Aspectos de La Teoría de La Sintaxis. Noam Chomsky

April 19, 2017 | Author: Diana Castañeda | Category: N/A
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NOAM CHOMSKY MASSACHUSETTS INSTITUTt Of TlCHNOLOOY

ASPECTOS DE LA TEORIA DE LA

SINTAXIS Introducción, versión, notas y apéndice de

C. P. OTERO UnivcrJity of C.lifornl~ 1 Los /.ngelct

AGUILAR



coJe-cción culcura e histori:.a arcuro del hoyo

a~sor

PROLOG OS

edicibn cSpnñola C aguilar s a de ediciones 1970 ju11i bravo 38 nu,drld depósito legal m 28213/ 1976 primera edición - tercera rclnlpiesión- 1976 ISBN 84-03-12029-X printcd in spain impreso en e1paf\1 por gráOcas color maría zayas 1S madrld

• edición original lhe massachu!ells inrlilute or technology 1965 aspects o( lhc lheOr)' o( syntax the m.it press cambridgc ma.\Slchu11e111

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RECONOCIMIENTO

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ti ln/or111t Ttcnico Esptcial nú1ntro I I Jtl Rtstarch

Laboratory o/ Eltrtronics d•I ~1assacliusttts lnsrirui. o/ Tecli· nology. El Rtstarch Laboratory o/ Eltct1011ícs ts 11n laboratorio inttrdtparta111tntal 1/ondt llevan a cabo sus inl'Utigacionts pro/esoru y ts1i1dlantts grat/,1ados tft n1111rtrosos dtpa.rtan1en-

tos acotll111icos. La t't1vtstigación recogida tfl tstt informe /t1e posible tn parte gracias a la ayi1da prtJtada al Rtsearcl1 Laboratory o/ Eltclronict, Massacli11sttts lnstitt1te o/ Ttcltnology, por The Joint Services Eltctro11ics Progrc1111s (U. S. Ar1,1y, U. S. Navy a11d U. S. Air l'orc•) ugún Co11troro 11ú111ero DA36·039. AMC·03200 {E); flyuda trtlicional fue pre,ratla por The U. S. Air Force (Electro11ic !iys1e111s Divisio11 segú11 Contrato Al'/9(628·2487), The National Science Foundario11 (Grant Gi'-249:!), Tht N111io11a/ lnsrilutts o/ Healrh (Grant M/1·04737·04) .v The Nario11al Aero11atr1ics a11tl Space Ad· minisrratio11 (Grfllll N.iG-496). Se per111ite la rtpróqu•). También los numeralt.1 (o le1ras) entre pa.rl.ntesis forman una unidad con

''ª

En un libro de tstt tipo, la traduccWn p11edt ttntr ciertas ve.ntajas sobr~. ti ~riginal, sobre todo tn lo que reS¡Jttta a la ttrniinología y a ltJs ejenip/1f1cac1ontt. Como en ti texto no hay 1114.s que ejemplos ingluu (sall·o dos 1onuzdos del altmán Y 11110 dtl fmncls), la ltng11a española se conPiertt inevi-

1ablemtn_te en u11a eJpttit de ..1ne1ale11guaje.. raptcto al n101e1ia/ /i11güistico no e1pano/. Para a)~11dar al que no sepa inglls lo su/icitnten1ente bien todos los ejemplos van glosados. prtstrvando, a ser posible /a sintaxis 'aun a costa dt la. literalidad, de 1ndo q11t ~n 1n11chos ca.so$· la glosa u~ño­ la puede ser~·11 . tambitn de ilt1$traci6n: c11ando ello no ha resultado posi· bit. se ha anad1do tn nota algún tjtntplo ~spañol grama1icalmen1t similar al d~l º'faino/ y. a falta de tsio. se ha tratado de e:cplicar el sentido del ejem· p/o ingles.

dtl inglés). La versión tendrá, sin duda, 1nuchos tlt los defectos característicos de fo q ue sale de 11na sola 1nano, y acaso muy pocas de sus virtudts. E n los tiempos que corren t.t tli/fcll que nadie tenga asueto suficiente para contribuir a "'tlespeorar'' nada. El traductor ts 4!1 pri1,1ero en la1nentar s11 (imp11es10) robinsonis1no1 asf como el í11/ortunio t1diclonal dt que sólo a pOSteriorj haya sido posible contar con la 11sagesse" de las txposlciones y versiones de ~as revistas La Jinguistique y Lnngages. c11atido ya parecía lo más cuerdo de¡ar las co.tas como estab11n, n ltt b11t111r de Dios (la versi6fi espaiiola qutd6 ter1ninada el J5 tlt novie1nbre tle 1966, salvo t1lg111ras correcciones de detalle). Sea de ello lo que fuere, el tecnicismo gcncror (clic/to sea como descargo) parece p re/trt'blc n "engtndrllr" e1r todo pn1s f/e c11ge111l ros (y nids aún en e/ de Huarte). Es tnuy justo y oport11110 aprovecl1ar para dar aq11í las gracias a todos los que !tan contribuido, dt 11n 11rodo 11 otro, a /ocilitar 11na labor bastante prolongada y más bien ardua. A111e tot/(), a Noam Cltomsky, por ltaber t ncontrado tittnpo para conttstar preguntas y atender (solfcitamtt1rte) rutgos, y p0r el obseq11io dt información 111uy valiosa,' a PaLtl Postal, por la oca· sión dt inq11iri1 a boca llena, con i11rp"nidad y provec/10, ~n 11n mono a 11wno 1n11y grato; a Ja111t1 Foley y Ja1ntt Harris, por la aleccionadora prin1icia de sus idtos e invt.stigacionts; a Cliarles Fi/Jmort y Ttrtnce Langtndoen, por los ejemplares dt .ru.f tt('rito.r. n111chos dtt tilos inlditos; a Francisco

en e_spa110/ el nroclo de dtcir ob}t1ivo e i111prrsonal (tn contraste p. e;. con 1 l~s ef11siones ' lírict1s"). Cor,10 no .to11 pocos los q11e J·ue/en hacer' basc:a; 0111 e r1ertas const~ucc;one.r f>t1sivflS (per/tc111n1ente ltgítf111a.s, a Jo que parece, y l1asta acaso 1nevi1nble.r en el l11ng11ajt '·ie111í/lco). ttl trt1d11ctor se vio en el h~ete de 1e11er que poner p11ttrta,t t1l c111upo pnrt1 redircirlas al 111íni1no, aun d~screpnndo de los renri/gado.t, y a red11cir totlavía co11 ntás t esó1i (por di/Í· c1/ de cre~r que .paretca) las co11str11ccionts e11 que se ocupa el lugar de frase no1n1nal..su¡eto 1náxí1na111e111t ine.spttlficatla. co11 el objeto {pero 110 el verbo) e11 plural.

''''ª

Ta11~1,oco -!'er11ri1e ti pit forzado de la tradi1ccló11 evitar la plaga de las cacofo,,1as ntns tot1,das (~tr la sté. S dttl cap. J Ita sobrevivido 1111 eje,nplo de los niúf .escandalosos:· r1na sarta de nitdia doce111'1a de ·ntes, algunos su~ra1n~n~e duo1iante~);. n1 101 l!Xltnsionts un ta11to t!Xfra1ias de cittrtas fainili~s lex1~as (e..~·· d1st1ncidad o animadidad /rente a distinción y ani1naci6n); 111 la.r 1ntro1111s1ones de \'ocablos inglests (tntrt parlntesis) '-·a sea acla ' · · · ' ~ para rar un ltrmt~O lln arraigo tn tspoñol (t. g., ..,nap·•, ..0111put", etc.), s~bra)·ado las .pr1mtras \'eCt$ (rtn1iJió1r tácita al Glosario), ya para pre.. cisar la acepción de 11n \'OCablo t1pañol que correspndt a 1nás de u vocablo inglls (piinsttt tn ··proof' y •1t~Jt'', "tatimony.., y ..evidencr'n ..tntronce.. Y "entry". "n1odt"" y "mOd'', "tin1eº' y .. ltnse..,, "case" ;

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7

/a expresión qttt inn1tdiata1ntntt los prtetde (corno es frecutntt en l6gica),, 0 lo cual hay que prtstor 01enci6n p,ara no vaciar de su Stnlido a la frase ' " g., una exprmpoco contentaba el mero descripti•ismo de V•uJl"l•s) ser! preeiCcpro de tntrgía humana (el entender es uoa manifestación de esta ener· gía) cultivada sólo por medio de la actividad propía de cada individuo par· ticular, de su inventivida.d o de lo utilización que haga de las invenciones de otros. Humboldt hace pensu en Moquiavelo cuando afirma, en 1792, que la energia es la primera y única virtud del hombre ("Meiner Idee nach isl Eoergie die ein2ige und ers1e Tu¡end des Menscbeo") . .En 1792 no aparece todavía el término griego tnér1tia, contrapuesto luego a ergo111 dicotomía desde entonces ton repetida como n1al entendida. No es e.xtraño que se suela L)' es cviJenlc Ccf. la o, S, supra, y 1.9, m.U adelante).

~ NTl\OOUCClON

PROLOG OS

XXX

A Ctl0..'1SKY

XXXI

¡endro muerto', o sea ·improductivo'. La Forma del Lenguaje es Arbeit des G•íJttJ 'lrabnjo de Ja inteligencia o de la mente' (de f'3prít ou de l'áme, como diría un canesiano). y no del instinto (ya en 1792 Humboldt contrapone la •·verdadera energia humana" del trabajo libre y creativo, que es, para ll, necesidad humana básica, a Ja "mera habilidad mccinica"). Esto no parecen haberlo entendido a derechas ni Amado Alonso (que Uega a identificar •11lrgtín con habla (1945, pág. 27)) ni sus cspiri1ualfs1icos inspiradores (cf. Chomsky, 1966, págs. 19-28, 64-72) 12. August \Vilhehn von Scblegel concibe el aspecto creativo del lenguaje de manera bastante afín a Ja de Humboldt. Como paro Rousscau y para Herder, paro Schlegel el uso o rd inario del lenguaje Uene ya en sí una cualidad "poética" inevitable (cf. Bousoño, 1952) que hubiera hecho muy fácil demostrar n M. Jourdnin que hablaba también "poesfa" y no sólo prosa. Esta pocticidad del lenguaje ordi oario deriva precisamente de su independencia de estimulación inmediata del universo perceptible y su libertad respecto a lodo fin práctico (características cartesianas). Para Schlegel no sólo es poética la crcallvidad lingüística ordinaria, sino también la creatividad artística del genio. la potencialidad expresiva del arle es, como la del lenguaje, ilimílada, pero la poesía es única entre las artes porque su medio de expresión (el lco¡uaje) es libre e ilimitado (un sistema de potencialidades innovativas ilimitadas para la formación y expresión de las ideas) y porque la creación de una obra de ane tiene que ser precedida por una actividad mental de la imaginoción creativa que sólo el leoguaje hace posible (recuérdese Ja tercera diferencia de ingenio de que hablaba Huarte). J..a creatividad anística está, pues, relacion:ida, en definitiva, con el aspecto creativo del uso lingüístico ordinario. Entendiendo los conceptos y teorías del periodo cartesiano como partes inlcgrontes de un proceso argumentativo en evolución, visto si.stemáticamente en el contexto de la obra póstuma (1836) de Humboldt, cabría reducirlas (con Viene!) n tr"-! nociones fu ndameolales :

uucturn.s internas universales expresadas co la múltiple diversidad de cstrucc~as cl\terno.s que es caractcás1ica de la variedad de lo.s Jcngtins humanas, 1 reelaborado en la distinción entre Forma Interior ("innere Sprachform") e>Forma Fónica {"l..auúorm"). ) 3) El concepto del papel constitutivo del lenguaje en la "raciocinación", ·'nterprelado racionalísticamenle por Hobbes y por Leibniz. e historizado ;:;;e \-icrdcr, reaparece en la tooña de la iotcrdcpcndcncia entre el pensamiento y la lengua naciva en la creatividad ioteleclual del individuo y de la con1 unidad (nn.cional) de hablantes. La lengua viene a ser el eslabón clave ·nt rc la creoción individual y e1 progreso social, ndcmás de representar un ;upel básico en In formulaci6o de la diversidad cultural dentro de la cultura J1urnnna universal. Este relativismo romántico es, sht cr11bo.rgo, una n1odificnción importnnte (pe.ro infundada) de la concepción estrlctomcnle canesiana del Jcngunje como medio constitutivo universo( del pcnsan1ienl0 (Chomsky, 1966. pág. 30: Lenneberg, 1967, pág. 363). Los románticos niegan Ja posibiliK:riptivismo y del "esiruclurolismo" es volverse de espaldas a la tradici6n anterior al siglo x1x. n la que reprochan (infundndumcntc) cuatro defectos capicales (Chomsky, l 966b, póg. 588): 1) No distinguir entre letra y sonido. (Basta echar una ojeada a la primcrn parte de la gramática de Pon-Royal o a la primera pane de la gramática castellana de Nebrija para comprobar que no es osí.) 2) Ser prcscriptiva y latinizante, es decir, basada en el modelo de la gramática lolin>. (La atención al uso s.>.lta a la vi>ta al primer examen. Que la gramática lotina no fue el lecho de Procustes que algunos pretenden lo pOne de manifiesto el onálisis de fenómcoos-dc·las-lco¡uas-verniculas sín co~pondencia en latln.) 3) Hober sido refutada por la "lingüística anlropológica". (Ni lo ha 'ido ni podía serlo [ll, 4.2). J..a gramática tradicional pretendía estudiar las estructurns subyacentes de las oraciones, y la --nngilistJca antropol6gica·• se ha lin1itado a mostrar grao variedad en las estructuras superficiales, sin Preocuparse demasiado de lM estructuras no potentes.)

par«:e entender a d(':rec-bas A. Alonso el Cours de S3ussure en e~ que. u palentc. la influenc:ia de Humboldt (si bien dc-.provista de ¡u ~cial dimcns16n cenerat~~a). No de1a de resultar curioso )' ai&niÍK:a1i\'O que en el prólogo a su 1raducaon (J94S) pase por afio A. Alonso las más obvi:is dcítciencias del libro (el liislcma como inventario de clcn:ientOJ y no como conjunto de re· glas. los procedimientos de segmentación y clasificación a fn1ta de procesos re· c.ursjvo¡, la va¡uedad t i_o1precjsi6n de al¡iunas nocion~s capitales, et.e.) y ponga. ~un embnrgo, sran énfasis en reprochar a Saussurc deficiencias atribuibles exclu\ivan1entc :t su foslérica (•'"ossférica") interpretación del CourJ.'. Jt Tampc>co

