Aihwa Ong - Experimentos Con La Libertad
February 20, 2023 | Author: Anonymous | Category: N/A
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EXPERIMENTOS EXPERIME NTOS CON LA LIBERT LIBERTAD AD Entornos de lo humano Por Aihwa Ong Traducción de Rosendo González Núñez
1. Introducción: Libertades efervescentes
Hace 150 años Karl Marx proclamó que el capitalismo había abierto fracturas y fisuras en la solida corteza de la sociedad europea. “Más allá de la aparentemente solida superficie, subyacen océano océ anoss de mat materi eriaa líq líquid uida, a, pendie pendiente ntess de una ex expan pansió siónn que haga haga de desga sgarra rrarr en fragme fragmento ntoss continentes de dura roca” (577). La famosa frase de Marx y Friedrich Engel, “todo lo que es solido se funde en el aire” (Berman 5), resume los constantes trastornos políticos y culturales que caracterizan la modernidad global. Hoy, las rupturas y revoluciones son asociadas a contradictorios fenómenoss globaliza fenómeno globalizantes. ntes. La interacción interacción,, entre un mund mundoo caprichoso caprichoso y los experi experimento mentoss con la libertad, amenaza con convertir en inútiles las normas modernas de ciudadanía y los derechos humanos, quedando quedando ambos “anticuados aantes ntes de que ppuedan uedan siquiera osificarse” (Marx y Engels Engels 70). El explosivo crecimiento y desaparición de los mercados globales se asocia con varios tipos de libertades: libertad frente a las viejas tradiciones, las viejas obligaciones, los confinamientos espaciales y los arreglos políticos. Los experimentos con la libertad—a niveles políticos, sociales e individual indiv iduales—hi es—históric stóricamen amente te han acom acompaña pañado do la expa expansió nsiónn capitalist capitalista. a. El surg surgimien imiento to de los estados-nación en el orden global ha sido correlativo al crecimiento de la economía mundial. Estos desarrolloss paralelo desarrollo paraleloss han complic complicado ado enorm enormement ementee el signific significado ado de la libertad y oscurecido oscurecido nuestra comprensión de las varias formas que puede tomar. ¿Que es la ciudadanía si no la institucionalización de los derechos humanos como forma de pertenencia a un estado-nación estado-nación?? ¿Que son los derechos humanos si no la libertad que un humano “básico” quiere ver garantizada por la comunidad global? En efecto, los conceptos de ciudadanía que se nos presentan como normas globales perdurables de existencia humana permanecen en flujo constante, reflejando los continuos trastornos de la sociedad y la eterna inquietud del capitalismo. La globalización contemporánea abre, de nuevo, cuestiones acerca de la naturaleza de la libertad, al mismo tiempo que también inaugura nuevas reivindicaciones humanas en ambientes de incertidu incert idumbr mbree y rie riesgo sgo.. Las insegu insegurida ridade dess liga ligadas das a los de despl splaza azamie miento ntoss masivo masivos, s, las crisis crisis económicas y las exclusiones de ciertos mercados ponen de relieve los límites proteccionistas de la
ciudadanía y los derechos humanos frente a una variedad de adversidades. Y aquí podemos distinguir entre dos categorías de libertades individuales. En primer lugar, la libertad positiva encuadra los derechos y demandas realizados al gobierno para proveer de medios fundamentales de subsistencia, como comida, refugio, trabajo, etc. La libertad positiva también incluye derechos individuales para un tratamiento igualitario, al igual que protección por parte del estado. En segundo lugar, la libertad negativa significa libertad respecto a la intervención estatal en la expresión, el comportamiento y el movimiento, es decir decir,, los derechos a las “capacidades humanas” humanas”.. Esta libertad es libertad frente a la intromisión y limitación estatal de la libertad humana. La libertad negativa puede incluir el ejercicio de prácticas autónomas neoliberales más allá de las fronteras nacionales, o incluso la libertad de rechazar la democracia. Estas dos acepciones de libertad—la protección de derechos individuales en la nación-estado democrática, y los derechos negativos a ejercer las capacidades humanas liberadas del poder estatal—están en constante articulación por parte de los movimientos movimientos transnacio transnacionales nales que reco recorren rren el mundo.1 La gl glob obal aliz izac ació iónn econ económ ómic icaa es leíd leídaa habi habitu tual alme ment ntee po porr lo loss hu huma mani nist stas as co como mo un unaa opor oportu tuni nida dadd de tran transf sform ormar ar la ciud ciudad adan anía ía y resi resitu tuar ar re reiv ivin indi dica caci cion ones es y de dere rech chos os en re rede dess transnacionales. Sus argumentos consisten en que la intensificación de la interconexión asociada al capita capitalis lismo mo ha cread creadoo opo oportu rtunid nidade adess par paraa el surgi surgimie miento nto de sentim sentimien ientos tos y instit instituci ucione oness de solidaridad global (cosmopolitismo). La proliferación de agencias multilaterales como las Naciones Unidas Uni das (un (un)) y las organ organiza izacio ciones nes no gub gubern ername amenta ntales les (ON (ONGs) Gs),, sug sugier ieren en es estos tos au autore tores, s, esta esta entretejiendo comunidades políticas en complejas constelaciones para la realización de un bien común y global. Una linea discursiva afirma que cierta “ciudadanía cosmopolita” se viene desarrollando en base a las normas de intercambio, dialogo, mediación y entendimiento mutuo que vinculan diferentes lugares como un tipo de “solapamiento de comunidades de destino” (Held et al. 445). Otras visiones también señalan que las libertades espaciales ligadas a mercados y movilidad son la lla llave ve par paraa la form formaci ación ón de ide identi ntida dades des “po “posna snacio cional nales” es” lib libera erador doras as.. En dichas dichas discus discusion iones es permanecen ausentes el tipo de libertades negativas—libertad de los controles estatales—desatados en entornos globales. Los experimentos con la libertad individual no siempre dan como resultado la realización de ideales ilustrados de cosmopolitismo o la expansión de los derechos humanos. Podriamos decir que la facilidad a la hora de cruzar fronteras se vincula, inicialmente, no con el fin de realizar un bien común global sino con metas específicas individuales o con agendas políticas que buscan visiones no-democr no-de mocrática áticas. s. Este artícu artículo lo discu discutirá tirá esto estoss dos mode modelos los de libertad libertad negativa negativa—afilia —afiliacione cioness espacialmente dirigidas y la acción autónoma dirigida a el mercado—que están rehaciendo el significado de la ciudadanía. Estos procesos paralelos de libertad frente a los estados-nación están
desensamblando elementos propios de la ciudadanía respecto a la territorialidad del estado-nación. Las forma formass y nor norma mass eme emerge rgente ntess de laz lazos os y rei reivin vindic dicac acion iones es transn transnaci aciona onales les tie tiende ndenn a ser contingentes, cambiantes y reactivas a varias metas políticas y éticas, no solo a los derechos humanos. Un cierto ethos neoliberal esta hoy en día transformando ciudadanos en sujetos autónomos cuyo capital humano se convierte en un pasaporte hacia la realización de la libertad individual en diversos reinos transnacionales. Las nociones extremistas de libertad individual (“ciudadanía”)— que actualmente están siendo forjadas por la acción autónoma de individuos libres—pueden libres—pueden ser una amenaza a la democracia. Mientras tanto, otros tipos de “agentes transfronterizos” se insertan en actividades clandestinas y terroristas en nombre de la liberación frente a valores y prácticas impuestas desde Occidente. Esto dos tipos de actividades transfronterizas—las agencias “libre econó económic micas” as” en mercad mercados os sin fro fronte nteras ras y las red redes es ter terrori rorista stass par paraa la creaci creación ón de políti políticas cas alternativas—figuran actualmente como las más poderosas formas de ciudadanía transnacional y también como las formas menos analizadas por los humanistas. Resumiendo, Resumiendo, las prácticas y normas de libertad emergentes son diversas, y suelen presentarse en menor medida como los precursores inevitables de los derechos humanos universales que como soluciones situadas, conflictivas y contingentes a problemas de vida contemporánea que no son precursores inevitables de derechos humanos universales. 2. Diáspora: Cosmopolitismo
Las diá diáspo sporas ras y los contin contingen gentes tes laz lazos os transn transnac acion ionale aless pos poseen een,, supues supuestam tament ente, e, metas metas normativas que apelan a la solidaridad global, un tipo de naciente ciudadanía transnacional, o Cosmopolit Cosm opolitismo ismo con “C” mayúscula mayúscula..2 Los aca académ démico icoss ha hann tomado tomado las mig migrac racion iones es masiva masivass producidas por el capitalismo global como si fueran portadoras de ideales cosmopolitas per sé expresados en sentimientos antiestatales y anticapitalistas. Stuart Hall y Paul Gilroy Gilr oy,, entre otros, han atribuido una dimensión humanista y liberadora a estas actividades transfronteriza, especialmente aquellas formadas por grupos subalternos pero también han tenido en cuenta a aquellas integradas por migrantes de clase-media en metrópolis occidentales occidentales.. La tendencia general ha consistido en proyectar en “cosmopolitismos actualmente existentes” (Malcomson 238) rasgos políticos que subvierten las agendas del capitalismo global y/o luchan contra prácticas opresivas de los estadosnación nac ión.. Cie Cierta rta persp perspec ectiv tivaa explo explora ra com comoo las cul cultur turas as su subal balter ternas nas que tie tienen nen que ver con la coloni col onizac zación ión,, el des despla plazam zamien iento to o la res resist istenc encia ia se compro compromet meten en co conn ideale idealess normat normativo ivoss de sentimientos solidarios más allá de los lazos particulares de culturas localizadas. Por ejemplo, James Clifford argumenta que entre los isleños del Pacífico “dispersos y conectados” (482), la diáspora se entrecruza con el indigenismo. Sus relaciones laterales de intercambio y alianza se
articulan en “la fabricación de una región subalterna” fuera de los circuitos capitalistas. Las migraciones en marcha se vinculaban, entonces, a la preservación y/o la recuperación de tradiciones indígenas, por ejemplo entre “la gente del cuarto mundo” como en el Noroeste canadiense y los Maoríes en Nueva Zelanda. Otras perspectivas parecen influenciadas por el ejemplo de Salman Rushdie, que se convirtió en una heroica figura de la diáspora después de que un clérigo Iraní redactará una fatwa, o edicto religioso, demandando su muerte por “blasfemia contra el Islam”, todo ello debido a lo que había escrito en una de sus novelas. Rushdie ha conseguido fuerte protección en Inglaterra y los EEUU y ha llegado a ser proclamado como una fabulosa figura diaspórica de libertad frente a la antigua tiranía del viejo mundo. Los sujetos diaspóricos en el sur de Asia son comúnmente construidos comoo figura com figurass lib libera erador doras as en las soc socied iedade adess cap capita italis listas tas,, una unass figura figurass que subvie subvierte rtenn cu cultu lturas ras nacionales opresivas e incluso amenazan al mismo capitalismo que sostiene su estatus de elite. Estass aprox Esta aproximac imaciones iones encuent encuentran ran en las iden identidad tidades es diaspórica diaspóricass y transfronte transfronterizas rizas los inicios inicios normativos de una ciudadanía posnacional. Los dis discu curso rsoss ac acadé adémic micos os más más pop popula ulares res so sobre bre la diáspo diáspora ra tie tiende ndenn a romant romantiza izarr los movimient movimi entos os global globales es,, pre presen sentan tando do est estas as com comuni unidad dades es tra transn nsnaci aciona onales les como como oportu oportunid nidad ades es invariables para una actualización transfronteriza de la libertad humana. En estos discursos se ha valorizado, fundamentalmente, la aventura, llevada a cabo por los oprimidos, que supone la búsqueda de libertades positivas en espacios democráticos metropolitanos. Pero la cuestión es qué tipo de libertades se buscan, puesto que hay diferentes visiones y prácticas de libertad que pueden no ser liberadoras en el sentido democrático del término. Algunos flujos de refugiados y expatriados buscan otras visiones de libertad, esto es, libertades negativas frente a instituciones y valores políticas occidentales occidentales y libertades positivas positivas cara a funda fundarr naciones e identidades identidades alternativas. alternativas. Así, de forma paralela a la pauta cosmopolita transnacional existen estas otras poderosas re-imaginaciones diaspóricas que interaccionan con los ideales Ilustrados al mismo tiempo que los rechazan. 3. Diáspora: Nación Desterritorializada
Si las naciones son construcciones imaginarias, siempre pueden ser re-imaginadas de forma que,, par que partie tiendo ndo del del pre presen sente te ord orden en de las nacio nacione nes-e s-esta stado do moder modernas nas,, apuest apuesten en por polític políticas as separatistas. Benedict Anderson, que acuñó el concepto de comunidades imaginarias en su libro de 1983 1983 del del mi mism smoo nomb nombre re,, no conf confía ía dema demasi siad adoo en la pr prom omes esaa li libe bera rado dora ra de la lass cu cult ltur uras as y reivindica reivi ndicacione cioness de los expatriad expatriados. os. Adv Advierte ierte que “el naci nacional onalismo ismo a larg largaa distancia” distancia” (73) entre comp compat atrio riota tass en el extra extranje njero ro pued puedee se serr peli peligr gros osoo po porq rque ue ca care rece ce de la re resp spon onsa sabi bili lida dadd institucionalizada por el sistema internacional. Anderson afirma que los flujos acelerados de los ricos y pobres, de elites profesionales y migrantes poco cualificados, de inversores y refugiados, ha
