2010_Economia_14_13.pdf

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ECONOMÍA Los supuestos de la competencia perfecta. Las formas de la competencia.

40-15022-13

El funcionamiento del mercado de competencia perfecta.

Temario 1993

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1. LOS SUPUESTOS DE LA COMPETENCIA PERFECTA 2. LAS FORMAS DE LA COMPETENCIA 3. EL FUNCIONAMIENTO DEL MERCADO DE COMPETENCIA PERFECTA 3.1. LA COMPETENCIA PERFECTA A CORTO PLAZO 3.2. LA COMPETENCIA PERFECTA A LARGO PLAZO 3.3. PROPIEDADES DEL EQUILIBRIO EN UNA SITUACIÓN DE COMPETENCIA PERFECTA

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INTRODUCCIÓN

Toda empresa tiene que tomar dos importantes decisiones: elegir la cantidad que debe producir y el precio que debe fijar. Si la empresa maximizadora del beneficio no se enfrentara a ninguna restricción, fijaría un elevado precio arbitrario y produciría una gran cantidad arbitraria. Sin embargo, no existe ninguna empresa que no tenga que afrontar algunas restricciones. En este capítulo y en los siguientes analizaremos las llamadas restricciones de mercado. Una empresa puede producir todo lo que sea viable desde el punto de vista físico y puede fijar el precio de desee, pero sólo puede vender la cantidad que estén dispuestos a comprar los consumidores. Esta relación entre el precio que fija la empresa y la cantidad que vende se denomina curva de demanda a la que se enfrenta la empresa. Si solo hay una empresa en el mercado es muy fácil describir la curva de demanda a la que se enfrenta, es simplemente la curva del mercado. Pero si hay otras empresas, las restricciones a las que se enfrenta son diferentes. En este caso, para elegir su precio y su nivel de producción, tiene que imaginar cómo se comportarán las demás. Este problema no es fácil de resolver ni para las empresas ni para los economistas. Existen muchísimas posibilidades que trataremos de analizar sistemáticamente. Utilizaremos el término «estructura de mercado» para explicar cómo responden las empresas cuando deciden sus precios y sus niveles de producción. En este tema analizaremos la estructura de mercado más sencilla; la competencia perfecta. A partir de ella, y en posteriores capítulos, iremos utilizando esta estructura como instrumento de comparación para examinar otras estructuras de mercado.La empresa nace con el mercado, desarrollándose sobre todo a partir del surgimiento del capitalismo industrial, momento que representa el inicio de la estructura típica y donde se define el comportamiento de la empresa moderna. Existen diferentes formas empresariales atendiendo a la evolución de su estructura interna, a su menor o mayor complejidad orgánica, a su relación con el entorno, a su estructura jurídica o a la titularidad del capital.

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1 LOS SUPUESTOS DE LA COMPETENCIA PERFECTA La competencia perfecta es una representación idealizada de los mercados de bienes y de servicios en la que la interacción recíproca de la oferta y la demanda determina el precio. La teoría de la estructura de mercado llamada competencia perfecta se basa en dos supuestos básicos: 1. La empresa es precio-aceptante. El comportamiento precio-aceptante requiere que las empresas vendan un producto homogéneo, que los compradores estén lo suficientemente bien informados como para no pagar más de lo necesario por sus compras y que haya un gran número de empresas similares. El que una empresa sea precio-aceptante significa que puede cambiar sus niveles de producción y ventas, en cualquier magnitud, sin que sus acciones tengan un efecto significativo en el precio del producto que vende. De ahí que la empresa deba aceptar pasivamente cualquier precio vigente en el mercado. Para ver lo que implica el supuesto de la empresa como precio-aceptante, compararemos las demandas de los productos de un fabricante de motocicletas con las de un agricultor de trigo: Honda Company es consciente de que posee cierto poder de mercado. Si aumenta substancialmente el precio de alguna de sus motocicletas, las ventas disminuirán; si disminuye mucho el precio, podrá vender más. Si Honda considera un gran aumento en la producción de una motocicleta concreta que no sea una respuesta a un aumento conocido de la demanda, sabe que tendrá que disminuir los precios con el objeto de vender la producción adicional. El fabricante de motocicletas no es un precio-aceptante que acepte pasivamente cualquier precio que fuera fijado por el mercado. La cantidad que puede vender dependerá del precio que fija. En otras palabras, la empresa se enfrenta a una curva de demanda con pendiente negativa y puede seleccionar cualquier combinación precio-cantidad que sea consistente con su curva de demanda. Existen muchas diferencias entre un agricultor de trigo y un fabricante de motocicletas. Será suficiente explicar las tres caracterísitcas que tendrá el sistema de competencia perfecta para entender lo que definimos como precio-aceptante, que es el tipo de empresa que forma parte de este sistema concreto: −− Productod homogéneos: cada tipo de motocicleta que produce Honda es diferente de los otros tipos de motocicletas que produce esta empresa así como de las motocicletas que producen los competidores. Decimos que las empresas de motocicletas venden un producto diferenciado. Cada coche tiene una característica para atraer a los diferentes consumidores, de este modo Honda puede aumentar el precio de una de sus motocicletas sin perder instantáneamente todas sus ventas, como ocurriría si los clientes cambiasen en masa hacia otras motocicletas. Por contra, el trigo que produce un agricultor no se puede

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distinguir del que produce otro. Decimos que los agricultores de trigo venden un producto homogéneo, ya que no hay ninguna razón para que un consumidor bien informado adquiera el trigo de un vendedor que no sea el más barato. Todos deberán vender al mismo precio, ya que el que venda por encima de ese mínimo no venderá nada. −− Compradores bien informados: el argumento que acabamos de exponer supone que un comprador sabe cuándo una empresa está vendiendo por encima de las otras. Una condición necesaria para el supuesto de precio-aceptante es que los compradores estén lo suficientemente bien informados como para que si una empresa eleva sus precios por encima de las restantes, pierda sus compradores. −− Existencia de muchos vendedores: una distinción clave entre la industria del automóvil y la del trigo reside en el número de vendedores. La participación de un agricultor de trigo en la producción total de dicho bien es comparable a una gota de agua en un gran cubo de agua. Normalmente un agricultor actuará pensando que no tiene influencia en el precio. Por supuesto, tiene alguna influencia en el precio, pero la misma es tan mínima que se puede despreciar. Así pues, es sólo una ligera simplificación de la realidad el decir que una empresa no puede influir en el precio mundial del trigo y que es capaz de vender todo lo que produce al precio mundial vigente. En otras palabras, la empresa se enfrenta a una curva de demanda perfectamente elástica para sus productos, es precio-aceptante. La diferencia entre las empresas que producen trigo y las que producen coches es el grado de poder que tienen sobre el mercado. La empresa de trigo, como parte insignificante del conjunto del mercado, no tiene poder para influir en el precio mundial del trigo. Pero la empresa de coches tiene influencia sobre el precio del mercado porque su producción representa una parte importante del total de la oferta de coches. La empresa de trigo sería una empresa precio-aceptante que sólo sobrevivría en un sistema de competencia perfecta. 2. La industria se caracteriza por la libertad de entrada y salida. Esto significa que cualquier nueva empresa es libre de empezar a producir si así lo desea y que cualquier empresa existente puede abandonar la industria si así lo desea. Las empresas existentes no pueden impedir la entrada de nuevas empresas y no hay prohibiciones legales de salida. Esta libertad asegura que los recursos productivos se puden asignar a los sectores más eficientes.

