52 Amantes Vol I (INCOMPLETO)- Pepe Carroll

September 23, 2017 | Author: Elizabeth Hammond | Category: Hand, Playing Cards, Thumb, Limbs (Anatomy), Arm
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Descripción: La obra maestra de Pepe Carroll (vol I) añadiendo algunas imágenes al scan que circula por la red. Muy inco...

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José Carroll

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FIFTY-TWO LOVERS Volum e I Ilustrations by Luis H. Trueba Prologue by Juan Tamariz

Editorial Frakson Magic Books

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Jose Carroll: 52 Lovers Volume I

Prologue (Juan Tamariz) Conflicts Transformations Impossible Colour Changes The Unwary Cheater or the Nine Card Monte Techniques The Economical Double Lift...And More Ambitious Card Tom Ambition Triumph A Triumph With Fans Reds and Blacks Red and Black Travellers Travellers...Through the Case The Glass Wall Favourites Suit Appearance Instructions

que, antes, requería el «dar aire» con un abanico de cartas y el manejo. Del «pintaje» con la carta envuelta en el celofán, también he cambiado su manejo y la descarga, que antes requería el «lap». Su origen está en un cambio de Jerry Andrus, que él llama «Transparent miracle» (ver «And rus deals you in»). Por último, el «pintaje» de la carta ensartada es una contribución de mi amigo Luis Hernández Trueba, que él utilizaba en una rutina de car­ ta apuñalada, y que yo he adaptado para ser utilizada en cualquier situación.,, A) CARTA EN VASO DE CRISTAL El vaso o copa a usar es conveniente que sea de paredes rectas (no cónicas) y que su diámetro interior sea, lógicamente, más corto que el lado largo de tus cartas... Aparte de estas consideraciones, puedes usar cualquier receptáculo de cristal, teniendo en cuenta que, cuanto más transparente y nítido sea, más fuerte será el cambio de carta. 1. Da a escoger una carta a alguno de tus espectadores para que, una vez la haya visto y recordado, la ponga entre !as demás cartas de la baraja. Contrólala de forma que quede la séptima a partir de encima de la baraja. Mezcla en falso, etc. Muestra el vaso y di; Voy a buscar esa carta escogida para, una vez ¡a haya encontrado, ponerla en el interior de este vaso y poder brindar por m i éxito cartomágico. Coge el vaso en tu mano y haz con él el clá­ sico gesto del «brindis». 2. Tras el gesto de «chin-chin», deja el vaso en un lado de ía mesa y sujeta la baraja en tu mano izquierda en la posición normal de repar­ tir. Con tu mano derecha coge la carta superior del mazo, voltéala cara arriba y murmura: No, ésta no creo que sea... Vuelve a coger esa carta con tu mano derecha, sujetándola por sus extremos cortos, en posición de «Biddle» y «snapeala» volteándola dorso arriba. Echa la carta ahora al centro de la mesa. Gracias al «snap», la carta sobre la mesa tendrá una ligera protube­ rancia hacia arriba (concavidad). Verás que esta «malformación» nos será útil más tarde para disimular el instante del cambio. 3. Repite lo indicado en el apartado anterior, una a una, con las siguientes cinco cartas superiores de la baraja..,, es decir, muéstralas, «snapealas» dorso arriba y échalas descu id é ámente sobre la mesa, de forma que queden sobre ésta desparramadas.

Mientras lo haces, finje un cierto afán y ansiedad en la búsqueda de la carta escogida y ve diciendo: Esta ta n d e o , ésta..., fracaso... quizás ...no, para nada... Si quieres, incluso, puedes hacer alguna broma al respecto, como: ¿Tenéis prisa? o ¿pero tú escogiste alguna carta? 4. Con tu movimiento favorito, empuja juntas lad dos cartas supe­ riores de la baraja hada la derecha «push-oíT», «ola», etc.), c ó ^ la s con la mano derecha y voltéalas cara arriba sobre el mazo, por supuesto, sin que se descuadren. Se verá la cara de ana carta indiferente, pero bajo ella debe encontrarse la carta escogida. Exclama: ¡Esta, creo que su

Sin detenerte, con tu mano derecha coge las dos cartas juntas por su costado largo derecho —pulgar por encima, dedos por debajo— e in­ trodúcelas en el interior del vaso de forma que los lados cortos de las cartas estén en contacto con las paredes de aquél (fig. I). El vaso suje­ tará a ¡as cartas evitando que se descuadren.

5. Pon el vaso, ahora, boca abajo sobre la zona de cartas esparci­ das en la mesa y de forma que la(s} carta(s) de su interior esté(n) cara hacia el público (fig, 2). Pregunta con aire de suficiencia y triunfo: «

-

.......................

cisamente la esquina retenida por los dedos derechos, saldrá disparada y quedará asomando —e incluso a veces caerá sobre la mesa— por el extremo de la baraja (fig. 7). 8}

T R H fN F O «POR A B A N IC O S» Efecto y Comentario.—Es esta mi versión del «Triunfo», una versión que puede hacerse de pie (cosa rara en «Los Triunfos»), sin necesidad de mesa y que es apto, pues, para todo terreno. Está basado en un precioso «Triunfo» de Paul Harris llamado «OAMBLER VERSUS MAGICIAN VERSUS MENTALIST».., He cambiado algo e! manejo y Ía charla, pero, sobre todo, he añadido una «enseñada» de las cartas mezclándose caras abajo y caras arriba que pienso que es muy clara y que puede introducirse en otras rutinas de «Triunfo». Preparación.—Toma tu baraja dorso arriba y voltea cara arriba a ia segunda carta por encima (supondremos que es el seis de picas). Ejecución.—Di: Generalmente, los juegos con cartas se hacen con una caria escogida, una cana pensada, una carta... yo quisiera hacer un juego al revés..., con cincuenta _v una cartas... ¡con todas menos una! Pero yo sé que memorízar cincuenta y una cartas es demasiado ardwK asi que.... por fa \o r T» íiete izquierdo. «habilidosamente», io has puesto '4uierda acercán159

SEIS DE PICAS.—Coge la b a r^ a de la mesa y haz una mezcla «faro» ea ia que imbrícarájn, coa la mano izquierda, el tercio superior de ia baraja (^roxim adam ente) y, con la mano derecha, los dos tercios inferiores. Ei paquete de ia mano izquierda debe quedar abarcado («faro straddie») por el de la mano derecha, ...muy fácil, por otra parte.

ya que éste tiene mayor número de cartas. Pero no llegues a imbricar del todo, los dos paquetes, tan sólo una tercera parte de su longitud (fig. 14). Mientras haces la mezcla, recalca: Ya he mezclado las cartas antes varias veces, pero... ¡una mezcla m ás'

Fig. 15

Con tu mano derecha coge el conjunto de los dos paquetes scmiimbricados, sujetándolos por el extremo del paquete mayor con el pul­ gar por encima y demás dedos por abajo (ver fig. 15). Ten en cuenta que, * partir de «qui, el ritmo se va a ir acelérindó progreaávanieot«. Exclama; ¡El Seis! Haz ahora la conocida aparición de Paul le Paul. Para ello, mueve tu mano derecha de arriba hacia abajo con una ligera sacudida y el seis saldrá disparólo por el aire (unas pocas pruebas te dirán cuál debe ser la intensidad de esa sacudida de tu mano derecha). 158

Con tu mano izquierda, trata de atrapar al seis en su vuelo. Si U> consigues, muéstralo haciendo una pausa, deposítalo e s la extensión de las cartas de p tc ^ aparecidas y pasa ahora dos paquetes semiimbri'· cados de tu mano derecha a tu mano izquierda. Si no lo consigues «ca­ zar» en ei aire, pasa los dos paquetes a tu mano izquierda y, con ia mano derecha, coge cl seis de dónde haya aterrizado, muéstralo y déjalo sobre ias ya ¡parecidas cinco cartas de picas. SIETE DE PICAS.—Con la mano derecha levanta la m itad de los dos paquetes semiimbricados y ponia en el centro de ta mesa con sus lados largos paralelos ai borde interior de ésta. Regresa con la mano derecha, coge con ella el resto de los dos paquetes de tu mano izquierda y, al ir a ponerlo encima del paquete de la mesa, mueve con cl pulgar izquierdo su carta más inferior (Siete de Picas cara arriba) (fig. 16), de forma que ésta quede a caballo de los dos paquetes a medio mezclar.

Fifr 16

Completa ei corte, terminando de poner el paquete de ia mano derecha encima del de la mesa. Mientras haces esto, di con convicción; Además de mezclar ¡se corta! Estás listo para ejectuar la aparición de Bruce Cervon... Di: ¡Et Sie­ te! y procede como sigue. Sujeta, con tu mano derecha, et paquete de-

Fig. 17 recho de la imbricación y, con la mano izquierda, el paquete izquierdo. Mueve tu mano derecha alejándola de ti y tu «m ío izquierda acercán159

dola hacia tu cuerpo, desimbricando las cartas... el Siete de Picas pivotará entre tu pulgar derecho y tu dedo mayor izquierdo, y aparecerá, vuelto en el centro de los dos paquetes (fig. 17), atrapado por dos de sus esquinas (figs. 18 y 18-A).

Fig. i8

Haz una pausa. ({Ojo! No llegues a hacer que el siete de picas saiga del todo de entre los dos paquetes que lo sujetan, porque entonces per­ dería el control de las cartas que están todavía por aparecer.) Levanta, con la mano derecha todas las cartas del paquete 1 que hay por encima del siete y deposítalas en la zona de ia mesa marcada con ja letra A. Haz lo mismo con ia mano izquierda, levanta todas ias cartas del pa­ quete 2 que hay por encima del siete y deposítalas en !a zona B de la

Fig. !8-A

mesa. Coge el siete y deposítalo en la hilera que forman sus seis com­ pañeras de palo, que le han precedido. OCHO DE PICAS.—Toma el paquete superior derecho O irpónlo sobre el paquete en A y coge este paquete resultante, en tu mano dere­ cha, como si fueses a hacer una mezcla hindú. Haz lo mismo con tu mano izquierda... pon el paquete inferior izquierdo (2) sobre el paquete en B y sujeta el paquete resultante, con esta mano, también como si fueses a hacer una mezcla hindú..., si fueses zurdo. Pero, mientras la 160

mano izquierda bace estos movimientos, ia mano derecha apoya un momento su paquete »obre ia mesa y, el pulgar derecho, deja tsca^>ar la cart% inferior p«ra voiver a recuperarla de nuevo, ahora manteniendo, con su yema, una separación entre ia carta y ei resto dei paquete. ’ £ s t ¿ en posición de h » « r la popuJar aparición «pop-upt> de Piet Forton {figs, 19 y 19-A). (Observa que los paquetes forman un ángulo de unos 45° con ia mesa.) Haz unos gestos como si tratases de atrapar algo

Fig. ¡9 entre los dos paquetes que sujetas en tus manos, mientras dices: ¡El Ocho está por el aire... En uno de esos gestos, afloja ia presión que ejerce el pulgar sobre el Ocho..., en parte por la gravedad y en parte por !a iner­ cia dei gesto de atrapar, la carta caerá y lo único que hay que tener es

Ftg. 19-A

la prícfíca de atraparla p o r1 jn F ^ ü T ñ a “entreTOT'aós paquéffiO co^ con pinzas» (fig. 20). Termina tu frase: ...¡justo aquí! Pausa, y deja que cl ocho resbale de entre los dos paquetes f quede junto a las otras cartas de picas... Pon cl paquete de ia mano^terecha debajo del de la mano izquierda, cuádralos y sujeta el conjunt» en tu mano izquierda, en la posición normal de repartir. 161

NUEVE DE PICAS Y DIEZ DE PIC A S.-E xdam a; /£ / Nueve y ei Diez juntos! Coge 1« baraja de tu mano izquierda con la mano derecha, pulgar por encimc y dedos por abajo, y lánzala de nuevo hacia ia mano izquierda, pero retenieodo, con el pulgar derecho, la carta superior del mazo (Diez de Picas) y, con los demás dedos, la carta inferior (Nueve de Picas). (Aparición clásica y por todos conocida.) (fig. 21).

Con la mano izquieda, deja ia baraja sobre ia mesa y lanza, en «boomerang», las dos cartas que retienes en tu mano derecha. Atrapa, en su vuelo de regreso, una carta en cada mano. Muéstralas a tu públi­ co, haz la consabida pausa y déjalas cara arriba... si acertaste... a conti-

Fig. 21.,

nuación de las otras cartas de picas. (Es importante, para que las dos cartas vuelen separadas, que la posición de cogida de éstas sea como en ia fig. 22.) 162

JOTA, DAMA Y REY DE PICAS.—Coge la baraja de la mesa y haz unoa cuantos cortts brillantes, siempre teniendo en cuenta que no (tesordi«ni ia asitad superior de feta. ÏH: Y Ua figuras... ¡Las tres a ¡a vez! Termina los cortes y, con tu mano derecha, coge una a una, las tres cartas superiores de la baraja. Afirma: Á qui están la Jola, la Dama, y el Rey del palo escogido... Mientras dices esto, suelta con tu pulgar izquierdo 1res cartas por la esquina superior izquierda del mazo y em­ pújalas hacia la derecha para que, el meñique izquierdo, obtenga una separación bajo ellas. Pon las tres cartas de la mano derecha encima dcl paquete de la mano izquierda. Con la mano derecha, ahora libre, señala las cartas que ya aparecieron y, a la vez, justificando tu gesto con la palabra, termina tu frase: ...del palo de picas. Vuelve ahora con ia mano derecha a coger sus tres cartas, pero «cai^a» bajo ellas las tres que mantenías separadas con el meñique izquierdo. La mano izquierda deja la baraja cara arriba en el centro de ¡a mesa. Voltea el paquete de la mano derecha caras arriba y, mediante una cuenta «deja paquetes», enseña ias seis cartas como tres, viéndose las caras dei 5 de Corazones, del 9 de Rombos y del 10 de Rombos. Cua­ dra las c a r í^ cara arriba en tu mano izquierda y finge sorpresa ante el aparente fracaso. No se parecen mucho, me temo... Pero reacciona: ...¿No importa! Si se pone el As de Picas con estas cartas rojas... Coge el As de Picas de la mesa y ponlo en la cara del

Fig. 23

paquete de sets cartas. Haz otra vez una cuenta «deja paquetes» ocul­ tando las tres figuras de picas y continúa; ...al conjuro de! As las cartas rojas pueden transformarse... (Puedes hacer aquí los manejos que quieras, «culebreos», etc., el 163

caso es que quede claro, para los espectadores, que sólo hay un As y tres cartas rojas.) Aflade: ...Todavía no. Haz otra cuenta y cuadra las cartas en tu mano izquierda. Sin detenerte, haz la transformación de las tres cartas de rombos por las tres de picas mediante un «Triple bucle» de Mario. Lo explicaré brevemente: Sujeta el paquete de siete cartas en tu mano izquierda en la posición normal de dar. Con cl meñique izquierdo bud e a la carta inferior del paquete, con el dedo anular buclea la segunda carta por abajo y con cl dedo mayor la tercera por abajo (fig. 23). Con la mano derecha, sujeta las cuatro cartas superiores como si fuesen una y muévela(s) hacia la derecha relajando, a la vez, la presión que man­ tienen los dedos izquierdos sobre las tres cartas inferiores. Las cartas se

Fig. 24

expandirán como una especie de resorte formando una pequeña exten­ sión entre tus manos (fig. 24). (Para más detalles, ver «The Cardician», de E. Mario.) Es importante que, entre la última cuenta «deja paquetes» y !a trans­ formación por «triple bucle», no exista apenas pausa para que cl constraste visual sea máximo y la transform ^ión instantánea. No pases por alto esta técnica, merece la pena, y por supuesto es aplicable en muchas otras rutinas. También puedes hacerla según el principio de verticali­ dad. (Posición de las «dos y diez».,. Ver «Agua y Aceite».) Haz la pausa «post efecto», pon ci grupo cuádruple de tu mano de­ recha (As y tres cartas rojas bajo él) debajo de la carta superior de las tres de tu mano izquierda y cuadra cl paquete. Haz ahora un «cule­ breo», deja caer el grupo cuádruple, que sujetará tu mano derecha, so­ bre el resto de la baraja (cari« arriba) que está sobre la mesa y, encima, displicentemente, las tres figuras de picas. Recibe tus merecidos y bien ganados aplausos. 164

Cupido los aplausos comiencen a decrecer, coge el mazo cara arriba en tu maoo izquierda y, »>n la mano derwha, deja ia Jota, la Dama, el Rey y el As de Picas, una a una, sobre la extensión en que estás dejan­ do las cartas de Picas desde que empezaste el juego. Di con aire confidencial: Siempre hay alguien que me pregunta qué habría pasado si, en vez del de Picas, se hubiese escogido otro palo. Mientras así habías, extiende la baraja entre tas manos y ve pasando cartas de tu mano izquierda a tu mano derecha. Cuando llegues al Rey de Corazones, párate y cuadra las cartas manteniendo una separación, con cl meñique izquierdo, entre el paquete de cartas de corazones y ei resto del mazo. Voltea la baraja, de forma que ésta quede ahora dorso arriba en tu mano izquierda, pero sin perder la separación que mantie­ ne el meñique. Señala, con tu mano derecha, a! paquete de tres cartas cara abajo que hay desde el comienzo en la zona izquierda de la mesa (los tres Ases) y, dirigiéndote a todos, pero en especial al espectador que al co­ mienzo encomendaste ía vigilancia de los Ases, afirma contundentemen­ te: Recordad que aquí están los tres Ases... ¿Bien? Mientras preguntas esto y, sin darle importancia, recoge con tu mano derecha las trece car­ tas de picas de encima de !a mesa, de forma que te queden caras abajo y sujetas en la cogida de «Biddle». Gracias a tu afirmación anterior, la atención de los espectadores es­ tará centrada en los tres Ases de ía mesa y seguro que, en algún sector de tu público, habrá dudas sobre si esas tres cartas son realmente tres Ases, y así te lo harán notar. (Recuerda que el cinco de Picas apareció entre los tres Ases y eso aumentará, aún más, la desconfianza de los espectadores ante tus palabras.) Observa que la frase te sirve de «misdi­ rection» mental para Tecoger, inadvertidamente, las cartas de Picas de la mesa y, además, de justificación para ei «enfile al tiempo» que sigue a continuación. Di: Parece que hay dudas... Bueno, tendré que enseñarlos-. Usando el paquete de trece cartas de tu mano derecha como si fuese una pala, voltea cara arriba los tres Ases sobre ía mesa y haz el « e i ^ al tiem­ po», cambiando las trece cartas de picas por las doce de com ones que has mantenido, todo este tiempo, separadas con tu meñiq«: síquierdo. ti^rbido a su-gran-utilided-y a q«eHfte-6s4emasiado-cott0cidi«^ describíré este enfile con detalle en cl apartado NOTA 1.) Reprentle a tu mal pensante público; Si, ahí están... los tres Ases. Sigue centrando la atención sobre ios Ases, mientras, co* la mano derecha, dejas ias cartas de corazones cara abajo y en extoaiión en el lado derecho de la mesa, justo donde antes estuvieron las cMas de pi­ Í65

cas. Para los espectadores, « ta s cartas seguirán siendo de picas y, a¡ final, ni siquiera recordarán qtie las tuvistes en tu mano (maravillas del «enfile ai tiempo»). Voltea ahora ía baraja cara arriba en tu mano izquierda y, con ayu­ da del pulgar derecho, obten una separación bajo la carta superior (cindo de corazones) manteniéndola con e! meñique izquierdo. Rápidamen­ te, muestra los tres Ases y fuerza eJ As de Corazones por el método que quieras. Con tu mano derecha coge de la mesa los dos Ases no elegidos (tré­ boles y rombos) y déjalos, un momento, sobre el paquete de la mano izquierda para que la mano derecha, ahora libre, pueda empujar hacia adelante sobre la mesa al As de Corazones. Vuelve con la mano dere­ cha a coger los dos Ases no escogidos y llévate, oculto bajo ellos, el cinco de corazones. Deja la baraja en cl lado izquierdo de ia mesa y, con la mano iz­ quierda, pasa la carta superior (As) de las tres que sujeta ia mano dere­ cha debajo de las otras dos, quedando así el cinco entre ios dos Ases. Deja este paquete de tres cartas en la esquina superior izquierda de la mesa. Como si te encontraras en un día especial y dispuesto a todo, di: Foy a hacer aparecer las doce cartas del palo que ahora ha sido escogi­ do... de corazones.... pero de una form a... más mágica... ¡Asi!... Une la acción a las palabras y aletea el As de corazones sobre las doce cartas extendidas sobre la mesa. Dramáticamente, voltéalas cara arriba todas a la vez. Para sorpresa de tus espectadores, las cartas de corazones mostrarán sus caras, y tu mostrarás la tuya con una sonrisa de satisfac­ ción... ¡No es para menos!... los nuevos apiausos así te lo demostrarán. (Procura que no transcurra demasiado tiempo entre el momento en que ya has cambiado las trece cartas de picas y eí momento en que se mues­ tra que son cartas de corazones, para evitar, en ia medida de lo posi­ bles, el «paréntesis anti-contraste» (Ascanio dixit].) Tras los aplausos, y como pequeño «encore», finge echar en falta al cinco de corazones... haz como si lo buscases y pregunta de nuevo al espectador del comienzo: ¿Has vigilado los ^5^5.=’ Probablemente, el es­ pectador se echará ias manos a ia cabeza ante lo inevitable. Coge los Ases de la mesa y muestra entre ellos ei cinco. Extráelo y sonríe picaramente... Técnicas NOTA 1.—El «enfile al tiempo» viene descrito en «The Expert Card Technique», en el capítulo «Birds of a feather». Es un enfile de gran 166

utilidad: sirve para grupos numerosos de canas, c a rt^ trucadas, etc., en fm, cartíK que serían difíciles de cambiar por métodos más convencio­ nales. (En nuestra rutina se cambia un paquete de trece cartas por otro de doce.) Y, sobre todo, es absolutamente insospechable.,., siempre, claro está, que esté bien ejecutado y, lo que es más importante, bien cubierto..., centrando la atención y cl interés (¡ojo! no siempre van unidos... que ei público mire algo, no quiere decir que esté interesado por ello) de los espectadores en un punto distinto dei de donde van a ser cambiadas ias cartas. (En nuestro caso, acicateando su curiosidad por saber si, las tres cartas sobre la mesa, son tres Ases y si hay alguna carta más entre ellas..., haciéndoles creer que tienen al mago en sus garras.) He de decir, para ios que se asustan del «enfile», que el enfile clásico y sus diversas variantes sorr un arma brutal... Hugard dice: «No hay más bella y efectiva técnica en toda !a cartomagia»... Una carta está ais­ lada en la mano del mago y, un instante después, esa carta es otra,., y, aparentemente, para el espectador, el mago no ha acercado sus manos ni ha hecho nada... ¡Es magia!... El «enfile al tiempo» es un enfile que tiene la ventaja de contar con una cobertura adicional.., ¿Qué más se puede pedir? Pero vamos con la descripción del pase en si: Tienes ia baraja sujeta, dorso arriba, en tu mano izquierda en ia po­ sición normai de repartir y mantienes una separación con tu meñique izquierdo bajo ias «n» cartas superiores, que son las que deseas cam­ biar. (En nuestro caso, las cartas de corazones.) Tu mano derecha sujeta, en la posición de «Biddle»», el paquete de cartas que ha de ser cambiado. (En nuestro caso, las cartas de picas.) Comienza a intróducir el paquete de ia mano derecha, por debajo, del costado derecho del paquete de tres Ases que está sobre ia mesa, con la intención de voltearlo. Para ayudarte en la maniobra, apoya la punta de tu dedor mayor izquierdo en la esquina inferior iiquierda de ios tres Ases (fig, 25), Observa que ia baraja queda perpendicular a la mesa y la separación que mantiene el meñique oculta. Mueve ahora tu mano derecha hacia la izquierda y hacia tu cuerpo y haz que el paquete de los tres Ases, se voltee cara arriba sobre la .mesa (fig. 25-A): No te detengas," sigue inovienéo tti mano dciecha cia tu cuerpo y mueve también, en la misma dirección, a t» mano iz­ quierda —libre, una vez hecho el volteo— girándola a la vez palma ha­ cia arriba. Cuando hayas alejado tus manos unos cuarenta antimetros de los Ases, haz, que éstas se encuentren colocando tu ma«o derecha justo encima del paquete de la mano izquierda. 167

Con las puntas de los dedos mayor y pulgar derechos (fig. 26) sujeta las cartas de corazones que tienes separadas por el meñique, a ia vez, afloja la presión que ejercen tus dedos derechos sobre el paquete de las

Fig. 25

25-A

cartas de picas y presiona con el pulgar izquierdo sobre el dorso de és­ tas... de forma que, al mover ahora tu mano derecha hacia delante, le 168

líeves en ella las cartas de corazones y encima del paquete de la mano izquierda queden las cartas de picas. . Siempre sin détenerte, lleva tu mano derecha hacia la parte delante­ ra de la mesa y extiende, con la yema de su dedo mayor, los tres Ases

cara arriba sobre ésta. La mano izquierda se queda congelada lo más posible de ia mano derecha. Es importante que e! enfile sea hecho en una sola acción continua­ da, sin pausas, sin cambios de ritmo y sin brusquedades. Tambiés es importante que centres tu mirada (además de la atención y del interés) sobre ios Ases cuando éstos comienzan a ser volteados y que, en cuanto queden cara arriba sobre la mesa, levantes tu vista y mires a los espectadores. > . Recuerda que el nombre de este cambio es... «enfile ai tiempo»... y creo que esíe nombre resume todo lo que acabo de decir... a un tiempo.

169

INSTRUCCIONES Efecto.—Una carta es escogida por un espectador, se la firma en su dorso y se deja cara arriba sobre la mesa. mago pregunta si hay al­ gún espectador dispuesto a hacer un efecto de magia. Una vez encon­ trado al osado/a que decide convertirse en mago/a, el verdadero mago (o sea, tú), saca de su bolsillo un pequeño bloc y anima al debútame diciéndoto que le ayudará con una libreta de instrucciones y que, si és­ tas se siguen al pie de ia letra, cl efecto no puede faltarie. Otro espectador toma la libreta de sus mar\os, ia abre por la prime­ ra página y comienza a leer las instrucciones que e! espectador-mago va ejecutando conforme éstas son leídas. Las instrucciones son éstas: 1. ¡mtruciones... o l ómo hacer que ocurra un milagro. 2. En primer lugar, coja la baraja con su mano derecha y extiénda­ la sohre la mesa... la baraja, claro... xu mano déjela como e.
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