150 Devocionales Para Jovenes
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MINISTERIO JUVENIL IGLESIA PLENITUD CRISTIANA.
Devocionales para Jóvenes. El Señor es bueno y su misericordia es para siempre. Compilación: Rossemberg Patiño. 26/04/2012
Excelentes ayudas para líderes de jóvenes y adolescentes a la hora de preparar devocionales. Son 150 devocionales con un excelente contenido, aptos para ministrar, enseñar e instruir a la juventud actual. Dios bendiga siempre tu ministerio.
¿Crees que ser diferente le sirvió para algo a Noé?
Devocional – ¡Sí! Uno Era Diferente Pasaje clave: Génesis 6:9. Noé era alguien común. No era un evangelista mundialmente conocido, tampoco era el director de alabanza de su iglesia, no era un discipulador, ni líder de algún grupo, y ni si quiera estaba en el grupo de danza. No era un teólogo con muchos títulos ni un predicador capaz de reunir multitudes. Y si no fuera por su edad (600 años) y por su blanca barba, tranquilamente podría pertenecer al ministerio juvenil. Y nosotros seguramente lo criticaríamos diciendo: “Míralo a Noé, cuándo pensará comprometerse en algún ministerio, nunca hace nada”.
Noé era un auténtico diferente, comprometido con la santidad de Dios. Él no se dejaba arrastrar por la corriente de sus amigos, familiares o conocidos. Y fíjate que ni siquiera se dice que su propia familia fuera como él; si Dios los salvó y bendijo fue exclusivamente por la vida de Noé. El pacto fue con él (6:18) porque él decidió no pactar con el pecado. ¿Valió la pena su decisión? Piénsalo fríamente. Tú, ¿qué decisión hubieras tomado? ¿Vivir como todos y morir ahogado, o vivir en santidad encerrado durante un año en el arca, oliendo “la caquita” de los bichos y vivir para contarlo?” ¿Hay corrupción hoy? ¿Qué cosas y quiénes te parecen que se han corrompido? ¿Eres diferente a tus amigos, o a otras personas, en tu manera de pensar, de hablar, de sentir, de decidir, de reaccionar? ¿Cuáles crees que son los peligros de “hacer lo que todos hacen”?
Aunque las apariencias nos engañen, Noé sí estaba comprometido, pero con algo mucho más importante que un ministerio. Su compromiso era tan intenso que, entre todos, él fue el único a quien Dios tuvo en cuenta.
¿Cuáles piensas que son las bendiciones de ser diferentes y comprometidos con la santidad de Dios? ¿Qué cambios importantes piensas que tendrías que hacer en tu vida para ser auténticamente diferente?
Noé estaba comprometido con la santidad de Dios. ¿Cómo piensas que habrá reaccionado la gente que lo conocía al ver que él era diferente y qué cosas habrá tenido que soportar por no ser como ellos?
¿Estás dispuesto? PIENSALO A veces creemos, equivocadamente, que ser diferentes es “ser pavos”, “ser tontos”, “ser amargos”, “no disfrutar nada”, “tener todo
prohibido”, “ser raros” o “anormales “. Si piensas esto o te sientes así es porque estás permitiendo que Satanás te confunda. Ser diferente es tener vida en medio de la muerte. Ser luz en medio de la oscuridad del pecado. Tener fortaleza en las debilidades. Poder decir NO a todo lo que corrompe (en cuerpo, mente y espíritu). Y decir SI a todo lo que te permite disfrutar de la vida plenamente. Ser diferente es defender la verdad de Dios entre tantas mentiras y falsificaciones, es vivir sin pecado entre tanta pecaminosidad, es sonreír y gozar auténticamente entre tanta falsedad. Ser diferentes (o santos) es pagar el precio de no ser entendidos por muchos. ¿Estás dispuesto?
Devocional – ¡Escucha! Dios Te Llama Pasaje clave: Génesis 12:1-8. Seguramente Abram se encontraba muy cómodo con su familia y sus tiendas en Harán, hasta el día en que Dios lo llamó. Y cuando Dios llama, no nos podemos hacer los distraídos. ¿Sabes? Dios nunca llama a alguien para hacerle perder el tiempo. Cuando Él llama siempre es con un propósito. Primero, Dios te llamó para que seas salvo, para que recibas vida eterna y perdón de tus pecados. Para que tengas una relación personal con Jesús. Pero de ahora en más, Él te llama para que te comprometas intensamente con su vida y con su Reino. Y a cambio de tu compromiso Él te promete bendecirte en todas las áreas de tu vida. Dios te llama, no te hagas el distraído. No todo fue agradable para Abram, porque hubo algo en lo que él no obedeció el llamado de Dios. ¿Cuál fue esa excepción? (12:4-5). Abram continúa su viaje y nuevamente se le presenta Dios y le aclara más las cosas. Abraham entonces levanta un altar (12:7). El altar es un símbolo de comunión. Levantas un altar cada vez que te humillas delante de
Dios, cada vez que lo adoras, cada vez que renuncias por amor a todo aquello que afecta negativamente tu vida, cada vez que lo buscas en oración. Pero aún hay algo más. ¿Dónde instala Abram su tienda y qué hace? (12:8). ¿Sabías que Bet-el significa “Casa de Dios” y que Hai significa “Ruina”? ¡Y él acampó entre ambos lugares! Si sus decisiones eran correctas iría hacia “la casa de Dios”, pero si sus decisiones eran erradas lo conducirían hacia la “ruina”. Dios lo llamó a Abram y le prometió bendecirlo y multiplicarlo. A cambio, él tenía que dejar su tierra (donde practicaban el culto de adoración a la luna), su parentela (todos ellos se asentaron en Harán para continuar la práctica de aquel culto) y la casa de su padre (porque Dios quería comenzar algo exclusivamente nuevo con él y con su esposa). Piensa un poco en ti mismo. Piensa en tus amistades, diversiones, sentimientos, proyectos futuros, pecados, música, hobbies, TV, videojuegos, conversaciones, vicios, sexo… ¿cuáles son las cosas que te están impidiendo seguir el llamado de Dios para tu vida y qué cosas, sí o sí, deberías dejar porque pueden llegar a conducirte a la ruina? “Dejar” no significa volverte “tonto”, “bobo”, o “amargado”. Por el contrario, cuanto más lugar le das a Dios en tu vida privada (y pública) más aprendes a disfrutar con libertad de todas las cosas (y personas) que sean sanas y santas.
Piénsalo. Dios te llamó porque tiene propósitos muy fuertes para ti, pero es necesario que renuncies a todo lo que sea un estorbo entre tú y Él. No son solo los amigos o los lugares a los que asistes las únicas cosas que te puedan estorbar. ¿Y tu manera de pensar? ¿Y las cosas que sientes? Especialmente cuando lo cuestionas a Dios o cuando no quieres obedecerlo en todo. Seguir el llamado de Dios es mucho más que hacer algo en la iglesia, es estar comprometido con su santidad todos los días.
