[Anónimo] Cantar de la hueste de Ígor.pdf

April 3, 2018 | Author: Dante Samedi | Category: Russia, International Politics, Byzantine Empire, Religion And Belief
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CANTAR DE LA HUESTE DE ÍGOR

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Director de colección: CARLOS ALVAR

Título original: Slovo o polku Igoreve

Ilustración de cubierta: Icono del Arcángel San Gabriel Escuela Iconográfica de Strogonov, hacia 1600 (Christie’s Colour Library)

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© EDITORIAL GREDOS, S. A., 1997 Sánchez Pacheco, 81 - 28002 Madrid

© Traducción ANTONIO CONTRERAS MARTÍN

Maqueta de colección y diseño de cubierta: MANUELJANEIRO

Depósito Legal: M. 3111-1997 ISBN 84-249-1850-9 Impreso en España. Printed in Spain Gráficas Cóndor, S. A. Esteban Terradas, 12. Polígono Industrial. Leganés (Madrid),

CANTAR DE LA HUESTE DE ÍGOR’ TRADUCTOR

Antonio Contreras Martín



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INTRODUCCIÓN

En la formación de la epopeya medieval rusa confluyen tres tradiciones culturales distintas: la germánica — principal­ mente escandinava— , la bizantina — o grecobizantina— y la eslava. Sin embargo, si bien es cierto que se produjo una convivencia de obras pertenecientes a estas tradiciones, es necesario subrayar que no todas ellas influyeron de igual modo; pues, mientras que la épica germánica circuló en su lengua y forma originales entre los varegos y sus descendien­ tes durante los primeros años de formación de los principa­ dos rusos, la epopeya bizantina sólo fue conocida mediante traducciones eslavas, algunas de las cuales gozaron de un gran éxito. A esto hay que añadir que la adquisición de una lengua de escritura posibilitó el paso de los cantos épicos ru­ sos de la oralidad a la letra. De ese modo, una lengua eslava, el ruso, al igual que el búlgaro o el serbocroata, se convertía en el vehículo de transmisión de tres tradiciones que habían convergido en una.

1. LA ÉPICA MEDIEVAL GERMÁNICA Y LA BIZANTINA

1.1. La épica germánica (escandinava) Los contactos entre los eslavos y los vikingos varegos, procedentes sobre todo de Suecia, se remontan al siglo VIII, cuando éstos eran contratados como mercenarios para la protección de las mercancías que $e transportaban por el curso bajo del Dniéper. Sin embargo, a partir del siglo IX, las

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relaciones entre los eslavos y los varegos se enturbiaron y es­ tallaron conflictos bélicos, de los que salieron victoriosos los escandinavos. A fin de mantener su situación de privilegio, los varegos procedieron a la fundación de campamentos for­ tificados (gorods) — orígenes de las futuras ciudades— y con­ solidaron la organización estatal y social —posible aparición de los boyardos (boerm an = «noble») y de la druzina (*druthi = «tropa armada»)— que se estaba configurando. Se iniciaba, de ese modo, el desarrollo de Gardarike («el país de las ciuda­ des»)1. La minoría gobernante varega se eslavizó rápidamente, pues ya el nieto de Oleg, el primer príncipe de Kíev, llevaba un nombre típicamente eslavo: Svjatoslav; aunque todavía en la época de la composición del C an tar d e la hueste d e íg o r ’ (finales del siglo XII) se encuentra documentada onomástica germánica (Rjurik, v. 127; Ingvar, v. 140). La llegada de los varegos supuso el conocimiento de la li­ teratura germánica2, que devino referente obligado a la hora de confeccionar producciones autóctonas, como queda ates­ tiguado, por ejemplo, en el C an tar en las similitudes entre Boján y Odín, o en el empleo del epíteto «uro furioso» para Vsévolod, hermano de ígor’.

1.2. La épica bizantina Las relaciones comerciales entre los eslavos y Bizancio (Tsarograd = «la ciudad de los emperadores») se documentan ya en el siglo VIII, aunque es durante los siglos IX y X cuan­ do los contactos entre ambas culturas se amplían y estrechan3.

1 Véase H. Palsson-P. Edwards, Vikings in Russia: Yngvar’s saga and Eymund’s saga, Edimburgo, Edinburgh University Press, 1989. 2 Véase H. M. Chadwick-N. K. Chadwick, The Growth of Literature, Cambridge, Cambridge University Press, vol. III, 1940. 3 Véase D. J. Geanakoplos, Bizantium: Church, Society and Civilization seen through Contemporary Eyes, Chicago, Chicago University Press, 1984.

Introducción

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En el siglo IX, siglo de «ampliación», se inicia la evangelización de los pueblos eslavos. En el 862, Constantino Cirilo (|869), un erudito de enorme prestigio, acompañado del monje Metodio realiza las primeras traducciones de textos sa­ grados y litúrgicos — en alfabeto glagolítico— a solicitud de Rostislav, príncipe de Moravia. El eslavo antiguo, lengua de escritura, se convierte en la lengua de cultura de los pueblos eslavos en el ámbito religioso, y se pasa de usar el alfabeto glagolítico al cirílico. Es ahí donde se sitúan los orígenes de las literaturas eslavas. El siglo X, siglo del «estrechamiento», está marcado por una serie de acontecimientos de enorme relevancia: la inten­ sificación de los contactos comerciales, la petición de ayuda del Imperio Bizantino a los príncipes rusos, el matrimonio de Vladímir I con una noble bizantina, y la conversión de los ru­ sos al Cristianismo4. A finales del siglo IX, Constantinopla, amenazada por las legiones del Asia Menor, solicitó ayuda al Gran Príncipe de Kíev, Vladímir I Svjatoslavi£ (el «viejo Vladímir» del C antar; v. 6), a quien se prometió darle en matrimonio a Ana, hermana de los basileos Constantino y Basilio, si accedía a ser bautiza­ do. Pese a que Vladímir I consiguió una contundente victoria sobre los rebeldes, los emperadores incumplieron su palabra. El príncipe de Kíev optó por lanzar una ofensiva contra las legiones y asaltó Quersoneso (la «Korsún» del Cantar, v. 29). La respuesta de los basileos fue rápida: entregaron a su her­ mana. A su vez, Vladímir I cumplió su promesa, y hacia el 990 tuvo lugar el bautizo masivo de los habitantes de Kíev en las orillas del río Dniéper, y el Cristianismo se adoptó como religión oficial. Los rusos se convertían, así, en cristianos y su príncipe alcanzaría poco después la santidad. La literatura bizantina influyó profundamente en la litera­ tura rusa. Entre las obras de carácter épico de mayor difusión sobresalen la Crónica d e M alalas o el Digents Akritas5. Estas 4 Véase V. Vodoff, Naissance de la chrétienté russe, París, Payot,

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5 Véase P. Pascal, «Le Digenis slave ou la Geste de Devgenij», Byzantion 10 (1935), 301-334. ‘

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obras, traducidas a lenguas eslavas, dejaron su huella en el Cantar, así, la concepción de la edad presente como el sépti­ mo y último milenio (v. 152), la aparición de la doncella Afrenta (v. 76), la codicia y disputas de los príncipes rusos (w . 75-78), la imagen del cisne como ave cuyas alas produ­ cen las desgracias (v. 76), las ráfagas concebidas como alas de los vientos personificados (v. 174), la comparación del al­ ma con una perla (v. 147), y del poeta con un ruiseñor (v. 14) son elementos característicos de la literatura grecobizantin a6.

2. LA ÉPICA ESLAVA

La producción épica eslava7 se localiza en dos focos geo­ gráficos: Rusia y los Balcanes (Serbia y Croacia). Ambas re­ giones estuvieron sometidas a la presión ejercida por pueblos asiáticos. Serbia y Croacia sufrieron el acoso e invasión de los turcos; Rusia, tras rechazar los ataques de los nómadas de la estepa, acabó siendo invadida por los mongoles. Las obras épicas rusas y las serbocroatas poseen grandes semejanzas8. En primer lugar, presentan proximidad tempo­ ral entre el canto épico y el suceso histórico (cantos noticia­ rios, que, a menudo, incitan a la cruzada). Así, por ejemplo, los hechos que narra el C an tar d e la hueste d e íg o r’ tuvieron lugar en 1185, y su redacción se fecha entre 1185 y 1196 (tal vez 1187); y las primeras bu g arstica9 sobre Marko Kraljevic

6 Véase S. S. Averincev, Poetika rannevizantijskoj literatury, Mos­ cú, Nauka, 1977 [Lapoética de la literaturaprotobizantina1. 7 Véase R. Jakobson, Premessa di storia letteraria slava, Milán, II Saggitore, 1975. 8 Véase B. N. Putiliv, Russkij i jutnoslavjankij geroiCeskij epos, Moscú, Nauka, 1971 [El epos heroico ruso y el eslavomeridionab 9 La bugarstica es una composición de versos dodecasílabos, aun­ que con mucha frecuencia se emplean los versos de quince o de diecio­ cho sílabas.

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(muerto en 1394 ó 1395) datan de finales del siglo X IV 10. En segundo lugar, se halla la presencia de un personaje histórico que deviene héroe nacional (los rusos ígor’ Svjatoslavi£, Vladímir I SvjatoslaviC, Dimitrij Ivanovií Donskoj y el serbocroata Marko Kraljevic n) y se convierte, normalmente, en el pro­ tagonista de un ciclo épico (por ejemplo, Vladímir I lo es del ciclo de las bylinas de Kíev 12). Y en tercer y último lugar, hay abundancia de elementos sobrenaturales 13, procedentes tanto de la antigua religión eslava14 (por ejemplo, los dioses Veles, DaZbog y Stribog en el C an tar d e la hueste d e íg o r ’) como de la tradición folclórica (por ejemplo, el encuentro de Marko Kraljevic con un hada en «Marko Kraljevic i Vila» [Mar­ ko Kraljevic y el hada]).

3. LA ÉPICA RUSA MEDIEVAL: EL CANTAR DE LA HUESTE DE ÍGOR’

3.1. La prehistoria. Del hecho histórico al literario El hecho histórico, con frecuencia, es el embrión que po­ sibilitará la formación de un cantar de gesta: el paso de la historia a la epopeya. La distancia entre el acontecimiento histórico y la obra literaria es sensiblemente notable.

10 Véase S. Bellan Falleti, Marko Kraljevic nelVepica popolare serbocroata, Turín, G. Giappiachelli Editore, 1983. 11 Véase J. A. Prenz, El Cid y Krallevich Marko: una pritnera apro­ ximación, Madrid, Ediciones Literatura Americana Reunida, 1983. 12 Véanse V. Propp, Russkij geróiceskij epos, Moscú, Nauka, 1995 [El epos heroico ruso]; y L. Gruel-Apert, La tradition órale russe, París, PUF, 1995. 13 Véanse E. Gasparini, I ritipopulari slavi, Venecia, La goliardica, 1951-1952; y A. A. Gorelov, RusskijfoVklor, Moscú, Nauka, 1976 [Folclo­ re rusoI. 14 Véase B. A. Rybakov, JazyCestvo drevnij slavjanskij, Moscú, Ñauka, 1981 [Paganismo antiguo eslavo].

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Generalmente, en el paso de lo histórico a lo literario se observa que la materia sufre una profunda transformación, como consecuencia del paso del tiempo. Sin embargo, en el Cantar d e la hueste d e íg o r’ los cambios son escasos, pues se narran acontecimientos prácticamente coetáneos. No hubo tiempo suficiente para que se produjese una alteración en la memoria con respecto a lo sucedido. Así permite afirmarlo la lectura de la única fuente histórica que recoge la gesta de ígor’, la ípdtevskaja létopis. Esta crónica relata, en el año 1185, la campaña militar que ígor’ Svjatoslavi£, Príncipe de Nóvgorod-Seversky, aliado con su hermano Vsévolod, Príncipe de Turov y de Kíev, su hijo Vladímir, Príncipe de Putilv, y su so­ brino Svjatoslav Olegovic, Príncipe de Rilsk, iniciara contra los polovcanos, el día 23 de abril. Los rusos lograron una pri­ mera victoria sobre éstos, pero, después, fueron derrotados, e ígor’, Vsévolod y Vladímir apresados. Seguidamente, los khanes KonCak y Gza realizaron una correría que les llevó hasta la ciudad de Rím, tras arrasar las tierras meridionales, de regreso a Tmutarakan’ 15. El C antar reproduce de forma fiel la expedición, a excep­ ción de la correría de los polovcanos. En esta obra no se transforma el hecho histórico, sino que es reinterpretado. No obstante, lo que sorprende es que algo tan usual, como em­ prender una campaña en primavera, en la Rusia del siglo X II16, sirviese de argumento a una de las obras épicas medievales rusas.. Una ve2 más, en el origen de una creación épica esta­ ba la tragedia. Una tragedia que auguraba la futura invasión de los mongoles pocos años después.

15 Véase ípatevskaja létopis (ed. A. A. Sakhmatov), 2.a ed. San Petesburgo, 1908; reimpr. Moscú, Izdatel’ Cvo vostoCnoj literatury, 1962. 16 Véase D. S. LikhaCév, «Slovo o polku Igoreve», en Velikoe Nasledie, Moscú, Sovremennik, 1975, 132-205 [El Cantar de la hueste de ígor] [Elgran legado}.

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3.2. La fecha y el autor La fecha de composición del Cantar no plantea excesivos problemas. Los estudios lingüísticos e históricos la sitúan en­ tre los años 1185, el año de la campaña, y 1196, año en que fallece Vsévolod, el hermano de ígor’. Se toma esta fecha co­ mo término ante quem, debido a que las formas verbales em­ pleadas por el autor al referirse a este príncipe señalan que en el momento de la composición del C antar aún vivía17. Es probable que fuera compuesto a finales de 1187 con motivo de la boda entre Vladímir Igorevi£ y una hija del khan Koncak, a la que se alude en el C antar (w . 206-208). Aunque se desconoce el autor, existen indicios que per­ miten confeccionar su personalidad18: el buen conocimiento del terreno (flora, fauna y tácticas guerreras) en que sucedier ron los hechos, y la precisión con que se narran los porme­ nores de la campaña hacen pensar que participó en ella19. En cuanto a su formación cultural20, las referencias que aparecen en la obra demuestran que poseía una sólida for­ mación historiográfica y literaria, en la que convergían obras de procedencia y tradiciones varias (eslava, griega — clásica y 17 Véase I. I. Sreznevskij, Materjaly dija slovarja drevnensskogo jazyka, 2.a reimpr. Moscú, Nauka, 1958 [Materialespara un diccionario de la lengua (eslava) antigua1. 18 Véase D. S. LikhaCév, «IstoriCeskij i politiCeskij krugozror avtora Slovo opolku Igoreve», en V. P. Adrianova-Perec (ed.), Slovo opolku Igoreve, Sbornik issledovanej i statej, Moscú, Izd. Akademija Nauk SSSR, 1950 [Horizonte histórico y político del autor del *Cantar de la hueste de ígor’-] [El «Cantar de la hueste de ígor». Miscelánea de investigación y ar­ tículos]. 19 Véanse R. Jakobson, «La Geste du Prince Igor», en Selected Writings, IV, Slavic Epic Studies, La Haya-París, Mouton and Company, 1966, 107-300; y D. S. LikhaCév, en D. S. LikhaCév-G. P. Makogonenko, Istorija Russoj Literatury, I. Drevsnenisskája Literatura, Leningrado, Nau­ ka, 1980 [Historia de la literatura rusa. La literatura antiguo-rusa]. 20 Me permito remitir a A. Contreras Martín, «Un autor medieval ru­ so ante su obra: la composición del Cantar de la hueste de ígor», Angé­ lica. Revista de Literatura 2 (1991), 61-66.

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bizantina— y escandinava). Entre sus conocimientos cronísti­ cos sobresalen dos obras: la Povést vrem ennykh lét [Crónica d e los tiempos pasados] y la Crónica d e M alalas — puede que incluso conociese la C rónica sobre la destrucción d e Jeru salé n 21— . Su cultura literaria abarcaba tanto obras adscritas al ámbito de la oralidad (bylini), como al de la escritura. Al pri­ mero pertenece la bylina «La historia de Vseslav, el príncipe licántropo», de la que se ofrece un resumen (w . 153-161); al segundo, la Svrazánje i strati ipoC ala svjatuju museniku Borisa i G leba [N arración y p a sió n y loa d e los santos m ártires B orís y G leb]22, obra de inspiración religiosa, y el Digents Akritas, obra épica. El autor tenía una cultura inusual en la antigua Rusia. Las lecturas a las que había podido acceder eran asequibles a un número muy reducido de personas, debido a que eran cono­ cidas y consultadas, en los scriptoria monacales o en las bi­ bliotecas principescas, por una élite, dadas su carestía y esca­ sez 23. En suma, el autor del C antar era una persona de elevada cultura, y, probablemente, se trataba de un clérigo no sólo por su formación, sino también por la ideología que subyace y recorre todo el cantar.

3 3. La poética del C antar En el C an tar24, el autor reflexiona acerca de las tenden­ cias poéticas de su tiempo, fija sus características y, a conti­ nuación, se distancia de ellas. 21 Se trata de una versión rusa de la Historia de la guerra de los ju ­ díos de FiavioJosefo. 22 Es la hagiografía eslava que ha tenido más difusión, ya que cru­ zó las fronteras del mundo eslavo y circuló en Occidente bajo el título de Leyenda de David y Romano. 23 Véase R. Picchio, La literatura rusa antigua, Buenos Aires, Losa­ da, 1972. 24 El Cantar de la hueste de ígor’ está escrito en versículos sin rima ni número fijo de sílabas, a los que sólo el canto dotaba de cierta regu­ laridad.

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Se informa, ya sea explícita o implícitamente, de la exis­ tencia de composiciones poéticas de carácter épico en la Ru­ sia del siglo XII. Así, de forma explícita aparecen varios tér­ minos («sloves», «pésn» y «povést») para referirse a una misma realidad: cantar de gesta25; y, de un modo implícito se alude a creaciones orales épico-líricas (bylini), mediante, por ejem­ plo, el resumen que se ofrece de «La historia de Vseslav, el príncipe licántropo» (w . 153-161). La recitación de estas obras estaba a cargo de unos profe­ sionales (skatalV9 26, como el Boján del Cantar. Un individuo que tañendo su g u s la 27 se dedicaba a recitar poemas con el fin de loar y alabar a la nobleza. El autor dota a Boján de unas virtudes sobrenaturales, que justifican el calificativo de «adivino» («veSCij»), puesto que posee el don de la adivinación (w . 162-163). Se trata, en consecuencia, de un compositor en el que se imbrican el arte de la poesía y el de la magia — adivina­ ción— , propios de una mentalidad arcaica, como lo era la de la Rusia medieval28. Es una mentalidad en la que la palabra adquiere un valor que transciende el puro acto verbal y en­ cierra un contenido sagrado29, y en la que sólo aquellos en quienes se aúnan ambas artes están capacitados para la crea­ ción poética (v. 3).

25 De nuevo, me permito remitir a A. Contreras Martín, «Sobre los problemas de traducción de un texto ruso medieval: Slovo o polku Igore­ ve (s. XII)», en Segundas Jornadas Nacionales de Historia de la Traduc­ ción (León, mayo, 1990), León, Publicaciones de la Universidad de León, en prensa. 26 En la antigua Rusia se establecía una distinción entre skatalV’ (recitador profesional) y skomorl (juglar). 27 La gusla era un instrumento de cuerda semejante a un psalterio. 28 La unión indisoluble de ambos elementos en la figura de Boján remite a una personalidad chamánica, como las que se documentan en el Norte de Europa y en las tierras siberianas, y cuya manifestación más relevante se encarna en la persona del dios escandinavo Odín. Véase G. Dumézil, Les dieux souverains des Indo-Européens, París, Gallimard, 19772. 29 Véase C. M. Bowra, Heroic Poetry, Londres, Me Millan, 1952.

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En el proceso de gestación poética de Boján la imagina­ ción es la protagonista, en detrimento de la historicidad, pro­ pia del cantar de gesta 30, lo que le reprocha el autor del Cantar. El autor aboga por la fidelidad a los hechos y se eri­ ge en creador de un nuevo estilo (w . 17-18), se distancia es­ téticamente de la tradición oral31 y se propone como modelo digno de imitar (v. 215). Se trata de un estilo imbuido de tra­ dición clásica, dado que abre la obra con un exordio (y. 1), al que sigue una propositio (w . 2-7), y la cierra con un epílo­ g o (yv. 209-210) y una p eroratio (w . 216-218). Las propuestas estéticas expuestas por el autor del C antar triunfaron, porque, aunque tan sólo se haya conservado esta obra épica de ese período, es evidente que de no existir una tradición que mantuviese viva la creación de cantares de ges­ ta, muy cercanos en su confección a esta obra, ¿cómo se po­ dría explicar que a finales del siglo XIV o principios del XV surgiese una obra de la calidad de la ZadonSóina [C antar d e m ás a llá d el Don], que presenta claras semejanzas con el Cantar d e la hueste d e íg o r? Sin duda, por generación espon­ tánea no.

3.4. La ideología y el significado del Cantar El C antar de la hueste d e íg or’ refleja el conflicto tensional que se produjo en la Edad Media entre dos mentalidades ar­ caicas: la feudal y la eclesiástica32. En el C antar se asiste al derrumbamiento de la estructura mental rusa, sostenida por dos pilares fundamentales: el pa­ ganismo y la insistente afirmación de la individualidad e in­ 30 Véase D. Madelénat, L’épopée, París, PUF, 1986. 31 Véanse P. Zumthor, Introduction á la poésie órale, París, Seuil, 1972; y del mismo, La lettre et la voix. De la littérature médiévale, París, Seuil, 1987. 32 Me permito remitir a A. Contreras Martín, «Utopía y Contrautopía arcaicas en la épica rusa medieval: el Cantar de la hueste de ígor», en VII Simposio de la Sociedad Española de Literatura General y Compara­ da (Madrid, 17-20 de diciembre de 1990).

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dependencia, provocadoras de la desunión política de sus miembros y, por ende, obstáculo de la autoridad real33. Para ello se procede a demostrar lo imposible que resulta, en esos días, aferrarse a un forma determinada de vida, la que desean mantener los aristócratas rusos a los que se dirige el cantar, dada su inoperancia. Se cuestiona, en primer lugar, la validez de lo sagrado pa­ gano. El C antar; de ese modo, se hace eco de una ideología atestiguada en las crónicas (létopisej) y confirmada por el es­ tudio de la mitología antiguo-rusa34. El poema se aboca lenta, pero genialmente, hacia una aceptación de la religión cristiana. La salvación de la tierra rusa, como consecuencia de la liberación de ígor’, la realiza­ rá Dios. El autor propone que los aristócratas rusos se sumen al proyecto eclesiástico del guerrero, el m iles Christi, y a una nueva orientación de la guerra: la cruzada. La desunión política de los principados fue objeto de abundantes reflexiones por parte de los príncipes kievitas y de la Iglesia35. El autor del C an tar muestra, por medio del «Sueño de Svjatoslav» (w . 93-99)36, que el sistema feudal de relaciones vasalláticas, practicado a finales del siglo XII en las tierras rusas, origina la desunión y, por lo tanto, facilita, y a menudo provoca, las incursiones de los pueblos nómadas. Para evitar esta situación, es necesario aceptar la autoridad del representante de Dios ante los hombres, el Gran Príncipe de Kíev, Svjatoslav III Vsevolodií. 33 Véase B. A. Rybakov, Kievskaja Rus ’ i russkie knjatestva XII-XIII w., Moscú, Nauka, 1982 [La Rusia de Kiev y los principados rusos. Siglos XlI-XIIh. 34 Véase A. J. GureviC, Problemy srednevekovoj narodnoj kuVtury, Moscú, Izdatel’stvo «Iskusstvo» 1981 [Problemas de la cultura popular en la Edad Media]. 35 Véase L. G. Berkovskij (ed.), Drevnerusski KnjaZecva X-XIII w., Moscú, Nauka, 1975 [Lospríncipes antiguo-rusos, siglos X al Xllfi. 36 El sueño se usa aquí como el vehículo transmisor del imaginario eclesiástico: Dios comunica al príncipe sus deseos. Véase, J.-Cl. Huchet, Littérature médiévale etpsychanalyse. Pour une clinique littéraire, París, PUF, 1990. ~ ~

Cantar de la hueste de ígor’

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A modo de conclusión, puede afirmarse que la ideología, expuesta con hábil maestría por el autor del C an tar d e la hueste d e ígor\ se incardina dentro del movimiento eclesiásti­ co que promulga, por un lado, la necesidad de una férrea autoridad real, representada por una monarquía sólida, fiel a la autoridad eclesiástica; y que, por el otro, ve en la guerra la forma de expansión de la Fe, y, en consecuencia, del poder de la Iglesia.

3.5. La tradición del C antar El C antar d e la hueste d e íg or’ fue descubierto y adquirido por el conde Alexéi Ivanovic Musin-Puskin en 1787. El ma­ nuscrito era propiedad del Monasterio del Salvador de la ciu­ dad de Jaroslav. Se trataba de un manuscrito (M) formado por obras cuya datación se sitúa entre los siglos XI y XIII: S k a ta n e ob In dejskom cartve [N arración d e In do opulento], Povést’ oh A kire Prem udom [El relato d e Akir, el Prudente1 y D ejane i zite Devgenevo Akrita [Digenís Akritas]. En 1790, MuSin-PuSkin, fascinado por el hallazgo, presen­ tó a la emperatriz Catalina II una copia del texto en ruso mo­ derno (A). Diez años después, en 1800, se realizó la primera edición (P) del texto a cargo de A. I. Musin-Puskin en colaboración con A. F. Malinovskj y N. N. Bantis-Kamenskj. El C an tar se imprimió en la Tipografía del Senado con el título de «Cantar heroico sobre la campaña contra los polovcanos, acometida por el príncipe feudal de Nóvgorod-Severskj, ígor’ Svjatóslavi£, escrito en la antigua lengua rusa a fines del siglo XII, transcrito al idioma que se emplea ahora». En la actualidad, tan sólo se conservan A y P, a los que hay que añadir los fragmentos publicados por M. Karamzín en 1 8 1 6 37; ya que, desgraciadamente, M desapareció entre

37 M. Karamzín, Istorija gosidarstva Rossijskogo, I-II, Moscú, 1816 [Historia de los manuscritos de Rusia].

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las llamas en 1812, como consecuencia del incendio que aso­ ló Moscú, a fin de evitar el avance de las tropas napoleóni­ cas. El estudio comparativo de A y P ha conducido a afirmar que My el manuscrito perdido, había sido copiado a finales del siglo XV o principios del XVI en la región de Pskov, co­ mo demuestra la presencia en la lengua y ortografía de ras­ gos específicos de los escribas de ese monasterio. Las investigaciones orientadas a aclarar la polémica en torno a la autenticidad o falsedad del C an tar58, surgida des­ de el momento de su publicación, han permitido hallar hue­ llas de la influencia de este texto en la literatura medieval ru­ sa, al tiempo que confirmaban su autenticidad.

38 Véase D. S. LikhaCév, «Slovo opolku Igoreve i skeptiki» [El cantar de la hueste de ígor’y los escépticos], en Velikoe Nasledie, Moscú, Sovremennik, 1975, 348-363 [El gran legado].

CRONOLOGÍAS

A.Cronología de la campaña de ígor' Svjatoslavit contra lospolovcanos en la primavera de 1185 23 de abril 1 de mayo

2 de mayo 3 y 4 mayo 5 de mayo 9 de mayo

10 de mayo

11 de mayo 12 de mayo

ígqr’ SvjatoslaviC, príncipe de Nóvgorod-Seversky inicia una campaña contra el pueblo polovcano. Un eclipse solar sorprende al príncipe ígor’ en Do­ ñee, mientras se dirige hacia el río Oskol, donde debe encontrarse con su hermano Vsévolod SvjatoslaviC, príncipe de Turov y de Kíev. ígor’ llega a orillas del Oskol. ígor’ acampa y espera la llegada de Vsévolod. Las tropas rusas de ígor’ y Vsévolod se reúnen y marchan hacia los campamentos polovcanos. Los exploradores rusos, que se habían desplazado hasta la región del Vado de Pasa, comunican a sus comandantes que el contingente ruso ha sido des­ cubierto por los polovcanos. Se decide avanzar du­ rante la nochev Al mediodía. Se produce la primera escaramuza en­ tre las tropas polovcanas y las rusas, y éstas obtie­ nen la victoria fácilmente. Mientras ígor1y Vsévolod prosiguen con lentitud su avance, se orgániza un pequeño contingente que continúa la persecu­ ción de los polovcanos. Por la noche. El contingente perseguidor regre­ sa y se determina hacer noche. Al amanecer. Los rusos descubren que los polovca­ nos les han rodeado. Comienza la batalla definitiva. Al mediodía. Los rusos son derrotados. Los polovcanos aniquilan la hueste y apresan a sus príncipes (ígor’ SvjatoslaviC, Vladímir IgoreviC y Vsévolod SvjatoslaviC).

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13 de mayo

18 de mayo

19 de mayo 20 de mayo

21 de mayo

22 de mayo 23 de mayo

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25 de mayo

Cantar de la hueste de ígor’ Por la tarde. Los polovcanos diseminan a los prisioneros por sus campamentos y envían a ígor’ a las orillas del Tor. Bélovod Proso viC se dirige rápi­ damente a Chemígov para transmitir la derrota rusa. El khan KonCak manda a un emisario a Nóvgorod-Seversky en busca de un sacerdote para ígor’. KonCak dirige un ataque contra Perejaslav. Al mis­ mo tiempo, el khan Gza ataca Putilv y conquista la ciudad. Un emisario de KonCak llega a Putilv. Evfrosinija Jaroslavna, la esposa de ígor’, toma conocimiento de la situación de su marido. Las ciudades de PoZemie manifiestan su angustia. Un emisario de la ciu­ dad de Putilv informa de la derrota rusa a Svjatoslav VsévolodiC, Gran Príncipe de Kíev, quien se halla en las proximidades de Nóvgorod-Seversky. El emisario de KonCak llega a Nóvgorod-Seversky, recoge al sacerdote y emprende el regreso. Svjatoslav, de camino a Kíev, se detiene en Chemí­ gov. Allí Bélovod ProsoviC le cuenta los pormeno­ res de la batalla. El emisario de Putilv llega a Chernígov y confirma la tragedia del contingente ruso. Svjatoslav envía a sus hijos para defender la frontera rusa, mientras él se dirige a Chernígov. El khan Gza invade PoZemie, devasta la región, asalta la ciudad e incendia su fortaleza. KonCak se aproxima a Perejaslav y la cerca. KonCak lleva a cabo el primer asalto a la ciudad. El príncipe Vladímir manda un emisario a Kíev, para solicitar a Svjatoslav, a Rjurik RostislaviC, príncipe de Bélgorod, y a Davyd RostislaviC, príncipe de Smolensk, su ayuda en la defensa de Perejaslav. Svjatoslav y Rjurik aceptan participar en la defensa de la ciudad y comienzan su marcha por el curso del Dniéper. Por su parte, Davyd vuelve a Smo­ lensk, tras negarse a combatir por Perejaslav. Los hijos de Svjatoslav y su ejército llegan a Po­ Zemie desde Chernígov. KonCak levanta el sitio e inicia la retirada de Perejaslav. Gza comienza la retirada de PoZemie, mientras Svja-

Cronologías

23

26 de mayo

27 de mayo 28 de mayo

1 de junio 2 de junio

toslav y Rjurik llegan a la región de Perejaslav y no encuentran resistencia. El emisario de KonCak ofrece a ígor’ el sacerdote solicitado. Durante su retirada, KonCak sitia, conquista y arrasa la ciudad de Rím. El emisario de Perejaslav entrega a Rjurik y a Svjatoslav una nueva petición de ayuda de Vladímir, pero éstos deciden ignorar la demanda y se­ guir la persecución de KonCak. KonCak continúa su retirada, tras asolar Rím. Svjatoslav y Rjurik, durante su persecución de Kon­ Cak, llegan a Rím demasiado tarde, como conse­ cuencia de retraso originado por la infructuosa es­ pera de Davyd de Smolensk. Gza regresa a su campamento nómada. KonCak regresa a su campamento nómada.

B. Cronología general de los hechos referidos en el Cantar Siglo VIII

Siglo IX

862

968 980 988 993 Siglo X

1015 1018

Se inician los contactos entre los vikingos varegos y los eslavos. Primera documentación de las relaciones entre los eslavos y Bizancio. Período del inicio y desarrollo de los conflictos entre los vikingos y los eslavos. Se amplían y, posteriormen­ te, se estrechan las relaciones eslavobizantinas. . Constantino Cirilo (t 869) y Metodio realizan las prime­ ras traducciones de textos sagrados y litúrgicos a una lengua eslava. Vladímir I SvjatoslaviC, el Santo, sube al trono de Nóvgorod. Vladímir I, el Santo, consigue el trono de Kíev. Vladímir I obliga a la población de Kíev a bautizarse. Vladímir I ordena construir la fortaleza de Perejaslav. A finales de este siglo Vladímir I, el Santo, ayuda a los basileos Constantino y Basileo; y se casa con Ana, her­ mana de éstos. Muere Vladímir I, el Santo, de Kíev. Jaroslav VladímiriC, el Sabio, ocupa el trono de Kíev.

24 Siglo XI 1022 1026 1043 1053 1054 1059 Siglo XI 1069 1070 1077 1078

1079 1080 1088 1093 1100 1101

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1132

Cantar de la hueste de ígor’ Redacción de la Russkaja Pravda a instancias de Jaroslav VladímiriC, el Sabio. Muere Rededja, príncipe cherqués, a manos de Mstislav VladímiriC, príncipe de Tmutarakan y Chernígov. Firma de la Paz de Gorodec entre Mstislav VladímiriC de Tmutarakan’ y Chernígov, y Jaroslav, el Sabio, de Kíev. Muere Vsévolod JaroslaviC. Nace Vladímir VsévolodiC Monomakh (Monómaco). Muere Jaroslav VladímiriC, el Sabio. Nace Svjatopolk IzjaslaviC de Polock. A mediados de este siglo el juglar Boján vive en la corte de Kíev. Svjatopolk IzjaslaviC alcanza el trono de Polock. Nace Rostislav VsévolodiC. Se inicia la construcción de la iglesia de Santa Sofía de Kíev. Vladímir Monomakh accede al trono de Smolensk. Izjaslav JaroslaviC muere en la batalla de NeZatin. Svjato­ polk IzjaslaviC es nombrado príncipe de Nóvgorod. Muére Román SvjatoslaviC, el Hermoso, príncipe de Tmutarakan' en lucha contra los polovcanos. Primera campaña de Vladímir Monomakh contra los po­ lovcanos. Svjatopolk IzjaslaviC consigue el trono de Turov. Muere Rostislav VsévolodiC en el río Stugná. Svjatopolk IzjaslaviC sube al trono de Kíev. Se acaba la construcción de Santa Sofía de Kíev. Muere Vseslav BrjaCislaviC, príncipe de Polock. El khan Sarokán, abuelo de KonCak, muere a manos de los rusos. El principado de Tmutarakan’ cae en poder de los po­ lovcanos. Svjatopolk IzjaslaviC de Kíev muere. Vladímir Mono­ makh es nombrado príncipe de Kíev y de Chernígov. Muere Oleg SvjatoslaviC (Oleg GorislaviC). Unificación de los polovcanos del Don. Vasil’kó SvjatoslaviC, príncipe de Polock, cae prisionero de Mstislav I VladímiriC, Gran Príncipe de Kíev, y es en­ viado a Bizancio. Vasil’kó SvjatoslaviC con ayuda de los polovcanos recu­ pera el trono de Kíev.

Cronologías

1132-1136 1138 1143 1150

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25 Construcción de la iglesia de la Santa Virgen de la Torre de Kíev. Vasil’kó Svjatoslavic perdona y rinde honores a Vsévolod MstislaviC. Svjatoslav VsevolodiC se casa con la hija de Vasilkó Svja­ toslavic, y se convierte en regente de Polock. Nace ígor’ Svjatoslavic, el protagonista del Cantar. Ma­ trimonio de Vladímir Osmomysl, príncipe de Galizia, y Olga Jurevna, la hija de Juri Dolgorukij. Nace Vsévolod III, JureviC, Gran Príncipe de Suzdal1. Nace Volodímir o Vladímir GleboviC, sobrino de Juri Dolgorukij. Combates de Vladímir Osmomysl, príncipe de Galizia. Vseslav Vasil’kovic es nombrado príncipe de Polock. Expulsión de Vseslav Vasilkovic del trono de Polock. Muere Rostislav MstislaviC, príncipe de Smolensk. Nace Román MstislaviC Volynskij, Gran Príncipe de Gali­ zia. Muere Mstislav II IzjaslaviC, Gran Príncipe de Kíev. Gobierno de Vsévolod III JureviC en Kíev. Muere Jaroslav IzjaslaviC Luckij. Vseslav Vasil kovic re­ cupera el trono de Polock y consigue el de Vitebsk. Svjatoslav II, VsévolodiC, alcanza el trono de Kíev. Mue­ re Gleb RostislaviC, príncipe de Rjazán. fgor’ Svjatoslavic es nombrado príncipe de NóvgorodSeversky. Muere Mstislav Khabryj, el Valiente, Gran Príncipe de Smolensk. Muere Vseslav Vasil kovic, príncipe de Vitebsk y Polock. Muere BrjaCislav Vasil kovic, príncipe de Polock. Campaña de Svjatoslav III, Svjatoslavic, Gran Príncipe de Kíev contra los polovcanos, y captura y ejecución del khan Kobjak. Vsévolod III JureviC ataca a los búlga­ ros de Kuma. ígor’ Svjatoslavic, príncipe de Nóvgorod-Seversky, em­ prende una campaña contra los polovcanos y es derro­ tado y cautivado. Muere Izjaslav Vasil’koviC, príncipe de Polock y Vitebsk. Vladímir GleboviC muere en defensa de Perejaslav. Bo­ da entre Vladímir Igorevic, príncipe de Putilv, y una hija de Koncak. Muere Svjatoslav III Svjatoslavic de Kíev.

26 1196 1197 1202 1212 1215 1226 1228

Cantar de la hueste de ígor’ Muere Vsévolod SvjatoslaviC, príncipe de Turov y Kíev. ígor’ SvjatoslaviC sube al trono de Kíev. Muere Davyd RostislaviC, príncipe de Smolensk. Muere Román MstislaviC Volynskij, Gran Príncipe de Galizia. Muere Vsévolod III JureviC, Gran Príncipe de Suzdal’. Muere Rjurik RostislaviC, príncipe de Bélgorod. Muere Mstislav Nemoj JaroslaviC, príncipe de Peresopnica. Muere Mstislav Udaloj, el Temerario.

CRITERIOS DE ESTA EDICIÓN

No es la primera vez que se traduce el C antar d e la hues­ te d e íg o r ’ al castellano, ya que se ha vertido en otras cuatro ocasiones39, aunque las características de las mismas exigían una nueva traducción con planteamientos distintos. El presente ensayo de traducción se basa, principalmente, en la edición crítica de R. Jakobson40, aunque también se ha recurrido a la de D. S. LikhaCév41. Para la traducción de los antropóninios, gentilicios, topó­ nimos, nombres de animales y de armas, muy abundantes; en el cantar, se ha optado por traducirlos, siempre que contasen con una forma correspondiente en castellano, o transliterarlos cuando no existiese equivalente. Las grafías cirílicas se han transliterado siguiendo la nor­ ma dé la In tern ation al S tandard O rganization (ISO), pese a contar en castellano con la propuesta de transcripción de J. 39 Cantar de la hueste de ígor (ed. M.a R. Lida de Malkiel-Y. Malkiel), Buenos Aires, Arca/Galerna, 1967; El cantar del príncipe ígor y otros textos (ed. A. Partida), México, SEP/Trillas, 1982; Cantar de la Gesta del príncipe ígor (ed. J. Sánchez Fernández), Madrid, Museo Uni­ versal, 1986; y Cantar de las huestes de ígor (ed. Á. Encinas Morales), Madrid, Miraguano Ediciones, 1986. La primera versión carecía práctica­ mente de anotaciones. Las restantes presentan escasez de anotaciones y omisión de fragmentos. 40 R. Jakobson (ed.), «La Geste du Prince Igor’», en Selected Writings, IV, Slavic Epic Studies, La Haya-París, Mouton and Company, 1966, 107-300. 41 D. S. LikhaCév (ed.), «Povest’ o pojode Igorevom, Igoria, syna Svjatoslavova, vnuka Olegova», en Slovo opolku Igorevé, Leningrado, Biblioteka Poeta, Malaja Serija, 1949 [Relato de la campaña de ígor’, ígor’, hijo de Svjatoslav, nieto de Oleg] [El Cantar de la hueste de ígor].

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Cantar de la hueste de ígor’

Calonge42. La decisión de usar la norma de la ISO viene dada porque el trabajo de J. Calonge se limita al estudio del ruso moderno y, por lo tanto, deja fuera algunas grafías ya inexis­ tentes (p. e j.lj), lo que hubiese obligado a mezclar ambas normas.

42 1969.

J. Calonge, La transcripción del ruso al español, Madrid, Gredos,

BIBLIOGRAFÍA

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CANTAR DE LA HUESTE DE ÍGOR’, HIJO DE SVJATOSLAV, NIETO DE OLEG

LA GESTA DE ÍGOR’ Y LOS ANTIGUOS CANTARES

I 1. ¿No nos sería agradable, hermanos, empezar con canta­ res de antaño la grave gesta de la hueste de ígor’, ígor’ hijo de Svjatoslav? \ 2. Comience, pues, este cantar, del que se inicia su re­ cuerdo conforme a los hechos de nuestros tiempos, y no se­ gún la imaginación de Boján2. 3- Boján el adivino3, quien, cuando se proponía compo­ ner un cantar, liberaba su pensamiento por los árboles como lo hace el lobo gris sobre la tierra, o como el águila azul bajo las nubes4. 1 ígor’ SvjatoslaviC nació en 1150. Desde 1178 gobernó como prín­ cipe de Nóvgorod-Seversky, y a partir de 1199 fue también príncipe de Chernígov. Tomó parte en las disputas feudales por la obtención del trono de Kíev. Durante el decenio de 1170 a.1180 consiguió una serie de sucesivas victorias contra los polovcanos. En el 1185, sufrió ante és­ tos la trágica derrota que se narra en el Cantar. 2 Boján fue un juglar (skomórC) que vivió en la segunda mitad del siglo XI en la corte de Kíev, donde desempeñó la labor de recitador profesional (skatall”). 3 Esta cualidad lo acerca a las características propias de los chama­ nes del Norte de Europa y de las tierras siberianas, así como al dios Odín. Téngase en cuenta que en la mentalidad arcaica de los indoeuro­ peos, como en la de otros pueblos, la creación poética estaba estrecha­ mente relacionada con las artes mágicas y adivinatorias. Véanse G. Dumézil, Les dieux souverains des Indo-Européens, París, Gallimard, 19772; y C. M. Bowra, Heroic Poetry, Londres, Me Millan and Co. Ltd, 1952. 4 En la literatura rusa, y en la eslava en general, es frecuente el uso de comparaciones con elementos de la naturaleza, especialmente con animales y plantas, como consecuencia de la importancia qúe el «ani­ mismo» tenía en la religión eslava antigua. La presencia de la naturaleza se manifiesta continuamente a lo largo de todo el Cantar; al igual que ÍGOR. - 2

34

Cantar de la hueste de ígor’

4. Ya que, al recordar los combates de los tiempos pasa­ dos, así lo afirmaba, lanzaba diez halcones contra una banda­ da de cisnes5, y aquel que era atrapado en primer lugar en­ tonaba el primer cantar. 5. Y en verdad, hermanos, no eran diez halcones contra una bandada de cisnes lo que lanzaba Boján, sino que sus dedos ponía sobre las vivas cuerdas, y por sí solas cantaban la gloria6 de los príncipes: del viejo Jaroslav7, del valiente Mstislav8, el que mató a Rededja9 ante las huestes cherque­ sas 10, del noble Román n, hijo de Svjatoslav. sucede, a menudo, en las bylinas. Véase A. N. Afanasíev, PecnipoetiCeskie slavjasnkiikh o pripode, Moscú, 1865 [Cantos poéticos de los eslavos de antaño. 5 Los cisnes y las ocas eran considerados por los eslavos antiguos animales impuros, pues eran animales totémicos Oongan») de algunas poblaciones nómadas y seminómadas que se habían transformado en sus opresores. Véase A. N. Afanasíev (1865), cf. nota 4. 6 Para la oposición de los conceptos «honor/gloria» véase J. M. Lotman, «Ob oppozicij ‘íest’-slava’ v sveckiC tekstaCkievskogo perioda*, en Trudypo znakovym sistemam, III, Tartu, 1967, 100-112 [La oposición ‘honor’-gloria' en los textos profanos del período de Kíev de la Edad Me­ dia rusa]. 7 Jaroslav VladímiriC, el Sabio, hijo de Vladímir I Rogneda, ocupó el trono de Kíev desde 1018, reunió bajo su cetro a todas las tierras ru­ sas y consiguió desarrollar un sistema jde relaciones feudo-vasalláticas. Impulsó la redacción del Russkaja Pravda, un código legislativo, así co­ mo la construcción de la catedral de Santa Sofía de Kíev, y la ejecución de numerosas traducciones. 8 Mstislav VladímiriC, hermanastro del anterior, príncipe de Tmutarakan’ y Chernígov. Mantuvo un estado de guerra permanente por el trono de Chernígov con Jaroslav VladímiriC, el Sabio, que acabó con la firma de la Paz de Gorodec (1026). 9 Rededja, príncipe cherqués, al que se le identificó con el legen­ dario héroe oseta Iry Dada, protagonista de un relato histórico transcrito en 1910, murió en 1022 al combatir con Mstislav VladimiriC. 10 Con el nombre de «cherqueses» era conocido un conjunto de tri­ bus: adyganos, kabardanos y circasianos, que habitaba en las costas del Mar Negro. Véase S. A. Pletneva, «PeCenegi, torki i polovcy v juáfnorruskikh stepjakh», Materjaly i isslendovanijapo arkheologogij SSSR 62, Mos­ cú, Akademija Nauk SSSR, 1958 [Pechenegos, turcos y polovcanos en la estepa rusa meridional 11 Román SvjatóslaviC, el Hermoso, gobernó como príncipe de Tmutarakan’ hasta 1079, año de su muerte a manos de los polovcanos.

Malos agüeros

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6. Nosotros, comenzaremos, pues, hermanos, esta historia (porque por la tierra rusa se han afligido los príncipes) desde el viejo Vladímir12 hasta el ígor’ de nuestro tiempo, quien ha inflamado su espíritu con fortaleza y afilado su corazón con coraje. 7. Lleno de ardor guerrero, condujo a sus aguerridas huestes desde la tierra rusa hasta la tierra de los polovcanos13.

MALOS AGÜEROS

II 8. Y he aquí que ígor’ alzó sus ojos hacia el claro s o l14 y vio que todo su ejército era ocultado por su sombra15. 9. Y dijo ígor’ a su mesnada16: Bajo su principado, Tmutarakan’ fue objeto de tentativas anexionistas por parte de Bizancio y de otros príncipes rusos. A finales del siglo XI y principios del XII, los continuos ataques polovcanos destruyeron los la­ zos que mantenía el Principado de Tmutarakan’ con los principados del Norte. Véase A. P. Ka2dan, Vizantijskaja kuVtura (XJ-XII w.), Moscú, Nauka, 1968 [La cultura bizantina (siglos XI-XII)]. 12 Vladímir I Svjatoslavic, el Santo, fue príncipe de Nóvgorod des­ de 968 y alcanzó el trono de Kíev en 980. Era hijo bastardo de Svjatoslav IgoreviC y de su esclava Maluca LjubeCanka. Consolidó el estado ru­ so y obligó a la población de Kíev a bautizarse (988). 13 Con este gentilicio («polovcy») se hace referencia a un grupo de tribus nómadas, al que ya desde el siglo XI se le nombra así en la cro­ nística rusa. En las crónicas occidentales (p. ej. Chronica de Thietmar) y bizantinas se les conoce como «cumanos» —en las traducciones de obras bizantinas al eslavo antiguo hallamos la forma «kumanü— . En el año 1054, atacaron por vez primera las tierras meridionales rusas. En 1125, se produjo la unificación de los polovcanos del Don, tras la muerte de Vladímir Monómaco (Monomakh). 14 Este gesto de ígor’ puede interpretarse como una salutación del héroe al Sol. Algunos testimonios informan que se realizaban «salutacio­ nes a los astros» («célovat mesjac»). Véase B. A. Rybakov, JazyCestvo drevnij slatyanskij, Moscú, Nauka, 1981 [Paganismo antiguo eslavd. 15 Se trata del eclipse solar que se produjo el día 1 de mayo de 1185, y que fue visible en las tierras del Sur de Rusia. 16 La drutina era la guardia personal del príncipe. Sus miembros estaban muy interesados en las luchas intestinas por dos motivos esenÍGOR. - 2*

Cantar de la hueste de ígor’

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10. «¡Hermanos y mesnada! En verdad, es mejor morir que caer en la esclavitud. 11. ¡Montemos ya, hermanos, sobre nuestros rápidos cor­ celes para ver el azul Don!». 12. El ardiente deseo consumía la razón del príncipe, y por su pasión de ver el gran Don fueron destruidas sus ban­ deras. 13. «Quebraré una lanza — dijo ígor’— con vosotros, hijos de Rusia, en la vanguardia del campo polovcano; o moriré en la contienda, o con mi yelmo beberé del Don».

MÁS SOBRE LA GESTA DE ÍGOR1Y LOS CANTARES DE ANTAÑO. LOS HERMANOS: ÍGOR’ Y VSÉVOLOD

III 14. ¡Oh Boján, ruiseñor de los viejos tiempos! Ojalá con tu trino hubieses celebrado a estas huestes, revoloteando, ruiseftorcito, por el árbol de tu pensamiento, volando con tu inge­ nio bajo las nubes, tejiendo elogios alrededor de nuestros tiempos, yendo por la senda troyana 17 a través del campo hacia las montañas. 15. Así hubieras entonado este cantar sobre la gloria de ígor’, nieto de Oleg: 16. «No es una tempestad lo que ha conducido allende los vastos campos a los halcones, ni por la que las chovas en bandada vuelan hacia el gran Don».

dales: la obtención de botín y la de prerrogativas sociales, qué eran ma­ yores al servicio de un príncipe poderoso. Véanse N. U. Chadwick, The Beginnings of the Russia History, Cambridge, Cambridge University Press, 1940; y M. Vasmer, EtimologiCeskij Slovar’ russkogo jazyka, I-IV, Moscú, Progress, 1986 [Diccionario etimológico de la lengua rusá\. 17 Para K. Waliskewski se trata o de una referencia a las tierras del mítico zar Troján o a las conquistadas por el emperador romano Trajano; en K. Waliskewski, Littérature Russe, Armard Collin, París, 1900, pág. 32. Por su parte, R. Jakobson (1966) sostenía que se aludía a las tierras que antaño poblaron los troyanos.

Más sobre la gesta de ígor’

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17. ¡Oh, quizá, adivino Boján, nieto de Velés 18, así debe­ rías haber cantado: 18. «Los caballos relinchan en el Sula19, suena la gloria en Kíev, las trompas resuenan en Nóvgorod, se alzan las ense­ ñas en Putilv; ígor’ espera a su amado hermano Vsévolod»20. 19. Y le dijo Vsévolod, uro furioso21: 20. «¡Mi único hermano, mi única luz radiante, eres tú ígor’! ¡Ambos somos hijos de Svjatoslav!22. 21. ¡Ensilla, hermano, tus veloces caballos! 22. Los míos ya están preparados cerca de Kursk23, de an­ temano han sido ensillados. 23. Y mis gentes de Kursk, bregados guerreros, han sido arropados al clamor de las trompetas, entre yelmos acuna­ dos, y nutridos por las puntas de las lanzas. 24. Los caminos y barrancos les son conocidos, los arcos tienen tensados, los carcajs abiertos, los sables afilados.

18 Sobre este dios véase M. Gimbutas, «Ancient Slavic Religión: A Synopsis», en To Honor of Román Jakobson: Essays on the Occasion of bis Seventienth Birthday; I, La Haya-París, Mouton and Company, 1966, 738-759. ~ 19 Este río es un afluente de la margen izquierda del Dniéper, en la región de Perejaslav. Sema para marcar los confines de la estepa donde acampaban los polovcanos. Véase N. Barsov, Materialy dija istoriko-geografídeskago slovarja Rossii, Vilna, v Tipografii A. Sykina, 1865 (Slavic Printings and Reprintings, La Haya-París, Mouton and Company, 1970) [Materialespara un diccionario ruso histórico-geográficdi. 20 Vsévolod SvjatoslaviC, hermano de ígor’. Fue príncipe de Turov y de Kíev y falleció en 1196. 21 El uso del epíteto «uro furioso** contribuye a apreciar los contac­ tos culturales entre el mundo escandinavo y el ruso. Se produjo en el ruso antiguo una confluencia lexemática entre el apelativo «tur”»y el antropónimo «Tur», adaptación nisa del escandinavo Tor, documentado co­ mo nombre de pila («Tur”» o la variante «Turjak”») en la Povest’ vremmenykh lét, 6605 (1097) y en la épica serbocroata («Ture Vlahihe») y como patronímico («TuroviC») en la ípatevskaja létopis, 6716 (1208). Véa­ se H. Sumcov, «Tur v narodnoj slovesnosti», Ktevskaja Starina 72, aprel’, 1887. [«El uro en elfolclore ruso-]; y A. Contreras Martín (1990). 22 Se trata de Svjatoslav Ol’goviC, príncipe de Nóvgorod-Seversky. De su matrimonio con Katerina nacieron ígor’ y Vsévolod. 23 Ciudad situada a orillas del río Sejm.

Cantar de la hueste de ígor’

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25. Corren como lobos libres por el campo; buscan para sí el honor, y para el Príncipe la gloria»24.

LA ALGARA RUSA. MALOS AGÜEROS

IV 26. Y entonces el príncipe ígor’ afirmó su pie en el estribo de oro y cabalgó por campo abierto. 27. El sol con su sombra le impedía marchar. 28. La noche, gimiendo, les anunció la tempestad, a las aves despertó, y un silbido desgarrador rodeó a las tropas. 29. Div25 grita desde la copa de un árbol; alerta a las tie­ rras desconocidas: el Volga, Pomerania, la región del Sula, Suroz26, y Korsún27, y a ti, ídolo de Tmutarakan’ 28. 24 Véase J. M. Lotman (1967), cf. nota 6. 25 Div es un ave, cuya procedencia resulta difícil determinar. Así, mientras que según R. Jakobson (1966) esta figura mitológica procede de la mitología irania, L. Léger la explica a partir de la Midrashín, en L. Léger, «Esquisse sommaire de Mythologie SIave», en Novelles études slaves, París, E. Leroux, 1886, 249-276. 26 Es la región de la ciudad de Sudak en Crimea. El prestigio ad­ quirido por esta ciudad dio lugar a que durante largo tiempo tanto el Mar de Azov como el Mar Negro fuesen conocidos como Mar de Suro2 o de Sudak. 27 La antigua ciudad de Quersoneso, situada en las tierras de Cri­ mea. 28 Principado ruso localizado en la península de Tamán, que se de­ sarrolló sobre las ruinas de la antigua colonia griega de Hermokassa, fundada en el siglo VI a. de J. C. Tras ser la capital del imperio kházaro, cayó bajo el dominio de los príncipes rusos en el siglo XI; y en 1111, pasó a manos de los polovcanos. Véanse A. A. Stokes, «Tmutarakan’», The Slanovic and East European Review 38 (1960), 499-514; y M. I. Uspenskij, Quelques donées historiques sur le Slovo d ’Igor’ et Tmutorokan \ p a r M. 1. Uspenskij, (1866-1942). Traduction frangaise et textes russes avec pieces complémentaires et appendices par A. Manzon et M. Laran, París, Instituí d’Études Slaves de l’Université de París, 1965. El ídolo al que se hace' referencia es una estatua dedicada a la diosa Afrodita, co­ mo lo ha demostrado el estudio e interpretación del friso encontrado en las ruinas del templo erigido en su honor.

La victoria rusa

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30. Y los polovcanos por caminos intransitados galoparon hacia el gran Don; sus carros chirrían a medianoche como cisnes en desbandada. ¡ígor’ conduce a sus guerreros hacia el Don! 31. Y ya, ante su desgracia los pájaros se ocultan entre las nubes; la tempestad auguran los lobos en los barrancos; las águilas con su griterío convocan a las fieras para devorar los huesos; las zorras ladran a los escudos escarlata. 32. ¡Oh tierra rusa, tú ya estás tras la colina!

