Articulo cinetifico de investigacion del trabajo de Alfredo.doc

March 14, 2018 | Author: eysu garcia | Category: Likert Scale, Love, Divorce, Communication, Questionnaire
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Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 15-28

RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS RELATION BETWEEN THE PERCEPTION OF THE MARITAL, SEXUAL SATISFACTION AND THE COMMUNICATION IN PAIRS

Luz de Lourdes Eguiluz1 Rosa María Calvo, Diana De la Orta Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Recibido 03 de Setiembre 2011, revisado 12 de Setiembre 2011, aceptado 25 de Setiembre 2011

RESUMEN Se estudió la relación que existe entre la satisfacción marital, la relación sexual y la comunicación, con el objetivo de conocer cómo estos puntajes se relacionan y diferencian con el género, nivel educativo y años de unión. Se tomó una muestra de 30 parejas heterosexuales, que cumplieran el requisito de tener como mínimo cinco años de vivir juntos sin importar el tipo de unión (civil, religiosa o unión libre). Se aplicó la Escala de Satisfacción Marital de Pick y Andrade (1998), el Cuestionario de Satisfacción Sexual en la Pareja

de Szpirman (1989) y el Cuestionario de Comunicación Marital de Estrella (1991). Para analizar los datos se empleó el coe ciente de correlación de Pearson, y la t de Student para grupos independientes. Se encontró una correlación positiva entre la escala de satisfacción marital y sexual; también se observó una correlación

positiva entre el número de años de unión y la escala de comunicación; otro hallazgo fue la correlación negativa respecto al número de años de casados con la satisfacción marital y sexual. Acerca de la correlación entre las subescalas que constituyen el cuestionario de comunicación, las más relacionadas en esta muestra fueron la de sentimientos con las de familia externa, vida sexual, relación marital; mientras que la de familia

externa se correlaciona en mayor grado con las de vida sexual y relación marital. Palabras clave: satisfacción marital, satisfacción sexual, comunicación, relación de pareja.

ABSTRACT e relationship among the marital satisfaction, the sexual relationship and the communication was studied in order to know how these aspects are related and how they di" er in the gender, educational level and years of union. It was used a sample of 30 heterosexual couples that met the requirement of having as minimum ve years of living together without caring the type of union (civil, religious or free union). For

this purpose, the following were applied: e Scale of Marital Satisfaction of Pick and Andrade (1998), e Questionnaire of Sexual Satisfaction in the Couple of Szpirman (1989), and the Questionnaire of Marital Communication of Estrella (1991). To analyze the data, it was used Pearson’s correlation coe# cient, as the

Student’s T for independent groups. ere was found a positive correlation between the scale of marital satisfaction and sexual satisfaction; a positive correlation was also observed between the number of years of

union and the communication scale; another nding was the negative correlation regarding the number of years of married with the marital and sexual satisfaction. About the correlation among the subscales that constitute the communication questionnaire, the most related in this sample were that of feelings with those of external family, sexual life, marital relationship; while that of external family is correlated in more degree

with those of sexual life and marital relationship. Key words: marital satisfaction, sexual satisfaction, communication, couple relationship.

1 Contacto: [email protected]

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Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

INTRODUCCIÓN La calidad del matrimonio depende en gran medida del grado de satisfacción y complementariedad que se le pueda dar a las expectativas de cada uno de los cónyuges. Estas se basan en su historia, es decir, las experiencias que han compartido durante varios años dentro del seno familiar, tanto con padres y hermanos; que en forma de ideas, intercambios y necesidades se reviven con el cónyuge. Es así que uno de los tópicos de interés en el campo de la psicología es la relación de pareja, en particular la satisfacción marital, entendida como la percepción subjetiva que los cónyuges tienen sobre su pareja y su relación (Cortés, Reyes, Díaz-Loving, Rivera & Monjarrás, 1994). Sin embargo, el concepto de satisfacción marital también se ha usado para describir la actitud que un individuo tiene hacia su relación marital y hacia su cónyuge (Pick & Andrade, 1986). Para Sellner (1985, citado en Beck, 1988), cuando dos personas viven juntas comparten comida, su carrera profesional y su vida en casa, hacen el amor, cuidan a sus hijos, tienen trato con los familiares políticos, comparten sus altibajos individuales y mantienen juntos las cuentas del banco,

en donde la calidad de su vida está determinada por su modo de comunicarse y controlar o dirigir los conflictos. En la vida cotidiana de la pareja, la comunicación asume un papel importante para cada miembro de la relación. Todas los matrimonios se enfrentan a la necesidad de tomar decisiones todo el tiempo, algunas de gran relevancia y otras triviales (reparto de tareas domésticas, asuntos de presupuestos, actividades sociales y recreativas, dónde vivir, si tener o no hijos y cómo criarlos). Una comunicación clara ayuda a facilitar la toma de decisiones. De esta forma, la habilidad de comunicarse es uno de los indicadores de las parejas exitosas (Noller & Fritzpatrick, 1993). Autores como Finkenauer y Hazam (2000) demostraron que los participantes que se sentían cómodos en compartir sus emociones y en hablar acerca de problemas difíciles con su pareja reportaban niveles altos de satisfacción marital. Se dice que la comunicación en el matrimonio es un elemento fundamental en la vida de la pareja. Cuando la comunicación entre ellos es óptima, quizá no se note, en cambio cuando la comunicación es deficiente va cobrando importancia y se generan grandes problemas en la vida de las parejas

(Eguiluz, 2003; Pérez & Estrada, 2006). Se va a entender como comunicación marital al vínculo que se establece entre los miembros de una pareja, cuyo propósito es intercambiar información relacionada con uno mismo, con la relación y con aspectos que puedan ejercer influencia sobre ella (Lemus, 1996; Watzlawick & et al., 1993). Otro punto que ha sido estudiado es la satisfacción sexual, definida como el grado de bienestar obtenido en las relaciones sexuales con la pareja (Szpirman, 1989). También se ha definido como una evaluación subjetiva de agrado o desagrado que una persona siente respecto a su vida sexual (Pinney, Gerrard & Danney, 1987) o bien, como la capacidad de obtener placer sexual mediante el coito o copula (Renaud & Byers, 1997). Byers, Demmons y Lawrance (1998) entienden como satisfacción sexual una respuesta afectiva que surge por la evaluación de los aspectos positivos y negativos asociados a las propias relaciones sexuales. Master y Johnson (1974) estiman que el funcionamiento sexual desempeña un papel vital incluso decisivo en el matrimonio y en la vida, si hay éxito en la expresión sexual, si en el lecho conyugal existe una relación eficiente además de placer y satisfacción física, se tiene entonces una base firme,

es decir, un lugar donde se pueda sin riesgo ventilar y discutir los problemas. La sexualidad ha sido vinculada al buen funcionamiento marital y ha llegado a considerársele como uno de los pilares más importantes (Cortés, Reyes, Díaz-Loving & Rivera, 1996). Incluso se le ha considerado como un sensible sismógrafo que registra la calidad del clima conyugal. Por otro lado Sager (1997) señala que el grado de satisfacción de la pareja, en gran medida depende de la 16

RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

congruencia y complementariedad de los contratos interaccionales de sus miembros, y que entre las cláusulas deben estar incluidos los rasgos esenciales de su convivencia sexual. Es notorio que uno de los temas más investigados en las relaciones de pareja ha sido la satisfacción marital agregado a ello los factores que contribuyen a un alto o bajo grado, tales como la satisfacción sexual y la comunicación, sin embargo aunque estos elementos han sido estudiados, no se han correlacionado en un mismo estudio. También resulta importante contar con elementos que auxilien al terapeuta familiar en el ejercicio de su profesión ya que existen altas tasas de desajuste en las parejas que terminan en divorcio. Según el INEGI (2009), en México, durante el año 2007 hubo 77,250 divorcios, es decir se registran 13 divorcios por cada 100 matrimonios, en 2006 fueron 72 mil 396; lo que indica que el número de divorcios realizados aumentó en 4 859, esto muestra un incremento de 6.7% en sólo un año. Además, se ha visto que el divorcio ocasiona sufrimientos en la

familia y en muchos casos dificulta el desarrollo en los niños (Sandoval, 1985). Por ello son necesarios estudios que den elementos para favorecer el incremento de la satisfacción marital en las parejas de casados lo que puede contribuir a mantener el matrimonio y evitar el

divorcio. De lo antes dicho surge la siguiente pregunta, ¿existirá relación entre la satisfacción marital, la satisfacción sexual y la comunicación en parejas de casados?, y de existir ¿cómo será dicha relación? De esta manera, el objetivo general de la investigación fue determinar si existe correlación entre los puntajes de la escala de satisfacción marital respecto al cuestionario de satisfacción sexual en la pareja y cómo interviene la comunicación marital en estos aspectos. También se plantearon objetivos específicos, tales como si el género (sexo) de los participantes, los años de casados o el nivel de

escolaridad intervienen en la satisfacción marital, y si ellos modificará dicha satisfacción.

MÉTODO Participantes La muestra estuvo constituida por 30 parejas que colaboraron de manera voluntaria en la investigación. Todas ellas residentes del Estado de México. Las edades de los participantes fluctuaron desde los 19 a los 63 años de edad con una media de 35 años. De éstas parejas el 76% esta legalmente ca-

sado y el 24% viven en unión libre. Respecto al tiempo de unión, las parejas participantes refirieron tener de 5 a 37 años, con un promedio de 14 años de vida conyugal. De toda la muestra el 11.7% de los sujetos ha tenido uniones previas y para el 88.3% es su primer unión. Las parejas reportaron tener desde 0 a 4 hijos, con una media en la muestra de 1 hijo. En cuanto a escolaridad el 46.7% de

los individuos son profesionistas mientras que el 53.3% son no profesionistas.

Instrumentos Se utilizaron tres instrumentos:

Escala de Satisfacción Marital (ver anexo 1) Escala elaborada por Pick y Andrade (1988), diseñada específicamente para personas de origen hispano. Las autoras sobre la base de instrumentos anteriores y entrevistas abiertas, realizadas con hombres y mujeres casadas de nivel socioeconómico medio de la Ciudad de México, desarrollaron dos estudios con el objeto de elaborar una escala de satisfacción marital que fuera válida y confiable

para parejas mexicanas. La escala está conformada por 24 reactivos con tres opciones de respuesta y un valor determinado para cada una: 17

Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

-Me gusta como está sucediendo (un punto). -Me gustaría algo diferente (dos puntos). -Me gustaría muy diferente (tres puntos). Los 24 reactivos evalúan tres factores de la satisfacción marital: Factor 1. Satisfacción con los aspectos emocionales del cónyuge. Este factor revisa la satisfacción que tiene un cónyuge hacia las reacciones emocionales del otro. Factor 2.

Satisfacción con la interacción conyugal. Consta de diez reactivos y evalúa la satisfacción que tiene un cónyuge hacia el otro con respecto a la interacción conyugal, en donde se toma en

cuenta el interés que pone el cónyuge en su pareja. Factor 3.

Satisfacción con aspectos organizacionales y estructurales del cónyuge.

Este factor se refiere a la satisfacción que un cónyuge espera de la forma de su organización del establecimiento y cumpli-

miento de las reglas por parte de su pareja. La consistencia para cada factor se obtuvo mediante un alfa de Crombach obteniendo los siguientes datos: Factor 1: 0.81, Factor 2: 0.90, Factor 3: 0.85. En cuanto a la validez, se encontraron 6

factores principales que explican el 58.1% de la varianza total del instrumento. De esos 6 factores, las autoras eligieron los tres primeros porque explicaban el 47.8% de la varianza total por su claridad conceptual, siendo estos los que conforman las subescalas mencionadas. b) Cuestionario para evaluar Satisfacción Sexual en la Pareja (ver anexo 2) Este cuestionario fue desarrollado por Szpirman (1989) empleando una población mexicana. El objetivo del instrumento es medir el grado de satisfacción que los miembros de la pareja obtienen en su relación sexual. El cuestionario consta de 18 reactivos que tienen 5 posibles respuestas en una escala tipo Likert, donde 1 es totalmente de acuerdo, 2 es de acuerdo, 3 indiferente, 4 en desacuerdo y 5 totalmente en desacuerdo. c) Cuestionario de Comunicación Marital (ver anexo 3) Fue elaborado y validado por Estrella (1991), en una muestra de parejas de la Ciudad de México. Para ello llevó a cabo dos estudios pilotos a fin de identificar las áreas de comunicación más importantes y redactar los reactivos; además de un estudio final para analizar y verificar la validez de constructo y su consistencia interna. Este cuestionario mide el contenido de comunicación marital,

entendiéndose por ello, la manera como un cónyuge le comunica a su pareja

diferentes temas. Está conformado por 56 reactivos que miden seis dimensiones de la comunicación marital: 1) familia externa, 2) vida sexual, 3) hijos, 4) trabajo, 5) relación marital, 6) sentimientos, emociones y disgustos. Las respuestas se eligen en una escala tipo Likert que va de 1 poco al 5 mucho. La consistencia para cada factor se obtuvo mediante un alfa de Crombach obteniendo los siguientes datos: Factor 1: 0.81, Factor 2: 0.90, Factor 3: 0.85. En cuanto a la validez, se encontraron seis factores principales que explican el 58.1% de la varianza total del instrumento. De esos seis factores, la autora eligió los tres primeros, porque explicaban el 47.8% de la varianza total por su claridad conceptual, siendo estos los que conforman las subescalas mencionada. d) Cuestionario para la obtención de variables demográficas Se agregó un breve cuestionario que contará de diez preguntas relacionadas a datos demográficos como: edad, sexo, escolaridad, ocupación, tipo de unión conyugal, tiempo de unión, número de hijos. 18

RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

De nición de variables Satisfacción Marital: grado de favorabilidad (actitud) hacia aspectos del cónyuge y de la interacción conyugal (Pick & Andrade, 1988) Satisfacción Sexual en la pareja: grado de bienestar que se obtiene en las relaciones sexuales con

la pareja (Szpirman, 1989). Comunicación Marital: vínculo que se establece entre los miembros de una pareja, cuyo propósito es intercambiar información relacionada con uno mismo, con la relación y con aspectos que

puedan ejercer influencia sobre ella (Lemus, 1996).

