35 Parábolas para El Crecimiento Personal

August 5, 2022 | Author: Anonymous | Category: N/A
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35 P A R ÁBO L AS P A R A E L   C R EC I  M  I  E N T  TO    P E RSO N  A L  

 

UNO CONSTRUYE SUS PROPIAS CRISIS Un hombre vivía en la orilla de un camino y vendía perros calientes. El no tenía radio, ni televisión, ni leía los periódicos, pero hacía y vendía buenos perros calientes.  Él se preocupaba la divulgación su negocio y colocaba  propaganda por elpor camino, ofrecía sudeproducto en voz alta y elcarteles pueblo de le compraba.  Las ventas fueron aumentando cada vez más, él compraba el mejor pan y la mejor salchicha. También fue necesario comprar un carrito más  grande, para atender a la creciente clientela y el negocio prosperaba. Su  perro caliente era el mejor de la región. Venciendo su situación económica inicial, él pudo pagar una buena educación a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar Economía en la mejor Universidad del país. hijo ya graduado con vida honores, volvió a casa y notóFinalmente, que el papásucontinuaba con la misma de siempre y tuvo una seria conversación con él . . . ¿Papá, usted no escucha la radio? ¿Usted no ve la televisión? ¿Usted no lee los  periódicos? ¡Hay una gran crisis en el mundo! ¡Y la situación de nuestro  país es crítica! Todo está grave y el país va a quebrar . . . después de escuchar las consideraciones de su hijo estudiado, el padre pensó . . . bien, si mi hijo economista, lee periódicos, ve televisión, entonces sólo puede tener la razón . . . y con miedo de la crisis, el viejo busco el pan más barato (más malo) y comenzó a comprar salchicha más barata (la peor), ypor para economizar dejó de hacer suslacarteles de propaganda. Abatido la noticia de la crisis ya no ofrecía su producto en voz alta, ni atendía con entusiasmo a sus clientes. Tomadas todas esas precauciones, las ventas comenzaron a caer y fueron cayendo y cayendo y llegaron a niveles insoportables y el negocio de  perros calientes del viejo que antes generaba recursos para que el hijo estudiara Economía, finalmente quebró.  Entonces el padre, muy triste, le dijo al hijo: Hijo, tenías razón, estamos en el medio de una gran crisis, y le comentó orgullosamente a sus 35 Parábolas para el crecimiento personal

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amigos: bendita la hora en que envié a mi hijo a estudiar Economía, él me aviso de la crisis . . .

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SIEMPRE RECUERDA AQUELLOS  A QUIENES SIRVES  En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua en frente de él.  ¿Cuánto cuesta un helado de chocolate con cacahuetes? - preguntó el niño. Cincuenta centavos - respondió la mesera. El niño sacó su mano del bolsillo y examinó un número de monedas.  ¿Cuánto cuesta un helado solo? - volvió a preguntar.  Algunas personas estaban esperando por una mesa y la mesera ya estaba un poco impaciente. Veinte y cinco centavos - dijo ella bruscamente. El niño volvió a contar la monedas. Quiero el helado solo - dijo el niño.  La mesera le trajo el helado, y puso la cuenta en la mesa y se fue. El niño terminó el helado, pagó en la caja y se fue. Cuando la mesera volvió, ella empezó a limpiar la mesa y entonces le costó tragar saliva con lo que vio. Allí, puesto ordenadamente junto al plato vacío, habían veinticinco centavos . . . su propina.

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 ASAMBLEA EN LA CARPINTERÍA CARPINTERÍA Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Y, además, se pasaba el tiempo golpeando.  El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.  En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el y elmueble. tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió enmetro un lindo Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo: Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos.  La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía yobservaron daba fuerza, eraera especial para afinar Se y limar asperezas y un quelaellija metro preciso y exacto. sintieron entonces equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos. Ocurre lo mismo con los seres humanos. Observen y lo comprobarán. Cuando en una empresa el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando florecen los mejores logros humanos. Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto  puede hacerlo, pero encontrar cualidades, eso es para los espíritus superiores que son capaces de inspirar todos los éxitos humanos. 35 Parábolas para el crecimiento personal

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GESTIÓN DE TIEMPO Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los asistentes a su conferencia. Sacó de debajo del escritorio un frasco  grande de boca ancha. Lo colocó sobre la mesa, junto a una bandeja con  piedras del tamaño de un puño y preguntó: ¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?  Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter  piedras hasta que llenó el frasco. Luego preguntó: ¿Está lleno? Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa un cubo con  gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las  piedrecillas penetraron por los espacios que había debajo de las piedras  grandes.  El experto sonrió con ironía y repitió: - ¿Está lleno? Esta vez los oyentes dudaron: Tal vez no. ¡Bien! Y puso en la mesa un cubo con arena que comenzó volcar en el las frasco. La arena se filtraba en los pequeños recovecosaque dejaban piedras y la grava. - ¿Está lleno? preguntó de nuevo. ¡No!, exclamaron los asistentes. Bien, dijo, y cogió una jarra de agua de un litro que comenzó a verter en el  frasco. El frasco aún no rebosaba. Bueno, ¿qué hemos demostrado?, preguntó. Un alumno respondió: Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas, siempre puedes hacer que quepan más cosas. ¡No!, concluyó el experto: lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero, nunca podrás colocarlas después. ¿Cuáles lasla grandes piedras en tu vida? Tus hijos, tus amigos, tus sueños, tuson salud, persona que quieres.  Recuerda, ponlas primero. El resto encontrará su lugar.

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 LA IMAGINACIÓN ES MÁS IMPORTANTE QUE EL CONOCIMIENTO Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer. En realidad verdadero autor expiatorio era una persona muy influyente del reino y  por eso seelprocuro un chivo para encubrir su crimen.  El hombre fue llevado a juicio conociendo que tendría escasas o nulas  posibilidades de escapar al terrible veredicto . . . ¡la horca! El Juez, también complotado, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un  juicio justo. Por ello dijo al acusado: "Conociendo tu fama de hombre honesto y devoto del Señor vamos a dejar en manos de Él tu destino, vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente. Tu escogerás y será la mano del Dios la que decida tu destino".  Por supuesto el CULPABLE mal funcionario preparado dossinpapeles con misma palabra y la había pobre víctima, aún conocer losla detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había salida alguna: CULPABLE o CULPABLE.  El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Éste respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomó uno de los papeles. Escojo este dijo y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente. Sorprendidos e indignados los presentes reprocharon airadamente. - ¡Pero qué hizo! ¿y ahora, cómo vamos alesaber el veredicto?  Es muy sencillo - respondió el hombre - Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que me trague. Con rezongos y bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

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BUENA VOLUNTAD  Hace mucho tiempo un Rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda  piedra. Algunos pasaron simplemente dando una vuelta. Muchos culparon al Rey por no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo nada para sacar la piedra del camino. Un campesino, que pasaba por allí con una carga de verduras, la vio. Al aproximarse a ella, puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, con gran esfuerzo, lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, vio una bolsa en el suelo, justo donde había estado la roca.  La bolsa contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo Rey diciendo que el oro era la recompensa para la persona que removiera la  piedra del camino.  El campesino aprendió ese día que cada obstáculo puede estar disfrazando una oportunidad.

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 LAS DUDAS Un pobre hombre que vivía en la miseria y mendigaba de puerta en  puerta, observó un carro de oro que entraba en el pueblo llevando a un rey sonriente y radiante.  El pobre se ha de acabado sufrimiento, se aquí ha por acabado midijo vidadedeinmediato: pobre. EsteSeRey rostro mi dorado ha venido mí, lo sé. Me cubrirá de migajas de su riqueza y viviré tranquilo.  En efecto, el Rey, como si hubiese venido para ver al pobre hombre, hizo detener el carro a su lado. El mendigo, que se había postrado en el suelo, se levantó y miró al Rey, convencido de que había llegado la hora de su suerte. Entonces, de repente, el Rey extendió la mano hacia el pobre y le dijo: - ¿Qué tienes para darme? El pobre, muy sorprendido y muy desilusionado, no supo que decir.  ¿Es un juego se preguntó - lo que el Rey me propone? ¿Se burla de mí? nuevo-pesar?  Entonces al ver la persistente sonrisa del Rey, su luminosa mirada y su mano tendida, el pobre metió la mano en su alforja, que contenía unos  puñados de arroz. Cogió un grano de arroz, y se lo dio al Rey, que le dio las gracias y se fue enseguida llevado por unos caballos sorprendentemente rápidos.  Al final del día, al vaciar su alforja, el pobre encontró un grano de oro.  Entonces se puso a llorar diciendo: - ¿Por qué no le habré dado todo mi arroz?

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 LAS GALLETAS Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren en el que ella viajaría se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de  galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. Buscó un banco en el anden central y se sentó preparada para la espera.  Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. Imprevistamente, la señora observó como aquel muchacho, sin decir una sola palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de  galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente.  La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar  pasar aquella situación o hacer de cuenta que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y setomó la comió mirándolo fijamentelaa puso los ojos. Como respuesta, el joven otra galleta y mirándola en su boca y sonrió.  La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y, con ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho. El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y  galleta. La señora cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente.  Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete sólo quedaba la última galleta. "No descarado" - pensó, mientras alternativamente al podrá joven ser y altan paquete de galletas. Con calma elmiraba joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió exactamente por la mitad. Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco.¡Gracias! - dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad. "De nada" - contestó el joven, sonriendo suavemente mientras comía su mitad -. Entonces el tren anunció su partida . . .  La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el anden y pensó: ¡Qué mal educado, qué será de nuestro mundo!. Sin dejar de insolente, mirar con qué resentimiento al joven, sintió la boca 35 Parábolas para el crecimiento personal

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reseca por el disgusto que aquella situación le había provocado. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas intacto. ¡Cuántas veces nuestros prejuicios, nuestras decisiones apresuradas nos hacen valorar erróneamente a las personas y cometer las peores equivocaciones! ¡Cuántas vecesinjustamente, la desconfianza, ya instalada en nosotros, hace que juzguemos, a personas y situaciones, y sin tener aun por qué, las encasillamos en ideas preconcebidas, muchas veces tan alejadas de la realidad que se presenta . . .

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GENEROSIDAD  Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma misma habitación de un hospital. A uno se le permitía sentarse en su cama cada tarde, durante una hora, para ayudarle a drenar el líquido de sus pulmones. Su cama daba a la única ventana de la habitación.  El otro hombre tenía que estar todo el tiempo boca arriba. Los dos charlaban durante horas. Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio militar, donde habían estado de vacaciones. Y cada tarde, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver desde la ventana.  El hombre de la otra cama empezó a desear que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades y colores del mundo exterior. La ventana daba a un parque con un precioso lago. Patos yLos cisnes jugaban en el agua,paseaban mientrasdelos hacían con sus cometas. jóvenes enamorados laniños mano,loentre flores de todos los colores del arco iris. Grandes árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la ciudad. Según el hombre de la ventana describía todo esto con detalle exquisito, el del otro lado de la habitación cerraba los ojos e imaginaba la idílica escena. Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describió un desfile que estaba pasando. Aunque el otro hombre no podía oír a la banda, podía verlo, con los ojos de su mente, exactamente como lo describía el hombre de la ventana con sus mágicas palabras.  Pasaron días y semanas. Una mañana, la enfermera de día entró con el agua para bañarles, encontrándose el cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que había muerto plácidamente mientras dormía. Se llenó lle nó de  pesar y llamó a los ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo. Tan pronto como lo considero apropiado, el otro hombre pidió ser trasladado a la cama al lado de la ventana. La enfermera le cambió encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la habitación. Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió sobre el codo, para lanzar primera mirada para al mundo fin tendría alegría de verlo él su mismo. Se esforzó girar exterior; despaciopor y mirar por la la 35 Parábolas para el crecimiento personal

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ventana al lado de la cama . . . y se encontró con una pared blanca.  El hombre preguntó a la enfermera que podría haber motivado a su compañero muerto para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana. La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habría  podido ver ni la pared, y le indicó: Quizás sólo quería animarle a usted.

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TODOS TENEMOS GRIETAS Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua.  Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta  para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable  porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.  Después de dos años, la tinaja quebrada le hablo al aguador así, diciéndole: avergonzada me quieroladisculpar debido a misEstoy grietas sólo puedesy entregar mitad de contigo mi cargaporque y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir.  El aguador, le dijo compasivamente: Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.  Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores hermosas a lo largo del camino, pero de todos modos se sentía apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.  El aguador le dijo entonces: ¿ Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu positivo lado del de camino? Siempre he sabido de tusagrietas quisedel sacar el lado ello. Sembré semillas de flores todo loylargo camino por donde vas y todos los días las has regado, y por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no  fueras exactamente como eres, con todo y tus defectos, no hubiera sido  posible crear esta belleza. Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.

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 LAS TRES REJAS  El joven discípulo de un sabio filósofo llegó a la casa de éste y le dice: - Oye, maestro, debo contarte que un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia . . . - ¡Espera!, lo interrumpió el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas querejas? vas a contarme? - ¿Laslotres - Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? - No. Lo oí comentar a unos vecinos. - Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad.  Eso que deseas decirme: ¿Es bueno para alguien? - No, en realidad no. Al contrario . . . - ¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? - A decir verdad, no. -necesario, Entoncesenterrémoslo -dijo el sabioen sonriendo-, el olvido. si no es verdadero, ni bueno, ni

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 LOS PAVOS NO VUELAN Cuentan de un paisano que se encontró en el campo un huevo muy  grande. Nunca había visto nada igual. Decidió llevarlo a su casa. -¿Será de avestruz?- preguntó su mujer. -No, es demasiado abultado- dijo el abuelo. -¿Y lolástima. rompemos?propuso el ahijado. -Es si una Perderíamos una hermosa curiosidad- respondió cuidadosamente la abuela. -Miren, en la duda, se lo voy a colocar a la pava que está calentando los huevos. Tal vez con el tiempo nazca algo- afirmó el paisano. Y así lo hizo. Cuenta la historia que a los 15 días nació un pavito oscuro, grande, nervioso, que con mucha avidez comió todo el alimento que encontró a su alrededor. Luego miró a la madre con vivacidad y le dijo entusiasta: ¡Bueno, ahora vamos a volar! La pava se sorprendió muchísimo de la  proposición de sucomer flamante crío, y le explicó: Mira, los pavos no vuelan.  A ti te hace mal apurado.  Entonces todos trataron de que el pavito coma más despacio, el mejor alimento y en la medida justa. Pero el pavito terminaba su almuerzo o su cena, su desayuno o merienda y les decía a sus hermanos: Vamos muchachos, ¡a volar! Todos los pavos le explicaban nuevamente: Los  pavos no vuelan. A ti te hace mal la comida.  El pavito fue hablando más de comer y menos de volar. Y creció y murió en la pavada general. ¡Pero era un cóndor! Había nacido para volar hasta los 7000 metros, pero, como nadie volaba . . .  El riesgo de morir en la pavada general es muy grande. ¡Como nadie vuela! Muchas puertas están abiertas porque nadie las cierra, y otras  puertas están cerradas porque nadie las abre. El miedo al hondazo es terrible, pero la verdadera protección está en las alturas. Especialmente cuando hay hambre de elevación y buenas alas.

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 LA PIEDRA DE LA MUJER SABIA SABIA Una mujer sabia viajaba por las montañas cuando encontró una piedra  preciosa en el arroyo. Al día siguiente se cruzó con otro viajero que estaba hambriento, y la mujer abrió su bolsa para compartir con él su comida.  El viajero hambriento vio la piedra preciosa en la bolsa, se quedó admirado de su belleza y le pidió que se la regalara, la mujer lo hizo sin vacilar.  El viajero partió, alegrándose de su buena suerte. Sabía que la joya valía lo suficiente como para darle seguridad por el resto de sus días. Pero a los pocos días regresó en busca de la mujer sabia. Cuando la encontró, le devolvió la piedra y le dijo: He estado pensando. Sé cuán valiosa es esta  piedra, pero se la devuelvo con la esperanza de que pueda obsequiarme algo mucho más precioso. Si puede, déme lo que hay en su interior, lo que le permitió regalarme la  piedra.

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 DESAFÍO Oí una parábola antigua. Y debe ser muy antigua porque en aquellos días  Dios acostumbraba a vivir en la tierra. Un día un viejo campesino fue a verle y le dijo: Mira, tú puedes ser muy Dios y puedes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el principio de la agricultura. Tienes algo que aprender.  Dios dijo: ¿Cuál es tu consejo?  El granjero dijo: Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos qué pasa. La pobreza no existirá más.  Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente pidió lo mejor y sólo lo mejor, ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el  grano. Todo confortable, cómodo y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol, había sol; cuando quería lluvia, había tanta lluvia como hiciera falta. Este año todo fue perfecto, matemáticamente  perfecto.  El trigo crecía tan alto . . . que el granjero fue a ver a Dios y le dijo: ¡Mira! esta vez tendremos tanto grano que si la gente no trabaja en diez años, aún así tendremos comida suficiente. Pero cuando se recogieron los  granos estaban vacíos. El granjero se sorprendió. Le preguntó a Dios:  ¿Qué pasó, qué error hubo? Dios dijo: Como no hubo desafío, no hubo conflicto, ni fricción, como tu evitaste todo lo que era malo, el trigo se volvió impotente. Un poco de lucha es imprescindible. Las tormentas, los truenos, los relámpagos, son necesarios, porque sacuden el alma dentro del trigo. La noche es tan necesaria como el día y los días de tristeza son tan esenciales como los días de felicidad. A esto se le llama lucha y esfuerzo.  Entendiendo este secreto descubrirás cuán grande es la belleza de la vida, cuánta riqueza llueve sobre ti en todo momento, dejando de sentirte miserable porque las cosas no van de acuerdo con tus deseos.

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 LA MARIPOSA Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a casa para poder ver a la mariposa cuando saliera del capullo. Un día vio horas, que había un pequeño orificio, luchaba y entonces sentó amás observar  por varias viendo que la mariposa porseabrirlo grande y poder salir. El hombre vio que la mariposa forcejeaba duramente para  poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento. Parecía que se había atascado. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del agujero para hacerlo más grande y ahí fue que por  fin la mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo, al salir la mariposa tenía un cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y dobladas.  El observando, pues en soportar cualquieralinstante lashombre alas se continuó desdoblarían y crecerían loesperaba suficienteque para cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba. Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas. Nunca pudo llegar a volar. Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió, fue que la restricción de la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa, para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas,  para que estuviesen grandes y fuertes y luego pudiese volar.  La libertad y el volarde solamente llegar de lasulucha.  privar a la mariposa la lucha,podían también le fueluego privada salud.Al  Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si la naturaleza nos permitiese progresar por nuestras vidas sin obstáculos, nos convertiría en inválidos. No podríamos crecer y ser tan fuertes como  podríamos haberlo sido. ¡Cuánta verdad hay en esto! ¿Cuántas veces hemos querido tomar el camino corto para salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para poder ser libres? Necesitamos recordar que nunca recibimos más de lo que podemos soportar, y que a través de nuestros esfuerzos y caídas somos fortalecidos así como el oro es refinado con el fuego. 35 Parábolas para el crecimiento personal

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 Nunca permitamos que las cosas que no podemos tener, o que no tenemos, o que no debamos tener, interrumpan nuestro gozo de las cosas que tenemos y podemos tener. Nunca pensemos ni nos enfoquemos en lo que no tenemos, ¡disfrutemos cada instante de cada día por lo que tenemos y nos ha sido dado!

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 ¿CUÁNTO VALE UN BILLETE BILLETE DE 100 DÓLARES?  Alfredo, con el rostro abatido de pesar, se reúne con su amiga Marisa en un bar a tomar un café. Deprimido descargó en ella sus angustias . . . que el trabajo, que el dinero, que la relación con su pareja, que su vocación . . . todo parecía estar mal en su vida.  Marisa introdujo la mano en su cartera, sacó un billete de 100 dólares y le dijo: - Alfredo, ¿quieres este billete?  Alfredo, un poco confundido al principio, inmediatamente le dijo: - Claro Marisa . . . son 100 dólares, ¿quién no los querría?  Entonces Marisa tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo un pequeño bollo. Mostrando la estrujada pelotita verde a  Alfredo volvió a preguntarle: - Y ahora, ¿igual lo quieres? - Marisa, no sé qué pretendes con esto, pero siguen siendo 100 dólares, claro que Marisa los tomaré si me lo  Entonces desdobló el entregas. arrugado billete, lo tiró al piso y lo restregó con su pie en el suelo, levantándolo luego sucio y marcado. - ¿Lo sigues queriendo? - Mira Marisa, sigo sin entender que pretendes, pero ese es un billete de 100 dólares y mientras no lo rompas conserva su valor . . . - Entonces Alfredo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o pisotee sigues siendo tan valioso como siempre lo hayas sido . . . lo que debes preguntarte es cuánto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento determinado.  Alfredo quedó mirando a Marisa sin atinar con palabra alguna mientras el impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro. Marisa  puso el arrugado billete de su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó: - Toma, guárdalo para que te recuerdes de esto cuando te sientas mal . . .  pero me debes un billete nuevo de 100 dólares para poder usar con el  próximo amigo que lo necesite!  Le dio un beso en la mejilla a Alfredo -quien aún no había pronunciado  palabra- y levantándose de su silla se alejó con su atractivo andar con rumbo a la puerta. 35 Parábolas para el crecimiento personal

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 Alfredo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó en su billetera y dotado de una renovada energía llamó al mozo para pagar la cuenta . . .

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 EL SABIO ". . . Cierta vez un hombre decidió consultar a un sabio sobre sus  problemas. Luego de un largo viaje hasta el paraje donde aquel Maestro vivía, el hombre finalmente pudo dar con él: - Maestro, vengo a usted porque estoy desesperado, todo me sale mal y no sabio sé quelemás  El dijo:hacer para salir adelante. - Puedo ayudarte con esto . . . ¿sabes remar? Un poco confundido, el hombre contestó que si.  Entonces el maestro lo llevó hasta el borde de un lago, juntos subieron a un bote y el hombre empezó a remar hacia el centro a pedido del maestro. - ¿Va a explicarme ahora cómo mejorar mi vida? -dijo el hombre advirtiendo que el anciano gozaba del viaje sin más preocupaciones. - Sigue, sigue -dijo éste- que debemos llegar al centro mismo del lago.  Al llegar al centro exacto del lago, el maestro le dijo: - Arrima tu cara todo lo que puedas al agua y dime qué ves . . .  El hombre pasó casi su cuerpo por encima bordatodo del pequeño bote y tratando de notodo perder el equilibrio acercódesularostro lo que  pudo al agua aunque sin entender mucho para qué estaba haciendo esto.  De repente, el anciano lo empujó y el hombre cayó al agua.  Al intentar salir, aquel tomó su cabeza con ambas manos e impidió que el hombre llegara a la superficie.  Desesperado, el hombre manoteó, pataleó, gritó inútilmente bajo el agua hasta que casi a punto de morir ahogado el sabio lo soltó y le permitió subir a la superficie y luego al bote.  Al llegar arriba el hombre, entre toses y ahogos le gritó: - ¿Usted está loco? . . . ¿No sé da cuenta que casi me ahoga? Con el rostro plácido, el maestro - ¿Cuándo estabas abajo del agualeenpreguntó: qué pensabas? ¿Qué era lo qué más deseabas en ese momento? - ¡En respirar por supuesto! - Bien, cuando pienses en triunfar, con la misma vehemencia con la que  pensabas en respirar, en ese momento y no antes estarás preparado para triunfar . . . Créame que es así de fácil (o en realidad: ¿es difícil ??) A veces también es bueno llegar al punto del “ahogo” para descubrir el modo en que deben enfocarse los esfuerzos para llegar a algo.

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 EL SEÑOR DE LOS ANILLOS ANILLOS . . . hacia el siglo XII el maestro Agbahar era reconocido por todos en  Medina por su sabiduría. A él concurrían muchos en busca de consejo y aliento. Yuzzef turno lehizo dijo:un largo viaje para llegar a la casa del Maestro y al llegar su - Maestro Agbahar, siento que la vida me da menos de lo que merezco . . . sé que debería estar mejor, ser más feliz, poseer más riquezas y sin embargo mi vida es mediocre y en el fondo poco placentera . . . - Bien, bien . . . -contestó el maestro- Mira . . . en estos momentos tengo un problema yo, así que te pido tu ayuda para resolverlo y luego  podremos seguir con lo tuyo. Yuzzef se sintió sorprendido de que el maestro no tomase en cuenta su  pregunta y le saliese con esta respuesta, pero no pudo menos que decir: -- ¿Qué maestro? Tengonecesita que vender urgente este anillo por no menos de una moneda de oro . . . te pido que tomes tu caballo, vayas al mercado y lo vendas . . .  pero: ¡no aceptes menos de una moneda de oro!  Dicho esto, tomó el anillo de su dedo y se lo entregó a Yuzzef quién bastante molesto, para que negarlo- subió a su caballo y se dirigió al mercado a cumplir el encargo. Una vez en el mercado Yuzzef ofreció a la gente que pasaba el anillo,  pidiendo el precio que el maestro le había indicado.  No consiguió más que burlas de la gente . . . -te¡Una moneda oro por ese anillo! tú sí que estás loco . . . ofrezco tres dedecobre y esta daga . . Muchacho, .  La mejor oferta que recibió la obtuvo de una dama de buen aspecto quién envió su criado para que ofreciese una moneda de plata.  Horas después y ya cuando el mercado empezaba a cerrar, Yuzzef agotado por el esfuerzo y totalmente decepcionado de tan ridículo encargo optó por regresar a la casa del Maestro.  En el viaje de regreso incluso pensó para sus adentros: - ¿Será realmente Agbahar tan buen maestro y sabio como se dice ? . . . o  ¿Acaso es sólo es un viejo ñoño y ambicioso que pretende una moneda de oro por este pedazo de lata si valor? 35 Parábolas para el crecimiento personal

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 Al llegar dijo -con cierto tono de molestia en su voz- Agbahar . . . me desgañité en el mercado ofreciendo ofr eciendo este anillo a todos los que pasaron, pero lo máximo que obtuve fue la oferta de una moneda de plata . . . - ¿Aja? . . . -dijo el maestro casi sin mirarlo a Yuzzef- . . . entonces hazme otro favor. Ve a la casa del Joyero Real que está frente a la Mezquita y dile a éllo que tete indique delentendido? anillo . . . pero no se lo vendas te ofrezca que ofrezcael.valor . . ¿Has  Allí partió Yuzzef a cumplir el nuevo encargo, decepcionado y con la sensación de que el viejo lo tomaba como un sirviente y para peor, no había prestado aún ninguna atención a su consulta. Al llegar al sitio indicado encontró al Joyero Real casi a punto de cerrar su negocio, con algunos ruegos consiguió que entrase nuevamente y analizase el anillo. - ¿Y cuánto cree que puede valer esto ? - preguntó Yuzzef convencido de antemano del escaso valor de la pretendida joya. - Bueno . . . la verdad es que . . . yo diría . . . -titubeaba el Joyero Real mientras miraba el anillo todos sus ángulosdigamos que  podría llegar a valer unas desde setenta monedas de oro . .. .. .pero bueno, dado tu apuro yo podría pagarte ya mismo alrededor de cincuenta . . . cincuenta y tres máximo . . .  La mandíbula de Yuzzef cayó dando a su rostro una estúpida imagen e impidiéndole articular palabra alguna.  Esto sin duda fue tomado por el Joyero Real como una hábil estrategia de regateo, ya que sin darle tiempo a recuperarse le dijo. - Esta bien, está bien . . . veo que eres un duro negociante, pero no tengo  forma de conseguir más de sesenta y dos monedas de oro en este instante ... Yuzzef sin poder articular palabra aún, logró recuperar el anillo de la mano del Joyero -que se resistía a soltar la joya- y regresó a la casa de  Agbahar.  Al ver su rostro sorprendido Agbahar le dijo: - Hola Yuzzef. ¿Que te ha dicho el Joyero? - Realmente no lo puedo creer . . . cotizó el anillo en 70 monedas de oro y llegó a ofrecerme 62 en ese mismo momento . . . ¿Quiere que regrese y se lo venda? - No, Yuzzef -contestó el viejo mientras volvía a colocarse el anillo en su dedo- conozco el valor del anillo y se trata de una joya más valiosa aún de lo que II, el pillo del Joyero Realaquí te laestá cotizó . . . este anillo perteneció  Mustafá el Supremo Sultán, su sello y cualquier Joyero a 35 Parábolas para el crecimiento personal

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 puede reconocerlo al instante. - Pero . . . no entiendo . . . y ¿por qué nadie en el mercado llegó a ofrecer más que unas pocas monedas de cobre por él? - Porque, Yuzzef, para advertir el valor de ciertas cosas hay que ser un experto. La gente en el mercado a lo sumo podría advertir el brillo del oro o el tamaño de una piedra incrustada, pero ninguno de ellos reconocería el Sello Real en el un anillo.  Luego de invitar a Yuzzef con gesto de su mano a sentarse, Agbahar  prosiguió: - Lo mismo ocurre con tu vida . . . estás esperando que la gente te reconozca . . . o que el destino te favorezca y no adviertes que el verdadero valor lo da el “sello real” que todos tenemos dentro . . . regresa y saca provecho de tu vida no por lo que los demás opinen o te den sino  por el verdadero valor de tu “sello real”.

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 EMPUJA LA VAQUITA Un maestro samurai paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de realizar visitas, conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos de estas experiencias.  Llegando al lugar constató la pobreza del sitio y los habitantes: una  pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado. Entonces se aproximó al señor, aparentemente el  padre de familia y le preguntó:  En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?  El señor calmadamente respondió: amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del  producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con ylaasí otra queso, cuajada, etc.,  para nuestro consumo esparte comoproducimos vamos sobreviviendo.  El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue. En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó: - Busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al barranco.  El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Mas como  percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden. Así que empujó laenvaquita por eldeprecipicio y ladurante vio morir. Aquella escena quedó  grabada la memoria aquel joven algunos años. Un bello día el joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia,  pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín.  El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde  familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático. El joven preguntó  por familia que vivía que la seguían viviendo allí.allí hacia unos cuatro años, el señor respondió 35 Parábolas para el crecimiento personal

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 Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita):  ¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?  El señor entusiasmado le respondió:  Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante vimos en la necesidad de hacer cosasasí y desarrollar otrasnos habilidades que no sabíamos que otras teníamos, alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora.  La moraleja samurai nos dice: Todos nosotros tenemos una vaquita que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra sobrevivencia, la cual convive con la rutina y nos hace dependientes de ella, y nuestro mundo se reduce a lo que la vaquita nos brinda. Si sabes cual es tu vaquita, pues no dudes un segundo más en empujarla por el precipicio.

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 EL FIEL PERRO Una pareja de jóvenes tenía varios años de casados y no podía tener hijos. Para no sentirse solos, compraron un cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso pastor alemán. El perro salvó, en más de una ocasión, a la pareja de ser atacada porcualquier ladrones.peligro. Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra  Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado. La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebé, y ya no era el perro cariñoso y  fiel que tuvieron durante siete años. Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna, y  fueron a la terraza a preparar una carne asada. Cuál no fue su sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebé la y vieron perro del en el pasillo, la boca ensangrentada, moviéndoles cola. Elaldueño perro casi con sin  pensar, sacó un arma que llevaba y en el acto mató al perro. Luego corrió al cuarto del bebé y encontró una gran serpiente degollada. El dueño comienza a llorar y exclama: ¡He matado a mi perro fiel!  Al igual que en este caso . . . ¿Cuántas veces juzgamos injusta y  prontamente a las personas? Lo que es peor, las juzgamos y condenamos sin investigar a qué se debe su comportamiento, cuáles son sus  pensamientos, sentimientos e intenciones. Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario. La próxima vez que te sientas tentado a juzgar y condenar a alguien, recuerda esta historia.