LA VICTORIA RUSA

V 33. Larga es la noche, se despereza el alba. 34. La aurora, muy de madrugada, luce; sobre los campos aún se extiende la niebla. 35. El trino de los ruiseñores se ha adormecido, y se ha despertado el croajar de las chovas. 36. Con sus escudos escarlata, los hijos de Rusia cortaban los vastos campos; buscaban para sí el honor, y para el Prín­ cipe la gloria. VI 37. El viernes29, muy de mañana, se enfrentaban a las páganas huestes polovcanas, y se esparcían como flechas por la estepa, raptaban a las bellas doncellas polovcanas, y con ellas, brocados y ricos rasos. 38. Con los b u rk a 50, con las capas, con las pieles, con pa­ labras, promesas y toda suerte de adornos polovcanos empe­ zaban a tender puentes sobre los pantanos y las ciénagas.

29 El 4 de mayo de 1185, es decir, el cuarto día de la campaña de ígor’. 30 Los famosos burka, capotes de fieltro del Cáucaso.

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Cantar de la hueste de ígor’

39. ¡Una vara púrpura y un gonfalón blanco, un pendón escarlata y una empuñadura de plata31, para el valiente hijo de Svjatoslav!

PRESAGIOS DE LA DERROTA RUSA

VII

40. Dormita en la estepa el bravo nido de O leg32; lejos ha volado. 41. ¡No fue engendrado para que le afrentase el halcón, ni el gavilán, ni tú cuervo negro, pagano polovcano! 42. G z a 33 huye como un lobo gris, Kon, en L. A. Dimitrev-D. S. LikhaCév-I. M. A. Salmina (1976) [«¿Quién es el Borís VjaCeslaviC del Cantar de la hueste de ígor?^.

Cantar de la hueste de ígor'

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63. Desde ese mismo lugar, Svjatopolk46 envió hacia Kíev, hacia Santa Sofía47, entre dos caballos ambladores húngaros, a su padre muerto. 64. Entonces, en el tiempo de Oleg Gorislavic? sembráron­ se y florecieron las guerras intestinas, fueron destruidos los bienes del nieto de DaZbog48, las discordias de los príncipes hacían disminuir la edad de sus hombres. 65. Entonces, en la tierra rusa raramente se gritaban los labradores, pero a menudo graznaban los cuervos, y se re­ partían los cadáveres; mientras las chovas con su bullicio se preparaban, según dicen, para volar hacia el festín. 66. Así sucedía en aquellas luchas y campañas, pero de una batalla como ésta nunca se oyó: desde primeras horas de la mañana hasta el anochecer, desde el anochecer hasta el amanecer, vuelan las flechas afiladas, retumban las espadas contra los escudos, crujen las lanzas francas. 67. En la estepa desconocida, en medio del país polovcano, la tierra quedó ennegrecida bajo las pezuñas, sembrada de huesos, regada por la sangre, y creció la pena en la tierra rusa.

DERROTA DE ÍGOR’

XII 68. ¿Qué es ese ruido, qué es lo que he sentido?

46 Se trata de Svjatopolk IzjaslaviC, nacido en 1059. Fue príncipe de Polock (1069-1070), de Nóvgorod (1078-1088), de Turov (1088-1093) y Gran Príncipe de Kíev (1093-1113), año de su muerte. Emprendió nu­ merosas campañas junto con otros príncipes rusos contra los polovca­ nos. El padre de Svjatopolk, Izjaslav JaroslaviC, participó en la batalla de NeZatin acompañado de su hijo Jaropolk, y no dé Svjatopolk, en la que pereció (1 de noviembre de 1078). 47 La iglesia de Santa Sofía en Kíev comenzó a construirse en tiem­ pos de Jaroslav el Sabio (1077), y sus trabajos continuaron hasta 1100. 48 Véase M. Gimbutas (1966), cf. nota 18.

Derrota de ígor *

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69. Justo antes de la aurora, ígor’ se ha aprestado a dirigir a su hueste hacia la estepa, acongojado por su amado her­ mano Vsévolod. 70. Pasó un día, transcurrió otro, y al tercer día, hacia el mediodía, cayeron los estandartes de ígor’. 71. Aquí, a orillas del rápido Kajalí, se separaron los her­ manos. 72. Aquí, se agotó el vino sangriento49. 73. Aquí, los valientes hijos de Rusia concluyeron el fes­ tín 50, dieron de beber a los consuegros, y ellos mismos pere­ cieron por la tierra rusa51. 74. Se marchita la hierba de pena, y los árboles doloridos se doblegan hacia la tierra. 75. Y he aquí que ha llegado, hermanos, la época triste. He aquí que el páramo ha enterrado el poder. 76. Se ha alzado la Afrenta52 contra los nietos de DaZbog, ha penetrado como doncella en la tierra troyana; ha agitado sus alas de cisne en el mar azul, junto al Don, y con su cha­ poteo ha despertado los pestilentes tiempos de las discordias. 77. No más victorias para los príncipes sobre los paganos, porque el hermano al hermano le dijo: «esto es mío y aquello

49 Se trata de una metáfora, cuyo significado glosamos a continua­ ción: la sangre de los caídos es el «vino» (a imitación de la Eucaristía), y el sacrificio de los rusos, un «banquete»; pero son los parientes paganos («svaty», v. 73), los polovcanos, quienes se benefician. Los hijos de Rusia son inmolados de ese modo por su propia madre. 50 Los «consuegros» («svaty») Son los polovcanos con los que ígor’ se halló emparentado, pues su hijo Vladímir se casó con una polóvcana, hija del gran khan KonCak, durante la prisión que siguió a la derrota del príncipe. El matrimonio se celebró en 1187, y se dio un banquete al que debieron asistir los «svaty». Véanse los versículos 206 a 208. 51 A. Di Bello opina que es anacrónico traducir este sintagma co­ mo «hijos de la Rus’», por el uso rarísimo de «Rus’» con valor de «tierra» en el siglo XII, momento de la composición del Cantar. Véase A. Di Be­ llo, Ilform arsi del concetto d i«patria- neíVantica Rus (Tesi di Laurea), Bolonia, Istituto de Glottologia, 1987. 52 Sobre la personificación de la Afrenta («Obida») como una virgen destructora en la tradición bizantina, véase S. S. Averincev (1977), cf. nota 6 de la Introducción. ÍGOR. - 3

Cantar de la hueste de ígor’

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también»; y comenzaron los príncipes a hablar de las cosas pequeñas: «he aquí, según dicen, lo grande», y ellos mismos sobre sí forjaron la discordia. 78. Y los paganos de todas partes llegaban a la tierra rusa, precedidos de sus victorias.

LA DERROTA DE ÍGOR’ Y LA ANTIGUA GLORIA DE SVJATOSLAV XIII

79. ¡Oh, qué lejos ha llegado el halcón, hasta el mar, y abatido a las aves! 80. ¡Y no poder resucitar a la valiente hueste de ígor’! 81. Tras él, ha vociferado la pena, y el llanto se ha exten­ dido por la tierra rusa. 82. Avivando las brasas en un cuerno flamante53, las mu­ jeres rusas se lamentaban: 83. «En verdad, a nuestros estimados y bellos esposos ni con la imaginación hemos de imaginarlos, ni al pensamiento han de volver, ni con nuestros ojos podremos verlos y ni el oro ni la plata haremos tintinear». 84. Y rompió a llorar, hermanos, Kíev de pena, y Chernígov de infortunio. 85. La tristeza se extendió por la tierra rusa; la corrosiva pena fluyó por sus entrañas. 86. Y los mismos príncipes sobre sí habían forjado la dis­ cordia. 87. Y los paganos, victoriosamente, entraban en la tierra rusa y tomaban como tributo una piel de cada casa. 88. Ya que, ígor’ y Vsévolod, los dos valientes hijos de Svjatoslav54, el terrible, el grande, el de Kíev, han desperta­ 53 Este acto forma parte del ritual funerario conocido como «prosvuti». Véase S. Kotljarevky, Potniki pokhoronye slavjanskikh jazeskikh, Moscú, 1868 [Lospequeños funerales en las lenguas eslavas]. 54 Svjatoslav III, Svjatoslav Vsévolodifc, Gran Príncipe de Kíev, mu­ rió en 1194. Se le califica de «padre» de sus primos, ígor’ y Vsévolod, al ser el miembro de más edad y prestigio de la casa de Kíev.

El sueño de Svjatoslav

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do, de nuevo, la fuerza del demonio, que su renombrado pa­ dre había domeñado y amedrentado. 89. Con sus poderosas huestes y sus espadas francas él, Svjatoslav, había caído sobre la tierra polovcana; hollado co­ linas y barrancos, enojado a ríos y lagos, secado torrentes y pantanos, y al pagano Kobjak de Lukomor’ había arrancado de las férreas tropas polovcanas como un rémolino, y lo ha­ bía hundido en la ciudad de Kíev, en la sala de la guardia de Svjatoslav55. 90. Aquí los alemanes y venecianos, aquí los griegos y los moravos cantan la gloria de Svjatoslav; y reprochan al prínci­ pe ígor’ que arrojase la abundancia al fondo del Kajalí. El río polovcano con el oro ruso se ha llenado. 91. Aquí pasó el príncipe ígor’ de su silla de montar de oro a la silla de montar de un siervo. 92. Han enmudecido las fortalezas de las ciudades y de­ caído la alegría.

EL SUEÑO DE SVJATOSLAV

XIV 93- Y a Svjatoslav le pareció haber tenido un sueño agi­ tado. 94. «En Kíev, en las montañas, esta noche desde el atarde­ cer, cubríanme — dijo— con una mortaja negra en u a lecho de tejo. 95. Escanciábanme vino azul, mezclado con amargura.

55 Se hace referencia a la campaña emprendida por Svjatoslav III contra los polovcanos el año 1184, acompañado de otros príncipes. Du­ rante esta expedición fue capturado el khan Kobjak, quien, tras ser tras­ ladado como prisionero a Kíev, fue ajusticiado en la sala del trono del príncipe.

Cantar de la hueste de ígor'

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96. Arrojábanme grandes perlas56 sobre el pecho con las vacías aljabas de los infieles pechenegos57. 97. Rodéanme de tranquilidad y cuidado, mientras yo, el Príncipe, estoy en mi torre de dorada bóveda, donde falta la viga maestra. 98. Toda la noche desde el ocaso, sombríos cuervos lan­ zaban graznidos. 99. En el llano de Plesensk58 encontraba un trineo59, y lo transportaban hacia el mar azul».

NOTICIAS DE LA DERROTA

XV 100.

