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December 10, 2017 | Author: IOHANNESDEI | Category: Ancient Rome, Classical Antiquity, Ancient Europe, Classical Civilizations
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INTRODUCCIÓN A LA EPIGRAFÍA LATINA: TIPOS, ESTRUCTURA Y ELEMENTOS BÁSICOS DE LAS INSCRIPCIONES LATINAS ISBN (facilitado por Liceus) Antonio Alvar Ezquerra [email protected]

THESAURUS: epigrafía, inscripciones, inscripciones votivas, inscripciones honoríficas, inscripciones

funerarias,

inscripciones

monumentales,

documentos

instrumenta.

OTROS ARTíCULOS RELACIONADOS CON EL TEMA EN LICEUS: Introducción a la epigrafía griega RESUMEN O ESQUEMA DEL ARTíCULO: I.- Introducción. II.- Inscripciones votivas. III.- Inscripciones honoríficas. IV.- Inscripciones funerarias. V.- Inscripciones monumentales. VI.- Documentos oficiales: a) Leyes y plebiscitos. b) Senadoconsultos. c) Documentos emanados de los emperadores: 1.- Edictos. 2.- Mandatos. 3.- Decretos. 4.- Epistolae y rescripta. 5.- Diplomas militares. d) Documentos emanados de los magistrados: 1.- Edictos.

oficiales,

2.- Rescripta. 3.- Decretos o sententiae. e) Actas públicas del pueblo romano. f) Documentos relativos a la religión y al culto. g) Documentos relativos al ejército. h) Documentos relativos a las municipalidades. i) Documentos relativos a los colegios. j) Actas privadas. VII.- Varia. VIII.- Elementos constitutivos básicos de las inscripciones latinas: 1.- El nombre romano. 2.- El cursus honorum. 3.- El nombre y los títulos del emperador. IX.- Apunte bibliográfico.

TEXTO DEL ARTíCULO: I.- Introducción: Es difícil resumir en unas pocas palabras las características de la enorme multitud de epígrafes latinos encontrados y publicados, reduciéndolos a unas cuantas líneas maestras en las que encuadrar todos y cada uno de ellos; si eso fuera posible, las inscripciones latinas carecerían de interés o, por contra, su descripción se limitaría a decir unas pocas generalidades de escaso valor. ¿Cómo, pues, enfrentarse a esas decenas de miles, tal vez cientos de miles, de inscripciones recogidas en el CIL desde el siglo pasado? Aún partiendo de la convicción de su multiplicidad, de su variedad, de su complejidad, puede ser lícito extraer algunas conclusiones sustanciosas sin pretender, claro está, abarcarlo y explicarlo todo; porque, quien se acerque con un mínimo de curiosidad a la Epigrafía Latina, habrá podido comprobar, en primer lugar, que hay fórmulas fijas repetidas hasta la saciedad en miles de epígrafes, siempre las mismas, a veces con mínimas variantes. Si se contempla con mayor detenimiento ese mismo material, se descubre que el conjunto puede subdividirse en unos pocos grandes grupos atendiendo al contenido de los epígrafes; finalmente, que cada uno de esos grandes grupos -los tipos de inscripciones- suele responder en su redacción a unas estructuras tan fijas como las fórmulas antes mencionadas. Bien es cierto que siempre quedará una notable cantidad de epígrafes que no se someterán a la disciplina del

conjunto pero para llegar a entenderlos, a analizarlos y a explicarlos correctamente es de todo punto imprescindible saber qué es “lo normal”, es decir, cuáles son los principios a que obedece la mayor parte de las inscripciones latinas; precisamente de esos principios, concretamente en lo que respecta a tipos y estructuras básicas, es de lo que tratan estas páginas. Convendría, antes de nada, precisar qué se entiende por inscripción: una inscripción es un texto escrito sobre un objeto duro y resistente, mediante incisión, grafito o cualquier otro procedimiento. Según este concepto, las inscripciones latinas se pueden agrupar en seis grandes grupos -y así se hace tradicionalmente- de los que los cuatro primeros son los verdaderamente relevantes como objetos específicos de esa ciencia llamada Epigrafía. Los dos últimos revisten unas características particulares en las que el hecho de estar inscritos es algo anecdótico y deben su interés a otros motivos; más adelante se precisará esta idea. Así pues, los cuatro primeros grupos responderían al carácter de objetos suntuarios, mientras que los dos últimos no participan tanto de ese carácter. Estos son los seis grupos: 1.- Inscripciones votivas. 2.- Inscripciones honoríficas. 3.- Inscripciones funerarias. 4.- Inscripciones monumentales. 5.- Documentos oficiales. 6.- Varia. II.- Inscripciones votivas: Son las inscripciones dedicadas a los dioses, ya sean del panteón romano, ya indígenas. Habitualmente el nombre del dios, o de los dioses, aparece de un modo explícito encabezando el texto y generalmente en dativo (más la palabra SACRVM o similar); es decir, “consagrado/dedicado a...”. Como segundo elemento fundamental aparece el nombre del individuo -con o sin títulos- o colectividad que ha hecho la donación, habitualmente en nominativo. Por último se pueden indicar, como datos accesorios, las circunstancias que han motivado o rodeado la ofrenda: por qué se hace, con qué dinero se paga y muchas cosas más. El esquema básico podría ser éste: ILLI DEO SACRVM ILLE CVM ILLO VOTO SVSCEPTO DE SVO POSVIT

CVRANTE ILLO

Traducción: “Consagrado a tal dios. / Fulano con Mengano, / cumpliendo una promesa, / con su dinero puso (esta inscripción) / bajo los cuidados de Zutano.” Valga como ejemplo, más simple por estar presentes tan sólo los dos elementos fundamentales, la inscripción del CIL II 5679: NYMPHIS T POMPONIVS PROCVLVS VITRASIVS POLLIO COS PONTIF PROCOS ASIAE LEG AVG PR PR PROVINCIAR MOESIAE INF ET HISP CITER ET FAVSTINA EIVS

Texto: Nymphis / T(itus) Pomponius / Proculus / Vitrasius / Pollio, co(n)s(ul), / pontif(ex), proco(n)s(ul) / Asiae, leg(atus) Aug(usti) pr(o)/pr(aetor) provinciar(um) / Moesiae Inf(erioris) et / Hisp(aniae) Citer(ioris) / et Faustina eius. Traducción: “A las ninfas / Tito Pomponio / Próculo / Vitrasio / Polión, cónsul / pontífice, procónsul / de Asia, legado del emperador en función de propretor de las provincias / de Mesia Inferior y / de Hispania Citerior / y su (esposa) Faustina (dedican esta ofrenda).” La estructura del epígrafe es muy sencilla: un dativo, referido al nombre de los dioses a quienes se dedica la inscripción, y dos nominativos, que identifican al matrimonio dedicante, él con indicación de algunos de sus títulos, cargos y honores. Más adelante se volverá sobre este detalle. III.- Inscripciones honoríficas: Son las inscripciones dedicadas a los hombres vivos por otras personas u otras colectividades. Como en el caso anterior, el nombre del que recibe el homenaje encabeza el texto, también generalmente en dativo; el nombre se adorna con la mención expresa de todos sus títulos, cargos y honores, que fundamentan de un modo indispensable el prestigio y la categoría del honrado y, por tanto, justifican la dedicación. Los elementos accesorios son, como sucede con las inscripciones votivas, precisiones al hecho concreto del homenaje: por qué se le otorga, quién lo paga, en qué consiste el homenaje, con qué gesto respondió el interesado a tan alta honra (en

ocasiones asume los gastos del homenaje, otras veces invita en banquete a la comunidad que le honra, etc.). El esquema básico podría reducirse a: ILLI ILLE OB MERITA STATVAM POSVIT DECRETO DECVRIONVM

Traducción: “A Fulano, / Mengano / por sus méritos / le puso esta estatua / por decisión de los decuriones.” Y podría ejemplificar muy bien este conjunto de inscripciones la que se lee en CIL VI, 4-2, 31706: L CORNELIO L F GAL PVSIONI IIIIVIR VIAR CVRANDAR TR MIL LEG XIIII GEMINAE QVAESTORI TR PL PR LEGAT AVGVSTI LEG XVI M VIBRIVS MARCELLVS Y LEG XVI

Texto: L(ucio) Cornelio L(ucii) f(ilio), / Gal(eria tribu), Pusioni, / quattuorvir(i) viar(um) curandar(um), / tr(ibuno) mil(itum) leg(ionis) XIV Geminae, / quaestori, tr(ibuno) pl(ebis), pr(aetori), legat(o) / Augusti leg(ionis) XVI / M(arcus) Vibrius Marcellus, / centurio leg(ionis) XVI. Traducción: “A Lucio Cornelio, hijo de Lucio, / de la tribu Galeria, Pusión, / miembro de la comisión de cuatro encargados de cuidar las calles, / tribuno de los soldados de la legión XIV Gémina, / cuestor, tribuno de la plebe, pretor, legado del emperador de la legión XVI, / (le dedica esta inscripción) Marco Vibrio Marcelo / centurión de la legión XVI.” El nombre del homenajeado va seguido de su cursus honorum, sobre el que volveremos más adelante; el dedicante, en nominativo, sigue, sin precisar más detalles en este caso. IV.- Inscripciones funerarias: Son las inscripciones dedicadas a los hombres muertos por sus familiares, amigos o deudos. La estructura de estas inscripciones coincide con las anteriores en algunos casos; en otros varía siguiendo un modelo distinto pero repetido también hasta la saciedad; en cuanto a los elementos fundamentales se observa la presencia

de fórmulas funerarias, generalmente abreviadas, tanto en el encabezamiento como al final del texto, que permiten distinguir este grupo del anterior; igualmente se suele expresar el número de años que vivió el difunto, a veces con gran precisión. La nueva notación de la edad del difunto es otro elemento que permite distinguir su estructura de las honoríficas. Con respecto a los elementos accesorios, resulta innecesario señalar que hacen referencia al conjunto de circunstancias que rodean al levantamiento de la lápida: relación del difunto con el dedicante, cómo se paga el monumento, disposiciones testamentarias a este propósito, tamaño de la tumba, etc. Los esquemas a que hacían referencia podrían sintetizarse en: DM ILLI QUI VIXIT ANNIS TOT ILLE F C

Traducción: “A los dioses Manes. / A Fulano / que vivió tantos años, / Mengano se encargó de hacer- (-le esta inscripción).” O bien: DMS ILLE

(QUI) VIXIT ANNIS TOT (SIVE) ANNORUM TOT ILLE PATRI CARISSIMO FECIT HSESTTL

Traducción: “Consagrado a los dioses Manes. / Fulano, / de tantos años o que vivió tantos años. / Mengano hizo (esta inscripción) a su muy querido padre. / Aquí está enterrado; que la tierra te sea leve.” Sirva como ejemplo la inscripción recogida en CIL II 166: DMS MINATIA FAV STINA AN XXXX HSESTTL ANTONIVS RO MVLVS MARI TAE PIENTISSI MAE F C

Texto: D(iis) M(anibus) s(acrum). / Minatia Fau/stina an(norum) XXXX / h(ic) s(ita) e(st); s(it) t(bi) t(erra) l(evis). / Antonius Ro/mulus mari/tae pientissi/mae f(aciendum) c(uravit).

