94036994 Resumen La Era Del Imperio Completo
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LA ERA DEL IMPERIO (1875-1914) HOBSBAWM Al período transcurrido entre 1875 y 1914 se le puede calificar como la era del Imperio,se desarrollo un nuevo tipo d imperialismo y fue el período d la historia moderna en q elmayor numero d gobernantes se auto titulaba oficialmente ³emperadores´. Una era en qaparece un nuevo tipo d imperio, el imperio colonial. Entre 1880 y 1914 se realizó elintento d convertir la supremacía económica y militar d los países capitalistas, enconquista, anexión y administración formales. La mayor parte del mundo ajeno aEuropa y al continente americano fue dividido formalmente en territorios q quedaron bajo el gobierno formal, o dominio político informal d una serie d Estados,fundamentalmente el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Los países Bajos, Bélgica,EEUU y Japón. Las victimas d ese proceso fueron los antiguos imperios preindustrialessobrevivientes de España Y Portugal.Dos zonas del mundo fueron totalmente divididas por razones prácticas: África yelPacífico. No quedó ningún Estado independiente en el Pacífico dividido entre británicos, franceses, alemanes, holandeses y norteamericanos y en una escala modesta japoneses. En 1914 África pertenencia en su totalidad a los imperios británico, francés, alemán, belga y portugués, y d forma más marginal Español. En Asia existía una zona independiente, aunque los imperios europeos más antiguos ampliaron y rodearon sus extensas posesiones. Se crearon 2 Imperios nuevos: 1) por la conquista francesa de indochina iniciada en le reinado de Napoleón III, 2) por parte d los japoneses a expensas de China en Corea y Taiwan en 1895 y más tarde a expensas de Rusia. Sólo una zona del mundo pudo sustraerse casi por completo a ese reparto territorial: el continente americano q en 1914 era un conjunto d repúblicas soberanas, con excepción de Canadá y las islas del Caribe. Su status político no impresionaba a nadie. En Latinoamérica la dominación económica y las presiones políticas necesarias se realizaban sin una conquista formal. El continente americano fue la única región del planeta en la q no hubo una seria rivalidad entre las grandes potencias. Este reparto del mundo entre un número reducido d estados era la expresión d la progresiva división del globo en fuertes y débiles. Era un fenómeno nuevo. Entre 1876y 1915 una cuarta parte d la superficie del planeta fue redistribuida entre estos estados. Los observadores ortodoxos analizaban esta nueva era como una nueva fase de ldesarrollo capitalista, q surgía d diversas tendencias q creían advertir en ese proceso. El mas influyente d esos análisis, acerca del ³imperialismo´ fue el de Lenin.El término imperialismo se incorporó al vocabulario político y periodístico durante1890 en el curso d los debates sobre la conquista imperial. Pero la mayor parte d los debates se centraban en el marxismo. El análisis del imperialismo realizado por Lenin se convertía en un elemento central del marxismo revolucionario d los movimientos comunistas a partir d 1917 y también en los movimientos revolucionarios del ³tercer mundo´. El punto esencial del análisis leninista era q el nuevo imperialismo tenía sus raíces económicas en una nueva fase específica del capitalismo, q entre otras cosas, conducía a la división territorial del mundo entre las grandes potencias capitalistas en una serie d colonias formales e informales y d esferas de influencia. Las rivalidades entre los capitalistas engendraron la primera guerra mundial. Por otra parte los análisis no marxistas del imperialismo establecían
