8. Implantación, Fertilización y Labores del Viñedo

March 9, 2020 | Author: Anonymous | Category: Fertilizante, Suelo, Plantas, Productos quimicos, Naturaleza
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IMPLANTACIÓN, FERTILIZACIÓN Y LABORES DEL VIÑEDO

Portada: Nostálgico Viñedo alineado en calles

Flavio Columela © ver. 3.0 2

IMPLANTACIÓN, FERTILIZACIÓN Y LABORES DEL VIÑEDO 1.

ESTABLECIMIENTO DEL VIÑEDO.

El establecimiento de un viñedo implica el conocimiento de su marco de plantación y la forma que va a darse al desarrollo vegetativo de las cepas, todo lo cual en su conjunto constituye el sistema de conducción del viñedo. 1.A. Marco de plantación. Constituido por la disposición u ordenación de las cepas y su densidad de plantación. Decisivo y de carácter permanente sin práctica posibilidad de rectificación en el transcurso de su vida. 1.

Disposición de las cepas y tipos de marco de plantación.

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Plantaciones irregulares Las cepas se sitúan sin ninguna ordenación aparentemente preconcebida, no guardando ninguna disposición geométrica. Realmente estas plantaciones se tienden a establecer a distancias entre cepas relativamente uniformes, pero su situación en el terreno se determina con arreglo a los obstáculos naturales que presenta, a su fertilidad y en suma a la capacidad de desarrollo propio y de las cepas vecinas, resultando unos viñedos imposibles de mecanizar, en los que todas las labores tienen que hacerse a brazo, lo que es económicamente prohibitivo. Plantaciones según líneas de nivel Las plantaciones de viñedos según líneas de nivel son consecuencia de la aplicación de los métodos de conservación de suelos, cuando éstos tienen una pendiente acusada, que en general excede del 5 por 100. Las distancias entre líneas de cepas plantadas a nivel se procurará sean iguales a las distancias tradicionales de plantación, pero como consecuencia de no ser el terreno regular, las curvas de nivel no son paralelas, acercándose en los puntos en que aumenta la pendiente y separándose cuando disminuye. Como consecuencia la separación entre las líneas de cepas en las plantaciones a nivel no son constantes, como ocurre en los sistemas normales de plantación, lo que obliga, para lograr un mejor aprovechamiento de terreno, a variar el intervalo entre cepas de una misma línea. Plantaciones en terreno regular Fundamentalmente existen 3 geometrías de marcos de plantación:

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2.

Densidad de plantación. En Marco Real

En calles

En calles (variante 5 de oros)

En tresbolillo

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Marqueo del terreno El marqueo propiamente dicho se establece a partir de una línea base en el sentido de orientación de la hileras o filas. Con un cordel o alambre se habrán marcado señales equidistantes a las distancias exactas a que deben quedar las cepas en línea. Bien tenso y fijo el alambre o cordel que señala la primera alineación, se dejan marcados en el terreno los emplazamientos de las cepas, clavando en ellos trozos de caña o de palos cortos y bien rectos. Para trazar después las alineaciones perpendiculares existen muchos sistemas: uno muy práctico consiste en disponer de una cuerda larga, en la que se señala el punto que la divide en dos partes de igual longitud. Dos operarios sujetan los extremos de la cuerda en los trozos de caña que marcan los emplazamientos de dos cepas de la primera línea, entre las que queden un número impar de señalamientos de pies, y cogiendo un tercer operario la cuerda, por su punto medio, la extiende todo lo posible, formando un triángulo. La señal del punto medio de la cuerda y la caña o estaca central entre aquéllas a que se han sujetado los extremos marcan una alineación perpendicular a la línea primeramente marcada. En lugar suficientemente alejado de esta alineación cruzada se marca otra, análogamente, y basta llevar sobre cada una de ellas el cordel o alambre primeramente usado para señalar en el terreno los emplazamientos de cepas que, dos a dos, marcan las nuevas líneas paralelas a la línea que ha servido de base. El marqueo en calles puede hacerse de un modo análogo, sin otra diferencia que la de señalar distancias diferentes en las alineaciones paralelas y en las perpendiculares a ellas. 6

1.B. Elección de la variedad y el portainjerto. Hay que atender a las necesidades del suelo/clima para determinar los patrones más adecuados y a los requerimientos de afinidad que presenten las variedades o variedad que se pretendan plantar. ADAPTACIÓN A LAS CARACTERÍSTICAS DEL SUELO

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ADAPTACIÓN A LAS CARACTERÍSTICAS DEL SUELO RESISTENCIA A LA CALIZA Y VIGOR DE LOS PORTAINJERTOS

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CAPACIDAD DE ABSORCION DE NUTRIENTES

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1.C. Elección del sistema de conducción. SISTEMAS DE CONDUCCIÓN. DEFINICIONES

Los términos, “Sistema de conducción” empleado en nuestra viticultura, el francés “Système de conduite”, el italiano “Sistemi di allevamento” y el anglosajón “Canopy management” son equivalentes. Canopy o su traducción del francés cubierta vegetal, es el conjunto de tallos y hojas de una planta de vid. Una cubierta vegetal es continua, cuando a lo largo de la línea de plantas la vegetación no deja grandes huecos, en caso contrario es discontinua. Cuando la cubierta vegetal de una planta, o de las adyacentes, está separada en el espacio formando más de un seto se dice que está dividida, si por el contrario, forma un único seto es simple. Una cubierta vegetal es densa, cuando como consecuencia de una elevada carga (número de pámpanos por unidad de longitud de la misma) una gran superficie foliar está confinada dentro del volumen que forma su arquitectura, en el caso contrario se dice que es abierta o de baja densidad. También se define sistema de conducción como el resultado de un conjunto de operaciones con interacciones múltiples entre ellas, que inciden en la fisiología de planta y se expresan en un desarrollo vegetativo, en un rendimiento y en una calidad de la cosecha. Este conjunto de operaciones comienza con el diseño de la plantación, al elegir la densidad, el sistema de apoyo, la orientación de las líneas, la formación (altura del tronco, el tipo de poda, la carga en yemas), las intervenciones en verde (despuntes, deshojados, despampanados, desnietados, deschuponados, carga en racimos), que van a determinar la arquitectura de la planta y por lo tanto la disposición en el espacio de todos sus órganos (hojas, tallos, frutos y raíces). El sistema de conducción, al actuar sobre la propia estructura de la planta, modifica su medio ambiente más cercano, el microclima, y por lo tanto numerosos procesos metabólicos que afectan al desarrollo vegetativo, a la maduración y al lugar donde se almacenarán los fotoasimilados. 10

ESQUEMAS DE LOS SISTEMAS DE CONDUCCIÓN A ELEGIR

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2.

FERTILIZACIÓN DEL VIÑEDO.

La materia orgánica en el suelo se encuentra en continua evolución. La materia orgánica de origen animal, sometida en el suelo a la degradación por los microorganismos, deja elementos minerales simples en la solución, o fijados al complejo arcillo-húmico La materia orgánica de origen vegetal, bajo la acción de los microorganismos produce gas carbónico y elementos minerales en el proceso de mineralización, que podrán ser utilizados por las plantas; y por otra parte, en el proceso de humificación, produce complejos húmicos que quedan relativamente estables. Las sustancias húmicas provienen de la reorganización de elementos de las dos composiciones, procedentes principalmente de la lignina y de la celulosa. Conviene recordar que en los suelos poco ácidos, el humus se combina con la arcilla para formar el complejo arcillo-húmico, base de la fertilidad; en los arenosos, la materia orgánica mejora estructura, retención de agua, actividad biológica y capacidad de cambio; en los suelos limosos mejoran la estructura, y en los arcillosos pesados mejoran las propiedades mecánicas. La fertilización orgánica tiene como principales finalidades mejorar las condiciones físicas y biológicas del suelo, sin que ello no signifique una fuente importante de elementos nutritivos para la viña, ya que, por ejemplo, 10 Tm de estiércol por Ha pueden aportar 40 Kg de Nitrógeno, 25 Kg de P2O3 y 50 Kg de K2O. El abonado orgánico contribuye a mantener los niveles de humus del suelo en niveles convenientes (2% puede considerarse un nivel correcto, sin embargo, gran parte de los viñedos no alcanzan el 1%). La materia orgánica contribuye a mejorar la capacidad de cambio, la estabilidad estructural, permeabilidad en suelos arcillosos, retención de agua en ligeros, actividad biológica, etc. Otro aspecto importante a considerar es que, anualmente, las pérdidas de humus representan del orden del 1 al 2%, según el suelo. Desde el punto de vista vitícola, en la medida de lo posible, se debería tender a tratar de elevar los niveles de Materia Orgánica del suelo y, en cualquier caso, evitar su disminución mediante los aportes de plantación y mantenimiento. 13

En la siguiente tabla se recogen las composiciones y características en diferentes materiales orgánicos, además de su composición resulta interesante conocer la relación C/N, que nos informa sobre el grado de evolución (>14 rápida, 14-19 media, 19-50 lenta, >50 muy lenta).

A.

Abonado previo a la plantación. El abonado de Fondo. Es la única oportunidad de afectar a toda la superficie y perfil del suelo en gran medida. Resulta conveniente hacer la aportación antes de las labores profundas y, en cualquier caso, sería deseable aportar de 40 a 60 Tm/Ha de estiércol u otros fertilizantes orgánicos en cantidades equivalentes, incluso cantidades superiores (80-120 t/ha), teniendo en cuenta las características del suelo, disponibilidad, coste, etc. 14

B.

Mantenimiento Sería deseable realizar aportes de 15 a 30 Tm cada 3 años, anualmente en cantidad proporcional alternando calles. El aporte puede hacerse superficialmente y aprovechar una labor de invierno para incorporarlo, o ejecutar el aporte de forma localizada hacia el centro de las calles. En algunos casos, lo que se recomienda es realizar el aporte cada año a 1/3 de la superficie, o cada dos años a la mitad de la superficie. C.

Fertilización mineral en pre-plantación

La fertilización mineral de fondo se plantea en términos clásicos con los objetivos de favorecer el establecimiento rápido y correcto de las cepas, y mejorar la fertilidad del suelo. Se contempla aplicar al suelo aquellos elementos más estables y/o de escasa movilidad que el viñedo es exigente en ellos, y se pretende que estén a disposición de las raíces a medida que colonizan el suelo. Se considera que la ocasión antes de la plantación permite de forma fácil y a todo el suelo incorporar en profundidad los fertilizantes minerales. Los elementos minerales que son considerados en la fertilización mineral de fondo son el fósforo y el potasio; el magnesio resulta menos frecuente y el boro raramente. El planteamiento de la fertilización de fondo en cualquiera de sus elementos debe apoyarse siempre en el análisis del suelo y en su correcta interpretación. Existen diferentes tendencias en el planteamiento de la fertilización de pre-plantación, desde los que recomiendan aportaciones masivas en fósforo y potasio y, ocasionalmente, en magnesio, a pesar de cuestionarse la baja eficiencia, a otros que se inclinan por aportes moderados y algunos que son partidarios de no practicar la fertilización de preplantación, e iniciar desde el comienzo un programa único de fertilización acorde con las características del viñedo y las necesidades de las plantas. En la tabla de la siguiente página, se aconsejan cantidades variables, y se proponen como cantidades indicativas: 200-300 Kg/ha de P2O5, 400-800 Kg/ha de K2O, 60-100 Kg/ha de MgO, nada de nitrógeno y, en caso de carencia, de 2 a 3 Kg/ha de boro. Los expertos del ITV, en Francia consideran que, generalmente, la constitución de un stock de 200 Kg/ha de ácido fosfórico y de potasa, está considerado como suficiente, pero que, evidentemente, deben ser corregidas estas cantidades en función de las características y composición del suelo. 15

En los suelos ácidos, pobres en fósforo, hay que informarse antes de proceder a correcciones de abonado importantes. D.

