Arendt- Nosotros, Los Refugiados
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2O Nos otros, los refugiados
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Ante todo, no nos gusta que nos llamen «refugiados». Nosotros mismos nos calificamos de «recién llegados» o «inmigrantes» Nuestros periódcos son para «americanos de lengua alemana» y or lo que sé, no hay hasta hoy ningún club cuyo nombre indique que sus miembros fueron perseguidos por Hitle, o sea, que son refugiados Hasta ahora se consideaba refugiado a aquel que se veí obli gado a buscar regio regio or sus actos sus su s ideas políticas Y, cier tamente, nosotros también tuvimos que buscar refugio pero an tes no habíamos hecho nada y la mayoría no albergábamos ni siquiera en sueños ninguna clase de opinión política radical Con nosotros el concepto «refugiado» ha cambiado «Refugiados» son hoy en día aquellos de nosotros que tuvieron l a mala suerte de encontrarse sin medios en un país nuevo y necesitaron la ayu da de los comités de refugiados ntes de la guerra éramos aún más suscetibles frente al tér mino «regiados» Hacíamos todo lo que podíamos para demostrar a los demás que éramos inmigrantes tota lmente corrien. tes Explicábamos que habíamos tomado voluntariamente el camino hacia un país de nuestra elección y negábamos que nuestra situación tuviera nada que ver con el «llamado problema ju : dío» Éramos «inmigrantes» o «recién llegados» que un buen día ·9
hab amos abandonado nuestro país porque ya no nos gstaba o por f actores purmente económicos. Queríamos conse ir un g asiento nuevo para nuestra existencia, eso era todo Ha y que ser muy optimista o muy erte para constrir una existencia nueva, así que manifestemos un gran optimismo. De hecho, nuestra conf ianza es admirable, aunque lo digamos nosotros mismos, pues ahora, por f in, se ha reconocido nuestra lucha. Al perder nuestro hogar perdimos nuestra f amiliaridad con la vida cotidiaa Al perder nuesa prof esión perdimos nuestra confiana en ser de algna manera útiles en este mundo Al perder nuestra lenga perdimos la nauralidad de nuestras reacciones, la sencillez de nuestros gestos y la expresión espontáea de nuestros sentimientos. De jar a nuestros parientes en los getos polacos y a nuestros mejores amigos morir en los campos de concentración signif icó el hundimiento de nuestro mundo privado Pero inmediatamente después de nuestra salvación (y a la ma yoría hubo que salvarnos varias veces), comenamos una nueva vida e intentamos seg ir lo me jor que pudimos los buenos con se jos de nuestros salvadores Nos decí an que debamos olvidar y lo hicimos más rá pidmente de lo que nadie pueda imagina Nos daban a entender amablemente que nuevo paí s sería nes tra nueva patria y al cabo de uatro semanas en Francia o seis · en América pretendíamos ser fraceses o americanos Los más opti mistas incluso llegaron a af irmar que habían pasado toda su vida anterior en una especie de exilio inconscente y que sólo graci� a su nueva vida habían aprendido lo que sgnificaba tener un ver dadero hoga Es verdad que a veces hac:mos ob jeciones al con sejo bienintencionado de olvidar nuesta actividad anterior y que, cuando lanzamos nuestros atig 1s ideales por la borda porque está en juego nuestra posición social, también lo hacemos con gran pesa Pero con la leng a no tenmos ningún problema os más optimistas después de un año ya están f irmemente con vencidos de que habla inglés tan bien cmo su propia len a g materna , al cabo de dos años, jura solemnemente que domi nan el inglés mejor que ningna otra len;ua (de la alemana, ape-
nas se acuerd a ya) 10
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Pa olvid sin dificultades, preferimos evitar cualquier alu sión a los campos de concentración y de inteen �o _por los que hemos pasado en casi toda Europa, ya que eso poda terp etar se como una maifestación de pesimismo o de falta de conanza en nuesra nueva paria Además, nos han insinuado a menudo que nadie desea oírlo; el inieo ya no es una representación reigiosa o una f atasía sino algo tan real como las casas, las piedras y los ár boles Evidentemente, nadie quiere ver que la historia ha cread ? un nuevo género de seres humaos: aquellos a los que los ene gos meten en campos de concentración y los amigos en campos de inteento No hablamos de este pasado ni siquiera entre nosotros En lugar de elo, hemos encontrado nuestro propio modo de encarar el turo incierto Puesto que todo mundo planea y desea y es pera, nosotros también lo hacemos. Si embargo, aart_e de estos comportamientos humanos comunes tentamos dlucdar el fu turo de una maera algo más científica Después de tanta desgra cia queremos aseg rarnos un porve a preba de bomb_a s Pr eso dejamos a nuestras espaldas la erra con todas sus ncert dumbres y dirigimos los ojos al cielo. Pues n las estrellas Y no en los periódicos está escrito cuándo Hler será encdo y cuándo nosotros seremos ·ciudadans americanos Las estrellas son nuestras consejeras, más dignas de confiaza que todos nuestros amigos. En ellas leemos cuándo es pertinente ir a comer con nuestros benefactores o qué día es el más oportuno para re llen uno de los innumerables cuestionarios que acualmente acompañan nuestra vida A veces ni siquiera ° osiamos de las es trellas y preferimos que nos lean la mano o tere en nuest a letra. De esta manera sabemos poco de los acontecmentos pol ticos pero mucho de nuestro querido yo, anque el p sicoanálisis ya no esté de moda Ha pasado aquellos empos eces en que, aburridos, las damas y los caballeros de la alta socedad conver tí a en tema de conversación las geniales impertinencias de su ierna inancia a no tienen el más mínimo interés en cuentos de fantasmas, lo que les pone la carne de gallina son las experiencias reales a no hay necesidad de encantar el pasado, bastante em br jado está el presente así, a pesar de nuestro proclamado 11
hab amos abandonado nuestro país porque ya no nos gstaba o por f actores purmente económicos. Queríamos consegir un asiento nuevo para nuestra existencia, eso era todo Ha y que ser muy optimista o muy erte para constrir una existencia nueva, así que manifestemos un gran optimismo. De hecho, nuestra conf ianza es admirable, aunque lo digamos nosotros mismos, pues ahora, por f in, se ha reconocido nuestra lucha. Al perder nuestro hogar perdimos nuestra f amiliaridad con la vida cotidiaa Al perder nuesa prof esión perdimos nuestra confiana en ser de algna manera útiles en este mundo Al perder nuestra lenga perdimos la nauralidad de nuestras reacciones, la sencillez de nuestros gestos y la expresión espontáea de nuestros sentimientos. De jar a nuestros parientes en los getos polacos y a nuestros mejores amigos morir en los campos de concentración signif icó el hundimiento de nuestro mundo privado Pero inmediatamente después de nuestra salvación (y a la ma yoría hubo que salvarnos varias veces), comenamos una nueva vida e intentamos seg ir lo me jor que pudimos los buenos con se jos de nuestros salvadores Nos decí an que debamos olvidar y lo hicimos más rá pidmente de lo que nadie pueda imagina Nos daban a entender amablemente que nuevo paí s sería nes tra nueva patria y al cabo de uatro semanas en Francia o seis · en América pretendíamos ser fraceses o americanos Los más opti mistas incluso llegaron a af irmar que habían pasado toda su vida anterior en una especie de exilio inconscente y que sólo graci� a su nueva vida habían aprendido lo que sgnificaba tener un ver dadero hoga Es verdad que a veces hac:mos ob jeciones al con sejo bienintencionado de olvidar nuesta actividad anterior y que, cuando lanzamos nuestros atig 1s ideales por la borda porque está en juego nuestra posición social, también lo hacemos con gran pesa Pero con la leng a no tenmos ningún problema os más optimistas después de un año ya están f irmemente con vencidos de que habla inglés tan bien cmo su propia len a g materna , al cabo de dos años, jura solemnemente que domi nan el inglés mejor que ningna otra len;ua (de la alemana, ape-
nas se acuerd a ya)
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opimsmo, nos agarramos cuaquier hehizo que onure a los espíritus del uturo. No sé qué xperiencia y pensameos nocturnos pueblan nestros sueños N me trev a pedir detae poque yo tm bién pfro er ptmst Po me ima1;ino que al mnos por a noh pnsamos e nuests muero o os acdams de aqueos poma que n ía amamo Icuso entndera que uetros amios d a costa oese drant! l a hora de oque de queda tvera a extrña ourrena de que n smos «turos cdadanos» sno de mmnto, «extanj:ros enemgo». Natu amente no día soo xtraneos enemigos sóo «formal nte y todos ls refugiados o saben. Pero aunque óo sean tivos «fomaes» ls qu nos dsua e salir e casa después de anochc, o es fáci evita hac de vez en cando úg b ontuas sobre la rlacón ete a formalddes y a ealiad. Hay o que n enaa e net opimismo. Etre noso tro hay a gnos optimsta peuiares qe dinden eouente ment su cnfanza y a ea a cs abre a espita del gas o de rma insperada han uo de un rascaies Parece qu dan pruba de que nuestra maniesta algrí s basa en una pelgrosa dposió a muerte Ccmos cn coicción de que a vd s e en más lto y a mete e horr más grand y hemos d stgo y vcima d hoes peore qe a muet sn po dr dscbr ideal más eev qu a vd. Aunqe la mer ya no nos austaba, estuvims ben eos de qurer o de ser capaces e garnos l vida por ua causa E vez d luchar o efexio na sobe cómo arregásas ara esistr- nosotrs s ega ds, ns hmos acostumbd a desear a erte a nuesos ami go y paretes. Si agien muee no mgnamos aeremente toos os dsgustos que s hbá hrad. Fnamente, muchos ente nosotro acabn eseado ahre tami ns uatos disgusos y ctúa en conecenc Dsd 938, dsde a entrada de Hiter n Austria, hemos vs to cn qé dz l eoent optimsm pue tansformare n caado psiism Co e tempo nstra stuació ha m pod, egamo a se aún ás coniados y nestra tendncia a uio ha amentado Los uío autríacs, lidrados por 12
Pa olvid sin dificultades, preferimos evitar cualquier alu sión a los campos de concentración y de inteen �o _por los que hemos pasado en casi toda Europa, ya que eso poda terp etar se como una maifestación de pesimismo o de falta de conanza en nuesra nueva paria Además, nos han insinuado a menudo que nadie desea oírlo; el inieo ya no es una representación reigiosa o una f atasía sino algo tan real como las casas, las piedras y los ár boles Evidentemente, nadie quiere ver que la historia ha cread ? un nuevo género de seres humaos: aquellos a los que los ene gos meten en campos de concentración y los amigos en campos de inteento No hablamos de este pasado ni siquiera entre nosotros En lugar de elo, hemos encontrado nuestro propio modo de encarar el turo incierto Puesto que todo mundo planea y desea y es pera, nosotros también lo hacemos. Si embargo, aart_e de estos comportamientos humanos comunes tentamos dlucdar el fu turo de una maera algo más científica Después de tanta desgra cia queremos aseg rarnos un porve a preba de bomb_a s Pr eso dejamos a nuestras espaldas la erra con todas sus ncert dumbres y dirigimos los ojos al cielo. Pues n las estrellas Y no en los periódicos está escrito cuándo Hler será encdo y cuándo nosotros seremos ·ciudadans americanos Las estrellas son nuestras consejeras, más dignas de confiaza que todos nuestros amigos. En ellas leemos cuándo es pertinente ir a comer con nuestros benefactores o qué día es el más oportuno para re llen uno de los innumerables cuestionarios que acualmente acompañan nuestra vida A veces ni siquiera ° osiamos de las es trellas y preferimos que nos lean la mano o tere en nuest a letra. De esta manera sabemos poco de los acontecmentos pol ticos pero mucho de nuestro querido yo, anque el p sicoanálisis ya no esté de moda Ha pasado aquellos empos eces en que, aburridos, las damas y los caballeros de la alta socedad conver tí a en tema de conversación las geniales impertinencias de su ierna inancia a no tienen el más mínimo interés en cuentos de fantasmas, lo que les pone la carne de gallina son las experiencias reales a no hay necesidad de encantar el pasado, bastante em br jado está el presente así, a pesar de nuestro proclamado 11