conclusiones opuestas a la d los marxistas y confundieron el tema. Negaban la conexión específica entre el imperialismo d finales del S XIX y del S XX con el capitalismo general y con la fase concreta del capitalismo q pareció surgir a finales del S XIX. Negaban q el imperialismo tuviera raíces económicas importantes, q beneficiaría a los países imperialistas y q la explotación d zonas atrasadas fuera fundamental para el capitalismo y q hubiera tenido efectos negativos sobre las economías coloniales. Afirmaban q el Imperialismo no desembocó en rivalidades insuperables entre las potencias imperialistas. Se concentraban en los aspectos psicológicos, ideológicos, culturales y políticos, rechazando las explicaciones económicas. Pero nadie habría negado en los años d 1890 q la división del globo tenía una dimensión económica. Pero demostrar eso no explica todo sobre el imperialismo del período. El hombre d negocios no era inmune a los impulsos políticos, emocionales, ideológicos, patrióticos asociados con la expansión imperialista. El acontecimiento más importante en el S XIX es la creación d una economía global, q penetró d forma progresiva en los rincones más remotos del mundo, con un tejido denso de transacciones económicas, comunicaciones, movimientos d productos q vinculaba a los países desarrollados entre sí, con el mundo subdesarrollado. Esta globalización continuó incrementándose entre 1875 y 1914. En 1870 la red d ferrocarriles se amplió, y posibilitó q las zonas más atrasadas y marginales se incorporaran a la economía mundial, y los núcleos d riqueza tuvieron un interés por esas zonas remotas. Ahora eran accesibles muchas d esas regiones parecían extensiones potenciales del mundo desarrollado, q estaban siendo ya colonizadas y desarrolladas por hombres y mujeres de origen Europeo. Que expulsaban o hacían retroceder a los nativos creando ciudades. La civilización necesitaba ahora el elemento exótico. El desarrollo tecnológico dependía de materias primas q se encontraban en lugares remotos. El motor d combustión interna necesitaba petróleo y caucho. Los posos petrolíferos d Medio Oriente eran objeto de intensos enfrentamientos y negociaciones diplomáticas. El caucho era un producto tropical q se extraía mediante la explotación d los nativos en el Congo y Amazonas. El estaño procedía d Asia y Sudamérica. Los metales más antiguos, del Tercer Mundo. Además, el crecimiento del consumo d masas en los países metropolitanos significó la rápida expansión del mercado d productos alimenticios. Estos acontecimientos no cambiaron la forma y características d los países industrializados. Pero transformaron al resto del mundo, en la medida en q lo convirtieron en un complejo d territorios coloniales y semicoloniales q se convirtieron en productores especializados d productos básicos para exportarlos al mercado mundial, de cuya fortuna dependían por completo. No se industrializaron en realidad xq se vieron atrapadas en la trampa d la especialización internacional. Alcanzaron una extraordinaria prosperidad pero estos países eran complemento d la economía industrial Europea y no les convenía sufrir un proceso d industrialización. Los territorios dependientes q no pertenecían al capitalismo colonizador (blanco) no tuvieron tanto éxito. Hasta 1914 las relaciones d intercambio favorecían a los productores d materias primas. Sin embargo la importancia creciente d esas zonas para la economía mundial, no explica xq los estados industriales iniciaron una carrera para dividir el mundo en colonias. De los argumentos q pueden explicar esa actitud el menos convincente surge del análisis antiimperialista del imperialismo, la presión del capital para encontrar inversiones mas favorables
q las q se podían realizar en el interior del país, inversiones seguras. Pero era totalmente natural relacionar ³el nuevo imperialismo´ con las exportaciones del capital como hizo Hobson. Pero no puede negarse q solo una pequeña parte d ese capital acudía a los nuevos imperios coloniales. La mayor parte d las inversiones británicas se dirigían a colonias d rápida expansión. Un argumento general d más peso para la expansión colonial era la búsqueda d nuevos mercados. La convicción d q el problema d la superproducción del periodo d la gran depresión podía solucionarse a través de un gran impulso exportador era compartida por muchos. El factor fundamental d la situación económica general era el hecho d q una serie d economías desarrolladas experimentaban d forma simultánea la misma necesidad d encontrar nuevos mercados. Cuando eran lo suficientemente fuertes, su ideal era ³la puerta abierta´ en los mercados del mundo subdesarrollado; pero cuando carecían d la fuerza necesaria intentaban conseguir territorios cuya propiedad situara a las empresas nacionales en una posición d monopolio o, q les diera una ventaja substancial. Esto fue una ampliación del proteccionismo q fue ganando