Asia Oriental- Jean Chesneaux

December 19, 2017 | Author: Mario Alonso Flores Delgado | Category: Colonialism, China, International Politics, United Kingdom, Japan
Share Embed Donate


Short Description

Descripción: Asia oriental, vicisitudes y realidades trass el contacto y colonialismo europeo...

Description

~- ~"".. \' . ~,;é.Jf '~ ~

,.

...

·'

.;· .

t

~

..

,_. ..

.

4.'

·

-

.

...··

• ••

.



... ;.: . :

'"

-:·

. _,...~

·'.. ...·,;· ..

..

·•• ·• .1:

-.:

..



-~ ·

..........:. .. -

.. :f'

-,-. ~ "

.·.: ·,.

-'~

..

:'

,;

..... ~~;<

/• .'

~-: ';:• !

·r

' •'



Asia \oriental

., .:

·:k

...

.

. ,., ·.

.:.

: .... ..,

:~~~-

~

:Jean Chesneaux

.\ ~ ·:

:. ,

.,:,



~! :

...

'

. . . .\:.;~.. ·... ·. ·~

e,dit..orral

-:·

. ' '.:

·'J:

.,

.e~

_.,.,..... .,. -~

....

.,.

los.siglos xix-xx

,.•

-·.: -,':> =.:~;-~

labor,~. s/a

.

.

·

.Barcelona - Madrid : Buenos Aires - Ri() de Janeiro - México -

eo

NUEVA CLIO la histo ria y sus problemas

:~

.:;: -

----'- - - · ~-······-··

_c_':ji...,

'--

~

-·'

:"J

... ¡'J _:,

~



~

~· ..¡ ~j

~·¡

CaPÍTULO

II

·1 ·¡

·1

~~'

~1'

Presión de Occidente en Asia Oriental: primera fase (hasta 1390 aproximadamente) La historia de la penetración de los países industriales en Asia Oriental durante el siglo XIX revela la vanidad de la irreductible oposición entre una ta crisis económica fue acompañada de una crisis política , que aumentó la tmbulencía de las clases pqpulares u rbanas y campesinas. Desarrollóse la hostilidad ha~ia los extranj~ros, y ba.éia 1858-1860 tomó la forma de numerosos atentados individuales, que alcanzaron también a los políticos japoneses favorables a la política pro-occidental del shogun (asesinato, en 1868, de Ii Naosuke, uno de los principales consejeros de este último). Dicha política de concesiones fue vivamente criticada por .los adversarios tradicionales de los Toku· gawa, en especial, por los grandes daimyo de) Sur, cuyos feudos, más evolucionados económicamente, se asfixiaban en el vetusto marct:> del antiguo régimen japonéli: El sobresalto naciona.l cristalizó alrededor del emperador y sus consejeros de Kyoto; fue el movimiento «legalista:., a poyado por jóvenes samurai, como Saigo Takamori y Okubo Toshimichi de Satsuma, Ito Hirobumi y Yamagata Aritomo de Choshu, y Sakamoto de Tosa ~. En sllt! espíritus había una confusa 42

• 1

.¡ ;

,.¡ 1

·¡1.:

·.'~·./ 1

.,

'r !