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lOOOTI

INl ROOUCCION A CHOllotSKY

4) tlobcr cometido el error de no atenerse a la mera descripción del uso. (El error es de los que se limitan al uso sin r:iz6n para ello. Lo cientílico es la c~plieaci6n, no Ja mera dcsc:ripci6n.) Teniendo e~to en cuenta~ se comprender~ mejor por qué Ja gramática 1rasíormocional es, en cierto modo, la inevitable continuación y extensión de la gramática tradicional (lo cual es, por cierto, motivo de especial irritación para más de un '"estructura1ista ..). La cxlr:iordinaria originalidad de Chom;ky no puede hacer perder de visia su no menos extraordinaria tradicionalidad. Poco n1enos n1érito tiene separar lo v:ilioso de Jo insostenible (el Jcgndo que se acepta, del lastre que se echa por In borda) que contribuir con nuevos aportaciones. Por obra y gracia de Chomsky en todo caso, el pleito secular entre el empiricismo y el racionalismo (entre Locke y Leibniz) parece hoy más desigual que nunca, y difícil es por demás sobcr dónde acaba lo que Chomsky ha revalorado y resucitado (tradición de ayer) y dónde empif."Z.ll st1 aportación original al acer\'O que es ya, quiérase o no, tradicional (aunque la tradición no pase de una década). Poco tiene de novedoso el partir de que llOQ de las cualidades comunes a todas lns lengua< humanas es su aspecto "creativo". Lo novedoso está en poner a contribución saberes matemáticos des.conocidos h:asta muy poco an~ t•> para formular y tratar de maoera clMa y general los procesos recursivos del lenauajc y para precisar nociones fundamentales (cf. R=nbloom, páginJ.> 162-63). Me refiero a Ja teoría de la computabilidad (o teoría de las funciones recursivas), que surge en los Estados Unidos por los años mismos de Ja última guerra civil española Oa de 1936). Sus creadores principales son Enúl Léon Post (1897-1954), AIOOZ() Church (1903-), Andrci A_ Markov (1903-), John B. Rocsser (1907-), Stephcn C. Klecne (1909-) y Alan T. Turing ( 191 2-). 'De manera general se podr(a decir que Cl1oni ZXW,

donde A es un slmbolo categorial y X. Z y W son cadenas de sfmbolos categori•les o terminales (cí. E. 3). En el curso de la generación de una cadena básica (i. e., un• cadena terminal de este sistema), el conjunto de Jt

Bien es ,·erdad que

reglas rescrituralcs le asigna un A 1'or1111J1tte que así mismo podemos llamar ¡,ásico ("base phrase.marker"), que es representable en forma de diagrama •rb6reo o de encorchctamiento rotulado (dando a los nódulos o a Jos corchetes el nombre-i. c., el slmbolo-de la categoria correspondiente). Para ilustrar y dar concreción a todo C&to, puede servir esta gramática ahormacional simplificada: R. l. S -+ FNFV R. 2. FV-+VFN R. 3. FN -. Arl N R. 4. V -+ vio R. S. N • gato, ptrro R. 6. An ~/

E. JO.

.

Esta gramática genera o especifica cuatro oraciones castellanas (por la op. cióo que ofrece la real• S). La dtrívacl6n de una de ellas se obteodrfa de la manera siguiente (cf. E. 4): l.

E. 11.

s

(dada) (aplicando R. 1) (R. 2) (R. 3)

2. FN FV FN An An 6. An

3. 4.

s.

7.

V FN N V Art N N vio Art N gato vio An perro •I + gato + vio + el

(R. 4) (R. 5) (R. 6)

+ perro

En Ja úllima línea es pre[crjblc 1..1sor un símbolo de concateottci6n más ex.. plícito que la mera yuxtnp-asición paro no perder de vista que se trata de u oa cadena (termino!). Huelga decir que In cadena terminal sería muy otra si en Ja línea 6 hubiéranios optado por perro ta1nbién en el primer caso, o por gato en ambos casos, o po r E. 1l '.

6'. 7'.

Art ¡>erro vio Art gato t i + perro + vio + el

+ gato

(aplicando R. 5) (R. 6)

El Ahorma nte de esla cadena podrfo ser representado así:

con posible restricción al contexto Z _ W, o sea E. 9b.

Xl.lll

e.xi~1c

el J)Cliaro de que Jos calculadores (bu.mano$) se

prend n de sus c!lculos y se complazcan en darle al manubrio sin ton ni son. Ya no faltan inves1icaciones alccbraic:as cuya aplicabiJidad a las lenguas natu-

nltt rcsulla mái bien dudosa (8A.R· lflLLrL. 1966, i>ÍB· 399).

E. 12a.

s

----FN

Art

l

et

N

1

perro

---l FV

V

FN

Ar~ 1

vio

tl

1

goto

En un diagmma arb6reo como el de f'. l 2a saltan a la vista las rt/1Jciones Cra1na1ico/ts de la Or3Ci6n: c. g., el "a un" Art y perro ..es un" N; la

JCl 1V

subcadena •I ¡urrt> "es un" FN, lo mismo que la subcadena el gatt>; la subcadena vio el gato "es un" FY, Porque "se remonta" a un FV~ perro vio no es nada (no fonnn una subcadena); la cadena entera ''es un" S, es decir, una Oración. Otra n1ancra de representar es-la red de relaciones sería por medio de corchetes rolulados: c. g., si ti ''e.s unH Art podemos escribir Art[tl]Art• y si perro "es un'' N, escribin1os NÍfltrroJl\; si ~/ perro ..es

un" FN, puesto que es "rastttablc" hasta un FN, podemos escribir FNL,rtC•IJA,. sCP'"ºINll'N Y así sucesivamente, hasta obtener el encorcheta· miento rotulado.

E. l 2b.

•c,.,.c""[tl)"" sCPtrrolslFN

FVlv[vio}y FNl..,.(•/IArt

que representa el mismo Ahormante que el diagrama arbóreo de E. 12a. La gramática del capilulo 2 (sec. 3) genera Ahormantes bastante más com· plicados, por supuesto, como el del ejemplo (59), pero las derivaciooc. son muy similarCJ, en definitiva. a la de E. 1 l: Quien sea capaz de construir las derivncionu que ruultan de las re¡las de E. 1O, será igualmente capaz de construir las que rcsullon de las re¡las de (57). lo que hnce, pues, Chomsky en el nl\•cl ahorm-.cional es presentar una versión formalizada del análisis sintáctico tradicional (i. c., el ºanálisis en constituyentrs inmediatos" de los dcscriptivistas de mediados de siglo). Más importante es su reetnboraci6n cfcl segundo nivel de la estructura lingüística (el 1rasformacionnl). Las reglas crasformacionales operan sobre Ahormantes e nteros (esto es lo crucial) y los convierten (o "proyectan") en Ahormantes derivados. El anáfisl..t ~s1ruc1ural de una trusformaci6n define la clase de Ahormantes a los que se nplica (i. e., segmcnca la cadena terminal del Ahormante en las panes sucesivas que requiera la trasformación). Así, p. ej .. el correspondiente a In 1rnsformnción pnsivn podrfa ser éste; T. pa.f/va: Análisis tstructurnl: FN .. Aux - V - FN

Es decir, l a trasforn1rici6n pasiva C$ aplicable a la c lase de Ahormantes transitivos (el verbo va seguido de un FN) y requiere analizar en cuatro sub· cadenas ~ucesiva, la cadena terminal correspondiente (Aux incluye Tiempo, Auxiliante y Aspec10). Sobre ese análisis se puede definir el cambio estruc· wral así (para mayor clarid.td, sustituyo los guiones horizontales por guiones inclinados):

X, / x , 1 Xs / x, • x, /X,

ser

+ pan /

Xs / por

+

X,

Es decir, el FN (X,) que >i¡uc al \'Crbo inicia ahora la cadena, seguido del Au.' (X tJ concatenado con su y con el morfema de panicipio, seguido de V (X,¡ )' seguido de por concatenotilaci6n J e lto, con "' anuencia. el ejemplo del propio Chomsky (1966, pág. 24), que a su vc1 siguió el de H. Ste.inthal (en el ci:ntc:nario del nacimiento de Humbold~ hace jU$tnmente un si&lo). JCf. ahora SJn.A•, 1968.) Para un indicio de las preocupackHics cxt.ra.sintJcticas del autor. véase IV? 2.2 (42). ter. ahora N . MAILL•. Tl1t armics o/ tht nlght. 1968, páa. 203.J 4'! NYR (: T~t Ntw York Rtl'ic• o/ Boolsl. April 20, 1967. pág. 34.



J.X"X'TV

l'ROLOGOS

Cuba, Santo Domingo y Vic1nam, que el radicaJ bumanisnlo de c-.s-le epigono de Rousseau, Kont, Humboldt, Morx y Russcll (cf. supra, J.3). El énfasis de Chomsky en la crenlividod curncterbticamente humana (que implica inalienable libertad y responsabilidad individual, y exige máximo respeto a lns convicciones personales íntimas no jncompatibles con el bien común universal} se corre-spondc con su intc~ por Ja creati,•idad lingüística (cf. cap. 3), y, lógicamente, rebosa consecuencias. Como Humboldt antes que él, hoy es Chomsky uno de los mis ilusires representaotcs de la doctrina de los "derechos naturales" (ahora mucho más avanzada, pues desde entonce..'i ha llovido mucho en la historia de la ciencia. y mucho más en la o!I11) y uno de los mú decididos adversarios de todo tipo de autoritarismo. Como es lógico, cl si¡nificado político de su concepción del mundo depende, hasta cieno punto, dcl contexto social co que aparece. Baste decir, por el momento, qoc la conciencia moral y politica de la gcoc.ra-ción de Cbomsky (y Fanon, y Lumumba, y Ben Barka, y Malcolm X, y Camilo Torres, y Che Gucvara, y Manin Luthcr Kjng, y.•. Gagarin, y••. )••, como, de modo crucial, la sociedad soviEtica de boy, se formó entre t 928 y 1945: Horrores de los :J.ños rreint1, guerra. de Etiopía, purga rusa, incidente chino. guerra civil española, atrocidades nazis y complicidadci. no del todo na· ~!~· etc.; como cifra y colofón, Hiroshima y Nagasuk.i, que hay que contar sin duda alguna entre los crimcn•s m4s abominablci. de la historia" (Cbomsky, 1967 bis, págs. 2S4-S5l. Como revulsivo moral deja bastante chiquito ~1 de las atrocidades napoleónicas que tanto perturbaron a Humboldt• •v no podía menos de agudizar la respOnlObilidad de un inlelectuol de cuerpo entero, mucho más profunda que I• de un no privilegiado. A tos intelectuales atañe propagar la verdad y denunciar las mentiras de todo el mundo, y, por tanto, analizar Iris acciones de los gobernantes seg(an sus verdaderas causas, motivos e intenciones (a 1ncnudo ocultos). Nadie ha reaccicnado más vivamente que Chomsky nnlc las otrocidades y tropelías más flagrantes. Nadie ha denunciado con 1t1ás vigor In~ mendncidades de los "expertos'' de nuestro tiempo (en especial Jas de lo~ expertos en la 11 teoría" de _los juegos termo-nucleares). E l eso1erismo, el cspiritu de cuerpo, la complicidad de ta "discreción" que piden los hipócritas juramentos hipocráticos no son conjugables con el esp'irjt11 humanístico humboldlinno. La responSJ1bilidad mor~I de Chom;ky parece corresponder plenamente a su extrnordinarin capacidad intelectual, y su preocupación por los derechos humanos irrenunciables de todos y cada uno de los hombres' sin dis. t1nc.1on de _razas: colores ni ~nlbligos, no parece ir a la zaga de sus preocupaciones crentff1cas y creativas. No es Chomsky de los intelectuales que pueden perder interés en convenir las ideas en ralancas para Ja trasformación radical de I• sociedad internacional y de la vida diaria (hoy tan enaje-

..

49 Generación

de ..prc""lnucrtos••. no de ...wpcr-vivicntes" como la de sus abue-

los. Aunqlle oo fallan los candidatos a ..-upervivkotes ni I~ franco.vi,•idores. Para algo de Jo que se cuece en Ja universidad noncameric;ana y Por contrast~ otro aspec10 de la c.cepeionalidad de Chomuy, "'ase Rouak (ed.).

JNTROl)UCCION ¡,.