Devocional – Nuevos Desafíos Pasaje clave: Génesis 17. Abram ya tiene ¡99 años! Y a sus tiernos 99 años Dios se le revela como el Todopoderoso y nuevamente lo desafía. ¿A qué? (17:1-2). ¡Es el mismo desafío que te hace a ti! Anda delante de Él, sin nada que esconder, y sé perfecto. Perfecto no se refiere a “no cometer errores“, “hacer siempre todo bien”, “ser un obsesivo perfeccionista” o “tirárselas de tipo superior”, no. Perfecto significa que busques agradar a Dios siempre en todo lo que eres y haces. Dios pacta con Abram, y lo primero que hace es darle una “nueva identidad” (17:5). Y también a Sarai (17:15). ¿Sabías que Dios también hizo un pacto con nosotros por medio de Jesús? Él se compromete a salvarnos, perdonarnos, darnos una nueva identidad, amarnos incondicionalmente, guiarnos y darnos su Espíritu, pero a cambio, nuestro compromiso es creerle y ser santos. ¿Estás dispuesto? Cuando crees y recibes a Jesús en tu vida, junto con la salvación, el perdón de pecados y la vida eterna, recibes también una nueva identidad. En otras palabras: Dios te ve como alguien nuevo.
Escúchame atentamente: Si tienes una relación personal con Jesús eres alguien nuevo. Antes eras el pecador, antes eras el rebelde, desobediente, condenado, inútil, abandonado, feo o tonto. ¡Eso ya pasó! Ahora, en Cristo, eres alguien nuevo. Eres perdonado, amado, aceptado, adoptado como hijo. Eres capaz, útil, santo, justo, redimido y glorificado. Sí, disfruta al máximo tu nueva identidad. Es un regalo de Papá. Promesa, fe, paciencia, tiempos de Dios, pacto, bendiciones, ¡cuántos desafíos! Sé Paciente. Sí, otra vez. No te apresures a tomar decisiones, ni te apresures a vivir. Hay un tiempo para disfrutar de los amigos y ser amigo, y hay un tiempo para el noviazgo. Un tiempo para casarse y un tiempo para tener bebés. ¡No te adelantes! ¿Quién te corre? Los que viven corriendo nunca disfrutan nada. Cuando son adolescentes están desesperados por ponerse de novios. Cuando son novios están desesperados por casarse. Cuando se casan están desesperados para que nos les falte nada (o para tener hijos). Y cuando se quieren acordar se les fueron los años y no disfrutaron casi nada. No seas terco en tu propia opinión. ¡Aprende a disfrutar tus años!… Paso a paso…
descendientes de Isaac, no se pueden ni ver. Los ataques militares o guerrilleros entre unos y otros son permanentes y todos los tratados de paz son inútiles ¡Se odian a muerte!
Devocional – Cuando Dios Interviene Pasaje clave: Génesis 20 y 21. Hay dos intervenciones muy directas (y muy necesarias) de Dios en estos capítulos. Verdades A Medias. La 1º intervención la encontrarás en el cap. 20:3-7 y 17. Si Abraham hubiera dicho TODA la verdad en cuanto a su relación con Sara, ¿hubiera sido necesaria la intervención de Dios frenando al “enamorado” Abimelec? Viejos Problemas No Resueltos. La 2º intervención de Dios está en el capítulo 21:8 al 20. En el capítulo 16 el problema fue entre Sara y Agar (las chicas no se llevaban bien). Ahora el problema surge entre Isaac e Ismael (los chicos se parecían mucho a las mamás). Y si los viejos problemas no se resuelven originarán nuevos problemas. Aquel apresuramiento de Abraham y Sara les seguía trayendo dolores de cabeza a todos. En realidad el problema continúa hoy en día, porque todos los árabes descendientes de Ismael y los israelitas
¿Y en esta situación por qué intervine Dios? Porque ni Sara, ni Abraham, fueron capaces de encontrarle una solución al problema que ellos mismos habían provocado. Y ni Agar, ni Ismael intentaron mantener una convivencia pacífica sujetándose a ellos. Entonces, en lo peor de la crisis, cuando Agar e Ismael vagabundeaban por el desierto, Dios interviene. ¿Qué piensas de estas dos intervenciones de Dios? ¿Te parece que Dios actúa como “un metido”, o como un Dios lleno de amor y misericordia? ¿Por qué? ¿Te acuerdas de alguna circunstancia de tu vida en la cual te hayas dado cuenta que Dios intervino para solucionar algún problema o para sacarte de alguna crisis? En esos momentos, ¿cómo reaccionaste ante la intervención de Dios? ¿Crees que Dios (por misericordia y amor) está interviniendo ahora en tu vida? ¿Y en tu familia? ¿Eres capaz de darte cuenta de lo que Él está haciendo? Piénsalo. Ten en cuenta de que Dios no siempre interviene de la manera que tú piensas o quieres que Él intervenga; pero aunque no sea como tú lo imaginas o esperas Él siempre intervendrá de la mejor manera. Siempre brotará agua del desierto.
Ten en cuenta también que no siempre Dios va a intervenir. El NO intervendrá cuando te pongas terco. Tampoco cuando decidas pecar o desobedecer. En esos casos asumí tus propias consecuencias. Pero Él SI interviene: Cuando estés a punto de pecar por ignorancia (como Abimelec que no sabía que Sara era esposa de Abraham). Cuando, en tus circunstancias, Él ve que hay limpieza y sinceridad de corazón. Cuando ya no te queden más soluciones “humanas”, y tengas que confiar más en Él que en ti mismo. Y Él, el Dios misericordioso que interviene en tus circunstancias por amor y que se compromete muy en serio contigo, espera que invoques Su Nombre.
Devocional – ¿Qué es lo que más Amas? Pasaje clave: Génesis 22. La promesa se había cumplido. Dios le había dado descendencia, lo había prosperado y bendecido muchísimo. Pero llegó el tiempo de volver a ser probado por Dios (22:1). Dios le pidió que le entregara a su propio hijo. Abraham hizo TODO lo que Dios le dijo. Él no pensó en ningún momento que esta dura situación podría venir de Satanás. Él sabía que Dios estaba detrás de esta prueba terriblemente difícil. Y a pesar de todo lo que pudo haber pensado y sentido, Abraham obedeció. Sería muy tonto pensar que él estaba “feliz” con lo que Dios le pedía. ¡Por supuesto que no estaba feliz! E incluso se debió haber sentido terriblemente mal. Todo el camino hasta el monte debió haber sido una agonía, preguntándose una y otra vez “por qué”. Por qué Dios le había dado este hijo si ahora le pide que lo sacrifique como si fuera un animal. Por qué le había hecho promesas que ahora destruiría. Por qué… si él amaba profundamente a su hijo. Lo amaba más que a nada en el mundo. Sincérate contigo mismo: ¿Cuáles (o cuál) son las cosas o personas (sobre la tierra) que más amas?
