204687849-El-Espiritu-de-DonJuan-Joaquin-Castillo-Richard-Dixey.pdf

July 16, 2019 | Author: ksva2326 | Category: Chamanismo, Mitología, Brujería, Misticismo, Antropología
Share Embed Donate


Short Description

Download 204687849-El-Espiritu-de-DonJuan-Joaquin-Castillo-Richard-Dixey.pdf...

Description

EL ESPIRITU DE DON JUAN Una Introducción a la Obra de Carlos Castaneda

Joaquín Castillo Richard Dixey Editorial Grijalbo Título original en inglés: The Spirit of Don Juan Traducción: Irving Roffe Ilustración de portada: "Dos Figuras" y "El Brujo", de Ricardo Martínez D.R 1996 por EDITORIAL GRIJALBO, S.A. de C.V. Calz. San Bartolo Naucalpan núm.282 Argentina Poniente 11230 Miguel Hidalgo, México, D. F. ISBN 970-05-0700-9 IMPRESO EN MEXICO -o-

INDICE Introducción 9

1.1.- La contro con troversia versia 25 2.2.- Las paradojas de la hist oria ori a 59 3.3.- Los po los de la realidad 85 4.- Las enseñanzas para el el tonal 99 5.5.- La muerte: el eslabón 117 117 6.6.- La explicación explic ación de los bru jos 133 133 7.7.- Los mun dos de la concienci con cienci a 145 8.- Llegar Ll egar al al nagual 165 9.9.- Estrategias de percepci ón 185 185 10.10.- Dominar el intento 193 193 11.11.- Guerreros de libertad total 201 201  Apénd  Ap éndic ic e. El papel papel del chamán 207

1

-o-

INTRODUCCION La brujería es un ave mágica y misteriosa que hace una pasada momentánea en su vuelo para dar esperanza y propósito al hombre. Los brujos viven bajo las alas de esa ave, a la que llaman el ave de la sabiduría, ave de la libertad. La nutren con su dedicación e impecabilidad, y saben que el ave de la sabiduría siempre vuela en línea recta. Los brujos nunca olvidan, ni siquiera por un instante, que el ave de la libertad tiene muy poca paciencia con la indesición, y cuando alza el vuelo, nunca vuelve.

El nagual Elías (1) En 1968 Carlos Castaneda publicó Las Enseñanzas de don Juan.  El libro fue un éxito inmediato; ocupó durante muchas semanas los primeros lugares de las listas de best sellers   y se vendieron, en su mejor momento, más de 70 000 ejemplares mensuales. El libro narra las enseñanzas de un anciano brujo mexicano, Juan Matus, a un estudiante de antropología, Carlos Castaneda, quien viajó a México para conocer de plantas alucinógenas. Pero en lugar de con un campesino indígena, Castaneda se topó con el "anciano sabio" arquetípico; en lugar de etnobotánica, Castaneda aprendió el chamanismo; en lugar de un testimonio detallado de las costumbres de alguna cultura primitiva, el mundo obtuvo una filosofía coherente y compleja, que podía compararse fácilmente con las enseñanzas del cristianismo, el budismo, el hinduismo u otras religiones. El éxito del primer libro se repitió con la publicación de otros tres volúmenes. Para 1974 el fenómeno de don Juan se afianzó en la imaginación de millones de lectores en decenas de países. Sin embargo, el tipo de chamanismo descrito en los libros era una disciplina que ya se investigaba científicamente desde los inicios del siglo XX. Ciertamente, Mircea Eliade publicó con éxito varios libros sobre el tema, y otros estudios acerca de los chamanes mesoamericanos, siberianos y del norte de América, también consiguieron cierta notoriedad. Pero ninguna de estas obras podría siquiera compararse con el éxito de Castaneda. Mientras Eliade, Furst, Wasson y otros describían las prácticas y características de los chamanes, Castaneda colocaba a sus lectores en el núcleo de la conciencia de un bru jo(2). Castaneda puso pu so al desnudo la misma alma del nagual, redescubriendo en el proceso un "modo cognitivo casi completamente olvidado en Occidente [...] desde el Renacimiento".(3) Desde su mismo principio, los libros de Castaneda fueron controvertidos. Algunos antropólogos apoyaban totalmente su obra, en tanto que otros casi lo atacaban. Sin embargo, las críticas literarias fueron sumamente favorables. Algunos ejemplos: Los lectores son arrastrados hacia mundos inconcebibles de belleza fascinante y mortífera: Sunday Telegraph.

Estos libros pueden ser la peregrinación de los pioneros de nuestro tiempo: Sunday Times. Es imposible ver el mundo de la misma forma luego de leerlos: Chicago Tribune.

2

Castaneda se convirtió en uno de los padrinos del movimiento New Age [...] El trata con los asuntos centrales de nuestra era: Los Angeles Times. Nos obliga a creer que don Juan es una de las figuras más extraordinarias de la literatura antropológica, un sabio neolítico: Life.

Estos son algunos de los muchos ejemplos de los elogios que impulsaron a Castaneda a la vanguardia del movimiento New Age. Pueden utilizarse dos citas de las críticas de los libros para definir el fenómeno Castaneda: La revista New Statesman señaló que "si Castaneda realmente fue testigo de los hechos que describe, es ello algo de extraordinaria importancia para la humanidad". Por otra parte, Theodor Roszac escribió que "don Juan proyecta una cualidad de experiencia ante la que la exactitud científica corre el peligro de parecer insignificante". Don Juan era casi "demasiado bueno para ser verdad". Era inteligente pero no arrogante; generoso pero no remilgado; agudo aunque no tajante, y sabio sin llegar a la pedantería. Su conducta diaria mostraba al parecer un control fácil de las circunstancias. Para cierto tipo de lector, esto era difícil de aceptar; después de todo, don Juan no era más que un indio yaqui "analfabeto". Aún más difícil de creer eran sus pensamientos y filosofía: resultaban demasiado coherentes, de masiado "modernos". Bertrand Russell escribió que el hombre es el producto de causas que no tenían forma de prever el fin que lograban; que su origen, su desarrollo, sus esperanzas y temores, sus amores y creencias, no son más que la consecuencia de colocaciones accidentales de átomos; que ningún fuego, heroísmo o intensidad de pensamiento puede preservar una vida individual má allá de la tumba [...] Todo eso, si no es indiscutible, por lo menos conlleva una total certidumbre, y ninguna filosofía que la rechace puede prosperar.(4)

Sin embargo, en los libros de Castaneda nos topamos con un anciano brujo indio que rebate el manifiesto agnóstico con el gusto, facilidad y convicción de quien ha experimentado aquello de lo que habla. Además, en su narración, don Juan incorpora ideas tan contemporáneas como el principio antrópico y la hipótesis de Gea. Don Juan era todo un "acuariano del New Age". Donde Russell hacía hipótesis sobre lo aleatorio, don Juan exponía un propósito para la vida; donde Russell proponía que no hay vida tras la muerte, don Juan aseguraba la posibilidad de la libertad total; donde Russell sugería la muerte del universo, don Juan implicaba su eternidad, y donde Russell sostenía la insignificancia de la vida en la Tierra, don Juan afirmaba que la Tierra es un organismo vivo (Gea)(5) concebido para sostener la vida (antropismo). Don Juan rebatía a Russell con las máximas de una filosofía chamánica milenaria que era totalmente ajena a Castaneda y sus lectores. De este modo, aunque don Juan daba significado y un propósito a la vida humana, no tenía nada que ver con un creador paternalista;(6) en vez de vida tras la muerte, don Juan proponía una vida sin muerte (pero también sin permanecer en este planeta); ¡la Tierra sería ciertamente un macroorganismo viviente, cuya energía estaría a disposición de los brujos, sin ser la vida orgánica el único tipo de existencia en este planeta!

3

Tan heterodoxos como son algunos de estos conceptos, con el paso del tiempo (actualmente hay nueve títulos en proceso de edición) la imagen se hace a la vez más clara y más extraña. Según don Juan, este mundo y todo lo que hay en él está hecho de "emanaciones", que los brujos ven como filamentos vivos de luz. El origen de estas emanaciones es inconcebible, y los brujos, para nombrar lo que es innombrable, lo llaman "el Aguila".(7) La Tierra está viva porque está hecha de estas emanaciones, pero carece de conciencia.(8) Sólo los seres con conciencia (orgánicos e inorgánicos) pueden aumentar la cantidad de emanaciones. De este modo, a la vida se le da un propósito: aumentar e intensificar las emanaciones que forman todas las cosas. Sin embargo, ¿por qué desearía el Aguila incrementar la cantidad de emanaciones? De nuevo, una respuesta sorprendente: la insaciabilidad. El Aguila, como una máquina de movimiento perpetuo, se alimenta de las emanaciones. Al morir, nuestra alma (nuestra "conciencia", para utilizar las palabras de don Juan) vuelve al origen de las emanaciones. No somos más que alimento del Aguila. Obviamente, una imagen tan sombría como ésta excluye la posibilidad de la vida tras la muerte , y don Juan, evadiendo los confines del ateísmo, nos presenta otra posibilidad: no es necesario morir primero. Sin embargo, no morir y la vida eterna no son la misma cosa. Para don Juan no morir significa abandonar este mundo para entrar a uno de los reinos paralelos que, según las tradiciones chamánicas milenarias, coexisten con el nuestro. Un brujo elige no morir permitiendo ser "consumido por el fuego interno" (una situación que estudiaremos posteriormente en este libro). En cualquier caso, no morir es un regalo del Aguila a aquellos que durante toda su vida ofrecieron "gestos al espíritu". No morir es el pegamento que une todas las enseñanzas de don Juan. La esencia de la brujería es "pasar junto al Aguila para ser libres". ¿Para qué considerar las enseñanzas de don Juan como los delirios de un anciano lunático? La respuesta no es simple, y requiere que la examinemos desde diversas perspectivas. Ciertamente, todo capítulo de este libro intenta hacer esto. Sin embargo, en esta introducción proponemos revisar brevemente algunos de los aspectos de la controversia de Castaneda, tanto la iniciada por el sentido común, como aquellos asuntos más técnicos que se relacionan con la antropología y la arqueología de Mesoamérica. En este sentido, el profesor Walter Goldschmidt, ex director del departamento de Antropología de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), escribe lo siguiente: La Antropología nos enseñó que el mundo se define de formas distintas en lugares distintos. No es sólo que los pueblos tienen costumbres distintas; no sólo se debe a que las personas creen en dioses distintos y esperan distintos destinos post mortem. Es más bien que los mundos de los pueblos distintos tienen formas distintas. Las mismas presuposiciones metafísicas difieren: el espacio no se conforma a la geometría euclidiana, el tiempo no forma un flujo continuo unidireccional, la causalidad no se conforma a la lógica aristotélica, el hombre no se diferencia del no hombre o la vida de la muerte, como ocurre en nuestro mundo.(10)

Este párrafo resume los puntos sobresalientes de la serie interminable que rodea a Castaneda y a sus libros. De la galaxia de problemas, hay dos clases generales de preguntas relacionadas con su obra: la primera se relaciona con el campo de la antropología social, y la segunda con la veracidad de Castaneda. Tí4

picas de la primera clase son las siguientes: ¿Es realmente posible que los brujos tengan un destino post mortem diferente? ¿La forma de su mundo difiere de la del nuestro? ¿Pueden suspenderse las reglas de la causalidad? ¿Puede desaparecer la lógica? ¿Existe la vida no orgánica? ¿Está el tiempo cuantizado? Visto bajo la perspectiva rigurosa de la metodología científica del siglo XX, las respuestas a estas preguntas son negativas. Sin embargo, también nos es claro que esta postura prohibitiva a final de cuentas impide ir en pos de lo intangible. Tratar con lo inconcebible, lo intiuitivo, con lo vaporoso y etéreo es un elemento intrínseco de la obra de Castaneda. Al leer a Castaneda, a los innumerables estudios acerca del chamanismo, lo mejor es recordar que "en el elevado país de la mente, nos debemos ajustar al tenue aire de la incertidumbre, y a la enorme magnitud de las preguntas que se hace [...] Mientras más significativa es la pregunta, es menos probable que haya una respuesta inequívoca".(11) Las magnitudes en cuestión, el núcleo de la obra de Castaneda, involucran el descubrimiento del lazo entre la racionalidad y donde la racionalidad no se aplica y tampoco existe. En tanto que la mitad de la imagen requiere sacrificar la demostración científica, los lectores incapaces de dar este salto cuántico están naturalmente predispuestos a descartar a Castaneda como un charlatán. Después de todo, la naturaleza de las cuestiones reveladas a Castaneda es tal que sólo una mente acostumbrada a tratar con el lado mágico y misterioso de la vida será capaz de aceptar la sustancia inmersa en sus libros. Ser de mente abierta es un prerrequisito necesario, y no hay nada que pueda hacerse acerca de esto. Lo irracional, o por lo menos lo suprarracional, está en el corazón de la obra de Castaneda. Su obra puede comprenderse mejor al unir el adjetivo "increíble" con muchos otros términos. Es increíblemente bueno, increíblemente absurdo, increíblemente valiente, increíblemente antiguo, increíblemente New Age, increíblemente lógico, increíblemente peligroso, y, sobre todo, increíblemente importante. En comparación con otros chamanes, don Juan fue como un Vermeer en la pared, un producto lúcido y verdaderamente original. No estamos tratando con un salvaje primitivo o un ermitaño loco en la montaña, sino con un pensador reflexivo que era un eficiente brujo, un filósofo perenne y un virtuoso de la retórica. Todos estos hechos inevitablemente hicieron que muchos lectores dudaran de la afirmación de Castaneda de que su obra era un reportaje y no ficción. Este es el segundo tipo de objeción a la obra de Castaneda. En este sentido, el ataque más completo y agudo sobre su veracidad es el libro Castaneda's Journey  de Richard de Mille. Durante varios años los autores estudiamos los pros y los contras de esta parte de la controversia. En el primer capítulo consideramos ambos lados del argumento y llegamos a la inescapable conclusión de que nadie demostró, más allá de toda sombra de duda, que Castaneda lo falseó. De hecho, si utilizamos el enfoque del "peso de las evidencias", nos vemos forzados a concluir que Castaneda nos dice la verdad. Castaneda afirmó que se le enseñó la brujería en el contexto de un antiguo sistema de creencias filosóficas. Esta es otra cuestión que se examina en el presente libro. La suya fue una filosofía de acción que requirió que cambiara radicalmente las constumbres y patrones de su comportamiento cotidiano. La explicación de las técnicas necesarias para lograr estos cambios es nuestro tercer objetivo. 5

El tipo de conocimiento impartido por don Juan no fue el de al especulación por la especulación, sino que representó los medios para lograr un fin muy específico. El objetivo fue dar a conocer a Castaneda el "lado misterioso", de forma que, al final de su vida, realizara una tarea muy explícita. El propósito final de este libro es la descripción de esta labor. El poder milagroso de don Juan, tan inverosímil como pueda parecer, no es en realidad nada nuevo para los estudiosos de las antiguas tradiciones orientales. Hace más de dos mil años el maestro hindú Patanjali describió habilidades similares, que desde entonces fueron observadas científicamente por antropólogos modernos. Más asombrosa que el poder de don Juan es, quizá, su habilidad filosófica. En este aspecto, su maestría es como una sorpresa, posiblemente debido a que los americanistas, aunque familizarizados con la bien documentada mitología mesoamericana, no sabían que aún existía una tradición filosófica mesoamericana.(12) Por ejemplo, en 1935, Sylvanus Morley, el más distinguido mayista de su época escribió: Cuando los logros materiales de los antiguos maya s en arquitectura, escultura, cerámica, artes lapidarias, artesanías con plumas, tapicería y pintura de algodón se añaden a sus logros intelectuales abstractos, como la invención de la matemática posicional con su concomitante desarrollo del cero, la construcción de una compleja cronología con un punto inicial fijo, el uso de una cuenta del tiempo tan precisa como nuestro propio calendario gregoriano -en un conocimiento astronómico superior al de los antiguos egipcios y babilonios-, el todo se juzga a la luz de sus propias limitaciones culturales, que estaban a la par con la era neolítica en el mundo antiguo [...] podemos considerarlos como el pueblo aborígen más brillante de este planeta.(13)

No hay duda de que la arqueología moderna demostró que los mesoamericanos eran arquitectos, escultores y artistas consumados. Su calendario también demuestra que eran notables astrónomos y hábiles matemáticos. ¿Cómo pueden reconocerse todos estos hechos, y aun así condenar a sus autores etiquetándolos como pensadores neolíticos? La respuesta yace en la frase "Sus limitaciones culturales conocidas".(14) Conocemos partes de su mitología y su religión. Pero, ¿cuán era su filosofía? Si el dogmatismo es el "chicle" de las masas, la filosofía es el llamado de los privilegiados. Mientras que los mitos y los dogmas religiosos deben adaptarse a las limitaciones culturales de la mayoría, al búsqueda del pensamiento filosófico no conoce fronteras de este tipo. En tanto que los mesoamericanos comunes quedaban satisfechos con sus mitos, ¿en qué pensaba la élite? La respuesta aceptada a esta pregunta es que en general estaban preocupados por consideraciones políticas y astrológicas. ¿Pero acaso no tenían filósofos? ¿Es que nadie investigó las creencias mitológicas básicas con preguntas como "por qué estamos aquí", "cómo adquirimos conocimiento", "qué es la realidad?", "cómo pensamos", "qué es lo ético"? No debería menospreciarse la intensidad y difusión de la mitología mesoamericana. Si Eric Thompson, una figura fallida,(15) pero un mayista por excelencia, argumenta que las creencias de la élite no llegaban a las masas, Freidel, Schele y Parker defienden lo opuesto.

6

Nuestra experiencia y estudios nos convencieron [...] que una concepción unificada del ritual maya y la cosmología duró por lo menos dos milenios. Incluso descubrimos que en algunas situaciones las estructuras de creencias descendieron desde los olmecas, con raíces que tienen más de 3 000 años y quizá sean más antiguas. Para nosotros, estos persistentes patrones refutan la diferencia de la visión religiosa que Thompson creyó que existía entre los mayas exaltados y humildes de la antiguedad.(16)

Todos los mitos están allí: la creación y destrucción de no uno sino de varios mundos, el Diluvio, los varios niveles del universo, las cuaternidades, los diversos dioses y sus tributos, etcétera, y algunos de ellos probablemente eran conocidos de la élite y también del pueblo común. Pero los filósofos no sólo viven de mitos: también especulan. Estas especulaciones y prácticas necesariamente quedaron en el dominio de unos pocos, de la misma forma en que las obras de Platón no eran leídas por la plebe de su época. En tal sentido, el presente libro investiga la posibilidad de que el cuerpo de la obra escrita por Carlos Castaneda, la serie de nueve libros en donde explica detalladamente las enseñanzas de don Juan Matus, sea un ejemplo de una filosofía de esta clase; específicamente, de una filosofía chamánica que se practica aún hoy en día. Si existe algo que pueda considerarse como filosofía del chamanismo, entonces las historias de don Juan deben verse bajo esta nueva luz. Se ha dichoque "utilizando exclusivamente el racioncinio, no es posible llegar a un conocimiento profundo de la filosofía mesoamericana".(17) Aunque entendemos loq ue el autor implica, debemos insistir en que don Juan es un profesor extremadamente claro y lúcido; como veremos, la percepción del mundo de lo mágico (el nagual) no puede hacerse mediante el raciocinio. Pero esto no significa que las explicaciones de don Juan no sean totalmente coherentes y comprensibles. Aunque existen aspectos de esta filosofía a los que no puede tenerse acceso con el uso de la razón, la totalidad de las enseñanzas de don Juan no puede comprenderse sin ella.(18) Don Juan no enseña a Castaneda la brujería tanto como los aspectos prácticos y teóricos del dogma filosófico de los "antiguos brujos" y las reflexiones de los "nuevos videntes". Esta dicotomía entre los "antiguos brujos" y los "nuevos videntes" es otro asunto importante que se analiza en este libro. Leibnitz una vez dijo que los filósofos sacudían mucho polvo y luego se quejaban de que no podían ver. Este podría ser el caso con los "antiguos brujos", pero no es verdad en lo que a don Juan se refiere. Sus enseñanzas fueron modernizadas mediante varias actitudes y ejercicios altamente pragmáticos. Aunque reconoce su deuda con los "antiguos brujos", deliberadamente se retira, junto con sus aprendices, de sus extrañas prácticas. También debe decirse que don Juan no enseña el chamanismo a Castaneda, simplemente porque don Juan no es precisamente otro chamán. Don Juan es un "guerrero" y alguien que "ve", en tanto espera su "libertad". Cada una de estas palabras implica el conocimiento y la práctica de actividades que tienen poco que ver con lo que comúnmente se comprende como brujería o chamanismo. Estas son las prácticas filosóficas de una tradición milenaria que tiene más en común con el yoga, el estoicismo, la fenomenología y el existencialismo, que con la brujería o el chamanismo. De hecho, don Juan eligió el uso de la palabra "chamánico" para identificar su tipo particular de conocimiento. Además, un compañero aprendíz le dijo a Cas7

taneda que se trataba de brujería tolteca, y que eran los herederos de una filosofía secreta desarrollada luego de miles de años de procesos y errores. Obviamente, hay muchos puntos en común entre la brujería tolteca y otras formas de chamanismo, pero también hay muchas diferencias. Y entre éstas, algunas son tan radicales, que debe concluirse que la brujería tolteca, en su forma actual, está tan ale jada del chamanismo como el negro del blanco. Sin embargo, entre lo común que tiene con chamanes de otras culturas, don Juan puede llegar a a estados alterados de conciencia; está familiarizado con realidades distintas a las de nuestra conciencia cotidiana al estar despiertos; puede modificar las leyes de causa y efecto; tiene un buen conocimiento práctico de los alucinógenos y de las propiedades curativas de las plantas; puede reestructurar la realidad para él mismo y para quienes lo rodean; puede entrar en contacto con "espíritus" y otros seres poderosos, y, en general, realiza actos chamánicos en beneficio de otros. Pero la cuestión crucial que separa a don Juan de otros chamanes es la forma en que él, un brujo tolteca, trata con la muerte. Este punto hace que don Juan parezca más un sacerdote de una religión aterradora y extrañamente hermosa, única en su tipo, que tan sólo chamán. Los libros revelan que don Juan tiene una tradición sumamente compleja y bien establecida en la que se basa, una tradición que ofrece la libertad definitiva para el individuo. Don Juan habla como iniciado en esta tradición y no sólo como místico. Umberto Eco explica: Un iniciado no es lo mismo que un místico. Ser un iniciado, tener una comprensión intuitiva de lo que la razón no puede explicar, es un proceso sumamente profundo; es una lenta transformación del espíritu y del cuerpo, y puede resultar en el ejercicio de capacidades superiores, incluso la inmortalidad. Pero es secreto, íntimo; no se muestra externamente; es modesto, lúcido, distante. Un místico es un esclavo, un lugar de la manifestación de lo numinoso, y a través de este lugar puedn observarse los signos de un secreeto; es conspicuo. Se transmite a sí mismo. Los iniciados, por el contrario, son reconocibles únicamente el uno al otro [...] El misticismo es una forma degenerada de contacto con lo divino, en tanto que la iniciación es fruto de un largo proceso de la mente y el corazón. El misticismo es un fenómeno democrático, si no es que demagógico; la iniciación es aristocrática.(19)

Don Juan era un iniciado de este tipo, y era modesto, lúcido, distante, secreto e inmensamente poderoso. Castaneda también es un iniciado que, como cuestión de principios, respeta los deseos de don Juan: nos muestra su filosofía, pero no su paradero; podemos seguir sus pensamientos, no sus huellas. Pero lo que se nos permite ver es una "ruta" totalmente completa, autocontenida y coherente. Los inmensamente populares nueve libros escritos por Carlos Castaneda que narran los detalles de su vida con el nagual Juan Matus, pueden verse como una ruta que conduce a la liberación de lo trivial y la vida rutinaria de quienes viven como si la muerte nunca fuerra a llegar a ellos; una ruta para curar a quienes viven como inmortales. -------------------------------------------------------------------------------------------CITAS:

8

(1) Adaptado de Carlos Castaneda, The Power of Silence , Black Swan Books, Londres, 1989, pp 39-40 [Edición en español: El conocimiento silencioso , Emecé, México, 1988, 315 pp.] N. del E. Las páginas que se citan al pie, de las obras de Castaneda, corresponden a las ediciones en inglés. (2) Ver la incisiva crítica de Elsa First a la obra de Castaneda titulada "Don Juan is to Carlos as Carlos is to us", en Daniel Noel, Seeing Castaneda, Perigee, Nueva York, 1976, pp. 57-64 (3) Time, artículo de portada, 1972. (4) Bertrand Russell, "A Free Man's Worship", en Basic Writings of Bertrand Russell , Touchstone Books, Nueva York, 1961, p.72. (5) "La Tierra es un gigantesco ser vivo que está sometido a las mismas fuerzas que nosotros." Castaneda, The Fire fron Within, Simon and Shuster, Pocket Books, Nueva York, 1984, pp.203-217. [Edición en español: El fuego interno, Edivisión, México, 352.pp.] (6) Sin embargo, el espíritu acepta "gestos" que son "actos de verdadero abandono, actos de generosidad, de humor. Como gesto para el espíritu, los brujos sacan lo mejor de sí mismos y lo ofrecen silenciosamente a lo abstracto". Veáse Castaneda, El conocimiento..., op. cit.,  p.244. (7) El símbolo del águila como ser supremo aparece en varias tradiciones chamánicas. Para más detalles, véase Mircea Eliade, Shamanism, Archaic Techniques of Extasis,  Arkana, Londres, 1989, pp. 68-71. (8) El Diccionario Oxford define la conciencia como: "La totalidad de los ensamientos y sentimientos de una persona". La capacidad humana de pensar, sentir y actuar es lo que aumenta la suma de la "conciencia". El profesor de física Fred Alan Wolf en su libro acerca del chamanismo, argumenta lo siguiente: "En la mecánica cuántica [...] al investigar los aspectos más diminutos de la materia, algunos físicos cuánticos llegan a la conclusión de que, de una forma u otra, la materia no podría existir sin alguna conciencia que la percibiera". O, como se ha preguntado antes: ¿dónde está la Luna cuando no la vemos? Wolf continúa: "La palabra conciencia es un gran fantasma. No todo físico actual admitiría que la conciencia juega un papel en el mundo físico [...] utilizarían otra palabra para describir la acción emprendida cuando ocurre una observación. Ellos preferirían decir registro, medición, reconocimiento o preparación de un est ado. Utilizarían muchas palabras distintas para indicar que de algún modo se redujo un patrón de reconocimiento, a partir de una multitud de posibilidades, a un resultado único, preciso y exacto". Tomado de The Eagle's Quest,  Mandala, Londres, 1991, p.37. (9) Castaneda, The Eagle's Gift,  Simon and Schuster, 1981, p. 275. [Edición en español: El don del Aguila, Emecé, México, 1981, 330 pp.] (10) En Castaneda, The Theachings of don Juan (A Yaqui Way of Knowledge), University of California Press, Berkeley, 1968. [Edición en español: Las enseñanzas de son Juan. Una forma yaqui de conocimiento, Fondo de Cultura Económica, México, 1974 (Colección Popular, 126).] (11) Marilyn Ferguson cita el capítulo "Zen y el arte del mantenimiento de motocicletas" en Robert Pirsing, The

 Aquarian Conspiracy, Paladin, Londres, 1982, pp. 113-114.

(12) Esta situación está cambiando rápidamente. No es que los antropólogos rechacen la existencia de una filosofía mesoamericana, sino que no existía una prueba tangible luego de que los conquistadores destruyeron miles de libros. Un clásico ejemplo de esto serían los libros acerca de los sueños y su interpretación, que los sacerdotes católicos de aquellos tiempos vieron como algo diabólico. Lo poco que aún queda (Los primeros memoriales y las recopilaciones de fray Diego Durán, por ejemplo) sólo pueden indicar que ciertamente debe existir un cuerpo mayor de obras acerca de este tema. Los antropólogos necesitan demostraciones, y, hasta el reciente éxito de David Stuart y otros en la traducción de los jeroglíficos mayas, tenían pocas evidencias. (13) En José Argüelles, The Mayan Factor, Bear and Co., Santa Fe, 1987. (14) Podríamos preguntarnos si es nuestra propia limitación cultural la que nos ciega al hecho de que s induda los mesoamericanos poseían una filosofía altamente desarrollada. Véase Rubén Bonifaz, Imagen de Tláloc, UNAM, 1968; Angel Garibay, Historia de la literatura náhuatl, Porrúa, 1971; Miguel León Portilla, Filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, UNAM, 1979, y Toltecáyotl, aspectos de la cultura náhuatl,  Fondo de Cultura Económica, 1982; Alfredo López, Cuerpo humano e ideología, UNAM, 1989; Laurette Sejourné, Pensamiento y religión en el México Antiguo, Fondo de Cultura Económica.

9

(15) Cada vez que hablaba ex cáthedra, Thompson se equivocaba. De muchas f ormas, nos recuerda al mariscal Montgomery, otro espíritu victoriano que hizo de las suyas en el siglo XX, de quien Churchil dijo: "En la derrota, indómito. En el avance, invencible. En la victoria, insoportable". A pesar de su sólida formación, el catálogo de los arrogantes errores de Thompson es muy extenso. (Véase Breaking The Maya Code de Coe.) (16) Friedel, Schele, Parker, Maya Cosmos, William Morrow, Nueva York, 1993. (17) Guillermo Marín, Para leer a Castaneda, Edite, México, 1992, p.11. El libro es un buen análisis, no sólo de la obra de Castaneda, sino también de la filosofía tolteca y la "toltequidad" (o toltecayótl) en general. (18) Esta paradoja se estudia extensamente en el presente texto. Mientras tanto, Castaneda explica: "Contrariamente a lo que la gente piensa, los brujos no practican oscuros rituales esotéricos, sino que están adelantados a nuestro tiempo. Y el signo de nuestro tiempo es la razón. En general, somos hombres razonables. Sin embargo, los brujos son 'hombres de razón', lo cual es muy distinto. Tienen un romance con las ideas; cultivaron el raciocinio hasta sus límites, porque piensan que sólo mediante una total convención del intelecto pueden representar los principios de la brujería s in perder su propia sobriedad e integridad". (Florinda Donner, Being in Dreaming, Harper, San Francisco, 1991, p.170) (19) Umberto Eco, Foucalt's Pendulum, Secker y Warburg, Londres, 1989, p. 215. (20) Una buena introducción a los aspectos prácticos y los ejercicios específicos recomendados por don Juan aparecen en el libro de Víctor Sánchez, Las enseñanzas de don Carlos,  Havilah, Madrid, 1992.

Hemos tratado de organizar las vertientes principales de las enseñanzas de don Juan, y presentarlas como una ruta, porque las teorías y ejercicios detallados en los libros, si se practican con asiduidad, inevitablemente producirán beneficios similares a los que pueden ganarse mediante otras disciplinas esotéricas(20). Pero un problema particular en este enfoque, es que el modo peculiar elegido por don Juan forzó a Castaneda primero a olvidar y luego a "recordar" las enseñanzas al azar. La continuidad cronológica entre un libro y otro es tenue, por la simple razón de que "recordar" es una actividad de brujería que no está relacionada con las funciones de memoria de nuestro cerebro consciente. En consecuencia, en los siguientes capítulos alteramos el orden original y tomamos secciones de los diversos libros para que las enseñanzas puedan presentarse en una secuencia lógica. El capítulo 1 discute los principales argumentos contra la existencia de don Juan. En nuestra opinión, aunque sea difícil creer que existió, es igualmente difícil argumentar lo contrario y aceptar que Castaneda fue capaz de idear una narración tan coherente. También es claro que, aunque no haya evidencia de corroboración que demuestre la existencia de don Juan, tampoco tenemos evidencia conclusiva de lo opuesto. Con el estado actual de verificación, lo mejor es decir que, aunque no sea fácil de creer, es probable que don Juan haya existido. El capítulo 2 trata de las cuestiones técnicas que surgen de sus libros. Don Juan afirma que el linaje de su conocimiento se remonta a brujos que habitaron los valles centrales de México hace varios milenios. Este capítulo estudia dichas cuestiones desde las perspectivas arqueológicas y antropológicas. Nuevamente, las

10

conclusiones son ambiguas: en tanto que datos arqueológicos son equívocos, la contribución etnológica apoya los argumentos de don Juan. El capítulo 3 introduce los elementos principales de la filosofía de don Juan, y trata específicamente sobre la polaridad del tonal y el nagual, como la expresión externa de una realidad única y unificada. El capítulo 4 describe las enseñanzas para el tonal, nuestro estado normal de conciencia lúcida, y específicamente las técnicas de "perder la importancia", "romper las rutinas cotidianas" y "borrar la historia personal", que causaron cambios radicales en el comportamiento y percepción de Castaneda. El capítulo intenta descubrir lo que relacionan estas enseñanzas entre sí. El capítulo 5 aborda la muerte. El pegamento que une todas las enseñanzas para el tonal y apoya las enseñanzas para el nagual (la realidad aparte), el lado misterioso del hombre. El capítulo 6 es donde se unen las enseñanzas para el tonal y el nagual a la "explicación de los brujos". En este capítulo también hacemos una introducción de lo que don Juan llama "la técnica más importante que puede saber un aprendiz", es decir, "detener el diálogo interno". El capítulo 7 trata de la conciencia. En las enseñanzas de don Juan, ésta es la clave de la estructura interna del nagual. El capítulo 8 detalla las técnicas necesarias para actuar en el nagual, o "ensoñar" y "acechar". El capítulo 9 detalla varias estrategias de percepción. El capítulo 10 se refiere a la intención, el inflexible propósito que conduce al gran objetivo de la brujería tolteca, y la razón total para seguir una ruta tan difícil, o el conocimiento de la libertad definitiva: "Pasar junto al Aguila para ser libre". El capítulo 11 formula las siguientes preguntas: ¿qué significa ser "consumido por el fuego interno"?, ¿dónde está don Juan? Finalmente, incluimos un apéndice con algunos ejemplos de cómo una lectura de Castaneda puede dar nuevo significado a las características principales del arte y la cultura mesoamericanos. Sin embargo, lo logremos o no, debemos insistir en que este libro es simplemente una introducción a la obra de Carlos Castaneda, que no es de forma alguna completa, y que nunca puede sustituir al material original. Además, no creemos que Castaneda haya explicado todos los diversos aspectos de las enseñanzas de don Juan, y, por consiguiente, este libro requerirá correcciones y amplificaciones. Citamos extensamente a don Juan y no presentamos ninguna disculpa por esto: la calidad de su conocimiento y sus habilidades de maestría en español no pueden negarse. Instamos a nuestros lectores a leer los libros originales.

1. LA CONTROVERSIA

11

No podemos visualizar otro mundo regido por otras leyes, y la razón de esto es que vivimos en un mundo específico que nos ayudó a formar un mundo específico que nos ayudó a formar nuestras mentes y establecer nuestras condiciones psíquicas básicas. Estamos limitados estrictamente por nuestra estructura innata, y por consiguiente unidos por todo nuestro ser y pensamiento a este nuestro mundo. Para estar seguro, el hombre mítico exige "ir más allá de eso", pero el hombre científico no puede permitirlo. Para el intelecto, toda mi mitología es una especulación fútil. Sin embargo, para las emociones es una actividad curativa y válida; da existencia a un encanto del que no nos gustaría prescindir, y tampoco hay una buena razón para hacerlo. CARL JUNG

Es muy difícil creer que don Juan existiera, y es igualmente difícil llegar a otra conclusión. Si don Juan es falso, en consecuencia debe suponerse que Castaneda, cuando aún tenía 25 años, no sólo era un estudiante de antropología, sino también un consumado lingüista del español, un novelista competente, un filósofo importante, un iniciado erudito en las enseñanzas de varias escuelas orientales y un hábil conocedor de la sabiduría esotérica. Se es inocente hasta que se demuestra lo contrario, y Castaneda, en la introducción de cada uno de sus libros, insiste en que don Juan realmente existió. En sus propias palabras: La idea de que yo inventé a una persona como don Juan es inconcebible. No es la clase de figura que mi tradición intelectual europea me haría inventar. La verdad es más extraña. Yo no creé nada. Sólo soy un reportero. Ni siquiera estaba preparado para hacer los cambios en mi vida que requirió mi asociación con don Juan. (1)

La reacción popular a los libros de Castaneda varió del entusiasmo incondicional al rechazo total; pocas veces fue de indiferencia completa. La respuesta académica siguió un trayecto idéntico: hubo quienes pensaron que don Juan existió; otros estaban seguros de que era un engaño. El debate fue a veces acalorado y apasionado, y en otros intelectual y sobrio. Desafortunadamente, con frecuencia se cayó en un ataque personal contra Castaneda y en una actitud paternalista hacia quienes, como nosotros, creemos que don Juan existió. Quizá el ejemplo más craso de esta última tendencia aparece en el libro Castaneda's Journey  de Richard de Mille. En el primer capítulo, De Mille escribe que sus opiniones están mejor equilibradas y no son tan extremas como als de otros comentaristas: "Tengo noticias buenas y noticias malas, algunos elogios y algunas culpas, algunas afirmaciones y algunas refutaciones. Aunque no me uní al club de idolatría de Castaneda, tampoco puedo afirmar que soy miembro de la liga de escépticos ofendidos, y ciertamente no pertenezco al comité de anulación de la brujería. Me sitúo lejos de esto. La brujería vive, la magia nos rodea". (2) Después de este inicio, era de esperarse una cuidadosa evaluación de los pros y contras de la cuestión. Tristemente, el libro evoluciona a una diatriba sesgada y tendenciosa, que finalmente desemboca en el insulto personal, las acusaciones apenas veladas y una rabiosa difamación del carácter de Castaneda. Según De Mille, don Juan es un "yaqui sin yaquis"; Castaneda un "estafador", un

12

"doctorado coyote", "Carlos McCoy y sus estafadores de Sonora", un "narrador aparte" cuyo principal talento es "una capacidad para hallar, seleccionar, transformar, dominar y presentar las ideas de otras personas sin permitir que las fuentes aparezcan". (3) Un ejemplo del rudo sesgo del libro puede verse en el capítulo 7: -¿Qué es una vida verdadera? -pregunta Castaneda. -Una vida que se vive deliberadamente -responde don Juan-. Una vida buena y vigorosa. A lo que De Mille añade: "Para que tu propio ser sea verdadero, Polonio [...] no necesitas ser sincero con otros hombres".(4) Esta actitud maliciosa, que se repite con frecuencia a lo largo del libro, desafortunadamente va en deterioro de los pocos argumentos sólidos que presenta De Mille, sin embargo, en muchas conversaciones relacionadas con Castaneda, el libro se ofrece a menudo como una demostración concluyente de que Castaneda elaboró un engaño. Castaneda inventó o no a don Juan, pero De Mille ciertamente no apreció pruebas concluyentes para apoyar cualquiera de estas suposiciones. De Mille maneja todo argumento posible contra la existencia de don Juan en un libro que mezcla realiad y ficción, evidencia y rumores, análisis y opinión, y formación académica e ignorancia de una forma totalmente caótica. Puesto que Castaneda's Journey se considera como "la última palabra" en lo que se refiere a la existencia de don Juan, citaremos extensamente a De Mille y analizaremos sus premisas. De forma general, los argumentos contra Castaneda pueden clasificarse de la siguiente forma: 1.- No realizó ningún trabajo de campo; no existen notas de campo. 2.- No escribió antropología, sino ficción. 3.- El idioma original en que los libros se escribieron no es el españo, sino el inglés. 4.- La secuencia de los acontecimientos entre un libro y otro es cronológicamente incorrecta. 5.- La filosofía de don Juan no es más que un refrito de las ideas de Wittgenstein. Su chamanismo lo tomó prestado de otras fuentes. 6.- Los chamanes no realizan "milagros". 7.- No existen en Mesoamérica tradiciones de este tipo de chamanismo. En cualquier caso, don Juan es demasiado bueno para ser verdad. Lo que sigue en el presente capítulo es nuestro análisis de estos puntos. 1.- Nunca realizó ningún trabajo de campo; no existen notas de campo. La investigación de pistas relacionadas con la veracidad de Castaneda deben iniciarse en 1960 cuando, como estudiante de antropología en la UCLA, decidió realizar investigaciones en etnobotánica y hacer su tesis sobre la taxonomía de plantas y el uso de psicotrópicos por los brujos. Conoció a don Juan en una estación de autobuses en Arizona, y el resto, como se acostumbra decir, es un dilema histórico. Dada la naturaleza heterodoxa del tema, las etapas preliminares de la tesis produjeron mucho revuelo en la UCLA. Por consiguiente, fueron supervisadas estrictamente no sólo por sus maestros, sino también por el profesor Harold Garfin13

kel, considerado uno de los arquitectos de la etnometodología. Castaneda obtuvo su título con la publicación de Las enseñanzas de don Juan, y posteriormente se le otorgó el doctorado por Viaje a Ixtlán. Las extrañas características y explosivo impacto de los libros obligó a la universidad a controlar meticulosamente los escritos de Castaneda, hecho que fue evidente en Las enseñanzas de don Juan al incluir una sección de "análisis estructural", y por las numerosas palabras en español que aparecían junto con sus correspondientes traducciones al inglés. Aunque De Mille admite que su conocimiento del español es limitado (véase más adelante), su audacia no lo es. De este modo, con el aplomo del ignorante, decide clasificar algunas de estas entradas como "justificables" y otras como "injustificables".(5) Así, analicemos las supuestas entradas injustificables. De Mille menciona la frase "lo único que prende", que en inglés sería: the only thing that grabs or hooks onto it.  La palabra clave aquí es el verbo "prender", que en español tiene varias acepciones, como en "prender la luz", o la de "propagar", como en "aunque la leña estaba húmeda, el fuego prendió". Castaneda decidió aclarar esta entrada debido al uso que daba don Juan a la palabra que, aunque correcta, no es frecuente. De Mille cree que la entrada es injustificable. Pero hay más ejemplos: "El aire de la noche", que Castaneda anota como "el sereno", es una expresión arcaica que casi no se usa actualmente. De Mille no sabía esto, y tampoco el hecho de que el uso común de "el sereno" es "vigilante nocturno" o "velador. Blackbird  se explica por Castaneda como "chanate" por la simple razón de que esta palabra designa al mirlo en el lenguaje común mexicano. (También podría ser que el ave en cuestión fuera un cuervo. El punto es que tanto mirlo como cuervo son reconocibles por todo aquel que hable español; chanate no.) Hay otras entradas, como "enhierbado", "pilón", "sebo de tripa" y "sitio", que necesitaban ser aclaradas. Sólo un conocimiento severamente limitado del español puede marcar estas entradas como "injustificables". Nosotros consideramos totalmente plausible que provengan de notas de campo, como Castaneda siempre lo afirmó. Ciertamente, Castaneda tuvo que reescribir su tesis no menos de tres veces antes de que quedara satisfecho su comité doctoral. Sin embargo. De Mille cree que nunca existieron notas de campo y pone en tela de juicio el criterio, si no es que la integridad, de los profesores de Castaneda. Sin ninguna prueba que lo apoye, sostiene que el antropólogo nunca realizó trabajo de campo; que no reunió las notas respectivas, y que "durante siete largos años un incansable cuentista (llevó) historias de hadas a sus profesores eruditos, ofreciéndola como informes genuinos". (6) Sin considerar a los profesores de la UCLA como tontos absolutos, De Mille continúa: "No puedo creer que Castaneda fuera más ingenioso, o que hipnotizara o embrujara a media docena de doctores en filosofía durante 13 años". Entonces, ¿qué explicación da De Mille? "Rechazando con toda seguridad el rumor de que Castaneda engañó a sus profesores", continúa, "sospecho que los sedujo".(7) Pero, ¿cómo logró Castaneda embaucar a sus profesores? ¿Qué trucos utilizó para cegar a sus maestros, al grado de que pasó todos esos años bebiendo piña colada en Puerto Vallarta y falsificando sus trabajos de campo? De Mille no lo explica. Lo que sí proporciona es una "teoría" para explicar cómo los maestros de la UCLA permitieron que Carlos-Mata Hari los engañara totalmente. 14

Según De Mille: ciertos culturólogos cismáticos en la UCLA, sintiéndose impotentes para persuadir a sus oponentes teóricos mediante el tedioso proceso de la disputa racional, sintiéndose empujados a una vía marginal de la historia escolástica, sintiéndose oprimidos por la mayoría académica, sintiendo al mismo tiempo la rebelión incipiente de los años ses enta, el surgimiento efervescente de la disensión, el reverdecer y la expansión de la conciencia, de pronto sintiéndose desafiados por un cómplice picaresco y con talentos úncos en su tipo, simplemente no pudieron resistirse a la tentación de tener un arma rápida contra sus oponentes. Santificaron las enseñanzas, con su subtítulo espúreo, su análisis paródico y lo demás, no sólo porque pensaban que era etnografía o incluso una memoria de hechos, sino porque también creyeron que era un golpe bajo bien merecido para ciertos pedantes éticos, arrogantes y etnocéntricos. Desde esta perspectiva, que la universidad publicara las enseñanzas como etnografía fue un chiste privado de, acerca, entre y para culturólogos. (8)

En otras palabras, ¡conspiradores en la UCLA! Pero, si los libros fueran un chiste entre académicos, ¿qué sucedió con el dinero?, después de todo, se vendían como pan caliente, y produjeron utilidades de millones de dólares. ¿También debemos creer que Castaneda sobornó a sus maestros? Toda línea de razonamiento propuesta por De Mille es francamente pueril. Sin embargo, aparte de 12 páginas de notas de campo enviadas al etnólogo Weston La Barre, Castaneda no ofreció (por lo menos al público en general) prueba empírica de su convivencia con don Juan.(9) No hay señales tangibles de que alguna vez se reunió con don Juan, ni testigos independientes que puedan asegurar que ambos se conocieron. Se carece de fotografías y grabaciones. Este es un problema serio. Aunque la metodología científica aplicable en física o química no sea la mejor en la antropología social, debe recordarse que el primer libro de Castaneda se inició como una investigación científica, y que se le otorgó un doctorado por Viaje a Ixtlán. No somos positivistas rabiosos, pero sí pensamos que el olímpico desprecio de Castaneda por la evidencia empírica hizo más daño que provecho, y que colocó las magníficas enseñanzas de don Juan en el reino de la charlatanería. (Ciertamente permitió que entraran algunos argumentos más bien pueriles para que enturbiaran la cuestión de la existencia de don Juan.) 2.- No escribe antropología, sino ficción.  Esto nos trae al segundo punto. De Mille, la novelista Joyce Carol Oates, el antropólogo Weston La Barre y otros argumentan que Castaneda no escribe antropología sino novela. En los libros de Castaneda ciertamente no se nos da una descripción precisa de todas las plantas que don Juan utiliza, y no se da su taxonomía y nombre en latín, no se nos proporciona un vocabulario yaqui, ni se nos provee de una abundancia de citas y notas al pie de página. Todo esto bloquea la posibilidad de que los antropólogos modernos comparen su propia clase de "bárbaro primitivo" con el de Castaneda. El único libro que podría decirse que es de antropología es el primero, y esto principalmente por su soporífica sección de análisis estructural. Algunos antropólogos, como Paul Riesman y Walter Goldschmidt (exdirector del Departamento de Antropología de la UCLA), apoyan el enfoque de Castaneda; otros, como Weston La Barre, piensan que su obra es "seudoprofunda, adolescente y profundamente vulgar [...] frustrante y cansada, con una pose de seudoetnografía, e intelectualmente cursi".(10) 15

Estas son simplemente opiniones ofrecidas por especialistas en la materia, pero aún así opiniones que en ningún modo demuestran o niegan la existencia de don Juan. Opinión no es sinónimo de hecho. Debe comprenderse que las obras de Castaneda vendieron millones de ejemplares, y que la aclamación del público por Las enseñanzas tuvo su base en las palabras y actos de don Juan, y no en el contenido etnológico de los libros. Esta es posiblemente la razón por la que los editores subsiguientes eliminaron cualquier sesgo antropológico que Castaneda deseó incluir. Dado el éxito fenomenal del primer libro, parece lógico que Castaneda y sus editores decidieran conscientemente incluir lo menos posible de teorización antropológica, con el fin de presentar el material en un formato simple y legible. En la misma vena antropológica, otras críticas se enfocaron no en generalidades sino en los puntos específicos. De Mille da el ejemplo del "humito", la mezcla psicotrópica de hongos, hierbas y flores que don Juan dio a Castaneda. Los "honguitos" de Robert Gordon Wasson no se perdieron en el polvo, en tanto que la mezcla de don Juan sí. Los hongos de Wasson eran Psilocybe mexicana ; Castaneda afirma que el humito posiblemente contenía Psilocybe . De este modo, los hongos de Wasson no desaparecen, y los de Castaneda se desintegran, ergo don Juan es falso. Aparte del hecho de que la mezcla de don Juan contenía otras sustancias que harían reacción con los hongos, también podría ser que el alucinógeno no fuera un Psilocybe.  En este sentido, el etnobotánico Richard Evans Schultes, la principal autoridad en alucinógenos del Nuevo Mundo, estima que "los indios del Norte y Sudamérica descubrieron y utilizaron las potentes propiedades químicas de entre 80 y 100 especies distintas de plantas alucinógenas para iniciar lo que experimentaron como una extática confrontación con lo sobrenatural". (11) (Por cierto, la descripción de Castaneda de su experiencia con el peyote está totalmente apegada a la realidad.) En la cuestión de los hongos, De Mille adopta una actitud que los autores sólo pueden interpretar como maliciosa. No menciona varios fragmentos del primer libro de Castaneda donde explica claramente que los hongos no eran el único ingrediente de la mezcla. Por ejemplo, Castaneda escribe que "hasta donde pude entender, la mezcla parecía como de hojas de té finamente picadas, cuyo color variaba del café oscuro al verde oscuro, con unos cuantos puntos de amarillo brillante". Poco después, Castaneda pregunta a don Juan: -¿Qué clase de mezcla es? -Esto tiene muchas cosas. Obtener todos los ingredientes es una tarea muy difícil [...] El secreto de esta mezcla perteneció a mi benefactor [...] Sus secretos yacen en sus ingredientes, y en la forma en que se tratan y se mezclan. (12)

Posteriormente, De Mille llama cáusticamente a Castaneda un "yaqui sin yaquis" y duda de la existencia de don Juan porque Castaneda no utiliza el vocabulario yaqui para explicar las enseñanzas de don Juan. En cierto modo debemos agradecer esto, pero también debemos recordar que el conocimiento de don Juan no es un fenómeno yaqui. Don Juan era un yaqui, pero don Genaro era un indio mazateca; don Julián era criollo; don Elías probablemente zapoteca, y la mujer

16

nagual era estadounidense. Castaneda dice que todas sus conversaciones con don Juan se realizaron en español, de forma que la inclusión de un diccionario yaqui no tendría sentido. Como veremos a continuación, hay otras objeciones contra don Juan basadas puramente en argumentos antropológicos. Pero primero debemos plantear una pregunta crucial: ¿para qué falsear las cosas, en primer lugar? O, como lo señaló el artículo de portada de la revista Time de 1973: ¿Dónde, por ejemplo, estaba el motivo para un elaborado engaño? Las enseñanzas se enviaron a una editorial universitaria, un prospecto poco probable para un best seller. Además, obtener un título en antropología en la UCLA no es tan difícil como para que un candidato creara una confabulación tan extensa solamente para evitar la investigación. Quizá algunos embustes, pero no todo un sistema en la forma de Las enseñanzas, escritos por un estudiante desconocido que desde un principio no tenía ninguna esperanza de éxito comercial?. (13)

Hasta hoy en día esta pregunta queda sin responder, y las teorías de De Mille sobre las maquinaciones en la UCLA, simplemente no son satisfactorias. 3.- El idioma original de los libros no es el español, sino el inglés.  Aunque podemos descartar fácilmente la hipótesis de De Mille acerca de las confabulaciones en la UCLA, podríamos sin embargo investigar su argumento de que don Juan es falso porque el idioma que utiliza no podía ser el español y, por consiguiente, Castaneda escribió todo en inglés. El hecho de que el idioma materno de Castaneda no sea el inglés, no parece molestar a De Mille, e intenta  un esfuerzo desapasionado por demostrar que algunas frases no pudieron ser dichas originalmente en español. En nuestra opinión, no tiene éxito; no por falta de esfuerzo, sino porque utiliza datos equivocados y porque, para comenzar, no conoce bien el español. Junto con la facultad de la UCLA, creemos que las conversaciones de Castaneda con don Juan fueron originalmente realizadas en español, y que sus voluminosas notas de campo se condensaron, se tradujeron al inglés y se publicaron en inglés, para ser retraducidas al español por Juan Tovar. Si los libros fueran simplemente ficción, sólo podríamos admirar la competencia lingüística de Castaneda. Durante varios años, unos de los autores de este libro tuvo la oportunidad de trabajar en México. Parte de su trabajo fue supervisar plantas de procesado agrícola en los estados de Sonora, Sinaloa, Veracruz y Chiapas. En consecuencia, trató con campesinos, ejidatarios, gerentes de fábricas, vendedores de equipo y otras personas de las provincias. Observó que muchas de las expresiones, coloquialismos y acepciones de varias palabras diferían ligeramente de las que se utilizan en las ciudades capitales. En este sentido, cuando don Juan habla, su idioma es virtualmente idéntico al que se emplea en una región del México rural. Sin embargo, cuando Castaneda describe una situación, una escena, una localidad, etcétera, el idioma que utiliza es el castellano clásico que el autor aprendió en Madrid durante sus años escolares.(14) Como mínimo, esto confirma los recorridos de Castaneda por una zona rural mexicana, y también indica que, si las notas de campo fueron falsificadas, Castaneda demostró un magnífico dominio de las sutilezas del español mexicano. (Es algo más que generalmente no se adquiere mientras se beben piñas coladas en Puerto Vallarta). 17

Hablando semánticamente, una circunstancia muy difícil de falsificar es el uso instintivo de los sudamericanos de ciertas palabras, expresiones e incluso obscenidades. En este sentido, lo extraño no es tanto el lenguaje que Castaneda utiliza, como el que no utiliza. Es fácil ver a un sudamericano que remede a un español, o visceversa, sin mucha dificultad. No es simplemente una cuestión de pronunciación, sino de los tiempos de las palabras y los usos de las expresiones de forma que se hagan especialmente notorios. Esta condición es particularmente obvia en el uso de obscenidades, las cuales, a menos que se coloquen correctamente en la frase, no significan nada. No sabemos si Castaneda nació en Brasil y pasó su juventud en Argentina, o si es un peruano que se crió en Perú y Brasil.(15) Al margen de las discusiones acerca de su identidad y crianza, los modos particulares del español que aprendió en Perú, por no decir Argentina, durante los años escolares, son difíciles de olvidar o perder durante la edad adulta. En ningún libro de Castaneda se halla una sola frase que indique un origen peruano o argentino, en tanto que todas las expresiones mexicanas, el caló, las maldiciones, las jergas, están impecablemente en su lugar (por ejemplo: babosadas, cogidas aburridas, repinches, chingadas). Aunquen estas observaciones indican que Castaneda hizo algún trabajo de campo, debe comprenderse que las versiones al español de sus libros son traducciones del inglés hechas por Juan Tovar para el Fondo de Cultura Económica. Por consiguiente, el dominio de Castaneda del idioma del México rural podría ser simplemente el de Tovar, y éste es el problema con el experimento de De Mille. En una vena verdaderamente "científica", De Mille decidió preparar un cuestionario que envió a los directores de los departamentos de español de varias universidades. El cuestionario, basado en Una realidad aparte  de Castaneda y la traducción de Tovar, pidió las opiniones de los profesores en lo que se refiere al idioma original. Lo que era predecible, los resultados no fueron concluyentes; la mayoría (15 de entre 24) no respondieron; entre los que lo hicieron, 59% dijo inglés, en tanto que los demás consideraron que era el español. (En todos los casos, las respuestas provinieron de profesores de universidades de Estados Unidos.) Una prueba seria compararía las notas de campo originales con la edición original en inglés, pero, puesto que De Mille insiste en que nunca se tomaron notas de campo, no pudo utilizar bien las pocas páginas que Castaneda dio a Weston La Barre. Uno de los autores realizó una prueba similar al principio de los años ochenta, durante una tertulia a la que asistieron varios amigos. Había empresarios, algunos ingenieros, un profesor de sociología, otro de literatura francesa, un escritor conocido y unos cuantos economistas y abogados. En resumen, una pandilla de políglotas y eruditos. La mayoría de ellos conocía la tetralogía de Castaneda, de forma que la prueba no utilizó palabras y frases preseleccionadas, como lo hizo De Mille, sino libros enteros. Los resultados fueron nuevamente no concluyentes, y la mayoría afirmó que el idioma original fue el español. Luego decidió ponerse en contacto con su maestro de literatura de preparatoria, que en ese entonces daba clases en la Universidad de Salamanca. Este caballero, filólogo por formación, indicó que el estilo de varias frases en Las enseñanzas revelaba que debió de haberse escrito originalmente en castellano. En este sentido, la "traducción" al español de esas frases, dijo el profesor, era bellamen18

te poética, y la prosa fluida y nítida. El "original" en inglés no sólo era verboso y acartonado, también le faltaba el estilo directo, la claridad y la simplicidad de la prosa en español. Un ejemplo que eligió es el siguiente: Para mí sólo recorrer los caminos que tienen corazón, cualquier camino que tenga corazón. Por ahí yo recorro, y la única prueba que vale es atravesar todo su largo. Y por ahí yo recorro mirando, mirando sin aliento.

En inglés el pasaje es así: For me there is only the travelling on paths that have a heart, on any path that may have a heart. There I travel, and the only worth-while challenge is to traverse its full length. And there I travel looking, looking, breathelessly.(16)

No se trata de un pasaje muy extenso (17), pero citas como éstas pueden mostrar que las palabras de don Juan fueron habladas originalmente en español y que se tradujeron al inglés. De otro modo, se debería suponer que la traducción al español es mejor que el original en inglés, que, aunque posible, es poco probable. Sin las notas de campo originales, un ataque lingüístico contra la veracidad de Castaneda es un ejercicio de futilidad. Sin embargo, De Mille insiste en que: "Siento decirles que no hay forma de que pulling your leg fuera una traducción del español [...] Desafortunadamente, Castaneda dio un paso más hacia esete universo en la realidad aparte cuando permitió que don Juan dijera: You better watch out. If Genaro is pulling you leg, he's liable to yank it out  [...] Carlos Kaput, como decimos en la Universidad de Berlitz". (18) El argumento de De Mille descansa sobre el hecho de que en español no existe un equivalente a pulling your leg . Desde luego, De Mille insiste en que don Juan habría dicho "burlándose de tí". De este modo, si don Gerano se está "burlando de tí", no hay forma de que pueda arrancar nada. En español la frase equivalente a pulling your leg  es "tomándote el pelo". La frase en cuestión sería así: "Si Genaro te está tomando el pelo, ten cuidado de que no te lo arranque".(19) En español "tomar el pelo" se usa con tanta frecuencia como pulling your leg  en inglés. De este modo, a menos que De Mille trate de confundir a los lectores que no saben español, la única otra condición posible es que su conocimiento de este idioma está severamente limitado. Sólo puede suponerse que el histrionismo de De Mille relacionado con la palabra weird también sea un producto de su ignorancia. Aunque no sabemos si don Juan utilizó la palabra "raro", de qué otro modo podría traducirse al inglés en frases como "un asunto raro", o "un tipo raro". También puede traducirse como "extraño", en frases como "Si el peyote es tan extraño..." Similarmente, la perorata de De Mille referente al magnificent evil splendor de la Catalina, que se traduce como "en todo su esplendor magnífico pero malévolo", puede traducirse fácilmente con dos palabras: "Magnífica (o espléndida) malevolencia".(20) Nuevamente, De Mille presenta objeciones a la frase I don't give a fig. En español esto sería "me importa un comino", que se traduce literalmente como I don't give a cumin . Pero lo más probable es que don Juan utilizara la palabra mexicana "me vale madres", que se traduce literalmente como I don't give mother. Entonces, nuevamente, I don't give a fig  sería una buena traducción al inglés. 19

De Mille admite que entiende el español "si no lo hablan muy rápido", (21) por lo que no creemos que trata de engañar a sus lectores no bilingües. Por otra parte, es obvio que su deficiente conocimiento no lo acredita para ofrecer juicios definitivos sobre la veracidad de Castaneda basada únicamente en el terreno lingüístico. De Mille no es el único confundido por la cuestión del español y el inglés. La novelista Joyce Carol Oates insiste, confiada, en que se necesita un novelista para reconocer a otro, y por consiguiente, según ella, Castaneda escribió una falsificación. Además, Oates escribe que "la mayoría de los lectores que admiran a don Juan se sorprenderán de los extraños lugares comunes anglosajones que utiliza: 'shenanigans', 'good show', 'The real McCoy'...(22) Obviamente, Oates ignora que estas palabras son de uso común en México. Por ejemplo, shenanigans  es posiblemente una traducción elegante de "babosadas", "pendejadas", "mamadas", "chingaderas" o "tarugadas". La primera palabra, en su sentido literal, significa "gotas de saliva"; la segunda viene de pendejo, "que significa vello púbico"; la tercera tiene que ver con chupar una teta; el cuarto indica copulación; el quinto describe las actividades de los tontos. Tovar utiliza el término "babosadas". La contraparte mexicana de the real McCoy  depende mucho de la formación y crianza de la persona que lo dijo. Pero probablemente sería alguna de las siguientes: "el mero mero", "el de a de veras", "el mero chingón", "el fetén"; o, si la persona tiene alguna influencia española en su educación (recuerdese la emigración de maestros españoles a México después de la Guerra Civil española), el equivalente sería "la madre del cordero". Una traducción literal de estos términos tendría que ser: El mero mero: The mere mere El de a de veras: The true one El más chingón: The best fucker  El fetén: The original article La madre del cordero: The lamb's mother  The real McCoy  no está tan mal, después de todo. (Tovar utiliza "el mero chingón", es decir, the real fucker.) ---------------------------------------------------------------------------------------------------CITAS: (1) En Daniel Noel, Seeing Castaneda, op. cit., p.77. (2) Richard de Mille, Castaneda's Journey, p. 14. (3) Ibid, p. 110. (4) Ibid., p. 149.. (5) Ibid., p. 206. (6) Ibid. (7) Ibid., p.90. (8) Ibid., p. 91. (9) Los libros de Taisha Abelar, The Sorcerer's Crossing, Viking Penguin, 1992 [edición en español: Donde cruzan los brujos, Gaia, Madrid. 1994] y Florinda Donner (Being in Dreaming, Harper, San Francisco, 1991), que describen cuando ambas estudiaron con don Juan, proporcionan prueba adicional de su existencia. Además, Donner menciona en la p. 173 de su obra, que en la casa de Castaneda vio "dos archiveros metálicos en donde guardaba sus notas de campo".

20

En Encuentros con Carlos Castaneda y Pachita, el cura dominico Maurice Cognac señala que "en enero de 1976, Carlos Castaneda me dijo que tenía más de 10 000 páginas de notas de campo..." (Indigo, Barcelona, 1993, p. 167), las cuales llenarían más de 30 volúmenes de tamaño normal, de forma que la tarea de reproducirlas es casi imposible. (10) Los benévolos comentarios de Weston La Barre acerca de Una realidad aparte de Castaneda pueden hallarse en Noel, op. cit., p. 42. Dado que se vendieron millones de ejemplares de los libros de Castaneda en varios idiomas, no cabe aplicar adjetivos como "cansado" o "aburrido".

(11) En Mesoamérica Archaeology, op, cit. 187. (12) Castaneda, Las enseñanzas..., op. cit., p. 72. Véase también la p. 80. (13) Time. (14) Existen docenas de ejemplos. Los siguientes pueden hallarse en Relatos de Poder de Castaneda: MEXICO Andale Regadera Encarar Alharaca Ni modo No le hagas A poco Fuereño No le hace El puro Tacuche

ESPAÑA Venga o vamos Ducha Hacer frente Alboroto Qué se le va a hacer Menos guaza Quizá Extranjero No importa Unicamente Un traje

INGLES Come on Shower  Face up Fuss What can one do Stop joking Perhaps Foreigner  Does not matter  Only Suit

(15) En sus intentos para borrar su "istoria personal", Castaneda es sumamente inflexible: "Pedirme que verifique mi vida dándoles mis estadísticas es como utilizar la ciencia para validar la brujería. Roba al mundo de su magia y nos convierte en lápidas". Véase Noel, op. cit., p. 104. Es posible que Castaneda naciera en Brasil y probablemente haya pasado algún tiempo en Argentina, puesto que su español y portugués tienen ligero acento argentino. (16) Castaneda, Las enseñanzas de don Juan, Penguin, 1968, p. 12. (17) Hay otros ejemplos de frases y expresiones que se leerían mejor en español. Por ejemplo, en la p. 45 de Las enseñanzas, Castaneda cita a don Juan, que dice: "¿A poco crees que era tu... mamá?" La expresión "a poco" es exclusivamente mexicana, y aunque inteligible, pocas veces se utiliza fuera de este país. A lo largo del libro, otras notas a pie de página mostrarían palabras que debieron de decirse originalmente en español. (18) De Mille, op. cit., p. 58 (19) Carlos Castaneda, Relatos de poder , Fondo de Cultura Económica, México, 1974. (20) De Mille, op. cit. pp. 57-58 (21) Ibid., p.17 (22) En Noel, op. cit., p. 125.

4.- La secuencia lógica de los acontecimientos de un libro al otro es incorrecta. De MIlle inicia una interesante discusión que no puede refutarse tan fácilmente como las demás; de hecho, representa el meollo de su alegato contra Castaneda. En una lista meticulosamente preparada establece que la secuencia lógica de ciertos sucesos en Viaje a Ixtlán  es incomparable con la de Las enseñanzas. No es que la cronología esté mal, sino que "la estructura, el marco temporal inte-

21

gral, la acción y progresión del tercer libro, entran en conflicto con los primeros dos". Por ejemplo, continúa De Mille: "Ambos conversaban al anochecer del 21 de mayo de 1968, mientras Carlos veía el matorral en el lado equivocado de la colina, pero encontró su lugar al verlo el 29 de enero de 1962. El oyó por primera vez acerca de ver  seis años después de que vio. Esa no es la forma en que las cosas funconan en el mundo ordinario." (23) Hay una explicación para estas inconsistencias, pero, siendo justos con De Mille, debe decirse que no la sabía cuando escribió su libro. La respuesta aparece en las obras que Castaneda publicó después de que De Mille editó la suya. Debemos subrayar que Castaneda no proporciona la explicación como una respuesta a las observaciones de De Mille, y que esa información por sí misma es únicamente plausible en el contexto del método de enseñanza que don Juan utilizó con Castaneda. Finalmente, cabe señalar que en los dos primeros libros de Castaneda se sugiere una explicación a esto. Se sabe que el cambio de un nivel de percepción a otro implica una pérdida en la función de la memoria a largo plazo. ¿El lector recuerda qué soñó ayer? ¿Y lo que soñó hace un año? Ascender o descender de un nivel de conciencia a otro casi siempre produce una pérdida de la memoria, o, como lo describe Colin Wilson: "La caída de una forma más elevada de conciencia a una inferior es exactamente como un desvanecimiento".(24) Una gran proporción de las enseñanzas de don Juan ocurrió cuando Castaneda estaba inmerso en un estado de "conciencia aumentada". En este sentido, Castaneda "recuerda" las enseñanzas mientras las transcribe de sus notas de campo. De hecho, enseñar al estudiante cuando se halla en un estado de "conciencia aumentada" y obligarlo a "recordar" lo que aprendió, es parte del método de enseñanza de don Juan. Castaneda explica: La organización de las instrucciones de don Juan se predica sobre la idea de que el hombre tiene dos tipos de conciencia. El las llamaba el lado derecho y el lado izquierdo. Don Juan describía al primero como el estado de la conciencia normal necesaria para la vida cotidiana. El segundo, decía, era el lado misterioso del hombre, el estado de conciencia necesario para funcionar como brujo y como vidente. Según esto, don Juan dividió su instrucción en enseñanzas para el lado derecho y enseñanzas para el lado izquierdo [...] En la conciencia aumentada se está mínimamente consciente del entorno, porque la concentración es absorbida por los detalles de la acción que ocurre [...] Me tomó diez años recordar lo que ocurrió exactamente en sus enseñanzas para el lado izquierdo.(25)

Dijimos anteriormente que un componente crucial del método de don Juan es enseñar cuando el aprendiz se halla en un estado de "conciencia aumentada". Esto obligará al aprendiz a "recordar" la instrucción en una fecha posterior. Enseñar de esta manera es parte integral de la brujería porque el acto de "recordar" no se hace dentro de la memoria, sino moviendo el "punto de encaje" del aprendiz al lugar preciso en que estaba cuando ocurrió la instrucción original. Hasta este día, la habilidad de Castaneda para controlar dicho desplazamiento está estrictamente limitada, un hecho que puede explicar el orden confuso en que se registraron sus experiencias.(26)

22

De muchas maneras, Castaneda decodifica experiencias visionarias. Aldous Huxley, a quien de ninguna manera podría considerársele un escritor |primitivo, también tuvo problemas para informar sus experiencias luego de la ingestión de mescalina. Escribe que Las experiencias visionarias entran a nuestra mente consciente desde alguna parte que está afuera, en la infinitud de la Mente, y una u na clase de patrón neurológico ne urológico ad-hoc se crea para ellas e llas mediante el cerebro receptor y transmisor. ¿Qué ocurre con este patrón ad-hoc cuando la visión termina? ¿Por qué todos los visionarios insisten en la imposibilidad de recordar, aun algo que se parezca vagamente a su forma e intensidad originales, su experiencia de transfiguración?. (27)

El problema de recordar la "forma e intensidad" de las experiencias visionarias,e s que el hecho de recordar no depende exclusivamente de la función de la memoria. La brujería de don Juan no trata de rituales, hechizos, poderes curativos o meditación. Un brujo tolteca es aquella persona que puede desplazar a voluntad su "punto de encaje". Estando en una posición entra a una realidad dada; al desplazarlo a otra posición, se tiene acceso a otra realidad. Por consiguiente, "recordar" lo que se enseñó en un estado de "conciencia acrecentada" fuerza al aprendíz a desplazar su "punto de encaje" a la posición precisa en que estaba el día en que se dio la instrucción. Castaneda no se sienta, consulta sus notas y recuerda lo que ocurrió en un día cualquiera. Tiene que realizar un acto de brujería, es decir, desplazar su punto de encaje con el fin de registrar lo que se dijo o sucedió cierto día. Así, el acto de recordar se convierte en una forma de entrenamiento de la bru jería.(28) Castaneda es el primero en confesar que "sueña" sus libros. Hemos puesto las palabras "soñar" y "recordar" entre comillas porque, en el contexto de las enseñanzas de don Juan, tiene un significado distinto del que se le da en el uso cotidiano: son actividades que realizan los brujos toltecas.(29) Aunque De Mille no podía tener conocimiento de esta explicación al editar su obra, se sugiere algo de ello en el primer libro de Castaneda. En la sección de análisis estructural de Las enseñanzas , Castaneda dice que existe un estado de realidad no ordinaria, que no es un producto de los alucinógenos, que fue causado por la "manipulación de señales" de don Juan. Asimismo, explica que don Juan lo hacía "dar un informe detallado de lo que experimentaba luego de cada estado de realidad no ordinaria". Después don Juan lo hacía "destacar" ciertos aspectos de lo que percibía, y atender otros. Aunque Castaneda no sabía lo que sucedía, y por consiguiente no podía explicar nada, varios pasajes del primer libro(30) demuestran que desde el mismo inicio:

tada.

1.- Don Juan inducía en Castaneda estados de conciencia aumentada distintos de los que producen los alucinógenos. 2.- Don Juan enseñaba a Castaneda en un estado de conciencia aumen3.- Don Juan enseñaba a Castaneda cómo "recordar" lo que ocurría en esos estados.

23

La totalidad del argumento de De Mille descansa no sobre las pocas inconsistencias cronológicas que existan en los libros de Castaneda, sino sobre los conflictos de lógica en la secuencia de los acontecimientos. Y su caso no es insactifactorio porque, en el análisis final, la veracidad de Castaneda depende de la aceptación de su público, sobre la fe y únicamente sobre la fe en el nagual (el mundo de lo "mágico"); la lógica se disipa y el tiempo no es necesariamente secuencial. Los autores no tienen problemas en creer en la existencia del nagual basándose en la fe, y únicamente en la fe. También respetamos a quienes, como santo Tomás, necesitan evidencias antes de aceptar cualquier cosa como un hecho. Nuestros problemas son paralelos a aquellos cuya ambivalencia los descalifica para comentar cualquiera de estos puntos de vista. Desafortunadamente, De Mille cree que la realidad no ordinaria existe, ¡y a la vez no existe!. En este sentido, escribe: Numerosos metafísicos nos han dicho que en la realidad no ordinaria, en el nagual, o en algún reino absoluto, el tiempo puede detenerse totalmente, pueden traer el pasado y el futuro a un presente eterno, o que puede pue de correr en cualquier dirección. Una teoría de las partículas subatómicas sostiene que la materia que corre hacia delante en el tiempo es igual a la antimateria que va hacia atrás. Ciertamente, no descartaría estas proposiciones. En realidad, CREO EN ELLAS. [Cursivas de los autores.]

Hasta este punto tenemos a un De Mille que acepta al nagual. Pero luego continúa: "De todas formas, al tratar de determinar si un libro es una novela o un reportaje, no sondeamos su estructura subatómica o visitamos al escritor en nuestros sueños. Examinamos el texto, juzgándolo por sus reglas de sentido común de tiempo y secuencia, relojes y calendarios". (31) El argumento de De Mille es cómo decir que "desde luego que creo en la obra de Planck, Einstein, Bohr, Heisemberg, Schrodinger, Dirac, Von Neumann, Feyman, etcétera. Pero, obviamente, no acepto su obra porque contradice las reglas del sentido común del tiempo y secuencia especificadas por Newton". Si se  juzga a Castaneda desde una perspectiva de mecánica cuántica, lo que se considera como inconsistencias es fácilmente explicable. A la inversa, inversa, desde el punto de vista newtoniano, la obra de Castaneda tiene poco o ningún sentido. El núcleo absoluto del argumento de De Mille contra la veracidad de Castaneda queda desmentido, no sólo por las explicaciones posteriores de Castaneda, sino por los pasajes de su primer libro relacionados con la manipulación de señales (en la segunda obra de Castaneda hay ejemplos similares a éste). 5.- Castaneda copió las filosofías de otras personas. Su chamanismo es también una copia.  El resto de la obra de De Mille es un intento de demostrar que Castaneda se inspiró en varias fuentes antropológicas y filosóficas para escribir sus libros. En el primer caso, De Mille sitúa específicamente la mezcla de Castaneda en la obra de Peter Furst, acerca del uso del peyote por los chamanes huicholes, y el de Gordon Wasson sobre el uso de hongos alucinógenos. En el terreno de la filosofía, supone que Castaneda copió a Wittgenstein, o quizá a Husserl. Sin embargo, aparte de ciertas coincidencias, la mayoría de las cuales se pueden explicar fácilmente, De Mille no ofrece purebas concluyentes en ninguno 24

de los casos. En este sentido, cualquier conocedor del esoterismo con una sólida formación en atropología podría fácilmente sugerir que don Juan es una ficción cuya propuesta se basa en material distinto del que utilizó De Mille. En su intento por demostrar que Castaneda es un falsificador, De Mille cae torpemente en la falacia post hoc ergo propter hoc  (después de esto, luego a consecuencia de esto). Parafraseando a Umberto Eco, puede decirse que la demostración de De Mille viene en dos sabores distintos: i) la naturaleza tetrapiloctómica, ii) del tipo de oximoron. Aunque hay docenas de ejemplos para cada categoría, ahorraremos al lector esa fatiga y le daremos sólo unos cuantos: i) Tetrapiloctomía  (que, como todos saben, significa el arte de partir cabellos en cuatro): María Sabina, una curandera mazateca estudiada por Gordon Wasson, supuestamente dijo: "Mujer que detiene el mundo soy yo". Debido a que Castaneda reportó que don Juan utilizó las palabras "detener el mundo" antes que Wasson publicara su obra, don Juan era el mero mero. Posteriormente, los traductores decidieron que María Sabina realmente no había dicho "mujer que detiene el mundo" sino "mujer que sostiene al mundo soy yo". ¡Por consiguiente, es obvio que don Juan es un engaño! Debe mencionarse un par de cosas a) El concepto de "detener el mundo" es central en la filosofía de don Juan: es el objetivo que se busca en la meditación. b) La perorata de María Sabina, luego de comer el hongo alucinógeno psylocybe , prosigue de la siguiente manera. [...] hija de María soy yo, mujer humilde soy yo, mujer limpia soy yo, mujer de espíritu limpio soy yo, mujer del amanecer soy yo, mujer del día soy yo, mujer de las 13 enaguas soy yo, mujer de las 13 blusas soy yo, mujer de los asuntos soy yo, mujer que espera soy yo, [...] mujer que surge soy yo, mujer como un begonia, yo estoy yendo al cielo, ante ustedes, ante la gloria de ustedes, Ahí mi papel, mi Libro permanece, mujer que detiene el mundo soy yo, legendaria mujer curandera soy yo [...] (32)

Y así a lo largo de muchas páginas. Aquí el argumento es que Castaneda lo falsificó, y como prueba tetrapiloctómica se nos ofrece el hecho de que los traductores de María Sabina cambiaron de opinión acerca del significado de una palabra entre varios miles. Otro ejemplo: el informante chamán de Peter Frust, Ramón Medina Silva, le dio una demostración de equilibrio al saltar sobre una cascada que caía decenas de metros hasta una profunda grieta. El don Genaro de Castaneda hace algo muy similar. Peter Frust informa que esta hazaña ocurrió en el verano de 1966; la de

25

Don Genaro ocurrió en octubre de 1968. De Mille implica que Castaneda copió a Furst, lo que indudablemente pudo hacer. Pero, nuevamente, si se considera que desde 1967 Peter Furst era un director asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos de la UCLA, y que sus escritos eran clásicos del género, podría concluirse que cualquiera, incluyendo a los pobres diablos del comité doctoral de Castaneda, habrían sospechado un engaño. ¿No es obvio que Castaneda hubiera podido realizar un fraude de forma menos peligrosa? iii) Oximoron (el arte de la autocontradicción): Si se acepta, como lo hace De Mille, que en su primer libro don Juan dice que "un brujo pasa de una realidad a otra a voluntad, distinguiéndolas por sus distintos usos", no se puede argumentar, sólo unos cuantos párrafos después, que en el cuarto libro de Castaneda "gran parte de la tediosa y ocasionalmente sofista recapitulación académica de don Juan en Relatos de poder  sirve para disfrazar el desarrollo intelectual de Castaneda". (33) Una de dos: don Juan (o Castaneda) sabían acerca de la realidad desde el principio o no lo sabían. Posiblemente De Mille no vio las referencias a la realidad aparte en el primer libro de Castaneda, pero es difícil creer que no pudo verlas en el segundo libro, llamado precisamente Una realidad aparte , donde la existencia de tal posibilidad se menciona a menudo. Algunos ejemplos: "El mundo es así y así o así y asá -dice don Juan- sólo porque nos decimos a nosotros mismos que ésa es su forma. Si dejamos de decirnos que el mundo es así y asá, el mundo deja de ser así y asá".(34) Luego de dibujar un diagrama octagonal, don Juan traza un círculo alrededor de uno de los vértices y dice: "Tú estás aquí... y nos movemos de aquí a acá... Sin embargo, hay otros seis puntos más que un hombre es capaz de manejar. La mayoría de los hombres no saben nada acerca de ellos. Cada uno de estos seis puntos restantes es un mundo". De este modo, los comentarios de De Mille acerca del desarrollo intelectual de Castaneda son innecesarios. En defensa de Richard de Mille, debemos decir que en 1980 publicó un segundo libro acerca de la controversia de Castaneda, titulado The don Juan Papers.(35) De los 44 ensayos de que consta, De Mille escribió o fue coautor de 19, y fungió como editor de los demás. El tono del libro es esencialmente menos histérico y ofensivo que el anterior. Varios de los artículos en realidad son muy buenos y vale la pena leerlos.(36) En opinión de los autores, el libro no ofrece ninguna evidencia nueva para demostrar o refutar la existencia de don Juan. Sin embargo, el ensayo titulado "Roasting Rabbits in Tularemia" [Asando conejos en Tularemia], escrito por Hans Sebald, requiere comentarios adicionales.(37) Sebald, profesor de sociología en la Universidad del Estado de Arizona, conoce bien las condiciones del desierto de Sonora, y asegura que no coinciden con la descripción que da Castaneda de la vida en esta zona en particular. Sebald señala que los "errores de omisión y comisión" de Castaneda, "(aunque) no están totalmente catalogados, desautentifican de forma concluyente la ambientación del campo de trabajo de Castaneda". Para el efecto proporciona mucha información relacionada con las condiciones de los veranos e inviernos sonorenses, así como su flora y su fauna, que "contradice" las descripciones de Castaneda. 26

Los argumentos de Sebald son muy válidos, pero recordemos que las dos precondiciones que don Juan impuso sobre Castaneda al inicio de su aprendizaje fueron que nunca revelara el nombre verdadero de don Juan ni su paradero. Sabemos que estuvieron juntos no sólo en Sonora, sino también en Sinaloa, y el DF y Oaxaca. Así que posiblemente Castaneda evitará a propósito ser demasiado específico acerca del lugar donde vivía don Juan. Uno de los autores, que trabajó varios años en Sonora, concuerda con la descripción de las condiciones del desierto dadas por Sebald. Sin embargo, éste no alude la multitud de pequeñas aldeas, ejidos, haciendas y centros agrícolas que bordean el desierto sonorense. Hay muchas tierras y montañas en Sonora que son cualquier cosa menos desérticas. De hecho, Sonora es una gran contribución a la producción agrícola y de carne de México. Nadie en su sano juicio se aventuraría a pasar días enteros en el desierto de Sonora. De este modo, es posible que cualquier instrucción que ocurriera en ese estado, no tuviera lugar en el pleno desierto sino en su borde. Sonora es un estado enorme, con abundancia de tierras y montañas en las que se puede deambular libremente sin necesidad de aventurarse en el infierno desértico. ¡Pero basta de devaneos de De Mille"(*) Si don Juan Matus -que sin duda es un pseudónimo- fuera ficticio, Castaneda sería necesariamente uno de los novelistas más notables de este siglo, con milllones de libros vendidos, y con la aclamación de la crítica. Además, sería un hombre que en su juventud hubiese sido capaz de imaginar una tetralogía -que es ciertamente un todo unificado-, cuya publicación tomó seis años. (Noviembre de 1993, fecha de preparación de este libro, es una nonalogía, y sigue siendo un todo unificado.) Para ser ficción, Castaneda no sólo creó un carácter inmortal; también consiguió desarrollar y cultivar su crecimiento a través de varias obras que abarcan décadas enteras. Si no es esto poca cosa para un escritor establecido, ya no digamos para un joven antropólogo. Las ventas de Castaneda pueden explicar por qué su oficio de escritor tiene tantos detractores entre los autores con menos éxito. Por ejemplo, William Kennedy cre que muchos de los pasajes de Castaneda harían que "lo expulsaran de cualquier sección lección decente de redacción creativa".(38) Aunque se sabe que Castaneda asistió a un semestre de talleres de redacción, no puede dudarse que algunos de los pasajes descriptivos, el manejo de los detalles, la redacción y la narrativa de sus libros podrían mejorarse. Esto nos hace llegar a un punto interesante cualquiera que haya leído todos los libros de Castaneda indudablemente notó que su calidad literaria y valor de entretenimiento caen alarmantemente cuando don Juan no está presente. La Gorda, Florinda, Pablito y otros, aunque son interesantes, simplemente no se pueden comparar, en términos de tensión dramática, con don Juan. Si éste fue inventado, ¿por qué Castaneda permitió que la calidad de su trabajo cayera drásticamente en los pasajes donde no aparece don Juan? Otra objeción frecuente a la existencia de don Juan proviene del lado opuesto, por ejemplo, de aquellos que realmente admiran la calidad literaria de su español. Hay una cierta elegancia clásica en la forma en que don Juan utiliza las palabras. Pueden hallarse indicios de la habilidad de Quevedo para comprimir la esencia del significado, y el lirismo sin complicaciones de Machado. Sólo se nece27

sita comparar las palabras de don Juan con las de otros chamanes para comprender lo que decimos.(39) Por ejemplo, la María Sabina de Gordon Wasson es indudablemente una mujer valiente, compasiva e íntegra. Pero el lenguaje que utiliza es el de una campesina semianalfabeta. Luego de comer los hongos, que María Sabina llamara Teonanácatl, dice: Mi alma salió de mi cuerpo y fue hacia el mundo que no conocía, pero del que oía hablar. Era un mundo como éste, lleno de sierras, de bosques y de ríos. Pero también había otras cosas: hermosas casas, templos, palacios dorados... los hongos que eran niños enanos vestidos como payasos, niños con trompetas, niños que cantaban y bailaban, niños tiernos como la carne de las flores.

María Sabina habla a los hongos que le responden revelando secretos "que están incluidos en un gran libro [...] que se encuentra en una región muy lejana de su mundo, un gran libro [...]".(40) Cosas muy similares ocurren cuando se compara el lenguaje de Ramón Medina Silva, reportado por Peter Furst, con el de don Juan: Durante toda la vida de una persona el alma vive en la caveza. Es el punto blando, la coronilla de la cabeza. Es lo mismo, la coronilla y la vida a la que llamamos kupuri [...] La vida del alma del hombre vive en la cabeza. Y lo mismo para la mujer. Porque ahí es donde pensamos. Si alguien recibe un golpe en la cabeza no puede pensar. Uno se queda inconsciente. Debido a que llevamos todo en nuestras cabezas [...] Aquel que pierde su pensamiento no sabe qué hacer. No sabe que se llevaron su vida, desde la coronilla.(41)

Se trata de un lenguaje simple y directo pero simplemente no puede compararse con el de don Juan. Varios autores observaron los paralelismos entre los escritos de Castaneda y las enseñanzas del budismo, la cábala, el sufismo, el zen, el yoga y otros métodos de búsqueda introspectiva. De Mille, siempre un observador agudo, sitúa el origen de las descripciones de don Juan del aura humana en los escritos de William Walker Atkinson (yogui Ramacharaka), e insisten en que Castaneda seguramente copió sus descripciones de Atkinson.(42) Las descripciones detalladas del aura humana, sus colores y significados, su origen y función, etcétera, han estado alrededor nuestro no sólo durante siglos, sino durante milenios, mucho antes de que los teósofos publicaran la obra de Atkinson. Sin embargo, hay elementos de las descripciones de don Juan que difieren radicalmente de las de los maestros orientales. Este no es el momento de tratarlas, peo debe hacerse notar que el conocimiento y uso del aura humana yace en el núcleo absoluto de las enseñanzas de don Juan. (Véase capítulo 7.) De Mille escribe que Relatos de poder  "es un juego basado en la teoría de Wittgenstein, un juego muy torpe [...] Para aquellos que no sabían, Wittgenstein tenía una teoría, que es toda una revelación, y Carlos o don Juan son un maestro del mundo".(43) Esta es una frase condescendiente que De Mille no esclarece, por lo que suponemos que se refiere a las teorías de Wittgenstein sobre la relación entre el lenguaje y la estructura del objeto específico que se describe. Puede ser que Castaneda copiara a Wittgenstein, pero lo que nos es absolutamente claro, es

28

que el concepto de dualidad aparece en todas las mitologías mesoamericanas. En este sentido, el profesor de arqueología de la Universidad de Yale, Michael Coe, refiere: "La asombrosa multiplicidad de dioses mexicanos no eran más que [...] la representación de un principio cósmico de dualidad: la unidad de los opuestos, como se personifica en la gran deidad creadora y bisexual de Ometéotl [...] En la filosofía azteca ésta era la única 'realidad'; todo lo demás era ilusión". (44) Además, aunque el significado preciso de la palabra náhuatl "tonal" no es clara, no puede decirse lo mismo de la palabra "nagual", que está en uso hasta ahora (véase a continuación). Castaneda no necesitó copiar a Wittgenstein, porque el concepto existe en Mesoamérica desde hace eones. Don Juan explica al nagual como aquello que no puede describirse, sino sólo experimentarse. Para Wittgenstein "no podemos hablar acerca de lo que debemos pasar por alto en silencio".(45) En la misma vena, puede decirse que la "conciencia" de don Juan hace eco al concepto chino del Chi, y su noción de energía acumulativa fue anticipada por Gurdjieff. El "no hacer" de don Juan es nuevamente visto en Lao Tse, quien escribe: "El hacer y no hacer, y todo cae en su lugar".(46) La lista es interminable. ¿Pero qué demuestra esto? En muchas formas, la filosofía de don Juan también queda anticipada por los fenomenologistas. La "intención" de don Juan es similar a lo que Husserl llama "intencionalidad"; su "desplazamiento del punto de encaje" también puede hallarse en Husserl, quien escribe: Puedo desplazar mi punto de observación en el espacio y el tiempo, ver de este modo y de este otro [...], puedo proporcionarme constantemente percepciones y representaciones nu evas, que son más o menos claras y significativas [...] por las que me hago intuible todo aquello que puede existir, real o supuestamente, en el orden secuencial del espacio y el tiempo.(47)

Don Juan dijo a Castaneda que "la sensación que todos conocen como intuición es la activación de nuestro nexo con la intención, y los brujos buscan deliberadamente la comprensión y activación de ese nexo".(48) Sin embargo, las diez capas del universo de don Juan también podrían percibirse como cabalísticas, pero podría haber otras conexiones. Don Juan menciona por primera vez las diez capas para discutir las capacidades de los brujos maestros, en contraposición a los simples brujos diletantes (o brujos líricos). Según él, los brujos consumados podrían llevar al aprendíz a las diez capas del universo, en tanto que los líricos pueden manejarse, cuando más, en tres. Un universo de capas múltiples es una tradición clásica y universal entre los chamanes, y ciertamente están presentes en la Mesoamérica mitológica. Sin embargo, don Juan propone únicamente diez. Podría señalarse que este asunto de un universo decadimensional también está postulado por los teóricos de las supercuerdas. Aunque la teoría de las supercuerdas está mucho más allá de nuestra comprensión, parece haber un hilo que lo unifica con las creencias de Gurdjieff, los Vedas y don Juan. Por ejemplo, Gurdjieff propone la Ley de Tres, don Juan habla de lo desconocido, lo desconocido y lo incognoscible, los Vedas proponen los Rishis, Devatas y Chandas, que la teoría de las cuerdas explica como la cualidad del observador, la cualidad dinámi-

29

ca y la cualidad observada. La similitud no termina ahí. Gurdjieff propone la ley de las octavas como la regla principal que gobierna el desarrollo de la creación; don Juan habla de ocho centros posibles; los Vedas hablan de ocho Prakritis como las cualidades fundamentales de la conciencia, y la teoría de las supercuerdas revela ocho grados fermiónicos constitutivos de libertad, que existen en la cuerda, que son compatibles con los postulados de la mecánica cuántica.(49) Así, quizá el argumento de De Mille no es tan malo: posiblemente haya poco pensamiento original en la filosofía de don Juan. De una forma u otra, casi todo lo que señala fue dicho antes. En ese sentido, el postulado de don Juan de utilizar la muerte como asesor fue anticipado por Heidegger, quien recomendó que debería vivirse con una conciencia constante de la muerte. La existencia del "conocimiento sin palabras" es tan antiguo como el Oriente mismo, y fue inmortalizado hace 2 500 años por Lao Tse, quien escribió: El Tao que puede expresarse no es el Tao eterno. El nombre que puede ser nombrado no es el nombre eterno.(50)

Igualmente podría argumentarse que si los pensamientos de don Juan fueran totalmente originales, podrían tenerse dudas; el hecho de que sigue el hilo de la filosofía perenne es un punto en su favor. Aunque don Juan presenta su material de forma original, la originalidad per se no es la cuestión central. La cuestión es su habilidad para introducirnos a la filosofía perenne de forma que explica todos los fenómenos físicos y paranormales observados. No tratamos con un simple diletante que reformula lo dicho por maestros antiguos. Uno de los dos, sea don Juan o Carlos Castaneda, es un profundo conocedor de la sabiduría del mundo. Los últimos 30 años presenciaron un resurgimiento del interés en las cuestiones ocultas, que es similar al que se dio al final del siglo anterior. Hay una asombrosa correspondencia entre los escritos de los gurús y maestros del pasado y los de la actualidad. Desde luego, cada maestro enseñó la "verdad" como la vio; en muchos casos las enseñanzas estaban sesgadas, y con frecuencia se basaban en una comprensión incompleta del tema. Inevitablemente, cada maestro expone su teoría favorita, que a menudo está en conflicto aparente con las teorías de los demás. Sin embargo, los estudiosos de las tradiciones esotéricas reconocerán que a las diversas teorías subyacen ciertas verdades fundamentales que, a falta de mejor nombre, se han llamado filosofía perenne. Este es un nombre bien elegido porque la mayor parte de las enseñanzas tienen sus raíces en tradiciones orientales que van más allá de la historia escrita. Aldous Huxley nos recuerda que el "máximo común denominador de todas las religiones, la Filosofía Perenne [...], es y ha sido siempre el sistema metafísico de profetas, santos y videntes". Todo aquel que haya tenido algo que ver con la metafísica sabe que se requieren años de trabajos interminables para obtener la competencia en este campo. El dominio de don Juan en el tema es evidente. Sin embargo, las capacidades filosóficas de don Juan son más creíbles por el hecho de que su polaridad tonal-nagual está ampliamente documentada en los estudios

30

antropológicos del México precolombino (el "Dios doble" Ometéotl, quien vivió en Omeyocan, el "lugar de la dualidad", representa el principio de la la dualidad. Según los arqueólogos Miller y Taube, "este Dios dual y bisexual gobernaba sobre el paraíso más elevado del esquema náhuatl [...], [eran] los progenitores omnipresentes, porque enviaban a las almas de los que nacían a la faz de la tierra"). (51) Aunque las teorías de don Juan tienen mucho en común con las tradiciones orientales, difieren radicalmente en dos áreas cruciales: el concepto de percepción y la cuestión de la muerte. En este libro demostraremos que la divergencia del canon oriental es lo suficientemente radical para garantizar la clasificación de las teorías de don Juan como derivadas separadamente. Y, sin embargo, existen suficientementes elementos en común con las enseñanzas orientales para permitir a cualquier estudiante de lo oculto detectar el hilo de la filosofía perenne. Si Castaneda escribió ficción, la mezcla está tan bien equilibrada que sólo un maestro esotérico con años de estudio y práctica pudo lograrlo. Es difícil que esto fuera la obra de un joven estudiante de antropología. 6.- Los chamanes no realizan "milagros". Otro problema con la autenticidad de don Juan son sus poderes milagrosos. Aunque siempre se puede requerir evidencia física de primera mano para siquiera considerar una posibilidad, la psicoanalista Elsa Firt expresa un enfoque científico y de criterio más abierto en el siguiente comentario: En la acutalidad no estamos en la posición parroquial de los etnógrafos del siglo XIX que se devanaban los sesos sobre las creencias mágicas peculiares de los pueblos tribales, ni tampoco en la posición del antropólogo de la generación anterior que veía al chamanismo como una forma socialmente sancionada de la esquizofrenia. Ahora podemos ver que el chamanismo no es sólo magia sino también metafísica: sostiene que este mundo, el de la vida cotidiana, no es más real que el otro mundo, el de la vida cotidiana, no es más real que el otro mundo, el de los poderes, las energías, demonios y dioses, porque este mundo, el de los poderes, las energías, demonios y dioses, porque este mundo es la única "mentira" que nuestras mentes construyen en un estado particular: la conciencia lúcida ordinaria.(52) Niels Bohr alguna vez dijo: "Gracias a Dios por las paradojas y ahora quizá podamos realizar algún avance". Afortunada o desafortunadamente, ésta es la única perspectiva posible con la que puede enfocarse la espinosa cuestión de los misteriosos poderes de don Juan. Es casi indudable que 95 por ciento de los fenómenos paranormales son engaños, o pueden explicarse con nuestro actual conocimiento de las leyes de la física. ¿Pero qué con el 5 por ciento restante? ¿Qué de aquella pequeña porción que desafía las leyes naturales? ¿Qué podemos hacer con lo que es paradójico? La mayoría de la gente, al confrontarlo con hechos verificables que desafían las explicaciones, elegirá colocarlas en un conveniente "cajón de cosas extrañas" y los olvidará. Después de todo, lo que no puede explicarse es una proporción tan pequeña del total, que apenas vale la pena molestarse por ella. Otros intentarán negar la evidencia. Siempre es más "científico" negar algo que afirmarlo. 31

Finalmente, los pocos que quedan verán la paradoja como un desafío. Este libro fue escrito por esos pocos. No es un intento para demostrar la existencia de don Juan; se trata de ver cómo coincide todo. Por razones que se nos escapan, muchas personas de gran inteligencia al encontrarse con un hecho paranormal irrefutable descubren una antigua forma de bloqueo mental que las hace retroceder al mundo de la física precuántica. Su formación científica los abandona cuando dicen que algo es "imposible". Un típico non sequitur  seudocientífico lo ejemplifica Daniel C. Dennet en su obra modestamente titulada Consciounsness Explained: Las alucinaciones intensas son simplemente imposibles -escribe-. Por alucinación intensa significo una alucinación de un objeto tridimensional aparentemente concreto y persistente en el mundo real [...] Somos, y debemos ser, particularmente escépticos de las a lucinaciones sumamente intensas porque no creemos en fantasmas [...] Ese fue en pirmer lugar el indicio revelador de las alucinaciones reportadas por Carlos Castaneda en Las enseñanzas de don Juan, que sugirieron al científico que ese libro era ficción.(53)

Así es, amigos: ¡Don Juan es un engaño porque Dennet no cree en alucinaciones intensas! Si don Juan es un engaño, ciertamente Castaneda se enfrentó al desafío de explicar la suma de lo paranormal. Sólo por esto es admirable. En cualquier caso, la creencia en poderes paranormales no es precisamente algo nuevo, y los antropólogos acumularon una cantidad enorme de pruebas confiables para corroborar su existencia. La mayor parte de la literatura moderna acerca del chamanismo describirá algunos de los poderes mágicos vistos en don Juan. Por otra parte, una lista parcial de los Siddhis, de Patanjali, que aparecen en sus Yoga Sutras (posiblemente escritos en el siglo II a.C.), también revelarán que desde hace mucho tiempo hay descripciones de actos de poder: El conocimiento del pasado y el futuro, el conocimiento de los sonidos murmurados, el conocimiento de la mente de otro, el conocimiento del momento de la muerte, el conocimiento de lo pequeño, lo oculto y lo distante, [...] el conocimiento de la organización del cuerpo, el poder de la desaparición, el poder de entrar al cuerpo de otro, el poder de la inmovilidad, el poder de aumentar la fuerza, el poder de inhibir el habre y la sed, el poder de la intuición, el poder de conocer la naturaleza de la mente, el poder de la levitación, el poder de pasar por el espacio, el poder de ver seres perfectos [...]. (54) Objetar la existencia de don Juan simplemente porque no se cree en los poderes paranormales es como si se negara la eviencia acumulada durante los últimos siglos por multitud de testigos. ¿Podría realmente creerse que mienten todos los antropólogos que investigaron el chamanismo? Castaneda presenció a menudo estos actos de poder cuando los realizaron don Juan, don Genaro y otros brujos; sus descripciones son desusadamente originales, y no puede hallarse nada similar en la literatura del género. Estos hechos, aún ahora, son logrados por los yoguis, maestros tántricos, chamanes y otros iniciados esotéricos. Su sola descripción, por no hablar de su demostración, requiere años de investigaciónes. 32

¿Realmente Castaneda tuvo el tiempo necesario? Obviamente, pudo tener acceso a fuentes escritas y apiñarlas durnate un periodo relativamente breve, pero, ¿dónde obtuvo tantos conocimientos esotéricos como "el paso de poder", "desatino controlado", "la estrategia del guerrero", "hacerse inaccesible", y lo demás, que parecen ser más de su propia cosecha que derivados de material previamente estudiado? Según Elsa First, los reportes testimoniales de Castaneda de estos actos de poder "causaron un considerable escándalo entre el grupo de escépticos ingenuos para quienes estas cosas no ocurren." Castaneda excluye deliberadamente las señales útiles que podrían leerse como "estado alucinatorio" o "trance". De hecho, varios de los fenómenos que reporta, tales como sueños conscientes, estados de trance compartidos, estados de trance sumamente rápidos, el uso de espíritus guías o "aliados", el cultivo de sinestesia, son fenómenos naturales en una amplia variedad de culturas no occidentales.(55) Junto con la academia, siempre nos ha parecido difícil aceptar a don Juan como una persona real. Pero nuestras objeciones, y las suyas, generalmente evaden la cuestión de aplicar el sentido común a lo inexplicable. Claramente, es posible que Castaneda sea el equivalente literario de Borges, así como el maestro del conocimiento esotérico, un profundo filósofo, un filólogo español, un competente antropólogo, un hábil conocedor de la filosofía perenne y un ocultista capaz, todos puestos en un solo paquete, ¡y mientras aún estaba en la universidad! Pero, con el debido respeto al coeficiente intelectual de Castaneda, esto es algo difícil de creer. En cualquier caso, si es tan buen escritor, un lingüista tan erudito y un filósofo tan capaz, ¿para qué estudió antropología? ¿Por qué no literatura o filosofía? Si uno puede ser tan sobresaliente en una gama tan amplia de temas, ¿por qué falsificarlos de otro modo? En este capítulo intentamos refutar algunos de los argumentos de De Milles y retirar su libro del pedestal sacrosanto. Sus racionalizaciones no son mejores o peores que las ofrecidas por otros; son simplemente más vitriólicas. No existe evidencia suya que demuestre de forma concluyente más allá de cualquier duda, que Castaneda nos engañó. En todas nuestras investigaciones acerca de la existencia de don Juan, nos fue imposible obtener elementos que afirmen o nieguen la cuestión de forma concluyente. Y quizá no haya una solución definitiva para este problema; aunque Castaneda publicó un facsímil de las notas de campo, podríamos suponer que fueron escritas en una fecha posterior. Tal vez algún día alguien se tope con otro nagual tolteca, se haga su aprendiz, publique sus hallazgos, y de este modo autentifique los relatos de Castaneda. Hasta ahora, la cuestión se relaciona menos con la autenticidad de Castaneda, que con su importancia. (56) ---------------------------------------------------------------------------CITAS:

(23) De Mille, op. cit., p.43. (24) Colin Wilson, The Occult, 1976, Grafton Books, p. 521. (25) Castaneda, El fuego..., op, cit., primera página del Prólogo. (26) En 1978 Castaneda escribió: "Mis libros son una narración verdadera del método de enseñanza que don Juan Matus [...] utilizó para ayudarme a enteder el mundo de los brujos. En este senti-

33

do, mis libros son la narración de un proceso continuo que se hace cada vez más claro conforme pasa el tiempo. Se requieren años de enseñanzas para que podamos tratar inteligentemente con el mundo de la vida cotidiana. Nuestra formación, sea en temas formales o de razonamiento, es rigurosa, porque el conocimiento que tratamos de impartir es sumamente complejo. Este mismo criterio se aplica al mundo de los brujos: su escuela, que se basa en la transmisión oral y la manipulación de la conciencia, aunque es distinta de la nuestra, tiene el mismo rigor, porque su conocimiento es tan, o quizá más, complejo que el nuestro". Véase El conocimiento..., op. cit., Prólogo. (27) Aldous Huxley, Heaven and Hell, Flamingo, Londres, 1994, p.107. (28) La cuestión de los recuerdos de Castaneda y el orden confuso que se utiliza para presentar las enseñanzas se complican aún más por el hecho de que es prácticamente imposible hablar de lo inenarrable. La única forma de conocer el nagual es mediante la experiencia personal directa. Conscientes de estos problemas, los brujos inventaron un sistema de enseñanzas que es similar a los koan del budismo zen. Lo llaman los núcleos abstractos de la brujería. Hay 21 núcleos abstractos, con docenas de historias construidas alrededor de cada uno de ellos. Los brujos del pasado inventaron deliberadamente esas historias, que los aprendices deben interpretar por cuenta propia. Cuando el aprendiz consigue intuir el núcleo abstracto, se dice que gana mayor acceso al nagual y que obtuvo directamente el conocimiento sin la intervención del pensamiento o del lenguaje. Don Juan explica: "No se necesita ser genio para entender que casi no hay forma de hablar acerca de la intención (el espíritu, lo abstracto, el nagual [...] [Esta] es la razón por la que los brujos se basan en relatos de brujería. Y su esperanza es que algún día los núcleos abstractos de los relatos tengan sentido para quien los escucha". Véase Castaneda, El conocimiento..., op. cit ., pp.20-45, passim p. 117. (29) En la página 134 de El conocimiento silencioso, don Juan dice: "Recordar no es lo mismo que remomorar. Rememorar está dictado por la forma cotidiana de pensamiento, en tanto que recordar está dictado por el movimiento del punto de encaje [...] Recordar la totalidad de un suceso mediante el desplazamiento del punto de encaje se conoce como el recordar de los brujos". Véase también The Art Of Dreaming, Harper Collings, Nueva York, p. 148. [Edición en español: El arte de ensoñar , Diana, México, 1993, pp. 280] En los libros de Taisha Abelar y Florinda Donner también pueden hallarse ejemplos del arte de "recordar". (30) Castaneda, Las enseñanzas..., op. cit., pp. 220-221. (32) Joan Halifax, Shamanic Voices, Arkana, 1979, pp. 196-213. (33) De Mille, op. cit., p.109. (34) Carlos Castaneda, A separate Reallity, Penguin, 1971, p. 226. [Edición en español: Una realidad aparte, Fondo de Cultura Económica, México, 302 pp. (Colección popular, 135).] (35) Richard de Mille, The don Juan Papers, Wadsworth Publishing, Co., Belmont, 1990. (36) Entre otros "The Guru" (El gurú), por Kenneth Minogue; "Fictions of Art and Science", por Paul Riesman; "Allegory is not Ethnobotany", por Richard de Mille; "Conversations with Yoawima", una entrevista de De Mille con Barbara Meyerhoff. (37) Ibid., pp. 34-38. (*) En el original dice shenanigans, que previamente se tradujo como "pendejadas". [N. del T.] (38) En De Mille, The don Juan..., op. cit., p.104. (39) Con la intención de ser irónico, pero siendo únicamente cínico, De Mille dice que "Castaneda fue afortunado en toparse con un chamán que le enseña como un profesor universitario, y no como algunos de los monótonos poetas de la montaña" (Ibid., p.19) El español de don Juan es una forma de idioma mexicano coloquial muy distinto del que utilizaría un profesor u niversitario. Además, don Juan es un nagual, que es una forma de "alto sacerdote" y de su forma particular de sabiduría. En este sentido, es similar a muchos maestros y gurús orientales, quienes, sin contar con un título universitario, tienen un excelente dominio de su forma particular de conocimiento y del lenguaje necesario para expresarlo. (40) En Halifax, op. cit., p. 131. (41) Ibid., pp. 169-170. (42) De Mille, op. cit., p.111.

34

(43) Ibid., p.109. (44) Michael Coe, Mexico, Thames and Hudson, Londres, 1984., p.116. (45) Ludwing Wittgenstein, Tractgatus Logico-Philosophicus, Routledge Kegan Paul, Londres, 1961. (46) Lao Tse, Tao Teh Ching, trad. Richard Wilhelm, Arkana, 1990, p. 28. [Edición en español: Lao Tse, Tao Te King, Premiá, México, 1984.] (47) En Diane Collinson, Fifty P¨hilosophers, Rourledge, Nueva York, 1990, p. 129. (48) Castaneda, El conocimiento..., op. cit., p.31. (49) Algunas de estas asociaciones aparecen en un artículo preparado bajo la supervisión del Maharishi Mahesh Yogui. Las asombrosas relaciones entre el chamanismo y la física cuántica son exploradas por el físico Fred A. Wolf en The Eagle's Quest. (50) Lao Tse, op. cit., p.27. (51) Mary Miller y Karl Taube, The Gods and Symbols of Ancient Mexico and the Maya, Thames and Hudson, Londres, 1993, pp. 127-128. (52) En Noel, op. cit., pp.57-58. (53) Daniel Dennet, Consciousness Explained, Penguin, 1991, p.7. (54) Patanjali, Yoga Sutra, trad. L.K. Taimii, Theosophical Publishing House, 1961, pp.307-349. (55) En Noel, op. cit., p.59. (56) Los libros de Florinda Donner y Taisha Abelar, a menos que se crea en conspiraciones, confirman que testigos independientes, uno de ellos un antropólogo, conocieron a don Juan. El libro de Víctor Sánchez, Toltecas del nuevo milenio (La Rosa, Madrid, 1994), describe sus experiencias enre las tribus nahua y wirrakirra. Sus prácticas son similares a las descritas por Castaneda.

2.- LAS PARADOJAS DE LA HISTORIA Los toltecas dejaron muchas antiguallas allí [...] No solamente en Tullan y Xocotitlan se han hallado las cosas tan curiosas y primas [...] dejaron en todas partes así ollas como tejuelas de barro, de todo género de servicio, y muñecas de niños, y  joyas y otras muchas cosas [...] Tenían mucha experiencia y conocimiento [...] Eran tan hábiles en la Antropología que fueron los primeros que tuvieron cuenta de los días que tiene el año, y las noches, y sus horas; inventaron el arte de interpretar los sueños, y eran tan entendidos y sabios que conocían las estrellas y las tenían puestos nombres, y sabían sus influencias, y los movimientos de los cielos [...] Códice Florentino (1)

Don Juan llamó a su filosofía "conocimiento", aunque nombres más apropiados podrían ser nagualismo, o quizá brujería tolteca. Afirmaba que su conocimiento era milenario, y sostenía que "mucho antes de que los españoles vinieran a México existían extraordinarios videntes toltecas, hombres capaces de realizar hechos inconcebibles. Eran el último eslabón en una cadena de conocimiento que se extendió durante miles de años.(2) Como antropólogo, Castaneda era muy consciente de la cronología de las varias civilizaciones mesoamericanas.(3) Como tal, tuvo como alternativa estar en desacuerdo con las fechas de don Juan en lo que se refería al esplendor y caída de los brujos toltecas. Estas fechas están en conflicto con los hallazgos de la ar35

queología moderna. Ciertamente, si Castaneda inventó su encuentro con don Juan, pudo haber utilizado fechas que correspondieron al esplendor de la civilización olmeca (c. 1400 a.C.), o del período posterior de la civilización maya, zapoteca o teotihuacana. En lugar de eso don Juan asevera que el apogeo de los grupos toltecas ocurrió hace unos 5000 años, y que para la llamada era de esplendor de los olmecas, los grupos toltecas estaban en una franca y abierta decadencia.(4) Para añadir agravio al insulto, don Juan avivó los fuegos del conflicto al insistir en que, aun cuando la influencia de los grupos toltecas estaba muy difundida, su origen se sitúa en los valles centrales de México y Puebla. Este es un asunto debatible porque, desde 1962, el proyecto de cartografía de Teotihuacán fue una de las investigaciones arqueológicas más extensas emprendidas en México. Aunque se limitó a una zona que excluye los alrededores de la ciudad de México actual, era de esperarse hallar huellas prehistóricas de los antiguos toltecas en las cercanías de Teotihuacán. Pero no ocurrió así. De este modo, existen cuatro problemas creados por las afirmaciones de don Juan en lo que se refiere a la antigüedad del conocimiento: 1.- El uso de la palabra tolteca. 2.- Las fechas dadas para el apogeo de la influencia de los brujos toltecas. 3.- El lugar de que se afirma fue su centro de influencia. 4.- El hecho de que, durante la era en cuestión, don Juan probablemente habla de una civilización desarrollada, y no de cazadores y recolectores nómadas neolíticos. Desarrollemos brevemente estos problemas: 1.- Existió un imperio tolteca hacia los inicios del primer milenio a.C. Aunque no existe ninguna duda de que había brujos en este lugar, las fechas dadas por don Juan son varios miles de años antes que las de los toltecas históricos. 2.- Hasta ahora, la civilización más antigua que se conoce en Meseomérica es la de los olmecas. Las fechas de carbono para estos pueblos se remontan hasta el año 1400 a.C. Aunque es indudable que había brujos entre los olmecas, don Juan afirma que el apogeo de los brujos toltecas ocurrió 1000 años antes de estas fechas. 3.- El lugar del centro original de influencia de los brujos toltecas, según don Juan, se sitúa en alguna parte de los valles centrales de México y Puebla. Aunque hay huellas de influencias olmecas y olmecoides en esta región, así como miles de objetos no explicados con fechas prehistóricas, no se descubrió ninguna civilización próspera que corresponda a las descripciones de don Juan. 4.- Aunque existen muchas cabañas y pequeñas aldeas agrícolas para las fechas dadas por don Juan, muchas de las cuales muestran una clara evidencia de prácticas chamánicas, sería inimaginable llamarlas civilización. Sin embargo, debemos insistir en que don Juan nunca habló acerca de una civilización preolmeca, y bien podría ser que los antiguos brujos toltecas vivieran en las aldeas y cabañas de la Mesoamérica arcaica la cual, según lo establecido últimamente, tuvo amplios contactos comerciales y culturales.(5) En esencia, éstos son los problemas creados por don Juan, que no son insolubles porque parte de los registros arqueológicos y antropológicos apoyan de 36

muchas formas sus afirmaciones. Sin embargo, antes de comenzar, debemos aclarar que nuestros campos de competencia son la biología y la economía, y por consiguiente nuestras credenciales arqueológicas son necesariamente de principiantes. Martín Bernal escribe que "los charlatanes [...] tienden a añadir factores desconocidos e icognoscibles a sus teorías: continentes perdidos, hombres del espacio exterior, colisiones planetarias, etcétera".(6) No ofreceremos teorías de esta clase. Nuestros largo idilio con las reliquias mexicanas, que se inició en 1967, nos permitió evitar este tipo de enfoque, y permitió concentrar nuestra búsqueda en pistas que utilizan, cuando esto es posible, fuentes académicamente aceptadas. Sin embargo, el chamanismo está separado de la metodología científica occidental por un abismo que aún no ha podido cerrarse. Por ello haremos una advertencia antes de empezar. Kalweit Holger lo expresa adecuadamente. Estamos a punto de entrar en un reino de engaños, de reflexiones milagrosas, de paradojas y lo absurdo, donde las cosas están invertidas y son volátiles. El punto de vista relacionado con y/o, si/no, y luz/oscuridad abren paso a un panorama en donde todo es posible. Sin embargo, a decir verdad, éstas son sólo ilusiones de nuestra conciencia trunca. Lo que nos parece una paradoja es en realidad la miopía del modo occidental de pensar. De todas formas, la tierra a la que entramos es extraña.. Aquellos que viajan a este resplandenciente y fabuloso reino corren el peligro de perderse, de ahogarse: el espejo nos engaña con lo que proyectamos en él [...] un paseo sobre el filo de la navaja.(7) Antes de plantear estos problemas se hace necesario un resumen de la cronología aceptada de la historia mesoamericana: Entre 30 000 y 10 000 años atrás, tribus nómadas de cazadores y recolectores cruzaron el Estrecho de Bering e iniciaron e iniciaron su descenso por el continente americano. Estos pueblos, aproximadamente en 6000 a.C., que vivían en pequeñas cabañas en toda Mesoamérica, domesticaron ciertas plantas. De 3 000 a 4 000 años después, la agricultura se convirtió en una fuente principal de sustento, y las cabañas se convirtieron en en aldeas. Hacia 1400 a.C. en las costa del Golfo de México, los olmecas emergen como la primera civilización mesoamericana. Unos cuantos cientos de años después surgen los mayas en las selvas del norte de Guatemala, Chiapas y Yucatán. Hacia 600 a.C. los zapotecas comenzaron a construir la magnífica ciudad de Monte Albán (cercana a la actual ciudad de Oaxaca), en tanto que justo al sur de la ciudad de México emergía Cuicuilco. Quizá 200 años después se construyó Teotihaucan, la más grande de la ciudades mesoamericanas, al noreste de la ciudad de México. Los Teotihuacanos perduraron, pero no fue sino hasta el año 1000 de nuestra era cuando emergió una nueva civilización en Tula, en el acutal estado de Hidalgo. Fueron los toltecas históricos, cuyo imperio reunificó a Mesoamérica luego de la caída de Teotihuacan, y duró unos 300 años. Los aztecas son los herederos de estos toltecas, y fue su imperio el que cayó ante los españoles en 1521. En este contexto, ¿dónde coinciden los antiguos brujos toltecas de don Juan? 37

La búsqueda de evidencia de los antiguos brujos toltecas requiere que enfoquemos el tema desde dos ángulos. El primero examinará los datos arqueológicos; el segundo, la información antropológica. Pero cabe señalar que las brechas cronológicas en los registros de la arqueología de Mesoamérica son enigmas que consiguieron resolverse. Aunque el estado actual de las investigaciones no apoya las palabras de don Juan, tampoco las niega. Nada hay que demuestre la inexistencia de una civilización como la descrita por don Juan durante las fechas que propone. Tratar la ausencia de pruebas como prueba de ausencia nos parece ridículo, especialmente cuando hay miles de objetos inexplicables con fechas sumamente antiguas dispersas por toda Mesoamérica, o cuando sabemos de una civilización compleja, como la olmeca, que se asienta en las junglas de Veracruz en un estado de desarrollo total. Para explorar las teorías de don Juan desde una perspectiva arqueológica, debemos ser conscientes de que cuando dice que es un bru jo tolteca, no afirma descender de los habitantes de la nación tolteca que floreció en Tula, en el estado de Hidalgo, hacia el final del primer milenio de nuestra era. Para don Juan un brujo tolteca es un "hombre de conocimiento", al que define como "aquel que sigue sinceramente las dificultades del aprendizaje. Un hombre que ha ido, sin apurarse ni tropezar, todo lo lejos que puede en desentrañar los secretos del poder".(8) Con provecho, el investigador que había en Castaneda irritó a don Juan en busca de información etnológicamente válida, relacionada con los antiguos toltecas. Sin embargo, años después, en una conversación con otro de los aprendices de don Juan, se le dijo a Castaneda que ser un brujo tolteca implica el dominio de un tipo particular de brujería, y que hay muchos brujos en México, incluso algunos muy competentes, que no deben llamarse toltecas. De este modo, debe hacerse una distinción crítica entre las palabras tolteca y brujo tolteca:  un tolteca es una persona de la ciudad de Tula en el estado de Hidalgo. Un brujo tolteca es el heredero espiritual de una tradición chamánica milenaria que existió en Mesoamérica mucho antes de que Tula se fundara. En náhuatl -el idioma que se hablaba en los días precolombinos en los valles centrales-, tolteca significa "hombre de cultura", "urbano" o "artesano". Michael Coe traduce la palabra como "artícife", y, finalmente, también se utiliza tolteca para describir a un hombre "que proviene de una gran ciudad". Cuando don Juan utiliza este término para describir los hechos y habilidades de los antiguos brujos, inevitablemente nos recuerda las ubicuas leyendas mesoamericanas relacionadas con una paradisiaca ciudad llamada Tollan. Los toltecas eran los habitantes de Tollan. Según los arqueólogos Miller y Taube: "Tollan [...] era el nombre aplicado a cualquier gran ciudad [...] En toda Mesoamérica, de los chichimecas a los mayas, los linajes de nobleza afirmaban su descendencia y legitimidad de Tollan y de los toltecas".(9) El pueblo de Tollan vivió en el esplendor, en un lugar de riqueza y abundancia sin paralelo. Inventaron la metalurgia y la arquitectura, desarrollaron la escritura y la astronomía y eran artesanos consumados. En general, Tollan se utilizó como un término genérico para denotar mejores lugares y mejores épocas. Sin embargo, surge confusión respecto al transfondo de estas leyendas. Esto se debe a que Tollan se traduce al español como Tula, que, como se mencionó, ahora se

38

acepta como la ciudad capital del imperio posclásico de los toltecas, que floreció de los años 1000 a 1300 de nuestra era. Michael Coe escribe que: Para infortunio de la academia moderna, no hay uno, sino muchos lugares llamados Tula en México [...] por consiguiente, el nombre se aplicó indiscriminadamente a grandes centros como Teotihuacán y Cholula [...] A fines de las décadas de 1930 y 1940, las investigaciones documentales y arqueológicas demostraron de forma concluyente que [la capital del imperio tolteca] era la Tula que estaba al noroeste del valle de México, en el estado de Hidalgo. (10)

Aunque esta Tula fue quemada y saqueada por sus detractores, y luego destruida por los aztecas, sus ruinas indican que probablemente no fue la legendaria Tollan. (O quizá no fue la única Tollan legendaria.) Como lo señala el arqueólogo Nigel Davis: "A cualquiera que elija comparar la leyenda de Tollan con la realidad de las ruinas de Tula, por más impresionantes que sean, le espera una desagradable sorpresa".(11) Las leyendas aztecas relacionadas con lo magnífico de Tollan entran totalmente en conflicto con la realidad de Tula. El arqueólogo Jorge Acosta comenta que la arquitectura tolteca en la Tula de Hidalgo era de "majestuosa concepción pero de ejecución mediocre",(12) y para Richard Diehl las tallas toltecas eran frisos burdos y producidos en masa que se ensamblan rápidamente con frecuentes desalineaciones de piezas adyacentes, y las técnicas básicas de construcción no estaban a la altura de las normas anteriores [...] Estas mismas generalizaciones se aplican a otras artesanías toltecas como la cerámica, las figurillas y los ornatos. Los historiadores del arte las consideran burdas en comparación con las obras de otros grupos.(13)

Esta conclusión se opone tajantemente a los legendarios artícifes toltecas. Gran parte de la confusión entre la Tula histórica y la Tollan legendaria proviene de las escasas fuentes que quedaron después de la orgía española de quema de libros y destrucción arqueológica; de las muchas Tulas posibles, con los contradictorios datos calendáricos, y del enredo entre el Quetzalcóatl histórico de Tollan (el Topilzin del Códice Chimalpopoca) y el mitológico dios Quetzalcóatl, "Serpiente Emplumada". Podemos armar la historia de Tula a partir de varios códices, pero la pregunta de si existió otra Tollan antes de Tula aún queda sin resolverse. Como lo señala F. Katz: ¿Dónde está el núcleo de la verdad histórica? ¿Acaso existió este núcleo? Este es un problema de difícil solución cuando se considera que casi todas las personalidades históricas mencionadas en las leyendas eran al mismo tiempo dioses en el panteón de los pueblos del centro de México.(14)

Una posible explicación es que los fundadores de Tollan deliberadamente tomaron el manto de los toltecas legendarios, de la misma forma en que lo hicieron los aztecas 200 años después. Es posible que durante la época del caos que siguió al colapso de Teotihuacan, las connotaciones de orden y estabilidad implicadas en las palabras Tollan/tolteca fueran precisamente lo que los tiempos requerían. De forma similar, puede ser que los habitantes de Tula se apropiaran del

39

nombre Tollan para obtener un grado de legalidad para su imperio, como el héroe supremo de Tula, Topiltzin, se apropió del nombre del dios Quetzalcóatl.(15) Adicionalmente, debido a que las leyendas relacionadas con los toltecas de Tula, Hidalgo, describen en su mayoría las actividades de los hechiceros,(16) también es posible que algunos de los antiguos brujos toltecas de don Juan emigraran a Tula, Hidalgo, tras la caída de Teotihuacan. Pero si estas especulaciones son verdaderas, ¿quiénes son los hechiceros toltecas originales y de dónde provenían? Como se mencionó anteriormente, la arqueología moderna nos enseña que en algún momento entre el 25000 y el 11000 antes de Cristo, las tribus nómadas de recolectores y cazadores cruzaron una masa continental llamada Beringia, y entraron al continente americano a través de Alaska, de donde lentamente se abrieron camino hacia el sur y al este. Cantidades enormes de pruebas apoyan esta teoría: los descubrimientos arqueológicos, mientras más al norte se realicen, más antiguos son, e igualmente si nos acercamos a Bering. Pero hay muchas otras pruebas: los antropólogos físicos, por ejemplo, tienen un amplio cuerpo de investigaciones sobre las características raciales compartidas por los mesoamericanos y las razas mongoloides. Adicionalmente, por lo menos hasta la fecha no hay huella de ningún tipo de hombres prehistóricos en América: no hay hombres de Neanderthal como en Europa ni Sianthropus como en China. Tampoco hay monos antropoides. Estos hechos obviamente limitan la máxima edad posible para el Homo Americanus, dado que anatómicamente los humanos modernos no se habían asentado en Siberia antes del año 3500 a.C. Los especialistas en genética también investigaron los orígenes de la población indígena de América. Según el arqueólogo Brian Fagan: Al diagramar las similitudes y diferencias entre genes mitocóndricos en las células de grupos indígenas muy separados en Arizona, Yucatán y la Cuenca del Amazonas, [Douglas] Wallace pudo referir lazos genéticos entre estos pueblos y demostrar que tuvieron ancestros comunes, hace de 15000 a 30000 años.(17)

Otros especialistas en genética, en un gigantesco proyecto de investigaciones en Estados Unidos, estudiaron los alotipos Gm de una proteína en el suero snguíneo. Tras el examen de miles de muestras de toda América, concluyeron que "hay tres poblaciones genéticamente distintas de americanos nativos, lo cual sugiere que hubo tres olas migratorias separadas en la prehistoria".(18) Estos hallazgos también se apoyan en la obra del antropólogo Christy Turner en torno a las características dentales de varias razas asiáticas, comparadas con las amerindias.(19) De este modo, antes de la publicación en 1993 de El arte de ensoñar, era concebible que el origen del conocimiento de don Juan tuviera sus raíces en las tradiciones chamánicas de los cazadores-recolectores y campesinos que vivieron al norte y al sur del valle de México después de la última glaciación y hasta el año 1500 a.C. Posiblemente estos chamanes llegaron de Asia con la ola original de colonos. El chamanismo siberiano y del Sudeste Asiático, que son campos bien documentados de investigación, mostraron muchos puntos bien documentados de

40

investigación, mostraron muchos puntos de coincidnecia con la variedad americana. En una obra anterior, don Juan afirmó que los hechiceros totlecas originales eran individuos que se adaptaban a la estructura de la vida cotidiana [...] practicaban sus profesiones bajo el estricto control de hermandades organizadas, y se hicieron vigorosos e influyentes a tal grado que incluso dominaron a grupos de personas que vivían fuera de su región geográfica.(20)

Aunque es difícil que ésta sea la descripción de una sociedad de cazadores y recolectores, aún parece posible rastrear este conocimiento hasta los chamanes asiáticos y suponer que evolucionaron con los olmecas (c.1400 a.C. a 100 a.C.), o en la ciudad zapoteca de Monte Albán (c.500 a.C. a 1100 d.C.), o en Teotihuacan (c.200 a.C. a 800 d.C.), o entre los mayas.(21) Estas cuatro culturas se conforman bien a la descripción de don Juan, eran milenarias, desarrollaron grandes ciudades, su influencia se extendió más allá de su lugar geográfico de origen, y todas presentaban prácticas chamánicas bien documentadas. Sin embargo, en El arte de ensoñar, y a pesar de las objeciones de Castaneda, don Juan insiste en que: "Los antiguos brujos existieron quizá hace 10000 [...] gobernaron durante 4000 hace entre 7000 y 3000 años [...] Hace 3000 años desaparecieron. Y a partir de entonces, los brujos han reagrupado y restructurado lo que quedó de los viejos huesos".(22) De este modo, si los antiguos toltecas gobernaron de 5000 a 1000 a.C., ¿desde dónde lo hicieron? La arqueología moderna clasifica este período como aquel que abarca las fases arcaica y temprana formativas de la historia precolombina, más que un periodo con rastros de ciudades-Estado organizadas u otros agrupamientos. La obra de Richard McNeish proporciona una buena descripción de la vida en Mesoamérica durante este periodo. Inspeccionando cuevas y áreas rocosas en el valle de Tehuacán, McNeish descubrió huellas de habitaciones humanas que ne la fase llamada El Riego tienen una antigüedad que procede de 7000 a.C. Estos pueblos, aunque eran principalmente cazadores y recolectores, ya cultivaban algunas plantas (aguacate, chile, amaranto, algodón). En la fase Coaxcatlan (c.5000 a 3400 a.C.) aparece el maíz, y hacia la fase Abejas (c.3400 a 2300 a.C.) comienzan a aparecer pequeñas aldeas de entre cinco y diez chozas. En la fase Arcaica final (c.2300 a 1500 a.C.) pueden hallarse pequeñas aldeas agrícolas. El trabajo de otros arqueólogos realizado en lugares similares revela un escenario comparable. Sin embargo, probablemente para este período don Juan no describía habitantes neolíticos de cavernas que evolucionaron a aldeanos agrícolas, sino una civilización totalmente desarrollada, en la cual los brujos toltecas: Eran empleados en líneas específicas de trabajo: curaciones, hechicería, narración de historias, bailes, oráculos, preparación de alimentos y bebidas. Estas líneas de trabajo estimularon el conocimiento específico, un conocimiento que los distinguía del hombre medio.(23)

Esencialmente, las afirmaciones de don Juan podrían implicar que hubo en México una civilización anterior de la que actualmente se sospecha su existencia. No queda claro si esta civilización tenía la forma de ciudades-estado o si era una 41

coalición libre de comerciantes y chamanes. Pero la posibilidad que investigamos es la primera. La cita al inicio de este capítulo, tomada de Historia General de las cosas de Nueva España, de Sahagún, describe algunas habilidades de los toltecas legendarios. Aunque diversas crónicas de la mitología mesoamericana asignan datos calendáricos distintos a los toltecas, es obvio que el conocimiento de la metalurgia, la astronomía, la arquitectura, la cerámica, etcétera, existía en Mesoamérica mucho antes del advenimiento del imperio tolteca histórico. La obra del etnohistoriador Wigberto Jiménez Moreno, quien correlacionó nombres y lugares modernos con algunos que aparecen en las leyendas, demostró que Tula, Hidalgo, era la capital del imperio tolteca; lo que no probó es si sólo había una Tula, o si esta Tula era la legendaria Tollan. Las evidencias arqueológicas señalan que en la era teotihuacana (c.300 a.C. a 800 d.C.) Tula y sus alrededores inmediatos apenas estaban poblados. Aun durante su apogeo, la capital tolteca nunca se comparó en tamaño o majestuosidad con Teotihuacan. Fray Bernardino de Sahagún también proporciona evidencia de que los toltecas existieron antes de Tula, al escribir que a la caída de Teotihuacan "y la demás gentes, como los toltecas, y los mexicanos o naguas, y todos los otros prosiguieron su camino por los llanos o páramos para descubrir tierras [...] Fueron a dar a un valle entre unos peñascos [...]".(24) De hecho, Sahagún, cuya Historia general  es la mejor recopilación de leyendas aztecas, insiste en que los progenitores de los olmecas fueron los toltecas: Estos tales así llamados [olmecas] están hacia el nacimiento del sol [...] y dicen que son toltecas, que quiere decir oficiales de todos los oficios, primos y sutiles en todo y que son descendientes de los toltecas.(25)

Esta no puede ser una referencia al imperio tolteca histórico de Tula, Hidalgo, porque los olmecas ya eran una civilización totalmente desarrollada unos 2 500 años antes. Existen muchas otras referencias de los toltecas anteriores a Tula en los diversos códices, de forma que si aceptamos literalmente las historias transmitidas a Sahagún por sus informantes indígenas, (26) es posible concluir lo siguiente: 1.- Antes de los toltecas de Tula, Hidalgo, existió un pueblo llamado tolteca. 2.- Eran artesanos consumados, cuyo conocimiento se escribió en libros. 3.- Estas personas viajaron hacia y desde un lugar (o varios lugares llamados Tollan). 4.- Existió otra ciudad llamada Tamoanchan (palabra de origen maya), donde: En un cierto tiempo, que ya nadie puede contar, del que ya nadie ahora puede acordarse [...] largo tiempo hubo señorío [...].(27)

5.- Finalmente, los registros demuestran que los toltecas salieron de Teotihuacan a la vanguardia de un grupo que incluyó a otomíes y nahuas varios cientos 42

de años antes del advenimiento de Tula, Hidalgo. Estos, tal vez, sean los hechiceros toltecas a los que se refiere don Juan. Pero si estas conclusiones son verdaderas, deberíamos tener las huellas de los hechiceros toltecas en los registros arqueológicos de las culturas mesoamericanas clásicas, comenzando con los más antiguos, los olmecas. Y, ciertamente, hay un gran misterio en torno al surgimiento de esta cultura y la amplia influencia que ganó sobre la totalidad de Mesoamérica. La civilización olmeca se descubrió en 1925 en excavaciones arqueológicas en la isla de La Venta, Veracruz. Inicialmente se le confundió con los mayas, pero en excavaciones de 1938 en Tres Zapotes se halló una estela con el rostro olmeca de un jaguar en un lado y un calendario maya en el otro, de 31 a.C. Fue entonces cuando Matthew Stirling, del Instituto Smithsoniano, afirmó que lejos de ser mayas, los olmecas eran una civilización distinta, y posiblemente anterior a los mayas. En 2955, muestras de carbón de La Venta revelaron un origen que se remonta al año 1200 a.C. Para entonces ya se sostenía que los olmecas eran la "madre" de todas las civilizaciones mesoamericanas. A la fecha, casi todo lo que sabemos de los olmecas proviene de las excavaciones en la Venta y San Lorenzo, así como de figuras, cerámica y bajorrelieves de indudables características de ese pueblo, que se hallaron en sitios distantes de Veracruz como Guerrero, Oaxaca y Morelos. Sahagún escribe que los habitantes de Tamoanchan "hicieron sacrificios en un lugar llamado Teotihuacan, donde construyeron dos montículos para honrar al sol y a la luna". La influencia olmeca se extendió por toda Mesoamérica. Su escultura es asombrosa: enormes cabezas de piedra que pesan hasta 40 toneladas, con características faciales marcadamente negroides (nariz pequeña, aletas amplias, labios gruesos), con cascos de futbol, halladas junto con hermosas figurillas cuyos rasgos son similares a los del jaguar. Luego de ver una de las cabezas colosales, José María Melgar escribió: "Como obra de arte es, sin exageración, una magnífica escultura, pero lo que me asombró es que el tipo que representa es etíope. Concluyo que indudablemente hubo negros en esta región, y desde las más tempranas eras del mundo".(28) Según Miguel Covarrubias: Al parecer vivió en el mismo una grandiosa y misteriosa raza de artistas, desde mucho tiempo antes. En todas partes hay tesoros arqueológicos que yacen ocultos en las junglas bajo el rico suelo del sur de Veracruz, tumbas en montículos y pirámides, colosales monumentos de basalto con tallas magistrales, espléndidas estatuillas de jade y pequeñas figuras de arcilla de manufactura sensible, todos ellos de una calidad artística sin precedente. La fascinate presencia de un pasado grandioso y remoto en lo que ahora es una jungla deshabitada e impenetrable [...] [apareció] súbitamente de la nada en un estado de desarrollo total.(29)

De modo que aquí yace el problema: 1) súbitamente, 2) como salido de la nada; 3) en un estado de desarrollo total. (30) O, como lo comenta Friedrich katz: los pocos [hechos] comprobados no pueden resolver ni siquiera una fracción de los muchos problemas que la cultura olmeca representa. Después de todo, ¿quiénes eran los olmecas y de dónde vinieron? Los lugares arqueológicos de Veracruz no señalan ningún precursor. No es

43

posible, con base en las excavaciones [...] obtener ninguna impresión sobre la génesis de esta cultura. Los primeros hallazgos señalan hacia una cultura que ya estaba sumamente desarrollada.(31)

Claramente existe una enorme brecha entre los arcaicos alfareros rudimentarios y los artistas olmecas. Covarrubias, un historiador del arte, describe su escultura como: "De ningún modo primitiva [...], es más bien el clímax de un arte noble y sensual, producto de un espíritu estético directo pero complejo, una técnica consumada y un gusto sobrio y digno".(32) Dado que los objetos olmecas están dispersos en toda Mesoamérica, y debido a que la excavaciones veracruzanas descubrieron una cultura totalmente desarrollada, en las últimas décadas ser produjo un acalorado debate relacionado con el lugar de origen de los olmecas. En este sentido, existen dos corrientes principales de pensamiento. Algunas, sobre la base de los rasgos innegablemente negroides, proponen un cruce trasatlántico de un barco fenicio o egipcio, tripulado por esclavos negros. Antes de rescatar esta teoría, debemos recordar que algo similar sucedió en el siglo XVI, cuando naufragaron 17 negros y posteriormente se convirtieron en gobernadores de un estado indio en Ecuador.(33) Aunque algunos estudios demuestran que había negros indígenas en Mesoamérica, estas teorías son tan fáciles de digerir, como aquellas que afirman un origen americano para estos pueblos.(34) Entre los que se inclinan a creer en un origen estrictamente mesoamericano para los olmecas, algunos los ubican como nativos de Veracruz, otros de los valles centrales y otros del estado de Guerrero. El debate es más bien técnico y gira alrededor de la pregunta de si los olmecas pueden considerarse la "cultura madre de Mesoamérica". Pero tenemos fechas olmecas en San Lorenzo, en la costa del golfo, que se remontan a 1400 a.C. También podemos hallar influencias olmecas en el valle de México (Tlatilco) y en el altiplano de Oaxaca (San José Mogote), con fechas igualmente antiguas. El "lugar de origen" olmeca pareció desarrollarse, al igual que la Atenas de Zeus, como una cultura totalmente compleja. Otros lugares, como Xochipala y Tlatilco, fueron precedidos por culturas con cierto grado de crecimiento, y en Oaxaca, según Blanton, Kowalewski et al., "La serpiente flamífera específica y motivos de jaguares que se hallaron en cerámica de la fase San José Mogote que en las de San Lorenzo Tenochtitlán, el lugar más importante en la tierra olmeca. Quizá estos motivos deberían verse como variantes oaxaqueñas o zapotecas de un sistema iconográfico pan-mesoamericano".(35) Este hilo de evidencia señala claramente hacia la existencia de una cultura chamánica temprana en Mesoamérica. En un documento relacionado con los olmecas del altiplano, el arqueólogo David Grove indica: Se han publicado varias hipótesis para explicar la penetración de la influencia olmeca en el altiplano, desde la difusión religiosa a la conquista militar, pasando por la colonización y las simples influencias comerciales [...] [pero] la difusión de los símbolos iconográficos a través de la población del altiplano podría explicarse mejor mediante la difusión de un sistema de creencias, el cual bien pudo estar ligado con la religión, la posición social o ambos, pero creo que la mayoría de la población del altiplano no tuvo contactos reales con la cultura olmeca de la costa del golfo.(36)

44

Grove argumenta que muchos artefactos del altiplano que se clasificaron como olmecas u olmecoides, no necesariamente lo son. Aunque no menciona el chamanismo como el "sistema de creencia" en particular, las preguntas son claras: ¿Es posible que hubiera un credo común a ambas regiones, y fuera más antiguo que ambas? ¿Puede esto describirse en lo que Blanton llama un "sistema iconográfico pan-mesoamericano?". (37) A diferencia de la situación a fines de los años sesenta y principios de los setenta -cuando se publicaron los primeros libros de Castaneda-, actualmente no se duda que el chamanismo fuera cotidiano en todas las civilizaciones mesoamericanas. Ciertamente, no puede comprenderse a los mayas sin el conocimiento del papael que jugaban los chamanes en la estructura de su vida cotidiana. Aunque en la península de Santa Elena (Ecuador) se fechó cerámica con representaciones de chamanes entre los años 3000 y 4000 a.C., el chamanismo en América es probablemente tan antiguo como los primeros colonos del continente. Mircea Eliade afirma: "Podemos suponer que una cierta forma de chamanismo se difundió entre los dos continentes americanos con la primera ola de inmigrantes".(38) y Peter Furst considera que la arqueología moderna demostró que "es indudable la existencia de un complejo extático-visionario chamanístico bien desarrollado, que involucraba la Sophora y quizá otras especies psicotrópicas, en el periodo inmediatamente posterior a la decadencia y extinción de las grandes especies del Pleistoceno Tardío".(39) Similarmente, el antropólogo Weston La Barre propuso raíces paleolíticas y mesolíticas para el papel que jugaron las plantas psicotrópicas en la religión de la América precolombina. Furst apunta que "La Barre basó sus argumentos en el hecho [...] de que la religión básica de los indios americanos, de Alaska a Patagonia, era un chamanismo extático-visionario."(40) Asimismo, existen amplias evidencias arqueológicas de que el chamanismo se practicaba en la Mesoamérica preolmeca. Michael Coe, de la Universidad de Yale, al escribir acerca de los artefactos hallados en tumbas, del periodo formativo, señala: Una escuela de pensamiento anterior sostenía que esta escultura funeral era poco má que un tipo de arte genérico: realista, anecdótico y cuyo significado religioso no iba más allá que un interior holandés. Esta concepción se vio desafiada vigorosamente por el etnólogo Peter Furst, quien trabajó estrechamente con huicholes nayaritas contemporáneos que seguramente descienden de los pueblos que hicieron las figuras en las tumbas [...] la hipótesis de Furst de que el simbolismo del arte funerario se conforma estrechamente con los rituales y creencias característicametne chamánicos de iniciación, pompas fúnebres y muerte y renacimiento, es enteramente lógica.(41)

Otros lugares también demuestran la existencia del chamanismo en la Mesoamérica arcaica. Muchos objetos en Tlatilco no pueden interpretarse de otro modo, y en Ocos, Chiapas, la escultura del periodo formativo temprano, del segundo milenio antes de Cristo, muestra claramente, según Miller y Taube, varios elementos importantes obervados en sistemas religiosos mesoamericanos posteriores [...] con frecuencia hermosamente trabajadas, las figurillas Ocos representan curiosas mezclas de rasgos humanos y zoomórficos que no tienen contrapartes obvias en el mundo natural. En ciertos momentos, estas extrañas figuras están sentadas en tronos. Según el arqueólogo John Clark, po45

drían representar a jefes chamanes que usan máscaras animales de sus espíritus compañeros.(42)

Estos ejemplos, junto con muchos otros, componen una impresionante imagen, en tanto es claro que el dogma arqueológico dominante entra en desacuerdo con la cronología de don Juan. La imagen que dan los antropólogos confirma que un chamanismo como el descrito por don Juan estaba presente en Mesoamérica desde las fechas más antiguas. Pero aun si existe alguna evidencia de una cultura mesoamericana organizada, que podría ser la de los toltecas anteriores a Tula a que se refiere don Juan, ¿por qué no se descubrieron restos arqueológicos de ella? Aquí debemos reiterar que don Juan nunca dijo que los brujos toltecas se organizaran en ciudadesEstado. Sin embargo, la forma en que los describe nos obliga a examinar la segunda de sus afirmaciones, es decir que los antiguos toltecas eran nativos de los valles centrales de Mëxico y Puebla. Aunque esto no excluye que su conocimiento se derivara del antiguo chamanismo asiático, nos obliga a concluir que la legendaria Tollan existió en alguna parte de Mesoamérica, en un lugar todavía no descubierto. En la arqueología, especialmente la mesoamericana, esto no es tan descabellado como suena. Basta considerar que, no obstante el reporte de Antonio del Río sobre Palenque en la última parte del siglo XVIII, no fue sino hasta mediados del siglo siguiente cuando Stevens y Catherwood publicaron su Incidents of Travel of Yucatan (Nueva York, 1843), cuando el mundo occidental oyó hablar de los mayas. Pero tenemos ejemplos más recientes: ya desde 1862 los olmecas fueron observados por José María Melgar, pero tuvimos que esperar hasta 1939 para que Matthew Stirling los proclamara como la primera civilización mesoamericana. La tumba de Pacal no fue descubierta sino hasta 1952, los murales de Bonampak hasta 1948, y sólo en 1978, cuando un trabajador se tropezó con la enorme talla en piedra de la diosa azteca Coyolxauhqui, se inició verdaderamente el trabajo para excavar el Templo Mayor de Tenochtitlan, que estaba, después de todo, bajo nuestras narices en el centro de la ciudad de México. Ciertamente, nuevos e importantes descubrimientos no sólo son posibles, sino que ocurren al escribir estas páginas. En febrero de 1994 se anunció un gran hallazgo en el Pital, un puerto en la costa del golfo, considerado contemporáneo de Teotihuacan. Esta es una ciudad de varios miles de habitantes, cuyo centro y suburbio se extienden sobre una zona de 40 por 20 kilómetros que tiene más de 150 pirámides y edificios que aún deben investigarse. "La impresión que tenemos", afirma el arqueólogo S.J.K. Wilkerson, "es que esto resultará ser el centro urbano más grande de la costa del golfo para ese periodo".(43) A pesar de su tamaño y numerosos monumentos, la vegetación la hace invisible en la superficie. Pero los valles centrales de México y Puebla están libres de la jungla impenetrable que obstaculiza muchos esfuerzos arqueológicos mesoamericanos, por lo que podríamos pensar que estas incertidumbres no ocurrirán aquí. Sin embargo, el trabajo arqueológico en los valles centrales se topa con dos problemas igualmente difíciles: la primera es el grotesco crecimiento del Distrito Federal, que se derramó hacia el Estado de México, cubriendo en el proceso numerosos lugares arqueológicos potenciales; el segundo es que muchas de estas zonas están cubiertas de lava.(44) A pesar de estos problemas, se han descubierto objetos cuya 46

antigüedad podría confirmar la señalada por don Juan. Pero ningún arqueólogo serio tocaría el material descubierto en Acámbaro.(45) Es una lástima que no se haya hecho una revaluación sobria de la obra de William Niven.(46) En ambos casos, se han descubierto objetos tan vetustos que corroboran las palabras de don Juan. Si creemos en Niven, quien después de todo era geólogo, sus trabajos estratigráficos indican la existencia de una civilización en las fechas expuestas por el brujo yaqui. Mientras la obra de dicho investigador no se evalúe adecuadamente y se explique el origen de muchos objetos, la otra civilización en los valles centrales que posiblemente podría corresponder a las afirmaciones de don Juan es Cuicuilco. Al sur de la ciudad de México está la pirámide de Cuicuilco, parcialmente cubierta de lava. Tiene 23 metros de alto, 118 de diámetro, y un volumen interior de relleno de escombros y arena, de unos 60 000 m3. Obviamente, ésta no es la obra de simples aldeanos, sino de una "sociedad jerárquica con gobernadores que podrían convocar al populacho para construir y mantener grandes establecimientos religiosos".(47) En otras palabras, un pueblo cuyas necesidades básicas de alimento y techo estaban saciadas hasta un punto que permitió a cientos de individuos dedicar su tiempo a apilar piedras. La pirámide fue excavada originalmente por Manuel Gamio a principios de este siglo. Años después, a unos tres kilómetros de ahí, se descubrió otra pirámide. Entre las dos también se halló una multitud de edificios en ruinas. Las excavaciones realizadas en la Villa Olímpica confirmaron el tamaño de esta ciudad. En pocas palabras, Cuicuilco era el centro de una gran civilización; tenía cuando menos, 20 000 habitantes.(48) La arqueología moderna considera que Cuicuilco tiene unos 2 000 años de antigüedad, y la clasifica como perteneciente a algún periodo formativo tardío. Sin embargo, algunas partes de la pirámide están cubiertas de lava, que los expertos demostraron que tiene unos 8 000 años de antigüedad.(49) Material orgánico en el pavimento de la base revela una antigüedad de 4 150 años. Pero otras pruebas con carbono 14 demuestran una edad de sólo 2000 años para otros materiales orgánicos. El trabajo estratigráfico cultural de George Vaillant, así como otras obras en cerámica, indican una edad de 2 000 años. Actualmente los arqueólogos están convencidos de que la era de Cristo fue el momento en que el volcán del Xitle, luego de arrojar masas de cenizas, hizo erupción y cubrió de lava la zona que actualmente se conoce como El Pedregal. En otras palabras, esa civilización llegó a su fin hace unos 2 000 años. Pero, ¿cuán antigua era antes de extinguirse? ¿Quiénes eran sus habitantes?, y ¿qué más yace sin descubrir bajo la lava?, son las preguntas que aún esperan respuesta. Mientras no se encuentren lugares arcaicos y quede sin explicar el vacío que existe entre la inmadura alfarería arcaica y la magnífica cultura olmeca, la Mesoamérica antigua seguirá siendo el acertijo churchilliano envuelto en misterio y dentro de un enigma. Y aunque definitivamente proponemos que los antiguos bru jos toltecas de don Juan podrían llenar este vacío (una situación que se analiza a profundidad en el apéndice de este libro), sólo el registro arqueológico confirmaría esta hipótesis. Hasta entonces, nos quedamos con las afirmaciones de don Juan, de que cuando los españoles invadieron México, el mundo de los antiguos toltecas ya había desaparecido. En vez de ello, lo que descubrieron fueron multitud de brujos 47

diletantes que no eran "videntes", y un pequeño grupo de "videntes" que comenzaron a investigar, analizar y restructurar las costumbres de los antiguos toltecas. Estos hombres pertenecían a un nuevo ciclo de brujería, en donde se disminuyó el uso de plantas psicotrópicas y se estimuló el uso de técnicas nuevas. Según don Juan: "Recién comenzaba a cobrar forma el nuevo ciclo, cuando los conquistadores españoles devastaron la tierra. Afortunadamente, para entonces los nuevos videntes ya estaban bien preparados para enfrentarse a ese peligro".(50) Estos brujos pudieron perfeccionar sus técnicas gracias a la severidad de las condiciones impuestas por los españoles. Además, se mantuvieron en silencio, de forma que los dejaron en paz y, por consiguiente, tuvieron tiempo suficiente para refinar e incorporar sus prácticas. Don Juan continúa: "Los videntes que vivieron durante la conquista se instalaron de forma que evitaron ser exterminados en la confrontación con los españoles. Cada uno de estos videntes fundó un linaje. No todos ellos tuvieron descendientes, de forma que los linajes son pocos". Aparentemente, a fines del siglo XVI todo nagual (este nombre se dio al jefe de cada linaje, así como a su líder actual) deliberadamente aisló a sus alumnos de los otros naguales, y esto causó la formación de los linajes individuales. El linaje de don Juan consiste en 14 naguales, seis hasta 1723, y ocho posteriores. El último de ellos es Carlos Castaneda. Quizá algún día los etnólogos sean capaces de correlacionar las palabras de don Juan con porciones inexplicadas de la iconografía mesoamericana. Quizá Castaneda escribirá detalladamente el resumen de su visita al Museo de Antropología. Quizá. En lo que a los arqueólogos se refiere, deberían intentar hallar una ciudad situada en algún lugar del Itsmo de Tehuantepec. Esta ciudad tiene una plaza central, en cuya esquina hay una gran iglesia colonial con influencias arquitectónicas mozárabes. La plaza también tiene dos restaurantes, que están puerta con puerta, que sirven prácticamente el mismo menú, y que encima hacen buen negocio. Si encuentran este pueblo y excavan bajo la plaza, hallarán huellas de los antiguos brujos. Quizá. ------------------------------------------------------------------------------------CITAS:

(1) Fray Bernardino de Sahagún, Historia General de las cosas de la Nueva España, Porrúa, México, 1989 (Sepan Cuantos..., 300), pp.595-614. (Capítulo 29 del libro 10.) La obra de este monje franciscano es el manuscrito más profundo y completo sobre la mitología, credo y costumbres aztecas que queda a nuestra disposición. De alcance enciclopédico, escrito tanto en náhuatl como en español, está compuesto de doce libros con casi 1 900 ilustraciones. Sahagún consultó no sólo a ancianos eruditos sino también a los nobles y académicos aztecas de su época, quienes le proporcionaron historias que se transmitían mediante la tradición oral, y le mostraron material escrito que ahora está perdido. (2) Castaneda, El fuego..., op. cit. p.1 (3) La arqueología mesoamericana se halla en constante flujo con nuevo material, que obliga a realizar revaluaciones constantes de prácticamente todas las suposiciones. Algunos de estos cambios afectan a los hechos cronológicos, en tanto que otros se refieren a la misma naturaleza de la civilización en cuestión. Existen multitud de ejemplos, pero basta con citar dos: el magnífico libro México Sur , de Miguel Covarrubias, se publicó en 1946. Al igual que otros, intentó formular una tabla cronológica que revisara los principales desarrollos culturales e históricos de los olmecas. En esta tabla, asigna la fecha tentativa de 200 a.C. para los preolmecas (p.123). Se equivocó en por lo menos 1 200 años. 48

La primera edición de El maya, de Michael Coe, apareció en 1966. En el prefacio a la 5a. edición (1993) escribe: "El último cuarto de siglo presenció grandes avances en nuestro conocimiento de la civilización maya, tanto de la época preclásica como de la clásica, con frecuencia de formas que una generación anterior de académicos no aprobaría. De una imagen de los mayas que hacía énfasis en teocracias pacíficas dirigidas por sacerdotes astronómos, que gobernaban sobre 'centros ceremoniales' relativamente vacíos, ahora tenemos la de ciudades-Estado guerreras dirigidas por sombrías dinastías obsesionadas c on sacrificios humanos y el ritual de verter su propia sangre". (Thames and Hudson, Londres, 1991, p.7.) La cronología actualmente aceptada es la que aparece en el capítulo 2. (4) Castaneda, El arte..., op. cit. pp.59-60. (5) Eliade escribe: "Nada justifica la suposición de que, durante los cientos de miles de años que precedieron a la primera edad de piedra, la humanidad no tuviera una vida religiosa tan intensa y variada como en los períodos subsiguientes. Tenemos casi la certeza de que por lo menos una parte de las creencias mágico-religiosas de la humanidad prelítica se preservaron en conceptos y mitologías religiosas posteriores. Pero también es altamente probable que esta herencia espiritual del período prelitico sufriera cambios continuos como resultado de los numerosos contactos culturales entre pueblos pre y protohistóricos". ( Op. cit., p. 11). (6) Citado en Eberhard Zangger, The Flood From Heaven, Pan Books, Londres, 1993, p.12. (7) Holger Kalweit, Shammans, Healers, and Medicine Men, Shambala, Londres, 1992, p.4. (8) Castaneda, Journey to Ixtlán, Penguin, Londres, 1974, p. 173. [Edición en español: Viaje a Ixtlán, Fondo de Cultura Económica, México, 1995, 368 pp. (Colección Popular, 143).] En Wizard of the Four Winds, Douglas Sharon escribe: "Probablemente el concepto central del chamanismo, en cualquier parte del mundo donde se le encuentre, es la idea del poder. Formulado de forma simple, ésta es la noción que subyace a todas las formas visibles, animadas o inanimadas, donde existe una esencia vital de la que emergen y de la que se nutren. En última instancia, todo vuelve a este desconocido inefable, misterioso e impersonal".(The Free Press, Nueva York, 1978, p.49.) (9) Miller y Taube, op. cit., p. 170. (10) Michael Coe, Mexico, op. cit., pp.126-127. En el texto alude a "la Tula de Topilzin". La cuestión es que bien pudo haber otras ciudades llamadas Tula anteriores a la de Topilzin. (11) Nigel Davis, The Ancient Kingdom of Mexico, Penguin, 1990, pp.125-129. (12) Richard Diehl, Tula, Thames and Hudson, Londres, 1983, p.67. (13) Ibid., p.67. (14) Friedrich Katz, The Ancient American Civilizations , Weidenfeld and Nicholson, Londres, 1989, p. 123. (15) Sahagún afirma que el sacerdote principal de los toltecas siempre tomaba el nombre de su dios Quetzalcóatl. (16) Véase Sahagún, op.cit., pp. 195-204, y The Codex Chimalpopoca, trad. del náhuatl por John Bierhorst, Universidad de Arizona Press, Londres, 1992, pp. 28-42. (17) Brian Fagan, Kingdoms of Jade, Thames and Hudson, Londres, 1991, p.57. (18) Ibid, p.58. (19) Desafortunadamente, estas teorías limitan la fecha de la existencia de hombres en América a aproximadamente el 3000 a.C. Hay restos de poblaciones en Valsequillo, Puebla, cuya fecha deterninada con carbono radioactivo se remonta a 19000 a.C.; en Tlapacoya las fechas varían del 19000 al 22000 a.C.; y en Ayacucho, Perú, del 14000 al 19000 a.C., y se hallaron artefactos en Yukón, Canadá, que fluctúan del 24000 al 27000 a.C. Hasta este punto, la teoría se sostiene como verdadera. Pero algunos hallazgos pueden remontar la cronología a una fecha anterior. Aunque surgieron algunas dudas respecto a la confiabilidad de los descubrimientos, tan pronto como surgieron las dudas hubo nuevos indicios, al parecer aún más antiguos. Meadowcroft de Estados Undos, y Boqueriao de Pedra Furada en Brasil, tienen fechas que abarcan el periodo de entre el 2000 y 3000 a.C. Otros hallazgos sonaún más antiguos, de 47000 años a.C. Según Katz: "El significado de estos hallazgos se debate acaloradamente, pero ha hecho que algunos académicos lleguen a la conclusión de que el hombre existe en América desde hace 35000 a 55000 años. Muchos creen que hallazgos posteriores demostrarán que existió ahí desde mucho antes". (Véase Katz, op.cit., p.12.) (20) Castaneda, El fuego..., op.cit., p.4.

49

(21) Las palabras tonal y nagual tienen claras raíces nahuas. Los mayas utilizaban way o way para expresar un concepto similar a una de las acepciones de la palabra nagual que utiliza don Juan. Freidel et al. (op.cit., p.190) refieren: "La noción de humanos poderosos que tenían lazos anímicos especiales con dioses está documentada en el pensamiento maya clásico, con algo más que imágenes [...] [Los académicos] descifraron independientemente un glifo de importancia central que significa way o "espíritu animal compañero". La palabra way como espíritu compañero se deriva de las palabras "dormir" y "soñar". En épocas posteriores, también llegó a significar el acto de transformarse en un espíritu compañero. (22) Castaneda, El arte..., op.cit., pp.59-60. (23) Id., op.cit., p.4. (24) Sahagún, op.cit., p.613. (25) Ibid., p.608 (traducción al inglés de los autores en el original). (26) Sahagún trató con la crema y nata de la academia y la nobleza aztecas. Seguramente sus informantes eran personas ilustradas. (27) Miguel León Portilla. Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares, México, 1961, pp. 21-22. Véase Coe, Mexico, op.cit., bajo "Tula". Sahagún, op.cit., pp.610-611, al explicar los orígenes de los mexicas, refiere: "Ha años sin cuenta que llegaron los primeros pobladores a estas partes de la Nueva España, que es casi otro mundo, y viniendo con navíos por la mar aportaron al puerto que está hacia el norte [...] Y desde aquel puerto comenzaron a caminar por la ribera del mar mirando siempre las sierras nevadas y los volcanes, hasta que llegaron a la provincia de Guatimala [...] Y fueron a poblar en Tamoanchan, donde estuvieron mucho tiempo y nunca dejaron de tener sus sabios o adivinos que se decían amoxoaque, que quiere decir hombres entendidos en las pinturas antiguas [...] pero no se quedaron con los demás en Tamoanchan, porque dejándolos allí se tornaron a embarcar y llevaron consigo, todas las pinturas que habían traído de los ritos y de los oficios mecánicos. Y de estos sabios no qudaron más de cuatro [...] que se decían Oxomoco, Cipactónal, Tlaltetecuin, Xochicauaca. Los cuales , después de idos los demás sabios, entraron en consulta [...] diciendo: Vendrá tiempo cuando haya luz para el regimiento de esta república, más, ¿mientras estuviere ausente nuestro señor dios, qué modo se tendrá para poder regir bien la gente? [...] por lo cual inventaron la Astrología judiciaria y el arte de interpretar los sueños, compusieron la cuenta de los días, y de las noches y de noches y de las horas, y las diferencias de tiempos que se guardó mientras señorearon y gobernaron los señores de los tultecas [...] (28) En Nicholas Saunders, People of the Jaguar , Souvenir Press, Londres, 1989, página 34. (29) Covarrubias, op.cit., pp.79-80, passim 124. (30) La discusión se hace más intrincada porque, al parecer, en lugares muy alejados de la costa del golfo también aparece altamente compleja la tecnología de la talla de relieves y la iconografía. Grove indica que "En Chalcatzingo, y en otros lugares al sur, que presentan tallas de estilo olmeca, la tecnología y la iconografía llegaron a un desarrollo total. No existen antecedentes locales". Posteriormente añade: "Existen algunas diferencias importantes entre el arte monumental de la costa del golfo y el sitio de la frontera, y si los artistas formados en su lugar de origen fueron responsables de los monumentos en la frontera, entonces esto implica que ejecutaban un subestilo específico que se les enseñó en sus centros de la costa del golfo, pero que no se practicaron ahí". (Véase Grove, op.cit., p.109.) Sin embargo, ésta es una de las muchas explicaciones posibles, puesto que, si las fechas de Chalcatzingo se remontan a 1660 a.C. con un margen de variación de unos 90 años (Ibid., p.41), no parece plausible que los exploradores olmecas colonizaran la frontera cuando apenas se habían asentado en el golfo. ¿Podría ser que los olmecas de la costa del golfo y de Chalcatzingo aprendieran su tecnología de una fuente común? (31) Katz, op.cit., p.39. (32) Covarrubias, op.cit., p.100. (33) Katz, op.cit., p.39. (34) La población totonaca de Papantla, Veracruz, tiene una notable similitud con las cabezas colosales, pero su piel es moena y no negra. (35) Kowalewski, Blanton, Feinman, Finstein, Ancient Mesoamerica, Cambridge University Press, 1993, p.63.

50

(36) David Grove, "The Highland Olmec Manifestation", en Mesoamérica Archaeology, Norman Hamond (comp.), Duckworth, Londres, 1974, p.124. (37) David C. Grove escribe: "Algunos de los muc hos objetos y motivos utilizados para identificar lo 'olmeca' (arte descubierto fuera de la costa del golfo) [...] bien podría ser parte de un conjunto común de simbolismos religiosos compartidos por varias sociedades anteriores en la Mesoamérica del sur, hacia el año 1000 a.C.". (Chalcatzingo, Excavations on the Olmec Frontier , Thames and Hudson, Londres, 1984, p.17.) (38) Mircea Eliade, op.cit., p.333. (39) Peter Furt, "Morning Glory and the Mother Goddess at Tepatitlan, Teotihuacan: Iconography and Analysis In Precolumbian Art", en Mesoamerican Archaeology, op.cit., p.191. Michael Coe, en excavaciones en San Lorenzo, descubrió varios huesos de un sapo marino que no es comestible porque su piel es venenosa. Coe especula que la piel, que contiene bufoteína, se utilizaba como alucinógeno. (40) Ibid., p.188. (41) En Coe, Mexico, op.cit., p.60. (42) Miller y Taube, op.cit., p.28. (43) International Herald Tribune, 4 de febrero de 1994. (44) La falta de dinero es también un problema perenne. Otro dilema son los omnipresentes ladrones de tumbas y otros "coleccionistas" de reliquias, cuyas actividades depredatorias hacen preferible no tocar el lugar hasta obtener fondos para una excavación adecuada. (45) Acámbaro es uno de los asombrosos hallazgos arqueológicos que periódicamente perturban la cronología mesoamericana. La palabra "asombroso" ni siquiera puede describir lo que Waldemar Julstrud, un hombre de negocios alemán, descubrió en esa región de Guanajuato, a unos 250 kilómetros al noroeste de la ciudad de México: más de 30 000 objetos de arcilla, piedra, obsidiana y jade. Las estatuillas representan a caucásicos barbados, negros, orientales, y algunas de ellas tienen inscripciones en idioma que no son mesoamericanos. Se encontraron monstruos de todos tipos y formas, así como humanos transformándose en animales. Los análisis con carbono radiactivo realizados por el doctor Froelich Rainey en la Universidad de Pensilvania, y posteriormente confirmados mediante pruebas de termoluminiscencia, muestran fechas aproximadas de 4000 a.C. Otras fechas demuestran que algunos de los objetos eran de manufactura reciente. Es obvio que, cuando los habitantes locales oyeron hablar de un alemán pudiente que compraba antiguallas, corrieron furiosamente a falsificar material. En 1973, luego de 18 años de investigaciones, el profesor de antropología Charles Hapgood, de la Universidad de New Hampshire, escribió un libro titulado Mystery at Acambaro, y en 1969 Earl Stanley Gardner, de fama similar a la del detective de la televisión Perry Mason, también registró su interés en Acámbaro en Host with the Big Hat  (William Morrow and Co., Nueva York, 1969). Las pruebas de laboratorio financiadas por Gardner y otros concluyeron fechas que oscilan entre 4000 y 2500 a.C. Eduardo Noguera, director de Monumentos Prehispánicos del INAH, admitió "la legalidad científica con la que se hallaron estos objetos" (Véase Childress, op.cit., pp.208211.) (46) William Niven era un ingeniero de minas y geólogo que comenzó a hacer excavaciones en México en 1889. Durante las primeras tres décadas de este siglo, en excavaciones que condujo en las afueras de la ciudad de México, encontró miles de figuras y tablillas que el trabajo estratigráfico indicó que tenían varios miles de años. Según Tompkins (op.cit., pp.355-366), "Niven distinguió bajo una capa bien definida de cenizas -el análisis demostró que eran de origen volcánico-, trazas de innumerables edificios de tamaño regular, los restos de una vasta ciudad que apareció uniformemente al mismo nivel, a través de más de cien pozos de arcilla". Niven mostró algunas de sus tablillas al eminente mayista Sylvanus Morley, quien comentó que no se parecían a nada visto antes. Desafortunadamente para Niven, hizo dibujos de las tablillas y los envió a su colega el coronel James Churchward, indudablemente uno de los principales excéntricos de su época. Por consiguiente, la obra de Niven recibió la atención equivocada. (47) Coe, Mexico, op.cit., pp.55-57. (48) Ibid., p.57. (49) El debate relacionado con la edad de Cuicuilco se mantuvo vivo durante varias décadas. Estas fechas aparecen en Childress, op.cit., en el capítulo "Cuicuilco". (50) Castaneda, El fuego..., op.cit., p.6.

51

3.- LOS POLOS DE LA REALIDAD El dualismo y la polaridad son dos conceptos que están a mundos de distancia entre ellos, y, sin embargo, desafortunadamente, con mucha frecuencia los confunden especialmente quienes hacen de la idea una unidad absoluta concebida como la realidad única, un ideal exclusivo, en contraste con el de la multiplicidad, diversidad, diferenciación e individualización, que aparecen como un "desliz" de la realidad absoluta y se les menosprecia como si fueran una mera ilusión La diferencia entre dualismo y polaridad es que el dualismo ve únicamente opuestos irreconciliables y desemboca en evaluaciones cubiertas de prejuicios y decisiones que reducen el mundo a opuestos igualmente irreductibles; la polaridad nace de la unidad e incluye los conceptos de la totalidad: los polos son complementarios entre sí, están indisolublemente involucrados el uno con el otro, como los polos positivo y negativo de un imán, que se implican el uno al otro y no pueden separarse. Lama Anagarika Govinda (1)

En el cuarto libro de Castaneda, Relatos de Poder , don Juan da la "explicación de los brujos". Esta obra fue una piedra angular en la serie, porque descifra la estructura subyacente de las enseñanzas de don Juan. El meollo es la explicación del brujo, e instamos al lector a conocerla. De forma breve y simplista, un ejemplo: el mundo de los objetos y cosas cotidianas, nuestra realidad de todos los días, en pocas palabras, el mundo en que vivimos, se designa tonal: no es más que una demostración sobre la que concuerdan los seres humanos. Existen otros mundos que pueden experimentarse como realidad aparte, y se designan nagual. Estos otros mundos se hallan en el interior de cada uno de nosotros, pero no podemos verlos. La labor y deber supremos del brujo es introducir al aprendiz en el nagual.(2) ¿Qué es entonces el nagual, y cómo se relaciona con el tonal, el otro polo que se utiliza tanto en la presentación de estas enseñanzas? Se da parcialmente en este capítulo, y en parte en el capítulo 7. Decidimos dividirla así porque la "explicación de los brujos" completa requiere el análisis de material que se expone en los capítulos intermedios. Por definición, el nagual es indescriptible. Como veremos, ni las palabras, ni la lógica, ni el raciocinio pueden usarse para definir al nagual. Por ello no tenemos otro recurso que utilizar analogías. El físico Michio Kaku(3) refiere una hermosa historia que ilustra este problema. De niño, sus padres del té en San Francisco. A kaku le fascinaba un estanque lleno de carpas: Uno de los recuerdos más felices de mi niñez, es cuando me inclinaba ante el estanque, hipnotizado por las carpas de brillantes colores que nadaban lentamente bajo los lirios [...]

52

En esos momentos serenos me sentía libre de permitir que mi imaginación divagara; me formulaba preguntas tontas que sólo un niño podía hacer, como por ejemplo, de qué manera verían las carpas el mundo que las rodeaba [...] Ya que vivían toda su vida en ese estanque poco profundo, las carpas pensarían que "universo" consistía en las aguas turbias y los lirios. Puesto que pasaban la mayor parte de su tiempo alimentándose en el fondo, sólo podrían estar vagamente conscientes de la existencia de un mundo ajeno sobre la superficie [...] La naturaleza de mi mundo estaban más allá de su comprensión [...] La carpa y yo pasaríamos nuestras vidas en dos universos distintos, sin que pudiéramos entrar el uno al mundo del otro, y sin embargo separados solamente por la más fina de las barreras, la superficie del agua [...] Una vez imaginé que podría haber carpas "científicas", lo único que sería real es lo que los peces podrían ver o tocar. Un mundo invisible más allá del estanque no tendría ningún sentido científico [...] Imaginé lo que sucedería si sacara a una de las carpas "científicas" del estanque [...] Me pregunté cómo sería percibido esto por el resto de las carpas. Para ellas sería un hecho verdaderamente perturbador. Primero notarían que uno de su s "científicos" desapareció de su universo. Simplemente desapareció, sin dejar rastro. Dondequiera que lo buscaran no habría evidencia de la carpa que se perdió en su universo. Luego, segundos después, al arrojar a la carpa de vuelta al estanque, el "científico" reaparecería abruptamente de la nada. Para las demás carpas esto parecería un milagro [...] Luego de recuperar la compostura, el "científico" les referiría una historia verdaderamente sorprendente.

Castaneda es esta carpa. El nagual es el universo paralelo; y nosotros somos como los demás peces que escuchan, incrédulos, sus relatos. ¿Alguna vez el lector ha sido tocado por lo mágico? ¿Alguna vez ha desenfocado los ojos y visto que un objeto perfectamente ordinario cambia de forma, función o incluso adquiere vida? ¿Alguna vez ha soñado un sonido, sólo para despertarse un instante después con el mismo sonido, que, obviamente, sonó después de soñarlo? ¿Alguna vez ha pasado una tarde apacible en el campo, bajo la sombra de un árbol, y escuchado los sonidos del campo hasta que su mente quede en silencio? ¿Alguna vez se ha sentido tan absorto con las imagenes y sonidos de una sinfonía, al grado de perder la noción del tiempo y el espacio? ¿Alguna vez sintió la sincronicidad de Jung? ¿Alguna vez estuvo seguro de que algo estaba a punto de suceder, o supo con certeza algo sin saber por qué? ¿O tuvo la sensación de que estuvo en un lugar, aunque nunca antes lo citara? ¿Tiene un lugar favorito en casa o en el jardín, donde se siente totalmente a gusto, casi un poco cansado? Si alguna de estas cosas le ocurrió alguna vez, ha sentido un toque del nagual. El nagual es lo milagroso, lo mágico, lo imposible. El nagual puede ser presenciado pero nunca descrito. Repitamos esto: puede presenciarse el nagual, pero no puede describírsele ; puede ser nombrado, pero nunca explicado. El nagual es creativo, misterioso, peligroso, poderoso, benigno, absurdo. El nagual es nuestra herencia, nuestro derecho de nacimiento; es nuestro para reclamarlo y utilizarlo como nos parezca más adecuado. El nagual es lo que soñamos, pero pocas veces obtenemos. El nagual se inicia al nacer y termina con la muerte. En pocas palabras, confrontar y utilizar el nagual es el máximo logro de la brujería tolteca. Actualmente la ciencia investiga, entre otras cosas, dos aspectos específicos del nagual: la sinestesia y los sueños en la lucidez.(4) Los sinestetas son aquellos que utilizan sus sentidos de formas distintas de lo normal. Por ejemplo,

53

"sienten" un olor o "ven" un sonido. La sinestesia es una experiencia común en el nagual; es un vago recuerdo del nagual. La palabra en sí es interesante: se deriva de syn (unión) y esthesis (sensación), que significa un acoplamiento o fusión de los sentidos. La sinestesia ocurre cuando la información relacionada con un sentido está acompañada por la activación de otro sentido. Por ejemplo, citando a sinestetas: Lo primero que me sorprende es el color de la voz de alguien [...] Cuando oigo música o leo música, veo colores [...] Cuando pruebo algo de un sabor intenso, la sensación me recorre el brazo, hasta las yemas de los dedos, y percibo el objeto como si en realidad lo tocara [...] Cuando escucho música, veo las formas de una zona externalizada, aproximadamente a 20 centímetros de mi rostro [...] escucho el repicar de una campana, un pequeño objeto redondo que aparece ante mis ojos, y experimento el sabor del agua salada [...]

Estos ejemplos son las experiencias registradas de individuos perfectamente cuerdos, inteligentes y sanos, cuyas disfunciones sensoriales las estudian actualmente los neurofisiólogos. Los científicos sólo recientemente fueron capaces de estudiar el metabolismo regional y, por consiguiente, la función, en un cerebro humano viviente en tanto que realiza una conducta cognitiva específica. Esta investigación demuestra que esta condición poco común está basada en el cerebro (es perceptual) y no en la mente. En otras palabras, los sinestetas no son así porque aprendieron a utilizar sus sentidos en forma distinta, sino porque sus cerebros funcionan de ese modo. Perciben las cosas de cierta manera, no porque las imaginen, sino porque ciertas células cerebrales tienen la capacidad para hacerlo. Todos tenemos las mismas células cerebrales. Todos tenemos habilidades sinestésicas. El nagual activa estas células. Las investigaciones sobre la sinestesia inevitablemente desembocan en preguntas relacionadas con la percepción humana, una antiquísima tarea para los filósofos, que yace en el centro mismo de las enseñanzas de don Juan. Los científicos que estudian la sinestesia se sorprendieron por la ausencia de experiencias homogéneas que los sinestetas informaron. En un análisis más profundo:(89) La expectativa de homogeneidad en la percepción sinestésica es una presunción que proviene del consenso que las personas tienen acerca de la percepción de los objetos cotidianos. Todos concordamos en que las rosas son rosas y las violetas son azules, que un cuadrado se ve como un cuadrado, y que un plátano sabe a plátano cada vez que lo comemos. Sin embargo, las ilusiones tan comunes en la experiancia cotidiana, que no son obvias obvias, ilustran que la consistencia de la percepción no es absoluta. Una ilusión de este tipo es la percepción de un color constante de objetos con la iluminación variable de la luz diurna. Un objeto visto en la mañana refleja más luz que le mismo objeto por la tarde, cuando debe aparecer rojizo. De este modo, el color atribuido a un objeto es distinto de lo que realmente es.(5)

Todos concordamos en que las rosas son rosas y las violetas son azules, y, sin embargo, este hecho se predica en varias suposiciones una totalidad unificada (de "unicidad", de "no dos", etcétera) en ninguna forma. Para él, la unidad es otro concepto que existe únicamente como concepto del tonal: Sentimos que existe otro lado en cada uno de nosotros. Pero cuando tratamos de localizar ese otro lado, el tonal se apodera de la situación, y como director es muy quisquilloso y celoso.