C ll Ot.I S.lC.~

LXXV

nada), ni de los que comulgan con la retórica a menudo vacia de la "Nueva íz.quierda''. Para él, só1o unn. trnsformnción interuaciooaJ a gran escala pern1ltiría hacer frente n In vasta miseria. bun1aoa (quizá en aumento en todo el mundo) y abolir In clásica paradojo que incrementa a la vez (incesantemente y a escala internacional) I• pobrc¿a y la opulencia (1967 bis, págs. 276-77). Capitular ante el s1a111s quo, •nte uno implacable minoría manipuladora de masas, es renunciar de antemano a la construcción del mundo racional que pide la voi. de la decencia human1> (la voz de las geauioas necesidades y potencialidades creativas del hombre), según prioridades dictadas por el bien común univers•I, no según los caprichos de una oligarquía. También en esto recuerda Cbomsky a los insobornables tratadistas españoles de antaño y a los infatigables combatientes de la estirpe de Banolomé de la.s Casas so. Tampoco a Chomsky le uredra poner el dedo en la llaga. Y, como ba escrito el prof~r "Raziel Abclson, jefe del Departamento de Filosofía de la Universidad de Nueva York, "es verdaderamente aleccionador ver a un brillante hombre de cicncía arriesgar su prestigio, su acceso a lucrativas sub-. veoclones del Gobierno [norteamericano] y su reputación respecto a la ob-jetividad olímpica, por adoptar una tajante e implacable posición adversa en la flagrante cuestión politico-moral deJ día, y por arremeter conlra la complaciente mitología del "experto especializado,., bajo fa cual muchos in· telectuales universitarios se sacuden los crimcoes cometidos por su gobierno con tal que no queden demusiado al descubierto (c. g., la intervención domi· nicana) paro las más refinadas falacias"''· Pero Chomsky no se ha limitado a denunciar las mendacidades del aparato propagnndíslico y lo cspedal complicidad de su propia institución universitaria (a la que tnnto esplendor intelectual ha dado en los últimos diez años) en la guerra y en la represión. Contestando a la pat6tica carta de George Stciner, ha planteado nbicnan1cnte In cuestión crucial de la •cción política inmediata y, como Lns Casns, ha defendido la necesidad de adoptar medidas ilegales para opone.. c n un gobierno indecente (rehusar el pago de impuestos, rehusar el reclutamicnlo y rchusnr todo lo que pueda contribuir en alguna med ida a los fines del militarismo y la represión, sin descartar la posibilidad ele constituir brigadas jnternocionales, como Ja gcncracióo anterior frente al irracionalismo de entonces, o de trasladarse a Vietnam del Norte como víc·

so Tampoco faltan inlcrprclacioncs ''cidianns.. de la combatividad de Chomsky (el. supro, n. S). "'NYR, April 20, 1967, pile. 30. Se rcfic"' al artlculo sobre la responso· bilidad de los intelectuales (CHOMSKv. 1967 bis), "el documento p0lítico más impre· sionanto que he leído desde la mucrcc do León Trostk.y'', ..dcouocia moralmente ferviente y eficazmente argUida de la a¡resión americana en Vietnam y en otras partes del nlundo... Par:i. mantener la perspectiva quizá convenga recordar que el

medio míllón bien colmado de soldad0$ norteamericanos en Vietnam ha resultado de "escalar" los IS.000 enviados Por Kcnnedy, que ya eran casi e) triple de Jos que compusieron "la lc¡i6n Cóndor c.n,·ioda por Hitler a •tuchar c.ontra el comunjsmo· en una c-1crn civil anlcrtor·· (Choms.ky, 1967d, pá¡.. 46). Y que~ al n1argcn del 1cstamcnto de Cho Guc,·ar.1. '°" muchos ..kJs Vietnams qut: incvita· b!ementc nos cspernn" (CHOMSEY, 1967 bi•. i*¡. 291).

l.XXVI

1ima propiciatoria conira los bombardeos) H, Claro que la actividad y la indignación chomskiana hubieran resulto.do más contagiosas si oo fueran en gran parte ensordinadas por la ruidosa maquinaria propagandística del "muo· do libre". No es posible dar por completa esta introducción a Chomsky sin incluir al menos un botón de muestra de su "visión del mundo .., y nada mejor ni más apropiado que cs1e bo16n de muesira (1967 bis, págs. 279-80) para concluir:

Los países subdesarrollados tienen problemas increíbles, quizá insuperables, y cuenian con muy pocas opciones; Estados Unidos tiene una amplia gama de opciones. y 1iene los recursos econ6rnicos y tecnológicos. aunque evidenlemente no tieoe los recursos intelectuales ni los morales, ¡r.1ra hacer fren1e al menos a alguno de estos problemas. Es fácil para un inlelectual americano pronunciar homilías sobre las virtudes de la liberiad; pero si vcrdaderamcnle le preocupa, digamos, el totalitarismo chino o las cargas impuestas sobre el campesínado chino en una industrialización forzad.a, debiera ene.ararse con una tarea infinitamente más significativa y emuladora: la tarea de crear, en los Estados Unidos, tanto e l c lima intelectual y moral como las condiciones sociales y económicas que permitieran al pals parlicipar en la modernización y el desarrollo [universal) de manera congrua a su riquO'Za material y capacidad técnica. D ádivas masivas de capital a Cuba y a China pueden no contribuir a a liviar e l autori1arismo y el terror que suelen ncompaóar a las primeras fases de la acumulación de capital, pero tienen mucha más proba bilidad ele 1ener ese efcclo q ue las proclamaciones sobre los valores democrá ticos. Es posible que, a.u n sin .. asedio capitalista" en sus varias manifestaciones, los elementos verdadera mente democráticos de los movimientos rc volu· cionarios-en algunos casos, los soviets y los colectivas, p. ej.-pudieran ser n1inados por una "élite" de bur6cra tos y técnicos; pero es casi seguro que el asedio capi talista, con el que tienen que enfrentarse ahora todos los n1ovimientos revoluciona rios, go rnnl izorá ese resultado. La lecci6n, parn aquellos ve rdaderamente preocupados por reforzar los elementos d emocráticos, espont6neos y populares de las sociedades en desarrollo es de una cla ridad n1cridiana.

La Coruña, 26 de junio de t 968.

CARLOS-PP.RP.GRÍN OTERO. Uni\'f!':t.ddad de Callfomla.. Los AngeJes.

s: Se puede ver )3 cana de S1cincr y la. res.puesta de Cbomsky en NYR., Marcb 23, 1967, pág. 28 (y en trad. france1& en ú• ttmp• modunes, mai 1967. páp. 2017-020). Cf. Rouat (ed.), p(¡. 3-00 (rchtlsa a pagar impueslos) y pág. 301 (curso sobre .. Los in1clec;1ualcs y el cambio $0CÍa1 ... al alimón con el profesor Louis KampO. Véase 1nmbifo la pondel«la) de 1érminos in¡lnes .....•••...............•...

221 230

APÉ.."'(OICI: 8JDLtOOR.ÁFICO. ABll[\'14 Tl.:llAS ................. ••·•·•••·•. ...•. ..•. ... . •.•....

233

BIBL!OORAfÍ.\ , ••••••· .. , •••••• ,,, ••••••• ,, ..•••••••.••• , .. •••..... .. .................. .. .••..

245

R EGISTRO Al FIA8ÉTICO .......................................... , ................. . . . ........

2SS



ASPECTOS DE LA TEOR.IA DE LA SINTAXIS



PREFACIO



La idea de que una lengua se basa en un sistema de reglas que determinan la interpretación de sus infinitas oraciones no tiene nada de original. Hace más de un siglo que fue expresada con relativa claridad par \Vilhclm von Humboldt en su famosa, pero raramente estudiada introducción a la lingüística general (HUMBOLDT, 1836; para las referencias completas, véase la Bibliografía). Su coocepeióo de que una lengua "usa infinitamente medios finitos" y de que su gramática debe describir los procesos que hacen esto posible es, además, resultado de un interés persistente, dentro de la filosofia racionallstica del lenguaje y de la mente, por este aspecto "creativo" del uso lingüístico (para más detalles, véase 010MSKY, 1962 y 1966). Es más: parece que basta la gramática de Panini puede ser interpretada como un fragmento de una "gramática generativa" de esta especie, esencialrnente en el sentido actual del término. Esto no obstan~, en lo que hace a la lingüística moderna, ba sido sobre todo en los últimos años cuando ha habido intentos bastante sustanciales de construir gramáticas generntivas explícitas para lenguas particulares y de explorar sus consecuencias. No debe, pues, sorprender la extensa discusión y debate respecto a la formulación apropiada de Ja teoría de la gramática gene~tllivu y de Ja descripción correcta de las lenguas que han sido· más intensamente estudiadas. El carácter provisional de cualquier conclusión que ahora quepa adelantar sobre teoría lingilística, y aun sobre gramática inglesa, no puede menos de ser obvio para cualquiera que trabníc en este campo. (Daste considerar la vasta gama de fenómenos lingUlsticos que han resistido toda formulación esclarecedora.) Con todo, parece que ciertas conclusiones bastante sustanciales están emergiendo y recibiendo cada vez más ~orroboración. Concretamente, el papel central de las trasformaciones gramaticales en toda gramática generativa empíricamente adecuada me parece establecido con toda solidez, aunque restan muchas interrogantes sobre la forma aprnpiada de la teoría de la gramálica trasformaciooal. Esta monografía es un estudio exploratorio de los varios problemas ' que han surgido en el curso de las investigaciones sobre gramática trasfonnacional, que se presupone siempre en lo que sigue como encuadre ~neraJ para la discusión. De lo que aqur se trata es precisamente de como debe ser formulada esta teoría. Este estudio plantea, pues, cues3

4

tiones que están en los cooíines de Ja investigación sobre gramauca t.rasformacional. Para algunas propondré respuestas concretas; pero más a menudo la discusión no hará más que suscitar puntos controvertibles y considerar posibles enfoques sin llegar a ninguna conclusión definida. En el capítulo 3 esbozaré brevemente el rumbo que, a la luz de la discusión, me parece más prometedor para la teoría de la gramática generativa. Pero quisiera reiterar que esta propuesta no puede ser más que sumamente provisional. • La monografía está organizada del siguiente modo: El capitulo 1 bosqueja los supuestos fundamentales. Tiene poco de novedoso; trata, más bien, de resumir y aclarar ciertos puntos que son esenciales y que en algunos casos han sido tergiversados una vez y otra. Los capllulos 2 y 3 tratan de varios defectos de las versiones anteriores de Ja teoría de la gramática trasformacional. La posición reexaminada es la de CHOMSXY, 1956; LEES, 1960a, y muchas otras publicaciones. Estos autores suponen que el componente sintáctico de una gramática t.rasformacional consta de una gramática ahormacional como base y un sistema de trasformaciones que proyectan ('map') estructuras-gcneradas-por-labase en oraciones concretas. Se da un resumen de esta posición al principio del capítulo 3. El capítulo 2 trata de la base del componente siotáctico y de las diíicultades que surgen al suponer que es una gramática ahormacional en sentido estricto. El capitulo 3 sugiere una revisión del componente trasformncional y su relación con las estructuras generadas por Ja base. La noción misma de "trasformación gramatical" es adoptada sin cambio (aunque con algunas- simplificaciones). En el capítulo 4 se suscita varios problemas residuales, y se los discute brevemente y sin llegar a conclusión alguna. Quisiera reconocer con gratitud los valiosísimos comentarios de muchos amigos y colegas que se han lomudo la molestia de leer versiones anteriores de esta obra. U nn deuda especial he contraído con Morris H alle y Paul Postal, que han sugerido muchas mejoras valiosas, y con Jcrrold Katz, James McCawley, Ocorge Miller y O. H. Mathews; y con muchos estudiantes cuyas reacciones e ideas, al exponerles el contenido de estas páginas, me indujeron a modificaciones sustanciales. En el Center for Cognitive Studies de Ja Universidad de Harvard terminé de escribir este libro, subvencionado en parte por el Grant No. MH 05120-04 y -05 de los National Jnstitutes of Health to Harvard · University, y en parte por una beca del American Council of uarned Societies. NOAM CHOMSICY. CAMB!lll>OI!.. ~f4SS.\CllUSfTT$, octubr~ d~

1964.

1 PRELIMINARES !liETODOLOGlCOS l. LAS GllAMÁTICAS GENERATIVAS COMO TEORfAS DE COMPETENCIA LINGÜÍSTICA

Este estudio tocará varios temas de teoría sintáctica y sintaxis inglesa, algunos con cierto detalle, otros muy por encima y ninguno de manera exbaustiva. Tralará concretamente del componente sintáctico de una gramática generativa, es decir, de las reglas que especifican las cadenas bien-formadas de mínimas unidades de función sintáctica (formames) y asignan información estructural de varios tipos tanto a estas cadenas como a las cadenas en ciertos respectos no-bien-formadas. El encuadre general en el que se desarrollará esta investigación ha sido expuesto muchas veces, y se presupone cierta familiaridad con los estudios descriptivos y teóricos agrupados en la bibliografía. E n es1e caphulo pasaré breve revista a los supucs1os fundamentales más importantes, sin intentar aquí justificarlos, sino sólo esbozarlos claran1ente. Lo que concierne primariamente a la teoría Jingü.lstica es un hablante-oyente ideal, en una comunidad lingüística del todo homogénea, que sabe su lengua perfectamente y al que no afectan condiciones sin valor gramatical, como son limitaciones de memoria, distracciones, can1bios del centro de atención e interés, y errores (característicos o fortuitos) al aplicar su conocimienlo de la lengua al uso real. Esta me parece que ha sido Ja posición de los fundadores de la lingüística general moderna •, y no se ha dado ninguna razón convincente para modificarla. Para estudiar el uso lingüístico real debemos considerar la ínter• Se refiere a los lingilistas "cartc~ianos.. o ..c.l:S.sicos" y, sobre todo, a Hum· bo1dt. Para lo que sigue. téngase en eueota que par ..lingüística moderna.. entiende Chomsk'y IB que se inic:i1 con et Co1'n (1916) de Sauss.ure; ...liogüística tradicionat•• viene a ser la anterior a tos primeros comparativistas (es dccit, la anterior a 1816), La lingilf,1ica cmpiriclstica. de3iCliptivística, taxonómica o ..C$lfUC.. turaJista" (irónieamenrc, de ahl mis comilla!) es, en ¡e.neraJ~ la lingüística moderna ~nrllomstiana (aunque las dos primeras c.xpresiones pueden ser usadas en u.n "&nificado mis 1mptio y aplicad.., p. ej .. a Vau¡ert).-C.