engendrado una multiplicidad de solidaridades imaginarias basadas en un tipo de libertad política que que prov provie iene ne de la de dest ster errit ritor oria ializ lizac ació ión. n. Scot Scottt Ma Malc lcom omso sonn ha es esta tabl blec ecid ido, o, po porr su la lado do y a regañadientes, límites a la universalización de este aspecto de la cultura Occidental. “Tiendo a pensar que la extensión de las practicas éticas cosmopolitas, provendrá del mundo no-occidental, el cual es hoy en día el terreno terreno de crecim crecimiento iento má máss natural para el cosmopoli cosmopolitismo tismo.. Entre otras razones, porque aquellos fuera de Occidente tienen un interés mucho mayor en un verdadero—esto es, no-imperialista (y no-”racional”)—cosmopolitismo” no-”racional”)—cosmopolitismo” (241-42). En términos generales, los grupos transnacionales no-occidentales no-occidentales se organizan de acuerdo a lazoss de etnia lazo etnia,, naci nación, ón, religión o cultu cultura ra espe especialm cialmente ente concret concretos os que ahora saltan saltan libremente libremente las fronteras convencionales. Las reivindicaciones transnacionales transnacionales de ciudadanía pueden ser, muy bien, precursoras de nuevas (o muy viejas) formas de construcción alternativa de naciones. Entre los migrantes contemporáneos, la experiencia global puede generar no solo consciencia respecto a las diferencias entre el viejo y nuevo mundo 3 sino también cierto deseo de recuperar las glorias de antiguas culturas. En una era de emergencia económica asiática, los espectros precoloniales sobre de la grandeza de la civilización China, las glorias del Indostán o el poder del imperio Otomano se han inten intensifica sificado, do, espe especialm cialmente ente entre emig emigrante rantes-eli s-elite te relocaliza relocalizados dos en espacios espacios Occident Occidentales ales metropolitanos. Algunos grupos transnacionales han desarrollado agendas chovinistas para actuar a favor de su “propia gente”, un agrupamiento que ya no figura circunscrito a las fronteras de un único estado-nación.4 La serialización universal de las categorías étnicas, raciales y culturales por parte de los medios de comunicación globales y la cultura popular ha proporcionado la gramática institucional necesaria para movilizar poblaciones a una escala global. 5 El nacionalismo Cibernético combinado con el capitalismo esta creando oportunidades para construir formas de pertenencia étnica sin fronteras y naciones desterritorializada desterritorializadas. s. Por ejemplo, tras la crisis financiera asiática, algunos profesionales chinos situados en el lado oeste del mar inauguraron una web, que reivindicando la Huaren (comunidad china) Global, quería actuar en beneficio de los chinos-indonesios afectados. Desplazados de diferentes países a centros metropolitanos Occidentales, estos profesionales se imaginan a sí mismos como miembros de la misma comunidad étnica, e invocando “la diáspora”, amplían la categoría china de huaren para incorporar diversas poblaciones en una red étnica global. Las ciber-interven ciber-intervenciones ciones en la situación Indonesia se producen al mismo tiempo que se recibe con bienvenida las atrocidades de ataque ata quess ins instig tigado adoss por est estado ados, s, ame amena nazan zando do co conn ell elloo de desba sbarat ratar ar los int intent entos os Indone Indonesio sioss de reconstruir sentimientos de pertenencia a una comunidad después del evento.6 Esta deseo de etnicidad global, basada en redes de bienes étnicos y educación adquirida en espacios globales, muestr mues traa qu quee no ha hayy nada nada “nat “natur ural al”” en los los “gru “grupo poss di dias aspó póric ricos os”. ”. Más Más bi bien en,, ti tien enen en qu quee se serr construidos por actores que invoquen una gramática étnica y permanezcan conectados a través de
medios tecno-materiales que permitan un alcance global. Los eje ejempl mplos os más vív vívido idoss de ide identi ntidad dades es tra transn nsnaci aciona onales les son promov promovido idoss por redes redes radicales que buscan rehacer los actuales estados-nació estados-naciónn y establecer nuevas naciones.7 A parte de tomar en consideración la advertencias de Anderson acerca de algunas “inexplicables políticas expatriadas”, es necesario no ver todas las formas de nacionalismo a larga-distancia como una “amenaza potencial para el futuro” (Anderson 72). Algunos movimientos de expatriados pueden instalar, y han instalado, reformas democráticas en sus países natales. Aún así y de cualquier manera, unas cuantas redes de militantes radicales tienen metas universalistas distintas. Es, por lo tanto y únicamente, una pequeña fracción de musulmanes en la diáspora la que permanece involucrada en políticas jihaidistas violentas, pero sus actividades transnacionales representan, aún así, un tipo de globalización política alternativa. La red islamista radical Al Qaeda, analizando con cierta simpleza, puede tener una meta jihadista dual: tomar cuenta de la presencia Americana en Oriente Medio y encontrar, encontrar, eventualmente, formas “más puras” de política islámica libre de la influencia secular occidental. Dichos grupos poseen una visión religiosa-militar de las identidades transfronterizas inspiradas por la diáspora geográfica y espiritual. Las redes radicales Islámicas movilizan adherentes musulmanes de múltiples países para una meta que es al mismo tiempo amplia y simple y por consiguiente fácilmente traducible entre culturas. Por un lado, los militantes profundizan en un sentimiento intenso de hermandad islámica ya existente y, por otro lado, estimulan el sentimiento de deber, entre alguno alg unoss mu musul sulman manes, es, a la hora de respo responde nderr ant antee la lla llama mada da de la jihad y morir morir por la ca causa usa (istimata). Al Qaeda y sus grupos afines han reclutado musulmanes descontentos que residen en (istimata). Europa y Norte América. Estan demostrados los casos en que musulmanes diaspóricos originales de Marruecos, Egipto, Siria, Palestina, y Algeria y residentes en España, Francia, Inglaterra y Holanda estaban vinculados a través de una secta ultraortodoxa fundada por Takir wal Hijra en Egipto durante los años sesenta. Miembros de esta red, de hecho, llevaron a cabo los atentados de Madrid en 2003 y también estuvieron estuvieron involucrados en el asesinato asesinato reciente de un Holandés Holandés,, “culpable” de realizar una película donde cruelmente satirizaba a musulmanes. 8 Más allá de los ataques terroristas en entornos occidentales, los militantes asociados a Al Qaeda buscan recrear un califato árabe en Oriente Medio como forma de defensa contra la dominación Occidental. En la diáspora, la actividad jihadista se realiza proveyendo de formación, entrenamiento militarr y recur milita recursos sos a grupos grupos afine afiness y a sus divers diversas as agendas region regionales. ales. Al Qaeda esta en términos términos generales conectada con Jenmaah Islamiyah (“Nación Musulmana”), una red radical establecida en Java, Jav a, Ind Indone onesia sia.. Jun Junto to a Osa Osama ma bin La Laden den,, la fig figura ura milita militante nte diaspó diaspóric ricaa pa parad radigm igmáti ática ca fue Hambali, o Riduan Isamuddin, un miembro Indonesio de Jemaah Islamiyah que era, al mismo tiempo, jefe de operaciones de Al Qaeda en el Sureste asiático. Hambali era sospechoso de
orquestar una serie de ataques, incluyendo los atentados en Bali de Octubre de 2002, con el fin de expulsar a los occidentales de la región. Las pretendidas metas de Jemaah Islamiyah son atacar estados seculares y eventualmente conseguir la “restauración” de un estado califa en el sureste asiático. El poder de las redes terroristas sugiere, así, una visión de la ciudadanía transnacional que rechaza rech aza los mode modernos rnos estadosestados-nació nación, n, que busc buscaa reter reterritoria ritorializa lizarr estados-n estados-nacio aciones nes actualme actualmente nte divididos por fronteras políticas como comunidades transnacionales asentadas sobre una gran religión. La solidaridad jihadista que atraviesa espacios amplios se formula frecuentemente a través mujeres locales. La atención mediática se ha centrado, en este caso, en los atentados suicidas hechos por mujeres militantes en Israel, Chechenia y el Sur de Asia. Pero yo me refiero a la mujeres ordina ord inaria riass que en varia variass loc locali aliza zacio cione ness men menos os espect espectacu acular lariza izadas das,, pe pero ro definit definitiva ivamen mente te más