Arte de La Predicación Cristiana
Short Description
Descripción: para predicar...
Description
1. Investigar sobre lo que significa oratoria: a. Citar su fuente de investigación. b. Investigar sobre grandes oradores de nuestra historia, citando brevemente la historia de: I. Un orador de antigüedad II. Un orador de la historia moderna III. Un orador destacado en su país 2. Investigar sobre lo que significa Homilética (citar fuente de investigación). 3. Investigar sobre lo que significa Exégesis (citar fuente de investigación). 4. Preparar un esbozo detallado de un sermón cristiano y presentarlo al evaluador por escrito. 5. Hacer una de las siguientes actividades: a. Participar en un curso de oratoria cristiana (obtener certificado). Fecha completada b. Predicar en un culto de la iglesia (entregar esbozo del sermón). Fecha completada c. En un evento que el club o la iglesia fuera de su ciudad, presentar una breve meditación (entregar esbozo). Fecha completada 6. Saber describir (breves palabras) lo siguiente sobre un sermón cristiano:
Sermón temático Sermón expositivo Sermón textual
Introducción Invocación Conclusión Cuerpo del sermón Ilustración Saber manejar, presentando sus habilidades a su orientador o consejero: a. Diccionario bíblico b. Concordancia bíblica c. Serie temática de estudios bíblicos Tener un esbozo de por lo menos 10 sermones cristianos. Participar (o tener participado) de la lista de predicaciones de su iglesia (o una iglesia de su distrito) por 1 año predicando por lo menos 4 veces en ese periodo. Fechas de predicación Obtener, para su colección particular, un libro con ilustraciones para sermones.
7.
8. 9. 10.
Predica, ¡el Señor viene!
│
Ministerio Juvenil Adventista
│
P á g i n a |
"Un hombre de fuerza e inteligencia extraordinaria puede no ser más que un cero en la sociedad si no sabe hablar"(William Channing) El mundo moderno exige gente que se comunique con mayor precisión y claridad, solo aquellos que son capaces de hacerlo tienen todo el éxito a su favor. La comunicación es la habilidad más importante en la vida, así lo afirma Stephen Covey, autor del bestseller “Los sie te hábitos de la gente altamente efectiva”. Por otra parte, Zig Ziglar, autor y orador muy conocido en el campo del liderazgo y la motivación, cita investigaciones que demuestran que el 85% de nuestro éxito depende de nuestras habilidades de relación y comunicación; de lo bien que conocemos a la gente e interactuamos con ella. Por esta razón, cada vez más personas se están preocupando por comunicarse mejor con sus semejantes, herramienta indispensable para todo aquel que desee alcanzar el éxito en esta competitiva sociedad moderna.
El Profesor Mike Cellamare, uno de los principales instructores de oratoria moderna del centro del país, afir ma que “En la actualidad, la mayoría de las personas habla demasiado y dice muy poco. Una cosa es hablar bonito o tener buena labia y otra muy diferente es saber comunicarse con claridad y asertividad para ser entendido”. La oratoria es el arte de hablar elocuentemente, de persuadir y mover el ánimo mediante la palabra. Timón, un antiguo autor griego, dijo que la elocuencia es la habilidad de conmover y convencer. Aquí usamos el término oratoria en su acepción y uso más amplio, no meramente el de hablar ante grandes auditorios, sino estableciéndolo como sinónimo de expresión oral de una persona.
(en griego , Δημοσθένης: Dēmosthénēs) fue uno de los oradores más relevantes de la historia y un importante político ateniense. Nació en Atenas, en el año 384 a. C. y falleció en Calauria, en el año 322 a. C. Sus dotes de oratoria constituyen la última expresión significativa de las proezas intelectuales atenienses, y permiten el acceso a los detalles de la política y la cultura de la Antigua Grecia durante el siglo IV a. C. Demóstenes aprendió retórica mediante el estudio de los discursos de oradores anteriores. Pronunció sus primeros discursos judiciales a los veinte años de edad, cuando reclamó a sus tutores que le entregaran la totalidad de su herencia. Durante un tiempo, Demóstenes se ganó la vida como escritor profesional de discursos judiciales y como abogado, redactando textos para su uso en pleitos entre particulares.
