AGRESIVIDAD tesis
Short Description
Download AGRESIVIDAD tesis...
Description
MARCO TEORICO AGRESIVIDAD 1. CONCEPTO La agresividad para Buss (1989), es una clase de respuesta constante y penetrante, representa la particularidad de un individuo, conformada por dos componentes: el actitudinal y el motriz, el primero está referido a la predisposición y el segundo al comportamiento; el cual se deriva en varios comportamientos agresivos, pudiéndose manifestar en diversos estilos (físico-verbal, directo-indirecto y activo-pasivo), además se puede incluir la agresión por cólera y hostilidad. Hanke (1979) (citado por nuñez, 1996) considera la agresividad como no observable, sino que deduce del comportamiento. Hidalgo y Abarca (1992), considera que la agresividad es la intencionalidad de la conducta y que esta intencionalidad hace referencia a las condiciones antecedente. Por otro lado Echebarúa (1994), hace referencia a la agresividad como la disposición relativamente persistente a ser agresivo en diversas situaciones. El diccionario de educación Santillana (1994), define la agresividad como la manifestación externa de hostilidad, odio o furor. Berkowitz (1996), por su lado considera que la agresividad representa la capacidad de respuesta del organismo para defenderse de los peligros potenciales procedentes del exterior, desde esta perspectiva la agresividad es una respuesta adaptativa y forma parte de las estrategias de afrontamiento que disponen los seres humanos. La agresión es observable y deriva del latín aggedio, aggredi y signica originariamente acercarse o aproximarse, atacar, (Hacker, 1973) para el mismo autor el término agresión, es ³« la disposición y energía humana inmanentes que se expresan en las más diversas formas individuales y colectiva de autoafirmación, aprendidas y transmitidas socialmente y que pueden llegar a la crueldad´, agrega ³sólo en épocas modernas se conoce a la agresión como comportamiento de ataque latente o manifiesto y se diferencia a veces del término agresividad en tanto este es una predisposición o actitud hostil ´. Rodriguez (1985), citado por Nuñez, considera la agresión hostil como el manejo negativo de satisfacer las propias necesidades y derechos sin importar las de los demás. Goldstein y Keller (1991), consideran que la agresión es un comportamiento manifiesto, conformado por una secuencia específica de acontecimientos o pasos encubiertos y observables. Siendo las interpretaciones personales de acontecimientos situacionales el desencadenante original de un acto agresivo. Este se da acompañado o seguido por indicadores kinestésicos o fisiológicos que de manera idiosincrásica son ³avisos´ de cólera para el sujeto, dando como resultado niveles de activación afectiva, desencadenando el conflicto.
Berkowitz (1996) afirma que la agresión se refiere a algún tipo de conducta física como simbólica que se ejecuta con la intención de herir a alguien. La agresión está relacionada con una conducta que trata de alcanzar una meta concreta, voluntariamente herir a otra persona.
ENFOQUES TEORICOS ACERCA DE LA AGRESIVIDAD Existen diversos intentos teóricos que se han realizado con la finalidad de dar una explicación sobre la agresividad. Existen teorías referidas al aspecto interno, biológico o instintivo y otras entidades como consecuencia previa del aprendizaje. Las teorías etológicas, psicoanalíticas y neurofisiológicas de la agresión pueden ser consideradas dentro del primer grupo. Todas ella tienen en común la participación determinante de los aspectos internos que originan necesariamente, desarrollan la agresión. Los etólogos principales Konrand Lorenz, (1989) (citado por Nuñez 1996) considera que la agresión del hombre es una actitud actitud espontánea e instintiva que surge de su naturaleza animalesca en razón de no haber desarraigada su instinto animal, animal, el mismo que, necesariamente, debe ser expresados. Para quienes postulan las teorías neurofisiológicas de la agresión, esta se socita en la razón de estímulos orgánicos internos, producidos por sustancias químicas, estimulaciones eléctricas o variaciones debidas a la alteración de neurotransmisores Los teóricos del comportamiento, por el contrario, basan sus teorías en factores externos que pueden actuar u operar sobre la conducta algunos de ellos la atribuyen a circunstancias que sirven de mediadores o interfieren el objetivo o meta, tal es el caso de la frustración y la intensidad de la agresión.
TEORIA COMPORTAMENTAL DE BUSS Para Buss (1989), agresividad es una variable de personalidad, una clase de respuesta constante y penetrante. La agresividad es el hábito de atacar. Un hábito o un sistema de hábitos, Buss los agrupa de acuerdo a las características y estilos como físico-verbal, activo-pasivo, directo-indirecto, siendo estas las formas como se puede expresar la agresión Buss (1989). Para el autor la agresión no es una forma general sino que representa la particularidad del individuo. Este posee diversas formas de utilizar la agresión. Esta forma de expresión varía de acuerdo, con el momento o circunstancia. Cuando el individuo contraria esta situación y adopta un estilo perdurable y característico entonces es posible denominarla como variable de personalidad. Buss (1989) muestra diversos ejemplos de las subclases de agresión, por ejemplo, en la dicotomía físico-verbal, el sujeto que se caracteriza por ser tranquilo y no verbalmente agresivo, puede atacar y quizá llegue a asesinar.
Por el contrario se encuentra con más frecuencia aquel individuo que critica, regaña y quizá amenaza, pero no ataca físicamente (tal vez, ya que socialmente la agresión física es más perniciosa, más dañina y mucho más reprobada aunque no totalmente anulada). Con respecto a la dicotomía activo-pasivo, los dos individuos mostrados en el ejemplo, expresan formas de3 agresión activa. El aspecto pasivo de agresión lo representan aquellos individuos que resisten pasivamente y no inician la agresión, por ejemplo obstruir el paso o rehusar a hablar. En la dicotomía directo-indirecto todos los tipos procedentes de personalidad ejemplificados agreden directamente. El aspecto indirecto de la agresión lo encontramos en auqellos individuos que típicamente son astutos y prudentes en su comportamiento agresivo, y su agresión esta interpuesta por objetos, acontecimientos y persona. Ejemplos de estos comportamientos lo encontramos en la murmuración maliciosa o daño a las pertenecías materiales de la víctima. Las personas son en extremo agresivas, al mostrar persistentemente una de estas formas de agresión, evidencian también este estilo en otros aspectos del comportamiento. 2.3.1MARCO
TEÓRICO
2.3.2.1
AGRESIVIDAD
2.3.2.1.1.
DEFINICIONES DE AGRESIVIDAD
Freud concibe la agresividad como un componente innato asociado a los instintos propios del Yo, formando parte de los instintos de conservación, así el sujeto en su búsqueda por el placer, odia todo aquello que de una forma u otra le impida conseguirlo; de esta manera, la agresión se convierte en el medio para superar los obstáculos a la satisfacción libidinal. En su obra ³Más Allá del Principio del Placer´, Freud (1920) explica la existencia de una pulsión contraria a la pulsión de vida o Eros, se trata de la pulsión de muerte o destrucción, Thánatos, es una tendencia innata a regresar a un estado inorgánico, es una fuerza fragmentadora y desorganizadora que forma parte de la naturaleza humana y que sólo es visible cuando se manifiesta en comportamientos destructivos dirigidos tanto a sí mismo como hacia los otros (Laplanche y Pontalis, 1996). Por otra parte, estos autores plantean que la agresividad es una tendencia o conjunto de tendencias, que pueden manifestarse de forma real o fantasmática, fantasmática, cuyo objetivo es destruir, dañar, contrariar, humillar, etc. La agresividad, se maneja tanto en las relaciones con los otros en el mundo externo, como como en la conflictiva conflictiva entre las instancias psíquicas pertenecientes al mundo interno del sujeto. Por su parte Achenbach (1993 c.p. Borges de Moura, 2006), propone una clasificación de los problemas de conducta, del comportamiento agresivo y del comportamiento delincuente. La primera clasificación tiene que ver con
discusiones frecuentes, actitudes maliciosas hacia los demás, destrucción de objetos, peleas, exhibicionismo, alteraciones del estado de ánimo y ataques de ira. El comportamiento delincuente se distingue del agresivo porque implica necesariamente una trasgresión de la ley, como prender fuego, robar, mentir, huir de casa, consumo de alcohol y drog
artínez Tenorio Fernanda hávez Dueñas Marcos .
Nallely ,
Hernández Daza Marcos ,
iveles de agresividad e impulsividad en pacientes psiquiátricos e un hospital de tercer nivel eurol Neurocir Psiquiat 2007; XL(2) : 35-40
esumen troducción: La agresividad es un comportamiento hostil y destructor ue expresa a nivel motor el afecto de enojo u hostilidad. A pesar de u relevancia ha sido poco estudiada a nivel clínico. bjetivo: Determinar los niveles de agresividad e impulsividad en acientes psiquiátricos hospitalizados, aplicando instrumentos linimétricos. étodo: Estudio descriptivo, observacional y transversal, efectuado n 225 pacientes hospitalizados en el Servicio de Psiquiatría del ospital Central Militar, indistintamente de su diagnóstico psiquiátrico, n un periodo de seis meses. Se aplicó la escala de agresión anifiesta y la escala de impulsividad de Plutchik y se exploró la orrelación con otras variables demográficas y clínicas. esultados: El nivel de agresividad fue leve en 67.6%, moderada en
9.6% y alta en 12.9%. El nivel de impulsividad fue bajo en 37.8% y lto en 62.2%. El nivel de agresividad es más alto en hombres (c 2 = .943; 2 gl; p > 0.05), nivel socioeconómico alto (c 2 = 10.312; 4 gl; p < .05), y en pacientes con trastornos de control de impulsos, trastornos e ansiedad, esquizofrenia y trastornos por uso de sustancias y astornos debidos a enfermedades médicas (c2 = 57.114; 20 gl; p < .05). La impulsividad se encontró elevada en pacientes del sexo menino (c2 = 7.058; 1 gl; p < 0.05), estudiantes (c 2 = 14.828; 6 gl; p < .05), consumo de alcohol (c 2 = 7.805; 2 gl; p < 0.05) y de tabaco (c 2 = 7.046; 2 gl; p < 0.05).
onclusiones: El nivel de agresividad encontrado es leve y el nivel de pulsividad es alto en la muestra estudiada. Ambos constructos son omplejos y se correlacionan con distintas variables. Es necesario producir el presente estudio para confirmar los hallazgos. DEFINICION DE NIVELES DE AGRESIVIDAD
Desde el punto de vista psicodinámico, la agresividad se ha conceptualizado como un estado emocional que incluye sentimientos de odio y deseos de dañar a otra persona, animal u objeto. Se trata de cualquier forma de conducta que hiera física o psicológicamente al otro. La agresividad llevada al acto como agresión, puede tener distintos objetivos: causar daño, influir en la conducta de otros, demostrar poder, sostener una imagen o reputación, y ocurre generalmente en un contexto grupal, (Valzelli, s/f).
La agresividad se caracteriza, al principio, como un ³comportamiento reaccional que tiene por finalidad el daño infligido a otro organismo´. El psicoanálisis sostiene el principio de que ³toda agresividad tiene como causa la frustración de una necesidad´.
Dollander, una nueva definición de la agresividad. Se llama agresividad a la reacción debida a una frustración que tiene por objetivo la reducción de la instigación secundaria (frustración) y que deja intacta la instigación primaria (la necesidad). En este sentido, según Dollard, la agresividad prácticamente puede ser cuantificada: cuanto mayor es la necesidad, mayor es la instigación secundaria y por lo tanto mayor será la agresividad. La agresividad es un intento de catarsis de la frustración.
Kurt Lewin; La agresividad es el resultado de una modificación del ³campo global de las interacciones´ entre el organismo y su ambiente. Está sostenida por una tensión emocional específica y distinta de la que conllevan otras conductas. Esta tensión emocional nace de una situación de conflicto y se traduce en agresividad a través de dos tipos de procesos: una agitación y una ³primitivización´ de las conductas.
según Karli no se puede descuidar el papel de los mecanismos cerebrales que sostienen las emociones. Las reacciones emocionales no son ³epifenómenos´. Deben existir relaciones causales de naturaleza neurobiológica que engendran la emoción. La emoción es el ³primer motor´ de la agresividad, ella misma fuente de fenómenos biológicos, psicológicos, sociológicos. La agresividad está así directamente ligada al ámbito de la neurobiología del comportamiento que ³no debe limitar su campo de investigación únicamente a los mecanismos cerebrales implicados en la puesta en marcha de un comportamiento dado en respuesta a un estímulo o a una situación dada´
En el Diccionario de la Real Academia Española (2007) se propone que la palabra agresión es el efecto de agredir que, a su vez, hace referencia a acometer contra alguien para matarlo, herirlo o hacerle cualquier daño. La agresión es ³una conducta destructiva o punitiva dirigida ha cia una persona u objeto´ (Corsini, 1999, p. 29).
definiciones a la agresión, en las cuales lo común sería la noción que incorpora Buss de "una respuesta que se vuelve un estímulo nocivo para otro organismo
Una de las definiciones más aceptadas es la de "la producción de un estímulo nocivo de un organismo hacia otro con la intención de provocar daño o con alguna expectativa de que el estímulo llegue a su objetivo y tenga el efecto deseado" (Russell, 1976, citado Edmunds y Kendrick, 1980, p.16)
Otra definición de agresión, la cual encontramos en la perspectiva etológica, afirma que " un animal actúa agresivamente cuando inflige, trata de infligir o amenaza con infligir daño a otro animal. El acto va acompañado de síntomas de conducta reconocibles y cambios fisiológicos definibles [...]La agresión puede trasladarse hacia objetos no humanos o inanimados, ". (J.D. y Ebling, F.J, 1966, p.2). Es interesante notar aquí la inclusión de la respuesta fisiológica en el concepto de agresión.
definibles [...]La agresión puede trasladarse hacia objetos no humanos o inanimados, ". (J.D. y Ebling, F.J, 1966, p.2). Es interesante notar aquí la inclusión de la respuesta fisiológica en el concepto de agresión.
Lahostilidad constituiría un concepto relacionado con la agresividad, pero no es sinónima a ella. Sería una actitud, una "respuesta verbal implícita que envuelve sentimientos negativos (mala voluntad) y evaluaciones negativas de personas y acontecimientos" (Veness, 1996, p.118). Constituiría una respuesta bastante estable, donde se encuentra una generalización tanto del estímulo como de la respuesta, de modo tal que las respuestas de la víctima para apartar la hostilidad pueden exacerbarla. Una respuesta puede ser hostil sin ser agresiva, ya no implica realización de actos. Edmunds y Kendrick(1980) asocian el concepto de hostilidad a la agresión reforzada por el daño realizado al otro. La hostilidad sería el producto de repetidos castigos por parte de los otros llevaría a un disgusto generalizado por la humanidad, y a percibir el dolor y la incomodidad de las personas como reforzante; en cambio, la "agresividad instrumental" sería la disposición a emplear estímulos nocivos como un medio de adquirir refuerzos extrínsecos. Entonces, según estos autores, se debería asociar "agresividad" con actos que produzcan daño en el otro en búsqueda de refuerzos extrínsecos y "hostilidad" con actos que produzcan daño en el otro en búsqueda de refuerzos intrínsecos.
Una interesante visión nos entrega Lolas (1991), quien distingue entre los conceptos de agresividad, agresión y violencia. De acuerdo a esta perspectiva, laagresiv idad es un término teórico, un constructo que permite organizar determinadas observaciones y experiencias, que sirve para integrar datos "objetivos" a nivel de conducta motora, fisiología y vivencia (o subjetividad expresada en el lenguaje). El términoagresión se reservaría para conductas agonistas caracterizadas por su transitividad (la conducta pasa de un agresor a un agredido), su direccionalidad (siempre la agresión tiene un objeto) y una intencionalidad (el agresor busca
dañar, el agredido busca escapar). Por otra parte, laviolenci a sería la manifestación o ejercicio inadecuado de la fuerza o poder, ya sea por la extemporaneidad o por la desmesura, no existiendo intencionalidad por parte del agente o del paciente de la acción. De este modo, existen gestos violentos pero no agresivos(deportes rudos) y actos agresivos pero no violentos (omisión de gestos de ayuda). La violencia esta presente en toda nuestra vida y es difícilmente prevenible; la agresividad, en cambio, requiere una intencionalidad que la hace diferente en sus causas, aunque tal vez no en sus efectos.
Se entiende por agresividad la violencia sobre algo o alguien que impide, fuerza, altera, trastorna o destruye su propia estructura o dinamismo. Cualquier forma de conducta física o verbal destinada a dañar, ofender o destruir, al margen de que se manifieste con hostilidad o como medio calculado para alcanzar un fin, se considera una conducta agresiva. La agresividad (física o verbal) puede ir dirigida contra uno mismo (autoagresión) o contra otros
Agresión Lorenz Lucha instintiva en animales y hombre dirigidos contra miembros de su misma especie. Arim-Heymer Actos físicos o acción de amenaza de un individuo hacia otro, reduciendo con ello su libertad y su potencialidad genética. jo fenómeno de varias funciones y muchas causas Slater Término que se aplica a una amplia serie de patrones de ataque y amenaza en el comportamiento animal. Wilson Merma de los derechos del otro forzado a abandonar algo que le pertenece o podría. Pérdida real si y solo si en la medida que disminuye la eficacia biológica. Niveles de integración de la agresividad Las bases biopsicosociales de la agresividad no son del todo conocidas pero existen ya una serie de evidencias científicas en cada uno de los niveles: Nivel biológico a) Sustrato anatómico:ciertas zonas encefálicas están relacionadas directamente con la agresividad (Ferreyra, 1972). Existe una compleja red de conexiones que modula la conducta agresiva en función de un sistema dual excitatorio-inhibitorio que permanece al
servicio de procesos psíquicos superiores. Emociones de rabia y agresión pueden provocarse o activarse por estimulación de lasamígdalas, delhipocampo, delhipotálamo lateral o por ablación de losbulbos olfatorios, de la corteza cingular y del septum. Una reducción o inhibición de la agresividad o conductas de huida se observan al estimular elnúcleo caudado, zonas de la circunvalacióncingular, elseptum, el hipotálamo posterioro áreas del tálamo medial o por ablación del sector posteromedial de la corteza órbitomedial o por amigdalectomía bilateral Sustrato bioquímico: Ciertos neurotransmisores y hormonas están relacionadas con variaciones de la agresividad: Serotonina: se ha comprobado la correlación de las tasas de serotonina con el índice de divorcios y se ha establecido una pauta estacional de suicidios con niveles máximos primavera-otoño, y una periodicidad mensual significativa -un ³ciclo lunar sinódico´- para los homicidios, suicidios, accidentes graves de tráfico, incremento de la violencia y emergencias psiquiátricas. Catecolaminas: con la administración de precursores (L-tiroxina y L-fenilalanina) en la dieta se incrementa la agresividad. Acetilcolina: la estimulación colinérgica de varias estructuras límbicas cerebrales suscita conductas agresivas. Testosterona: los niveles altos de testosterona se correlacionan con la delincuencia, el uso de drogas duras y las reacciones agresivas y prepotentes a la provocación (Archer, 1991). Nivel psicológico a) Personalidad: Las estructuración psicológica del sujeto, fruto de condicionamientos bio-psico-sociales, participa a un nivel causal o modulando la actuación del sustrato biológico o del contexto social: ciertos desarrollos neuróticos de la personalidad con exagerada necesidad de afirmación por su complejo de inferioridad. b) Ambiente familiar: El entorno familiar, la educación y el estilo de relaciones interpersonales en la infancia constituyen la base de estructuraciones dinámicas psicológicas que explicarían, en parte, la predisposición a la conducta agresiva de sujetos privados de afecto en la infancia o de sujetos sobreprotegidos con muy baja tolerancia a la frustración. c) Psicopatología: Trastornos de personalidad (asocial, explosivo, pasivo-agresivo, sádico, paranoide); Depresiones disfóricas; Trastornos maníacos e hipomaníacos; Síndrome paranoide; Trastornos orgánicos. Nivel sociológico
a) Factores socioculturales: La estructuración social de las necesidades vitales y existenciales del sujeto hacia el consumo y la competencia, dan lugar a un estado de frustración que favorece la conducta agresiva. b) Los factores sociopolíticos y económicos son relevantes en el comportamiento agresivo de los grupos: la violencia crece en ambientes y épocas de depresión económica. c) La agresión técnica, despersonalizada, deshumanizada y aséptica, favorece su propagación al no ser inhibido el acto violento por la relación humana y personal. Frustración y agresividad Se entiende por frustración la tensión que sufre el organismo cuando el individuo encuentra un obstáculo (una obstrucción, una situación-estímulo que estresa o presiona) más o menos insuperable, para la satisfacción de una necesidad, de un deseo, de una expectativa. Dicha tensión se considera, junto a los factores constitucionales y predisposiciones aprendidas, uno de los factores implicados en la activación de la agresividad. La tensión que produce la frustración posee dos dimensiones: Una primaria ±o de privación± constituida por la tensión e insatisfacción de la necesidad no satisfecha; y otra secundaria ± o dee s t r é s± constituida por lapresión del obstáculo que impide la satisfacción de la necesidad. La predominancia de una de ellas en la el individuo puede determinar la dirección de la agresividad hacia la búsqueda directa de otras estrategias de satisfacción de la necesidad o bien hacia un previo enfrentamiento, más o menos improductivo, con el obstáculo. Tolerancia a la frustración Otro concepto relacionado con la conducta agresiva es el de tolerancia a la frustración. Se trata de la aptitud de la persona para soportar la frustración sin alteración de su adaptación psicobiológica, es decir, sin recurrir a respuestas agresivas desadaptativas. La tolerancia a la frustración se manifiesta: a nivel conductual, como la capacidad del individuo para retrasar la respuesta (capacidad de no respuesta inmediata que se desarrolla con la maduración); a nivel emocional, como la capacidad de retardar la satisfacción, manteniendo la tensión y evitando una descarga inadecuada de la misma; y a nivel cognitivo, como la capacidad de tener en cuenta, también, las consecuencias más lejanas de su conducta.
Umbral de tolerancia a la frustración El umbral de tolerancia a la frustración presenta lógicamente diferencias individuales. Por una parte, según la intensidad de la presión, cada sujeto tendría un límite o nivel para dar una respuesta adecuada; por otra, según los aspectos de la personalidad, cada sujeto tendría zonas de menor o mayor tolerancia a la frustración. Factores determinantes de la frustración (Rosenzweig, 1972): El nivel de tolerancia a la frustración va a estar en dependencia de factores somáticos y psicológicos. Entre los factoressomáticos se encuentran tanto las características constitucionales y hereditarias del individuo (variaciones nerviosas, endocrinas, etc), como las adquiridas (fatiga, enfermedades físicas, etc). En cuanto a los factores psicológicos, destacan tanto las actitudes como los patrones de respuesta aprendidos por el individuo. En concreto se postula que la ausencia de toda frustración en la primera infancia incapacitaría posteriormente para responder a la frustración de manera adecuada. Igualmente, se supone que una frustración excesiva puede crear zonas de baja tolerancia (reacciones de defensa del yo inhibidoras de su ulterior desarrollo). Tipos de agresividad Atendiendo a su dirección, origen, forma operativa y finalidad, la agresividad se clasifica en diferentes tipos (tabla 1): Según contra qué o quién se dirija, la agresividad puede ser heteroagresividad o autoagresividad: En la heteroagresividad, la conducta violenta u hostil es dirigida hacia otros: personas, animales u objetos. Engloba conductas muy diversas: actos verbales (insultos, comentarios sarcásticos) o acciones físicas lesivas (golpes, violaciones, torturas, asesinatos). En la autoagresividad, la agresión, en forma de autorreproches, autolesiones o incluso suicidio, se dirige hacia el mismo sujeto. Tabla 1: Tipos de agresividad Según su dirección -Heteroagresividad: Dirigida hacia otros: personas, animales u objetos -Autoagresividad: Dirigida hacia el mismo sujeto (autorreproches, autolesiones o suicidio) Según su origen -Agresividad espontánea o autoafirmativa: Dirigida por el impulso individual de autoafirmación y dominio bio-psico-social
-Agresividad reactiva: Secundaria a frustraciones: expresión de la impotencia para alcanzar una meta o realizar un deseo -Agresividad expresiva o emocional: Manifestación de emociones o sentimientos destructores: ira, cólera, odio, envidia, celos, venganza, etc. Según su forma operativa -Agresividad activa: Se expresa mediante manifestaciones directas de hostilidad -Agresividad pasiva: Se manifiesta mediante actitudes de oposición y resistencia indirecta Según su finalidad -Agresividad Primaria: Su finalidad es exclusivamente causar daño. -Agresividad Secundaria o instrumental: Su propósito último es distinto a la intención de lesionar (por ejemplo, obtener dinero, aprobación social, emociones de superioridad, etc.) De acuerdo con su origen, la agresividad puede ser espontánea o autoafirmativa, reactiva y expresiva o emocional.La agresividad espontánea o autoafirmativa es aquella dirigida por el impulso individual de autoafirmación y dominio bio-psico-social La agresividad reactiva es aquella secundaria a frustraciones, expresión de la impotencia para alcanzar una meta o realizar un deseo.La agresividad expresiva o emocional es la constituida por la manifestación de emociones o sentimientos destructores: ira, cólera, odio, envidia, celos, venganza, etc., que generalmente se producen como reacción a una provocación. Según su forma operativa, la agresividad puede ser activa o pasiva. Agresividad activa es aquella que se expresa mediante manifestaciones directas de hostilidad. La agresividad pasiva se expresa a través de actitudes de oposición y resistencia indirecta (descuidos, lentitud, olvidos, ineficiencia intencionada, omisiones, falta de iniciativa, obstinación y obstruccionismo) ante las normales y adecuadas demandas y expectativas de rendimiento. Como mecanismo de defensa, suele manifestarse como respuesta a las demandas de ejecución o cumplimiento independientes, ante la falta de gratificación de los deseos de dependencia, o como respuesta adaptativa para expresar autoafirmación. Según su finalidad, la agresividad puede ser primaria o secundaria. La agresividad primaria es aquella que tiene como objeto única y exclusivamente causar
daño. Por el contrario, en la agresividad secundaria o instrumental el propósito último no es lesionar, sino conseguir otros objetivos como, por ejemplo, obtener dinero, aprobación social, emociones de superioridad, etc. HETEROAGRESIVIDAD En la conducta humana se habla de violencia para señalar la liberación de componentes agresivos patológicos, ya sea como consecuencia de un trastorno de los mecanismos de control del SNC, o como consecuencia de pautas desadaptativas de comportamiento agresivo. La evaluación y el diagnóstico de las personas violentas o potencialmente violentas constituyen una necesidad en nuestra sociedad actual, que constantemente se ve puesta en práctica en los servicios de asistencia primaria. Con todo, no debemos olvidar que algunas de las personas violentas de nuestro marco cultural no sufren trastorno mental alguno y no pueden ser catalogados como pacientes. Estos casos, con manifestaciones de conducta agresiva no susceptibles de intervención médica, deben ser orientados hacia instituciones de tipo jurídico. Como conducta violenta patológica, la heteroagresividad puede ser facilitada por diversos trastornos mentales -orgánicos, psicóticos, caracteriales y afectivos- (tabla 2); pero, desde un punto de vista psicopatológico, y en cuanto tal conducta agresiva, se presenta configurada en tres síndromes característicos: el comportamiento perturbador, la explosividad y la agitación.
http://es.scribd .com/doc/17294908 /Conducta-Agresiva http://www.usta.edu.co/otras_pag/revistas/diversitas/doc_pdf/diversitas_ 8 /vol.4 no.2 /articulo_9.pdf ç http://es.scribd .com/doc/6689640 /Psicologia-Agresividad http://www.familianovaschola.com/files/Semiologia_de_las_conductas_agresivas .pdf
http://www.uji.es/bin/publ/edicions/jfi10 /psi/12.pdf antecedentes de agresividad http://es.scribd .com/doc/8800365/Estilos-De-apego-y-Agresividad-en-Ninos-yAdolescentes
2.3.2.1.2.
FUNCIONES DE L AGRESIVIDAD
distribución espacial espaciamiento aversión combate dispersión requerimientos de alimento evitación de endogamia FUNCIONES DE LA AGRESIVIDAD selección para la defensa del grupo animales sociales ³fuertes campeones´ defenderán al grupo selección sexual ³al mejor dotado´ aumento de descendencia FUNCIONES DE LA AGRESIVIDAD formación de jerarquía social animales con capacidad de reconocimiento individual Si pensamos en la violencia debemos deslindar la función de la agresividad en la constitución subjetiva. En esta constitución la agresividad ocupa un lugar fundante. Dicho de otra forma, para constituirnos como YO y reconocer al otro como un TU es imprescindible atravesar por un tiempo llamado estadio del espejo por Jaques Lacan. Intentaremos articular la función de la agresividad en la constitución del psiquismo y la violencia actual. El psicoanálisis con Freud y luego con Lacan nos enseña que lo que llaman narcisismo primario es el encuentro con nuestra imagen en el espejo. E s una imagen virtual de un cuerpo real , hablamos del cuerpo anatómico. Al decir real queremos mostrar que si no nos hablan, no nos nombran desde el lugar de hijos: bebes, niño o niña, adolescentes« no lograremos jamás nombrarnos como YO, experimentar emociones y sentimientos frente a las novedades, tampoco adquirir
nociones de espacio, de tiempo, de distancia, de perspectiva; nociones de cantidad: posibilidad de numerarnos, este es primero, este es segundo etc., de sumarnos, de restarnos« incluyendo todas las operaciones matemáticas aun las mas abstractas. Incluimos tanto lo afectivo como lo intelectual como actividades que se pueden observar por separado cuando existen fines específicos como por ejemplo, ciertas tareas escolares pero jamás las pensamos aisladas
por http://www.juniorpadres.com/ Mediante las funciones que desempeñan los padres o tutores construimos la ficción , nuestra historia subjetiva. Nos suscriben en el lenguaje. E l cuerpo es una bolsa que ³no sabe´ nada de articulaciones y funciones hasta que son nombradas por las palabras. Por ejemplo: cuando tengo hambre, o estoy paspado o me moje los
pañales o me duele la panza o tengo sueño. O si es de día o de noche. También aprendemos sobre el amor y sobre el odio dependiendo de las historias anteriores de nuestros padres o tutores. La culminación del Estadio del Espejo es el encuentro con mi imagen pero previamente existen tiempos de constitución donde la agresividad puede quedar dislocada de la constitución de mi subjetividad. Por ejemplo, nadie desconoce el gusto actual por las películas de terror. Allí podemos ver y oír« imaginar: mutilaciones, desmembramientos, destripamientos, reventamientos, dislocaciones, castraciones« todas las presentaciones del cuerpo fragmentado. Sin tiempo mas que habitar el del horror en un espacio que es ese pedazo de« algo. Estar atrapados en el interior del espejo mirando todo invertido. También lo encontramos en los sueños y en particular en la pesadilla. Que decir si vivimos constantemente en ese momento pre-especular o si volvemos una y otra vez porque no se ha constituido esa imagen unificadora nombrada YO« ¡Podemos entender el resultado traumático en los soldados que matan! ¿O podemos condenar la guerra como dominación« y a los fabricantes de armas? Decimos así apelando a un rasgo de nuestra cultura actual donde la violencia es palpable tanto desde aquellos que negocian como de aquellos que son victimas de la obediencia. Podemos ejemplicar con el adicto y el narcotraficante. Dice Lacan: ³El dialogo parece en sí mismo una renuncia a la agresividad´ Es un adelanto. Enseña Lacan en LA AGRESIVIDAD EN PSICOANALISIS: la ³ reacción agresiva ´ iría desde la explosión brutal pasando por todas las formas de beligerancia, hasta la guerra fría « hasta aquella otra, mágica, del maleficio ±muy usada en las sectas que hoy pululan reemplazando las religiones-, de la intrusión física , abusiva, del robo del
secreto, de la violación de la intimidad ± ¿el programa mundial televisado Gran Hermano?- del espionaje, de la intimidación ±ejemplo: si no pensas como yo te
hundimos, el pensamiento único muy común en las democracias enclenques-, de la difamación ±muy de moda en los programas de chimentos- y del ataque al honor, reinvidicadora, del daño y de la explotación ±los despidos masivos sin explicación, los desalojos violentos, la falta de funcionamiento adecuado de la justicia para sectores sociales de la clase media baja y baja-«. En EL MALESTAR EN LA CULTURA Freud escribe: ³El hombre intenta satisfacer su necesidad de agresión a expensas de su prójimo, de explotar su trabajo sin compensación, de utilizarlo sexualmente sin su consentimiento, de apropiarse de sus bienes, de humillarlo, de infligirle sufrimiento, de martirizarlo y de matarlo´. Es difícil de pensar y es tan asombroso que alguien lo hubiera podido pensar antes del holocausto. Freud tan valiente como humanitario puede teorizar sobre la maldad sin filosofar. Recordemos que nuestro ensayo pretende ubicar científicamente al mal como ejercicio humano para comprender la violencia en el mundo globalizado.
2.3.2.1.3.
ESTILOS DE AGRESIVIDAD
FACTORES que influyen en la expresión de la agresión a. Biológicos b. Psicológicos o ambientales A. AGRESIÓN DIRECTA E INDIRECTA 1. Agresión o castigo verbal simbólico dirigido hacia el ofensor (simbólico: "lo que me gustaría hacerte es...") 2. Negación o retiro de algún beneficio del cual el ofensor goza 3. Agresión o castigo físico contra el ofensor 4. Agresión, daño o lesión de algo o alguien importante para el ofensor B. AGRESIÓN DESPLAZADA 1. Decirle algo a una tercera persona con el fin de vengarse o castigar al ofensor
2. Agresión física, verbal u otro tipo a una persona que no está relacionada con la incitación 3. Atacar a un objeto (no humano o animal) no vinculado con la incitación C. RESPUESTAS NO AGRESIVAS 1. Discutir el incidente con el ofensor, sin exhibir5 hostilidad 2. Hablar del tema con terceras personas neutras, no implicadas, sin intención de dañar al instigador o hacer que quede mal 3. Ocuparse de actividades calmantes (pasear, gimnasia...) 4. Distraerse en acciones opuestas a la expresión de la ira (portarse mucho más amigable con el instigador)
Factores ligados a la manifestación de la agresividad: a. BIOLÓGICOS y
y
y
Lobotomía (incisión en el lóbulo frontal) reduce la agresividad y otras funciones (Ej. "Alguien voló sobre el nido del cuco") X YY: Varones con este cromosoma, demostraron mayor número de delitos y menor inteligencia social para esconder los delitos Factores hormonales: relacionados con los estados agresivos, por ejemplo la mujer durante el síndrome pre-menstrual está más irritable y agresiva. b. PSICOLÓGICOS O AMBIENTALES
y
y
y
y
Tribus más agresivas que otras. En determinadas sociedades y culturas, la agresividad puede estar bien considerada como forma de cambiar ciertas actitudes, por ejemplo en Inglaterra está bien visto que un profesor pegue a los alumnos para que estos aprendan mejor Normas familiares que fomentan la agresividad de sus miembros "muy bien hijo, así se hace, la próxima vez le pegas un puñetazo en el ojo". Los padres a veces pueden ser modelos de la conducta agresiva, por ejemplo, padres que pegan a sus hijos. Es necesario saber que, en términos generales, se fomenta más la agresividad en el hombre que en la mujer. Influencia de la TV y los medios de comunicación en la aceptación de la conducta agresiva: en las películas el bueno y el vencedor siempre es el que más caña mete, el que pega mejor, el más fuerte, no el que tiene mayor capacidad de diálogo Aunque sería muy difícil establecer una relación directa entre número de horas de TV y aumento de la violencia.
Es necesario reconocer que tenemos una tendencia innata hacia la violencia pero que ésta también es influenciada por el medio ambiente potenciándose más.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA EXPRESIÓN DE LA AGRESIVIDAD.
