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Autor: Jorge Castelo Entrenador Nacional de Fútbol Nivel III. Doctor en Ciencias del Deporte. Profesor de Metodología del Entrenamiento en la Universidad de Lisboa.
DESCRIPCION.
Referencial de un tipo de análisis de la competición. En esta edición Jorge Castelo nos ofrece la SEXTA parte del artículo Modelos de Juego. Nos muestra la importancia de definir claramente las categorías de observación del juego para sacar conclusiones lógicas en la elección de los ejercicios de entrenamiento. Es muy importante conocer la metodología de la observación del juego es decir, saber leer el juego para desarrollar una metodología del entrenamiento que anticipe los futuros problemas a los que se va a enfrentar el equipo. Jorge Castelo profundiza en esta sexta parte en los conceptos y categorías que un entrenador debe plantearse para diseñar el modelo de juego de su equipo y desarrollar una metodología en el entrenamiento. Es importante resaltar que el fútbol como modelo es complejo y es necesario i saber b observar b y categorizar t i esa complejidad l jid d en un abanico b i d de ejercicios j i i y situaciones de juego para adaptar a nuestros jugadores al modelo de juego que queremos instaurar.
El correcto posicionamiento en cualquier problema de rendimiento de un equipo, sea de carácter individual, por zonas o colectivo, posibilita no sólo su comprensión, si no cómo vamos a encontrar los medios operativos posibles para su solución en un futuro próximo. Queremos decir con esto, que no sólo la observación y el análisis de un factor del juego es importante para entender las razones que lo justifican para poder desarrollar formas objetivas de manipular y de corregir esos aspectos desde el punto de vista de la práctica
El modelo de jjuego g versus las regularidades g de los acontecimientos.
Durante
el desarrollo de la competición, los jugadores y los equipos que se enfrentan, están inmersos en un contexto aleatorio e imprevisible, que es característico de la propia naturaleza del juego del fútbol. fútbol En realidad, debido al hecho de que se desarrolla el juego de una manera indeterminada y en ciertas ocasiones es aleatorio, podría parecer infundado que se analizen los partidos en la búsqueda de las relaciones causa/efecto. A pesar de lo que hemos dicho, si observamos el juego, aunque sea de una manera despreocupada, verificamos que existe un cierto orden, un cierto encadenamiento, y una cierta continuidad. Éstas realidades garantizan algún sentido, alguna lógica y alguna regularidad a los acontecimientos, y es importante reconocerlos y comprender la que lo envuelve. Algunas "dinámica" especifica p q g de esas regularidades podrán incluso presentarse con todo orden detalles e incluso presentando su frecuencia, que solamente puede ser percibida y valorada por el propio entrenador del equipo. Por ejemplo, los movimientos de apoyo y de ruptura que se realizan en cada momento del partido, aumentando las opciones para la solución de la situación en cada compañero, podrían parecer pequeños detalles de orden táctica.
Además, aquellas que se repiten más veces, se toman como elementos de base de un orden dentro del juego, y además, forman parte de una forma específica p p de jugar (modelo de juego). El modelo de juego versus las regularidades de los acontecimientos. Durante el desarrollo de la competición, los jugadores y los equipos que se enfrentan, están inmersos en un contexto aleatorio e imprevisible, que es característico de la propia naturaleza del juego del fútbol. En realidad, debido al hecho de que se desarrolla el juego de una manera indeterminada y en ciertas ocasiones es aleatorio, podría parecer infundado que se analicen los partidos en la búsqueda de las relaciones causa/efecto.
A pesar de lo que hemos dicho, si observamos el juego, aunque sea de una manera despreocupada, verificamos que existe un cierto orden, un cierto encadenamiento, y una cierta continuidad. Éstas realidades garantizan algún sentido, alguna lógica y alguna regularidad a los acontecimientos, y es importante reconocerlos y comprender la "dinámica" especifica que lo envuelve. Algunas de esas regularidades podrán incluso presentarse con todo orden detalles e incluso presentando su frecuencia, que solamente puede ser percibida y valorada por el propio entrenador del equipo. Por ejemplo, los movimientos de apoyo y de ruptura que se realizan en cada momento del partido, aumentando las opciones para la solución de la situación en cada compañero, ñ podrían dí parecer pequeños ñ detalles de orden táctica. Además, aquellas que se repiten más veces, se toman como elementos de base de un orden dentro del juego, y además, forman parte de una forma específica de jugar (modelo de juego).
En este ámbito, lo que se altera o modifica es la velocidad, la coordinación y la coherencia de los desplazamientos de los jugadores, así como su orientación y su ritmo,, su relación y su contacto con los adversarios, tanto en el ataque como en la defensa. Estableciéndose de esta manera un orden en la ejecución de las acciones individuales y colectivas, en las que el espacio necesario y su distribución en el tiempo son variables, secuenciales y coherentes, con la intención de imponer la iniciativa y la gestión de los factores temporales, espaciales y numéricos del juego, intentando simultáneamente, valorar de una forma permanente la solvencia de cada uno de los jugadores. Por ello, el entrenador es el elemento que mejor podrá analizar esas particularidades, dándoles un valor real y significativo de su ejecución. Sin embargo, esto no significa que cualquier investigador utilizando medios propios y concretos (incluso sin tener un conocimiento objetivo del modelo de juego del equipo), no puede identificar, cuantificar tifi y cualificar lifi l las regularidades l id d existentes (carácter inductivo).
Por el contrario, tendrá carácter deductivo todo el análisis, que está soportado por el modelo de juego que ha desarrollado el entrenador y, desarrollado según una ruta o patrones de juego preparados en el proceso de entrenamiento. Con todo ello, lo que es importante para esta reflexión, es que las acciones de carácter individual colectivo se repiten con una cierta frecuencia f y orden, siendo igualmente potenciado horas o inhibidores de otras acciones de la suceden después de su realización, estableciéndose una nueva constelación táctica. En este ámbito, es posible ver las "unidades o grupo" de las acciones secuenciadas que se adaptan a las contingencias de la situación, existiendo a pesar de estas variables, mayores probabilidades de que ocurran ciertas acciones y no otras, las cuales son una función del modelo de juego. En este sentido, es posible comprobar el conjunto de rutinas o de patrones de juego, cuya t bilid d y ocurrencia i tienen ti l d grado d de d probabilidad b bilid d de d que ocurran en estabilidad un elevado relación a otras. Esta es una cuestión fundamental para la sistematización del proceso de entrenamiento, ya que a través de la Concepción, de la práctica/repetición y de la corrección de las situaciones de entrenamiento, es posible, que éstas se desarrollen con cierta frecuencia, orden y estabilidad.
El modelo de juego versus modelo de análisis.
El modelo de juego se asume como la principal referencia orientadora y evaluadora del nivel de juego del equipo. Siendo a partir de este, que se construyen los medios el entrenamiento, considerados específicos, para potenciar los aspectos positivos del rendimiento del equipo y, corregir los eventuales desvíos, en relación al esperado rendimiento deportivo durante la competición. Gracias a las enormes posibilidades que, existen actualmente el juego tanto en el entrenamiento como en la competición, los entrenadores realizan un esfuerzo suplementario de sistematización, desarrollando modelos conceptuales específicos para el análisis del juego, así como se aprovechan de instrumentos tecnológicos, que permiten su operativización. De esta forma, no existe un solo análisis del juego, sino tantas cuantas filosofías subyacentes a los observadores y a sus concepciones.
Por ello, los modelos de juego son entidades que contribuyen y auxilian en la orientación de esta pluralidad. A1 modelo de juego le debe de corresponder un modelo de análisis específico de ese mismo juego. A pesar de ser una capacidad que mejora con el aprendizaje y una práctica apropiada, la capacidad de "l "leer ell juego" j " pasa por la l construcción t ió de d una guía que consiga fortalecer al observador/entrenador en el análisis del juego. Existe por ello, la necesidad de establecer un código de análisis del juego específico, que nos ayude a percibir la realidad del contexto, a pesar de que en cada partido podemos variar los aspectos llave del análisis, sus fases, los objetivos y los principios fundamentales que sí son invariables. El carácter específico del análisis de juego del equipo, sólo podrá ser cierto sí, dentro del están claramente definidos los elementos para su análisis, así como, como los criterios para su evaluación, evaluación debido a que de ellos emana la relevancia del análisis del juego. Ya que sólo de esta forma, la información que se extrae, va a ser pertinente para la construcción y la selección de los medios de entrenamiento que son necesarios para la realidad del equipo. Con todo ello, no podemos dejar de pensar, que el juego de un equipo es algo más que sus regularidades comportamentales. En este ámbito, es importante también reflejar otras opciones del juego, de carácter imprevisible y creativa, que surgen sobre la organización subyacente, y , condicionando la dirección del juego.
1. Especificidad del análisis. Sean cuales fueren las metodologías utilizadas, el análisis del juego es en realidad una tarea compleja, realidad,una compleja por la propia naturaleza del fútbol (imprevisible y aleatorio en todas las situaciones), así como las circunstancias en las que se desarrolla y que pueden modificar o influenciar el sentido de cada acontecimiento en el juego. Más allá de estas cuestiones generales, inherentes a cualquier cua qu e a análisis á s s de del juego, p proponemos opo e os otra más particular, cuando pretendemos referenciarla a un modelo de juego dado. En realidad, un modelo de juego establece un conjunto de irregularidades y probabilidades en las que se realizan determinadas acciones individuales y colectivas, en relación a otras p posibles, y q que traspasan p el mero concepto del azar. En un análisis específico del juego, en la que ocurren regularidades y probabilidades, que permiten su clasificación en configuraciones, patrones o rutinas de juego, las cuales, caracterizan la forma de jugar de cada equipo, expresándose estratégica y tácticamente. Así, una vez que cada situación es irrepetible, es importante clarificar el concepto de similitud de los patrones o rutinas de juego, con la intención de que su observación y su posterior análisis descubra que hay de común o idéntico entre ellas. Se pasa de esta forma de la di diversidad id d a la l identidad id tid d y, de d lo l generall a lo l particular. Después de esta clarificación, se establecerán categorías de observación, que por más sofisticada que sea esta forma de acceder al conocimiento del juego, si estas no se especifican se puede navegar a la deriva en la búsqueda de un sentido para ellas Por ello, ellas. ello el modelo de juego es el elemento que va a definir los criterios de observación, a través de los cuales, vamos a extraer todo aquello que es pertinente.
En este ámbito, los modelos de juego funcionan como filtros para la catalogación de la información útil. útil Por último, debido a una gran cantidad de factores que se pueden observar y analizar durante la competición, es necesario que se establezca una "guía" o "ruta" secuencial, que permita obtener las informaciones, consideradas más pertinentes, y caracterizadas por ser selectivas, sistemáticas, objetivas y rápidas. Establecer una guía/ruta de observación que dirija la atención del observador/entrenador hacia los aspectos pertinentes del juego, le da velocidad a la observación y se pierde amplitud p en la observación.
2. Características del instrumento de análisis. Un análisis específico del juego tiene, inevitablemente, que seleccionar entre un largo y amplio marco de posibilidades informativas, un conjunto restringido informaciones, consideradas pertinentes, pertinentes están orientadas por un objetivo final o organizador del propio proceso de información. Después, se presentan dos grandes cuestiones: hasta qué punto las informaciones que recogemos con este procedimiento o instrumento de medida (análisis) son exactas, estables y precisas. diferentes observadores cuando realizan las medidas con el mismo este momento, hasta qué punto quieren resultados semejantes. Por eso es importante, desarrollar y perfeccionar instrumentos específicos de análisis del juego, posibilitando el reconocimiento de nuevos datos e ideas, con la intención de mantener una lúcida y constante apreciación del modelo de juego del equipo. Además y concomitantemente, no se debe infravalorar la realización de cualquier análisis por deducción, racionalidad e inteligencia, que aunque no puede ser objetivo y observable en virtud de su complejidad, p j , si es necesario. Delante de este hecho no p podemos q quedar quietos, porque ésta es una forma válida cuando otras más "seguras" y metodológicamente correctas no consiguen darnos respuestas. Las emociones tan necesaria como errónea, por lo que se toma imprescindible conocer su alcance y sus límites, sin escapar a la luz de las características inherentes de cualquier instrumento de medida, tales como: (a) la fiabilidad (define el grado de consistencia de los datos obtenidos de la realidad) (b) validez (nos informa hasta qué punto el instrumento mide lo que se pretende medir) (c) discriminación (explica que si observamos dos personas con el mismo concepto, los resultados deberán de ser diferentes) (d) objetividad (dos observadores al observar el mismo hecho presentan resultados similares, evitando una interpretación particular y subjetiva).
3. La tecnología que se usa en el análisis. La cantidad y la diversidad tecnológica, que existe hoy en día, no aumentan necesariamente la eficacia de la observación, y los conocimientos de la naturaleza de una determinada realidad. Aunque se pueda considerar, que la tecnología puede aumentar significativamente la calidad y, la velocidad del proceso de observación y análisis, siempre que esté sustentada por un adecuado uso. La utilización del ordenador y de la tecnología del video en el análisis del juego es favorable debido a que, después de la identificación de los problemas prioritarios de la competición, se podrán proyectar las imágenes de video y presentar soluciones prácticas, proporcionando i d feedback f db k y modelizando d li d situaciones. it i E t trabajo Este t b j complementa, l t ell proceso de la preparación del equipo, modificando significativamente el comportamiento del jugador, en función del modelo de juego adoptado. De hecho, simples sistemas que se centran en informaciones muy relevantes del proceso del entrenamiento o de la competición, son más valiosas que los sistemas complejos que aportan grandes cantidades de información estadística, que raramente influencian el trabajo del entrenador. Este hecho nos permite conocer la calidad y la pertinencia de la información. En el análisis del juego no siempre más (volumen) es sinónimo de mejor. mejor
El modelo de análisis vs. modelo de entrenamiento.
Las
informaciones obtenidas del análisis de la competición son una fuente fundamental para mejorar el proceso de la preparación de los jugadores y del equipo. Optimizando de esta forma la metodología específica así como posibilita la reorganización y él redireccionamiento de los medios de enseñanza/entrenamiento. De hecho, la observación y el análisis del juego confieren un conjunto de conocimientos acerca de la forma de jugar de un equipo, con la intención de beneficiar y enriquecer, la concepción y la aplicación de los medios de entrenamiento. Bajo una orientación de la especificidad (mayor transferencia), en relación al modelo de juego adoptado, para conocer el nivel de rendimiento del equipo en tiempo real. De esta forma posibilitados, la identificación y la comprensión de lo que ocurrió en el juego, informando al entrenador t d y a los l jugadores, j d acerca de d cómo se realizó el rendimiento y como establecer una plataforma de desarrollo para aplicar en un futuro próximo.
En la dirección de la mejora del modelo de juego adoptado y en su relativa adaptación al adversario, adecuamos la preparación del equipo para el siguiente partido. De hecho, cualquier intervención metodológica por parte del entrenador, debe de estar basada en la mayor información adquirida en el análisis de la dinámica del juego del equipo, y especialmente, durante el cumplimiento de sus partidos de competición. A través de estas informaciones, el entrenador puede asegurar un nivel de aproximación entre lo que fue realizado (competición) y lo que se pretende que se ha alcanzado ( d l ) De (modelo). D esta t forma, f ell entrenador t d accede, básicamente, a dos niveles de conocimiento: lo que se está ejecutando correctamente y, a las carencias presentadas por el equipo.
1. Lo que se está ejecutando correctamente. En otras palabras, lo que pretendemos. En este ámbito, es importante perfeccionar los medios de entrenamiento con el objetivo de potenciar los aspectos positivos para: (i) aumentar los márgenes de progresión del equipo (ii) satisfacer temporalmente sus insuficiencias (iii) actualizar y hacer evolucionar el modelo de juego adoptado (una vez que éste nunca se puede alcanzar). 2. Las carencias demostradas por el equipo. Estas carencias delimitan el rendimiento del equipo. Delante de estas carencias que presenta el equipo, sean éstas de orden individual o colectivo, lo importante en una primera fase es conocer las y jjerarquizarlas, q a través de lo q que se decide en cuales se necesita intervenir en un plazo inmediato. Al realizar esto, se presupone que unas tienen un mayor impacto que otras en la dinámica organizativa del equipo, así como, su rectificación disminuirá el impacto negativo que se desprende de la existencia de otro tipo de carencias. Bajo esta perspectiva, y de forma resumida podemos: (i) reconocer los aspectos carenciales, a través de un análisis basado en criterios evaluadores coherentes y sólidos (ii) comprender su origen, especialmente en lo que se refiere a sus interrelaciones. Esto significa, o debe considerar la posibilidad de que existan asociaciones negativas entre diferentes elementos del modelo (iii) establecer una estrategia de adaptación para traspasar esta situación, es decir, que medios de entrenamiento se deben construir y realizar con la intención de crear condiciones para que los jugadores identifiquen y resuelvan esos contextos situacionales de acuerdo al modelo de juego deseado.
Establece unas tendencias evolutivas del propio modelo.
El modelo de juego parte de una dimensión conceptual hacia una operativa. Es en el análisis del modelo de juego en la competición (operativa) cuando es posible conocer sus potencialidades, así como sus carencias. En este ámbito, el análisis del juego refleja un conjunto de informaciones extremadamente importantes para ser refundadas o redefinidas (alteradas) del modelo de juego, volviéndose el motor de la aceleración de su evolución y perfeccionamiento. De hecho, en función de una mejor comprensión y conocimiento de nuestra forma de jugar y, en función del nivel de adquisición del modelo de juego, por parte de los jugadores del equipo, estos elementos van a tener eventuales repercusiones p en las alteraciones con el objetivo j de p perfeccionar y enriquecer los diferentes ángulos del análisis del modelo de juego concedido anteriormente.
Compara el modelo de juego con el adversario.
La
comparación de las expresiones tácticas entre equipos, equipos durante el período de preparación para la competición, es una operación importante, ya que va a analizar las hipótesis alternativas acerca de dónde y en qué escenarios se van a desarrollar. De esta forma, es posible preparar al equipo para responder adecuadamente en cada uno de esos escenarios, a través de dos puntos (i) y las adaptaciones a las modificaciones de carácter puntual y temporal de la planificación estructural y funcional del equipo, (ii) el contenido de la preparación del equipo en su respectivo ciclo de entrenamiento,, esto es,, las acciones q que van a ser desarrolladas (tanto en la planificación técnica, práctica, física o psicológica) en las diferentes sesiones de entrenamiento, que se van a realizar durante el período de preparación para el partido, (iii) de la planificación estratégico/táctica colectiva, donde se determinan cuáles son los aspectos fundamentales para obtener éxito en el partido (comportamiento global del equipo, elección de los elementos que van a constituir el equipo y, misiones tácticas especiales de los jugadores).
Además es importante resaltar, que tenemos que aceptarla incertidumbre, incertidumbre como elemento integrante del juego, intentar comprenderla e integrarla en el pensamiento que formula una estrategia y, (iv) posibilitar al entrenador, en el mismo momento, que defina la mejor preparación posible para su equipo, en el ámbito teórico y mental p para la competición. p Se establecerán cuáles serán las respuestas tácticas más rápidas, más racionales y, más eficaces, a las cuestiones formuladas por el entrenador y por el equipo adversario, durante la competición.
Establece escenarios competitivos alcanzables.
Todo entrenador debe preparar a su equipo para la competición, estableciendo escenarios futuros alcanzables. Situándonos en la dimensión estratégica de la competición, en el conocimiento de la expresión táctica del adversario y, en la concepción de ejercicios que estimulen una práctica aproximada a las condiciones reales, en las que va a ocurrir la competición. Además, más que efectuar alteraciones puntuales y temporales de la funcionalidad de la organización dinámica del equipo, que podrían influenciar negativamente el rendimiento de éste, es importante, dentro del catálogo de ejercicios (herramientas) a disposición del entrenador, entrenador escoger aquellos que mejor representen las condiciones en las que se va a desarrollar la futura competición. Veamos un ejemplo práctico: Si nos enfrentamos a un equipo que dispone en el plano defensivo a sus jugadores muy cerca de su área grande y que va a desarrollar siempre que le sea posible el contraataque utilizando pocos jugadores, nunca se va a desequilibrar defensivamente. Por ello durante el microciclo de preparación va a incidir predominantemente en los siguientes ejercicios: metaespecializados, potenciando las acciones de los jugadores en sus posiciones fundamentales, insistiendo en las situaciones individuales de 1x1 y 2x2. Ejercicios de balón parado anticipando que un gran número de esas situaciones van a ocurrir. En la fase defensiva, debemos estar permanentemente en equilibrio defensivo (1x2 y 2x3), con el objetivo de aumentar la presión, inmediatamente después de la pérdida de la p p posesión del balón,, movilizando un mayor y número de atacantes en la fase ofensiva del juego. No queremos decir con esto, que otros tipos de ejercicios no se deberán realizar, como es el caso de los de finalización, mantenimiento de la posesión del balón o de trabajo por sectores. Señalamos sin embargo la predominancia de los primeros en relación a los segundos. En el caso de que el equipo adversario intente siempre que le sea posible asumir la iniciativa ofensiva del juego, entonces, los ejercicios predominantes serán los de sectores, patrones estandarizados del juego y las situaciones en defensa organizada.
Autor: Jorge Castelo Entrenador Nacional de Fútbol Nivel III III. Doctor en Ciencias del Deporte. Profesor de Metodología del Entrenamiento en la Universidad de Lisboa.
Traducción aducc ó y revisión e s ó técnica: éc ca Jesús Barrio Gómez Licenciado en Ciencias del Deporte y la Educación Física
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