Al-Anon Revista 2011
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Al-Anon se enfrenta al alcoholismo 2011 ¿Se molesta por la bebida de otra persona? Los Grupos de Familia Al-Anon pueden pueden ayudarle.
Contenido Cómo afecta la bebida a los miembros de la familia
2 Con tanto esfuerzo y atención centrada en la persona que bebe, los miembros de la familia muchas veces ignoran (o niegan) el efecto que la bebida produce en ellos.
Por qué los miembros de la familia de la persona 6 que bebe necesitan de Al‑Anon Los miembros de Al‑Anon y los profesionales explican cómo los miembros de la familia pueden beneciarse de la comprensión y del apoyo de un grupo de Al‑Anon.
alcoholismo es una enfermedad de la familia 10 El La bebida problema es un asunto complejo que abarca más que el comportamiento de la persona que bebe.
reunión de Al‑Anon es un entorno seguro 13 La que brinda apoyo Las reuniones de Grupos de Familia Al‑Anon crean oportunidades para el alivio y el progreso.
programa de Al‑Anon ofrece ‘instrumentos’ que le 16 El ayudan a la gente a manejar su vida de una mejor manera Los miembros de Al‑Anon comparten decisiones que han tomado que les permite responder más ecientemente a las dicultades de la bebida problema.
20 La terapia y Al‑Anon se complementan entre sí
Estimados lector: Al haber crecido c recido en una familia famil ia alcohólica, aprendí aprendí que era importante guardar los secretos de la familia, aun cuando cada uno de nosotros le hubiera contado a cualquier persona que escuchara acerca de los problemas causados por la bebida de mi padre. Cada vez que yo contaba la historia, esperaba que me compadecieran, o que por lo menos comprendieran que yo no era responsable de la forma en que me comportaba. Antes de asistir a mi primera reunión de Al‑Anon, simplemente no podía ver cómo el hablar acerca de mis problem pro blemas as con un grupo gr upo de personas personas extrañas extra ñas podría ayudarme, cuando cua ndo el hablarle hablarle a tantos de mis amigos siempre me hizo sentirme peor. Creía que si iba a una reunión, signicaría que tenía que admitir que yo era un absoluto fracaso. Finalmente asistí a la primera reunión porque se me habían acabado las excusas sobre por qué Grupos de Familia Al‑Anon no me podía ayudar. Los miembros me recibieron con gusto, me dieron un libro de Al‑Anon para que lo leyera y me invitaron a escuchar si no estaba listo para hablar. No recuerdo mucho, mucho, pero sí recuerdo que en la sala había esperanzas; esperanz as; que la gente que tenía problemas peores que los míos ni siquiera se lamentaba de sí misma. Siento una enorme gratitud de que esos miembros estuvieran allí la noche que fui por primera vez y de que siguieran viniendo v iniendo semana semana tras tra s semana,
Cómo afecta la bebida a los miembros de la familia
¿Cómo puedo reconocer los efectos que a mi vida le causa la bebida de alguien más? más? Podemos reconocer fácilmente la forma en que el alcohol le afecta a la persona que bebe; sin embargo, a los familiares y amigos no se les hace tan fácil reconocer la forma en que el comportamien comportamiento to de la per‑ sona que bebe les ha afectado a ellos. Estas preguntas le pueden ayudar a identicar los efectos producidos por la bebida de alguien más. Si responde “sí” a cualquiera de estas preguntas, Grupos de Familia Al‑Anon puede ayudarle. Para más pre‑ guntas, visite nuestro sitio Web: ww w.al‑a w.al‑anon.alateen.org. non.alateen.org.
¿Se preocupa
de cuánto bebe otra persona?
¿Tiene problemas económicos
a causa del beber de otra persona?
¿Miente para encubrir que otra persona bebe?
¿Cree que si el bebedor se preocupara por usted dejaría de beber para complacerle?
¿Qué son los Grupos de Familia Al‑Anon? Al‑Anon es un programa de apoyo mutuo para cualquier persona que esté perturbada por la bebida de un pariente o de un amigo. Alateen es nuestro programa para los miembros más jóvenes. Los miembros de Alateen coor‑ dinan sus propias reuniones. Los Padrinos o Madrinas de Alateen son miembros de Al‑Anon que han sido certicados y cumplen con los requisitos de seguridad establecidos por su Zona para asistir a reuniones de Alateen y, si es necesario, brindar brindar guía.
¿Se alteran con frecuencia sus planes
¿Cómo localizo una reunión de Al‑Anon o de Alateen?
a causa del bebedor?
¿Hace amenazas tales como:
“Si no dejas de beber, te abandonaré”?
Llame al:
¿Teme disgustar a alguien por miedo
1‑888‑4AL‑ANON (1‑888‑425‑2666)
a incitarle a que se emborrache?
de lunes a viernes, de 8 a.m. a 6 p.m. hora del Este,
¿Se ha sentido ofendido o avergonzado por el comportamiento de un bebedor?
¿Busca
o visite: www.al‑anon.alateen.org para información sobre las reuniones. Al‑Anon también puede aparecer anotado en el directorio telefó‑ nico de su localidad.
el licor escondido?
¿Ha rechazado invitaciones sociales por temor o ansiedad?
¿Cree que si el bebedor dejara de beber, los pro‑ blemas se resolverían?