Por ejemplo: En un accidente de tráfico, vamos en coche y nos pegan un golpe, el que nos da el golpe es el agresor y el que lo recibe la víctima. 1. Interpretación de la víctima (cómo ha interpretado la víctima el accidente, si cree que ha sido intencionado la agresividad vs el agresor será mayor). 2. Conducta posterior del agresor ( si se burla de ti o se te culpabiliza a ti del accidente) 3. La cantidad de daño que te ha hecho (a mayor daño mayor agresividad). 4. Las características del agresor (si esa persona es un Skin o una persona de otra raza a la cual tu tienes prejuicios). 5. Las características de esta situación (todo lo que envuelve este hecho) 6. El estado interno de la víctima, cómo se encontraba la víctima en aquel momento. Todas estas características dependen de la propia víctima, del agresor y de la situación.
Estudios realizados para ver qué características tenían el homicida y sus víctimas, se encontró que: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.
8. 9.
Los asesinatos suelen producirse en fin de semana y por la noche Se suelen relacionar con la elevada ingesta de alcohol y otras drogas El entorno tiene un papel importante Los asesinos ya habían cometido anteriormente otros delitos contra personas. El homicida y las víctimas tienen características de personalidad similares, o sea son personas agresivas. Se suele dar más en personas jóvenes varones La víctima podía, incluso, haber provocado o precipitado la agresión (Ej. joven de 17 años que mató a su padre, por la prensa se dice que el padre era muy violento y maltrataba a la madre y los hijos). Los motivos del asesinato suelen ser: discusiones domésticas, celos y problemas económicos. El asesino y la víctima se conocían previamente (en el 87% de los casos), los asesinatos a sangre fría son poco frecuentes.
10. Los asesinatos a sangre fría se suelen realizar para conseguir un fin determinado, por ejemplo ETA, los robos, secuestros etc. 11. Los homicidios a conocidos fruto de peleas familiares, se consideran homicidios más emocionales o reactivos (un 85%)
FACTORES DE RIESGO (BERKOWITZ 1996) y
y
y
y
y
Personalidades agresivas y emocionalmente reactivas con poca tolerancia Condiciones sociales estresantes (barrios pobres, marginados, desarraigo, opresión, minorías étnicas, etc...) Controles sociales debilitadas: ante la falta de relación con los vecinos o de la sociedad, que no te conocen comporta una mayor expresión de la agresividad (es muy difícil controlar a todo el mundo, mucha gente y poca policía etc.) Subculturas específicas (legionarios, skins heads, etc) Guerras: en algunos estudios se ha visto que el número de homicidios aumentan después de las guerras. Ejemplo contradictorio en EEUU, no aumentan tras la segunda guerra mundial y aumentó tras la del Vietnam. Disponibilidad total de las armas de fuego (EEUU) En 1992 se realizó un estudio en Yugoslavia, aplicando el test MMPI y con la hipótesis ¿son psicóticos los homicidas? La mitad de la muestra aproximadamente mostró un patrón de personalidad agresiva, con intolerancia a la frustración, impulsivos, violentos. 16 de ellos presentaron criterios de personalidad psicótica o personalidad antisocial.
1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.
Inexistencia de alucinación Pérdida específica de intuición incapacidad para cualquier plan de vida Irresponsabilidad. Mentiras, insinceridad Gran pobreza de reacciones afectivas básicas Egocentrismo patológico e incapacidad para mar Encanto externo y notable inteligencia Ausencia de nerviosismo o de manifestaciones neuróticas. Indigno de confianza. Abuso de alcohol y drogas.
Las otras 16 personas no tenían ninguna personalidad aparentemente problemática, pero eran las típicas personas que van tragando y tragando hasta que un día explotan. 2.3.2.1.4.
2.3.2.1.5.
DIMENSIONES DE LA PERSONALIDAD
gvbñ AGRESIÓN Y DIFERENCIAS DE GÉNERO Entendemos agresión como aquella conducta social que implica la descarga de estimulación negativa de un organismo sobre otro de la misma especie (García, 1985). Esta definición es muy general. Sin embargo, la mayoría de estudios experimentales sobre la agresión realizados durante las últimas tres décadas, se han centrado en las agresiones directas, ya sean de tipo físico o verbal (Bettencourt y Miller, 1996; Eagly y Steffens, 1986; Frodi et al., 1977), utilizando paradigmas de laboratorio conductuales en humanos (Zeichner et al., 1999; 2003), o cuestionarios tanto de autoinforme como de evaluación externa al sujeto (Suris et al., 2004). Si nos centramos en los resultados de estos estudios, parece que los hombres son más agresivos que las mujeres (Ramírez et al., 2001). Sin embargo, actualmente parece que esto no es del todo cierto (Björkqvist et al., 1994). Simplemente ha ocurrido que la investigación se ha centrado en un tipo de agresividad más característica de los hombres, obviando las conductas agresivas que realizan las mujeres. Así, durante estos últimos años se ha comenzado a estudiar una forma más sutil de agresión. Actualmente, se acepta que la estimulación negativa de una agresión puede ser una manipulación de la relaciones o estatus social dentro de un grupo. A este tipo de agresión es a la que algunos autores llaman agresión indirecta (Lagerspetz et al., 1988), relacional (Crick y Grotpeter, 1995), o social (Galen y Underwood, 1997). A diferencia de las agresiones directas, las agresiones indirectas se pueden realizar únicamente
cuando existe una estructura social, como mínimo, de tres personas (Xie et al., 2002). De hecho, una característica fundamental que diferencia a la agresión directa de la indirecta es que, en esta última, el agresor debe tener una elevada inteligencia social (Björkvist, K. y Österman, K, (1999). Investigaciones que han tenido en cuenta ambos tipos de agresión parecen indicar que en la infancia y adolescencia, los hombres usan una mayor proporción de agresiones directas, mientras que las mujeres Dimensiones de personalidad, diferencias de género, y agresividad tienen una mayor proporción de agresiones indirectas (Österman et al., 1998; Tapper y Boulton, 2004; Salmivalli y Kaukiainen, 2004). En personas adultas jóvenes, los hombres usan las agresiones directas con mayor frecuencia que las mujeres, pero no se encuentran diferencias de género para las agresiones indirectas (Richardson y Green, 1999). En adultos mayores, parece que se mantiene el mismo patrón que en adultos jóvenes, con la salvedad de que las conductas agresivas de los hombres son, en mayor número, indirectas que directas (Walker et al., 2000). La personalidad es una organización de disposiciones conductuales estables, consistentes, y duraderas, que determinan nuestra adaptación única al ambiente. La personalidad posee una estructura jerárquica, en la que las conductas habituales covariantes se agrupan en rasgos de personalidad, mientras que la agrupación de los rasgos relacionados entre sí dan lugar a las dimensiones de personalidad (Eysenck y Eysenck, 1985). Las asociaciones de rasgos impulsividad/desinhibición, neuroticismo/emotividad y extraversión/ sociabilidad han sido relacionados de forma experimental con un gran número de conductas, incluidas la agresión (Sher y Trull, 1994). La impulsividad/desinhibición ha sido relacionada positivamente tanto con la agresión directa como con la agresión indirecta en adultos normales (Barrat et al., 1999; Vigil-Colet y Codorniu-Raga, 2004; Houston y Stanford, 2005), en niños y adolescentes (Pardini et al., 2003; Critchfield et al., 2004; Musher-Eizenman et al., 2004), en adultos con trastornos psiquiátricos (Retz et al., 2003; Ferguson et al., 2005), e incluso con modelos animales (Fairbanks et al., 2004).
El neuroticismo/emotividad ha recibido un apoyo más inconsistente en su relación con las conductas agresivas, aunque cuando se ha encontrado dicha relación, siempre ha sido positiva (Séguin et al., 2002). La extraversión/sociabilidad no se ha visto relacionada con ninguna conducta agresiva. El Modelo de Cinco Factores de Costa y McCrae (1992) y el modelo de Gray (1982; 1991) son dos modelos de personalidad muy utilizados en distintos ámbitos de la investigación actual. Del modelo de Costa y McCrae, el Neuroticismo representaría al neuroticismo/emotividad, la Extraversión y la Apertura a la extraversión/sociabilidad, mientras que la baja Amabilidad y la baja Responsabilidad representarían a la impulsividad/desinhibición (Zuckerman et al., 1993; De Fruyt et al., 2000; Aluja et al., 2002;2004). Del modelo de Gray, el Sistema de Inhibición Conductual (SIC) se relaciona con el neuroticismo/ emotividad. El Sistema de Activación Conductual (SAC) se relaciona con la impulsividad/desinhibición y con la extraversión/sociabilidad (Carver y White, 1994;Torrubia et al., 2001; Caseras et al., 2003). Resumiendo, las hipótesis de nuestro estudio fueron tres: los hombres realizarían más conductas de agresión directa que las mujeres; no habría diferencias de género en cuanto a las agresiones indirectas; y tanto la agresión directa como la agresión indirecta se relacionarían con el rasgo impulsividad/desinhibición (baja Amabilidad, baja Responsabilidad, y elevada Sensibilidad a la Recompensa).
2.3.2.1.6.
TEORÍAS DE LA PERSONALIDAD
Perspectiva psicoanalítica Teorías psicoanalíticas La llegada del psicoanálisis da un vuelco al sentido del concepto de agresividad. Fundada en una convención lingüística, la relación entre analizado y analista, raramente da lugar a
manifestaciones de violencia física. En cambio, es precisamente por los fenómenos del lenguaje o en relación a ellos como se manifiesta la agresividad en la experiencia e xperiencia analítica. Hipótesis de Adler
En 1908, en el transcurso de una de las sesiones del ³miércoles por la noche´ en Viena titulada ³El sadismo en la vida y la neurosis´, Alfred Adler avanzó la hipótesis de una pulsión de agresión. Según Adler, es necesario reconcebir la psicología a partir de la pulsión: los caracteres y las acciones deben ser definidos en términos de pulsión, el síntoma no es un fenómeno únicamente mental sino el producto de la pulsión, hay una pulsión para cada órgano. Así, los órganos inferiores se distinguen por una pulsión particularmente fuerte y que juega un papel esencial en la patología: la pulsión de agresión, pulsión fundamental, común denominador de toda pulsión. Según Adler, el sadismo o el masoquismo no son más que determinada ³combinación de la pulsión de agresión y de la pulsión sexual´. En la discusión que siguió, Freud estuvo totalmente de acuerdo con Adler en el interés que se debe prestar a lo que tiene un origen orgánico, pero precisó que ³Adler de ha apresurado a pasar muy rápido por la psicología para llegar antes a la medicina´. Adler ha perdido de vista el significado del descubrimiento del psicoanálisis. Ha adoptado el punto de vista de los ³Estudios sobre la histeria´ buscando explicar la patología a partir de la psicología del hombre normal. No ha sabido delimitar la enfermedad. Todo lo que Adler ha podido afirmar en vista de la descripción de la vida pulsional no tiene sentido a no ser que se reemplace todo lo que dice de la pulsión de agresión por la ³líbido´: ³lo que Adler llama pulsión de agresión es nuestra líbido´. En el siguiente año, durante la exposición del caso del pequeño Hans, Freud continuó su crítica: ³Alfred Adler ha expresado la idea de que la angustia se engendra a partir de la represión, de lo que él llama ³pulsión de agresión´ y ha atribuido a esta pulsión (...) el papel principal de lo que acontece a los hombres (...); nunca he podido entender este modo de ver las cosas y lo considero una generalización equivocada. No puedo conformarme admitiendo la existencia de una pulsión de agresión especial al lado de las pulsiones sexuales y de autoconservación y con el mismo funcionamiento que ellas´. Adler ha elevado sin razón al rango de pulsión un atributo ordinario y vacío de toda pulsión. La intención agresiva es propia de toda pulsión, lo que pone en marcha el acto. Si tuviéramos que considerar la existencia de una pulsión como esta, el resto de
pulsiones no tendrían razón de ser. Potencialmente cualquier pulsión puede convertirse en agresiva. La pulsión de agresión como tal no existe. Después de la elaboración de la metapsicología, Freud volvió a la misma cuestión: ³ yo mismo he tenido que pensar en la existencia de una pulsión de agresión, pero ésta no es la misma que la de Adler (...) prefiero llamarla pulsión de destrucción o pulsión de muerte (...) mi desaprobación de la concepción de Adler (...) no ha cambiado´. Freud y la pulsión de muerte
Proponiendo, en 1920, la existencia de una pulsión de muerte, Freud introdujo un concepto que será en adelante el más controvertido de la teoría psicoanalítica. Es cierto que para él se trataba de ³clarificar y profundizar en las hipótesis teóricas sobre las que se fundamentaría el sistema psicoanalítico´. Por lo tanto, la formulación de uno de los primeros conceptos metapsicológicos, el de la pulsión, aparecía al menos como problemático. ³Es un concepto entre la frontera de lo psíquico y lo somático´. ¿Qué necesidad teórica le había conducido a incluir la muerte dentro de la pulsión? Desde el origen del psicoanálisis, desde las primeras especulaciones avanzadas del ³Esquisse´ (1895) y durante 25 años más, Freud había sostenido que el desarrollo de los procesos psíquicos estaba sometido al principio del placer. Si se admite la hipótesis de que el displacer está ligado a un aumento de excitación y el placer a una disminución de éste; cada vez que se produce un aumento de excitación, el principio del placer interviene para reducirla, de manera que así se evita el displacer. En 1911, Freud había incluso consolidado esta primera hipótesis reconociendo dentro del psiquismo un ³principio de realidad´ que también estaba ligado a su manera al principio inicial. Cuando las condiciones de la realidad se oponen al principio del placer, el principio de realidad permite diferenciar el cumplimiento. Se deja de buscar un placer inmediato con consecuencias inciertas, a cambio de buscar un placer más tardío pero seguro. Si tuviéramos que comprender la evolución del desarrollo de los procesos psíquicos como área únicamente dominada por estos dos principios, deberíamos esperar también que la mayoría de los procesos psíquicos se acompañaran de placer o incluso lo produjeran. La experiencia clínica deja en evidencia que esto no es así. El proceso de inhibición, por ejemplo, es contrario al principio del placer. La inhibición impide al sujeto la obtención de una satisfacción. Del mismo modo, la reprocidad de la inhibición, aunque sea a través de una satisfacción directa, siempre es sentida como displacer. El proceso de inhibición
muestra que ³aunque no está dotado del displacer neurótico, éste es de este tipo: es un placer que no puede ser probado como tal´. Es necesario admitir que dentro del psiquismo existe una fuerza capaz de hacer fracasar el principio del placer. ³Veinticinco años de trabajo intenso hecho descubrir que los objetivos a los que tiende la clínica psicoanalítica son distintos de los planteados al principio´. En un principio el análisis consistía esencialmente en el arte de la interpretación. En el momento oportuno el análisis comunicaba al paciente los resultados de su construcción y después le solicitaba que los confirmara con sus propias opiniones. La transferencia se usaba entonces en su versión de la sugestión. Luego fue siendo cada vez más evidente que actuando de este modo no se llegaba a hacer consciente lo inconsciente. Al contrario, el paciente acababa viéndose ³obligado a repetir la inhibición como experiencia vivida en el presente, en lugar de recordarla como una experiencia del pasado´. A esta obligación de repetición, que no es una resistencia, Freud le da en nombre de automatismo de repetición y la integra en el inconsciente. Lo que Freud descubre en la clínica del tratamiento de sus pacientes es también obra de otros fenómenos psicológicos. Así por ejemplo, el automatismo de repetición es lo que tiene lugar en la repetición onírica de la neurosis traumática. El sueño que reproduce el suceso traumático de la neurosis conduce infaliblemente a la angustia. O, en esta neurosis, hay una repetición incesante del mismo sueño y de la misma angustia. En efecto, en este caso el sueño tiene la función de intentar dominar a destiempo la angustia cuya falta ha sido la causa de la neurosis. Por consiguiente, el mismo hecho de que existen sueños que escapan a la regla de que todo sueño el cumplimiento de un deseo, como pueden ser los sueños de la neurosis traumática, nos lleva a pensar que los procesos psíquicos no sólo pueden estar bajo el dominio del principio del placer, sino que existe una función psíquica que está bajo el principio del placer. El automatismo de repetición tiene esta función. Según lo que precede, el automatismo de repetición es una función metapsicológica que está bajo el principio del placer, desde el punto de vista económico. Ya que nos hallamos en un espacio metapsicológico, continua Freud, si estas deducciones son ciertas (están extraídas de la experiencia), debemos admitir con toda lógica , ³la existencia de un tiempo precedente´, un tiempo que es anterior al del principio del placer. Y todavía más, si admitimos la existencia de un factor tópico (bajo el principio del placer) y de un factor
económico (el automatismo de repetición), estamos obligados a suponer la existencia de un factor dinámico. Este último es una pulsión, una pulsión que está bajo el principio del placer y al servicio del automatismo de repetición. Una pulsión precedente a cualquier otra pulsión y fuente de todas las demás: ³una pulsión que sería un acceso inherente al organismo vivo hacia el restablecimiento de un estado anterior´. Es pues una pulsión cuya finalidad sería llegar a lo que precede a la vida. Para Freud, esta pulsión es la pulsión de la muerte. Agresividad en el psicoanálisis según Lacan
El tema de la agresividad apareció en múltiples atavares de la obra escrita y hablada de Lacan, desde la descripción psiquiátrica de la reacción mortuoria en el paranoico en su tesis (1932), hasta las últimas formulaciones sobre el concepto de acto en su último seminario (1980). Hemos optado por dar una idea de la postura de Lacan a partir de una parte de un único texto, ³La agresividad del psicoanálisis´, datado de 1948. El problema planteado en un principio es simple. Avanzando la existencia de una pulsión de muerte, Freud ha promovido en la doctrina una aporía. Hay, en efecto, una contradicción que parecía sin otra salida, querer ligar a través de esta pulsión lo psíquico y lo biológico. También existe un significado enigmático relacionado con la presencia de esta pulsión en la economía psíquica. Lacan expone cinco proposiciones o tesis. Sólo desarrollaremos aquí la segunda y la cuarta. -T esis