Traducción: “Consagrado a los dioses Manes. / Minatia Fau/stina, de 49 años, / aquí está enterrada; que la tierra te sea leve / Antonio Ró/mulo a su espo/sa piadosísi/ma le hizo (esta inscripción).” Con notable frecuencia, frente a lo que sucede con las inscripciones votivas y honoríficas, en este grupo el homenajeado puede encabezar el texto con su nombre, títulos, honores, etc. en nominativo. A veces el cruce entre los dos esquemas provoca aparentes irregularidades lingüísticas que no responden sino a una mala combinación de formularios previamente establecidos; es el caso, entre otros, de CIL II (supl.) 5145 donde se lee: DMS AVENTINAE VIXIT ANN XXXV PA TROCLVS MERENTI POSVIT HSTLE

Texto: D(iis) M(anibus) s(acrum). / Aventinae / [quae] vixit ann(is) / XXXV. Pa/troclus / merenti / posuit. H(ic) s(ita) [est]; [sit tibi] t(erra) l(evis) . Traducción: “Consagrado a los dioses Manes. / A Aventina / [que] vivió / 35 años. Pa / troclo, / por merecerlo, / le puso (esta inscripción). Aquí [está] enterrada, que la tierra [te sea] leve .” El hecho de que un dativo sea sujeto de un verbo en forma personal no es una irregularidad que deba explicarse desde la evolución lingüística del latín, sino simplemente a un descuido del ordinator en la redacción del texto, descuido que se intensifica en la fórmula funeraria final, (H. S. E. S. T. T. L) mal entendida y peor reflejada y que no merece la pena ser interpretada como reflejo de una oración latina correcta y abreviada, como hace Mommsen que pretende leer algo así como Hic sita terra levis ei, ante la duda de Hübner. Por el número de inscripciones funerarias conservadas (aproximadamente un 50% del total) y la variedad de estratos sociales a que van dirigidas, son fuente inagotable de datos para conocer la estructura del nombre romano, de la población de cada lugar, de las variantes lingüísticas de cada región o de cada capa social (aunque en este caso las conclusiones sean negativas) o de cada época, etc. Porque la rigidez teórica de los esquemas habitualmente propuestos, se resuelve en la práctica en un sinfín de pequeñas variantes sumamente ilustrativas que traducen diferencias sociales, geográficas y cosmológicas. Ello aún sin contar aquel otro numeroso grupo de inscripciones funerarias con pretensiones literarias e incluso métricas, en el que cabrían incluir tantos epitafios de escritores

conocidos escritos para sí mismos como el de Nevio (Immortales mortales si foret fas flere, / flerent divae Camenae Naevium poetam. / Itaque, postquam est Orchi traditus thesauro, / obliti sunt Romai loquier lingua latina = “Si los inmortales pudiesen llorar a los mortales, / las divinas Camenas llorarían a Nevio, el poeta. / Desde que fue a engrosar los tesoros del Orco / olvidaron en Roma hablar latín”), el de Plauto (Postquam est mortem aptus Plautus, Comoedia luget, / scaena est deserta, dein Risus Ludus Iocusque / et Numeri innumeri simul omnes conlacrumarunt = “Desde que Plauto ha muerto, la Comedia viste de luto, / el escenario está desierto, y la Risa y el Juego y la Burla / y los innumerables Versos se deshacen juntos en lágrimas.”), el de Enio (Aspicite, o cives, senis Enni imaginis formam. / Hic vestrum panxit maxima facta patrum. / Nemo me lacrimis decoret nec funera fletu / faxit. Cur? Volito vivos per ora virum = “Mirad, conciudadanos, el retrato del anciano Enio. / Él fue quien divulgó las hazañas de vuestros padres. / Que nadie vierta lágrimas en mi honor, / vivo estaré en las bocas de los hombres.”), el de Tibulo (Tib. Corp. I 3, 55-56: Hic iacet immiti consumptus morte Tibullus, / Messallam terra dum sequiturque mari = “Aquí yace, acabado de muerte implacable, Tibulo, / mientras a Mesala por tierra y mar seguía.”) o para otros como el de Propercio a Cintia (Prop. IV 7, 85-86: Hic Tiburtina iacet aurea Cynthia terra: / accesit ripae laus, Aniene, tuae = “Aquí yace, en tierra Tiburtina, la dorada Cintia: / Nuevo honor se ha añadido, Anio, a tu ribera.”) o el de Marcial a la pequeña Erotión (Mart. V 34: Hanc tibi, Fronto pater, genetrix Flaccilla, puellam / oscula commendo deliciasque meas, / parvola ne nigras horrescat Erotion umbras / oraque Tartarei prodigiosa canis. / Inpletura fuit sextae modo frigora brumae, / vixisset totidem ni minus illa dies. / Inter tam veteres ludat lasciva patronos / et nomen blaeso garriat ore deum. / Mollia non rigidus caespes tegat ossa nec illi, / terra, gravis fueris: non fuit illa tibi = “A vosotros, Frontón y Flacila, sus padres, esta niña os confío, / la pequeña Erotión, goce de mis labios / y mis delicias, para que venza el miedo a las negras tinieblas / y a las fauces monstruosas del can Tartáreo. / Hubiera visto derretirse el hielo de su sexto invierno, / con que hubiese vivido igual número de días. / Que entre tan venerables protectores juegue y retoce eternamente / y pronuncie mi nombre con balbucientes labios. / Fosca hierba, no cubras para siempre sus blandos huesos. Tierra, / no le seas pesada: no lo fue ella para ti.”). Precisamente esta recreación de la manida fórmula funeraria Hic situs (-a) est. Sit tibi terra levis hecha por el gran poeta bilbilitano nos enfrenta con dos interrogantes de las relaciones entre la Epigrafía funeraria y la Poesía, de la precedencia entre epitafios anónimos y poetas conocidos, de los orígenes helenísticos de esta poesía funeraria, etc. Y si epitafios como los citados anteriormente demuestran que los grandes escritores también cultivan este género, otro muchos rompen también con los

esquemas tradicionales y buscan vías de expansión propias y originales, como es el caso de la inscripción que se lee en CIL VIII 24.629: “M. Furio Herennio, hijo de Veterano, nacido en Astigi, de la tribu Papiria, yace aquí enterrado. La Bética me engendró y vine hasta este lugar deseoso de conocer las tierras de Libia y los confines de Cesárea. Los hados me arrancaron la vida y yo y lo mío yacemos en estas lejanas playas. Viví cincuenta años durante los cuales pude demostrar mi cariño y fidelidad para con los míos. Fui siempre animoso para el trabajo. Marchad lejos de mí sin mí y llegaos a los míos. Pero os ruego que digáis al pasar ante esta tumba: .” V.- Inscripciones monumentales: Son aquellas inscripciones que, colocadas en un lugar bien visible, conmemoran la construcción o reconstrucción de un edificio u obra pública, guardando para la posteridad el recuerdo de quien o quienes lo hicieron. El esquema más simple (y también el más antiguo) presenta en primer lugar el nombre del personaje que ha levantado o rehecho la obra en nominativo; le sigue un verbo como fecit o refecit; tal es la inscripción grabada sobre el Panteón de Agripa (M. Agrippa, L. f(ilius) co(n)s(ul) tertium fecit; CIL VI 896). Pero habitualmente el esquema usado es más complejo: Suele, entonces, encabezar el texto una fórmula de dedicación del edificio, bajo las expresiones in honorem... o pro salute... más genitivo. Sigue el nombre y los títulos del que o de los que han levantado el monumento; se especifica el tipo de edificio construido en acusativo y finalmente figura el verbo. Todo ello acompañado de numerosas precisiones de carácter accesorio, como la fecha en que se construyó (en ablativo), con qué dinero se hizo, por orden de quién se emprendió la obra, el estado del monumento antes de la reconstrucción, etc. En resumen, los esquemas podrían ser: ILLE FECIT

Traducción: “Fulano (lo) / hizo.” O bien: IN HONOREM ILLIVS ILLE AEDIFICIVM VETVSTATE CORRVPTVM REFECIT DEDICANTI ILLO

Traducción: “En honor de Fulano, / Mengano / este edificio deteriorado por los años / (lo) rehizo, / dedicándo(lo) Zutano.”

O bien: PRO SALVTE IMPERATORIS CAESARIS AEDIFICIVM ILLVD ILLE SVA PECVNIA FECIT IDEMQVE DEDICAVIT

Traducción: “Por la salud del Emperador César, / tal edificio / Fulano / con su dinero (lo) hizo / y él mismo lo dedicó.” Como ejemplo se puede proponer la inscripción recogida en CIL II 5354: IN HON DOM DIVINAE G AVF G F GAL VEGETVS IIVIR II CVRAT BALINEV AEDIFI ET G AVF G F G AVITVS F IIVIR DESIGN DSPD ET EDITIS CIRCIENS

Texto: In hon(orem) Dom(us) Divinae. / G(aius) Auf(idius) G(ai) f(ilius) Gal(eria tribu) Vegetus / IIvir II, curat(or), balineu(m) / aedifi(cavit) et G(aius) Auf(idius) G(ai) f(ilius) G(ai) [n](epos) / Avitus f(ilius eius), IIvir design(atus), / d(e) s(ua) p(ecunia) d(edit) / et editis circens(ibus) [d](edicavit). Traducción: “En honor de la casa imperial. / Gayo Aufidio, hijo de Gayo, de la tribu Galeria, Vegeto / duúnviro por segunda vez, encargado (de los baños?), construyó estos baños / y Gayo Aufidio Avito, hijo de Gayo, nieto de Gayo, / su hijo, duúnviro designado, / con su dinero los pagó / y los inauguró con juegos circenses.” En ella todo se corresponde con los esquemas teóricos; la única desviación notable se debe al hecho de que son personas distintas, aunque familiares, la que construye las termas y la que las inaugura. Ambos son magistrados municipales y de su cursus honorum se dirá más tarde. Un conjunto importante de inscripciones monumentales lo constituyen los miliarios, mojones que marcaban las millas de las vías y en los que suele figurar un texto siguiendo el esquema nº 1 que se acaba de señalar, al que acompaña el numeral de la vía. En este conjunto el nombre que aparece es el del emperador de turno, con todos sus títulos, en nominativo si la vía corresponde a la red principal; en dativo (y entonces la estructura es similar a la de una inscripción honorífica) si se trata de una vía secundaria; puede verse, como ejemplo, el epígrafe de Caracalla recogido más adelante, en estas páginas.

VI.- Documentos oficiales: Como se decía más arriba, los dos últimos grupos de inscripciones poseen unas características propias que les diferencian sustancialmente de los cuatro anteriores. Este quinto apartado agrupa todos aquellos textos que emanan como disposiciones, decisiones, acuerdos, etc. de cualquiera de las magistraturas o del Senado; en ellos el hecho de estar inscritos es algo accesorio, como ya se ha dicho, y no afecta a la composición del texto ni a sus estructuras básicas como sí sucede con las inscripciones suntuarias (los cuatro grupos anteriores); el texto existe antes e independientemente de ser inscrito, o lo que es igual, de ser publicado pues ésa es la finalidad del epígrafe: hacer público y dar la mayor difusión a algo mediante el procedimiento de grabarlo sobre un material duradero, incluso en varias copias. A este respecto es preciso recordar que ha sido mucho lo que se ha discutido sobre el tipo de inscripción que es el Monumentum Ancyranum, que ha transmitido el texto de las Res gestae divi Augusti; si se trata de una inscripción triunfal, o funeraria..., cuando en realidad las Res gestae… no son sino un balance de la gestión personal de Augusto al frente del imperio y el Monumentum Ancyranum la expresión escrita de ese balance; el hecho de que esté grabado en piedra es algo secundario que no condicionó en absoluto la redacción dada por el emperador. Algo similar podríamos decir de tantos y tantos documentos oficiales conservador epigráficamente; tal vez su mayor valor reside en el hecho de que nos transmiten, con frecuencia, los textos completos de las leyes, los senadoconsultos, los rescripta imperiales, etc. y además con la mayor fidelidad. Aunque son objeto específico de estudio del Derecho Romano, la Epigrafía puede auxiliar en su lectura y valoración. Esto es lo que hace a este grupo sustancialmente diferente a los anteriores. No obstante, y sin pretender entrar en la estructura de cada uno de estos textos, cosa que como ha quedado dicha es competencia de otras disciplinas, sí se deben mencionar, aunque sea de pasada, los tipos más corrientes de documentos oficiales transmitidos epigráficamente: a) Leyes y plebiscitos, organizados en tres partes: el index, la praescriptio legis (el texto de la ley) y la sanctio. b) Senadoconsultos, organizados también en tres partes: preámbulo, enunciado de la relatio y sententia adoptada. c) Documentos emanados de los emperadores, que pueden ser de varias clases: 1.- Edictos (disposiciones de carácter general). 2.- Mandatos (disposiciones dirigidas a los funcionarios). 3.- Decretos (decisiones tomadas como juez soberano). 4.- Epistolae y rescripta (respuestas a consultas hechas por

magistrados o incluso por particulares). 5.- Diplomas militares (en realidad, una variante de las leges datae). d) Documentos emanados de los magistrados, que, a su vez, se pueden dividir en tres: 1.- Edictos. 2.- Rescripta. 3.- Decretos o sententiae. e) Actas públicas del pueblo romano (fastos consulares y triunfales, los calendarios con indicación de las fiestas religiosas y las listas de los magistrados correspondientes a ese año; a veces, también, con mención de los acontecimientos gloriosos para el Estado, fastos municipales y colegiales). f) Documentos relativos a la religión y al culto (calendarios, documentos relativos a los templos y lugares sagrados, actas y fastos de los colegios sacerdotales). g) Documentos relativos al ejército (listas de soldados condecorados, arengas imperiales como la de Adriano a las tropas de África, reglamentos de los colegios de suboficiales). h) Documentos relativos a las municipalidades (similares a los de Roma: senadoconsultos, actas, fastos, decretos, etc.). i) Documentos relativos a los colegios (similares a las actas municipales). j) Actas privadas (documentos de hospitalidad, testamentos). Como ejemplo que puede ilustrar este abigarrado grupo, se propone un diploma militar, que es algo similar a las pasadas cartillas de licenciamiento militar; un texto escrito en dos tablillas de bronce que se entregaban al soldado, con la certificación de haber cumplido el servicio militar y la concesión de diferentes privilegios, como el de la ciudadanía romana si era de condición peregrino, o el ius connubium (derecho a casarse legalmente). Al soldado se le entregaba en realidad la copia de un documento en el que figuraban los nombres de todos los soldados que recibían al mismo tiempo el licenciamiento y que se exponía en Roma en lugar público: {intus: tabella I}

{tabella ii}

SER GALBA IMPERATOR CAESAR AVG P M

SENT CVM EST CIVITAS IIS DATA

TRIBVNIC POTESTATE COS DESIGN II

AVT SIQVI CAELIBES ESSENT CVM

VETERANIS QVI MILITAVERVNT IN

IIS QVAS POSTEA DUXISSENT DVM

LEGIONE I ADIVTRICE HONESTAM

TAXAT SINGVLI SINGVLAS

MISSIONEM ET CIVITATEM DEDIT

A D XI K IANVAR

QVORVM NOMINA SVBSCRIPTA

C BELLICO NATALE

SVNT IPSIS LIBERIS POSTERISQ

P. CORNELIO SCIPIONE COS

EORVM ET CONVBIVM CVM

MATTHAIO POLAI F SVROS

VXORIBVS QVAS TVNC HABVIS

DESCRIP ET RECOGNITVM EX TABVLA QVAE FIXA EST ROMAE IN CAPITOLIO

[AD ARAM Texto: Ser(vius) Galba Imperator Caesar Aug(ustus) P(ontifex) M(aximus), / tribunic(ia) potestate, co(n)s(ul) design(atus) II / veteranis qui militaverunt in / Legione I Adiutrice honestam / missionem et civitatem dedit / quorum nomina subscripta / sunt ipsis liberis posterisq(ue) / eorum et conubium cum / uxoribus quas tunc habuis/sent cum est civitas iis data / aut, siqui caelibes essent, cum / iis quas postea duxissent dum/taxat singuli singulas. A(nte) d(iem) XI K(alendas) ianuar(ias) / C(aio) Bellico Natale P(ublio) Cornelio Scipione co(n)s(ulibus). Matthaio Polai f(ilio) Suros. / Descrip(tum) et recognitum ex tabula / quae fiax est Romae in Capitolio ad aram. Traducción: “Servio Galba Emperador César Augusto Pontífice Máximo, / en su primer poder tribunicio, cónsul designado por segunda vez, / a los veteranos que militaron en / la Legión I Adiutrix el licenciamiento / y la ciudadanía les concedió / -cuyos nombres están escritos más abajo-, /a ellos, a sus hijos y sus descendientes, / y el matrimonio con / las esposas que entonces tuvies/en cuando se les dio la ciudadanía / o, si fuesen solteros con / las que después tomasen por esposas mas / sólo de uno en una. / Once días antes de las calendas de enero, / siendo cónsules Gayo Bellico Natal / y Publio Cornelio Escipión. / Para Mateo Suro, hijo de Pola. / Copiado y autentificado a partir de la inscripción / que está colocada en Roma en el Capitolio junto al altar”. VII.- Varia: El ultimo grupo de inscripciones latinas se forma con un abigarrado conjunto que va desde los textos escritos en las paredes (como los grafitos pompeyanos) hasta los sellos de alfarero, pasando por las inscripciones de los mosaicos y otras muchas. En general se trata de textos inscritos sobre objetos móviles, bien sea antes de acabarlos (sellos de alfarero, marcas de ceramista), bien trazados con posterioridad e independientemente de la fabricación del objeto (grafitos). Salvo en el caso de las inscripciones parietales y las musivas (éstas tienen que ver con el mosaico al que acompañan; aquéllas no suelen guardar ninguna relación entre el texto y el edificio que lo sostiene), las demás están hechas sobre instrumentos de la vida cotidiana, como pueden ser los objetos cerámicos, lámparas, objetos de metal y cristal, pesos y medidas, joyas, armas de soldados, o sobre elementos de construcción de los