¿Cómo saber qué es lo que más amas? Es fácil. ¿Qué es lo que más te dolería perder? ¿Qué es “eso” que si algún día lo llegaras a perder, te lo robaran, se muriera, o se fuera, te produciría un tremendo dolor y una gran angustia? “Eso” que más te dolería perder es lo que más amas. Imagínate que Dios te pide que entregues “eso” que más amas, que renuncies totalmente a “ese” amor. ¿Cómo te sentirías? ¿Qué pensarías de Dios? Sé sincero. Dios le había pedido que renunciara a su único hijo, pera ahora que Abraham estaba a punto de sacrificarlo, Dios lo detiene y le prohíbe lastimarlo. ¿Por qué piensas que Dios hace esto? (Gn.22:11 al 13). Dios le permitió quedarse con lo que amaba (con su hijo) sólo después de haber probado su corazón y su amor. Isaac había llegado a ser tan importante para Abraham que el amor por él ocupaba el mismo lugar que el amor por Dios. Es como que teniéndolo a Isaac se sentía seguro, con ganas de vivir, completo, y ya no necesitaba nada más, o necesitaba menos de Dios que antes. El corazón de Abraham ya no le pertenecía totalmente a Dios, ahora también le pertenecía a Isaac. Por esto Dios lo puso a prueba. Dios no comparte tu corazón con nada ni con nadie. Él tiene todo el derecho de ser el único en tu vida. Hay muchas cosas importantes a tú alrededor y seguramente amas alguna de ellas más que a otras: tus padres, tu familia, algún amigo
predilecto, tu novia/o, dinero, algún ministerio de la iglesia, estudio, trabajo, ropa, instrumento musical… Pero nada de eso puede tener el primer lugar en tu corazón. “Eso” que más amas, en algún momento Dios te lo va a reclamar para que no lo ames más que a Él mismo. Dios busca que tu seguridad, tu sentirte valioso, tu confianza, no dependa de las cosas o de las personas, sino de tu relación personal con Él. Tu corazón y tu amor, ¿son completamente de Dios?
otro hacer o decir cualquier cosa. Si algo así pasa en tu casa lo mejor es que hables con ellos tratando de explicarles cómo te sientes, ora intensamente por sus vidas y procurar, en la medida de tus posibilidades, mantener la paz.
Devocional – Como Perros y Gatos Pasaje clave: Génesis 25:19-34. Todos los días nos relacionamos con cristianos y no cristianos. Y no siempre de las mejores maneras. Entre Hermanos. Desde antes de nacer, Esaú (el primogénito porque salió primero) y Jacob (que como no pudo salir primero se agarró del pie del hermano), se trataron como perros y gatos (25:22-23). Había enormes diferencias entre ambos hermano (25:24-27). Es importante reconocer nuestras diferencias con los hermanos (los de la familia y los de la iglesia). No somos iguales. Pero nuestras diferencias de habilidades, talentos, capacidades, gustos, ideas, dones, conocimiento, autoridad, etc., nunca deberían ser causa de peleas, discusiones y rivalidades ¡Somos hermanos! Pero la rivalidad entre Esaú y Jacob, lamentablemente, también estaba alimentada por sus propios padres. Isaac prefería a Esaú, y Rebeca a Jacob. (Gn.25:28). Muchas veces son los propios padres quienes “prefieren” a uno más que a otros, o hacen comparaciones entre hermanos. O siempre se la agarran de punto con uno de ellos permitiéndole al
Pero la rivalidad continuó. ¿De qué tipo fue la ayuda que Jacob le “ofreció” a su hermano? (Gn.25:29-34). En ese tiempo “ser primogénito” era un honor. Significaba ser el heredero principal, recibir la mejor parte de todas las cosas, tener la autoridad sobre todo. Está claro entonces, por qué Jacob deseaba tanto la primogenitura. Sin embargo, no era lo único que él quería. Había algo más, y lo obtuvo en complicidad con su madre (Gn.27:26 y 36). Es cierto que Dios había elegido a Jacob para realizar sus propósitos, y es cierto también que Esaú no valoró su primogenitura cambiándola por un guiso de lentejas; pero Jacob estaba haciendo todo mal, sin tener en cuenta para nada la voluntad de Dios. Jacob, con todas sus malas actitudes de ladrón y mentiroso, solo conseguía que su hermano lo odiara más y más (Gn.27:41). Piénsalo. Esaú no valoró el privilegio de su primogenitura. ¿Qué cosas valiosas tienes tú que no valoras, o desprecias, o de las cuales vives quejándote? ¿Qué nueva actitud deberías comenzar a tener? Jacob con sus actitudes daba más problemas que soluciones. Tus actitudes, comentarios o reacciones, ¿aumentan los problemas entre tú y tus hermanos, complican las cosas? ¿Qué deberías corregir o intentar cambiar?
Aunque Dios te haya escogido para mejores cosas que a tu hermano tienes que esperar tú tiempo. Que sea Dios mismo quien te levante en el momento oportuno.
Devocional – Mejor Sol@ que Mal Acompañad@ Pasaje clave: Génesis 38. Dejemos por un momento a José de lado y metámonos en otra historia. Una historia de amores y fornicaciones. El protagonista principal es Judá, el cuarto hijo de Jacob y Lea. Luego que él y sus hermanos vendieran a José a los mercaderes madianitas, ¿a qué se dedicó? (38:1 y 2). ¡Sí, el muchacho se dedicó a procrear! Indudablemente invirtió algunos años en esta tarea porque, ¿cuántos hijos tuvo y cómo se llamaron cada uno de ellos? (38:3 al 5). Sin embargo estos primeros versículos son solo la introducción a lo que será el clímax de la historia. Pasaron algunos años más, y el mayor, Er, ya estaba en condiciones de tener novia y casarse. Y de acuerdo a la tradición de aquellos tiempos, el papá eligió una esposa para su hijo. ¿Cómo se llamaba la chica? (38:6).
Recuerda este nombre porque lo vas a leer muchas veces a lo largo de este capítulo. Esta chica no tuvo mucha suerte con su primer esposo. ¿Qué sucedió con él? (38:7). ¡Dios mismo lo mató! Esto es tremendo. La expresión “ser malo ante los ojos de Jehová” no es superficial ni simbólica. Con estas palabras se enfatiza que la persona, deliberadamente, hacía lo malo aun conociendo sus consecuencias y sabiendo que Dios lo repudiaba. Es una conducta deliberada hacia la práctica del pecado. Es un estilo de vida basado en la maldad. Es como si la persona pensara: “¿A Dios le desagrada esto? ¿Es malo? ¿Es pecaminoso? Bueno, entonces a mí me gusta y lo hago. Y lo que Dios piense a mí no me importa para nada”. Dios mismo le quitó la vida. ¿Qué decisión toma Judá? (38:8). ¿Qué hace Onán y cómo termina su vida? (38:9 y 10). ¡Pobre chica! Todavía no puede disfrutar de un matrimonio estable y tranquilo porque los hijos de su “querido suegro” son de lo peor. ¿Entiendes lo que hacía Onán? Después de cada relación sexual y cuando ya estaba listo para eyacular, en vez de continuar con el coito, ¡eyaculaba su semen en la tierra! (“vertía en tierra”). Con este primitivo y poco eficiente método anticonceptivo, Onán se aseguraba que su esposa no quedara embarazada y de esta manera no le daba descendencia. De hacerlo, serían los “hijos de su hermano”, y todos los beneficios y derechos económicos serían para ellos y ¡no para él! Fue por esta actitud que Dios también lo mató a él.
Muchos maestros y enseñadores de la Biblia usan éste pasaje para decirte que “el onanismo” (palabra que proviene de Onán y que se asocia a la masturbación) es un pecado que Dios castiga. ¡Naaaadaaaaa que veeeeeeer! ¡Dios NO lo castigó a Onán porque él eyaculaba en la tierra, en el calzoncillo o donde fuere! ¡Dios lo castigó por rehusarse a darle descendencia a su hermano! ¿Qué le propuso Judá a Tamar? (38:11). ¿Y qué sucede entre ellos después de la muerte de la esposa de Judá? (38:12 al 18). La chica (disfrazada de prostituta) se embaraza de su propio suegro. No tenía ganas de esperar a que el más chiquito creciera. Cuando Judá se entera que ella estaba embarazada ¿qué hace? (38:24). ¡Estaba muy enojado porque ella había tenido sexo vaya a saber con quién! (38:25-30). ¿En qué te deja pensando todo esto?