, impacto el mundo con su arte en la dialéctica y la oratoria. En el sermón del monte "Mateo capítulo 5" gano miles de seguidores que quedaron encantados con sus palabras llenas de sabiduría. Jesucristo nació en Belén, ciudad cercana a Jerusalén, antigua capital de Judea, en el año romano de 749. a Su nacimiento marca el inicio de la era cristiana cuya cronología es la que ha adoptado toda la civilización occidental y se ha aceptado como conteo y denominación calendarizada convencional. Las conspiraciones de los fariseos y el temor de los romanos de una rebelión liderada por el carpintero hijo de María y José; le llevaron finalmente a la crucifixión donde murió a la edad de 33 años, cumpliendo con las profecías anunciadas en las escrituras , que predijeron el advenimiento del Mesías o Salvador del mundo. Aunque no dejo escrito, su palabra la más profusa de todos los grandes oradores de la historia de la humanidad. Su sermón de la montaña es considerado como la pieza magistral y ejemplo supremo de retórica elocuente.
Predica, ¡el Señor viene!
│
Ministerio Juvenil Adventista
│
P á g i n a | Homilética (del gr. homiletikos, reunión, y homileos= conversar) es una rama de la teología pastoral, la cual se encarga del estudio del sermón o discurso religioso. Trata de manera principal sobre la composición, reglas de elaboración, contenidos, estilos, y correcta predicación del sermón. Nos enseña cómo presentar, con elegancia y estilo, un discurso religioso. Puede decirse, por lo tanto, que la homilética es el arte y la ciencia de predicar. Además del sermón, la homilética incluye otros tipos de discursos religiosos, que por lo general son formas de exposiciones más complejas y elaboradas, para compartir los diferentes contenidos de la fe. La Predicación o sermón homilético, fue la principal forma de comunicar la fe utilizada por Cristo durante su ministerio terrenal, sus apóstoles continuaron utilizándola con grandes resultados, según ha quedado registrado en el libro de Hechos de los Apóstoles. Durante la época apostólica de la Iglesia cristiana, el a póstol Pablo fue sin dudas el más destacado y prolifero predicador evangélico. En épocas modernas, la homilética recibe grandes aportes gracias a la obra de destacados autores y evangelistas, entre ellos: Juan Wesley, Charles H. Spurgeon, y Dwight L. Moody, cuyos escritos sentaron los fundamentos modernos de la homilética. Charles Haddon Spurgeon publicó su obra célebre: Discursos a mis estudiantes, que ha sido de gran ayuda para la comprensión de esta ciencia.
La exégesis (del griego ἐξήγησις [exéguesis], de ἐξηγεομαι [exegueomai ], ‘explicar’) es un concepto que involucra una interpretación crítica y completa de un texto, especialmente religioso, como el Antiguo y el Nuevo Testamento de la Biblia, el Talmud, el Midrash, el Corán, etc. Un exégeta es un individuo que practica esta disciplina, y la forma adjetiva es exegético. La palabra exégesis significa ‘extraer el significado de un texto dado’. La exégesis suele ser contrastada con la eiségesis, que significa ‘insertar las interpretaciones personales en un texto dado’. En general, la exégesis presupone un intento de ver el texto objetivamente, mientras que eiségesis implica una visión más subjetiva. La exégesis tradicional requiere lo siguiente:
Análisis de palabras significativas en el texto, en el marco de la traducción; Examen del contexto general histórico y cultural, Confirmación de los límites de un pasaje, y finalmente, Examen del contexto dentro del texto.