O.

s

,

6

CAP. 1; PR.1:1 lt>llNAKllS 8'tli1'0D0.LOOICOS

acción de muy varios factores, de los cuales la competencia subyacente del hablante-oyente es solamente uno. En este sentido, el estudio del lenguaje no difiere de la investigación empírica de otros fenómenos complejos. Hacemos, pues, una distinción fundamental entre COMPETENCIA (el conocimiento que el hablante-oyente tiene de su lengua) y ACTUACIÓN (el uso real de Ja lengua en situaciones concretas). Sólo en la idealiza. ción establecida en el párrafo anterior es la actuación reflejo directo de Ja competencia. En Ja realidad de los hechos, es obvio que no puede reflejar directamente la competencia. Cualquier testimonio del habla natural mostrará numerosos arranques en falso, desviaciones de las reglas, cambios de plan a mitad del camino y demás. Para el lingüista, como para el niño que está aprendiendo la lengua, el problema es determinar con Jos datos del uso el sistema de reglas subyacente que el hablante· oyente domina y del que se vale en la actuación concreta. De ahí que, en sentido técnico, la teoría lingüística sea mentalfstica, ya que trata de descubrir una realidad mental subyacente en la conducta concreta ' •. El uso observado de la lengua o las hipotetizadas disposiciones para responder, los hábitos y dcmá.\ pueden brindar datos respecto a Ja naturaleza de esta realidad mental, pero desde luego no pueden consúruir el verdadero objeto de la lingUfstica si ésta ha de ser una disciplina seria. La distinción que aquí señalo está relacionada con la distinción LANGUE/ PAROLE de Saussure, pero es preciso rccbaiar su concepto de LANGUE como mero inventario sistemático de unidades y más bien volver a Ja concepción de Humboldt de la competencia s ubyacente como un sistema de procesos generativos. Para más detalles, véase CHOMSKY, 1962. Una gramática de una lengua pretende ser una descripción de la competencia intrínseca del hablante-oyente ideal. Si Ja gtamática es, ade· más, perfectamente explícita-en otras palabrns, si no depende de la inteligencia y comprensión del lector; antes al contrario, proporciona un análisis explícito de lo que el lector pondría de su parte-, podemos llamarla (con cierta redundancia) GRAMÁTICA GENERA'flVA. Una gramática completamente adecuada debe asignar a cada una de las infinitas oraciones una descripción estructural que indique cómo entiende esa oración el hablante-oyente ideal. Este es el problema tra· dicional de la lingüística descriptiva, y las gramáticas tradicionales dao una grao cantidad de información sobre las descripciones estructurales de las oraciones. Sin embargo, pese a lo valiosas que son, las gramáticas tradicionales tienen el fallo de dejar inexpresadas muchas de l_as regu-

l. ORAMATICAS OCNl!.111.A'flVAS Y C(.l,\IPl!1'E.."lCIA LlNOÜJSTICA

laridades básicas de la lengua a que se refieren. Este hecho es especial· mente claro al nivel de la sintaxis, en Ja que ninguna gramática tradi· cional ni "estructural" pasa de la clasificación de ejemplos concretos a la fase de formulación de reglas generativas en gran escala. El análisis de las mejores gramliticas que existen revelará en seguida que éste es un defecto de principio, y no simplemente oosa de detaUe empírico o precisión lógica. No obstante, parece obvio que el intento de explorar este territorio (en gran medida inexplorado) puede empezar, con el ma· vor pro1•echo, por estudiar el tipo de información estructural recogido ~n las gramlitic.as tradicionales y el tipo de procesos lingüísticos expuestos, si bien informalmente, en estas gramáticas •. Las limitaciones de las gramáticas tradicionales y de las "estructurales" deben ser tenidas en cuenta. Aunque pueden contener listas eit· plícitas y completas de las excepciones e irregularidades, respecto a los procesos sintácticos regulares y producti~os sólo dan ~j~pl?~ ! sugerencias. Este hecho no escapó a la atención de la teona lingu1Stica tra· dicional. Así, p. ej., en 1788 J ames Beattie • hace notar que por eso las lenguas se parecen n los hombres en este respecto: que aunqt1e cndn una tiene cicrrns peculiaridades que Ja diferencian de cada una 0LOGICOS

l . ORAMA11CAS OllNCR.ATIVAS l'

sur Jes Je1trcs qui sonL fes signes de ces sous; sur Ja o.ature des mots,

9

ráneo y secuentc, se refleja en el orden de las palabras, Diderot concluye que el francés es único entre las lenguas en el grado en que el orden de Jas palabras corresponde al orden naru ral de los pensamientos e ideas (DroEROT, l 751). Asi que "quel que soir J'ordre des termes daos une langue ancienne ou moderne, !'esprit de l'écrivain a suivi rordre didactique de la syntaxe fran~aise" (pág. 390); "nous disons les choses en fran~is, comme !'esprit est forcé de les considérer en quelque langue qu'on écrive" (pág. 371). Con admirable coherencia llega a la conclusión de que "notre laoguc pédestrt a sur les autrcs J'avantagc de l'utile sur l'agréable" (pág. 372); aonar sólo otro ejemplo, diré que en un interesante ensayo dedicado en gran parte a la cuestión de cómo el orden de ideas, simul-

COMPUTENCIA LINGÜJSTICA

le bons sens choisirait la lan¡uc

frnn~aise;

mais . .. l'imagination et les

passions donncront la p~léroncc au• langues aocieones et a celles de nos voisins ... il faut parlcr han~ais daos la socié1é et daos les écoles de pbilosopbic; et grcc, latín, anglais, daos l. Concretamente, hay algunas observaciones sugerentes respecto a las /imitaciones impuestas sobre Ja acruación por la organización y los Hmites de la memoria, y respecto al partido que se puede sacar de los medios gramaticales para formar oraciones aberrantes de varios tipos. (Volveremos sobre este punto en los caps. 2 y 4.) Para acabar de esclarecer la distinción entre competencia y actuación, puede ser útil resumir brevemente algunas de las sugerencias y resultados aparecidos estos últimos años en el estudio de

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• 12

CAP. l: ••R1 1 l~tlNARt

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J.11 1'01.>0LOOICOS

modelos de Ja acluación con limitaciones de memoria, tiempo y acceso. Para los p ropósitos de esta discusión, usemos el término "aceptable" para referirnos a locuciones ('ulleraoces') que son períectamentc oatu· rales e inmediatamente comprensibles sin tener que sacar el lápiz, y que no tienen nada de extravagantes ni de estrafalarias. Es obvio que la aceptabilidad será cosa de grado, en dimensiones varias. Se podría proponer además varias pruebas ('tests') operacionales para especificar más precisamente esta noción (p. ej., rapidez, corrección de recuerdo y reconocimiento, nonnalidad de entonación) '. Para nuestro propósito del momento, no hace falta delimitarla con tanto cuidado. Así, p. ej., las oraciones de (1) resultan más aceptables, en el sentido propuesto, que las de (2): (1) (1) / called 11p the man who wrote tire book tha1 you told me abou1 'telefoneé al hombre que escribió el libro de que me hablaste'. (11) quite a few of the swdtnts who you met who come from New York are fríends o/ mine 'no pocos de los estudiantes que conociste que V"iencn de Nueva York son amigos míos'. (Hl) Jo/in, Bill, Tom, and severa/ o/ tlreir friends visited 11s las/ niglrt 'Juan, Guillermo, Tomás y varios de sus amigos nos

visitaron anoche'. (2) (1) 1 called tlie man who wrorc tire book that you tdld me

about up. (11) the man who the boy wlro tite stude11ts recog11ized pointed out is a /riend of mine 'el hombre a quien el chico a quien los estudiantes reconocieron señaló es amigo mío' •. , . Las oraciones más aceptables son las que son más probables, más fac1les de entender, menos chapuceras y, en cierto sentido, más naturales G. Se tiende a evitar las oraciones inaceptables y, siempre que sea posible, a reemplazarlas, en la realidad del discurso, por variantes más aceptables. No se debe confundir Ja noción "aceptable" con "gramatical" . El concepto de ACBPTAnILTDAD per1enece al estudio de la ACTUACIÓN, mientras que CRAMATICALIOAO pertenece al estudio de Ja COt.O'ETENCIA. Las oraciones de (2) caen muy abajo en Ja escala de aceptabilidad, pero muy " No ex.is1e en C$~ik>I paralelo s:int'-ctico de (21), pero puede dar jdca del fe~me~o. esta ada,p1aclón: Uaml al atton/tt'Q que escribió ti libro que 1ú me tra,ute idtot~. O, SI 5C prc_fi~rc: ¿Ero ti 1uri11a q11e conociste tn ti 1rtn t:rprno d! Parls oJ 'olvtr dt tu v1a11 por ti Exrrtmo Orifnte la primavera pa.soda tonto? E1emplo mocho m.h extremo de (211) seria: El que ti que ti que Lola ruultt lt'la

me altlt me oltlt mt al'lo.-C. O.

------- 2.

ll AC'IA UNA TtORIA

on

LA ACTUACJON

13

arriba en la esenia de gramaricalidad, en el scnLido técnico de este término. Es decir, las reglas generativas de la lengua les asignan una interpretación del mismo modo que asignan una inlerpretación a las oraciones más claramente aceptables de (2). Como la aceptabilidad, Ja gramaricalidad es, sin duda, cosa de gmdo (cf. CHOMSKY, 1955, 1956, 196la), pero las escalas de gramaticalidad y de aceptabilidad no coinciden. La gramaticalidad es sólo uno de los factores que contribuyen a determinar la aceptabilidad. Por ello mismo, aunque es posible proponer varias pruebas operacionales para la aceptabilidad, no parece posible in"entar un criterio operacional necesario y suficiente para la noción de gramaticalidad, mucho más abstrac1a y muchísimo más importante. Las oraciones grama1icales inaceptables no se las puede usar a menudo por razones, no de gramática, sino de limitaciones de memoria, factores de en1onación y estilo, elementos "icónicos" • del discurso (p. ej., la tendencia a colocar el sujeto y objeto lógicos en seguida y no al fmal (cf. o. 32 del cap. 2, y o. 9 del cap. 3), etc. Nótese que seria imposible caracterizar en términos gramaticales las oraciones inaceptables. Así, p. ej., no podemos fom1ular reglas particulares de la gramática de modo que queden excluidas. Ni, por supuesto, podemos excluirlas limitando el número de reaplicaciones de las reglas gramaticales en la generación de una oración, ya que la inaceptabilidad puede resultar de la aplicación de reglas distintas, cada una de las cuales sea aplicada solamente una vez. De hecho, es evidenLe que sólo podemos caracterizar las oraciones in aceptables en términos de •lguna propiedad "global" de las derivaciones y de las estructuras que definen, propiedad atribuible, no a una regla particular, sino má.s bien al modo en que las reglas se interrelacionan en la derivación. Esta observación sugiere que el estudio de Ja ACTUACIÓN podrfa empezar muy provechosamente con una investigación de la aceptabjtidad de las estructuras formales más simples de las oraciones gramaticales. La propiedad fonnal de las locuciones que resulta más obvia es su EN· CORCHETAMU!.NTO en constituyentes de varios tipos, es decir, Ja "estructura arbórea" asociada con ellas • •. Entre esas estructuras podemos • Cf. el trabajo de PRIRCD (vol. 2 [1932]), '"Tbe icon, indcx and symbol", y }.{ORRIS, 1946. Los ''sia.nos ioónicosº' (del griego eikon, 'imagen·) semejan lo que representan (frente a los º'i¡nos coovcocionaJcs·· o arbitrarios, como el alfa· beto Morse. p. ej.). Son si¡nos (slmbolos) icónlcos, por tanto, las fotos, los mapas, las palabras onomatopéyicas (miau~ torartor, ...), ele- Es1 pues., de cierto modo, ..icónico.. que el orden pa1cntc de la fonna corresponda al orden de importancia del contenido, et•1!rrnn clemeti.tos no obligatorios)..-C. O . •





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42

CAP.

1:

1111.l f l(\llN/ll\ I _..~ >otl.1'0001.00ICOS

Tanto en el caso de la lisia (16) como en el de la lista (l 7), los símbolos son veinte. La lisia (J 6) es reducible a la regla (15) por medio de la convención notacional; la lista (17) no puede ser abreviada por medio de esta convención. De aqu( que la adopción de las convenciones notacionales conocidas respecto al uso de los paréntesis equivale a sentar que hay una generalización lingülsticamente significativa que subyace el conjunto de formas de la lista ( 16), pero no el conjunto de formas de la lista (17). Equivale a la hipótesis cmp!rica de que las regularidades del tipo ejemplificado en ( 16) son de las que se encuentran en las lenguas naturales, y son del tipo que esperarían encontrar los niños que están aprendiendo una lengua; mientras que las regularidades cíclicas del tipo ejemplificado en (17), aunque en abslracto perfectamente genuinas, no son características del lenguaje natural, no son del tipo que buscarían intuitivamente los niños en los materiales lingüísticos, y son mucho más difíciles de cons1ruir sobre la base de dalos aislados, o de usar, para el que aprende la lengua. La idea defendida es, pues, que dados ejemplos dispersos de los de (16), el que aprende la lengua construirá la regla (15) que genera el conjun10 complc10 con sus interpretaciones stmánticas, mientras que dados ejemplos dispersos subsumibles en una regla cíclica, no incorporar{\ esta "generalización" a su gramática-no deducirá, p. ej., de la existencia de yestertlay John llrrived 'ayer llegó Juan', y de John arrived yesterday 'Juan llegó ayer', que hay una tercera forma, arrivetl yesterday Jo/111 'nyer Juan llegó", o de la existencia de i.t Jo/on loere 'está Juan aqu(' y de here i.r Joh11 'aquí está Juan', que hay una tercera forma loh11 here is ' Juan aquí eslá', etc. •- . Sería fácil proponer una convención notacional diferente que abreviara la lista ( 17) hasta logra r una regla más corta que h• lisia (16), haciendo así una suposición empírica diferente sobre lo que constituye una generalización lingüísticamente significnliva. No hay razón a priori para preferir la convención usual, que incorpora simplemente un supuesto de hecho sobre la estructura del lenguaje natural, y In predisposición del niño a buscar ciertos tipos de regularidad en el lenguaje natural. Los ejemplos ilustrativos del párrafo anterior deben ser considerados con cautela. Es el conjunto completo de las convenciones notacionales lo que constituye un procedimiento evaluativo, del modo esbozado anteriormente. El contenido faclual de una teoría explicativa se halla en su aserción de que, sobre la base de datos dados, será seleccionada la gramática más allamente valorada de la forma permitida. De aquí que las descripciones de subsis1cmas particulares de la gramática deban ser eva• Como $C ve, en esp:aMI et posible. en nle ca'-0. el.a tcn:era forma (lo cual no quiere decir que 'ita. en acncral, así).-C. O.