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2 LAS FORMAS DE LA COMPETENCIA No existe ninguna economía moderna (y probablemente no haya existido jamás ninguna) de competencia perfecta universal. Es decir, puede que nunca haya existido una economía en la que el mercado de cada bien de consumo y de cada producto utilizado como medio productivo fuera perfectamente competitivo, en el sentido de que ningún comprador o vendedor tuviera la suficiente importancia para ejercer con sus acciones individuales una influencia perceptible en el equilibrio del mercado. Ha habido, y sigue habiendo, muchos mercados en los que prevalece algo parecido a la competencia perfecta, incluso aunque haya competencia imperfecta en los demás. De este tipo son los mercados de los productos agrarios y los productos textiles sencillos. El estudio de una economía en régimen de competencia perfecta aporta un marco de referencia para el análisis de los efectos de imperfecciones de la competencia. También proporciona este estudio el fundamento de la política microeconómica. Hay tres razones por las cuales escoger la competencia perfecta como marco de referencia para el análisis de los diferentes modelos de competencia existentes en la teoría económica: 1. La economía en régimen de competencia perfecta es el único modelo económico lo bastante sencillo para que podamos analizarlo en su funcionamiento de conjunto Existe un análisis bien definido de la competencia perfecta, pero no existe ningún análisis claro (ni siquiera a los niveles más avanzados de la teoría económica) de las economías en régimen de competencia imperfecta. Analizamos éstas considerando sus divergencias respecto a la solución de la competencia perfecta. 2. La competencia perfecta es una estructura definida unívocamente: Competencia imperfecta significa simplemente cualquier estructura que no es de competencia perfecta, y hay una enorme variedad de estructuras y modelos de ese tipo, todas ellas diferentes entre sí (principalmente monopolio y oligopolio, si el mercado es controlado por un solo productor o un número reducido de productores, respectivamente) Por tanto, puede no existir nada que sea el modelo de la competencia imperfecta, sino un gran número de modelos diferentes, que iremos analizando en los siguientes capítulos de este temario. 3. La competencia perfecta, si existiese universalmente, garantizaría a la economía ciertas propiedades ideales en cuanto a eficiencia en el uso de los recursos y en la asignación de bienes entre los consumidores: Estas propiedades de optimalidad son las que perseguiríamos como objetivo de política, y así, algunos aspectos de la política económica suponen el intento de inducir a la economía a actuar como si fuese un régimen de competencia perfecta.

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3 EL FUNCIONAMIENTO DEL MERCADO

DE COMPETENCIA PERFECTA

3.1. LA COMPETENCIA PERFECTA A CORTO PLAZO Las curvas de demanda e ingreso. En competencia perfecta, cada empresa individual se enfrenta a una curva de demanda de su producto perfectamente elástica. Al no verse afectado el precio del mercado por las variaciones de la producción de cualquiera de las empresas, se deduce que el ingreso marginal resultante de un aumento en el volumen de ventas en una unidad es constante y es igual al precio del producto. El ingreso medio es igual al ingreso total dividido por el número de unidades vendidas. Dada la definición de ingreso total (IT = P x q), el ingreso medio será: IMe = P x q / q = P, es decir, IMe = P El ingreso marginal será igual a la derivada del IT con respecto a q: Ima = d(P x q) / dq = P, es decir, IMa = P En los mercados perfectamente competitivos, por lo tanto, la curva de demanda a la que se enfrenta la empresa, es idéntica tanto a la curva de ingreso marginal como a la de ingreso medio. Las tres coinciden en la misma línea recta, mostrando que: P = ΙMe = ΙMa El ingreso total varía en proporción direca con el output o nivel de producción (cuanta más producción se venda mayores son los ingresos), mientras el precio es constante.

P

D

O

P1

P

P1

d = P = IMe = IMa

d

D

O Q1

Q

q Figura 1.

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XX El equilibrio y la curva de oferta de la empresa A corto plazo, todas las empresas tienen factores fijos y varían su nivel de producción al variar la cantidad de inputs de los factores variables. De este modo, sus curvas de coste a corto plazo están relacionadas con sus decisiones de producción a corto plazo. El nivel maximizador de beneficio de cada empresa dependerá de sus costes y de la curva de demanda a la que se enfrenta. Una empresa a corto plazo siempre tiene la opción de no producir nada y, en este caso, tendrá unas pérdidas iguales a sus costes fijos. Si la producción añade menos a los ingresos que a los costes, la producción incrementará las pérdidas sufridas por la empresa. Si la producción añade más a los ingresos que a los costes, la producción reducirá las pérdidas de la empresa (o aumentará sus beneficios). Empezaremos explicando una serie de reglas que determinan el nivel de producción de las empresas maximizadoras de beneficio que operan en todas las estructuras de mercado: 1. A corto plazo, una empresa debe producir si, y sólo si, el ingreso total no es menor al coste variable total. Otra manera de exponer esta regla es que la empresa debe producir un output positivo sólo si el ingreso medio (precio) no es menor que el coste variable medio. A corto plazo a una empresa le conviene producir aunque no cubra todos los costes fijos, ya que los costes fijos se deberán pagar tanto si se produce como si no. Esta regla, que en muchas ocasiones se llama la regla de cierre, es fácil de exponer, pero a menudo es difícil de aplicar en la práctica. Consideremos una empresa que encuentra rentable producir alguna cantidad positiva de acuerdo con la regla 1: ¿Cuánto deberá producir? Si por un lado la empresa constata que a su actual nivel de producción, el coste de producir una unidad más (coste marginal, CMa) es menor que el ingreso que obtiene al vender dicha unidad (ingreso marginal, IMa), aumentar el beneficio total puede hacerse produciendo otra unidad de output. Siempre que una empresa constata que, al nivel actual de output, el ingreso marginal excede al coste marginal, podrá aumentar sus beneficios incrementando su producción. Si, por otro lado la empresa constata que, a su actual nivel de producción, el coste de producir su última unidad excede los ingresos que gana al venderla, el beneficio total puede ser incrementado dejando de producir la última unidad. De este modo, siempre que la empresa constata que el coste marginal excede el ingreso marginal puede incrementar su beneficio total mediante la reducción de su output. Ahora llegamos a la conclusión de que la empresa debe variar su output cuando el coste marginal no es igual al ingreso marginal, aumentando el output si el IMa excede el CMa y disminuyendo el output si el CMa excede el IMa. De este modo, en el nivel de producción que maximiza el beneficio, la última unidad producida debe añadir al ingreso tanto como lo que añade al coste. 2. Una condición necesaria para que la empresa produzca su output de máximo beneficio es que el ingreso marginal sea igual al coste marginal. En el figura 2 se representan dos niveles de producción en los cuales, el coste marginal es igual al ingreso marginal.

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Serán los niveles de producción comprendidos entre la cantidad q0 y la cantidad q1. La regla 3 es necesaria para distinguir las posiciones de mínimo beneficio de las de máximo beneficio. 3. Para que un nivel de producción al cual el coste marginal es igual al ingreso marginal, sea el punto de máximo beneficio en lugar del mínimo beneficio, es suficiente que el Figura 2. coste marginal sea menor que el ingreso marginal en los niveles de producción ligeramente más bajos, y que el coste marginal exceda al ingreso marginal en los niveles de producción ligeramente más altos: La contrapartida geométrica de esta condición es que, en el output de máximo beneficio, la curva de coste marginal debe cortar la curva de ingreso marginal desde abajo. Esto garantiza que el CMa es menor que el IMa a la izquierda del output de máximo beneficio y es mayor que el IMa a la derecha del output de máximo beneficio. Las tres reglas anteriores determinan el output que será elegido por cualquier empresa que maximice sus beneficios a corto plazo. Este nivel de producción, se llama nivel de producción maximizador de beneficios de la empresa o más comunmente nivel de producción óptimo. −− El nivel de producción óptimo de la empresa es cero si el ingreso total es menor que el coste variable total para todos los niveles de output; el nivel de producción óptimo es positivo si existe algún output para el cual el ingreso total exceda al coste variable total. −− Cuando el output óptimo de la empresa es positivo, el coste marginal es igual al ingreso marginal. −− Si el output disminuye ligeramente del nivel óptimo, el coste marginal debe ser menor que el ingreso marginal; si el output aumenta ligeramente del nivel óptimo, el coste marginal debe exceder al ingreso marginal. Cuando la empresa ha elegido su nivel de producción óptimo, se encuentra en equilibrio porque no tiene ningún incentivo para alterar su comportamiento a corto plazo. De este modo, el output permanecerá constante a corto plazo hasta que se dé algún cambio en los ingresos o en las funciones de los costes. (El comportamiento a largo plazo se considerará más adelante en este tema). Para aplicar la regla 2 a una empresa que opera en competencia perfecta, recordemos que, la empresa se enfrenta a una curva de demanda perfectamente elástica que define su ingreso medio y marginal. Por lo tanto, cuando la empresa maximizadora de beneficios iguala el coste marginal al ingreso marginal, si además opera en un mercado perfectamente competitivo, estará también igualado el coste marginal al precio del mercado, es decir, CMa = P.

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En tanto que el precio de mercado exceda a su coste variable medio (regla 1), una empresa que opere en un mercado de competencia perfecta producirá el output al cual su coste marginal de producción iguale al precio de mercado (regla 2). A menos que varíen el precio o los costes, la empresa continuará produciendo este output porque ésa es su mejor elección posible dada la situación a que se enfrenta. Se dice que la empresa está en equilibrio a corto plazo (figura 3). El precio de mercado al cual la empresa competitiva responde se establece por las fuerzas de la oferta y la demanda. La empresa individual, ajustando su producción a cualquier precio que esté vigente en el mercado, ayuda a determinar la oferta de mercado. El vínculo entre el comportamiento de la empresa y el comportamiento del mercado competitivo lo proporciona la curva de oferta de mercado. La curva de oferta de la empresa muestra la relación entre la cantidad ofrecida y el precio del mercado. Para cada precio deterFigura 3. minado, necesitamos conocer qué cantidad será ofrecida. Esta cuestión puede responderse suponiendo un precio concreto y determinando qué cantidad elegirá cada empresa para ofrecer. Luego elegimos un precio concreto diferente y se determina de nuevo la cantidad ofrecida y así hasta que hayamos considerado todos los precios posibles. Para precios por debajo del CVMe, la empresa no ofrecerá ninguna unidad (regla 1). Para precios por encima del CVMe, la empresa igualará el precio y el coste marginal (regla 2). A partir de aquí, se deduce que en competencia perfecta, el tramo de la curva de coste marginal de la empresa que está por encima de la curva de costes variables medios es igual a su curva de oferta. La figura 4 nos muestra tres posibles posiciones de una empresa en equilibrio a corto plazo. En estos tres casos, la empresa está maximizando sus beneficios lo mejor que puede, con un precio de mercado y costes a corto plazo dados. En la parte (I) la empresa sufre pérdidas; en la parte (II) está cubriendo todos sus costes; en la parte (III) está ganando beneficios puros. Estos tres casos son posibles posiciones de equilibrio a corto plazo, pero no todos lo son a largo plazo. XX El equilibrio de la industria Una industria es un grupo de empresas que produce un bien homogéneo. La curva de oferta de una industria competitiva es la suma horizontal de las curvas de coste marginal de todas las empresas de la industria. Esta curva de oferta, basada en las curvas de coste marginal a corto plazo de las empresas en la industria, es la curva de oferta a corto plazo de la industria.

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Figura 4.

El precio y la cantidad de equilibrio a corto plazo de la industria vienen determinados por la interacción de la curva de oferta de la industria. En un mercado perfectamente competitivo ningún vendedor individual puede influir de forma significativa en el precio de mercado. A pesar de ello, el precio se determina por las acciones colectivas de todas las empresas de la industria. Al precio de mercado de equilibrio cada empresa produce y vende aquella cantidad para la cual el coste marginal es igual al precio de mercado, no estando ninguna empresa motivada para cambiar su output a corto plazo. Dada la cantidad ofrecida total, no hay razón para que el precio de mercado cambie a corto plazo; el mercado y todas las empresas de la industria están en equilibrio a corto plazo. Sabemos que cuando la industria está en equilibrio a corto plazo cada empresa competitiva está maximizando sus beneficios.

3.2. LA COMPETENCIA PERFECTA A LARGO PLAZO El primer paso al estudiar las reacciones del largo plazo es destacar un cambio importante en la clasificación de los costes. El corto plazo está caracterizado por los costes fijos, de manera que los costes totales de la empresa están divididos en costes variables y costes fijos. Esto nos da seis categorías de costes: coste variable total, coste fijo total, y su suma, coste total, y también coste variable medio, coste fijo medio y coste total medio. Para resaltar que nos estamos refiriendo al corto plazo, en muchas ocasiones nos referiremos a estas medidas del coste como CVC, CFC, CTC, CVMeC, CFMeC y CTMeC respectivamente. Cuando no es posible la ambigüedad la designación de corto plazo (C) se puede omitir. El largo plazo se caracteriza por la ausencia de costes fijos. Todos los costes son variables, por lo que no hay necesidad de separar los costes totales en las categorías de fijos y variables De este modo, en el largo plazo sólo hay coste total y coste total medio, a los que nos referiremos como CTL y CMeL.

