Apolonio de Tiana

April 27, 2017 | Author: onirics | Category: N/A
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Apolonio de Tiana

Apolonio de Tiana (Tiana, Capadocia, 3 a. C. – Éfeso, ca. 971 ) fue un filósofo, matemático y místico griego de la escuela pitagórica. 

Biografía Debió de nacer Apolonio en Tiana (ciudad de la Capadocia, actualmente llamada Kiz Hissar -Kemerhisar-, a 3 kms al sudoeste de Nigde), en los primeros años de la era cristiana. Pretendía descender de los antiguos fundadores de Tiana; era un niño prodigio, y cuando, a la edad de catorce años fue llevado a estudiar con Eutidemo, profesor de retórica en Tarso, sintió tal disgusto al ver la relajación de costumbres de aquella ciudad, que consiguió que su padre le permitiera trasladarse a un pueblo vecino. Siguiendo el ejemplo de la mística de Pitágoras, cuyas doctrinas había abrazado, sólo se alimentaba de legumbres, se abstenía del vino y de las mujeres, daba sus bienes a los pobres y vivía en los templos. Su género de vida y su lenguaje sentencioso y oscuro hicieron tal impresión que no tardó en verse rodeado de numerosos discípulos. Se dice que fue admirado por los brahmanes de la India, los magos de Persia y los sacerdotes de Egipto. En Hierápolis, en Éfeso, en Esmirna, en Atenas, en Corinto y en otras grandes poblaciones de Grecia, Apolonio apareció como preceptor del género humano, visitando los templos, corrigiendo las costumbres, por ejemplo los sacrificios de animales para los dioses, y predicando la reforma de todos los abusos. Quiso ser admitido en los misterios de Eleusis, pero a cambio fue tratado como un mago y se le prohibió la entrada en ellos. Este interdicto no le fue levantado sino cuando ya estaba en los últimos días de su vida. En Roma, a donde según su expresión había ido para ver "qué especie de animal era un tirano", condenó el uso de los baños públicos. También se dice que hizo milagros. Al pasar delante de él el féretro de una doncella de una familia consular, se acercó a ella, pronunció algunas palabras místicas y la doncella se levantó y se

fue caminando hacia la casa de sus padres. Éstos le ofrecieron una crecida suma, pero él la aceptó sólo para dársela como dote a la doncella. Un día, encontró una multitud que aterrada miraba un eclipse de sol en medio de una fuerte tormenta. Apolonio miró al cielo y dijo en tono profético: "Algo grande sucederá y no sucederá". Tres días después cayó un rayo en el palacio de Nerón y derribó la copa que el Emperador se llevaba a los labios. El pueblo creyó ver en aquel incidente el cumplimiento de la profecía de Apolonio. Vespasiano, que le había conocido en Alejandría, le miraba como hombre divino y le pedía consejo. Habiendo cantado un día Nerón en un teatro en los juegos públicos, Tigelino preguntó a Apolonio qué pensaba del Emperador: "Le hago mucho más favor que tú, respondió el filósofo; tú le crees digno de cantar; yo de callarse". El rey de Babilonia le pedía un medio de reinar con tranquilidad. Apolonio se limitó a contestarle: "Ten muchos amigos y pocos confidentes". Luego habiendo sorprendido a un esclavo eunuco con la concubina de dicho rey, el príncipe preguntó a Apolonio cómo castigaría al culpable. "Dejándole la vida"", contestó el filósofo. Y como el rey se mostraba sorprendido, añadió: "Si vive, su amor será el mayor de los suplicios". En el reinado de Domiciano, Apolonio fue acusado de magia, encerrado en un calabozo, después de haberle hecho cortar el pelo y las barbas, y allí cargado de grillos y cadenas. Desterrado después por el mismo Emperador, murió al poco tiempo, lo cual no fue obstáculo para que a su muerte se le erigieran estatuas y se le hicieran honores divinos. Éfeso, Rodas y la isla de Creta pretenden poseer su tumba, y Tiana, que le dedicó un templo, obtuvo en memoria suya el título de ciudad sagrada, lo que le daba el derecho de elegir magistrados. Lampridio asegura que el emperador Alejandro Severo tenía en su oratorio entre los retratos de Jesús, Abraham y Orfeo, el de Apolonio; Vopisco, en su Vida de Aurelio, que hace de él grandes elogios, dice que debe honrársele como ser superior. Hasta el siglo V, la reputación de Apolonio se mantuvo viva aun entre los cristianos. Prueba de ello es que León, ministro del rey de los visigodos, invitó a Sidonio Apolinar, obispo de Auvernia, a que le tradujera la vida del filósofo escrita por Filóstrato. El obispo escogió el ejemplar más correcto y sobre él hizo su traducción que remitió al ministro con una carta en que ensalza las virtudes del filósofo; diciendo que para ser perfecto sólo le faltaba haber sido cristiano. Al parecer, el descrédito otorgado a él fue causado por sus mismos discípulos que, queriendo realzar el mérito de su maestro, le han presentado como un impostor atribuyéndole milagros y profecías que le colocan a la altura de los embaucadores vulgares. La vida que posteriormente escribió Filóstrato está tomada de otra debida a uno de los compañeros de Apolonio, llamado Damis. Jacques Bergier, en su libro Les Livres Maudits, dice: "El lector podría preguntarme de dónde he sacado la idea de que obras pertenecientes a civilizaciones muy antiguas se encuentren en la India. Esta idea no es nueva; fue introducida en Occidente por un personaje tan fantástico como Apolonio de Tiana... Apolonio de Tiana impresionó mucho a sus contemporáneos y a la posteridad. Se atribuyen a Apolonio poderes sobrenaturales, que él mismo niega con la mayor energía. Es indudable que viajó a la India. Murió a una edad muy avanzada, más de cien años... Lo cierto es que Apolonio de Tiana afirmaba que