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 LA FELICIDAD DE NO DEPENDER DEPENDER  La historia se refiere a un individuo que se mudó de aldea, en la India, y se encontró con lo que allí llaman un sennyasi. Este es un mendicante errante, una persona que, tras haber alcanzado la iluminación, comprende que el mundo entero es su hogar, el cielo su techo y Dios su  Padre, cuidará de él. Entoncesdeseuna traslada de un alugar Tal como túque y yo nos trasladaríamos habitación otraaldeotro. nuestro hogar.  Al encontrarse con el sennyasi, el aldeano dijo: - ¡No lo puedo creer! Anoche soñé con usted. Soñé que el Señor me decía:  Mañana por la mañana abandonarás la aldea, hacia las once, y te encontrarás con este sennyasi errante- y aquí me encontré con usted. - ¿Qué más le dijo el Señor?, preguntó el sennyasi. - Me dijo: Si el hombre te da una piedra preciosa que posee, serás el hombre más rico del mundo . . . ¿Me daría usted la piedra?  Entonces el sennyasi un pequeño zurrón que llevaba y dijo: - ¿Será ésta la piedra revolvió de la cualenusted hablaba?  El aldeano no podía dar crédito a sus ojos, porque era un diamante, el diamante más grande del mundo. - ¿Podría quedármelo? - Por supuesto, puede conservarlo; lo encontré en un bosque. Es para usted. Siguió su camino y se sentó bajo un árbol, en las afueras de la aldea. El aldeano tomó el diamante y ¡qué inmensa fue su dicha! Como lo es la nuestra el día en que obtenemos algo que realmente deseamos.  El aldeano en vez de ir a su hogar, se sentó bajo un árbol y permaneció todo el día sentado, sumidoalen meditación.  Al caer la tarde, se dirigió árbol bajo el cual estaba sentado el sennyasi, le devolvió a éste el diamante y dijo: - ¿Podría hacerme un favor? - ¿Cuál?, le preguntó el sennyasi. - ¿Podría darme la riqueza que le permite a usted deshacerse de esta  piedra preciosa tan fácilmente?

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 LA CANASTA VACÍA  Así como una imagen vale más que mil palabras, una historia adecuada ilustra más que cien libros. . . . La esposa del Faraón de Egipto había perdido muchos hijos en su vientre . Este parto, seguramente, eradesumédicos última yoportunidad darle un. .heredero al Faraón. Rodeada sirvientas elpara dolor de su vientre fue en aumento hasta que explotó en un grito de dolor liberador y, simultáneamente a su muerte, dio un parto de cinco hijos, cuatro de ellos varones y una niña.  El Faraón crió con amor y dedicación a sus hijos, dándoles la educación de futuros gobernantes a los varones y de princesa a la hija. Pasados los años y crecidos sus hijos, el Faraón se enfrentó al dilema de escoger a su sucesor. Dado que todos habían nacido en el mismo parto, no había un  primogénito a quién el derecho le correspondiese naturalmente. Consultó conhacer el Consejo de elegir Ancianos: - ¿Qué debo ? ¿Cómo a mi sucesor ? Quizás deba dividir el  Imperio en cuatro reinos para ser justo con todos ellos?  Los sabios respondieron: - No su majestad, dividir el Imperio implica debilitarlo y ello acarreará su destrucción, además, usted tuvo cinco hijos y sería injusto con su hija.  Lo mejor es hacer un Concurso entre ellos y el que traiga el Proyecto que más beneficie a Egipto, ese sea el escogido. Satisfecho con la sabiduría del consejo recibido, el Faraón citó a sus hijos -incluida la hija- y les dijo: - Tienenquién seis meses el Proyecto más beneficioso para  Egipto, así lopara hagaplantear será elegido mi sucesor.  En ese mismo instante los cuatro varones se miraron suspicaces, surgiendo por primera vez entre ellos el recelo, el temor y quizás, hasta el odio mismo. Seis meses después los cinco hijos se congregaron en el Salón del Faraón  portando los varones gran cantidad de maquetas y planos y la hija una canasta vacía.  El Faraón escuchó por turno los Proyectos . . . cada cual superaba al anterior: Que un Sistema Caminos para para el Reino, Que un Sistema Canales de Riego, Que unde Sistema de Silos las Cosechas, Que unde 35 Parábolas para el crecimiento personal

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Sistema de Puertos para el comercio . . .era difícil pensar en uno que superase en beneficios al otro.  La discusión para analizar el valor de cada uno, sin duda sería ardua,  problemática y difícil. Sin dijo:embargo, al llegar el turno a la hija ésta mostró su canasta vacía y - Padre, yo traigo una canasta vacía que hoy vale tanto como las maquetas que has visto. Nadie puede decir qué obra es la mejor hasta no verla hecha y, para ese entonces el contenido de mi canasta podría superar en valor a cualquiera de ellos. Todos quedaron sorprendidos por el enunciado, pero el Faraón y el Consejo de Sabios estuvieron de acuerdo en que discutir el valor de los  Proyectos no tenía más sentido que discutir el valor del contenido de una canasta vacía.  Entonces la solución fue obvia: los recursos del reino se afectarían al desarrollo de los Proyectos durante dos años y, al cabo de ese tiempo se analizaría el beneficio real de cada obra para el Reino.  Pasaron los dos años de febril actividad y llegó el momento de  presentarse al Salón del Trono. Cada uno de los hijos venía orgulloso con gran cantidad de documentos y asesores para demostrar que su obra había sido la más beneficiosa al Reino . . . y la hija llegó con su canasta vacía . . .  A turnode cada hijo expuso el valor de obras hechas: deahora cómo el ahora el su sistema riego había aumentado laslas cosechas, de cómo sistema de caminos permitían que esas cosechas llegasen hasta el último rincón del Reino, de cómo ahora el sistema de silos permitía almacenarlas de modo limpio y seguro, de cómo ahora los nuevos  puertos eran fuente de comercio y prosperidad.  Al llegar el turno de la hija, esta señaló su canasta y dijo: - Padre, tal como lo anuncié, el tiempo me permitiría dar valor al contenido de esta canasta . . . ahora lo ves, gracias a mi canasta vacía el  Reino tiene canales, caminos, silos y puertos . . . sin ella sólo hubiésemos tenido Proyectosnada y una discusión para ver cual era el mejor sin que nunca ocurriese . . larga . 35 Parábolas para el crecimiento personal

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 Los cuatro hermanos se dieron vuelta sorprendidos y azorados y, tras un momento de vacilación se arrodillaron frente a su hermana . . . . . . Y así Egipto tuvo su primera Emperatriz . . .

