Absceso de Pared

May 24, 2018 | Author: Sthefania Caña | Category: Caesarean Section, Childbirth, Infants, Nursing, Public Health
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UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” DECANATO DE MEDICINA PROGRAMA DE ENFERMERÍA

FACTORES DE RIESGO QUE INCIDEN EN LA APARICIÓN DE ABSCESOS DE PARED EN PACIENTES POST - CESAREADAS. UNIDADES II Y III DE GINECO – OBSTETRICIA DURANTE EL TURNO 1-7 P.M. HOSPITAL CENTRAL UNIVERSITARIO UNIVERSITARIO “ANTONIO “ANTONIO MARÍA PINEDA”. PINEDA ”. BARQUISIMETO. BARQUISIMETO. FEBRERO – JUNIO 2005

SRAUBRY PÉREZ DULCE RIVAS ANA T. TORREALBA

BARQUISIMETO, JUNIO 2005

UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” DECANATO DE MEDICINA PROGRAMA DE ENFERMERÍA

FACTORES DE RIESGO QUE INCIDEN EN LA APARICIÓN DE ABSCESOS DE PARED EN PACIENTES POST - CESAREADAS. UNIDADES II Y III DE GINECO – OBSTETRICIA DURANTE EL TURNO 1-7 P.M. HOSPITAL CENTRAL UNIVERSITARIO UNIVERSITARIO “ANTONIO “ANTONIO MARÍA PINEDA”. PINEDA ”. BARQUISIMETO. BARQUISIMETO. FEBRERO – JUNIO 2005

Autoras: Autoras:

Pérez, Sraubry Rivas, Dulce Torrealba, Ana T.

Tutora: Tutora:

Lic. Elsa Vargas Vargas

Barquisimeto, Junio 2005

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UNIVERSIDAD CENTROCCIDENTAL CENTROCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” DECANATO DE MEDICINA PROGRAMA DE ENFERMERÍA

FACTORES DE RIESGO QUE INCIDEN EN LA APARICIÓN DE ABSCESOS DE PARED EN PACIENTES POST - CESAREADAS. UNIDADES II Y III DE GINECO – OBSTETRICIA DURANTE EL TURNO 1-7 P.M. HOSPITAL CENTRAL UNIVERSITARIO UNIVERSITARIO “ANTONIO “ANTONIO MARÍA PINEDA”. PINEDA ”. BARQUISIMETO. BARQUISIMETO. FEBRERO – JUNIO 2005

Autoras: Autoras:

Pérez, Sraubry Rivas, Dulce Torrealba, Ana T.

Tutora: Tutora:

Lic. Elsa Vargas Vargas

Barquisimeto, Junio 2005

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ÍNDICE Pág. ÍNDICE DE CUADROS

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RESUMEN

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INTRODUCCIÓN

1

CAPÍTULOS I. EL PROBLEMA

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Planteamiento del problema

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Objetivos

6

Justificación e importancia

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Alcances y limitaciones

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II. II . MARCO TEÓRICO

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Antecedentes

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Bases teóricas

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Bases conceptuales

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Operacionalización de variables

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Definición de términos

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III. III . MARCO METODOLÓGICO METODOLÓGICO

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Tipo de investigación

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Población y muestra

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Técnicas e instrumentos de recolección de datos

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Procedimiento a seguir para la recolección de datos

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IV. PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS

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V. CONCLUSIONES CONCLUSIONES Y RECOMENDACION RECOMENDACIONES ES

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Conclusiones

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Recomendaciones

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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ANEXOS

3

ÍNDICE DE CUADROS Cuadro 1

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8

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Pág.

Distribución por edad de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”. Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. Distribución por grado de instrucción de las pacientes postcesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”. Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, según convivencia familiar. Barquisimeto. FebreroJunio 2005. Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” según número de gestas. Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, según tipo de cesárea. Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. Distribución de las pacientes post-cesareadas según el tipo de complicación durante el embarazo. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. Distribución de las pacientes post-cesareadas según el tipo de  procedimiento realizado. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. Distribución de las pacientes post-cesareadas según el tiempo de estadía en la Sala de Partos. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. Distribución de las pacientes post-cesareadas según la frecuencia de

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realización de la cura. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005. 10

Distribución de las pacientes post-cesareadas según los días de hospitalización. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

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FACTORES DE RIESGO QUE INCIDEN EN LA APARICIÓN DE ABSCESOS DE PARED EN PACIENTES POST - CESAREADAS. UNIDADES II Y III DE GINECO – OBSTETRICIA DURANTE EL TURNO 1-7 P.M. HOSPITAL CENTRAL UNIVERSITARIO “ANTONIO MARÍA PINEDA”. BARQUISIMETO. FEBRERO – JUNIO 2005 Autoras: Tutora:

Pérez, Sraubry Rivas, Dulce Torrealba, Ana T. Lic. Elsa Vargas

Resumen Con la finalidad de determinar los factores de riesgo que inciden en la aparición de abscesos de pared en las postcesareadas, se realizó un estudio descriptivo transversal de campo, con una muestra de seis pacientes postcesareadas de las unidades II y III de Gineco-Obstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” de Barquisimeto, en el turno comprendido entre la 1 y 7 p.m., durante Febrero-Junio 2005. Estas pacientes fueron evaluadas por medio de una encuesta que constaba de dos partes, donde se registraron datos personales y datos institucionales, los cuales constituían de 22 preguntas de selección simple. Luego de aplicado el instrumento de recolección de datos se llegaron a las siguientes conclusiones: el 66,6% de las  pacientes presentaron infecciones durante el embarazo, el 50% de las pacientes usaron kits quirúrgicos al momento de ingresar al pabellón, el 49,9% permanecieron en sala de partos durante más de 7 horas, al 83,3% no le realizaron la cura de la incisión quirúrgica durante su estadía en la unidad y su hospitalización fue de un día que representa un 66.6%.

Palabras clave : Post-cesárea; Absceso de pared

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INTRODUCCIÓN Las cesáreas se definen como el nacimiento del feto por medio de una incisión en la pared abdominal y en la pared uterina. Existen dos tipos de cesáreas, la llamada transversal o de Fanniestiel y vertical o clásica, y éstas son realizadas según el grado de complicación que tenga la paciente al momento del parto. Las complicaciones de las cesáreas son variables y es por ello que el personal de salud no sólo la enfermera sino también el médico deben prestarle el cuidado oportuno en las tres etapas de los cuidados operatorios, ya que durante estas etapas como son pre-operatorio, tras-operatorio y post-operatorio, es cunado se presentan dichas complicaciones. El presente estudio de investigación tiene como objetivo general determinar los factores de riesgo que inciden en la aparición de los abscesos de pared en las  pacientes post-cesareadas en las unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” de Barquisimeto, en el turno 1-7 p.m., durante los meses Febrero-Junio 2005. Además tiene como objetivos específicos identificar los factores de riesgo personales e institucionales como incidencia en los abscesos de pared. Esta investigación está conformada por cinco capítulos, los cuales están distribuidos de la siguiente manera: Capítulo I: conformado por el planteamiento del problema, los objetivos de la investigación, la justificación, su alcance y limitaciones. Capítulo II: Marco teórico,

cita los antecedentes similares del estudio de

investigación, las bases teóricas y conceptuales, operacionalización de variables y la definición de términos. Capítulo III: Diseño Metodológico, donde se explica el tipo de investigación, la  población, la muestra y el instrumento de recolección de datos. Capítulo IV: Presentación y análisis de los resultados obtenidos en el estudio. Capítulo V: Conclusiones y recomendaciones del estudio.

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Finalmente se presentan las referencias bibliográficas que dieron sustento a la investigación y los anexos que la complementan.

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CAPITULO I EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema Cunninghan y colaboradores (2003) nos habla de que el origen del término cesárea es oscuro y que surgieron tres explicaciones principales: 1. De acuerdo con la leyenda, Julio César nació de este modo, por lo cual el  procedimiento se conoció como operación cesareana. Varias circunstancias debilitan está explicación.

Primero la madre de Julio Cesar vivió muchos años

después de su nacimiento en el año 100 a.c y hasta por lo menos el siglo XVII, la operación era casi siempre fatal.

En segundo lugar ningún escritor médico

menciona la operación, ya sea en un reino o un muerto. 2. Se creyó que el nombre de la operación proviene de una ley romana, que supuestamente creo Numa Pompilius (siglo VIII ac) en la que ordenaba que se realizará este procedimiento entre las mujeres que morían en las últimas semanas del embarazo, con la esperanza de salvar al niño. 3. La palabra cesárea provino en algún momento de la Edad Media del verbo latino Caedere “cortar”. El punto de cambio en la evolución de las cesáreas se produjo en 1882. Cuando Max Sauger, que en este momento era ayudante de 28 años de Crede en la Universidad Clínica en Leipzig, introdujo la sutura de la pared uterina.

Hubo una

gran receptividad por parte de los otros médicos ya que creían que las suturas en el útero eran superfluas y peligrosas, ya podían generar infección.

Para tratar de

enfrentar estas objeciones Sauger documentó su valor, no desde los Centros médicos sofisticados de Europa, sino desde la frontera de América. Allí en puestos de Ohio

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hasta Luisiana, comunicó 17 cesáreas en los que utilizó suturas de hilo de plata y logró una supervivencia de 3 mujeres, un record para la época.

Aunque la

introducción de la sutura redujo la tasa de mortalidad de la operación debido a la hemorragia, la peritonitis generalizada se mantuvo como una causa predominante de muerte. Por lo tanto, se instrumentaron varios tipos de operaciones para combatir este  problema, el más temprano fue el procedimiento de Porro (1876), que combinó la histerectomía subtotal post-cesárea con la marsupialización

del muñón cervical.

Frank (1907), descubrió la primera operación extraperitoneal que se empleó hasta hace pocos años.

En 1912 Kronig objetó que la principal ventaja de la técnica

extraperitoneal no era evitar la cavidad peritoneal sino que era la apertura del útero o a través de su segmento inferior delgado.

Con pocas modificaciones Beck (1919)

introdujo esta técnica en Estados Unidos y Delee (1922) la popularizó.

