Annales: de la historia económico-social a la historia cultural Los saberes disciplinares tal como se habían organizado o rganizado a fines del siglo XIX aparecían como ineficaces para pensar lo social; era necesaria una firme integración de la historia a las ciencias sociales como lo habían proclamado en su momento Bloch y Febvre. Ya en esos años, sobre todo a partir de la crisis del 29, la economía había ganado peso en el campo de las ciencias sociales y el título de los Annales. Economía y sociedad así lo reflejaba. Pero sobre todo fueron los historiadores económicos de la New Economic History –Meyer, Fogel, Davis y North–, junto a los analistas de los ciclos económicos – Leontief, Rostow, Marczewski–, quienes tuvieron mayor influencia en la historia cuantitativa que permitía construir modelos cuantificables en la larga duración. Mediante el uso de técnicas econométricas, estadísticas y la moderna demografía histórica era posible reconstruir series de precios, movimientos de población, producción, circulación de mercancías, etcétera. También mediante el uso de hipótesis contrafácticas, que en su momento los historiadores habían cuestionado, como las formula Robert W. Fogel en Los ferrocarriles y el crecimiento económico de los Estados Unidos (1964), obra en la que trata de demostrar que aunque los ferrocarriles no se hubieran inventado, igualmente el Estado del norte se hubiese desarrollado gracias a la existencia de otras vías de comunicación, como las fluviales. La importancia de las variables económicas apareció reflejada en la obra maestra de la segunda generación de los Annales, escrita por su figura rectora: Fernand Braudel. En El mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II (1947) refleja tres momentos de la historiografía francesa en el largo proceso en que fue escrito, entre en tre 19231947. Al mismo tiempo, dichos momentos refieren a las tres imágenes sobre el mundo mediterráneo que componen la obra: la de sus constantes, la de d e sus tardos movimientos y la de su historia tradicional atenta a los acontecimientos acontec imientos y a los hombres. Descomponiendo así, sin integrar plenamente, el tiempo histórico en fenómenos de corta duración (historia política y diplomática), de mediana duración (que se corresponde con los procesos económicos y sociales) y de larga duración (que hace referencia a las relaciones del hombre con el medio geográfico). El prestigio de Braudel creció en estos años junto con el de Annales: su obra fue recibida con entusiasmo en Polonia, Italia, España, América Latina y, en menor medida, en el mundo anglosajón. Discípulo de Febvre, lo sucedió tras su muerte en 1956 en la dirección de la revista, que pasó a denominarse Annales. Économies, sociétés, civilisations. Mientras los historiadores identificados con ella pasaban a ocupar el centro del campo historiográfico francés, con cátedras en la Sorbona (Université Paris 1) (Université Paris 4) y el Collège de France, a las que se sumó la fundación de la VI sección de la École Practique de Hautes Études, convertida luego en École de Hautes Études en Sciences Sociales. En este contexto institucional, fue Ernest Labrousse, discípulo de d e Simiand, el que orientó los estudios en historia económica y social en una matriz cercana a la que había recomendado su maestro, y que tanto Bloch como Febvre se habían resistido a adoptar. Ello implicaba privilegiar la historia regional sobre la dimensión nacional, y la búsqueda de nuevas fuentes de las cuales extraer datos cuantificables que pudieran ordenarse en series. A partir de ellas se podría atender a variables tales como: salarios, precios, flujos
comerciales, etc., observadas en la larga duración y analizadas con relación a una estructura invariable respecto de la cual las crisis coyunturales son una referencia. La críes de l’économie française (1966), escrita por Labrousse durante la ocupación alemana, la monumental obra de P. Chaunu, Séville et l’atlantique (1955-60) en 12 volúmenes, y Les paysan de Languedoc (1966), de Emanuel Le Roy Ladurie, son algunas de las obras más emblemáticas de las orientaciones historiográficas inspiradas por la segunda generación de Annales. Entre fines de la década del 60 y comienzos de los 70 se va a producir un nuevo giro en la revista, esta vez comandado por la generación que se formó en la posguerra junto a Braudel y Labrousse: G. Duby, F. Furet, P. Nora, M. Aghulon, Agh ulon, J. Le Goff, E. Le Roy Ladurie y Marc Ferro. Estos tres últimos asumieron la dirección de la revista. Sin abandonar aband onar plenamente el análisis cuantitativo, se van a abocar a los problemas culturales y la historia de las mentalidades, retomando el camino de Bloch y Febvre. Asimismo, inician un diálogo con la antropología por la vía de Levi-Strauss y Cliford Geertz y valoran la obra inclasificable de Foucault junto a la de un historiador ajeno a los medios académicos, a cadémicos, Philippe Ariés, que en 1960 había publicado La infancia y la vida en el antiguo régimen. Un muestrario de la diversidad de temas, problemas, métodos y enfoques que caracterizan esta nueva historia lo ofrecen los tres volúmenes que conforman la obra dirigida por Jacques Le Goff y Pierre Nora, Hacer la Historia (1974) y el libro que coordinan el propio Le Goff junto a Revel y Chartier, La Nouvelle histoire (1978). Multitud de campos de estudios que contrastan con el programa más orgánico que habían esbozado Labrousse y Braudel: las mentalidades, el imaginario colectivo, las actitudes frente a la vida y la muerte, la brujería, el cuerpo y la enfermedad, la sociabilidad. Pero además retornos: la historia política, el acontecimiento, lo singular. Esta diversidad promovió, sino un abandono, sí un desplazamiento, no siempre explicitado, del proyecto de elaborar una historia total, lo que llevó a F. Dossé a definirla, de un modo excesivo, como historia en migajas. Paralelamente, en Italia se estaba produciendo el nacimiento de la microhistoria, cuyas influencias y los debates que provoca siguen teniendo peso hasta nuestros días1. Surge de un grupo reducido de historiadores que se habían integrado a la revista Quaderni Storici, fundada en 1966: Eduardo Grendi, Carlo Poni, Giovani Levi y Carlo Ginzburg. Precisamente Guinzburg logra con el El queso y los gusanos (1976) un producto renovador tanto de la historia social como de la historia cultural, además de ser un ejemplo de los aportes que el diálogo con la antropología podía ofrecer a la historia. Fundamentalmente cuando se adentraba en los problemas de la cultura popular. Así, el método de la reducción de escalas permitía atender a las historias individuales, las subjetividades y las prácticas p rácticas culturales, reconstruir redes de relaciones sociales concretas, cuestionar los métodos macrohistóricos y volver a redefinir la relación entre lo singular y lo general ALGUNAS CONDICIONES PARA SU APARICIÓN Gonzalo Paroy Villafuerte E. A. P. Historia Universidad Nacional Mayor de San Marcos
[email protected] […]pero tanto el uno como el otro no solo nos enseñaron que el historiador tiene por primera obligación ser sincero, sino que además nunca ocultaron que el progreso mismo de nuestros estudios se logra gracias a la contradicción necesaria entre las sucesivas generaciones de trabajadores. Por lo tanto, seré fiel a sus lecciones criticándolos con toda libertad, ahí donde lo crea útil, como espero que un día mis alumnos me critiquen a su vez. (Marc Bloch) Resumen: La escuela historiográfica de los Annales hubiera sido imposible en otro contexto, sin el aporte de numerosos intelectuales conocidos por Bloch y Febvre. El presente artículo recoge las condiciones que convergieron en la vida intelectual de los primeros annalistas, necesarias para su surgimiento, además de recorrer la historiografía “a derrocar”, para entender el porqué de un nuevo paradigma. Palabras clave: Escuela de los Annales, paradigma, historiografía, positivismo, annalistas. Abstract: The Annales school of historiography would have been impossible in any other context without the support of many intellectuals known like Bloch and Febvre. This article describes the conditions that converged in the intellectual life of the early Annales necessary for its emergence, in addition to touring the historiography "to overthrow" to understand why a new paradigm. Key Words: Annales´ School, paradigm, historygrafic, positivism, annalist. 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 2 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales INTRODUCCIÓN En la historiografía contemporánea, dos son los modelos enraizados en los centros universitarios: La escuela positivista y la escuela annalista francesa. El tema del trabajo está relacionado con la segunda escuela mencionada: los Annales franceses. Pero ¿cómo es que surgió esta escuela?, ¿cuáles fueron las condiciones para la “revolución”?, ¿contra quién o qué luchaba esta revolucionaria escuela? Por condición general, sabemos que nada puede surgir de la nada. Partiendo de ello, el estudio se encaminó a encontrar y conocer todo aquello que, de alguna u otra manera, ayudó, apoyó, influenció o convergió en la formación y surgimiento de esta importante escuela historiográfica. Con el fin de contestar las preguntas planteadas, la investigación busca dar cuenta sobre los antecedentes historiográficos, el contexto y los maestros, antecesores de los primeros dirigentes de la escuela de los Annales. En 1929 ocurrió otra revolución en Francia, pero ésta se disponía a derrocar y destruir el antiguo régimen historizante, positivista, acontecimental, que operaba (y dominaba) en la historiografía francesa y mundial. Francia era otra vez, el centro de una revolución, pero de índole científico-social. Por haber derrocado al antiguo régimen, al régimen incluso,