¿Se siente a veces fracasado
porque no puede controlar al bebedor? 2
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De qué manera me di cuenta de que yo tenía un problema Por Bárbara M., Ontario
Supe que necesitaba ayuda cuando di un portazo en la cocina tan fuerte que quebré el vidrio. Acababa de tener una pelea con mi esposo y estaba furiosa. Me sentía histérica. Llamé a una amiga, quien apaciblemente apaciblemente me preguntó si quería ir a una reunión de Al‑Anon. Le dije que mi esposo bebía bastante pero que en realidad no era alcohólico. Creía que los alcohólicos s ólo eran hombres sin afeitarse que se sentaban en las esquinas de la calle a pedir dinero. Yo me negaba a aceptar que mi esposo era alcohólico. Al término de una semana asistí a la primera reunión de Al‑Anon. Estaba ner‑ viosa. No quería aceptar que hubiera alcoholismo en mi hogar ni que yo no podía hacerle frente a la vida. En Al‑Anon encontré personas maravillosas y alentadoras que me entendieron y me ofrecieron amor incondicional y aceptación.
La bebida de mi esposa me condujo a reuniones de Al‑Anon Por Jason B.
Vine a Al‑Anon con la esperanza de encontrar la forma de hacerle frente a la angustia de la bebida de mi esposa. El caos, la destrucción y la soledad eran agobiantes. Como esposo dedi‑ cado, trataba de arreglar las cosas y hacer que todo marchara bien otra vez, pero era incapaz de lograrlo. Aprendí que no podía controlar su bebida, pero que había mucho que yo podía hacer para ayudarme a mí mismo.
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El tratar de cuidar de mi hijo me consumió la vida Por Ruth G., Texas
Estaba destrozada cuando entré a la primera reunión de Al‑Anon. Habían arrestado y encarcelado a mi hijo. Lo único que quería hacer era ayudarlo. No me había dado cuenta de lo tanto que yo necesitaba ayuda. Las madres están dispuestas a dar su vida por sus hijos. Poco a poco, empecé a darme cuenta de que necesitaba cuidar de mí. Fue asombroso ver la rapidez con que la paz empezó a reempla‑ zar el temor y la preocupación.
Igual que la persona alcohólica, los miembros de la familia no saben cómo la bebida les afecta a ellos Por Rev. Daniel Gowan, Div. Méd., M.A., LCDC, LPC
Mis servicios de consejería son aus‑ piciados por una organización basada en la fe. Generalmente discutimos la moralidad del alcoholismo en medio de la lucha de los miembros de la fami‑ lia que tratan de “lograr que la persona alcohólica desista” o por lo menos modicar el comportamiento de la persona alcohólica. Quiero alentar a que los miembros de la familia consi‑ deren que la persona alcohólica es una persona enferma que trata de mejorar, en lugar de una persona mala que trata de ser buena. Muchos clientes que tratan de enfrentar la enfermedad del alco‑ holismo desconocen el concepto de enfermedad familiar, pero cuando lo discutimos, empiezan a reconocer su fuerza penetrante. Estoy convencido de que la caracte‑ rística número uno de esta enfermedad es la negación. Esto es cierto tanto en la persona alcohólica como en el miem‑ bro de la familia. Señalo que el hecho de que la familia se oponga al tratamiento de su papel en el sistema no es diferente al hecho de que la persona alcohólica se niegue a dejar de tomar. AFA2011 AFA2011
Al‑Anon les ayuda a los clientes a entender este principio de participa‑ ción en el sistema. El asistir a reunio‑ nes de Al‑Anon les ayuda a los clientes a enfrentar de manera saludable los efectos de esta enfermedad. La regla que les sugiero a los miembros que viven en una situación en donde el alcoholismo está presente es: no pongan más esfuerzo en la recuperación de la persona alcohólica del que pone dicha persona. Por el contrario, cada quien debe estar dispuesto a trabajar en sus propios asuntos. Los miembros de la familia deben mostrar disposición para atender sus asuntos a un grado no infe‑ rior al de la persona alcohólica. Al‑Anon es un recurso útil para que los miembros de la familia y amigos descubran la forma en que participan en este s istema o enfermedad familiar. Como enfermedad familiar, el alcoho‑ lismo debe ser tratado dentro de toda la familia. La bebida es sólo un síntoma del problema. Por otra parte, la absti‑ nencia eliminaría todos los problemas, pero esto generalmente no sucede. El Rev. Gowan es el Director de Consejería Psicológica Benchmark en Plano, Texas. 5
Por qué los miembros de la familia de la persona que bebe necesitan de Al‑Anon
¿Existe alguna cuota para ser miembro?
No. Los miembros dan con‑ tribuciones voluntarias porque cada grupo es autosuciente y rechaza contribuciones externas. La mayoría de los grupos pasan una canasta en cada reunión para ayudar a sufragar los gas‑ tos de rutina, tales como alquiler de la sala de reuniones, apoyo a los servicios de Al‑Anon y com‑ pra de publicaciones.
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¿Quiere aprender más acerca de Al‑Anon antes de ir a su primera reunión?
Un recurso es la serie gratuita de podcasts auditivos “Cómo utilizar los Pasos de Al‑Anon en nuestro diario vivir”, que se encuentra en nuestro sitio web: www.al‑anon.alateen.org.
Aprendiendo a ver la bebida de mi esposo desde una nueva perspectiva Por Carol, Australia
La primera vez que escuché acerca de que el alcohol era un problema fue cuando mi mamá me advirtió en cuanto a salir con alguien que bebiera. Era una niña obediente, hasta que conocí al hombre con quien me casaría; entonces toda la obediencia se fue por la ventana. Yo creía que era culpa de su mamá que él bebiera… por lo que cuando estuviera con‑ migo, estaría bien y viviríamos felices para siempre. ¡Pronto me di cuenta de lo contrario! No fue sino hasta que
vine a Al‑Anon que aprendí algo con res‑ pecto al alcoholismo. Aprendí a enfrentar el alcoholismo y a ver por medio de la enfermedad a la persona que estaba debajo de esta. Mi esposo sufre una enfermedad. Qué alivio fue darme cuenta de que yo no la causé, no la puedo controlar y no la puedo curar. He aprendido a reír acerca de situaciones sobre las que hubiera llorado en el pasado. Me he permitido amar a mi esposo, con todas las imperfecciones.
