Argumento Emocional de Michael Gilbert

February 2, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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¿Qu´e es un argumento argume nto emociona emo cional? l? o: ¿Por qu´e los te´o oricos ricos de la argumentaci´ on on disputan con sus parejas? ∗

Michael A. Gilbert

Introducci´ o on n Los argumentos, tal y como ocurren cotidianamente, son interacciones sociales profundamen profundamente te complejas. complejas. S´ olo olo en unos pocos casos los argumentos exhiben una forma que los hace susceptibles de an´alisis alisis por medio de la l´oogica gica o de la Teor´ eor´ıa de la Argumentaci´ on. on. Una buena buena dosis de manipula manipulaci´ ci´ on on o transformaci´ oon n se requiere para convertir una argumentaci´on on espont´anea anea en algo que pueda ser identificado como conteniendo premisas y haciendo afirmaciones afirma ciones,, por no hablar de diferenciar diferenciar entre datos, soportes, etc. Estas dificultades pueden ser superadas, y para hacerlo diferentes sistemas han sido propuestos y estudiados desde hace ya un buen tiempo. Pero la dificultad con co n la mayor´ mayor´ıa, si no con la l a totalidad tot alidad,, de todos tod os lo loss m´eetodos to dos empleado em pleadoss es que invariablemente suponen que la estructura l´ogica ogica del argumento “subyacent yac ente” e” es lo que conforma su esencia. esencia. El resultado resultado es que la mayor mayor´´ıa ıa de sistemas buscan deshacerse, eliminar, o transformar aquellos componentes de los argumentos que no son considerados como esenciales. En otro escrito he sostenido que todo argumento invariablemente incluye elementos no l´ogicos ogicos que son esenciales para su comprensi´on on adecuada (Gilber (Gi lbertt 1994). 1994). En particul particular, ar, los modos modos no l´ogicos ogicos incluyen el emocional, el visceral, y lo que yo he llamado el modo  kisceral   o intuitiv intuitivo. o. Analizar Analizar un argumento sin considerar dichos modos es arriesgarnos a malentender ∗

Publicado originalmente como ‘Emotional Argumentation, or, Why Do Argumentation Theorists Theorists Argue Argue with their Mate Mates?’ s?’   Ana Analysis lysis and Evalu Evaluation ation:: Proc Procee eedings dings of the  Third Thir d ISSA Confer Conferenc ence e on Ar Argumen gumentatio tation, n, vol. II . F.H. van Eemeren, R. Grootendorst, J.A. Blair, y C.A. Willard (eds.), Amsterdam: Sic Sat, 1995. Traducido por F. Marulanda y N. Luna.

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completamente su objetivo y, por ende, a no captar la esencia de la comunicaci´on. on. Esto es as as´´ı, he afirmado, afirmado, porque frecuentemen frecuentemente te el modo l´ogico ogico no es el unico u ´ nico conducto de elementos cruciales del mensaje, o de su alcance pretendido. Es decir, uno podr´ podr´ıa modelar el argumento respetando respeta ndo sus l´ıneas l´ogicas ogicas y perder completamente de vista su punto principal, tal y como ´este este est´ a siendo entendido por los participantes en la interacci´on. on. De hecho, en al menos algunos algunos casos, si no es que en muchos, muchos, la mejor manera manera de abordar un argumento es considerarlo como dominado por uno de los modos no l´ogicos, ogicos, en el sentido de que s´olo olo puede ser realmente comprendido tras apelar a ese modo particular. Un impedimento importante a la exploraci´on on de la argumentaci´on on emocional se encuentra en las definiciones est´andares andares de argumento que se ofre  ´ cen en la literatura literatura especializada. especializada. Estas casi siempre requieren que un argumento tenga una cierta estructura o alguna otra conexi´on on concreta entre la afirmaci´ on on que ha sido identificada y el proceso del argumento. En algunos casos la conexi´on on se localiza en la  intenci´  on  de los participantes, mientras que en otros se la ubica en la manera en la que el argumento se desenvuelve. 1 En vez de presentar objeciones ob jeciones a dichas definiciones, introducir´ e dos pares de distinciones que nos permitir´an an discutir la cuesti´on on con mayor facilidad. Los dos pares de distin distincion ciones es se alinean alinean en torno torno a dos ejes. ejes. El primer primer eje concierne el grado en el cual est´a estructurada la argumentaci´oon. n. En la medida en que la interacci´oon n tenga premisas identificables y afirmaciones, y en la medida en que los participantes procedan de una manera que respete la presentaci´on on de tales caracter´ caracter´ısticas argumentativas, argumentativas, diremos que la argumentaci´ on on es m´as as o menos  linear  (un t´ermino ermino que prefiero a ‘l´ ‘ l´oogica’, gica’, que est´ a cargado cargado de teor´ teor´ıa.) El polo opuesto opuesto de este eje est´a ejemplificado por argumentos en los cuales se presta poca atenci´on on a lo que ha sido dicho, en los cuales los participantes se ver´ ver´ıan en dificultades para responder a la pregunta: “¿de qu´ e trata este argumento?”, y tendr´ tendr´ıan serios problemas para describir la posici´oon n de su oponente oponente de manera manera aceptable aceptable para ´el el o ella.2 Argumentos que ejemplifiquen esta caracter´ caracter´ıstica ser´ aan n llamados   ca´  oticos . Debe recordarse que estamos tratando de un eje, y que el rango de argu1

No discutir´ e aqu´ aqu´ı las varias maneras en que puede definirse un argumento, ni las implicaciones implicacio nes de tale taless definicion definiciones. es. Par Para a una discusi´ o on n completa de estos asuntos, v´ eease ase (Gilbert 1990). 2 Estee es, de hec Est hecho, ho, un tes testt adecua adecuado do para para medir medir bue buen n en enten tendim dimien iento to en la arg arguumentaci´o on. n. Per ero o n´ otese otese que tambi´ en en puede suceder que haya malos entendid entendidos os en argumentos lineares.