fuerza a partir de 1879. Desde este punto ³el imperialismo´ era la consecuencia natural d una economía internacional basada en la rivalidad d varias economías industriales competidoras. Resulta difícil separar los motivos económicos para adquirir territorios coloniales d la acción política necesaria para conseguirlo, por cuanto el proteccionismo d cualquier tipo no es otra cosa q la operación d la economía con la ayuda de la política. Cuando las potencias rivales empezaron a dividirse el mapa d África u Oceanía, trataron d evitar que una porción excesiva pueda ir a manos d los demás. Si las grandes potencias eran Estados q tenían colonias, los pequeños países, no tenían derecho a ellas. África y Oceanía fueron las principales zonas donde se centró la competencia. Algunos historiadores han intentado explicar el imperialismo teniendo en cuenta factores estratégicos. Pero estos argumentos no eximen un análisis económico del imperialismo. Subestiman el incentivo económico presente en la ocupación d algunos territorios.. No se sostiene el intento d demostrar q no hay nada en el desarrollo interno del capitalismo occidental, en el decenio de 1880, q explique la revisión territorial del mundo, pues el capitalismo mundial era muy diferente al d 1860. Estaba constituido ahora por una pluralidad d ³economías nacionales, rivales. Es imposible separar la política y la economía de una soc capitalista. Explicar el ³nuevo imperialismo´ desdeuna óptica no económica es poco realista.La aparición d los movimientos obreros o d la política democrática tuvo una clarainfluencia sobre el desarrollo del ³nuevo imperialismo´. Muchos observadores hantenido en cuenta la existencia del llamado ³imperialismo social´, es decir, el intento dutilizar la expansión imperial para amortiguar el descontento interno a través d mejoraseconómicas o reformas sociales. Todos los políticos eran concientes d los beneficios potenciales del imperialismo.Mucho más relevante parece la práctica habitual d ofrecer a los votantes gloria en lugar d reformas costosas. El imperialismo estimuló a las masas, y a los elementosdescontentos, a identificarse con el Estado y la Nación Imperial dando así d formainconciente legitimidad al sistema representado por ese Estado. En una era d políticas demasas incluso los viejos sistemas exigían una nueva legitimidad. El imperialismoayudaba a crear un buen cemento ideológico.En algunos países el imperialismo alcanzó una gran popularidad entre las nuevas clasesmedias y d trabajadores administrativos, cuya identidad social descansaba en la pretensión d ser los vehículos elegidos del patriotismo. Es mucho menos evidente q lostrabajadores sintieran ningún tipo d entusiasmo espontáneo x las
conquistas coloniales, por las guerras, o cualquier interés en las colonias.D todas formas no se puede negar q la idea de superioridad y d dominio sobre un mundo poblado por gentes d piel oscura en remotos lugares tenía arraigo popular y q beneficióa la política imperialista. En la era d los imperios la burguesía glorificaba sus colonias.Las exhibiciones coloniales causaban sensación.Esta fue la época clásica d las actividades misioneras a gran escala. Se oponían a lasautoridades coloniales y siempre situaba en primer plano los intereses d sus conversos.Pero lo cierto es q el éxito del Señor estaba en función del avance imperialista. Laconquista colonial abría el camino a una acción misionera eficaz. Y si el cristianismoinsistía en la igualdad d las almas, subrayaba tb la desigualdad d los cuerpos, tb d los cuerpos clericales. Era un proceso q realizaban los blancos para los nativos y qcosteaban los blancos. Y ayudó a multiplicar el número d creyentes nativos.Había movimientos dedicados a conseguir la igualdad entre los hombres, pero susactitudes eran divididas. La izquierda secular era antiimperialista. La libertad para laIndia, al igual q la Libertad para Egipto e Irlanda, era el objetivo del movimiento obrero británico. Los radicales denunciaron los horrores en el Congo. Los socialistasoccidentales hicieron muy poco por organizar la resistencia d los pueblos colonialesfrente a sus denominadores hasta el momento en q surgió la Internacional Comunista.En la esfera internacional, el socialismo fue hasta 1914 un movimiento d europeos y