II. E n la experiencia analítica la fuerza de la agresividad conduce la imagen del cuerpo troceado.
La intimidación o la amenaza tienen una eficacia agresiva más fuerte que el maltrato material. En efecto, la evocación del desenlace de los fenómenos mentales particulares que llamamos imágenes, cuyo poder de sugestividad expresiva es evidente. Es suficiente pensar en las relaciones entre padres e hijos o en la simple representación del padre severo para ver que nos imponen más que la violencia real. Estas imágenes habituales (madre castrante, hermano rival, padre castigador, ...) tienen una función formativa esencial para el sujeto. El psicoanálisis ha mostrado que estas imágenes no eran sino variantes de representaciones inconscientes más fundamentales a las que se denomina ³imagos´. Las imagos son formadoras de identificaciones del individuo; dan forma a uno u otro aspecto de la personalidad. Son determinantes dentro de las producciones del
inconsciente como los síntomas. Entre las imagos, existen imagos específicas de las intenciones agresivas. La experiencia analítica muestra que las imagos designan una relación de violencia del sujeto hacia su propio cuerpo. Lacan las reagrupa bajo el término de imagos del cuerpo torceado: imagos de castración, de desmembración, de dislocación y de destrucción del cuerpo. Algunas prácticas sociales (tatuaje, incisión, circuncisión), la observación clínica (juegos de niños o la destrucción de una u otra parte del cuerpo) tienen estas imagos como fuente. Encontramos habitualmente en los sueños estas agresiones fantasmagóricas del cuerpo troceado que la genial intuición de algunos artistas como Jérôme Bosch han sabido representar. -T esis
IV. La agresividad está ligada al modo de identificación narcisista que determina la estructura del yo.
Algunos estados de personalidad, tales como las psicosis paranoides, muestran la existencia de una tendencia agresiva fundamental. Según Lacan, cada forma de psicosis paranoica, la calidad de la reacción agresiva (ideas de maleficio, de influencia, de intrusión, persecutivas, reivindicativas,...) se correlaciona con una etapa precisa de la génesis mental del delirio. En efecto, cada forma particular de agresividad corresponde a un momento evolutivo de la organización del yo, excepto que en el delirio del psicótico aparezca como estereotipado, estancado, inaccesible a la dialéctica. En este caso, el delirio paranoico revela una característica fundamental de la constitución del yo del hombre. El yo es el producto de identificaciones sucesivas y que coexisten, como formas antiguas que acompasan la historia de la génesis mental. La dialéctica de las identificaciones nace en el momento en que el niño, alrededor del sexto mes, es captado por la imagen de su propio cuerpo. Ve una imagen cautivante en el espejo presentada como una unidad ideal que él no posee todavía ya que a esta edad, el niño está en constante lucha con su destreza original. Se identifica con esta imago especular y se anticipa así al plan mental de la unidad funcional de su propio cuerpo. Pero al mismo tiempo, en esta relación erótica, se fija un imagen que le separa de sí mismo. Esta identificación alienente y primera cristaliza para siempre en el hombre la estructura pasional del yo, y tiene dos consecuencias. Por un lado, el origen del yo está marcado por una relación conflictual con el otro que determina la concurrencia agresiva del objeto del deseo del otro. Por otro lado, la propia satisfacción de esta identificación, por el mismo hecho que saca al individuo de su desarraigo original, abastece la fuente de este tipo de ³líbido negativa´ que nutre la pulsión de la muerte freudiana. Aspectos biológicos De acuerdo con los neurofisiólogos de la conducta, los sustratos neurobiológicos de la agresividad están, por una parte, a nivel de la amígdala y del hipocampo en el sistema límbico y, por otra, a nivel del hipotálamo lateral en el di encéfalo. En la mayoría de
especies animales, la estimulación de estas estructuras origina comportamientos de amenaza y de agresión; la destrucción bilateral suprime cualquier forma de agresividad. Los datos que aportan investigaciones farmacológicas recientes se fundamentan en la identificación del papel de múltiples neurotransmisores. Se encuentran similitudes importantes en los estudios realizados en animales y en el hombre, sobre todo, en lo que respecta al sistema serotoninérgico. Sistema serotoninérgico Si se restringe el aporte de triptófano, precursor de la serotonina (SER), o si se inhibe la síntesis de SER, se observa la aparición de conductas agresivas en la rata. Se obtiene el efecto inverso al administrar triptófano. Diferentes estudios en el hombre, hallan una correlación negativa entre la tasa de ácido 5-hidroxi-indol-acético o 5-HIAA (metabolito de la SER), en líquido cefalorraquídeo (LCR) y el comportamiento agresivo (y una correlación positiva con el MHPG o metoxihidroxifenilglicol, metabolito de la vía noradrenérgica). También se ha encontrado una baja tasa del mismo metabolito en individuos fallecidos por suicidio. Brand et al examinaron un grupo de 26 militares con problemas de la personalidad con agresividad y pudieron demostrar que el porcentage de 5-HIAA/MHPG era más bajo en sujetos muy impulsivos. En un segundo estudio, los mismos autores confirmaron estos resultados midiendo de manera precisa la agresividad con la ayuda del ³Minesota Multiple Personality Test´. Lidberg et al publicaron dos estudios originales. En el primero examinaron tres individuos que habían agredido a miembros de su familia (en un caso se trataba de la muerte de un niño). Los tres presentaban un tasa baja de de 5-HIAA. En el segundo, compararon las tasas de 5-HIAA en tres grupos de individuos: 16 hombres inculpados de homicidio, 22 hombres autores de al menos una tentativa de suicidio y 39 sujetos control. La tasa de 5HIAA era baja en los suicidas y los criminales. Linnoila et al. confirmaron estos datos: los criminales impulsivos que actuaban en grupo presentaban una tasa más baja en relación a los sujetos no impulsivos y solitarios. Parece ser que la causa del defecto fundamental del control de las pulsiones, más aún,
de un simple aumento de la agresividad, es un metabolismo alterado de la SER. En los individuos con cariotipo 47 XYY, que manifiestan una fuerte agresividad, Bioulac et al. demostraron que la tasa de 5-HIAA en LCR era baja y que la intensidad de la agresividad podía ser reducida con un tratamiento serotoninérgico. Mejorando la recuperación de triptófano, el litio tiene un efecto parecido al serotoninérgico. Eichelman demostró el efecto antiagresivo del litio en las ratas y en el hombre. Sistema noradrenérgico En el hombre, los resultados de los estudios realizados son contradictorios. De todos modos, la noradrenalina (NE) tiene un papel bien establecido en el animal. La estimulación de las amígdalas en el gato produce un comportamiento agresivo que se acompaña de una depleción de NE en el cerebro, sin variación de la dopamina. En las lesiones de descerebración, que por sí mismas dan lugar a crisis de rabia, se observa siempre una depleción de NE en el cerebro. La tasa de NE medida es inversamente proporcional a la frecuencia de las crisis de rabia. Si se agotan las reservas de NE(con reserpina o con una catecolamina de síntesis que bloquee la producción de EN), no se observan más crisis de rabia. En las ratas, el bloqueo de los receptores beta-adrenérgicos con propanolol, produce inicialmente, una reducción de la agresividad (menor frecuencia de combates). Pero la administración prolongada de propanolol produce un fenómeno de escape ligado a la síntesis de nuevos receptores beta-adrenérgicos. Para el tratamiento de la agresividad en el hombre, se han propuesto dos fármacos: el litio, que reduce la tasa de EN, y el propanolol. Es muy probable, sin embargo, que el litio actúe esencialmente a través de la vía serotoninérgica. Se han podido pautar algunas indicaciones específicas. El litio sería más eficaz en aquellos síndromes agresivos que se presentan en sujetos con pasado medicojudicial (criminales), en problemas de personalidad, en la esquizofrenia paranoide, las psicosis maniacodepresivas unipolares depresivas, las psicosis infantiles, el retraso mental. El propanolol se ha mostrado activo para tratar la agresividad de individuos que han sufrido un traumatismo cerebral, en el síndrome de Korsaloff y en algunos síndromes esquizofrénicos. Otros neurotransmisores En la rata y en el ratón, se ha demostrado que existe una relación inversa entre la tasa de ácido gamma-aminobutírico (GABA) y las conductas agresivas (benzodiacepinas BDZ-). Las BDZ elevan la tasa cerebral de GABA. Algunos autores han llegado a confirmar que las BDZ son las sustancias más directamente relacionadas en la inhibición conductual agresiva. Hay que destacar, sin embargo, que una de elllas, el clordiazepóxido, se ha considerado responsable de un efecto indeseable de agresividad paradójica.
Muchos autores constatan, en roedores, una agresividad aumentada a expensas de la dopamina. Los antagonistas dopaminérgicos tienen un efecto contrario. La inhibición de la agresividad que se obtiene con los neurolépticos se produce a través de su efecto antidopaminérgico. La acetilcolina y los colinomiméticos aumentan la frecuencia de las conductas agresivas en el gato. parece ser que muchas otras sustancias también pueden inducir conductas agresivas. Entre ellas, cabe destacar: el alcohol, las sustancias estimulantes (café, drogas), algunas hormonas como la testosterona o la ACTH hipofisaria. Aspectos semiológicos de la agresividad Generalidades La agresividad puede ser patente, ya se manifieste por la intensidad de su expresión en palabras (amenazas, injurias, críticas, calumnias), por actos (desde gestos insultantes hasta la muerte), o por la intención evidente, por ejemplo, en algunas actitudes (miradas, gestos hostiles). Ya sea encubierta, controlada o sublimada, es generadora de creatividad artística o profesional o por ejemplo de progresos deportivos. Menos controlada, puede expresarse bajo formas que no suponen forzosamente el concepto de enfermedad mental: se trata de la agresividad fantasma Tica o ³deseada´ hostil que puede tener diferentes manifestaciones a nivel del inconsciente(sueños, actos fallidos, conductas ordálicas como las carreras peligrosas o la ingestión de tóxicos en el curso de apuestas estúpidas, ...). En fin, se halla latente y se postula para explicar algunas conductas o patologías. Es el caso, por ejemplo, de las enfermedades psicosomáticas. En el caso de la personalidad pasivo-agresiva, una conducta general de resistencia pasiva a las demandas bajo la forma de olvidos, retrasos, enlentecimientos o mala ejecución de trabajos pedidos, de enojos, sería la expresión bajo un modo pasivo, de una agresividad encubierta. El espectro de manifestaciones agresivas es pues muy largo; se pueden clasificar en función de su carácter: - auto o heteroagresiva - intencionada, voluntaria, impulsiva - verbal o física - mediatizada o directa - activa o pasiva - tolerada o no en el entorno social - motivada o no - huidiza de una sensación displacente - beneficiosa, ganancia primaria o secundaria de la experiencia agresiva
Esta clasificación, bastante abstracta, no se adapta a la práctica clínica. La confrontación de los pacientes que presentan conductas agresivas puede contemplarse de tres maneras. Conductas agresivas conscientes Agresividad reactiva, neurótica, caracterial
La conducta agresiva reactiva puede manifestarse bajo la forma de crisis clástica. La personalidad y las estrategias de defensa del paciente condicionan en parte el pronóstico evolutivo de este tipo de reacción agresiva. A veces se da el caso de escapadas hacia adelante en el fóbico en situaciones brutalmente fobógenas que conducen a actuaciones peligrosas llamadas valentía, cuando acaban favorablemente. Otras formas de conducta agresiva neurótica se encuentran en el obsesivo como algunas cóleras o bien cuando el acto compulsivo alivia por poco tiempo la tensión interna (grosería, sadismo). En el histérico, la agresividad se muestra con los rasgos de personalidad: labilidad emocional, mitomanía,... pero también por un comportamiento suicidario destinado a atraer, fastidiar, asustar a un tercero. La agresividad caracterial se acrecenta frecuentemente a través de frustraciones, de manera desproporcionada al factor desencadenante. Aquí, el regreso al intercambio verbal después del problema de conducta, no es siempre posible sin recurrir a la quimioterapia. Psicosis
En el paciente esquizofrénico, puede aparecer fuera de cualquier actividad delirante. A veces se trata de una respuesta o de un modo de evitar una intrusión en su ³territorio´: visitas a domicilio, examen somático vivido como una agresión. Algunos estados de despersonalización ansiógenos conducen a automutilaciones sin deseo real de morir. Al contrario, la autoagresividad puede aparecer en relación con los estados depresivos (toma de conciencia de la patología, vuelta a una realidad vacía del delirio, ...). Autoagresiones y desesperanza o deseo de muerte, están entonces fuertemente ligadas. Podemos recordar los gestos suicidas en periodo intercrítico en los pacientes distímicos. También se observan conductas agresivas consiguientes en cuadros de delirios crónicos no esquizofrénicos. Todas las formas de paranoia pueden presentar manifestaciones agresivas. Estos pacientes tienen una explicación para su comportamiento y hacen responsable al examinador: del perseguido al querulante vengador, del celoso patológico al erotomaníaco en fase de despecho lleno de rencor: cada uno justificará su gesto auto o heteroagresivo. El objetivo divisado por el delirio activo desenlaza o comparte el delirio en función de su parecido. Por otro lado, la agresividad del paranoico se exterioriza más
fácilmente en situación de estancamiento, de imposibilidad de huir, de descompensación depresiva. Los pacientes afectos de psicosis alucinatorias crónicas pueden oponerse con violencia a sus alucinaciones auditivas: insultos dirigidos a su persecutor, venganza sobre un animal doméstico, o cualquier acto heteroagresivo posible. Perversiones
En algunas perversiones, la expresión de la agresividad es particular: es una búsqueda de placer en relación con un tercero implicado, de manera variable, en la actividad perversa. La agresión sólo existe si el tercero no la consiente. Alcoholismo
La ingesta de alcohol con el fin de disminuir la inhibición, buscada conscientemente, puede llevar a sobrepasar estos efectos y permitir la expresión de una conducta agresiva en el cuadro de una embriaguez manifiestamente patológica. Conductas agresivas inconscientes En el trascurso de la infancia, bajo la forma de accidentes domésticos o no, de golpes y traumatismos diversos, la autoagresión puede traducir una culpabilidad neurótica, una angustia psicótica, un afecto depresivo o una forma de búsqueda de comunicación. La agresividad es un modo de comportamiento esencial en la vida del niño: contribuyendo a su desarrollo físico, no debe ser interpretada sin tener en cuenta una evaluación afectiva, intelectual y cognitiva del niño. En los adolescentes, la agresividad de muestra esencialmente como un modo de actuar: auto- y heteroagresividad se traducen en fugas, intentos de suicidio, automutilaciones, contactos agresivos, ....Pero en comportamiento contrario, por poco espectacular que sea, no deja de ser menos violento: las conductas de retraimiento y de repliegue sobre sí mismo, el fracaso escolar, la mantienen a una distancia ³respetable´ de cualquier interés o de cualquier persona vivida potencialmente como fuente de conflicto que designa una resistencia pasiva. La comprensión psicopatológica queda sometida a una evaluación que tenga en cuenta el entorno familiar: depresión, problema reactivo, psicopatía, psicosis, ... Neurosis
A parte de los intentos de suicidio repetidos en el histérico, las personalidades organizadas de modo neurótico también agreden a su entorno íntimo a través de las consecuencias de los síntomas: el opresor obsesivo, el fóbico encadenado-encerrado, el
psicoasténico agotador, el hipocondríaco exigente se disputan la medalla del tiránico neurótico. Las llamadas personalidades pasivo-agresivas, antisociales, sociopáticas, psicopáticas, presentan una agresividad latente que se desencadena a la mínima frustración bajo la forma de agresión física no justificada. Este tipo de conductas heteroagresivas es un elemento clínico al menos remarcado y remarcable ya que caracteriza el modo relacional de estas personalidades. Otros tipos de personalidad se muestran también agresivos: estados límite, personalidades as Ifni borderline, presentan una propensión a la autoagresividad bajo la forma de reacciones hostiles explosivas pero también automutilaciones, conductas de riesgo. Los intentos de suicidio parecen relacionados con la depresión de desamparo que aparece ineluctablemente ante la ávida búsqueda de dependencia. En otros, bastante más tarde, esta dependencia se traduce por un estado depresivo dónde la regresión aparece a primer término. Sintomatología de dinamismo que dan fe de una forma de agresividad y obliga al entorno familiar y al entorno médico a no ³dejar pasar por alto´. Esta depresión pseudodemencial, ya sea de origen melancólico o no, exige un tratamiento antidepresivo. Problemas de humor
Un paciente melancólico puede pasar al acto suicida, ya sea autoagresivo por o dentro del dramático cuadro de un suicidio altruista. La intensidad del dolor moral, del sentimiento de desvaloración y sobre todo de incurabilidad le empujará a extinguir esta quemadura interna con un gesto salvador. Pero la ansiedad, aunque a veces genera agresividad y agitación, otras veces protege del paso al acto. Es necesario pues, desconfiar del efecto ansiolítico que puede tener la noticia de una hospitalización: como de una sedación insuficiente, que puede producir una desinhibición y un paso al acto suicida. La agresividad de un paciente en estado de furor maníaco aparece sobre todo en el contexto de su agitación, ya sea mantenida o no por una actividad delirante. La mayor parte del tiempo esta agresividad se manifiesta por un comportamiento menos peligroso: injurias e insultos, irritabilidad, desinhibición sexual, rasgos caracteriales exacerbados. Estados psicóticos
En estados delirantes agudos, la agresividad se mantiene por los temas del delirio. Un caso particular es del de las psicosis puerperales en el curso de las que un gesto agresivo en el encuentro con el niño puede ocurrir en cualquier momento. Al lado de la agresividad consciente del esquizofrénico citada anteriormente, existen conductas agresivas catatónicas: impulsivas, son por definición imposibles de prever y requieren extrema prudencia. Exteriorizada súbitamente, la agresividad demuestra la
descoordinación motriz. Cualquier forma de expresión puede encontrarse interrumpida en pleno curso (cólera, injurias,...) o llevada a término con frialdad (homicidio patológico, muertes en serie, ...). En cuanto a la angustia de troceamiento, de aniquilamiento, las automutilaciones, los choques violentos y repetidos permiten al psicótico, tanto niño como adulto, percibir su cuerpo dispuesto a estallar. En el curso del desarrollo paranoico, en cualquier momento, un síndrome de influencia puede suponer un gesto agresivo: respuesta a una exhortación alucinatoria, misión divina, ... Conductas agresivas y organicidad Ante cualquier búsqueda de una etiología de origen psicógeno puro, es necesario descartar o contemplar la participación orgánica, ya que puede desencadenar o agravar un comportamiento agresivo. Afecciones neurológicas
La confusión mental ya comentada en la forma psicógena, debe orientar la búsqueda etiológica que determinará el tratamiento. Pero la agitación y la agresividad desordenadas que la caracterizan dificultan frecuentemente las investigaciones más simples; la quimioterapia sedativa contribuye a este fin. - La epilepsia impone al sujeto conductas paradójicas que no puede controlar. Clásico pero poco frecuente, el furor epiléptico manifiesta comportamientos que suponen problemas médico-legales complejos. Las formas clínicas temporales asociadas a problemas caracteriales (reacciones de cólera, respuestas violentas a una demanda, ...) constatan una agresividad con una etiología mal determinada. Los anticomiciales, por sus efectos paradójicos, parecen contribuir a esta modificación del comportamiento. En otros casos, puede tratarse de estados crepusculares u oníricos. Pero puede aparecer una agresividad reactiva con el fin de evitar una nueva crisis, debida a las frustraciones en un contexto festivo o distractorio: la privación de alcohol o de trasnochar, conduce a volverse atrás. Por contra, las crisis ³desencadenadas´ en momentos inoportunos sirven de apoyo para expresar la agresividad que no puede traducirse de otro modo. - En su inicio, algunas reacciones de cólera y conductas agresivas, representan en pacientes dementes el único modo de luchar contra su deterioro o contra el aislamiento. Se puede tratar también de reacciones depresivas con irritabilidad e intolerancia. Más evolucionadas en el tiempo, las demencias presentan numerosos y diversos comportamientos agresivos que denotan la pérdida de control. Es el caso de la pseudopelagra alcohólica, de la parálisis general, de la encefalopatía por HIV, de la demencia presenil de Pick y más en general de los síndromes frontales. Estos últimos se acompañan frecuentemente de una desinhibición sexual interpretada, por supuesto,
como acto agresivo. - Algunas lesiones neurológicas más focalizadas, en particular del sistema límbico, suponen un comportamiento agresivo. La dificultad de control de las emociones y de las pulsiones en el retrasado, se manifiestan sobre todo cuando existen sentimientos de frustración, de fracaso o de rechazo. Afecciones metabólicas o tóxicas
Del mismo modo, las modificaciones de la glicemia pueden conducir a perturbaciones caracteriales inhabituales. - Por supuesto cualquier causa yatrogénica: corticoides, psicoestimulantes y algunos psicotropos utilizados a dosis terapéuticas como las BDZ, favorecen la aparición inmediata o diferida de conductas agresivas (intentos de suicidio, facilitación del paso al acto). En relación a esto, algunos antidepresivos han sido acusados de facilitar, desencadenar conductas agresivas. De hecho, esta desinhibición no es más que una muestra de la mejoría del estado depresivo. La relación causal entre las conductas violentas y la toma de antidepresivos no ha sido probada. - Al lado de estas causas yatrogénicas, el uso y la abstinencia de sustancias tóxicas puede generar agresividad. Es sabido que el alcohol, las BDZ, los psicoestimulantes, los alucinógenos, los opiáceos se asocian y se potencian y mantienen politoxicomanías. La embriaguez con agitación psicomotriz, alcohólica o cannábica, se acompaña de proposiciones y de gestos agresivos. Puede tratarse de una embriaguez habitual o de una intoxicación alcohólica patológica: la cantidad de alcohol ingerida es insuficiente para provocar tales desórdenes en la mayoría de individuos. Podemos recordar las reacciones paradójicas de los barbitúricos y de las BDZ. Respecto a las abstenciones voluntarias o accidentales, menos el delirium tremens que el síndrome de abstinencia de opiáceos, engendran una agresividad manifiesta enfocada a luchar contra la ansiedad debida a la obtención o simplemente a la obtención del tóxico salvador original o sustitutivo. La agresividad como fuente de organicidad
Del mismo modo que las causas orgánicas conducen a un comportamiento agresivo, también la agresividad puede producir problemas orgánicos. El cuerpo presenta una respuesta a la descarga de agresividad directamente dentro del propio organismo. Desde los llamados síntomas funcionales a los auténticos síndromes lesionales, cualquier aparato puede presentar un problema psicosomático. Respecto al cáncer, aunque la literatura no permite dilucidar sobre la participación o no de una agresividad inconsciente en su génesis, en la práctica, el apoyo psicológico de los pacientes cancerosos tiende a mejorar el pronóstico. Pero ¿se trata en todos los casos de un abandono de un comportamiento autodestructivo?