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SIEMPRE HAGA MÁS DE LO QUE LE CORRESPONDE Una noche tormentosa hace muchos años, un hombre mayor y su esposa entraron a la antecámara de un pequeño hotel en Filadelfia. Intentando conseguir de la copiosa lluvia la pareja se aproxima al mostradorresguardo y pregunta: - ¿Puede darnos un cuarto?  El empleado, un hombre atento con una cálida sonrisa les dijo: - Hay tres convenciones simultáneas en Filadelfia . . . Todos los cuartos, el de nuestro hotel y los otros están tomados.  El matrimonio se angustió pues era difícil que a esa hora y con ese tiempo horroroso fuesen a conseguir dónde pasar las noche.  Pero el empleado les dijo: - Miren . . . no puedo enviarlos afuera con esta lluvia, si ustedes aceptan la incomodidad, puedo ofrecerles mi propio cuarto . . . yo me arreglaré en un matrimonio sillón de la oficina.  El lo rechazó, pero el empleado insistió de buena gana y  finalmente terminaron ocupando su cuarto.  A la mañana siguiente, al pagar la factura el hombre pidió hablar con él y le dijo: - Usted es el tipo de Gerente que yo tendría en mi propio hotel . . . quizás algún día construya un hotel para devolverle el favor que nos ha hecho.  El conserje tomó la frase como un cumplido y se despidieron amistosamente.  Pasaron dos años y el conserje recibe una carta del hombre, donde le recordaba la anécdota le enviaba un pasaje ida y vuelta a New York con el pedido expreso dey que los visitase. Con cierta curiosidad el conserje no desaprovechó esta oportunidad de visitar gratis New York y concurrió a la cita.  En esta ocasión el hombre mayor lo llevó a la esquina de la Quinta  Avenida y la calle 34 y señaló con el dedo un imponente edificio de  piedra rojiza y le dijo: - ¡¡Este es el Hotel que he construido para usted!!  El conserje miró anonadado y atinó a balbucear: - ¿Usted me está haciendo una broma, verdad ? - Puedo asegurarle que no . . . -le contestó con una sonrisa cómplice el hombre mayor. 35 Parábolas para el crecimiento personal

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Y así fue como William Waldorf Astor construyó el Waldorf Astoria original y contrató a su primer gerente de nombre George C. Boldt (tal el nombre del conserje en la noche lluviosa). Obviamente George C. Boldt nunca soñó que su vida estaba cambiando para siempre cuando hizo “su kilómetro extra” para atender al viejo Waldorf Astor en aquella noche tormentosa. No tenemos muchos muchos "Waldorf Astor" en el mundo, pero un  jefe satisfecho o un cliente sorprendido pueden equivaler a nuestro Waldorf-Astoria personal.

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CONSTRUIR EL PUENTE  No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto. Este fue el primer conflicto serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo compartie ndo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua.  Esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente. Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de  palabras amargas seguido de semanas de silencio. Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. “Estoy buscando trabajo por unos días”, dijo el extraño, “quizás usted requiera algunas  pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso”. ”Sí”, dijo el mayor de los hermanos, “tengo un trabajo para usted.  Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor”. ”La semana pasada había una hermosa  pradera entre nosotros y él tomó su buldózer y desvió el cauce del arroyo  para que quedara entre nosotros”. “Bueno, él pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella pila de desechos de madera junto al granero?”. “Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca más”.  El carpintero le dijo: “Creo que comprendo la situación. Muéstreme donde están clavos para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un los trabajo quey la lo pala dejará satisfecho”.  El hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del día para ir por provisiones al pueblo. El carpintero trabajó duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.  El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó. ¡¡¡No había ninguna cerca de dos metros!!! En su lugar había un puente . ¡¡Un puente granjas a través del arroyo!!- Era una fina  pieza de arte,que conunía todolasy dos pasamanos. 35 Parábolas para el crecimiento personal

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 En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: “Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho”.  Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas. “No, espera”, le dijo el hermano mayor. “Quédatemayor unos cuantos días. Tengo muchos proyectos para ti”, le dijo el hermano al carpintero. ”Me gustaría quedarme”, dijo el carpintero, “pero tengo muchos puentes  por construir”.

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¡QUÉ POBRES QUE SOMOS! Una vez, un padre de una familia acaudalada llevó a su hijo a un viaje  por el campo con el firme propósito de que su hijo viera cuán pobres eran las gentes del campo. Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en una granja de una familia campesina muy humilde.  Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo: - ¿Qué te pareció el viaje? - Muy bonito, Papa! - ¿Viste que tan pobre puede ser la gente? - ¡Sí! - ¿Y qué aprendiste? - Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una alberca que llega de una barda a la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. El patio llega hasta la barda de la casa, ellos tienen todo un horizonte de patio.  Al terminar el relato, el padre se quedo mudo . . . y su hijo agregó: - ¡Gracias, papá, por enseñarme lo pobre que somos!

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 EL ECO Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cayó, se lastimó y gritó: "¡¡¡ AAAhhhhhhhhhhhhhhh!!!".  Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo, en algún lugar en la montaña: "¡¡¡AAAhhhhhhhhhhhhhhh!!!". Con curiosidad, el niño grito: "¿Quién eres tú?"  Recibió de respuesta: "¿Quién eres tú?"  Enojado con la respuesta, grito: "¡Cobarde!"  Recibió de respuesta:"¡Cobarde!"  Miró a su padre y le preguntó: "¿Qué sucede?"  El padre sonrió y dijo: "Hijo mío, presta atención". Y entonces el padre gritó a la montaña: "¡Te admiro!"  La voz respondió: "¡Te admiro!"  De nuevo el hombre gritó: "¡Eres un campeón!"  La voz respondió: "¡Eres un campeón!"  El niñoelestaba pero no entendía.  Luego padre asombrado, explicó: "La gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA . . . Te devuelve todo lo que dices o haces . . . Nuestra vida es simplemente reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor . . . Si deseas más competitividad en tu grupo, ejercita tu competencia . . . Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida . . . La vida te dará de regreso exactamente aquello que tú le has dado". Tu vida no es una coincidencia . . . Es un reflejo de ti. Alguien dijo: "Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa lo que emites”.

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 EL CÍRCULO DEL 99  Había una vez un rey muy triste que tenía un sirviente, que como todo sirviente de rey triste, era muy feliz. Todas las mañanas llegaba a traer el desayuno y despertaba al rey cantando y tarareando alegres canciones. Una sonrisa se dibujaba en su distendida cara y su actitud  para con la vida era siempre serena y alegre. Un día el rey lo mandó a llamar.  Paje -le dijo- ¿Cuál es el secreto?  ¿Qué secreto, Majestad?  ¿Cuál es el secreto de tu alegría?  No hay ningún secreto, Alteza.  No me mientas, paje. He mandado a cortar cabezas por ofensas menores que una mentira.  No le miento, Alteza, no guardo ningún secreto.  ¿Por qué está siempre alegre y feliz? ¿Eh? ¿Por qué?  Majestad, no tengo razonesTengo parami estar triste. Su Alteza me honraen la  permitiéndome atenderlo. esposa y mis hijos viviendo casa que la Corte nos ha asignado, somos vestidos y alimentados y además su Alteza me premia de vez en cuando con algunas monedas para darnos algunos gustos, ¿cómo no estar feliz? Si no me dices ya mismo el secreto, te haré decapitar -dijo el rey-. Nadie  puede ser feliz por esas razones que has dado.  Pero, Majestad, no hay secreto. Nada me gustaría más que complacerlo,  pero no hay nada que yo esté ocultando . . . Vete, ¡vete antes de que llame al verdugo!  El sirviente hizo una reverencia y salió habitación. El rey estaba comosonrió, loco. No consiguió explicarse cómodeellapaje estaba feliz viviendo de prestado, usando ropa usada y ,alimentándose de las sobras de los cortesanos. Cuando se calmó, llamó al más sabio de sus asesores y le contó su conversación de la mañana.  ¿Por qué él es feliz?  Ah, Majestad, lo que sucede es que él está fuera del círculo.  ¿Fuera del círculo?  Así es.  ¿Y eso es lo que lo hace feliz?  No Majestad, eso es lo que no lo hace infeliz.  A  Asíver es.si entiendo, estar en el círculo te hace infeliz 35 Parábolas para el crecimiento personal

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 ¿Y cómo salió? ¡Nunca entró!  ¿Qué círculo es ese?  El círculo del 99. Verdaderamente, no te entiendo nada -dijo el Rey-.  La única manera para que entienda, sería mostrárselo en los hechos.  ¿Cómo?  Haciendo entrar a tu paje en el círculo.  Eso, ¡obliguémoslo a entrar!  No, Alteza, nadie puede obligar a nadie a entrar en el círculo.  Entonces habrá que engañarlo.  No hace falta, Su Majestad. Si le damos la oportunidad, él entrará solo en el círculo.  ¿Pero él no se dará cuenta de que eso es su infelicidad? Si, se dará cuenta.  Entonces no entrará.  No lo podrá evitar.  ¿Dices él se dará cuentamodos de la infelicidad entrar en ese ridículoque círculo, y de todos entrará en que él y le nocausará podrá salir? Tal cual. Majestad, ¿está dispuesto a perder un excelente sirviente para  poder entender la estructura del círculo? Sí Bien, esta noche le pasaré a buscar. Debe tener preparada una bolsa de cuero con 99 monedas de oro, ni una más ni una menos. ¡99!  ¿Qué más? ¿Llevo los guardias por si acaso?  Nada más que la bolsa de cuero, Majestad, hasta la noche.  Hasta la noche.  Así fue.losEsa noche, sabio pasó a buscar aljunto rey. Juntos se del escurrieron hasta patios delelpalacio y se ocultaron a la casa paje. Allí esperaron el alba. Cuando dentro de la casa se encendió la primera vela, el hombre sabio agarró la bolsa y le pinchó un papel que decía: "Este tesoro es tuyo. Es el premio por ser un buen hombre. Disfrútalo y no cuentes a nadie como lo encontraste". Luego ató la bolsa con el papel en la puerta del sirviente, golpeó y volvió a esconderse. Cuando el paje salió, el sabio y el rey espiaban desde detrás de unas matas lo que sucedía. El sirviente vio la bolsa, leyó el papel, agitó la bolsa y al escuchar el sonido metálico se estremeció, apretó la bolsa contra el  pecho, miró hacia todos lados de la puerta y entró a su hogar.  El rey y el sabio se arrimaron a la ventana para ver la escena. 35 Parábolas para el crecimiento personal

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 El sirviente ingresó presuroso a su hogar y con su brazo arrojó al piso todo lo que había sobre la mesa, dejando sólo la vela. Se sentó y vació el contenido de la bolsa . . . Sus ojos no podían creer lo que veían. ¡Era una montaña de monedas de oro! Él, que nunca había tocado una de estas monedas, tenía hoy una montaña de ellas. El paje las tocaba y amontonaba, las acariciaba y hacía brillar a la luz de la vela, las  juntaba y desparramaba, hacía pilas de monedas. Así, jugando y  jugando empezó a hacer pilas de 10 monedas. Una pila de diez, dos pilas de diez, tres pilas, cuatro, cinco, seis . . . y mientras sumaba 10, 20, 30, 40, 50, 60 . . . hasta que formó la última pila: ¡9 monedas! Su mirada recorrió la mesa primero, buscando una moneda más. Luego el  piso y finalmente la bolsa. «No puede ser», pensó. Puso la última pila al lado de las otras y confirmó que era más baja.  Me robaron -gritó- ¡me robaron! Una vez más buscó en la mesa, en el piso, en la bolsa, en sus ropas, vació sus bolsillos, corrió los muebles, pero no encontró lo que buscaba. Sobre la mesa, como burlándose de él, una montañita resplandeciente le recordaba que había 99 falta monedas de oro "sólo 99". -99 monedas mucho dinero- pensó. Pero me una moneda. Noventa y nueve no esesun número completo -pensaba- Cien es un número completo pero noventa y nueve, no.  El rey y su asesor miraban por la ventana. La cara del paje ya no era la misma, estaba con el ceño fruncido y los rasgos tiesos, los ojos se habían vuelto pequeños y arrugados y la boca mostraba un horrible rictus, por el que se asomaban los dientes. El sirviente guardó las monedas en la bolsa y mirando para todos lados para ver si alguien de la casa lo veía, escondió la bolsa entre la leña. Luego tomó papel y pluma y se sentó a hacer cálculos. ¿Cuánto tiempo tendría que ahorrar el sirviente para comprar su moneda número cien? Todo el tiempo hablaba solo, en voz alta. Estaba dispuesto a trabajar duro hasta conseguirla. Después quizás no necesitara trabajar más. Con cien monedas de oro, un hombre puede dejar de trabajar. Con cien monedas de oro un hombre es rico. Con cien monedas se puede vivir tranquilo. Sacó el cálculo. Si trabajaba y ahorraba su salario y algún dinero extra que recibía, en once o doce años juntaría lo necesario. «Doce años es mucho tiempo», pensó. Quizás pudiera pedirle a su esposa que buscara trabajo en el pueblo por un tiempo. Y él mismo, después de todo, él terminaba enalguna palaciopaga a lasextra cincopor deello. la tarde, trabajar hasta la nochesuytarea recibir Sacópodría las cuentas: 35 Parábolas para el crecimiento personal

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sumando su trabajo en el pueblo y el de su esposa, en siete años reuniría el dinero. ¡Era demasiado tiempo! Quizás pudiera llevar al pueblo lo que quedaba de comidas todas las noches y venderlo por unas monedas. De hecho, cuanto menos comieran, más comida habría para vender . . . vender . . . vender . . .  Estaba haciendo calor. ¿Para qué tanta ropa de invierno? ¿Para qué más de un par de zapatos? Era un sacrificio, pero en cuatro años de sacrificios llegaría a su moneda cien. El rey y el sabio, volvieron al palacio. El paje había entrado en el círculo del 99 . . .  Durante los siguientes meses, el sirviente siguió sus planes tal como se le ocurrieron aquella noche. Una mañana, el paje entró a la alcoba real  golpeando las puertas, refunfuñando de pocas pulgas.  ¿Qué te pasa?- preguntó el rey de buen modo.  Nada me pasa, nada me pasa.  Antes, no hace mucho, reías y cantabas todo el tiempo.  Hago trabajo, ¿no? ¿Qué querría su Alteza, que fuera su bufón y su  juglarmi también?  No pasó mucho tiempo antes de que el rey despidiera al sirviente. No era agradable tener un paje que estuviera siempre de mal humor. Todos nosotros hemos sido educados en esta estúpida ideología: Siempre nos falta algo para estar completos, y sólo completos se puede gozar de lo que se tiene. Por lo tanto, nos enseñaron, la felicidad deberá esperar a completar lo que falta . . . Y como siempre nos falta algo, la idea retoma el comienzo y nunca se puede gozar de la vida.  Pero qué pasaría si la iluminación llegara a nuestras vidas y nos diéramos cuenta, así, de golpe, que nuestras 99 monedas son el cien por ciento del tesoro, que no nos falta nada, que nadie se quedó con lo nuestro, que nada tiene de más redondo cien que noventa y nueve, que todo es sólo una trampa, una zanahoria puesta frente a nosotros para que jalemos del carro, cansados, malhumorados, infelices o resignados. Una trampa para que nunca dejemos de empujar y que todo siga igual . . .  ¿Cuántas cosas cambiarían si pudiéramos disfrutar de nuestros tesoros tal como están?

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 DONACIÓN  Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un hospital de Stanford, conocí a una niña llamada Liz que sufría una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, que había sobrevivido milagrosamente a la misma y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.  El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Yo lo vi dudar sólo un momento antes de tomar un gran suspiro y decidir: - Sí, lo haré, si eso salva a Liz.  Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana y veíamos retornar el color a las mejillas de la niña.  Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció.  Él miró doctor y le preguntó con voz temblorosa - ¿A quéal hora empezaré a morirme? Siendo sólo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a la hermana. Y aún así se la daba. Da todo por quien ames. Actitud, después de todo, lo es todo.