7. SODRB Pl\OCCDIMltN·ros LVA1, U~11VOS

43

1 adas en términos de su efec10 en el sistema-de-reglas complelo. Hasta ºué pun1o parles concretas de lll gramática pueden ser seleccionadas q dependientemente de otras es una cuestión emp!rica de la que se sabe :uy poco en este momento. Aunque sin duda cabe !ormular alterna. as son necesarios estudios de lenguas concrelas mas profundos que toV · · d' Jos hasla ahora disponibles para decidir Jos_ problemas que ~e 1ataente surgen cuando se suscita eslas cuestiones sumamente omp_ortanA Jo que se me alcanza, el único intento de ev~uar un subsoslema de una gramática relativamente completo y complc¡o se encuentra en CHoMSKY, 1951, y aun allí lo único que se muestra es q~e el val~r del · tema es un "má•imo local" en el sentido de que el 1ntercamb10 de ~=glas adyacentes hace decrecer el valor. No se investiga el efecto de modificaciones a gran escala. Ciertos aspectos del problema general en lo que respecta n la eslructura fonológica y léxica son tratados en OIOMSKY & H ALLE, 1966. Un caso especial de este enfoque general de. la evaluación qu~ .~a sido desarrollado de un modo cspecialmenle convincente ~s. la. coodic1on de minimización de las especificaciones de los rasgos distmtJvos en el componente fonológico de la gramática. Se pu~de dar un argu~ento muy aceptable en el sentido de que esta convención define las nociones de "clase natural" y "generalización significativa", de que han dependido impllcitamente las invcstigacion.es fonológi~as. hist?ric?:"omparativas y descriptivas, nociones que detcrm1na.n la d1stu!~160 1~t~1t1va entr~ formas-sin-sentido "fonológicamente posibles 0 y fonologJcamente imposibles"•. Para discusión, véase HALLll, 1959a, J959b, 1961, 1962a, 1964, y CHoMSKY & HA~l.E, 1966. F.s imporlantc observar que Ja efeclividad de esta medida cvalualivu concreta depende por completo de un alrevido snpucslo sobre la forma de la gramática, a s~b~r=. el su: puMto de que sólo se pcrmilc la nolnci6n de los rasgos dtslonttvos. So además se permite la notación fonémica, la medida produce consecuencias absurdas. como demuestra Hullc. Resulla pues claro que la elección de .notaciones y olrns convenciones no ~ cu~s1 i6n arbltraria o ºmera111ente técnica" si se ton1a la longitud como medida evaluativa de una gramática. Es, más bien, una



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•As(, p. ej .. hoy incxis1cntc, es ··ronológicamc~te ~ible" en c~pa;-01 (e!. 111;,,a, nit>na, 1nana, n1Jta, meta, 1nata, 1n11ta J3UOil ), ~ro strink o nvifts es •'fonolóctcamentc impos.iblc"' en español (aunque lo anuncien t~?s _los diao;;;, como mnrca de un rroducto de patcnlc c~tran,cra. t~os 1~ penódtcos hi~panos). fs decir, •n1una, en cspatíol. Cj una Ja¡uoa accidental (c:f. buna, dt1na puna tuno c-11110· luna ru11a), mientras que •11111M·a, pongamos por caso. • "Jaiuna '' ' '(v. la 'ub\CC. 2.1 dc1 cap. 4 Y 1a scc. 17dla f.!"\ una 1istcmMtica· e ., l n1roducc::tón). Cf. A1-4aCtl!, 1961, r.·,,.... IS0-90. )' S\.rORT-' & Co'-'Tlt.CRAS, 196- . ~"P· pájlll, 3 .....-C. O.

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1

44

CAi'.

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J: PRllL1)11NARI ~ t.111 OOOLOGICOS

cuestión de consecuencias emplricas inmediatas y quizá dr~sticas. Cuando se incorpora a una 1eoría lingü!stica del tipo que estamos considerando medios no1acionales concretos, se hace, impHcitamentc, una cierta aserción empírica respecto al lenguaje natural, la cual implica que una persona que está aprendiendo una lengua intentará formular generalizaciones fáciles de expresar (o sea, con pocos sfmbolos) en los términos de las no!aciones disponibles en la teoría, y que preferirá gramáticas que contengan estas generalizaciones a otras gramáticas que son también compatibles con los datos dados, _pero que contienen diferentes tipos de generalización, diferentes conceptos de "clase natural", y así sucesi,·amente. Estas postulaciones pueden ser muy atrevidas, y desde luego no tienen por qué ser verdaderas a priori. Para evitar cualquier posible residuo de confusión en esta materia permítasemc repetir una •ez más que esta discusión del aprendizaje deÍ lenguaje en términos de formuloción de reglas, hipótesis, etc., no se refiere a la formulación y expresión conscientes de éstas, sino más bien ":' proceso de llegar n una representación interior de un sistema generativo, que puede ser adecuadamente descrito en estos términos. En suma, resulta claro que ninguna teorla-del-lenguaje actual puede es.perar alcanzar adecuación explicativa más allá de dominios muy res1n ng1dos. En otras palabrns, estamos muy lejos de poder presentar un sistema de universales lingüísticos formales y sustantivos que sea lo sufici_en~emenre rico .Y detallado para dar razón de Jos hechos del aprend1za¡e del lengua¡e. Para promover la teoría lingüística en la dirección de adecuación explicativa, podemos intentar refinar la medida evaluativ,a. para las gramá1icas o estrechar las restricciones formales de las gramat1cas de modo que resulte más difícil encontrar una hipótesis altamente valorada que sea compatible con los datos lingüísticos primarios. No cabe duda de que las teorías de la gramática actuales requieren modificación en ambos sentidos, siendo, en general, el último el más ~rometcdor. /\si, pues, el problema más decisivo para la teoría lingüfstJea parece ser abstraer de gramáticas dcscriptivamcnte adecuadas concrclas as:rros y generali1acioncs y, siempre que sea posible, atribuirlos a la teona general de la estructura lingüística, enriqueciendo asi esta teoría .e imp.oniendo más es1ruc1ura al esquema para la descripción gramahcal. Siempre que se haga esto, se reemplaza una aserción acerca d~ una lengua .particular por la correspondiente aserción, de la que la primera se deriva, acerca del lenguaje en general. Si esa formulación de una hipótesis más proíunda ruese incorrecta, este hecho resultaría evidente cuando se comprobara su efecto en la descripción de o!ros aspectos de la lengua o la descripción de otras lenguas. En una palabra, estoy haciendo el comentario (obvio) de que, siempre que sea posible,

45

se debe formular supuestos gencrnles sobre la naturaleza del lenguaje de los que quepa deducir los rasgos concretos de las gramáticas de las Jenguas particulares. De cs1e modo, la teoría lingüística se acercará a Ja adecuación explicativa y contribuirá al estudio de los procesos mentales y la capacidad intcleclual humana, y, más específicamente, a Ja determinación de las habilidades que hacen posible ti aprendizaje del lenguaje bajo las limitaciones de tiempo y de datos empíricamente dadas. 8.

TEOR(A

uscOls1 ICA y

APRFNOl7.AJE DEL LEKCUAJE

En la discusión precedente, ciertos problemas de teoria lingüística han sido formulados como cuestiones acerca de la construcción de un hipotético ingenio de adquisición del lenguaje. Este parece un encuadre útil y sugestivo en el que situar y considerar estos problemas. Podemos suponer que se da al teorizador un pareamieoto empírico de colecciones de datos lingüísticos primarios asociados con gramáticas cooslruidas por el INCEN•O sobre la base de esos datos. Se puede obtener mucha información tanto acerca de los daros primarios que constituyen el ADUCTO ('input') como de la gramática que es el EDUCTo ('output') de ese ingenio, y el teorizador tiene el problema de determinar las propiedades intrínsecas de un ingenio capaz de mediar esta relación aducto-educto. Puede ser de algún interés situar esta discusión en un encuadre un tanto más general y tradicional. Históricamente, podemos distinguir dos líneas generales en el enfoque del problema de h• adquisición del conocimiento, del cual el problema de adquisición del lenguaje es un caso especial y par1icularmente informativo. E l enfoque empiricfstico asume que la estructura del ingenio de adquisición está limitada a ciertos "mecanismos procesadores periréricos" elementales--p. ej., en versiones recientes, un 'espacio de cualidad" innato co11 una ''distancia" innata definida en él (OurNe, 1960, págs. 83 y sgs.) ••, un conjunto de reflejos incondicionados pri mitivos (Hu~t, l 943), o, en el caso del lenguaje, el conjunto de todos los "componentes audiLivamcnte disti nguibles" de la "impresión auditoria" compleia (DLOCH, 1950)-. Además de esto, supone que el ingenio tiene ciertos mecanismos-procesadores-de-IE, 1748, párr. IX). La forma del conocmucnto, empero, es por lo demás del todo libre. Por otra parte, la especulación racionalística ha supuesto que Ja forma general de un sistema de conocimiento está fijada de antemano como disposición de la mente, y la función de la experiencia es hacer que se realice y diferencie m:ls completamente esta estructura esquemática general. Siguiendo la iluminadora analogia de Leibniz, podemos compararla con ... un bloque de mármol que tiene velas, más bien que con un bloque de m!rmol uniforme, o de t:ibletas en blanco, es decir, de lo que los lilósoíos llamon 1ab11/a rasa. Pues si el alma semejase esas tabletas en blanco, las verdades esiarfon en nosotros como la figura de Hércules en un mármol cuando ese mármol es completamente indiferente a recibir

o esa figura u otrn cualquiera. Pero si hubiera vetas en el bloque que marcasen la figura de Hércules prefcriblemeote a otras figuras, ese bloque serla por ello más determinado, y Hércules estaría en él como de c ierto modo innato. aunque fuera necesario trabajar para descubrir esas vetas, y para ac!ararlns puliéndolns, clin1ioando lo que les impide aparecer. De donde resulta que las idcns y lns verdades nos soo innatas corno inclinaciones, disposiciones, hábitos o virtualidades naturales, y no como acciones, attnquc esas virtualidocle.s vayan sie1nprc acorupaOadas de acciones, a n1enudo i nscnsibles, que corresponden a e llas.

No es, por supuesto, necesario suponer que los puntos de vista empiricfstico y racionalístico pueden ser siempre bien diferenciados y que las dos corrientes no se pueden entrecruzar. No obstante, es histórican1entc exacto y heurísticamente valioso diferenciar estos dos enfoques d istintos del problema de adquisición del conocimiento. Puntos de vista empiricísticos y racionallsticos concretos pueden ser precisados y luego presentados como hipótesis expJicitas acerca de la adquisición del conocimiento, concretamente acerca de Ja estructura innata de un ingenio de adquisición del lenguaje. De hecho, no seria inexacto describir el enfoque (taxonómico y procesador de datos) de la lingüística moderna como un "juego"'. en el ~ntido de \Vitl¡cnstcin (cabe hablar de las ~glas del ajedrez o del fútbol, pero no ele tot fundamentot biológicos del ajedrez). aunque sí es *cond-U4:ta rciUlada.. (jrule·eo\cmcd bcha\·ior·,. y no ""condicionamiento.y (con· duct• condicionada). Para un plan1camicnto diáfano. vos es pañoles (c. g., Ptpe u1á saltan'!o 1mpl1~ ttpeltaik>I los verbos ll'tr, cqm~r. ele., permiten Deleci6n del Qb. jeto: &16 cotnitndo airo o, ¡implemente, r.stá cQ111i~ndo; utá pescando (P«ts), ctdlcra.-C. O.

el artículo léxico debe especificar: (a) aspectos de la estructura fonética que las reglas generales no pueden predecir (p. ej., en el caso de bee 'abeja', la matriz fonológica del artículo léxico especificará que el primer segmento es una oclusiva labial sonora y el segundo una vocal aguda, pero no especificará el grado de aspiración de la oclusiva o el hecho de que la vocal es sonora, tensa e irredondeada) "; (b) propiedades aplicables al funcionamiento de las reglas trasformacionales (como el ejemplo del párrafo anterior, y muchos otros); (e) propiedades del formante aplicables en la interpretación semántica (es decir, componentes de la definición del diccionario); (d) rasgos léxicos que indiquen las posiciones en las que se puede insertar (por medio de una regla léxica) un formante léxico en una cadena preterminal. En suma, contiene información requerida por los componentes fonológico y semántico de Ja gramática y por la parte trasforniacional del componente sintáctico de la gramática, as! como información que determina la colocación adecuada de los articulos léxicos en las oraciones y, en consecuencia, por implicación, el grado y manera de aberración de las cadenas que no son generadas directamente (véase la sec. 2.3. 1 y el cap. 4, sec. 1.1). Nótese, de paso, que los rasgos léxicos puramente semánticos constituyen un conjunto bien definido en una gramática dada. Un rasgo pertenece a este conjunto sólo en el caso de que no apa rezca en ninguna regla del componente fonológico o del sintáctico. Esto puede ser importante para la teoría de la interpretación semántica (véase KATZ, 1964b). Es importante observar que el s istema de la base no es ya, hablando estrictamente, una grnmática ahormacional. Como quedó descrita informalmente en la sección 2.3. l y más cu idadosamente en las referencias ali( citadas, una gramática ahormacional consta de un conjunto inordenado de reglas rcscrituralcs, y asigna una descripción estructural que puede ser representada como un diagrama arbóreo con nódulos rotulados por los símbolos del vocabulario. Esta teoría formaliza una concepción de la estructura lingüística que es sustantiva e interesante, y que ha sido muy inftuycnte durante medio siglo por lo menos, a saber: la concepción taxonómica según la cual la estructura sintáctica es determinada exclusivamente por operaciones de segmentación y clasificación (véase In see. 2.3.1; CllOMSKY, 1962, y POSTAL, l 964a). Desde luego, nos hemos apartado ya de esta teoría al suponer que las reglas rescriturales se aplican en una secuencia-prescrita para generar un conjunto restricto de cadenas (de la base) y no para' generar libremente d conjunto de las oraciones reales completo. Esta modificación restringía el papel de la gramática ahormacional. Pero el introducir símbolos complejos constituye 01ra dcs,iación radical rc. ... A ... que introduce A. Así (47), reformulada dentro del encuadre de la teoría de las trasformaciones gramaticales, sería lo que hemos llamado una "trasformación local" (cf. la n. 18). La condición en cursiva garantiza que la trasformación sea, además, "estrictamente local" en el sentido de la nota 18. Si se adopta como condición general sobre la forma de la gramática esta condición de subcategorización estrictamente local, entonces es posible dar las reglas de subcategorización estricta e11 la forma (48)

A

-+

se,

siendo proporcionado el resto automáticamente por una convención. En otras palabras: la única caracLcrlstica de estas reglas que debe ser indicada expllcitamcnt.e en la gramática es su posición en la secuencia de las reglas. Esta posición fija el conjunto de contexturas que determinan la subcategorización. Supóngase que la regla que introduce los Nombres en la gramática es, esencialmente, la siguiente:

(49)

FN

->

(Det) N (S').