¿Quién, yo? Sí, ¡tú! Cuando algún líder o pastor te invite a participar, no tomes tu decisión en función de tus sentimientos de inferioridad (“no voy a poder”, “no me va a salir bien”, “nunca lo hice”, “no estoy súper-híper-ultra bien con el Señor”…). Toma tu decisión considerando esto:
Devocional – Dudas Y Excusas Pasaje clave: Éxodo 3. Ya pasaron 40 años desde que Moisés huyó desesperadamente de Egipto. Durante este tiempo trabajó de pastor y vivió en el desierto, además de casarse son Séfora y tener hijos. Su suegro era Jetro, un sacerdote de Madián. Y ahora, a los ¡80 años!, Dios lo llama porque tenía preparado un ministerio para él. ¿Qué me cuentas? Dios lo encuentra y le pide algo importantísimo (3:7-10). ¡Pero entonces surge la primera…EXCUSA! (3:11). Qué piensas de los sentimientos de inferioridad de Moisés. ¿Te das cuenta? Esto de sentirse inferior no te pasa únicamente a ti. Imagínate, 40 años cuidando ovejas y de repente Dios lo llama a ser el líder de casi 1.000.000 de personas… ¡en esclavitud! ¡Para morirse! ¿Cómo lo alienta Dios? (3:12). Dios te llama a dar testimonio delante de tus compañeros, ahí en tu curso o en tu trabajo. Te llama a desafiar a los tibios y apartados. A corregir a los que andan metidos en cualquier cosa. A comprometerte con el servicio en la iglesia.
Si alguien pensó en ti y te invitó a participar fue porque primeramente Dios pensó en ti y Él te conoce mejor que nadie. Es cierto que todo lo nuevo produce miedo e inseguridad, pero puedes ir y decirle al Señor: “Tengo miedo, me siento inseguro, nunca lo hice antes, y vengo a decirte todo esto para que me llenes de tus fuerzas ¡y no me dejes solo! Gracias por tenerme en cuenta”. Piénsalo. Si Dios pensó en ti es porque sabe que puedes hacerlo. ¡Anímate a creerle! Pero si en cambios le crees más a lo que sientes nunca vas a hacer nada, porque lo que sientes muchas veces te tira abajo. Créele a Dios y anímate a salir del “desierto” de tu comodidad personal para pensar en otros y bendecirlos. En Él eres capaz de hacerlo aunque las primeras veces no sean fáciles.
Devocional – No Estás Solo Pasaje clave: Éxodo 5 y 6. Después de haber superado sus sentimientos de inferioridad y contando con la colaboración de su hermano Aarón, Moisés está preparado para enfrentar al Faraón. Esta fue la primera gran oposición a la que tuvieron que enfrentarse Moisés y Aarón. Ellos la soportaron, pero el pueblo no (5:20-21, 6:9). Esta primera vez, no sólo no fue fácil, sino que además despertó en Moisés viejos sentimientos de inferioridad. Sintió que no había logrado absolutamente nada. Y parecía como que Dios en vez de ayudarlos los estaba dejando completamente solos. ¿Te sentiste alguna vez así? En medio de una situación en la que te habías propuesto obedecer a Dios, soportaste la presión y la oposición, y sin embargo sentiste que no obtenías ningún resultado, y para colmo las cosas se ponían peor. Mayores burlas, mayores indiferencias, mayores rechazos. ¿Vale la pena esforzarse tanto para que todo empeore? El pueblo, Moisés, Aarón, todos se desanimaron mucho. ¿Qué fue lo que hizo Dios inmediatamente? ¿Cuáles fueron sus palabras para todos ellos?
Les recordó quién es Él. ¿Quién es? (6:2-3). Les recordó un antiguo pacto. ¿Cuál? (6:4-5). Les confirmó una promesa. ¿Cuál? (6:6-8). Así es Dios. Él no hace las cosas a las apuradas (porque todo esto llevó su tiempo). Él no se desespera, ni se desalienta como nosotros. Él sabe que a su tiempo se cumplirán sus objetivos. Sin embargo él no actúa por su propia cuenta. No sé por qué, pero todo lo que Dios hace o quiere hacer, siempre lo realiza por medios de personas, de hijos suyos. No se fija mucho en la edad, pero sí mira a fondo el corazón. Tu corazón y el mío. Piénsalo. Dios tiene tiempo para hacer las cosas y aunque te parezca que todo empeora por estar en obediencia a Dios, no te desalientes. Él está probando tu fe, tu perseverancia y tu obediencia. Todo esto es muy fácil dentro de la iglesia, pero cuando tienes oposiciones, cuando se ríen de lo que crees no es fácil, pero es allí donde Dios te pone a prueba. No olvides tampoco quién es tu real enemigo. Tus enemigos no son los que te tratan de santulón, ni tus padres cuando te prohíben ir a la iglesia o no te permiten escuchar música cristiana. Tu verdadero enemigo es Satanás. Tu lucha es espiritual y aunque parezca, a simple vista, que “no pasa nada”, cree que tu “vara” se comerá la de ellos. Tú permanecerás mientras ellos serán humillados. Tu santidad y tu obediencia no son en vano. Dios tiene sus métodos. Créele, Él sabe lo que hace y sabe cómo hacerlo.
Devocional – Plagas Pasaje clave: Éxodo 8 al 10. Como Faraón se ponía difícil y como Moisés no aflojaba en obedecer a Dios, la situación llegó a un punto límite. Tremendos poderes espirituales se desencadenaron. Todo el poder de la magia y la brujería satánica contra la poderosa fuerza de Dios. ¿Sabes quién ganó? Hay tres personajes principales en estos capítulos: MOISES. Este es un Moisés totalmente renovado. Dios y él son multitud. Dios lo llamó a ese lugar y Él mismo lo está capacitando, levantando y utilizando con poder. ¿Por qué? Porque Moisés cambió su corazón y se atrevió a creerle a Dios. Anímate a comprometerte con el Señor en lo que Él te llame. No hay un ministerio mayor que otro. ¿Sabes qué es lo que hace importante y bendecido a un ministerio? El corazón humilde y consagrado de los que participan en él, sin celos, sin competencias. Y a su tiempo el Señor te va a levantar. Hay poder de Dios en tu vida ¡Créelo!
El FARAON y sus brujos. Todos ellos estaban gobernados por demonios. No conocían ni tenían la vida de Dios. Adoraban ídolos e invocaban a Satanás. Faraón no lo tomaba en serio a Dios. Estaba poseído por el maligno, su corazón estaba duro como una piedra. Él fingía arrepentimiento pero era falso porque lo hacía sólo para escapar de las plagas. ¿Y los brujos? Terminaron temblando ante el poder de Dios. Es importante que tengas claro tres cosas: A. Satanás siempre será vencido por el poder de Dios. Ya fue derrotado por Jesús. Es un perdedor. B. Él no puede tocarte, porque MAYOR es Jesús en tu vida. Dios mismo le pone límites que él no puede cruzar. No tengas miedo. Duerme tranquilo. C. NUNCA te metas en el ocultismo: curanderos, películas de terror o música heavy mundana. Astrología, juego de la copa, yoga, artes marciales. Renuncia a los videojuegos, al anime y al manga que sean satánicos, porque detrás de todas estas cosas hay demonios. ¡Y no es un chiste! Los demonios no juegan. Y aunque ellos no puedan meterse en tu vida porque el PODEROSO vive en ti, sí te van a perturbar, te van a generar oscuras pesadillas, vas a sentir miedo, van a afectar tu relación personal con Dios y lograrán que tu vida espiritual se enfríe. Te van a generar estados depresivos y van a meter ideas suicidas en tu cabeza. Si participaste en algo de esto confiésaselo a Dios. En su nombre, renuncia específicamente a aquello en lo que has participado y quema
esos videos, pósters, cómics, calaveras, remeras, budas, angelitos, cartas de Magic The Gatering, Yu-Gi-Oh, etc. Mantente limpio en tu corazón. DIOS. ¡No hay otro como Él! ¡Es el único digno de ser adorado, escuchado y obedecido! No hay brujos, curanderos, “santos padres”, parapsicólogos, pastores, astrólogos o “Marías” que puedan igualarse a Él. No hay Faraón, diablo, demonios, macumberos o satanistas que puedan ganarle. ¡Él es DIOS! ¡Único, verdadero y vivo! Tú Dios y tú Papá. Así de simple.
