2ºda prueba ética y moral

2ºda prueba ética y moral

Autores: Isabel Plaza Diego Pérez Asignatura: Ética y moral. Docente: Xavier Ayora Pino

Introducción. En la actualidad el desarrollo científico y tecnológico es increíblemente acelerado y potente, cada día salen al mercado miles de nuevos productos, con nuevas aplicaciones y un nivel de especialización y calidad cada vez más alta y más accesible a las grandes masas sociales. Esto ha repercutido beneficiosamente en muchos ámbitos: el desarrollo industrial empresarial, la educación, servicios de salud, entretención, etc. simplificando y maximizando procesos y actividades que antes requerían mucho más tiempo, recursos y personal para poder ser llevados a cabo. Todos somos consientes de la utilidad casi ineludible que ha tenido el acceso a internet en nuestras vidas cotidianas y muchas empresas han podido incrementar al máximo sus índices de productividad gracias a la introducción de robots y software especializados. Esto va aparejado con un nivel nunca antes conocido de conectividad mundial y la creación de nuevas necesidades y nuevos nichos laborales, que finalmente repercuten en el tejido social, transformando nuestra manera de ver el mundo y de relacionarnos con los demás. Sin embargo todo este auge científico-tecnológico que en una primera instancia parece beneficiar a todos, trae consigo una serie de conflictos y problemas sociales, sobretodo para la sección mas pobre y necesitada de la sociedad, que nos obliga a reflexionar desde un punto de vista ético sobre cómo debemos adaptarnos a dichos cambios, sobretodo a nivel laboral, manteniendo el respeto de los valores éticos de justicia, autonomía y beneficencia, desde un marco en el que el principio de totalidad o doble efecto sea nuestra directriz. En este ensayo se pretende iniciar y elaborar esta reflexión, aterrizando el análisis a partir de un caso que refleja las repercusiones que tiene la introducción de nuevas tecnologías en las empresas para la mano de obra.

En el corto plazo, en varios países desarrollados los procesos tecnológicos de producción tenderán a producir más y mejor con menor tiempo ¿Cómo responder positivamente al conflicto económico creciente y la consecuente cesantía que inducen al desequilibrio y descontento social? Para responder a esta interrogante debemos comprender bien a que nos referimos con el conflicto económico actual, cuales son sus causas y sus consecuencias. Actualmente este conflicto económico se manifiesta básicamente por la tensión entre dos condiciones: por un lado, el aumento de la calidad de vida y la creación de nueva tecnología y avances científicos genera una alta competitividad entre las empresas y una excesiva necesidad de mayor producción. Pero por otro lado, esto va aparejado de un aumento de la cesantía, producto de la introducción de robots o software especializados que remplazan la mano de obra humana en una multitud de rubros y actividades laborales, maximizando así, los niveles de producción de las empresas. Por lo tanto, los más perjudicados por esta situación son las personas con una menor cualificación laboral, aquellos que realizan trabajos operativos y repetitivos, principalmente porque se vuelven fácilmente remplazables por nuevas tecnologías. Evidentemente este conflicto desencadena una coalición de deberes y un aumento de la desigualdad y descontento social, lo que abre una discusión ética que debe considerar la complementariedad de los principios de justicia, beneficencia, autonomía y totalidad para plantear posibles alternativas éticas y viables frente a dicho conflicto. Una posible línea de acción para responder a este conflicto podría situarse en el marco de la formación técnica y profesional, con el fin de alinearla con la necesidad de constante cambio, innovación y coexistencia con las nuevas tecnologías. Según Delgado y Barrios (1999) una de las causas de la alta cesantía junto con la introducción de nuevas tecnologías a los procesos productivos, es la alta necesidad de personal altamente cualificado. Desde esta teoría se plantea que el desarrollo económico de un país está íntimamente ligado a su desarrollo educativo, debido a que este aumenta la productividad del trabajo (cita). Por lo tanto, una vía de acción para enfrentar este conflicto es la inversión en iniciativas públicas o privadas que mejoren el acceso y calidad de la formación tanto técnica como profesional, con el fin de generar personal mas cualificado que sean capaces de adaptarse a la nueva creación de puestos de trabajo y al constante cambio que exige el mercado laboral. Además dicha iniciativa debería ir de la mano con políticas que potencien y posibiliten lo que se ha denominado “la recualificación constante”, a partir de sistemas de capacitación y evaluación del desempeño que permitan a los trabajadores actualizarse constantemente y así alinearse con las nuevas demandas del mercado y el ritmo acelerado del desarrollo tecnológico y laboral. Llevar a cabo esta iniciativa tendría como efecto en un mediano y largo plazo, la disminución de la cesantía y el aumento de la polivalencia de los trabajadores (Delgado y Barrios, 1999).

Desde una perspectiva ética, involucrando los tres principios éticos anteriormente mencionados, esta alternativa se considera en primer lugar, justa, pues se les permitiría a los trabajadores la igualdad de oportunidades para poder acceder a un empleo, y consiguientemente el derecho a satisfacer las necesidades básicas. Por otro lado también se respetaría el bienestar del empleador, considerando el futuro de su negocio. Desde el principio de beneficencia, con esta medida se busca un bien, o perjudicar en la menor medida posible a los trabajadores y al empleador, otorgando oportunidades de desarrollo para ambos grupos sociales, el empresarial y el personal. Desde el principio de autonomía, esta alternativa otorga, en teoría, una mayor libertad de decisión, tanto al empleador, como a los trabajadores, ya que tendrían mayores posibilidades de escoger su formación, el empleo que deseen y en el caso del empleador mayores posibilidades de seleccionar a los trabajadores mas capacitados para el desarrollo de su organización. Finalmente, considerando el principio de totalidad o doble efecto, esta alternativa al conflicto permite optar por un “mal menor” (la alta inversión en mejora educativa y capacitación) versus un “mal mayor” (la pérdida del empleo en el caso de los trabajadores o la baja de productividad en el caso de los empleadores).

Ahora para ejemplificar y aplicar los conceptos éticos a este conflicto, se trabajara sobre el siguiente caso ejemplo: “Tras un estudio de costos generales, la gerencia de la empresa ha tomado una decisión irrevocable que afectará al 25% de los profesionales, técnicos y obreros de la empresa, los cuales serán despedidos e indemnizados según la legislación del país. El sindicato de la empresa acepta el estudio de la realidad técnica de producción de la empresa, pero de acuerdo con la mayoría de trabajadores y técnicos propone otra solución: repartir las horas de trabajo de producción entre todos los trabajadores, con el fin de que no se incremente el desempleo con todos los costos económicos, emocionales y sociales que ello conlleva reduciendo de cuarenta a treinta horas semanales. Esta propuesta la están imitando otros sindicatos y también la están estudiando otras grandes y medianas empresas, y el poder legislativo está recibiendo presiones de ambos lados para una futura ley que equipare el problema de los costos de las imposiciones a las ISAPRES y a las AFP, ya que habrá un reajuste negativo en los sueldos”.

Analizar, evaluar y fundamentar éticamente las fortalezas y debilidades de esta posible realidad de mercado laboral de compartir el trabajo por una menor cesantía con un reajuste de sueldo para una salida de justicia social. Desde un punto de vista ético la resolución propuesta por el sindicato del caso presentado, presenta una serie de fortalezas y debilidades que merecen ser analizadas para responder a la coalición de deberes que se presenta.

Algunas debilidades éticas de la propuesta son: 

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El reajuste negativo del sueldo podría infligir el principio de justicia, pues principalmente para los trabajadores menos cualificados (obreros u operativos) la disminución de sueldo dificultaría la satisfacción de las necesidades básicas, disminuyendo a su vez, su calidad de vida y las posibilidades de ascenso social. En otras palabras no se estaría respetando de manera uniforme la dignidad de todos los seres humanos que integran la empresa. La alternativa infligiría el principio de autonomía por parte de los trabajadores de menor cualificación, pues disminuye sus posibilidades de decisión, obligándolos a elegir entre quedar sin empleo u optar por un sueldo insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas.

Algunas fortalezas éticas de la propuesta son: 

La propuesta es concordante con el principio de totalidad o doble efecto, pues se apuesta por un mal menor, ya que, si bien, se disminuirán los sueldos (un mal), se mantendrán los trabajadores con empleo y posibilidad de sustento económico, considerando los intereses del empleador (un bien menor).

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la opción dada por el sindicato considera el principio de autonomía tanto para el personal técnico, profesional, como para el empleador (exceptuando el personal operario), ya que todos estos involucrados son partícipes de la decisión de implementar o no esta propuesta y además tendrían la posibilidad de acceder a una mayor cantidad de opciones (en el caso de los empleados, buscar otro empleo o admitir una disminución salarial y en el caso del empleador, admitir una repartición del capital o desvincular al personal no calificado).

Plantear otras alternativas éticas viables a la empresa y a los sindicatos. Si queremos subsanar la debilidades éticas de la propuesta realizada por el sindicato, es necesario plantear otras alternativas que sean capaces de complementar los tres principios éticos básicos y que además sean viables para ambas partes. Una posible alternativa es que para mantener la viabilidad del negocio propio de la implantación de nuevas tecnologías en la empresa, el reajuste salarial solo se aplique al personal profesional de la empresa, quienes reciben un sueldo mas alto que el personal técnico y el personal operario, y que además cuentan con mas posibilidades de encontrar empleo que estos últimos. Esta medida iría en la línea de respetar los principios éticos de beneficencia, justicia y totalidad. Respecto al primer principio, esta medida consideraría al menos no perjudicar, priorizando a

los mas vulnerables (el personal operario), respecto al segundo principio, esta medida busca ser justa, ya que respeta la dignidad de todos los integrantes de la empresa, priorizando igualmente a los mas vulnerables, otorgando una igualdad de oportunidades y dejando espacio para la satisfacción de las necesidades básicas de todos los involucrados. Finalmente en relación al tercer principio (totalidad) esta medida busca optar por un mal menor, pues si bien, el despido del personal profesional produce un cierto nivel de daño o mal, este es proporcional al bien que significa priorizar al personal menos cualificado y los intereses del empleador (viabilidad productiva). Otra posible alternativa es que la empresa, junto con aportaciones del estado, invierta en capacitar al personal operario (menos calificado y con menos posibilidades de encontrar empleo) en el monitoreo y mantención de las nuevas tecnologías implantadas en la empresa, aprovechando así su conocimiento sobre los valores y cultura organizacional, además de ocupar puestos de trabajos que se harían necesarios para esta nueva implementación. Esto solo seria económicamente viable para la empresa si va de la mano del despido de personal técnico y profesional, quienes poseen más oportunidades para encontrar un nuevo empleo. Esta medida también busca responder a los principios de beneficencia, justicia y totalidad. Desde el principio de beneficencia esta medida apunta a al menos no dañar intencionadamente a los involucrados, otorgando igualdad de oportunidades. Respecto al principio de justicia, esta medida busca respetar la dignidad de todos los involucrados, priorizando igualmente a los más vulnerables, otorgando igualdad de oportunidades en cuanto a poder acceder a un medio de sustento económico mínimo. Esta medida igualmente respeta el principio de totalidad, ya que debido a la existencia de una coalición de deberes, se debe priorizar el “mal menor” versus un “mal mayor”. En este caso, el mal mayor seria despedir a todo el personal que sea remplazado por las nuevas tecnologías (25%) o que la empresa no logre aumentar la producción debido a considerar todos los casos de sus trabajadores de manera paternalista. Mientras que el mal menor seria en primer lugar, otorgar oportunidades a los más vulnerables (personal operario), alineando esto con las necesidades reales de la empresa (necesidad de personal que monitoree y mantenga la nueva implementación) y despedir a quienes poseen, en proporción, mayores oportunidades de acceder a un nuevo empleo en el futuro.

Conclusiones A partir de la discusión teórica y la aplicación de ésta en un caso ejemplo, podemos concluir que la introducción de nuevas tecnologías al mercado laboral trae consigo consecuencias sociales importantes, que sin lugar a dudas merecen una reflexión ética que permita el desarrollo económico, a la par del respeto por la dignidad humana. Sin embargo, dicha situación se enmarca dentro de lo que en ética se denomina una “coalición de deberes”, es decir un dilema en el que por hacer un bien, se debe hacer un mal. Esta situación complejiza aun mas la reflexión ética y la creación de propuestas que resuelvan el conflicto de manera justa y viable. A partir de la aplicación de los principios éticos básicos en el caso ejemplo, podemos observar que siempre se hace necesario priorizar a un sector por sobre otro, con el fin de mantener una igualdad proporcional de oportunidades y consecuencias negativas. Esta compleja situación nos lleva a cuestionar el carácter ético del propio sistema político- económico de base, que al parecer tiene como elemento intrínseco, la desigualdad social. Desde esta perspectiva se hace saliente aquella idea imperante del mercado actual: “producción por la producción” que varios autores ya han identificado y cuestionado. Esta idea nuclear del sistema económico neoliberal actual refleja una cierta filosofía del egoísmo que va en contra de los principios éticos de reciprocidad, justicia y totalidad: si el fin último es producir y aumentar las utilidades por sobre todo lo demás ¿Cómo se puede ser respetuoso de la dignidad de todos, incluso de aquellos que entorpezcan dicho fin? ¿Cómo respetar la autonomía de todos por igual, si son prácticamente ineludibles las desigualdades a la hora de poder elegir mejores vías de desarrollo y mejores maneras de satisfacer las necesidades básicas? ¿Son suficientes las medidas cortoplacistas que siguen la línea del mercado laboral, o se hacen necesarios cambios estructurales del modelo político-económico? Todas estas y muchas mas preguntas surgen y dejan abierto el debate sobre el nivel de profundidad que optamos por seguir a la hora de reflexionar sobre las repercusiones éticas que trae consigo la introducción de nuevas tecnologías en el mercado laboral, pues así como tenemos derechos, tenemos deberes y por lo tanto, debemos hacernos responsables y participes de nuestra evolución ética como sociedad.