Apuntes Sintaxis K

February 14, 2018 | Author: Kevin Afonso Gonzálvez | Category: Verb, Subject (Grammar), Predicate (Grammar), Sentence (Linguistics), Rules
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Sintaxis del español 27-01-16

Introducción: Significado: el significado referencial no debe afectar a la sintaxis. Hay varias maneras de verlo: “Mis amigos fueron azotados por negros” > doble significación pues, mis amigos fueron azotador por ser negros o fueron azotados por personas negras. Sintaxis: estudio de la relación entre las palabras. No existe la voz en español dado que no hay un signo específico para la voz en español. Por ende, no existe el significado de voz, pero sí el sentido de voz. Signo discontinuo: dos significantes que forman una unidad. Por ejemplo “tan… como” o “más… que”. Si “soy amada” se entendiera como un signo discontinuo, todas las combinaciones del verbo “ser” + participio tendrían un sentido pasivo siempre. Sin embargo, en “la edición fue reducida” podemos entender que una edición era escasa en cuanto a tamaño en un tiempo pasado, o que una edición ha sido abreviada. Comprobamos así que esto no funcione, porque no siempre resulta que una combinación de “ser” + participio da lugar a una pasiva. Ramón Trujillo: un signo discontinuo es la combinación de dos significantes que actúan de forma dividida para formar uno nuevo. “Amo a tu hija” > “a tu hija” es complemento directo. “Escribí a tu hija” > “a tu hija” es complemento indirecto. “Iré a la playa” > “a la playa” es complemento circunstancial. “Estamos a siete grados” > “a siete grados” es atributo. “Me atrevo a resolver el problema” > “a resolver el problema” es complemento de régimen verbal. En lo anterior, Morera lo reconoce todo como complemento exocéntrico, y para él, un elemento endocéntrico sería “las flores” en “Amo las flores”. Con esto, observamos que Morera solo presenta dos tipos de complemento.

Para Morera, las relaciones solo ocurren entre categorías. Significación léxica invariante. 29-1-16

En “me atrevo a saltar en el campo” vemos relaciones preposicionales diferentes: por una parte, “me atrevo” se relaciona con “en el campo” igual que lo hace con “a saltar”. “Esta pizarra es blanca” > “Esta pizarra” es un sujeto léxico en el que “esta” es núcleo nominal y “pizarra” complemento del nombre o adyacente. Exponemos tres tipos de relaciones importantes en sintaxis: coordinación (palabras que se coordinan o relacionan en igualdad); subordinación (elemento principal y constante que se relaciona con otro accesorio y variable); y relación de solidaridad, la cual no será tratada. Coordinada: “Traje lápices, rotuladores y borradores”. Subordinada: “Traje rotuladores de gel”> “rotuladores” es constante (núcleo) y “de gel”, variable (complemento). De solidaridad: “Tus amigos trabajan codo con codo”. Como es una frase hecha está soldada, pero las frases hechas son uso y nosotros nos mantenemos en las estructuras. Criterio distribucional: se centra en dónde aparece colocada la palabra. La función primordial del lenguaje no es la comunicación, sino el conocimiento de uno mismo y la identidad del ser humano. En “mi casa es mía”, observamos que “mía” es un posesivo tónico (tiene la función de núcleo del atributo) debido a su independencia, mientras que “mi” es un posesivo átono (tiene la función de núcleo nominal del sujeto léxico). Auxiliaridad: Para Alarcos, en “Él ha caminado” sí hay una perífrasis verbal mientras que en “Voy a cantar” no. Opina que los morfemas del verbo “haber” y “caminar” no dan significado. No obstante, “Va a llover” sí lo considera como perífrasis.

Perífrasis verbal: combinación de dos verbos en la que el primero ha perdido o modificado su significado en beneficio del segundo. El segundo de los verbos siempre está en participio, gerundio o infinitivo, y en ocasiones les precede una preposición o el elemento “que”. Podemos distinguir las llamadas formas compuestas verbales (verbo “haber” + participio) que son especiales porque, según Alarcos, son una combinación fosilizada. 3-02-16

Para Alarcos tanto “trabajo” como “que trabajar” en “Tengo trabajo/ que trabajar”, desempeñan la función de complemento directo. Como reglas para defender la existencia de la perífrasis verbal, Alarcos establece que el signo lingüístico puede perder o modificar su significado sincrónicamente (lo cual se contrapone a la idea del signo lingüístico de Saussure), que puede perder su categoría, y que cuando un verbo está conjugado con un participio, infinitivo o gerundio, es más importante este último elemento. La significación léxica es más importante porque muestra la realidad. En el estudio de las perífrasis verbales, según cada autor hay un número variable de perífrasis verbales debido a los diversos criterios. El investigador no estudia el significado, sino el habla. Realmente, el estudio de la perífrasis verbal ha de estar enfocado en la sintaxis, en la pragmática, por lo que este estudio, aunque bien estudiado, resulta equívoco. A la hora de analizar la llamada “perífrasis verbal·, podemos afrontar su estructura según: Criterio tradicional: un solo núcleo verbal perifrástico. Por ejemplo “debes trabajar” es un núcleo perifrástico mientras que “He cantado”, no (Alarcos está de acuerdo con este último). Marcial Morera: estructura bipredicativa, inmersa en un binomio. Por ejemplo “Debes trabajar” y “He cantado”, presentan un núcleo verbal bipredicativo dentro de los cuales, poseen dos núcleos verbales (NV1 y NV2). Mai (basándose en parte de Alarcos): el verbo conjugado como núcleo mientras que el infinitivo, participio o gerundio como complemento verbal. No obstante, en las formas compuestas

verbales, se considera al verbo “haber” como núcleo verbal y, en todos los casos, el participio, gerundio o infinitivo como tiene función de complemento directo del verbo “haber”. En “he cantado”, “cantado” funciona como complemento directo y proposición subordinada sustantiva. Hay formas especiales que tiene su origen en perífrasis verbal como por ejemplo “cantado” > ‘cantare habeo’. Para Alarcos no tiene significado sino que aporta información morfológica; de hecho, considera que las perífrasis verbales son combinaciones aleatorias de dos elementos verbales, en las que el primer verbo es el más importante. Mai considera que los participios, gerundios e infinitivos pueden dan lugar a oraciones y, por ende, a proposiciones adjetivas, adverbiales,… Un predicativo, es un sintagma que complementa al verbo pero que también se refiere a otra parte de la oración. Por ejemplo “veo contento a tu padre”, “contento” es predicativo porque se refiere al verbo, pero también lo hace con “a tu padre”. Un predicativo con género y número concuerda con la parte a la que se relaciona, sin embargo, si no la tiene pasa igual aunque no la muestre como por ejemplo “veo mejorar a tu madre” y “veo contenta a tu madre”. Considerar en “He cantado la canción” a “He” como el núcleo verbal, “cantado” como predicativo del complemento directo y “la canción” como complemento directo es erróneo, pues lo correcto sería considerar “He” como núcleo verbal y “cantado la canción” como complemento directo (“cantado” como núcleo verbal y el resto como CD) o proposición subordinada sustantiva. Esto se confirma con el ejemplo de “He sido tu amiga”, en el que si quitamos “tu amiga”, se modifica a “Lo he sido” demostrando así que dentro de la proposición subordinada sustantiva (o CD) “sido tu amiga” se establece que “sido” es un NV y “tu amiga” tiene la función de atributo. Morera opina que el primer verbo “adelgaza” su significación léxica porque la va perdiendo poco a poco. En las perífrasis verbales hay un complemento verbal que es participio, gerundio o infinitivo que desempeña funciones nominales a pesar de ser verbo. Son verbos que tienen que ver con nombres y desempeñan funciones nominales con respecto a otros elementos, esto es “exonominal” y “endoverbal” (términos de Francisco Marsá).

Por ejemplo en “he cantado la canción”, “cantado” es exonominal en relación a “la canción” y endoverbal con “he”. El verbo tiene una flexión rica en el español. Sujeto morfológico = morfema > “quiero cantar una canción” >”-o” es un sujeto morfológico. Alarcos no ve el sujeto dentro de los gerundios, infinitivos o participios, incluso afirma que ejemplos tales como “debes trabajar” son oraciones simple. Para que un elemento sea proposición, tuvo que haber sido oración antes, y para ello tiene que tener un sujeto. En el ejemplo “Al salir tú a la calle” Alarcos no está de acuerdo con el sujeto léxico porque no ve la relación. Un sujeto léxico lleva la información gramatical del verbo “Tema”: término acuñado por Rafael Seco. Se trata de aquello de lo que hablamos pero que no funciona como sujeto como por ejemplo “me parece bueno”. En “el libro no hace falta que me lo devuelvas”, “el libro” es complemento directo del núcleo verbal, que es “devuelvas”. La teoría de Alarcos produjo una gran problemática en cuanto al sujeto: “Siendo yo profesora, conocí a Ramón Trujillo”: el sujeto es “siendo (NV copulativo) yo (adyacente temático) profesora (atributo)”. “Pasear bien abrigado en invierno es muy conveniente”: el sujeto es “pasear (NV) bien abrigado (Proposición) en invierno (CC)”. “Asearse por las mañanas es una buena costumbre”: el sujeto es “asear- (NV) se (CD reflexivo) por las mañanas (CC)”. Le criticamos a Alarcos su teoría en que la función de atributo es atribuir al sujeto, por tanto, si no hay sujeto no puede haber atributo. La información morfológica de un signo puede aparecer en otro elemento de la oración, ya que no es estrictamente necesario que se muestre dentro del mismo signo, algo que observamos en el ejemplo de “La crisis”, en el que “la” muestra el información de género y número de “crisis”. 5-02-16

El hecho de que un signo no presente un significante no tiene por qué hacernos pensar que carece de información gramatical. Pues puede aparecer dentro de la oración en otra palabra. Siempre podemos acompañar la forma nominal del verbo mientras tenga un pronombre personal tónico. Solo se puede hacer exclusivamente al verbo porque tiene sujeto. Si fuera lo que dice Alarcos, de que los verbos pronominales no tienen sujeto, tendría que suceder que el sujeto del verbo conjugado no podría combinarse con un pronombre personal tónico, lo cual hace, pues es una prerrogativa del verbo tener sujeto. En la gramática funcional se habla de “amalgama” (información morfológica acumulada en terminaciones o sincretismos que no tienen un significante exclusivo para ellos). “Yo bailo” > amalgama de persona, tiempo, número, aspecto, modo y género. “Cantábamos” > “-á-“ vocal temática; “-ba-“ tiempo, modo y aspecto; “-mos” persona y número. Siguiendo los principios de la gramática funcional, se puede afirmar que los verbos pronominales tienen sujeto por la relación con los pronombres personales tónicos. Tiene la información de persona por ser verbo. Si para Alarcos los infinitivos, gerundios y participios no forman sujeto, entonces no forman oraciones. “Quiero verte pronto” > “Quiero” es NV; “verte (núcleo nominal) pronto” (complemento circunstancial) es CD, o proposición subordinada sustantiva. Este ejemplo para Mai es una oración compuesta, pero para Alarcos es simple. Las oraciones de infinitivo producen Prop. Sub. Sustantivas; las de gerundio, adverbiales; y las de participio, adjetivas exceptuando las formas compuestas. Todo verbo genera una oración por tener información de persona y número. En relación con los términos del gramático Guillaume, “tensión” y “distensión”; observamos que las formas pronominales tienen una distribución diferenciada de estos términos: el participio posee distensión y nada de tensión al designar que la actividad o proceso está hecha, “cantado”; el gerundio posee parte de tensión y distensión porque designa una acción o proceso en la que una parte está hecha pero a la que le falta terminar otra, “cantando”; y el

infinitivo, que designa tensión y nada de distensión pues la actividad o proceso no se ha llevado a cabo, “cantar”. La reflexividad, según la gramática tradicional, ocurre cuando el sujeto realiza y recibe la acción (en ocasiones hecha por sus propias manos y a sí mismo). Hay un pronombre personal átono que concuerda con el verbo. A pesar de ver la concordancia del pronombre personal átono, no reconoce todas las estructuras como reflexivas. Por ejemplo, para la gramática tradicional “Yo me lavo” es reflexivo pero “Yo me rio”, no. Ramón Trujillo y Morera: la reflexiva se produce siempre que los pronombres personales átonos “me”, “te”, “se”, “nos”, “os” concuerdan con el verbo. Alarcos: los verbos pronominales los ve como forzosamente reflexivos. Verbo pronominal, para él, es aquel que se conjuga obligatoriamente de manera reflexiva como por ejemplo “suicidarse”. No obstante, Alarcos cae en equívoco al decir que cuando un verbo está en 1º o 2º persona, solo puede haber “me” o “te”, que son indudables. Pero es en la 3º donde falla porque a “me”, “te”, “se”, “nos”, “os” incluye “lo”, “los”, “la”, “las”, “le”, “les”. “Ya se nubló” vs “Ya nubló” > Observamos una diferencia diatópica, pues en la variedad canaria del español se tiene al uso generalizado de los pronombres reflexivos (1º ejemplo). El segundo ejemplo es propio del habla asturiano. “Me atrevo a hacerlo” > “me atrevo” es NV; y “a hacer- (NV) –lo (CD)” es un suplemento o complemento de régimen verbal. “Me lavo las manos” > “me” es CI; “lavo” es NV; y “las manos” es CD. Se puede decir “me muero por hacerlo”, pero se puede cambiar por “muero por hacerlo”, nos damos cuenta entonces que no es reflexivo. Mayoritariamente rigen preposición. “Me arrepiento de lo que he dicho en el confesionario” > “de lo que he dicho” es la parte importante de la oración. Hay verbos pronominales que pueden serlo o dejar de serlo como por ejemplo “acuerdo la cita” [“acuerdo” es NV y “la cita”, CD]

y “me acuerdo de la cita” [“Me acuerdo” es CD, y “de la cita” es suplemento o CRég]. Ramón Trujillo dice lo mismo pero también afirma que la construcción reflexiva se compone de “me”, “te”, “se”, “nos”, “os” en concordancia con el morfema verbal. Por ejemplo entre “yo fui al cine” y “fui al cine”, denotamos cierto peso en el “yo”. En las oraciones en español que están compuestas de sujeto y predicado puede no aparecer el sujeto, porque puede aparecer en el predicado en forma de morfema: “Canté” > “Cant-” es predicado, y “-é” es sujeto. En una construcción reflexiva “me lavo” aparece dos veces el sujeto debido a la información de persona que aparece en el morfema “-o” y el pronombre personal átono “me”; lo que no quiere significar que haya dos sujetos, al contrario. En español aparece solo una vez la información de persona de sujeto, cosa que se repite en la reflexiva dos veces. Trujillo dice que una construcción reflexiva genera otro significado, opina que “lavo” se opone a “me lavo”, pues son signos diferentes; “me lavo” no es una combinación, sino un nuevo signo. Morera, sin embargo, no lo comparte. Para Trujillo “me lavo” forma un solo núcleo verbal. Al crearse un nuevo significado, se crea un nuevo signo como núcleo verbal. El nuevo significado, para Trujillo, consiste en que la 2º información del sujeto no aparece en el propio sujeto, sino en el predicado “Yo [Sujeto] me lavo [Predicado]”. Esto origina lo que él denomina interiorización del proceso verbal, que consiste en que la información del sujeto desubicada en el predicado, al cual damos importancia, es la información del sujeto que aparece en el predicado, pues lo que importa es lo que se predica del sujeto. El hallazgo de Trujillo es que toda construcción reflexiva habla de lo que se predica del sujeto. Lo importante es la interiorización del proceso verbal en el sujeto. L. Tesnière: diferencia entre paradigma o morfología y sintaxis. Alarcos: “lo bueno” > “bueno” es sustantivo funcional. Significa que no es un sustantivo, pero que funciona como tal. Marcial: “Quiero la grande” > “quiero” es NV, “la [núcleo nominal] grande [complemento del nombre]” es CD.

La impersonalidad, según la gramática tradicional, viene a ser aquellas construcciones en las que se omite voluntariamente el actor como por ejemplo “llueve”. También observamos el ejemplo de “hay”, que procede del latín ‘ha + ibi’; “hay” es la única forma en español que rechaza el sujeto (léxico) en forma de palabra. “Aquí se dicen muchas boberías” > “aquí es CC; “se” es signo de pasiva refleja (Gramática tradicional); “dicen” es NV; “muchas boberías” es sujeto. El “se” de la oración anterior para Alarcos es complemento directo reflexivo, para Trujillo es parte del núcleo verbal, es decir, “se dicen”. En la gramática tradicional se afirma la impersonalidad cuando se omite el sujeto lógico, el cual es el que realiza la acción. “Se recibe al embajador” > No puede aparecer un sujeto léxico en este tipo de oraciones. 10-02-16

La clasificación de los verbos: Los verbos pueden clasificarse en: 1. Predicativos: tienen un significado pleno, abarca casi todos los verbos. 2. Pseudocopulativos. 3. Copulativos: se dice de ellos que están vacíos semánticamente. Son meros instrumentos que presentan accidentes morfológicos, cuya función es unir sujeto y atributo. Son copulativos “ser”, “estar” y “parecer”. Los verbos predicativos pueden ser transitivos, que son los verbos que se complementan con el complemento directo; e intransitivos, aquellos verbos que no lo hacen como “nadar”, “sonreír”, “ir”, “venir”… Nosotros, siguiendo la teoría de Mai, negaremos la existencia de clasificación verbal ya que usando ejemplos tales como “estoy contenta”, que es copulativo, lo comparamos con otro que sea predicativo como “ando contenta”, observamos que la estructura de los verbos en la oración es la misma; por ende, si no hay diferencias, no tiene sentido dividir o hacer una clasificación de los verbos

porque no hay elementos discriminadores necesarios para establecer una clasificación. Oración simple y compuesta: La oración se define como la combinación de un predicado y sujeto. Para Alarcos, el enunciado se divide en dos: por un lado está la oración, que presenta un verbo conjugado como por ejemplo “iremos pronto”; y por otro lado está la frase, que presenta un verbo en forma nominal o la ausencia de un verbo como por ejemplo “a cenar” u “¡Hola!”. Para considerar una que una oración es compuesta o simple, debemos contemplar la relación de los verbos que aparecen. Si elimináramos el verbo subordinado, el verbo principal se quedaría sin complemento, observamos así una relación que hace a la oración compuesta, si no se diera este tipo de relación, entonces sería una oración simple. Por ejemplo: “Me gustaría que vinieras a casa” > Oración compuesta. Observamos una relación de subordinación del verbo “vinieras” con “gustaría”, por tanto, sabemos que es compuesta porque si elimináramos “que vinieras a casa” “me gustaría” se quedaría cojo, por decirlo así. “Me entregaron los libros que pedí” > Oración simple. Observamos la ausencia de relación entre los verbos “entregaron” y “pedí”, por tanto, sabemos que es simple porque podemos eliminar “que pedí”, ya que “me entregaron los libros” funciona sintácticamente de forma completa, es decir, que no le falta ningún elemento. Hay que destacar que los nombres son subordinados del verbo. Si determinamos que el verbo es la parte de mayor importancia y poder, lógicamente habremos de determinar que para que un verbo se subordine a otro tenga que pasar por el proceso de nominalización, o sea, que se haga pasar por nombre. Con lo anterior, vemos que en el ejemplo “me gustaría que vinieras a casa”, “que vinieras a casa” tiene la función de proposición subordinada sustantiva; y en “me entregaron los libros que pedí”, “que pedí” tiene la función de complemento del nombre de “los libros”, por tanto, es proposición subordinada adjetiva. Cabe destacar que en ambas oraciones, la función de “que” es de transpositor y funciona como complemento directo. A parte, llama la

atención que las proposiciones “que vinieras a casa” y “que pedí” puede sustituirse respectivamente a “venir a casa” y “pedidos” los cuales forman infinitivo, cuya función es la de Prop. Sub. Sust., y participio, Prop. Sub. Adj.; no olvidándonos que hemos de ser cautelosos al realizar esta sustitución porque cambiamos el significado de las oraciones. En el siguiente ejemplo observamos una relación de coordinación verbal: “Recibí (NV) las flores que me enviaste y que elegiste con tanto cuidado (CD)” > “las (nn) flores (cn)” es un núcleo nominal; y “que me enviaste y que elegiste con tanto cuidado” es una proposición subordinada adjetiva y complemento del nombre. Sintagma nominal: Reconocemos los llamados determinantes como sustantivos mostrativos. “casa (nn) de madera (cn)” > Vemos una relación de subordinación entre sustantivos en la que “madera” se subordina por la preposición “de”. La función de “de” es hipotáctica, es decir, que establece subordinación. Mientras que las preposiciones son hipotácticas, las conjunciones (“y”, “e”, “ni”, “o”, “u”, “sino” y “pero”) funcionan como paratácticas. Para Guillermo Rojo mantienen una relación bipolar (parecida a la relación de solidaridad). “Santa Teresa (nn) de Ávila (cn)” > “Santa” es cn de “Teresa”, que es nn. “Tengo (NV) flores y macetas (CD)” > “flores” y “maceta” son ambas núcleo nominal del CD porque la conjunción “y” establece una relación de coordinación. 17-02-16

“Trajimos (NV) una nueva planta (CD) para la habitación de nuestro hermano mayor (CC)” > “una” es el nn y “nueva (cn) planta (nn)” es el cn; “la” es el nn del sintagma nominal “la habitación (cn)”; “de nuestro (CN) hermano (nn) mayor (cn) (NN)” es cn en relación a “la habitación”.