demigrantes blancos o descendientes d estos. El colonialismo era para ellos marginal. Sudefinición d la nueva fase imperialista del capitalismo, q detectaron a finales de 1890,consideraba correctamente la anexión y la explotación coloniales como unacaracterística d esta nueva fase. El análisis socialista (marxista) del imperialismo, qintegraba el colonialismo en un concepto mucho más amplio d una ³nueva fase´ del capitalismo, era en principio correcto. Sin embargo era un análisis q tendía a exagerar laimportancia económica d la expansión colonial para los países metropolitanos. Elimperialismo d los últimos años del S XIX era un fenómeno nuevo, producto d unaépoca d competitividad entre economías nacionales capitalistas e industriales rivales.Las zonas periféricas d la economía global era cada vez más importante. Todos losintentos d separar la explicación del imperialismo d los acontecimientos específicos del capitalismo son meros ejercicios ideológicos.El impacto económico del imperialismo fue importante, resultó desigual, por cuanto lasrelaciones entre las metrópolis y sus colonias eran muy asimétricas. El impacto d las primeras sobre las segundas fue fundamental.D todos los países metropolitanos donde el imperialismo tuvo más importancia fue en elReino Unido, xq la supremacía económica d este país siempre había dependido de surelación con los mercados y fuente d materias primas d ultramar. En La economía británica era esencial preservar su acceso privilegiado al mundo no europeo. En los añosfinales del S XIX alcanzó un gran éxito en el logro d esos objetivos. Una tercera partedel globo era británica, en un sentido económico y desde luego, cultural. Pero en 1914otras potencias se habían comenzado a infiltrar ya en esa zona de influencia indirecta.El éxito del Reino Unido en ultramar fue consecuencia d la explotación más sistemáticad las posesiones británicas ya existentes o d la posición especial del país como principalimportador e inversor en zonas tales como Suramérica. Con la excepción de Egipto, laIndia y Suráfrica, la actividad económica británica se centraba en países q eran prácticamente independientes. Más d la mitad del ahorro británico se invirtió en elextranjero a partir de 1900. El Reino Unido consiguió su parcela propia en las nuevasregiones colonizadas del mundo. Sin embargo el
objetivo británico no era la expansión,sino la defensa frente a otros, atrincherándose en territorios q hasta entonces, habíansido dominados por el comercio y el capital británicos.La colonización formal sólo fue un aspecto d la expansión y la competitividadeconómica globales, y en el caso d las dos potencias industriales más importantes,Alemania y los Estados Unidos, no fue un aspecto fundamental. Sólo para el ReinoUnido era crucial desde el punto d vista económico. El impulso colonial parece haber sido más fuerte en los países metropolitanos menos dinámicos desde el punto d vistaeconómico. En todos los casos existían grupos q ejercían una fuerte presión en pro d laexpansión colonial. Mientras q algunos d esos grupos encontraron importantes beneficios d esa expansión, la mayor parte d las nuevas colonias atrajeron escasoscapitales y resultados económicos mediocres. El nuevo colonialismo fue una consecuencia d una era d rivalidad económico- política entre economías nacionalescompetidoras, rivalidad intensificada por el proteccionismo.Pero la era imperialista no fue solo un fenómeno económico y político sino tb cultural.Las conquistas del mundo por la minoría ³desarrolladas´ transformó imágenes, ideas yaspiraciones, por la fuerza y por las instituciones, mediante el ejemplo y mediante latransformación social. En los países dependientes, esto apenas afectó a nadie excepto alas elites indígenas, pero en algunas zonas, como el África subsahariana, el imperialismo, creó la posibilidad d q aparecieran nuevas élites sociales sobre la base duna educación a la manera occidental. Excepto en África y Oceanía donde las misionescristianas aseguraron a veces conversiones masivas a la religión occidental, la granmasa d la población colonial apenas modificó su forma d vida, cuando podía evitarlo.Lo q el imperialismo llevó a las élites potenciales del mundo dependiente fue la³occidentalización´. Por supuesto, ya había comenzado a hacerlo