Universidad de El Salvador Facultad Multidisciplinaria de Occidente Departamento de Ciencias Sociales, Filosofía y Letras Sección de Letras Tema: Acontecimientos sociales (político-militar e insurrección) dentro de la obra “Cenizas de Izalco” de Claribel Alegría y Darwin Flakoll Bachiller: Andrea Y. Mancia A:
[email protected] Resumen: Cenizas de Izalco, es una obra que refleja en segundo plano los sucesos políticosociales que estaban ocurriendo en el periodo de los años treinta, como lo fue el derrocamiento del presidente Araujo, el levantamiento campesino dirigido por Luna, Martí y Zapata (el cual fue una mezcla entre protesta e insurrección que acabó en etnocidio), hasta la masacre de los campesinos que realizara el gobierno militar en 1932. Su título simboliza el recuerdo de un fuego de amor en primer plano que termino en cenizas por no poderse cumplir y de un fuego en segundo plano que era un sueño que en manos de Maximiliano Hernández Martínez se volvió ceniza. Palabras clave: Cenizas, insurrección, golpe de estado, etnocidio, campesinos, reformistas y revolucionarios. Abstract: Cenizas de Izalco, is a work that reflects on the background of political and social events that were happening in the thirties period, as was the overthrow of president Araujo, the peasant uprising led by Luna, Marti and Zapata (which it was a mixture of protest and insurrection that held at ethnocide) to the slaughter of peasants to conducts to the military government in 1932 his title symbolizing the memory of a fire of love in the foreground that ended in ashes by not being able to meet and a fire in the background it was a dream that Maximiliano Hernandez Martinez hands ashes returned.
Keywords: ash, insurrection, ethnocide, farmers, reformers and revolutionaries. Introducción El presente análisis nos da a conocer “Cenizas de Izalco” como una obra concebida en el tránsito de la década del cincuenta al sesenta, en medio de las transformaciones sociales y políticas que aquejaban en ese momento a toda América Latina, fue redactada en Francia entre 1962 y 1963. Apareció en Barcelona dos años más tarde, en 1966 en las vísperas de “cien años de soledad” de Gabriel García Márquez. Es una novela moderna pero decididamente contradictoria en la que por medio del diario se revive la matanza de campesinos por el General Martínez y la erupción del Izalco, cuyas cenizas como la palada de tierra caen sobre el ataúd de la difunta, y forman un túmulo inquietante, con el que la narradora-protagonista se aproxima y separa, rechaza y adopta los reconocimientos y negaciones. No es una novela que responda a la crítica y denuncia de la injusticia social; si aborda levemente el derrocamiento de Araujo, el levantamiento y la matanza de campesinos en la plaza (donde brindaría su discurso el General Calderón) ordenada por el General Martínez. La novela no se centra – como afirma el crítico portorriqueño Ramón Luis Acevedo – en la descripción objetiva y externa de la situación social, sino en la vida interior de los personajes principales – un viajero norteamericano y una dama salvadoreña de Santa Ana – y sus conflictos íntimos. Nivel I. Análisis de la obra Porque el título cenizas de Izalco. El título hace alusión a la erupción del volcán de Izalco como un trasfondo de la masacre de 1932 llevada a cabo en El Salvador por Maximiliano Hernández Martínez. Se basa en los acontecimientos de ese mismo año, cuando las masas campesinas se levantaron por primera vez contra el gobierno militar denunciando así los abusos e injusticias que se cometían en nuestro País, son recuerdos sociales que quedan en el pasar del tiempo.
La ceniza representa la muerte, lo que somos y en lo que nos convertiremos. De los movimientos y situaciones sociales que se vivía en esa época y la muerte del amor de los protagonistas Serán ceniza, mas tendrá sentido: Polvo serán, más polvo enamorado. Francisco de Quevedo. Cenizas de Izalco, son las cenizas de otro volcán centroamericano, son las cenizas de muertos y de vivos, de una familia, de una insurrección campesina, de la memoria, de un amor prohibido y efímero, cenizas de una pasión, son las cenizas de un amor entre un hombre y una mujer. Cenizas, es verdad, pero con sentido, siempre candentes, `por lo que de amor tienen según el epígrafe de Quevedo y por lo que cubren y descubren de una de tantas historias centroamericanas de la primera mitad de este siglo XX. Utiliza unos versos del soneto “Amor constante más allá de la muerte” de Francisco Quevedo para enmarcar el tema de la novela. (Alegria, 1997, pág. 15) División de la novela. La obra se encuentra dividida en 18 capítulos, en los cuales hay epístolas o cartas que Frank envía a Isabel. Desde el capítulo 1 al 4 solo están enumerados. Ya desde el capítulo 5 se empiezan a intercalar la numeración y colocación fechas en que Frank escribe el diario.
Capítulo 1. Capítulo 2. Capítulo 3. Capítulo 4. Capítulo 5. Noviembre 16, 1931, Noviembre 17, 1931, Noviembre 19, 1931. Capítulo 6. Octubre 31, 1931, Noviembre 2, 1931, Noviembre 3, 1931. Capítulo 7. Capítulo 8.
Noviembre 4, 1931, Noviembre 7, 1931. Capítulo 9. Capítulo 10. Capítulo 11. Noviembre 10, 1931, Noviembre 13, 1931. Capítulo 12. Noviembre 21, 1931, Noviembre 23, 1931. Capítulo 13. Diciembre 3, 1931, Diciembre 5, 1931, Diciembre 10, 1931, Diciembre 11, 1931,
Diciembre 12, 1931, Diciembre 14, 1931, Diciembre 17, 1931, Diciembre 25, 1931, Diciembre 29, 1931, Enero 8, 1931, Enero 19, 1932, Enero 13, 1932. Capítulo 14. Capítulo 15. Capítulo 16. Enero 18, 1932 Capítulo 17. Enero 27, 1932. Capítulo 18.
Características literarias. 1) Realismo histórico: la novela cenizas de Izalco está basada en una serie de hechos históricos trascendentales en la vida del pueblo salvadoreño. Acontecimientos que trata la novela. a) Derrocamiento del presidente Arturo Araujo y toma del poder por Maximiliano Hernández Martínez en diciembre de 1931. (Alegria, 1997, págs. 46, 107 y 108) b) Levantamiento campesino dirigido por Farabundo Martí, Luna y Zapata. (Alegria, 1997, págs. 104, 153 y 155)
Acontecimientos basados en levantamiento ocurrido en 1932, por campesinos contra la dictadura de Maximiliano Hernández Martínez, en protesta por los abusos e injusticias a que estaba siendo sometida la mayor parte de la población campesina.
c) Matanza campesina. (Alegria, 1997, pág. 170 y 171)
“Cenizas de Izalco” en sus páginas postreras presenta un vivo testimonio de la medida, cruel, maquiavélica y sangrienta con que el gobierno de Martínez acabo con el movimiento campesino. (Díaz, 1997)
Nivel II. Biografía del autor.
Darwin Flakoll.
Nacido en Dakota del sur, y educado en California, sirvió durante la segunda Guerra Mundial como oficial de la marina a bordo de barcos destructores. Después fue corresponsal en Washington, D.C., de varios periódicos del Oeste de Estados Unidos y curso una maestría en historia en la Universidad de George Washington, donde conoció y se casó con Claribel Alegría. Desde entonces a Flakoll se le invirtió la visión y la historia por que comenzó a dejar de ser gringo, que siempre lo fue, para latino americanizarse, que hasta lo alcanzo, dándose en plenitud. Viajero por Europa y América.
Clara Isabel Alegría.
Nació en Estelí (Nicaragua), el 11 de mayo de 1924, como parte del
matrimonio del doctor Daniel Alegría R y de la santaneca Ana María Vides. Es Trasladada a El Salvador cuando sólo contaba con nueve meses de nacida.
Cuando el pensador mexicano José Vasconcelos pasó por El Salvador y de visita en la casa de los Alegría, él fue quien la bautizo con el nombre lleno de luz CLARIBEL ALEGRÍA, cuando ella contaba con 5 años de edad. (Diario latino 1992:20).
Fue amiga del polígrafo mexicano Alfonso Reyes y discípula del poeta español Juan Ramón Jiménez, con quien estudio duramente mientras el poeta español residió en la capital estadounidense, en momentos en que la autora laboraba como traductora y secretaria en la Unión Panamericana (UP) actualmente (OEA)
El 29 de diciembre de 1947, en la iglesia de San Mateo (Washington D.C.) contrajo matrimonio con el periodista y diplomático estadounidense Darwin J. “Bud” Flakoll (Dakota del sur, febrero de 1923 Managua, abril de 1997), en una ceremonia que contó con la participación de Salarrúe como padrino de bodas. (Dinarte, 2002, pág. 21 a la 25)
Premios, honores y distinciones
Como escritora y poeta goza de fama internacional. Su obra ha sido traducida parcialmente a 14 idiomas y ha recibido varios premios internacionales, como el Casa de las Américas de Cuba en el año 1978 por su libro Sobrevivo.
1964: La novela Cenizas de Izalco, escrita en colaboración con D.J. Flakoll, fue finalista del Premio Biblioteca Breve de Seix Barral, Barcelona, España. 1978: Ganó el Premio de Poesía Casa de las Américas, Cuba, por su poemario Sobrevivo.
1997: La Unión de Artistas y Escritores de El Salvador le otorgaron una placa y un Diploma de Honor. 2010: Orden Gabriela Mistral, gobierno de Chile. 2011: Mención especial de la Red Internacional de Escritores por la Tierra en los Premios Ondas Mediterráneas
Publicaciones.
1948: Anillo de silencio (poesía), Edit. Botas, México. 1958: Tres cuentos (cuentos infantiles), Ministerio de Cultura, El Salvador. 1961: Huésped de mi tiempo (poesía), Edit. Américalee, Argentina. 1978: Sobrevivo (poesía), Edit. Casa de las Américas, Habana. (Este libro ganó el premio Casa de las Américas, 1978). 1986: Despierta mi bien, despierta (novela corta), UCA Editores, El Salvador. (2a. edición 1987). 1987: Luisa en el país de la realidad (novela), Edit. Volvo i Climens, México.1987. 2a. edición Edit. Universidad de México, México, D.F., 1994. La mujer del río Sumpul (poesía), Edit. del Museo Rayo, Colombia. El niño que buscaba a ayer (cuento infantil). Edit. CIDCLI. SC. México, D.F. Esto soy. Antología poética Dirección de Publicaciones e Impresos, El Salvador.
Metodología.
El estudio que se llevó a cabo es descriptivo-exploratorio por que se han explorado diversos textos para llegar a la descripción de los sucesos sociales que se estaban dando en ese periodo.
El problema se estudia desde el punto de vista de la autora dentro de
la obra pero de igual manera se han plasmado los sucesos de forma coherente y cronológica de cómo estos se fueron dando. En la década de 1930 se perfilaron dos corrientes en el movimiento de los trabajadores: “la reformista” y la “revolucionaria”. (Dalton, 2007)
Los reformistas formularon “sus planteamientos en los órganos Los
obreros Unidos, dirigidos por Masferrer, Ejida, El mundo obrero y El Forjador, mientras que la línea revolucionaria se expresó en Opinión estudiantil, La estrella roja animado por grupos marxistas de la Universidad de El Salvador (UES) Y DEL GRUPO Revolucionario Universitaria y El machete, de la Regional.” (Educación, 1994)
El 1 de marzo de 1931, tomo oficialmente la presidencia Arturo
Araujo. Y en este contexto ambas tendencias se hicieron presentes. El descontento social y el desacuerdo con los grupos de poder económico extremo, dio lugar a lo que se conoce como “la rebelión de 1932”. (Educación, 1994)
Tras el derrocamiento de Araujo, tomando el poder el general
Maximiliano Hernández Martínez, “arremetió contra la corriente sindical que, vinculada al Partido Comunista, lo que dio soporte al levantamiento de campesinos de 1932”. Dicho levantamiento se produjo el 22 de enero de 1932 en la zona occidental del país, “a media noche, miles de campesinos pobremente armados principalmente de machetes, atacaron las haciendas de los grandes terratenientes y varios cuarteles, lograron la captura de poblados como Nahuizalco, Juayua, Tacuba e Izalco”. (Solis, 1987)
Matanza y rebelión de 1931- 1932.
El 18 de enero de 1931fueron capturados Agustín Farabundo martí y
a los líderes estudiantiles Alfonso Luna y Calderón y Mario Zapata quienes pertenecían al partido revolucionario comunista, estos fueron denunciados por un colegio de niñas en San Salvador y posteriormente capturados y ejecutados. Ellos fueron los primeros fusilados en la masacre. (Solis, 1987)
Otra polémica acerca de aquel levantamiento se vincula a la relación
entre los campesinos y el PCS. La coincidencia temporal de ambos levantamientos y la similitud de las causas de cada uno hacen pensar que estaban vinculados e incluso, coordinados. Algunas teorías afirman que el PCS utilizó la situación de pobreza de los campesinos para convencerlos de actuar en conjunto y alzarse contra el régimen; Poco o nada se conoce acerca de la relación entre ambos grupos y mucho menos acerca de negociaciones u homólogos. Autores como Eric Ching, especialista en el tema, afirman que el levantamiento campesino no pudo ser coordinado por el PCS puesto que el partido tenía demasiados problemas como para dirigir una insurrección a varios kilómetros de distancia. Se agrega, además, que
pudo haber una tercera fuerza alzándose, la cual se trató de sindicatos inconformes con la política salarial en el sector formal.
De cualquier manera, el gobierno no hizo distinción entre uno y otro
movimiento, por lo cual actuó de la misma forma en ambos casos. El gobierno no tardó en reaccionar, recuperando el control del territorio salvadoreño en un par de días, por medio de un despliegue militar con el objetivo de someter a todos los rebeldes. (Solis, 1987)
El general José Tomás Calderón gozó de armamento y efectivos en
abundancia. El empleo del armamento superior fue el elemento decisivo en la confrontación y los relatos hablan de "oleadas de indígenas, barridos por las ametralladoras". En seguida vino una severísima represión, ejecutada tanto por unidades del ejército, la policía y la Guardia Nacional, como por voluntarios organizados en "guardias cívicas". (Educación, 1994)
Los hallazgos en cuanto a estos sucesos fueron muy grande ya que se
dio el derrocamiento del presidente Araujo, la muerte de los principales líderes de los movimientos revolucionarios y sobre todo la imagen de los cadáveres apilados en la calle fueron un cuadro común en aquellos días; pese a los esfuerzos por aproximarse a una cifra fidedigna de fallecidos en las setenta y dos horas posteriores al levantamiento, no puede asegurarse un número en concreto, aunque varios historiadores coinciden en que fueron alrededor de veinticinco mil personas fallecidas. Aquellos que sobrevivieron fueron capturados, se sometieron a juicio y acabaron inevitablemente condenados a muerte.
Después de la rebelión, fue ahorcado el líder campesino Francisco
Sánchez, mientras que su homólogo, Feliciano Ama, fue linchado y colgado luego su cadáver en presencia de los niños de una escuela. (Dalton, 2007)
En los alrededores de Izalco, a todos los que se les encontraba
portando machete, a todos aquellos que tenían fuertes rasgos de raza indígena o que vestían trajes indígenas, se les acusaba de subversivos y eran encontrados culpables.
Para facilitar la tarea de los cuerpos de seguridad, se invitó a todos aquellos que no habían participado en la insurrección a que se presentaran a la comandancia para obtener documentos que les legalizaban como inocentes. Cuando llegaron fueron examinados, y los que presentaban las características indígenas, fueron apresados. Fueron fusilados en grupos de cincuenta en el muro de la Iglesia de la Asunción. En la plaza frente a la comandancia, varios fueron obligados a cavar una tumba común, a la cual fueron arrojados tras ser ametrallados. Las casas de los encontrados culpables fueron quemadas y sus habitantes sobrevivientes fueron ametrallados.
Conclusión
Tras el conflicto, los sobrevivientes buscaron huir hacia Guatemala;
como respuesta, el presidente Jorge Ubico, ordenó acordonar la frontera, entregando al ejército salvadoreño a todo aquel que intentase cruzar al país vecino.
A manera de solución del conflicto, el 11 de julio de 1932, el
parlamento salvadoreño emitió el decreto legislativo 121, cuyo artículo No. 2 reza:
“Asimismo, se concede amplia e incondicional amnistía a favor de los
funcionarios, autoridades, empleados, agentes de la autoridad, y cualquiera otra persona civil o militar, que de alguna manera aparezcan ser responsables de infracciones a las leyes, que puedan conceptuarse como delitos de cualquier naturaleza, al proceder en todo el país al restablecimiento del orden, represión, persecución, castigo y captura de los sindicados en el delito de rebelión del presente año”
Artículo No. 2 del decreto legislativo 121, del 11 de julio de 1932
(Educación, 1994)
Tras sofocar la rebelión, el gobierno de Hernández Martínez inició un
proceso de represión hacia los opositores, y se utilizó el padrón electoral para amedrentar o ajusticiar a quienes habían declarado ser oponentes al gobierno. (Díaz, 1997)
En la parte indígena, los acontecimientos trajeron consigo el
exterminio de la mayoría de población hablante del náhuatl, lo cual ha influido en la pérdida casi total de dicha lengua en El Salvador. Las poblaciones indígenas abandonaron muchas de sus tradiciones y costumbres por temor a ser capturados. Muchos de los indígenas que no participaron el levantamiento manifestaban no comprender el motivo de la persecución gubernamental. La vestimenta y muchas de las costumbres indígenas se fueron reemplazando para no ser víctimas del conflicto. (Castrillo, 1997-1998)
Bibliografía
Alegria, D. F. (1997). Cenizas de Izalco. 4ª edicion. Vol, 18. San Salvador. El Salvador.: CONCULTURA.
Castrillo, M. (1997-1998). Aproximaciones al movimiento cultural en El Salvador. ÍSTMICA, 168-171.
Dalton, R. (2007). El Salvador: monografía. San Salvador, El Salvador, C.A: UCA editores.
Díaz, R. R. (1997). Temas Salvadoreños (y unos pocos foraneos), 2ª edición. San Salvador, El Salvador, C.A.: Talleres Gráficos UCA.
Dinarte, C. C. (2002). Diccionario de autoras y autores de El Salvador. 1ª ed. San Salvador. El Salvador.: Direccion de Publicaciones e Impresos.
Educación, M. d. (1994). Historia de El Salvador, Tomo II. El Salvador: Convenio Cultural México-El Salvador.
Solis, A. (1987). Biografias. San Salvador, El Salvador: ABRIL UNO.