54

Nos deslumbra con su astucia y nos obliga a destruir el menor indicio de la otra parte de la verdadera pareja, el nagual.(9)

Esto no es sólo una cuestión semántica. En Relatos de poder, don Juan explica que todo lo que podemos sentir, pensar, imaginar, expresar, etcétera, es parte del tonal, en tanto que el nagual es indescriptible, incomprensible, sólo podemos presenciarlo y, por definición, es imposible de explicar. El nagual no debería confundirse con la conciencia, ni con la experiencia trascendental, ni con la intuición, la eternidad o Dios, ni con el yo trascendental, porque la "unicidad", como a veces se reporta, tampoco es el nagual.(10) El nagual es únicamente acción, energía luminosa pura. En palabras de don Juan: El nagual [...] es sólo efecto. El tonal se inicia al nacer y termina con la muerte, pero el nagual nunca termina. El nagual no tiene límites [...] es ahí donde está el poder. Es la única parte de nosotros que puede crear [...] que puede realizar cosas extraordinarias que no parecen posibles, cosas que son impensables para el tonal. Pero lo extraordinario es que el que lo realiza no tiene forma de saber cómo ocurren estas cosas.(11) Aunque la lógica no existe en el nagual, nuestra razón debe satisfacerse. Según don Juan, los seres humanos tienen dos epicentros: uno se llama razón, y el otro, la voluntad. Directamente relacionado con la razón, está un punto llamado el habla, que está unido indirectamente con sentir, soñar y ver. El otro epicentro, la voluntad, está acoplado directamente con sentir, soñar y ver. Don Juan explica el diagrama de esta forma: Un brujo dice, como puedes ver en el diagrama, que un ser humano es primeramente voluntad, porque la voluntad está directamente relacionada con tres puntos: sentir, soñar y ver, luego, un ser humano es razón. Esta es propiamente un centro menor que la voluntad; está relacionada únicamente con el habla.(12)

Podemos ver que la condición humana incluye ambos centros, y que es la misión de nuestro legado la consecución de la totalidad de cada uno de nosotros, lo que da al camino de la hechicería la totalidad de su propósito. El objetivo de la brujería no es la unión mística y contemplativa con la "unicidad"; la idea es reclamar nuestro legado como seres humanos, sin el que nuestra vida es un desperdicio. Nuevamente don Juan: Podemos decir que cada uno de nosotros trae al mundo ocho puntos. Dos de ellos, la razón y el habla, son conocidos para todos. El sentir es siempre vago, pero de algún modo familiar. Pero sólo en el mundo de los brujos se puede reconocer totalmente el soñar, el ver, y la voluntad. Finalmente, en el borde exterior del mundo, pueden encontrarse los otros dos. Los ocho puntos componen la totalidad de cada uno de nosotros.(13)

55

Existe un mundo apoyado por la razón y otro por la voluntad, y el brujo debe introducir al estudiante a ambas posibilidades. Para utilizar su voluntad, el aprendiz debe primero reorganizar su tonal, hallar la unidad en su tonal y comprimir esta unidad en el lado de la razón. Sólo entonces el aprendiz podrá desarrollar su voluntad y actuar desde el nagual. Don Juan explica la misión del maestro: "La mejor explicación para esto es decir que la labor del maestro consiste en limpiar una mitad de la burbuja y reordenar lo demás en la otra mitad". "¿Por qué la mitad derecha?", pregunta Castaneda. "Ese es el lado del tonal", responde don Juan. El maestro siempre se dirige a sí mismo por es e lado y, por otra parte, al presentar a su aprendiz el camino del guerrero, lo fuerza a lo razonable, la sobriedad y la fortaleza de carácter y cuerpo; y al presentarle el otro lado con situaciones inconcebibles pero reales, qu el aprendiz no puede comprender, lo obliga a darse cuenta de que su razón, aunque es un asunto maravilloso, sólol puede cubrir una pequeña zona. Una vez que el guerrero se confronta con esta capacidad de razonarlo todo, saldrá de su camino para defender su razón derrotada, y a este efecto, alegará todo lo que tiene a su alrededor [...] La otra mitad de la burbuja, la que fue despejada, puede entonces reclamarse mediante algo que los brujos llaman voluntad [...] La labor del benefactor es abrir la burbuja en el lado que ha sido despejado. Una vez que se rompe el sello, el guerrero ya no vuelve a ser el mismo. Tiene entonces el mando sobre su totalidad. La mitad de la burbuja es el centro definitivo de la razón, el tonal. La otra mitad es el centro definitivo de la voluntad, el nagual.(14)

Si el nagual es el lado oscuro de la luna, ¿qué es el tonal? El tonal -dice don Juan, parafraseando a Castaneda- es la persona social [...] El tonal es el organizador del mundo. Tal vez la mejor forma de describir su trabajo monumental es decir que sobre sus hombros descansa la labor de poner en orden el caos del mundo. No es descabellado sostener, como lo hacen los brujos, que todo lo que sabemos y hacemos como hombres es obra del tonal [...] El tonal es todo lo que conocoemos, y eso nos incluye no solamente a nosotros, como personas, sin oa la totalidad de nuestro mundo. Puede decirse que le tonal es todo aquello que captura el ojo [...] El tonal es lo que hace al mundo [...] No puede crear o cambiar nada, y sin embargo forma al mundo porque su función es juzgar, atestiguar y evaluar. Yo digo que el tonal forma al mundo porque lo presencia y evalúa según las reglas del tonal [...] El tonal es un creador que en verdad no crea nada [...] Forma las reglas mediante las que comprende al mundo. De este modo, de cierto modo, crea al mundo [...] El tonal es una isla [...] y en esta isla tenemos todo [...] El nagual es la parte de nosotros en la que no hay ninguna descripción [...] El nagual está al servicio del guerrero. Puede presenciarse, pero no puede hablarse de él. El nagual es todo aquello que rodea la isla. El nagual está donde está el poder.(15)

Existe un cuerpo creciente de evidencias científicas que apoyan la suposición de don Juan, de que la mente consciente (el tonal) no comprende ni controla mucho de lo que ocurre dentro o fuera del cerebro. Ciertos experimentos realizados por Benjamín Libet en la Universidad de California son sumamente reveladores. Libet conectó electrodos a sus sujetos, los hizo sentarse junto a un cronómetro y les pidió mover un dedo. Con los electrodos pudo medir la actividad cerebral cuando el sujeto quería que su dedo se moviera, y con el cronómetro pudo asgurar el momento en el que se cerraba la orden, y cuando ocurría el movimiento del dedo. Lo que Libet descubrió fue que 56

en cada instancia, ocurrió una gran actividad cerebral antes de que la mente consciente enviara la orden de doblar el dedo. En cada instancia, las neuronas se disparaban un tercio de segundo antes de que ellos (los sujetos) estuvieran siquiera conscientes de su deseo de actuar. Se conserva la ilusión del control consciente porque otro mecanismo en el cerebro retarda la sensación del movimiento del dedo, de forma que la mente consciente sigue pensando que fue la primera en decretar la acción, y luego siguió el acto de los músculos. En realidad, en el momento en que la mente ordena al dedo doblarse, el impulso ya ha sido enviado.(16)

Así, aun el mundo del centro del habla -el mundo de la actividad consciente y volitiva-, nuestras percepciones están limitadas, nuestras habilidades para describirlas son mediocres y, lo que es peor, quizá en ningún momento controlamos nada. Otros experimentos indican que en alguna parte del cerebro están situados multitudes de módulos o "programas", que actúan de forma más o menos independiente, y que el propósito de la mente no es tanto coordinar, sino entender lo que estos módulos ya decidieron hacer con anticipación. La implicación es "que hay un programa en el cerebro responsable de presentar la mente con explicaciones plausibles de los actos, y cuando actúa, por decirlo de algún modo, sin escrúpulos, explicando despreocupadamente aquello de lo que no tiene información". El investigador Michael Gazzinaga llama a este programa el "intérprete".(17) Añade: La capacidad especial de realizar una inferencia acerca de los estados corporales internos y las acciones internas de nosotros mismos y los demás [...] se conoce como "intérprete", el cual es un poderoso sistema que se ubica en el núcleo de la formación de creencias humanas. Sin él tendríamos poca diferencia con los animales.(18)

Claramente, el intérprete es el tonal. El mundo como una descripción, y una descripción más bien limitada y errónea, es lo mejor que puede esperarse de lo que Gazzinaga llama intérprete, y don Juan, la percepción del tonal. En el mundo hay mucho más que su descripción, infinitamente más de lo que generalmente reconocemos. La base de nuestra edicación es un contrato social en el que concordamos en descripciones específicas. Lo que llamamos el mundo o realidad, con frecuencia no es otra cosa que descripciones coincidentes sobre las que todos concordamos. Desde luego, a través de las eras cambian las descripciones sobre las que se acuerda, y esto explica por qué don Juan distingue entre el tonal de un individuo y el tonal de los tiempos, y, sin embargo, en cada caso el asunto sigue siendo el mismo. Castaneda explica: Lo que llamamos realidad es sólo una forma de ver al mundo, una forma que está apoyada por el consenso social [...] He llegado a comprender la brujería en términos de la noción de glosas de Talcott Parson. Una glosa es un sistema total de percepción y lenguaje. Por ejemplo, esta habitación es una glosa. Hemos agrupado una serie de percepciones aisladas -el piso, el techo, las ventanas, las lámparas, la alfombra, etcétera- para hacer una sola totalidad. Pero se nos tuvo que enseñar a unir el mundo de este modo. Un niño reconoce al mundo con pocas percepciones, hasta que se le enseña a ver las cosas de forma que correspondan con la descripción en la que todo concuerda. El mundo es un acuerdo.(19)

57

Don Juan piensa que los humanos nacemos con dos anillos de poder. Uno es el centro de la razón (y su compañero el centro del habla) y el otro es la voluntad. En lugar de utilizar la razón y la voluntad juntas, sostenemos al mundo utilizando sólo la razón y el habla, que juntas forman y sostienen lo que llamamos la realidad. Don Juan continúa: Así, en esencia, el mundo que tu razón quiere sostener es el mundo creado por una descripción y sus reglas dogmáticas e inviolables, que el [centro] de la razón aprende a aceptar y defender [...] [pero] el secreto de los seres luminosos es que tienen otro anillo de poder que nunca se utiliza: la voluntad. El truco del brujo es el mismo truco del hombre común. Ambos sostienen una descripción: uno, el hombre medio, lo sostiene con su razón; el otro, el brujo, lo sostiene con su voluntad. Ambas descripciones tienen sus reglas y las reglas son perceptibles, pero la ventaja del brujo es que la voluntad es más amplia que la razón.(20)

¿Cuál es la explicación del brujo? Según don Juan: El nagual es lo inenarrable. Todas las sensac iones posibles y seres flotan en él como barcas, pacíficamente, inalterables, por siempre. Entonces, el pegamento de la vida los une entre sí [...] Cuando el pegamento de la vida une estas sensaciones entre sí, se crea un ser, un ser que pierde el sentido de su verdadera naturaleza y se ciega por el clamor de la zona donde las cosas se mueven, el tonal. El tonal es donde existe toda la organización unificada [...] Te dije una vez que el tonal se inicia al nacer y termina con la muerte, te lo dije porque sé que tan pronto como la fuerza de la vida sale del cuerpo, toda esa conciencia única se desintegra y vuelve al lugar de donde proviene, el nagual [...] (21) Lo que un guerrero hace al viajar a lo desconocido es muy similar a morir, excepto que su cúmulo de sentimientos no se desintegra, sino que se expande un poco, sin perder su unión. A la muerte, sin embargo, esos sentimientos se hunden profundamente y se mueven en forma independiente como si nunca hubieran sido una unidad. No hay forma de referirse a lo desconocido. Sólo puede presenciarse. La explicación del brujo dice que cada uno de nosotros tiene un centro desde el que puede aventurarse en el nagual y permitir que su cúmulo de sentimientos se ordene y reordene en todas las formas posibles. Ya te dije antes que la expresión del nagual es una cuestión personal [...] La forma humana o sentir humano es lo único original, quizá es la forma más agradable para nosotros; sin embargo, hay un número interminable de formas alternativas que el cúmulo puede adoptar.(22)

Prosigue: Te he dicho antes que un brujo puede adoptar cualquier forma que desee [...] Un brujo que tiene la posesión de la totalidad de sí mismo, puede dirigir las partes de este cúmulo para unirse en cualquier forma concebible [...] Llamé a este cúmulo la burbuja de la percepción. También te dije que está sellada, cerrada herméticamente, y que nunca se abre sino hasta el momento de nuestra muerte. Sin embargo, puede volverse a abrir. Los brujos aprendieron ese secreto, y aunque no todos ellos llegan a la totalidad de sí mismos, saben que esto es posible. Saben que la burbuja se abre únicamente cuando se sumergen en el nagual. (23)

--------------------------------------------------------------CITAS: (1) En Martin Schonberger, The I Ching and the Genetic Code , Aurora Press, Santa Fe, 1992, 1992, p.22. (2) Los términos tonal/nagual, que don Juan utiliza para describir los puntos esenciales de su filosofía, son de clara raíz náhuatl. Tonal se deriva del sustantivo tonalli, que significa "día", "destino";

58

tonalli se forma del verbo tona,

que significa "irradiar". De acuerdo con Sahagún, el tonal de un infante viene de Omeyocan ("el lugar de la dualidad"). Nagual viene de naualli, que se refiere a un ser humano capaz de adquirir forma animal, o el "espíritu compañero" de un brujo. Es posible que don Juan utilice tonal para designar "la claridad", es decir, aquello que es accesible mediante la razón, y nagual para designar la "oscuridad", que no es accesible a través de ella. (3) Michio Kaku, Hyperspace, Oxford University Press, Oxford, 1994, pp.3-11. (4) Para una buena descripción de los problemas de Castaneda con la percepción sensorial, veáse El don del Aguila, op.cit., p.217. También Una realidad..., op.cit., p.231. (5) Todas las citas sobre sinestesia provienen de Richard E. Cytowic, "Green Symphonies and Yellow Voices; The Joined Senses of Synaesthesia", en Libro Anual de la Enciclopedia Británica, 1988, pp. 218-227. (6) Castaneda, Tales of Power, Penguin, Londres, 1976, p. 244. [Edición en español: Relatos de Poder, Fondo de Cultura Económica, México, 1976, 387 pp.] (7) Ibid., pp. 126-127. (8) En The Way of Zen, Alan Watts escribe: "Por consiguiente, la labor de la educación es hacer que los niños sean adaptados para vivir en una sociedad, persuadiéndola a aprender y aceptar sus códigos, las reglas y convenciones de la comunicación mediante la que la sociedad se sostiene a sí misma". (9) Castaneda, Relatos..., op. cit., p.126. (10) En una entrevista con la revista Más Allá (enero de 1995), se plantea a Castaneda: "Usted describe la 'segunda atención' [el nagual] como un mundo feroz lleno de peligros y horrores, un mundo que no tiene nada de común con el plácido y sereno reino descrito por otras tradiciones. ¿Por qué esta diferencia?. Castaneda responde: "La segunda atención está ciertamente llena de peligros y traiciones, que no son otra cosa que lo que hay en nuestra existencia cotidiana. La segunda atención no tiene nada que ver con un universo plácido y sereno. Don Juan explicó estas diferencias diciendo que el mundo de los bruos está vivo, es concreto y es real, y uno puede entrar totalmente. Dijo que el mundo del misticismo es quel que está producido por algunos aspectos de lo desconocido, un mundo muerto e imaginario que tiene que ver con la realidad de la lucha, en el mundo real, con el cambio interminable en un mundo que está vivo". (11) Ibid., p.138. (12) Ibid., pp. 95-96. (13) Ibid., p. 96. Hay más de una semejanza con el Kundalini Yoga, aun si la localización y el propósito de los chakras no son los mismos que los puntos de don Juan. El profesor de antropología Michael Harner cree que el yoga es un "apéndice del chamanismo". Véase el capítulo "The Ancient Wisdom" en Shirley Nicholson (comp.), Shamanic Cultures, Theosophical Publishing House, Londres, 1987, pp. 13-14. (14) Ibid, pp.245-246. (15) Ibid., varias páginas de Relatos de poder. (16) Timothy Ferris, The Mind Sky, Bantam Books, Nueva York, pp. 74-75. (17) Ibid., p.79 (18) Michael Gazzinaga, Nature's Mind, Penguin, Londres, 1992, p.113. Don Juan explica: "Hablando en general, hay dos lados en cada tonal. Una es la parte exterior, el borde la superficie de la isla. Esta es la parte relacionada con la acción y los actos, el lado áspero. La otra parte de la decisión y el juicio, el tonal interno, más suave, delicado y complejo [...] El tonal adecuado es aquel en donde los dos niveles están en perfecta armonía y equilibrio. (19) En Noel, op.cit., pp.78-79. (20) Castaneda, Relatos..., op.cit., p.98.

4.- LAS ENSEÑANZAS PARA EL TONAL

59

Todas las cosas no son más que un camino entre cantidades de caminos y debes tener siempre en mente que un camino es sólo eso, un camino; si sientes que no debes seguirlo, no debes quedarte en él bajo ninguna condición. Para tener esta claridad debes llevar una vida disciplinada. Sólo entonces sabrás que un camino no es más que un camino, y que no existe afrenta para uno mismo o para otros al desecharlo, si eso es lo que tu corazón te dice que es lo que debes hacer. Pero tu decisión de mantenerte en el camino o dejarlo debe estar libre de temor o de ambición. Te diré: examina cada camino estrecha y deliberadamente; hazlo cuantas veces creas que es necesario. Luego pregúntate a ti mismo, hazte a ti mismo, y únicamente a tí mismo, una pregunta. Esta pregunta es una que sólo un hombre muy viejo formula. Mi benefactor me la dijo cuando yo era muy joven, y mi sangre era demasiado vigorosa para que la comprendiera: ¿tiene este camino un corazón? El nagual Juan Matus(1)

Estas exquisitas palabras escuchó Castaneda al principio mismo de su iniciación. Cada frase define la naturaleza de las enseñanzas que se deben seguir. La habilidad de reconocer y elegir un camino con corazón es el resultado de la formación de don Juan. Todos los caminos son iguales porque no conducen a ninguna parte, son como los viejos senderos hechos en las colinas por aquellos que deambularon por ellos. Como dijo Antonio Machado: Caminante, son tus huellas el camino y nada más. Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar... Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar.

Pero la ruta que se sigue es de importancia vital. Nuevamente don Juan: Si el sendero tiene un corazón, el sendero es bueno; si no lo tiene, es completamente inútil. Ninguno de los caminos conduce a alguna parte, pero uno tiene un corazón y el otro no. Uno conduce a un viaje felíz; en tanto que lo sigas, te haces uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte; el otro te debilita.(2) Existen dos tipos de enseñanzas en el camino del "conocimiento": aquellas para neustro yo consciente y pensante (el tonal), y aquellas que se refieren al lado misterioso del hombre (el nagual). Aunque hay un cierto traslapamiento entre ellas, la clasificación general de las "enseñanzas para el tonal" y las "enseñanzas para el nagual" es una introducción útil a la filosofía de don Juan. Como veremos, las enseñanzas para el tonal están condicionadas por las necesidades del nagual, y visceversa. Sin embargo, cada una funciona por sí misma, porque aun si el aprendiz nunca llega al nagual, las enseñanzas para el tonal mejorarán su forma de vivir. 60

Las instrucciones para el tonal buscan moldear la personalidad y cambiar radicalmente la forma en que actuamos en la vida. Para este efecto, don Juan enseña el "borrar la historia personal", romper las rutinas de la vida", "perder la autoimportancia", "desatino controlado" y "utilizar a la muerte como consejera", entre otros procedimientos. Su propósito es definir lo superfluo de nuestra vida, descartar lo insignificante y reorganizar lo que queda (lo que don Juan llama el "inventario estratégico") de una forma que sea útil para las labores de la brujería. La tarea de la hechicería es familiarizarnos con el nagual, con el lado mágico de la vida. Lo mágico es nuestro derecho de nacimiento, nacimos con ello. Pero el crecer nos hace olvidar lo que esto significa Crecer necesariamente implica aprender una descripción del mundo martillada en nuestras cabezas por nuestros padres, maestros, amigos, y así sucesivamente. Una vez que aprendemos a estar de acuerdo con la descripción, se dice de nosotros que "hemos madurado". Pero esta descripción es incompleta porque le falta el nagual; nos despoja de nuestro lado misterioso. Jung observó que nuestras personalidades desarrollan la maduración de la función del pensamiento a expensas de lo mágico: aumentar lo primero necesariamente hace que lo último sea indeterminado. Don Juan cree que la razón, aunque esencial en su momento y lugar adecuados, se convirtió en una puta mezquina y dictatorial porque su misma existencia se ve amenazada por lo misterioso. La razón no comprende lo mágico, y por consiguiente le teme. Seguir una vida que se basa únicamente en la razón es, en el mejor de los casos, sólo la mitad de la vida, y en el peor, un cúmulo de eventos sin significado que sólo proporcionan dudosas respuestas a la pregunta de por qué estamos aquí. Debemos reclamar lo mágico, y eso es todo. Pero ¿por qué debemos reclamar nuestro derecho de nacimiento a lo mágico? ¿Cuál es el propósito de toda esta ardua brujería? Don Juan explica que durante nuestra vida activa nunca tenemos la oportunidad de ir más allá del nivel de la mera preocupación, porque desde tiempos inmemoriales la rutina de los asuntos cotidianos nos marea. Sólo cuando nuestras vidas están a punto de acabar, nuestra preocupación hereditaria con la fe comienza a cobrar un carácter distinto. Nos hace ver a través de la niebla de los asuntos cotidianos. Desafortunadamente, este despertar siempre viene junto con la pérdida de la energía causada por la edad, cuando ya no tenemos más fuerza para volcar nuestras preocupaciones a un descubrimiento pragmático y positivo. En este punto, todo lo que queda es un enojo amorfo y penetrante, una necesidad de algo indescriptible, y un enojo simple por habérnoslo perdido.(3) Las enseñanzas de don Juan para el tonal no obligan a nadie a convertirse en un ermitaño ni a abandonar la búsqueda de lo que puede ofrecer la vida. Por el contrario, el objetivo último de esta filosofía es tratar con los aspectos materiales y milagrosos del vivir con ecuanimidad, o como don Juan lo describe: "Libre de temor y ambiciones". Esto puede hacerse. Todo es cuestión de cómo se captan las cosas. Sogyal Rimpoche nos da un hermoso ejemplo: sostengan una moneda en la mano con la palma hacia el suelo. Si se relaja la mano y se abre, perderá todo aquello a lo que se aferra, que es lo que nos impele a hacer fuerza en el puño. Pero si se repite el ejercicio con la palma hacia arriba, puede soltarse el puño y conservar la moneda. Es simple, ¿verdad?(4) 61

Para instruir a su aprendiz, un brujo considera las necesidades del ego y los requisitos de lo mágico. Lo mágico obliga al aprendiz a no dar uso excesivo a su intelecto, a no buscar explicaciones, especialmente explicaciones convenientes. Sobrevivir a un encuentro con el nagual requiere de un ego sólido, uno en el que todas las características inútiles de la personalidad se hayan desechado y sólo se conserve lo vital. Definir lo crucial y lo no crucial es el propósito de las enseñanzas para el tonal. La elección entre lo que se conserva y lo que se descarta debe ser totalmente consciente. Antes de tomar la decisión final, es preciso que el aprendiz comprenda que la elección final tendrá poco que ver con sus deseos y ensoñaciones. Existen reglas que deben seguirse, y sólo cuando el aprendiz comienza a ver la necesidad de disminuir su intelecto, puede iniciarse la selección. Ahora bien, ¿cómo podemos reducir nuestro intelecto? ¿Cómo podemos saber con seguridad que un camino tiene corazón? Para este momento la voz de la conciencia  es más tenue que antes, y contaminada por innumerables "si" y "pero". ¿Intuición? Sí. ¿Pero cómo podemos tener la certeza de que siguiéndola procedemos en la forma correcta? De cualquier modo, ¿cómo podemos oír la voz de la intuición, si estamos enredados en una plática interminable con nosotros mismos? ¿Cómo podemos distinguir entre los balbuceos y la voz? ¿Existe un mecanismo infalible que permitirá a nuestra intuición hablar fuerte y claro, y resonar a un tono más elevado que nuestra plática interna? La respuesta es sí, y el método es "perder la importancia propia". Perder la importancia propio es un proceso por el que el tonal se desmantela, se descarta lo innecesario, y lo que queda se reorganiza de una forma útil para su encuentro con el nagual. La práctica absoluta, final, indispensable, sine qua non y básica en el camino del conocimiento es perder la importancia propia. Sin ella el aprendiz tiena una oportunidad de llegar a la totalidad de sí mismo. Pero mientras exista la importancia propia, en todas sus versiones (autocompasión, enojo, orgullo, vanidad, indulgencia, etcétera), es un tema recurrente en cada uno de los libros de Castaneda, sin excepción. Es imposible sobreactuar la gravedad y relevancia de esta cuestión. De hecho, la falta de importancia propia es lo que diferencia a los "nuevos videntes" de los "antiguos toltecas". Limpiar el tonal requiere desgastar los defectos y limitaciones superfluos de nuestro intelecto hasta que desaparezcan. La totalidad de la estrategia de un brujo requiere un ataque directo e implacable contra el intelecto del alumno. Como dijo don Juan: Te tomas a ti mismo demasiado en serio. Eres demasiado importante en tu propia mente. Esto debe cambiarse. Eres tan jodidamente importante, que justificas enojarte con todo. Eres tan  jodidamente importante, que puedes darte el lujo de irte si no te sales con la tuya. Supongo que crees que eso demuestra que tienes carácter. ¡Estupideces! Eres débil y soberbio.(5)

De relevancia crítica en la comprensión de los problemas es perder la importancia propia, es la noción de que no tenemos una personalidad única y unificada, y que dentro de cada uno de nosotros hay varias personas, todas ellas buscando el control y emergiendo de forma más o menos aleatoria. Estas personalidades distintas dentro de cada uno de nosotros deben ser reconocidas y definidas, porque de otra forma no pueden hacerse muchos avances.

62

Lewis Thomas, en uno de sus sobresalientes ensayos,(6) comparó el problema de los pacientes con personalidad múltiple con la evolución lógica de la personalidad. El paciente en cuestión parecía tener tres o cuatro personalidades distintas que coexistían dentro de su cuerpo, y todas parecían surgir al azar. Thomas afirmó que, en tanto que estas personalidades surgieran en una secuencia predecible, no habría ningún problema, de hecho, esto sería benéfico. Por ejemplo, el alumno de escuela Lewis Thomas era un individuo menos evolucionado que el estudiante de medicina Thomas, quien a su vez era distinto del doctor Thomas, y así sucesivamente. Desafortunadamente, esto es sólo parte del problema. La cuestión no formulada es que cada una de estas fases contiene una multiplicidad de fulanos y zutanos, cada uno de ellos actuando y expresándose como si fueran la totalidad del invididuo. En este sentido, de acuerdo con algunos datos psicológicos, el neurólogo Michael Gazzinaga escribe lo siguiente: Si nuestros yos conscientes estuvieran perfectamente unificados, tendríamos una justificación para concluir que el cerebro, a pesar de la disparidad de sus partes, es en realidad un sistema totalmente unificado [...] [pero existe] evidencia de una multiplicidad subyascente que asoma tras bambalinas, y lo que revela es que cada uno de nosotros, como el ancho universo, está hecho de varias entidades distintas.(7)

Gurdjieff, décadas antes que Gazzinaga, formuló esta cuestión de forma extremadamente clara: Uno de los errores más importantes del hombre, que debe tenerse presente, es la ilusión relacionada con el yo. El hombre no tiene un yo permanente e inmutable. Cada pensamiento, cada estado de ánimo, cada sensación, dice yo, y en cada caso todo mundo parece estar seguro de que este yo pertenece a la totalidad, al hombre íntegro, y que un pensamiento, un deseo, una aversión, es expresada por esta Totalidad. En un hecho real no existe fundamento alguno para esta suposición. Todo pensamiento y deseo del hombre aparece y vive de forma separada e independiente de la Totalidad. Y ella nunca se expresa a sí misma, por la simple razón de que existe, como tal, sólo físicamente como una cosa, y en lo abstracto como un concepto. El hombre no tiene un yo individual. Pero hay en su lugar cientos y miles de pequeños yos separados, con mucha frecuencia completamente desconocidos el uno para el otro, nunca entran en contacto, o por el contrario, son hostiles el uno al otro, mutuamente excluyentes e incompatibles. Cada minuto, cada momento, el hombre dice o piensa en términos de yo. Y en cada momento este yo es distinto. Mientras que antes era sólo un pensamiento, ahora es un deseo, ahora una sensación, ahora otro pensamiento, y así sucesiva e interminablemente. El hombre es una pluralidad. El nombre del hombre es legión. La alternación de los yos, con su lucha continua y obvia por la supremacía, está controlada por influencias externas. El calor, la luz del sol, el buen clima, inmediatamente llaman a todo un grupo de yos. El frío, la niebla, la lluvia, llaman a otro grupo de yos, otras asociaciones, otras sensaciones, otros actos. No hay nada en el hombre que pueda controlar este cambio de yos, especialmente porque no los nota ni los conoce siempre vive en el último yo.(8)

Recientemente Gazzinaga validó los pensamientos de Gurdjieff: "El fuerte sentir subjetivo que todos tenemos de nosotros mismos, es que somos un agente único, unificado y consciente que controla los hechos de la vida con un propósito integrado y singular [...] y, sin embargo, esto no es verdad". Como señala Timothy Ferris, los análisis de Gazzinaga y de muchos de sus colegas indican que en el 63

cerebro hay muchos "programas" distintos que funcionan de forma más o menos independiente. Gazzinaga cree que puede haber hasta 100 programas -otros dicen que menos-, pero ningún investigador neurológico cree que exista sólo uno.(9) Vivir con todas estas individualidades múltiples es un asunto muy perturbador que engendra la autocontemplación y el tipo equivocado de análisis del yo. Nos vemos impelidos a descubrir razones para una acción particular, pero perdemos el tiempo en explicaciones psicológicas (freudianas, conductistas, etcétera), cuando en vez de eso deberíamos comprender que la estupidez en cuestión sucedió porque un fulano o un zutano estaba a cargo de las cosas en ese momento en particular. Del mismo modo en que se ve el bosque a partir de los árboles, perder la importancia propia permite que ocurra este reajuste interno. Además, el tipo equivocado de autoanálisis nos aísla del mundo de una forma sumamente perniciosa. Don Juan lo explica: "En tanto que sientas que eres la cosa más importante del mundo, no puedes apreciar realmente el mundo que te rodea, y todo lo que te des es a ti mismo separado de lo demás".(10) Se debe dejar de buscar pretextos o racionalizaciones que nos hagan aferrarnos a la idea de que tenemos una individualidad permanente. No siempre sabemos lo que estamos haciendo, pensando o diciendo; no siempre estamos al control de nosotros mismos. No es que nuestros pensamientos, sentimientos, temores, esperanzas decepciones y todo lo demás no sean reales, como algunos nos hacen creer. Son ciertamente muy reales. De hecho, a veces, nuestro mundo interno es mucho más sustancial que el mundo que se nos revela mediante los sentidos. Sin embargo, la cuestión no es de un grado relativo de realidad, sino de necesidad. ¿Realmente necesitamos este equipaje inútil y corrosivo de sensaciones transitorias? Y ciertamente son transitorias. En realidad no pertenecen a la totalidad, sino que simplemente son el producto secundario de los diversos fulanos y zutanos que viven dentro de cada uno de nosotros. Son contaminación, excrementos que no desechamos. Nuevamente don Juan: "Un aprendiz es aquel que aspira a aclarar y revivir su nexo con el espíritu [...] para ello, tiene que renunciar a su individualidad. Esa es la parte difícil".(11) Maurice Nichols observa: "Si un hombre se considera a sí mismo uno, no puede desarrollarse en su interior ninguna lucha. Si no se desarrolla ninguna lucha [...] no puede cambiar".(12) La lucha es una batalla para controlar la reacción de fulano o zutano antes de que ella ocurra. El camino a seguir es la autoobservación. El truco es observar el estado de ánimo de cada uno de ellos. Uno está eno jado... ¿Quién está enojado? Uno está triste... ¿Quién está triste? Uno es confiado... ¿Quién se siente confiado? Debemos sorprendernos a nosotros mismos al actuar diversos papales, detenernos, y preguntar: "¿Quién?" Y así, poco a poco, sin apurarnos y tampoco detenernos, debemos desafiar continuamente la necesidad de los diversos disfraces. Eventualmente, todos los elementos de plática de nuestro tonal, que han sido hiperactivos, se harán pasivos; y aquello que fue pasivo, nuestro nexo con el nagual, se hará activo y madurará. Existe una razón muy sutil para perder la importancia propia, y tiene poco que ver con hacernos personas más amigables o sociables. La brujería implica dividir a una persona de tal forma que un lado del aprendiz permanece en el suelo y en contacto con el mundo cotidiano, en tanto que a la otra mitad se le presenta 64

la posibilidad de realidades diferentes. Una persona llena de sí misma, plagada de la importancia propia, y con individualidades múltiples que surgen en cualquier momento, simplemente no sobreviviría un momento con el nagual. Escaparía una o dos veces, pero la brujería implica encuentros múltiples con los otros mundos, así como la habilidad de actuar dentro de sus contextos. Fortalecer al aprendiz para el encuentro con el nagual es literalmente una cuestión de vida o muerte, o por lo menos de cordura contra demencia. El brujo reagrupa todos los elementos del tonal del aprendiz en un lado de la burbuja y perfora el lado que se limpió de todos los defectos innecesarios creados por la importancia propia. Luego nuestra razón puede ser entrenada para dejarnos en paz (al principio sólo un instante), permitiendo que el aprendiz entre en contacto con el nagual. Para ensamblar todos los elementos necesarios de la personalidad en un lado, el brujo enseña al individuo a crear dentro de sí mismo una línea imaginaria tras la que no se permite existir a ninguna parte de su intelecto. John Fowles hace una aseveración pertinente: Heráclito concebía al ser humano dividido en una élite moral e intelectual ( el aristoi), y una masa no pensante y que se conformaba (el pollo). La cuestión central es que la línea que divide a los pocos de los muchos debe pasar por cada individuo, y no entre individuos o entre clases de individuos.(13) El hecho de que se nazca con inteligencia y en un medio de altos recursos socioeconómicos, y por ello con un mejor acceso a las oportunidades, no incrementará de modo alguno la oportunidad de convertirse en un hombre de conocimiento. Don Juan es muy específico al respecto: "Todos los hombres de conocimiento que conozco eran niños como aquellos que viste comer sobras y lamiendo platos".(14) Para un aprendiz, el objetivo crítico es crear esa línea dentro de sí mismo, sin la que su acceso al nagual se ve severamente limitado. Don Juan: "La labor de un maestro, en lo que se refiere a la percepción del aprendiz, consiste en reordenar todos los elementos de la isla del tonal en una mitad de la burbuja. Supongo que ahora ya notaste que limpiar y reordenar la isla del tonal significa reagrupar todos los elementos en el lado de la razón".(15) La idea central no es controlar todos los elementos innecesarios de nuestros múltiples yos sino descartar lo superfluo y reordenar lo que queda para que la razón pueda regularlo sin ningún esfuerzo. No se pierden los sentimientos de eno jo, de autocompasión u otros de naturaleza análoga. Lo que se pierde es la importancia que les adjudicamos e, inevitablemente, la frecuencia con la que se presentan. La desaparición gradual de los yos múltiples es razonablemente simple de observar: purificar el tonal engendra confianza en nosotros mismos, pero no aquella del hombre promedio, sino la humildad de un guerrero. Don Juan explica: El hombre común busca la certidumbre ante los ojos de quien lo mira, y a eso le llama confianza en sí mismo. El guerrero busca la impec abilidad ante sus propios ojos, y a esto le llama humildad. El hombre común está atado a sus semejantes, en tanto que el guerrero está atado únicamente a sí mismo [...] La diferencia entre ambos es notable. La confianza en sí mismo implica saber algo con seguridad; la humildad implica ser impecable en nuestros actos y en nuestros sentimientos.(16)

Alguna vez alguien dijo que la filosofía no es tanto un tema como una actividad; no es algo que se estudia, sino algo que se hace. La filosofía de don Juan 65

requiere medidas disparejas de actividad y pensamiento controlados: más del primero, menos del último, con el objetivo final de acabar con la importancia propia. Hay ciertos pasos que deben seguirse, y para este propósito don Juan propone varios ejercicios para ayudar a la destrucción de la importancia propia. Describiremos dos en el presente capítulo, y un tercero en el siguiente. El primero es "borrar la historia personal"; el segundo, "romper las rutinas de la vida". El tercero es "usar la muerte como consejero". La idea central tras todos ellos es hacer un esfuerzo adicional para recortar el tonal. Colin Wilson señala: Caemos en un modo habitual de vida, el cual significa que nuestras actividades cotidianas se hacen tan repetitivas que el "robot" en la mente subconsciente pueda tomarse vacaciones. No hay emergencias súbitas que lo mantengan alerta. De este modo, el mundo interno se convierte en algo tan habitual y predecible como la vida externa. El problema es persuadir al robot de comenzar a fertilizar la conciencia con estallidos de lo nuevo [...] El esfuerzo adicional es importante para romper esto, porque convence al robot de que se trata de un asunto serio. La vida interna de un individuo deja de ser entonces estéril y repetitiva.(17)

Borrar la historia personal y romper las rutinas de la vida sirven para sacar al tonal de su sueño complaciente.(18) Nos obligan a esforzarnos conscientemente para hacer cosas de modo distinto, actuar de formas inesperadas. Los efectos son tanto acumulativos como sorprendentes. Don Juan explica: Algún día entenderás que la historia personal ya no es necesaria, y al igual que el hábito de fumar, simplemente lo dejarás. Debes tener en un principio el deseo de acaba con ello, y luego debes proceder armoniosamente para cortarlo poco a poco. Lo mejor es borrar la historia personal, porque esto te liberará de la carga de los pensamientos de los demás. En este momento, tus amigos o tu familia, o tus socios, saben todo acerca de ti, y por eso saben todo de ti. Saben quién eres y qué haces, y nada puede hacerlos cambiar de opinión en lo que a ti se refiere. Si borras la historia personal, esto terminará, y nadie sabrá si vienes o vas, ni siquiera tú mismo.(19) El hecho de que cada uno sabe -o piensa que sabe- todo acerca de sí mismo no convierte ese conocimiento en historia personal; sólo cuando los otros lo saben, ello es así. ¿No te das cuenta? -continúa don Juan-. Actualmente renuevas tu historia personal diciendo todo lo que haces a tus conocidos, tus parientes y tus amigos. Por otra parte, si no tienes historia personal, no se necesita ninguna explicación; nadie está enojado o desilusionado por tus actos. Sobre todo, nadie te sitúa con sus pensamientos. Una vez que los demás te conocen, eres una cuestión que se da por hecha, y a partir de ese momento no podrás romper el nexo con sus pensamientos. Personalmente, me gusta la libertad definitiva de ser desconocido.(20) Todos nosotros aprendimos a mentir, y la única cosa que faltaba era que no supiéramos por qué lo hacíamos. Ahora lo sabes. Cuando alguien no tiene historia personal, nada de lo que se dice puede considerarse una mentira. El problema con todos nosotros es que tenemos que explicar todo a todos, compulsivamente, y al mismo tiempo queremos mantener la frescura y la novedad de lo que hacemos. Y bien, puesto que nadie puede emocionarse luego de explicar todo a todos, mentimos para que esto siga. De hoy en adelante, debes mostrarle a la gente sólo lo que tú quieres mostrarles, pero sin decirles exactamente cómo lo hiciste.(21) Poco a poco debes crear una niebla a tu alrededor; debes borrar todo lo que te rodea hasta que nada pueda ser dado por hecho, hasta que ya nada sea seguro ni real. Tu problema es que ahora eres demasiado real. Tus dificultades son demasiado reales; tus estados de ánimo son demasiado reales; tus deseos son demasiado reales. No des las cosas por hechas. Como ves, tenemos sólo dos alternativas: o damos todo por hecho y como real, o no lo hacemos. Si seguimos lo primero, terminamos aburridos a muerte con nosotros mismos y con el mundo. Si seguimos lo segundo y borramos la historia personal, creamos una niebla alrededor nuestro, un estado muy emocionante y misterioso en el que nadie sabe dónde saldrá el conejo, ni siquiera nosotros mismos. 66

Sobre todo, cuando nada es seguro permanecemos alerta, eternamente dispuestos a saltar. Es más emocionante no saber en qué matorral se esconde el conejo, que comportarnos como si supiéramos todo.(22)

Los cazadores y guerreros también deben intentar "romper las rutinas de la vida", y ésta es la segunda de las tres técnicas para limpiar el tonal. Para Castaneda, esta lección se inicia indirectamente, cuando don Juan le pide que encuentre un lugar para descansar. Luego, cuando ambos salen de caza, don Juan, al mediodía, emite un poderoso sonido semejante a la sirena de una fábrica. Minutos después repite el sonido y dice que se terminó el almuerzo. Posteriormente lo emite de nuevo y dice que ya es tiempo de irse a casa. Castaneda, asombrado por ese comportamiento, pide explicaciones; don Juan responde que las rutinas lo estaban volviendo loco. Le enseña a Castaneda los secretos de la cacería en el desierto, y éste convertía el proceso en una rutina. Todo lo que haces es una rutina -dijo don Juan-. No hay nada que yo convierta en rutina [...] Estás listo para hacer de la cacería una rutina. Ahora impusiste un ritmo al cazar; hablas en ciertos momentos, comes en ciertos momentos, y te duermes en ciertos momentos [...] Hay algo que un buen cazador conoce muy bien: la rutina de su presa.(23)

La lección es sólo marginalmente acerca de la cacería. Las instrucción en realidad se relaciona con la cuestión de sorprendernos a nosotros mismos, de permitir que emerja un tonal limpio del caos de los yos múltiples. En palabras de don Juan. primero te enseñé cómo hacer y poner tus trampas, y luego las rutinas de la presa que deseas cazar. Estas son las formas externas de la caza. Ahora tengo que enseñarte la parte final, y que con mucho es la más difícil. Tal vez pasen años antes de que puedas decir que la entendiste y que eres realmente un cazador [...] ser un cazador no es simplemente atrapar presas. Un cazador que vale la pena no atrapa presass porque pone sus trampas, o porque conoce las rutinas de su presa, sino por que él mismo no tiene rutina alguna.(24)

Un cazador que no tiene rutinas es ciertamente difícil de predecir. Constantemente sorprende a los demás, y está constantemente sorprendido, y, por consiguiente, es poco probable que se convierta en la presa de otros. Como te dije antes -continúa don Juan, a mis ojos te comportas como mi presa [...] todos nosotros nos comportamos como las presas que seguimos. Eso, desde luego, también nos convierte en presas de alguien más. Ahora, la preocupación de un cazador que sabe todo esto es dejar de ser él mismo una presa.(25)

Nuestros hábitos y rutinas nos esclavizan. Invariablemente les permitimos dominarnos. Caemos en ellos porque son territorio familiar. Tenemos una relación cuasifatalista con nuestros hábitos y rutinas. Quizá hablamos mucho de la noción de libertad, pero estamos bajo el yugo de las rutinas. En los caminos del conocimiento, las rutinas deben morir. Ahora podemos ver el hilo que une las enseñanzas para el tonal: acabar con la importancia propia es de vital importancia; es el primer paso esencial sobre el que descansa toda la estrategia. Para liberarnos de la importancia propia de-

67

bemos primero reconocer la existencia de los múltiples yos dentro de nuestros cuerpos, y luego observarlos y aislarlos. El proceso de observación producirá una cierta cantidad de sobriedad y autocontrol, implíscita en cualquier procedimiento de escrutinio cuidadoso. Al eliminar los yos innecesarios la compulsión de hablar y explicar disminuye, lo que se refuerza al borrar la historia personal. En este punto empieza a emerger del pantano un tonal limpio y, ayudado por la ruptura de las rutinas, comienza a actuar de forma sorprendentemente distinta. Entonces, y sólo entonces, puede continuar la instrucción. Se muestra al alumno que la impecabilidad es el catalizador que define el inventor, y es estratégico para este viaje por el camino menos recorrido. Viajar por este camino es para toda la vida. La mochila debe ser ligera y funcional. Asimov recomendaba no permitir nunca que nuestro sentido de la moral nos evitara hacer lo que es correcto. El comportamiento impecable es la única opción para los guerreros toltecas. Un guerrero impecable no es el chevallier sans tache et sans reproche  [caballero sin tacha y sin reproche] de las novelas. Para un guerrero, la impecabilidad significa ser avaro con la energía. Puntualiza don Juan: Los guerreros combaten la importancia propia como cuestión de estrategia y no de principio. Tu error es entender lo que digo en términos de moral [...] la impecabilidad no es otra cosa que el uso adecuado de la energía. Lo que yo digo que no tiene nada que ver con la moral. Ahorré energía y eso me hace impecable [...] los guerreros tienen inventarios estratégicos. Hacen una lista de todo lo que hacen. Luego deciden cuál de estas cosas puede modificarse para permitirles un respiro, en términos de expandir su energía. En el inventario estratégico de los guerreros, la importancia propia figura como la actividad que consume la mayor cantidad de energía y, por consiguiente, hacen tantos esfuerzos por erradicarla [...] una de las primeras preocupaciones de un guerrero es liberar esa energía para enfrentar lo desconocido con ella. La acción de recanalizar esa energía es la impecabilidad.(26)

La primera ley de la termodinámica postula cantidades finitas de energía. Como veremos después, ver requiere que captemos la naturaleza energética de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea. Conservar, reagrupar y recanalizar una cantidad limitada de energía es el mayor logro que puede tener un cazador con su tonal. Un guerrero, por otra parte, caza en busca de poder. Como tal es impecable, está en contacto con las fuerzas que guían nuestras vidas. Para el resto de los mortales, que no estamos en contacto con aquellas fuerzas, lo mejor que podemos hacer es buscar la impecabilidad en todos y cada uno de nuestros actos. Castaneda narra una hermosa historia: un día caminaba por las colinas con don Juan, cuando se detuvo para anudarse las agujetas. Pocos segundos después, una enorme roca cayó justo frente a ellos. Don Juan dijo a Castaneda que en ese día en particular, las fuerzas que rigen nuestras vidas le salvaron la vida. Pero otro día podrían hacer que se anudara las agujetas, únicamente para hacer que una roca cayera sobre su cabeza y lo matara. Por consiguiente, mientras que no se conozcan estas fuerzas, la única actividad adecuada para un cazador es anudarse impecablemente las agujetas.(27)

68

En su búsqueda por este gramo extra de energía, los guerreros irán a formas extremas de comportamiento. Una de sus actividades más extrañas es la búsqueda consciente de un "pinche tirano". Los brujos antiguos, al enfrentarse con lo desconocido, se creían capaces de enfrentar cualquier desafío de la vida. Estaban equivocados; es al revés. Don Juan explica: Si pueden arreglárselas para enfrentar a sus propios pinches tiranos, ciertamente tienen que enfrentar lo desconocido con impunidad. La reacción del hombre común es pensar que el orden de esa frase debería ser el inverso [...], pero no es así. Lo que destruyó a los extraordinarios [brujos] de la antigüedad fue esa suposición. Ahora sabemos más cosas. Sabemos que nada puede templar el espíritu de un guerrero como el desafío de tratar con personas imposibles en posiciones de poder. Sólo bajo esas condiciones los guerreros pueden adquirir la sobriedad y serenidad para soportar la presión de lo que no puede conocerse.(28) Los antiguos brujos toltecas fueron derrotados por el tercer enemigo del "conocimiento". Desde el mismo inicio de la instrucción, don Juan dijo a Castaneda que en el camino del conocimiento un aprendiz debe derrotar a sus cuatro enemigos naturales .(29) Dos enemigos, el primero y el último, son inherentes a la condición humana; los otros dos aparecen en el camino del conocimiento. El primero es el miedo, y no sólo a lo desconocido, sino a modificar los mezquinos y cómodos patrones de la vida cotidiana. Una vez que lo conquista, el hombre se queda libre por el resto de su vida. Pero en lugar del miedo, adquirirá claridad, su segundo enemigo. Para derrotar el miedo, el aprendiz debe desafiarlo y seguir por el camino del conocimiento a pesar de su temor y su angustia. El maestro de la claridad requiere un enfoque distinto: los hombres deben dudar de su claridad hasta que entienden que es una cantidad insignificante de su pontencial total. Luego de que la claridad desaparece, el aprendiz se topa con su tercer enemigo, el poder. El poder de actuar en el nagual, de manipular la realidad. Este es el poder que don Juan y sus colegas demostraron con tanta frecuencia; el poder de los siddhis  hindúes, el poder que destruyó a los antiguos brujos toltecas y, finalmente, el poder que los nuevos videntes aspiran a controlar durante toda su vida. Aspirar dutante toda una vida es el uso correcto de las palabras, porque al final de su vida, el brujo se topará con su enemigo último y final: la vejez. Don Juan continúa: Este es el tiempo en que un hombre ya no tiene miedos, ya no tiene claridad impaciente; un tiempo en que todo su poder está controlado, pero también un tiempo en que tiene un deseo incontenible de descansar. Si se rinde por entero a su deseo de acostarse y olvidar, si se arrulla en el cansancio, perderá su última batalla, y su enemigo lo acabará [...] Pero si una persona se sacude su cansancio y vive su destino hasta el final, entonces puede llamarse hombre de conocimiento, aun cuando sea sólo por los breves instantes en que consigue luchar contra su último e invencible enemigo. Esos momentos de claridad, poder y conocimiento son suficientes.(30)

Los nuevos hechiceros, en oposición a la arrogancia del poder que destruyó a los antiguos toltecas, decidieron utilizar a los "pinches tiranos" para cortarle las alas. Cuando don Juan menciona por primera vez el uso que dieron los guerreros a los "pinches tiranos", Castaneda no puede creer lo que oye, y señala: "Los tira69

nos sólo pueden hacer que sus víctimas queden indefensas, o hacerlas tan brutales como son ellos mismos. Le dije que se ha realizado una gran cantidad de estudios sobre el efecto de la tortura física y psicológica en víctimas". "La diferencia -responde don Juan- es algo que acabas de decir. Son víctimas y no guerreros. "Los españoles de la conquista fueron los artícifes involuntarios de la ruptura final de los "nuevos videntes" con la doctrina de los antiguos toltecas. Luego de tratar con los españoles, los nuevos videntes fueron capaces de tratar con cualquier cosa. Ellos son los que tuvieron suerte -prosigue don Juan-, porque en ese entonces había pinches tiranos en todas partes. Después de esos maravillosos años de abundancia las cosas cambiaron mucho. Los pinches tiranos nunca tuvieron ese alcance [...] el ingrediente perfecto para crear un vidente extraordinario, es un pinche tirano con prerrogativas ilimitadas.(31)

La diferencia entre una víctima y un guerrero es que el guerrero se enfrenta al tirano con un plan y con ciertas herramientas que don Juan llama "los atributos de los guerreros". De este modo, un guerrero es "implacable pero encantador, astuto pero agradable, paciente pero activo y dulce pero letal".(22) Un guerrero tiene un plan. Un guerrero espera pacientemente. Un guerero acecha astutamente a su pinche tirano. Un guerrero sabe cuándo ser accesible y cuándo no serlo. Accesible no sólo a los caprichos de sus pinches tiranos, sino al poder mismo. Un guerrero que no tiene rutinas cultiva la habilidad de estar disponible o no disponible en el recodo preciso del camino. En palabras de don Juan: Debes aprender a estar deliberadamente al alcance y fuera del alcance [...] conforme tu vida continúa, estás involuntariamente al alcance en todo momento [...] Tus problemas surgen del hecho de que cuando te escondes, todos saben que te escondes, y cuando no lo haces, que estás disponible para que todo el mundo se te acerque [...] Debes retirarte de en medio de un camino transitado.(33) Elegir cuándo ser accesible y cuándo no es la forma del guerrero de tratar con los problemas cotidianos de su vida. En este sentido, borrar la historia personal, romper la historia personal, romper las rutinas del día, perder la importancia propia y otras técnicas son meros trucos, meras prácticas preliminares para la actividad crítica de ser accesible o inaccesible al poder en el momento y lugar apropiados. Un buen cazador elige cuándo preocuparse, pensar, retardar, actuar, participar, etcétera, pero también elige cuándo no hacerlo. Ser accesible o inaccesible al poder es el secreto definitivo de un gran guerrero. Frente a las incertidumbres de la vida y las ambigüedades del guerrero, si elige actuar lo hará con abandono controlado, con aplomo. Se necesita del ánimo de un guerrero para cualquier acción -dice don Juan-, porque de otra forma nos hacemos deformes y feos. No hay pdoer en una vida que no tiene este ánimo. Mírate a tí mismo. Todo te ofende y te altera. Chillas y te quejas, y sientes que todo el mundo te hace bailar a su son. Eres una hoja a merced del viento. No hay poder en tu vida [...] un guerrero, por otra parte, es un cazador. Calcula todo. Eso es control. Pero una vez que termina de calcular, se deja ir [...] nadie puede empujarlo; nadie puede obligarlo a hacer cosas contra sí mismo o contra su  juicio.(34)

70

------------CITAS: (1) Castaneda, Las enseñanzas..., op.cit., p .106 (2) Ibid,. pp.106-107 (3) Castaneda, El conocimiento..., op.cit., pp.106-107 (4) Soygal Rimpoche, The Tibetan Book of Living and Dying, Harper Collins Publishers, San Francisco, 1992, p.34. (5) Castaneda, Viaje..., op.cit ., p.38. (6) Lewis Thomas, A Long Line of Cells, Collected Esays, Book-of-the-Month Club, Nueva York, 1990. (7) En Ferris, op.cit., p.74. (8) En P.D. Ouspensky, In Search of the Miraculous, Arkana Paperbacks, Londres, 1987, p.59. (9) Ferris, op.cit., p.72. (10) Castaneda, Viaje..., op.cit., pp.39-40. (11) Id., El conocimiento..., op.cit .,p.57. (12) Maurice Nichols, Psychological Commentaries on the Teaching of Gurdjieff and Ouspensky, Shambala, Boston, 1985, vol. 1, p.36. (13) Joh Fowles, The Aristos, Triad Grafton Books, Londres, 1985, p.9. (14) Castaneda, Una realidad..., op.cit., p.28. (15) Id., Relatos..., op.cit ., p.245. (16) Ibid., p.13. (17) Wilson, op.cit., p.503. (18) En un esfuerzo interminable de escapar a lo que Collin Wilson llamara "la trivialidad de lo cotidiano". (19) Castaneda, Viaje...,op.cit., pp.26-34. (20) Ibid., p.29. (21) Ibid., p.32. (22) Ibid., pp.26-34. (23) Ibid., pp.87-94. (24) Ibid., pp.90-91. (25) Ibid., p.91. (26) Castaneda, El fuego..., op.cit ., pp.15-16. (27) Id., The Second..., op.cit., pp.247-248.[Edición en español: El segundo anillo de poder , Emecé, México, 1994.] (28) Id., El fuego..., op.cit ., p.19. (29) Estos cuatro tienen una similitud sumamente interesante con los cuatro "demonios" de la famosa práctica del Chod en el budismo tibetano. Macig Labdron, creador de esta enseñanza, los describe como el demonio que obstaculiza (la creencia en la solidez del mundo externo), el demonio que no obstaculiza (la creencia en la importancia de los pensamientos y las reflexiones), el demonio del orgullo y el demonio del ego o Señor de la Muerte. (30) Castaneda, Las enseñanzas..., op.cit., pp.84-87. (31) Id., El fuego..., op.cit ., 19-20. (32) Id., El conocimiento..., op.cit ., p. 81. (33) Id., Viaje..., op.cit., p.82. (34) Ibid., p.135.