De nición operacional de las variables Satisfacción Marital: puntaje obtenido por un miembro de la pareja en la Escala de Satisfacción

Marital, dando por entendido que a mayor puntaje mayor satisfacción. Satisfacción Sexual: puntaje obtenido en el Cuestionario para Evaluar Satisfacción Sexual en la

pareja, tomando en cuenta que a mayor puntaje mayor será la satisfacción sexual de la pareja. Comunicación Marital: puntaje obtenido en el Cuestionario de Comunicación Marital, donde un mayor puntaje indica una mejor comunicación entre los miembros de la pareja.

Procedimiento El estudio se llevó a cabo con 30 parejas heterosexuales que reunieron las características solicitadas, es decir que tuvieran al menos cinco años de vivir juntos. Se les explicó a los participantes el objetivo de la investigación. Es importante mencionar que hubo parejas que no les interesó participar y en ocasiones uno de los dos cónyuges (en su mayoría lo hombres) se negaba a contestar las

escalas, por lo tanto, no se incluyeron a esas parejas en la muestra. Las instrucciones generales fueron las siguientes: “El presente cuestionario forma parte de una

investigación que se está llevando a cabo en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, enfocado a conocer las situaciones que se viven dentro de la pareja. Le pedimos ser lo más sincero posible en sus respuestas, no hay respuestas buenas ni malas y le garantizamos el anonimato de las mismas”. Cada escala presentaba sus propias instrucciones de llenado y si había alguna duda era

resuelta por las investigadoras. Finalmente se obtuvieron los datos demográficos de cada pareja y se recogieron los cuestionarios. RESULTADOS Para estudiar la relación entre los puntajes de las escalas de satisfacción marital, sexual y comunicación, los datos fueron analizados mediante la prueba paramétrica de correlación r de Pearson. La tabla 1 permite observar que existe una correlación significativa entre los puntajes de la escala de satisfacción conyugal y satisfacción sexual. Es decir que para esta muestra a mayor satisfacción sexual se percibe una mayor satisfacción marital.

19 Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

Tabla 1 Correlación de Pearson entre los puntajes de las escalas de satisfacción marital, sexual y comunicación

Satisfacción Marital Comunicación Satisfacción Marital Comunicación 0.71 Satisfacción Sexual .548** .182 ** La correlación es significativa al nivel 0.01

Satisfacción Sexual

-

También se buscó si existía una correlación entre los años de unión y los puntajes de las escalas de comunicación, satisfacción sexual y marital. La tabla 2 muestra que no existe una correlación significativa entre los puntajes de las escalas y los años de unión, sin embargo se puede observar que la correlación entre la comunicación y los años de unión es positiva, lo cual sugiere que a más años de convivencia aumenta la calidad de la comunicación. Por otra parte la correlación entre los puntajes de satisfacción sexual y marital respecto al número de años de unión, indica que entre más tiempo

de convivencia transcurra, la satisfacción sexual y marital disminuye. Tabla 2 Correlación de Pearson entre los puntajes de las escalas de satisfacción marital, sexual, comunicación y número

de años de unión

Comunicación Satisfacción Sexual Satisfacción Marital 0246 Número de años de -.215 -.034 unión ** La correlación es significativa al nivel 0.01

Para obtener un análisis más detallado en la escala de comunicación se analizó la correlación, mediante el coeficiente de Pearson, entre las subescalas de la prueba. Se puede observar en la tabla 3 que las subescalas que muestran más relación en la muestra son la de sentimientos con las de familia externa, vida sexual, relación marital; mientras que la de familia externa se correlaciona más fuerte con las de vida sexual y relación marital. Tabla 3 Correlación de Pearson entre los puntajes de las subescalas de la escala de comunicación

Familia Relación Trabajo marital Hijos

Sentimientos Sentimientos externa Vida sexual Familia externa .891** Vida sexual .736** Hijos .557**

.702** .478** .418** Relación marital .785** .742** .686** Trabajo .615** .613** .369** ** La correlación es significativa al nivel 0.01

.486** .525** .651**

-

Para conocer las diferencias de puntajes en las escalas de satisfacción marital, sexual y comunicación entre hombres y mujeres, profesionales y no profesionales, además del tipo de unión que mantienen las parejas, se analizaron los puntajes con la t de Student para muestras independientes. La tabla 4 muestra que no existen diferencias significativas entre hombres y mujeres; aunque al revisar las medias de ambos grupos se observa que las mujeres puntuaron más alto en la escala 20

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de comunicación a diferencia de los hombres que puntuaron más alto en la escala de satisfacción sexual y marital. Respecto al nivel educativo, la tabla indica que no existen diferencias significativas entre profesionales y no profesionales en los puntajes de las escalas de satisfacción marital, sexual y comunicación. No obstante la media del grupo de profesionales es mayor en las tres escalas que la media de

los no profesionales. Finalmente, no se observaron diferencias significativas entre los puntajes de las escalas respecto al grupo de parejas que mantienen una unión legal respecto de las que viven en unión libre; sin embargo las parejas que viven en unión libre obtuvieron un mayor puntaje en la satisfacción sexual y comunicación, en cambio las parejas que viven en unión legal obtuvieron un mayor puntaje en la

escala de satisfacción marital. Tabla 4 Diferencias entre los puntajes de las escalas de satisfacción marital, sexual y comunicación en el género, escolaridad y tipo de unión

Género Satisfacción marital Satisfacción sexual Comunicación Escolaridad Satisfacción marital

Satisfacción sexual Comunicación Tipo de unión Satisfacción marital

Satisfacción sexual Comunicación

Mujeres 55.4 66 184.8 Profesionales 61 70 188 Unión legal 56 66 180

Hombres 56.6 67.6 178 No profesionales 50 63 173 Unión no legal 54 68 184

DISCUSIÓN Los resultados de la investigación realizada indican que existe una correlación significativa entre la satisfacción marital y la sexual mostrando que una alta calidad en la vida sexual de las parejas contribuye a que la pareja perciba como satisfactoria su relación, tal como señalan Sager (1997), Master y Johnson (1974) y Cortés, et al. (1996), quienes asocian la plenitud sexual como un elemento

fundamental para el buen funcionamiento de la pareja. Como podrá observarse no se correlacionó de manera significativa lo puntajes

de la escala de comunicación con las de satisfacción marital y sexual; es decir, parece ser que aun cuando la comunicación es importante, no es fundamental en la vida las parejas participantes, a diferencia de lo encontrado por Finkenauer y Hazam (2000), quienes mencionan que los sujetos que se sentían cómodos en compartir sus emociones y en hablar acerca de problemas difíciles con su pareja, repor-

taron niveles altos de satisfacción marital. Posiblemente en esta muestra no se encontró una correlación significativa en relación con la comunicación y satisfacción marital, ya que tal como lo reporta Pérez-Arana y EstradaCarmona (2006), el tema de la comunicación cobra importancia ante dificultades y problemas significativos

en la vida conyugal. 21

Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

Es importante mencionar que no se obtuvo una correlación significativa entre el número de años de casados y el nivel de satisfacción marital lo que parece indicar que para los sujetos participantes no influye la cantidad de años de convivencia con la percepción de bienestar con la pareja, no obstante tal vez se deba a que la muestra fue pequeña en comparación con otras investigaciones (Pérez y Estrada, 2006 y Estrella, 2008), por lo que se considera necesario incrementar la muestra para futuras investigaciones, lo que puede favorecer la distribución normal así como la validez de los hallazgos.

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RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

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ca de Psicología, No. 100.

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ANEXO 1 Instrucciones:

ESCALA DE SATISFACCIÓN SEXUAL

Lea con atención cada pregunta y conteste lo más exacto que pueda, seleccionando sólo una alternativa para cada planteamiento. Señale con una cruz el número de la respuesta que usted con sidera describe mejor su forma de sentir, de la siguiente manera: 1. 2. 3. 4. 5.

Totalmente de acuerdo (TA) De acuerdo (A) Indiferente (I) En desacuerdo (D) Totalmente en desacuerdo (TD)

1 Usualmente estoy contento (a) con mi vida sexual 1 2 A menudo pienso que desearía mejorar la calidad de nuestra 3 3 Algunas veces siento que mi pareja demuestra poco 1 1 entusiasmo por el sexo 4 Me agrada hablar con mi pareja de nuestra vida sexual.

2 3 4 5 relación sexual 4 5 2 3 4 5 2 3 4 5

1

2

5 Desearía que mi pareja fuera más sensible a mis deseos, cuando tenemos rela-

1

6 En general, me siento sexualmente satisfecho (a) con mi

2

3

4

5

1

2

3

4

5

pareja. 7 Me gustaría tener relaciones sexuales con más frecuencia de las que tenemos 1 8 Pienso que el sexo es algo maravilloso 9 Siento que mi pareja y yo nos comunicamos bien en materia sexual. 10 Me agradaría que mi pareja fuera más romántica en nuestra relación sexual. 11 Con mucha frecuencia pienso que mi vida sexual es monótona. 12 Desearía que mi pareja fuera más paciente cuando hacemos el amor. 13 Por lo general, disfruto la relación sexual con mi pareja.

3

4

5

1 1 1 1 1 1

2 2 2 2 2 2

3 3 3 3 3 3

4 4 4 4 4 4

5 5 5 5 5 5

14 Desearía que mi pareja pudiera comunicar más abiertamente sus gustos en 1 15 Me gusta la forma en que hacer el amor mi pareja. 16 Me agrada sentir que mi pareja disfruta el sexo tanto como yo.

3

4

5

1 1

2 2

3 3

4 4

5 5

3

4

5

17 Por lo común me satisfacen los momentos del día y de la noche en que mi pareja y yo, tenemos relaciones sexuales. 1 18 A menudo deseo que mi pareja sea más cariñosa cuando hacemos el amor.

2

2

2

24

1

2

3

4

5

RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

ANEXO 2 ESCALA DE SATISFACCIÓN MARITAL

Instrucciones Cada uno de nosotros espera diferentes cosas de su matrimonio y en base a lo que espera, le gusta o no lo que esta pasando. A continuación se presenta una lista con tres opciones de respuesta, por favor conteste sobre la base de la

siguiente lista de opciones.

