc. CHIRRIAR.—Chirriar, gritar. CHISCAR.—Chiscar, regar, salpicar, mojar. CHISPIA.—Chispia, chispa. CHISPIÁU.—Chispiáu, dícese de los tejidos o las cosas que tienen varios colores. También se llaman chispiáus a los borrachos. CHISPORRÉU.—Chisporréu, muchas chispas. CHISPU.—Chispu, así se llama a la persona ágil, rápida, avispada, etc. CHISQUEIRU.—Chisqueiru, mechero, encendedor. CHOBADA.—Chobada, así se llama cuando los lobos matan una o más reses de un rebaño. En los tiempos pasados a mí me parece que venían peores inviernos y había muchos más lobos que hoy en día, hoy ya no se ven tan a

menudo aquellas feroces matanzas que hacían los condenados lobos cuando por su cuenta y riesgo cazaban un rebaño d'uvées escosáu de chindiadores (de ovejas sin ningún pastor). —Fala miou má, que lus chobus tenen baxáu nel plenu díe cundu les ñevaones, fasta les mesmes antoxanes de lus teixus de l'aldina, e chindi mesmu tenen chuquináu lus pirrus ya xebrase conechus engarfiáus de lus sous enfernales caniles, ya nun dexar d'echus nin el pelleyu nil lus güexus. (Dice mi madre, que en los tiempos antiguos los lobos bajaban en pleno día cuando las grandes nevadas, hasta las mismos antojanas de las casas de la aldea, y allí mismo asesinaban a los perros y se marchaban con ellos colgados de sus infernales colmillos, y no dejaban de sus cuerpos ni el pellejo ni los huesos). Son los lobos los animales más carniceros y feroces de la Creación, los animales por instinto o por lo que sea, saben muy bien que el lobo jamás se cansa de matar, por esto le temen más que a ninguna otra fiera. Isti pooma fae un xemeyu abondu axustáu del miéu qu'al ganáu faile coyer la prexencia del chobu. "L’UCHIU DEL CHOBU” —Cundu nes nuétches enxenebráes de lus xeláus ya ñevaus envernus, cundu cotertoriáes les pradoires pel brancor de les ñoves undi la chuz de la Chuna más fuercia coneches tene, ya les llexanes estrétches con más brítchar s’eñaltecen. —Cundu 'l rapiegu estutu y'áxil con gran cexilar se move, cundu tóu ta 'n xillenciu perqu'el fríu l'amormollece, cuerre 'nchoquecíu 'l chobu xafiyandu la cadarma. —Sous güétchus fierus qu agüétchan conun bríchar qu’enchoquéz, la xelá ya branca pradeira que nel xillenciu se move. Fame sous güétchus xemeyan, anxes d’achuquín sous dentes, sou goler grandie pudiente

rastríea 'l ventu con xaña, ya ísti l'aporre compláz el golor de lus ganáus, que nes cortes ateyáus col sou callor s'adurmecen. —Rabionáu ya enlloquecíu per la fame que lu fiere, 'l llobu galguia sou andar, ya con xixa d'atormentu per un dollor que che náz, unde la fame lu l'enzula, xema nel ventu so'auchíu, xafiyanti ya temíu, fríu xordu ya llastimeiru, per que sou rabia le fae atormentáu quexarse, cundu 'l cadarmu nun xema. —Lus ganáus que tan tranquilus, achucáus nes sous cameres callentinus ya fellices rumiandu ou enzulandu yerbe, ou xurniandu sous durmires, nes nuétches allarguecíes de lus xenebráus envernus. —Cundu 'l cabanu hermenáu atindi 'l auchíu del chobu, s'espanta y'apretuxéa, dexa sou llechu aterráu llevantandu sous uréas, y'enlloquecíus d'espantuxus, alloriáus dientru d’un miéu, lu mesmu que se temieran ser morrías pel auchíu, que la tenebróuxa fiera disdi lexus encaldóu. —Lus pastores s'adespierten, pel ruxir amedrantau que chelden lus sous ganaus, ya baxan fasta la corte, ya más tranquilus se tornen cundu agüétchen a sous amus. —Nun m'estraña, fala Xuan amu ya criáu del rebañu, que sea ‘l chobu la fiera qu’emxamás de matar canxa, ya ístu lu xapien les reses mexor quel pastor que llindia, pos cundu xenten sou anchíu, tantu miéu nechos s’encalda, que penxen que son pel chobu per sou saña achuquinadas.

CHOBAZU.—Chobazu, pequeño pedazo de tierra no arada. —Lus chabazus se faen cundu se chabren les finques, ún va a lu mexor coyíu 'l rabeiru ‘l chabiegu, ya topa la reya un cuetacu ou xerrapu, ya 'l chabiegu perdu 'l xétchu, ya metandu qu’ún nun domene ‘l chabiegu pa golguer cheldalu nel xétchu, ou que les vaques fagan un espantuxu perque nun cheven diantri naidi que las ataña, ou perque nun escudiu 'l qu'anda diantri les vaques nun les atañú bén, etc., etc., pos ísi peacín de terrenu que quedú per chabrar ye un chobazu. Se la tierra que se ta chabrandu ye pa maíz ou pataques nun ten muncha emportancia, perque na chabraura de la xema gulgue chabrase, peru se la tierra ye pa xemar el pan, entóus el chobazu se cava perque senún achindi nu ñáz el pan. TRADUCCIÓN.—Los chobazus se suelen hacer sin querer cuando uno ara las tierras, uno va a lo mejor tan tranquilo asido a el mango del arado de madera y su roja se encuentra con una piedra grande o sierra, entonces el arado pierde el surco o riego, y mientras que uno domine al arado para volver hacerlo al riego, porque las vacas hayan hecho un pequeño quiebro o espanto porque delante de ellas no llevan a nadie para conducirlas, o porque en un pequeño descuido el que va delante de las vacas no las condujo bien, este pequeño pedazo de terreno que queda sin arar se llama chobazu. Si el terreno que se está arando es para sembrarlo de maíz o de patatas, no tiene ninguna importancia que quede algún chobazu, porque en la aradura de siembra se vuelve a arar, pero si el terreno que se está arando es para sembrarlo de trigo o escanda, entonces el chobazu se cava con un pico, porque sino allí no nacera el trigo o la escanda, ya que este cereal se siembra siempre con la primera aradura. —Cada día que avanzo más en el trabajo de este Diccionario, me voy dando perfecta cuenta que tanto los del "Conceyu Bable”, como los Amigos del Bable, no tienen ni ligera idea de lo que son las cosas verdaderas y naturales de mi

Tierrina. Y aunque hoy de nada me sirve atacarles sus mentiras e inventativas, creo que me queda la esperanza que algún día las gentes de mi Tierrina les despreciarán tanto en este sentido como yo lo estoy haciendo. Parece mentira que gentes tituladas tengan la cara dura de querer medrar precisamente en lo único que según mi parecer están como verdaderas pollinas, ya que en todas las otras cosas yo no los puedo juzgar porque no soy nadie. CHOBEIRA.—Chobeira, madriguera de los lobos. CHOBU.—Chobu, lobo. CHÓCALA.—Chócala, saludarse dándose la mano. CHOCHUS.—Chochus, terrones de azúcar, pequeñas cosas. CHOCHU.—Chochu, dícese de las persona que no anda bien de la cabeza.

tous chárimes fan les mious chárimes, tou xutrir la miou xufriencia. —Nun chores mucher nun chores, que tou chorar chelda en minde chárimes de tou xufriencia. (No llores mujer no llores que tu llorar me hace a mí, llorar por la misma pena, tus lágrimas son mis lágrimas, tu sufrir es mi sufriencia. No llores mujer no llores, que tu llorar hace en mi, lágrimas de tu sufriencia). CHORIAS.—Chorias, enfermedad, locura, etc. CHORIÁU.—Choriáu, dícese del que no anda bien de la cabeza. CHORIAURA.—Choriaura, locura. CHORNAZAR.—Chornazar, que hace mucho calor. CHORNAZU.—Chornazu, calor, fiebre, etc. CHOVER.—Chover, llover.

CHOMBA.—Chomba, pequeña ondulación, bien del terreno o de cualquier cosa. CHOMBAZU.—Chombazu, caída de persona o cosa al suelo. LLombada o llombazu. CHOMBU.—Chombu, lomo. CHONDRIGU.—Chondrigu, nutria. También se llama así a las personas que en mala postura se apoderan de algo perdido o que no les pertenece, así como a quienes son muy hábiles y resistentes bajo el agua.

CHOYAR.—Choyar, tratar, comerciar. CHOYU.—Choyu, ganancia, ganga. También se llama choyu 'l trabayu tamen. Al trabajo también. Yo por ejemplo e trabajado a choyus miles de veces en mi vida. Bien porque no tuviese un trabajo fijo, o porque el que tenía no me daba para mal vivir. CHUCAS.—Chucas, ovejas. CHÚCATE.—Chúcate, acuéstate, túmbate.

CHORAMIAR.—Choramiar, lloramicar.

CHUCÁU.—Chucáu, tumbado, acostado.

CHORAMIONA.—Choramiona, llorana.

CHUCEIRU.—Chuceiru, lucero.

CHORAR.—Chorar, llorar. —Nun chores nena nun chores, que tou charar faime amindi chorar per la mesma pena,

CHUCHURIAR.—Chuchuriar, algarabía, piar que emiten los pájaros, los puelluelos etc.

CHUCÍU.—Chucíu, lucido. CHUCU.—Chucu, cordero. —Nus tempus d'endenantes en cuaxi toes les teixáes de les aldines que nun foren probes d'afechu, chuquinaben tous lus anus un chucu per la festa del Xantu ou la Xantina del chugare. You tenu díu a munches festes de les aldines a cortexar cundu yera rapazu, y'en toes eches sous melgueires xentes fartátunme de chucu ben atreináu fasta 'l rutiar, ya xempre cantéi y'entarrasqueime fellíz y'allegre. Tempus d'endenantes, fellicidá que con vuexoítres colóu del miou vivir xenciétchu de ca díe. —Quiciás you envidátchu nagora, qu'el you querer tantu a mious aldines, ya sous costumes ñaturales ya xenciétches que forun chelde de toa miou existencia, falu you que d'ainde viaxa tou isti trabayu que xemu con amore nisti llibru. Perqu’amindi me préz que se you nun viexe vivíu tan fellíz y esgraciaín comu lu fuexe per lus melgueirus y'embruxaores xeitus de mious aldines, nun pudría falar nagua que fora verdá d'eches, nun pudría cuntar comu yeren sous trabayus, comu yeren les sous xentes. Ya nistes dous couxes tan cheldaes les Cosfumes, ya 'l Ancestru verdadeiru d'un Pueblu Ñoble ya Fidalgu comu lu ye la Nuexa Tierrina Asturies. TRADUCCIÓN.—En los tiempos pasados, en casi todos los hogares de las aldeas que no fuesen pobres del todo, se sacrificaba todos los años un buen cordero, por la Fiesta del Santo o la Santina del pueblo. Yo he ido a muchas fiestas de las aldeas a cortejar cuando era joven, y en todas ellas sus dulces y encantadoras gentes, me hartaron de cordero bien guisada y cocinado hasta el eruptar de satisfecho. Siempre canté en todas las fiestas de mis aldinas, y me emborraché feliz y contento. ¡Tiempos pasados, felicidad que con vosotros se me marchó, de mi vivir sencillo de cada día! —Quizás yo pienso ahora, que el yo querer tanto a mis aldeas, y a sus costumbres naturales y sencillas, que

fueron el hacerse de mi vida, digo que puede que de ahí viaje todo este trabajo que siembro con amor en este libro. Porque me parece, que si yo no hubiese vivido tan feliz y desgraciado a la vez, como lo he hecho, por los dulces y embrujadores lugares de mis aldeas, no podría hablar nada que fuese cierto de ellas. No podría decir como eran sus trabajos, ni como sus gentes. Porque en estas dos cosas precisamente, es donde se hacen y viven las Costumbres y el Ancestro verdadero de un Pueblo Noble e Hidalgo, como lo es en este caso, la Nuestra Tierrina Asturias. CHUECA.—Chueca, dícese a las gallinas cuando están cluecas. CHUECA.—Chueca, pequeño o mediano cencerro. CHUÉU.—Chuéu, luego. CHUEVE.—Chueve, llueve. CHUEZA.—Chuesa, clueca. CHUEZU.—Chuezu, hueco. También podrido, etc. CHUFAR.—Chufar, silbar, gritar, etc. También protestar. CHUGAR.—Chugar, lugar, pueblo, sitio, etc. CHUGARÍN.—Chugarín, pequeño lugar, cariñosamente pequeña aldea, sitio, etc. CHULDRA.—Chuldra, llámase así a la mujer poco recomendable en todos los sentidos, quiere esto decir, que lo mismo le pone los cuernos a su marido, si es que esta casada, o les roba a las mismas ánimas sus limosnas, o se engarruncha (pelea bien de palabra o de obra por cualquier cosa con todo maría santísima. CHULDRIAR.—Chuldriar, hacer mal en cualquier sentido.

CHULDRIAYUS.—Chuldriayus, indeseables en todos los sentidos. CHUMA.—Chuma, quiere esto decir que bebe. También Chuma significa borrachera. CHUMAR.—Chumar, beber, principalmente bebidas alcohólicas. CHUMÁU.—Chumáu, borracho. Fae munchus anus, tandu you arretrigáu na cárxel d' Aviles, taba you de cabu vares perque axindi me fixeran lus funcionarius d' aquecha teixa d'arretrigamentu que cuaxi tous yeren llexonarius que viexen fechu la guerra, menus el director que mandaba menus que you que yera un prixu enchufáu per mious hermenus lus llexonarius. El axuntu yera que you vivía nun mexor que lus oitres compañeirus, peru dientru de lu que cueye, yera un prixu que m'abayaba dientru de la cárxel con abonda más llibertá que tous lus demás. —Alcuérdume que yera pel envernu nuna nuetche chuvioxa y'enxenebrá, nun había na cárxel d'aquecha namái qu'una ucena de prixus ya tous tabamus acorripáus dientru d’una celdona, ya you yera 'l responxable de lu que pudiés xuceder achindi, que xucedíe de tou peru con munchu envidayaxe, pos lu mesmu xugabamus a les baraxes, ou endeveces tamen chumábamus vinu fasta 'l cuaxi entarrascanus, pos cuaxi tous lus funcionarius teñíalus you engayoláus per mor de que xempre taba cuaéchus falandu de couxes del Terciu, ya paime amindi que you xapíe más de la LLexón que tous echus xuntus, manque viexen fechu la guerra ya ganáranla. La LLexón foi pamindi disdi endenantes de la miou ñacencia dalgu mu xagráu, perque ‘l miou pá foi Fundador del Terciu ya LLaureáu, ya per xin daquién l'alcuerdia nomábase Xuliu Gómez Sánchez, ya perque you tamén me fexe llexonariu, per toes istis cuoxes la LLexón ye pamindi dalgu mu queríu ya mu Xagráu. Lu mesmu que per miou Melgueira ya Embruxadora Tierrina you dóu miou vida en tous lus cheldiares, pos tamén

per la LLexón lu faría, ya se dalgún díe tuviexe qu'elexir ente les dous, faríalu per miou Tierrina que ye miou mesma LLexón. El casu foi qu'aquccha nuétche 'l cocineiru que yera un prixu que taba na cárxel per ser un rapiegacu fixera pa cenare fabes prietes con pataques, ya tan xaláes les encalducóu, que mu pouques enzulamus, per ixu quedóu 'n potaráu d'eches que cundu 'l funcionariu de xerviciu nus pieschóu na celdona, metiemus pa dientru 'l potaráu de fabos per xi dalgún quixés enzular d'anguna pela nuetche, comu faticáus d'endeveices fexéranus, pos teníamus la lluz toa la nuétche, ya namái que you podía matala cundu mexor nus encaldare, el casu fói, que tabamus tous acorripainus dientru de la celdona, caún al sou cheldare, pos d'angunus ya taben achucáus n'aquechus camastrus xiringantes, con lus xergonzatus esgazáus la metá d'echus y'ameruxáus de trelda per tous sous cháus, pamindi qu'aquechus camastrus yeren cameres de gochus, ya nun de prexones, peru per aquechus tempus la vida yera 'nxina, perque la Xusticia ya la LLibertá taba tan arretrigá comu lu tábanus nuexóitres. —Xeríen les déz de la nuétche cundu 'l cerroxu del portón de la celdona ureámuslu ruxir, ya don Muél un funcionariu que viexe xíu xargentu 'l Terciu, 'n bigardu de paixanu comu 'n carbayu de forti ya grandi, abrióu la porta 'l entestate ya dexóu cayer dientru la celda un esquelléticu home que traíalu en vollantres, el probetayu esgraciaín taba de moyáu lu mesmu que xi lu viexen piescáu na mar, llugar dóu él llanzárase p'achuguinar la sou mixerable vida, xegún falara 'l muñicipal que lu viexe traíu pa la cárxel, pos al paicer la tarrasca que lu l'engorochaba fixérale afogese mesmamente dellantri les ñarices del muñicipal que fora quién le xalvara la sou vida. —Aquel pingayán de home tal paicía que taba enruxuráu, per nun falar que llocu d'atechu per mor de la llabasca chuma qu'al piecer l'endubiétchara, el casu fói que don Muél díxome que lu llindiara fasta qu'escosárasele la chuma,

ya xin más pallabres gulgu pieschar la porta 'l funcionariu ya dexónus dientru aquel paixanu,que namái que se xebróu 'l guardián puénxuse 'n pé comu se fora ellétricu ya comencipióu agüeyanus con lus sous güétchus arremelleus, choramicóuxus ya gafus, lu mesmu que xi quixés achuquinanus a tous nuexóitres, despós achucóuxe d'enría 'l sou camastru ya comencipipu chorar, ya tembluxar nel cheldar que queixábase con pallabres desfilbanáes ya tartexas, despós allevantóuxe comu 'n rellámpagu ya comenciplóu dar truñazus con la sou testa escontres la porta que taba forrá per dientru con champles de fierru,,coyímuslu nel escape cuenxolándulu comu mexor pudíamus, aconsexánduye que nun fixera couxes que l'amollecían, peru él texendu per xebrase de nuexóitres falaba que quería morrer, que nun escanxaríe fasta chuguinar la sou mixerable vida. Dexéi 'l paixanu cuaxi d'atechu xoxegáu na compañe d'oitres compañeirus que lu consolaben a sou maneira, ya you coléi con lus oitres que tabamus encaldáus endenantes xugandu ‘l tute unes boteches de vinu pal oltre díe. —Metandu taba xugandu, comencipiarun les caxiétches del mıou envedeyaxe nel envidayar de lus cheldares encaldáus per aquel chumáu paixanu, ya tales penxamentus allumbrárunme la lluz de qu'aquel condenáu paixanu nun quería morrer, perque se daquién quiér achuquinase nun lu faera dellantri les ñarices, senún que catará un llugar dou naide l'agüeye, lu mesmu que cundu testaróu escontres la porta, aquechus truñazus que fixera d'enría les sous manes nun yeren pal querer bramar la mochera catandu la Cadarma, aquel paixanu yera un granuxa que dalgu cataba con tous aquechus esparabanxus. —Lluéu tubiemus que dexar de xugar pa dír fasta la porta dou oitra veiz el paixanu suxetáu per dous compañeirus enfocicábase per truñala, entóus díxeme amindi mesmu qu'aquel homacu de trelda diba xodenus tou la nuétche con tantu querer truñar la porta, 'l casu fói

que cheguéi xuntu d'él ya díxele que you yera 'l cabu achindi dientru, ya que xi lu que quería yera morrer que nuexóitres lu dibamus achuquinar peque dexara de faer tanta griesca. —El casu fói, que quitéi la pretina de lus mious calzones, pediyes a lus mious compañeirus las d'echus, ya metantu que con cuatru ou cincu pretines you faía un rixu llargu, 'l condenáu paixanu que xapíe más de cárxeles ya granuxeríes que tous nuexóitres xuntus, glayaba xaforáu que xín que quería morrer ya chuéu. —Cundu tuve 'l rixu corñaleiru fechu, fíxele un treizu ya punxeilu 'l paixanu nel piscuezu ya nun fexu esparabexu dangún, tal paicía que yera verdá que cataba la Cadarma, chevámuslu axin coyíu per el roncial comu pochín que yera fasta lu cabeiru la celdona dou comu a dous metrus del xuelu había un ventanalón enrexáu, ya cundu me xubí d'euría 'l camastru p'enretrigar la pretina na rexa con mires d'afogalu per la chancia, 'l probe paixanu llantandu sous rodiétches nel xuelu, chorandu comu 'n nenu examparáu, amamplenáu d'un miéu que per tou 'l sou curpu s'allumbraba, cundu comprendióu que díbamus afogalu na sou verdá de nuexa chancia, díxunus xuplicanti qu'él nun quería morrer, que taba xin trabayu, xin teixá, xin nagua, que lu que viexe fechu fora namái paquelu llanteren dientru de la cárxel, anxina ente la cárxel yal lus papelaxus de xueces ya mélicus de llocus, paxaba lus envernus abelugáu, en teixá xin goteres, camastru enxútchu, ya comedera gratis, fasta qu'achegare ‘l bon tempu, ya qu’istu mesmu fexéralu fatáus d'endeveices noitres ciodaes dandoye un bon rexultáu. —El casu foi que tous nus punximos m'allegres, ya 'l mesmu paixanu xonriyente quitóu del piscuezu 'l treizu, ya fóu desaparexondu les pretines nel mesmu encaldar que nus las apurria, ya despós preguntóunus se teñíamus dalgu qu'enzular pos taba tarazáu de fame, entóus el cocineiru puénxule 'l pote de fabes ente les sous piernes nel mesmu lleldar que l'apurría un cantezu de pan ya

la cuyar, ya díxole qu'enzulara fabes fasta que se fartase. —El paixanu allugáu pela fame xentose d'euría 'l camastru conel pote ben terciáu ente sous pates, ya comencipióu escuyarapar per les fabes nun topándoles nagua xaláes, ya xin guniar pallabra con naide dexóu 'l pote escosau de potaxe, despós llapóu trés tal escomunal fartura un xarricáu d'agua del cañu del retrete, ya dexeguíu endolcóuxe nel catre con tous sous fatus puestus moyáus comu taben, ya tapánduse con una mantaxe que yera lu mesmu qu' un xacu gochu ya ruín, comencipleu con la mochera encobertoriada nel xurniéu catandu 'l xuenu. —Nun debía d'atopase ben nel sou xeitu, pos él nun faía namái que dar gueltes ya bufar encomoláu debaxu 'l mantaxu, metantu qu'el catre xiringotiábase dientru d'unus chirríus del fierru ferruñosu, ya despós d’abayucase nun mamplenáu d'encoyese y'espurrise, lleldar bufíus ya corcoubus, comencipióu queixase, primeiru xelliquín, despós con más xixa, ya per últimu llevantóuxe del camaretu encoyíu con les manes aprietandu 'l sou banduyu,que debía de tenelu mu terriu per mor del potaráu de fabes quenél nun coyíen, ya nun queríen xebrase nin per d'enría ni per d'embaxu, per ístu 'l paixanu taba que bramaba xegún el miou paicer yal de tous lus mious compañeirus, que primeiru tomámuslu en rixes, y'angunus gracioxus llanzábanye puches, munches tan gracioxes que más royír nus faíen, el probe paixanu que nun faía namái que dar gueltes pela celdona con les manes afaxandu 'l banduyu ya queixánduse ya con glayíes abondu xubíus, debía de tar envidayandu que taba dientru de la mesma ufixina del diañu, 'l agüétchar comu tous mu contentus nus reyíamus xin faele dalgún casu, dexose cayer nel xuelu llanzandu glayares tan fortes falandu que morría ya que per el amor del Faidor chamaramus un mélicu. Nun féxume falta ’mindi chamar al funcionariu, pos con tal enlloquecía folixa vienu él chuéu conún llátigu na

manu, pa falagái 'l chumbu, anxina qu´ abrióu la porta don Muél enruxeráu de mala lleiche, ya coyendu 'l probe paixanu quetaba esmurgazáu nel xuelu fayendu corcóubus ya llanzandu glayíus per mor del dollor, comencipiou primeiramente ximielgándulu, que tal paicía ante les sous manes comu 'n maruxonín de trapaxus, urdenánduye qu'afogara lluéu 'l glayar, ya senún lu faía diba queixase per dalgu. Peru 'l paixanu nun atendíe más pallabres que les qu'allumbraben lus sous dollores, que nun yeren oitres qu’el falar que se morría senún chababen con priexa un mélicu. —Don Muél comprendiou que nun yera la chuma la que l'encibiétchaba, cundu le cuntamus que se viexe 'nzuláu 'l potaráu de fabes, anxina foi que tirándulu d’enría 'l camastru díxule que yera un allicuéncanu, ya que xin per él fora chindi morría xin oitres cudiáus. —Gulgunus pieschar la porta don Muél xebránduse de nuexoitres xin falar más pallabres, ya comu a la gora ou anxina, chegarun cununa camiétcha dous homes de la Cruz Roxa, ya enxamás xupe xin viexe morríu ou sanáu aquel probetayu de paixanu, pos manque ye preguntéi 'l funcionariu per él, díxome que nun xapíe nagua. TRADUCCIÓN.—Hace muchos años, estando yo prisionero en la cárcel de Avilés me habían dado el oficio de cabo de varas, porque así lo habían querido los funcionarios de aquella casa de encadenamiento, casi todos ellos habían sido legionarios en la contienda de Nuestra Patria, todos menos el director, que mandaba menos en aquel pequeño presidio que yo mismo, que era un preso enchufado por así decirlo, por mis hermanos los legionarios. —El asunto era, que yo no vivía mejor que mis compañeros de infortunio, pero dentro de lo que cabía, yo era un preso que me movía dentro de aquella cárcel, con mucha más libertad que todos los demás. —Me recuerdo que era por el invierno, en una noche fría y muy lluviosa, y no habíamos en la cárcel de aquella nada

más que una docena de presos, y todos estábamos acomodados dentro de una grande celda, de la cual yo era el responsable de lo que pudiera suceder en ella, que acaecía de todo pero con mucho talento, pues lo mismo jugábamos a las cartas, y demás juegos prohibidos, que solíamos beber vino hasta casi emborracharnos, pues a todos los funcionarios yo me los tenía tan ganados, que solía conseguir de ellos muchas prohibidas cosas, y todo era por mor de que yo siempre estaba hablando con ellos de cosas del Tercio, y a mí me parecía, que yo sabía de la Legión más que todos ellos juntos, aunque hubieran hecho la guerra convirtiéndose en vencedores de la contienda. —La Legión ha sido para mí desde antes de mi propia nacencia, algo muy sagrado, porque mi padre había sido fundador y Laureado de Ella, y por si alguien se recuerda de su nombre, se llamaba Julio Gómez Sánchez, y porque yo también forme en sus filas amándola y queriéndola. Por todas estas cosas, la Legión siempre fue para mí muy sagrada y querida. Lo mismo que por mi Dulce y Embrujadora Tierrina, yo doy gustoso mi vida en todos los sucederes, pues también por la Legión lo haría, y si algún día tuviese que elegir entre las dos, lo haría por mi Tierrina que es mi propia Legión. —El caso fue que aquella noche, el cocinero que era un preso que estaba en la cárcel porque era un ladronzuelo, hiciera para cenar judías de color con patatas, y tan saladas le habían salido, que muy pocas habíamos comido, por eso quedó en la perola casi toda la cena, y cuando el funcionario de servicio nos encerró en la celda, metimos para dentro la perola de judías, por si alguno quería comer alguna por la noche como muchas voces hacíamos, pues teníamos la luz toda la noche, y nada más que yo podía apagarla cuando mejor nos pareciese. Sucedía que estabamos todos los presos dentro de aquella grande celda, y cada cual hacía lo que mejor le pareciese, algunos ya se habían acostado en aquellos camastros que se movían

como columpios, con los jergones rotos la mitad de ellos, y llenos de suciedad y porquería por todas partes, para mí que aquellos inmundos camastros eran propios para los cerdos y no para las personas, pero por aquellos tiempos la vida era así, porque la Justicia y la Libertad, se encontraba tan prisionera como nosotros mismos. —Serían aproximadamente las diez de la noche, cuando el cerrojo del portón de la celda le oímos chirrear y don Manuel, un funcionario que había sido sargento del Tercio, un gigante de paisano como un roble de fuerte y grande, abrió la puerta de par en par y dejó caer dentro de la celda un esquelético hombre que traía entre sus poderosas manos lo mismo que si fuese un muñeco. El pobre desgraciado estaba de mojado, lo mismo que si lo hubiesen pescado en la mar, lugar dónde él se había lanzado para asesinar su miserable existencia, según había manifestado el municipal que le había traído a la cárcel, pues al parecer la borrachera que le envolvía, hiciérale ahogarse mismamente delante de las narices del municipal, que fuera quién le había salvado la vida. —Aquel pingajo de hombre tal parecía que no estaba bien de la mollera, por no decir que loco del todo estaba, por causa de la asquerosa borrachera que al parecer le enmadejaba. El caso fue, que don Manuel me dijo que le cuidara hasta que dejase de estar tan borracho, y sin más palabras, volvió cerrar la puerta el funcionario, dejándonos dentro aquel paisano , que nada más que el guardián se había marchado, se puso en pie con tal rapidez como si eléctrico lo fuera, y comenzó a mirarnos a todos con sus ojos sumamente abiertos y extraviados, lagrimosos y muy amenazadores, lo mismo que si pretendiese asesinarnos a todos nosotros. Después, se acostó encima de su camastro y dio comienzo a llorar desconsolado, al mismo tiempo que temblando todo él, se quejaba con palabras deshilbanadas y tartamudeantes, después se levantó con la velocidad de un relámpago, y comenzó a envestir puñando con su cabeza contra la puerta,

que estaba forrada por la parte de dentro con chapas de hierro, le cogimos con rapidez consolándole como mejor supimos, a la sazón que le aconsejábamos que no hiciera cosas que le harían daño, pero él forcejeando por escaparse de entre nosotros, decía que quería morirse, y que no descansaría hasta asesinar su miserable vida. Dejé al paisano casi del todo sosegado en compañía de otros compañeros que a su manera le consolaban, y me marché con otros a jugar una partida al tute en la que antes estábamos enfrascados jugándonos unas botellas de vino para el día siguiente. —Mientras estábamos jugando, comencé a estudiar con mi pensamiento los haceres lleldados por aquel embriagado paisano, y tales encerebrares me alumbraron la luz de que aquel condenado borracho no quería morir, porque si cualquiera se quiere quitar la vida, no lo hace delante de las narices de un guardia, sino que lo más propio, es que busque un lugar donde nadie le vea, lo mismo que cuando envistiera contra la puerta, aquellos cabezazos que hiciera encima de sus manos, no eran para quererse abrir la cabeza buscando la muerte. —Aquel paisano era un verdadero granuja, que alguna cosa andaba buscando con todos aquellos espavimientos. —Muy pronto tuvimos que dejar de jugar, para ir de nuevo hasta la puerta, donde otra vez el paisano sujetado por dos compañeros se encorajinaba por querer puñarla de nuevo. Fue entonces cuando me dije a mí mismo, que aquel hombre de mierda, nos iba a fastidiar toda la noche con tanto querer puñar la puerta. El caso fue, que llegué a junto él y le dije que yo era el cabo de la celda, y en ausencia de los funcionarios yo era quién allí mandaba, y si lo que quería era morir, que nosotros mismos le íbamos asesinar para que dejase de armar tanta gresca. —El caso fue, que me quité el cinto de mis pantalones, a la par que les pedía a mis compañeros los de ellos, y mientras que con cuatro o cinco cinturones estaba

haciendo una larga cuerda, el condenado de paisano que sabía más de cárceles que todos nosotros juntos, gritaba alterado que sí, que quería morirse y luego. —Cuando tuve la cuerda cornalera echa, le hice un lazo y se lo colgué al paisano del pescuezo, no haciendo espavimento alguno, tal parecía que era cierto que andaba buscando la muerte. Le llevamos así cogido por el ronzal como pollino que era, hasta el final de la celda, donde como a dos metros del suelo, había un enorme ventanal enrejado con fuertes hierros, cuando me subí encima del camastro para amarrar la cuerda en las rejas con miras de ahorcarlo en broma, el pobre paisano plantó sus rodillas en el suelo, y llorando desconsoladamente como un niño desamparado, plagado de un tenebroso miedo que por todo su cuerpo se alumbraba, nos dijo suplicante que él no quería morir, que no tenía trabajo, ni casa, ni a nadie, que lo que hubiera hecho había sido nada más que para que le metiesen en la cárcel, así era que entre la cárcel y los papeleos de jueces y de médicos de locos, se pasaba los inviernos resguardado en casa sin gotera, camastro seco y comida gratis, hasta que llegase el buen tiempo, y que esto mismo ya lo hubiera hecho varias veces en otras ciudades de la Patria, donde le habían proporcionado un estupendo resultado. —El caso fue, que todos nos pusimos muy alegres, y hasta el mismo paisano sonriente, se quitó de su cuello el dogal, que fue desaparejando los cinturones en el mismo suceder que nos los daba, y después como si no hubiese pasado nada, nos preguntó si teníamos algo de comer, pues estaba muerto de hambre, entonces el cocinero muy rápido, le puso la perola de judías entre sus piernas, en el suceder que le daba un trozo de pan y una cuchara, le dijo, que comiese judías hasta que se hartara. —El paisano atenazado por el hambre, se sentó encima del camastro con el perol bien terciado entre sus piernas y comenzó a embutirse grandes cucharadas de judías, no encontrándolas al parecer nada saladas, y sin hablar con nadie

palabra, dejó al perol sin nada del potaje, después se bebió tras descomunal hartura, un grande jarro de agua del cano del retrete, y seguidamente se enroscó en su catre, con todas sus ropas puestas mojadas como estaban, y tapándose con una manta que era lo mismo que un saco sucio y malo, comenzó con la cabeza también tapada, a buscar el descanso en el sueño. —No debía de encontrarse muy bien en su sitio, pues no hacía nada más que dar vueltas, así como resoplar incomodado debajo de aquella cerda manta, mientras que el desvencijado catre continuamente se movía, dentro de un chirriar de hierros viejos y herrumbrosos, y después de dar muchísimas vueltas, de encogerse y estirarse, y hacer resoplinos y saltos, comenzó a quejarse, primero muy quedamente, después con más fuerza, y por último se levantó del camastro muy encogido y con sus manos apretando desesperado el estómago, que debía de tenerle muy lleno, por la causa del enorme perol de judías que en él no cabían, y no querían salirse ni por encima ni por debajo, por esto el pobre paisano estaba que explotaba, según mí parecer y el de todos mis compañeros, que primero lo tomamos en risas, y algunos graciosos le lanzaban sátiras, y muchas de ellas eran tan picarescas y ocurrentes, que más gracia y regocijo nos hacían, el desdichado paisano que no hacía nada más que dar vueltas por la celda, con las manos atajando su barriga y quejándose a grandes voces, debía de estar lleno de terror pensando, que se encontraba dentro de la misma oficina del mismo diablo, al observar como todos nosotros muy contentos y gozosos, nos estabamos riendo sin hacerle el menor caso. Dejose caer entonces en el suelo, lanzando gritos muy fuertes y arrollicándose a la par que decía que se moría, y que por el amor del Hacedor llamáramos a un médico. —No me hizo falta a mí llamar al funcionario, pues con tal enloquecido escándalo vino él presto armado con un látigo en la mano, para acariciarle el lomo, nada más que abrió la puerta don

Manuel rabiado y con mala leche, cogió al pobre paisano que estaba tirado en el suelo dando voces lastimosas dentro de endemoniados revolcones de dolor, primeramente le sacudió con fuerza, pues tal parecía entre sus manos como un muñeco de trapo, le ordenó que dejase de dar más voces sino quería darlas por algo, pero el paisano no atendía a mas palabras que las que le alumbraban sus propios dolores, que no eran otras que el decir que se moría sino llamaban con rapidez a un médico. —Don Manuel comprendió que no era la borrachera la que lo ataba en aquel estado, cuando nosotros le dijimos que se hubo comido todo el perol de judías. Así fue, que tirándole de mala manera encima de su camastro, le dijo que era un indeseable de la peor calaña, y que si por él fuese, allí mismo se moriría como un perro. —Volvió a cerrar la puerta don Manuel, alejándose de nosotros sin decir más palabras, y como a un tiempo de una hora más o menos, llegaron con una camilla dos hombres de la Cruz Roja y se lo llevaron. Ya jamás supe más de él, no supe si muriera o sanara aquel desgraciado de paisano, pues aunque le pregunté al funcionario, me dijo que no sabía nada. CHUQUINÁUS.—Chuquináus ou achuquináus, asesinados. —Esta palabra me da pie para contarles una triste historia que sucedió en mi Tierrina, cuando yo era un niño, en la época de los grandes asesinamientos, de las feroces torturas, en la época que se sembró de viudas y huérfanos todos los confines de mi querida Asturias. "LLUCHARUN PER LA LLIBERTÁ, MORRIERUN XIN ALGAMILA" “LUCHARON POR LA LIBERTAD, MURIERON SIN ALCANZARLA" —Esta historia que les voy a relatar, hace muchos años que la escribí, me parece que fue en la cárcel de Pola de Lena cuando vino a mi memoria aquellos lleldares (aconteceres), que me hicieron pensar, que yo me encontraba preso

precisamente, porque la Justicia se encontraba desterrada en el mismo lugar de la Libertad, que nun yera oítre xeitu ( era otro lugar) que el poder y la riqueza que había acumulado el vencedor, que vivía despóticamente a cuenta de la sangre y del sudor de su Hermano el Perdedor. —Yo no he conocido en toda mi existencia ni la Libertad ni menos la Justicia, mi vida se deslizó como la de un esclavo, despreciado, apaleado y expoliado, desde el mismo día que mi Hermano el vencedor asesinó cobarde y vilmente a mi padre. Y esto sucedió así, porque las fuerzas de la Izquierda de mi Patria no supieron luchar por la Justicia y la Libertad con la entereza debida, quiera el Hacedor que jamás los españoles tengamos que asesinarnos y martirizarnos como lo han hecho nuestros padres, pues yo creo que si esto de nuevo llegara a suceder, ya no podría haber vencedores ni vencidos, porque hoy ya todos lucharíamos hasta morir, defendiendo la Justicia y la Libertad que muy débilmente empezamos a saborear y comprender. Esta es la historia que les voy a contar. —Aquella tarde estaba Juacón el de la tía Salustiana sentado en el rústico banco de la cuadra de la braña en compañía de Lín su criadín, que era un niño huérfano de los miles que sembró la muerte en mi querida Tierrina Asturiana. —Con mal focicu xébrase la xeronda isti anu, falaba Xuacón, pos diedi güéi nun pudemus dexar el ganáu durmir al entestate, pos ya tenemus el envernu na teixá ya conisti tempu tan enxenebráu, baxaran mamplenáus de chobus tarazáus de fames achuquinas disdi lus argutus montis, ya quera 'l Faidor que nun atopen nus nuexus ganáus la fartura qu'anden murandu tan enfernales achuquinaores. Anxina ye que disdi 'sta nuétche vamus arretrigar el ganáu na corti, ya güéi miou nenu, vas teñer qu'adurmir tou solliquín na cabana conechus, "bonu senún tenes miéu", perque you atópome güéi m’amolexáu. (Con mala cara se marcha el otoño este año, decía Juacón, pues desde hoy no

podemos dejar el ganado dormir al aire libre en el prado, ya que tenemos el invierno en casa, y con este tiempo tan sumamente frío, bajaran manadas de lobos sedientos de asesinas hambres desde las altas cumbres, y quiera el Hacedor que no encuentren en nuestros en nuestros ganados las harturas que andan buscando estos infernales asesinos. Así que desde esta noche vamos a encerrar todo el ganado en la cuadra, y hoy hijo mío vas a tener que dormir tu solo en la cabaña con ellos, "bueno si es que no tienes miedo", porque yo me encuentro hoy muy enfermo). CHURNIAR.—Churniar, fisgar, mirar. CHURNIONAS.—Churnionas, así se llama a las personas que les gusta meter las narices en todo.

D DABAXU.—Dabaxu ou d'abaxu, de abajo. DACÁ.—Dacá, de la parte de acá. DACHÁ.—Dachá, de allá. DACHÉ.—Daché, que le des. DACUAL.—Dacual, cada uno, cada cual. DACUÁLA.—Dacuála, que qué cosa, que cuál es. DACUANDU.—Dacuandu, en alguna ocasión, alguna vez, etc. DACUCHA.—Dacucha ou dáchindi, de allá. DADIONA.—Dadiona, que es pródiga, que todo lo da. DAFECHU.—Dafechu, del todo. DAFUEGU.—Dafuegu, de ahogo.

DATE.—Date, entrégate, véncete, etc. DAGORA.—Dagora ou d'agora, de ahora. DAÍNDI.—Daíndi, de ahí. DALGUIÉN.—Dalguién, alguna cosa, alguien, etc. DALGÚN.—Dalgún, alguno. DAMBES.—Dambes, entrambas las dos. DAMBUS.—Dambus, entrambos, los dos. DAMBUEXU.—Dambuexu, sucio, estrafalario, deplorable, etc. DANCIA.—Dancia, danza. DANCIANTES.—Danciantes, bailadores.

DÁU.—Dáu, esta palabra puede significar dos cosas, una que fue dado y la otra que dónde. —Exemplu. —¿Daú vas güéi apaxiétcha con tan bonus fatus miou nena, que tal prezme qu’endevez de ser la cría yes la dueña? —Home Xuaquín prezme amindi que lu que ye dáu despós de xudayu oitre, nun pué ser tan bonu comu tou l'agüétchas. (¿Dónde vas hoy trajeada con tan buenos vestidos muchacha, mujer, que tal me parece que en vez de ser tu la criada eres la dueña? —Hombre Juaquín, me carece a mí, que lo que es dado después de sudarlo otro, no puede ser tan bueno como tú lo ves). DAÚNDI.—Daúndi, a donde, en que lugar, etc. DAVERES.—Daveres, de veras. DAYERI.—Dayeri, de ayer.

DANCIAR.—Danciar, bailar. DAZÁU.—Dazáu, unido, enlazado, etc. DANCIARINA.—Danciarina, bailarina.

DAZAÚRA.—Dazaúra, atadura, unión, etc.

DANGUNA.—Danguna, ninguna. DANGÚN.—Dangún, ninguno. DANTES.—Dantes, anantes, ou d'endenantes, antes. DAQUÉI.—Daquéi, que cosa, que me dices, etc. DAQUÉL.—Daquél, que es aquél. DAQUÉTCHUS.—Daquétchus, de aquellos.

DEBAGAR.—Debagar, esperar, tardar, también divagar. DEBAGUÉU.—Debaguéu, divagar. DEBALLÁU.—Deballáu, corrido, escapado, enloquecido, asustado, DEBAYURE.—Debayure, sin determinación, sin rumbo fijo, etc. DEBAXU.—Debaxu, debajo.

DAQUIÉN.—Daquién, alguien.

DEBEDIS.—Debedis, que debéis de hacer. Que tenéis una deuda, etc.

DAQUINDI.—Daquindi, de aquí.

DEBLES.—Debles, débiles.

DAQUISTI.—Daquisti, que es éste.

DEBLEXUS.—Deblexus, debilejos.

DARRÉU.—Darréu, de seguido, sin pausa.

DEBLIDÁ.—Deblidá, debilidad. También cuando se tiene hambre.

DEBLU.—Deblu, deuda. Existe un dicho asturiano que dice.—Quén nun tén deblus ou ye Banqueiru ou probe d'espurrír la mán de teixá 'n teixá.(Quién no tiene deudas, o es Barquero, o pobre de pedir limosna de casa en casa). DEBURÁ.—Deburá, así se llama a la leche entera cuando ha sido privada de sus natas. Existen tres maneras para deburar a la leche, una es mazarla (batirla) para sacarle la manteca, esta leche se llama "chéichi mazá" (leche batida). Otra forma es hervirla, luego cuando enfría se le quita la nata, esta leche se llama "lléichi fervía" (leche hervida), y la otra manera es dejar la leche después de ordeñada que enfríe durante muchas horas para luego quitarle la nata. Esta leche se llama "chéichi deburá' (leches desnatada), de todas estas leches, es ésta precisamente la más alimenticia, así como la menos sana. DEBUXANTES.—Debuxantes, dibujantes. DEBUXÉUS.—Debuxéus, así se llama cuando una persona bien sea caminando o están do quieto, hace posturas bien elegantes o grotescas que la distingue de las demás. DEBUXUS.—Debuxus, dibujos. DEBUYAU.—Enredado, liado, apretujado, etc. DEBUYUS.—Debuyus, apelotonamientos, etc. DECAICÍU.—Decaicíu, apenado, triste, etc. DECAÍU.—Decaíu, decaído, débil, etc. DECAÚN.—Decaún, de cada uno. DECARDIAR.—Decardiar, así se llama cuando se quitan los cardos y las malas hierbas de entre los verdes pancicales (trigales). Esto también se llama "andar el

pan". —El pan, l'escanda, el trigo, es el fruto que menos trabajo le proporciona al labrador, pues tan sólo se siembra, se 'xátcha" (se escarda) y "s'anda" (se le quitan las malas hierbas y cardos), y después se recueye ou recuétche (se le recoge). El maíz pongo por ejemplo, hay que arar la tierra, esperar unos días que el sol y el aire la pongan greba ou enxútcha (seca) para después mayái lus tarrones (majar los terrones), seguidamente hay que cuchaya (abonarla) ya 'sparceye 'l cuchu (abonarla y repartir el abono esparciéndolo por todo el terreno), después hay que sembrarla, volver a esperar unos días para que el tiempo la seque, para de nuevo volver a majar los terrones que quedan después de haberla convenientemente gradiáu (pasado la gradie por encima una o más veces, depende que clase de terreno fuera o en las condiciones que se encontrara. Una vez que el maíz hubiera nacido, y ya alcanzaba la altura de una cuartia (cuarta) aproximadamente, se le xátchaba (sallaba, trabajaba), después antes que en la planta agüenare dalguna panoya (asomase ninguna panoja), nin tuviexe agüétchu d'espigu (le apuntase la espiga, la flor), había que arrandialu (trabajaba, escarbada nuevamente). Así que consideren ustedes la cantidad de trabajos que había que hacer, antes de llevarse un trozo de borona (pan de maíz) a la boca. Y también, para que un gobierno listo, que no sabe el esfuerzo que cuesta ninguno de todos estos trabajos, se saque de su ancha manga para lo que le conviene y estrecha para no dar nunca nada, un tributo que te roba el sudor por la puta cara. DECOYER.—Decoyer, de coger, sea lo bueno o lo malo, de coger cualquier cosa. Exemplu. —Güéi tenu que dir cedu pa la teixá, pos tous lus díes vou xeru, ya la miou muyer ta que frañe, ya garrunchara conmigu cheldándume la décoyer. (Hoy tengo que ir temprano para casa, pues todos los días voy muy tarde, y mi mujer esta que trina, y se enganchará conmigo formándome el escándalo padre). Ya tan lus figus

maurus, tan pa coyer. (Ya están los higos maduros están para cogerlos).

las mujeres andan criticando, hablando, se dice que están dándole al dengue.

DEFEUTU.—Defeutu, defecto.

DENGÚN.—Dengún, ninguno.

DEFUNTU.—Defuntu, difunto.

DENTAME.—Dentame, dentadura.

DEFUYAR.—Defuyar, hacer enredos entre las personas o las cosas con cierto enmadejamiento.

DENTE.—Dente, diente.

DELLANTRE.—Dellantre, delante.

DEPRIENDE.—Depriende, que aprende.

DELLANTREIRU.—Dellantreiru, delantero. DELLANTRÓN.—Dellantrón, muy avanzado, muy adelante, etc. DELLICÁU.—Dellicáu, delicado. DELLICUENTE.—Dellicuente, delincuente.

DENYURI.—Denyuri, jamás, nunca.

DEPRIENDER.—Depriender, aprender. DEQUÉI.—Dequéi, de qué. DERRENGAR.—Derrengar, cansar, ladearse, caerse, etc. DERRENGUÉU.—Derrenguéu, cansado, agotado.

DELLIRIU.—Delliriu, delirio. DESBALIXAR.—Desbalixar, desvalijar. DELLITU.—Dellitu, delito. DELLIXENCIA.—Dellixencia, diligencia. DELLIXENTE.—Dellixente, diligente. DELLUTU.—Dellutu, que está de luto.

DESBALIXÁU.—Desbalixáu, desvalijado. DESBANDIÁU.—Desbandiáu, suelto, libre. DESBANIELLÁU.—Desbanielláu, roto, suelto, desbancijado, etc., etc.

DELLUVIU.—Delluviu, diluvio. DEMAGAR.—Demagar, desde hace tiempo. DEMONTRES.—Demontres, demonios.

DESBANZAR.—Desbanzar, soltar, dar libertad a algo que se encontraba preso. DESBARDIAR.—Desbardiar, tirar, malgastar, etc. También desbardiar es rozar, cortar, podar, los bardiones (matorrales).

DENANTES.—Denantes, antes. DENDENANTES.—Dendenantes, antes. DENGUE.—Dengue, prenda del traje regional astur. DENGUIÁR.—Denguiár, así se dice cuando se trabaja duro. También cuando

DESBARDIÁU.—Desbardiáu, podado, rozado, etc. También se llama desbardiáu a quién es derrochador. DESBOCÁUS.—Desbocáus, desmandados, sin freno, sin guía, sin control, etc.

DESBRUXÁU.—Desbruxáu, desembrujado.

También desenmadejar cualquier otra cosa.

DESCABOXAR.—Descaboxar, trabajar los caboxus.

DESENFILAR.—Desenfilar, desenhebrar la aguja u otra cosa por el estilo.

DESCAMENCHAR.—Descamenchar, quitar el yugo a las bestias. DESCAMENCHÁU.—Descamencháu, libre, suelto, etc. DESCARTIAR.—Descartiar, desaboyar las cartiaduras de la gadaña, o de otra herramienta por el estilo. DESCEPLINA.—Desceplina, disciplina. DESCEPLINÁU.—Desceplináu, disciplinado.

DESENFILERAR.—Desenfilerar, deshacer las hileras. DESENFOCICASE.—Desenfocicase, desenfadarse. DESENGAFAR.—Desengafar, desinfectar. DESENGAZAR.—Desengazar, soltar, dejar libre cualquier cosa. DESENGUEDEYAR.—Desenguedeyar , desenredar.

DESCOYETAR.—Descoyetar, soltar. DESCONCEXÁU.—Desconcexáu, que no tiene conciencia. DESCUAYAR.—Descuayar, descuajar.

DESENGUEDEYÁU.—Desenguedeyá u, suelto, desenredado, etc. DESENGURUYAR.—Desenguruyar, soltar, dejar libre, extender lo que está encogido.

DESCUXÓN.—Descuxón, discusión. DESDEXÁU.—Desdexáu, desdejado. DESEMBALAGAR.—Desembalagar, deshacer los balagares de hierba u otra cosa por el motivo que fuere.

DESENGURUYÁU.—Desenguruyáu, que está libre, que está erguido, etc. DESFAER.—Desfaer, deshacer. DESFARUGAR.—Desfarugar, desmenuzar.

DESEMBALAGÁU.—Desembalagáu, deshecho, suelto, etc.

DESFECHU.—Desfechu, deshecho.

DESEMBRUXAR.—Desembruxar, desembrujar.

DESFECHUS.—Desfechus, desperdicios.

DESENCANTEXAR.—Desencantexar , soltar los encantexus (remiendos, arregladuras, etc.,) que se le hayan puesto alguna cosa.

DESFER.—Desfer, deshacer.

DESENCOYER.—Desencoyer, desencoger.

DESFOGÁU.—Desfogáu, descarado, deshogado, etc.

DESENDOLCAR.—Desendolcar, quitar los dolcos de las barancias.

DESFOYAR.—Desfoyar, despellejar.

DESFERRÁU.—Desferráu, que no está herrado.

DESFUEYAR.—Desfueyar, deshojar.

DESFARUGÁU.—Desfarugáu, desmenuzado, deshecho, etc. DESGAFÁU.—Desgafáu, desinfestado. También se dice desgafáu a la persona que ya no está enojada. DESGUAÑAR.—Desguañar, quitar los brotes a los árboles, a las patatas, etc. DESGUAÑÁU.—Desguañáu, que no tiene brotes. DESLLANCAR.—Desllancar, arrancar algo que esté plantado. DESLLANCÁU.—Desllancáu, arrancado. DESLLASTICÁU.—Desllasticáu, que va con poca ropa. DESLLENGUÁ.—Desllenguá, deslenguada.

DESTAPINAR.—Destapinar, así se llama cuando se arrancan los céspedes. Destapinar es el trabajo que se hace cuando se preparan "borronadas". DESTAPINÁU.—Destapináu, que no tiene céspedes por habérsele arrancado. DESTAZADA.—Destazada ou estazá, espacio de prado entre marallu e marallu, mejor dicho la calle que pueda llevar un segador cuando siega la hierba, la paja, etc. También destazada puede ser cualquier espacio que se haga con una herramienta de labranza, tal como un garabatu (rastrillo), etc. DESTORGAR.—Destorgar, limpiar, quitar los obstáculos, etc. También quitarles a los animales un palo o estaca que se les coloca en la cabeza o en las patas para que no puedan moverse a su antojo. Esto se llama poner la torga. DEXA.—Dexa, deja. DEXABAIS.—Dexabais, dejabais.

DESLLECHAR.—Desllechar, destetar. DEXÁIME.—Dexáime, dejarme. DESLLOMBAR.—Desllombar, deslomar.

DEXALMÁU.—Dexalmáu, desalmado.

DESLLUCÍU.—Desllucíu, deslucido.

DEXAMOR.—Dexamor, desamor.

DESMANGANÁU.—Desmanganáu, deshecho, desarticulado, etc.

DEXAMORIAR.—Dexamoriar, salir de un desmayo.

DESMOICARSE.—Desmoicarse, ou esmoicase, dícese así cuando un animal pierde un cuerno o los dos, pues si son los dos el animal ya se le llama mochu.

DEXANUEDAR.—Dexanuedar, soltar los nudos.

DESPACIQUÍN.—Despaciquín, muy despacio. DESPEYEXAR.—Despeyexar, despellejar.

DEXAÑICIU.—Dexañiciu, que se ha perdido la raza, la clase de semilla, la planta, etc. DEXARMÁU.—Dexarmáu, desarmado. DEXARME.—Dexarme, desarme.

DESPELLEYAR.—Despelleyar, así se dice cuando se despelleja una res con el cuchillo o una persona con la mala lengua.

DEXAPOLER.—Dexaponer ou xaponer, desuncír, quitar los animales

del yugo. También dejar el trabajo, descansar. DEXARRAPÁUS.—Dexarrapáus, desamparados, descamisados, pobres, etc. DEXASTRE.—Dexastre, desastre. DEXASTROXU.—Dexastroxu, descuidado, desaliñado, abandonado, etc. DEXÁU.—Dexáu, dejado. DEXÉ.—Dexé, dejé.

me parece a mí, que te hacen buena falta para matar tu hambre hijo mío, bien está que te hartes de ellas encima del cerezo, como lo hacen los pajarinos, pero si te las llevas aunque sean para tu madre, eso no está bien hecho Julín, porque el primer ladrón, comenzó con menos que el agujero de una aguja. DEXENTE.—Dexente, decente. DEXIMÍR.—Deximír, apartar, olvidar, postergar, etc., etc. DEXIMU.—Deximu, postergo, aparto, etc.

DEXEGURU.—Dexeguru, de seguro. DEXINIU.—Dexiniu, destino. DEXEGUÍU.—Dexeguíu, de seguido. DEXÉI.—Dexéi , que dejé.

DEXINFLAR.—Dexinflar, sin aire, sin fuerza, etc. Quitar energía cualquier cosa.

DEXEMPRE.—Dexempre, de siempre. DEXENFARDAR.—Dexenfardar, así se dice cuando hay que dejar por alguna fuerza algo que uno lleva guardado. Exemplu. —Un díe diba you enfardáu per tous lus lláus, menus per lus bolxíus que tenía d'atechu esgazaus, diba enfardáu de zreizas qu'arrapiegare na zrezal d’Antón de Pachu, cundu ísti me priscóu ya me dixu.—Dexenfarda toes les zreices que cheves dientru d'ista manieguina Xulín, ya nun te dexenfardu les que cheves abelugáes nel bandueyu, perque paime amindi, que fante bona falta p'achuquinar la tou fame miou nenu, bén ta que te fartes d’éches d'enría la zrezál comu lu fan lus paxarinus, peru enfardate d'éches manque foren pa tou má, íxu nun ta ven fechu Xulín, perqu'el primer lladrón comencipióu con menus qu'el güétchu la guya. TRADUCCIÓN.—Un día iba yo lleno por todos los lados, menos por los bolsillos que tenía rotos del todo, digo que iba lleno de cerezas que había robado en el cerezo de Antón de Pacho, cuando éste me cogió y me dijo. Vierte, echa todas las cerezas que lleves dentro de este cesto Julín, y no te saco las que llevas guardadas en tu barriga, porque

DEXINFLÁU.—Dexinfláu, deshinchado, apagado, etc. DEXINTERES.—Dexinteres, desinterés. DEXINTEREXÁU.—Dexinteroxáu, desinteresado. DEXIRINGU.—Dexiringu, de columpio, de movimiento. DEXÓU.—Dexóu, que ha dejado. DEXÓUME.—Dexóume, que me ha dejado. DEXUBÍU.—Dexubíu, de cuesto. DEXUERTE.—Dexuerte, de suerte. DEXUNCIR.—Dexuncir, quitar, soltar. También soltar los animales del yugo. DEXUNIR.—Dexunir, soltar cualquier cosa. También quitar los animales del yugo. DEXUNTU.—Dexuntu, de junto.

DEXUNTURA.—Dexuntura, de juntura.

DOLLORÍN.—Dollorín, pequeño dolor. DOLLORÍU.—Dolloríu, dolorido.

DEXURU.—Dexuru, verdadero, cierto, fijo, etc.

DOLZOR.—Dolzor, dulzura.

DEYURI.—Deyuri, en ninguna parte.

DOMENGU.—Domengu, Domingo.

DIANTRES.—Diantres, demonios.

DOMENICAR.—Domenicar, descansar, ociar, festejar, etc. También se suele llamar a las personas muy dadas a chalar y poco hechas para la labor.

DIAÑU.—Diañu, diablo. DICHÓUXU.—Dichóuxu, dichoso, feliz. DIDA.—Dida, dedo grande del pie.

DONDA.—Donda, amansada, cansada. DONDUS.—Dondus, cansados, domados, extenuados, etc.

DIDAL.—Didal, dedal. DOVEYAR.—Doveyar, enmadejar. DIDUS.—Didus, dedos. DOVEYAS.—Doveyas, madejas. DÍE.—Díe, día. DIENTRU.—Dientru, dentro. DIMÍR.—Dimír, sacudir los árboles frutales. DINIDÁ.—Dinidá, dignidad. DINU.—Dinu, digno.

DOVILLUS.—Dovillus ou dovexus, ou uviyus, ovillos. DRECHA.—Drecha, derecha. DRECHISTAS.—Drechistas, derechistas.

DÍR.—Dír, ir.

DRECHUS.—Drechus, derechos, que uno tiene. También estar derechos, estar erguidos, etc.

DIXERTU.—Dixertu, desierto, vacío, sólo, etc.

DUBIAS.—Dubias, dudas, contradicciones en el ser.

DIXIDIA.—Dixidia, desidia.

DUBIAUS.—Dubiáus, trastornados, enloquecidos, etc.

DOLCE.—Dolce, dulce. DOLIOR.—Dollor, dolor. DOLLENTRE.—Dollentre, doliente, sufridoso, etc.

DUBIETCHU.—Dubiétchu, ou dubieyu, ou dubiexu, tumores, o granos muy grandes cargados de pus y malas materias que casi todas las gentes sufrimos en los tiempos de la fame (hambre).

DOLLÍU.—Dollíu, dolido. DUÉL.—Duél, que duele. DOLLIMENTU.—Dollimentu, dolimiento.

DUELAS.—Duelas, maderas nuevas de castaño. Tablas que se hacen de estas maderas.

DUELGUS.—Duelgus, dolores. DUENU.—Dueñu, amo, propietario. DUERNA.—Duerna, artesa grande de madera que sirve principalmente para amasar el picadillo cuando la matanza del cerdo. También para cualquier otro menester doméstico, tales como amasar la borona, picar la cebolla para hacer las morcillas, etc. DUERNU.—Duernu, recipiente hecho del tronco de un castaño que sirve para dar de comer a los cerdos. También duernu se llama a otro recipiente mucho mayor que también se suele hacer del tranco muy grueso de un castaño o roble que sirve para mayar (majar) la manzana para hacer la sidra. A su vez este duernu suele recoger la sidra del lagar. DUQUIER.—Duquier, donde quiera en cualquier parte. DURMI.—Durmi, duerme. DURMILÓN.—Durmilón, dormilón. DURMIR.—Durmir, dormir.

E EAR.—Ear, así se llama cuando se acunan o menean los niños de pecho para que se duerman o cesen de llorar. ELEXÍR.—Elexír, elegir. ELIXA.—Elixa, elija. EMBABAYASE.—Embabayase, aponderarse, ensalzarse así mismo. EMBABUCAR.—Embabucar, engañar, liar, etc. EMBAICER.—Embaicer, así se llama cuando se pasa el tiempo entretenidamente.

EMBAICÍU.—Embaicíu, entretenido. También se dice cuando una persona se encuentra meditabunda pensando en alguna cosa que le aísla de cuanto suceda a su alrededor. EMBALAGAR.—Embalagar, amontonar, apilar. —Nel mes de Xuliu nomáu 'l mes de la yerbe, ye cundu se fan balagares d'ista cundu ya ta curá, ou obrá ya llista, conel fin de que nun quede 'l entestata ya la cueya 'l choramicáu de la borrina ou les orbayaines qu'endevoces la borrina fae pe les nuétches. La yerbe yera cuaxi tan importante nus tempus d'endenantes nes mious aldines comu lus mesmus maizales ou pancicales. El trabayu de meter la yerbe comu axín se noma, hay que faelu con priexa se fae bon tempu, pos xin la piesca l'agua puenxe prieticona ya nun la cume ben el ganáu. El trabayu de meter la yerba conxiste primeiramente 'n xegala, despós en esmarallala, escoyendu ben lus artaxus ya males yerbes qu'el ganáu nun come, despós se reguelgue con el garabetu, ya cundu ya tá ben enxútcha s'apradia pa rexuntala tóa nun corráu, ya cundu se compriende que ya tá curá ye cundu s'acarreta pa lus payares, s'ún agüétcha qu'el tempu va cambiar pa cheldase 'n chovedeiru, peru cundu 'l tempu t'axeitiáu nel braniegu, lu mexor ye 'mbalagala, dista mareira la yerba dexa de tar crespa, ya d'esfaese la grana, per oitre lláu despós apoxentá ya non greba, se mete mexor nus payares, nus corcegaus ou ramos p'acarriala, ya fasta p'embarala ye mexor que te la yerba nus balagares. Un balagar ben tener de yerta comu xieti bones cargues d'écha, ou costaláes d'un home corrienti, que ye lu mesmu qu'un rametáu ou cercogáu. TRADUCCIÓN.—En el mes de Julio llamado el mes de la hierba, es cuando se hacen los montones de ésta, cuando ya está bien seca y obrada, con el fin de que no se quede al aire libre esparcida y la moje la llovizna que hace la densa niebla por las noches. La hierba era casi tan importante en mis queridas aldeas en los

tiempos pasados, como los mismos maizales o trigales, el trabajo de recoger la hierba, como así se denomina, hay que hacerlo con prisa y rapidez si está bueno el tiempo, pues si al la hierba después de seca la coge la lluvia, se pone anegratada y mal oliente no comiéndola bien el ganado. —La labor de recoger la hierba consiste primeramente en segarla, después en esparcirla escogiendo los artajos y demás malas hierbas que no come el ganado, después cuando ya está casi seca se revuelve con un rastrillo de madera, y cuando ya está bien seca se agarabata para rejuntarla toda en un corrado, donde se determina lo que ha de hacerse con ella, pues lo mismo se suele acarrear para los pajares, si uno ve que el tiempo va a cambiar para tornarse en llovedero, pero cuando el tiempo está situado en el ser veraniego, lo mejor que se hace en embalagarla, de esta manera la hierba deja de estar crespa y no se deshace su grana, y por otro lado se asienta haciéndose mejor hierba de esta forma se mete mejor en los pajares y en los rastros para acarrearla, y hasta para embararla es mejor que la hierba permanezca un corto tiempo en los balagares. —Un balagar viene a tener aproximadamente de hierba, como siete buenas cargas de un hombre corriente, que es lo mismo que un rastro de ella). EMBALAGÁU.—Embalagáu, que está amontonado. EMBALGU.—Embalgu, verruga grande, o cualquier bulto sobre la piel. EMBALTU.—Embaltu, derribo, tumbo, etc. EMBALXE.—Embalxe, embalse. EMBALXIAR.—Embalxiar, retener, embalsar, etc. EMBANDUYÁU.—Embanduyáu, que está lleno, harto, etc.

EMBANDUYARSE.—Embanduyarse, hartarse, llenarse, etc. EMBANIELLAR.—Embaniellar ou embaniétchar, tejer con las banielles. EMBANZAR.—Embanzar, retener el agua por medio de los banzáus. EMBANZAU.—Embanzau, retenido, sujeto, etc. EMBARANCIAR.—Embaranciar, colgar, meter, baranciar, etc. EMBARANCIAU.—Embaranciau, enredado, embaranzado, etc. EMBARAR.—Embarar, así se llama el hacer las varas de la hierba. La hierba en mi Tierrina desde siempre ha sido tan preciada como las mismas viandas de sus nobles moradores, Asturias es Pueblo de grandes "Vaqueirus" y los vaqueirus de “miou embruxadora ya melgueira Tierrina queren a les sous vaquines lu mesmu qu'aéchus mesmus". Cuando se hace una vara de hierba, y que conste que hablo siempre como vaqueiru, uno se alegra porque comprende, que todos los pajares están repletos y sus ganados comerán cuanta hierba deseen. Con esto quiero decir, que mientras exista un sitio donde guardar la hierba que jamás se ''embara", porque la hierba es tan apreciada y querida como lo es la misma escanda. Embarar es embalagar la hierba pero de diferente manera, ya que aquí se va poniendo la hierba alrededor de un mástil de madera plantado en el suelo, se hace un altillo de troncos y ramas para preservar la vara de la humedad, y después se va poniendo la hierba alrededor del mástil, colocándola cuidadosamente y pisándola siempre en redondo y con el diámetro que se quiera hasta ir rematando la vara de hierba en forma de cono, y en su final se coloca un cucuriétchu de yerbe que s'enrrodiétcha, "un cucurucho de hierba trenzada" alrededor del mástil, que tiene la misión de preservar la vara de hierba de la humedad que pueda entrarle por

arriba. De esta sencilla forma si la vara de hierba esta bien hecha, puede durar al entestate varios años sin perderse. EMBARAXAR.—Embaraxar, embarajar las cartas o las cosas. EMBARAXADOR.—Embaraxador, así se llama a la persona amiga de toda clase de enredos y noticias. EMBARDIÁU.—Embardiáu, guardado, escondido, espineroso, sombría, etc., etc., esta palabra,c omo casi todas las de Nuestra Llingua vienen de la naturaleza de las cosas, por ejemplo ésta viene de bardiales o barciales, etc. EMBARNAR.—Embarnar, manchar, ensuciar, etc. EMBARNÁU.—Embarnáu, pintarrajeado, manchado, etc. EMBAXÁ.—Embaxá, aviso, comunicación, noticia, notificación grata o ingrata que se dé o se reciba. EMBAXADA.—Embaxada, embajada. EMBAXADOR.—Embaxador, embajador. EMBAXU.—Embaxu, debajo. EMBAZAR.—Embazar, recibir un golpe en la boca del estómago que a uno le hace perder el conocimiento de dolor. EMBAZÁU.—Embazáu, perdido el conocimiento por el dolor. EMBELGAU.—Embelgau, dividido, pintado de varios colores. Exemplu. —Un cortinal (vega) está dividido en varias parcelas, cada una de las cuales se llama belga o belgua. Un animal tiene su piel con rayas de colores diferentes, ese animal está belgáu. EMBELEXÁU.—Embelexáu, ensimismado, centrado en un

pensamiento que le tiene aislado de las demás cosas. EMBIESCÁU.—Embiescáu, escondido entre malezas o bosques. También hacerse los prados monte cuando no se cuidan. EMBOLXÁU.—Embolxáu, que está lleno, que tiene sus bolsillos repletos de lo que sea. EMBOLXÓN.—Embolxón, que es dado a guardar en sus bolsillos o cualquier parte las cosas. El embolxón por regla general suele ser una persona avariciosa. EMBORRINÁU.—Emborrináu, que está borroso si se trata de ver las cosas y que está poco nublado tratándose de las nieblas. EMBORRONA.—Emborrona, que hace hogueras, también ensucia, mancha. EMBORRÓN.—Emborrón, amigo de hacer manchas, de tinta, pintura, etc. EMBORRUXAR.—Emborruxar ou emborregar, así se llama cuando en el mes de la hierba se hacen con ésta los llamados borregus ou burraxus (pequeños montones de hierba que aún no está curada). El trabayu de meter la yerbe ye complexu, xenciétchu ya 'l mái trabayuxu d'una teixá de llabrancia, per istu despós de pradiáu 'l preu, cundu chega la tapecer del díe ya la yerbe nun ta curá p'embalagala, entóus s'encalden un fatáu de burraxus p'oitre díe cundu arremiéye ben el sol, s'esmarachen ou abren fayénduxe un corráu de yerbe toa xuntiquina, ya dista maneira regolguiénduye cuntes veices fora precís fasta curaya d'afechu. TRADUCCIÓN.—El trabajo de meter la hierba es muy complejo, sencillo y el más trabajoso de una casa de labranza, por esto, después de agarabatáu todo el prado, cuando llega la caída del día si la hierba aun no está seca y obrada para

embalagarla, embararla o meterla en los pajares, entonces se hacen varios montoninos y a otro día cuando el sol apriete de firme se abren y se esparcen, haciendo un corro con toda la hierba muy junta, y así de esta manera se revuelve cuantas voces sea preciso, hasta que ya del todo se encuentre curada, obrada o seca. EMBOTIXAR.—Embotixar, embotijar. EMBOTIXÁU.—Embotixáu, prensado, prieto. EMBOZÁ.—Embozá, así se llama a lo que se puede coger de una vez con las dos manos juntas haciendo cuenco.

EMBRUCHÁU.—Embrucháu, que está prieto, apelotonado, preparado, listo, etc. EMBRUCHU.—Embruchu, apelotamiento que se hace con la ropa, la hierba, la pación o cualquier otra cosa para determinado menester. EMBRUCHÓN.—Embruchón, persona descuidada, sucia. También arrugada. EMBRUEZU.—Embruezu, murgazu, maleza, broza.

EMBLEIMÁUS.—Embleimáus, elevados, subidos, etc.

EMBRUXADOR.—Embruxador, persona que por sus encantos bien sean físicos o espirituales es capaz de embrujar a los demás en cualquiera de sus vertientes.

EMBLEIME.—Embleime, emblemático.

EMBRUXADORA.—Embruxadora, embrujadora.

EMBLIMBÁU.—Emblimbáu, que se encuentra lleno de mimbres. También que está tejido con mimbres.

EMBRUXÁU.—Embruxáu, embrujado.

EMBLIMBU.—Emblimbu, llámase así a las personas delgadas y correosas. EMBLIZCU.—Emblizcu, deseo, avezo, etc. Exemplu. —Tenu que llindiar disdi agora les mious vaques tous lus díes, perque 'mblizcárunse nel blincar pa lus préus de lus veicinus, ya nun hai ciarru que nun baltien. (Tengo que cuidar desde ahora mis vacas todos los días, porque se avezaron a saltar para los prados de mis vecinos y no hay cerca que no tiren). EMBLIZCAU.—Emblizcau, que está avezado. EMBLOXÁU.—Embloxáu, empaquetado, envuelto, etc. EMBLOXUS.—Embloxus, envoltorios.

EMBURRIAR.—Emburriar, empujar simplemente. EMBURRIÓN.—Emburrión, empujón fuerte. EMBURUYU.—Emboruyu, envoltijo. EMBURUYÁU.—Emburuyáu, mal hecho, abaruyado. EMBUTE.—Embute, en cantidad, cuanto se quiera, etc. Esta palabra se pronuncia d'embute. EMPABOXÁU.—Empaboxáus, dícese cuando las legumbres o el trigo, está lleno de pequeños gusanos que más tarde se convierten moscas. EMPANCHULÁU.—Empanchuláu, dícese de las personas cuando están gordas y muy bien tratadas y presentables.

EMPANDAR.—Empandar, allanar, rebajar, doblegar, etc. EMPANDIÁU.—Empandiáu, allanado, doblegado, etc. EMPANERAR.—Empanerar, meter dentro de la panera. EMPANERÁU.—Empaneráu, guardado, dentro de la panera, desván, etc. EMPANOYÁU.—Empanoyáu, que tiene panojas. EMPANTANÁU.—Empantanáu, atravesado, estorbando, tirado, etc. EMPAPIELLÁU.—Empapielláu, que se ha empapizado, bien sea hablando, comiendo, etc. También se dice cuando uno tiene las mejillas tersas y gordas.

EMPERIXILÁU.—Emperixiláu, ufanarse, aponderarse, etc. EMPIAZUS.—Empiazus, en pedazos. EMPICAR.—Empicar, así se llama cuando ya estando el maíz maduro se corta y se corta y se apila por su tallo en pequeños montones con el fin de que termine de sazonar. Estos pequeños burraxus se denominan picas. También empicar significa lo mismo que corrompinar. EMPICIPIAR.—Empicipiar, comenzar, principiar. EMPICOROTIAR.—Empicorotiar, poner, colocar algo en lo más alto. EMPIOYÁU.—Empioyáu, que está lleno de piojos.

EMPARENTIAR.—Emparentiar, tener familia, poseer parientes, etc.

EMPIRRIÁU.—Empirriáu, enfadado, enojado, rabioso, etc.

EMPAREXÁU.—Emparexáu, aparejado, unido, etc.

EMPITUXÁU.—Empitixáu, dícese de la persona altanera, fanfarrona, etc.

EMPATONAR.—Empatonar, zancadillear. También ponerles el patón a las vacas o cualquier otro animal con el fin que se requiera.

EMPONTIGAR.—Empontigar, colocar cosas tales como maíz, patatas, castañas, etc., encima de la pontiga de la panera.

EMPATUXÁU.—Empatuxáu, enredado, zancadilleado, etc.

EMPONTIGAU.—Ernpontigáu, subido, elevado, colocado encima de la pontiga del hórreo.

EMPAXIÉTCHAU.—Empaxiétcha, trajeado, lujoso, etc. EMPAYARAR.—Empayarar, meter en el pajar.

EMPONTONAR.—Empontonar, colocar pequeñas vigas para hacer el tillado de los pisos, bien de viviendas, pajares, etc.

EMPAYARÁU.—Empayaráu, que esta dentro del pajar.

EMPORRICAS.—Emporricas, desnudo completamente.

EMPERICOTAR.—Empericotar, levantar, apilar, etc.

EMPOVIXÁU.—Empovixáu, que está lleno de ceniza, de harina, de polvo, etc.

EMPERICOTÁU.—Empericotáu, que está elevado, que se encuentra alzado, subido, etc.

EMPROBECER.—Emprobecer, volverse pobre.

EMPROBECÍU.—Emprobecíu, que está pobre. EMPRUNÁU.—Ernprunáu, que está agrio, ácido, etc. EMPUÉS.—Empués, después. EMPUXAR.—Empuxar, empujar. EMPUXÓN.—Empuxón, empujón. ENAGUAR.—Enaguar, desear, envidiar, etc. ENCABALGÁU.—Encabalgáu, que se encuentre entremezclado, acaballado, etc. ENCABORNÁU.—Encabornáu, resguardado, metido dentro de un cabornu, o también dentro de una cueva, o cualquier otro lugar. ENCABOXÁU.—Encaboxáu, lo mismo. También puede llamarse encaboxáu a todo aquello que se encuentra podrido.

encaldame nel nomayes plaxistes ya fedientus fucherales tantu a lus dirixentes del Conceyu Bable, comu a lus oitres rapiegacus d'Amigus del Bable, pos ente tous échus xuntus tan desencaldandu la Fala ya les Costumes de miou Tierrina, con la gavita d'un fatadicu de periodistes que son tan chabascus comu échus mesmus. (En este suceder me voy a centrar en llamarles plagistas y hediondos estercoleros, tanto a los dirigentes del Conceyu Bable, como a los otros zorros de Amigos del Bable, pues entre todos ellos juntos están deshaciendo la Lengua y las Costumbres de mi Tierrina, ayudados por un grupito de periodistas, que son tan llabascus como ellos mismos). ENCALDARAR.—Encaldarar, dícese así cuando las hembras van criando la ubre. ENCALDÁU.—Encaldáu, que está preparado, que está hecho, etc. ENCALDIÁU.—Encaldiáu, que está muy caliente.

ENCABRONÁU.—Encabronáu, enfadado.

ENCALIAR.—Encaliar, blanquear, dar cal a las paredes, etc.

ENCABUELGU.—Encabuelgu, que me centro en el entremezclar. También se entiende ajinetarse.

ENCAMÁU.—Encamáu, que está metido en la cama por causa de encontrarse enfermo o porque le gusta hacerlo.

ENCADEXAR.—Encadexar, trenzar, encadenar. También se suele decir cuando una persona lleva joyas, que va encadexada. ENCAIMADA.—Encaimada, dícese de la niebla cuando está posada sobre un valle o montaña, etc. y no se levanta con la rapidez de siempre, sino que permanece a si posada durante Un largo tiempo indeterminado. ENCALDAR.—Encaldar, preparar, hacer, entender, etc. Esta palabra es un comodín de la LLingua de Asturias, puede aplicarse en infinidad de modos y formas. Exemplu. —Nisti encaldar vou

ENCAMBRIÁU.—Encambriáu, que tiene dolores reumáticos, calambres, etc. ENCAMBUEYU.—Encambueyu ou encambuétchu, comparse, pelotilleo, coba, etc. ENCAMEXÁU.—Encamexáu, acostado, escondido pobre y miserablemente. —Despós de la Guerra mamplenáus de homes de les esquerdes taben fugáus per tous lus llugares de Nuexa Tierrina, lus probetayus fuyíen del sou hermenu 'l veceor, qu'achuquinaba sen encaldar dalgún honréu xuiciu, a toy astur que fora de

lus Roxus. Lus probes fugáus s´embuxardaben encamexáus pe lus payeres, teixáes, cobayus, etc., etc., xin tóus viexen llucháu per sou xusticia ya llibertá lu mesmu que lu fexu 'l Comandante Senen paime amindi, que l'España de güéi xeríe munchu mai llibre, culta ya rica de lu que ye güéi nel díe. TRADUCCIÓN.—Después de la Guerra, muchos hombres de las izquierdas estaban huidos por todos los lugares de Nuestra Tierrina, los desventurados huían de su hermano el vencedor, que asesinaba sin hacer ninguna clase de honrado juicio, a todo astur que fuera de los rojos .Los pobres huidos se escondían encamados en los pajares, casas, cuevas, si todos ellos hubiesen luchado por la Justicia y la Libertad, lo mismo que lo hizo el Comandante Senen con sus soldados, me parece a mí, que la España de hoy, sería mucho más libre, culta y rica de lo que es hoy día. ENCAMEXÁU.—Encamexáu, que está encadado. ENCAMIEYU.—Encamieyu, refugio, camastro, etc. ENCAMIEYÁU.—Encamieyáu, atado, prisionero, sujeto, etc. ENCAMPIZÁU.—Encampizáu, enraizar, prosperar el cespede, con fuerza. ENCAMPIZAU.—Encampizáu, que el terreno ya se ha hecho campo. ENCANAR.—Encanar, vendar. ENCANDILÁU.—Encandiláu, que se encuentra encandilado o también dentro de un rumbo que a él le parece es el mejor, el más clarividente, etc. ENCANTEXANETU.—Encantexamie ntu, manera o forma de hacer una arregladura o remiendo malamente.

ENCANTEXAR.—Encantexar, poner remiendos o arregladuras a cualquier cosa. ENCANTEXÁU.—Encantexáu, que está arreglado, reparado, etc. ENCANTEXU.—Encantexu, remiendo. ENCANTEZÁU.—Encantezáu, duro, amendrugado, apelotonado, etc. ENCANTIÁU.—Encantiáu, que se encuentra feliz, que está satisfecho, que está encantado, etc. ENCANU.—Encanu, vendaje. ENCAPONÁU.—Encaponáu, nublimiento, oscuro, tapado. También mal cosido, mal zurcido, mal atado, etc. ENCAPONAR.—Encaponar, mal trenzado, mal unido, hacer las cosas como para salir del paso. ENCARACOLASE.—Encaracolase, rizarse, retorcerse, enojarse, etc. —Alcuardurme you nisti cheldare que cuadra nel xeitu, comu les mozaques que ya cortexaben cundu you yera un guaxetu, comu tous lus dumingus ya díes de festa, encaracolaben el pilu, conún inxeniu fechu per ferreiru malu, qu'encaracolabayes el pilu fasta 'l mesmu magüestu, pos una rapaza de la miou aldina que teñía lus sous guedechus de fortes ya tiexus comu escayus d'espineires, per querer caracolialus comu faíen les oitres moces, aburialus un díe de tal maneira, que cundu foi per escarpinayus arrincárunye queimáus cuaxi tous d'afechu. TRADUCCIÓN.—Me recuerdo yo en este suceder que encuadra en el lugar, como las mozas que cortejaban cuando yo era un niño, como todos los domingos y los demás días festivos, rizaban sus cabellos con un ingenio fabricado por mal herrero, que les encaracolaba el pelo hasta el mismo quemamiento. Pues una moza de mi

aldea que tenía sus cabellos fuertes y estirados como espinos, por querer rizarlos como hacían las demás, los quemó un día de tal manera, que cuando fue a peinarlos le arrancaban quemados casi todos. ENCARACOLÁU.—Encaracoláu, entremezclado, revuelto, etc. ENCARAMAÑ OLÁU.—Encaramañoláu, que está prisionero, que se encuentra dentro de un recipiente o cavidad sea cual fuera. ENCARAMIENTU.—Encaramientu, riña, discusión o pelea. ENCARÁU.—Encaráu, así se llama a la persona que tiene carácter. ENCAREXAR.—Encarexar, encarecer. ENCAREXAR.—Encarexar, así se dice cuando una herida esta infectada o la carne próxima a perderse, que empieza a llenarse de minúsculos gusaninos blancos llamados carexas. —Alcuerdume you fae ya un faticáu d'anus cundu you yera un rapazu que trabayaba de xerraor, pos un branu tábamus xerrandu maera nel monte del Faidiétchu, achindi vivíamus comu probetayus xitanus dientru d'un cobayu que nuexoitres mesmus fixéramus, pos you corteime col azáu nuna pantorrieya, ya comu nui fexemos dalgún cudiáu namái qu'encanalu conún trapayu, pos a lus poncus díes comencipióu dolléme, ya cundu desencanamus la fería, toa écha taba 'meruxá de carexes, ya entóus comencipiamus curaya con yedre fervía, ya 'l caldu que dexaba entremedábase con graxa de toicín, ya conaquel mestranzu cureíme d'afechu xin dexar de trabayar ni tan xiquiés un momentu. TRADUCCIÓN.—Me recuerdo hace ya muchos años, cuando yo era un mozalbete que trabajaba de serrador, pues un verano estábamos serrando madera en el monte del Faidieyu, en el vivíamos como pobres gitanos, dentro de una cabaña que nosotros mismos

hiciéramos, un día yo me corte con el hacha en una pantorrilla, y como a la herida no le dimos más cuidado que vendarla con un trapo sucio y viejo, pues a los pocos días me empezó a doler muy fuerte, y cuando la desvendamos, toda ella estaba llena de gusanos, y fue entonces cuando la empezamos a curar con el caldo que dejaba la hiedra hervida, que lo mezclábamos con la grasa del tocino, y con este ungüento curé del todo, y no dejé de trabajar ni tan siquiera un momento. ENCARICOTIÁU.—Encaricotiáu, encendido, quemante, enfadado. ENCARNAR.—Encarnar, prender, atizar el fuego. ENCARNAURA.—Encarnaura, así se dice cuando las heridas curan. Si lo hacen pronto tienen buena encarnaura, sino tienen mala encarnaura. ENCARNIZÁU.—Encarnizáu, herido, encarnispado, etc. ENCARTIAR.—Encartiar, encartar. ENCAXAR.—Encaxar, encajar. ENCAXETÁU.—Encaxetáu, metido, encajonado, ajustado, etc. ENCAXINÁU.—Encaxináu, ajustado, centrado, etc. ENCAXINAR.—Encaxinar, así se dice cuando las legumbres granan dentro de sus vainas. ENCAYUÉLAU.—Encayuélau, así se dice cuando los perros al hacerse el amor se quedan prensados por sus miembros genitales. ENCEGOLÁU.—Encegoláu, plasmado, asustado, admirado dentro de su propia contemplación.

ENCEROLÁU.—Enceroláu, atontado, falto de algunas de sus facultades mentales. ENCETÁU.—Encetáu, lastimado, con heridas o rozaduras. ENCETAURA.—Encetaura, herida. ENCERRICÁU.—Encerricáu, empequeñecido. ENCERRISCAR.—Encerriscar azuzar, liar, para que personas o animales se peleen. ENCERRIZAR.—Encerrizar, lo mismo que encerriscar. ENCEXU.—Encexu, prendido, ardiente, etc. ENCIARRÁU.—Enciarráu, guardado, preso, etc. ENCIARRU.—Enciarru, amarro, guardo, peslo, etc. ENCIBIEYAR.—Encibieyar ou encibiétchar, retorcer. Exemplu. —Encibieyéu una bara d'ablanu y'amarréi conécha un bon costaláu de cheñe, chelu d'enría él miou chombu ya féxume xudar y'encibiétchame endenantes qu'achegare a la miou teixá. (Retorcí una vara de avellano, y até con ella una buena carga de leña, la puse encima de mi hombro y me hizo sudar y retorcerme antes de que llegara con ella a mi casa). ENCIBIEYÁU.—Encibieyáu, retorcido, atado, etc. ENCIGOÑAR.—Encigoñar, liar, encelar, azuzar, etc. ENCIGOÑÁU.—Encigoñáu, liado, encelado, etc. ENCIGUAR.—Enciguar, dar la mala suerte.

ENCIGÜAU.—Encigüau, lleno de mala suerte. ENCIMEIRÁ.—Encimeirá, elevada, alta. ENCIMEIRÁ.—Encimeirá, pelea, discusión, disputa, etc. ENCIMEIRÁU.—Encimeiráu, alzado, elevado, etc. También liado en pelea o disputa. ENCLICARSE.—Enclicarse, agacharse en cualquier postura, acobardarse en cualquiera forma. ENCLICÁU.—Enclicáu, agachado, acobardado, etc. ENCOLLUGÁU.—Encollugáu, lleno, repleto de cualquier cosa, de hartura, de felicidad, de pena, etc. ENCOMOLAR.—Encomolar, enojarse, incomodarse, etc. ENCOMOLÁU.—Encomoláu, enfadado, etc. ENCOMODÓN.—Encomodón, incómodo, fastidioso, etc. ENCOMUÑA.—Encomuña, en unión, en negocio, en necesidad, en hermandad, que esto sucede contadas veces, etc. ENCOMUNICÁU.—Encomunicáu, incomunicado. Esta palabra se usaba mucho al termino de la Guerra, por ejemplo en la cárcel de Oviedo, el noventa por cierto de los presos que incomunicaban, por regla general los pasaban por las armas. Y de esta asesinadora manera, hay tenemos el Cementerio de San Salvador donde miles de grandes astures murieron como héroes y mártires, por enseñarnos a nosotros los asturianos un camino, que muy pocos supimos seguir. El astur de antes de la Guerra era querido, temido y respetado, indomable, inteligente y

humanitario, porque estaba fuertemente unido por sus "Ancestrales Costumbres y Tradiciones", pero al morir nuestros guerreros, nuestra Tierrina se quedó en poder de asesinos, que terminarían matando con verdadera saña y desprecio, todo el "Ancestro Cultural " de Nuestra Noble e Hidalga Asturias. Yo sé muy bien que algún día, y a mí me gustaría verlo, los astures se volverán a unir por el poderoso y fuerte brazo de la tradición de sus antepasados y entonces alcanzaran sin luchas ni disputas, la gran riqueza que tanto en lo material como en lo espiritual en nuestra Tierra nos espera.

metá 'l payar de yerbe, per ístu vou pacer lus préus mái xeru. (Este ano he metido el ganado en la cuadra más tarde que otros años, y como vino la primavera más pronto, me quedo casi, casi la mitad del pajar lleno de hierba, por esto voy a pacer los prados hasta más tarde). ENCORTIÁU.—Encortiáu, que está en la cuadra. ENCOXÁU.—Encoxáu, cojo. ENCOYER.—Encoyer, encojer. ENCOYÍU.—Encoyíu, encogido.

ENCONTRAIZU.—Encontraizu, que es acogedor. También que se encuentra uno muy bien en tal lugar. ENCONTRES.—Encontres, en contra. ENCORAXÍN.—Encoraxín, enojo, enfado, etc. ENCORAXINÁU.—Encoraxináu, enojado, enfadado, etc. ENCORDÚN.—Encordún, que es fastidioso, incordiante, etc. ENCOREXAR.—Encorexar, guardar, atesorar, etc. ENCOREXÁU.—Encorexáu, guardado, escondido, dentro de cartera, etc. ENCORNIAR.—Encorniar, así se llama cuando los animales están criando los cuernos. También se dice así, cuando a uno le fastidian con palabras y obras. ENCORNIÁU.—Encorniáu, que tiene cuernos, que se encuentra cogido, fastidiado, etc. ENCORTIAR.—Encortiar, así se dice cuando se tiene el ganado en la cuadra. Exemplu. —Isti anu encortiéi 'l ganáu mu xeru, ya comu vienu la primaveiru mu ceda, pos quedóame cuaxi, cuaxi la

ENCRIESTÁU.—Encriestáu, ufanado, elevado, etc. ENCUADRILLAR.—Encuadrillar, azulejar, poner losas, etc. ENCUANDIAR.—Encuandiar, sepultar, enterrar, plantar, etc. ENCUANDIAS.—Encuandias, entierras, haces pozas, etc. ENCUAYU.—Encuayu, encajamiento, ajuste, etc. ENCUBICIÁU.—Encubiciáu, codicioso, etc. ENCUBICIU.—Encubiciu, deseo, ambiciono, etc. ENCUCARSE.—Encucarse, acostarse, envolverse, refugiarse, etc. ENCUCÁU.—Encucáu, acostado, refugiado, etc. También se dice. —Tenu encucáu 'l maíz. (Quiere esto decir, que ya está el maíz en cucas, en picas, en pequeñas pirámides). ENCUERRA.—Encuerra, guarda, mete, etc. ENCUEYE.—Encueye, que encoge.

ENCULÁU.—Enculáu, con poca cosa. Si se le dice a una persona que es un enculáu se le está llamando miserable en cualquier sentido que se trate. ENCUMÁU.—Encumáu, elevado, levantado, subido, etc. ENCUMIAR.—Encumiar, ensalzar, elevar, etc. ENCURIOXAR.—Encurioxar, arreglar, ordenar, limpiar, etc. ENCURTIAR.—Encurtiar, acortar, reducir, etc. ENCURUXÁU.—Encuruxáu, agachado, encogido, etc. ENDAYURI.—Endayuri, en ninguna parte o en cualquier lugar, según.

ENDULXENCIA.—Endulxencia, indulgencia. EÑARCIAR.—Eñarciar, esconderse, ocultarse. EÑARCIÁU.—Eñarciáu, escondido, etc. ENFABAR.—Enfabar, así se dice cuando las habas, los guisantes y demás leguminosas están granando. ENFADÉU.—Enfadéu, enojado. ENFADIENRA.—Enfadierna, recoge, acumula enaltece, etc. ENFADIERNÁU.—Enfadiernáu, lleno, elevado, alto, etc.

ENDESPÓS.—Endespós, después.

ENFANÁU.—Enfanáu, dícese cuando los animales v también las personas están en un terreno cuesto y muy peligroso. Por regla general las "fanas" (precipicios) que existen en los puertos o pastos comunales son cercadas para que los animales no entren dentro a pastiar.

ENDEVECES.—Endeveces, algunas voces.

ENFARDA.—Enfarda, guarda, amontona, acumula, etc.

ENDIAÑÁU.—Endiañáu, endemoniado, enloquecido, etc.

ENFARDÁU.—Enfardáu, lleno, repleto.

ENDOLCÁU.—Endolcáu, envolver, trenzar, también se dice a si, cuando la matanza del cerdo se hacen los chorizos —endolcar lus churizus—.

ENFARINAR.—Enfarinar, llenar de harina.

ENDEGORA.—Endegora, todavía no. ENDENANTES.—Endenantes, anterior, en otro tiempo o lugar.

ENDOLLORÍU.—Endolloríu, dolorido, triste, etc. ENDRECHAR.—Endrechar, enderezar, enderechar, etc. ENDUBIEYAR.—Endubieyar ou endubiétchar, enmadejar. ENDUBIEYU.—Endubiyu, ovillo, madeja, etc. También se puede llamar mentira enredo, etc.

ENFARINÁU.—Entarináu, cubierto de harina, polvo, etc. ENFARUGAR.—Enfarugar, desmenuzar, desmigajar, etc. ENFARRUCARSE.—Enfarrucarse, envalentonarse, aponderarse, etc. ENFATAR.—Enfatar, atontecer, embobar, etc.

ENFATICAR.—Enfaticar, guardar, atesorar a montones. También embobar, atontecer. ENFATICÁUS.—Entaticáus, que están llenos, que están repletos. También que van vestidos bien o mal según. Y que son tontos. Exemplu. —Güéi per mor de lus punxones de ventu que fexu toa la nuetche, taba 'l castañéu alleráu de castañes, per istu coyiles afaticáus, manque m'esgaciquéi lus fatucus que chebata puestus per mor de lus escayus. Xinermbargu la fía d'Antón que foi cuamigu a les castañes comu ve una fatona nun afaticóu cuaxi dalguna. (Hoy por causa del fuerte viento que hizo toda la noche, estaba el castañedo lleno de castañas, por esto yo las he recogido a montones. Sin embargo la hija de Antón que fue conmigo a las castañas, como es tonta, no recogió casi ninguna). ENFAXAR.—Entaxar, fajar, apretar, etc. ENFAXÁU.—Entaxáu, afajado, prieto, sujeto, etc. ENFELLICES.—Enfellices, infelices, desventurados, etc.

ENFILERA.—Enfilera, en hilera. ENFOCICAR.—Enfocicar, poner mal gesto. ENFOCICASE.—Enfocicase, enojarse, enfadarse. ENFOCHICÁU.—Enfochicáu, sucio, estercoloso. ENFOGUERAR.—Enfoguerar, hacer hogueras, prender fuego, etc. ENFOGUEIRÁU.—Enfogueiráu, encendido, enojado, etc. ENFOINAR.—Enfoinar, robar, plagiar, apoderarse del trabajo de los demás. ENFOINÁU.—Enfoináu, huidizo, lleno de malas zunas e intenciones. ENFOITÁU.—Enfoitáu, confiado, seguro. ENFOITU.—Enfoitu, confianza, fe, etc. ENFOIZAR.—Enfoizar, coger con la hoz.

ENFELLÍZ.—Enfellíz, infeliz. ENFERNAL.—Enfernal, infernal. ENFERNU.—Enfernu, infierno. ENFERRONAR.—Enferronar, cazar, sujetar, atar, etc. ENFERRONÁU.—Enferronáu, preso, sujeto, etc. ENFERRUÑÁU.—Enferruñáu, cubierto por el óxido. También enojarse. ENFILAR.—Enfilar, enhebrar la aguja, etc. ENFILÁU.—Enfiláu, así se llama cuando uno se emborracha.

ENFOLLERÁU.—Enfolleráu, sucio, barrizoso, etc. ENFONDICÁU.—Enfondicáu, hondonado, más o menos profundo. ENFONDIGONÁ.—Enfondigoná, en profundidad ENFONTANÁU.—Enfontanáu, húmedo, fangoso, etc. ENFORNAR.—Enfornar, meter en el horno. ENFORNÁU.—Enfornáu, dentro del horno. También se dice que el horno esta enfornáu cuando esta preparado y caldiado para meter dentro lo qu'encaldare (lo que fuese).

ENFOSCASE.—Enfoscase, enojarse, enfadarse. ENFOSQUÉU.—Enfosquéu, enfadado, enagriado, etc. ENFOXÁU.—Enfoxáu, enterrado, sepultado, etc. ENGABUXÁU.—Engabuxáu, encogido. ENGAFAR.—Engafar, infectar, envenenar, azuzar, etc. ENGAFÁU.—Engafáu, envenenado, infectado, rabioso, etc. ENGAFIESTU.—Engafiestu, infección, pelea, rabiosidad, etc. ENGAFURÁU.—Engafuráu, envenenado, rabioso, etc., etc. ENGALAMAR.—Engalamar, amontonar, apilar, etc. ENGALAMÁU.—Engalamáu, levantado, amontonado, etc. ENGÁLANUS.—Engálanus, en trotes, también que se engalanan. etc. ENGALICÁU.—Engalicáu, supuroso, podrido. Que tiene la sífilis. ENGALGUIAR.—Engalguiar, frenar, detener. ENGAÑIFEIRU.—Engañifeiru, amigo de hacer engaños. ENGAÑIFU.—Engañifu, pequeño engaño. ENGARAMAR.—Engaramar, levantar, encaramar. ENGARAMÁU.—Engaramáu, alzado, encaramado, etc.

ENGARAPIÑÁUS.—Engarapiñáus, colgados, llenos, también engarrados, peleantes, etc. ENGARAPOLÁUS.—Engarapoláus, entremezclados, agarrados, sujetos, peleantes, etc,etc. ENGARFIAR.—Engarfiar, asir, coger, sujetar. ENGARFIÁU.—Engarfiáu, cogido, sujeto, etc. ENGARRADIEYA.—Engarradieya, pelea, lucha. ENGARRIÁUS.—Engarriáus, peleados, en lucha, etc. ENGARRINCHÁUS.—Engarrincháus, cogidos, entremezclados, enganchados, etc. ENGARRIONES.—Engarriones, peleas, luchas, sujetamientos, etc. ENGARRIÓN.—Engarrión, amante de la pelea, amigo de la lucha. ENGAYOLAR.—Engayolar, liar, hacer en cierta medida el pelotilleo para poderlo lograr lo que uno desea. Exemplu. —Lus mious fíus son tan mecus comeores que xempre tenu qu'andar engayolándulus paqu'enzulen dalguna couxa. (Mis hijos son tan poco comedores que siempre tengo que andar prometiéndoles, rogándoles, equivocándoles para que coman alguna cosa). ENGAYOLÁU.—Engayoláu, que está liado, que se encuentra sujeto a una ilusión o querencia de su agrado. ENGAZU.—Engazu, rastrillo hecho íntegramente de madera que sirve para recogerla hierba y demás malezas, tales como las fuéas (hojas) helechos, etc. ENGOCHASE.—Engochase, mancharse, ensuciarse.

ENGOCHÁU.—Engocháu, sucio, lleno de porquería. ENGODAR.—Engodar, dícese así cuando una persona o animal, por la causa de haber comido en demasía, llega el momento que por estar demasiado gordo o astiado pierden casi por completo el apetito. ENGODAR.—Engodar, astiarse, repugnar, etc. ENGODÁU.—Engodáu, astiado, en demasía.

un legionario estaba engrifao cuando se había drogado con cigarros, “canóas, plajos, petoranes, gabilotes, trujas, porros, etc.” de grifa. Los fumadores de grifa terminaban volviéndose majarones. La grita es un verdadero veneno para los bronquios y para el cerebro, no así el buen kifi, la buena hierba, pues esta fumada con moderación es medicina muy sana y eficiente para el cuerpo humano. Un grifota es lo mismo que un borracho, un verdadero calamidad para todas las cosas, pero un buen "bacilón" es todo un caballero en cualquier sentido que le quieras buscar.

ENGOLGER.—Engolger, envolver.

ENGROMAR.—Engromar, cubrir con escobas monteses. Con grombus.

ENGORGOXÁU.—Engorgoxáu, lleno de cocos, de gusanos.

ENGRUÑÁUS.—Engruñáus, enfadados, airados, etc.

ENGORGUYAR.—Engorguyar, liar, amontonar sin orden ni concierto.

ENGUADAR.—Enguadar, liar, engañar, equivocar, etc.

ENGOROLLÁU.—Engorolláu, que está hecho un ovillo que está muy acurrucado, como el gato por ejemplo cuando se enrosca para dormir. También engoroyar es hacer pequeñas pelotitas como granos en la pasta del pan, o cuando se hace las papes ou farines, xinún s´abátchen ben con la caza despós de cocíes queden entremedáes de gorótchus, ou grumus.

ENGUADÁU.—Enguadáu, que está absorbido por una pasión o ilusión que a su parecer le es agradable.

ENGORRUMBÁU.—Engorrumbáu, que está agachado, que tiene chepa, etc.

ENGUEDEYAR.—Enguedeyar, liar entremezclar, etc.

ENGRANAXE.—Engranaxe, engranaje.

ENGUEDEYU.—Enguedeyu, lío, enredo, rizo, etc.

ENGRANDIAR.—Engrandiar, crecer, medrar.

ENGÜEÑES.—Engüeñes, ampollas que salen en las manos a quienes no están acostumbrados a trabajar. También ampollas que suelen salir de quemaduras, o en los pies por caminar o porque le fastidie el calzado.

ENGRANUXAR.—Engranuxar, agranujarse.

ENGUAPECER.—Enguapecer, hermosear. ENGUAZU.—Enguazu, recojo, arrastrillo, viene de engazu, que es garavatu (rastrillo).

ENGRAXAR.—Engraxar, engrasar. ENGRIFÁU.—Engrifáu, de mal talante, con gesto adusto. —En el Tercio decíamos que

ENGURNIÁU.—Engurniáu, enfadado, hosco, silencioso en su enojo pronunciado por sus gestos. También se

suele decir al tiempo cuando está encapotado y lluviznoso.

ENLLIMIÁU.—Enllimiáu, que está lleno de limacos, de babas, etc.

ENGURRUMBAR.—Engurrumbar, agacharse, crear chepa.

ENLLIXÁU.—Enllixáu, que está lleno de pequeñas partículas de polvo, etc.

ENGURRUMBÁUS.—Engurrumbáus, agachados, llenos de chepa.

ENLLOBAZÁU.—Enllobazáu, que esta mal arado, que está mal hecho, etc.

ENGURUXAR.—Enguruxar, envolver, liar, apelotonar, etc.

ENLLOMBÁU.—Enllombáu, que está enlomado, que está situado en un canto, un altozano, etc.

ENGUYAR.—Enguyar, enebrar la aguja. ENGUYÁU.—Enguyáu, enebrado, enfilado, etc.

ENLLOQUECÍU.—Enlloquecíu, enloquecido. ENLLORDIAR.—Enllordiar, manchar, ensuciar, etc.

ENLLABASCÁU.—Enllabascáu, sucio. ENLLABASCASE.—Enllabascase, llenarse de suciedad en cualquier sentido.

ENLLORDIÁU.—Enllordiáu, sucio, manchado, etc. ENLLORIÁU.—Enlloriáu, que esta demente, muy alterado, etc.

ENLLABANAR.—Enllabanar, enlosar. ENLLAMARGÁU.—Emllamargáu, que esta cubierto de fango, que esta pantanoso, etc. ENLLAMERÁU.—Enllameráu, terreno húmedo y llano casi llamargoso. ENLLAMUERGÁU.—Enllamuergáu, muy fangoso. ENLLATAR.—Enllatar, enlatar. ENLLASTICÁU.—Enllasticáu, dícese cuando se va muy abrigado.

ENLLOXÁU.—Enlloxáu, que se encuentra plano, que está enlosado, etc. ENLLUCÍU.—Enllucíu, que está lucido, vestido de galas, etc. ENLLUEZAR.—Enlluezar, ponerse cluecas las gallinas. También ahuecar, sonar, etc. ENLLUGARÁU.—Enllugaráu, que está escondido, acostado en un lugar siempre el mismo.

ENLLAZAR.—Enllazar, enlazar.

ENLLUGASE.—Enllugase, ensimismarse, atontecerse, etc.

ENLLERONÁU.—Enlleronáu, lleno, plagado, bien de piedras o de cualquier otra cosa.

ENLLUGATAR.—Enllugatar, amarrar al yugo cualquier apero de labranza, tal como el carro, la carrieya, el rastro, etc.

ENLLESTRAR.—Enllestrar, poner camera a los animales.

ENLLUMERÁU.—Enllumeráu, alumbrado. Esta palabra viene de llumerada, que quiere decir caída, y que también quiere decir cabeza.

ENLLIMIAGÁU.—Enllimiagáu, lleno de babas.

ENLLUTÁU.—Enllutáu, enlutado.

ENLLUXAR.—Enlluxar, enlujarse, prosperar, medrar, etc. ENLLUZ.—Enlluz, que alumbra, que reluce, etc.

ENMIGAYUS.—Enmigayus, en pequeñas porciones. ENMINGUS.—Enmingus, en pingajos, en ropas menores, etc. ENMOXECAR.—Enmoxecar, guardar.

ENMALUCAR.—Enmalucar, ponerse enfermo. También se dice enmalucar, cuando las castañas, las avellanas y las nueces no granan bien. ENMALEXAR.—Enmalexar, enfermar. ENMALEXÍUS.—Enmalexíus, malos, perversos, etc. ENMATARIÁU.—Enmatariáu, que está lleno de heridas. ENMATUXÁU.—Enmatuxáu, escondido, emboscado, entre las malezas o matorrales. ENMARFIEYÁU.—Enmarfieyáu, mal hecho, desaseado, sucio, etc.

ENNIALAR.—Ennialar, hacer el nido los pájaros. ENNIALARSE.—Ennialarse, taparse, guardarse, encamarse, etc. ENNIALAR.—Ennialar, guardar, hacer acopio de alimentos, como hacen las ardillas, los ratoncinos, etc. ENNIESPU.—Enniespu, agrio. ENNUBLAU.—Ennublau, noboso, borroso, etc. ENNUÉTCHEZ.—Ennuétchez, que anochece. ENOXASE.—Enoxase, enfadarse.

ENMARMOLLECÍU.—Enmarmollecí u, aterido, frío, duro, etc. ENMERUCÁU.—Enmerucáu, plagado de lombrices. ENMERUXÁU.—Enmeruxáu, lleno, plagado, rico de cualquier cosa. ENMODORRÁU.—Enmodorráu, enfadado, disgustado, soñolento etc. ENMONICÁU.—Enmonicáu, estercolado, sucio. ENMONTARÁU.—Enmontaráu, enarbolado, alterado, enojado, etc. También se dice enmontaráus a los seres asalvajados. ENMONXICÁU.—Enmonxicáu, mimado, consentido, aniñado, etc. También enmonxicar es hacerse santurrión.

ENOXÁU.—Enoxáu, enfadado. ENQUICIAR.—Enquiciar, encaldar, encainodar, lleldar, hacer dirigir, fermentar, enquizar, etc. ENQUICIÁU.—Enquiciáu, nivelado, seguro, fuerte, etc. ENQUISTRÁU.—Enquistráu, enojado, envenenado, rabioso, etc. ENRABONAR.—Enrabonar, hacer hasta semilíquida de cualquier cosa, como de harina, de barro, de estiércol. ENRABONASE.—Enrabornase, mancharse, untarse, etc. ENRAIGAR.—Enraigar. Que se enraiza. ENRAIGÁU.—Enraigáu, que emparentó con otra familia, que sentó su vivir en un lugar determinado, etc.

ENRAIGONÁU.—Enraigonáu, enraizado, que forma ya parte del propio ancestro del lugar. ENRALAR.—Enralar, dícese cuando los sembrados nacen mal y muy escasos. ENRALECER.—Enralecer, que están muy separados. ENRAMETAR.—Enrametar, meter la hierba dentro del rastro. ENRAXONAR.—Enraxonar. Esta palabra viene de "raxu", que igual pueden ser los rayos de sol, que los pequeños caños de leche cuando se ordeña, o cualquier otra cosa que se le asemeje. También, enraxonar es hacer de troncos de madera, endiéndoles con el hacha y las cuñas burdas duelas que luego se pueden aplicar a diferentes quehaceres, como cercar una propiedad, o poner el piso a un pajar, etc. ENREVEXARSE.—Enrevexarse, sublevarse, rebelarse, etc. ENREVEXÁU.—Enrevexáu, así se llama a cualquier cosa que sea difícil o mala de hacer, resolver o domar. ENREVIRÁU.—Enreviráu, retorcido, difícil. ENREXAR.—Enrexar, enrejar. ENREXAR.—Enrexar, colocar la reja al arado.

ENRIÁU.—Enriáu, dícese a los ríos cuando vienen crecidos. ENRIBA.—Enriba, encima. ENRIEDAR.—Enriedar, jugar los niños, hacer enredos y tonterías los mayores, etc. ENRIEDU.—Enriedu, enredo. ENRIEGU.—Enriegu, en surco. ENRIEGUEIRAR.—Enriegueirar, conducir, dirigir hechos o cosas, ensurcarlas, etc. ENRIESTRAR.—Enriestrar, trenzar, tejer, sujetar. ENRIESTRÁU.—Enriestráu, atado, sujeto, trenzado, etc. ENRIYERAR.—Enriyerar, asegurar, sujetar, unir, asegurar con eficiencia cualquier materia por mediación de cualquier cosa. ENRIYERÁU.—Enriyeráu, preso, seguro, conducido, etc. ENRODIÉTCHAR.—Enrodiétchar ou enrodiellar, envolver, liar, etc. También se llama enrodiellar cuando se hacen los trabajos y las cosas muy mal. ENROSQUÉU.—Enrosquéu, enojado, enfadado, liado, etc. ENROXAR.—Enroxar, enrubiecer, enrojecer, etc.

ENREXÁU.—Enrexáu, enrejado. ENREYAR.—Enreyar, poner la reja al arado. ENRIAIDÁU.—Enriaidáu, dícese cuando el río baja salido de madre inundando todo cuanto pradie por delante.

ENRUENDAR.—Enruendar, nivelar, enquiciar, etc. ENRUENDÁU.—Enruendáu, conducido, nivelado, en su lugar, etc. ENRUSTIAR.—Enrustiar, asar, sacarle la grasa a todas las cosas, dejar muy seco y crujiente, etc.

ENRIAOR.—Enriaor, embustero, etc. ENRUTIU.—Enrutiu, erupto.

ENRUXÁU.—Enruxáu, enojado, ruidoso, etc. ENRUXERÁU.—Enruxeráu, enloquecido, muy ruidoso, etc. ENXABALINAR.—Enxabalinar, hacerse motaraz, volverse salvaje. ENXABANDIXA.—Enxabandixa, así se dice a las personas que siempre andan con enredos de múltiples formas, tales como peleas, engaños, mentiras, trapisondas, levantadoras de falsos testimonios, etc. ENXABARDIAR.—Enxabardiar, gitanear, verdulear, trapisondar, etc. ENXABÁU.—Enxabáu, que está limpio, que ha sido lavado, enjabonado, etc. ENXABONAR.—Enxabonar, enjabonar. ENXABORIAR.—Enxaboriar, darle gusto a las cosas. ENXACEDAR.—Enxacedar, buscar cama, cobijo, etc. ENXACEDÁU.—Enxacedáu, acostado, cobijado, encuevado, etc. ENXAGUAR.—Enxaguar, enjaguar. ENXAIZAR.—Enxaizar, enjaezar, etc. ENXALMUÁU.—Enxalmuáu, muy salado. ENXALZÁU.—Enxalzáu, elevado, aponderado, etc. ENXAMAR.—Enxamar, así se llama cuando las abejas emjambran. —Les abeyes enxaman nus fondeiráus de la primaveira, xempre lu fan nus díes magosteirus ou cundu ta 'l díe de truena, xi 'un nun quiér que se le xebre dalgun enxame ten que curialus, ya tener

preparáus un fatadín de truébanus ben fechus de lus tuerus de zriezales ou castañus, que son lus que mexor queren les abeyes, istus truébanus tenen que tar acobertoriáus con sacus ou gamayus, ben romexadinus d'agua d'abeyera, que son unes frores que güelen mu ben que gustanyes a les abeyes, anxina ye que cundu enxaman senún queren catar teixá n’dalgún truébanu, entóus hai que chamáles con berríes que namái que son dous pallabres...VENIDI...VENIDIIII...ouúh. ..oúuh, e anxina una ya oitra véiz. Muchos de lus enxames llogra 'un domeñalus, ya entruebanalus, peru oitres xébrense perque a lu mexor ya d'entemanu les abeyes viexen catáu nus sous ancestrus la lliberta. Dangunes veices hai truébanus qu'enxamen en dois veices, peru 'l postrer enxame cuaxi xempre muerre pel envernu. TRADUCCIÓN.—Las abejas enjambran aproximadamente en los últimos días de la primavera, casi siempre lo suelen hacer, en los días más calurosos o cuando está el tiempo de truena. Si uno no quiere que se le marche algún enjambre tiene que cuidarlos, y tener a mano algunas colmenas hechas de los troncos de los cerezos o de los castaños, que son las que mejor quieren ellas. Estas colmenas tienen que estar tapadas por encina con el fin de oscurecerlas más con sascos, ramajes, etc., y siempre bien mojadas con agua de abejeras, que son unas flores que huelen muy bien y gustan mucho a las abejas. Así pues, que cuando enjambran sino quieren buscar su casa en ninguna de las colmenas que se tienen preparadas, entonces hay que llamarlas con voces que nada más que son dos palabras, venir, venir ouúh… y así una y otra vez. Muchos enjambres se logra dominarlos y introducirlos en las colmenas preparadas, pero otros los menos se marchan, porque a lo mejor ya con anterioridad las abejas hubiesen buscado en sus ancestros la libertad. Algunas veces hay colmenas que enjambran dos veces, pero el último

enjambre por regla general suele morir en el invierno.

todo viene de la xeronda que es el Otoño.

ENXAMÁS.—Enxamás, jamás, nunca.

ENXERTAR.—Enxertar, injertar.

ENXAME.—Enxame, enjambre.

ENXERTUS.—Enxertus, injertos.

ENXAMBRE.—Enxambre, multitud de seres o cosas.

ENXÉTCHU.—Enxétchu, que pongo en riego, que aro la tierra, que ensendero cualquier asunto o cosa, etc.

ENXANAR.—Enxanar, embrujarse. ENXANECER.—Enxanecer, ir embrujándose poco a poco. ENXARDAR.—Enxardar, meter en el xardu las castañas para que con el calor y el humo del lar se tornen en mayucas o pilongas. También llenarse las maderas del sarro que produce el humo. ENXARETAR.—Enxaretar, enjaretar, colocar, etc. ENXARETU.—Enxaretu, coloco, meto, pongo, etc.

ENXIÉTCHA.—Enxiétcha, pon la silla o el aparejo a las caballerías. ENXILLENCIU.—Enxillenciu, en silencio. ENXINVERGUENCIA.—Enxinvergu encia, que no tiene vergüenza. ENXIÑÁU.—Enxiñáu, que está educado. ENXÍTCHAU.—Enxítchau , ensillado, aparejado, etc.

ENXARRICAR.—Enxarricar, meter en el jarro o cualquier otro recipiente.

ENXOBEYAR.—Enxobeyar, amarrar, atar el yugo al timón del carro, atar cualquier cosa.

ENXARRECÍU.—Enxarrecíu, apagado, acobardado, etc.

ENXOBEYÁU.—Enxobeyáu, atado, encadenado, etc.

ENXEITU.—Enxeitu, en lugar, en sitio.

ENXOLVENCIA.—Enxolvencia, pobreza.

ENXEMÁU.—Enxemáu, sembrado, lleno.

ENXORBIATUS.—Enxorbiatus, a pequeños tragos.

ENXEMEYU.—Enxemeyu, aparejo, igualo, pinto, retrato, etc.

ENXORCIAR.—Enxorciar, embrujar. ENXORDAR.—Enxordar, enxordar.

ENXENEBRÁU.—Enxenebráu, aterido, friolero.

ENXUAÑU.—Enxuañu, soñar, ensueño, etc.

ENXENEBRICÁU.—Enxonebricáu, que está lleno, de frío, de miedo, de temor, etc.

ENXUCHAR.—Enxuchar ou enxugar, secar.

ENXERONDAR.—Enxerondar, dícese así cuando los frutos vienen tardos, también cuando se hacen las cosas tardas,

ENXUENCIUS.—Enxuencius, que están puestos al yugo, atados al trabajo, etc.

ENXUENU.—Enxuenu, ensueño. ENXUFICIENTE.—Enxuficiente, que es poco. ENXUFRÍU.—Enxufríu, que es insufrido. ENXUICIAR.—Enxuiciar, dícese cuando las personas se vuelven juiciosas. También enjuiciar cualquier cuestión o asunto.

ENTAINAR.—Entainar, apurarse, trabajar, o andar de prisa en cualquier cosa. ENTALAMERAR.—Entalamerar, guardar. ENTALAMERÁU.—Entalameráu, que está guardado, que se encuentra subido en cualquier parte. Viene de “talamera”. ENTAMANGAR.—Entamangar, preparar, disponer, etc.

ENXULTU.—Enxultu, insulto. ENXULTANTI.—Enxultanti, amigo de insultar. ENXUQUERAR.—Enxuquerar, hacer pared, hacer reten, etc. ENXUQUERÁU.—Enxuqueráu, que ya tiene reten, que ya tiene base, etc., viene de "Xuqueras”. ENXÚTCHU.—Enxútchu, seco.

ENTAMAR.—Comenzar, dar principio a lo que se ha de hacer. ENTAMIEGU.—Entamiegu, amigo de hacer preparativos, de idear cosas de pequeña importancias que casi nunca las realiza. ENTAMIEGUS.—Entamiegus, pequeños preparativos. ENTAMU.—Entamu, senos de las mujeres.

ENTABANÁU.—Entabanáu, quiere esto decir que está airado, ruidoso, endemoniado, avisperoso, etc.

ENTARABICAR.—Entarabicar, cerrar, peslar, etc.

ENTABLIXÁU.—Entablixáu, que está entablado.

ENTARAMBICÁU.—Entarambicáu, preso, zancadilleado, etc.

ENTABLUXAR.—Entabluxar, tillar con tablajes.

ENTARAMBICU.—Entarambicu, tropiezo contra algún obstáculo sea cual fuere.

ENTACHÁU.—Entacháu, entallado. ENTAFARNAR.—Entafarnar, manchar, ensuciar, etc. ENTAFARNÁU.—Entafarnáu, mal oliente, sucio, etc. ENTAFARRÁU.—Entafarráu, manchados, sucio, etc. ENTAFÁU.—Entafáu, que huele mal. ENTAINANTE.—Entainante, rápido en hacer las cosas.

ENTARAMAYONES.—Entaramayone s, descuidados, mal curiosos, etc. ENTARAMAYUS.—Entaramayus, revoltijos, enredos, etc. ENTARAMBANAR.—Entarambanar, trotamundear, perder la confianza de las gentes. ENTARAMBASCAR.—Entarambascar , embrutecerse, volverse vulgar en todos los sentidos.

ENTARAMIEYU.—Entaramieyu, enredo, descuido de poca monta. ENTARAMINGÁU.—Entaramingáu, subido, puesto en un lugar pequeño, estrecho, etc. ENTARAMINGUS.—Entaramingus, pequeñas y ruinas cosas. ENTARAMIZÁU.—Entaramizáu, mal puesto, inseguro, en desorden, etc. ENTARANCÁU.—Enterancáu, atontado, faltoso, etc.

ENTARRÉU.—Entarréu, enterrado. ENTATCHURAU.—Entátchorau, así se dice cuando las legumbres, las patatas, las castañas, etc., se tornan en ponerse duras y anegratadas, perdiendo su natural sabor. ENTATIAR.—Entatiar, volverse tartamudo. ENTAYUDAR.—Entayudar, endurecer, encallar, etc. ENTAVIA.—Entavia, todavía.

ENTARANDIAR.—Entarandiar, dudar, flaquear, no tener completa seguridad de lo que se hace y piensa. ENTARANDIOSCU.—Entarandioscu, inseguro, frágil, etc. ENTARANGANÁU.—Entaranganáu, mal puesto, peor colocado, fácil que se caiga, etc. ENTARANGÁU.—Entarangáu, atontecido, no dentro de sus verdaderos cabales. ENTARANLLÁSE.—Entaranlláse, detenerse, plantarse, etc. ENTARANLLÁU.—Entaranlláu, plantado, estancado, difícil, barrizoso, trabajoso, etc.

ENTAZAR.—Entazar, profundear, cortar en lo más profundo, llegar hasta la raíz. ENTEAYERI.—Enteayeri, anteayer. ENTECOYER.—Entecoyer, entrecoger. ENTECAMÍN.—Entecamín, entrecaminos. ENTECAMINÁU.—Entecamináu, encaminado. ENTECARIÁU.—Entecariáu, que no está en su sitio, que está algo desviado, etc.

ENTARANXU.—Entaranxu, freno, sujeto, detengo, obstaculizo, etc.

ENTECAREIRU.—Entecareiru, que es bastante aficionado a vender caro, que está dentro de lo caro, etc.

ENTARAZAR.—Entarazar, cortar, trocear, etc.

ENTECARTIÁU.—Entecartiáu, medio abollado.

ENTARAZUS.—Entarazus, en pedazos, en trozos, etc.

ENTECAXÍN.—Entecaxín, que es medio pequeño, etc.

ENTARIMÁU.—Entarimáu, puesto, colocado, en orden, etc.

ENTEFAER.—Entefaer, hacer.

ENTARREÑAR.—Entarreñar, guardar en las tarreñas. Esconder los ahorros en el tarreñin.

ENTEFECHU.—Entefechu, que ya está hecho. ENTEIRU.—Enteiru, entero.

ENTELAR.—Entelar, hincharse el vientre. ENTELAURA.—Entelaura, hinchazón del vientre bien por enfermedad o por hartura y satisfacción.

ENTEVENÁU.—Entevenáu, entrevenado. ENTEVENAR.—Entevenar, enmadejar, liar, etc. ENTEXIGU.—Entexigu, entre sí.

ENTELIXENCIA.—Entelixencia, inteligencia.

ENTEXUNTAR.—Entexuntar, entrejuntar.

ENTELIXENTE.—Entelixente, inteligente.

ENTEXUNTUS.—Entexuntus, entrejuntos.

ENTEMAR.—Entemar, envidiar, desear, etc.

ENTEYARAR.—Enteyarar, trabajar con las tejas, bien en el tejado o en la tejera.

ENTEMECER.—Entemecer, entremezclar.

ENTEYÁU.—Enteyáu, que está en el tejado.

ENTEMECÍU.—Entemecíu, entremezclado.

ENTIARRÁU.—Entiarráu, sepultado.

ENTEMOLÁU.—Entemoleáu, medio fastidiado, algo enfermo, etc.

ENTIARRU.—Entiarru, entierro, duelo, etc.

ENTEMOLAR.—Entemolar, fastidiar, etc.

ENTIRRIA.—Entirria, desea, pretende, envidia, también pequeño odio que se siente hacia alguien determinado por cualquier cosa.

ENTEMOYÁU.—Entemoyáu, medio mojado. ENTEMUEYA.—Entemueya, remoja, etc. ENTENÁ.—Entená, subida, metida, bien en el pajar o en cualquier lugar. ENTEPONER.—Enteponer, dirigir, conducir, etc. ENTEPONÍU.—Enteponíu, que ya está en camino, que sabe donde va.

ENTIRRIAR.—Entirriar, enfadarse, enojarse, encrestarse, ponerse tieso en disgusto o de placer. ENTIVOCU.—Entivocu, equívoco. ENTIZAR.—Entizar, manchar, rayar, etc. ENTIZONÁU.—Entizonáu, manchado, tiznado.

ENTESTATE.—Entestate, al aire libre.

ENTOCHAU.—Entochau, lleno de leños, palos, etc.

ENTETEMPU.—Entetempu, entretiempo.

ENTOCHINUS.—Entochinus, en pequeños leños, en pequeños palos, etc.

ENTETEXÍUS.—Entetexíus, entretejidos.

ENTOLÁU.—Entoláu, inocente.

ENTOLLÁU.—Entolláu, plantado, inmovilizado, por el barro o por cualquier circunstancia qu’encaldare. ENTONCENES.—Entoncenes, entonces.

ENTREMANGU.—Entremangu, disposición, rapidez, arte, fuerza, etc. ENTREMAR.—Entromar, tillar, poner piso a los pajares de varas tejidas, etc.

ENTONCIES.—Entoncies, entonces.

ENTREMÁU.—Entremáu, tillado, tejido, etc. También se entiende por esparcido.

ENTORGAR.—Entorgar, así se llama cuando se pone la torga la los animales, con en fin de impedirles algunas de sus intenciones o movimientos.

ENTREMECER.—Entremecer, mezclar.

ENTORNÁU.—Entornáu, volcado, ladeado, etc. ENTOROYÁU.—Entoroyáu, atolondrado, ensordecido, etc.

ENTREMECÍU.—Entremecíu, mezclado, liado, junto. ENTREMEDÁU.—Entremedáu, mezclado, tejido, junto, etc.

ENTORRENZAR.—Entorrenzar, endurecer.

ENTROYARSE.—Entroyarse, mancharse de estiércol o de cualquier otra cosa.

ENTORREZNUS.—Entorreznus, en trozos, en pedazos, etc.

ENTROYÁU.—Entroyáu, atascado entre el barro, el estiércol, etc.

ENTÓS.—Entós, entonces.

ENTRUEBANÁU.—Entruebanáu, guardado, escondido, acolmenado, etc.