conservador, de la historia-relato, de la historia-hecho político, de la historia personaje importante; y darle vuelta a la forma de “hacer historia”, planteando nuevos paradigmas historiográficos; podemos conocerla (tal y como la llamó Peter Burke) La revolución historiográfica francesa. “Clío en Francia, tras vivir parasitariamente en la historia puramente comercial, en la historia mercancía, se encarna, sobretodo, en una escuela que ha conquistado una posición hegemónica: la escuela de Annales.”1 Sucedió que en un grupo de estudiosos, con Marc Bloch y Lucien Febvre a la cabeza, surgió la necesidad de tratar al estudio y la investigación histórica como la época lo merecía, como el contexto lo pedía, pues en todo Francia, en todo Europa, hubieron progresos en cuanto a la concepción del hombre, de la sociedad, y por tanto, también hubo progresos en la forma de estudiarlos y tratarlos. La escuela durkheminana de sociología, la escuela vidaliana de geografía, la proliferación de revistas, los diversos hechos económicos y sociales, convergieron junto a otros tantos factores, para la conformación de la escuela de los Annales. La época y el grupo de estudiosos necesitaban “propiciar el espíritu de la libre crítica, la iniciativa todos sentidos y difundir el conocimiento histórico a todos los ámbitos”.2 Los aportes e influencias de esta escuela-movimiento para la historiografía y la actual concepción de las Ciencias Sociales, son innegables. De los numerosos aportes, son estos los fundamentales: 1 François Dosse, La historia en migajas, pp. 8-9 2 Sofía Jacques y Raúl Rocha, “Los antecedentes culturales de la corriente de los Annales. Los fundadores” 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 3 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales a) El estudio interdisciplinario: Una causa principal del atractivo renovador de Annales y de su capacidad para permanecer largos años en la primera fila de la investigación histórica, es sin lugar a dudas la audacia e inteligencia con que cooperaron los nuevos historiadores con las ciencias sociales, logrando [...] federarlas alrededor de la historia.3 Como afirmó el mismo Lucien Febvre: Mezclaos con la vida. Con la vida intelectual, indudablemente, en toda su variedad. Sed geógrafos, historiadores. Y también juristas, y sociólogos, y psicólogos; no hay que cerrar los ojos ante el gran movimiento que transforma las ciencias del universo físico a una velocidad vertiginosa.4 La nueva escuela reforzó los lazos de la historia con las ciencias cercanas que concordaban (y concuerdan) en cuanto a su objeto de estudio. En el comité de redacción siempre cuentan con especialistas en las diversas disciplinas. Por ejemplo, cuando inició la revista, el comité de redacción incluía, además de especialistas en historia antigua y moderna, Albert Demangeon (geógrafo), a Maurice Halbwachs
(sociólogo), a Charles Rist (economista) y a André Siegried (especialista en ciencia política).5 b) El plantear el paradigma de la “historia problema” Proponen una historia guiada hacia un problema, la historia basada en un eje central-problemático se constituye más analítica, más crítica. Sustituye a la tradicional narración de los hechos. Hemos perdido todos o casi todos nuestros bienes materiales. Pero nada hemos perdido si nos queda el espíritu. Expliquemos el mundo por el mundo. Por la historia. Pero ¿qué historia? ¿La que “cuenta” la vida de María Estuardo? ¿La que proyecta “toda luz” sobre el caballero Eon y sus faldas? ¿La que durante cincuenta años estudia los dos últimos segmentos del cuarto por dos patas? Perdón, me confundo. ¡Pues bien, no! No tenemos tiempo. Demasiados historiadores, bien formados (eso es lo peor) [...] se dejan influir por las pobres lecciones de los vencidos del 70 [...] Hacen historia de la misma manera que tapizaban sus abuelas. Al puntillo. Son aplicados. Pero si se les pregunta el porqué de todo ese trabajo, lo mejor que saben responder, con una sonrisa infantil, es la cándida frase del viejo Ranke: “Para saber exactamente cómo pasó”. Con todo detalle, naturalmente.6 3 Ibidem 4 Lucien Febvre, Combates por la historia, p. 56 5 Peter Burke, La revolución historiográfica francesa, p. 28. En los capítulos posteriores del presente trabajo abarcaré a los representantes y aportes de las diferentes escuelas que influenciaron a lo hoy llamamos Annales. 6 Lucien Febvre, op. cit., p. 68 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 4 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales c) De la convergencia de estas dos características, resulta el estudio de todo el conjunto de actividades humanas. Y ya no primordialmente política. Con ello, los annalistes proponen una Histoire Totale o una Histoire Globale. Es decir, comprende la realidad, al hombre y la sociedad como una totalidad. Este estudio es posible con las aportaciones de otras ciencias fronterizas y por la dirección de este estudio hacia un problema. Ha nacido una nueva dimensión de la historia global como historia mundial, y son precisas nuevas tentativas de enfoques globales de la investigación de la enseñanza y la divulgación de la historia. Para lo cual hay que abandonar la fallida definición de los nuevos historiadores de la historia total, como un “horizonte utópico”, que sirvió de coartada para una historia cada vez más fragmentada.7 I.- Antecedentes historiográficos: La “historia a derrocar” La historiografía mundial ha pasado por numerosos modelos y vaivenes
acerca de cómo investigar y redactar la historia. Ha habido avances relativos, progresos, retornos a lo mismo y hasta retrocesos y estancamientos parciales. Para acercarnos a la historiografía que se buscaba derrocar, es necesario examinar cómo se ha ido construyendo la historiografía de la época, es decir: A fin de interpretar las acciones de estos revolucionarios nos es necesario sin embargo conocer algo del antiguo régimen, no podemos limitarnos a considerar la situación de Francia alrededor de 1900, cuando Febvre y Bloch eran estudiantes. Es menester que examinemos la historia de los escritos en el largo plazo8. 1.- Repaso del legado historiográfico de occidente Desde la época de los mitos y del “padre de la historia”, hasta la época positivista, (no podemos negar que en parte también hasta la actualidad), la historia que se ha escrito e impuesto ha sido siempre el “imperialismo” de la historia-política9. Derivando a lo más en sucesos militares, explicaciones divinas y mitológicas de sociedades y reyes divinos, crónicas monásticas o bibliografías de personajes “importantes”. Esto por que la historia era vista con fines pragmáticos, la historia estaba (y está) relacionada al poder. Se ha hecho (y se puede seguir haciendo) uso y abuso de la historia. 7 Carlos Barros, “La escuela de Annales y la historia que viene” 8 Peter Burke, La revolución historiográfica francesa, p. 15 9 Sino, recordemos a Herodoto: “para que el tiempo no abata el recuerdo de las acciones de los hombres, y que las grandes empresas acometidas, ya sea por los griegos, ya por los bárbaros, no caigan en olvido”. Esto es, la historia-suceso militar, en la Grecia antigua, dominaba toda la política. 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 5 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales De hecho, la historia-biografía imperó en la historiografía greco-romana y el providencialismo (la idea de un devenir del mundo preordenado por un Dios), también dominó en el mundo cristiano y en gran parte de la historiografía medieval. La historiografía renacentista llevó a la historia-política-pragmática a su apogeo, como Maquiavelo, asesor político por excelencia, plantea una teoría– justificación política basándose en ejemplos sacados de la historia. El método de las autoridades se vuelve método general, es decir se encuentra sustentación histórica para todo. Europa vio el primer esbozo de ciencia histórica recién con J. B. Vico, que si bien es cierto, dice que el principio es Dios, Vico considera el proceso histórico como un proceso `por el cual los seres humanos construyen sistemas de lenguajes, costumbres [pero también] leyes, gobiernos, etc..., o sea, que Vico piensa la historia como historia de la génesis y desarrollo de las sociedades humanas y sus instituciones.10 La mirada de sólo historia-política cambia a “historia de la génesis y desarrollo de las sociedades humanas y sus instituciones”. No fue bien recibida ya que la visión cartesiana de la ciencia aún estaba muy enraizada en el pensamiento de la época, pero “aquí tenemos por primera vez una idea completamente
moderna acerca de lo que constituye la materia de la ciencia histórica11. Esta historia política se ve en aprietos durante la Ilustración. Esta forma predominante de concebir la historia fue cuestionada. La influencia de la escuela empirista inglesa (de Locke a Hume)12 se desarrollaba ampliamente a mediados del siglo XVIII con Hume, Voltaire y los enciclopedistas a la cabeza: [...] numerosos escritores y estudiosos de Escocia, Francia, Italia, Alemania y otros países comenzaron a ocuparse de lo que llamaban la “historia de la sociedad”, una historia que no se limitara a tratar la guerra y la política sino que debía incluir las leyes y el comercio. la moral y las “costumbres” que constituyeron el foco de atención del famoso Essair sur les moeurs de Voltaire.13 Fue en esta época en que la mirada de lo meramente político, biográfico y militar cambió, desde autores como Edwar Gibbon (Decadencia y caída del Imperio Romano) que integró la historia sociocultural (recientemente estudiada) en una narración de sucesos políticos, hasta el viraje a la historia económica, característico del marxismo del siglo XIX. Llegados a esta época (mediados del siglo XIX e inicios del siglo XX) es necesario tratar 10 R. G. Collingwood, Idea de la historia, p. 71 11 Ibidem, p. 71 12 Véase R. G. Collingwood, Idea de la historia, pp. 70-82. Para este autor, la escuela inglesa constituyó el segundo ataque al cartesianismo. Vico habría sido el primero en defender a la historia y luego, atacar al cartesianismo. 13 Peter Burke, La revolución historiográfica francesa, p. 15,(Essair sur les moeurs: Ensayo sobre modales, obra de Voltaire). 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 6 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales [...] a las grandes curvas evolutivas, a las grandes líneas que dibujan el conjunto de los progresos que los estudios históricos han ido concretando a lo largo de este siglo XX. Lo cual conlleva también el hecho de centrar la atención, sobre todo, en las grandes transformaciones, en las modificaciones verdaderamente profundas que han ido redefiniendo de manera radical el quehacer historiográfico en este periodo del siglo XX.14 Como apunta Carlos Aguirre15 durante el largo siglo XIX (desde la perspectiva braudeliana, teoría de larga duración) hubieron cuatro etapas, cuatro paradigmas historiográficos: el primero se ubica en esa “coyuntura de 1848 a 1870, la coyuntura del nacimiento y primera afirmación del marxismo”16. Le sigue la hegemonía del mundo germano-parlante, que también podemos denominar “rankeana” o “positivista”, en auge en el periodo 1870 - 1929 aproximadamente. A esta historiografía es precisamente a la que se enfrenta Annales. Para Carlos Aguirre, Annales es el tercer momento de la historiografía contemporánea (1929-1968). Finalmente, el cuarto momento es [...] hija directa de las grandes transformaciones que 1968 ha traído en todos los mecanismos de la reproducción cultural de la vida social moderna y en la cual no existe
más ninguna hegemonía historiográfica, sino, por el contrario, una nueva e inédita situación de policentrismo en la innovación y en el descubrimiento de las nuevas líneas de progreso de la historiografía.17 2.- Historia “historizante”: historiografía positivista La hora de la revolución llegó cuando imperaba el positivismo. La llegada de la historia social, de la historia científica, no podía esperar más. Y contra ello fueron las estocadas annalistas. 2.1.- Positivismo La historiografía positivista busca una historia alineada con las ciencias naturales. Consistía en dos cosas: comprobar hechos y fijar leyes. Del intento de los historiadores en cumplir con el programa positivista, resulta el intento de querer comprobar todos los acontecimientos que estaban a su alcance. El resultado fue un enorme aumento de conocimientos históricos detallados, basados hasta un grado sin precedentes en el examen exacto y crítico de las pruebas históricas. 14 Carlos Aguirre, op. cit. p. 29 15 Véase “Tesis sobre el itinerario de la historiografía del siglo XX. Una visión desde la larga duración.”, En Carlos Aguirre, op. cit., pp. 27-42. 16 Ibidem, p.29 17 Ibidem, p. 29 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 7 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales Esta fue la época que enriqueció la historia con la recopilación de enormes masas de materiales cuidadosamente tamizados, como los expedientes de las nominas de reservas y franquicias: el corpus de inscripciones latinas; nuevas ediciones de textos históricos, y fuentes de todos las órdenes y el aparato entero de investigación arqueológica.18 El primer paso del programa positivista, en el caso de la historia, se daba al pie de la letra y casi a la perfección (comprobación de hechos), pero mientras más se dedicaban a identificar y a comprobar hechos (ya que su campo era inagotable y casi inexplorado); más se alejaban del segundo paso (fijación de leyes). De aquí que, esta historiografía se veía relegada por la sociología, en la dirección de las ciencias sociales. La sociología se disponía a utilizar la masa de datos y hechos descubiertos por los historiadores y, de ahí, mediante lógicas causales, establecer leyes, conexiones, generalizaciones, etc. Los historiadores de esta época 19 supieron tratar las fuentes como nadie, pero ante tanta información, no daban opiniones, propuestas o soluciones, pues “no era su trabajo”. Por tanto podríamos afirmar que “El legado del positivismo a la historiografía moderna [...], es una combinación de maestría sin precedentes en problemas a pequeña escala, con debilidad sin precedentes en el manejo de problemas a gran escala.”20 2.2.- Historicismo germanoparlante: L. Von Ranke. La historiografía positivista se reagrupó en Alemania, bajo la bandera de la escuela rankeana. Lephold Von Ranke, como buen positivista trató con
sabiduría las fuentes estableciendo el “método crítico de las fuentes”. Se percibe en la investigación de Ranke “una innata necesidad de pulcritud frente a los testimonios de la vida humana, una necesidad absoluta de las fuentes más auténticas y más originales, una aversión contra todo lo que ofrece una semi-autenticidad, contra todo lo turbio.”21 A ello se debe a que Ranke buscara una historia que sirva “para relatar los hechos tal y como sucedieron en realidad”, un ideal, al cual se debieron las duras y numerosas criticas que sobre Ranke y la historia se lanzaron. Ranke consideraba, para contar los hechos tal y como se dieron, los hechos políticos como lo más importante, y dejaba en segundo plano la historia de la sociedad, del arte, de la ciencia. En consecuencia el paradigma que establecía Ranke, en el fondo y a la larga fue el “marginar o de volver a marginar la 18 R. G. Collingwood, Idea de la historia, p. 129 19 Mommsem es reconocido como el más grande de la época positivista: “Mommsen o Maitland se convirtió en el más grande maestro del detalle” (R. G. Collingwood, Idea de la historia, p. 129) 20 R. G. Collingwood, Idea de la historia, p. 134 21 Friedrich Meinecke, El historicismo y su génesis, p. 499 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 8 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales historia social y cultural”.22 Esta marginación fue la promotora de la revolución historiográfica francesa, la primera generación de Annales, critica y repudia que […] en su afanosa búsqueda de una muy estricta y solo aparente posible “objetividad” frente a los hechos históricos, haya desembocado al final en una clara renuncia a toda la dimensión interpretativa y explicativa de la ciencia histórica.23 Una vez más, la historia-política asomaba con fuerza, pero llegaba acompañada de una erudición sin precedentes. Por lo que hay que reconocer que: “El historicismo francés se nutre en gran parte de la escuela históricográfica alemana, de las tesis de Leophold Von Ranke de mediados del siglo XIX, que influyen poderosamente en los historiadores franceses que de allí tomaron su bases teóricas.”24 En este grupo, por supuesto, se encuentra Annales, como seguidores de la teoría Rankeana que complementaron con la teoría de las ciencias sociales vecinas. Las críticas contra el positivismo rankeano van dirigidas a la metodología abstracta alemana25 y a […] ciertos defectos que se han notado en la historiografía de Ranke [que] guardan relación con la grandeza de esta concepción. En efecto, se dice que, siguiendo una anticuada tradición de la historiografía, concedió demasiada atención a los altos hechos y a los actos de estado [...] e igualmente, se interesó demasiado poco [...] por los poderes e infraestructuras sociales y económicas.26 Si Ranke, dio los primeros pasos para que la historia política tenga la primacía, marginando a la historia social, fueron sus discípulos quienes terminaron de implantar, organizar e imponer este sistema. Esto porque “Los discípulos de Ranke tenían espíritu más estrecho que el de su maestro y en un momento en que los historiadores aspiraban a ser profesionales, la historia no política queda
excluida de la nueva disciplina académica.”27 2.3.- Positivismo, historicismo en Francia: Seignobos y Langlois. En 1898 se publicó un manual en Francia, que fue muy difundido, titulado Introducción a los estudios históricos “manual que es, por lo demás solo la variante francesa de esa misma historiografía positivismo rankeana”28 Acá, Langlois y Seignobos seguían al pie de la letra la historiografía que Ranke predicaba: “La historia se hace con textos y un historiador serio jamás se 22 Peter Burke, La revolución historiográfica francesa, p. 16 23 Carlos Aguirre Rojas, Itinerarios de la historiografía del siglo XX, p. 36 24 François Dosse, La historia en migajas, p. 39 25 “Nada de metodología abstracta a la alemana... Las ideas de un historiador se extraen de la propia historia” (Lucien Febvre, citado por F. Dosse, op. cit., p. 57 26 Friedrich Meinecke, El historicismo y su génesis, p. 504 27 Peter Burke, op. cit., p. 16 28 Carlos Aguirre, op. cit., p. 36 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 9 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales atrevería a afirmar aquello que no pueda respaldar con un documento escrito”.29 Es decir; la sociología, Ranke y sus discípulos, disminuían, por así decirse, la cientificidad de la historia que tanto repudian los annalistas, la misma que rebajaba a la ciencia histórica fue algo que los jóvenes Bloch y Febvre disconformes, no aceptaron. La idea vertebral la dio Simiand30, quien se valió de esta obra y de este tipo de historia para atacar a los historiadores. A su vez, Henri Berr, critica a estos autores, pero siempre resaltando lo valioso de su pensamiento, no lejano a la síntesis que él proponía31. La importancia y, a la vez la discrepancia de estos historiadores, lo hace notar Marc Bloch: En lo que me opongo, desde el principio y sin haberlo intentado [es] a la Introducción a los estudios históricos de Langlois y Seignobos. [...] Fui alumno de estos dos autores, especialmente de Seignobos […], pero tanto el uno como el otro no solo nos enseñaron que el historiador tiene por primera obligación ser sincero, sino que además nunca ocultaron que el progreso mismo de nuestros estudios se logra gracias a la contradicción necesaria entre las sucesivas generaciones de trabajadores. Por lo tanto, seré fiel a sus lecciones criticándolos con toda libertad, ahí donde lo crea útil, como espero que un día mis alumnos me critiquen a su vez.32 II.- Contexto para el surgimiento de Annales Imposible extraer a esta escuela tan importante de su contexto, así como resulta casi imposible separar y enumerar aquellos acontecimientos que, de alguna u otra manera, influyeron y convergieron para formar lo que hoy llamamos la escuela historiográfica de los Annales. La política militar que se daba por las guerras mundiales, después de una larga “paz armada”, es inseparable de sus consecuencias sociales y económicas. Los Estados que ganaron la Primera Guerra Mundial (entre ellos Francia) intentaron políticas
