Argumentos a favor de la pena de muerte

c
         Por Ana Cristina Muñoz, Gabriela Ricalde, Diana Villafuerte y Andrea Villarreal La pena capital o pena de muerte consiste en la ejecución de un condenado por parte del Estado, como castigo por un delito establecido en la legislación; los delitos a los cuales se aplica esta sanción penal suelen denominarse «crímenes» o «delitos capitales».1 Esta sanción ha sido aplicada por casi todas las sociedades presentándose desde la antigüedad en Oriente, Grecia, Roma, por mencionar las más importantes. A pesar de los sentimentalismos del cristianismo primitivo, también fue aplicada por instituciones jurídicas de la Iglesia como en la Inquisición, afianzándose en las leyes de la Edad Media y particularmente durante los siglos XVI al XVIII. En éste último la humanidad se plantea, por primera vez, el problema de la existencia de la pena capital.2 Actualmente 69 países contemplan la pena de muerte dentro de su legislación. En América ésta se aplica en los Estados Unidos, Guatemala y en la mayoría de los estados del Caribe. Brasil la contempla como castigo en situaciones excepcionales. En Asia la pena de muerte está permitida en China y en democracias como Japón e India, mientras en África podemos mencionar a democracias como Botswana y Zambia. Por otro lado Bielorrusia es el único país europeo que acepta esta pena.3 Partiendo del concepto ³pena´, se debe considerar que ésta tiene como objetivo ³reparar el desorden introducido por la culpa, defender el orden público y la seguridad de las personas y contribuir a la corrección del culpable.´4Sin embargo, hay casos en los que la rectificación del culpable parece ser imposible ya que sin importar el tiempo que pase, hay personas capaces de cometer actos terribles y ser indiferentes, o al menos aparentarlo, lo cuál los dispone a seguir cometiendo atrocidades. La existencia de este tipo de personas se convierte en la causa de sufrimiento de muchos otros inocentes. La postura que tenemos sobre este tema es a favor, no obstante, considerando el valor superior de la vida y la dignidad humana, no proponemos la pena de muerte como una sentencia para cualquier delincuente. En nuestro entorno cultural, entre los delitos más graves podemos considerar el de atentar contra la vida de las personas. De igual forma, las violaciones y los secuestros y torturas son delitos graves que dejan profundas y devastadoras huellas en las víctimas y de sus familiares. Es por esto que a pena debería de ser aplicada a secuestradores, violadores y asesinos siempre y cuando representen, por su incorregibilidad, un verdadero peligro para la sociedad y que no haya posibilidad de que sea inocente. ³Se debe de recurrir a esta pena en casos de absoluta necesidad, cuando la defensa de la sociedad no sea posible de otro modo´5 Entre los argumentos que respaldan nuestra posición se debe mencionar: mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm m
  

     m m
   


  
 !!m  m
  

     m  m" m#$%mu
    u
 u m& m&'(m)*(m'+, m -m m
 
       
. /0



m

1)m El estado tiene la obligación de proteger a todos sus ciudadanos y preservar el bien común de

la sociedad. Por lo tanto debe imponer toda clase de sanciones jurídicas debidamente instituidas con el objeto de defender la salud de la sociedad. De la misma manera que es conveniente y lícito amputar un miembro putrefacto para salvar la salud del resto del cuerpo, de la misma manera lo es también eliminar al criminal pervertido mediante la pena de muerte para salvar al resto de la sociedad.6 2)m Razón de Justicia: Las Teorías Absolutas de la pena, basadas en la libertad e igualdad naturales de todos los hombres nos hablan de una pena justa (punitur quia peccatum est) ³cuando un hombre comete un delito, se ha de retribuir al autor del delito con una pena equivalente al mal que ha ocasionado.´ 7 3)m Evita crímenes de venganza. Las personas cercanas a la víctima sienten que se les ha hecho justicia y por lo tanto no la buscan por la propia mano. 4)m Civilización. Un rasgo de la civilización es la democracia. Si la mayoría de gente cree que la

pena de muerte es una buena opción para su sociedad, se haría democracia, lo que es un rasgo claro de la civilización. ³Según una encuesta realizada por la empresa Consulta Mitofsky, siete de cada 10 mexicanos se pronuncian a favor de la pena de muerte para delitos como la violación, el homicidio, robo de niños y secuestro, en tanto que ocho de cada 10 se manifestó por la cadena perpetua´8 5)m La pena de muerte presenta una fuerza intimidadora con valor de ejemplaridad. Esto puede

prevenir nuevos crímenes y servir como lección para otros delincuentes. El profesor de Law and Economics afirma que se han hecho numerosos estudios sobre la tema de muerte en Estados Unidos y describieron que cada ejecución evita 18 asesinatos. En un periodo en el que dejaron de aplicar la pena de muerte aumentaron los crímenes y cuando la restablecieron, se redujeron.9 6)m Fuga o reincidencia del criminal: si el sujeto delincuente consiguiera escapar del control penitenciario, podría cometer los mismos delitos. Muchos delincuentes, a pesar de ser encarcelados tienen sus redes con otros criminales que dirigen desde la cárcel y pueden continuar haciendo daños.

7)m Teoría de la pérdida del derecho a la vida: según esta teoría, de Mausbach, la pena de muerte sólo es la ejecución forzosa de la exclusión de la comunidad de derecho, de la cual el mismo delincuente se ha excluido a sí mismo previamente al cometer un determinado delito.10 Sin embargo, antes de tener que llegar al problema sobre el tipo de sanción que se debe de aplicar, la solución deberían centrarse en la etapa anterior al delito, en la prevención, y no después. Las respuestas posteriores al delito, tales como la pena de muerte y la cadena perpetua, no son más que el reflejo del fracaso del Estado en llevar a cabo sus funciones. Y este fracaso recae sobre la vida y libertades de un sujeto. 11 mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm 0

m
 
       
. /0m m
   


  
 !!m  m¢
        m
 1 
.2/" -$*m m
 
       
. /0m m
   


  
 !!m

!

Mérida, Yucatán, 24 de abril de 2009 m

m m