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El concepto de coste marginal se aplica tanto a corto plazo como a largo plazo. Tanto el coste marginal a corto plazo (CMaC) como el coste marginal a largo plazo (CMaL) se refieren al cambio en el coste total cuando el nivel de producción varía en una unidad a partir de su nivel actual. A corto plazo, sólo algunos inputs, y consecuentemente algunos costes de inputs, se pueden variar. A largo plazo, todos los inputs, y consecuentemente todos los costes de inputs, se pueden variar. El coste marginal a largo plazo se refiere al cambio en el coste total, resultante de un cambio de una unidad en el output, después de que todos los factores se hayan ajustado de manera que se produzca el nuevo output al nivel de coste más bajo posible. XX El equilibrio a largo plazo La clave del equilibrio a largo plazo en competencia perfecta es la entrada y salida de las empresas en el mercado. Hemos visto que las empresas a corto plazo pueden tener beneficios o pérdidas o pueden tener beneficios nulos. Debido a que los costes incluyen el coste de oportunidad del capital, las empresas que están en situación de beneficios nulos tienen una posición tan favorable como si invirtieran su capital en otra actividad. De este modo, no habrá incentivos para las empresas existentes a dejar la industria; tampoco habrá incentivos para entrar empresas nuevas en la industria, ya que su capital podría obtener el mismo rendimiento en otras actividades económicas. No obstante, si las empresas existentes están obteniendo beneficios por encima de todos los costes, incluyendo el coste de oportunidad del capital, entrará nuevo capital en la industria para participar en estos beneficios. Si las empresas existentes tienen pérdidas, el capital dejará la industria ya que puede obtener más rendimiento en otra actividad económica. Consideremos el proceso con más detalle. Si todas las empresas están en la posición III de la figura 4 vista anteriormente, nuevas empresas entrarán en la industria atraídas por los beneficios existentes. Supongamos que en respuesta a los altos beneficios de 100 empresas existentes, entran 20 nuevas empresas. La curva de oferta del mercado que antes era la suma de los outputs de 100 empresas debe ahora sumar el output de 120 empresas. Así que a cualquier precio se ofrecerá más porque ahora hay más oferentes. Este desplazamiento de la curva de oferta a corto plazo, con una curva de demanda de mercado invariable significa que el precio de equilibrio previo ya no es válido. El desplazamiento de la oferta causará un descenso del precio de equilibrio como se ilustra en la figura 5. Tanto las empresas viejas como las nuevas deberán ajustar sus niveles de producción a este nuevo precio más bajo. La entrada continuará y el precio continuará bajando hasta que todas las empresas de la industria solamente cubran sus costes totales. Entonces las empresas estarán en la situación II de la figura 4, que se llama equilibrio de beneficio cero.

Figura 5.

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Los beneficios en una industria competitiva son una señal para la entrada de capital nuevo; la industria se expandirá, forzando la disminución del precio hasta que los beneficios que obtengan las empresas, nuevas y viejas, se reduzcan a cero. Si las empresas de la industria están en la situación I de la figura 4, están sufriendo pérdidas. Están ganando más que el montante de sus costes variables, pero los ingresos que obtienen de su capital son menores que el coste de oportunidad de éste: las empresas no están cubriendo sus costes totales. Esta es una señal para la salida de capital. Cuando la planta y el equipo se hayan desgastado, no serán reemplazados; como resultado, la curva de oferta a corto plazo de la industria se desplazará hacia la izquierda y el precio de mercado subirá. El capital continuará saliendo y el precio subiendo hasta que las empresas que se mantienen cubran sus costes totales, esto es, hasta que todas estén en el equilibrio de beneficio cero ilustrado en la situación II de la figura 4. En este momento cesará la salida. Las pérdidas en la industria competitiva son una señal para la salida de capital; la industria se contraerá, lo que producirá una subida del precio hasta que las empresas existentes cubran sus costes totales. En todos estos casos, vemos que los beneficios cumplen su función de asignación de recursos entre las industrias de la economía. Cuando consideremos la posible salida de una industria, será útil distinguir entre empresas marginales e intramarginales. La empresa marginal se limita a cubrir sus costes totales y saldrá de la industria ante cualquier disminución del precio por pequeña que sea. La empresa intramarginal está obteniendo beneficios y requerirá una mayor disminución de los precios para abandonar la industria. No obstante, en el modelo abstracto y puro de la competencia perfecta, todas las empresas son marginales en el equilibrio a largo plazo. Todas las empresas tienen acceso a la misma tecnología y todas, por lo tanto, tendrán curvas de costes idénticas cuando haya pasado el tiempo suficiente para que se realicen todos los ajustes de capital. En el equilibrio de la industria a largo plazo, todas las empresas están en la situación II de la figura 4. Si el precio desciende por debajo de P2 en la figura todas las empresas desearán salir de la industria. Entonces, la salida debe ser mediante algún proceso artificial, por ejemplo, con características aleatorias, ya que no hay nada en la teoría que explique quién saldrá primero. En las situaciones del mundo real, las empresas no son idénticas, ya que la tecnología cambia continuamente y las diferentes empresas tienen historias diferentes. Una empresa que haya renovado recientemente su capital tiene más posibilidades de ser más eficiente, tener equipos y plantas de más bajo coste, y curvas de coste menores que una empresa cuyo capital es más antiguo. Los detalles de cada caso concreto determinarán la identidad de la empresa marginal, la cual saldrá primero cuando el precio disminuya. Para poner un ejemplo, supongamos que todas las empresas tienen idénticos costes y difieren únicamente en la fecha de entrada en la industria. En este caso, la empresa que primero tenga que sustituir su capital será la empresa marginal. Saldrá primero porque será la que primero tenga que tomar una decisión a largo plazo sobre el hecho de reemplazar su capital en una situación en la que ninguna empresa está cubriendo los costes de oportunidad a largo plazo.

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Consideremos la situación de las empresas y de la industria cuando ambas se encuentran en el equilibrio a largo plazo. No es posible que ninguna empresa realice ningún cambio, tanto a corto como a largo plazo, para aumentar sus beneficios. Este requisito puede formularse como tres condiciones distintas: „„

Ninguna empresa deseará cambiar la producción de sus plantas actuales. Los costes marginales a corto plazo (CMaCP) deben ser iguales al precio.

„„

Los beneficios obtenidos por las plantas existentes deben ser nulos. Esto supone que el CTMe a corto plazo debe ser igual al precio es decir, las empresas deben estar en la situación II representada la figura 4.

„„

Ninguna empresa puede obtener beneficios instalando una planta de un tamaño diferente. Esto supone que cada una de las empresas existentes debe producir en el punto más bajo de su curva de costes medios a largo plazo.

Ya hemos visto por qué deben cumplirse las dos primeras condiciones. El razonamiento en que se basa la tercera condición se muestra en la figura 6. A pesar de que la empresa mostrada en esta figura está en equilibrio a corto plazo, no se encuentra en equilibrio a largo plazo porque la curva de CMeL se encuentra por debajo del precio del mercado para algunos niveles más altos de producción. Así pues, la empresa puede aumentar sus beneficios instalando una planta de mayor tamaño con la que disminuirán sus costes totales medios. Dado que la empresa es precio-aceptante, este cambio aumentará sus beneficios. Una empresa precio-aceptante está en equilibrio a largo plazo solamente cuando produce en el punto mínimo de su curva de CMeL. Una empresa competitiva nunca estará en equilibrio en la parte decreciente de su CMeLP; si el precio es dado y los costes se pueden reducir aumentando la escala de producción, los beneficios también se pueden aumentar haciendo eso. Así que las empresas crecerán en tamaño hasta que se hayan utilizado todas las economías de escala. Si la producción que permite obtener el mínimo de CMeLP de cada empresa es pequeña en relación a la producción total de la industria, la industria estará formada por un gran número de empresas y permanecerá competitiva.

Figura 6.