(LOSPUNTOS4Y5HANSIDOSALTADOSDEBIDOAQUESONACTIVIDADESPRÁCTICAS)
es la exposición de un asunto o tema bíblico, sin seguir las líneas de un texto determinado, sino el conjunto de enseñanza o doctrina que se encuentra en la Biblia sobre dicho tema. Una vez determinado el asunto sobre el cual el predicador desea hablar, escogerá una porción bíbli ca adecuada al mensaje, y es preferible si tiene también su texto, desde el cual procederá al desarrollo del sermón; pero dicho texto formará la base, no el esqueleto del sermón, como en los anteriores ejemplos. Supongamos que el predicador desea hablar de la necesidad de evangelizar y formula el sugestivo tema de: "Por qué predicamos el Evangelio". Podrá tomar como texto Marcos 16:16, o Romanos 1:16, pero no se ceñirá a dichos versículos, aunque usará uno de ellos como texto y lo citará más de una vez en apoyo de su tesis; pero podrá formular el bosquejo tópico Se llama sermón expositivo al que toma como texto un largo pasaje bíblico. Los antiguos padres de la Iglesia llamaban a tales sermones "Homilías"; de ahí la palabra "Homilética", que se aplica a l arte de preparar sermones religiosos. Los sermones expositivos pueden estar basados sobre: Un capítulo de la Biblia. Una historia o parábola. Una serie de versículos que desarrollan un pensamiento especial. Tomar todo un capítulo de la Biblia para un sermón, meramente por seguir la división de capítulos, no es recomendable. Hay capítulos que sirven para tal objeto porque contienen un solo mensaje, pero hay otros que contienen materias tan diversas que, al querer comentar todo el capítulo, además de exponerse el predicador a predicar un sermón demasiado largo, corre el riesgo de que por la diversidad de materias borre con las últimas la impresión de las primeras sobre la mente de los oyentes. Solamente en una serie de estudios bíblicos en los cuales venga comentándose algún libro de la Biblia es admisible predicar sobre capítulos, y aun en tales casos es necesario no sujetarse a tal división, sino a los asuntos que se tratan en cada capítulo,
Predica, ¡el Señor viene!
│
Ministerio Juvenil Adventista
│
P á g i n a |
predicando un sermón sobre aquel grupo de textos que desarrollan un asunto. Esto es bastante difícil, especialmente en las epístolas de San Pedro y de San Juan y también en algunas porciones de las cartas de San Pablo. En todo caso debe procurarse agrupar aquellos textos que presentan un lazo de relación entre sí por alguna palabra o idea común, como tendremos ocasión de ver. No obstante, se encuentran bastantes capítulos en la Biblia que ofrecen material para un solo sermón. El método más sencillo para preparar un sermón textual es el de comentar el texto palabra por palabra. Hay textos muy buenos para esta clase de sermones, pero no todos sirven para tal desarrollo, y muchos textos no pueden ser tratados de modo alguno en esta forma simple, pues darían como resultado un galimatías de ideas sin orden lógico.
Es la forma de ingresar al sermón gradualmente. La introducción tiene dos objetivos: 1. Captar la atención del auditorio. 2. Preparar a los oyentes para que entiendan el tema. Hay varias clases de introducciones: 1. Aquellas que hacen referencias a la ocasión o al tema. 2. Otras comienzan con una pregunta retórica y luego proceden a contestarla. 3. Hay introducciones que giran alrededor de una anécdota o una buena ilustración. Esto es bueno, siempre y cuando: a. La fuente del sermón no sea la anécdota sino la Biblia. b. La ilustración sea corta para que no rompa la simetría del sermón. 4. Una buena cita también puede servir como introducción. Asunto curioso de la introducción La introducción es lo primero que se predica pero no es lo primero que se hace al hacer un bosquejo de sermón, sino lo último. Lo primero que se hace es elegir el texto bíblico, lo segundo es dividirlo en las partes del cuerpo con la ayuda de la proposición y la palabra clave. Por lo tanto, antes de hacer la introducción, primero se debe tener escrito el tema, y cuando esté terminado, recién ahora se debe hacer la introducción. Es lógico que se haga al último la introducción porque es imposible hacerla primero si todavía no se sabe sobre qué se va introducir. Pero cuando se predica, por supuesto que es la introducción lo primero que se presenta. ¿Qué contiene la Introducción? a) El Título b) El texto bíblico central c) La proposición d) La palabra clave La predicación es un trabajo colectivo entre Dios y el ponente, debido a esto no podemos dejar a Dios de lado, como parte importante y esencial debemos pedir la bendición de Dios y el poder del Espíritu Santo para que sea dicho pueda tener dirección divina. El cuerpo o las divisiones principales deben ser respuestas a la proposición. · Se recomienda el equilibrio de tres divisiones. · Dos es muy poco, pero se puede. · Cuatro divisiones también es aceptable, pero cuidado con el tiempo. · Pero cinco o más es mucho. · Aplicar el principio del paralelismo. Las divisiones principales deben tener formas paralelas. · Mantener el mismo patrón de uniformidad, frase, nombres, adjetivos, etc. · Debe tener buena coordinación en la coherencia y fluidez, para así formar una unidad lógica Una vez que se tiene con claridad las divisiones principales, se procede a desarrollar las subdivisión o las divisiones secundarias. Al contrario de las divisiones principales, las divisiones secundarias no deben ser anunciadas o se creará una confusión en la mente de l a congregación. Las divisiones secundarias o las subdivisiones se pueden dividir a través de:
Predica, ¡el Señor viene!
│
Ministerio Juvenil Adventista
│
P á g i n a | Interrogación, Exposición, Argumentación, Ampliación, Ilustración, Exhortación o Conversación imaginaria, etc.
Existen dos métodos usados más frecuentemente: 1. Con letras y números 2. Sólo con números.
Las imágenes son para el discurso lo que las ventanas para una casa: hacen entrar la luz del argumento en las mentes más obtusas, a quienes las ideas abstractas resultan pesadas y a veces incomprensibles. El ejemplo de Jesús nos autoriza y estimula para el empleo de ilustraciones en la predicación. Hasta la cara de los pequeños se ilumina cuando el predicador empieza a contar alguna anécdota para ilustración de su sermón. Pero, aun cuando las ilustraciones son de tan grande utilidad, no se debe abusar de su uso. Hay sermones que resultan enflaquecidos por un exceso de metáforas o anécdotas. Dicho uso excesivo puede hacer que la gente preste demasiada atención a las anécdotas y olvide los argumentos y exhortaciones del sermón. Debemos recordar que nuestro objeto no es entretener o divertir a las personas sino hacerles sentir las verdades espirituales. Volver el espí ritu de nuestros oyentes del objeto principal del sermón para fijarlo en imágenes complacientes puede resultar perjudicial. Las anécdotas han de ser usadas únicamente en los lugares apropiados y deben ser ellas mismas adecuada ilustración del argumento que se viene exponiendo. No hay nada peor en un sermón que una anécdota colocada forzadamente en algún lugar que no le corresponde. Si no tenemos ninguna anécdota bien adecuada e ilustrativa no usemos ninguna. Es mil veces preferible un sermón con pocas o ninguna anécdota que un sermón repleto de ilustraciones que o encajan con el argumento.
La Conclusión tiene tres partes importantes: 1. Un pequeño resumen de lo dicho: La recapitulación 2. El llamado: La apelación 3. La invitación principal: El propósito específico El propósito de la recapitulación es fijar en la mente y en el corazón del oyente las verdades del sermón. Se debe hacer mención de la propuesta y de las divisiones principales, remarcando en el oyente el compromiso que tiene con dicha verdad. Es la aplicación de las verdades al caso particular de cada oyente. Es mover la voluntad hacia una decisión mediante un llamado o invitación. La apelación incluye la persuasión y la exhortación. Es la principal parte del sermón, ya que mediante la apelación el mensaje llega al oyente. Si no se hace una aplicación de esa verdad es como recetar y no comprar la medicina, o comprar la medicina y no tomarla.
"Conociendo,pues,eltemordelSeñor,
aloshombres..."(2Cor.5:11)
Móviles de Felicidad Móviles de Seguridad Móviles de paz Móviles de salud Móviles de trabajo y prosperidad Móviles de libertad Móviles de amor y aceptación
Predica, ¡el Señor viene!
│
Ministerio Juvenil Adventista
│
P á g i n a | Hay que apelar a la mente (razón) y a los sentimientos o emociones (al corazón), porque de ello está compuesto el ser humano.
Antes de empezar a predicar, se debe preguntar qué se quiere lograr con el mensaje, qué se desea que los oyentes hagan, qué quiere Dios que ellos acepten. La conclusión debe llevar al oyente al propósito específico. El propósito debe ser uno sólo. Recuerde que el sermón es como una flecha. La flecha tiene una sola punta y mientras más fila ésta sea, más penetrará. Así también el sermón, mientras más definido sea el propósito del sermón, más profundamente se clavará en el corazón humano.
(LOSPUNTOS11AL14HANSIDOSALTADOSDEBIDOAQUESONACTIVIDADESPRÁCTICAS)
Predica, ¡el Señor viene!
│
Ministerio Juvenil Adventista
│
View more...
Comments