ENTÓUS.—Entóus, en todos. ENTRABÁU.—Entrabáu, fuerte, grueso, grande, etc. ENTRAFALGAR.—Entrafalgar, liar, desordenar, embarullar, etc. ENTRAFALGÁU.—Entrafalgáu, liado, desordenado, mecido, etc. ENTRECALLAR.—Entrecallar, embarajar, mezclar, mover, etc. ENTRECAMUNDIAR.—Entrecamun diar, desordenar, embarullar, confundir, etc. ENTRECAMUNDIU.—Entrecamundi u, lío, desbarajuste, etc. ENTRELDÁU.—Entreldáu, lleno de porquería.

ENTRUGANTI.—Entruganti, preguntón, interrogador, etc. ENTRUGAR.—Entrugar, preguntar, interrogar, etc. ENTRUYENZU.—Entruyenzu, así se llama al unto que se saca de entre las tripas del cerdo, que sirve para hacer morcillas. Dicen las mondongueiras que las morcillas más sabrosas son las que se hacen con el untu del entruyenzu. ENTUCAR.—Entucar, hacer cuando se siega el maíz con unas canas pequeñas pirámides con el fin que se airee y se termine de madurar. ENTUERAR.—Entuerar, dícese cuando una vaca precisa toro. ENTUERÁU.—Entueráu, entroncado.

ENTUEYAR.—Entueyar, lo mismo que entuerar. ENTUEXAR.—Entuexar, lo mismo que entueyar. ENTUNDIAR.—Entundiar, golpear, paralizar, etc. ENTURUYAR.—Enturuyar, ensordecer, metiendo mucho ruido. ENTUYÍU.—Entuyíu, paralítico, o por el estilo. ENTUXASMÁU.—Entuxasmáu, entusiasmado. ENVAICER.—Envaicer, desilusionarse, sentir como en el espíritu se apaga la alegría poco a poco fasta 'l envaicer. ENVAIGAR.—Envaigar, así se dice cuando uno anda de una parte a otra buscando trabajo, amor, dinero etc. El envaigar por necesidad, es casi tan doloroso como el propio envaicer. ENVALLENTÁU.—Envallentáu, envalentonado. ENVECEIDAR.—Enveceidar, dícese así cuando se forma o se quiere ser miembro de una reunión, de un conjunto, vecindad, etc., "Veceira". ENVEICERSE.—Enveicerse, ufanarse, creerse, etc. ENVEIGAR.—Enveigar, hacerse vega. ENVEIGOLAR.—Enveigolar, volar muy bajo, a ras de tierra. ENVEÍU.—Enveíu, engreido, orgulloso, etc. ENVEREÁU.—Envereáu, enveredado, encaminado, etc. ENVERIEGU.—Enveriegu, por la senda, por el camino, etc.

ENVERNADA.—Envernada, inviernada. —You alcuérdiome nagora d'una famienta y'en xenebrá enverna que fexu achuquinus d'anemales ya prexonas, paime que fói na xuquera de lus anus cuarenta, cundu 'l miou hermenu Xoxé vienu de lus “Batallones de Trabayaores en lliberta, ‘l probetayu chegóu prietu comu les rexes del xardu, fartucu de tocates, vexaciones ya fames que le viexen fechu lus facioxus, teñía d'aquecha ventedous anus, va fora un vallentri xoldáu de la República, que luchara fasta cayer feríu nel enfernal frentri de Ebru. Ya d' aquecha dangunus dirixentes pollíticus de lus que güéi acaidonen, ya viexen coyíu 'l baldrayente atayu del fuyir de la queima, ya nun lu fixerun en mazuelas tales foinus de trelda, senún que dexarun escosáes d'afechu les arques del relluciente ya poderóuxu goru de la Patria, “claru que de lus baldrayus pué aguarsase cuallesquier couxa, e aqueches xuventtudes qu'echus engarradiétcharun, p'endespós traicionayas, y'arrobalas, dexándulas endollories ya na mexeria, yeren mái ñobles, vallentres ya tradicionalistes que les de guéi nel díe, peru menus llistes ya preparaes que les d'agora pos you séi qu'istes nun van deixáse 'ngayolar comu fixerun las oitras' per istus baldravantes que ya fixerun un maniegu, qu'endenantes de xebrase lu dexarun cuaxi corrompináu de cadarmus, güerfanus, vengancies, vexaciones, mexeries, etc., un mamplenáu de veices, ya nagora prezme amindi que queren denuéu golguer faer oitre goxu”. E ya xabedis qu'el que fae un maniegu fae un centu, se l'apurren les beniétches ya 'l tempu". TRADUCCIÓN.—Me recuerdo ahora de una hambrienta y fría envernada que hizo una enorme mortandad entre animales y personas, me parece que aconteció en los principios de los años cuarenta o cuarenta y uno, precisamente cuando mi hermano José, regresó de los "Batallones de trabajadores en libertad, el pobrecito llegaba negro como las rejas de un "xardu", harto de soportar palizas, insultos y toda clase de vejaciones, así

como endiabladas hambres, que le habían hecho los fascistas, tenía de aquella mi hermano veintidós años, y fuera un valiente soldado de la República, que había luchado hasta caer herido en el infernal frente del Ebro. Ya de aquella, algunos dirigentes políticos, que hoy de nuevo vuelven a tener la inmensa y milagrosa suerte de mandarnos, ya hablan cogido el cobardoso camino de la huida, y no lo hicieron descalzos tales alimañas de mierda sino que dejaron secas del todo las arcas del reluciente y poderoso oro de la Patria. "Claro que de los cobardes uno puede esperar cualquier cosa". Y aquellas juventudes que ellos enredaron en una sangrienta guerra fratricida, para después traicionarlas y robarlas, dejándolas doloridas, marcadas y en la miseria, eran más nobles, valientes y tradicionalistas que las que hoy día, pero menos listas y preparadas que las de ahora, pues yo sé que éstas no se dejarán engañar ni engatusar, tanto las de las izquierdas, como las de las derechas, como lo han hecho las otras. Sin embargo hay que tener en cuenta que estos cobardes ya hicieron un cesto, que antes de marcharse lo dejaron casi lleno de cadáveres, huérfanos, venganzas, vejaciones, miserias, etc., etc., infinidad de veces, y ahora me parece que quieren de nuevo volver a preparar otro cesto mayor, y yo creo que todo el mundo sabe, que el que hace un cesto hace un ciento, si le dan material y tiempo. —Peru golguiendu coyer l'envernada dunde endenantes la dexéi p'allumbrar istus fechus qu'amindi me dexarun escuaxaringá u lu mesmu que a tous lus güérfanus de les esquerdes, falu qu'aquel envernu acobertorióu la ñeve con cuaxi dous metrus d'espexor toes les aldines de la miou Tierrina, ya comu 'l branu ya la xeronda viexen veníu mu m’agosteirus, pos taben lus xomeráus ya lus payeres cuaxi escosáus de cebeira ya yerbe, anxina fói, que les vaques berraben arretrigáes nes cortes de fame, lu mesmu que lus nenus nes teixáes choraben. En angunes teixáes mái ñecexitáes, les xentes achuquinaben a les vaques

p'enzulales endenantes que la fame a tous encadarmare. Noitres que teñíen mái cebeira, ya d'afechu escoseu 'l payar de yerte, chábanyes a les vaques, maíz, pataques, castañes, ya fasta la mesma fuéa de lus xergones. Aquecha enverná xemóu la miou aldina de mexeria ya cadarma. TRADUCCIÓN.—Pero volviendo coger la invernada donde antes la deje sin terminar, para alumbrar estos hechos, que a mí me han dejado marcada y deshecha mi existencia, lo mismo que a todos los huérfanos de las izquierdas. Digo que aquel invierno cubrió la nieve casi con dos metros de espesor, todas las aldeas de mi Tierrina, y como el verano y el otoño hubieran venido muy secos, pues estaban las desvanes, paneras y pajares casi vacíos de viandas y hierba, así era que las vacas mugían atadas en las cuadras de hambre, lo mismo que los pequeños en las casas lloraban por el mismo menester. En algunos hogares más necesitados, sus moradores mataban a las vacas para comérselas antes de que el hambre terminara con todos. En otros que tenían más viandas, y en su pajar no había nada de hierba, les daban a las vacas maíz, patatas, castañas, etc., y hasta las mismas hojas que mullían sus gergones. Recuerdo que aquella endiablada invernada sembró a mi aldea de miseria y de muerte. ENVERNICES.—Envernices, tardías. ENVERNU.—Envernu, invierno. ENVEXIGAR.—Envexigar, envejigar. ENVIDAYAR.—Envidayar, pensar discurrir, vivir. —El Home se diferiencia de tous lus anemales qu'emplueblan la Tierra, perque ye 'l únicu que xapie 'nvidayar, per ístu ye 'l únicu que fexu 'l Faidor, tou lu demas que la tierra allumbra foi lleldáu per la Tierra. —El Home dalgún díe tamén algamira col sou envidayar que la Cadarma sea la sou esclava, xebrará del sou lláu toa la clás d'amollecíus, ya encaldaráse d'afechu nel xeitu del ser felliz ya inmortal.

TRADUCCIÓN.—El Hombre se diferencia de todos los demás animales que pueblan la tierra, porque es el único que sabe, pensar, discurrir y hacer, por esta simple razón, es el único ser que fue en verdad creado por el Hacedor, todos los demás que la Tierra alumbra fueron creados por ésta. —El Hombre algún día también alcanzará por su talento, que la muerte se convierta en su esclava, sabrá apartar de su lado toda clase de enfermedades y males de cualquier índole, y se situará para siempre en el lugar de ser feliz e inmortal. ENVIEYAR.—Envieyar, envejecer. ENVIEYÁU.—Envieyáu, envejecido. ERGAS.—Ergas, la escanda dentro de su vaina. ERÍAS.—Erías, cortinales. ERU.—Eru, casería, casa, raíces, etc. ESBABAYAR.—Esbabayar, verter babas. También decir babayaes. ESBAINAR.—Esbainar, así se dice cuando se sacan las legumbres de sus vainas. ESBAINÁU.—Esbaináu, suelto, al aire.

ESBALDRAYAR.—Esbaldrayar, decir o hacer cobardías. ESBANIELLA.—Esbaniella, deshace, suelta cualquier cosa. ESBANZAR.—Estanzar, abrir, soltar, dejar en libertad. ESBARAXÁU.—Estaraxáu, descompuesto, desordenado, etc. ESBARAXUSTE.—Estaraxuste, desbarajuste. ESBARDIAR.—Esbardiar, reñir, insultar, amenazar, etc. También se entiende por esbardiar, cortar y limpiar los bardiales. ESBARRIAR.—Estarriar, hablar mucho y sin control. También se suelen llamar esbarriadores a las personas gastizas, que todo cuanto tienen lo gastan rápidamente y muchas veces sin el menor provecho. —Ente 'l atuñáu ya 'l esbarriaor nun quixés atopáme you. (Entre el avariento y el despilfarrador no quisiera encontrarme yo). ESBEROLAR.—Esterolar, desgranar, soltar, caer, etc.

ESBANCIELLA.—Esbanciella, rompe, deshace, etc.

ESBERRINCHARSE.—Esterrincharse, deshacerse en ira, soltar sus sentimientos en el camino del envilecido enojamiento.

ESBANCIELLÁU.—Estancielláu, deshecho, roto, etc.

ESBERUGÁES.—Esberugáes, dícese de las cosas que están apolilladas.

ESBANDÁU.—Esbandáu, suelto, loco, sin control.

ESBIGARDÁU.—Esbigardáu, medrar, crecer, etc.

ESBANDUERRAR.—Esbanduerar, arreventar.

ESBILLA.—Esbilla ou esbítcha, así se llama cuando se sacan los arizos ya negros y medio podridos de las corras, con el fin de majarlos con la fuerza que fuese menester, para que dejen sueltas las castañas. También se puede entender por “esbitcha” a todo aquello que uno desea

ESBANDUYÁU.—Esbanduyáu, sin barriga. También arreventado, etc. ESBANDUXAR.—Estanduxar, espantar, asustar.

abrir, con el fin de descifrar, soltar, liberar, etc.

ESBOÑICAR.—Estoñicar, limpiar la porquería, que hacen las boñigas.

ESBILLAR.—Esbillar, abrir, descifrar, etc.

ESBORIAR.—Esboriar, resbalar. ESBORIÓN.—Esborión, resbalón.

ESBILORÁU.—Estiloráu, desparramado, suelto, libre, etc. ESBLANAR.—Esblarnar ou amugar, consiste en reblandecer los carrapiétchus de las avellanas con el fin de esbillarlas.

ESBORONAR.—Esboronar, deshacer, tirar, derribar, etc. ESBORONARSE.—Esboronarse, acobardarse, rendirse, caerse, etc. ESBORIOSU.—Esboriosu, resbaladizo.

ESBLANDUXAR.—Esbladuxar, reblandecer, ablandar, etc. ESBLANQUIÑAR.—Esblanquiñar, perder su color natural. ESBLEZNAR.—Esbleznar, sacar briznas de madera, metal, etc., que se encuentren plantadas en la carne o en cualquier otro lugar.

ESCABANÁUS.—Escabanáus, descaminados, fuera del entorno habitual. ESCABARRIÁU.—Escabarriáu, descaminado, sin rumbo fijo. ESCABECHINA.—Escabechina, asesinamiento, mortandad, miseria, ruina, etc.

ESBLINCA.—Esblinca, salta, vota, etc. ESBOCÁU.—Esbocáu, suelto, sin freno, desbocado. También se entiende por descotado. ESBOLICHAR.—Esbolichar, limpiar, escardar, etc. ESBOLIENDRU.—Esboliendru, espolín, derrumbamiento, etc. ESBOLONDRAR.—Esbolondrar, desarmar, descomponer, etc. ESBOLONDRÁU.—Esbolondráu, airado, desatinado, etc. ESGOLAR.—Esgolar, marchar, volar, etc. ESGOLÁU.—Esgoláu, huido, vertido, tirado, volado, etc. ESGOLAURA.—Esgolaura, rotura, desgarro, etc.

ESCABECIAR.—Escabeciar, dormir pequeños sueños. ESCABECIÁU.—Escabeciáu, descuidado, olvidadizo, etc. ESCABÓN.—Escabón, hondonado, profundidad, etc. ESCABORNIU.—Escaborniu, mino, agujero, etc. ESCABOXAR.—Escaboxar, trabajar en los caboxus, o en cualquier otro lugar que uno quite podredumbre. ESCABOXÁU.—Escaboxáu, cualquier forma, modo o postura relacionada con los caboxus. ESCACHAR.—Escachar, saltar, o romper un objeto cualquiera. ESCACHAURA.—Escachaura, rompedura, rajadura, etc.

ESCACIPLAR.—Escaciplar, husmear, maricar, etc. ESCADRILÁU.—Escadriláu, cansado, renqueante, etc. ESCAGARATIÁU.—Escagaratiáu, sembrado de excrementaciones de cabras, ovejas, etc., etc., también se dice cuando el suelo esta lleno de suciedad escrementos etc. ESCAICÍU.—Escaicíu, olvido. ESCAIZADIZU.—Escaizadizu, olvidadizo. ESCAÍU.—Escaíu, decaido, deprimido, etc. ESCALABACIADA.—Escalabaciada, que tiene la cabeza y sus ideas escabarriadas. ESCALABIYAR.—Escalabiyar, soltar o abrir cualquier gancho o peslillo. ESCALADRIUS.—Escaladrius, voces, riñas, etc. ESCALAMIYAR.—Escalamiyar, soltar cualquier gancho o peslillo, etc. ESCALAMÍTCHAR.—Escalamítchar, soltar, abrir, despeslar, etc. ESCALAMIYU.—Escalamiyu, gancho que tienen las calamiyeras para subir o bajar las según las circunstancias. ESCALAMONÁU.—Escalamonáu, que tiene dolor de cabeza o algo similar. ESCALAMOCHAR.—Escalamochar, cortar, partir las ramas de los árboles y también de algunos vegetales tales como el maíz, que son aprovechadas en su tiempo y sazón para dar como pienso principalmente a las vacas. —L'oitre nuetche l'osu entróu nel miou ablaaneiru qu’aviñioreáu d'ablanes tavía ´n lleiche taban, y´l condenáu escalamochóme tous lus ablanus per enzular toes les ablanes.

You que l'atopéi 'l oitre díe nel camín de la braña, ya chevaba cuamigu l'escopetu, ben pude achuquinayu peru comu nagora tan protexíus pel gobiernu pos nun lu fexe. —Paime amindi que comu xigamus anxina, dientru de poucu tempu van protexer fasta lus chobus ya lus rapiegus, ya tóu perque quienes chelden istes protexones nun xapien lu que ye 'l honréu trabayu d'un probe llabraidor, que tou 'l anu gradia ún d'un lláu p'oitre xin escanxu lu mesmu de díe qu' angunes nuetches, ya cundu menus te cates ben el osu ya eszarapícate lu nesmu ‘l patacal, qu'el maizal, que lus ablanéus ou lus truébanus, ya toa clás de frutales, ya d'angunes veices ta, 'l condenáu se xuneta con lus chobus p' achuquinate tamén, el ganáu. Prezme amindi que toes istes prexones ya miñistracus de trelda qu'encalden istis lleyes de fucheiru de bracu, nin queren al Pueblu nagua, nin xapien lus mu fuinus de sous mixeries ya trabayus, ya xegún el miou paicer tenen menus que faer qu'el miou pirru qu'el probetayu ta viétchu ya cegaratu, ya nun se xebra enxamás d'embaxu 'l hurru, dou s'entretien acanilandu les pulgues qu'ameruxen el sou pelleyu, qu'entavía istus miñistracus de gargaxu de tíxicu nun les fixerun protexón. TRADUCCIÓN.—La otra noche el oso entró en mi avellanal que estaba cargado de avellanas todavía en leche, y el condenado me rompió todos los avellanos y no me dejó ni una avellana, yo que le encontré el otro día camino de la braña y llevaba conmigo la escopeta, bien le pude matar, pero como ahora están protegidos por el gobierno pues no lo hice. Me parece a mí, que como sigamos así, dentro de poco tiempo van a proteger hasta los lobos y los zorros, y todo es así, porque quienes hacen estas protecciones, no saben lo que es el humilde trabajo de un honrado labrador, que todo el año se mueve de un lado para otro sin el menor descanso, lo mismo de día que muchas noches, y cuando menos lo pienses viene el oso, y lo mismo te deshace un patatal, que un maizal, que los avellanos o las mismas

colmenas, así como toda clase de frutales, y algunas veces el condenado todavía hace hermandad con los lobos para asesinarte también el ganado. Para mí que todos estas personas y ministros de mierda, que hacen estas leyes de estercolero de cerdo, ni quieren al Pueblo nada, ni saben los muy alimañas de sus miserias ni enconados trabajos, y según mi parecer, tienen menos que hacer que mi perro, que el pobrecillo esta viejo y ciego, por esto no se marcha jamás de debajo del hórreo, donde se entretiene dándoles mordiscos a las pulgas que cubren su pellejo, que todavía estos ministrillos de escupitajo de tísico no han llegado a proteger. ESCALAMONÁU.—Escalamonáu, que le duele la cabeza, que es olvidadizo o que se encuentra algo trastornado, etc. También se entiende por escalamonau cortado, roto, en las guías de los vegetales o arboladas. ESCALANDRIAR.—Escalandriar, escandalizar, dar voces, gritar, cantar escandalosamente, etc.

poco tiempo, pienso que buscaban a los huidos, o alguna otra cosa que fuese de cierto valor para poder robarla. También registraban los pajares y las cuadras de los puertos y de los prados o morteras. Me recuerdo que un día cuatro falangistas de mierda, cobardes y asesinos, fueron a registrar un pajar donde se encontraban escondidos dos mozos de los rojos, el caso fue, que cuando los huidos se vieron descubiertos, asesinaron a los falangistas antes de darle tiempo de hacer lo propio. Desde entonces tanto los guardias civiles como todas estas gentuzas de mierda, sólo registraban nada más que los lugares donde de fijo supieran que no habla ningún huido escondido. ESCALDIÁU.—Escaldiáu, quemado, chamuscado, aburiáu, etc. ESCALECÍU.—Escalecíu, helado, aterido con mucho frío, enxenebráu, etc. ESCALIXARU.—Escalixaru. ESCAMÁU.—Escamáu, escamado.

ESCALÁU.—Escaláu, resgistrado. Cundu la Guerra, ya despos d'echa les xentes de les dreches escalaben les teixáes de les xentes de les esquerdes, ca poucu tempu, escurru que cataben lus fugáus ou danguna couxa que fós de vallor p'arrapiegaya. Tamén escalaben lus payares ya les cortes de les branes ya morteires. Alcuérdume qu'un díe cuatru falanxistacus de trelda, baldrayantes e achuquinus, forun escalar un payar dóu taben encamexáus dous rapazones de lus roxus, el casu fói que lus fugáus al vexe 'l entestate frenti de lus falanxistacus achuquinarun a ístus xin dayes tempu de faer nagua, disdi entoncies, tantu lus guardies ceviles comu toes istas xentacas de trelda, nun escalaben namái que lus chugares dou de fixu xupieren que dalgún fugáu s'encaboxaba. TRADUCCIÓN.—Cuando la Guerra y después de haberse terminado, las gentes de las derechas registraban las casas de las gentes de las izquierdas cada

ESCAMENAR.—Escamenar, desenredar los cabellos, peinarlos, dominarlos, etc. También se entiende por escamenar al desenredar y dominar cualquier cosa. ESCAMENCHAR.—Escamenchar, dominar, domar. ESCAMENCHÁU.—Escamencháu, domado, adiestrado, dócil, etc. ESCAMINGUS.—Escamingus, pequeñas cosas, humildes aconteceres de recelos, etc. ESCAMIÉTCHU.—Escamiétchu ou escamieyu, recelo, escamo, etc. ESCAMIU.—Escamiu, descambiar.

ESCAMIXÁUS.—Escamixáus, descamisados, atropellados, despreciados, etc., etc. ESCAMPLADA.—Escamplada, clara, rasa, limpia, llena de luz y de verdad. ESCAMPLAR.—Escamplar, hacerse la verdad, la claridad, la luz, etc. ESCAMPLINGUS.—Escamplingus, pequeños clareos, bien de sol, o de lluvia, etc. ESCAMPLÍUS.—Escamplíus, relámpagos, etc. ESCAMUXAR.—Escamuxar, engañar, equivocar, escamar, etc. ESCAMUXÁU.—Escamuxáu, engañado, timado, etc., etc. ESCAMUXU.—Escamamuxu, engaño, timo, etc. ESCANAR.—Escanar, romper, cortar pequeñas ramas etc. También se entiende por escanar el soltar un vendaje, etc. ESCANCIEYAR.—Escancieyar, abrir la portilla, cancela, etc. ESCANCIEYÁU.—Escancieyáu, abierto, suelto, libre, etc. ESCANDAR.—Escandar, llevar las espigas al rabilón para extraer los granos, bien de escanda, trigo, etc. ESCANDÁU.—Escandáu, limpio, puro, en su grano. ESCANDINUS.—Escandinus, pequeños, ruinos, enanos etc. ESCANÍN.—Escanín, pequeño escaño. ESCANTOYAR.—Escantoyar, romper, quitar pequeños trozos. Exemplu. —Nun escantoyes el pan, se tenes fame

curtia una rabaná. (No pellizques el pan, si tienes hambre corta una rebanada). ESCANU.—Escanu, escaño. —Tous lus chares de les anciestrales teixáes d'Asturies teñien un bon escanu de maera de castanu que ye la que come menus les ñalgues, un bon xardu dou curar les castañes ya unes bones calmiyeires doi empreganciar el pote. Un llar xin escanu ou xin xardu, ou xin pregancies nun ye char, namái que ye qu'un llugar dou s'atiza el fuéu. TRADUCCIÓN.—Todos los lares de las ancestrales casas de Asturias, tenían un buen escaño de madera de castaño, que es la que menos molesta el trasero, un buen xardu donde se secaban las castañas para tornarlas en pilongas, y unas buenas calmiyeires donde se colgaba el pote. Un lar que le falte el escaño, el xardu o las calamiyeires, nada más que es un lugar donde se puede prender el fuego. ESCARABAXAR.—Escarabaxar, escarabajear. ESCARABAXUS.—Escarabaxus, escarabajos. ESCARABICAR.—Escarabicar, picotear, escarbar como hacen las gallinas, etc. ESCARABICU.—Escarabicu, herramienta insignificante que sirve para hacer escarabicus. ESCARÁU.—Escaráu, descarado. ESCARGATAR.—Escargatar, escarbar. ESGARGATIÁU.—Escargatiáu, escarbado. ESCARPENAR.—Escarpenar, peinar, arrancar, apelucar, etc. ESCARPENÁU.—Escarpenáu, peinado, limpio, etc. ESCARPIDOR.—Escarpidor, peine.

ESCARPINUS.—Escarpinos, calzas hechas con fuerte lana, muy sanas y cómodas para usar dentro de las madreñas.

ESCENTELLÁU.—Escentelláu, deshecho, roto, etc. ESCLUCAR.—Esclucar, mirar, vigilar, observar, etc.

ESCARRANGÁU.—Escarrangáu, abierto de piernas, etc.

ESCLUCÓN.—Esclucón, amigo de vigilar, fisgón, etc.

ESCARRANGASE.—Escarrangase, abrirse, desbancijarse, cansarse por el trabajo realizado, etc.

ESCOBERTORIAR.—Escotertoriar, destapar, abrir, etc.

ESCARRANQUETÁU.—Escarrarquet áu, ajinetado, abierto, etc. ESCARRAPIEYAN.—Escarrapieyan, maduran, se abren, etc. ESCARRAPIEYAR.—Escarrapieyar, crecer, medrar, etc. También suele llamarse escarrapieyu a persona o casa pequeña. ESCARRAPULLAR.—Escarrapullar, alumbrarse, nacer, medrar. ESCARRIAR.—Escarriar, perder algún objeto.

ESCOBIAR.—Escobiar, limpiar, rozar, cortas, etc. ESCOBIU.—Escobiu, pequeñas hondonadas que bajan desde las montanas hasta el valle. ESCOGORCIAR.—Escogorciar, abrir, esbillar. ESCOGORCIÁU.—Escogorciáu, deshecho, cansado, etc. ESCOLA.—Escola, escuela.

ESCARRIAXAR.—Escarriaxar, lanzar escupitajos.

ESCOLANCIU.—Escolanciu, reptil parecido a las culebras inofensivo, que vive entre la hierba y muy principalmente en los terrenos húmedos, son muy finos y resbaladizos.

ESCAXINAR.—Escaxinar, quitar, sacar alguna cosa de cualquier parte.

ESCOLANCIAR.—Escolanciar, arrastrarse como los reptiles.

ESCAXINÁU.—Escaxináu, vacío, seco, sin nada.

ESCOLDRU.—Escoldru, restos de una hoguera.

ESCAYADA.—Escayada, pinchada.

ESCOLORÍU.—Escoloríu, descolorido.

ESCAYAZU.—Escayazu, pinchazo. ESCAYÍU.—Escayíu, decaído bien de salud, de fuerza, color, etc. ESCAYUS.—Escayus, zarzas, espinos, pinchos, etc. ESCAZOLAR.—Escazolar, mirar, husmear, etc. Calcipleru.

ESCOMBU.—Escombu, allano, nivelo, etc. ESCOMBUYÍR.—Escombuyír, despertar, moverse, hacer, etc. ESCOMBUYU.—Escombuyu, movimiento, acción, etc. ESCOMIENZU.—Escomienzu, empiezo a moverme, a trabajar, etc.

ESCOMOLAR.—Escomolar, desenfadarse, ponerse bueno, mejorar, etc.

ESCOPETU.—Escopetu, escopeta, arma. ESCORDIU.—Escordiu, disputa, riña, pelea, etc.

ESCONDIEYÁUS.—Escondieyáus, escondidos.

ESCOREXU.—Escorexu, gasto.

ESCONDIEYU.—Escondieyu, escondite.

ESCOREXÁU.—Escoroxáu, seco, sin dinero, etc.

ESCONTONÁU.—Escontonáu, romo, cansado, fastidiado, e inclusive herido, etc.

ESCORNAR.—Escornar, insultar, bacaquetear, etc.

ESCONTREBAXU.—Escontrebaxu, contra la parte de abajo. ESCONTRELLUZ.—Escontrelluz, contra la luz.

ESCORNEYAR.—Escorneyar, cornear. También se entiendo por escorneyar el quitar o romper las esquinas de cualquiera cosa. ESCORNEYÁU.—Escorneyáu, corneado, sin esquinas, etc.

ESCONTRELLÁU.—Escontrelláu, contra un lado, que está ladeado, torcido, etc.

ESCORNIÁU.—Escorniáu, mocho, sin cuernos, etc.

ESCONTRERÍA.—Estontrería, contra la parte de arriba.

ESCORRIBANDA.—Escorribanda, carrera.

ESCONTRES.—Escontres, en frente, contra, etc.

ESCORRIBANDIÁUS.—Escorribandi áus, perseguidos a la carrera.

ESCONXELÁU.—Esconxeláu, descongelado.

ESCORRÍU.—Escorríu, perseguido. También se entiende que anda con prisa.

ESCONXOLÁU.—Esconxoláu, desconsolado.

ESCORTEYÁU.—Escorteyáu, sin corteza.

ESCONXURAR.—Esconxurar, conjurar.

ESCORTEYU.—Escorteyu, quito la corteza de las frutas, de los árboles, etc.

ESCOÑAR.—Escoñar, deshacer, destrozar, etc.

ESCOSA.—Escosa, seca, sin nada. Escosáu de salud, de dinero, de amor, etc.

ESCOÑÁU.—Escoñáu, fastidiado en cualquier sentido. ESCOPETIAR.—Escopetiar, disparar, meter ruido, etc. ESCOPETIÁU.—Escopetiáu, airado, ruidoso, rápido, etc.

ESCOSAR.—Escosar, secar, agotar, en cualquier sentido y forma. ESCOXEDURA.—Escoxedura, descosedura. ESCOXÍU.—Escoxíu, descosido. ESCOYER.—Escoyer, escoger.

ESCULPIAR.—Esculpiar, disculparse. ESCOYÍU.—Escoyíu, escogido. También se entiende por escoyíu a la persona que es muy meticuloso y cuidadoso tanto en sus gustos como elecciones.

ESCUPITAXU.—Escupitaxu, escupitajo. ESCULPU.—Esculpu, disculpa.

ESCREÍU.—Escreíu, incrédulo.

ESCULQUIÓN.—Esculquión, fisgón.

ESCUANDIAR.—Escuardiar, desenterrar.

ESCURCIUS.—Escurcius, saltos, brincos, etc. También se entiende por escurcius a las personas o animales ágiles y fuertes.

ESCUATRAMUNDIAR.—Escuatram undiar, enredar, liar, entremezclar, etc. ESCUAXARINGÁU.—Escuaxaringáu, desarticulado, roto, deshecho, etc. También se suele decir una persona se encuentra muy agotada por el cansancio. ESCUCHARAPAR.—Escucharapar, comer con desmedida forma.

ESCURECERÍN.—Escurecerín, el anochecer. ESCURES.—Escures, oscuras. ESCURPIUS.—Escurpius, escorpiones, gafuras, etc. ESCURU.—Escuru, oscuro.

ESCUCHIMIZÁU.—Escuchimizáu, enfermizo, enflaquecido, etc.

ESCUTIÓN.—Escutión, discutidor, follonista, etc.

ESCUCHIMIZU.—Escuchimizu, pobreza, miseria, etc.

ESCUTIR.—Escutir, discutir.

ESCUDIÁU.—Escudiáu, descuidado.

ESCUXAR.—Escuxar, pedir excusas.

ESCUDIÉTCHA.—Escudiétcha, tazón de barro sin asas. Escudilla.

ESCUYAR.—Escuyar, escurrir el caldo principalmente de las castañas pulguinas y en acorbatón. También se entiende por escuyar a todo cuando se refiera a escurrir cualquier cosa.

ESCUDIÉTCHEIRU.—Escudiétcheiru , vasal dónde se guarda la cacía. Los platos los cacharros de cocina. También se llama escudiétcheiru a la persona que siempre está metiendo las narices en todo. Cacipleiru. ESCUEYE.—Escueye, escoge. ESCULAR.—Escular, bascular, descargar, etc.

ESCUYARAPIAR.—Escuyarapiar, lo mismo que escucharapiar. ESFABAR.—Esfabar, recoger las habas de las tierras de maíz, de los sembrados, etc. También se entiende por esfabar el sacar las judías de sus vainas. ESFACER.—Esfacer, deshacer.

ESCULCAR.—Esculcar, mirar, vigilar, etc. ESCULLIBIERTU.—Escullibiertu, gafura. También se entiende por escolanciu.

ESFAE.—Esfae, deshace. ESFAER.—Esfaer, deshacer. ESFAÍA.—Esfaía, deshacía.

ESFAÍU.—Esfaíu, deshecho. ESFAMIAR.—Esfamiar, padecer hambre. ESFAMIÁU.—Esfamiáu, que tiene hambre. ESFAMIÓN.—Esfamión, que es avaro, agarrado, que no da nada, etc. ESFANDANGAR.—Esfandangar, estropear. ESFANDOXÁU.—Esfandoxáu, que se encuentro destartalado, que está casi destruido.

ESFELECHAR.—Esfelechar, cortar los helechos. ESFELECHÁU.—Esfelecháu, que ya no tiene helechos. También deshilachado, etc. ESFELPECHAR.—Estelpechar, deshilachar. ESFERRÁU.—Esferráu, descalzo, que no tiene herraduras, etc. ESFERRONAR.—Esferronar, soltar, dejar en libertad. ESFEXORIAR.—Esfexoriar, trabajar con la fexoria, azada.

ESFANDUEYU.—Esfandueyu, estropicio, deshecho, etc.

ESFEXU.—Esfexu, deshizo.

ESFANGÁU.—Esfangáu, roto, destartalado etc.

ESFILACHÁU.—Esfilacháu, deshilado, etc.

ESFANGAR.—Esfangar, destrozar, romper, etc.

ESFILAR.—Esfilar, desfilar.

ESFARGAYAR.—Esfargayar, deshacer. ESFARGAYARSE.—Esfargayarse, deshacerse. También se entiende por esfargayarse reírse con grande alegría y felicidad, entrarle a uno un verdadero torrente de risa.

ESFINCÁU.—Esfincáu, que nadie lo ha tocado. ESFINXÁU.—Esfinxáu, que no tiene limitaciones, que está sin finso, etc. ESFIXU.—Esfixu, deshizo. ESFOCICAR.—Esfocicar, hocicar.

ESFARGAYU.—Esfargayu, jolgorio, juerga, etc. ESFARINAR.—Esfarinar, deshecho en harina.

ESFOCICÓN.—Esfocicón, amigo de meter las narices en todos los lugares. ESFOICETAR.—Esfoicetar, cortar con la hoz.

ESFARUGAR.—Esfarugar, desmigajar. ESFARRAPLAR.—Esfarraplar, embarrizar, pisotear, deshacer, etc. ESFARRAR.—Esfarrar, gastar sin tasa. ESFEBRAR.—Esfebrar, sacar tiras de la carne o de otra cosa cualquiera. ESFEBRÁU.—Esfebráu, hecho tiras.

ESFOIZÁU.—Esfoizáu, cortado, rozado, etc. ESFOLÁU.—Esfoláu, airado, desarbolado, etc. ESFOLGÁU.—Esfolgáu, descansado. ESFOLLADURAS.—Esfolladuras, levantamientos de la piel.

ESFOLLAR.—Esfollar, desollar. ESFONDIÁU.—Esfondiáu, desfondado. ESFONDICAR.—Esfondicar, ahondar. ESFORCEXAR.—Esforcexar, forcejear. ESFORCIÁU.—Esforciáu, que está muy estirado, muy esforzado. ESFORGAR.—Esforgar, raspaduras o levantamientos de la piel así como de otra cosa cualquiera. ESFORGAXAR.—Esforgaxar, sacar forgas (virutas) de la madera o de los metales etc. ESFORGÓN.—Esforgón, raspadura, etc. ESFORIAR.—Esforiar, ensuciar. ESFORIÁU.—Esforiáu, que está lleno de porquería, de suciedad, etc. ESFOYAR.—Esfoyar, deshojar. ESFOYAZA.—Esfoyaza, así se llama cuando se quitan las hojas a las panojas del maíz. —L'esfuétcha comu tamén se noma, yera nus tempus d'endenantes lu mesmu d'emportante comu achuquinar el gochu, faer l'esbítcha de les castañes, coyer el pan, ou meter la yerbe, etc. Lus anus que s'encaldaben bones esfoyaces, taba la fame auxá cuaxi d'afechu de la teixá, perqu'el maíz nes mious embruxaores ya melgueirines aldines, yera entavía mái ventaxóusu qu'el mesmu pan de xucu. Con la roxiquina farina del maíz, se lleldaben les papes pela mañán ya pela nuetche, qu’enzuláes con lleiche callentri cabantes d'afoxinare, dexaben a les xentes fartuquines, rutiantes nél encaldar de fellicidá ya contentura. Con les rayaures de les papes que quedaben nus cacíus, faíanse bones llabaces pa lus gochus ou lus braquinus. Ya la borona ben fecha, pamindi entavía yera munchu mexor qu'el mesmu pan

de la maxera. Yera xempre xegún el miou paicer el maíz nes mious aldines, tóu 'n faedorín qu'auxaba l´enfernal fame de lus xantiquinus y'ancestrales chares. —Güéi nel díe, ya nun se faen esfoyaces comu nus tempus d'endenantes, entoncienes les esfoyaces encaldábanse peles nuetches, una nuétche na teixá d'un veicín, noitra nuétche na del oitre, ya yeren aqueches veladiétches de trabayu d'esfueya, pequenines ya melgueires festiquines, ameruxáes de folixes allegróuxes, dou nel lleldar que s'esfoyaben les roxiquines ya bendites panoyines, les xentes de mious aldines hermenáes ya fellices, xonriyentes ya escosáes de tous lus prexuicius, perque yeren ñaturales ya ñobles, xenciétches ya lleldáes nus mesmus ancestrus ya raigonales costumes de la Nuexa Embruxaora Asturies, falules you nagora, qu'aqueches mious xentes amemplenáes d'allegría cuntábenxe cuintus ya faticáus de gavitus ya hestories, anxín comu llanzábense dangunes veices pucheigades que nun fórales m'enoxóuses. Ya tou ístu lu faíen ente 'l ruxir de les fués de les panoyes, metantu con bon entaine les esfoyaben. —Tóus en andecha de gavita faíamus acorralu 'l balagarín de panoyes, que díbamus esmexandu per él, coyendu les panoyes d'afechu, les que yeren bones p'enrriestrare dexabamos les fuechiquines ben roxuntáes, metantu que lus maizus rellucientes ya emporriques tal paicía que taben allumbrandu les fartures que diben faer rutiar. Ya les oitres panoyes que yeren más refugayes de fueyas ou de graniquinus, arrabucábanseles d'afechu toes les fuées, ya corvertíamus aqueches panoyes nes nomáes de rabucu. Lus panoyus verdis ya 'l metá 'l granare chabamuslus nun coiquín, pós yeren allimentariu pienxu pa les bétchaes, ou fasta lus mesmus gochus per échus allampiaben. Les fuées col tarucu tamén valíen p'enllestrar el ganáu, non pa lus bracus, pos ístus nuixes xentaba ben que lus mútcheren con les fuées de les panoyes xin ístes nun taben ben grebines ya enxútches, per mor que lus bonus

gochus tenen el pelleyu mu finu ya llustróuxu, pos nun se pué ñegar, qu'abondus gochus son munchu mái ellegantis ya finus que mamplenáus de xentes. —Les sanes ya bones fueyes xin dalgún tarueyu chábense dientru les goxes, p’espós xubilas al xomeráu ya esparceyes paqu'enxugaren pos valíen pa faer lus xergones dou les xentes xurniaben mu callentines ya fellices toes les nuétches. Tou lu que dá 'l maíz ye de ben probechu, pos fasta les prietes barbes de les panoyes alcuérdume que ben fervíes allumbraben un caldu que yera millagróuxa melecina p'achuquinar les ameruxáes pioyeres que nus apaxiétchaben. —Nun morreran les costumes ancestrales de miou Melgueirina Tierrina, nin las mistificaran isti fatáu de llimiagus comu son lus dirixentes del conceyu bable, ya entavía falu pior de lus amigus del bable, pos istus plaxistas de pirrucus clicleirus, con la gavita que disdi xempre cuntarun de periodistes tan xilipoyas comu lu son échus, enxamás podrán enguedeyar a les intellixentes xentes de miou Asturies, manque fasta güéi nun demostraren lu contrariu. Peru aquindi tou you pa falar na defenxa de les ñaturales couxes de miou Tierrina, que nun son oitras qu'el nuexu "Ancestru". Ya you séi, que dalgún díe espiertaran xóvenes vallores eñamoráus de les "costumes tradicionales d'Asturies", que xabran lleldar toes les couxes per sou xeitu. TRADUCCIÓN.—El deshojar las hojas de las panojas era en los tiempos pasados tan importante en mis aldeas, como hacer la matanza del cerdo, esbítchar las castañas, recoger el trigo, meter la hierba en los pajares, etc. Los años que se hacían buenas esfoyazas, quiero decir que había grande cosecha de maíz, estaba el hambre espantada casi del todo de las casas. Porque el maíz en mis dulces encantadoras aldeinas, era todavía más importarte que el mismo pan de escanda. Con la rubia y fina harina de maíz, se hacían las papillas por la mañana y a la noche, que se comían

con leche caliente que en el momento había sido ordeñada, y dejaban a las gentes hartas, eruptando de satisfechas, en el acaecer que sus vidas se deslizaban felices y contentas. —Con las fregaduras y restos que de las papillas que quedaban en los platos y demás recipientes, se hacían también buenas y nutritivas comidas para los cerdos. Y el pan de maíz bien hecho, era según mí parecer mucho mejor que el mismo pan de la artesa. También afirmo, y siempre según mi humilde parecer, que el maíz era en mis queridas aldeinas todo un pequeño dios, que no permitía que el hambre visitare sus muy Queridos y ancestrales hogares. —Hoy en día ya no se hacen las esfoyazas como en los tiempos pasados, entonces las esfoyazas se realizaban por las noches, una noche en la casa de un vecino, otra noche en la casa de otro, y eran aquellas encantadoras veladas del trabajo de la esfuétcha, pequeñas y dulces fiestiquinas, llenas de encantadoras alegrías, dónde en el hacer que se deshojaban las rubias y benditas panojinas, las gentes de mis aldeas hermanadas y felices, sonrientes y sin ningún perjuicio, porque eran naturales y nobles sencillas, y formadas en las mismas raíces y ancestros de Nuestra Embrujadora Asturias. Dígoles yo ahora que aquellas mis gentes llenas de una sana alegría, se contaban cuentos, historias y otras muchas cosas, así como de vez en cuando se lanzaban algunas sátiras que no les fueran muy enojosas, y todo esto lo hacían al son del ruido de las hojas de las mazorcas, mientras que con rapidez las deshojaban. —Todos en cuadrilla desinteresada hacíamos corro al montón de mazorcas, del que íbamos cogiendo sin escoger las panojas, las que eran buenas para enrestrarlas, les dejábamos las hojas bien juntas, mientras que los relucientes granos quedándose desnudos, tal parecía que nos estaban alumbrando las venideras harturas que nos iban hacer eruptar de satisfechos. —Y las otras mazorcas que eran más ruinas de hojas o de granos, les

arrancábamos del todo todas sus hojas, y las convertíamos en las llamadas panojas de rabuco. Las pequeñas mazorcas verdes y a medio granar, las echábamos en un rincón o cesto, y servían como nutritivo pienso para las vacas paridas, y hasta los mismos cerdos por ellas se alegraban. Las hojas con su leño también se aprovechaban para mullir a los ganados, menos a los cerdos, pues estos no les sentaba bien que se les mullera con las hojas de las panojas si éstas no estaban bien secas, por causa de que los buenos cerdos, tienen el pellejo muy fino y lustroso, y no se puede negar que existen muchos cerdos, que son más elegantes y más finos, que muchas personas de las que yo conozco. —Las sanas y buenas hojas de las panojas que no tuviesen ningún pequeño leño se echaban dentro de unos grandes cestos, para después subirlas al desván, y esparcirlas para que se secasen bien, pues luego servían para hacer los jergones donde las gentes dormían y descansaban muy calentinas y felices. —Todo cuanto alumbra el maíz es de buen provecho, pues hasta las negras o rubias barbas de las panojas, me recuerdo que bien hervidas daban un caldo, que era milagrosa medicina para exterminar los infinitos piojos que nos arropaban. —No morirán las Ancestrales Costumbres de mi Querida Tierrina, ni podrán mistificarlas este conjunto de asquerosos babosos, como son los dirigentes del Conceyu Bable y todavía hablo peor de los Amigos del Bable, pues estos plagistas de perros falderos, tanto los unos como los otros, con la ayuda que desde sus comienzos les han prestado algunos periodistas y demás medios de comunicación, que apartando a unos pocos que si saben donde se encuentra la verdad, pero que nunca la han defendido, digo que toda esta camarilla de gilipollas, no podrán jamás equivocar ni menos enredar a las inteligentes gentes asturianas aunque hasta hoy no han demostrado lo contrario, yo sé que a no mucho tardar sabrán poner en el estercolero que les

corresponde a todo este estiércol de payasos de noche oscura. —Y si esto no sucediese, aquí estoy yo para hablar en defensa de las naturales y ancestrales cosas de mi Tierrina, que no son otros hechos que nuestro más puro "Ancestro". Yo presiento que algún día, despertaran jóvenes valores, enamorados de las Hidalgas Costumbres y Tradiciones de Asturias, que sabrán hacer y poner todas las cosas de Nuestro Ancestro en el lugar que les corresponde. ESFOYÓN.—Esfoyón, lo mismo que esfoyaza. También se suele entender por esfoyón cuando uno se levanta la piel con un golpe. ESFOZÁU.—Esfozáu, que está hocicado. ESFREBAR.—Esfrebar, sacar hebras de una cosa. ESFREBÁU.—Esfrebáu, que está hecho trizas, que ya no tiene fuerzas, que está cansado, etc. ESFRECER.—Estrecer, enfriar. ESFRECÍU.—Esfrecíu, que está frío. ESFREGAR.—Esfregar, desgranar el maíz de las panoyas, también se entiende por esfregar, rascar, rozar, frotar, etc. ESFREGÁU.—Esfregáu, desgranado, rascado, etc. ESFRÉZ.—Esfréz, que enfría. ESFRIEGA.—Esfriega, desgrana, etc. También se entiende por una esfriega cuando se da una frotación o masaje a todo o determinado espacio del cuerpo o cosa, etc. ESFUEYA.—Esfueya, esfoyaza, degolladura, pela, monda, etc.

ESFUEYÁU.—Esfueyáu, deshojado, despellejado, etc. ESFURACA.—Esfuraca, agujera.

ESGALAZÁU.—Esgalazáu, que se encuentra atenazado por el hambre, o por cualquier otro deseo.

ESFURACÁU.—Esfuracáu, agujerado, roto, etc.

ESGALGAR.—Esgalgar, soltar, aflojar, dejar libre, etc.

ESFURNIU.—Esfurniu, flojo, menguado de fuerzas, etc.

ESGALGÁU.—Esgalgáu, libre, suelto, etc.

ESGABEXÁU.—Esgabexáu, deshecho, suelto, sin concierto ni orden.

ESGAMAYAR.—Esgamayar, romper, doblar, estropear las ramas de los árboles frutales.

ESGABEXU.—Esgabexu, enredo, lío, etc. ESGACICAR.—Esgacicar, romper, rasgar, etc. ESGACICU.—Esgacicu, rotura, etc. ESGADAÑAR.—Esgadañar, segar con la guadaña. También principalmente se entiende por esgadañar, cuando se desinfectan los prados que no se segaron para hierba, y es muy conveniente segarlos cuando se terminen las paciones, para que no se apodere de ellos las malas hierbas. ESGADAÑÁU.—Esgadañáu, se entiende por esgadañáu cuando un prado está mal segado. ESGADEYUS.—Esgadeyus, enredos, porciones de pelo suelto, enmarañamientos, etc.

ESGAMAYÁU.—Esgamayáu, aparte de lo que se ha dicho también se llama esgamayáu a la persona mal vestida y desaseada. ESGAÑÁU.—Esgañáu, roto, quebrado, etc. ESGAÑIFLAR.—Esgañiflar, gritar, dar voces, etc. ESGAÑIFLÁU.—Esganifláu, ronco, afónico, etc. ESGAÑOTÁU.—Esgañotáu, roto, quebrado, en mala forma, etc. ESGARBÁU.—Esgarbáu, encorbado, sin postura ni gracia. ESGARBEXÁUS.—Esgarbexáus, desgarbados, etc. ESGARDUÑAR.—Esgarduñar, arañar.

ESGADEXÁU.—Esgadoxáu, desenredado, suelto, libre, etc.

ESGARDUÑONES.—Esgarduñones, arañazos.

ESGAFÁU.—Esgafáu, desinfectado. ESGALAMIAR.—Esgalamiar, correr, subir, etc. ESGALAMIÁU.—Esgalamiáu, corrido, con prisa, etc. ESGALAZAR.—Esgalazar, sentir profundamente hambre o cualquier otro deseo.

ESGARFIAR.—Esgarfiar, dejar libre, soltar, desenganchar, etc. ESGARGAXAR.—Esgargaxar, toser fuerte y ronco, expeler escupitajos o gargaxus. ESGARGAYAR.—Esgargayar, expeler flemas y gargaxus por la boca.

ESGARGOLÁUS.—Esgargoláus, decapitados. ESGARITAR.—Esgaritar, desmenuzar, hacer migas. ESGARITÁU.—Esgaritáu, desmenuzado, en migajas. ESGARRAPAR.—Esgarrapar, romper, estropear, etc. ESGARRAPÁU.—Esgarrapáu, roto, destrozado, harapiento, etc. ESGARRÁUS.—Esgarráus, destrozados, rotos, eszarapáus. ESGATUÑAR.—Esgatuñar, trepar. ESGATUÑÁU.—Esgatuñáu, arañado, arpeado, etc. ESGAYAR.—Esgayar, romper, arroyar, etc. ESGAYÁU.—Esgayáu, roto, abierto, rajado, etc. ESGAYU.—Esgayu, corrimiento de tierras por mor de las aguas, etc. ESGAZAR.—Esgazar, romper, desgajar, etc. ESGAZÁU.—Esgazáu, roto, desgarrado, etc. ESGAZAURA.—Esgazaura, rotura, rasgón, etc.

ESGOBUXUS.—Esgobuxus, tapujos, remiendos, mentiras, etc. ESGOBUZÁUS.—Esgobuzáus, escondidos, huidos, apartados, etc. ESGOLAR.—Esgolar, resbalar, deslizarse, etc. También se entiende por esgolar el volar, el marchar, etc. ESGOLOU.—Esgolóu, voló, se marchó, resbaló, etc. ESGONCIAR.—Esgonciar, romper, destrozar, desarmar, etc. ESGORBIZAR.—Esgorbizar, cortar, arrancar el brezo. ESGROMBAR.—Esgrombar, cortar, arrancar el brezo. De los gorbizus y de los grombos se suelen hacer escobas, siendo más finas y usándolas para el servicio doméstico las que se hacen de los grombos, mientras que las que se hacen de los gorbizus más bien sirven para limpiar las cuadras, las quintanas, etc. ESGUAÑAR.—Esguañar, arrancar los grítchus o guañus de las patatas, o de cualquier otro vegetal. ESGUEDEYAR.—Esguedeyar, desenredar, soltar, etc. ESGUEDEYÁU.—Esguedeyáu, suelto, desenredado, etc.

ESGLAMÍUS.—Esglamíus, gritos, llantos, etc.

ESGUILAR.—Esguilar, trepar, subir, etc. También se entiende por esguilar el resbalarse, el deslizarse, etc.

ESGLAYÍUS.—Esglayíus, gritos, voces, etc.

ESGUILÁU.—Esguiláu, delgado, seco, escuchimizáu.

ESGOBERNIAR.—Esgoberniar, no saber mandar, andar todo indisciplinado, sin control, etc.

ESGURNIUS.—Esgurnius, rebuznos, palabraje entre dientes, etc.

ESGOBIERNUS.—Esgobiernus, anarquías, desbarajustes, etc.

ESLLABA.—Esllaba, residuos de lavar los cacharros de la comida. Con la esllaba se hace la llabaza que es la comida

para los cerdos. Se lavan los cacharros después de las comidas, con esa agua grasienta y llena de residuos de comida se le agrega si llega el caso un poco de harina o salvado y de esta forma se convierte en "llabaza" comida de los cerdos.

ESLLUMERÁU.—Esllumeráu, que no tiene las llumeras bien. Que está trastornado, liado, etc.

ESLLANÁU.—Esllanáu, que no tiene pelo, que no tiene lana, que está calvo o rapado.

ESMADREÑAR.—Esmadreñar, caminar, hacer ruido con las madrenas, caminar con ellas.

ESLLABAR.—Esllabar, lavar muy superficialmente. ESLLABÁU.—Esllabáu, muy caldoso, muy malo en el sentido que se trata.

ESMADREÑÁU.—Esmadreñáu, pisado, calcado etc., con las madreñas. También se entiende por esmadreñáu aquello que no tiene grande valor, que está por el suelo, que rueda, etc.

ESLLABAZÁU.—Esllabazáu, mal preparado, mal condimentado, etc.

ESMAGAYAR.—Esmagayar, babear, sembrar magaya, etc.

ESLLANCAR.—Esllancar, arrancar, desplantar, etc.

ESMAMIENTAR.—Esmamientar, quitar de memar, dejar de mamar.

ESLLANCIÁU.—Esllanciáu, suelto, sin rumbo, etc.

ESMANGONARSE.—Esmangonarse, desarmarse, desmangarse una herramienta o persona.

ESLLANTAR.—Esllantar, sacar, arrancar, etc. ESLLASTICÁU.—Esllasticáu, que va poco abrigado, también se entiende por esllasticáu a la persona pobre o descamisada. ESLLOCÁU.—Esllocáu, que se encuentra desquiciado, enloquecido, etc. ESLLOMBAR.—Esllombar, allanar. También se entiende por esllombar a cuando a uno le desloman. Y también se aplica el esllombáu cuando uno está arreventado por el cansancio, etc. ESLLORDIAR.—Esllordiar, limpiar, asear, etc. ESLLUMA.—Eslluma, apaga, apacigua, etc. ESLLUMBRU.—Esllumbru, deslumbro.

ESMADRÁU.—Esmadráu, desmadrado, enloquecido, envilecido, sin tino, etc.

ESMANGONÁU.—Esmangonáu, que anda sin control. También se suele aplicar a las personas vagas, así como todo aquello que está torcido, ladeado, mal vestido, etc. ESMANGANON.—Esmanganón, vago, folganzán, etc. ESMANDÁU.—Esmandáu, corrido, con prisa, etc. ESMANDIAGAR.—Esmandiagar, no saber mandar, decir gora una cosa, gora la oitra, estar liado y liar a los demás. —Lus xenerales esmandiagones xon xenerales d'esbandiada. (Los generales que no saben mandar son generales que saben correr). —Cundu la guerra d'España, xin lu "roxus” viexen teníu 'n xeneral comu lu fói 'l xeneral Francu, nun viexen perdíu l'engarradiétcha, manque tous lus exércitus del mundiu llucharen escontra d'échus”. —Peru mious hermenus lus

roxus nun teñíen namái qu'esmandiaganes, per ístu lus condenáus xupierun espatuxar con aburiante priexa, dexándunus a tous lus de les esquerdas tiráus comu se fóramus murgazu de queima. E you entendu, queru falar qu'envidayu, que lus xefes que nun xapien morrer per una idega, ya fuyen lus primeirus cundu 'l amagüestu namái que lus callentra, prezme amindi que son tan eñemigus d'un comu 'l mesmu venceor que t'arretriga, t'achuguina ya t'arrapiega. TRADUCCIÓN.—Cuando la Guerra de España, si los rojos hubiesen tenido un general como lo fue el general Franco, no hubiesen perdido la Guerra, aunque todos los ejércitos del mundo lucharan en contra de ellos. Pero mis hermanos los rojos, no tenían nada más que políticos y jefes que ni sabían mandar, ni menos luchar, por esta razón los condenados, supieron huir con encendida prisa, dejándonos a todos los de las izquierdas, tirados como si fuésemos brezo de quema. —Yo entiendo, quiero decir que pienso, que los políticos y jefes que no saben luchar hasta morir por la idea que ellos crearon, y huyen los primeros cuando el fuego aún nada más que los calienta, me parece a mí, que son tan enemigos de uno, como el mismo vencedor, que te encarcela, te asesina y te expolia y roba. ESMANGANIÁU.—Esmanganiáu, falto de fuerza, agotado, cansado, etc. También se entiende por esmanganiáu, a las personas desgarbadas y mal curiosas, etc. ESMARALLAR.—Esmarallar, así se llama al esparcer la hierba después de segarla para que el sol la cure (seque). El esmarallar la hierba no solo implica el extenderla o esparcirla bien, sino que también hay que escoger a la vez todas las malas hierbas que tenga que no las coman los ganadas. ESMARAXÁU.—Esmaraxáu ou esmarátchau, que ya está esmarallado, esparcido, extendido, etc.

ESMATOXAR.—Esmatoxar, cortar, rozar, quitar los matojos. ESMECER.—Esmecer, apartar, separar, etc. ESMECÍU.—Esmecíu, separado, apartado, etc. ESMEDIU.—Esmedíu, desmedido. ESMEDRÁU.—Esmedráu, que está poco crecido. ESMELANDRÁU.—Esmelandráu, espelurciado, mal trajeado, etc. ESMENDAR.—Esmendar, descomponer. ESMENGUAR.—Esmenguar, adelgazar, acortar, etc. ESMENGUÁU.—Esmenguáu, desmejorado, adelgazado, etc. ESMEXAR.—Esmexar, arrancar la hierba en el pajar o la barra de hierba por mediación del gavitu. —Cundu la yerbe se mete nus payares se trinca ben paqu'el payar faiga mái, perque senún se trincare 'n tóus coyeríe pouca dientu 'l payar ya con pouca tandu enxútchina ya greba xeguramente qu'el payar s'enllenaríe chuéu quedandu en xin yerbe. Istu per un lláu, per el oitre la yerbe que nun táben trincada nun se fae bona. Xi 'l branu ben bonu de paciones ya la xeronda tamén, nun se comincipia nel gastar la yerbe fasta él metá la xeronda, 'l nun ser que d'anguna vaca bétche, qu'entóus hai que cebaya con dalgu yerbe, ou que dalgún oitre añimal se puxiés amollecíu, per mor de la foria anxina ye que cundu se comincipia 'l esmexar el payar, ta la yerbe tan enguxá entexigu que ye menester esmexala, ou esmantiétchala, xin daquién fai 'l esmantiétchu, nin ye bon vaqueiru nin xapie lu que fae, lu que hai que faer ye 'l esmexar la yerbe, primeiru perque rinde mái la yerbe, ya lu xegundu que ye lu

mái prinxipal, ye qu'al esmexar la yerbe tou 'l polvaxu ya granaxas llixeires que ten la yerbe, que son mollicies pa les vaques, al ser ximielgáes se esmurgacen d'enría 'l treme del payar. La yerba se pué 'smexar de dous maneires ou con les manes, que ye mu canxéu ya pelligróuxu per mor de lus escayus, ou col gavitu d'esmexar la yerbe, que ye ‘m ganchu fechu d'un espineiru que ten la mexor maera p'encaldar un bon gavitu, manque tamén lus faen de fierru, peru xamás un bon vaqueiru quer un gavitaxu que pué cheldar pelligru. TRADUCCIÓN.—Cuando la hierba se mete en los pajares, se pisa bien por personas que se meten dentro del pajar para tal menester, con el fin de que el pajar haga más hierba, porque sino se pisase, la misma hierba haría montón dentro del pajar y con poca hierba se llenaría el pajar quedando relativamente en sin hierba. Esto por una parte, con la otra, la hierba que no está bien pisada, bien calcada no se hará en toda su extensión buena. Si el verano viene bueno de paciones y el otoño también, no se comienza a gastar la hierba hasta a mediados del otoño aproximadamente, a no ser que alguna vaca alumbre a su ternero, pues entonces hay que cebarla con hierba, o que cualquier otro animal se ponga enfermo, por causa de la diarrea, así que cuando se empieza a arrancar la hierba en el pajar, está tan enebrada en si misma que es menester de arrancarla de esmantelarla por encima de la pila que en el pajar forme, si alguien hace este esmantelamiento, no es un buen vaquero ni tampoco sabe muy bien lo que esta haciendo, ya que lo que hay que hacer es arrancar la hierba, primero porque rinde, suple mas la hierba, lo segundo que es lo más principal, es que al arrancar la hierba, todo el polvo y las granas ligeras que tiene que son perjudiciales para la salud de las vacas, al ser sacudidas en los arrancamientos se desprenden y caen encima del tillado del pajar. La hierba se puede arrancar de los pajares de dos maneras, o con las manos, que es muy cansado y peligroso, por causa de los múltiples espinos que tiene,

o con el gancho de arrancar la hierba, que esta hecho de un espinero, que tiene la mejor madera para industriar, un buen gancho. Aunque también existen ganchos de hierro, pero jamás un buen vaquero quiere ni usa tales ganchajos, que reportan más peligro que los de madera. ESMEXORAR.—Esmexorar, desmejorar. ESMEXORIÁU.—Esmexoiáu, arrancado, amexoriáu. ESMIAGAR.—Esmiagar, pedir, rogar, etc. ESMIAGÁU.—Esmiagáu, pobre. ESMIANAR.—Esmianar, pulgar, mondar, pelar, etc. ESMIANÁU.—Esmianáu que lo han dejado limpio, desvestido, empobrecido, etc. ESMIANUS.—Esmianus, peladuras, mondos, etc. ESMIAYUS.—Esmiayus, residuos, porciones, etc. ESMIAXAR.—Esmiaxar, desmigajar. ESMIELGUS.—Esmielgus, retazos, jirones, trozos de lo que sea. ESMIENTES.—Esmientes, desmientes. ESMINGÁU.—Esmingáu, sin braven, sin fuerza, etc. ESMIRRIU.—Esmirriu, ruin. ESMOICA.—Esmoica, sin cuernos, mocha. ESMOICAR.—Esmoicar, cortar, arrancar, desmochar, etc. ESMOLARSE.—Esmolarse, desenfadarse, perder el enojo, etc.

ESMOLLECER.—Esmollecer, perder fuerza, gracia, salud, etc.

ESÑIZAR.—Esñizar, arrancar, mondar, roer, etc. Los perros esñizan por los huesos, etc.

ESMOLLICIÓN.—Esmollición, desesperación, derrumbamiento, etc.

ESNICIAR.—Esniciar, deshacerse de una casta sea de la clase que fuera.

ESMORCIÉTCHAU.—Esmorciétchau , tirado, acostado, deshecho, sin fuerza, etc., etc.

ESPABOXAR.—Espaboxar, limpiar los pequeños gusanos o cocos que tienen los cereales, que algunos de ellos se suelen convertir en moscas.

ESMORRÍU.—Esmorríu, acabado, maltrecho, sin gracia, etc. ESMORRIUS.—Esmorrius, enojos, desplantes, etc. ESMUCIRSE.—Esmucirse, resbalar, caer, perder el equilibrio, etc. ESMUCIU.—Esmuciu, seco, tirado, sin nada, etc. ESMUNDIAR.—Esmundiar, confundir, trastornar, etc. ESMUNDIUS.—Esmundius, enredos, confusiones, etc. ESMUÑONAR.—Esmuñonar, quitar los finsos, quitar las limitaciones. ESMUÑONÁU.—Esmuñonáu, libre, suelto, sin límite. ESMURGAZÁU.—Esmurgazáu, caído, tirado en el suelo, hecho broza, etc. ESNALAR.—Esnalar, volar. ESNALUXUS.—Esnaluxus, pequeños vuelos. También se entiende cuando sin volar las aves mueven sus alas. ESNATAR.—Esnatar, desnatar. ESNIDIAR.—Esnidiar, resbalar. ESNIDIÓXU.—Esnidióxu, resbaladizo, grasiento, mojado, etc., etc.

ESPAICÍU.—Espaicíu, transformado, diferente, cambiado, etc. ESPALAR.—Espalar, así se llama cuando se limpia el estiércol que hacen los animales en los establos. ESPALÁU.—Espaláu, que está limpio de estiércol. ESPALIAR.—Espaliar, limpiar, trabajar con la pala. ESPALMAR.—Espalmar, dícese de la sidra cuando al verterla en el vaso se observa que está llena de vida, de vigor, etc. ESPALMÁU.—Espalmáu, elevado, levantado, subido, lleno de vida. ESPAÑA.—España, mi Patria. La Noble e Hidalga Hija de mi Amada Tierrina Asturiana. A pesar de que mi Patria jamás se portó conmigo con nade de decencia, y me robó avasalladoramente desde mi padre que asesinó vilmente, hasta mi libertad que atropello con verdadera villanía, yo estoy dispuesto a dar por Ella un millón de vidas si tuviese. Y me he sentido siempre tan orgulloso de ser español sin tener nada y sin ser nadie, como se pudo sentir el más leal soldado que murió luchando en su defensa. Mi Hermosa Patria España, le supo dar al Mundo el imperio más honrado jamás creado sobre la Tierra. La palabra de España nació de la LLINGUA D'ASTURIAS, como nació el IDIOMA ESPAÑOL, y los demás SAGRADOS ANCESTROS DE LA PATRIA.

—Todo aquel ser que traiciona o deshonra a su Patria, se está traicionando y deshonrando a si mismo, y ya jamás podrá vivir feliz con tal honor perdido, aunque sea dueño de todas las riquezas de la Tierra. Y esto debe de ser así, porque en su interior sentirá las roeduras de los asquerosos gusanos que pueblan su estercoloso sentimiento. ESPAÑAR.—Españar, crecer, engrandecerse, explosionar de poder y vida. ESPANÍU.—Espaníu, explosión, fuerza, etc. ESPANTAPÁXARUS.—Espantapáxaru s, espantapájaros. ESPANTÁU.—Espantáu, huido, asustado, etc. ESPANTAYUS.—Espantayus, estorbos, inconvenientes, naderías, etc.

ESPARAXAR.—Esparaxar, enseñar, insinuar, camelar, etc. ESPARNÁU.—Esparnáu, abierto de piernas, desarreglado, etc. ESPARRAGUETU.—Esparraguetu, pequeño, ruin, mal formado, etc. ESPATACAR.—Espatacar, sacar las patatas de la tierra. ESPATACÁU.—Espatacáu, que ya no tiene patatas. ESPATAYAR.—Espatayar, pisar, saltar, correr, etc., etc. ESPATAYÁU.—Espatayáu, pisado, calcado, cansado, etc., etc. ESPATEXAR.—Espatexar, mover las piernas, andar, etc. ESPATUXAR.—Espatuxar, andar, moverse, correr, etc.

ESPANTUXU.—Espantuxu, sobresalto, pequeño espanto, etc. También se entiende por espantapájaros.

ESPATUXU.—Espatuxu, pataleo, enfado, etc.

ESPANTUXAR.—Espantuxar, espantar, asustar, etc.

ESPAVORIAR.—Espavoriar, asustar, atemorizar, etc.

ESPARABAN.—Esparaban, espavimiento, tontería, etc.

ESPAXARIAR.—Espaxariar, meter ruido, alborotar, etc.

ESPARABANAR.—Esparabanar, hacer tonterías, payasadas, espavimientos, etc.

ESPAXARIÁU.—Espaxariáu, alborotado, revuelto, etc.

ESPARABANÁU.—Esparabanáu, roto, deshecho, sin modalidad ni forma.

ESPAYAR.—Espayar, limpiar cualquier cosa de paja, etc.

ESPARATAR.—Esparatar, reñir, disparatar, enloquecer, etc. ESPARATÁU.—Esparatáu, disparatado.

ESPAYARAR.—Espayarar, ir consumiendo el heno o la hierba en el pajar, ir dejándole cada vez más bajo, más vacío.

ESPARAXADA.—Esparaxada, dícese de la mujer tirada a la calle.

ESPEAZAR.—Espeazar, destrozar, romper, etc.

ESPARAXADIAR.—Esparaxadiar, golfear, putear, etc.

ESPEAZUS.—Espeazus, trozos, pedazos, etc.

ESPEDORRIAR.—Espedorriar, pedorrear.

ESPEÑICAR.—Espeñicar, lo mismo que espenar.

ESPEDRIAR.—Espedriar, limpiar de piedras.

ESPERNÁU.—Espernáu, que tiene las piernas abiertas, arquedas, etc.

ESPEDIGUÑUS.—Espediguñus, limosnas, pobrezas, etc.

ESPERNEXÁU.—Espernexáu, parecido a espernáu.

ESPEDÍUS.—Espedíus, despedidos.

ESPERNIQUEBRÁU.—Esperniquebrá u, igual definición que espernáu, sólo que aquel también se entiende por esperniquebráu, que se encuentra cansado, destrozado, etc.

ESPEGUCHAR.—Espeguchar, despegar, arrancar pequeños trozos, etc. ESPEGUÑÓN.—Espeguñón, amigo de despegar, d’espeñucar ou espenar. ESPELLEXAR.—Espellexar, despellejar.

ESPERRIAR.—Esperriar, dícese así cuando los animales, principalmente las cabras y las ovejas estornudan. ESPERRIUS.—Esperrius, estornudos.

ESPELLEXÁU.—Espellexáu, despellejado. ESPELMA.—Espelma, así se llama a la cera que dejan las velas al consumirse.

ESPERTEYUS.—Esperteyus, así se les llama a los murciélagos. ESPERTIEGAR.—Espertiegar, sacudir, varear, etc., etc.

ESPELMAR.—Espelmar, molestar, etc. ESPETÁU.—Espetáu, clavado, etc. ESPELUCAR.—Espelucar, arrancar, apelucar, etc. ESPELUCÁU.—Espelucáu, que este arrancado, apelucado, etc. ESPELURCIUS.—Espelurcius, ermarañamientos, despeinaduras, alborotos, etc.

ESPETAURA.—Espetaura, pinchadura que se sutura. ESPETU.—Espetu, pincho de madera, de hierro, etc. ESPEXISMU.—Espexismu, espejismo. ESPEXU.—Espexu, espejo.

ESPENÁU.—Espenáu, entiéndese cuando un animal se cae en un terreno cuesto y peligroso y se mata o queda virtualmente deshecho y es preciso sacrificarle. ESPENUCAR.—Espenucar, dícese cuando los animales herbívoros, principalmente las cabras, comen de los arbustos o los árboles sus ramas. También se entiende cuando las personas arrancan los frutos de cualquier clase.

ESPICAR.—Espicar, así se llama cuando se cortan los tallos del maíz por arriba, una vez que las plantas se encuentren ya panojadas. Cuando los años venían buenos de paciones, se espicaba poco maíz para que lo comiese el ganado, así como tampoco se fradaban (cortaban) las ramas de los fresnos para que también les sirviesen de forrajes. Pero cuando los años venían con la miseria de las secas, entonces se observaban los maizales, los fresnos y los tilos, todos espicados y desnudos de sus ramas. Toda espica que se haga para

darle forraje al ganado, es peligrosa para la salud de los ganados si se les da caliente.

ESPIELGAR.—Espielgar, desenvolver, desliar, etc. También se comprende por espielgar, despellejar.

ESPICHA.—Espicha, así se dice cuando se empieza la pipa de la nueva sidra. —L‘espicha yera nes mious aldines comu pequenina festa que se faía cundu ya la xidre taba ben fecha p’embetechala. Per lu menus una terceira parte de lus veicinus machaben sous mazanes mái refugayes ya les oitres que nun xervíen pa lleldales nes maureres de lus xomeráus ou hurrus ou paneres. Se machaben les mazanes nus duernus de lus llagarinus, qu’en cuaxi toes les aldines había per lu menus dous ou tres d’un fuxu ya fasta de dous. Lluéu ca veicín cundu chegare ‘l tempu faía la sou espicha, que yera comu pequenina festiquina na sou teixá. Xenardu you nagora, qu’aquecha xidre yera lu mesmu qu’el champán. TRADUCCIÓN.—La espicha era en mis queridas aldeas, como pequeña fiesta que se hacía, cuando la sidra ya estaba bien hecha y preparada para ser embotellada. Por lo menos una tercera parte de los vecinos de mis aldeinas, majaban sus manzanas más pequeñas y todas aquellas que no servían para que terminasen de madurar y hacerse en los desvanes, hórreos y paneras, metidas entre paja, hierba u hojas, para conservarlas más tiempo. Se majaban las manzanas con un mayu de madera dentro de un duernu hecho por regla general de un tronco de castaño, roble, etc. digo que se majaban las manzanas en los duernus de los lagares, que en casi todas las aldeas había dos o tres, de un fuso y hasta de dos, luego cada vecino cuando llegase el tiempo de la espicha, hacía un ameno y pequeño convite en su casa. Pienso yo ahora, que aquella resplandeciente y espumosa sidra que se hacía en mis aldeas, era lo mismo que el buen champan.

ESPIELGÁU.—Espielgáu, desenvuelto, despellejado, etc.

ESPICHAR.—Espichar, la espicha. También se entiende por el abrir algo, una botella, etc., etc.

ESPINTÁU.—Espintáu, se entiende cuando alguien de la familia ha salido de su raza, no semejándose a el padre en nada. Cuando en una familia había alguien espintáu, aunque fuese la más

ESPIELGU.—Espielgu, rasguño, etc. ESPIELGUS.—Espielgus, mondaduras, residuos de pieles de cualquier cosa, etc. ESPIERTAR.—Espiertar, despertar. ESPIERTEYUS.—Espierteyus, así se dice cuando por las noches las personas duermen muy mal, por despertarse muchas veces y sufrir incómodos insomnios. ESPIERTU.—Espiertu, listo, hábil, también que no está dormido. ESPIÉTCHU.—Espiétchu, abro, franqueo, etc. ESPIÉTCHAR.—Espiétchar, abrir, franquear la puerta, la ventana, el sentimiento, etc. ESPIGU.—Espigu, así se dice cuando los vegetales comienzan a espigar. ESPINEIRES.—Espineires, espineros. ESPINEIRÁU.—Espineiráu, espinerado, difícil, lleno de artos, escayus, etc. ESPINGAYAR.—Espingayar, que se está tornando en pingajos. ESPINGAYÁU.—Espingayáu, lleno, hecho pingajos. ESPINGOTIAR.—Espingotiar, que gotea, que salpica, etc.

honrada todo el mundo, hasta el propio padre, silenciosamente sospechaba algo. ESPINTAR.—Espintar, borrar, la pintura, desborrar. ESPINUS.—Espinus, pinchos, bien de las alambradas, o de los espineros y demás vegetales. ESPIOXAMIENTU.—Espioxamientu, despiojamiento. ESPIXÁUS.—Espixáus, sin braven, flojos, acobardados, etc. ESPIOYAR.—Espioyar, despojar, matar los piojos. —Alcuerdume you cundu yera guaxín comu toes les xentes namái que teñíen dalgu tempu llibre nun faíen namái qu’escoyer y echuquinar lus pioyus que s’ameruxaben nes costures de lus sous ruinus fatucus, ya nes mótcheres dundi lus pioyus yeren más prietones. Tal me paicía que naide yesteñía dalgun ascu perque per uquiér tou ‘l mundiu lus atopaba, lus coyíen con abonda prática lus estrepayaben con les uñes de lus polgares ya despós llimpiábenyes d’enría lus sous fatus. Un díe you agüétchei a un cabanáu de morus de lus que taben axeitáus na miou aldina espioyánduse n’acuerra metantu parpayuelaben, taben m'entuxasmus con el chau chau de la sou chingua falandu de les sous couxes metantu que diben coyendu los pioyus d'ente lus sous ropaxes ya chábelus dientru ‘l cañón de lus sous fuxiles, despós cundu se xebrarun d'aquel conceyu de d'espioyamentu, dispararun lus sous fuxíles al ventu achuquinándulus tous xuntus. Lus pioyus trataben lu mesnu 'l venceor yál vencíu, 'l vencíu tenía qu'achuquinalus estrepayándulus con les sous uñes, el venceor mái xanguinariu fartucu de la prática d'achuquinar les xentes fuxilabalus pioyus a balazus. TRADUCCIÓN.—Recuerdo yo cuando era niño, como todas las gentes nada más que tenían un poco de tiempo libre, no hacían nada más que escoger y matarse los piojos, que cubrían las

costuras de sus humildes vestiduras, también de sus cabezas, donde los piojos eran más anegratados. Tal me parecía que nadie les tenía ningún asco, porque por donde quiera todo el mundo los encontraba, los cogíamos con buena práctica los espandurrábamos encima de nuestros pulgares, que después con toda naturalidad los limpiábamos contra nuestras ropas. —Un día yo he visto como unos cuantos moros de los que estaban destacados en mi aldea, se despiojaban en corrillo, mientras que dialogaban muy entusiasmados con el chau, chau de su idioma hablando de sus cosas, iban echando los piojos que arrancaban de sus ropajes dentro del canón de sus fusiles, después cuando se marcharon de tal concejo de despiojamiento, dispararon sus fusiles al viento asesinándoles a todos juntos. Los piojos trataban lo mismo al vencedor que al vencido, éste tenía que matarlos arreventándolos contra sus uñas, el vencedor más sanguinario y harto de la práctica de asesinar las gentes, fusilaba a los piojos a balazos. ESPLAYAR.—Esplayar, hablar, dialogar, descansar, etc. ESPLAYU.—Esplayu, descanso, disfruto, etc. ESPLAZÁU.—Esplazáu, desplazado, apartado, etc. ESPLICOTEIRU.—Esplicoteiru, cuentista, amigo de decir las cosas con muchas vueltas cansables e innecesarias. ESPLIEGAR.—Espliegar, desplegar. ESPLUMA.—Espluma, espuma. ESPLUMADEIRA.—Esplumadoira, espumadera. ESPOLLENDRU.—Espollendru, espolín, suciedad, porquería, etc.

ESPOLLISCAR.—Espolliscar, cortar, rozar, los matojos de las pequeñas encinas.

ESPUÉS.—Espués, después.

ESPONXA.—Esponxa, esponja.

ESPUELGUS.—Espuelgus, repelones, malas contestaciones, arpeazos, etc., etc.

ESPORTIELLAR.—Esportiellar, abrir, franquear.

ESPUNDIAR.—Espundiar, llenarse de espuma.

ESPORTIÉTCHAU.—Esportiétchau, abierto, roto, descompuesto, etc.

ESPUQUERÁU.—Espuqueráu, sin dinero, sin bienes, sin nada.

ESPÓS.—Espós, después.

ESPURRÍU.—Espurríu, estirado. También se entiende por espurríu cuando una persona es espléndida, desprendida, amiga de dar cosas con largueza.

ESPOXAR.—Espoxar, limpiar la escanda y demás granos de sus cascarilas. ESPOXIGAR.—Espoxigar, sacudirse, deshacerse del polvo, de la suciedad, etc. Exemplu. —Los animales preferentemente son los que mejor se espoxigan, sobremanera los perros cuando con fuerza sacuden su cuerpo para librarse del agua cuando están mojados o del polvo y las demás suciedades. —Así pues espoxigar es sacudirse de lo que sea, de las malas gentes, de la gafa suerte etc., etc., etc. ESPOXIGÁU.—Espoxigáu, limpio de cascarillas de suciedades, etc. ESPOYETAR.—Espoyetar, crecer, medrar, todo cuanto espoyete crece se engrandece. ESPOYICAR.—Espoyicar, mondar las frutas, arrascarse las postillas, etc., etc. ESPUCHEGA.—Espuchega, satiriza, dice con segundas, habla con malas intenciones. ESPUCHEGAR.—Espuchegar, entiéndese por hacer y lanzar sátiras. ESPUEBLÁU.—Espuebláu, así se dice cuando el hogar está desarreglado, sin barrer, sin hacer las camas, etc. ESPUENEN.—Espuenen, exponen. ESPUENXU.—Espuenxu, expuso.

ESPURRIR.—Espurrir, estirar una persona cualquiera de sus miembros, estirar, alargar cualquier cosa. ESPUVIXÁU.—Espuvixáu, así se dice cuando una persona o algo cualquiera cosa está llena de cenizas, de fino polvo, de harina. ESPUVIXUS.—Espuvixus, pequeñas porciones de volátiles cenizas que se desprenden de los leños al quemarse. —Nus chares ancestrales de mious aldines, cundu achegaben lus enxenebráus envernus, ya les xentes acuerrábamus el char per mor del fríu, mamplenáus d'endeveices xegún con la cheñe que s'atizare, enxemabamonus de povixus per tous lus cháus. Tal paicie que ñevare per d'enría de nuexoitres. (En los llares ancestrales de mis aldeinas, cuando llegaban los helados inviernos, y las gentes rodeábamos el lar por causa del frío, muchísimas veces, según con la leña que se quemara, nos sembrábamos de cenizas por todos los lados. En algunas ocasiones tal parecía que hubiese nevado por encima de nosotros). ESQUICIÁ.—Esquiciá, desquiciada. ESQUÍL.—Esquíl, así se llama a las ardillas. —Cundu you vera guaxe, tous lus castañéus ya carbayales taben amamplenáus d'esquiles, güéi ya non hai

tal memplenáu d'éches manque d'anguna ta queda, xenardu you nagora comu dangunus soldiáus que taben axeitiáus na miou aldina, pa perxeguir a lus fugáus que s’encobayaben per les argutóuxes cumes ya furniadas vátchinas de castañéus, carbayales, faedales, etc., contu que piscaben lus probes esquilles a tirus, anxina yera qu'endeveices achuquinaben bonus cambeiráus d'echus, que despós esfollaben ya 'treinaben bones fartures con sous carnis. TRADUCCIÓN.—Cuando yo era niño, todos los castañedos y robledales estaban llenos de ardillas, hoy ya no hay tan grande cantidad de ellas aunque aun quedan algunas, recuerdo yo ahora, como algunos soldados que estaban destacados en mi aldea para perseguir después de la guerra a los muchos huidos que se ocultaban en las cuevas inaccesibles casi de sus montañas, y en las recias valladas de castañedos, robledales, montes de hayas, digo yo que cazaban las pobres ardillas a tiros, así era que en algunas ocasiones asesinaban buenos piños de ellas, que luego esfoyaban (les quitaban sus pieles, y preparaban suculentos guisos con sus carnes). ESQUISTU.—Esquistu, petróleo para los candiles. También se usaba para matar la miseria, los piojos que tuviesen los animales y hasta inclusive las mismas personas en la cabeza. ESQUITI.—Esquiti, desquite. ESQUITIAR.—Esquitiar, desquitar. ESQUIXU.—Esquixu, desprecio, no ha querido, etc. ESTADOÑEIRAS.—Estadoñeiras, encajes que tienen las piezas salientes del piso de un carro, que por regla general suelen ser cuatro por banda, donde encajan los laterales de la caja del carro, que con la trampilla o puerta delantera y la trasera hacen la caja completa.

ESTADOÑAZU.—Estadoñazu, golpe dado con el estadoñu o con cualquier palo, etc. ESTADOÑUS.—Estadoñus, así se llama a las rústicas estacas que cuando al carro se le quita su caja, se colocan en sus encajes, bien para acarrear, leña o maderas, etc., con el fin de que al llevar la caja para estos trabajos, no se estropee ésta, porque la madera o leña al tener más peso y resistencia si se usara la caja ésta duraría poco tiempo sin estropearse. ESTAFERIA.—Estaferia, así se llama al trabajo que se realiza comunalmente en las aldeas, que consiste principalmente en arreglar los caminos. Durante todo el invierno las aguas, la nieve y el hielo, van estropeando los senderos y caminos, que partiendo de la aldea llegan hasta todos los lugares donde la aldea tiene en común propiedades, cuando llega la primavera es cuando se empiezan hacer las estaferias que pueden durar un día, o varios según estén de estropeados los caminos. Por regla general la estateria la elige la aldea en el tiempo que le sea más propicio. ESTAFERIAR.—Estaferiar, arreglar, trabajar, hacer algo en común. ESTAFIERNU.—Estafiernu, trabajo, hablo, pienso, ideo, etc. ESTAFIENTU.—Estafientu, engaño, etc. ESTAFUXUS.—Estafuxus, enredos, engaños, malos olores, etc. ESTAFUYÍU.—Estatuyíu, huido airado, enloquecido, etc., etc. ESTALLAR.—Estallar, explotar. —También se entiende por estallar el gochu, escarnizarlo, partir y cortar sus piezas, tales como los jamones etc., etc., etc. ESTALLÁU.—Estalláu, arreventado.

ESTALLÍU.—Estallíu, estampido. ESTALLIZU.—Estallizu, débil, flojo, etc.

pueda nacer el maíz, los terrones se majár con un majón de madera que consiste en un mango que va acoplado a un trozo de madera por lo regular de forma cilíndrica.

ESTANTÍN.—Estantín, intestino. ESTAÑAOR.—Estañaor, así se llamaba a los hajolateros que llegaban por las aldeas y arreglaban toda clase de cacharros. Entiéndase que los estañaores sólo los arreglaban, bien poniéndoles clavos o estañándolos. Sin embargo los caldereirus o xolaterirus, yeren dueñus del ufixu del faenus echus mesmus, xempre que foren de llata ou xolata, lu mesmu encaldaben un caramañolu, que faíen nun rellámpagu cuallesquier oitre cacíu. (Los caldereros o hajolateros eran dueños de un oficio, ellos mismos hacían mucha clase de cacharros, siempre que fuesen de hojalata, lo mismo hacían una lechera, que en un momento cualquiera clase de cacharro). ESTAÑU.—Estañu, parche, clavo, o estañadura que hacían los estañaores a cualquier clase de sus cacharros. ESTAPÁU.—Estapáu, destapado. ESTAPINAR.—Estapinar, levantar los céspedes. ESTARABICAR.—Estarabicar, abrir la puerta, la ventana, etc.

ESTARUCAR.—Estarucar ou estaroxar, así se dice cuando se desgrana el maíz, quedando la mazorca sin ningún grano, así las mazorcas sin grano se llaman taroxus, estos sirven para encarnar el fuego, ya que es su única aplicación. ESTAXUS.—Estaxus, destajos. ESTAYA.—Estaya, trabajo que se hace, pedazo de tierra a trabajar, etc. ESTAYAR.—Estayar, así se llama cuando se descuartiza el cerdo o cualquier otro animal. ESTAZADA.—Estazada, trozo de prado que un segador puede segar de una vez, que viene a ser aproximadamente la largura de tres estiles de la guadaña. ESTAZONAR.—Estazonar, dejar tazón, no segar bien, dejar residuos, etc. ESTECAR.—Estecar, limpiar, banar, quitar el tecu de las castañas mañucas después de majadas, etc. ESTEIZU.—Esteizu, rancio, etc.

ESTARABICÁU.—Estarabicáu, que está abierto.

ESTEXER.—Estexer, destejer.

ESTARAMIEYUS.—Estaramieyus ou estaramiétchus, reveses, espantos, enfados, enloquecimientos momentáneos, etc.

ESTEYAR.—Esteyar, quitar las tejas de los tejados para cualquier trabajo, etc.

ESTARAMUCAR.—Estaramucar, arrancar cualquier cosa, principalmente las mazorcas de las plantas de maíz.

ESTIÉTCHAZUS.—Estiétchazus, palos dados con las astillas ou estielles.

ESTARRONAR.—Estarronar, así se llama cuando, después de sembrado el maíz y gradiado, aun quedan terrones que es menester de deshacerlos para que

ESTIÉTCHAS.—Estiétchas, astillas.

ESTIL.—Estil, así se llama al mango de la guadana. Los estiles de las guadañas tienen que ser por lo menos en mi Asturies única y exclusivamente para ser buenos de madera de fresno, y para que

uno pueda segar bien con ellos tienen que estar hechos a la medida de cada cual. Por un segador que tenga que segar diez horas diarias pongo como ejemplo durante todo el mes de la hierba, tiene que tener la guadaña perfecta, preparada y apuesta a su medida, y ésta consiste, en que el estil tiene que tener de manilla a manilla la distancia que tenga el segador desde su codo hasta la punta del dedo corazón extendido. Así como desde la manilla inferior hasta lo último del estil, éste tiene que tener la largura de todo el brazo extendido del segador más cuatro dedos. Para hablar de las herramientas hay que conocerlas y yo entiendo que sólo se pueden conocer trabajando duramente con ellas. ESTINGARRÁU.—Estingarráu, así se llama cuando una persona está sentado o tumbada en desgalbanada postura. También se puede entender por estingarrarse al caerse. ESTIÑÍU.—Estiníu, desteñido. ESTOCHAR.—Estochar, limpiar de leños un prado, etc. ESTOIPAR.—Estoipar, así se dice cuando se matan los topos de los prados.

ESTORDICIUS.—Estordicius, desgracias, de cualquier índole. ESTORNIUS.—Estorníus, estornudos. ESTRABALGAR.—Estrabalgar, mezclar, confundir, etc. ESTRABLAYUS.—Estrablayus, confusiones, desaciertos, etc. ESTRAFUELGUS.—Estrafuelgus, enredos, confusiones, etc. ESTRAFULLAR.—Estrafullar, salpicar, manchar, hacer mal una cosa, etc. ESTRAFAYAR.—Estrafayar, hacer mal las cosas, sin concierto, sin tino, con suciedad, etc. ESTRAGALAR.—Estragalar, así se dice cuando una persona se encuentra astiada, de cualquier cosa. ESTRAGRALASE.—Estragralase, estragarse. ESTRAMUYUS.—Estramuyus, follones, desacuerdos, estrafayus, etc. ESTRAMUNDIÁU.—Estramundiáu, cambiado, perdido, etc.

ESTOIPONÁUS.—Estoiponáus, dícese cuando los prados están sembrados de toperas.

ESTRANXERU.—Estranxeru, extranjero, de otro lugar.

ESTOMADÁ.—Estomadá, estomagada, indigestión, asco, etc.

ESTRAPALLÁU.—Estrapalláu, reventado, aplastado, abierto, etc.

ESTÓMADU.—Estómadu, estómago.

ESTRAPIELLUS.—Estrapiellus ou estrapiétchus, destrozos, despedazamientos, etc.

ESTONGAR.—Estongar, limpiar, asear, etc. ESTORBIUS.—Estorbius, estorbos, enredos, etc. ESTORCIÑAR.—Estorciñar, descomponer, desarreglar, torcer, etc. etc.

ESTRAPAXUS.—Estrapaxus, estropajos en todos los sentidos y formas. ESTRAR.—Estrar, mullir, bien la cuadra del ganado, un colchón que tenga poca lana, un jergón que tenga poca hoja, etc.

ESTRASGAR.—Estrasgar, soltar, desaponer.

después de mamar los jatos terminan dando menos leche.

ESTRAXU.—Estraxu, sacó, estrajo, etc.

ESTRIZÁU.—Estrizáu, deshilachado, estropeado, etc.

ESTRAZA.—Estraza, descompone, destroza. También que parece que se aplica algunos tejidos de papel o tela muy rústicos. ESTRELDAR.—Estreldar, limpiar la suciedad, quitar la porquería de los hechos y las cosas.

ESTROPIÁU.—Estropiáu, destrozado. ESTRU.—Estru ou llestru, maleza, roza de hojarascas y demás hierbas que se siegan para mullir el ganado. ESTRUMIR.—Estrumir, exprimir.

ESTREPAYÁU.—Estrepayáu, aplastado, reventado, etc.

ESTRUXÍU.—Estruxíu, estrujado, exprimido, etc.

ESTRINCAR.—Estrincar, así se llama el ordeñar las vacas después de que hayan mamado los jatos. También se entiende por estrincar el ordeñar cualquier cosa hasta dejarla completamrente agotada. Exemplu. —El oitre díe baxe a Uviéu con la corexa bétcha de cuartus, ya retornéi a miou aldina conecha escosá d'afechu, ya tou fói per mor d'una paraxa que dexóume estrinca la minga nel mesmu xeitu que la cuarexa. (El otro día he bajado Oviedo con mi cartera rica de dinero, y retorne a mi aldea con ella sin un céntimo y todo fue por causa de una puta que me dejó tan seca la cartera como mis cojones).

ESVERAR.—Esverar, así se llama cuando se siega las hierbas de las veras de los prados y de las tierras de labor.

ESTRINCUS.—Estrincus, últimos raxus (chorros) de leche que se ordeña a las vacas después de haber mamado el jato, lus estrincus ye la mexor lleiche de les vaques, queru falar la cheiche mái bétcha en manteiga, per istu sempre se puén ou ben pa cebar lus nenus perque ye 'l paicer un bon allimentu, ou pa mazala p'estrincái la manteiga. (Los estrincus es la mejor leche de las vacas, quiero decir la leche más rica en manteca, por esta razón siempre se dispone de ella, o bien para cebar a los niños porque al parecer es un buen alimento, o por el contrario se destina a batirla para sacarle la manteca). También se sabe que las vacas que no se estrincan

EVANXELIU.—Evanxeliu, evangelio.

ESVERÁU.—Esveráu, apartado, retirado, etc. ESVIDAYÁU.—Esvidayáu, desmemoriado. ESZARAPICÁU.—Eszarapicáu, roto, destrozado, etc. ESZARAPICUS.—Eszarapicus, pedazos, trozos, roturas, etc. ETENRU.—Etenru, eterno.

EXE.—Exe, eje. EXEMPLU.—Exemplu, ejemplo.

F FABA.—Faba, haba. FABADA.—Fabada, así se llama a la comida o plato típico de Asturias, solamente en Asturias se puede hacer una buena y sabrosa fabada, lo mismo sucede con la sidra, ninguna de estas dos cosas se puede encontrar tan original y

sabrosa como en mi Melgueira Tierrina. —Pa cheldar una bona fabada lu primeiru que hai que teñer les fabes de la granxa, ya istes fabes nun ñacen en dalgún oitre tarrenu namái qu'en miou Tierrina, puée qu'en oitres chugares recuétchan fabes mu apaixíes a les nuexes de la granxa, peru enxamás encaldaran el xabróusu xabor que les d'Asturies, ya lu mesmu xucéi con les mazanes, pos estes lu mesmu que les fabes de la granxa, ya mamplenáu de produtus cuaxi divinizantes que miou Asturies allumbra, nun ñacen mexores namái que nisti "Máxicu Xardín que son tous lus erus de la Melgueira Tierrina''. Les fabes de la granxa hai que trabayales ben pa que s'allumbren tan ñidies comu la mesma manteiga, hai que cuchales con bon cuchu de la teixá, non con l'oitra clás d'abonus artifixales, pasa lu mesmu que con les nuexes costumes ya falancies, despós hai que cociayes en bon pote de fierru, con agues de les nuexes fontes, ou lus nuexus ríus que nun ten contamináes, nun val atreinales nes caldáes con les agues cloroxáes, axín comu 'l compangu que cheven les fabes tamén ten que ser de gochu criáu con allimentus ñaturales, y'axín de esta maneira con fabes, morciétches, churizu, xamón ou llacón, s'encalda una fabada que ye manxar de lus ánxeles. TRADUCCIÓN.—Para hacer una buena "fabada Asturiana", lo primero que hay que tener son las habas de la granja, y estas habas no nacen en ningún otro terreno nada más que en mi Tierrina, puede que en otras tierras recojan habas muy parecidas a las nuestras de la granja, pero jamás darán el sabrosísimo sabor que las de Asturias, y así lo mismo sucede con las manzanas, pues éstas lo mismo que sucede con las habas de la granja, y otros muchísimos productos que mi Tierrina allumbra, que no nacen tan buenos nada más que en este "Mágico Jardín, que son todos los lugares de mi Dulce y Encantadora Tierrina Asturiana". Las habas de la granja hay que trabajarlas bien, para que crezcan tan finas como la misma manteca, hay que bien abonarlas con

estiércol puro, de lo que producen los animales de la casa, y no con las otras clases de abonos artificiales, pasa lo mismo que con nuestras Costumbres y demás Tradiciones Ancestrales, después hay que cocinarlas en una pota de hierro, con aguas puras de nuestras fuentes de nuestros ríos que no estén contaminadosbueno no vale cocinarlas en las ciudades con las aguas desinfectadas por el cloro, así como las carnes que llevan las habas tienen que ser de cerdo, criado con alimentos naturales, y así de esta manera, con morcillas, chorizo, jamón o lacón, se hace una "fabada" que es un manjar de los ángeles. Lo mismo la Fabada como la Sidra, son productos que no se pueden consumir fuera de nuestra Tierrina, ya que entrambos y dos pierden su natural sabor y encanto, esto no quiere decir que no sepan bien, pues yo me he emborrachado de sidra en Madrid, en Barcelona, etc., y me he hartado de fabada también en muchos lugares lejos de mi amada Asturias, y me han gustado tanto la sidra como la fabada, porque lo bueno siempre es bueno en todos los lugares, lo que yo pretendo decir es que todo lo que atañe a Nuestra Tierrina, tiene un misterio secular, que fuera de ella se desvanece en el gusto y se agranda en el cariñoso y respetuoso recuerdo. FABAR.—Fabar, terreno sembrado de judías, también se entiende por fabar a la reunión de dos a tres casas separadas de la aldea. FABETUS.—Fabetus, pequeñas y ruinas habas. FABLA.—Fabla, lengua, idioma, lenguaje, etc. FABLAR.—Fablar, hablar. FACER.—Facer, hacer. FACHES.—Faches, posturas raras de vestir.

FACIÁES.—Faciáes, pedazos de tierra en los que se divide un cortinal (vega).

FAER.—Faer, hacer.

FACIENDA.—Facienda, hacienda, bienes, etc.

FAICIONES.—Faiciones, conformanzas del rostro, parecidos, formas, etc.

FACIENDÓUXU.—Fadiendóuxu, que es rico, que tiene mucha hacienda, etc.

FAIGAN.—Faigan, hagan.

FACIEL.—Faciel, fácil. FADRÁ.—Fadrá, hará. FAE.—Fae, que hace. FAEDAL.—Faedal, monte de hayas. FAEDIS.—Faedis, hacéis. FAEDOR.—Faedor ou Faidor, Hacedor, Creador, Dios, también cualquiera persona que haga algo. —Agora qu´encalda ´n xeitu, les vou a cuntar una poexíe, que you per les Nuétche Bona xempri la cantiu comu se fós un villanxicu. “EL FIU DEL FAIDOR” Achindi llonxe / trés lus cumes / nun tenáu d´una teixá / una mútcher paru ´n nenu / qu´en FAIDOR se lluciar. / —Berróu ´l nenu ´l nacere / comu munchus nenus faen, / allegre riyú la Virxen / fellíz féxulu Xoxé. / La xanta muyer dondada / per allumar al sou nenu, / quedóuxe adurmidina / nus xurnius del Faidor. / Les vaques taben rumiandu / ya les uvées tamén, /xan Xoxé curiaba ´l nenu / ya sou mantina mútcher. / Esgalazáu per la fame / el nenu gulgú chorare, / xan Xoxé chama a la Virxen / ya disti móu le falare. / Adispierta miou xantina / qu´el nenu xuxeanti chora, /paime amín que ye la fame / la que lu fai choriquiare. / Day de mamar al nenín / paquéi se farte de lleichi / del tou entamu de bétchade. / Ya mamandu foza ´l nenu / pente ´l caldar virxiniále, / xemá de gouzu la Virxen / con amor lu vexuquiare, /chenu d´amore Xoxé / con cudiáu l´acarixare. / Achá llonxe tres les cumes/ nun tenáu d´una teixá/una muyer parú ´n nenu. / Guéi ´n Faidor lluciar.

FALA.—Fala, Lengua de Asturias. Yo he luchado en solitario durante toda mi existencia en la defensa de la Fala y Costumbres de mi Tierrina, porque he considerado que los Ancestros de Asturias son llana y concisamente las Raíces principales de la Patria España, que no sé porque razón de fondo, casi toda la Comunidad Hispana y inclusive gran parte de los mismos astures quieren desterrar, sepultar, olvidar, sin detenerse a pensar, que todo ser que pierde sus verdaderas raíces se deshumaniza, en el lleldar que se convierte en esclavo de un materialismo, tan sumamente exigente y explotativo, que le va marchitando la parcela divinizante de su espíritu, y un ser Humano con esta parcela muerta, por muy inteligente y preparado que se crea, en el fondo simplemente tan sólo es una mala bestia. Y sujetos con esta despreciable catadura yo he conocido muchos en mi Tierrina y conozco a muchos. Por ejemplo ahora, en el año mil novecientos ochenta, época en que estoy reformando algunas partes de este Diccionario, para atajar a los depredadores que con títulos y apoyos quieren mistificar con ridículas y estercolosas maneras, la natural y sencilla cultura de mi amada Asturias, dígoles que malas bestias son todos aquellos dirigentes que no quieren proteger las raíces del Pueblo que malamente gobiernan y despóticamente explotan, como lo están haciendo el alcalde de Oviedo, el de Gijón, el de Avilés, Piedras Blancas, Pola de Siero, el presidente de la llamada Junta de Asturias, con todos sus subordinados de caga la perra, el presidente de la Caja de Ahorros, etc., etc. Por otra parte este diccionario yo lo he hecho, quiero decir, sus vocablos muchos de ellos sin respuesta, hacia el año mil novecientos

sesenta y cinco, en mil novecientos setenta edité unas cuatro mil palabras de este diccionario, que sirvieron para que los del Conceyu Bable pudieran hacerse notar editando un nuevo diccionario, que no les costó más trabajo, que copiar el mío haciéndole más fino y propagandístico, lo mismo que también intentaron hacer los Amigos del Bable, pues el tal Novo Mier-da, pues también empezó en el diario Región a publicar mi propio diccionario a la par que pedía al público que le enviasen vocablos, pensando él con su "rancuayu envidayaxe, que los Vocablos de Mi Tierrina eran meros desperdicios que rodaban a mamplen por todas las aldeas menos en su casa que al parecer no había ninguno y claro no había ninguno porque los Vocablos de mi Tierrina aun considerándolos como desperdicios, es menester sudarlos para poder conseguirlos, y no como desperdicios ya, sino convertidos en "soberanos Senores” en gran arte alumbradores de la cultura de la Hispanidad. En el año mil novecientos setenta y cinco o setenta y seis, no recuerdo bien, entre en contacto por mediación de tampoco se quién, ah… ahora, ya re recuerdo, porque en mis tiempos de pastor había, yo descubierto una mina de manganeso y en casa de mi madre había unas piedras que hacía más de treinta años que no bajara de la mina de manganeso, así es que las cogí y me fui a visitar con ellas al catedrático de minas García Conde, y hablando con él de cosas de Asturias, llegué a decirle que yo tenía un diccionario de la Lengua y algunas costumbres de nuestra Tierrina, y él me dijo que estaba con plaza en el Instituto de Estudios Asturianos, que le entregase el diccionario que fácil me podrían ayudar a publicarlo. Pero lo que hizo este catedrático fue entregarle mi honrado trabajo a Novo Mier, y menos mal que el diccionario estaba en porricas (desnudo) ya que muchos de sus vocablos no tenían ninguna respuesta, pero sí que le dieron la licenciatura al Novo Mier, para industriar su diccionario, que es un verdadero

atentamiento criminal contra la "CHINGUA DE MIOU TIERRINA”. Hay que tener una cara tan grande como la luna, y un desconocimiento tan grande como el Sol de la Fala y Costumbres de mi Tierrina, para parir ese estercolero de diccionario que él editó. Pues tan sólo es creíble de él, los vocablos con respuesta que de mi trabajo me arrapiegóu. Yo sé positivamente que algún día algún asturiano amará la Lengua y las Costumbres de mi Tierrina lo mismo que lo hago yo, pero con la inmensa ventaja de tener inteligentes estudios y no ser un zoquete como lo soy yo, digo que ese astur, sabrá sacar sólo y exclusivamente provecho de la documentación que yo deje o tenga, para hacer una sencilla, hermosa y natural Lengua en nuestra Asturias, que servirá no para avanzar con ella en busca del progreso que nos hará en inmortales dioses, pues para eso tenemos el mejor y más amplio idioma de la Tierra como es su Majestad el Idioma Español, pero sí que servirá para entretenimientos, felices y hermosos momentos, etc. Ahora sólo le ruego al Hacedor que me permita vivir para poder gozar este momento, que yo creo que no debe de encontrarse muy lejano. FALAGAR.—Falagar, halagar. FALAGUEIRU.—Falagueiru, amigo de hacer halagos. FALAMBUCAR.—Falambucar, hablar por el teléfono. FALAMBUCU.—Falambucu, así se llama al teléfono. FALANCHEIRAS.—Falancheiras, habladoras. FALANCIA.—Falancia, corversación, hablaje, etc. FALANCIAR.—Falanciar, hablar. FALANCIERU.—Falancieru, hablador.

FALANXE.—Falanxe, Falanje. FALANXISTAS.—Falanxistas, falangistas. FALDETAS.—Faldetas, así se suele llamar a las muchachas o mujeres que no tienen seriedad ni aplomo. FALDETUS.—Faldetus, igualmente se llama a los hombres de poco poso. FALDIAR.—Faldiar, sacudir los árboles frutales desde el suelo con la pértiga. FALDUXUS.—Falduxus, vestiduras ruinas de la mujer. FALLUCU.—Fallucu, así se llama a las castañas y demás frutas que no han granado bien. FALUCAR.—Falucar, hablar muy quedo. FALXAR.—Falxar, falsear. FALXU.—Falxu, falso. FAME.—Fame, hambre.

entretener el cuerpo engañándole con muy escasos y pobres alimentos, de tal manera que el deseo del hambre siempre es mayor. FANA.—Fana se entiende por fana a un lugar peligroso para el ganado vacuno. Por regla general en casi todos los puertos o brañadas comunales hay alguna fana, que los vaqueirus siempre tienen bien cerrada con estacones, alambres de pinchos, etc., con el fin que el ganado no entre a pastiar en ellas, pues toda vaca que entra en una fana es muy difícil que salga por sus pies. FANDANGU.—Fandangu, así se llama a la mujer que sin el menor tapujo campea por sus ansias perniciosas, que abarcan desde levantar falsos testimonios hasta hacer el amor por dineros o sin ellos con quién se tercie. FANDANGUETU.—Fandanguetu, así se llama a la mujer poco seria, en cierto modo casi con las mismas zunas del Fandangu, pero más hipócrita y reservada. FANGÁU.—Fangáu, plantado, enterrado entre el fango.

FAMIENTU.—Famientu, hambriento. FANGAL.—Fangal, barrizal, etc. FAMIONA.—Famiona, entiéndese por famiona a la dueña de una casa que da muy mal de comer. Por regla general estas personas famionas son avariciosas y malas. En mious aldines d'istes prexones famiones se falaben fatáus de couxes ya toes ufenxives. Axín per exemplu se decía qu'al teixu del famión nun baigues catar fuéu manque te muerras de fríu. You séi que chamái famión a daquién yera inxultalu. (En mis aldeas de estas personas famiones se decían muchas cosas y todas ellas ofensivas. Así por ejemplo se solía decir, que a la casa del famión no vayas a buscar fuego aunque te mueras de frío. Yo sé que llamarle famión a cualquiera era insultarle). FAMUCA.—Famuca, así se llama al comer y tener hambre. La famuca es

FANIEGA.—Faniega, medida de áridos asturiana. FANIEGÁU.—Faniegáu, abundante, mucho, etc. FARÁN.—Farán, harán. FARAGAYA.—Faragaya, menudencia. FARAGAYARSE.—Faragayarse, deshacerse, desmenuzarse, etc. FARDELA.—Fardela, saca, morral hecho rústicamente de cualquier tela. FARDELÁU.—Fardeláu, llena la fardela. También se entiende por abundante.

FARFAYA.—Farfaya, despecho, suciedad, etc. FARFAYÓN.—Farfayón, entiéndese así por las personas que hacen mal sus cosas, tanto en el trabajo que realizan como en su propio aseo. FARGAXÁU.—Fargaxáu, montón, multitud, etc. FARGAYU.—Fargayu, así se llama, una porción de azotes que se propinan a los niños en las nalgas, con la palma de la mano. FARICUS.—Faricus, papillas muy ralas que se hacen con harina de maíz, leche y agua. Los faricus se hacían en mis aldeas con el fin de economizar la harina, ya que la necesidad era tan grande que todas las economías casi resultaban inútiles para vencer al hambre y la necesidad que la mayor parte de las gentes afrontaban. Principalmente los faricus que son lo mismo que el rabón, se hacían para cenar.

calientes son malas para el estómago. De hecho no se pueden hacer unas buenas fariñas como no sea en un pote de hierro. FARINOSU.—Farirosu, harinoso. FARINÓN.—Farinón, así se llama a la persona floja, blanda, etc. FAROL.—Farol, recipiente de chapa de hierro o lata muy fuerte de forma cilíndrica de unos ochenta centímetros de largo por cuarenta de ancho, todo él cubierto de agujeros, que lleva un eje central que termina en una manilla que sirve para continuamente o de vez en cuando revolverlo, ya que el eje gira en una fuerte asa de hierro que se cuelga de las pregancias, este tambor o farol lleva una pequeña puertecita por donde se meten dentro de él las castañas para amagostarlas (asarlas). FAROLES.—Faroles también se llaman faroles a las personas presumidas, así como a ciertos candiles. FARRAPLES.—Farraples, así se llama a las fariñes mal hechas y muy delgadas.

FARINA.—Farina, harina. FARRUCU.—Farrucu, valiente, osado. FARINEIRU.—Farineiru, harinero. FARINES.—Farines ou fariñes, papillas de harina de maíz o de trigo que se comen con leche. Este plato alimenticio llamado también papes, no es nada fácil de hacerlo bien, fino y sin grullos, primeramente hay que buscar que el agua esté en su punto de caliente, después con una mano se van esparciendo puñados de harina dentro del agua del pote a la par que con la otra mano provista de una caza (batidor) se va revolviendo y batiendo con mucha curiosidad y rapidez, una vez que ya estén las fariñes hechas se dejan hervir y de cuando en cuando se van revolviendo hasta que estén completamente cocidas, luego se vacían (se vierten) en los platos o cazuelas y se espera que enfríen un poco antes de comerlas, pues muy

FARTÓN.—Fartón, tragón, hartón. Existe un dicho en mis aldeas que dice así: —Del fartón al folganzán namái que hai qu'una fartura. (Del tragón al holgazán nada más que hay que una hartura. Por regla general todos los tragones profesionales son vagos de reglamento). FARTUCUS.—Fartucus, hartos. FARTURA.—Fartura, hartura. FARXOLUS.—Farxolus, mal vestidos, estrafalarios, etc. FASTA.—Fasta, hasta. FATA.—Fata, tonta, boba, etc.

FATADA.—Fatada, tontería. FATÁU.—Fatáu, montón, mucho, etc. FATU.—Fatu, tontorolo. En este trozo de poesía de Xulín de Lluza titulada “El Probe Fatu”, también se pueden apreciar las variantes que tiene esta palabra. Diba´l probe fatu / tañendu lus fierrus / apaxiétcha con fatus / esgalazáu de fame / fayendu fatáus de mueques / glamiandu llimosna / ente aquel faticáu de xente / engalanáes con bonus fatus / non comu lus qu´él chevaba / que yeren fatucus espiazáus / aviñonáus de faticáus de pioyus.( Iba el pobre tonto / tocando los hierros / vestido con trapos / plagado de hambre / haciendo tontas muecas / pidiendo limosna / ante aquel montón de gente / engalanados con buenas ropas / no como las que él llevaba / que eran ropas despedazadas / ricas en montones de piojos). FATUS.—Fatus, vestidos, trapos, etc. FATUS.—Fatus, tontos, lelos, etc. Como podrán observar esta palabra tiene varias significaciones.

FECHICEIRU.—Fechiceiru, hechicero. FECHU.—Fechu, hecho. FEDIONDU.—Fediondu, que huele mal. FEDOR.—Fedor, mal olor. FÉGADU.—Fégadu, hígado. FÉGADUS.—Fégadus, agallas, fuerza, alma, poder, etc. FELECHA.—Felecha, hembra del helecho. FELECHAL.—Felechal, helechal. En Asturias hay muchos helechales, por ésta razón entre los astures se conoce la Tierrina como la tierra del felechu. En mis aldeas el helecho lo usamos para estrar (mullir) los ganados.

FAXA.—Faxa, faja.

FELPEXUS.—Felpexus, pingajos, en todos los sentidos y vertientes de la palabra desde la ruindad y maldad del Hombre, hasta el deshecho y desperdicio de las cosas que lo rodean.

FAXÍN.—Faxín, fajín.

FEMA.—Fema, hembra.

FAXINA.—Faxina, trabajo ordenado y disciplinado que se hace en andecha (conjunto). También el primer toque militar que aprende un recluta en el Ejército, por lo menos en mis tiempos de soldado. —Nosotros los interpretábamos de esta manera, Soldadito de Franco no tengas pena, que tocando Fajina barriga llena.

FENDEDORIU.—Fendedoriu, tronco grande de madera dura undi se fendíe la cheñe n'estiétchas pá faer bon fuéu d'enria 'l char. Istus fendedorius xempre taben axeitáus na caleya 'l lláu de ca teixá. (Donde se hacía la leña en astillas para hacer un buen fuego encima del llar. Estos fendedorius casi siempre estaban situados al lado del leñero, en la misma calleja junto la casa).

FAYA.—Faya, haya. FENDER.—Fender, hender. FAYAL.—Fayal ou faedal, mente de hayas. FAYUCU.—Fayucu, fruto que produce el haya, hayucos. FECHIZAR.—Fechizar, hechizar.

FENDÍU.—Fendíu, hundido. También cortado, astillado, etc., etc. FERIAR.—Feriar, comprar, vender, tratar, etc.

FERIR.—Ferir, herir. FERÍU.—Feríu, herido.

FERRUÑAR.—Ferruñar, que se llena de herrumbre.

FERMÓUXA.—Fermóuxa, hermosa, bonita, guapa, etc.

FERRUÑOSU.—Ferruñosu, que tiene herrumbre.

FERRADA.—Ferrada, pequeño cubo de madera más ancho en su base que arriba, bandeado con flejes de hierro, que sirve para llevar el agua a los trabajadores.

FERRUÑU.—Ferruñu, herrumbre.

FERRAMIENTA.—Ferramienta, herramienta.

FERVIDIÉTCHU.—Fervidiétchu ou fervidiéyu, infusión de tila, de orégano, de manzanilla etc.

FERVER.—Ferver, hervir. FERVIDOR.—Fervidor, hervidor.

FERRAMEN.—Ferramen, herrajes. FERVÍU.—Fervíu, hervido. FERRAOR.—Ferraor, herrador. FERVOR.—Fervor, hervor. FERRAR.—Ferrar, herrar. FESTA.—Festa, fiesta. FERRAURA.—Ferraura, herradura. FESTEXAR.—Festexar, festejar. FERRAXES.—Ferraxes, herrajes de cualquier calibre, desde les clavos que se ponen a las madreñas, hasta los de los collarones de las vacas, o las bandas y clavos de los carros del país, etc. FERRE.—Ferre, pequeña ave rapaz muy rápida que es el terror de los polluelos. En mis aldeas cuando una gallina tenía una pollarada había que cuidarla sin el menor descuido porque si no el ferre se encargaba de los polluelos en poco tiempo. También se denomina ferre a toda persona dañina.

FESTEXU.—Festexu, festejo. FEXE.—Fexe, hice. FEXORIA.—Fexoria, herramienta parecida a la azada aunque un poco más pequeña, la fexoria es una de las herramientas de mano más usada en Asturias, pues es necesaria para casi todos los quehaceres de la tierra, tales como sallar y arriandar el maíz, las patatas, etc. FEXORIAZU.—Fexoriazu, golpe dado con la fexoria.

FERREIRU.—Ferreiru, herrero. FERRÓN.—Ferrón, cepo de hierro de cazar animales, hay varias clases de ferrones, los hay enormes para cazar al oso y al jabalí, y existen otros más pequeñitos para cazar a las martas y demás alimañas parecidas, como las nutrias, etc.

FEXORIAR.—Fexoriar, trabajar con la fexoria. FEXORIAZU.—Fexoriazu, golpe dado con la fexoria. FEXU.—Fexu, hizo. FÍA.—Fía, hija.

FERRONÁU.—Ferronáu, preso. FIASTRA.—Fiastra, hijastra. FERRUMIENTU.—Ferrumientu, que está lleno de herrumbre.

FIDALGU.—Fidalgu, hidalgo.

FIECES.—Fieces, harina cocida con la leche de las vacas que terminan de parir, a este plato también se le llama cullestrus. FIEDE.—Fiede, que huele. FIENDEN.—Fienden, henden. FIEL.—Fiel, hiel. FIERRU.—Fierru, hierro. FIERRUS.—Fierrus, conjunto de martillo y yunca para cabruñar la guadaña. La gadaña también es en nuestra Tierrina una herramienta manual tan importante como la fexoria, tanto la una como la otra puede decirse de ellas, que son en Asturias las herramientas manuales más principales.

del mes de agosto por esta razón, cuando llegaba la época de ellos, personas y pájaros, gallinas y cerdos, todos nos hartábamos de ellos, frescos y bien maduros son una verdadera medicina para el estómago y para la sangre. Los pajarinos los tenían a pasto todas las horas del día encima de las higueras, los cerdos y las gallinas comían los que estaban aplastados en las callejas cuando por maduros o que el viento los arrancaba de las ramas de las higueras. —La higuera es un frutal misterioso, secular y hermoso, hasta sus hojas cuando el aire las acaricia, o el viento las sacude con fuerza, alumbran una música diferente a la de todos los demás árboles, la higuera no tiene flores, pues nacen los higos a la vez que sus hojas, esto en sí, ya representa uno de los misterios que la rodean. FILA.—Fila, hilera.

FIERRUCARRIL.—Fierrucarril, ferrocarril.

FILA.—Fila, reunión de filanderas en el trabajo de hilar la lana o el lino.

FIERVE.—Fierve, hierve. FILANDERA.—Filandera, hilandera. FIGAL.—Figal, higuera. FILAR.—Filar, hilar. FIGUEIRES.—Figueires, verrugas grandes que les salen a las vacas por debajo la barriga y en la ubre. FIGUS.—Figus, higos. —Na miou aldina per toes lus cháus taba 'mamplená de figales, lu mesmu miguelines que xetembrines que de lus grandies figus d'agostu, per ístu cundu achegaben lus tempus de lus figus, xentes ya páxarus, pites ya gochos, tous nus fartábamus d'échus, friscus ya ben maurus son melecina pal estómadu ya pa la xangre. Lus paxarinus teníanlus a pastu toes les gores del díe d'enría les figales, lus gochus ya les pites enzulábenlus estrapayáus nes caleyes condu per maurus ou per el ventu espriéndien de lus canus de les figales. TRADUCCIÓN.—En mi aldea por todos los lados estaba llena de higueras, lo mismo de higos miguelinos, que setembrinos, que de los grandes higos

FILU.—Filu, hilo. FILU.—Filu ou del filu, así se llama a las simientes que no se reproducen. También se suele decir despectivamente que una mujer o un hombre es del filu, cuando no pueden tener descendencia. FILVANAR.—Filvanar, hilvanar. FINCAR.—Fincar, plantar, tocar, morder, etc. FINCÁU.—Fincáu, plantado. FINXAR.—Finxar, plantar los mogones en las fincas con el fin de limitar las propiedades. FINXU.—Finxu, mojón.

FISGÁU.—Fisgáu, roto, arañado, resquebrajado, etc.

FLOXA.—Floxa, floja. FLOXURA.—Floxura, flojedad, etc.

FISGUEIRAR.—Fisgueirar, mirar, fisgar, etc.

FLOXUS.—Flexus, sin fuerza, sin poder, flojos.

FITU.—Fitu, muñón, mojón. FISTIELLA.—Fistiella ou fistiétcha, pequeño valle muy cuesto encajonado entre montañas con una sola salida angosta y difícil.

FLUXUS.—Fiuxus, limius, babas que vierten las hembras por la clica. FOCETA.—Foceta, foiceta. FOCETAR.—Focetar, foicetar.

FÍU.—Fíu, hijo. FOCETE.—Focete, foicín. FIXERA.—Fixera, hiciera. FÍXESE.—Fíxese, fíjese. FIXÁU.—Fixáu, fijado. FIXU.—Fixu, hizo. FIYA.—Fiya, hija. FIYAR.—Fiyar, fiarse. FIYASTRU.—Fiyastru, hijastro, FIZU.—Fizu, hizo. FLAIRE.—Flaire, fraile. FLAIRÓN.—Flairón, así se llama despreciativamente a la persona floja, cobardoso, etc. FLAMA.—Flama, llama, fuego. FLAMIAR.—Flamiar, llamear, arder. FLAMIÁU.—Flamiáu, encendido, en llamas. FLATUS.—Flatus, dolores entre las costillas o el vientre producidos por el frío o por esfuerzos, etc. FLEPUS.—Flepus, flecos, pingajos, colgantes de poca monta. FLEXE.—Flexe, fleje.

FOCHARASCA.—Focharasca, hojarasca. FOCHARASQUEIRU.—Fochasqueiru , lugar lleno de hojas, gresca menuda, etc. FOCHÁUS.—Focháus, pequeños haces que se hacen con las ramas verdes de los fresnos y tilos. —Lus focháus s'encalden cundu lus branus nun truxerun bona coxiétcha de yerbe, ya lus payares tan baxus de yerbe, entóus toes les xentes xapién qu 'l envernu va ser famientu p'el ganáu, per istu s'atrupa tous lus focháus que se puéan de lus frisnus ya les tilales, pos istus ramaxes allimentes ya son bonus pal ganáu. Nes teixáes de les mious aldines, cundu les vaques bramen ou berren de fame nus enfernus, les xentes non son fellices ya tan atristeyáes, ya pa que nun xucéan istes couxes, les xentes corrompinen lus payares de tou lu qu'el ganáu puéa rumiare. TRADUCCIÓN.—Los haces de ramajes se hacen cuando los veranos no trajeron buena cosecha de hierba y los pajares están muy bajos de ésta, entonces todas las gentes saben, que el invierno va ser hambriento para el ganado, por esta razón recogen todas las ramas que puedan de los fresnos y de los tilos, pues estos ramajes alimentan y son buenos para el ganado. En las casas de mis aldeas, cuando las vacas en los inviernos mugen de hambre, las gentes no son felices y están tristes, y para que no

sucedan estas cosas, las gentes llenan sus pajares de todo lo que el ganado pueda comer. FOCHICU.—Fochicu, fueye de la piel de una cabra que se usa para llevar el grano al molino y guardar la harina en él. Los fueyes cuando se hacen son buenos, conservan muy bien la harina.

FOIZ.—Foiz, hoz grande que sirve para cortar troncos hasta de una cuarta de gruesos, va mangada con un mango fuerte de madera de avellano o fresno, es también una herramienta muy principal en mis aldeas. FOIZAZU.—Foizazu, corte o golpe dado con la foiz.

FOCHICÁU.—Fochicáu, montón, mucho, fueye o fuelle lleno.

FOLAS.—Folas, olas de calor, de frío, de agua, etc.

FOCICADA.—Focicada, hocicada, también caída. Y también se dice focicada cuando uno recibe un mal gesto de otra persona.

FOLÁU.—Foláu, enojado, sulfurado, airado, etc.

FOCICAR.—Focicar, fisgar, maricar, caciplar, también hocicar.

FOLGÁU.—Folgáu, descansado.

FOLGAR.—Folgar, ociar, holgar.

FOLGAZÁN.—Folgazán, holgazán. FOCICONA.—Focicona, que tiene, mal gesto, también amiga de enojarse, y también dada a hocicar. FOCICUS.—Focicus, hocicos. FOGAIRADA.—Fogairada, hoguera con muchas llanas. FOGÁU.—Fogáu, apagado, ahogado. FOGUEIRA.—Fogueira, hoguera. FOGUEIRÍN.—Fogueirín, pequeña hoguera. FOICETA.—Foiceta, hoz del tamaño mediano. FOÍN.—Foín ou fuín, así se llaman a las personas amigas de apoderarse de lo que no les pertenece, y también a las que son falsas, traidoras y dañinas, así como aquellas otras que son ágiles, rápidas, listas, etc. FOINA.—Foina ou fuína, así se llama a la marta o gardoña de piel muy fina y muy cara. La fuína junto con el rapiegu y los ferres son los tres enemigos más grandes que tiene los gallineros.

FOLIÁU.—Foliáu, gastado, usado, estropeado. Recuerdo que se decía foliadas a las muyeres que paraxaben munchu (a las muyeres que puteaban mucho). FOLIXA.—Folixa, juerga, alegría, cante baile, etc. También se entiende por folixa a la riña, al follón, a la pelea, etc. FOLIXEIRU.—Folixeiru, amigo de armar folixa. FOLLAR.—Follar, paraximesquear, putear. FOLLEIRU.—Folleiru, troyeiru, estercolero, barrizal, etc. FONDEIRÁ.—Fondeirá, pequeña llanada que pueda haber en lo más bajo de las tierras, prados, etc. FONDEIRU.—Fondeiru, la parte más baja de las cosas. FONDIRU.—Fondiru, fondeiru. FONDIÁU.—Fondiáu, ahondado profundo, etc.

FONDICU.—Fondicu, pequeña hondonada, pozo, etc. FONDIGONÁ.—Fondigoná, hondonada.

FORFUEGA.—Forfuega, dícese de la persona asmática que le cuesta mucho trabajo respirar cuando tiene que hacer algún ejercicio.

FONDU.—Fondu, hondo.

FORGAS.—Forgas, virutas de la madera o metales.

FONDURA.—Fondura, hondura.

FORGAXAS.—Forgaxas, virutas.

FONTÁN.—Fontán, fuente con remanso de agua en los prados o puertos donde suele beber el ganado.

FORGÁU.—Forgáu, limpio adelgazado, etc.

FONTE.—Fonte, fuente. FONTIQUNA .—Fontiquina, fuente muy estimable y con buenas aguas.

FORGAXÉIRU.—Forgaxéiru, lugar lleno de virutas o de cosas sin importancia. FORGIAR.—Forgiar, limpiar, adelgazar la madera sacándole virutas.