.i

'1

·1 1

mezcla de tradicionalismo conservador y sincera aspiración refo¡:mista. Las firmas comerciales sostenían este movimiento y proporcionaban fondos a los adversa rios del shogun. El programa de estos últimos se expresaba en la consigna sono jo·i (reverenciemos al emperador y expulsemos a los bárbaros), muy popular en esta primera etapa. Pero c~ando, en 1863, al desautorizar ahi.ertamente al shogun, el emperador ordenó la expulsión de los extranjeros, una intervención militar francesa, holandesa, inglesa y americana contra Shimonoseki obligó a los legalistas a reconocer que habían de transigir con Occidente, por lo menos temporalmente. Renunciar on, pues, al segundo motivo de agitación («expulsemos a los bárbaros») · y dirigieron todos sus esfuerzos a derribar el vetusto poder del shogun. La revuelta de los samurai de Choshu (1865) contra el shogun muestra claramente la debilidad del bakufu. A la muerte del emperador Komei en 1867, los reformistas cofl&iguieron que el joven emperador Mutsu-hito asumiera el poder y eligiera el nombre de Meiji («gobierno de las luces~) para designar su reinado, Las fl:!nciones del shogun fueron abolidas en 1868, y la resistencia ar· macla de los partidarios de los T okugawa sólo duró algunos meses. Inglaterra y Estados Unidos habían apoyado discretamente el movimiento de renovación, mientras que Francia había tratado en vano de salvar el régimen del shogun por mediación del emprendedor Léon ~oches, embajador de Francia en el Japón desde 1864. Para dar satisfacción a las distintas fuerzas sociales que habían contribuido a la revolución Meiji, fortalecer al Japón frente a Occidente y ampliar las bases de la actividad económica nacional, había que acabar por completo con el aparato feudal del Estado. La «Carta» de abril de 1868, dirigida a toda la nación, prometía la abolición de las costumbr~ cabsurdas», el fin del poder absoluto, el recurso a los conocimientos del resto del mundo, En los años siguientes se suprimieron los monopolios económicos de los feudos y se reconoció la libertad de iniciativa comercial e industrial. Los derechos señoriales, pagados por los campesinos a los da.imyo en arroz, se traps· formaron en un impuesto sobre la tierra, paga do en espe:cies. La venta de tierras se hizo libre. . En el plano político se abolió la distinción entre los cuatro \testados» (daimyo, samurai, campesinos y comerciantes) ; el servicio militar obligatorio acabó con la pretensión de los SII111.UTai de formar una clase cliatiota. Los feudos de los daimyo (han) deja'ron de ser unidades autónomas y se transformaron en prefecturas ( ken), admi· nistradas por el gobierno central. El emperador abandonó la vieJa--··· Kyoto por Yed!), que se pasó a llamar Tokio, la capital moderna. Se 43

11 1 1. c

... P

4



"

'



;

iguieron que se formaran una serie de ministerios apoyados por una mayoría parlamentaria. Pero el conflicto que los opuso a la extrema derecha militarista y ultranacionalista se refería sólo al ritmo y los medios de la expansión japonesa en Asia Oriental, . no a los principios. Los grandes zaibatsu, estrechamente ligados a estos partidos {el primer. ministro y el ministro de Asuntos Extranjeros del ministerio Ken.seikai, formado en 1924, eran yernos del jefe de la casa Mitsubishi) zo, preferían una expansión progresiva que evitase choques demasiado bruscos. Los partidos burgueses tuvieron que ceder ineluctahlemente al empuje nacionalista del Estado mayor y de las sociedades secretas como Kokuryukai 21 • Al principio trataron de depurar el ejército y reducir los gasto.s militares. Pero una serie de asesinatós políticos y levantamientos militares puso fin a esta breve experiencia de go· hierno pai:lamentario. P or otra parte, la crisis econónúca de 1929

.-;. ,¡



'•. -:

,¡1.

1 •fi:

--~·;

·':,..

1:

1 ~

{

:1

.,

:l ' M.u>.4. 4. Expansión territorial del Japón en Asia Oriental (1874-1945). tNo

so

s~>

india el · detAlle de l~$ :wnu ocupadas por los (lllttisa.nos ebinos dettú de las · líneas japonesas en el Dorte de Cilio")

51 ;•

~ ~

k

1...

1 ,1

~

1

'j l 1

sobre todo en el Nordeste, ya desde antes de la formación del Estado · títere del Mandchukuo. Esta región representaba el 60 % .de las inversiones japonesas en China en 1930. Aunqúe el Japón había chocado siempre con una cierta resistencia por parte de los occiden· tales, particularmente en 1896-1898 y en 1921-1922, al socaire de la primera guerra mundial y de la hostilidad de las potencias hacia la · Rusia soviética a partir de 1917, los forz{), en conjunto, a ha· cerle un lugar en China (cf. cap. III). Sin embargo, las potencias lo obligaron en 1918, poco después de la intervención aliada contra e] poder soviético, a renunciar a sus proyectos de conquistar Siberia OrientaL El problema d~ la expansión dominó también la política interior japonesa durante este período. La izquierda y el movimiento obrero se habían reforzado (en 1900 había 400.000 obreros industriales ; en 1937, cerca de 3.000.000). Pero seguían siendo débiles y estaban divididos. El partido comunista, fundado en 1921, no . sostenía muy buenas relaciones con los tres o cuatro partidos socialdemócratas rivales que aparecieron hacia 1920. La izquierda. consiguió, en 1925, la institución del sufragio t.Jniversal; pero sus posibilidades de acción se hallaban muy limitadas por una severa o~:Ley sobre el mantenimiento del· orden», pr
View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF