Aportaciones del psicoanálisis a la psicología social
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Aportaciones del psicoanálisis a la psicología social
La psicología social, que se interesa por las complejas relaciones sociales no puede evitar incluir en su marco teórico la concepción de un sujeto del inconsciente y relacionado con el inco incons nsci cien ente te de otro otros, s, ya que que las las rela relaci cione oness inte inters rsub ubje jeti tivas vas no puede pueden n ser ser comprendidas observando solamente lo aparente, esto sería muy engañoso. A su vez, la concepción de un psicoanálisis que solo incluye la vida del sujeto “individual”, que no incorpora ni la historia ni el contexto social, es falsa, porque tampoco pensamos que la comprensión de lo que Freud nombró como aparato psíquico, surgió de mirar al hombre aisl aislad ado. o. Lo inte interi rior or y lo exte exteri rior or son son indi indisp spen ensa sabl bles es uno uno al otro otro aunq aunque ue pose posean an características propias. Un camino privilegiado para acercarnos al estudio de las relaciones sociales, es a través través de los fenóme fenómenos nos grupal grupales es e instit instituci uciona onales les,, la socied sociedad ad esta esta confor conformad madaa por personas y sus agrupamientos, y la teoría psicoanalítica nos aporta una manera de conocer con ocer al sujeto, nos da un marco de referencia que nos permite investigar al sujeto consigo mismo, en su subjetividad y en sus relaciones con los otros, es decir su intersubjetividad, que respuestas engañosas e ilusorias nos hemos dado los seres humanos. El sujeto, para acercarse a su propia historia, tanto individual como social, para alcanz alcanzar ar la libert libertad ad colect colectiva iva,, requie requiere re hacer hacer conscie consciente nte lo incons inconscie ciente nte,, record recordar ar lo olvidado, comprender las razones de la situación en que se encuentra así como las del sistema en el que vive, “recorrer las cortinas de la mentira y de la enajenación social, para con ello no ser objeto pasivo”1. El psicoan psicoanáli álisis sis nos da la posibi posibili lidad dad de conceb concebir ir la circul circulaci ación ón de fenóme fenómenos nos inconscientes que se dan en todos los grupos, y a este, como un lugar en donde el inco incons nsci cient entee se mani manifi fies esta ta y tamb tambié ién n se produ produce ce (com (como o los los mito mitoss y la subj subjet etiv ivid idad ad colectiva), con toda la fantasmatica que conllevan los fenómenos y las situaciones grupales. También aporta a la psicología social la interpretación analítica del trabajo grupal, esto en cuanto a la interpretación del discurso dentro de una intervención grupal, la cual es una de las finalidades de la psicología social.
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Radosh, Silvia. Notas para una conferencia titulada “Aportaciones del psicoanálisis al trabajo grupal”.
Una de las principales aportaciones a la psicología social, es la noción de sujeto grupal y sujeto del inconsciente, lo cual nos da la posibilidad de acercarnos a lo reprimido, y que aplicado a la psicología social, podríamos llamar “inconsciente colectivo o social”. Con la noción de inconsciente social también fue posible ubicar las dimensiones de lo imaginario, lo cual implica una manera de concebir el mundo para un colectivo, lo simbólico, que nos proporciona las representaciones del lenguaje, y el concepto del “otro”, el cual es necesario para que exista la comunicación, ya que ningún individuo puede vivir aislado, este concepto representa la diferenciación y la relación de identificación con los demás seres humanos. El ser humano es un sujeto histórico-social, desde que nace esta inserto en una sociedad y cuenta con una historia. Cuando el sujeto nace, la primera institución encargada de incorporarlo a la cultura por medio del lenguaje es la familia, para después formar parte de la sociedad, y así crear identificaciones, crear vínculos libidinales, así como sus propios significantes. El sujeto esta inmerso dentro de un grupo social o masa que se adhiere a ellas por medio de vínculos, como sabemos la cohesión entre los grupos o masas se da mediante un vínculo que es siempre social, a través de la relación con otras personas se repite una historia de vínculos determinados en un tiempo y en un espacio, por esto el vínculo se relacionara con la noción de rol, status y comunicación. Así cuando el sujeto deposita sobre otro sujeto mediante el mecanismo de desplazamiento o de proyección un determinado objeto interno, se establece con él un vínculo ficticio y cada uno de estos vínculos tiene un significado particular para cada sujeto. Decimos ficticio ya que el sujeto desplaza sobre un objeto-sujeto alguna imagen fraterna. Como nos da a conocer el psicoanálisis, las primeras identificaciones del niño son con el padre, ya que el niño muestra un especial interés por su padre, quisiera ser como el y remplazarlo en todo, lo toma como su ideal del yo. Cuando el sujeto se interna en la cultura por medio del lenguaje y comienza a tener sus propios grupos, como la escuela, los amigos, el trabajo, etc., para que los miembros reunidos lleguen a formarlo, es necesario que entre ellos exista algo en común, que un mismo interés los enlace a un mismo objeto, que experimenten los mismos sentimientos en presencia de una situación dada, que posean, en cierta medida la capacidad de influir unos sobre otros. Dándose esto, el ideal del yo del
sujeto que en algún momento fuera depositado en el padre es trasladado ahora hacia algún integrante del grupo, traslada esa imagen fraterna, “por esto cuando surge una identificación dentro del grupo, esta aspira a conformar al propio yo análogamente al otro tomado como modelo”2. La aplicación de roles se esta dando en continuo movimiento dentro de un grupo, ya que para el sujeto cada integrante tiene una función y con él se realiza un vinculo v una identificación. Dentro de los grupos se crean significantes propios, es decir el sujeto ya trae consigo ciertos significantes y una vez dentro del grupo resignifica para dar lugar a nuevos significantes propios (del grupo), como sus propias normas y valores. Dentro de un grupo puede existir lo que Freud llamo compulsión a la repetición, se puede entender como la dificultad para realizar un progreso en el desarrollo tanto adentro como afuera, cuando se forma un grupo, en algunas ocasiones este se cierra a nuevos conocimientos o a nuevos integrantes, no admiten nuevos conocimientos ya que piensa que lo que ellos hacen o dicen es lo definitivo. El psicoanálisis también aporta el concepto de imaginario social, hablamos de sujeto en tanto que está sujetado a normas, reglas, prohibiciones, valores, usos y costumbres de una sociedad; un sujeto insertado en un mundo simbólico, ese gran mundo de significaciones y representaciones. Nombramos las cosas y les otorgamos un significado; estas significaciones son imaginarios
y no corresponden a lo estrictamente real. Las
formaciones del inconsciente: sueños, lapsus, síntomas, transferencias de la vida amorosa, el arte, constituyen parte de este imaginario en relación con lo simbólico, tanto para las significaciones sociales "imaginario social" como para la vida singular. Vemos al Imaginario social 3 como esa capacidad imaginante, un orden de sentido, una producción de significaciones colectivas que al ser producida se va transformando. Podemos hablar de dos planos del imaginario social, de un “imaginario social instituido" que nos permite entender las determinaciones culturales constituyentes de la subjetividad singular y explicar como es que desde ahí también se sostiene, recrea y transforma la cultura. Pero de igual modo se forma un "imaginario radical instituyente" que permite poner a jugar la creatividad singular humana en la producción de nuevas 2
Freud, Sigmund. Psicología de las masas y análisis del yo, Alianza Editorial, Madrid, 2003, pp 30. Fernández, Ana María; “De lo imaginario social a lo imaginario grupal” en Tiempo histórico y campo grupal. Masas, grupo e instituciones. Nueva Visión, Buenos Aires, 1993; pp. 69-91. 3
significaciones sociales y culturales. Castoriadis 4 nos dice que el lenguaje constituye la creación de lo imaginario social-histórico. Las palabras, los enunciados que sirven de apoyo al deseo y al pensamiento, corresponden a la realidad histórico-social efectiva, permitiendo a cada sujeto singular otorgar sentido al mundo al organizar la realidad, pero también poder imaginar aquello que no existe o que aún no existe como recombinación de fantasías. Recreación de lo dado afuera, creación constante en donde la representación de la realidad se recombina en la fantasía inconsciente, y desde ahí en los aparentes productos de la razón. De tal forma que el imaginario social instituido, se instituye en cada ser humano y constituye la fantasía (imaginación) y la razón en tanto vehículos del deseo, para cada sujeto singular. Cuando hablamos de lo grupal, debemos ubicarnos en una dimensión práctica y operativa sobre procesos específicos dentro de un grupo, y esto nos permite explorar los procesos que unen y desunen a los sujetos entre sí y con su sociedad. Dentro de un grupo, el “imaginario” aparece como la capacidad de reinventar y un grupo produce significaciones imaginarias propias que lo hace instituirse como tal. El psicoanálisis también incorpora la dimensión inconsciente, simbólica y de la subjetividad en la estructura institucional. Como sujetos sociales, vivimos inmersos en una sociedad y una sociedad esta conformada por múltiples instituciones que a su vez están constituidas por producciones de sentido que la hacen ser esa institución. La institución provee el sentido a los individuos socializados, les brinda los recursos para constituir ese sentido para ellos mismos. Así la imaginación radical del ser humano singular puede convertirse en fuente de creación en el nivel colectivo y real. La sociedad se crea a sí misma como sociedad y se recrea a través de la creación de otras instituciones. Existe una interdependencia. La institución [institución imaginaria de la sociedad] también somete la imaginación singular del sujeto, y, sólo la deja manifestarse en el sueño, y a través de éste, a través de la fantasía, la transgresión o la enfermedad. En particular, todo ocurre como si la institución consiguiera cortar la comunicación entre la imaginación radical del sujeto y “su pensamiento”. No importa lo que pueda imaginar, (a sabiendas o no); el sujeto sólo pensará y hará lo que es socialmente obligatorio pensar y hacer. Se habrá advertido, que éste es el 4
Ibid .