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Sin embargo, si, al alcanzar el mínimo de los CMeL, las empresas son tan grandes que cada una tiene un poder significativo en el mercado, cesarán de ser precio-aceptantes y de estar en competencia perfecta. En este sentido, si las economías de escala existen en un intervalo tan grande que una empresa que sirve a todo el mercado aún está en la parte decreciente de su CMeL, una sola empresa monopolizará todo el mercado. Esto es lo que los economistas clásicos llaman el caso del monopolio natural, que consideraremos en capítulos posteriores.

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Una condición necesaria para el equilibrio competitivo a largo plazo es que cualquier economía de escala, que esté dentro del control de la economía, debe estar agotada a un nivel de producción relativamente pequeño en comparación al nivel de producción de toda la industria. Sólo si la curva de la empresa de CMeL tiene forma de U, la empresa alcanzará un tamaño determinado en una industria competitiva. Para ver el porqué, supongamos que, por el contrario, el CMeL disminuye hasta alcanzar un mínimo para un determinado nivel de producción y entonces se mantiene constante para niveles de producción mayores. Todas las empresas deberán tener por lo menos el tamaño mínimo, pero pueden tener ese tamaño o uno mayor, ya que el precio igualará el CMeLPpara cualquier nivel de producción por encima del tamaño mínimo eficiente. En otras palabras, en este caso no habrá un tamaño único para la empresa. Existen muy buenas razones para que la curva de CMeL para una planta pueda tener forma de U. La tecnología moderna en algunos casos da lugar a costes inferiores en las grandes fábricas automatizadas que en las fábricas más reducidas, en las que un escaso número de trabajadores usan equipos de capital relativamente poco sofisticados. Sin embargo, si una determinada planta se hace demasiado grande, los costes aumentan debido a la creciente dificultad de planificar y controlar el comportamiento de una amplia unidad operativa integrada. De ahí que no exista dificultad en considerar que la curva de coste de la planta tiene forma de U. En la teoría moderna de la competencia perfecta, simplemente se supone que la curva de costes de la empresa tiene forma de U. Sin este supuesto, aunque puede existir un equilibrio competitivo para un número arbitrario de empresas, no existe nada que determine el tamaño de equilibrio de la empresa y, por lo tanto, el número de empresas de la industria Si todas las empresas tienen CMeLP constantes, entonces, el equilibrio requiere que el precio iguale el CMeLP, pero la producción de equilibrio puede perfectamente ser producida por un gran número de empresas, produciendo cada una un pequeño output o un número pequeño de empresas produciendo cada una gran cantidad de output. XX Efectos del progreso tecnológio y variacione en la demanda sobre el equilibrio de la industria Como ilustración de la utilización del análisis a largo plazo, consideremos los efectos del progreso tecnológico sobre una industria competitiva. Inicialmente, la industria se encuentra en equilibrio a largo plazo, en el cual ninguna empresa obtiene beneficios. Supongamos ahora que una determinada innovación tecnológica desplaza hacia abajo las curvas de costes de las nuevas plantas. Las plantas ya instaladas no pueden utilizar la nueva tecnología porque ésta debe incorporarse a las nuevas plantas y equipos. Debido a que el precio es igual al coste total medio de las plantas ya instaladas, las nuevas plantas podrán obtener beneficios y se construirán inmediatamente. Sin embargo, este aumento de la capacidad desplaza la curva de oferta a corto plazo a la derecha, provocando una disminución del precio. La expansión de la capacidad y la disminución del precio continuarán hasta que el precio iguale al CTMe de las nuevas plantas. A este precio, las plantas más antiguas no cubrirán sus costes a largo plazo. En la medida que el precio excede su coste variable medio, dichas plantas continuarán produciendo. Las plantas anticuadas irán desapareciendo gradualmente a medida que se vayan depreciando. Con el tiempo, se establecerá un nuevo equilibrio a largo plazo en el cual todas las plantas utilizarán la nueva tecnología.

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Sin embargo el cambio tecnológico no suele ser un fenómeno aislado sino un fenómeno más o menos continuo en el tiempo, lo que da lugar a una serie de características: 1. Las plantas de diferentes edades y diferentes niveles de eficiencia coexisten unas con otras. Sorprende a veces el encontrar en una industria eléctrica, establecida hace tiempo, una gran variedad de generaciones de generadores. Las críticas basadas en la observación de que se continúan utilizando las plantas más viejas y menos eficientes y urgen a modernizar la industria están olvidando las cuestiones relativas a la eficiencia económica. Si la planta ya existe, puede ser rentable su funcionamiento siempre que se cubran los costes variables. Cuando la planta puede producir bienes que los consumidores valoran en una cuantía mayor que el valor de los recursos actualmente absorbidos por su funcionamiento (costes variables), el valor total de la producción de la sociedad aumenta al producirse estos bienes. 2. El precio se rige por el CTMe mínimo de las plantas más eficientes. La entrada continuará hasta que las plantas más recientes obtengan exactamente el beneficio normal durante su período de vida económicamente útil. Los beneficios de la nueva tecnología se trasladan a los consumidores porque todas las unidades del bien, tanto si son producidas por plantas nuevas como viejas, se venden a un precio relacionado exclusivamente con el CTMe de las plantas nuevas. Los propietarios de las plantas más viejas se darán cuenta de que los rendimientos que superan a los costes variables disminuyen de forma continuada a medida que plantas cada vez más eficientes presionan el precio a la baja. 3. Las plantas viejas deberán desaparecer cuando el precio disminuya por debajo de su CVMe. Esto puede ocurrir mucho antes de que las plantas estén físicamente depreciadas. En las industrias con un progreso técnico continuo, normalmente el capital se deja de utilizar porque resulta económicamente obsoleto, no porque esté depreciado físicamente. Esto ilustra el significado económico de obsolescencia; el capital viejo es obsoleto cuando su coste variable medio es mayor que el coste total medio del nuevo capital. Supongamos ahora que la demanda del producto aumenta. El precio aumentará hasta igualar la demanda a la oferta a corto plazo de la industria. Cada empresa aumentará su producción hasta que sus costes marginales a corto plazo igualen de nuevo al precio. Cada empresa obtendrá beneficios como consecuencia de este aumento del precio y dichos beneficios inducirán a nuevas empresas a entrar en la industria. Esto desplazará la curva a corto plazo a la derecha y presionará el precio a la baja. La entrada continuará hasta que todas las empresas estén cubriendo únicamente sus costes totales medios. Consideremos ahora una disminución de la demanda. La industria está formada por empresas en equilibrio a largo plazo y la curva de demanda de mercado se desplazará hacia la izquierda, lo que disminuirá el precio. Existen dos consecuencias posibles: 1. La disminución de la demanda hace que el precio esté por debajo del CTMe, aunque por encima del CVMe. Entonces las empresas están en la situación I de la figura 4. Pueden cubrir sus costes variables y obtener un determinado rendimiento sobre su capital, por lo que seguirán produciendo mientras puedan seguirse utilizando la planta y el equipo. Sin embargo, se producirá la

