Artículo National Geographic

August 10, 2017 | Author: Genaro Alberto Castillo | Category: Spanish Empire, Spanish Colonization Of The Americas, Exploration
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D

HECHO

HISTÓRICO.

En 1565, el navegante y fraile agustino Andrés de Urdaneta atravesó el Pacífico por primera vez desde las Filipinas hasta México, inaugurando una vía comercial que perduró casi tres siglos esdela Magallanes

vuelta

al

mundo

y Elcano,

de con-

cluida en 1521,numerosos navegantes españoles se adentraron en las aguasde Asia oriental paraexplorarlos archipiélagosdelas Molucas,Filipinas yJapón. Éstaera una zona atribuida a Portugal por el tratado de Tordesillas de 1494, que separabalas tierras,reservadasa la colonizacióndeportuguesesyespaño-

les mediante una línea imaginaria que de Saavedra6528),LópezdeVillalobos discurría de norte a sur, ubicada a 370 Todo~p~e~°n.delacof1.taocleguas al oeste del archipiélago de Cabo (~543)... cldental de MeXIcoslgmendouha " ruta Verde. Pero existian dudas sobre el larga,pero relativamente rápraa y sef punto exacto por el que pasaba la línea gura,através delocéanoPacífico. y los españoles,preocupados por elmoSinembargo,las incursiones hispanopolio portugués del comercio de las nasenAsia orientalseenfrentabana lll1 especias orientales, aspiraron a afian- grave inconveniente: la dificultad de zarse en la región. Enviaron, por ello, volver directamentehaciaMéxico. Las nuevas expediciones para asentarse en -corrientesmarinasy los vientos hacían 'la zóna: García de Loaysa (1525),Álvaro imposible retornar sigtúendolarnisma

HISTORIA NATIONAL

GEOGRAPHIC

19

HECHO

HISTÓRICO

ANDRÚ DE URDANETA, explorador y marino, aparece Con su hábito de fraile agustino en este retrato de VictorVillán de Aza, de 1890. Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

Urdanetavolvió a Españaen 1535,a través de la India y África. Dos años despuésmarchóaAmérica,dondedesempeñódiversoscargosenla admjnistración. Tras experimentar una crisis espiritual, en 1553 se ordenó fraile agustino, pero ello no apagósu deseo de volver al Extremo Oriente. Seganó la confianzadel virrey deMéxico, Luis deVelasco,a quienaseguró,sin un ápice dejactancia,que «élharía volver no una nave,sino una carreta». La

marcha

a las

En 1559, Felipe del

virrey

II aceptó

que

un nuevo

viaje

los detalles

riguroso

portugueses, un

armada

bajo

Urdaneta.

para

se aprestó

que

la

dirección

en manQ$del

compuesta en línea recta de la ida. Saavedral0

intentó

dos veces

que dos mar~nos Villalobos casaron ~~--

6543

único

(1528 y 1529), al igual

el delguipuzcoano

de la expedición

neta,

de

Y 1545), pero todos

ira -en

y debieron volver a España la India Y luego siguiendo costas africanas

por las

hasta doblar

el cabo de Buena

Esperanza.

El fraIle

explorador

En la década las

de 1550, mientras

autoridades

~ eran

españolas

cada vez más conscien:"

trar

una ruta

uniera

Asia

nombre

navegación

ciera

casi una década Durante

que un

como

el

de Urda-

en el Asia

pi abrió

por

Legazdel rey,

a navegar

para después el tornaviaje.

a Portugal

indígenas

-como

rales.

atravesar

local.

Al ver cómo

fracasaban el Pacífico

España

(México)

buscar

una ruta

los se-

sus

al intentar

de vuelta

intuyó

y

a Nueva

que había que

alternativa.

Aun

decía Felipe IIenlas

1

as .llegaron

se

d

ruta as

que y

p~r~e

a MeXlCo ~~

descubrió

órdenes:

cipal que en esta jornada

1

h':~

anas y,

clill~as de

allí,

'" a Espana

PORCELANA DEÉPOCAMING, tONLAREPREStNTAClóN DEUNDRAGÓN. 1573-1620.