Y los boyardos60 dijeron al príncipe:

56 Soñar con perlas era anuncio de penas y llantos; véase A. N. Afanasíev (1865), cf. nota 4. 5/ Con este gentilicio se nombraba a un pueblo mongol, extermi­ nado en el siglo XIII, que habitaba en la región de Crimea. Véase S. A. Pletneva (1958), cf. nota 10. 58 Era una ciudad situada en los altos del río Bug. Restos de la an­ terior ciudad han sido hallados. Durante el siglo XII fue un importante centro económico y una renombrada ciudad. Después de la invasión tártara en el siglo XIII, quedó destruida. Véase M. P. Kumera, «Drevnij Plisnesk», Arkheologicni pamjaty, SSSR,vol. 12, Kíev, Nauka, 1962 [La antigua Plisnes®. > 59 El ritual de los trineos tenía en los ritos funerarios de la antigua Rusia una notable importancia. El trineo como medio de transporte del difunto se halla atestiguado en numerosas obras. Así, en la Recopilación de San Silvestre (S. XIV) al pie de una miniatura aparece la inscripción: «Se lleva a San Borís para su entierro». Esta tradición aún pervivía en el siglo XVI. Esta imagen con el significado de «acercamiento a la muerte» es la misma que la documentada en la Povest*vremennykh lét al narrar la muerte de Vladímir Monómaco (año 6604) (1096). 60 Los boyardos ocupaban la posición más destacada en la admi­ nistración y gobierno de un principado. El surgimiento de los boyardos se remonta a los tiempos de la desintegración de las uniones de los li­ najes eslavos (siglos VI-XI). En el período de las guerras intestinas, del que nos habla el Cantar; desarrollaron un inmenso poder que consi­ guieron mantener hasta el reinado de Iván IV, el Terrible (s. XVI). Véase

Noticias de la derrota

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101. «¡Ya, oh Príncipe, la aflicción se ha adueñado de la razón! 102. Pues, dos halcones han volado desde el dorado tro­ no paterno: o para tomar la ciudad de Tmutarakan’, o para beber con sus cascos del Don; empero, los halcones tienen las alas cortadas por los sables paganos y a ambos han carga­ do con férreas cadenas. 103. Pues, hübo tinieblas al tercer día; los dos soles extin­ guiéronse, los dos pilares de púrpura se apagaron y en el mar se hundieron, y con ellos dos jóvenes lunas crecientes61. 104. Así en el río Kajalí las tinieblas a la luz se impusie­ ron. 105. Por la tierra rusa se diseminaron los polovcanos cual camada de guepardos62, con audacia se han extendido hasta los límites de los hunos. 106. Ya la injuria cayó sobre la alabanza. 107. Ya la esclavitud ensució la libertad. 108. Ya Div se precipitó sobre la tierra. 109. Y he aquí que las hermosas doncellas godas63 canta­ ban en la orilla del mar azul; haciendo sonar el oro ruso, cantan el tiempo tormentoso, rítmicamente glorifican la ven­ ganza de Sarokán64. 110. Y nosotros ya, mesnada, carecemos de alegría».

O. V. KljuCevski, Istorija soslovij v Rosij, vol. 6, Moscú, SoCíneija, 1959 [Historia de los estamentos sociales en Rusia]. 61 Las dos jóvenes lunas son Vladímir IgoreviC y Svjatoslav VsevolodicT. 62 A la onza asiática, chita o guepardo («Acynonyx venaticus») se le atribuyó una agresividad y ferocidad desmesuradas, durante la Antigüe­ dad y la Edad Media. Los aristócratas de esas regiones las utilizaban co­ mo animales de presa. 63 Se refiere a lós habitantes de origen germano que habitaban en la Península de Tamán. Se dedicaban especialmente al comercio con los polovcanos, y es evidente que una derrota rusa les beneficiaba, pues se debilitaban sus competidores. 64 Abuelo del khan polovcano KonCak, derrotado y muerto por los rusos en 1107. De su nombre deriva el de la ciudad de Sarukán, ubica­ da en el Seversky-Donec cerca de las ciudades de Chuguev e Imiev.

Cantar de la hueste de ígor’

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EL LAMENTO DE SVJATOSLAV

XVI 111. Entonces, el gran Svjatoslav 65 musitó una palabra de oro, mezclada con lágrimas, y dijo: 112. «¡Oh vosotros, hermanos e hijos míos, ígor’ y Vsévo­ lod! Temprano empezásteis a destruir la tierra polovcana con las espadas, y a buscar vuestra gloria; pero no fue honrosa vuestra victoria, pues deshonestamente derramásteis vuestra sangre honesta. 113. Vuestros valientes corazones estaban forjados de du­ ro acero franco, y templados con osadía. 114. ¿Así habéis satisfecho mis canas de plata? 115. Ya el poder de mi hermano Jaroslav66, poderoso, rico y longevo no se muestra con sus nobles de Chernígov, ni con sus mogutos, ni con sus tratanos, ni con sus Selbires, ni con sus topCakos, ni con sus revugos, ni con sus olberes67. Ellos que sin escudos, con sólo cuchillos en sus botas, con ululos vencen a las huestes, y hacen sonar la gloria de sus antepasados. 116. Pero ambos dijisteis: nos batiremos solos, consegui­ remos la gloria, entre los dos igualaremos toda la pasada. 117. ¿Pero, en verdad, no es una maravilla, hermanos, que un anciano rejuvenezca? 118. Si el halcón atrapa al vuelo un ave, y en lo alto la abate, no deja que ultraje sti nido.

65 Svjatoslav II de Kíev, hijo de Vsévolod Ol’goviC, Gran Principe de Kíev de 1176 a 1195. 66 Jaroslav VsevolodiC, Príncipe de Chernígov. Participó en la cam­ paña de ígor’. Se le conocía como Jaroslav, el Longevo, ya que alcanzó una edad muy avanzada, debido a la prudencia que siempre mostró a la hora de realizar acciones guerreras. 67 Nombres de tribus turcas que habitaban en las costas meridiona­ les rusas, en Crimea. A menudo, ofrecían sus servicios a los príncipes rusos.

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Llamada a lospríncipes rusos

119- ¡Pero he aquí el Mal, y los príncipes no acudirán en mi ayuda!».

LLAMADA A LOS PRÍNCIPES RUSOS

XVII

120. Los malps tiempos han llegado. 121. ¡Oíd! Las gentes de Rím 68 gritan bajo los sables po­ lovcanos, y caen los golpes sobre Vladímir69. 122. ¡Pena y tristeza para el hijo de Gleb! XVIII

123. ¡Oh príncipe Vsévolod!70. ¿No te gustaría volar desde lejos para defender el dorado trono paterno? 124. Sí, tú puedes vaciar el Volga con tus rem os71, y el Don con tus cascos. 125. De hallarte aquí, uro, una polaca72 valdría una nogata y un esclavo una rezana 73. 68 Ciudad situada a orillas del Sula. 69 Volodímir o Vladímir GleboviC (1157-1187) era descendiente de Vladímir Monómaco y sobrino de Jurij Dolgorukij. Además, era cuñado de Vsévolod SvjatoslaviC, el hermano de ígor’. Fue gravemente herido en el transcurso de la defensa de su ciudad, Perejaslav, al ser atacada por los polovcanos. 70 Vsévolod III JureviC, Gran Príncipe de Suzdal’ (1154-1212). Go­ bernó durante cincuenta semanas el trono de Kíev en 1174; tras este pe­ ríodo fue aprisionado y obligado a renunciar al trono de Rjurik Rostisla­ viC de Smolensk. 71 Alusión de carácter hiperbólico al poderoso ejército que en 1184 lanzó contra los búlgaros de Kuma, a orillas del Volga. 72 En el original se lee «Caga» y posee el valor de «polaca». Median­ te este término se pone de manifiesto la escasa consideración en que el pueblo ruso tenía a los polacos en la fecha de composición del Cantar. Téngase en cuenta que muchos polacos eran hechos esclavos en las fre­ cuentes correrías realizadas por los príncipes rusos, lo que provocaba una disminución de su valor en el mercado. 73 Los términos «nogat’» y «rezan’» son los nombres de unidades monetarias de poco valor y escaso aprecio. La equivalencia era la si-

Cantar de la hueste de ígor’

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126. Ya que tú eres capaz de lanzar a las auténticas lan­ zas, los intrépidos hijos de G leb74, cual flechas sobre la tierra firme. XIX 127. ¡Vosotros, bravos Rjurik y Davyd! ¿No fueron los vuestros, bajo yelmos dorados, quienes nadaron en sangre?75. 128. ¿No fue vuestra valiente mesnada la que bramó como uros heridos por sables templados en terreno innoto? 129. Afirmad, ¡oh señores!, el pie en el estribo dorado por la afrenta de nuestro tiempo, por la tierra rusa, por las heri­ das de ígor’, ¡el valiente hijo de Svjatoslav! XX

130 . ¡Oh Jaroslav Osmomysl de Galizia!76. Tú estás senta­ do muy alto en tu trono de oro; contienes las montañas hún­ garas 77 con tus rudos guerreros, cortas el camino al R ey78, cierras las puertas del Danubio; tu pétrea espada sostienes por encima de las nubes; dictas justicia hasta el Danubio. guíente: 1 nogata equivalía a 2’5 rezana, y una nogata debía valer 1/50 grivna. Nótese que un caballo de guerra podía costar 40 ó 60 esclavos, pero aquí alcanza la cifra de 100 ó 150 esclavos. /4 Son los hijos de Gleb RostislaviC de Rjazan (fll7 6 ): Vladímir GleboviC de Pronsk y Vsévolod GleboviC. 75 Son los hijos de Rostislav MstislaviC de Smolensk (11168): Rjurik RostislaviC, príncipe de Bélgorod (fl215) y Davyd RostislaviC, príncipe de Smolensk (fl 197). 76 Jaroslav VladímiriC Osmomysl, príncipe de Galizia. En 1150, se casó con Olga Jurevna, la hija de Juri Dolgorukij, con quien tuvo a Evfrosinja Jaroslavna, la esposa de ígor’. Mantuvo duros e intensos comba­ tes con los boyardos de su principado y con los príncipes de Kíev: Izjaslav MstislaviC e Izjaslav DavydoviC (1158-116}). Tuvo excelentes relaciones con los príncipes polacos y con el rey de Hungría. El califica­ tivo de «Osmomysl» significa literalmente «hombre de ocho pensamien­ tos», por reunir este príncipe todas las cualidades que se señalan en la paráfrasis de la adaptación al eslavo de la obra de Evagro Póntico, Tra­ tado de los ocho pensamientos. 77 Los Cárpatos. 78 Se refiere al rey («korolev») de los húngaros, Bela III.

Llamada a los príncipes rusos

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131. Tus embestidas se extienden sobre las tierras; abres la puerta de Kíev; derribas desde el dorado trono paterno a los sultanes extranjeros. 132. ¡Expulsa ya, señor, a Kondak, el siervo pagano, por la tierra rusa, por las heridas de ígor’, el valiente hijo de Svja­ toslav! XXI 133. ¡Y a ti, valiente Román y contigo Mstislav!79. El pen­ samiento audaz te llama a realizar una hazaña. 134. Con gran coraje, tú, te lanzas hacia un hecho de ar­ mas como el halcón, que planea sobre los vientos y con gran esplendor se arroja, ansioso de acometer a su presa. 135. Pues, ¡parece mentira! que llevéis alm ófares80 bajo yelmos latinos81, por los que temblaron la tierra y muchos pueblos: hunos, lituanos, jatvingos82, brodnikos83 y polovca­ nos han arrojado sus lanzas e inclinado sus cabezas bajo vuestras espadas francas. 136. Pero por ígor’, ¡oh Príncipe!, ya ha empalidecido la luz del sol, y los árboles dolorosamente han dejado caer sus hojas.

79 Román MstislaviC Volynskij, Gran Príncipe de Galizia (1170­ 1202); y Mstislav Nemoj JaroslaviC, príncipe de Peresopnica (fl226). Eran primos hermanos. 80 Traducimos «papersi» por almófares, pues se trata de un revesti­ miento guerrero de tipo occidental, formado por placas metálicas sobre cuero, típico de la Volynia, región situada en los confines de la tierra polaca. 81 Según S. N. Plautin son yelmos confeccionados en los territorios fronterizos del Sacro Imperio Romano. Véase S. N. Plautin (ed.), Slovo o polkú Igorevé, Ispravlenny] i neispravlennyj teksty, Perevod i primeCanija, PariZ, Iz. Russkago nauCnago pri Russkoj AkademiCeskoj gruppe v PariZi, Vypusk, núm. 1, 1958 [El Cantar de la hueste de ígor’, correccio­ nes y errores textuales del texto antiguo y notas]. 82 Los jatvingos era un pueblo letón que progresivamente fue ab­ sorbido por sus vecinos rusos, lituanos y polacos. 83 Era una tribu lituana de la que proceden los prusianos.