FORA.—Fora, fuera. FÓI.—Fói, fue.

FORIA.—Foria, así se dice cuando las personas o animales andan de diarrea.

FORANU.—Foranu, foranio.

FORIÁU.—Foriáu, cagado, sucio, etc.

FORAR.—Forar, agujerear.

FORMIENTAR.—Formientar, fermentar, lleldar, hacerse o transformarse una cosa por mediación de su fermentación o lleldamientu.

FORÁU.—Foráu, agujerado, taladrado, etc. FORASTEIRU.—Forasteiru, forastero. FORCA.—Forca, horca. También herramienta de madera, en Asturias usada para esmarallar la hierba, recoger la paja, etc. FORCÁU.—Forcáu, herramienta de labranza parecida a la forca. FORCÁU.—Forcáu, así se llama al tira piedras o estira gomas. FORCEYAR.—Forceyar ou forcexar, forcejear. FORCEXUDU.—Forcexudu, fuerte, resistente, etc. FORCIA.—Forcia, fuerza. FORCIAR.—Forciar, forzar.

FORMIENTU.—Formientu, fermento o cheldadura que origina la transformación de las cosas. FORMIGA.—Formiga, hormiga. —Un díe fae ya un mamplenáu d'anus, you llindié una formiga to un díe 'nteiru. Disdi mu guaxetu xempre perdi munchu tempu n'uxervancia de les couxes ya de les criatures que you conxideraba pamindi dines de respeutu. Alcuérdume que xucedióu nun mes de Xuniu, aquecha mañán solayeira, melgueira ya cantarina de miou aldina, dunde tous lus allegres paxarinus canticaben fellices ya ñamoráus del sou vivir xantificante, xamás esborróuxe del miou penxamentu ya faticáus d'enfenites veices you envidátche per echa, ya per ístu, cheguéi a conxiderar les formigues comu les criatures mai poderóuxas del Uñiverxu enteiru.

—Topéime con la formiga nun caleyón enllabanáu de la miou aldina sóu les nove la mañán, aguetchele d'enría una llábana engarradiétcha nuna chuquinante llucha escontres un guxanu que yera per lu menus cen veices más grandie qu' écha, 'l guxanu erriestrábase ya encibiétchabase sou xin mesmu, xin llograr esfaese d’aquecha formiguina que yera roxiquina lu mesmu que les panoyes, agabuxéime you ‘l lláu d’echa pa mexor agüeyala, ‘l guxanu despós de llargu tempu d’espurrixe ya encoyese, na sou llucha escontres de la formiga, pos manque oitres formigues queríen apurríye gavita a la sou hermena, you nun lu premiti, ya tou vichu viviente que s’arimare ‘l lláu de la formiguina l’estrapayaba escontres el xuelu. Falu qu’el guxanu ya canxéu, quedóuxe un poucu amormullecíu, ya entóus la formiguina dexóu d’acanilar per él, xebróuxe del sou lláu espatuxandu con la rapidez d’una centecha comu dous cuartes en derredor del guxanu, despós puénxuse espurría d’enría les sous pates traxeires y’afilandu les sous antenes con muncha rapidez comu xin quixés glamiar gavita, ya despós con la priexa d’un rellámpagu, golguióu oitra veíz acanilar pel guxanu nel mesmu xeitu qu’endenantes lu fixera, ísti ‘l probe golguióu espurrixe ya encoyese, enriestrase ya encibiétchase sou xigu mesmu fasta que denuéu quedóu oitra veíz amormollecíu, entóus la formiguina golgú faer lu mesmu qu’endenantes fixera, peru nisti cheldar la distancia que recorrióu fói ‘l doble que la primeria, e anxina féxulu oitre fatáu de veices, fasta qu’a la postri quedóu ‘l guxanu morríu d’afechu, entóus la formiguina comencipióu arrastrar el guxanu xin dirección fixa, lu mesmu p’un lláu que p’oitre, xin faer pouxa na sou brexa, ya cundu dexaba ‘l sou enlloquecíu trabayu d’arrastriar aquel guxanu que pesaría cen veices mái qu’écha, espatuxaba con galamiades más llargues cuaxi xempre ‘n rondalada del guxanu qu’achegaben fasta dous metrus ya mái de llexura, ya xempre fayendu afiladura con les sous antenes, pa nescape golguer al lláu del

guxanu ya con la mesma fuercia de xempre l’arrastriaba d’un lláu p’itre ya tal me paicía amindi que caveíz lu chevaba con mái llixereza, quiciavis qu’axindi fora per mor que la callor enxugara la sustancia del guxanu, ‘l casu fói, que’achegóu l’atapecer del díe, ya xebréime you del lláu de la formiga pa la miou teixá, ya en tou ‘l tempu que l’uxervéi, nun paróu de galamiar ya trabayar, nin tan xiquiés el tempu d’un pistañéu. Aquecha formiguina galamióu en tou ‘l díe mái d’un quillómetru de distancia y’arrastrióu aquel guxanu per lu menus cen metrus. Xin nagora faemus comparancies, ente la formiga ya ‘l Home, conxiderandu a ísti cen millones de veices mái grandie que la formiga, pos tendría que llevantar un pexu de ochu mil quilus, ya carrapotialu xin pouxa nin xenaldu dez millones de quillómetrus, nel mesmu tempu qu’espatuxara galamiandu cen millones de quillómetrus mái. Anxina you penxu, qu’el mundiu de la formiga ye inxeniu que’el home tavía nun escubrióu, pos you cuntu, qu’una criatura que mora ‘l lláu nuexu, que ye capaz de faer tal trabayu ya galamiada nuna sorná de sou vida, ye dalgu qu’ el Home ten qu’escubrir con priexa, se quier dalgún díe faer él lu mesmu que la formiga, ya nun sólu nel sou trabayu ya poder, senún nel vivir felliz sou enfinita vida. TRADUCCIÓN.—Un día hace ya muchos años, yo vigilé y cuidé una hormiga todo aquel día entero. Desde muy niño siempre he perdido mucho tiempo, observando las cosas y las criaturas, que yo consideré según mi parecer dignas del más alto respeto. Me recuerdo que sucedió en un mes de Junio, aquella mañana solariega, dulce y cantarina de mi aldea, donde todos los alegres pajarinos cantaban felices y enamorados, su placenteroso vivir santificante. Jamás se borró de mi cerebro, y muchas, infinitas veces, yo he pensado en ella, y por esto, llegué a considerar las hormigas, como las criaturas más poderosas del Universo entero.

—Aquel lejano día, yo me encontré con la hormiga en un callejón enlosado de mi aldea, serían las nueve de la mañana cuando la vi encima de una losa peleándose dentro de asesinante lucha, contra un gusano, que era por lo menos cien veces más grande que ella. El gusano se enroscaba, se doblaba y se retorcía sobre si mismo, sin lograr deshacerse de aquella hormiga, que era rubia lo mismo que las mazorcas, yo me agaché al lado de ella para mejor repararla, y vi como el gusano después de largo tiempo de estirarse y encogerse, de luchar ardorosamente en contra de la hormiga, pues aunque otras hormigas querían prestarle ayuda a su hermana, yo no permití, que ningún bicho viviente se arrimase a ella. Digo, que el gusano ya cansado, se quedó un poco adormecido y entonces la hormiga dejó de a colmillar por él, alejándose de su lado, corriendo a la velocidad de una centella, como dos cuartas alrededor del gusano, después se puso estirada encima de sus traseras partes, a la vez que afilaba sus antenas con grande rapidez, como si pretendiese pedir ayuda o comunicación con sus compañeras, y después con la prisa de un relámpago, volvió otra vez a morder el gusano, en el mismo lugar que antes lo hubiera hecho, éste, el pobre, volvió a estirarse y encogerse, a enroscarse y retorcerse consigo mismo, hasta que de nuevo quedó otra vez adormecido por el descomunal esfuerzo que en su defensa hacía, entonces la hormiguita volvió hacer lo mismo que antes hiciera, pero en este suceder la distancia que recorrió fue el doble que la primera y así lo hizo otras muchas veces hasta que a la postre quedo el gusano del todo muerto, entonces la hormiga comenzó a arrastrarle, según mi parecer sin dirección ni rumbo determinado lo mismo le arrastraba para un lado que para el otro, sin hacer la más mínima parada en su endemoniada brega, y cuando cesaba en su ardoroso y enloquecedor trabajo de arrastrar aquel gusano que pesaría cien veces más que ella, hacía meteóricas carreras cada vez más largas, casi siempre en círculo

alrededor del gusano, que eran hasta más de dos metros de distancia y a veces hasta ocho o diez y siempre moviendo y afilando sus antenas, para de nuevo volver al lado del gusano, y siempre con la misma fuerza y ardoroso entusiasmo le arrastraba de un lado para otro, y tal parecía que cada vez le llevaba con más ligereza, y tal vez fuera por la causa del calor, que secaba la sustancia del gusano. El caso fue, que llegó la oscurecida del día, y fue entonces cuando me alejé del lado de la hormiga y me marché para mi casa, y en todo el tiempo que la vigilé y observé, que fueron más de doce horas, no paró de correr y de trabajar ni tan siquiera el tiempo de un pestañeo. —Aquella pequeña hormiga recorrió en todo el día mas de un kilómetro de distancia, y arrastró aquel gusano por lo menos cien metros, si ahora hacemos comparanzas, entre la humilde hormiga y el soberbio Hombre, considerando a éste cien millones de veces más grande que la hormiga, pues tendría que levantar un peso de ocho mil quilos, y llevarlo sin parada ni descanso diez millones de kilómetros, en el mismo tiempo que tendría que recorrer cien millones de kilómetros más. Por éstos razonamientos yo pienso, que el mundo de la hormiga es un ingenioso misterio, que el Hombre todavía no descubrió y yo pienso que una criatura que vive al lado nuestro, que es capaz de hacer tal trabajo y recorrer tal distancia en una sola jornada de su vida, es algo de lo más poderoso que el Hombre tiene que descubrir con grande prisa, si quiere algún día poder hacer lo mismo que hace la hormiga y no sólo en el trabajo y en el poder, sino en el vivir feliz su infinita vida. FORMIGÁU.—Formigáu, hormigado. FORMIGUEIRU.—Formigueiru, hormigueo. FORMIGUERU.—Formigueru, hormiguero. FORNADA.—Fornada, hornada.

FOXA.—Foxa, fosa. FORNICU.—Fornicu, horno pequeño. FOYÁUS.—Foyáus, focháus. FORNIÉTCHU.—Forniétchu, horno de poca monta.

FOYARASCA.—Foyarasca, hojarasca.

FORNÍU.—Forníu, fornido.

FOZAR.—Fozar, hocicar.

FORNU.—Fornu, horno.

FOZÁU.—Fozáu, hocicado, removido, etc.

FORQUETA.—Forqueta, herramienta de madera con dos o tres dientes parecidos a la horca, sólo y exclusivamente sirve para andar a la hierba, a la paja, al helecho, etc. FORQUETU.—Forquetu, parecido a la forqueta, sólo que éste es más grande y rústico se aplica como soporte de baraladas, de árboles, de setos, etc., etc. FORQUÉUS.—Forquéus, así se llama a los rastros o ramus de acarrear la hierba. FORQUEDÁUS.—Forquedáus, así se llama a los corceyus ou corcexáus ou rametáus de hierba. FORQUICIUS.—Forquicius, sujeciones, apoyos, etc. FORRAXE.—Forraxe, forraje. FORRUÑÓN.—Forruñón, así se llama a la persona avariciosa, atuñá.

FRADA.—Frada, tala, poda, corta, etc. FRADAR.—Fradar, cortar, podar los árboles, o los matorrales, los zarzus (sebes) de los prados. Entiéndese por frazar el cortar, derribar cualquier cosa. FRADÁU.—Fradáu, podado, cortado, etc. FRANCESAS.—Francesas, clase de manzanas y cerezas muy tempranas, muy sabrosas, las cerezas grandes y las manzanas pequeñas. FRANCIA.—Francia, así se denomina cuando una persona hace un buen negocio, o tiene fortuna en alguna cosa. FRANQUIAR.—Franquiar, taladrar, horadar, etc. También se entiende por franquiar el abrir puertas o cualquier otra cosa de par en par. FRANXA.—Franxa, franja.

FORRUÑU.—Forruñu, ferruño. FOSCA.—Fosca, hosca. FOSCÁU.—Foscáu, enfadado.

FRAÑÍR.—Frañír, romper, partir, cascar, etc. FRAÑUCAR.—Frañucar, romper, cascar, etc.

FOSCASE.—Foscase, enojarse. FORXAR.—Forxar, forjar. FORXÁU.—Forxáu, forzado. FORZA.—Forza, fuerza. FOXACU.—Foxacu, pequeña hondonada.

FRAYADAS.—Frayadas, cojas, cansadas, etc. FRAYADURA.—Frayadura, cojera, agotamiento, magullamiento, paliza, etc., etc. FRAXIL.—Fraxil, frágil. FRAXILIDÁ.—Fraxilidá, fragilidad.

FREBA.—Freba, fibra, chuleta de carne. FREBOSU.—Frebosu, fibroso, resistente, tenaz, etc. FRECHA.—Frecha, fleca, brecha. FREIRUS.—Freirus, magos, curanderos, desencantadores de embrujamientos, etc. De los Freirus se han contado muchas historias, algunas ciertas, otras meras leyendas y muy pocas están en lus cuentos. Yo ahora les voy a contar la historia relacionada con lo misterioso de las Xantinas y freirus. "L'ESTORIA DE XANTA ROUXA" —Acorreláu per argutóuxes cumes que fasta les mesmes ñubes s'espurríen, pa xorber d'échos nus envernus les ñeves ya nus branus les güáitades, ben per mor de les borrines ou de bétchadas orbayadas, ou de choveres xin tinu, cundu atroñiquen lus cielus, ya en pocétchos centellóuxes s'esmadrían ente reblagus en manplenáes de riadas. Ou cundu nes campes nuétches baxu 'l paxiétchu d'estrellas, qu'acobertorién lus érus de moyadas alboriadas, ou cundu 'l tempu trastola, ya baxan prietes borrinas xemandu las orbayadas, que fartucaben al vátche que comu xardín divinu per les argutóuxes cumes yera curiáu en muriada. —Nisti vátchiquin d'enxuenu que mil nomes xin chevara, mal nomáu xamás cheldara, perque mil vátches semexus a miou Melgueirina Asturies per tous lus lláus l'engalanan. Isti vátche yera un xardín que xempre verdi lu taba, lu mesmu nel plenu envernu que nel branu magosteiru, dou embruxantes aldines per uquiera lu poblaban, de xentes fortes ya bravas, que fellices trabayaban, disdi que el sol allumbraba, fasta que la nuétche prieta nun dexaba güétchar nagua. —Sous erus daben lu mesmu 'l perexil que l'escanda, lus arbeyinus de Mayu, ya tou la clás de ximiente qu'el llabrador la xemara. Nus sous teixus tou la fame taba d'afechu xebrada.

—Allindiaben sous rebañus d'uveyes, vaques, ya yegues, que nus préus, ou nas brañadas pastiaben yerbes mu sanas. Nuna 'ldina d'isti vátche fae mamplenaú d'anus, fexu rellumbru ista hestoria que l'uréei cundu guaxe de chingua d'un bon vaqueiru que tamén él l'ureáre. —Ista cheyenda ou hestoria que ches cuntu you nagora, fói fecha per el amore, 'l xufrimientu ya la chárima, ya per oitres munches couxes qu'allumbra l'alma humana. —Yera Rouxina tan pura, tan ñatural ya melgueira, tan fermóuxa ya ben cheldá que nin el mesmu Faidor oitra mexor n'encaldara. Yera fía d'una viuda de rancuayina llabranza, qu'ente les dous trabayaben, con la gavita l'aldina, que toes sous xentes con gociu l'apurríen cundun cuadraba. Perque Rouxina yera dalgu que embruxaba y encantaba, que semaba l'allegría per uquier qu'espatuxara, Rouxina xegún les xentes yera un anxelín del ciellu, tan roxiquina y a guapina comu las divinas xanas. —Sous güétchus yeran mesterius qu'al mirar tou l'embruxaban, l'allumbraben d'allegríes, l'alleraben d'esperancias, l'aviñonaben pel gociu qu'en sou alma fogueiraba. Sous güétchus faían falugus, apurriendu mil promexas xin écha falar pallabra. Tous lus mozus d'aquel vátche taben ameruxáus d'amore per la melgueira Rouxina, pos tóus ca cual per xigu, cuntábenxe ben queríus per la melgueirina xana. —Cundu chegaben les romeríes naquel vátche d’énxuenu, toes les xentes dexaben lous trabayus, y'apaxiétchaes con sous gales de festa, diben allegres ya fellices con xantificanti respeutu, a festexar al sou Xantu ou Xantina que tou 'l añu le reizaban, rogándoyes que sous femes nun mal partu nun bétcharan ou que lus chobus ya 'l oxu nun chuquinaren sous vaques, sous uvées ou cheguadas, ou qu'el tempu vena bonu p'el maíz ya las patacas, ya cundu 'l mes de la yerbe nun choviere nin orbayara, pa poder metela bona nus payares ya nas baras, axín como oitres couxes que a sous Xantus pigüeñaban.

—Ya trés lus reizus al Xantu ou a la Vírxen qu'aduraban, tóus diben pa sous teixus en hermaná fellizada, y'enzulaben el banquete que faíen col cordeiru mexor de la sou teixada, ya oitres guixus ya llambicus, que pa tal chelda forniaban. —Ya despós de tous fartus e achegres en romaurada, colaben pa la campeira dou lus múxicus gaitaban, ya tóus xemáus de diches con alegría danciaban lu mesmu la xente viétcha qu'angunes xotes danciaba, que la xuventú enteira que de baítchar n'adondaban, xempre xuníus nel dexéu de la querencia qu’embruxa l 'amore que ca cual cata, mái nus mozus que nes móuces pos ístas son mái recatas, perque la fema que pirdi la sou gonra endenantes de qu'el cura la caxara, cheva cuaxigu la duda de ser muyer fellizada. (Bona dote tenes fía, que yes fermóxa e gonrada, 'l díe que pirdas la gonra si nun yes muyer caxada, tou dote nun val pa nagua). Axin falaben les maes tous lus díes a sous fías, enus tempus d'endenantes, cundu la mútcher namái que yera 'l ama en sou teixu cundu 'l sou home nun taba. Peru güéi que la muyer ye 'l xuez que chelda les lleyes, ou 'l guardia que t'encarxela, ou 'l aboguéu falancieru que la xusticia simielga ou 'l fiscal endiañáu que t'achuquina xin pena, falu you que la mútcher güéi poucu estima sou gonra, sou embruxu mesterióxu, sou divinidá grorióuxa, sou ser má del mesmu Cristu, sou ser mantina e fermóuxa. —Ya coyendu la güítcha p'afalar denuéu continu ista hestoria ou cheyenda, falu qu'achí naquel baítche, tous lus mozus faíen dance p'eñamorar a Rouxina, tóus lampriáus nel esgolazu queríen xorber nus sous güétchus el embruxu qu'allumbraben, d'angunus envallentáus falábenle mu xellín que taben per écha llocus, peru Rouxina xonrienti a dalgún sou xi ches daba, ya ñocenti comu ‘n ánxel con sous embruxantes güeyus ya sou melgueira falancia, per xemexu afalagaba, engolguiéndulus nun fuéu que mái sou amore queimaba. —E anxín con tóus per lu mesmu, danciaba ya se reyía, falaba ya

canturriaba, ya sous güeyus mesterióxus l’amor per uquier xemaban. TRADUCCIÓN.— (LA HISTORIA DE SANTA ROSA). Rodeado por altas cumbres, que hasta las mismas nubes con gallardía se estiraban, para beber de ellas en los inviernos las nieves y en los veranos las aguas, bien por mediación de nieblas o de ricas escarchadas, o de lluvias que sin tino cuando los cielos tronaban y la centella o el rayo como la luz caminaba, y las nubes se rompían en torrentes de riadas. O cuando en las noches claras bajo el manto de estrellas, que cubrían todos los campos mojados por la alborada, que tal hartaba a todo el valle, que como jardín divino, por las altas montañas era cuidado por sus naturales murallas. —En este valle de ensueño, que mil nombres si llevara mal llamado jamás fuera, porque mil valles divinos, parecidos este ensueño, en mi Dulce Tierrina por todos sus lados la engalanan. —Este valle era un jardín que siempre verde lo estaba, lo mismo en el pleno invierno, que en el verano más caluroso, donde embrujadoras aldeas por todas partes poblaban, de gentes fuertes y bravas que felices trabajaban, desde que el sol salía, hasta que la oscura noche no dejaba ver ya nada. Sus tierras daban lo mismo el perejil que el trigo, que los guisantes tempranos, que cualquier clase de siembra que el labrador trabajara. En sus casas toda hambre del todo estaba apartada. —Las nobles y bravas gentes de aquel valle de ensueño, cuidaban a sus rebaños de ovejas, vacas y yeguas, que en los verdes prados, puertos, morteras u brañas, pastiaban abundantes y buenas hierbas. En una de las aldeas de este valle, hace muchos años se a alumbró esta historia, que yo escuché siendo niño, de boca de un buen vaqueiru, que también él la escuchara. —Esta leyenda o historia que yo les voy a contar ahora, fue nacida del amor del sufrimiento y la lagrima y de muchas otras cosas que alumbra el alma Humana.

—Era la joven Rosina tan, pura y tan natural, tan dulce y tan hermosa, y también deseada estaba, que hasta el propío Hacedor otra mejor no creara. Era hija de una viuda de muy pequeña labranza, que entre las dos trabajaban, con la ayuda de las gentes de la aldea, que les prestaban cuando la necesitaban. Rosina era ése algo que embrujaba y encantaba, que sembraba la alegría por donde ella caminara. Rosina según las gentes, era un angelín del cielo, tan rubia y hermosa como las divinas Xanas. —Sus ojos eran misterio que al mirar todo lo embrujaba, alumbrando la alegría, repartiendo la esperanza, llenando a todos del gozo que en su alma se hornaba. Sus ojos hacían halagos prodigando las promesas sin ella decir palabra. Todos los mozos del valle estaban llenos de amor por la dulce y encantadora Rosina, y cada cual para si mismo ya se contaba amado por la preciosa diosa. —Cuando llega el tiempo de las fiestas o romerías en aquel valle de ensueño, todas sus gentes dejaban sus trabajos, y vestidos con sus mejores galas, iban alegres y felices, con santificado respeto, a festejar a su Santo o Santina, que en todo el año le rezara, rogándole que sus hembras tuvieran un buen parir, o que los lobos o el oso no matase a sus ganados, o que el tiempo viniese bueno para el maíz, y las patatas y que en el mes de recoger la hierba no lloviese ni lloviznara, para poder tener buena hierba en los pajares y las varas, así como muchas otras cosas que a sus santos les rogaban. Y tras de los rezos al Santo o a la Virgen que adoraban, todos se marchaban para sus casas en hermanada felicidad, y festejaban el banquete que hacían con los corderos mejores de sus rebaños, y otros guisos y confites que para tales fiestas se industriaban. —Y después de todos hartos y alegres en romería, se iban para la campa donde los músicos tocaban, y todos llenos le dichas con alegría danzaban, lo mismo las gentes viejas que algunas jotas bailaban, que toda la juventud que de danzar no casaba, siempre unida en el deseo, de la

querencia que embruja, el amor que cada cual buscaba, más en los mozos que en las mozas, pues éstas son más recatas, porque la hembra que pierde su honra antes de ser casada, puede que jamás alcance la felicidad soñada. (Buen dote tienes hija mía, que eres hermosa y honrada, el día que pierdas tu honra sino eres mujer casada, tu dote no vale nada). Así hablaban las madres todos los días a sus hijas en los tiempos ya pasados, cuando la mujer sólo era el ama en su casa siempre que el hombre no estuviera. Pero hoy que la mujer es el juez que hace leyes o el guardia que te encarcela, o el abogado hablador que la justicia menea, o el fiscal endemoniado que te asesina sin pena, digo que hoy la mujer muy poco esta a su honra, su divinidad gloriosa, su ser la madre de Cristo, su ser querida y hermosa. —Y cogiendo la aguijada para arrear con tino esta leyenda o historia, les digo que en aquel valle de ensueño, todos los mozos, bailaban, reían, cantaban y todo cuanto hacían y pensaban iba encaminado para enamorar a la hermosa y divinizante Rosina, pues todos estaban hambrientos y sedientos hasta el enloquecimiento, por poder satisfacerse con las embrujantes miradas de sus misteriosos y encantadores ojos, algunos mozos más osados, le decían muy despacio y con grande veneración, que estaban enloquecidos de amor por ella. Pero Rosina sonriéndose siempre con su candidez acostumbrada, a ninguno le daba su sí, e inocente como un ángel, con sus embrujantes ojos y su dulce palabra, por igual a todos halagaba, envolviéndoles dentro de un embriagador y divino fuego en el que sólo su amor les quemaba. Y así con todos por igual, bailaba y se reía, hablaba y cantaba, y sus ojos misteriosos el puro e inocente amor por todas partes sembraba. "JUAN EL CURANDERO" —Era Juan hombre maduro sin llegar en esta edad a su total madurez, y era viejo en ser tan pobre como la propia vejez, pues no hay viejo que sea rico aunque

más dineros tenga que el mundo que tener. Ya que el dinero en el viejo (y a esta edad yo he de llegar si la parca en mi camino no me siega mi querer, y quisiera me respeten como yo desde mi infancia con el anciano lo hacer) u otra riqueza que fués, sólo le sirve de abrigo, de tranquilidad tal vez, y para que todos sus deudos le mimen y les respeten, como el mejor de sus males para heredarle después. —Yo no se si me comprenden por no explicarme muy bien, yo no llamo viejo al tiempo, porque el tiempo viejo no es, yo llamo anciano a los seres que han perdido la alegría, la ilusión y el apetito, y cuando esto se pierde el más joven viejo es. —Digo yo que me han contado, que Juan no tenía riquezas, y que vivía solitario en una humilde cabaña que él mismo se fabricara, era hijo de aquel valle, dónde sus padres un día tuvieran buena labranza, pero siendo él un niño que apenas lo recordar, vendieron toda la hacienda y se fueron a ultramar. Y en aquellas tierras ricas al otro lado del mar, Juan conoció la fortuna que del trabajo sus padres la pudieron enfornar (hornar), también conoció el amor, y la alegría de vivirlo con el placer que él te dar, pero el vicio de las drogas que a otros muchos te empujar, le hicieron perder su suerte y en la desgracia rodar, y esta negra desventura al presidio le llevar, de dónde salió tan pobre de riquezas y de honor, que en él ya nadie confiar. —Desesperado y mendigo, sin familia y sin hogar, Juan regreso a su Tierrina, al valle que había nacido, y a las argutas montañas que con recelo le guardar, y una vez en el lugar dónde él al mundo llegar, en terreno comunal edifico su cabaña, y tras ella hizo una huerta que con sapienza cuidar, dónde florecía la planta que tras bien elaborada él con placer la fumaba y del mundo se olvidar. —Juan vivía de la caza, de la pesca de ser hombre de mente despierta a ultranza, y quizás bien educada en el delicado oficio de curar la enfermedad, pues él sanaba a las gentes con sus potingues y ungüentos industriados con las plantas que en el

monte él arrancar, así aliviaba el reuma, los catarros y otros males, que el médico no sanar. Muchas veces sus palabras sabias por bien atinadas, hacían más bien al enfermo, que el doctor y su receta, que a parte de ser muy cara, raras veces era eficaz. —Juan era un astur de casta, de estatura premediada, de rostro agradable y firme, con nariz recta y holgada, de boca que sonreía aunque palabra no hablara, de ojos tristes y avispados, del color de la esmeralda, sus cabellos eran negros para contraste de raza, y su caminar sereno tranquilidad sin par, le daban el firme aire de poder y libertad. Juan practicaba la industria de curar la enfermedad no cobrando jamás nada, pero todos le ofrendaban mucho más que si cobrara, quizás fuese porque Juan, era hombre que las gentes le querían, le admiraban y le honraban. —Una tarde estaba Juan sentado frente a su casa, que alejada de la aldea en solitario se alzaba, silencioso y cabizbajo no viendo que le observaban, Juan cavilaba en silencio, o tal vez feliz lo fuera y en nada quizás pensara. Más de pronto alguien le dijo con voz cristalina y clara, como las aguas que nacen en las fragosas montañas, con voz cantarina y brava, como la que hace el malvís en la libertad del campo, dueño y señor de su ente, no siendo esclavo de nada, con voz mansa y adulzada, como la que hace la hembra, cuando a su amado le invita, o a su cachorro le halaga, con voz cálida e inocente, como los rayos del sol que dan vida a todo ser, sin preguntar si hay algunos que no merecen tal gala con voz que era un embrujo, para cualquier ser viviente que su música escuchara: —¡Señor Juan! ¿Se encuentra enfermo, o tal vez tiene tristezas que le infelizan su alma? —Juan levantó su mirada, y allí en mitad del camino Rosina le reparaba, con sus candorosos ojos y una divina sonrisa que en sus boca bailoteaba. —¡No preciosa soy feliz, no tengo en pobreza nada, que me fabrique el dolor, ni el odio ni la venganza, ni el egoísmo maligno, ni una ilusión desquiciada!

—¡Soy feliz porque soy rico, al saber que no poseo querella de hacienda vana, tengo comida y cobijo, vecinos que bien me quieren y muy tranquila mi alma. —¿Puedo sentarme a tu lado a charlar si tiene gracia...? —¡Tengo la gracia del cielo, cuando hasta mi lado llega, la hermosura más preciada por la inocencia guiada! —¡Puedes Rosina si quieres hacer cuanto a ti te plazca! —¡Señor Juan, yo soy curiosa, como mujer bien pagada, cuentan en la aldea cosas de usted y ninguna mala, pero yo quiero saber esa tristeza que tienen sus ojos que ahora me halagan, ese no querer tener, cuando todos en la vida, por el poseer se afanan! —¡No están tristes mis pupilas, ya que en verdad son dichosas, tal vez se encuentran cansadas, por el placer tan inmenso que en todo momento gozan! —¿Cómo es posible señor, que estando sólo en su choza con agranda *** ***y de todas sus bondades, y ocasiones hubo muchas en que estándome yo sola he pensado en bien amarle. Señor Juan, nunca me quite de este placer que yo siento al poder acariciarle, al poder amarle tanto, como no he podido amar, nada más que a la mi madre! — Juan dominando el deseo que su espíritu sentía, de sus sentidos dislocos perdidos en el placer del vicio que da la carne, pudo un tiempo detener prisioneros tales naturales males, pero al fin incontrolable, besó a Rosina en sus ojos que eran maravillas tales, con el ardor de la quema controlada y sin desmanes, y acariciando su rostro con hermosura pureza del más escogido ángel, le dijo ya emocionado despreciando sus maldades: —¡No sé si el cielo me premia dándome cariños tales, o si me pide un calvario que en duda pongo en llevarle, sólo sé Rosina hermosa, princesa maravillosa con designios celestiales, que en mí hallarás tú siempre cuanto tenga y pueda darte, puedes venir a mi casa siempre que el querer te llame, mi puerta no tiene llave ni para ti, ni tampoco para nadie!

—¡Señor Juan, soy tan dichosa que mi pecho se me abre, y por él se me desbordan todo un Firmamento lleno de gozosas alegrías, porque no tienen cabida en mi alma que las hace! —Juan de nuevo acarició aquel ángel tentador, y sin poder contenerse aunque luchó con ardor, sus labios fueron directos aquella rosa encarnada, que era su boca preñada de virginidad y amor. Y lejos de ser esquiva a tan bacanal caricia que se enredaba en el beso que en sus labios se prendió y aquella fuente de gozo, de un deseo incontrolable de un embrujo tentador, respondió al beso en medida que el beso que recibió, y rauda salió corriendo envuelta en gloriosa dicha, con marcado rubor, le dijo adiós con su mano, hacia su aldea marchó. —Juan quedó sólo y maltrecho por el placer el dolor, sin llegar a comprender, que tanta inocencia pura, tanta hermosura y candor, pudieran vivir tan juntas en natural parangón, y darle a él tanta dicha, como carga de dolor. "LA MUERTE DE JUAN" —Fue condena para Juan imposible de vencer, aquel fuego que prendió Rosina en su corazón, era un veneno de infierno que le empujaba al placer, y no al honrado sendero de querer a la inocente como el padre que no ser. —¿O quizás es el demonio ese ángel celestial que en figura de Rosina a mí me vino a tentar, el inocente soy yo que en la inocencia fiar? —Ella se dejó halagar, yo con pasión la besé, y busqué en sus labios puros no el cariño paternal, sino el deseo carnal que en todo Humano se encuentra, como dios del placer, muchas ocasiones hay que ni el más santo barón, ni la más casta mujer son capaces de frenar y violan la castidad en su vida alguna vez. Si a este extremo llegan ellos, ¿qué podré yo hacer que soy un vicioso por demás de la droga y el placer? —Y ella se dejó halagar, y con su candorosa inocencia despertó en mí otra vez, las locas ansias de amar, que dormidas las tenía pensando que nunca más volverían a despertar, puede que ella

sin querer me incitara en la pasión, por eso yo la besé, y busqué en sus labios rojos fontana de gran placer, apagar mi sed de amor, y cuando tal degustaba pude y en ella yo notar, que respondía a tal goce no con querer paternal, sino con ansias de amar, y al igual que yo gozar. Y sus pechos prominentes recios por virginidad, he visto que se alteraban sacudidos por el goce que al largo beso arrancar. Y sus ojos hechiceros brillantes como luceros cuando el alba se acercar, he visto que se cerraban extraviados y sumidos, como buscando en su mente un acomodo gustoso del placer desconocido que ella aún no degustar. —¡Más que digo! ¡Estoy demente! —¡Cómo piensan mis sentidos cosas tan bajas y ruines de una virgen inocente que como a padre me amar! —¡Santo cielo, estoy perdido dentro de este fuego ciego que sin mudanza ninguna, me conduce con fiereza al desbordado deseo, de una pasión tan demente que me roba mi sosiego, y que me empuja insolente al pensamiento más bajo que mi mente fabricar! —¡Qué feliz era yo antes en este mi bello valle, dónde desde lejos vine con el propósito firme de hallar la tranquilidad fundiéndome con la paz, que tanto necesitaba mi alma ya emponzoñada por tanto el cuerpo gozar! —¡He de marcharme del valle mañana a lo más tardar, he de huir de esta pasión que a velocidad del rayo me roba sin contenerla, el tesoro más preciado que era mi tranquilidad. He de alejarme si quiero que mi deseo carnal, consumado no se vuelva con la fiereza bestial que en afán pone la fiera cuando el hambre la devora, y para calmarla mata al inocente cordero criatura celestial, que muere en la fiera garra sin pronunciar un sollozo, como morirá la honra de la inocente Rosina, para calmar el Placer que en mi alma dislocado aspira al rico bocado de su hermoso virginal! —Ya la tarde caminaba en pos de la oscuridad, que ensombrecida en el valle hacia sus cumbres se alzar, Juan se adentró en su cabaña casi enfermo por la fuerza que había gastado en pensar,

queriendo sepultarse dónde ni el mismo se hallar, para olvidar el tormento de la más grande pasión que en su vida le tentar, por eso, con sus hierbas drogadizas y otros diversos potingues que él sabía preparar, mezclados con miel y caña, en una olla con agua al mor del fuego aliñar, y cuando en su punto estuvo aquella droga fatal, se acostó en su ruin camastro y a tragos largos y ralos con gusto se la libar, para apagar en su mente su pensamiento encendido que en la Rosina quemar. —Tiempo hacía que la noche del valle ya se adueñar, cuando sintió que en su puerta alguien la abría y entrar, en el interior del cuarto con voz candorosa y suave en murmullo cariñoso que al de la gloria apariar, le decían con misterio que le pareció que era su mente que trasvolada al ente que le tentaba, de él se quería también por doble puerto mofar: —¡Señor Juan! ¿Está dormido...? —A la luz del mal candil que iluminaba la alcoba, con destellos que bailaban en las borronosas sombras, dándoles casi una vida que a más claridad no hallar, Juan vio a Rosina sonriente, entre azorada gozosa, e incorporándose presto en su catre empobrecido, preguntole preocupado aunque alegre por pensar, que en su sino escrito estaba que aquella virgen doncella sólo venía a buscar, el aplacar su pasión con la que a él le atenazar: —¿Cómo se atreves princesa, ángel hermoso del cielo, criatura primorosa, diosa de mis desvelos, ruina de mis desventuras, soberana de mi cielo, cómo te osas Rosina, encantadora xanina, que has embrujado mi alma con tu amor que al ser divino yo como mortal no espero, cómo te atreves te digo, en venir desde la aldea, sólo y en noche sombría, hasta esta casa malvada, dónde mora tu deshonra yvive mi desespero? —¡Señor Juan, no pude, y juro que lo intente con denuedo, pues algo, si que no comprendo, una fuerza misteriosa que me traspasaba el alma, entre alegre y pesarosa, entre dichosa gozosa, repugnante y vergonzosa, una pasión tan

profunda que al ser salvaje es sincera, una poderosa magia que al ser divina es misterio, me obligó sin yo oponerme, a que dejase mi casa muy despacio en silencio, me trajo a su presencia, y aquí estoy porque le quiero! —Juan con tristeza profunda y alegría en alto cielo, con pasión que se apagaba y en amor ardía fiero, asió la infusión de droga y bebió con el consuelo, de ver abierta a la postre la puerta de su gran cielo. Cogió Rosina la olla de entre las manos de Juan, que no hizo ni un amago para impedir que ingiriera de aquella su medecina que le aploacaba sus penas y con su sonrisa hermosa, inocente y candorosa, bebió Rosina con gozo la caramelosa droga, tras beber un largo sorbo, siguió sonriendo feliz, a la par que se acostaba en el catre a par de Juan, y con sus palabras dulces y sus manos primordiosas, caricias sembraba en Juan a la par que le decía: —¡Algo tiene esta bebida que de alegría me llenar, algo que sabe tan dulce como la miel en panal, algo que enciende mi alma y en el aire me hace andar, tal parece que soy ángel con alas en mis espaldas que me permiten volar! —¡Señor Juan, mi Juan querido, siente un calor en mi cuerpo y la ropa me estorbar, voy a quedarme en porricas (desnuda) para contigo gozar, soy feliz mi Juan querido, tanto que dudo en el mundo, un ser con más dicha y gozo, como yo no sé si habra! —Y así entre besos y abrazos, caricias, risas y juegos, en aquel renqueante catre sucio y pobre por demás, Rosina la candorosa, la inocente virgen pura, perdió su honra gozosa, conociendo jubilosa un placer que no soñar, perdió su casta inocente y a cambio ganó dichosa, saborear felicidad. —Toda la noche fue fiesta de besos que se perdían sumidos en el placer, de caricias de halagos, que hasta las puertas abiertas de su honra destrozada, llegaban en oleadas, sin jamás desfallecer. —Y así amándose ciegos sin pensar en el después, cantó el malvís su tonada y llegó el amanecer.

—Fue entonces cuando extenuados de tanto amor y placer, fundidos en el abrazo que sólo el querer saber, se perdieron en el sueño feliz y de pesadez, que a los cuerpos adormece después de beber placer. —Se alarmó por la mañana la aldea que despertaba aprestándose al trabajo como cada día hacer. Se alarmó por los lamentos, llantos y gran desespero, que la madre de Rosina con grande pena lo hacer. —Puesto el pueblo sobre aviso, pronto cundió en todo el valle la noticia ya agrandada del dolor que acontecer. —Unos decían con pena, que tal vez fuera raptada por alguien que la querer. —Viejas hubo que dijeron porque que en misterios creer, que Rosina no era criatura humana, sino que era una Xana, y con ellas a sus fuentes otra vez querer volver. —Todas las gentes del valle la llamaban y buscaban, por los montes y praderas, por las ubérrimas cumbres dónde el utre (el águila) campaba, por las abexías (húmedas sombreadas) y abruptas fondigonás (hondonadas), por las veiras del regueiru (orillas del torrente), que cruzaba sulfuro la rica verde vallada, y todos con desespero perdían ya la esperanza de poder jamás toparla, y ya casi se creían, que Rosina era una Xana que a sus fuentes retornara. —Alguien llegó a la cabaña del bienhechor curandero, la vio abierta y solitaria, llamó a Juan con fuerte voz, y al ver que no contestaba, dentro de su casa entró. —Y allí, en el catre humilde del magnánimo señor, juntos y muy abrazados, sumidos en dulce sueño, Juan y Rosina dormían sin despertar a su voz. —Salió raudo de la casa quién el primero los vio, y a gritos dijo en la aldea dónde Rosina se hallaba y nadie se lo creyó. —Pero al afirmarlo fiero, y rogar que le siguieran, todos corrieron tras él, y entraron en la cabaña, y vieron a los amantes durmientes y entrelazados cual si fuesen uno dos.

—Asustados los vecinos al ver lo que no creyeran aunque jurasen por Dios, zarandearon los dormidos, con rabia, odio y furor, y despertose Rosina, pero Juan no despertó. —No se alteró la Rosina, ni menos se levantó, halagó el pelo de Juan, con cariño le besó, y les dijo a sus vecinos con voz preñada de ira, de desprecio y de valor: —¡Dejazle dormir tranquilo, que vuestras horrendas voces no perturben a mi amor, y marcharos de mi presencia, pues no volveré a la aldea, ya que mi casa está aquí, porque desde hoy ya soy, ante Dios que es el que importa, la fiel esposa de Juan, al que le entregué mi honra y todo mi corazón! —Fue la madre de Rosina herida en su sentimiento con vergüenza con fuerza enloquecida por deshonra tan atróz, la que asiendo a Juan con envilecido furor, del catre al suelo tiró y allí en el suelo empobrecido, del miserable cuartucho, todos juntos comprobaron sumidos en un terror, que de miedo confudiólos al presenciar con pavor, que Juan seguía dormido, y en sus labios florecía una sonrisa feliz, que la muerte por la dicha al matarle le dejó. —¡Está muerto! ¡Le has matado! Dijeron aquellas gentes mirándola despavoridos, como si Rosina fuera demonio exterminador, como si aquella muchacha que siempre del pueblo tuvo el cariño y el halago, el aprecio más pagado, y el amor de los rapazus (mozos) que por ella suspiraban con buen querer e ilusión, cómo si aquella preciosa y angelical criatura que desde niña alegrara con sus cantes y sonrisas, galanuras y prestancias, sencillas y naturales, ausentes de vanidas y de hipócritas maldades, los vivires, y quehaceres de las gentes de aquel valle, de pronto se convirtiera en lo mas sucio y maldito que a un humano le caver. —¡Bruja del demonio eres Xana de gran maldición! —Dijeron algunas gentes con el odio retratado en sus ojos y audición —¡Has venido a esta cabaña tan sólo con la intención de asesinar a este hombre,

que era nuestro curador y un santo de bendición! —Levantóse de aquel catre Rosina sin el pudor, y en porricas (desnuda) como estaba, con el cuerpo más perfecto que jamás la tierra dio, abrazose a Juan llorando entre gritos lastimeros tan cargados de dolor, que doblegarían en pena a otras gentes que no fueran sus vecinos que la odiaban, y con desprecio la miraban, con repugnancia y con terror. —¡Fostes vuexotrus baldrietchus, gafuróuxus achuquinus (fuisteis vosotros cobardes, despiadados asesinos), hijos de satan malditos, los que matasteis a Juan mientras que dormía yo, un sueño que no era sueño, sino gloria del Señor! —Gritóles Rosina airada, fuera de sí dislocada, transfigurado su rostro por tan inmenso dolor. —¡Yo pido al Señor del Cielo, o al rey del infierno fiero, que sobre vosotros baje poderosa maldición, que os quite la alegría, la paz y prosperidad por asesinos que sois! —Al día siguiente en el valle fue enterrado el pobre Juan, llorando sin ver consuelo, tras el féretro entablado Rosina le acompañaba hasta la dura morada dónde su cuerpo sin vida sería pasto de la tierra, porque de ella nació. —Con Juan se fue de Rosina la alegría alborozada, el brillo de su mirada cautivadora de amor, su virginidad gozada, sus sonrisas primordiosas que de ángel eran canción, su inocencia candorosa su felicidad dichosa, gozada en el mismo día que su honra se esfumo. —Más de dos meses Rosina en su lecho desesperada enferma de amor vivió, y casi su muerte halló por la pena que sufrió. —Cuando al fin salió del mal y a su cotidiana vida de trabajo retornó, lo hizo ilusionada de renaciente alegría, al saber que en sus entrañas un hijo estaba creciendo fruto de su gran amor. —Fue su vida desde entonces en aquel valle querido, la condena del infierno o un castigo del Señor. —Ella que siempre había sido la hermosura y la canción, la alegría y la

sonrisa, la ilusión de tantos mozos que deseaban su amor, la inocente virgen pura sin orgullo ni obsesión, era ahora por sus gentes despreciada con horror, insultada muchas veces con ofensivas mentiras, dónde la airada venganza de la envidia recogió. Hasta los mozos que antes la trataban con cariño y marcada veneración, ahora la repudiaban, y con socarronas risas le lanzaban sucias sátiras, y la nomaban Paraxa (nombraban puta) con la misma asiduidad, que antes le decían bonita en cualquier otra ocasión. —Algunas viejas había que con sutil agudeza que en el aldeano es primor, sembraban entre las gentes el veneno acusador, con frases tan bien urdidas de historias que antiguas son, que Rosina era una Xana, que sólo traería al valle desgracias y males tales, que mejor era apredrearla y arrancarle de su cuerpo su vida de maldición. ALUMBRAMIENTO, MUERTE Y SANTIDAD DE ROSINA —En el culminante estado de su amada gestación, Rosina aquella mañana fue con sus vacas al prado, y allí en el raso campo a la luz clara del sol, se puso enferma de parto, y entre la hierba rosada a dar a luz se acostó. —La alegría acariciada que tanto tiempo esperaba, semilla que iba a nacer fruto de su gran amor, se tornaba por momentos en acuciante dolor, que le hacía revolcarse entre la crecida hierba, entre gritos lastimeros que le arañaban la entraña, porque su hijo quería ver la claridad del sol. —Ella sola en pleno campo, sin que nadie le ayudara, ni menos la consolara ni con palabras ni hechos, sin que una mano piadosa l'enxugara (le secara) los sudores que el dolor los hacía crecer, ella sola a lo salvaje, como siempre había vivido con natural sencillez, como si fuera una fiera con el dolor de mujer, estaba alumbrando un hijo, con la natural manera que en su día lo supo hacer. —El esfuerzo agobiador y el dolor desgarrador que sufriera al alumbrarlo, la privaron del sentido durante ignorado

rato, y así el infante gritaba en la soledad del campo, mientras que era lamido con cariño casi humano, por Petra la perra loba, que con su ama la Xana apacentaba el ganado. —Desde las altivas cumbres dónde el águila vigila, con sus ojos encendidos de rapidez desmedida, y precisión ajustada a sus ansias de asesina, la soberana del aire había visto la muchacha, entre las hierbas tendida cual si muerta se encontrara, y al pequeño dando gritos, aunque Petra, cariñosa con maternidad lamiera, cual si su cachorro fuera, no el hijo de su ama. —Sanguinaria y despiadada vio la reina de las cumbres en el infante un festín, de sabrosa carne humana, y bajando de los cielos con sus alas replegadas y la rapidez del rayo cuando del trueno se escapa, arrancó en vuelo rasante de entre las fauces del perro que en el momento cuidaba con desmedido cariño al instante que hacia el cielo el águila se elevaba. —Lamentos que daba el niño entre las feroces garras de águila desalmada, mientras que la fiera alada sin piedad entre sus uñas al instante asesinaba. —Ladridos de grande pena que la perra noble y buena más humana que animal enloquecida hacia el cielo con fiera rabia lanzar, mientras que chillando alegre la reina de las montañas majestuosa planear, para llegar a su nido que colgado en el abismo del inaccesible risco, iba a ser mudo testigo, del ángel que en un festín, un águila devorar. —Al fin la pobre Rosina del olvido del desmayo a la razón retornar, y recorrió con anhelo de una alegría sin par, que había alumbrado a su hijo, y rauda miró angustiada en que lugar se encontrar. —Vio a la noble perra entre la hierba acostada que quejidos murmuraba cual si culpada lo estar, vio su razón desatada ensenderada en camino que a la demencia guiar, si no encontraba a su hijo que ella sabía que alumbrar. —Pero no... pudo hallarle, ni ya nadie le encontrar, porque aquella fiera alada un festín con él se dar. Su dolor al más medrado, su penar crecido al más, hicieron de ella el demente que sin perder la razón como loco se portar.

Clavó sus hermosos ojos en el Infinito cielo, y con llanto desgarrado por mil lágrimas regado que las fuentes del dolor desmandadas en riada todo su ser anegar, reclamaba su justicia al Señor que así le hablar: —¿Dónde mi hijo se fue si en mi entraña ya no estar? —¿Dónde Hacedor Poderoso con tantos ojos que tienes que todo lo escudriñar, dónde mi hijo se fue, que ladrón me lo robar? —¡Yo le he visto aquí nacido, sano y fuerte cuando Tú mi sentido me quitar. —¡Dime Señor te lo ruego, y a cambio mi vida entera ahora mismo te entregar, dentro de atroz sufrimiento que inventado aún no estar!, ¿que malvado despiadado a mi hijo me robar? —¡Vamos Señor que no oigo tu Divina voz hablar! —¡Dime si mudo lo eres al menos con una seña dónde mi hijo morar! —¡Despierta Señor del Cielo, si es que dormido lo estás, y busca a mi hijo pronto que sino se morirá! —¡Oh Señor ya te comprendo, no me quieres ayudar, porque a nadie Tú le ayudas mientras que vivo lo estar! —¿Oh acaso soy yo la Xana que en las fontanas morar, y estoy viviendo un sueño que no es mi realidad? —¡Si así es mi creador, el sueño es mi verdad! —Revolcándose en la hierba que su drama presenciar, prisionera del dolor, que descanso ni sosiego, ni un instante le dar, ahogándose en las lágrimas, que de sus ojos brotar, la desgraciada parida horrendos gritos lanzaba, que en el aire se perdían fusionados y apagados en distancia, por el cante del malvís, el jilguero y la calandria, por el rumor de las aguas que felices y hermanadas, el bullicioso torrente hasta la mar las llevaba. Por la canción tan pareja que hace el grillo y la cigarra. Por el graznar de los cuervos y del águila malvada. Por la brisa cariñosa que acaricia oxiginada, los foyajes que orquestean músicas en la arbolada. —Solo Petra su fiel perra con sentimientos de humana, traspasada por

la pena, acaricieba lamiendo las lágrimas de su ama, ella si podía decirle si su lengua en voz montara, que taimada criatura a su hijo devorara. —Más de pronto la Rosina, cómo si un demonio fiero en su alma se albergara, dándole vida a una idea que un dolor más encendido por ver clara su desgracia de sus sentidos saltara, con los ojos extraviados por la furia en tal creada, se levantó envenenada con ardor de herida fiera, y asiendo a su noble perra con sus manos encrispadas dirigidas por el odio de su razón desquiciada, apretóla por el cuello con el ansia de matarla, mientras que con voz rabiada gritaba desaforada: —¡Fuiste tu perra maldita la que mataste a mi hijo, la que con placer de averno hiciste de él un festín devorándome mi entraña, fuiste tu asqueroso bicho traicionero y carnicero, la que se comió a mi hijo mientras que yo avasallada por el dolor más profundo fuera de razón estaba! —¡Pero ahora morirás en mis manos desgraciada, y te rajeré tu vientre, y en pequeños pedacitos que enloqueceran mi alma, sacaré de él a mi hijo, aunque no sea nada más que para poder mirar los despojos de mi entraña! —Fuerte y grande era Petra la perra humanizada, que al verse tan maltratada por su ama desquiciada, luchó con fiereza noble librándose del dogal que en su cuello aprisionaba, logrando huir con lamentos hacia la aldea alejada. —Trás ella como una loca, llena de sangre y airada, con sus cabellos revueltos al viento que acariciaba, y sus ojos extraviados dónde la furia brillaba, acusando con palabras de maldición anegadas a su perra endemoniada, entró la moza parida en su aldea enloquecida, y los vecinos al verla en facha tan desastrada, lejos de apenarse de ella, los malditos la injuriaban, y la siguieron gozosos sonrientes en algarada, hasta llegar a la casa dónde Rosina moraba. —Y allí la vieron salvaje como la fiera rabiada, maltratar con una furia que de el tigre era copiada, a la Petra su fiel perra, que aunque comprendiera todo y sin poder decir nada, asustada y encogida

miraba entre lamentos a su ama trastornada. —¡No te escaparás ahora de mi venganza malvada, bestia satánica y ruina, peor que tu hermano el lobo de donde has sido encarnada, tú has devorado a mi hijo, y yo te arrancaré tu alma! —¡Mientes bruja fuiste tú, la que vil muerte le diste igual que has hecho con Juan, y harás desgracias sin par en el valle mientras vivas, porque eres la Xana mala, qu’encaldas (que haces) calamidades, sin darnos ninguna dicha, por eso vas a morir ahora mismo por maldita! —Dijo una vieja rabiosa a la par que una pedrada le lanzó contra su cuerpo. Otras personas con saña a la vieja secundaron. Y así la Xana Rosina, la muchacha más hermosa que jamás criara el valle, la de mejor sentimientos, la de más puras maneras y naturales virtudes, moría a manos de sus gentes, apredreada y despreciada, tratada como una bruja, que sólo sembraba el mal. —Y Rosina no había sido nada más que un ángel bueno, que supo amar y vivir dentro de la libertad, tan natural y sencilla como la vida que crece en rico o pobre lugar, Rosina con ser antigua, siempre moderna será, como las mozas de hoy, si alguna sabe de veras lo que es la libertad, no el anárquico vivir que a su gusto se inventar. —Justamente el mismo día que sus malvados vecinos a la Xana asesinar, una peste pobló el valle, y’achegaba en fechura de morrinas, que dexaba a lus teixus ya les cortes, enxemaus de prexones y’animales, en fechura de cadarmus que fedíen, como guelen les morrines enus branus. (Y llegaba en hechura de mortandades, que dejaba a las casas y a los establos, sembrados de personas y animales, en forma de cadáveres que olían, como suelen hacerlo los cuerpos muertos abandonados en los campos con las calores de los veranos). —No fueron tardas las gentes de aquel próspero valle, en darse cuenta de que aquella calamidad que les rodeaba en

forma de muerte, de dolor y de otros males, era un merecido castigo que el Cielo les enviaba, por haber dado muerte tan injustamente a la Xana Rosina, que era la criatura más deliciosa y buena que había nacido para bien de todos en el valle. —Pronto comprendieron todos al hacer memoria, que durante el tiempo que la melgueira Rosina había vivido junto a ellos, solo felicidad, alegría y bienestar habían gozado siempre, sólo desde el momento que tan vilmente la habían asesinado, sobre todos ellos desencadenárase la peor de las desdichas, tal parecía que la peor de las maldiciones pesara sobre ellos, para hacerles pagar la horrenda muerte que le propinaran a la inocente Rosina. Por esto, todos en la intimidad de sus pensamientos en un principio, le rogaban fervorosamente a la Rosina que les perdonara el cuantiosísimo mal que le habían hecho, y luego ya más tarde, todo el valle ya convencido de que sólo Rosina podría salvarlos de aquella maligna peste que llevaba a sus vidas y diezmaba a sus ganados, se reunieron en comunal junta las seis aldeas que formaban el valle, y acordaron con el consejo del cura que el veía en aquella santoral industria un saneado negocio para su cuarexa (cartera), levantarle en el centro del valle con todo el apremio que fuera posible, una pequeña capilla, dónde se veneraría la imagen de Rosina con el Santo nombre de Santa Rosa, que sería siempre la soberana y fiel guardadora de todas las gentes y eros de aquel valle, dónde siempre había vivido con la felicidad y alegría de un ángel, y había sabido morir, con la entereza, resignación y valentía, con que suelen hacerlo los santos mártires. —Y fue cosa casual, o tal vez milagrosa, pues nadie a ciencia cierta sabe hasta dónde llegan los misterios que encierran a la Humanidad, la historia o leyenda fue que nada mas que dio comienzo la santoral obra, otra vez volvió a reinar en el valle la alegría y a felicidad, la prosperidad y el bienestar que siempre tuvo, que según el parecer de todos

desde el mismo Jardín del Cielo, a todos por igual les enviaba Rouxina, la Melgueira ya embruxante xanina, que ellos un día tentados por el mismo demonio, la habían insultado, despreciado e inhumanamente asesinado. —Y así todos los años, en la misma fecha que la habían tan vilmente apedreado quitándole tal vilmente la vida, viejos y jóvenes, gozosos y felices, alegres y llenos de sana y recia fe, cantaban y bailaban lo mismo que solía hacer la Xana Rosina, y satisfechos de natural felicidad se divertían al lado de su encantadora ermita, festejando con suprema fe su Romería. FREXA.—Frexa, fresa. FREXAL.—Frexal, fresal, terreno plantado de fresas. —La frexa paeme amindi que es frutu ñatural de la mióu Tierrina, lu mesmu que sous yerbes ya frores, castañéus, carbayeirus ya faidales, lu mesmu que sous fontes ya sous argutóxes cumes, you tenu fartucáume de frexes xilvestres, que nuexoitres chamamus meruéganus mamplenáus de veices nes xuqueires de les tierres la de lus preus, frexes xilvestres tan grandies comu ñueces, colloráes ya xabróuxes lu mesmu que xin foren frutes del Xardín del Faidor, pa miou idega la miou Melgueira ya embruxante Asturies, fói xéitu de braniéu del mesmu Faidor condu isti moraba nel Mundiu endenantes de cheldar sous xentes. TRADUCCIÓN.—La fresa me carece a mí, que es fruta natural de mi Tierrina, lo mismo que lo son sus hierbas y flores, sus castañedos, robledales y montes de hayas, lo mismo que lo son sus fuentes y altas montañas, yo me he hartado de fresas silvestres (que en astur les llamamos meruéganus) muchas veces, las recogía en las veras de los sembrados y también de los prados y hasta en el monte, eran fresas silvestres tan grandes algunas como nueces, coloradas y lo mismo de sabrosas que deben de ser las frutas del Jardín del Hacedor. Según mi manera de pensar, yo creo que mi Dulce y embrujadora Asturias, ha sido lugar de

veraneo de propio Hacedor, cuando vivía en el Mundo antes de hacer sus gentes. FRÉXOLES.—Fréxoles, fréjoles. FRISNU.—Frisnu, freno. FRISNÉU.—Frisnéu, lugar donde hay muchos fresnos. FRÍU.—Fríu, frío. FRIULÓN.—Friulón, friolero. FRIXUELÉIRAS.—Frixueléiras, así se llamaban en los tiempos pasados a unas mujeres que se dedicaban por el tiempo de las romerías a vender frixuélus de dulce y borrachinus. FRIXUÉLUS.—Frixuélus, tortas delgadas de harina de maíz, escanda o trigo, que se hacían para suplir la falta del pan, se freían en la sartén con aceite o grasa, estos son los frixuélus de la necesidad y la pobreza, pero existe otra clase de frixuélus que se hacen con la flor de la harina, huevos, manteca, natas y otros aderezos, que se suelen hacer por las fiestas u otros acontecimientos señalados, estos frixuélus son en verdad unos exquisitos dulces. FRIYÍR.—Frirír, freir. FRIYÍU.—Friyíu, frito. FRORES.—Frores, flores. FRORIÁU.—Froriáu, floreado. FUÉA.—Fuéa, hoja de los árboles, de papel, de madera, etc. FUEÍRUS.—Fueírus, fueros. FUELGA.—Fuelga, holga, ocia, etc. FUERCIA.—Fuercia, fuerza. FUÉTCHICU.—Fuétchicu, pequeño odre hecho de la piel enteriza de un

cordero o cabrito, que tiene múltiples aplicaciones, desde meter la harina, hasta guardar el vino. FUÉU.—Fuéu, fuego. FUEXUS.—Fuexus, hoyos. FUÉYAGUS.—Fuéyagus, así se llama al terreno empozado, fangoso o con agua. FUEYAS.—Fueyas, hojas. FUEYE.—Fueye, odre. FUEYECER.—Fueyecer, nacer la hoja de los árboles. FUGA.—Fuga, asma, fatiga, etc. FUGÁUS.—Fugáus, huidos. —Na miou Tierrina despós de l’engarradiétcha que dexóu tous lus teixus astures xemáus de llutus ya mexeries, de chárimes ya dolloróuxus tristeyáus, de guérfanus ya viudes, per tous lus cháus de sous erus, lu mesmu nes teixáes ou les cortes, que nus montes ya cumes, taba mamplená de fugáus de les esquerdes, ya tóus fuyíen del sou hermenu ‘l veceor, qu’achuquinaba a les xentes de lus roxus, xin faeles mái xuiciu la meyor parti de les veices, qu’una denuncia llantá per la gafuróuxa llingua d’un facistacu de troya. Según el miou paicer había na miou Tierrina dous clás de fugáus, unus yeren lus qu’apuxaben el fuéu xempre fuyíus de la queima ya oitres lus que dientru del endiañáu magüestu con vallentía ya coraxe lluchaben na defensa de les llebertáes de la República, pa falar mexor diréi, qu’unus yeren lus pollíticus de fedienta troya, ya oitres lus vallentres que xupierun lluchar fasta que forun taicionáus ya venxíus. Istus fugáus yeren temíus per les forces millitares que lus prexeguíen, perque pouques veices s’entregaben xin lluchar aíndi teñemus la prueba del comandante Senen ya oítres vallentres pel mesmu raxeru. Fataus de veices la guardia civil que tamen lus perseguía, tenen xabíu dou taben

acobayáus, ya diben catalus al lláu dou nun taben. TRADUCCIÓN.—En Asturias después de la guerra, que dejó todos los hogares sembrados de lutos y de miserias de lágrimas y grandes y dolorosas tristezas, de huérfanos y viudas digo que por todas las partes de su Territorio lo mismo en las casas que en las cuadras, que en los bosques, y en las montañas, estaba llena de huidos de las izquierdas que escapaban del soberano vencedor, que asesinaba a las gentes de los Rojos, sin hacerles más juicio la mayor parte de las veces, que una denuncia plantada por la venenosa ley de un fascista de mierda. Según mi parecer, había en mi Tierrina dos clases de huidos uno que eran los que prendían y soplaban el fuego para que mejor ardiese, siempre muy alejados de la peligrosa quema, y los otros, los que dentro de aquel endemoniado infierno, con valentía y coraje, luchaban en la defensa de las libertades de la República. Para entendernos mejor diré, que unos éran políticos de hedionda mierda, y los otros los valientes que supieron luchar, hasta que fueron traicionados y vencidos. Ahí tenemos la prueba de lo que hizo el comandante Senén y otros valientes por el mismo estilo. FUÍN.—Fuín, así se llama a la persona que es muy dada a todo lo malo, desde robar, hacer cualquier otra cosa malvada. FUÍNA.—Fuína, así se llama a la garduña o marta, es una eficiente cazadora de toda clase de aves, y sobre manera de las gallinas, también caza otros mamíferos pequeños, como puede ser los conejos, ardillas, etc. Su piel es muy fina y preciada, me recuerdo yo que por los años cuarenta ya valía su pellejo unas novecientas pesetas. También se llaman fuínas a todas las personas que son zorras y mal intencionadas, ladronas y escurridizas, etc. FUMARADA.—Fmnarada, humarada.

FUMEIRU.—Fumeiru, humarada.

FURÓN.—Furón, furón.

FUMIAR.—Fumiar, fumar.

FUMU.—Fumu, humo.

FURONES.—Furones, así se llaman a las personas que para conseguir sus propósitos se introducen con sus arrastramientos y pérdidas de dignidad en cualquier parte.

FRUNDÍU.—Frundíu, así se llama a la madera cuando está carcomida por la polilla.

FURRULAR.—Furrular, trabajar, caminar, moverse con más o menos eficiencia.

FRUNDIUS.—Frundius, pedazos de madera comidos por la polilla.

FURRUÑÓUXU.—Furruñóuxu, que está lleno de herrumbe. También se entiende por furruñóuxu a las personas que son muy avariciosas en todos los sentidos.

FUMIÁU.—Fumiáu, que está ahumado.

FRUÑE.—Fruñe, parte, despedeza, fraña, etc. FRUNÍU.—Fruníu, partido. También se entiende por duro, resistente, fuerte, etc. FUMUS.—Fumus, así se dice cuando las personas tienen mucha soberbia, mucho poder, o más familiarmente cuando protestan y no obedecen, etc., se dice que tienen muchus fumus.

FURRUÑU.—Furruñu, herrumbre. FURRUXU.—Furruxu, ruidoso, enredador, etc. FURRUYAR.—Furruyar, hacer enredos, armar ruidos, etc., etc. FURRUYU.—Furruyu, enredo, ruido, etc.

FUNDÍU.—Fundíu, hundido. FURTAR.—Furtar, robar. FUÑÓN.—Fuñón, miserable, avaro, etc. FUÑA.—Fuña, avaricia. FURACA.—Furuca, agujero, abertura, etc.

FURTIAS.—Furtias, así se llama a las mujeres de mala nota, tanto en el sentido de la putería, como en el de tener las uñas largas para apoderarse de lo que no les pertenece, como ser eficientes enredadoras de cualquier clase de líos lo mismo de palabra que de obra.

FURACAR.—Furacar, agujerear. FURTU.—Furtu, hurto. FURAQUINUS.—Furaquinus, pequeños agujeros.

FURNIA.—Furnia, cartera, caja de caudales, de joyas, etc.

FUTRE.—Futre, así se llaman a las personas que son muy dinámicas y trabajadoras en todos los sentidos, lo mismo en sus haceres que en sus pensares, por regla general estos seres suelen ser muy inteligentes y poco comprendidos, de ahí que se tornen déspotas, autoritarios y soberbios.

FURNIU.—Furniu, rico, fuerte, poderoso, etc.

FUTE.—Fute, voz que se usa para reñir y espantar a los gatos.

FURAR.—Furar, agujerear. FURÁU.—Furáu, agujereado.

FUXU.—Fuxu, huso. Existen dos clases de husos, el de hilar la lana y el de los lagares de hacer la sidra. FUXÍR.—Fuxír, huir. FUXITIVU.—Fuxitivu, fugitivo. FUYÍR.—Fuyír, huir. FUYÍU.—Fuyíu, huido.

G GABAXUS.—Gabaxus, así se llama a las personas despreciables. GABIAS.—Gabias, maderames de tuchumbres.

avariciosa le llamábamos gallega, o cuando era cobardosa también le llamábamos gallega. A quien le llamaran gallegu era lo mismo que si le insultasen grandemente. En los tiempos pasados yo creo que en mi Asturias se despreciaba por alguna razón que yo no alcanzo a resumir, a todas las tres provincias que nos rodeaban. Así por ejemplo, a los santanderinos se les consideraba como falsos y a los leoneses como cazurros, mezquinos, atuñáus, etc., etc. Sin embargo yo de los gallegos pienso que son nuestros hermanos en todo, sus costumbres y tradiciones son prácticamente las mismas que tenemos los astures, y su lengua es en un cincuenta por ciento la misma que tiene mi Tierrina.

GABUXÁU.—Gabuxáu, encogido, agachado, etc.

GACHU.—Gachu, así se llaman a las personas que andan por lo bajo, que hacen las cosas a lo zorro, a lo traidor, etc.

GABUXUS.—Gabuxus, así se denomina a las cosas o gentes que tienen joroba. También se llama gabuxus a las personas poco comunicativas y mal intencionadas que se hacen las cosas con zorronería.

GADAÑETU.—Gadañetu, así se llama a la guadaña ya muy gastada que casi no sirve para segar la hierba, es entonces cuando se destina para segar el rozu o estru, helecho, árgomas, gorvíz, etc., que sirve para hacer la cama de los ganados.

GABUYARSE.—Gabuyarse, atecharse, guardarse, etc.

GADAÑU.—Gadañu, guadaña. GAFA.—Gafa, venenosa, rabiosa, etc.

GABUYÁU.—Gabuyáu, escondido, agachado, encogido, etc.

GAFIAR.—Gafiar, envenenar, emponzoñar, etc.

GACIAR.—Gaciar, alcanzar, asir, etc. GACEPUS.—Gacepus, así se llama a las cogüétchas rancuayas (cepas pequeñas) de toda clase de árboles. GACHAR.—Gachar, abangar. GACHÁU.—Gacháu, abangáu. GACHEGUS.—Gachegus ou galegus, gallegos. Yo no se por qué en los tiempos pasados en mi Tierrina se tenía hacia los gallegos un marcado desprecio, recuerdo que cuando una persona era

GAFIENTU.—Gafientu, envenenado, infectado, también gafientu quiere decir rabioso, fiero, etc. GAFU.—Gafu, envenenado, infectado, rabioso, fiero, etc. GAFURA.—Gafura, llamamos gafura a todo aquello que hace daño a el hombre y su entorno, desde las larvas que se comen las coles hasta las fuínas que se zampan las gallinas, así como cualquier mal enconado que sufra la persona.

GALAMIADA.—Galamiada, carrera. GALAMIAR.—Galamiar, correr, andar, caminar, etc. GALAMINUS.—Galaminus, así se dice cuando los niños comienzas a caminar los primeros paso por si solos. GÁLAMU.—Gálamu, paso, zancada.

GALICAZU.—Galicazu, así se llama a la enfermedad de la sífilis. GALICOXU.—Galicoxu, afectado por el mal de la sífilis. GALIPÁUS.—Galipáus, entiéndese por pequeñas cantidades de cualquier cosa. GALIPU.—Galipu, pequeña porción o cantidad de cualquier cosa.

GALAZA.—Galaza, ansia, deseo, etc. GALGAS.—Galgas, así se llaman a las piedras que se desprendes de las montañas y bajan rodando laderas a bajo hasta las llanadas, estas galgas algunas veces han matado a personas y animales, estropeando sembrados y arbolajes, etc. Dice mi madre que un día cuando ella era pequeña bajaron de la montaña unas galgas tan grandes, que una de ellas le dio na metá ‘l llombu d’una vaca que taba guareciendu nun préu ya encuandióla baxu tierra toa estrapayá, nun dexandu d’écha nagua aprovechable. GALGUIA.—Galguia, freno rústico que se aplica para frenar los carros cuando bajan por las cuestas cargados, que consiste en un estacón o dos, según sea carro del país o de radios, a los carros del país tan sólo se les aplica una galguia por la parte detrás a una sola rueda, ya que las dos son fijas al eje, a el carro de rayus (radios) se le aplica una a cada lado de las ruedas. Estas galguias son de madera verde, principalmente de madera de castaño bravo, avellano, roble o fresno, como cualquier otra madera flexible y dura.

GALIAS.—Galias, postillas, granos, supurosos. GALIÁU.—Galiáu, afectado de materias supurosas. GALLASPIAR.—Gallaspiar, atraer, cortejar, presumir, etc. GALLASPEIRAS.—Gallaspeiras, así se llama a las mujeres atrayentes, presumidas, frescachones, hermosas, etc. GALLAMPRUS.—Gallamprus, así se llama a las personas envidiosas, por regla general estos seres suelen ser poco recomendables. GALLAMPRIAR.—Gallampriar, desear, envidiar, etc. GALLANVIUS.—Gallanvius, así se llaman a las personas afectadas por el mal de la envidia. GALLONDRIAR.—Gallondriar, así se dice a las personas husmeonas, que tienen la costumbre de andar fisgando y metiéndose en todo. GALLOPIÁ.—Gallopiá, galopada.

GALGUIAR.—Galguiar, frenar. GALLOPIAR.—Gallopiar, galopiar. GALGUIÁU.—Galguiáu, frenado, detenido. GALGUIAZUS.—Galguiazus, estacazos, palos, etc. etc. También se aplica la palabra de galgazos.

GAMAYAZUS.—Gamayazus, golpes propinados con las ramas de los árboles. GAMAYONES.—Gamayones, así se llama a las personas sucias y mal formadas, o no siendo ninguna de estas

dos cosas son sin embargo mal curiosas para hacer sus cosas y trabajos, etc. GAMAYU.—Gamayu, rama del árbol. GAMONEIRUS.—Gamoneirus, terrenos poblados de gamones. GAMUÉTCHAS.—Gamuétchas ou gamueyas, así se llama a las plantas secas de las pitaciegues (gamones). En mis aldeas en las praderas de las morteras destinadas para la hierba, quiero decir para ser segadas con destino hacer la hierba para el pajar, todos los años desde el mes de junio en adelante las variábamos con el fin de cortar con la vara de avellano la cabeza del gamón o pitaciega, para que así se muriese y no tuviese la hierba tanta broza. GANCIAR.—Ganciar, coger, alcanzar, sacar con el gancho. GANCIU.—Ganciu, gancho.

fresno o de otra madera dura y resistente, su mango de avellano, la garabata ou pradeira suele ser muy ligera y acomodadiza, pues su principal fundamento sólo es el pradiar, garabatar o rastrillar la hierba, bien sea la curada (seca) o cualquier otra clase de pación. GARABATAR.—Garabatar, recoger, rastrillar, etc. GARABATEIRU.—Garabateiru, artesano que hace los garabatos. GARABATU.—Garabatu, rastrillo grande fabricado totalmente de madera, de dientes largos y muy ralos, esta herramienta no se usa para agarabatar la hierba, principalmente su destino es el majar los arizos en las esbítchas, agarabatar la paja, el murgazu, el estru ou yestru, etc., etc. GARABAYAR.—Garabayar, escribir garabatos, etc., etc.

GANDAYA.—Gandaya, porquería, suciedad, etc. Si uno se refiere a la gente, gandaya quiere decir, gente baja y despreciable condición.

GARABAYÁU.—Garabayáu, liado, enredado, pintarrajeado, etc., etc.

GANZU.—Ganzu, gancho, gavitu, etc. GAÑETU.—Gañetu, gaznate.

GARABEÑU.—Garabeñu, garabato en el sentido de herramienta agrícola, lo mismo que en las demás vertientes.

GAÑICUS.—Gañicus, estropicios, roturas, etc.

GARABUXAR.—Garabuxar, liar, enredar, apelotonar, etc.

GAÑÍN.—Gañín, perverso, malo, dañín.

GARABUYUS.—Garabuyus, enredos, apelotonamientos, goroyus, etc., etc.

GAÑIPU.—Gañipu, guiñapo.

GARABUXÁU.—Garabuxáu, envuelto, enredado, etc., etc.

GAÑOTAZU.—Gañotazu, tortazo, golpe aplicado en el gaznate.

GARABAYUS.—Garabayus, garabatos.

GARAMITA.—Garamita, lo más alto de las cosas.

GAÑOTEIRU.—Gañoteiru, persona chupona, amiga de comer y beber de papo (cara).

GARAMITASE.—Garamitase, elevarse, levantarse a lo más alto.

GARABATA.—Garabata, rastrillo fabricado íntegramente de madera, su cabezal y dientes hechos de madera de

GARAMIEYÁU.—Garamieyáu ou garamiétchau, elevado, situado en lo más alto.

GARAMIEYU.—Garamieyu ou garamiétchu, altura, lo más alto. GARAMUS.—Garamus, alturas, escondites, etc. GARAPIEYÁUS.—Garapieyáus, juntos, unidos, etc. GARAPOLIÁUS.—Garapoliáus, peleados, reñidos, etc. GARATUÑAR.—Garatuñar, avariciar, economizar con avaricia.

no es un lar bien hecho, aunque tenga buena leña para quemar en él. En los veranos casi nunca se ponen estos troncos detrás del fuego, porque alumbran mucho calor, los mejores troncos son los de madera de roble, fresno, haya o encina, pues aparte que originan un buen calor, no dan casi nada de humo. GARBUYAR.—Garbuyar, así se dice cuando el garbu que se coloca detrás del fuego quema bien y alumbra un estupendo fuego.

GARATUÑÁU.—Garatuñáu, avaricioso, atuñáu.

GARBUYACU.—Garbuyacu, garbu malo y ruin, que quema mal, que da humo, etc.

GARATUXAR.—Garatuxar, enredar, liar, engañar.

GARCIÁU.—Garciáu, cogido, engarzado, etc.

GARATUXEIRUS.—Garatuxeirus, liantes, engañadores, etc., etc.

GARCIÉTCHA.—Garciétcha, garcilla para repartier la comida.

GARBIAR.—Garbiar, andar de paseo sin hacer nada, caleyar.

GARCIÉTCHAU.—Garciétchau, porción de comida que hace la garciétcha. También se entiende por dadiva generosa de cualquier cosa.

GARBINUS.—Garbinus, pequeños, cepos o troncos de madera. GARBUS.—Garbus, troncos generalmente de madera dura y nudosos que se colocan detrás del fuego y encima de ellos se coloca la leña para que arme y arda mejor. —Lus garbus xempre se ponen trés el char nus envernus p’encaldar bonus fuéus, nun char dou nun haiga un bon garbu que dure dous o tres díes trés el fuéu, nun ye un char ben fechu manque tenan bones estiétches p’atizar per él. Nus branus cuaxi nunca s’atizan lus llares con garbus trés el fuéu perque allumen munchu callor, lus mexores garbus son lus de maera de carbayu, frisnu, faya ou encina, pos aparte qu éncalden bon callecíu, nun allumbren cuaxi nagua de fumu. TRADUCCIÓN.—Estos troncos siempre se colocan en el lar en los inviernos para hacer un buen fuego, en el lar donde no haya un buen tronco que dure dos o tres días detrás del fuego,

GARCIÉTCHU.—Garciétchu, pequeña garcilla de repartir la comida. También se entiende por garciétchus a las cosas y también a las personas que tienen poca xixa (valor, fuerza, etc.). GARCIUS.—Garcius, llemas que nacen de los árboles, púas para ingertar los frutales, etc. GARDUÑAR.—Garduñar, arañar, etc. GARDUÑU.—Garduñu, ferrón (cepo) pequeño para cazar animales de pequeño tamaño. También se entiende por garduñus a las personas que tienen las uñas largas en el sentido de apoderarse de lo que no les pertenece. GARFÁU.—Garfáu, cogido, enganchado, clavado, etc., etc.

GARFAYA.—Garfaya, comida o cosa de muy escaso valor.

GARLITUS.—Garlitus, trampas, enredo, etc.

GARFIÁU.—Garfiáu, puñado que se coge de una vez de cualquier cosa.

GARRASPÉIRA.—Garraspéira, carraspera en la garganta.

GARFIEYA.—Garfieya, garcilla.

GARRAPIÉYUS.—Garrapiéyus, amontonamientos, piños, etc., etc.

GARFIEYÁU.—Garfieyáu, garcillada. GARFIUS.—Garfius, ganchos, también garcius. GARFUÑÓN.—Garfuñón, así se llama a las personas atuñadas (avaras). GARGÁUS.—Gargáus, así se llama a las personas que sin tener papu (bozo) poseen la garganta muy gruesa. GARGAXONES.—Gargaxones, personas que escupen mucho.

GARRASPINAS.—Garraspinas, peleas de palabra, riñas, etc. GARRAPOLEIRU.—Garrapoleiru, amigo de pelear, de luchar, etc. GARRAPOLIAR.—Garrapoliar, pelear, luchar, bregar, etc. GARRAPOLIÁUS.—Garrapoliáus, unidos, abrazos, peleados entre sí, etc. GARRÁU.—Garráu, cogido, atado, enganchado, etc., etc.

GARGAXU.—Gargaxu, escupitajo. GARGÜAÑÁUS.—Gargüañáus, entiéndese que los garcius ou garfius de los injertos están prendidos. GARGÜAÑUS.—Gargüañus, pequeños güañus que salen de los garcius. GARGÜELAR.—Gargüelar, hacer gárgaras.

GARRIARSE.—Garriarse, enfadarse, pelearse, etc. GARRIÁUS.—Garriáus, peleados, enojados, etc. GARRIFIUS.—Garrifius, pequeños enfados, malos modos, gestos adustos, etc. GARROÑUS.—Garroñus, roñosos, avaros, etc.

GARGÜELU.—Gargüelu, esófago. GARGÜEYUS.—Gargüeyus ou gargüétchus, así se llama a las personas que tienen papu (bozo). GARITUS.—Garitus, pedazos pequeños, bien de pan o de cualquier otra cosa. GARLIPIAR.—Garlipiar, andar a pequeñas cosas, buscar o pedir sobras, etc.

GARROXU.—Garroxu, torvo, mal intencionado, etc. GARRUXA.—Garruxa, pelea, bronca, etc. GARRUXANTES.—Garruxantes, peleadoras, bregadas, valientes, etc. GARRUXEIRU.—Garruxeiru, tumulto, batalla campal, etc., etc. GARZÁU.—Garzáu, brazado.

GARLIPIUS.—Garlipius, pequeñas cosas.

GASPIÁU.—Gaspiáu, trajeado, limpio, aseado, etc., etc.

GASPIASE.—Gaspiase, asearse, trajearse, etc., etc. GASPIAS.—Gaspias, residuos que quedan después de comer una manzana, una pera, etc.

dueñas de mermada filosofía que pretenden suplirla con su insustancial manera de poner pegas y peros a todas las cosas. GAVITU.—Gavitu, gancho de madera que sirve para enganchar las cañas de los árboles con el fin de recoger sus frutos.

GASTIÓN.—Gastión, gastizo. GATEIRAS.—Gateiras, brigueiras. GATIAR.—Gatiar, gatear. GATILERA.—Gatilera, pasadizo estrecho y angosto, agujero pequeño, mirilla de centinela, etc., etc. GATILEIRU.—Gatileiru, ágil, escurridizo, observador, etc. etc. GATUÑAR.—Gatuñar, así se llama al hurtar pequeñas cosas, También se entiende por gatuñar al arañar. GATUÑÓN.—Gatuñón, amigo de hurtar. GATUÑUS.—Gatuñus, pequeños hurtos, también arañazos. GATUXONES.—Gatuxones, amigos de agatuñar. GAVIÉTCHA.—Gaviétcha, gavilla. GAVIÉTCHU.—Gaviétchu, atadijo. GAVITA.—Gavita, ayuda que se prestan en las aldeas los vecinos entres si, esta ayuda que puede ser en cualquier grado u forma recibe el nombre de gavita, que aunque en principio puede ser desinteresada, a la postre no deja de ser nada más que un empréstamo que no se reclama nunca pero que se recibe siempre que se necesita. GAVITEIRU.—Gaviteiru, así se llama a las personas que siempre están sacándoles y poniéndoles pegas y contra partidas de poca valía a las cosas. Los gaviteirus por regla general son personas inseguras y

GAVITU.—Gavitu, gancho de madera principalmente de las cepas de los árboles más duros, tales como el espinero, el acebo, etc., que una vez bien trabajado dejándoles sus dos puntas, tanto la que entra como la que recoge bien aguzadas y muy finas, sirve para esmesar la hierba. El gavitu es una herramienta más en el caserío. GAXAPU.—Gaxapu, cachapu. GAXAS.—Gaxas, grietas, rajaduras, porciones, etc. GAXÁU.—Gaxáu, rajado, agrietado, etc. etc. GAXES.—Gaxes, gajes de cualquier oficio. GAXUS.—Gaxus, pedazos rotos de cualquier cosa. GAYASPEIRAR.—Gayaspeirar, atraer, cautivar, etc. GAYASPEIRU.—Gayaspeiru, así se llama a la persona que atrae a las demás por su forma de llegar al sentimiento ajeno, usando las cualidades que él posee y les son gratas a las demás personas. También se entiende por gayaspeira a la frescura, hermosura, etc., etc. que un ser o cosa posea. GAYÁU.—Gayáu, desgajado, roto, etc. GAYOLA.—Gayola, cosquilla o fiesta que se hace a los niños, enredo, juego, pequeña y sutil trampa que consiste en liar a los demás, atrayéndolos al terreno que le conviene al gayoleiru.

GAYOLEIRU.—Gayoleiru, amigo de hacer fiestas, alegrías, engaños atrayentes, etc., etc.

GOCHA.—Gocha, así se llama a la hembra del cerdo. También gocha significa sucia, marrana.

GAYONES.— Gayones, dientes de madera de las forquetas. También se entiende por gayones a las ramas desprendidas de los árboles o a las roturas más considerables.

GOCHADA.—Gochada, mala faena que le hacen a uno, porquería caída, bracada.

GAYUS.—Gayus, brotes de los árboles o de las patatas, cebollas, etc. Grítchus. GAZAPIÁU.—Gazapiáu, agachado, escondido, a la espera. GAZAPIONES.—Gazapiones, falsos, traidores, etc. GAZAR.—Gazar, coger. GAZÁU.—Gazáu, brazado, puñado, etc. GAZÑETU.—Gazñetu, gaznate. GLAMIAR.—Glamiar, pedir, rogar, quejarse, etc., etc. GLAMIUS.—Clamius, quejidos, ruegos, llantos, etc.

GOCHU.—Gochu, cerdo de mata. —Nes mious aldines el gochu ye la fartura pa tou la teixá, ye ‘l compangu de les fabes, de les castañes mayuques, ya de tous lus potaxes que se faen, nuna teixá dou non achuquinen gochu, ye una teixá famienta. Nista poexía “Del gochu de mata”, puén tóus comprendier lu que xinifica ‘l gochu pa toes les xentes ya lu ben que les mútcheres lu curian. (En mis aldeas el cerdo es la hartura del hogar, es el compangu de las habas, de las castañas pilongas y de todos los potajes que se hacen. En la casa donde no se mata un cerdo, es de seguro un hogar hambriento. En esta poesía del “Cerdo de mata”, puede todo el mundo comprender lo que significaba el cerdo en mis aldeas para todas sus gentes, y lo bien que lo cuidaban las mujeres). GOCHU.—Gochu, persona sucia. GOCIAR.—Gociar, gozar.

GLAYAR.—Glayar, graznar, gritar. GLAYAS.—Glayas, pájaros parecidos al cuervo llamados cornexas que comen de todo, en mis aldeas en los veranos estos pajarracos pueblan los prados segados y no dejan ni un grillo, así como también comen toda clase de frutos que se presente. Para mí son más despreciables las glátchas que los cuervos, porque éstos son valientes y luchadores, mientras que las glayas no hacen nada más glayar (graznar) y comerse las cerezas.

GODAU.—Godau, astillado, lleno, gordo, etc., etc. GODEXU.—Godexu, bulto, atijo, revoltijo, etc., etc. GODEYAR.—Godeyar, liar, envolver, etc. GODOÑAS.—Godañas, raíces de las argumas, las gorvizas, etc., etc. GOLAR.—Golar, volar.

GLAYÍUS.—Glayíus, gritos, quejidos, voces, etc. GLAYUS.—Glayus, grajos.

GOLAXÁU.—Golaxáu ou engolaxáu, quiere esto decir que se encuentra enroscado, trenzado, etc., una cosa sobre la otra. GOLER.—Goler, oler.

GOLÉU.—Goléu, volado, ido, etc. También goléu significa que se ha marchado a dar un voleo, un paseo, etc. GOLIÓN.—Golión, así se suele llamar a las personas “cacipleiras”, mariquitas, etc. GOLFATIAR.—Golfatiar, olfatear.

GORBICEIRU.—Gorbiceiru, terreno poblado de gorvizus. GORBICIUS.—Gorvicius, arbustos enanos que sirven para muchir el ganado. GORDIONES.—Gordiones, cordones. GORGOLÍUS.—Gorgolíus, pequeños ruidos.

GOLFATU.—Golfatu, olfato. GORGOTIAR.—Gorgotiar, gotear. GOLFIAR.—Golfiar, entiéndese por no trabajar, por araganear, etc. GOLFIÁUS.—Golfiáus, descansados, holgados. GOLGUER.—Golguer, volver. GOLIFAR.—Golifar, olisquear. También estar harto hasta el astiar. GOLLONDRAR.—Gollondrar, golfear. GOLLONDRINA.—Gollondrina, golondrina.

GORGOYAR.—Gorgoyar, hervir el agua o cualquier otro líquido. GORGOXAR.—Gorgoxar, así se dice cuando los cereales se empiezan a llenar de gorgoxus. GORGOXUS.—Gorgoxus, insectos, moscas, etc., que viven y nacen en los cereales a consecuencia de que estos no hayan sido bien tratados desde su recolección. GORGUTU.—Gorgutu, así se dice cuando se contesta poco o nada a lo que dicen los demás.

GOLLONDRU.—Gollondru, entiéndese por persona de poco peso, inquieta, trotamundos, etc., etc.

GORGUYÍR.—Gorguyír, hablar con palabras suaves y casi inteligibles.

GOLONDRU.—Golondru, grano, tumor, bulto, etc., etc.

GORGUYONES.—Gorguyones, amigos de contesta con gorguyíus.

GOLOR.—Golor, olor.

GOROYA.—Goroya, entiéndese por amasijo de cualquier cosa.

GOMEIRU.—Gomeiru, estiragomas. GOMICIUS.—Gomicius, así se llama a la pez o sabia que segregan los árboles. GOMITAR.—Gomitar, vomitar. GOMITUS.—Gomitus, vómitos. GORA.—Gora, hora. GORAR.—Gorar, esperar, aguardar, etc.

GOROYAR.—Goroyar ou agoroyar, así se dice cuando se hacen las cosas malamente. GOROYÓN.—Goroyón, así se llama a la persona que hace mal las cosas, que es mal curiosa, torgada, etc. GOROYUS.—Goroyus, grumos que principalmente se hacen cuando les fariñes ou les papes nun tan ben feches. También pequeños granos o porosidades de la piel.

GORRUNBU.—Gorrumbu, jorobado. También se entiende por gorrumbu a la persona ignorante. GORRUPIA.—Gorrupia, altura. GORRUPIÁU.—Gorrupiáu, elevado, alzado, etc. También se sobreentiende por gorrupiáu esta liado, envuelto, etc., etc. GORTONA.—Gortona, huerta grande. GORXA.—Gorxa, mudez. GORXAR.—Gorxar, tartamudear. GORZÁU.—Gorzáu, rozado. GOTEIRA.—Goteira, gotera. GOTEIRAR.—Goteirar, gotear. GOVIEYAR.—Govieyar, agobiar. GOVIEYU.—Govieyu, agobio. GOXA.—Goxa, cesta grande hecha con baniétches de madera de avellano, la goxa tiene múltiples aplicaciones en una teixá de llabranza, pero la más principal es la de recoyer el pan nus pancicales (recoger la espiga), ou mayar les castañes mayuques (majar las castañas pilongas). GOXADA.—Goxada, entiéndese por goxada a la capacidad que lleva un goxa. También a cualquier cantidad grande. GOXÁU.—Goxáu, mucho, etc. La misma definición que goxada. GOXEIRU.—Goxeiru, artesano que hace las goxas y demás recipientes de baniétches que alcanzan desde la esquirpia que es la más grande de todas, hasta el humilde cestín de asas que sirve para llevar la comida. También a los goxeirus se les suele llamar manegueirus, y el maniegu es una goxina pequeña.

GOXU.—Goxu, indistintamente se le puede llamar a la goxa goxu y al guxu goxa. GRADE.—Grade, deshice, allané, polvoricé, etc. GRADIÁU.—Gradiáu, que está sin terronos, plano, polvorizado, etc., etc. GRADIE.—Gradie, instrumento agrícola compuesto por cuatro travesales de más de un metro de largos que van paralelos entre sí, unidos por otros dos travesales del mismo grosor, formando un rectángulo, en todos estos travesales de unos diez centímetros de grosor por otros tantos de ancho, hechos todos de madera de roble o encina, van injertados unos pernos o pinchos de hierro que tienen la misión de majar los terrones después de haber sido las tierras aradas. Sólo se gradian las tierras que se siembran de maíz o habas, y aún después de haber sido gradiadas si la gradie no majo bien todos los terrones, es menester de majar los que quedan con un majón de madera industriado para este menester, pues tanto el maíz como las habas nacen muy mal sino están las tierras bien gradiadas o majadas de todos sus terrones. La gradie va arrastrada por la yunta de la vacas o por una caballería fuerte, cuando los terrones son muy recios se coloca encima de la gradie un contrapeso de piedras. GRADIÁU.—Gradiáu, entiéndese que ya ha sido majado, que ya están los terrones deshechos. GRANCIA.—Grancia, piedras del tamaño de un puño con que se hacen las carreteras, también carbón de este estilo. GRANDIA.—Grandia, terreno pobre de pastos. GRANDIE.—Grandie, grande. GRANXA.—Granxa, granja. GRANXERU.—Granxeru, granjero.

GREÑUS.—Greñus, mechones de pelo, de lana, etc., que están sucios o mal peinados, etc.

GROMIAR.—Gromiar, bromear.

GREVU.—Grevu, seco, áspero, etc.

GRORIAR.—Groriar, alegrarse, ser feliz.

GRORIA.—Groria, gloria.

GRIESCA.—Griesca, pelea, riña, etc. GRIFÓN.—Grifón ou rifón, así se llama en las paradas de caballos a la pobre y desgraciada bestia que tiene la misión siempre por detrás de una baralada para que no pueda cubrir a las yeguas, digo que el grifón pone a las yaguas en estado de calentura máxima para que después el semental las cubra. Los grifones o rifones son caballos o burros de parada de menor clase, de ahí que se les destine a ser grifones.

GRUEXA.—Gruexa ou gruexu, así se llama al hacha que tiene la cueta en forma de maza. También se suele llamar gruexas a las personas gordas.

GRIXU.—Grixu, grijo.

GÜAIRIZA.—Güairiza, lugar de pasto comunal de una comarca, guardado cierta época del año por una persona llamado el mesqueiru, que tiene la misión de cuidar que ningún, ganado entre a pastiar en aquella pradería o pastizal, durante el periodo de tiempo determinado, y si alguna res por descuido de sus dueños entra a pastiar dentro de la güairiza el resqueiru la pringa, quiere esto decir, que la mete en una cuadra que para tal menester tiene, y la retiene hasta que su dueño la vaya a recoger, teniendo que pagar antes de llevarse la res prindada la sanción estipulada, así como la hierba y el trabajo de atenderla.

GRIXÚ.—Grixú, gas que produce el carbón.

GÜAIRIZU.—Güairicu ou güairizu, entiéndese por mesqueiru.

GROMA.—Groma, broma.

GÜAÑAR.—Güañar, grítchar, nacer brotes.

GRÍTCHAR.—Grítchar, así se llama cuando los vegetales, las patatas, las cebollas, etc., empiezan a guañar. GRÍTCHU.—Grítchu, brote. GRIXEIRA.—Grixeira, grijera.

GROMBUS.—Grombus ou gromus, arbustos de los que en mis aldeinas hacíamos las escobas para barrer o limpiar todo, desde la antoxana hasta debajo de la cama. La madera de los escobales o grombus es muy buena para hacer l´ arroxaura del fornu. De los gorvizus también se hacen los escobones, en mi aldeina había una paisana, también viuda como mi madre de la guerra, que casi vivía de oficio de hacer escobas y escobones, recuerdo que la escoba la vendía a xentes de la riera (gentes de la ribera) a tres reales cada una, y el escobón como iba mangado en un mango de avellano le dacan por cada uno seis reales.

GÜAÑU.—Güañu, brote, hierba que nace, etc. GÜAPEZA.—Güapeza, hermosura. GÜAPU.—Güapu, hermoso. GÜARAR.—Güarar, empollar. GÜARECER.—Güarecer, así se dice cuando los ganados pastean. También se entiende por guarecer el campear uno a sus anchas por su territorio, así como el taparse, o el vivir en un lugar determinado.

GUARIPUS.—Guaripus, así se suele llamar a las personas, que son paradas, que no son emprendedoras, que les falta la valentía. GUAXES.—Guaxes, niños pequeños, etc. GUAXIQUINUS.—Guaxiquinus, pequeños, infantes, niños, etc. GUAYARÓN.—Guayarón, así se llama a las personas que siempre están encamadas, o que les gusta mucho estar siempre en casa. GÜÉ.—Güé, buey. GÜÉI.—Güéi, hoy. GUEDEYES.—Guedeyes, pelos enmarañados, lanas, etc. GUEDEYONES.—Guedeyones, así se llama a las personas que son dadas a formar o hacer enredos, que tienen la propiedad de liar a los demás. GUEDEXUS.—Guedexus, enredos, enmarañamientos, etc. GUEDEYU.—Guedeyu, fatu, trapo, viejo, roto, etc., etc. GÜÉL.—Güél, que huele. GÜELFIUS.—Güelfius, así se lama a los labios de las caballerías. GÜELGUIAR.—Güelguiar, así se dice cuando se pisa la hierba crecida de un prado dejando por donde se pasa un sendero güelgáu. GÜELGÁU.—Güelgáu, pisado, aplastado, etc. GÜELGUIA.— Güelguia ou huelga, significa hacer huelga en el trabajo con el fin de conseguir alguna cosa justa y honrada. —You fexe ‘n toa miou vida dous güelguies, ya vou cuntayes nagora qu’encalda nel xeitu ‘l frutu qu’afuxinéi

d’eches. La primeira veiz que me punxe ‘n güelguia foi cundu les famóuxes “Campanes d’Aviles”, trabayaba you per aquel lleldar comu xefe d’equipu nunu d’aquechus inxenius dou xugábamus con la Cadarma namái qu’entrábamus per aquechus camaretus d’aire comprimíu, dou mamplenáus de veices nus explotaba lus uíus de dollor, fayéndunus sangrar como curíus achuquináus per la ñariz ya les urées de ya dandunus campaneirus mái floxacus fasta se les xebraba ‘l coñocimentu, ya tou ísti aparti del trabayu que yera pelligróuxu ya m’esforciáu, lu faíamus per un xueldu de diecisiete pesetes aparti d’una primaxa que nus apurríen cundu les paicía, pos el díe que nun llancábamus nagua ‘l manullitu de cementu ya fierru, que lu mesmu pexaba cen toneláes, ya teñíamus que llantalu fasta catar el firme per debaxu del nivel del mare, anxina yera que cundu ‘l aire se xebraba perque tou ‘l material qu’uxaben pa lleldalu namí que yera un estrampanu de comprenxores ya fierrus, cuntu que cundu ‘l aire se colaba ‘l agua entraba lluéu dientru la campaña, ya tóus noxoitres con la priexa d’un centétchu teñíamus que subir per unes escaleraxes de fierru dou nun coyía namái qu’ún, anxina yera que con la fumareda qu’encaldaba ‘l vapore del aire que nun dexa güétchar nagua, ya ‘l ruxir del agua que per tous lus lláus fondeirus del manullitu a regueiráes nus aniegaba, faíanus a tóus coyer bones esquirpiaés de miéu, pos nadie iñoraba qu’el manullitu padíe ‘sfrundixe ya dexanus a tóus estrapacháus debaxu d’él lu mesmu que se fóramus figus d’agostu. Per istu ‘l tiberiu que s’encaldaba debaxu d’aquel esguiladeiru de fierru, yera ‘l de galamiar con priexa ya esciplina pa fuyír d’aquel enfernal pelligru qu’angunus compañeirus nuexus d’oitres campanes mái esgraciaínes que les que you acaidonéi les veixe arrabucáu la vida. —Despós cundu denuéu ‘l aire golguié teñíamus que’achicar l’agua, ya lu mesmu tardabamus varius díes en llograyu, ya metantu tou ísti tempu nun cabrabanus nagua de prima, foi per ista

inxusticia per la que faléi con lus dez homes que trabayaben cuaúmigu, ya llogréi ‘l miou paicer conveceyus, paque non achicáramus mái agua mentantu nun nus apurrieren la prima lu mesmu que cundu trabayábamus picachonandu la tierra. Foi ‘l casu que comu a la gora de tar paráus al lláu de la campana murandu ‘l conseguir lus nuexus honréus drechus, vienu la brigadilla de lu criminal d’avilés, ya col llátigu na mán díxunus que xinun entrábamus a trabayar nel escapi nus esfoyaben a llatigazus achindi mesmu, ya tóus conel mesmu miéu que viesen apaparáu cundu nus xebraramus de dientru, golguierun oitra veiz al trabayu xin faer gurgutu, colarun tóus foriáus de miéu d’aquecha pollicía d’achunquinus, quáchuquinar un home a llatigazus yera p’echus pequenina parva, Tan solu quedarun al lláu migu dous rapazus que viesen síu llexonarius, ya lus tres xuntus les diximus que nouxóitres nun trabayabamus metantu nun nus aprurieren la prima, e achindi mesmu lus mamfrorinacus ya fíus de paraxeta d’aquetchus megreirus de pollicies, nus fexerun conel llátigu ‘n pequenu falagáu de chombu, ya despós nus chevarun pal sou cuartel e achindi nus apurrerun durante tou ‘l tiempu de tres díes galgazáus ya inxultus de tous lus collores, xin danus lus mu chimiagus nin gateira d’agua, pos échus queríen que nuexoitres firmaramus nun séi quéi que viéxemus fechu, peru dangunu firmamus nagua, ya entóus nus arretrigarun na cárxel, ya lus poucus díes el xuez puénxunus en llibertá, peru a la mesma porta de la cárxel golguirun a prindanus lus ñegreirus pollicíes, ya chevárannus denuéu pal sou cuartel, e achindi duranti oitres tres díes nus apurrierun tocata ya tunda, ya despós de ben fartus d’inxultus ya llatigazus punxérunnus en llibertá, ya lus tres fomus denuéu a curar nuexes ferides a la “Hermaná Llexonaria” de nuexus Tercius. TRADUCCIÓN.—Yo hice en toda mi existencia dos huelgas, y les voy a contar ahora que encarta en la palabra, el fruto que he sacado de las huelgas. La primera vez que me puse en huelga, fue cuando

las famosas campanas de aire comprimido con las que se hacían los cimientos de Ensidesa de Avilés. Trabajaba yo en aquel suceder como jefe de equipo de uno de aquellos ingenios donde jugábamos con la muerte nada más que entrábamos por aquellas camaretas de aire comprimido, donde muchas veces nos reventaban los oídos de dolor, haciéndonos sangrar como patos degollados por la nariz y las orejeas, y algunos otros compañeros más flojos hasta perdían el conocimiento de dolor, y todo este sufrimiento, a parte del trabajo que era de lo más peligroso y esforzado, lo hacíamos por el miserable sueldo de diecisiete pesetas por jornada de trabajo, aparte de una insignificante prima que nos deban cuando les parecía, pues el día que no plantábamos nada el enorme bloque de cemento y hierro que lo mismo pesaba cien toneladas o más, y teníamos que plantarlo escavando la tierra, arena, piedra, etc., por dentro de él, hasta encontrar el firme que estaba por debajo del nivel del mar, así era que cuando el aire comprimido se marchaba, cosa que sucedía con mucha frecuencia, ya que el material que usaban para hacerlo era un conjunto de chatarra compuesto por compresores y tuberías, digo que cuando el aire se iba, el agua entraba dentro de la campana con mucha rapidez, y todos nosotros con la prisa de una centella teníamos que subir por una escalera de hierro pegada al bloque de cemento donde tan sólo cabía uno de cada vez, así era que con la humerada que producía el vapor del aire, que no dejaba ver nada, y el ruido del agua que por todos los lados fonderos del manolito de cemento a torrentes nos ahogaba, hacíamos a todos coger grandes cantidades de miedo, pues nadie ignoraba que aquel maldito bloque podía en cualquier momento falto del sostén del aire hundirse y dejarnos a todos reventados lo mismo que los higos de agosto, cuando maduros se desprenden de la higuera y se aplastan encima de las losas del suelo. Por todo esto, la lucha que se desarrollaba debajo de aquella escalera de hierro, era la de

correr con grande prisa y disciplina, para poder huir con tiempo de aquel infernal peligro, que algunos compañeros nuestros de otras campanas más desgraciadas que la que yo dirigía, les había arrancado la vida. Después cuando de nuevo el aire volvía, teníamos que achicar el agua, y lo mismo tardábamos varios días en lograrlo, y durante todo este tiempo no cobrábamos ninguna prima. Fue precisamente por esta injusticia, por la que hablé con los diez hombres que trabajaban conmigo, y logré según mi parecer convencerles, para que no achicáramos más agua mientras que no nos pagasen la prima lo mismo que cuando trabajábamos picando y sacando la tierra. Sucedió que como a la hora de estar parados al lado de nuestra campana esperando el conseguir nuestros honrados derechos vino la brigadilla de lo criminal de Avilés, y con el látigo en la mano nos dijo desafiadoramente que sino entrábamos a trabajar con rapidez, nos despellejarían a latigazos allí mismo. Y todos con el mimo miedo que hubieran cogido cuando dentro de la campana huyéramos de su peligro, volvieron otra vez al trabajo sin decir palabra se marcharon todos cagados de miedo a aquella policía asesina, que matar a un hombre a latigazos era para ellos un feliz entretenimiento. Tan sólo se quedaron a mi lado dos jóvenes de mi edad aproximada que habían sido legionarios, y los tres juntos les dijimos que nosotros no trabajaríamos hasta que no nos pagasen la prima que reclamábamos. Allí mismo, los mariconazos e hijos de puta de aquellos cobardes y asesinos policías, nos empozaron a castigar con sus látigos, y seguidamente nos llevaron para su cuartel, y allí nos martirizaron salvajemente durante el tiempo de tres días con latigazos, patadas, puñetazos, insultos y demás, teniéndonos siempre amarrados a unas prietas esposas, y sin darnos los muy babosos ni tan sólo una gota de agua, pues ellos querían por todos los medios que nosotros firmásemos no se que hubiésemos hecho. Pero ninguno de nosotros

firmamos nada, y entonces nos metieron a la cárcel, pero a los pocos días el juez nos puso en libertad. Y otra vez a la misma puerta de la cárcel volvieron a detenernos los negreros y asesinos policías de nuevo llevándonos a su cuartel y durante otros tres días nos estuvieron dando paliza tras paliza, y después de bien hartos de insultos y latigazos, nos pusieron en libertad, y los tres nos marchamos de nuevo a la "Hermandad Legionaria, de Nuestros Queridos Tercios” con el triste fin de curarnos las heridas que la Cobarde y Cerda Sociedad nos había tan injustamente hecho. —Algunos años más tarde me volví a ponerme en huelga en el Pozo Minero de LLáscaras, sucedió de la siguiente manera. Entre a trabajar en aquella mina como ramplero, durante un mes trabajé a las órdenes de un picador con el ardor y la fuerza que en mi desde niño ha sido junto con la honradez, las únicas virtudes que he tenido. El picador que trabajaba a destajo por metros de carbón picado, era un astur de grande fortaleza y como unos cuarenta años de edad, sabía su oficio como grande maestro que era, la rampla era cómoda pues tendría casi dos metros de ancha, y el carbón difícil de picar pues s'eboronaba (deshacía) nada más que metía en martillo en sus negras y relucientes vetas, durante toda la jornada envuelto en un río de sudor y sin detenerme nada, me era casi imposible dar a basto el retirar el carbón que aquella máquina humana picaba, no nos cruzábamos en todo el tiempo de trabajo ni una sola palabra, el picaba como un verdadero demonio, tal parecía un coloso que se quería comer la rica veta en un sólo relevo, de vez en cuando hacía un respiro para echarse un trago de vino de la bota que tenía colgado de una mamposta, desde luego ahora que le recuerdo y le estudio con detenimiento, tengo que reconocer que era el atuñáu más grande que yo había conocido, pues jamás me brindó a que limpiara mi garganta con un paparáu de vino, después cuando postiaba también hacía este trabajo con una rapidez y precisión

que impresionaba, y aquí si me decía alguna orden, pues eso eran sus palabras, ten aquí, traí pacá, pon aquí, etc. El picaba diariamente el trabajo estipulado para tres o cuatro jornadas a sueldo, el cobraba esos sueldos que destajaba en un sólo jornal, mientras que yo tenía que hacer todo ese trabajo de más por tan sólo un sueldo, el miserable xornaletu de un rampleru. Pronto empece a pensar que me estaban despiadadamente robando mi sudor, bien el picador o la empresa, yo trabajaba tres veces más no cobrando nada mis que un rancuayin xueldu. ¿Por qué me preguntaba proporcionalmente no puedo cobrar yo todo este esfuerzo de más que hago? —Algunos picadores les suelen dar a sus ayudantes si se lo merecen el día de cobro una prima de su propio bolsillo, esto era la única recompensa que le correspondía a un rampleru. Pero mi picador no me convidó ni a un triste vaso de vino. —Al día siguiente del de paga, que por cierto yo apenas ganó aquel mes ni para pagarle a mi patrona, ya estábamos trabajando los dos juntos en el tajo, él trabajaba con el mismo afán de siempre, yo paleaba el carbón con el ardor acostumbrado, pero cuando comprendí que ya había picado el carbón que correspondía a lo estipulado en una jornada normal de trabajo, yo dejé de paliar carbón y me senté tranquilamente encima de la pala, el casi inmediatamente dejó de picar y con voz bronca me dijo: ¡Venga rapaz quita este carbón que me estorba! —Yo le contesté que no rampliaba más carbón, que mi trabajo ya había terminado, que yo no estaba a destajo. —El dejó el martillo vino hacia mí con intenciones amenazadoras y me dijo que sino paleaba carbón me rompía los focicus. —Y tal cosa haría aquel animal de mi paisano, pues yo vi en su gesto endemoniado la firme idea de vapulearme a su gusto. —No me detuve en hacerle comprender nada pues yo sabía que a él no le importaban mis razones, así que me levante, así la pala con rabiosa tranquilidad y le hice

comprender que estaba dispuesto a obedecerle pero de repente y con gran rapidez le ataqué con fiereza sorprendiéndole, y le aticé tres o cuatro golpetazos certeros con la pala de plano, que dieron con su grande y fuerte humanidad en el suelo, y cuando le vi vencido y sin ánimo de atacarme le dije, que yo defendía mis derechos, y que él lejos de convertirse en mi negrero, debía de comprender que lo que yo decía era justo. —Nada me respondió el muy magüetu, se levanto quejándose por los gestos que hacía, no por las palabras que no dijo ninguna, y se fue rampla abajo, al poco tiempo vino acompañado del vigilante de rampla, que se llamaba Anxelín y era sin dudarlo un astur de buena calaña, que más que reñirme tal parecía que le haba gustado lo que hubiera hecho, y después de explicarme las obligaciones que tenía un rampleru, que eran todas sin que le asistiese ningún derecho, me rogó me incorporara otra vez al trabajo, y que me dejase de aspirar a unas pretensiones que no existían. —Yo le contesté que en esas condiciones no trabajaría más y que hablaría con los demás ramplerus para que me secundaran, entonces él sin decirme más palabras me dio papeleta para la jaula y me echó de la mina. —Nada pude yo poner en claro con los demás ramplerus cuando salieron de la mina muchos de ellos hasta mirándome con desprecio de mi idea se reían. —Al día siguiente ya conforme con la mala suerte de no poder conseguir nada, ya estaba dispuesto a seguir trabajando de aquella esclavizante y dehumanizadora manera, fui a recoger mi lámpara a la lampistería para entrar a la mina, cuando le di mi número de lámpara al lampistero, este se fue a un cuarto contiguo y salió acompañado de dos guardias civiles que me detuvieron en el momento, me esposaron lo mismo que si fuese un delincuente, y en presencia de muchas mineros que ninguno les dijo nada, me llevaron para el cuartelillo que tenían en la Felguera. —Mucha suerte tuve yo aquel día, pues

cuando me entraron en la oficina del cabo primero de aquel destacamento, que tenía la profesión de ser un verdadero asesino, y que fácil muy alegremente me hubiese dado más palos que los que imaginar pudiera, allí dentro estaba un oficial de la guardia civil, que había servido como alférez de milicias en mi tercio, precisamente en mi compañía que era la de deportes, nada más que me vio, rápidamente ordenó que me quitasen las esposas, y manda todos los guardias que saliesen de la oficina, después me saludó fraternal y noblemente como buen legionario, me mandó que me sentara y le explicara el delito que me traía. —Cuando le conté lo que había hecho, él metiendo la mano en su bolsillo me dio doscientas pesetas y me dijo: —Toma coge esto y vuelve ahora mismo con toda la rapidez que puedas a tu Tercio legionario sino quieres terminar de una paliza destrozado, o morirte de hambre en un presidio. —No busques en la vida civil ni libertad, ni justicia, pues estas dos preciadas joyas hace tiempo que a la Patria la han abandonado y en su lugar ha nacido una ley que sostenida por la pistola y el látigo no permite que nadie reclame sus derechos, porque todos tienen el deber de ser sumisos ciudadanos que no tienen voz ni voto porque el miedo les ha convertido en un rebaño de sumisos esclavos. —Aquel mismo día otra vez volví a viajar sin maleta ni equipaje como siempre había rodado, camino del refugio que me brindaba mi querida y noble legión, donde moraban muchos jóvenes que al igual que yo habían sido por la ley apaleados, humillados. GUELTA.—Guelta, vuelta. GUELUS.—Guelus, abuelos. GÜERTA.—Güerta, huerta. GÜERTANU.—Güertanu, hortelano. GÜERTU.—Güertu, huerto.

GÜESPAS.—Güespas, huesos de las frutas. GÜESPEDES.—Güespedes, huéspedes. GUESPINUS.—Guespinus, frutos redondos del tamaño de una avellana, amarillos y veteados, que bien maduros saben muy bien y son muy medicinales para el intestino. GÜESPINAL.—Güespinal, pequeño arbusto que produce los güespinos. GÜESTIA.—Güestia ou apagüestia, así se denomina a las apariciones tanto imaginarias como reales, que en los tiempos pasados llevaban a cabo las animas condenadas, según parecía los muertos volvían a la vida y se paseaban en procesiones con ruidos de cadenas y cencerros que aterrorizaban a las gentes, y todo esto al parecer lo hacían, con el fin de pedirles a sus familiares o deudos más queridos, que intercedieran por ellas de la forma de dar a los santos y a las iglesias dádivas importantes de sus bienes, con el fin de que estos los liberasen de sus continuos sufrimientos. Recuerdo que me conté mi amo Xallustianu este caso que sucedió en su aldea cuando él era niño. —Moraba na sou aldina un cura que yera 'l paicer de toes les xentes un xantu, manqui espós escubrióxe que namai que yera 'l mesmu diañu, que con sou intellixencia muciayes a les xentes del chugar tous lus cuartus qu'encaldaben, pos tous lus veicinus ente 'l diñeiru qu'apurriánye per les mixes, ya les xeneruxes llimosnes qu’ufrendiaben a la Xanta ya xantiquinus del chugare, proporcioñaben al cura tou cuntu 'l condeñáu ñecexitaba pa vivir lu memu qu'un prinxipe cheldáu nes sous intellixentes tarrascas y’añuedadures de cibiétchu, ya gocius e fellicidáes qu'encalducaba con la sou xovencina ya guapetona ama, que tous lus veicinus conxideraben comu la sou hermena, per el falar del cura cundu la traxu pal chugare. Peru foi l'ama cundu 'l cura

murru la qu'escubrióu lu qu'cura ca die almañecíu cheldaba, que nun yera oitra couxa qu'el embruxayus a tous lu mesmu qu'echa lu taba, fayenduyes creyer que toes aqueches formes ya mañeires qu'él teñía qundu yes falaba, dientru de sous xulfurantes y'allucináus mesterius, yeren el frutu de la gracia que l'apurrien lus xantus, güestias y' apagüestias ya tou 'l fatáu de divinidaes que poblan lus infinitus chugares dou s'axeita 'l grandie poder del Faidor. —Per aquechus tempus chegóu a l'aldina un indianu fíu d'echa que despós d'un mamplenu d'anus nes amériques, chegaba con la sou corexa bétcha de cuartus, que fixérunye 'l cura catar muréu con priexa p'esbítchale per echus. Anxina fói qu'acomencipiu xermoniayu, falandoi de les couxas divines per les que sous fañecíus pás a él le falaben, ya que nun dexarien de xufriendu faer tal couxa, metantu daquin non punxera manegáes de mixes ya goxetáus de llimones a la Xanta ya xantinus del chugare. Peru l'indianu qu'al paicer teñía mái apegu a lus sous cuartus que a toes les divinidáes que falaba 'l cura, nun taba nel xétchu de dexái nes sous fuinesques manes lus sous cuartus, per istu tomóulu per cuintu, ya fasta se reyia per lu baxu de sous veicinus ya fates creyencies ya dol sou cura predicaor, que xegún el sou paicer, yera mái llistu ya intellixente, de tóus cuntus él ureára, y'agüétchara nes amériques, que tamén teñíen la costume d'atemorizandu a les xentes arrapiegáis lus sous cuartus. —Axindi taben les couxes cundu 'l cura cumencipiu arrandionar toes les nuetches la teixá del indianu, apaxiétchau comu les mesmes güesties nel parexu que diba ruxendu cadexeirus ya chocaretus, ya de cundu 'n cudu le falaba couxes qu'el indianu teñía que faer xinun queríe qu'el diañu ya les mesmes güesties de lus sous pás que nel cheldar le pedigüeñaben, l'enlloquecieren de mieu, per nun creyeren couxes xagráes ya xantes. —El indianu que manqui se faía 'l llistu nel sou penxementu ta la fuercia de sous creyencies d'ancestru lu domeñaben,

y'aconsexáu per lus sous veicinus que de continu le falaben que la güestia que l’arrandianaba yera l'anima de lus sous páes, ya per oitre lláu, de que paquéi queria les sous riqueces xinun diba gociayes con fellicida ya xoxiegu, anxina fói, que lus veicinus ledixerun que lu que teñía que faer yera dar lu que l'apagüestia l'urdenaba. —Creyendu ou nun creyendu 'l casu fói qu'el indianu comencipióu apurriyes bétchas llimones a la xanta ya lus xantus del chugare, fasta qu' una nuétche urearun a la güestia con munchu xufrimientu queixase, conunus glamiares ya glayius tan ameruxáus de dollores, que toes les xentes de l'embruxadora aldina reciaben nel xillenciu de sous teixáes, perqu'el xantiquin del Faedor remidiare 'l xufrimientu d'aquel alma en pena. —Cundu chegóu 'l albiar el die lus veicinus de l'embruxadora aldina agüétcharun que la güestia xinun yera tal güestia, xinun que yera 'l mesmu cura apaxiétchau de fantasme que taba fechu cadermu per la cauxa de qu'al blicar el ciarru de la lloxa del indianu llancara un xofitu nel banduyu que le fexu morrer con lus estantinus na manu, glamiandu acaniláu por el dollor la gavita que naide l'apurrióu per mor de cuntar tóus que yera la güestia quien se queixaba. —Disdi aquel díe ya enxemás naide creyu n'aldina en mái güesties nin ánimes condenáes, que nun faíen oitra couxa namái, qu'afuinayes lus sous intexes pa fartar al cura, ya tou 'l enriestráu de xentes con sotana. TRADUCCIÓN.—Vivía en aquella aldeina un cura que era al parecer un santín del cielo, aunque más tarde se descubrió que nada más que era el mismo demonio, que con su inteligencia les ordeñaba a las gentes de aquella encantadora aldea, todos cuantos dineros agenciaran, entre todos los vecinos entre el dinero que le deban por las misas y las generosas limosnas que los ofrecían a los santos y santina del lugar, proporcionaban al cura todo cuanto el condenado necesitaba para vivir lo mismo que un príncipe, que con su

inteligencia había logrado el practicar su vicio de borrachín y disfrutar placenterosamente del amor, con su joven y hermosa ama, que todos los vecinos consideraban como su hermana, por lo que había dicho el cura cuando la trajo a la aldea. Pero fue precisamente el ama cuando el cura se murió la que descubrió lo que cada día amanecido el cura hacía, que no era otra cosa, que el embrujarlos a todos lo mismo que ella embrujada estaba, haciéndoles creer que todas aquellas formas y maneras que él tenía cuando les predicaba, dentro de sus sulfurantes y alucinantes misterios, eran el fruto de la divina gracia que le daban los santos, las güestias y apagüestias, y todo el sinfín de divinidades que poblaban los santos lugares donde se asienta el Reino del Hacedor. —Por aquellos tiempos llega la aldea un indiano hijo de ella, que después de vivir muchos años en las américas, regresaba con su cartera llena de dineros, que lo hicieron al cura con grande prisa buscar la forma de esquilarle parte de ellos. Así fue que comenzó sermoneándole, hablándole de las cosas y misterios divinos, por las que sus fenecidos padres con él se ponían en contacto, no dejaran de sufriendo hacer tales cosas, mientras que alguien no les ofreciera montones de misas y cantidades de limosnas a la santa y santinos de la aldea. Pero el indiano que según parecía le tenía mucho más apego a sus dineros que a todas las divinidades que hablaba por cura, no estaba predispuesto a entregarle aquel ladronzuelo sus dineros, por esto tomó por cuento todo cuanto decía el cura, y hasta se reía por lo bajo de sus vecinos y tontas creencias, lo mismo que de aquel cura predicador, que según su parecer era mucho más listo e inteligente de todos cuantos él había escuchado y visto en las américas, que también tenían la costumbre siempre atemorizando a las gentes con cosas divinas, de robarles el dinero lo mismo que el cura de su aldea pretendía. —Así estaban las cosas cuando el cura comenzó a rondar todas las noches la casa del indiano, vestido como los

fantasmas, en el parejo que hacía sonar cadenas y cencerros, y de vez en cuando decía con voz de ultratumba cosas que el indiano tenía que hacer, sino quería que al diablo y las güestias de sus padres que pidiéndole estaban, le enloqueciesen de miedo por no creer en las cosas santas y sagradas del Hacedor. —El indiano que aunque se hacía el listo, en su pensamiento las fuerzas y creencias de su ancestro lo dominaban, y aconsejado por sus vecinos que de continuo le hablaban, que las ánimas que rondaban su casa no eran otras que las de sus padres y por otro lado también le decían, que para que quería su riqueza sino podía gozarlas con felicidad y sosiego, así pues, todos le suplicaban que hiciera lo que la apagüestia le ordenaba. —Creyendo o no creyendo el caso fue que el indiano comenzó a dar ricas limosnas a los santos y la santina de la aldea hasta que una noche sintieron a la güestia con grande sufrimiento quejarse, pronunciando unos alaridos tan llenos de dolor que todas las gentes de la embrujadora aldeina rezaban en el silencio atemorizante de sus casas, porque el santo del Hacedor remediara el grande sufrimiento de aquella alma en pena. —Cuando llegó el amanecer del día, los vecinos de la embrujadora aldeina, vieron que la güestia en la que ellos creían no era tal ánima, sino que era el propio cura vestido de fantasma, que se encontraba muerto, por la causa de que al saltar la cerca del huerto del indiano, se habla clavado una aguzante estaca en la barriga, que le hizo morir con las tripas en la mano, pidiendo acolmillado por el dolor la ayuda que nadie le dio, por mor de pensar todos que era la güestia quien se quejaba. —Desde aquél día ya jamás nadie creyó en la aldea ni en güestias ni en ánimas condenadas que no hacían otra cosa nada más, que atemorizarles con un temor divinizante para robarles sus menguados intereses, con los que se hartaban los curas y todo el rosario de gentes con sotana.

GUETA.—Gueta, suerte, riqueza, etc. GÜÉTCHAR.—Güétchar, mirar. GUÉTCHUS.—Gúetchus, ojos. GÜEXEIRA.—Güexeira, huesera. GÜEXUS.—Güexus, huesos. GÜEXUAS.—Güexuas ou angüexas, ampollas que nacen en las manos por trabajar, o en los pies por caminar, o cuando uno se quema, etc.

GUÍTCHA.—Guítcha, aguijada para arrear el ganado que consiste en una vara de avellano en cuyo final se coloca un aguijón que puede ser la baniétcha de un paraguas aguzada, un clavo, etc., etc. Los buenos vaqueirus jamás ponen este sangrante aguijón a sus guítchaes, sino que simplemente aguzan con un cuchillo la misma aguijada, de forma no se puede obreirar (pinchar) a las vacas ni hacerles dado. GUÍTCHADAR.—Guítchadar, arrear, aguijonear, etc.

GÜEYADA.—Güeyada, miraba, guiño, etc.

GUÍTCHADAZU.—Guítchadazu, golpe dado con la aguijada.

GÜEYU.—Güeyu, ojo.

GUIXARRUS.—Guixarrus, guijarros.

GUFAR.—Gufar, bufar, silbar, el viento, el tren, etc.

GUIXÁU.—Guixáu, guisado, preparado, cocinado, etc.

GUFIONA.—Gufiona, así se llama a la persona que airadamente protesta por todo.

GUIXUS.—Guixus, guisos, cocinados, etc.

GUFÍU.—Gufíu, bufido.

GUIYADA.—Guiyada ou guía, ou guítcha.

GUIADA.—Guiada, aguijada, vara para arrear el ganado, etc.

GUIYADAR.—Guiyadar ou aguítchadar, arrear, afalar, apurar, etc.

GUINCHAR.—Guinchar, pinchar los alimentos con el tenedor, pinchar con el trentu ou pala de dientes, etc.

GUIYUS.—Guiyus, pinchos, aguijones, etc. También se suele llamar guiyonas a las personas que tienen la costumbre de azuzar, de meter camorra, de enredar las cosas para que se peleen tanto los animales como las personas.

GUINCHUS.—Guinchus, dientes de hierro o de madera de cualquier utensilio o herramienta. GUIRRIA.—Guirria, rabia, ira, demencia, etc. GUISPIAR.—Guispiar, hurtar, quitar, etc., etc. GUISPIÓN.—Guispión, amigo de guispiar. GUISPIU.—Guispiu, pequeño hurto, etc.

GUILMIA.—Guilmia, envidia, malas intenciones, etc. GUILMIAYUS.—Guilmiayus, así se llama a las personas envidiosas y malas. GURBIA.—Gurbia ou gumia ou gubia, así se llama a una cuchilla curva cortante por los dos extremos que mangada en un mango como de un par de cuartas sirve para que el madreñeru trabaje la caja de las madreñas. Unes madreñes que no están bien gumies siempre comen los

escarpinos o zapatillas, etc., terminan por hacer daño a los pies. GURNIAR.—Gurniar, gruñir como lo hacen los cerdos. GURNÍUS.—Gurníus, gruñidos. GURRIANA.—Gurriana, entiéndese por gurriana a la llovizna que se desprende de la niebla. GUIRRIÁUS.—Guirriáus, enloquecidos, rabiosos, etc. También se entiende por guirriáus a las personas que suelen hacer payasadas. GURRUFAYUS.—Gurrufayus, así se dice a las personas en el enclenques, ruinas, etc. También se llaman gurrufayus a las frutas ruinas, malas etc. Rancuayus. GUSMIAR.—Gusmiar, husmear, caciplar. GUSMIONES.—Gusmiones, caciplerus. GUXARAPUS.—Guxarapus, gusanos en general.

miou má ya you faer carbón a a l'oxa, ya nun yera pa lus ferreirus xinun pa lus gaxmetrus de lus cambrionos, alcuerdume que nus pagaben a dez pexetes el xacu, ya trabayandu ben faíamus un par de xaquinus tous lus dies falaba miou má que nus yora mái frutuxu faer carbón n'oxa que baltiar la cheñe na pena. TRADUCCIÓN.—Cuando yo era niño íbamos mi madre yo hacer carbón de cepa a los montes volcánicos de mi aldea, no era para las fraguas de los herreros, sino para los gasómetros de los camiones y coches de línea, me recuerdo que nos pagaban a diez pesetas el saco de carbón, y trabajando muy duramente solíamos hacer un par de ellos todos los días, decía mi madre que nos era mas provechoso hacer carbón en los montes volcánicos, que cortar leña en las peñas o montañas calizas, donde abundaba la encina, el roble enano, la espinera, etc., etc. únicos medios principales que teníamos de ganarnos durísimamente el escaso pan de cada día. GUZAMPU.—Guzampu, así se llama a las personas tragonas. GUZÁU.—Guzáu, afilado, aguzado, etc.

GUYA.—Guya ou gútcha, aguja. GUYAR.—Guyar ou enguyar, así se llama al enhebrar la aguja. GUYÁU.—Guyáu, puntiagudo, agudado, etc.

H

GUYAZU.—Guyazu, pinchazo.

—Esta letra al igual que la (J), la (K)y la (L), son si se quiere del todo prescindibles en la "CINGUA D'ASTURIES".

GUYETAS.—Guyetas, así se llama a los cordones de las botas o zapatos, etc.

HABEDIS.—Habedis, que habéis hecho, pensado, etc.

GUYEIRU.—Guyeiru, alfiletero.

HABLAYAR.—Hablayar, dícese de las personas que no dicen nada más que tonterías.

GÚZ.—Gúz ou uces, arbusto que nace principalmente nes oxes (montes de terreno volcánico), de cuyas cogüétchas (cepas) se hace el mejor carbón para las fraguas y también para los gasómetros. —Cundu you yera guaxín dabamus

HABLAYUCAR.—Hablayucar, parlotear, decír tonterías. HERMANÁ.—Hermaná, hermandad.

IDEGAR.—Idegar, idear, pensar, etc. HERMENU.—Hermenu, hermano. HERMÓUXA.—Hermóuxa, hermosura.

IDUYU.—Iduyu, demente, persona que no coordina muy bien. IGUA.—Igua, compone, arregla, etc.

HERMOUXURA.—Hermouxura, hermosura.

IGUALÁU.—Igualáu, compuesto, arreglado, etc.

HEREXÍA.—Herexía, herejía. HEREXES.—Herexes, herejes. HOM.—Hom, hombre.

IGUAR.—Iguar, arreglar, componer, etc. IGUAXUS.—Iguaxus, remiendos, pequeñas y malas arregladuras, etc.

HOMACU.—Homacu, hombre ruin, pequeño, etc.

ILLEXIA.—Illexia, Iglesia en general.

HOME.—Home, hombre.

ILLUS.—Illus ou echus, ellos.

HOMÍN.—Homín, hombre pequeño.

ILLUSTRÁU.—Illustráu, ilustrado.

HOMU.—Homu, hombro.

ILLUSTRE.—Illustre, ilustre.

HORRIU.—Horriu, hórreo.

ILLUXUS.—Illuxus, ilusos.

HURRU.—Hurru, hórreo.

ILLUXÓN.—Illuxón, ilusión.

HUMEIRU.—Humeiru, humero.

IMAXEN.—Imaxen, imagen en general.

—Son éstas aproximadamente las únicas palabras en "CHINGUA D'ASTURIES" que se escriben por regla general con la letra (H), todas las demás a mí me parece que son inventativas o mistificaciones del REY DE LOS IDIOMAS, del HIJO de LA LLINGUA ASTUR, "SU MAJESTAD EL IDIOMA ESPAÑOL".

I

IMAXINAR.—Imaxinar, pensar. IMPUENGU.—Impuengu, impongo. IMPUNXU.—Impunxu, impuso. IMPLEITUS.—Impleitus, disputas, enojosas que dañan los sentimientos de las personas. INAGUA.—Inagua ou nagua, nada de nada.

ICIAR.—Iciar, iniciar, comenzar una cosa, un trabajo, etc., etc.

INCHENTU.—Inchentu, lleno, repleto, harto, etc.

ICIÁU.—Iciáu, que está iniciado, avezado, etc., en el trabajo o menester que se trate.

INCHÍU.—Inchíu, lleno, hinchado, repleto, etc.

IDEGA.—Idega, idea.

INCORNIUS.—Incornius, negazus, granos, hinchazones, flemones, etc., etc.

INCUERDIUS.—Incuerdius, enredos, contratiempos, trabas, etc. INDA.—Inda ou ainda, todavía, aún, etc., etc. INDIANU.—Indianu, así se llaman en mi Tierrina a los asturianos que regresan de las Américas, por regla general los hijos de Asturias suelen ser ardientes amantes de su Dulce y Embrujadora Tierrina, cuando se marchan de ella la recuerdan con grande cariño y no menos nostalgia, yo estoy hablando de los tiempos pasados, cuando en el alma de todos los astures vivía la pura tradición y el natural ancestro, en este poema del "Xenardu del Indianu”, pretendo yo resumir el grande amor que todos los astures repartidos por el Mundo sienten en todo momento por su "Melgueira ya Embruxadora Tierrina. "EL XENARDU DEL INDIANU". —Disdi la llonxe Arxentina dou trabayu de vaqueiru, va miou xenardu nun gálamu mu cariñóuxu e melgueiru, fasta 'l miou vátche d'enxuenu. Nistus viaxes que you faigu col vidátchu 'l penxamentu, fanme querer a miou Asturies munchu mái que cundu taba d'enria d'echa en tou momentu. —Aquindi tenu bon eru, preus qu'el güetchu nun algame disdi cimeiru a fondeiru, un teixu grandie e ben fechu, una mútcher italiana que parióume un par de nenus. Tenu mái vaques you xólu anxín com'uvés ya yegues, qu'ente tous lus veicinus que trabayen cada die nel miou vátchiquin d'enxuenu. —Disdi que coléi d'achindi, de miou embruxante Asturies del miou vátchiquin d'enxuenu, fae un memplenu d'anus cundu you ta yera un nenu. —Xamás s'escosu demigu

nin sou melgueirina Falancia nin sous cosfumes d'Ancestru, nin sous querer a sous xentes toes fidalgues d'afechu. —Na fondeirá del miou alma nun coiquín que nun ten piétchu, ta la llume de miou Asturies, ta la lluz de mious ancestrus, ta 'l ser you en tou momentu. Ta 'l raigón de la miou raza, ta'l xenardu que me fala pel vidátchu 'l penxementu, couxes de la miou Tierrina que forun el miou formientu. —Disdi la llonxe Arxentina dou trabayu de vaqueiru, xenardu la miou Tierrina con envidátchar fondeiru, mióu penxamentu m'apurre mamplenáus de sous xemeyus, disdi las baxas borrinas qu'abertorien lus güétchus fasta la lluz solayera de lus dies agosteirus. —Cuaxi xin piétchar mious güétchus pa catar dientru 'l paxiétchu dou xemeyen mious vidátchus, a la miou Tierrina 'gueyu, bétcha d'embruxu melgueiru, lu mesmu nel plenu envernu calleciendu trés el chare, ou na allegre primaveira ureándu xilbar malvís ou canturriar el xilgueiru. —Ou cundu cheguen lus branus dou trabayen lus yerbeirus, ya se recueyen sous frutus que faran fuyír les fames de lus teixus ya cabanus. Nus enxenebréus envernus ou nes xerondes mariétchas, qu'allumbren bones paciones fan maurecer a lus frutus que cumu echas son mái xerus. —Xenardu felliz ca díe lus falagus de mious páes, l'amores de les mious xentes, lus xuegus con lu guaxinus

na miou mantiquina aldina. Les festes qu'entóu 'l vátche tous lus anus se cheldeben, a lus xantus ya xantinas, dientru l'ancestral respeutu que a toles xentes xunía. —Comu you tou lus astures xemáus per el mundiu allantri, faran mantinus xenardus a la melgueira Tierrina, a sous aldines d'embruxus, a sous vátches del enxuenu, a lus teixus de sous páes, a la fe de sous xantinas, a sous costumes d'ancestru, a toa l'Asturies miya. —Disdi la llonxe Arxentina Fidalga Fia d'España, fasta 'l mesmu Canada que ye pariente llexanu, tou astur nómaxe Indianu. Ya nuái astur que nun quera a la Melgueira Tierrina lu mesmu que you lu fagu, tantu comu 'l mesmu astur que d'Echa nun fai xebráu.

INGÜEXU.—Ingüexu, montón, pila, masa, etc. INGÜEYU.—Ingüeyu, trago, paso, como, etc. INNUÉU.—Innuéu, que no está nuevo. INURANTE.—Inurante, ignorante. INURANZA.—Inuranza, ignorancia. INXANU.—Inxanu, que no está bien, que está enfermo, etc. INXENIU.—Inxeniu, ingenio. INXENIEIRU.—Inxenieiru, ingeniero. INXERTAR.—Inxertar, injertar. INXERTU.—Inxertu, injerto. INXUICIAR.—Inxuiciar, enjuiciar. INXULTU.—Inxultu, insulto. INXUSTICIA.—Inxusticia, injusticia.

INDUXÍR.—Induxír, inducir. INXUSTU.—Inxustu, injusto. INDUXU.—Induxu, indujo.

INFETU.—Intetu, infesto.

IÑAR.—Iñar, así se dice cuando una persona o animal hace sonidos guturales por mor de dolores, esfuerzos, satisfacciones, deseos, etc. —Inen lus xatiquinus cundu queren fartucase del lleichi del bétchau caldar da la sou má. (Mugen los ternerinos cuando quieren hartarse de leche de la rica ubre de sus madres).

INFLÁU.—Infláu, hinchado.

ISI.—Isi ou íxi, ese.

INFLU.—Influ, hincho.

ISTI.—Isti, este.

INGALICÁU.—Ingalicáu, que esta agalicáu, que tiene venereo, etc.

ISTUS.—Istus, estos.

INFERÍU.—Inferíu, ileso, que no tiene ningún daño. INFERNU.—Infernu, infierno. INFETÁU.—Infetáu, que está infestado.

INGANGIU.—Inganciu, gancho, engancho, etc., cuelgo, suspendo, etc.

IXUXÚ.—Ixuxú, grito mágico que usaban los astures para manifestar su poderío, su invencible fuerza cuando guerreaban con el ardor de victoria que los caracterizaba. El Ixuxú era para los

astures en los tiempos pasados como la gloriosasa bandera que pintaban con sus gritos en el viento, sacándola de lo más profundo de su espíritu con el grito del Ixuxú, que podía significar la alegría suprema, la fuerza invencible, el poder indomable de un Pueblo que jamás precisó de la ayuda de nadie para vencer por si mismo todas las adversidades. La palabra de Ixuxú debía de estar escrita dentro de la venerable CRUZ de la Bandera de ASTURIAS. ¡¡IXUXU ASTURIES…!! Significa, lucha, vence, se feliz, ama, ayuda, pero no odies ni desprecies. Así se han comportado siempre las gentes que murieron luchando por su Melgueira Tierrina desde los antiguos tiempos, hasta la "GUERRA CIVIL, estas gentes astures atadas al tradicional ancestro, unidas indivisiblemente por él, se parecían en nada a las gentes que hoy en día dirigen y gobiernan los intereses de mi querida Asturias, que pisoteando y escarneciendo las "Costumbres y Tradiciones", están asesinando la Hidalguía y Natural Nobleza de mi Tierrina, que les castigará a todos, maldiciéndolos en todos los sentidos por ser indignos hijos de ASTURIAS.

LLABASCADA.—Llabascada, caída, gochada, etc. LLABASCUS.—Llabascus, cerdos principalmente de engorde. LLABAZA.—Llabaza, así se llama a las fregaduras de los cacharros, que a lo mejor mezcladas con un puñadín de harina, salvado, etc., se le deba de comer a los cerdos. También se entiende por llabaza a las comidas carcelarias, quiero decir a los guixus y cosas malas. LLABERINTU.—Llaberintu, laberinto. LLABEXU.—Llabexu, así se llama a las personas que no tienen palabra, chapeta, etc. LLABEYUS.—Llabeyus, así se dise a las personas que son muy aficionadas a andar por las casas de los vecinos para después desfigurándolo contar lo que vieron, oyeron, etc. En los tiempos antiguos esto se estilaba mucho. LLABIEGAR.—Llabiegar, arar la tierra con el llabiegu. LLABIEGÓN.—Llabiegón ou Brabanti, arado de hierro.

LL LLABANA.—Llábana, losa plana.

LLABIEGU.—Llabiegu, arado romano, hecho rústicamente todo él de madera menos la reya que ye de fierru.

LLABANAR.—Llabanar, cubrir de losas las caleyas, los caminos, los pisos de las cuadra, etc., etc.

LLABIUS.—Llabius, labios.

LLABANCIUS.—Llabancius ou llobazus, así se llama a los grandes terrones que al arar las tierras recies se suelen formar.

LLABORIAR.—Llaboriar, laborear, trabajar.

LLABARDIAR.—Llabardiar, así se suele llamar cuando las personas "Xabarcean" (tratan) con cosas de la más baja importancia, así como cuando tratan bien de palabra u obra cuestiones esllabazas (sucias, etc.).

LLABOR.—Llabor, cualquier trabajo.

LLABORIÁU.—Llaboriáu, que ya está trabajado. LLABRADOR.—Llabrador, labrador. LLABRANTÍU.—Llabantíu, labranza. LLABRAR.—Llabrar, arar.

LLABUÉRNIA.—Llabuérnia, así se llama a una pequeña cueva, un hoyo, en la tierra.

LLADRONIZU.—Lladronizu, robo descarado, etc. LLAGAÑA.—Llagaña, legaña.

LLACARA.—Llacara, señal, mancha, postilla, etc., etc. LLACAYU.—Llacayu, criado, sicario, etc. LLACENA.—Llacena, alacena. LLACENAR.—Llacenar, guardar, llenar, meter, etc. LLACERIA.—Llaceria, porquería, pobreza, miseria, etc. LLACERIU.—Llaceriu, pobreza, miseria, suciedad, etc. LLACIADA.—Llaciada, lazada. LLACIAR.—Llaciar, lazar, atar, etc. LLACIU.—Llaciu, lacio. LLACÓN.—Llacón, lacón. LLACONADA.—Llaconada, así se dice cuando se prepara una merendona o hartura de lacones cocidos o asados. LLADEIRAS.—Lladeiras, laderas. LLADI.—Lladiáu, entornado, ladeado etc. LLADIN.—Lladín, llaín, ladino, etc. LLADRALES.—Lladrales, laterales de cualquier cosa. LLADRAR.—Lladrar, ladrar. LLADRIELLU.—Lladriellu ou lladriétchu, ladrillo. LLADRIU.—Lladríu, ladrido. LLADRON.—Lladrón, ladron.

LLAGAÑOXU.—Llagañoxu, persona que siempre tiene los ojos llenos de legañas. LLAGAR.—Llagar, pequeña fabrica donde se hace la sidra. —Nus tempus d'endenantes on cuaxi toes les aldines de la miou melgueira Tierrina, teñien rabil, molin, ya dou viexe pomaráes tamén tenien lagar. Les aldines que nun tubiexen istes couxes, nun yeren riques ou nun taben ben axeitáes. La xidre que se faía nus llagarinus de l'aldina, ya que tavia en d'angunes se fae, ye lu mesmu qu'el bon champán, non anxina la que chelden nixus llagarones dou encalden faticáus de pipes, que tenen químicus pa descheldala de la sou querencia ñatural ya faéle que fermiente fora de tempu ya llugar, güei nel die un fártase de xidre ya nun topa ún el sou espíritu tan allegre ya cantariegu, per oitre lláu un mexa mái depriexa qu'endenantes, ya lus mexus fieden lu mesmu quese foren melecina, ya tou ye, perque güei esñaturalizan lus cheldares de la xidre, que ye la bebida mái sana, mái fina ya mexor de toes les bebides espirituóxes del Uñiverxu, xin se fae comu la faíen nun tempus d'endenantes, que 'l faer la xidre yera un ritu lu mesmu de maticu que cundu se cheldeba una bona arroxaura. TRADUCCIÓN.—En los tiempos antiguos en casi todas las aldeas de mi dulce Tierrina tenían rábil, molino y en aquellas donde se diese la manzana también tenían un lagar, las aldeas que no tuvieran estas cosas no eran ricas o no estaban bien situadas. La sidra que se hacían en aquellos pequeños lagares de la aldea, y que todavía existen algunos que aún la hacen, es tan buena como el champán, no así la que se hace en esos lagarones malamente comercializados, donde fabrican infinidad de pipas, y tienen químicos para sacarla de su fermentación natural, y hacerla que se haga fuera de tiempo y de lugar. Hoy en

el día, cuando uno se harta de sidra, ya no encuentra en su espíritu esa hermosa alegría cantariega que la buena sidra suele alumbrar, por otro lado uno mea más deprisa que antes y las meaduras huelen lo mismo que si fuesen podrida medicina, y todo es así, porque hoy se desnaturalizan todos los procesos y fermentaciones de la sidra, que es sin ninguna duda, la bebida más sana, más fina y mejor, de todas las bebidas espirituosas del Mundo, si se hace como la hacían en los tiempos pasados, que el hacer la sidra era un rito, lo mismo de mágico que cuando se hacía una hermosa hornada de pan.

LLAMACEIRU.—Llamaceiru, terreno cubierto de agua, fango, lamuerga. LLAMBER.—Llamber, lamer. LLAMBICUS.—Llambicus, pequeñas formar de lamer. LLAMBIÓN.—Llambión, goloso. LLAMBIOTÁ.—Llambiotá, golosina. LLAMEIRA.—Llameira, pradería llana de escasos pastos muy húmeda y llena de juncos.

LLAGARERU.—Llagareru, dueño o encargado de un lagar de hacer sidra.

LLÁMPARA.—Llámpara, lámpara de alumbrar.

LLAGARIAR.—Llagariar, trabajar en el lagar.

LLÁMPARAS.—Llámparas, moluscos comestibles que viven pagados a las peñas en las costas de nuestra Tierrina.

LLAGARTEXA.—Llagartexa, lagartija. LLAGARTEIRAS.—Llagarteiras, dícese de las personas que son vivarachas, enredadoras, etc., etc. LLAGARTU.—Llagartu, lagarto.

LLAMPARADA.—Llamparada, comilona que se prepara con las llámparas aderezadas con jamón, guindilla, ajo, cebolla y vino blanco. LLAMPARONES.—Llamparones, manchas sobre cualquier cosa.

LLAGUS.—Llagus, lagos. LLAGUNAL.—Llagunal, terreno fangoso o lleno de agua.

LLAMPEIRU.—Llampeiru, pegadizo, molestoso, inconveniente, etc.

LLAGUNA.—Llaguna, laguna.

LLAMPEÑU.—Llampeñu, planta cuyos frutos incomestibles una vez secos se pegan con facilidad a todas las cosas.

LLAGÜEZUS.—Llagüezus, pequeños lagos que se forman en las praderías cuando llueve mucho o se desbordan las fuentes o los torrentes, etc.

LLAMPEÑÓUXU.—Llampeñóuxu, pegadizo, inconveniente, etc.

LLAÍN.—Llaín, laín.

LLAMPIAR.—Llampiar, desear, ansiar, etc.

LLAINAR.—Llainar, así se dice cuando las personas caminan o proceden a lo zorro con el fin de conseguir las cosas que pretenden.

LLAMPIAYU.—Llampiayu, deseo, ansia. También se entiende por llampones a los que se apoderan de pequeñas cosas que no les pertenece.

LLAMARGA.—Llamarga, cenagal.

LLAMPRIÁU.—Llampriáu, azotado, castigado, etc.

LLAMAZA.—Llamasa, también cenagal.

LLAMPRIAZU.—Llampriazu, golpe, azote, castigo, etc. LLAMUERGA.—Llamuerga, cenagal. LLAMUERGÁU.—Llamuergáu, enfangado, embarrado, cenagoso, etc.

LLANZÁU.—Llanzáu, así se llaman a las personas que son decididas para cualquier cosa, que son lanzadas, que no tienen temor o miedo. LLAPA.—Llapa, bebe, sorbe, traga, etc. LLAPARADA.—Llaparada, llamarada.

LLANA.—Llana ou chátna, lana, pelo, etc. LLANCAR.—Llancar, hincar, clavar, planta, etc. LLANDRIUS.—Llandrius ou gangrius, negazos, granos, tumores, etc.

LLAPIÁU.—Llapiáu, bebido, comido, seco, terminado. LLAPIAYU.—Llapiayu, pequeño trago, comida, etc. LLAPIÓN.—Llapión, tragón, pegote, chupón, etc.

LLANGOSTIA.—Llangostia, langosta. LLANQUE.—Llanque, juego infantil. En mis aldeas solíamos jugar al llanque que consiste en plantar o clavar unos palos o estacas aguzadas en el suelo, de modo y manera que al clavarla se tirase o arrancase la del compañero que estaba plantada, si así sucedía, éste había perdido, y entonces el ganador le tiraba su llanque todo lo lejos que con el suyo pudiese lanzarle, teniendo que el ganador plantar su llanque seis veces seguidas, sino lo conseguía antes que el perdedor llegase con el suyo y lo plantase, este se convertía en nuevo perdedor y así sucesivamente. LLANTAR.—Llantar, plantar, clavar, pagar, etc. LLANTÁU.—Llantáu, clavado, plantado, etc. LLANTONES.—Llantones, terrenos húmedos y empozados. LLANTRE.—Llantre, delante, etc. LLANUDU.—Llanudu ou chétnudu, que tiene o mucha lana o mucho pelo, etc. LLANZAR.—Llanzar, lanzar. También se entiende por danzar, bailar, etc.

LLAR.—Llar ou Char, hogar, casa, etc. —El char nes teixes d'Asturies nus tempus d'endenantes yera per axín nomaxe 'l llugar dou s'atizaba 'l fuéu, yera un coiquin d'unus cuatru metrus cuadráus llevantáu del tillu de la cocina comu poucu mái d’una cuartia, per tous lus lláus menus pel frenti de la cocina habia escanus, dou les xente s'apoxentaben pa callecer cundu tubiés fríu 'l tempu, nel mesmu exe del llar s'atizaba ‘l fuéu, isti xeitu taba enlloxáu con una llabanina de callizu que yera mu bona pa cocer d'enria d'echa endeveces que fós ñecexariu xabróuxus ya gustóuxus tortus. Tamén mesmemente d'enría 'l fuéu tabén colgáes les pregancies ou calamítcheires, que taban enrixáes a una de les viguetes dou s’enxertaben les barres del xardu, de les calamítcheires se colgaba 'l pote, ya nel xardu que yera de grandie tou ' cuadráu que tomaba 'llare, se curaben les castañes pa golgueyes en mayuques. TRADUCCIÓN.—El lar en las casas de Asturias en los tiempos pasados era por así llamarlo el lugar donde se prendía el fuego, era un rincón de unos cuatro metros cuadrados, que se levantaba sobre el tillado de la cocina poco más de una cuarta, por todos sus lados menos por el frente, estaba rodeado de escaños o bancos, donde las gentes se sentaban para calentase cuando el tiempo estuviese frío. En el mismo centro del lar se

prendía el fuego, este lugar por regla general estaba enlosado con una losa de piedra caliza que era muy buena para cocer encima de ella cuando estuviese bien caliente, los tortus que se hacían con harina de maíz de escanda cuando cuadrara en necesidad o apetencia. También mismamente encima del fuego, estaban colgadas las calamiyeras (cadenas) que estaban atadas o sujetas a una de las viguetas donde se injertaban los barrotes que componían el "xardu". De las calamiyeires se colgaba el pote, que como creo todos sabrán sirve para industriar la comida, pues en el mismo pote, igual se guisaba un día un pitu franciscanu pal mediu díe, un potaráu de papes p'almorzar, ya un poticáu de cullestrus pa dir pal catre, aparti que tamén lu mesmu ente tempu ya tempu se cocinaben les llabaces pa lus bracus ou gochus. El xardu era donde se seaban las castañas para tornarlas en pilongas, y tenía la misma expansión del lar.

todas las casas que puedan husmeando todo, muchas veces ellos mismos comprenden que a sus vecinos no les agrada sus visitas pero en el llarigón la fuerza de allarigar es para ellos más grande, que el desprecio y enfado que les brindan sus vecinos. LLÁRIMA.—Llárima, lágrima. LLÁRIMES.—Llárimes. lágrimas. LLARIMICUS.—Llarimicus, lagrimicos. LLARIMONES.—Llarimones, lágrimas o goteras de agua grandes y esparcidas. LLARIUS.—Llarius, larios. LLASCAR.—Llascar, partir, romper, mondar, etc.

LLARADA.—Llarada, nialada, maurera, porción de cosas juntas, como huevos, frutas, etc.

LLÁSCARAS.—Lláscaras, mondaduras de frutas, de cualquier cosa. También se entiende por lláscaras a los cascajos que se desprenden de las piedras, así como a los terrenos pizarrosos.

LLARÉU.—Llaréu, así se suele llamar a los lugares encontradizos, afayadizus, etc.

LLASCÁU.—Llascáu, partido, roto, mondado, etc.

LLARGAR.—Llargar, soltar, marchar, etc.

LLASPIAR.—Llaspiar, limpiar, asear, etc.

LLARGEIRU.—Llargueiru, larguero.

LLASPIÁU.—Llaspiáu, limpio, aseado, trajeado, etc.

LLARGU.—Llargu, largo en todas sus dimensiones. LLARGUERÁU.—Llargueráu, así se dice cuando se sirve una buena fuente de comida. LLARGUEZA.—Llarguea, largueza. LLARIEGUS.—Llariegus ou cubilones, así se llama a las personas que les gusta mucho estar detrás del lar, quiere esto decir que son amantes de estar en casa.

LLASPIU.—Llaspiu, limpio, vistoso, etc. LLÁSTICU.—Llásticu, camisa, chaleco, ropa, vestimenta. LLASTRAS.—Llastras, piedras, peñas lisas sin vegetación. LLASTREIRUS.—Llastreirus, peñascos, llastras, etc. LLATA.—Llata, lata.

LLARIGONES.—Llarigones, así se suele llamar a las personas a andar por

LLATÍN.—Llatín, lengua que hablaban los antiguos romanos, puede decirse que el Latín es el padre de la "CHINGUA D'ASTURIES”, ya que la Madre es el ancestro de las gentes que poblaban Asturias. —Los romanos con la fuerza de las armas jamas pudieron vencer a los astures, no a los que poblaban las llanadas, que ya de aquellos tiempos estaban acostumbrados a dejarse someter porque de seguro que muy pocos astures vivían en las riberas de la mar, por la causa de las continuas invasiones que por ésta les llegaban, por ésta razón casi se puede asegurar, que estos hermosos parajes de mi Tierrina debían de ser los campos de guerra de los astures. Los antiguos pobladores de mi Tierrina tenían en sus montañas uberrimas y ricas los más poderosos castillos defensivos que el hombre pudiera crear, por esta razón en un principio las legiones Romanas eran diezmadas cada vez que intentaban romanizar el invencible Pueblo de los Astures, que exclusivamente vivía de lo que producía por si sola la dulce y rica tierra que los albergaba, los hombres que así vivían a mí me parece que debían de ser tan amantes de la alegría y del amor, como de hacer la guerra contra todo aquel que por la fuerza les importunara. Pero no existe ni jamás existirá fuerza por poderosa que sea, que no pueda vencer o someter el ingenio de la inteligencia, siempre que esta vaya encauzada, al bienestar y respeto de lo que pretende cautivar. Por esta simple razón, alguien pensó, que la única manera de conquistar, no de vencer aquellas orgullosas e indomables gentes, no era otra que la del amor. Así que los romanos comenzaron a raptar jóvenes doncellas astures, que llevaban a sus campamentos o poblados, y allí las trataban lo mismo que si fuesen divinas princesas, nel mesmu cheldar que yes adeprendíen oitra maneira mexor ya mái humana de vivir. Después cuando ya las sabían convencidas, simulosamente las iban dejando que se tomasen toda la libertad que las placiera, y así eran de

nuevo liberadas por los guerreros astures, que de continuo acechaban los campamentos de los romanos. Y cuando estas muchachas llegaban al seno de sus familias o tribus, no tenían palabras nada más que para aponderar el comportamiento y sabiduría, el bienestar y riqueza que tenían sus enemigos que no serían tales si los astures contra ellos no pelear. Yo pienso que de esta manera, u otra parecida que no hiciera xebradura del respeto y del amor, debieron los romanos romanizar a mi Tierrina. LLATIGAZUS.—Llatigasus, latigazos. LLÁTIGU.—Llátigu, látigo. LLATIU.—Llastiu ou ñatiu, así se llaman a las personas que tienen poca xixa (fuerza), que son inútiles para hacer las cosas, aunque no los acompañe más mal que el ser unos llatius. LLATÓN.—Llatón, latón. LLÁUS.—Lláus, lados, partes, etc. LLAVADEIRA.—Llavadeira, tabla preparada para lavar la ropa encima de ella, principalmente se usaba para lavar en casa dentro de un barreñón etc. Pues para lavar en los regueirus ou ríus, todo el mundo ya tenía preparada su llabanina. LLAVADEIRU.—Llavadeiru, lavadero. LLAVANDEIRA.—Llavandoira, lavandera. LLAVAR.—LLavar, lavar. LLAVIU.—Llavíu, calabíu de madera de fresno, haya o roble, que servía para unir la trasga con el timón de la carrieya o ramu, también se solía usar para el timón del arado hasta el pertegal del carro del país, pero tanto para el arado como para el carro, casi siempre se usaba el tornu. LLAZÁ.—Llazá, lazada.

LLAZU.—Llazu, lazo. LLAUREL.—Llaurel ou lloréu, laurel. LLAURIÁU.—Llauriáu, laureado. LLEBRE.—LLebre, liebre.

LLELDAR.—Lleldar ou cheldar, fermentar, hacerse las cosas y los hechos. Esta palabra es un comodín de la Chingua d'Asturies, que bien aplicada y puesta hace que la nuexa fala sea fluida, ya que como me parece que ya he dicho, existen varios comodinos en nuexa llingua que la hacen amplia y hermosa.

LLECHE.—Lleche, leche. LLEÉN.—Lleén ou chén, lleno. LLECHEIRA.—Llecheira, así se llama a la repartidora de la leche. Hace años en Oviedo y en todas las villas de Asturias, todas las mañanas se podían ver a las llecheiras que bajaban de las aldeas o caseríos cercanos, con sus borricos portando grandes caramañoles de lleichi natural, saludable y fresca. Pero un día hubo un gobernador que ya los demonios acordaron con él, que prohibió terminantemente esta ancestral manera de servir la leche, y todo porque el condenado en comuña con otros comedores del mismo duerno, decidieron montar una central lechera. LLECHEIRES.—Llecheires, cantimplas, caramañolas, recipientes para llevar o poner la lleichi. También se entiende por llecheiras a las vacas o demás hembras que dan leche. LLECHU.—Llechu, lecho. LLECHUGA.—Llechuga, lechuga. LLEGRA.—Llegra, herramienta que usan los madreñeros para terminar de hacer y afinar la caja de las madreñas. Gubia. LLEGRAR.—Llegrar, afinar, desbastar, etc.

LLENDRIES.—Llendries, así se llama a las huevas que ponen los piojos. LLENTES.—Llentes, lentes. LLENTEXES.—Llentexes, lentejas. LLEÑA.—Lleña ou cheña, leña. LLEÑEIRU.—Lleñeru ou cheñeiru, lugar donde se apila o guarda la leña para el consumo del hogar. Hay que darse cuenta que en la aldines en los tiempos d'endenantes toes les teixáes teñien lleñeiru, que casi siempre se encontraba situado frente de la casa en la misma caleya averado. LLERAS.—Lleras, amontonamientos de piedras, principalmente en las montañas y en las veras de los ríos, pero en estos como las piedras están trabajadas por el agua se les suele llamar regodoneirus. También se entiende por llera cualquier otra abundante reunión de cosas. LLERAR.—Llerar, sembrar, esparcer en abundancia. LLERÁU.—Lleráu, lleno, abundante, sembrado, mamplenáu, etc.

LLEÉR.—Lleér, leer.

LLERONES.—Llerones ou cherones, lugares llenos de piedras u otras cosas.

LLEIU.—Lleíu, leído, documentado, instruido, etc.

LLESTRAR.—Llestrar, mullír el ganado.

LLEÍCHI.—Lleíchi, leche.

LLESTRU.—Llestru, murgazu, mullíu para hacer la cama de los ganados. Estru.

LLETRA.—Lletra, letra.

LLIBRUS.—Llibrus, libros.

LLETRÁU.—Lletráu, abogado, ilustrado, etc.

LLICENCIÁU.—Llicenciáu, dueño de una libertad que ganó tras un tiempo de estudio o disciplina. Los soldados cuando cumplen su compromiso militar se licencian. Los estudiantes cuando alcanzan su título se licencian en esta u otra profesión del saber, etc., etc.

LLÉTRICU.—Llétricu, relacionado con la electricidad en cualquier forma o lugar. LLETOR.—Lletor, lector.

LLICIÓN.—Llición, lección. LLETURA.—Lletura, lectura. LLIMA.—Llima, lima. LLEVANTAR.—Llevantar, entiéndese por hacer mal o buen tiempo. —Tenu que llevantar la yerbe 'ndenantes que llevante 'l tempu. (Tengo que recoger la hierba antes que haga mal tiempo). LLEXÍA.—Llexía, lejía. LLEXUS.—Llexus, lejos. LLEXURA.—Llexura, lejura, lejanía, etc. LLIBRAURAS.—Llibreuras, llixas. LLIBRARSE.—Llibrarse, así se dice cuando las hembras paridas se desprenden de las llixas. LLIBERTÁ.—Llibertá, libertad. Muy particularmente yo pienso que la libertad no existe mientras el egoísmo en las personas perdure, y el día que por milagro suceda que todo el mundo se desprende del egoísmo comprenderá el ser Humano que la libertad total es menos alcanzable que el vencer a la muerte y convertirse en inmortal. Hay que pensar, que el propio Firmamento esta atado a una férrea disciplina y cuando uno de sus cuerpos la rompe por si mismo se condena a perder la vida y desintegrarse.

LLIMAR.—Llimar, limar. También se entiende por llimar el nacer las llemas a los árboles, el sacudir los castaños, los nogales, los manzanos, etc., para desposeerlos de sus frutos. El llimar los árboles frutales o sacudirlos es un trabajo que no lo puede hacer cualquiera que no sepa so pena de herir al árbol que perjudicado puede desde enfermar, hasta bajar en su rendimiento de producción. Por esta razón es muy conveniente que este el fruto bien maduro, y después con la pértiga sacudirlo con curiosidad y destreza, no bardiascarlo, porque de esta manera se rompen las yemas de los árboles. LLIMBIÁU.—Llimbiáu, así se dice a las personas que son muy distraídas, que están pensando siempre en el llimbu. LLIMBU.—Llimbu, limbo. LLIMIAGA.—Llimiaga, baba de los caracoles, babas en general. LLIMIAGUS.—Llimiagus, así se llama a toda clase de babosas que al arrastrarse dejan un rastro de llimiaga. En mis aldeinas hasta los caracoles que a mí me tienen achuquináu bones coyugáes de fame, tamén chamamus chimiagus a lus caracoles.

LLIBRE.—Llibre, libre. LLIBREIRUS.—Llibreirus, libreros. LLIBRERÍA.—Llibrería, librería.

LLIMIAGURA.—Llimiagura, babosidad, etc.

LLIMIUS.—Llimius, sémenes que segregan las hembras bien cuando están preñadas o cuando van a salir tuéyas. LLÍMITE.—Llímite, límite. LLIMONAL.—Llimonal, limonero. LLIMOSNA.—Llimona, limosna. LLIMOSNIEGU.—Llimosniegu, así se llama a la persona que es muy amiga de dar limosnas. LLIMPIAR.—Llimpiar, asear, limpiar. LLIMPIU.—Limpiu ou chimpiu, aseado, limpio. LLINDIAR.—Llindiar, cuidar, vigilar, guardar, etc., etc., etc. LLINDIAOR.—Llindiaor, cuidador, vigilante, etc. LLINGUA.—Llingua, manera de hablar de un pueblo, su idioma, su lengua, etc. —Na Nuexa Melgueira Tierrina tenemus la CHINGUA D'ASTURIES, que sin ningún género de dudas es el verdadero origen del idioma español, aunque muchos investigadores que lejos de investigar lo único que hacen algunos de ellos es inventar mentiras tan atroces, como cuando afirman que el idioma Español nació en no se que lugares fuera de mi Tierrina, lo que no saben estos buenos señores es que Asturias es la Madre de las Españas, y no porque Asturias lo hubiese querido, sino porque todos los españoles se vieron obligados a hacerlo. —Mucho antes que los romanos hubieran romanizado Asturias y no por la fuerza de sus armas como en otros lugares de la Patria habían hecho, sino buscando caminos más inteligentes y humanos, ya todos los pueblos de España sabían que hacia el norte lindando con un mar cristalino y bravío, había unas ricas y misteriosas tierras, que eran como jardines del Hacedor Supremo, donde vivían como si en la gloria lo estuvieran,

unas gentes aguerridas y bravías, que no se dejaban someter por nadie, que sus libertades y propiedades quisieran. Fue entre otras muchas razones que son largas de explicar y aquíndi nun tenen xeitu, la que indujo a los fius dalgus (hijos hidalgos), y guerreros de toda la Patria, al ser vencidos y sometidos tiránica y esclavizadoramente por el árabe invasor, que no dejaba tras de él que resurgiera tradición ni ancestro alguno, digo que así llegaron a mi Tierrina miles de gentes de todos los lugares de la Patria España, haciendo que la población de Asturias en pocos meses se multiplicase por diez, o quizás por veinte, estas gentes que ya jamás regresarían a sus ancestrales llares, eran portadoras de toda la cultura, tradiciones, costumbres y demás acerbo cultural que tenía la Patria. Y fue precisamente en Asturias cuando por primera vez fraternalmente se unieron todos, formando un pueblo joven y aguerrido, que se había juramentado para no huir jamás de aquel enemigo endiosado, que tras de sí todo el ancestro del vencido destruía, para colocar por la fuerza el suyo propio que por desgracia habría de durar muchos siglos. —Con este sencillo y corto razonamiento pretendo hacer comprender a todas las gentes de la Estirpe Hispana, que para encontrar sus raíces verdaderas, y las ancestrales costumbres de sus antepasados, tendrán que empezar a estudiar, querer, respetar y proteger, lo poco que queda ya de la Tradición y acerbo cultural de Asturias, ya que es aquí precisamente donde nacieron sus primeras raíces. Puede que en todas las hermosas y queridas Regiones de la Patria España, tengan sus frutos más preciados y queridos, pero las verdaderas Raíces de toda la Hispanidad, nacieron y viven en Asturias, y mi querida Tierrina las guarda celosa y silenciosamente, llenándose a la vez de profunda tristeza y pena, al comprobar, como gran parte de los hijos que viven en su propia casa, intentan por todos los medios desde hace varias generaciones, destrozarlas o arrancarlas, pero lo que no

saben quienes ignoren esto, es que las raíces de un pueblo vencedor no mueren nunca. LLINGUA.—Llingua, órgano bucal. LLINGUATEIRUS.—Llinguateirus, parlanchines, habladores, etc. LLISTA.—Llista, lista, control, rol, etc. LLISTUS.—Llistus, oportunos, listos, etc. LLIXA.—Llixa ou chicha ou xixa, así se dice cuando se tiene fuerza, genio, etc. LLIXAS.—Llixas, así se llama a las libraduras que vierten las vacas. y demás hembras después de haber parido. LLIXEIRU.—Llixeiru, ligero, ágil, rápido, etc. LLIXUS.—Llixus, así se llama a las pequeñísimas partículas de cualquier cuerpo sólido. LLIXÁU.—Llixáu, que esta lleno de llixus. LLÍZ.—Llíz, pelea, lucha, competición, etc. LLOBADA.—Llobeda ou chabada ou llobá, así se denomina a la matanza que hacen los lobos cuando sorprenden un rebaño de ovejas o cabras, cuando matan las vacas y las caballerías. —Nus tempus d'endenantes el mayor pelligru de les xentes de mious aldines nun yera oitre namái que les chobáes, perque un maplenáu de llobus famientus y'achuquinus, deixa 'n pouques gores en porriques ya glamiandu llimona 'l veicin que tena la prietona xorti, de qu'el sou rebañin de ganáu, llindenlu lus achuquinus chobus, nus desllindiáu quei fixera 'l sou amu. —Lus llobus lu mesmu que cuallesquier oitra criatura perxudical pal Home ya pa lus sous interexes que nun sean oitres qu'el frutu del sou honréu trabayu,

penxu you que disdi guaxín nun fexu oitra couxa que lluchar al lláu de la Má Ñatura, ya que precixéi d'Echa 'n tous lus cheldares, xin queríe chavar un cantecín de pan al miou famientu banduyín, falu you que tou 'l añimal dañín que nun equillibre sou beñeficiu col perxuiciu qu'encalda, preceme amindi que hay que xuprimilu con priexa. TRADUCCIÓN.—En los tiempos pasados, el mayor peligro de las gentes de mis aldeas, no era otro más grande que las lobadas, o matanzas que hacen los lobos, porque una manada de asesinos y hambrientos lobos, dejaba en pocas horas desnudo y pidiendo limosna, al vecino que tuviese la negra suerte, de que su rebaño de ganado, lo cuidaran los asesinos lobos, en un descuido que su amo hiciese. Los lobos, lo mismo que toda otra criatura perjudicial para el Hombre y sus intereses, que no sean otros que el fruto de su honrado trabajo pienso yo, que desde niño no hice otra cosa que luchar al lado de la Madre Naturaleza, y precisé de Ella en todo momento, si quería llevar un pedazo de pan a mi hambriento estómago. Digo que todo el animal dañino, que no equilibre su beneficio con el perjuicio que fomente, debería de suprimirse rápidamente. LLOBANCUS.—Llobancus, así se llaman a los terrones grandes que se forman al arar las tierras recias. También se suele llamar llobanus ou llobancus a los negazus gafus (granos, tumores malos, dolorosos, etc.). LLOBAZUS.—Llobazus, trozos de tierra que quedan por arar bien porque haya una piedra, un árbol frutal, etc. entre los riegos del labrantío. Estos llobazus se cavan para dejar la tierra bien trabajada. LLOBEIRAS.—Llobeiras, loberas, lugares donde crían y pernoctan los lobos.

LLOBEYU.—Llobeyu ou llobezu, así se llama a la pina o cuña que sujeta el caidón (timón) del llabiegu a este, esta cuña es principalmente de madera de fresno, haya o nogal, va colocada junta la taragüela, que es otra pieza de madera que saliendo desde el cabezal del llabiegu se incrusta en una hendidura que tiene el timón, y entre las dos piezas ya descritas hacen a conveniencia que el llabiegu are más hondo o más alto. El llabiegu o arado de madera tiene las siguientes piezas. Reya (reja), cabezal, rabeira, ureyeras, taragüola, llobeyu, caidón, llaviu ou tornu. LLOBU.—Llobu, lobo. Es sin ningún genero de dudas este maldito animal el más asesino y despiadado de todas las criaturas de la Tierra, en mis aldeas todos le odiamos y le tememos, porque por experiencia todo el mundo sabe que el lobo no se cansa de matar jamás, ya se tienen dado casos de que un solo lobo haya matado hasta veinte ovejas en una sola de sus feroces y despiadadas cacerías, los únicos animales que se defienden bastante bien de los lobos son las yeguas y las vacas caxinas, éstas son muy ágiles y bravas, se revuelven con grande rapidez en cualquier terreno y sus afilados cuernos son poderosas ballonetas que a veces los persiguen haciéndoles huir sino tienen mucha hambre. Las yeguas por otra parte se ponen haciendo un corro, y con las patas delanteras y sus dentames se defienden de tal manera que les es casi imposible a las feroces alimañas darlos caza, a no ser cuando cogen a un potrillo u otro animal sólo. De todas las maneras los lobos son muy, astutos, y para vencer el corro defensivo que preparan las caballerías ellos usan algunas artimañas y una de las más corrientes es esta. Todos sabemos que los caballos son los animales domésticos más inteligentes, inclusive a veces en algunas cosas todavía superan al fiel y querido perro, pero a pesar de todo los lobos cuando comprenden que sus bien formados corros defensivos son imposibles de ser vencidos, entonces se van a las llamuergas (barrizales) y se revuelcan por entre el lodo hasta que

están completamente cubiertos, luego muy despacio se acercan a las yeguas y poniéndose dos o tres juntos, todos a la par se sacuden con fuerza, y las salpicaduras de lodo que arrojan con fuerza sus pelambreras llegan a los ojos de las caballerías, y aquella que haya quedado privada de la vista por la causa del lodo que se le metiera en sus ojos, sin lugar a dudas ya puede darse por muerta, mientras que a las demás huyen para de nuevo volver hacer si les es necesario otro corro defensivo. LLOCADA.—Llocada, locura, cosa que se hace fuera de lo normal. LLOCARÍN.—Llocarín, pequeño cencerro. LLOCARÓN.—Llocarón, cencerro grande también llamado zumbu. LLOCUS.—Llocus, dementes, faltos de razón. LLOMÁU.—Llomáu ou llomu, así se llama también al hombro y a cualquier otra cosa en general con cierta allombadura. LLOMBAS.—Llombas, pequeñas lomas, ondulaciones del terreno, etc. LLOMBÁ.—Llombá ou llombada, caída. LLOMBAZU.—Llonbazu, también caída y por lo general mayor que la llombá. LLOMBU.—Llombu, lomo, también homu (hombro). LLOMERA.—Llomera, así se llama a una pequeña ondulación en cualquier cosa en general. LLONDRAR.—Llondrar, así se dice cuándo una persona anda de una parte para la otra mirando, observando, buscando, etc. También se entiende por

llondrar a bucear, a nadar por debajo del agua.

LLOQUERA.—Lloquera, pequeña locura, etc.

LLÓNDRIGA.—Llóndriga, nutria. —Nus tempus d'endenantes cuaxi tous lus regueirus ya ríus de la nuexa Tierrina tabén amamplenus de llóndrigues, perque 'l mexor ya mái gratu allimentu que caten les llóndrigues namái que son les truches ya lus xalmones, ya cualquirer oitre pequenín mamíferu que mure per les veires de lus regueirus ya ríus, istus finus ya valióuxus añimales se cazaben con ferrones, ya sous britchóuxes ya riques peyeyes se vendíen a novocientes pexetes, lu mesmu que la fuína marta. TRADUCCIÓN.—En los tiempos pasados casi todos los torrentes y ríos de nuestra Tierrina estaban llenos de nutrias, el mejor y más grato alimento que buscan las nutrias, nada más que son las truchas, los salmones y cualquier otro pequeño mamífero que viva al lado de los torrentes y ríos. Estos finos y lustrosos animales cuando yo era pequeño, eran cazados por algunos expertos con cepos, sus pieles valiosas se vendían de aquella a unas novecientas pesetas, igual que la garduña marta.

LLOQUEIRU.—Lloqueiru, loquero.

LLÓNDRU.—Llóndru, así se dice a las personas gamuxas (zorras, astutas). También se suele llamar llondrus a los seres atopáus (ou tolondrus) tontos, atolondrados, etc.

LLORAMICAR.—Lloramicar ou choramicus, gimiotar, lloriquear, etc. LLOREU.—Lloréu, así se llama al laurel. LLORIADA.—Lloriada, locura, falta de conocimiento. (Alloriá). LLORIAS.—Llorias, enfermedad que principalmente la tienen las ovejas con más frecuencia que algunos otros animales, que consiste en perder el sentido de la orientación, en dar vueltas sobre si mismo, en tornarse locas. LLOTERÍE.—Lloteríe, lotería. LLOTERU.—Lloteru, lotero, el que vende la lotería. LLOXA.—Lloxa, pequeño huerto principalmente alrededor o cercano a la teixá (casa), que siempre se tiene sembrado de hortalizas tempranas, tales como ayus, cebótches, arbeyus, verces, etc. Tamén na lloxa per lu regular hay algunos árboles frutales, figales, peréus, etc., etc. LLUCEIRU.—Lluceiru, lucero.

LLONGANIEYU.—Llonganieyu, patoso, morcellón, torgáu, de escaso valor, etc., etc. LLONGANIZA.—Llonganiza, en mis aldeinas la longaniza se diferencia del chorizo en que éste se hace con la mejor calidad de la carne del animal sacrificado principalmente el cerdo, y la longaniza ya es de muy inferior calidad, ya que se fabricaba con las carnes de peor calidad. LLONGÁU.—Llongáu, doblado, roto, partido, etc. LLONXE.—Llonxe, lejos, alejado, etc.

LLUCEIRÍN.—Lluceirín, así se suele llamar cariñosamente a los seres que más amorosamente se quieren, como a los niños, los enamorados etc. LLUCIERNA.—Llucierna, luciérnaga. LLUCÍU.—Llucíu, lucido, lujoso, etc. LLUECA.—Llueca, así se llama al pequeño cencerro. La llueca principalmente se les pone a las ovejas o a los burros ningún vaqueiru que se tenga por tal, se le ocurririría poner una llueca o chocaretu a una de sus vacas. En esto de los cencerros existen muchas

formas de ellos, desde luego el más principal es la esquila, que se le suele poner a las vacas bétchas (paridas) o dando buen lleichi. Después esté la esquiloná, que los carreteros solían poner a sus bueyes o poderosas vacas de carretero, luego los zumbiétchus que son cencerros de tamaño mediano, y después los zumbus, que estos si son grandes cencerros. Los zumbiétchus y los zumbos son los más usados para colocarlos a lo ganados cuando se llevan al puerto. Yo he oído hablar a un carretero de la Riera, que la esquiloná para los bueyes o las vacas carreteras, o los mismos caballos de tiro, etc., no solamente era un ornamento de lujo, sino un aliciente armonioso y les agradaba grandemente a los animales que los hacía más nobles y obedientes, y más fogosos en el tiro. Pasa lo mismo que la esquila para las vacas bétchaes, una vaca parida con esquila se siente más importante que las demás, esto lo he observado yo mismo muchas veces, yo no sé si darían más leche por el mero hecho de lucir la esquila, pero si tuviera que apostar yo juraría que una vaca parida con esquila da más leche que otra que no la lleve. LLUEXE.—Lluexe, céu, cedu, cercano, temprano etc. LLUEÑE.—Llueñe, xeru, tarde, lejano, etc.

LLUMARAL.—Llumaral, fogueirada, hoguera con grandes llamas. LLUMÁU.—Llumáu, alumbrado, claridad, etc. LLUME.—Llume, lumbre. LLUMERADA.—Llumerada, caída, golpe, etc., etc. LLUMERA.—Llumera, así se llama a la losa grande y fina que cubre la entrada de la casa, donde se asientan los quiciales de la puerta, tanto en la parte de arriba que también por regla general llevan una llumera, como en la parte de abajo. Por esto se suele llamar llumera a la cabeza y llumeires a las piernas. LLUNA.—LLuna, la Luna. LLUNARES.—Llunares, lunares. LLUNÁES.—Llunáes, así se dice cuando a una persona o animal le dan ruxuras, ataques de locura, venáes, etc. LLUNÁU.—Llunáu, así se dice de la persona o animal que no esta bien de la cabeza. LLURDIAS.—Llurdias, así se llama a las personas bastas, sucias, etc., etc. LLUTU.—Llutu, luto.

LLUÉU.—Lluéu, pronto, rápido, después, más tarde, según las circunstancias etc.

LLUXUS.—Lluxus, lujos.

LLUEZA.—Llueza, así se llama a la gallina cuando está clueca.

LLUZ.—LLuz, luz.

LLUEZU.—Lluezu, hueco vacío, aplicase a todo cuanto suena a hueco.

LLUXÓUXU.—Lluxóusu, lujoso.

LLUZA.—LLuza, la Luz del Hacedor, la Luz Divina. LUS.—Lus, los.

LLUGAR.—Llugar ou chugar, pueblo, aldea, casa, sitio en general. LLUGÁU.—Llugáu, atopau, sin espíritu, atontecido, etc., etc.

M

MÁ.—Má, madre. Lo más grande y sagrado que tiene el ser Humano. MACHAR.—Machar, machacar, majar, demoler. Machar ou mayar les castañes, lus arbeyus, les fabes, les espigues, etc.

MADEIRA.—Madeira, madera. MADERAXES.—Maderaxes, maderas sin mucha importancia. MADEXÁU.—Madexáu, enmadejado.

MACHORRA.—Machorra, así solemos llamar en mis aldines a las mujeres o vacas, burras, etc., que no paren, y también a las que aún pariendo tienen tipo hombruno. MACHU.—Machu ou mayu, herramienta hecha de madera. En mis aldeas existen tres clases de machus ou mayus, uno el que sirve para mayar (majar) los terrones en las tierras, otro el que se usa para mayar ou machar les castañes en la goxa cuando se bajan ya curadas del xardu, que viene a ser parecido a un pisón pero por la parte de bajo lleva tres o cuatro estrías que cruzan toda su base, y el oitre machu que es muy parecido en forma y manera es el que se usa para machar les mazanes na duerna del llagar para industriar la sidra. MACHUCAR.—Machucar, majar, batir, machacar, etc. MACIÁU.—Maciáu, sacudido, movido, etc. MACILAR.—Macilar, exprimir, etc. MACÍU.—Macíu, enfermizo, descolorido, flaco, etc. MACONA.—Macona, goxa. MACUCIAR.—Macuciar, machacar, dar golpes a las personas o cosas, etc. MACUCIU.—Macuciu, golpe, trastazo, etc. MACRUCIUS.—Macrucius, así se suele llamar a las personas o animales entrecruzados en las razas que lejos de lucirse en haber ganado físicamente con tales cruces, se anuncian como enclenques y enfermizos.

MADEXES.—Madexes, madejas, en todos los sentidos y formas. MADREÑES.—Madreñes, calzado de madera. No me cabe la menor duda que las mejores madreñes de todo el mundo son las que hacen los madreñeirus astures, por lo tanto estos artesanos les comen la palmeta todos los demás. Las mejores madreñas son las que se hacen de madera de nogal, y no rollizas sino por lo menos de cuartarón. Existen muchas formas de madreñas en mi querida Tierrina, depende de que parte de Asturias sean los madreñeros que las encalden, hay madreñes quirosanas que son exteriormente más rústicas y punteagudas, pero que en duda ponga que haya otra clase de madreñas que las gane en tener la caja del pie mejor hecha, luego están las madreñas teverganas que son muy parecidas a las alleranas, son más chatas y atongainas (curiosas). Las madreñes de mi Tierrina llevan o mejor dicho se apoyan en tres tacones, uno en el calcaño y los otros dos en la parte delantera. Existen madreñas que en la parte delantera también llevan un solo taco alargado que cubre todo el ancho de la madreña, estas son llamadas madreñas de ferraxe, son usadas principalmente por los vaquerius, porque se agarran mejor al terreno, a las pedreras, y esto es así porque en vez de llevar dos clavos que son diferentes a los otros que llevan las madreñes de tres tacus. También se suele herrar las madreñas con gomas, entonces reciben el nombre de muyeriegas, quiere esto decir que son madreñas de andar por casa, de ir al mercado, a al fiesta, etc. MADREÑADA.—Madreñada, golpe dado con las madreñas.

MADREÑEIRU.—Madreñeiru, artesano que hace las madreñas. En mi Tierrina siempre según mi humilde apreciación, donde más madreñeirus hubo siempre fue en el concejo de Aller, lus alleranus. El trabajo de madreñerius es muy cansado aunque parezca lo contrario. Hay que tener en cuenta que tiene que ir al monte y cortar la madera, luego desbastarla, después bajarla por regla general a las costillas y muchas veces desde la distancia de más de dos horas de andadura, luego cuando más descansado lo tiene es en la faena de hacer la madreña, que también sin dudarlo es un trabajo duro y artístico. Un madreñeiru que sea de brazo puede hacer en el día seis pares de madreñas, pero por término medio suelen hacer dos o tres pares. La madreña es el calzado más sano, limpio y cómodo que existe. Claro que yo hablo casi siempre asentándome en los tiempos de mi niñez. MAERA.—Maera, madera. MAERAL.—Maeral, monte de madera. MAEREIRU.—Maereiru, maderero, persona que trabaja en la madera. Lo mismo fui maderero o serrador que viene a ser parecido. Empecé a trabajar cuando tenía doce o trece años, me recuerdo que me pagaban nueve pesetas diarias, disdi 'l albiar el díe fasta la sou tapecíe (desde que amanecía hasta que la noche llegaba), puedo asegurar que he tenido el mejor maestro xerrador d'Asturies, el más duro, el más repugnante, un hombre que durante el trabajo no hablaba nada más que de cuando se relacionara con él, no olvidare jamás que tanto a mí como a un hijo de él llamado Mual que componíamos el trío en el trabajo, nos trataba Nelín que era su padre, lo mismo que si fuésemos dos esclavos, muchas veces el condenado nus untaba 'l focicu conún faticáu d'ostiazus, ya nun yera desmediu cundu nus falagaba les mexiétches, pos apurríanus a entrambus cuaxi xempre lus mesmus ostiazus. (Nos azotaba el rostro

con algunas tortas o castañazos, y no desacompasaba nunca cuando nos halagaba a ostiazos nuestras mejillas, pus nos daba casi siempre a los dos por igual los mismos tortazos). Mi vida durante varios años, hasta que me marché temporalmente de mi aldina deslizó trabajando siempre con este condenado paisano y con otros maderaros de la comarca, menos el mes de la yerbe, pues en este mes yo ganaba mucho más de yerbeiru en cualquier caseríu, que trabajando dos meses a la madera. Les voy a contar ahora un caso que nos sucedió a Muel y a mi, cuando ya éramos mozacones que ya cortexábamus. Sucedió un domingo que estábamos serrando madera en un castañéu de la nuexa aldina, seria como a las cinco de la tarde, y nosotros queríamos marchar para ir a cortejar a un pueblo de Quiros donde Muel y yo teníamos mozuca el caso fue que él nos dijo que nos dejaría marchar cuando entalleráramos una rolla que tenía un metro de batalla (grueso) en el serradero. Conformes nosotros entre los tres trabajamos en duro con palancas y tirones de arreventamiento, hasta que al fin conseguimos poner aquella enorme rolla de castaño de más de mil kilos de peso encima del aserradero lista para serrarla. Entonces él nos dijo que para cortejar no se necesitaba mucho tiempo si se sabía aprovechar, y que como todavía era céu, que íbamos a serrar un poco por la rolla, que era un trabajo que teníamos adelantado para mañana. Así pues que sin urniar pallabra (decir palabra) dimos comienzo a serrar por aquella rolla, él encima de ella y nosotros abajo y mientras que él desde arriba nos dominaba avasalladoramente y quizás riéndose para sus adentros, nosotros desde abajo muy silenciosamente a la par que trabajábamos en el durísimo trabajo de tirar por la sierra estábamos madurando la forma de deshacernos de él para poder marcharnos, porque por el sol, ya que reloj no teníamos, nos parecía que ya era. bastante tarde. Así pues, los tres estabamos unidos a la sierra, Muel y yo cogidos a la manilla de

abajo y Nelín encima de la rolla asido a la manilla de arriba, cuando de golpe nosotros llancamus (plantamos) la sierra a enxecu (clavamos y ferramos de repente) a la par que tirábamos por ella con gran rapidez hacia detrás, con este movimiento rápido e inesperado, cogimos desprevenido a Nelín, que no le dio tiempo a esquivar el golpe que le venía encima, y la manilla de arriba a la cual él estaba asido no con mucha fuerza, le vino con duro golpe a machacar su frente y medio aturdido se desplomo desde lo alto de la rolla hasta el suelo del aserradero, y bien por casualidad o porque su gran agilidad lo buscara, cayo encima de su hijo Muel, al que asiendo con una mano con fuerza, con la otra de apoderó del moqueteiru (instrumento de madera para asegurar la cuña de la manilla inferior de la sierra, de casi un kilo de peso y unos treinta centímetros de largo) y con grande saña y fuerza comenzó a darle palos, y yo que sabía que pronto iba a recibir los mismos, xebreme fuyendu en aburiéxa galamiada del lleu d'echus (me marche huyendo a las carreras del lado de ellos), pero no llevaría andados unos metros cuando sentí en una pierna un golpetazo fuerte que no me privo de seguir corriendo pero cojeando lleno de dolor y con menos fuerza, ya que vi a Muel traspasarme como alma que lleva el diablo y sangrando por la cabeza. El caso fuera, que Nelín al ver como yo se le escapaba me lanzo el condenado moqueteiru con tal acierto y fuerza que me dejó algo cojo durante alguno días. Pero a pesar de estar los dos matauriáus (heridos), no dejamos de ir a cortejar, aunque teníamos que caminar más de diez kilómetros, y otros tantos de avenida, para después levantarnos antes de amanecen para serrar todo el día como esclavos de amo endemoniado. MAERU.—Maeru, madero. También se suele llamar maéru a las personas rudas. MAFANA.—Mafana, verdín que se cría encima de las aguas estancadas.

MAGAÑA.—Magaña, babas, suciedad líquida por el estilo. MAGAYA.—Magaya, igualmente que la magaña. MAGAYÁU.—Magayáu, lleno de magaya. MAGAR.—Magar, entiéndese por espacio de tiempo en cualquier dimensión o sentido. MAGOSTAR.—Magostar, asar bien sea castañas que es como mejor se entiende, que cualquier otra cosa. MAGOSTÓN.—Magostón, entiéndese por un asado de castañas. También se suele llamar magostón a un caldero cualquiera cuyo fondo esta lleno de agujeros hechos con un punzón o clavo que sirve para asar las castañas aquellos que no tienen tambor ou farol d'amagostar. MAGÜESTU.—Magüestu, esta palabra aparte de hacer un amagüestu de castañas también significa, calamidad, desgracia, robo, crimen, etc., etc. MAGÜESTA.—Magüesta, ternera mayor de un año. Aquí se suele llamar magotina, magüeta y magotona, depende la edad que tenga, lo que no cabe la menor duda es que tenga el tiempo que sea en el momento que para se convierte en vaca bétcha. MAGÜETU.—Magüetu, bestia, animal, bruto, etc. MAGÜEYU.—Magüeyu, mucho, abundante, etc. MAGUYU.—Maguyu, montón, lío, folixa, etc., etc. MAGUYÓN.—Maguyón, machacón, golpetazo en un dedo, etc., etc.

MAGURCIA.—Magurcia, entiéndese por la persona muy poco respetable. MAGURCIADA.—Magurciada, faena, gochada, etc., etc. MAIZÓN.—Maizón, planta de maíz falsa, quiero decir que no da panoja. MAIZU.—Maizu, planta de maíz pequeña. Quiero decir que se llaman maizus en algunos lugares a las plantas de maíz hasta que empiezan a panojar, después se suelen llamar ñarvaxus, en otros lugares se dicen maizus hasta los mismos ñarvaxus. MALAXE.—Malexe, malaje. MALEXÍU.—Malexíu, maldecido. MALEXIR.—Malexir, maldecir. MALIAR.—Maliar, malear las cosas, los hechos, las personas, etc. MALIÁU.—Maliáu, que esta maleado. MALUCA.—Maluca, mal que algunas veces suelen tener los animales en las pezuñas y juegos del pie que les hace cojear, y es menester el curarlo con piedra de lipe, o la salmuera de la sal de los samartinos, también lo solíamos curar con la berrius de las nueces si las había en el tiempo, o con los berrius de las plantas. Los buenos vaqueirus de los tiempos pasados curaban sus males y el de sus animales con remedios caseros y naturales que daban muy buenos resultados.

MAFUNDIAR.—Malfundiar, entiéndese por desbaratar, mal vender etc., etc. MALFUNDIÓN.—Malfundión, persona que cuanto tiene por no saber conservarlo lo va perdiendo en malas ventas, desastrosos cambios, etc. MALVIÁU.—Malviáu, malvado. MALVIXES.—Malvixas, malvises. Para mí es el tordín malvís el pájaro cantor de mis aldines, yo he oído decir, que los huevos del tordín malvís necesitan más temperatura para guardarlos sus padres que los demás huevos, por esta razón el malvís hace su nido por el interior como si fuese una cazuela de barro, de esta forma no se marcha el calor del nido y la temperatura en él es mucho mayor. Yo he ordeñado una vez en el monte a una vaca en un nido de malvís, y puedo asegurar de que aquel nido era lo mismo que una tarreñina. MAMPLAR.—Mamplar, coger, quitar, llevar, etc. MAMPLEN.—Mamplen, muchos, abundantes, cuantioso, etc. MAMPLUÑAR.—Mampluñar, coger, arrebatar, etc. MAMPUERRAR.—Mampuerrar, martillear, dar golpes, hacer ruidos. MAMPUERRU.—Mampuerru, golpe, castañazo, ostiazo, etc. MÁN.—Mán, mano.

MALUCUS.—Malucus, así se llama a los frutos que no granaron bien. En mis aldeas se aprovechaban como pienso de los animales. Bueno en mis aldeas en aquellos tiempos todo era aprovechable menos los mocos, pues hasta cuando meábamos muchas veces lo solíamos hacer en el hocico de las vacas, que les gusta mucho los mexus.

MANAS.—Manas, unas manojos que se hacen con los ñarvaxus después de quitarles las panojas. Este ñarvaxu se suele guardar como forraje muy malo para el ganado en caso de que el invierno venga tan malo que la hierba se termine y la nieve no permita salir a pastiar el ganado. Si así no sucediese las manas del ñarvaxu se pican sirven para llestrar al ganado.

MANEXAR.—Manexar, manejar. MANCAU.—Mancau, herido. MANCAURA.—Mancaura, herida, etc. MANANCIAL.—Manancial, manantial. MANANCIAR.—Mananciar, manar. MANCU.—Mancu, que le falta un brazo. También se entiende por mancu a la persona que tiene poco arte y determinación para hacer las cosas. MANCURRIAR.—Mancurriar, así se llama cuando al ordeñar las vacas éstas sueltan patadas o no paran de moverse imposibilitando el ordeño, entonces se les mancurria, o se les pone el patón, que consiste en doblarles una pata delantera por la rodilla, y se les coloca un trezu fechu de una cibiétcha, una argolla y hasta inclusive sirve cualquier otra cosa que ate o sujete, de esta forma la vaca solo se sostiene encima de tres partes y no puede dar patadas salvo caerse. MANCUSPIAR.—Mancuspiar, escupir. MANCUSPIU.—Mancuspiu, escupitajo.

MANEXU.—Manexu ou maneyu, manejo. MANEYÓN.—Maneyón, así se llama a las personas que tienen la costumbre de querer mandar y manejarlo todo. MANFLORITUS.—Manfloritus, entiéndese por las personas afeminadas. También se suele llamar manflorites a las mujeres que se hacen el amor entre sí, tortilleiras. MANGARÁU.—Mangaráu, entiéndese por cantidad principalmente de alimentos servidos para ser consumidos. También se aplica en otras vertientes formas que impliquen cantidad. MANGONIAR.—Mangoniar, mandar, dirigir a los demás, meterse donde no le importa al mangonión, etc. MANGUÁN.—Manguán, mangante, holgazán, etc. MANGUANA.—Manguana, vagancia, galbana, holgazanería, etc. MANÍA.—Manía, así se llama a la hembra que no esta preñada.

MANCUSPIÓN.—Mancuspión, así se llama al que tiene la fea costumbre de estar escupiendo siempre.

MANICOMIONÁU.—Manicomionáu, demente, loco, etc.

MANDIÉTCHU.—Mandiétchu ou mandieyu, mandil.

MANIEGA.—Maniega, cesta hecha por un goxeiru.

MANDIÓN.—Mandión, mandón.

MANIÉTCHA.—Maniétcha ou manieya, manilla.

MANDIONAR.—Mandionar, ordenar, dirigir, mandar.

MANIEYU.—Manieyu, manivela, etc.

MANEGUEIRU.—Manegueiru, artesano que hace cestas. Goxeiru.

MANOXUS.—Manoxus, manojos de hierba, flores, etc.

MANECER.—Manecer, salir, manar, clarear, amanecer, etc.

MANTEIGA.—Manteiga, manteca.

MANEIRA.—Maneira. manera.

MANTEGUEIRU.—Mantegueiru, mantequero. En los tiempos pasados en mis aldinas en vez de vender la leche,

porque de hecho no había a quien venderla a no ser algún llitraxu per l'aldina, lu que se faía yera mazar la lleiche ya faer bones ya ñidióxes manteigas, ya tamén cuayas ya queixus, toes istis couxes lu mesmu que lus güevus se baxaben al merquéu de la vítcha una veiz per xemana, noitros chelgares tamén chegaben lus mantegueirus a mercalus per les aldines. MANTÍN.—Mantín, amado, querido, etc. MANXAR.—Manxar, manjar. También se entiende por comer. MANXULÍN.—Manxulín, manso, noble, obediente, etc. MAXUÑAR.—Manxuñar, palpar, tocar, sobar, etc. MAXUNÓN.—Manxunón, amigo de palpar, sobar, etc. MAÑÁN.—Mañán, mañana. MAQUILA.—Maquila, medida que consiste en un cajonín de madera que cobra el molinero por cada copín de molienda. MAQUILAR.—Maquilar, cobrar en grano o harina el trabajo del molinero. MAPOLA.—Mapola, amapola. MAPOLIARSE.—Mapoliarse, arrobarse, ruborizarse, subirse los colores al rostro por vergüenza, timidez, etc. MARAÑU.—Marañu ou marayu ou marátchu, cantidad de hierba que va poniendo en hilera el segador cuando siega. MARAU.—Marau, ultrajado, cazado, azotado, etc. MARCIEYU.—Marcieyu ou marcitchu ou marciexu, relativo al tiempo y demás quehaceres del mes de marzo.

MARELA.—Marela, amarilla o por el estilo. MARFUEYA.—Marfueya ou marfuétcha, suciedad, estiércol. MARFUEYÓN.—Marfueyón ou marfuétchón, adán, sucio, etc. MARGUETCHA.—Margüetcha, cerdería, suciedad, etc. MARGUETCHU.—Margüetchu, sucio, cerdo, etc. MARIEYU.—Marieyu ou mariétchu ou mariexu, amarillo o por el estilo. MARINA.—Marina, así se dice a las gentes que viven a las riberas del mar. La nuexa Melgueira Tierrina las gentes de mis mantinas aldeas la dividen en tres partes, xentes de la marina, que son las que viven cerca del mar, xentes de la riera, que son las que moran entre la marina y la montaña y por último xentes de la montaña o vaqueiras. MARINEIRU.—Marineiru, marinero. MARMIEYA.—Marmieya ou marmiétcha, cacerola, tarrena grande y rústica. MARMIEYÓN.—Marmieyón ou marmiétchón, así se llama a las personas mociétchonas, algo faltas de entendimiento y mortorias, lentas, flojas, etc. MARMIEYAZU.—Marmieyazu ou mamiétchazu, pescozón, castañazo, golpetazo, etc. MARMOYECÍU.—Marmoyecíu ou marmótcheciu ou marmoxecíu, ya tamén marmollecíu, así se dice cuando una persona o animal se encuentra en un estado de pasividad, de frialdad, falto de poder, etc.

MARMULLUS.—Marmullus, murmullos, ruidos, etc. MARMUEYA.—Marmueya, suciedad, cenagal, etc. MARMUEXA.—Marmuexa, mojadura, cenagal, etc. MARTIÉTCHAZU.—Martiétchazu ou martiellazu, martillazo. MARTIETCHU.— Martietchu ou martiellu, martillo. MARUXA.—Maruxa, Maruja.

que cuando las frutas se guardan bien en el hórreo, panera, xomeráu relativamente ya están maduras, lo que sucede que guardándolas entre paja, hoja, helecho, etc., se conservan mucho tiempo más. MAURECÍU.—Maurecíu, así se dice cuando el pan u otros alimentos se ponen de un color verdoso, o se llenan de unos filamentos que los determinan en situación de ser peligroso para la salud al consumirlos. MAURIENTU.—Maurientu, maurecíu, mohoso, etc.

MARUXONA.—Maruxona, especie de muñeco de trapo y paja parecido a un espantapájaros que se coloca frente a la casa de las mozas que por cualquier razón hayan ofendido a la mocedad del lugar.

MAUXÍUS.—Mauxíus, aullidos, miaguidos, quejidos, etc.

MARUXÓN.—Maruxón, así se dice al hombre de poco espíritu.

MAXADEIRU.—Maxadeiru, majadero.

MAXA.—Maxa, maja, hermoso, etc. MAXADA.—Maxada, majada.

MAXESTÁ.—Maxestá, majestad. MATANZA.—Matanza, entiéndese por la época a d'achuquinar el gochu pa faer el xamartín (época de sacrificar el cerdo para hacer el samartino).

MAXEZA.—Maxeza, majeza, hermosura. MÁXICU.—Máxicu, mágico.

MATAURIÁU.—Matauriáu, que se encuentra herido, cansado, deshecho, etc., etc.

MAXÍN.—Maxín, imaginación, inteligencia, etc., etc.

MATAURAS.—Matauras, mancaduras, heridas, rozaduras, achaques, etc.

MAXINAR.—Maxinar, idear, discurrir, pensar, etc. etc.

MATOXUS.—Matoxus, matojos.

MATU.—Matu, matorral.

MAXINEIRU.—Maxineiru, así se llama a la persona que es por su haceres y decires singular, diferente, que hasta inclusive uno le parece ver que de su ser emana algo mágico o misterioso.

MATUXÁU.—Matuxáu, escondido, guardado, etc.

MAXURA.—Maxura, majeza, hermosura.

MAURECER.—Maurecer, madurar.

MAYADOR.—Mayador, persona que machaca la manzana, la uva, o cualquier otra cosa.

MATUCUS.—Matucus, matojos.

MAURERA.—Maurera, así se dice cuando se ponen las frutas en madurera, esto quiere decir en conservación, ya

MAYAR.—Mayar, majar, machacar, etc. MAYÁU.—Mayáu, machacado. También se dice mayáu cuando una persona o animal esta molido a palos, o se encuentra muy cansado.

MAYUELU.—Mayuelu ou machuélu, péndulo de los cencerros, esquilas, campanas, etc. MAZANA.—Mazana, manzana. MAZANAL.—Mazanal, manzanal.

MAYES.—Mayes, redes para pescar, etc., etc. MAYU.—Mayu, mazo para mayar, instrumento hecho de madera que sirve para mayar la manzana, las castañas, etc. MAYUCA.—Mayuca, castaña pilonga. —Les mayuques pa ser bones ya sanes tenen que tar curáes nel xardu, perque xinún ye anxina per regla general cuaxi toes empodrecen ou se tornen en maurientes, les mayuques yeren nus tempus d'endenantes un allimentu tan bonu comu les mesmes fabes prietes, nuexoitres faíamus bonus potaxas conechas acompanges de calamona ou tocín ya morciétches, yeren de munchu allimentu, manque lus potexes que se cheldaben conéches yeren nigrus lu mesmu que lus encaldáus con los fabes prietes, les castañines mayuques ténenme achuquináu cundu you yera guaxín bones cuyugáes de fames. TRADUCCIÓN.—Las castañas pilongas para ser buenas y sanas tienen que secarse en el xardu, porque sino es así por regla general casi todas se pudren, o se suelen tornar en mohosas, las castañas mayucas eran en los tiempos pasados un alimento tan bueno como las judías negras, en mis aldeas hacíamos unos cocidos con ellas muy nutritivos y sabrosos, siempre se preparaban si se podía con la cabeza de cerdo, o tocino, morcilla y sabadiego, aunque los cocidos que se industriaban con ellas eran de un color muy negruzco, parecido al que se hacen con las judías negras, la verdad era que las castañinas mayucas tienen matado muchas hambres en los penosos tiempos de mi niñez. MAYUCAR.—Mayucar, endurecer, arrugar.

MAZANÉU.—Masanéu, pomarada, manzanales. MAZAR.—Mazar, así se dice cuando se mueve la leche dentro de las caramañolas ou butiétchus, odres para sacar la manteca. En mis aldinas en los tiempos pasados todos los que tenían vacas mazaban la leche para obtener la manteca, que lo mismo servía para hacer un rustíu 'l pote (sofrito para el puchero), que para comer un platu papes, que para curar les herpes, quemadures, etc. Y también para venderla. MAZÁU.—Mazáu, batido, movido, etc. MAZCABAR.—Mazcabar ou abétchadar, así se suele llamar al tiempo que tarda en parir una vaca desde el día que cumplió los nueve meses de su preñez. MAZCÁ.—Mazcá, tortazo, bofetada, etc. MAZCAR.—Mazcar, rumiar, comer, etc. MAZCAYU.—Mazcayu, tonto, idiota, faltoso, etc. MAZUCAR.—Mazucar, también se entiende aparte de batir con el machacar. MAZUELAS.—Mazuelas, así se dice cuando se calzan las madreñas con el pie desnudo, esto suele suceder para cuando se andan muy cortos trechos con ellas, porque en mazuelas es casi imposible caminar con naturalidad con las madreñas.

MEAXU.— Meaxu, pequeño meado. MECER.—Mecer, mover, mezclar, unir, juntar, etc. También se entiende por mecer a ordeñar el ganado. MECIU.—Meciu, mezclado, unido, etc., etc. MECIDICHU.—Mecidichu, así se suele llamar a la unión o mezcla que ha de dar una mala calidad o pésimo resultado, etc. MECHÁU.—Mecháu, mellado. También se entiende que tiene mecha de encender o de otra clase o forma. MECHEIRU.—Mecheiru ou chisqueiru, mechero, encendedor, etc. MEDRANA.—Medrana, cantidad que uno tenga de miedo. MEIGA.—Meiga, en Galicia las meiges son diosas o brujas, en Asturias cuando le llamamos a alguien meigu ou meiga, también de alguna manera le estamos diciendo lo mismo, aparte que también solemos llamar meigu al traidor, al gachu, quiero falar del torbo, del retorcido, etc. Siempre según mi humilde apreciación el idioma Gallego en un cincuenta por ciento es casi igual que el Astur y de hecho procede de éste, lo que sucede que los gallegos son maravillosos hermanos nuestros que han sabido conservar, engrandecer, respetar, proteger, etc., todas sus ancestrales costumbres, que los han unido, los unen, los unirán siempre, dentro de una hermosa fraternidad que en mi querida Tierrina no existe. ¿Por qué…? ¡Yo me he preguntado siempre! La verdad que yo se la respuesta, pero me da y siento a la vez mucha pena y mucha vergüenza el decirla.

principalmente de frutos de la arbolada y de las cosechas, tales como el maíz, etc., también come hormigas y otros insectos, es un animal que lo mismo que el oso perjudica a los campesinos. También se suele entender por melandru a las personas desaseadas, espelurciadas, etc. MELÁU.—Meláu, que tiene el sabor o color de la miel. MELEIRU.—Meleiru, dícese del que vende la miel. MELECINES.—Melecines, medicamentos. MELGUEIRA.—Melgueira, así se dice cuando una persona, cosa o tierra, en este caso mi Tierrina, no sólo es dulce, sino encantadora en todos los sentidos. MELGUERU.—Melgueru, tiene la misma definición que melgueira. MÉLICU.—Mélicu, médico. MELLA.—Mella, mozqueta. MELLÁU.—Melláu, así se dice a la persona que le faltan algunos dientes, o por el contrario tiene un labio partido bien por nacencia o por accidente. MELLAURA.—Melleura, mozqueta. MENTAR.—Mentar, nombrar. MENTRES.—Mentres, todavía, mientras tanto, etc. MENXAXE.—Menxaxe, mensaje. MENXAXEIRU.—Menxaxeiru, mensajero. MERCADEIRU.—Mercadeiru, mercader.

MÉL.—Mél, miel. MELANDRU.—Melandru, animal parecido al tejón, con la pelambrera alborotada, que se alimenta

MERCADIAR.—Mercadiar, comprar, vender, tratar, xabarciar, etc. MERCAR.—Mercar, comprar.

MERMEYÁES.—Mermeyáes ou marmétchaes ou mermelláes, esto significa, castañazos, morráes, tortazos, etc. MERUCAS.—Merucas, lombrices. MERUCUS.—Merucus, lombrices. MERDA.—Merda, mierda. MERDAZU.—Merdezu, porquería, suciedad, etc. MERUEGANALES.—Merueganales, lugares cubiertos por las plantas de los meruéganus. MERUÉGANUS.—Meruéganus, pequeñas fresas silvestres muy sabrosas, sanas y naturales, que nacen principalmente en terrenos que sean muy solariegos. Yo siempre adoraré con verdadera frenesí a las benditas y melgueiras aldines donde a lo natural y medio salvaje yo me crié, sus riquezas naturales de ser verdaderos jardines que producían de todo, ahogaban mi hambre todos los años, desde mediados de la primavera hasta los postreros días de la xeronda (otoño). Si pudiera, hoy no cambiaría mi vida vivida tan humilde, trabajosa y miserablemente en mis amadas aldinas, por la vida de un príncipe que todo lo tuviera, porque hoy soy muy feliz contando y escribiendo cosas simples y sencillas de mis aldinas, que algún día tendrán el más grande verídico, fiable y natural valor de nuestras Costumbres y Falancia que yo puse en movimiento cuando nadie se preocupaba ya hace muchos años, pero después, otros señores con títulos de universidad dirigentes de unas sociedades que fundaron llamadas "Amigos del Bable" y "Conceyu Bable" comenzaron a falsear el Ancestro de Mi Tierrina y a falsear y mistificar su Melgueira Fala, pretendiendo dárselas de entendidos en las cosas y hechos, sin haber sudado jamás una sola gota de sudor en estos rústicos y ancestrales menesteres, donde

se necesita toda una vida de trabajo y sufrimiento, y haber nacido además con el don de queriéndolas hasta el fin entenderlos, sentirlos y comprenderlos. MERUXA.—Meruxa, planta que nace principalmente en los buenos terrenos que estén bien abonados, que se empieza a multiplicar cuando se arrancan los sembrados, bien sean patatales o maizales, que es donde mejor se da esta planta forrajera, es muy verde, muy tupida, muy enmarañada y abundante, sirve nada más que para alimentar los ganados, principalmente las vacas de leche, ya que la comen muy bien y les hace producir más cantidad de leche, pero es peligrosa para su salud si se le da a los ganados caliente o ardida o demasiado mojada, ya que les puede hacer entelar o foriarse. Sólo los buenos vaqueirus saben cuidar muy bien a sus ganados, y yo no me recuerdo que hayan precisado nunca de veterinarios para curar cualquier enfermedad o mal que pudieran tener. De hecho, yo se por experiencia que un buen vaqueiru sabe más de sus vacas que el más afamado de los veterinarios. MERUXÁU.—Meruxáu, lleno, plagado de cualquier cosa en todas las formas y dimensiones, lo mismo que ameruxáu de riqueza, que quiere decir que tiene dineros y de todo amamplen (abundante), que amoruxáu de miseria. La palabra ameruxáu significa rico, abundante desde la más alta riqueza hasta la más deprimente miseria. MERUXEIRU.—Meruxeiru, abundante, plagado, etc. MESQUEIRU.—Mesqueiru, persona encargada de cuidar una pradería o terrenos de pastos de una comunidad, con el fin de que no entren a pacer en ellos ninguna clase de ganado mientras no sean abiertos al pastoreo. Los ganados que entren en estos pastos mientras no sean abiertos son prindáus (cogidos) por el mesqueiru, que guarda en una cuadra para este menester, luego avisa a su

dueño, y cuando viene a recogerlos tiene que abonar una multa estipulada por la comunidad de los pastos. MESMU.—Mesmu, mismo. MESTÁU.—Mestáu, amestado. MESTAR.—Mestar, unir, amestar. MESTRANZUS.—Mestranzus, así se llama a las cosas o personas de muy poco valor, casi como si dijésemos desperdicios, etc. METÁ.—Metá, mitad. También se entiende por metá, a lugar o sitio. —Metá 'l oitre díe (todavía el otro día). —Metá ye céu (todavía es temprano), etc. METANTU.—Metantu ou metanes, significa lo mismo o parecido que metá. MEXADA.—Mexada, meada. MEXÁU.—Mexáu, meado. También se entiende por mexáu a la persona que tiene miedo que no tiene decisión, etc. MEXADEIRU.—Mexadeiru, lugar donde se mea. También se llame mexadeiru a la bacinilla. MEXUS.—Mexus, orines. MEXIÉTCHAS —Mexiétchas ou mexiellas, medillas. MEXORAR.—Mexorar, mejorar.

precisamente en la más gruesa y cuadrangular, van atados entre sí por una correa o cuerda, de cierta holgura, que les permite que se abran cierren con gran facilidad. MEXORIAR.—Mexoriar, recoger las espigas en los panzales con las mexorias. También se entiende por mexoriar, el pegar con las mexories, o también ofender con la palabra. Exemplu. —Miou má ta tou lus díes amexoriandu per min pa convenceme que me xuna col fíu d'Anxelón en caxoriu. (Mi madre está todos los días hablándome o intentando cansadamente convencerme de que me case con el hijo de Angelón). MEXUXE.—Mexuxe, mejunje, también la infinidad de ungüentos que se hacían en mis aldeas con los fines siempre curativos o desencantantes de los maleficios o males del Güétchu. MEXUMBREIRUS.—Mexumbreirus, personas que se prestaban y eran diestros en encaldar ciertos mexunxes. MEYOR.—Meyor, mejor MEYORAR.—Meyorar, mejorar. MIAGAR.—Miagar, así se dice cuando maúllan los gatos. También se entiende por miagar el pedir con costumbre cosas, se suele decir. —La miou muyer ou 'l miou pariente, veicín ta xempre miagandu couxes, nun se fartuca con nagua. (La mi mujer, o el mi pariente, vecino, etc., está siempre pidiendo cosas, no se harta jamás de pedir), etc.

MEXOR.—Mexor, mejor. MIAGUÍUS.—Miaguíus, maullidos. MEXORIES.—Mexories, utensilio para recoger las espigas, no una a una sino afatus (muchas de una vez), si las espigas están derechas no tumbadas. Este artefacto consiste en dos palos de la largura de un metro o menos hechas de madera muy finamente trabajadas, del grosor de cada palo de tres o cuatro centímetros, por regla general estos palos son redondos y en una de sus puntas

MIANUS.—Mianus, peladuras de las frutas en general. MIANÁU.—Mianáu, que está pelado, mondado, etc., etc. MIÁXAS.—Miáxas, migajas. MIAXÁU.—Miaxáu, desmigajado.

MINDIEGU.—Mindiegu, mendigo. MIAXINUS.—Miaxinus, pequeñas migajas, pequeñas cosas en general. MIEDRAR.—Miedrar, crecer, prosperar, las cosas, personas, etc., etc. MIEDRANA.—Miedrana, cuyugada de miéu. (Mucho miedo). MIÉU.—Miéu, miedo. MIGAYU.—Migayu, el migayu tiene poco que ver con la migaya, a no ser en la dimensión de ser también poca cosa. Exemplu. —L'oitre díe chamóume 'l miou veicín pa trabayer, ya you díxele que enxamás diréi trabayar p'él perque 'l condenáu paga migayus xornales. (El otro día me llamó mi vecino para que fuese a trabajar, y yo lo dije que jamás iría a trabajar para él, porque el condenado paga pequeños jornales). MIGAYA.—Migaya, migaja. MIGAYAS.—Migayas, sopas que se hacen con leche hervida, con sal o azúcar, según. MILLAGRÓUXA.—Millagróuxa, milagrosa. MILLAGRU.—Millagru, milagro. MILLAGREIRU.—Millagreiru, persona a la que se le considera dueña de algo misterioso y es capaz de hacer milagros. MÍN.—Mín, yo. La palabra de mín significa uno mismo. MINDIEYU.—Mindieyu ou mindiétchu, entiéndese por pobreza, no solamente el pedir limosna, sino el vivir muy estrechamente de la labranza o de cualquier otra clase de trabajo. MINDIÉTCHAR.—Mindiétchar, así se llama al que reclama o pide limosna llamado mindiegu.

MINEIRU.—Mineiru, minero. —Xenardu you nagora couxes que falaba miou güelu que viexe xíu mineiru, que xempre cuntaba couxes de la mina, d'esgracies, trabayus pelligróuxes, quiebres, güelgues, ect., etc. Falaba que lus mineirus son lus homes mái vallentres del Uñiverxu enteiru, pos trabayar baxu tierra namái que lu fan lus toipus perque nun tenen guétchus. Per oitre lláu tamén falaba que xin dientru de la mina se pudiés allumbrar comu nel prenu díe, poucus mineirus trabayaríen dientru d'écha, ya de les oitres xentes dalgún que quixés per xasperáu achuquinar la sou vida. TRADUCCIÓN.—Recuerdo ahora cosas que solía decir mi abuelo que había sido minero, no sólo en mi querida Tierrina sino también en las Américas, de donde regreso como los llamados "Almericanus del pote" (Indiano sin fortuna), digo que siempre estaba contando cosas de la mina, desgracias por lo general casi todas tales como trabajos peligrosísimos, desprendimientos del terreno, huelgas, etc. Hablaba él con gran orgullo que el minero era el hombre más valiente de todo el Universo, pues él entendía que trabajar bajo la tierra nada más que lo hacían los topos porque estaban carentes de ojos. Por otro lado también solía afirmar, que si el interior de la mina se pudiese iluminar como si fuese el pleno día, pocos mineros trabajarían dentro de ella y de las otras gentes nada más que alguno que se quisiera por desesperación quitar su vida. —Yo creo que mi abuelo sabía muy bien lo que decía, y yo añado además, que el trabajo que realiza cualquier minero dentro de las negras y tenebrosas entrañas de la traicionera mina, no es pagado con dinero, porque este querido y necesario instrumento que es el dinero, es muy poca cosa para pagarle a un valiente, que pasa toda su dura faena de arduo trabajo, en continua lucha y compañía de la Cadarma.

MINGA.—Minga, pene, miembro de los machos.

MOCADA.—Mocada, bofetada, tortazo, etc.

MINGAFRÍA.—Mingafría, así se suela llamar a las personas que tienen poco espíritu, poca alma, que son cobardes.

MOCÍN.—Mocín, protagonista bueno de una película, obra de teatro, etc., etc.

MINGAN.—Mingan, clase de buenas y sabrosas manzanas asturianas. MINGU.—Mingu, entiéndese por poca cosa, parecido al mingafría.

MOCINES.—Mocines, muchachas, hermosas y melgueiras. MOCÓUXU.—Mocóuxu, mocoso, que esta lleno de mocos. MOCETU.—Mocetu, jovenzuelo.

MINGUINA.—Minguina, cariñosamente el pene. MINGÜEXU.—Mingüexu, parecido al mingu pero más cerdo y despreciable. MIOU.—Miou, mío. —Miou padre, miou madre, miou hermano, etc., etc. MIRUÉTCHU.—Miruétchu ou miruellu, así se llama al mirlo.

MOFLA.—Mofla, burla, murga, guasa que se hace de una persona. MOFLÓN.—Moflón, amigo de hacer burlas y guasas de los demás. MOFU.—Mofu, musgo. MOICA.—Moica, así se llama al cornupedo que pierde uno o los dos cuernos.

MIXA.—Mixa, misa. MIXAL.—Mixal, misal. MIXERABLE.—Mixerable, miserable. MIXERIA.—Mixeria, miseria. MIXERU.—Mixeru, mísero. MIYOR.—Miyor, mejor. MIZCA.—Mizca ou plizca, pequeña porción de cualquier cosa. MIZCAR.—Mizcar ou plizcar, coger pequeñas porciones de cualquier cosa. MIZCLÓN.—Mizclón, amigo de plizcar las cosas. MIZCLU.—Mizclu, plizcu. Pellizco, etc., etc. MOBLAR.—Moblar, entiéndese por amueblar una casa, etc.

MOINUS.—Moinus, así se dice a las personas que son zorras y astutas, vengativas y traidoras, que esperan siempre la venganza, etc. MOLAR.—Molar, dentame. También se entiende por molar, el fastidiar y la piedra o muela del molino. MOLÁU.—Moláu, que está enfermo, fastidiado, etc. MOLAURAS.—Molauras, taras, males, etc. MOLAXES.—Molaxes, molares, dentamen, etc. MOLECÍUS.—Molecíus, flojos, parados, amomiáus. MOLIENDRUS.—Moliendrus, así se llama cuando se va al molino con pequeñas porciones de grano y muy a menudo. —Nus tempus d'endenantes lus moliendrus ou mollendracus, namái que lus cheldábamus les xentes probes,

queru falar que les xentes que nun recoyíamus dalguna coxétcha. Lus probes ergraciaínus que trabayábamus nu que fora p'axuntar ochu ou déz pesus pa despos merchar un copináu de maíz. Anxina yera que cuaxi toes les xemanes andabamus con mollendracus nel atayu del molin, ya conaquél copináu de moliendru miou má, ya toes les más viudes de lus Fidelgus, Nobles, vallientres, ya postreirus astures de verdá, que morrierun nes trincheires ya lus frentis d'Asturies na defenxa de la LLiberta ya la Xusticia, que nun yera oitra naquel cheldar que la República, falu que miou má faía tortacus d'enría 'l chare, que sabien al mexor pan qu'encalducan güéi nel díe amagostaba frixuélacus nel cazu nami que conuna pingarata de cuallesquier clás de graxa, cundu amamplená per la xuerti dalgun díe la teñía, faía potaráus de papes mái rales qu'el rabon, ya potaricáus de rabón cuaxi tan ralus comu la mesma agua, ya cundu delgun veicín nus apurría un xarricáu de cullestrus, aquel díe tábamus d'antroxu. TRADUCCIÓN.—En los tiempos pasados de mi niñez, las pequeñas moliendas nada más que las hacían que las gentes pobres, pretendo decir, que las personas que no recogíamos ninguna cosecha, los pobres desgraciados que trabajábamos en lo que fuese, para poder reunir ocho o diez duros que costaba una medida de siete u ocho kilos de maíz, así era que casi todas las semanas andábamos con estos moliendrus camino del molino, y con aquella miserable y bendita a la vez molienda, mi madre y todas las viudas de los Hidalgos, Nobles, Valientes, y últimos astures que de verdad como ellos hoy ya no los hay, que supieron morir en las trincheras y los frentes de Asturias, en la defensa de la Libertad y de la Justicia, que no era otra en aquel suceder que la República. Digo que mi madre hacía con aquella harina, panecillos encima de las piedras del fuego de nuestro lar, que sabían al mejor pan que hoy puedan fabricar, se asaba tortas en el sartén nada más que con una gota de cualquier clase de grasa, cuando

con mucha suerte alguna vez la tenía, hacía pucheros de harina cocida tan líquidas como el rabón, preparaba también pucherados de rabón así tan delgados como el mismo agua, y cuando algún vecino nos daba un jarro de leche de vaca cabantes de bétchar aquel día estabamos de buena nueva. MOLIENDRA.—Moliendra, cantidad de grano que se lleva al molino para moler. En mis aldeas se solía moler las gentes que tenían cosecha, de una vez para todo un mes aproximadamente. Un fuétchigáu de tres o cuatro copinos de maíz otros tantos de escanda. MOLÍN.—Molín, molino. En todas mis aldeas que tienen un regueirín (torrente) también tienen un molín. MOLINEIRU.—Molineiru, molinero. MOLIXÓN.—Molixón, enojo, grande enfado, rabia, etc. MONDONGUEIRA.—Mondongueira , especializada en hacer los samartinos. MONDONGUIAR.—Mondonguiar, así se entiende por el trabajo que hacen las mondongueiras en preparar las carnes de la matanza del cerdo para hacer los samartinos. MONDONGU.—Mondongu, relacionado con embutidos y demás cosas del samartin. También se entiende por mondongu ou banduyu a el vientre y los intestinos en general. MONTEIRA.—Monteira, así se llama al gorro que es prenda tradicional de Asturias, “Monteira Picona”, que puede ser hecha de cualquier tela de color azul o negro, lo mismo desde la estameña mala, hasta la seda más fina. Lleva un triángulo lateral que va desde la vidaya hasta el pociétchu (nuca) y termina puntiagudamente por encima de la cabeza como media cuarta aproximadamente.

MONTERÍES.—Monteríes, yo recuerdo como los vecinos de mis aldeas se reunían para hacer monteríes, que no tenían otro fin que auxar (espantar) los lobos de los montes de nuestra comunidad, que diariamente mataban algún animal. Aquellas monteríes consistían en repartirse todos los manteirus por los montes y praderías, y tocando cencerros y dando gritos y voces iban avanzando monte arriba, hasta llegar a los confines de el puerto, de esta manera se espantaban los lobos por un tiempo hacia otro territorio. MONXAS.—Monxas, religiosas, monjas. MONXES.—Monxes, religiosos, monjes.

MORCIÉTCHADA.—Morciétchada, así se llama a las cosas malhechas, mal formadas, etc. MORCIÉTCHON.—Morciétchon, así se llama al individuo que es una verdadera calamidad en todos los sentidos menos en dos, el morcieyón ou morciellón ou morciétchon, por regla general es de naturaleza tranquilo y un fartón de primera línea. (Tripero). MORDIEGAR.—Mordiegar, morder. MORDIEYUS.—Mordieyus, ou mordiétchus, ou mordiegus, pequeños mordiscos. MORDUÑÁU.—Morduñáu, mordido. MORDURA.—Mordura, mordedura.

MONXERGAS.—Monxergas, monsergas. MONXINUS.—Monxinus, aparte de religiosos también se suele llamar monxinus a las personas que son muy suaves e hipócritas para conseguir sus cosas. MONXUS.—Monxus, zorros, despreciables, ladinos, etc. MOÑICA.—Moñica, excrementación del ganado vacuno. MOÑICÁES.—Moñicáes, montón que la vaca excrementa de una vez. MOÑICÓUXU.—Moñicóuxu, que está lleno de moñicas, bonicas, moñigas. (Moñicas). MORGÁU.—Morgáu, así se dice de las cosas que se encuentran en malas condiciones, tales como la madera frundida por la polilla o la humedad, las prendas de vestir, etc., etc. MORCIELLA.—Morciella ou mociétcha, morcilla simplemente.

MORIÁU.—Moriáu, amoriado, mareado, etc. MORICA.—Morica, oscura, prieta. También se suele decir a "esta ye morica'', cuando sucede alguna cosa desagradable, etc., etc. MORMIELLU.—Mormiellu ou mormiétchu ou mormieyu, así se llama a las personas o animales flojos, blandos, morciétchones. MORMIÁU.—Mormiáu, atolondrado, flojo, etc., etc. MORRAYA.—Morraya ou morriétcha, así se entiende de las cosas caducas, de las personas enfermizas, de todo cuanto se encuentre próximo a su desmembranarse, etc. MORRER.—Morrer, morir. MORRIAR.—Moriar, amoriar, marearse. MORRINA.—Morrina, las morrinas en los tiempos pasados eran las llamadas pestes que terminaban con personas y animales en muy poco tiempo.

—Cuenta mi madre que cuando ella era pequeña llegó la morrina en forma de temida peste a su valle, y no se llevó a ningún animal, porque el mal que traía era sólo hacia las personas, así que dejó aquellas queridas aldinas casi sin gentes, pues lo mismo se llevaba a los viejos que a los niños que terminaban de nacer.

espíritu para nada, que son paradas, andoyonas, morciétchonas, etc., etc.

MORRINA.—Morrina, en mis aldines también se llama morrina a cualquier animal muerto y enterrado que suele desprender malos olores, que son pastos de los perros y de las alimañas. También se entiende por morrina a la xenarda, melancolía, añorancia, etc., etc.

MOSCANCIAS.—Moscancias, morcillas.

MORRÚ.—Morrú, que ha muerto.

MOSCANDU.—Moscandu, quiere esto decir, que ya se encuentran tranquilas las vacas después de moscar. También suelen moscar corriendo y precisamente en el mes de agosto principalmente las caballerías.

MORRUÉÑU.—Morruéñu, así se dice cuando personas, animales y plantas, se encuentran enfermizas, atacadas por el morruétchu, que es una enfermedad de la tristeza, del empobrecimiento de las vida en los seres, etc., etc. MORRUSCU.—Morruscu ou morruesgu, así se dice a las cosas fuertes en general. Morrocotudo, no parece que se suela decir en Español. MORTAYA.—Mortaya, mortaja. MORTAYAR.—Mortayer, amortajar. MORTE.—Morte, muerte. MORTEIRA.—Morteira, entiéndese por morteira a una zona de terrenos apartados de la aldea, por regla general son fértiles prados y tierras de labrantío. Casi todas las propiedades de la morteira tienen una cuadra buena de piedra con un buen pajar, existen algunas que hasta tienen un pequeño apartado donde se suele pernotar, no con la manera de vivaquear de los vaqueirus, sino con parte de la familia, para hacer los trabajos que sea menester, tal como sembrar, meter la hierba, etc., etc. MORTORIU.—Mortoriu, así se suele llamar a las personas que no tienen

MORTU.—Mortu, muerto. MORZAR.—Morzar, entiéndese por almorzar, que quiere decir desayunar, no comer, ni cenar.

MOSCANCIU.—Moscanciu, así se suele llamar despreciativamente a las personas, cuando éstas son dadas a la holganza, al despreciable, etc., etc.

MOSCAR.—Moscar, entiéndese por moscar al escapar, al marchar, al correr, etc., en cualquier forma, modo y dimensión. Pero donde más se aplica esta palabra es en el ganado, principalmente el vacuno, que suelen moscar en los veranos a días de calor, saliendo corriendo enloquecidas en busca de una sombra o cenagal, pues las vacas teniendo las pezuñas hasta por encima de su juego metidas en el agua, ya se encuentran tranquilas moscandu, de donde se saca en consecuencia que son atacadas por las moscas que les hacen salir de estampida precisamente por encima de las pezuñas. MOSCARDU.—Moscardu, aparato que se le coloca a los jatos en la teztud, que consiste en una cabezada de correas que sostienen una pequeña tabla, que poblada de aguzados pinchos, cuando el jeto va a mamar su madre mosca, quiero decir que se va corriendo o le da patadas. También nosotros para que los jatos no mamasen, solíamos untar los tetos de las vacas con bonicas ou moñigas blandas de otras vacas diferentes, casi siempre este

procedimiento daba tan buenos resultados y menos peligrosos que el propio moscardu. Los buenos vaqueirus jamás ponen moscardus a sus terneros, porque saben que es un peligro para sus vacas, de hecho ya se dieron casos que la vaca perdiera el caldar (ubre) por causa de las pinchaduras del moscardu. MOSCÓU.—Moscóu, marchó, huye, se fue, etc., etc., etc. MOSQUEIRAS.—Mosqueiras, tiras de badana, cuero o flecos de cordeles o cualquier otro material que se cosen a las mullidas de la xuntura que vienen a tapar la mitad de la testud de las vacas xuníes (uncidas), con el fin de que espanten las moscas de los ojos principalmente. MOSTADIÉTCHA.—Mostadiétcha ou mostadiéya, así se llama a la comadreja. MOSTAÍN.—Mostaín, así se llama a las personas o animales pequeños y gordos. MOSTAYAL.—Mostayal, árbol silvestre que produce el fruto de las mostayes. MOSTAYES.—Mostayes ou mostátches, son unos frutos parecidos a muy pequeñísimas peras, de color colorado cuando están maduras, saben muy bien, pero son malas si se comen muchas para el vientre, yo digo esto porque a mí me tiene dolido algunas veces la barriga por hartarme de estos frutos silvestres.

MOXEA.—Moxea, vaca dando la leche a la mano. MOXECA.—Moxeca, tolva que contiene el grano de el que se va desprendiendo popo a poco para que lo vaya moliendo la muela del molino. MOXECÁU.—Moxecáu, montón, abundante, mucho, etc. MOXETA.—Moxeta, así se dice cariñosamente cuando uno se refiere a acariciar con la palabra a una niña, moza, o mujer. MOXETÍN.—Moxetín ou moxetu, igual que moxeta. MOXIGANGAS.—Moxigangas, así se llama cuando las personas suelen hacer tonterías, payasadas, etc., etc. MOXÍN.—Moxín, la misma definición que moxetín. MOXU.—Moxu, cariñosamente así se llama a los niños principalmente. MOXURAS.—Moxuras, haceres cariñosos de los niños o inclusive de las personas. MOYAR.—Moyar, mojar. También se entiende por moyar al pringar pan o borona o cualquier otra cosa por el estilo entre la grasa, la nata, etc. MOYÁU.—Moyáu, que esta mojado.

MOSTRAS.—Mostras, muestras.

MOYAURA.—Moyaura, mojadura.

MOSTRUENZU.—Mostruenzu, estorbo, cosa mal hecha, cuando se refiere a las personas las determina en el lugar de ser bastas, mal hechas, grandes, etc., etc.

MOZACA.—Mozaca, esta palabra en toda la dimensión principal representa moza, muchacha, más o menos joven pero mujer ya hecha.

MOTAS.—Motas, gotas, brotes, manchas, etc., etc. MOXÁU.—Moxáu, mojado.

MOZACADA.—Mozacada, así se suele llamar cuando los mozos del lugar suelen hacer alguna diablura, tales como arrapiegar un pitu ou conexu ya zampalu ou cualquier otra cosa de poca

importancia y trascendencia para la comunidad.

represente el ordeñarle a cualquiera sus intereses.

MOZADA.—Mozada, lo que se puede coger con las dos manos de una vez, ambuesta me parece que se llama en español.

MUCÍU.—Mucíu, escosáu, estrincáu, seco, que le han exprimido, quitado, ordeñado, etc. MUECA.—Mueca, burla.

MOZAQUETA.—Mozaqueta, así se llama a la moza que no es ni buena moza ni tampoco muy guapa, etc., etc. MOZAQUINA.—Mozaquina, así se suele llamar bien a la muchacha muy jovencita o a la muchacha ya hecha mujer, esta palabra en sí significa cariño, adulación, valer en general. —Ye una mozaquina mu melgueira ya trabáyaora. (Es una muchacha muy dulce y muy trabajadora, muy aseada, muy guapa, etc., etc.). —Entavia ye una mozaquina. (Todavía es una muchachita, etc., etc.). MOZAQUINUS.—Mozaquinus, adolescentes. MOZÁU.—Mozáu, puñado, ambuesta o algo por el estilo. MOZQUETA.—Mozqueta, muesca. MOZQUETU.—Mozquetu, así se suele llamar a la persona que tiene un labio o un diente partido, o una oreja, etc. Entiéndese por mozquetu a toda persona que tenga una muesca, una falta, una tara en su cuerpo. MUCA.—Muca, así se llama cariñosamente al gato o gata.

MUELA.—Muela ou molar, así se llama a la muela del molino. También se suelen llamar muelas a las piedras que se colocan encima de los pegoyus de lus hurrus. Estas piedras suelen ser planas y cuanto más lisas mejor, pues aparte de otras aplicaciones que tienen tales como aislar el hórreo, etc., parece ser que la principal propiedad que tienen es prohibir a los ratones que trepen al hórreo. MUÉRGANUS.—Muérganus, plantas que crecen al lado de los regueirus o fontes, que machacadas arrojan un liquido que al verterlo en los pozos de agua incomunicados con la corriente de ésta, hace que las truchas salgas medio asfixiadas a la superficie del agua y se les puede coger con toda facilidad. Esta misma propiedad tienen los berrius o cascarones verdosos que cubren las nueces. MUERMUL.—Muermul, enfermedad que cogen las caballerías. También se entiende por muermul, cuando una persona le cuesta el respirar, que tiene xerria, quiero decir que le ronca la garganta al respirar. MUERRE.—Muerre, que se muere.

MUCAR.—Mucar, movimientos que hacen los gatos zalameros y cariñosos alrededor de las personas, para acostarse a sus pies o en sus regazos, siempre que ellos observen que las personas están sentadas. MUCARSE.—Mucarse, acostarse. MUCÍR.—Mucír ou muxír, esto significa ordeñar el ganado. También se entiende por mucir todo cuanto

MUEYA.—Mueya ou muexa, mejorar en todos los sentidos y aplicaciones. MUGA.—Muga, así se dice cuando el tiempo esta emborrináu (nubloso) y llovizna muy tenuemente. También se entiende por muga ou amugar, cuando s'escuétchen les ablanes de lus carrapiétchus, qu'un ten que chales dalgu d'agua paqu'amuguen lus carrapieyus ya desllanques les ablanes que nun

s'esberolen. (Cuando se escogen las avellanas de dentro de sus fundas, que al estar muy crespas (secas), uno tiene que echarles agua para reblandecerlas o suavizar los carrapiéyus, con el fin de que estos suelten mejor las avellanas que por sí solas no se desprenden). MUGOR.—Mugor, así se dice cuando por causa de la humedad las cosas se pierden, se llenan de mugor, de podredumbre, pudiéramos decir. También se entiende por mugor, el mal olor y la suciedad. MULLIDES.—Mullides ou muchides, así se llama a una especie de cojines o almohadillas que se suelen hacer con pellejas de ovejas, etc., que se rellenan con lana, u otro parecido elemento, que sirven para colocarlas en las cabezas de las vacas, mejor dicho entre los cuernos, con el fin de que al xunilas al xugu (uncirlas al yugo) no se hagan daño y trabajen con más fuerza y comodidad. Yo hablo de las muchíes que hacíamos en casa, quiero decir en las labranzas, porque también se vendían en los mercados unas mullies m'atongadines ya ben feches. (Muy buenas y bien hechas). MULLÍR.—Mullír ou muchír ou llestrar, así se dice cuando se hecha mullíu en las cameras del ganado. MULLÍU.—Mullíu ou muchíu ou llestru, rozo, broza, hojarascas, helechos, etc. MUNCHU.—Munchu, mucho en todos los sentidos y formas. MUNDIANAS.—Mundianas, que han recorrido el mundo, que se mueven siempre de un lado para otro. También en mis aldines se suele llamar mundianas a las mujeres de poco peso en el sentido del ser paraximescas (amigas de los hombres, putinas). MUÑÓN.—Muñón ou finxu ou fitu, piedras que se colocan para delimitar las

propiedades en los cortinales, mojón me parece. MUÑONÁU.—Muñonáu, que esta delimitado, que esta señalado con mojones. MURAOR.—Muraor, así se llama al gato que caza bien a los ratones, que nada más que siente o ve alguno ya no descansa hasta que no le caza. MURAR.—Murar, mirar, observar, otear, etc., etc. También se dice cuando el gato mura, que caza a los ratones. MURE.—Mure, pequeños ratones que pueblan los xomeráus ya lus llugares de la teixá ou lus hurrus, etc., qu'el guetu lus achuquina poucu a poucu (que pueblan los desvanes, las casas, los hórreos, etc., que el gato poco a poco se encarga de ir asesinándolos). MURGA.—Murga, guasa, juerga, etc. MURGACEIRUS.—Murgaceirus, sitios poblados de murgazu. MURGAZU.—Murgazu, broza, porquería. MURIA.—Muria, paredón de piedra levantado para contener un terraplén, etc. En los tiempos pasados las murias se hacían de piedras hoy se hacen de cemento, quizás algún día se fabriquen de otro material, pero lo que no se podrá cambiar jamás son las Raíces de un Pueblo, aunque intenten mistificarlas cuatro llimiagus del mi tiempo. Las Raíces siempre vuelven de una forma u otra al simple y natural estado de su nacencia. MURNIA.—Murnia, enfado, enojo, tristeza, etc. MURNIÁU.—Murniáu, enojado, enfadado, etc. MURRIÓU.—Murrióu, que se murió.

MURRU.—Murrú, que murió. MUSGÁU.—Musgáu, dícese de las personas que procuran azorrarse para conseguir sus propósitos. MUSGUEIRUS.—Musgueirus, zorros, traidores, etc., etc. MÚXICA.—Múxica, música. MUXICUS.—Múxicus, músicos. MUXIGANGAS.—Muxigangas, burlas, fiestas, cosas que se hacen a veces burlescas, etc. MUXÓN.—Muxón ou muñón, mojón. MUYER.—Muyer ou mútcher, mujer. MUYERINA.—Muyerina ou mútcherina, mujer pequeña. MUYERIEGU.—Muyeriegu ou mútcheriegu, mujeriego.

N NABAYA.—Nabaya ou nabátcha, navaja. NABAYADA.—Nabayada, puñalada, navajazo. NABAYÉIRU.—Nabayéiru, ou nabátcheiru, navajero, amigo de tirar de navaja en las peleas. —Nus tempus d'endenantes en toes les mious aldines había dalgún nabayeiru, falaben les mious xentes d'istus xuxetus que yeren baldrayus ya con fegadus prietus, perque les prexones que nes engarradiétches tiraben de nabaya, ye que nun tenien coyones. You güei falu mu diferienti a comu envidayaben les mios xentes, munches prexones tenen la costume de tirar de nabaya p'amiedrantar a la xente, peru poucus tenen el vallor de llantar un nabayazu de cadarma. Lus mesmus soldiáus nus frentis s'achuquinen a tirus

comu se tal couxa fora un xuegu, a lu mexor mamplenáus d'endeveices achuquinen a sous eñemigus xin échus xabelu, peru cundu yeles menester entrar nes trincheires macheti ou cuchiellu en mám pa desaloxar al eñemigu, ye 'ntoncienes cundu comprienden que ñecexiten munchu mái valor, munchu mái coraxe que pa manexar un escopetu, perque ún xenti 'l llantaí una nabayada a un home nel banduyu 'n fuéu dientru les sous entrañes que queima tou l'Humanu, qu'esfáe tou la migaxa de divinidá del Home. Ya cundu daquin s'arresga nel perder istis couxes, isti xuxetu nun pui ser un baldrayu, dou 'l miéu l'arretriga. —Falaba un capitan que you tuve nel Terciu, que cundu dous homes s'engarraditchaben a moquetazus p'encantexar sous cuntes, istus homes namái que yeren dous besties, perque xegún sou filoxofía lus homes ou s'entenden con la pallabra, ou se deximen d'afechu ou s'achuguinen, peru enxamás se deben d'engarraditchar comu lus añimales. TRADUCCIÓN.—En los tiempos pasados en todas mis aldeas habla alguien que era navajero, hablaban las gentes de estos sujetos despreciativamente que eran unos verdaderos cobardes, con las entrañas desalmadas y negras como demonios, porque según ellos, las personas que en las peleas sacaban la navaja, no tenían cojones, ni valor ni nada. Yo hoy hablo y pienso de diferente manera de como lo hacían mis gentes, se que muchas personas tienen la costumbre de tirar de navaja para amedrentar a su contrario o enemigo, pero muy pocos tienen el valor de propinarle a su contrario una puñalada de muerte. Los mismos soldados en los frentes de batalla, se asesinan a tiros o metrallazos casi sin ellos enterarse y lo mismo que si de un juego se tratase, a lo mejor muchas veces se mataban sin ellos saberlo. Pero cuando les era necesario entrar en las trincheras machete o cuchillo en mano para desalojar a su enemigo, era entonces cuando comprendían, que necesitaban mucho

más valor, mucho más coraje y determinación, que para manejar un fusil o cualquier otra arma, porque uno siente, o debe de sentir al plantarle una cuchillada a un hombre en la barriga de muerte, digo que debe de sentir dentro de sus entrañas, un fuego horroroso que quema todo lo Humano, que deshace hasta la más insignificante migaja de la divinidad que tiene el Hombre. —Decía un capitán que yo tuve en el Tercio, que cuando dos hombres se pelean a puñetazo limpio para arreglar sus asuntos, cuentas o cuestiones, estos hombres nada más que eran unos animales, unas malas bestias, porque según su filosofía, “que es por mí acertada en todas sus dimensiones”, los hombres tienen la obligación de entenderse siempre con la fuerza de la inteligente palabra, y cuando con esta maravillosa e inigualable arma no se comprenden, entonces uno se olvida de ellos y si así no fuere posible, entonces se pelean a muerte pero con las armas, ya que pegarse con las manos significa comportarse como las mismas bestias.

NAGORAR.—Nagorar, inaugurar. NAIDE.—Naide, nadie. NALAR.—Nalar, así se dice cuando se nada, cuando se flota en un líquido. También se suele decir nalar al volar de los pájaros, de todas las cosas. NALU.—Nalu, floto, nado, vuelo, etc. NAMÁI.—Namái, nada más. NANUS.—Nanus, así se llama a las personas o cosas pequeñas. Homes nanus, arbeyus nanus, fabes nanes, etc. NAQUECHUS.—Naquechus, en aquellos. NAQUÉI.—Naquéi, casi como si dijésemos nada. NAQUÉL.—Naquél, en aquel. NARANXAL.—Naranxal, naranjal.

NABAYEIRU.—Nabayeiru, persona que tiene la costumbre de usar la navaja como arma de defensa u ofensiva, para intimidar, etc.

NARANXES.—Naranxes, naranjas.

NABINA.—Nabina ou cañamina, simientes de los nabos, las lechugas, etc., etc., que son unas graninas muy pequeñas.

NARETÁES.—Naretáes, tonterías, faturas, etc., etc.

NABIZUS.—Nabizus, así se llama a los nabos que tienen poca cabeza y mucha rama.

NATIU.—Natiu, persona falta de espíritu, de fuerza, etc.,etc.

NAGUA.—Nagua, nada. NAGUAR.—Naguar, desear, estar ansioso de conseguir algo que le agrada. NAGUÁU.—Naguáu, que está ansioso, deseado, etc. También se entiende por nagua lo que esta enaguado si así se dice, quiero decir empapado de agua. NAGORA.—Nagora, ahora.

NARBAXU.—Narbaxu, las cañas del maíz sin panojas.

NARETU.—Naretu, fatu, tonto, etc.

NATURA.—Natura, la Madre Naturaleza. También se suela llamar natura a las personas que sin ser tontas o faltosas en nada, sin embargo son simples, inocentes, etc. NAVALIEGAS.—Navaliegas, pequeños valles de pradería en los puertos o demás lugares de pastoreo comunal.

NAVALONES.—Navalones, así se llama a los valles fértiles destinados a pradería en las morteras comunales. NAVAS.—Navas, vegas. NAXAS.—Naxas, nasas de pesca u otra cualquier aplicación. NAXALLIEGA.—Naxaliega, lugares apropiados en los regueirus o ríos para colocar las nasas. NAXÁU.—Naxáu, roto, partido, quebrado, etc. NAXENU.—Naxenu, me enajeno, me enfado. NAXENCIA.—Naxencia, nacencia. NAXER.—Naxer, nacer. NÉ.—Né, así se suele llamar a las mujeres cariñosamente, tanto si se nombran entre sí, como si las llaman los hombres. —¿Qué fáes ne?, ¿dou vas ne?, ¿pa dunde colas ne? (¿Qué haces mujer?, ¿para dónde marchas mujer? …, etc.). NEGAZU.—Negasu, granos o tumores de los que siempre estábamos muy ricos los pobres muertos de hambre en la posguerra. —Lus negazus, lus pioyus ya toa la mixeria coñocía yera pa nuexóitres, delgu que teñíamus que xufrir tous lus díes. Lus negazus paque maurecieren chuéu alcuérdume que lus curábamus con capes de cebótches mu callentres un poucu entafarnaínes de manteiga ou graxa de teicín, ou aceiti ou cuallesquier oitre mestranzu paicíu, anxina rexuntaben lluéu la pus, ya entóus noxoitres lus esplotabamus espriminduyes ya arrincánduyes el nabu, pos metantu qu'ístu nun lu l'arrabucaramus el condenáu negazu xeguie oitra veiz criandu pus ya cheliandu dollores. Toes istis callamidáes, ya miseries, ya fames, achuquinamentus, vengancies anxín comu 'l mamplenáu de fechures de

diañus condenáus que se llelden d'enría d'un Pueblu, namái que ye 'l rexultáu de les guerres civiles, de les engafuráes engarradiétches ente hermenus, you penxu que lus paixes qu'encalden les guerres civiles, a sous dirixentes lus cióudadanus teñíen que coyelus a tóus achuquinayus xin el menor miramentu, ya despós encantexar sous couxes ente echus na paz ya concordie del Faidor. TRADUCCIÓN.—Los granos, los tumores, los piojos y toda clases de miserias era para nosotros algo muy doloroso que teníamos que sufrir todos los días. Los granos enormes o tumores para que madurasen pronto, me recuerdo que los curábamos con las capas de las cebollas, que las calentábamos hasta el máximo que pudiéramos resistir, luego las untábamos un poco con manteca, grasa de tocino derretida, aceite o cualquier otra cosa parecida, la colocábamos encima del negazu la tapábamos con un trapo, y así esperábamos que el pus se juntase, y después cuando ya le considerábamos maduro le reventábamos sacándole todo el pus y procurando por todos los medios también arrancarle la raíz, pues mientras que esta quedase dentro del nagazu, seguía otra vez criando materia y dolores. Todas estas calamidades, miserias, hambres, sufrimientos, asesinatos, repulsivas venganzas, y odios infernales, con hechuras de demonios condenados que se acolmenaban encima de nosotros, era el rexultau de la guerra civil de las envilecidas luchas entre hermanos, yo humildemente pienso, que los países que preparen una guerra civil, más les valía antes de que comenzase, coger a todos sus dirigentes y pasarlos por las armas sin el menor miramiento, y después entre todos los ciudadanos en la paz y concordia del Hacedor, arreglar sus divergencias ya sin el estorbo de estas condenadas y traidoras sanguijuelas de dirigentes políticos, que casi siempre son la sangría venenosa de los pueblos. NEGUÉU.—Neguéu, que está negado, que no quiere trabajar, ni hacer nada, etc.

NEGURÍ.—Negurí, ninguno, nada. NEMIÁU.—Nemiáu, que está consumido por la anemia. NÉMIU.—Némiu, así se dice a las personas o animales anémicos. NENAS.—Nenas, así se llama cariñosamente a las muchachas. NENES.—Nenes, igual definición. NENÍN.—Nenín, así se llama al niño de pecho o poco más grande. NENINUS.—Neninus, niñas, niños, pequeñuelos, etc. NENUS.—Nenus, niños, rapacinería, etc. NENYURI.—Nenyuri, en ningún lado, en ninguna parte, nada. NENYUXAR.—Nenyuxar, así se dice de los niños o personas que siempre están llorando o pidiendo sin saber lo que quieren o desean. NESCAPE.—Nescape, en el momento, de seguida, rápido, etc., etc. NIAL.—Nial, nido que hace cualquier clase de pájaro que ser a casa donde criar a sus polluelos. NIALÁ.—Nialá, conjunto de huevos, o cualquier otra cosa juntas.

alimento tan sumamente fino y de lujo, que sólo lo comían las personas enfermas, y todo porque la necesidad tenía su miserable reino en casi todos los lugares, así era que las mujeres juntaban los huevos que sus gallinas ponían durante toda las semanas para llevarlos al mercado junto con la manteca y otros productos como los cuayáus el queíxu, etc., con el fin de poder reunir el dinero para mercar lus enréus (cosas necesarias en sumo para el hogar), como podían ser la sal, el pimiento, un poco aceite para hacer lus rustíus al pote (para echarle la grasa con sus sofritos al puchero), un poco de café, malte, chicoria, azúcar, etc. Así como comprar alguna prenda que fuese del todo necesaria de ropa interior, etc. Yo me recuerdo que los días de mercado eran los lunes, así pues casi al amanecer algunas mujeres más necesitadas de mi aldina, cuando el día despuntaban ya estaban dentro de su gallinero asiendo a las gallinas ponedoras y metiéndoles el dedo en el trasero con el fin de comprobar si tratan el huevo, aquella que le trajese, su dueña untaba el dedo con un poco de pimiento de lo más picante y se lo volvía a introducir en el trasero de la gallina con el fin de que pusiera el huevo pronto para poder llevarle al mareado. NICIU.—Niciu ou aniciu, primeras semillas, primeros retoños de hierbas o cereales, primero de todo en general, principio si se quiere, etc. NIDIU.—Nidiu, fino, resbaladizo, esborióxu, etc. NIERU.—Nieru, nido.

NIAÓR.—Niaór ou niador, así se llama al lugar donde la gallina pone sus huevos, que puede ser un cajón o cualquier otro lugar relleno con hierba. También se llama niaór al huevo bien de madera o natural que por regla general ya está podrido, que se deja dentro del niaór para incitar a las gallinas a que pongan más rápido el huevo. En los tiempos pasados en la mayor parte de los hogares de mis aldinas, un huevo era un

NIN.—Nín, así se llama cariñosamente a los niños, también en determinadas ocasiones a las personas mayores. —¿Qué fás nín ? (¿Qué haces hombre, niño, etc.? NININA.—Ninina, pupila del ojo. También pequeña niña, así como también se suelen llamar cariñosamente a las mujeres.