Una

modificación importante fue la recomendada por Kerr en 1926, que prefería la incisión uterino transversal o la longitudinal y ésta es el tipo de cesárea que más se usa en la actualidad. Por otro lado, Cunningham (2002), define la cesárea como el nacimiento de un feto por medio de una incisión en la pared abdominal (Laparotomía) o en la pared uterina (histerectomía).

Así mismo señala que se estima que de 10 mujeres que

ingresan en la unidad de admisión obstétrica uno de ellos es sometida A cesárea por emergencias como son: desproporción cefalopélvica, sufrimiento fetal, cesárea  previa, hipertensión arterial inducida por el embarazo, distocia del trabajo de parto, ruptura prematura de membrana entre otros; o por ser cesáreas electivas sin ninguna complicación. Así mismo, Reeder (1996), define la cesárea como la extracción del feto por una incisión abdominal y uterina.

Así objeta que durante el periodo post-operatorio de

una cesárea existen complicaciones entre los cuales se encuentran las infecciones de heridas, estos se presentan entre un 6% a un 11%. Señala que existen otros tipos de complicaciones como los que comprometen la cavidad abdominal en donde se citan los abscesos de pared llamados también celulitis pélvica por Dickafon Silverman y

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Shult (1995), y que ocurren entre 16% - 58% cuya infección se extiende por los vasos sanguíneos y linfáticos hasta el tejido conectivo del ligamento ancho y otras estructuras pélvicas. Los microorganismos ascendentes provenientes de la microflora vaginal son los agentes patógenos más comunes y la infección es polimicrobiana, en la mayoría de los casos se desarrolla un absceso en la región central que se extiende en forma ascendente hacia el fondo del saco posterior o en dirección ascendente hacia el ligamento inguinal. Los síntomas más frecuentes son fiebre persistente que alcanza hasta 39° C – 40° C, escalofríos molestos, mal olor en el área de la incisión, supuración, letargo, cuenta y formula blanca aumentada a más de 11.000 mm3 . Los pacientes que van a someterse a una cesárea requieren un cuidado especial tanto por parte del médico como de enfermería. Ambos deben alistar a la madre para la intervención explicándole de manera sencilla y breve en que consiste la cirugía y los procedimientos que deberán realizarse.

Tanto médico como enfermeros deben

mantener las técnicas de asepsia y antisepsia durante los periodos pre-operatorios, trans-operatorios y post- operatorio, estar atentos a los cuidados de la paciente ya sea en su parte biológica como en su físico y hemodinámia para ello se deben valorar signos vitales, administración de fármacos, entre otros. Luego la valoración del post operatorio la cual es lo más importante ya que es en esta en donde la madre comienza a recuperarse y por ende el cuidado es mucho mayor, es aconsejable valorar aquellas áreas y signos en donde puedan presentarse  posibles complicaciones como los loquios, la involución uterina, perineo, atención a la evacuación de la vejiga y de intestinos, mamas, incisión quirúrgica y movilidad e higiene; además de instruir a la madre a cerca de indicios de infección, hemorragias, trombosis y

deshinencia de la herida.

Médicos y enfermeros deben ser un equipo

interactivo que les permita proporcionarle a la madre una pronta recuperación y reducir el número de complicaciones. En las Unidades II y III de Gineco - Obstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” de Barquisimeto, se puede observar que el ingreso promedio de pacientes post-cesáreadas, su permanencia en la unidad es de 48

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horas, donde reciben atención clínica como administración de antibióticos, cura local, entre otros. Sin embargo también se observa un reingreso de estas pacientes con abscesos de pared, quienes son aisladas y las cuales se someten a terapia farmacológica endovenosa por largos días y a curas diarias, desconociéndose así los factores de riesgo a los cuales se exponen las pacientes post-cesareadas. Luego de conocer la problemática expuesta anteriormente y apoyándonos en el “Deber ser” es necesario que se planteen las siguientes interrogantes: §

¿Existen factores personales que influyan en la aparición de abscesos de pared?.

§

¿Son los factores institucionales los que influyen en la aparición de abscesos de  pared?

Objetivos Objetivo General

Determinar los factores de riesgo que inciden en la aparición de abscesos de  pared en pacientes post-cesareadas en Unidades II y III de Gineco–Obstetricia durante el turno 1-7 p.m. Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” de Barquisimeto. Febrero – Junio 2005. Objetivos Específicos §

Identificar los factores personales que inciden en la aparición de abscesos de  pared.

§

Descubrir los factores institucionales que inciden en la aparición de abscesos de  pared.

Justificación del Estudio En la actualidad existen numerosos tipos de intervenciones quirúrgicas entre los cuales tenemos las “Cesáreas”, estas comprometen no sólo a la madre sino al nuevo fruto, el recién nacido. Por las múltiples complicaciones que ello acarrea, es por ello

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que durante nuestras Pasantias por las Unidades II y III de Gineco- Obstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” de Barquisimeto, se observó que muchos de las pacientes presentaban infecciones luego de las cesáreas y entre ellas la más común eran los llamados abscesos de pared. Por ésta razón se tomó la iniciativa de realizar el siguiente trabajo de investigación que tendrá como meta determinar los factores de riesgo que inciden en la aparición de dichos abscesos, logrando así dejar aportes a los siguientes investigaciones científicas garantizando un avance en esta área. Este trabajo servirá de sustento para avaluar el trabajo del equipo de salud dentro de las unidades y el resultado que se obtenga en el estudio nos permitirá la búsqueda de soluciones para mejorar la problemática en las unidades y reducir el número de infecciones.

Alcances y Limitaciones La siguiente investigación se realizará en las Unidades II y III de GinecoObstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” con la finalidad de proporcionar y adquirir conocimientos sobre la problemática y buscar  posibles soluciones para garantizar un mejor cuidado de los pacientes. En nuestro estudio existen diversas limitaciones en cuanto a recursos humanos, materiales y financieros pero la más importante es el factor tiempo por la carga horaria del semestre en estudio.

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CAPITULO II MARCO TEORICO

Antecedentes del Estudio Palencia (1998-1999), realizó un trabajo de investigación titulado “Cultivo y Antibiograma de Abscesos de Pared Post-cesárea en el servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Central Antonio María Pineda”, cuyo objetivo fue determinar mediante el cultivo y antibiograma de la secreción de la herida operatoria, el agente  bacteriano más frecuente en los abscesos de pared post-cesárea Hospital Central “Antonio María Pineda” durante el lapso de noviembre de 1998 – febrero de 1999. Este estudio pretende evidenciar la aplicación del cultivo y antibiograma para establecer un patrón de gérmenes y sensibilidad o diferentes antibióticos en la  presencia de complicaciones infecciosas de la operación de cesárea, así mismo especificar

los medios de asepsia y antisepsia que se deben tomar en el área de

 pabellón y la antibioticoterapia profiláctica pre-operatoria. Los resultados obtenidos para la fecha fueron los siguientes del estudio de 1480 cesáreas, 42 presentaron infecciones de la herida operatoria lo que presentó el 2,8 %. El tipo de infección encontrada fue polimicrobiana (en el método de “Carny – Blair”) coexistiendo gérmenes gram negativos y gram positivos en un mismo paciente cuyo  patógeno más susceptible fue el staphilococos Aureums.

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Bases Teóricas Evol ución H istórica de la Cesárea

Cunninghan y colaboradores (2003), definen la cesárea como el nacimiento de un feto por medio de una incisión en la pared Abdominal (laparotomía) y en la pared uterina (histerectomía). El origen del término cesárea, según Cunninghan radica en tres explicaciones  principales: 1. De acuerdo con la leyenda Julio Cesar nació de este método, por lo cuál, el  procedimiento se conoció como operación cesaréana. debilitan esta explicación.

Varias circunstancias

Primero la madre de Julio César vivió muchos años

después de su nacimiento en el año 100 ac. y hasta por lo menos el siglo XVII la operación era casi siempre fatal.

En segundo lugar ningún escritor médico

menciona la operación, ya sea en un vivo o en un muerto. 2. Se creyó que el nombre de la operación proviene de una ley romana, que supuestamente creó Numa Pompilius (siglo VIII ac) en la que ordenaba que se realizará este procedimiento entre las mujeres que morían en las últimas semanas del embarazo, con la esperanza de salvar al niño. 3. La palabra cesárea provino en algún momento de la edad media del verbo latino Caedere, que significa “cortar” El punto de cambio en la evolución de las cesáreas se produjo en 1882 cuando Max Sänger, que en este momento era ayudante de 28 años de Crede en la Universidad Clinic en Leipzig; introdujo la sutura de la pared uterina. Hubo una gran negatividad por parte de los otros médicos, ya que creían que las suturas en el útero eran superfluas y peligrosas, ya que podían generar infección. Para tratar de enfrentar estas objeciones, Sänger documentó valor, no desde los centros médicos sofisticados de Europa, sino desde la frontera de América.

Allí en puestos desde Ohio hasta

Louisiana, comunicó 17 cesáreas en las que se utilizaron suturas de hilo de plata y logró una supervivencia de 3 mujeres, un record para la época.

Aunque la

introducción de la sutura redujo la tasa de mortalidad de la operación debido a la

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hemorragia, la peritonitis generalizada se mantuvo como una causa predominante de muerte. Por lo tanto, se instrumentaron varios tipos de operaciones para combatir este  problema, el más temprano fue el procedimiento de Porro (1876), que combinó la histerectomía subtotal post-cesárea con la marsupialización

del muñón cervical.

Frank (1907), descubrió la primera operación extraperitoneal que se empleó hasta hace pocos años.

En 1912 Kronig objetó que la principal ventaja de la técnica

extraperitoneal no era evitar la cavidad peritoneal sino que era la apertura del útero o a través de su segmento inferior delgado.

Con pocas modificaciones Beck (1919)

introdujo esta técnica en Estados Unidos y Delee (1922) la popularizó.