para la reconstrucción, que “chorreó” en el apoyo a la cultura y a las universidades y escuelas. A la vez que ideologías y escuelas surgían y/o se derrumbaban por los fenómenos económicos y sociales de la época, consecuencia de las guerras. El surgimiento de regímenes nacionalistas y autoritarios en Italia y Alemania, la revolución socialista en Rusia y la crisis mundial que alteró definitivamente el funcionamiento del mercado mundial tal como se había estructurado en el siglo XIX, impactaron sobre el presente y, al mismo tiempo, sembraron de incertidumbres el 29 Ibidem, p. 36 30 Simiand fue dio varios aportes a los primeros analistas. De él se hablará en la escuela sociológica (capítulo IV) 31 Se hablará de ello al tratar a la influencia de Henri Berr sobre los annalistas. 32 Marc Bloch, Apología para la historia o el oficio del historiador, p. 41 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 10 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales futuro. Esto llevó a algunos historiadores a replantear los interrogantes formulados a un pasado que difícilmente podía ser ya visto como resultado de un proceso evolutivo sostenido en la idea de un progreso indefinido.33 Todo ello se entreveró llevando a una duda y a un posterior rechazo a las realidades existentes: “[...] el capitalismo con su crisis y contradicciones, que da como resultado millones de varados, y los regímenes totalitarios como el fascismo y el nazismo; pero también la solución de una revolución colectivista de corte soviético”34.Por lo tanto: “Este espíritu de los años treinta es también una reflexión sobre el declive, la decadencia, la ineficacia de las ideologías [...], diseñando un lugar para el hombre como personalidad, como singularidad”.35 Como se ve, una división de cómo se vivió en la época, es sumamente difícil, más aquí, se pretende tratar sobre aquellos fundamentales sucesos antes y durante la aparición de Annales. 1.- Periodo de Guerras y entreguerras Ni por todo lo que podemos leer, o todas las películas que podemos ver sobre las guerras mundiales, podemos saber lo que fue realmente. Fueron periodos de extrema tensión. La fecha de la aparición de Annales data de enero de 1929, es decir, periodo en que se vivía una reconstrucción de Europa, pero donde las políticas, anunciaban una especie de revanchismo. El fascismo ya se asomaba y el entorno alrededor de ese año era agitado para todo el continente. En “El origen de este nuevo discurso histórico codificado por la revista Annales, encontramos también el trauma de la guerra de 1914-1918 y sus efectos”36. Millones de muertos, Europa destruida, pérdidas materiales y económicas. La historia “separatista”, comenzaba a generar dudas, la idea de nación, patria, había fracasado, si en 1929 habían dudas sobre ello, después de la guerra de 1939-1945 se corroboró. Para el historiador, esto significaba el fracaso de una historia-batalla que no ha sabido impedir la barbarie. La voluntad resueltamente pacifista de la postguerra [...] incita a superar el relato de una historia puramente nacionalista y patriotera que había sido el
creso de toda una juventud después de la derrota de 1870. Por el contrario, se deseaba acercar las gentes, los pueblos, y una nueva finalidad se le aparecía al discurso histórico, que desde entonces fue considerado como el instrumento posible de la paz, después de haber sido el arma de la guerra.37 El discurso meramente patriotero comenzaba a ser mal visto, y la idea de la historia comenzaba a cambiar. Sólo faltaba dejar de guiarse por los países que 33 “La historia y los historiadores desde fines del XIX. instituciones, enfoques y problemas” 34 François Dosse, La historia en migajas, p. 20 35 Ibidem, p. 19 36 Ibidem, p. 17 37 Ibidem, p.17 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 11 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales dominaban la política, la economía y, hay que decirlo, la historiografía mundial. Así pues, “La derrota de Alemania, cuna de la historiografía positivista, en las dos guerras mundiales creó las condiciones geopolíticas para el triunfo internacional de la nueva historia francesa”.38 2.- Cambios y fenómenos económicos Estrechamente relacionado a las guerras mundiales, estaban los fenómenos y cambios económicos. En toda Europa habían políticas de reconstrucción, mientras que los países que habían ganado la primera guerra y cuyo territorio no había sido afectado directamente (Japón y EE.UU.), vivían un crecimiento (recuérdese “Los locos años 20”). El año de la creación de Annales (1929) fue el año del crack de la Wall Street. “No es un azar que Annales naciese en 1929, el año de la gran crisis”39. No se puede decir que este proyecto es una respuesta atenta, directa y puntual a la crisis económica, por parte de los historiadores (la revista apareció en enero y la crisis se dio en octubre, y más concordaría decir que fue una respuesta a la inmediata postguerra40. Pero sí se puede decir que la crisis influenció en el éxito del proyecto y su visión historia-economía. No era este el único fenómeno económico de la época. En Francia la política proteccionista, aminoró -a corto plazo- los efectos de la depresión. “Francia semejaba a una isla serena y progresista, en medio de la gran crisis mundial. Pero el gobierno derechista fue incapaz de sostener esa política y en 1931 la crisis afectó al sistema social, económico y política”.41 En los años veinte, alrededor del mundo ocurrieron vaivenes económicos por decisiones políticas. En 1921, Lenin introdujo la NPE en la URSS, después de un proceso revolucionario, alterando, por supuesto, las relaciones de producción en esos países. La gran depresión tuvo repercusiones mundiales, siendo América seriamente afectada. El programa New Deal de Roosevelt fue una reacción contra el devenir inflacionista en EE.UU. Como se ve: “La economía se convirtió en aquello a través de lo cual la sociedad de los años veinte o treinta se pensaba, y fue en este ambiente donde la revista de historia económica se
movió como pez en el agua”42. Se vivía un contexto económico, y por tanto social, donde se necesitaba entender, explicar y actuar. La historiografía necesitaba variar su visión. Estos hechos económicos influyeron en el desplazamiento de lo político a lo económico-social, solamente recordemos el título con el que apareció la revista: Annales d` Histoire Economique et Sociale. 38 Carlos Barros, “La escuela de los Annales y la historia que viene” 39 Le Goff, citado por François Dosse, La historia en migajas, p. 15 40 François Dosse, op. cit, p. 15 41 Sofía Jacques y Raúl Rocha, “Los antecedentes históricos y culturales de la corriente de los Annales. Los fundadores” 42 François Dosse, op. cit., p. 16 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 12 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales La preocupación por la economía, por los problemas económicos contemporáneos es omnipresente en el discurso annaliste, podríamos llamarla incluso una preocupación innata en esta escuela. Así lo revelan títulos de artículos publicados en la revista en el periodo de 1929-1939 (primer periodo de la primera generación): “La crisis bancaria en Alemania” (1932), “La crisis bancaria en Europa Central”(1932), “Las causas y los orígenes de la crisis mundial del trigo”(1933), “El descontento agrario en el oeste americano”(1936), “La crisis bancaria y la gran crisis de los Estados Unidos”(1936), “La colectivización agrícola en URSS”(1938): Estos títulos revelan la preocupación por lo actual, por lo social-económico, dejando en segundo plano lo meramente político. 3.- Aspecto y contexto científico-cultural 3.1.-Sobre la concepción de la ciencia No hay que negar que durante y para las guerras mundiales la ciencia y la tecnología habían progresado enormemente. La física, la química, la farmacéutica, la geografía debieron, para que se den los combates y guerras de la magnitud que se dieron, crear nuevos aparatos, proyectos, formas de ahorro de energía, etc. Esto permitía una visión, digamos, más avanzada de la ciencia. Las ciencias naturales habían tomado la batuta, pero causaron estas hecatombes, estas destrucciones, estas muertes en el común del pueblo. Esta desconfianza hacia este tipo de ciencias hizo pensar en el “hombre”, en la sociedad, en la guerra en cuanto hecho que afecta directamente en la vida del ser humano. Esto implicaba renovar prácticas, cambiar teorías y dejar de lado algunas tendencias y concepciones. Lucien Febvre da cuenta que: [...] las consecuencias de la naturaleza han sufrido los efectos de una verdadera revolución ideológica [...], que han visto como se hundía gracias a una serie de rápidos y sorprendentes progresos de la física, toda la construcción teórica elaborada por generaciones de sabios en los siglos XVII, XVIII y XIX, que el intento de explicar el mundo mediante la mecánica “racional” ha terminado en fracaso al romper lo concreto los marcos de lo abstracto; que ha hecho necesario proceder a una revisión de conjunto de todas las naciones científicas, con los cuales se había vivido hasta ahora
[...], a esa revisión no ha escapado nada 43 Comte había creado “la ciencia de la sociedad”, y ésta ya constituía una fuerte influencia. Durkheim y sus discípulos se habían constituido ya como científicos, el positivismo dominaba en la historiografía (historia al servicio de la sociología). Ranke y Toynbee, entre otros, reafirmaban la escuela positivista “historizante”. 43 Lucien Fevbre, Combates por la historia, p. 87 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 13 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales Más tarde aparecían distinciones o intentos de distinguir las ciencias. Se iban ampliando las ciencias sociales. Dilthey y más tarde Windelband sostenían una separación entre las ciencias sociales y las ciencias naturales44: las ciencias naturales buscan explicar, mientras que las ciencias sociales buscan comprender. Todo ello, concordaba con la nueva “nueva visión de las ciencias” y con el divorcio de las ciencias histórico-sociales. El hombre siempre desea conocerlo todo. Necesita conocer y conocerse Aquí el autoconocimiento no significa el conocimiento de la naturaleza corporal del hombre, su anatomía y su fisiología; ni siquiera un conocimiento de su mente [o en lo que] ésta consiste en sentimientos, sensaciones y emociones; sino un conocimiento de sus facultades cognoscitivas, su pensamiento o comprensión o razón.45 A la llegada de Annales, esta visión mejoró. Ya la historia es ciencia porque es ciencia. Ya se tiene una concepción clara sobre la cientificidad, y lo que se hace es aplicarlo a la historia. Los annalistes tienen claro ello. La ciencia no es aislada, no la hacen unos “ilustrados”, no es sólo una y de ninguna manera es estática: [...] no, la ciencia no se hace en una torre de marfil gracias a la íntima y secreta operación de científicos espiritualizados que viven una vida de intelectualidad pura, fuera del tiempo y del espacio. La ciencia-y entiendo por tal la sociedad de las ciencias- se hace gracias a hombres que se sumergen en el ambiente de su época, y eso vale para los matemáticos, los físicos, los biólogos... y los historiadores46. En otros términos: la ciencia no es un imperio en el imperio. No se separa del medio social en el cual se elabora. Sufre la presión de éste, la imposición de múltiples contingencias que pesan sobre su desarrollo47. Y pospuesto “De ahí se sigue que la historia no puede quedar al margen de las transformaciones de la ciencia”48 La historia debe también, dar el paso al frente. 3.2.- “Nuevas historias” El progreso de la ciencia histórica y de las ciencias sociales, y de la ciencia en general, dieron frutos. Aparecían las -podríamos llamarlas- incipientes historias 44 Dilthey “En la Introducción a las ciencias del espíritu adoptó once años antes que Windelband, la posición de que la historia maneja individuales concretos y las ciencias naturales generalizaciones abstractas”(R. G. Collingwood, Idea de la historia, p.170), e incluso Windelband “Bautizó
pomposamente esta distinción diciendo que había dos clases de ciencia (Wissenschaft): ciencia nomotética, que es ciencia en el sentido corriente de la palabra, y ciencia idiográfica, que es la historia”(R. G. Collingwood, op. cit., p. 165). 45 R. G. Collingwood, Idea de la historia, p. 201 46 Lucien Fevbre, Combates por la historia, p.86 47 Ibidem, p. 87 48 Ibidem, p. 87 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 14 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales sociales, e historias económicas. Comte, y sobre todo Marx, significaron bastante para estas nuevas visiones. Karl Marx divulgó una nueva teoría que pretendía ser una ciencia general de la sociedad orientada a comprender los cambios resultantes del desarrollo del capitalismo industrial y de las revoluciones políticas del siglo XVIII. Las conexiones entre Marx y los sistemas sociológicos de Comte y Spencer se hicieron evidentes por el campo de análisis y similares fuentes intelectuales: las historias de la civilización, las teorías del progreso, el estudio de la sociedad industrial de Saint Simon y la nueva teoría económica49 La historia de lo social se fundió con la historia de lo económico para formar un campo especializado y marginado de la historia general, es decir los hechos económicos no ocurrían aislados de sus efectos sociales. La historia social fue historia económica en pequeña escala, en cuanto niveles de vida, transporte, sanidad, cercamientos, ley de pobres y categorías de clase generadas desde la economía. Desde mediados del siglo XIX hubo formas alternativas de escribir la historia, pero estas permanecieron fuera de la principal corriente de erudición especializada. El despliegue industrializador y las transformaciones profundas en el desarrollo capitalista generaron conflictos de clase que exigían otros instrumentos de análisis. El concepto de sociedad se impuso como arma de combate antiestatal y bandera de demandas liberales, democráticas y socialistas50 Todo ello significaba un nuevo y un vivo debate sobre la concepción de la historia y sobre el papel de las ciencias sociales. En EE.UU. se comenzaba a practicar una historia que “[...] rompía francamente con la historia de los acontecimientos políticos”51, así Frederick Jackson y James Hervey decían que “la historia comprende todo rasgo y vestigio de cuanto el hombre ha hecho”, “La nueva historia habrá de valerse de todos los descubrimientos que sobre la humanidad hacen los antropólogos, los economistas, los psicólogos y los sociólogos.”52 Al mismo tiempo, en Francia y algunos partes de Europa, numerosas revistas e historiadores aparecían (Monod, Lavisse, Pirenne, Seignobos, etc.) y en las publicaciones dedicaban (empezaban a dedicar) espacio a las artes, las leyes, las medidas culturales, etc. “En otra palabras, es inexacto pensar que los historiadores profesionales oficiales de ese periodo estaban interesados exclusivamente en la narración de acontecimientos políticos”.53
3.3.- Respuesta cultural: aparición de revistas En contra de la guerra y de las políticas que se daban (y dieron) desde finales del siglo XIX hasta los años 20` y 30`, surgían respuestas en el ámbito cultural. 49 Sofía Jacques y Raúl Rocha, “Los antecedentes históricos y culturales de la corriente de los Annales” 50 Ibidem. 51 Peter Burke, La revolución historiográfica francesa, p. 18 52 citado por Peter Burke, op. cit., p. 18 53 Peter Burke, op. cit., p. 18 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 15 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales Europa vio surgir una rica diversidad cultural. Desde las “expresiones de los valores tradicionales en artistas fascistas o nihilistas”54, hasta de filósofos y escritores tradicionales que construían un orden nuevo y diferente del Positivismo: la filosofía social de Francois Mauriac, Jules Romains, Georges Duhamel y Roger Martin du Gard; las novelas involucradas socialmente de André Malraux; los primeros escritos existencialistas de Jean Paul Sartre y la obra de Emmanuel Mounier, que inspirara la creación de la nueva izquierda católica.55 La historiografía, la historia y las ciencias sociales no serían ajenas a esta diversidad cultural que aparecía. Ya las ciencias sociales constituían una fuerte barricada contra lo tradicional y contra la mera política. La sociología disponía desde 1897 de L` Année sociologique, órgano desde donde defendía sus tesis. De igual manera, la geografía disponía desde 1891 de Annales de Géographie56, que no siempre fue el órgano oficial, ya que las revistas de geografía regional aumentaron en los años 20` y 30`. Pero fue, sin duda, en el campo de la historia donde surgirían las mejores propuestas. Existían revistas sobre historia desde finales del siglo XIX en lugares estratégicos de Europa, tales como: Historische Zeitschift (1856), la Revue Historique (1876), la English Historical Review (1886), pero que, como buenos positivistas, declaraban su concentración en los acontecimientos políticos. A lo más, los ideales de los historiadores profesionales “se articulaban en una serie de tratados sobre el método histórico”.57 Sería recién en los años 20`, 30` donde aparecerían las revistas de calidad como la Economic History Review58, la Revue de Sinthése Historique59 en Francia, y por supuesto, Annales. “Encontramos nuevos puntos en común entre el discurso de Annales y `Este espíritu de los años treinta` que animó numerosos movimientos juveniles de ruptura”60. Como dijo Andreu: “La revuelta se apropiaba de lo mejor de la juventud intelectual”.61 3.4.- La intervención del Estado en la “nueva historia” Francia fue azotada por las guerras mundiales, pero no olvidar que en 1789 vio también en su territorio una revolución. Todo lo que significó, sus estragos, sus consecuencias, ocupaban aún los recuerdos de la gente en el siglo XIX. El 54 Sofía Jacques y Raúl Rocha, “Los antecedentes históricos y culturales de la corriente de los Annales”