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salida de la industria cuando el viejo capital se deprecie, y no se reemplace. A medida que las empresas salen, la curva de oferta a corto plazo se desplaza hacia la izquierda y el precio del mercado aumenta. Esta situación continúa hasta que las empresas existentes en la industria pueden cubrir sus costes totales. En este momento, valdrá la pena sustituir el capital cuando se deprecia y se detendrá el declive de la industria. En este caso, el ajuste puede durar mucho tiempo ya que la industria reduce su tamaño únicamente cuando la planta y los equipos existentes se deprecian­. 2. La disminución de la demanda sea tan grande que el precio se sitúe por debajo del nivel de CVMe. En este caso, las empresas ni siquiera pueden cubrir sus costes variables, por lo que saldrán de la industria inmediatamente. La reducción en el capital dedicado a la producción en la industria tendrá lugar con gran rapidez, porque la capacidad existente se reduce a chatarra o se desplaza a otros usos. La disminución en el número de empresas reduce la oferta y eleva el precio de equilibrio. Una vez que los precios han aumentado lo suficiente como para permitir a las empresas restantes que puedan cubrir sus costes variables, cesa la rápida retirada de capital. Con posterioridad, la salida se producirá más lentamente, tal como se describía en el párrafo anterior. La entrada de nuevo capital en una industria que proporciona beneficios se producirá con la rapidez permitida por la construcción e instalación del nuevo equipo de las nuevas plantas. La salida del capital existente en una industria que no proporciona beneficios puede producirse de forma muy rápida cuando se den pérdidas si el precio se sitúa por debajo del coste variable medio; sin embargo, la velocidad disminuirá al ritmo marcado por la depreciación de los equipos y las plantas ya existentes cuando el precio sea mayor que el coste variable medio. XX La curva de oferta de la industria a largo plazo Los ajustes posibles de la industria a los cambios en la demanda ahora analizados se representan mediante la curva de oferta de la industria a largo plazo (OLP). Esta curva muestra la relación entre el precio de equilibrio y la producción que las empresas estarán dispuestas a ofrecer después de producirse todas las entradas o salidas deseadas. La curva de oferta a largo plazo conecta situaciones de equilibrio a largo plazo una vez que se hayan producido todos los cambios inducidos por la demanda. Cuando se consideran los cambios inducidos en los precios de los factores, es posible que la curva de oferta a largo plazo (OLP) tenga pendiente positiva, negativa o sea horizontal. Estos casos se ilustran en la figura 7. En la parte I de la figura la curva de oferta a largo plazo es horizontal. Esto indica que la industria ajustará su tamaño de forma que pueda demandarse cualquier cantidad a un precio constante igual a los costes totales medios más bajos posibles. Una industria con una curva de oferta a largo plazo horizontal, se dice que es una industria con costes constantes. Aunque las condiciones para que una OLP sea constante puedan darse, no son necesarias. Este caso se da cuando la expansión de la industria no introduce cambios en las curvas de coste a

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largo plazo de las empresas existentes, lo cual requiere que los precios de los inputs de la industria no cambien cuando la producción de la industria se expande o se contrae. Dado que las nuevas empresas tienen acceso a la misma tecnología y se enfrentan a los mismos precios de los factores, sus curvas de costes no serán superiores a las de las empresas ya existentes. Bajo estas circunstancias, el equilibrio a largo plazo con el precio igual al mínimo del coste total medio a largo plazo sólo puede restablecerse cuando el precio vuelve a su nivel original. Cuando una industria aumenta su producción necesita más factores productivos. El aumento en la demanda de estos factores puede presionar al alza sus precios. Si los costes aumentan cuando se incrementan los niveles de producción de la industria, lo mismo le ocurrirá al precio que permite a los productores cubrir sus costes. Cuando la industria se expande, la curva de oferta a corto plazo se desplaza hacia la derecha, pero las curvas de CTMeC de las empresas se desplazan hacia arriba debido al incremento de los precios de los factores. La expansión de la industria se detendrá cuando el precio sea igual al mínimo del CMeL de las empresas existentes. Esto debe ocurrir a un precio más alto del que existía antes de la expansión, tal como se representa en la parte II de la figura 7. Una industria competitiva con precios de oferta a largo plazo crecientes también puede llamarse industria con costes crecientes. Hasta ahora hemos sugerido que la curva de oferta a largo plazo puede ser horizontal o creciente, pero no decreciente. Esto no es posible porque para industrias perfectamente competitivas, cada empresa en equilibrio a largo plazo debe estar ya en el punto más bajo de su curva de CMeL. Si una empresa puede disminuir sus costes construyendo una planta más grande y más mecanizada, será beneficioso hacer esto sin necesidad de esperar un aumento en la demanda. Dado que cada empresa individual puede vender todo lo que desea al precio actual del mercado, le resultará rentable aumentar la escala de sus operaciones siempre que su CMeL sea decreciente.

Figura 7.

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Las economías de escala que acabamos de considerar están dentro del control de la empresa; se llaman economías internas. Sin embargo, una industria perfectamente competitiva podría tener costes a largo plazo decrecientes si las industrias que la abastecen de sus factores de producción tienen rendimientos de escala crecientes. Estos efectos están fuera del control de las empresas perfectamente competitivas y se llaman economías externas. Cuando la expansión de una indus-

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tria lleva a una caída de los precios de algunos de sus inputs, las empresas se encontraran con que sus curvas de costes se desplazan hacia abajo a medida que aumentan su producción. Como ilustración de cómo la expansión de una industria podría causar la disminución de los precios de algunos de sus factores productivos, consideraremos las primeras etapas del crecimiento de la industria del automóvil. A medida que aumentaba la producción de automóviles, la demanda de neumáticos creció mucho. Esto, como sugerimos anteriormente, aumentó la demanda de caucho y su precio tendió a aumentar, pero también dio la oportunidad a los fabricantes de neumáticos de construir plantas más grandes que explotaban algunas de las posibles economías de la producción de neumáticos. Estas economías eran lo suficientemente grandes como para compensar cualquier aumento de los precios de los factores, y los precios de los neumáticos para los constructores de coches descendieron. Consecuentemente, descendieron los costes de los coches, debido a los precios más bajos de un input importante. Este caso está ilustrado en la parte III de la figura 7. Una industria que tiene una curva de oferta a largo plazo con pendiente negativa es una industria con costes decrecientes. Hay que destacar que, a pesar de que las economías eran externas para la industria de coches, eran internas para las de neumáticos. Esto requiere a su vez que la industria proveedora no sea perfectamente competitiva. Si lo fuese, todas sus economías de escala ya estarían explotadas. Así este caso se refiere a una industria perfectamente competitiva que usa un input de una industria no perfectamente competitiva, cuyas economías de escala no están todavía lo suficientemente explotadas debido a que su demanda es insuficiente. Un ejemplo nos lo dan las industrias agrícolas perfectamente competitivas que compran su maquinaria agrícola a una industria dominada por unas pocas grandes empresas.