NIXAL.—Nixal, ciruelo montés cuyos frutos se llaman nixus, que son de un color negruzco amoratado. Los nixus estando bien maduros son muy sabrosos y medicinales tanto para el estomago como para el intestino. También existen nixus del color de las ciruelas pero estos son más pequeños y menos sabrosos que los nixus, en mis aldeas les llamamos nixetus. NOCEDAL.—Nocedal, lugar poblado de nogales. NOCEDÍN.—Nocedín, nogal pequeño. NOCENTÍN.—Nocentín, inocente. NOCÉU.—Nocéu, nogal. NOMAR.—Nomar, llamar, nombrar, etc. NOMÁU.—Nomáu, llamado, nombrado, etc. —Nus tempus dendenantes yeren mu nomáus lus Xantus ya les Xantines de toes les mious aldines, xendu you ‘n guaxin nus anus despós d’afogá d'afechu l’achuquinanti engarradiétcha que dexóula la miou Melgueira Asturies escosá de cuaxi toes les xuventúes de lus roxus, pos xamás se pué olvidar qu'en toes les teixáes d'Asturies había per lu menus un home que viexe morríu comu vallentri lluchandu nel frenti na defenxa de la lliberta ya la xusticia de la República, ou había un home que viexe síu per el nuexu hermenu 'l venceor baldrayentemente achuquinu nes cárxeles ou había oitre home que taba arretrigáu nus nomáus batallones de trabayadores, cuntu you que naquechus tempus de diañus coronáus per les xufriencies ya les mixeries dou la cadarma se fartaba tous lus díes fasta 'lrutiar, con les vides de mamplenáus de xóvenes inocentes, que dexarun a la miou Tierrina cuaxi d’afechu escosá d'astures, per ístu les costumes ya les tradiciones que disdi xempre teñíen

xuníu 'l Pueblu Astur anxín comu la sou Melgueira Falancia xebrárunse cuaxi d'afechu de tous lus teixus, perque taba cuaxi castigáu falar la chingua d'Asturies, per oitre lláu falaben que yera d'iñurantes ya de prexones mal educáes falar n'asturianu, toes les xentes qu' acaidonaben dalgu, que yeren tous de les dreches nus repriendíen cuaxi con amenaces cundu falábamus el astur. Falaba you endenantes que lus Xantus ya les Xantines de la miou Tierrina yeren mu nomáes perque tous lus astures cantábamus nus sous mesterióuxus poderes remedius pa les nuexes ñecesidáes tantu del curpu comu de la mesma alma, lu mesmu lus venceores quiciavis y'arrepentíus de lus mamplenáus d'achuquinamientus ya rapiegáes comu viexen cheldáu, comu lus vencíus que ca díe almañecíu le rogábamus a lus Xantus ou las Xantines de lus nuexus chugares, remedius pa les nuexes xufriencies que yeren de tous lus colores, disdi tar ameruxáes per el miéu fasta tar amamplenáes de mixeries ya de fames. TRADUCCIÓN.—En los tiempos pasados eran muy nombrados los Santos y las Santinas de todas mis queridas aldeas, recuerdo que cuando yo era un niño, en los años siguientes de terminada la sangrienta y asesinante guerra civil, que dejó mi Dulce Asturias casi exterminada de todos sus hijos más queridos, como eran en particular las sanas juventudes de los Rojos, pues jamás ni nadie puede olvidar, que en todos los hogares de Asturias había por lo menos un hombre que había muerto como un valiente luchando en el frente, defendiendo la Libertad y la Justicia de que gozaba la República, como también había otro hombre, que por regla general era el padre del primero, que fue asesinado vilmente en las cárceles, o había otro hombre prisionero en los llamados "Campos de Concentración" o Batallones de trabajadores, cuento yo que en aquellos tenebrosos tiempos de demonios coronados por la miseria y el sufrimiento, donde la muerte se hartaba todos los días con las vidas de

incontables inocentes, que dejaron a mi Tierrina sin sus mejores hijos, por esto las costumbres y las tradiciones que desde siempre tenían amorosamente unido al Pueblu Astur, así como su dulce y encantadora lengua, se fueron olvidando casi del todo en todos los hogares, porque estaba hasta castigado hablar el asturiano, por otro lado se decía que era de ignorantes y de personas mal educadas hablar el asturiano, esto lo decían todas las gentes que mandaban algo, que eran sin poner ni la más pequeña duda todos de las derechas, que de continuo nos estaban reprendiendo y casi con amenazas ofensivas prohibiendo que hablásemos nuestro “Ancestral Idioma”. Decía anteriormente que en aquellos tiempos infernales para el rojo vencido, que los Santos y las Santinas de toda mi querida Tierrina eran muy renombrados, porque todos los astures buscábamos con desespero en sus misteriosos poderes el remedio para nuestras desesperantes necesidades, tanto del cuerpo como de la misma alma, lo mismo los vencedores quizás muy arrepentidos de los incontables asesinatos y robos que hubieran hecho, como los propios vencidos, que cada día amanecido le rogábamos con verdadero fervor a nuestros Santos o Santinas que moraban en las capillas de nuestras aldeas, remedios para nuestros sufrimientos, que eran de todos los colores y clases desde estar plagados por el continuo miedo que le tentamos a nuestro hermano el vencedor, hasta el estar llenos de miserias, calamidades y hambres. NORTIAR.—Nortiar, así se dice cuando se anda de una parte para la otra ojeándolo todo sin hacer nada.

NOVUS.—Novus, nuevos. NOVIETCHA.—Noviétcha, novilla. NOXAR.—Noxar, enojar, enfadar, etc. NOXÁU.—Noxáu, enfadado, enojado, etc. NOZAL.—Nozal, nogal. NUBRAXAR.—Nubraxar, así se llama al tapar con las cenizas las brasas del llar para ir a la noche para la cama con el fin de que por la mañana hubiera fuego. —Yo me recuerdo que mi madre solía hacer esta operación casi todos los días, pues era muy difícil conseguir las cerillas y en caso de que las hubiese costaban dinero que no había. Y no sólo era mi madre quién hacía tal operación, sino que también la practicaban muchos vecinos, algunas veces se iba a buscar el fuego encima de una lata o dentro de una madreña al hogar del vecino más cercano. Las brasas que mejor nubraxaben eran las de la leña de encina, roble o haya, por esta razón la última vez que se echaban astillas al fuego se procuraba siempre que fuesen de encina u otra leña dura, con el fin de que resistiese sin apagarse tapados los caricotes (tizones) con ceniza hasta la madrugada. NUEDAR.—Nuedar, anudar, atar, etc. NUEDÁU.—Nuedáu, anudado, atado, etc. NUEDU.—Nuedu, nudo, bien sea de cuerdas u otras materias para atar las cosas, o los nudos que puedan tener las maderas.

NORTIONAS.—Nortiones, así se dice a las personas amigas de vaguear por la aldea, llevadoras de cuentos y enredos, estas personas ni son apreciadas ni tampoco gozan de sanas simpatías.

NUECHE.—Nueche ou nuétche, noche.

NOVE.—Nove, nueve.

NUÉU.—Nuéu, nuevo.

NUECHECER.—Nuechecer, anochecer.

NUEXOITRES.—Nuexoitres, nosotros.

cuando estos son pequeñitos y gordezualos, se les quiere comparar con los ñacarines.

NUEXUS.—Nuexus, nuestros. NUN.—Nun ou non, no. NUNCIAR.—Nunciar, anunciar. NUNCIES.—Nuncies, pregones de boda que hacen los curas para los casamientos.

ÑACARINES.—Ñacarines, pequeños corales de nácar. ÑACENCIA.—Ñacencia, nacimiento de cualquier cosa. ÑACER.—Ñacer, nacer.

NUXENCIA.—Nuxeneia, inocencia.

ÑACIÓN.—Ñación ou ñaxión, así se llama a las crías de las vacas principalmente, aunque también se suele llamar a las crías de todo el ganado. También se entiende por nación española o extranjera.

NUXENTÁ.—Nuxentá, inocentada.

ÑACIÓU.—Ñacióu, que ha nacido.

NUCENTE.—Nucente, inocente. NURIÁU.—Nuriáu, alocado, etc.

ÑACÍU.—Ñacíu, nacido. Ñ ÑABINA.—Ñabina ou nabina ou cañamina, etc., así se llama a la semilla que dan los nabos, así como a cualquier otra semilla por el mismo estilo, como la de la remolacha, la cebolla, etc. ÑABUS.—Ñabus, nabos, en mis aldinas se sembraban los nabos entre el maíz y después de arrancar las patatas, los nabos y la meruxa son el verdín que comen las vacas lecheras durante el invierno, con los nabos las vacas dan más leche, pero esta leche es más delgada y tiene peor sabor. También en mis aldines por los tiempos del hambre comíamos las personas los nabos, principalmente sus hojas más tiernas, se usaban como si fuesen verduras, a mi particularmente me gustaban mucho, lo que jamás pude tragar fueron sus cabezas cocidas y cocinadas como si fuesen patatas, a mí me parecía que tenían espinas o algo así parecido.

ÑAGAXUS.—Ñagaxus, negazus, pequeños tumores, etc. También se suele entender por ñagaxus a las figueiras (berrugas), tanto que poseen los animales como las que tienen algunas personas. ÑAINA.—Ñaina, así se dice cuando apaciblemente se acuna el bebe, o se ñaina así por el estilo cualquier otra cosa. ÑAINAR.—Ñainar, acunar. También halagar, etc. ÑAINIEGUS.—Ñainiegus, dícese de las personas carameleras, en el buen sentido de la palabra, pero buscando otros caminos de los varios que tiene esta palabra, también se entiende por ñainiegus a los pelotas y rastreros, etc., etc. ÑALAR.—Ñalar, volar. También se entiende por flotar. ÑALUXAR.—Ñaluxar, revolotear, etc., volar en general.

ÑÁCARE.—Ñácare, nácar. ÑALGA.—Ñalga, nalga. ÑACARÍN.—Nacarín, así se llama a los niños pequeños muy cariñosamente

ÑALGÁES.—Nalgáes, nalgadas.

ÑALGAZU.—Ñalgazu, nalgazo o nalgada. ÑALGONA.—Ñalgona, así se suele llamar a la persona que tiene grandes sus nalgas. ÑALGUETU.—Ñalguetu, así se suele decir a las personas que tienen estrechas y muy pequeñas las nalgas. También se les suele llamar culus moñoniegus. Quiere esto decir que su trasero es aguzado como un mojón o finxu. ÑARDIAR.—Ñardiar, pavonearse, engallardiarse, perfumarse, comportarse, etc. También se entiende por ñardiar ou ñardionas a las personas gayespeiras, etc.

ÑARIGON.—Ñarigón, así se suele llamar a quién tiene la fea costumbre de meter las narices en todo, de mirar y fisgar cuanto suceda al su alrededor o este a su alcance. También se llama ñarigón al fuerte anillo de acero con un agujero para meter un cordel o cadena que se suele colocar a los toros con el fin de dominarlos o conducirlos de un lugar a otro, este ñarigón se coloca en la nariz de igual forma que a los jatos. ÑATA.—Ñata, nata. ÑATIU.—Ñatiu, así se llama a la persona que es poco predispuesta para hacerlas cosas o los trabajos, que es muy corta en su rendimiento, natiu. ÑATURA.—Ñatura, Naturaleza.

ÑARIGAR.—Ñarigar, así se dice cuando se anda mirando, ojeando, propiando, criticando, maricando, etc. ÑARIGES.—Ñarices, nariz. ÑARIGUDU.—Ñarigudu, que tiene las narices grandes. ÑARIGÓN.—Ñarigón, anillo metálico que se pone en los agujeros de las narices de los jatos mamones que son muy brutos cuando maman a sus madres, propinándoles grandes hocicazos en sus ubres que llegan a debilitarlas, a la par que les hacen daño. El ñarigón si está bien puesto le impide al jato cuando mama dar tales hocicazos porque le lastima grandemente si tal cosa hiciese, por esta razón el jato mama normalmente. También se suele añarigar a los cerdos, porque hay muchos que hocican con mucha fuerza y lo estropean todo. Y también se debía de añarigar algunas cerdas personas que yo conozco, con el fin que no hocicaran tanto estropeando los trabajos de los demás, que es trabajo de personas decentes y honradas, que no precisan ñarigón porque ni son bestias ni cerdos como las personas de marras que ya todos conocemos.

ÑÁZ.—Ñáz, que nace, que se alumbra, etc. ÑEGÁU.—Ñegáu, que está negado, que no quiero hacer ni dar nada, etc. ÑEGAZÁU.—Ñegazáu, que esta enconado, hinchado, criando pus, etc., etc. ÑEGAZU.—Ñegazu, grano, tumor, ñegazu, ñagaxu, etc. ÑERAR.—Ñerar, estar en el nido, en la cama, escondido, etc. ÑERÁU.—Ñeráu, lleno, plagado de cualquier cosa. ÑERADA.—Ñerada, nialada, nidada de huevos o polluelos, conjunto de cualquier cosa en general. ÑERU.—Ñeru, nido. También se suele decir familiarmente ñeru a la casa, la cama etc. —¿Dou tá 'l tou home Maruxina, que güéi en tou 'l díe nun l'agüeyéi per dalgún lláu…? —Ta nel ñeru xurniandu la tarrasca que cuatigu acuétchou anuétche, tais fechus entrambus ya dous xuntus bonus fatones, tou la xemana trabayendu comu

magüetus pa despós dir el xábadu denuétche a dai les ganancies al rapiegu del taberneiru. (—¿Dónde está tu marido Marujina, que hoy en todo el día no le he visto por ninguna parte? —Está en la cama durmiendo la borrachera que ha cogido contigo anoche, estáis hechos entrambos y dos juntos buenos tontos, toda la semana trabajando como verdaderos bestias, para después el sábado de noche ir a entregarle las ganancias al ladrón del tabernero). ÑERVIÓXU.—Ñervióxu, nervioso. ÑERVUDU.—Ñervudu, que tiene mucho nervio, que tiene mucha fuerza, etc.

ÑIZAR.—Ñizar ou esnizar, así se dice cuando las personas o animales se afanan en comer algo difícil. Exemplu.—Tou fartu d'esñizar per isti güexu ya comu nun puéu rabucái nagua vou chalu 'l pirru que ñizarálu mexor que you. (Estoy harto de intentar sacarle la poca carne que tiene este hueso, y como no puedo sacarle nada de carne, se lo voy a dar al perro que sabrá esñizalu mejor que yo). También se entiende por ñizar, todo cuanto uno haga con el fin de buscar un provecho. ÑIZÁU.—Ñizáu, andado, buscado, trabajado, exprimido, esñiziu, etc. ÑOBLE.—Ñoble, noble.

ÑEVARRUSCAR.—Ñevarruscar, nevar muy suavemente dentro de pequeño viento, o así por el estilo. ÑEVARRUSCÁU.—Ñevarruscáu, nevado muy tenuemente. ÑEVÁU.—Ñeváu, nevado.

ÑOBLÓN.—Ñoblón, así se llama a las personas que son en demasía nobles, francas y humanitarias, llegando hasta inclusive por esta bondad que las acompaña a condolerse de todos haciendo el tonto en muchas ocasiones por causa de esta hermosa virtud que les acompaña.

ÑEVE.—Ñeve, nieve. ÑOMAR.—Ñomar, nombrar. ÑEVOR.—Ñevor, blancura, frialdad, etc., etc. —Güéi ta 'l tempu de ñevor. (Hoy esta el tiempo frío, de nieve, etc.). —Nun sei lu que fae la miou fía cundu llava la ropa, perque déxala tan llimpia comu 'n ñevor. (No sé lo que hace mi hija cuando lava la ropa, porque la deja tan limpia como la propia nieve). ÑICIUS.—Ñicius, indicios, afloramientos, principios, etc., etc. ÑICIÁU.—Ñiciáu, que esta nacido, propagado, etc. También se entiende por ñiciáu como viciado en algo, dominado por alguna costumbre o vicio. ÑISPÍU.—Ñispíu, pequeño, agrio, repugnante, etc. ÑISPIUS.—Ñispius, frutas parecidas al ciruelo, mucho más pequeñas y de diferente color.

ÑOMÁU.—Ñomáu, renombrado, famoso, etc., etc. ÑOME.—Ñome, nombre. ÑORA.—Ñora, banzáu, remanso, o cosa por el estilo que hacen las aguas. ÑORIA.—Ñoria, noria. ÑORIEGA.—Ñoriega, trabaja como la noria, también se entiende por dar vueltas sin ton ni son. ÑORIEGAR.—Ñoriegar, andar dando vueltas, etc. ÑORIEGU.—Ñoriegu, remolino, etc. También se suele llamar ñoriegus a las personas inquietas que no paran de moverse y de dar vueltas de una parte para la otra.

ÑORDÉS.—Ñordés, así se llama al viento que sopla del noroeste.

mal oliente, pero las personas comen buena borona). ÑUBLÁU.—Nubláu, nublado.

ÑORIU.—Ñoriu, atolondrado, revoltoso, etc.

ÑUBLINA.—Ñublina, neblina, borrina, etc.

ÑORTI.—Ñorti, norte. ÑORTIAR.—Ñortiar, vaguear, entretenerse dando vueltas hablando con unos y otros, etc, etc.

ÑUECU.—Ñuecu, hueco, que suena, etc. ÑUERA.—Ñuera, nuera.

ÑOTA.—Ñota, nota.

ÑUEZ.—Ñuez, nuez.

ÑOTARIU.—Ñotariu, notario.

ÑÚMERU.—Ñúmeru, número.

ÑOZAL.—Ñozal ou nocéu, nogal. ÑUBE.—Ñube, nube. ÑUBEIRU.—Ñubeiru, el Ñubeiru es uno de los personajes mitológicos de nuestra Tierrina, se relaciona casi exclusivamente con el mes de la hierba (Julio), del ñubeiru yo he oído algunas pequeñas historias. Dicen que es enemigo de los segadores porque siegan los prados de las floridas hierbas que forman el jardín de Asturias, por esta razón él casi siempre se enoja, se entristece y llora, siendo sus lágrimas tan copiosas que forman las tormentas de los veranos que tanto perjudican cuando se está curandu la yerbe. El ñubeiru vive en las entrañas de la tierra, y en los días calurosos, cuando los prados están segados y la hierba se está curando, es cuando el Ñubeiru algunas veces se enfada, y entonces sale de la tierra en forma de pequeños remolinos de viento y así muy pronto forma los truenos, las centellas y las tormentas, que dejan caer sobre la tierra sus grandes y cálidas lágrimas, formando torrenciales de lluvias. —Existen muchos dichos sobre el Ñubeiru, pero yo tan sólo les contare el siguiente. —El anu qu'el Ñubeiru chora, les vaques rumien les yerbes prietes, ya les prexones ruquen bona borona. (El año que el Ñueiru llora, las vacas comen hierba mala, anegratada y

O OBLA.—Obla, limosna, regalo, etc. OBLAR.—Oblar, regalar, etc. OBRAR.—Obrar, trabajar, preparar, hacer, etc. OBRÁU.—Obráu, hecho, listo, seco, preparado en todos los sentidos. OBREIRÁ.—Obreirá, pinchazo, aguijonada, etc., etc. OBREIRAR.—Obreirar, arrear, apurar, pinchar, aguijonear, etc. OBREIRAZU.—Obreirazu, pinchazo, aguijonazo, etc., etc. OBREIRU.—Obreiru, aguijón. También obrero, trabajador. OCIÁU.—Ociáu, descansado, ocioso, etc. OCLA.—Ocla, algas marinas o cosa por el estilo. OFENXA.—Ofenza, ofensa. OFIENDE.—Ofiende, ofende.

OÍU.—Oíu, oído. ORBAYAR.—Orbayer, lloviznar. ORBAYU.—Orbayu, llovizna muy fina. ORDIALES.—Ordiales, orillas, veredas, caminos determinados, etc. ORDIEN.—Ordien, orden. OREYA.—Oreya, oreja. OREYAR.—Oreyer, oír, escuchar, etc. OREYONES.—Oreyones, que tienen las orejas grandes. ORICIUS.—Oricius, así se llama a los oricios de la mar. ORIELLA.—Oriella, orilla. ORISCUS.—Oriscus, así se llama a las personas o animales que se ponen por motivos de observación en posturas tensas, con miras de poder ver o escuchar con gran atención. También se entiende por oriscu cuando se es espantadizo, huidizo, etc. ORPINADA.—Orpinada, escarcha, etc. ORPINAR.—Orpinar, orbayar. ORTIEGAS.—Ortiegas, ortigas. ORTIGUEIRU.—Ortigueiru, ortigal. OU.—Ou, esta palabra significa, dónde, cuándo, por qué, etc. También tiene otra significación que podrán apreciar en este exemplu. —¿Dóu vás óu? ¿Dónde vas Manuel, José, fulano, mangano, etc., etc.? OVEYA.—Oveya, oveja. OVEYU.—Oveyu, ignorante, faltoso, etc., etc. También se entiende como el macho de la oveja.

OXA.—Oxa, monte volcánico donde se crían principalmente las uces que tienen unas cepas grandes de donde se saca el carbón vegetal más cotizado. Yo he ido muchas veces a la oxa acompañado de mi madre para hacer este carbón vegetal de las cepas de las uces, que era por aquel entonces de mi vivir desgraciado y a la vez feliz y venturoso, el mejor combustible para los gasógenos de los coches y también para las fraguas de los herreros. Si yo supiera que alguien en mi querida Tierrina escribiera o dijese cosas de ella con naturalidad y sencillez, siempre ajustándose a la realidad pura de nuestras "ancestrales Costumbres", correría como un loco a su lado para aprender de él cuanto yo no se relacionado con los aconteceres naturales de la Cultural Ancestral Astur que yo trato, pues yo no entiendo de monumentos, ni de músicas, yo tan solo se cuanto ustedes están propiando y viendo. Pero señores, a mí no me puede enseñar un analfabeto a leer, y en esta tan delicada materia los banduerrus del Conceyu Bable, así como los Amigos del Bable, y no dejando atrás a tanto payaso nacido con títulos de trelda de bracu, que hoy en el día, son unos verdaderos atracadores del honrado trabajo que ha hecho este humilde servidor, que tuvo la triste desgracia de no tener ni títulos, ni dineros, porque si alguna de estas dos cosas tuviera, se me hubiera escuchado, protegido, ayudado, etc., como están haciendo con todas las gentuzas nombradas que siempre bajo mi manera de ver las cosas, simplemente son unos embaucadores, plagistas y embusteros, que apoyados por los medios de comunicación de mi Tierrina pretenden engañar falseando la Cultura de un Pueblo, que los entendidos, los desprecian de la misma manera que yo hago. Ya que yo pienso, que sólo juegan con la Cultura Ancestral de un Pueblo, los baldrayus que no aman ni respetan a esta Comunidad astur, unida por unas costumbres seculares que no son las que ellos se sacan de su demencial y minúscula inteligencia.

OXAL.—Oxal, ojal.

OXEÉI.—Oxeéi, ojeé.

PACÍU.—Pacíu, así se llama cuando los prados o praderas se encuentran sin pación por mor que los ganados ya los han pastiado.

OXERVAR.—Oxervar, observar.

PAEME.—Paeme, me parece.

OXETIVU.—Oxetivu, objetivo.

PAICER.—Paicer, que parece.

OXETU.—Oxetu, objeto.

PAICÍU.—Paicíu, que es parecido, semejo, etc.

OXALA.—Oxala, ojala.

OXIZU.—Oxizu, así se llama al terreno volcánico, a las oxas.

PAICIÓME.—Paicióme, que me ha parecido.

OYER.—Oyer, oír. PAICIÓU.—Paicióu, que ha aparecido. PAIXANU.—Paixanu, paisano. P PAIXAXE.—Paixaxe, paisaje. PA.—Pa, significa, lugar, forma, sitio, etc. Exemplu.— ¿Pá dunde foste ayeri, páu vés óu, etc.? (Para dónde has ido ayer, para dónde vas hombre, niño, mujer, etc.). PÁ.—Pá, padre. PABOXAS.—Paboxas, cocos o gusanos que nacen dentro de los cereales, que algunos les suelen nacer alas y tienen la propiedad de volar, donde más se suelen criar estas moscas o paboxas de los cereales es en la escanda y los arbeyus, guisantes. PACENCIA.—Pacencia, paciencia. PACENTI.—Pacenti, paciente.

PALAFUSTRAN.—Palafrustan, así se llama a las personas que tienen poco peso, que son dadas a equivocar, a engañar en sus tratos o cuentas, etc. PALAFRUSTU.—Palafrustu, engaño, robo, mentira, etc. PALIAR.—Paliar, trabajar paleando con una pala. PALIUDU.—Paliudu, entiéndese por una cosa difícil, un trabajo, penoso, etc. PALMETU.—Palmetu, así se llama a las personas que tienen los pies planos. PALMEXU.—Palmexu, igual definición que el palmetu.

PACHA.—Pacha, paja. PACHAR.—Pachar, pajar. PACHARETA.—Pachareta, pajar pequeño no dedicado regularmente a meter la hierba, sino que por regla general se suele guardar en él la paja, los foyáus, el narbaxu, etc., etc. PACIÓN.—Pación, pasto de los prados, de los puertos, etc.

PALMIAR.—Palmiar, dar las palmas, aplaudir, etc. PALOMBA.—Palomba, paloma. PALOMBAR.—Palombar, palomar. PALOTE.—Palote, pala de acero cuadrada y recia que sirve para trabajar la tierra que no sea recia ni pedregosa.

PALOTIAR.—Palotiar, cavar la tierra con el palote.

PANCHÓN.—Panchón, parecida definición que la pancha y la pamesta.

PALPADIÉTCHAR.—Palpadiétchar, así se dice cuando uno busca palpando a tientas alguna cosa.

PANCHULA.—Panchula, panadera. PANCICAL.—Pancical, terreno sembrado de trigo o escanda.

PALPIAR.—Palpiar, palpar. PALPIÁU.—Palpiáu, palpado.

PANCÍN.—Pancín, pequeña hogaza de pan.

PALPITIUS.—Palpitius, nerviosidades del cuerpo, bien cuando a uno le palpita el corazón o cualquier otro miembro.

PANDANUS.—Pandanus, así se suele llamar a las pequeñas hondonadas, a las pequeñas concavidades.

PALPUÑAR.—Palpuñar, palpar con cierta fuerza, manosear en profundidad las cosas.

PANDEIRU.—Pandeiru, pandereta o parecido.

PALPUÑÁU.—Palpuñáu, sobado, muy manoseado, etc. PALLABRAS.—Pallabras, palabras.

PANDERETIAR.—Panderetiar, tocar la pandereta, etc. PANDERETU.—Panderetu, así se llama a las personas que tienen poca formalidad, poco peso, etc.

PALLABRAXE.—Pallabraxe, palabraje. PALLABREIRU.—Pallabreiru, palabrero. PALLANTRI.—Pallantri, para adelante.

PANDIAR.—Pandiar, hacer las cosas cóncavas. PANDIÉTCHAS.—Pandiétchas ou pandiallas, pequeñas llanadas en las lomas.

PALLESTRA.—Pallestra, palestra. PAMESTA.—Pamesta, pancha, así se llama al pan preñáu, quiere esto decir, a la hogaza que se le mete dentro algún compangu, así como chorizo, carne, etc., etc.

PANDORGA.—Pandorga, juerga, folixa, etc. PANDORGAR.—Pandorgar, andar de juerga. PANDUS.—Pandus, pándanus, etc.

PAMESTU.—Pamestu ou pánfilu, así se llama a las personas que son atopáes, algo tontas. PANAERU.—Panaeru, panadero. PANASCONES.—Panascones, pequeño prado con muchas malezas y peñascos. PANCHA.—Pancha, la misma definición que la pamesta.

PANERA.—Panera, hórreo con más de cuatro pegoyus. PANIEGAS.—Paniegas, pitas ciegas que nacen entre la hierba, de tallo largo y palizo que no sirve para nada, las paniegas se crían en los gamones, es por lo tanto la flor del gamón que lo reproduce con sus semillas, que son pequeñas y redondas parecidas a las uvas de reducido tamaño.

PANIÉTCHA.—Paniétcha ou paniella, tortas o panes que se hacen con la harina de moler las castañas mayucas, esta harina se suele mezclar con la del maíz o la escanda, así se hace un pan muy nutritivo y dulzón, que a muchos no les agrada pero que a mí me sabía a gloria.

PAPAR.—Papar, comer, tragar, creer, etc., etc. PAPARÁU.—Paparáu, pequeño trago de un liquido, pequeña cantidad en general.

PANIZALES.—Panizales, así se llama a los cortinales sembrados de pan, escanda.

PAPAU.—Papau, comido, tragado, creído, etc.

PANIZAR.—Panizar, entiéndese por panizar cuando en los pancicales están naciendo las espigas.

PAPES.—Papes, farines, fariñas.

PANOYA.—Panoya, mazorca, panoja.

PAPIELLUS.—Papiellus, carrillos.

PANOYAL.—Panoyal, maizal cargado de buenas y abundantes panojas.

PAPÓN.—Papón, personaje imaginario con el que se les mete miedo a los niños, para que no lloren o hagan travesuras. También se entiende por tragón.

PANOYU.—Panoyu, así se suele decir a las personas inocentes que son un poco atopáes (tontas). PANOYUS.—Panoyus, así se llama a las panojas que no han granado bien y se han quedado pequeñas, estas panojas sin esfoyarlas (quitarles la hoja) se destinan para darles pienso al ganado, principalmente a las vacas lecheras. PANTUXAS.—Pantuxas, zapatillas, etc. PANTUXU.—Pantuxu, rastrero, indeseable, etc. PANZALES.—Panzales, tierras sembradas de escanda. PANZUERRA.—Panzuerra, banduyu, barriga, etc. PAÑAR.—Pañar, recoger, pañar castañas, pañar manzanas, etc. PAÑUCAR.—Pañucar, la misma definición. PAPALBA.—Papalba, comadreja. PAPALBU.—Papalbu, así se suele llamar a las personas indeseables, venenosas con sus palabras y acciones.

PAPIAR.—Papiar, comer, tragar, etc.

PAPOXAS.—Papoxas, paboxas, moscas o cocos que nacen de los cereales. PAPU.—Papu, bocio. PARCIAR.—Parciar, mediar, arreglar, ajustar, etc. PARCIÓN.—Parción, dícese del entrometido que se mete a mediar entre dos personas o más, con el fin del querer arreglar las cosas que no tienen remedio. PARDÓN.—Pardón, ave rapaz un poco mayor que el ferre, más lento que este en su volar, sus movimientos. También se llaman pardones a las personas amigas de lo ajeno. PARAFITAR.—Parafitar, apoyar, sostener, etc. PARAFITU.—Parafitu, sostén, apoyo, etc., etc. PARAFUXA.—Paratuxa, taladro, barrena. PARAFUXAR.—Paratuxar, taladrar, barrenar.

PARAGÜEIRU.—Paragüeiru, paragüero, en mis aldeas que cada día las recuerdo con más cariñoso respeto, todas las xerondas (otoños) llegaban los paragüeirus para componer los paragüas, los pocos que había, igual les componían sus acerosas baniétchas, que los sembraban de remiendos. También por estos tiempos solían llegar los afilaores, tanto los unos como los otros, que muchas veces trabajaban entrambos oficios, eran de la provincia de Orense. También se suele llamar paragüeirus a las personas chaqueteras, que no tienen seriedad, que son unos chancletas, etc., etc. PARAIXU.—Paraixu, paraiso.

PAREXA.—Parexa, pareja, yunta, etc. PAREXU.—Parexu, junto, parecido, semejante, etc., etc. PAREYÁU.—Pareyáu, aparejado, junto, etc. PARLLATEIRU.—Parllateiru, hablador, parlanchín. PARLÓU.—Parlóu, habló, parló. PARLLOTEIRU.—Parlloteriru, parlanchín. PARPAGUIAR.—Parpaguiar, parpadear.

PARAMIALES.—Paramiales, terrenos yermos muy escasos con vegetación, sin embargo en nuestra verde y dulce Tierrina, las paramiales cuando llega la primavera suelen alumbrar sanos y buenos pastos, porque ningún asturiano debe de olvidar de que en Asturias encima de una llabana nace un maizu que da un par de panoyes.

PARPAGUS.—Parpagus, párpados.

PARAORIA.—Paraoria, pieza de madera del molín o de aldea cuyo fin es el pararlo cuando se desea.

PARRAFIAR.—Parrafiar, hablar, charlar amenamente.

PARAPETIÁU.—Parepetiáu, parapetado. PARAXA.—Paraxa, mala mujer en el sentido de que le gustan los hombres, etc. PARAXES.—Paraxes, parajes. PARAXIMESQUIAR.—Paraximesquia r, andar a putas, buscar la jodienda llana y sencillamente. PARAXISMEIRA.—Paraxismeira, mujer fácil, amiga de las alegres folixas, putiega. PARAYÓN.—Parayón, acompangón, etc.

PARPAYUÉLA.—Parpayuéla, charla, discusión, coloquio sin importancia, etc. PARRAFEIRU.—Parrafeiru, amigo de decir y hablar cosas que tienen una filosofía que se escucha con cierto respeto y a la vez una escondida guasa.

PARRAGUETU.—Parraguatu, enclenque, etc. PARROXUS.—Parroxus, peces pequeños del mar. También se suele llamar parroxus a las personas pequeñas, escurridizas, etc. PARRUENDU.—Parruendu, así se suele llamar a los hombres que siempre tienen ansia de hacer el amor. (Puteros). PARRUSCAR.—Parruscar ou aparruscar, así se llama cuando con la fexoria (azada) uno y quitando el césped y malas hierbas que existen en las tierras que uno va a cultivar en sembrados de poca monta, como sembrar el cebollín, pequeños huertos de patatas, etc., etc., etc.

PARRUSCÁU.—Parruscáu, que está limpio de malas hierbas, etc. PARVA.—Parva, en mis aldeas y muy principalmente en el mes de la hierba, se tomaba la parva, al amanecer, o muchas veces antes del amanecer, pues dependía de lo que se madrugase, bien para ir a segar, o para ir a carretar la hierba con los ramos corzáus, corcexas, etc., con el fin de llegar con la hierba a los pajares antes de que el sol apretase de firme, que molestase a las vacas y que las hiciese moscar, como algunas veces tiene sucedido, lleldándose por tal motivo algunas serias o superficiales desgracias. La parva consistía en unas copaxas (pequeñas copas) de marrasquinu (anís) acompañadas de algo de comer como queso, dulce, jamón, etc., para después sobre las ocho de la mañana cuando ya se llevaban dos o tres horas de trabajo, hacer el desayuno o almuerzu. PARVULINUS.—Parvulinus, rapacinos, niños de cuatro a ocho años aproximadamente.

PASTRULLÓN.—Pastrullón ou bastrullón, chapucero, que hace mal las cosas, etc. PATACA.—Pataca, patata. PATACAL.—Patacal, patatal. PATAQUEIRU.—Pataqueiru, patatero. PATAQUINUS.—Pataquinus, pequeñas patatas. PATAYAR.—Patayar, caminar, andar con prisa. También se entiende por patalear. PATAYU.—Patayu, andarín, que camina mucho. Esta palabra también puede significar que tiene los pies grandes, o que cojea, etc. PATIAR.—Patiar, andar, caminar, patalear, etc. PATUXUS.—Patuxus, escarpinos, modo de zapatillas. También patuxus son rabietas, pataleos, etc.

PASTIA.—Pastia, pasta. PASTIAR.—Pastiar, hacer pasta, trabajar con la pasta. También se entiende por pastiar cuando el ganado pastea. PASTIU.—Pastiu, pasto del ganado. PASTORILAS.—Pastorilas, así se llaman a las cabras que no tienen cuernos. PASTRANÁU.—Pastranáu ou apastranáu, así se dice de las personas paradas, sin arréos que se apoltronan sentándose donde quiera, como si pareciese que se encontrasen deshechos por el cansancio sin haber trabajado nada. PASTRULLÁU.—Pastrulláu, revuelto, mecido, amasado, aplastado, mal hecho, etc.

PATÓN.—Patón, trezo hecho de madera o de un trenzado de cibieya que se coloca a las vacas que tienen la costumbre de dar patadas cuando se las ordeña, bien porque tengan cosquillas en sus tetos, o porque las manos del vaqueiru al afoxinarlas les haga daño (ordeñarlas). Este trezo se coloca en una de las patas delanteras de la vaca doblándosela por el codo, de está forma la vaca tan sólo queda encima de tres patas, siéndole imposible dar patadas ni moverse so pena de caerse. PATOXADA.—Patoxada, así se llama cuando se dice una tontería, cuando uno mete la pata en alguna cosa haciendo el ridículo. PATOXU.—Patoxu, que no anda bien de sus piernas por alguna razón, bien sea porque tiene muy juntas o separadas las rodillas o porque le sucede lo mismo con sus pies, etc. También se entiende

por patoxus a las personas meticonas, etc. PAU.—Pau, para dónde. PAÚNDI.—Paúndi, para dónde. PAUXA.—Pauxa, pausa. PAUXÁU.—Pauxáu, pausado, tranquilo, etc. PÁXARA.—Páxara, pájara. También cuando a una persona se le llama páxara, se le quiere decir que es muy lista, muy aguda, muy de cuidado, etc. PAXARADAS.—Paxaradas, así se llama a las bandadas de pájaros. PAXARERAS.—Paxareras, pajareras. También se entiende por paxareras a las mujeres que van vestidas muy llamativamente. Anxín comu a la clica tamén sei noma páxara. PAXARINAS.—Paxarinas, pequeñas aves. También se llaman paxarinas a unos dulces pequeños que se hacen en forma de pájaros regularmente, pero que también se hacen de otras formas y maneras. PAXARONES.—Paxarones, así se suele llamar a las aves de presa, tales como l'utre (el águila) el ferre, el pardón, etc. También se llaman paxarones a las personas amigas de apropiarse de lo que no les pertenece. PÁXARUS.—Páxarus, pájaros. PAXIÉTCHAU.—Paxiétchau ou apaxieyáu, trajeado. PAXIÉTCHU.—Paxiétchu ou paxieyu, así se llama al traje. A propósito del traxe (traje), nagora mesmu nisti cheldare ya que la pallabra cuadra en xeitu, vou falales del primer paxiétchu que you manguéi. (Ahora mismo en este acaecer ya que la palabra cuadra en el lugar, les

voy hablar del primer traje que yo me he puesto). —Trabayaba you per aquel encaldar de xerreor, cundu 'n díe que chegui del trabayu, dixome miou má mu conteta, que me viexe mercau 'n bon traxe a lus xitanus qu'espatuxaben ya d'aquecha per les aldines non solu fayendu cestiquinus con les blimbes de les blimbales qu'espós combiaben per toa clas de comedeira, ya entivocandu a les xentes cambianduyes lus sous pótchinus amorrentáus, axín comu oitre faticáu d’enréus foinescus, comu char les cartes, etc., xinún tamen cundu you yera un mozacu' ya comencipieben oitros xitanus mái finus, enxeñáus ya ellegantes, nel espaxar per mious aldines nel trabayu de vender fatus de toes les clexes, disdi una xábana fasta un traxe, 'l casu fói que miou má mercoches aquel traxe qu’amindi paiciome l’mexor de lus prexentes que naide me fixera, ya púnxeme mu contentu ya m'allegre, perque yera 'l primer traxe que diba tener, perque manque you nun andeba en porriques la verdá yera que la probetaya de miou má m'apaxitchaba con fatucus de poucu valler, comu monacus, pantalonzacus, llasticucus, etc., anxina yera qu'aquel paxiétchu nuéu que diben faeme a la media punxerame ameruxáu d' allegría ya mamplenáu de góuzu. Acuerdamus faelu pa la festa de Nuexa Xiñora la Xantina la Grandia, ya féxumelu 'l xastre del miou chugar xin cobrabe dalg'un cuartu, manque me dixu que teñía que xacudiye 'l castañu del Bustiétchu. —Anxina fói qu’el díe de la festa que yera noitra ‘ldina un poucu xera de la nuexa, na distancia de dous gores d'andadiétcha, nun solu estrenéi 'l paxiétchu que me ameruxuaba d'allegría, xinu'n tamén unes bones alpargates branques ya un camixu, anxina fói que xebréime del teixu miou má camin de la festa tan elleganti 'l miou paicer comu 'l mái encopetáu de lus embaxaores, ya nun sóu paicíamelu amindi xinú'n que tous mios veicinus tamen me lu dexíen, dientru de la sana allegría de veme per primeira veiz apaxitchau debaxu arriba xin dalgún romendu nin encantexu ya

fasta lus mismus pirrus de l'aldina, que tous fatáus de veices xugaben coaúmigu ya lus afalegaba' guétchabanme xonriyentis ya fallices, paiciéndume amindi que fasta me teñten meyor respéutu, 'l nun llantame les pates d'enría migu pa saludame comu cuaxi xempre faíen, manque taba you n'allerta paque nun lu fixeran. —Cheguéi 'l teixu de Teobaldu que yera un rapaz del miou tempu que viexe táu n'Uviéu dangunes veices, ya fasta él mesmu me dixu, que xinun fora per les alpargates branques diba lu mesmu qu'un prínxipe. Ya fói Teobaldu per el aquél de ver táu n'Uviéu fatáus de veices el que me fexu creyer nel mexor xétchu qu'aquel díe na festa de la Grandia diba you pintar la meyor rapaza. —Alcuérdume que cundu xaliemus camín de la festa Teobaldu ya you, xeríen les dous de la tardi, ya taba la nuexa aldina acobertoriá per la borrina manque nun yera d'orpinar, coyimus el atayu pel monti de l'aldina de Traspena dou yera la festa, ya cundu mái xubíamus camin del puertu del Collaón que yera 'l atayu mái curtiu, la borrina mái prietona se cheldaba ya orpinóuxa, ya cundu chegamus a lu cimeiru 'l puertu ya chorimaca con llárimes de culu gucha, ya cuaxi nun nus agüeyabamus ún al oitre. —You que d'aquecha galamiaba comu lus mesmus corzus, aquel día paiciame amindi qu'aquel traxe m'aprietaba 'l curpu muciéndume xixas, peru chuéu me dixe qu'a lu mexor yera que you per mor del nuéu paxiétchu espatuxaba de difierente maneira. El casu fói que cundu fixemus una pouxa p'enrrodiétchar Teobaldu 'n pitu que fumarietaba lu mesnu qu'un carreteiru, comencipióu Teobaldu 'n esfargayáu de rixes metandu me xeñalaba con el didu, fói entoncienes cundu remiréi 'l miou paxitchu ya comprendí que viexe encoyíu cuaxi una cuarta, lu mesmu nes perneires que nes mangues, ya xeguru parexu pel tou paxiétchu. Quitéi lluéu la chaqueta con munchu cudiáu pa nun esgazala perque taba prixoná 'l miou curpu, ya comencipiéi nel estirar sous

mangues con el curiáu d'afalagar lus nenus, per mor de qu'al espurrila nun s'espeazara, peru foi lu mesmu, perque aquecha prienda tal me paicióu que caveiz se faía mái rancuaya. Teobaldu nun faía pouxa nel sou reyire, metantu que you memplenáu de tristayu envidayaba'l lleldamentu que teñía qu'encaldare, per últimu penxéi que xi 'l paxiétchu que taba moyáu d'afechu per la borrina, con l'agua encoyía 'l condenáu, a lu mexor enxugándulu ben regolguíe oitra veiz al sou xeitu. Anxina fói que cundu tábamus nus alrreores de l'aldina de Traspena, ya ureábamus la múxica de la gaita ya 'l mormutchu del falar de les xentes, tecéi 'l fuéu debaxu d'una castañal ya comencipiéi 'l enxugu del miou paxiétchu con la gavita de Teobaldu, fasta que cundu ya tuu ben enxútchu, ya cundu denuéu lu golguíe mangar, tal me paicióu que viexe medráu peru dixóme Teobaldu que tabame tan ben comu endenantes. —Un par d'anus mái xeru, vendía you aquel paxiétchu na cache de Picus d'Uropa de Madrí, mesmemente 'l díe que m'apaxiétchéi de llexonariu mercome tal únicu paxiétchu que teníe un xudíu que teñía una teixá de fatus viétchus, apurrióme per unes pexetes, ya díxome que me les apurríe perque you caíai ben, perque pel vallor del paxiétchu nun me daba nin un centimu. TRADUCCIÓN.—Trabajaba yo por aquel entonces de serrador, y cuando un atardecer llegué de mi trabajo, me dijo mi madre muy contenta y emocionada que me había comprado un buen traje a los gitanos, que andaban a por aquellos tiempos por mis queridas aldeas, no sólo haciendo pequeños y artísticos cestos con las blimas de las blimales que después cambiaban por toda clase de comidas o cosas que fuésenles de su provecho, o equivocaban a las gentes con sus pollinos medio moribundos, así como otros muchos trucos nada o muy poco honrados, como “echar las cartas, decir la buenaventura, predecir el destino, y había algunas inteligentes gitanas que hasta sabían decir la Oración de San Antonio”.

—Dígoles que cuando yo ya era mozacu, ya comenzaban a visitar nuestras aldeinas otra clase de gitanos, mas finos y elegantes, mas educados, etc., etc., que se dedicaban al trabajo de vender toda clase de ropas, desde una sábana hasta un traje. Sucedió que mi madre me había comprado aquel hermoso traje que a mí me parecía el mejor regalo que nadie podría hacerme, que me lleno de gozosa alegría, y me puso muy contento y alegre, porque era el prime traje que iba a tener, pues aunque yo no es que anduviese desnudo, la verdad era que la pobrecita de mi madre me vestía unas prendas del más pobre valor, como monos, jerséis, pantalones, etc. Así era que aquel traje nuevo que me iban hacer a la medida, me había puesto loco de alegría y lleno de gozo. —Acordamos hacerlo para la fiesta de Nuestra Señora la Virgen de la Montaña, y me lo hizo el sastre de mi aldea sin cobrarme nada, aunque me dijo, que tenía que sacudir las castañas del castañedo de la Cuestona, que al cambio de lo que vale el sueldo de hoy, el condenado me cobró por hacer el traje más de diez mil pesetas. —Así fue que el día de la fiesta, que se hacía en otra aldea un poco alejada de la nuestra como en la distancia de dos horas de andadura, no sólo estrené aquel traje que me traía embrujado de gozo y alegría, sino que también estrene unas buenas alpargatas blancas y una camisa. Así fue, que me marche de casa de mi madre camino de la fiesta tan elegante siempre según mi parecer como el más encopetado embajador, y no sólo me lo parecía a mi sino que todos mis vecinos también me lo decían, dentro de sus sanas y francas alegrías de verme trajeado de abajo a arriba, sin ningún remiendo ni compostura. Y hasta los mismos perros de mi aldeina, que todos muchas veces jugaban conmigo y yo los halagaba, me miraban sonrientes y felices, pareciéndome a mí que hasta me profesaban mayor respeto, al no ponerme sus patas cariñosamente encima de mi para saludarme como casi siempre

hacían, aunque estaba yo bien alerta para que en aquel suceder no lo hiciesen. —Llegue a la casa de Teobaldo que era otro mozalbete de mi tiempo, que haba ido muchas veces a Oviedo, y cuando me vió, hasta me dijo, que si no fuese por las alpargatas blancas, iba también vestido como un príncipe. —Y fue Teobaldo precisamente, por el aquel de haber estado muchas veces en Oviedo, el que me hizo creer con más profundidad en riego, que aquel para mi dichoso día, en la fiesta de la Virgen de la Montaña, iba yo a cortejar a la más hermosa muchacha. —Me recuerdo que cuando salimos de nuestra aldea camino de la fiesta de la Granda, serian las dos de la tarde próximamente, encontrándose nuestra aldea tapada por la niebla, aunque de ésta no cala ni una sola gota de agua. Cogimos el atajo que había por el monte para llegar más pronto a la aldea de Traspena donde se celebraba la fiesta, y cuanto mas subíamos por el camino del puerto del Collado, que era el trecho más corto, la niebla más densa se hacía a la vez que de ella ya se desprendía una fina llovizna, y cuando llegamos a lo más alto del puerto ya la niebla lloraba con lágrimas tan finas como la punta de las agujas, y a la par que tan densa se había hecho, que casi no nos avistábamos uno al otro. —Yo que por aquellos tiempos corría lo mismo que los corzos aquel día me parecía, que aquel traje me apretaba el cuerpo ordeñándome mis fuerzas, pero luego me dije, que a lo mejor era que yo por mor del nuevo traje andaba de diferente manera. El caso fue, que cuando hicimos una parada para que Teobaldo liara un cigarrillo, comenzó este a deshacerse de risa mirando para mí y señalándome guasonamente con el dedo, fue entonces cuando remiré con atención mi traje y comprendí que había encogido casi una cuarta, lo mismo en las perneras que en las mangas, y seguro que lo mismo le sucedería a todo el traje. Quíteme luego la chaqueta con grande cuidado para no romperla ya que estaba aprisionada a mi cuerpo, y

comencé en el estirar sus mangas con el mismo cuidado que se usa para acariciar a los niños, pues temor tenía que al estirarla se me despedazara, pero fue lo mismo, porque aquella prenda tal me parecía que cada vez se tornaba más pequeña. Teobaldo no paraba de reírse sin preocuparse de ninguna cosa, mientras que yo desilusionado y lleno de tristeza no paraba de pensar, siempre en el hacer de buscar la solución a mi problema, por último llegue a la conclusión, que si el traje que estaba del todo mojado por la llovizna de la niebla, con el agua el condenado se encogía, a lo mejor secándole bien volvía otra vez a su posición de nuevo. Así fue, que cuando estábamos en los aledaños de la aldea de Traspena, y ya escuchábamos la música de la gaita y el mormullo de las gentes prendí una hoguera debajo de un castaño, y comencé a secar mi traje con la ayuda de Teobaldo hasta dejarle completamente seco, y cuando de nuevo le puse, tal me parecía que haba crecido un poco, pero Teobaldo me aseguro que me sentaba todavía mejor que antes. —Un par de años mas tarde vendía yo aquel traje en la calle de Picos de Europa de la ciudad de Madrid el mismo día que me vestí de legionario, me compró tal único traje que haba tenido en toda mi vida, un judío que tenía en esta calle una casa de compra y venta de ropa vieja, me dio por él unas pesetas, y me dijo mirándome paternalmente que me las daba, porque yo le era simpático y le caía muy bien, porque por el valor del traje no me daría ni un céntimo.

llevar la ropa a lavar las mujeres en las cestas.

PAXÍN.—Paxín, pequeño paxu.

PEBIDA.—Pebida, enfermedad que suelen tener las gallinas y todo tipo de aves, que es un cuerpo extraño que les nace debajo de la lengua y les impide hasta inclusive beber, nosotros en mis aldeas solíamos arrancarla a las gallinas, algunas se morían en esta operación que a lo bruto solíamos hacer, otras sin embargo sanaban.

PAXINA.—Paxina, pajilla. PAXOLERU.—Paxoleru, así se llama a la persona medio ñareta o fata, en castellano me parece que se les llama gilipollas. PAXU.—Paxu, cesto o cesta hecha de varas de avellano, castaño, que sirve para llevar pación en los cestones, y para

PAXUCU.—Paxucu, cestón o cesta de escaso valor, bien por su hechura o porque ya esta viejo o destartalado. PAYA.—Paya, paja. PAYAR.—Payar, pajar. PAYARETA.—Payereta, pajar pequeño. PAYARETAR.—Payeretar, guardar en pequeñas cantidades cualquier cosa. PAYIZU.—Payizu, pajizo. PAYUELA.—Payuela, pequeña flautina que solíamos hacer de los verdes tallos de las pajas del alcacer, o de la escanda. PAYUELAR.—Payuelar, tocar con la payuela. PAZGUATU.—Pazguatu, atontado, etc. PAZGUATADA.—Pazguatada, tontería, etc. PEADAS.—Peadas, rebajos en movimiento de cualquier clase de ganado. También se dice peadas de gentes cuando están en tumulto, muchas en movimiento. PEAZUS.—Peazus, pedazos.

PEBITAS.—Pebitas, pepitas, las simientes de toda clase de frutas.

PEBITEIRU.—Pebiteiru, cantidad, muchos. Viene a ser como aviñonáu, amamplenáu, etc. PEDIGUÑAR.—Pediguñar, pedir con humildad. PEDIGUÑÓN.—Pediguñón, que siempre está pidiendo. PEDRAS.—Pedras, piedras. PEDRÁU.—Pedráu, que esta lleno de piedras. PEDREIRAS.—Pedreiras, les pedreires en cuaxi toes les mious aldines enllabanan les sous caleyes ya lus sous caminus, existen caleyones de mái de dous quillómetus ya tous échus tan empedráus, ya ístu ye axinde per mor de les agues, pos ístes esfaen pe lus envernus ya les primaveires tous lus caminus que nun ten ben empedráus, per ístu tous lus anus se faen estaferies, que son trabayus que lus veicinus faen p'encantexar lus caminus ya p'oitre faticáu de chabores. Los empedrados enlosan casi todas las callejas de mis aldeas, así como sus caminos existen callejones de más de dos kilómetros de largos, que llegan hasta los prados de las morteras y brañas, que todos ellos estaban empedrados, y esto se hacía así por causa de las aguas, que en los inviernos y las primaveras bajaban por ellos verdaderos ríos de aguas, por esta razón y otras múltiples todos los años los vecinos formaban las llamadas "estaferias", que eran trabajos que se hacían en comunidad para arreglar o reparar los caminos y otras labores necesarias. PEDREIRUS.—Pedreirus, picapedraros, personas que labraban y trabajaban la piedra lo mismo que hoy hacen los albañiles con los ladrillos, ellos hacían las teixáes de mi Tierrina de piedras, casas fuertes y seguras, eternas y bien hechas, pues hay algunas, que aún siendo cuadras de monte son verdaderas obras de artesanía. También se llaman

pedreirus a los lugares cubiertos de piedras. PEDRICAR.—Pedricar, hablar, explicar, reñir, reprender, etc. PEDRICONAR.—Pedriconar, estar siempre riñendo, aconsejando, amonestando, etc. PEDRONAS.—Pedronas, piedras grandes. También se llama pedronas a donde ponen los muertos en los lugares que mueren fuera de sus casas, como por ejemplo los asilos, los hospitales, etc., etc., etc. PEDRUCAS.—Pedrucas, piedras pequeñas. PEGA.—Pega, porción de barrenos que se tiran para romper un túnel, una piedra, etc., o en las propias minas cuando se hacen pegas de barrenos para arrancar los minerales. PEGAÑÓUXU.—Pegañóuxu, pegajoso. PEGARCÍU.—Pegarcíu, así se llama a la persona que es muy dada a chupar las cosas de los demás, pegotes me parece que se suelen llamar. PEGARDIAS.—Pegardias, así se denomina a las personas embusteras y embaucadoras. PEGOYERAS.—Pegoyeras, así se llama a las piedras lisas que se colocan encima de los pegoyus que sostienen el hórreo, que tienen por principal misión que los ratones no puedan subir al hórreo, ya que pueden trepar pegoyu arriba, pero al llegar a estas losas ya les es imposible trepar por ellas. PEGOYUS.—Pegoyus, vigas de madera o piedra en forma piramidal que colocadas verticalmente sostienen la estructura del hórreo o panera.

PEGUÑONES.—Peguñones ou pediguñones, así se suele llamar a las personas que siempre están pidiendo cosas, bien porque tengan esta fea costumbre o porque nunca tienen de nada. Yo no me refiero a los pobres que ruegan la limosna, los peguñones son gentes de aldea o trabajadores que piden herramientas prestadas continuamente, u otras cosas por el estilo, o las mujeres que siempre están pidiéndoles a sus vecinas cosas prestadas tales como sal, pimiento, etc., y aunque lo devuelvan llegan a molestar con tanto peguñar de cada día. PEGUÑUS.—Peguñus, tropeles a montones, etc. PELGAR.—Pelgar, llamamos pelgar a las personas que no sirven para nada. PELLAMBRE.—Pellambre, que tiene mucho pelo. PELLAMBREIRA.—Pellambreira, pelambrera. PELLEGRÍN.—Pellegrín, así se suele llamar a las personas que van medio desnudas. Esta palabra tiene otras aplicaciones, en sí viene de pelegrinos, pero nosotros llamamos pellegrinus a los pequeños leños que traen las riadas, que bajan completamente desnudos de cortezas y quedan en las veras de los ríos y luego muchas gentes los aprovechan para encarnar el fuego si son leña menuda y para tizar si son más gruesos. También la aplicamos cuando uno viene muy mojado, solemos decir —vienes de moyáu comu 'n pellegrín.

PELLIGRÓUXU.—Pelligróuxu, peligroso. PELLIGRU.—Pelligru, peligro. PELLIRROXU.—Pellirroxu, pelirrojo. PELLUCA.—Pelluca, peluca. PELLURCIA.—Pellurcia, la misma definición de pellusca. PELLUSCA.—Pellusca, así se llama a las mujeres sucias o de mala nota. PELLUXÁN.—Pelluxán, envidioso, mala persona. PELLUXAR.—Pelluxar, envidiar, desear, etc. PELUCAR.—Pelucar, así se llama cuando se recogen las espigas, las avellanas, los guisantes, o cualquier otra cosa que menester sea arrancarla. PENDANGA.—Pendanga, así se suele llamar a la persona caleyera, ñarigona, llariega, etc., en una persona pendanga coge cualquier cosa. PENDANGAR.—Pendangar, andar caleyandu, etc. PENDEXA.—Pendexa, muy parecida a la paraxa. PENDEXAR.—Pendexar, buscar, paraxar, etc. PENDEXU.—Pendexu, estropajo, trapo, etc.

PELLEYA.—Pelleya, la piel de todo animal.

PENDILEXAR.—Pendilexar, andar de una parte para otra, caleyar.

PELLEYEIRUS.—Pelleyeirus, personas que andaban por las aldeas comprando los pellejos de los animales.

PENDILEXU.—Pendilexu, péndela del reloj o cualquier otra cosa.

PELLEYU.—Pelleyu, pellejo.

PENDUYONA.—Penduyona, paraxaca, etc.

PENDUYU.—Penduyu, bribón, etc., etc.

PEÑERAR.—Peñerar, cerner la harina, etc.

PENEIRA.—Peneira, cedazo.

PEÑEREIRU.—Peñereiru, persona que hace las peñeres. También persona que cerne.

PENEIRAR.—Peneirar, pasar la harina u otra cualquier cosa por el cedazo. PENIÉTCHA.—Peniétcha ou panieya, sartén. PENIÉTCHAR.—Peniétchar, así se denomina cuando se tira de sartén para freir. —Güéi la miou mucher nu fexu pote, pos el condenáu del pirru achuquinói 'l pitu, que yera lu mesmu qu'un carneiru, ya curiábalu pa regalái per Ñavidá 'l mélicu, perque nun quixu cobrái un perru cundu l'aparturióu del nuexu nenu. Per istu, t'apaniétchandu per él, ya en veiz de faéla fellíz, per el bandueyáu de festa que vamus enzular, la condená nun fái namái que gurniar toa noxaóna escontres de migu ya del pirru. TRADUCCIÓN.—Hoy mi mujer no ha hecho el puchero, quiero decir que no puso el cocido, porque el condenado perro le ha matado el gallo, que era lo mismo que un carnero de grande y lo cuidaba ella para regalárselo por Navidad al médico, porque no le ha querido cobrar ningún dinero, cuando la atendió en el alumbramiento de nuestro pequeño. Por esto, está asartenando por el gallo, y en vez de hacer el guiso contenta y feliz, por la hartura de fiesta que vamos a comer, la condenada no hace nada más que gruñir y reñir, en contra de mí y del perro. PENÓUXU.—Penóuxu, penoso, doloroso, trabajoso, etc. PENXAMENTU.— Penxamentu, pensamiento. PENXAR.—Penxar, pensar, meditar, etc. PEÑEIRA.—Peñeira, peneira.

PEONADA.—Peonada, en mis aldinas medimos los padros por peonadas, que viene a ser lo que puede segar en el día un segador mediocre. Por ejemplo a mi nunca me ha gustado trabajar cuando me dedicaba por el mes de la hierba a ser "yerbeiru”, digo que nunca quise segar la hierba a jornal, yo siempre ajustaba o por todo el tiempo que durase la hierba, o simplemente me dedicaba a segar por peonadas, ya que casi siempre me segaba un par de ellas cada día. En la Riera y la Marina los prados los miden por díes de güés. —Las peonadas y los días de bueyes son como los puñetazos, los hay flojos y fuertes, yo me he encontrado con prados de diez peonadas y segarlos en poco más de cuatro días, sin embargo otros casi me llevaba el día segar la peonada. Tocante a los días de bueyes me supongo que debe de suceder lo mismo. PEQUENUS.—Pequenus, pequeños. PEQUENINUS.—Pequeninus, pequeñitos. PERCANCIAR.—Percanciar, agenciar, buscar, alcanzar, etc. PERCANCIE.—Percancie, suceso, anomalía por lo regular mala que le puede suceder a uno. PER.—Per, por. PERCOYER.—Percoyer, por recoger. PERDONES.—Perdones, regalo que se trae de las romerías para las personas queridas que no han ido a ellas, que puede consistir, en avellanas, caramelos, etc.

PERGOLAR.—Pergolar, que todavía no se ha ido, que no ha volado, etc.

PERUYAL.—Peruyal, peral pequeño o conjunto de perales por el estilo.

PEREIRAL.—Pereiral, lugar plantado de perales.

PERUYES.—Peruyes, peras pequeñas.

PERENGÓN.—Perengón, discurso, etc., de poca monta.

PERUYEIRU.—Peruyeiru, abundancia de peruyes.

PERENGONES.—Perengones, parlanchines, politiquillos, etc.

PERRINA.—Perrina, moneda de cinco céntimos también pera pequeña.

PERERDENGUES.—Perendengues, colgaderas, pendientes, etc.

PERRONA.—Perrona, moneda de diez céntimos.

PEREU.—Pereu, peral.

PESCALES.—Pescales, piescales, albaricoqueros, etc.

PEREXIL.—Perexil, perejil. PEREXILÁU.—Peroxiláu, afarrucado, elegante, etc., etc.

PESLLICHU.—Pesllichu, pasador, pestillo. PESCHAR.—Peschar, cerrar.

PEREXÍU.—Perexíu, perecido, plagado de dolor, de necesidad, de ansias, etc.

PESCHÁU.—Pescháu, cerrado. PESCHEIRA.—Pescheira, cerradura.

PERFECHU.—Perfechu, cuidadoso, aseado, etc. PERFEUTU.—Perfeutu, perfecto. PERIGÜELES.—Perigüeles, aparatos de madera que se colocan encima del pertegal del carro cuando se tiene que acarrear hierba, paja o algo por el estilo. Las perigüelas sirven para que se pueda cargar mayor cantidad de hierba, paja, etc. en el carro. PERIORICU.—Perioricu, periódico. PERTEGUEIRUS.—Pertegueirus, personas que sacuden los arizus de las castañales, este trabajo es muy duro y peligroso. Los pertegueirus por regla general suelen cobrar su sueldo en tercias de castañas. PERTEGUIAR.—Perteguiar, sacudir con la pértiga. PERTEGONES.—Pertegones, baraladas, etc.

PÉTANA.—Pétana, cartera, billetero. También se entiende por pétana ou pétanus a las ataduras que tienen los odres, fuétches ou botiétchus de mazar el lleiche. PETÁU.—Petáu, atado, amarrado, sujeto, etc. PETRIL.—Petril, pequeños muros. PETRINA.—Petrina, correa de atar los pantalones. PEVIDEIRU.—Pevideiru, lugar donde nacen muy juntas las plantas, donde hay gran cantidad de cosas, etc., etc. PEXEBRE.—Pexebre, pesebre. PEXEBREIRAS.—Pexebreiras, pesebreras. PEXIGUEIRAS.—Pexigueiras, tonterías, bobadas, necedades, etc.

PEXIGUEIRU.—Pexigueiru, amigo de hacer pexigueiras. PEYA.—Peya, bola de nieve pequeña que se tira con la mano. PEYÁES.—Peyáes, así se dice cuando se anda a tirar bolas de nieve unos a otros. PEZA.—Peza, pieza, bien sea de tierra, de madera o de cualquier otra cosa en general. PIÁU.—Piáu, maurientu, enmohecido, picado, etc.

PICONÁES.—Piconáes, golpes dados con el pico. También se entiende por picotazos, en todas las maneras y formas. PICONIAR.—Piconiar, picar. PICOTEIRU.—Picoteiru, así se llama a las personas que son amigas de incordiar o de gastar bromas bien con la palabra o la obra. PICOTIAR.—Picotiar, igual definición que la anterior. PICURETU.—Picuretu, altura, elevación pequeña.

PIAZU.—Piazu, pedazo. PICA.—Pica, pequeña pirámide que se hace con las plantas de maíz cuando ya maduras se cortan y se apilan unas en las otras en pequeñas picas, hasta que llegue el momento de arrancarles las panojas. PICACHÓN.—Picachón, pico grande que usan los obreros de los ferrocarriles. PICADEIRU.—Picadeiru, tronco grueso que sirve de ménsula, que colocado al lado del lleñeiru es usado para picar la leña para el lar, cuando el picadeiru que con el tiempo ya se va desgastando a fuerza de picar en él la leña, se reemplaza por otro, y el picadeiru sirve de garbetu tras el lar en los inviernos.

PICURNIAR.—Picurniar, así se llama a las personas que tienen la costumbre de ofender con la palabra. PICURNIÓN.—Picurnión, amigo de ofender con la palabra. PIDIEGUS.—Pidiegus, así se llama a las personas que siempre están pidiendo cosas aunque no las necesiten. PIDIONES.—Pidiones, entiéndase en todas estas dicciones del pedir, que los pidiones son siempre los más molestos. PIESCALES.—Piescales, pescales, melocotoneros, etc. PIESCAR.—Piescar, pescar, cazar, coger, etc.

PICAL.—Pical, punta, altura, etc. PIESCHAR.—Pieschar, cerrar. PICALBAR.—Picalbar, así se dice de las frutas cuando comienzan a madurar.

PIESCUS.—Piescus, albaricoques, melocotones, etc.

PICAPICA.—Picapica, así le llamábamos a la sarna, que en aquellos tiempos de la posguerra casi todos rascábamos.

PIERNIQUEBRÁU.—Pierniquebráu, así se dice a la persona que tiene las piernas torcidas.

PICATUERU.—Picatueru, así se llama al pájaro carpintero.

PIGACIAR.—Pigaciar, igual que pigazar.

PICÓN.—Picón, pico, herramienta de picar la tierra.

PIGAZAR.—Pigazar, dormitear, etc. PIGAZU.—Pigazu, pequeño sueño.

PIMPANA.—Pimpana, fuentiquina que mana muy poco pero su agua es muy buena. PIMPANAR.—Pimpanar, manar un liquido tenuemente. PIMPANUDU.—Pimpanudu, grande, bueno. Exemplu. —Güéi fexe una arroxaura de pan ya xalióume pimpanuda. —Ayeri fomus a la festa de la Virxen de lus Romedius e había una romería pimpanuda, etc. (Hoy hice una amasadura de pan y me salió muy buena. Ayer fuimos a la fiesta de la Virgen de los Remedios y había una romería grandiosa, etc.). PIMPLAR.—Pimplar, entiéndese por hurtar, también por beber vino, etc. PIMPLÁU.—Pimpláu, borracho, robado, etc. PIMPLAYAR.—Pimplayar, beber despacio pequeñas cantidades de vino, etc. También sisar con moderación. PIMPLAYU.—Pimplayu, pequeña cantidad de bebida, etc., también pequeño hurto. PINA.—Pina, cuña de madera o de hierro, para mi suerte o desgracia yo he trabajado muy dura y sudorosamente con las dos, primero cuando casi era un niño con la de madera cuando era serrador, más tarde con la de hierro cuando era calderero de montajes. —Me recuerdo que un día que estábamos serrando madera en un castañedo de la aldea de Bandujo, haciendo una pina me corte un dedo casi hasta la mitad, con aquel accidente hoy en día cualquier obrero se tiraría de baja por lo menos casi un mes, más o menos bien asistido por el seguro de accidentes, sin embargo, yo que no tenía ninguna clase de seguros, envolví la herida en un trapo sucio que tenía como pañuelo para limpiarme el sudor, y trabajé aquel día y todos los demás hasta

que me sanó la herida sin que nadie me la curara, a no ser la medicina que yo empleaba, que era simplemente mear por el dedo siempre que tenía gana. PINCIEYA.—Pincieya ou pinciétcha, espina, o pequeña y fina blezna de madera o hierro, etc., que suele entrar en el pellejo. PINDONGA.—Pindonga, así se suele llamar a la mujer nada respetable en el sentido de la decencia. PINDONGUIAR.—Pindonguiar, callejear, hacer de pendanga, etc. PINDOXA.—Pindoxa, paraxeta. PINGA.—Pinga, gota que algunas personas siempre tienen colgando de la nariz, también gotas de aguas que caen, o alguna cosa que pinga, que cuelga, etc. PINGANDU.—Pingandu, mojado. PINGAR.—Pingar, caer un líquido, también algo que cuelga. PINGAYAR.—Pingayar, que gotea, que cuelga, etc. PINGAYU.—Pingayu, entiéndese por despreciable. PINGONA.—Pingona, persona poco respetable. PINGU.—Pingu, igual que pingona aunque más despreciable aun. PINIÉTCHU.—Piniétchu ou pinieyu, entiéndese por pino viejo pequeño y retorcido, también por altura más o menos elevada. PINÍN.—Pinín, pequeño e inocente. PININA.—Pinina, inocente, fácil de engañar, etc.

PINTORIU.—Pintoriu, así se llama a la persona amiga de farolearse y aponderarse, que suelen dárselas de entendidos en todo y ser los primeros en todas las cosas, etc., etc., etc. PINTUREIRAS.—Pintureiras, así se dice de las personas alegres, simpáticas, llamativas, etc. PINXAR.—Pinxar, pedir. PINXÓN.—Pinxón, así se llama a la persona que siempre está pidiendo algo. PIÑÁU.—Piñáu, lleno, arrecimado, etc., etc. PIÑEIRA.—Piñeira, peñera, peneira, cedazo. PIÑU.—Piñu, racimo, montón, etc., etc. PIOR.—Pior, peor. PIORE.—Piore, peor. PIOXERA.—Pioxera, piojera. PIOXEIRU.—Pioxeiru, lugar lleno de piojos, también que esté lleno de piojos. PIOXÍN.—Pioxín, nombre de un pájaro muy pequeño, también cariñosamente así se llama a los seres queridos. PIOXUS.—Pioxus, piojos.

PIRINDOLIAR.—Pirindoliar, moverse dando vueltas sobre sí mismo. PIRULINUS.—Pirulinus, caramelos largos y finos que había antes. También cariñosamente se llama pirulín al niño pequeño dulce, hermoso, etc., etc. También se entiende por pirulín a un juguete pequeño o un adorno que se coloca encima de una mesa, cómoda, etc., de reducidas dimensiones. PIRRU.—Pirru, perro. PIRRUSCUS.—Pirrucus, así se llama a los pellejos de tocino cuando quedan muy cascarolados después de haberles cocido o rustido para sacarles la grasa. PISCUEZADA.—Piscuezada, golpe dado con la mano en el piscuezu. PISCUEZU.—Piscuezu, pescuezo. PISÓN.—Pisón, martillo o ingenio parecido movido por la fuerza del agua, que sirve para trabajar el hierro. También se entiende por pisón al ravilón, que sirve para quitar la poxa a la escanda. PISTAÑA.—Pistaña, pestaña. PISTAÑAR.—Pistañar, pestañear. PISTU.—Pistu, plato o guiso asturiano que se hace generalmente con tomate, cebolla, patatas fritas, ajos, todo ello bien guisado junto, resulta un plato exquisito y muy sano.

PIOYERA.—Pioyera, piojera. PIOYUS.—Pioyus, piojos. PIQUEIRU.—Piqueiru, altanero, etc. PIQUINU.—Piquinu, pequeño.

PISTU.—Pistu, entiéndese por darse importancia, aparentar, etc., etc. —La fía d'Anxela paeme amindi que xinún se diera tantu pistu yera una bona rapaza. (La hija de Angela me parece a mí, que si no se diera tanta importancia era una buena muchacha).

PIQUINÍN.—Piquinín, muy pequeño. PITA.—Pita, gallina. PIRINDOLA.—Pirindola, peonza. PITEIRU.—Piteiru, gallinero.

PITINUS.—Pitinus, polluelos.

PLASMÁU.—Plasmáu, plasmado.

PITU.—Pitu, gallo, cigarrillo, silbato, etc.

PLASMU.—Plasmu, susto, etc. PLAUXIR.—Plauxir, aplaudir.

PIVARAN.—Pivaran, piraban, pillo, listo, etc., etc. PIVARAXU.—Pivaraxu, igual definición que pivaran.

PLAUXUS.—Plauxus, aplausos. PLAXAR.—Plaxar, plagear. PLAXISTAS.—Plaxistas, plageadores.

PIXAMA.—Pixama, pijama. PLAYUS.—Playus, plagios. PIXÍN.—Pixín, pez marino. PIXOTEIRU.—Pixoteiru, pijotero. PIXU.—Pixu, pijo. Pene. También se entiende por pixus a las personas gilipollas. PIXUETUS.—Pixuetus, peces marinos pequeños. También se llaman pixuetus algunas gentes que pueblan una parte de nuestro litoral. PIYOR.—Piyor, peor. PIZCAR.—Pizcar, plizcar, coger alguna porción pequeña de alguna cosa, también puede ser pellizco. PIZCU.—Pizcu, pequeña cosa, plizcu.

PLEPA.—Plepa, entiéndese por plepa al hablar, al charlar, etc. Exemplu. —Cúdiate miou nena del mozu que tenes, pos faléi you conél el oitre díe ya paeme amindi que ten muncha plepa, ya manéxala tan bén que ye capaz el mu condenáu d'entivocar fasta 'l mesmu diañu, anxín que ten cudiáu nun t'embanduye conecha ya despós te dexe p'apaxiétchar xantus. (Ten cuidado querida con el novio que tienes, pues el otro día he charlado yo con él, me parece a mí que tiene mucha labia, y maneja tan bien su conversación el condenado, que es capaz de equivocar con ella hasta el mismo diablo. Así que ten mucho cuidado que no te engañe, que no te líe con sus palabras y te haga un niño y después te deje para vestir santos).

PLACIAR.—Placiar, tranquilizar, conformar, etc.

PLEPAR.—Plepar, hablar, charlar, etc.

PLACÍU.—Placíu, tranquilo, conforme, etc.

PLEPAXUS.—Plepaxus, habladores, charlatanes, etc.

PLACHA.—Placha, playa.

PLIZCA.—Plizca, pellizca. También pequeña cantidad de cualquier cosa.

PLÁDANUS.—Pládanus, montes sin peñascos ni árboles, muy cuestos y peligrosos para el ganado vacuno. PLANTIAR.—Plantiar, plantar. PLANTÍU.—Plantíu, plantación, grupo de plantas, etc. PLASMAR.—Plasmar, pasmar.

PLIZCAR.—Plizcar, pellizcar. PLIZCU.—Plizcu, pellizcu o pequeña cantidad. POBLAR.—Poblar, entiéndese por poblar el arreglar el hogar, tal como hacer las camas, fregar, limpiar, etc., etc.

POCÉTCHA.—Pocétcha ou poceya, chispa que salta del fuego regularmente pequeña.

POLIÉTCHA.—Poliétcha, polilla.

POCÉTCHU.—Pocétchu ou poceyu, así se suele llamar a la persona que es rápida y vivaracha, que es aguda o inteligente.

POLLÍTICA.—Pollítica, política.

POLLISCUS.—Polliscus, pochiscus.

POLLÍTICU.—Pollíticu, político. POMAR.—Pomar, manzano.

POCHÍN.—Pochín, burro, asno, etc. POCHINAR.—Pochinar, acarrear a costillas cualquier cosa.

POMARÁ.—Pomará ou pomarada, lugar plantado de manzanos. POMPARAS.—Pomparas, burbujas.

POCHISCUS.—Pochiscus, así se llama a las encinas pequeñas, los pochiscus y las uces son la mejor leña para arroxar el fornu. POCHISQUEIRUS.—Pochisqueirus, lugares poblados de pochiscus. Los pochiscus o encinas que sus hojas no tienen pinchos en mis aldeas los usábamos como xardones en los inviernos que se terminaba la hierba y todo cebo para el ganado, estas ramas de los pochiscus las comían bien las vacas (claro que cuando aprieta el hambre el peor alimento es todo un manjar). POCIÉTCHUS.—Pociétchus ou pocieyus, pocillos. POLA.—Pola, mentira, enredo, etc.

POMPARIAR.—Pompariar, hacer burbujas. POMPARINAS.—Pomparinas, burbujas. PONES.—Pones, piojos. PONTE.—Ponte, puente en general. PONTIGA.—Pontiga, así se llama al corredor que pueda tener alrededor del hórreo o la panera, éstas por regla general suelen estar rodeadas de un corredor con rejas, pero existen muchos hórreos que solo tienen la pontiga frontal y esto es así porque todo el hórreo es de una persona. Cuando el hórreo está dividido en cuartos entonces casi siempre tiene las cuatro pontigas.

POLEIRU.—Poleiru, embustero, etc. POLÉU.—Poléu, lugar cuesto y a la vez hondonado que baja desde las montañas hasta el valle por donde suelen bajar los desprendimientos de piedras de éstas. POLEAR.—Polear, hacer rodar la leña la madera o las mismas piedras. POLEYINUS.—Poleyinus, mimos, caricias, etc.

PONTIQUÍN.—Pontiquín, pequeño puente. PONTÓN.—Pontón, puente rústico que se hace de troncos de madera para pasar los regueirus (torrentes). Estos pontones son fuertes y resistentes, pues están hechos no solo para el paso de las gentes y de los animales, sino también para los carros y rastros, que transportarán las cosechas y la hierba de la aldea.

POLEYU.—Poleyu, mimo. POLIENDRES.—Poliendres, papas, farinas, fariñes, etc.

PONTONES.—Pontones, pequeñas viguetas que unen a las vigas principales. PONXU.—Ponxu, puso.

PORCUSPÍN.—Porcuspín ou corpuspín, puercoespín. PORRICAS.—Porricas, desnudas, desvestidas, etc. PORTALÍN.—Portalín, pequeño portal. PORTIÉTCHA.—Portiétcha ou portiella, cancilla de los prados, tierras, corraladas, etc. PORTIÉTCHU.—Portiétchu ou portieyu, pequeña cancela bien de los huertos o lloxas, o de cualquier otra heredad pequeña. Por el portiétchu no pueden entrar los animales grandes.

POVIXAS.—Povixas, pequeñas y finas partículas de cenizas que se escapan del fuego, por regla general las povixas suelen ser blanquecinas, en mucha mayor medida que las cenizas en sí. POXA.—Poxa, los restos que quedan después de desgranar las espigas del trigo o la escanda, la poxa no sirve nada más que para mullíu. POXIGÁU.—Poxigáu, que tiene poxa, que sirve para poco o nada. POXU.—Poxu, residuos que quedan en el fondo de los líquidos. POYU.—Poyu, banco de piedra para sentarse, piedra sobresaliente plana, etc.

PÓS.—Pós, pues. POSTIÉTCHAS.—Postiétchas ou postialles, postillas. POTA.—Pota, cazuela. POTARÁU.—Potaráu, la olla llena hasta arriba. POTAXE.—Potaxe, potaje. POTE.—Pote, así se llama a la olla que tiene patas y un asa para colgarla de las pregancies encima del fuego. Los potes todos son de hierro colado y los hay de varias formas y maneras, jamás se podrá inventar una olla que haga la comida tan sabrosa como un pote de los de los tempos d’endenantes.

POZA.—Poza, hoyo abierto para plantar los árboles, sepultura, etc. PRADEIRA.—Pradeira, pradería. También se entiende por pradeira a un garabatu más ligero, con más dientes y más juntos que sirve para pradiar la hierba. Garabata. PRADIAR.—Pradiar, agarabatar con la garabata la hierba en el prado. También se entiende por pradiar, coger cualquier otra cosa en general, desde coger un catarro, hasta robar una cartera. PRAÓN.—Praón, prado grande. PRÁUS.—Práus, prados. PRECER.—Precer, perecer.

POUCU.—Poucu, poco. POUQUINÍN.—Pouquinín, poquito. POUXA.—Pouxa, posa, parada, descanso, etc. POUXAR.—Pouxar, parar, descansar, etc. POUXÁU.—Pouxáu, posado, parado, etc.

PREFECHU.—Prefechu, que está bien hecho. También refiriéndose a las personas se dice que son prefechas aquellas que gozan de buen tipo y elegancia. PREFIZU.—Prefizu, que ya hizo. PREFUMÁU.—Prefumáu, que está perfumado.

PREFUME.—Prefume, perfume.

PREXONAS.—Prexonas, personas.

PREGANCIES.—Pregancies, cadenas de hierro que colgadas del xardu siempre que el llar lu tenga, y sino de cualquier otro punto caen perpendicularmente encima del fuego, y sirven para colgar en ellas el pote o cualquier otro recipiente que tenga asa. Las pregancies se diferencian de las calamítcheres ou calamiyeres, en que estas no tienen el gancho para subirlas o bajarlas al final de la misma pieza de hierro donde se cuelga el pote, sino suelto asido a una argolla de la cadena.

PREXUÍCIU.—Prexuíciu, perjuicio. PREXUDICAR.—Prexudicar, perjudicar. PREXUMIR.—Prexumir, presumir. PREXUMÍU.—Prexumíu, presumido. PREXUS.—Prexus, presos. PREXUZGAR.—Prexuzgar, prejuzgar. PREVILEXU.—Previlexu, privilegio.

PREGÁU.—Pregáu, plegado. PREICIR.—Preicir, predecir. PREMITIR.—Premitir, permitir.

PRIENDA.—Prienda, prenda, vestido, joya, etc. También prender, sujetar. PRIETA.—Prieta, negra, morena, etc., etc.

PREMIXU.—Premixu, permiso. PRENDIÓN.—Prendión, tronco o rama grande que se cae de los árboles, bien por estar vieja o podrida o porque la fuerza del viento lo baltia, tira también se llaman prendiones a todas las gruesas y fuertes ramas de los árboles aunque se sostengan en él sin caerse. PREXÉAS.—Prexéas, prendas, joyas, herramientas, etc.

PRIETU.—Prietu, negro, moreno, apretado, sujeto, etc. PRIEXA.—Priexa, prisa. PRINDAR.—Prindar, retener, encarcelar, sujetar, guardar, etc. PRINDÁU.—Prindáu, cogido, guardado, sujeto, atado, etc. PRÍNXIPE.—Prínxipe, príncipe.

PREXENTE.—Prexente, presente. PRINXIPAL.—Prinxipal, principal. PREXENTÍR.—Prexentír, presentir. PREXERVAR.—Prexervar, preservar. PREXÉUS.—Prexéus, aperos, etc. PREXIDENTI.—Prexidenti, presidente. PREXIDIU.—Prexidiu, presidio. PREXINAR.—Prexinar, hacer la señal de la cruz, santiguarse, etc. PREXONAL.—Prexonal, personal.

PRINXIPÁU.—Prinxipáu, principado.—La Nuexa embruxaora ya Melgueira Asturies ye 'l únicu Prinxipáu prinxipal del mundiu enteiru XIN TOUS LUS NUEXUS HERMENUS LUS HISPANUS FALANTES, xupieren ben l'Estorie d'España, ya envidayaren sou lus sous fechus, chegaríen al encaldar couxes qu'entavía naide dixu, quiciaves perque de xempri naide tratóu a la miou Xantiquina, Fidalga, ya mu Noble, anxín comu Embruxaora ya Melgueira Tierrina, col respeutu que yefaen lus bonus fíus a la sou Má, perque quéranyu ou non, tous

lus Hispanu Falantes tenen en dalgún coiquín del Prinxipáu d'Asturies, lus sous primeirus Raigones, ya ístus Fidalgus Raigones, allumbrarun les tradiciones ya l'Ancestral Cultura d'Asturies, que fexu la Patria España que güéi tóus teñemus la Xagrá obligaxión de lluchar per Echa fasta la mesma Cadarma. Lu mesmu que tóus teñemus tamen l'obligaxón de curiar ya engrandieicer lus sous Raigones, perque una couxa xi, oitra nun fae Patria pa morrer per Echa con fellíz amore. TRADUCCIÓN.—Nuestra Embrujadora y Dulce Asturias, es el único principado de más grande importancia de todo el mundo, así todos nuestros hermanos los Hispano parlantes, supieran bien la Historia de España, y meditaran y pensarán, e idearan sobre sus hechos, llegarían a descubrir verdaderos ríos de fermentaciones de hechos y cosas, que todavía nadie dijo, quizás porque desde siempre, nadie trato a Mi Divina, Hidalga, y muy Noble, así como Embrujadora y Dulce Asturias, con el respeto debido que le profesan los buenos hijos a una Madre como lo es Asturias. Porque quiéranlo o no, todos los Hispanos Parlantes que no se sometieron a ser simples y despreciables esclavos, bajo la dominación del fanático musulmán, tienen en algún lugar del Principado de Asturias sus verdaderas Raíces, sus “Raigones”, y estos Hidalgos Antepasados que forjaron la Patria España, alumbraron las tradiciones y la Ancestral Cultura de Asturias, que en sí no es otra que la cimentación de la cultura de la Patria España, que hoy todos tenemos la ineludible obligación, de luchar por Ella hasta la muerte. Lo mismo que todos también tenemos la obligación de cuidar, proteger, engrandecer y respetar sus sagradas Raíces porque una cosa sin la otra no hacen la Patria que se necesita parar morir por Ella con feliz amor. PROBE.—Probe, pobre, mendigo, necesitado, etc.

PROBECER.—Probecer, volverse pobre. También se entiende por probecer a un tiempo que se tarda, que se espera, que a uno le parece largo y aburrido, etc. PROBOCIÓME.—Probocióme, que me ha tardado, que me he aburrido en la espera, etc. PROBETAYUS.—Probetayus, muy pobres y desgraciados. PROBETÓN.—Probetón, pobre, inocente, desgraciado, desdichado, etc. PROCEXÓN.—Procexón, procesión. PROFÍA.—Profía, porfía, discute, se obstina, etc. PROFIÓN.—Profión, que es muy dado a porfiar, a discutir, etc. PROFIYAR.—Profiyar, prohijar. PROPIAR.—Propiar, mirar, reparar, valorar, etc. PROPIÁU.—Propiáu, mirado, reparado, valorado, etc. PROPUÉN.—Propuén, que propone. PROPUXU.—Propuxu, que ha propuesto. PRUNAL.—Prunal, arbusto parecido al ñixal, que da unos frutos pequeños de color morado, que estando verdes o semiverdes no hay nadie que los coma, porque son tan sumamente agrios que casi le paraliza a uno el sentido del gusto, sin embargo cuando están bien maduros saben muy ricos y son medicinales para muchas cosas del cuerpo, tales como el estómago y el intestino, así como también dicen que purifican los bronquios. PRUNUS.—Prunus, fruto de la prunal. PRUXIR.—Pruxir, desear, ansiar, etc.

PRUYIR.—Pruyír, igual definición. PÚCARA.—Púcara, cartera, billetero, dinero, riqueza, etc. PUCARAR.—Pucarar, guardar, ahorrar, etc. PUCHA.—Pucha, sátira. PUCHEGUS.—Puchegus, amigos de lanzar sátiras, también los puchegus tienen la costumbre de hacer razonamientos, son agudos en sus decires que casi todos están dentro de mas o menos hirientes o halagantes sátiras. PUÉN.—Puén, que pone. PUENXU.—Puenxu, que puso. PUERTU.—Puertu, brañas, pastos altos comunales donde pastorean los ganados desde el mes de mayo hasta el mes de noviembre aproximadamente. PUGAS.—Pugas, puntas desde las usadas para clavar los tacus de las madreñas, que las que no van ferráes llevan taquinus de goma, hasta las puntas mas grandes. PUGUINAS.—Puguinas, pequeñas puntas que usábamos para encantexar (remendar) las madreñas con remendinos de lata, etc. PULGAR.—Pulgar, mondar, pelar, etc. PULGUINAS.—Pulguinas, así se llama a las castañas no mayucas que se pulgan (mondan, pelan) para después cocerlas, una vez cocidas se les bazcuya (recude) el agua y después se comen volviendo a pulgarles lus mianus. Las castañas pulguinas son muy alimenticias y lo mismo se pueden comer con leche desmigajándolas en un tazón, que sin ningún acompañamiento. PULGUS.—Pulgus, así se llama a las mondaduras de las frutas, patatas, etc.

PULPIAR.—Pulpiar, hablar, hacer mítines, etc. PULPIU.—Pulpiu, púlpito. —Alcurdume you nagora comu 'l cura de la miou aldina naquechus tempus d'endenantes falaba disdi 'l pulpiu de l'illexa tous lus dumingus ya díes de festa, a les xentes de la parroquia, ya naide faía un gurgutu, pos tóus l'ureaban en xillenciu ya con respeutu, lu que nun séi yera de lu que falaba, perque cheldábalu nel idioma español, ya you ta ye 'l díe de güéi que nun entendu ben isti máxicu ya xegún el miou pequenu paicer, el mái grandie ya intelixenti, 'l mái ricu ya internacional idioma de la Tierra, per que dientru de la Llingua d’España tan llantaes en bon xeitu pallabres de tou lus idiomas ya dialetus del mundiu enteiru. TRADUCCIÓN.—Me recuerdo yo ahora, como el sacerdote de mi aldea, en aquellos difíciles tiempos del pasado, hablaba desde el púlpito de la iglesia, todos los domingos y días festivos a las gentes de la parroquia, y nadie osaba ni tan siquiera toser, ni hacer el más pequeño movimiento, y todos le escuchaban en silencio y con grande respeto, lo que no me recuerdo es de lo que hablaba, porque lo hacía en el idioma español y yo todavía es el día de hoy, que no entiendo bien este mágico y según mi pequeño parecer, el más grande e inteligente, así como el más rico e internacional Idioma de la Tierra, porque dentro del Idioma español, se encuentran plantadas en buen lugar, palabras de todos los idiomas y casi dialectos del Mundo entero. PULXAR.—Pulxar, pulsear. PULXEIRAS.—Pulxeiras, pulseras. PULXU.—Pulxu, pulso, entiéndase en todas las formas y dimensiones. PUNXAR.—Punxar, empujar, tirar, bregar en general.

PUNXU.—Punxu, que ha colocado, puesto, etc. PUXA.—Puxa, esfuerzos que hace una persona o animal para arrojar algo de su cuerpo que le estorba, como por ejemplo, cuando las hembras paren puxan con dolor para alumbrar a sus hijos, o como cuando uno tiene ganas de vomitar también puxa por hacerlo. Esta palabra que usan la trelda de los dirigentes de Conceyu Bable es la más asquerosa que tiene la Llingua d'Asturies, claro que no tan llabascona como lo son ellos. Cuidado, yo siempre hablo refiriéndome a la Llingua y Costumes de miou Tierrina, yo en las demás cosas suele meterme poco.

QUEIMOR.—Queimor, ardor, resquemor. QUEIXA.—Queixa, queja. QUEIXADA.—Queisada, quijada. QUEIXARSE.—Queixarse, quejarse. QUEIXÍU.—Queixíu, quejido. QUEIXÓN.—Queixón, que siempre se esta quejando. QUEIXU.—Queixu, queso. QUEREDIS.—Queredis, queréis.

PUXAR.—Puxar, pujar, hacer fuerza, etc.

QUERÍA.—Quería, querida, amante, etc.

PUXARRA.—Puxarra, cosa de escaso o ningún valor. Puxarra en el asunto de las Costumbres y LLingua de Asturias son sin ningún género de dudas los dirigentes del Conceyu Bable y paéme a mí que también las gentes que orean en ellos.

QUERÍU.—Queríu, querido, amante, etc. QUERINDANGA.—Querindanga, amante, querida de poca monta. QUICIAL.—Quicial, el quiciu de la puerta.

PUXU.—Puxu, puso, colocó, etc. QUICIAS.—Quicias, quizás. PUXUS.—Puxus, esfuerzos, viene de puxa. PUYA.—Puya, puja, subasta, etc., también sátira. PUYAS.—Puyas, así se suele llamar a las yemas de los árboles. PUYÉU.—Puyéu, pividal, aviñonáu, lleno, etc.

Q QUÉI.—Quéi, que es, que fue, etc. QUEIMÁ.—Queimá, quema. QUEIMADA.—Queimada, quemada.

QUICIAVIS.—Quiciavis, acaso, tal vez, quizás. QUICIU.—Quiciu, punto de apoyo de las puertas antiguas, que bien podía ser de hierro tanto arriba como abajo, otras puertas que eran íntegramente de madera se apoyaban en un agujero que tenían las soleras de piedra, donde entraba un fuerte y recio torno de madera que poseía e marco principal de la puerta, por esto no era de extrañar que en los veranos las puertas al abrirlas rinchasen tan fuerte que algunas se sentían desde lu cimeiru (mas apartado, más alto) de la quintana. QUILMA.—Quilma, saco muy grande de mejor tejido que éste que hacia de capacidad dos sacos enteros. Las quilmas

eran para nosotros muy apreciadas porque las usábamos para bajar la hierba de las cortes de monte cuando en los Payares de casa ya se acababa. También las solían usar las personas mayores como capiétchus para resguardarse de la lluvia, etc. QUINTA.—Quinta, propiedad cerrada con muros, rico y reducido caserío de ricos. QUINTANA.—Quintana, antoxana, etc. QUIXEREN.—Quixeren, quisieran. QUIXU.—Quixu, quiso.

R RABADAL.—Rabadal, parte de la columna vertebral cercana al rabo. RABADAYU.—Rabadayu, pez marino. RABADIEYU.—Rabadieyu, igual definición. RABALGASE.—Rabalgase, sublevarse, rebelarse, disciplinarse, etc. RABANEIRAS.—Rabaneiras, así se llama a las personas que son muy libres, enredosas, dueñas de unos decires y haceres que se salen de lo normal. RABAÑÁU.—Rabañáu, limpio, yo me recuerdo cuando era pequeño, que mi madre si quería casi nunca necesitaba limpiar mi plato cuando terminaba de comer, pues siempre lo dejaba tan rabañáu que hasta inclusive lo lamía, dejándolo tan sumamente limpio y reluciente, que aún el mismo perro que debía de tener más hambre que yo se preocupaba de lamerle. RABALGÁU.—Rabaigáu, sublevado, etc. También se entiende por rebalgar, el

colocarse encima de una caballería o cualquier otra cosa en postura de jinete. Reblagar. RABAYU.—Rabayu, rabeira. RABEIRA.—Rabeira ou rabeiru, así se llama por así decirlo al mango del arado, donde se apoya la mano para manejarlo, conduciéndolo firmemente para encaldar lus xétchus (para hacer los surcos o riegos). RABEXAR.—Rabexar, así se llama cuando las vacas al ordeñarlas existen algunas que siempre están dando rabotazos molestando al vaqueiru que las afuxina (ordeña), algunos le suelen atar el rabo a una de sus piernas de esta forma ya no pueden rabexar. RABEXINAS.—Rabexinas ou rebexinus, pequeñas rabietas o enojos que suelen tenerlos niños mimados y consentidos. También se entiende por rabexinas ou rebexinus a los enojos pasajeros y de poca importancia que algunas veces se cheldan entre las gentes. RABIEXU.—Rabiexu, así se dice cuando una persona es dada a ponerse de mal humor y llenarse de mal genio o rabia. RABIEYUS.—Rabieyus, enojos, enfados, rabietas, etc. RABIL.—Rabil ou rabilín, molino movido a brazo o por cualquier otra fuerza que sirve para espoxicar a la escanda, quiero decir quitarle la poxa, las arestes y cascarilla. RABILAR.—Rabilar, se entiende por espoxicar la escanda. RABIONES.—Rabiones, corrientes de agua mas o menos fuertes y tumultuosas que se forman en los ríos. También se entiende por rabiones a las personas que se encolerizan y se enojan por poca cosa. RABIOXUS.—Rabioxus, rabiosos.

RABÓN.—Rabón, harina cocida con leche. RABONÁU.—Rabonáu, espeso, natoso, etc., etc. RABUCAR.—Rabucar, arrancar las hojas a las mazorcas, arrancar cualquier cosa. RABUCÁU.—Rabucáu, que está arrancado, que no tiene rabo, etc. RABUCU.—Rabucu, así se llama a las mazorcas que no sirven para enriestrarlas porque son menudas o malas, o porque sus hojas no aguantan la presión o fuerza a que son sometidas al enriestrarlas. El maíz rabucu por regla general es de peor calidad que el enriestráu. RABUCU.—Rabucu, que no tiene rabo, que está sin hojas, etc. RABUXUS.—Rabaxus, así se suele llamar a los pequeños manojos que se arrancan cuando "s'anda 'l pan", quiere esto decir, que después de sallar la escanda, pasado un tiempo hay que "andarla", para arrancar los cardos, las avenas o dalgunus cabrones de pan (tallos) porque están muy juntos, todos estos manojos que se sacan de andar el pan se llaman rabuxus, que son un buen alimento para el ganado. RACANA.—Racana, avara, despreciable. RACANAR.—Racanar, avaricia, etc., etc. RACHÁU.—Racháu, rayado, pintarrajeado, etc. RACHÓN.—Rachón ou rallón, especie de rastrillo que se hace de una tabla resistente como de poco más de una cuarta que va mangado en un mango y sirve para rallar le corte cuando no esta mullida, quiere esto decir que con el rallón se limpia la cuadra de

bonicas y orinos, pero esta herramienta no sirve para tal menester cuando la cuadra está mútchida, pues entonces es menester espalarla. Limpiarla con la pala de dientes. RAGUÑAR.—Raguñar, arañar, también apoderarse de lo de los demás. RAGAÑÁU.—Ragañáu, abierto, partido, cortado, etc., dícese así de las frutas cuando por estar maduras sus pieles se parten. También se entiende por ragañar por enseñar los dientes en el sonreír, o cuando el perro enojado arragaña sus dientes en carácter ofensivo. También se entiende por ragaña a cualquier hendidura o resquicio, etc. RAGUÑONES.—Raguñones, arañazos, también se suelen llamar raguñones a las personas que son dadas a rabañar los intereses ajenos. RAGUÑÓN.—Raguñón, arañazo. También persona amiga de lo ajeno. RAIDEIRU.—Raideiru ou raxeiru, palo que sirve para una vez llenas las medidas de áridos, o castañas, se pasa por encima para nivelar su contenido con el fin de que nadie pueda decir que ha sido timado en su medida. RAIGAÑUS.—Raigañus, raíces más o menos principales que proceden de los Raigones. RAIGONES.—Raigones, son los raigones las principales raíces de los árboles, de ellos nacen las raíces que abastecerán a los raigones de sabia que hará crecer el árbol. Entre las gentes los Raigones significan su principal origen, su fuente creadora de una raza o estirpe, que por regla general se desprende de ella acogiéndose simplemente a las raíces. Un ejemplo claro y conciso de que esto es así lo tenemos en Asturias, que siendo la Madre de los Raigones de la Hispanidad, poco a poco se la fue olvidando, no considerándola como tal, y bien debían de pensar todos los

Hispanos, que quienes no tenían Raigones en Asturias, sus orígenes se pierden en la esclavitud de ser débiles supervivientes del Mahometanismo, que arrancó de ellos por la fuerza el orgullo de luchar hasta vencer o morir, como lo hicieron todos los españoles que refugiados fusionados con la raza Astur, dieron lucha sin cuartel al árabe hasta arrojarlo vencido y humillado de nuestra Patria. RAÍN.—Raín, raideiru. RAITÁN.—Raitán, pájaro petirrojo. En mis aldeinas también le llamamos pimenteiru, porque tiene su plumaje en el pecho del color del pimiento.

RAMALIÁU.—Ramaliáu, atado, conducido, prisionero, etc. RAMAXES.—Ramaxes, ramajes. RAMETUS.—Rametus, pequeños rastros de acarrear hierba o leña, etc. RAMERA.—Ramera, xata (jata) que subasta una parroquia o comunidad para agenciar dineros para hacer la fiesta de su Xantu ou Xantina (de su Santo o Santina). Por regla general esta Jata había sido ofrecida por algún vecino para tal menester bien porque éste le rogase una súplica a los celestiales Xantus de su aldea, que al ser conseguida en agradecimiento regalaba la jata, o cualquier otra ofrenda.

RAÍU.—Raíu, raído. RALEA.—Ralea, razón de estirpe, raza, clase, etc. RALEIRAS.—Raleiras, entiéndese por cosas que faltan dentro de una uniformidad. Dientes que faltan en una dentadura, semillas en un sembrado, árboles en un monte, etc. RALLAR.—Rallar, limpiar, arrallar con el rachón la cuadra, etc. RALLAURAS.—Rallauras, residuos de la limpieza, etc. RALLÓN.—Rallón, rachón.

RAMINGUS.—Ramingus, enojos pequeños, tonterías, etc., etc. RAMPLA.—Rampla, cuesta empinada. En la mina se denomina rampla a las vetas de carbón que al ser arrancado éste quedan los huecos asegurados por mampostas, estos espacios que por regla general suelen ser muy empinados se llaman ramplas. RAMPLERUS.—Ramplerus ou guaxes, son los que trabajan el carbón en las minas no arrancándolo de sus vetas, sino paleándole al tenor que el picador lo va desgajando bien con el martillo o con la simple regadera (pico ligero de extremos muy aguzados y largos).

RALU.—Ralu, parecido a raleras. RAMALÁU.—Ramaláu, dícese así cuando los ojos se encuentran encarnispados por algún mal, o cuando una herida está infectada con rameláus sanguíneos, etc.

RAMPLONA.—Ramplona, así se dice a la persona que es amiga de apropiarse de lo ajeno. RAMPLONADA.—Ramplonada, ladronizo, hurto, etc.

RAMALAZUS.—Ramalazus, así se denomina cuando a las personas les entran ruxuras (locuras), desatinos, etc.

RAMPLÓN.—Ramplón, rampla muy pronunciada. También persona amiga de lo ajeno.

RAMALIAR.—Ramaliar, conducir, dirigir, etc.

RAMPUÑA.—Rampuña, coge, quita, arrebata, etc.

RAMPUÑAR.—Rampuñar, quitar, robar, etc. RAMPUÑÓN.—Rampuñón, amigo de robar, etc. RAMU.—Ramu ou corzu ou corciétchu, así se llama al rastro de acarrear le hierba desde los prados hasta los pajares de la aldea. RAMU.—Ramu, palma que ponen los ahijados a sus padrinos por el día de Ramos. RAMU.—Ramu, manojo de flores o de ramas, etc. RAMU.—Ramu, así se llama al conjunto de cinco piezas de pan de la flor de la harina de la mejor escanda, cuatro alargadas y artísticamente bien dibujadas por así decirlo, y la otra un roscón redondo que daba remate al conjunto, todas ellas iban colocadas encima de una pequeña anda circular que transportaba un rameru o mozo del lugar, este ramu sabiamente engalanado por regla general solía llevar cuatro largas cintas que sostenidas cada una de las cuales por una muchacha, le daban al ramu una majestuosidad casi divinizante. —Les xentes de mious aldines nus tempus d'endenantes yeren tóes eñamoráes ya fervientes creyentes non de llingua xinún de fechus ya xentimemtus, anxina yera que c'aldina ou parroquia teñía un Xantu ou Melgueira Xantiquina que tous lus anus l'encaldaben la mexor festa que pudieren atreinale, per aquechus tempus entavía les Xantiquines Melgueires de mious aldines teñíen un mayordomu per anxina chamálu que fora elexíu pel veicindariu, que teñía la mixón de curiar ya llindiar xin escudiu lus interexes de la Xantina paque lus cures nun lus arrapiegaren, comu comencipiarun faer despós de l'engarradiétcha que xemóu de cadarmus la Nuexa Embruxaora Asturies. Isti mayordomu teñía que rendir les cuntes non al cura xinún a la xunta veicinal de l'aldina, y'anxina ente

tóus cheldaben tou lu que viexe que faer p'encalcar la mexor festa que c'anu faíen. Per aquechus tempus yera la Xantina n'aldina lu mesmu que un divinu ser vivienti 'l que toes les xentes le pedíen romedius ya conxexus, per toes istis couxes les xontes xempre taben fayénduye ufriendes, anxina yera qu'el díe de la sou festa lu mesmu la procexón trés la Melgueira Xantiquina diben una ucena de ramus de la mexor farina d'escanda qu'allumbraben lus sous erus. D'angunus ramus taben fechus de dulce, queru falar que taben cheldáus con manteiga, bonus güevus, mel ou azucare. Anxina yera que cundu se diben a xubastar, que tal couxa faíala 'l mayordomu, les xentes de tous lus conceyus veicinus ya oitres xentes que lu mesmu achegaben de l'Argentina que de Méxicu ou de cuallesquier oitre chugar de la Tierrina ou d'España falu que puyaben per aquel pan benditu con prodiguéz ya bon entuxasmu, ya conistus cuartus que s'atropaben, ya con les llimosnes que dexaben nus ceipinus de la Xantiquina, se faía la Rumería que lu mesmu s'allargaba dous ou tres díes, dou les urquestes de múxica, lus gaiteirus que tamborileirus que habíalus a fatáus, tocaben ya gaitaben fartus de chucu ya xidre ya oitres llicores lu mesmu que xin tuviexen enlloquecíus, faciendu que les xentes danciaren y cantaren ameruxáes de fellicidá ya ñoble ya sana allegría. Güéi toes istes ancestrales tradiciones forun cuaxi d'afechu escuatramindiades per lus mesmus cures, que 'l afoinar lus interexes de les Xantines encorexandu lus sous cuartus llimosniegus, esfixerun les festes ya rumeríes. You envidayu nagora, qu'aqueches costumes ya creyencies teñíen al Pueblu Astur hermenáu ya xuníu, lu mesmu les xentes de les drétches que les de les esquerdes, toes taben hermenáes ya daben en tou momentu la mesma vida per defiender la sou Melgueira Tierrina. Güéi nel díe tamus cuaxi tóus xebráus, escuatramindáus, lus drechistes per un cháu, lus esquerdistes per oitre, ya con istis couxes papalviegues ya fedientes

tamus tóus amemplenándu la Nuexa Quería Asturies d'esgracies ya probezas, lu que teñemus que faer lus astures ya lluéu, ye rexuntanus denuéu oitra veiz con respeutu y'amore, dientru d'un partíu dou cueyan xin enoxase toes les xentes ñobles d'Asturies, ya namái que dista maneira faeremus del Nuexu Prinxipáu 'l mexor, mái ricu, llibre ya felliz pueblu del mundiu. TRADUCCIÓN.—Las gentes de mis aldeas en los tiempos pasados, eran todas enamoradas y fervientes creyentes, y no de palabra, sino de hechos y hermosos sentimientos, así era, que cada aldea o parroquia tenía su Santo o su Dulce Santina, que todos los años le hacían la mejor fiesta que pudieran prepararle. Por aquellos tiempos todavía las Dulces Santinas de mis queridas aldeinas tenían un mayordomo por así llamarlo que habla sido elegido por el vecindario, que tenía la misión de cuidar y administrar los intereses de la Santina para que los taimados sacerdotes no se los robaran, como comenzaron hacerlo después de la Guerra Civil, que sembró de muertos toda nuestra querida Tierrina. Este mayordomo tenía que rendirle las cuentas no al cura, sino a la Junta vecinal de la aldea o parroquia, y así de esta manera entre todos hacían todo cuanto fuese menester, para que cada año hubiese mejor romería. Por aquellos tiempos era la Santina de la aldea lo mismo que un divino ser viviente, al que todas las gentes le rogaban favores y consejos, por todas estas cosas las gentes siempre le estaban ofreciendo cosas, así era, que el día de su fiesta lo mismo tras la procesión de la Dulce Santina iban una docena de ramos hechos amorosamente con la mejor harina de escanda que alumbraban sus productivas tierras. Algunos ramos estaban hechos de dulce, quiero decir que estaban amasados con manteca, buenos huevos, miel y azúcar. Así era que cuando se iban a subastar, que tal cosa la llevaba a cabo el propio mayordomo, las nobles e hidalgas gentes y sentimientos, que lo mismo venían de la querida Argentina o del amado Méjico o de cualquier parte del

mundo, de Asturias o de España, digo que pujaban por aquel pan bendito con prodiguez y santificante entusiasmo, y con los dineros que se sacaban con esta subasta, y las limosnas que dejaban en los cepillos de la Santina, se hacía la ruidosa romería que lo mismo se alargaba dos o tres días, donde las orquestas de música, los gaiteros y tamborileros, que todos tocaban a la tema (envidia) a ver quién mejor lo hacía, y que habla muchos y los mejores de Asturias, tocaban y gritaban hartos de cordero y sidra, así como de toda clase de licores y vinos, lo mismo que si estuviesen enloquecidos, haciendo que las gentes bailasen y cantasen plagadas de felicidad, de noble y sana alegría. —Hoy en día, todas estas ancestrales tradiciones fueron casi del todo exterminadas por los mismos curas que por la ley de la fuerza se apoderaron de todos los intereses de las Santinas, guardando avaramente los dineros sagrados de las limosnas que entregaba el sano y creyente pueblo, por esta tan simple razón se han deshecho muchas fiestas y romerías sonadas de nuestra Amada Asturias. —Yo humildemente pienso ahora, que aquellas sanas costumbres tradicionales, que aquellas recias y firmes creencias, tenían al Pueblo Astur hermanado, muy unido, lo mismo las gentes de las derechas que las de las izquierdas, todas estaban fraternalmente unidas, y daban en todo momento hasta sus propias vidas en la defensa de nuestra Embrujado y Dulce Tierrina. Hoy en día con tanto partido de “caga la perra”, estamos todos separados, enfadados unos con los otros, como si nos odiásemos rabiosamente, los derechistas por un lado sin poder hacer nada, los izquierdistas por el otro haciendo lo mismo, y con estos haceres envenenados y mal olientes, estamos todos llenando a nuestra querida Asturias de desgracias y pobrezas. Yo creo que para sufrir esta maldita lacra que por donde quiera nos rodea, lo que tenemos que hacer los astures y muy pronto, es reunirnos todos con sumo respeto y grande hermanado amor, dentro de un

partido eminentemente regionalista donde quepan sin enojarse todas las nobles e hidalgas gentes de Asturias, tanto de las derechas como de las izquierdas, y así de esta manera haremos de nuestro Principado, al mejor, el más rico, libre y feliz pueblo, de nuestra querida Patria España y del mundo entero. RANÁU.—Ranáu, arranáu. También se entiende por Ranáu a las frutas o porciones que por excesiva agua pierden su natural desarrollo, tanto en maduración como en sabor y otros menesteres. RANCUAYU.—Rancuayu, pequeño, ruin, etc. También se entiende por rancuayus a los machos que les falta uno o los dos testículos. RANGÁU.—Rangáu, así se llama a las personas, animales o cosas que se encuentran destartaladas, rangantes, cojeantes, etc.

RAÑUCAR.—Rañucar, dícese así cuando los animales están pastiando en un prado que se encuentra sumamente pacido, entonces los animales sólo hacen rañucar, dicho de otro modo, simplemente se entretienen matando su hambre. RAPACINUS.—Rapacinus, niños de diez o doce anos aproximadamente. RAPAZADA.—Rapazada, travesuras que suelen hacer los mozos. RAPAZONES.—Rapazones ou rapaces, mozos en general. RAPAZUS.—Rapazus, entiéndese por rapazus a todo hombre o mujer que no sean viejos, quiero decir que no sean paixanus. Perque disdi paixanu fasta vieyu namái que hai qu'un treixu. (Porque desde paisano hasta viejo nada más que existe un escalón, un trecho, etc). RAPIAR.—Rapiar, rapar, cortar, segar.

RANGUIAR.—Ranguiar, cojear, etc. RAPIEGAR.—Rapiegar, robar. RANDIONAR.—Randoniar, así se llama al rondar, cortejar, vigilar, etc. RAÑAR.—Rañar, entiéndese por rañar agotar o limpiar o consumir una cosa hasta su fin. Exemplu. —Ya nun puéu chevar les vaques a guarecer al prau Grandie, perque ta tan rañáu comu 'l culu 'n nenu. (Ya no puedo llevar más las vacas a pastiar al prado Grande, porque está tan limpio de pación como las nalgas de un niño de vello). —Güéi dexasti 'l pletu rañáu d'afechu paime amindi miou nenu, que la mexor melecina pa lus famientus ye corrumpinayes el pletu de comedeira ya que lu dexen comu tóu lu fixisti, rañáu d'afechu. (Hoy has dejado el plato limpio de toda comida, a mi me parece hijo mío, que la mejor medicina para los hambrientos, es llenarles el plato empericotáu de comida, y que le dejen como tu lo has hecho, limpio del todo).

RAPIEGONES.—Rapiegones, ladrones, explotadores, etc., etc., etc. RAPIEGUS.—Rapiegus, así se llama al zorro. RAPIELGÁU.—Rapielgáu, despellejado, mordisqueado, arañado, etc. RAPIELGUS.—Rapielgus, desgarrones, cortaduras profundas, mordiscos, etc. RASCUÑÓN.—Rascuñón, arañazo, etc. También se suelen llamar rascuñones a las personas que son muy dadas a rascuñar bien sea en las propias carnes como en los estimados intereses. RASCUÑU.—Rascuñu ou rasguñu, arañazo, etc.

RANXÍN.—Ranxín, malo, de intenciones o hechos malignos.

RAXA.—Raxa, raja, bien de carne, etc. También se entiende por raxa una viruta de piedra o metal muy puntiaguda, etc.

RANXINA.—Ranxina, rabia, ira, etc. RASGUIAR.—Rasguiar, resgar, cortar, etc., etc. RASGUIÁU.—Rasguiáu, roto, despedazado, etc.

RAXAR.—Raxar, rajar, cortar, tajar, etc. RAXÁU.—Raxáu, rajado, resquebrajado, etc. RAXERA.—Raxera, baja, a nivel, etc.

RASPIAR.—Raspiar, rozar, rascarse delicadamente. RASPIAR.—Raspiar, entiéndese por coger, hurtar pequeñas cosas, etc. RASPIAS.—Raspias, mondaduras de las frutas, etc., etc. RASPIONAZU.—Raspionazu, que tocó una cosa contra la otra con mas profundidad que si raspiara. RASPIU.—Raspiu, pequeñez en todas las dimensiones y formas. RASTRIAR.—Rastriar, buscar el rastro, los perros rastrean, los policías hacen lo mismo, etc. RASTRIEGUS.—Rastriegus, faltos de ánimo, de fuerza, que van los últimos, etc. RASTROXUS.—Rastroxus, rastrojos. RASTROXEIRU.—Rastroxeiru, lugar poblado de murgazu, de rastrojos, etc. RATINAS.—Ratinas, raza de vacas de excelente calidad muy productivas. En mis aldeas tan sólo tenían vacas ratinas de calidad aquellos vecinos que tenían buenos prados. La vaca ratina es principalmente de llano o media montaña el color de su pellejo va desde el negro hasta el pardo. RATU.—Ratu, clica.

RAXERAR.—Raxerar, nivelar, afinar, desbastar con el raxeru. RAXERU.—Raxeru, herramienta alargada con dos pequeños mangos uno a cada extremo que sirve para desbastar la madera, bien los madreñeros que principalmente la usan para rematar el pulimiento de sus madreñas, como también los goxeirus tienen el raxeiru como su principal herramienta, así como cualquier aldeano tiene en su teixá un raxeiru que usa desde hacer un arado de madera, hasta desbastar y afinar el mango de una fexoria, etc., etc. También se llama raxeru ou raxeiru a un palo por lo regular cilíndrico muy fino y derecho que se usa para pasarlo por encima a las medidas de cualquier cosa con el fin de que ni baya de más ni tampoco de menos. Un copín de maíz raxeiru, se le considera pequeño aunque tenga la justa medida. En mis queridas aldinas todas aquellas personas que usaban el raxeiru eran muy miserables. RAXETAS.—Raxetas, así se llama a las madreñas que ya no tienen tacones, que están muy gastadas. Las madreñes raxetes sólo valen para andar por casa. Quiere esto decir que no sirven para caminar cómodamente. Las madreñas que terminan raxetas y no tienen dalgún encantexu pero todo lo demás esta fuerte y sano, son madreñas que tuvieron un ruin dueñu, o que fechas de maera de canizu se le rompieron los tacos, etc.

RAXINUS.—Raxinus pequeños chorros de líquido, pequeños rayos de luz. RAXÓN.—Raxón, rayada de sol muy fuerte, ola de calor. RAXONES.—Raxones, rayos de luz, de calor, chorros de cualquier liquido grandes, etc.

REBANZÁU.—Rebanzáu, entiéndese esta palabra en dos sentidos, uno rebanzar significa detener, bien el agua en los banzáus o cualquier otra cosa, y también rebanzar significa lazar el tiempo, quiero decir, que encontrándose el tiempo lluvioso y desapacible se va tornar bueno. REBAYÁU.—Rebayáu, agachado, escondido, etc.

RAXURA.—Raxura, rasura, etc. RAXUS.—Raxus, chorros de leche que salen del caldar de las vacas cuando se las ordeña. Rayos de luz, etc. REBALBIAR.—Rebalbiar, retazar, estar demasiado hastiado y por esta razón se rebalbia todo. REBALBIÁU.—Rebalbiáu, hastiado, etc. REBALGÁU.—Rebalgáu ou reblagáu, con las piernas abiertas o ajinetado en tal postura sobre cualquier objeto. REBARDIAR.—Rebardiar, hablar con fuerza, discutir, etc. REBARDIONES.—Rebardiones, así se llama a las personas amigas de discusiones y protestas.

REBAXAR.—Rebaxar, rebajar. REBAXU.—Rebaxu, rebajo, ahondo, etc. REBANCIUS.—Rebancius, así se llama cuando en los días lluviosos de vez en cuando vienen claros de no llover y es precisamente en estos rebancius cuando las gentes hacen los cortos trabajos más necesarios, como las mujeres ir a la fuente por el agua o a llavar cuatro fatus, o los hombres pican la lleñe ou faen lus sous llabores.

REBAYUS.—Rebayus, envoltorios, bultos, etc. También se entiende por pequeñas cuevas, ondulaciones del terreno, pozos, etc. REBELDIE.—Rebeldie, rebelde. REBELDIONES.—Rebeldiones, rebeliones. REBELGÁU.—Rebelgáu, así se dice cuando una persona se encuentra dentro de un ataque de risa producido porque otra le hace rebelguinus. REBELGUINUS.—Rebelguinus, cosquillas. REBEXÁU.—Rebexáu, enojado, enfadado, etc. REBEXINUS.—Rebexinus, pequeñas rabietas, etc. REBEXU.—Rebexu, retorcido, malo, con intenciones aviesas. También se entiende por rebexus a los retorcimientos que uno pueda sufrir en un pie, etc., etc. REBILBIAR.—Rebilbiar, retoñar, revivir, etc., etc. REBILBIÁU.—Rebilbiáu, restablecido, animado, con ganas de vivir, etc., etc. REBILCONES.—Rebilcones, juguetones, amigos de saltar o rodar por el suelo en sus juegos.

REBILCÓN.—Rebilcón, caída, traspiés, etc. REBIRÓN.—Rebirón, espantadizo, asustadizo, etc. Durante un corto tiempo yo he sido carretero para un maderista llamado Falu del pueblo de Tuñón, me recuerdo que conducía una pareja de bueyes medio caxinus roxus y llevantáus de rabeira, con grandes cuernos finos y betiáus que terminaban en punta como bayonetas, uno se llamaba Gallardu y era noble y apacible, obediente y seguro, pero el otro que se llamaba Roxu, a pesar de tener inclusive más fuerza y genio que el Gallardu, siempre había que andar con mucho cuidado con él, porque era muy rebirón, pues cuando uno menos lo esperaba el condenado se salía del camino sin mirar el peligro que pudiera originar, otras veces a lo mejor subiendo una cuesta sin ton ni son reculaba, y siempre al quitarle el yugo movía con rabia y rapidez su testa poniendo en peligro mi integridad. Los animales de tiro rebirones siempre son un peligro eminente, aunque mucho menor que el que originan las personas rebironas, estas si que verdaderamente son continuamente peligrosas, tanto por sus hechos como por su lengua. REBLAGAR.—Rebalgar ou reblagar, tener las piernas muy abiertas, ajinetarse sobre una caballería o cualquier otra cosa. REBLAGÁU.—Reblagáu, puesto encima de cualquier postura, recostado, etc. REBLINCAR.—Reblincar, saltar, jugar, etc. REBLINCONES.—Reblincones, saltarines, juguetones, etc. REBLIZCAR.—Reblizcar, hacer guiños con los ojos, viene de blizcu.

REBOCIU.—Rebociu, así se llama a las personas que tienen un papu muy grande. Tanto si es el llamado bocio, como el ser muy chupones y caras duras. REBODIEGUS.—Rebodiegus, revoltijos, enredos, etc. REBOLGÁU.—Rebolgáu, mezclado, unido, entrelazado, etc. REBOLGARSE.—Rebolgarse, mezclarse, unirse, abrazarse, etc. REBOLTIUS.—Reboltius, rollicones, andar rodando por el suelo, etc. REBOLTIXUS.—Reboltixus, revoltijos. REBOUÑAR.—Rebouñar, discutir, reñir, etc. REBOUÑÓN.—Rebouñón, persona que siempre esta de muy mal humor, discutiendo, riñendo, incomodando, etc. REBOYAL.—Reboyal, robledal, pero no de grandes y frondosos carbayus, sino que por lo regular son robles cortezosos y retorcidos más propios para leña que para madera. REBOYU.—Reboyu, roble retorcido, mas o menos grande, etc. REBRUXAR.—Rebruxar, contestar airadamente, enfado, etc. REBURNIAR.—Reburniar, protestar, incomodarse, etc. REBUSCA.—Rebusca, así se llama cuando tras recoger las cosechas sean de lo que sean las gentes más necesitadas andan a la rebusca. Quiere esto decir, que siempre queda bien en castañedo, avellanal, pomarada, algún fruto que su amo no recogió, que es aprovechado por aquellos que rebuscan.

REBLIZCU.—Reblizcu, guiño, etc. REBUXAR.—Rebuxar, liar, envolver, etc.

REBUXIR.—Rebuxir, moverse, rebuyír, etc.

REDAXUS.—Redaxus, malas o ruinas las redes.

REBUYUS.—Rebuyus, bultos, envoltorios, etc.

REDE.—Rede, red.

RECATIAR.—Recatiar, regatear.

REDEXUS.—Redexus ou guedexus, pelambrera, grenas de lana o pelo.

RECHA.—Recha ou rétcha, la reja del arado.

REDIAR.—Rediar, cerrar, acorralar, etc.

RECHAR.—Rechar, arar.

REDIEGUS.—Rediegus, reniegos.

RECHU.—Rechu ou rétchu, pequeña reja del arado más fina y punteaguda usada para las tierras muy recias.

REDIEGÁU.—Rediegáu, renegado.

RECIÉTCHA.—Reciétcha ou reciella, a la propiedad de ganado que pueda tener una persona. También se llama reciella más concretamente a las ovejas y las cabras. Aunque no hay que olvidar que cariñosamente se suele llamar también reciétcha a los nenus pequenus. Por lo regular reciétcha significa menudencia.

REFAER.—Refaer, rehacer.

RECOÍN.—Recoín, pequeño lugar, rincón, etc. RECOYER.—Recoyer, recoger. RECOYÍU.—Recoyíu, recogido. RECUEYE.—Recueye, recoge, recuétche. RECUÉTCHE.—Recuétche, recoge. RECUIDEIRU.—Recuideiru, lugar por donde se escurre las fregaduras, sitio o registro por donde se tiran las fregaduras o caldos de las castañas que no siendo llabazas no sirven para los cerdos. Porque en una casa de aldea por lo menos en mis tiempos todo era aprovechable, menos los mocos y las recuiduras de les castañes en pulguina ou corbatones. REDAÑUS.—Redañus, entiéndese por tener fuerza, por poseer valor, etc.

REFAE.—Refáe, rehace.

REFAIGU.—Refaigu, que rehago. REFAIGONES.—Refaigones, así se les suele llamar a las personas que siempre están haciendo y deshaciendo las mismas cosas. REFAÍU.—Refaíu, que ha sido rehecho. REFALFIAR.—Refaltiar, estar harto de todo, por tener en abundancia lo que le dio la gana. —Na miou teixá disdi 'l miou home fasta 'l mái piquinu de lus mious fíus tóus tan refalfiáus, per ístu nun sei que ches vou atreinar de conedera perque tóu me lu refalfien. (En mi casa desde mi marido hasta el más pequeño de mis hijos todos se encuentran astiados de todo, por esto no se lo que les voy a dar de comer, porque a todo le pone peros y me lo rechazan). REFALFIÁU.—Refalfiáu, astiado, engodáu, etc. REFARTÁU.—Refartáu, que se ha hartado en demasía. REFARTU.—Refartu, que esta fartu comu 'n gochu. REFAXU.—Refaxu, refajo.

REFECHU.—Refechu que está bien hecho o que fue rehecho. REFENDER.—Refender, volver a fender lo fendido. REFENDÍU.—Refendíu, que ya está hendido en demasía. REFATA.—Refata, que es demasiado tonta. REFATUS.—Refatus, que son demasiado tontos. REFERVER.—Referver, volver a hervir un liquido de nuevo. También se entiende por referver a cuando una persona dice algo entre dientes medio incomprensible como protesta o disconformidad, como enojo o desacato, bien a la reprimenda que les hicieran o cualquier otro acaecer que les surgiere en sus referveres. REFIZU.—Refizu, rehizo. REFIXU.—Refixu, rehizo.

REFLUNDIÁU.—Reflundiáu, entiéndese que se ha tirado con fuerza. También se llama refundiáu a la persona que anda como si estuviese medio enloquecido, etc. REFLUXUS.—Refluxus, así se dice cuando las vacas tienen muchos puxus y refluxan continuamente hasta verterlos. También el reflujo de las aguas, etc. REFLUYUS.—Refluyus, entiéndese cuando se tienen reflejos, cuando uno es avispado, inteligente, etc. REFOCICÁU.—Refocicáu, que esta muy hocicado, muy revuelto, etc. REFONDIÁU.—Refondiáu, que se encuentra muy hondo, etc. REFOSCÁU.—Refoscáu, que esta enojado, etc. REFOSCU.—Resfoscu, que se encuentra muy enfadado, etc.

REFLÁN.—Reflán, refrán.

REFORIADA.—Reforiada, que esta demasiado sucia o que tiene mucha diarrea, etc.

REFLANEIRU.—Reflaneiru, refranero.

REFOZAR.—Refozar, volver a hocicar.

REFLEXAR.—Reflexar, reflejar. REFLEXÁU.—Reflexáu, reflejado.

REFUEXU.—Refuexu, entiéndese por ahondar, por hacer fuexus más hondos, etc.

REFLOXUS.—Refloxus, muy flojos, inútiles, blancos, fofos, etc.

REFUEYÁU.—Refueyáu, que tiene mucha hoja, fueya.