edificios, susceptibles de recibir una producción casi industrializada con bloques de mármol o metal, tejas, ladrillos; el CIL los recoge bajo el título genérico de instrumentum al final de cada volumen. Por su extrema variedad, intencionalidad y contenido, carece de sentido intentar precisar sus estructuras básicas pues ello exigiría un desarrollo excesivamente pormenorizado, que no es lo que aquí se pretende. VIII.- Elementos constitutivos básicos de las inscripciones latinas: Una vez reconocidos los tipos y la estructura básica de un buen número de inscripciones latinas, es preciso indicar cómo el conocimiento de determinados elementos, comunes a muchas de ellas y de frecuentísima aparición, permiten ahondar en el entendimiento de los epígrafes. Tradicionalmente se fijan tres capítulos en torno a los cuales gira el contenido de un gran porcentaje de estos epígrafes; su correcto análisis es lo que permite comentar adecuadamente los datos y extraer las conclusiones (aparentemente escasas y de poco valor si las consideramos una a una pero extraordinariamente ilustrativas consideradas en conjunto) de las inscripciones latinas. Son esos tres núcleos: 1) El nombre romano; 2) El cursus honorum (o “carrera de honores”); 3) El nombre del emperador. Sin pretender desbrozar ahora cuantas cuestiones se refieren a estos tres elementos, sí se pueden dar algunas orientaciones básicas a ese respecto. 1.- El nombre romano: Como norma general, el nombre del ciudadano romano está compuesto por tres elementos: praenomen (que equivale a nuestro nombre propio), nomen (o gentilicio, que equivale a nuestro apellido paterno) y cognomen (que diferencia, dentro de una misma gens, a los miembros de una estirpe). Ejemplos de nombres romanos se leen en las inscripciones anteriormente citadas; véase el de Marcus Vibrius Marcellus. La variedad de praenomina –que en su origen hacían alusión a circunstancias del nacimiento- es escasa y por tanto suelen aparecer abreviados; éstos son los más frecuentes: Aulus (abrev.: A.), Appius (abrev.: Ap.), Gaius (abrev.: C.), Gneus (abrev.: Cn.), Decimus (abrev.: D.), Lucius (abrev.: L.), Marcus (abrev.: M.), Manius (abrev.: M/.), Numerius (abrev.: N.), Publius (abrev.: P.), Quintus (abrev.: Q.), Servius (abrev.: Ser.), Sextus (abrev.: Sex.), Spurius (abrev.: Sp.), Tiberius (abrev.: Ti. o Tib.), Titus (abrev.: T.), Vibius (abrev.: V., Vi. o Vib.).

En cuanto a los nomina o gentilicios, cabe decir que además de llevar cada ciudadano romano el correspondiente a su gens, también lo llevan los hijos adoptivos, los clientes y los libertos, en la medida en que todos ellos forman parte de la gens. Los gentilicios acabados en –ius (Aemilius, Iulius, Pompeius…) suelen pertenecer a antiguas familias del Lacio; los acabados en otras terminaciones suelen corresponder a otros orígenes, p. ej. –arna, -enna, -inna, -as, -anas, etc. Son de origen etrusco; -anus, -enus proceden de Umbría

y el Piceno; -acus, -avus de la Galia. En las

inscripciones suelen aparecer escritos enteros pero algunos, los más frecuentes, pueden aparecer abreviados (Ael. = Aelius, Ant. o Anton. = Antonius, Aur. = Aurelius, I. o Iul. = Iulius, etc.). Por último, los cognomina se generalizan a partir de la primera mitad del s. I a. C.. También designaban originalmente circunstancias personales del individuo que lo llevaba (Barbatus, Maximus, etc.); luego se hicieron hereditarios, sobre todo en las grandes familias, de modo que una rama de la misma solía conocerse con un cognomen (Cornelius Balbus) y otra con otro distinto (Cornelius Scipio). En estos casos, cada individuo podía ostentar un segundo cognomen para diferenciarse de otros varones de su misma rama familiar. Además de estos tres elementos, puede aparecer la indicación de la filiación bajo el esquema nomen en genitivo + f(ilius) y el de la tribu a que pertenece el titular; véase, de entre los nombres recogidos en las inscripciones anteriores el de Lucius Cornelius Lucii filius, Galeria tribu, Pusio. Con el paso del tiempo, se fueron añadiendo de modo menos sistemático otros elementos al nombre, como la indicación de la tribu a la que se pertenece (en Hispania las usuales son Aniense, Galeria, Sergia y Velina), el agnomen, el signum (apodo) o la indicación de la patria o domicilio. En el esquema que se presenta más adelante bajo el título de “La sociedad romana y su reflejo en la Epigrafía”, se puede observar que conjugando adecuadamente la onomástica que aparece en las inscripciones, con la enumeración o ausencia de títulos y cargos públicos desempeñados, se puede desentrañar con un elevado grado de certeza la extracción social o incluso étnica (si se trata de “peregrinos” o “indígenas”) de los personajes cuyos nombres figuran en las inscripciones: a) Los ciudadanos romanos se diferencian de los ciudadanos por usar los tria nomina (praenomen, nomen y cognomen); entre ellos se distingue cada clase social por el cursus honorum. b) Los libertos, que utilizan los tria nomina, se distinguen de los plebeyos por la filiación: genitivo + l(ibertus) / genitivo + f(ilius) = “liberto de” / “hijo de”.

c) Los no ciudadanos siguen los usos onomásticos de sus países de origen, a veces ligeramente romanizados, pero no tienen derecho al uso de los tria nomina. d) Los esclavos usan habitualmente un sólo nombre y con frecuencia acompañado por la abreviatura genitivo + s(ervus) = “esclavo de”. LA SOCIEDAD ROMANA Y SU REFLEJO EN LA EPIGRAFÍA Ciudadanos romanos / libres

Orden senatorial

Cursus honorum senatorial

Ciudadanos romanos / libres

Orden ecuestre

Título: V(ir) C(larissimus) Cursus honorum ecuestre Títulos: V(ir) E(gregius), P(erfectus),

Ciudadanos romanos / libres

EM(inentissimus) Magistraturas militares

Plebe libertos

inferiores,

cargos municipales, etc.

No ciudadanos / libres

indígenas / extranjeros

Nombres según los usos de sus

No ciudadanos / no libres

esclavos

países Habitualmente un solo nombre

No hace falta decir que el análisis adecuado de estos elementos permite extraer jugosas conclusiones por lo que respecta a la demografía y a la historia social del Imperio Romano. 2.- El cursus honorum: Si se enfoca ahora el objetivo hacia el conjunto de ciudadanos romanos, se observa que, como ha quedado dicho, se pueden distinguir según su clase social precisamente por el cursus honorum o “carrera de honores” (algo similar a nuestro curriculum vitae). A continuación se muestran algunos ejemplos palmarios de la facilidad con que ello se puede lograr pero antes es preciso resumir, a modo de recordatorio, cuáles son las magistraturas que se pueden desempeñar en cada cursus honorum (haciendo la importante salvedad de que los esquemas que siguen no son tan rígidos como se presentan, pues la situación cambió no poco a lo largo de toda la historia de Roma; se pueden considerar como esquemas en general válidos para la época del Principado): a) Cursus honorum de orden senatorial: se compone de dos magistraturas previas (un tribunado militar y una en el colegio de los XX viri) y cuatro magistraturas ordinarias que dan acceso al Senado y que deben cumplirse por riguroso orden: cuestor, edil o tribuno de la plebe, pretor, cónsul; el período que media entre el desempeño de una a otra puede cubrirse con magistraturas de carácter extraordinario.