Fertilización mineral de mantenimiento

Hay que considerar dos alternativas: una basada en la realización de un balance entre exportaciones (exportación del viñedo más pérdidas) frente a aportes; más sencillo, y probablemente igual o más eficaz, es utilizar un método ponderativo basado en unas cantidades de referencia y luego, para los distintos elementos (N, P, K, Mg), corregir o ponderar en función de distintos factores. La finalidad de la fertilización mineral de mantenimiento es poner a disposición de la planta los elementos minerales que precise y, al menos, compensar las pérdidas del suelo. Los aportes dependerán de: a. b. c. d. e. f. g. h. 16

Naturaleza y composición del suelo Régimen climático: Pluviometría, etc. Edad del viñedo Desarrollo vegetativo Producción, y su destino Calidad de la cosecha Sistema de conducción, poda y técnicas culturales (riego, mantenimiento del suelo) Condicionantes económicos.

Deberán apoyarse en: i. j. k. l.

Necesidades de la viña Pérdidas por lixiviación o insolubilización Tasas de utilización de fertilizantes Disponibilidad de suelo

Si se opta por realizar la determinación de necesidades considerando un balance entre exportaciones y aportaciones, se pueden observar, para diferentes rendimientos, así como las pérdidas.

En el caso del boro, en un suelo pobre en boro, aplicar un abonado de corrección los dos primeros años de dos unidades por ha y de 1 unidad los siguientes. El azufre es uno de los seis elementos mayores, los aportes indirectos que reciben los suelos vitícolas, productos fitosanitarios, abonos orgánicos y minerales como los superfosfatos, etc., son suficientes para asegurar un nivel adecuado, si bien es importante recordar el papel acidificante de este elemento, que puede resultar favorable en determinadas situaciones. Los restantes elementos deber ser contemplados cuando se tengan indicios fundados de que son necesarios, y se puede seguir un plan de corrección. A la hora de la realización de la fertilización, así como para la elección de los fertilizantes es interesante conocer las relaciones o equilibrios entre los mismos, en particular cuando se emplean formulaciones complejas. Puede observarse que equilibrios alrededor del 2-1-3 (N-P2O5 -K2O) son los más frecuentes, pero podrían interesar también 1,5-1-2 o 1 -1-3, cuando se quiera reducir el nitrógeno y sus efectos. 17

Para la planificación de la fertilización mineral, tenemos en cuenta los siguientes criterios:

CANTIDADES DE FERTILIZANTES A APLICAR Para la determinación de las cantidades de fertilizante a aplicar se proponen unas cantidades de partida o de base que deben ser corregidas o ponderadas, en el caso de P, K y Mg, en función de la fertilidad del suelo, considerando de forma prioritaria la del subsuelo de más de 20-30 cm de profundidad; y el volumen de tierra útil y contenido en materia orgánica. En el caso del nitrógeno, los factores de corrección son diferentes. Normas de abonado anuales

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* Sin corrección negativa para Mg si el suelo es rico o muy rico en potasio Sumar los % de corrección de los factores contemplados (A y B) y corregir la norma de abonado anual Ejemplo: Suelo rico - 100 Poco profundo + 20 Proporción de piedras elevada + 20 Materia orgánica satisfactoria Suma de% de corrección= -60% = 40% de la norma Norma K2O= 75 U/ha Norma corregida= (75 x 40)/100 = 30 U/ha. 19

Forma de aplicación * Otoño-final de invierno, abonado de base masivo N, P, K. * Justo después de floración, primera cobertera de N (forma nítrica o mixta como mucho) * Cuatro o cinco semanas después de floración, segunda cobertera de N, siempre en forma nítrica. 

 

Aportes en fertirrigación o foliares deben tener consideración especial. En fertirrigación considerar el programa de riegos y no retrasar en exceso la aplicación de los fertilizantes, adecuarla a las necesidades de cultivo. No retrasar el N y no interferir, en particular durante la maduración. Los foliares concentrados durante la primavera, períodos de crecimiento vigoroso. Los elementos fertilizantes se aplicarán si es al suelo:

Nitrógeno 2/3 en primavera, y 1/3 después de floración, o bien, 1/ 2 en primavera y 1/4 en cada una de las coberteras (En caso de aplicación de complejos, parte del total del N se distribuirá en Otoño-Invierno) Anhídrido fosfórico Siempre en otoño - invierno Óxido de Potasio En los terrenos arcillosos y limosos, debe distribuirse todo en Otoño-invierno, mientras que en pedregosos y arenosos, conviene fraccionar 70-75% en Invierno-primavera y el 25-30% restante después de floración. Óxido de Magnesio Igual que el Potasio Óxido de Calcio La mayor parte de los viñedos españoles no precisan aportes de Ca y, en caso necesario, se realizará antes de la plantación. Se procurará hacer los aportes de invierno, de cara a la primavera, más que en otoño después de podar. 20

Edad de la viña Las necesidades de un viñedo joven son muy inferiores a las de una plantación adulta, por lo que resulta aconsejable aumentar paulatinamente las dosis hasta el cuarto año: - 1er año (año de plantación), ningún aporte mineral anual - 2º año: 1/3 del abono mineral anual - 3er año: 2/3 del abono mineral anual - 4º año: abono mineral normal Los aportes de nitrógeno deberán adaptarse al desarrollo del cultivo. En muchos casos, no se recomienda aplicar la fertilización de entretenimiento hasta el tercer año, y hacerla en las cantidades normales. Formas de aplicación al suelo: Nitrógeno En otoño-invierno, en forma amoniacal o mixta (Nítricoamoniacal). En primavera en forma nítrica o mixta y, después, siempre en forma nítrica, que es rápidamente absorbida. En los suelos pesados y fríos está justificado el uso de formas amoniacales, mientras que en los arenosos son preferibles las formas nítricas. Fósforo Los fosfatos conviene aplicarlos en forma de superfosfato, eligiendo el tipo según criterios económicos entre mineral triple. El empleo de escorias se reserva para suelos ácidos. En los suelos alcalinos debe tenderse al empleo de formas más solubles que en los ácidos y en los suelos pobres el P 2O5, igualmente debe tenderse también a formas más solubles en agua más rápidamente disponibles para las plantas. Potasio Económicamente, resulta más rentable el empleo de Cloruros (riqueza aproximada del 60%), si bien deben evitarse en suelos salinos o en caso de grandes dosis, con el fin de evitar posibles toxicidades, pudiendo emplear: Sulfato potásico (50% en K 2O) o Nitrato potásico (46% en K2O y 13% en N). Magnesio y restantes elementos Seguir las recomendaciones expuestas en la corrección de carencias . Complejos En el caso de empleo de abonos complejos, deben usarse en otoño-invierno, completando con abonos simples las unidades que se precisen en el caso de que la fórmula no se ajuste a las necesidades, conforme a los criterios anteriormente expuestos. 21

3.

LABORES DEL VIÑEDO

En este apartado cabe distinguir entre las labores propiamente dichas que se realizan para el mantenimiento del suelo, y las labores técnicas del viñedo, que incluye a todas las operaciones encaminadas a la obtención productiva y cualitativa de la uva. Mantenimiento del suelo Efectos favorables:

Mullido del suelo Aireación Control del balance hídrico Destrucción de las malas hierbas Protección de las cepas contra las heladas de Invierno (aporcados).

Efectos desfavorables:

Destrucción de raíces superficiales Formación de la “suela de labor”.

Precisamente para evitar estos efectos desfavorables existe la alternativa del NO LABOREO que implica la utilización de otras técnicas, entre ellas el uso de herbicidas y las cubiertas de plástico o lechos naturales, así como el uso de cubiertas vegetales en competencia y detrimento de la propagación de malas hierbas. Labores culturales y época de realización

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Alternativas para el mantenimiento del suelo Son las siguientes: Uso de herbicidas o No Laboreo Consiste en la destrucción o control de flora arvense mediante el empleo de productos químicos de acción herbicida. Mulching o acolchado Con este término anglosajón designamos la cobertura del suelo con materiales inertes: paja, residuos vegetales, lámina de plástico, etc. Hoy en día el mulching no es un método que se aplique de forma general a toda la superficie del suelo, el mayor uso de esta técnica en la actualidad consiste en la aplicación local del mulching en una parte de la superficie de la plantación. Labores técnicas en el viñedo. Calendario

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El ilustre D. Juan Marcilla supervisando labores en la viña

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