REFLUNDIAR.—Reflundiar ou refundiar, empujar, tirar, arrojar con fuerza, etc. También se puede reflundiar por medición de una contestación airada, etc.

REFUEYU.—Refueyu, quiere esto decir que tiene más arréos, más fuerza, vigor, etc.

REFLUNDIONES.—Reflundiones, empujones, etc., etc. También se llaman reflundiones a las personas que todo lo refundian con fuerza, con vigor, etc., etc.

REFRANÍU.—Refraníu, muy partido, frañíu, etc. REFRIENDA.—Refrienda, echarle algo en cara a una persona ofendiéndola.

REFUELGU.—Refuelgu, holgazanería, etc. REFUERCIA.—Refuercia, refuerza, también que tiene demasiada fuercia, fuerza. REFUGAYA.—Refugaya, pequeña cosa más o menos importante. REFUGAYU.—Refugayu, pequeña y ruina cosa. REFULXAR.—Refulxar, reñir, discutir, etc. REFULXÓN.—Refulxón, discusión, disputa, etc.

'l maíz perque ya tan mauras cuaxi xempre se fae a ragaciáus, lu mesmu se fae con oitres frutus. REGAFÁU.—Regafáu, que se encuentra muy enojado, muy envenenado, etc. REGAÑAS.—Regañas, regayus. REGAÑUS.—Regañus, hendiduras, cortaduras, etc. También se entiende por regañus a las raíces viejas, grandes y profundas, así como a la capacidad que tengan los seres de fuerza, vigor o valentía. REGATU.—Regatu, pequeña corriente de agua discontinua regularmente.

REFUNDIAR.—Refundiar, reflundiar. REGAXUS.—Regaxus, regatos. REFUNFUÑAR.—Refunfuñar, protestar con refuñus. REFUÑÓN.—Refuñón, protestón. También se entiende por atuñáu. REFUÑUS.—Refuñus, protestas que se hacen entre dientes, rabietas parecidas, etc. REFUMÁU.—Refumáu, muy ahumado. REFUTIU.—Refutiu, contestación, protesta, etc.

REGAYAR.—Regayar, así se dice cuando las frutas como los higos, las cerezas, se las rajan o cuartean sus pieles. También se entiende por regayar al enseñar los dientes en síntomas de sonrisa o enojo. REGAYUS.—Regayus, aberturas o hendiduras en el terreno o cualquier otro lugar. REGOCIXAR.—Regocixar, regocijarse. REGOCIXU.—Regocixu, regocijo.

REFUXÁU.—Refuxáu, refugiado. REFUXIR.—Refuxir, huir, escapar, etc., etc. REFUXU.—Refuxu, refugio. REGAERA.—Regaera, piqueta que antiguamente usaban los mineros para arrancar el carbón de las minas.

REGODONES.—Regodones, así se dice a las piedras lisas y pulidas. Los regodones son propios de los ríos o torrentes, porque en algún tiempo fueron precisamente la fuerza de las aguas el que los ha formado, lo mismo que en el presente en todo momento también los están haciendo. REGOLAR.—Regolar, revolar.

REGACIÁU.—Regaciáu, así se dice cuando se lleva un grande regazau en el mandil de habas, patatas, o cosas que produce la tierra. Per exempu, cundu s'escueyen ou s'arrinquen les fabes d'ente

REGOLÉU.—Regoléu, revuelo en cualquier sentido o forma.

REGOLGUER.—Regolguer, revolver una cosa. También se entiende por retornar, etc.

RELAXAR.—Relaxar, relajar.

REGOLGUÍN.—Regolguín, molinete.

RELAXUS.—Relaxus, así se suele decir cuando las personas hacen cosas feas u odiosas que perjudican los sentimientos o intereses de los demás.

REGOLGUIONES.—Regolguiones, así se llama a las personas que son muy dadas a enredar las cosas en sentido que perjudicar con sus enredos. REGOLGUINUS.—Regolguinus, cosquillas, etc. REGOLOTIAR.—Regolotiar, revolotear, etc. REGUEIRA.—Regueira, más o menos lo mismo que regueiru. REGUEIRÁ.—Regueirá, así se dice cuando el torrente va crecido. También se entiende por regueirá, a cualquier otro líquido que en cantidad se derrame, como la leche, y que forme un charco, o que se deslice por el suelo. REGUEIRU.—Regueiru, torrente. En mi Tierrina por todos sus valles corren hermosos y alegres regueirus, que cuando llega el invierno o los deshielos de las nieves de las poderosas montañas en las primaveras, se convierten en ruidosos y temerarios arrastrando sus poderosas aguas árboles enteros. Toda nuestra Hermosa y querida Asturias esta cubierta de regueirus que entregan sus aguas a los grandes ríos por así llamarles.

RELIXÓN.—Relixón, religión. RELLAMBER.—Rellamber, volver a lamer, recrearse en el placer o el apetito de algo gustoso, etc. RELLAMBÍU.—Rellambíu, así se suele llamar a las personas muy peripuestas que se creen ellas mismas que son elegantes, etc., etc. RELLÁMPAGU.—Rellámpagu, relámpago. RELLAMPEA.—Rellampea, que relampaguea. RELLAMPIÓN.—Rellampión, así se dice a la persona que es amiga de apoderase de lo que no le pertenece. RELLUCIR.—Rellucir, relucir. RELLUMA.—Relluma, relumbra. RELLUMAR.—Rellumar, relumbrar. RELLUMBRAR.—Rellumbrar, lo mismo que rellumar. RELLÚZ.—Rellúz, que reluce. RELÓ.—Reló, reloj.

REGUILÁU.—Reguiláu, así se dice cuando uno se queda morando esceláu, sin apestañar, etc.

RELOXEIRU.—Reloxeiru, relojero. REMA.—Rema, reuma.

REGUÍLETE.—Reguílete, ágil, rápido, elegante, etc. REGUXÁU.—Reguxáu, rebujos, envoltorios, líos, etc. REGUXUS.—Reguxus, envoltorios, etc.

REMÁTICU.—Remáticu, reumático. REMANDIÓN.—Remandión, así se suele llamar a las personas que siempre están ordenando, mandando, etc.

REMANECÍU.—Remanecíu, que ha aparecido. REMANGU.—Remangu, dícese de la persona que tiene mucha determinación para hacer las cosas, que posee gran fuerza, arte, vigor, etc. REMEXAR.—Remexar, estar empapado de agua, rezumarla por lo mojado. REMEXONES.—Remexones, dícese del agua que cae a torrentes. REMEXUS.—Remexus, pequeños regueirinus de agua que se escurren de la ropa mojada o de cualquier otra cosa. REMIELGUS.—Remielgus, pequeños enfados. REMIELGÁU.—Remielgáu, enojado. REMOCICAR.—Remocicar, rejuvenecer. REMOCICÁU.—Remocicáu, rejuvenecido. REMOICÁU.—Remoicáu, que esta muy romo, que se encuentra mocho del todo. REMOIZUS.—Remoizus, entiéndese por remoizar a los amoríus que se puedan tener con mujeres que no comprometan. En los remoizus por regla general mandan más los deseos que el amor. REMOLON.—Remolón, así se suele llamar a las personas que se azorran, que a la hora de la verdad por regla general falsean, etc. REMONTÁU.—Remontáu, enfadado, enojado, rebelde, etc. REMOXAR.—Remoxar, remojar. REMOYÁU.—Remoyáu, remojado.

REMPUXAR.—Rempuxar, rempujar. REMPUXÓN.—Rempuxón, empujón, rempuón, etc. REMUELGU.—Remuelgu, revés, cambio, etc. Exemplu, l'oitra nuétche remuelgóume 'l alma la miou muyer cundu me dixu, que teñíamus la cuarexa escosá de cuartus perque nus lus chevare, 'l mélicu que rexistróu lus vidayus del nuexu nenu, peru hermenus mious, tal ramuelgu fói remuelguín piquenu xin l'emparexu, remuelgaxón que m'encibiétchou cundu la miu mucher con chárimes nus sous melgueirus güetchus me dixu, qu'el nuexu xantiquin de fíu, teñía un cancanu de gafuróuxa proxapie llancáu nel celebru. TRADUCCIÓN.—La otra noche se me removió el alma en la tristeza cuando mi mujer me dijo, que no teníamos ni una sola peseta, porque todas nos las llevara el especialista que chequeó el cerebro de nuestro pequeño, pero hermanos míos, tal sentimiento que en sí no era nada, si lo compara con el enorme y grandioso dolor que ahora siento, que en mi alma se ha metido, cuando mi mujer me dijo dentro de las abundantes lágrimas que brotaban de sus hermosos ojos, que nuestro hijo tenía un tumor maligno en el cerebro. REMUÉTCHU.—Remuétchu, remojo. REMUEYÓN.—Remueyón, remojón. REMUEYU.—Remueyu, igual definición. REMUGÁU.—Remugáu, arrugado, amontonado, etc. REMUGAYUS.—Remugayus, atadijos, amontonamientos, arrugamientos, etc. REMURDIAR.—Remurdiar, contestar, hablar muy quedo con protestas, enojos, etc.

REMURDIÓN.—Remurdión, contestón, protestón, etc., etc.

RENXINA.—Renxina, rabia, rencor, etc.

REMUSGAR.—Remusgar, amusgarse.

REÑÁZ.—Reñáz, renaz. También que renace.

REMUSGÁU.—Remusgáu, amusgáu. REÑOVAR.—Reñovar, renovar. REMUSGAYU.—Remusgayu, entiéndese por la persona que siempre se encuentra a la espera de los acontecimientos amusgáu. REN.—Ren, nada, ninguna cosa. "N'un ren". RENACUAXU.—Renacuaxu, renacuajo. También se suele llamar renacuaxu a las personas o animales enclenques, etc. RENAZ.—Renaz, parte del "cumal" (espinazo) comprendido en la región de los riñones. RENCIAR.—Renciar, pedir, estar siempre pidiendo con insistencia. RENCIAYU.—Renciayu, que esta acostumbrado a pedir, que es recio y firme en tal oficio. RENCUAYU.—Rencuayu ou rancuayu, pequeño, enano. También arrugado, nudoso de mala presencia, etc.

REÑOVEIRU.—Reñoveiru, que es amigo de renovar sus cosas. REPEGÓUXU.—Repegóuxu, que esta lleno de remiendos. REPEGU.—Repegu, remiendo que se pone en una prenda sea cual fuese. También se entiende por los encantexus que se hacen a las madreñas. Generalmente repegu es un remiendo en alguna cosa. REPELONES.—Repelones, así se dice cuando uno siente escalofríos por encontrarse enfermo, o por miedo, etc. Regularmente uno observa como se le parece en estos casos, como se le eriza el cabello, etc. REPILUS.—Repilus, ecos del sonido. REPLA.—Repla, suciedad, estiércol muy blando casi líquido, etc. REPLAMPÍU.—Replampíu, estallido, tronada, etc.

RENDEYAS.—Rendeyas, la misma definición.

REPLIZCAR.—Replizcar, pellizcar.

RENDEYUS.—Rendeyus, llenos de rendijas, etc.

REPLIZCU.—Replizcu, que vuelvo a pellizcar.

RENDIXAS.—Rendixas, rendijas.

REPLIZCÁU.—Replizcáu, que esta todo pellizcado.

RENGUIÁU.—Renguiáu, rengado, cansado, agotado, etc., etc. RENGUS.—Rengus, rotos, averías, etc., etc. RENXÍN.—Renxín, rencoroso, mala persona.

REPLUÑUS.—Repluñus, enfados, enojos, etc. REPUELGUS.—Repuelgus, cicatrices, hendiduras, etc. También se entiende por repuelgus a los remiendos mal hechos con las puntadas mal coordinadas, etc.

REPUÉN.—Repuén, que repone. REPUENXU.—Repuenxu, la misma definición.

colmena de piojos que todos ellos tienen). RESCUAR.—Rescuar, quitar, restar, etc.

REPUNXU.—Repunxu, que repuso. RESCURU.—Rescuru, muy oscuro. REPUTÁU.—Reputáu, entiéndese que es persona de reputación. REPULGU.—Repulgu, entiéndese el volver a pulgar (mondar) de nuevo una cosa. REPULGUNES.—Repulgones, mondaduras demasiado gruesas. REPULFIU.—Repulfiu, contestación inadecuada, airada, grosera, etc. REPULFIÓN.—Repulfión, contestón, sinvergüenza, etc. REQUEIXUS.—Requeixus, rincones, escondites, etc. REQUIXU.—Requixu, que ha vuelto a querer. REQUIXÁU.—Requixáu, que esta requisado. REQUIXAR.—Requixar, requisar. RESCAMPLAR.—Rescamplar, hacer claridad en el tiempo, en las cosas, resplandecer la verdad, etc. RESCAMPLÁU.—Rescampláu, claro el día, claridad en las cosas, etc. RESCAÑÍN.—Rescañín, trozo de pan con mucho rescañu. RESCAÑU.—Rescañu, cortezo del pan. RESCUA.—Rescua, cantidad, menudencia de cosas, objetos, etc., etc. Exemplu, Muel ten una rescua de fíus tan grandie comu la rescua de pioyus que tenen tous échus. (Manuel tiene un rebaño de hijos tan grande como la

RESCUÉZ.—Rescuéz, que resquema, que tiene resquemores, etc. RESPALDIU.—Respaldiu, respaldo, apoyo, arrimo, etc. RESPEUTU.—Respeutu, respeto. RESPIÓN.—Respión, rozadura, arañazo, etc. RESPIAR.—Respiar, rozar, arañar levemente, etc. RESPINGU.—Respingu, susto, escalofrío que uno siente bien en la alegría o en la tristeza. RESPINGÁU.—Respingáu, entiéndese por la persona remozada, que siempre va dominando su cuerpo, disciplinándola a la postura más llamativa, más airada, etc. RESPLANDIR.—Resplandir, lucir, resplandor, etc. RESPONXAR.—Responxar, responsar. RESPONXUS.—Responxus, responsos. RESPONXONES.—Responxones, así se dice a las personas que siempre están aconsejando, machacando por uno con continuos responsos, etc. RESPONXABLE.—Responxable, responsable. RESPONDIÓN.—Respondión, protestón, contestón, etc. RESQUIZU.—Resquizu, resquicio.

RESTALLÍU.—Restallíu, estallido. RESTALLONES.—Restallones, cartones que se vendían en los tiempos pasados por las romerías y que comprábamos los guaxes, venían pegados a estos cartones en forma de pequeñas gotas, que debían de estar hechas con materia ruidosa e inflamable, recuerdo que una tira de diez valía una perrona (diez céntimos), los rascábamos contra una piedra y empezaban a restallar, luego cuando se encontraban en su mejor apogeo los tirábamos entre las piernas de las mujeres y éstas saltaban asustadas y glayandu, era muy divertido.

son usados en principio para las caballerías si hubiese, y sino se destinan a muchir el establo. El abono de los retazos de la hierba no es bueno para cuchar las tierras, pero si para los prados. RETAYAR.—Retayar, despreciar, rechazar, etc. También se entiende por retayar al atajar a las cosas, llegar antes que ellas, etc. RETAYÓN.—Retayón, entiéndese por las personas que siempre te rebaten tus decires con sus contrapartidas mal hechas y peor fundamentadas. RETAYUS.—Retayus, atajos, etc.

RESTAMPLÍU.—Restamplíu, trueno, ruido poderoso, explosión, etc. RESTIÉTCHU.—Restiétchu ou restiellu, astillamiento de las cosas, astillado un objeto, un miembro, etc. RESTREXAR.—Restrexar, refregar, rozar, restregar, etc. RESTREXONES.—Restroxones, así se llama a las personas que siempre te están poniendo por delante alguna cosa que te hayan hecho como favor, o que le tiran en cara otros acaeceres que a lo mejor hasta son molestosos, etc. RESTROXUS.—Restroxus, rastrojos. RESTRUXAR.—Restruxar, volver a estrujar una cosa. RESTRUXONES.—Restruxones, empujones, apretamientos, etc.

RETEYAR.—Reteyar, retejar, arreglar los tejados para quitarles sus goteras. RETEYONES.—Reteyones, personas que saben y se dedican a reteyar. Yo he conocido a un reteyón que venía todos los años a mi aldina a reteyar, era pequeño de talla y delgado como un junco, no se de que aldea era, pero si me recuerdo muy bien que traía un burro grande, entero y bien cuidado, él casi nunca cobraba dineros por su trabajo, que solía durar igual varias semanas, depende de como hubiera venido el invierno, el quería que le pagasen en cosas de comer, así cuando se iba de mi aldea llevaba el pollino cargado de todo cuanto había ganado, que bien pudiera ser, escanda, maíz, fabes, miel, en patatas jamás quería cobrar porque decía que hacían mucho bulto, mayor peso y menos rendimiento. RETESTU.—Retestu, rechazo.

RETACAU.—Retacau, lleno, preso, calcado, etc. RETAZU.—Retazu, sobras que quedan de alguna cosa. En los pesebres de las vacas si el invierno viene bueno y existe en el pajar buena y abundante hierba, las vacas dejan muchos retazus, porque la escogen sin hambre, y entonces dejan otras hierbas que en tiempos de hambre se comerían hasta las granas. Los retazos

RETORCIGAÑU.—Retorcigañu, torcedura de un miembro al caminar, etc. RETORXÍU.— Retorxíu, así se llama a las personas que son malas, que tienen nefastosas ideas, etc. También se dice que son retorxíus los niños cuando son muy juguetones y siempre están haciendo diabluras.

RETOCHAR.—Retochar, así se dice cuando es menester apretar con fuerza una atadura, se hace el retoche por mediación de una palanca o cosa similar, que se mete por debajo de la cuerda o cadena de atar, y dándole vueltas sobre el retoche se va encogiendo a la vez que aprieta más la carga de lo que fuera. RETOCHE.—Retoche, palanca o cosa similar que sirve para retachar. RETOCHÁU.—Retocháu, amarrado fuertemente. RETORCIÓN.—Retorción, torcedura, etc. RETRAÑIR.—Retrañír, así se dice cuando los trueños repilan, retrañen, así como cualquier otra explosión. RETRANQUIAR.—Retranquiar, cerrar, poner la tranca a las puertas, etc.

RETRUCAR.—Retrucar, contestar, protestar, etc. RETRUCAYUS.—Retrucayus, protestones, etc., etc. RETUEYAR.—Retueyar, retornar alguna cosa, la hierba, los árboles, los animales, las personas, etc. También se entiende por retueyar a cuando vuelven a salir las vacas tueyas, ou toras, que quiere esto decir que necesitan del toro. RETUEYUS.—Retueyus, retoños. RETURNIAR.—Returniar, protestar desaforadamente, contestar, etc. RETURNION.—Returnión, protestón no sólo con palabras insultantes sino que a veces hasta se enfrenta agresivamente. RETUÑÁU.—Retuñáu, entiéndese por muy avaro. RETURRÁU.—Returráu, muy asado.

RETRANQUIÁU.—Retranquiáu, cerrado, puesta la tranca. También se entiende por retranquiar el frenar, o galguiar los carros o cualquier otro vehículo. RETRAXAR.—Retraxar, retrasar. RETRAXU.—Retraxu, retraso. RETRIGA.—Retriga, postes que sostienen los pesebres verticalmente, que van desde estar bien sujetos a estos o plantados en el suelo hasta el pajar, donde clavados fuertemente a sus vigas, sirven para fortalecer a las pesebreras al mismo tiempo que para amarrar los ganados a ellas, por mediación principalmente de trezus fechus de cibiétches dou se atan los collares que amarrarán el ganado. RETRIGÁU.—Retrigáu, preso, sujeto. RETRINCÁU.—Retrincáu, calcado, pisado, etc.

REVERÁU.—Reveráu, muy apartado, muy adentrado en las orillas, las veras, etc. REVEREXUS.—Reverexus, viricuetos, sinuosas orillas, etc. REVERCIAR.—Reverciar, reverdecer con demasía. REVERCIÁU.—Reverciáu, que esta muy verde, que se ha tornado muy verde en un sentido que puede ser positivo o negativo, según el enfoque, posición o forma. REVEXES.—Revexes, reveses. REVEXÁU.—Revexáu, difícil, sinuoso, etc. REVEXINUS.—Revexinus, rabietas, enojos, dificultades, etc. REVIEYAR.—Revieyar, envejecer con prontitud.

REVIEYUS.—Revieyus, que son muy viejos. REVIESGAR.—Reviesgar, mirar, observar de reojo. REVIESGU.—Reviesgu, mirada de reojo.

REXALAINA.—Rexalaina, muy hermosa, muy guapa, etc. REXALEIRU.—Rexaleiru, que tiene mucho salero, mucha gracia, etc. REXALTAR.—Rexaltar, elevar, resaltar algo, etc. REXAR.—Rexar, poner rejas.

REVILGÁU.—Revilgáu ou revilgáu, puesto, acaballado sobre alguna cosa. REVILIÁU.—Reviliáu, que esta muy enojado, lleno de ira, etc. REVISCUS.—Reviscus, así se llama a las personas que son muy rabaneras. También se entiende por reviscus a las personas que tienen la costumbre de enojarse momentánea y fácilmente por cualquier cosa, a las que contestan por el mismo procedimiento, etc. REVOLTIAR.—Revoltiar, tirar, derribar, etc. REVOLTIEYU.—Revoltieyu, revoltijo de cualquier cosa, etc. REVOLTA.—Revolta, revuelta en todos los sentidos. REVOLGAR.—Revolgar, mezclar, amasar, entremezclar, etc. REVOLGÁU.—Revolgáu, enredado, envuelto, etc. También se entiende por revolgáu al estar manchado, cubierto de barro, etc. REVOLTÓUXUS.—Revoltóuxus, inquietos, revoltosos, etc. REXA.—Rexa, reya, reja del arado, reja de las ventanas, rejas en general. REXACA.—Rexaca, resaca. REXALA.—Rexala, resalada, guapa, etc.

REXARCIR.—Rexarcir, resarcir. REXÁU.—Rexáu, rejado. REXEBRAR.—Rexebar, apartado, separado, alejado, escapado, etc. REXEBRÁU.—Rexebráu, la misma definición que rexebar. REXEBROUXE.—Rexebrouxe, quiere esto decir que se marchó, que se alejó que se apartó por si sólo. REXEBRUS.—Rexebrus, alejamientos, apartados, etc. REXECÁU.—Rexecáu, que está muy seco. REXECU.—Rexecu, que se encuentra demasiado seco. REXELÁU.—Rexeláu, que esta demasiado helado. REXEMAR.—Rexemar, volver a sembrar. REXENIU.—Rexeniu, que tiene mucho genio, que es capaz, etc. REXENERÁU.—Rexeneráu, regenerado. REXENTAR.—Rexentar, regentar, dirigir, etc. REXENTE.—Rexente, regente. REXENTÍU.—Rexentíu, resentido, dolido, etc.

REXIBÁU.—Rexibáu, que tiene muchas gibas, desuniforme, etc. REXIBUS.—Rexibus, reveses, enojos, etc. REXIBLÁU.—Rexibláu, así se suele llamar a las personas que no andan muy bien del entendimiento. REXIBLUS.—Rexiblus, locuras, etc., etc. También se entiende por rexibeus a los silbidos fuertes, etc. REXIFLU.—Rexiflu, contestación airada, protesta ofensiva, etc. REXIGU.—Rexigu, que prosigo. REXILLÁU.—Rexilláu, que tiene vaguada, que esta hundido, etc. También se entiende por estar cómodamente sentado. REXILLONES.—Rexillones, comodones, también se suele llamar a las personas de poco genio, de poco valor, así como también se llaman rexillones a los buenos sillones. REXÍN.—Rexín, resignación. REXINÁU.—Rexináu, resignado. REXIMÁU.—Reximáu, lleno, acarrapiétchau, ameruxáu, amemplenáu, etc. REXIMEN.—Reximen, régimen. REXIMENTU.—Reximentu, regimiento. REXIMUS.—Reximus, racimos. REXIÓN.—Rexión, región. Rexioún. REXIÓUNAL.—Rexióunal, regional. REXIOUNALISMU.—Rexounalismu, regionalismo. Antes de la Guerra había en nuestra Patria España, cuatro regiones

muy diferenciadas de las demás en lo que se refiere a regionalismo, que es sin duda el más importante cimiento del sano entendimiento de los valores que forman el alto patriotismo de estirpes o razas. Estas cuatro regiones eran Asturias, Cataluña, Galicia y Vascongadas, pero la Guerra Civil Española tan dura y despiadadamente trato a mi querida Tierrina, que nos asesinó no sólo a nuestros padres y hermanos, sino que con ellos casi del todo también se fueron todas nuestras tradiciones y ancestros, que siempre han sostenido muy hermanado al Pueblo Astur. Sin embargo, yo en lo más profundo de mi pensamiento, mantengo la invariable y firme esperanza, que algún día las futuras generaciones de mi amada Asturias, consigan cultivar los más naturales y sanos ancestros, de los que nacerán ideas hermosas y progresistas, que de nuevo hermanaran al Pueblo Astur, uniéndole precisamente con las ataduras que tenían sus nobles y valientes antepasados, que además de ser Hidalgas y llenas de libertades, son también los Raigones de toda la Estirpe Hispana, que escogió la Libertad en las ubérrimas y Embrujantes tierras de Asturias, para comenzar de nuevo con invencible coraje y gallardía los cimientos de una Patria Nueva, que alumbraría un Nuevo Mundo, con su poder y sabiduría. REXIR.—Rexir, mandar, acaidonar, conducir, etc. REXISTRAR.—Rexistrar, mirar, propiar descubrir. Cundu 'n paixanu merca dalgún ganáu, lu primeiru que fae ye rexistralu endenantes de pieschar el tratu, xin isti paixanu nun entendi d'istas couxas perque sea torgáu nisti menester, entóus chama dalgún veicín ou honréu coñocíu que chelde ben el rexistru, per que poucu vienden un animal que nun tena defeutus, a nun ser que la ñecexidá l'ubreire. Cundu la guerra tamén taben tous lus díes fayendu lus facioxus rexistrus per toes les teixás de lus roxus, cataben a lus fugáus per tous lus chugares, disdi dembaxu lus catres fasta 'l

mesmu teyáu, ya de camín tou lu que tuviexe dalgún vallor lus condenáus l'arrapiegaben, nun respetandu a lus vieyus nin a naide, claru que lus xoldiáus nun cheldaben tales baldrayáes, istis couxes tan entroyáes ya llimiagóuxas nun les faíen namái que lus namáus guardies d'axaltu, ya lus falanxistones del chugar dou les entamangaben, que yeren falanxistes namái que de nome perque un bon falanxista xamás faría lu qu'ístus caciecus d'aldea fixerun, que nun foi oitra couxa qu'afoinar lus escosáus interexes del vencíu anxín comu achuquinar per échus con xana de vengancia baldraya. Nus tempus d'endenantes cundu nus merquéus se mercaben les couxes un teñía que xaber rexistrales tóes, perque dalguna teñía la garantíe de güéi, anxina yera que disdi 'l pótchin fasta 'l mesmu guevu, nun dexandu de lláu la pita que lu puenxu, ya disdi les madreñes fasta 'l estil del gadañu, tou lu había que rexistrar ben, perqu'el pótchin podía tar estiráu pel trabayu ou lus malus tratus, ou tar amolexáu d'oitre faticáu de couxes, el guevu podíe tar empodrecíu, les madreñes podíen ser canices yal estíl tar fechu de maera ruina de frisnu ou sous maniétches ser propies de xiringaures. —L'únicu que nun rexistraben ben ya per aquél cheldar ya yera la guardia civil, yeren lus cabanus ou cortas de monti dou encobayáus ta se topaben dangunus gafuróuxus fugáus, perqu'el miéu ye propiu del que mái que xirva a la LLey nun espatuxe nel atayu de l'Umana xusticia, anxina yera, que cundu dalgún xoplón les falaba a l'uréa dou taben, lus condenáus guardies que martirizáben les xentes de mious aldines, diben catalus pal lláu contrariu, ya tou per mor de perder la peyeya nuna engarradiétcha de tirus. TRADUCCIÓN.—Cuando un paisano compraba alguna clase de ganado, lo primero que hacía era registrarlo antes de cerrar por completo el trato, si este paisano no entendía de estas delicadas cosas por ser torpe en estos menesteres, entonces llamaba alguno de sus vecinos que entendiese, o a cualquier honrado conocido que fuese

ducho en estos complicados sucederes, porque hay que partir de la base, que pocos venden un animal que no tenga algún defecto, a no ser que la diosa necesidad le obligase con aguzante apremio. Cuando la Guerra también estaban todos los días registrando los fascistas en las casas de los Rojos, buscaban con rabiosa y asesinadora saña a los huidos por todos los lugares, desde debajo de la cama hasta el mismo tejado, y de camino todo lo que tuviese algún valor los condenados abierta y desafiantemente lo robaban, no respetando los ruegos de los viejos ni de nadie que se presentará. Claro que los soldados no hacían tales canallescas cobardías, pues estos hechos tan sumamente sucios e infinitamente despreciables y asquerosos no lo hacían nada más que los llamados guardias de asalto, y los falangistas del pueblo o aldea donde se llevaban a cabo. Estos despreciables individuos, no eran falangistas nada más que de nombre, porque un buen falangista jamás haría lo que estos infernales caciques de aldea han hecho. Que desde luego no ha sido otra cosa, que robar los menguados intereses del vencido, así como asesinarle con vengativa y cobardosa saña. —En los tiempos pasados, cuando en los mercados se compraban los ganados y las cosas, uno tenía que saber bien registrarlas todas, porque con ser todas naturales, ninguna tenía la garantía que todo tiene hoy, así era, que desde el pollino hasta el huevo, no dejando de lado la gallina que lo había puesto, y desde las almadreñas hasta un astil para la guadaña, todo lo había que registrar y muy bien, ya que el pollino podía estar arreventado por el trabajo, o los malos tratos que hubiera recibido, o tener muchos otros males, el huevo podía estar podre, y las almadrenas podían ser de madera de baja calidad, así como el astil, también podía estar hecho de mala madera de fresno y sus manecillas o agarraderas, ser propias de no estar bien ajustadas y al usarlas moverse continuamente.

—Los únicos que no registraban bien ya por aquel suceder después de la guerra, eran los guardias civiles cuando buscaban por las cabañas o cuadras de monte a los huidos, que ya habían demostrado que para cogerles había que luchar, y todo porque el miedo es propio del que aunque sirve a la Ley, sabe muy bien que no camina en el atajo de la Humana Justicia. Así era, que cuando algún cobarde delator, les decía al oído donde los huidos escondidos estaban, los condenados guardias que en todo momento martirizaban las humildes gentes de mis aldeas, iban a buscarlos por el lado contrario donde se hallaban, y todo era por el temor de perder el pellejo en una lucha a tiro limpio. REXISTRAOR.—Rexistraor, registrador. REXÍU.—Rexíu, regido, conducido, etc. REXÍR.—Rexír, regir. REXÓN.—Rexón, rejón. REXONAZU.—Rexonazu, rejonazo. REYA.—Reya, reja del arado. REYU.—Reyu, la misma definición que roya, rétchu. REXUNTAR.—Rexuntar, volver juntar. REXUNTARSE.—Rexuntarse, juntarse de nuevo. REXUÉTCHU.—Rexuétchu ou rexuéyu, aliento, respiración. REXUVENECER.—Rexuvenecer, rejuvenecer. REZNA.—Rezna ou cachiparra, así se llama a una especie de garrapatas muy grande si la comparamos al cachiparro, que principalmente elige a las vacas para su alimentación, que consiste en

plantarse en su pellejo en cualquier lugar del cuerpo, menos en los cuernos, el hocico y las pezuñas, una vez así hincada se dedica a chupar la sangre al animal hasta que de harta se arrevienta por si sola. Esta clase de cachiparras ou reznas también eligen a cualquier otra clase de animal, pues yo he arrancado reznas al perro y al gato, y hasta las mismas personas si se descuidan. REZUNGUIAR.—Rezunguiar, protestar, rezongar, etc. RIAONA.—Riaona, riada, crecida que traen los ríos y torrentes en los inviernos y primaveras. Mi madre cuenta cosas tremendas de las riaónas que había en los tiempos pasados, decía que cuando ella era pequeña ya en el siglo pasado, que un año había llegado a todo nuestro valle la peste al mismo tiempo que una gran riada, que había anegado toda la aldea y hasta el mismo cementerio también le cubría más de medio metro de agua, cuenta, que en todas las casas había un muerto o dos que esperaban que bajasen las aguas para poder sepultarlos. Ella me dice constantemente que los tiempos han cambiado mucho desde entonces hasta hoy, se dice que antes el rico más poderoso vivía peor que hoy lo hace el obrero mas humilde. Siempre según el a ella dice, hoy ya no hay pestes, ni riadas, ni grandes nevadas, ni hambres, ni vergüenza, ni respeto, ni educación, desde la Guerra para acá todos los demonios se han apoderado del Mundo. RIBÁU.—Ribáu, doblado, abangáu, etc. RIBÁU.—Ribáu, doblado, jorobado, torcido, etc. RIBAYUS.—Ribayus, xucarones, ribazos, etc. RIBÓN.—Ribón, altura, distancia, etc. RIBONÁU.—Ribonáu, elevado, subido, lejos en distancia, etc.

RICAXUS.—Ricaxus, ricos, poderosos, etc. RICUEIRUS.—Ricueirus, así se llama a los cueros ricos, que están repujados, que son buenos, tales como carteras, alforjas, correas, botas, etc. RIEGU.—Riegu ou xétchu, surco que se hace con el arado cuando se trabajan las tierras, con cualquier otra herramienta en cualquier lugar y parte. RIERA.—Riera, así se llama a la ribera. Nuestra Tierrina se divide en tres zonas muy diferenciadas, xentes vaqueiras, xentes de la riera y a xentes de la mariñana, quiere esto decir, gentes de la montaña, gentes de la ribera y gentes de la marina. En la ribera y la marina es donde están enclavados los grandes caxeríus (caserías), en las aldeas de las montañas no hay lugar para estas poxexones tan axeitáes (posesiones amplias, llanas, bien situadas, etc.), en las aldinas hay teixáes de llabranza (casas de labranza) más o menos ricas, pero en definitiva más costosas en sus trabajos y menos productivas. A mí siempre me gusto ir a las ferias y mercados, jamás compré ni vendí ningún ganado porque nunca ninguno tuve, pero yo me crié entre ellos, por esta razón todavía en el día de hoy siempre que puedo voy a las ferias del ganado, y se distinguir casi sin equivocarme quienes son los astures de la montaña o vaqueirus, los de la riera o la marina, aunque entre estos dos últimos algunas veces me confundo. Se distinguir al tratante honrado del marrullero, soy un alumno muy aventajado de todas las cosas sencillas y ancestrales de mi Tierrina, porque sin ser mía ninguna, he tenido que estudiarlas todas para que no se me enojase ninguna. Lo que jamás he estudiado fue en ningún colegio de pago, por esta razón no he podido aprender el arte de mentir, de halagar, de hacer el pelotillero, que de seguro me hubiese reportado largos y alegrosos beneficios, porque en este mundo el que dice la

verdad sencilla, simple, natural y noble, pronto se encargan de cortarle el rexuétchu, los que tuvieron la xuerti de estudiar, titularse, etc., etc., etc., en un colegio de pago. (Tengan presente cuantos me escuchen que en este sentido yo hablo siempre dirigiéndome a la treldada de los dirigentes del Conceyu Bable y Amigos del Bable, y no porque personalmente me hubieran hecho a mí nada, sino que por la causa de su fucheróuxa manera de tratar mistificando, enredando, y liando a las gentes de Asturias, con su forma de inventar malamente vocablos, y cambiar las perfectas definiciones de las palabras por otras que ellos se han sacado no se de que estercolero de los muchos que según parece deben de tener en sus cerebros. Porque hay que tener estos lares desnaturalizados d'afechu, para meterse a titulados en una carrera, en la que a poco que piensen ellos sólo pueden algamír el puesto de las bestias, ya que como jinete sólo la podré ganar yo, si la ''Cadarma" me dexa vivir hasta que sea viétchu, y les vidayes non s'escosen de entendimiento. Aquí en este trabajar diario en el rescatar las Costumbres y la Llingua de Asturias, es preciso no tener títulos, ni ser adelantado profesor de pacotilla de filosofía y latín, aquí lo que se necesita es saber la LLingua D'Asturies, y decírsela a las gentes con la sencillez y naturalidad con que ha vivido siempre. No vale ir a la guerra por deporte, ni para aparentar en valentía, o para hacer bulto, o enfriar las balas que el enemigo dispara, a la guerra se va para defender la razón y la justicia hasta vencer o morir. Que es lo que yo estoy haciendo, porque parece ser que yo tan solo nací, para defender la LLingua de mi Tierrina de ese cabanáu de rapiegus, que jamás se preocuparon de hacer nada hasta que yo los desperté, y ahora quieren hacerlo ellos todo, pero copiando de mi trabajo y haciéndolo al revés. —Pero en todo este despertar de estas gentes ávidas de resonancia en alguna cosa, que sin comprometerse en la ridiculez, les valiese para dárselas de

asturianistas, no sabiendo de Asturias nada más, que una buena y sola cosa, como fue y es, el buen duernu que desde que han nacido, tuvieron delante el su focicu en cuantas cosas han necesitado para poder ser algo más de personas de peso de lo que lo han sido en toda su miserable vida. Digo que algo de positivo han hecho, pues por lo menos me han ayudado grandemente en conseguir hacer propaganda en los diferentes medios de comunicación de Asturias, lugares que para mí siempre estuvieron cerrados, y aquí si que aunque muchas gentes se han reído de sus infantiles ridiculeces, por lo menos han hecho y concienciado la alerta, también me prestaron grande ayuda pintando las paredes y murias de las carreteras de mi querida Tierrina, aunque también no sabían muy bien como lo tenían que hacer, así que también yo les enseñé hacer tal cosa, ya que los subí hasta la misma cumbre del Puertu Payares, y siempre han respetado mis pintadas lo mismo que yo he respetado las de ellos. Yo siempre pensé, que si en vez de hacer todo mi costoso e increíble trabajo en solitario y en la más humilde pobreza, hubiese contado con la ayuda de ellos, no me refiero a pesetas porque no creo que tuviesen muchas, sino al número de personas jóvenes que tenían, no quiero pensar lo que hubiese pasado, pues seria muy capaz de fomentar si preciso fuera, hasta una sangrienta revolución en la defensa de las Tradiciones y Ancestral Cultura de Asturias, que en definitiva es siempre la sabia nueva que alimenta la Justicia y Libertad de los Pueblos, ya que en las Raíces está la poderosa fuerza, que alumbra los frutos de la inteligencia Humana, un Pueblo sin Raíces, es como una patria sin bandera o una religión sin dios. Yo pienso, que las Raíces de un Pueblo, son el saber nacer para con mucha prisa aprender y el saber morir de las gentes enseñando y aprendiendo. RIESCAZÁU.—Riesgazáu, roto, despedazado, etc.

RIESGAR.—Riesgar, rasgar. RIESGÁU.—Riesgáu, rasgado, roto. RIESGUÑÁU.—Riesguñáu, rasgaduras, arañazos, etc. RIESGUÑUS.—Riesguñus, roturas, pequeñas rasgaduras, arañazos, etc. RIESTRAR.—Riestrar, enristrar. RIESTRAS.—Riestras, trenzas que se hacen para unir los productos vegetales, como las panojas, cebollas, guindillas, ajos, etc. RIESTROXUS.—Riestroxus, rastrojos. RIESTRUS.—Riestrus, así se llama a las riestras pequeñas, mal hechas o que contienen productos malos. RIEYU.—Rieyu, pequeño torrente, regueiru, río, arroyo, etc. RIEZAR.—Riezar, rezar. RIEZAGAR.—Riezagar, rezagarse. RIEZAGÁU.—Riezagáu, rezagado. RIFÓN.—Rifón, así se llama al caballo o el pollino entero de una cuadra de sementales, que tiene asignado el oficio de preparar a las yeguas o pollinas, para hacerles sentir el más alto estado de deseo, sin dejarles jamás que las cubran los rifones, ya que cuando estas hembras se encuentran bien preparadas en este sentido, otro caballo o pollino de mejor calidad o raza las cubre para dejarlas preñadas. Entre las personas también existe los rifones y las rifonas, los rifones son individuos que muchas veces y por diferentes formas o maneras hacen que las mujeres sientan el apetito del macho, que éste bien puede ser su propio marido, etc. Con las rifonas pasa lo mismo. RINCHAR.—Rinchar, chirrear, sonar, rebuznar, etc.

RINCHEIRU.—Rincheiru, que suena, que rincha, sea lo que fuese. RINCLERA.—Rinclera, ringlera. RINCLERÁU.—Rincleráu, puesto en ringlera. RINQUIÁU.—Rinquiáu, derrengado, etc. RINXU.—Rinxu, ruido desagradable. Se suele llamar también rinxu a la persona que siempre está molestando, de todas las maneras rinxu significa ruido, conversación, etc., que sea molestosa. Inclusive el juego ruidoso y continuado de los niños en las casas, también se considera un rinxu. RIPAYÁU.—Ritayáu, parecida definición que ribáu. RISCAR.—Riscar, empezar, pellizcar, asomar, nacer, etc. RISCÁU.—Riscáu, escarpado, descubierto, pellizcado, etc., etc. RISPIAR.—Rispiar, sisar, robar pequeñas cosas. RISPIR.—Rispír ou rispe, que defiende lo que tiene, que protege sus derechos, etc. RISPIU.—Rispiu, pequeña cosa, pero en el sentido de los seres Humanos se llama rispiu tanto al que es pequeño, como al que es duro y difícil, áspero, desagradable, etc. RISPIUS.—Rispius, así se llaman a los residuos del tocino, el unto, el sebo, etc., que quedan después de freírlos y exprimirles sus grasas.

RIXEIRUS.—Rixeirus, xogueirus, artesanos que en los tiempos d'endenantes iban por las aldeas haciendo o arreglando sogas con las cerdas de las caballerías o las cerdas de los rabos de las vacas, también solían hacerlas de lino o cáñamo, aquellas sogas hechas principalmente con las cerdas de los ganados eran muy fuertes y resistentes, pero si se mojaban no había manera de atar con ellas bien, porque se ponían muy duras y tiesas. RIXERIU.—Rixeríu, jolgorio, alegrosa y risada folixa. RIXIÓN.—Rixión, risión. También se entiende por hacer el ridículo, etc. RIXU.—Rixu, soga, cuerda. RIXUEÑU.—Rixueñu, risueño. RIXUREIRU.—Rixureiru, persona que se decicaba en el arte de hacer sogas con las crines de los caballos y las cerdas de las vacas, andaba por las aldeas haciendo rixus cobrando a tanto el metro. ROBLA.—Robla, así se llama al sello del trato que se lleva a cabo después de haber cerrado la venta o compra de algún animal u otra cosa, que consiste en el convidarse mutuamente o según, en señal de conformidad y honradez del trato. ROBLADA.—Roblada, convidada. ROBEZU.—Robezu, rebeco. También se llama robezus a las personas brutas, o con malas entendederas. ROBLÉU.—Robléu, robledal. RODAL.—Rodal, conjunto de las dos ruedas y el eje.

RÍUS.—Ríus, ríos. RIXA.—Rixa, risa.

RODALADA.—Rodalada, contorno de un lugar. También señales que dejan las ruedas como señal por donde transitan.

RODALLÁU.—Rodalláu, marcado por las ruedas, señalado, pisado el terreno por el rodar de las ruedas.

RODETUS.—Rodetus, atadijos, moños que se hacen, bien en la clin o colas de las caballerías, las mujeres en el pelo, etc.

RODAXA.—Rodaxa, rueda de poco valor, puede ser pequeña, delgada, averiada, etc., siempre en el sentido de desvalorizarla. También se entiende por rodaxas a les tayáes que se hagan de una longaniza, de una andoya, etc.

RODIA.—Rodia, rueda.

RODAXES.—Rodaxes, rodajes, rodamientos, etc. RODAYAS.—Rodayas, rodajas. RODAYUS.—Rodayus, inferiores rodayas, etc. RODÉU.—Rodéu, rodeos. También se entiende por rodéu al atajo, al camino más corto. Exemplu —Disdi la miou aldina, fasta l'aldina de Traspena pel camín riál hai cuaxi una llegua, peru coyendu 'l rodéu del colleón, chégase na meta 'l tempu. (Desde mi aldea, hasta la aldea de Traspeña hay una legua de distancia por el camino real, pero cogiendo el rodeo del collado grande, se anda esta distancia en la mitad de tiempo). Quiere esto decir que por ese desvío se gana tiempo porque la distancia se acorta. —Güéi vienu pedime Antón de Concia cuartus empriestáus, ya 'l condenáu muróume 'l xustu rodéu, paque se lus priestare xin interexes. (Hoy ha venido a pedirme dineros prestados Antón de Concha, y el condenado supo buscarme la vuelta precisa para que se los prestase sin intereses). RODEYÁU.—Rodeyáu, rodietcháu, rodielláu, enredado, liado, de mala manera, forma, hecho, etc. RODEYUS.—Rodeyus, enredos, líos, etc. RODETA.—Rodeta, ruedecilla.

RODIAR.—Rodiar, rodar, también rodear. RODIÁU.—Rodiáu, rodado, también rodeado. RODIÉTCHA.—Rodiétcha, rodilla. RODIÉTCHU.—Rodiétchu, enredo, lío, etc. RODIÉTCHU.—Rodiétchu, rodillo, paño, para limpiar, etc. También se entiende por rodeyus ou rodetes, que se pueden hacer de ramas, hierbas, trapos, con el fin de ponerlas encima de la cabeza para que hagan forro bajo la carga que se va a llevar. Por regla general las rodiétchas que se hacen para llevar pesos en la cabeza, cosa muy corriente y continua en las mujeres de mis aldeanas en los tiempos pasados, eran las de andar por casa de trapos y rodillos, quiere esto decir de andar por casa señalarlo como ir a la fuente por un caldero de agua, ir a lavar un paxáu de fatus al regueiru, ir chevar un fuétchicau de cebeira 'l molín, etc. Pero las radiétchas de pesos ya de mayor distancia, como les goxes de coyer el pan, les maniegues de mazanes, de zreizas, ablanes, ou tou la clás de frutes, etc., pa amocherar por estos pesos se usaban casi siempre las rodiétchas fechas con felechus ou paciones, perque xeitaben mexor ya muchíen mái d'enría la mótchera. ROLDIANA.—Roldiana, roldana, polea, etc. ROLLA.—Rolla ou rótcha, tronco preparado para labrar, que tiene más de una cuarta de diámetro, si tiene menos es puntal de mina o duela. ROLLICAR.—Rollicar, añicar, rodar, mover, etc.

ROLLICONES.—Rollicones, dar vueltas rodando por haberse caído, etc. ROMEDAR.—Romedar, remediar. ROMEDIUS.—Romedius, remedios. La Xantina de la miou aldina se noma la Virxen de lus Romedius, nus tempus d'endenantes yera mu vixitá per xentes de tous lus lláus d'Asturies ya del Mundiu enteiru, güéi nel díe lus difierentis cures qu'acaidonarun sou illexina, fixerun que la miou Xantina nun tena tous lus anus la grandie festa qu'endenantes se le faía, peru la Melgueira Xantina de lus Romedius ta xigue fayendu millagrus ente les xentes que tous lus díes endenantes de fondiaxe nel xuenu que mura 'l escanxu del curpu ya de la mesma 'lma, toes istes xentes que conecha toes les nuétchas le falen con beneraxón ya creyencia, son protexíes pe la Xantina lus Romedius, A ista Melgueira ya Embruxaora Xantina, que llindióu tous mious espatuxus ya trabayus, a ista miou Xantiquina que m'agüétchou crecier al llái xigu enxemáu de ñatural iñocencia, ya dientru de bétcha probeza, peru xempri xuañador, fellíz ya contentu, a ista mantina Xantina que mexor que you xabe cuntu la queru, agora mesmu vou faele 'l mexor cantigu que naide le fexu. TRADUCCIÓN.—La Santina de mi aldea se le llama la Virgen de los Remedios, en tiempos pasados era muy visitada y venerada por gentes de todas las partes de Asturias, y también del Mundo entero. Hoy día, por la causa de los diferentes sacerdotes que han dirigido su capilla, que con sus formas nada cristianas de robarle a la Xantina sus intereses, dieron lugar a que esta romería antes tan renombrada, no tenga ya las grandes fiestas que antaño. Pero la Dulce Santina de los Remedios, a pesar de todo, aun sigue haciendo milagrosos bienes, a todas las gentes que cada día, antes de sumergirse en el sueño que busca el descanso del cuerpo y del alma, digo que todas estas gentes que todas las noches con Ella hablan, con veneración

y firme creencia, son protegidas en alguna medida por la Virgen de los Remedios. Y a esta Dulce Santina, que nido todos mis correres y trabajos, a esta mi Embrujadora Santina, que me vio crecer al lado de Ella lleno de natural inocencia, y dentro de grande pobreza, pero siempre soñador, feliz y contento, a esta querida y amada Santina que mejor que yo sabe lo mucho que la quiero, ahora mismo le voy hacer el mejor cante que nadie le ha hecho. "LA VIRXEN DE LUS REMEDIUS" —Grandies millagrus fixera endenantes la Xantina, perque disdi abondu llonxe, xentes de toa l'urbe, el díe de la sou Festina al lláu d'echa s'acorrar, tóus catandu 'n romediu pal sou curpu ou la sou alma, ou pagandu la promexa que d'acuandu le cheldar. —La Virxen de lus Remedius ye tan Melgueira ya Galana, ya tan dá nel romediar, que cundu véi la disgracia ya nul ya puéi encantexar, paez que lus sous güeyinus, que son luceirus del Cielu, ou perlines de la mar, orbáyanxe de tristieces con chárimes de verdá. —Chera bétcha la Xantina enus tempus d'endemantes, perque ganaba llimosnes qu'en sous cepus nun coyer per munchu que lus trincar, pos sous millagrus faíus, yeren pagáus con llargueza, per lus fervientes creyentes que fellices ya contentus, fasta 'l sou cháu achegar. —Yera la Xanta Melgueira dioxa e xana de l'aldina, que mora nuna illexina ena metá del chugar, arrodiá peles figales dunde 'l malvís xilboteiru,

ya 'l xilgueiru cantarín, nes primaveires froríes ya nus branus magosteirus, comu anxelinus cantar. —Toes les xentes del llugar, disdi 'l guaxiquín d'entamu, fasta 'l guaxetu piquenu, ya disdi 'l mesmu trubiétchu dundu fellíz s'añicar, oyía tous lus díes comu la sou má falaba, couxiquines de la Xanta en coples feches rumanza, ou cheldáes en cantar. —Ya 'l viétchu escuaxaringáu, per lus llabores que fexu, ya lus anus qu'aviétchar, poucu a poucu xin pouxar, fasta la postrier cameira de la caxa xepulcral, rezabai tou lus díes a la Melgueira Xantina, paquéi acotara 'n xeitu en sou Xardín Cellestral. —Xantina de lus Romedius, falaba ‘n xoven ou viétchu, cundu ‘l ganáu enes brañes nun lu podía 'topar, per tar xebráu enu llonxe, ou per cauxa de la borrina, que de les cumes argutes escurona s'abaxar, ya col sou paxiétchu nigru tous lus erus atapar. —Santina de lus Romedius, fái qu'el llobu nun me zampe 'l ganáu qu'al entestate, nista nuétche me quedar, ya se tal couxa me fás, tenu date 'l mexor xatu que mious vaques allumbrar, ou 'l cordeiru mái llucíu, ou entrambes couxes se tar dientru del miou cullumbrar. —Xantina de lus Romedius, xi m'allindies ista nuétche, les cabres ya les uvées que xoliquines n'oxa

van adurmir xin curiar, tenu date na tou festa un ramu d'escanda albiar. —Ya les máes de lus rapazus qu'al xervír al rée colar, ufrendiábanye a la Xanta xi con xalú returnar, la mexor xata la corte, una uncena de cordeirus, ou d'escanda un faniegal. —Tou istu qu'apurría 'l pueblu, ya mamplenáu d'ende mái que toes les xentes creyentis l'apurríen a la Xanta per millagrus qu'allumbrar, nun l'agolitaba 'l cura per munchu qu'espatuxar, galamiar ya esfocicar, per querer faer ya esfaer nu quéi la Xanta atróupar. —Pos Fernandu 'l Pertegueiru home xusta ya cabal, yera 'l que mayordunaba anti lus güeyus de tóus, les riqueces que la Xanta de toes les xentes ganar. —Tous lus anus na sou festa, que ye 'l quinxe de xetembe, sacaben de l'illexina a la melgueira Xantina, ya poxentá d'enría un tronu d'andes dunde la chevar, cuatru mozus de l'aldina, paxeándula pel chugar, per toes les caleyinas que l'aldeina encaldar. —El paxietchu que chevaba la Xantina 'l Romedial, yera de seda d'Uriente, bordáu con filus de goru, per mucheres del chugar, qu'al falar de toes les xentes oitre mexor nun güañar. —Isti paxiétchu tan bonu que a la Xanta apaxiétchar, foi prexenti quei fixera un indianu de l'aldina

comu promexa ou regalu, per ser la sou xuerti bona, la que la melgueira Xanta n'Arxentina l'atreinar. —Un cadexín de corales que tóus yeren ñatural, que truxu disdi Fillipinas oitre indianu que fixera de cuartus un cuarexal, adurnaba la garganta de la Xantina 'l chugar. —Ya sou corona de xoyes que mái qu'el sol rellumbrar, foi regalu de l'aldina, que d'aquecha munches xentes per l'América murar, disdi la hermena Arxentina fasta 'l ñoble Cañada, xempre lleldandu cuarexa nel trabayu qu'entainar. —Mái d'una ucena de ramus, qu'ente rosques ya roscones cuaxi mil quilus pesar, diben trés de la Xantina adornáus per fines cintes, que les mocines allegres con muncha fe les chevar. —Déz gaiteirus nel acorde tous la gaita le gaitar, al son de lus tamboreirus ya de les xentes cantar, daben a la festiguina la Xantina lus Romedius, un orquiestáu cellestral. —Comenciar la procexón ya bufar lus volaores tou yera un prinxipiar, abaxu gaita e pandeirus, allegríes ya benerares, nel Cielu lus voleores, qu'esplotaben per lus aires, fayendu mantes de fumus, ya ruxíus de folixades. —Pirrus que de miéu lladraben xebránduse de l'aldina con el ráu ente les pates, guaxes qu'allegres galamian

con lus güeyus en el cielu vixilandu les bardiasques que lus cuetes dexaben esnaluxandu nel aire, ya nuexoitres a la tema galamiandu per coyer les bardiasques esñidiades, dou quiera que s'apoixaren. —Miles de xentes reciaben ya oitres tantes que cantaben, apaxiétchaes de festa, diben en pos de la Xanta, la sou dioxa cellestral, unus choraben de penes que la Xantina enxugar, oitres reyíen fellices, con chárimes contentóuxes que l'allegría allumbrar. —Ya despós cantar la mixa meta l'ucena de cures que tous échus ben cobrar, per la cuarexa la Xanta qu'el mayurdomu llindiar, xabastábense les rosques que de lus ramus cuelgar, fechus con bona farina que la roxa escanda dar, ya enxamás nun algamír, pa fatáus d'aqueches xentes que per aquel pan benditu con atuñescus puxar. —Ya endespós de fechu ístu, lus gaiteirus apuxar pel punteiru les sous gaites, yal compás del tamboreiru allegres xotes tocare, que con gozóuxa folixa toss les xentes les danciare, cantandu les tradiciones quiá la Tierrina enxalzar —Cundu a la tardi avantiada, despós d'enzular el chucu les xentes de la miou aldina nel festexu familiar, ya romeirus pellegrinus quiá la romería quedar, fartase con sous meriendes a la xoma les figales, lus ñocéus ou mazanales,

ou lus préus quiá la miou aldina per tous sous lláus l'acorrar, cundu tóus tar fartucus grande festa s'amañar, dou tocaben dous urquiestes de les mexores qu'uviés ena mesma capital, que xuntu cun lus gaiteirus qu’al lláu lus chigres gaitar, per tous lus cháus se cheldar, dancies de xubir al cielu, bailes de nel cielu tar. —D’Uviéu venien retrateirus con chalines de percal, ya máquines de tres pates que nel xuelu las llancar, ya en menus de déz menutus, bonus xemeyus faíen a les xentes que quixeren fer xemeyu de sou tar. —Ablaneires, frixuéleires, que de l'aldina baxar, con ablanines turráes nus fornus dou cuéz el pan, vendiendu lus tarreñinus disdi perrona 'l pociétchu fasta rial la tarreñá. —Xabarceires de la riera, con puestus de xuguetinus, restallones ya petardus, qu'al llanzalus sou lus cuetus, bramaben con tanta fuercia que les xentes s'axustar. —Cundu ya n'atapecer ya munches xentes de fora pa lus sous llares colar, ya quedar mozus ya moces de les aldines veicines danciandu fasta 'l albiar, endeveices s'atreinaben engarradióuxes folixes, per mor d'anguna mocina que mái d'un mozu l'amar, ou per fatáus d'oitres couxes que de noxáus reverdiar, ya nun yeren bones festes aqueches que nun cheldar, moquetazus, cayadáes, ya fatáus de nabayas.

—Anxín se faía la festa de la Virxen lus Romedius ena aldina de Caranga, cundu miou má yera xoven ya con miou pá cortexar. —Ya despós de pagar tóu lu quéi na festa gastar, ta quedaben na cuarexa qu'el mayurdumu llindiar, abondus cuartus de xobra p’un fatáu de festas mái. —Anxín yeren lus Romedius, festa grandíe ya renomá, xegún falar de miou má, enus tempus cundu 'l cura la Xanta n’amiñistrar. —Vou cuntayes gora you, qu'al lláu d'echa l'agüétchar, comu ista romería d'afechu tar escosá. —Fae anus xendu you guaxe, chegarun a la miou aldina unus fíus de xatanás, dixus vallentres que había, que nus pueblus requixar, lus ganáus ya les coxétches qu'el llabrador trabayar. D'ixes xentes qu'achuquinen, a las prexones na paz, perque yeren tan baldrayus, que pal frenti nun vallíen perque de miéu se foriar. —Istus rapiegus fulanus roxus d'aquechus cheldares, despós de dexar l'aldina escosá de pan ya paz, chegarun a l'illexina dunde la Xanta morar, charun el portón abaxu, entrandu nel Xantu Teixu, comu lu fan lus braquinus, ou llabascus d'engordar, arrapiegarun les xoyes dadives d'un Pueblu Ñoble, tan xagráes comu 'l clicu de la honrá má qu'allumbrar, baxárunla del sou Altar,

ya xuntu col sou Fíu Cristu, Xan Antoniu ya oitre xantu, en metá de l'aldina, dándoxeles de vallentres qu'al Faidor dexafiar, fuéu a tóus les llantar, despós queimarun l'illexa, ya la campana afoinar. —Peru la Dioxa Xantina dientru d'aquel magostón, quedóu la Probe 'n porriques peru queimar nun queimóu. —Una muyer de l'aldina, que yera roxa d'alma, nun comu aquechus bandíus que namái qu'aparenciar, en sou teixu la guardiar, ya cundu la paz chegóu, al cura se l'entregóu, esñudina e chamuscá. —Yera aquel cura un paixanu que munchu la Xanta amar, yera fíu de les montañes, yera d'Asturies l'Asturias del reciar ya 'l galamiar, xempre 'n pos de la xusticia, xinete de llibertá, de lus que güéi ñacen poucus, ya d'angunus ta malbiar. —Xapié 'l bon cura d'antigu, que nes couxes de la Xanta non podié fer mái brexu, qu'encaldar mixa ou roxariu, ou d'angún oitre cheldar que nun fora amiñistrar. —Fexu Xuntura l'aldina nuna xunta parroquial, ya un mayurdumu a la Xanta nomóu xustu ya cabal. —Cumenzú fexe la festa qu'en tempus d'engarradiétcha nun se pudier encaldar, ya en xamás de lus xamaxes tanta xente vióxe xunta, en dalguna romeríe de cuntes you agüétchar.

—Les mexeries que la guerra d'enría 'l Pueblu dexar, chegaben catar romedius a la Xanta 'l Romedial. —Xentes que venien xangrandu escalzus per sous promexes, a la pata regañá, chegaben disdi mu llonxe, per ufriendes que cheldaren ou qu'encalduncándules tar. —Coxus, mancus, cegaretus, con amoláus nel sou curpu, ou nus requeixus del alma, xentes d'esquerda ya drétcha, probes, ricus ya terxáus, chegaben chenus de fe de rodiétches al sou llar, rogándaye un romedín, qu'el sou curpu ou sou alma con priexa ñecexitar. —Ya tóus topaben dalgún na Xantina 'l Romedial, que munchu ben les faía, perque la fe ye un curar. —Anus que forun colandu fayendu 'l tempu esñalar, ya la Xanta 'l Romedial en cá veiz xubía mái, fasta qu'un envernu fríu, al probe cura ya viétchu amoláu del polmonar, el Faidor al sou Reinu una nuétche lu chevar. —Vienu oitre cura 'l escape, xoven ya llisfu de mái, qu’ocupóu sou retoral, cundu vióu que la Xantina cuartus asgaya ganar, quixu, fexu e conxiguióu col sou poder naquel tempu, meter les xentes nel puñu, domenás e amiedrantás, ya faer lu qu'en sou xeitu mexor a él l'encaldar, que nun yera oitre cheldar, qu'allindiar les llimosnines, que la Xantina ganar.

—Vienu con xotana viétcha, mal pelaxe ya bon afan, con la cuarexa escosá, per zapetus unus zuecus perque d'Urenxe chegar.

no queriendo llegar sabiendo que tienen que hacerlo.

—Chuéu aquel cura esfamiáu, se l'inflarun sous mexiétches, oitra xotana mercar, tiróu lus zuecus al trasti, bonus zapetus mangar, ya despós de fer la festa, cuartus xirar pa sou tierra quía la Xanta la l'arramblar.

RONCONES.—Roncones, molestos en todos los sentidos y condiciones.

—Nel tenor qu'él xubía con lus cuartus qu'afoinar, la Festa de lus Romedius mái piquena se cheldar, anxina empezu esfaese, de cura en cura fasta güéi, que ta la Festa troná. —Pos isti anu cudu dir, el díe de lus Romedius a la Xanta a vixitar, el cura que l'allindiar, xacupáu toes sous llimosnes, dientru d’una fardeluca que pa tal faer chevar, ya montandu nel sou coche, xebróuxe de la miou aldina, xin dexai a la Xantina, n'ún duru paqu’un gaiteiru una Xota le gaitiar. —Según mi parecer, las tradiciones ancestrales de los pueblos, son los más principales sostenes que el ser Humano necesita para no perderse en el tiempo deshumanizado. Los Pueblos que sabiamente sepan conservar sus ancestros, serán más poderosos, más felices y ricos tanto espiritual como materialmente, que aquellos otros pueblos que hayan perdido sus raíces. RONCIAR.—Ronciar, venir detrás, de mala gana como ronciegandu.

RONCÓN.—Roncón, pieza de la gaita.

RONDIAR.—Rondiar, rondar, vigilar, estar a la espera para conseguir si se puede lo que uno pretende. RONDIAGUS.—Rondiagus, rondar con menos vigilancia, sin perder el tiempo del rondiar, pero siempre con las miras de atrapar lo que uno pretende. RONIÁR.—Roniár, roñar, murmurar muy despacio, etc. También se entiende por roniár al rondar. RONQUES.—Ronques, afónicas, catarrosas, etc. ROÑAR.—Roñar, murmurar, protestar, roncar muy quedamente, cumu lu fae 'l guetu cundu callentín ya fellíz durme trés el chare. ROÑU.—Roñu, ronquido, protesta, etc. También se entiende por avaricioso, por atuñáu, agarrado, etc. ROPIÉTCHA.—Ropiétcha, ropaje, ropas, etc. ROPIÉTCHAR.—Ropiétchar, arroparse, taparse. ROPIETCHU.—Ropietchu ou ropieyu, ropero. ROPEIRUS.—Ropeirus, que se dedican a vender ropa. También roperos, guarda ropas. ROUXA.—Rouxa, rosa. ROUXADA.—Rouxada, rosada.

RONCIEGANDU.—Ronciegandu, tardando, andando de mala gana como

ROUXALADA.—Rosalada, también escarcha, rocío, etc.

ROXA.—Roxa, roja, rubia, etc. ROXAR.—Roxar, calentar, caldear, ponerse roja o rubia una cosa, etc. ROXÁU.—Roxáu, que se encuentra dentro del roxar. ROXETÁU.—Roxetáu, enrojecido, arrubiado, etc. ROXETONES.—Roxetones, manchas rojizas en la piel. ROXONES.—Roxones, colorados, rojos, rubios en profundidad, etc. ROXU.—Roxu, rojo, rubio. ROYEDURAS.—Royeduras, roeduras.

RUELDU.—Rueldu, rodilla que se hace en casa, que consiste en una pieza circular de tela que se rellena de lana principalmente, luego se cose y así que hecha como un círculo con un agujero en el centro, que sirve para colocarla en la cabeza con el fin de traer el caldero del agua de la fuente o alguna otra cosa fina por así decirlo que las mujeres puedan acarrear, como el grano al molino, las cosas que se traen de las tierras o prados en la cabeza, por regla general para acarrearlas se suele hacer un rueñu. RUEÑU.—Rueñu, rueldu que se hace de helechos, hierbas, trapos, que se pone en la cabeza con el fin de que el poso que se lleve no haga mucho daño. RUINDU.—Ruindu, eje, ingenio que gira, etc.

ROYER.—Royer, roer. RUINU.—Ruinu, malo, ruino. ROYÍU.—Royíu, raído. RULLAR.—Rullar, arrullar. ROZA.—Roza, corta, siega las malezas, como las argañas, los helechos, los artos, las hierbas malas en general.

RULLONES.—Rullones que están siempre rullando, pidiendo cantando, etc.

ROZAR.—Rozar, cortar, segar el rozu. ROZONES.—Rozones, lugares poblados con abundante rozu. ROZÓN.—Rozón, guadaña gruesa, corta y ancha que sirve para segar el rozu. ROZU.—Rozu, hierbas malas, artos, helechos, árgumas, que cubren un terreno. El rozu se usa sólo para mullír el ganado. RUBLAYU.—Rublayu ou reblayu, curvatura, revés, etc. RUBLAYÁU.—Rublayáu, arrodillado, postrado, curvado, etc. RUCAR.—Rucar, roer, comer. Rucar ablanes, rucar el pan, etc.

RUMA.—Ruma, reuma. Hace muchos años, en un cafetín de Marruecos, le escuché decir a un moro viejo hablando del reuma y de la artritis con un veterano sargento del Tercio que según parecía sentía los dolores de estos males. Decía el viejo morube, que estas enfermedades se curaban o por lo menos se aliviaban mucho, no tomando ninguna clase de licor que tuviese alcohol, ni fumando ninguna clase de tabaco que no fuese buen quifi, al mismo tiempo, que se aplicase en los lugares dolorosos, cataplasmas hechas de quifi y leche preferentemente, estas cataplasmas se debían de aplicar todo lo calientes que uno pueda aguantar. RUMIA.—Rumia, hambre, miseria. También se llama rumia a los montones de pececinos que siempre van muy juntos como queriendo protegerse entre

todos, así como a las morrinas que son banquete de los gusanos. RUMIAR.—Rumiar, comer. RUMIAYU.—Rumiayu, mal que tienen los animales rumiantes cuando pierden el rumiu ou rumiayu, que es el apetito de rumiar. RUMIEYUS.—Rumieyus, comicios, miserias, etc. RUQUERA.—Ruquera, pucara, cartera, comida, que hay abundancia, etc. RUSTIAR.—Rustiar, asar, etc. RUSTIUS.—Rustius, pellejos que quedan de tocino, el sebo, el unto, etc., después de derretirles sus grasas. RUSTÍU.—Rustíu, así se llama al sofrito que se le hecha al pote, cocido, sopa, etc. RUSTRIU.—Rustriu, rustíu. RUTAR.—Rutar, eruptar. RUTIAR.—Rutiar, eruptar. Por regla general cuando uno rutia ye que ta fartu. RUTIU.—Rutiu, erupto. RUXÍR.—Ruxír, sonar, toda clase de ruidos y sonidos. Si yo fuese músico, creo que haría ahora mismo una pieza de natural música que le llamaría ...El Ruxir de l'Aldina. Pero como no soy músico ni aficionado siquiera, yo le voy a cantar a mis aldeas de la única forma que conozco, que aprendí y me enseñaron, sencillamente así. “EL RUXÍR DE L'ALDINA” —Ruxen lus ferraxes de les madreñes, per d'euria de les ñidióuxes llábanes, qu'enllabanen les pedreires, de caleyones, atayus caminus ya carrilones, que baxen de les morteires ou brañes, moyáus ya esguiladizus per el orbayu de

la borrina, qu'abaxandu del puertu encaxoná, pente lus arbolaxes de les fondigonáes, acobertoria per tous lus lláus a lus vaqueirus, que ya baxen d'abrañare, esmadrenándu con esboriaures pelligróuxes, qu'angenes veices fanles esmurgazase nel xuelu, bazcuchandu la lleichi ou fayánduxe mancaures al focicase per mor del esborión per enría les chábanes. —Abaxu na vátchada, metanes na mesma aldina, tamén fae chambidura la borrina, con sou frisca ya cristialada orbayada, qu apaxiguá le xede de lus verdis maizales, amagostainus per la callor del aburióuxu branu, nel sou mes de coyer l' escanda. Tóu ta pingandu per tous lus lláus, ya dalgún llabor encalda la xente nus sous erus, metantu qu'el Pá Sol nun desfaiga la borrina, empuxándola xelínmente fasta lus faidieyus de lu cimeiru del puertu, ya escarrapiétche 'l bon díe que d'afechu l'esfaiga, ya entóus llúcense montes ya vátchines, llombes ya fondigonáes, dientru d'un relluciente cheldar de lluz ya callor, que tal apez qu'el Güenín del Faidor, pintóu con sou mexor pincel, tous lus llugares de l'embruxadora aldina. —Ruxen les branques ya manteigóuxes lleichis en prixoneira mazaura, dientru de lus butiétchus fechus con lus pelleyus de lus chucus que per la festa de l'aldina s'achuquinaran, ou piétchaes en caramañoles de fierru xolateiru, metanes d'enría 'l llombu de lus allegres vaqueirus, qu'en beceira xuxeante de comunal xaréu, baxen de suos brañes con el lleichi de les sous vaquines, que guareciendu quedaren nes pradeires de l'aldina les tiernes paciones enxemáes de chárimes, choramicáes en orbayu d'orpina per la prietona borrina, con sou paxiétchu ñubóuxu que nun dexa ver, nin la mesma mán dellantri lu güeyus, metantu nun s'esborre per les chambidures qu'el Sol le faiga. —Ruxen metanes nus ciarrus enxemáus de matoxus ya orbolíus, que axuqueren lus lláus de lus caleyones ya oitres chugares, lus probetayus e allegres paxarinus, que caten ente lus raigoneirus de lus ablanus, zreizales ya mamplenáus

de clás d'arbolaxes, llimiagucus, merucus ou rispiayus de comedeira, pa fer conxuelu nus sous ventronucus, perque lus probitinus nun s'atrebin a ñalar mái lexus penti 'el escuru mantu que la borrina texe. —Ruxe 'l gurgútchu de la palomba turca qu'apoxentá ente lus focharascus de lus carbayáles, faidáles, casteñéus ou mamplenáu d'arboliades esñarbaxa per sous frutus ente gurgútchu e gurgútchu. —Ruxe fayendu naluxus nel aire 'l xilbíu melgueiru del tordín malvís, xuntu conel cantigu del xilgueiru, que son paxarinus cantores de les mious aldines. —Abaxu na mesma vatchada, ruxe la má metanes cual chare, apuxandu 'l fuéu fayendu 'l potaxe, cebandu les pites, fartandu lus gochus, añicandu 'l nenín, qu'achucáu nel trubiétchu chora esconxoláu perque quier la lleichina qu'el sou pá de la braña fai xeru en baxale. —Ruxen les mozaquines nus sous chaboreus, unes xacandu de les altabaques la guya yal filu, pa faer coxedures nes róupes riasgáes, oitres nel texe que texe les llanes filáes, fayendu escarpinus, llásticus, calcetus ou oitres couxines que xon ñecexaries. Ya oitres mozaques poblean lus teixus, fregandu cacíus, barriendu les sales, ximielguen xergones, espulguen les mantes, ya cantandu allegres estiren les cames. —Ya despós s'encalda, acuétchen lus fatus que ya tan gochizus dientru del sou paxu, ya van a llavalus al mesmu regueiru qu'abaxa del puertu, abayandu les agues de mái de mil fontes, fresquines ya llimpies, ya sanes nel lleldu de ser melecines, pós cuecen el pote 'n dous fervediores, ya llaven lus fatus con dous refreigones. Ya metandu lus llaven, les guapes mocines con melgueira fala, esnalen nel ventu tonáes d'amore, ou cúntenxe couxes, ya puches gracioxes de lus sous amantis, ou falen de festes, de dancies, caxorius, de guapus paxiétchus, qu'angunes xemáes de fellicidades, llucieran allegres na festa l'aldina. Ya en chancia apená, tamén fan escarniu de la probe moza que dexóla 'l mozu, ya

naide s'escapa de ser esmianáu per aqueches neñes tan refalfiadores, que puenenyi puches ya encáldaye taches fasta 'l mesmu cura de la sou illexina. —Metantu n'aldina lus pitus s'encriesten ya con fuercia canten, les vaques que bramen, lus bracus que gurnian, un nenu que chora, una má que chama, un mozu que canta, un carru que rincha, un pótchin que ronca, lus pirrus que lladran, ruxír de las lluecas ou de las esquilas d'angunas bétchadas. —Ruxen lus xegotes qu'axerran chaplones p'encantexar lus prexéus que tan espiazáus, ruxír de les zueles que fan calzaures pal ramu ou carriétcha que t'escalzáu, ruxír de martiétchus qu'allanquen ferraxes ou faen encantexus d'enría les madreñes que tan raxetáes, goxeirus que ruxen al faer les goxes, maniegues, esquirpies, ruxír de xugueirus cundu fan lus xugus, xuguetas, cachapus. —Ruxe 'l cantíu xordu del bétchau regueiru qu'empuxa con fuercia 'l molín pequenu, que muel la cebeira roxina ou branquina, ya esfáela en farina que ye 'l pan benditu, frutu del trabayu de besties ya xentes, qu'algemen el ciellu nes mious aldeines. Ya tamén ye frutu de les orbayáes que fai la borrina, que dexa sous chárimes d'enría lus erus paque nun s'aburien cundu 'l Sol apuxa. —Ya despós, cundu 'l Sol alluma ya con la sou fuercia desfai la borrina, ya enxuga 'l aguaxe qu'enría lus erus punxerun sous llárines, toes les xentes ruxen ya colen con priexa fayendu en bon tinu lus sous llaboréus, ya miren con güétchus fervientes d'orgútchu lus verdis maizales con sous panoyaxes, lus préus dunde crecien les tienres paciones, ya lus ablanéus con mái carrapiétchus que de fuées tenen, ya las pumaráes, cereizales, ñocéus, grandies castañéus, tou no miou aldina xuxeante ruxía dientru de folixa de sana allegría, curiáu con cariñu per aqueches xontes que yeren la vida del ruxír ca díe nes mios aldeinas. —Güéi que ta l'aldina d'afechu desfecha, xenardu con allegre pena mious anus llexanus cundu yera guaxe, cundu trabayaba sous erus d'embruxu, cundu a

voz nel ventu cantaben les xentes choraben lus nenus, rinchaben lus carrus, bramaben les vaques, gurniaben lus bracus, ruxía la vida per tous lus chugares, cundu you galamieba escalzu ya con fame, llindiandu les vaques y uveyes ou cabres cantandu felliz lu mesmu qu'un ánxel. TRADUCCIÓN.—(EL CANTE O SONIDO DE LA ALDEA) —Suenan los herrajes de las madreñas por encima de las resbaladizas y finas losas que embaldosan los caminos de piedra, que bajan desde las morteras, brañas o demás eros de la aldea, mojados y resbaladizos por el tenue y casi invisible lloviznar de la niebla, que bajando desde lo más alto del puerto encajonada, por entre los tupidos arbolajes de las hondonadas, que tapan por todas partes a los vaqueros que bajan de ordeñar sus vacas, haciendo sonar sus madreñas con resbaladizo peligro, que muchas veces les hace caerse en el suelo, vertiendo la leche, o haciéndose daño, por la causa de haberse resbalado sobre las finas losas. —Abajo en la vallada envolviendo por completo la dulce aldea, también hace lameduras la oscura y húmeda neblina con su fresca y cristalina escarcha, que apacigua la sed de los verdes maizales, que se encogen por la calor del verano, en el mes de agosto, llamado el de recoger los panzales. Todo se encuentra mojado por todas las partes, y ningún trabajo hacen las gentes en sus eros, mientras que el padre sol no deshaga la niebla, bien convirtiendo parte de ella en efímera llovizna, a la par que la va empujando suavemente hacia los montes de enanas hayas que coronan lo más alto de el puerto, donde ya el sol dominándola hace que el día se despierte majestuoso y soleado, y entonces se lucen montes y valles, lomas y hondonadas, dentro de un reluciente hacerse la luz y el calor, que tal parece que el Bueno del Hacedor, pintó con sus mejores pinceles todos los misteriosos lugares de la embrujadora aldea. —Suenan, cantan, se mueven las blancas y mantecosas leches en prisionero

movimiento, dentro de los odres hechos con las pieles de los corderos sacrificados en la fiesta de la aldeina, o cerradas en recipientes de hierro o lata, puestos a modo de zurrón sobre las espaldas de los vaqueiros, que en reunión crecida de ruidos y murmullos, descienden de sus brañas con la espumosa leche de sus vacas que quedaron paciendo en las praderías de la aldea, las tiernas paciones regadas por las lágrimas que en forma de escarcha o llovizna, dejó caer la negra niebla, de su traje de densas nieblas, que no deja ver ni la mano delante de los ojos, mientras que no se deshagan por las caricias y fuerza del sol. —Suenan dentro de los matorrales poblados de arbustos y árboles de todas clases, que limitan los caminos y otros lugares, los pobrecitos y alegres pajarinos, que buscan entre las raíces de los avellanos, cerezos, y demás árboles, toda clase de comida que les haga consuelo en sus pequeños estómagos, porque los pobrecitos no se atreven a volar más lejos por entre el oscuro manto que la niebla teje. —Suena, canta la paloma torcaz, que puesta entre las hojarascas de los robles, hayas, o demás arboladas, come por sus frutos entre arrullo y arrullo, lo mismo que hacen los cuervos y los grajos, los pájaros carpinteros y miles de pájaros que pueblan los encantados y ubérrimos bosques, que rodean la recia y dulce aldea. —Suena, canta silba haciendo revoloteos el silbido del tordo malvís, a la par que el risueño jilguero hace su cántico que son los tenores cantores de mis aldinas. —Abajo en la vallada dentro de las casas, suena la música del hacer cotidiano de la madre, que aviva el fuego para hacer la comida, que da de comer a las gallinas, que cacarean peleándose por el grano, que harta a los cerdos que dejan de gruñir, que mece cariñosamente al niño, que acostado en la cuna llora desconsolado, porque ya desea la espumosa leche, que su padre ya tarda en bajarle de la braña. —Suenan, cantan, se mueven las muchachas en sus labores, unas sacando

del cesto de la costura la aguja y el hilo, para coser las ropas estropeadas, otras en el teje que teje las lanas hiladas, escarpinus, jerséis, calcetines, u otras muchas cosas que son necesarias. Otras muchachas arreglan la casa, fregando los cacharros, barriendo las salas, moviendo los jergones, espulgando las mantas, mientras que cantando alegres hacen las camas. —Y después si procede, recogen las ropas sucias dentro del cesto o balde y van con ellos hasta el cristalino torrente que baja del puerto, recibiendo y batiendo las aguas de más de mil fuentes, puras y limpias, y sanas en el nacer que sean como medicina, pues cuecen todas las legumbres con rapidez y lavan las ropas más sucias con dos refregones. Y mientras que de lavanderas trabajan, las hermosas y naturales muchachas con una dulce palabra, colocan en el viento canciones de amores, o se cuentan cosas satíricas y graciosas de sus novios amantes, o hablan de fiestas, de bailes, casorios, de hermosos vestidos, que algunas sembradas por la felicidad, lucieran alegres en la fiesta de la aldea. Y en serio o en broma también hacen critica de la pobre moza que la dejo su novio, y nadie se escapa de ser criticado por aquellas mozas tan llenas de vida, de sana alegría y crítica sana, que le ponen trabas y le hacen sátiras hasta el mismo cura de su propia iglesia. —Mientras en la aldea los gallos se encrestan con fuerza cantan, las vacas que mugen, los cerdos que gruñen, un niño que llora, una madre que llama, un mozo que canta, un carro que chilla, un burro que ronca, los perros que ladran, el sonar musical de los cencerros y las campanillas de las vacas paridas. Suenan los serruchos que sierran los tablones de madera para arreglar los aperos que se encuentren estropeados, suenan las azuelas que hacen calzaduras para los rastros y carriétchas que están gastadas. Suenan los martillos que clavan herrajes, o hacen remiendos en las madreñas rotas o desgastadas. Artesanos que hacen el natural ruido cuando fabrican sus cestas con baniétchas de avellano, suena

también como formando parte muy preciada, el afanoso trabajo del madreñeru y xugueiru, que lo mismo hace unas delicadas y hermosas madreñas propias del pie de un ángel, que un fuerte y potente yugo para la yunta del más exigente carretero, como un cachapu o cualquier otro apero de la labranza. —Suena, canta, ruge con potente instrumento, el pequeño molino que empuja con fuerza el rico torrente, donde se muele el grano para tornarle en blanca y fina harina, que es el pan bendito, fruto del trabajar cotidiano de gentes y bestias, que alcanzan el cielo en todas mis aldeas. Y también es fruto de las escarchadas que dejó la oscura neblina, encima de todos los eros de la embrujante aldina, para que no se secaran cuando el sol aprieta. —Y después, cuando el sol alumbra y con su grande fuerza deshace o pone en franca fuga la lloviznosa neblina, y seca el rico rocío que encima de sus eros dejaron sus lágrimas, todas las gentes suenan en su marchar con prisa para hacer con buen tino sus labores, y miran con ojos hirviendo en el natural y sano orgullo, los verdes maizales llenos de mazorcas, los prados donde crecen las abundantes y tiernas paciones, los avellanos cargados de fruto, los mazanéus, las cerezales, los nogales, los frondosos y grandes castañedos, todo en mi aldea con crecida fuerza sonaba, cantaba, reía, dentro de la más pura y natural alegría, cuidado en todo momento y tiempo con respetuoso y cariñoso trabajo, por aquellas nobles e hidalgas gentes, que eran la vida hace años, del sonar, del cantar, del rugir natural y puro de todas mis aldeas. —Hoy que ya está la aldea casi del todo despoblada, y todos sus ricos eros son pasto del abandono y de las malas hierbas, mi añoranza sencilla, simple y aldeana, con alegre pena viaja en mi pensamiento hasta los lejanos años de mi niñez, cuando vivía y trabajaba en sus eros de embrujo, cuando a voz en el viento sus gentes alegres y gozosas cantaban, cuando lloraban los niños,

cantaban los carros, mugían las vacas, gruñían los cerdos, cuando sonaba, cantaba, rugía la vida en todos sus eros, cuando yo corriendo descalzo y lleno de hambre, cuidaba las vacas, ovejas y cabras, cantando feliz lo mismo que un ángel. —Si yo fuera músico, le haría un himno a mis aldeas con todos sus naturales y sencillos instrumentos, y lo terminaría con el silbido de las fábricas, el rugir de sus poderosas máquinas de vida y de progreso, y el aullar triste y desgarrador de los ingenios de guerra y de muerte. Todo este RUXIR desencadenante que nació en el natural ancestro de la aldea, y hoy surca con rapidez los cielos, y tiene sus púlpitos en las más populosas y ricas ciudades de la Madre Tierra, ha despreciado a la aldea, a sus costumbres, sus tradiciones, sus raíces, que fueron el natural alumbramiento de tanto sublime y necesario progreso. Yo creo, que quienes pierden sus ancestros, sus naturales tradiciones y profundos raigones, se deshumanizan, y no saben valorar después en la medida que se merece, el divinizante progreso que hará que el Hombre encuentre en la profundidad del venidero tiempo, no sólo su felicidad y gozo, sino que le logre arrancar de las negras garras de la vieja Muerte, ese aguijón que mata, que desde que nacemos pende sobre nuestras vidas y cuando en la razón entramos nos hace acondicionarnos al resignado suplicio de tenernos que morir. Por regla general los grandes sabios que tuvo la Humanidad, siempre buscaron la más profunda humanización en las raíces del sencillo y simplista pueblo, porque creo que llegaron íntimamente a descubrir, que el ser que no tiene raíces, o que se ha xebráu de su tradicional ancestro, es un parásito o una máquina que hizo la Humanidad para la fría muerte, o para trabajar el egoísmo, nefastosa alambrada que detiene de alguna manera el avance del indetenible progreso. RUXIRES.—Ruxires, sonares, ruidos, etc., etc.

RUXURAS.—Ruxuras, locuras, desatinos, etc. RUXURÁU.—Ruxuráu, que hace desatinos, locuras, etc.

T TÁ.—Tá, que está. TABA.—Taba, que estaba. TABÁN.—Tabán, tábano. Me recuerdo que por el mes de la hierba cuando subíamos con la xuntura les vaques (yunta de vacas) a las praderías de los prados de la mortera a por rametáus de hierba, las vacas nada más que daba el sol se plagaban de tábanos, que algunos las aguijoneaban tan fuertemente que las hacían sangrar, yo solía coger de encima de sus cuerpos los tábanos más grandes y les metía una hierba en el trasero, y los condenados aún volaban así insertados buscando siempre el cuerpo de las alteradas vacas, que algunas veces enloquecidas solían moscar (correr como enloquecidas), y uno se veía en apuros para dominarlas, ya que las vacas cuando moscan uncidas están tan sumamente ruxuradas (rabiadas, enloquecidas) que no saben lo que hacen, ni obedecen a quién las conduce. TABANEU.—Tabanéu, revoleteo, rondamiento, etc. Exemplu.—Que clás de tabanéu tás cheldandu 'l lláu la fía 'l Rancuayu, paeme amindi que son mái que pallabres lu qu'encalducáis, pos xegún collumbru tadis añuedandu 'lcibiétchu, anxina ye que comu la rapaza s'empandorgue, vas tener qu'axunetate conecha en caxoriu, xinún quiés miou fíu qu'el Rancuayu t'achuquine, lu mesmu que fexu con la sou muyer ya 'l quirindangu, cundu lus atrapóu na sou mesma cama fayéndulu castrón. TRADUCCIÓN.—Que clase de devaneos, de tapadijos, de enredos, etc., etc., te traes al lado de la hija del

Pequeño, me parece a mí que son más que palabras lo que estáis haciendo, pues según presiento, observo, etc., estáis haciendo el amor, así es que como la rapaza quede preñada, vas a tener que unirte con ella en casamiento, sino quieres hijo mío que el Pequeño te asesine, lo mismo que ha hecho con su mujer y su querido, cuando los descubrió en su misma cama poniéndole los cuernos. TABERNEIRU.—Taberneiru, tabernero. TABIERNA.—Tabierna, taberna. TABLEXUS.—Tablexus, tablas pequeñas, ruinas, etc. TRABLEYÁU.—Tableyáu, tillado malamente. TABLEYUS.—Tableyus, tablexus. TACAS.—Tacas, manchas que quedan en la piel tras alguna enfermedad, o que tal vez las personas que tienen tacas hayan nacido con ellas. TACONIAR.—Taconiar, taconear.

se yes falara. (Mi mujer es muy trabajadora, pero más quisiera que fuese una holgazana, y que no tuviese la mala costumbre, de estar poniéndole inconvenientes desacreditantes a todo cuanto hago, porque si algo me encoragina a mí, son las personas puchegas y disconformes, que son capaces de hacerle sátiras y contrapuntas hasta el mismo Hacedor si les hablase). TACHÁU.—Tacháu, tajado, rechazado, borrado, etc. TACHEGUS.—Tachegus, amigos de poner tachas. —Del puchegu 'l tachegu nun hai mái ciarru qu’el mesmu enréu. —Quiere esto decir, que ninguno de estos sujetos es nada recomendable, porque yo creo que aún dentro de los mismos infiernos, estas personas enredan al diablo. TACHEIRAS.—Tacheiras, lugares situados al lado de las cuerras ou corras que albergan los arizos de las castañas para que podrezcan, es un pequeño campizo liso, donde se machan, ou mayan (majan) los arizos una vez que estos ya esten en su lleldar (sazón), para sacarles las castanas. Tacheira, llugar dou se fae l'esbitcha de les castañes.

TACONIÁU.—Taconiáu, pisado. TACONES.—Tacones, así se llama a las pequeñas fincas. TACOXUS.—Tacoxus, que tienen tacas. TACHAR.—Tachar ou cachar ou taxar, cortar, aguzar, etc. TACHAS.—Tachas, contrapuntas, inconvenientes, faltas, desacuerdos, etc., etc., que se ponen para desacreditar algo. Exemplu. —La miou muyer ye mu trabayadora, peru mái quixera que fora folganzana ya que nun tuviexe la tacha de tar fayendoi tachas a tou lu que faigu, perque xin dalgu m'encoraxina son les prexones puchegues, que le puenen puches ya taches, fasta 'l mesmu Faidor

TACHUDAS.—Tachudas ou tayudas, así se dice cuando las legumbres, las patatas, así como algunas frutas, se han tornado maduras y anegratadas, teniendo un sabor repugnante. —Cundu la fame te rumia les muries del ventrón, la fruta mái tachuda ye melecina que lu sana. (Cuando el hambre te roe el estómago, la fruta más despreciable es medecina que lo sana). TAFÁN.—Tafán, ahinco, fuerza, lucha, etc. TAFANÁU.—Tafanáu, atareado, corrido en sus trabajos, etc. TAFANIEGU.—Tafaniegu, que es dado a meter prisas, que apura, que arrea, etc.

TAFARNÁU.—Tafarnáu, sucio, lleno de porquería, etc.

TALAYEIRU.—Talayeiru, amigo de observar, mirar, fisgar, etc. TALLANTE.—Tallante, talante.

TAFARNU.—Tafarnu, desprecio, suciedad, troyeiru. TAFIZU.—Tafizu, que despide olores. TAFURNIÓN.—Tafurnión, avaricioso, usurero, tacaño, etc. TAFU.—Tafu, olor, bien sea agradable o todo lo contrario, exemplu. —Conquéi prefume t'entafarnaste güéi miou melgueira ya embruxadora xaniquina, que de tóu 'l tou curpu s'esñala un tafu qua da groria 'l golelu. (Con qué perfume hoy untaste todo tu cuerpo, mi dulce y embrujadora diosa, que desprendes un olor de gloria). —Fae 'l favore de xebrate de miou lláu lu mái llonxe que puéas, cola ya llavate lluéu, pos nun sei conquéi t'atafarnaste, lu que xin sei, ye que cheves un tafu d'enfernu. (Haces el favor de marcharte de mi lado lo más lejos que puedas, vete y lávate pronto, pues yo no se de lo que te has untado, lo que si se, es que llevas contigo un olor de infierno). TALLADREIRU.—Talladreiru, torno de madera donde se sujeta la madreña para hacerle su caja. Los talladreirus se hacen de un tronco que se planta en el suelo, en su parte superior se le hace una hendidura cuadrada donde coja con holgura la madreña, que se sujeta con un par de pinas (cuñas) de madera para con comodidad trabajar por ella. TALLADRU.—Talladru, taladro, barrena, etc. También agujero, etc. TALLAMBERA.—Tallambera ou talamera ou talameira, altura, puentecito, cabeza, las mismas pontigas del hórreo, una pequeña pachareta, etc. TALAYAR.—Talayar, mirar desde la atalaya.

TALLENTU.—Tallentu, talento. TALLENTUDU.—Tallentudu, talentudo. TALLUDU.—Talludu, tachudu ou tachudas. También mutilado de alguna cosa. TAMBASCADA.—Tambascada, lluvias o nieves de escasa duración que por regla general vienen acompañadas con vientos. TAMBOREIXUS.—Tamboreixus, tamborileros. TAMBORIAR.—Tamboriar, tocar el tambor, hablar fuerte, etc., etc., etc. TAMBORIUS.—Tamborius, así se dice a las personas que no tienen personalidad, que siempre están haciendo o diciendo cosas insustanciales, etc. TAMÉN.—Tamén, también. TAMIÉN.—Tamién, también. TAMUS.—Tamus, que estamos. TANDAS.—Tandas, veces, porciones, etc. TANDORIAS.—Tandorias, sandeces, tonterías, etc. TANDORIADA.—Tandoriada, trastada, sandéz, etc. TANDU.—Tandu, estado. TÁNGANU.—Tánganu, jarra de madera que se suele usar principalmente para ordeñar a las vacas en las cuadras de monte, así por ejemplo se deja la cantimpla (lechera) y se ordeña en el

tánganu y una vez lleno éste se vierte en una caramañola (lechera) y así sucesivamente. TANGANÁUS.—Tanganáus, jarradas, en abundancia, etc. TANGANADA.—Tanganada, en abundancia, mucho, etc. TANOBRIU.—Tanobriu, suplemento de pequeña pontiga al lado de la xubidera del hórreo. TAÑER.—Tañer, conducir, acaidonar, etc. También sonar las campanas, tañir los cencerros, etc. TAÑÍU.—Tañíu, conducido, acaidonáu. También tañido, etc. TAPALLENDUS.—Tapallendus, bufanda. TAPAVENTUS.—Tapaventus, bufanda, etc.

TAPUXUS.—Tapuxus, tapujos, escondites, etc. TAR.—Tar, estar. TARABAZAR.—Tarabazar, cuajar un líquido. TARABAZÁU.—Tarabazáu, que está cuajado. TARABAINA.—Tarabaina, así se dice a las personas cuando son tarambanas. TARABIÉTCHU.—Tarabiétchu, peslillo de madera. Puede ser en forma de un agujero que une la puerta con el batiente por mediación de un torno de madera o hierro, o también un trozo de madera más o menos artesanado que gira alrededor de un clavo plantado en el batiente de la puerta. TARABICA.—Tarabica, parecida definición que tarabiétchu, sólo que aquí puede ser el cierre también metálico.

TAPAXUS.—Tapaxus, tapujos, etc. TAPAYADA.—Tapayada, tapada, escondida muy superficialmente, etc.

TARABICÁU.—Tarabicáu, peslado, cerrado, etc. TARAGAÑAR.—Taragañar, morder.

TAPAYUS.—Tapayus, tapujos. TARAGAÑÁU.—Taragañáu, mordido. TAPECER.—Tapecer, oscurecer, atardecer.

TARAGAÑÓN.—Taragañón, mordisco, también amigo de morder.

TAPECÍU.—Tapecíu, oscurecido. TAPÉZ.—Tapéz, que oscurece, atardece, etc. TAPIÉTCHU.—Tapiétchu, entiéndese por estar escasamente tapado. En mis aldeas se decía cuando el día estaba medio nublado y oscurote, que taba 'l díe tapiétchu ou tapieyu. TAPINUS.—Tapinus, pedazos de tierra de los prados con su césped. TAPUXÁU.—Tapuxáu, malamente tapado, o escondido.

TARAGUYÁU.—Taraguyáu, mal cortado, zafio, etc. TARAGUYUS.—Taraguyus, amontonamientos, sin control en general, también se entiende por tarucus. TARAMA.—Tarama, piso del pajar, techo del mismo, tarima, treme. TARAMBICU.—Tarambicu, así se dice a las personas que son variables, que no tienen palabra, etc.

TARAMBICAR.—Tarambicar, cerrar, peslar. También se entiende por tropezar, por caminar tambaleándose, etc. TARAMBICÓN.—Tarambicón, tropezón, etc. TARAMAYU.—Taramayu, desaseado, mal hecho, también se entiende por variable, taramieyu. TARAMIÉTCHU.—Taramiétchu ou taramieyu, persona variable, atontada, mal formada, etc. TARAMINGUS.—Taramingus, pequeñeces, ruindades, etc. TARANGUS.—Tarangus, así se llama a las personas que o son geniales o por lo contrario son tarantus. TARANTAZU.—Tarantazu, trastazo, tortazo, golpe, etc. TARANTÁES.—Tarantáes, tonterías. TARANTUS.—Tarantus, tontos, que no están muy bien de la cabeza. TARASCONA.—Tarascona, dícese de la mujer bruta, zafia, poco recomendable. TARASCU.—Tarascu, golpe, también igual o parecida definición que tarascona. TARAZAR.—Tarazar, partir, romper, destrozar, etc.

TRADUCCIÓN.—Ayer se ha muerto Pacho el de Juana de resultas de un cólico de barriga, Juana su mujer hoy está llena de dolor, su hijo primero que está en el campo de batalla, esta lleno de miedo, y el último de sus hijos aunque se encuentra preso en la cárcel también se haya ansioso por comer. TARDÍU.—Tardíu, retrasado, xeru, tardío. TARDIEGUS.—Tardiegus, tardío. TARDIEYU.—Tardieyu ou tardiétchu, que es tardío. TARRECER.—Tarrecer, esperar, tardar, exemplu. —Nun dexu ya les mious vaques per la nuétche fora de la corte, perque ya ta mu xera la xeronda ya tarrezcu que lus llobus que tan atarrecíus de fame fagan achuquín en danguna d'échas. (Ya no dejo mis vacas a dormir fuera de la cuadra, porque ya está muy avanzado el otoño y tengo miedo que los lobos que están llenos de hambre, me asesinen alguna de mis vacas). —Güéi tou 'l díe m’atarrecióu nun sei cuntu. (Hoy todo el día me ha suplido mucho, etc.). TARRECÍU.—Tarrecíu, lleno de cualquier cosa. TARRENU.—Tarrenu, terreno. TARREÑÁU.—Tarrerñáu, tarreñada. TARREÑU.—Tarreñu, tarreña.

TARAZÁU.—Tarazáu, roto, partido, etc. También se entiende por tarazáu el estar lleno de necedidad. Exemplu. —Ayeri morru Pachu ‘l de Xuana per cauxa d’un tarazón de banduyu, Xuana la sou muyer güéi ta tarazá de pena, 'l sou fíu primeiru que ta nel frenti, ta tarazáu de miéu, ya 'l postreiru de lus sous fíus que t'arretrigáu na cárxel, ta tarazáu de fame.

TARREPLÉN.—Tarreplén, terraplén. TARRONEIRU.—Tarroneiru, abundancia de terrones. TARRONES.—Tarrones, terrones. TARREÑUELA.—Tarreñuela, así se llama a las tarreñas de barro que sirven para guisar en ellas. Cazuelas.

TAVIÁU.—Taviáu, ataviado. TARTEXA.—Tartexa, que tartamudea. TAXA.—Taxa, taja, corta. TARTEXAR.—Tartexar, tartamudear. TAXAR.—Taxar, tajar, cortar, etc. TARTIR.—Tartir, moverse, estar inquieto, etc. TAROXUS.—Taroxus, así se llama a la madera por así llamarle de la mazorca donde van injertados los granos de maíz, los taroxus no sirven nada más que para prender el fuego, bien enxútchus encarnen munchu ben el fuéu.

TAXADEIRA.—Taxadeira, tajadera. TAYA.—Taya, taja, corta, etc. TAYÁ.—Tayá, chuleta, tajada, etc. TAYADA.—Tayada, tajada, chuleta, etc.

TARUCÁU.—Tacucáu, cortado por su tallo. TAYÁES.—Tayáes, chuletas, tajadas. TARUCUS.—Tarucus, así se llama a lo que queda de las plantas del maíz después de haber cortado éste. También se llaman tarucus a los tuerus (troncos) de las berzas, y de los árboles pequeños. También se llama tarucus a los tacones de las madreñas. Exemplu. —Fierra les madreñes lluéu xinún quiés que lus tarucus s'arraxeten d'atechu. (Pon clavos o tacos a las madreña luego, sino quieres que sus tacones terminen de gastarse del todo). TARZANA.—Tarzana, coche de caballos.

TAYÍN.—Tayín, pequeño banco de madera, tayuelu. TAYÓN.—Tayón, banco de madera que se hace de un tronco con cuatro patas, es como si fuera el taller donde trabaja el xugueiru o el madreñeiru. TAYONES.—Tayones, cortes, pedazos, etc. TAYU.—Tayu, corte, también se entiende por tayu el lugar de trabajo.

TASCAR.—Tascar, romper, partir, etc.

TAYUCAR.—Tayucar, cortar, tajar, indisciplinadamente.

TASCARSE.—Tascarse, romperse, también rascarse.

TAYUCÁU.—Tayucáu, tajado, cortado anárquicamente.

TASCA.—Tasca, rompe, rasca, etc.

TAYUDAR.—Tayudar, tachudar, endurecer, agriar, etc.

TASCUS.—Tascus, fracasos, etc. TATEXAR.—Tatexar, dudar, tartamudear, etc. TATIAR.—Tatiar, dudar, que no se decide, etc. TATU.—Tatu, tartamudo, etc. TAVÍA.—Tavía, todavía.

TAYUDU.—Tayudu, que se ha tornado duro, con mal sabor, tachudu. TAYUELA.—Tayuela, banco pequeño, banqueta, etc. TAYUELU.—Tayuelu, banco pequeño con tres patas, por regla general el tayuelu se usa para sentarse cuando se ordeña el ganado, el tayuelu es un banco de corte (cuadra), hecho rústicamente y

sin ningún arte, donde se sientan los vaqueirus mientras ordeñan a sus vacas. TAZONÁU.—Tazonáu, así se dice cuando se siega un prado y no queda bien segado, quiero decir bien afeitáu el tazón, que es el campíz del prado. TAZÓN.—Tazón, campíz que queda en los prados después de haberlos segado. Los prados bien segados no tienen apenas tazón. TAZU.—Tazu, trozo de madera, que puede servir para forrar, para cortar encima de él, etc. TECU.—Tecu, residuos que quedan de las castañas mayucas después de haber sido majadas y banadas. No los cachiquinus (pedacitos) de las castañas, ni aquellas otras medio podridas, ya que estos se llaman briézcus (desperdicios aprovechables), que sirven para dar algún pienso a los ganados. Tecu es el polvillo y corteyus de las castañas molidos, que no sirven para nada más, que para muyír muchír les caleyes ou les cortes dou s'arrátchu 'n bon cuchu (mullir las callejas y las cuadras, de donde se recogerá, un buen abono). Un escritor asturiano aficionado malo de la LLingua Astur, en la cual estaba y estará siempre como una madreña raxeta, porque sólo sabe dárselas de entendido como tantos otros guripas, alicuéncanus y xilipoyas comu güéi nel díe pretenden escarrapiétchar en esto de la Fala, decía que el tecu era un gran pienso para los ganados. Como se comprende que el probetayu nistu de les costumes, tradiciones ya LLingua de miou Tierrina, taba lu mesmu que lus del Conceyu Bable ou Amigus del Bable, plaxistes d'escanu rumiáu del berugu, ya xin plaxaren ben ya nun cheldaren enventus de rixión, tal xeríen xentes de respeutu, peru 'l non faelu axindi, namái que son xentes de rancuayu ya guaxiquín vidayu (plagistas de sillón comido de la polilla) y si plagiaran bien, y no hicieran inventivas de risa despreciativa, todavía se les podía

considerar gentes con algún respeto, pero al no hacer tal cosa, nada más que son gentes de escasa e infantilizada inteligencia. Sin embargo hoy día estas gentes de troya son autoridades de estas cosas de la LLingua y Costumbres de mi Tierrina unas autoridades, que apoyadas por todos los medios de difusión de Asturias, quieren hacerle confesar al Pueblo, con todo ese mamplenáu de inventivas y mistificaciones que están haciendo con la Falancia y Costumbres de mi Tierra, pero no lo conseguirán para bien de mi Tierrina jamás, porque yo dejo aquí en este diccionario una documentación verídica, sencilla, natural y simple, que ha de servirles a las generaciones venideras, más documentadas y menos hipócritas que éstas con las que he tenido la desgraciada mala suerte de vivir yo, para que me hagan la justicia, que estos baldrayantes banduerrus nun me fexerun. TECHÁU.—Techáu, cubierto, tapado, etc. TECHUME.—Techume, techo. TEIXADA.—Teixada, caserío, casa, etc. TEIXU.—Teixu, casa, caserío, etc. TEMA.—Tema, así se dice cuando en el trabajo, en el deporte, en el estudio, en todos los haceres de la vida, las personas compiten por ser los primeros, por ganar. TEMAR.—Temar, envidiar, desear, etc. TEMBLAXAR.—Temblaxar, temblequear. TEMBLAXUS.—Temblaxus, temblores. TEMBLAYÁU.—Temblayáu, tembloroso. TÉMPANUS.—Témpanus, terrones grandes.

TEMPRIANAR.—Tempraniar, madrugar, andar temprianu.

TENOBIU.—Tenobiu, corredor de la teixá, del hórreo, etc.

TEMPRIANU.—Temprianu, temprano.

TENRA.—Tenra, tierna, jugosa, etc., etc.

TEMPRONA.—Temprona, temprana.

TENRURA.—Tenrura, ternura, etc.

TEMPU.—Tempu, tiempo.

TENTES.—Tentes ou atentes, quiere decir que caminas sin ver que vas atientas.

TENADA.—Tenada, así se llama al pajar. También se entiende por tenada ou tená ou pachareta, a un pajar de pequeñas dimensiones donde se suele guardar la paja, el narvaxu, las cañazas, pero que pocas veces se suele ocupar con la hierba, que es sin lugar a dudas en las teixáes de los buenos vaqueirus tan importante como la misma escanda. TENDALES.—Tendales, así se llama a los tablones que forman el ramu, la carriétcha y toda clase de rastros. Los tendales se suelen hacer casi siempre de madera de tilo, son dos tablones iguales en su hechura y forma, en los rastros pueden tener de largos hasta dos metros y en las carriéyes uno y pico aproximadamente, van unidos entre sí por las riyeras (pontoncillos de madera de fresno o roble) y calzados por las calzaures. TENDALIAR.—Tendaliar, tender ropa, hierba, etc.

TENTU.—Tentu, que tientas, que palpas, etc. TENU.—Tenu, tengo. TERCIA.—Tercia, cesta de baniétches sin asa que tiene una medida determinada aproximadamente en dos copinos. TERCIAR.—Terciar, entiéndese por mediar, por arreglar algo, etc. TERCIÁU.—Terciáu, que no es malo, que está bien. TERREXER.—Terrexer, asustarse, tener temor. TERREXÍU.—Terrexíu, que está asustado, que tiene temor, etc. TERRIU.—Terríu, lleno, duro, tieso, enojado, etc., etc.

TENDEXÓN.—Tendoxón, tendejón. TENDEYU.—Tendeyu, cobertizo, tendejón muy malo.

TETUS.—Tetus, las mamas, las tetas, etc. TEXEDEIRU.—Texedeiru, telar, etc.

TENEBRAL.—Tenebral, así se llama a los lugares frondosos, o a las cosas que imponen cierto temor.

TEXEDOR.—Texedor, tejedor. TEXER.—Texer, tejer.

TENEBRÉIRU.—Tenebréiru, temor, etc.

TEXÍU.—Texíu, tejido.

TENEN.—Tenen, tienen.

TEXU.—Texu, tejo, árbol.

TENEDIS.—Tenedis, que tenéis, etc.

TEXAS.—Texas, tejes. TEXÁU.—Texáu, tejado.

TEXEMANEXE.—Texemanexe, tejemaneje. TEXUMBRE.—Texumbre, techumbre. TEXUMBRÁU.—Texumbráu, atechado, resguardado, tapado, etc. TEYABANA.—Teyabana, tejabana. TEYEIRA.—Teyeira, tejera. TEYEIRU.—Teyeiru, tejero, que trabaja en la tejera.

sirven para hacer focháus los años que vienen escasos de hierba. Allá por los infernales años cuarenta mi madre y yo nos dedicábamos todos los meses de junio en el andar a la tila, era un trabajo menos trabajoso que andar al carbón de cepas por las oxas, o andar a la leña por las penas (sierras, peñas), recuerdo que nos pagaban el quilo de tila semiseca a siete pesetas. —Dicen precisamente los que no trabajan, que el trabajo dignifica a las personas, naturalmente que así es, cuando el trabajo es llevadero y renumerado, pero cuando no es así, yo pienso que el trabajo embrutece al ser Humano, y lo animaliza en el ser un esclavo.

TEYONES.—Teyones, trozos grandes de tejas.

TILALES.—Tilales, tilos.

TEYU.—Teyu, pedazo de teja.

TIRICÍA.—Tiricía, que tiene ictericia.

TIBERIU.—Tiberiu, lío, follón, etc.

TIRICIÁU.—Tiriciáu, así se dice cuando una persona cambia de color su rostro, bien por el frío, el miedo, etc.

TIBERIÁUS.—Tiberiáus, que andan en follones, etc., etc.

TIRITIAR.—Tiritiar, temblar, tiritar. TIBEYAR.—Tibeyar, entiéndese por enredar, liar, etc. TESCA.—Tesca, casta, escamilla de cereales, etc. TESCU.—Tescu, tecu, polvillo, etc. TIESTA.—Testa.

TIRÓU.—Tiróu, tiro. TIRÓULA.—Tiróula, que la ha tirado. TIRRIA.—Tirria, cólera, enojo, envidia, deseo, etc. TIRRIÁU.—Tirriáu, que está lleno de tirria.

TIÉN.—Tién, tiene. TIÉNLA.—Tiénla, que la tiene. TIEXU.—Tiexu, erguido, derecho, etc. TIEZ.—Tiez, nata, cortezón de los líquidos, etc. También se entiende por tiéz al cutis de las personas. TILAR.—Tilar, tilo. La madera del tilo es muy mala si la comparamos al roble, al fresno, al castaño, etc., etc., pero sin embargo el tilo es un árbol muy apreciado en mis aldeas, sus abundantes flores son muy medicinales y sus ramajes

TIRU.—Tiru, xuntura, yunta, también tirar una cosa, disparo. TIRULATU.—Tirulatu, faltoso, ido, etc. TIRULATIAR.—Tirulatiar, hacer tonterías. TISBIAR.—Tisbiar, observar, mirar, atisbar, etc. TISBIU.—Tisbiu, asomo, resquicio, atisbo, etc.

TIXANA.—Tixana, tijana, fervidiétchu, etc.

TOIPUS.—Toipus, topos.

TIXERES.—Tixeres, tijeras.

TOLA.—Tola, tonta, inocente, etc.

TIXERIAR.—Tixeriar, tijeretear.

TOLADA.—Tolada, inocentada, tontería, etc.

TIXERAZU.—Tixerazu, tijerazo. TIYÁU.—Tiyáu ou ticháu, tillado. TIYUS.—Tiyus, tillados, pisos, tremes, etc. TIZAR.—Tizar, encarnar el fuego, avivarlo, etc. TIZÁU.—Tizáu, prendido. TÓA.—Tóa, toda. TOBAS.—Tobas piedras ligeras y granulientas. Dicen que las fuentes que nacen en terrenos tobóoxus, tienen las aguas medicinales, con propiedades curativas para la orina y hígado. TOBAXUS.—Tobaxus, lugares poblados de piedras tobas.

TOLANUS.—Tolanus, así se llama a los dirigentes de Amigos del Bable y del Conceyu del Bable, los tolanus son las gentes que se las dan de listas y no más que son unos verdaderos gilipollas. El tolanu no tiene más patria que su estómago y las insanas ansias de aparentar ser una persona. Según mi manera de pensar y de observando injuiciar las cosas, los tolanus son unos verdaderos parásitos, que viven con sus tonterías a cuenta de la dignidad de las personas y cosas. TOLENA.—Tolena, paliza, zurra, etc. TOLONDRU.—Tolondru, así se llama a la persona noble e inocente que aparentemente parece que es tonta. También se suele llamar tolondru ou golondru a los granos o tumores, negazus.

TOCHA.—Tocha, tonta, lela, etc. TOLU.—Tolu, tonto. TOCHADA.—Tochada, golpe dado con un tochu. También se entiende por tontería, necedad, etc. TOCHAZU.—Tochazu, golpe dado con un tochu. TOCHERA.—Tochera, lugar lleno de tochus.

TOMBUS.—Tombus, vueltas arrollicando. TOMPUXADES.—Tombuxades, pequeñas vueltas, arrollicones, etc., que físicamente uno puede llevar, o que la suerte en otros menesteres le propina. TOÑADA.—Toñada, así se llama a las paciones del otoño.

TOCHUS.—Tochus, leños en general. TÓES.—Tóes, todas en general.

TOÑAR.—Toñar, retoñar la hierba en el otoño.

TOICÍN.—Toicín, tocino.

TOPALA.—Topaba, encontraba.

TOICINEIRA.—Toicineira, así se llama a la mujer mondongueira.

TOPAR.—Topar, encontrar. TOPÁU.—Topáu, atopáu, atolondrado.

TOIPINERES.—Toipineres, topineras.

TORADURA.—Toradura, partidura, dolor, quebramiento, etc. TORA.—Tora, así se llama a la vaca cuando sale en celo. TORAR.—Torar, partir, romper, cortar, etc. TORÁU.—Toráu, partido, doblado, por el dolor, por el trabajo, etc. TORBOLÍN.—Torbolín ou tarbolín, movimiento del aire en rizo. TORCIGAÑU.—Torcigañu, torcedura. TORDA.—Torda, negra, prieta. TORGA.—Torga, estacón que se ata a las vacas encima de su cornamenta para que no furen por los ciarrus (agujeren los cercados o sebes, obstáculo que se les coloca para que no entren dónde el dueño no quiera). TORGAR.—Torgar, poner la torga, poner obstáculo, estorbar. TORGÁU.—Torgáu, así se llama a las personas que siempre están estorbando, también se llama torgáus a las personas o cosas mal proporcionadas, mal hechas, mal curiosas y mañosas para hacer cosas, etc. TORGADURA.—Torgadura, impedimento, freno, estorbo, etc. TORGAXUS.—Torgaxus, pequeños estorbos, impedimentos, etc. TORNA.—Torna, vera, orilla, vecindad, etc. También se llama torna, al volver, al cuidar, al impedir, etc. TORNÁES.—Tornáes ou tornes, así se llama a las veras de los sembrados que quedan sin arar porque no revuelve bien el arado, entonces hay que trabajarlas a picachón, esto se llama cabar la torna. También son tornas el segado o campo

que existe al lado de las tierras, que se suele segar para campo del ganado durante el mes de junio. TORNIÁU.—Torniáu, torcido, torneado, etc. TORNIÉTCHUS.—Torniétchus ou tornieyus, tornillos. TORNIEGU.—Torniegu ou toriegu, cuando se marea a las personas, cuando se les hace dar vueltas para conseguir una cosa, cuando se les toma el pelo, etc. TORNIÉLU.—Torniélu, así se llama a los pequeños tornos de madera que sirven para cerrar las puertas, ventanas o bocairones de las cortes. También tornillo. TORNISCAZU.—Torniscazu ou turniscu ou truñazu, golpe dado con la cabeza sobre alguna cosa dura. TORNISCÁU.—Torniscáu, escantoyáu, herido, golpeado en varias partes, roto, etc. También se entiente por torniscáu al estar enojado. TOROLUS.—Torolus, faltosos, tontos, etc. TOROXUS.—Toroxus, ou taroyus, así se llama a los leños de las panojas del maíz. Téngase en cuenta que los toroxus ou toroyus no son los taroxus, estos son los leños donde nace el maíz, y los toroxus son los leños diferentes donde nace la hoja. También se llaman toroxus ou toroyus a las personas torgáes. TORRENDU.—Torrendu, terrible, grande, en todos los sentidos y formas. TORREZNU.—Torreznu, pedazo de tocino. TORREXUS.—Torrexus, rispius. TORRUSTIUS.—Torrustius, pedazos de pan frito, parecido a los carrasquinus.

TÓUS.—Tóus, todos. TORTUS.—Tortus, tortas que se hacen con harina de maíz principalrnente amasada con sal y agua muy caliente, que se cuece sin fermentar encima de las losas del lar, cuando éstas se encuentran bien calientes, los tortus si están bien hechos y cocidos son más sanos que la borona y que el mismo pan de escanda. Cuando se encuentra bien caliente el llar, se apartan cuidadosamente las brasas, se limpia la ceniza, y entonces se colocada la masa encima de las aburióxus (callentes losas), se le unta por encima con un poco de aceite, manteca o cualquier otra grasa, después se cubre el tortu con hojas de berzas, papel de estraza, se rocía esta cubrición con una fina capa de ceniza, y encima de ésta se ponen las brasas, luego se espera que cueza, y después comido con leche cuayá ou tarabazada, no hay manjar mas sano ni nutritivo en el mundo. TORXA.—Torxa, mala, rebelde, indómita, etc.

TOXU.—Toxu, tojo. Tonto. TOXURAS.—Toxuras, tonterías, necedades, etc. TRABANCA.—Trabanca, cierre que consiste en una retranca que asegura la puerta, ventana, etc. TRABANCUS.—Trabancus, estacas, mástiles, maderámenes, etc. TRABANCÁU.—Trabancáu, cerrado. TRABANCAZU.—Trabancazu, estacazo, trancazo, etc. TRABÁU.—Trabáu, fuerte, recio, etc. TRABAYADOR.—Trabayador, trabajador, también se entiende que es buen obrero, que le gusta el trabajo, que responde en él, etc. TRABAYAR.—Trabayar, trabajar.

TORXER.—Torxer, torcer. TORXIU.—Torxiu, torcido. TORXIÚRAS.—Torxiúras, torceduras, maldades, rebeldías, etc. TOSQUÍL.—Tosquíl ou trosquíl, rapadura, esquileo, etc. TOSQUILÁU.—Tosquiláu, rapado, esquilado, etc. TOSQUILÓN.—Tosquilón ou trosquilón, tijerazo, cortadura, esquileo, hurto, etc. TOXER.—Toxer, toser. TOXEDURA.—Toxedura, que tiene un ataque de tos.

TRABAYÁU.—Trabayáu, así se llama al trabajo hecho, también se dice que una persona o animal esta muy trabayáu, cuando éste se encuentra estiráu, quiero decir, que el haber sido muy trabajador en duros y sufridos, enfermizos y sudorosos labores, le han reportado con los años dolencias y males emanantes de sus esfuerzos realizados. TRABÉLES.—Trabéles, vigas en general. TRACALEYUS.—Tracaleyus, enredos, murmuraciones, etc. TRACALEYAR.—Tracaleyar, andar por las casas murmurando y enredando las cosas, los tracaleyus ou tracaleyeirus son perores aun que el más despreciable de los caleyerus.

TOXIGÁU.—Toxigáu, atosigado. TÓU.—Tóu, todo.

TRACALLAR.—Tracallar, mezclar, barajar, etc.

TRACALLÁU.—Tracalláu, entremezclado, barajado, etc.

rapidez y fuerza encima del animal imposibilitándole su huida.

TRACAMUNDIAR.—Tracamundiar, enredar las cosas, confundir los hechos, etc.

TRASGA.—Trasga, anilla de hierro, madera o hecha con una cibiétcha o cuerda, que se coloca en el centro del yugo amarrada a éste con el xobéu (correa) y dentro de ella se mete el timón del arado, o de los rastros, así como el pertegal de los carros del país que tengan su perteguera preparada para esta clase de tiro.

TRACAMUNDIU.—Tracamundiu, enredo, confusión, etc. TRAFAYA.—Trafaya, así se llama a la persona a la persona que es una calamidad en todos los sentidos de no hacer bien las cosas. TRAFAYÓN.—Tratayón, trafaya. TRAFAYU.—Trafayu, descalabro, follón, suciedad, etc. TRAFUELGU.—Trafuelgu, trafayu. TRAMULLU.—Tramullu, follón, lío, enredo, etc. TRAMURGAS.—Tramurgas, sátiras, puchas, etc. TRAÑAR.—Trañar, desvariar, enloquecer, etc. TRAÑER.—Trañer, romper, partir, etc. TRAÑIR.—Trañir, sonar, tañir, etc. TRAPA.—Trapa, orificio, abertura, rotura, etc. TRAPONES.—Trapones, cepos de madera que se hacen para cazar a las foinas y a los gatos algaires. Consiste en una trampa hecha de troncos levantada por mediación de una palanqueta a la cual va atado el cebo, éste suele ser siempre parte de una morrina, o de las mismas llixas de las vacas ya medio podres, este olor nauseabundo atrae a estos animales que confiados se meten dentro del trapón y empiezan a querer arrancar el cebo, al forcejear en este menester la palanqueta se desequilibra y entonces el peso del trapón cae con

TRASGU.—Trasgu, dios mitológico astur. Del Trasgu se dicen muchas cosas, y una de ellas es, que puede tomar la forma de la persona que quiera siempre que ésta sea un hombre. El Trasgu es una disculpa para las mujeres casadas que le ponen los cuernos a sus rnaridos, pues cuando éstos las descubren, ellas solían decir que había sido el Trasgu que las había tentado, en la forma del amante descubierto. Puede que el Trasgu sea la divinidad de las mujeres lo mismo que las Xanas son las divinidades de los hombres, lo cierto es que cuando un hombre es de los llamados del filu (que no sirve para tener familia), se le recomendaba que le pidiese al Trasgu que le diera un hijo, y si el Trasgu estaba de gracia, podía acostarse con su mujer tomando la forma del amante que ésta tuviera. Así por ejemplo Pín el de Rosalía tenía cinco hijos y al decir de las gentes todos eran xemeyus del gocheiru de Xograndiu, que en forma de trasgu yera su amante. TRASPOÑÍU.—Traspoñíu, traspuesto. TRASTOLAR.—Trastolar, enloquecer, trastornarse, etc. TRASTOLÁU.—Trastoláu, trastornado, enloquecido, etc. TRASPUXU.—Traspuxu, que traslado, que cambió de lugar, etc. TRAXÁU.—Traxáu, trajeado, engalanado, bien vestido.

TRAXE.—Traxe, traje.

TRECHA.—Trecha, estrecha, sinuosa, etc.

TRAXEGU.—Traxegu, trasiego. TRAXEIRU.—Traxeiru, trasero.

TRECHÁU.—Trecháu, acorralado, cercado. También se entiende por acuchillado.

TRÁXICU.—Tráxicu, trágico. TRAXÍN.—Traxín , trajín.

TRECHORIAS.—Trechorias, cantadorias.

TRAXINANTE.—Traxinante, que trajina.

TREINAR.—Treinar, asear, limpiar, arreglar.

TRAXU.—Traxu, trajo.

TREINÁU.—Treináu, cuidado, aseado, limpio, etc.

TRAYER.—Trayer, traer. TREBILLA.—Trebilla ou trebítcha, petrina, cinto, etc. TREBILLÁU.—Trebilláu ou trebítchau, amarrado, atado, etc. TREBIELGU.—Trebielgu, enredo, follón, lío, etc. TREBIELGARSE.—Trebielgarse, enojarse, enfadarse, etc. TREBLINCU.—Trellincu, salto muy ágil, también se llaman treblincus a las personas o animales que son nerviosas y ágiles, etc. TRÉBOLE.—Trébole, trébol. TREBOLEIRAS.—Treboleiras, enmarañamientos, abundancia, etc. TREBOLGAR.—Trebolgar, pisar, enredar, mal liar, etc. También se entiende por hervir, sonar con el ruido de hervir, etc. TREBOLÁU.—Treboláu, alzado, levantado, airado, etc. TREBUNALES.—Trebunales, tribunales, justicia, leyes, etc. TREBUYU.—Trebuyu, revuelo, bronca, riña, etc.

TRELDA.—Trelda, troya, estiércol, fango, etc. TRELDEIRA.—Treldeira, porquería, suciedad, etc. TREFULCU.—Trefulcu, follón, lío, etc. TREMAR.—Tremar, sembrar, derramar, tirar, esparcir, etc. TREMÁU.—Tremáu, sembrado, desparramado, etc. TREME.—Treme, tillado de los pajares principalmente de los de las cuadras de monte, el treme se hace tejiendo las varas de los avellanos, castaños, robles, etc. TREMEDÁU.—Tremedáu, mezclado, esparcido, entremáu, etc. TREMERA.—Tremera, abundancia, lugar lleno de cualquier cosa. TREMICIU.—Tremiciu, muy esparcido, abundante, etc. TREMUNDIAR.—Tremundiar, enredar, liar, confundir, etc. TRENTE.—Trente, pala de dientes. Existen dos palas de dientes en la labranza, la que se usa para limpiar el estiércol de la cuadra que es la misma de

andar a la hierba, al murgazu, a la paja, que tiene los dientes redondos y punteagudos, y otra pala de dientes que sirve para cavar las tierras pedregosas y muy sueltas propias para sembrar las patatas, esta pala de dientes desinfecta menos el terreno que el palote.

TRÓCALA.—Trócala ou chócala, estrecharse la mano, para saludarse, para sellar un trato, etc. TROCÁU.—Trocáu, guardado. Trócame la vez, guárdame el sitio, el puesto, el lugar, etc.

TRÉS.—Trés, tras, detrás, etc. TRESLLÚZ.—Tresllúz, trasluce. TREXIGU.—Trexigu, detrás de él, en pos de algo, Cuaxigu, al lado de él o con uno mismo. TREZU.—Trezu, argolla que se hace de cibiétchas, que lo mismo sirve para cerrar con ella una cancela, que algunas veces de trasga, etc. Pero los trezus se usan principalmente para amarrar los collares al pesebre, cada collar tiene dos o tres trezus unidos entrexigu, para darle la comodidad y holgura suficiente al animal que se ate. Un trezu hecho con buena cibiétcha, bien atreináu (trabajado, sujeto), puede durar tanto tiempo como una cadena de hierro.

TROCHA.—Trocha, porquería, suciedad, estiércol, fango, troya. TROCHEIRU.—Trocheiru, estercolero, fango, suciedad, troyeiru. TRÓCOLA.—Trócola, cambiante, inquieta, insegura, etc. TROCOLÁU.—Trocoláu, alterado, cambiado, enloquecido, etc. TROCUNDIU.—Trocundiu, follón, lío, etc. TROLA.—Trola, mentira, embuste, etc. TROLEIRU.—Troleiru, embustero, liante, etc.