Sirvan como ejemplo de este cursus las dos primeras inscripciones mencionadas en esta exposición, la de T. Pomponio Próculo Vitrasio Polio y la de L. Cornelio Pusión. b) Cursus honorum de orden ecuestre: se compone de una serie de magistraturas menos organizadas que en el caso anterior pero reductibles a cinco grupos: a) procuradores del emperador (funciones financieras), b) procuradores del gobernador provincial (administrativas y militares), c) oficiales de la casa imperial (procurador de la biblioteca, a libellis, ab epistulis, etc.), d) prefectos administrativos (suministros, correos), e) prefectos militares (de la armada, de Egipto, del pretorio). Sirva como ejemplo la inscripción del CIL II 4138: L ANTONIO T F GAL SILONI PRAEF FABR PRAEF CHOR IIII THRAC PRAEF CHOR NO VAE TIRONVM PRAEF ORAE MARITVMAE

Texto: L(ucio) Antonio / T(iti) f(ilio) Gal(eria tribu) Siloni, / praef(ecto) fabr(um), praef(ecto) / c[o]hor(tis) iiii thrac(iae), / praef(ecto) c[o]hor(tis) no/vae tironum, praef(ecto) / orae maritumae. Traducción: “A Lucio Antonio / Silón, hijo de Tito, de la tribu Galeria, / prefecto de tropas de obreros, prefecto / de la cohorte cuarta la tracia, / prefecto de la cohorte nue/va de reclutas, prefecto / de la costa, (le dedica esta inscripción) el “convento Tarraconense” (o “prefecto de la costa del Convento Tarraconense”). Incluso sin mención del cursus honorum se descubre la clase social en casos como el del CIL VI 4-2, 31841: DM ANNIO IVLIANO EQ R Q V ANNIS III M VIIII H VIII FALCIDIVS VIC TOR PATER FI LIO FECIT

Texto: D(iis) M(anibus). / Annio Juliano / Eq(uiti) R(omano) q(ui) v(ixit) annis III, / m(ensibus) VIIII, / h(oris) VIII. / Falcidius Vic/tor pater fi/lio fecit.

Traducción: “A los dioses Manes. / A Annio Juliano, / caballero romano, que vivió tres años, / nueve meses, ocho horas. / Falcidio Víc/tor, su padre, para su hi/jo hizo (esta inscripción).” c) Cargos exclusivos de los plebeyos: en este caso la variedad es aún mayor pero basta saber que en el ejército sólo pueden desempeñar hasta el cargo de centurión, en los municipios cualquier magistratura (similares a las de Roma, hasta IIvir), que suelen desempeñar los cargos burocráticos de la administración del Estado (escribas, ayudantes, encargados de los asuntos más heterogéneos, oficiales, lictores, etc.) y que de ellos se nutren los numerosísimos collegia de todo tipo para cubrir sus jerarquías. Además de las inscripciones de L. Cornelio Pusión y de los Aufidios, ilustra este grupo un ejemplo como el del CIL II 5547: M HERENNIO M F GALERIA LAETINO AED IIVIR III PONTIF AVG HEREDES EX TESTAMENTO EIVS

Texto: M(arco) Herennio / M(arci) f(ilio) Galeria (tribu)/ Laetino, / aed(ili), IIvir(o) III, / pontif(ici) Aug(usti), / heredes / ex testamento eius. Traducción: “A M(arco) Herennio / Laetino, hijo de Marco, de la tribu Galeria, / edil, duúnviro por tres veces, / pontífice del emperador, / sus herederos / (le hacen esta inscripción) cumpliendo su testamento”. 3.- El nombre y los títulos del emperador: El tercer aspecto al que es preciso referirse es el nombre y los títulos del emperador que, por su aparente complejidad, no siempre son bien comprendidos, a pesar de la importancia que tiene una recta interpretación para saber fechar con bastante exactitud una inscripción. Por lo demás, la frecuencia con que aparecen, tanto en inscripciones honoríficas, como monumentales y por supuesto en los documentos que emanan de él directamente, justifica un poco de atención en este momento. He aquí un ejemplo tomado de CIL X 6854: IMP CAESAR M AVRELLIVS ANTONINVS INVICTVS PIVS FELIX AVG PART MAX BRIT MAX GERM

MAX PONT MAX TRIB POTES XVIIII IMP III COS IIII PROCOS VIAM ANTE HAC LAPIDE ALBO INVTILITER STRATAM ET CORRVPTAM SILICE NOVO QVO FIRMIOR COMEAN TIBVS ESSET PER MILIA PAS SVM XXI SVA PECVNIA FECIT