Devocional – La Pascua Pasaje clave: Éxodo 11 y 12. Faltaba muy poco para el gran día de la liberación. Ese sería un día muy especial y Dios quiso que fuese recordado por su pueblo. La fiesta que celebrarían para no olvidar se llamaría “La Pascua”. La Pascua es una fiesta judía y ellos la celebran recordando su liberación de la esclavitud de Egipto. Fue el catolicismo quién inventó la tontería de que no se puede comer carne roja pero sí pescado. Los judíos se comieron un buen cordero, ¡y no fueron a pescarlo! Y si quisiéramos celebrarla tal cual como es tendríamos que comer verduras amargas, panes sin levaduras y ¡cordero asado! Para nosotros, los creyentes en Jesús, la Pascua tiene un significado espiritual y no tiene nada que ver con comer o no comer carne. ¡Lo menos importante es lo que vas a comer durante esos días! Con la sangre del cordero pintarían el marco de la puerta de la casa y todos los que estuvieran dentro de ella se salvarían del juicio de Dios.
Para nosotros, el Señor Jesús representa a ese cordero que fue sacrificado. El santo, justo y sin pecado fue a la muerte llevando nuestras maldades. Y sobre una cruz derramó su sangre para darnos vida y salvación. ¿Recuerdas el día que invitaste a Jesús a tu vida y le pediste perdón por tus pecados? (¿O aún no lo hiciste?) Desde ese mismo día, Dios te cubrió (pintó tu vida) con la sangre de Jesús y quedaste libre del juicio de la muerte eterna y del infierno ardiente. Dios no te salvó porque eres bueno, te portas bien y vas a la iglesia (porque ninguna de estas cosas te salvan). Él te salvó porque vio la sangre derramada de Jesús y esa sangre limpió tus pecados y te dio un corazón nuevo. ¡No es que Dios te haya pasado un trapo mojado con sangre! La sangre representa la vida. Ser limpiados con la sangre de Jesús significa que la propia vida resucitada y poderosa de Jesús borra tus pecados y entra en ti para darte vida nueva y eterna. No recuerdes esto solamente una vez al año. Recuérdalo y valóralo todos los días de tu vida: ¡Soy salvo! ¡Soy perdonado! ¡Soy libre de la muerte y del infierno! ¡Estoy limpio por la sangre de Jesús! ¡Tengo su vida en mí! ¡Soy alguien nuevo! Pero además de la pascua (celebrada el día 10), ¿qué más debían celebrar desde el día 14 hasta el 21? (12:14 al 20). La levadura es una representación del pecado. Un poquito de levadura infla toda una masa. Un poquito de pecado arruina toda una vida. Jesús murió y resucitó para que no haya “levadura espiritual” en tu vida. No te infles
con la maldad. Mantén tu corazón puro. Confiesa tu pecado y creé que Jesús te perdona y te limpia.
necesario. Otras veces por pasar demasiadas horas fuera del hogar dejando solos a sus hijos, sin saber con quiénes están y qué hacen. Otras veces, por miedo, se vuelven cómplices de aquellos que lastiman o abusan y no hacen nada, aún sabiendo la verdad.
Devocional – Protegidos Pasaje clave: Éxodo 15. Tal vez te preguntes, ¿por qué, si Dios nos protege, algunos de sus hijos son maltratados, abusados o sufren accidentes? No es fácil responder esto. No hay respuestas tan simples. Es cierto, Dios nos guarda, pero a veces nosotros mismos buscamos el riesgo y nos metemos es situaciones peligrosas. Es cierto, Dios nos guarda, pero mientras fuimos niños (y aún de adolescentes) la mayor responsabilidad sobre nuestras vidas era de nuestros padres. Ellos debían cuidarnos y librarnos de personas con malas intenciones (aún cuando fueran familiares), y a veces no lo hicieron (o nunca); entonces indefensos como niños y con miedos, sufrimos maltratos, golpes o abuso sexual. Pero, ¿por qué esos padres que deben proteger a sus hijos, como representantes de Dios, no lo hacen? A veces, porque ellos mismos ignoran a Dios y no actúan como sus representantes. A veces por exceso de confianza y descuido, porque ellos mismos no recibieron de sus padres el cuidado
Piénsalo. Lo importante ahora es que tengas algo muy en claro: Dios no maltrata y no abusa. Y tú no fuiste responsable de aquellas cosas desagradables que sufriste en tu infancia. No fue tu culpa lo que te tocó vivir. No fue por algo malo que hiciste o dijiste, sino por la falta de protección y cuidado. No busques vengarte, Dios mismo tratará con aquellos que de alguna manera te lastimaron. No tengas miedo, ni vergüenza de abrir tu corazón delante de Dios y de alguna persona madura y espiritual para sacar todo el dolor que aún tengas adentro y para aprender a perdonar. Hoy, por amor, Dios mismo se hizo cargo de ti para cuidarte y librarte del mal. Si no te metes en nada raro, Él será tu fortaleza y tu cuidador siempre (15:2, 6-7, 1113, 16-18).
Devocional – ¿De Quién Te Quejas? Pasaje clave: Éxodo 16. Pasaron pocas semanas desde que salieron de Egipto y ya comenzaron los primeros problemas. El pueblo cambió la danza y la alabanza por terribles murmuraciones y quejas insoportables. Se quejaban continuamente, pero lo peor de todo era que aún añoraban su vida vieja. ¡¿Quién los entiende?! Se le quejaban a Moisés pero en realidad, ¿a quién iban dirigidas sus quejas y críticas? (16:7-8). ¿Hacia quién diriges generalmente tus quejas? No hace falta decir cosas en voz alta para quejarse, porque hay quejas del pensamiento. Y también hay quejas de las actitudes, por ejemplo cuando reaccionas con fastidio y malestar por las cosas que te mandan a hacer o que te dicen. Tal vez ni abres la boca pero esa reacción fastidiosa es una manera de quejarte. ¿Sabías que la queja es un pecado y que además, te convierte en alguien amargado, egoísta y pesimista, incapaz de ver las cosas buenas que te rodean y disfrutarlas? ¿Sabías que la murmuración es un grave pecado? Murmurar es hablar con otros mal de alguien sin que éste lo sepa.