TRICHAR.—Trichar, trillar. TRICHUS.—Trichus, pequeños pedazos de cualquier cosa. TRIFULCA.—Trifulca, bronca, riña, pelea, etc.

TROMBONES.—Trombones, vueltas, rodar por el suelo al caerse, etc. TROMBU.—Trombu, golpe, caída, etc. TROMPICU.—Trompicu, tropezón.

TRINCAR.—Trincar, saltar, pisar, calcar, Trincar la hierba en el pajar. TRINCUS.—Trincus, saltos, blincos, etc. TRISTAYAR.—Tristayar, entristecer, apenarse, etc. TRISTAYÁU.—Tristayáu, apenado, triste. TRISTAYU.—Tristayu, tristeza en general. TRISTIEZA.—Tristieza, tristeza.

TROMPICÁU.—Trompicáu, entornado, torcido, desnivelado, etc. TRONÁ.—Troná, tronada. TRONÁU.—Tronáu, dícese de las personas que han perdido el juicio, o que han perdido sus bienes. TRONICUS.—Tronicus, ruidos molestosos, etc. TRONZAR.—Tronzar, cortar la madera con el tronzón.

TRONZÓN.—Tronzón, tronzador. —You na miou xuventú tuve xeis ferrameintes que fexerun al miou curpu a la miou alma 'l esclavicu mái grandie que se le pué faer a perxona dalguna, la primeira foi la fame, qu'encaldóu 'l miou vidayu nel trabayu de domeñala, la xegunda foi la mexeria hermena xemela de la fame que s'allumbra namái ñacer ísta, ya les oitres catru forun la xierra, 'l tronzón, l'azáu ya 'l guarabañu, conistes xeis inxeparables compañeiras, viví you la miou xuventú fasta lus deciochu anus, que ya estiráu fasta'l mái espurrixe ya encoyese, xebréime de la miou aldina namái cun lu que chebaba d'enría 'l chombu, que yera un paxiétchu que miou má le mercara a lus xitanus, que ya de viétchu ya esgacicáu que taba, tal paicía un espantapáxarus. TRADUCCIÓN.—Yo en mi juventud tuve seis herramientas que hicieron a mi cuerpo y mi alma, la esclavitud más grande que se le pueda hacer a una persona, la primera de estas por así llamarles herramientas ha sido el hambre, que obligó a mi pensamiento en el trabajo de dominarla, la segunda fue la miseria, que es la hermana gemela del hambre, que se alumbra nada más que ésta nace, y las otras cuatro fueron la sierra de aserrar la madera, el tronzador, el hacha, y la guadaña, con estas seis inseparables compañeras, he vivido toda mi juventud hasta los dieciocho años, que ya casi arreventado por los esfuerzos que me esclavizaron, me marche de mi aldea un amanecer nada más que con lo que llevaba puesto encima del cuerpo, que era un humildísimo traje que mi madre le había comprado a los gitanos, que de viejos y despedazado que estaba, tal parecía un espantapájaros. TROYA.—Troya, trocha. TROYEIRU.—Troyeiru, trocheiru. TRUBIÉTCHU.—Trubiétchu ou trubiey, cuna para los nenus d’emtamu (niños pequeños). También se entiende por trubiétchau cualquier otra cosa que tenga forma de cuna.

TRUEBANALES.—Truebanales, colmenares. TRUÉBANU.—Truébanu, colmena de las abejas. Los truébanus de hacen principalmente de los troncos de los árboles, los mejores truébanus son aquellos que se hacen de los tuerus de les zreizáles (troncos de los cerezos) ya que los enxames nuéus (los enjambres nuevos), cuando en las primaveras salen a la vida de los truébanus viejos, aunque haya varios truébanus para recibirles y sean mejores, los enxames casi siempre eligen el que está hecho de un cerezo. TRUÉNA.—Truéna, tronada. T'el tempu de truena (está el tiempo de tronada). TRUÉNXU.—Truénxu ou truxu, que trajo. TRUNFIU.—Trunfiu, triunfo. TRUNFIUS.—Trunfius, triunfos. TRUÑAR.—Truñar, embestir, puñar, etc. TRUÑÍUS.—Truñíus, tarascadas, embistes, punidos, etc. TRUSCAZUS.—Truscazus, golpes, etc. TRUXU.—Truxu, trajo. TUCA.—Tuca, así se llama a la pequeña pirámide que se hace con las plantas del maíz cuando ya madura se cortan, se apilan formando un cono, con el fina que las panojas se airean y curen mejor. Es muy bueno que permanezcan las mazorcas unos días en las tucas antes de arrancarlas de sus plantas, de esta manera sus granos se hacen más brillosos y mejores, por este motivo su harina es más abundante y nutritiva. TUCADA.—Tucada, tontería, necedad, etc.

TUCU.—Tucu, así se llama al hueso del lacón o jamón. TUCUS.—Tucus, cepas que quedan después se cortar las plantas. TUÉA.—Tuéa, así se llama cuando una vaca anda tuéxa ou tora, que quiere decir que necesita toro. También se aplica lo mismo que cayuéla a todas las hembras que necesitan macho. TUERUS.—Tuerus, troncos de todos los árboles y de todas las plantas. TUÉXA.—Tuéxa, tora, tuéa, vaca que necesita toro. TUÉYA.—Tuéya ou tuétcha, tuéxa, tora.

TURRIÁU.—Turriáu, tostado, asado. TURRIÓN.—Turrión, mura, paredón. TURRIONES.—Turriones, rispius grandes de tocino, etc. TURRUSTIUS.—Turrustius, rispius. TURRUSTIÁU.—Turrustiáu, que esta turrustiu. TURULATU.—Turulatu, demente, enloquecido, desvaría, etc. TURULLA.—Turulla, bocina, cuerno, caracola marina, algo que haga mucho ruido que aturulle (ensordezca). TURULLÁUS.—Turulláus, aturuyáus.

TUEYUS.—Tueyus ou retueyus, biltrius.

TURULLEIRUS.—Turulleirus, amigos de meter mucho ruido.

TUFU.—Tufu, tafu. TUXÍR.—Tuxír, toser. TUMÓUXU.—Tumóuxu, negazu, grano supuroso. TUNDRA.—Tundra, paliza. TUÑA.—Tuña, coge, sisa, etc. TUÑAR.—Tuñar, puñar, embestir como un cornípedo. TUÑÓN.—Tunón ou atuñáu, avaro. TUÑONIEGU.—Tuñoniegu, que tiene la costumbre aparte de la de ya ser tuñón de pedir a todo el mundo y nunca dar a nadie.

U UBREIRU.—Ubreiru ou obreiru, aguijón de acero que se le pone a la aguijada, también aguijón de las abejas, avispas, tábanos, etc. UBREIRAR.—Ubreirar, arrear, aguijar, etc. UBRIES.—Ubries, úbres, entamus, caldares, fontes, etc. UCENA.—Ucena, docena.

TURBIÓN.—Turbión, ventisca, granizar o llover con viento, etc. TURCU.—Turcu, faltoso, también se suele llamar turcus a las gentes que no son nacidas en Asturias, en Avilés en la época de hacer la Ensidesa se les llamaba coreanos. TURRIAR.—Turriar, tostar, asar, etc.

UCES.—Uces, pequeños arbustos de rama permanente que se crían principalmente en las óxas, sus cepas sirven para hacer un carbón vegetal de primera categoría. —Yo recuerdo cuando era pequeño e íbamos mi madre y yo a la oxa para hacer carbón de cepa, colábamus de la nuexa teixá endenantes qu'el albiar chegaxe, perque pe lus

branus n'óxa 'l callor ye d'enfernu, xubíamus un par de botiétchus comu d'una ucena de llitrus d'agua caún, que nus xervíe p'amatar despós el fuéu condu tuviexe amurrentáu, namái chegar al chugar de l'óxa dou s'allancaben ente 'l volcánicu tarrenu les cepes de les úces, comencipiábamus conun picachón nel trabayu d'arrincayes, llimpiábamusles despós de terra ya pedres, chuéu cabábamus una cuandina dou queimábamus les cepes ya despós atreinábamus un par de xaquetáus de carbón del tréminu de tou 'n díe d'enfernal ya xudoróuxu trabayu, ca xacu de carbón d'aquechus lu vendíemus a la fraga de Xuan Patallu, ou Agustín pal gaxómetru del sou cambrión per el preciu de xete pexetes ca xacu, you xempre penxéi, que na nuexa Melgueira ya embruxante Tierrina tou 'l que quera trabayar enxamás se morrera de fame, perque la Nuexa Tierrina prudúz de tóu, ya se pué ganar dineiru de cuallesquier couxa. TRADUCCIÓN.—Nos marchábamos de nuestra casa antes de que el amanecer llegase, porque por los veranos en la óxa el calor era infernal, por esto había que llegar pronto para hacer el trabajo más duro antes que calentase el sol de firme, subíamos a la montaña un par de odres de agua como de unos doce litros cada uno, que nos servía para apagar después el fuego cuando ya estaba hecho el carbón, de esta forma se conseguía que el carbón tuviese más gas. Nada más que llegábamos a la óxa en el lugar donde crecían las cepas de las úces, dábamos comienzo con un pico en el duro y sudoroso trabajo de arrancarlas, después las limpiábamos de tierra y piedras que estaban apeguñáes (pegadas) a sus retorcidas raíces, luego cavábamos una pequeña fosa donde quemábamos las cepas de las que sacaríamos un par de pequeños sacos de carbón, cada saco de aquellos lo vendíamos al herrero Juan Patallo, o Agustín para el gasómetro de su camión por el precio de siete pesetas cada uno. Yo siempre he pensado que en nuestra dulce y embrujadora Tierrina todo el que quiera trabajar jamás se

morirá de hambre, porque nuestra Tierrina produce de todo, y se puede ganar el pamestu (pan) haciendo cualquier cosa. UDENXA.—Udenxa, audiencia territorial, audiencia en todos sus sentidos. UFAR.—Ufar, gufar, bufar, etc. UFENXA.—Ufenxa, ofensa. UFIENDU.—Ufiendu, ofendo. UFIERTA.—Ufierta, oferta. UFLÁU.—Ufláu, inflado, etc. UÍR.—Uír, oír. UÍU.—Uíu, oído. ULA.—Ula, dónde, en que lugar, etc. ULAYAR.—Ulayar, andar de un lado para otro, husmeando, observando, criticando, etc. ULAYERUS.—Ulayerus, caleyones, caciplerus, etc. ULTRAXAR.—Ultraxar, ultrajar. ULTRAXE.—Ultraxe, ultraje. ULTRIADA.—Ultriada, elevada, rica, alta, bien formada, etc. ULTRIAR.—Ultriar, elevar, enriquecer, ultriada. UN.—Un, uno. UNDI.—Undi, dundi, ou dóu, ou ú, dónde. UNTACES.—Untaces, mantiétches de graxa de lus gochus ya de les pites. (Mantas de grasa de los cerdos y de las gallinas).

UNTÁU.—Untáu, manchado, entafarnáu, etc.

UTRERA.—Utrera, lugares altos de las montañas por regla general siempre muy difíciles, donde suelen anidar las águilas.

UQUIERA.—Uquiera, donde quiera. UQUIÉR.—Uquiér, en cualquier lugar, donde quiera, etc. URÉAS.—Uréas, orejas, oídos, etc. UREAR.—Urear, escuchar, atender, oír, etc. URISCU.—Uriscu, orisco, alerta, etc. URISQUIAR.—Urisquiar, mirar, oler, observar atentamente, etc. URNIAR.—Urniar, gruñir. URNIÓN.—Urnión, gruñón. URNÍUS.—Urníus, gruñidos. URPIÁU.—Urpiáu, orpináu, rociado, lleno de pequeñas lloviznas, escarchado, etc. URPIEYU.—Urpieyu ou erpiétchu, herpes pequeñas y encarnispadas. URTIEGAS.—Urtieges, ortiegas, ortigas. URTIEGÁU.—Urtiegáu, ortigado. URXENTI.—Urxenti, urgente. URXENCIES.—Urxencies, urgencias. URXÍR.—Urxír, urgir. ÚTRE.—Útre, así se llama a las águilas, también se llama útre a las personas que tienen la misma propiedad que éstas, quiero decir, que tienen malas intenciones y que les gusta la propiedad ajena. En Asturias a las aves de presa las calificamos de la siguiente manera: útres, pardones y ferres.

UTRÍU.—Utríu, bien alimentado, que tiene riqueza, poder, etc. UTRIXE.—Utrixe, apoderarse de algo, hartarse, ufanarse, etc. UXAR.—Uxar ou auxar, espantar, asustar, etc. —Lus glayus ye mu difíxil auxalus de lus maizales cundu ístus tan apanoyáus, lu mesmu da poneyes espantuxus, qu'espantapaxarus, tal paéz qu'istus paxarracus tenen dalgu d'entendimentu, per istu 'l xegundu díe d'agüétchar el espantuxu puénenxe d'enría 'l sou pericotu ya forien per él. Nun ye anxina cundu agüétchen, uréen, ou agolifen la prexencia de les prexones, per ístu pa curiar lus maizales metandu les sous panoyes tuviexen col granu 'n lleichi, yera meñester que d'aquién disdi 'l altiar el díe fasta qu'achegaba 'l sou atapecer, tuviexe uxandu lus glachus del maizal, ya creánme ou non, lus condenáus cundu la mesma prexona chevaba dous ou tres díes nel sou aúxu, chegaben a perdeye 'l respeutu tamén, per istu yera meñestar escambiar el auxador. TRADUCCIÓN.—A los grajos es muy difícil espantarlos de los maizales cuando estos están ya con sus mazorcas, lo mismo da ponerles espantapájaros, que cualquier otra clase de espantujos, pues tal parece que estos condenados pajarracos tienen algún entendimiento, pues al segundo día de ver al espantapájaros se ponen encima de él y sin el menor reparo lo excrementan. No es así cuando ven, oyen o huelen la presencia de las personas, por esta razón para cuidar los maizales durante el tiempo que las mazorcas estén con sus granos en leche, es menester que alguien desde el amanecer hasta que el día termina, esté espantando los grajos del maizal, más creánme o no, aun así los condenados grajos cuando la misma persona lleva dos o tres días espantándolos llegan a perderle el

respeto también, lo mismo que hacen con los espantapájaros, y es menester de cambiar de espantador.

VALLER.—Valler, valer.

UXAS.—Uxas, guyas, guchas, agujas.

VAPORIAR.—Vaporiar, vaporear.

UXÁU.—Uxáu, espantado, asustado, también cosido.

VAQUEIRADA.—Vaqueirada, así se llama a la canción ancestral de Asturias, las vaqueirades son canciones que dicen cantando la filosofía de la vida, con tan natural y sencilla forma, que cada tonada es un cante a la madre Naturaleza, es un cante a las creencias misteriosas y a la divina vida, yo desde niño he cantado muchas vaqueiráes, algunas de ellas como la de esta poesía me las inventaba cada día.

UXEGA.—Uxega, cuexe, texe, cose, agujerea, etc. UXERVA.—Uxerva, observa. UXETIVU.—Uxetivu, objetivo. UXETU.—Uxetu, objeto. UXU.—Uxu, úso, fuso, también curuxu, etc. UYA.—Uya, aguja, gucha. UZ.—Uz, uces.

V VAFIENTU.—Vafientu, vaporoso de malos olores, molesto, etc. VAFIUS.—Vafius, malos olores, vapores, humos desagradables, etc. VAGAYUS.—Vagayus, esparcimientos, ocios, etc. VAGÓUME.—Vagóume, que he tenido tiempo suficiente para hacer, esperar, etc. VAGUS.—Vagus, holgazanes, vagos, etc. VAIGAN.—Vaigan, vayan.

VALLOR.—Vallor, valor.

“LES MIOUS VAQUINES” —Vaquines les mious vaquines, que pastiáis yerbes froríes nes brañes ya les morteires, nus puertus ya les guarices, ya nus préus de les texáes. —Dáisme lleichi tous lus díes cun la que cumu les papes, feigu queixus ya cuacháes, entruxus d'afuega 'l pitu ya manteigues esñidiadas. —Dáisme vaquinines mioés tous lus anus un bon xatu qu'en cuatus fai cuarexada, cun lus que mercu les couxes p'atreinar la miou teixada. —Dáisme carriétches de cuchu que les tierres esfamiades al xemales m'arreclamen, perque famientes nun críen nagua de mious trabayades. —Dáisme xuníes al xugu la xuntura de llabranza, que fáe qu'el llabiegu llabre xemandu 'n xétcha esmianada les pataques ya l'escanda.

VAÍU.—Vaíu, válido. VALLENTRI.—Vallentri, valiente. VALLENTRÍA.—Vallentría, valentía.

—Dáisme vaquinines mióes la vida na miou teixada, dáime un xatiquín al anu, dáime la lleichi yal xugu, xudores de miou llabranza.

—Vaquines les mious vaquines, que xan Antón vous resguardie del osu ou las chobadas, d'un baltiu que vous esmoique ou vous dexe ‘scontonádas. —En mi querida Asturias yo pienso que desde hace muchísimos años se han querido confundir quizás con el ánimo de olvidarlas, las raíces más hermosas y profundas que tiene la Cultura Hispana. Mi querida y embrujadora Tierrina es sin ninguna clase de dudas el "Arca Mágica" que supo guardar y defender el ser indestructible de la Hidalga e inigualable Raza Cultura Hispana. Y ahora ya que les cante una vaqueirada a les mious vaquines, les voy a cantar otra a les mious mozaquines, perque lu mesmu que nun hai nel mundiu vaques nin vaqueirus mexores que lus astures, tampóucu per dalgún lláu llúcense moces mái melgueires que les qu'alluma la miou xantiquina Tierrina. "LES MOZAQUINES" —Les mozaquines de mious aldines carten allegres toes les mañanes, metantu encalden nes sous teixáes lus llaborinus que les sous madres les adeprienden pa ser caxades. —Van a la fonte con sous ferráes, cuétchen el agua pa fer les papes, llaven caxíus ya fan eschabes, pa lus braquinus que nes corripies esfocicandu gurnien de fames. —Les mociquines de mious aldines canten allegres pe les mañanes, metantu atreinen enus sous llares lus trabayinus ya sous faeres, que son les couxes de sous cheldares. —Faen les cames y'escuétchen pulgues que tan llancáes ente les mantes, frieguen lus xuelus, llaben lus fatus texen les llanes, cuexen esgazus, fan lus llabores xempri ente cantius. —Les mozaquines de mious aldines son tan melgueires ya tan galanes,

que you les queru a toes éches comu se foren les mesmes xanes, que son fellices dientru les agues. VAQUEIRU.—Vaqueiru, vaquero, pero no un vaquero que simplemente cuida las vacas, la palabra vaqueiru significa persona que vive principalmente de sus vacas, por lo tanto está familiarizado de tal forma con ellas que hasta sus mismas excrementaciones no le producen ninguna clase de repugnancia ni de ascos, el vaqueiru ama a sus vacas, ya que si así no fuese, no sería vaqueiru sino un labriego más. Las vacas del buen vaqueiru pueden ser de mejor o peor clase, pero siempre estarán limpias y bien cuidadas, no conocerán el hambre, porque el vaqueiru meterá en los pajares la hierba que necesite cada una , y aunque el invierno llegue frío y nevoso, no ha de faltar en sus pesebres el alimento necesario para no conocer el hambre. Yo he creído firmemente siempre que los mejores vaqueirus del mundo son los astures, y a todos ellos, a los que ya se fueron, a los nacidos y a los que aun no nacieron, yo les dedico esta sencilla poesía. ”L´ANCESTRU” —Xinel Raigón t´inxertáu / tóu ´l Trubiétchu l´Existenxa, /tóu ´l cumenxipiu del achegare,/tou la Ximenti del medrare,/yal Foixín de la Cadarma./ —Xi nél Raigón t´Inxertáu,/ lus cheldares del Amore,/qu´el Tempu tén d´enzulare,/ya oitre veiz per lus Raigones/ enél Naxer s´Allumaran./ —Xi nél Raigón t´Inxertá / tou l´Hestorie del Humán/Tou sou Espoyetu ya medrar,/ tou ´l Tempu que perdú/ yál tempu del non ñacer,/ —Xi tou ´l vivir del Humán/ t´Inxertáu dientru ´l Raigón./ —Debíe de ser el Ancestru,/mai queríu ya protexíu/ de lu qu´agora lu ser. VAXAL.—Vaxal, aparador que sirve para guardar los vasos, escudillas, etc. VÉI.—Véi, que vayas.

VEICÍN.—Veicín, vecino.

VEIGA.—Veiga, vega.

VELA.—Vela, argolla de hierro que sujeta el astil de la guadaña a ésta, y para apretarla con el fin de que no se mueva al segar se aprieta con una pina (cuña) de hierro también.

VEIGONA.—Veigona, vega grande.

VERAS.—Veras, orillas tornas.

VEDEXAS.—Vedexas ou vedeyas ou guedexas, cabellos, lana enredada, etc.

VERÁU.—Veráu, orillado, apartado, etc.

VEDÉTCHUS.—Vedétchus ou guedétchus, cabellos enmarañados, lanas, etc.

VERBENÁU.—Verbenáu, lleno, plagado, rico en lo que sea.

VEÍCES.—Veíces, veces.

VELLORIU.—Velloriu, velorio, velar a los muertos, etc. VENCEYU.—Venceyu, vencejo.

VERDAYU.—Verdayu, vergajo. También cualquier clase de palo, de rama, etc. VERDEYINUS.—Verdeyinus, verderones, pajarillos.

VENIDI.—Venidi, que vengan. VENTANU.—Ventanu, ventana pequeña, también recuadro que se hace en las paredes hueco con el fin de colocar algo, estos ventanus se suelen hacer más bien en las cuadras, y sirve para 2lalacena, para colocar en él el zapicu de ordenar, la borona ou papes para quitar los jatos de mamar, etc. VENTAXA.—Ventaxa, ventaja. VENTAXISTA.—Ventaxista, ventajista. VENTIAR.—Ventiar, andar de una parte para otra añarigandu, hacer viento, pedorrear, etc.

VERDEYAR.—Verdeyar, verdecer los campos, etc. VERDIAIES.—Verdiales, matorrales, bardiales, etc. VERDIASCAS.—Verdiascas, varas verdes. VERDIASCAZUS.—Verdiascazus, golpes aplicados con las verdiascas. VERDÍN.—Verdín, forraje verde que se da al ganado, como la meruxa, el alcacer, los nabus, etc. También mancha que deja la hierba o las ramas verdes. VEREDIS.—Veredis, que veréis.

VENTOLEIRA.—Ventoleira, ventolera. VENTOXAS.—Ventoxas, así se dice cuando las caballerías andan en celo. VENTRONADA.—Ventronada, hartura, panzada, etc. VENTRÓN.—Ventrón, panza, estómago, etc., etc.

VEREXUS.—Verexus, veredas, senderos, etc. VEREYUS.—Vereyus, verexus. VERXAR.—Verxar, versar. VERXÁU.—Verxáu, que sabe, que está doctado en la cosa que se trate. VERXUS.—Verxus, versos.

VENTU.—Ventu, viento. VEXIGA.—Vexiga, vejiga.

VEXIGÁU.—Vexigáu, que está envejigado.

VIDUÑUS.—Viduñus, granos, negazus, bultos pequeños, figueras, etc. VIDRUS.—Vidrus, vidrios.

VEXILAR.—Vexilar, vigilar. VIENDU.—Viendu, que vendo. VEXILIA.—Vexilia, vigilia. VEXITA.—Vexita, visita. VEXITÁU.—Vexitáu, que ha sido visitado. VEYÁU.—Veyáu, vejado, despreciado, etc. VEYURES.—Veyures ou denyures, así se suele decir cuando uno se encuentra tan desplazado de todo, que tal parece que no se encuentra en ninguna parte. VEZÁU.—Vezáu, que está apicarado, que tiene costumbre, que está avezado. VEZUS.—Vezus, costumbres, etc. VIALAR.—Vialar, entiéndese por andar derecho, caminar por la vida sin molestar a nadie. VIALÉU.—Vialéu, que sabe andar por la vida.

VIELGU.—Vielgu ou dielgu ou güelgu, señal, senda, camino por entre la hierba, etc., etc. VIENU.—Vienu, que ha venido. VIESCAS.—Viescas, hierbas malas. VIESCUS.—Viescus, sendas por entre las viescas. VIESCÓUXU.—Viescóuxu, espineroso, difícil, etc. VIESPORAS.—Viesporas, avispas. VIESPORÓUXU.—Viesporóuxu, avisperoso, envenenado, etc. VIESPEIRU.—Viespeiru, avispero. VIÉTCHU.—Viétchu, viejo, anciano, también se llama vieyu ou viétchu a todo lo que es viejo. VIEYERA.—Vieyera, vejez.

VIAXANTI.—Viaxanti, empleado de una casa comercial, persona que viaja.

VIEYINUS.—Vieyinus, cariñosamente así se les llama a nuestros mayores.

VIAXAR.—Viaxar, viajar. VIEYIQUINA.—Vieyiquina, viejecita. VIAXE.—Viaxe, viaje. VIEZUS.—Viezus, vezus. VIAXEIRU.—Viaxeiru, viajero. VIDAYAS.—Vidayas ou vidátches, sienes, entendimiento, inteligencia, etc., etc.

VIGOLA.—Vigola, instrumento de cuerda musical. VIGOLIAR.—Vigoliar, caminar, andar, hablar, dialogar, criticar, etc.

VIDAYAR.—Vidayar ou envidátchar, pensar, meditar, discurrir, etc.

VIGOLEIRU.—Vigoleiru, caleyeru.

VIDAYUDU.—Vidayudu ou vidátchudu, inteligente, pensador, etc.

VIGÜAÑAR.—Vigüañar, nacer güañus de nuevo.

VIGÜAR.—Vigüar, arreglar, iguar, componer, etc. VILU.—Vilu, significa estar sobre ascuas, estar preocupado por alguna cosa, etc. VIN.—Vín, vino. VINDU.—Vindu, vendo. VIÑONÁU.—Viñonáu, rico, ameruxáu, amamplenáu, lleno, etc. VIÑONÉU.—Viñonéu, entiéndese por terreno poblado de parras o vinas. —Nus tempus d'endenantes al falar de miou má que nistus cheldares ya tén cuaxi noventa anus, en munchus conceyus d'asturies se recoyíen bones coxétches de vín, anxina yera que la Tierrina producíe 'l xuficiente vín xin ñecexidá de carrapotiálu disdi les tierres de LLeón, fala miou má qu'ístu xucedía cundu écha yera una guaxina. TRADUCCIÓN.—En tiempos pasados al hablar de mi madre que en este suceder ya tiene casi noventa años de edad, dice que en muchos concejos de Asturias se recolectaban buenas cosechas de vino, así era que Asturias producía el suficiente vino para su consumo, y no tenía necesidad que acarrearlo de las tierras de León. Dice mi madre que esto sucedía cuando ella era una niña. VIÓU.—Vióu, que vio. VIÓME.—Vióme, que me ha visto. VIRAXE.—Viraxe, virage. VIRAYAR.—Virayar, hacer virages. VIRIGAYUS.—Virigayus, vergajos. También se entiende por virigayu a la minga o miembro genital masculino. Así como también se dice que tiene virigañus a las personas o animales que tienen poder, fuerza, alma, virilidad, etc. Virigañus, raigañus, coyones, xixa, todo esto significa fuerza, poder, virilidad, etc.

VIRÍL.—Viríl, así se llama a las personas que siempre están prestas a enojarse, manifestando en sus enojos un poder de fuerza, un furor desmesurado. Exemplu. —Tenu que teñer cudiáu nun enoxar al miou home, perque cundu se trastola dientru 'l enoxu ye lu mesmu qu'un viríl. (Tengo que tener mucho cuidado no enojar a mi marido, porque cuando se enloquece dentro del enojo es lo mismo que un viríl). VIRONES.—Virones, virajes. VIRUXÁU.—Viruxáu, lleno, plagado, etc. VIRUTCHEIRU.—Virútcheiru, lleno, amamplenáu, ameruxáu, etc. VIRLONGU.—Virlongo, así suele llamarse a las personas que tienen torcida la vista, que ponen sus ojos en posturas raras para ver. VIRXEN.—Vírxen, que está virgen, que está nueva, que no se ha estrenado, etc. Pero esta palabra también significa el Nombre de María Santísima la Madre de Jesús el Nazareno. —Na gora vou falar you de la Vírxen, ya vóu cheldalu dientru 'l grandie respéutu ya cariñóuxa creyencia que disdi xempre le profexéi, xegún el miou xenciétchu envidayar, les Xagráes Escritures cunten mamplenáus de couxes, ya tóes tenen sou zarrapótcheira nel mesteriu del FAIDOR, anxina ye que perque ISTI lu quixu, la Vírxen María, xegún les Escritures que nun forun feches per el FAIDOR, inxendróu ya bétchou a Xexús el Ñazarenu, xin perder la virxinidá, per lu tantu aquindi dientru d'isti xocesu 'l mái grandie que s'allumbróu sou la Tierra, s'amiesten fatáus de conxetures que non conviencen nel díe de güéi ya a naide. —La primeira de les cuales ye, que la Xantiquina Maríe ñamorá muyer de bonu de xan Xoxé, fexu 'l sou fíu Xexús xen dalgún placier, nin delgún cariñu, nel mesmu cheldar que fái de menus al sou home manque fora con el mesmu

FAIDOR. Istu ye lu que s'esmuece ou s'abazcucha d'isti Xingullar Xocesu, que foi la Ximente de la Cristandá, ya primier atayu que fexu agüétchar a les xentes la xobreñatural existencia ya clara del FAIDOR. —Peru xin el FAIDOR dixu, xempri xegún les Escritures, que faía 'l Home a sou imaxen ya xemeyanza, dexa ben claru qu'una couxa nun concurdia en nagua con l' oitra. —You créu que la virxinidá de les prexones, non de les couxes, nun s'arrellumbra nel curpu que tou él ye un firvidiétchu de vida ya transformaxón, fasta que despós de mortu entavía se gulgue a transformar nel meruqueiru que l' enzula, non, la virxinidá de les prexones mora dientru 'l mái mesterióuxu coiquín del alma ou 'l espíritu, ya enxamás premite que dalguna oitra forza del espíritu allume penxamentus que la deslluzcan en nagua. Anxina foi comu la Xantina Maríe, la Má de Xexús el Ñazarenu, la Dioxa de l'esperancia ya redención, nuna pallabra, la Virxen Maríe xuntu col sou fíu Xexús de Ñazarenu, forun les dous úniques prexones en tou 'l vivir de l'Umanidá, que conxiquierun ser vírxenes en tou 'l resplandior del sou espíritu ya penxamentu, nun contandu pa nagua sous curpus, que namái que xon carretones qu'acarrapotian el espíritu ya penxamentu, dou la virxinidá pue morar eternamente. TRADUCCIÓN.—Ahora yo dentro de mi simpleza y sencillez les voy hablar de la Virgen, y lo voy hacer dentro del grande respeto y cariñosa creencia que desde siempre le he profesado, según mi natural manera de ver las cosas, pienso que las Sagradas Escrituras o la Biblia Santa, cuentan infinidad de cosas, y muchas de echas tienen su solución sin resolver, todas tienen su misterioso acontecer bien cerrado en los indescifrables lares del mismo Hacedor. Así pues porque Dios ha querido, la Virgen María, siempre según las Escrituras, que no han sido pensadas ni hechas por el Hacedor, cuentan que la Virgen engendró y alumbró a Jesús de

Nazareno, sin que su cuerpo perdiera su virginidad, por lo tanto, aquí dentro de sin igual suceso, el más grande que se alumbró en el mundo, están atadas infinidad de conjeturas, que ya hoy día al haber avanzado el discurrir Humano, ya a nadie convencen, y tal parecen cuentos para niños. —Una de ellas dice, que la Santina María, enamorada mujer del bueno de su marido San José, hizo a su hijo Jesús sin haber recibido ningún placer, ni ninguna clase de cariñosas caricias, y lo hizo según parece al mismo tiempo que humillaba, despreciaba y traicionaba a su marido, al permitir que Dios se portase tan injustamente con los Hombres, al haber elegido a una mujer casada para tan divinizante alumbramiento. Esto es lo que se puede apreciar y de hecho a todas luces vierte el alumbramiento de tan Grande y Singular Suceso, que fue la sirvienta de toda la Cristiandad, y el primer atajo que hizo ver a las gentes la sobrenatural existencia del Hacedor. —Pero si el Hacedor dijo (siempre según las Escrituras que no fueron hechas por Dios), que hacía al Hombre a su Imagen y Semejanza, en esta frase queda bien claro, que una cosa no concuerda con la otra en nada. —Yo creo que la virginidad de las personas (no de las cosas) no se alumbra en la materia del cuerpo, que todo él es un hervidero de vida en continua transformación y movimiento, hasta que por accidente o por vejez se muere, y después de muerto todavía se vuelve a transformar en un hervidero de gusanos que no dejan de existir hasta que no se le come entero. —No, la virginidad de las personas mora dentro del misterioso rincón del alma, o del espíritu, y jamás permite que ninguna otra fuerza que actúe fuera de la normativa del más puro crisol de la justicia y el amor entrañable al prójimo, alumbre pensamientos que la desluzcan u ofendan en nada. Así fue la virginidad de María Santina, la Madre de Jesús el Nazareno, la Diosa de la esperanza y de la redención, en una palabra, la Virgen María junto con su Hijo Jesús el

Nazareno, fueron los dos únicos seres en todo el vivir de la Humanidad, que consiguieron que en sus espíritus le alumbrase la virginidad celestial, resplandor divino de sus pensamientos, no contando para nada sus cuerpos, que no fuese el ser vehículo transportador de espíritu y pensamiento, donde la Virginidad de la pureza, del espíritu y pensamiento, vivía apartada de todo movimiento perecedero. VIVES.—Vives, liendras de los piojos, etc.

VOLTURES.—Voltures, así se llama cuando se tiene ganas de vomitar. VOSTRES.—Vostres, ustedes, vosotros, etc. VÓU.—Vóu, que voy. VOUME.—Voume, que me voy, que marcho, etc. VÓUS.—Vóus, vos. VOXOITRES.—Voxoitres, vosotros.

VIVEIRUS.—Viveirus, lugares cubiertos de vives, eras, semilleros, etc.

VUEXU.—Vuexu, vuestro.

VIXAGRA.—Vixagra, visagra. VIXÁU.—Vixáu, visado, revisado, etc. VIXESTU.—Vixesfu, bisiesto. VIXÉU.—Vixéu, mirar, observar, vixar, etc. VIXITA.—Vixita, visita. VIXITÁU.—Vixitáu, visitado, etc. VIXUS.—Vixus, atisbos, indicios, etc. VOLANTA.—Volanta, así se entiende cuando uno coge una borrachera. VOLANTÁU.—Volantáu, borracho, bebido, etc. VOLANTIÁU.—Volantiáu, entiéndese porque está bebido, también que puede encontrarse airado, enojado, alterado, etc. VOLTA.—Volta, vuelta. VOLTIAR.—Voltiar, revolcarse dando vueltas en cualquier lugar, en el suelo, en el agua, etc. VOLTRAGADA.—Voltragada, así se dice cuando se tiene abundancia de algo en cualquier forma o postura.

X —Todas las letras del diccionario Astur son más o menos importantes, todas menos la X, que es la más principal y polifacética de todas, ya que suprime por completo a la J, anula o puede suprimir a la S en principios de palabra principalmente, haciendo lo mismo con la G, y en ocasiones y bien vocalizada es capaz de poner en aprietos a la CH, y en menguadas ponencias a la misma LL. Nadie puede ni podrá jamás hablar el Astur con propiedad sino maneja la X en todo un amplísimo campo de vocalización y pronunciación, así como en la escritura en una palabra, una X siempre estará bien puesta donde hay una jota, una S o una G. XÁ.—Xá, ya, de acuerdo, etc. XABALÍN.—Xabalín, jabalí. —Nus tempus d'endenantes al falar de les xentes viétches de güéi nel díe, cundu les grandies ñeváes de lus enxenebráus envernus, baxaben lus xabalinus ya lus llobus fasta les mesmes portes de les teixáes de les aldines, ya en mamplenáus d'ucaxones achuquinaben a lus xabalinus a foizazus ou con l'azáu. Güéi ya nun peñeren lus ciellus aqueches neváes, nin aquechus enxenebráus fríus, tal paéz que

la clime del tempu fou cheldánduxe mái callidu. TRADUCCIÓN.—En los tiempos pasados según el hablar de las gentes viejas de hoy en día, cuando las grandes nevadas de los helados y fríos inviernos, bajaban los jabalís y los lobos hasta las mismas puertas de las casas de la aldea, en muchas ocasiones solían matar las gentes a los jabalís con las hoces, con los hachos o con cualquier otra herramienta. Hoy ya no tamizan los cielos aquellas grandes nevadas, ni tampoco aquellos fríos intensos, tal parece que el clima del tiempo se ha vuelto mucho más cálido. XABALINA.—Xabalina, jabalina, también arma arrojadiza o deportiva. XABALINÁUS.—Xabalináus, así se llama a las personas montaraces, medio asalvajadas, etc. XABANAS.—Xabanas, sábanas. XABANDIXA.—Xabandixa, sabandija. XABANDIXAR.—Xabandixar, así se dice cuando se anda de un lado a otro portando y trayendo enredos que hacen envenenarse a las personas de rabia, enojo, etc. XABAÑÚN.—Xabañún, sabañones. XABAÑUS.—Xabañus, comicios que se tienen parecidos al dolor que producen los sabañones. XABARCIAR.—Xabarciar, tratar, vender, cosas de poco valor, tratantes de escasa monta. —Cundu you yera un guaxín prexenciéi 'l tibeiru que cheldarun les Xabarceires de la miou aldina con la sou pótchina Facunda ya 'l Pascualón el Xitanu, lu que non cuntaba you yera qu'al currer el tempu tamén me diba ver encibiétchau per mor de la ñecexidá en tener que faer de xabarceiru, ya nagora mesmu comu tóu nisti dicionariu xirbe d’escola, nagua mexor qu’istes estories pa comprendier con mexor vidayu les ñaturales ya

ximples costumes de la Nuexa Xantiquina Tierrina, que güéi nel díe tan sous ancestrus nes manes fedientes ya utreresques de prexones tan rapiegues ya llimiagues, que l'únicu que fan ye mistificar les nuexes costumes ya Chingua, menus mal que col tempu les xeneraciones d'astures venideiras xabran poñer les couxes nel sou xeitu, pos conista esperancia trabayu you xin escanxu ya m'allegre ya enxemáu de gociu, perque you séi, ya xuru per toes mious ceyencias con tou la fuercia del miou alma, qu'angún díe non mu xeru, tous lus entroyáus trabayus fechus per lus Amigus del Bable ya de lus del Conceyu Bable, que güéi amindi me pieschen toes les portes, per el baldrayante miéu que xin me dexen xueltu, dalgún d'echus nun me valdríe amindi nin p'arrátchar el cuchu de lus bracus. Axín que ya ta tóu faláu, ya tous lus que nun s'atopen nes arrañáes pradeires del enxútchu vidayu, comprendieran, que toes istes xentaques per minde nomáes nun son namái que pioyones ou paráxitus. TRADUCCIÓN.—Cuando yo era pequeño presencié el sonado escándalo que prepararon las tratantas de mi aldea, por la causa de la su pollina Facunda y de Pascualón el Gitano, lo que no pensaba yo por aquel entonces, era que al transcurrir los años, me iba a ver envuelto por causa de la necesidad o cualquier otra razón parecida, en trabajar como tratante verdulero, frutero, xabarceiru, pero ahora mismo, y como según mi parecer todo en este diccionario ha de servir de escuela, pues nada mejor que estas historias verdaderas, para comprender con mejor entendimiento y sencillez, las naturales y simples maneras, costumbres y diversas cosas de Nuestra Santina Tierrina, pues con grande pena hoy yo estoy viendo, como sus más respetables y queridos ancestros, son manejados ultrajantemente, por personas que faltas de dignidad, amor a la Tierrina y respeto hacia sus sagrados ancestros, están dándoselas de entendidos mistificando toda la "Cultura de Asturias”, pero yo se muy bien, que con el tiempo las

generaciones de astures venideras sabrán poner todas las cosas en el lugar que sabiamente les corresponde, con esta hermosa esperanza trabajo yo hoy en día con alegría y cubierto de entusiasmado gozo, porque yo sé, y juro por todas mis creencias con toda la fuerza de mi alma, que algún día y no muy lejano, todos los estercolosos trabajos sobre la materia de la LLingua D'Asturies y sus Ancestros, que fueron basurescamente hechos por los Amigos del Bable y los del Conceyu Bable, que desde siempre, pretendo decir, que desde que nacieron porque mis humildes trabajos les hicieron con afán insano intentar crecer sin tener raíces para sostener su rancuaya creencia, no hicieron otra cosa que ponerme torgas en todas las puertas, por el cobardoso miedo que tenían, pues al dejarme suelto a mí, ninguno de ellos hoy existiría, y menos me serviría ni para limpiar la cubil de los cerdos. Así que ya está dicho todo sobre este asunto de estas asociaciones de la "Trelda", y yo creo que todas las gentes que no tengan las praderas del entendimiento secas y limpias de saberes, comprenderán perfectamente, que todas estas gentes por mi nombradas nada más que son parásitos. —Esta historia que ya de seguido les voy a relatar, terminó con mis huesos en la cárcel, por haberla yo contado en un pequeño libro tal como había sucedido. La verdad que you espatuxé ya galamiéi per tous lus llugares de la miou Tierrina con mu pouca xuerti, quiciavis fora que ñaciera pa ser un esgraciaín ou que les couxes teñíen que cheldaxe axindi, güéi nel díe que ya vou pa viétchu tou contentu de ver vivíu miou vida de la maneira que lu fexe, perque xin axindi nun fora, poucu ou nagua podría cuntar de les costumes ya llingua de miou mantina Tierrina. Xin lus Roxus viexon ganáu l'engarradiétcha, que tal couxa viexen fechu senún se xebraren en tantus partíus pollíticus que nun dexaben llugar pa l'esciplina, pos tóus queríen mangoniar, escutír, ya tou 'l mamplenáu de tibeirus xabarceirus que manexaben, metantu que lus fascioxus afilaben les

nabayes p'achuquinar piscuezus, falules you, que xin lus Roxus viexen ganáu, xeguramente que you nun taríe nagora fayénduyes isti dicionariu, perque xeguramente miou pá me viexe adeprendíu dalguna carreira d'inxinieru, maestru, aboguéu, etc., etc., ya me xebrarie del ñatural vivir ganándume 'l pan nes mesmes fontes ancestrales de les nuexes costumes ya llingua, que ye dou s'abaya tou 'l ancestru ximple, ñatural ya fidalgu d'Asturies, Trubiétchu de la Patria España. —Toes les prexones xebráes d'istus ñaturales y xantiquinus llugares de la miou embruxadóura ya melgueira Tierrina, nun poden querecha na fondeirá de sous raigones, nin tampoucu puén faer el munchu trabayu qu'entavía se ñecexita pa poder cheldar en bom xeitu la Nuexa Palancia, ya toa l'ancestral cultura de la Tierrina. —Existi un reflán astur que díz, que lus nenus pa que queran ben a la sou má tenen que mamar nel sou entamu fasta qu’isti d’afechu s’escose. “TERESA, LA JUSTICIA Y LOS ELEGANTES TIMADORES DE NUESTRO TIEMPO" —No son los timadores de mi tiempo, tan desgraciados y tan cándidos como lo era Pascualón el gitano, pues estos indecentes y asquerosos gitanos de hoy día, no son de la raza “calé” (pobrecitas estas humildes y desventuradas gentes, cuanto desde niño las he querido admirado, y cuantos compañeros en la vida he tenido que eran gitanos, siendo todos ellos estupendos camaradas y soberbios muchachos). —Digo que los gitanos de hoy día, son la escoria que dejo la guerra entre la raza despreciable de algunos “payos”, y a uno de ellos, le voy a retratar en estas páginas lo mejor que pueda, sin quitar, ni poner nada, simplemente voy a contar cuanto ha sucedido. —Habíame yo caído trabajando como calderero en el montaje, y rótome el cumal (la columna), quedando de resultas de este llumbazu (caída) inútil para el trabajo que profesaba, y en una

situación bastante desesperada, porque las pensiones que asignan a los mutilados trabajadores españoles, son las mayores canalladas y porquerías, que no le alcanzan al desventurado lisiado, ni para comer un plato de sopas cada día. Así pues, había rótome las costillas toda mi vida trabajando para aquella miseria que me condenaba, a vivir el resto de mi existencia falto de todo, todavía para más fastidiarla, escuchando todos los días a los dirigentes de trabajo, bien con sus comedidas y estudiadas frases, que díganlas ellos y entiéndalas María Santísima, dirigiéndose al país, por el medio de la televisión, radio y prensa, que nos iban a dar tanto y cuanto. En resumen, que lo único que nos dan es una caca, tan grande tan asquerosa como ellos son. —Estaba yo de pensión por aquel entonces en casa de la señora Teresa, que era viuda de un desgraciado minero, que el pobre tuvo la triste desgracia para su esposa e hijos, de morirse en la cama abrazado por una enfermedad, y no haberlo hecho en la mina aplastado en una oscura y tenebrosa rampla por un costero, ya que si así hubiera sucedido, le quedaría a su viuda una pensión que aunque también fuese en demasía miserable, no sería tanto como la que le daban por el seguro de enfermedad, que ésta sí que no les algamía (alcanzaba) ni a ella ni a sus tres pequeños hijos, que el mayor aun no llegaba a los nueve años, ni para comer sin fartucase (hartarse), ni una vez a la semana. —Dentro de privaciones y de miserias endiabladas vivía Teresa, estirando la moleculosa pensión que no se espurría (alargaba), por ser en demasía encoyía (encogida) ya de crianza, y pensando yo que a esta triste situación que a ella acompañaba, sin galga (freno) que me detuviese en desfrenada carrera me acercaba, decidimos dedicarnos al trato, para ver si de esta forma lográbamos despegarnos de las miserias que nos rodeaban. —Creo que no hace falta decir, que la Ciencia le hizo correr al progreso con tanta prisa, que desde aquella inolvidable

y lejana época de las Xabarceiras, que recorrían las aldeas, romerías y mercados, vendiendo las frutas y demás productos, que transportaban a lomos de los humildes burros, hasta nuestro tiempo, el progreso con sus ingenios modernos, mitad emparentados en el agrado del Hacedor, y la otra parte con los mismos imaginares del propio demonio, hizo a las gentes moverse con apurante desatino, y por tal suceder hoy día, las personas que pretendan dedicarse a la industria de comerciar con las frutas u otras mercancías por las ferias y mercados, no pueden hacerlo sirviéndose de un jumento como medio de transporte, ya que si tal locura hicieran, no ganarían ni para darle un mal pienso a su pollino. —Por tal lleldar (acontecer) Teresa y yo, nos decidimos hacer camino en el oficio de Zabarceirus (tratantes), por eso nos centramos en el menester de comprar una pequeña furgoneta, de ésas que suelen ser a medio uso, y que nos la dieran a plazos, ya que yo no tenía una perrina (cinco céntimos), y ella tenía que pedir prestado el dinero de la entrada que había que pagar por el vehículo, a una conocida suya que sabedora de nuestras pretensiones, habíase decidido a prestárselo. —Así pues ya con esta determinación tomada, y ya completamente decididos a ganarnos la vida en este oficio, que la verdad era el único que me quedaba a mí, ya que a pesar de aún valer para un sinfín de profesiones livianas, no podía aspirar a ellas, porque para tal menester, se necesitaba una recomendación, o ser por lo contrario hijo o pariente de algún facistón de buena marca, faceta única y sin igual, que impera desde la guerra Civil para todos los efectos en mi Patria. Por esto, a poca curiosidad que cualquiera tenga para investigar en este denigrante panorama, se darán cuenta que en todos los ministerios de la nación, desde el que más manda, hasta el conserje que le franquea la puerta, son todos fascistas, divididos en falangistas, que hermoso y Humanitario partido es éste, si sus afiliados cumplieran los

Credos que tan maravillosamente creo su Fundador, y la otra parte, está compuesta por exdivisionarios, exlegionarios, excombatientes, exlicenciados de las fuerzas armadas, etc. Y si quieren ustedes encontrar algún Rojo, búsquenlo en las profesiones más bajas y avasalladas del país. Esto que les cuento señores es la pura verdad, así que consideren la libertad que tendremos, cuando detrás de cada obrero, existe un patrón que le roba, y si el trabajador protesta, entonces aparece un látigo y una pistola que le hace por la vía de la fuerza, entrar en la senda de la esclavitud. —Digo yo, que para encontrar esa furgoneta que determinado teníamos de comprar, investigamos en las páginas de anuncios de los periódicos de provincia, por si alguna venía anunciada del tamaño y condiciones que nosotros necesitábamos. Y nuestra alegría fue grande cuando observamos en uno de los diarios que la Casa de Vulcano tenía una en venta, que la vendía dando como señal una pequeña entrada, y después el resto, que se podía pagar en cómodos plazos, también estaba revisada con esmero y garantía, según las manifestaciones hechas por el propio dueño, en la propaganda que de la furgoneta había anunciado, que aseguraba que el tal vehículo, se encontraba lo mismo que si fuese nuevo. —Así pues, en los últimos días del mes de Enero, del siguiente año del primer baile que los Humanos hicieran alrededor de la Luna, ensenderámonos la Teresa y yo camino de Oviedo, ilusionados y muy gozosos dentro del ánimo que nos movía, de comprar aquel vehículo, con el que pensábamos mejorar a fuerza de trabajar arduamente nuestra situación harto deficiente. Llegamos al fin en alegrosa compañía a la Casa de Vulcano, pudimos comprobar como en el amplio escaparate de su bien saneado negocio, estaba expuesta la furgoneta limpia y reluciente, con todas las apariencias a primera vista de ser una prenda de primera mano. Sin embargo, si fuésemos capaces de leer el destino,

hubiésemos observado como los faros de la hermosa furgoneta, nos parecerían ojos vivos, que nos miraban guasonamente, como si de ante mano, ya se estuvieran mofando de nuestras nobles pero ilusas pretensiones, y a fe mía que nos consideraban una xunta (yunta) de fatones (bobos) que muy pronto iban a caer en las sutiles redes de el gitano de su dueño, que era el timador más despiadado, hábil y deshumanizado, de los muchos que protegidos por la ley, comían el escaso pan del pobre en la ciudad de Oviedo. —Tras mirar un buen rato nuestro xumentu de fierru (burro de hierro) pareciéndonos cuanto más lo reparábamos más hermoso y deseable, decidimos hacer entrada al establecimiento, ya con el firme propósito de hacer nuestra aquella furgoneta, que con la necesidad que nos embargaba nos había por completo sorbido el seso. —Nada más que pusimos los pies dentro de aquella industria del timo y el atropello, presentose ante nosotros sin mediar tiempo, igual que si esperándonos estuviera, un hombre de aspecto muy agradable, que llevaba plasmado en su rostro el maravilloso don de no saber hacerle mal a nadie, por lo que a mi primera impresión yo pude apreciarle, y mirándonos con sus ojillos vivarachos, que al mismo tiempo parecían del todo inocentes, brindándonos una amplia sonrisa, que se extendía de oreja a oreja, y estaba amurallada de una dentadura tan perfecta y amarfilada, que me hizo asegurar que aquel sujeto, no tenía suyo ni un sólo diente. Digo yo que a la par que así nos saludaba, se frotaba sus finas y blancas manos con verdadera insistencia, y así con esta presentación tan capitalista, tan engañadora y confianzuda, nos preguntó con su voz exquisita y halagadora, que en nada desmerecía a sus modales: —¿En qué puedo servir a tan distinguidos señores? —Teresa que era la que llevaba la voz cantante porque era la que tenía el paperío (el dinero), ahpoyándose en el

vehículo que le interesaba, díjole sonriéndose dentro de una gozosa alegría que no pasó desapercibida ante la escrutante mirada de aquel granuja de timador de los tiempos modernos: —¡Verá usted, queríamos comprar esta furgonetina, si es verdad todo lo que de ella cuenta usted en el periódico! —¡Sí, verdad es todo cuanto he dicho en el anuncio, no tengan ustedes miedo ni temor alguno al engaño, porque esta mi casa se especializa en haber sido siempre muy formal y seria! —Yo que para nada me entrometí mientras que ellos hablaban, por no cortar a la Teresa que es mujer de larga parpayuéla (muy habladora), a la par que muy enfadadiza y voluble si se le corta la palabra, y como ella era la que relativamente iba a satisfacer la entrada y hacerse responsable de la compra, pues tan sólo me limité a observarles mientras que ellos hacían el trato, y después que terminaron de ponerse de acuerdo en todo, no haciéndome ningún aprecio a mí el vendedor, y creo que hasta me había considerado según mis propias apreciaciones, hombre tranquilo y de mermados arreos, pues como cuento, después de haber cerrado el trato, el Vulcano otra vez envuelto por aquella facilona sonrisa, que en él debía de ser una de sus armas más eficientes, preguntó a la par que se frotaba sus manos lleno de un dichoso contentamiento, que le llenaba de gozo, y no tanto por el dinero que en su trato había ganado, sino por la satisfacción que deduzco sentía, cuando timaba a las gentes con su hábil y exquisita maestría: —¿Bueno... y ahora... quién es el que va a revisar esta maravilla? —¡Quiero decir...! ¿quién va a conducirla? —Yo l’acaidonaréi (conduciré), le contesté a aquel individuo del que ya no me gustaba tanto ni su presencia ni nada que de él emanase, y seguido le pregunté ya siempre dentro de la desconfianza: —¡Y ahora dígame usted! ¿Es verdad que este vehículo se encuentra en buenas condiciones?

—Tenga presente y compréndame usted, que esta señora lo precisa para tratar en frutas, y no le vaya a suceder, que si desea llegar con ella dónde se propone, tenga que comprar un burro para que remolque a los dos caballos de hierro, que hacen xuntura (yunta) en la furgoneta, y que por encontrarse quemados de tanto trotar, no les quede fuerza nada más que para hacer la carrera de prueba. —Pierda usted todo cuidado, y no haga con sus ingeniosas bromas menosprecio de mis honrados intereses, que no vivo yo a cuenta de engañar a mis queridos y siempre respetados clientes. Manifestó Vulcano poniéndose muy serio, pero sin apearse en ningún momento de su sonrisa, que por ser tan permanente se hondeaba en la sospecha de ser equivocadora y seguido apuntalóse en hacer su propia propaganda de la siguiente manera: —Mire, no olvide nunca, me dijo Vulcano poniéndome cariñosamente una mano encima de mi hombro, que la Casa de Vulcano, es tan honrada como la misma Audiencia, dónde se reparte la ley castigando y persiguiendo toda trampa e injusticia, por eso yo efectúo mi trabajo, bajo la respetuosa sombra de la justicia. —¿Acaso ha pensado usted que yo soy un gitano? —¡No querido amigo, si en esa desconfianza su imaginación trabaja, siento asegurarle que se encuentra usted muy equivocado, pues todos en esta ciudad me conocen, y saben que soy un honrado industrial respetado y querido, tanto por los rectos servidores de la ley, como por todos los demás que estamos obligados a no burlarnos del eficiente sistema de la justicia, que hace que todo ciudadano se sienta protegido, tanto su integridad física, como los intereses que honradamente le pertenezcan! —Y ya por última vez les aseguro que este vehículo se encuentra en perfecto funcionamiento, y hasta puedo permitirme el lujo de decirles, que pueden viajar con esta estupenda furgoneta, sin la más mínima

preocupación, y sin el menor problema posible, no sólo al más apartado rincón de Asturıas, sino hasta la alejada Barcelona, sin que este motorín, deje de funcionar ni un momento, ni se empapice (ahogue) ni una sola vez. Aseguraba Vulcano, centrándose en una encendida adulación hacía su “jumento de hierro", que tal parecía que le estuviese jurando al General Franco, que era él, el más horado y disciplinado comerciante, de toda la nación española. —Yo que ya había comprendido que aquel tipejo era una asquerosa rata que no había veneno que la matase, le dije que estaba muy bien todo cuanto había dicho, y después le pregunté, que si podíamos ir a dar una vuelta con la furgoneta, para asegurarnos, que efectivamente era el vehículo la maravilla que con tanto ardor y fuerza él nos había pintado. —¡No, hoy no puede ser! Aseguró Vulcano, y seguidamente dijo, que antes era menester de asegurarla, y abonar la entrada en el Seguro de la Patria Hispana, entidad que con buen acierto, según él, pastoreaba su negocio. —¡Así qué ahora mismo, vamos a ir la señora y yo hasta dicha agencia, para poner en orden dicho asunto, y pasado mañana ya pueden ustedes circular con el vehículo por dónde les venga en gana! “CUNDU LA TAREXA SE MEXOU DE MIEU” “CUANDO LA TERESA SE MEÓ DE MIEDO” —El sábado por la mañana que era el día señalado para recoger nuestra furgoneta, llegamos la Teresa y yo hasta los reinos de Vulcano con el ánimo plagado de alegría y embargados por una ilusión gozosa, pues íbamos a ser dueños de un vehículo, que nos permitiría sin ningún genero de dudas, llegar hasta los mercados más apartados de la Tierrina, y mejorar en el oficio de xabarceirus nuestra situación harto oprimida, tantas cuentas habíamos ya barajado y todas ellas navegantes en alegrosas ganancias, que creído nos teníamos que íbamos a ganar el oro y el moro, que incautos

éramos que no nos detuvimos ni por un sólo momento en el pensar, que el que hace las cuentas adelantadas sin tener dineros para cubrirlas, por fuerza que tiene que hacerlas un par de veces, siendo la última la más válida. —Digo yo que cuando llegamos al escaparate dónde se lucía nuestra furgoneta, ya estaba al lado de ella el Vulcano, y tal a mí me pareció, que cuidaba a ésta con tanto mimo, como si fuese industriada en la herrería del mitológico dios que lleva su nombre. —Y a la par que nos saludaba con la misma sonrisa y frotamiento de manos que en anterior ocasión nos había dedicado, con su bien timbrada voz nos dijo, ocultando una guasa que no se me paso desapercibida: —¡Ya les estaba esperando señores, pues yo se muy bien por la larga experiencia que poseo en estos menesteres, que iban a ser ustedes muy puntuales, como corresponde a todas las gentes que arden dentro de los agradables deseos de hincarle el diente, a lo que de antemano han saboreado como manjar sabroso! —¡Así que aquí tienen ustedes la documentación y todos los requisitos necesarios para poder circular con la furgoneta sin que nadie les moleste. Y ahora sólo me queda desearles buena suerte, tanto en los viajes que emprendan, como en los negocios que puedan hacer, que en estos está precisamente el valer de las gentes! —Hicimos muy satisfechos y animados acomodo la Teresa y yo dentro de los dos caballos de hierro, dejando al que resultaría ser un astuto gitano, frotándose sus manos, y sonriéndose tanto para afuera como para sus podridos y asquerosos adentros, festejándose dentro del timo que terminara de hacernos. —Empezó la furgoneta a rodar dirigida por mí que no cabía en mi gozo de contento, por las calles de Oviedo abajo, con ánimo de alcanzar la carretera general y ensenderarme en la ruta de Gijón o Avilés, dónde pensado tenía probar aquella máquina, vendida por el que resultaría se el mas fino gitano, que timaba sin conciencia a las pobres gentes,

sin encontrar jamás a un juez, que hiciera con él el escarmiento que años atrás había hecho Juan Antonio el falangista con Pascualín el de los enredos. —Teresa que iba sentada a mi lado, recostada cómodamente en aquel asiento, que tenía más pringue que la solapa de un mendigo a la salida de un frío invierno, me dijo endiosada de alegría por sentirse dueña de aquel maravilloso ingenio: —¡Este Vulcano tiene cara y presencia de ser una buena persona, de ser un hombre bondadoso y bueno, a par que sabe lucirse con su cautivadora sonrisa, en el agradable lugar de la educosa simpatía, la verdad que a una le presta en grande tratar con señores tan serviciales y educados. Hay que ver la finura y delicadeza que este buen señor conmigo se gastó, me trato lo mismo que si fuese una gran señora, no me cave duda que todo en él se dibuja como un caballero respetable y encantador, tan bien parecido, tan elegante, tan guapo, tan... En aquellos momentos unos empapizamientos harto sospechosos en el motor de nuestros dos caballos hízole a la Teresa hacer un descanso en el continuar ensalzando los engañosos enseñares de su hábil timador, y en la sazón que su alborozada alegría íbasele marchitando por el ya continuo pedorreo que alumbraba sin interrupción el motor, preguntóme muy apuradamente, haciendo aposiento en el lar de la nerviosa y asustadiza preocupación: —¿Per quéi demontres s’afuega la miou forgonetina que tantu se queixa Xuliu? —(¿Porqué demonios se ahoga mi furgoneta que tanto ruge Julio?). —Yo que ya sin ninguna duda empezaba a olerme el fino timo, que el cobarde y sucio Vulcano hubiera ordeñado en nuestro enflaquecido bolsillo, contestele arrugando el ceño, poniendo un gesto rabioso y despreciativo, buscando en mi imaginación con prisa, la forma de centrar en ley, aquel moderno y

educado gitano de los jumentos de hierro de nuestro tiempo: —Me parece Teresa, que dentro de breves momentos, vas a ver dentro de tu cerebro, a ese encantador, respetable y guapo Vulcano, que no hace ni un minuto no tenías tu boca para aponderarle, te aseguro que le vas a ver del mismo despreciable color del diablo, y esto es así, porque esta furgoneta comienza a quejarse de una de sus muchas mortales heridas, que será con seguridad la más pronunciada de cuantas tiene. —¿Qué es lo que pretendes decirme Xuliu? Preguntó de nuevo Teresa ya ausente de toda alegría, empezando a subir la primera escalera del miedo del desespero. —La verdad Teresa, es que viajamos ajinetados encima de un montón de chatarra, por esta razón he de ir con buena cuenta hasta que de hecho me dé por sabido, qu’acaidono (que dirijo) una maquina, que ha puesto en mis manos ese desalmado de timador de Vulcano, que está predestinada sin ningún género de dudas, hacer en cualquier momento descalabros con las vidas de la inocente gente, que a cada paso cruzamos. —Ya nos hallábamos en las afueras de Oviedo, y comenzábamos a bajar una pequeña cuesta que existe a la entrada de la Corredoria, cuando un bache de los muchos que alumbrábanse por aquel entonces en la carretera, hizo que la dolorida furgoneta se bandaleara ostensiblemente, y en tal baile, abriéronse con verdadero estruendo ambas puertas, despedazándose los cristales y estropeándose en mala manera parejas portezuelas, con tal atronador ruido, que la buena Teresa encogiéndose en el asqueroso asiento, cosida por un miedo que le hizo mearse, dijo temblándole su voz que era dominada por su espantoso miedo: —¡Frena, frena en el instante Xuliu, por todos los demonios del infierno xuntus (juntos), consigue de una vez que se detenga esta asesinadora chocolatera, que bien me parece que intenciones le sobran de hacer mudanza con nuestras

vidas, fayéndunus esfuechiquéus na peyeya! (haciéndonos desolladuras en el pellejo). —Hice con toda la rapidez que pude, que se detuviera aquella furgoneta tan destartalada, y al pretender asegurarla mejor con las miras de apearnos para presenciar los primeros destrozos que se rellumbraben (relucían) en aquella infernal máquina, así el freno de mano y tiré de él para colocarle en su lugar de frenada, pero no respondió a su obligación, pues rompiéndose, quedeme con la manilla entre las manos, pensando ya con toda la razón del mundo, que aquella máquina era la causante de un timo que no tenía perdón, y también poseía hechura de ser un perfecto sabotaje. —Teresa que ya se había apeado de la furgoneta movida por la rapidez que injerta el miedo, hallábase en la cuneta de la carretera hilvanada por un ataque de nervios, con sus manos puestas encima de la cabeza, centrada en el más airado desespero, envuelta en un mar de lágrimas miraba para su vehículo desilusionada y atormentada, no dando crédito a lo que presenciaba, que era a todas luces la ruina más grande que en toda su existencia le había caído encima, pero cuando me vio con aquel fino hierro en forma de manilla en mi mano, me preguntó al tenor que buscaba en su boleo un pañuelo para enxugarse (enjuagarse) las lágrimas: —¿Qué diantres de fierru ye ísi Xuliu? —(¿Qué demonios de hierro es ése Julio?). —Yo que reparaba con verdadera lástima a la Teresa, al mismo tiempo que se me escapaba la risa, y el caso no era para menos, le respondí mirando para la manilla a la par que movía la cabeza para los lados con síntomas de verdadero desprecio y asco, hacia aquel gitano timador de Vulcano: —¡Poca cosa Teresa, sólo un defecto más de los muchos que tiene este jumento de hierro que te vendió tu encantador Vulcano! ¡Vaya una rata de cábila que está hecho tu simpático timador!

¡Y ahora deja ya de chorar (llorar), y no le reclames al Cielo un favor que no ha de enviarte, y búscame con rapidez un par de cuetus (piedras), para forrar las ruedas de esta endemoniada chocolatera, con la que el tú fino señor Vulcano, por mediación de mis inocentes manos, pretendía industriar un achuquinamientu (asesinato) entre las tranquilas gentes de la ciudad de Oviedo! —Teresa atenazada por una incontrolable rabia que le raguñaba (arañaba) sus doloridas entrañas, dijo a modo de juramento clavando sus brazos palabras en el firmamento: ¡No me nomes más isi rapiegu con focicu de llabascu, non me lu nomes más, si ye que apreciesme dalgu, ya permita el Faedor que tou lu puéi y'escosá couxa fae, que lu fienda una centecha pente les pates en dos Vulcanus! —(¡No me nombres más a ese zorro con hocico de marrano, no me lo nombres más, si es que me aprecias algo, y permita el Hacedor, que todo lo puede y muy poca cosa hace, que lo parta una centella por entre sus piernas en dos Vulcanos!). —¡Nunca pensé yo que pudiese vivir en este mundo un ladrón tan desalmado y tan grande, que hace su riqueza y bienestar engañando a pobres viudas tan desventuradas como yo, que no tengo más riqueza que el Cielo sobre la cabeza y la insegura tierra bajo mis pies, y para encima de no tener nada, todavía me acompaña la triste desgracia de tener que pagar a Pilar la del Comercio las quince mil pesetas que me prestó para dar la entrada de esta endiablada furgoneta. Poco he de pedir y menos Justicia ha de haber, si a este zorrastrón, si no me devuelve los mis cuartos, no le busco una buena corripa (celda) en la cárcel. Y no sólo por el cobarde ladronizo que me hizo, sino por el pretender arrancarme la vida, y dejar a los mious protetayus fiyinus (mis pobrecitos hijos), sin el menguado pan que puedo proporcionarles y el grande cariño que por ellos siento! —No te alumbres por más tiempo en el lar del sufrimiento Teresa, pues más bien

debías de ofrecerle gracias al cielo, porque permitió que nadie saliese con heridas de este descalabro. Y ahora si haces caso de lo que yo te aconseje, va tener que abonarte este despreciable de timador gitano, el dinero que le has entregado, y que se haga cargo de la furgoneta, y sino que la arregle con la decencia que encierra el caso. —Esto le decía yo a la Teresa, a la vez que valiéndome del cinto que sostenía mis pantalones, y de un precioso lazo de terciopelo que la Teresa llevaba anudado a su largo cabello, ataba entrambas portezuelas para poder salir del paso, y cuando mañosamente lo logré, díjele a la Teresa que aún seguía tan desconsolada, y lucíase aún más rabiosa que cuando nos sobrevino el accidente: —¡Güenu Teresa, deixa ya de mexaretar tal corrompináu de chárimes que v’escosásete la fuercia pel furacu lus güeyus (bueno Teresa, déjate ya de mear tantas lágrimas, que se te va a escapar la fuerza por el agujero de tus ojos), y súbete a la furgoneta que nos vamos a ir hasta Noreña a visitar el garaje de un conocido mío, para que revise a conciencia este endemoniado ingenio, y nos diga de una vez, las hendiduras que tiene ocultas esta chocolatera que nos ha vendido el timador de Vulcano. —Teresa que en esto ya se había serenado un poco, aunque todavía alumbrara algunas rebeldes lágrimas, dijo dentro de su maurera de miéu (madurera de miedo): —¡No me ofendas, no lo hagas por el amor que le tengo a la santina de Covadonga, no me tientes por el mismo hacedor que debe de estar riéndose de mi allá en su Cielo, no me empujes para que haga lo que no deseo Xuliu. Pues no me sentare dentro de esa infernal máquina de asesinar gente, ni por todo el oro que tiene el Banco de España almacenado en forma de relucientes y apetitosas barras, y mira que es abundante lo que el otro día nos enseñaron por la Televisión sus manejadores. Vete tu sólo si deseas morir donde te plazca, ya que nada más que tu pobre vida tienes que perder,

pero yo tengo tres hijos inocentes y pequeninus, que cuélgame con grande fuerza de las entretelas de mis sentidos, no quiero morirme y dejarlos desamparadinos, a merced de este endemoniado mundo, que cada día me parece que tiene menos verdad y menos justicia, que cada día me parece que el pobre dentro de él, si suprimimos las calamidades y las sufriencias, tiene muy poco que hacer. ¿Qué sería de los tres pedacinos de mi corazón, si se quedaran si su madre, en la triste edad que los probitinus aun no saben de dónde comen? (EL GARAXISTA) "EL GARAJISTA" —Por muchos razonamientos que sostuve con Teresa para convencerla con el fin de que me acompañase, no llegué a persuadirla ni en lo más mínimo, pues todas mis razones nada valían, para vencer el miedo que en aquellos desventurados momentos la dominaba, y no consiguiendo ni de una forma ni otra que subiese a la furgoneta, encaminome yo sólo hacía Noreña, al cansino paso de los viejos jumentos de los antiguos gitanos, conduciendo aquel destartalado ingenio, que era en verdad un innegable peligro público. —Llegué a la postre a mi destino, y contéle sin demora cuanto me había sucedido al garajista por mí conocido. Este esperó unos momentos para que se desfatigase el cansado ahogado motor, después volviéndole a poner en marcha, escuchole atentamente el trote quejumbroso que alumbraba, y seguido dio comienzo con seguro tiento a desmontarle algunas de sus piezas, y cuando le encontró las variadas enfermedades que tenía, dijo envuelto su rostro en una sonrisa que podía tener todos los significados: —Desde luego amigo mío, no sé como has sido capaz de llegar desde Oviedo hasta aquí con esta chocolatera, suerte has tenido de no partirte la sesera por el camino. ¡Tuvo que quedarle la conciencia “si es que la tiene” a ese gitano de Vulcano harto desajustada,

porque hay que tener muy poco amor hacía el prójimo, y ser un timador sin la menor entraña, para vender un coche en las condiciones que se encuentra éste. Ahora que tratándose de Vulcano no me extraña en absoluto, ya que todo el mundo sabe en Oviedo la clase de elemento que está hecho! —Ten presente, y esto que te voy a contar ya lo he discutido muchas veces con otras personas, que algunas de las desgracias que suceden en las carreteras es por culpa de estos timadores gitanos de los jumentos de hierro, que venden coches usados, que son verdaderos cacharros que ni para el desguace sirven, y lo peor de todo, es que saben hacer de la ley un pandero, y enriquecerse a cuenta de las inocentes gentes, que no comprenden en el peligro que se divierten cuando compran un vehículo usado, pero todo esto ten por seguro que algún día ha de terminarse, cuando algún juez con buen ingenio, colóqueles un anillo que encarcele ya para siempre sus astutos timos, con una nueva ley para tal menester, que todavía nadie ha creado. —Bien dices amigo mío, pues todo este ladronizo y peligro público que tenemos todos de perder en cualquier momento la pelleja en la carretera, por la causa de estos desalmados gitanos de los jumentos de hierro, silenciárase d’afechu si la ley les castigara y persiguiera con más entusiasmo. —Recuerdo que cuando yo era pequeño la ley perseguía y castigaba a los gitanos que en aquella difícil época había sin tener la más mínima consideración con ellos. Y todo era, porque aquellos gitanucos de los tiempos d’endenantes (de antes), eran pobres de toda riqueza y ciegos de toda cultura, pues aquellos desarropadinos y desventurados gitanos, por muy listos que se alumbrasen, no podían hacer grandes cosas, y por eso vivían tirados por los caminos, despreciados por las gentes y perseguidos en todo instante por una ley que no les dejaba de su mano ni a sol ni a sombra, arrastrando cansina y resignadamente sus estómagos cosidos por el hambre,

enseñando un color cadavérico en sus huesudos rostros, por el que uno imaginaba a la negra hambre a la que estaban condenados siempre, luciendo sus vestiduras con tantos y dispares remiendos, que uno no lograba adivinar, cual de ellos pertenecía a la prenda original. —No podían crecer aquellos auténticos gitanos que yo he conocido nada más que en asustadizas carreras y crecidas barrigadas de frío y hambre, y algunas veces solían entrar en calor, cuando les aplicaban una supliciada albarda de vergajazos, que las autoridades les regalaban encima de sus enflaquecidos cuerpos, todo porque a lo mejor un aldeano que muy fácil fuese el mismo ladrón, daba cuenta de ellos, a las autoridades al notar que les faltaba alguna gallina, que muy fácil pudiera habérsela merendado el raposo, o ser equivocados en el trato de un jumento de los naturales, no como estos endemoniados ingenios de fierru (hierro), siendo tan entendido en estas bestias el aldeano como el gitano, y aquí si que no valía engaño, porque cada cual iba a su propia conveniencia, porque cuando un aldeano le cambiaba un burro a un gitano, es que su pollino alguna tara tenía, por esto, no he conocido nunca a un gitano que cambiase su burro con el aldeano pelo a pelo, sino que siempre le pedía encima algo, ya que estas gentes agudas y listas sabían, que la única ganancia que conseguían por lo regular en sus tratos, eran los pocos o muchos dineros que pudieran arrancarle al aldeano encima del cambio. —Poco mal podían hacer aquellas pobres y desgraciadas gentes dignas de toda compasión y lástima, y mermado mal sembraban entre las comunidades que visitaban, porque en todo tiempo vivían cultivando la más denigrante de las miserias, que por ellas se deducía el escaso timo que industriaban, pero a pesar de todo, nadie los dejaba nunca fuera de una celosa vigilancia, de lo que se saca en consecuencia que la ley en aquella difícil época estaba mucho más adelantada que hoy en día, por donde

uno comprende que en nuestro país, todo ha progresado grandemente menos la asiste de la Soberana Justicia, que para castigar al pobre siempre sí está en vanguardia, pero para favorecerle siempre se encuentra de veraneo en la retaguardia del capitalista. —Y sino la prueba está bien a la vista, ya que los temidos gitanos de nuestro tiempo, no son otra cosa nada más que astutos y deshumanizados payos, que ya no llevan marcado en su rostro el ceniciento color del que navega con el hambre, sino que se pasean bien hartos y cuidados, envanecidos por su boyante posición, tanto en lo social como en lo económico, ya que gran parte de ellos, precisamente los más principales, son poseedores de una buena carrera que al final les otorgó el título con el cual se avalan en el asqueroso oficio de la explotación y el timo, que faenan a diario entre las humildes y trabajadoras gentes, bien como dirigentes de empresa, engañosos servidores de la Justicia, etc., y también estos timadores gitanos de última categoría, cuyo único representante por mí conocido es el guripa de Vulcano que ya empieza a traerme de cabeza. Pero yo te aseguro Marcelino, que si la Teresa me hace caso de lo que yo tengo barajado en mi mente, no se ha de escapar este raposo de Vulcano haciendo risa y guasa despreciativa de los honrados intereses que les roba a las personas decentes, pues en este presente acaecer se topó con un cliente, que le va hacer coscas (cosquillas) en el lugar donde no ha de nacerle la risa. —Y ahora... dime Marcelino, tu que eres un hábil veterinario en la cura y compostura de estas caballerías de hierro. ¿Cuánto puede costar arreglar esta furgoneta para que quede decentemente? —Quedose el bueno del garajista mirando unos instantes en el más completo silencio hacía el cielo, haciendo con aproximación las cuentas en su cerebro, y después dijo muy serio clavando sus inteligentes ojos encima del jumento de hierro:

—Te ha de costar alrededor de unas ocho mil pesetas, tal vez sea algo más, eso depende si al desmontarla aparecen otras averías que ahora no agüeyu (no veo). Pero no pienses ni en broma que el Vulcano va hacerse cargo de esta arregladura, pues yo se que él, sabrá lavarse sus manos no queriendo pagar ni un céntimo, y es inútil que le lleves a los tribunales, ya que él es un gitano listo, que tiene buenos abogados y harán de la ley su propio juego, y estoy por apostarte que es muy capaz de timar al mismo juez en la sesión del juicio, si tiene modo de venderle uno de sus endemoniados ingenios. —Por lo que observo Marcelino, tanto tú como yo mismo coincidimos en, que la ley en nuestra Patria está al servicio del dinero, que es tanto como decir, que el que no tiene un cuarto no debe de meterse en líos por muy honrados que le parezcan, porque no ha de sacar de ellos nada más que disgustos por bien parado que salga, en fin, ya veremos haber lo que resulta de todo esto, yo ahora me voy para Oviedo, y tu no arregles este cacharro hasta que la Teresa no sostenga una conversación con el raposo del Vulcano, pues a lo mejor, este habilidoso gitano no es tan mentecato como lo hemos pintado, y puede que se compongan las cosas sin necesidad de ningún otro teatro. El garajista sonriéndose ladinamente a la vez que de mí se despedía me dijo: —¡Si tales esperanzas hacen aposento en tu imaginación, no sé lo que en verdad has aprendido tú en el mundo, tanto como por él zapatillaste, pero bueno es que sigas creyendo en la bondad de las gentes aunque tan sólo sea por breves instantes! —¡No creo yo en nada ni en nadie Marcelino, a no ser en el plato de cocido cuando tengo hambre, pero hácete buena falta a ti saber, que existe un sistema que todo el mundo receta cuando le conviene. Así por ejemplo, sabemos que Vulcano es un timador inteligente y práctico en el asunto de saber defender sus enredos e intereses, por esto se dará cuenta en el instante, de

la peligrosa timadura que industrió, por tal razón procurará que no se airee su sucio negocio, para que las futuras víctimas no huyan a causa del mal olor que emana de la ladroniza industria que maneja. Por esto, muy fácil creo yo que se avenga a razones! —¡Puede que tengas razón, amigo Julio, pero yo no entraré a creer tal cosa, hasta que no lo vea con mis propios ojos! “TERESA Y VULCANO” —El lunes bien de mañana se hizo en el camino de Oviedo la envilecida Teresa, portando en su cerebro los asesoramientos que yo le había prodigado, mucho me hubiese gustado a mí entendérmelas con aquel desalmado granuja, pero como yo no había tenido tratos con él, sólo podía hacer aconsejar a la Teresa en lo que mejor pudiese. Digo que iba ésta alumbrando en sus sentidos rabiosa inquina hacía el Vulcano, pero no era la Teresa tan aunque valiente y decidida engarradietchóusa como la Manola de mi aldea, pues si así fuese, hubiese logrado más provecho que usando la política, que al fin de cuentas ésta de poco sirve cuando con ella menester es por entrambas partes defender los intereses. Llegó al fin la Teresa a la casa del Vulcano, tan dolida y gafa en su desgracia que debatíase con apremiante desatino en el atajo de prepararle un sonado escándalo, si no conseguía lo que ella consideraba justo y honrado. El caso fue que nada más que sus enrojecidos ojos encarnispados por la ira que la desacompasaba retrataron al causante de su desgracia, díjole encasquillándosele la lengua por la rabia que la dominaba: —¡Vengo a darle las gracias estafador de los infiernos por la furgoneta que me ha vendido, que tal de endemoniada se encontraba, que por eso me brindó la mayor cosecha de miedo que he tenido en toda mi existencia. Porque me he visto por unos instantes ajinetada encima de una satánica máquina, que parecíame había sido fabricada por todos los diablos del infierno juntos con el firme

propósito de servirle a usted, para que por su mediación me robase mis dineros y me quitase la vida. Hay que ver la poca vergüenza que usted tiene, y la nada consideración que siente hacía las personas, para venderme un vehículo portador de la muerte, y quedarse usted tan tranquilo, como si de malo no hubiera hecho nada. —Vulcano, sin deshacer de sus labios la hipócrita sonrisa que le caracterizaba, díjole tranquilizadora y prometedoramente a la Teresa: —¡Bueno señora, no se me enfade, y céntreseme en el respeto, ya que en este civilizado lugar se consigue conmigo la razón que según me parece es lo que usted anda buscando. Y ahora cuénteme con entera tranquilidad todo cuanto le ha sucedido, que yo por adelantado le prometo arreglarle su vehículo sin cobrarle ningún dinero! —Estas palabras bien dichas y a tiempo por el ingenioso Vulcano, entrelazadas con teatrales gestos de compasión y condolencia, que con postura de consumado actor plasmaba en su rostro y movimientos aquel timador de gitano, pues como cuento, con todo este ratonil teatro logró que los encendidos ánimos de Teresa, abandonaran el envilecido aposento dónde moraban, e hicieran andadura más alegrados por el camino de la contentura, que no era otro que el haber conseguido lo que en justicia le pertenecía. Así pues ya más aplacada la encendida voz de Teresa, en el lleldar que hacía asomo en su boca una alentadora sonrisa, le dijo en el comienzo de estar de nuevo tranquila: —Tiene que perdonarme por haberle ofendido con mis insultante palabras señor Vulcano, pues yo quiero que comprenda que si usted se hallara en mi lugar, muy fácil se desarrendara como yo en tamaño desatino. Y seguidamente le explicó al Vulcano que no podía remediar que la risa aflorara con verdadera alegría, el corto y accidentado viaje que habían hecho con la furgoneta. Y al concluir la Teresa de relatarle su odisea, respondiole el Vulcano con una

amabilidad ,que tal parecía que alumbrábase en ser cierta: —Créame señora si le digo, que no hay sitio en mi conciencia para poder hacerle el más pequeño daño a nadie, y con toda sinceridad le prometo, que este doloroso descalabro que quizás por un error mío usted ha sufrido, yo haré que con prontitud se mude al sitio que para ambos mejor convenga. Y ahora mismo ordenaré a mis mecánicos, que sin ninguna demora vayan a recoger su vehículo a Noreña, para que le revisen y arreglen en mi garaje, que sin lugar a dudas ha de quedar mejor compuesto, y acomodárseme en un precio más justo, que si lo arreglasen en otro lugar, ya que yo no me fiaría de ningún otro garajista, supuesto que son todos tan careros como chapuceros. —Y ya no más tristezas ni penas señora, pues ninguno de estos dos sentimientos nace feliz al entendimiento, así que destierre sin demora el mal que en su espíritu se enreda, ya que muy pronto será atajado para convertirle en beneficio de su propio remedio. Y sitúese ya desde este preciso momento dentro de la placida pradera de la tranquilidad, considerando ya por adelantado solucionado a su agrado y conformidad este asunto que la atañe, y dentro de tres días puede venir a recoger su furgoneta, en la inteligencia de hallarla como si otra vez fuese hecha de nuevo. —En el día señalado por Vulcano, volví yo acompañando a Teresa a recoger su vehículo, y al lado de él como en anteriores ocasiones se encontraba Vulcano con la misma sonrisa de siempre pintada en su hocico, y frotándose sus manos como al parecer era su costumbre, dijo amablemente: —Ya tiene su vehículo compuesto señora, y muy bien ajustado que por cierto se encuentra ahora, ya que le canta su motorín, con parecido sonar al que tuvo cuando era nuevo. —Muchas gracias señor Vulcano, contestole con rapidez y alegría Teresa, lleldándose en satisfactoria dicha que retornaría a la rabia a los breves momentos.

—¡No señora, no me dé usted las gracias pues para esto estamos, que no es otro menester que servir al cliente y dejarle satisfecho! —Pero ahora... y créame que lo siento con toda mi alma, tengo que comunicarle una noticia que no ha de serle en nada agradable, pero comprenda usted que por encima de todo los negocios son los negocios, y si yo no los cuido, aunque eso sí con toda honradez, creo que algún día terminaría pidiendo. —¡Dígame señor Vulcano! ¿Qué clase de contrariedad es la que me tiene que comunicar ahora? —Pregontó Teresa ya en las empinadas vías de perder de nuevo su alegría y tranquilidad, y floreciéndole en el mismo lleldar una apesadumbrada tristeza que le decía, que todo su gozo iba a ser de afechu desfechu (del todo deshecho). —Pues... verá usted señora, los mecánicos me han dicho (dio comienzo Vulcano a su charla pretendiendo muciye "ordeñarle" importancia a la cuestión), que toda la culpa de haberse estropeado la furgoneta, sólo la tiene el chofer que la conducía, que según ellos está muy deficiente en el oficio de conducir estos vehículos. Así que dentro de toda la pena que a mí me acompaña, y no crea usted que es pequeña, tengo que comunicarle que si desea llevar su vehículo, tiene que abonarme la mitad de su compostura, y si no le retira en toda esta semana del garaje, me veré obligado a cobrarle como demasía, el espacio que ocupa la furgoneta en el taller, ya que están los aparcamientos hoy día al precio que uno quiera cobrar por ellos. —Teresa tras escuchar las asquerosas e hipócritas palabras que le había sonrientemente dirigido Vulcano, comenzóle a crecer en sus entrañas la cosecha de la gafez, a parejándose en fuerza y desespero a la que ya padeciera el día que había viajado por primera vez en aquella furgoneta de todos los diablos, y conducida por este envenenador desatino, no me dejó a mí contradecirle al Vulcano la acusación que me había

hecho, ya que cogiendo ella la palabra airada y medio enloquecida, hablole de la siguiente manera: —Me parece a mí condenado timador gitano de todos los infiernos, que no tiene usted de hombre, ni palabra, ni presencia, ni tampoco nada. Todo en su persona esta asquerosamente podrido, y en conjunto toda su valía como hombre, tiene menos valor para la decente Humanidad, que un repugnante pioyu (piojo), entre las uñas de una eficiente despioyadora (despiojadora). —¿Sabe usted acaso condenado ladrón y despreciable llimiagu (baboso), que destreza tiene mi chofer en este oficio para tratarle con tanto menosprecio? —¡Síii... por lo que me han dicho los mecánicos, no tiene ni idea, de lo que es manejar un vehículo! —¡Pues sepa usted asqueroso madrazas, y apestoso gusano de timador, que mi chofer, que es este muchacho que usted ve aquí, que no quiere dirigirle la palabra por no ensuciar su lengua al contacto con su mierdosa presencia, aparte de ser un conductor que en nada puede envidiar al mimísimo Fangio, es también un excelente mecánico, con ingenio suficiente de hacer que ruede un coche si preciso fuere tan sólo con la invisible fuerza que tiene el aire, y si le apuran un poco, hasta que vuele como los aviones! —¡Bueno señora, haga el favor de no ofenderme, sino quiere que llame a la autoridad para que le enseñen los modales necesarios que se necesitan para tratar con la gente. Y tenga también bien presente que yo no he ofendido a este muchacho en nada, lo que yo he dicho es que no sabe conducir como es debido un vehículo. Y no crea que me extraña, porque hoy en día, le dan el permiso de conducir a cualquiera que tenga la agudeza de entregarle solapadamente dos o tres mil pesetas al jefe de tráfico! —Y ahora ya para terminar, si no quiere pagar la compostura que se le hizo a su furgoneta, no la lleva usted de aquí bajo ningún concepto, y si cree que tiene algún derecho para formular alguna

reclamación, encamínese al Seguro de la Patria Hispana, y entiéndase con ellos de la manera que mejor le cuadre, ya que esa aseguradora a mí ya me ha abonado todo el valor de la furgoneta, y a usted por si se le ha olvidado le digo, que tiene que abonar las letras de banco que ha firmado en blanco a ellos no a mí, así es que yo me lavo las manos en este asunto lo mismo que hizo el romano Pilatos en el Juicio que condenó a Cristo. —Teresa acunada por una enloquecedora rabia que la hacía temblar sacudida por los nervios emanantes de la ira, la rabia, el desprecio y el odio que sentía hacía aquel miserable, le decía mientras que yo procuraba de aquel lugar alejarla sabiendo que nada lograría resolverse: —¡Lo que tiene que lavar usted sin hacer demora es su conciencia que la tiene más negra que la boca de un sanguinario lobo, y tiene un olor más repugnante y asqueroso, que el que producen las podridas inmundicias de un apestoso estercolero. No sé como tiene valor para lucirse entre las gentes, siendo portador de ese nefastoso olor que en todo momento de usted se desprende, por el que todo el mundo puede comprender, la clase de cobardoso timador que se esconde en su enclenque cuerpo! "TERESA Y LA ASEGURADORA" —Es para mí un triste desconsuelo decir, que todo o casi todo en mi Patria lo relacionado con el comercio y otras industrias similares, es una grotesca trampa mal urdida, pero muy bien protegida por las leyes del país, que ya desde antiguo saben que todo se mueve por la fuerza de la riqueza y el poder, y entrambas cosas no están en el poder del pobre, por lo tanto este desventurado ser, por mucha razón que le acompañe siempre llevara las de perder, ¡ y sino que me lo pregunten a mí! —Así pues, que dejando la Teresa al timador de Vulcano haciendo risas y guasas de su desgracia, se dirigió con la prisa del alma que lleva caminaba el diablo, y en aquellos sus momentos tan

endemoniada caminaba como el mismo satán, por mor de la condoliente desgracia que le acompañaba, al lugar donde tiene aposentadas las oficinas la Patria Hispana, y subió las escaleras de dos y sin dar ni tan siquiera cuenta, se encontró ante la presencia del señor notario, al que le explico muy desconsoladoramente el timo que en ella había realizado Vulcano, al venderle aquella furgoneta, que tenía más heridas por todas sus piezas, que el heroico Millan Astray, que fue el Fundador de la Legión Española, dónde si el Vulcano tuviese la valentía y el coraje, que por ser un despreciable cobarde le faltaba, digo que si este despreciable timador como legionario ingresase en ella, no viviría allí mucho tiempo, pues entre el “saco terrero”, y los vergajazos que los vigilantes del Pelotón de Castigo, le brindan a las gentes de su condición y calaña, terminarían con tal carroña humana en poco tiempo. —¡Hay de él si lo cogiese por su cuenta y riesgo el famoso sargento Molina, que en cierta ocasión a un legionario, por tan sólo robarle una camisa a un compañero, diole palos encima de sus costillas hasta que se le hundieron sus pecadores huesos, y después que sanó de tal descomunal paliza, colocóle encima de sus aún doloridas espaldas un saco terrero de cincuenta quilos amarrado con recias correas!, con un letrero que más o menos así decía: —¡Yo soy un ladrón, despreciadme todos por tener el oficio más asqueroso de toda la Humanidad! —Y con dos letrerinos como éste, uno en la espalda y otro en el pecho, tenía que caminar Vulcano por todas las calles de Oviedo, para que supieran toda la cuadrilla de compañeros de su calaña, que hay a fatáus (muchos) que vivían como marqueses y se las dan de personas decentes, el vergonzoso fin que tendrían si no dejaban de robar. —El tal notario que como se verá tenía las mismas nefastosas zunas de engañar a las gentes que su consorte de oficio el timador Vulcano, sonriéndose de las

graciosas y muy atinadas ocurrencias de Teresa le dijo: —Tenga bien presente señora que nosotros nada tenemos que ver en este asunto, pues toda la culpa de cuanto le ha acontecido, sólo la tiene el señor Vulcano, así que si usted considera que efectivamente fue engañada como manifiesta, reclámele o denúnciele a él, y deje de molestarnos a nosotros, ya que en vez de importunarnos con esta historia sin ninguna importancia para esta sería aseguradora, mejor sintiera usted hacia nosotros un sincero y respetuoso agradecimiento que sin conocerla de nada, le hemos prestado a usted los dineros para que comprase a Vulcano ese vehículo que usted comenta, que a no ser por nuestra desinteresada y magnánima colaboración, no hubiese podido hacerlo, a no ser que se la pagase con dinero en mano. —Cuando Teresa sintió de labios del notario estas palabras le miró entre temerosa y asombrada y preguntole pensando que o había entendido mal, o desde luego se estaba volviendo loca y ya no razonaba: —¡Oígame señor! —¿Me ha dicho usted acaso que me han prestado ustedes a mí dineros sin yo saberlo? —¡Sí señora, eso mismo le he dicho, y no tiene usted de que asombrarse, ya que es una cosa común y muy corriente, nosotros simplemente le hemos abonado al señor Vulcano el valor de su furgoneta, haciendo uso de unas prestaciones modernas que dan a todo negocio un buen resultado! —Diose cuenta la Teresa por primera vez, del teje maneje nada claro que entre manos se traían el hábil timador Vulcano y la no menos honrada Aseguradora, por esto, haciendo un gran esfuerzo para remansar su alterado espíritu, le dijo al notario viviendo el mayor asombro que en toda su existencia conociera: —La verdad quisiera decir pero no sé como explicarla, porque no puedo precisar, dónde termina la mentira y comienza la verdad, porque si ésta

existe, la pobre anda bien desgraciada, ya que esto que me está sucediendo a mí, que es verdad siendo mentira, paréceme a mí, que está muy fuera de toda Justicia, pero dentro de la ley que ustedes bien estudian, para robar sin el menor temor a todo pobre desgraciado. —¿Qué pretende decirme usted señora? —Preguntó el notario empezando hacer acopios de enfado. —Que si no me sucediera a mí misma, lo que con ustedes me está pasando, no creería que a nadie pudiérale acaecer tan endemoniado enredo aunque el mismo Padre Santo me jurase con la mano puesta encima de la Biblia que todo este desalmado engaño, era tan cierto como la propia Pasión del Nazareno, que el Pobre murió, para que otros listos como ustedes, hiciesen de su muerte un buen saneado negocio. —Porque tanto ustedes como éstos, tienen una forma de prestar tanto el dinero como la gloria del Cielo, que uno no se entera que la ha recibido, hasta que no le roban lo mucho o poco que posea el crédulo. —Bien comprendo ahora que hállome ahogada dentro del teatro de la discordia, y estoy enflaquecida de riquezas y seca de poderes, que el primer tejedor de la ley, fue en el mismo instante encaldador de la trampa, y en esta despreciable xaceda (cama), barajan ustedes como consumados timadores el mal que trenzada me ata. Por esto desde ahora mismo, jamás se me borrará de mi imaginación, que tanto ustedes como el zorramplón de Vulcano, son lobos de la misma camada, con diferente color, dibujadores de bien parecidos santos, pero con la misma conciencia del despreciable diablo. —Pero señora, de nuevo le vuelvo a repetir, que nada tenemos nosotros de ganancias en los tejes manejes que industria el señor Vulcano, y ahora si me quiere escuchar unos momentos, yo le explicaré con toda la claridad como funciona el honrado negocio de la Patria Hispana, para que ya de una vez y por todas, se quede convencida, y no perjudique a esta Aseguradora con su

pregonar que somos tan estafadores como el señor Vulcano. Dijo el notario con seriedad y conciliadoramente. —No hace falta que desgañite su lengua en más araneras explicaciones, ya que los enredos que entrambos y dos se traen, el más fatón (tontón) de mi aldea los vería tan claros como yo los veo, si tuviese la desgracia de pasar por ellos lo mismo que yo los estoy viviendo. —Por lo que se ve, ustedes prestan dineros a quienes no saben que los han recibido, para que los timadores como el asqueroso raposo de Vulcano, hagan sus desalmados negocios y en sus ganancias tienen ustedes como compensación un rentable provecho. —Para mí el caso está tan claro, como que existe Dios y una Justicia que ninguna ley sirve con decencia, y que ustedes no respetan y tratan a la baqueta, porque no son otra cosa nada más que timadores gitanos de los tiempos modernos, que han aprendido muy bien en la universidad las leyes para después sin ninguna traba poder con satisfacción gananciosa burlarlas, aprovechándose de las enormes lagunas que en todas las leyes adolecen, dónde ustedes se refugian para efectuar los atropellos que a todas luces articuladas por la ley son legales. —El asunto es, de que Vulcano me aseguró que toda la culpa la tenían ustedes, y ustedes lavan sus sucias manos con el hipócrita de Vulcano, afirmándome que él es el único culpable, y entre dimes y diretes entrambos y dos me quieren cobrar la peseta a siete reales. Pero yo no estoy dispuesta a dejarme robar de mano de entre juntos estafadores, y por esta razón ahora mismo los voy a denunciar, haber si la ley es capaz de desenredar tanta trapecería y engaño como barajan ustedes encima de esta pobre trabajadora, que poco puede medrar si tiene que abrirse camino entre una bien organizada banda de inteligentes timadores, que ni temen a Dios ni a la ley, ni menos respetan los intereses ajenos. “TERESA Y LA POLICÍA"

—Dejó Teresa al notario con su palabra bailándole en los labios y abandonó la oficina de la Patria Hispaña con tanto desprecio hacía sus representantes, como el que sentía hacía el timador Vulcano, y con este profundo y airado malestar que la embargaba, privándola de su sosiego que ya del todo nada de él quedaba, y animada siempre por su espíritu combativo, hizo su entrada en el aposento de la Policía, creyendo firmemente la pobre, que los guardias podían arreglarle en el momento aquel desaguisado que enloquecida la traía. —Dos agentes de la ley enfrascados se hallaban en la comisaría faenando por sus deberes cuando la Teresa hizo aparición ante ellos, con su rostro por completo desarmado en el descosido sufrimiento que la debatía, uno de los policías que se percató en el instante del apurante desespero que a la desventurada Teresa consumía, le dijo a la vez que se levantaba de su asiento, para rogarle gentilmente que ella se sentara, menester que no quiso hacer la Teresa porque manifestole al amable policía, que los nervios no la dejaban estarse queda, ya que entrelazábanse con tal fuerza enfurecida y desatinada en su sentimiento, que la ensenderaban en la enloquecedora postura que a todas luces enseñaba. —¡Está bien señora! Le dijo sonriéndola tranquilizadoramente el policía a la par que le rogaba, que se calmara, que se serenara, y que les contase lo que le sucedía, afirmándole que si en sus manos se encontraba el remedio, podía de antemano considerarlo satisfactoriamente resuelto. —Relató la Teresa por segunda vez en aquella trágica mañana el nefastoso timo que entre el Vulcano y la Aseguradora le habían hecho, que tal ladronizo la traían centrada, en el espineroso sufrir y parejo desarreglo. —El agente que habíala escuchado sin hacerle la más leve interrupción a su diálogo, y ayudándola con sus gestos de protección y confianza para que mejor se despachase en sus acusadores decires, cuando la Teresa terminó de contarles su

desgracia, y ya teniendo creído que la policía iba a componerles las torcidas cuentas que industriaran encima de su humilde persona aquellos desalmados timadores modernos, desmoronósele en sentida desilusión tan cándida aspiración, cuando le dijo el agente compadeciéndola: —Siento mucho señora el no poder ayudarla en esta clara injusticia que estos señores le han hecho, y yo creo que de todo este sucio negocio que le han hecho, no ha de sacar usted en su provecho nada. Mi consejo es, que debe de abonarle al señor Vulcano la mitad de la arregladura del vehículo que le reclama, y no olvide nunca, y esto se lo digo yo por la mucha experiencia que en tales asuntos tengo, que todos los ricos se dan la mano, al igual que hacen todos los ladrones, ya que ellos no ignoran, que si uno de ellos se hunde, corren el peligro de ahogarse los demás por eso se protegen mutuamente, y como ellos son los que pagan y los que mandan, pues al pobre no le queda más recurso, que cerrar el pico y aguantar sin la menor protesta todo cuanto le echen. —Ahora bien, si usted no está conforme con hacer esto que le he aconsejado, entonces vaya usted a visitar a un abogado para que formule la consiguiente denuncia al juzgado, pero tenga presente, que si el juez estima que no existe tal timo, entre el juzgado y su abogado le han de cobrar más de lo que vale el vehículo, y hasta inclusive la pueden encarcelar por levantar un falso testimonio a tan respetables señores. —Teresa al escuchar estas palabras no podía a ciencia cierta pensar, que si todo aquello que le estaba sucediendo no era nada más que una endemoniada pesadilla de la cual en cualquier momento iba a despertar pudiendo recuperar en el instante su sosiego y tranquilidad, pero no, era bien cierto que estaba despierta, y que todo cuanto le estaba sucediendo era la triste, canallesca y sucia verdad que al pobre le brinda la vida, ahora se daba cuenta de que todo el entramado de la ley, no más era una vergonzosa y engañativa mentira, por esto, airada,

descompuesta, envilecida y rabiosamente desatinada les dijo a los policias: —¡Díganme ustedes señores policías que misión es la que tienen que cumplir en esta mi Patria tan falta de Justicia! —¿Acaso están ustedes nada más que para perseguir y encarcelar a los pobres y desgraciadinos mineros cuando se ponen en huelga, por reclamar lo que Humanamente y en Justicia les pertenece, que no es otra cosa nada más que el fruto de su peligroso trabajo y harto enfermo, y que por hacer tal cosa ustedes les detienen, los encarcelan y les mayan (majan) a vergajazos sus cuerpos hasta arrancarles dentro de atroces sufrimientos, como hicieron una vez con mi difunto marido que a fuerza de llevar centenares de latigazos le sacaban el pellejo a tiras. Para también encarcelar a sus mujeres y cortarles el pelo al cero, como también hicieron con una vecina mía, que su pobre marido que era un santo del cielo, de resultas de una soberana paliza que le propinó la policía, dejó para siempre este podrido mundo al mismo tiempo que a su mujer cargadina de hijos la dejaba también viuda. No siendo su delito otro que haber trabajado desde su niñez en la mina, el haber querido reclamar el sudor que el patrono le robaba. ¿Ustedes que misión es la que tienen? ¡Acaso detener a los borrachos que se entarrascan (embriagan), y no porque sean beodos de profesión, sino que siendo obreros cobrando un miserable sueldo, se ven aburridos porque en sus hogares falta de todo, y entonces buscan en la bebida el olvido, porque saben que no pueden luchar contra un régimen que los oprime, con la poderosa fuerza que detrás de cada trabajador hay un policía! —Quizás hubiese seguido la enloquecida Teresa hablando largo tiempo por este camino, si uno de los policías enérgicamente no se le impusiera a la vez que amenazadoramente le decía: —¡Haga el favor señora de no dar a luz tantas insultantes tonterías, porque me parece a mi, que usted va a terminar muy mal, y tengo la impresión de que se va a quedar aquí, para ser encarcelada

juzgada por ofender a la autoridad. Así que no despegue más su boca lárguese pronto antes de que me arrepienta! —No siguió hablando Teresa, no pudo seguir diciéndoles tantas cosas como ella sabía, tantas nefastosas cosas que en las cuencas mineras asturianas la policía había hecho, pero ahora lo que verdaderamente a ciencia cierta ya sabía, era que si el honrado y desventurado trabajador quería vivir con tranquilidad, debía de hacerlo siempre de rodillas. "LA TERESA Y LOS ABOGADOS" —Xebrose (marchose) la Teresa de la comisaría, y corriendo como una desesperada por las calles de Oviedo llegó hasta el Sindicato con intenciones de consultar su caso con un abogado que conocía que tenía ganada fama de ser un buen defensor del trabajador, y no un “tragón" como existen muchos en estas instituciones en otras muchas, ya que este letrado es un hombre recto (y también falangista), tan agudo e inteligente como lo fuera el propio Muñón de Diego, y por tercera vez, y comenzándole ya a enronquecérsele la voz, le relató el escabroso asunto que la traía desatinada. —El ilustre abogado del Sindicado escuchola sopesando todas sus palabras, y antes de responderle a la conclusión que había de aquel teatro sacado, le arrancó con profundidad un par de fumadas a su cigarro, y a la vez que lo estrujaba con rabia en el cenicero, dijo haciendo un marcado gesto de desprecio hacía los promotores de aquel despreciable y cobardoso timo: —¡Esto que le han hecho a usted es un timo asqueroso y despreciable, pero no se preocupe usted más, y deje ya de desesperarse, ya que toda la razón está de su parte, y a esos miserables no ha de quedarles más remedio, que componerle en condiciones las averías que tiene su furgoneta, o por lo contrario, deshacer la venta y entregarle el dinero que usted le dio como entrada! —No se puede imaginar don Pedro el bien que me hacen sus consolativas palabras, ya que he sufrido toda la

mañana lo indecible en mi caminar de Herodes para Pilatos, y mis sentidos ya se me estaban avecinando con la pérdida de la razón. Y ahora pagándole lo que fuera menester, yo le ruego por la santina de Covadonga, que me ataña este asunto en el juzgado, para poder meter en el honrado riego a estos endiablados timadores. —Bien quisiera yo hacer lo que me está pidiendo, pero yo sólo puedo actuar en los menesteres que sean de tipo laboral, pero no se apene usted, porque la voy a enviar a un colega amigo mío, que sabe hilar muy derecho en estos asuntos, ya verá como le arregla esta cuestión con prontitud y a su agrado. —Más esperanzada por el motivo de las alentadoras palabras que le había dicho el abogado del Sindicato, hizo Teresa entrada en aquella su aciaga mañana en la casa del letrado a donde iba dirigida, y parecíale que su emprendedor valiente ánimo se encontraba en derechura de sosegarse, y su apagada alegría en hechura de florecer de nuevo, pues ya pensaba que su avisperoso negocio navegaba en las tranquilas aguas que le conducirían a ser resuelto en su favor. —Por esto, tras las consiguientes palabras de presentación que sostuvo con aquel nuevo abogado que visitaba, éste le mandó que se sentase, por primera vez en aquella su ajetreada mañana, acomodose en el mullido sillón la Teresa, medio rendida sofocada por la continua tensión en que había estado sometida, y el grande cansancio que sentía por tantas vueltas como había dado. Así pues empezó Teresa por cuarta vez en tan corto espacio, a poner en el oído del letrado, todo cuanto le aconteciera con el rapiegu de Vulcano, los foínus (garduños) de la Aseguradora, los llimiagus (babosos) de los policías, así como lo que hablara con el estupendo abogado del Sindicato. —No despegó su lengua aquel letrado en todo el tiempo que la Teresa invirtió en narrarle su caso, pero se observaba que hacía trabajar a su imaginación en el silencio, con las miras de encontrar en aquel entuerto el nudo dónde se

encontraba atado el delito, y de cuando en cuando sacudía su cabeza y se sonreía, lo mismo que si le hiciera cierta gracia aquel descantoyamientu (descalabro), y cuando a la postre la Teresa terminó su historia, él hablando con seguridad dijo: —Está visto señora que todo este endiablado teatro que le han preparado, tiene el indecente hocico de ser un canallesco y cobardoso timo, pero no se preocupe usted ya que lleva la entera razón, y aunque la ley tiene unas lagunas abismales, no considero yo de que le puedan robar lo que es únicamente suyo. —Mire... voy ha procurar arreglarle este caso sin que usted tenga necesidad de gastar dinero, ya que por lo que observo, usted es una pobre trabajadora, y en los bolsillos de los necesitados no suelo hacer yo cobranzas de mis salarios. Verá, ahora mismo le voy a telefonear al jefe de la policía que es conocido mío, para preguntarle si este asunto se puede enjuiciar por lo criminal y elevarlo directamente ante el señor juez. —Después de conferenciar unos instantes el desinteresado abogado con el jefe de la policía, dijo con marcada satisfacción por haber hallado la solución que buscaba: —¡Bueno señora hemos tenido suerte, ya que se puede hacer lo que yo había pensado, así que vaya ahora mismo al juzgado de lo Criminal, y explíquele al señor juez todo cuanto le ha sucedido, y ya verá usted como le arregla este asunto rápidamente! “TERESA ANTE EL SEÑOR JUEZ” —En pocos minutos ganó corriendo la plaza del Ayuntamiento la esperanzada Teresa, y ágil, decidida y entusiasmada, subió con rapidez las escaleras del juzgado de primera instancia, y allí dijo que venía a visitar al señor juez, y que precisaba hacerlo sin demora, porque ya era demasiado tarde y tenía temor de no poder resolver su cuestión aquella mañana. —Uno de los chupatintas que en aquel despacho aparentemente trabajaba, si es que en verdad sabía hacer algo de provecho, dijo dirigiéndose a un

compañero con marcado aire de altanería a la par que miraba a la Teresa de soslayo, como si le tomara la medida a su valía social, y de hecho ya supiera que no tenía facha ni de posición adinerada, ni de poder de ninguna clase: —¡Algunas personas cuentan que hablar con el señor juez es lo mismo que dirigirse a un verdulero, que poca preparación y cuanta ignorancia tenemos en España que hasta los mismos aldeanos que están como el mismo ganado piensan, que todos somos iguales y que un magistrado es parecido al vecino de la puerta de casa! —Pero no todos en aquella dependencia pensaban como este payaso, y como tantas y tantos payasos que pueblan arrastrándose como asquerosos reptiles, la mayor parte de las oficinas de nuestra Patria, pues una joven secretaria que allí también trabajaba, preguntole a Teresa con natural educación y pareja simpatía, el por qué precisaba ver al señor juez con tanto apremio como el que tenía, para ella comunicárselo y señalarle la visita. Y de nuevo la pobre Teresa por quinta vez tuvo necesidad de contar cuanto le había acontecido, condoliendo con su historia el ánimo de la muchacha, la cual le dijo: —¡Yo no sé señora si este caso que usted me explicó pertenece a este juzgado, bueno no obstante espere aquí un poco, que se lo voy a comunicar al señor juez haber si la puede recibir! —No debía de tener mucho trabajo en aquel tiempo de la casi finalizada mañana el señor juez, porque al corto instante sonriéndose satisfecha la buena secretaria con haber conseguido la entrevista, regresando a lado de Teresa le dijo: —Ya puede pasar usted señora, pues el señor juez la espera, hizo acto de presencia en la sala donde el repartidor de ley aguardándola estaba, y nada más que el juez la vio ante su presencia, preguntó con seriedad ajusticiadora: —¡Dígame señora! —¿Qué clase de gravedad la ha guiado ante mi presencia? —Teresa ya casi afónica del todo, y sofocada hasta lindar en el mismo ahogo,

le contestó con todo el respeto y educación que poseía: —¡Perdóneme señor juez por molestarle, pero el caso es que mi abogado, me aconsejó que viniese ante su justa presencia para hacerle sabedor de la desgracia que me acompaña, que barrunto por anticipado, que ha de borrarla Su Señoría de mi triste sentimiento de un sólo plumazo! —Y seguidamente le explicó por sexta vez aquella mañana el mal que la desarrendaba, que en tan corto tiempo le había producida más sufrimiento, que los dolores que la embargaran en el haber traído al mundo tres futuros soldados para el Ejército de la Patria. —El señor juez que al parejo que la escuchaba estaba en animada conversación con unos despreciables sujetos que le acompañaban, que tuvieron la poca vergüenza de dialogar con el juez cuando la Teresa a éste hablaba, como si fuese más importante lo que trataban, que la simpleza de la pobre Teresa, que hasta aquellos momentos todavía creía en la eficiencia de la ley, cosa que a los pocos minutos despreciaría con toda su alma. Así que Teresa concluyó su narrativa sin haber sido interrumpida como al parecer tampoco escuchada, el señor juez quitándose sus lentes dijo con marcados síntomas de enojo: —¡Bueno…! ¿A mí que me cuenta usted señora? —¿Qué es lo que pretende usted...? —¿Acaso que yo ordene que le devuelvan con rapidez sus intereses que cualquiera sabe si son razonados, y que su abogado le lleve los cuartos? —Si usted en verdad quiere resolver este su asunto, haga el favor de hacer con la denuncia el debido camino, y no ensenderarse en el del atajo, y cuando el pleito llegue a mis manos, yo lo juzgare ateniéndome a las leyes, y entonces se sabrá quién es el culpable, si el denunciado ó el denunciante! —Salió Teresa del aposento del juez perdiendo ya para siempre toda creencia el la ley, que si en verdad en España algo de ella existe, cuando uno termina de dar las vueltas y revueltas que para todo

proceso se necesitan, el más joven se torna viejo, y éste pasa a mejor vida. Y lo que no sabe la ley española con tanto cuento barato como se traen sus compositores que el pobre necesita presto su justicia, de lo que se saca en consecuencia que la ley, es patrimonio eminentemente propio de las clases poderosas. —Pobre Teresa, que no había tenido la suerte de toparse con un juez como el Juan Antonio de mi aldea que supo repartir la justicia entre Pascualín el de los enredos y las gafuros xabarceiras, con un juez que por experiencia sabia lo que era el trabajo, la necesidad, la justicia y la injusticia, por eso ahora Teresa caminaba con paso cansino, ya sin ninguna prisa, iba desilusionada, afligida, herida en lo más profundo de su alma, entristecida y empobrecida, observando por vez primera a un mundo que ella jamás había pensado que existía. Y así con tanta desesperación desventurada dirigíase a la casa de su abogado para contarle las enflaquecidas ganancias que sacara del repartidor de la justicia. —Y su abogado no supo decirle nada más que esto: —¡Creame señora, pues le juro que yo hice todo cuanto estaba a mi alcance por ayudarla, pero ya veo por lo que usted me cuenta que no fuimos capaces de conseguir nada, ahora no le queda más recurso que hacer esto que le digo! —¡Vaya a la casa de ese despreciable timador de Vulcano, páguele la mitad de la compostura que él le reclama por arreglarle el vehículo, de esta manera se encontrará pronto con la tranquilidad que le está haciendo falta, por otra parte ahorrará usted dinero, pues si este asunto lo llevamos hasta el final, se va a gastar usted mucho más de lo que vale el xumentu de fierru, sin tener la garantía de ganar el xuiciu, a pesar de ser usted dueña y señora de toda la verdad! —Llegó tras mucho bregar en busca de la Justicia y la razón que en aquellos tiempos no habla para los menesterosos, cuento que llegó la desdichada Teresa ante la presencia del rapiegu de Vulcanu, y cuando le empezó a hablar, lo hacía la

pobre con tan afónica ronquera, que por esto el fuín de su timador sonriéndose muy satisfecho, le pregunto con marcada y despreciativa guasa. —¿Qué ye lu que l'axucéi nagora xiñora, que trái tan afogáu 'l glachu gafu ya endiañáu que nun principiu tal paicióme que querie achuquiname? —Pues me parece que viene muy mermada de voz y enflaquecida de genio. Mucho ha tenido usted que tejer y destejer, hablar, gritar, y desesperarse, para que se le hallan secado entrambas fuentes de mala leche, ya que cuando salió de aquí esta mañana después de ponerme a mi como un verdadero pingayu, todavía se le apreciaba la suficiente fuerza para poner en verdadera revolución a todas las autoridades de Oviedo, que como es muy natural la han escuchado a usted por cuento. —Pero tenga paciencia señora, que en las derrotas que hoy coseche, si sabe aprender de ellas como hicimos los demás, sacará usted las victorias de mañana, y puede que desde ahora ya jamás ponga en duda, que quienes tienen el dinero son los que mandan, y aquellos que luchan con la fuerza de la dialéctica contra el dinero, no son en verdad locos sino simplemente tontos. —Nada le contestó Teresa a los razonamientos atinados de ‘l Rapiegón del Vulcanu, sino que mirándole con endemoniado desprecio, señalada rabia y marcado odio, sacó de su bolso los dineros y al cuidado que se los ponía entre sus fuinesques manes le dijo: —Aquí tiene el importe del arreglo de mi furgonetina, y quiera el Xantiquín del Faidor que le sirva para melecinas. —Con aquella furgoneta anduvimos xabarciandu por todos los mercados de Asturias, y al final tuvimos que dejar tal oficio porque casi no ganábamos para encantexus de la dichosa furgonetina. XABATU.—Xabatu, jabatu, valiente, también cría del jabalí. XABAYUS.—Xabayus ou xabazus, montaraces, salvajes, etc.

XABEDIS.—Xabedis, que sabéis, que están enterados, etc.

XACALEYU.—Xacaleyu, así se suele llamar a las personas caleyonas, ñarigonas, caciplonas, etc.

XABEN.—Xaben, que saben. XABÍU.—Xabíu, sabido. XABÓN.—Xabón, jabón. XABONAR.—Xabonar, jabonar. XABONEIRA.—Xaboneira, jabonera para guardar la pastilla de jabón. También se entiende por “xaboneira" a la persona compangona, pelotillera, etc. XABLE.—Xable, sable.

XACALEXUS.—Xacalexus ou xacaletus, trapisondistas, liantes, que siempre andan queriendo cambiar cosas sin importancia, etc. XACAVERA.—Xacavera, salamandra venenosa. —Hay un dicho asturiano que viene a decir así: —Xin te murde una xacaveira murres endenantes de prinder una vela. XACAVEIROXU.—Xacaveiróuxu, envenedo, etc., etc.

XABLISTA.—Xablista, el que maneja en sable, también se entiende por xablistes a las personas aficionadas al engañoso oficio de liar a los demás con cierta habibidad de plantar el pufo. Xablistes, pufistes, gardueñus, etc.

XACARINA.—Xacarina, sacarina.

XABOR.—Xabor, sabor.

XACER.—Xacer, estar bien acostado o en cualquier otro lugar aposentado.

XACEA.—Xacea, camera, camastro, etc. XACEDA.—Xaceda, xacea.

XABORIAR.—Xaboriar, saborear. XABROXU.—Xabroxu, sabroso. XABUGU.—Xabugu, saúco. Estos árboles, sus frutos que son como finas mantillas amarillentas cuando se encuentran maduros, donde las abejas se posan con mucha frecuencia para libar sus néctares, digo que estos por así llamarles frutos son plantas medicinales que en mis aldeas casi todos recogemos, ya que sirven para curar la vista y para otras aplicaciones curativas XABUGUINA.—Xabuguina, así se llama a la parte que tiene dentro las astas de los animales. Si una vaca se esmóica per exemplu, ya nun pierde la xabuguina, pues puede perfectamente seguir trabajando. O sea, que el cuerno, lo de fuera es como un caperucho que resguarda la xabuguina. XACA.—Xaca, jaca, también sacar.

XACIÁU.—Xaciáu, farto, satisfecho, saciado, etc. XACÍU.—Xacíu, engodado, astiado, etc. XACU.—Xacu, saco. XACUDIR.—Xacudir, sacudir. XACUPAR.—Xacupar, descargar, vaciar, etc. XACUPÁU.—Xacupáu, descargado, vacío, etc. XAFÁU.—Xafáu, safado, escapado, etc. XAFLAR.—Xaflar, aplastar, romper, etc. XAFLÁU.—Xafláu, aplastado, también se entiende por muy cansado, agotado, etc.

XAGAZAL.—Xagazal, llamazal, charca profunda, etc., etc.

XALTU.—Xaltu, salto.

XAGÓN.—Xagón, xagazal, etc.

XALTIAR.—Xaltiar, saltar.

XAGUAR.—Xaguar, regar, enjaguar, etc.

XALVE.—Xalve, salve. XALZAR.—Xalzar, elevar, olear, etc.

XAGUÁU.—Xaguáu, regado, enjaguado, etc.

XALZÁU.—Xalzáu, elevado, levantado, etc.

XAGUARETIAR.—Xaguaretiar, regar mal, enjaguar, lavar mal.

XAMÁS.—Xamás, jamás.

XALAR.—Xalar, salar.

XAMAXES.—Xamaxes, jamases.

XALÁU.—Xaláu, salado, también se entiendo por persona o casa hermosa, buena, etc.

XAMASCA.—Xamasca, hojarasca, murgazu menudo, etc. También se entiende por xamasca a las cosas que valen poco, que tienen poco interés, que son ruinas, etc.

XALCIÉTCHU.—Xalciétchu ou xalcieyu, pequeñas estanterías, tablas o sobresalientes de losas que hay en las paredes para colocar cosas de la casa, etc. XALEAR.—Xalear, jalear, achuchar, etc. XALÉ.—Xalé, chalet. XALÉU.—Xaléu, jaleo, follón, juerga, riña, etc. XALIEGAS.—Xaliegas, así se llama a las muchachas o hembras tempraneras, quiero decir, que son alegres y ardientes, etc. XALÍES.—Xalíes, que tienen ganas de macho, que están tuéas, berruelas, cayuelas, etc. XALMUERA.—Xalmuera, salmuera, muy salado, etc.

XAMASCUS.—Xamascus, gamayus, ramajes, etc. También se puede llamar a las personas xamascus sino tienen determinado valor, peso, hombría, etc. XAMARASCA.—Xamarasca, hojarasca, etc. XAMEIGU.—Xameigu, así se llama a la persona que es ladina, que es muy zorranplona, etc. XAMIELGU.—Xamielgu, caballería muy enflaquecida y sin espíritu, etc. También se suele llamar xamielgus a las personas cuando están enfermizas y no tienen fuerza para nada. XAMÓN.—Xamón, jamón. XAMONA.—Xamona, así se llama a la mujer que ya siendo entrada en años aún se encuentra apetecible.

XALMUS.—Xalmus, salmos. XALMONIAR.—Xalmoniar, salmonear, recriminar, etc. XALMÓN.—Xalmón, salmón. XALPICÁU.—Xalpicáu, salpicado.

XAMONAR.—Xamonar, mover las nalgas, también crecer las mismas, etc. XAMONEIRUS.—Xalmoneirus, pescadores que se dedican a la posca del salmón.

XAMUSCUS.—Xamuscus, chamuscus. XAMUSQUINA.—Xamusquina, chamusquina de la índole que sea. XANA.—Xana, diosa mitológica de mi Tierrina, no se consideraría enbrujante Asturias si no tuviese Xanas, las Xanas representan el misterio de las fuentes y de los ríos, y es precisamente en estos paradisíacos lugares de mi Tierrina donde ellas han aparecido, las ha visto alguien que fuese poseedor de un espíritu angelical y puro, las Xanas representan la más pura raza Astur, que esto quiere decir sin ofender a nadie, que esta Raza es la de piel más fina de la Tierra, porque la "Pura Raza Asturiana” es de piel blanca y muy fina, de ojos azules claros, que se tornan verdes cuando llega la diosa primavera, hoy en Asturias ya quedan muy pocas personas que sean de auténtica raza Astur, yo cada vez que veo una persona rubia la analizo en todo cuanto puedo para saber si es de la ancestral raza de mi Tierrina, en mi familia que es larga sólo hay dos de raza astur de verdad, mi madre y una sobrina que tengo, todos los demás ya estamos mezclados. —De las Xanas se han dicho muchas cosas, y se dicen porque la verdad existen y han existido, el asunto es encontrarlas, es dar con ellas o que uno merezca ese don sobrenatural para que ellas se le presenten, yo desde luego he buscado a mis xaninas por todos los regueirus, fontes ya fontiquines de la miou Melgueirina Asturies, he hablado con ellas en solitario, les he cantado de día y de noche, pero jamás se me han presentado, aunque la verdad sea dicha, que no he perdido la esperanza de que algún día se me presenten y me hablen. De todas las maneras yo como todo asturiano y me supongo todo hombre, tengo llancada en el fondo de mi alma a mi xanina, y ahora mismo le voy a cantar, para que sepan como este humilde y simple asturiano le habla a su xanina. “LA MIOU XANA”

—Yeren sous güétchus divinus, embruxadores melgueirus, lu mesmu que les pradeires de miou benditina Tierra, enus xolayeirus dies de l'allegre primaveira. —Sous güétchus yeren lluceirus, máxicus ya fechiceirus, que cundu en min s'apoixaben, nun me dexaben faer namái que mirar p'échus, comu se foren sous güétchus la miou alma dientru d'échus. —Namái que lus sous güeyinus enxamáus de miradiétchas, embruxantes ya melgueiras, amoxetantes ya ñidies, dadivóuxes ya pordioxeras, ñocentines y'engañóuxes. —Namái que lus sous güétchinus s'apoixaben enus mious, you d' échus nun me xebrare mái qu'al miou lláu me punxeran, el mesmu Xardín del Cielu chugar dou écha ñaciera. —Anxín yeren lus sous güétchus, lus güeyus de la miou xana que nel xuenu m'amiraban, ya en miou vida esgraciaína per munchu que la catéi, nes fontes ya regueiráes de mious mantines aldines, per les ciodáes ya festes enxamás pude atopala. —Sous llabius tan roxus xempre comu l'apuxante braxa, ou 'l merueganu bravíu, cundu despós de mauru l'aviespora goloxóuna esgalaza nel se farta. —Sous llabius qu'en mín pouxarun beixiquinus per goxadas, yeren xabróuxus ya friscus comu les zreicines bravas, ou la miel del truebanal, cundu s'axuerve 'n caxiétcha endenantes de machala.