Cantar de la hueste de ígor'

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137. Han sido saqueadas las ciudades del Ros y del Sula. ¡Y no poder resucitar a la valiente hueste de ígor’! 138. ¡Oh Príncipe!, el Don te emplaza, y convoca a los príncipes a la victoria. 139. Los hijos de Oleg, príncipes valerosos, ya están pre­ parados para la batalla. XXII 140. Ingvar y Vsévolod84 y vosotros tres, hijos de Mstislav85, no sois de un mal nido, ¡halcones perdigueros de seis alas! Por afortunadas victorias habéis ganado vuestros patrimo­ nios. 141. ¿Dónde están vuestros cascos dorados, vuestras lan­ zas polacas y vuestros escudos? 142. ¡Cerrad las puertas a la estepa con vuestras agudas saetas, por la tierra rusa, por la herida de ígor’, por el valien­ te hijo de Svjatoslav! XXIII 143- Pues ya el gran Sula no fluye como la plata, y no hay alegría en la ciudad de Perejaslav86; y el Dvina87 con fango 84 Hijos de Jaroslav IzjaslaviC Luckij (fl 175). 85 Se hañ barajado varias interpretaciones al respecto. Según la ma­ yoría de los críticos se trata de Román Volynski, Gran Príncipe de Gali­ zia (1170-1202), Svjatoslav Brest’evskij y Vsévolod Belzkij, hijos de Mstis­ lav II IzjaslaviC, Gran Príncipe de Kíev (fll70) y Agnes, hija de Bolestaw Bocatorcida de Polonia. Por su parte, B. A. Rybakov proporie que son Davyd, Vladímir y Mstislav Udaloj, el Temerario (fl228), hijos de Mstis­ lav Khabryj, el Valiente, príncipe de Smolensk (fl 178); en B. A. Ryba­ kov, Iz istorij KuVtury drevnei Rusi, Issledovanija i zametki, Moscú, Izd. Moskovskogo Universiteta, 1970 [Sobre historia de la cultura de la anti­ gua Rusia]. 86 Fortaleza construida por Vladímir, el Santo, en el 993, para de­ fenderse de los pechenegos. Estaba situada al sudeste de Kíev. La ciu­ dad fue atacada, tras la derrota de ígor’. 87 Este río marcaba los límites territoriales del Principado de Po­ lock y Lituania. Las tierras noroccidentales eran un lugar en que cons-

Llamada a los principes rusos

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corre rápidamente por las tierras de las temidas gentes de Polock bajo los gritos paganos. 144. Sólo uno, Izjaslav88, hijo de Vasil’k ó 89, ha hecho so­ nar sus afiladas espadas contra los cascos lituanos; ha des­ truido la gloria de su abuelo Vseslav90, quien, bajo los escu­ dos escarlata, cayó abatido por las espadas lituanas sobre la hierba ensangrentada como sobre su amado lecho. 145. Ya, tiempo antes, había profetizado Boján: 146. «Tu mesnada, Príncipe, ha sido cubierta por aves ala­ das, y las fieras han lamido su sangre». 147. No estaba aquí tu hermano, Brjadislav91, ni el otro, Vsévolod; estabas solo y dejaste caer de tu bravo cuerpo tu alma de perlas por entre tu collar de o ro92. 148. Enmudecieron las voces, disminuyó la alegría, y tan sólo sonaron las trompetas de Gorodénsk93. tantemente se producían confrontaciones entre los rusos y los pueblos baltos. 88 Izjaslav Vasil’koviC, príncipe de Vitebsk. Ocupó el trono de Po­ lock. Murió en 1185. 89 Vasil’kó SvjatoslaviC, príncipe de Polock. En 1129, cayó prisione­ ro de Mstislav I VladímiriC, Gran Príncipe de Kíev, quien lo envió a Bizancio. Con ayuda de los polovcanos, en 1132, recuperó el trono de Kíev. Después, en 1138, perdonó y rindió honores a Vsévolod MstislaviC, que se encontraba preso en la ciudad. En 1143, el príncipe Svjatoslav VselodoviC se casó con la hija de Vasil’kó y pasó a ser regente de Polock. 90 Vseslav Vasil’koviC, príncipe de Polock desde 1161. En 1165, fue expulsado del trono de Polock, tras varios años de luchas intéstinas. Huyó a Vitebsk junto a Davyd RostislaviC, quien lo devolvió a Polock. En 1175, recuperó el trono y consiguió el de Vitebsk. Gobernó en am­ bos principados hasta su muerte (1180). 91 BrjaCislav Vasil’koviC, príncipe de Polock (tll80). Vseslav VasilkoviC, su hermano, murió el mismo año. 92 Esta metáfora, cuya tradición arranca del Nuevo Testamento, fue interpretada en el siglo XI por el exegeta bizantino Teofilacto de Bulga­ ria, y la dotó del significado que aquí posee: «Sólo aquel que es posee­ dor de perlas y las tiene a menudo sobre su mano conoce el tesoro que tiene; los otros lo desconocen». 93 R. Jakobson (1966) opinaba que se trataba de la ciudad de Gorodec en la región de Minsk, lugar donde las tropas lituanas vencieron a las rusas en 1162. Sin embargo, L. Pacini Savoj la identificó con Grodno, es decir, Gercik. Véase L. Pacini Savoj (ed.), Slovo o polku Igoreve (Detto de la campagna di Igor), Nápoles, Pironti, 1946.

Cantar de la hueste de ígor’

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149. ¡Oh Jaroslav y todos los nietos de Vseslav! Ha llega­ do el tiempo de bajar vuestros estandartes, y de envainar vuestras espadas melladas. 150. Pues ya habéis caído de la gloria de vuestros antepa­ sados. 151. Pues con vuestras rencillas empezasteis a traer a los infieles a la tierra rusa, al hogar de Vseslav. 152. A causa de vuestras discordias se ha propagado la violencia desde la tierra polovcana por la tierra de Troya en el séptimo milenio94.

LA HISTORIA DE VSESLAV, EL PRÍNCIPE LICÁNTROPO

XXIV 153. ¿Echó suertes Vseslav95 por la doncella a la que ama­ ba?96. 154. Con artificio se abalanzó hacia Kíev, cabalgó hasta allí y con su lanza tocó el trono dorado. 155. Como una alimaña feroz, corrió desde Bélgorod97 hacia medianoche; mientras se consumía como una capa azul de nieve bajo la bruma. 156. Sabemos que tres veces le fue dado obtener el éxito y arrancar un pedazo de fortuna. Había abierto las puertas de Nóvgorod, y superado la gloria de Jaroslav98.

94 R. Jakobson (1966) interpretó este dato mediante la tradición bi­ zantina, según la cual en el séptimo milenio se produciría el fin del mundo. Por su parte, D. S. LikhaCév (1976) opina que el «séptimo mile­ nio de Troján» es el último de Rusia, dominada por el dios Troján, es de­ cir, por el paganismo. 95 Vseslav BrjaCislaviC, príncipe de Polock (f 1101). 96 El hecho principal de la vida de Vseslav fue su advenimiento al trono de Kíev, simbolizado por una doncella. 97 La fortaleza de Bélgorod. 98 Jaroslav, el Sabio.

La historia de Vseslav, elpríncipe licántropo

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157. Copio un lobo se lanzó hasta el N em iga" y pisó su corriente. Y he aquí que en el Nemiga hacen gavillas con las cabezas de los jefes y las trillan con cadenas de acero forja­ do; en la corriente ponen la vida, y trillan el alma del cuerpo. 158. Las riberas ensangrentadas del Nemiga con dolor fueron sembradas, sembradas con los huesos de los hijos de Rusia. 159. El príncipe Vseslav juzgaba a las gentes. Como tal gobernó las ciudades, y por la noche como un lobo rondaba; y desde Kíev hasta Tmutarakan’ llegaba antes del canto del gallo y como gran lobo100 cruzaba el camino antes de Khors101. 160. Por la mañana, tañían las campanas en Santa Sofía de Polock y, en Kíev, oía el son de maitines. 16 1. Y a pesar de poseer un alma encantada, que estaba en dos cuerpos102, a menudo el quebrantó padeció. 162. Sobre estas cosas Boján, el adivino, ya anteriormente un vaticinio prudente dijo: 163 . «Ni el artista diestro, ni el astuto, ni el pájaro habla­ dor del juicio, escaparán al Juicio de Dios».

99 El río Nenian o Niemen. A juicio de R. Poggoli se trata de un afluente del río SvisloC, en la región de Minsk. Véase R. Poggoli (ed.), Cantare della gesta di Igor’, Turín, Einaudi, 1954. 100 Sobre la leyenda de Vseslav, el Licántropo, véase M, Szeffel, «The Vseslav Epos», en R. Jakobson (1966), 301-368. El autor reproduce «La bylina de Vseslav» en págs. 363-368. 101 En la mitología eslava el culto al sol logró un desarrollo enor­ me. Véase M. Gimbutas (1966), cf. nota 18. 102 Con esta expresión el autor se refiere a la licantropía de Vses­ lav, pues su «alma» («duSa») era «de hechicero» («veSía») y se hallaba divi­ dida entre dos cuerpos. Puede tratarse de una alusión a los «úlfhedn^ir» (hombres con piel de lobo) o a los «berseker» de la tradición escandina­ va que eran capaces de metamorfosearse («hamrammar»). Esto pondría de relieve la influencia del universo cultural nórdico sobre el mundo ru­ so. No obstante, ya encontramos entre los dacios y tracios referencias a los hombres licántropos, en la Antigüedad eslava, lo que permite pensar en un fondo común indoeuropeo para el origen del fenómeno. Véanse G. Dumézil, El Destín du guerriére, París, PUF, 1969; y M. Eliade, De Zalmoxis a Gengis Khan, París, Payot, 1970.

Cantar de la hueste de ígor’

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LAMENTO DE LA TIERRA RUSA

XXV 164. ¡Oh, gime la tierra rusa y ruega por los tiempos pasa­ dos y por los antiguos príncipes! 165 A aquel viejo Vladím ir103 no se le hubiese podido acorralar en las montañas de Kíev. 166. Pero ahora sus enseñas son unas de Rjurik104, y otras de Davyd105, y sus bu nchuk ondean por separado. 167. Las lanzas cantan en el Danubio.

EL LLANTO DE JAROSLAVNA

XXVI 168. Por la mañana oigo la voz de Jaroslavna106, quien gi­ me hacia la tierra desconocida como un cuclillo: 169. «Volaré como el cuclillo — dice— por el Don abajo107. 170. Mojaré mi manga de castor en el río Kajalí. 171. Por la mañana limpiaré al príncipe las sangrantes he­ ridas de su fornido cuerpo». 172. Al alba, en Putilv, Jaroslavna llora en la muralla de la fortaleza y se lamenta: 173- «¡Oh viento, viento terrible!, ¿por qué, Señor, furiosa­ mente soplas? 174. ¿Por qué con tus despreocupadas alas arrojas las fle­ chas contra los guerreros de mi amado? 103 Vladímir Monómaco. 104 Rjurik Rostislavií (fl215) conquistó siete veces el trono de Kíev y siete veces lo perdió. Era sobrino de Vladímir Monómaco. 105 Davyd RostislaviC (fll97), príncipe de Smolensk. 106 patronímico de Evfrosinija, hija de Jaroslav Osmomysl de Galizia, esposa de ígor’ Svjatoslavi
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