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mentaciones que van de las altamente lineares a las completamente ca´oticas es muy amplio. El segundo eje est´a anclado en un extremo por argumentaci´on on altamente abstracta en donde hay poca evidencia abstracta evidencia de que los participan participantes tes est´ est´een n apegados a las posiciones posiciones que defienden. Este tipo de argumenta argumentaci´ ci´ on on ser´a denominado   cl´ınico . En el otro otro extrem extremoo est´ an an los argumentos que exhiben una buena medida de apego personal, y en los cuales lo que est´a en juego a nivel psicol´ogico ogico parece ser m´aass relevante para el resultado de la argumentaci´ on on que las afirmaciones que de hecho se est´an an haciendo haciendo.. Est Estee tipo de argumentos ser´an an llamados  emocionales , y el segundo eje atraviesa el campo que va desde los argument argumentos os purament puramentee cl cl´´ınicos, ınicos, a los altamen altamente te emocionales. emociona les. Es importante darse cuenta que un argumento argumento puede parecer cl´ cl´ınico cuando en realidad es bastante emocional. emo cional. El eje cl cl´´ınico/emocional ınico/emocional no est´a necesariamente caracterizado por el sonido y la furia, aunque, por supuesto, supu esto, un argumento argumento emocional s´ s´ı puede estarlo. De hecho, los gritos y otras muestras abiertas de enfado o agresividad no son necesariamente concomitantes con ninguno de los dos extremos axiales. Puede darse un argumento emocional/ca´otico otico que es razonablemente calmado, y no presenta signos expl´ expl´ıcitos de tosquedad, mala educaci´ on, on, etc. La siguiente figura ilustra los dos ejes.

aarea rea dentro del c´ırculo indicando indica ndo Figura 1:  Los dos ejes, con el ´ el rango normal. Definir´ Defini r´ e lo que es un argumento argumento en s´ı simplemen simplemente te como una interinter-

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´ acci´on on comunicativa centrada en un desacuerdo.   Esta es obviamente una definici´ on on muy muy amplia, amplia, y aquell aquellos os que prefieran prefieran que ‘argum ‘argumen ento’ to’ sea un t´ermin erm inoo hon h onor´ or´ııfico fi co que se da u unicamente ´ nicamente a ese subconjunto de disputas comunicativas que son simult´aneamente aneame nte lineares lin eares y cl´ıınicas, nica s, la l a juzgar´ juz gar´aan n demasiado amplia.. Pero amplia Pero insistir en una definici´ definici´ on on estrecha a estas alturas ser´ ser´ıa ignorar la cuesti´on on de la existencia de los argumentos emocionales, por no decir nada del papel que ´estos estos juegan. Espero, pues, que la definici´ on on amplia sea admitida.

La existencia de argumentos emocionales Claramente no puede haber duda o cavilaci´on on acerca de la presencia de emociones en la argumentaci´on. on. Todos los estudi estudioso ososs del tema recon reconocen ocen que algunos argumentos son emocionales, a veces   muy   emoc emocion ionales ales.. Sin embargo, emb argo, y aqu´ aqu´ı llegamos llegamos al quid del asunto, asunto, un gran n´ nu umero ´ mero de especialistas afirman para entender olade argumentaci´ onmanera tenemos queeleliminar, analizar hasta que hacer desaparecer, alguna otraon filtrar componente nen te emocional. La argumentaci´ argumentaci´ on on debe ser encontrada en las palabras o las estructuras, estructuras, pero no en los sentimientos sentimientos de los participantes. participantes. En otras palabras, el verdadero debate no se centra sobre la pregunta de si existen o no argumentos emocionales, sino sobre si los argumentos emocionales necesitan ser purificados, o, por lo menos, descontaminados, antes de pasar a su investigaci´ on. on. Las posiciones en este respecto van van desde aquellos que parecen pensar que las emociones no tienen lugar alguno en la argumentaci´on, on, hasta aquellos que no sienten que haya problema si existe algo de contenido emocional, siempre que ´este este no se convierta en el foco fo co principal, u oscurezca la estructura l´ogica ogica o la naturaleza dial´ectica ectica de la empresa argumentativ a rgumentativa. a. Yo pienso que estas posiciones p osiciones son demasiado estrechas, y argumentar´ argumentar´e que varias t´ecnicas ecnicas on disposici´ disp osici´ on on por la Teor Teor´ de la Argumentaci´ oynsugerencias dan mayor puestas cabida aalanuestra argumentaci´ on on emocional de lo´ıaque puede suponerse inicialmente. Har´ e un recuento de esas t´eecnicas, cnicas, y luego aducir´ e que hay muy buenas razones para pensar que ignorar el contenido emocionall de un argumento emociona argumento puede llevarnos llevarnos a analizarlo analizarlo incorrectame incorrectamente nte.. En los tiempos en los que la Teor´ eor´ıa de la Argum Argument entaci´ aci´ on on todav to dav´´ıa rodaba por el lodo del pantano l´ogico ogico primordial, D.J. O’Keefe introdujo la distinci´on on entre argumento1   y argumento2 . Esta Esta distinc distinci´ i´ on, on, tan com´ un un en † el ingl in gl´´ees, s , no era tenida particularmen particularmente te en cuenta cuenta en la Teor´ eor´ıa de la Ar†