existieron en su época, o sea en el siglo I después de J.C., en la India, libros extraordinarios y muy antiguos que contenían una sabiduría procedente de edades extinguidas, de un pasado muy remoto. Al parecer, Apolonio de Tiana trajo de la India alguno de estos libros, y conviene observar que, gracias a él, encontramos en la literatura hermética pasajes enteros de Upanishads y de la Bhagavad Gita... Damis habla, en lo que nos queda de sus notas, de reuniones secretas, de las que él era excluido, entre Apolonio y los sabios hindúes... También parece que éstos recibieron a Apolonio como un igual, que le instruyeron y que le enseñaron más de lo que jamás habían enseñado a ningún occidental". Apolonio escribió también una biografía sobre Pitágoras, que se cree fue usada por Filóstrato para cualificarle a Apolonio lo que este atribuyó al Samio; aunque de sus escritos auténticos el único que nos queda es la Apología, conservada por Filóstrato. Obtenido de «http://es.wikipedia.org/wiki/Apolonio_de_Tiana»

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Apolonio de Tiana Por Percy Pigott, F.R.C. En una de sus obras, Bulwer Lytton expuso que "Las almas mezquinas, que son la mayoría en la tierra, merecen la esperanza y la agonía de las almas nobles, que son las pocas que siempre sufren y aspiran". No es necesario aceptar completamente este punto de vista, pero es un sencillo hecho de la historia que los hombres han apedreado a sus profetas, quemado a sus santos y han despreciado la sabiduría de sus sabios. Por su sabiduría, Apolonio de Tiana, también fue despreciado. ¿Y quién era Apolonio?... Tenemos un relato completo y digno de fe acerca de este gran místico griego del siglo primero. La Emperatriz Julia Donna, esposa de Septimio Severo, (que guardaba un busto de Apolonio en su sanctum privado), le dio a Filóstrato las memorias escritas por Damis, un devoto compañero de Apolonio en todos sus viajes. Filostrato fue comisionado para escribir la biografía que ha llegado hasta nosotros. Además había una historia acerca de Apolonio escrita por un admirador llamado Maximus; y un tratado que se ha perdido fue escrito por el sabio mismo; algunas de sus cartas se han conservado. Poco antes del nacimiento de Apolonio de Tiana en Capadocia, su madre tuvo la visión de un dios. Cuando ella le preguntó qué clase de hijo tendría, le respondió: “Yo mismo”. "¿Quién eres tú?" replicó ella. "Proteo, un dios de Egipto", fue la respuesta. Cuando se le aproximó el tiempo se le advirtió que se fuera a una pradera. Ahí nació su hijo. Los nativos contaron cómo, a la hora del nacimiento, un rayo que iba a caer en la tierra cambió su proceso y regresó a las regiones de donde venía. En edad temprana, Apolonio fue llevado a Aegae para su educación. Asistió a conferencias acerca de Platón y Epicuro, pero era más atraído por la filosofía de Pitágoras, a quien estudió con gran ardor, adoptando la disciplina Pitagórica y siguiéndola rígidamente por todo el resto de su larga vida. Renunció a la dieta de carne, al vino y hasta a las sandalias, y usaba únicamente vestidos de lino. Se sometió oportunamente a un período de silencio durante cinco años. En una ocasión dentro de esos cinco años, llegó a la ciudad de Aspendo en Panfilia, donde los habitantes estaban a punto de asesinar a un rico mercader que había comprado todo el trigo para exportarlo mientras ellos se morían de hambre. Apolonio, con la dignidad de su semblante, por medio de señas y gestos obtuvo la

atención de la muchedumbre, apaciguó la furia y, equitativamente distribuyó el trigo. Después de terminar los cinco años de silencio, nos dice Filostrato que "sus palabras (de Apolonio) tenían un sonido como la sentencia dictada por un rey". Si es verdad, como dice San Marcos en su evangelio, que siempre podemos distinguir un verdadero creyente (iniciado) porque puede extender sus manos sobre el enfermo y curarlo, Apolonio fue ciertamente un verdadero iniciado. En Aegae, había un templo dedicado a Asclepius (Esculapio) el dios que curaba. Aquí, sus curaciones fueron tan numerosas y con tanto éxito, que la gente iba en romería al templo; tanto era así que cuando alguno iba corriendo por la calle le preguntaban, "¿vas a ver al mozalbete?" Apolonio era conocido por el mozalbete, porque entonces era un joven.

Los viajes y la sabiduría Durante toda su vida Apolonio estaba siempre buscando conocimientos y muy especialmente el conocimiento arcano. Con este propósito fue a Persia, Babilonia y la India, y de esa manera se puso en contacto con los Magos y con los Brahmanes. La primera ciudad en que estuvo fue Nínive. Aquí conoció a Damis, quien se hizo su discípulo y constante compañero. Juntos viajaron a Babilonia. Apolonio le dijo al guardia de la frontera (quien se sorprendió de que Apolonio no necesitara intérprete), que le contentaría mucho ver al rey. Le pareció muy amistoso, y aceptó el consejo que le dio de que entrara en relaciones con los Magos, a quienes, por supuesto, visitó y después describió como "hombres sabios, pero no en todo respecto". Apolonio y Damis permanecieron cerca de dos años en Babilonia, y luego fueron a la India, para lo cual el rey los proveyó de un guía y camellos. En el camino encontraron algunas memorias de Alejandro el Grande que aún persistían, y supieron que los Brahmanes nunca estuvieron sujetos a su gobierno. Comprobaron la geografía de Pitágoras. También le dieron una carta para Iarcas, el más viejo de los sabios. Estos místicos indios moraban en una colina, y cuando Apolonio llegó le demostraron que no solamente lo estaban esperando sino que también les era completamente familiar su vida pasada. De estos filósofos dijo Apolonio después de su regreso, "Vi, Brahmanes indios que vivían sobre la tierra, y sin embargo, no estaban en ella, que estaban fortificados y no tenían fortificaciones, que no poseían nada y a pesar de eso tenían las riquezas de todos los hombres". A su regreso, Apolonio visitó los muchos templos de Asia y de Africa del Norte. La gente de Efeso, azotada por una plaga apeló a él buscando ayuda. El respondió inmediatamente, y detuvo el curso de la epidemia. Muchos trataban de viajar en el mismo barco que él porque creían que el gran místico dominaba las tempestades.

Parece que estuvo en el santuario de Orfeo en Lesbos, después de repetir una oración que los Brahmanes le dijeron que ellos usaban cuando querían ponerse en contacto con uno de los héroes antiguos; Apolonio, durante una noche de vela conversó con Aquiles. La belleza de Aquiles, dijo, no ha sido suficientemente ensalzada ni aún por Homero. La información histórica más sorprendente que le dio el héroe de Troya fue que Helena nunca había estado en esa ciudad.

Iniciaciones y milagros Apolonio se ofreció como candidato para la iniciación en los Misterios Eleusinos. Le fue rechazada, el hierofante lo clasificó de hechicero y charlatán. Esto confirma el punto de vista de Bulwer Lytton acerca de las almas mezquinas. Sin embargo, parece que Apolonio se ofreció como ejemplo a otros (lo mismo que hizo Jesús cuando fue a casa de San Juan para que lo bautizara), pues declaró que él sabia más acerca de ritos iniciáticos que el hierofante. El magistrado Nerón Tigelino, se puso sospechoso acerca del "reformador demasiado popular". Hizo arrestar a Apolonio, acusándolo de deslealtad hacia Nerón. Se preparó un sumario y se le entregó a Tigelino al sentarse para juzgarlo. El mismo Tigelino lo desdobló y ¡mirad!, estaba en blanco. "Puedes marcharte", le dijo a Apolonio, "eres demasiado fuerte para mí”. Fue poco tiempo después de esto que se dijo que había hecho el milagro más maravilloso. Una joven perteneciente a una familia consular había muerto. Al encontrar el féretro y los dolientes, Apolonio hizo detener la procesión y tocó a la joven con la mano. La joven despertó del sueño de la muerte. Vespasiano valoró la sabiduría de este gran místico; lo buscó y lo encontró en uno de los templos. "Conviérteme en rey", suplicó Vespasiano. Apolonio replicó que él ya había orado por eso y que no tenía por qué temer. Después viajó con sus compañeros al alto Nilo para conocer a los Gimnosofistas, esto es, los filósofos desnudos que fueron los precursores de los monjes de la Tebaida, según el Señor F.C. Conybeare, traductor de la obra de Filostrato, que clasificó su sabiduría como muy inferior a la de los Brahmanes. Fue durante esta visita que Eufrates, un íntimo compañero que fue su discípulo, empezó a calumniar a su maestro. Quizás fue por esto que el Emperador Domiciano ordenó que Apolonio fuera arrestado. Lo acuso de asesinar a un muchacho para usar sus entrañas en la adivinación. El sabio preparó su defensa la que terminó con las palabras, "Tú no me matarás, puesto que te he dicho que no soy mortal". Luego abandonó la corte como un dios y de manera digna. En vez de perseguirlo y arrestarlo de nuevo, el tirano lo dejó

tranquilo. Poco después cuando Dominiciano fue asesinado en Roma, Apolonio por medio de la clarividencia fue testigo del hecho aunque estaba en Efeso. ¿Cómo murió este gran iniciado? Para citar a Filostrato, "respecto a la manera como murió si en verdad murió, existen muchas historias". Quizás la más significativa es la que describe cómo se abrieron las puertas de un templo de Creta para recibirlo, y cómo se cerraron después que pasó, y se oyó cantar un coro de voces de niñas, "Apresúrate a salir de la tierra, apresúrate hacia el cielo, apresúrate". Después de su tránsito se dijo que todavía continuaba predicando la inmortalidad del alma. Hubo, por ejemplo, un grupo de jóvenes que discutían acerca de temas filosóficos. Uno de ellos no aceptaba la doctrina de la inmortalidad del hombre. No obstante, pronto empezó a gritar: "creo en ti, creo en ti, ¿no veis vosotros, preguntó a sus compañeros, a Apolonio que ha estado presente oyendo nuestra discusión?" Hay un busto de este filósofo en el Museo Capitolino. Su frente ancha y abierta, y su rostro velludo da impresión de una fortaleza digna y serena. Cualquier trabajo que pudiera haber escrito, se ha perdido. Sin embargo, muchas de sus cartas han llegado hasta nosotros. En una de ellas dirigida a Eufrates, cita a Platón cuando dice: "La verdadera virtud no reconoce amo". Al escribirle a Lesbonax, le aconseja que trate de ser pobre como individuo, pero rico como miembro de la humanidad. "No existir en absoluto es nada", dijo a otro, pero, "existir es pena y cansancio". Repetía, "los hombres buenos merecen lo que tienen; los malos viven miserablemente aunque estén prósperos

El modelo de Cristo No se necesita una instrucción especial para darse cuenta de cómo la vida de Apolonio es extraordinariamente paralela a la historia del evangelio acerca de la vida de Jesús. El nacimiento de ambos fue predicho, y acompañado de dichos proféticos. Jesús nació en un pesebre, Apolonio en una pradera; cada uno proclamó que era inmortal y fue considerado que era la encarnación de un dios. Ambos fueron traicionados por un compañero íntimo. Jesús, cuando sólo contaba doce años, discutió doctrinas teológicas con los escribas, Apolonio cuando sólo contaba diez y seis años hacía notables milagros de curaciones. En realidad, ambos poseían notables poderes para curar. En los Evangelios no se cuentan viajes distantes que hiciera Jesús, pero el Doctor H. Spencer Lewis en su libro La Vida Mística de Jesús, presenta a Jesús visitando los mismos países por la misma razón que los visitó el místico de Tiana. Lo mismo que Jesús estuvo con sus antepasados durante la transfiguración, así Apolonio conversó con Aquiles. Ambos sufrieron bajo el poder civil. Ambos resucitaron a la

joven de la muerte. De ambos, dijeron algunos de sus seguidores, que fueron recibidos en el cielo en su cuerpo carnal. Cada una de estas personalidades después de su tránsito, reapareció en la Tierra y convirtió la incredulidad de un discípulo en credulidad. Después del fallecimiento de Apolonio, se erigió un santuario en Tiana, donde los moradores, por un tiempo, le dirigieron sus oraciones. Pero en total, ha sido muy olvidado, quizás a causa del partidismo fanático. Los teólogos cristianos e historiadores temían que fuera presentado por los escritores anticristianos como rival del fundador del cristianismo. Los teólogos cristianos, especialmente Eusebio, lo presentaban como un charlatán. Su recuerdo fue revivido por Voltaire, con el mismo propósito que lo hicieron los primeros escritores anticristianos. Fue olvidado de nuevo hasta que Jacob Buckhardt, historiador alemán, se refirió a él como uno que va casi con los pies desnudos, con vestiduras de lino, que no toma alimento animal ni vino, no toca ninguna mujer, da sus posesiones, sabe todo y comprende todo (hasta el lenguaje de los animales) aparece en medio del hambre y la insurrección como un dios, obra milagro sobre milagro, exorciza los demonios y levanta a los muertos". Con esto parece que surge de nuevo la cuestión de si Apolonio de Tiana era mortal o inmortal.

http://www.amorc6.org/el-rosacruz/168-apolonio-de-tiana

porque los dioses perciben el futuro, los hombres el presente, y los sabios lo que se avecina Filóstrato, Vida de Apolonio de Tiana

Apolonio debe su nombre a su nacimiento en Tiana, en la Capadocia turca, por el año 4 d.C. según la mayoría de las fuentes. Aunque su figura está rodeada de misterio y ha tenido poca difusión en relación a su importancia, se lo considera uno de los grandes del período, habiéndoselo comparado incluso con Jesús, por haber predicado la paz y las costumbres correctas a los hombres y por haber catalizado hechos inexplicables (milagros) entre los que se cuenta incluso la resurrección de una joven. En su época tuvo gran celebridad, innumerables seguidores y discípulos y su nombre surge en escritos de los cronistas de su tiempo. La mayor parte de los datos de primera mano existentes acerca de sus viajes, sus enseñanzas y las pruebas que tuvo que superar en su larga vida fueron recogidas por su fiel discípulo y compañero Damis, a quien conoció en un viaje por Nínive y quien le diría: Vayamos juntos; tú debes seguir a Dios, y yo a ti. Alrededor de cien años después, en el siglo III d.C., Filóstrato elabora una biografía basándose en los escritos de Damis. El único escrito original de Apolonio de Tiana, conservado por Filóstrato, es la Apología. Es difícil a estas alturas separar la biografía real del mito, que comienza con el sueño que habría tenido su madre anunciándole la llegada de este hijo, sueño tras el cual se habría iniciado el embarazo. Tempranamente habría adoptado las enseñanzas de la escuela pitagórica el Neopitagorismo con sede en Alejandría, parcialmente incluido luego en el Neoplatonismo – y habría decidido llevar una vida simple, vegetariana, casi ascética, andando siempre descalzo y durmiendo en los templos que encontraba en su peregrinar. Al iniciarse en la enseñanza pitagórica, habría mantenido un voto de silencio por cinco años como una prueba autoimpuesta de sobriedad y control. La escuela Neoplatónica alejandrina impulsaba la captación de la verdad a través de las experiencias místicas y el acceso intuitivo a la sabiduría esencial. Muchos ocultistas y hermetistas se reunieron en Alejandría a lo largo de aproximadamente 500 años, y buena parte de las doctrinas herméticas y místicas de hoy día han sido inspiradas por la enseñanzas de estos Gnósticos, Neoplatónicos, Pitagóricos, Alquimistas y Cabalistas que trabajaron para la preservación y extensión de las tradiciones metafísicas de la antigüedad.

Se dice que a los 14 años edad en la que ya era tan conocido por su buena memoria como por su belleza – habría convencido a su padre que lo cambiara a otra ciudad por considerar que Tarso, donde había ido a estudiar retórica con Eutidemo, adolecía de demasiada relajación de costumbres, lo que le resultaba en extremo chocante. Superando a sus maestros, pronto se habría reunido con los sacerdotes del templo de Esculapio en Egea donde habría comenzado con sus estudios filosóficos y curaciones milagrosas, adoptando la escuela pitagórica a los 16 años, para el resto de su vida. Luego habría ido a Antioquia, a enseñar al Templo de Apolo. Viajó por casi todo el mundo conocido de entonces (Babilonia, India, Grecia, Roma, Etiopía, Egipto, España), siempre acompañado de sus seguidores. Se cuenta que habría llegado hasta los Himalayas, donde lo habrían estado esperando desde hacía tiempo. De su viaje a la India, un destino extraño y considerado al menos incierto en la época y acerca del cual había numerosos rumores y leyendas, acompañado sólo de Damis, Apolonio habría dicho: He visto a los Brahmines indios que viven en la Tierra y sin embargo no sobre ella; en una ciudadela, sin fortificaciones, sin propiedades, y sin embargo en posesión de todas las cosas. En Egipto logró, tras mucha espera, ser aceptado en los santuarios de Heliópolis, donde se cree que permaneció alrededor de 25 años. De vuelta de la India, escribió a quienes fueran sus anfitriones: “Vine a vosotros por tierra y me habéis dado el mar; no, mejor, compartiendo conmigo vuestra sabiduría me habéis dado poder para viajar por el cielo. Estas cosas llevaré de vuelta a las mentes de los griegos, y mantendré conversaciones con vosotros como si estuvierais presentes.” A la muerte de su padre, Apolonio, de 20 años, tuvo que regresar a Tiana para ocuparse de los trámites, pero renunció a su considerable herencia, entregándosela a un hermano a quien rescató de una vida decadente – y otros parientes, a quienes aseguró que él se bastaba con muy poco y que nunca se casaría. Siempre mostró rechazo a las posesiones materiales, así como a cualquier privilegio material, o como retribución por sus enseñanzas. El Tianeo tenía una forma de hablar que atraía a la gente aunque no comprendieran completamente lo que decía, y de este modo fue reuniendo numerosos discípulos. Se cuenta que los trabajadores abandonaban sus tareas para oírle, que le eran enviados embajadores desde diversas regiones, que fue admirado por magos persas, brahmanes indios y sacerdotes egipcios. Fue famoso como hacedor de milagros, pero la mayor parte del tiempo predicaba la justicia y las buenas costumbres, corregía los abusos y visitaba los templos de todas las ciudades que visitaba. En Roma, condenó algunas costumbres imperantes, entre ellas los deportes crueles, la vida disipada y el uso de los baños públicos. A su vez, fue criticado por su forma de vestir y por sus largos cabellos, que desafiaban las costumbres romanas. Los Poderes Además de su elocuencia capaz de mover a grandes masas humanas, se dice que Apolonio de Tiana leía las estrellas, y tenía la capacidad de hacer que los cuatro elementos de la naturaleza le obedecieran. Podía ver el futuro, y profetizó muchos hechos que efectivamente ocurrieron con posterioridad, como la muerte del gobernador de Cilicia, una epidemia que amenazaba a Éfeso, el destino de Tito, el surgimiento de una isla entre Tera y Creta, la próxima muerte de Nerva, etc. Se cuenta que, en medio de un eclipse de sol,

Apolonio habría dicho a la multitud: Algo grande sucederá y no sucederá. A los tres días un rayo caería sobre la copa que Nerón se llevaba a los labios, lo que fue interpretado como el cumplimiento de la sentencia de Apolonio. Además del don de profecía, el que le confería más fama entre sus seguidores y el asombro del pueblo eran las sanaciones de cojos, ciegos y paralíticos, técnicas que habría aprendido con los brahmanes de la India. También realizaba exorcismos, y se dice que podía leer en el alma de las personas, ver su pasado y curarlas con sólo un toque de sus manos o palabras de consuelo. En Roma, al ver pasar el féretro de una joven, habría dicho algunas palabras en voz baja junto al cadáver, y la doncella se habría puesto en pie para irse caminando a su casa. Apolonio de Tiana era capaz de desmaterializarse físicamente a voluntad, apareciendo y desapareciendo en forma súbita en medio de la multitud. Esto ocurrió incluso frente a los ojos del emperador Domiciano, en el juicio que se seguía en su contra. Además, poseía la capacidad de la locación múltiple, siendo visto en ciudades muy alejadas entre sí por diversas personas, el mismo día. También era capaz de ver a través del tiempo y el espacio, por ejemplo, cuando anunció la muerte de Domiciano, quien tanto lo perseguiera mientras ésta ocurría. Se le consideraba un ser capaz de entender todos los lenguajes, incluidos los de los animales. Por más lejanos o exóticos que fueran sus destinos de viaje, jamás necesitó intérprete: Conozco todas esas lenguas y no debes maravillarte porque las conozca todas sino porque conozca lo que ellos no saben decir con sus propios labios.

Enemigos y Detractores Muchos hombre públicos y poderosos pedían consejo a Apolonio, y algunos de ellos lo consideraban prácticamente como un ser divino, como el emperador Vespasiano, a quien había conocido previamente en Alejandría. Pero no todos lo miraban con buenos ojos; se ha referido que Apolonio intentó ingresar a los misterios de Eleusis, en Grecia, pero que le fue prohibido por considerárselo un hechicero, y que no se le habría levantado esta interdicción sino hasta los últimos días de su vida. Cuando el hierofante le cerró la admisión, el Tianeo habría respondido: Tú has omitido el cargo más serio que podías haber tenido mi contra: saber que aunque yo sé más acerca del rito místico de lo que sabe su hierofante, sólo he venido aquí pretendiendo el deseo de iniciación de hombres que saben más que yo. Por otra parte, acaso la misma atracción que ejercía sobre la gente siempre temible para los gobernantes – junto a sus constantes diatribas contra los dictadores como Nerón, le generaron poderosos enemigos, que lograron, durante el reinado de Domiciano, acusarlo de hechicería, blasfemia, sacrilegio (sacrificios humanos) y conspiración contra el emperador, con lo que fue encarcelado por traidor, cortada sus barbas y cabelleras, y mantenido con grilletes y cadenas. Aunque le ofrecieron declararse culpable para rebajar la pena, nunca lo aceptó, pues se consideraba inocente de los cargos, además de sostener que el derramamiento de sangre de cualquier ser vivo era un ultraje a la divinidad, y que el único sacrificio que debía ofrecérsele era el razonamiento. Concluido el juicio y antes de leer la sentencia, Apolonio habría dicho, para cerrar su defensa: no podéis detener mi alma, ni siquiera mi cuerpo, según algunos, o no me matarás, pues no soy mortal, según otros, tras

lo cual se habría desvanecido ante los atónitos ojos de todo el tribunal, incluido el propio Domiciano, que se encontraba presente. La sentencia fue absolutoria (otros mencionan que se decretaba el destierro), pero tras la misteriosa desaparición es visto el mismo día en Puteoli en compañía de Damis, una localidad a tres días de camino de Roma. Luego se le pierde la pista hasta que surge en Dicearquía, luego en Creta, lugar donde se cree que murió al poco tiempo (si es que murió, dice Filóstrato), aunque nunca ha sido encontrado su cuerpo. Antes de partir logró reencontrarse en secreto con sus discípulos, y les anunció que le quedaba poco tiempo, a la vez que les insinuó que tal vez volviese luego de abandonar su cuerpo para probar de este modo la inmortalidad del alma. De Damis se despidió al tiempo que lo enviaba lejos con un mensaje para Roma – con las palabras: “Damis, cuando pienses en temas elevados en meditación solitaria, me verás.” Se dice que luego de su muerte se habría aparecido a un joven que no había creído en sus palabras. Según la leyenda, Apolonio murió a los cien años, manteniendo hasta el fin un cuerpo saludable y hermoso. Otros dicen que desapareció y voló al cielo, reencarnándose en el siglo XII bajo la forma del gran alquimista Artephius. Otro relato refiere que también Nerón lo habría enjuiciado, por conspiración en su contra y en relación a su prohibición de la permanencia de filósofos en Roma, y que en la lectura de la larga lista de acusaciones, las letras de la misma habrían desaparecido misteriosamente. Tanto Éfeso como Rodas y la isla de Creta pretenden poseer su tumba. Su ciudad natal Tiana le dedicó un templo y logró obtener en su memoria el título de ciudad sagrada. A pesar del juicio y el descrédito, a su muerte, por los alrededores del año 97 de nuestra era y durante el reinado de Nerón, se le realizan numerosos honores y se erigen estatuas y templos conmemorativos en su memoria.