Schushngg fueron una gentecita nantadora a qe t dos os obsados imparcale dmirarn Realmne ea admrabe lo convencdos qe estabn de qe n les poría p aar aa Pero cuno s aemanes entraron e e país y os vecinos no dío comenzron a asata as casas dís, os udío usros eme zaron a suicidarse difreca de ors sus uesros mgos o dan n gna expcación d su acto, ng na acsacón nngn que conta un muno qe obiga a un ser desesperado a maener o pba y hchs su bu hmo hsta fna Dan ta d dspedda muy corrtes doumntos evantes E con seueca nestos dscusos fúnebrs tambn son bevs pu rados y nos de speranza Nade se preoa por os motvs pq dos nos pan ov Estoy hbando de hechos desgradabes , aún po, pra coro br m vsó de las cosas squiea dspoo de únco argu mento qe hoy en dí mpresoa a a gene o datos �ué os. Inu aqulos íos que nega ferzmnte extca d pueblo udío, nos conce n uant a númeo ns bunas xpectiva de vid. ¿ Cómo podrían rob, no ue s o os poos dío so rimns y que gera mhos JU dos muen como bues patroas? Gracs u esfurzs por sa a da estístc de peb dío sabemo qe ést exh b a fras de sco más ba a d todas a naons cvz das. Esty batante segra de qe esto atos ya no son vádos coa qu no udo dcumtr con nuevs cf a per sí con a expic rcine Sfcnte para aqueos sp its eséptcos qu nnca estveron compeamne onvends d q a meis de crno orecn n da xaca de su cotdo de qe as sadía de rmadad mostara xac n ve moa de una nacin. En cualqer cao s dís euroeos, van onde vvan, ya no se compora egún os proóstcos de · a estastca. Acamnt s sucidos se dn no só entre gene víma dl pánco en Bern y Viena, en Buarest o en a í, sno también en Nuev York y Los ngees n Buenos Ars · y Montevde 13
opimsmo, nos agarramos cuaquier hehizo que onure a los espíritus del uturo. No sé qué xperiencia y pensameos nocturnos pueblan nestros sueños N me trev a pedir detae poque yo tm bién pfro er ptmst Po me ima1;ino que al mnos por a noh pnsamos e nuests muero o os acdams de aqueos poma que n ía amamo Icuso entndera que uetros amios d a costa oese drant! l a hora de oque de queda tvera a extrña ourrena de que n smos «turos cdadanos» sno de mmnto, «extanj:ros enemgo». Natu amente no día soo xtraneos enemigos sóo «formal nte y todos ls refugiados o saben. Pero aunque óo sean tivos «fomaes» ls qu nos dsua e salir e casa después de anochc, o es fáci evita hac de vez en cando úg b ontuas sobre la rlacón ete a formalddes y a ealiad. Hay o que n enaa e net opimismo. Etre noso tro hay a gnos optimsta peuiares qe dinden eouente ment su cnfanza y a ea a cs abre a espita del gas o de rma insperada han uo de un rascaies Parece qu dan pruba de que nuestra maniesta algrí s basa en una pelgrosa dposió a muerte Ccmos cn coicción de que a vd s e en más lto y a mete e horr más grand y hemos d stgo y vcima d hoes peore qe a muet sn po dr dscbr ideal más eev qu a vd. Aunqe la mer ya no nos austaba, estuvims ben eos de qurer o de ser capaces e garnos l vida por ua causa E vez d luchar o efexio na sobe cómo arregásas ara esistr- nosotrs s ega ds, ns hmos acostumbd a desear a erte a nuesos ami go y paretes. Si agien muee no mgnamos aeremente toos os dsgustos que s hbá hrad. Fnamente, muchos ente nosotro acabn eseado ahre tami ns uatos disgusos y ctúa en conecenc Dsd 938, dsde a entrada de Hiter n Austria, hemos vs to cn qé dz l eoent optimsm pue tansformare n caado psiism Co e tempo nstra stuació ha m pod, egamo a se aún ás coniados y nestra tendncia a uio ha amentado Los uío autríacs, lidrados por 12
Por el contaio, muy rramee eneos noticia de suicdios en los geto y capo de nceacó Es vedad que recbi m scasos nforme de oona pero a menos esamos b at t ben nfomdos sobre os capo de oncentacón aemnes y francese mp de G po e jeplo dode tuve opotudad de paar una tmporada sól oí hablar de sucdo u vez y se trataba e una popuesta de accón coecva e una epece de ac de protsta a parecer para pone a o: ancess en a sua ción ncómod. Cuando al go de nosoos obseamos que de todos modos os haían meo alí «pour ever», e umo g-· nea cambó bscamene se convi en n án pasonad e vv. Genealmente, se consderaba u qun nterpretaba aqul