71

5.- LA MUERTE: EL ESLABON Ya fui entregado al poder que gobierna mi destino. No me aferro a nada, y no tengo nada qué defender. No guardo pensamientos, y por eso veré.  A nada temo, y por eso me recuerdo a mí mismo. Indiferente y tranquilo, me dejará el Aguila pasar a la libertad. El brujo Silvio Manuel (1)

Una antigua historia budista zen refiere acerca de un soldado que acude a un maestro de Kendo para pedirle instrucciones sobre el uso de la espada en las artes marciales. El maestro le dice que no necesita más formación porque ya es por sí mismo un maestro. El soldado responde que nunca aprendió tal arte y que sabe muy poco al respecto. El maestro contesta: -¿Es que quieres engañarme? Soy un maestro del mismísimo honorable Shogún, y sé que mi juicio nunca falla. -Siento desafiar su honor -indica el soldado-, pero en realidad no sé nada. -Estoy seguro de que eres maestro de algo, aunque no sé de qué. -Si usted insiste, se lo diré. Hay una sola cosa de la que soy un maestro consumado. Cuando aún era niño, pensé que como samurai no debía en ninguna circunstancia temer a la muerte y me enfrenté al problema de la muerte durante algunos años; finalmente el problema de la muerte dejó de preocuparme. ¿Es eso lo que usted insinúa? -¡Exactamente!, a eso me refiero -respondió el maestro-. [...] los secretos definitivos de la espada también yacen en liberarse del pensamiento de la muerte [...] no necesitas entrenamiento físico, porque ya eres un maestro.(2)

Los brujos totlecas son, sobre todo, maestros de su propia muerte. A través de la historia, de entre todas las diversas suposiciones relacionadas con lo que sucede después de que el cuerpo físico muere, prevalecen dos creencias contrastantes: hay quienes dicen que la muerte es la pérdida final y absoluta d ela conciencia; que no hay nada después de la muerte. Otros creen que morir es el paso de la conciencia (o alma, mente, etcétera) a otra forma de realidad. Esta división, que admitimos es simplista, de la cuestión más importante de la vida, puede ayudarnos a definir las creencias de los toltecas. Su posición representa un tercer punto de vista: la muerte es la destrucción de la conciencia, pero los brujos toltecas, en lugar de morir, abandonan este mundo con la conciencia intacta. Ciertamente, engañar la destrucción de la conciencia es el objetivo final de la brujería tolteca. "Indiferente y tranquilo, pasaré junto al Aguila para ser libre" no es sólo una figura poética, sino el objetivo definitivo de las enseñanzas de don Juan. La muerte es el umbral que separa al tonal del nagual. Aventurarse en el nagual es muy similar a morir, excepto que la fuerza vital (la "conciencia", véase capítulo 7) del individuo no pierde su cohesión. La ciencia de los brujos toltecas

72

involucra utilizar su muerte para experimentar el nagual sin permitir que el cuerpo físico muera en el encuentro; su arte es evitar completamente la muerte con la misma facilidad y fluidez que en el dominio de la realidad cotidiana. Para obtener esta fluidez, los brujos utilizan la idea de la muerte para recortar su tonal. Esta es la cuestión central que se examina en este capítulo. Algunas culturas, como la védica y la egipcia, examinaron estrechamente el proceso de la muerte. Otros, como los tibetanos, se volcaron a la posibilidad de controlar nuestros últimos momentos de vida y, ciertamente, los primeros momentos de la muerte, en el tema de una extensa serie de enseñanzas. (3) Los brujos toltecas, por su parte, comprenden a la muerte como un proceso y como una presencia cuasifísica. El acto de morir, la separación de la "fuerza vital", del cuerpo físico, que los tibetanos describen tan vívidamente, también nos lo refiere don Juan. Sin embargo, en tanto que los tibetanos ven la oportunidad de la liberación, incluso en estas etapas tan tardías, para don Juan ya es demasiado tarde: sus enseñanzas sobre el tema de la muerte imparten al aprendiz el sentimiento de que no le queda tiempo, y que, para todos los propósitos prácticos, puede morir al siguiente instante. Siendo así, todo lo que se haga puede ser el último acto en la Tierra. De este modo, es factible que todos pongan sus mayores esfuerzos en estos actos. En tal sentido, lols brujos toltecas toltecas enseñan a sus aprendices a ver o sentir realmente, o de algún modo a captar su propia muerte. Esta, como la explica Castaneda. es una presencia física que puede sentirse y verse [...] la muerte está a nuestra izquierda, la muerte es un juez imparcial que te hablará y te dará consejos precisos [...] al momento en que recuerdas que debes morir, se te corta el lado derecho [...] [que] la muerte esté a nuestra izquierda no es una cuestión intelectual en la brujería; es una percepción. Cuando el cuerpo está afinado apropiadamente con el mundo y se mueven los ojos a la izquierda, puede presenciarse un extraordinario suceso, la presencia sombría de la muerte.(4)

La consistencia de los actos del guerrero, la notable facilidad con que abandona su control y controla su abandono, no se adquiere simplemente siguiendo las técnicas específicas que don Juan enseña. Puede practicarse el borrar la historia personal, romper las rutinas de la vida, el desatino controlado y demás, hasta templar su sensibilidad, pero sin ganar la fluidez de un guerrero. Los guerreros actúan en la forma en que lo hacen porque internamente sienten y ven la sombra de la muerte a su lado. Un hombre se convierte en guerrero cuando transmuta la maldición definitiva de la vida en un regalo invaluable. Esta es una alquimia del guerrero. Tan sólo la idea de la muerte da a un hombre el desapego suficiente para que sea incapaz de abandonarse a nada -asevera don Juan-. [...] Un hombre desapegado, sabiendo que no tiene posibilidad alguna de evitar su muerte, tiene sólo una cosa en la que puede respaldarse: el poder de sus decisiones. Tiene que ser, por decirlo de algún modo, el amo de sus elecciones. Debe comprender de forma completa que su preferencia es su responsabilidad, y una vez que elige, ya no tiene tiempo para lamentarse o recriminarse [...] y así, con una conciencia de su propia muerte, con su desapego y con el poder de sus decisiones, un guerrero arma su vida en forma estratégica.(5)

Hay cuatro fases en el entrenamiento de un aprendiz:(6) la primera es convertido en un cazador, y para este afecto don Juan afirma que hay partes de nues73

tra personalidad que vale la pena conservar y otras que deben descartarse. Y aquellas que vale la pena conservar (el inventario estratégico) necesitamos redefinirlas, purificarlas y cuidarlas con nuestras vidas, porque de otra forma podríamos morir en algunos de los múltiples encuentros con el nagual. Esta fase termina ncuando el aprendiz comienza a perder su miedo a la muerte. La segunda fase se inicia cuando el aprendiz se introduce al nagual, no conceptualmente, sino como experiencia física. El encuentro con lo mágico desorienta y aterra. El aterrorizado ego necesita un ancla en el mundo de los asuntos cotidianos, una válvula de seguridad. Esta ancla es el inventario estratégico. Para definir mejor qué debe conservarse y qué se descarta, don Juan enseña al aprendiz a utilizar a la muerte como consejera. La tercera fase se inicia cuando el aprendiz se convierte en un guerrero y aprende a manejar el poder del nagual. En esta etapa es indispensable que ejercite un máximo control sobre sus deseos, porque de otra forma sería derrotado por su tercer enemigo. Por eso el poema dice: "No me aferro a nada, y no tengo nada qué defender". Durante esta etapa, cada uno de los actos del guerrero está condicionado por su conocimiento de la muerte La cuarta fase ocurre cuando el hombre se convierte en un hombre de conocimiento y aprende a aceptar los designios del espíritu. En la brujería tolteca, la progresión de una fase a la otra depende exclusivamente de la familiaridad del aprendiz con la muerte. La muerte es el pegamento que une las enseñanzas para el tonal. Desde el mismo inicio, hay ejercicios diseñados para hacer que el aprendiz pierda su temor a la muerte. Durante esta primera etapa, el objetivo crítico es dejar de preocuparse por la muerte y reconocer su existencia. Las prácticas de romper la rutina de la vida y de borrar la historia personal, si se comprenden bien, disminuyen la fobia innata del aprendiz por el tema de la muerte. Sogyal Rimpoche tiene un agudo comentario: Quizá la razón más profunda por la que tenemos miedo a la muerte es porque no sabemos quiénes somos. Creemos en una identidad personal, única y separada; pero si nos atrevemos a examinarla, descubrimos que esta identidad depende totalmente de una colección infinita de cosas que la alimentan: nuestro nombre, biografía, amigos, hogar, trabajo, conocidos, tarjetas de crédito [...] Nuestra seguridad depende de este apoyo frágil y fugaz.(7)

El miedo es el primer enemigo en el camino del conocimiento, y el principal, para un tonal descuidado, es el miedo a morir. Sin embargo, sólo utilizando este miedo podrá obtenerse la energía necesaria para limpiar el tonal. No necesitamos que don Juan esté a nuestro lado todo el tiempo; en vez de esto, necesitamos utilizar nuestra muerte. La muerte es una forma de energía con el poder indispensable para cruzar el cieno de nuestro tonal. Tener miedo a la muerte es perfectamente natural, pero también perfectamente estúpido: cuando pensamos en esto, nuestro verdadero miedo es abandonar este mundo dejando tras de nosotros muchos cabos sueltos. Desde luego, siempre existe el miedo natural e inconsciente a lo desconocido. Esto es parte de nuestra evolución. Sin embargo, ello disminuirá conforme el aprendiz se sensibilice a lo mágico, al nagual. La familiaridad con el nagual templa los excesos del ego, y por eso, luego de que el aprendiz comienza

74

a perder su miedo a la muerte, don Juan lo introduce a la segunda fase del aprendizaje. La muerte es la herramienta más poderosa a disposición del cazador que desea destruir la importancia propia. Para este efecto, don Juan recomienda utilizar la muerte como consejera. Nadie puede sentirse tan importante, cuando sabemos que la muerte nos acecha. Lo que debes hacer cuando eres impaciente, es mirar a tu izquierda y buscar consejo en tu propia muerte. Se descarta mucha mezquindad si tu muerte te hace un gesto, o si sólo captas un vistazo, o si sólo tienes la sensación de que tu compañera está contigo, vigilándote.(8)

Utilizar a la muerte como el antídoto contra la autoimportancia es vital en la segunda fase de las enseñanzas. El aprendiz se introduce lentamente al nagual, pero aún no puede actuar por su cuenta. Toda insensatez de importancia propia durante estas incursiones a lo desconocido retardarán su desarrollo, e incluso pueden hacer peligrar su vida. La totalidad de la vida de un guerrero tolteca en la tercera fase del aprendizaje gira alrededor de su muerte. En tanto que en las primeras dos etapas la cuestión de la muerte está ligada a maniobras específicas (romper rutinas, perder la importancia propia, utilizar la muerte como consejera), en la tercera fase su relevancia se multiplica diez veces. Un guerrero establece un nexo íntimo con su muerte, y esta relación es la guía definitiva para su comportamiento, en el mundo del tonal y el mundo del nagual. La constante conciencia de su muerte condicionará cada uno de sus actos del guerrero. Se amistará con su muerte. Esta amistad ayuda a acumular "poder personal". Sólo reuniendo y almacenado este tip de energía, se hace posible una contemplación sostenida y a voluntad del nagual. Al hablar de poder personal don Juan no se refiere al control o a la dominación de otros. El poder personal es una forma de vigor, una forma de energía que los guerreros obtienen actuando como si no les quedara más tiempo, como si cualquiera de sus actos fuera su última batalla sobre la tierra. El poder personal es un regalo del nagual al tonal. Y todas y cada una de las cosas que se hacen en la vida dependen exclusivamente del poder personal. Este, dice don Juan, es un sentimiento [...] [,] es algo como ser afortunado [...] [,] algo que se adquiere sin importar su origen [...] [;] podría llamársele un estado de ánimo [...] Lo que determina la forma en que se hace cualquier cosa es el poder personal. El hombre es sólo la suma de su poder personal, y esa suma determina la forma en que vive como muere.(9)

Un guerrero obtiene poder personal porque está absolutamente convencido de que nadie puede garantizarle que vivirá otro segundo más. Los guerreros no mueren en un arranque patético de autoindulgencia: se van con una explosión, luchando hasta el final. El poder personal es la diferencia. Sólo el poder personal hará que las enseñanzas de don Juan sean útiles para el lector. En contraposición a algunas enseñanzas con trayectorias claramente delineadas y series específicas de ejercicio, nada de valor puede obtenerse de losl ibros de Castaneda a menos que se acumule poder personal. La noción de que el camino del "conocimiento" es accesible a todos, es algo que, desde un 75

principio, don Juan repudia. Una y otra vez repite que la brujería es sólo para pocos, y que debe engañarse a un aprendiz para seguir sus rigores. Don Juan no es un avatar cuya misión en la vida es transmitir un mensaje de significado universal. En realidad, a menos que el lector aprenda al almacenar poder personal, la utilidad del mensaje de don Juan es nula. -Recibí cartas de muchas personas que me dicen que hago mal en escribir de mi aprendizaje. Citaron como precedente que los maestros de las doctrinas esotéricas orientales exigían que sus enseñanzas fueran un secreto absoluto. -Quizá el inicio de esos maestros es ser maestros [...] Todo lo que hacemos, todo lo que somos, descansa en nuestro poder personal, se nos puede revelar la más grande de las sabidurías y esa revelación no producirá nada. "Voy a decirte algo que a lo mejor es el mayor conocimiento al que uno puede dar voz, y vamos a ver qué puedes hacer con él. ¿Sabes que puedes utilizar esa eternidad si así lo deseas? [...] ¿Sabes que puedes extenderte por siempre en cualquiera de las direcciones que te señale? ¿Sabes que un solo instante puede ser la eternidad? Esto no es un acertijo; es un hecho, pero únicamente si montas ese momento y lo utilizas para llevar a la totalidad de ti mismo hasta el infinito, en cualquier dirección. "[...] Antes no tenías este conocimiento -dijo sonriendo-. Ahora lo tienes. Te lo he dado, pero no hay ninguna diferencia porque no tienes suficiente poder personal para utilizar mi revelación [...] Somos seres luminosos, y para los seres luminosos lo único que importa es el poder personal.(10)

Utilizar nuestra muerte es la clave que abre la puerta al poder personal. En palabras de don Juan: Enfoca tu atención en el lazo entre tu muerte y tu, sin remordimiento, tristeza o preocupación en el lazo entre tu muerte y tú, sin remordimiento, tristeza o preocupación. Enfoca tu atención al hecho de que no tienes tiempo, y permite que tus actos fluyan según esto. Deja que cada uno de tus actos sea tu última batalla en la Tierra. Sólo bajo estas condiciones tendrán tus actos el poder que les pertenece [...] si vas a morir, no hay tiempo para la timidez, simplemente porque la timidez te hace aferrarte a algo que existe únicamente en tus pensamientos [...] la mayoría de las personas se mueven de un acto al otro, sin ninguna lucha o pensamiento. Por el contrario, un cazador evalúa cada acto; y puesto que tiene un conociemiento íntimo de su muerte, procede juiciosamente, como si cada acto fuera su última batalla [...] un cazador le da el debido respeto a su última batalla. Es natural que su último acto en la Tierra sea lo mejor de sí mismo. De ese modo es placentero; así se desafila su miedo.(11)

En Relatos de poder Castaneda narra la muerte de un vagabundo. Casteneda estaba sentado con don Juan en una banca en la Alameda, en el centro de la ciudad de México; un vagabundo yace en la banqueta, cerca de ellos. Castaneda piensa que está borracho, pero don Juan le dice que de hecho está mueriendo. Don Juan espera un "augurio" y lo obtiene en la forma de la muerte del vagabundo. Don Juan describe cómo comienzan a disolverse las fibras luminosas del indigente. Ese hombre muere donde siempre vivió, en las calles. Tres policías son su guardia de honor. Y al morir sus ojos tendrán un último vistazo de las luces en las tiendas al otro lado de la calle [...] y sus oídos se inundarán por última vez con los sonidos del tráfico y las voces de hombres y mujeres que pasan por aquí.(12)

76

De una forma que nos recuerda los hallazgos de Kubler-Ross, la muerte fue amable con este vagabundo. Pero el "augurio" era la lección exquisita: presenciar esa muerte en particular, dice don Juan: Es uno de los centímetros cúbicos de casualidad que el poder pone a disposición del guerrero. El aire del guerrero es ser perennemente fluido para extraerlo [...] sin una conciencia de la presencia de la muerte, todo es ordinario, trivial. Sólo porque la muerte acecha, el mundo es un misterio insondable.(13)

El guerrero es capaz de detectar su centímetro cúbico de oportunidad, no basándose en la lógica, sino estrictamente en el reconocimiento de que no le queda tiempo. El Carpe diem es posible únicamente cuando se es amigable con la propia muerte. El guerrero es consciente de que cualquier momento de su vida puede ser el último, y por consiguiente ese momento contiene todo lo necesario para lograr la "totalidad de uno mismo", para obtener un escape del mezquino y estrecho panorama de una vida que no posee un componente mágico. Si este momento es el último, entonces debe contener las semillas del Nirvana. "El Señor es sutil, pero no es engañoso".(14) El hecho de que hay muchos momentos en la vida con potencial implíscito para la liberación personal, es la base de las enseñanzas tibetanas del Bardo. Aunque estas enseñanzas generalmente están asociadas con el estado intermedio y el renacimiento, tienen un significado mucho más amplio y profundo: uno, como el de don Juan, es directamente aplicable a nuestra existencia cotidiana. Según Sogyal Rimpoche: Las oportunidades para la liberación ocurren continua e ininterrumpidamente, a través de la vida y la muerte, y las enseñanzas del Bardo son la clave o la herramienta que nos permite descubrirlas y reconocerlas [...] Todo aquel que examine honestamente la vida notará que vivimos en un constante estado de suspenso y ambigüedad. Nuestras mentes se desplazan perpetuamente hacia afuera y hacia dentro de la confusión [...] Esto demuestra lo que es el Bardo: una oscilación continua y enervante entre la claridad y la confusión, la certeza y la incertidumbre, el desconcierto y el entendimiento, la cordura y la demencia [...] Esta constante incertidumbre puede hacer que todo parezca sombrío y casi desesperanzado; pero si se examina con mayor profunidad, se descubre que su misma naturaleza crea brechas, espacios donde continuamente florecen cambios profundos y oportunidades para la transformación [...] esto, si es que pueden reconocerse y aprehenderse.(15)

En estas "brechas" ocurren los centímetros cúbicos de oportunidad de don Juan, y los guerreros los buscan constantemente. Estas brechas son pausas en el flujo cronológico del tiempo. Como veremos en un capítulo posterioir, en el mundo del nagual el tiempo está cuantizado: salta.(16) Utilizando una terminología antigua, podemos decir que el tiempo viene en dos sabores: cronos y kairós . Cronos es la medida del tiempo de la humanidad, kairós es el tiempo de lo mágico. Una pausa es una interrupción en el flujo cronológico del tiempo. Es un aparición fugaz del kairós en el flujo de cronos, una razón del nagual en el turbulento remolino del pensamiento. Se entra al nagual a través de una pausa. Una pausa es donde deambula el poder. Durante un apausa, lo suprarreal está al mando: la lógica desaparece, los sentimientos se desplazan suavemente y la realidad fluye en una luz que revela 77

misterios. Una vez es una ventana de la oportunidad, donde puede ocurrir un cambio drástico. Una pausa es la sustancia del tiempo. Este, según don Juan, "es la cualidad que libera todo aquello que está reprimido". La medida del tiempo es poder. Quedamos disponibles al poder durante las pausas. Una pausa es lo que Jalil Gibran llamaba "momento de silencio en el viento". El leit motiv subyacente a las enseñanzas del tonal es la capacidad de ver estas brechas, atraparlas para quedar disponible al poder. Esto es lo que don Juan llama "tomar el centímetro cúbico de suerte".(17) Nunca está de más subrayar la cuestión de utilizar la muerte como consejera. En palabras de don Juan: "Cada vez sentimos, como siempre nos ocurre, que todo va mal y que estamos a punto de ser aniquilados, consulta a tu muerte y pregúntale si esto es así. Tu muerte te dirá que estás equivocado; que nada que está fuera de su alcance importa realmente".(18) Para tratar con lo mágico, debemos cambiar, y utilizar la muerte es el impulso que todos necesitamos. Como don Juan lo dijo que con frecuencia: "Todos tenemos que aprender que la muerte es el cazador, y que siempre está a nuestra izquierda. Tenemos que pedir su consejo y terminar con la maldita mezquindad que pertenece a las personas que viven su vida como si la muerte nunca las fuera a alcanzar".(19) No tenemos tiempo. Todo lo que hacemos en un momento en particular puede ser nuestro último acto en la Tierra; es una lástima desperdiciarlo en alguna actitud estúpida, en un enojo infructuoso o un miedo trivial, un estado de ánimo miserable, o basura semejante. De nuevo don Juan: No existe ningún poder en la tierra que nos pueda garantizar que viviremos un minuto más [...] algunas personas saben esto, y utilizan a su muerte como su consejera. Algunas son muy cuidadosas con la naturaleza de sus actos. Su felicidad es actuar con el pleno conocimiento de que no tiene tiempo: por consiguiente, sus actos tienen un poder peculiar [...] (20)

Sus actos tienen un sentido de finalidad; de algo que no puede cancelarse o revocarse. En la vida de un hombre común, todas sus acciones pueden revocarse. Lo único que es cierto y definitivo es su muerte. En cambio, en la vida de un guerrero lo opuesto es verdad: la muerte puede evitarse, pero las acciones del guerrero son irrevocables. Pero la muerte no es sólo una presencia sombría, es también un proceso. Para comprenderlo mejor revisaremos brevemente los estudios científicos modernos. Específicamente, nos referimos a la obra de los doctores Elizabeth KublerRoss, Raymond A. Moody y otros. La original obra de Kubler-Ross acerca de la muerte y el morir, es ciertamente un parteaguas en el análisis científico del tema. Desde la publicación de su primer título en 1969, surgieron docenas de libros, artículos y tesis que versaron en estas cuestiones. Tan sólo en los últimos diez años se documentaron científicamente más de 20 mil experiencias "cercanas a la muerte". (Las experiencias cercanas a la muerte son aquellas que ocurren a personas que fueron declarada clínicamente muertas, que sin embargo regresaron a la vida y tuvieron la posibilidad de narrrar experiencias que son todas notablemente similares.) (21) Las personas en cuestión provienen de varias culturas, nacionalidades, orígenes sociológicos y tradiciones religiosas. Por consiguiente, los datos no fueron

78

contaminados por ningún conjunto a priori de creencias particulares. Además, sus edades varían de dos a 97 años. En más de la mitad de los casos ocurrió una muerte súbita, que tomó desprevenidos a los sujetos, muchos de los cuaels eran agnósticos y ateos. En su obra Vida después de la muerte, Kubler-Ross describe los siguientes puntos comunes a la mayoría de las personas que tuvieron una experiencia cercana a la muerte. 1.- En el momento de morir, todos los sujetos experimentaron una separación de un yo inmortal (a falta de mejor palabra) de sus cuerpos. 2.- Cuando este yo abandona el cuerpo físico, siempre sucede con una ausencia total de miedo, pánico o angustia. 3.- Este yo se percibe a sí mismo como totalmente íntegro, y está perfectamente consciente del entorno en donde ocurrió el accidente o la muerte. En otras palabras, si muere con una pierna amputada, el yo tiene ambas piernas. 4.- El yo, desde una distancia de unos cuantos metros, en un estado de ánimo más bien indiferente (nuevamente a falta de mejor palabra), observa los intentos de resucitación (en un hospital o los intentos que realiza un grupo de rescate) si la muerte se debió a un accidente. 5.- Todo esto sucede mientras el cuerpo no muestra ninguna señal medible de actividad cerebral o física. Además, el yo en cuestión puede no sólo observar las actividades de quienes lo rodean sino también "leer sus pensamientos". 6.- Aun cuando la muerte suceda a mitad del Sahara, el yo nunca muere solo. Se "reúnen" con él familiares, amigos u otros cuyas muertes fueron anteriores a la del sujeto. Alternativamente, se reúne con seres que están llenos de amor y ternura. 7.- Finalmente, y quizá lo que mejor se conoce de las experiencias cercanas a la muerte, el yo se ve a sí mismo caminando por un túnel, o un camino, en cuyo final hay una luz, un resplandor, un umbral que al traspasarlo ya no tiene regreso.(23) Con todo, si aceptamos el veredicto de Kubler-Ross y de los muchos investigadores de fenómenos cercanos a la muerte, el morir es un acontecimiento más bien pacífico. El proceso que conduce a la muerte puede ser una experiencia terrible, llena de miedo, dolor y sufrimiento, pero todas las investigaciones científicas indican que la muerte en sí es un asunto plácido, incluso sereno. La evolución casi podría garantizar que esto es así. Sin embargo, esta feliz imagen sólo aparce parcialmente en la brujería tolteca. Don Juan distingue entre dos momentos que ocurren en el proceso de morir., y donde sólo el primero es similar a las descripciones de Kibler-Ross: La muerte tiene dos etapas. La primera es un oscurecimiento. Es una etapa sin significado [...] en donde se experimenta una ligereza que nos hace sentirnos felices, completos y que todo en el mundo está en paz. Pero esto es sólo un estado superficial, desaparece muy poco después y se entra a un nuevo reino, un reino de severidad y poder. La primera etapa es un oscurecimiento superficial. Pero la segunda es la verdadera etapa, donde uno se enfrenta a la muerte. Es un momento breve, después de la primera oscuridad, cuando descubrimos que de alguna forma somos 79

nosotros mismos otra vez. Es entonces cuando la muerte nos aplasta con una furia y poder serenos hasta que disuelve nuestras vidas en la nada.(23)

Esta segunda etapa no tiene nada agradable. De hecho, es aterradora. Silvio Manuel, un brujo amigo de don Juan, dice: "No hay nada espléndido o pacífico en la muerte, porque el verdadero terror se inicia al morir. Con esa fuerza incalculable, que sentiste ahí, el Aguila te exprimirá cada brizna de conciencia que alguna vez tuviste".(24) Don Juan además distingue entre el morir de los seres comunes y el morir del guerrero. Surerimos antes que ambas muertes son distintas. La muerte ataca al hombre común, pero espera al guerrero, un hombre que guardó poder personal durante su vida, de forma que su muerte será distinta de la de un hombre ordinario. En Viaje a Ixtlán , don Juan indica la diferencia. Un día él y Castaneda cazaban poder en las montañas de Sonora, cuando don Juan decidió probar a Castaneda. Fue una prueba larga y ardua, que requirió una enorme concentración. Luego de descansar, Castaneda se descubrió a sí mismo en una orilla desde la que se dominaba una hermosa cordillera de montañas y valles. Lo invadió "un sentido de quietud, un exquisito sentido de bienestar. Me sentía felíz. Me sentía saludable. Una ebullición silenciosa me llenó. Era un extraño estado de ser que no tenía paralelo con mi vida ocupada y dislocada".(25) Poco después, don Juan le pide fijar en su memoria todo lo que había en esa colina; cada roca, cada guijarro, cada matorral, porque ése era el lugar donde Castaneda moriría. Don Juan continúa: Tendré que venir contigo una y otra vez a esta colina [...] hasta que te satures de ella, hasta que la colina te exude [...] esta colina, tal y como es ahora, será el lugar de tu última danza [...] éste es el lugar de tu última lucha. Morirás aquí sin importar dónde estés. Todo guerrero tiene un lugar donde morirá. Un lugar de su predilección que está lleno de recuerdos inolvidables, donde poderosos acontecimientos dejaron su marca, un lugar donde presenció maravillas, donde se le revelaron secretos, un lugar donde almacenó su poder personal. Un guerrero tiene la obligación de volver al lugar de su predilección cada vez que consigue poder, para guardarlo ahí. Va al lugar ya sea caminando o mediante su ensoñación. Finalmente, un día en que termina su tiempo en la Tierra y siente que la muerte toca su hombro izquierdo, su espíritu, que siempre está listo, vuela al lugar de su predilección y ahí el guerrero baila a su muerte [...] Si un guerrero moribundo tiene poder limitado, su danza es corta; si su poder es grandioso, su danza es magnífica. Pero sin importar si su poder es pequeño o magnífico, la muerte debe detenerse para presenciar su última lucha en la Tierra. La muerte no puede apoderarse del guerrero [...] sino hasta que termina su danza.(26)

¿Cómo te gustaría morir? ¿Como el hombre común, que sorprendido por la muerte, se resigna a abandonar este mundo dejando tras de sí todos los cabos sueltos que su vida defectuosa no pudo asegurar, o como guerrero, a quien su muerte debe esperar y admirar la gloria de su poder? Existen algunos aspectos de los hallazgos de los doctores Kubler-Ross y Moody que estudiaremos a profundidad en un capítulo posterior. Algunas de las experiencias cercanas a la muerte, y las incursiones de don Juan al nagual, requieren un mayor escrutinio, pero primero necesitamos profundizar en el último verso del poema de Silvio Manuel que introduce a este capítulo:

80

"Me dejará el águila pasar a la libertad". La libertad significa no perder la propia conciencia. Esta es la creencia más espinosa, compleja e incluso absurda de la brujería tolteca. Sin embargo, debemos volverla a formular. Los toltecas no mueren, simplemente abandonan este mundo. Cómo lo hacen, y a dónde van, es un tema que se explora posteriormente en este libro. -------------CITAS: (1) Castaneda, The Eagle's Gift, Simon and Shuster, 1981, p.275. [Edición en español: El don del  Aguila, Emecé, México, 1981, 330 pp.]

(2) Esta hermosa historia, originalmente popularizada en Occidente por el doctor Susuki, aparece en Eugen Herrigel, Zen in the Art of Archery, Arkana, Londres, 1985, pp.104-106. (3) Sogyal Rimpoche escribe: "Según la sabiduría de Buda, podemos realmente utilizar nuestras vidas para prepararnos para la muerte" (op.cit., p.11). Los brujos toltecas utilizan la muerte para templar sus vidas. Cuando Castaneda pregunta a don Juan responde: "Claro que no. Los guerreros se preparan apra ser conscientes". Castaneda, The Fire from Within , Simon and Schuster, Pocket Books, Nueva York, 1984, p.147. [Edición en español: El fuego interno, Edivisión, México, 352 pp.] (4) En Daniel Noel, Seeing Castaneda, Perigee, Nueva York, 1976, p.87. (5) Castaneda, Una realidad..., op.cit., p.158. (6) Don Juan explica: "En términos de esta relación con la intención" (el espíritu, lo abstracto, el nagual), un guerrero pasa por cuatro etapas. La primera es cuando tiene un nexo oxidado y poco confiable con la intención. La segunda es cuando logra limpiarla. La tercera es cuando aprende a manipularla. Y la cuarta es cuando aprende a aceptar los designios del espíritu. Castaneda, El conocimiento..., op.cit., p.230. (7) Rimpoche, op.cit., p.16. (8) Castaneda, Viaje..., op.cit., p.51. (9) Ibid., p.172. (10) Castaneda, Relatos..., op.cit., pp.14-15. (11) Id., Viaje..., op.cit., p.101. (12) Castaneda, Relatos..., op.cit., pp.111-115. (13) Ibid., pp.114-115. (14) Albert Einstein. (15) Rimponche, op.cit., pp.104-105. (16) Castaneda, The Art of Dreaming , Harper Collins, Nueva York, p.248. [Edición en español: El arte de ensoñar, Diana, México, 1993, 280 pp.] "En el universo no existe el pasado ni el futuro, sólo existe el momento [...] sólo hay energía, y la energía tiene sólo un aquí y un ahora interminable y siempre presente. "Donner es aún más explícita sobre la naturaleza del tiempo en el nagual: "Los brujos rompen el flujo del tiempo", dice Florinda Grau, una de las brujas del grupo de don Juan. "El tiempo, en la forma en que lo medimos, no existe cuando se sueña en la forma en que sueñan los brujos. Los brujos estiran o comprimen el tiempo a voluntad". Donner, op.cit., p.242. (17) Don Juan explica: "La pura verdad es que el espíritu se revela a todos con la misma intensidad y consistencia, pero sólo los brujos, y los naguales en particular, están afinados para estas revelaciones". (Castaneda, El conocimiento..., op.cit ., p.31.) Se necesita velocidad para detectar y atrapar el centímetro cúbico de suerte de cada uno. Esta velocidad se obtiene únicamente después de que el aprendiz destruye la importancia propia y su consiguiente desperdicio de energía. Por eso don Juan define la brujería en términos de movilización de energía."Piénsalo de este modo -le dice a Castaneda-. No es que aprendas brujería con el paso del tiempo; más bien lo que aprendes es a guardar energía. Y esta energía te permitirá manejar algunos de los campos de energía que por lo pronto te son inaccesibles. Y eso es la brujería: la habilidad de usar los campos de energía que no se emplean para percibir el mundo ordinario que conocemos". (Ibid., p.8.)

81

(18) Castaneda, Viaje..., op.cit., 51. (19) Ibid., pp.50-51. (20) Ibid., pp.98-99. (21) Desde luego, esto depende mucho de lo que se considere "estar muerto". Para una buena discusión sobre el tema, véase Raymond Moody, Life After Life, Bantam, 1976, pp.147-177. [Edición en español: Vida después de la vida, Edaf, México, 1995.] (22) Elizabeth Kubler-Ross, On Life After Death , Quality Paperbacks, Nueva York, 1992, pp.41-62. Las obras de Kubler-Ross y Raymond Moody ayudarán a comprender el "cuerpo del ensueño". (23) Id., Viaje..., op.cit., pp.163-164. (24) Ibid., pp.168-170.

6.- LA EXPLICACION DE LOS BRUJOS Si la verdad ya es manifiesta, ¿para qué meditar? Y si la verdad está oculta, sólo se mide oscuridad. Mantras y tantras, meditación y concentración, todas son causa de autoengaño. No mancilles en la contemplación un pensamiento que por naturaleza es puro, sumérgete en el éxtasis de ti mismo y cesa esos tormentos. Todo lo que ves, es, adelante, atrás, en todas las diez direcciones [...] La naturaleza del cielo es originalmente clara, pero al mirar y mirar, la imagen se oscurece. Tesoro de los Cantares del Sahara (1)

Cuando don Juan dio a Castaneda la "explicación de los brujos", también advirtió que en realidad no explicaba nada. Se necesita de poder personal para asimilarla: "No es lo que tú llamarías una explcación, sin embargo, hace que el mundo y sus misterios sean, si no claros, por lo menos asombrosos. Esa sería la esencia de una explicación, pero no es lo que tú buscas. Tú persigues el reflejo de tus propias ideas."(2) La explicación es sólo una pequeña parte de una imagen mucho más grande, profunda y clara, que analizaremos en el capítulo 7; sin embargo, es una herramienta útil para continuar el esclarecimiento de las enseñanzas. Don Juan explicó que: 1.- El primer acto de un nagual (líder de un grupo de brujos) es hallar a un aprendiz que pueda sucederlo como nuevo nagual. El nagual siempre busca un posible heredero; espera constantemente un "augurio" que le indicará la llegada de una persona con la "configuración luminosa" correcta. (Véase capítulo 7). 82

2.- A continuación, el nagual debe engañar al aprendiz potencial para que siga el camino del conocimiento. Déjame empezar diciendo que un maestro nunca busca aprendices, y nadie puede solicitar las enseñanzas. Es siempre un augurio el que señala a un aprendiz. Un guerrero que pueda estar en la posición de convertirse en un maestro debe mantenerse alerta para atrapar su centímetro cúbico de suerte. Te vi justo antes de encontrarnos; tenías un buen tonal [...] despúés de verte te esperé [...] te trajo ante mí un hombre que huyó balbuceando tonterías. Quedaste aquí, encarándome, también murmurando tonterías. Sabía que debía actuar rápido y atraparte [...] lo que hice fue atraparte con mi voluntad.(2)

3.- Una vez que el aprendiz fue atrapado, se inicia la instrucción. El primer acto de un maestro es presentar la idea de que el mundo que conocemos es sólo una forma de verlo, una descripción. Cada esfuerzo de un maestro está dirigido a demostrar esa cuestión a su aprendiz. Pero aceptarla parece ser una de las cosas más difíciles que se pueden hacer, estamos atrapados complacientemente en nuestra concepción particular del mundo, que nos obliga a sentir y actuar como si supiéramos todo lo que es el mundo. Un maestro, desde el primer acto que realiza, está dirigido a parar esa descripción. Los brujos lo llaman parar el diálogo interno, y están convencidos de que es la técnica más importante que puede conocer un aprendiz.

4.- El siguiente paso es introducir al aprendiz a las dos técnicas principales que se utilizan para acelerar "el parar el diálogo interno". Estas son: "borrar la historia personal" y "ensoñar". El efecto de estos dos procedimientos pueden hacer daño al aprendiz, volviéndolo abúlico, voluble, apático, etcétera. Estas prácticas pueden dañar seriamente al tonal; "la preocupación de todo maestro [es] no permitir que el aprendiz haga algo que lo sumergiría en la aberración y la morbidez". El problema particular causado por estos dos procedimientos conduce inevitablemente al otro paso. 5.- Lo que un aprendiz necesita para frenarse es temple y fuerza. Por eso el maestro introduce la forma del guerrero, o el vivir como guerrero. Este es el pegamento que une todo en el mundo de los brujos. Poco a poco el maestro debe forjarlo y desarrollarlo. Sin la firmeza y serenidad del camino del guerrero, no hay posibilidad de tolerar el camino del conocimiento. 6.- Una vez que se introduce al camino del guerrero y se ayuda al aprendiz a "borrar la historia personal", se enseñan tres técnicas: "perder la importancia propia", "asumir la responsabilidad" y "usar a la muerte como consejera". Puntualiza don Juan: borrar la historia personal y sus tres técnicas acompañantes son los medios de los brujos para cambiar la fachada de los elementos [del tonal]. Por ejemplo, borrando la historia personal niegas el uso de la autocompasión; para que ésta funcione debes sentirte importante, irresponsable e inmortal. Cuando estos sentimientos se alteran de alguna forma, ya no es posible sentir lástima por ti mismo.

7.- Para entonces, el aprendiz ya debe ser capaz de reordenar su tonal de forma que le permita entrar al nagual. Para la mayoría de las personas esto no 83

ocurre tan fácilmente, y el maestro debe forzar la cuestión con el uso de plantas psicotrópicas. Tuve que decidir si usar o no las plantas de poder. Tú hubieras podido usar esas cuatro técnicas para limpiar y reordenar tu isla del tonal. Te hubieran llevado al nagual, pero no todos nosotros somos capaces de reaccionar a recomendaciones simples. Tú, y para el caso yo también, necesitamos algo para sacudirnos; necesitamos de esas plantas de poder.

Al utilizar las plantas de poder, don Juan rompe con la tradición. La forma en que los antiguos brujos utilizaron alucinógenos es algo que don Juan y el nagual de su linaje tenían el derecho de cambiar. Los alucinógenos dieron a los antiguos brujos una descripción distinta y mucho mayor del mundo. Pero esta nueva descripción se convirtió en una obsesión, que no los llevó a alcanzar la totalidad de ellos mismos, a convertirse en hombres de conocimiento. Mi maestro y mi benefactor [...] fueron hombres de gran poder, pero no eran hombres de conocimiento. Nunca rompieron los lazos de sus enormes descripciones, y, por consiguiente, nunca llegaron a la totalidad de ellos mismos. Sin embargo sabían de esto. No era que vivieran vidas aberrantes, buscando cosas más allá de su alcance; sabían que perdieron la oportunidad y que sólo a su muerte se les rebelaría el misterio total, [...] Te di suficiente de la descripción de los brujos, sin permitir que te engancharas. Te d ije que sólo si se superponen dos descripciones puede uno escurrirse entre ellas para llegar al mundo real. Quise decir con esto que puede llegarse a la totalidad de uno mismo solamente cuando uno tiene bien entendido que el mundo es simplemente una descripción, sin importar si esa descripción pertenece a un hombre ordinario o a un brujo.

8.- En esta etapa se muestra al aprendiz que es poco más que un tonto, plagado de desatinos de importancia propia y maldecido con los estúpidos hábitos de quienes se consideran inmortales. Además, tuvo ya una amplia oportunidad de comparar su propio estilo de vida con el de un incomparable guerrero; un contraste que lo hace sentirse seguro de que la fluidez y consistencia de los actos de un guerrero son un objetivo inalcanzable. Finalmente, se muestran al aprendiz varias descripciones del nagual que no sólo sacuden la descripción complaciente de su mundo contradictorio y limitado, sino que también se le enseña el significado de la palabra terror . En este punto, cualquier aprendiz en su sano juicio decidiría que la prudencia es lo mejor del valor, que empacaría sus cosas, daría las gracias y correría para acabar con una buena parte de su cava. ¿Y quien podría culparlo? Se debe engatusar al aprendiz para continuar con la instrucción. "Las plantas de poder sacuden al tonal -señala don Juan- y amenazan la solidez de toda la isla. En ese momento el aprendiz se retira, y con razón; quiere salir de todo este lío. También es el momento en que el maestro prepara su trampa más ingeniosa, el oponente digno." Para engatusar a Castaneda, don Juan le dice que necesita su ayuda porque una bruja quiere matarlo. Castaneda, en un acto de gratitud, decide ayudar a su mentor a derrotar a esta horrible bruja. Que la bruja fuera una mujer (la Catalina) que al mismo tiempo asustaba y atraía sexualmente a Castaneda, es quizá la parte más hermosa del truco. Un día, luego de planear mucho, Castaneda ataca físicamente a la Catalina; no logra su objetivo, y debe correr por su vida, ganando, tras todos sus esfuerzos, nada menos que una enemiga formidable. 84

Don Juan continúa: Debido a los actos de un digno oponente, un aprendiz puede quedar hecho pedazos o cambiar radicalmente. Los actos de la Catalina [...] tuvieron un efecto benéfico sobre ti, y también te dieron una decisión [...] el aprendiz debe elegir entre el mundo del guerrero y su mundo ordinario. Pero ninguna decisión es posible, a menos que el aprendiz comprenda la elección; así, un maestro debe tener una actitud sumamente paciente y comprensiva, y debe conducir a este hombre con mano segura a esa elección y, sobre todo, debe asegurarse de que su aprendiz se incline por el mundo y la vida de un guerrero. Lo logré pidiéndote que me ayudaras a vencer a la Catalina. Te dije que ella quería matarme y que necesitaba tu ayuda para deshacerme de ella. Te advertí de las consecuencias de tu elección, y tiempo suficiente para decidir si lo hacías o no.

Con advertencia o sin ella, y estando de por medio la Catalina, Castaneda empaca sus cosas, y "metiendo el acelerador a fondo", regresa a Los Angeles tan rápido como puede. En el camino, feliz de dejar tras de sí el extraño y desgastante mundo de don Juan, Castaneda tiene tiempo para pensarlo otra vez. Refiere: Mi estado de ánimo feliz no duró mucho. El deseo de dejar el mundo de don Juan era insostenible. Mis rutinas perdieron su poder. Traté de pensar en algo que quisiera hacer en Los Angeles, pero no había nada [...] el impacto total de mi sospechada locura, finalmente cayó sobre mí. Comencé a darme cuenta del alcance de mi elección. Estaba dejando un mundo mágico de renovación continua por mi vida blanda y aburrida en Los Angeles.

asi?

Castaneda decide volver. ¡Alea jacta est!  [La suerte está echada], ¿o es

9.- Ahora llegamos a una de las áreas grises que Castaneda no explicó totalmente. ¿El Rubicón de Castaneda fue atravesado antes o después de volver a Los Angeles? ¿Tenía realmente una elección? El libre albedrío contra el determinismo, ésa fue una pregunta que Castaneda hizo luego de regresar. "¿Qué habría sucedido si elegía regresar a Los Angeles?" preguntó a don Juan: Eso hubiera sido imposible. Esa elección no existía. Todo lo que se te pidió fue permitir que tu tonal se hiciera consciente de que decidió unirse al mundo de los brujos. El tonal no sabe cuáles son las decisiones que pertenecen al nagual. Cuando pensamos que decidimos, todo lo que hacemos es reconocer que algo más allá de nuestra comprensión formó el marco de lo que nosotros llamamos decisión, y todo lo que hacemos es sucumbir. En la vida de un guerrero sólo hay una cosa, una cuestión que queda sin decidir: qué tan lejos puede irse por el camino del conocimiento y el poder. Esta es una cuestión abierta y, nadie puede predecir su resultado [...] la libertad que tiene un guerrero es actuar impecablemente o como un tonto. La impecabilidad es ciertamente el único acto libre y, por consiguiente, es la verdadera medida del espíritu de un guerrero.

10.- Cuando el aprendiz regresa, el maestro le da una tarea de hechicería. Castaneda elige no revelarla. Informa que es "una situación extrema en la que debe entrar el aprendiz como una forma de afectar permanentemente su descripción del mundo." 11.- Luego de que se da al aprendiz su tarea de brujería, se le enseñan las tres técnicas que le ayudan a sostener su "ensoñar": "romper las rutinas de la vida", el "paso del poder" y el "no hacer". Ya describimos la primera. El "ensoñar" es el tema del capítulo 8.

85

12.- Luego de que el aprendiz practica el "ensoñar", está listo para conocer a su "benefactor". En la brujería tolteca todo aprendiz tiene dos mentores: el maestro -en este caso don Juan- está a cargo del tonal, en tanto que la misión del benefactor es empujar implacablemente al aprendiz hacia el nagual. Este es el orden natural de las cosas. Aunque don Juan proporciona a Castaneda una prueba irrefutable del nagual, su tarea como maestro es reforzar y defender al tonal contra la desorientación, y con frecuencia terror, que producen los encuentros con el nagual. El maestro desenreda, calma y da alivio al tonal del aprendiz; el benefactor lo sacude. El benefactor de Castaneda era don Genaro Flores. Don Juan continúa: Genaro recomendó qué hacer contigo a partir de ese día. Como tu guía al nagual te dio demostraciónes impecables, y cada vez que realizó un acto como nagual, tú te quedaste con conocimiento que desafiaba y rebasaba tu razón. Desarmó tu descripción del mundo.

13.- Ahora llegamos a la última parte de la sinopsis. La cuestión clave es: ¿Quién es llevado al nagual? ¿Es la razón de Castaneda? La respuesta es no: "La razón se raja desde el momento en que sale de sus fronteras seguras y estrechas". ¿Es el tonal? ¿Nuevamente la respuesta es no? "El tonal y el nagual son dos partes diferentes de cada uno de nosotros. No pueden conducirse el uno al otro." ¿Es el cuerpo de Castaneda? O mejor aún, ¿si Castaneda estaba en el lado oscuro de la luna, dónde estaba su cuerpo? Lo que conduce al nagual es la percepción del aprendiz, tema del siguiente capítulo. Antes de seguir con otras teorías relacionadas con la percepción, examinaremos lo que don Juan llama "la técnica más importante que un aprendiz puede aprender". Se trata de "para el diálogo interno". Castaneda la define como: "La forma operativa de describir el acto de desprenderse de la atención del tonal".(4) Según don Juan, nuestro diálogo interno (la cháchara incesante que tenemos con nosotros mismos mientras estamos despiertos) es un perverso invento ideado por el tonal para mantener su descripción del mundo. En sus propias palabras: Mantenemos nuestro mundo con nuestro propio diálogo interno [...] Cada vez que terminamos de hablar con nosotros mismos, el mundo es siempre lo que debería ser. Lo renovamos, le damos nueva vida, lo sostenemos con nuestro diálogo interno. No sólo eso, sino que también elegimos nuestros caminos al hablar con nosotros mismos. Así, repetimos las mismas elecciones una y otra vez hasta el día en que morimos, porque seguimos repitiendo el mismo diálogo interno u na y otra vez hasta el día de la muerte.(5)

La correlación entre nuestro diálogo interno y el mundo definido como una descripción se reconoce desde el inicio mismo de las civilizaciones orientales. Allan Watts escribe: La razón por la que el taoísmo y el zen representan, a primera vista, un acertijo tan complejo para la mente occidental, es que tenemos un panorama restringido del conocimiento humano. Para nosotros casi todo el conocimiento es lo que un taoísta llamaría conocimiento convencional, porque sentimos que no sabemos realmente nada, a menos que lo podamos formular en palabras

86

para nosotros mismos [...] Este conocimiento se conoce como convencional porque es una cuestión de acuerdo social en lo que a códigos de comunicación se refiere.(6)

En el Oriente, las técnicas necesarias para anular el diálogo interno se clasifican generalmente bajo los títulos de "concentración" y "meditación". Aunque don Juan no usa ninguna de estas palabras, sus ejercicios pertenecen en su mayoría a la primera categoría. "Escuchar los sonidos del mundo" y "mirar" son esencialmente técnicas de concentración. Detener el diálogo interno es una concecuencia de ellos, más "el modo correcto de caminar". A pesar de esta útil clasificación, debemos subrayar que en ninguno de los nueve libros don Juan menciona la palabra "meditación". Además, el concepto oriental de meditación y la interrupción del diálogo interno parecen ser sumamente distintos porque sus resultados finales parecen diferir radicalmente. El canon Pali, uno de los textos budistas más antiguos, hace una lista de ocho tipos de  jhana (meditación , dhayana en el budismo Mahayana, ch'an en chino, zen en japonés). La primera de las cuatro jhana, llamada rupa-jhana , trata con el aquietamiento de la percepción (vittaka), ecuanimidad (upekkha), interrumpir el pensamiento discursivo (vicara) y smadhi. Las siguiente cuatro jhana, llamadas arupa-jhana , tratan con etapas de la mente en el Espacio Infinito, con ciencia infinita, La Nada y el estado de no percepción y no impercepción. En las enseñanzas de don Juan no hay absolutamente nada que se parezca a esto (aunque la vicara jhana puede coincidir). La llave de la puerta que abre el reino del nagual gira al interrumpir el diálogo interno. Una vez ahí, el nagual es todo acción, actividad pura. En las innumerables ocasiones en que Castaneda entra al nagual, la mitad del tiempo está aterrado, en tanto que en la otra mitad simplemente corre por su vida. Las descripciones orientales clásicas de la meditación simplemente no suceden en el mundo de don Juan.(7) Lo que sí se da es "concentración". "La concentración es cerrar el campo de atención en una forma y durante un lapso de tiempo determinado por la volutad".(8) Aunque don Juan no utiliza mantras (un sonido sibilante similar a un cántico definido como "protección de la mente", (9) hay sin embargo ejercicio de respiración relacionados con las técnicas de "mirar" y "acechar". Aun así, el primer método de don Juan es "escuchar los sonidos del mundo". Cuando Castaneda pregunta a don Juan cómo dejar de dialogar consigo mismo, don Juan responde: Primero debes usar tus oídos para quitar alguna a lguna carga de los ojos. Usamos los ojos para  juzgar al mundo desde el momento momento en que nacemos. Hablamos con otros y con nosotros mismos principalmente aceca de lo que vemos. Un guerrero es consciente de esto, y escucha al mundo. Escucha los sonidos del mundo [...] un guerrero está consciente de que el mundo cambiará tan pronto como deje de hablar consigo mismo.(10)

Después de varios meses de escuchar los "sonidos del mundo", Castaneda fue capaz de interrumpir su diálogo interno durante breves lapsos de tiempo. Aunque el proceso de concentrarse en los sonidos en sí mismos es una experiencia más bien agradable y tranquila, el objetivo inmediato es tratar de atrapar "agujeros", los centímetros cúbicos de suerte que se encuentran no sólo entre sonidos 87

distintos, sino dentro de un solo sonido. Castaneda narra cómo, tras inhalar una mezcla alucinógena, don Juan "repitió" que debería enfocar toda mi atención en escuchar los sonidos y poner todo de mi parte para hallar los agujeros dentro de los sonidos mismos".(11) Según don Juan, los brujos utilizan estos agujeros para ver , para entender. Aquí nos topamos con algo similar, pero no igual a los pensamientos orientales clásicos sobre el tema. Sogyal Rimpoche dice: En la mente ordinaria percibimos el flujo de pensamientos como continuos; pe ro en la realidad éste no es el caso. Usted mismo puede descubrir que existe una brecha entre un pensamiento y otro. Cuando el pensamiento pasado es el pasado, y el pensamiento aún no surge, siempre hallará una brecha en donde [...] se revela la naturaleza de la mente. Así, la obra de la meditación es permitir que los pensamientos corran a más lentitud, que la brecha se haga más aparente [...] [prolongar la brecha], eso es meditación.(12)

A Castaneda también se le enseñó el "mirar", una técnica clásica de concentración cuya mejor explicación proviene de La Gorda, otra aprendiz de don Juan. (La razón de esto es que don Juan le enseñó a Castaneda otro procedimiento llamado "la forma correcta de caminar", que implica un enfoque totalmente distinto del "mirar".)(13) El mirar como técnica de concentración tiene un amplio cuerpo de literatura que lo describe a profundidad.(14) Mirar es una frase poderosa, pero "el modo correcto de caminar" es la práctica primaria que Castaneda utilizó para detener su diálogo interno. De algún modo, la técnica es justamente lo opuesto de la concentración en un sólo punto, porque implica inundar el sistema sensorial de los ojos. Esencialmente, el practicante debe desenfocar sus ojos, en tanto que mira justo por debajo de la línea del horizonte. Al mismo tiempo, flexiona los dedos de las manos. Según don Juan, caminar de este modo es, con mucho, "el modo más efectivo de detener el diálogo interno". Caminar de ese modo específico satura al tonal -contínua deon Juan-. Lo inunda. Como ves, la atención del tonal debe colocarse sobre sus creaciones. De hecho, es esa atención la que crea el orden del mundo; así, el tonal debe estar atento a los elementos de su mundo para mantenerlo, y debe, sobre todo, sostener la descripción del mundo como diálogo interno.

Castaneda prosigue: Dijo que la forma correcta de caminar era un subterfugio. El guerrero, al curvar los dedos, atraía la atención a sus brazos; y luego al mirar, sin enfocar su mirada, en cualquier punto frente a él, en el arco que se iniciaba en la punta de los pies y que terminaba por la punta del horizonte, literalmente inundaba su tonal con información. El tonal, sin una relación unívoca con los elementos de su descripción, era incapaz de hablar consigo mismo y, por consiguiente, quedaba en silencio [...] Los ojos, al mantenerse desenfocados, detectaban una enorme cantidad de características del mundo sin que éstas fueran claras.(15)

Aunque no hay atajos para detener el diálogo interno, hay un procedimiento que puede ayudar. Se necesitan seis cristales de cuarzo de aproximadamente la mitad del tamaño de los dedos. (También pueden servir guijarros pulidos de río, o incluso algunos pernos metálicos elongados). Precisa Castaneda: "El procedimien-

88

to consistía en oprimir por lo menos tres objetos delgados entre los dedos de cada mano y crear una presión casi dolorosa en las manos. Esta presión tenía la extraña propiedad de interrumpir el diálogo interno".(16) ----------CITAS: (1) E. Conze, I.A. Horner, D. Snellgrove y A. Waley, Buddahist Texts through The Ages, Oxford, 1954, pp.224-239. (2) Castaneda, Relatos..., op.cit ., p.12. (3) Todas las citas de la "explicación de los brujos" aparecen en Ibid., páginas 223-268. (4) Castaneda, El segundo anillo..., op.cit.,p.267. (5) Id., Una realidad..., op.cit., p.225. (6) Alan W. Watts, The Way of Zen, Pelican, Londres, 1962., p.24. (7) Existe una hermosa historia zen: Un maestro p reguntó a su alumno cuál era el objetivo de sentarse en meditación. El alumno respondió: -El objetivo es convertirse en un Buda -el maestro, en este punto, tomó un mosaico del piso y comenzó a pulirlo. -¿Qué está haciendo, maestro? -preguntó el muchacho. -Estoy puliendo el mosaico hasta convertirlo en espejo. -¿Cómo puede hacerse un espejo de un espacio pulido? -¿Cómo podría alguien convertirse en Buda al sentarse en meditación? -respondió el maestro. (8) Ernest Woods, "Raja Yoga", en Christmas Humphrey, Concentration and Meditation, Element Books, Dorset, 1987, p.28. (9) Geshe Kelsang Gyatso, Clear Lights of Bills , Wisdom Publications, Londres, 1982, p.5. (10) Castaneda, Una realidad..., op.cit., pp.225-226. (11) Ibid., p.228. El alucinógeno dio a Castaneda la velocidad necesaria para atrapar los "agujeros de espíritu" era un instrumento de cuerda hecho de tripa de jabalí. Nunca vemos que don Juan utilice un tambor chamánico, uno de los instrumentos más efectivos para ayudar a detener el diálogo interno. Desde luego, el tamborileo chamánico es un procedimiento más bien estridente, y no muy recomendable durante la era de la conquista. (12) Rimpoche, op.cit., pp.74-75. (13) Castaneda, El segundo..., op.cit., p.267; señala que mirar era muy difícil, porque significó revertir su formación anterior. (14) El recuento de la Gorda aparece en Ibid., pp.216-268. (15) Castaneda, Relatos..., op.cit .,p.230. (16) Castaneda, El arte..., op.cit ., p.93.

7.- LOS MUNDOS DE LA CONCIENCIA CONCIENCIA Nuestra conciencia lúcida normal -o conciencia racional- no es más que un tipo especial de conciencia, en tanto que a su alrededor, separada por la más fina de las pantallas, yacen formas potenciales de conciencia totalmente distintas.

89

Podemos pasar por la vida sin sospechar su existencia, pero si aplicamos el estímulo necesario, aparecen súbitamente en toda su plenitud [...] Ninguna explicación de a totalidad del universo puede ser definitiva si deja de lado otras formas de conciencia. William James

La "explicación del univertso" de don Juan es exhaustiva y concluyente: todas las formas de conciencia se exploran de manera total, y su sustancia se ilumina cuidadosamente. En términos de revelar el núcleo filosófico de la brujería tolteca, éste es el capítulo más importante del presente libro. En este sentido, la polaridad tonal-nagual no es más que un minúsculo aspecto de una totalidad mucho mayor: dominar la "conciencia". La siguiente cita, de Robert Pirsing, es una buena introducción al tema: ¿Por qué, por ejemplo, un grupo de compuestos simples y estables de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno luchan durante miles de millones de años para oganizarse en un profesor de química? ¿cuál es el motivo? Si dejamos el tiempo suficiente a un profesor de química en una roca al sol, las fuerzas de la naturaleza lo convertirán en compuestos simples de carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno, calcio, fósforo y pequeñas c antidades de otros minerales. Es una reacción en un solo sentido. Sin importar de qué profesor de química se trate, y sin importar qué proceso utilicemos, no podemos convertir estos procesos de vuelta en un profesor de química. Los profesores de química son mezclas inestables de compuestos predominantemente inestables que, en la presencia exclusiva del calor del sol, decaen irreversiblemente en compuestos orgánicos e inorgánicos más simples. Esto es un hecho científico. La cuestión es la siguiente: ¿por qué la naturaleza invierte este proceso?, ¿qué es lo que hace que compuestos inorgánicos se mezclen en el otro sentido? No es la energía del sol. Acabamos de ver qué es lo que hace la energía solar. Debe ser alguna otra cosa más, ¿Qué es esto?.(1)

Según don Juan, "las emanaciones del Aguila" son lo que transforma a un puñado de compuestos químicos en un profesor de química. A don Juan no le entusiasman demasiado las teorías actuales del calor del sol que reaccionan de forma aleatoria con la "sopa orgánica" primigenia para crear vida. Para don Juan, existe un ente que es el origen primordial de la creación, así como una razón tras la creación. Como todos los filósofos, don Juan intenta explicar el propósito, procesos y significado de la vida. Si tuviéramos que resumir sus pensamientos acerca de estas cuestiones en unas cuantas frases, serían las siguientes: 1.- El mundo no está hecho de materia o energía: el universo, y todo lo que contiene, está formado por las emanaciones del Aguila. En todo caso, estas emanaciones están hechas de tiempo. El tiempo es la sustancia primaria, la materia prima básica del universo. Los brujos que perciben estas emanaciones las captan como fibras vivientes de luz, totalmente conscientes de que tratan de nombrar lo innombrable.

90

2.- La manifestación ordenada de las manifestaciones del Aguila se logra mediante la "intención". El uso de la intención, sea voluntario o de otro modo, produce la "conciencia". 3.- El Aguila otorga la "conciencia" conel fin de efectuar y perpetuar su cantidad total. La conciencia es el alimento del Aguila. 4.- La conciencia hace surgir la percepción, y los brujos toltecas clasifican los campos posibles de percepción en tres categorías: lo conocido, lo desconocido y lo incognoscible. 5.- Lo conocido es el tonal; lo desconocido y lo incognoscible forman el nagual. 6.- El tonal, nuestra realidad cotidiana, es una forma de conciencia congelada. Se congela mediante un proceso llamado "autorreflexión". Los seres humanos viven porque la conciencia los envuelve en un capullo, en una "burbuja de percepción". Todo aquello que se percibe dentro de este capullo se conoce como tonal. Percibir el tonal excluye la posibilidad de percibir al nagual. 7.- Percibir el nagual requiere un grado de control sobre el cuerpo luminoso. El control de esta "burbuja de percepción" es lo que un brujo tolteca enseña a su aprendiz. 8.- El nagual tiene dos componentes: lo desconocido y lo incognoscible. Lo desconocido es el dominio de la brujería tolteca; es una zona enorme en comparación con el tonal, pero infinitesimal cuando se compara con lo incognoscible. 9.- Para actuar dentro del caos de lo desconocido, un brujo utiliza el conocimiento adquirido en las enseñanzas para el tonal; en cierto sentido, lleva parte de su tonal al nagual. La parte que se lleva es su "cohesión". 10.- Lo incognoscible es el domino de los tontos. Los antiguos toltecas adquirieron una multitud de problemas mortales cuando se aventuraron a lo incognoscible. Un brujo no puede llevar pociones de su tonal a lo incognoscible. 11.- De entre las tres categorías posibles de percepción con las que cuenta el hombre -lo conocido, lo desconocido y lo incognoscible-, sólo las primeras dos son accesibles a través del uso de la burbuja de la percepción. 12.- La burbuja de la percepción también se conoce como el cuerpo luminoso del hombre, su aura. Los brujos ven el aura como un capullo ovoide de fibras luminosas vivas que rodean al hombre durante su vida. Dentro de esta capa luminosa hay una pequeña esfera integrada por abundantes fibras luminosas y ebullentes. Esta esfera se conoce como "punto de unión" o "punto de encaje". El dominio sobre él constituye el núcleo de la brujería tolteca. 13.- El punto de encaje se localiza en el cuerpo luminoso de cada persona. Aunque flojo y volátil en el nacimiento, el inicio de la pubertad fija su posición, tras el omóplato derecho, que es la misma en todos los seres humanos. 14.- La función del punto de encaje es seleccionar, de entre todas las posibles fibras de conciencia que están fuera del capullo, un número limitado de ellas, que luego se alinean con todas las de naturaleza idéntica ubicadas dentro del capullo. El alineamiento de fibras de dentro y de fuera produce la percepción. 15.- Como todos los humanos tenemos el punto de encaje aproximadamente en el mismo sitio, todos percibimos la misma "realidad". Los brujos la llaman el tonal, o la primera atención.