Los posesivos son considerados adyacentes. “La hija de mi amiga” > Podemos verlo de dos maneras: podemos ver “la” como NN e “hija de mi amiga” como CN dentro del cual, “amiga” sería el nn del sintagma de cn en relación a “hija”; o, “la (nn) hija (cn)” como NN y “de mi (cn) amiga (nn)” como CN. Funciones: Sujeto: el sujeto puede ser denominado como morfológico o léxico. En “llamamos” sabemos que hay un sujeto de 1º persona del plural, por tanto, tenemos un sujeto y predicado. El predicado lo constituye “llam-”, la “-a-” es vocal temática, y “-mos” es un sujeto morfológico por la forma en que aparece, no se le puede llamar omitido, elíptico o implícito. El sujeto no está omitido porque aparece en “-mos”; tampoco es elíptico porque no se elide el sujeto; y menos aún aparece implícito porque no se intuye sino que está bien definido en “-mos”, por lo que es explícito”. La persona y el número pueden aparecer dentro de otro sintagma nominal, incluso se expande como por ejemplo en “llamará”, donde la información de persona y número pueden expandirse en “ella”, vemos así la perfecta cohesión en “ella llamará”. El sujeto léxico será todo sustantivo que ha recibido la información de persona y número del sujeto morfológico. Entonces, “ella” es sujeto léxico en “ella llamará”, pues recibe la información del sujeto morfológico “-á” de “llamará”. El sujeto léxico es potestativo porque puede no aparecer en la oración, y aun así sigue habiendo sujeto, que es el sujeto morfológico. Los sujetos léxicos no llevan preposición porque usamos ésta para rebajar un sustantivo y subordinarlo a otro. El sujeto puede aparecer en cualquier parte, tanto antes del verbo (lo más común) después o incluso al final de la oración. “La manera de cantar María (Sujeto) es (NV)…” > “La (nn) manera (cn)” es el NN, mientras que el CN es “de cantar (nv) María (sujeto léxico)”. “Estudiar (Sujeto funcional) es (NVC) divertido (Atributo)”

“Me (CI) gusta (NV) estudiar (Sujeto léxico)” “Traje (NV) los libros (CD) pero no los cuadernos (CD)” > En esta oración aparecen dos complementos directos porque la conjunción “pero” cataliza al verbo “traje” por lo que debería ser así “los libros (CD) pero no [traje] los cuadernos. La catálisis es la recuperación de un elemento elidido que no la invención de uno nuevo. De ahí que haya dos CD, pues hay una oración simple con dos predicados. Predicado: solo hay 6 funciones, que son CD, CI, CC, Atributo, Predicativo y Suplemento o CRV. CD: la categoría que funciona como tal, es el sustantivo. La posición que ocupa es posverbal. No lleva preposición o, en todo caso, “a”. En el caso de que se elida de la oración o se anteponga al verbo, origina la aparición de los referentes nominales: “lo”, “los”, “la”, “las”; y en caso de leísmo; “le”, “les”. Por ejemplo: “Traje (NV) los libros (CD)” > La “-e” de “Traje” es un sujeto morfológico de 1º persona del singular. Para probar lo anterior vemos la posibilidad sintáctica de realizar “Los libros (Sujeto léxico) los (Sujeto morfológico) traje”. “Traje (NV) los libros y los cuadernos CD” Cabe destacar, que no hay concordancia con el verbo, de sucederse ha de ser tomada como mera casualidad. Los pronombres “me”, “te”, “se”, “nos”, “os” junto con los referentes nominales “lo”, “los”, “la”, “las”, “le”, “les” dan lugar a CD, CI o Ø. “Te (CI) traje (NV) los libros (CD)” / “Te (CD morf.) quiero (NV) a ti (CD léx.)” / “Te (CD) quiero (NV) mucho (CC)” > “-o” es sujeto morfológico de 1º persona del singular. “Te (CI) doy (NV) a ti (¿?)” > Esta oración es incompleta / “Me (CD) doy (NV) a ti (CI)” > Ésta es completa.

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