más valiosas, dan apoyo a operaciones militantes transnacionales. El comercio precolonial entre el mundo árabe, sur de Asia y el sureste asiático tradicionalmente reposaba en el matrimonio con mujeres locales cara a formar vínculos económicos, recibir migrantes y extender el Islam. Esta práctica ha sido usada por redes radicales como Al-Qaeda como una estrategia efectiva a la hora de ali aliars arsee a gru grupos pos loc locale ales, s, ganar ganar rec recurs ursos os e influe influenc nciar iar ac accio ciones nes polític políticas. as. Algunos Algunos ope operat rativo ivoss extranjeros se casan con familiares de líderes locales, consiguiendo por lo tanto legitimidad, permisos de residencia, traductores, nuevas identidades y cobertura para llevar a cabo acciones encubiertas en el extranjero. Otros militantes alén del mar se casan con jóvenes desconocidas en el sureste asiático. Por ejemplo, la indonesa Mira Agustina fue presentada por casamenteros al operativo de Al-Qaeda Omar Al-Fruq, un kuwaiti que sería más tarde arrestado en Tailandia y trasla tra sladad dadoo a cus custod todia ia ame americ ricana ana.. Cua Cuando ndo Mir Miraa se en enter teróó de que su mar marido ido ha había bía plane planeado ado bombardear los EEUU, en Septiembre de 2001, declaró: “¡Mi marido no puede ser un terrorista!” (“Married” 3). Sin saberlo ella, el pueblo de su padre estaba siendo usado para planear ataques sobre la región.9 El más famosos terrorista de Al Qaeda en el sureste asiático fue el indonesio Riduan Isamuddin que se casó con una musulmana chino-malaya chino-malaya a pesar de que ya tenía mujeres en Camboya y Pakistán, las cuales aparentemente no estaban al tanto de sus actividades. El hincapié islámico en la sacralidad de la familia, la cultura propia y el sacrificio es clave para el apoyo femenino que suscita en todo el mundo. Así, estas prácticas de matrimonio y parentesco insertan operativos extranjeros en entornos amigables, proveyendo traducción cultural y cohesión social e integrando políticas diaspóricas diaspóricas de larga distancia. La religión y el matrimonio, más que los aviones y la internet, posibilitan la libertad espacial necesaria para diversas y cambiantes formas de coalición que buscan, a través del secreto y la violencia, fundar naciones desterritorializadas. La visión popular que analiza la diáspora como etnicidad ha eludido el hecho de que la diáspora es realmente una formación política en búsqueda de su propia nación. Los anhelos
diaspóricos están comúnmente basados en deseos políticos que hablan de vuelta a un hogar espiritual que puede ser realizado en esta cultura y geografía global. Como académicos, nos hemos centrado cent rado en esas comunid comunidades ades diaspóric diaspóricas as que está estánn presuntam presuntamente ente imbuidas con universales universales “racio “ra cional nales” es” occide occidenta ntales les y en cuy cuyas as pra practi cticas cas transf transfron ronter teriza izass pod podemo emoss ver cierta cierta promes promesaa cosmopolita. Pero los espectros poscoloniales intensificados por los desplazamientos culturales y transnacionales también pueden inspirar metas antihumanistas y antiracionales. Surgen así otras consideraciones éticas, que nacen ya no del deseo de solidaridad como ciudadanos del mundo sino del deseo por el tipo de segregaciones étnico-raciales o religiosas que amenazan una comunidad global. Uno no necesita adherirse al “choque de civilizaciones” de Samuel Huntington, título de su libr li broo de 1996 1996,, para para
obse observ rvar ar que que la lass as aspi pira raci cion ones es ac actu tual alme ment ntee ex exis iste tent ntes es de ci ciud udad adan anía ía
transnacional no siempre están enmarcadas en términos cosmopolitas sino que, más bien, buscan consolidar poderes étnicos y religiosos transnacionales. No solo los diversos militantes sino que también movimientos musulmanes transnacionales, tanto fundamentalistas como moderados, están respondiendo a profundos anhelos que piensan una renaciente sociabilidad islámica—Umma—que ignore las fronteras hechas por el hombre y sus estados-nación. estados-nación. Este nuevo “m “mundo undo islámico” no es un espacio geográfico sino un meta-reino, una “satwhal” o realidad emergente basada en las aspiraciones de muchos musulmanes en el sur global que desean fusionarse como comunidad internacional.10 Parece, entonces, más acertado considerar la diáspora no como un instrumento preñado de políticas cosmopolitas sino sino más bien como una estrategia estrategia contingente de poder que busca diferentes tipos de libertad, incluyendo libertad frente a la cultura secular occidental. Algunas comunidades diaspóricas pueden buscar emancipación subalterna fuera de los estados-nación, en los espacios transnacionales ya preparados por fuerzas capitalistas. Mientras que otros grupos migrantes más poderosos constituidos constituidos en la movilización transna transnacional cional de recursos pue pueden den habitar vías alternativas de pert perten enen enci ciaa glob global al ba basa sada dass en cate catego goría ríass excl exclus usiv ivas as de et etni nici cida dad, d, ra raza za y re reli ligi gión ón.. Po Porr consiguie cons iguiente, nte, también también las naciones naciones diaspóric diaspóricas as pueden pueden amenaza amenazarr los valores valores Occident Occidentales ales de libert lib ertad ad,, dem democr ocrac acia ia y der derech echos os hum humano anoss que so sosti stiene enenn el sistem sistemaa global global contem contempor poráne áneoo de estados-nación. Las identidades transfronterizas, afiliaciones y nacionalismos emergentes, dan fe, hoy en día, más de los límites que de la universalidad de los ideales cosmopolitas. Mientras tanto, las nociones occidentales sobre libertad individual no se han mantenido sin cambios, atravesando permutaciones ligadas ligadas a las fuerz fuerzas as del mercado gglobal. lobal. 4. Libertad Individual como Lógica Neoliberal Mientras las aproximaciones anteriores se centraban en poblaciones migrantes que generan nuevas nociones de ciudadanía, ahora considero el movimiento global de “tecnologías sociales”
como un componente igualmente importante en las mutaciones que la categoría de ciudadanía ha venido ven ido suf sufrie riendo ndo.. Po Porr “te “tecno cnolog logía ía soc social ial”” o “hu “human mana” a”,, entien entiendo do pro proce cedim dimien ientos tos rac racion ionale aless diseñados con el fin de producir resultados deseados en la conducta humana. Nikolas Rose ha argumentado en Poderes de Libertad (1999) que en las democracias liberales avanzadas, como las de Reino Unido, las lógicas dirigidas a mercado han invadido el pensamiento y la práctica del gobierno. El Estado de Bienestar post-2ªGM está despreocupándose, nominalmente, del cuidado de todos los ciudadanos, queriendo ahora que actúen como sujetos libres que se auto-actualizan y se moldean a través de sus propios comportamientos. El “gobierno a distancia” (Rose 49) es un modo de poder descentralizado descentralizado qu quee depende de una red am amplia plia de agencia agenciass y actores sociales dedicados a di dise semi mina narr valo valore ress y norm normas as clav claves es de cond conduc ucta ta pa para ra la au auto toge gest stió ión. n. Un en ensa samb mbla laje je de institucio insti tuciones— nes—escu escuelas elas,, muse museos, os, corp corporaci oraciones ones,, ONGs—idea ONGs—ideass y técnicas técnicas difusas difusas destinado destinadoss a actuar y remodelar el yo cara a enfrentarse a inseguridades y desafíos globales.
Se gene genera, ra, así, un profu profundo ndo giro en las ética éticass de formación formación del sujeto, sujeto, o éticas éticas de
ciudadanía, a medida que el gobierno presta menos atención a la gestión colectiva y social de la población (biopolítica) y más atención en infundir comportamientos basados en la autogestión individual (ético-política). La palabra “ética” no se aplica aquí en en el sentido de directrices morales sino como práctica de auto-cuidado que determina como lo individual se constituye a sí mismo como sujeto moral dentro de una comunidad política. Por consiguiente, un régimen ético puede ser construido como un estilo de vida guiado por valores dados y orientado a constituirse a uno mismo en sintonía con un determinado código moral. 11 El régimen ético neoliberal demanda a los ciudadanos que se comporten como sujetos auto-responsables y auto-emprendedores. Dicha ética se encuadrada como soporte de varias “capacidades” de libertad individual, expresadas en libertad libert ad respecto a la protección protección y guía estata estatall y en la libertad para realizar realizar eleccion elecciones es calc calculada uladass comoo res com respue puesta sta rac racion ional al a inc incert ertidu idumbr mbres es glo globa baliz lizada adas. s.12 Estas Estas ide ideas as fue fueron ron inicia inicialme lmente nte promovidas por Frederic Von Hayek, elaboradas elaboradas en la figura del homo economicus, una figura automaximizadora forjada en las condiciones efervescentes de competición en el mercado.13 La ética de la acc acción ión ec econó onómic micaa ind indivi ividua duall com comoo una man manera era efi eficie ciente nte de distri distribui buirr recurs recursos os públic públicos os (“neoconservadurismo”) fue gradualmente implementada bajo economías reaganistas en los EEUU y el régimen thactherista en Inglaterra. Pero mientras Rose y otros como Ulrich Beck en La Sociedad del Riesgo (1992) atribuyen estas nuevas éticas de libertad individual obligatoria a las sociedades capitalistas avanzadas, por mi lado mantengo que dichas racionalidades de gobierno y éticas de formación ciudadana no están confinadas a Occidente sino que han migrado a espacios emergentes de hipercrecimiento. Habitualmente llamo a dichas tecnologías “ético-política neoliberal” con “n” minúscula, y cons consid ider eroo qu quee su adop adopci ción ón es esta ta camb cambia iand ndoo la lass ba base sess ét étic icas as de la ci ciud udad adan anía ía en di dive vers rsos os
emplazamientos políticos. La figura universalizante y móvil del neoliberalismo interactúa así con diversos regímenes políticos—capitalistas, autoritarios y possocialistas, entre otros. 14 Las nuevas lógicas individualistas dirigidas a mercado subvierten las libertades consagradas en la ciudadanía, rompiendo las viejas garantías de protección que ofrecía esta. En los EEUU, cada vez más gente esta perdiendo, junto con recetas de bienestar, sus derechos como ciudadanos. Los modos de vida de la clase media están en peligro mientras que sus individuos titulados sigan perdiendo protección frente a decis frente decision iones es corpor corporati ativas vas que qui quiere erenn ext extern ernali alizar zar trabaj trabajos os bie bien-p n-paga agados dos.. En la China China socialista, las autoridades ya no proveen subsidios para casa, comida o salud, provocando que millo mi llone ness de ca camp mpes esin inos os mi migr gren en a las las ciud ciudad ades es pa para ra bu busc scar ar tra traba bajo jo en el se sect ctor or pr priv ivad ado. o. Actualmente, en la autoritaria Singapur, los servicios sociales extensivos dependen de altos logros individuales en educación y de la adquisición de habilidades empresariales. Progresivamente, los ciudadanos de diversos entornos políticos son obligados a ser liberados de los apoyos estatales y desarrollar habilidades como libres agentes de sus vidas. En diversas zonas de crecimiento asiáticas, los valores ciudadanos están hoy plegados a las demand dem andas as y el din dinami amismo smo del del mer merca cado. do. Y Yaa hable hablemos mos de Sin Singa gapur pur,, un nodo nodo emerge emergente nte de biotecnología, de las megaciudades megaciudades en la costa china, o los cibercomplejos en la India, los “ciudadanos” ideales son entendidos como “talentos globales”, esto es, locales y extranjeros que han adquirido un saber destinado al mercado global y las habilidades necesarias para contribuir al crecimiento de determinados espacios. Singapur ha venido siendo una parte de dichas zonas especializadas, especializada s, movilizando tecnología y actores extranjeros que ayudan a crear un entorno propicio para la acumulación de capital capital intelectual en la forma de ciencia y tec tecnología. nología. En China, la atenció atenciónn se centra también hoy en desarrollar “talento humano” (ren cai) y concentrar profesionales y expertos en unos pocos focos de crecimiento, en las industrias que desarrollan tecnología de la información. Por ejemplo, Shenzhen, en el límite con Hong Kong, esta atrayendo a expertos técnicos de todos los rincones del país para construir una industria de los medios global. Shanghai, la Manhattan de China, será el lugar de una feria mundial que servirá de muestrario de sus estándares internacionales en muchos campos. Hyderabad y Bangalore en la India son zonas de ingeniería de software que han atraído trabajos cualificados desde los EEUU. En estos entornos, “global” significa no tanto “extranjero” como un tipo de saber globalmente relevante y ciertas habilidades que pueden ser adquiridas por sujetos auto-emprendedore auto-emprendedores. s. Los cálculos neoliberales se dirigen, ahora, a los problemas provenientes de la gestión laboral y vital en estos centros dispares con diferentes tradiciones políticas. Por consiguiente, este globalismo entendido como un tipo de “saber relevante para el mercado” es, en sí mismo, una fuerza cosmopolita (universalizadora), sin portar o promocionar promocionar necesariamente valores democrá democráticos. ticos. La nueva norma de pertenencia a “ciudades mundiales asiáticas” no toma la forma del
ciudadano que hace demandas al gobierno sino la de individuos que toman la iniciativa como actores móviles, flexibles y reflexivos capaces de responder autónomamente a las fuerzas del mercado. Existe, por consiguiente, consiguiente, un giro en la ética ciudadana, que desde un enfoque eenn el acceso igualitario a derechos y reivindicaciones por el estado cambia hacia un énfasis en las obligaciones individuales para maximizar el auto-interés en condiciones económicas turbulentas. La ciudadanía responsable será promulgada, de ahora en adelante, en acciones autónomas de individuos autoemprendedores y arriesgados, sin ningún tipo de soporte estatal. Aun es más, existe la necesidad de que estos ciudadanos auto-emprendedores sean capaces de interactuar con sistemas tecnológicos y capaces, también, de rehacerse a sí mismos como trabajadores reflexivos del saber. En los entornos del este y sur de Asia, esta ética de ciudadanía neoliberal se vincula a obligaciones sociales ligadas a la construcción de la nación. En la India y Malasia, los discursos sobre “trabajadores del saber” y “sociedad del saber” impulsan a la ciudadanía a auto-mejorarse para así desarrollar industrias de alta tecnología.15 La acumulación de capital intelectual como obligación de la ciudadanía aún es más extrema en Singapur. Los ciudadanos ordinarios son obligados oblig ados a desa desarrolla rrollarr nuev nuevos os marc marcos os de pens pensamie amiento nto y desarrolla desarrollarr capacitac capacitacione ioness digitales, digitales, mientras los profesionales son obligados a alcanzar normas de “ciudadanía tecno-flexibles” o perder terreno frente a expatriados mas habilidosos y ser reducidos, así, a una ciudadanía de segunda clase. Un periodista me contó que los singapurenses están acostumbrados a que les digan que compiten con los extranjeros en su propia casa. Es un asunto de merito, no de raza o etnicidad, como ella dice: “Si no eres bueno, no eres bueno. El trabajo va para la gente mejor educada”, sin importar de donde vengan. A pesar de tener una población de cuatro millones de habitantes que ya tiene un tercio de emigrantes, Singapur posee un agresivo programa de selección que recluta expertos en todos los campos para convertirse en “un fértil suelo donde cultivar creatividad” (“Contact”). Esta imagen de Singapur quiere representarse a sí misma como una especie de enfermería globalizada capaz de generar capital intelectual. Los sujetos no cultivables se convierten en sujetos sin valor. Los emigrantes con talento disfrutan de mejores salarios, prestaciones al alquiler y recortes de impuestos que van más allá de los del resto de ciudadanos. Consecuentemente, el problema de la vida, el trabajo y la productividad gira, cada vez más, alrededor del talento individual auto-actualizable en vez de en rei reivin vindic dicaci acione oness ciu ciuda dadan danas as con conven vencio cional nales es..
El influj influjoo de ext extran ranjer jeros os ex exótic óticos, os,
arriesgados y creativos posiblemente hará temblar a los ciudadanos escasamente entrenados y a aquell aqu ellos os “ho “hogar gareño eños” s” enc encerr errado adoss en nor norma mass con confuc fucian ianas as y pensam pensamien iento to en gru grupo. po. La éti ética ca neoliberal frente a la ética confuciana como tecnología de gobierno busca incentivar a sujetos autogobernables capaces de hacer inversiones vitales calculadas en tiempos revueltos. La moral de los ciudadanos, emigrantes y habituales de espacios globalizados sigue ahora las pautas cambiantes de
los mercados globales. Los residentes de dichos espacios globalizados son valorados y protegidos no en fu func nció iónn de su es esta tatu tuto to de ciud ciudad adan anía ía sino sino po porr su suss ca capa paci cida dade dess de au auto toge gest stió iónn y su suss habilidades innovadoras que mantienen la competitividad de zonas en crecimiento. Resumi Res umiend endo, o, est estaa for forma ma de “ci “ciuda udadan danía ía tra transn nsnaci aciona onal” l” esta esta ligad ligadaa a una de defini finició ciónn instrumentalista de libertad individual, entendida como optimización económica en el reino de los mercados sin fronteras. Estos “ciudadanos globales”, prácticamente hablando, no poseen un estatuto específico de ciudadanía que articule su vida sino que viajan por el mundo realizando funciones globalizadas en los nodos de un archipiélago disperso. Substituibles unos por otros en cualquiera de los nodos dados, son miembros de una”aristocracia laboral” intelectual circulante (incluyendo a escritores y profesores) que sirve las demandas contemporáneas contemporáneas del capitalismo global. En las zonas de cr crec ecim imie ient ntoo asiá asiáti tico co,, el di disc scur urso so de cons consta tant ntes es au auto to-m -mej ejor oras as se qu quie iere re vi vinc ncul ular ar co conn contribuciones a la sociedad civil, como si fuera una forma de solidaridad política con la comunidad nacional. La característica común es que sin importar el marco, los estándares de la ciudadanía son progresivamente negados a la mayoría. Especialmente en lugares como Singapur, Singapur, aquellos que no pueden escalar en habilidades y alcanzar las éticas neoliberales de ciudadanía son crecientemente marginalizados como sujetos desviados o incluso peligrosos que amenazan la nueva normatividad. La adopción del criterio neoliberal sistemáticamente cercena principios jurídicos de ciudadanía que prometen derechos derechos universales a cada uno de nosotros. 5. Entornos de lo Humano
¿Pero que ocurre con “la ciudadanía cosmopolita cosmopolita”, ”, esa especie de “buena” solidaridad global que se vincula a los derechos humanos? Brevemente, existen dos cuestiones a resaltar en esta discusión. Primero, en las democracias occidentales, el discurso sobre el cosmopolitismo ha girado alrededor de las vías para incorporar no-ciudadanos. En la Unión Europea, donde una federación de estados-nación ha creado las condiciones sociales para una sociedad civil ampliada, los debates sobre la integración de diversas comunidades con orígenes no-europeos ha girado entre el intento por equilibrar un imaginario concreto de civilización europea y la necesidad de dar a las comu comuni nida dade dess mi migr gran ante tess algu alguna na prot protec ecci ción ón lega legal. l. Dá Dánd ndos osee as asíí un pr proc oces esoo de ci ciud udad adan anía ía “desagregante” en diferentes paquetes de derechos y beneficios, a través del cual los trabajadores migrantes pueden experimentar una ración limitada de representación política. En Limites de la Ciudad Ciu dadaní aníaa (19 (1994) 94),, Yasm asmin in Soy Soysal sal mantie mantiene ne que el discur discurso so de los der derech echos os humano humanoss ha influenciado a los estados europeos a la hora de incorporar diferencialmente migrantes y nociudadanos. Dichos paquetes de beneficios y derechos civiles limitados constituyen una forma de ciudadanía parcial, una especie de membresía política “posnacional”. Parece claro, finalmente, que una versión fuerte de ciudadanía cosmopolita que ofrezca asilo permanente a refugiados esta aun
lejos de ser implementada o, incluso, puede no ser posible en países que se sienten superados por el número de inmigrantes que provienen de fuera de Europa. En cambio, el cosmopolitismo como solidaridad intra-europea basada en la democracia liberal y los derechos civiles parece ser más fácil de alcanzar. Jurgen Habermas recuerda que el ataque ata que div divisi isivo vo de los mer merca cados dos desre desregul gulado adoss ha ame amenaz nazado ado los log logros ros democr democráti áticos cos de las so socie ciedad dades es eur europe opeas, as, cre creand andoo un “de “defici ficitt dem democr ocráti ático” co” en la vida vida públic públicaa (14). (14). Haberm Habermas as argumenta que los derec argumenta derechos hos europ europeos eos “distintiv “distintivos”—s os”—sistem istemas as inclusivos inclusivos de seguridad seguridad social, social, normas sociales sin importar la clase o el género, inversión en servicios públicos sociales, rechazo de la pena de muerte, etc—constituyen una concepción sustantiva de la ciudadanía que debe ser protegida. El invoca la imagen de una esfera pública transnacional y una constitución europea que puedan dar peso simbólico a una cultura política común. Pero a pesar de la proliferación de conexiones transnacionales, un cosmopolitismo en el sentido de solidaridad transnacional capaz de proteger la distintividad de la cultura europea puede lograrse más fácilmente que un verdadero cosmop cos mopoli olitis tismo mo que abs absorb orbaa mig migran rantes tes ilegal ilegales es y busca buscador dores es de asi asilo lo ajenos ajenos al co conti ntinen nente. te. Observadores como Douglas Holmes en Integral Europe Europe (2000) (2000) han llamado llamado la atención atención sobre la emergencia de identidades subnacionales en el amanecer de las demandas para la integración Europea. Segundo, el cosmopolitismo como universalización del régimen de derechos humanos puede ser representado por ciertas convenciones de Naciones Unidas (NU) en defensa de los torturados, los desplazados, los niños explotados, la trata de mujeres y trabajadores migrantes, entre otros grupos globalmente desfavorecidos. Pero los ideales de los derechos humanos básicos únicamente pueden ser llevados a cabo (más allá de la ocupación por parte de otro poder soberano) por naciones-estado naciones-esta do dentro de sus propios territorios. En la práctica, el ensamblaje de cuerpos de las NU y las ONGs que busca extender extender derechos, derechos, realiza fundamentalme fundamentalmente nte dos funciones: ejercer ejercer presión en gobiernos descarriados para detener abusos contra sus propios ciudadanos (usando la ayuda como una zanahoria frente a la estrategia del palo) o intervenir en crisis humanitarias proveyendo fondos de auxilio. Por consiguiente, y a pesar de la legitimación y coordinación de las NU, las prácticas de las ONGs tienden a ser específicas, estratégicas y temporales. Las ONGs privadas como Greenpeace, Doctores Sin Fronteras y Oxfam Internacional también pueden ser descritas como partes constitutivas de los vínculos que se establecen en una emergente sociedad civil global. La respuesta global de las ONGs al desastre del tsunami asiático de 2004 es un emotivo e impactante ejemplo de como estas ONGs, al confluir en una crisis particular, ofrecen un sentido del mundo que no se corresponde con el de naciones divididas, sino con una serie de “comunidades de destino” (Held et al. 445) superpu destino” superpuesta estas. s. El énfa énfasis sis que los medios de comunicac comunicación ión han ejercido, ejercido, tanto en las víctimas de diez diferentes países, como en la competición global que se produjo a la
hora de donar generosamente, creó una imagen de intensos sentimientos de solidaridad global. Pero, sin embargo, y a pesar de los alegatos en favor de una emergente “sociedad civil transnacional” (452), las intervenciones de ONGs tienden a ser esporádicas, irregulares y cambiantes, dirigidas más por crisis particulares que por un acuerdo sostenido que pretenda implementar valores o derechos de igualdad social. Las ONGs transnacionales, numerosas como son, no convergen en un sistema de gobierno global que pueda actualmente salvaguardar los derechos humanos de los habitantes del globo, como algunos teóricos europeos tienden a proclamar. El discurso dice que los derechos humanos deben ser protegidos, pero las ONGs actualmente no están capacitadas repartir derechos humanos. Tiendo a ver las intervenciones de las ONGs en términos contingentes y limitados, como intervenciones situadas y estratégicas en problemas de diversos entornos vitales. Las ONGs son practicantes de humanidad, y, y, en un sentido cotidiano, luchan continuamente con las implicacion implicaciones es éticas de situaciones particulares de la vida y el trabajo. Éticamente hablando, su idea de ciudadanía ciudadanía trata sobre resolver resolver problemas de la vida y el traba trabajo jo en entornos particulares, creando creando soluciones que son con contin tingen gentes tes,, pro provis vision ionale aless y variad variadas, as, en co conex nexión ión con incert incertidu idumbr mbres es pol políti íticas cas y económicas.16 En situaciones ordinarias pero especialmente en emergencias, las ONGs generan diferentes categorías de seres humanos, determinando quien debe ser ayudado, quien debe vivir o quien morir. El sistema de prioridades en intervenciones humanitarias desesperadas invariableme invariablemente nte gradúa la humanidad en diferentes categorías de valor biológico. Por ejemplo, las ONGs locales que luchan a favor de los trabajadores domésticos extranjeros en el sureste asiático—muchos de ellos son tratados como esclavos—no se apoya en los derechos humanos. Más bien, las ONGs buscan asegurar condiciones minimalistas para la mera supervivencia. Las ONGs malasias hacen esto apoyándose en la economía moral de las sociedades anfitrionas, argumentando que el bienestar biológico de los trabajadores migrantes proveerá mayor productividad laboral. Hay, Hay, por consiguiente, una convergencia entre las reivindicaciones por la protección moral de los derechos de los migrantes a la supervivencia biológica y cierta preocupación en vincular este bienestar a los intere int ereses ses ec econó onómic micos os de los hog hogare aress acomod acomodad ados os que los contra contratan tan.. 17 Estas ONGs no están haciendo juicios absolutos sobre el acceso igualitario a los derechos humanos, ni pidiendo que estos migrantes contratados reciban la ciudadanía en estados-nación que rechazan absorber a trabajadores pobremente cualificados. Como mencioné anteriormente, incluso en Europa existe una resistencia extrema a garantizar la ciudadanía a migrantes del sur. Las ONGs promigrantes de Francia han sido capaces de reivindicar la biolegitimidad de los migrantes VIH-positivos como unos cimientos estables que posibiliten la futura reclamación de la ciudadanía. Pero, de nuevo, esta no es ni de lejos una practica institucional establecida.18 Las diferencias entre el “atraso biopolítico” de los migrantes y la relativa salud de la sociedad anfitriona afectan a las capacidades de las ONGs en el sureste