En este caso, tendríamos que contar con la subcategorización estricta de los Nombres en las categorías [DeL-S'J, [Dei__], (_S'J y [_] (continuando con las convenciones notaciooales para los rasgos introducidas antes). La categoría [Del-.S'J es la categoóa de Jos Nombres con Complementos oracionales (tales como 1/ie IDEA that he might succeed 'Ja idea de que él podria tener éxito', the FACT that he WtU guilty 'el

97

hecho de que él era culpable', the OPPORTUNIJ'Y for hiJn to leave 'Ja oportunidad de que él se marchara', the HAUIT o/ working hard •el hábito de trabajar mucho'-implicando los dos últimos ejemplos un Complemento oracional con un Sujeto obligatoriamente dclido-). La categoría [Dei__] es simplemente In categorla de los Nombres Comunes. La categoría 1-1 es la categorla de los Nombres Propios, es decir, Nombres sin Determinante (o, como en el caso de "La Haya", "El Nilo", con un Determinante fijo que ~e puede tomar como parte del Nombre mismo, más que como parte de un sistema de Determinantes libre e independien1emen1e seleccionados) "· Si esto es correcto, entonces la distinción Propio/Común es subcategorial estricta, y no va con los otros rasgos introducidos en (20). La categoria [--5') no se realiza de un modo tan obvio como las otras. Quiz4 se deberla utilizar esta categoria para dar razón de "contextos entre comillas" y, lo que es más importante, para el it impersonal de oraciones como it strikes me that he had no choice 'me da la impresión de que ¿1 no tenla opción', it surprised me rhat he le/t 'me sorprendió que se fuera', it iJ obvious rhat the attempt must foil 'es obvio que el conato tiene que fallar', que se derivan de cadenas subyacentes con FN de la forma: it ORACIÓN (siendo el Complemento oracional o separado de it por una trasformación, como en los ejemplos citados, o puesto en lugar de it por una trasformación estrictamente local de la manera descrita en la n. 18) • . Volviendo, una vez más, a la subcategorización del Verbo, observamos una consecuencia adicional de aceptar Ja condición general sugerida en conexión con (47). Es bien sabido que en construcciones Verbo-Frase Preposicional se puede distinguir varios grados de "cohesión" entre el Verbo y la Frase Preposicional que lo acompaña. Se puede ilustrar claramente este punto por medio de construcciones ambiguas como

taciooes cabe imponer en su uso, es decir, ver ha' ta qué punto la libertad de usar tales medios está en realidad motivada empfricamcnte. Por los ejemplos que acabo de dar parece que hay, en efecto, restricciones considerables. Así, la subcategorización estricta de V implica sólo contexruras dominadas por el símbolo FV, y hay también restricciones obvias (sobre las que volveremos en la sec. 4.2) implicadas en el uso de las reglas sclcccionalcs. Dejando éstas a un lado por el momento, continuemos con la investigación de las reglas de subcategorización estricta. El símbolo V es introducido por reglas de la forma: FV -+ V .. ., y son las contexturas dominadas por FV las que determinan Ja subcategorización estricta de los verbos. Esto sugiere que impongamos la condición general siguiente sobre las reglas de subcategorización estricta: cada una de esas reglas debe ser de la forma

f 1

CAT~OOR l >\.S V

1

(50)

he decided on /he boat,

., El liecJ10 de qut 11 era culpable en el sentido de que él era culpabl~ es un hecho (no en el de era cutpablt de un ht!cllo) En Español, es pesible distinauir lA /laya, lA CoruRa, El Ferro/, etc. (el Madrid de Ooya, etc., es, por supuesto, otra eo••: cf. la n. 26], de el (rfo] Nilo,

t>I (niar] Mtdittrrdnto. ti {oclanoJ A1/dn1;co. cte. Sobre ft como rcaliuci6n de la C4tcaorfa 1-S'l, es decir, sobre (NSJ..,. (e(. la n. 13 del cap. 4) en ejemplos con10 I tt•ouldn'1 guo.ro.nltt it that this is true o lt is known by Tim 1hat she drink1 bttr, vlase la di,Cana exposición de RoSEN· ••t'M, 1967 (™umcn de ROSEJ FN~Frase-Predicativa. (11) Frase-Predicativa -+ Aux~Fv (Locativo) (Temporal) be Predicado. (FN) (Frasc-Prep) (Frase-Prep) (Manera) (111) FV -> V Adj ) s· (like) Nominal-Predicativo Dirección Duración (1v) Frase-Prcp-+ Lugar Frecuencia etc. (v)V->SC • Aislado, c1 111timo ejemplo seria ambi¡uo1 p0cs podría interpretarse oomo John (ran) 'ét corrió des~s de (que) Juan (corrió)'. Nótese la doble traducción de laugh ('ttlt' vs. 'reine de') y de a/tu ('después de' vs. 'dehe ran afttr

trás dc1. y las respectivas consccucnciu de la iovcni6o: "'" la o/icina_, trabajaba,· a la.r die:._, rtfa; dts/Hll.$ dt ct11or. corño. frente a en su ocupoci6n, trabajaba; del payasa, St rtla; dttrds dt luan. coma. Frases PrcpOsicionales fntimamentc lig.adas

2.

ASPfiC IOS

oe

LA 11..51·RUClllRA LAl'El' 'Juan representó el papel de Orclo en Inglaterra', John ala los Verbos son las de t.so dtsdict dt su car6c.ttr. lo susptndió de una argo/lo. (o d~ tn1plto y sutldoJ. lo tonto.ron ba}o su prottt:ei6n, st arm6 dt paciencia, occedió a ahon:ant. ele. Recuérdese que Prtdicado en ($2.) tiene uno de Jos sentidos de Atribulo (i. e., lo que ,., otribuye al Sujeto). Cf. (tl) supra y (57) infra.-C. O.



100

CAP.

2:

CA1100RIAS Y RI 1..ACl0N6S F.N LA TEORJA SINTAC'fJCA

'Juan siempre corre después de ceo ar', y otras así, oo representan papel alguno en la subcategorización del Verbo, ya que son introducidas por una regla-a saber: (5211)-Directo de la estructura latente. Nótese, sin embargo, que el Adverbial introducido por (5211) no es1á suje10 a la trasformación pasiva como ha sido definida por (56), ya que irá a co11rinuació11 d!l Adverbial by PASIVA. Esto da razón del hecho de que es posible derivar tl1is job is being worked ar quite seriously 'se está trabajando en esta larca muy seriamente' de SUJETO-INESPECIFJCADO is working al this job quite seriowly, donde at this job es un Complemento Verbal introducido por (52111), pero no the o/fice is being worked at 'la oficina .. .' de SUJETO-INP.SPECIFICADO is wnrking at the otfice, donde la frase at the o/fice es un Complcmcnlo de FV introducido por (5211) y, por tanto, va a continuación del Adverbial de Manera • . De igual modo, es posible the boat was tlecided 011 en el sentido de he chose the boat, pero no en el sentido de he decided while 011 the boat. As( que la oración pasiva correspondiente a (50) no es ambigua, aunque (50) es ambigua. Cabe explicar muchos otros hechos de la misma manera. El hecho de que, de este modo, podemos dar razón de la inambigücdad de the bottl was tlecided 011 by Jo/111 en contraste con la ambigiiedad de Joh11 tlecidcd on the boat, junto con otros muchos ejemplos similares, proporciona una justificación indirecta para la propuesta (cf. página 99) de que las reglas de subea1cgoriznción estricta sean limitadas a trasformaciones estrictamente locales. Quizá merezca la pena repasar el argumento para ver por qué esto es así. Por el principio de ''subcateoo. . .; . '' o nza~1on estne1amcnte local sabemos que ciertas categorías tienen que ser mternas al FV y otras tienen que serle externas. Uno de los elementos que tienen que ser internos al FV, de acuerdo con este principio, es la marca de pasivización, ya que representa un papel en Ja subca1~66, pág'i. 49·.S7), ptro 11 corrt~Pondcncia "cognoscitiva" o significativa no im· phca~ por ¡upues10. paralcli~mo t.in16e1tco. (Tento que a,:radect:r a R. S. FerJos.io

el hal:>erf!1-t sugerido ti primer cjtmplo de esla nota.)-C. o.

• '°SUJtlo:lnespcciricado"' Kril una manera de introducir un conjunto de rasgos como fN"6UJtlo, lo cual se comp:a¡.ina rerfectam~nte bien con el nuc"'º reanálisis de las catcgo~a, en rtrminoi de r&J&OS. Cf. \VCINRJ-l('tt, 1964. p6.g. 441. o. n. y la Jn1rodua:16n, J.8.-C. O.

3. UN PRAGMCNl'O ttUSTttAnvo oe LA DASti

103

tegorización estricta del Verbo. Más aún: la marca de pasivización está asociada con la presencia del Adverbial de M anera, que es interno al FV por el principio de subcategorización estrictamente local. Como la trasformación pasiva tiene que ser formulada con el Indice estructural (56), resulta que los FN de los Complcmcn1os de FV no están sujetos a la ·•seudo-pasivización'', mientras los FN de los Complementos de V pueden estar sujetos a esta operación. En particular, cuando on the boat es un ComplemenlO de V en John decitled on the boat (en el sentido de John chose the boat) está sujeto a la seudo-pasivización mediante Ja 1r3sformaci6n pasiva; pero cuando 011 the boat es un Complemento de FV como en Joh11 decided on the boat (en el sentido de Joh11 decided while he was on tire boot, que equivale a on the boat, John decided) no está suje10 a la seudo-pasivización, ya que no cumple la condición (56). Por 1an10, al observar que thr boot was decided on by John no es ambiguo y sólo significa que Juan escogió el bote, concluimos que la premisa de este argumento-a saber: que el supuesto de que la subeategc>riulción estricta está limitada a lrasfonnaciones estrictamente locales-tiene corroboración empírica. El reanálisis (52) requiere que las definiciones de las nociones funcionales propuestas en la sección 2.2-cf. (11}--sean ligerameote alteradas. Así que podríamos quiz.1 definir la noción "Predicado-de" como IFrase-Predicaliva, Sl en lugar de [FV, S]. Esta form ulación revisada de las reglas, dicho sen de paso, ilustra otra propiedad de las nociones funcionales tradicionales. Observamos en la sección 2.2 que estas nociones son definidas sólo respecto a lo que llamarnos "catcgodas primordiales". Más aún: parece que son definidas sólo respecto a aqucLias categorías primordialc~ A que aparecen en reglas de Ja forma X -+ .• •A ... B ... o X -+ .. .B ... A ... , donde Bes también una categorfa primordial. Esto parece del todo naruraJ, teniendo en cuenta el carácter relacional de estas nociones. 3. UN FRAGMENTO

ILUSTRATIVO DE LA BASB

R esumamos ahora esta discusión volviendo al problema original, propuesto en la sección l, de presentar inforn1aci6n estructural del tipo ilus1rado en (2) de la sección l en uo conjunto de reglas ideadas para e~presar precisamente los procesos lingüí1l-1on, donde 'I'• es dominado por X y , ... ] e Y= (o/, ...1. (El lector observará que, si se exceptúa la condición sobre IV, V, la nocióu de "aplicabilidad" y las conveQciones para los slmbolos compJejos son las mismas que antes, aunque expresadas de manera un poco diferente.) Lo que esto quiere decir es que la regla (9) asigna a A todos los rasgos contextuales C+cr-.P). donde [cp] es un rasgo léxico del slmbolo complejo más cercano que contenga [u] a la i14uierda de A, y [.¡.] es el rasgo léxico del símbolo complejo más cercano que contenga (.8] a la derecha de A . Asl, en particular, ahora tendríamos que dur las reglas (57x1v) y (57xv) en la forma (12) y (13), respectivamente: (12)

!+VJ -+ SC/(-t NI ... -

(13)

Adjetivo

->

(... C+Nll

SC/[ + NJ ... -

Estas reglas teodrlao ahora el efecto de asignar a frighten el rasgo [+[+Abstracto] _ !+Animado)), en particular, y a sad el rasgo C+[+Humano] -1 en el caso de (7) y (8). De esta manera podemos evitar la mención de símbolos intermedios no pertinentes en la formulación de contextos y, lo que es más importante, podemos evitar la deficiencia de la asignación de rasgos dual señalada en el caso de (7) y (8). Dentro del encuadre alternativo. que implica trasformaciones sustitutivas, se puede es1ablcccr una convención análoga. En este caso, es



]'I J, LA.S n.O!"IT'ERAS

148

necesario expresar sólo la condición sobre W, V, de (10). Sin embargo, esta condición no es expresable directamente en forma de un Indice estructural "buliano" para una trasformación. Se podría suponer que este hecho, aunque no de grnu importancia, sugiere que el sistema que implica reglas rescriturales es preferible o. Más importantes son ciertas cuestiones relacionadas con la forma de las reglas sele _ ij>] para el rasgo contextual (q> -11>1 (donde a = en el caso de un rasgo de subcategorización es1ricta y a = - en el caso de un rasgo sclcccional), entonces asfgnesele el rasgo especificado [-1

+

Tambié~ señalamos (en la sec. 3 del cap. 2) que se puede establecer una convención análoga a la de (2111) en el caso de rasgos que correspondan a categoñas léxicas. De acuerdo con estas convenciones. podrfamos dar el artículo léxico para frig/11c11-l:.L 1 1 XICON

(- -FN~#""'S~#), ... ; los rasgos scleccionales (+[+ NJ _ (+Animado]], l+l +NJ - [+ Hurnano]], .... Así que frigluen será espccificado-;>or (22) más lns convenciones-como Verbo, pero no como Nombre, Adjetivo o M~al; como inscrlable en el contexto sincerily _ Jo/rn, pero no en el conlcxto siticerity _ ,. o si11cerity _ justíce "· Podemos proceder a desarrollar una convención apropiada para simplificar la represcnlación léxica de elementos con rasgos inherentes en el caso en que éstos sean jerá.rquicos y no in1crclasifica1orios. Digamos que la secuencia de rasgos especificados (ln1RtJ, ..., ((nt que de• 1crmc1 méca.ph)'siqucs qui ne d&igncnt que des maniCrcs d'i!lrts consjdérés p~r des Poinl) de vuc: partJcubcrs de l'cspñc. Oans ce:t c)l;cmplc, fOl un• rnontre, fa1 bl une cxprcssion qui doit étre prisc: dans Je sens proprc: m.ais dans fol wre tdh. f.,; n'cst dit que par une imitatioo. C'cst une tJ1P1ession cmprun1«. J'ol un~ ldlt, c"est-.l~ire, ~ ptnst, it conroi.s dt ttlle 011 ttlle mon,lrt. J'oi tn~k. c'ai·l- extremo. qu~ es la cxplicKión de Skinncr respteto a oómo se aprende y se usa el lengoaJe (SK•"''LI., 1957). Parece haber .sólo do\ interpretaciones coherentes que cabe dar a esta cxplic.aci6n. Si entendemos que 105 términos ..cstímulo "refuerzo". "COD· dicion:tmicnto... cte., que ap.itteen en cll 1, 1icncn los si¡nific;ados que se les da 09 ,

en psicoJogfn e~perimcntnl, cstn c~plicación es lan burda y obviamente contraria a Jos hechos que diSCUlirla no tiene el menor sentido. Como alternativa, p()demos interpretar csros términos como cx1cnsioncs metafóricas de I~ términos (esencial· mente homónimo5) usados en J)6icología e.xpcrimcatal, en cuyo caso Jo que se propone es una cxplicoción n1en1nUstica que s61o difiere de las tradicionales en que muchas distinciones quedan for.t()S.ameote oscurecidas p0r la pbreza del apa· rato tcrmino!6g,ico di~ponible para. parafruear Ja.; nocioner. mentalísticas tradicio-. nales. Lo que ~. cn1onces, c:g:pceialmente enigmA1ico es la insistente pretensi6n de que esta paráfrasis « de al¡lln modo ..científica.. en un sentido en que el mt.n· talismo tradicional no lo cs. t1 Esía aplacióa tt quid mediada por el "'refuc.rzo'", aunque mucb05 CO..'"DCanorimica de estas invesl.i,gac:iones véa11SC CllOMSXY 1963· O•ONS~Y & ScHÜTUS· REllGElt. 1963. ' ' • d' 3• V~O)()KY. HALLE. &. LIJXOFP. 19S6: HAl.L! & CHOIJSlrcot ('01nunc'i.

!'OTAS At. C \PIT\ILO

2

203

t1 Una ...·ez más, esto no es negar que se pueda imponer a veces una interpre· 111ci6n n frnst1 tales como las de (54). Véru.c: la d1'\(;u,16n del problema de jus· tif"=aci6o ni principio de la. se en Jolín di~d ¡,. England 'Juan murió en Inglaterra· C= i11 Ens:land, John ditd) es muy difercnl.C del de John staJ·ed in Eng/a11d ºJuan permaneció en loglaterra' (John 11,·td in I;ngland 'Juan vivió en Inglaterra' es, en ef~o. un representante ambiguo de ambas construocioocs. siendo interpretable o como JoJ1n ruided in England 'Juan residió en lngla1.c rra', análogo ctfl d iferencia de csLructura entre live ¡,, En1:truttl 'vivir en logia· terra' y tllt in E11gland ·morir en Inglaterra' do rt1tón del l1echo (señalado por Rnlph Lon¡) ialcs Locati\•os (al tncnos los que son com·

e1tthusia.J1n,

ple1l1entos del PV) a veces, y quiú i,icnlpre, tienen que ser coruidetadoS tras· formas oracionales (así que, p. ej., I rcad 1he lwok (n England •te{ el libro en lng.laterra' deñva de una cscructun subyacente muy parecida a la que subyace l read 1h" book whil~ (/ was) fn E,,gfund 'lef el libro mientras (yo) estaba en Inglaterra'). Los: Ad\•erbiales constituyen un listema rico y todavía relativamente inexplorado, y, pOr canto, lo que se dt.¡a de ellO! hay que considerarlo muy provisional. !t Como alrtm11iva. podemos renunciar a csla condición y extender la pri· mua conve.Geión de modo que el sCmbolo complejo introducido en el anális.is de una cateioria IEx..ica A conlcn¡a no sólo el rasgo (+A). sino tambi~n eJ ras· go (-BJ pam cualquier entcgorfa l~~ica 8 di.,linla de A. Esta con\c.ncióo supone que una palabra especificada como pe:nenecicntc a dO$ calcgorías IE.xicas ha de tener dos anículos ~:xicos separados., y SUlCita cuestiones inesueltas acerca de la estructura del lexicón. Tendria la ventaja de superar un defecto de nuestra nota·· ción para los rasgos introducidos p0r re&Jas de subcate¡orizac.i6o dependientes del contexto. Así, p. ej .• en In enm:\tica (SS). el ra$go l-1 designa tanto Nombres Propios como Verbos Intransitivos. (Por eso el rasgo l+NJ tenía que ser meo. cionado en In. regla (S71v).) E~to podría crear dificultades si u.n cierto elemento léxico fuera a la vez Nombre y Verbo, ya que J>()drl;i xr no·Propio como N om· brc, pero Transitivo como Verbo. o Transitivo como Verbo y Propio como Nombre. Si se accp1a In propt1es1a de esta nota, el problen1a t10 puede surgir. Como alternativa. será necesario desianar es08 rasa°" mediante una notación más co mpleja que indique no sólo In contextura en cuestión, sino tan1bién el símbolo que la dom ina. Quizá no esté fuera de prop6sito permilir que un elemento léxico aparezca en va rias posjciones cnteaoriales (ya sen especiíic-Ándolo positivamen te con respecto a va rias catcaorfns lé1icns, ya sen d cjáJtdolo to talmcotc. inespecificado co n respecto a e$tns c.atcgorías)-p. ej., en el c::nso 51c1on de SaumJan Y Soboleva desarrollada mucho más c."C:plicit~pte. pero es defectuosa en !H'peaos cruci:ale1. Cf. HALL. 1964. para un ~sas de cst~ .cnf~u~. Es postble que la ..s.n-m.ática esttatifteacional,.. adopte también una J)CK1Ci6n s:1m1li!• pero las rcfcn:ncias a cs1a teoría publkadas (c. g.. GLEASOf'I, 1!>6i') son demasiado vagas para poder llegar a ninguna conclusión.

tst'

s.s Nótest, p. tj., que el Caso viene determinado ¡cncralmcn1e por la posición de) Nombre en la cs~n.1c1ura patente y no en la latente. Aunque las estru~tur,as patentes que multan de in,rcrsiones estillsticas no nfccian al C.nso. Aun. en ingles, pese a to pobre que es co fl exión, se puertancia, etc. Tan1bién pertinente en este sentido es Ja noción de Asunto-Contento n1encionada en ta n. 32 del cap. 2. Para referencias sobre obscrvacíones de Ja L6gica de Port·Royal sobre el efecto de las trasformncioncs ¡romnticolcs sobre el signi[icado, véa!'le C1-10Msx:v, 1966.

10 La otrn función del con1poncnte trasCorn1acionaJ es expresar restriccio.oes sobre la distribución de los elcnlcntos léx icos y de las estructuras oracionales. 11 H ablondo forma lmente, lo que estomas trotando de sugerir es esto: Sup6n· gase que el sfnlbolo A domina in1nediatnmcntc X BY (donde B es un símbolo) en el Abormnnte K: es decir, A .... XOY fue u11a de Jas reglas categoriales usadas al generar este Ahorman le. Entonces (A, B) constituye una rama de K . Además, s.i este caso de B domina innlcdintomentc ZCl.Y (donde e es un s{mboJo), de modo que (8, CJ es una roma, entonces (A., 8, C) es una rama. etc. Supóngase ahora que (Al• •.• , A ..) es una rnmn del Ahormante genera.litado K fo nnado p0r reglas de la bnse. y que A 1 = A ... Entonce..., resultará que para algún i, J:s;;i:s;;n, A' = ,e;, En otras palabras, el ónico modo de formar estructuras latentes nuevas es insertar ..proposiciones" clementales-t6cnicamcotc, Ahormantcs básicos-en otros AhonnantC$. Es1e no es en modo alguno un rasgo lógicamente necesario de las gramáticas ahormocionalcs. . Nótese que los esquemas que subyacen la coordinación (cf. 1a n. 1) propor· cLonan también la capacidad acnerativa infinita, pero también aquf. a lo que parece, cabe limitar la verdadera propiedad recurs.iva al esquema S , S#S# ... , #S. y, por tanto, a real:as que introducen •proposiciones". Es•a formulación deja sin explicar al¡unos fenómenos mis bien marginales (e. g., la fuente de cxprcs:iones ults como •'-'#ry, v#ry, ...• •'rry Adjetivo.. 'muy, muy, ...• muy Adjctivo' y algunas mái signiíteativu: e. g., la posibilidad de reiterar Ad\-crbialcs y tipos variOi de elementos parcntélicos. cuya naturaleza es.

ts Nótese, de paso, que esta condjcióo de identidad no tiene qµe ser expresada nunca en 11 aram4tica., ya que es una condición general sobre el funcionamiento de las s:ram,ticas. Es«> es imp0nantc, ya que (como scñal6 LE.Es, 1960a) es realmente identjdad de cadenas, sino más bien identidad total de esuuc~ turas, en todos los casos en que las coodidones de identidad aparecen e.o las uasfonnaciones.. Pero para de.finir la ide.ntidad de las estructuras en tétmioos de Analizabilidad es nCCCJario usar cu1ntiCteantes; de hedlo, &te puede ser el dn..ico caso en que los cuantiíicantes tienen que aparecer en Jos análisis estruo-



turalcs que definen las trasfonnac:ioncs. Extrayendo de las gramáticas la condición de identidad. podemos. pues, formular estrictamente como condiciones "bulianas'" [Boole) sobre la Analizabilidaothcri119, scory 'alcrrndor', en vet de sct1ri'ng, i1npressiv~ ' im · presionante' en vez de l11tprt.ul11g. etc.).

do]) no tienc11 fonn o.¡ Adjelivolcs Ccrminodns en ing

:; Estos ejen\plos no agotan. ni con mucho, la gama de p0sibiUdades que tend ría . que ser- considerndn en un estudio completo de la interpretación de )as Ol'gamcotc, en el caso concreto de btto111t> ·ucear a ur", ~te nn'lisas pairccc. estar bien motivado. ya que puede proporcionar una .,.,... para c~cluir beconie de I• pniviz.ación-). y ¡Mlcdc ser correcto C-'ltcnderlo a muchos de esos casos (o a todos). Para ocras propuC$lé5 de derivación de al¡unas de esias Cormas. véase ZIE.RDt, 1964. Vale la pena hacer notar que una cond.ic;ióo c:omo la impuesta sobre JY y Y en la discusión del esqUc:ma (9) es probablemente necesaria en la teoría de las tra.,formacioncs, o.unque esle problema no baya s.ido d.iscutido nunca explíci· tamente. tlt Debo a Thomn, Bever y a Peler Rosenbaum muchos comentarios intere· s::lntes y sugestivos relativos n c~tn cueslión.

11 ~fuchos de estos cn'IOS (o tod°' ellos) parecen in1plicar de manera crucial una noción de ..a:cn~rico" (debo esta observación a Barbara Hall). Por tan10, cabría intentAr mOslrnr que parle di:I efecto sen16.ntico de ..genérico" es resolver co nfl ictos scmfinliCOs do cicrlos tiPos. Nótese, de paso, que la estructura latente de é-a da una de l!t'i on1cionc'l de ( IS) contendr~ una cadena con sincerily como Objcto.. Oirccto del Verbo J>rincipn1 frlglite1r ()' con un Sujeto inespecificado). 1:! Bl interés en C'itnci cuestiones s.c remonta n Hun1boldt ( 1 836)~ para algunas de sus forn\u lneionc~ ntás rcprcscntntivn.s, véase CHOtttSKY, 1962. Véase ULLMAN,..'. 1959, par::i una exposición de muchas investjgnciones descriptivas relacjooadas . También pertl1te11tes son ciertos ci.:tudios psicológicos q ue han intentado situar un elemento lingüístico en un oonttxto de elen1entos de alguna manera rclaeionndos, lnles como LURIA &. V 1NOORAOOVA, 19.59, y muchas investigaciones actuales sobre ••análisis componencial".

Aunque las oraciones de (191) son cuasi.parif ras.is, no es de ningún ntodo CJer-to que nledie entre ellas una ••relación de c:o-aparición" del tipo 1ratado p0r Ti.u11.1s. 1957~ H 17... 1961, y otros. As.í, p. ej .. pompo11s puede muy naturalmente • pero no en ser n:cmplal:ado pOr a frl~nd 'amigo' en / rtgard /ohu as l ohn strlk~s nJe tu (debo esla obscrv3ci6n a J. J(atz). Es. pues. C\•idente .

1:1

que la ~strccha relación de significado que hay entre r~gard y strike (que implica. eo panicular, J3 in\ltf5ión de Ja, rcl:.cioncs Sujeto-Verl»-Objeto) no determina una correspondicnle similaridad de tt:\:triccioncs distñbuc-ionales. Ea otras palabras, las reglas que implican flliC01 contextuales pueden ser parcialmente independientes de las propiedades scm4nttc:a~. Fjcmplos como és-t0$ deben ser tenidos en cuenta en cualquier intento de dar ba~ s.u\:fantiva a la tan cacareada (pero. por el mo.. rn~nto, totalmente vacua) prctcn ..i6n de que las consideraciones semánticas determinan de alguna manera 11 c-.tn1ctura .sint4ictica o las propiedades d.istribucio· nale.s.

212

N01'A.S " '

213

CAPr1 u10 4

lle venido d:1ndo por supuesto al discutir (191) que el Sujeto-de srriús en Ja estructura lotenle es lohn, pero hny que hacer ootar que 'esto no es en absoluto obvio. Una nllemativa serfa supaoer que la cstructur::i s ubyacente es strikes

;,-.s -

donde ;rs es un FN y S do1nina la estructura que subyace John is pon1pou1. Una tra:,.formacjón obligatoria darla la estructura que subyace it strikes me that John is p0mpous, y 01ra 1rasform~ti6n faculU.tiva ulterior da.ria lo/in strikes nie as pompous. El elemento léAiCO strike de (J 91) tendría cntooccs rasgos de sub·

111e,

categoriución es1ricta muy diferentes de Jos del elemento (fonéticamente idéntico)

de it strutk ,,,e b/ind 'me dcj6 cicao'. mJcolras que uno y otro diferirían del strike de he strucJ: me ·me golpeó'. he struck an Q111lcuulish pose ·adoptó una pOSc es1rara1uia', e1c., en subca•carización cstrkla (d. n. IS del cap. 2). Si se poede jos:tificar este •nili.sis por razones sioltícticas, entonces Jas estructuras la· tcntC':S serán un poco mú apropiadu de lo que se 5upone en el texto para la interptttación st-m6n1ica. Como han observado varias personas, hay otras dife. reacias sintácticas entre los ejemplos pareados de (191). A.si. p. ej.. oraciones lates como Joltn strik~s n1e 4f po1t1pous, his re11w1ks impras me os unintelligibl~ "me da ta impresión de que sus observaciones {de élJ son in.inteligibles' no son pa"\iviiables, aunque las oraciones / reiard lohn os pompcH•s, it s1ruck 1n~ blind y demAs,. lo son sin difieutuad. , En relación con (19111), Honis (1952. ~p. 24-2S) ha sugerido que puede ser posible expresar In relación de s.iani.ficado sobre una base distribucional. pero sos sugerencias respecto a cómo hacerlo no han sido desarrolladas lo suficiente pan poder evaluar su contenido. Nótese que lm problemas aquf mencionados no admiten ninguna solución meramente terminológjca. A~( que podrfamos expresar perfectamente bien los hechos relativos a (19) en t~rminos de nociones nuevas. tales como "'sujeto semántico.. , ..objeto sem,ntico". vnrios tipos de ""se memas... etc.• pero tal proliferación de terminología no contribuye en absoluto a Ja clarificación de las serias cuestiones s uscitadas por ejemplos de e.se tipa. . .'• ~omo s~ ha hecho notor en ln n. 15 del cap. 2, una matriz. de rasgos d1st1ntlvos es simplemente unn ma11ern de representar un conjunto de rasgos fonoJóglcos abstractos, as.f que un 1\rtfculo l~xico (un formante) puede ser considerado simplemente con10 un conjunto de rasgos, definiendo en ellos estructura adicional de Ja manera sugerida inrorn1nhtlente en esta di$CUSión. ~ 15 Con respecto a los ro.saos sclccciootllcs. Ja aJtcrnativa (1v) está bien motivada. Vease n. 20. Decir que un ra!igo está positivnmcntc (o ncaativamente) especificado es decir que csl:í marcado (o - . rcspce:tivan1cnte). Nótese que estas convenciones u otras análogas hace11 uno distinción que equivale a Ja distiuci6n marcado / no· rna.reado, que hn sido discutida a menudo, aunque muy inconclusivamente, en re~ lac16n con Jos rn.sgos y las catc¡orios.

+

18 Claro que cnbc encontrnr ejemplot tales corno ,\'incerity frigh1ens, pero sóJo como trasformas (m'8 bien a1nane:radas) de .1incerity fr;ghten.s ODl2TO-JNESl'ECCFJCAOO, ~ así s~cesJvamente. De hecho, las posibilidades de esto son muy limitadas 7P· .eJ., nad1e 1nterp~caria como ambi¡uo h~ ~incerity was frightening 'so Sioc:cndad fue asus:tantc. N61csc que las palabras de la categoría de fright~n aparecen, en efecto, muy naturalmente como lntransiti,•os en las estructuras patentes. como en John frigh1~ru tasi/y 'Juan ¡e asusta f'c.ilmente1 (de hecho, esto es mucho m~ ~ncral-d. tht .book rcods tasi/y 'el libro es de fácil lectura', etc.- ). Pero aqu1 esto no ~ pert1nen1e. En tales casos, el "Sujeto gramatical" es el "'Objeto lógico..~ decir. el Obicto Dircdo de la estructura latente SureT01>."ES•.tcmc•oo /right1 'problema•, tf/orl 'esfuerzo•. Si resulta que los rasaos (.: Conc:-retoJ y l+ Abstracto] (como subrasgos de (-Animado) y l- Coo1able), respectivamente) deben ser idcotifícados, cntOl'lCCS el ras¡o LAbstractoJ seña inlerclWficatorio, y oo jerárquico. con respecto a l + Contable). Sm tmbar¡o, no es f'cil resol\;er esta cuesti6.n sin mucho más esrudio empírico. tt La

conveniencia de una convención tal fue señalada par Paul Postal.

ti Nótese que. sj dccid~ranios enumerar expUc.itamente los rasgos seleccionales espctilicados positivamente y no los especificados neaativamente en el lexicón, esta con~nc;i6n tendría que ser extendida también a los nsgos selea:ionales. Así, p. CJ., no qucrrúlmos tener que enumerar tanto los rasgos correspondientes a ..toma Sujeto Humano" como a "tomo. Sujeto Animado" para run ·c:orrer'. En realidad, una convención de e5te tÍPo tratarla el rasgo seleccional c:omo una espetie de símbolo complejo.

21.como sienlpre, hay a.launM c.~ccpeioncs que requieren formulación aparte. Recuerdese que hemos dado ataunns rat0ncs para considerar e.orno Adverbial de ~1anera la frase brPAStVA-donde PASIVA es un comodín (símbolo) terminal reemplazable, de hecho, pcr el comodín uojvcrs:tl 6-. Por ta.oto, un Verbo que sólo puede aparecer en pasiva sería una excepción u esta regla (e. g., he is said to be a rarl1er dece11t /ellow 'se dice que es uo tipo bastante decente' o. quiiá, fo rmas tales como he was 1 110111 of 11/I tligrrlty ·~1 fue despajado (liL, esquilado] de toda dignidad').

22 Las rcgh1s de redundancia fonoló¡lcn c-.stún tnrnbiéo sujetas a ciertas restricciones universales, y no hay dud:t de que cslrtS restric:cjones, para todos los rasgos, van mucho más nllA de lo iluscrado aquf. A medida que se las va fonnulando, estas reglas reprcscntoró.n ta1nbl~n el pnpc1 de coovcociooes gcoerales (i. e., as· pecios de Ja definición general de "lenguaje humano") en las que será posible b~arsc para reducir la cspccificldnd de las gramáticas particulares. 2j V~asc H•11 e, 19S9a, 19S9b, 1961, 1962a, 1964. Cf. 1ambitn la discusión de los procedimientos evaluntivos y de Ja adcx:uación explicativa en las secs. 6 }' 7 del cap. 1 y en las rcfcrcnci:ts allí dadas. Nótese que la definición de "fonológicamente adn1isiblc" (i. c. 1 "la¡,una accidental" fren te a "laguna sistemática"') que da Halle sugiere lo que en el cnp, 1 llamamos universal lingUístioo ..formal" (~ no ·'sust.anlivo"), aunque sin duda es pe>1dble descubrir también aquí restricciones sustantivas. ".Como posibles ejemplos de "lagunas aecidcolalcs" podríamos señalar Jo de un Verbo X que tome como Objelos-Direclos expresiones que designan •nin1alc1 y que tcn_g11, por lo dcmú, el mismo significado del traositi,•o grow. de modo que h~ x·s dogs •f!] X perros' es paralelo en significado a he 1:1o••s corn •él cultiva ma(1: (roist parece abarcar ambos sentidos); o la. falta ~ una palabra que tenga rt'SPKCO a las plantas la relación que corps~ ·cadáver' lle.ne rtspe:cto a los animales (c:i.te ejemplo fue sugerido por T. G. Bever). n~x.ister.cia

214

Z..0'1 AS Al.. Cf\Pl'íUl,O 4

N01..a.S Al C'Al' I T'ULO 4

tr. Así que podemos con.sidernr la cutc¡orfa de caso en alemán con10 una di· mensión de cuatro v:llOres. género como de tres y número con10 de dos~ y pode1nos considerar que todos los Nombres estlin ordenados en 11na dimensión

multivalente de c11'1'5C'i declinacionnlcs. A lo que parece. no es éste el análisis

óptimo, y hay que impontr n1M estructura a lo largo de estas "dimensiones·•. También C1 psible lralt'lr de dar una coracterización de estas categorías indepco· diente de la lenQ.ua, Estas son cue,tiones importantes y han sido objeto de mucho estudio (que, sin cmbar¡o, ciccde el alcance de esta discusión). Por tanto. en estos cjempl0$ ilustrati\'OS supondré sólo una descripción incstructurada.

3! De hecl10, se podrfa entender que este formnnle consta del rasgo [

1.1

s

+ Defi-

nido], y, por can101 que CIJ un símbolo oon1plejo dcgenero terminal (el formante).

h Véase Lea, 1961. y SMmt, 1961. Cuando los Adjetivos son pareados de una. manera especial que Por el momento no $C entiende muy bien. la trasformación no es obstruida ni aun cuando $0n distintos. Así que lencm0$ formas 1a1es como 1his ls tall~r tho11 1hnt Is w/d(! 'C$1o es mis alto que aqutllo es aocbo·. Cf. HAllllJS. 1957, l)i&. 314.

ss Nótese que la distinción que resulto de esta di.sc:U$ión no coincide con Ja sugerida ert la n. 30. Es interesante resallar que la correc:ci6o de ejemplos tales como (40) ha sido puesta en duda. En uno de los primeros e.studi°' descriptivos del francés. Vaugelas (1647, págs. 461·62) 50:Stiene que tal ..ra;on de 1>3rlcr.. no puede ser coosiderada ni •·absolumcnt m:iuvaisc.. ni .. [ort bon ne.. , y sugierc que debe $Cr eviiada cuando difieren las formas m:iltulinn y femenina del Adjetivo. Así. p. ej., a l hablar con una mujer un hombre no debe decir jf! .s conjuntos; e. J.. tcoña con• jilntica 'teoría de lo-. conjuntos'. con.ftituytnte 'constituent'. CUaJqt1ier secuencia (subcadena) de elementos o morfcnla$ que func iona como unidad en una constr-ucci6n (cadena) más l ar ~ 1:n: c. g., /os-dos-pdlams en los Jos conducto condiciono1/a

(VI/aros cantan bi~11 O co11tar

o bien

en cá11tar bitn. Un cons1i1t1ycnte (frase, sintogn1a) es dominado Por on único nódulo~ si el nódulo Cl!.tá rotulado A, el constituyente es de tipo A Con.s1iruye11tes ;,,mediatos o partes in· mediatas de una construcción $OD los que formo.o directamente cu construeción: c. a., ca11tar y bie11 forman la frase verbal Cóntar bien. Se puede indica.r los constituyentes l11111cdiatos o parce~ inmediatas de unn construcció11 Por medio de un dlo111a1no. arbóreo o de un ~ncorche1omitnt. constrocci6'i 'coost ruction'. - Oltloincrustada #self-embedded -·. La incrustada dentro de otro constn1cción del mi,smo tipo (p. ej., Ja cláusula de relativo incrustada ca 01r::i cláusula de rcliitivo). - inc111.srada ·nested -·. La que queda totalmente dentro de otra. - mulrirromi/icada 'multirlc·branching -·. La que no que tiene es· truct11ra interna, como en el caso de la coordinaci6n. - ran1ij;cada a la dert'Cha 'rightbranching -·. La que 1jcue esla fonna (.•. (... (... - ra1nl/kada a "1 izqul~1Ja 'lcftbra11ching -". La que tiene esta

m.

lormn ({( .. . ).. . J••. ). 'construct'. Entidad cons· truidi'I por obstrnccjón. contenldo 'conten t~. V. gro1nd1ico ge· co11s1ructo

11era1i' a. co111n10 'contut~. El conttxto puede ser lina.Ufstico (enJorno) y no-lingüís· tico (contexto sjtuacional o sltuoción). Cf. conte:rtura. 'fran1e'. Entorno dingnósti· co ('diagno~t ic environmen1'1 1-larris, página 3J t) para un detemiinado propósiro; t. s.. Ja coorex1ura domioada p0r FV determina la subc:rit.caorización e.-i1rictn de V. Hnrris (p:í¡. 162) habla de 1ºcontextura entornnl'' ('environn1enta l fron1e'). La paltlbra Jran1e aparece ~pccialmeo t.e vinculada a Ja "'subs.1i1ution-in-frames-1echniquc" de

contei·1ura

Ch. Fries. Conte:rturru or11eiona/es 'sentcnce frames', Cf. CU11t~xto. t•n1or110. cuan1/jlca11tc

'qu.antificr'. Cuantific;i .. dores o wantificantcs son las cxpre· sioncs que cuantifican. El euantificante 'lodos' se llama unlvenal (o gene-.. raliiador); el cuan1ificante 'alguno• C= 'al n1enos u.no') se llnma e:tistencinl (o particolarizador).

densJ,Jnd 'compactness•.

V. rasgo. dettrmi11ante ·determi.ncr'. Lo que pre· cede 3 fu en algunas de las m.i.chas

/t.•. derli,.·aci611 •derivation'. Secuencia de líneas (llca1ivo 'cxplanatory JJlOdel'. V. sr(l111d11'cn /orn1alizoág. 211.) Tnmbi~n ~e U&n .f1tpletlvl1nro 'supplctivism'. pleti 1·0.t

231

pcci(icadn seleccionada arbitraria· mente. teorla de la co1nputabilidad (o de /.as

/uncionts rtcunii·as). Parte de la mataron61nito 'raxonomic'. Que se limita a clasificrtr. '1.1,s precis.nmcnte, en

lingüística es 14xonónl~ea la concepción que reduce la cs.tructura de una oración a la eJtruttllra pottntt. Se wele usar descrlptl,·o como sinónimo de

1axon6mico (en contraposición con &e* ncratÍ\'O. Cf. gramdtka). La concep-

ción descriptiva n cmpiricística (conducta1ís1ica); la cenentiva es racionaJistica. ttori.a ºthcory·. Conjunto de ascnos de

los que cabe derivar pttdjccioncs verificables ('teslablc1. Una ttorla cltn· tí/ka &e bilSn en un conjunto fini10 de observaciones de las que intenta. dnr cuenta m~trando cómo es14n interrelacionadas y C1:tnblccicndo leyes gcncra l ~5 en términos de cienos co1rstructos Jlipotélicos, prediciendo nsí un n1ímero indefinido de renón1en09 nue· vos. Teorla 111attmá1lca es In tcorfn científica en la que ln.J predicciones

:-.e siguen rigt1rmamcntc del cuerpo de In leoría. -

ción formal especial .obre los objetos clcmcntalC3 que constituyen la estnx· lura latente (a los q\¡e asigna clcmcn· tos de la estn1cturé patente); en otras palabra!, p1oytcci6n de Ahorrnantt3 en AhormantC3. -dcleti.,.·a 'dclction -'. - tli1ninativa 'crasu rc - '. - incr11s1a1iva ' embeddi.ng -'. - local 'locol -'.

1111iversczl

'unt\lersar . Algo común a todas las lenguas humanas.

liuglJística 'liltguistic thcory' (o EMOY.

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