Una

modificación importante fue la recomendada por Kerr en 1926, que prefería la incisión uterino transversal o la longitudinal y esta es el tipo de cesárea que más se usa en la actualidad. Tipos de Cesá reas

Según el Manual de Enfermería del Grupo Océano existen 2 tipos de Cesáreas: la cesárea clásica mediante una incisión abdominal vertical, y la cesárea realizada en el segmento inferior. 1. Cesárea del segmento inferior : En está se efectúa una incisión de Pfannenstiel o “herida en bikini”, en sentido transverso a nivel del montes de venus. Ventajas: a) La perdida de sangre es mínima.  b) Se reduce el riesgo de que se rompa la cicatriz uterina durante los embarazos subsecuentes. c) Hay menos distensión abdominal en el postoperatorio. d) Disminuye la posibilidad de debilitamiento y rotura de la cicatriz del útero  porque el tejido que está en el segmento inferior del útero es menos contráctil que el cuerpo de este órgano.

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 Desventajas: a) El procedimiento requiere mayor tiempo.  b) No es útil en caso de urgencia, porque las características anatómicas de la región limitan la ampliación de la herida quirúrgica y el espacio en el que se  puede trabajar es realmente limitado. 2. Cesárea Clásica : Se efectúa mediante una incisión vertical en la línea media sobre la piel abdominal y la pared del cuerpo uterino. Ventajas: a) Más facil acceso al feto que se encuentra en situación transversa.  b) Mejor acceso cuando existen adherencias abdominales por cirugía previa. c) Nacimiento rápido cuando está en peligro la salud de la madre. d) Puede usarse cuando el parto vaginal plantea riesgos fetales o maternos.  Desventajas: a) Se pierde más sangre, por el corte de vasos Miometriales de gran calibre.  b) La musculatura uterina queda debilitada por la incisión en la línea media. c) Aumenta el riesgo de rotura uterina en embarazos subsecuentes. d) Es una operación abdominal mayor. e) Es más alta la tasa de morbi-mortalidad materna que en el caso de parto vaginal. f) Ocurren complicaciones quirúrgicas como hemorragias y lesiones de los órganos pélvicos o abdominales. g) El riesgo de infección es mayor. I ndicaciones de las Cesáreas y sus Cuidados Post-operator ios I nmediatos

Cunninghaw en su tratado de obstetricia Willians nos define las indicaciones más comunes de cesáreas representando estas el 85%: 1. Cesáreas Previas: Durante muchos años, se creyó que estaba contraindicado el trabajo de parto en un útero con cicatrices debido al miedo de ruptura uterina. Es 18

 por ello que en 1916, Cragin realizó su famoso, y ahora excesivo  pronunciamiento “una cesárea, siempre cesárea”.

Esto quiere decir que es más

conveniente que después de una cesárea se sigan realizando las cesáreas en una  paciente para evitar el riesgo de ruptura uterina. Tasas de ruptura uterina de acuerdo con el tipo de incisión y la ubicación de la incisión uterina.

Tipos de Incisión Uterina

Ruptura estimada

Clásica Con forma de T Vertical Bajo Transversal Bajo

4–9 4–9 1–7 0,2 – 1,5

El American College of Obstetricians and Gynecologists (1999), comentó que “resulta evidente que el VBAC se asocial con un riesgo pequeño pero significativo de ruptura uterina con resultados malos para la madre y para el niño”.

Estos resultados generaron una evaluación más exhaustiva del trabajo de

 parto, así mismo propone una serie de recomendaciones que se presentan en el siguiente cuadro. Recomendaciones

del

American

College

of

Obstetricians

and

Gynecologists (1999) para seleccionar las candidatas para el parto vaginal después de una cesárea anterior (VBAC).

-

Criterios de Selección Una o dos cesáreas segmentarias previas. Pelvis adecuada por clínica. Sin otras cicatrices uterinas ni rupturas uterinas previas. Médico disponible de inmediato a lo largo de todo trabajo de  parto y de realizar cesáreas de emergencia. Disponibilidad de anestesia y personal para una cesárea de emergencia.

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2.  Distocia del trabajo de parto: esta es la indicación más frecuente para la primera cesárea en los Estados Unidos y en Venezuela.

De acuerdo a Notzon y Col

(1994), hay 15 códigos IDC, 9 distintos para describir la cesárea debido a distocias del trabajo de parto. Existen varios términos descriptivos de la distocias, como son: detención secundaria de la dilatación, detención del descenso, desproporción cefalopelviana y falta de progresión. 3.  Distrés Fetal : es otro de los ni dicadores para realizar una cesárea, ya que la vida del recién nacido corre peligro; en este caso la cesárea no debe durar más de 30 minutos ya que cualquier demora sería inapropiado. 4.  Presentación Pelviana: el feto con presentación pelviana tiene mayor riesgo de  prolapso de cordón y retención de la cabeza si nacen por vía vaginal. Es por ello que una cesárea evitaría muchas complicaciones en este tipo de presentación. Complicaciones más frecuentes de una Cesárea

Reeder y Pérez Sánchez (1996), nos comentan que las complicaciones más frecuentes luego de una cesárea son infecciones de herida que representan un 6% 11% en esto se incluyen 6 abscesos de pared llamados también celulitis pélvica por Dickafon Silverman y Shult y estos ocurren en 16% - 58%.

Estas infecciones son

 polimicrobianas y los agentes patógenos más comunes son los provenientes de la flora mocrobiana vaginal; las hemorragias son otra causa de morbi-mortalidad materna y estas son las causas por las cuales las pacientes post-cesáreadas  permanecen mucho más tiempo hospitalizadas. Cu idados Post –Cesáreas

Según Pérez Sánchez (1996), las primeras 12 horas de una post -cesáreas constituyen uno de los periodos de mayor riesgo materno, ya sea por las complicaciones

inherentes al acto ginecológico

o por complicaciones derivadas

de la patología materna de base (diabetes, cardiopatías, preeclampsia – eclampsia). De ahí que los cuidados e indicaciones post -cesáreas dividen en generales y

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específicos.

Los primeros se efectúan a todo paciente cesariza da y los segundos

corresponden al tratamiento de la patología materna de base. Control de los signos vitales : La paciente debe permanecer por lo menos, las

 primeras 12 horas en una sala de recuperación, la cual debe contar con personal  paramédico suficiente para realizar el control de los signos vitales cada 15 minutos, durante las primeras dos horas.

Este recinto debe disponer de terminales

de oxigeno para respiración, además de los equipos y medicamentos necesarios  para solucionar una emergencia (paro cardíaco). Control de la genitorragia:

Se debe observar frecuentemente la perdida de

sangre a través de los genitales externos y es recomendable guardar los apósitos  para cuantificar la genitorragia según el peso de éstos. más

Una de las complicaciones

vistas de la operación cesárea es la hemorragia postoperatoria, secundaria a

la inercia uterina, de ahí que se acepta como profilaxis el uso de retractores uterinos, como la oxitocina (10 unidades en 500 ml de solución glucosalina). Se debe palpar suavemente el útero (para no producir o intensificar el dolor abdominal) el que se debe encontrar a nivel del ombligo y de consistencia firme. (retraido). Tratamiento del dolor:  Según el tipo de anestesia que haya recibido la madre, será la precocidad con que se instale el síntoma, dolor. En las anestesias generales el síntoma aparece muy precozmente, ya con la recuperación de la conciencia, mientras que con la anestesia peridual el dolor se instala gradualmente a medida que se metaboliza el anestésico, necesitándose analgesia entre 1 o 2 horas después de terminada la operación.

Los analgésicos habitualmente usados son derivados de los

opiáceos, como el clorhidrato de morfina (5 mg subcutáneo o intramuscular cada 6 horas), la meperidina (30 mg intramuscular cada 6 horas) o almidona (10 mg intramuscular cada 6 horas ) vigilando la frecuencia respiratoria dentro de la primera hora de la administración. Los opiáceos se pueden complementar en dosis intercaladas, vía intramuscular, con metamizol sódico (dipirona) en dosis de 1 g cada 6 horas.

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En general, el dolor de las primeras 24 horas post-operación no necesita más de dos dosis de opiáceos, y en el segundo día no se necesitan. Si el dolor al segundo día es de gran magnitud, es preciso pensar en una complicación. La anestesia epidural que asocia 0,1 a 0,2 mg de morfina al anestésico local,  produce muy buena analgesia durante las 24 horas que siguen a la operación (consultar Capitulo 28, anestesia en Obstetricia).  Hidratación y realimentación.

La operación cesárea compromete la cavidad

 peritoneal, la cual se contamina con sangre, líquido amniótico, vénix caseoso, etc. De ahí que el feto quirúrgico es frecuente, y no es recomendable una alimentación  precoz. Se debe asegurar un aporte de líquido no inferior a 2 litros en las primeras 24 horas, a base de una solución glucosada al 5%, con 2 g de NaCl y 1 g de KC1 por cada 500 ml. Según tolerancia, se proporcionará agua, pero a las 12 horas post-cesárea.

Al

segundo día se indicará un régimen líquido amplio para continuar con régimen liviano o completo, si la paciente ha expulsado gases por el ano. Otras medidas corresponden al cuidado de la herida operatoria, la cual debe ser destapada al segundo día, con el objeto de retirar las gruesas telas adhesivas que  pueden producir reacciones locales por tensión o hipersensibilidad cutánea, y reemplazarlas por unas más delgadas y sin tensión.

Los puntos se retiran entre el

cuarto y el séptimo día post-operatorio. Pr oceso de Enfermería en casos de cesárea

Un parto quirúrgico aumenta la angustia de los padres, incluye numerosos aspectos que deben comprenderse y aceptarse, dificulta la respiración en el puerperio, crea tirantez en la relación entre madre y recién nacido y ocasiona la necesidad de  procesar e integrar la experiencia de nacimiento modificado. La

valoración

de

enfermería

durante

el

período

preoperatorio

incluye

 parámetros físicos, evaluación de la disposición de la paciente al procedimiento y de la comprensión que de ésta tenga, así como la identificación de posibles factores de riesgo. Esta información se obtiene del expediente prenatal de la paciente (que a 22

menudo se transfiere al hospital antes de la fecha del parto), de una valoración física (signos vitales, datos de laboratorio) y de una entrevista con la paciente y su acompañante al momento del internamiento. Los cuidados de enfermería deben ayudar a que la madre y la familia tengan una experiencia satisfactoria. La mujer que se somete a una cesárea requiere la misma sensibilidad, apoyo y atención que recomienda la Interprofessional Task Force on Health Care of Women and Children en el caso de partos vaginales. La enfermera como consejera. Los factores psicoemocionales son importantes

 para las parejas en caso de una cesárea. Muchas de ellas describen sentir temor, desilusión, frustración ante la pérdida de control, pesar por no haber tenido la experiencia del parto ideal, enojo o sensación de ser víctimas o confusión por la necesidad del procedimiento. Las madres en particular son susceptibles a una menor autoestima pues su imagen corporal y las expectativas de su papel como madres  pueden sufrir a causa de la cesárea y quizá sientan que fracasaron en su función reproductiva. La preocupación por la cicatriz, en la medida en que pueda afectar sus cualidades atractivas, y las consecuencias de la cirugía en los procesos sexuales también deben considerarse. Las mujeres que se sometieron en forma previa a una cesárea o que están  programadas para una electiva, saben de antemano que el nacimiento será quirúrgico y tienen tiempo para prepararse psicológicamente ante la experiencia; hay otras que no lo anticiparon y deben adaptarse a la decisión mientras se encuentran en trabajo de  parto. Cada situación presenta sus presiones y demandas particulares. La enfermera debe prepararse para enfrentar estos sentimientos, temores e inseguridades. Debe ofrecer la oportunidad de explorar y expresar sentimientos y esclarecer dudas y malos entendidos en discusiones de grupos o individuales. Al trabajar dentro de un marco de crisis, la enfermera puede ayudar a las mujeres y sus  parejas a avanzar en las etapas pertinentes para lograr aceptación y una disposición favorable.

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La enfermera ayudará a crear un ambiente positivo al hacer hincapié en que la cesárea puede ser una experiencia satisfactoria y de realización en la que ambos  padres pueden madurar, ampliar su criterio y desarrollar su autoestima por enfrentarse de manera favorable a la experiencia. Pueden estimular el desarrollo de su relación con el recién nacido y aumentar su reciprocidad como pareja. La enfermera desempeña un papel importante al ayudar a que la pareja se encuentre preparada para los sucesos físicos y emocionales que puedan ser claves para su éxito. Preparativos preoperatori os. Entre los preparativos para la cesárea se debe

alistar a la madre para la intervención y efectuar lo que sea necesario para brindar atención al recién nacido. Por lo general, los preparativos comprenden pruebas de laboratorio, examen físico, pruebas cruzadas de compatibilidad sanguínea, rasurado abdominal y otras rutinas usuales. El médico explica el tipo de operación y de anestesia a la mujer y su familia y obtiene su consentimiento informado. Cuando la paciente se interna para una cesárea electiva, la atención de enfermería incluye la vigilancia de la frecuencia cardiaca fetal y prestar atención a signos prodrómicos inminentes de parto. No deben consumirse alimentos al menos ocho horas antes de la operación. Se rasura el abdomen inferior junto con el vello púbico. Se inserta una sonda a  permanencia que se anexa a un sistema de drenaje constante para garantizar que la vejiga permanezca vacía durante la operación. La enfermera debe asegurarse que la sonda drene en forma adecuada antes del procedimiento. Se inicia una solución intravenosa (por lo común, solución de Ringer lactado o dextrosa al 5% en 1000 ml de agua). La madre se quita los objetos de valor y se toman precauciones preoperatorias rutinarias, como quitar esmaltes de uñas, dentadura postiza, anteojos o lentes de contacto. Se administran medicamentos preoperatorios (atropina y en algunas ocasiones, un analgésico o tranquilizante suave) de acuerdo con las órdenes del médico. Además de preparar el quirófano para el procedimiento quirúrgico, la enfermera realiza los preparativos necesarios para el cuidado del recién nacido; se asegura que

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esté el equipo necesario, como cuna tibia y equipo de resucitación infantil, entre otros. Es muy útil un resucitador infantil, equipado con fuente de calor, succión, oxígeno y un marco ajustable para permitir la colocación del recién nacido en  posición adecuada. Cuidados durante la intervención quirúrgica  . La asistencia que proporcionan

las enfermeras durante la cesárea consiste en realizar la asepsia o circular en el quirófano. El equipo quirúrgico consta de obstetra, asistente, anestesiólogo, pediatra y enfermeras. La enfermera desempeña un papel esencial pues mantiene informados a los padres, los tranquiliza y narra lo que sucede. Muchas cesáreas se realizan bajo anestesia de conducción, de modo que la madre se percata de los hechos. El padre, con la vestimenta adecuada, puede estar presente y sentarse cerca de la cabeza de la madre. El equipo de cirugía debe tomar esto en cuenta en relación con lo que se comunican entre sí durante el procedimiento. Durante la cesárea debe estar presente una persona capacitada para atender al recién nacido y resucitarlo de ser necesario. Esta persona puede ser una enfermera experimentada con adiestramiento en técnicas de resucitación infantil, una enfermera anestesista, anestesióloga o perinatóloga. Debe contarse con transportación inmediata a la unidad de cuidados intensivos  perinatales en caso de complicaciones durante la cesárea. Según el estado del niño y las políticas del hospital, la atención y evaluación neonatal puede efectuarse en la sala de operaciones. En muchos hospitales se acostumbra que un pediatra se encuentre presente para hacerse cargo del recién nacido tan pronto nazca y de esta forma permite que el obstetra preste total atención a la madre. La enfermera puede dar el recién nacido al padre para que lo cargue y lo muestre a la madre en el quirófano o bien en la sala de recuperación. La enfermera debe estimular y alentar el proceso de vinculación entre padres y recién nacido al dar a la madre (cuando despierte) y al padre la oportunidad de tocar y cargar a su hijo.

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Cuando es difícil que la madre sostenga al niño, la enfermera puede hacerlo en  posición cara a cara para facilitar el vínculo materno infantil. Cuidados postoperatorios inmedi atos despué s de la cesárea. Después de una

cesárea, la mujer sufre las consecuencias de una intervención quirúrgica abdominal y de un parto. Entre los cuidados postoperatorios, se encuentran los mismos que corresponde a una operación abdominal, con los cuidados adicionales del puerperio:  Pérdida de sangre. La hemorragia se valora de igual modo que cualquier parto. Debe vigilarse si la mujer tiene una hemorragia mediante la inspección de la toalla  perineal y la revisión del fondo uterino. Como las vendas abdominales no son abultadas por lo general, la enfermera puede palpar el fondo para determinar si el útero se contrajo de forma satisfactoria.

Las suturas de la piel y las uterinas son

firmes y puede presionarse con fuerza para valorar la consistencia del útero, lo cual ocasionará incomodidad aunque no afecta las suturas. Es común que se prescriban oxitócicos para que el útero se contraiga y se controle la hemorragia. Debe observarse la cantidad y el carácter de los loquios de acuerdos con las mismas pautas que en los partos vaginales. Algunas mujeres tienen menos loquios después de una cesárea por las técnicas operatorias que se usan en la extracción de la  placenta y la hemostasis. La incisión cutánea debe examinarse de manera periódica  para detectar indicios de hematoma, hemorragia o infección. Los signos vitales se miden cada 4 horas durante los primeros días posteriores a la operación o hasta que se estabilicen. Es en particular importante observar si se presentan signos de choque o infección.  Balance hídrico. Si la sonda a permanencia se mantiene en su lugar hasta la mañana siguiente, debe permanecer anexa al “drenaje constante” y se observará que drene con libertad. En lo general, se administran líquidos intravenosos durantes las  primeras 24 horas, aunque pueden darse pequeñas cantidades de líquidos por vía oral una vez que disminuya la náusea. Se lleva un registro de ingresos y egresos de la madre durante los primeros días o hasta que deje de ser necesario.

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Deben utilizarse analgésicos para mantener a la madre cómoda y debe  procurarse que guarde reposo. El tipo de anestesia que recibió determinará su  posición en la cama durante las primeras horas después del parto y debe procurarse que cambie de lado cada hora. También deben fomentarse las respiraciones profundas y los tosidos para estimular la ventilación. A la mayoría de las madres se les permite caminar después de la cesárea, lo cual contribuye de manera considerable al buen funcionamiento de vejiga e intestinos. En la mayor parte de los casos, el dolor después de la cesárea se localiza en el lugar de la incisión, aunque también puede ser producido por gases, a medida que se reinicia el funcionamiento intestinal; en el costado, por el estiramiento de los músculos abdominales durante la intervención. La paciente también puede sentir dolor muscular por inamovilidad, entuertos y, algunas veces, incomodidad por la distensión de la vejiga. Deben administrarse en forma periódica medicamentos analgésicos para proporcionar máximo alivio en los momentos en que la madre alimenta y atiende al recién nacido de modo que pueda dedicarle su energía y evitar distraerse a causa del dolor postoperatorio. Cuidados conti nuos tras la cesárea. Después del período postoperatorio

inmediato, la madre recibe atención rutinaria del puerperio y de observaciones  posquirúrgicas para la continuación de cuidados, entre los que se encuentran medición de los signos vitales, observación de loquios, valoración de fondo uterino, cuidados de mamas y perineo, atención a la evacuación de vejiga e intestinos, movilidad e higiene. Entre los cuidados relacionados con la intervención quirúrgica se encuentran: observación de la incisión cutánea, control del dolor, función respiratoria y mayor necesidad de reposo y recuperación. La paciente puede tomar una ducha a partir del segundo día sin la incisión se cerró con grapas. La valoración e intervención en el desarrollo de las habilidades maternas y la adaptación de la familia a la cesárea son de importancia capital. La respuesta de la