91

16.- El tonal es una, y sólo una, de todas las realidades posibles con las que el hombre cuenta. Tan pronto como un hombre mueve su punto de encaje, otro conjunto de fibras fuera del capullo se alínea con sus fibras análogas internas. Entonces se entra a una nueva ralidad, que es el nagual, o segunda atención. 17.- Las fibras externas que no coinciden con las del capullo forman lo incognoscible. Obviamente, el punto de encaje no puede alinear con ellas. 18.- Un hombre se convierte en brujo tolteca en el momento en que puede mover a voluntad su punto de encaje. 19.- Cuando un ser humano muere, su conciencia regresa al Aguila, que la devora. Antes de consumirla, el Aguila la purifica. Este proceso obliga a la conciencia a entrar en la tercera atención, que la restaura a su condición original y prístina. La tercera atención es la conciencia total.(2) 20.- Los humanos entramos a la tercera atención en un resplandor, en el último momento antes de morir. Los brujos toltecas pueden entrar a esta tercera atención con sus conciencias intactas. Así, en lugar de morir -sucumbir al fuego de purificación de la tercera atención-, los brujos toltecas utilizan el impulso de la tercera atención para "pasar junto al Aguila y ser libres". En la introducción a El conocimiento silencioso, Castaneda realiza una magnífica tarea al resumir los pensamientos de don Juan: 1.- El universo es una infinita aglomeración de campos de energía, similares a fibras de luz. 2.- Estos campos de energía, conocidos como emanaciones del Aguila, son irradiados desde una fuente de inconcebibles proporciones, metafóricamente llamada el Aguila. 3.- Los seres humanos estamos también compuestos de un incalculable número de campos de energía, similares a fibras. Estas emanaciones del Aguila forman una aglomeración cerrada que se manifiesta como una esfera de luz del tamaño de una persona, con los brazos extendidos lateralmente semejando un gigantesco huevo luminoso. 4.- Sólo un grupo muy reducido de campos de energía dentro del huevo luminoso se enciende hasta llegar a un punto de intenso brillo situado en la superficie. 5.- La percepción ocurre cuando los campos de energía en ese pequeño grupo que rodea el punto de brillo extienden su luz para iluminar campos de energía idénticos fuera del huevo. Puesto que sólo los campos de energía perceptibles son los que se encienden por el punto de brillo, éste se conoce como "el punto donde la percepción se une", o simplemente "punto de encaje". 6.- El punto de encaje puede moverse de su posición habitual en la superficie de la esfera luminosa a otra ubicación en la propia superficie o en el interior. Puesto que su brillo puede verse sin importar con qué campo de energía entra en contacto, cuando se mueve a una nueva posición, inmediatamente enciende nuevos campos de energía, haciéndolos perceptibles. Esto se conoce como ver. 7.- Cuando el punto de encaje se desplaza, posibilita la percepción de un mundo totalmente distinto, tan objetivo y real como el que percibimos normalmen-

92

te. Los brujos que entran en ese otro mundo obtienen energía, soluciones a problemas generales y particulares, o elementos para enfrentarse a lo inimaginable. 8.- El intento es la fuerza penetrante que nos hace percibir. No nos hacemos conscientes porque percibimos; más bien percibimos como resultado de la presión e intrusión de este intento. 9.- El objetivo de los brujos es llegar a un estado de conciencia total con el fin de experimentar todas las posibilidades de percepción disponibles para el hombre. Este estado de conciencia implica una forma alternativa de morir.(3) Desafortunadamente, escuchamos con frecuencia todo tipo de pláticas acerca de la conciencia en contextos erróneos. La conciencia, y prácticamente todo lo que se relaciona, es la lotería de la era de Acuario. El que no haya nada gratuito en la economía es algo que conocemos de sobra, pero lo que casi nunca se menciona es el enorme desperdicio que produce el capitalismo actual. Su paralelo en este caso son los acuarianos parlanchines: personas que en cocteles y cenas predican con aplomo absoluto acerca de la conciencia, la iluminación, la meditación, el Tao, el zen y decenas de temas similares. ¡Cunde la importancia propia! Estos charlatanes seudoiluminados son, en el mejor de los casos, una molestia; una maldición en el peor, siempre una contradicción: hablar es la barrera que divide al mundo como descripción del mundo del nagual. Pero estos filósofos de coctel aún no lo saben. Les sería provechoso memorizar la siguiente cita y repetirla como su mantra diario: La iluminación ocurre cuando la instrospección logra trascender el nivel del lenguaje.(4)

O, como dice don Juan: Una vez que se obtiene el silencio, todo es posible.(5)

O, como para malparafrasear un chiste: "Es mejor callarse y permitir que otros piensen que eres estúpido, que abrir la boca y confirmarlo". Este capítulo nos obliga a escribir sobre lo que es inexplicable, por lo que citaremos extensamente a don Juan para evitar que este chiste tenga razón. Primero hay que puntualizar que no existe un ente como el Aguila. Esta es simplemente una palabra elegida por los antiguos brujos para describir lo que presenciaron. Don Juan aclara: "No existen el Aguila ni las emanaciones del Aguila. Lo que está ahí es algo que ninguna criatura viva puede captar [...] [Llamarla Aguila] es simplemente el caso de algo desconocido que se parece vagamente a algo conocido".(6) Los "nuevos videntes" bien podrían decidir llamar al Aguila con otro nombre. Pero, mientras tanto, "estamos atorados con la visión [de los antiguos brujos] de un Aguila que nos rige y devora en el momento de morir".(7) Don Juan inidica a Castaneda que las emanaciones del Aguila son "una cosa inmutable por sí misma, que abarca todo lo que existe".(8) Quizá la mejor forma de comprender estas emanaciones es llamarlas "órdenes". De hecho, los maestros de don Juan utilizaron esta palabra. A él le incomodaba, por lo que prefirió utilizar "emanaciones". Sin embargo, acepta que en realidad son órdenes,(9) y 93

pueden comprenderse mejor así, porque, nos guste o no, "todas las criaturas vivas se ven obligadas a utilizar las emanaciones del Aguila sin saber lo que son". Las emanaciones ejercen gran presión sobre los organismos y a través de ellas construyen sus mundos perceptibles".(10) Estas emanaciones constituyen algo indescriptible. Y, sin embargo, mi comentario personal sería que son como filamentos de luz. Lo que resulta incomprensible para la conciencia normal es que estos filamentos son conscientes. No puedo explicarte qué significa esto, porque no sé lo que estoy diciendo. Todo lo que puedo asegurar [...] es que esos filamentos son conscientes de sí mismos, están vivos y vibran, y hay tantos de ellos, que los números no tienen significado, y que cada uno de ellos es una eternidad por sí mismo.(11)

En tanto que existe una descripción útil para la fuente de estas emanaciones -el Aguila-, en el caso de ellas mismas no existe esta convención; la idea de "filamentos vivos de luz" es la mejor forma de aludirlas. Previamente dijimos que el uso de lo que comúnmente se conoce como "aura humana" es la característica crucial de la brujería tolteca. Quizá la palabra crucial no sea lo suficientemente precisa para explicar el papel central que juega el cuerpo luminoso en la brujería tolteca. Esta trata exclusivamente de la manipulación de una faceta específica del aura: el punto de encaje. La palabra "aura" es un nombre mal empleado, y don Juan no la utiliza. Desde el principio de su instrucción, don Juan insiste en que existen seres ovoides y luminosos hechos de fibras de luz.(12) Las emanaciones del Aguila, desde el momento de la concepción,(15) se utilizan pra crear vida: Es la orden del Aguila que la energía sexual se utilice para crear vida. A través de la energía sexual el Aguila otorga la conciencia. Así, cuando los seres inteligentes realizan el acto sexual, las emanaciones dentro de sus capullos hacen lo que pueden para dar conciencia al nuevo ser inteligente que crean.(14)

El mecanismo de otorgar conciencia no es particularmente claro. Sin embargo, es dramaticamente aparente que nuestros hijos "roban" luminosidad de sus padres. La Gorda, una de las aprendices de don Juan, explica: "El nagual [don Juan] dijo que una persona incompleta es aquella que tuvo hijos [...] una persona incompleta tiene un agujero en el estómago. Un brujo puede verlo tan fácilmente como tú puedes ver mi cabeza". Para un brujo, una persona completa parece un huevo luminoso hecho de fibra. Todas las fibras son completas, parecen cuerdas tirantes. Haz de cuenta la tirantez de un tambor. En una persona vacía, en cambio, las fibras se arrugan en los bordes del agujero. Cuando se han tenido muchos hijos, las fibras ya no parcen filamentos. Estas personas se vuelven trozos de luminosidad separados por negrura.(15)

Sea cual sea el mecanismo de engendrar la conciencia, todos los humanos y toda forma de vida orgánica e inorgánica están encapsulados en un capullo hecho de estas fibras luminosas. Dentro de esete capullo hay una esfera del tamaño de un puño grande, que para un "vidente" (una persona capaz de percibir la naturaleza energética del universo) parece brillar con más intensidad. La función 94

de esta esfera, llamada punto de encaje, es ensamblar la realidad."Somos energía que se mantiene en una forma y posición específica por la fijación del punto de encaje en un solo lugar" (del aura luminosa), dice don Juan. "Si el lugar se cambia, la forma y posición de esa energía cambiará de acuerdo con esto."(16) Las palabras "capullo", "punto de encaje", "fibras luminosas", etcétera, son meras expresiones que más o menos coinciden con lo que los videntes perciben cuando captan la naturaleza energética del hombre. Lo que ven es que "las emanaciones dentro [del capullo] y las emanaciones de fuera son los mismos filamentos de luz. Los seres conscientes son minúsculas burbujas hechas de estos filamentos, puntos microscópicos de luz, unidos a las emanaciones infinitas".(17) La función del punto de encaje es hacernos percibir. "La percepción es una condición de la alineación; las emanaciones internas se alinean con las que están fuera y que coinciden con ellas. La alineación es lo que permite que cualquier criatura viva cultive la conciencia."(18) La percepción es una forma de resonancia. Las emanaciones externas, conocidas como "grandes emanaciones", ejercen una presión particular en las porciones de las emanaciones de adentro. Esta presión determina el grado de conciencia que tiene cualquier ser vivo [...][;] la luminosidad externa atrae a la interna, la atrapa, por decirlo de algún modo, y la fija [...] piénsalo de este modo: puesto que algunas de las emanaciones externas son las mismas que las internas, sus energías son como una presión continua. Pero el capullo aísla las emanaciones que están dentro de su red, y por consiguiente dirige la presión.(19)

El instrumento utilizado por el capullo para aislar emanaciones específicas es el punto de encaje. La percepción tiene lugar -expone don Juan- porque en cada uno de nosotros hay un agente llamado punto de encaje, que selecciona las emanaciones internas y externas apra alinearlas. El alineamiento particular que percibimos como el mundo es el producto del punto de específico donde está situado nuestro punto de encaje en el capullo.(20)

Concibiendo la existencia en el punto de encaje, "moverlo", "desplazarlo" y "fijarlo" son las maniobras que definen y dan propósito a la brujería tolteca. "El misterio del punto de encaje lo es todo en la brujería [...] toda la brujería descansa sobre la manipulación del punto de encaje."(21) Los brujos toltecas clasifican las posibilidades perceptuales del hombre en tres campos: lo conocido, lo desconocido y lo incognoscible. Castaneda refiere: Para explicar estos conceptos, don Juan divide en tres partes desiguales nuestra conciencia. A la parte más pequeña la llama primera atención, y dice que es la conciencia que toda persona común desarrolla para tratar con el mundo cotidiano [...] otra porción grande, a la que llama segunda atención, la describe como la conciencia que necesitamos para percibir el capullo luminoso y actuar como seres luminosos. Dijo que la segunda atención permanece en el trasfondo durante todas nuestras vidas, a menos que le demos expresión a través de un entrenamiento deliberado [...] a la última porción, que es la mayor, la llamó la tercera atención, una conciencia inconmensurable, que trata de los aspectos indefinibles de la conciencia de los cuerpos físico y luminoso.(22)

95

Lo conocido es nuestro mundo cotidiano, y los brujos lo llaman primera atención. El punto de encaje, con el fin de percibir el mundo en el que vivimos, debe poner énfasis en ciertas emanaciones seleccionadas de la estrecha banda de emanaciones donde está situada la conciencia del hombre [...] Los nuevos videntes llaman a las emanaciones acentuadas el lado derecho, la conciencia normal, tonal, este mundo, la primera atención. El hombre común lo llama realidad, racionalidad, sentido común.(23) En otras palabras: El lugar específico del punto de encaje motiva una forma específica de percepción. A través de su uso, esta forma específica de percepción se convierte en un sistema de interpretación de datos sensoriales.(24) Para todos los seres humanos, la posición del punto de encaje está fijo en la misma zona de sus capullos. Cómo y por qué sucedió esto, es el gran descubrimiento de los nuevos videntes. Se encuentra fijo en un lugar específico por dos razones: la primera por hábito, y la segunda, porque el Aguila así lo dispone. "El punto preciso está determinado por el hábito, por los actos repetitivos [...][;] de ahí el tremendo énfasis que los nuevos videntes ponen sobre las nuevas acciones, sobre los nuevos detalles prácticos. Ellos quisieron desesperadamente llegar a nuevos usos, nuevos hábitos."(25) El Aguila dispone que, después de la niñez, el punto de encaje cese de transitar caóticamente dentro del capullo luminoso. Pero el "punto de fijación" final queda a nuestra elección. Es así como la orden del Aguila puede ser nuestra propia orden. Romper las rutinas de la vida, borrar la historia personal, el desatino controlado, utilizar la muerte como consejera, perder la propia importancia y el resto de las enseñanzas para el tonal tienen raison d'etre en el hecho de que el punto de encaje se fija y no porque el Aguila lo ordene, sino porque se nos enseñó a percibir un conjunto específico de emanaciones. Las emanaciones que nuestro punto de encaje selecciona para hacerlas resaltar fueron grabadas en roca mediante la fuerza del hábito. Pero si rompemos nuestra rutina, si interferimos con nuestros hábitos, si utilizamos a la muerte para aconsejarnos, podemos mover ese punto de encaje de su sitio acostumbrado -de la posición de la primera atención-. Estos son los primeros pasos en la brujería. El siguiente paso es el golpe mortal al diálogo interno. Si lo pensamos, veremos que nuestro diálogo interno es una práctica común a toda la humanidad, la cual, en términos de brujería tolteca, es fatal. Don Juan explica: La posición del punto de encaje en el capullo de un hombre se mantiene mediante el diálogo interno, y debido a eso, es en el mejor de los casos una posición frágil. Esta es la razón por la que tantos hombres y mujeres se vuelven locos tan fácilmente, en especial aquellos cuyo diálogo interno es repetitivo, aburrido y sin ninguna profundidad.(26)

Desde luego, desmantelar nuestros hábitos puede parecer una propuesta poco razonable, especialmente cuando existen "buenos" hábitos que nos toma toda una vida adquirir. Y sin embargo, en la mayoría de los casos, nuestras rutinas conducirán a "un obsesivo enredo de la primera atención en la razón o en estar

96

absorta en sí misma".(27) Por otra parte, si el punto de encaje es desplazado y "alinea emanaciones dentro del capullo en una posición distinta de la normal, los sentidos humanos percibirán de modos inconcebibles".(28) Cuando esto sucede, la persona en cuestión puede llegar a creer que está enferma o que enloqueció, y por eso don Juan propone el camino del guerrero. Cuando el punto de encaje pierde su rigidez, "si no son guerreros, piensan que se están volviendo locos [...] si son guerreros, saben que se han vuelto locos, pero esperan pacientemente [...] permanecen impasibles, incólumes, sabiendo que el punto de encaje siempre vuelve a su posición original".(29) De hecho, todo movimiento del punto de encaje al que no precede el impecable entrenamiento de un guerrero, o que se realiza sin la supervisión de un nagual, puede conducir a la muerte. "Cualquier movimiento del punto de encaje es como morir. Todo lo que adentro de nosotros se desconecta, cuando se vuelve a conectar a una fuente de mucho mayor potencia -señala don Juan-, esa amplificación de energía se siente como una angustia mortal."(30) Una advertencia al lector. ¿Pero por qué el tonal es lo que es? ¿Por qué el punto de encaje siempre se alinea con un conjunto particular de emanaciones y no con otras? ¿Es que siempre fue así? ¿Es que siempre percibimos la realidad de la misma forma en que lo hacemos ahora? ¿Es que la posición del punto de encaje fue siempre la misma? Aquí llegamos a una zona más bien nebulosa que don Juan nunca explicó totalmente. Sin embargo, al parecer lo que llamamos realidad cambió al paso de las eras. Inicialmente, nuestro nexo con el espíritu era más "intuitivo" y menos "racional" que actualmente. Se cree que en la antigüedad el ser humano "sabía" de la forma más directamente posible qué hacer y cómo hacerlo mejor. Pero como se desempeñó tan bien, comenzó a desarrollar un sentido de egoísmo que le dio la sensación de que podía predecir y planear las acciones que estaba acostumbrado a realizar. Y de este modo, apareció con el tiempo la idea de un yo individual que comenzó a dictar la naturaleza y el alcance de los actos del hombre.(31) Carl Jung hace al respecto un comentario apropiado: Es suficiente saber que [todas las ideas] se fundan en formas arquetípicas primordiales, cuya concretización viene de una época en que la conciencia no pensaba, solamente percibía. Los "pensamientos" eran objetos de percepción interna, no eran por sí mismos pensamientos, sino que se captaban como fenómenos externos -visto o escuchado, para llamarlo de algún modo-. El pensamiento era esencialmente revelación.(32)

Es posible que en cierto punto en el pasado, la "revelación", que típicamente era un suceso errático y caprichoso, abriera el camino al pensamiento sistemático. Y con esto vinieron no sólo los aspectos positivos y pragmáticos del juicio, sino también la arrogancia del intelecto. Castaneda continúa: Conforme la sensación del yo individual se hizo más intensa, el hombre perdió su conexión natural con el conocimiento silencioso. El hombre moderno, heredero de ese desarrollo, está por consiguiente tan fatalmente separado de la fuente de todo, que lo único que puede hacer es expresar su desesperanza en violentos y cínicos actos autodestructivos.

97

Don Juan aseguraba que la razón del cinismo y desesperanza del hombre es lo poco de conocimiento silencioso que queda en él, que hace dos cosas: uno, le da al hombre un inidicio de su antigua conexión con la fuente de todo; y dos, hace que el hombre sienta que sin esa conexión no tiene ninguna esperanza de paz, de satisfacción, de logros.(35)

Don Juan añade: Los brujos descubrieron que todo movimiento del punto de encaje significa un movimiento que se aleja con la excesiva preocupación por ese yo individual que es la marca del hombre moderno [...] esta posición del punto de encaje hizo del hombre moderno un egotista homicida, un ser totalmente absorto en su propia imagen. Tras perder la esperanza de volver alguna vez a la fuente de todo, el hombre buscó consuelo en su egotismo. Al hacerlo así, logró fijar su pounto de encaje en la posición exacta para perpetuar la imagen de sí mismo [...] Todo movimiento del punto de encaje de su posición acostumbrada, resultó en un movimento que se alejaba de la autorreflexión del hombre, y en su concomitante: la autoimportancia.(34)

La autoimportancia es una fuerza generada por la autoimagen del hombre que fija la posición de su punto de encaje; una posición muy alejada del lugar del conocimiento silencioso. Esta no es una simple metáfora. Es la posición que prevaleció durante las primeras etapas de la humanidad. Actualmente, el punto de encaje del hombre está situado en el "lugar de la razón". No todos lo tienen ahí, pero para la mayoría está en la periferia inmediata. De forma muy similar, no todos los hombres antiguos lo tenían en el lugar del conocimiento silencioso. Los que tienen su punto de encaje centrado precisamente en el punto de la razón se convierten en "los verdaderos líderes de la humanidad. La mayoría de las veces son desconocidos; su genio es el ejercicio de su razón".(35) Don Elías, uno de los maestros de don Juan, precisa: Los verdaderos líderes de la humanidad siempre fueron los pocos cuyo punto de encaje estaba en el punto exacto de la razón o del conocimiento silencioso. El resto de los hombres fue simplemente su público. En nuestros días son los amantes de la razón. En el pasado fueron los amantes del conocimiento silencioso.(36)

La historia de la humanidad, en términos toltecas, se comprende como un viaje del punto de encaje de un lugar fijo en el capullo luminoso a otras posiciones. El hombre pasó la mayor parte de su permanencia en este planeta en la posición del conocimiento silencioso, que explica su añoranza por él. Pero también hay otros lugares. La ruta es la siguiente: el viaje se inició en el "lugar donde no hay indulgencia", que a su vez conduce al lugar del "conocimiento silencioso", que a su vez conduce al "lugar de interés", y finalmente aterrizamos en el "lugar de la razón".(37) (También parece que cada posición está acompañada por un cambio en el color del capullo.)(38) Desde una perspectiva tolteca, el progreso del hombre es una arrogante regresión a los confines de la racionalidad. Don Juan explica: Los brujos creen que cuando el hombre se hizo consciente de que sabía, y quiso hacerse consciente de lo que sabía, perdió de vista lo que sabía. Este conocimiento silencioso, que no se puede describir, es, desde luego, "el intento", el espíritu, lo abstracto. El error del hombre fue querer saberlo directamente, en la forma en que se conocía la vida cotidiana. Mientras más quiso, más

98

efímero se hizo [...] [El hombre] renunció al conocimiento silencioso por el mundo de la razón. Mientras más se aferra al mundo de la razón, más efímero se hace el "intento".(39)

Así, ¿cuál es el "lugar donde no hay complacencia"? Don Juan cree que la importancia propia no es otra cosa que la autoindulgencia disfrazada. Afirma que: "Sin un cierto grado de indulgencia por sí mismo, el hombre nunca podría acumular tanta importancia propia como tiene ahora. Sin embargo, una vez que se inicia la fuerza de ésta, desarrolla su propoio impulso".(40) Siendo este el caso, la mejor forma de tratar con la autoindulgencia es llegar al "lugar sin indulgencia". Castaneda llegó al "lugar sin indulgencia" en Guaymas. En esos días Guaymas no era el típico pueblo adormilado al sol. De hecho, se trataba de un importante centro agrícola que producía azúcar, algodón, chícharos..., y porque está a unos cuantos minutos del golfo de Cortéz, tiene algunos de los mejores restaurantes de pescados y mariscos de México. Castaneda llevaba a don Juan desde Nogales para comer en alguno de esos restaurantes, cuando se dio cuenta de que don Juan actuaba de modo extraño; pareció envejecer inmensamente en el transcurso de unas cuantas horas, perdió el tono muscular, su cabeza cayó sobre su pecho y babeaba y balbuceaba incoherentemente. (De hecho, don Juan movió su punto de encaje a una posición acostumbrada en los ancianos. No sólo actuaba como un anciano, sino que realmente lo era.) Castaneda, preocupado por la condición de su mentor, se sintió inquieto y nervioso. Llegó a pensar que don Juan tuvo una leve embolia. Finalmente, entraron al restaurante, donde un mesero que reconoció a don Juan le ayudó a sentarse a la mesa y le sirvió dos platos de mariscos. Cuando Castaneda le preguntó al mesero si conocía a don Juan, éste le dijo que sí, que era "el anciano que tenía embolias". En ese momento Castaneda, con sus sospechas ahora confirmadas, comenzó a angustiarse por la salud de don Juan, y no dejó de preguntarse qué hacer y a dónde ir. Después de almorzar volvieron al coche y recorrieron Guaymas hasta que, quizá una hora después, se detuvieron cerca de una tienda, y se sentaron en la banca de una plaza. La condición de don Juan siguió deteriorándose, y la angustia de Castaneda llegó a lo que él pensaba era su clímax. Estaba equivocado. Castaneda se sentía tan avergonzado por la situación, que pensó en abandonar a don Juan a su suerte. Inmediatamente se arrepintió y nuevamente preguntó a don Juan si podía hacer algo, o si podían ir a cualquier lugar. "¡Quiero que te vayas al diablo!", respondió don Juan. Relata Castaneda: Al oírlo hablarme de este modo, tuve la sospecha de que don Juan no sufrió una embolia, sino de otra enfermedad cerebral, que lo haría enloquecer y hacerse violento. De pronto se puso de pie y se alejó de mí. Me di cuenta de lo frágil que parecía [...] su vigor natural desapareció, y lo que estaba ante a mí era un hombre terriblemente viejo y débil. Corrí hacia él para ayudarlo. Me envolvió una ola de inmensa piedad. Me vi a mí mismo viejo y débil, apenas capaz de caminar [...] le detuve el brazo y le hice la promesa silenciosa de que lo cuidaría, sin importar qué sucediera.

En este momento, con Castaneda sumido en la preocupación y la autoindulgencia, don Juan lo abofetea dos veces y le grita: "¿Quién eres tú?" 99

Entonces, al volverse algunos curiosos, grita "No sé quién es este hombre, ayúdenme, soy un indio viejo y solo. El es un extranjero y quiere matarme. Le hacen eso a los ancianos indefensos, los matan por placer [...] deténganlo, y por favor, que alguien llame a la policiía. ¡Ellos sabrán qué hacer con este hombre!" No sin razón, la idea de estar encerrado en Sonora obligó a Castaneda a actuar. Pateó al hombre joven que se le acercaba y comenzó a correr por su vida teniendo tras de sí a una cuadrilla de mexicanos furiosos. Castaneda entonces trazó un plan. Entró a una tienda y decidió comprar suficientes cosas como para que alguien le tuviera que ayudar a cargarlas hasta el coche, y en ese punto fingiría ignorancia, actuaría como turista, cargaría las cosas en el coche y abandonaría a don Juan a su suerte. Procedió con ese plan, y justo cuando volvía al coche, vio a don Juan recargado en el vehículo y hablando con un policía, quien tomaba notas. El plan de Castaneda se frustró. Si iba a un hotel, la policía terminaría por encontrarlo y, dando a los policías locales un poco más de lo que probablemente merecían, Castaneda razonó que también cubrirían la estación de autobuses. Continúa: Mi mente se sumergió en un pánico ciego. Respiré en inhalaciones cortas para calmarme los nervios [...] noté que la multitud que rodeaba a don Juan comenzaba a dispersarse. El policía regresó con un colega [...] fue en este punto cuando sentí un impulso súbito e incontrolable. Era como si mi cuerpo estuviera desconectado de mi cerebro. Caminé a mi coche, cargando todos los paquetes. Sin la menor huella de temor o preocupacion, abrí la cajuela, puse los paquetes adentro, luego abrí la puerta [...] miré [a don Juan] con una frialdad meticulosa y poco característica. Nunca en mi vida tuve esta sensación. No era odio lo que sentí, tampoco era resignación o paciencia. Y ciertamente tampoco era amabilidad. Era más bien una indiferencia fría, una aterradora falta de compasión. En ese instante, no me hubiera importado nada lo que sucediera con don Juan o conmigo mismo.

Posteriormente, en el coche, Castaneda comenzó a narrar a don juan que experimentaba una sensación de dualidad; de un lado ligero y racional, y la otra porción mucho más oscura y pesada. Don Juan le explicó que "cuando el punto de encase se mueve y llega al lugar sin indulgencia, la posición de la racionalidad se hace débil". La sensación que tenía Castaneda de un lado más antiguo, sombrío y silencioso, era un panorama de los antecedentes de la razón. "Lo que estás experimentando y llamas dualismo -dijo don Juan- es una percepción desde otra posición del punto de encaje. Desde esa posición puedes sentir el lado más antiguo del hombre."(41) Castaneda finalmente llegó al lugar sin indulgencia; finalmente se hizo implacable. El llegar a la posición del conocimiento silencioso, el lugar sin indulgencia, también se conoce como implacabilidad. Estudiaremos este concepto a profundidad en el siguiente capítulo, cuando revisemos la técnica de "acechar". Por el momento, baste con decir que para el brujo "ser implacable no es ser cruel. La implacabilidad es lo opuesto a la autoindulgencia o a la importancia propia. La implacabilidad es sobriedad."(42)

100

A partir de estas descripciones es claro que no hay nada particularmente atractivo en el lado antiguo del hombre. Castaneda lo califica de oscuro y pesado, y a don Juan le repugnaban totalmente las costumbres del lado oscuro. El argumento de don Juan era que, a menos que se pase por los rigores de la práctica del guerrero, podemos enredarnos en la red del lado oscuro de la misma forma en que ahora vivimos bajo el yugo de la racionalidad. Al nacer somos nagual puro, y porque la racionalidad todavía no tiene ninguna influencia sobre nosotros, nuestro punto de encaje es fluido y móvil. Siendo así, podría suponerse que la niñez es el momento ideal para iniciar el camino del conocimiento. Don Juan concuerda con esto, pero sólo si los niños viven "entre los nuevos videntes. De otro modo, quedarían atrapados, al igual que los viejos videntes, en lo intrincado del lado silencioso del hombre. Créeme, eso es peor que quedar en poder de la racionalidad."(43) ---------------CITAS: (1) Robert Pirsing, Lila, Bantam Press, Londres, 1991, pp.144-145. (2) Los chamanes Tamang de Nepal creen similarmente en tres "almas". El profesor de psicología Larry G. Peters cree que hay conexiones entre este chamanismo y el yoga tántrico. Nicholson, Shamanism, op.cit., pp.159-180. (3) Castaneda, El conocimiento..., op.cit., pp.13-14. (4) Ferris, op.cit., p.96. (5) Castaneda, El don del Aguila, op.cit., p.150. (6) Ibid., pp.59-60. Cuando Castaneda pregunta si el Aguila tiene ese nombre porque en general las águilas tienen importantes atributos, don Juan le responde: "Hubo intentos de dar a las águilas atributos que no tienen. Pero eso siempre sucede cuando la gente impresionable aprende a realizar actos que requieren de gran sobriedad [...] Hay un montón de imbéciles que se convierten en videntes". Ibid., p.58. (7) Ibid., p.58. (8) Ibid., p.57. (9) Ibid., p.59. (10) Ibid., p.60. (11) Ibid., p.63. Esta descripción es notablemente similar a la de los teóricos de las supercuerdas. (12) Castaneda, Una realidad..., op.cit., p.29. (13) Id., El fuego..., op.cit ., pp.75-76. (14) Id, Una realidad..., op.cit. p.29. (15) Id., El segundo anillo..., op.cit., pp.106-107, passim 117-121. 1.- Desafortunadamente, la abstinencia sexual es un prerrequisito de la brujería tolteca. Don Juan dice: "[Los guerreros saben] que la única energía real que poseemos es la energía sexual que engendra vida [...] los guerreros quieren tener suficiente energía para ver , deben ser avaros con su energía sexual". Véase Id., El fuego..., op.cit., pp.77-78, o El conocimiento..., op.cit., p.50. Nélida, una de las hechiceras de don Juan, es inquietantemente explíscita: "Los brujos son capaces de alinearse con el intento, con el espíritu, porque renunciaron a lo que define específicamente su masculinidad. Y ya no son hombres". Véase Donner, op.cit., p.251. 2.- Lo que es aún más desafortunado, se debe intentar recuperar de nuestros hijos los trozos de luminosidad que obtuvieron de nosotros. Esto es pe ligroso para ellos. Véanse las citas detalladas en la nota anterior. Además, el orden y la continuidad impuestos por la vida familiar es también antagónico a la brujería tolteca. Véase, El conocimiento..., op.cit., pp.192-201. 3.- Irónicamente, nuestra vieja amiga la Iglesia católica terminará ganando. La Gorda dijo a Castaneda que no hay diferencia en términos de estilo de vida entre los guerreros toltecas y las monjas o los sacerdotes. Las monjas y los sacerdotes están completos; hablando de modo general, nunca tuvieron hijos. Además, no se debilitaron a sí mismos con actos sexuales. La Gorda continúa: "El

101

nagual [don Juan] dijo que ésa es la razón por la que nunca serán exterminados, sin importar quién trate de exterminarlos. Los que van tras ellos están siempre vacíos. No tienen el vigor que tienen las verdaderas monjas y sacerdotes. Me gustó el nagual por decir eso. Yo siempre aplaudo a las monjas y los sacerdotes. Somos similares. Renunciamos al mundo y sin embargo estamos en medio de él. Los sacerdotes y mojas podrían ser grandes brujos voladores si alguien le dijera que pueden hacerlo". Véase El segundo anillo..., op.cit., p.212. (Con mucho, los casos mejor documentados de monjas y sacerdotes voladores son los de Santa Teresa de Avila y San José de Cupertino. En ambos casos, hubo docenas de testigos confiables que vieron que estos místicos levitaron y volaron. En el caso de Cupertino, sus hazañas fueron presenciadas por cientos de personas, incluyendo un papa y su corte.) (16) Id., El arte..., op.cit ., pp.103-104. (17) Id, El fuego..., op.cit., pp.66-67. (18) Ibid. p.66. Don Juan explicó que "el alineamiento es una fuerza única en su tipo que no ayuda a desplazarse al punto de encaje, ni tampoco lo mantiene pegado a su posición común. El aspecto del alineamiento que mantiene al punto estacionario es la voluntad; los aspectos que lo hacen desplazarse es el intento". Don Juan hizo notar que uno de los misterios más asombrosos es cómo la voluntad, la fuerza impersonal del alineamiento, se convierte en intento, la fuerza personalizada, que está al servicio de cada individuo.(Castaneda, El fuego..., op.cit ., p.218). (19) Ibid., p.67. (20) Ibid., p.126. (21) Castaneda, El arte..., op.cit ., p.172. (22) Loc.cit. (23) Castaneda, El fuego..., op.cit. (24) Ibid., p.127. (25) Ibid., pp.136-137. (26) Ibid., p.173. (27) Ibid., p.138. (28) Ibid., p.144. (29) Ibid., p.138. (30) Castaneda, El conocimiento..., op.cit ., p.157. (31) Ibid., p.157. Véase también Julian Jaynes, The Origins of Consciousness in the Breakdown of the Bicameral Mind, para una interesante discusión de cómo la conciencia introspectiva moderna surgió a través del desarrollo y aplicación de tipos específicos de idiomas internos, y cómo puede seguirse este proceso examinando textos antiguos. (32) Carl Jung, The Archetypes And The Collective Unconscious, 2a. ed., Routledge, Londres, 1980, p.33 [Edición en español: Los arquetipos y el inconsciente colectivo, Paidós, México, 1992.] (33) Castaneda, El conocimiento..., op.cit ., p.157. (34) Ibid., p.158. (35) Ibid., p.242. (36) Ibid., p.243. (37) Ibid., p.204. (38) Castaneda, El arte..., op.cit ., p.176. (39) Castaneda, El conocimiento..., op.cit., p.155. (40) Ibid., p.158. (41) Ibid., pp.143-154. (42) Ibid., p.162. (43) Castaneda, El fuego..., op.cit ., p.152. Como mencionamos en el capítulo 2, los antiguos brujos entrenaron a niños desde edad muy temprana. La posición de los nuevos videntes es que debe llegarse al punto de la razón antes de que se permita cuestionar su valor. El punto de encaje llega a prender la fijación antes de que aprenda a desplazarse.

102

8.- LLEGAR AL NAGUAL El hombre que regresa por la Puerta en el Muro nunca será el mismo que salió por ella. Será más sabio pero menos arrogante, más feliz pero con menos satisfacción de sí mismo, más humilde para reconocer su ignorancia y, sin embargo, mejor equipado para comprender la relación entre las palabras y las cosas, entre el razonamiento sistemático y el misterio insondable que intenta, siempre vanamente, comprender.  Aldous Huxley(1)

Una vez ordenado el tonal y acallando la voz interna mediante la que se sostiene la fijación del mundo, el aprendiz está listo para entrar al nagual durante algo más que un momento fugaz. Y es aquí que, con el paso del tiempo, y como Castaneda recuerda con mayor profundidad las experiencias que vivió en manos de sus maestros, la descripción de la totalidad de la brujería tolteca queda nítidamente enfocada. En los primeros libros de Castaneda sólo podía informar superficialmente de sus experiencias con el nagual. Don Genaro, su benefactor que lo introdujo en el nagual, era una figura atemorizante, y la mayor parte del tiempo Castaneda fungía como observador aterrado de sucesos que parecían abrumar su capacidad de reacción. Sin embargo, en los libros posteriores estas experiencias se vuelven a escribir desde un nivel más profundo, y queda claro que Castaneda fue capaz de entender las enseñanzas subyascentes. Tiempo atrás los acontecimientos parecían inexplicables, e incluso milagrosos. Castaneda recordó vivencias más profundas y las enseñanzas relacionadas con ellas, de modo que los hechos, aunque no son menos sorprendentes, comienzan a caer en un patrón de experiencia, una secuencia intencional claramente diseñada por don Juan y don Genaro para beneficio del desconcertado aprendiz. Este proceso es muy claro en los últimos cuatro libros de la nonalogía, que puntualizan las enseñanzas para el nagual y ponen de relieve la necesidad de ejercitarse hasta dominar las tres técnicas para su penetración. Estas son, como se dijo una y otra vez, el ensoñar, el acechar y el intento. De las tres, ensoñar y acechar son los dos vehículos cruciales que utilizaron los brujos toltecas en el nagual. A ellas subyace el dominar el intento. El ensoñar, descubierto por los antiguos brujos, es su principal legado para los videntes del nuevo ciclo. Por otra parte, acechar es una maniobra practicada exclusivamente por los nuevos videntes.(2) El objetivo de ensoñar es crear el "cuerpo de ensueño". Acechar es un modo alternativo de "pasar junto al Aguila para ser libres". Los brujos toltecas deben aprender ambas habilidades y, debido a que las acciones involucradas en su práctica son radicalmente distintas, algunos brujos son ensoñadores en tanto que otros son acechadores. Las técnicas son totalmente 103

antagónicos: el ensoñar surgió en el extraño mundo de los antiguos brujos. Esta naturaleza chamánica se halla anclada en el mundo de la "voluntad" y poco tiene que ver con el mundo de la "razón". Por otra parte, la técnica del acecho debe aprenderse en el mundo del tonal. A don Juan no le gustaba el ensueño porque estaba contaminado con el ánimo de los antiguos brujos. En muchas ocasiones advirtió a Castaneda de sus peligros. El mundo del ensoñar está irrevocablemente ligado con el lado antiguo de la naturaleza del hombre. Como tal, es peligroso, extraño y totalmente incomprensible. Sin embargo, ensoñar es una práctica necesaria porque es el único procedimiento disponible para adquirir energía adicional. Perder la propia importancia evitará desperdiciar la cantidad finita de energía con la que nacemos, pero evitar el desperdicio no es lo mismo que ganar energía nueva y fresca. Para obtener energía adicional debemos procurarla de los seres no orgánicos que habitan el mundo del nagual. La energía necesaria para mover el punto de encaje de los brujos viene del reino de los seres inorgánicos -dice don Juan-. No existe otra energía viable para los brujos [...] Para comenzar a ensoñar éstos necesitan redefinir sus premisas y ahorrar su energía, pero [...] para volar a otros reinos, para ver energía, para dotar el cuerpo de energía, es otra cuestión. Para estas maniobras los brujos necesitan mucha energía oscura y extraña.(3)

Don Juan propone la existencia de la vida no orgánica en el primer libro de Castaneda. La interacción con estos seres es una característica definitoria del chamanismo. Los brujos toltecas entran rutinariamente a este mundo porque tienen una relación simbiótica con la vida inorgánica que involucra intercambio de energía. Sin embargo, aunque la familiaridad con estos seres engendra desprecio, pocas veces se pierde un sentido innato de repulsión. "No podemos tratarlos comenta don Juan- ni podemos alejarnos de ellos. Mi solución fue tomar su energía pero no sucumbir a su influencia. Esto se conoce como la última palabra en acechar".(4) Acechar se utiliza para atenuar los excesos del ensoñar. Ensoñar es simple, porque los seres inorgánicos, sin intereses propios, ayudarán al aprendiz en sus esfuerzos; acechar es trabajo duro. Sólo tenemos planeado revisar las instrucciones de don Juan para "fijar" el ensoñar, así como las cuestiones relacionadas con el cuerpo de ensoñación y la vida inorgánica. En el arte de ensoñar , de Castaneda, puede hallarse un análisis detallado del tema.(5) Este es posiblemente su esfuerzo más extraño y ajeno; se rumora que es un libro que hizo trabajar horas extras a editores y escritores sustitutos. El libro describe las experiencias de Castaneda en el mundo de los antiguos brujos. Son casi todas aterradoras, y en el libro vemos cómo Castaneda fue introducido al reino de los seres inorgánicos. Totalmente rodeado por ellos, su tonal se vio abrumado hasta que perdíó su nexo con la realidad. Sea como sea, las instrucciones precisas relacionadas con las diversas etapas de la práctica de ensoñar se detallan en el libro. A algunos lectores les parecerá que ensoñar es atractivo y útil. A ellos sólo podemos repetirles que don Juan advirtió interminablemente a Castaneda no sucumbir a la fascinación del mundo de ensueño. Los seres inorgánicos devoran nuestra energía tanto como nosotros necesitamos de la suya. Además, las prácticas toltecas de ensoñación no

104

pueden concebirse en la misma vena que el yoga de sueños(6) porque no es un camino hacia la liberación. El ensueño tolteca es una aberración indispensable que sólo puede controlarse mediante la impecabilidad de los guerreros. La práctica de los sueños toltecas conduce inexorablemente al mundo de los seres no orgánicos. "Ya entraste a la fasceta más peligrosa del conocimiento de los brujos -le previene don Juan-. Es el puro terror, una verdadera pesadilla [...] Aquí es donde, me temo, puedes sentirte tentado a ir al otro extremo".(7) La vida no orgánica fue creada por el Aguila de una forma similar a la nuestra. El Aguila otorga conciencia mediante tres gigantescos racimos de emanaciones que pasan por tres grandes bandas. Estos racimos son muy peculiares, porque hacen que los videntes sientan un matiz.(8) [...] Es como si una de estas bandas te diera la sensación de ser rosa, en tanto que las otras dos tienen color durazno y ámbar. En la banda orgánica -expone don Juan- el racimo rosado pertenece principalmente a las plantas, la banda color durazno pertenece a los insectos, y la banda ámbar pertenece al hombre y otros animales. La misma situación prevalece en las banda s inorgánicas. Los tres racimos de conciencia producen tipos específicos de seres inorgánicos en cada una de las siete bandas [...] Las siete bandas, y lo que producen, son inaccesibles al razonamiento humano, pero no al ver humano. [...] Los seres inorgánicos -señala Castaneda- [...] se caracterizan por tener un recipiente sin movimiento; es más bien un receptáculo amorfo con un bajo grado de luminosidad. No parece un capullo de seres orgánicos. No tiene su cualidad tensa, que hace que los seres orgánicos parezcan esferas luminosas que estallan con energía.(9)

Los seres humanos y los seres inorgánicos tienen diferentes configuraciones de energía, pero ambos comparten el don de la conciencia. Los seres inorgánicos nos seducen luego de iniciar la segunda etapa de la práctica del ensoñar. Los seres inorgánicos son lo que don Juan llama "aliados". Los antiguos brujos vivían y morían con sus aliados, que son seres acomodaticios que pueden anticipar cada uno de nuestros pensamientos y proporcionarnos diversión, compañía y consejos. También absorben nuestra energía. No debe confundirse a los aliados con los espíritus de las plantas,(10) como tampoco debe creerse que no existen. Los aliados no son seres imaginarios, como tampoco alucinaciones. Comparten con nosotros el don de la conciencia, y por consiguiente la habilidad para umentarla. También comparten con nosotros la búsqueda de la energía, lo que hace que su mundo sea particularmente peligroso. El peligro yace no en los aliados por sí mismos, sino en la forma de entrar en contacto con ellos. La mejor de todas es durante la práctica del ensoñar. Aquí hay dos trampas: la primera, como veremos a continuación, es que no podemos controlar la dirección de nuestra práctica de ensoñar. La segunda es que nuestra razón nos hará pensar que tarde o temprano nos despertaremos y el mundo de los aliados desaparecerá. Esto no es así. Don Juan explica: Sucumbir a la seducción de los seres inorgánicos no es sólo una idea; es real, pero aún no te das cuenta de la implicación de esa realidad. De modo similar, ensoñar es real; es una condición que genera energía. Escuchas lo que digo y ciertamente comprendes qué quiero decir, pero tu conciencia aún no capta todas sus implicaciones [...] [de ser así], podrías medir el ensoñar con mayor cuidado y deliberación. Puesto que crees que solamente sueñas, asumes riesgos. Tu fallido

105

razonamiento te dice que sin importar lo que suceda, en cierto momento terminará el sueño y despertarás.(11)

Es posible no despertarse, o, lo que es peor, podemos despertarnos en un mundo ajeno, sin saber cómo regresar. El ensoñar es una situación que genera energía no sólo para nosotros, sino también para los aliados. El corazón de la oscuridad, el núcleo chamánico de la brujería tolteca, es su práctica de ensoñar. El ensoñar es como una calle de dos sentidos: en el proceso de tener acceso a energía ajena, también dejamos la puerta abierta a un poder sombrío que penetrará hasta nuestra médula. Los sueños son, si no una puerta, entonces una escotilla a otros mundos -continúa don Juan-. Como tales, los sueños son una calle de dos sentidos. Nuestra conciencia pasa por esa escotilla hacia otros reinos, y esos reinos env ían exploradores a nuestros sueños [...] [Los exploradores] son cargas de energía que se mezclan con lo que aparece en nuestros sueños normales. Son estallidos de energía extraña que entra a nuestros sueños, y los interpretamos como objetos que nos son familiares o no familiares [...] A través de esa escotilla se filtran corrientes de energía desconocida. Entonces la mente, el cerebro, o lo que sea, toma estas corrientes de energía y las convierte en partes de nuestro sueño [...] Los brujos están conscientes de esas corrientes de energía ajena. Las notan, e intentan aislarlas de los objetos normales de sus sueños.(12)

Los brujos practican el ensoñar no por placer sino por necesidad. En contraposición a otras prácticas de ensoñar,(13) el estilo tolteca consiste exclusivamente en obtener energía fresca para desplazar el punto de encaje. Los antiguos brujos notaron que éste se desplazaba sin ningún esfuerzo al iniciarse un ensueño. La facilidad del desplazamiento los hizo creer (lo que resultó ser correcto) que podían utilizar deliberadamente los períodos del ensoñar para desplazar el punto de encaje. Según don Juan. "los sueños ordinarios son los reclamos utilizados para entrenar al punto de encaje a llegar a la posición que crea esta condición generadora de energía a la que llamamos ensoñar".(14) El primer paso para segregar estas corrientes de energía ajena es "fijar" la ensoñación. Fijar la ensoñación comienza cuando el ensoñador se hace consciente, en un sueño ordinario, de que está soñando. En este momento de sueño lúcido(15) el sujeto ve sus propias manos, y luego de que están enfocadas mueve la mirada hacia otros objetos en el sueño. La idea es mirar superficialmente los demás objetos y volver la mirada hacia las manos, luego de vuelta a los objetos y nuevamente a las manos, y así sucesivamente. Cada vez que veas cualquier cosa en tus sueños cambia de forma -continúa don Juan-; el truco para aprender a fijar la ensoñación es obviamente no sólo mirar las cosas sino sostener la mirada. Soñar es real cuando se logra enfocar todos los objetos. Entonces no hay diferencia entre lo que se hace cuando se duerme y lo que se hace cuando no se duerme.(16)

Desde luego, esta explicación es simplista, pero se le dio a Castaneda en una etapa muy temprana de su aprendizaje, antes de que supiera algo acerca del punto de encaje. Lo que realmente sucede es que al sostener la mirada en cualquier objeto en los sueños, o al cambiar los sueños a voluntad [el punto de encaje gana cohesión]. A través de tus prácticas de ensueño, realmente ejercitas tu capacidad para ser cohesivo; es decir, ejercitas tu capacidad para mantener una nueva forma de 106

energía al conservar el punto de encaje fijo en la posición de cualquier sueño particular que tengas.(17)

La ensoñación tolteca es un método de ejercer cohesión, luego de que el punto de encaje se desplaza a un nuevo sitio. El objetivo inmediato es forzar al punto de encaje a constreñirse a una posición solitaria. La atención de ensoñación, el cuerpo de energía, la segunda atención, la relación con los seres inorgánicos, el emisario de la ensoñación, no son más que productos secundarios de adquirir cohesión; en otras palabras, no son más que productos secundarios de fijar el punto de encaje en un número de posiciones de ensoñación.(18) [...] Con el fin de modificar la cualidad evanescente de los sueños -refiere don Juan-, los brujos idearon el uso de un objeto que funciona como punto inicial. Cada vez que lo aíslas y lo miras, obtienes un impulso de energía, por lo que al principio no mires demasiadas cosas en tus sueños. Con cuatro objetos basta. Posteriormente podrás aumentar el alcance hasta que puedas cubrir todo lo que quieras, pero tan pronto como las imágenes comiencen a desplazarse y sientas que pierdes el control, vuelve a tu punto inicial y comienza todo de nuevo.(19)

En otras palabras, durante los sueños el punto de encaje se libera de su posición acostumbrada de la primera atención. Este es un proceso que sucede naturalmente, sin necesidad de la voluntad del que sueña. Las extrañas e irreales características de los sueños son una consecuencia del desplazamiento del punto de encaje de su posición de la primera atención a un nuevo lugar. Dado que durante los sueños dicho punto se mueve con extrema libertad, es posible beneficiarse con ello. Los brujos ganan energía adicional reconociendo los elementos energéticos que aparecen en los sueños, y sosteniendo la mirada en estos elementos. Ciertos aspectos de la ensoñación tolteca son muy similares al yoga tibetano de sueños, y bien podría ser que compartieran el mismo origen chamánico.(20) El maestro tibetano Namkhai Norbu Rimpoche explica que antes de dormir debería visualizarse la sílaba tibetana "A" en el centro de nuestros cuerpos. El punto más importante es que al dormir se debe tener presente esta "A". Incialmente, debe ser precisa y nítida; después hay que relajarse. Esto no implica olvidarse de la "A" o descartarla. Se conserva un sentido de su presencia, se llega al relajamiento y, por consiguiente, dormimos.(21)

Similarmente, don Juan explica que hay varias etapas o "puertas" en la práctica tolteca de la ensoñación. "La primera etapa es un umbral que debemos cruzar siendo conscientes de una sensación particular que tenemos antes del sueño profundo [...] Llegamos a esa puerta en el instante en que somos conscientes de que nos estamos durmiendo [...] Pedir a un soñador que halle un objeto determinado en su sueño es un subterfugio. La verdadera cuestión es ser conscientes de que nos estamos durmiendo [...] Pedir a un soñador que halle un objeto determinado en su sueño es un subterfugio. La verdadera cuestión es ser conscientes de que nos estamos durmiendo. Y, tan extraño como parezca, eso no sucede si nos ordenamos a nosotros mismos estar conscientes de que nos estamos durmiendo, sino sosteniendo la mirada en lo que aparece en el sueño.(23)

107

Existen muchas otras coincidencias entre las prácticas tibetanas y toltecas de ensoñación. 1.- Afirman tener un antiguo linaje para sus prácticas.(23) 2.- Advierten contra las obsesiones que puede inducir la práctica de la ensoñación.(24) 3.- Recomiendan poner atención en la zona de la garganta como método para recordar sueños.(25) 4.- Sostiene que se recibe información en sueños.(26) 5.- Aseguran que diversas posturas corporales ayudan a la práctica de la ensoñación.(27) 6.- Según don Juan, el ensueño es necesario para "pasar junto al Aguila a fin de ser libre". Norbu escribe que "cuando los practicantes de la noche mueren, tienen la posibilidad de la liberación.(28) 7.- La práctica del yoga de sueños puede conducir al "cuerpo de luz". La ensoñación tolteca puede llevar a la tercera atención, al "fuego interno".(29) 8.- El yoga de sueños puede producir el cuerpo máyico,(30) y la ensoñación tolteca genera el cuerpo del ensueño. Esta última coincidencia es tan importante que la exploraremos a profundidad. A continuación presentamos un fragmento de una entrevista con Norbu Rimpoche: M (Michael Katz): ¿Qué relación tiene el cuerpo máyico, que se discute en Six Yoga of Naropa, con el ensoñar? N (Norbu Rimpoche): El ensoñar es el principal camino para comprender el cuerpo máyico. Si usted experimentó el cuerpo máyico, entonces comprenderá fácilmente cómo funcionan los sueños. M: ¿Qué valor hay en desarrollar el cuerpo máyico? N: Con un cuerpo máyico desarrollado se puede tener una comprensión total de lo irreal. M: Cuando se desarrolla la capacidad del cuerpo máyico, ¿puede proyectarse este cuerpo durante el tiempo de lucidez al igual que durante el sueño? N: Es posible, porque se integra todo.(31) M: El cuerpo máyico tibetano y la energía corporal tolteca (cuerpo de ensoñación o "el otro"), son uno y el mismo.(32)

Según explicación de don Juan: Lo más asombroso que les sucede a los ensoñadores es que al llegar a la primera puerta [de la práctica de ensoñación] también llegan al cuerpo de energía [...] El cuerpo de ensoñación [o cuerpo de energía] es la contraparte del cuerpo físico. Una configuración fantasmagórica hecha de energía pura. -¿Pero acaso el cuerpo físico no está hecho también de energía? -pregunta Castaneda. -Desde luego que lo está. La diferencia radica en que el cuerpo de energía tiene sólo aspecto, pero no masa. Puesto que es energía pura, puede realizar actos que están más allá de las posibilidades del cuerpo físico [...] A través de la ensoñación condensamos el cuerpo de energía hasta que es una unidad capaz de percibir. Su percepción [...] es independiente. Tiene su propia esfera.(33)

108

Abreviamos deliberadamente el tema del ensoñar porque, aunque simple y al parecer inocuo, es fantásticamente peligroso. No puede controlarse, por lo menos en la práctica tolteca. Los ejercicios de ensoñación que don Juan enseñó no están diseñados para controlar los sueños. En palabras de Castaneda: Esos ejercicios fueron diseñados para mantener mi punto de encaje fijo en el lugar a donde se movió durante mi sueño. Es ahí donde los ensoñadores deben llegar a un sutil equilibrio. Todo lo que pueden dirigir es la fijación de sus puntos de encaje [...] [Los soñadores] son como pescadores equipados con un sedal que se arroja a cualquier lugar; lo único que pueden hacer es mantener el sedal anclado en el sitio donde se sumerge. Don Juan continúa: Te advierto sobre las trampas del ensoñar, que son realmente estupendas. Al soñar, realmente no hay ninguna forma de dirigir el movimiento del punto de encaje; la única cosa que dicta el desplazamiento es la fuerza o debilidad interna de los ensoñadores. Desde ahí tenemos la primera trampa [...] Con el fin de atenuar los efectos nocivos del soñar, los nuevos videntes desarrollaron un complejo sistema de comportamiento llamado el camino del guerrero [...] [que requiere] un sentido de ecuanimidad, casi de indiferencia, una sensación de serenidad, pero, sobre todo, significa una profunda inclinación natural por el examen, por la comprensión. Los nuevos videntes llamaron sobriedad a todas estas nuevas cualidades del carácter.(34)

Es obvio que los actos de poder que Castaneda presenció fueron realizados por don Juan y don Genaro con sus cuerpos de energía. La maestría del ensoñador significa que, con sólo hacer parpadear un ojo, puede intercambiarse el cuerpo físico con el de energía.(35) "Con el cuerpo como objeto puede manejarse lo conocido, con el cuerpo como huevo luminoso puede manejarse lo desconocido, Las posibilidades humanas tienen, por consiguiente, un alcance casi inagotable".(36) Castaneda, sin saberlo, estuvo frecuentemente con el cuerpo de ensoñación de don Juan en lugar de con su cuerpo terreno. De hecho, Castaneda pocas veces se reunió con otra presencia de don Genaro, que su cuerpo de ensueño. Después de todo, don Genaro estaba a cargo del nagual de Castaneda, de la misma forma en que don Juan estaba a cargo de su tonal. El primero requería evidencia incuestionable de actos milagrosos; el segundo necesitaba explicaciones para estos actos de poder con el fin de salvaguardar su cordura. Castaneda repetaba y quería a don Juan. Aunque inicialmente le temía, con el tiempo aprendió a confiar en él. Don Genaro, por otra parte, lo aterraba casi siempre. Sin embargo, al final de su colaboracíón, Castaneda comprendió que la rutina del policía bueno y del policía malo era solamente un truco, y que, de hecho, ambos brujos los "acechaban".(37) Castaneda comprendió que en los mundos ajenos del nagual la cordura se salvaguarda por la impecabilidad de los guerreros. La impecabilidad, a su vez, se refuerza por la técnica del "acechar". Acechar es otra técnica utilizada para producir desplazamientos del punto de encaje. Es un procedimiento que tuvo orígenes muy modestos: los nuevos videntes notaron que "cuando los guerreros se comportan constantemente de formas desacostumbradas, las emanaciones que no utilizan de sus capullos comienzan a brillar, y sus puntos de encaje se desplazan de forma suave, armoniosa y 109

apenas perceptible".(38) Acechar es al nagual lo que "romper las rutinas de la vida es para el tonal." Acechar es una forma de interactuar con la gente: es la práctica de controlar sistemáticamente el propio comportamiento frente al de los demás. Acechar, aunque sugiere un comportamiento que puede llamarse subrepticio, es en realidad un nombre mal aplicado: es "desatino controlado".(39) Don Juan explica que "acechar es un procedimiento sumamente simple [...][,] un comportamiento que sigue ciertos principios. Es secreto, furtivo, engañoso, diseñado para provocar un susto". En manos de un guerrero impecable, acechar es un estado de ánimo imperceptible, acompañado de cuatro atributos: implacabilidad, astucia, paciencia y dulzura. ¿Alguna vez vio el lector a una aeromoza en acción? Eso es acechar. Ser implacable, paciente, astuto y dulce. Implacable porque hay un trabajo que debe hacerse dentro de un horario y los demás deben adaptarse a éste; paciente porque aunque ella está ahí para organizar, también está ahí para servir; tratar de empujar la situación más allá de sus límites produce turbulencia en lugar de progreso. Astucia, porque cualquier truco, cumplido, atajo o cambio en el ritmo puede convertir al pasajero incómodo en dócil. Y dulce: ¡eso puede verse en cualquier publicidad!. El encanto es otro aspecto del acechar; por ejemplo, el encanto de un vendedor o de un político. Esta persona puede hacernos sentir deseados y servidos, mientras obtiene exactamente lo que quiere. El encanto es astuto, dulce, y sin embargo en su núcleo hay implacabilidad y un corazón paciente. Puede ser para el bien de todos, pero el que posee el encanto puede de todas formas salirse con la suya. Luego está, desde luego, el origen de la imagen, el cazador que acecha. ¿Alguna vez vio a un gato buscar algo en un jardín? Se funde con el paisaje, con un disfraz tan astuto que incluso a su amo, que lo conoce tan bien, no le es fácil verlo. El gato espera con una paciente implacabilidad que casi desafía nuestra imaginación. Sin embargo, helo ahí: la esencia de la dulzura echado frente a la chimenea. Dulcemente implacable, astutamente paciente. Esos son los trucos que usa el cazador para salirse con la suya. En un viaje a Nogales con don Juan, Castaneda supo de estos cuatro estados de ánimo por la vía difícil. Fueron a visitar a dos amigos brujos de don Juan: Silvio Manuel y Vicente Medrano. Al entrar en la casa, don Juan llevó a Castaneda al patio y le amarró una tira de cuero al cuello, luego lo ató a una columna, y el antropólogo tuvo que arreglárselas solo. Primero gritó, pero nadie vino en su ayuda. Luego en vano trató de desatarse. Gritó nuevamente, tratando de romper la soga frotándola contra la columna. Nada ocurrió. Finalmente, en un acceso de cólera, apoyó las piernas contra la columna, empujó con todas sus fuerzas, rompió las ataduras y tropezó hacia atrás, chocando contra la habitación donde los brujos lo esperaban, aplaudiendo. Castaneda relata: -Qué entrada tan dramática -dijo Vicente-, me engañaste. No pensaba que fueras capaz de tales explosiones.

