AAS Unidad 6

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Unidad didáctica 6

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La terapia ocupacional La APETO define la terapia ocupacional como la disciplina sociosanitaria que: • Evalúa la capacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas. • Interviene cuando dicha capacidad está en riesgo o dañada. Entrena la persona para determinadas actividades cotidianas: De la manera más autónoma posible.

Modificando el entorno. Utilizando productos de apoyo. Funciones de esta terapia en el desarrollo de la autonomía personal: Valorar la capacidad funcional de la persona. Programar entrenamiento en habilidades de autonomía personal. Administrar técnicas de reestructuración ambiental. Entrenar el uso de ortesis, prótesis y productos de apoyo. 3

La terapia ocupacional

Algunas recomendaciones para fomentar la autonomía personal • No hacer nada que la persona pueda llevar a cabo por sí misma. • Evitar la sobreprotección. • Acondicionar el entorno para facilitar la producción de la conducta y preparar las situaciones para inducir el desarrollo de la autonomía. • Favorecer la autonomía reforzando las conductas autónomas. • Fomentar la confianza de la persona en su capacidad y animarla. • Potenciar su autoestima a partir de la toma de decisiones, la resolución de pequeñas tareas, etc.

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La valoración funcional de la persona Evaluación del déficit en habilidades de autonomía personal El objetivo es mantener la funcionalidad de la persona: En el mayor número de áreas. Durante el mayor tiempo posible. Para valorar la dependencia de una persona debemos partir: De las opciones de cambio y mejora en su autonomía. De sus posibilidades de vivir con independencia. La evaluación de la autonomía nos permitirá: Detectar situaciones de riesgo. Identificar las áreas deficitarias. Obtener un diagnóstico para iniciar una intervención acertada. La intervención en habilidades de autonomía personal será más eficaz si se detectan las carencias y se actúa antes de la aparición de la discapacidad. 5

La valoración funcional de la persona Instrumentos de evaluación de la autonomía personal

Son los siguientes: La entrevista. La observación. Las escalas estandarizadas.

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La valoración funcional de la persona Instrumentos de evaluación de la autonomía personal La entrevista Recaba información sobre: El nivel de autonomía de la persona. La posibilidad de intervención o inserción en un programa.

El profesional que la lleve a cabo ha de ser capaz: De crear un ambiente de confianza y seguridad. De compenetrarse con la persona interlocutora.

La entrevista puede ser: Totalmente estructurada. Más abierta. 7

La valoración funcional de la persona Instrumentos de evaluación de la autonomía personal La observación Se lleva a cabo: En condiciones reales. Algunas veces, en entornos simulados o preparados. Debe ser sistemática, es decir, tenemos que saber: Qué queremos registrar. Cuándo. Con qué criterios. Con qué medios técnicos. Por ello, diseñaremos una hoja de registro para anotar los indicadores más precisos sobre la autonomía de la persona. 8

La valoración funcional de la persona Instrumentos de evaluación de la autonomía personal Las escalas estandarizadas

Son formularios que evalúan la capacidad funcional de una persona. Las más utilizadas son: El índice de Katz.

El índice de Barthel. La escala de Lawton y Brody.

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Instrumentos de evaluación de la autonomía personal Las escalas estandarizadas El índice de Katz para la valoración de las actividades de la vida diaria Analiza seis actividades básicas: aseo, vestido, uso del retrete, movilidad, continencia y alimentación. Se evalúa cada actividad otorgando: 0 puntos cuando se ejecuta de forma independiente. 1 punto si se lleva a cabo con ayuda o no se lleva a cabo. Criterios de valoración: 0-1 puntos: ausencia de dependencia o dependencia leve. 2-3 puntos: dependencia moderada. 4-6 puntos: dependencia severa. 10

El índice de Katz para la valoración de las actividades de la vida diaria

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Instrumentos de evaluación de la autonomía personal Las escalas estandarizadas El índice de Barthel de valoración funcional de la independencia Asigna una puntuación a diversas actividades, en función de: Si la persona las ejecuta: De manera independiente. Con ayuda. Si es dependiente para llevarlas a cabo. Según las puntuaciones obtenidas, establece cinco categorías: 0-20 puntos: dependencia total. 21-60 puntos: dependencia severa. 61-90 puntos: dependencia moderada.

91-99 puntos: dependencia leve. 100 puntos: independencia. 12

El índice de Barthel de valoración funcional de la independencia

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Instrumentos de evaluación de la autonomía personal Las escalas estandarizadas La escala de Lawton y Brody de evaluación de las actividades instrumentales Evalúa ocho parámetros de carácter instrumental. Cada parámetro tiene cuatro respuestas posibles. A cada respuesta se le atribuye el valor numérico 0 o 1. La suma de estos valores va: De 0: máxima dependencia. A 8: totalmente independiente. Una variante de la observación y las escalas es la autoobservación: el sujeto tiene que autoregistrar sus conductas y pensamientos.