El legado Apolonio de Tiana consideraba como parte de su deber contribuir con su ejemplo la práctica espiritual disciplinada y la abstención de todo acto licencioso – tanto a edificar al

pueblo como a los gobernantes para establecer políticas correctas y justicia. Combatió la opresión, habló sobre la necesidad de compartir los bienes y ayudar a los necesitados. Abogó mucho por la moral pública, corregía las costumbres, y entendía que la principal misión de la política era desarrollar pueblos virtuosos, con sentencias como: “La ley nos obliga a morir por la libertad, la naturaleza nos ordena morir por nuestros padres, nuestros amigos y nuestros hijos. Todos los hombres están atados a estos deberes. Pero un deber mayor descansa en el sabio, él debe morir por sus principios y por la verdad que él ama más que a su vida”. En todos los confines y ciudades que visitaba recorría los templos e intentaba depurarlos en cuanto a sus prácticas y liturgia, buscando el retorno a la disciplina y pureza de los rituales en sus sentidos originales. El Tianeo ofreció su orientación y apoyo a sanadores, esenios, terapeutas y otros buscadores de la verdad más esotéricos reunidos en pequeñas comunidades apartadas, instruyendo a sus sacerdotes o instructores en las formas de iniciación y otras disciplinas, y a llevar una vida simple, moderada en las costumbres y en la que imperara la consideración y apoyo mutuo entre los miembros. Considerando su longevidad, pudo ejercer vasta influencia en su entorno, en particular en el Imperio romano, donde conoció a cinco de sus emperadores: Tito, Domiciano, Nerva, Vespasiano y Nerón. Se le atribuyen numerosas sentencias dichas ante el pueblo o los gobernantes, pero su principal legado fue su ejemplo vivo entre los ciudadanos de las regiones y ciudades que visitaba. Cuando resucitó a la joven romana, los adinerados padres le habrían otorgado una cuantiosa suma, que Apolonio le habría entregado a la misma doncella como dote. En otra ocasión, en la que se había encontrado a un esclavo con una concubina del emperador, le habrían preguntado a Apolonio cuál era el castigo justo para el culpable: Dejándole la vida había contestado éste-. Si vive, su amor será el mayor de los suplicios. Una vez, el rey de Babilonia le habría pedido consejo para reinar con tranquilidad: Ten muchos amigos y pocos confidentes, le habría respondido el Tianeo. Su principal tema con la multitud era el de la inmortalidad del alma. A Valerio, un cónsul romano que acababa de perder un hijo, le escribe: No hay muerte de nadie, sino sólo en apariencia, así como no hay nacimiento de ninguno, salvo en lo exterior. El cambio de ser a devenir parece ser nacimiento. El cambio de devenir a ser, parece ser muerte, mas en realidad ninguno realmente nace, así como ninguno realmente muere. Es simplemente el hacerse visible y luego invisible; la primera por la densidad de la materia, y la última por la sutileza del Ser, Ser que es siempre el mismo, siendo su único cambio el movimiento y el reposo. En Babilonia, además de los sabios, visitó al rey-sacerdote Fraotes, un gobernante humilde que “amaba la paz sobre todas las cosas,” y que recibió a Apolonio con estas palabras: “Yo te veo como superior en virtud, porque de todos los dones que un príncipe puede poseer, yo considero la sabiduría el más brillante.” Las discusiones sobre filosofía llenaron sus días. Cuando partieron, Fraotes le dio una tropa de camellos blancos y leche para el viaje.