Entonces, cada vez que le sacas mano a alguien, o lo acusas, desprestigias o criticas, estás murmurando. Si te sucede algo o te sientes incómodo con alguien, no murmures con otras personas en su contra. Anda, da la cara y habla personalmente con él. No peques. ¿Sabías que toda queja y murmuración hacia otros están dirigidas a Dios? ¿Sabes por qué? Porque es Dios quien puso a tu lado a esas personas y es Él quien decide sobre tu vida. Otro grave pecado de este pueblo era que constantemente extrañaba su vieja vida en Egipto (16:3, 17:3). ¡Extrañaban ser esclavos! ¡Extrañaban que los hicieran trabajar como unos burros! ¡Extrañaban que los tratasen como a animales! ¡Estaban locos! Seguramente tú dejaste cosas para seguir a Jesús, ¿todavía las extrañas? Los amigos, el sexo, los boliches, los porros, aquellas “resacas”, esos pecados o vicios que te ataban. Muy dentro de ti, ¿quieres volver a todo aquello o estás disfrutando de todo lo nuevo y lo sano que hay en Jesús? ¿Prefieres aquellos “palos” que te pegaba Satanás o la libertad que encuentras en Cristo?
Devocional – Así Dice El Señor Pasaje clave: Éxodo 20. Ya pasaron tres meses desde que los israelitas salieron de la esclavitud de Egipto, y en este breve tiempo, Dios los sorprendió con sus milagros y poderes. La columna de nube guiándolos (y dándoles sombra) durante el día. La columna de fuego alumbrándolos (y dándoles calor) durante las frías noches del desierto. Un cruce en seco a través del mar. Agua amarga convertida en agua potable. Comida del cielo, nutritiva, dulce y abundante, llamada maná. Agua de la roca, y la primera batalla ganada contra los violentos de Amalec que quisieron destruirlos. Y ahora, después de 3 meses de viaje, llegan al desierto del Sinaí, donde Dios los volverá a sorprender, pero esta vez con su sabiduría, su ciencia y su santidad. Escucha: Los diez mandamientos o cualquier otra ley, no sirven de nada si no recibes a Jesús como tu Salvador y Señor. Podrás saberte de memoria los diez mandamientos, podrás ir a la iglesia todos los sábados y domingos, podrás hacer todo el esfuerzo que se te dé la gana para cumplirlos y obedecerlos, podrás recitarlos mil veces, pero si nunca invitaste a Cristo a vivir en tu vida y si nunca le pediste perdón a Él por tus pecados, estás muerto en tu corazón y todo lo que hagas o
recites de la Biblia no te servirá absolutamente de nada. ¿Te queda claro? Hay quienes piensan que por cumplir algún mandamiento, por ejemplo, no robar ni adulterar ¡ya está! ¡Ya son santos y todo está bien con Dios! ¡Mentira! ¡Falsos espirituales! ¡Están condenados! Porque seguramente le oran, le prenden velas y se arrodillan delante de los santos y de las vírgenes y se cuelgan crucifijos o coleccionan estampitas ¡y eso también está prohibido por Dios en el 1º y 2º mandamiento! Y seguramente son codiciosos, seguramente hablan mal de sus vecinos o familiares, tal vez roban no pagando los impuestos o enganchándose de la luz ajena o pinchando la señal de cable o dejando enormes deudas. O seguramente son irrespetuosos, desobedientes y mal educados con sus padres. ¡Y todos estos son mandamientos que ellos no cumplen! Piénsalo. Aún nosotros muchas veces nos comportamos igual que ellos. Nos olvidamos que nuestro Dios es Santo y que Él, aunque no descienda con truenos y relámpagos ni nos mande un rayo para matarnos apenas pecamos, si nos exige santidad en nuestros sentimientos, palabras, pensamientos y actitudes. Tendríamos que temblar, aunque sea un poquito, delante de Él, en vez de comportarnos como hipócritas: hacer cualquier cosa por ahí, hablar mal de alguien y después alabar y orar como si todo estuviera tan bien. Más importante que los mandamientos en tu cabeza es la santidad en tu forma de vivir.
Devocional – Para Aprender A Vivir Pasaje clave: Éxodo 21 al 23. ¡Tantas leyes y ordenanzas! ¿Qué tiene que ver todo esto con nosotros? Aunque te parezca increíble tiene muchísimo que ver contigo y conmigo. Las leyes de Dios no son caprichosas, están dadas con objetivos muy claros. ¿Por qué piensas que Dios dejó leyes tan específicas? La respuesta es muy simple: Si no hubiera leyes todo sería un gran desorden, cada uno impondría sus propias reglas y reinaría el caos. Pero además, las leyes de Dios tienen otro propósito: ellas nos libran de lo malo (malas decisiones, malas actitudes, malas reacciones, malos consejos, malas relaciones…) y nos revelan algo de la forma de ser de Dios. En otras palabras: Nos enseñan a vivir más y mejor. Por ejemplo: ¿Cómo cuidas las cosas que te prestan? (22:26-27). Dios es misericordioso y justo. ¿Cómo tratas y qué hablas de los que son autoridad sobre ti? (22:28). Dios es autoridad y tiene autoridad. ¿Cómo te comportas sexualmente? (22:16,19). Dios es santo. ¿Cómo tratas a los que son de otros lugares o razas? (22:21, 23:9). Dios no hace acepción de personas. Él nos acepta como somos. ¿Cómo debe ser tu actitud ante la idolatría y el ocultismo? (22:18,
20, 23:13, 24). Dios es único y no está muerto. Sólo Él merece nuestra adoración. ¿Cómo hablas? (21:17, 23:1-3, 7). Dios habla verdad y rechaza toda mentira porque Él es verdadero. ¿Cómo es tu relación con los no creyentes? (23:2, 32-33). Dios no participa ni aprueba la maldad. Él juzga a los malos. ¿Qué actitudes tienes hacia aquellos que no soportas? (23:4-5). Dios es amor y perdonador. ¿Son tus actitudes, palabras o reacciones violentas? (21:12, 1415, 18-22). Dios es un Dios de paz y de paciencia. El no es violento ni agresivo. ¿Te das cuenta? Piénsalo. Aunque tantas leyes parezcan “pesadísimas”, no tienen el propósito de privarte la libertad y enjaularte como a un preso “al que le prohíben todo”; por el contrario tienen el propósito de revelarte cómo es Dios y quién es Él para que, respetando su voluntad; disfrutes de todo con libertad. Una libertad que te haga bien y que le haga bien a los que te rodean. Es cierto que muchas de estas leyes eran exclusivas para los israelitas allí en el desierto, y también es cierto que palabras como “ojo por ojo o diente por diente” ya no van más. Pero también es cierto que Dios no cambia, Él es el mismo. Lo que odiaba y juzgaba ayer también lo odia y juzga hoy. Lo que aceptaba y bendecía ayer también lo acepta y bendice hoy, aunque las reglas cambien. Más importante que conocer las reglas y leyes es CONOCER A DIOS, tener una relación personal con Él, saber quién es. No hacer tu propia voluntad, sino la suya. Vivirás mejor que cualquiera de tus amigos, familiares o desconocidos.
provoques sexualmente. Puedes vestirte a la moda, ¡y está bien que lo hagas! sin necesidad de provocar sexualmente a nadie. Sea que uses una calza, una bikini o un short de baño, una minifalda o un vestido de fiesta, qué esa ropa también sea de buen testimonio, y no una manera de despertar los ratones de los demás alimentando sus fantasías sexuales. Los mal pensados lo serán te pongas lo que te pongas. Olvídate de ellos, lo importante es que tú no seas él/la provocador/a.