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La escala de Lawton y Brody de evaluación de las actividades instrumentales

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Diseño de programas de entrenamiento en HAPS Los programas de entrenamiento en habilidades de autonomía personal se organizan como un conjunto estructurado y sistemático de actuaciones para aumentar o mejorar la capacidad funcional de la persona usuaria.

Pautas para determinar la participación en un programa de entrenamiento • Cualquier persona que vaya a iniciar el entrenamiento debe disponer de una capacidad física e intelectual suficientes para realizar las actividades. • La persona debe estar: – Motivada para realizar estos aprendizajes. – Dispuesta a participar en ellos.

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Diseño de programas de entrenamiento en HAPS Selección de actividades

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Diseño de programas de entrenamiento en HAPS Planificación de los objetivos Estarán en sintonía con los objetivos del PAI. Si son realistas, la persona estará más motivada para conseguirlos. Consideraciones a tener en cuenta respecto a los objetivos:

Si son ambiciosos o inalcanzables, pueden generar frustración. Si son poco ambiciosos o fáciles de alcanzar, causarán aburrimiento. Deben ser flexibles para adaptarlos a cualquier imprevisto. Han de ser fáciles de evaluar. Para organizar las habilidades de un programa de entrenamiento, también podemos partir de las áreas de aprendizaje de habilidades de autonomía personal propuestas por la AAIDD. 18

Diseño de programas de entrenamiento en HAPS Selección de las técnicas de intervención Una posible secuencia es la siguiente: Identificación del problema y posibles soluciones. Instrucciones. Modelado. Encadenamiento. Role playing. Moldeado. Tareas para casa. Refuerzo. Retroalimentación. Otras técnicas complementarias que nos ayudarán en muchos casos: Orientación y entrenamiento familiar. Contrato conductual. 19

Diseño de programas de entrenamiento en HAPS Selección de las técnicas de intervención

Algunos apuntes para la intervención con la familia • Disponer de información sobre el contexto familiar y las expectativas.

• Proporcionar las instrucciones y las orientaciones sobre su aplicación. • Dar pautas para la colaboración con la persona en la realización de actividades y evitar conductas de sobreprotección. • Ofrecer orientaciones sobre la observación y la supervisión de las actividades, incidiendo en la responsabilidad que tiene la familia en estas tareas. • Facilitar indicaciones para el refuerzo adecuado de los logros de la persona.

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Diseño de programas de entrenamiento en HAPS Organización y temporalización El programa se organiza en sesiones: Debidamente planificadas. Distribuidas en el tiempo. Su duración estará condicionada por: Los contenidos. Los objetivos que se quieran alcanzar.

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Aplicación del programa de entrenamiento La metodología El trabajo del profesional se puede organizar en diferentes fases: En la primera etapa actúa como instructor. En la segunda fase, asume el papel de cooperador con la persona. En la tercera, actúa como observador o supervisor de la actividad. Para seguir y evaluar el programa, se establecerán entrevistas de tutoría:

Tanto con la persona como con su familia. Que servirán, una vez acabado el programa, para verificar y reforzar la consolidación del hábito.

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Aplicación del programa de entrenamiento El desarrollo de las sesiones Estos programas son más eficaces si se aplican: Individualmente. En el propio entorno de la persona. En los centros se pueden ejecutar en grupo, aplicándolos: En función de las necesidades de cada persona. En sintonía con el PAI. Las sesiones seguirán una organización similar: Recordatorio de la sesión anterior y revisión de las tareas para casa. Presentación de los objetivos y de las conductas que se ejecutarán.

Entrenamiento con las técnicas seleccionadas, y solución de dificultades. Resumen de los aspectos trabajados y asignación de tareas para casa. 23

Acompañamiento en las actividades de la vida diaria Tareas de acompañamiento Situaciones en las que el acompañamiento será útil:

En el propio domicilio. Para comprender y solucionar problemas cotidianos. Para el cuidado personal.

Para favorecer la movilidad de las personas. En la realización de trámites administrativos. En la organización doméstica. En la regularización de horarios y la organización del tiempo. Para el mantenimiento de las redes sociales y familiares. Para comprar alimentos, y productos de higiene o de vestuario. En otras situaciones en que la persona lo requiera. 24

Acompañamiento en las actividades de la vida diaria Actuaciones en el acompañamiento En función de las necesidades de las personas a las que ofrezcamos apoyo, podemos diferenciar varias actuaciones: Intervendremos activamente dando indicaciones de acuerdo con unos objetivos previamente definidos. Aconsejaremos y orientaremos a la persona sobre lo que hace bien y lo que hace mal, y le daremos pautas sobre cómo corregirlo. Escucharemos activamente. Mantendremos nuestra presencia. La persona usuaria es quien decide lo que quiere y necesita. Actitudes en tareas de acompañamiento: • No juzgar. • Cuidar nuestro lenguaje corporal. • Reproducir fielmente lo que la persona desea. • Actuar con discreción.

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