Se sabe que el gran Emperador Adriano, en el siglo II, mantenía una colección de las cartas del Tianeo, las que, como sus otros escritos originales, se han perdido. Lampridio, un historiador del siglo IV, asegura que el emperador del siglo III Alejandro Severo mantenía retratos de Cristo, Orfeo, Apolonio y Abraham en su oratorio personal. Flavio Vopisco, un historiador romano del mismo siglo III, alababa a Apolonio de Tiana como un ser superior de la humanidad acerca de quien esperaba escribir una biografía, la que finalmente fue realizada por Filóstrato según se ha dicho, basado en las notas de Damis, a petición de Julia Domna, esposa del Emperador Septimio Severo. Considerado en las primeras centurias de nuestra era como el filósofo más grande del siglo I, hay referencias directas y comentarios acerca de Apolonio hasta el siglo V, aún entre cristianos, a pesar de que desde el punto de vista estricto de la religión organizada, el filósofo místico se mantuvo como un pagano. Se cree que durante los primeros siglos de nuestra era Apolonio tenía más seguidores que Jesucristo, con quien siempre se le ha comparado. No son pocos, como el ocultista contemporáneo Benjamín Creme, los que aseveran que el Tianeo nació en el año 16 de nuestra era y que sería la reencarnación de Jesús adquiriendo la Quinta Iniciación durante su vida como Apolonio; (incluso entrega la estructura de sus Rayos: 6-1-1-2-7). En el siglo V, Sidonio Apolinar, obispo de Auvernia, luego de leer la biografía de Filóstrato, y muy impresionado, comenta que sólo le habría faltado ser cristiano para ser perfecto. Pero ya en el siglo IV el cristianismo había comenzado una campaña de descrédito de Apolonio de Tiana, calificándolo de charlatán, mago negro y anti-Cristo. La historia podría haber sido muy distinta, quizás, de no mediar la conversión de Constantino y su adopción del cristianismo como religión oficial del Imperio en el siglo IV. Apolonio de Tiana siempre mantenía una división regular del día. En las mañanas, ejercicios religiosos y enseñanza de sacerdotes e iniciados en los Misterios Sagrados. En las tardes con el pueblo, haciendo curaciones e instruyéndoles en la ética de la vida práctica. Tres veces al día meditaba al Sol o al Señor del Mundo. Insistía mucho en las prácticas y rituales. De su obra Núctameron, referida por Filóstrato, y en la que cada hora está presidida por un genio, existe el siguiente extracto: Primera hora: en la unidad, los demonios cantan los méritos de Dios y pierden su malicia y su cólera. Segunda hora: por el binario los peces del zodíaco cantan los méritos de Dios, las serpientes de fuego se enlazan en torno al caduceo y se tornan armoniosas. Tercera hora: la serpiente del caduceo de Hermes se entrelazan tres veces, el cancerbero abre su triple boca y el fuego canta los méritos de Dios con las tres lenguas de rayos. Cuarta hora: el altar vuelve a visitar las tumbas. Es entonces cuando se encienden las mágicas lámparas en los cuatro rincones de los círculos, es la hora de los encantamientos y los prodigios. Quinta hora: el espíritu permanece inmóvil, ve que los monstruos infernales marchan contra él pero no les teme. Sexta hora: la voz de las grandes aguas cantan al Dios de las esferas celestes.

Séptima hora: un fuego que da vida a todos los seres animados es dirigido por la voluntad de los hombres puros. El iniciado extiende la mano y los sufrimientos se apaciguan. Octava hora: las estrellas hablan; el alma de los soles corresponden al suspiro de las flores, cadenas de armonía que hacen que todos los seres de la naturaleza se correspondan. Novena hora: el número que no debe ser revelado. Décima hora: es la llave del ciclo astronómico y del movimiento circular de la vida de los hombres. Décima primera hora: las almas de los grandes genios se agitan con un ruido misterioso, vuelan de una esfera a otra y llevan de mundo en mundo a los mensajeros de Dios. Décima segunda hora: aquí se consumen por el fuego de las obras de la luz eterna. Resumen: Apolonio de Tiana, un gran desconocido en la actualidad, vivió para la enseñanza y la práctica espiritual, viajó y compartió con todos los grupos y sectas tanto religiosas como políticas de su época, desde los más poderosos hasta los más humildes, apoyando las buenas prácticas y combatiendo aquellas contraproducentes a la vida del espíritu. Llevó una vida de extrema simplicidad, basada en la austeridad, la disciplina y las prácticas rituales, y renunciando a toda posesión material. A pesar de que reunió numerosos seguidores en todo el mundo conocido, nunca formó organización alguna ni dejó sucesores más que las almas individuales y colectivas a las que tocó, lo que habla por sí solo de su nivel como sabio y maestro. “Cuando os diga por ejemplo que el divino Apolonio de Triana fue concebido sin operación de hombre alguno, y que una de las más altas Salamandras descendió para inmortalizarse con su madre, diréis que esta Salamandra era un demonio (…). Apolonius no nació de un hombre, conoce el lenguaje de los pájaros (…) resucita a una muchacha con la virtud de la onomancia (…)” Conde de Gabalais. Loreto Morán Referencias: -Mead, G.R.S (colaboradora de Helena Blavatsky).- Apolonio de Tiana. -Berwick, E.- Vida de Apolonio de Tiana. http://www.alcione.cl/nuevo/var/misc/maestrosespirituales/apoloniodetiana01.jpg&imgrefu rl=http://alcione.cl/wp2/%3Fp%3D429&usg=__z3IJddQKkt6R3EDpQUQ_6uL8m4=&h=267&w=188&sz=12&hl=es&start=9&zoom=1&itbs=1&tbnid =rWJCRov91W2wtM:&tbnh=113&tbnw=80&prev=/search%3Fq%3DLa%2BVida%2Bde %2BApolonio%2Bde%2BTyana%26hl%3Des%26sa%3DG%26biw%3D1003%26bih%3D 532%26gbv%3D2%26tbm%3Disch&ei=zDgSTqTKOcnDgQeyuKH5DQ video documental: http://www.tu.tv/videos/los-rivales-de-jesus_1

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