El aprender acerca de mí misma me ayudó a enfrentar la bebida de mi hijo Por Laurie L., Indiana
Muchas veces me preguntaba: ¿Qué puedo hacer para enderezar a mi hijo alcohólico de veintitrés años? Sabía muy poco que necesitaba ayuda, no por el alcohol, sino por la adicción a tratar demasiado de hacerlo todo perfecto para otra gente. Me di cuenta de que no está dentro de mis facultades lograr que nadie más cambie, excepto yo misma. Si tuviera que trabajar en mí y ser emocionalmente saludable, quizás hubiera un efecto ondulatorio natural, natural, sin que yo tenga que enderezar a nadie. AFA2011 AFA2011
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El lidiar con el alcoholismo distorsiona lo que es “normal” Al‑Anon se enfrenta al alcoholismo 2011 entrevistó a Debra Jay, una escritora, profesora universitaria y terapeuta en adicciones, quien trabaja como coordinadora y mediadora de un programa familiar en Grosse Pointe, MI.
¿Por qué el proceso de recuperación es impor‑ tante para la familia de la persona que bebe? Entre más tiempo esté sujeta una familia al alcoho‑ lismo de otra persona, mucho más se separa del mundo de los que se encuentran bien centrados. La adicción hace que todo sea inmanejable y la respuesta de las familias es tratar de que las cosas vuelvan a lo “normal”. “normal”. El problema es que la enfermedad de la adicción siempre desvía a todos del centro una vez más. Eso hace que empiecen a surgir dos cosas: las familias tratan de realizar un mayor esfuerzo para crear equilibrio, y se llegan a acostumbrar más a estar desequilibradas. Al estar atrapados en este s istema alcohólico, todos se abren paso en busca de la seguridad. Se le hace frente a cada calamidad con la correspondiente técnica de supervivencia. Los familiares de la persona alcohólica deben alterar sus comportamien comportamientos, tos, emocio‑ nes, pensamientos y ánimos para tratar de compensar las consecuencias negati‑ vas causadas por el alcoholismo. Con el tiempo, las técnicas de supervivencia se endurecen y se convierten en resentimientos, perfeccionismo, demasiada protección y comportamiento controlador. controlado r. Estos rasgos de carácter de las familias alcohólicas se extienden en todos los aspectos de sus vidas, afectando negativamente a las personas que las rodean y, sin recuperación familiar recuperación familiar , se trasmiten de generación a generación. Puede ser que el alcohólico se encuentre sobrio o aislado de la familia, pero estos rasgos se incorporan en el carácter esencial de los miembros de la familia y permanecen como parte del diario vivir. Por esta razón, quienes se encuentran cerca de personas alcohólicas se benecian de su propio programa de recupe‑ ración en Al‑Anon, lo cual les sirve de ayuda para vencer los cambios que el alcoholismo les ha provocado de diferentes maneras.
¿Cuáles benecios obtiene la familia al asistir a Al‑Anon? Al‑Anon transforma la espiritualidad negativa (aislamiento, (aislamiento, temor, perfeccio‑ nismo, ira, resentimiento, comportamiento controlador) en una espiritualidad positiva. Después de todo, es el espíritu de la familia el que determina la calidad de vida familiar. El asistir a reuniones de Al‑Anon es un pequeño paso que con‑ duce a cambios inesperados y poderosos. Cuando cambia el espíritu, cambia la familia. Nos damos cuenta de que se nos ha dado s ólo una vida que vivir, y es valiosa. Tenemos la responsabilidad de evitar que la adicción se robe lo mejor de nuestra vida. La adicción distorsiona y quebranta el espíritu, pero Al‑Anon brinda el don de la recuperación. 8
¿Por qué los miembros de la familia se resisten a buscar ayuda para ellos mismos? Persiste un mito perjudicial: que el problema se resuelve cuando la per‑ sona alcohólica logra la sobriedad . Las familias tienen la falsa sensación de que están al mando de sus vidas porque están limpiando el desorden, asumiendo responsabilidades y seña‑ lando las fuentes del problema de la persona alcohólica. Con el tiempo, los miembros de la familia se centran tan asiduamente en los problemas de la persona alcohólica que ya no ven con claridad sus propios seres ni sus propias necesidades. No pueden ver la forma en que el alcoho‑ lismo los está cambiando cambiando.. Para la familia, la noción de que alguien más está fallando (la persona alcohólica) los lleva a creer errónea‑ mente que lo único que necesitan es que dicha persona deje de beber, y luego todo regresará a la normalidad. Sin embargo, esta creencia no evita que las familias encuentren la realidad tarde o temprano. Los síntomas alco‑ hólicos pueden persistir por mucho tiempo después de que una persona
alcohólica se convierta en abstinente porque el dejar de beber es simple‑ mente el prerrequisito para la recupe‑ ración. La mayoría conoce el término “borracho seco”. Se necesita un tér‑ mino similar para las familias que continúan funcionando con el uso de viejas técnicas de supervivencia mucho tiempo después de que la per‑ sona alcohólica esté en recuperación. Cuando las familias dicen: “Desea‑ ríamos que dejara de beber”, lo que realmente están esperando es volver a tener una relación saludable y afec‑ tuosa con la persona alcohólica. No obstante, si la abstinencia llega sin la recuperación (tanto para la persona alcohólica como para la familia), los problemas de relación no desapare‑ cen. Estos frecuentemente empeoran. Cuando las familias entienden que Al‑Anon les ayuda a desarrollar habi‑ lidades interpersonales que promue‑ ven las relaciones saludables y afec‑ tuosas, más a menudo encuentran que es pertinente practicar los Doce Pasos.