rtuno coo na advesidad pernal , por cosi ge poa n a vd persoal e nvdualmen tenía que ser asoca anómalo qe se esnteresaa d desenlace general d� l oa P _or eso t proto esta msa gente vlvía a su pr pa a dvdual tea que nrentar a prolema aparete met ndda aba ota vez a la lu ese nsno optmismo colndant n a eseseracón Nosros somos lo prmeos udíos n religoos qu ha d prseudos ls prmeros que ronmos o sólo in extremis cn sucido Quizá tengan razón los flóso cudo dce que el suicdo es la úlia la exrma garaa de a lbrtad huma n enmo la lertad de crear nuesra vda muno en que vmos per sí omos bres par des eñar a via y bandonar el mudo Suramete los udío padosos no pueden dmtir esa liberd negata. Vn en el darse mete un asesnato la desruccón de lo q ue el omre unca puede crea ua ntrmsión po lo tano, en s dere ch d ed Adonai nahan v'adoni kach ( «E sño l da l señor lo toma»); abtualmet añaden barch schem aonai aabemo el nmbre de señor•) Par los, el suci io omo el asesnat, signifa u aa¡u blasfeo a toda a creación. Un se humano que e mata a í mio es á afrmn o que la va no meece vvrse que el mu no es g n de alberarle 14
Schushngg fueron una gentecita nantadora a qe t dos os obsados imparcale dmirarn Realmne ea admrabe lo convencdos qe estabn de qe n les poría p aar aa Pero cuno s aemanes entraron e e país y os vecinos no dío comenzron a asata as casas dís, os udío usros eme zaron a suicidarse difreca de ors sus uesros mgos o dan n gna expcación d su acto, ng na acsacón nngn que conta un muno qe obiga a un ser desesperado a maener o pba y hchs su bu hmo hsta fna Dan ta d dspedda muy corrtes doumntos evantes E con seueca nestos dscusos fúnebrs tambn son bevs pu rados y nos de speranza Nade se preoa por os motvs pq dos nos pan ov Estoy hbando de hechos desgradabes , aún po, pra coro br m vsó de las cosas squiea dspoo de únco argu mento qe hoy en dí mpresoa a a gene o datos �ué os. Inu aqulos íos que nega ferzmnte extca d pueblo udío, nos conce n uant a númeo ns bunas xpectiva de vid. ¿ Cómo podrían rob, no ue s o os poos dío so rimns y que gera mhos JU dos muen como bues patroas? Gracs u esfurzs por sa a da estístc de peb dío sabemo qe ést exh b a fras de sco más ba a d todas a naons cvz das. Esty batante segra de qe esto atos ya no son vádos coa qu no udo dcumtr con nuevs cf a per sí con a expic rcine Sfcnte para aqueos sp its eséptcos qu nnca estveron compeamne onvends d q a meis de crno orecn n da xaca de su cotdo de qe as sadía de rmadad mostara xac n ve moa de una nacin. En cualqer cao s dís euroeos, van onde vvan, ya no se compora egún os proóstcos de · a estastca. Acamnt s sucidos se dn no só entre gene víma dl pánco en Bern y Viena, en Buarest o en a í, sno también en Nuev York y Los ngees n Buenos Ars · y Montevde 13
Pero nestros suicdas n son unos lcos rbees u arro an s despco a a vda al muno n ntent a matarse maar al uierso etro Su mod d desapaecer e callao moeso parece que queran dsculparse pr la solucón oleta que hn econtrad a sus probema prsonales Por lo gnerl, se bían opnado os acontecmenos polítos eían d ue ver con s desti dvua hasta el momnto, tt en buenos tiempos como n lo malos hbían cfad en u perso alda Pr d pronto decubrn en sí msmos al gnos defects msteroo qu les mpide salr aelat omo dsde su má tea anca crean tener dereco a u rmnado nvel oca al no pod egur mantenend ete estándar s coseran us fcasads. Su optmsmo es l vano ntnto e mantense a e. Extrorment seeno, tras ea fahada luha tr su dep acn de sí msmos. Al fn muern na epce de egomía Cado nos aln nos sntmos humllaos s ns ayudan, os setmos reaados Luchamos cmo locos or na exstena pada co un den dvual ya ue temmos peeecr n e r a es montn amental e goones [Schnoer] que aún rerdamo lo muchos ant gos fántropo et nosors. Prsamnt porue enonces no entedmo q e goón era arte d destno udo nosmpmene un pobre nfe chlemh oy no ceemo tenr decho a recaa a soldarad da. No omos aaces e mreder ue no se traa de oot omo vduos sno dl puebo udí en u totaldad Más de una v usos protetoe han conrbd sustanosmente a esta dfctad d cmprnsón Me acd l drctr de una tucón bnéfca de arís qu spre qe vea la tarea de vsta d n ineectual udeoalemán co el ineitable D » mpeo acs tubraa a oar a voz en rto eor docto señor dcto se ño g ñr » La oncusón qu saaos de tales experencas deagaabs s muy mple ser docor en floofía y o o ba Apren mo ue para construr una nuva vda prmeo hy que pne en car la antga. Se nventó una equeña anécdota muy bonta q ilusta nuesto comportaento Un soltaro prro salhih em gnte dce aflgo entonce cado era Sa Beardo.. ». 15
Por el contaio, muy rramee eneos noticia de suicdios en los geto y capo de nceacó Es vedad que recbi m scasos nforme de oona pero a menos esamos b at t ben nfomdos sobre os capo de oncentacón aemnes y francese mp de G po e jeplo dode tuve opotudad de paar una tmporada sól oí hablar de sucdo u vez y se trataba e una popuesta de accón coecva e una epece de ac de protsta a parecer para pone a o: ancess en a sua ción ncómod. Cuando al go de nosoos obseamos que de todos modos os haían meo alí «pour ever», e umo g-· nea cambó bscamene se convi en n án pasonad e vv. Genealmente, se consderaba u qun nterpretaba aqul rtuno coo na advesidad pernal , por cosi ge poa n a vd persoal e nvdualmen tenía que ser asoca anómalo qe se esnteresaa d desenlace general d� l oa P _or eso t proto esta msa gente vlvía a su pr pa a dvdual tea que nrentar a prolema aparete met ndda aba ota vez a la lu ese nsno optmismo colndant n a eseseracón Nosros somos lo prmeos udíos n religoos qu ha d prseudos ls prmeros que ronmos o sólo in extremis cn sucido Quizá tengan razón los flóso cudo dce que el suicdo es la úlia la exrma garaa de a lbrtad huma n enmo la lertad de crear nuesra vda muno en que vmos per sí omos bres par des eñar a via y bandonar el mudo Suramete los udío padosos no pueden dmtir esa liberd negata. Vn en el darse mete un asesnato la desruccón de lo q ue el omre unca puede crea ua ntrmsión po lo tano, en s dere ch d ed Adonai nahan v'adoni kach ( «E sño l da l señor lo toma»); abtualmet añaden barch schem aonai aabemo el nmbre de señor•) Par los, el suci io omo el asesnat, signifa u aa¡u blasfeo a toda a creación. Un se humano que e mata a í mio es á afrmn o que la va no meece vvrse que el mu no es g n de alberarle 14
Pero nestros suicdas n son unos lcos rbees u arro an s despco a a vda al muno n ntent a matarse maar al uierso etro Su mod d desapaecer e callao moeso parece que queran dsculparse pr la solucón oleta que hn econtrad a sus probema prsonales Por lo gnerl, se bían opnado os acontecmenos polítos eían d ue ver con s desti dvua hasta el momnto, tt en buenos tiempos como n lo malos hbían cfad en u perso alda Pr d pronto decubrn en sí msmos al gnos defects msteroo qu les mpide salr aelat omo dsde su má tea anca crean tener dereco a u rmnado nvel oca al no pod egur mantenend ete estándar s coseran us fcasads. Su optmsmo es l vano ntnto e mantense a e. Extrorment seeno, tras ea fahada luha tr su dep acn de sí msmos. Al fn muern na epce de egomía Cado nos aln nos sntmos humllaos s ns ayudan, os setmos reaados Luchamos cmo locos or na exstena pada co un den dvual ya ue temmos peeecr n e r a es montn amental e goones [Schnoer] que aún rerdamo lo muchos ant gos fántropo et nosors. Prsamnt porue enonces no entedmo q e goón era arte d destno udo nosmpmene un pobre nfe chlemh oy no ceemo tenr decho a recaa a soldarad da. No omos aaces e mreder ue no se traa de oot omo vduos sno dl puebo udí en u totaldad Más de una v usos protetoe han conrbd sustanosmente a esta dfctad d cmprnsón Me acd l drctr de una tucón bnéfca de arís qu spre qe vea la tarea de vsta d n ineectual udeoalemán co el ineitable D » mpeo acs tubraa a oar a voz en rto eor docto señor dcto se ño g ñr » La oncusón qu saaos de tales experencas deagaabs s muy mple ser docor en floofía y o o ba Apren mo ue para construr una nuva vda prmeo hy que pne en car la antga. Se nventó una equeña anécdota muy bonta q ilusta nuesto comportaento Un soltaro prro salhih em gnte dce aflgo entonce cado era Sa Beardo.. ». 15
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