[N. del T.: En ingl´es, es, la palabra ‘argument’ es ambigua, pudiendo significar, ya sea lo

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gumentaci´ on, on, lo que parec´ parec´ıa invitar a un buen n´umero umero de confusione confusiones. s. Respecto a los argumento argumentoss emocionales, emocionales, el punto punto que quiero hacer aqu´ aqu´ı es el siguie siguient nte. e. Es claro claro que argumen argumentos tos emocion emocionale aless ocurren ocurren m´as as evidentemente cuando contemplamos argumentos2  (e.g., disputas) que cuando contemplamos argumentos1 , puesto que es en el intercambio de opiniones que las emociones son mas visibles. visibles. Sin embargo embargo O’Keefe O’Keefe no impuso el requerequerimiento de que un argumento2  deb´ııaa ser cl cl´´ınico ınico o linear para ser clasifi clasificado cado como un argumento argumento propiamente propiamente dicho. Al contrario, contrario, uno de los objetivo objetivoss de la distinci´on on era el permitirnos p ermitirnos utilizar el t´ermino ermino ‘argumento’ en contextos en los cuales las identificaciones hechas tradicionalmente pueden no ser tan claras. Despu´ es es de todo, los Te´oricos oricos de la Argument Argumentaci´ aci´ oon n bien pueden preferir pref erir cierto tipo de argumento argumento,, lo que no significa significa que ´este este tipo sea el unico u ´ nico que se observ observa — ni siquiera siquiera entre entre ell ellos os mismos mismos.. La cuesti´ cuesti´ on o n m´as as dif´ dif´ıcil de responder responder es si tiene sentido decir que un argumento argumento emocional es un argumento1   seg´ un un el modelo de O’Keefe. O’Keefe. Consideremo Consideremoss el siguiente fragmento de un argumento2 . [1]

Pablo: Mar´´ıa: Mar

Tu ´ nunca escuchas ni una palabra de lo que te digo. S´ı, y t´ tu ´ est´as a s pendiente de cada una de mis s´ıılab l abas as..

El ejemplo [1] puede puede analizarse analizarse viendo la afirmaci´ afirmaci´ on on de M Mar ar´´ıa como la denegaci´on on de la aseveraci´on on hecha por Pablo. Pablo. Su premisa entonces entonces se entiende entiende como la aseveraci´oon n de que Pablo Pablo tampoco tampoco es un buen escuc escucha. ha. El argumento es un  tu quoque   cl´asico, asico, y la mayor´ mayor´ıa de los l os est´ e st´aandares nd ares anal ana l´ıti ıticos cos no n o lo dar´´ıan por dar p or bueno. Lo anterior no impide, sin embargo, que sea relativamente relativamente f´ acil acil extraer el argumento1   del argumento2 . Tambi´ en en podemos p odemos imaginar f´ acilmente acilmente las palabras en [1] siendo proferidas en un tono elevado, tal vez 1   de vehemente. Yol. creo, pues, que en que el ejemplo [1] tenemos un argumento tipo emocional. emociona ¿C´ omo omo sabemos es un argumento argumen to emocional? Porque Porque fuimos testigos del mismo. En s´ s´ı, [1] es solamente un mal argumento. Pero tomado en el contexto de una relaci´on on ´ıntim ınt imaa t´ııpic p ica, a, la mayo mayorr´ıa de no noso sotr tros os puede identificar el estilo que el ejemplo exhibe, un toma-y-dame conyugal del que s´oolo lo puede esperarse que no pase a mayores. El punto es que analizar y despachar el argumento de Mar´ Mar´ııaa como un simple  tu quoque  es no captar

que entendemos en castellano por ‘argumento’, o bien una discusi´o on, n, disputa, o querella. En (O’Keefe 1982), entre otros lugares, se define   argumento1  en el primer sentido, como una emisi´ o on n que consiste de una afirmaci´o on n y una o m´as as razones ofrecidas en su apoyo, mientras que   argumento2   se define en el segundo senti sentido, do, como una interac interacci´ ci´ o on n social caracterizada por el desacuerdo.]

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su n´ ucleo ucleo din´amico: amico: ella piensa que su compa˜nero nero es tan mal comunicador como ´el el la acusa a ella de ser. Lo que es m´as, as, algo que est´a involucrado en este intercambio pero no es capturado por el an´alisis alisis l´ogico ogico son las creencias de que (a) escuchar a los dem´aass y comunicase claramente es algo importante, y ((b) b) que ´esto esto es algo que Pablo y Mar´ Mar´ıa no est´aan n haciendo bien. Consideremos ahora un ejemplo un poco mas largo. [2]

Lisa: Lisa: Pa Pablo blo:: Lisa: Pablo: Lisa: Pablo: Lisa: Pablo: Lisa:

¿Qu´ ¿Qu´e quie quieres res decir decir con que te vas justo justo cua cuando ndo mi madre viene de visita? Simple Simplemen mente te lo dicho: dicho: que me voy voy de de pesca. pesca. ¡Pero ¡Pero yo yo trabaj´ trabaj´e como como loca cuando cuando tu madre estu tuvo vo aqu aq u´ı! Yo nunca nunca te ped´ ped´ı que hicieras nada. Adem´ as, as, mi mam´a es mucho m´as as f´acil acil de tratar que la tuya. (En voz alta ) ¡Qu´ e cosa dices! Ella es igual que t´u: u: espera que hagan todo por ella. (En voz m´  as alta ) ¡A ¡Ah, h, ah ahor oraa resu result ltaa que que yo tampoco sirvo para nada! (En voz muy alta ) ¡Pues no sirves para estar cerca de mi madre! (Gritando ) ¡Es que tal vez no sirvo para estar aqu´ı, ı, y pun punto to!! (Con calma pasmosa ) No hay ning´un un “tal vez”. (Pablo se va dando un portazo .)

La primera pregunta, pregunta, por supuesto, es si [2] es un argumento argumento o no. Francamente, no veo c´omo omo puede ser visto como nada m´as. as. Puede ser que haya categor´´ıas mas finas dentro de la categor´ categor categor´ıa general de argumento, pero a´u un n si es unaon discusi´ on onoopeor, querella, querelde la,que tambi´ t ambi´ e debe  n es  ser un argumento. argu mento. Cualquier Cualqui er afirmaci´ odisputa n de queo no lo es, no en considerado como un argumento, es prescriptiva, prescriptiva, cargada de juicios evaluativos evaluativos y de teor´ teor´ııa. a.3 La segunda pregunta es si es un buen o mal argumento, lo que es m´as di dif´ f´ııcil c il de contestar. Primero, depende de qu´e es lo que exactamente queremos decir. A menudo, describir un argumento como “bueno” quiere decir que ´este este cumple ciertos objetivos o sigue ciertas reglas para una clase particular de argument argum ento. o. Si entendemos entendemos las cosas de esta manera, entonces segurament seguramentee pensaremos pensar emos que [2] no es, por ejemplo, ejemplo, un buen argumento argumento dial´ dial´ectico; ectico; de 3

Esto no quiere decir que tal posici´o on n no pueda ser defendida. Lo que quiero subrayar es que la posici´o on n no es auto-evidente.

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hecho es p´esimo. esimo. Pero el punto que quiero hacer acerca de los argumentos emocionales no es que sean buenos argumentos  d  dia ial´ l´ecti ec ticos  cos , sino u unicamente ´ nicamente que son argume argument ntos. os. En consec consecuen uencia cia,, deben deben ser juzgados juzgados en sus propios propios t´eermi r mino nos. s. El argumento [2] tal vez sea lo que (Walton 1992) llama una   disputa  (“quarrel”). Los sellos caracter´ caracter´ısticos de una disputa, seg´u un n Walton, es que quienes participan en ellas dicen palabras que hieren, y que a veces este tipo de argumento termina en una suerte de epifan´ epifan´ıa que puede abrirles los o jos a los participantes y aportar algo valioso a su relaci´on on (p. 21). Es cierto que cuando consideramos la categor´ categor´ıa de argumentos altamente emocionales emo cionales y altamente ca´oticos oticos encontramos muchos ejemplos de argumentos que bien podr´´ıamos clasificar como disputas. Cuando las emociones son rampantes y podr la lineareidad es limitada, podemos esperar ya sea una situaci´on o n en la que los participantes no se prestan atenci´on on el uno al otro, o una situaci´oon n en la que los interlocutores atacan mutuamente sus sentimientos. Pero a´ u un n en una disputa, la forma m´as as extrema de argumentaci´on o n ca´otica/emocional, otica/emocional, frecuentemente frecuentemen te pueden encontrarse aspectos ben´eficos eficos (ver Walton, p. 215). Estos incluyen la expresi´oon n cat´artica artica de emoci´on on y enfado, la revelaci´on on de presupuestos escondidos, y la posibilidad de discutir asuntos que no hab´ıan ıan salido a la luz una vez que haya bajado el calor de la discusi´on. Inclus Inclusoo existe la posibilidad, al contrario de lo que afirma Walton (p. 21), que ser testigo de las emociones del interlocutor lleve a una renovaci´on on y apertura de la comunicaci´on. on. La mayor´ mayor´ıa de argumentos emocionales no son disputas. Hay distintos grados de argumentos emocionales, y el grado es una funci´on o n no s´olo o lo de la emoci´on on pura, sino del contexto contexto y de los argument argumentadores adores.. Por ejemplo, ejemplo, no tenemos dificultad con un colega que se frustra en un debate y se sube un poco de tono, o con dos colegas cuyas emociones se alborotan cuando discuten acerca de la manera laxa en que generalmente se est´a calificando a los alumnos. Sin embargo en cualquiera de los lo s dos casos podr´ıamos ıamos quedar sorprendidos o desconcertados dependiendo de quienes son los participantes y de d´onde onde est´a ocurriendo el argumento. Los argumentos emocionales tiende den n a da dars rsee en dos tipos de co con nte text xto. o. El prime primero ro es cuan cuando do uno de los participantes est´a particularmente apegado al punto de vista que est´a defendie fen diendo ndo.. El segundo segundo es cuando cuando un argume argument ntoo se torna personal personal en el sentido de  ad hominem . El argumento [2] ejemplifica ambos aspectos. Cada participante tiende, naturalmente, a defender a su madre. Y cada uno tiende a ser sensible a un ataque personal. personal. Pero Pero el mismo proceso puede darse en

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una variedad de circunstancias, y no s´olamente olamente en argumentos de pareja en torno a asuntos delicados. delicados. En el ejemplo ejemplo siguiente siguiente la Profesora Profesora A se opone a una observaci´on on del Profesor B justamente porque es un ataque a una posici´on on que la primera mantiene con firmeza: [3] [3] Prof Profes esor or B: Prof Profes esor oraa A:

. . . lu lueg ego, o, com comoo pue puede de ver, er, la posi posici ci´on o´n que Ud. defiende es internamente inconsistente. (Acaloradamente ) ¡Por supuesto que no lo es! ¡Ud. ha tergiversad tergiversadoo completamen completamente te la posici´on! on!

La respuesta de la Profesora Profesora A puede puede con relativa relativa facilidad facilidad ser interpre interpretada tada como una r´eplica eplica perfectamente perfe ctamente apropiada, apropia da, en la l a que se afirma afi rma qu quee la cr´ cr´ıtica hecha a su posici´on on es inv´alida alida porque la posici´on o n que se critica no es la suya. suy a. En este este cas caso, o, no encon encontra tramos mos ninguna ninguna difi dificul cultad tad en contin continuar uar con el argumento y darle la raz´oon n ya sea a la Profesora A, o al Profesor B, o en esperar m´as as argumentaci´oon. n. No permiti permitimos mos que que la emoci´ emoci´ on o n nos haga perder de vista los aspectos l´ogicos ogicos del argume argument nto. o. Po Porr el contrari contrario, o, una muestra modesta de emociones hace que sea mas interesante seguir un argumento gumen to linear y (relativ (relativamen amente) te) cl cl´´ınico: esto nos da la sensa sensaci´ ci´ on o n de que hay algo importante importante de por medio. Tambi´ ambi´en en es posible que la reacci´ reacci´ on o n de la Profesora A pueda haber sido mal motivada, o fuera de car´acter. En circunstancias en las cuales conocemos a la Profesora A y jam´as as la hemos visto reaccionar de esta manera, aun cuando hemos visto que le est´an an tendiendo un anzuelo, nuestra reacci´on on inmediata ser´a la de preg preguntarnos: untarnos: “¿qu´e es lo que est´a pasando?” El juicio al que llegaremos ser´a que las palabras de la Profesora A y la manera en que las ha expresado son disonantes. Y ´eesto sto nos da una pista importante para entender lo que es un argumento emocional: un argumento emocional es uno en el cual las palabras empleadas son menos  importantes que los sentimientos expresados. Lo anterior puede ser extendido. extendido. Podemos Podemos darnos cuenta, por ejemplo, ejemplo, que entre mayor sea el grado de caos, es menor la importancia de las palabrass que de hecho fueron labra fueron empleadas. empleadas. Lo que se torna importante importante es lo que las palabras expresan. expresan. El miedo, enfado, enfado, desconfianz desconfianza, a, frustraci´ frustraci´ on, on, etc., que son revelados por las palabras son m´as as importantes que las palabras escogidas (sin que las palabras est´en en completamente vac´ vac´ıas de significado). Esto se ve claram claramen ente te si vo volv lvemo emoss al ejempl ejemploo [2]. Consid Considere eremos mos aplicar aplicar a este este argumento las tres categor´ıas ıas de (Wenzel (Wenzel 1980). Podemos identificar  productos , es decir afirmaciones relacionadas con razones que parecen l´ogicas, ogicas, aunque se requiera un poco de malabarismo entimem´atico atico para entenderlos

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de manera manera apropiada. apropiada. El  procedimiento, es decir, el componente dial´ectico ectico que depende de que dos contrapartes busquen llegar al fondo de un asunto, parece estar ausente completamente, puesto que los participantes en [2] no parecen tener la voluntad de llegar a la verdad, sino m´as as bien de atacarse mutua mu tuamen mente. te. Y lo que Wenzel enzel llama el  proceso, el componente de un argumento que podr´ııaa ser descrito como ret´orico, orico, es bastante rico en [2], a´ u un n si no figuran all´ all´ı adornos adornos de la ret´ orica orica cl´asica. asica. De hecho, el punto d´ ebil ebil de la categorizaci´on on de Wenzel es que le corresponde al proceso, al aspecto ret´ oorico rico de un argumento, cubrir todo lo que no cabe bajo los componentes l´ogicos ogicos o dial´ ecticos. ecticos. Esto puede ser adecuado para aquellos argumento argumentoss que caen dentro del c´ırculo ırculo en la Figura 1, pero deja de serlo para argumentos altamente emocionales o ca´ooticos ticos:: simple simplemen mente te no nos prov provee ee con las herramientas herramie ntas anal a nal´´ıticas ıtica s para par a explorarlo expl orarlos. s.

Para entender los argumentos emocionales Si queremos entender un argumento debemos entender el significado de las palabras y expresiones que aparecen en ´eel. l. A menudo, esto es algo sencillo. Otras veces no lo es. Intentar entender un argumento entre dos adolescentes sobre si Billy Joel es ‘chido’ o ‘chafo’ presupone un conocimiento de las sutilezas del lenguaje que usan los j´ovenes ovenes en cierta regi´on on que sobrepasa las habilidades habilidades de muchos muchos comentarist comentaristas. as. Haci´ Haci´endole endole un gui˜ no n o a Quine, podemos aceptar sin problema que las traducciones entre lenguajes, o entre dialectos o jeringonzas de un mismo lenguaje, pueden toparse con la indeterminaci´ on on de la traducci´on. on. Las palabras palabras a vec veces es son utilizadas para para transmitir trans mitir significados significados no-est´ no-estandar; ´andar; a veces veces son amb ambiguas iguas o equ equ´´ıvocas, ıvocas, a ve veces ces significan cosas distintas distintas para personas distint distintas. as. La palabra ‘cari˜no’ no’ puede ser empleada con dulzura entre muchas parejas, o puede ser una se˜ n nal al de alerta entre entre otras. Esto es algo que es imposible de determinar determinar ant antes es de hacer una investigaci´on. on. Y si dicha investiga investigaci´ ci´ on on no toma en cuenta el aspecto emotivo de la comunicaci´on, on, es posible que se equivoque por completo y, por ejemplo, traduzca como acuerdo lo que en realidad es desacuerdo. Para entender entender un argument argumentoo emocional, emocional, debemos penetrarlo. penetrarlo. A mayor mayor grado de emoci´on, on, mayo mayorr importan importancia cia cobra que lo dicho dicho se exa examin minee en su contex contexto. to. La magnifica magnificaci´ ci´ on on de emociones tiende a ocurrir cuando (a) los argumentadores se conocen bien y (b) el asunto discutido es recurrente. Cuando estos dos factores son tenidos en cuenta, se vuelve a´un un mas claro que las interpretaciones y transformaciones no pueden ser hechas en ais-

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lamiento de los sentimiento lamiento sentimientoss e historias historias personales de los partic participan ipantes. tes. Al explicar la importancia del an´alisis alisis perceptual en la disecci´on on de argumentos, (Legge 1992) explica que sin un an´ alisis alisis contextual profundo, un investigador puede malentender muchas de las din´amicas amicas b´asicas asicas de un argumento. Cuando dos personas se conocen bien, es imposible estar al tanto de lo que se dicen sin conocer los c´odigos odigos que se desarrollaron en discusiones pasadas, sus tab´ us us impl´ıcitos, ıcitos, las reglas y prescripciones que se han impuesto inconi nconscientemente. (Willard 1989) sostiene algo similar cuando argumenta que la gente que se conoce cono ce entre s´ı apela a conversaciones pasadas, es m´as, as, a toda su historia comunicativa, comunicativa, de manera constante e impl´ impl´ıcita. Las anteriores consideraciones nos llevan a concluir que la idea de remover los aspectos emocionales de un argumento antes de pasar a su an´alisis es no s´olo olo demasiado estrecha, sino tambi´ ta mbi´ en en peligrosa. p eligrosa. Es peligrosa p eligrosa precisamente porque puede llevar a un an´alisis alisis que interpreta un argumento de una manera muy diferente diferente a como lo hacen sus participan participantes. tes. Esta puede ser la raz´on on por la cual muchos te´oricos oricos quieren excluir argumentos que son obviamente emocionales o ca´oticos. oticos. “Dej´ emoslos emoslos a los psic´ologos ologos — no son ni siquie siquiera ra argume argument ntos”. os”. Pe Pero ro este modo de procede procederr no funciona funcionar´ r´ a: no tenemos forma de saber cu´al al es el aspecto emocional de un argumento antes de haber investigado los sentimientos y emociones de los participantes, y entendido c´omo omo entran en juego en la disputa. Entender los argumentos emocionales significa respetar la influencia que la emoci´on on tiene en la comunicaci´on. on. Si hacemos hacemos esto, esto, si aceptamos aceptamos que que la mera comprensi´oon n de lo que se ha dicho debe tomar en cuenta la configuraci´ oon n emocional de los argumentadores, entonces podemos dar un paso adelante en intentar comprender lo que es, por ejemplo, un argumento emocional bueno bueno o malo. Un buen argumento argumento emocional puede ser uno en que los argumentos se correlacionan directamente con los sentimientos expresa sado dos, s, en vez de estar estar repl replet etoo de refere referenc ncias ias oblicu oblicuas as.. En este caso la definici´ on on que ofrec´ı m´as as arriba debe ser degradada a una condici´on on suficiente pero no necesaria de argumentaci´on on emocional. Por lo dem´as as ciertas falacias cl´asicas asicas pueden ser vistas como dando se˜ nales nales de que estamos ante un argumento emocional. La falacia de  conclusi´  on inatinente , por ejemplo, puede frecuentemente anunciar la entrada a la esfera emocional. Pero estas conclusiones no pueden ser consideradas m´as as profundamente hasta que la argumentaci´ on on que est´a cargada de emociones sea aceptada, respetada, y estudiada.