Al‑Anon me ayudó en mis relaciones con la familia Por Gayle W., Ontario
Me casé con un hombre atractivo y encantador. Pronto me di cuenta de que yo tenía un problema con su bebida. Era insoportable e insensata en mis días buenos; en los otros días me sentía infeliz e irritada. Un consejero me sugirió que fuera a Grupos de Familia Al‑Anon. Hoy ya no siento vergüenza de la persona que soy con respecto a haber cre‑ cido en un hogar alcohólico caracterizado por el maltrato emocional y físico. Ahora tengo la capacidad de amar a los demás, aun cuando ellos no tienen la capacidad de amarse a sí mismos, incluidos algunos miembros de la familia que continúan con sus comportamientos del pasado. AFA2011 AFA2011
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El alcoholismo es una enfermedad de la familia
¿Qué hago si no estoy segura de que el bebedor tiene un serio problema?
¿A usted le molesta la bebida? Le sugerimos que asista por lo menos a seis reuniones de Al‑Anon antes de tomar la decisión de si Al‑Anon le puede o no servir de ayuda.
¿Qué hago si me afecta el pro‑ blema que alguien más tiene con las drogas?
De acuerdo con la Encuesta a los Miembros de Al‑Anon de 2009, uno de cada tres miembros vino primero a Gru‑ pos de Familia Al‑Anon debido a una persona con problema de drogas. Después de algún tiempo de asistir a las reuniones, aproximadamente nueve de cada diez miembros se dieron cuenta de la forma en que la bebida de alguien más también había afectado sus vidas.
¿Se necesita una cita para asistir a una reunión de Al‑Anon o de Alateen?
No se requiere aviso de antemano. La asistencia de cualquier per‑ sona preocupada por la bebida de alguien más será bienvenida. 10
La bebida afecta a miembros de la familia que también necesitan de un proceso de alivio Por Michel Perron
Los daños del abuso el apoyo social general del alcohol y de las de la familia así como drogas no se limitan úni‑ el apoyo especíco en camente a quien hace el abuso de sustancias uso de ellos. Una tercera brinda valiosas contribu‑ parte de los adultos infor‑ ciones en los resultados man que han sufrido del tratamiento inicial y daños debido a la bebida de plazo más largo. La de alguien más (Encuesta participación de la fami‑ Canadiense sobre Adic‑ lia en el tratamiento y el ciones realizada en el año apoyo de adolescentes 2006). Una de cada diez que usan sustancias han personas informa sobre demostrado ser particu‑ problemas familiares y larmente beneciosos. matrimoniales a con‑ El Centro Canadiense secuencia de la bebida. sobre el Abuso de Sus‑ Evidentemente, el abuso tancias (CCSA –siglas de sustancias es un pro‑ en inglés–) reconoce y blema que afecta no sólo aprecia la valiosa con‑ a quien las usa sino que tribución que durante también a su familia. tanto tiempo Grupos La participación de de Familia Al‑Anon les miembros de la familia ha brindado a familias en el proceso de alivio ha en todo el Canadá, en sido reconocida durante los Estados Unidos y mucho tiempo como un en todo el globo terres‑ factor en el éxito del tra‑ tre. Es por medio de las tamiento. La Estrategia diferentes clases de ser‑ de Tratamiento Nacio‑ vicios que brindan que nal del Canadá reconoce los más afectados por el papel que desempe‑ el abuso de sustancias ñan los miembros de la de sus seres queridos se familia en un método pueden beneciar de la de sistemas integrados ayuda, la guía y el apoyo apoyo.. Michel Perron es el Direc‑ para planicar y sumi‑ nistrar servicios y brinda tor Ejecutivo del Centro apoyo en los problemas Canadiense sobre el Abuso de abuso de sustancias. de Sustancias en Ottawa, Se ha demostrado que Ontario. AFA2011 AFA2011
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Los miembros de Al‑Anon entienden mis luchas Por Daisy P., California
Al‑Anon me brindó una perspectiva diferent diferente e Por Jerry F., Hawaii
Al principio no sabía nada sobre el alcoholismo, ni siquiera me daba cuenta de lo poco que sabía. Estaba muy confundido. En mi familia no hablábamos del alcoholismo. El indicar que un miembro de la familia era alco‑ hólico hubiera sido motivo de castigo. En Al‑Anon, empecé a entender que el alcoholismo es una enfermedad, no un problema moral. Mi esposa alcohólica era una persona enferma, no una per‑ sona mala.
Encuentro consuelo al saber que no estoy sola. Al‑Anon me abrió la puerta del alivio cuando escuché a otras personas que se sentían como yo. Finalmente me siento como una persona normal en vez de sentir ver‑ güenza hasta de contarles a los demás sobre dónde crecí por temor a que quizás supieran que mi padre era un alcohólico violento y mi madre era una mujer agredida hasta el día en que murió. No quería que nadie supiera sobre el abuso mental, emo‑ cional, verbal, físico y sexual que sufrí en las manos de mi propia familia. Me siento agradecida por los valientes que en Al‑Anon compar‑ tieron tan receptiva y sinceramente acerca de sus propias luchas.