3.3. PROPIEDADES DEL EQUILIBRIO EN UNA SITUACIÓN DE COMPETENCIA PERFECTA Los modelos elementales de mercados y empresas en competencia perfecta y la existencia de equilibrio en ellos derivan las siguientes propiedades. Las argumentaciones que siguen son más orientativas que rigurosas, pero las propiedades pueden demostrarse con todo rigor. 1. No hay ningún desempleo involuntario de recursos en equilibrio en competencia perfecta. El equilibrio del mercado implica, naturalmente, que al precio de equilibrio la cantidad demandada es igual a la ofrecida. Aplicado al mercado de recursos o factores, esto significa que ningún propietario de recursos quiere ofrecer más que los que de hecho ofrece a precio presente, y que nadie quiere emplear más cantidad de este factor a ese precio. El equilibrio del mercado de trabajo no significa necesariamente que todas las personas en condiciones de trabajar estén empleadas en un trabajo la semana completa, sino únicamente que cualquiera que quiera trabajar al salario corriente podría hacerlo trabajando el número de horas semanales, grande o pequeño, que quiera. Supongamos que el salario corriente es de 1.200 € por mes, y que el señor X no trabaja, aunque lo haría a un salario mensual de 1.500 €. ¿Hay una pérdida social a causa de la imposibilidad de encontrar trabajo el señor X?. La respuesta es negativa, debido a las siguientes consideraciones. Estando dispuesto a trabajar por un salario de 1.500 €, pero no por uno

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de 1.200 €. el señor X revela que prefiere su tiempo libre en casa a disponer de 1.200 € de bienes por mes, aunque valora el ocio en su hogar en menos de 1.500 €. de bienes por mes. Si fuese obligado a trabajar, estaría cambiando su tiempo en casa (que vale más de 1.200 €) por 1.200 €, y empeoraría de situación en términos de sus propias preferencias. El resto de la sociedad no se ve afectado, puesto que trabajando, el señor X incrementaría la producción de mercado con bienes por valor de 1.200 €, pero aumentaría su propio consumo en otras tantas, quedando para los demás miembros de la sociedad la misma cantidad de bienes que antes, tanto si él trabaja como si no lo hace. Así pues, la sociedad puede alcanzar su paquete óptimo de bien y ocio u otras actividades no laborales, si cualquiera que quiere trabajar al salario corriente puede hacerlo, y los que elijan no trabajar también pueden hacerlo así, aun cuando podrían producirse más bienes si todos trabajasen. La existencia de desempleo involuntario (personas que quieren trabajar al salario corriente pero no pueden encontrar trabajo) sería la prueba de que el mercado de trabajo no está en equilibrio. Las propiedades «ideales» de la competencia perfecta se mantienen únicamente en el equilibrio. 2. El equilibrio en competencia perfecta da lugar a una asignación eficiente de recursos. Dado por hecho que estamos en un equilibrio en competencia perfecta, consideremos las consecuencias de una reasignación de recursos entre industrias. Llamemos agricultura y textil a las dos industrias, y estudiemos los efectos de una transferencia de trabajo de una a otra. Se supone que el trabajo empleado en las dos industrias es idéntico, por lo que el salario será el mismo en ambas. Como las dos están en equilibrio de competencia perfecta, el precio será igual coste marginal en ambas. Utilizando los subíndices A para agricultura y T para textil, tenemos: PA = CMaA = W/PMaTA en agricultura PT = CMaT = W/PMaTT en textiles (donde P es el precio, CMa el coste marginal, W el salario y PMaT el producto marginal del trabajo).

El valor de los bienes producidos durante la hora-hombre marginal será el mismo en ambas industrias e igual al salario. Esto es, tendremos: PA X PMaTA = W = PT X PMaTT como se deduce de las expresiones anteriores. Como el valor de bienes producidos durante la hora-hombre marginal es igual al salario (10 €/hora, por ejemplo) en ambas industrias, la transferencia de una hora-hombre de trabajo de la agricultura a la industria textil no incrementará la producción total de la economía, puesto que reducirá la producción de la agricultura en 10 € y aumentará la producción textil en 10 €, dejando inalterado el valor de la producción total. Así pues, no podemos aumentar el valor de la producción modificando la asignación del trabajo alcanzada por la competencia perfecta. (con una argumentación más compleja, basada en la propiedad de la productividad marginal decreciente, podría demostrarse que cualquier reasignación sustancial reduciría de hecho el valor de la producción). Esta asignación eficiente de recursos no será generalmente cierta en el caso de la competencia imperfecta. Supongamos, como uno de los múltiples tipos posibles de competencia imperfecta, que hubiera un fuerte sindicato textil que mantuviera los salarios textiles en 13 €.

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por hora, aunque los salarios agrícolas siguieran siendo de 10 €. para un trabajo idéntico. Aunque hubiera competencia perfecta en el mercado de textiles, las empresas del sector emplearían trabajo sólo en la medida en que el valor de los bienes producidos por la horahombre marginal fuese de 13 €. Por tanto la reasignación de una hora-hombre de la agricultura a los textiles reduciría la producción agrícola en 10 €, pero aumentaría producción textil en 13 €, con 3 €. de ganancia neta en valor total de los bienes producidos. Es evidente que el sindicato, para poder mantener el salario textil en 13 € tendría que poner restricciones a la entrada de mano de obra en el mercado del trabajo textil, así que la reasignación para aumentar la producción exigiría medidas políticas que asegurasen la libre entrada en dicho mercado. 3. El equilibrio en competencia perfecta da un paquete óptimo de productos, en el sentido de que no puede obtenerse ninguna mejora aumentando la producción de un bien a expensas de la de otros: La argumentación necesaria para probarlo se encuentra en gran parte implícita en la anterior, en la que demostramos que no puede aumentar el valor de la producción reasignando recursos una industria a otra (y aumentando así la producción de una a expensas de la otra), si existe competencia perfecta. Extendemos la argumentación de la vertiente de la producción a la del consumo, señalando que, en el equilibrio, la asignación, por parte de cada consumidor, de su propio gasto se realiza de tal modo que cualquier bien que compre por 1 € debe tener el mismo valor para él que cualquier otra cosa por valor de 1 €; de lo contrario, podría mejorar su situación gastando 1 € menos en el bien que le proporciona menos valor y 1 € más en el que proporciona más valor. Por ello, ninguna posición de un consumidor cualquiera es mejorable ofreciéndole por valor de 1 € más de un bien y quitándole por valor de 1 € de otro, que no hay ganancia para nadie produciendo por valor de 1 € más de un bien a expensas de reducir la producción de algún otro bien por valor de 1 € (como antes, una argumentación más compleja demostraría que cualquier cambio sustancial, esta vez en paquete de productos, partiendo de una situación de equilibrio en competencia perfecta, empeorará en realidad a los consumidores). Tampoco se alcanzará el paquete óptimo de productos en condiciones de competencia imperfecta. Supongamos que el sector manufacturero está en competencia imperfecta y la agricultura, en competencia perfecta. Las empresas manufactureras operarán de modo que el ingreso marginal sea igual al coste marginal pero, debido a que los actos de las empresas afectan al precio, el ingreso marginal será menor que el precio y, por tanto el coste marginal será menor que el precio en la manufactura. Supongamos que el coste marginal es igual a la mitad del precio, de forma que el coste marginal de los bienes vendidos por 4 € es de 2 €. Desplazamos entonces 2 €. de recursos de agricultura a las manufacturas, por ejemplo, mediante una pequeña transferencia de trabajo. Como la agricultura está en competencia perfecta, el valor de mercado de los bienes producidos con las 2 € marginales de recursos es igual a 2 €, debido a que el coste marginal es igual al precio. Pero el valor de los bienes producido con las 2 € de recursos añadidos a la manufactura es de 4 €, por lo cual hay una ganancia neta de valor de la producción originada por la reasignación de 2 € (4 - 2), lo que demuestra que la asignación inicial no era óptima. Este ejemplo saca a la luz el muy importante hecho de que la optimalidad de la competencia perfecta se aplica sólo cuando todos los mercados son perfectamente competitivos. Algo de competencia perfecta no sirve para nada cuando existe una alto grado de competencia imperfecta.