Devocional – Ropas Santas Pasaje clave: Éxodo 28 y 29, 39:131. Levítico 8. Estas eran las Ropas Santas de los sacerdotes. Las vestiduras de los sacerdotes debían ser parte de la adoración. Eran vestidos para honra y hermosura exquisitamente bordados y trabajados. Además eran ropas que los identificaban del resto del pueblo y que los habilitaban para servir dentro del Tabernáculo. Eran ropas blancas de lino fino, con hermosas piedras preciosas incrustadas en ellas y santificadas. ¿Hay santidad en tu manera de vestirte o hay provocación al sexo opuesto? Hoy, tú y yo somos sacerdotes de Dios, y como tales somos sus representantes aquí en la tierra. Por lo tanto, cuando hablo de “santidad en tu manera de vestirte” no estoy diciendo que te vistas como un viejo ni que uses los vestidos de tu abuela. Lo que estoy queriendo decirte es que no
Como sacerdote de Dios, tus ropas tampoco pueden expresar abandono, dejadez, suciedad o muerte (onda góticos, por lo de “muerte”). ¡Qué tus ropas expresen gozo, ganas de vivir, pasión! Piénsalo. ¿Cómo es tu manera de vestirte? ¿Qué mensajes estás dando? Somos sacerdotes de Dios para ofrecerle adoración y reconocimiento. Y aunque no necesitamos usar una ropa “especial”, sí necesitamos hacerlo en santidad. De más está decir que nuestra manera de vestir debe expresar esa pureza interior.
más importante que hacer allí en el desierto? Habían pasado 40 días (¡toda una vida, che!) y Moisés no aparecía. ¿Se habrá fugado? ¿Lo habrán abducido?
Devocional – Un Becerro De Oro Pasaje clave: Éxodo 31 y 32. Estos israelitas eran de no creer. ¿Puedes imaginarte que después de haber visto todo el poder de Dios librándolos de situaciones complicadas y después de haber recibido mandamientos tan claros para vivir bien y honrar a Dios, fueran e hicieran lo que hicieron? ¡Sí, imagínatelo! Es la patética realidad. (31:18, 32:1-6). Sincerémonos. ¿Cuántas veces nosotros actuamos de la misma manera que ellos? Está bien, no nos construimos un becerro de oro y lo escondemos en la pieza para ir a rezarle cada vez que nos pasa algo, pero… ¿cuántas veces lo reemplazamos a Dios por otras cosas creyendo que nos harán sentir bien o nos ayudarán en algo? ¿Pero por qué harían algo así? Es cierto que el pueblo todavía arrastraba las viejas costumbres paganas de Egipto, pero creo que la razón más poderosa es una pequeña palabrita que tú y yo conocemos mucho: IMPACIENCIA. ¡Sí! Moisés se tardaba en bajar del monte (24:18) ¡¿Y cuál era el problema?! ¿Acaso tenían algo
¿Cuántas veces la impaciencia te llevó a tomar decisiones apresuradas y a hacer cosas por tu propia cuenta porque Dios “se demoraba” en responderte? ¿Cuántas veces, aun habiendo visto el poder y el cuidado de Dios sobre tu vida, decidiste creer más en otras cosas convirtiéndolas en tus ídolos? Me refiero a horóscopos, cintas rojas contra la envidia, dinero, moda, etc. Dios estaba dispuesto a desatar todo su juicio y su ira contra la idolatría del pueblo (32:10), pero delante de Él se puso Moisés, y oró y le suplicó que no lo hiciera. Le recordó a Dios la promesa que le había hecho a Abraham, a Isaac y a Jacob. ¡Me encanta Moisés! Alguien dispuesto a pensar más en los otros que en sí mismo. Él deseaba que Dios continuara con su plan original. Y me encanta ver el corazón de Dios lleno de paciencia y de misericordia. Seguramente a ti, al igual que a mí, te pone bastante mal ver en tu grupo o dentro de la iglesia, chicos y chicas que nunca se comprometen, que todavía andan en cualquier cosa o que toman decisiones pasajeras y superficiales, pero… tú y yo, ¿somos mejores que ellos? ¿Sabes qué significa ser mejores que ellos? Significa tener la actitud de Moisés. “Señor, aunque se lo merezcan, no los destruyas. Por tu misericordia dales una oportunidad más”.
¿Es esta tu actitud hacia ellos o eres de los que juzgas sintiéndote más espiritual? No te confundas. Tener la actitud de Moisés no es ser “tonto”. Él no lo era. Mira lo que hace con los que habían pecado (32:19-21, 2529). Te enojas cuando tus líderes o pastores te disciplinan o te hacen ver lo que no quieres ver, sin embargo son mucho más blanditos que Moisés. ¿No te parece?
Devocional – ¿Qué Te Pasó Moisés? Pasaje clave: Éxodo 34. Por la bronca que sintió contra la idolatría del pueblo Moisés rompió contra el piso las dos tablas de piedra con los mandamientos y las leyes de Dios. (34:1 al 3). Moisés vuelve a la presencia de Dios, y Dios se revela delante de él (34:5 al 7). ¡Sí! Dios se proclama a sí mismo como fuerte, misericordioso y piadoso. Y esto no es síntoma de orgullo o soberbia, porque Dios no se mezcla NUNCA con el pecado. A veces nosotros decimos tonterías como por ejemplo: “No espera, no proclames eso…”, o “Proclamo que voy a ganar plata…”, o “No proclames que llueva…”, o “Proclama esto o no proclames aquello…”. Algunas de estas proclamaciones son puras supersticiones. Lo peor es que en muchas de estas proclamaciones “mágicas” con las que se pretenden obtener resultados instantáneos, ni lo tenemos en cuenta a Dios (aún cuando se lo nombre). Sin embargo lo que Dios proclama de sí mismo es totalmente distinto a mucho de lo que se oye por ahí. ¿Por qué? Porque Dios proclama una VERDAD que tiene relación directa con su propia IDENTIDAD. Él no espera llegar a ser fuerte o misericordioso
o perdonador. No es algo que Él desea que suceda ¡Él ya lo es! Es una verdad absoluta y completa. Pero además, Dios cree totalmente lo que proclama.
Tu vida diaria es el reflejo que todos podemos ver. ¿Cuánto tiempo pasas a solas con Dios en oración y adoración con su Palabra?
¿Sabes qué es lo que sí tenemos que proclamar? La Palabra de Dios, las Bendiciones de Dios, las Promesas de Dios, los Mandamientos y Ordenes de Dios, las Verdades de Dios, los Juicios y Disciplinas de Dios. De tu boca tienen que salir palabras de fe. Cualquier otra cosa que proclames o que escuches que otros proclaman, que no tenga nada que ver con la identidad y la verdad de Dios, es pura tontería. ¿Te queda más claro? ¿Cómo reacciona Moisés? (34:8-9, 28). ¿Cuándo fue la última vez que bajaste la cabeza hacia el piso (humillación) para adorar a Dios?
Si tienes dudas de esto fíjate lo que pasó con Moisés después de haber estado 40 días y 40 noches en comunión con el Señor (34:28 al 35). ¡Impresionante! Mira si un día te ven llegar con el rostro resplandeciente. Sin embargo, lo más común es ver rostros amargados, quejosos, malhumorados, ansiosos, nerviosos, tristes, enojados, pesimistas, envidiosos, demacrados, ojerosos (por trasnochar viendo T.V.), o deprimidos, que no reflejan una comunión fuerte, íntima, diaria y sin apuros, con Dios. Y todos nos damos cuenta de que hay algo que no anda bien. Piénsalo.
