ADORNO - Capitalismo Tardío o Sociedad Industrial 1968 PDF
September 21, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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¿Capitalismo tardío o sociedad industrial?
Th. W. Adorno, Escritos sociológicos, vol. I, Madrid: Akal, 2004
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trabajo vivo en mercancía y con ello la oposición entre clases, ha perdi do relevancia, si es que no se convirtió en superstición. Uno puede remitir,se en ello a g e n c i a s i n _ s 2 . ~ z : . ~ b l e ; ? - : e E . r . ~ ? . - < · s · . ~ ~ e s _ ~ ~ ~ n i c a m e n - 1 ¿m
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' 0 . 1 : : ; ~ o s , _ ~ ~ ~ ~ ~ . 2 § _ U i : w i < : l J L Z . 1 ª " ' l l D . Q l ~ 2 ~ ~ ~ g s a , : . L a s
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de J a s ~ : , , ~ ~ g u ñ e l estándar de vida y la conciencia, resultan además mu-'., occidentales les que marcan la pa uta, ¡ ~ 2 m ~ R s _ y i ~ i . b . J . ~ s hoy en los Estados occidenta que en los decen10s en los que se produjo la revoluc revolución ión industrial y eri l.º l.º.. qu.e . la. s~ c e ~ i ~
¿Capitalismo tardío o sociedad industrial? Conferencia inaugural del XVI Congreso de Sociólogos Alemanes . Se ha consolidado la costumbre de que el president presidentee saliente de la So ciedad Alemana de Sociología se pron1;lncie sobre la cuestión objeto de separarse se estrictamente su propia posición d e b ~ t e . En lo c ~ ; i l no pueden separar Y a mterpretacion de la problemática: en la segunda se introduce inev inevi i tablei;n.ente la, primera. Por otra parte, no puede éste exponer soluciones defimuvas alli donde se necesita precisamente de la discusión en el con greso. La ~ e m á t i c a del mismo la suscitó originariamente Otto Stammer. En 1 ; 1 ~ ses10nes de la. junta directiva que se ocuparon del congreso, esta tematlca se fue modificando paulatinamente; el título actual cristalizó a través del trabajo en equipo. Quien no se encuentre familiarizado con el estado de c o n t r o v e r ~ i a sociológica podría llegar a sospechar que se tra de una disputa relativa a la nomenclatura; los especialistas se sentirían importunados por la vana preocupación de si la fase actual debería de se
capitalismo tardío o sociedad industrial. En realidad no trade términos, sino de algo sustancialmente decisivo. Las p ~ n e n c i a s y i1·. ~ i nominarse s c u s 1 0 ~ e s CleDeñayüaar a /úzgars sl.guecfomÍn;:ndo el sistema cap ta ' lista ~
su mod?lo, modificado como se quiera, o si el desarrollo in converudo en c ~ d u ~ o el concepto mismo de capitalismo, la d i f ~ r e n _ c i a entre Estados capitalistas y no capitalistas, incluso l crítica al capitalisi;no. Con otras palabras, t e s ~ s , tan di fundida hoy en el seno de la o ~ 1 0 l o g í a , de que Marx está desfasaa"o, es acertada. De acuerdo con esta tesis, el mundo está tan completamenféCletefiñihado por la técnica q u ~ se ha desarrollado de forma inesperada que, frente a ello, la relación soCial que en su momento definió al capitalismo, la transformación del e g u n
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ron. Pronóstico. .s····de l.a.. . e.o.ría. c . · L . ª ~ ~ 1 : . : : 1 . . . . : ~ S ~ º el de __ _ han cumph{[oj.e forma tan drrscica como éstos daban daba n a entender, a.··ño a.··ño.seFqú .seFqúeseTú eseTúerce erce su contenid contenido· o· sólo con ironía puede hablarse de una e p a u p e ~ i z a c i ó n relativa. Incluso' si en Marx no se hubiera acreditado acreditado de forma inmane nte al sistema la unívoca ley de los los márgenes de beneficio decreciente decrecientes, s, ha habría bría que con conceder ceder que el capitalismo descubrió en sí mismo recursos recursos que permi ten e s p ~ " ~ ~ R ~ ; : i , ~ ; ; p . d ~ ~ ~ · ~ ~ ~ ~ ~ - recursos entre los que incuestionablemente se ííallan a r cabeza el crecimiento inmenso del gotencial técnico y con ello también de la cantidad de bienes de consumo que beneflciana to. ~ ~ . P ~ 1 : R ~ ~ i : ~ c ~ o 1 1 y ~ e L co :iE?.º 11? se
I < t f ü s " p a í s e s a f t a m ~ Í n d ~ s t r f ; l i z a d o s . S i m u l t á n e a ~ dos los miembros mente, las relaciones de producción se mostraron, a la luz de ese desarrollo técnico, más elásticas de lo que Marx las consideró. Los criterios de la relación de clases, que la investigación e m p í r i c a / ~ gusta denominar los de la social strat jj::ftion jj::f tion de la estratificación según ingresos, estándar de vida yectllcaaon -sóñ generalizaciones de los ha llazgos llazg os relativos a individuos concretos. En esa misma medida cabría de n o m i n _ a r ~ o s ~ k Y 2 s . Fre.nte a ello: n;ás_ ª 1 ~ ~ 2 ~ ~ ~ ~ 1 2 . . , J k ~ , , S l ~ \ t , ; ; ~ ~ A : ~ r e t e n d í a s?r m d e p e n ~ i ? n t e de los índices que se obtienen l d e FormaCffrecta de la vida de los sujetos, por mucho que éstos expre sen por lo demás también objetividades sociales. La teoría marxista se basaba en la posición de empresarios y trabajadores en el proceso de pro ducción, en último extremo en el control sobre los medios de produc ción. En las corrientes de la sociología que predominan en estos mo mentos, se rechaz rechazaa ampliament ampliamentee este resultado por dogmático. La disputa· ha de llevarse a cabo de forma teórica, no meramente mediante la pre sentación de hechos que, desde luego, luego, contribu yen por su part e en gran medida a la crítica, pero que, sin embargo, encubren asimismo la es tructura de acuerdo con la teoría crítica. Tampoco los adversarios de la dialéctica quieren ya posponer indefinidamente una teoría que rinde cuenta del verdadero interés de la sociología. La controversia es esen-
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cialmente una controversia sobre la interpretación - a no ser que se des tierre justo la demanda de la misma al limbo de lo extracientífico. Una teoría dialéctica de la sociedad concierne a leyes estructurales que condicion an los hechos, se manifiestan en ellos y se ven modificadas por ''.l.os m. s·m·. s..P· .. P· or· _·l eye s s t r u · c · _ .a _.es. entie·n·.d···e tendencias 5 1 . ~ .se .se•• i _ ~ de ~ f o r m a más o me:nQs fi)giramente es.tricta de constin1yentesgi§.t\S_ricos.1VIO; é i e 1 ~ ~ - marxistas de ello f u e r ~ i i 1 ; 1 ~ y del v a : f o r , T ~ i ~ y de la c u m ~ n la ley del colapso. La teoría dialéctica no se refiere con el concepto de es tructur a a esqu esquemas emas de orden en los que los hallazgos sociol6gicos se pue den clasificar de la forma más completa, continua y libre de contradic ci6n posible; no se trata por tanto de sistemati sistematizaciones zaciones,, sino del sistema de la sociedad que se coordina previamente con los procedimien tos y da tos del conocimiento cientí científico. fico. Lo último que le es lícito a una teoría así es hurtarse a los datos, no puede enderezarlos de acuerdo con el thema probandum De lo contrario, recaería de hecho en el dogmatismo y re petiría a través de la idea lo que el poder asentado en el bloque del Este ejerci6 a través del instrumento del materialismo dialéctico; se detiene lo º
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que, según su propio concepto, no puede pensarse de otro modo que en movimiento. on el fetichismo de los hechos se corresponde un fetichismo de J¡is leyes C > ' I J f e ü Y a $ ' . L a ¿ c I T a T & r i ~ ; ' q ~ e · - ; ~ Í í ~ ~ ; J i - p - ; : p á d ó C : ~ n T i ' C i ~ í ' ; ; ; 5 ¡ ~ ~ ' r ' r ; ; n _ ~ ¿ : I ; _ " ¿ ~ f p r ~ c t : ; ' 1 ' : n i n i o de las mismas, no las ensalza, sino que las cri tica al igual que critica la ilusi6n según la cual lo individual y concreto determinaría ya hic et nunc el curso del mundo. Probablemente lo indi vidual y concreto no se encuentra aún bajo su hechizo. on la palabra pluralismo se supone la utopía como si se diera ya; este término sirve como apaciguamiento. Por eso, la teoría dialéctica, que se refleja críticamente a sí misma, misma, no pued e por su parte organizarse de forma doméstica en el me dio de lo general. Rom per co n ese medio y escapar de él es justamente su intenci6n. Tampoco ella está inmunizada frente a la err6nea separaci6n entre pensamiento enfático e inves investigaci6n tigaci6n em empírica. pírica. Hace algún tiempo me explic6 un intelectual ruso de considerabl considerablee influencia que en la Uni6n Soviética la sociología es una ciencia nueva. nueva. on ello se refería a la em pírica; píric a; que ésta pudiere tener algo que ver en su país con la doctrin a de la sociedad aprobada como religi6n estatal, lo tenía poco más presente que el hecho de que Marx realizase encuestas. La
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l]f-~;~~~9g~f~~ ¿~~b;¡~~~~;~~c¿~:~·~~l~p~;¡¡~~~;~~;~¡° ~¿~ nopolio» sin tener en cuenta el estado de cosas que se corresponde con
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estos términos, y lo que alcanza su ámbito de validez, es tan err6neo, esto es, irracional, como una forma de comportamiento que, por mor de su representaci6n obcecadamente nominalista del ~ s t a d o d ~ cosas, se .cierra a la posibilidad de que conceptos como el de sociedad de mtercamb10 mtercamb10 po sean su objetividad, y ponen de manifiesto una coerci6n de lo general tras los estados de cosas que en modo alguno se puede traducir jamás de for ma suficiente en estados de cosas operacionalmente definidos. Hay que contrarrestar ambos errores; en esa misma medida, la temática del con greso, capitalismo tardío o sociedad industrial, testimonia la intenci6n metodol6gica de la autocrítica a partir de la libértad. .
c u e ~ ~ ~ e s ~ i ~ ~ r . ~ ~ ; ~ ~ ~ J : ; ~ 1 ~ ? ~ ; ~ ; * ~ f ; ; ~ ~ ~ e i % t : ~ ~·~l:- l"'&~
optar por una o por otra definici6n, aunque s6lo fuera desde J el punto de vista te6rico, son ellas ~ i s m a s ya ~ i t u a c i o n e s de .coerción, piadas de las que se dan en una sociedad no libre y transfendas al espm tu, al que le concerniría hacer lo que está a su alcance para quebrar la falta de libertad mediante su reflexi6n pertinaz. Además, el dialéctico no debe
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tardíoo soqeCfa { mdt smaC ;:fef mismo modo que tampoco puede verse. ; ~ ¡ ; [ ~ ~ h ~ , ~ ~ ~ ~ f p ~ ~ ~ d ~ l ~ ~ ; : J ~ t e por-un-lado/por-otro-lado. Tiene que pro
tegerse primero frente a la simplificación, contra el consejo de Brecht, por que los refinados hábitos intelectuales le sugieren la respuesta refinada del mismo modo que a sus contrincantes les resulta fácil la respuesta opuesta. Quien no permite construir mal la experiencia experiencia de la preeminencia de la estructura sobre los estados de cosas no despre despreciará ciará de antemano las con tradicciones, como hacen la mayoría de sus adversarios, como propias del método, como errores l6gicos, e intentará eliminarlas mediante la sirito nizaci6n de la sistemática científica. En lugar de ello ello,, rastreará sus huellas en el seno de la estructura, que fue antag6nica desde que hay sociedad en sentido enfático, y que lo sigui6 siendo, tal como lo demuestran de forma pronuncia da los conflictos conflictos de política exterior y la posibilid posibilidad ad perman ente de una catástrofe bélica, recientemente también la invasi6n rusa de Che coslovaquia. Esto lo pasa por alto un pensamiento alternativo ~ u e proyecta ininterrum pidamente sobre lo que ha y que pensar la aus ausencia encia de contra dicci6n de carácter l6gic l6gico o formal. formal. No hay que elegir, elegir, de acuerdo c on el p ~ n . to de vista o gusto científico, en'trelas c l o s - ~ : _ n : ~ ~ ~ : ~ _ i _ 9 C J _ _ 9 , ~ ~ - ~ l l - ~ ~ c i ~ l }
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Contradictoria es la relación relación que guardan en tre sí algunos pronósticos de la teoría dialéctica. Varios de ellos no se cumplieron en absoluto; cier cier tas categorías categorías teóri teórico-analíticas co-analíticas conduce conducenn entre entretanto tanto a aporías que· sólo pue den eliminarse del mundo de un modo altamente artificial. Otras pre dicciones, diccione s, en origen unidas de forma estrecha a aqu aquéllas, éllas, se han confirmado convincentemente. Tampoco quien no ve en las predicciones el sentido
de hecho a través través de la industrialización-, entonces se ve afectado por ello el núcleo, la teoría de la plusvalía. La carencia áctual de una teoría objeti va del valor está condicionada no sólo por el enfoque de la economía de escuela aceptada hoy académicamente de forma casi exclusiva. Remite a la dificultad prohibitiva de fundamentar objetivamente la formación de clases sin teoría de la plusvalía. A los no economistas les va a parecer que
de la que teoría se sea conformará, a la luz de la pretensión de laTales teoríadivergencias dialéctica, .;:,on ésta en parte verdadera, y en parte falsa. de la explicación teórica. Que no ueda hablars hablarsee de una
también la denominada teoría neomarxista intenta cubrir suslalagunas en el tratamiento de los problemas constitutivos con resto restos s de eco nomía subjetiva. Responsable de ello no es sólo ciertamente el debilitamiento de la capacidad teórica. Resulta pensable que la sociedad actual se escape a
¡precisan a su vez c o ~ c i e _
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· c : í ó n ~ e : q ; 1 a ú s i E ~ · - a t 1 · · ¿ ~ r ; i i ~ í ~ < l ~ - ~ ~ i i ~ l e ~ c G : · · ¿ ~ a ; ~ ~ ~ que los trabajado-
no siguieron depauperándose, que se vieron integrados de forma cre cre ciente dentro de la sociedad burguesa y de sus fotuici fotuiciones, ones, c omo no era previsibl previ siblee dur ante e inmediatamen te déspués de la revolución industrial, cuando el proletariado industrial se reclutaba entre los paupérrimos y se hallaba en situación semimarginal respecto de la sociedad. El ser social no \produce de forma inmediata la conciencia de clase . Sin q;'ielas rñaSas ·y é l f ó ~ C l é B i J ~ · ~ ~ ~ ¿ ~ ~ t ~ y p r e c I ~ ~ ~ e n t e t integraéióri social social,, tenga.i1 algo más en las manos su destino social que hace ciento veinte años, prescin den no sólo de la solidaridad de clas clase, e, sino de la plena conciencia del he cho de ser objetos, no sujetos del proceso social que sin embargo mantie nen en curso en tant tantoo que sujetos. La conciencia de clase, de la que deb debería ería depender el salto cualitativo según la teoría marxista, era a la vez según ésta un epifenómeno. Cua ndo, sin embargo, en los pa paíse ísess prototípicos de res
la de clases, sobre todo Estados Unidos, no prospera a lo lar go relación de dilatados periodos ninguna conciencia de clase, si es queyaalguna vez estuvo viva allí; cuando la cuestión del proletariado se convierte en ima gen que se ve según se mire, la cantidad se torna calida calidad, d, y la sospecha de mitología conceptual ha de reprimirse en todo caso por decreto, no pue de eliminarse con el pensamiento. La evolución resulta difícil de separar el ~ ~ 1 ~ ~ - 4 ~ ~ . ~ Q . Ú i l . m ~ a j - ~ ; : t ~ ~ - ~ e q t r r s ' . ' : . . § · Esto explt 'caría en clave económico-objetiva a ' i e l a C i ó r í ~ e s yeI crecimiento del antagonismo antag onismo de clase. clase. Si desciende de forma tendencia hasta un valor lí mite, sin embargo, la porción de trabajo í v o ~ m g exclusivamente, según su concepto, la plusvalí plusvalíaa -debido al. alcance del progreso técnico,
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una teoría en sí coherente. Marx lo tuvo más fácil en la medida en que dispuso en ciencia del sistema maduro del liberalismo. Él sólo necesitaba preguntar si el capitalismo, en sus categorías dinámicas propias, se co rresponde con este modelo, para producir, con una negación determina da del sistema teórico teórico que le venía previamente dado, una teoría, por su parte, con apariencia de sistema. No obstante, la economía de mercado está tan agujereada que se mofa de cualquier co nfrontación de esta esp espe e cie. La irracionalidad de la estructura social actual impide su despliegue racional en la teoría. La perspectiva que transfiere la dirección de los pro cesos cesos económico económicoss al poder político se sigue ciertamente de la dinámica de ducible del sistema, pero se ve inclinada a la vez hacia la irracionalidad ob jetiva. Esto, no sólo el dogmatismo estéril de sus adeptos, podría ayudar a explicar por qué hace tiempo que no se ha alcanzado ya una teoría ob jetiva de la sociedad que resulte convincente. Bajo este aspecto la renun cia a esa teoría no sería progreso crítico del espíritu científico, sino expre sión de la resignación forzosa. De forma paralela a la involución de la sociedad se desarrolla la involu involución ción del pensa pensamient mientoo sobre ésta. ·
A lo cual se oponen, sin embargo, hechos no menos drásticos, que ~ . u pa.rte sól_o.pued·e·n i n t e ~ t . a r s e violenta y ar6itrartamente sin em ¡·· E l . s a , r . . ~ . 5 : . < ? : C : . ~ E E l ª Y . S i : a ~ j ¡ a l i s n ; ñ . ' ' . E r d o ~ i l l í ü S ü b r e Ios Iosser serés. és.húf húffia fia-- · nos se sigue ejerciendo ejerciendo a travé travéss del proceso económico. Objetos del cu al· no so n ya sólo las masa masas, s, sino tambié n los que mand an y sus partidarios partidarios.. Según la vieja teoría se convirtieron en gran medida en funciones de su p r o p i ~ aparato p r o d u c c i ó n . f u ~ c u ~ s ~ ~ . 1 . 1 ; } E ~ ~ Z ~ ~ ~ : 1 ; , ~ L ~ : i ; E ~ l a r ~ ; : : ~ _ ~ J ~ ~ ~ ~ 1 p
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; f ; ~ K t , ~ 4 ~ ~ J i ~ g ~ ¿ : ~ ~ ~ ; f ~ f r ~ ~ ; ~ ; ~ : t 7 : ; ~ ~ ~ ~ f auce
y sigue r
ya las clases tal como se presentan en menos una estructura que anticipó l antisocialista
e p r o d u c i e h c l o , ~ s i no
Germinal de Zola, al
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Nietzsche con la fórmula D A & Q f l i l J m e J l J : e , n e ~ e ~ a r i a . Es socialmente necesaria necesaria porque, de momentos, en el pasado separados entre sí del proceso social, in c l ~ i d o s los s ~ r e s human os viv vivos, os, han sido reducidos a una especie de co mun d ~ n ? m m a d o r . La producción ~ a t ~ r i a l , la d i s t r i b u ~ i ó n , el consumq se adm111istran conjuntamente. Sus limites, que en su tiempo aún s e p a ~
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mo., y. tení·a·n· e.n. e.u. en.ta con ello la diferencia cualitativa, nado. Todo es uno. La totalidad de los procesos de m e d aaa
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