—Sous llabius qu'acorralaben la fontiquina sou boca, cundu nus mious s'apoixaban con falagus tan melgueirus, torniétchaus ya famienteirus, qu'en tal xemeyu nel mundiu xamás fema en min cheldara, dexábanme dondu d'afechu de fellicidá bétchada. —Sous carameleirus bixus, yeren un gociar xin ciarru, un chegar dou nun cheguéi, una groria que gocéi cundu you nel xuenu taba. —Peru cundu adiespiertéi que mexor nun diespiertara, d'aquel miou enxuenu dispiertu que fellicidá me daba, cuntandu que taba llocu, per ser curdu la matéi, ya con tristayu güéi falu qu'agora llocu lu tóu, per perder el xuenu espiertu dou la miou verdá lleldaba. —Ruxuras cheldu en vidayu que fasta 'l fégadu baxan, que m'enoxen mious xentíus ya m'encuandionan miou alma, cundu penxu atristeyáu, qu'achuquinéi lus mious xuenus, pa nun topar nisti mundiu la Xana que nus mious xuenus tantu amor me regalara. —Aqueches rixes divines qu'en melgueires cocharades, allegróuxes ya fellices la miou Xana m'allumbraba, yeren festines del Cielu, cantarinas de las aguas, qu'endespós de ver ñacíu mesterióxas enas fontes, de las cumes embruxadas, baxan pe las regueiradas allegres ya xuguetonas, farfuntiandu l'allegria del sou vivir rumeiradas. —Les rixes de la miou Xana

yera 'l alleitéu de miou vida, que per mín disdi guaxín, al non topala nel mundiu a mious xuenus fui catala, yeren cantíus del xilgueiru, xiflaures del malvís, airinus n’arbolaxada, cundu per les primaveires les brixines falagaban. —Sous mixiétches llozanadas comu 'l piesquín roxetadas, ñidias comu la manteiga, fechas pa ser falagadas, con sou ñaricina urisca, ya ureinas m’atongadas, yera un regalín del Cielu que comu antroxín me daba. —Se pudiés d'aquién faer, conel prefume les frores, el mormueyu de las agues, el alleitar de les fués pe las brixas falagadas, el esnaluxa l'aviespa, l'abeya ya lus moscones, el bramíu que fan les goles, na mare cundu s'abátchan, sous agues contres las llastras, lus cuetus ya regodones, ou cundu tranquiles cheguen, en golas nagua rabionas afalagandu las plátchas sen faceyes zampicones. —Xin d'aquién pudiés faer con tou ístu y'oitres couxes, embruxantes ya melgueires que la Ñatura ufrecier, que son múxiques d'un cielu dunde naide llanca 'l pie, nin naide xubióu col gociu, ni dangún baxu 'n placier. —Xin d'aquién pudiés faer de tou ístu una muyer, pos axín yera la Xana que you nel xuenu tener. —Per ístu 'l dexar mious xuenus, dundu enxorciáu ya espiertu disdi mozaquín cheldaba, ya chegar mu confianzudu

a la probe realidá, ya nista querer catar el xemeyu de xanina qu’en mious xuenus falagar, foi cundu llocu lu tuve, endenantes taba curdu, pos mái que fora nel xuenu you teñía miou verdá.

XARAMIETCHUS.—Xaramiétchus ou xaramieyus, pequeños ramajes, pequeños inconvenientes en cualquier cosa, etc.

XANÁU.—Xanáu, embrujado, etc.

XARANEIRU.—Xaraneiru, que le gusta la juerga, que es alegre, etc.

XARANGA.—Xaranga, juerga, fiesta, alegría, etc. XARANA.—Xarana, xaranga.

XANECER.—Xanecer, embrujar, etc. XANGAR.—Xangar, romper, desvencijar, etc. XANGÁU.—Xangáu, estropeado, roto, etc. XANGAURA.—Xangaura, rotura, mal que pueda aquejar a una persona, etc. XANGRAR.—Xangrar, sangrar. XANGRE.—Xangre, sangre. XANTA.—Xanta, santa. XANTINAS.—Xantinas, santinas, así se suele llamar a las muchas vírgenes que pueblan a mis queridas aldinas. —La Xantina lus Romedius, la Xantina 'l Alba, la Xantina de Covadonga, etc., etc.

XARANDIAR.—Xarandiar, juerguear, andar de fiesta, de xarana, etc. XARAR.—Xarar, moverse, trabajar, andar, hablar, etc. XARAZAR.—Xarazar, granizar, también caer copos de nieve. XARAZÁU.—Xarazáu, granizado, nevado, etc. XARCIUS.—Xarcius, pinchos, espinas de los vegetales, matorrales, también aperos ou aparexus que usan los pescadores, etc. XARCIYUS.—Xarciyus, joyas, pendientes, etc. XARDÍN.—Xardín, jardín. XARDINERU.—Xardineru, jardinero.

XANTUS.—Xantus, santos. XANTÍN.—Xantín, así se llama a la persona buena como un santu. XARABATIAR.—Xarabatiar, nevarruscar. XARABATIUS.—Xarabatius, pequeños copos de nieve movidos por el viento, etc. XARAL.—Xaral, pequeña cosa, terreno, etc. XARALES.—Xarales, xaral.

XARDÓN.—Xardón, ramajes de las encinas y de los pótchiscus, existen dos clases de xardones, aquellos que sus hojas tienen espinas y los otros que sus hojas son finas y la punta de sus hojas está desprovista de estos pinchos. —Xenardu you nagora qu'angunus envernus chegaben gafus, pos endenantes que se xebrare la xeronda ya taben con sous llastróuxas xeláes queimandu lus pastus ya dexandu lus mexores préus tan llimpíus de paciones comu les ñalgues de lus nenus, dou 'l ganáu nun podía fincar el denti, anxina yera que había que cebar mu cedu con la yerbe de lus payares, el casu yera que cundu chegaba a lu mexor una bona

ñevaóna ya nes postremeries del envernu, lus payares taben escosáus d'afechu, ya les vaques prinxipalmente bramaben nes cortes de fame, entóus nuexoitres focicandu comu pudieramus pente la ñeve díbamus al monti a catar xardón ou yedre p'apaciguar un poucu la fame de les vaques, tantu 'l xardón comu la yedre son plantes allimenticies, ya premitien que non se nus murrieren les vaques, ya que lus oitres alimales comu les cabres, les uvées ou les caballeríes, arrexisten mexor la fame que les vaques, ya con pouca couxa entreteñíen la sou fame. Peru les vaques conistus xardones ya yedres manque la fame les apaciguaxe, quedaben comu cadarmus mu prietones ou ceñicentus xegún el collor de lus sous pelleyus, ya despós yera mu difixil que pudiexen recuperaxe d'afechu, pa xeguir dandu la produxón qu'endenantes d'istes famones nus daben. You alcuerdume mu ben d'un anu que vienu 'l branu mu magosteiru, ya la primaveira viexe fechu lu mesmu, ya per istu nun pudiemus recoyer cuaxi nagua yerbe, quedandu lus payares a la metá d'oitres anus, ya pa mal pior prexentóuxe un envernu mu cedu enxenebráu de fríus ya ñeves, ya lus payares lluéu se nus escosarun de yerbe ya oitres viandes pal ganáu, comu foyáus, narvaxus, paya, cañizus, etc., ya tubiemus que xostener el ganáu con xardón ya yedre ya fasta les mesmes fuées de lus xergones dou durmíamus nuexoitres, aquel amollecíu envernu xamás se me xebrara del miou vidayu, perque güéi cundu lu penxu, fáixeme impoxible comu prexones y'animales llogramus xobrevivir. TRADUCCIÓN.—Recuerdo yo ahora que en los tiempos pasados de los años cuarenta, algunas veces llegaban los inviernos muy temprano, pues antes que terminara el otoño, ya estaban con sus heladas cristalizadas quemando los pastizales, y dejando hasta los mejores prados con tales tan grandes heladas limpios de paciones lo mismo que las nalgas de los niños, donde el ganado no podía hincar el diente. Por esta razón había que empezar muy temprano a

alimentarlos con la hierba de los pajares, así sucedía que a lo mejor se presentaba una grande nevada en las postrimerías del invierno, y ya los pajares se encontraban sin nada o casi secos de toda vianda para el ganado, y las vacas muy principalmente mugían de hambre en las cuadras, entonces nosotros hocicando y peleando con bravura de mil formas diferentes por entre la nieve, íbamos a los montes en busca del xardón o la hierba que se enredaba en los grandes castaños o los poderosos robles, o las llastras de las montañas, y tratamos estas plantas que apaciguaban un poco el hambre de nuestras queridas vaquinas, que no permitían que se nos muriesen de hambre, ya que los otros animales, como las cabras, las ovejas o las caballerías, aguantan mejor el hambre que las vacas, o a lo mejor a nosotros nos lo parecía, y con menos comida se entretenían su necesidad. —Pero las vacas con estos xardones y hiedras aunque el hambre les apaciguara quedaban cadavéricas, y sus pelajes se tornaban negros o cenicientos, dependía del color de sus pellejos. Después de un invierno de éstos, ya era muy difícil que se recuperasen del todo, y ya no seguían dando la producción que antes solían. —Yo me recuerdo muy bien de un verano que llego con unos calores infernales, y como la primavera hubiese hecho lo mismo pues no pudimos recoger casi nada de hierba, y todo porque los campos no la habían alumbrado, así que los pajares quedaron a menos de la mitad de otros años, y para mal peor, se presentó el invierno más temprano, y venía lleno el condenado de unos helados fríos y abundantes nieves, quedándose los pajares antes de tiempo limpios de hierba y otras viandas para el ganado, como pueden ser los foyáus, el ñarbaxu, la paya, etc., y tuvimos que sostener el ganado a xardón y hiedra, y hasta las mismas hojas del maíz que teníamos en los jergones de dormir, les tuvimos que dar de comer. —Aquel endemoniado y triste invierno jamás se me borrara a mí del

entendimiento todavía hoy cuando lo recuerdo, se me hace imposible que personas y animales lograramos sobrevivirlo. XARDU.—Xardu, lugar situado encima del lar, haciendo piso a nivel del desván, es en definitiva un cajón de tres metros cuadrados aproximadamente, los hay más grandes y también más pequeños depende en la teixá que se encuentren, de todas las maneras en todas las teixáes astures que tienen castañedos, también tienen, o mejor dicho tenían xardu, tengan presente ustedes que yo siempre me estoy refiriendo a los tiempus d'endenantes. Decía del Xardu que tenía la capacidad hablada, con una altura de un cuarto de metro aproximadamente también, su fondo esta tillado con delgadas rojas de madera de fresno, roble, encina, o madera dura en forma triangular, formando rejas por así decirlo, por entre las cuales se introducía el humo y el calor del llar, tras un tiempo, que bien pudiera estar en la función de la necesidad del índole de abundancia, que obligaba atizar el fuego con leñas apropiadas que produjesen mucho humo y a la par calor, con el fin de curar pronto las castañas para de nuevo llenar oitre xarducáu d'echas. Una vez que las castañas ya estuviesen bien curadas para mayalas, que uno lo sabe al tocarlas siempre que sea entendido, se sacan del xardu por un pequeño ventano que tiene para tal menester el xardu, y se meten en la goxa, un buen xardáu puede tener dos goxadinas, y en éstas se majan con un mayu de madera especial para este menester, una vez bien mayadas, que también se aprecia por el estar sous cortexus esfechus en polvo, se banan y aquí tenemos las llamadas castañas mayucas. —Del Xardu se puéen falar memplenáu de couxes ya toes eches cheldadedes nel vivir de les xentes de cá díe, ya tóu ye anxina, perqu'el xardu ye la cobertoria 'l chare per anxín falare, ya 'l chare ye xin dalgún zacadiétchu la mesma entraña de les xentes de la teixá. Cuntes allegríes ya penes que se rumiarun al lláu del llare se

xebrarun pente les rexes del xardu lu mesmu que lus fumus ya lus callores, cuntus cuintus, ya llechenden, cuntus amores ya falagus, cuntes engarradiétches, cunta folixa melgueira ya engafura fexu sou vertena baxu 'l xardu, per ístu ye 'l xardu 'n ancestru mu prinxial de toes les couxes ya costumes de Nuexu Pueblu. TRADUCCIÓN.—Del Xardu se pueden decir muchísimas cosas y todas ellas muy importantes, alumbradas todas ellas por el vivir de las gentes de cada día, y esto es así, porque el xardu es sin ninguna duda el techo o cielo del lar, por así decir, ya que el lar, es sin ningún impedimento la misma entraña de las gentes de la casa. Cuantas hermosas alegrías, y apenadas tristezas se consumieron en el trono del lar y se fueron por entre las rejas del xardu, lo mismo que los humos y los calores, cuantos cuentos y leyendas, cuantos amores y halagos, cuantas riñas y disputas, cuanta dulce alegría o apenada tristeza ha sucedido bajo el xardu, por esto es el xardu una fuente principal de todas las cosas y costumbres de Nuestro Noble Pueblo, que dejará de ser tal cosa el trágico día que del todo pierda su ancestro. —Cundu tan les castañines curandu nel xardu, lus primeirus díes hay que tener cudiáu de non dexar lus potes de faer la comida xin acobertoriar, perque tan caéndu dexeguíu lus guxanus que tenen angunes castañes anxina comu oitres couxaques, comu polvaxu, llixus, etc. TRADUCCIÓN.—Cuando están las castañas secando en el xardu, los primeros días hay que tener cuidado de no dejar los pucheros destapados, porque están cayendo continuamente los gusanos que tengan algunas castañas, así como otras cosas sucias, tales como polvo, etc. XARDUSCU.—Xarduscu, esta palabra abarca todo lo que se refiere al xardu, cuando a una persona le llaman xarduscu le pueden decir que es negro ou prietu, que esta lleno de sarrio, que se encuentra más seco que las barras del xardu, y

también que sabe muchas cosas porque es listo u observativo. XARETA.—Xareta, entiéndese por atadura mal hecha, también por tonta. XARETEIRUS.—Xareteirus, pequeños prados muy cuestos dedicados principalmente a avellanales o campones para segar el verde para el ganado. XARETUS.—Xaretus, ruinas ataduras, cosas sin importancia, etc. XARÉU.—Xaréu, juerga, bronca, etc. XAREAR.—Xarear, marear, jalear, etc. Exemplu, déxate de xarear per mín mucher, perque vas apuxame 'l xeniu dietru 'l noxáu, ya entóus vou apurriti un marmeyazu que t'apacigu d'afechu.(Deja ya de marearme mujer, porque me vas a encender el genio en el lugar de enojarme, y entonces te voy a dar un guantazo que te apaciguo del todo). XARIEGU.—Xariegu, trabajador, honrado, persona muy dinámica. XARIEGAR.—Xariegar, trabajar, moverse con rapidez, etc. XARIÉTCHAR.—Xariétchar, devanar las lanas. XARIÉTCHU.—Xariétchu ou xarieyu, instrumento para devanar las lanas. XARIMEIRUS.—Xarimeirus ou charimeirus, llorones, también personas que siempre están llorando sus penas, quejándose con el fin de que los demás se conduelan de ellos y les apurran su ayuda. XARIMIAR.—Xarimiar, llorar, pedir, etc. XARONGA.—Xaronga, así se llama a la rana.

XARONGAR.—Xarongar, cantar, hacer ruidos parecidos a los que emite la rana. XARRA.—Xarra, jarra. XARRÁU.—Xarráu, entiéndese por la jarra o el jarro bien lleno. XARRERUS.—Xarrerus, vendedores o fabricantes de jarros. XARRIAR.—Xarriar, entiéndese por gastar muchos jarros de lo que sea, bien de vino, de xidre, etc., beber, consumir, a cantaros, llover a cantaros, etc. XARRIÁU.—Xarriáu, entiéndese por lleno de xarriu. XARRICÁU.—Xarricáu, entiéndese por un jarro lleno. XARRICUS.—Xarricus, pequeños jarros de barro principalmente destinados a guardar la miel. También se suele llamar xarricus a los botijos de agua. XARRIU.—Xarriu, así se dice o se llama a el humo y demás pequeñas materias que se acumulan en las rejas del xardu, que es más negro que el mismo carbón. XARRÓN.—Xarrón, jarrón. XARRU.—Xarru, jarro. XARRUECAS.—Xaruecas, así se le llama también a las ranas. XASPE.—Xaspe, entiénidese por limpio, por aseado, una persona va como un xaspe cuando viste como un dandi, también xaspe es fino, ñidiu, etc. XASPIÁU.—Xaspiáu, que va como un dandi o que tiene alguna de las propiedades del xaspie. XASTRE.—Xastre, sastre, cuando yo era pequeño ser sastre era algo muy

importante, por lo menos así a mí me lo parecía, porque observaba a las personas como le trataban con gran deferencia. XASTRERÍA.—Xastrería, sastrería. XATA.—Xata, jata, también se suele decir que xata tienes cuando no tienes gracia de hacer nada, por la causa de la galbana, etc. XATADA.—Xatada, se entiende cuando uno en el trabajo se apura un tiempo trabajando apuradamente, etc. XATERU.—Xateru, así se llamaba a las personas que se dedicaban a comprar xatus por las aldeas sin esperar que los aldeanos los bajasen al mercado, aquellos xateirus que yo conocí eran tan sumamente hábiles en su oficio que sabían lo que pesaba un jato sin equivocarse ni un kilo.

como los de Amigos del Bable, mistificaron la dulce lengua de y las ancestrales costumbres de nuestro Pueblo, haciendo de ellas todo un hediondo estercolero, de trabajos de locos, porque yo comprendo, que cualquier persona en su cabal juicio, no se ridiculizaría así mismo, queriendo aparentar ante los demás, su sabiduría de entendidos en tan delicadas prendas, no sabiendo ni entendiendo de ellas nada más, que los malos plagios que hicieron, no comprendiendo estos infantiles enterados, que las costumbres y la lengua de cualquier pueblo, para saberlas hay que cotidianamente vivirlas, quererlas, sufrirlas y ser muy feliz con ellas . XEBES.—Xebes, cercas de matorrales, de arbolaxes enanos que circundan una propiedad, un camino, etc. XEBRAR.—Xebrar, apartar, retirar, etc.

XATU.—Xatu, jato, también bruto. XAULA.—Xaula, jaula. XAULÁU.—Xauláu, enjaulado

XEBRARSE.—Xebrarse, marcharse, apartarse, etc. XEBRÁU.—Xebráu, apartado, alejado, etc.

XAURÍA.—Xauría, jauría. XAUXA.—Xauxa, jauja. XAUZAR.—Xauzar, partir, quebrar, etc. XAUCE.—Xauce, sauce.

XEBRAURA.—Xebraúra, quiere esto decir que se ha apartado, que se ha averiado. XECANU.—Xecanu, secano.

XAZMIN.—Xazmín, jazmín.

XECANTI.—Xecantí, así se dice cuando existe mucha seca o hay muchas ganas de beber.

XEA.—Xea, quiere decir sea. Exemplu. —Xea lu que xea you sei que dalgún díe, les xentes de miou Tierrina xabrán lu mesmu que you nagora lu sei, que lus dirixentes de Conceyu Bable, lu mesmu que lus Amigus del Bable, mistificarun la LLingua ya les Ancestrales Costumes del Ñuexu Fidalgu Pueblu, fayendu d'éches una fedienta trelda (sea lo que sea yo se que algún día, las gentes de mi Tierra sabrán lo mismo que yo ahora lo se, que los dirigentes del Conceyu Bable, así

XECA.—Xeca, así se entiende cuando está el terreno muy seco, cuando los prados y los pastos, cuando todas las cosechas son consumidas por el sol, diciéndoles poco a poco y con grande tristeza a las nobles y trabajadoras gentes que viven del campo, que su bienestar aquel año se le había terminado, que el frío invierno sería para animales y personas un equilibrio de ayunos, que algunas veces desembocan en la verdadera hambre. En mis aldeas todavía

existen hoy dos fechas que mi madre recuerda con mucha asiduidad, cundu la nevaóna, ya cundu la xequía ou xecona. Esto me demuestra que aquellas épocas tuvieron que ser un grande martirio, una dura prueba para aquellos astures que tuvieron que luchar contra ellas. También se suela llamar xeca a las reznas o cachiparras.

de la guadaña un brazado, un goxáu, etc., de campo, cardeñas, ramas, etc. de hierba. XEGURANCIA.—Xegurancia, seguridad. XEGURU.—Xeguru, seguro. XEGUÍU.—Xeguíu, seguido.

XECAÑU.—Xecañu, secaño. XECAERU.—Xecaeru, secadero. XECU.—Xecu, seco. XECUDIÓN.—Xecudión, ximielgón, sacudida. XECUDIR.—Xecudir, sacudir, etc.

XEITÓUXU.—Xeitóuxu, lugar, ameno, agradable, bueno. También se entiende cuando una persona es xeitóuxa, que es agradable, simpática, ect., etc. XEITU.—Xeitu, lugar, sitio, etc. XEITIQUÍN.—Xeitiquín, lugar pequeño, acogedor, etc.

XEDAL.—Xedal, sedal de pesca, etc.

XEDE.—Xede, sed, ganas de beber. También principal lugar de alguna cosa.

XEICIAR.—Xeiciar, dicese cuando huelen mal las morrinas, cuando las carnes huelen a podridas. También se entiende por xeizu cualquier mal olor que exista.

XEFE.—Xefe, jefe.

XELADA.—Xelada, helada.

XEFATURA.—Xefatura, jefatura.

XELÁU.—Xeláu, helado en todos los sentidos.

XEDA.—Xeda, seda.

XEGAR.—Xegar, segar. XEGARETIAR.—Xegaretiar, así se dice cuando se está segando campones o cosas de poca importancia, también se dice que los segadores xegarietan cuando no son buenos. XEGÁU.—Xegáu, que está segado. XEGAÓR.—Xegaór, segador. XEGOTE.—Xegote, serrucho para serrar pequeñas maderas, también pequeña hoz que se suele hacer con la punta de las guadañas ya rotas o gastadas, se pone clavada en un palo y sirve para hacer algunos trabajos en la labranza. XEGOTIAR.—Xegotiar, aserrar pequeñas maderas, segar con el xogote

XELAURA.—Xelaura, heladura, también friulencia. XELÓN.—Xelón, así se dice cuando hace un frío helado, también se suele llamar a las personas que son friolentas, o que les falta valor en determinadas ocasiones, lo mismo que cuando son osadas o lanzadas para hacía adelante como vulgarmente se dice, se les suele llamar “calientes”, pues cuando es lo contrario se les dice xelones ou friólones. XEMAR.—Xemar, sembrar. XEMÁU.—Xemáu, sembrado. XEMEYEIRU.—Xemeyeiru, fotógrafo.

XEMEYAR.—Xemeyar, parecerse, ser casi igual. XEMEYU.—Xemeyu, retrato, fotografía. XEMPRE.—Xempre, siempre. XEN.—Xen, sienes, vidátchas. XENALDAR.—Xenaldar, respirar. XENALDU.—Xenaldu, entiéndese por hacer un xenaldu cuando se está trabajando y se hace una paradina para descansar. XENEBRAL.—Xenebral, lugar muy frío y helado. XENEBREIRU.—Xenebreiru, frío, helado, etc. XENECÍU.—Xenecíu, dicese de las personas encogidas, atenazadas por el frío, por la impotencia, por el no poder. Xenezu. XENERACIÓN.—Xeneración ou xeneraxón, generación de gentes, de cosas, etc. XENERAL.—Xeneral, general, en general todo, ya saben. XENERAL.—Xeneral, general del Ejército en este caso el Xeneral Franco. —Como han podido ustedes observar, la Xuntura además de ser un diccionario de la Chingua d'Asturies es además como la historia en general de las costumbres y hechos que han sucedido en mi Tierrina, y el Xeneral Franco ha tenido mucho que ver por lo menos en lo que concierne a mi vida. Si no fuese el Xeneral Franco la República quizás hubiera ganado la guerra Civil Española, y al ser mi padre un gran republicano, muy culto y cabal, seguramente me hubiese proporcionado estudios, y yo sé que en cualquiera de ellos hubiese triunfado plenamente, olvidándome por encontrarme inmerso continuamente en

el quehacer que tuviese, de lo que ahora estoy haciendo, pero el Xeneral Franco gano la guerra, y su régimen asesino a mi padre y me dejó a mi tirado siendo un niño en la cuneta de la vida como huérfano de los Rojos despreciado y olvidado de toda protección. A pesar de todo, yo en el transcurrir de mis años e ir dándome cuenta de lo que había sucedido, llegué a comprender en algunas cosas al Xeneral Franco, y por esta razón le he hecho este poema. —Con esto pretendo decir, que para hablar con cierta propiedad de las costumbres y forma de hablar de un Pueblo, hay que sin ningún genero de dudas haberlas vivido en todo su plenitud en el mismo lugar donde el ancestro vive, y el Xeneral Franco, por una serie de circunstancias todas nefastosas para mí, me condeno a hacerlo, ya que si él hubiese sido vencido por la República, yo hubiera tenido una carrera, y no podría ser el humilde y sencillo Xulín de LLuza, ni haber hecho la Xuntura, bajo ningún concepto ni forma. ¿Me comprenden verdad? —Vencer o Morir fue desde siempre la vida del Xeneral, el fue el general más joven del mundo en su época, el ganó la guerra de Marruecos en los años veinte para todos los españoles, porque me consta que derechistas e izquierdistas le aclamaron como el héroe que era, que desde la nada había subido al más alto escalón de los héroes de la Patria, vendiendo su vida en infinidad de combates por el amor que tenía hacía su España. ''EL DICTADOR" —Desde los infinitos espacios donde mora mi Novia la Cadarma, mi espíritu de indómito guerrero, ya en el lugar donde reina la calma, a mi España querida me dirijo, por la voz de un poeta de mi Pueblo, que le dejé sin padre y sin casa. —Xamás quixe tiranizar a mious xentes, todas valientes, Nobles e Hidalgas, a las cuales desde niño he aprendido

a quererlas con el amor de la Patria, yo por ellas desde joven he luchado y mi sangre a raudales la vertí, sin esperar más recompensa que el contentar a mi amada Patria. —Fue por este amor que he profesado a mi España que serví como soldado, por lo que en dictador me he proclamado, para poder sacarla del caos más taimado, donde la anarquía y el latrocinio a la Guerra Civil la habían llevado. —You coyí la nuexa Patria esfuétcharada, ameruxá d'odius, de fame ya vengancia, ya en sous cuarexas endenantes bazcuchandu corrompináes de bon goro ya de plata, taben entóus escosáes tan d'afechu, comu 'l entamu d'una vírxen ou d'una vieya. —Forun baldrayus ya banduerus dirixentes lus que colarun con la cauroxa bétchada, porque vendiendo sus ideas con sus gentes, se xebrárun con las riquezas pan del pueblo p'oitres ñaciones qu'enxamás las degolguierun, dexandu a España en la mixeria desfecha. —Huyeron los políticos cobardes apaxiétcháus per el goru y la riqueza, convirtiéndose en traidores despreciables, robando el pan de los huérfanos de guerra, y dejando abandonados en el frente a unos héroes que morían por su causa. —You m’erixí 'n ditador per el temor, qu’oitres dirixentes baldrayantes ya banduerrus, fexeran denuéu con les xentes de miou Patria, lu mesmu que cheldaran lus chabascus ya xebráus,

que nin roxus, nin prietus forun nin yeran, porque siempre habrá cobardes y traidores que robaran y asesinaran al humilde pueblo, en cualquier régimen que la Patria tenga. —Yo levanté la patria desgajada con férreo mando y dura disciplina, rodeado de odios, y de hipócritas desprecios que no pudieron doblegarme nunca. —Hoy que mi cuerpo reposa bajo losa y es enjambre de gusanos que lo gozan, mi espíritu feliz y siempre sosegado, por mi fiel Novia la celosa Cadarma, al poeta más humilde yo le digo que al pueblo diga esta mi charla. —He vencido el odio y la venganza, ganando tras la muerte mi última batalla, cuando vi como mi pueblo unido decía adiós a mi muerto cuerpo, con el llanto al glorioso y sentido, donde no presencie ni odios ni venganza. —Sólo una hidalga nación como es España, puede decir con sano e indomable orgullo desde la muerte y la ruina, sin la ayuda de ningún pueblo amigo, como venganza pobre y despreciada, por la causa de yo ser un dictador, que consiguió que mi Patria inigualada tan sin igual proeza alcanzara. —Ahí os dejo ahora en paz y hartos, con un Rey inteligente y muy humano, para que alcancéis la libertad entera, ¡pero cuidado, hijos de mi Patria Amada, que si no sabéis bien comportaros, el mismo Rey inteligente y noble, sabrá convertirse en otro dictador, que sabrá defender a viva fuerza la paz y dignidad de la Patria, que vosotros no supisteis conservar, pisoteando la libertad honrada, buscando al dictador que os quitara la libertad que conquistasteis

el mismo día que me fui con mi Novia la Cadarma!

XENTE.—Xente, gente, personas. XENTENCIA.—Xentencia, sentencia.

—Como pueden ustedes observar en todo el transcurrir de este diccionario, el “régimen dictatorial del Xeneral Franco", me quitó, me asesinó, me destrozó todo lo más sagrado, querido y necesario que pueda tener un ser Humano, si deximimus la propia vida. Sin embargo yo se muy bien, que el Xeneral Franco no se enteró de miles de atropellos y deshumanizantes asesinatos que se cometieron en nuestra querida y amada Patria España, pues mi propio padre que fue Laureado como él cuando entrambos y dos eran legionarios y luchaban unidos por la Patria España en el Protectorado de Marruecos, digo que mi padre condenado a muerte por Roxu en la cárcel demoníaca de Oviedo de aquellos tiempos de venganza y muerte, fue indultado por el Caudillo, y aún así su “régimen” lo asesinó. XENERAR.—Xenerar, generar, producir, etc. XENERÓUXU.—Xeneróuxu, generoso, bueno, etc. XENERU.—Xeneru, género, telas, etc. XENEZUS.—Xenezus, seniles. XENIU.—Xeniu, inteligente, sabio, sobresaliente por su poder cerebral. También se entiende por xeniu el tener mal caracter, mala leche, el tener bravura y espíritu determinado para hacer cosas que no teniendo genio sería imposible llevarlas a cabo. XENRUS.—Xenrus, maridos o esposas de los hijos de los xuegrus. XENTACA.—Xentaca, así se llama a las gentes de poco valor, a las personas ruinas y despreciables en sus haceres. XENTÁU.—Xentáu, sentado, puesto, etc.

XENTENCIÁU.—Xentenciáu, sentenciado. XENTÍL.—Xentíl, gentil. XENTILEZA.—Xentileza, gentileza. XENTÍU.—Xentíu, sentido, también se entiende por tropel de gentes. XENTUZA.—Xentuza, así se llama a las personas que no tienen ningún valor, que son despreciables en todos los sentidos. XERA.—Xera, tardía, xeronda. XERÁU.—Xeráu, tardío, etc. XERGÓN.—Xergón, en mis aldines se llama xergón al colchón que en vez de esta relleno de lana, lo está de hojas de las panoyas ou fuéas de maíz. —Tenu you abondes veices ureáu de llingua de prexones entendies en mamplenáus de couxes bones comu melecines, que lus xergones yeren mexor que lus colchones de llana, perque pe lus envernus yeren mái callentres, ya per oitre lláu a les prexones propuenxes pala reume ou conecha d'enría 'l sou curpu, 'l durmir nus xergones faíanles munchu ben. (He oído yo decir muchas voces a personas que entendían las medicinas caseras, que los jergones eran mejor para dormir que los colchones de lana, porque en los fríos inviernos eran mucho más calientes, y por otra parte las personas inclinadas a padecer del reuma, o a las que ya lo poseían, el dormir en los jergones de buenas hojas de maíz, érales muy saludable para sus dolencias. XERONDA.—Xeronda, así se llama a la estación del otoño. XERONDA.—Xeronda, tardía. XERONDU.—Xerondu, tardío.

XERU.—Xeru, tardío, alejado, etc. XERUEÑUS.—Xerueñus, así se llama a los dientes tanto de la boca corno a los de las cabezas de los ajos. También se les suelen llamar xeruétchus ou xerueyus. XEXUS.—Xexus el Ñazarenu, Jesucristo.—Hace un mamplenáu de años, cuando yo andaba por las fiestas y romerías de toda mi querida Tierrina vendiendo pequeños libros escritos en mi incipiente astur, llevaba un pequeño coche y encima un altavoz, con el cual entraba en las romerías tocando gaitadas por mediación de cintas, lo que nunca me han gustado eran las asturianadas aunque algunas las admitía, y todo era porque su letra no estaba en astur, por esta razón yo hice unos poemas en llingua astur y los grave en una cinta cantándolos a mi manera, recuerdo que un día en Villaviciosa, estando cantándolos el altavoz de mi coche mientras que yo al lado de él esperaba que los amantes de sus raíces me compraran algún librín, que valían a diez pesetas, se acercó a mí un indianu, quiero decir un astur que estaba en las Américas, y me preguntó donde podía comprar aquella cinta, yo le contesté que en ninguna parte porque aquella cinta la había hecho yo, me preguntó que si se la vendía, y yo le dije que lo único que podía hacer era ir a comprar una cinta vacía y que se la grabaría igual, o que si tenía magnetofón, que yo podía ir con él de juerga, fartucanus de xidre y que yo le cantarta de mi cosecha todas las canciones que quisiera, no parecía encontrarse bien de salud, por esto quiso más que yo le grabase una, tal cosa hice aquel mismo día y el buen Indianu astur intentó por todos los medios pagarme largamente aquel insignificante obsequio, y que le contesté que bien pagado quedaria, si fuese por el mundo adelante pregonando por donde anduviera, que nuestra Tierrina era la más Noble e Hidalga, la más encantadora y dulce, la más Embrujante y Divina, de cuantas tierras el Hacedor

hubiera hecho en todo el Universo. Una de las canciones que la cinta tenía, cantada con tono y música de mi propio vidayu era ésta: "XEXUS DE ÑAZARENU" —Achá lonxe trés les cumes a la llúz del entestate, nuna corte de pastores, nun tenáu d'una teixá, ou cuauquıer outre chugar, bétchou la Vírxen María a Xexús de Ñazarenu. —Parióu la Xanta muyer d'enría 'l mesmu murgazu, ou payes ou oitres yerbatus, aquecha mucher parióu, lu mesmu que lu fan oitras, ameruxá d'allegría y amamplená pel dollor. —Choróu 'l nenu 'l ñacer comu tou guaxín lu fáe, allegre riyú la Virxén, fellíz féxulu Xoxé, a xuntus llimpien al nenu que tan probe s'allumbróu, chegandu allumbrayu tóu. —La pobre Muyer dondada per l'allegría yal dollor, per ser la Má d'aquel Nenu dou rellucía l'amor, cleldóuxe mu canxadina nel durmir xoxegadina. nus xuenus del Faidor. —Durmióu la Vírxen fellíz naquel chugar dou bétchou, d'enría 'l mesmu campíz, ou de payes ou murgazu, apouxandu sou mótchera d'enría 'l curpu 'l sou Home que curiaba con amor. —Les estrétches en sou xeitu yal xillencíu ‘n sou chugar, xin baxu 'l teyáu del Cielu tal mesteríu s'allumbrar, les vaques taben rumiandu xin tal xocexu afrorar, ena corte ou 'l payar.

—Xan Xoxé curiaba 'l nenu ya sou Melgueira muyer, metantu qu’el mundiu enteiru nun dexaba sou cheldar, perque naide coñocer, qu'aquel nenu que ñacer yera 'l dios que nus xalvar.

XERRAPEIRU.—Xerrapeiru, lugar escabroso, poblado de agudas piedras y malezas. XERRAPUS.—Xerrapus, piedras puntiagudas propias de los xerrapeirus.

—Esgalazáu pe la fame ‘l nenu gulgú chorar, nagua quería 'l guaxín namái qu'el lleiche callentre del entamu la sou Má, Xoxé falaga a la Vírxen ya disdi móu le falar:

XERRAÓR.—Xerraór, serrador. De este oficio se yo un largo trecho, porque durante algún tiempo de mi juventud, le he dedicado ríos caudalosos de mi sudor y cansancios de trabajos tan enormes, de paralizárseme los pulsos, al no poder trabajar con más fuerza de la que tenía.

—Adiespierta miou Xantina qu'l nenín chorandu tar, ya nun chora 'l probitín per dangún amolexar, adiespierta miou Xantina, que paime que ye la fame la que lu fái esbardiar.

XERRUS.—Xerrus, piedras puntiagudas, también zarrus ou ciarrus, ou xebes, etc.

—Ya mamandu foza 'l nenu pente 'l caldar de sou Má, fellíz ente aquel entamu de muyer afortuná, la Vírxen lu bexuquéa xemáu d’amore Xoxé con curiáu l'afalagar. —Achá lonxe trés les cumes a la llúz del entestate, nuna corte de pastores, nun payar d'una teixá, bétchou la Vírxen María un nenu qu'en Dios Cheldar, ya güéi tóus adurar. —Achá llonxe trés les cumes s'allumbróu la Ñavidá, ñaciú la verdá del Home xuntu con sou LLibertá, afroróu la Nuétchebona que tous lus anus nel Mundiu fae dalgu de Hermaná. XEÑARDAR.—Xeñardar, recordar, añorar, etc. XEÑARDU.—Xerñardu, pensamiento, añoro, etc.

XEPA.—Xepa, cuesta, joroba, etc. También se entiende por xepa a las cepas de los árboles y a las jorobas en general. XEPU.—Xepu, jorobado. XÉTCHA.—Xétcha, surco, riego de siembra. XÉTCHOURIU.—Xétchouriu, arado de madera, llabíu ou llabiegu, etc. XÉTCHU.—Xétchu, surco, riego, etc. XIBA.—Xiba, jiba. XÍBARA.—Xíbara, montaráz, salvaje, etc. XIBÁU.—Xibáu, jorobado. XIBLAR.—Xiblar, silbar. XIBLATA.—Xiblatas, flauta, tamboril que se hace con las jóvenes cortezas de las varas de las blimbales, avellanos, etc., que se les hace agujeros y en una punta se les coloca una lengüeta transversal en su círculo de madera y se puede tocar con ellas aquellos que sepan, alguna sencilla melodía o música, yo tengo

hecho muchas xiblatinas o tamboriles, pero jamás pude sacarles ni una sóla nota. También se entiende por Xiblata a la persona que tiene poco peso, poca personalidad, poca palabra, etc. XIBLATEIRU.—Xiblateiru, así se llama a la persona que siempre esta silbando. También se dice xiblateirus a las personas que son como xole, quiero decir que son unos xiblatas. XIBLÍUS.—Xiblíus, silbidos. XIBU.—Xibu, jiboso, todo lo que tiene jiba. XÍCARA.—Xícara, recipiente de barro o madera dónde escondido sirve para guardar los dineros, las joyas, etc. XÍCARU.—Xícaru, jarro de madera rústico que se usa principalmente en las cuadras para ordeñar el ganado en él, es recio y tiene una fuerte asa y en su borde superior un pronunciado pico por donde se vierte la leche cuando sea necesario. XIDES.—Xides, disculpas, formas de hablar poniendo cortapisas y disculpas apuchegadas. XIDRE.—Xidre, sidra. En dalgún llugar del mundiu naide fae la xidre que se chelda 'n Asturies, perque p'encalducar bona xidre lu primeiru qu'ún ten que tener ye la mazana, ya comu tóu 'l mundiu cumpriende mu ben, que les mexores pomaraes de tou 'l Globu tan axeitáes na nuexa Melgueira Tierrina. Naide falóu de la xidre apurriénduye la hestoria que la xidre ten. Aquindi per exemplu na nuexa Fidalga Patria España, tous sous rexióunes falen de les couxes bones que tenen, unus que xin el vín de montiétcha, oitres que ye 'l de xerez, oitres que 'l vín manchegu, etc., etc., ya per el mundiu adiantre ca cuál fala de sous vinus, ya tóus axeguren que nun lus hai mexores en dalgún lláu, peru la xidre ye la bebida mái grandie ya mái antigua de toes les qu'axisten, pos munchu antes

de que Noé xemara la parra, ya despóus cundu ñacierun lus raicimus lus recoyera, ya lus machara, pa faer aquel primer vín cun el qu'apradióu la primer tarrasca, que fexu escandalizar a sous ñueras ya fíus al agüeyalu en porriques fayendu cantíus ya danciares, cheldáus na fellicidá ya l'allegría, pos munchu endenantes qu'ístu xuceder, ya la nuexa primer má Eva, entarrascare 'l nuexu primer pá Adán nel paraixu divinu del Faidor con xidre. Per lu tantu, ye la xidre la mái viétcha bebida ou comida qu'enzulóu 'l Home. TRADUCCIÓN.—En ningún lugar del mundo nadie hace la sidra que se fabrica en Asturias, porque para hacer buena sidra lo primero que se necesita son buenas manzanas, y como creo que todo el mundo sepa muy bien, las mejores pomaradas con las mejores manzanas de todo el Globo Terráqueo, están situadas en nuestra Dulce Tierrina Asturiana. Que yo sepa nadie habló jamás de la sidra dándole la historia e importancia que tiene. Aquí por ejemplo en nuestra querida Patria España, siempre se está aponderando en todas sus reglones los excelentes y sin iguales vinos que tienen, unos dicen que el mejor vino es el Montillano, otros que el Jerez, otros que el manchego, de la Rioja, etc., etc., y en las demás naciones de la Tierra sus gentes también hacen lo mismo, sin embargo no se si sabrán que la sidra es la bebida más grande e importante que existe, ya que mucho antes de que el Patriarca Noé sembrara la parra y después cuando nacieron y maduraron sus racimos, los recogiera y los majara, para fabricar aquel primer vino, con el que se montó una borrachera tan sumamente jolgoriosa, que dio lugar a que se escandalizaran sus nueras e hijos, cuando le vieron según cuentan completamente desnudo, haciendo cánticos y danzas un mucho extrañas en aquellos divinos tiempos, y todos sus decires y haceres al parecer estaban dentro de gozosas felicidades y alegrías. Pues como cuento, mucho antes que este hecho histórico se alumbrara, ya la nuestra primera madre

la señora Eva, había emborrachado a nuestro primer padre el señor Adán, en el divino paraíso del Hacedor con sidra. Por lo tanto es la sidra la primera y más vieja bebida o comida que el Hombre ingirió.

XIMIENTE.—Ximiente, semillas para sembrar.

XIDREIRUS.—Xidreirus, así se llama a los lagares, a los que hacen la sidra para el público, también se llaman xidreirus a los que son bebedores de sidra.

XIMIÓN.—Ximión, que siempre se está quejando, gimiendo, condoliéndose, etc.

XIDRERÍE.—Xidreríe, sidrería, establecimientos de bebidas, y comidas, dónde lo que principalmente importante es la sidra.

XIMÍR.—Ximír, gemir. XIMÍU.—Ximíu, gemido.

XIMIOTEIRU.—Ximioteiru, que siempre se está quejando, ximión. XIMPÁTICU.—Ximpáticu, simpático. XIMPLE.—Ximple, simple.

XIÉTCHA.—Xiétcha, silla. XIEZU.—Xiezu, esta palabra significa varias cosas, puede ser montón, mal olor, negazu, testerazo, siempre en el lugar de cosas desagradables. XIGA.—Xiga, siga, continúe, etc.

XIMUÉTCHU.—Ximuétchu ou ximueyu, engaño. XIMULU.—Ximulu, disimular. XIMUELGU.—Ximuelgu ou esmuelgu, viene a ser como pequeña paliza, ximielgu, etc.

XIGANTE.—Xigante, gigante. XINEIRU.—Xineiru, Enero. XIGANTESCU.—Xigantescu, gigantesco.

XINETE.—Xinete, jinete.

XIGU.—Xigu, que sigo, que camino, etc.

XINGAR.—Xingar, hacer el amor. También mover, fastidiar, etc.

XIGUEN.—Xiguen, que siguen.

XINGADURA.—Xingadura, entiéndese por que uno se encuentra fastidiado de alguna cosa, que existe algún mal, etc.

XILABARIU.—Xilabariu, silabario. XILBIAR.—Xilbiar, silbar. XILGUEIRU.—Xilgueiru, jilguero.

XINGÁU.—Xingáu, fastidiado, movido, columpiado, etc.

XIMELUS.—Ximelus, gemelos.

XINIFICÁU.—Xinificáu, significado.

XIMIELGAR.—Ximielgar, mover, sacudir, menear, etc.

XINISTRU.—Xinistru, accidente, calamidad. También se entiende por xinistru al zurdo.

XIMIELGU.—Ximielgu, sacudo, muevo, etc. XIMIELGÁU.—Ximielgáu, sacudido, meneado, etc.

XINTAR.—Xintar ou cintar, ou prindar. También xantar, chantar, comer.

XINTAZUS.—Xintazus, golpes dados con una correa.

XIRINGUEIRU.—Xiringueiru, columpio.

XINTU.—Xintu, currión, pretina, cinto, etc.

XIRINGÜELU.—Xiringüelu, uno de nuestros ancestrales bailes.

XINTURIÓN.—Xintutión, cinturón.

XIRPIAS.—Xirpias, herpes.

XIRA.—Xira, que jira una cosa persona, etc.

XIRPIU.—Xirpiu, rasguño, pequeña erupción en la piel, pequeña cosa en general.

XIRAR.—Xirar, girar. XIRONES.—Xirones, jirones. XIRÁU.—Xiráu, que esta girado, también se entiende por xiráu a la persona que no está cabal. XIRENAS.—Xirenas, diosas de los mares, que al igual que las Xanas embrujan a los moradores de mi Tierrina, las Xirenas encantan a los navegantes de los mares. XIRENA.—Xirena, así se llama a los pitos de las fábricas o minas cuando llama a los trabajadores, hoy ya tenemos xirena en los coches y ambulancias.

XIRU.—Xiru, giro. XISMÁU.—Xismáu, plasmado, entretenido en sí mismo. XITANADA.—Xitanada, entiéndese por acción mala. XITANIAR.—Xitaniar, entiéndese por discutir en los tratos para sacar mejor provecho, mayor ganancia, también se llama xitaniar al ser mezquino, avaro, poco desprendido, amarrado en una palabra.

XIRGAR.—Xirgar, vetear. XIRGÁU.—Xirgáu, veteado, chorreado, etc. XIRIGANCIAS.—Xirigancias, muecas, tonterías, etc. XIRIGATU.—Xirigatu, cerolón, tarantu, tarancu, fatón, etc. XIRIGOTIAR—Xirigotiar, hacer tonterías, payasadas, etc. XIRINGA.—Xiringa, columpio. También se llama xiringa a la jiringullla, y también este nombre se aplica a las personas ágiles tanto de movimientos como de lengua. XIRINGAR.—Xiringar, columpiar. XIRINGÁU.—Xiringáu, columpiado, también se entiende por fastidiado.

XITANUS.—Xitanus, gitanos. —Nus tempus d'endenantes cundu you era guaxe, toes les aldines de la miou Tierrina taben ameruxáes d'istes prexones ya d'oitres qu'achegaben fasta lus nuexus chugares catandu dalguna ruquera qu'enzular p'afogar la prietona fame que lus encibiétchaba, peru de toes les xentes qu'achegaben ya caúna col sou rexistru, lus únicus qu'arrapiegaben dalgu yeren lus intelixentes ya estutus xitanus, vou cuntabus nagora a la memoria d'istes ximples, xenciétches, intelixentes ya desprestixáes xentes isti tratu que cheldarun d'enría d'un veicín miou. TRADUCCIÓN.—En los tiempos pasados cuando yo era un niño, todas las aldeas de mi querida Tierrina, estaban, plagadas de estas gentes y de otras parecidas, que llegaban a nuestras aldeas buscando alguna cosa para comer, con el fin de ahogar la grande hambre que los encadenaba, pero de todas las personas

que llegaban y cada una con su oficio bien entrenado y aprendido, los únicos que lograban engañar y sacar partido de sus trapisondas eran los inteligentes gitanos. Yo les voy a contar ahora a la memoria de estas simples y sencillas gentes, de estas buenas, inteligentes y despreciadas personas, un trato que hicieron con un vecino de mi aldea que siempre se las dio de listo, pensando que por mal que fuese el trato, él siempre saldría ganando, ya que su pollino valía muy poco. "PIN EL TOIPU" “JOSÉ EL TOPO” —Chegarun lus xitanus naquel díe del mes de coyer el pan mu cedu a la miou aldina, tou la nuétche la borrina apaxiétchara l'aldina con choramicus d'orfina, anxín yera que tous lus erus taben orbayainus, ya lus pancicales llucíen sous espigues enxemáes sous ariestes d'urpinas d'orfinadura, tal paicíen les espigues que yeren xoyes de finu goru, dientru de repuxáus cadexinus de plata de bona lley. —Llegaron los gitanos aquel día del mes de recoger el trigo (agosto), muy temprano a mi aldea, toda la noche la densa niebla había vestido a la aldea con finas lágrimas que casi invisiblemente de la niebla se desprendían, así era que todos sus campos estaban mojados, y los trigales lucían sus espigas llenas sus aristas de delicado rocío, tal parecían las espigas joyas del más fino oro, dentro de repujados de finas cadenas de buena plata de ley. —Taba la borrina pe la fondeirá de lus préus de la braña, ya tal paicíe qu'aquel díe 'l sol diba ser de figal, anxín yera qu'al nun puder coyer el pan per tar moyáu, cuaxi toes les xentes poucu teníen que faer, perque la yerbe tóa ya taba nel payar perque tou 'l branu fora un magosteiru, per isti cheldar toes les xentes andaben d'un lláu p'oitre chuquinandu 'l tempu, menus lus qu'andaben curiandu 'l ganáu. Anxina yera que la ñovedá de lus xitanus faía qu'el cutidianu tempu s'espiertare dálgu qu'agüéchar nuéu.

—Aquechus xitanus chegaben prietus comu les rexes del xardu, amagostáus sous focicus pel sol de lus caminus, ya prietus tous sous pelleyus que chebaben al entestate, que cuaxi, cuaxi andaben en porriques, perque tantu lus homes comu les mucheres traíen sous paxiétchus tan eszarapáus, tan amamplenáus d'esgazaduras per tous lus lláus, que solu lus homes tapaben lus coyones, ya les muyeres la clica yal entamu, perque lus nenus andaben cuaxi d'afechu en porriques. Yera aquecha caterba de xitanus ente lus de sou clás lus mái probes, perque nin tan xiquiér teñíen nin pequenu nin ruín querru, tou contu teñíen chebábenlu d'enría de les costiétches ya del llombu de sous pótchinus. Istus xitanus per lu xeneral son mái pelligróuxus ya galaméan munchu máu depriexa d'un lláu p'oitre nun istanti, que lus que cheben querrus, pos ístus xamás faen les rapiegáes de lus oitres, perque tenen teixá dou catalus que son lus querrus dou s'ateíxan. TRADUCCIÓN.—Aquellos gitanos llegaban negros como las barras del xardu, tostados sus rostros por el sol de los caminos, así como también negros eran los cutis que lucían al aire, pues casi del todo andaban desnudos, porque tanto los hombres como las mujeres, traían sus vestidos tan rotos, tan sumamente despedazados por todas partes, que solo los hombres se tapaban los cojones y las mujeres el culo y las tetas porque los niños andaban casi completamente desnudos. —Era aquella tribu de gitanos entre los de su raza los más pobres, porque ni tan siquiera tenían ni ruino, ni pequeño carro, todo cuanto poseían lo llevaban encima de sus esqueléticas costillas y al lomo de sus pollinos. Esta clase de gitanos por regla general eran más peligrosos y se movían con más rapidez de un lado para otro en un instante, cosa que no podían hacer los que llevaban carros, pues estos jamás cometían los ladronizos de los primeros, porque tenían su casa dónde ir a buscarlos que eran los carros donde vivían. —Chuéu toes les xentes de l'aldina que teñíen

dalgúna couxa que perder puxérunxe na guardia de llindiar aquechus xitanacus que lu mesmu arrapiegaben una pita, que cuallesquier oitra couxa menus les ferramientes de trabayu ya les madreñas, pos istes prexés yeren p'échus una ufenxa pa sous dinidáes. —Fexerun sou chariegu debaxu lus húrrus, xeitu dou s’ateixaben toes les xentes que comu échus espatuxaben pel mundiu adiantri, yeren ente mucheres guaxes ya homes un cabanáu de mái d'una ucena, ya sólu traíen tres pótchinus, dous burraxus grandies ya enteirus, tan flacus ya prietus comu taben échus, anxín comu 'na pótchinada pequena ya ruina, que viaxaba xin dalgun aparexu danría 'l sou cadarmeiru llombu, you nun sei xin yera perque nun tendríen mái albardes ou lú que fore, ou perque teñía un pótchinín de pouques xemanes tan famientu ya esguiláu comu tous échus. Nun istantín xebrárunse tóus nel trabayar de sous deleres, metandu qu'angunus quedaben debaxu 'l húrru dexaparexandu les couxes de lus pótchinus oitres tremáus pe l'aldina cataban buxíu pa les sous cestiquínes con mires d'escambiayes per comedera, ou leyíen la bona xuerte, ou chaben les cartes, ou miagaben llimosnes aqueches mucheres que chebaben un nenu d’entamu pal cuál pedigueñaben pel amore del Faidor dalgu de lleichi ou farina, ou pataques, ou fabes, pos ya nel atayu del pedigüeñáu tou lu que fora yera p'échus un antroxáu de festa. —Nel treminu de poucu tempu, tizarun el fuéu, puxeron el pote ya fixerun dalgu callentri, nun sei lu que yera, ya despós de ben gradiada l'aldina, rexúntarunse tóus enxemáus d'allegría, ya falandu na sou xerga metanes enzulaban el potaxín qu'encaldaran, tal paicía que yeren mái fellices que tou l'aldina xunta. TRADUCCIÓN.—Pronto todas las gentes de mi aldea que tenían alguna cosa que perder, se pusieron en guardia para cuidar aquellos gitanos, que lo mismo robaban una gallina, que cualquier otra cosa, pues todo les venía bien y érales necesario, todo menos las herramientas de trabajo y las almadreñas,

pues estas preséas, eran para ellos una ofensa hacía sus dignidades muy particulares tan sólo con mirarlas. —Hicieron su campamento debajo de los hórreos de la aldea, lugar donde se aposentaban todas las gentes que como ellos caminaban por el mundo adelante, eran entre mujeres, niños y hombres, un tropel de gentes de más de una docena, y sólo traían tres pollinos, dos grandes burros sin capar, tan flacos y hambrientos como estaban sus dueños, así como una borrica pequeña y ruina, que viajaba sin ninguna clase de aparejos encima de su cadavérico lomo, bien fuese porque no tenían más albardas, o porque estaba criando un pollinín de pocas semanas tan hambriento y enflaquecido como todos los seres que componían aquella tribu. En pocos momentos se repartieron todos sus trabajos, mientras que unos se quedaban debajo del hórreo desaparejando las miserables cosas que traían encima de sus pollinos, otros se repartieron por la aldina, buscando la forma de acomodar a sus cestas en el cambio de comedera, otros leían la buena suerte, o echaban las cartas, o pedían limosnas aquellas mujeres que llevaban un niño de rollo entre sus brazos, para el cuál rogaban por el amor del Hacedor, un poco de leche, o harina, patatas, judías, pues ya caminantes en el atajo de pedir, todo cuanto les dieran para ellos era un regalo de fiesta. —Despos d’engayolar un migayu lus sous ventronacus, perque fartar nun viexen féchulu por lo rápido que habían comido, y lo poco que manejaran la cuchara, pués you agüétchabalus andar a xorbiatus de sous pletus ya cazuelus, per lu que cullumbréi que l'únicu que viexen faíu, fora callentar el estómagu conún tarreñaín de caldapius. Falu que coyerun lus sous pótchinus lus homes d'aquecha tribu 'n compaña de lus sous guaxes que comu you yeren zaragoletus, ya xebrárunxe p'escontres la veira 'l ríu, con mires de catar blimbes ya delgu de comedeira pa lus sous burraxus, perque per tous lus lláus taba la campíz amagostá d'afechu per cuaxa de les callores de tou

'l branu, peru lus pótchinus de lus xitanus manque sean viétchus rumien cuallesquier clás de fuéas ou yerbaxus, pos cundu la fame ye grandie, lu mesmu les prexones que lus anemales nun le ponen mal focicu a dalguna clás de comedera, pos tou ye comu 'n mamxar, ya les boques mái escosáes de caniles, rabilen ya ruquen cuaxi lu mesmu que xin lluciéranxe ben ferramientáes, perque la fame fae millagrus en tous lus xentíus menus nel del estómadu. —Un de lus tres pótchinus el de mexor presencia, chevaba una cabezá cuaxi nuéa, con grandies ureyeres, ya mosqueires de collorinus que remataben nunes moutes comu la de les monteires de lus xoldiáus, xegun el miou preciar, aquecha cabezá teñía mái vallor que tous lus paxiétchus, fatus, cacíus e aparexus que chelaba la tribu enteira. TRADUCCIÓN.—Después de entretener o engañar un poco el estómago, porque hartar no debieron de haberlo hecho, por lo rápido que habían comido y lo poco que manejaron la cuchara, pues yo los observaba beber con ansiosos tragos por sus platos o escudillas, por lo que saque en consecuencia, que lo único que habían hecho no había sido otra cosa, que el calentarse un poco el estómago, con aquel puchero de pobres caldos. Dígoles que nada más dejar los platos, cogieron los hombres de aquella tribu sus burros, y acompañados por los niños mayorcitos, se marcharon para la orilla del pequeño río, con miras de buscar mimbres y alguna hierba para darles de comer a sus animales, ya que por todos los lados se encontraba el campo quemado del todo por la causa del excesivo calor de aquel verano, pero los pollinos de los gitanos, así como todas las gentes y animales del mundo, bien sean viejos o nuevos, comen o rumian cualquier clase de alimentación cuando son atacados por el grande hambre, pues con esta esquelética señora por dueña, tanto las personas, como los animales, no le ponen mal hocico a ninguna clase de comida, ya que la más despreciable es un rico manjar, y hasta las bocas limpias de

todo diente, trituran y rumian casi lo mismo, que las que tienen un buen dentamen, porque el hambre, hace milagros en todos los sentidos menos en el del estómago. —Uno de los tres pollinos, el de mejor presencia, llevaba puesta una cabezada casi nueva, con grandes orejeras claveteadas, y mosquiteras de diferentes colores, que terminaban en unas borlas, como las que llevan los gorros de los soldados. Según mi apreciar, aquella cabezada tenía ella solo más valor, que todos los vestidos, y demás ropas, cacharros y aparejos de toda la tribu. —Cundu lus xitanus chegarun al regueiru dexarun a la pótchina yal oitre buche xueltus, paque guarecieren per achindi 'l sou antoxu lu pocu que viexe que pastiar, metantu qu'al pótchin de la lluxóusa cabezá, l'arretrigarun al tueru d'una figaleta, chandói achindi delgu de xegáu qu' apradiaben per les xinuexes veires del regueiru, que xegaretaben conún foicinacu, tal paicíe qu’aquel pótchin tratábenlu mexor que a lus oitres, per unguna razón que you entavía nun comprendíe, achindi rucandu arretrigáu a la figalina taba enzulandu lu quei chaben, metandu qu'al lláu d'él taba un xitanu pulgandu ou escortexandu blimbes, cundu paxóu per el cháu d'él Pín el Xordapu, que comencipióu a nomaxe 'l Toipu disdi aquel mesmu díe. Pín qu'entendía d'animales per viexe criáu xempre 'l lláu d'échus, cundu agüétchou aquel burru de bona prexencia, que rucaba comu 'n condenáu aquechus yerbatus, ya qu'auxaba les mosques a patáes, rabotazus ya fasta con xeniu col sou focicu fasta 'l xeitu qu'el ramal lu dexare, comencipióu a falar col xitanu de couxes que you nun ureaba perque taba dalgu lonxe d'échus xugaretiandu a lus mious deleres, metantu uxerba a lus xitanus lu que faíen per la veira del regueiru, anxín me lu dixu que fixera miou tíu, que teñía un patacal per aquechus chugares, ya nun fora que lus xitanus fozaran en él ya l'arrapiegaren un manegáu de pataques.

—Nagua you les uyía de lu que falaben, peru xin qu’agüétchaba a Pín afilbanar per tous lus lláus al buche con güeyáes ximulóuxes, pa despós cundu s'allevantóu 'l xitanu dexandu 'l sou trabayu, comincipiar a rexistrar el burru anxín per altu. Despós vilu colar pala sou teixá, paiciéndume qu'espatuxaba mái llixeiru qu'oitres veices, al ratiquín vilu golguer col sou burriquín del ramal, qu’al colocalu ‘l lláu del d'el xitanu paicía un nanu pelu pequenu ya rancuátchu que yera, fói entoncienes cundu m'ariméi 'l lláu d'échus cundu envidayéi que diben cheldar un tratu. TRADUCCIÓN.—Cuando los gitanos llegaron al riachuelo, dejaron a su borrica y al otro pollino sueltos, para que pacieran por allí a su antojo, lo poco que había que patiar mientras que el pollino de la lujosa cabezada le amarrarón al tronco de una pequeña higuera, y allí le dieron algo de pación que recogían en las cuestas y difíciles orillas del torrente, que segaban con una pequeña hoz, tal parecía que aquel pollino le cuidaban mejor que a los otros, por alguna secreta razón que yo no comprendía. Allí rumiando atado a la higuera estaba comiendo lo que le daban, mientras que al lado de él, sentado se encontraba un gitano que parsimoniosamente pelaba las mimbres para hacer cestas, cuando acertó casual o intencionadamente a pasar por el lugar Pín el Sordo, que se comenzaría a llamarlo Pín el Topo en toda la aldea y sus contornos desde aquel mismo día. —Pín que entendía mucho de animales por haberse criado toda su vida entre ellos cuando vio aquel burro de tan buena presencia, que comía como un desespera aquellos hierbajos, que cualquiera de sus animales despreciaría, y que par espantaba las moscas dando recios y enérgicos coces, fuertes rabotazos y hasta con su hocico con recio regio las espantaba hasta el lugar que se lo permitía el ramal que le ataba. Se detuvo y empezó a dialogar con el gitano de cosas que yo no podía oír por encontrarme demasiado alejado de ellos jugando a mi manera, mientras que en

todo momento observaba a los gitanos todos sus movimientos, pues así me lo había ordenado un tío mío, que tenía una huerta sembrada de patatas por aquellos lugares, y no fuera a ser que estos condenados entrasen en ella, y le robasen un grande cesto de patatas. —Nada de cuanto hablaban les escuchaba, pero si que observe a Pín con miradas simulosas propiar al pollino por todas partes, para después, cuando se levanto el gitano y dejó su trabajo, comenzar a registrar al jumento así por encima sin mucho detenimiento, para después marcharse camino de su casa, pareciéndome a mí que caminaba con más ligeraza que otras veces. Al poco tiempo le vi retornar con su borriquito del ramal, que al colocarle al lado del de el gitano, tal parecía un enano por lo pequeño y ruin que era, mi curiosidad me hizo acercarme al lado de ellos, y así pude comprobar como querían hacer un trato. —Cundu 'l xitanu agüeyóu 'l buchacu de Pín xonriyendu le dixu, que comu teñía la poucu vergüenxa del querer cambear el sou buchecín, que yera de fierru ferrunóuxu, per el sou pótchin, que yera de goru macizu, pos xin él tal couxa fixera xemeyaría 'l toipu que cambeóu lus güétchus pel ráu. Pín comencipióu falale que xin dalgu tenía qu'apurriye que fora xustu ya non una rapiegada, pos achindi taba pa tóu lu que fore honréu. El xitanu entóus comencipióu a rexistrar el burrín de Pín conél esprapayu de maestru nel ufixu, palpulu ya miróulu tóu em menus tempu del cantíu del pitu, ya despós díxole, qu'l sou borriquín yera mu vieyu, quei faltaben dalgunus molares ya que teñía l'amolaxura de la foría, total que xin quería camiar el buche teñía qu'apurriye déz pexus enría, ya dous pela cabeza, pos al sou pótchin nunye xeivía perque coyíu tou él dientru d'écha. Pín el Xordapu coyu 'l xitanu pela pallabra ya díxole, que taba d'acurdu 'n apurriye lus déz pexus pel pótchín ya dái 'l suyu enría, peru pelu que nun entraba yera nel mercái la cabezá, pos xospechaba qu'aquel lluxóuxu arñés yera 'l frutu

d'una rapiegá, ya nun fora la couxa qu'un díe topara 'l sou amu per dalgún merquéu ou feria ya viexese nun vergüenzóuxu compromixu. —Fáigarne 'l favor paixanu, contestoye 'l xitanu nel char del noxáu. ¿Vusté nun ten güeyus nixe focicu de magüetu que ten, p'uxervar qu’ista carbezá ta fecha a la medía del niou pótchin? —Pos xin penxa qu'el cabezal foi afoinái, penxe tamén qu'el burru foi rapiegáu, ya cole con priexa a denunciábe, agora manque m’apurra venti pexus pel pótchin, ya cuatru pel cabezáu nun encaldaríe con úste tratu dalgún perque ye un paixanu escosu de mótchera, anxín que xébrese del miou lláu xinún quer que nus engarradiemus per nomame lladrón. TRADUCCIÓN.—Cuando el gitano vio el enclenque burro de Pín sonriéndose despreciativamente le dijo: —Que como tenía la poca vergüenza de querer cambiarme aquel despreciable borrico que era de hierro herrumbroso, por el su preciado pollino que era de oro macizo. Pues si tal cosa yo hiciese, decía sonriente el gitano, me parecía al topo, que cambió los ojos por el rabo. Pín con suaves palabras le dijo, que si algo de dinero le tenía que dar encima, que fuera una cosa justa y no una ladronada, que allí estaba él para lo que fuese honrado. —El gitano entonces comenzó a buscar los defectos del borrico de Pín, con la experiencia de ser consumado maestro en tal oficio, lo tocó y lo miró entero en menos tiempo del canto del gallo, y después muy seriamente le dijo, que su borrico era muy viejo, que le faltaban algunas muelas, y que tenía el mal de tener muy a menudo diarreas, total que si quería cambiar su pollinín por el suyo, le tenía que dar diez duros encima y dos más por la cabezada, ya que a su pollino no le servía, pues cogía todo él dentro de ella. —Pín el Sordo asiendo al gitano por su palabra le dijo, que estaba de acuerdo en darle los diez pesos por su pollino y el suyo encina, pero por lo que no pasaba era por el comprarle la cabezada, pues sospechaba que aquel lujoso arnés, era sin duda el fruto de un

robo, y no fuera la cosa que un día se encontrara con su dueño en algún mercado o feria, y él se viese metido en un vergonzoso compromiso. —Hágame el favor paisano, le contestó el gitano muy enojado y sulfurado, ¿usted no tiene ojos en su cara de bestia para observar que esta cabezada esta hecha a la medida de mi pollino? —Y si piensa que este cabezal ha sido robado, piense también que el pollino venía con él, y ya sabiendo o suponiendo que entrambas cosas son de la procedencia de la rapiña, puede usted marchar con prisa a denunciarme, porque yo ya no le cambiar mi pollino por su enclenque borriquillo, ni aunque me dé veinte duros encima y cuatro más por la cabezada. Así pues, hágame el favor de marcharse de mi lado sino quiere que nos enzarcemos a leñazos, por la causa de usted haberme ofendido llamándome ladrón. —Nun quixe ufendélu bon xitanu, peru you xempre disdi guaxín ureéi falar a les xentes viétchas, qu'el ufixu de lus xitanus ye 'l faer curioxas cestiquines de blimbles, arrapiegar lu que fore ya enduétbichar fadiernus tratus entivocandu lus iñoxentes paixanus. Anxina ye qu'arretiru lu de chamalu lladrón, ya choquémonus la mán dandu per fechu isti tratu. —El xitanu con punxes plasmáes nel sou esquelléticu focicu de tar entabía m' enoxáu díxole a Pín el Xordapu nel encaldar que l'apurría la sou mán, xamás niegu you la miou mán al que pide perdón, peru llancáu t'entavía nel miou vidayu l’ufenxa que me fexu, per ísfu, ya metantu nun se xebre d'afechu de la miou mótcheira, dexemus el tratu namái que nu faláu, ya xin disdi aquindi a la nuetche se me xebra la noxaura, entóus a lu mexor damus el tratu per zarráu. —Cundu chegóu 'l atapecer del díe, Pín el Xordapu fexu prexencia 'l lláu lus hurrus, per ver xin al xitanu le viexe xapaicíu 'l enoxu, ya puénxuse mu cuntentu cundu l'agüétchou reyixe m'allegre ya fellíz al lláu de les sous xentes, per ístu achegóuxe 'l lláu d'él ya nel cheldar quei poñía la mán denría 'l

sou homo le dixu. —Bonu xitanu, quéi faemus el tratu ciarrándulu d'afechu ou entavía s'enllamuerga nel char del tar enoxáu. —El xitanu dichadicheiru le dixu que ya taba tan contentu comu endenantes de velu coñocíu, ya qu'el tratu taba piétchau xin d'enría de l'acordiáu l'apurría un cestu pataques pa faer la cena ya un xarricáu de lleiche pa lus nenus pequenus. —Ya fecha la nuetche d’afechu, zarrarun el tratu entrambos cuntentus ya mu xatisfechus, ya Pín el Toipu, colóu pa la sou teixá chevandu 'l burru 'l xitanu pel ramal del lluxosu cabezal, falandoi sou vidayu que viexe fechu un xegún sou paicer,un fadiernu tratu ya qu’el sou pótchinacu naide n'aldea lu quixés manque fora de regalu. Anxín qu‘achegóu a la sou corte col nuéu pótchin, arretrigolu na pexebleira, chói un bon brazáu de yerbe, ya metandu qu'el burru esgalazáu de fame l’ensulaba con priexa, palpolu ya reparóulu per tous sous lláus menus pe lus güétchus, ya quedóu prendáu d'el en tous lus xentíus. TRADUCCIÓN.—No he querido ofenderle buen gitano, pero yo desde niño siempre he oído decir a las gentes viejas, que el oficio de los gitanos, es el hacer hermosas y serviciales cestas de mimbres, robar todo cuanto tuvieran a mano, y enredar buenos tratos equivocando a los inocentes paisanos. Así que retiro lo de llamarle ladrón, y démosnos la mano dando por hecho este trato. —El gitano con señales plasmadas en su esquelético rostro de encontrarse muy enojado, le dijo a Pín el Sordo en el hacer que le daba su mano. —Jamás niego yo mi mano a quién me pide perdón, pero clavado tengo todavía en mi pensamiento la ofensa que me ha hecho al llamarme ladrón, por esta razón, mientras que no se marche del todo de mi pensamiento tan dañino sentimiento, dejemos el trato nada más que en lo hablado, y si desde aquí a la anochecer puedo olvidar la enfadadura que me ha hecho, entonces a lo mejor daremos el trato por hecho.

—Cuando llegó el oscurecer del día, Pín el Sordo hizo acto de presencia al lado de los hórreos, para saber si al gitano ya le hubiese desaparecido el enfado, y se puso muy contento cuando le vió, reírse muy alegre y feliz al lado de sus gentes, por esta razón se acercó a su lado, y en el hacer que le ponía halagosamente una mano encima de su hombro le dijo: —Bueno gitano, qué hacemos el trato dándolo por terminado del todo, o todavía se remoja usted en el lar de estar enojado. —El gitano parlanchín y alegre le dijo, que ya se encontraba tan contento como antes de haberle conocido a él, y que el trato estaba cerrado y bien hecho, si encima de lo acordado, le daba un cesto de patatas para hacer la cena, y una jarra de leche para los niños pequeños. —Ya hecha la noche por completo, dieron el trato por hecho, entrambos muy contentos y satisfechos, Pín el Toipu marchó para su casa llevando al burro del gitano asido por el ramal de la lujosa cabezada, diciéndole en silencio su cerebro, que había hecho según su parecer un buen negocio, ya que su pollino nadie en su aldea lo quería aunque lo regalase. Así que llegando a su cuadra con su nuevo burro le ató a la pesebrera, le dio un buen pienso de hierba y mientras que el pollino con grande apetito la engullía con prisa, le palpó y reparó cuidadosamente por todas sus partes menos por los ojos, y quedó prendado de él en todos los sentidos. —Cundu lus malvixus xilbiaban lus albiares d'oitre díe, lus xitanus se xebraben muy cuntentus de miou aldina, ye d'antigu 'l xaber, que cundu lus xitanus encaldan anguna rapiegá, xempre colen endenantes de que les xentes del llugar espierten p'escubriya, foi anxina naquel xuceder, pos cundu Pín El Toípu fói atreínar el ganáu a la sou corte, lu primeiru que fexu fói chái una güétcha 'l sou nuéu pótchín ya viólu corriudu ya uriscu, paiciénduye que despós la fartura de bona yerbe que viexe enzuleu, fasta llucía mexor pelaxe, metandu que faluchandu conxigu mesmu se decía, que namái que auxare la fame del sou curpu,

aquel pótchin diba ser mu nomáu n'aldina. —Despós d'abrañar les dous bétchaes que tenía na corte, perqu'el oitre ganáu taba nel puertu, dióule la sou mucher d'almorzar un bon escudítchau de papes con lleichi cabantes d'afoxinar, ya despós de fartu, díxole a la sou muyer que diba dír al puertu pa ver comu s'atopaba 'l ganáu, ya que diba dire axinetáu nel burru p'uxervar la xixa a maneires que tenía. —Anxina foi, que xacóu 'l pótchin de la corte pel ramal fasta la correlá de sou teixu, dou la sou mucher l'aguardaba p'agüétchalu per primeira véiz, ya namái quei llancóu lus sous güeyus denriba, díxole cuntenta 'l sou home que viexe fechu xegún picíe un fadiernu tratu, Pín el Toípu metandu l'aparexaba con l'albardaxa del oitre pótchin que de pequena quei venía cuaxi nui algemía, falabai a la sou muyer ameruxáu d'allegría ya envelexáu per dáxeyes de llistu ante la sou muyer, qu'urear nun uriaba munchu per cuaxes de la sou xordeira, peru qu'al güeyu yal vidayu poucus l'algamían, la sou muyer que yera una andoyona reyía fellíz escontres el sou llistu home, ya entrambus per aquel pótchin per un momentu forun fellices, fasta que Pín escarranquetánduxe denría 'l pótchin, díxole a la sou muche que lluéu taría de regolguía, nel encaldar que con el sou cayaducu l'apuría 'l burru cuaxi cuaxi falagoxamente paque comencipiara a caminar, e anxina lu fexu 'l pótchin ya nun paróu fasta qu'el sou focicu nun truñóu escontres la porta de la teixá del Puchegu, que taba cual char tamén almorzandu les papes, ya dexandu la tareña xaliú a la caleya dou vióu a Pín el Toipu andar al remolín d’un lláu p’oitre de la caleya xin faer brexu d'aquel condenáu pótchin per munchu que col cayáu ya les brindes l’acaidonaba el xétchu d'andar drechu couxa qu'el probe pótchin nun podíe faer per que taba ciegu comu ‘n toípu, ya nun l’escubrióu Pín xinún el Puchegu, que yera un útre p’urear, agüétchar ya envidayar cuallesquier bétcha ou escosá

couxa. Ya comu bon puchegu falói a Pín dista maneira: TRADUCCIÓN.—Cuando los tordos malvises silbaban a los despertares del alba alegres y felices del naciente día, los gitanos muy contentos y dichosos se marchaban de mi querida aldea. Es de antiguo ya sabido entre las hidalgas y nobles gentes de estos maravillosos y embrujantes valles y montañas, que cuando los gitanos hacen algún ladronizo, engaño o timo, siempre se ausentan antes que las personas del lugar se despierten para descubrirlos, y así fue en aquel acontecer, pues cuando Pín el Topo ya con el día alumbrado del todo, fue a su cuadra a ordeñar y cebar al ganado, lo primero que hizo fue mirar con marcado profundo a su nuevo pollino, y lo vió recio, con genio espantadizo, pareciéndole a él, que después de la buena hartura de la excelente hierba que había comido, parecía más lucido su pelaje, y hablando consigo mismo muy contento se decía, que nada más que se alejara el hambre de su cuerpo, aquel pollino iba a ser muy renombrado en la aldea. —Después de arreglar las dos vacas paridas que tenía en el establo, porque el otro ganado que tenía por aquella época estaba en el puerto pastiando, le dió su mujer el desayuno, que consistía en una escudilla grande de harina cocida, comida a la par de la espumosa leche recién ordeñada, y después que se hartó, le dijo a su mujer, que iba a ir hasta el puerto, para ver como se encontraba el ganado, y que iba montado sobre el burro, para observar su fuerza y las otras maneras que pudiera tener. Así fue que sacó al pollino de la cuadra cogido de su ramal hasta la corralada de su casa, donde su mujer le esperaba para mirar por primera vez aquel burro tan aponderado de su marido, y nada más que sus ojos le repararon con interesado deseo, díjole muy contenta a su marido, que hubiese hecho según su apreciación un buen trato. —Pín el Toípu mientas le aparejaba con la albarda del otro pollino que de pequeña que era casi no le valía, le decía

a su mujer lleno de alegría y endiosado por sentirse agudo y listo ante los ojos de su mujer. —Yo oír no oigo mucho por causa de la sordera, pero a vista e inteligencia muy pocos me alcanzan. La su mujer que era una inocentona, se reía muy feliz hacía su listo marido, y entrambos por aquel pollino en aquellos momentos se sentían felices, y a la par que Pín montaba en su pollino a su mujer le hacía, que muy pronto estaría de vuelta, y seguido le daba al burro con el callado casi, casi como halagándole para que se pusiese en camino, y así lo hizo el buen pollino, no deteniéndose en su camino, hasta que su hocico no tropezó contra la puerta de la casa del satírico, que en aquel suceder también estaba desayunando las papes, y ante tal golpetazo, dejó su escudilla saliendo con rapidez a la calleja, donde vio a Pín el Topo dando vueltas a caballo de su burro de un lado para otro de la calle, sin poder conducir aquel condenado asno, por mucho que lo intentaba con el callado y las bridas para ensenderarlo en el surco del caminar enderechura, cosa que el desgraciado pollino no podía hacer, porque se encontraba tan ciego como el topo, y no descubrió este mal Pín, sino que fue su vecino Satírico, que era un verdadero águila en el oír, ver y pensar en cualquier rica o pobre cosa, y como buen satírico que era le habló a Pín de esta manera: —Disdi güéi Pín el Xordapu tou l'aldina chamarate Pín el Toípu, perque hay que tar de cegaretu comu isti llabrador xin llabiegu, pa nun ver disdi prinxipíu qu'isti pótchin nun vei goteira per dagún de lus dous güetchus. Pín baxóuxe del pótchin xin gurniar pallabra, falagóu 'l burru comu dandói nel entender que nun taba noxáu escontres d'él, coyólu pel ramal ya golguióu arretrigalu na sou corte, dexaparexólu ya chandoi un bon brazáu de yexbe axentóuxe nel pexeble xuntu dél, comencipiandu falaye d'ista maneira: —Nun cuntes miou pótchin que tóu noxaón escontres tigu per que tás cegaretu you sei que yes un bón pótchin, grandie, forte, sanu ya enteiru

comu se foxes de parada, per ístu d'aquindi nadiantri you seréi lus tous güetchus, ya tóu farás lus mious trabayus, you te chevaréi ben acaidonáu pel ronzal, ya farás lus mesmus trabayus que cualesquier pótchin de l'aldina, l'únicu que nun podréi será 'l axinetame d'enría tigu, peru de tous lus demás llabores nun me dexarás d'encaldar dalgún, anxine ye, que cuaxi tou contentu de ver fechu 'l tratu con lus condenáus xitanus, quei conisti tratu que fexe conechus, per rexultar tóu cegeretu d'afechu, llimpiarúnme disdi güéi 'l nome de Pín el Xordapu, 'l chamane 'l Puchegu Pín el Toípu, que ye lu mesmu que xin me bautizar el cura. —Y'Anxina foi comu xucedióu, pos aquel xigante de pótchin cegaretu, acaidonáu per el bon envidátchar de Pín el Toípu, yera queríu, aponderáu ya respetáu nun solu na miou aldina, senún entoes les oitres de l'arredonda, ya yera tan renomáu aquel pótchin, perque faía couxes qu'enxemás fixérales dalgún burru que tuviexe lus güeyus con bona vista. El pótchín conel bon pexeble refachénduxe nel cheldar qu'auxaba la fame del sou curpu, ya comu yera xoven dientru lu que cueye, féxose un pótchinon cuaxi paicíu a lus de les paráes de xementales. —Un díe 'l sou veicín díxole a Pín qu'andaba la sou pótchuca callentri, ya quei xin le doxaba que la cabriere 'l sou pótchin, Pín que nun algamíe a faer les puches tamén encalducades comu les cheldaba el sou veicín el Puchegu que foi capaz d'escambiaye 'l nome, xin qu'el sou vidayu cuaxi xempre con intelixencia l'allambraba, per ístu arrespondióule axindi: —Comu 'l miou cegaretu pótchin ye xemental de postineira parada, ya nun solu per sou prexencia, xinún perque paez que ten fasta pequenina alma, xin quiés que cubra la tou pótchina tenes qu'apurrime un pexu, ya isu atinde que yes veicín de la porta la teixada, peru a toes les oitres xentes que queran pedime lu mesmu que tou, cobrareyes dous pexetes mái, perque tener na corte descendencía del miou pótchin, ye teñer

la meyor xoya de la pótchineria. Conistu queru falate queríu veicín de la porta la teixá, que con la rebaxa que te faigu ben me pués faer una bona propaganda. TRADUCCIÓN.—Desde el día de hoy Pín el Sordo, toda la aldea te llamará Pín el Topo, porque hay que estar tan ciego como este labrante sin arado, para no ver desde principio que este pollino no veía ni gota por ninguno de entrambos ojos. Pín se apeo de su asno sin pronunciar palabra, a la vez que halagaba al pollino, dándole a entender que no estaba enojado con él y asiéndole por el ramal le volvió a atar dentro de su establo, lo desaparejo y le dio un buen brazado de hierba, y sentándose en el pesebre junto a él, comenzó a hablarle de la siguiente forma: —No pienses mi pollino que estoy enojado contigo, porque te encuentras completamente ciego, yo se muy bien que eres un buen pollino, grande, fuerte, sano y entero, como si fueses de la parada de los sementales, por esto, de ahora en adelante, yo seré tus propios ojos y tu harás los mis trabajos, yo te llevaré bien conducido por el ramal y harás los mismos quehaceres de los demás pollinos de la aldea, lo único que no podré será el ajinetarme encima de tu lomo, pero de todos los demás labores, se que no dejarás de hacer ninguno y hasta puede que los realices mejor que el más avispado de tus hermanos de burrería, por está razón te digo, que casi me encuentro contento de haber realizado tu trato con los condenados gitanos, pues por haber hecho tal negocio con ellos, al resultarme tú del todo ciego, mis vecinos me quitaron desde hoy el nombre de Pin el Sordo, desde el mimo momento que el Puchegu me llamó Pín el Topíu, que es lo mismo que si me bautizase el cura de nuevo. —Aquel gigante de ciego pollino, bien dirigido por el inteligente Pín el Topo, con tal precisión realizaba todos sus trabajos, que era querido, aponderado y respetado, no sólo por las gentes de mi aldea, sino en todas las otras que la rodeaban. Y era tan renombrado aquel

excepcional pollino, porque hacía cosas que jamás habían sido hechas por ningún otro pollino aunque tuviese los ojos con buena vista, el ciego burro, que siempre tenía el pesebre lleno de buena hierba, que érale para él manjar divino, engordó y se rehizo, al tenor que iba sacando la miseria y el hambre de su cuerpo, y como era aun joven dentro de lo que cabía, se hizo un pollino aún casi mejor que los que tenían de sementales en la cuadra de la parada. —Un día su vecino el Puchego, le dijo a Pín que su pollina andaba en el celo de necesitar semental, y que si le dejaba que su pollino la cubriera. Pín que no alcanzaba el hacer las sátiras tan bien niveladas y agudas como el Puchegu, que fue capaz de cambiarle el nombre de Pín el Sordo por el de Pín el Toípu, si que su pensamiento casi siempre navegante en la inteligencia le alumbró lo siguiente. —Como mi ciego pollino es semental de postinera parada, y no sólo por su gallarda presencia, sino porque tal parece que también tiene una pequeña alma, si tú deseas que cubra a tu pollina, me tienes que pagar por tal servicio un duro, y esto a ti que eres vecino de la puerta de casa, pero a todas las demás gentes que quieran pedirme lo mismo que tú, les cobraré dos pesos más, pues tener en el establo una descendencia de mi pollino, es lo mismo que poseer la mayor joya de toda la burrería. Con esto pretendo decirte querido vecino de la puerta casa, y con la rebaja que te estoy haciendo, tú bien me puedes hacer una buena propaganda. XITIÁU.—Xitiáu, sitiado, rodeado, etc. XITU.—Xitu, sitio, lugar, etc. XITUÁU.—Xituáu, situado. XIXA.—Xixa, vigor, genio, fuerza, etc. XIXU.—Xixu, seso, sentido, etc. XIXUDU.—Xixudu, inteligente, avispado, listo, etc.

XOBACU.—Xobacu, sobaco. XOBACÓN.—Xobacón, entiéndese por profundidad, por pozo profundo, por enorme bache, etc.

XODIENDA.—Xodienda, jodienda en todos los sentidos. XODÍU.—Xodíu, jodido, fastidiado, etc.

XOBACÁU.—Xobacáu, que está socabado, que está minado por debajo, etc.

XOFA.—Xofa, sofá.

XOBÉU.—Xobéu, correa fuerte de cuero un poco más ancha que la cornal y aproximadamente así de grande que sirve para amarrar el yugo al pertegal del carro, porque para el rastru ou la carriétcha se usa la trasga, que también puede ser atada al yugo con el xobéu.

XOFAÍU.—Xofaíu, que ya está demasiado hecho.

XOBIAR.—Xobiar, atar, amarrar, con el xobéu o cualquier otra cosa. XOBIAYU.—Xobiayu, cuerda, atadura, de poco valor. XOBIONES.—Xobiones, así le decían las mozas los mozos que tenían la costumbre de palparles el entamu, etc. También se les solía llamar magriones. XOBRES.—Xobres, sobras, restos de comida, etc. XOBRECOYÍU.—Xobrecoyíu, que se encuentra atemorizado, encogido de frío, miedo, etc. XOBREIRU.—Xobreiru, que sobra, que es el último, etc. XOBRÍN.—Xobrín, sobrino. XOCABÁU.—Xocabáu, socavado.

XOFAER.—Xofaer, volver a hacer.

XOFECHU.—Xofechu, que está demasiado hecho. XOFITAR.—Xofitar, asegurar una cosa con el xofitu. También apoyarse en algo, xofitarse. XOFITU.—Xofitu, forquetacu, palo con forcáu que se coloca sosteniendo los ciarrus para que no se caigan, también se xofiten lus canus de lus mazanales ya demái frutales cundu tan ameruxáus de frutu, con mires de que nun s'esgacen. El xofitu siempre es un punto que proporciona equilibrio y ayuda en todas las dimensiones. XOFRITU.—Xofritu, sofrito. XOGA.—Xoga, soga, rixu, cuerda. XOGUEIRU.—Xogueiru, soguero, artesano que antiguamente se dedicaba a ir por las aldeas haciendo sogas, bien fuese de cáñamo o de las cerdas que se obtenían después de esquilar a las vacas y los caballares. XOLAYERU.—Xolayeru, que es solariego.

XOCABÓN.—Xocabón, socavón. XOLDÁ.—Xoldá, sueldo, paga, etc. XOCABRIÁU.—Xocabriáu, que se encuentra muy cabreado. XOCESU.—Xocesu, suceso. XODER.—Xoder, joder, coitar, fastidiar, etc.

XOLDIAR.—Xoldiar, soldar. XOLDIÁU.—Xoldiáu, soldado, militar, etc.

XOLFA.—Xolfa, paliza, bien de palabra o de obra. XOLFIAR.—Xolfiar, palizar, hablar, etc.

XOMERÁU.—Xomeráu, desván. Casi todas las ancestrales casas de Asturias dedicadas a la labranza, tienen o tenían un buen xomeráu para guardar la cosecha.

XOLFÓN.—Xolfón, charlatán, palizas, etc.

XOMERADA.—Xomerada, alta, orgullosa, altiva, etc.

XOLE.—Xole, tonto, fatu, yes comu xole, eres un bobo, etc.

XOMEYÁU.—Xomeyáu ou xemeyáu, semejante.

XOLEYAR.—Xoleyar, tomar el sol.

XOMETÍU.—Xometíu, sometido.

XOLGORIU.—Xolgoriu, jolgorio, juerga, etc.

XOMIER.—Xomier, somier.

XOLGUEIRU.—Xolgueiru, amigo de juergas y enemigo del trabajo, vago, etc. XOLGUETAR.—Xolguetar, folgar, holgar.

XONAR.—Xonar, sonar, también quitarse los mocos. XONÁU.—Xonáu, renombrado, aponderado, etc. XONETU.—Xonetu, soneto.

XOLINXE.—Xolinxe, marca de unas navajas que cortaban muy bien y eran muy apreciadas.

XONCÍU.—Xoncíu, unido. XONÍU.—Xoníu, sonido.

XOLISCU.—Xoliscu, espantadizo, muy nervioso, etc. XOLIMÁU.—Xolimáu, veneno, solimado, etc. XOLITARIA.—Xolitaria, lombriz que dicen de antiguo que aquellos que la posean no les aprovecha nada los alimentos que coman, porque ésta se multiplica en sus intestinos absorbiendo con más voracidad que las vellosidades intestinales las vitaminas de los alimentos, haciendo que el sujeto se torne cadavérico.

XONREYÍR.—Xonreyír, sonreír. XONRIENTI.—Xonrienti, sonriente. XONROUXÁU.—Xonrouxáu, sonrojado. XONXACAR.—Xonxacar, sonsacar. XONXAÑAR.—Xonxañar, copiar los gestos y las palabras de los demás, para luego hacer xonxañus con ellas de la fuente alumbradora de las mismas. XOPONCÍU.—Xoponcíu, soponcio.

XOLITARIU.—Xolitariu, solitario. XOLMENA.—Xolmena, paliza, abundancia, etc.

XOPUENXU.—Xopuenxu ou xopunxu, que ha supuesto. XORBER.—Xorber, beber.

XOLMENAR.—Xolmenar, palizar. XOMA.—Xoma, sombra.

XORBIATU.—Xortiatu, pequeño sorbo. XORBU.—Xorbu, trago.

XORDAPU.—Xordapu, se entiende que se encuentra un poco sordo. XORDIEYU.—Xordieyu, que no oye bien. XORDU.—Xordu, que se encuentra sordo. XORNADA.—Xornada, jornada. XORNAL.—Xornal, jornal. Existe un dicho asturiano que dice asi: Xornalín, xornalete, xudete, comite ya cagate. —Esto quiere decir, que todas aquellas gentes que tengan que vivir a cuenta de un jornal por lo menos en los tiempos de mi niñez, mientras que ganaban para subsistir.

XOTIAR.—Xotiar, danzar, bailar, etc. XORTÍU.—Xortíu, que esta lleno, que se encuentra surtido. XORTIXA.—Xortixa ou xortiya, sortija. XORTIYÁU.—Xortiyáu ou enxortiyáu, que lleva muchas joyas, muchas sortijas. XOSTRONA.—Xostrona, así se llama a la mujer desaliñada y sucia, así como aquellas otras de reputación dudosa. XOSTRÓN.—Xostrón, entiéndese por persona torpe, desaliñada, sucia, etc. XOVEN.—Xoven, joven.

XORPREXA.—Xorprexa, sorpresa. XOYA.—Xoya, joya. XORRA.—Xorra, así se llama a las raíces de los nabos, las remolachas, etc. También se llama xorra al pene. XORRASCAR.—Xorrascar, rascarse, avivar el fuego rascando un tizón con el suelo del mismo. También se entiende por xorrascar el intentar sacarle algo con cierto talento a alguien. XOTA.—Xota, baile de la Jota, danza general de todas las regiones de España, la Jota dicen que nació en muchas partes, pero bien pienso que la Jota es el conjunto de muchas alegrías y penas dispares, concentradas en un sencillo y natural baile, que tuvo su alumbramiento en las montaras de mi querida Tierrina, cuando las gentes que la poblaban en los tiempos de la dominación árabe, le dieron a éste su primera derrota. Fue entonces cuando las gentes de toda la España Hidalga, reunidas en formaciones guerreras al estilo astur, danzaron felices, alegres y satisfechas, de todas las diferentes maneras que sabían, haciendo en tal acontecer la Jota, que es el baile o danza símbolo de toda la patria, de la fraternal unión y del colectivo triunfo.

XOYEIRU.—Xoyeiru, joyero. XOYIQUIN.—Xoyiquín, joyero, arqueta pequeñita donde se guardan las joyas. XUAGAR.—Xuagar, enjuagar, lavar, etc. XUAGÁU.—Xuagáu, lavado, enjuagado, limpio, etc., etc. XUAN.—Xuan, así se llama a la tripa más ancha del cerdo, que tiene la forma de un pimiento cuando esta llena, en el xuan se introducen bien adobadas las mejores tajadas del cerdo, que una vez bien curadinas saben a gloria. El xuan era un preciado regalo que a veces le hacían a un médico, abogado, etc. Tenía el mismo valor que un buen pitu (gallo), el xuan y la andoya son parecidos o iguales, según. También se suelen llamar xuanes a las personas que no son dueñas de su voluntad, siendo manejadas fácilmente Hay un dicho asturiano que dice: —La mútcher que ten per home un andótchón de xuan, nun ten que teneye miéu a lu que falaran, manque le

truñen lus cuernus a xuan. (La mujer que tiene por marido a un tontorolo, no tiene que preocuparse de lo que digan de ella, aunque traicione a su marido delante de sus propios ojos). XUANU.—Xuanu, así se llama al soñar. XUAÑU.—Xuañu, que sueña. XUAR.—Xuar, entiéndese por los utensilios y demás enseres de una teixá, o por el ajuar de la novia, etc. XUBA.—Xuba, subir en todos los sentidos. XUBIDA.—Xubida, subida. XUBIÓU.—Xubióu, que ha subido. XUBRAYU.—Xubrayu, subrayo. XUCU.—Xucu ou xurcu, surco o pequeñas elevaciones que hay en los prados y tierras. XUDAR.—Xudar, sudar. XUDÁU.—Xudáu, sudado. XUDAURA.—Xudaura, sudadura. XUDAS.—Xudas, Judas, discípulo de Xexús el Ñazareno, que al decir de las Sagradas escrituras ha vendido a su Maestro, dando pie su comportamiento a que su nombre pasase a la historia como el más taimado y despreciable traidor. —Pero siempre según mi manera de pensar y analizar las cosas desde el prisma que alumbra mi pensamiento, he llegado a la siguiente conclusión, que de segura para muchos, muchísimos ha de ser una burrica, o una locura sin el menor fundamento, pero desde luego para mí es lo más cerca de la verdad de aquel misterio, que le dio al Mundo su razón de estar y ser, dentro de la esperanza de alcanzar tras la muerte un mundo nuevo y justiciero.

—Si no estoy equivocado, no existe en ningún archivo ningún documento que acredite que Judas sabía escribir, por lo tanto Judas era analfabeto, lo mismo que Xexús el Ñazarenu, así pues Maestro y discípulo no sabían ni leer ni escribir, mientras que algunos o casi todos los demás discípulos de Xexús si que sabían, por lo tanto, quienes en aquella época estaban dotados de esta cultura, debían de ser poderosamente gentes de marchada influencia. Yo pienso que Judas fue el primero que descubrió que Xexús era de verdad un poderoso dios, por lo tanto él no ignoraba que cada pensamiento suya era por su Maestro sabido en el momento que su mente lo alumbrara. Como me llevaría muchos folios en hacerles comprender mis pensamientos, en este poema, ya que es la diosa poesía la mejor manera de decir las cosas sin perder el tiempo, por el decirme del mismo Xexús, yo les comunico su mandamiento. “EL CANCIETCHEIRU DEL FAIDOR” “EL PORTERO DEL HACEDOR” —Xebróuxe una nuétche pel xuenu miou penxamentu miou envidayer fasta 'l Ciellu, e achí topéi na sou porta comu prinxipal porteiru, al Xudes qu'aquín se fala, vendiú a Xexús naquel Güertu. —Mi sorpresa fue tan grande al ver tan alto suceso, que Cristo que cerca estaba se acercó a mí con cariño, y me dijo lo que cuento: —No te extrañe mi poeta de humildad en tus haceres y de grandeza de sueños, de ver a mi hermano Judas en mi casa de portero, pues sepan todas las gentes por tu sencillez contado, que Judas analfabeto, como Yo también lo fui, nunca fue mi tesorero ni me vendió por dinero.

—Ya que yo he sido tan pobre que jamás quiso la suerte en el tiempo que viví, de tener entre mis manos a la vez más de un denario. —Y tan corto tiempo estaba tal moneda en mi poder, que jamás en mi bolsillo yo la quise recoger. —Y quien dijese que yo tuve una vez tesorero, la verdad que no mintió, pues mi obra y mi trabajo yo la hice para el Pueblo, el Pueblo la recogió si supo ser tesorero. —...¡sé que en la Tierra me pintan cuando festejan las Pascuas, montado en humilde burro desperado la humildad. —Diles poeta sencillo con tus glosas naturales que mienten por apurarse en querer decir verdades. —Sólo cuando de pequeño, que acompañaba a mi padre el Patriarca San José, a trabajar las maderas en cien aldeas dispares, el me subía al pollino porque cansado lo estar, y yo presto me apeaba y le decía a mi padre, que el pobre asno era viejo y más que yo se cansaba. —Diles también que fue Judas, el primero en bien amar a su pueblo esclavizado por el Romano invasor. —Diles también que fue Judas hombre labriego y honrado, que trabajó como esclavo para el Cesar desalmado, que le robó el ser Humano al chuparle su sudor. —Cuenta al mundo mi poeta,

prisionero y humillado, analfabeto en las letras pues como tú no habrá dos, que Judas fue el primer Hombre que como a Dios me trató. —Y por esto le he legado el grande honor que le di, de ser él quien me vendiera, porque el que en mi no creyera no podría venderme a MI. —Y no me vendió por dineros, como cuentan los letreros que describen mi ser Hombre que aseguran mi ser Dios, ni tampoco por venganzas ni taimadas intenciones, ya que Judas me quería sabiendo que Yo era dios, por esto jamás pensó en nada que fuese malo, porque Judas bien sabía que Todo lo sabía Yo. —El me vendió a los malvados buscando la libertad, con la muy Humana idea, de que a todos yo venciera, a que su inocencia hermosa y firme creencia en Mí, pensaba que Yo de un soplo libre dejaría su tierra del despiadado invasor. —¡...Pobre Judas...! —¡Sentí pena cuando le vi atormentado, no alcanzando a comprender como sabiéndome Dios, me dejaba atropellar por aquella lacra Humana que tenía que vencer. —¡...Lo que Judas no sabía es que así habría de ser ...! —Durante todo el calvario que como Hombre sufrí, más que Yo, Judas Sufrió, pues cada látigo horrendo que mis carnes laceró, o la palabra injuriosa, de quienes me insultó, eran para el pobre Judas más dolor y triste pena,

que como hombre sufría Yo. —Cuando después de ser muerto y mi cuerpo sepultado, sólo Judas se creer, que Yo volvería a nacer otra vez con mi poder, para dar, nuevo volver a ser su hermano y amigo, a ser su Dios venerado, muy querido y adorado, por esto allí escondido, muy cerca de mi sepulcro, de tristezas abnegado, con alegrías mezclado, el esperaba el momento de Yo ser resucitado. —Pero no aguantando el cuerpo tanto puro sufrimiento que hasta el dolor le llevaba, ni tanta sana alegría que al ser feliz trasladaba, fue vencido por el sueño, y así dormido lo estaba cuando yo lo reparaba, y le halagué con cariño, y mis manos al tocarle y mi voz cuando le habló, le hicieron dejar el sueño cuando yo le desperté. —Vino Judas hacía Mí, no con miedo a su castigo que él sabía no tener, pues todo su ser entero era un júbilo del Cielo, entregado por entero al amor que me tener. —Yo le miré felíz, y fue tan grande mi gozo de verle a él tan feliz, que me dió pena al decirle, que él quedaría en el mundo marcado como el traidor, que a Cristo vendió en el Huerto y tal venta no existió, porque lo que hizo Judas como Hombre lo haría Yo.

estando en cárceles preso, se despedía de mí, y hablando en mi dulce lengua esto fue lo que escuche: —Cuerre galamia con preixa, poeta que fás falancies na melgueira llingua astur, pos ya chega 'l carceleiru a la porta tou cubíl, cunta 'l Mundiu cuntu dixe ya verás comu les xentes chuéu per llocu te tomar. —Fala tamén qu'el bon Xudas nun ye 'n miou Teixu baldrayu, xinun que ye ‘nte tóus lus qu'aquinde tan d'afechu, comu Humanu 'l mái llegal, ya que ye 'l canciétcheiru del Teixu del FAIDOR. XUDEA.—Xudea, Judea. XUDIADA.—Xudiada, picia, mala jugada, etc. XUDÍU.—Xudíu, judío. También se suele llamar judío al atuñáu, al que es muy avaricioso, etc. XUDOR.—Xudor, sudor. XUDU.—Xudu, que sudo. XUECARA.—Xuecara, que está llueza, hueca. XUECU.—Xuecu, hueco, que está vacío. También se entiende por ruxíu, sonido, etc. Y también se suele llamar xuecus a los que están majaretas. XUEGA.—Xuega, juega. XUEGU.—Xuegu, juego. XUEGRUS.—Xuegrus, suegros. XUELDU.—Xueldu, sueldo. XUELTU.—Xueltu, suelto.

—Y así el Dios Jesucristo que yo visite en el sueño,

XUELGAR.—Xuelgar, holgar, vaguear, etc.

XUERVÍU.—Xuervíu, bebido. XUEZ.—Xuez, juez.

XUELGÁU.—Xuelgáu, que está ocioso, etc. XUÉNATE.—Xuénate, quiere esto decir, que te limpies los mocos. —Vou apurrite una mazcá qu'axuénute les ñarices. —(Te voy a dar una torta que te parto las narices). XUENAR.—Xuenar, que se oye, etc. —Exemplu: —Per indi xuena, per lu qu'uréu falara les xentes, que lus dirixentes del Conceyu Bable, ya lus qu'acaidonen lus Amigus del Bable, namái qu'encalden xelipolleces, ya ruxuradas, que nel cheldar que faén reyixe d'échus a les xentes per axeitalus nel chugar de tarangus, faticones ya tontorolus, cháncanyes nabayáes trapeires a lus Xagráus Ancestrus de la miou Melgueira Tierrina. TRADUCCIÓN.—Hay un sonar , se siente por ahí, por lo que escucho decir a las gentes, que los dirigentes del Conceyu Bable, y los que comandan a los Amigos del Bable, nada más que hacen que gilipolladas e imperdonables locuras, que en el hacer que hacen reírse de ellos despreciativamente a las gentes, que les tienen colocados en el lugar de todo lo peor que cualquiera considere, acuchillan con nefastosa saña, los Sagrados Ancestros de mi querida Tierrina Asturiana. XUENU.—Xuenu, xuanu, soñar, dormir, etc. XUENCÍR.—Xuencír, unir, juntar, aparejar, etc. XUÉNZA.—Xuénza, atadura, aparejamiento, etc. XUERGA.—Xuerga, fiesta, juerga. XUERTE.—Xuerte, suerte. XUERVE.—Xuerve, bebe.

XUGÁ.—Xugá, jugada, entiéndase en todos los sentidos y variantes de la palabra. XUGADOR.—Xugador, jugador. XUGAR.—Xugar, jugar, entretenerse, etc. XUGARIETAR.—Xugaretiar, enredar los niños, jugar con menos afán, etc. XUGLAR.—Xuglar, poeta, cantor, romancero, etc. XUGU.—Xugu, yugo que une a las bestias en el trabajo y que muchas veces también desgraciadamente une a los hombres en la esclavitud. XUGUETA.—Xugueta, yugo pequeño de un solo cabezal que se hace para una solo bestia. XUGUEIRU.—Xugueiru, artesano que hace los yugos. —Lus xugueirus que yeren bonus en tempus d'endenantes yera lu nesmu que lus madreñeirus, pos entexuntes profexones cuaxi xempre les cheldaben entrambus artexanus, yera mu difixel que un bon madreñeiru nun fixera xugus ya ístus nun fayeren madreñes. Lu mesmu lus xugus que les madreñes pa ser bones tenen qu'encadase de rochas fendíes en cuarterones. La meyor maera p'atreinar bonus xugus ye la de frisnu, ñocéu, faya, ya paime amindi que dalguna oitra ye maera de faer xugus. TRADUCCIÓN.—Los artesanos que hacían yugos, eran en los tiempos pasados, lo mismo que los madreñeros, pues parejas profesiones casi siempre las trabajaban a la par estos artesaros. Era muy difícil que un buen madreñero no hiciese yugos, lo mismo que estos no hicieran madreñas. Lo mismo los yugos que las madreñas, para ser de buen durar, resistentes, y con buena caja, deben de

hacerse de troncos que al ser hendidos tengan cuatro cuartarones por lo menos. La mejor madera para nacer buenos yugos es la de los fresnos, los nogales y las hayas, y me parece a mí, que ninguna otra madera sirve para hacer un buen yugo.

—Istu ye un xumiciu, quiere decir que es un tragadero sin fin. XUNA.—Xuna, junte, una, etc. También, se entiende por xunar el vigilar, el observar, etc.

XUICIOSU.—Xuiciosu, que tiene cordura, que es equilibrado en sus haceres, etc.

XUNCA.—Xunca, pequeño yunque de hierro acerado que se clava en el suelo y sirve para adelgazar el filo de la guadaña (cabruñar). En las xuncas tradicionales no se podía cabruñar la guadaña con cualquier martillo, tenía que ser el de los fierrus de cabrunar que era en forma de pico. Hoy ya existen otras xuncas donde se puede cabruñar con cualquier martillo o peso. Yo les puedo asegurar que he cabruñado con ambas xuncas, que estas modernas serán todo lo prácticas y todo lo que digan y crean quienes no entiendes de estas cosas, pero se cabruña la guadaña muy mal con ellas.

XUÍN.—Xuín, gracia, armonía, etc.

XUNCÍR.—Xuncír, uncir.

XULANU.—Xulanu, fulano, persona, etc.

XUNCÍU.—Xuncíu, unido, aparejado, etc.

XULEBÁU.—Xulebáu, sublevado.

XUNCU.—Xuncu, junco.

XULIU.—Xuliu, mes de Julio, nombre de persona.

XUNETU.—Xunetu, así se llama al mes de la yerbe ou mes de Xuliu.

XUMA.—Xuma, suma.

XUNETAR.—Xunetar, atar, uncir, etc., de mala manera y forma.

XUGUETE.—Xuguete, juguete. XUGUETIAR.—Xuguetiar, jugar. XUGUETONES.—Xuguetones, juguetones. XUICIU.—Xuiciu, entiéndese por cordura. También se llama juicio al litigio de los tribunales.

XUMÁU.—Xumáu, sumado. XUNGLA.—Xungla, jungla. XUMÍU.—Xumíu, que se ha sumido. XUMERXÍU.—Xumerxíu, que está hundido, sumergido, etc. XUMICIU.—Xumiciu, dios mitológico astur, que tiene la propiedad de cambiar las cosas, pues uno cree que ha dejado tal objeto en tal o cual lugar y cuando va a buscarlo no le encuentra porque la verdad es que no recuerda donde lo ha puesto, entonces se dice que lo cambio ese duende que se llama Xumiciu. También se entiende por xumiciu a lo que desaparece, se esfuma, se pierde.

XUNÍR.—Xunír, uncír en cualquier dimensión postura o forma. XUNÍU.—Xuníu, unido, aparejado, junto, etc. XUNTA.—Xunta, junta que hacen los vecinos para acordar alguna cosa. Conceyu. También se entiende por xunta a una pareja de animales uncidos al yugo, así como también el señalar junto aquel lugar, etc. Así como reunir, juntar dinero, etc.

XUNTAR.—Xuntar, reunir, ajuntar, etc. XUNTU.—Xuntu, ajunto. XUNTURA.—Xuntura. Así se llama al conjunto de todos los elementos que componen los accesorios necesarios para uncir un yugo a las bestias. También se llama Xuntura a cuanto se une para hacer alguna cosa. En este muy particular mi caso la Xuntura que da nombre a este diccionario nació, para reunir todos los buenos vocablos ancestrales de todos los lugares de mi Tierrina para unirlos en una lengua natural, sencilla y pura que valiese para todos. Esto hasta el presente no se ha logrado, no porque el llano, noble y natural Pueblo lo haya rechazado, sino porque mi lucha en solitario no llega hasta mi Pueblo, porque intereses de todas las clases me lo están impidiendo casi desde el mismo principio de llevarme hasta la Audiencia de Oviedo, para condenarme por un pequeño libro que había publicado, donde defendía al pobre y le llamaba al rico ladrón por su nombre.

estorones del pótchin, ya que estos animales apenas se podían sostener en ellas, entonces teníamos que subirla nosotros al hombro en cestos de carretera, que bien lleno de tierra pesaría unos cincuenta quilos más o menos. La miou vida foi xempre una bona esclavitú. XURA.—Xura, jura. XURAR.—Xurar, jurar. XURAMENTAR.—Xuramentar, juramentar en el buen sentido de la palabra, pero en malo o negativo significa el ofender a Dios y a las gentes cagándose en todo cuanto hay, como suele hacerlo un carretero desesperado en el arrear sus bestias que casi no pueden con la carga. XURAMENTÓN.—Xuramentón, persona muy mal hablada, cagamentosa, injuriosa, etc. XURCAR.—Xurcar, caminar, abrir camino, ensenderarse, etc., etc. XURCU.—Xurcu, riego, surco, etc.

XUNTU.—Xuritu, junto, mezclado, etc. XUNU.—Xunu, el mes de Junio. XUQUEIRA.—Xuqueira, así se llama a los amontonamientos de tierra que se van formando en las tierras de labrantío na sou fondeirada, que muchas veces al ir dejándolas forman verdaderas murias naturales que rellanan el terreno. En los terrenos muy cuestos que se trabajan, la tierra todos los años al trabajarla va bajando sin casi ni uno enterarse para lo fondeiru, lo más bajo, por está razón, cada dos años había que xubir un par de xétchus oitra véiz fasta lu cimeiru, isti trabayu ye 'l mái duru qu'existi nuna llabranza, pos paime amindi que ye pior que xegar la yerbe, pues en algunas fincas a veces eran tan cuestas que no se podía subir la tierra en las carriétches tiradas por las vacas, ni tampoco en lus

XURNIAR.—Xurniar, dormitar roncando o hacierdo murmullos en el sueño. XURNIÓN.—Xurnión, amigo de xurniar. También pescozón. XURÓU.—Xuróu, que ha jurado. XURXAR.—Xurxar, sonar, mover, el ruido del viento en el tejado, uno que mira removiendo cualquier cosa, etc. XURXÍR.—Xurxír, surgir. XURU.—Xuru, que juro. XUSTA.—Xusta, que es justa. XUSTAS.—Xustas, apuestas o trofeos, competiciones, etc. También justas.

XUSTICIA.—Justicia, algo que yo nunca en justicia conocí, la Justicia. XUSTICIEIRU.—Xusticieiru, justiciero, honrado, etc. XUSTES.—Xustes, rectas, honradas, justas.

YEIME.—Yeime, que me es. —Nun yeime llegal naide. (No me es legal nadie). YERNU.—Yernu, xenru. YERNES.—Yernes, xernus ou xernas. YERBAYUS.—Yerbayus, hierbas.

XUSTU.—Xustu, justo en todos los sentidos. También xustu significa darle un susto a uno asustarse, etc. XUXA.—Xuxa, lucha, fuerza, poder, determinación, esta palabra debía de decirse en todo lo que tiene un primordial valor. Los catalanes dicen visca, los astures decimos xuxa. XUXEAR.—Xuxear, crecer, envalentonarse, medrar, etc. XUXÉU.—Xuxéu, movimiento, riqueza, fuerza, etc. XUXÍR.—Xuxír, moverse, trabajar, determinar en movimiento. XUXURÍUS.—Xuxuríus, murmullos en general. XUZA.—Xuza, porra, palo del sereno, del guardia, etc. XUZGÁU.—Xuzgáu, juzgado. XUZGAR.—Xuzgar, juzgar.

Y YA.—Ya, viene a significar y. You yatigu fomus ya golguimus ya nun topamus nagua. Yo y tú, fuimos y volvimos y no encontramos nada.

YERBAZAL.—Yerbazal, que hay mucha hierba. YERBE.—Yerbe, hierba. YERBEIRU.—Yerbeiru, dícese del jornalero que es contratado por todo el mes de la hierba, o por lo que dure el tiempo en recoger a esta. Había dos clases de yerbeirus, aquellos que nada más que se contrataban como segadores, y aquellos otros que durante el tiempo que durase la recolección de la hierba, hacían todo lo que el amo les mandase, siempre que el tiempo no estuviese para andar a la hierba, quiere esto decir, lluvioso, nublado, teniendo ya algun prado segado y tendido. Yo no sé ahora como andan los yerbeirus, quiero decir lo que cobran por segar la hierba, ni tampoco si ya hay alguno, pero le diré, que en mil novecientos cuarenta, me contrató mi madre como yerbeirín por el jornal de quince duros. Alrededor de los anos cincuenta yo mismo me contrate por ciento veinte pesos y mantenido y calzado, en mil novecientos sesenta también me contrate por nueve mil pesetas y mantenido, y en mil novecientos sesenta y cuatro que fue el último año que segué la hierba como yerbeiru, lo hice gratis para una tía mía.

YE.—Ye, que es.

YESQUEIRU.—Yesqueiru, mechero que consistía en dos piedras o hierros que se frotaban otro contra el otro con fuerza para arrancar la chispa que prendiese la reseca yesca.

YES.—Yes, que eres.

YOU.—You, yo.

Z ZAÁZU.—Zaázu, golpe dado con el hacha.

ZALABURDIONA.—Zalaburdiona, así se llama a la mujer que es muy sucia y toroyona.

ZABAYUS.—Zabayus, cobayus, refugios, cuevas, etc.

ZAMARRAYUS.—Zamarrayus, enredos, líos, follones, etc.

ZABAYÓN.—Zabayón, entiéndese por persona muy dada a estar en casa, a gustarle la cama, por regla general los zabayones son personas muy sociables e inteligentes.

ZAMARRU.—Zamarru, laín, zorro, etc.

ZABURNIEGA.—Zaturniega, persona sucia y desaseada.

ZAMBIU.—Zambiu, zambuétchu.

ZACURDIU.—Zacurdiu, gamayón, desaseado, sucio, también poco amante del trabajo. ZAFAYA.—Zafaya, entiéndese por chapuza, cosa mal echa, sucia, etc.

ZAMBÁU.—Zambáu, arqueado, abierto, etc.

ZAMBUÉTCHU.—Zambuétchu, así se dice de las personas que tienen una forma de caminar muy dificultosa y rara. También se llama zambuétchu ou zambueyu, a las personas poco respetables.

ZAFAYÓN.—Zafayón, persona muy mal curiosa para hacer las cosas.

ZAMBUYAR.—Zambuyar, así se dice cuando uno se revuelca en el suelo en el agua.

ZAGALETUS.—Zagaletus, pequeños muchachos.

ZAMBUYADA.—Zanbuyada ou zambuyu, caída, batacazo, etc.

ZAGOLETÁ.—Zagoletá, travesura hecha por los niños o zagales.

ZAMPLONA.—Zanplona, zampona. También se entiende por amiga de apoderarse de lo ajeno.

ZAGOLETU.—Zagoletu, pequeño zagalín. ZAGUÑUS.—Zaguñus ou zaguyus, ou zagüétchus, así se llama a los panuyinus que están frundius, que no tienen apenas grano y están medio podridos.

ZAMPUXÁU.—Zampuxáu, manchado, lleno de barro, bañado por el agua, etc. ZAMPUXARSE.—Zanpuxarse, meterse dentro del agua, llenarse de barro, etc.

ZALABASTRERU.—Zalabastreru, enredador, embustero, liante, también se entiende por estrafalario, mal aseado, etc.

ZAMPLIZCAR.—Zamplizcar, plizcar las cosas, las personas, etc.

ZAINU.—Zainu, mal intencionado, falso, etc.

ZAMPLUÑÓN.—Zampluñón, que come con glotonería. También se entiende por aquellas personas que son amigas de apoderarse de lo ajeno.

ZALCUS.—Zalcus, zuecos. ZALABURDIA.—Zalaburdia, gochería, suciedad, desorden, etc.

ZANCADIÉTCHA.—Zancadiétcha ou zancadieya, zancadilla.

ZANCAXU.—Zancaxu, zancayu. ZANCAYU.—Zancayu, zancajo, pequeña zanca, etc. ZANCAXAR.—Zancaxar ou zancayar, caminar, andar, etc. ZANXA.—Zanxa, zanja.

ZARAMAYÓN.—Zaramayón ou zaramátchon, grande, zafio, liante, etc., etc. ZARAMÉU.—Zaraméu, terreno muy húmedo, hondonado y lleno de profunda vegetación. ZARAMIÉTCHU.—Zaramiétchu ou zaramieyu, atolondrado, etc.

ZANXAR.—Zanxar, zanjar. ZAPADA.—Zapada, bracada, gochada, caída, etc. ZAPAR.—Zapar, cazar, como lo hacen las aves de presa y toda clase de animales. ZAPE.—Zape, voz que se usa para espantar al gato. ZAPETU.—Zapetu, zapato. ZAPICA.—Zapica ou zapicu, jarro o recipiente parecido hecho de madera fabricado de una sola pieza con una asa para cogerle, el zapicu ou la zapica se usa principalmente para la leche, en casi todas las cuadras de monte antes había un zapicu ou zapica con capacidad de un par de litros aproximadamente que se usaba para ordenar las vacas. El zapicu es mucho más ancho en su base que en su boca, que esta termina en forma de pico. También se llama zapicu al cachapu de llevar las piedras de afilar la guadaña. ZAPICAR.—Zapicar, tropezar, dar un traspié, etc. ZARAPICAR.—Zarapicar, romper, partir, destrozar. ZARAPICUS.—Zarapicus, destrozos, roturas, etc. Exemplu —Nun tenu dalgún fatu de xente que mangar d'enría migu, tous échus namái que xon que zarapicus. (No tengo una prenda decente que ponerme encima de mí, pues todas ellas no son nada más que estropicios).

ZARAMIÉTCHAR.—Zaramiétchar, hacer tonterías, etc. ZARAPUEYUS.—Zarapueyus ou zarapuétchus, pequeños graninos, sarpullidos en la piel, etc. ZARRACINA.—Zarracina, viene a ser como escabechina, lucha, pelea, grande lío, etc. También se entiende por zarraxina, a una pequeña peslera, una cerca también pequeña, etc. ZARRAR.—Zarrar, peslar, cerrar, etc. ZARRÁU.—Zarráu, cerrado, peslado, etc. ZARRAURA.—Zarraura, cerradura, peslera, etc. ZREIZA.—Zreiza, cereza. ZREIZAL.—Zreizal, cerezo. Antiguamente en toda mi Asturias reinaban unas costumbres tan hermosas, que hoy día al recordarlas no se da con mucha pena cuenta, que casi todos nos estamos deshumanizando en loca carrera, si de alguna manera el ser Humano no logra atajar esta alarmante desnaturalización, corremos el peligro que a los ancianos, cuando lleguen a una edad complicadilla, por sus achaques o rarezas, nos deshagamos de ellos dentro de la ley, dándoles unas píldoras que los lleve el demonio, o el santo Hacedor. —Debajo de un cerezo de mi aldea sucedió esta historia, que les contaré por mediación de este poema. “LA ZREIZAL”

—(Ista estoria que vous cuntu nin ye cuintu nin cheyenda, xucedióu na miou aldina, viétchus viven que s’alcuerdien, per lu tantu verdá foi). —Andaben toes les xentes arrecoyendu la yerbe, nus postreirus díes de xuliu, nes pradeirades xerondes de les brañes ya morteires. —Yere aquel díe un magüestu, nagua ‘l aire abayucaba, taba ‘l cielo arrescampléu, ya fasta la mesma xoma tal paicía que queimaba. —El malvís ya ‘l xilgueirín nistes gores de la tardi nun despiétchaben el glayu, per callor qu’amagostaba fasta ‘l grítchu en sou furacu. —Aquel callor que faía nun lu yera ñatural, per ístu a nadie s’uyía, tous peles xomes murar, remexáus pelus xudores abarquinandu con fuercia pel mal que se xenaldar. —Nel praón del Tenebral de cuaxi venti peonás, taba Xacintu col fíu a la xoma la zreizal, aguardando s’escosara l’orbayada de callor que de lus Cieles baxar. —Yera Xacintu ‘n viétchin qu’en noventa anus rondiar, home con bon xentimentu bétchau nel cheldar el ben, per ístu toes les xentes lu querer ya respetiar. —Antón que yera ‘l sou fíu yera un bigardu d’armar, mal atongáu ya torgáu, con les ureónes llargues, la ñaríz d’estrapayar, teñía lus güétchus del bracu,

de miradiétcha ‘lloriá, encuandiáus baxu sous ceyes comu xin moscandu tar. —Yera roxu apanoyáu, ya escarmenaba les canes ya xolteiru ta lu tar, peru lu pior que teñía isti bigardu esgalguiáu, yera un fuétche mala lleichi, ya cundu noxáu lu tar, trataba ‘l sou probe pá, con fechus ya con pallabres lu mesmu que s’ísti fora un pirru xemáu de xarna que xuntu d’él s’esfregar. —Aquel díe tava Antón col magüestu engafuráu, per ístu dió né escute escontre ‘l probín del pá, tratolu comu la trelda, puénxulu comu pingayu, chamóulu de lu pior, ya nun cuntentu cun ístu coyu ‘l viétchin pel mexiétches común mamplen de mazcás. —Nel mesmu istanti esgazóu ‘n prendión de la zreizal, diói un llumeráu nel llombu que lu dexóu toroyáu, entrabalgáu con ramaxe, aviñonáu de zreicinas del prendión esprendidinas. —Dientru del mesmu cheldar del dollor que l’embuxare, ureóu la zreizal falar, comu se fora ‘l Faidore qu’enoxáu lu cunxurar, ya ístes foren les pallabres qu’Antón mamplenáu de miéu de la zreizal urear: —¡El fíu qu’amolexu faíle ‘l sou güelu ou ‘l sou pá, oitre fíu tendrá ‘l bribón que lu mesmu le fairá! —¡Ya tin diañu de baldrayu you te vou a conxurar, paque nisti mesmu xeitu,

‘l tou fíu ou ‘l tou ñetu, faígate parexu escarnu qu’el que fixiste ‘l tou pá! —¡Tenu vivir fasta ‘l díe que’el conxuru se fairá, ya mái que quixés baltiame nadie tal couxa fairá! —Lluéu d’Antón foie ‘l dollor perque ‘nlloquexíu gradiar, allevantóuxe del xuelu ferviénduye les vidátches conu llume enfernal, xacóu del cabanu ‘n gruexu ya comencipiú esquiciáu, a cortar pela zreizal, peru ‘l premier zaizazu ‘l azáu fendióuxe ‘n dous, ya entoncies mazáu pel miéu ‘l baldrayu del Antón, xebróuxe d’aquel chugar, colóu galamiandu llocu, diciéndoye a toes les xentes lu que la zreizal falar. —Les xentes que pelus préus moscandu nes xomes tar, nun creyerun nes pallabres de lu qu’Antón faluchar. Cuntaben qu’el bigardu Antón con la fola del callor qu’en tóus encomalus faer, fixérale enlloquecer ya pel tal falar murar. —Lus anus forum paxandu, y’Antón viétchu se faer, y’en mexor prexona andar, tuvu fíus ya tuvu ñetus, e ya del tóu olvidóu ‘l falar de la zreizal, peru ‘n díe cundu yera tan viétchu comu ‘l sou pá, mismamente naquel xeitu undi ‘l sou pá ultraxar, un ñetacu que teñía l’erenxa qu’él le dexar, conél mangu la foiceta, apurrióle denría ‘l llombu ‘n mamplenu mangonás, ya metantu se dollía Antón miróu la zreizal,

Ya entóus le dixu ‘l sou ñetu: —¡Dalgún díe miou ñetín, lu que’acabes de faeme oítre atinde te fairá. Nun cuntes que falu engroma, Pregúntaye a la ZREIZAL… ZRÍTCHES.—Zrítches ou zriyes, cerillas, fósforos. ZUCAR.—Zucar, sacar, exprimir, etc. ZUCÓN.—Zucón, chupón, pegote, etc. ZUCARÁU.—Zucaráu, dulce, azucarado. ZUECUS.—Zuecus, zapatos con el suelo de madera, Yo tengo entendido que esta clase de zapato es de origen Gallego, principalmente los zuecus se hacen del cuero de las botas, y la planta en vez de ser de cuero también, en este caso de los zuecus es de madera de nogal que es la mejor para este menester, ya que no come los pies y es muy resistente y duradera. ZUELA.—Zuela, azuela, esta herramienta la usan los madreñerus y los xugueirus, existen dos clases de zuelas, las que tienen dos bocas cortantes que son las que usan estos artesanos, y las que sólo tienen la boca cortante más ancha y un martillo de la otra parte, esta azuela la usan los carpinteros y también nosotros en la aldea para hacer calzaduras, desbastar tablas, etc., que al mismo tiempo sirve para clavar clavos. ZUMBU.—Zumbu, así se llama al cencerro grande. ZUMBIAR.—Zumbiar, zumbar, sonar, etc. ZUMBIÉTCHU.—Zumbiétchu ou zumbieyu, cencerro de regular tamaño. ZUME.—Zume, zumo.

ZUMEIRU.—Zumeiru ou cimeriru, arriba, lo más alto. ZUMEIRÁU.—Zumeiráu, alto, arriba. ZUMU.—Zumu, zumo. ZUNA.—Zuna, manía, costumbre de hacer siempre algo. Exemplu: —You tenu la zuna xempri d’envidayar en astur, lus del conceyu Bable ya lus Amigus del Bable tenen la zuna d’escontramindiar tou ‘l ancestral ya ñatural pallabreiru de la llingua d’Asturies, dangunus tenen la zuna de cheldar el mal, y’oitres d’encaldar el ben. (Yo tengo siempre la costumbre de pensar en asturiano, los del Conceyu Bable y Amigos del Bable, tienen la malsana costumbre de mistificar y desnaturalizar las palabras de la Lengua de Asturias, algunas personas tienen la hermosa costumbre de hacer el bien, y otras de hacer el mal.) ZUÑÁU.—Zuñáu, atuñado, avaro, etc. ZURDIR.—Zurdir, engañar, liar, etc. ZURDIÓUME.—Zurdióume, me equivocó, me engañó, etc. ZUTRONAZU.—Zutronazu, golpetazo. ZUTRONAR.—Zutronar, partir las piedras en las canteras con el zotrón ou zutrón. Zutrón, porrilla grande como de un quilo de peso para arriba, que sirve para partir las piedras. ZUTRU.—Zutru, torgáu, gamayón, melandru, etc., etc. ZUYAR.—Zuyar, batir, mover, etc., etc. ZUYUS.—Zuyus, aspas. ZUZAÑAR.—Zuzañar, xunxañar, liar, cizañar, También hacer las mismas cosas y gestos de otra persona con las miras de ridiculizarla o ensalzarla, etc., etc.

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