15_modelos_juego

July 24, 2017 | Author: ivanmef | Category: Complexity, Evolution, Decision Making, Association Football, Knowledge
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Autor: Jorge Castelo Entrenador Nacional de Fútbol Nivel III. Doctor en Ciencias del Deporte.

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Profesor de Metodología del Entrenamiento en la Universidad de Lisboa

ASPECTOS FUNDAMENTALES El modelo de juego es siempre un viaje y nunca una parada. Así, si por cualquier razón se piensa que ya se ha alcanzado un modelo de juego, este estará irremediablemente anticuado. Si quiere ser de su tiempo es, estar ya anticuado.

1- MÓDELO VERSUS JUEGO DEL FÚTBOL Cada uno de nosotros tiene un modelo mental del Mundo, interpretando y asumiendo significados sobre los acontecimientos que nos rodean. Simultáneamente a este modelo mental, creamos también, una forma de percibir y actuar sobre la mayoría de las situaciones que necesitan de nuestra intervención y, para las cuales tenemos que dar una respuesta. La adaptación a estas situaciones, no depende solamente de un aprendizaje consciente y orientado. Es verdad que, antes de tomar contacto con el Mundo que nos rodea, ya tenemos un bagaje de los mecanismos básicos para actuar sobre él. Y estos es muy importante, ya que construimos medios para decidir y actuar sobre nuestro medio ambiente, y esto es los que nos diferencia como seres humanos. El modelo es una construcción teórica, que busca definir y reproducir, el sistema de relaciones entre los elementos que forman una realidad. Su importancia reside en el hecho de reunir y reflejar sus elementos específicos y buscamos establecer un triple objetivo: Comprenderlos mejor cuando son analizados aisladamente unos de los otros. Establecer hipótesis sobre su comportamiento como conjunto, es decir, las interdependencias de sus elementos. Intentar prever sus modificaciones (reacciones) en función de la variabilidad de las probabilidades , que promueven la aparición de nuevas interrelaciones. Para todos los efectos, el modelo es siempre una aproximación o una simulación de la realidad, con un elevado o bajo grado de semejanza o exactitud.

Por lo tanto es importante alejar cualquier tipo de tentación, considerando que el juego de fútbol, es un fenómeno global, que presenta un mayor nivel de complejidad, que la reproducción de cualquier modelo de juego que se pueda evidenciar. Aunque este sea conceptualizado y representado en su más amplia modelización. Este es un aspecto básico fundamental, para comprender el grado de grandeza del juego de fútbol, en relación a una forma específica de cómo puede ser jugado (modelo). Las diferencias residen en el hecho, de que el juego de fútbol presenta contextos y conjeturas, de carácter estratégico y táctico, que dependiendo y ocurriendo paralelamente, con una riqueza en los contextos situacionales y de la aparición de su resolución, transcurren con diferentes grados de aleatoriedad, imprevisibilidad y transitoriedad. En otras palabras, por más evolucionado, desarrollado y completo que sea el modelo de juego en su reflexión, estudio y concepción para un determinado equipo, este jamás podrá contemplar y predeterminar la reproducción de situaciones, cuya naturaleza nace de todos los parámetros y posibilidades, así como la imprevisibilidad en la que suceden, bien en el plano mental (decisión), bien en el plano motor (ejecución).  En realidad, el modelo de juego parte de una idea o concepción del juego, que se basa en construcciones simbólicas, a través de las cuales y, simultáneamente se:  Define un proyecto de acción (planificación)  Impulsa herramientas operativas (proceso de entrenamiento).  Evalúa el proceso en función de su eficacia (análisis del juego). 2- MODELO Y SUS DIMENSIONES INTRÍNSECAS. En un primer análisis, es natural presentar que el modelo de juego se fundamenta en una interpretación y concepción de juego por parte del entrenador. En realidad, este puede ser el presupuesto más importante, sin embargo, no sólo es esto, lo que es responsable de su construcción. Así, otros elementos, tal vez menos visibles, influyen muchas veces de forma importante, en el establecimiento de una identidad/integridad de suposiciones, de rutinas, de patrones, de principios, etc., que contribuyen a un cuadro de acción específico de los jugadores y del equipo, caracterizando una forma de jugar.

Lo que es intrínseco en la concepción de cualquier modelo de juego es que contiene en sí mismo varias dimensiones: •La comprensión. •La organización. •La dirección. •La evolución. •La adaptación.

COMPRENSIÓN. Esta dimensión presupone un determinado grado de inteligibilidad del juego, que nos es accesible en cada momento de este, así como, de aquello que es realmente importante y ejecutable en función de las particularidades de los jugadores que pertenecen al equipo. Es un saber hacer sobre lo que se puede ejecutar o realizar. En este ámbito, es importante comprender la complejidad del juego.

ORGANIZACIÓN. Esta dimensión está determinada por los diferentes grados de organización del juego, los cuales son adquiridos por los jugadores y por el equipo, a lo largo del proceso de entrenamiento y competición. De hecho , un nuevo estado organizativo del equipo evidenciará, la forma de sobrevivir, la aparición de nuevos y complejos problemas que tendremos que resolver, sin los cuales no es posible hacer evolucionar su rendimiento, ni tan poco estabilizarlo. En este ámbito, importa explicar la complejidad del juego.

DIRECCIÓN. Esta

dimensión es el producto de las posibilidades de elección de una dirección, estableciendo una determinada lógica de funcionamiento, que definen y referencian nuestra forma de jugar, dentro de las posibles. Estamos en la presencia de un espectro que nos ofrecen las concepciones del entrenador, así como, del contexto competitivo en que el equipo está inmerso. En este ámbito, lo importante es interactuar con la complejidad del juego.

EVOLUCIÓN. Esta dimensión está determinada por la permanente necesidad de perfeccionar el modelo, debido a la evolución del juego y de su conocimiento. Tenemos que saber que en la construcción de un modelo de juego, el futuro es cambiante. Así, en función de una mejor compresión de nuestra forma de jugar (a través del análisis del juego), y en función de la velocidad de asimilación y aplicación del modelo de juego por parte del equipo y, en función de una mejor concepción del juego por parte del entrenador, estos elementos va a tener repercusiones y eventuales alteraciones del modelo de juego concebido anteriormente. Por ello el modelo de juego debe poseer capacidades adaptativas. En este ámbito, importa estar abierto a la evolución de la complejidad del juego.

ADAPTACIÓN. Esta dimensión se deriva de las capacidades y particularidades de los jugadores que están a disposición del entrenador. Busca de esta forma, adecuar el modelo a los jugadores, potenciando y valorando sus capacidades, por un lado y, combinarlas en una dimensión de cohesión, homogeneidad y funcionalidad efectiva del equipo, por otro. En este ámbito, es importante interrelacionar los elementos de la complejidad del juego

3- MODELO VERSUS MODELOS DE JUEGO. Al revisar el pasado del juego de fútbol, tenemos la percepción que siempre hubo una idea o una concepción teórico/práctica, más o menos clara y exacta, de cómo los jugadores deberían racionalizar sus comportamientos en el espacio de juego, en función del nacimiento de la respuesta en cada situación. Se idealiza operacionalmente, de una forma más o menos precaria, la organización de la dimensión estructural (sistema táctico) y la funcional (sincronización comportamental de los jugadores). Partiendo de esta "percepción histórica", es posible entender la inexistencia de un solo y único modelo de juego, pero sí muchos en relación a las filosofías y concepciones del juego de los diferentes entrenadores, circunstancias y condicionantes sociales, en referencia a cada país o club. Con esta perspectiva de modelo de juego, se debe de soportar a si mismo y necesita una dimensión, creada con modelos congruentes de entrenamiento, con el objetivo de encontrar un hilo conductor, para implantar un orden en el juego, donde los jugadores deben ser simultáneamente capaces de dialogar con los problemas de un aparente desorden, que se deriva de lo imprevisible, de lo aleatorio y de la variabilidad inherente a cada situación del juego. En realidad, un equipo de fútbol es como "un ser" que se modela en función de una determinada forma de jugar y naturalmente evoluciona, se transforma y se afina a lo largo del tiempo, de competición en competición y, en el desarrollo de cada competición. En otras palabras, es un sistema dinámico que lucha para imponer una forma de jugar, conteniendo una iniciativa, un control y una gestión del juego, que se Se adapta a los obstáculos presentados por los adversarios durante el partido Se prepara para la competición en función de los conocimientos del próximo adversario Se convierte (transforma) a partir de la obtención o no de los objetivos estipulados, se consigan o no.

Es en este dialogo de cooperación/oposición, es el espacio donde nacen las relaciones previsibles e imprevisibles, soportadas por una autorregulación previamente planificada de la organización del equipo, en la que se construye la aparición de posibles escenarios competitivos. Pero también y simultáneamente, por la contingencia de las situaciones y, por las capacidades de adaptación a las imposiciones presentadas por el adversario, y que se derivan de su forma de interpretar y aplicar el juego del futbol, por lo que sus comportamientos no varían linealmente en el tiempo. De esto se desarrolla, una permanente actitud estratégico/táctica en la que cada decisión y acción de respuesta, se rigen cada instante por el contexto situacional, que puede ser rápida (de carácter complejo e imprevisible) o, de forma gradual y suave (carácter menos complejo y previsible).

4- MODELOS VERSUS REALIDADES COMPETITIVAS. Un mismo modelo de juego aplicado a diferentes realidades provocará diferentes resultados. Aún cuando un modelo de juego haya presentado, en el pasado, excelentes resultados deportivos, eso no significa que este será siempre el mejor, ni tan poco el único, cuando lo presentamos con otra realidad. La aplicación de un mismo modelo de juego por un mismo entrenador, en dos equipos diferentes (por ejemplo, dos realidades diferentes), su realización siempre debe ser singular, referenciándose a la forma de jugar de cada uno de los equipos. Por ello, la construcción de un modelo de juego debe basarse en: a) En los conocimientos evolucionados y ejecutables, así como, de la experiencia acumulada por parte del entrenador b) En el análisis cultural, de los recursos económicos y humanos del club c) En el conocimiento y la evaluación del desarrollo deportivo de los jugadores y, de sus márgenes de progresión, y, por último, d) En la optimización del proceso de entrenamiento, escogiendo con criterios los medios para su realización. Sólo de esta forma es posible, adoptar un modelo de juego consensuado con la realidad, a través del cual, se ajustan y se adaptan las competencias evidenciadas por los jugadores y, por el equipo en su globalidad, así como de las características de la competición, en que estos están envueltos. Una de las habilidades técnico-profesionales del entrenador es realizar modelos creativos y adaptados a la realidad. Siendo mucho más fácil, en este ámbito, cambiar de modelo que reescribirlo.

5- MODELO VERSUS CONTINGENCIAS DE LA COMPETICIÓN. Por razones obvias, que derivan del azar, de la aleatoriedad, de la capacidad organizativa del equipo adversario, del árbitro, etc., el desarrollo de la competición, en la mayoría de las veces, no transcurre como planificamos. A lo largo del partido, se verifican contingencias (positivas o negativas), que obligan el entrenador y el equipo a responder estratégica y tácticamente, para mejorar o mantener el rumbo de los acontecimientos. Se establecen así, alteraciones de orden estructural o funcional, cuya profundidad y amplitud no deberán, en principio, rebasar el margen estipulado por el modelo de juego adoptado, es decir, se asegura, a pesar de las alteraciones introducidas, la identidad y la integridad de la forma de jugar del equipo. Sin embargo, existen situaciones y circunstancias competitivas, que provocan las condiciones propicias para que el modelo de juego se desvirtúe en relación a sus valores esenciales. Es el tiempo de juego (más allá del resultado numérico) un elemento estructurador de las tomas de decisión y de la respuesta motora de los jugadores, ante los diferentes contextos situacionales, y al aproximarnos al final del partido, existe una enorme posibilidad de modificar las rutinas y los patrones de juego del equipo. Especialmente, cuando esta no consigue cumplir los objetivos que se propuso. En virtud de los resultados numéricos positivos o negativos, cuyo margen es mínima (1-0, 0-1, 2-1...).o, debido a la acción y las alteraciones que ha provocado el equipo adversario, y en la práctica o, aún ante muchos otros, como las situaciones de superioridad o inferioridad numérica ( 11x10, 10x11, etc.), o al cansancio que retarda las decisiones y la ejecución en condiciones mínimas de eficacia, etc. Ante este panorama, se podrá alterar, consciente e inconscientemente, el juego del equipo a través de indicaciones, ajustes o sustituciones con el objetivo de refrescar físicamente el equipo, aumentar su poder ofensivo o defensivo, intercambiar jugadores que no están teniendo un rendimiento deportivo adecuado, contraponer soluciones tácticas, con el objetivo de que los adversarios tengan que enfrentarse con situaciones menos cómodas y, más complejas de solucionar. Todos los conceptos e instrumentos tácticos posibles que puede utilizar el entrenador deben tener en cuenta si estos derivan del modelo de juego adoptado y si son preparados para estas situaciones especiales o, son realizadas debido a la imprevisibilidad de la situación, o porque es preciso hacer cualquier cosa, para alterar los acontecimientos de la competición. Ante este contexto, importan las siguientes tres cuestiones:,

1 VARIANTES DEL MODELO DE JUEGO. Más allá del desarrollo y perfeccionamiento del modelo de juego, los equipos deberán entrenar modelos alternativos de jugar, que constituyan variantes del mismo modelo, para ser aplicadas en situaciones y escenarios competitivos particulares. En este sentido, los medios de entrenamiento del modelo de juego deben, por un lado, ser manipulados con el objetivo de aumentar las regularidades funcionalmente significativas del equipo y, por otro, construir situaciones de juego dinámicas, que impliquen e induzcan a los jugadores a una constante adecuación a un contexto situacional siempre cambiante, desde el punto de vista de la acción de juego, como de las circunstancias de su entorno (tiempo, resultado, etc.). De hecho, los ejercicios de entrenamiento son diseñados dentro de los límites del modelo de juego, sin embargo, es importante clarificar la similitud de los patrones o rutinas de juego, con el intento de entender cuál es la flexibilidad del modelo y cuáles son sus límites. 2 APLICACIÓN DEL PLAN ALTERNATIVO. Las formas alternativas de jugar, sólo tienen efecto práctico en el partido, cuando estamos ante la aparición de situaciones estratégico-táctico, es decir, tras ser aplicado el modelo de juego durante gran parte de la competición. Esta súbita alteración, tiene como objetivo fundamentalmente, llevar los adversarios a equivocarse en la lectura y en la resolución de las situaciones de juego, ante una nueva organización del equipo contrario. Con esta dinámica, los medios de entrenamiento, deben contener en sí mismos la posibilidad de potenciar las rutinas, la fluidez, y la regularidad de las acciones individuales y colectivas, pero simultáneamente, deben obligar a los jugadores para que respondan en las situaciones de desorden, desequilibrio, inestabilidad, etc., provocados por los obstáculos presentados por los adversarios.

3 AMPLIACIÓN DE LA MOTIVACIÓN Y RESPONSABILIDAD Estas formas alternativas de jugar deben tener un enorme impacto en los jugadores ampliando su motivación y responsabilidad llevándolos a asumir un mayor empeño, voluntad, riesgo y consciencia de sus decisiones y sus acciones motoras. Siempre pierdo de la misma forma. Este es el pensamiento de algunos jugadores en situación de "desesperación" competitiva Además, se debe evitar dar más énfasis a la capacidad individual que al factor organizativo del equipo. En este ámbito, es importante diseñar medios para una determinada forma de jugar, promoviendo decisiones y rutinas de comportamiento, en función de un cierto orden y de una organización propia; pero al mismo tiempo, crear las condiciones para que los jugadores respondan con creatividad y autonomía, contribuyendo estos factores en la solución de las contingencias competitivas.

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