lado social-histórico del mismo proceso en que consiste psicoanalíticamente hablando, el proceso de la represión." Una aportación primordial del psicoanálisis a la psicología social es la transferencia y contratranferencia Una de las principales características de la transferencia es que es ineludible, no hay modo de evitarla. El analista responde más allá de la demanda del paciente y como sujeto para la transferencia hace posible la emergencia de una palabra en la que el sujeto pueda escuchar su palabra y reconocer su verdad; el inconsciente actúa en toda situación pero la forma en la que se manifiesta tendrá semejanzas y diferencias dependiendo si el campo en que son miradas y escuchadas es individual o grupal.5 Dentro de la dinámica grupal, encontramos cuatro objetos transferenciales: el primero es la transferencia hacia el coordinador (transferencia central) en donde éste representa un lugar de poder desde el saber, mas este saber no lo posee el coordinador, sólo es un personaje más de la dinámica grupal. El segundo, es la transferencia lateral referente a los “otros”, los participantes, donde se ubica una dimensión imaginaria en la que se suscita el despliegue del “complejo fraterno”, que pueden traducirse como alianzas inconscientes, pactos denegativos, síntomas compartidos, el porta palabra, el porta síntoma, etc. El grupo como objeto transferencial específico. El grupo se convierte en un objeto psíquico inconsciente, opera como fantasma, es decir, soñamos con el grupo, le tememos, lo odiamos, lo amamos, lo culpamos, le agradecemos. El mundo exterior (lo social-histórico) que se puede tomar como lo exterior y también como lo negativo, aquí cabe la“ilusión grupal” como por ejemplo, “sólo en el grupo estoy a salvo”. Y por último tenemos la transferencia a la institución en tanto que la dimensión institucional atraviesa a todo grupo. Los fenómenos psíquicos mueven nuestra existencia, es por eso que a la hora de realizar un trabajo de investigación surgen una serie de interrogantes, en su mayoría inconscientes, que así como pueden convertirse en obstáculos también pueden ser el motor de nuestras búsquedas. De acuerdo con Radosh debemos dejar de buscar la neutralidad (naturalmente imposible) y en su lugar aprender de nuestros propios obstáculos, ya que tal como ella misma lo plantea “todo lo que sucede en nuestra relación con el Otro y los otros se juega frente a cualquier otro”.6
5 6
Radosh, Silvia , La transferencia, ¿cómo juega?, pp. 249-250.
Ibid.; p. 265.
Podemos concluir que en la intervención en psicología social hay que abrir los espacios donde surja la palabra del otro, para que cada quien pueda ir significando y resignificando su propia existencia singular, desde las contingencias de su propia historia, y lo que comparte y no con los otros. Un espacio donde entre todos, a pesar de nuestras diferencias, podamos ir construyendo, creando nuevos imaginarios sociales, nuevas formas de simbolizar la cultura en la que estamos inscritos. Espacios donde al ir trabajando, también nos transformemos y produzcamos "nuevas metáforas". No hay sujeto, individuo, el sentido parte del otro. La demanda de reconocimiento y amor viene del otro y a hacia otro.
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