1. Me gustaría muy diferente (3) 2. Me gustaría algo diferente (2) 3. Me gusta como está pasando (1) 25

1 El tiempo que mi cónyuge dedica a nuestro matrimonio 2 La frecuencia con que mi cónyuge me dice algo bonito 3 El grado el cual mi cónyuge me atiende 4 La frecuencia con la que mi cónyuge me abraza 5 La atención que mi cónyuge pone a mi apariencia 6 La comunicación con mi cónyuge 7 La conducta de mi cónyuge enfrente de otras personas 8 La forma cómo me pide que tengamos relaciones sexuales 9 El tiempo que dedica a sí mismo 10 El tiempo que dedica a mí 11 La forma como se comporta cuando está triste 12 La forma como se comporta cuando está enojado 13 La forma como se comporta cuando está preocupado 14 La forma como se comporta cuando está de mal humor 15 La forma como se organiza mi cónyuge 16 Las prioridades que tiene en la vida mi cónyuge 17 La forma como pasa su tiempo libre 18 La reacción de mi cónyuge cuando no quiero tener relaciones sexuales 19 La puntualidad de mi cónyuge 20 El cuidado que mi cónyuge tiene a su salud 21 El interés que mi cónyuge pone a lo que yo hago 22 El tiempo que pasamos juntos 23 La forma con la que mi cónyuge trata de solucionar los problemas 24 Las reglas que mi cónyuge hace que se sigan en casa

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2

3 3 3 3 3

3 3 3 3 3 3 3

3 3 3 3 3 3 3

3 3 3 3 3

Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

ANEXO 3 ESCALA DE COMUNICACIÓN Instrucciones: a continuación se presenta una lista de temas que se refieren a distintos aspectos sobre la pareja y el matrimonio. Por favor marque con una X el número que corresponda a la respuesta

que indique que tanto usted le platica a su pareja sobre dichos temas. No olvide responder a todo. 1 Lo que me hace sentir tranquilo (a) 2 Lo que me disgusta de sus amistades 3 Los problemas que tengo en mi trabajo 4 Las cosas que me disgustan de ella (él) 5 De quién debe hablar de temas delicados con los hijos 6 Las situaciones en que desconfío de ella (él) 7 Lo que hago en mi trabajo 8 De que deben hacer los hijos en su tiempo libre 9 Lo que me disgusta físicamente de ella (él) 10 Lo que me disgusta de mi trabajo 11 Las situaciones en que me enojo con su familia 12 Las situaciones porque siento rencor 13 De lo que me da vergüenza 14 De cómo me siento en mi trabajo 15 De quién debe disciplinar a los hijos 16 Las cosas que me causan tristeza 17 Las amistades que no me gusta que tenga 18 El tiempo que mi cónyuge dedica a nuestro matrimonio 19 La necesidad de educar a nuestros hijos dentro de una religión 20 Las cosas que me deprimen 21 De lo que no me gusta en mi familia 22 Lo que pienso de ella (él) 23 La conducta de los hijos fuera del hogar 24 Las cosas que no tolero de ella (él) 25 Los castigos a los hijos 26 De que no se debe hablar con los hijos 27 La forma cómo ella (él) trata los problemas 28 Cuando su familia se mete en nuestras vidas 29 La frecuencia con que tenemos relaciones sexuales 30 Lo que me hace sentir mal 31 Porque no quiere tener relaciones sexuales 32 Las cosas que me dan miedo 33 De quien, es responsable de los problemas en la relación 34 Los aspectos negativos de nuetsra relación 35 Cuando tenemos algún problema en nuestra relación 36 Los secretos que me confian los hijos 37 La forma como me pide que tengamos relaciones sexuales 38 De visitar a mi familia

39 Lo que me des agr ada de su per son a 40 De lo que no me gus ta de su fam ilia 41 De los mo me nto s en que le ten go conf ianz a 42 De que hag o en mi tie mp o libr

e 43 Poco La1 2 opini 1 2 ón1 2 que 1 2 teng 1 2 o 1de 2 su1 2 famil 1 2 ia1 2 44 1 2 Su1 2 reacc 1 2 ión 1 2 cuan 1 2 do1 2 no1 2 quier 1 2 o1 2 tener 1 2 relaci 1 2 ones 1 2 sexu 1 2 ales 1 2 45 1 2 Las 1 2 cosa 1 2 s1 2 positi 1 2 vas 1 2 de 1 2 mi 1 2 famil 1 2 ia 1 2 1 2 1 2 26 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2 1 2

3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3

4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4

4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4

4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4

Muc ho 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5

5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5

5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5

RELACIÓN ENTRE LA PERCEPCIÓN DE LA SATISFACCIÓN MARITAL, SEXUAL Y LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS

46 Lo que me disgusta de su arreglo personal 47 Las cosas que me disgustan de nuestra vida sexual 48 De que nos visite su familia 49 El interés que mi pareja tienen en lo que yo hago 50 La escuela a que deben asistir nuestros hijos 51 Las cosas positivas de su familia 52 Cuando me siento insatisfecho (a) sexualmente 53 De que nos visite mi familia 54 Las situaciones en que me enojo con mi familia 55 Los problemas que tienen en su trabajo 56 Lo que me gusta de mi trabajo

27

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2

3 3 3 3 3 3 3 3 3 3 3

4 4 4 4 4 4 4 4 4 4 4

5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5

Luz de Lourdes Eguiluz, Rosa María Calvo, Diana De la Orta

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UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

Revista de Peruana de Psicología y Trabajo Social 2012, Volumen 1- N° 1: 29-44

UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA

DEL

1,2

PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

A THEORY OF POWER

PSICOBIOGEOGRÁFICA HOME OF WOMEN

Federico R. León León & Bustamante Consultores, Lima, Perú

Recibido 18 de Febrero 2012, revisado 22 de Febrero 2012, aceptado 02 de Marzo 2012 RESUMEN Datos de la Encuesta Demográ ca y de Salud Familiar Perú 2000 fueron analizados para veri car la relación latitud-poder doméstico de la mujer y fortalecer su interpretación. Los hallazgos con rman que dicho poder crece de norte a sur mientras que el deseo de hijos presenta una tendencia opuesta; la relación negativa entre poder y deseo decae al incrementarse la latitud absoluta. Se propone explicarlos por la acción de la vitamina D, generada por el factor latitudinal de intensidad de la luz solar, que aumenta la diferenciación sexual vía la producción de estrógenos y testosterona, generando una relación negativa entre asertividad y amor. La teoría tiene implicancias para los modelos psicológicos de relaciones interpersonales, desorden afectivo estacional,

y consumo de sustancias psicoactivas. Palabras clave: latitud, poder doméstico de la mujer, deseo de hijos, vitamina D.

ABSTRACT Data from Peru’s 2000 Demographic and Family Health Survey were analyzed to verify the latitude-women’s

domestic power relationship and strengthen its interpretation. e results con rm that women’s power increases from north to south whereas the desire for children presents an opposite trend; the negative relation

between power and desire decays with the increase of the absolut latitude. It is proposed to explain these results by the action of vitamin D, generated by the latitude factor of sunlight intensity, which enhances sexual di" erentiation via e" ects on estrogen and testosterone levels, thus creating a negative relation between assertiveness and love. is theory has implications for the psychological models of interpersonal relationships, seasonal a" ective disorder, and consumption of psychoactive substances. Keywords: latitude, women’s domestic power, desire for children, vitamin D

Nina Bustamante de León proporcionó los fondos para esta investigación. Estoy agradecido a mi esposa y socia, así como a Demographic and Health Surveys por su permiso para analizar datos de la ENDES Peru 2000. Dirección postal: Av. Javier Prado 7427, Lima 3. Contacto: [email protected]. 2 A la memoria de Carlos Franco. 1

29

INTRODUCCIÓN

Federico R. León

El tipo y grado de poder doméstico de la mujer suelen asociarse con las normas de género de sociedades particulares. La variabilidad intercultural es enorme; hay sociedades en las que la mujer ni siquiera puede determinar qué cocinará hoy, pues decidirlo es prerrogativa del patriarca de la casa, mientras que en otros contextos puede comprar un auto sin consultarlo con el marido. A nivel intracultural, los principales factores causantes de variabilidad del poder doméstico de la mujer son el estatus socioeconómico de la familia, la edad y educación de la mujer, y si trabaja o no (Kishor &

Subaiya 2008). Según un estudio secundario de la Encuesta Continua Perú 2004-2008 de Demografía y Salud, el control ejercido por la mujer sobre las decisiones económicas hogareñas se incrementa de norte (N)

a sur (S) tanto en la costa como en la sierra y selva del Perú (León 2011a). Este hallazgo tiene importantes implicancias teóricas y prácticas, pero necesita confirmación para constituirse en un hecho empírico sólido. La relación observada entre latitud y poder presentó importantes excepciones en el caso del control sobre las grandes compras del hogar y las compras para las necesidades diarias de la casa en las ciudades de la sierra. La evidencia más consistente de la relación latitudpoder a través de regiones naturales y niveles de urbanización fue obtenida mediante un tercer ítem, relativo al control de los ingresos del marido, pero se observó una pérdida importante de casos al usarse este ítem, probablemente debida al desempleo del marido o la resistencia de la mujer a informar sobre

el asunto. También causó importantes pérdidas de casos un ítem sobre el trabajo pagado de la mujer, tal vez por razones similares. Además, en la ejecución del estudio fueron observados errores de la base de datos en la clasificación de los conglomerados de la muestra según las tres regiones naturales, algunos de los cuales fueron corregidos; sin embargo, otros podrían haber quedado en pie, indetectados. Peor aún, es posible que las tres regiones naturales hayan constituido una clasificación geográfica demasiado gruesa, ya que la clasificación costa-sierra-selva no distingue la ecología diferente de los flancos occidental (frío) y oriental (cálido) de los Andes entre sí ni con respecto a la ecoregión serrana entre ambos flancos, y confunde el desierto del Pacífico con el bosque húmedo tropical deTumbes y el gran bosque seco ecuatorial de Lambayeque y Piura. Por último, la investigación no ejerció control sobre el tamaño del hogar; se consideró el número de hijos de la mujer, pero

no la residencia de otros adultos en la vivienda. El estudio que se presenta a continuación replica el anterior en una muestra diferente y resolviendo los cuatro problemas: 1. Se utiliza un sistema geográfico más desarrollado, el de Brack (1983). 2. Los conglomerados son clasificados cuidadosamente en la ecoregión que corresponde. 3. Los ítems sobre control del ingreso del marido y trabajo pagado de la mujer son sustituidos por otros, que no causan pérdidas importantes de casos. 4. Son considerados el tamaño del hogar y otras variables de control a las que no se había prestado atención en la investigación anterior. El estudio aborda en forma complementaria un segundo tema, estrechamente relacionado al primero. La hipótesis puesta a prueba en la investigación sobre la autonomía económica de la mujer en el hogar (León 2011a) provenía de un intento de un cuarto de siglo atrás de explicar un hallazgo de Morales (1983): el incremento de S a N del deseo de hijos de la mujer peruana. En un análisis de la base de datos de la Encuesta Nacional de Prevalencia de Anticonceptivos (INE 1983), se confirmó dicha tendencia tanto en la costa como en la sierra peruanas manteniéndose constantes el tamaño de la familia y la educación y trabajo de la mujer (León 1984). Para explicarla, el autor conjeturó que la mujer del S se distinguía por un afán mayor de independencia y desarrollo personal, mientras que la del N estaría más gobernada por expectativas tradicionales de rol según las cuales corresponde a la mujer dedicarse a la reproducción y el cuidado de los niños. Es decir, la condición de la mujer del N sería más deficitaria en términos de empoderamiento (Malhotra, Schuler, & Boender, 2002). Habiéndose obtenido apoyo empírico a la validez de esta hipótesis (León 2011a), aunque con las atingencias señaladas arriba, queda por averiguar si el deseo de hijos de la mujer peruana del siglo XXI sigue presentando la configuración geográfica que exhibía en 1983. 30

UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

También queda por fortalecer la interpretación psicológica de la relación opuesta de las dos tendencias a lo largo de la latitud. Dos esfuerzos han sido realizados en este sentido. El primero de ellos fue una interpretación sexual del deseo de hijos manifestado por la mujer frente a las preguntas del cuestionario usado (León 1986). La propuesta surgió en el contexto de un análisis de respuestas de mujeres solteras diseñado en un intento de entender por qué las mujeres del N, muy fértiles e ignorantes de anticonceptivos en los años 1960, habían mejorado sus conocimientos de planificación familiar con mayor efectividad que las de otras regiones y controlaban su fecundidad igual o mejor que ellas en la década de los setenta, pese a lo cual seguían diciendo que deseaban tener hijos en mayor medida que las del centro (C) y S. Ello se explicaría porque la sexualidad sería mas central en la vida de la mujer a medida que se acerca a la linea ecuatorial; al decir que querían tener hijos, las mujeres del N habrían implicado también que querían tener sexo. Para apuntalar la hipótesis, León (1986) trajo a colación los restos arqueológicos pre-hispánicos de contenido sexual explícito que fueron analizados por Kauffmann-Doig (1979), donde se aprecia claramente una presencia dominante de culturas del N (Vicus, Moche) y bastante menor de culturas del C (Chancay, Nazca) y especialmente del S (Tiahuanaco, Inca). Si este eje N-S erótico no expresa simplemente una mayor producción de cerámicas de todo tipo en el N, los datos sugieren que el culto a la sexualidad existente en el antiguo Perú decrecía con la distancia al Ecuador. La geografía determinaría, pues, una menor autonomía

doméstica de la mujer con la cercanía a la línea ecuatorial, así como un interés sexual intensificado, el cual se expresaría también en un mayor deseo de maternidad. El segundo esfuerzo interpretativo ha sido formulado recientemente. León (2011a) sugirió que el poder doméstico femenino depende de un rasgo de personalidad, la asertividad, un componente de la extraversión, a su vez uno de los tres (Eysenck & Eysenck 1985) o cinco (Goldberg 1992) grandes factores de personalidad. Habiéndose controlado estadísticamente en su estudio el nivel de urbanización, la edad de la mujer, su nivel educativo, el que trabaje o no, su diferencia de edad con la del marido, tener al castellano como lengua materna, y otras variables sociodemográficas que podrían afectar el poder doméstico de la mujer, el residuo de poder correlacionado con la latitud,

es decir, aquello que no es explicado por dichas variables, tendría que concebirse como un efecto de otra variable. Se entiende que la asertividad sea relevante al tema teniendo en

cuenta que el poder de la mujer se define generalmente como relativo al del marido (Malhotra, Schuler & Bender 2002), es decir, como parte de una relación de pareja en la que subyace una pugna de poderes. León (2011a, p. 382) notó que “Las principales perspectivas (psicológicas) contrastan la asertividad con el amor o calidez. Bem (1974) desarrolló escalas ortogonales de masculinidadfemineidad que son esencialmente mediciones de dominio y amor; poder y amor son también los ejes del circumplejo interpersonal de Wiggins (1979); y en la perspectiva de los cinco grandes factores de personalidad bajo el enfoque de medición del NEO-PI-R (Costa & McCrae, 1992), las facetas relevantes son asertividad y calidez.” En el contexto de este sistema de conocimientos, lo que los hallazgos peruanos sugieren es que la asertividad (indicada por el poder doméstico de la mujer) y el amor (indicado por el deseo de hijos) se correlacionan negativamente en el Ecuador, pero la correlación desciende con el aumento de la latitud absoluta o distancia de la línea ecuatorial, hasta hacerse ortogonales los dos factores en regiones de alta latitud, como Estados Unidos. Entonces, junto al objetivo empírico de confirmar las relaciones latitud-poder doméstico y latitud-deseo de hijos, este estudio también tuvo un objetivo de interés teórico, el de poner a prueba la hipótesis de que, en el Perú, hay una correlación negativa entre poder doméstico (es decir, asertividad) y deseo de hijos (es decir, amor) y que esta correlación decae con la distancia a la línea ecuatorial. La confirmación de la hipótesis demandaría resituar los modelos psicológicos de relaciones interpersonales en una perspectiva más amplia que aquella determinada por el contexto latitudinal en el que se forjaron.

31 Federico R. León

MÉTODO Datos Fue necesario integrar cuatro bases de datos. El Geographically based Economy data (G-Econ 2011), un portal de internet desarrollado por William Nordhaus (Yale University) y Xi Chen (Quinnipiac University), proporcionó datos sobre densidad poblacional. Todas las otras variables del estudio provienen de bases de datos originadas en la Encuesta Demográfica y de Salud

Familiar Peru 2000 (INEI 2001). Se usó esta encuesta, y no la Continua 2004-2008, para poner a prueba la robustez de las relaciones, es decir, ver si emergían en un contexto temporal diferente y operaciones de recolección de datos distintas. La encuesta Perú 2000 fue parte de la iniciativa internacional Demographic and Health Surveys (DHS), cuya metodología estándar a través de países implica un diseño de muestra multifásico y estratificado y pesos especialmente calculados para proporcionar estimados de las variables de interés con representatividad nacional y subnacional. Las fases del muestreo comprendieron la selección de conglomerados poblacionales y hogares dentro de ellos, la estratificación fue urbano-rural, y la representatividad alcanzó el nivel del departamento (ahora “región”). Entrevistas completas fueron obtenidas en el 88% de las viviendas ocupadas. Los sujetos elegibles dentro de las viviendas eran todas las mujeres en edad fértil, es decir, de 15 a 49 años de edad; la tasa de respuesta individual fue de 95%. Tres bases de datos de la encuesta - Geographic Positioning System (GPS), Wealth Index, e Individual Recode – fueron fusionadas. Ellas tenía, respectivamente, conglomerados (N = 1,409), viviendas (N = 28,900), y mujeres (N = 27,843) como casos. Ecorregiones El sistema geográfico elegido fue el de Brack (1983), basado en la aplicación de conceptos estándar de la literatura internacional, que ofrece una delineación detallada de 11 ecorregiones. El sistema más reciente de Zamora (1996), de 18 ecorregiones, desagrega en exceso el territorio.Cinco de las ecoregiones de Brack tienen una orientación latitudinal y una extensión mayor a 80° 50’. • El desierto del Pacífico es de un ancho de 40 a 100 km y un rango altitudinal de 1 a 1,000 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.); esta es una región altamente urbanizada e irrigada por 40 ríos pequeños que bajan de los glaciares de los Andes y son alimentados por la lluvia serrana estacional. Corresponde a la región chala de PulgarVidal (1938). • La estepa serrana es equivalente a la región yunga marítima de PulgarVidal y los Andes meridionales de Zamora (1996); todos estos términos se refieren a los flancos occidentales de las montañas andinas (de 1,000 a 3,800 m.s.n.m.). El valle de Chicama en el departamento de La Libertad representa la línea divisoria entre la estepa serrana y los flancos andinos más norteños, clasificados por Brack como parte del bosque seco ecuatorial. • La puna de Brack no es la misma de Pulgar Vidal. Cubre territorios de gran

altura desde el Parque Nacional de Cutervo (3,200 m.s.n.m.) en el sur del departamento de Cajamarca hasta los glaciares por encima de los 5,200 m.s.n.m. en el departamento de Tacna. Comprende varias de las regiones serranas de Pulgar Vidal y Zamora, incluyendo valles interandinos de menor altura donde se localizan ciudades como Cajamarca (2,750 m.s.n.m.) y Huaraz (2,645 m.s.n.m.).

32

UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

Fig. 1. Ecorregiones del estudio: desierto (1), estepa (2), puna (3), yunga (4) y amazonía (5). Adaptado de Ministerio del Ambiente, 2011 • La húmeda ecoregión yunga de Brack, lo mismo que la yunga fluvial de Pulgar Vidal, comprende los flancos orientales de los Andes, desde 600 a 3,500 m.s.n.m. Ella pierde continuidad en el N del Perú al ser atravesada por el bosque seco ecuatorial desde Piura y Lambaya-

que hasta el río Marañón. •

La Amazonía peruana, desde los 50 a los 600 m.s.n.m., es conocida como selva

baja. Su cli-

ma tropical es parecido al de varias regiones del África Sub-Sahariana. Variables independientes y dependientes • Nivel de latitud. La base de datos GPS de DHS proporciona las coordenadas (latitud, longitud, altura) de cada conglomerado de la Encuesta Perú 2000, levantadas a base del instrumento Garmin Etrex (Montana & Spencer 2005). La información se refiere al centroide del conglomerado y es presentada en grados decimales, no con los tradicionales

minutos y segundos de la geografía clásica. Cada una de las cinco ecoregiones del estudio fue dividida en tres partes iguales según los criterios mostrados en la Tabla 1. Las coordenadas de cada conglomerado de la encuesta fueron comparadas con una gigantografía del mapa de ecoregiones del Ministerio del Ambiente (2011) para decidir la clasificación de cada conglomerado en un nivel de latitud de una ecoregión o su exclusión del estudio. Los niveles de latitud (N, C, S) 33

Federico R. León

son iguales en extensión dentro de la ecoregión pero varían entre ecoregiones. Se asignó la misma clasificación de nivel de latitud a todas las viviendas de un conglomerado y las mujeres dentro de esas viviendas. Tabla 1. Segmentación de las ecorregiones por nivel de latitud (norte, centro, sur)

_____________________Ecorregiones_____________________ Variables

Desierto

Estepa

Puna

Yunga

Amazonía

Grados límite N Grados límite C Grados límite S Ciudades representativas N Ciudades representativas C

Ciudades representativas S

5,901 S 10,000 S 10,001 S 14,100 S 14,101 S 18,190 S Chiclayo Trujillo Chimbote Huacho Lima Ica Nasca Mollendo Tacna (986) (1.996) (785)

(Número de casos N) (Número de casos C) (Número de casos S)

• en

Poder doméstico de la mujer.

6,598 S 5,095 S 2,106 S 11,340 S 10,227 S 8,054 S 5,775 S 11,341 S 10,228 S 8,055 S 5,776 S 14,750 S 13,857 S 11,014 S 9,445 S 14,751 S 13,858 S 11,015 S 9,446 S 18,160 S 17,487 S 13,974 S 13,115 S Otuzco Cajamarca Jaén Iquitos Caraz Huamachu Moyobamb S. M. de Nieva Cajatamb co a Bagua o Huaraz Lamas Yurimaguas Canta C. de Pasco Uchiza Juanjuí Yauyos Huancayo Pozuzo Pucallpa Huaytará Cusco La Merced Atalaya Arequipa Sicuani Satipo Manu Moquegua Azángaro Quillabam P. Maldonado Tarata Puno ba (589) (221) (636) Sandia (1.043) (81) (2.261) (1.064) (789) (711) (1.266) (504) (652) 7,901 S

Como quiera que la literatura defina el poder de la mujer

términos relativos al del marido, sólo tienen sentido los datos de las mujeres cuyos esposos

viven con ellas. Los items seleccionados del cuestionario de la encuesta fueron los siguientes: “¿Quién toma usualmente las decisiones sobre (hacer las grandes compras de la casa [V743B]) (hacer las compras para las necesidades diarias [V743C]) (hacer visitas a su familia o parientes [V743D])?” Las opciones de respuesta incluían: “Usted”, “Su esposo/compañero”, “Usted y su esposo/compañero conjuntamente”, “Alguien más”, y “Usted y alguien

más”. Sin embargo, no hubo virtualmente respuesta alguna implicando a “Alguien más” en la sub-muestra de mujeres que vivían con su pareja. Se obtuvo de estos ítems un

puntaje global de poder doméstico de la mujer aplicando un modelo de contingencia definido en detalle en

otra parte (León 2012); esencialmente, se plantea que, en una pareja igualitaria, las decisiones en áreas domésticas menores pueden ser autónomas de la mujer, pero son conjuntas con el marido en las áreas de mayor importancia. Para propósitos de esta investigación, se consideró que los ítemsV743C yV743D entrañaban áreas domésticas menos importantes que la del ítemV743B; si bien la libertad de movimiento de la mujer puede tener gran importancia en países menos desarrollados que el Perú (Kishor & Subaiya 2008; León 2011b), este no parece ser el caso de nuestro país. En consecuencia, las siguientes recodificaciones fueron

aplicadas a pequeñas compras y visitas: “Su esposo” = 0, “Usted y su esposo conjuntamente” = 1, y “Usted” = 2. La mayor importancia de las grandes compras para la casa demandó asignar 0 a “Su esposo”, 1 a “Usted”, y 2 a “Usted y su esposo conjuntamente”. Finalmente,

se obtuvo un promedio de los puntajes de los tres ítems. La consistencia interna de la escala de poder fue satisfactoria pese al pequeño número de ítems (α = .67). • 34

UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

• Deseo de hijos de la mujer. Para mantener condiciones similares a las de la variable anterior, sólo fueron analizados datos de las mujeres cuyos maridos vivían con ellas. El ítemV602 del cuestionario DHS dividió a las mujeres en dos grupos. A quienes no creían estar embarazadas les preguntaba, “¿Le gustaría tener (un/otro) hijo o preferiría no tener ningún (más) hijo(s)?”. A quienes creían estar embarazadas, “Después del hijo que está esperando, ¿le gustaría tener otro hijo o preferiría no tener más hijos?”. La respuesta “Tener (un/otro) hijo” fue recodificada 1 y cualquier otra (“No más/ninguno”, “No puede quedar embarazada”,

“Indecisa, no sabe, insegura”) fue recodificada 0. Variables de control • Urbanización. DHS clasificó como urbano o rural el conglomerado al que pertenecía la vivienda de la mujer entrevistada. Esta clasificación respondió al criterio del INEI, según el cual un centro urbano tiene al menos 100 viviendas agrupadas contiguamente y/o es una capital distrital. •

Densidad poblacional.

Esta variable contextualiza al conglomerado. G-Econ (2011)

proporciona información poblacional por cada celda geográfica habitada de 1o de latitud x 1o de longitud en el mundo. En el caso del Perú, la información se refiere a 1990. La conversión de la información de base administrativa – datos censales de INEI (1991) por provincia – a celda geográfica la describen Deichmann, Balk, yYetman (2001). Las coordinadas de cada conglomerado fueron examinadas para decidir su correspondencia a una celda específica de G-Econ y se asignó al conglomerado, la vivienda, y la mujer la población indicada para esa celda. Unos pocos conglomerados de Madre de Dios y Puno en la frontera con Bolivia carecían de información en la base de datos de G-Econ; en estos casos, se asignó la información poblacional existente para la celda peruana más cercana. • Tamaño del hogar. El número total de miembros de la vivienda (adultos y niños) se obtuvo del Individual Recode. • Riqueza de la vivienda. DHS construye una variable de riqueza en cada país. Los ítems considerados incluyen la fuente de agua bebible (pozo, red pública, etc.); tipo de instalaciones

sanitarias (letrina, desagüe, etc.); fuente de luz (eléctrica, etc.); y material principal del piso, ventanas, y techo. Otros activos incluyen radio, televisión, refrigerador, bicicleta, motocicleta, y carro. Filmer y Pritchett (2001) describen el uso del análisis de componentes principales para obtener puntajes de riqueza a base de estos elementos. Implementando la metodología, DHS produce un puntaje estandarizado con media = 0 y desviación estándar = 1. •

Jefe del hogar.

Esta variable del

Individual Recode

fue recodificada 1 = Mujer, 0 =

Hombre. • Etnicidad. Se le preguntó a la mujer, “¿Cuál es el idioma o lengua maternal que aprendió usted en su niñez?”. Las respuestas estaban codificadas en la base de datos como 1 = Castellano, 2 = Quechua, 3 = Aymara, 4 = Otra lengua aborigen, y 5 = Idioma extranjero. Aquí fueron recodificados como Castellano = 1 y cualquier lengua aborigen = 0; idioma extranjero, que comprendía a menos del 0.1% de los casos, fue ignorado. •

Oriunda del lugar.

Se le preguntó a la mujer cuánto tiempo había vivido

continuamente en el lugar de la entrevista. Las respuestas fueron recodificadas “Siempre” = 1 y “No siempre”, “Inconsistente”, o “No sé” = 0. • Edad de la mujer. La edad de la mujer fue calculada considerando su fecha de nacimiento y la de la entrevista. DHS hace dos preguntas (“¿En qué mes y año nació usted?” y “¿Qué edad alcanzó en su último cumpleaños?”) y corrige las inconsistencias en la medida de lo posible. 35

Federico R. León



Diferencia de edad con la del marido.

DHS le preguntó a la mujer cual era la edad del

marido. En el analisis de datos, se restó la edad de la mujer de la edad del marido. • Alfabetismo/educación. Dos preguntas del cuestionario eran: “¿Alguna vez asistió a la escuela?” y “¿Cuál fue el año o grado de estudios más alto que aprobó?”. DHS calcula el número de años requerido para aprobar el grado más alto de estudios, incluyendo los de universidad. A las mujeres que dan una respuesta clasificable en “Instrucción primaria” o menos se les da una tarjeta con una oración y se les pide leerla. El estudio anterior (León 2011a) trató independientemente a las dos variables, alfabetismo y educación. Aquí se les combinó para producer la siguiente escala: 0 = incapaz de leer (N = 2,973). 1 = lee parte de la oración y tiene 0-4 años de escolaridad (N = 3,324). 2 = alfabeta y tiene 5-9 años de escolaridad (N = 9,233). 3 = 10-11 años (N = 6,830). 4 = 12-14 años (N = 3,135). 5 = 15-17 años (N = 2,242). •

Trabajo.

Se le preguntó a la mujer si trabajaba al momento de la entrevista y si

había trabajado en los últimos 12 meses. (“Como usted sabe, algunas mujeres trabajan por paga en dinero o especie. Otras venden cosas, tienen pequeños negocios, o trabajan en la tierra o empresa de su familia. ¿Está usted haciendo actualmente alguno de estos trabajos? ¿Ha trabajado en los últimos 12 meses?”) Sus respuestas fueron recodificadas 0 = “No trabajó” y 1 = “Trabajó y/o está trabajando actualmente”, independientemente de si recibía un pago y el tipo de pago. •

Número de hijos vivos.

Esta es la suma de respuestas sobre el número de hijos

varones y mujeres que residen en la casa e hijos varones y mujeres que residen en otra parte. • Escucha de radio. DHS preguntó a la mujer si escuchaba radio y con que frecuencia: nunca (0), menos de una vez a la semana (1), por lo menos una vez a la semana (2), o casi todos los días (3). • Visión deTV. La pregunta y la codificación de esta variable son similares a las de la anterior. • Lectura de periódicos. La pregunta y la codificación de esta variable son similares a las de la anterior.

Enfoque analítico Como quiera que el diseño de la Encuesta Perú 2000 respondió al doble objetivo de derivar una muestra representativa a nivel nacional y 24 a nivel departamental, la muestra agregada a escala nacional sub-representó algunos departamentos y sobre-representó otros. Por ejemplo, el tamaño de muestra de Lima (N = 3,714) estuvo por debajo de lo requerido por su importancia demográfica (N = 9,117) debido a que 3,714 cases eran suficientes para conseguir un error estándar aceptable para los estimados departamentales; el de Madre de Dios (N = 1,418) fue mayor al que correspondía a su importancia poblacional (N=79) porque se habría podido hacer pocos estimados departamentales confiables sobre la base de 79 casos. DHS proporciona pesos muestrales para restablecer las proporciones adecuadas y obtener estimados representativos de las medias y porcentajes nacionales y departamentales. Sin embargo, las hipótesis del presente studio no se refieren a medias o porcentajes sino a relaciones entre variables, y las ponderaciones de DHS no se aplican a correlaciones o regresiones (Rutstein & Rojas 2006). Se descartó la opción de ponderar los casos y obtener medias ponderadas para cada variable dependiente del estudio a cada nivel de latitud de cada ecoregión. Primero,

porque la única manera de evitar cualquier sesgo habría sido obtener n muestras aleatorias de igual tamaño, una por grado de latitud S por ecoregión; el uso de los pesos muestrales no compensaría por la falta de este diseño ideal. Segundo, no se podría ejercer control sobre terceras variables. Por consiguiente, los análisis se ejecutaron sobre casos no ponderados. 36

UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

La principal técnica analítica empleada fue el modelo linear general de la Ecuación 1, replicada para cada variable dependiente (Y) en cada ecoregión: (1)

Y = μ + δN,C,S + [ξ ] + ε j

En este modelo, μ es la media poblacional, δ es un factor latitudinal de tres niveles (N, C, S), [ξ ] es un juego de 15 covariables, y ε es el error aleatorio; es decir, estamos frente a un análisis univariaj

do de la varianza de una vía que añade el control sobre otras variables. Todas las variables explicatorias fueron previamente estandarizadas al nivel de la muestra global para obtener coeficientes comparables; las estandarizaciones también protegieron a los análisis contra los efectos indeseables de la multicolinealidad. Se usó el método Tipo III para calcular la reducción en la suma de cuadrados de error; en este método, se añade un efecto luego de ajustar todos los otros efectos. Las dos variables

dependientes también fueron estandarizadas en la submuestra de mujeres que vivían con su marido. La segunda técnica analítica usada fue la de las correlaciones parciales entre latitud y cada variable dependiente manteniéndose constantes las 15 restantes variables. Las correlaciones se calcularon para cada nivel de latitud (N, C, S), es decir, luego de agregar todos los casos de nivel N de latitud de las cinco ecorregiones, todos los casos de nivel C, y todos los casos de nivel S. Involucrando una variable continua y una dicotómica, la correlación Pearson es equivalente a la punto-biserial. RESULTADOS La Tabla 2 presenta estadísticas descriptivas para la submuestra de mujeres del estudio, es decir, aquellas que vivían con su marido. Tabla 2. Medias de las variables del estudio, por ecoregión

________________Ecorregiones____________________ Variables

Poder doméstico Deseo de hijos Urbanización Densidad poblacional Tamaño del hogar Riqueza de la vivienda Jefa del hogar Etnicidad Oriunda del lugar

Desierto

E d a d d e la m uj

Estepa

e r D i f e r e n

Puna

ci a co n la d el m ar

Yunga

i d o A lf a b e ti

Amazonía

smo/educación Trabajo Número de hijos vivos Escucha de radio Visión deTV Lectura de periódicos

(N más pequeña)

1,36 ,312 ,895 575.747 5,44 ,879 ,071 ,994 ,469 34,43 3,92 2,79 ,614 2,60 2,26 2,59 1,50 (3.724)

1,32 ,249 ,578 225.087 5,30 ,276 ,061 ,902 ,451 34,02 4,02 2,45 ,775 2,91 2,26 2,03 1,11 (1.047)

1,24 ,211 ,264 92.538 5,74 -,492 ,051 ,548 ,580 33,09 3,58 1,59 ,758 3,54 1,99 1,32 ,662 (4.169)

1,14 ,289 ,395 54.623 5,76 -,352 ,043 ,875 ,433 32,40 4,44 1,81 ,666 3,36 2,10 1,49 ,726 (2.231)

1,14 ,290 ,576 17.275 5,92 -,270 ,049 ,925 ,371 31,78 4,95 2,11 ,601 3,26 1,90 1,82 1,10 (2.489)

El desierto exhibe los mayores niveles de urbanización, densidad poblacional por celda geográfica a la que pertenece el conglomerado, riqueza del hogar, castellano como lengua materna, jefatura del hogar a cargo de una mujer, alfabetismo/educación, poder doméstico de la mujer, su edad, deseo de hijos, escucha de radio (empatado con la estepa), visión deTV, y lectura de periódicos, así como el menor número de hijos vivos. La estepa se caracteriza por la mayor proporción de mujeres que 37

Federico R. León

trabajan, así como el menor tamaño del hogar. La puna se diferencia por su mayor número de niños vivos, así como menor urbanización, riqueza, alfabetismo/educación de la mujer, proporción que tiene al castellano como lengua materna, inmigración, diferencia de edad con el marido, deseo de hijos, visión deTV, y lectura de periódicos. La ecoregión yunga presenta el menor poder doméstico

de la mujer (empatado con la Amazonía) y la menor proporción de mujeres como jefes del hogar. La amazonía puede ser descrita como la ecoregión con las mujeres más jóvenes y mayor tamaño del hogar, nivel de inmigración, y diferencia de edad con el marido, así como menor densidad poblacional, mujeres que trabajan, poder doméstico de la mujer (empatado con la ecoregión yunga), y escucha de radio. En suma, el desierto y la estepa son las regions más modernas del Perú, la puna y la Amazonía son las regiones más tradicionales, y la región yunga se sitúa en una posición intermedia.

Fig.1. Medias de poder doméstico (líneas interrumpidas) y deseo de hijos (líneas sólidas) ajustadas por 15 variables del modelo lineal general, por nivel de latitud (N, C, S) y ecoregión.

Tabla 3. Efectos lineales y cuadráticos del nivel de latitud sobre el poder doméstico de la mujer y su deseo de hijos según el modelo lineal general, por ecoregión.

______________________Ecorregiones_____________________

Variables

Desierto

Estepa

Puna

Yunga

Amazonía

Poder doméstico

Lineal Cuadrático (N) Deseo de hijos Lineal Cuadrático (N)

,069** -,033 (3.767) -,043 -,076** (3.681)

,112* -,013 (1.013) -,081 ,085 (996)

,254*** -,138*** (4.163)

,357*** ,021 (2.220)

,401*** ,108*** (2.421)

-,130*** ,008 (4.112)

-,113*** ,022 (2.180)

-,110*** -,089*** (2.441)

Nota. Los efectos de las 15 covariables del modelo se presentan en el Apéndice. * p < ,05, ** p < ,01, *** p < ,001.

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UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

Trascendiendo tal heterogeneidad, las medias ajustadas de poder doméstico de la mujer presentaron incrementos monotónicos de N a C y de C a S en cada ecoregión (véase la Figura 2). La tendencia se refleja en la significación estadística del componente lineal de las respectivas curvas (véase la Tabla 3). Los efectos de la ecología se ven sólo en el incremento sistemático de los coeficientes

de linealidad, desde el desierto a la estepa y de allí a la puna, la ecoregión yunga, y la Amazonia. Adicionalmente, la sierra y la Amazonía presentaron una curvilinealidad significativa, pero sólo la de la sierra parece tener valor heurístico. Nótese que las curvas de poder doméstico de la mujer se sitúan en la parte positiva del eje vertical debido a que los puntajes estandardizados no están libres del sesgo positivo de la distribución de puntajes brutos de poder doméstico. En contraste, los puntajes estandarizados de deseo de hijos se sitúan en el sector negativo del espacio bidimensional; esto es así porque la mayoría de mujeres indicaron no querer más hijos. La dirección de las curvas para esta variable es consistente con las expectativas del estudio. En cada ecoregión el deseo de hijos fue mayor en el N que en el S, aunque la tendencia fue menos consistente que la de poder doméstico de la mujer. Decrementos monotónicos del deseo de hijos aparecieron sólo en la puna y la ecoregión yunga y el componente lineal de la tendencia alcanzó significación estadística en la puna, yunga, y Amazonía. LaTabla A1 del Apéndice presenta los coeficientes correspondientes a las variables de control. Finalmente, se puede ver representadas en la Figura 3 las correlaciones parciales entre poder doméstico y deseo de hijos en el N (significativa), C (aproximándose a la significación estadística), y S (no significativa).

Fig. 3. Correlación punto-biserial entre el poder doméstico de la mujer y su deseo de hijos en el norte (N), centro (C), y sur (S) del Perú, manteniendo constantes 15 variables socio-demográfi cas.