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 paciente y su familia al proceso de nacimiento debe observarse y valorarse con atención, pues los niveles de angustia, enojo, desilusión y confusión pueden ser elevados, en particular cunado la cesárea fue imprevista. El parto quirúrgico inesperado abruma a muchas mujeres que no se sienten preparadas para su respuesta física y emocional. Expresan angustia por su bienestar y el del recién nacido; sienten enojo o depresión porque esperaban un parto normal; tienen sensación de pérdida  porque no fue un parto vaginal, por no presenciar el acontecimiento o porque su compañero o familiar no participó. A menudo se presentan percepciones corporales alteradas así como preocupaciones en torno al cuidado materna del recién nacido durante el período de recuperación de la intervención. El malestar físico de la madre después de la cesárea, aunado a sus sentimientos de desilusión o culpa, puede interferir con su capacidad de establecer círculos emocionales con su hijo. Las consecuencias a largo plazo cuando hay retraso en el desarrollo emocional del vínculo materno-infantil o cuando éste no es adecuado  pueden fluctuar desde que el crecimiento del recién nacido sea deficiente hasta situaciones de maltrato infantil flagrante. Sin embargo, se tiene conocimiento de que a las madres que se les permite entablar contacto inicial y continuo con sus hijos después de la cesárea (con anestesia raquídea y tras el nacimiento de un niño sano y normal) perciben de manera mucho más positiva a sus hijos al principiar el puerperio. También exhiben un comportamiento más maternal en los cuidados que dan al recién nacido, incluso cuando éste cumple un mes en comparación con mujeres que sólo tuvieron breve contacto con su hijo en las primeras 12 horas posteriores a una cesárea. En ese momento, la paciente se encuentra agobiada por el procedimiento operatorio abdominal y en un inicio quizá prevalezca su necesidad de recuperarse física y emocionalmente sobre sus intereses maternales. También tendrá que enfrentarse a menor capacidad para cuidar al recién nacido, a tener que separarse de él (en particular en el caso de complicaciones maternas o neonatales), a incomodidad al cargarlo y alimentarlo y a la preocupación acerca del bienestar de su hijo. El padre tal vez tenga asimismo necesidad de reexaminar e integrar la experiencia y aprender

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los nuevos procesos que entrañan la recuperación y los procedimientos subsiguientes a una cesárea. Además de atender las necesidades físicas de la madre durante el puerperio, la enfermera tiene una responsabilidad grande de explicar los hechos y las decisiones tomadas y ofrecer apoyo mediante contacto físico, calma, medidas de alivio, palabras  para tranquilizar a los padres y ayuda para que la madre recupere el control de su cuerpo y de las labores que entraña el cuidado del recién nacido. La atención de enfermería debe ofrecer la oportunidad de reexaminar los hechos, intentar comprender lo que sucedió y por qué, recordar las respuestas y trabajar con ellas, esclarecer preguntas y malentendidos y modificar el concepto de la  persona y las expectativas para que sean congruentes con la realidad. La visita, uno o dos días después de la cesárea, por parte de la enfermera que atendió a la pareja durante la cesárea suele ser benéfica para que los padres integren la experiencia a sus vidas. Reconstruir los hechos es importante para todas las mujeres que borran ciertos aspectos de su memoria sobre el parto y el nacimiento de sus hijos. Ello tal vez cobre mayor importancia cuando la paciente intenta comprender las razones de una intervención quirúrgica en lo que suele esperarse sea un proceso natural. Este tipo de visitas también permite a la pareja discutir sus sentimientos de fracaso, culpa o enojo y abordar sus preocupaciones de manera abierta. Si la unidad familiar se fortalece a través del proceso de embarazo y si el nacimiento constituye un hecho central para la familia, debe hacerse todo intento para que el equipo obstétrico ayude a que la familia incorpore esta experiencia en sus vidas. Durante el puerperio también hay dudas sobre temas de sexualidad. La madre tal vez tema que sufrirá dolor durante el coito (cuando se reinicie) o que la intervención modifique la percepción que del cuerpo de ella tenga su pareja. Es necesario tranquilizar a la paciente y proporcionarle información objetiva para solucionar estas inquietudes y la participación del cónyuge en estas discusiones a menudo ayudan a la  pareja a ajustarse a la experiencia.

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Los padres también deberán disponer de asesoría para expresar su pesar, en  particular cuando el feto falleció o el recién nacido se encuentra gravemente enfermo en la unidad de cuidados intensivos. Planeación del alta. La hospitalización después de una cesárea en lo general

tiene una duración de 3 a 5 días. Los preparativos para el alta son los mismos que  para cualquier paciente puérpera, así como la instrucción de consideraciones  postoperatorias. Quizás se prescriban analgésicos para que la madre tome en casa y debe recordársele su mayor necesidad de reposar. Puede comenzar a realizar ejercicios al disminuir el dolor abdominal pero deberá evitar levantar objetos pesados durante 2 o 3 semanas. La mayoría de las madres pueden cargar a sus hijos sin  problema. Es importante instruir a la paciente acerca de las posibles complicaciones como indicios de infección (fiebre, disuria, dolor en el costado), hemorragia, trombosis (dolor agudo en el pecho o piernas, inflamación en las piernas) y dehiscencia de la herida. También es necesario proporcionar medidas para entablar contacto con el médico o la clínica. El coito puede reiniciarse una vez que cesen los loquios y no se  presente malestar abdominal o perineal indebido. La información sobre uso de anticonceptivos es la misma que se da a cualquier otra paciente. Se programa una visita a las tres semanas después del nacimiento y otra a las seis. Debe referirse a la madre a una enfermera de salud pública o atención en casa si se observa que la madre presenta mayor dificultad que la promedio para adaptarse al recién nacido, en casos de madres adolescentes que no tienen apoyo en casa o en cualquier otro caso en que sea deseable que la madre reciba atención continua. I nfecciones H ospitalari as

La historia de las infecciones hospitalarias y su prevención tiene su clave en los trabajos de Ignaz Semmelweis realizados a finales de los años 1840, trabajando como ayudante en el departamento del profesor Klein en el hospital de la .maternidad de+ Viena (Viena Lying-in Hospital). Él observó la gran diferencia existente en los

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índices de mortalidad por fiebre puerperal entre la unidad en la cual se formaba los estudiantes de medicina (que realizaban exámenes pos -mortem de forma regular). Trabajó sobre la hipótesis de que el incremento de 5 a 10 veces en la mortalidad de la unidad correspondiente a los estudiantes de medicina (hasta 15% de las  parturientas) se debía al transporte del agente responsable de la fiebre puerperal por los estudiantes de medicina desde la sala de autopsias hasta la sala de partos, estableciendo así todo el personal que entrase en el área obstétrica debía lavarse las manos con una solución de cal clorada, medida que dio como resultado una disminución de la mortalidad anual de más del 11% a menos de 1,3%. Semmlweis señaló que la fiebre puerperal era simplemente una manifestación de sepsis y que la diseminación de ésta y algunas otras infecciones podría prevenirse mediante medidas asépticas como el uso de agentes químicos apropiados, siendo estas medidas  requisito previo obligatorio para la práctica obstétrica y quirúrgica. Sin embargo, sus contemporáneos prefirieron creer que el proceso de sus investigaciones no era científico, lo que selló el destino de otra generación de  pacientes obstétricas.  No fue hasta 1879, gracias al descubrimiento de Louis Pasteur que se estableció la

naturaleza infecciosa de la fiebre puerperal, al encontrar estreptococos en el útero

de una víctima de esta patología. Este extraordinario científico recornendó además a los cirujanos esteriliza los instrumentos quirúrgicos con calor antes de las intervenciones. Joseph Lister introdujo a finales del siglo XlX los principios de la antisepsia, que consistían en la destrucción de los gérmenes exponiendo el campo quirúrgico a soluciones y vapores concentrados de soluciones antisépticas. Ti pos de I nf ección 

Cuando se habla de infección postoperatoria, se piensa solo en aquellas infecciones relacionadas con la herida operatoria, sin embargo, un paciente en el  postoperatorio no solo puede infectarse en la herida operatoria sino que puede sufrir de infecciones en el tracto respiratorio, urinario y puede tener bacteriemia, siendo las infecciones de la herida operatoria las más importantes. 31

Infecciones Post-Operatorias Infección de la herida Infección respiratoria  Neumonía Infección urinaria Bacteriemia

 Infección de la herida operatoria: Es una de las causas más frecuentes de infección hospitalaria, ocupando el segundo lugar en la mayoría de los estudios sobre incidencia de infección nosocomial, después de la infección urinaria.

El riesgo de

infección de la herida operatoria varía con el tipo de intervención realizada al  paciente.

Tipos de Intervención

Porcentaje (%) de la Herida Operatoria 1.8

Limpia ( 75 %) Limpia – Contaminada ( 15 %)

8,9

Contaminada (5 %)

21,5

Sucia ( 5 %)

38

Global

4,8

-Adaptado del American College of Surgeons, Committee of Control of Surgical Infections of The Committee on Pre and Post Operative Care. Forthills Hospital, Calgary. Definiéndose como intervención limpia a aquel procedimiento quirúrgico no infectado y no traumático, durante el cual no se penetra en las vías respiratorias o genitourinarias, tubo digestivo en la cavidad orofaríngea. Estas intervenciones son efectuadas de manera electiva, con cierre primario, sin dejar drenes y cumple con todas las normas de asepsia (índice de infección menor al 5 %). Las intervenciones Limpias

-

Contaminadas, consisten en procedimientos quirúrgicos en el que se

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 penetra

las

vías respiratorias, genitourinaria o tubo digestivo, sin producir

contaminación fuera de la corriente, o en la cual se drena mecánicamente una herida, por supuesto siguiendo todas las medidas de asepsia (estas heridas pueden contaminarse con gérmenes exógenos pero sobre todo con endógenos, su índice de infección oscila entre un 10 – 20 %). Las intervenciones contaminadas son aquellas que

se

realizan

sobre

una

herida

traumática

recientemente

abierta,

con

incumplimiento de las normas de asepsia y en las que se encuentra con una inflamación aguda no purulenta.

Por último las intervenciones sucias, son aquellas

en las que la herida previamente esta infectada, las que incluyen vísc eras perforadas (las que afectan zonas con infección clínica definición

implica

que

los

microorganismos

o perforación visceral previa), esta responsables

de

la

infección

 postoperatoria estaban ya en el campo operatorio antes de la intervención (índice de infección entre 50-4-0%). El porcentaje de infección postoperatoria el cual hay que vigilar para saber si en el hospital se están cometiendo fallas en cuanto a la prevención de infecciones, desde el punto de vista de procedimientos quirúrgicos, es el que ocurre después de una intervención limpia, el cual como ya se mencionó debe estar por debajo del 5 %. En cuanto a la cirugía ginecológica, la histerectomía vaginal puede clasificarse como una intervención limpia-contaminada, ya que se realiza un procedimiento quirúrgico a través de una superficie mucosa que tiene normalmente bacterias, siendo su riesgo de infección en estos casos mayor que en el caso de las intervenciones limpias (ya mencionado).