asiático a la hora de realizar reivindicaciones efectivas en beneficio de los migrantes pobres. Resumiendo, las intervenciones intervenciones de las ONGs toman (únicamente) decisiones “bajo el terreno” sobre quien puede o debe sobrevivir, como puede hacerse, y como y cuando hacer reivindicaciones, dependiendo de las constelaciones de fuerzas éticas y políticas que existen en una zona concreta. Los humanistas continúan sosteniendo que los derechos humanos son un ideal global, permaneciendoo mientras tanto ciegos a las actuales políticas transnacionales. Los experimentos con permaneciend la libertad en el reino transnacional incluyen la búsqueda de libertad individual al igual que la realización violenta de identidades particularistas o exclusivistas. Los regímenes transnacionales de derechos humanos únicamente pueden extender una delgada y frágil protección sobre la nuda vida. Mientras tanto, el número de poblaciones globalmente excluidas sobrepasa diariamente al planeta y su consciencia. Los mercados cambiantes, el saber, y las prácticas humanas han ampliado las grietas que ya existían en el concepto de ciudadanía y lo que significa ser humano. Los avances en biotecnología están creando seres “poshumanos” “poshumanos” y con ello una amplia variedad de formas de vida que desafían el concepto de individualismo, subjetividad individual y la propia naturaleza de lo humano. 19 Estas nuevas articulaciones están sucediendo en laboratorios muy concretos y actúan a escala realmente planetaria poniendo en juego nuestra nuestra existencia como humanos. Parece Parece que estamos en el amanecer de una discusión sobre los complejos, contingentes y tenues vínculos entre humanos individuales y derechos individuales,. Las formas de vida humanas y no-humanas han entrado en flujo. Teniendo en cuenta nuestras predicciones, la igualdad de derechos humanos solo puede ser alcanzada con un gran acuerdo, más difícil pero comparable a aquel de la declaración de derechos humanos después de la Segunda Guerra Mundial. La conversión de reivindicaciones por la mera supervivencia en derechos políticos, desde el estatuto propio de una “alienigena” a aquel de una ciudadanía legitimizada, es más contingente que nunca. Podría parecer, entonces, que la libertad y los movimiento espaciales que asociamos con la diáspora y las movilidades dirigidas por el mercado sean garantías a la hora de extender los derechos humanos pero ocurre al contrario: estos movimientos transfronterizos frecuentemente revelan el surgimiento de formas no-democráticas de libert lib ertad ad neg negati ativa. va. Las Las ONGs ONGs tra transn nsnac acion ionale aless solo solo pue pueden den en enton tonce cess interv interven enir ir en entorn entornos os específicos, operando al borde de la nuda vida, permaneciendo alejados de las reivindicaciones de “un estándar de derechos normativos únicos” (Ignatieff 318). Notas
1. Para consideraciones sobre las libertades “negativas” y “positivas” en un régimen de derechos humanos, ver Amy Gutmann’s Introduction to Human Rights as Politics and Idoltary/Michael
Ignatieff, ed. Amy Gutmann (2001) vii–xxvii, esp. ix. 2. Ver Immanuel Kant, “Perpetual Peace: A Philosophical Sketch,” Political Writings, ed. Hans Reiss (1991). 3. El concepto de doble consciencia popularizado por Benedict Anderson y Paul Gilroy debe ser ampliado para incluir adherentes más allá de trata de esclavos en la modernidad temprana, los lideres anticoloniales y la gente que participa de la diáspora. De hecho, otras poblaciones migrantes pueden experimentar experimentar múltiples conscien consciencias, cias, como las ejemplificadas ejemplificadas por las experiencia experienciass chinas en ultramar. Ver Donald Nonini y Aihwa Ong, “Introduction: Chinese Transnationationalism as an Alternative Modernity,” Modernity,” Ungrounded Empires, ed. Aihwa Ong and Donald Nonini (1997) 3–36. 4. Israel es el ejemplo preeminente de una nación-estado fundada a través de los devenires diaspóricos de “una gente”, pero algunos grupos diaspóricos contemporáneos buscan “recobrar” políticas que a ambos lad lados os de las division divisiones es nacionales ccontemporánea ontemporáneas. s. 5. Ver The Spectre of Comparison de Anderson. 6. Ver Aihw Aihwaa On Ong, g, “C “Cyyberp berpub ubli lics cs and and Dias Diaspo pora ra Poli Politi tics cs am amon ongg Tra rans nsna nati tion onal al Chin Chines ese, e,”” Interventions 5.1 (2003): 82–100. 7. Uno puede pensar que Israel como una nación-estado fundada por grupos diasporicos, cuya existencia depende de la violencia endémica contra otros habitantes de la tierra. 8. Ver Ver,, por ejem ejemplo, plo, “New T Terror error Thre Threat at in EU: Extremi Extremists sts with Passports,” Passports,” The W Wall all Street Journal, 27 Dec. 2004: A1, 5. 9. Ver también Zuraidah Ibrahim, Jemaah Islamiyah Wives: Supportive Bystanders or Ignorant Partners? M.A. thesis in Asian Studies, University of California, Berkeley Berkeley,, Fall 2005. 10. Ver Ver Yasu asushi shi Kosu Kosugi, gi, “Isla “Islamic mic Regionali Regionalism,” sm,” prese presented nted at the “Regions “Regions in Globalizat Globalization” ion” conference, Kyoto University, 25–27 Oct. 2002. 11. Ver Michel Foucault, “The Ethics of the Concern for Self as a Practice of Freedom,” Ethics, Vol. 1, Essential Works of Foucault, 1954–1984, trans. Robert Hurley et al., ed. Paul Rabinow (1994):
281–302. 12. Ver Rose 188. 13. Ver The Essence of Hayek, ed. Chiaki Nishiyama and Kurt R. Leube (1984). 14. Ver Aihwa Ong, “Neoliberalism as Exception, Exception to Neoliberalism,” Neoliberalism as Exception: Mutations in Citizenship and Sovereignty (2006). 15. Ver Aihwa Ong, “Ecologies of Expertise: Assembling Flows, Managing Citizenship” Global Assemblages: Technology, Politics, and Ethics as Anthropological Problems, ed. Aihwa Ong and Stephen J. Collier (2005): 337–53. 16. 16. Ver St Step ephe henn Co Coll llie ierr and and An Andr drew ew La Lako koff ff,, “R “Reg egim imes es of Li Livi ving ng,” ,” Gl Glob obal al Asse Assemb mbla lage ges: s: Technology, Politics, and Ethics as Anthropological Problems, ed. Aihwa Ong and Stephen J. Collier (2005): 29–30. 17. Ver Aihwa Ong, “A Bio-Carto Bio-Cartography graphy:: Maids Maids,, Neo-S Neo-Slave lavery ry,, and NGOs, NGOs, Neolibera Neoliberalism lism as Exception. 18. Ver Didier Fassin, “The Biopolitics of Otherness,” Anthropology Today 17.1 (2001): 277–82. 19. 19. Ver, er, po porr ejem ejempl plo, o, Sara Sarahh Fran Frankl klin in,, “Ste “Stems ms R Us: Us: Emer Emerge gent nt Li Life fe Form Formss an andd th thee Gl Glob obal al Biological,” Global Assemblages, Assemblages, ed. Ong and Collier: 59–78.
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