antes. Todos losgobiernos y elites d los países q se enfrentaron con el problema d la dependencia o laconquista vieron claramente q tenían q occidentalizarse si no querían qdarse atrás. Laselites q se resistían a Occidente siguieron Occidentalizándose, aun cuando se oponía.La época imperialista creo una serie d condiciones q determinaron la aparición d líderesantiimperialistas y, las condiciones q comenzaron a dar resonancia a sus voces. Pero esun error afirmar q la característica fundamental d la historia d los pueblos y regionessometidos a la dominación es la resistencia a Occidente. Es un anacronismo, xq losmovimientos antiimperialistas importantes comenzaron en la mayor parte d los sitioscon la primera guerra mundial y la rev rusa. Fueron las elites occidentalizadas las primeras en entrar en contacto con esas ideas durante sus visitas a Occidente y a través dlas instituciones educativas formadas por occidente, pues d allí era d donde procedían.El legado cultural más importante del imperialismo fue una educación d tipo occidental para minorías distintas, para los pocos afortunados q llegaron a ser cultos.Acerca d la influencia q ejerció el mundo dependiente sobre los dominadores se puededecir q el exotismo había sido una d las consecuencias d la expansión europea desde elS XVI. Se consideraba muchas veces a los países situados más allá de Europa como barómetro moral d la civilización Europea. En el S XIX consistió cada vez más seconsideró a los pueblos no europeos como inferiores, débiles y atrasados, inclusoinfantiles. Adecuados para la conquista o para la conversión a los valores d la únicacivilización real, la q representaban los comerciantes, los misioneros y los ejércitos dhombres armados. Los valores d las sociedades tradicionales no occidentales fueron perdiendo importancia para su supervivencia, lo único importante era la fuerza y
latecnología militar. Los únicos no europeos q les interesaban eran los soldados.Sin embargo la densidad d la red d comunicaciones globales, la accesibilidad d los otros países, intensificó la confrontación y la mezcla d los mundos occidental y exótico. Eran pocos los q conocían ambos mundos y se veían reflejados en ellos, aunq en la eraimperialista su número se acrecentó. Lo exótico se integró cada vez más en la educacióncotidiana. El exotismo podía llegar a ser una parte ocasional pero esperada d laexperiencia cotidiana. Esas muestras d mundos extraños eran ideológicas, reforzando elsentido d superioridad d lo ³civilizado´ sobre lo ³primitivo´. Eran imperialistas xq elvínculo central entre los mundos d lo exótico y d lo cotidiano era la penetración formalo informal del tercer mundo por parte de los occidentales.En el terreno artístico, las vanguardias occidentales trataban d igual a igual a las culturasno occidentales. Muchas veces se inspiraron en ellas durante este período. Esto escierto, tb d las consideradas como ³primitivas´. Su primitivismo era su principalatracción, pero los vanguardistas d los inicios del S XX enseñaron a los Europeos a ver esas obras como arte por derecho propio, con independencia d sus orígenes. Hay q menciona un aspecto final del imperialismo: su impacto sobre las clasesdirigentes y medias d los países metropolitanos. El imperialismo dramatizó el triunfo desas clases y d las sociedades creadas a su imagen como ningún otro factor podríahaberlo hecho. Un conjunto de reducidos países, situados casi todos en el noroeste deEuropa dominaban el globo.Pero el triunfo imperial planteó problemas e incertidumbres. Planteó problemas porquese hizo cada vez más insoluble la contradicción entre la forma en que las clasesdirigentes de la metrópoli gobernaban sus imperios y la manera en que lo hacían con sus pueblos. En la metrópoli se impuso, la política de electoralismo democrático. En losimperios coloniales prevalecía la autocracia, basada en la combinación de la coacciónfísica y la sumisión pasiva a una superioridad tan grande que parecía imposible dedesafiar y por tanto legitima. Soldados y procónsules auto disciplinados, hombresasilados con poderes absolutos sobre territorios extensos como reinos, gobernabancontinentes, mientras que en la metrópoli campaban a sus anchas las masas ignorantes einferiores.
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