La operación cesárea así como la histerectomía, se

clasifican dentro de las intervenciones limpias – contaminadas, mientras que otras como la mastectomía, laparoscopia, y laparotomía exploradora se encuentra dentro de las limpias. Por supuesto las intervenciones realizadas en el contexto de patologías tales como endometritís, aborto séptico o drenaje de abscesos son consideradas como operaciones sucias.

33

Or igen de la i nf ección

 Infección de la herida quirúrgica.  Las infecciones quirúrgicas son casi siempre  bacterianas en su origen y usualmente se deben a la siembra en el lecho operatorio de  bacterias frecuentemente de procedencia endógena. En el caso de las intervenciones ginecológicas, casi siempre las bacterias que causan este tipo de infecciones son las que están presentes en la cúpula vaginal (endógenas), mientras que en otros tipos de cirugía, la vía respiratoria puede ser la fuente responsable.

De manera similar la

cantidad y clase de microorganismos que alcanzan la herida operatoria dependen del tipo de intervención y de la topografía sobre la cual se realiza. M icrobiología 

Los microorganismos que infectan las heridas quirúrgicas pueden ser de origen exógeno.

La contaminación exógena proviene del personal o fuentes ambientales

como los equipos de ventilación mecánica (infección respiratoria), catéteres intravenosos (Bacteriemia) o vesicales (infección urinaria).

Sin embargo, atribuir

al ambiente, paredes del pabellón, mesa quirúrgica, instrumental quirúrgico , la infección causada por bacterias exógenas, no tiene ninguna lógica. La fuente exógena más importante la constituye el  personal que labora en el área quirúrgica y no el ambiente u objetos inanimados que están en ella. La contaminación endógena  procede del propio paciente, de fuentes tales como el tubo digestivo, sistema genitourinario, piel, orificios nasales, e infecciones alejadas de la herida quirúrgica (ej-. Infección urinaria), siendo los microorganismos procedentes de estas fuentes los responsables de la mayoría de las infecciones de las heridas limpias. Dentro de los microorganismos patógenos de las heridas quirúrgicas, los más frecuentes son de las bacterias Gram positivas Staphylococcus aureus, enterococos y otros cocos, mientras que de las Gram negativas podemos mencionar a Klebsiella, enterobacter, E. coli, Pseudomonas, P. Mirabilis y otras.  También se han reportado hongos como Candida .

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El microorganismo específico probable responsable de una herida infectada, depende de la localización de la herida, magnitud del procedimiento, de sí se está incidiendo o no la superficie mucosa y de las técn icas del laboratorio de  bacteriología relacionada s

a recolección, transporte y posibilidad de aislar

microorganismos eugónicos o disgónicos como los gérmenes anaerobios estrictos, ó del aislamiento de hongos. La mayoría de las infecciones de las heridas qu irúrgicas en el caso de intervenciones ginecobstétricas son polimicrobianas, específicamente  provenientes del tracto genital (cuadro 3).

Bacteriología Bacterias Gram - Positivas Facultativas: 40 % Estreptococos del Grupo B Enterococos Estafilococos (poco frecuente) Bacterias Gram – Negativas Facultativas: 22 % Gardnerella vaginalis Escherichia coli Enterobacter Klebsiella Proteus Pseudomonas (poco frecuentes) Bacterias anaerobias Peptococos Clostridium Bacteroides bivius Bacteroides fragilis Otros: Micoplasma hominis Chlamydia trachomatis

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En el caso de las infecciones urinarias, los gérmenes patógenos detectados con más frecuencia son: E. coli, P.

mirabilis, Klebsiella, enterobacter, Proteus, Serratia,

E. faecalis, estafilococo y Candida, dependiendo de las condiciones epidemiologicas de cada centro y servicio. En el espectro de microorganismos responsables de bacteriemia, los Gram  positivos como el Staphylococcus (aureus y epidermidis) y enterococo se han relacionado al uso de catéteres intravenosos y el uso progresivo de nuevos antibióticos.

En

Enterobacter,

cuanto

P.

a los

aeruginosa,

como los anaerobios como

Gram negativos

Proteus,

Serratia,

como E. coli, Klebsiella, Salmonella, Haemophilus,

así

Bacteroides, Clostridium, y de la Candida,

su

 participación depende del origen de esta entidad. Factor es de Riesgo

Desempeñan un importante papel en la aparición de la infección de las heridas operatorias, pudiendo clasificarse en: 1. Factores del (o los ) microorganismos 2. El tipo de microorganismos y la magnitud de la cantidad (tamaño del inóculo), determinados por el tipo de intervención quirúrgica, son factores de riesgo importante. 3. Factores del huésped 4. edad del paciente. 5. Obesidad extrema. 6. Procesos infecciosos perioperatorios. 7. Uso de fármacosinmunosupresores,esteroides. 8. Enfermedad de base: diabetes mellitus. 9. Malnutrición, anemia (nivel socioeconómico). 10. Factores de la herida 11. Tejido desvitalizado 12. Cuerpos extraños

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13. Mala irrigación (disminución del potencial de oxido reducción) 14. Localización de la herida. 15. Factores de la cirugía. 16. Técnica quirúrgica. 17. duración de la intervención. 18. Manipulación de tejidos. 19. Hemorragia en el campo operatorio o presencia de hematomas. 20. Formación de espacios muertos. 21. Presencia de cuerpos extraños (tipo de sutura). 22. Drenajes. 23. Drenaje inadecuado de sangre, pus, etc. 24. Uso excesivo de drenajes. 25. Uso inadecuado de drenes ( a través de la herida). 26. Cierre primario de una herida sucia. En el caso de la operación cesárea y parto específicamente podemos mencionar además los siguientes factores de riesgo para infección: 1. Parto prolongado. 2. Ruptura prematura. 3. Infección del líquido amniótico (coriomnionitis). 4. Aumento de la manipulación intrauterina. 5. Necrosis de las líneas de sutura. 6. Uso de catéter intrauterino y monitoreo. 7. Tactos excesivos. 8. Vaginosis bacteriana. 9. Extracción de la placenta. M edidas Preventivas  Antibióticos profilácticos:   La eficacia de los antibióticos profilácticos en

ciertos tipos de intervenciones quirúrgicas, es un hecho totalmente demostrado en

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innumerables trabajos clínicos. Este concepto supone el uso preventivo de los antibióticos cuando la contaminación bacteriana, aunque sea posible preverla pero no este presente aún, con la finalidad de evitar el desarrollo de un proceso infeccioso y nunca tratar una infección establecida, por mínima que esta sea.

El objetivo

 principal es el de lograr niveles elevados del antibiótico en sangre y tejidos, antes de la instalación de la contaminación bacteriana, aumentando de esta manera la resistencia natural del paciente a la colonización y proliferación bacteriana. La profilaxis debe ser de una manera discriminada, con la elección del antibiótico a utilizar dependiendo del o los agentes causales) y su sensibilidad a los antibióticos, de manera de cubrir el espectro bacteriano. Debe ser administrado en una dosis  pre-operatoria, antes del momento de la incisión; cuando la intervención se prolonga por más de 4- horas, es conveniente administrar una nueva dosis intra operatoria, con el objetivo de mantener unos adecuados niveles sanguíneos y tisulares durante el acto operatorio. Posteriormente se administrará una tercera dosis en el postoperatorio con el fin de completar tres dosis, pero de ninguna manera solo o iniciar su administración en el postoperatorio. Por lo general no es necesario prolongar su admin istración por más de 24 horas salvo algunas excepciones. La vía de administración es de preferencia intravenosa, con la finalidad de  producir rápidamente niveles elevados del antibiótico. En algunos casos corno en la cirugía electiva de colon, se emplean antibióticos orales no absorbibles. Las dosis están estandarizadas. En el caso especifico de las intervenciones ginecobstétricias, la histerectomía vaginal, en especial en la mujer premenopausica, representa un riesgo elevado de infección, ya que esta se r ealiza en un campo que microbiológicamente tiene  bacterias, como lo es el caso de la vagina, cuya flora está constituida por gérmenes aeróbicos y anaerobios (Cuadro 3) , siendo la incidencia de infección muy alta si no se utilizan los Antibióticos profilácticos, por lo que no darlos en este tipo de  procedimientos es una  práctica inadecuada.

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En la histerectomía abdominal las

complicaciones infecciosas son menos frecuentes, pero aun así parece que los antibióticos profilácticos reducen el riesgo de estas (endometritis postparto).

La

operación cesárea, en especial en caso de intervenciones de emergencia o después de la ruptura prematura de membranas, donde la intervención constituye un riesgo de infección elevado, requiere el uso de antibióticos profiláctico s como medida  preventiva de infecciones postoperatorias,  reduciendo la incidencia de estas. La  primera dosis del fármaco debe administrarse después de pinzado el cordón umbilical. En el caso de cesáreas electivas, la morbilidad infecciosa es muy baja, por lo que el uso de antibióticos profilácticos en estos casos es dudoso. En los pacientes en los que se va a ser colocada una sonda vesical, hacer uso de los antibióticos profilácticos implica retacar de manera transitoria la posible infección con el precio de la selección de microorganismos muy resistentes. Lo importante en estos  pacientes así como en los que van a ser sometidos a ventilación mecánica o se les va a introducir catéteres intravenosos, es la aplicación de las correctas medidas de asepsia y antisepsia en el momento de realizar el  procedimiento, y en el caso del cateterismo vesical el uso de sistemas cerrados de drenaje.

Otr as Medidas Preventi vas

Dentro de éstas se encuentran las medidas de asepsia y antisepsia quirúrgica; esterilización

del in strumental

quirúrgico,

lavado

con

antisépticos

del

área

operatoria, de las manos y antebrazos de los cirujanos, el uso de guantes y bata estériles, tapabocas y gorros. Igualmente se debe tener cuidado con los equipos de ventilación en anestesia, calidad del aire en el quirófano, aumentar la eficacia del trabajo del equipo quirúrgico

(manipulación cuidadosa de los tejidos, evitar

hemorragias y espacios muertos, minimizar la cantidad de tejido desvitalizado y de material extraño en la herida).

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Pacient e en postope postoperr atori o gin ecológico y fi ebre

La aparición de fiebre durante el primero o segundo día del postoperatorio debe alertar al médico sobre la presencia de infección postoperatoria. Requiere de una valoración cuidadosa para poder detectar la presencia de algún foco infeccioso, nunca ignorando el episodio, si se tiene en cuenta que la bacteriemia tiene la posibilidad de evolucionar a shock séptico en las primeras 24 horas del postoperatorio. La infección infección uterina es la infección infección hospitalaria hospitalaria más común común en la paciente ginecobstétrica, la cual puede extenderse al miometrio, parametrios y anexos, y en algunos casos pudiendo complicarse con septicemia, shock séptico y tromboflebitis séptica. Otros sitios sitios de infección infección son: la cúpula vaginal en la histerectomía histerectomía vag inal, inal, la herida operatoria abdominal o pélvica, episiotomía, e infección urinaria por el uso de sondas o daño uretral, infección respiratoria y secundaria a catéteres intravenosos. Otras causas causas de fiebre pueden deberse a problemas problemas no infecciosos como atel ectasias o mastitis.

Causas de Fiebre en el Post – Operato Operatorio rio Gineco Gineco - Obstétrico Endometritis Infección de la Herida Episiotomía Laceración Vaginal Laceración Cervical Hematoma Paravaginal Incisión abdominal y pélvica Fascitis Necrotizante Patología Respiratoria  Ne  Neumonía Atelectasias Mama Ingurgitación Ingurgitación mamaria Mastitis Absceso mamario mamario Fiebre medicamentosa Infusión intraveneosa contaminada y por catéteres IV Accidente quirúrgico (torunda o cuerpo extraño) Infección del tracto urinario Tromboflebitis

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Bases Conceptuales Según Dorothea Orem, en su teoría del Déficit del Autocuidado, enfoca el modelo en una teoría general compuesta por tres subteorías interrelacionadas: (1) El autocuidado; (2) El déficit de autocuidado y (3) Los sistemas de enfermería. El autocuidado se define como la práctica de actividades que as personas  jóve  jóvene ness y madu madura rass empr empren ende de con con arre arregl gloo a su situ situac ació iónn temp tempor oral al y por por su prop propia ia cuenta, con el fin de seguir viviendo, mantener la salud, prolongar su desarrollo  pers  person onal al y con conse serv rvar ar su ambi ambien ente te.. Al realizar el trabajo de investigación se encontró que la mayoría de las  paci  pacien ente tess en estu estudi dioo pres presen enta ta un défi défici citt de auto autocu cuid idad ado, o, ya que que por por su cond condic ició iónn económica y grado de instrucción, entre otras, no son capaces de proporcionarse un cuidado que le prolongue su desarrollo personal y conservar su salud. Virginia Henderson enfoca en su teoría que la función de la enfermera consiste en ayudar al individuo enfermo o sano, a realizar las actividades que contribuyan a su salud o recuperación (o a una muerte tranquila), haciéndolo de tal modo que se le facilite la consecución de su independencia lo más rápido posible. Para ello se debe tomar en cuenta los siguientes conceptos, como son: §

Salud : compara la salud con la independencia, lo que nos habla de la capacidad capacidad de una persona de trabajar con la mayor eficacia y alcanzar el nivel de satisfacción vital.

§

 Entorno:  Entorno: el conjunto de todas las condiciones e influencias externas que afectan la vida y el desarrollo de un organismo.

§

 Persona (paciente): (paciente): pensaba en el paciente como un individuo que necesita asistencia para recuperar su salud, independencia o una muerte tranquila. En su teoría también señala que existen 14 necesidades básicas del paciente que

abarcan todos los componentes de la asistencia en enfermería: 1. Respirar normalmente. normalmente. 2. Comer y beber de forma adecuada. 3. Evacuar los desechos corporales.

41

4. Moverse y mantener una postura adecuada. 5. Dormir y descansar. descansar. 6. Elegir la ropa adecuada (para vestirse y desvestirse). 7. Mantener la temperatura adecuada del cuerpo. 8. Mantener la la higiene corporal y un buen aspecto y proteger la piel. 9. Evitar los peligros del entorno y evitar dañar a los demás. 10. Comunicarse con los otros expresando las propias emociones, temores. 11. Actuar con apego a la propia fe. 12. Actuar de manera que se tenga sensación de satisfacción con uno mismo. 13. Disfrutar y participar en diversas formas de entretenimiento. 14. Aprender, descubrir o satisfacer la curiosidad para alcanzar el desarrollo y salud normales. Basándose en la teoría anteriormente expuesta, se puede decir que para que el individuo alcances un equilibro de salud, es necesario que cuente con un entorno adecuado, para ello el personal de enfermería debe analizar los problemas del  paci  pacien ente te ayud ayudán ándo dolo lo a que que él mism mismoo alca alcanc ncee o recu recupe pere re su inde indepe pend nden enci ciaa o muer muerte te tranquila.

42

Operacionalización de las Variables Variable

I ndicadores

Dimensiones

 Personales

 FACTORES DE RIESGO QUE  INCIDEN EN LA APARICIÓN  DE ABSCESOS DE PARED

 Institucionales

1. Datos demográficos - Constelación familiar - Número de habitaciones - Disponibilidad de excretas, servicios públicos (luz, agua, aseo urbano) 2. Grado de instrucción 3. Jefe de familia 4. Ingreso familiar 5. Hábitos de higiene (frecuencia con que se baña) 6. Antecedentes personales durante el embarazo u otros. Complicaciones. 7. Trato del personal 8. Profilaxis preoperatoria: (1) rasurado; (2) aseo vulvo personal; (3) colocación de enema; (4) premedicación, (5) kit quirúrgico 9. Manipulación por el personal médico (preoperatorio) 10. Tiempo de estadía en la sala de partos 11. Tipo de incisión quirúrgica 12. Frecuencia de realización de la cura 13. Disponibilidad de recursos materiales médico quirúrgicos (guantes, gorros, antisépticos, soluciones, inyectadotas, medicamentos) 14. Técnica de asepsia y anti-sepsia 15. Estadía hospitalaria 16. Número de pacientes por cama 17. Personal por turno

Items

1-2-3

4 5-6 7-8 9 10 11 12 13 14 15-16 17 18 19 20 21 22

43

Definición de Términos Absceso  :  Acumulación de pus que aparece en una infección localizada aguda ó

crónica y que se asocia con destrucción hística y frecuentemente con tumefacción. Aerobios  : Microorganismos que solo pueden vivir y crecer en presencia de oxigeno. Anaerobios  :  Microorganismos que solo pueden vivir y crecer en ausencia de

oxigeno. Antisepsia  :  Prevención de la infección mediante la inhibición del crecimiento de los

agentes infecciosos a través de la aplicación de métodos asépticos. Asepsia :  condición en la cual están ausentes los microorganismos patógenos vivos.

Estado de esterilidad. Bacterias  :  Microorganismos unicelular procariótico que usualmente se multiplica por

Definición de Términos Absceso  :  Acumulación de pus que aparece en una infección localizada aguda ó

crónica y que se asocia con destrucción hística y frecuentemente con tumefacción. Aerobios  : Microorganismos que solo pueden vivir y crecer en presencia de oxigeno. Anaerobios  :  Microorganismos que solo pueden vivir y crecer en ausencia de

oxigeno. Antisepsia  :  Prevención de la infección mediante la inhibición del crecimiento de los

agentes infecciosos a través de la aplicación de métodos asépticos. Asepsia :  condición en la cual están ausentes los microorganismos patógenos vivos.

Estado de esterilidad. Bacterias  :  Microorganismos unicelular procariótico que usualmente se multiplica por

división celular y que posee una pared celular que mantiene una morfología constante, puede ser aerobio o anaerobio, móvil o inmóvil de vida libre, saprofito,  parásito o patógeno. Caedere  : En verbo latino significa “cortar”. Cesárea : Nacimiento del feto a través de una incisión quirúrgica en la pared

abdominal o uterina. Coroamnionitis  :  infección que afecta el corión, amnios y líquido amniótico,

usualmente también están afectadas todas las vellosidades y decidua. Drenaje  : Extracción continua de líquidos de una herida u otra cavidad. Endometritis  : Inflamación de la mucosa decidual del útero.

44

: Traumatismo de cualquiera de los tejidos del cuerpo, en especial el causado Herida   por medios físicos y con interrupción de la continuidad. H ué sped :  Organismo en el que vive un parásito, obteniendo su sustancia corporal o

energía. Incisión : Corte, herida quirúrgica. Infección  : Multiplicación de organismos patógenos dentro del cuerpo. Inóculos  : microorganismo u otro material introducidos por inoculación. M icrobiologí a  : Ciencia que estudia los microbios. Microorganismos  : Organismo microscópico animal o vegetal. Patógenos : Cualquier virus microorganismo o sustancia que causa una enfermedad.

45

CAPÍTULO III METODOLOGÍA

Este capítulo representa el tipo de investigación, la población, la muestra y el instrumento utilizado para la recolección da datos y de la información.

Tipo de investigación De acuerdo al objetivo propuesto en el estudio, se trata de una investigación descriptiva transversal de campo, que según Canales (2002) la define de forma separada de la siguiente manera: Descriptiva: son la base y punto inicial de los otros tipos, y están dirigida a determinar “como es” o “como esta” la situación de las variables que deberán estudiarse en una población, la presencia o ausencia de algo, la frecuencia con que ocurre un fenómeno y en quienes, cuando y donde se está presentado determinado fenómeno (p. 138). Transversal: “estudia las variables simultáneas en determinado momento, haciendo un corte en el tiempo” (p. 135). Campo: el estudio va dirigido a un área específica.

Población y Muestra La población objeto de estudio estuvo conformada por 14 usuarias de acuerdo al número de post-cesareadas que ingresaron de Sala de Partos a las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”. Canales refiere al universo o población como “el conjunto de individuos o elementos en los cuales puede presentarse determinada características susceptible de ser estudiada” (p. 145).