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BIBLIOGRAFÍA BIBLIOGRAFÍA REFERIDA LANCASTER, K.: Economía Moderna. Alianza Editorial. Madrid, 2004. LIPSEY, R.G.: Introducción a la Economía Positiva. Ed. Vicens Vives. Barcelona, 1999. MOCHÓN MORCILLO, F.: Economía, teoría y política. Ed. McGraw Hill Interamericana de España. Madrid, 2000. MOCHÓN, F.: Microeconomía. Ed. McGraw-Hill Interamericana de España. Madrid, 1997. SALVATORE, D.: Teoría y problemas de microeconomía. Ed. McGraw-Hill Interamericana de España. Madrid, 1992. VARIAN, H.R.: Microeconomía intermedia: un enfoque actual. Antoni Bosch Editor, 2001.

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RESUMEN Los supuestos de la competencia perfecta. Las formas de la competencia. El funcionamiento del mercado de competencia perfecta.

1. LOS SUPUESTOS DE LA COMPETENCIA PERFECTA La competencia perfecta es una representación idealizada de los mercados de bienes y de servicios en la que la interacción recíproca de la oferta y la demanda determina el precio. Se basa en dos supuestos básicos: a) La empresa es precio-aceptante: significa que puede cambiar sus niveles de producción y ventas, sin que sus acciones tengan un efecto significativo en el precio del producto que vende b) La industria se caracteriza por la libertad de entrada y salida: esto significa que cualquier nueva empresa es libre de empezar a producir si así lo desea y que cualquier empresa existente puede abandonar la industria si así lo desea.

2. LAS FORMAS DE LA COMPETENCIA El estudio de una economía en régimen de competencia perfecta aporta un marco de referencia para el análisis de los efectos de imperfecciones de la competencia. Proporcionan el fundamento de la política microeconómica. Hay tres razones por las cuales escoger la competencia perfecta como marco de referencia: a) La economía en régimen de competencia perfecta es el único modelo económico lo bastante sencillo para que podamos analizarlo en su funcionamiento de conjunto. b) La competencia perfecta es una estructura definida unívocamente. c) a competencia perfecta, si existiese universalmente, garantizaría a la economía ciertas propiedades ideales, en cuanto a eficiencia en el uso de los recursos, y en la asignación de bienes entre los consumidores:

3. EL FUNCIONAMIENTO DEL MERCADO DE COMPETENCIA PERFECTA 3.1. LA COMPETENCIA PERFECTA A CORTO PLAZO „„ Cada empresa individual se enfrenta a una curva de

demanda de su producto perfectamente elástica.

„„ El ingreso medio es igual al ingreso total dividido por

el número de unidades vendidas. Dada la definición de ingreso total (IT = P x q), el ingreso medio será: IMe = P x q / q = P, es decir, IMe = P „„ En los mercados perfectamente competitivos, la curva de demanda a la que se enfrenta la empresa, es idéntica tanto a la curva de ingreso marginal como a la de ingreso medio. Las tres coinciden en la misma línea recta: P = ΙMe = ΙMa „„ El ingreso total varía en proporción directa con el output o nivel de producción, cuanta más producción se venda mayores son los ingresos, mientras el precio es constante. „„ Reglas que determinan el nivel de producción de las empresas maximizadoras de beneficio que operan en todas las estructuras de mercado: a) A corto plazo, una empresa debe producir si, y sólo si, el ingreso total no es menor al coste variable total. b) Una condición necesaria para que la empresa produzca su output de máximo beneficio es que el ingreso marginal sea igual al coste marginal. c) Para que un nivel de producción sea el punto de máximo beneficio, es suficiente que el coste marginal sea menor que el ingreso marginal en los niveles de producción más bajos, y que el coste marginal exceda al ingreso marginal en los niveles más altos.

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„„ El nivel de producción óptimo, es el nivel de pro-

ducción de la empresa que maximiza sus beneficios a corto plazo. „„ La curva de oferta de la empresa muestra la relación entre la cantidad ofrecida y el precio del mercado. „„ Cuando la industria está en equilibrio a corto plazo, cada empresa competitiva está maximizando sus beneficios.

„„ Dos consecuencias en la disminución de la deman-

„„

3.2. LA COMPETENCIA PERFECTA A LARGO PLAZO „„ El coste marginal a largo plazo se refiere al cambio

en el coste total, resultante de un cambio de una unidad en el output, después de que todos los factores se hayan ajustado de manera que se produzca el nuevo output al nivel de coste más bajo posible. „„ La clave del equilibrio a largo plazo, en competencia perfecta, es la entrada y salida de las empresas en el mercado. „„ Cuando consideremos la posible salida de una industria, será útil distinguir entre: −− La empresa marginal: se limita a cubrir sus costes totales y saldrá de la industria ante cualquier disminución del precio por pequeña que sea. −− La empresa intramarginal: está obteniendo beneficios y requerirá mayor disminución de los precios para abandonar la industria. „„ Los efectos del progreso tecnológico sobre una industria competitiva: a) Las plantas de diferentes edades y diferentes niveles de eficiencia coexistirán unas con otras. b) El precio se regirá por el CTMe mínimo de las plantas más eficientes. c) Las plantas viejas deberán desaparecer cuando el precio disminuya por debajo de su CVMe.

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da: a) Hará que el precio esté por debajo del CTMe, aunque por encima del CVMe. b) La disminución de la demanda sea tan grande que el precio se sitúe por debajo del nivel de CVMe. La curva de oferta de la industria a largo plazo (OLP), muestra la relación entre el precio de equilibrio y la producción que las empresas estarán dispuestas a ofrecer después de producirse todas las entradas o salidas deseadas. La curva de oferta a largo plazo conecta situaciones de equilibrio a largo plazo una vez que se hayan producido todos los cambios inducidos por la demanda. Una industria con una curva de oferta a largo plazo horizontal, se dice que es una industria con costes constantes. Una industria competitiva con precios de oferta a largo plazo crecientes también puede llamarse industria con costes crecientes. Una industria que tiene una curva de oferta a largo plazo con pendiente negativa es una industria con costes decrecientes.

3.3. PROPIEDADES DEL EQUILIBRIO EN UNA SITUACIÓN DE COMPETENCIA PERFECTA En una situación de competencia prefecta se dan las siguientes propiedades: a) No hay ningún desempleo involuntario de recursos en equilibrio. b) El equilibrio da lugar a una asignación eficiente de recursos. c) El equilibrio da un paquete óptimo de productos, en el sentido de que no puede obtenerse ninguna mejora aumentando la producción de un bien a expensas de la de otros.