20 HIS1

'

afán Como

«Loprin-

se pretende

es

saber la vuelta,

pues la ida se sabe que

se hace en poco

tiempo».

El 21 de enero,

Urdaneta

del

su único

el viaje devuelta.

arribada

Urdane' a las islalde

nes (las Marianas); la

en virtud

y su conquista escrúpulos mo-

así, continuó;

era determinar

pronta

Por

Fi-

la ruta de se sintió

ya que creía que las Filipinas

pertenecían

tratado de Tordesillas por España le causaba

de los nativos

hasta

intentar Urdaneta

de mando y su espíritu de también estudió las lenguas el malayo-,

y 380

mexicano

días después,

sus dotes aventura;

de navegación

navíos

con las órdenes

que les conminaba lipinas -vuelta,

de 1564, la flota,

del puerto

Cinco

náutica

agustino.

cinco

el pliego

orien -engañado,

destacó

por zarpaba

de Navidad.

A los 17 años

ese tiempo

compañeros

de vuelta

hombres,

autoridades

oceánica.

la meteorología

y América, sonaba

Andrés

una de las máximas

cretos

, tesdelanecesidaddeencon-

semejante:

se había embarcado en la expedición de Loaysa, lo que hizo que permane

tal.

.~

,

capaz de una hazaña

se

López de Legazpi,

El 21 de noviembre

ruta

de

de la expedición

a Miguel

mientras

una

requerimientos

El mando

encomendó

a los

en las Molucas.

lustro los

en

no alertar

asentados

Durante

proponía al Pacífico.

se mantuvieron

secreto

quedaba

la sugerencia

Velasco,

organizar Todos

Filipinas

en efecto,

anunció

a la mhña-

nasiguienteseavistótierrayélmismo reconoció las velas de los nativos. este modo,

Urdaneta

ricianáuticaypuso los pilotos, quienes basado

la

los Ladro-

demostró

De

su pe-

coto alas burlas de pensaban haber re-

ya las Filipinas.

El 13 de febrero,

tras

NECESITADOde un enclave desde el que acceder

alas

riquezas de Asia, Felipe 1I encargó a Miguel

López

de Legalpiclaconquista

de

Filipinas. En la tarea, Legazpi tuvo que lidiar con grupos indígenas, y rajásy piratas, musulmanes. En 1571 fundó Manila,

en.la)sla de Ll)zón,

ydos añosdespuésse inaugurabaelv.iaje

anual

del Gafeón de Manila entre Acapu1co y Filipinas.

"'"' i5 ~ <

10

EL PI&ro DEA(APIIm. (iRABAOO DELA H/5TOR/AAMER/CAE PORTHEODOREDE~.w,o2.

..

<

22 HISTORIA~AT\QN~l GEQGRAPHIC

navegar 7.623 millas, arribaron a Filipinas. Una vez establecidos en el archipiélago y tras diversas vicisitudes, Legazpi fundó Cebú, la primera población española en las islas. Urdaneta, por suparte, se dedicó enseguida a preparar el tornaviaje. Durante cuatro meses se ocupó de aprestar la nao San Pedro y elegir a los doscientos hombres que le habían de acompañar. Un tercio de la tripulación eranguipuzcoanos a los que ya conocía. Eligió como pilotos a Esteban Rodríguez y Rodrigo Espinosa (autores de unos diarios que constituyen la fuente fundamental para reconstruir el periplo), y como comandante a Felipe Salcedo, nieto de Legazpi, de tan sólo 18 años, pero de demostrada lealtad y madurez. La responsabilidad de la navegación recayó enteramente en Urdaneta, quien se hizo acompañar de otro agustino, Andrés de Aguirre. Consciente del largo e in,cierto viaje, Urdaneta embarcó víver.es para ocho o nueve meses.

El navío zarpó de Cebú el1 de junio de 1565. Legazpi acompañó a Urdaneta durante una legua, tras la cual el agustino seinternó en la miriada de islas que componían el archipiélago filipino. Recataron en un último islote donde, según Esteban Rodríguez,se aprovisionaronde cocos en abundancia y, al fin, pusieron proa a mar abierto. En el vasto

océano

El día 9 de junio, Rodrigo de Espinosa anotó en su diario que habían llegado «donde se remata la Isla Filipina». A partir de entonces, la SanPedro navegó en mar abierto ayudada por eJmonzón de verano, rumbo noresJ El día 21 avistaron un farallón deltÍile'se apartaron, precavidos ante sus peligro~os rompientes. Se trataba de Okino Tori, a 200de latitud norte. Elpiloto escribió: «Parecía un barco que estaba surto». Este peñón, que se asemejabaa una vela, sería el último atisbo de tierra que verían antes de llegar a América.

.HECHO

HISTÓRICO

Urdaneta buscaba alcanzar los 39° de latitud. Según sus cálculos y sus conocimientos, a esta altura se encontraba una corriente marina -hoy conocida como Kuro-Shivo- que le impulsaría rápidamente hacia América, con la ayuda de vientos favorables. En dos ocasiones, Urdaneta dio la orden de variar el rumbo bajando a los 32° para después retomar a los 39°. Lejos de ser una equivocación que alargabainnecesarlamente el viaje, sin duda Urdaneta buscaba comprobar la longitud. Los pilotos, que a la ida se habían reido de Urdaneta, asombrados ahora ante su pericia hacían suyas las ordenes del fraile: «y así pareció al Padre Prior y a mí que fuésemos gobernando al sudeste», anotaron. Durante la larga y monótona travesía algunos hombres enfermaron, como era habitual ed estos viajes. Pero Urdaneta se había mostrado previsor. Antes de zarpar hizo acopio de legumbres y de gran cantidad de+oros, fuente de la vitamina C que es necesaria para pre-

24 HISTORIANAT/ONALGEOGMPHIC

venir el escorbuto, la plaga de la marinería de aquella época Qacifra de víctimas por esta enfermedad solía rondar el 45 por ciento de las tripulaciones). Durante la travesía sólo murió un diez por ciento de los tripulantes, y no de escorbuto. De hecho, cuando el 18 de septiembre avistaron la isla de Santa Rosa, en California, Urdaneta no consideró necesario desembarcar para repostar víveres ni hacer aguada. E18 de octubre de 1565,después de quince días de navegación a vista de costa, la San Pedrohizo su entrada en Acapulco. Tras de sí quedaban cuatro largos meses de travesía. Se había logrado lo imposible: se había descubierto el tomaviaje.

dentesdeIndia, Cllina y todo el sureste asiático,mientras exportabaa Asia telas,municionesy -sobre todo- metales preciosos. Productos y pasajeros embarcabanuna vez al año en Manila, arribandoaAcapulcotras cuatro o cinco mesesa través de la ruta abierta por Urdaneta.El GaleóndeManila semantuvo en servicio hasta marzo de 181S, cuando zarpó el último barco. Pero la navegaciónpor estavíacontinuó hasta que la apertura del canalde Suez(que permitía ir directamente de Españaa Manila en menos de dos meses)y el advenimientodelvaporternlinaron con la ruta quehabíamarcadoun hito en la historia dela navegaciónm~ema. ~ ;

La consecuencia directa de la gesta de Andrés de Urdaneta fue la apertura de la ruta comercial entre Filipinas y Acapulco. Desde entonces, Españase abast~ció de especias, sedas, porcelanas. y 'un sinfín de géneros exóticos proce-

.

XABIERARMENDARIZ

El Galeón de Manila

HISTORIADOR y ETNÓGRAFO MARfTt.\O

Rara

ENSAYO Urdaneta en su tiempo

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José Ramón de Miguel Bosch. Sociedad Oceanográfica de Gipúzkoa. San Sebastián, 2003. INTERNET

htip://www.andresdeurdaneta.org

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