Adolescente le hace frente a la tensión que sufre al ser su madre alcohólica Por Jessica R., Kansas
Al crecer con una alcohólica en recuperación, sabía los nombres de los sínto‑ mas que teníamos antes de que verdaderamente entendiera entendiera la forma en que me afectaron particularmente a mí. No creía que la recuperación se tratara de mí . Mamá tenía la enfermedad y yo s abía que debía brindarle todo mi apoyo a ella. Tenía muchos problemas en la escuela y me estaba desesperando. Algo mal me pasaba y, si no lo arreglaba pronto, pronto, iba a explotar. La presión de ser perfecta y normal, y de tener cabida, casi me lanza al otro extremo. Al nal, ni siquiera provocar peleas era suciente. No tenía palabras para des‑ cribir el obscuro vacío que la soledad dejó en mi pecho. Era como algo cóncavo, y la desesperación me estaba derribando. Después de tocar fondo, empecé a llorar, a darle importancia y a compartir en reuniones de Alateen. Con el tiempo de jé que el programa funcionara, para lo cual lo practiqué. Alateen me salvó de mí misma, ¡y por eso siento una eterna gratitud! 12
La reunión de Al‑Anon es un entorno seguro que brinda apoyo
¿Los miembros de Al‑Anon o de Alateen le dirán a otra gente que yo estuve en una reunión? Su privacidad es protegida por el principio de anonimato de Al‑Anon. Los miembros no le revelan a nadie más, ni siquiera a otros miembros, quié‑ nes asisten a nuestras reuniones. Esto ayuda a crear un entorno de reunión conable y seguro. Todo lo que se dice en una reunión de Al‑Anon es condencial. También existe el entendimiento entre miembros de que las conversaciones entre miem‑ bros fuera de las reuniones de Al‑Anon no se les revelan a otras personas. Aunque la condencialidad se practica en las reuniones de Al‑Anon, esto no tiene ninguna base legal. El anonimato en Al‑Anon no se debe confundir con el derecho legal a la privacidad. Cualquier persona que conese un delito en una reunión de Al‑Anon, por ejemplo, no deberá esperar que se le conceda ningún privilegio ni protección legal, pero el principio de anonimato les garantiza a los miembros que pueden hablar en una reunión de Al‑Anon sin temor ni vergüenza de los problemas emocionales y espirituales que enfrentan al lidiar con los efectos producidos por la bebida de alguien más. AFA2011 AFA2011
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Por qué me ayuda el hablar con extraños en las reuniones de Al‑Anon
Mi hermano me preguntó por qué comparto sentimientos personales Por Bob C., Missouri con extraños en Al‑Anon que no com‑ parto con mi propia familia. Una pregunta simple y normal, La respuesta es simple: Al‑Anon es tal como: “¿Cómo estuvo tu n de un lugar seguro. Allí nadie me criti‑ semana?, puede ser un problema. No cará. Nadie me dirá lo que debo hacer quiero mentir, pero me da vergüenza ni lo que debí haber hecho. Nadie me decirle a un miembro de la familia que juzgará. pasé la noche recogiendo vidrios rotos Los miembros de la familia pueden después de quedarme levantado hasta dar consejos con rapidez, aun cuando las tres de la madrugada escuchando en realidad no entienden por lo que berrinches y palabras abusivas. he estado pasando. En Al‑Anon, es Ese es el secreto que guardo del al contrario: la gente que está allí mundo exterior, pero también es algo entiende lo que estoy pasando, pero que tengo en común con otros miem‑ no me da consejos ni me dice qué bros de Al‑Anon. Se siente bien hablar hacer. Eso es una buena combinación: acerca de eso con otras personas que comprensión y apoyo, sin consejos ni comprenden. dirección.
Encontré consuelo consuelo dentro de la ‘zona de seguridad’ de una reunión de Al‑Anon Por Jesse K., Arizona
“Aunque sentía mucho miedo de hablar cuando asistí a la primera reunión, escuché mientras otros miembros compartían y supe que estaba en el lugar preciso” –Judi S., Minesota
En las reuniones de Al‑Anon, escuché a la gente compartir sentimientos ver‑ daderos sobre lo que en realidad sucedió en sus vidas. Me conmocionó la fran‑ queza y la receptividad que escuché. Después de muchas reuniones en las que sólo escuchaba, obtuve el valor de hablar un poquito. Entendí que Al‑Anon era denitivamente un lugar seguro para compartir con franqueza sobre lo que realmente vi y lo que realmente sentí. Esta franqueza me inició en mi sendero de recuperación.
Extraños en mi primera reunión de Al‑Anon me ayudaron a soltar las riendas del dolor
Una oportunidad para la aceptación y el alivio
“
”
Por Bárbara H., Nueva Jersey
Me sentí desmorali‑ zada y resentida de que tenía que ir a una sala llena de extraños para lograr el cariñoso apoyo que sentí que debía venir de mi familia. Me sentí agradecida de obtener el apoyo que desespe‑ radamente necesitaba, 14
pero no estaba acostum‑ brada a que nadie me dijera que cuidara de mí misma. No estaba dispuesta a ser la regañona. Eso fue justo en lo que acabé después de agotarlo todo tratando de ayudar a todo el mundo en mi
familia, ya fuera que quisieran o no mi ayuda. Corría en un vacío. No tenía ni la energía ni las habilidades para poder enfrentar el hecho de que mi voluntad se des‑ baratara cuando estaba “simplemente tratando de ayudar”.
para la familia como para la persona alcohólica. Existe un vínculo común entre Por Jane Worth aquellos cuyas vidas han sido afec‑ La experiencia ha demostrado que tadas por el alcoholismo de alguien la mayor parte de las personas alcohó‑ más. Al‑Anon ofrece un sentimiento licas utilizan la negación como medio seguro de condencialidad. Esto de rehusarse a aceptar la seriedad de brinda la oportunidad para hacer su enfermedad. Muchas de ellas tam‑ preguntas y recibir elementos de com‑ bién se niegan a aceptar la forma en prensión sobre lo que los miembros que el alcoholismo ha afectado a sus de la familia deben estar sintiendo. Jane Worth es administradora del Centro familias. de Recuperación de Conox Valley en Cour‑ El darse cuenta de que el alcoho‑ tenay, Columbia Británica, un pequeño lismo es una enfermedad de la fami‑ programa residencial de recuperación sin lia es un paso muy importante tanto nes de lucro.
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El programa de Al‑Anon ofrece ‘instrumentos’ que le ayudan a la gente a manejar su vida de una mejor manera
¿Qué es lo que sucede en una reunión de Al‑Anon o de Alateen?
Los miembros de Al‑Anon se turnan en el compartir de su experiencia en la práctica de los principios de Al‑Anon en relación con su vida. No se aconsejan entre sí. Este intercam‑ bio de experiencias de participant participantee a participante les ayuda a descubrir nuevas opciones o nuevas ideas para practicarlas en relación con su vida. 16
¿Existen reuniones elec‑ trónicas de Al‑Anon?
Sí. Las reuniones en línea y por teléfono suplementan, en lugar de reemplazar, las reuniones presenciales de Al‑Anon. Para solicitar una lista de reuniones electrónicas, visite: www.al‑anon.alateen.org, o envíe un correo a: wso@ al‑anon.org.
Un valioso instrumento para hacerle frente a las cosas, el cual descubrí en mi primera reunión Por Linda D., Wisconsin
Cuando fui a la primera reunión de Al‑Anon, mi misión era encontrar la forma de poder lograr que mi esposo dejara de beber. Me sentía confundida e incompatible con res‑ pecto a lo que debía hacer. “¿Podría usted decirme cómo hago para lograr que deje de beber? ¿Debo dejarlo o que‑ darme con él?” Un miembro compar‑ tió un dicho de Al‑Anon sobre el alcoholismo: “No lo causé, no lo puedo controlar y no lo puedo curar”. Necesitaba escuchar estas palabras. Creía que yo había causado el abuso que mi esposo hacía del alcohol porque a veces me decía que yo era el motivo por el cual él bebía. Creía que él lo dejaría si pudiera convertirme en una
mejor esposa, madre, o ama de casa. Yo había tratado de controlar su bebida al esconderle las botellas, al vaciarlas en el fregadero o al tratar de mantenerlo alejado de los lugares
“Creía que yo había causado el abuso que mi esposo hacía del alcohol porque a veces me decía que yo era el motivo por el cual él bebía”. donde él pudiera ir a beber. No lo puedo curar. Me di cuenta de que la misión que me había conducido a esta reunión no era en realidad mi misión. No era mi tarea lograr que él dejara de beber. Sentí un gran alivio del peso con el que yo misma cargaba a mis espaldas. Al venir a Al‑Anon, logré la comprensión y el apoyo que necesitaba.
Desenredándome de los problemas creados por el Por Jim M., Oregon alcoholismo Me he enterado de que el alcoholismo es una enfermedad, no una desgracia. Soy responsable únicamente únicamente de mis sentimientos y de mis acciones, no de los de la persona que bebe. Logro ser más fuerte cuando mantengo la atención centrada en lo que puedo controlar y suelto las riendas de cosas que no puedo controlar, tal como la bebida de alguien más. AFA2011 AFA2011
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Encontré consuelo consuelo y alivio a mi tensión
Madre sola encuentra fortaleza para enfrentar el reto de la bebida de su hijo
Por Mary Beth C., Maryland
En mi primera reunión de A l‑Anon, vi a otras personas disfrutando de la tranquilidad que yo deseaba. Su forta‑ leza y esperanza eran algo tan llama‑ tivo que yo misma me vi entregando mi conanza antes de darme cuenta de que hacía lo mismo. Necesitaba de lo que ellos habla‑ ban, aunque no supiera como ponerlo en palabras. Entre más escu‑ chaba, más aprendía. Fue como des‑ cubrir un nuevo idioma que yo no sabía que existiera. Hablaban fran‑ camente sobre temores, inseguridad, intentos y fracasos, y de la búsqueda de soluciones. Por primera vez en
Por Peggy J., Arkansas
Vine a A‑Anon desesperada por recibir ayuda para enfrentar el alcoholismo de mi hijo. Creía que yo era responsable de su enfermedad y no podía entender por qué mis esfuerzos por curarlo terminaron siendo un fracaso. Era madre divorciada, y dependía completamente de mí misma económicamente. No podía arriesgarme a perder mi propia salud y cordura. Qué dicha fue darme cuenta de que no era cu lpa mía, que yo no lo había causado, no lo podía contro‑ lar ni curar. Empecé a darme cuenta de lo necesario que era cuidar de mí misma.
mi vida me siento liberada de la pre‑ sión de tenerlo todo bajo control. No tengo por qué contar con todas las respuestas.
Aprendí a responder, en lugar de simplemente reaccionar Por Connie S., Iowa
Al‑Anon me brindó elementos de comprensión sobre mis relaciones deterioradas Por David C., Ohio
Como americano nativo, vi a muchos de mis parientes sucumbir a causa de la enfermedad de adicción al alcohol. La muerte temprana era un suceso común. Sólo unos cuantos afortunados encontraron la sobriedad en A.A. y vivieron para disfrutar de vidas felices y prósperas. Aunque yo tuve mis propios epi‑ sodios con el alcohol, no fue sino hasta que descubrí la hermandad de Al‑Anon que empecé a obtener ele‑ mentos de comprensión sobre mis propios problemas. El entender el alcoholismo como una enfermedad de la familia me ayudó a entender la 18
necesidad que tenía de controlar en exceso mi entorno, mi incapacidad de entender cuáles eran los límites rmes y las inseguridades profundamente arraigadas que me persiguieron por todos los extremos de mi existencia. Varios matrimonios con hijas de alcohólicos en fase activa crearon el dolor que me condujo a Al‑Anon, en donde aprendí que era el miedo lo que causaba mi deseo de controlar en exceso a la gente, lugares y cosas. Este temor, unido a los pro‑ blemas de ira relacionada con el abuso en mi niñez, condujo a un carrusel de relaciones perjudiciales.
He aprendido que la forma en que reaccione ante mi hijo alcohólico es algo que yo escojo. Eso solía ser un concepto extraño para mí. Siempre he reaccionado en exceso ante la crisis. En Al‑Anon, llegué a estar consciente de que soy yo quien está a cargo de mis sentimientos. Sean cuales sean las decisiones que mi hijo tome, no debo de permitir que me llegue a sentir vencida física y emocionalmente. Puedo amarlo, y por primera vez tengo la esperanza de poder encontrar paz.
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La terapia y Al‑Anon se complementan entre sí
Los miembros de Al‑Anon informan que su bienestar ha mejorado Los miembros de Al‑Anon sienten que el programa les ha ayudado de muchas maneras. Aproximadamente el 95% de ellos dice que el programa les ha creado un efecto muy positivo en sus vidas, según la Encuesta para los Miembros de 2009. Los miembros informan que su salud mental y su salud física han mejorado desde que asisten a reuniones de Grupos de Familia Al‑Anon. Puede encontrar más información de la Encuesta para los Miembros en el sitio Web de Al‑Anon: www.al‑anon.alateen.org.
Psiquiatra les sugiere Psiquiatra a pacientes asistir a Al‑Anon Por Mark A. Ritchie, M.D
Grupos de Familia Al‑Anon es un programa de Doce Pasos. No es para detener la bebida de la persona alco‑ hólica, sino para ayudarle a la persona perturbada por la bebida. Yo les digo a mis pacientes que Al‑Anon quizás les ayude a encontrar la paz que a lo mejor les esté haciendo falta, el desprendimiento amoroso que no pueden mantener y la sana compa‑ sión que buscan para la persona alco‑ hólica. Cuando los pacientes van a su pri‑ mera reunión, encuentran un poco de alivio en la mayor parte de los casos. Informan que han encontrado a otras personas que comparten el dolor que les aqueja y han encontrado una nueva forma de hacerle frente a las cosas. Si continúan yendo a las reuniones, empiezan a cuidar mejor de ellos mismos. Aprenden a mirar hacia las raíces de su comportamien comportamiento to codependiente y empiezan a encontrarle sentido a la forma en que ese comportamiento ha estado de maniesto en su vida. Empiezan a aprender habilidades de manera que pueden desprenderse con amor de la persona alcohólica, tratarla con compasión y, por lo consiguiente, no hacer la situación más difícil con su propio comportamiento. En esencia, llegan a ser personas más saludables, felices y realizadas espiritualmente. espiritualmente. Mark A. Ritchie, M.D., es psiquiatra que ejerce en privado en Solutions Psychiatric Associates,, en Los Gatos, CA. Associates
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No sabía de qué otra forma enfrentar la ira y la desesperación Por Rosie A., Massachuse Massachusetts tts
Mi esposo, con quien tenía veintitrés años de casada, estaba en un hospital de rehabilitación tratando por quinta vez de desintoxicarse del alcohol. Yo tuve una reunión con su consejera. Me sentía airada de que una vez más tuviera que llegar a participar en su tratamiento. Me resentía el tener que hablar con ella y pensaba que no tenía nada que decir. La consejera me preguntó si yo había considerado ir a Al‑Anon. Como pensé que mi vida no podía empeorar más de lo que estaba, decidí encontrar la manera de obtener ayuda para mí. Desde que me uní a Al‑Anon, aprendo acerca de mí, y he logrado estar más consciente de la forma en que puedo cambiar mi papel en nuestra relación.
Comprensión y apoyo para familias con adolescentes alcohólicos Por Cheryl L., Ohio
Mi hijo fue remitido a un programa de tratamiento de consulta externa des‑ pués de una resolución de la corte. Al nal de su tratamiento, uno de los tera‑ peutas le recomendó Al‑Anon al resto de la familia. Cuando fui a Al‑Anon, el motivo que tenía era enderezar a mi familia. Algunas de las cosas acerca de Al‑Anon me parecían ridículas, como el uso de lemas tales como: “Suelta las riendas y entrégaselas a Dios”, o “Progreso, no perfección”. En ese momento no tenían mucho sentido para mí, pero lo que sí ayudó y me mantuvo en el programa de Al‑Anon fue el afectuoso grupo de amigos que entendió lo que yo sentía y por lo que yo estaba pasando. No me agradaba contarles a mis compañeros de trabajo ni a mis amigos, ni siquiera a mi familia, las cosas por las que yo estaba pasando con mi hijo. Al‑Anon me brindó un lugar de calidez, entrega y apoyo. Me dio un lugar en donde pude compartir mis sentimientos sin que otras personas me juzgaran.
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Al‑Anon es un programa espiritual, no religioso
¿Dónde se realizan las reuniones de grupo de Al‑Anon y de Alateen? Nuestras reuniones por lo general se realizan en lugares públicos tales como bibliotecas, hospitales, iglesias o centros comunales. Los grupos de Al‑Anon no tienen aliación con estas instituciones, las cuales permiten que los grupos de Al‑Anon se reúnan en sus instalaciones por el pago de una cuota mínima de alquiler. No se preocupe si la reunión de Al‑Anon a la que usted quiere asistir se realiza en una iglesia que no reeja sus propias creencias. La religión y las creencias religiosas son “asuntos exter‑ nos” para los miembros de Al‑Anon y no se comentan en las reuniones. AFA2011 AFA2011
¿Qué son reuniones “abiertas” y “cerradas” de Al‑Anon? A cualquier persona preocupada por la bebida de alguien más se le invita con gusto a asistir a una reunión de Al‑Anon, ya sea “abierta” o “cerrada”. Las reuniones “abiertas” también les dan la bien‑ venida a invitados y a estudiantes. Las reuniones “cerradas” son exclusi‑ vamente para personas perturbadas por la bebida de alguien más.
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Las personas de cualquier creencia religiosa, o de ninguna, son bienvenidas Por Marcy P., California
Leer los Doce Pasos de Al‑Anon fue prácticamente lo primero que se hizo en mi primera reunión de Al‑Anon. Los Pasos se introdujeron con la armación de que “representan una forma de vida que atrae a toda clase de personas de buena voluntad, de cual‑ quier creencia cre encia religiosa rel igiosa o sin ninguna ning una””. Sin embargo, los Pasos hablaban bastante acerca de Dios. Eso no me hacía sentirme a gusto. Si Dios lo arreglaba todo, entonces ¿por qué mi familia se estaba desmoronando? desmoronando? La reunión terminó con la expre‑
Entonces creí que podía arreglárme‑ las con eso, siempre y cuando fuera en serio que no me iban a impo‑ ner ningún punto de vista religioso. Además de que no trataron de impo‑ ner ningún punto punto de vista religioso, religioso, la religión ni siquiera se comenta en las reuniones. El programa de Al‑Anon sí pide que creamos en un poder superior a nosotros, pero ese “poder” puede ser lo que nosotros queramos escoger. Algunas personas no creen en un ser superior y conocedor de todo, y a lo mejor ellos decidan que su grupo sea su Poder Superior. A algunas per‑ sonas la idea de que la Madre Natu‑ raleza esta “a cargo” del universo les brinda un gran consuelo. Yo escogí a mi propio Poder Supe‑ rior y llegué a creer que no era deci‑ sión mía arreglar todo lo que estaba funcionando mal. Llegué a creer que
Al‑Anon aún le puede ayudar, aunque el alcoholismo en fase activa ya no exista en su vida
¿Por qué los miembros siguen asistiendo a Al‑Anon o a Alateen?
El progreso personal y el bien‑ estar es un proceso constante. Al‑Anon les ofrece continuamente a los miembros nuevas oportunidades de aprender acerca de ellos mismos y de los efectos de la bebida de alguien más. Miembros informan que obtienen nuevos elementos de comprensión y utilizan nuestro programa para “mantenerse encarrilados” y ver la
¿Qué pasa si la persona que bebe está en tratamiento o ya se encuentra sobria?
La sobriedad es también un nuevo comienzo para todas las personas cercanas a la persona que bebe. Es una oportunidad para el progreso individual. Al‑Anon puede ser un recurso vital en el proceso de recuperación de los efec‑ tos de la bebida de alguien más.
Necesité de Al‑Anon, aun después de que muriera la alcohólica que formaba parte de mi vida Por Carol P., Texas
Asistí a Al‑Anon cuando mi hermana menor se internó para recibir trata‑ miento contra el alcohol. Después de que ella murió a los cua‑ renta y siete años, regresé a Al‑Anon porque tenía una urgencia mayor. Mi vida se estaba desmoronando. de smoronando. Me Me sentía llena de pena, ira y temor. No podía manejar mi vida. No podía entender por qué todos los problemas de nuestra amilia no se habían termi‑ nado si la alcohólica ya no estaba. Yo tomaba, comía demasiado, tenía ansie‑ dad y sentía temor de que mi uturo
uera solitario. No tenía planes, ni esperanzas, ni ambiciones, ni sueños. Sólo pasaba el día sobreviviendo, no viviendo. Los Doce Pasos me brindaron un plan detallado para la recuperación personal del amor propio, de la ranqueza con respecto a mis problemas y para darles servicio a los demás. He aprendido a disrutar y a valorar mi vida, haciéndole honor a la vida y también a la muerte de mi hermana.
Aprendo acerca de mí misma en Al‑Anon Por Arlene B., Michigan
Aunque la persona alcohólica no ha estado bebiendo, sigo asistiendo a las reuniones. He aprendido mucho acerca de mí misma y de cómo cuidar de mi persona. También he aprendido a escuchar con compasión y a soltar las riendas de mi necesidad de controlarlo todo. En todo caso, nunca antes había aprendido nada de esto. Quizás mi situación no sea exactamente como la suya, pero estamos unidos en nuestros temores, en nuestros sentimientos de desesperanza y en nuestros esuerzos por realizar cambios en noso‑ tros mismos. Al‑Anon ha sido un lugar que me ha permitido un progreso maravilloso.
Al‑Anon es:
• Un programa que utiliza principios espirituales pero que no está afiliado a ninguna religión ni organiza‑ ción religiosa. Al‑Anon y Alateen i ncluye a personas de diferentes creencias religiosas, así como a indivi‑ duos que no tienen ninguna fe relig iosa. • Un programa de recuperación que es compatible con la consejería, la terapia o el tratamiento t ratamiento profesional. profesional. Al‑Anon no es o no está:
• Aliado con ninguna secta, entidad política, organi‑ zación, ni institución. • Un programa que le ayuda a la gente a lograr o a mantener la sobriedad. • Mezclado en ningún asunto fuera de nuestro pro‑ grama; tampoco apoya, ni se opone, ni tiene opinión sobre ninguna causa.
¿Desearía usted quela
bebida llegara a su fin?
Usted tiene opciones.
LosGruposdeFamiliaAl-Anonle puedenayudar.
¿Cómo localizo una reunión de Al‑Anon o de Alateen? Llame al:
1‑888‑4AL‑ANON (1-888-425-2666)
de lunes a viernes, de 8 a.m. a 6 p.m. hora del Este
o visite:
www.al‑anon.alateen.org para información sobre las reuniones.
Al-Anon también puede aparecer anotado en el directorio telefónico de su localidad.
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