DISCUSIÓN En la ausencia de condiciones para implementar el diseño de investigación ideal (es decir, n muestras del mismo tamaño obtenidas aleatoriamente, una por grado de latitud S por ecoregión peruana), en el estudio presentado aquí se analizó datos disponibles de 24 muestras departamentales integradas en una muestra nacional y luego desagregadas según ecoregión. Puesto que las muestras no fueron estrictamente representativas de los grados de latitud, sesgos desconocidos podrían haber afectado las relaciones observadas entre el nivel de meridionalidad y las variables dependientes. Por ejemplo, la distribución de casos en la estepa fue pronunciadamente desigual; allí el S comprendió un número de casos tres veces mayor que el del N y nueve veces mayor que el del C. Cabe dudar de la confiabilidad de un hallazgo basado sólo en los 81 casos de la estepa C. El diseño desbalanceado no fue la única limitación del estudio. Se violó el supuesto de distribución normal de la variable dependiente en el análisis de la varianza del deseo de hijos, y la presencia de errores correlacionados 39

Federico R. León

espacialmente podría haber causado sobreestimados del impacto de la latitud. Sin embargo, ninguna de estas limitaciones es capaz de generar una hipótesis alternativa creíble concerniente al crecimiento de N a S del poder de la mujer y de S a N del deseo de hijos; es decir, una capaz de explicar por qué los resultados emergieron en estas direcciones y no al contrario o sin sesgo latitudinal. Los hallazgos llevan con bastante certidumbre a la conclusión de que reflejan tendencias robustas, pues los referidos al poder de la mujer se replicaron en dos muestras nacionales distintas (León 2011a y

este estudio) y los que atañen al deseo de hijos en tres muestras (León 1984 y 1986 y este estudio), involucrando distintos procedimientos de agrupamiento geográfico y medición de variables. Que las relaciones no son espúreas, es decir, determinadas por terceras variables, lo demuestra el hecho de haber emergido consistentemente a pesar del control estadístico ejercido sobre 15 variables sociodemográficas. La confirmada correlación negativa y significativa entre poder doméstico y deseo de hijos en el N peruano que fue decreciendo hasta alcanzar 0 en el S constituye el hallazgo más novedoso y de mayor valor heurístico del estudio, pues sugiere que la latitud, de alguna manera, hace variar el grado de diferenciación entre los géneros. La asertividad, aunque de forma tangencial, ha sido estudiada a través de sociedades y culturas; está demostrado que el hombre es más asertivo que la mujer, pese a que la variabilidad al interior de los géneros puede ser mayor que entre ellos (Costa,Terracciano & McCrae, 2001). La asertividad, pues, es un rasgo masculino. El amor, a su vez, se asocia más con la femineidad; no en vano Bem (1974) planteó su inventario de dominio-amor como una de masculinidad-femineidad y, acentuando el carácter ortogonal de los dos factores, tituló su trabajo “The measurement of psychological androgyny.” Un individuo podría ser marcadamente masculino,

marcadamente femenino, o presentar un balance de los dos factores. Lo que los resultados peruanos sugieren es que estos factores (asertividad, amor) son ortogonales en altas latitudes pero oblicuos en bajas latitudes; es decir, la diferenciación sexual decrecería con la distancia al Ecuador. Así se puede entender por qué los análisis de factores de los ítems del inventario de Bem (1974) arrojan resultados tan inconsistentes como los revelados por la revisión de Choi y Fuqua (2003) de 23 estudios validatorios: la diferenciación sexual de los géneros en Boston (420 24’ N) no sería la misma que en

Miami (250 48’ N); sería menor. Pero, ¿cómo se explica que la latitud determine la mayor o menor diferenciación sexual? Buscando en la literatura científica una variable correlacionada con la latitud y ligada a la diferenciación sexual humana, el autor de este artículo descubrió que la vitamina D cumple con ambos requisitos.

Esta vitamina es obtenida por el organismo humano cuando los rayos solares impactan la piel y la retina y generan una cadena de eventos bioquímicos que tiene similitud con la fotosíntesis en las plantas. Los rayos solares contienen tres clases de luz. Una de ellas, la infraroja, proporciona calor,

mientras que las otras dos, la visible y la ultravioleta, pueden causar cambios estructurales en una diversidad de moléculas que se requieren en ciertas reacciones bioquímicas. La intensidad y duración de la exposición a la luz solar es proporcional a la tasa de síntesis de estas moléculas para producir vitamina D. Dicha tasa, entonces, varía sistemáticamente con la latitud, pues la intensidad de los rayos solares disminuye continuamente desde la línea ecuatorial hasta los polos. Es un hecho empírico bien conocido en el hemisferio norte que la exposición a la luz solar tiene un impacto en la producción de testosterona y estrógenos; los niveles de plasma declinan de noviembre a abril, es decir,

durante el invierno, y comienzan a incrementarse continuamente durante la primavera y el verano (Van Anders, Hampson, & Watson 2006). Ello influye directamente en la tasa de concepciones humanas, que correlaciona significativamente con la intensidad de luz solar (Cummings 2007). Los varones que viven en latitudes bajas tienen una ventaja a lo largo del año en niveles de testosterona y el correspondiente aumento en la producción de esperma, pues estos procesos se mantienen a un nivel más alto y menos variable a lo largo del año. En cambio, el que con la cercanía a los polos las noches sean más largas, y la variación estacional sea mayor, no parecen tener efectos sobre la testosterona (Huhtaniemi, Martikainen, &Tapanainen 1982). Queda poca duda de que el vínculo entre luz solar y hormonas sexuales sea producido por la vitamina D. Se ha demostrado en roedores el rol regulador de la vitamina D en la síntesis del estrógeno en las gónadas de las hembras; parece que la acción de la vitamina D en la biosíntesis del estrógeno se explica parcialmente por el mantenimiernto de la 40

UNA TEORÍA PSICOBIOGEOGRÁFICA DEL PODER DOMÉSTICO DE LA MUJER

homeostasis del calcio (Kinuta, et al., 2000). También se ha demostrado el rol de la vitamina D en la producción de testosterona en hombres; las dos variables están estrechamente correlacionadas y varían estacionalmente al unísono (Wehr, Pitz, Boehm, März, & Obermayer-Pietsch 2009). El creciente deseo de hijos de la mujer peruana al aproximarse al Ecuador que se confirmó en el presente

estudio y que ha sido interpretado como evidencia de un creciente interés sexual (León 1986), puede, pues, explicarse por el asociado aumento en la producción de vitamina D y sus efectos en los niveles de estrógeno. Como quiera que las hormonas sexuales hacen más masculino y dominante al hombre y más femenina y tímida a la mujer (McLean & Anderson 2009), debe esperarse que las parejas sean más asimétricas en poder cerca al Ecuador y más igualitarias con la distancia de la línea ecuatorial, como se demostró en este estudio. La correlación negativa y significativa entre deseo de hijos y poder doméstico de la mujer que se observó en el N del Perú puede entenderse, entonces, en función de la ocurrencia de máxima diferenciación sexual al aproximarse el ser humano a la latitud 0 (es decir, donde la intensidad de la luz solar es mayor). Al aumentar la distancia de la línea ecuatorial, decae la diferenciación sexual y, consecuentemente, la correlación negativa entre el deseo de hijos y el poder doméstico de la mujer. La Figura 4 grafica estas relaciones.

Fig. 4. Vínculos empíricos y teóricos entre la latitud, el poder doméstico de la mujer, su deseo de hijos, y el uso de sustancias psicoactivas La vitamina D también es capaz de contribuir a la explicación del uso de sustancias psicoactivas y su relación con la latitud. La prevalencia de vida y uso actual de alcohol, tabaco y hoja de coca crecen de N a S en el Perú, con excepción del uso actual de alcohol en la costa, según análisis efectuados por León (1987) en las tablas de resultados de Drug use and abuse in Peru: An epidemiological investigation of drugs in urban Peru (Jutkowitz et al. 1986). Para reconciliar con la interpretación

geográficopsicosocial (autonomía versus dependencia de la mujer) el hallazgo sobre sustancias psicoactivas, el autor propuso una explicación según la cual las madres más independientes, entretenidas en aspiraciones de desarrollo personal, causarían en sus hijos ciertas carencias afectivas que se expresarían luego, en su juventud y adultez, en un mayor consumo de alcohol, tabaco y/u hoja de coca. Fundamentó esta interpretación citando trabajos sobre predictores del uso de drogas en la juventud que señalaban la importancia de factores relativos a antiguas interacciones padres-hijos: la falta de cercanía en la relación y la falta de involucramiento materno en las actividades de los hijos. Asi se entendería el mayor uso de sustancias psicoactivas observado a medida que el poblador peruano se aleja de la línea ecuatorial. Viceversa, el menor consumo en el N sugiere un efecto protector del amor o calidez maternos. La Figura 4 sugiere las vías a través de las cuales la latitud afectaría estas relaciones. La vitamina D, cuyo efecto sobre neurotransmisores como la dopamina y la serotonina es conocido (Cass, Smith, & Peters 2006), está involucrada en la depresión estacional anual. Este síndrome consiste en la presencia recurrente de ciclos depresivos y se le atribuye a un déficit de exposición a rayos solares en el invierno; consecuentemente, uno de sus tratamientos es la terapia de luz (Rosenthal, et al. 1984). Relacionada a ella está la depresión invernal o nórdica, de alta in41

Federico R. León

cidencia en los países escandinavos, con la excepción de Islandia (Magnusson, Axelsson, Karlsson, Oskarsson, & Högni, 2000). El déficit de luz solar con la cercanía al Ártico explica la depresión nórdica, y la excepción se atribuye al muy alto consumo de pescado por parte de los islandeses (FAO 2006); este alimento contiene importantes dosis de vitamina D. Además, la testosterona aumenta la producción de dopamina basal en hombres (Hull, Muschamps, & Sato 2004). El creciente uso de alcohol y drogas de N a S del Perú puede, pues, entenderse como expresión de una necesidad de mejorar el estado de ánimo y contrarrestar los efectos depresivos de la menor intensidad de la luz solar al incrementarse la latitud. Para poner a prueba la validez de la teoría psicobiogeográfica del poder doméstico de la mujer se podría verificar si la asertividad femenina, adecuadamente medida, se incrementa con la distancia del Ecuador, intranacionalmente y/o internacionalmente, si lo contrario ocurre con la masculina, y si el interés sexual y disposición al amor presentan las tendencias opuestas.

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REVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADO-RASGO (IDARE)

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Revista de Peruanap de Psicología y Trabajo SocialT2012, Volumen 1- N° 1: 45-54 V V < m Va Es Nú Al Di Ed Or Et Jef Ri Ta De Ur ab(N Le es ) ctu isi cu me ra fa fer ad iu nic e qu ma nsi ba ari , uj lor la baj abl ón 05,er F A1 ra de ch ro o bet en de nd ida del ez ño da niz es ** p y de . de T a de is cia la a d ho a del d aci < EVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL DE l pe de hij m co m del INVENTARIO ga de ho po ón V , su m rió ra os o/e n uje lu r la ga bla ANSIEDAD RASGO IDARE EN UNA MUESTRA 01,de od ESTADO De dic di vi du la r ga vi r cio so ** sie DE UNIVERSITARIOS DE LIMA METROPOLITANA os o vo ca del r vie nal p< de el * s ma ANXIETY INVENTORY nd PSYCHOMETRIC REVIEW STATE -ció TRAIT (STAIrto ) o , hij Es n rid a INlinA SAMPLE OF UNIVERSITY OF LIMA METROPOLITAN 00 os, tep o , , , , , , 1. po ea a __ (3. 6,3 6,2 07 40 1,8 2,8 7,2 20, 00 56 3,4 83 13, 95 33, l Pu r Sergio Dominguez 1; Graciela4Villegas; Sotelo 74 0* 8* 8 9* Noemí 91 2 Sotelo; 1 3 9 8 Lidia 9 63 4 01 na __ eg ge ec __ Universidad Inca Garcilaso de la* Vega, 7) * ** Lima, Perú ** ** ió or ne __ * , , , , , * , n. ral __ (9 95 2,6 74 30 93 6,1 00 8,0 23 8,4 3,0 1,3 1,3 5,0 pade Marzo Recibido 12 2012; revisado 20 de Marzo 2012; aceptado 01 de Abril 2012 6,9 __ 93 0 4 7 8 3 3* 5 5* 2 0* 2 4 0 3* ra ) 5* __ * * * __ efe __ ct , , , ,1 ,1 , _P os (4. 00 1,5 1,1 20 50 32, 1,1 15, 10 18, 4,4 9,3 8,9 13 10 od 16 0 5 51 6 38 91 8* 7* 8* 3 9 4 9 de RESUMEN er 3) ** ** ** * * 15 Do * * * Se analizaron las propiedades de Ansiedad Estado-Rasgo (IDARE) en una muestra co psicométricas del Inventario , , , , Y mé de estudiantes universitarios del primer año de la Carrera de Psicología de una universidad estatal de Lima e va (2. 4,3 31, 4,0 13, 4,5 30 2,6 29 02 3,1 10, 4,5 3,9 1.6 Metropolitana. El objetivo fue obtener evidencias38de validez que apoyen su uso en población universitaria. un sti 22 5* aceptables 53 0* 2 a través 47 8*del8 método 0 6 de 3consistencia 0 16 5* 0* (Alpha 2 el ria Se hallaron indicadores de con abilidad interna deco 0) factorial ** y de validez ** convergente. Se concluye que **el IDARE es un ga __ po bl de validez Cronbach), así como evidencia * la ansiedad * en población universitaria. *Se recomienda ampliar__la instrumento válido y con de able para evaluar es , , , , , , , muestra con el objetivo de elaborar los baremos respectivos. rso (2. 3,3 74 2,7 09 76 21, 48 29, 75 60, 71 6,0 3,6 06 35, A __ 1 do br psicometría, 42 0 0 con 0 8abilidad, 0* 7 1 76 ma __ Palabras claves: Ansiedad, 6 63validez 4 93 7 75 mé 1) ** ** ** ** zo __ nía __ * * * * sti De __ , , , , , , , , co ABSTRACT __ (3. 4,2 28 8,0 17, 16 14, 3,8 si __ 42 00 00 31 63 05 88 02 de __ 2* 2 5,4properties 7* 1 61 4,7State-Trait 42 2 9 Anxiety _ 3 1 Inventory 7 1 (STAI) In this study there were analyzed68the4psychometric of the ert __ 1) 4* * ** 6* ** in a sample of rst-year Psychology students of state college in Metropolotan Lima. e objective o __ was to ** * obtain validity evidence that support its use ** in university population. Acceptable reliabilityEs indicators were __factorial found through the internal consistency method (Cronbach’s Alpha),, as well, as evidence of both , , tep __the anxiety 1,2STAI 29, 02is 4,6 3,8 35, 1,2valid 3,9 1,4to evaluate and convergent validity. In conclusion, an instrument and01reliable , (9 71 3,2 the 67 4,5 a __ the in university population. It is96 recommended to extend the5objective 8* sample 19 5 with 7* 1 of89elaborating 7 4 0 20 8 7* the 8 4* Pu __ respective scales. ** ** 4 ) na __ * * Keywords: Anxiety, psychometry, reliability, validity __ , , , (4. 4,0 1,6 94 20 4,0 4,9 8,7 51, 01 2,6 1,6 6,2 20, 3,5 De 1 1 41 112 8* 2 5 6,8 6* 0* 9* 06 3 7 6* 63 8 se 2* * ** ** o ) ** * * de , , , , , , , Y Hi (2. 38 02 00 10 5,2 78 00 59, 2,1 1,7 9,7 2,0 29 92 1.6 un jos 18 1 2 0 1,8 0* 1 7 14 6 8 6* 7 1 3 9 ga __ 0) 0* ** * __ ** * __ , , , , , , , A __ (2. 39 10 52 16 63 00 13, 45, 01 17, 60 3,0 1,3 1,4 9,0 ma __ 44 9 7 2 8,5 4 0 32 32 2 49 0 0 7 5 0* zo __ 1) 6* ** ** ** * nía __ ** * * * 1 Contacto: [email protected] __ __ 45

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Sergio Domínguez; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo

INTRODUCCIÓN Inicialmente, Spielberger (1980) definió la ansiedad como una reacción emocional desagradable que ocurre en función a un estimulo externo, el cual es considerado como amenazador por el sujeto, lo que produce cambios fisiológicos y conductuales. Más adelante, redefine la ansiedad como una reacción o estado de displacer que es distinto de otros estados por una combinación de experiencias y cambios fisiológicos, comprendiendo además sentimientos de intranquilidad, tensión y aprensión (Spielberger & Rickman, 1990). De acuerdo con la décima Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 10) (OMS, 1992), la característica esencial de este trastorno es una ansiedad generalizada y persistente, que no es función de algún acontecimiento ambiental que medie o condiciones dicha ansiedad, es decir, se trata de una “angustia flotante”. Los síntomas predominantes son muy variables, pero lo más frecuente son quejas de sentirse constantemente nervioso, con temblores, tensión muscular, sudoración, mareos, palpitaciones, vértigos y molestias epigástricas. A menudo se ponen de manifiesto temores referidos a acontecimientos con escasa probabilidad de ocurrencia, pero que la persona los considera como altamente probables y amenazantes. En la actualidad, la ansiedad es uno de los problemas psicológicos de mayor prevalencia (GuillénRiquelme & Buela-Casal, 2011). En este sentido, el Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado-Hideyo Noguchi” (2002), en su Estudio Epidemiológico de Salud Mental de Lima y Callao, indica que la prevalencia de vida de trastornos de ansiedad en general es de 20.3% en los varones y 30.1% en las mujeres. Por su parte, el Ministerio de Salud (2004) nos dice que la prevalencia anual de los trastornos de ansiedad estaría en ascenso; asimismo, se presume que hay una cifra oculta pues muchos no recurren a los servicios de salud. Por su parte, la población universitaria presenta un panorama similar. Existen estudios que dan cuenta de la presencia de la ansiedad, en comorbilidad con la depresión, en población universitaria tanto en el ámbito nacional (Anchante, 1993; Celis, et al., 2001; Riveros, Hernández & Rivera, 2007; Torrejón, 2011) y en el extranjero (Agudelo, Casadiegos & Sánchez, 2008; Flores, Jiménez, Pérez, Ramírez &Vega, 2007; Cova, et al., 2007), considerando además el comportamiento suicida

(Amezquita, González & Zuluaga, 2003) y variables sociofamiliares y factores académicos (Balanza, Morales & Guerrero, 2009). El Inventario de Ansiedad Estado/Rasgo (Spielberger & Diaz-Guerrero, 2007; Spielberger, Gorsuch & Lushene, 1970) es uno de los autorreportes de ansiedad más usados alrededor del mundo (Andrade, Gorestein, Vieira Filho, Tung & Artes, 2001), y para diferente propósito. Fue creado para evaluar la ansiedad dentro del planteamiento de Charles Spielberger, en donde la ansiedad como esta-

do, está caracterizado por un sentimiento de tensión y aprensión, así como el aumento de la actividad del sistema nervioso autonómico; mientras la ansiedad como rasgo, se considera como un rasgo de personalidad relativamente estable que se define como una tendencia a percibir las situaciones como amenazantes (Guillén-Riquelme & Buela-Casal, 2011). Siendo la ansiedad un fenómeno universal que puede ser experimentado de diversas formas dependiendo las creencias culturales y los valores de cada sociedad (Manson & Kleinman, 1998), se ha adaptado dicho instrumento a diversas lenguas, y se han estudiado sus propiedades psicométricas en diversos países como Pakistán (Mansoor, 2011), Brasil (Andrade, et. al., 2001), Japón (Iwata, et al., 2000), México (Rojas-Carrasco, 2010), Chile (Vera-Villarroel, Celis-Atenas, Córdova-Rubio, Buela-Casal & Spielberger, 2007), Países de habla hispana en general (Spielberger, González-Reigosa, Martínez-Urrutia, Natalicio & Natalicio, 1971), entre otras, para facilitar el uso y la valoración de la ansiedad en diversas culturas. Cabe resaltar que no existe en Perú una validación, oficial al menos, de dicho instrumento ni en población general ni universitaria, ya que en los estudios se toman en consideración la versión de Spielberger et. al (1971) (Anchante, 1993; Celis, et. al., 2001; Torrejón, 2011). 46

REVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADO-RASGO (IDARE)

Con relación a los antecedentes psicométricos, Mansoor (2011) halló en 400 estudiantes pakistaníes, 225 varones (Edad promedio=19.39, DS=1.98) y 175 mujeres (Edad promedio=18.57, DS=1.78) coeficientes alpha de Cronbach adecuados, para las Escala de Estado y Rasgo siendo las magnitudes de .87 y .91 respectivamente. En relación a la Homogeneidad del test, refiere correlaciones ítem-test que oscilan entre .31 y .60 (Ansiedad Estado) y entre .32 y .55 en Ansiedad Rasgo. El análisis factorial, encuentran dentro de cada subescala, estado y rasgo, dos factores referidos a la ausencia de ansiedad y presencia de ansiedad. En cuanto a la subescala de Ansiedad Estado, el primer factor, ausencia de ansiedad, explica el 27.25% de la varianza total, y el segundo factor, presencia de ansiedad, el 8.23%. En la subescala Ansiedad Rasgo, también se hallaron dos factores, de los cuales el primero, ausencia de ansiedad, explica el 26.67%, y el segundo, referido a la presencia de ansiedad, explica el 8.6% de la varianza. Andrade et.al. (2008) contó con la participación de 1080 estudiantes brasileños (845 mujeres y 235 varones) con edad promedio 24.1 años (DS=6.4). Por medio del análisis factorial hallaron dos componentes. El primer factor representa la dimensión del estado de ánimo (33.0% de varianza explicada) de contenido depresivo, y el segundo componente, la dimensión de preocupación (8.5% de varianza explicada) de contenido ansioso. En cuanto a la confiabilidad, presentaron coeficientes Alpha de Cronbach de .84 y .81, respectivamente. Por otro lado, encontraron una correlación significativa del Inventario de Ansiedad Estado/Rasgo con el Inventario de Depresión de Beck de .66 (p< .001). Vera-Villarroel, et. al. (2007), en su análisis preliminar del Inventario de Ansiedad Estado/Rasgo, evaluaron 1448 personas, de las cuales 445 fueron adolescentes (204 mujeres y 241 varones) de edades comprendidas entre 13 y 18 años, con edad promedio 16.4 años (DS=1.4) y 1043 adultos (489 mujeres y 533 varones) de edades comprendidas entre 19 y 60 años, con edad promedio 31.02 años (DS=11.68). En cuanto al análisis factorial, hallan dentro de cada subescala, estado y rasgo, dos factores referidos a la ausencia de ansiedad y presencia de ansiedad. En cuanto a la subescala de Ansiedad Estado, el primer factor que se refiere a la ausencia de ansiedad, explica el 38.6% de la varianza total, y el segundo factor, presencia de ansiedad, el 8.0%. En la subescala Ansiedad Rasgo, también se hallaron dos factores, de los cuales el primero, ausencia de ansiedad,

explica el 28.82%, y el segundo, referido a la presencia de ansiedad, explica el 5.61% de la varianza. Se debe destacar que, junto a estos estudios que consideran en su análisis a población similar a la que utilizaremos en este estudios, otros hallazgos confirman la estructura tetrafactorial del inventario (Iwata, et. al., 2000; Rojas-Carrasco, 2010). Así, tanto por la creciente incidencia de los desórdenes de ansiedad en la población universitaria, y la necesidad de contar con un instrumento para valorar la ansiedad en dicho colectivo, se plantea la revisión psicométrica del Inventario de Ansiedad Estado/Rasgo, a fin de brindar a la comunidad psicológica una herramienta válida y confiable para dicho fin.

MÉTODO Tipo y diseño de investigación Es una investigación instrumental, destinada a la adaptación y estudio de las propiedades psicométricas de un test (León & Montero, 2002)

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Sergio Domínguez; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo

Población y muestra Se consideró una muestra intencional de 133 estudiantes universitarios del primer año de dos carreras profesionales del área de Salud de una universidad estatal de Lima Metropolitana, de los cuales 53 son varones (39.8%) y 80 mujeres (60.2%), con edades comprendidas entre 16 y 24 años (Media 19.07; D.S.

1.932).

Instrumento El Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado (IDARE) de Spielberger & Diaz-Guerrero (2007) com-

prende escalas separadas deAutoevaluación que miden dos conceptos independientes de la ansiedad, como estado (E) y como rasgo (R). 20 ítems evalúan cada una de dichas escalas. La ansiedad como Estado (A/E) está conceptualizado como un estado o condición emocional transitoria del organismo humano, que se caracteriza por sentimientos subjetivos, concientemente percibidos, de tensión y aprensión, así como por una hiperactividad del sistema nervioso autonómico. Puede variar con el tiempo y fluctuar en intensidad. Por otro lado, la ansiedad como Rasgo (A/R) señala una relativamente estable propensión ansiosa por la que difieren los sujetos en su tendencia a percibir las situaciones como amenazadoras y a elevar, consecuentemente, su ansiedad Estado (A/E). El Inventario de Depresión Estado-Rasgo (IDER) de Spielberger, Agudelo y BuelaCasal (2008) está conformado por 20 ítems, 10 de los cuales se refieren a la depresión como estado, y los otros 10 como rasgo. Cada grupo está distribuido de la siguiente manera: cinco ítems evalúan Eutimia, y cinco evalúan Distimia. Tiene como objetivo principal la evaluación del grado de afectación (estado) y la frecuencia de ocurrencia (rasgo) del componente afectivo de la depresión. En cuanto a las propiedades psicométricas en población universitaria, Dominguez (2011) halló indicadores de confiabilidad aceptables a través del método de consistencia interna (Alpha de Cronbach), siendo estos índices de .898 para la escala total, .825 para Depresión-Rasgo y .857 para Depresión-Estado. Asimismo, se encontraron evidencias de validez de contenido y de validez factorial.

Procedimiento Se les informó a los participantes el objetivo de la investigación, y se garantizó la confidencialidad de los resultados. El instrumento se administró por un solo investigador, aclarándose las dudas de los estudiantes cuando ellos lo requerían. Se elaboró una base de datos para ser

analizada posteriormente por medio del paquete estadístico SPSS 18.0. RESULTADOS

Con abilidad Se analizó por medio de su consistencia interna usando el método del Alpha de Cronbach. Para Ansiedad-Estado se obtuvo un alfa total de .908, con los 20 ítems con un índice de homogeneidad mayores a .20, el cual es el punto de corte para aceptar al ítem dentro de la escala (Likert, 1932). El factor Ausencia de ansiedad evidenció un alfa de .899 y el componente Presencia de ansiedad de .835. Por otro lado, para Ansiedad-Rasgo el alfa total fue menor, de .874. En dicha escala se procedió a eliminar el ítem 31 (“Suelo tomar las cosas demasiado seriamente”) dado que presentó un índice de homogeneidad de .089. La confiabilidad correspondiente al factor Ausencia de ansiedad evidenció un alpha de .844 y el componente Presencia de ansiedad, de .795. 48

REVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADO-RASGO (IDARE)

Evidencias de validez de Ansiedad-Estado Análisis Factorial: Existieron las condiciones necesarias para dicho análisis, contando con un medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin de .841, un Test de es-

fericidad de Bartlett signifi cativo (χ²=1321.136; g.l.= 190) y una matriz de correlaciones signifi cativa. Se usó el método de componentes principales con rotación promax debido a que se observaron correlaciones entre los componentes de .479, las cuales son mayores a .32 (Tabachnick & Fidell, 2001). Se utilizó el análisis paralelo (Horn, 1965) como técnica de extracción de factores. Los resultados indican una estructura factorial de dos componentes diferenciados, caracterizados por la presencia y ausencia de ansiedad, los cuales

explican el 48.608% de la varianza. El primer factor, Ausencia de ansiedad, está compuesto por los ítems 1, 2, 5, 8, 10, 11, 15, 16, 19 y 20. El segundo factor, Presencia de ansiedad, por los reactivos 3, 4, 6, 7, 9,

12, 13, 14, 17 y 18. Tabla 1 Correlación Ítem-Test y Análisis Factorial del Inventario de Ansiedad Estado

Relación

F2 h² Ítem-TestF1 Item 20 Me siento bien .637 .869 .654 Item 5 Me siento cómodo (estoy a gusto) .673 .82 .640 Item 19 Me siento alegre .515 .807 .530 Item 2 Me siento seguro .664 .803 .623 Item 16 Me siento satisfecho .678 .77 .608 Item 10 Me siento cómodo .687 .738 .593 Item 11 Tengo confianza en mí mismo .611 .674 .494 Item 1 Me siento calmado .604 .66 .486 Item 8 Me siento descansado .534 .55 .356 Item 15 Estoy reposado .559 .522 .376 Item 13 Me siento agitado .402 .801 .540 Item 6 Me siento alterado .342 .791 .501 Item 9 Me siento angustiado .568 .731 .579 Item 18 Me siento agitado y aturdido .579 .677 .548 Item 14 Me siento “a punto de explotar” .306 .615 .320 Item 12 Me siento nervioso .463 .536 .357 Item 7 Estoy preocupado actualmente por algún posible .496 .352 contratiempo .479 Item 17 Estoy preocupado .568 .494 .437 Item 4 Estoy contrariado .479 .436 .330 Item 3 Estoy tenso .569 .361 .371 .397 Valores Eigen 7.430 2.292 Varianza explicada por factor 37.149 11.460 Confiabilidad por factor .899 .835 Nº

Contenido del ítem

Validez convergente: Se realizó un análisis correlacional con el Inventario de Depresión Estado/Rasgo, se encontraron correlaciones significativas entre las dos dimensiones encontradas en el

análisis factorial previo con todas las dimensiones del Inventario de Depresión Estado/Rasgo.

49 Sergio Domínguez; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo

Tabla 2 Correlaciones del IDARE-E con el IDER

Escalas Eutimia-Estado Distimia-Estado Eutimia-Rasgo Distimia-Rasgo Ansiedad Estado-Ausente . .383** .618** .422** .565** .401** .470** 698** Ansiedad Estado-Presente .277**

Evidencias de validez de Ansiedad-Rasgo Análisis Factorial: Existieron las condiciones necesarias para dicho análisis, contando con un medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin de .855, un Test de esfericidad de Bartlett significativo (χ²=852.591; g.l.= 171) y una matriz de correlaciones significativa. Se usó el método de componentes principales con rotación promax debido a que se observaron correlaciones entre los componentes de .504, las cuales son mayores a .32 (Tabachnick & Fidell, 2001). Se utilizó el análisis paralelo (Horn, 1965) como técnica de extracción de factores. Los resultados indican una estructura factorial de dos componentes diferenciados, caracterizados por la presencia y ausencia de

ansiedad, los cuales explican el 42.110% de la varianza. El primer factor, Ausencia de ansiedad, está compuesto por los ítems 21, 23, 26, 27, 30, 33, 36, 38 y 39. El segundo factor, Presencia de ansiedad, por los reactivos 22, 24, 25, 28, 29, 32, 34, 35, 37 y 40. Tabla 3 Correlación Ítem-Test y Análisis Factorial del Inventario de Ansiedad Rasgo



Contenido del ítem

Relación

F2 Ítem-TestF1 Item 39 Soy una persona estable .548 .852 Item 36 Me siento satisfecho .693 .821 Item 30 Soy feliz .598 .81 Item 21 Me siento bien .595 .753 Item 27 Soy una persona tranquila, serena y sosegada .394 .715 Item 33 Me siento seguro .599 .695 Item 26 Me siento descansado .409 .535 Item 23 Siento ganas de llorar .434 .394 Item 38 Me afectan tanto los desengaños, que no me los puedo ten quitar de la .451 Item 40 Cuando pienso en mis preocupaciones actuales, me pongo

so

h² .614 .707 .622 .565 .404 .542 .286 .268 yalterado

.311

.408

Item 29 Me preocupo demasiado por cosas sin importancia .423 Item 37 Algunas ideas poco importantes pasan por mi mente y me molestan .475

Item 25 Pierdo oportunidades por no decidirme rápidamente .431 Item 28 Siento que las dificultades se amontonan al punto de no poder su-perarlas

.433

Item 32 Me falta confianza en mí mismo .685 Item 24 Me gustaría ser tan feliz como otros parecen serlo

.275 .699 .676 .669 .662 .639 .592 .484 .469 .396 .346

.414 .402 .431 .397 .379 .599 .405 .177 .255 .260

.551

Item 34 Procuro evitar enfrentarme a crisis y dificultades .238 .426 .427

Item 22 Me canso rápidamente Item 35 Me siento melancólico Valores Eigen Varianza explicada por factor Confiabilidad por factor

6.091 1.910 32.057 10.053 .844 .795 50

REVISIÓN PSICOMÉTRICA DEL INVENTARIO DE ANSIEDAD ESTADO-RASGO (IDARE)

Validez convergente: Se realizó un análisis correlacional con el Inventario de Depresión Estado/Rasgo, el cual cuenta con propiedades psicométricas adecuadas en población universitaria (Dominguez, 2011). Se encontraron correlaciones significativas entre las dos dimensiones encontradas

en el análisis factorial previo con todas las dimensiones del Inventario de Depresión Estado/Rasgo. Tabla 4 Correlaciones del IDARE-E con el IDER

Escalas Ansiedad RasgoAusente Ansiedad RasgoPresente

Eutimia-Estado Distimia-Estado Eutimia-Rasgo Distimia-Rasgo .700** .411** .728** .541** .381** .457** .471** .629**

DISCUSIÓN DE RESULTADOS En cuanto a los coeficientes de confiabilidad, estos son los más adecuados ya que de acuerdo a la propuesta de Campo-Arias y Oviedo (2008) se encuentran entre 0,80 y 0,90. Además de ello, conforme a Anastasi (1990), los valores de .80 o mayores permiten que el instrumento muestre inferencias sobre el individuo, lo cual le da relevancia a los índices propuestos en este trabajo. Continuando con lo referido a la consistencia interna del instrumento, cabe resalta que los índices de homogeneidad oscilaron entre .342 (ítem 6: Me siento alterado) y .687 (ítem 10: Me siento cómodo) en Ansiedad Estado y entre .238 (ítem 34: Procuro evitar enfrentarme a crisis y dificultades) y .693 (ítem 36: Me siento satisfecho). Dichos indicadores dan cuenta de una buena relación de los reactivos con el instrumento. Cabe resaltar que se eliminó el ítem 31 de la escalaAnsiedad-Rasgo (“Suelo tomar las cosas demasiado seriamente”) dado que presentó un índice de homogeneidad de .089. Se encontró una coincidencia con el trabajo deVera-Villarroel, et. al. (2007), ya que el índice de homogeneidad de dicho reactivo fue de .11. En relación a las evidencias de validez factorial, se confirma la estructura tetrafactorial que presentan otros trabajos en diversas culturas (Mansoor, 2011; Vera-Villarroel, et. al., 2007: Iwata, et. al., 2000; Rojas-Carrasco, 2010), considerando dentro de las escalas de Estado y Rasgo los factores de ausencia y presencia de ansiedad. Cabe mencionar que la varianza explicada por los primeros factores superan el

mínimo requerido que es 20% para concluir que hay unidimensionalidad (Carmines & Zeller, 1979) y se cumplen los tres criterios propuestos por Anastasi (1990) a ser tomados en cuenta para una solución adecuada: estructura simple, desarrollo positivo (saturaciones positivas) y facilidad de interpretación. Entonces, de acuerdo con Elosua (2003) a través de un número mínimo de factores y mayor varianza explicada se trata de proponer un modelo independiente, lo cual le da consistencia al planteamiento, ya que las dimensiones obtenidas se corresponden con las manifestaciones de ansiedad que presenta la población clínica (OMS, 1992) y conforme a investigaciones previas que dan cuenta de dicha estructura factorial, es decir, el marco referencial fue establecido antes de definir la estructura factorial, no después, por lo cual los hallazgos tienen sustento, al coincidir con la estructura resultante (Pérez-Gil, Chacón & Moreno, 2000). Es así que el uso del análisis factorial exploratorio con fines confirmatorios implicaba tener en cuenta una estructura factorial basada en una teoría sustantiva y aplicar análisis factorial en una muestra de datos para comprobar si la estructura resultante era coincidente o no con la estructura teórica (Pérez-Gil, Chacón & Moreno, 2000). En cuanto a la validez concurrente, esta es adecuada para la validación de tests empleados para diagnóstico de la situación actual (Anastasi, 1974) y teniendo en cuenta que las relaciones de los puntajes con otras variables externas son una importante fuente de validación (Prieto y Delgado,

2010). Al respecto de ello, actualmente se considera que las relaciones entre ansiedad y depresión 51

Sergio Domínguez; Graciela Villegas; Noemí Sotelo; Lidia Sotelo

son esperables, ya sea debido a la debilidad psicométrica de las escalas (Encler, Cox, Parker & Bagby, 1992) porque las escalas de depresión y ansiedad tienen un componente común de afectividad negativa (Watson & Clark, 1984; Spielberger, Agudelo & Buela-Casal, 2007); o por problemas en el diagnóstico diferencial (Agudelo, Buela-Casal & Spielberger, 2007). En ese sentido, las correlaciones halladas tanto en relación a los factores de ausencia y presencia de ansiedad con los factores de Eutimia y Distimia están en concordancia con los aspectos señalados líneas arriba, y con investigaciones empíricas que dan cuenta de la relación entre ambos constructos (Agudelo, 2009; Andrade

et.al., 2008; Ocampo, 2007). Entonces, de acuerdo a las evidencias, es un instrumento válido y confiable para evaluar la ansiedad en población universitaria, dado que cuenta con las características psicométricas adecuadas. Se recomienda ampliar la muestra con el objetivo de elaborar los baremos respectivos. Asimismo, debe implementarse trabajos de validación en contextos clínicos para asegurar la validez discriminante

del instrumento.

CONCLUSIONES •

Los indicadores de confiabilidad (de consistencia interna e índice de homogeneidad)

tanto

en la escala total, como en los factores resultantes del análisis factorial son adecuados. • El inventario presenta evidencias de validez factorial, presentando una estructura que refleja el constructo a evaluar y que guarda correlato con la literatura. • Se obtuvieron evidencias de validez convergente al presentar correlaciones significativas en-

tre el IDARE y las escalas del Inventario de Depresión Estado-Rasgo. • Debe implementarse validaciones en contextos clínicos para asegurar la validez discriminante del instrumento. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Anastasi, A. (1974). Tests psicológicos. Madrid: Aguilar. Anastasi, A. (1990). Psychological testing. Nueva York: Macmillan. Anchante, M. (1993). Ansiedad rasgo-estado y soporte social en un grupo de alumnos de EE.GG.LL. de la P.U.C.P. Tesis de licenciatura no publicada, Ponti cia Universidad Católica del Perú. Agudelo, D. (2009). Propiedades psicométricas del Inventario de Depresión Estado/Rasgo (IDER) con adoles-

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INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL CERCADO DE LIMA: PERCEPCIONES Y COMPORTAMIENTOS

INICIO SEXUAL Y CONDICIONES DE HABITABILIDAD EN ADOLESCENTES RESIDENTES EN TUGURIOS DEL CERCADO

DE LIMA: PERCEPCIONES Y COMPORTAMIENTOS

SEXUAL INITIATION AND HABITABILITY CONDITIONS IN TEENAGERS LIVING IN CROWDED/CRAMMED AREAS: BEHAVIORS AND PERCEPTIONS David Tarazona Cervantes1 Centro de Promoción e Investigación para el Desarrollo Sostenible, Lima, Perú Recibido 10 de marzo, revisado 22 de marzo, aceptado 8 de abril RESUMEN El propósito del presente estudio fue explorar el inicio sexual en adolescentes residentes en una zona tugurizada del Cercado de Lima. La habitabilidad se evaluó mediante cuatro indicadores: hacinamiento, deterioro, acceso a servicios y ubicación de la vivienda. El inicio sexual fue reportado anónimamente mediante un cuestionario autocompletado. Se encuestó a 132 escolares residentes en la zona seleccionada (76.5% varones y 23.5% mujeres), 107 adolescentes respondieron respecto a su inicio sexual. Se halló que el 28% se habría

iniciado sexualmente (25.2% varones y 2.8% mujeres); estableciéndose una relación signi cativa (x 2=4.538, p
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