46

La muestra estuvo representada por seis usuarias post-cesareadas ue se encontraban hospitalizadas en las Unidades II y III de Ginecoobstetricia durante el turno de 1 a 7 p.m. del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, las cuales fueron seleccionadas por muestreo probabilística aleatorio simple. Canales (2002) afirma que “la muestra representa un grupo pequeño que posee las características del universo y de la población que estamos estudiando” (p. 148).

Instrumento de recolección de datos En el presente estudio se utilizó una encuesta que consta de dos partes: la  primera parte Datos Personales y la segunda parte Datos Institucionales. Consta de 22  preguntas de selección simple. La encuesta se elaboró de acuerdo al objetivo del estudio y la operacionalización de las variables, siendo validados por expertos, quienes realizaron observaciones finales en cuanto al diseño del instrumento. Se aplicó una prueba piloto a un grupo de cuatro usuarias de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”. Canales cita que “la encuesta consiste en obtener información de los sujetos de estudio, proporcionado por ellos mismos sobre opiniones, actitudes o sugerencias” (p. 163).

Procedimiento Para cumplir con el objetivo de la investigación se realizaron los siguientes  pasos: Se envió una comunicación a la directora del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, informándole sobre el objetivo de la investigación y solicitando su colaboración. También se expidió una comunicación a la Jefa de Enfermera del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, notificándole sobre el estudio a realizar.

47

Una tercera comunicación fue enviada a la Coordinadora de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, solicitándole su colaboración para la realización del estudio. Luego de recibir la autorización para realizar el estudio, se aplicó la encuesta a las usuarias de la Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, lo cual era vital para cumplir con la realización del estudio.

48

CAPÍTULO IV PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS En este capítulo se presentarán los resultados estadísticos, obtenidos de la encuesta aplicada a la muestra de seis pacientes hospitalizadas en las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, a través de cuadros y gráficos con sus respectivos análisis, para dar respuestas a los objetivos planteados. Los cuadros y gráficos están distribuidos de la siguiente manera: Los cuadros 1 al 5 representan los datos generales de las pacientes. El cuadro 6 representa las complicaciones que presentaron las pacientes postcesareadas durante el embarazo. El cuadro 7 revela el tipo de procedimiento que le fue realizado al ingresar al hospital. El cuadro 8 representa el tiempo de estadía en la Sala de Partos. El cuadro 9 revela la frecuencia de la realización de la cura de la incisión quirúrgica. El cuadro 10 representa los días de hospitalización en las unidades.

49

Cuadro 1 Distribución por edad de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia

del

Hospital

Central

Universitario

“Antonio

María

Pineda”.

Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

Edad (en años) 18 – 20

Frecuencia 3

Porcentaje 50%

21 – 23

1

16.7%

24 – 26

0

0

Más de 27

2

33.3%

Total

6

100.0%

Más de 27 33,3% 18-20 50,0% 21-23 16,7%

El 50% de las pacientes post-cesareadas tienen edades comprendidas entre 18 y 20 años.

50

Cuadro 2 Distribución por grado de instrucción de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”. Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

Grado de instrucción Básica incompleta

Frecuencia 3

Porcentaje 50%

Básica completa

0

0%

Bachiller

2

33.30

Universitario

1

16.7%

Total

6

100.0%

Universitario 16,7% Básica incompleta 50,0%

Bachiller  33,3%

El 50% de las pacientes post-cesareadas tienen como grado de instrucción la escuela básica incompleta.

51

Cuadro 3 Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, según convivencia familiar. Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

Convivencia familiar Esposo e hijos

Frecuencia 3

Porcentaje 50

Padres

1

16.7

Abuelos

0

0

 Nietos

0

0

Otros

2

33.3

Total

6

100.0%

Otros 33,3% Esposo e hijos 50,0% Padres 16,7%

De acuerdo con la encuesta aplicada, el 50% de las pacientes post-cesareadas conviven con su pareja e hijos.

52

Cuadro 4 Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” según número de gestas. Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

Número de gestas 1–2

Frecuencia 4

Porcentaje 66.6

3–4

2

33.4

Total

6

100.0%

33,3%

66,7%

1 a 2 gestas

3 a 4 gestas

De acuerdo a la encuesta aplicada, el 66.6% de las pacientes post-cesareadas han tenido entre 1 y 2 gestaciones.

53

Cuadro 5 Distribución de las pacientes post-cesareadas de las Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda”, según tipo de cesárea. Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

Tipo de cesárea Horizontal

Frecuencia 6

Porcentaje 100

Vertical

0

0

Total

6

100.0%

Vertical 0,0%

Horizontal 100,0%

De acuerdo a la encuesta aplicada, a la totalidad de las pacientes le realizaron cesárea de tipo horizontal.

54

Cuadro 6 Distribución de las pacientes post-cesareadas según el tipo de complicación durante el embarazo. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

Complicaciones durante el embarazo Infecciones

Frecuencia

Porcentaje

4

66.6%

Hipertensión arterial

1

16.7%

Diabetes mellitas

0

0

Anemia

0

0

Otras

1

16.7%

Total

6

100.0%

70 60 50 40

% 30 20 10 0 Infecciones

Hipertensión Arterial

Diabetes m.

Anemia

Otros

Complicaciones Se observa que el 66.6% de las pacientes presentaron infección durante el embarazo. El 16.7% presentó hipertensión arterial y el otro 16.7% presentaron otro tipo de complicación.

55

Cuadro 7 Distribución de las pacientes post-cesareadas según el tipo de procedimiento realizado. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

Técnica de procedimiento realizado Rasurado

Frecuencia

Porcentaje

0

0

Aseo vulvo-perineal

1

16.7%

Uso de kit quirúrgico

3

50%

Tratamiento antibiótico

0

0

 Ninguna de las anteriores

2

33.3%

Total

6

100.0%

50 45 40 35 30

% 25 20 15 10 5 0 Rasurado

Aseo vulvoperineal

Kit quirúrgico

Antibióticos

Ninguna

Procedimiento realizado El 50% de las pacientes poste-cesareadas usaron kit quirúrgico, al 16.7% le realizaron aseo vulvo-perineal y a un 33.3% no le realizaron ningún procedimiento.

56

Cuadro 8 Distribución de las pacientes post-cesareadas según el tiempo de estadía en la Sala de Partos. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

Tiempo de estadía

Frecuencia

Porcentaje

1 hora

1

16.7%

2 a 3 horas

1

16.7%

4 a 6 horas

1

16.7%

7 horas o más

3

49.9%

Total

6

100.0%

50 45 40 35 30

%

25 20 15 10 5 0 1 hora

2 a 3 horas

4 a 6 horas

7 horas o más

Tiempo de estadía El 49.9% de las pacientes poste-cesareadas tuvo una estadía en Sala de Partos entre 7 horas y más, los otros porcentajes quedaron representados de la siguiente manera: de 4 a 6 horas, 16,7%; de 2 a 3 horas, 16,7% y una hora 16,7%.

57

Cuadro 9 Distribución de las pacientes post-cesareadas según la frecuencia de realización de la cura. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

Frecuencia de la cura

Frecuencia

Porcentaje

Una vez al día

1

16.7%

Dos veces al día

0

0

Tres veces al día

0

0

 Ninguna vez

5

83.3%

Total

6

100.0%

90 80 70 60

%

50 40 30 20 10 0 Una vez al día

Dos veces al día

Tres veces al día

Ninguna vez

Frecuencia de la cura

Al 83.3% de las pacientes no le realizaron la cura de la incisión quirúrgica durante la hospitalización mientras que al 16,7% restante se la realizaron una sola vez al día.

58

Cuadro 10 Distribución de las pacientes post-cesareadas según los días de hospitalización. Unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” Barquisimeto. Febrero-Junio 2005.

Días de hospitalización

Frecuencia

Porcentaje

Un día

4

66.6%

Dos días

1

16.7%

Tres o más días

1

16.7%

Total

6

100.0%

70 60 50 40

% 30 20 10 0 Un día

Dos días

Tres o más días

Dias de hospitalización

El 66.6% de las pacientes llevan un día de hospitalización, un 16.7% llevan dos días y otro 16.7% estuvieron hospitalizadas durante tres días o más.

59

CAPÍTULO V CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Conclusiones El trabajo de investigación tiene como objetivo general determinar los factores de riesgo que inciden en la aparición de los abscesos de pared en las pacientes postcesareadas en las unidades II y III de Ginecoobstetricia del Hospital Central Universitario “Antonio María Pineda” de Barquisimeto, durante el turno 1-7 p.m., el cual concluyó en lo siguiente: §

Según el tipo de complicación durante el embarazo de las pacientes post-

cesareadas en las unidades II y III de Ginecoobstetricia, un 66.6% presentó infecciones, el 16.7% presentó hipertensión arterial y otro 16.7% presentó otro tipo de complicación. §

En cuanto al tipo de procedimiento realizarado a la paciente al ingresar al

hospital, 50% usaron kit quirúrgico, el 33,3% no le realizaron ningún procedimiento y al 16,7% le realizaron aseo vulvo perineal. §

El 49,9% de las pacientes post-cesareadas permanecieron dentro de la Sala de

Partos entre siete horas y más. §

La frecuencia de la realización de la cura de la incisión quirúrgica reveló que

al 83.3% de las pacientes no le realizaron la cura durante la hospitalización en la unidad. §

La estadía hospitalaria dentro de la unidad obstétrica fue de un día de

hospitalización, en la mayoría de los casos, que representa un 66.6%. §

Los datos que arrojan las encuestas reflejan que existen factores de riesgo que

inciden en la aparición de abscesos de pared en las pacientes post-cesareadas, en muchos casos por falta de personal de salud e insumos médicos, de los cuales deben

60

contar todas las

unidades de un centro hospitalario para el beneficio y pronta

recuperación del paciente.

Recomendaciones §

Actualizar periódicamente el registro de pacientes postecesareadas, haciendo

hincapié en aquellas que presentaron abscesos de pared para identificar los factores de riesgo. §

Vigilar el cumplimiento del tratamiento farmacológico para minimizar la

estadía hospitalaria. §

Fomentar en el personal de salud a un mayor cuidado del paciente post-

cesareada para evitar complicaciones y un posible reingreso a la unidad. §

Fomentar en la paciente la importancia del tratamiento farmacológico en

cuanto al cumplimiento del mismo, para garantizar su recuperación y pronto egreso.

61

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