55 Ibidem 56 De las importancias e influencias de éstas, trataré en el capítulo IV. 57 Peter Burke. La revolución historiográfica francesa, p. 16 58 En el primer momento, Annales “parecía más o menos el equivalente o el rival francés de la Economic History Review. Sin embargo, en 1939 se anunciaba la intención de la revista de establecerse en el `terreno casi virgen de la historia social`”(Peter Burke, op. cit., p. 28-29) 59 De gran importancia e influencia para Annales, de ella hablaré en un punto importante del capítulo IV. 60 François Dosse, La historia en migajas, p. 18 61 P. Andreu, citado por François Dosse, op. cit., p. 18 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 16 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales Estado de turno debía enfrentar ello. Para hacerlo, echaron mano de una antigua arma: la historia. En la parte del siglo XIX, la misión del historiador francés consiste en reconciliar la nación, superar los desgarros nacidos en la revolución de 1789, legitimándola, instituyéndola como fundadora de los tiempos nuevos en que las contradicciones y los conflictos se desvanecerían gracias a la realización de las aspiraciones de un pueblo reunificado.62 El Estado francés, para bien o para mal, comenzó a tener relevancia en la ciencia y en la historia. Ya se habló de las nuevas nociones sobre ciencia e historia, pues con la convergencia de ambas, no podemos negar la aparición o el progreso de la investigación y de la erudición: “Esta [nueva] concepción de la historia hizo progresar la investigación, atendiendo especialmente a las fuentes y a su clasificación, desarrollando la erudición. Este progreso de la erudición, en el caso de la escuela francesa, durante el siglo XIX, descansó sobre el aparato del Estado”.63 Hay que admitir que en Francia, gracias al apoyo estatal, creció el número de investigadores. “El Estado se vuelve historiador”64: financia historiadores, proyectos de investigación e instituciones de carácter histórico, y, lo más importante, la investigación se organiza y se racionaliza. 3.5.- Educación francesa: Vida académica de los primeros directores de Annales. La educación francesa era de las mejores en las épocas cuando Bloch y Febvre eran estudiantes y cuando ambos fueron profesores: es decir, en el periodo de entre guerras. Recordemos que el Estado había ayudado en la mejora del sistema universitario. Estos primeros directores siempre estuvieron rodeados de profesores, colegas y estudiantes de altísimo nivel, con quienes se podía tener una abierta conversación o un vivo debate. No sólo con profesores historiadores, sino de un multidisciplinario equipo de profesores. “Los dos fundadores de Annales no fueron, como ellos y sus herederos gustan de presentarse, marginales”.65 Ambos fueron estudiantes en la Ecole Normale Supérieure, ambos serían luego profesores en la universidad de Estraburgo y
ambos “se beneficiarían además de una coyuntura universitaria favorable. En un sistema universitario en renovación, pueden aspirar a ocupar una plaza en 62 François Dosse, op. cit., p. 32 63 Ibidem, 32 64 Ch. O. Carbonell, citado por François Dosse, op. cit., p. 32 65 François Dosse, op. cit., p. 43 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 17 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales tanto que gozan ya del prestigio de la Ecole Normale Supérieure y de la agregación de filosofía”.66 Quizás por ello Sus maneras de abordar la historia eran singularmente semejantes, aunque ambos hombres tenían temperamentos muy diferentes. Febvre, ocho años mayor que Bloch, era hombre expansivo, vehemente y combativo, con tendencia a increpar a sus colegas si éstos no hacían o que él deseaba; en cambio Bloch era sereno, irónico y lacónico, con un amor casi inglés por la reserva y los sobreentendidos. A pesar o quizás a causa de ellas estos dos hombres trabajaron juntos y armonizadamente durante los veinte años del período transcurrido entre las dos guerras.67 L. Febvre y M. Bloch ingresaron a la Ecole Normale Supérieure alrededor de 1887. “En esa época, la Ecole estaba completamente separada de la universidad de París. Era un colegio pequeño pero intelectualmente vigoroso”68, donde Gustave Bloch (padre de Marc Bloch) y el reconocido filósofo Henri Bergson eran profesores. “La enseñanza se impartía por seminarios, no por lecciones, y esos seminarios estaban dirigidos por estudiosos distinguidos de diferentes disciplinas”.69 Obviamente, en dicha casa de estudios, trataron con estudiosos (profesores y compañeros) que tuvieron gran influencia en la formación, cultura, obra e historiografía de los primeros annalistas. Peter Burke70 menciona la principal influencia de cinco de ellos: Un geógrafo, Vidal de la Blache (de influencia mayoritaria en Febvre), dispuesto a colaborar con las demás ciencias sociales; el filósofo y antropólogo Levy-Bruhl, quien dedica parte de su obra a lo que él llamaba “pensamiento psicológico” o “mentalidad primitiva”, que se hará notar en las obras de Bloch y Febvre; el lingüista Antoine Meillet, interesado por los aspectos externos (sociales) del lenguaje; no podía faltar un historiador, Emile Mâle, “uno de los primeros en concentrarse, no en la historia de las formas, sino en la historia de las imágenes”, en la iconografía, como se le llama generalmente y el último de ellos, el sociólogo reconocido, Emile Durkheim (de influencia mayoritaria en Bloch) con su vital concepto de “hecho social”. La atracción que sentía Bloch por la geografía era menor que la de Febvre, en tanto que su interés por la sociología era mayor. Sin embargo, ambos hombres pensaban de una manera interdisciplinaria […]. Evidentemente los dos hombres tenían que llegar a conocerse. Y la oportunidad llegó cuando fueron nombrados para ocupar cargos en la universidad de Estraburgo.71 66 Ibidem, p. 22 67 Peter Burke, La revolución historiográfica francesa, p. 20
68 Ibidem, p. 20 69 Ibidem, p. 20 70 Ibidem. pp. 20-23 71 Ibidem, p. 23 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 18 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales Ambos fueron profesores desde 1920 en la mencionada universidad (este periodo, donde se encontraban casi a diario duró 13 años: de 1929 a 1933). Alsacia (nombre del lugar donde se encontraba la universidad) era recién reconquistada de los alemanes, consecuencia de la Primera Guerra Mundial. En esta época, la universidad de Estraburgo “se convirtió en una universidadmodelo. Debía mostrar a los alemanes aquello de los que eran capaces los investigadores franceses. Estraburgo fue entonces la segunda universidad después de París, por la importancia de sus profesores”72 Este medio y estos 13 años fueron de crucial importancia para Annales. Primero, porque estaban en un centro de la más pura investigación. Donde Bloch y Febvre crearon cátedras más modernas, donde se beneficiarían gracias a la caja de investigaciones científicas, donde la facultad de Derecho retenía y recogía lo mejor de los juristas franceses que, mediante sus estudios comparados y multidisciplinarios, otorgarán el original nombre de facultad de Derecho y Ciencia Política, y por si fuera poco, donde los institutos de historia medieval y el de historia moderna “estaban contiguos y la puerta que los separaba siempre estaba abierta”73. Segundo, porque las discusiones y debates entre Bloch y Febvre -o podrían ser- compartidas y terminadas por un selecto grupo de científicos sociales, también relacionados con la universidad, y que, en su mayoría, después colaborarían con la revista Annales. Así tenemos entre los más importantes al geógrafo Bauliy, a los sociólogos Maurice Halbwachs y Gabriel Le Bras, al psicólogo Charles Brondel y a los historiadores André Piganiol, Charles Edmon Perrin y Georges Lefebvre. “Lucien Febvre y Marc Bloch [...] ocuparon una posición estratégica en seno de este rico vivero intelectual”.74 III.- Principales escuelas y personajes influyentes en los annalistas Como expliqué es imposible sacar a una escuela tan importante como fue Annales, de su contexto, análogamente, resulta completamente imposible pensar o afirmar que esta escuela surgió de la nada, sin antecedentes, sin maestros, sin colabores. Como ya se ha visto un poco en el capítulo II, fueron numerosas escuelas, pensadores que influenciaron a la primera generación de los Annales. Repitiendo una vez más, el progreso de la ciencia hizo tambalear los presupuestos de los diversos pensadores y científicos sociales y naturales de la época. Los nuevos descubrimientos y avances, hicieron surgir escuelas. Normalmente se suele aceptar a tres como las que convergieron para formar 72 François Dosse, La historia en migajas, p. 43 73 Ibidem, p. 44 74 Ibidem, p. 43
2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 19 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales Annales o como dice Dosse sobre la conquista de la hegemonía historiográfica por parte de Annales: “Esta conquista es la constante de una escuela que lleva mejor su ofensiva en tanto que desarrolla una estrategia nacida de la enseñanza de un triple fracaso [...], para obtener una ciencia social unificada”75. Se habla pues de la escuela geográfica (con Vidal de la Blache a la cabeza), de la escuela sociológica (o durkhemiana, con E. Durkheim y Simiand a la cabeza), y el proyecto de síntesis en Historia de Henri Berr. 1.- Escuela sociológica Una de las ciencias vecinas más importantes fue ésta, encabezada por la escuela durkhemiana y representantes como Simiand. Como es sabido, Comte y la sociología aparecieron con la intención de “subyugar” a la historia. Para ello criticaron y de alguna manera, se burlaban de la historia. Augusto Comte, por ejemplo, se burlaba de lo que llamaba las “menudos detalles” infantiles estudiados por la irracional curiosidad de ciegos compiladores de inútiles anécdotas” y abogaba por lo que llamaba, según una famosa frase, la “historia sin nombres” Herbert Spencer se quejaba de que “las biografías de monarcas (y nuestros hijos no aprenden otra cosa) no arrojaran ninguna luz sobre la ciencia de la sociedad”. De manera análoga, Emile Durkheim desechaba los hechos particulares (événements particuliers) por considerarlos sólo “transformaciones superficiales”, lo aparente antes que la verdadera historia de una nación dada76 Pero esta crítica, en fin, sirvió para fortalecer a la ciencia histórica. De todas maneras, tres fueron las razones por las cuales se reconoce la influencia de la sociología: Primero, porque Emile Durkheim fue, como dije ya, profesor de Marc Bloch en la Ecole Normale Supérieure. En la obra de Bloch se nota esos rasgos sociológicos77 durkhemianos78. Cabe recordar que Durkheim es reconocido como uno de los fundadores de la sociología moderna al establecer y sustentar lo dicho por Comte, en instituciones como la Ecole o la universidad de Burdeos en 1887. La segunda razón, es por la revista, órgano para defender y difundir sus tesis, L` Année sociologique: “En sus últimos años, Bloch reconocía la profunda deuda que tenía con la revista de Durkheim, Anée Sociologique, leída con entusiasmo por numerosos historiadores de su generación”.79 75 François Dosse, La historia en migajas, p. 9 76 Peter Burke, La revolución historiográfica francesa, p. 17 77 Marc Bloch sitúa en el centro de su análisis categorías sociológicas como hecho social: “a los que somete así a la prueba de la historia”(F. Dosse, op. cit. p. 55) 78 Uno de los padrinos de la línea de Annales resultó ser Emile Dukheim, de quien Marc Bloch se reconocía deudor. “Nos enseñó a pensar con más profundidad, a tocar más cerca los problemas, a pensar mejor.”(F. Dosse, op. cit. , p. 23)