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¿Por qu´ e los te´ te ´ o oricos ricos de la argumentaci´ o on n disputan con sus parejas? He sugerido que los argumentos emocionales son aquellos en los que los sentimientos comunicados por los participantes son m´as as importantes que las 4 palabras usadas para comunicar esos sentimientos. Los argumentos emocionales ocurren porque hay situaciones en las que la expresi´on on de esos sentimientos nos es importante. Estos argumentos pueden iniciarse de manera bastante linear y cl´ınica, ınica, y luego evolucionar de tal manera de que el aspecto emocional aumenta en la medida en que va creciendo la urgencia. Tambi´ en en puede suceder que un argumento emocional tenga una alta carga emocional desde des de el inicio. inicio. El asunto, asunto, el interlocu interlocutor tor,, o una combin combinaci aci´o´on n de los dos pueden ser las condiciones para que un argumento sea altamente emocional desde el principio. ¿Cu´ ando, ando, pues, esdeque hay disputas? Y ¿por ¿p qu´enan es que nadas en las formas argumentaci´ on, on, que laorense˜ nan y la personas estudian,entrecaen a veces en el tipo de altercados altercados que ellos mismos aborrecen: aborrecen: los que intencionalmente hieren y hacen da˜ no no y no son “nada m´aass que” un torrente de emociones negativas? Tambi´ en en debemos deb emos recordar que no todas las disputas son concursos de gritos. La calma pasmosa, el silencio fr´ fr´ıgido, y el “castigo silencioso” tambi´en en son maneras de conducir disputas. Walton dice de las disputas: “El objetivo de una disputa es atacar verbalmente a la contraprte, cit..   p. 215). Las ventajas y, de ser posible, humillarla” ( op. cit ventajas mencionadas, mencionadas, como el efecto cat´artico, artico, la expresi´on on de emociones escondidas, o el evitar la posibiliad de violencia f´ısica, pueden ser obtenidas sin tener que exponerse a los efectos efectos negativos negativos y hasta vergonzos vergonzosos os de una disputa. ¿Entonces ¿Entonces por qu´e lo hacemos hace mos?? Pienso que la respuesta, aunque compleja, puede ser descrita como proveniente de dos fuentes principales. A veces nos disputamos porque p orque o´ o´ımos algo que no queremos oir — ya sean las palabras o los significados transmitidos por el tono; y a veces nos disputamos porque decimos algo que queremos que sea o´ıdo y creemos que no est´a si´endolo endolo — y de nuevo, puede ser que la comunicaci´ on on sea expl´ expl´ıcita con las palabras, o que sea transmitida mediante el tono. En el primer caso, el enfado y la reacci´on fuerte provienen de la re4

N´ otese otese que en ning´ un un momento he dicho que las palabras son irrelevantes o carecen de importancia importancia o significado significado.. Lo crucial es la importancia importancia relativ relativa a de las palabras palabras versus versus los sentimientos que expresan.

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sistencia psicol´ogica ogica a absorber informaci´on on que rechazamos. rechazamos. En el segundo, entra en juego la reacci´on on sim´etrica etrica de tener informaci´ informa ci´on on que creemos es verdadera, pero que est´a siendo resistida intencionalmente (o por lo menos eso pensamos) pensamo s) por el recipien recipiente te pretendido. pretendido. Tambi´ ambi´en en es pertine pertinente nte notar que hay factores viscerales o situacionales importantes que siempre entran en  juego. Niveles de estr´ es, es, influencias hormonales (pensemos en los adolescentes), y el estatus del asunto y/o de la relaci´on on de los participantes son todos factores factores que entran a determinar determinar qu´e tan bien se controlan controlan las emocioness que surgen, y qu´ cione e tan bien o efectiv efectivamen amente te se razona. razona. Per Peroo si crece la frustraci´on on creada por una din´amica amica de “no quiero escuchar lo que dices/ tienes que escucharme”, podemos sucumbir a la expresi´oon n de sentimientos que son dolorosos dolorosos o hirien hirientes tes.. En estos casos, casos, la rabia y la disputa disputa par pareecen ser, m´as as que cualquier otra cosa, una manera de llamar la atenci´on on de nuestro nue stro interlocutor interlocutor a una necesidad grande e insatisfec insatisfecha. ha. Naturalmen Naturalmente, te, cuando la frustraci´on on es mutua, cualquier cosa puede suceder. Los Te´oricos oricos de la Arumentaci´oon n disputamos con nuestras parejas porque no somos mejores mejores que nadie. nadie. Es posible posible que no lo hagamo hagamoss tan a menudo menudo,, o es posible que lo hagamos m´as as a menudo. menudo. No he hecho hecho encuest encuestas. as. S´ oolo lo s´ e que la mayor´ mayor´ıa de nosotros tenemos disputas — esperemos que no con demasiada frecuencia. Pero no le echemos la culpa de esto a la emoci´on, on, no la aislemos en una esquina de donde la podamos eliminar, transformar, o filtrar. Eso no nos ayudar´a a incorporar su realidad en nuestra argumentaci´on on cotidiana. Lo que deber´ deber´ıamos buscar no es la eliminaci´ elimi naci´on on del aspecto emocional de la argumentaci´oon, n, sino su estudio y comprensi´on on de manera que podamos utilizar de forma m´as as productiva estos eventos reales e ineludibles. ble s. En otras otras palabr palabras, as, debemos debemos resistir resistir la ident identific ificaci aci´o´on n de argumentos emocionales con disputas — tal vez debamos intentar eliminar los segundos, mas no los primeros. Los Te´oricos oricos de la Argumentaci´oon n disputamos con nuestras parejas porque la frustraci´on on no desaparece desaparece con el conocimiento. conocimiento. Las causas de las disputas pueden ser conocidas y comprendidas, pero no por eso van a esfumarse. Esto simplemente significa que los Te´oricos oricos de la Argumentaci´on on pueden terminar m´aass avergonz avergonzados ados que la mayor mayor´´ıa de los que caen en una disputa. Lo anterior, por supuesto, puede tender a disminuir la frecuencia de disputas entre nosotros, pero su eliminaci´on on es, desafortunamente, un sue˜no no distante.

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¿Por qu´ e la raz raz´ o ´ on n es mejor que la emoci´ o on? n? Pienso que, al final de cuentas, el verdadero problema es que no promovemos y perseguimos el estudio de argumentos emocionales, lo que, a su vez, fomen fom enta ta nu nuest estra ra ignoranci ignorancia. a. La causa causa de esta ignora ignoranci nciaa rec recae ae en la dis dis-tinci´on on entre raz´on on y emoci´on, on, que a su vez recae en una (falsa) suposici´oon n principial: la creencia de que nadie se deja llevar por la raz´oon. n. La teor´ıa ıa es que nadie nunca empieza a gritar, golpear, o llorar, debido a la raz´on. o n. Es la emoci´on on la que parece estar involucrada con ese tipo de conductas, no la raz´on. on. El resultad resultadoo es que la emoci´ emoci´ on o n es m´as as atemorizadora, y pide ser controlada y separada de la raz´on, on, que procede de manera m´aass calmada, fr fr´´ıa, confiab confiable. le. Pe Pero ro por supues supuesto to la idea idea de que la raz´ razo´on n es confiable y seguraa es un mito. Miles han sido asesinados segur asesinados porque sus ideas y creencias creencias fueron consideradas equivocadas por p or personas que fr´ıa ıa y deliberadamente dieron diero n razones concretas concretas y no-emocionales no-emocionales para justificar justificar sus acciones. La raz´ on on puede ser como la piedra, y la emoci´on on como el agua, pero ambas pueden ser usadas para bien y para mal, tanto para buscar acuerdo como para generar conflicto, para la exploraci´on on honesta de ideas o para la manipulaci´ on on deliberada de los fines de otras personas. Si las piedras son m´as as f´ aciles aciles de mover, mover, sujetar, e inspeccionar, ´esto esto no las hace menos peligrosas. p eligrosas. Lo que tenemos que abandonar es la idea de que hay un hijo bueno y un hijo malo de la psique humana. Las emociones pueden acalorarse, y esto puede llevar a consecuencias desafortunadas y hasta devastadoras, pero lo mismo es cierto de la raz´on. on. Horribles injusticias y temibles eventos han sido perpetrados en nombre de la “raz´on on fr´ fr´ıa”. Argumentos Argumento s lineares lineare s y cl cl´´ınicos que son conducidos sin el efecto suavizador de la emoci´on on (bajo la forma de la compasi´on, on, por ejemplo), pueden llevar a conclusiones aterradoras que son aceptadas acept adas unicament u ´ nicamentee porque son vistas como la consecuenc consecuencia ia inevitable inevitable de la raz´on. on. En el nombre de la raz´on on se protegen sistemas econ´omicos omicos comple jos mientras ni˜nos nos mueren de hambre; antiguas enemistades basadas tanto en supuestos hechos hist´ooricos ricos como en emociones crudas resurgen con regularidad gular idad enfermiza; enfermiza; personas personas son golpeadas y castigadas castigadas por diferencias diferencias en sistemas siste mas de creencia creencias. s. No. No es que ser ser l´ ogico ogico sea mucho m´as as seguro que ser emocional, es simplemente que cuando pensamos en acciones basadas en la l´ogica ogica no pensamos en el marido que suprime las emociones de su esposa con su demanda de logicalidad, o el abogado que mira la muerte ´unicamente unicamente en t´erminos erminos financieros, o el general que razona que las muertes que se esperan en una batalla determinada caen “dentro de los par´ametros ametros aceptables”.

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Los Te´oricos oricos de la Argumentaci´on on disputan con sus parejas porque las personas, y especialmene las l as personas p ersonas en relaciones ´ıntimas, disputan, y los Te´oricos oricos de la Argumentaci´on on son personas. Per Peroo las disputas disputas pueden terminar con algunos beneficios, b eneficios, con epifan´ epifan´ıas, con el darnos cuenta de que una herida no ha sanado, o simplemente de que existe. Lo importante es incluir todas estas comunicaciones interactivas dentro del campo de estudio de la Teor´´ıa de la Argument Teor Argu mentaci aci´on, ´on, y no pretender que son superables, porque sencillamente no lo son.

Referencias Michael A. Gilbert. The delimitation of ‘argument’. In  6th Annual Ontario Philosophical Conference, Trent University , 1990. Michael A. Gilbert. Michael Gilbert. Multi-modal Multi-modal argumentation. argumentation.   Philosophy of the Social  Sciences , 24(4):159–177, 1994. Nancy J. Legge. What did you mean by that?: the function of perceptions in interpesonal argument.  Argumentation and Advocacy , 29(2):41–60, 1992. D.J. O’Keefe. O’Keefe. The concepts concepts of argument argument & arguing. arguing. In J.R. Cox and C.A. Willard, editors,  Advances in Argumentation Theory & Research . Carbondale IL: Southern Illinois University Press, 1982. Douglas Walton.  The Place of Emotion in Argument . University Park, PA: The University of Pennsylvannia State U.P., 1992. J. Wenzel. Perspectives on argument. In  Proceedings of the [1979] Summer  Conference on Argumentation . Annandale, VA: SCA / AFA, 1980. C.A. Willard.   A Theory of Argumentation . Tuscaloosa: uscaloosa: Universit University y of Alabama Press, 1989.

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