En el mismo sentido, la anorexia mental más que la bulimia, debe ser considerada como una forma de agresividad tanto contra el mismo sujeto como contra su entorno. Estas diferentes conductas agresivas se sitúan en un contexto relacional con el examinador. Pero la noción de agresividad denota también un carácter potencial que no podemos descuidar. Evaluación de la agresividad Los comportamientos agresivos son tan variados que sería extremadamente difícil evaluarlos sin recorrer a una conceptualización de la agresión. Una definición del comportamiento agresivo permite definir las características necesarias y suficientes. Se han propuesto numerosas definiciones con un espectro más o menos restrictivo. La de Robert Baron es la más utilizada en la literatura contemporánea: ³un acto agresivo es cualquier forma de comportamiento producido con la finalidad de infingir un daño a otro ser viviente motivado por la evitación de un tratamiento concreto´. El daño inflingido puede ser tanto físico como psicológico; el acto agresivo se define, sobre todo, por una intención de perjudicar (descartando así los daños accidentales e incluyendo, por contra, los intentos fallidos de agresión), y supone el carácter impuesto de este acto sin el consentimiento del otro. Sin embargo, esta última característica excluye en principio todo el espectro de agresiones y conductas tales como automutilaciones o conductas suicidas; estas conductas se consideran clásicamente como una ³vuelta´ de la agresividad hacia uno mismo pero la cuestión de si pertenecen a las conductas agresivas no se considera actualmente. Teorías de evaluación Más allá de una definición de acto agresivo, algunos autores han elaborado tipologías o caracteres de tales actos. Arnold Buss propone clasificarlos según tres dimensiones dicotómicas (física versus verbal, activa versus pasiva y directa versus indirecta) de cuya combinación resultan ocho categorías que permiten clasificar la casi totalidad de los actos agresivos. La categoría ³física-activa-directa´ comprende así cualquier acto de violencia física sobre otro, mientras que una acción consistente en calumniar a un sujeto en su ausencia entraría dentro de la categoría ³verbal-pasiva-indirecta. La agresividad pasiva queda patente por actos, también diversos, de rechazo a responder una demanda (verbal-pasiva-directa), omisión de testimonio en un individuo injustamente criticado
(verbal-pasiva-indirecta) o bloquear la puerta de un tren para impedir que un pasajero pueda subir (física-pasiva-directa) y le quite su asiento. Esta clasificación tiene la ventaja de tener en cuenta aquellos comportamientos agresivos más cotidianos, pero es muy descriptiva. Otra clasificación más funcional distingue las agresiones hostiles, dirigidas a perjudicar a otros como insultar a un conductor, de las agresiones instrumentales que sirven para otras finalidades como atracar a un peatón para robarle el dinero. Sin embargo, estas dos categorías pueden ser consideradas como instrumentales ya que las dos están orientadas a una finalidad específica. Zillman propone separar las conductas agresivas según sean destinadas a poner fin a una situación aversiva ( annoyancemotivated aggression) o a obtener una gratificación ( incentive -motivated aggression).
Por último, una última aproximación se inspira en trabajos efectuados en animales y presenta una clasificación ³fisiológica´ de los actos agresivos. Kenneth Moyer se cita corrientemente por su clasificación que diferencia 7 tipos de agresión según su estimulo evocador y sus bases neurofisiológicas. Así, se distinguen las agresiones depredadoras, inducidas por el miedo, irritables, territoriales, maternales e instrumentales. Esta clasificación fue reducida en dos categorías por Reis, que contrapone las agresiones depredadoras a las seis categorías de Moyer reagrupadas bajo el término de agresión ³afectiva´, reagrupando a las primeras los comportamientos sin hiperactividad del sistema simpático mientras que las segundas, afectivas, se caracterizan por una actividad simpática muy elevada, vocalizaciones y comportamientos expresivos afectivos. Esta dicotomía está validada por múltiples trabajos que refieren el efecto diferencial de lesiones neurológicas experimentales, de alteraciones de diferentes modalidades sensoriales, o incluso de modificaciones farmacológicas de concentraciones cerebrales de neuromediadores, y particularmente de la serotonina. En una población clínica de niños y adolescentes se ha propuesto una transposición de esta dicotomía. En este estudio, 16 comportamientos definidos a priori como ³depredadores´ o ³afectivos´ (por ejemplo ³procurar protegerse cuando está agresivo´ por la primera categoría y ³es totalmente incontrolable cuando está agresivo´ por la segunda) fueron evaluados por enfermeras. El análisis estadístico de estos datos demuestra que los observadores fueron homogéneos en su juicio y que identificaron bien dos grupos opuestos de comportamientos agresivos. Este progreso en la conceptualización de la agresión debería guiar la evaluación de conductas agresivas necesaria para establecer la validez del concepto de agresividad o, simplemente, para apreciar la eficacia de un tratamiento biológico o psicológico enfocado
a reducir la frecuencia o la severidad de los actos agresivos. Los recursos practicables difieren según que el sujeto sea evaluado en su entorno o en una institución. La observación directa en medio natural requiere el establecimiento previo de una tabla de códigos de comportamiento como punto de referencia y un entrenamiento en la valoración. A fin de reducir el tiempo de observación, se puede proceder a un muestreo temporal y observar al sujeto en intervalos de tiempo predefinidos. Un procedimiento menos arduo consiste en pedir al sujeto que se autobserve, que identifique y registre sus propios comportamientos agresivos. Método muy utilizado por los terapeutas conductuales, el autoregistro ofrece la ventaja de una observación diaria y casi continua. Su precisión es buena si los comportamientos observados se definen claramente y se anotan sin retraso. Existen dudas en cuanto a la validez de una autoevaluación de comportamientos frecuentemente juzgados como socialmente inaceptable, ya que muchos estudios muestran en este caso importantes discusiones de apreciación. La opinión de autores como Beck es que los sujetos tienen tendencia a minimizar la frecuencia de sus actos agresivos. De todos modos, suele ser posible comprobar este punto contrastando la información referida por el paciente con la que aportan sus allegados. Estas autoevaluaciones, indispensables en la evaluación ambulatoria de las conductas agresivas, son difíciles, por no decir imposibles, en el joven y en el adulto cuando existen problemas de juicio (por ejemplo en el caso de demencia). Los actos agresivos de niños se evalúan a través de sus padres o de sus educadores, ya sea de modo análogo a un autoregistro, o a través de inventarios de comportamiento como el Child Behavior Checklist, traducido en francés por Eric Fombonne et al., un inventario general cuyo uno de sus nueve factores evalúa el comportamiento agresivo. La heteroevaluación de los actos agresivos ha sido sistematizada sobre todo para sujetos hospitalizados o institucionalizados y se han desarrollado múltiples escalas. En efecto, parece que los medios tradicionales para estimar la agresividad del individuo (informes de enfermeras, hojas de curas) subestiman notablemente la frecuencia de los actos agresivos del sujeto. Por otro lado, las escalas de evaluación general como la Nurses¶ Observation Scale for Inpacient Evaluation (NOSIE-30), disponible en francés y la Brief Psychiatry Rating Scale (BPRS) contienen algunos ítems referentes a la agresividad (por ejemplo ³hostilidad´ y ³no-cooperación´ para la BPRS) pero tienen una descripción poco precisa. Las escalas ad-hoc que evalúan los comportamientos agresivos episódicos también han visto la luz; la más conocida es la escala de agresividad manifiesta (Overt Aggression Scale-OAS) de Yudofsky, de la que existe una versión francesa. Esta escala
permite delimitar cada episodio agresivo y conlleva dos aspectos: el primero recoge el tipo y la severidad del episodio según 4 categorías (Agresividad verbal, agresividad física contra objetos, contra sí mismo o contra otros) y cuatro grados de severidad creciente descritos por comportamientos observables (por ejemplo, para la agresividad física contra los objetos, los cuatro grados son: A.-´golpear las puertas, destrozar sus vestidos, desordenar´, B.-´tirar objetos por el suelo, patear los muebles sin romperlos, destrozar las paredes´, C.-´romper objetos, las ventanas´, D.-´ incendiar, lanzar objetos de manera peligrosa´). El segundo aspecto recoge las intervenciones del personal cuidador y abarca desde la simple y pura abstención a la contención. Se obtiene una puntuación global de severidad sumando las puntuaciones de cada categoría de comportamiento agresivo. La escala concebida por Palmstierna y Wistedd (la Staff Observation Aggression Scale) obedece a principios análogos pero evalúa los diferentes componentes de un acto agresivo (motivo, objetivo, consecuencia, intervención) cuya severidad se calcula en función del medio utilizado, del tipo de objetivo y de la gravedad de los daños causados. Este tipo de escala episódica tiene una utilización limitada por la carga de trabajo que comporta la valoración de episodios multidiarios en pacientes muy agresivos. Además, las propiedades psocométricas de estas escalas han sido criticadas por su poca fiabilidad interjueces y la validez dudosa de la puntuación de severidad. Se han propuesto diferentes modificaciones del OAS con la finalidad de solventar estas deficiencias: una evaluación retrospectiva de la semana anterior, una redefinición de los grados de severidad y del cálculo de la puntuación global o incluso un aumento de los comportamientos evaluados. Sin embargo, este registro de episodios agresivos permite poner en evidencia la gran variabilidad de comportamientos agresivos que tienen lugar en un mismo paciente a lo largo del tiempo y la mejoría de este comportamiento bajo tratamiento, así como la evolución de la frecuencia de agresiones en el seno de una unidad de curas en función de la hora del día o de la densidad de personal cuidador. La reciente escala de disfunción social y de agresividad (Social Dysfunction and Aggression Scale- SDAS), es el objetivo de trabajos de validación de la escala europea en los que han participado centros franceses. Se trata de una heteroevaluación que consta de 21 ítems, efectuada por un psiquiatra basándose en los datos de una entrevista con el individuo y en la información aportada por el personal de enfermería o sus
allegados en los 7 días precedentes. Además, esta evaluación global, también puede ser utilizada para evaluar los episodios agresivos. Los resultados confirman la concepción efectuada a priori de esta escala en dos factores de agresión independientes según la agresión se dirija contra el exterior o hacia uno mismo ( outward -inward aggression) pero solo el primer factor posee cualidades psicométricas satisfactorias; en efecto, la evaluación de la agresividad dirigida contra uno mismo supone mayoritariamente ítems depresivos y ansiosos y el análisis estadístico de esta subescala concluye la exclusión de comportamientos de automutilación de este factor de autoagresividad. Se han desarrollado otras escalas de evaluación para poblaciones de grupos diagnósticos específicos; es el caso, por ejemplo, de la escala de agresión para ancianos (Rating Scale for Aggressive Behavior in the Elderly- RAGE) establecida por Patel y Hope: está dirigida esencialmente a sujetos dementes cuya frecuencia de comportamientos agresivos es evaluada así en un periodo de tres días por una enfermera de la institución. Los datos referentes a su validez se limitan al cuidadoso estudio realizado por sus autores. La evaluación caracterizada de los actos agresivos es pues un tema de actualidad en el que quedan por cumplir numerosos progresos a pesar de los avances recientes. Esta evaluación en población clínica se refiere sobre todo a los comportamientos de agresión física o verbales más comunes. A pesar de estas dificultades en la evaluación de los actos agresivos, se han propuesto numerosos métodos para evaluar la agresividad. Esta evaluación se puede integrar en un estudio global de la personalidad a través de cuestionarios (tales como el inventario psicológico de California-CPI- de Gough o el inventario multifásico de personalidad de Minnesota-MMPI- o de test proyectivos como el test de Rorschach o el TAT de Murray. El potencial agresivo de un sujeto también es el objeto particular de numerosos cuestionarios como la escala de hostilidad de Cook y Medley (CMHQ, extracto del MMPI), el inventario de hostilidad de Buss y Durkee (BDHI), el cuestionario de hostilidad y de dirección de la hostilidad de Fouls, Caine y Hope (HDHQ, igualmente extracto del MMPI) o incluso el inventario de cólera de Novaco (NAI) por citar los más conocidos de entre ellos. Por contra, la cuestión de la validez de estos cuestionarios se mantiene abierta, aunque algunos de ellos fueron concebidos hace casi 40 años. Así la escala concebida por Buss y Durkee (BDHI) es sin duda el cuestionario de agresividad más utilizado en
investigaciones de esta materia. Sin embargo, la estructura factorial establecida por diferentes equipos difiere notablemente de las concepciones iniciales de los autores. Su puntuación total permite distinguir diferentes grupos de sujetos violentos (prisioneros, autores de violencia doméstica), de sujetos no violentos pero que las escalas no parecen mejorar esta discriminación y su capacidad para predecir la aparición de comportamientos agresivos está sujeto a debate. Además, el contenido manifiesto del cuestionario muestra la posibilidad de ser alterado. Como resultado de estas críticas, ha sido recientemente publicada una versión profundamente modificada, el Aggression Questionaire, que comprende 4 factores (dos factores conductuales- agresión física y verbal- un factor afectivo -cólera- y un factor cognitivo -la hostilidad-. En el plano psicométrico, esta escala necesita trabajos suplementarios para establecer su validez. Del mismo modo, la reciente revisión del MMPI -el MMPI-2- incluye una nueva escala de cólera destinada a evaluar las dificultades de un sujeto para controlar su cólera: pero si los primeros resultados muestran una correlación positiva entre las puntuaciones obtenidas en esta escala y los comportamientos efectivos de agresión, esta es mucho más fiable para hacer conclusiones referentes al riesgo de agresión a partir de esta puntuación. La evaluación de la agresividad completa la observación de los actos manifestados en la información sobre la capacidad de control de las emociones por el sujeto, y particularmente, de la cólera, y sobre su actitud hostil frente a otros. Sin embargo, los instrumentos disponibles no permiten apreciar el riesgo de paso al acto de sujetos potencialmente agresivos. Otra manera de evaluar este riesgo es buscar aquellos factores situacionales o disposicionales a través de métodos estadísticos actuariales.
El instinto agresivo. Freud postuló la teoría del doble instinto, en la cual se concibe al hombre como dotado de "una cantidad oquantu m de energía dirigida hacia la destructividad, en el más amplio sentido, y que debe inevitablemente expresarse en una u otra forma". (Hill, 1966, p.136). Si se obstruye su manifestación, este deseo sigue caminos indirectos, llegándose a la destrucción del propio individuo. Posteriormente, se concibió la agresión como un aspecto de deseos que son biológicamente primitivos, o sea, "los deseos más primitivos o las formas más primitivas de satisfacer deseos dados, son también más agresivos o más destructivos" (Hill, 1966, p.136). Durante el
desarrollo disminuye el carácter primitivo
y por tanto agresivo
de los deseos,
sustituyéndose los comportamientos más primitivos que no brindan satisfacciones por otros más complejos para lograr disminuir la angustia Origen de la cultura y la agresividad Según Roldán (1993) el mito fundamental propuesto por el psicoanálisis freudiano sobre los orígenes de la cultura, apartándose de toda la tradición filosófica imperante en occidente, sería su inicio basado en la guerra o en una violencia originaria; cultura y violencia son para el Psicoanálisis dos realidades que se implican mutuamente. El sentido de violencia alude a una fuerza vital presente en el origen de la vida. En otros términos incumbe a la lucha por sobrevivir. De ahí su conexión primordial con al cultura como algo referido también a cultivar. Para explicar la imposible armonía entre ley y deseo o de su ambivalencia fundamental, Freud recurre al mito del asesinato del padre. Toda la familia humana debe su génesis a un crimen fundador. De acuerdo a esta concepción: "En los comienzos de la sociedad humana, los individuos vivían en pequeñas hordas bajo la dominación de un hombre todopoderoso, autocrático, que era el padre de todos. (...) Cuando el padre escogía uno de los hijos como su sucesor, los otros hijos eran expulsados e la tribu y se La agresión intraespecífica. La agresión intraespecífica se refiere a aquella que se da entre individuos de una misma especie. Existirían dos tipos principales: la hiperestésica, "basada en exceso de impulso, y que en su forma más usual consiste en errores de identificación, tomando una cosa por otra parecida" (Fisher, J. 1966, p.14) y la taxógena, que se daría entre individuos muy similares dentro de una misma especie que se produciría por la posesión de territorios, por la búsqueda de compañera sexual o ante la falta de fuentes de alimentación; el resultado final de esta agresión sería llevar a la evolución de la especie, al permitir sobrevivir a los más fuertes.
Dentro de la forma taxógena de agresión intraespecífica, podemos encontrar la lucha ritual y abierta. La primera es un encuentro con reglas estrictas y la segunda sería una lucha a muerte; el segundo caso es muy difícil de encontrar El comportamiento de los animales sería, esencialmente, un intento de evitar la lucha intraespecífica. La mayoría de las "armas" que presentan los mamíferos serían instrumentos de agresión interespecífica (defensa o predación de animales de especies distintas) y no intraespecífica. "Las armas son potencialmente tan peligrosas que el combate se ritualiza convirtiéndose en despliegue, amenaza, sumisión o aplacamiento, de modo que los combates no suelen ser más que pruebas de fuerza seguidas de separación y rápida retirada del más débil" (Fisher, 1966, p.36). La lucha abierta sólo se daría en situaciones de falta de recursos del medio o en animales cautivos e incluso en estas condiciones el más débil podría escapar y salvar con vida. "Los animales despliegan actitudes agresivas que pueden tener valor para la supervivencia, pero en condiciones naturales no luchan hasta la muerte con miembros de su propia especia; el conflicto es ritualizado, de modo que se hace poco daño."(J.D. y Ebling, F.J, 1966, p.6) En la lucha ritual como en la abierta se produce un conflicto entre los intereses del individuo y los de la especie. Si bien el individuo no quiere tener rivales y por eso ataca a sus congéneres, si esto se llevara al extremo no quedarían individuos dentro de la especia. La misma selección natural debe haber preservado formas de comportamiento no demasiado dañinas: los animales que las poseían deben haberse extinguido. Existiría una inhibición muy grande en el vencedor animal, que le impide matar a su víctima En definitiva, tal como dice Cermignani (1991) "la lucha lleva a la selección de los machos [o de las hembras] más corpulentos y hábiles, mientras que la ritualización parcial o total de la misma tiende a reducir el gasto de energía y/o a eliminar las posibilidades de muerte del vencido".
La etología y el comportamiento agresivo en el hombre.
El hombre presentaría comportamientos de agresividad interespecífica: lucha por territorio, ante individuos semejantes con ligeras diferencias, etc. La diferencia
fundamental entre el hombre y los animales sería el grado de destructividad en su agresión; el que en el hombre la lucha fatal sea más común podría estar asociada al uso de herramientas (ya que las armas son muy peligrosas y matan rápidamente) o, incluso, el que no existieran los mecanismos de inhibición de la conducta agresiva intraespecífica.
Según Rapaport(1992) la agresión es un impulso que es propio de la naturaleza del hombre, por lo que tendría características universales y estaría profundamente enraizado en la historia humana. Este planteamiento considera que existen dos "pulsiones" opuestas en interacción permanente que serían la construccióndestrucción o síntesisdesintegración, las cuales serían la base de todos los comportamientos agresivos. En este sentido, la conducta humana estaría influida por el interjuego de ambos factores y que a poco irían tomando la forma de fuerzas dirigidas a la autopreservación y desarrollo o en fuerzas autodestructivas, a través de formas y modos que podrían estar socialmente aceptados (competencia, superación, logro) o formas
desviadas o patológicas (sadismo, masoquismo, suicidio, violencia).
Desde este punto de vista, la agresión sería un impulso primario, que durante el proceso
de
la
evolución
sufre
decisivos
momentos
de
neutralización,
desagresivización como transformación y canalización que hacen que su energía sea canalizada hacia diversos objetivos.
Bases biológicas de la agresión. Bases estructurales Función del Hipotálamo en la función agresiva
Los estudios indican que el hipotálamo sería el principal encargado de regular las
funciones neuroendocrinas relacionadas con la agresión. Con respecto a este criterio, el hipotálamo estaría organizado topográficamente en tres regiones, las cuales una vez estimuladas eléctricamente generarán distintos tipos de agresión: ataques depredatorios, afectivos y respuestas de fuga. Las tres serían partes de la conducta agonista, que abarca la lucha, el miedo y la fuga. Así, una estimulación en
la porción lateral del hipotálamo provocaría una agresión predatoria; una estimulación en la porción medial hipotalámica induciría una agresividad afectiva y
una en la porción dorsal del hipotálamo resultaría en una respuesta de fuga. Función de la amígdala en la función agresiva:
Reacciones defensivas, como ira y agresión, han sido provocadas en diferentes regiones del complejo amigdaloide. Las lesiones en este complejo producen disminución en la conducta agresiva, disminuyéndose la excitabilidad emocional y
normalizándose la conducta social en individuos con graves trastornos de conducta. Bases Neuroendocrinas.
Las hormonas gonadales, y sobre todo el andrógeno principal la testosterona, fueron consideradas como las más importantes en la agresión. No obstante, hay también un interés en el eje pituitarioadrenocortical, relacionado con la agresión; existiría, entonces, una relación evidente entre ambos ejes, el gonadal y el pituitarioadrenocortical y la agresión.
A esto se le suma la participación de los corticoesteroides en relación a toda conducta agresiva que no sea de carácter sexual. Los estudios demuestran que la capacidad de experimentar sentimientos agresivos está estrechamente asociada a la
actividad gonadal masculina. El eje pituitarioadrenocortical parece tener una influencia indirecta sobre la agresión en general y sobre la testorena, en particular Catecolaminas, Serotoninas y otros neurotransmisores
La agresión es una categoría de estrés que altera el metabolismo de las aminas, sin
embargo las diferencias individuales hacen acto de presencia. Parece ser que la adrenalina mediatizaría el miedo y la agresión y la noradrenalina la irritabilidad. Los autores Welch y Welch ( 1971, citado en Aluja, 1991) encontraron que la síntesis de aminas en el cerebro estaba en relación con la estimulación ambiental. En condiciones de aislamiento decrecían y en condiciones de agresión se incrementaban. Pero la estimulación intensa y la agresión a la larga aceleran la disminución de las aminas.
El rol funcional de la serotonina en la agresión aun no está del todo claro. Las primeras investigaciones relacionan niveles bajos de este neurotransmisor con la agresión. Weil Malherbe (1971, citado en Aluja, 1991) escribió que una preponderancia absoluta o relativa de catecolaminas biológicamente activas en el cerebro estan correlacionadas con el estado de vigilia , la actividad motora y la agresividad; mientras que la preponderancia absoluta o relativa de la serotonina activa en el cerebro esta relacionada con la sedación, la ansiedad y a niveles elevados con la exitación , desorientación y convulsiones. Persky (1985, citado en Aluja, 1991)
concluye en su revisión que: Niveles bajos de serotonina pueden incrementar ciertos tipos de agresión . b. Niveles altos de serotonina pueden producir ansiedad y desorientación. c. El estrés incrementa la producción de serotonina.
Welch y Welch (1971, citado en Aluja, 1991) indicaron que antes de comenzar una conducta agresiva el sistema nervioso incrementa la producción de aminas debido a una inhibición de la MAO mitocondrial. La dopamina parece aumentar las conductas agresivas y alácido gamma amino butírico ; GABA las inhibiría..
Se ha visto que la acetilcolina incrementa tanto la agresión depredatoria como la
afectiva y las sustancias como los bloqueadores beta adrenérgicos , inhiben la
conducta agresiva periferica sin necesariamente alterar la disposición Hormonas corticoesteroidales. Algunos corticoesteroides, como la corticoesterona y la cortisona, estarían asociadas a la fisiología de la agresión.
Lischner(1975, citado por Aluja, 1991) afirma que los altos niveles de ACTH
disminuyen la agresividad e incrementan el miedo ante la presencia de un estímulo nuevo o específico, mientras que los niveles hormonales pituatioadrenocorticales intermedios parecen que predisponen al animal a ser más agresivo y menos temeroso. Persky (1985, citado por Aluja, 1991) escribe en su revisión que según
varios estudios la ACTH funcionaría para disminuir la agresividad a largo plazo, ya que la administración exógena de esta sustancia tiene un efecto exitador de la corticoesterona, que aumenta la agresión. La disminución de la agresión como resultado de un aumento de la actividad adrenocortical, puede ser el resultado de la acción de la acción extraadrenal de la ACTH, pues esta disminuiría la secresión gonadal de
testosterona Modelos cognitivos
Los modelos cognitivoconductuales centran su atención en como las procesos de procesamiento de información influyen en la conducta agresiva, especialmente los
procesos motivacionales y atribucionales. Perspectiva atribucional. Desde esta perspectiva se observa como las atribuciones se relacionan con las tendencias que una persona manifiesta a realizar acciones o conductas agresivas.
Cuando una persona enjuicia una conducta agresiva, se formulan ciertas
interrogantes. Se pregunta si la causa de ella es externa o interna, si su naturaleza es temporal o estable en el tiempo, si estas son controlables por los sujetos o si no lo son. Se observa que las respuestas que dan los individuos a estas interrogantes influyen en el comportamiento a través de las siguiente secuencia: cognición
(atribución, ideas al respecto) afecto y acción (comportamiento conducta). Cuando se adjudica una causa externa, no controlable y estable, aumenta la probabilidad de comportamiento agresivo. Agresión y frustración.
La conductas agresivas son multideterminadas y entre los distintos factores que la
determinan, la frustración ocupa un lugar fundamental; inclusive, algunos autores plantean que la conducta agresiva tiene como un antecedente necesario una frustración. Las frustración ha sido entendida como contrapuesta a la gratificación, como interferencia a la ocurrencia de la satifacción de la necesidad, tanto psicológica, biológica y social. La frustración implica situaciones bloqueadoras, amenazantes y de deprivación, que surgen como respuesta tanto a estímulos internos como externos.
La frustración abarca una amplia gama de hechos muy variables y le ocurre a personas muy distintas entre sí, con estilos y niveles de la organización de la personalidad muy distintos, que incluyen un grado específico de la fuerza del yo y de tolerancia a la frustración, originando comportamientos y respuetas muy distintivas. Así es como la frustración puede dar origen a la persistencia en la búsqueda de la satisfacción, como a reacciones defensivas. Por tanto, "la frustración no es una condición suficiente ni necesaria para la agresión, pero si claramente facilitadora" (Rapaport,1992 , p.34).
Una amenaza de castigo puede disminuir o inhibir una respuesta agresiva. Al acercarse el momento de llevar a cabo la agresión, la posibilidad de castigo entra en juego por la fuerza relativa que presenta la tendencia a agredir. En relación con la intensidad de la tendencia a agredir y la intensidad de la tendencia a evitar agredir, la persona mostrará o no una conducta agresiva.
Ciertas personas pueden ser más propensas a sentimientos y acciones agresivas que otras de una forma innata, pero la agresión constante es más frecuente en personas que han crecido bajo condiciones negativas, de constante frustración, por lo que han debido desarrollar una agresión defensiva; la agresión pasa a ser un derivado de la hostilidad y el resentimiento. Cuando la persona no llega aun acuerdo de sus necesidades frustradas y no encuentra perspectivas de salida, difícilmente
podrá frenar una dinámica agresiva, que constituirá una satisfacción sustitutiva. Modelos del aprendizaje social
El modelo del aprendizaje social de Bandura plantea que la agresividad es producto de dos procesos, constituyentes de todo aprendizaje vicario: la adquisición de conductas nuevas se realiza a partir de la observación de modelos significativos, a
través de un proceso de modelado y la mantención de las conductas agresivas se basa en procesos de condicionamiento operante. La perspectiva conductual.
La teoría conductual da fundamental importancia, en la explicación de la conducta
agresiva, a los factores ambientales presentes y la relación de estos con la
conducta. En este sentido las variables determinantes de la agresión se pueden clasificar en función del tipo de condicionamiento efectuado, respondiente u operante.
Los aspectos de la conducta agresiva que son susceptibles de ser descritos en termino de control respondiente, corresponden en gran medida a lo que Skiner llama agresión filogenética, para distinguirla de la agresión ontogenética moldeada directamente
por
múltiples
determinantes.
Entre
las
variables
que
experimentalmente han sido capaces de producir agresión se encuentran las siguientes: la administración de choques eléctricos produce agresión incondicionada a miembros de otra especie, de la misma especie, o a objetos inanimados; los mismos efectos pueden obtenerse con un fuerte chorro de aire, o interrumpiendo el reforzamiento (extinción).
Los aspectos de la agresión pueden ser condicionados de forma operante, por ejemplo: reforzamiento con comida permite poner bajo control discriminativo las respuestas agresivas; también se puede hacer lo mismo con agua. También se ha encontrado que la oportunidad de agredir serviría como reforzador operante en situaciones de naturaleza aversiva.
El gran conjunto de datos experimentales existentes demostrarían la plasticidad de la conducta agresiva y la multiplicidad de los factores ambientales que la determinan. La importancia de los factores ambientales y la posibilidad de controlarlos abre la opción de manipular la conducta agresiva, desde este punto de vista la agresión puede disminuirse al mínimo reduciendo los estímulos desencadenantes (en el caso de la agresión filogenetica) y con la construcción de un ambiente social en el que la agresión no tenga ningún valor de supervivencia por lo que no pueda funcionar como reforzador.
Agresión social y cambio de conducta.
Según Bandura(1978), el modelo de la conducta desviada de los niños como enfermedad mental y sus estrategias de tratamiento(institucionalización) pierden
validez, por la historia de fracasos continuos de este modelo, en poder "mejorar" a los individuos, y en convertirlos en unos miembros positivamente activos de su comunidad. La teoría conductual sugiere un modelo alternativo al de la enfermedad mental, para poder comprender la conducta desviada, que es el modelo de la deficiencia conductual. En este modelo los problemas de comportamiento se consideran deficiencias de destrezas esenciales. Estos déficits
conductuales se consideran producto de historias de reforzamiento y de enseñanzas inadecuadas, en lugar de atribuirlos a hipotéticas psicopatologias internas. Se considera que a los individuos con conducta desviada su medio no le ha proporcionado los medios, las instrucciones, los modelos, ni las contingencias de reforzamiento suficientes que le permitan desarrollar un conjunto completo de conductas socialmente aprobadas.
De acuerdo con esto los programas de tratamiento basados en el modelo del déficit conductual son elaborados con el fin de establecer las habilidades importantes que no han sido aprendidas. Debe ser expuesto a un ambiente que le proporcione los ejemplos las instrucciones y las contingencias de reforzamiento correctivas y necesarias para que aprenda las conductas adecuadas.
Visión fenomenológica :
Según Zegers (1991), no existiría nada que permita afirmar que el hombre es agresivo por "instinto", pero si se puede decir que conserva los mecanismos anatómicos y fisiológicos necesarios para la manifestación de conducta agresiva en función de otras motivaciones, tales como la conservación del individuo. El problema radicaría en que, al no presentarse mecanismos inhibidores de la agresión intraespecífica, no "somos agresivos por naturaleza, pero podemos serlo de la peor forma" (Zegers, 1991, p.39).
Una de las condiciones principales para la aparición de la agresión es la falta de espacio. Si bien en los animales se presentan conductas de defensa del territorio, en los humanos esta defensa tendría otras características, ya que el sitio a defender
sería el "espacio vital", o espacio de experiencia. Este "espacio vital" puede extenderse hasta el infinito y conél la agresión para conservarlo; laúnica excepción sería la condición del amor, donde dos personas aceptan vivir dentro del mismo espacio vital.
Trastornos mentales asociados a la agresividad. Psicopatía, personalidad desinhibida y agresión. Antes de estudiar las características de la psicopatía, nos parece interesante entregar las formulaciones teóricas relacionadas con la psicopatología de la desinhibición, concepto que Aluja (1991) utiliza como factor etiológico integrador de la psicopatía y otros trastornos relacionados con la falta de control. Psicopatología de la desinhibición. El término "psicolopatología de la desinhibición" procede de Gorestein y Newman y pretende integrar en un solo concepto amplias conductas humanas, que tienen en común síndromes de desinhibición o falta de control, como la psicopatía, la historia, la hiperactividad infantil, el comportamiento impulsivo, antisocial y alcoholismo. El término desinhibición se utilizó dándole una connotación de destrucción de procesos inhibitorios que regulaban la tendencia a responder. Sin embargo, Gorenstein y Newman utilizan el término más que nada desde un punto de vista descriptivo, para referirse a la desinhibición humana; "se refiere a la conducta humana que ha sido interpretada como haciendo de disminución de controles en tendencias de respuestas"(Aluja, 1991, p.21). Entre los trastornos caracterizados por la desinhibición, se encuentra la impulsividad, psicopatía, personalidad antisocial en la adolescencia, la hiperactividad en la infancia y el alcoholismo. Estos síndromes se caracterizan por presentar patrones de conducta que tienden a la obtención de gratificación inmediata a expensas de mayor ganancia a largo plazo. Cabe decir que el síndrome o trastorno más representativo de la conducta desinhibida es la psicopatía.
Desinhibición como concepto integrador. Investigaciones hechas por Schulsinger dan pie para decir que existen un componente genético en la psicopatía y síndromes asociados. Cloninger, Rich y Guze dan datos a favor de que la histeria y la psicopatía son manifestaciones del mismo proceso etiológico. Otros autores afirman que la hiperactividad puede ser el sustrato conductual de la psicopatía y el alcoholismo primario. Los delincuentes psicópatas presentas rasgos y características conductuales que implican impulsividad, agresividad, búsqueda de estimulación, baja ansiedad y pobre socialización. Los resultados de los estudios de la personalidad del delincuente a través de la teoría de Eysenck coinciden que en la persona antisocial tiene rasgos entre los cuales se encuentra la excesiva necesidad de estimulación, bajo nivel de activación cortical y niveles elevados de tolerancia al castigo. El control de la agresividad depende del proceso de socialización y estos de los procesos de condicionamiento. Se postula que los introvertidos tendrían un mayor control de la agresión que los extrovertidos, porque el control de la agresividad depende del proceso de socialización y éste, de los procesos de condicionamiento y, por lo tanto, los introvertidos condicionarían más alto que los extrovertidos. De Flores encontró que los extravertidos, al ser altos buscadores de sensaciones y al ser las conductas agresivas un alto predictor de estimulación, muestran más conductas agresivas. Estos resultados indican que la agresividad podría estar relacionada con diferencias de personalidad, como lo son los rasgos de extroversión/introversión y el de psicoticismo Conducta antisocial: La conducta antisocial se ha usado para definir a una persona cuyo comportamiento no se ha ajustado a la normativa social o moral. Desde el punto de vista psiquiátrico, Schneider empieza a utilizar el término "personalidad psicopática" como una entridad gnoseológica e integradora.
Al hablar en términos generales de la "conducta antisocial", nos referimos a un concepto muy extenso que se da desde los rasgos de personalidad psicopáticos hasta los criterios de trastorno de personalidad antisocial del DSMIII (no presente en el DSMIV). Estos definen conductas delictivas y a un cierto tipo de delincuente de bajo extracto social. Con respecto al concepto de psicopatía, Hare y Cox diferencian entre psicópatas primarios, secundarios y disociales. El psicópata primario es un individuo que presenta un encanto superficial, es inteligente e informal, no presenta delirios ni pensamiento irracional ni tiene síntomas de manifestaciones psiconeurótica; por otra parte, es insincero e incapaz de presentar culpa o remordimiento, es egocéntrico en extremo e incapaz de amar, presenta falta de juicio práctico o incapacidad de aprender de la experiencia y tienen dificultad para seguir un plan de vida estable. Los psicópatas secundarios serían individuos capaces de mostrar culpa y remordimiento y de establecer relaciones afectivas y su conducta estaría motivado por problemas deíndole neurótica. Los disociales serían individuos que presentan conductas antisociales y que pertenecen a un mundo marginal y tienen una cultura propia. Tendrían una personalidad "normal" y serían capaces de funcionar adecuadamente dentro de su grupo, tendiendo lealtad y sentimiento de culpa y de afecto. Según Blackburn, el psicópata primario sería una persona altamente impulsiva, en contraposición al psicópata secundario, que se caracterizaría por una baja sociabilidad. Según otros autores, los psicópatas secundarios mostrarían un déficit afectivomotivacional parecido al de los esquizofrénicos, caracterizado por la predominancia de conducta retraída. Con respecto a la relación entre personalidad y delincuencia, Eysenck publica en el año 1964 un libro llamado "crimen y personalidad", en el cual propone que existe una relación entre la conducta delictiva y las dimensiones básicas de la personalidad propuestas porél, las cuales tendrían una base biológica. La teoría de Eysenck
formula que la conducta antisocial sería el producto de la influencia de variables ambientales sobre individuos con determinadas predisposiciones genéticas y el aprendizaje por condicionamiento clásico. Eysenck propone el concepto de "consciencia moral", basado en la estimulación aversiva y el condicionamiento clásico, las cuales se adquirirían por un proceso de aprendizaje en la infancia. El niño nace sin socializar y no respeta el derecho de los demás. Los educadores castigan ante la presencia de conductas antinormativas; entonces,éstas apareadas con estímulos aversivos, se condicionará negativamente. El sujeto , al esperar el castigo , sufriría de ansiedad, lo cual evitaría la aparición de la conducta antisocial. La dimensión de neuroticismo también estaría relacionada con la conducta antisocial. Según Eysenck, la neuroticidad y la ansiedad actúan como impulsos poderosos, multiplicando los hábitos antisociales. También propone la variable del psicoticismo, el cual sería el mecanismo causal de la psicopatía primaria. Trastorno de la personalidad antisocial (DSMIII): El DSMIII considera doce criterios, de los cuales hay que cumplir con un número de tres antes de los 15 años; nueve para después de los 18, de los cuales hay que cumplir un mínimo de 4. El estudio de estos contenidos no apuntos tanto a rasgos de la personalidad , sino que hacen referencia a un listado de conductas de tipo delictivo y penal. Los criterios que se aplican a los individuos menores de quince años hacen referencia a la vagancia, expulsiones en la escuela, fuga del hogar, mentira persistente, relaciones sexuales repetidas y circunstanciales, ingestión de alcohol y abuso de sustancias, robos, vandalismo, rendimiento escolar mediocre, violación de normas y peleas. Los criterios para los 18 años son incapacidad para mantener una conducta laboral apropiada, irresponsabilidad como padre, incapcidad para aceptar normas sociales, incapacidad para mantener una relación de pareja estable, irritabilidad y agresividad, evaluadas mediante peleas físicas repetidas, incapacidad para planificar, mentira patológica e imprudencia. Cabe decir que este trastorno es encasillado en el eje II en la multiaxilidad del DSMIII, lo que indicaría una larga evolución, enraizada en
los factores básicos de la personalidad del individuio y resistentes a la intervención psicoterapeútica y farmacológica. Evaluación clínica y psicométrica del TAP. La entidad gnoseológica del TAP viene dado por criterios específicos y operacionales de los manuales de diagnóstico, tanto para la investigación como para su uso en la clínica. La gravedad del trastorno vendría dado por el grado de inflexibilidad y desadaptación de los rasgos de la personalidad por la incapacidad social, disfuncionamiento laboral y malestar personal que comporta. Según el DSMIII, el rasgo esencial es un trastorno "en el que existe una historia de conducta antisocial continuada y crónica en la que se violan los derechos de los demás" (Aluja, 1991, p.217). El hecho que el TAP tenga repercusiones judiciales y legales puede inducir al error de que el TAP equivale a la delincuencia. Esquizofrenia y agresión. Según Kaplan y Sadock (1987), en el trastorno esquizofrénico la agresión se da principalmente en uno de sus síndromes clínicos, que es la esquizofrenia catatónica con excitación. La catatonia excitada es un estado de agitación psicomotora extrema en la cual el individuo habla y grita continuamente. Sus producciones verbales son muchas veces incoherentes y su conducta parece hallarse influenciada más por estímulos internos que por el ambiente que lo rodea. Este estado incluye violencia y agresión destructiva para los demás, por lo que esta excitación puede incluso causar la tendencia a lesionarse ellos mismos. La conducta agresiva puede presentarse en el esquizofrénico a través de dos conductas específicas, que son el suicidio y el homicidio, las cuales se encuentran en un porcentaje mayor en estos enfermos que en el resto de la población. El análisis de estos suicidios y homicidios impredectibles lleva a la conclusión de que el factor singular más significativos de muchos de ellos es la experiencia traumática de rechazo. La sensibilidad patológica del esquizofrénico le hace extraordinariamente
vulnerable a todas las tensiones de la vida común. Para el esquizofrénico el rechazo, particularmente de los miembros de su propia familia, parece ser aún más traumático que la mayor parte de las otras preocupaciones. Trastorno de la conducta infrasocializada tipo agresivo. Según Kaplan y Sadock (1987), los trastornos de la conducta de la lactancia, niñez y adolescencia se caracterizan por la existencia de pautas repetitivas y persistentes de conducta antisocial, que violan los derechos de los demás y que van más allá de las travesuras de los niños y adolescentes. Dentro de estos trastornos específicos de la niñez y la adolescencia se encuentra el trastorno de la conducta infrasocializada tipo agresivo. Los rasgos esenciales de este trastorno son un fracaso en establecer un grado afectivo normal, empatía o vínculos con los demás; una pauta de conducta antisocial agresiva, y problemas de conducta en la escuela. El fracaso en el desarrollo de vínculos sociales se manifiesta por la falta de relaciones sostenidas por amigos, aunque el niño pueda mantener amistad con un compañero mucho mayor o menor queél, o tener relaciones superficiales con otros jóvenes antisociales. El niño presenta una falta de interés por los sentimientos, deseos y por el bienestar de los demás, manifestados por una conducta insensible. Se encuentran ausentes los sentimientos de culpa o remordimientos. La conducta antisocial agresiva en el niño puede tomar la forma de intimidación, agresión física y comportamiento cruel con los compañeros. Hacia los adultos el niño puede verse hostil, verbalmente abusivo, impúdico, desafante y negativista. Este niño suele ser un niño que ha experimentado un grave rechazo paterno, a menudo alternado con una sobreprotección irreal, sobre todo contra las consecuencias de su conducta indeseable. Estos niños no sólo han tenido una frustración continuada, por sobre todo de sus necesidades de dependencia, sino que no han tenido una pauta de disciplina consistente. Su conducta general es inaceptable en casi cualquier contexto social y suele ser considerado como un mal niño. Generalmente, la situación familiar de este niño revela una grave discordia matrimonial y una pauta estereotipada de hostilidad verbal y física impredectible. La
conducta agresiva del niño rara vez parece dirigida hacia un objetivo definible, y le proporciona escaso placer,éxito o ventaja sobre sus compañeros o figuras de autoridad. Trastorno explosivointermitente: Los trastornos del control de los impulsos se caracterizan de la siguiente forma: 1. Fracaso en resistir un impulso, una tendencia a llevar a cabo algún acto que es peligroso para el individuo o para los demás. Puede existir o no existir resistencia consciente al impulso, el acto puede o no ser predeterminado o planeado. 2. Situación creciente de tensión antes de cometer el acto. 3. Experiencia de placer, gratificación o alivio en el momento de llevar a cabo el hecho. Inmediatamente después el acto, puede existir autolamentación, autoreproche o sentimientos de culpa auténticos. Uno de los trastornos de control de los impulsos es el trastorno impulsivo intermitente. Esta categoría diagnóstica distingue a los individuos que tienen episodios recurrentes de pérdida signifcicativa de control de los impulsos agresivos. Durante estos episodios la conducta da lugar a ataques graves o destrucción de la propiedad y es desproporcional a los estresores psicosociales que la desencadenan. Los signos de impulsividad se encuentran ausentes entre cada ataque. Se cree que un entorno desfavorable en la niñez es el principal determinante en la aparición de este trastorno. Los factores predisponentes en la niñez son los traumatismos perinatales, las crisis epilépticas infantiles, los traumatismos craneales, la encefalitis y la hiperactividad. Un ambiente en la infancia en el que exista alcoholismo, golpes, amenazas a la vida o promiscuidad es un factor común a este trastorno. Los factores constitucionales, las primeras experiencias del desarrollo y los estresores normales constituyen a la eficacia del aparato de control o a la intensidad del impulso. Un factor en la génesis del trastorno sería una anormal identificación con las figuras paternas o la naturaleza simbólica del objeto de la violencia. Se ha constatado que una frustración o presión y hostilidad precoces son factores de vulnerabilidad.
La
situaciones
que
recuerdan
inicialmente
estas
iniciales
deprivaciones, así como las personas que directa o indirectamente suscitan la imagen del padre frustrante se convierten en el blanco de la agresividad destructiva.
2.3.2.1.7. TEORÍAS DE LA AGRESIVIDAD 2.3.2.1.8. 2.3.2.1.9. a) Las que consideran que la agresividad tiene una base biológica o innata 2.3.2.1.10. · T. psicoanalíticas: Freud tiene la ³teoría de los instintos´, la cual dice que sólo hay un líbido (deseo sexual) y, posteriormente, modificó su teoría mencionando que había 2 instintos (el eros o amor y el tánatos o agresivo). Sobre los años 60, los etólogos (estudian científicamente el comportamiento de los humanos), destacando a Loren, mencionaron que determinados momentos se podían a prender algunas cosas, pero pasado ese tiempo, no se podía aprender. Loren menciona que existe un instinto de lucha, como en el caso de los animales que tienen un instinto agresivo siendo éste una condición biológica para determinar el territorio o para reproducirse; la agresión es adaptativa según él. Loren menciona que existen ³ mecanismos innatos inhibidores de la agresión´ que funcionan cara a cara, pero que hacen que difícilmente se maten, pero cuántas más armas naturales (dientes, veneno«) tengan desarrolladas más peligro hay de producirse la muerte; estos mecanismos son señales que indican que un animal se ha rendido al paralizar a otro animal en la agresión (ej: los lobos cuando se rinden se enseñan el cuello, el lobo atacante ve el cuello del otro y paraliza la agresión porque ve que ha ganado). El hombre tb tiene estos mecanismos, pero no tan desarrollados como los animales felinos. El ser humano suele utilizar armas artificiales que pueden matar a distancia como cuchillos, pistolas«y los felinos armas naturales que matan cara a cara siempre, por eso, en el ser humano está menos controlada la agresividad. Las teorías de Freud & Loren son hidráulicas porque mencionan que hay un impulso instintivo, y ya que la agresión es inevitablemente eliminarla, es mejor que se descargue de una forma aceptable. 2.3.2.1.11. · T. sociobiológicas 2.3.2.1.12. · T. neurológicas: estudian las bases fisiológicas. 2.3.2.1.13. 2.3.2.1.14. b) Las que consideran que la agresividad es una conducta aprendida
2.3.2.1.15. 2.3.2.1.16. FACTORES QUE INCIDEN EN LA AGRESIÓN 2.3.2.1.17. 2.3.2.1.18. · Frustración toda frustración puede producir agresión, aunque tb otros efectos, pero tampoco siempre. 2.3.2.1.19. · Provocación puede producir una respuesta agresiva. La provocación puede ser física (destaca en el género masculino) o verbal (destaca en el género femenino). Tb se suele producir una espiral de agresión (provocación inicial que va aumentando). 2.3.2.1.20. · Exposición a los medios de comunicación hay programas de televisión que contribuyen al aumento de la agresividad. Bandura realizó experimentos a corto plazo o transversales (no tiene un seguimiento) y comprobó que niños que veían una película violenta o neutral aprendían la agresividad por observación y había una tendencia a aumentarla. Para saber si ese efecto duraba o era puntual se realizaron experimentos transversales de campo , recogiendo uno de ellos la cantidad de programas de televisión violentos que veían y el nivel de agresión comprobando que estaban relacionados con la agresividad. Tb se hicieron experimentos a largo plazo o longitudinales, siendo uno el de Huesman & Erom que consistió en coger de todos los alumnos de 8 años de un condado para preguntarles cuál era su programa favorito obteniendo que ya en esa edad había una relación entre programas favoritos y violentos; a los 10 años siguientes se les volvió a evaluar el nivel de agresividad obteniendo que seguía habiendo relación; y cuando esos sujetos tuvieron 30 años se les volvió a evaluar obteniendo que en casi todos ellos había habido algún tipo de incidente por causa de la agresividad. La conclusión es que existe una causalidad directa, aunque existen más factores, que a medida que más nos exponemos a programas violentos más agresividad tenemos. 2.3.2.1.21. · Activación o excitación emocional (factores emocionales y cognitivos) cuánto más excitados estamos, más agresivamente respondemos. Un nivel alto de activación, con independencia de su naturaleza, puede dar lugar a la agresividad. Una activación excesiva facilita respuestas agresivas porque da lugar a un déficit en los controles cognitivos, es como si nuestro primer impulso ante determinadas situaciones fuera agresivo, y es nuestra propia cultura y control cognitivo el que nos hace que podamos controlarnos (excepto si la activación es muy alta). Zillman hizo un experimento sobre la ³teoría de la transferencia de la excitación´, la cual menciona que hay 3 fases respecto a cómo nos activamos:
2.3.2.1.22. 1ª f. de disparo » es donde la carga hormonal puede llegar a niveles de activación muy alto. En esta fase es aconsejable no calmar al individuo, sino esperar y que pida luego disculpas. 2.3.2.1.23. 2 ª f. de meseta » 2.3.2.1.24. 3ª f. de descenso de los niveles de activación » es la fase más larga. 2.3.2.1.25. El nivel consciente es aquel nivel en el que una persona reconoce la excitación; los niveles más bajos de excitación están por debajo del nivel consciente (ej: ³estás enfadado´ ± no, no lo estoy -y la verdad es que sí-). 2.3.2.1.26. · Celos la ³teoría sociobiológica de los celos´ menciona que los celos provocan reacciones agresivas, siendo las mujeres más sensibles a los celos emocionales; sin embargo, los hombres reaccionan más a las infidelidades sexuales que las mujeres. Esto ocurre porque, según la sociobiología, para el hombre, la familia es un pacto que le permite el acceso a la reproducción a cambio de la crianza de los hijos, y para la mujer significa garantizarse la permanencia de la relación y la crianza de los hijos; aunque tb existen factores sociales y personales de la agresión que explican por qué esto ocurre: 2.3.2.1.27. a) patrón A de conducta » se empezó a estudiar hace unos 25 años en personas con infarto de miocardio. Los que tenían este tipo de infartos tenían conductas parecidas como extremadamente competitivas, irritables, con prisas«con lo que reaccionan más intensamente ante una provocación. El patrón B es el contrario al A. 2.3.2.1.28. b) sesgo atribucional hostil » personas que tienden a atribuir los motivos a las acciones de los demás, aunque no tengan base. Perciben malas intenciones, siempre piensan mal«por eso, tienden a reaccionar más agresivamente porque lo perciben como provocaciones. 2.3.2.1.29. · ³Teoría de los 5 grandes factores o dimensiones´ postula que existen rasgos estables de personalidad que demuestran que hay relación entre ellos y la agresividad, los cuales determinan el resto de factores y están relacionados con la estabilidad emocional: 2.3.2.1.30. 1. introversión / extroversión. 2.3.2.1.31. 2. amable o cálido (dulce, cooperador«) / no amable o frío (quisquilloso«). 2.3.2.1.32. 3. eficacia y rendimiento (organizado, responsable, cuidadoso«) / no responsable, desorganizado« 2.3.2.1.33. 4. según la estabilidad emocional: tranquilo / excitable.
2.3.2.1.34. 5. apertura de la mente a la experiencia (sensible, intelectual«) / simple, insensible« 2.3.2.1.35. Los más agresivos son más irritables, impulsivos, tienen más reactividad emocional y más rumiación (= comerse la cabeza, dar más vueltas a todas las provocaciones recibidas). 2.3.2.1.36. · Diferencias de género en la agresividad desde una visión popular, los hombres son más agresivos que las mujeres, sin embargo, estas diferencias son más complejas: 2.3.2.1.37. - varían dependiendo de la situación y del tipo de agresión. 2.3.2.1.38. - las diferencias de género son más pequeñas cuando hay más provocación, y más grandes cuando hay menos provocación. 2.3.2.1.39. - las mujeres son más propensas a las agresiones verbales y los hombres a las agresiones físicas. 2.3.2.1.40. - las diferencias empiezan a notarse a partir de los 8 años y van incrementándose hasta los 15 años, luego ya se mantienen. Este dato se refiere sobretodo a la agresión indirecta. 2.3.2.1.41. Estas diferencias se basan en teorías basadas en los roles (³el hombre es más fuerte y firme´) y teorías basadas en las hormonas (³los hombres tienen más testosterona que las mujeres´). Hay teorías feministas que dicen que cuando una mujer adopta el rol de un hombre se vuelve más agresiva. Esto no parece estar tan claro, dando por teorías más aceptadas las que se basan en factores biológicos: las diferencias son sexuales (base biológica entre el hombre y la mujer) y no de género (diferencias socialmente construidas entre los hombres y las mujeres). Aunque los factores biológicos juegan un papel importante, tb influyen muchos los factores sociales.
TEORÍAS SOBRE LA AGRESIDAD y
y
Teorías activas: Teoría psicoanalítica. Teoría etológica (interna, motivacional e innata) Teoría reactivas: (reacción frente a un estímulo del medio ambiente). Teoría de Dolland y la teoría de Bandura del aprendizaje.
TEORÍA ETOLÓGICA Estudia el comportamiento de los animales en su medio ambiente natural, mediante la observación. Territorio, preservación y mantenimiento del territorio.
Jerarquía ( el macho marca con gestos agresivos quien es el que manda en el grupo, también organiza la vida de ese grupo de animales, dando prioridades) Selección, selecciona los diferentes miembros de la especie. Los más fuertes y los más preparados son los que sobreviven. Control de la agresividad. Existe un control de la agresividad que es diferente a la del hombre. Los machos se pelean pero raramente llegan a matarse, el macho que pierde se muestra como perdedor, en lo que se llama el ritual de apaciguamiento, en el caso de los lobos, el macho perdedor se tiende en el sueño y le muestra al otro el cuello, dejando su yugular al descubierto y dejando su vida a merced del macho dominante. ¿QUÉ PASÓ CON ESTOS COMPORTAMIENTOS AGRESIVOS EN EL SER HUMANO? Esta pregunta se la realizó un etólogo llamado Alonso. y
y
y
También los hombres luchamos, en forma de competividad, por acceder a los productos básicos de supervivencia. El ser humano tiene miedo a los extraños, y sobre todo a miembros de otras razas, mostrándose agresivos con estos (gitanos, negros etc.) El ser humano también suele proteger a sus hijos. NIKO TINBERGEN (ETÓLOGO) ESTUDIÓ LA CONDUCTA HUMANA EN COMPARACIÓN CON LA ANIMAL Y DIJO: El hombre dentro de la escala evolutiva ha superado su propia escala genética y ya casi no respondemos a los estímulos agresivos. Aunque si existen entre nosotros las conductas de apaciguamiento, tanto en los animales como en los seres humanos se da más muestra de agresividad en los machos.
FREUD y
y
y
El creía que la agresividad era innata en el ser humano. Sobretodo lo desarrolló en su teoría del Eros y el Thanatos. Einstein contemporáneo de Freud creía que el ser humano tenía dentro de sí un instinto de odio y destrucción. La teoría psicoanalítica ha dado pie a expresar cierta conducta agresiva, sería bueno que pudiéramos expresar esta agresividad de otra forma y canalizarla, es bueno dejar que salga esta agresividad, no es bueno cortarla, sino que se canalice hacia otros objetos.
BANDURA Y LA TEORÍA DEL APRENDIZAJE y
y
y
Ciertos comportamientos agresivos están recompensados socialmente. Lo que consideramos conducta agresiva está reglado socialmente, no es lo mismo ver a una persona con un cuchillo en la carnicería que fuera en la calle. En algunas culturas o religiones es considerado una agresión que te miren directamente a los ojos. Si sólo nos fundamentamos en el aprendizaje de loa agresividad social, indicará que en ciertas culturas, esta muestra de agresividad está justificada socialmente, pero lo importante es ver la intención. Esta es una crítica de Berkowitz a Bandura y su aprendizaje social.
TEORÍA DE DOLLARD Y MILLER INTENTARON INTEGRAR CONDUCTA Y PSICOANALISIS. y
y
Las frustraciones generan agresividad. Aquello que te evita tener aquello que deseas puede desencadenar en agresividad. Esta agresividad puede ser directa hacia la persona que te genera la frustración ya sea mediante la agresión física o verbal o indirecta desplazando la agresión a una tercera persona o a un objeto. En EEUU vieron que cuando aumentaba el precio del algodón aumentaban las agresiones contra la raza negra.
IRA: Emoción con fuertes sentimientos de desagrado, desencadenados por males reales o imaginarios. EXPRESIÓN DE IRA (Averill, 1979) A. Agresión directa e indirecta B. Agresión desplazada C. Respuestas no agresivas
DEFINICIÓN CONCEPTUAL DE AGRESIVIDAD
La agresividad es un estado emocional que consiste en sentimientos de odio y deseos de dañar a otra persona, animal u objeto. La agresión es cualquier forma de conducta que pretende herir física y o psicológicamente a alguien. La Agresividad es un factor del comportamiento normal puesto en acción ante determinados estados para responder a necesidades vitales, que protegen la supervivencia de la persona y de la especie, sin que sea necesaria la destrucción del adversario.
BERKOWITZ tiene un importante libro sobre la agresividad. KAPLAN Y SADOLK hicieron una descripción de la agresividad patológica. · Autodestructiva · Consecuencia de un problema emocional no resuelto · No realista · No resuelve problemas
OBJETIVOS DE LA AGRESIÓN
· Causar daño a la víctima · Coharción (influir en la conducta de otras personas) · Poder y dominio (demostrar el poder que tienes en la familia) · Reputación e imagen (el lider a veces se muestra agresivo dentro del grupo)
CLASIFICACIONES SEGÚN VALZELLI
· En función de los objetivos: instrumentales y no instrumentales (si tiene un objetivo o no) · En función del grado de control: conscientemente controlada o impulsiva. · En función de su naturaleza física: Acciones físicas o afirmaciones verbales. · En función del desplazamiento: Directa o indirecta (no se agrede al causante de la agresión sino que se desplaza contra un objeto) · Función interna o externa: Autoagresión (suicidio) o heteroagresión.
TEORÍAS SOBRE LA AGRESIDAD
· Teorías activas: Teoría psicoanalítica. Teoría etológica (interna, motivacional e innata) · Teoría reactivas: (reacción frente a un estímulo del medio ambiente). Teoría de Dolland y la teoría de Bandura del aprendizaje. TEORÍA ETOLÓGICA Estudia el comportamiento de los animales en su medio ambiente natural, mediante la observación. Territorio, preservación y mantenimiento del territorio. Jerarquía ( el macho marca con gestos agresivos quien es el que manda en el grupo, también organiza la vida de ese grupo de animales, dando prioridades) Selección, selecciona los diferentes miembros de la especie. Los ma´s fuertes y los más preparados son los que sobreviven. Control de la agresividad. Existe un control de la agresividad que es diferente a la del hombre. Los machos se pelean pero raramente llegan a matarse, el macho que pierde se muestra como perdedor, en lo que se llama el ritual de apaciguamiento, en el caso de los lobos, el macho perdedor se tiende en el sueño y le muestra al otro el cuello, dejando su yugular al descubierto y dejando su vida a merced del macho dominante.
¿QUÉ PASÓ CON ESTOS COMPORTAMIENTOS AGRESIVOS EN EL SER HUMANO?
Esta pregunta se la realizó un etólogo llamado Alonso.
· También los hombres luchamos, en forma de competividad, por acceder a los productos básicos de supervivencia. · El ser humano tiene miedo a los extraños, y sobre todo a miembros de otras razas, mostrándose agresivos con estos (gitanos, negros etc) · El ser humano también suele proteger a sus hijos. NIKO TINBERGEN (ETÓLOGO) ESTUDIÓ LA CONDUCTA HUMANA EN COMPARACIÓN CON LA ANIMAL Y DIJO: El hombre dentro de la escala evolutiva ha superado su propia escala genética y ya casi no respondemos a los estímulos agresivos. Aunque si existen entre nosotros las conductas de apaciaguamiento, tanto en los animales como en los seres humanos se da más muestra de agresividad en los machos.
FREUD
· El creía que la agresividad era innata en el ser humano. Sobretodo lo desarrolló en su teoría del Eros y el tanatos. · Einstein contemporáneo de Freud creía que el ser humano tenía dentro de sí un instinto de odio y destrucción. · La teoría psicoanalítica ha dado pie a expresar cierta conducta agresiva, sería bueno que pudieramos expresar esta agresividad de otra forma y canalizarla, es bueno dejar
que salga esta agresividad, no es bueno cortarla, sino que se canalice hacia otros objetos. BANDURA Y LA TEORÍA DEL APRENDIZAJE
· Ciertos comportamientos agresivos están recompensados socialmente. Lo que consideramos conducta agresiva está reglado socialmente, no es lo mismo ver a una persona con un cuchillo en la carnicería que fuera en la calle. · En algunas culturas o religiones es considerado una agresión que te miren directamente a los ojos. · Si sólo nos fundamentamos en el aprendizaje de loa agresividad social, indicará que en ciertas culturas, esta muestra de agresividad está justificada socialmente, pero lo importante es ver la intención. Esta es una crítica de Berkowitz a Bandura y su aprendizaje social. TEORÍA DE DOLLARD Y MILLER INTENTARON INTEGRAR CONDUCTA Y PSICOANALISIS.
· Las fustraciones generan agresividad. Aquello que te evita tener aquello que deseas puede desencadenar en agresividad. Esta agresividad puede ser directa hacia la persona que te genera la fustración ya sea mediante la agresión física o verbal o indirecta desplazando la agresión a una tercera persona o a un objeto. · En EEUU vieron que cuando aumentaba el precio del algodón aumentaban las agresiones contra la raza negra. IRA: Emoción con fuertes sentimientos de desagrado, desencadenados por males reales o imaginarios.
EXPRESIÓN DE IRA (Averill, 1979)
A. Agresión directa e indirecta B. Agresión desplazada
C. Respuestas no agresivas
FACTORES que influyen en la expresión de la agresión
a. Biológicos b. Psicológicos o ambientales
A. AGRESIÓN DIRECTA E INDIRECTA
1. Agresión o castigo verbal simbólico dirigido hacia el ofensor (simbólico: "lo que me gustaría hacerte es...") 2. Negación o retiro de algún beneficio del cual el ofensor goza 3. Agresión o castigo físico contra el ofensor 4. Agresión, daño o lesión de algo o alguien importante para el ofensor
B. AGRESIÓN DESPLAZADA
5. Decirle algo a una tercera persona con el fin de vengarse o castigar al ofensor 6. Agresión física, verbal u otro tipo a una persona que no está relacionada con la incitación 7. Atacar a un objeto (no humano o animal) no vinculado con la incitación
C. RESPUESTAS NO AGRESIVAS
8. Discutir el incidente con el ofensor, sin exhibir5 hostilidad 9. Hablar del tema con terceras personas neutras, no implicadas, sin intención de dañar al instigador o hacer que quede mal 10. Ocuparse de actividades calmantes (pasear, gimnasia...) 11. Distraerse en acciones opuestas a la expresión de la ira (portarse mucho más amigable con el instigador)
FACTORES ligados a la manifestación de la agresividad:
a. BIOLÓGICOS · Lobotomía (incisión en el lóbulo frontal) reduce la agresividad y otras funciones (Ej. "Alguien voló sobre el nido del cuco") · XYY: Varones con este cromosoma, demostraron mayor número de delitos y menor inteligencia social para esconder los delitos · Factores hormonales: relacionados con los estados agresivos, por ejemplo la mujer durante el síndrome pre-mentrual está más irritable y agresiva.
b. PSICOLÓGICOS O AMBIENTALES · Tribus más agresivas que otras. · En determinadas sociedades y culturas, la agresividad puede estar bien considerada como forma de cambiar ciertas actitudes, por ejemplo en Inglaterra está bien visto que un profesor pegue a los alumnos para que estos aprendan mejor · Normas familiares que fomentan la agresividad de sus miembros "muy bien hijo, así se hace, la próxima vez le pegas un puñetazo en el ojo". Los padres a veces pueden ser modelos de la conducta agresiva, por ejemplo, padres que pegan a sus hijos. Es
necesario saber que, en términos generales, se fomenta más la agresividad en el hombre que en la mujer. · Influencia de la TV y los medios de comunicación en la aceptación de la conducta agresiva: en las películas el bueno y el vencedor siempre es el que más caña mete, el que pega mejor, el más fuerte, no el que tiene mayor capacidad vde diálogo Aunque sería muy difícil establecer una relación directa entre nº de horas de TV y aumento de la violencia. Es necesario reconocer que tenemos una tendencia innata hacia la violencia pero que ésta también es influenciada por el medio ambiente potenciándose más.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA EXPRESIÓN DE LA AGRESIVIDAD.
Por ejemplo: En un accidente de tráfico, vamos en coche y nos pegan un golpe, el que nos da el golpe es el agresor y el que lo recibe la víctima.
1. Interpretación de la víctima (cómo ha interpretado la víctima el accidente, si cree que ha sido intencionado la agresividad vs el agresor será mayor). 2. Conducta posterior del agresor ( si se burla de ti o se te culpabiliza a ti del accidente) 3. La cantidad de daño que te ha hecho (a mayor daño mayor agresividad). 4. Las características del agresor (si esa persona es un Skin o una persona de otra raza a la cual tu tienes prejuicios). 5. Las características de esta situación (todo lo que envuelve este hecho) 6. El estado interno de la víctima, cómo se encontraba la víctima en aquel momento. Todas estas características dependen de la propia víctima, del agresor y de la situación.
Estudios realizados para ver qué características tenían el homicida y sus víctimas, se encontró que:
1. Los asesinatos suelen producirse en fin de semana y por la noche 2. Se suelen relacionar con la elevada ingesta de alcohol y otras drogas 3. El entorno tiene un papel importante 4. Los asesinos ya habían cometido anteriormente otros delitos contra personas. 5. El homicida y las víctimas tienen características de personalidad similares, o sea son personas agresivas. 6. Se suele dar más en personas jóvenes varones 7. La víctima podía, incluso, haber provocado o precipitado la agresión (Ej. joven de 17 años que mató a su padre, por la prensa se dice que el padre era muy violento y maltrataba a la madre y los hijos). 8. Los motivos del asesinato suelen ser: discusiones domésticas, celos y problemas económicos. 9. El asesino y la víctima se conocían previamente (en el 87% de los casos), los asesinatos a sangre fría son poco frecuentes. 10. Los asesinatos a sangre fría se suelen realizar para conseguir un fin determinado, por ejemplo ETA, los robatorios, secuestros etc. 11. Los homicidios a conocidos fruto de peleas familiares, se consideran homicidios más emocionales o reactivos (un 85%)
FACTORES DE RIESGO (BERKOWITZ 1996)
· Personalidades agresivas y emocionalmente reactivas con poca tolerancia Condiciones sociales estresantes (barrios pobres, marginados, desarraigo, opresión, minorías étnicas, etc...) · Controles sociales debilitadas: ante la falta de relación con los vecinos o de la sociedad, que no te conocen comporta una mayor expresión de la agresividad (es muy difícil controlar a todo el mundo, mucha gente y poca policía etc)
View more...
Comments