Texto: Imp(erator) Caesar / M(arcus) Aurellius Antoninus, / Invictus, Pius, Felix, Aug(ustus), / Part(icus) Max(imus), Brit(annicus) Max(imus), Germ(anicus) / Max(imus), Pont(ifex) Max(imus), trib(unicia) potes(tate) / XVIIII, Imp(erator) III, Co(n)s(ul) IIII, proco(n)s(ul), / viam ante hac lapide albo / inutiliter stratam et / corruptam silice novo / quo firmior comean/tibus esset, per milia pas/sum XXI sua pecunia fecit. Traducción: “El Emperador César / Marco Aurelio Antonino, / Invicto, Pío, Feliz, Augusto, / Pártico Máximo, Británico Máximo, Germánico / Máximo, Pontífice Máximo, en su poder tribunicio / decimonoveno, en su tercera salutación como emperador, cónsul por cuarta vez, procónsul, / esta vía, anteriormente con piedra blanca / inadecuadamente construida y / deteriorada, con mármol nuevo / para que fuera más resistente a los tran/seuntes, a lo largo de 21 millas, / pagándola con su dinero, hizo.” Esta inscripción corresponde al emperador Marco Aurelio Antonino, conocido con el sobrenombre de Caracalla. Como resulta habitual desde Augusto (aunque hay alguna excepción), el título de Imperator ocupa el lugar del praenomen; Caesar, antiguo cognomen de la gens Iulia, figura como nomen; M. Aurellius Antoninus, antiguos praenomen, nomen y cognomen de Caracalla antes de ser emperador, se han convertido en cognomina y ellos son los que nos permiten diferenciar un emperador de otro; Invictus, Pius, Felix son también cognomina esta vez de carácter honorífico y usados a finales del siglo II p. C. y principios del III con la dinastía de los Severos, momento en que comienza una progresiva hieratización del emperador, como se manifiesta en estos y otros títulos que aparecerán más tarde, barroquizando hasta extremos increíbles la figura imperial; Augustus, es el cognomen sagrado otorgado por el Senado a Octaviano; en su honor lo llevarán todos los emperadores; a continuación vemos una serie de cognomina ex virtute: Pártico Máximo, Británico Máximo y Germánico Máximo; hasta ahí es el nombre del emperador. A continuación comienza la enumeración de sus títulos y cargos, comenzando como suele ser norma general por el cargo sacerdotal de máxima importancia: Pontifex Maximus; siguen, y por lo general en el orden que se leen en esta inscripción, la configuración de su poder tribunicio, que por ser anual y vitalicio va seguido de un numeral que coincide con los

años de su principado menos uno y es el elemento fundamental para fechar la inscripción; el nuevo título de imperator seguido de un numeral se refiere a las salutaciones imperiales recibidas con motivo, generalmente, de alguna campaña victoriosa; finalmente, el cargo de cónsul también va seguido de numeral indicando las veces que ha obtenido esa magistratura. Con estos elementos a veces se puede precisar mejor la fecha de la inscripción: en este caso, y de acuerdo con la tabla proporcionada más abajo, se debe fechar este miliario entre el 10 de diciembre del año 215, en que recibe su décimo noveno poder tribunicio y el 9 de diciembre del año siguiente, último día en que ostenta ese número de poder tribunicio.

TÍTULOS Y MAGISTRATURAS DE CARACALLA

Caracalla (198-217) es Caesar en 196, Augustus en 198, Particus Maximus en 199, Pius en 200, Pater patriae en 205, Britannicus Maximus en 210, Felix en 211, Germanicus en 213, Arabicus en 213/214. 198

tr. pot. tr. pot. II (10 de diciembre)

199

tr. pot. III (10 de diciembre)

200

tr. pot. IV (10 de diciembre)

201

tr. pot. V (10 de diciembre)

202

tr. pot. VI (10 de diciembre)

203

tr. pot. VII (10 de diciembre)

204

tr. pot. VIII (10 de diciembre)

205

tr. pot. IX (10 de diciembre)

206

tr. pot. X (10 de diciembre)

207

tr. pot. XI ( 10 de diciembre)

208

tr. pot. XII (10 de diciembre)

209

tr. pot. XIII (10 de diciembre)

210

tr. pot. XIV (10 de diciembre)

211

tr. pot. XV (10 de diciembre)

212

tr. pot. XVI (10 de diciembre)

213

tr. pot. XVII (10 de diciembre)

214

tr. pot. XVII (10 de diciembre)

215

tr. pot. XVIII (10 de diciembre)

216

tr. pot. XIX (10 de diciembre)

217

tr. pot. XX (10 de diciembre)

Cos. (1 de enero)

Cos. II (1 de enero) Imp. II Cos. III (1 de enero)

Cos. IV (1 de enero) Imp. III

IX.- Apunte bibliográfico: El repertorio fundamental de inscripciones latinas es el Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL) que aspira a recoger, desde el siglo XIX, todas las inscripciones latinas del mundo antiguo; publicado en Alemania, cuenta ya con 17 volúmenes, algunos de los cuales han recibido otro u otros como suplementos. Cada volumen, hasta el nº 13, recoge las inscripciones de una región del imperio; así, el nº 2, obra de Aemilius Hübner dada a la luz en 1869, con suplemento del mismo autor de 1892, está dedicado a las inscripciones de la Península Ibérica. Los últimos volúmenes están dedicados a tipos concretos de inscripciones: el número 14 a inscripciones arcaicas, el número 15 a los instrumenta domésticos de la ciudad de Roma y el número 16 a los diplomas militares. En estos momentos se está haciendo una revisión de los volúmenes dedicados a Hispania y se han publicado ya unos suplementos que duplican el número de las inscripciones ya conocidas. Las publicaciones Ephemeris Epigraphica y, sobre todo, L’Année Epigraphique recogen lo aparecido tras las sucesivas adiciones del CIL. Para la Península Ibérica, además, debe tenerse en cuenta la obra de J. Vives, Inscripciones latinas de la España Romana, 2 vols., Barcelona, 1971-1972; y, más actualizado, las referencias bibliográficas por provincias que ofreció C. Castillo en “Un trienio de epigrafía latina en Hispania: logros y perspectivas”, Unidad y pluralidad en el mundo antiguo (Actas del VI Congreso Español de Estudios Clásicos), vol. I: Ponencias, Madrid, 1983, pp. 105-125, en especial pp. 119-123. Entre los manuales más usados debe figurar el de R. Cagnat, Cours d’Epigraphie latine, Roma, 1964. En español, el de P. Battle Huguet, Epigrafía Latina, Barcelona, 1963 (segunda edición offset). También son útiles el de R. Bloch, L’Epigraphie latine, París, 1952; I. Calabi Limentani, Epigrafía Latina, Varese – Milán, 1968; J. E. Sandys, Latin Epigraphy, Cambridge, 1927; y con abundante, muy actualizada y bien clasificada bibliografía, el más reciente, de G. Susini, Epigrafía romana, Roma, 1982.

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