110

Don Juan vino a mí y rompió el nudo, liberando mi cuello de su atadura. Yo temblaba de miedo, agotamiento y furia. Con voz tembolorosa, le pregunté a don Juan por qué me atormentaba. Ellos tres rieron, y en ese momento parecieron lo menos amenazante del mundo. -Queríamos probarte y saber qué clase de hombre eras realmente -dijo don Juan-. [...] Te amarramos porque queríamos saber si eres dulce, paciente, implacable o astuto. Descubrimos que no eres nada de eso. Más bien eres un indulgente tamaño familiar [...] Si no te dieras el lujo de ser violento, hubieras notado que el formidable nudo en la soga alrededor de tu cuello era falso. Iba a ceder [...] Rompiste la atadura violentamente, o sea que no eres dulce. Tampoco eres implacable o astuto. Si lo fueras hubieras desatado fácilmente ambos nudos y huido con una valiosa soga de cuero. Tampoco eres paciente. Si lo fueras, habrías chillado hasta que te dieras cuenta de que había un par de pinzas junto a la pared con la que se podía romper la soga [...] (40)

Acechar es un procedimiento que debe aprenderse lenta y metódicamente. Florinda, una hermosa mujer que previamente destacó en la sociedad de Guadala jara, enseñó esta práctica a Castaneda. Florinda, una bruja consumada, urdió una historia que lo fascinó completamente: era el relato de su vida antes de convertirse en aprendiz de don Julián. Los principios de acechanza estaban entremezclados con la historia. El primer principio del arte de acechar es que los guerreros eligen su campo de batalla dijo Florinda-. Un guerrero nunca va a batalla sin saber cuál es su entorno. El segundo principio es rescatar todo aquello que es necesario. No compliques las cosas. Trata de ser simple. Aplica toda la concentración que tengas para decidir si entras o no en batalla, porque en cualquier batalla te juegas la vida. Este es el tercer principio del arte de acechar. Un guerrero debe estar dispuesto a librar su última batalla en el aquí y el ahora, pero no de forma caótica. Relájate, abandónate a ti mismo, no temas a nada. Sólo entonces los poderes que nos guían abrirán la puerta y nos guiarán. Sólo entonces.[Este es el cuarto principio]. Cuando enfrentan dificultades que no pueden manejar, los guerreros se repliegan por un momento. Permiten que sus mentes deambulen. Ocupan su tiempo en otra cosa. [El quinto principio]. Los guerreros comprimen el tiempo; todo cuenta, incluso un instante. En una batalla por tu vida, un segundo es una eternidad; una eternidad que puede decidir el resultado. El objetivo de los guerreros es tener éxito, y por consiguiente comprimen el tiempo. Los guerreros no desperdician un solo instante [El sexto principio]. [El principio final del arte de acechar es que] un acechador nunca se obliga a sí mismo a ir al frente.(41)

De la misma manera en que los ensoñadores son expertos en el arte de ensoñar, los acechadores son expertos en el arte de tratar con el mundo externo. Para ello se hacen expertos en la práctica del "desatino controlado". Durante el camino del conocimiento se pide al aprendiz que realice varias labores que inevitablemente cambiarán los patrones de su vida. Esto es peligroso, porque fácilmente se puede hacer haragán, apático y allegarse muchos problemas que interrumpirán los asuntos cotidianos de su vida. Debe evitarse esta situación. Hay una actitud, y sólo una, que el aprendiz debe ganar en su búsqueda del conocimiento. Esta actitud es su mejor defensa, no sólo contra el ataque del nagual, sino también contra un tonal desorientado que se desintegra lentamente. Al inicio esta actitud es poco más que un truco, una pose, pero posteriormente se convierte en una forma de vida, una forma de enfrentar al mundo y sus problemas. Esto se llama

111

desatino controlado. Es una cuestión espinosa porque conduce directamente al tema de la ética de don Juan. Los budistas, por ejemplo, si desean obtener la iluminación, deben cultivar la mejor motivación posible para seguir el camino espiritual. En la terminología budista, esta motivación suprema se conoce como Bodhicitta . Es el impulso de lograr la iluminación total ( boddhi o budeidad) con el fin de ser del mayor beneficio para otros. "Sólo dedicándonos a trabajar para la felicidad de todos los seres [...] podemos experimentar la felicidad suprema."(42) Aunque esta frase se repite prácticamente en todos los textos budistas, tal actitud en el mundo de los brujos es una irrelevancia, o, peor, una indulgencia.(43) Para un Buda iluminado puede ser un acto hermoso descartar el Nirvana y reencarnar en este desastre de mundo con el único propósito de ayudar a sus semejantes. Pero en el mundo depredador de los brujos (en realidad, nuestro mundo cotidiano) estos nobles sentimientos tienen poca importancia. Un brujo que valga la pena es un maestro iluminado del comportamiento impecable, no necesariamente del comportamiento ético. Su moral es un producto secundario de su selección estratégica, y no un objetivo per se. En palabras de don Juan. Me alegra que finalmente me preguntes sobre mi desatino controlado [...] y, sin embargo, tampoco me importaría si no me lo preguntaras. Pero he decidido sentirme feliz, como si me importara que preguntaras, y como si fuera importante que me importara a mí. Eso es desatino controlado [...] Mis actos son sinceros, pero sólo son los actos de un actor.

Cuando Castaneda, obviamente escandalizado, se niega a creer que él realmente no le importa a su maestro, dice: -Pero eso significaría que nada le importa, y que tampoco le importa nada ni nadie [...] ¿Quiere decir que a usted no le importa si me convierto en hombre de conocimiento, si vivo, si muero o si hago cualquier cosa? -Cierto, no me importa.

Sin intimidarse, Castaneda dice que hablar de él era, quizá, un ejemplo equivocado; que debe haber algo en el mundo que le importe a don Juan que no sea el desatino controlado, e insiste en que de otra forma no valdría la pena vivir. Don Juan responde: Las cosas te importan a tí. Tú me preguntaste sobre mi desatino controlado, y te dije que todo lo que hago conmigo mismo o con mis semejantes es desatino, porque nada importa [...] quizá es imposible explicarlo. Ciertas cosas en tu vida te importan porque son importantes; tus actos son ciertamente importantes para ti, porque para mí ya nada es importante, sean mis propios actos o los actos de mis semejantes. Pero sigo viviendo porque tengo voluntad. Porque templé mi voluntad durante toda mi vida hasta que fue limpia e íintegra, y ahora ya no me importa que nada tenga importancia. Mi voluntad es mi desatino controlado.(44)

Esta no es una mera pose de don Juan: el desatino controlado es un requisito indispensable en el camino de la brujería, y en la redefinición de la base de la moralidad yace la diferencia entre la brujería tolteca y la mera hechicería. Don Juan explica: "El verdadero desafío para los brujos [...] fue hallar un sistema de comportamiento que no fuera mezquino ni caprichoso, pero que combinara la mo112

ralidad y el sentido de belleza que diferencia a los brujos toltecas de los simples brujos".(45) El interés por el bienestar de tus semejantes es sólo otro elemento de la isla del tonal, por consiguiente de importancia relativa. Puede elegirse mantener la ética en la isla; pero también, como sucedió con muchos antiguos brujos toltecas, puede no ser así. Sin embargo es el logro de los nuevos videntes hallar la impecabilidad dentro del sentido de la belleza, y no caer dentro de sus concepciones. "Todo es igual, y por consiguiente no tiene importancia -puntualiza don Juan-. Por ejemplo, no tengo modo de decir que mis actos son más importantes que los tuyos, o que una cosa es más esencial que otra [...] todas las cosas son iguales, y siendo iguales, no tienen ninguna importancia."(46) Para don Juan el camino con corazón requiere desatino controlado; para otro hombre de conocimiento, el camino con corazón puede requerir el preocuparse de los desatinos de sus semejantes. Sin embargo, un hombre de conocimiento como don Juan no tiene. honor, dignidad, familia, nombre, país, sino sólo una vida para vivirse, y bajo estas circunstancias, su único nexo con sus semejantes es su desatino controlado [...] De este modo modo, un hombre de conocimiento desea, suda, jadea, y si alguien lo mira puede parecer un hombre común, excepto que el desatino de su vida está bajo control. Cuando nada es más importante que los demás, un hombre de conocimiento elige cualquier acto , y actúa como si le importara. Su desatino controlado le hace decir que le importa y lo hace actuar como si así fuera, y sin embargo, sabe que no es aí; cuando cumple con sus actos se retira en paz, y sean sus actos buenos o malos, o si funcionaron o no, no es asunto suyo.(47)

No nos gustaría dar la impresión de que don Juan es inmoral. Posiblemente es más bien amoral, pero como él mismo señala: "La sabiduría sin generosidad, y el conocimiento sin sobriedad, son totalmente inútiles".(48) En este sentido, la generosidad y la sobriedad no deben comprenderse como virtudes, sino como elecciones voluntarias de un brujo, tras años de lucha, para su tonal reorganizado. Qué conservar y qué descartar es, desde luego, de importancia crítica. Una sola elección incorrecta puede cerrar al estudiante el camino del conocimiento; por eso don Juan propone vivir como un cazador y, posteriormente, como un guerrero, como la más segura de todas las rutas posibles. Un cazador es una persona que acecha a su tonal, purgándolo de todos sus hábitos inútiles. Un guerrero, por otra parte, es un cazador que "acecha" lo mágico, que busca poder, que deambula por la realidad en busca de energía adicional. En cualquiera de los casos, la actitud correcta es el desatino controlado. Como Castaneda señala: "Don Juan nos dijo que la fuerza con la que su benefactor realizaba sus deseos se originó de su conocimiento de que el Aguila es real y final, y de que la gente actúa con un desatino total". De las dos cosas juntas surgió "el desatino controlado, que el benefactor de don Juan describió como el único puente entre el desatino de los demás y la finalidad de los dictados del Aguila".(49) En términos de su desarrollo, los soñadores producen sus cuerpos de ensueño, y los acechadores "recapitulan".(50) Ellos recuerdan y reviven cada hecho de su vida, ¡sin excepción! Florinda explicó a Castaneda que se necesita silencio absoluto para esta maniobra. A fin de lograr una concentración sin restricciones, 113

los acechadores se entierran. Don Julián, en lugar de enterrar a Florinda, le construyó un cajón de madera, en donde pasó muchos años practicando su recapitulación, hasta que cada vivencia, cada sentimiento de su vida quedaron incluidos. El cajón era un símbolo de los estrechos confines de su vida y, al final de su recapitulación, ella tuvo que romperlo para significar "que ya no aceptaba los confines de su persona". Dice: Los acechadores usan cajones o ataúdes para aislarse a fin de revivir -más que simplemente recordar- cada momento de sus vidas. La razón por la que los acechadores deben recapitular sus existencias de forma tan completa, es que el don del Aguila para el hombre incluye su deseo de aceptar una conciencia sustituta en lugar de su genuina, como si esta conciencia sustituta fuera una réplica perfecta [...] Puesto que la conciencia es el alimento del Aguila, el Aguila puede satisfacerse con una perfecta recapitulación en lugar de la conciencia.(51)

Es de importancia crítica comprender que acechar es una técnica diseñada con el fin de "pasar junto al Aguila para ser libre". Acechar es un atajo; un atajo que requiere enormes cantidades de tiempo y esfuerzo, pero que en general evita el corazón oscuro y chamánico de la brujería tolteca de los ensueños. Acechar es un método diseñado por hombres modernos para hombres modernos. Las etapas preparatorias de la acechanza se realizan en el mundo del tonal porque se escribe cada suceso que se recuerda de la propia vida, organizándolo por temas. "Organizar significa reconstruir el hecho, pieza por pieza, comenzando por recordar los detalles físicos del entorno, y luego yendo hacia la persona con la que se compartió la interacción, y luego yendo a uno mismo, para examinar los propios sentimientos".(52) La recapitulación, refiere Castaneda, se aúna con una respiración natural y rítimica. Se exhala largamente mientras la cabeza se mueve con suavidad y lentitud de derecha a izquierda; y se aspira larga y profundamente cuando la cabeza se mueve de izquierda a derecha [...] [Don Juan] llamó "ventilar el hecho a este actos de mover la cabeza de un lado al otro". La idea no es realizar un psicoanálisis intelectual, sino inducir minúsculos desplazamientos del punto de encaje que, bajo el impacto de revisar actos y sentimientos pasados, se desplaza entre el lugar presente y el que ocupaba cuando ocurrió el suceso que se recapitula.

La razón de estos ejercicios es que si el Aguila busca la experiencia vital, es de suprema importancia satisfacer esa necesidad con un facsímil de nuestra experiencia de vida: la recapitulación.(53) ----------CITAS: (1) Aldous Huxley, The Doors for Perception, Flamingo, Londres, 1994, p.56. (2) La recapitulación de un brujo es una actividad directamente relacionada con acechar. En la p.256 de El don del Aguila, Florinda establece: "La recapitulación es el fuerte de los acechadores, en tanto que el cuerpo de ensueño es el fuerte de los ensoñadores". Y sin embargo, en la p.170 de El fuego interno, don Juan dice que "acechar pertenece exclusivamente a los nuevos videntes. Ellos son los únicos videntes que tuvieron que tratar con personas". Pero en la p. 149 de El arte de

114

ensoñar , don Juan señala que "los brujos de la antigüedad fueron los inventores de la técnica de la

recapitulación". Estas frases nos llevan a la conclusión de que acechar fue inventado desde el principios del ciclo de los nuevos videntes. En las primeras páginas de El fuego interno, don Juan explica que en los días de la conquista española los brujos sobrevivieron porque eran acechadores consumados. Así, cuando habla de los "brujos antiguos" probablemente se refiera a los brujos que quedaron vivos durante las últimas épocas del imperio tolteca histórico, y aquellos que vivieron durante los primeros días de los aztecas. El linaje de don Juan puede ser rastreado hasta esa época. Sea cual sea el caso, parece posible que recordar es una actividad desarrollada por los antiguos brujos toltecas, y posteriormente refinada por los acechadores del nuevo ciclo. Obviamente, entre los antiguos brujos toltecas hubo "hombres de conocimiento" que mantuvieron el camino del guerrero. (3) Castaneda, El arte..., op.cit ., p.181. (4) Ibid., p.181. (5) Being in Dreaming, de Florinda Donner, muestra otras interesantes prácticas de ensoñar. (6) Véase también Namkhai Norbu, Dream Yoga and the practice of Natural Light. (7) Castaneda, El arte..., op.cit ., pp.44-45. (8) Id., El fuego..., op.cit ., p.178. (9) Ibid., p.180. (10) Véase Las enseñanzas..., donde Castaneda es introducido a Mescalito, el espíritu del peyote. (11) Castaneda, El arte..., op.cit ., p.173-174. (12) Ibid., p.29. (13) Para una excelente introducción a la neuropsicología del sueño, véase J. Allan Hobson, The Dreaming Brain, Penguin, Londres, 1988. Véase también Jacob Empson, Sleep and Dreaming, Faber and Faber, Londres, 1989. (14) Castaneda, El arte..., op.cit., p.174. (15) Para mayor información sobre sueños lúcidos, véase Jane Gackenback y Jane Boveld, Control your Dreams, Harper Perennial, Nueva York, 1990. Una introducción general y exhaustiva al tema de los sueños es Our Dreaming Mind, Ballentine Books, Nueva York, 1994. (16) Castaneda, Viaje..., op.cit., p.115. (17) Castaneda, El arte..., op.cit., p.70. (18) Ibid., p.69. (19) Ibid., pp.30-31. (20) En la introducción del editor a Norbu, Dream Yoga... (p.35), Michael Katz escribe que "Lopong Tenzin Namdak, un maestro de meditación que dirige la secta Bon de la secta Yung-drung de la religión Bonpo, afirma que la tradición espiritual Bonpo, incluyendo sus prácticas de conciencia durante el sueño, se remonta 18 000 años atrás, a una región que incluye el Irán occidental y el Tibet occidental". La investigación sobre el origen de las tradiciones Bonpo es escasa. Puede hallarse alguna información en la introducción a The Heart Drops of Dharmakaya, Snow Lion, Nueva York, 1993. (21) Ibid., p.51. (22) Castaneda, El arte..., op.cit ., pp.23 y 27. (23) Castaneda insiste en que la práctica tolteca de la ensoñación fue desarrollada por los antiguos brujos; en relación con Norbu, véase Dream Yoga. (24) Véase Ibid, p.59. (25) Véase Ibid., p.56, y Castaneda, El arte..., op.cit., pp.94 y 95, donde escribe "Para asegurar la agudeza y precisión de nuestra atención en el ensoñar, debemos traerla desde atrás del paladar, donde en todos los seres humanos está situada una enorme reserva de atención". Véase también Herbert V. Guenter (comp.), The Life and Teaching of Naropa, Shambala, Londres, 1986, pp.183188. (26) Véase en Castaneda, El arte..., diversos párrafos donde menciona al "emisario". Asimismo Dream Yoga, de Norbu, p.95, y otras. Los sueños precognitivos, telepáticos y clarividentes "ciertamente representan un desafío a las actuales concepciones científicas de cómo se supone que deben funcionar las cosas en el mundo. Pero muchos prominentes teóricos de los sueños, tales como Freud, Jung, Stekel y Boss, subrayaron la existencia de sueños paranormales". En Van de Castle, op.cit., p.137. (27) Véase Norbu, op.cit., p.52; Castaneda, El arte..., op.cit., pp.229-230.

115

(28) Norbu, op.cit., p.99. (29) Hay varios testigos presenciales del cuerpo arco iris. Véase Heart Drops of Dharmakaya, op.cit., p.99. (30) Para más detalles véase The Life And Teaching of Naropa, pp.67-69. El cuerpo máyico, también llamado YiLus, es un cuerpo energético, proyectado por el practicante, que le permite viajar en la dimensión del sueño. (31) En Dream Yoga, op.cit., p.105. (32) En el quinto capítulo del presente libro, mencionamos las obras de los doctores Elizabeth Kubler-Ross y Raymond A. Moody, en las llamadas experiencias cercanas a la muerte. En Life After Life, de Moody, pp.43-47, las descripciones del "cuerpo espiritual" son virtualmente idénticas a las del cuerpo de energía de don Juan. (33) Castaneda, El arte..., op.cit ., p.31. (34) Ibid., pp.175-176. (35) Véase Castaneda, Relatos..., op.cit.,pp.40-79 y El conocimiento..., op.cit ., pp.212-213. (36) Id., El fuego..., op.cit .,p.65. (37) Ibid., pp.209-210. (38) Ibid., pp.168-169. (39) Castaneda, El conocimiento..., op.cit .,p.94. (40) Ibid., pp.89-90. (41) Castaneda, El don del Aguila, op.cit., pp.249-251. (42) El Dalai Lama (43) Sin embargo, debe señalarse que en el pensamiento budista tradicional, existen en realidad dos aspectos de la Bodhicitta, lo relativo y lo absoluto. Lo relativo se refiere al entrenamiento de la mente, la intención de evitar actos negativos y realizar actos positivos, y el desarrollo de una conciencia para que esto pueda realizarse. Sin embargo, la Bodhicitta absoluta parece contradecir estas acciones, porque desde el punto de vista absoluto nada existe más allá del vacío, Sunyatta, con sus caractarísticas combinadas de claridad y energía, y por lo tanto, estas acciones relativas no tienen ninguna importancia absoluta. De este tema surgieron vastas cantidades de discusiones secundarias, dentro de la literatura budista, y tiene su expresión en los caminos de acción como el zen. Para una mayor discusión de este punto, véase The Cristal adn the Way of Light , de Namkhai Norbu Rimpoche, Penguin, 1994. (44) Castaneda, Una realidad..., op.cit., pp.84-86. (45) Ibid., p.94. (46) Ibid., p.88. (47) Ibid., pp.90-91. (48) Id., El fuego..., op.cit ., Introducción. (49) Id., El don del Aguila, op.cit .,p.189. (50) Ibid., p.256. Véase también Taisha Abelar, The Sorcerer's Crossing, Viking Penguin, 1992.[Edición en español: Donde cruzan los brujos, Gaia, Madrid, 1994.] (51) Castaneda, El don del Aguila, op.cit., p.257. (52) Id., El arte..., op.cit ., p.148. (53) Ibid., p.149.

8.- LLEGAR AL NAGUAL El hombre que regresa por la Puerta en el Muro nunca será el mismo que salió por ella. Será más sabio pero menos arrogante, más feliz pero con menos satisfacción de sí mismo, más humilde para reconocer su ignorancia y, sin embargo, 116

mejor equipado para comprender la relación entre las palabras y las cosas, entre el razonamiento sistemático y el misterio insondable que intenta, siempre vanamente, comprender.  Aldous Huxley(1)

Una vez ordenado el tonal y acallando la voz interna mediante la que se sostiene la fijación del mundo, el aprendiz está listo para entrar al nagual durante algo más que un momento fugaz. Y es aquí que, con el paso del tiempo, y como Castaneda recuerda con mayor profundidad las experiencias que vivió en manos de sus maestros, la descripción de la totalidad de la brujería tolteca queda nítidamente enfocada. En los primeros libros de Castaneda sólo podía informar superficialmente de sus experiencias con el nagual. Don Genaro, su benefactor que lo introdujo en el nagual, era una figura atemorizante, y la mayor parte del tiempo Castaneda fungía como observador aterrado de sucesos que parecían abrumar su capacidad de reacción. Sin embargo, en los libros posteriores estas experiencias se vuelven a escribir desde un nivel más profundo, y queda claro que Castaneda fue capaz de entender las enseñanzas subyascentes. Tiempo atrás los acontecimientos parecían inexplicables, e incluso milagrosos. Castaneda recordó vivencias más profundas y las enseñanzas relacionadas con ellas, de modo que los hechos, aunque no son menos sorprendentes, comienzan a caer en un patrón de experiencia, una secuencia intencional claramente diseñada por don Juan y don Genaro para beneficio del desconcertado aprendiz. Este proceso es muy claro en los últimos cuatro libros de la nonalogía, que puntualizan las enseñanzas para el nagual y ponen de relieve la necesidad de ejercitarse hasta dominar las tres técnicas para su penetración. Estas son, como se dijo una y otra vez, el ensoñar, el acechar y el intento. De las tres, ensoñar y acechar son los dos vehículos cruciales que utilizaron los brujos toltecas en el nagual. A ellas subyace el dominar el intento. El ensoñar, descubierto por los antiguos brujos, es su principal legado para los videntes del nuevo ciclo. Por otra parte, acechar es una maniobra practicada exclusivamente por los nuevos videntes.(2) El objetivo de ensoñar es crear el "cuerpo de ensueño". Acechar es un modo alternativo de "pasar junto al Aguila para ser libres". Los brujos toltecas deben aprender ambas habilidades y, debido a que las acciones involucradas en su práctica son radicalmente distintas, algunos brujos son ensoñadores en tanto que otros son acechadores. Las técnicas son totalmente antagónicos: el ensoñar surgió en el extraño mundo de los antiguos brujos. Esta naturaleza chamánica se halla anclada en el mundo de la "voluntad" y poco tiene que ver con el mundo de la "razón". Por otra parte, la técnica del acecho debe aprenderse en el mundo del tonal. A don Juan no le gustaba el ensueño porque estaba contaminado con el ánimo de los antiguos brujos. En muchas ocasiones advirtió a Castaneda de sus peligros. El mundo del ensoñar está irrevocablemente ligado con el lado antiguo 117

de la naturaleza del hombre. Como tal, es peligroso, extraño y totalmente incomprensible. Sin embargo, ensoñar es una práctica necesaria porque es el único procedimiento disponible para adquirir energía adicional. Perder la propia importancia evitará desperdiciar la cantidad finita de energía con la que nacemos, pero evitar el desperdicio no es lo mismo que ganar energía nueva y fresca. Para obtener energía adicional debemos procurarla de los seres no orgánicos que habitan el mundo del nagual. La energía necesaria para mover el punto de encaje de los brujos viene del reino de los seres inorgánicos -dice don Juan-. No existe otra energía viable para los brujos [...] Para comenzar a ensoñar éstos necesitan redefinir sus premisas y ahorrar su energía, pero [...] para volar a otros reinos, para ver energía, para dotar el cuerpo de energía, es otra cuestión. Para estas maniobras los brujos necesitan mucha energía oscura y extraña.(3)

Don Juan propone la existencia de la vida no orgánica en el primer libro de Castaneda. La interacción con estos seres es una característica definitoria del chamanismo. Los brujos toltecas entran rutinariamente a este mundo porque tienen una relación simbiótica con la vida inorgánica que involucra intercambio de energía. Sin embargo, aunque la familiaridad con estos seres engendra desprecio, pocas veces se pierde un sentido innato de repulsión. "No podemos tratarlos comenta don Juan- ni podemos alejarnos de ellos. Mi solución fue tomar su energía pero no sucumbir a su influencia. Esto se conoce como la última palabra en acechar".(4) Acechar se utiliza para atenuar los excesos del ensoñar. Ensoñar es simple, porque los seres inorgánicos, sin intereses propios, ayudarán al aprendiz en sus esfuerzos; acechar es trabajo duro. Sólo tenemos planeado revisar las instrucciones de don Juan para "fijar" el ensoñar, así como las cuestiones relacionadas con el cuerpo de ensoñación y la vida inorgánica. En el arte de ensoñar , de Castaneda, puede hallarse un análisis detallado del tema.(5) Este es posiblemente su esfuerzo más extraño y ajeno; se rumora que es un libro que hizo trabajar horas extras a editores y escritores sustitutos. El libro describe las experiencias de Castaneda en el mundo de los antiguos brujos. Son casi todas aterradoras, y en el libro vemos cómo Castaneda fue introducido al reino de los seres inorgánicos. Totalmente rodeado por ellos, su tonal se vio abrumado hasta que perdíó su nexo con la realidad. Sea como sea, las instrucciones precisas relacionadas con las diversas etapas de la práctica de ensoñar se detallan en el libro. A algunos lectores les parecerá que ensoñar es atractivo y útil. A ellos sólo podemos repetirles que don Juan advirtió interminablemente a Castaneda no sucumbir a la fascinación del mundo de ensueño. Los seres inorgánicos devoran nuestra energía tanto como nosotros necesitamos de la suya. Además, las prácticas toltecas de ensoñación no pueden concebirse en la misma vena que el yoga de sueños(6) porque no es un camino hacia la liberación. El ensueño tolteca es una aberración indispensable que sólo puede controlarse mediante la impecabilidad de los guerreros. La práctica de los sueños toltecas conduce inexorablemente al mundo de los seres no orgánicos. "Ya entraste a la fasceta más peligrosa del conocimiento de los brujos -le previene don Juan-. Es el puro terror, una verdadera pesadilla [...] Aquí es donde, me temo, puedes sentirte tentado a ir al otro extremo".(7)

118

tra.

La vida no orgánica fue creada por el Aguila de una forma similar a la nues-

El Aguila otorga conciencia mediante tres gigantescos racimos de emanaciones que pasan por tres grandes bandas. Estos racimos son muy peculiares, porque hacen que los videntes sientan un matiz.(8) [...] Es como si una de estas bandas te diera la sensación de ser rosa, en tanto que las otras dos tienen color durazno y ámbar. En la banda orgánica -expone don Juan- el racimo rosado pertenece principalmente a las plantas, la banda color durazno pertenece a los insectos, y la banda ámbar pertenece al hombre y otros animales. La misma situación prevalece en las banda s inorgánicas. Los tres racimos de conciencia producen tipos específicos de seres inorgánicos en cada una de las siete bandas [...] Las siete bandas, y lo que producen, son inaccesibles al razonamiento humano, pero no al ver humano. [...] Los seres inorgánicos -señala Castaneda- [...] se caracterizan por tener un recipiente sin movimiento; es más bien un receptáculo amorfo con un bajo grado de luminosidad. No parece un capullo de seres orgánicos. No tiene su cualidad tensa, que hace que los seres orgánicos parezcan esferas luminosas que estallan con energía.(9)

Los seres humanos y los seres inorgánicos tienen diferentes configuraciones de energía, pero ambos comparten el don de la conciencia. Los seres inorgánicos nos seducen luego de iniciar la segunda etapa de la práctica del ensoñar. Los seres inorgánicos son lo que don Juan llama "aliados". Los antiguos brujos vivían y morían con sus aliados, que son seres acomodaticios que pueden anticipar cada uno de nuestros pensamientos y proporcionarnos diversión, compañía y consejos. También absorben nuestra energía. No debe confundirse a los aliados con los espíritus de las plantas,(10) como tampoco debe creerse que no existen. Los aliados no son seres imaginarios, como tampoco alucinaciones. Comparten con nosotros el don de la conciencia, y por consiguiente la habilidad para umentarla. También comparten con nosotros la búsqueda de la energía, lo que hace que su mundo sea particularmente peligroso. El peligro yace no en los aliados por sí mismos, sino en la forma de entrar en contacto con ellos. La mejor de todas es durante la práctica del ensoñar. Aquí hay dos trampas: la primera, como veremos a continuación, es que no podemos controlar la dirección de nuestra práctica de ensoñar. La segunda es que nuestra razón nos hará pensar que tarde o temprano nos despertaremos y el mundo de los aliados desaparecerá. Esto no es así. Don Juan explica: Sucumbir a la seducción de los seres inorgánicos no es sólo una idea; es real, pero aún no te das cuenta de la implicación de esa realidad. De modo similar, ensoñar es real; es una condición que genera energía. Escuchas lo que digo y ciertamente comprendes qué quiero decir, pero tu conciencia aún no capta todas sus implicaciones [...] [de ser así], podrías medir el ensoñar con mayor cuidado y deliberación. Puesto que crees que solamente sueñas, asumes riesgos. Tu fallido razonamiento te dice que sin importar lo que suceda, en cierto momento terminará el sueño y despertarás.(11)

Es posible no despertarse, o, lo que es peor, podemos despertarnos en un mundo ajeno, sin saber cómo regresar. El ensoñar es una situación que genera energía no sólo para nosotros, sino también para los aliados. El corazón de la oscuridad, el núcleo chamánico de la brujería tolteca, es su práctica de ensoñar. El ensoñar es como una calle de dos sentidos: en el proceso 119

de tener acceso a energía ajena, también dejamos la puerta abierta a un poder sombrío que penetrará hasta nuestra médula. Los sueños son, si no una puerta, entonces una escotilla a otros mundos -continúa don Juan-. Como tales, los sueños son una calle de dos sentidos. Nuestra conciencia pasa por esa escotilla hacia otros reinos, y esos reinos env ían exploradores a nuestros sueños [...] [Los exploradores] son cargas de energía que se mezclan con lo que aparece en nuestros sueños normales. Son estallidos de energía extraña que entra a nuestros sueños, y los interpretamos como objetos que nos son familiares o no familiares [...] A través de esa escotilla se filtran corrientes de energía desconocida. Entonces la mente, el cerebro, o lo que sea, toma estas corrientes de energía y las convierte en partes de nuestro sueño [...] Los brujos están conscientes de esas corrientes de energía ajena. Las notan, e intentan aislarlas de los objetos normales de sus sueños.(12)

Los brujos practican el ensoñar no por placer sino por necesidad. En contraposición a otras prácticas de ensoñar,(13) el estilo tolteca consiste exclusivamente en obtener energía fresca para desplazar el punto de encaje. Los antiguos brujos notaron que éste se desplazaba sin ningún esfuerzo al iniciarse un ensueño. La facilidad del desplazamiento los hizo creer (lo que resultó ser correcto) que podían utilizar deliberadamente los períodos del ensoñar para desplazar el punto de encaje. Según don Juan. "los sueños ordinarios son los reclamos utilizados para entrenar al punto de encaje a llegar a la posición que crea esta condición generadora de energía a la que llamamos ensoñar".(14) El primer paso para segregar estas corrientes de energía ajena es "fijar" la ensoñación. Fijar la ensoñación comienza cuando el ensoñador se hace consciente, en un sueño ordinario, de que está soñando. En este momento de sueño lúcido(15) el sujeto ve sus propias manos, y luego de que están enfocadas mueve la mirada hacia otros objetos en el sueño. La idea es mirar superficialmente los demás objetos y volver la mirada hacia las manos, luego de vuelta a los objetos y nuevamente a las manos, y así sucesivamente. Cada vez que veas cualquier cosa en tus sueños cambia de forma -continúa don Juan-; el truco para aprender a fijar la ensoñación es obviamente no sólo mirar las cosas sino sostener la mirada. Soñar es real cuando se logra enfocar todos los objetos. Entonces no hay diferencia entre lo que se hace cuando se duerme y lo que se hace cuando no se duerme.(16)

Desde luego, esta explicación es simplista, pero se le dio a Castaneda en una etapa muy temprana de su aprendizaje, antes de que supiera algo acerca del punto de encaje. Lo que realmente sucede es que al sostener la mirada en cualquier objeto en los sueños, o al cambiar los sueños a voluntad [el punto de encaje gana cohesión]. A través de tus prácticas de ensueño, realmente ejercitas tu capacidad para ser cohesivo; es decir, ejercitas tu capacidad para mantener una nueva forma de energía al conservar el punto de encaje fijo en la posición de cualquier sueño particular que tengas.(17)

La ensoñación tolteca es un método de ejercer cohesión, luego de que el punto de encaje se desplaza a un nuevo sitio. El objetivo inmediato es forzar al punto de encaje a constreñirse a una posición solitaria.

120

La atención de ensoñación, el cuerpo de energía, la segunda atención, la relación con los seres inorgánicos, el emisario de la ensoñación, no son más que productos secundarios de adquirir cohesión; en otras palabras, no son más que productos secundarios de fijar el punto de encaje en un número de posiciones de ensoñación.(18) [...] Con el fin de modificar la cualidad evanescente de los sueños -refiere don Juan-, los brujos idearon el uso de un objeto que funciona como punto inicial. Cada vez que lo aíslas y lo miras, obtienes un impulso de energía, por lo que qu e al principio no mires demasiadas cosas en tus sueños. Con cuatro objetos basta. Posteriormente podrás aumentar el e l alcance hasta que puedas cubrir todo lo que quieras, pero tan pronto como las imágenes comiencen a desplazarse y sientas que pierdes el control, vuelve a tu punto inicial y comienza todo de nuevo.(19)

En otras palabras, durante los sueños el punto de encaje se libera de su posición acostumbrada de la primera atención. Este es un proceso que sucede naturalmente, sin necesidad de la voluntad del que sueña. Las extrañas e irreales características de los sueños son una consecuencia del desplazamiento del punto de encaje de su posición de la primera atención a un nuevo lugar. Dado que durante los sueños dicho punto se mueve con extrema libertad, es posible beneficiarse con ello. Los brujos ganan energía adicional reconociendo los elementos energéticos que aparecen en los sueños, y sosteniendo la mirada en estos elementos. Ciertos aspectos de la ensoñación tolteca son muy similares al yoga tibetano de sueños, y bien podría ser que compartieran el mismo origen chamánico.(20) El maestro tibetano Namkhai Norbu Rimpoche explica que antes de dormir debería visualizarse la sílaba tibetana "A" en el centro de nuestros cuerpos. El punto más importante es que al dormir se debe tener presente esta "A". Incialmente, debe ser precisa y nítida; después hay que relajarse. Esto no implica olvidarse de la "A" o descartarla. Se conserva un sentido de su presencia, se llega al relajamiento y, por consiguiente, dormimos.(21)

Similarmente, don Juan explica que hay varias etapas o "puertas" en la práctica tolteca de la ensoñación. "La primera etapa es un umbral que debemos cruzar siendo conscientes de una sensación particular que tenemos antes del sueño profundo [...] Llegamos a esa puerta en el instante en que somos conscientes de que nos estamos durmiendo [...] Pedir a un soñador que halle un objeto determinado en su sueño es un subterfugio. La verdadera cuestión es ser conscientes de que nos estamos durmiendo [...] Pedir a un soñador que halle un objeto determinado en su sueño es un subterfugio. La verdadera cuestión es ser conscientes de que nos estamos durmiendo. Y, tan extraño como parezca, eso no sucede si nos ordenamos a nosotros mismos estar conscientes de que nos estamos durmiendo, sino sosteniendo la mirada en lo que aparece en el sueño.(23) Existen muchas otras coincidencias entre las prácticas tibetanas y toltecas de ensoñación. 1.- Afirman tener un antiguo linaje para sus prácticas.(23) 2.- Advierten contra las obsesiones que puede inducir la práctica de la ensoñación.(24) 3.- Recomiendan poner atención en la zona de la garganta como método para recordar sueños.(25) 121

4.- Sostiene que se recibe información en sueños.(26) 5.- Aseguran que diversas posturas corporales ayudan a la práctica de la ensoñación.(27) 6.- Según don Juan, el ensueño es necesario para "pasar junto al Aguila a fin de ser libre". Norbu escribe que "cuando los practicantes de la noche mueren, tienen la posibilidad de la liberación.(28) 7.- La práctica del yoga de sueños puede conducir al "cuerpo de luz". La ensoñación tolteca puede llevar a la tercera atención, al "fuego interno".(29) 8.- El yoga de sueños puede producir el cuerpo máyico,(30) y la ensoñación tolteca genera el cuerpo del ensueño. Esta última coincidencia es tan importante que la exploraremos a profundidad. A continuación presentamos un fragmento de una entrevista con Norbu Rimpoche: M (Michael Katz): ¿Qué relación tiene el cuerpo máyico, que se discute en Six Yoga of Naropa, con el ensoñar? N (Norbu Rimpoche): El ensoñar es el principal camino para comprender el cuerpo máyico. Si usted experimentó el cuerpo máyico, entonces comprenderá fácilmente cómo funcionan los sueños. M: ¿Qué valor hay en desarrollar el cuerpo máyico? N: Con un cuerpo máyico desarrollado se puede tener una comprensión total de lo irreal. M: Cuando se desarrolla la capacidad del cuerpo máyico, ¿puede proyectarse este cuerpo durante el tiempo de lucidez al igual que durante el sueño? N: Es posible, porque se integra todo.(31) M: El cuerpo máyico tibetano y la energía corporal tolteca (cuerpo de ensoñación o "el otro"), son uno y el mismo.(32)

Según explicación de don Juan: Lo más asombroso que les sucede a los ensoñadores es que al llegar a la primera puerta [de la práctica de ensoñación] también llegan al cuerpo de energía [...] El cuerpo de ensoñación [o cuerpo de energía] es la contraparte del cuerpo físico. Una configuración fantasmagórica hecha de energía pura. -¿Pero acaso el cuerpo físico no está hecho también de energía? -pregunta Castaneda. -Desde luego que lo está. La diferencia radica en que el cuerpo de energía tiene sólo aspecto, pero no masa. Puesto que es energía pura, puede realizar actos que están más allá de las posibilidades del cuerpo físico [...] A través de la ensoñación condensamos el cuerpo de energía hasta que es una unidad capaz de percibir. Su percepción [...] es independiente. Tiene su propia esfera.(33)

Abreviamos deliberadamente el tema del ensoñar porque, aunque simple y al parecer inocuo, es fantásticamente peligroso. No puede controlarse, por lo menos en la práctica tolteca. Los ejercicios de ensoñación que don Juan enseñó no están diseñados para controlar los sueños. En palabras de Castaneda: Esos ejercicios fueron diseñados para mantener mi punto de encaje fijo en el lugar a donde se movió durante mi sueño. Es ahí donde los ensoñadores deben llegar a un sutil equilibrio. Todo lo que pueden dirigir es la fijación de sus puntos de encaje [...] [Los soñadores] son como pescadores equipados con un sedal que

122

se arroja a cualquier lugar; lo único que pueden hacer es mantener el sedal anclado en el sitio donde se sumerge. Don Juan continúa: Te advierto sobre las trampas del ensoñar, que son realmente estupendas. Al soñar, realmente no hay ninguna forma de dirigir el movimiento del punto de encaje; la única cosa que dicta el desplazamiento es la fuerza o debilidad interna de los ensoñadores. Desde ahí tenemos la primera trampa [...] Con el fin de atenuar los efectos nocivos del soñar, los nuevos videntes desarrollaron un complejo sistema de comportamiento llamado el camino del guerrero [...] [que requiere] un sentido de ecuanimidad, casi de indiferencia, una sensación de serenidad, pero, sobre todo, significa una profunda inclinación natural por el examen, por la comprensión. Los nuevos videntes llamaron sobriedad a todas estas nuevas cualidades del carácter.(34)

Es obvio que los actos de poder que Castaneda presenció fueron realizados por don Juan y don Genaro con sus cuerpos de energía. La maestría del ensoñador significa que, con sólo hacer parpadear un ojo, puede intercambiarse el cuerpo físico con el de energía.(35) "Con el cuerpo como objeto puede manejarse lo conocido, con el cuerpo como huevo luminoso puede manejarse lo desconocido, Las posibilidades humanas tienen, por consiguiente, un alcance casi inagotable".(36) Castaneda, sin saberlo, estuvo frecuentemente con el cuerpo de ensoñación de don Juan en lugar de con su cuerpo terreno. De hecho, Castaneda pocas veces se reunió con otra presencia de don Genaro, que su cuerpo de ensueño. Después de todo, don Genaro estaba a cargo del nagual de Castaneda, de la misma forma en que don Juan estaba a cargo de su tonal. El primero requería evidencia incuestionable de actos milagrosos; el segundo necesitaba explicaciones para estos actos de poder con el fin de salvaguardar su cordura. Castaneda repetaba y quería a don Juan. Aunque inicialmente le temía, con el tiempo aprendió a confiar en él. Don Genaro, por otra parte, lo aterraba casi siempre. Sin embargo, al final de su colaboracíón, Castaneda comprendió que la rutina del policía bueno y del policía malo era solamente un truco, y que, de hecho, ambos brujos los "acechaban".(37) Castaneda comprendió que en los mundos ajenos del nagual la cordura se salvaguarda por la impecabilidad de los guerreros. La impecabilidad, a su vez, se refuerza por la técnica del "acechar". Acechar es otra técnica utilizada para producir desplazamientos del punto de encaje. Es un procedimiento que tuvo orígenes muy modestos: los nuevos videntes notaron que "cuando los guerreros se comportan constantemente de formas desacostumbradas, las emanaciones que no utilizan de sus capullos comienzan a brillar, y sus puntos de encaje se desplazan de forma suave, armoniosa y apenas perceptible".(38) Acechar es al nagual lo que "romper las rutinas de la vida es para el tonal." Acechar es una forma de interactuar con la gente: es la práctica de controlar sistemáticamente el propio comportamiento frente al de los demás. Acechar, aunque sugiere un comportamiento que puede llamarse subrepticio, es en realidad un nombre mal aplicado: es "desatino controlado".(39) Don Juan explica que "acechar es un procedimiento sumamente simple [...][,] un comportamiento que sigue ciertos principios. Es secreto, furtivo, engañoso, diseñado para provocar un susto". En manos de un guerrero impecable, acechar es un es-

123

tado de ánimo imperceptible, acompañado de cuatro atributos: implacabilidad, astucia, paciencia y dulzura. ¿Alguna vez vio el lector a una aeromoza en acción? Eso es acechar. Ser implacable, paciente, astuto y dulce. Implacable porque hay un trabajo que debe hacerse dentro de un horario y los demás deben adaptarse a éste; paciente porque aunque ella está ahí para organizar, también está ahí para servir; tratar de empujar la situación más allá de sus límites produce turbulencia en lugar de progreso. Astucia, porque cualquier truco, cumplido, atajo o cambio en el ritmo puede convertir al pasajero incómodo en dócil. Y dulce: ¡eso puede verse en cualquier publicidad!. El encanto es otro aspecto del acechar; por ejemplo, el encanto de un vendedor o de un político. Esta persona puede hacernos sentir deseados y servidos, mientras obtiene exactamente lo que quiere. El encanto es astuto, dulce, y sin embargo en su núcleo hay implacabilidad y un corazón paciente. Puede ser para el bien de todos, pero el que posee el encanto puede de todas formas salirse con la suya. Luego está, desde luego, el origen de la imagen, el cazador que acecha. ¿Alguna vez vio a un gato buscar algo en un jardín? Se funde con el paisaje, con un disfraz tan astuto que incluso a su amo, que lo conoce tan bien, no le es fácil verlo. El gato espera con una paciente implacabilidad que casi desafía nuestra imaginación. Sin embargo, helo ahí: la esencia de la dulzura echado frente a la chimenea. Dulcemente implacable, astutamente paciente. Esos son los trucos que usa el cazador para salirse con la suya. En un viaje a Nogales con don Juan, Castaneda supo de estos cuatro estados de ánimo por la vía difícil. Fueron a visitar a dos amigos brujos de don Juan: Silvio Manuel y Vicente Medrano. Al entrar en la casa, don Juan llevó a Castaneda al patio y le amarró una tira de cuero al cuello, luego lo ató a una columna, y el antropólogo tuvo que arreglárselas solo. Primero gritó, pero nadie vino en su ayuda. Luego en vano trató de desatarse. Gritó nuevamente, tratando de romper la soga frotándola contra la columna. Nada ocurrió. Finalmente, en un acceso de cólera, apoyó las piernas contra la columna, empujó con todas sus fuerzas, rompió las ataduras y tropezó hacia atrás, chocando contra la habitación donde los brujos lo esperaban, aplaudiendo. Castaneda relata: -Qué entrada tan dramática -dijo Vicente-, me engañaste. No pensaba que fueras capaz de tales explosiones. Don Juan vino a mí y rompió el nudo, liberando mi cuello de su atadura. Yo temblaba de miedo, agotamiento y furia. Con voz tembolorosa, le pregunté a don Juan por qué me atormentaba. Ellos tres rieron, y en ese momento parecieron lo menos amenazante del mundo. -Queríamos probarte y saber qué clase de hombre eras realmente -dijo don Juan-. [...] Te amarramos porque queríamos saber si eres dulce, paciente, implacable o astuto. Descubrimos que no eres nada de eso. Más bien eres un indulgente tamaño familiar [...] Si no te dieras el lujo de ser violento, hubieras notado que el formidable nudo en la soga alrededor de tu cuello era falso. Iba a ceder [...] Rompiste la atadura violentamente, o sea que no eres dulce. Tampoco eres implacable o astuto. Si lo fueras hubieras desatado fácilmente ambos nudos y huido con una valiosa soga de cuero. Tampoco eres paciente. Si lo fueras, habrías chillado hasta que te dieras cuenta de que había un par de pinzas junto a la pared con la que se podía romper la soga [...] (40)

124

Acechar es un procedimiento que debe aprenderse lenta y metódicamente. Florinda, una hermosa mujer que previamente destacó en la sociedad de Guadala jara, enseñó esta práctica a Castaneda. Florinda, una bruja consumada, urdió una historia que lo fascinó completamente: era el relato de su vida antes de convertirse en aprendiz de don Julián. Los principios de acechanza estaban entremezclados con la historia. El primer principio del arte de acechar es que los guerreros eligen su campo de batalla dijo Florinda-. Un guerrero nunca va a batalla sin saber cuál es su entorno. El segundo principio es rescatar todo aquello que es necesario. No compliques las cosas. Trata de ser simple. Aplica toda la concentración que tengas para decidir si entras o no en batalla, porque en cualquier batalla te juegas la vida. Este es el tercer principio del arte de acechar. Un guerrero debe estar dispuesto a librar su última batalla en el aquí y el ahora, pero no de forma caótica. Relájate, abandónate a ti mismo, no temas a nada. Sólo entonces los poderes que nos guían abrirán la puerta y nos guiarán. Sólo entonces.[Este es el cuarto principio]. Cuando enfrentan dificultades que no pueden manejar, los guerreros se repliegan por un momento. Permiten que sus mentes deambulen. Ocupan su tiempo en otra cosa. [El quinto principio]. Los guerreros comprimen el tiempo; todo cuenta, incluso un instante. En una batalla por tu vida, un segundo es una eternidad; una eternidad que puede decidir el resultado. El objetivo de los guerreros es tener éxito, y por consiguiente comprimen el tiempo. Los guerreros no desperdician un solo instante [El sexto principio]. [El principio final del arte de acechar es que] un acechador nunca se obliga a sí mismo a ir al frente.(41)

De la misma manera en que los ensoñadores son expertos en el arte de ensoñar, los acechadores son expertos en el arte de tratar con el mundo externo. Para ello se hacen expertos en la práctica del "desatino controlado". Durante el camino del conocimiento se pide al aprendiz que realice varias labores que inevitablemente cambiarán los patrones de su vida. Esto es peligroso, porque fácilmente se puede hacer haragán, apático y allegarse muchos problemas que interrumpirán los asuntos cotidianos de su vida. Debe evitarse esta situación. Hay una actitud, y sólo una, que el aprendiz debe ganar en su búsqueda del conocimiento. Esta actitud es su mejor defensa, no sólo contra el ataque del nagual, sino también contra un tonal desorientado que se desintegra lentamente. Al inicio esta actitud es poco más que un truco, una pose, pero posteriormente se convierte en una forma de vida, una forma de enfrentar al mundo y sus problemas. Esto se llama desatino controlado. Es una cuestión espinosa porque conduce directamente al tema de la ética de don Juan. Los budistas, por ejemplo, si desean obtener la iluminación, deben cultivar la mejor motivación posible para seguir el camino espiritual. En la terminología budista, esta motivación suprema se conoce como Bodhicitta . Es el impulso de lograr la iluminación total ( boddhi o budeidad) con el fin de ser del mayor beneficio para otros. "Sólo dedicándonos a trabajar para la felicidad de todos los seres [...] podemos experimentar la felicidad suprema."(42) Aunque esta frase se repite prácticamente en todos los textos budistas, tal actitud en el mundo de los brujos es una irrelevancia, o, peor, una indulgencia.(43) Para un Buda iluminado puede ser un acto hermoso descartar el Nirvana y reencarnar en este desastre de mundo con el único propósito de ayudar a sus se125

mejantes. Pero en el mundo depredador de los brujos (en realidad, nuestro mundo cotidiano) estos nobles sentimientos tienen poca importancia. Un brujo que valga la pena es un maestro iluminado del comportamiento impecable, no necesariamente del comportamiento ético. Su moral es un producto secundario de su selección estratégica, y no un objetivo per se. En palabras de don Juan. Me alegra que finalmente me preguntes sobre mi desatino controlado [...] y, sin embargo, tampoco me importaría si no me lo preguntaras. Pero he decidido sentirme feliz, como si me importara que preguntaras, y como si fuera importante que me importara a mí. Eso es desatino controlado [...] Mis actos son sinceros, pero sólo son los actos de un actor.

Cuando Castaneda, obviamente escandalizado, se niega a creer que él realmente no le importa a su maestro, dice: -Pero eso significaría que nada le importa, y que tampoco le importa nada ni nadie [...] ¿Quiere decir que a usted no le importa si me convierto en hombre de conocimiento, si vivo, si muero o si hago cualquier cosa? -Cierto, no me importa.

Sin intimidarse, Castaneda dice que hablar de él era, quizá, un ejemplo equivocado; que debe haber algo en el mundo que le importe a don Juan que no sea el desatino controlado, e insiste en que de otra forma no valdría la pena vivir. Don Juan responde: Las cosas te importan a tí. Tú me preguntaste sobre mi desatino controlado, y te dije que todo lo que hago conmigo mismo o con mis semejantes es desatino, porque nada importa [...] quizá es imposible explicarlo. Ciertas cosas en tu vida te importan porque son importantes; tus actos son ciertamente importantes para ti, porque para mí ya nada es importante, sean mis propios actos o los actos de mis semejantes. Pero sigo viviendo porque tengo voluntad. Porque templé mi voluntad durante toda mi vida hasta que fue limpia e íintegra, y ahora ya no me importa que nada tenga importancia. Mi voluntad es mi desatino controlado.(44)

Esta no es una mera pose de don Juan: el desatino controlado es un requisito indispensable en el camino de la brujería, y en la redefinición de la base de la moralidad yace la diferencia entre la brujería tolteca y la mera hechicería. Don Juan explica: "El verdadero desafío para los brujos [...] fue hallar un sistema de comportamiento que no fuera mezquino ni caprichoso, pero que combinara la moralidad y el sentido de belleza que diferencia a los brujos toltecas de los simples brujos".(45) El interés por el bienestar de tus semejantes es sólo otro elemento de la isla del tonal, por consiguiente de importancia relativa. Puede elegirse mantener la ética en la isla; pero también, como sucedió con muchos antiguos brujos toltecas, puede no ser así. Sin embargo es el logro de los nuevos videntes hallar la impecabilidad dentro del sentido de la belleza, y no caer dentro de sus concepciones. "Todo es igual, y por consiguiente no tiene importancia -puntualiza don Juan-. Por ejemplo, no tengo modo de decir que mis actos son más importantes que los tuyos, o que una cosa es más esencial que otra [...] todas las cosas son iguales, y siendo iguales, no tienen ninguna importancia."(46)

126

Para don Juan el camino con corazón requiere desatino controlado; para otro hombre de conocimiento, el camino con corazón puede requerir el preocuparse de los desatinos de sus semejantes. Sin embargo, un hombre de conocimiento como don Juan no tiene. honor, dignidad, familia, nombre, país, sino sólo una vida para vivirse, y bajo estas circunstancias, su único nexo con sus semejantes es su desatino controlado [...] De este modo modo, un hombre de conocimiento desea, suda, jadea, y si alguien lo mira puede parecer un hombre común, excepto que el desatino de su vida está bajo control. Cuando nada es más importante que los demás, un hombre de conocimiento elige cualquier acto , y actúa como si le importara. Su desatino controlado le hace decir que le importa y lo hace actuar como si así fuera, y sin embargo, sabe que no es aí; cuando cumple con sus actos se retira en paz, y sean sus actos buenos o malos, o si funcionaron o no, no es asunto suyo.(47)

No nos gustaría dar la impresión de que don Juan es inmoral. Posiblemente es más bien amoral, pero como él mismo señala: "La sabiduría sin generosidad, y el conocimiento sin sobriedad, son totalmente inútiles".(48) En este sentido, la generosidad y la sobriedad no deben comprenderse como virtudes, sino como elecciones voluntarias de un brujo, tras años de lucha, para su tonal reorganizado. Qué conservar y qué descartar es, desde luego, de importancia crítica. Una sola elección incorrecta puede cerrar al estudiante el camino del conocimiento; por eso don Juan propone vivir como un cazador y, posteriormente, como un guerrero, como la más segura de todas las rutas posibles. Un cazador es una persona que acecha a su tonal, purgándolo de todos sus hábitos inútiles. Un guerrero, por otra parte, es un cazador que "acecha" lo mágico, que busca poder, que deambula por la realidad en busca de energía adicional. En cualquiera de los casos, la actitud correcta es el desatino controlado. Como Castaneda señala: "Don Juan nos dijo que la fuerza con la que su benefactor realizaba sus deseos se originó de su conocimiento de que el Aguila es real y final, y de que la gente actúa con un desatino total". De las dos cosas juntas surgió "el desatino controlado, que el benefactor de don Juan describió como el único puente entre el desatino de los demás y la finalidad de los dictados del Aguila".(49) En términos de su desarrollo, los soñadores producen sus cuerpos de ensueño, y los acechadores "recapitulan".(50) Ellos recuerdan y reviven cada hecho de su vida, ¡sin excepción! Florinda explicó a Castaneda que se necesita silencio absoluto para esta maniobra. A fin de lograr una concentración sin restricciones, los acechadores se entierran. Don Julián, en lugar de enterrar a Florinda, le construyó un cajón de madera, en donde pasó muchos años practicando su recapitulación, hasta que cada vivencia, cada sentimiento de su vida quedaron incluidos. El cajón era un símbolo de los estrechos confines de su vida y, al final de su recapitulación, ella tuvo que romperlo para significar "que ya no aceptaba los confines de su persona". Dice: Los acechadores usan cajones o ataúdes para aislarse a fin de revivir -más que simplemente recordar- cada momento de sus vidas. La razón por la que los acechadores deben recapitular sus existencias de forma tan completa, es que el don del Aguila para el hombre incluye su deseo de aceptar una conciencia sustituta en lugar de su genuina, como si esta conciencia sustituta

127

fuera una réplica perfecta [...] Puesto que la conciencia es el alimento del Aguila, el Aguila puede satisfacerse con una perfecta recapitulación en lugar de la conciencia.(51)

Es de importancia crítica comprender que acechar es una técnica diseñada con el fin de "pasar junto al Aguila para ser libre". Acechar es un atajo; un atajo que requiere enormes cantidades de tiempo y esfuerzo, pero que en general evita el corazón oscuro y chamánico de la brujería tolteca de los ensueños. Acechar es un método diseñado por hombres modernos para hombres modernos. Las etapas preparatorias de la acechanza se realizan en el mundo del tonal porque se escribe cada suceso que se recuerda de la propia vida, organizándolo por temas. "Organizar significa reconstruir el hecho, pieza por pieza, comenzando por recordar los detalles físicos del entorno, y luego yendo hacia la persona con la que se compartió la interacción, y luego yendo a uno mismo, para examinar los propios sentimientos".(52) La recapitulación, refiere Castaneda, se aúna con una respiración natural y rítimica. Se exhala largamente mientras la cabeza se mueve con suavidad y lentitud de derecha a izquierda; y se aspira larga y profundamente cuando la cabeza se mueve de izquierda a derecha [...] [Don Juan] llamó "ventilar el hecho a este actos de mover la cabeza de un lado al otro". La idea no es realizar un psicoanálisis intelectual, sino inducir minúsculos desplazamientos del punto de encaje que, bajo el impacto de revisar actos y sentimientos pasados, se desplaza entre el lugar presente y el que ocupaba cuando ocurrió el suceso que se recapitula.

La razón de estos ejercicios es que si el Aguila busca la experiencia vital, es de suprema importancia satisfacer esa necesidad con un facsímil de nuestra experiencia de vida: la recapitulación.(53) ----------CITAS: (1) Aldous Huxley, The Doors for Perception, Flamingo, Londres, 1994, p.56. (2) La recapitulación de un brujo es una actividad directamente relacionada con acechar. En la p.256 de El don del Aguila, Florinda establece: "La recapitulación es el fuerte de los acechadores, en tanto que el cuerpo de ensueño es el fuerte de los ensoñadores". Y sin embargo, en la p.170 de El fuego interno, don Juan dice que "acechar pertenece exclusivamente a los nuevos videntes. Ellos son los únicos videntes que tuvieron que tratar con personas". Pero en la p. 149 de El arte de ensoñar , don Juan señala que "los brujos de la antigüedad fueron los inventores de la técnica de la recapitulación". Estas frases nos llevan a la conclusión de que acechar fue inventado desde el principios del ciclo de los nuevos videntes. En las primeras páginas de El fuego interno, don Juan explica que en los días de la conquista española los brujos sobrevivieron porque eran acechadores consumados. Así, cuando habla de los "brujos antiguos" probablemente se refiera a los brujos que quedaron vivos durante las últimas épocas del imperio tolteca histórico, y aquellos que vivieron durante los primeros días de los aztecas. El linaje de don Juan puede ser rastreado hasta esa época. Sea cual sea el caso, parece posible que recordar es una actividad desarrollada por los antiguos brujos toltecas, y posteriormente refinada por los acechadores del nuevo ciclo. Obviamente, entre los antiguos brujos toltecas hubo "hombres de conocimiento" que mantuvieron el camino del guerrero. (3) Castaneda, El arte..., op.cit ., p.181. (4) Ibid., p.181. 128

(5) Being in Dreaming, de Florinda Donner, muestra otras interesantes prácticas de ensoñar. (6) Véase también Namkhai Norbu, Dream Yoga and the practice of Natural Light. (7) Castaneda, El arte..., op.cit ., pp.44-45. (8) Id., El fuego..., op.cit ., p.178. (9) Ibid., p.180. (10) Véase Las enseñanzas..., donde Castaneda es introducido a Mescalito, el espíritu del peyote. (11) Castaneda, El arte..., op.cit ., p.173-174. (12) Ibid., p.29. (13) Para una excelente introducción a la neuropsicología del sueño, véase J. Allan Hobson, The Dreaming Brain, Penguin, Londres, 1988. Véase también Jacob Empson, Sleep and Dreaming, Faber and Faber, Londres, 1989. (14) Castaneda, El arte..., op.cit., p.174. (15) Para mayor información sobre sueños lúcidos, véase Jane Gackenback y Jane Boveld, Control your Dreams, Harper Perennial, Nueva York, 1990. Una introducción general y exhaustiva al tema de los sueños es Our Dreaming Mind, Ballentine Books, Nueva York, 1994. (16) Castaneda, Viaje..., op.cit., p.115. (17) Castaneda, El arte..., op.cit., p.70. (18) Ibid., p.69. (19) Ibid., pp.30-31. (20) En la introducción del editor a Norbu, Dream Yoga... (p.35), Michael Katz escribe que "Lopong Tenzin Namdak, un maestro de meditación que dirige la secta Bon de la secta Yung-drung de la religión Bonpo, afirma que la tradición espiritual Bonpo, incluyendo sus prácticas de conciencia durante el sueño, se remonta 18 000 años atrás, a una región que incluye el Irán occidental y el Tibet occidental". La investigación sobre el origen de las tradiciones Bonpo es escasa. Puede hallarse alguna información en la introducción a The Heart Drops of Dharmakaya, Snow Lion, Nueva York, 1993. (21) Ibid., p.51. (22) Castaneda, El arte..., op.cit ., pp.23 y 27. (23) Castaneda insiste en que la práctica tolteca de la ensoñación fue desarrollada por los antiguos brujos; en relación con Norbu, véase Dream Yoga. (24) Véase Ibid, p.59. (25) Véase Ibid., p.56, y Castaneda, El arte..., op.cit., pp.94 y 95, donde escribe "Para asegurar la agudeza y precisión de nuestra atención en el ensoñar, debemos traerla desde atrás del paladar, donde en todos los seres humanos está situada una enorme reserva de atención". Véase también Herbert V. Guenter (comp.), The Life and Teaching of Naropa, Shambala, Londres, 1986, pp.183188. (26) Véase en Castaneda, El arte..., diversos párrafos donde menciona al "emisario". Asimismo Dream Yoga, de Norbu, p.95, y otras. Los sueños precognitivos, telepáticos y clarividentes "ciertamente representan un desafío a las actuales concepciones científicas de cómo se supone que deben funcionar las cosas en el mundo. Pero muchos prominentes teóricos de los sueños, tales como Freud, Jung, Stekel y Boss, subrayaron la existencia de sueños paranormales". En Van de Castle, op.cit., p.137. (27) Véase Norbu, op.cit., p.52; Castaneda, El arte..., op.cit., pp.229-230. (28) Norbu, op.cit., p.99. (29) Hay varios testigos presenciales del cuerpo arco iris. Véase Heart Drops of Dharmakaya, op.cit., p.99. (30) Para más detalles véase The Life And Teaching of Naropa, pp.67-69. El cuerpo máyico, también llamado YiLus, es un cuerpo energético, proyectado por el practicante, que le permite viajar en la dimensión del sueño. (31) En Dream Yoga, op.cit., p.105. (32) En el quinto capítulo del presente libro, mencionamos las obras de los doctores Elizabeth Kubler-Ross y Raymond A. Moody, en las llamadas experiencias cercanas a la muerte. En Life After Life, de Moody, pp.43-47, las descripciones del "cuerpo espiritual" son virtualmente idénticas a las del cuerpo de energía de don Juan. (33) Castaneda, El arte..., op.cit ., p.31. (34) Ibid., pp.175-176.