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 LA PIEDRA DE HACER HACER SOPA  En un pequeño pueblo una mujer se llevó una gran sorpresa al ver que había llamado a su puerta un extraño correctamente vestido que le pedía algo de comer.  Lo siento -dijo ella-, pero ahora mismo no tengo nada en casa.  No se preocupe, dijo amablemente el extraño, tengo una piedra de sopa en mi cartera. Si usted me permitiera echarla en una olla de agua hirviendo yo haría la más exquisita sopa del mundo. Consiga una olla muy grande por favor.  A la mujer le picó la curiosidad, puso la olla al fuego y fue a contar el secreto de la piedra a sus vecinas. Cuando el agua rompió a hervir, todo el vecindario se había reunido allí para ver a aquel extraño y su piedra de sopa.  El extraño dejó caer la piedra en el agua, luego probó una cuchara con verdadera delectación y exclamó: ¡Deliciosa! Lo único que necesita es unas cuantas papas. -Y¡¡Yo tengominutos unas papas en mi cocina!!,con gritó mujer. en pocos estaba de regreso unauna gran fuente de papas  peladas que fueron derecho a la sopa. El extraño volvió a probar el brebaje: ¡Excelente! dijo y añadió pensativamente: - Si tuviéramos un poco de carne, haríamos un cocido más apetitoso. Otra ama de casa salió zumbando y regreso con un pedazo de carne que el extraño tras aceptarlo de manera cortés introdujo en el puchero. Cuando volvió a probar el caldo, puso los ojos en blanco y dijo: - ¡Ah , qué sabroso! Si tuviéramos unas cuantas verduras, sería perfecto, absolutamente perfecto . . . Una vecinas fue corriendodespués hasta su y volvió una cesta llenade delas cebollas y zanahorias; decasa introducir lascon verduras en el  puchero, el extraño probó nuevamente la sopa y con tono autoritario dijo: - la sal.  Aquí la tiene, le dijo la dueña de casa. A continuación dio otra orden: ¡¡Platos para todo el mundo!!  La gente se apresuró a ir a sus casas en busca de platos.  Algunos regresaron trayendo incluso pan y frutas.  Luego se sentaron todos a disfrutar de la espléndida comida, mientras el extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa. Todos se sentían extrañamente felices mientras reían, charlaban y compartían por primera vez su comida.dejando En medio el extraño se escabulló silenciosamente, trasdel dealborozo, sí la milagrosa 35 Parábolas para el crecimiento personal

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 piedra de sopa, que ellos podrían usar siempre que quisieran hacer la más deliciosa sopa del mundo . . .

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 EL ÁRBOL DE LOS PROBLEMAS PROBLEMAS  El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja  granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó, lo hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se niega a arrancar.  Mientras lo llevaba a su casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos me invitó a conocer su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando la punta de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió una puerta, ocurrió sorprendentemente una transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el carro. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que había visto hacer un rato antes. "Oh, ese es mi árbol de  problemas", contestó. "Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego mañana los recojo otra vez". "Lo divertido es", dijo sonriendo, "que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior".

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UNA LECCIÓN DE MI PADRE  Nuestra familia siempre ha estado dedicada a los negocios. Mis seis hermanos y yo trabajamos en el negocio de mi padre, en Mott, Dakota del Norte, un pequeño pueblo en medio de las praderas. Comenzamos a trabajar haciendo diferentes oficios, como limpiar el polvo, arreglar las repisas y empacar, luego progresamos hasta llegar a atender a los clientes. Mientras trabajábamos y observábamos, aprendimos que el trabajo era más que un asunto de supervivencia.  Recuerdo una lección de manera especial. Era poco antes de Navidad. Yo estaba en segundo de secundaria y trabajaba en las tardes, organizando la sección de los juguetes. Un niño de cinco o seis años entró en la tienda.  Llevaba un viejo abrigo marrón, de puños sucios y ajados. Sus cabellos estaban alborotados, con excepción de un copete que salía derecho de la coronilla. Sus zapatos gastados, con un único cordón roto, me corroboraron que el niño era pobre -demasiado pobre como para comprar algo. Examinó con cuidado la sección de juguetes, tomaba uno y otro, cuidadosamente los colocaba de nuevo en su lugar.  Papá entró y se dirigió al niño. Sus acerados ojos azules sonrieron y un hoyuelo se formó en sus mejillas, mientras preguntaba al niño en qué le  podía servir. Este respondió que buscaba un regalo de Navidad para su hermano. Me impresionó que mi padre lo tratara con el mismo respeto que a un adulto. Le dijo que se tomara su tiempo y mirara todo. Así lo hizo.  Después de veinte minutos, el niño tomó con cuidado un avión de  juguete, dirigió apreguntó mi padre,miy padre. dijo: "¿Cuánto vale esto, señor?". "¿Cuántosetienes?",  El niño estiró su mano y la abrió. La mano, por aferrar el dinero, estaba surcada de líneas húmedas de mugre. Tenía dos monedas de diez, una de cinco y dos centavos -veintisiete centavos. El precio del avión elegido era de tres dólares con noventa y ocho centavos. "Es casi exacto", dijo mi padre, ¡Venta cerrada!. Su respuesta aún resuena en mis oídos. Mientras empacaba el regalo pensé en lo que había visto. Cuando el niño salió de la tienda, ya no advertí el abrigo sucio y ajado, el cabello revuelto ni el cordón roto. Lo que vi fue un niño radiante con su tesoro.

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 EL NAUFRAGIO  El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña isla inhabitada. Él estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero esta nunca llegaba. Cansado, eventualmente empezó a construir una  pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones.  Pero entonces un día, después de andar buscando comida, él regreso y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo.  Lo peor que había pasado, es que todas las cosas las había perdido.  Él estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía "¿Cómo  pudiste hacerme esto?". Y se quedó dormido sobre la arena. Temprano de la mañana del siguiente día, él escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo, y les  preguntó, cómo sabían que yo estaba aquí? Y sus rescatadores le contestaron . . . "Vimos las señales de humo que nos hiciste . . .".

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 LA MESA  Había una vez un matrimonio joven. Él, 38 años, su mujer de 36 y un  pequeño de 6 años. Vivía también en la casa una anciana de 80 años, madre del padre de familia. Todo transcurría con normalidad salvo a la hora del almuerzo y cena, en donde la anciana sin querer tropezaba las cosas, tirando a veces las copas servidas o ensuciando el mantel.  Después de un tiempo, ella le pidió a su marido que comprara una mesa  para poner a su madre separada de donde ellos comían. Y así fue. A  partir del siguiente día la "abuela" empezó a comer sola sin molestarlos a ellos.  Pasó algún tiempo, hasta que un día el hijo de la anciana se preparaba  para almorzar cuando notó que su propio hijo tenía en el piso del comedor un par de maderas, clavos sueltos y martillo. Se acerco a él y le preguntó: "¿Qué es lo que estas haciendo con esas cosas, hijo?". Y el niño le respondió: "Estoy haciendo una mesa para cuando tú y mamá sean grandes como la abuela".

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 LA PAZ PERFECTA  Había una vez un Rey que ofreció un gran premio a aquel artista que  pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas lo intentaron. El Rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente dos, hubo dos que a el realmente le gustaron y tuvo que elegir entre ellas.  La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas placidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.  La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se reflejaba para nada pacífico.  Pero cuando el Rey observó el cuadro mas cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca.  En ese arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua estaba sentado placidamente un pajarito en medio de su nido. El Rey eligió esta pintura. "Porque, 'paz' no significa estar en un lugar sin ruidos ni problemas, sin trabajo duro o sin dolor.  Paz, significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas  permanezcamos calmados en nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la 'Paz'.

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 HISTORIA DE DOS CIUDADES CIUDADES Un viajero que se aproximaba a una gran ciudad le preguntó a un viejo sabio que se encontraba casualmente a un lado del camino descansando  junto a su discípulo: -¿Cómo es la gente de esta ciudad? -¿Cómo era la gente del lugar de donde vienes?- Le inquirió el viejo sabio a su vez. -Terrible- Respondió el viajero. -Mezquina. No se puede confiar en ella.  Detestable en todo los sentidos. -¡Ah!-, Exclamó el maestro. -Encontrarás lo mismo en la ciudad a donde te diriges.  Apenas había partido el primer viajero cuando otro se detuvo y también  preguntó acerca de la gente que habitaba en la ciudad cercana. De nuevo el viejo sabio le preguntó al viajero por la gente de la ciudad de donde  provenía. -Era gente maravillosa; honesta, trabajadora y extremadamente  generosa. Lamento haber tenido que partir.- Declaró el segundo viajero.  El maestro le respondió: -Lo mismo hallarás en la ciudad adonde te diriges.  Al alejarse el viajero, el discípulo le pregunta que cómo era posible que a una pregunta similar, diera dos respuestas dispares.  La simple respuesta fue: En ocasiones no vemos las cosas como son, las vemos como somos.

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