79 Peter Burke, La revolución historiográfica francesa, p. 23 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 20 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales Por último, también es fundamental la crítica de la historia que hace François Simiand en su explosivo artículo de 1903: “Methode historique appliquée aux sciences sociales”. […] constituye el desafío más radical que la disciplina histórica haya conocido [...]. Se encuadra dentro de un dispositivo global de ofensiva conducida por la sociología, la cual emplaza a los historiadores a rendirse ante sus argumentos, someterse a su problemática y convertirse en recolectores empíricos de materiales interpretables por la sola ciencia social con vocación nomológica, la sociología80 Para su artículo, Simiand tomó la obra de Seignobos (Methode historique appliquée aux sciences sociales) difundidísima en ese entonces como síntesis del método de los historiadores. Desenvainó el ataque: los historiadores deben deshacerse, de una vez por todas de “los ídolos de la tribu de los historiadores”. Según Simiand los historiadores estaban subyugados a tres inútiles ídolos, del cual debían liberarse81: el “ídolo político”, es decir, el lastre de la perpetua preocupación por la historia política, por los hechos políticomilitares; el “ídolo individual”, el pensar a la historia como las acciones de grandes personajes, héroes o instituciones; y el “ídolo cronológico”, la mala costumbre de perderse en los estudios de los orígenes. Aunque, objetando, hay que reconocer que Existen falsas polémicas, de la misma manera que existen falsos problemas. En todo caso, el diálogo del sociólogo y del historiador constituye casi siempre un falso diálogo. Cuando François Simiand polemiza con Charles Seignobos piensa estar hablando con la historia, cuando en realidad lo está haciendo con una cierta historia, aquella que fue bautizada por Henri Berr con el nombre de historizante82 Cabe señalar sobre este sociólogo que también fue él el inspirador de la verdadera historia económica: Él es el auténtico precursor de una historia económica fundada sobre un aparato estadístico que permite discernir unos ciclos regulares en los movimientos de conjunto que incluyen a toda la sociedad. Permitió establecer un puente entre los estudios monetarios, los estudios sociales sobre los niveles de vida, pero también con lo que él mismo califica como psicología colectiva, diferente según los grupos sociales.83 Es notorio entonces que “Esta intervención de Francóis Simiand constituye una pieza de un conjunto de debates y controversias que afecta a todas las ciencias 80 F. Dosse, op. cit., p. 24 81 Dicho artículo fue publicado en 1903 por la Revue de Sinthése Historique, y por la revista Annales en 1960. Véase Peter Burke, La revolución historiográfica francesa, pp. 18-19 o F. Dosse, La historia en migajas, p. 24 82 Fernand Braudel, La historia y las ciencias sociales, p. 108 83 F. Dosse, op. cit., p. 68 2011. Año II, Nº 2
ISSN: 2219-4002Page 21 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales humanas y especialmente a las de carácter colectiva”84. Por lo tanto, también “Hay que inscribir la intervención de Simiand tanto contra el ideografismo de los historiadores como contra el “monotetismo” de los economistas”85 Por lo expuesto, es imposible no reconocer el éxito e importancia de Simiand. Su artículo “conocería un importante éxito en la medida en que la escuela de Annales retomó punto por punto su programa para combatir la historia historizante y promover una historia nueva”.86 2.- Escuela geográfica Otra ciencia social limítrofe con la historia es la geografía para ser más exacto, la geografía vidaliana es quien da otro impulso al surgimiento de Annales. Paul Vidal de la Blache fue un historiador al principio, pero “que a partir de 1872, después de la derrota francesa, se orientó hacia la geografía para afrontar el desafío de una Alemania más dedicada que Francia al estudio del mundo contemporáneo”.87 Podría señalar cuatro razones de la importancia de la geografía vidaliana por los cuales Annales se identifica e influencia directamente. Primero, Vidal de la Blache fue profesor de Lucien Febvre en la Ecole Normale Supérieure. Febvre logró asimilar las tesis de la geografía vidaliana, que en ese momento debatía con una escuela geográfica alemana: Lucien Febvre se convirtió en el abogado de Vidal de la Blache contra la escuela geopolítica alemana de Ratzel. Integra el proyecto geográfico en el horizonte histórico [...]. Incluso proclama, en 1945, que fue la geografía vidaliana la que engendró la historia de Annales. Pero estas alabanzas disimulaban la voluntad de someter a la geografía como ciencia auxiliar de la historia.88 Segundo, de igual manera, esta geografía contaba con la revista Annales de Géographie como instrumento de difusión. Los annalistas sacarían de esta revista el “formato” de Annales d` Histoire Economique et Sociale. Tercero, por sus importantes apuntes, como Su sistematización del objeto geográfico [que] sirvió de modelo a la futura escuela de Annales. La geografía nacida en Francia alrededor de los años 1880, se constituyó, como más tarde Annales, como reacción contra el positivismo de la escuela histórica. Pretendía dejar a un lado el acontecimiento, lo político, anclarse en lo actual e interesante en lo que permanece en el presente, en lo estable que constituye el trazo de nuestros paisajes.89 84 Ibidem, p. 24-25 85 Ibidem, p. 25 86 Ibidem, p. 25-26 87 Ibidem, p. 26 88 Ibidem, p. 55 89 Ibidem, p. 26 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 22 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales
Para la geografía vidaliana “El hombre humaniza la naturaleza al mismo tiempo que se da una naturalización del hombre”90. Se inspira en conceptos biológicos con los cuales construye una geografía humana: En la economía del discurso vidaliano, la comunidad se asimila a la célula, el pueblo rural o urbano a un tejido celular, la región a un órgano y la nación a un organismo. No puede haber sino una relación de complementariedad en aquello que se da como organismos, los componentes del cual aseguran el buen funcionamiento del ser vivo.91 La vieja escuela de Annales supo sacar provecho del legado de la geografía humana francesa de los Vidal de la Blache, Demangeon, Sorre, etc., como se puede advertir en libros tan admirables como La terre et l` evolution humaine de Febvre o, sobre todo, en la Historia rural francesa de Bloch.92 Y cuarto, por lo bien implantada que estaba la geografía en las universidades93. De Martonne, yerno de Vidal y sucesor de éste en la Sorbona fue quien organizó la escuela vidaliana “multiplicando el número de cabezas visibles de la nueva geografía no sólo en París, sino también en provincias”94 y manteniendo la revista. La importancia, vitalidad y vigencia de esta escuela se reconoce en la geografía transformada en la actual geohistoria, nacida justamente del encuentro entre el vidalismo y el annalismo: “Marc Bloch y Lucien Febvre se hacen cargo en este momento del desafío lanzado por una escuela geográfica brillante. No dudaron, como tampoco lo hicieron sus sucesores, en recorrer en todos los sentidos el territorio geográfico antes de apropiarse de él”95. Acá se preconiza una historia problema -modelo annalista de la historia problema-, se restringe los espacios para un estudio más adecuado -se analizan dimensiones geográficas restringidas, en lugar de espacios vastos- y se da la tesis fundamental: “La naturaleza no es una entidad neutra que condiciona la vida humana, está humanizada desde el comienzo, ya profundamente transformada por el hombre”.96 3.- Henri Berr y la Revue de Sinthése Historique Podríamos decir, con toda seguridad, que la verdadera escuela francesa, la historia seria, empieza alrededor de la revista de Henri Berr: “En sentido amplio, la historia de Annales comienza aquí”97 90 Ibidem, p. 27 91 Ibidem, p. 27 92 Joseph Fontana, La historia después del fin de la historia, p. 67 93 “La escuela geográfica tenía la ventaja sobre la escuela durkheimiana de una mejor implantación universitaria” (F. Dosse, La historia en migajas, p. 28) 94 François Dosse, op. cit., p. 28 95 Ibidem, p. 77 96 Ibidem, p. 79 97 Ibidem, p. 39 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 23 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales En la historiografía contemporánea, caracterizada por una profunda revolución de
conceptos y de métodos, constituye incuestionable entidad [...] las novedades de la “escuela Francesa”. Un sector de la misma escucha temprano la crítica procedente del campo filosófico [...] y se aparta de la manera de entender y reconstruir el pasado que venía practicándose durante la segunda mitad del siglo XIX. Aunque no faltaron resistencias, aquellos disidentes, poco a poco, fueron imponiéndose, hasta prevalecer. Hubieron que luchar con la rutina académica, atrincherada en las cátedras y sostenida por los manuales; el arma fue la Revue de Sinthése Historique. Creada en 1900 por Henri Berr, en su torno agrupó un conjunto de colaboradores heterogéneos a los que unía el común horror a las limitaciones de los especialistas a ultranza: ellos influyeron en la formación de la generación siguiente, que concretó aspiraciones y precisó anhelos.98 Henri Berr estudió filosofía en la Ecole Normale Supérieure donde más tarde fue profesor de letras. Nunca hizo estudios formales de historia, pero su interés por ella como ciencia fue de vital importancia en la formación de historiadores como Bloch y, principalmente, Febvre99, discípulo cercano de Berr y participante destacado en el Centre International de Synthése (Centro Internacional de Síntesis), también dirigido por Berr. Es más, el interés mismo de la creación de una revista, nació de la participación de estos jóvenes historiadores en la Revista de Síntesis Histórica. Pero más tarde “En el mismo año de fundada la revista [Annales] se dio el rompimiento entre Febvre y Berr y de 1945 en adelante, los Annales no hicieron ninguna alusión a la revista de síntesis ni a las aportaciones que les había dejado su maestro”100. Debe aclararse que Henri Berr escribió su texto principal La síntesis en la historia de la lectura de Langlois y Seignobos, de la crítica y de sacarle el jugo a sus propuestas. Es en la erudición positivista y en el método de “acumular millones de hechos” de donde extrajo la idea una historia global que debe ser sintetizada. Entre los intentos y aportes, Berr plasmó -o intentó plasmar- en su revista lo siguiente: a) Planteaba un proyecto de síntesis erudita, para ello, propuso relacionar a la filosofía con la historia, además de analizar y sintetizar en colaboración de las otras ciencias. Henri Berr “estaba en mejor posición que nadie para situarse al margen de las normas institucionales y corporativas, para reclamar que se destruyesen las barreras y se llevase a cabo una síntesis entre todos los esfuerzos científicos”.101 98 Felipe Ruiz, en el prólogo de: Braudel, Fernand, La historia y las ciencias sociales, pp. 7-8 99 Lucien Febvre “colaboró muy pronto en la revista, desde 1905, fecha de su primer artículo y se convirtió rápidamente en miembro de la redacción [...]. Esta experiencia hizo de él el heredero inconfundible de Henri Berr [...]. Encontramos en ambos el placer por el combate, el debate polémico, la importancia concedida a las críticas, a la historia-problema, al dominio de lo psicológico, la misma ambición de síntesis y finalmente la búsqueda de una historia total” (François Dosse, op. cit., p. 41). Marc Bloch se unió a la revista en 1912. “La óptica del joven historiador Bloch, su misma terminología, eran
notablemente similares a las de H. Berr” (M. Siegel, citado por F. Dosse, op. cit., p. 41) 100 Sofía Jacques y Raúl Rocha, “Los antecedentes culturales de la corriente de los Annales. Los fundadores” 101 François Dosse, op. cit., p. 40. En su texto La síntesis en la historia (p. 10), Henri Berr, cita a Jean Réville: “La siempre creciente complejidad de los estudios históricos y la excesiva creciente complejidad de los estudios históricos particulares nos obligan a reducirnos más cada vez al campo especial que 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 24 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales b) Resaltaba una ciencia histórica y su relación con la psicología: Berr “Consideraba la historia como una ciencia de ciencias cuya esencia era de naturaleza psicológica”102. Se le debe incluir a él como uno de los estudiosos del “sentido psicológico que resulta ser parte del sentido histórico. El historiador parte de la curiosidad de todo lo que es humano, lo cambiante y lo complejo de la vida”103. Antecedente directo de la historia de las mentalidades. c) En los estudios, el factor social es “base de la síntesis histórica”, en todo momento relaciona la sociedad y relaciona el presente, con el pasado colectivo.104 d) Incita a la investigación constante pues toda síntesis siempre es solo provisional, necesita ser superada cada vez, lo cual requiere la proliferación de estudios.105 Se dio el rompimiento entre los primeros annalistas y Berr, “el proyecto tenía ciertas deficiencias e insuficiencias (por ejemplo, Berr no quiso constituir una escuela a su alrededor). Apareció Annales y se abanderó de las propuestas de Berr. Bloch y Febvre sacaron partido de estas deficiencias. Merced al feliz entendimiento de Lucien Febvre y de Marc Bloch se funda en 1929 los Annales d` Histoire Economique et Sociale, a través de cuyas páginas los estudiantes de entonces no satisfechos con la monotonía sin alcances de los cursos ordinarios, son alentados con sugerencias y orientadas instituciones106 CONCLUSIONES 1. La escuela francesa de los Annales es considerada una revolución historiográfica, la más grande del siglo XX, por haber establecido el cultivamos. Sin embargo, los estudios históricos de las diversas épocas y medios son solidarios. Nada más funesto que encasillarse en torrecilla y desconocer todo lo demás del mundo Esta es la manera más segura de comprender deficientemente aun aquello que estudiamos aun con una tan exclusiva solicitud” 102 Ibidem, p. 40 103 Sofía Jacques y Raúl Rocha, op. cit. 104 Ibidem
105 “Así, pues, las síntesis bien realizadas tienden a establecer, en determinados extremos, algo definitivo, evitando tener que volver a comenzar el trabajo. Y, no obstante, se declara que toda síntesis es provisional. Es que toda síntesis –y tanto más cuanto mejor lograda sea- revela vanos, lagunas del conocimiento, valora los grados de certeza y apela a una síntesis posterior que, sin invalidarla, la completará. Y por eso toda síntesis bien realizada significa una ayuda para ir más lejos y es a la vez un desemboque y una etapa, un inventario y un programa” (Henri Berr, La síntesis en historia, p. 6) 106 Felipe Ruiz, en el prólogo de: Fernand Braudel, La historia y las ciencias sociales, p. 8 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 25 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales paradigma de la historia-problema, por intensificar y establecer el estudio interdisciplinario e introducir nuevos conceptos y estudios como la historia total o la historia de las mentalidades. 2. Esta escuela se conformó alrededor de una revista: Annales d` Histoire Economique et Sociale, medio que estaba de moda en ese momento, por lo que era muy difundida. Numerosas revistas hubieron, de las cuales Annales se inspiraron. 3. Es vital el estudio del legado historiográfico occidental, porque solo así se explica contra qué luchó Annales, que tipo de historia buscaba derrocar. 4. El principal blanco de los ataques annalistas es a la escuela alemana rankeana, de la historia-cuadro, la historia historizante como la bautizaron los franceses, hija del legado occidental de la historia política y de la concepción de la ciencia que tenía el positivismo. 5. Resulta imposible abstraer esta escuela de su contexto. Pese a lo que pareciera negativo o atrasador por la coyuntura de tensión establecida por las guerras mundiales o los fenómenos económicos, había una nueva concepción de la ciencia y por ende, de la historia. El estado francés comenzaba sus políticas de reconstrucción, lo cual implicaba un apoyo hacia la educación y la cultura. Ambos convergieron en el momento que Annales iniciaba sus ataques. 6. Los fundadores de Annales siempre estuvieron relacionados y no lo contrario como se cree. L. Febvre y M. Bloch estudiaron en la Ecole Normale Supérieure, aunque recién se conocieron en la universidad de Estraburgo, donde trabajaron juntos por trece años con un selecto grupo de profesores científicos sociales, y donde el sistema universitario iba mejorando.
7. Esta nueva ciencia y este nuevo sistema universitario conllevaron a una “nueva historia” que se iniciaba en EE.UU. y sobre todo, en Francia. La historia económica se fundía en la historia social, y ésta a la vez, en una historia de las mentalidades sociales. 8. Fueron tres las principales escuelas que aportaron métodos, ideas, conceptos y metas a los primeros annalistas: escuela sociológica, escuela geográfica y escuela de síntesis. 9. Durkheim (aporta los conceptos sobre “hecho social”) y el durkhemiano Simiand impulsan los combates de Febvre y Bloch. Simiand con sus críticas a los “ídolos de los historiadores y sus apuntes y estudios sobre la historia económica es reconocido por los annalistas y por historiadores contemporáneos por iniciar la crítica a la historiografía positivista de Langlois y Seignobos y por iniciar la verdadera historia económica. 2011. Año II, Nº 2 ISSN: 2219-4002Page 26 SÍNTESIS SOCIAL. Revista estudiantil de investigaciones Histórico-sociales 10. Vidal de la Blache fue dirigente de una escuela de geógrafos que impulsaron el proyecto annalista, tales como: geografía humana, geohistoria, además de su revista y sus clases en la Ecole Normale Supérieure. 11. Henri Berr dirigió el proyecto más ambicioso al ser el primero en intentar el estudio interdisciplinario, en querer sintetizar los “saberes” humanos y en introducir factores psicológicos en la concepción de la historia, que, para él, es la ciencia de ciencias. Febvre y Bloch se influenciaron directamente de él, a través de su revista, donde participaron en la redacción y la publicación