129

(35) Véase Castaneda, Relatos..., op.cit.,pp.40-79 y El conocimiento..., op.cit ., pp.212-213. (36) Id., El fuego..., op.cit .,p.65. (37) Ibid., pp.209-210. (38) Ibid., pp.168-169. (39) Castaneda, El conocimiento..., op.cit .,p.94. (40) Ibid., pp.89-90. (41) Castaneda, El don del Aguila, op.cit., pp.249-251. (42) El Dalai Lama (43) Sin embargo, debe señalarse que en el pensamiento budista tradicional, existen en realidad dos aspectos de la Bodhicitta, lo relativo y lo absoluto. Lo relativo se refiere al entrenamiento de la mente, la intención de evitar actos negativos y realizar actos positivos, y el desarrollo de una conciencia para que esto pueda realizarse. Sin embargo, la Bodhicitta absoluta parece contradecir estas acciones, porque desde el punto de vista absoluto nada existe más allá del vacío, Sunyatta, con sus caractarísticas combinadas de claridad y energía, y por lo tanto, estas acciones relativas no tienen ninguna importancia absoluta. De este tema surgieron vastas cantidades de discusiones secundarias, dentro de la literatura budista, y tiene su expresión en los caminos de acción como el zen. Para una mayor discusión de este punto, véase The Cristal adn the Way of Light , de Namkhai Norbu Rimpoche, Penguin, 1994. (44) Castaneda, Una realidad..., op.cit., pp.84-86. (45) Ibid., p.94. (46) Ibid., p.88. (47) Ibid., pp.90-91. (48) Id., El fuego..., op.cit ., Introducción. (49) Id., El don del Aguila, op.cit .,p.189. (50) Ibid., p.256. Véase también Taisha Abelar, The Sorcerer's Crossing, Viking Penguin, 1992.[Edición en español: Donde cruzan los brujos, Gaia, Madrid, 1994.] (51) Castaneda, El don del Aguila, op.cit., p.257. (52) Id., El arte..., op.cit ., p.148. (53) Ibid., p.149.

10.- DOMINAR EL INTENTO Se me ocurrió, reflexionando sobre mi vida con don Juan, que sus ojos siempre estaban en reposo. No podía verse en ellos agitación alguna. No era que fuesen algo hermoso para ver. He visto ojos bellísimos, pero nunca descubrí que dijeran algo. Los ojos de Florinda, al igual que los de don Juan, me daban la sensación de que habían presenciado todo lo que podía presenciarse; eran serenos, pero no blandos. La emoción había sido empujada hacia adentro, y se convertía en algo que sólo se podía describir como vida interna.(1) Todo lo que se necesita es impecabilidad, energía, y eso se inicia con un sólo acto que debe ser deliberado, preciso y sostenido. Si eso se logra, el camino está

130

despejado. Una cosa conducirá a la otra, hasta que el guerrero consiga su pontencial absoluto.(2)

Realinear el punto de encaje es lo esencial de la brujería tolteca. ¿Cómo se logra este realineamiento? Se consigue dominando lo que don Juan llama "intento". Aquí esta la clave energética de la libertad de percepción que yace en el corazón del camino de los nuevos viedentes. Castaneda aún no escribe un recuento detallado de cómo resumir sus escritos acerca del tema, y esperar que no nos equivoquemos demasiado. El lector recordará que hay tres técnicas que permiten al vidente penetrar en el nagual. De ellas, la ensoñación y el acechar, que fueron temas de los dos últimos capítulos; la tercera es el vehículo central: dominar el intento. En los primeros libros el intento se describe como "voluntad", y sólo muy posteriormente, conforme se profundizan los recuerdos de Castaneda, el término se esclarece. Mediante el uso controlado de la voluntad don Juan atrae y retiene a su estudiante. Pero la voluntad tiene un significado mayor y más universal. No es sólo que el brujo, a través de su habilidad, tiene control adicional sobre un mundo físico externo; es más, en el sentido de que esta fuerza es todo lo que existe. La voluntad no sólo es una expresión de poder personal, sino que a través de ella existe el mundo en que este poder puede operar; y en este contexto mayor se le conoce como intento. El mundo del tonal no es más que un sueño logrado al colocar el punto de encaje en un cierto lugar. En analogía, los mundos de ensueño del nagual simplemente reflejan otras posiciones posibles. Como el Segismundo de Calderón, "concluimos que, en este mundo todos soñamos lo que somos, aunque no lo comprendemos". Lo que no es un sueño, la realidad definitiva, final, "tangible", son las emanaciones del Aguila. La herramienta para manipularlas es el intento. Si las emanaciones pueden compararse con el Big Bang, el intento es la relatividad, la mecánica cuántica y al teoría del campo unificado, todas puestas en una sola teoría. Las emanaciones son órdenes, y debemos obedecerlas, podemos hacerlo ciegamente, sin saber que es así, o podemos aprender a dominar el intento, en cuyo caso podemos aprender "los designios del espíritu". Las distinciones entre las emanaciones y el intento son muy claras para Castaneda; él recordó que en otra ocasión don Juan resumió el pensamiento racional de los antiguos toltecas. Me dijo que a través de su ver , notaron que la conciencia tenía lugar cuando los campos de energía fuera de nuestro capullo luminoso se alineaban con los mismos campos de energía del exterior [...] [Pero] al ver  estos nuevos filamentos energizados realizaron un falso descubrimiento. Los filamentos no necesitaban alinearse para encenderse, porque los que estaban dentro del capullo eran los mismos que los exteriores. Lo que les daba energía era definitivamente una fuerza independiente. No podían seguir llamándola conciencia, porque la conciencia era el brillo de los campos de energía que se encendía. De modo que la fuerza que encendía los campos fue llamado voluntad. Cuando su ver se hizo más completo y efectivo, se dieron cuenta de que la voluntad era la fuerza que mantenía separadas las emanaciones del Aguila y que no sólo era responsable de nuestra conciencia, sino también de todo lo que existía en el universo. Vieron que la fuerza tenía una conciencia total y que eso surgía de los mismos campos de energía que forman el universo. 131

Decidieron entonces que intento era un nombre más apropiado que voluntad [...] Nuestra gran falla colectiva es que vivimos nuestras vidas descartando completamente esa relación. Don Juan creía que la idea cristiana de la expulsión del Jardín del Edén le parecía una alegoría de la pérdida del conocimiento silencioso, nuestro conocimiento del intento. La brujería, entonces, volvería a los inicios, sería un retorno al paraíso.(3)

¿Pero cómo podemos aprender a dominar una fuerza de esa naturaleza, una fuerza que literalmente sostiene el universo? ¿Cómo pudieron los hechiceros aprender a controlar tanto poder? ¿Cómo pudieron los hechiceros aprender a controlar tanto poder? Aquí debemos reiterar que Castaneda no ha escrito una narración detallada de las enseñanzas del intento, por lo que nos vemos obligados a tratar muy superficialmente el tema. Sin embargo, en un punto don Juan es explícito: el fracaso de controlar el poder que proviene del uso del intento provocó la caída de los antiguos videntes, y eso obligó a los del nuevo ciclo a poner tanto énfasis en la sobriedad, la meticulosidad y la acción impecable. -¿Puede explicarme el intento? -La única forma de conocer el intento es hacerlo directamente a través de una conexión viva que existe entre entre el intento y todos los seres conscientes. Los brujos llaman al intento lo indescriptible, el espíritu, lo abstracto, el nagual. Preferiría llamarlo nagual pero se traslapa con el nombre para el líder, el benefactor, que también se llama nagual, por lo que opté por llamarlo espíritu, intento, lo abstracto.(4)

Aquí, el uso de la palabra "abstracto" es de importancia vital, porque indica la esencia del problema del intento. El intento no puede comprenderse, encapsularse con palabras y aún tener su pleno significado; sólo puede experimentarse. El intento es un estado del ser que puede experimentar una persona común al enfrentarse al terror, a la tristeza o al estupor. Es la manifestación de un superesfuerzo al enfrentarse a una emergencia, como en las historias apócrifas de la increíble fortaleza manifestada por las madres cuando sus hijos están en peligro. Este es el superesfuerzo descrito por Gurdjieff cuando, en circunstancias extraordinarias, las personas pueden extraer fuerzas del "acumulador principal" y lograr actos inconcebibles. Los guerreros, por su preparación, tienen acceso instantáneo al intento. La Gorda explicó de este modo las instrucciones de don Juan: Se experimenta con una fuerza que irradia de la parte media del cuerpo, luego de un momento del silencio más absoluto, o un momento de terror total [...] es un momento de negrura, aún más silencioso que el momento de interrumpir el d iálogo interno. Esa negrura, ese silencio, hace surgir el intento para dirigir la segunda atención, para darle órdenes, para obligarlo a hacer cosas. Por eso se llama voluntad. El intento y el efecto son voluntad; el nagual decía que están atados el uno al otro. Me dijo todo esto cuando trataba de aprender el vuelo de la ensoñación. El intento de volar produce el efecto de volar.(5)

Es el control del intento lo que yace tras el dominio del acecho y el ensoñar. Ciertamente, el control del intento está más allá de todas las cosas sorprendentes que describió Castaneda. Nuevamente la Gorda

132

El nagual dijo que el intento está presente en todas partes [...] [;] que intento es lo que forma el mundo, y nos demostró a todos lo que podía hacer con su intento [...] El podía hacer que las cosas aparecieran utilizando su intento. Me dijo que si quería volar, debía invocar el intento de volar. Me mostró él mismo cómo lo invocaba, saltó por el aire y voló en un círculo, como un papalote. O podía ser que aparecieran cosas en su mano. Me dijo que conocía el intento de muchas cosas y que podía llamar a esas cosas intentándolas. La diferencia entre él y Silvio Manuel era que Silvio Manuel, siendo el maestro del intento, sabía el intento de todo.(6)

Castaneda intentó mover su punto de encaje al caminar con don Juan en el desierto de Chihuahua. Al regresar al atardecer, un enorme jaguar negro comenzó a acecharlo. Don Juan parecía incómodo e incluso confundido. En una extraordinaria secuencia narrativa, Castaneda describe lo que ocurre cuando se da cuenta de que el jaguar los acecha realmente, y que don Juan mismo lo cree así. Finalmente, la intensidad de la experiencia permite a Castaneda entrar en una realidad distinta, en la que corre durante más de dos horas para escapar del depredador que los persigue. Castaneda recordó lo sucedido: "¡Sé gigantesco!", me ordenó [don Juan] sonriendo. "Acaba con la razón".

Entonces supe exactamente a qué se refería. En realidad, sabía que podía aumentar la intensidad de mis sensaciones de tamaño y ferocidad, hasta que pude convertirme en un gigante que daba zancadas sobre los matorrales, viendo a nuestro alrededor [...] y entonces algo extraordinario me sucedió. Mis facultades de razonamiento dejaron de actuar [...] y dejé ir mi razón con el abandono de quien no tiene ninguna preocupación en este mundo [...] En ese estado, sentí que se me impulsaba, que se me ponía en movimiento. Algo me hacía moverme físicamente de un lugar a otro. No experimenté ninguna fatiga. La velocidad y facilidad con que me podía mover me hizo descansar.(7)

En el capítulo tres describimos la estructura fundamental del hombre según don Juan. Existen dos anillos de poder: el anillo de la razón y el anillo de la voluntad. En el hombre normal, la razón es totalmente dominante, y el papel de la voluntad opera de modo imperceptible. Directamente unido al lugar de la razón, hay un punto llamado "habla", y sólo a través de la interrupción del diálogo interno como puede tenerse acceso al anillo de la voluntad. Don Juan llamó a esta experiencia "conocimiento silencioso". Ubicándose más allá de las descripciones conceptuales, don Juan se refiere al "conocimiento silencioso" como lo "abstracto", y dice una y otra vez que es el "espejo de autorreflexión", el incesante diálogo interno con que creamos nuestro mundo, que es el principal obstáculo que debe sobreponerse. Al respecto don Juan señala: Hay ejemplos de personas, brujos y hombres comunes que no necesitan a nadie. Obtienen paz, alegría, armonía, conocimiento directamente del espíritu. No necesitan intermediarios. Para ti y para mí es distinto. Yo soy tu intermediario, y el nagual Julián fue el mío. Los intermediarios, además de dar una posibilidad mínima, la conciencia del intento, ayudan a destruir los espejos d e autorreflexión de las personas [...] El nagual hace que el punto de encaje se mueva ayudando a destruir el espejo del reflejo propio. Pero eso es todo lo que el nagual puede hacer. El que realmente mueve es el espíritu, lo abstracto; algo que no puede verse ni sentirse; algo que no parece existir, y sin embargo es [...] el espíritu se expresa a sí mismo de acuerdo con la impecabilidad del nagual.(8)

133

De este modo, dominar el intento es rendirse ante los designios del espíritu, designios que se originan en una fuente que está más allá de todo intento de explicación o control. La aceptación de estos designios está en el núcleo de la impecabilidad de la acción, en el núcleo de un tonal preparado para encontrarse con el nagual. Desde luego que todos hemos tenido en algún momento estos roces con el espíritu. Pero en su conjunto, las presiones de la convención nos hacen retroceder. Luego existe la muy real posibilidad de que estos encuentros no tengan ningún sentido, o que incluso dañen al que no está preparado. De forma que el dominio del intento descansa en el nivel más profundo de la estructura del camino que nos refiere Castaneda. Como don Juan explicó: La parte engañosa de todo esto [...] es que [al parecer] estoy diciendo que el intento es el domino exclusivo de os videntes. Esto no es verdad, pero es una situación en el reino de lo práctico. La condición real es que los brujos son más conscientes de su relación con el espíritu y aspiran a manipularla. Eso es todo. Ya te he dicho que el nexo con el intento es la característica universal compartida por todo lo que existe.(9)

Para don Juan, ésta era la tragedia humana, lo que él llamaba la "macabra conexión entre la estupidez y la autorreflexión". La estupidez nos hace descartar todo lo que no se conforme con nuestro autorreflejo: "Para el hombre racional, aferrarse a su propia imagen le asegura su ignorancia abismal. Por ejemplo, ignora que la brujería no son sortilegios y hocus pocus, sino la libertad de percibir no sólo el mundo que da por hecho, sino todo lo que es humanamente posible".(10) Sin embargo, aun don Juan mismo no tenía idea de cómo el espíritu se manifestaría al entrenar a Castaneda, su nagual sucesor. Como Castaneda recuerda: Me aseguró que todo nagual hace todo lo que está en su poder para producir el libre movimiento del punto de encaje de su aprendiz [...] -El nagual intenta ese libre movimiento, y el espíritu canaliza para el nagual la forma de lograrlo. Nunca intenté nada así antes de que vinieras. Por consiguiente, nunca aprecié el gigantesco esfuerzo de mis benefactores al intentarlo para mí.(11)

El desarrollo del intento pasa por cuatro etapas: primero es la posición del hombre normal, que tiene un nexo oxidado y poco confiable con el intento. La segunda etapa es lo que se llama "limpiar el nexo con el intento", cuando el guerrero empieza a darse cuenta de su poder y significado, y comienza a trabajar para hacerse impecable. Tercero, el guerrero aprende a manipular este poder, pero sólo en la cuarta etapa este proceso está completo y se logra el dominio. Don Juan llamó a esta etapa "aceptar los designios de lo abstracto". El paso por estas etapas desarrolla un "intento inflexible", y es ese intento el que manifiesta lo milagroso. Don Juan expone que nuestro dominio puede convertirse en el dominio del Aguila, y sólo cuando llegamos a ese nivel de impecabilidad, el conocimiento silencioso del acechador o el cuerpo de ensoñación del ensoñador se convierte en una posibilidad. La orden del Aguila es que el punto de encaje esté fijo. Se fija en el lugar de la razón debido a la multitud de influencias que se ejercen sobre noso-

134

tros siendo niños. Aprendemos a desear su fijación bajo esta influencia, y sólo al redescubrir y desarrollar un intento inflexible, movemos el punto de encaje. Silvio Manuel me miró fijamente. Sus ojos eran negros, como dos piezas de obsidiana brillante. Sin mover un músculo, dejó salir un penetrante grito de ave: "¡Intento!", gritó "¡Intento!" Con cada grito su voz se hizo más inhumana y penetrante. Se me erizó el pelo de la nuca y se me puso la piel de gallina. Mi mente, sin embargo, en lugar de enfocarse en el temor que experimentaba, fue directamente a recordar el sentimiento que tuve [...] y entonces recordé no sólo por qué la conciencia aumentada es el portal del intento, sino también entendí lo que es el intento. Y, sobre todo, comprendí que le conocimiento no podía convertirse en palabras. Que el conocimiento estaba ahí para quien lo deseara. Estaba ahí para ser sentido, para ser utilizado, pero no para ser explicado.(12)

¿Por qué este contínuo énfasis en la impecabilidad? La respuesta es simple. El nagual destruye la continuidad de la vida cotidiana. En este punto, el hombre normal regresaría a la convención, viendo que el camino que le espera es un movimiento hacia la locura. Dado que la lógica no puede resolver este problema, el brujo debe basarse en los recursos internos del guerrero. En el nagual, la impecabilidad significa sobrevivir. Ninguno de nosotros resuelve nada -dijo don Juan-. El espíritu lo resuelve para nosotros, o no lo hace. Si lo hace, el brujo se ve a sí mismo actuando en el mundo de los hechiceros, pero sin saber por qué. Por eso desde el día que te encontré te insistí en que la impecabilidad es lo único que cuenta [...] naturalmente, necesita de frugalidad, meticulosidad, simplicidad, inocencia; y por sobre todo, pide que no exista el autorreflejo. Todo esto suena como un manual para la vida monástica, pero no es así [...] se necesita energía. Lo único que puede almacenar energía para nosotros es nuestra impecabilidad.(13)

------------CITAS: (1) Castaneda, El don del Aguila, op.cit., p.239. (2) Id., El fuego..., op.cit ., p.176. (3) Castaneda, The Power of Silence , Pocket Books, Washington, pp.102-103.[Edición en español: El conocimiento silencioso, Emecé, México, 1988,315 pp.] (4) Ibid., p.11. (5) Castaneda, El don del Aguila, op.cit., p.130. (6) Ibid., p.135. (7) Castaneda, El conocimiento..., op.cit., pp.211-212. (8) Ibid., pp.158-162. (9) Ibid., p.223. (10) Loc. cit. (11) Ibid., p.224. (12) Ibid., p.85. (13) Ibid., pp.227-228.

11.- GUERREROS DE LIBERTAD TOTAL 135

Don Juan se levantó de su banca favorita. Se volvió hacia mí. Sus ojos estaban brillantes y en paz. -Si eres tan tonto como para fracasar en tu tarea -me dijo-, al menos debes tener suficiente energía para mover tu punto de encaje y llegar a esta banca. Siéntate aquí por un instante, libre de pensamientos y deseos; trataré de venir aquí de dondequiera que esté, y te recogeré. Te prometo que trataré de hacerlo.(1)

En la última escena de Cyrano de Bergerac, la muerte espera que él termine su "danza de guerrero". Cyrano recapitula su vida, y dice que luchó contra todos sus enemigos, que le quitaron todo lo que tenía, excepto algo que se llevaba al otro mundo, algo inmaculado y puro: su vigor. Vigor es algo que los guerreros tienen en abundancia; vigor es lo que llevan escaleras arriba. La pregunta es: ¿Qué es escaleras arriba? Para don Juan -quien no cree en la vida eterna del alma, y que tampoco habla de la reencarnación o el karma- la muerte es la pérdida absoluta de la conciencia, para utilizar su terminología. La conciencia se otorga, la vida humana la enriquece y, después de la muerte, es devorada por el ser que originalmente la confiríó. No somos más que alimento del Aguila. Pero aquellos que vivieron una vida impecable, aquellos que enriquecieron su conciencia hasta su punto máximo los manjares más exquisitos, si así se desea-, pueden "pasar junto al Aguila para ser libres". Los brujos toltecas no mueren: utilizan su muerte para dejar este mundo. Este tercer punto de vista, totalmente distinto, es tema de este capítulo. En el segundo capítulo, y en las notas al calce y citas relacionadas con fray Bernardino de Sahagún, vimos que algunas leyendas de los toltecas describen cómo colonizaron Teotihuacan. La siguiente cita completa este relato: "Y se llamó Teotihuacan, el pueblo de Téotl, que es Dios, porque los señores que allí se enterraban después de muertos los canonizaban por dioses y no se morían sino que despertaban de un sueño en que habían vivido".(2) Claramente, la idea de no morir no es nueva en Mesoamérica. Don Juan se extendió sobre este logro de los antiguos videntes: Hubo videntes, sin embargo, que escaparon a ese destino [...] Grandes hombres, que a pesar de poder ver , nunca dejaron de ser hombres de conocimiento. Algunos de ellos aspiraron al ver  positivamente y enseñarlo a sus semejantes. Estoy convencido de que bajo su dirección, las poblaciones de ciudades enteras penetraron en los mundos que veían y nunca volvieron.(3)

Ciertamente, el destino final de los brujos emerge en comentarios aislados dispersos en todos los libros, y la comprensión de Castaneda se hace más clara conforme recuerda las enseñanzas que recibió sobre el punto de encaje y las funciones de las emanaciones del Aguila. Primero que nada, simplemente pregunta sobre lo que sucedió:

136

-¿A dónde fueron el nagual y Genaro? -[...] fueron al lugar de donde vinieron [-responde doña Soledad-], al otro mundo. Cuando se les terminó su tiempo, simplemente se fueron a la oscuridad que hay allí.(4) Me dijeron que don Juan y don Genaro desaparecieron de la faz de la Tierra, y también Eligio. La mujer y los hombres creían que ellos tres no habían muerto, habían entrado a otro mundo, distinto de la vida cotidiana, y sin embargo igualmente real.(5)

Pero entonces, al recordar el salto a lo desconocido que Castaneda y otros dos aprendices realizaron como parte final de su aprendizaje, su comprensión se hace más clara. En Relatos de poder,  Castaneda simplemente hace un recuento de los extraordinarios hechos de su último encuentro con don Juan y don Genaro, y de lo que le pidieron hacer en su despedida final.. Pero en El fuego interno, Castaneda esclarece su logro. Como narra en su introducción: "Me tomó casi diez años recordar exactamente lo que ocurrió en las enseñanzas del lado izquierdo, que me hicieron realizar un acto tan incomprensible: saltar a un abismo".(6) Castaneda saltó y no murió. Don Juan explica: Una de las diferencias más dramáticas entre los hombres civilizados y los brujos es la forma en que la muerte llega.Sólo con los brujos-guerreros la muerte fue dulce y generosa. Podían ser heridos mortalmente y, sin embargo, no sentir ningún dolor. Y lo más extraordinario fue que la muerte los obedeció en tanto los brujos así lo requirieron [...] La mayor diferencia entre el hombre común y un brujo es que éste da órdenes a su muerte con su velocidad [...] Dijo que si un alud cayera sobre nosotros en ese momento preciso, sería capaz de cancelar el efecto normal de una muerte accidental. Utilizando la velocidad con la que se movería su punto de encaje, podía cambiar universos o quemarse desde el interior en una fracción de segundos.(7)

De la misma forma, la tarea final de un aprendiz es este movimiento. Don Juan señaló a Castaneda que: romper la barrera de la percepción era la culminación de lo que hacen los videntes [...] Debido a la importancia trascendental de romper esa barrera, los nuevos videntes la utilizan como la prueba final. La prueba consiste en saltar desde la cima de una montaña hacia un abismo, mientras se hallan en un estado de conciencia normal. Si el guerrero no borra el mundo cotidiano y forma otro antes de llegar al fondo, muere.(8)

Sin embargo, aun con este logro extraordinario, don Juan traza una distinción entre los antiguos y los nuevos videntes. Aquellos fueron maestros en el arte de desplazar el punto de encaje para entrar en mundos inconcebibles. Pero a don Juan no le parecían demasiado importantes sus logros. Estos desplazamientos los atraparon en el "pantano de la segunda atención". Los nuevos videntes corrigieron ese error -prosiguió [don Juan]- y permitieron que el arte de manejar el resplandor de la conciencia se desarrollara hasta su fin natural, que es extender ese resplandor más allá de los límites del capullo luminoso de un solo golpe. La tercera atención se logra cuando el resplandor de la conciencia se convierte en el fuego interno.(9)

Castaneda concluye:

137

Cuando le pregunté cuál era el carácter de los videntes del nuevo ciclo, me dijo que eran guerreros de libertad total, y que son tales maestros de la conciencia, el acecho y el intento, que la muerte no los sorprende como al resto de los mortales, sino que eligen el momento y la forma en que se van de este mundo. En ese momento son consumidos por un fuego interno y desaparecen de la faz del mundo, libres, como si nunca hubiesen existido.(10)

El concepto de no morir tiene un antiguo pasado religioso y esotérico. Ciertamente, puede hallarse en discusiones del concepto budista tibetano de la liberación, en donde el practicante se libera del proces de la disolución y el renacimiento en el estado posterior a la muerte del cuerpo físico. También existe el concepto hindú, el Moksha, donde el alma individual (Atman) se une indisolublemente con el alma universal (Brahman), aunque esta idea es muy distinta de la versión tibetana. Lo que quizá sea de relevancia más directa es la idea de la segunda muerte, que señala Gurdjieff, donde hay referencias directas a la posibilidad de liberarse del proceso final de la disolución. Pero las enseñanzas de don Juan parecen ser muy distintas de esas otras tradiciones. No morir es una palabra mal utilizada, o por lo menos no debería entenderse como vida eterna. Según Castaneda, don Juan explicó que cruzar a la libertad no significa vida eterna como se entiende comúnmente la eternidad. Lo que la regla formula es que puede conservarse la conciencia a la que ordinariamente renunciamos al momento de morir. Don Juan no podía explicar qué significaba conservar esa conciencia, o quizá ni siquiera podía concebirlo. Su benefactor le dijo que en el momento de cruzar se entra en la tercera atención, y que el cuerpo en su totalidad se funde con el conocimiento. Su benefactor también le dijo que esta clase de conciencia no tiene ningún significado para nuestras mentes compartimentadas. Por consiguiente, la esencia de la batalla de la lucha del guerrero es concebir que existe tal conciencia. Un guerrero necesita una razón para seguir las penurias del conocimiento. Para ser impecable requiere un propósito, y ese propósito es entrar a la tercera atención, justo antes de que el Aguila devore su conciencia. Al morir, el humano común también entra a la tercera atención, pero sólo por un instante, como acción de purga, justo antes de que el Aguila lo devore. Así, ¿dónde está don Juan?, ¿dónde está el Nirvana? El Aguila no devoró la conciencia de don Juan. Por consiguiente, está en alguna parte, en un universo paralelo. En Las enseñanzas  Castaneda, bajo la influencia de psicotrópicos, se reúne con el "guardían del otro mundo". Como apenas comenzaba su aprendizaje, vio a este "guardian" como un horrendo y gigantesco insecto. Castaneda estaba ciertamente en un universo paralelo, que don Juan no visitó previamente. La Gorda aclara: ¿Dónde están el nagual y Genaro? Ahora te diré exactamente en donde están. El nagual dijo que tú lo entenderías mejor que los demás. Ninguno de nosotros "vio al guardían". Ninguno de nosotros estuvo en ese mundo sulfuroso y amarillo donde vive. El nagual [don Juan] dice que te siguió a ese mundo cuando enfocaste tu segunda atención en el guardían [...] fue entonces cuando descubrió el mundo de esos pequeños insectos rojos. Dijo que su mundo era lo más hermoso y perfecto que podía imaginarse. Así, cuando llegó el momento para que Genaro y

138

él dejaran este mundo, reunieron toda su segunda atención y la enfocaron en ese mundo. Entonces el nagual abrió la grieta [...] y luego se deslizaron a través de ésta hacia ese mundo, donde esperan a que nos reunamos con ellos algún día. Al nagual y a Genaro les gustaba la belleza. Fueron allá simplemente para disfrutarlo. En una entrevista (11) Castaneda refiere lo siguiente: Don Juan dijo que morir como un hechicero implica llevar la conciencia a un nivel que es totalmente incomprensible para el hombre común. Ser consumido por "el fuego interno" es transformar todo nuestro ser físico en una conciencia de ser [...] Carol Tiggs y Florinda Donner aún tienen una relación de conocimiento con don Juan, y dicen que él y su grupo de guerreros están atrapados en uno de los mundos paralelos habitados por seres inorgánicos. Don Juan no pudo escapar a este mundo gemelo nuestro porque, aunque era un guerrero abstracto, sus acompañantes eran practicantes muy concretos. Tiggs y Donner dicen que si los compañeros de don Juan tuvieran más inclinación a lo abstracto, el salto de conciencia hubiera sido mayor. Don Juan está atrapado en un mundo que no es adecuado a su temperamento; pero don Juan es un nagual muy capaz de modificar las circunstancias.

En nuestra opinión, no tiene ningún sentido preguntar dónde están don Juan y Genaro. Si don Juan no podía explicar qué era la tercera atención, ¿quiénes somos nosotros para intentarlo? Lo mejor que podemos hacer es citarlo: Dijo que la conciencia humana era como una inmensa casa hechizada. La conciencia de la vida cotidiana era quedar encerrado de por vida en una sola habitación de esa inmensa casa. Entramos a la habitación a través de una abertura mágica: el nacimiento. Y salimos a través de otra abertura mágica: la muerte. Los brujos, sin embargo, eran capaces de encontrar otra abertura más y podían salir de esa habitación cerrada aún en vida. Una extraordinaria hazaña. Pero su logro más notable fue que cuando escaparon de esa habitación cerrada, eligieron la libertad. Eligieron salir totalmente de esa casa inmensa y hechizada, en lugar de perderse en otras de sus habitaciones.(12)

Hemos dicho suficiente. -------------CITAS: (1) Castaneda, El fuego interno, op.cit ., p.201. (2) Bernardino de Sahagún, Historia General de las cosas de la Nueva España, Porrúa, México, 1989 (Sepan Cuantos..., 300). (3) Castaneda, El fuego..., op.cit .,p.5. (4) Ibid. (5) Ibid. (6) Castaneda, El fuego..., op.cit., Introducción, p.X. (7) Ibid. (8) Ibid., p.295. (9) Ibid., p.67. (10) Ibid., al final de la Introducción. (11) Más Allá, enero de 1995, pp.20-29. (12) Castaneda, El conocimiento..., op.cit .,p.266.

139

 APENDICE El papel del chamán

Si el chamanismo fue realmente un tema central en la cultura mesoamericana, como lo asegura don Juan, ¿puede una lectura de Castaneda decirnos algo de la iconografía mesoamericana? Un tema recurrente en la mayoría de las tradiciones chamánicas, es la habilidad del brujo de cobrar la foma y el "espíritu" de un animal. De hecho, en el primer libro de Castaneda, luego de inhalar una mezcla alucinógena, vemos a don Juan enseñándole cómo convertirse en cuervo. En 1946, Miguel Covarrubias informa lo siguiente: "Hoy, más de 400 años después de la conquista española, y probablemente 2000 años después de su origen, el jaguar, el nawal, es aún invocado para asustar a los niños que no se van a dormir".(1) El nawal (nagual) de Covarrubias no es sino un hechicero que cobra la forma de un animal. El uso común de la imagen del jaguar desde los tiempos más antiguos, en las estatuas y tallas olmecas que retratan hombres-jaguares, o de hombres que cargan niños con rostros de jaguar, claramente requiere de una explicación si se desea conseguir alguna comprensión de la antigua cultura mesoamericana. Sin embargo, en el presente la concepción convencional es que estas imágenes tiene que ver con el control de las lluvias, en lugar de tener referencias con otras prácticas chamánicas. El antropólogo Nicholas J. Saunders explica el punto de vista convencional: La razón para esta asociación es en parte biológica y en parte cultural. En Centro y Sudamérica, los jaguares prefieren vivir cerca de entornos con agua, puesto que los muchos ríos, lagos y sabanas húmedas ofrecen una rica variedad de presas. A diferencia de muchos otros grandes felinos, el jaguar no siente aversión al agua, y a menudo caza junto a la orilla del río e incluso salta al agua para atacar peces, caimanes, y ocasionalmente hombres.(2)

En otras palabras, al jaguares le gusta el agua, y puesto que hallamos muchas esculturas de hombres disfrazados de jaguares, estos hombres eran más "obvios" que "primitivos", y por consiguiente pensaron que el jaguar era un dios de la lluvia. Ciertamente, el nexo entre los jaguares y el agua casi nunca fue puesto en tela de juicio. Hasta este mismo día, aún puede leerse en muchos libros que las culturas precolombinas adoraron al gran felino manchado como hacedor de lluvia, y que los chamanes explotaron al jaguar de acuerdo con este criterio. Pero tal interpretación es en el mejor de los casos simplista, y, en el caso de los olmecas de la costa del golfo, absurda. En esa región, el problema no es la falta de lluvia, sino controlar el exceso de agua. Excepto por un breve periodo de diciembre, y en los meses de marzo a mayo, la lluvia cae ahí como un verdadero monzón. De hecho, Michael Coe desenterró un dique que los olmecas utilizaban para drenar el exceso de agua. Si los olmecas le rezaban al jaguar, era para pedirle que detuviera el diluvio, y no al revés. Aun con testimonios originales de lo que realmente significaba el jaguar, la antropología moderna todavía prefiere dudar de lo que se dice: por ejemplo, Cova140

rrubias, de modo más bien paternalista escribe lo siguiente: "Bernardino de Sahagún escribió acerca del jaguar con la ingenuidad y candor de sus informantes indios, describiéndolo como un animal holgazán y amante del placer, dotado de poderes sobrenaturales, y con una astucia casi humana".(3) Sin embargo, el simbolismo del jaguar se comprende mejor en términos chamánicos. El antropólogo Gerardo Reichel Dolmatoff, trabajando con indios desana de Colombia, nos da una pista. Saunders lo cita: Los indios desana poseen por lo menos tres interpretaciones distintas del simbolismo del  jaguar: algunos dicen que el "hombre jaguar" es simplemente un humano que aspiró viho; otros toman literalmente la identificación del chamán con el jaguar, y dicen que un hombre simplemente se pone encima una piel de jaguar, para otros el jaguar no es una piel ni un animal real, sino una "esencia", o un "estado mental" que obliga al individuo a actuar como un jaguar.(4)

Es sorprendente que los jaguares figuren de modo tan prominente en las eseñanzas de don Juan. Para citar un ejemplo dice: Al jaguar no le estorba la razón. El sabe exactamente qué hacer para cazarnos. Y, tan seguro como que te estoy hablando, leerá nuestros pensamientos. Esto no es ninguna metáfora; quiere decir justo eso. Los grandes animales como ése tienen la capacidad de leer los pensamientos. Y con esto no quiero decir que lo supongan, quiero decir que saben todo directamente [...] [es un] error concebir el poder del jaguar en términos de su capacidad de entender las cosas. No puede pensar. Sólo sabe.(5)

Antes de que riamos con paternalismo de la idea de que los jaguares pueden adivinar de algún modo nuestros pensamientos, recordemos que en el campo de la percepción animal, la investigación científica moderna demostró que la regla es lo extraño y lo sorprendente, y no la excepción. Este trabajo es demasiado vasto para mencionarlo, pero, si las ballenas pueden cantar, las anguilas perciben al electrificar su entorno, y las abejas transmiten información al bailar volando, y las hidras tienen piel sensible a la luz, y si los murciélagos utilizan radar, entre muchos otros ejemplos, ¿qué hay de extraño en que los jaguares "capten" nuestros sentimientos? ¿Si es posible que incluso las plantas sean capaces de hacerlo, por qué no así los grandes felinos? Como mencionamos anteriormente, muchas estatuas olmecas muestran a niños con rostros similares a jaguares, o de hombres que cargan a niños con los mismos rasgos de jaguar. El dogma arqueológico los trata como un misterio, porque no se puede relacionar a los niños jaguares con el culto a la lluvia. El reportaje de Castaneda sobre don Juan puede brindar una explicación: Uno de los hallazgos más simples y sin embargo más importantes, desde el punto de vista de la instrucción, es que el hombre tiene dos tipos de conciencia. Los antiguos videntes los llamaban el lado izquierdo y el lado derecho. Los antiguos videntes supusieron que la mejor forma de transmitir su conocimiento era hacer que sus aprendices se cambiaran a su lado izquierdo, a un estado de conciencia aumentada [...] Se daba como aprendices a niños muy pequeños, para que no pudieran conocer otra forma de vida. Estos niños, a su vez, cuando maduraban, tomaban a otros niños como aprendices. Imagínate las cosas que debieron descubrir en sus cambios a la izquierda y a la derecha, después de décadas de concentración.(6)

141

Otro ejemplo de una reinterpretación posible se refiere a las estatuas olmecas más conocidas que muestran a un hombre con la pierna izquierda bajo su trasero, y su pierna derecha plegada hacia adelante. Su brazo izquierdo cruza el pecho, en tanto que el brazo derecho, y la inclinación de su torso, da la impresión de que está a punto de saltar. Esta cultura se conoce como "el luchador", aun cuando no haya evidencias de que los olmecas practicaran la lucha. Nuevamente, la mejor explicación es chamánica. En innumerables ocasiones, Castaneda, así como otros miembros del grupo de don Juan, adoptan una posición que es necesaria para enfrentarse directamente al peligro. Castaneda describe como don Juan corrigió mi posición y me dijo que me sentara con mi pierna izquierda bajo mis asentaderas y con la derecha plegada, con la rodilla en una posición hacia arriba. Mi brazo derecho debía estar a mi lado con el puño apoyado sobre el suelo, en tanto que mi brazo izquierdo estaba cruzado sobre mi pecho.(7)

Los descubrimientos de Peter Furst confirman esta conclusión. Hizo notar que las esculturas de las tumbas del período formativo temprano que se hallaron en Jalisco y Nayarit representan a guerreros apoyados sobre una rodilla, la típica posición de lucha de los chamanes. Sin embargo, en Veracruz se descubrieron muy pocas armas o imágenes de guerra. Entre otras conclusiones, los arqueólogos creen que los olmecas de la costa del golfo eran una sociedad más monástica que guerrera. En todo caso, muchas esculturas y bajorrelieves muestran a hombres con pequeños pectorales su jetos a sus plexos solares. Los analistas arqueológicos los interpretan como espe jos. Nuevamente don Juan proporciona una explicación. Hablando de los tipos de chamanes, comenta: "El sabio tiene una hondura poco profunda, una depresión brillante en su plexo solar. En algunos hombres parece una intensa luminosidad, a veces suave y lustrosa, como un espejo sin reflejos".(8) Otro ejemplo tiene que ver con la importancia del número cuatro en la simbología mesoamericana. En el Popol Vuh de los mayas quiché hallamos la siguiente cita relativa a la creación de los hombres: Los lados cuádruples, las esquinas cuádruples, midiendo, acechando, inclinándose cuatro veces, partiendo a la mitad de la cuerda, estirando la cuerda en el cielo, en la tierra, los cuatro lados, las cuatro esquinas.(9)

El número cuatro, las cuatro direcciones, las cuatro esquinas, los cuatro grupos de cinco días cada uno, los cuatro colores, las cuatro grietas, los cuatro vientos, etcétera, son conceptos que aparecen en todas las religiones y cosmologías mesoamericanas.(10) De los olmecas a los aztecas, el número cuatro es prácticamente una obsesión que se muestra en todo el aspecto iconográfico. ¿Por qué cuatro? Haciendo referencia a los atlantes del palacio de Tula, uno de los aprendices de don Juan explica: No son hombres, sino mujeres. Esa pirámide es el centro del orden y la estabilidad. Esas figuras son sus cuatro esquinas, son los cuatro vientos, las cuatro direcciones. Son el cimiento, la base de la pirámide [...] el nagual Juan Matus dijo que el misterio de la pirámide es su estructura.

142

Las cuatro esquinas fueron elevadas a la cima. La pirámide en sí misma es el hombre apoyado sobre sus mujeres guerreras; un hombre que colocó a quienes lo apoyan al lugar más elevado.(11)

Vemos el número cuatro entre los olmecas de La Venta, no sólo en su arquitectura sino también en figuras de jade y ejes de serpentina puestos como cruces orientadas a las cuatro direcciones; en las cuatro hendiduras de las bandas de ciertas tallas olmecas; en la estela Humboldt, etcétera. Freidel escribe lo siguiente: "Los artistas olmecas rodeaban a su rey con semillas germinadas puestas en las cuatro esquinas, para definir la periferia del mundo humano y conteniendo el espacio sagrado del centro."(12) Las raíces del polifacético número cuatro pueden hallarse en los más antiguos principios chamánicos de los brujos toltecas. Citamos de "La regla del nagual" tal y como fue transmitida de don Juan a Castaneda: Cuando el vidente mira la negrura que es el Aguila, cuatro resplandores de luz revelan su forma. El primer resplandor, que es como un relá mpago, ayuda al vidente a distinguir los contornos del cuerpo del Aguila. Hay manchas blancas que parecen los talones y plumas del Aguila. Un segundo resplandor de luz revela la negrura batiente y que crea los vientos que parecen las alas del Aguila. Con el tercer resplandor de luz, el vidente distingue un ojo penetrante e inhumano. Y el cuarto y último resplandor revela lo que el Aguila hace.

Posteriormente podemos leer: El Aguila creó al primer hombre nagual y a la primera mujer nagual [...] [y] les dio cuatro mujeres guerreras que eran acechadoras, tres hombres guerreros y un hombre mensajero, a quienes debía nutrir, enriquecer y conducir a la libertad. Las mujeres guerreras se conocen como las cuatro direcciones, las cuatro esquinas de un cuadrado, los cuatro estados de ánimo, los cuatro vientos, las cuatro personalidades femeninas que existen en la raza humana. La primera es el este. Se le llama orden. Es optimista, de ánimo ligero, suave, persistente como una brisa constante. La segunda es el norte, se le llama fuerza. Es ingeniosa, tajante, directa, tenaz como un viento intenso. La tercera es el oeste. Se le llama sentimiento. Es introspectiva, llena de remordimientos, astuta, como una racha de viento frío. La cuarta es el sur. Se le llama crecimiento. Ella nutre, es estridente, tímida, cálida, como un viento caliente.(13)

Esta explicación de la obsesión mesoamericana por el cuatro puede comprenderse mejor dentro de un contexto chamánico. Ciertamente, las palabras del Aguila, de mirar, ver , guerrero, mensajero y libertad, todas tienen un contenido chamánico que fue explorado en los capítulos de este libro. De hecho, el significado chamánico de algunas de estas palabras sobrevive casi intacto hasta la actualidad. El antropólogo E. Z. Vogt en su obra acerca de los mayas zinacatencos de Chiapas, refiere: En tanto que la jerarquía sacerdotal funciona en los centros ceremoniales con su compleja ronda anual de rituales, la vida religiosa de las cabañas está esencialmente en manos del b'iloletik. El término b'ilol significa en forma literal "vidente"; la creencia es que en la era mitológica todos los zinacatencos podían "ver" en la montaña y observar directamente a sus dioses ancestrales. Hoy sólo el b'iloletik puede lograr este milagro.(14)

143

Quizá sea una lástima que Castaneda no emprendiera el desafío de reinterpretar vastas porciones de la iconografía mesoamericana a la luz de las enseñanzas de don Juan. Ciertamente, escribe acerca de una visita con don Juan al magnífico Museo de Antropología, donde el brujo, luego de obligarlo a "interrumpir el diálogo interno", lo lleva por un sorprendente recorrido por el sitio. Cuenta Castaneda: Luego comenzó la más extraña visita a un museo que jamás haya tenido.[Don Juan] caminó alrededor de la sala, describiendo e interpretando detalles relevantes de cada una de las grandes piezas. Según él, cada pieza arqueológica en esa sala tenía un registro deliberado que nos dejaron los antiguos. Un registro que don Juan, como vidente, me leía como si fuera un libro. Cada pieza de este lugar está diseñada para hacer que se desplace el punto de encaje. Fija tu mirada en cualquiera de ellos, pon tu mente en silencio y descubre si tu punto de encaje puede desplazarse [...] y verás y sentirás cosas que están más allá de tu alcance normal. núa:

Al igual que el historiador Arnold Tonybee en Mistra,(15) Castaneda conti-

Miré las esculturas y ví y oí cosas que no podría explicar. En el pasado, examiné esas piezas con el sesgo de la antropología, siempre teniendo en mente las descripciones de los académicos. Su descripción de las funciones de esas piezas, enraizadas en la concepción de mundo del hombre moderno, apareció ante mí, por primera vez, totalmente rodeada de juicios, cuando no inútil. Lo que don Juan dijo acerca de esas piezas y lo que yo mismo vi y oí, al mirarlas, era la cosa más alejada de lo que yo había leído acerca de ellas.(16) Castaneda no escribió un recuento detallado de la visita al museo con don Juan, pero es obvio, a partir de su narración, que muchas otras culturas fueron influidas por el chamanismo. Por ejemplo, en El don del Aguila, don Juan dice que: "Algunas de las pirámides eran gigantescos no haceres [otra práctica tolteca]. No eran viviendas sino lugares para que los guerreros practicaran su ensoñar y ejercitaran su segunda atención. Lo que hicieron se registró en dibujos y en figuras en los muros".(17) Existen muchos otros casos, de diversas culturas mesoamericanas, que podrían interpretarse desde una perspectiva de brujo tolteca. Por ejemplo: en 1985, bajo la antigua casa de los marqueses del Apartado -y sólo a unos cuantos metros de ahí, años antes, se descubrió la escultura del jaguar Cuaxicali-, se desenterró una hermosa escultura de un águila. La escultura muestra al ave con un receptáculo situado entre sus omóplatos. Se dice que la escultura representa a Huitzilopochtli, el dios azteca del sol, y el receptáculo era supuestamente utilizado para depositar los corazones de los sacrificios. Pero una lectura de Castaneda revela que el sol que emite rayos tiene un equivalente en el Aguila devoradora de conciencias de don Juan. Y puede ser más que una coincidencia que el receptáculo del Aguila esté situado precisamente donde don Juan sitúa el "punto de encaje".

144

Las águilas que devoran corazones son un motivo común en los bajorrelieves mesoamericanos. De hecho, pueden verse muchos ejemplos tallados en la pirámide de Tula, donde se muestra un águila que come un objeto de tres puntas, y que se interpretó como un corazón. Esta figura tiene un obvio paralelo con el Aguila devoradora de conciencias de don Juan.(18) Quizá el simbolismo del Aguila, que es tan importante en la filosofía de don Juan y sus explicaciones, puede explicar algunos de los misterios de la llamada "deidad ave principal". Esta gran criatura hace su aparición en una etapa muy temprana de la mitología maya; y se han encontrado versiones de ella esculpidas en pirámides tentativamente fechadas en 300 a.C. Aunque en el Popol Vuh, que fue posterior, el ave se considera una entidad maligna (después de todo, nos devora después de morir), los primeros simbolismos indican justo lo opuesto, es decir, una deidad suprema. Esta ave también aparece en el antiguo arte zapoteca, donde se le identifica como "el pájaro con el pico ancho". En ciertos momentos se representa como "las fauces del cielo"(19) cuya significación explica don Juan: El Aguila devora la conciencia de todas las criaturas que, al vivir en la Tierra un momento antes y que ahora están muertas, flotaron hasta el pico del Aguila, como un incesante enjambre de luciérnagas, para llegar hasta su amo, su razón de haber vivido [...] porque la conciencia es el alimento del Aguila.(20)

Antropólogos y arqueólogos utilizan al chamanismo como herramienta principal de interpretación del legado mesoamericano. En ese sentido, es una lástima que la obra de Augustus Le Plongeon no se revisara adecuadamente porque, hacia la segunda mitad del siglo XIX, propuso justamente este enfoque. En 1873, Le Plogeon y su esposa Alicia fueron a Yucatán y pasaron más de 12 años investigando la región. Docotor por formación, y aventurero por naturaleza, Le Plongeon viajó por el mundo estudiando antigüedades, y realizó trabajo arqueológico en Perú y en Bolivia antes de llegar a Chichen Itzá, donde revisó una multitud de construcciones, tomó cientos de fotografías y registró varios dibujos murales. En aquella época la arqueología como ciencia estaba en su infancia, y las tierras mayas estaban en un constante estaedo de agitación social. Sin embargo, como arqueólogos, su obra fue seria y sistemática para su época. De hecho, exhumó la mundialmente conocida escultura del Chac Mool, después de descifrar varias inscripciones que marcaron el punto donde fue enterrado. Otros aspectos de su obra podrían describirse como más bien tontos, y le ganaron la reputación de charlatán. Ignacio Bernal escribe de Le Plogeon que "sus libros y teorías son fantásticas alocadas y más bien inútiles, aunque en su época se consideraron como merecedoras de cierta atención. Como Charnay, produjo buenas fotografías y mapas".(21) Quizá esto sea un poco injusto. Aunque las teorías de Le Plongeon acerca de la conexión maya con las hermandades tibetanas secretas parezca absurdo, son sin embargo excelentes para el curso del periodo en cuestión. Docenas de americanistas sumamente serios propusieron toda suerte de relaciones entre Mesoamérica y los fenicios, las tribus perdidas de Israel, etcétera. Hay muchos objetos y aspectos de Mesoamérica que se explican bien utilizando el enfoque difusionista. No es este el lugar para estudiar los méritos y defectos de estas teorías,(22) pero conviene evitar hacer a un lado información que

145

puede ser muy valiosa y, a menos que mienta, alguna de las obras de Le Plongeon son relevantes para la cuestión de la hechicería entre los mayas. Le Plongeon aprendió el maya yucateco y se amistó con los nativos. Luego de ganarse su confianza, le refirieron historias acerca del pasado maya que se ocultaron cuidadosamente a otros investigadores. Había historias acerca de rituales chamánicos que, de haberse contado unas décadas antes, habrían provocado la ira dogmática de la Iglesia católica. Peter Tomkins establece: Como Carlos Castaneda en nuestros días, Le Plongeon aprendió que los indios nativos de su época aún practicaban la magia y la adivinación; que sus hombres sabios eran capaces de rodearse de nubes e incluso hacerse invisibles, materializando objetos extraños y sorprendentes. A veces, dice Le Plongeon, "el lugar donde operaban parecía sacudirse como si ocurriera un terremoto, o girar como si se lo llevara un tornado. A veces parecían envolverse en una luz resplandeciente" [...] (21)

Cualquiera que haya leído a Castaneda reconocerá estas descripciones: don Juan gira; don Genaro hace temblar la tierra; don Juan materializa un animal en el restaurante en Relatos de poder; ambos hechiceros aparecen como seres luminosos, etcétera. Le Plongeon concluyó que los mayas tuvieron. una vigorosa corriente de sabiduría y prácticas ocultas, con sus orígenes en un pasado remotamente antiguo, mucho más allá del alcance de la investigación histórica ordinaria [...] un mundo de realidad espiritual, a veces de indescriptible belleza, nuevamente del horror inexpresable.(24)

Esta última frase describe perfectamente el mundo de la hechicería tolteca. Pero no tenemos que creer en la palabra de Castaneda o Le Plongeon para reconocer que la perspectiva que proporciona el chamanismo es necesaria para entender la historia mesoamericana. Recientes avances en el desciframiento de la escritura maya demuestran en forma concluyente esta cuestión. La idea que se desarrolla es de chamanes que dominaban y guiaban la vida de grandes grupos de personas, que es precisamente lo que don Juan dijo años antes. En el primer capítulo del magnífico libro  A Forest Of Kings, Schele y Friedel escriben: Desde el primer momento en que encendimos la computadora para comenzar a escribir, sabíamos que el chamanismo era una parte fundamental de la vida maya, tanto la antigua como la moderna. Sin embargo, sólo hemos sido capaces de deducir su importancia en la antigua civilización maya, comparando las antiguas imágenes y los restos arqueológicos de rituales con las prácticas del moderno chamanismo. No tuvimos evidencia escrita directa de los antiguos mayas en sí. En la conferencia de Dumbarton Oaks de 1989, David Stuart murmuró un milagro al oído de Freidel. El y Stephen Houston acababan de descifrar un glifo compuesto de un rostro ahau cubierto a medias con una piel de jaguar como "camino", la palabra "dormir", "soñar", "realizar una metamorfosis o transformarse" "brujo" y "compañero animal [o espíritu]". Aquí, en sus escritos, estaba su glifo para chamán, identificandolo para todos los que quisieran ver a chamanes mayas en su viaje al otro mundo o manifestándose como espíritus acompañantes.(25) Al hacernos adultos -continúan Schele y Freidel-, todo ser humano tiene una forma especial de ser y comprender al mundo y a la comunidad humana. Esta es una concepción compartida de la realidad, creada por miembros de una sociedad que viven juntos por generaciones, mediante su lenguaje, sus instituciones y artes, sus exper iencias y sus trabajos y juegos comunes. A este fenómeno humano lo llamamos "cultura", y permite a los demás comprender cómo y por qué funciona el mundo que lo rodea. La idea de que hay tantas "realidades" como sociedades puede parecernos nueva. Sin embargo, seamos o no conscientes de que vemos al mundo a través de un

146

filtro, nuestra versión de la realidad guía nuestras acciones de la misma forma en que otras y diferentes versiones han guiado a otras sociedades [...](26) Vivimos en un modelo de mundo que coloca nuestras definiciones de la realidad física en la ciencia y la realidad espiritual en los principios religiosos; los mayas vivían en un mundo que definía al universo físico como la manifestación material de lo espiritual, y a lo espiritual como la esencia de lo físico [...] A los mayas, la idea de dividir la responsabilidad para el bienestar humano entre políticos y sacerdotes les hubiera parecido incomprensible. Los reyes eran, sobre todo, chamanes divinos que operaban en varias dimensiones, las que mantenían equilibradas a través del poder de sus rituales, trayendo así prosperidad a sus dominios.(27)

Aquí vemos a dos reconocidos mayistas que confirman lo que don Juan insinuó a Castaneda. Además, cualquiera que haya leído a Castaneda no puede dejar de comprender el significado preciso de estas palabras, y las prácticas asociadas con ellos. ----------------CITAS: (1) Nicholas Saunders, People of the Jaguar, Souvenir Press, Londres, 1989, pp.66-70. (2) Ibid., pp.69-70. (3) Covarrubias, op.cit., p.77. (4) En Saunders, op.cit., pp.131. Para una explicación de don Juan de este fenómeno, véase El fuego..., op.cit., pp.154-155. (5) Castaneda, El conocimiento..., op.cit., pp.206-209. (6) Castaneda, El fuego..., op.cit .,p.9. (7) Ibid., pp.206-229. (8) Castaneda, El don del Aguila, op.cit., p.158. (9) Karl Taube, Aztec and Maya Myths, British Museum Press, Londres, 1993, p.54. (10) Carl Jung hace extensos comentarios sobre las cuaternidades tanto en Arquetipos y el inconsciente colectivo, op.cit., y especialmente en su Psychology and Alchemy, Jung, escribe que "el principal compuesto químico del organismo físico es el carbono, que se caracteriza por sus cuatro valencias". Routledge, Londres, 1968, p.218. Theodore Roszac se pregunta si Jung "tenía en mente algunos recuerdos arquetípicos de la base química de la vida". (Véase The Voice of the Earth, de Roschant, Bantam, Londres, 1993, p.62.). (11) Castaneda, El don del Aguila, op.cit., p.18. (12) Friedel et al, op.cit., p.137. (13) Castaneda, El don del Aguila, op.cit., p.156. Compárese con De Sahagún, op.cit., p.435. (14) En James Gifford, "Recent Thoughts Concerning the Interpretation of Maya Prehistory", en Mesoamerican Archaeology, op.cit., p.91. (15) En el volumen X de su Estudio de la historia, Arnold Tonybee relata cómo en varias ocasiones "vio" la historia como si tuviera lugar. Una buena explicación de este fenómeno de visualización puede hallarse en The Occult, de Colin Wilson, op.cit., pp.75-77. Castaneda, en el museo, no estaba simplemente escuchando la interpretación de don Juan de las diversas piezas. Castaneda vio transcurrir la historia de los objetos. (16) Castaneda, The Art of Dreaming , Harper Collins, pp.144-145. [Edición en español: El arte de ensoñar , Diana, México, 1994, 280 pp.] (17) Id, El don del Aguila, op.cit., p.20. (18) El arqueólogo Karl Taube escribe: "...las mitologías azteca y maya también encaran asuntos más amplios y profundos, como el significado de la existencia humana. Según el Popol Vuh, los dioses crearon la actual raza de humanos, la gente de maíz, para dar apoyo a los dioses en forma de plegarias y sacrificios". Véase Taube, op.cit., p.17.(Obviamente, otra forma de interpretar estos

147

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF