Aldo era un artista. Él no era un gran pintor. Pero pintaba todo el día. Abi era su asistente. Ella quería ser una artista. Pero su trabajo era ayudar a Aldo.
Asistente 2
Artista
—¡Esta pintura no es buena! —dijo Aldo. —Aldo rompió la pintura. ¡Estoy cansado de pintar flores! ¡No hago nada más por hoy!
Rompió pintura 3
—Por favor, lava mis pinceles —dijo Aldo, muy cortés—. Luego, barre el piso. También, dale comida a los perros, y no te olvides de poner las tapas a las latas de pintura. Aldo salió.
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Primero, Abi lavó los pinceles. Después, barrió el piso. Luego, le dio comida a los perros. Pero ella olvidó colocar las tapas a las latas de pintura.
Alimentando a los perros
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De pronto, ¡los perros entraron al taller corriendo tras un gato! —¿De dónde saliste? —le preguntó Abi al gato. Pero el gato no contestó.
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Corriendo tras un gato
Los perros y el gato tiraron las latas de pintura que estaban sobre la mesa. ¡La pintura se derramó por todas partes! Los animales mancharon todas las pinturas de Aldo.
Manchando las pinturas 7
De pronto, Aldo regresó. Abi pensó que tendría un gran problema. Aldo solo miró y miró.
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Finalmente, Aldo sonrió. A él le gustaron mucho las pinturas y le pidió a Abi que lo ayudara con todas las demás. Ella estuvo de acuerdo. ¡También los perros y el gato!
Se ponen de acuerdo
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10
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Aldo y Abi
Número de palabras: 212 2
Aldo y Abi
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¿Dónde es la fiesta?
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¡Ni un letrero más!
por Myka-Lynne Sokoloff ilustrado por Randy Chewning
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