¿Cuándo fue la última vez que confesaste tus pecados y los pecados de tu familia o los pecados de la iglesia o de tu grupo para que Dios los perdone? ¿Confiesas específicamente tu pecado o el de tu familia con una verdadera actitud de arrepentimiento, o haces esa oración boba de “perdóname toooodo lo malo que hice”? ¿Por qué confiesas tus pecados? ¿Porque te duele haber pecado contra Dios y te sientes avergonzado por lo que hiciste, porque tienes miedo de que algo malo te suceda, o porque ya estás “muy acostumbrado” a hacerlo? ¿Cómo definirías tu comunión personal con Dios: Inconstante, a las apuradas, aburrida, motivada, disfrutando de la Palabra y la oración, desenganchado, muy metido con Él?
o tal vez no, pero necesitas estar preparado.
Devocional – Aceite Sí, Levadura No Pasaje clave: Levítico 2. La ofrenda de FLOR DE HARINA. El grano de trigo es útil solamente si llega a ser harina, pero para esto debe pasar por muchos procesos donde es cortado, seleccionado, triturado, molido, etc. El trigo es un símbolo del Señor Jesús. De la misma manera que el trigo, Jesús pasó por muchas situaciones a lo largo de su vida experimentando sufrimientos hasta llegar a cumplir su objetivo. Él fue golpeado, torturado y muerto (molido) por ti y por mí. Pero Jesús resucitó para darnos una vida nueva y completa. Ya sabes todo lo que Él sufrió por amor a nosotros (rechazos, desprecios, maltratos, burlas, la muerte) ¿estarías dispuesto a sufrir, si fuera necesario, burlas o desprecios por amor a Jesús? No es obligatorio sufrir, y tal vez nunca tengas que sufrir por amor a Cristo. Tal vez nunca te rechacen o te traten mal por tu fe en Él. Tal vez ese momento llegue
Sin embargo, el Señor no quiere que tú y yo suframos (aunque muchas veces lo permita para diferentes propósitos). Él no es un sádico al que le guste hacer sufrir, pero Él también sabe que somos muy tercos, muy rebeldes, muy desobedientes y muy egoístas, entonces, utiliza el sufrimiento para “ablandarnos”, para llamar nuestra atención, para hacernos depender de él, para que vivamos como él desea y no como se nos dé la gana. La ofrenda de flor de harina llevaba ACEITE. El aceite representa al Espíritu Santo. Jesús estaba lleno del Espíritu Santo, lleno de su poder y de su vida. ¿Estás lleno del Espíritu Santo? ¿Cómo puedes saberlo? Mírate adentro: si no hay pecados ocultos o malas intenciones en tu corazón. Si estás en comunión con Dios todos los días, orando, adorando, “comiendo” su Palabra, creyéndola. Si eliges no hacer tu propia voluntad para agradarlo a Él, si tu vida muestra el fruto del Espíritu, entonces, estás lleno del Espíritu Santo. La ofrenda también llevaba INCIENSO PURO. El incienso es para adoración. La vida de Jesús era adoración para Dios. Dios se gozaba en su vida. ¿Se goza Dios con tu vida? ¿Lo que haces o dices es adoración para Dios? La ofrenda no podía llevar LEVADURA. La levadura representa al pecado. Podrás hacer muchas cosas para Dios dentro o fuera de la iglesia, pero si hay pecados ocultos en tu vida, Dios no aceptará lo que hagas, no
importa cuánto te esfuerces o pienses o cuánto dinero o tiempo inviertas. Él no te bendecirá ni te acompañará. Tus motivaciones y tus intenciones deben ser limpias. ¿Cómo está tu corazón delante de Dios? ¿Cuáles son tus intenciones al hacer las cosas, al participar de tal o cual ministerio? Piénsalo.
Devocional – Olor De Paz Pasaje clave: Levítico 3. Ofrenda de PAZ. Muchas veces no disfrutamos de la paz de Dios porque nuestra comunión no es tan fuerte o porque no estamos totalmente entregados a Él. Aunque creo que la razón más común está en la inclinación que aún tenemos a pecar. Nuestra conciencia nos acusa y nos sentimos intranquilos, nerviosos o preocupados, entonces necesitamos volver a recuperar esa paz en nuestros corazones. Esto es lo que representa la ofrenda de paz. Sin defecto. Esto era lo más importante. Significa libre de pecados y de imperfecciones. Tú ya sabes que el único con estas características fue Jesús. Poner las manos sobre el animal. Esto significa identificación y unión. El animal es sacrificado pero es como si la misma persona hubiera sido sacrificada. Cuando Jesús moría, tú y yo moríamos con Él. La sangre derramada. Representa a la sangre que Jesús derramó en la cruz por nosotros. Es un simbolismo de su vida entregada.
Su sangre, además de borrar tus pecados también limpia tu conciencia para que nada pueda perturbarte. Si confesaste tus pecados a Jesucristo y le pediste que te limpie ¡no dejes que nada ni nadie te haga sentir culpable! ¡Todo el mundo busca paz! Todos tratan de sentirse tranquilos, inclusive tú y yo. Pero ¿sabes cuál es el problema? El problema es tratar de buscar la paz y la tranquilidad en los lugares equivocados. Hay una paz auténtica, real y duradera y hay una paz falsa y aparente. La falsa y aparente es la que te ofrece el mundo que te rodea. Ella se basa en el “tener cosas”, “hacer cosas” o en “probar cosas”. Mientras tienes lo que quieres o mientras pruebas o haces algo determinado te sientes momentáneamente tranquilo, pero cuando “eso paso”, otra vez la locura, el malhumor, la intranquilidad interior. Y de nuevo… a probar las mismas cosas para llegar a los mismos inútiles resultados. ¿Qué cosas “prueban” los que están más cerca de ti para tratar de calmar sus conciencias y tener paz? Y tú como hijo de Dios, ¿cuántas veces te enganchaste a querer probar esas mismas cosas? ¿Lograste una paz con Dios duradera o aumentaron los sentimientos de culpa y la intranquilidad interior? ¿Cuántas veces sentiste que por tener o lograr determinada cosa ibas a estar más tranquilo? Tal vez en el momento te sentiste fantástico, pero ¿después qué?
Piénsalo. Solamente en una relación íntima y diaria con Dios aprenderás a disfrutar su paz, aún en medio de las situaciones más difíciles que te toquen vivir. Porque la paz de Dios se agranda en medio de las situaciones complicadas cuando tu vida es totalmente para Él. No pierdas tu tiempo tratando de tener o de probar nuevas cosas para sentir paz. Búscalo a Dios y duerme tranquilo.
Devocional – Perdonados!!! Pasaje clave: Levítico 4. Ofrendas por el PECADO. Seguramente te llamó la atención la expresión “si pecare por yerro” (¡queeé!). Esto quiere decir “pecar por ignorancia” (¡aaahhh!). Muchas veces pecamos a propósito, deliberadamente. Sabemos que no hay que hacerlo y lo hacemos (después inventamos un montón de excusas torpes, pero ese es otro tema), pero en otras oportunidades pecamos ignorando que eso es malo para nosotros. Pero, a pesar de todo, sea a propósito o por ignorancia, Dios no nos tira con un misil desde el cielo. Es paciente, aunque odia profundamente el pecado que cometimos. ¿Sabes por qué Dios toma esta actitud paciente y perdonadora? Por dos razones: 1º. Porque así es Dios. Sí, aunque te suene muy simple. Ser paciente, ser perdonador y darnos más oportunidades de las que merecemos es su forma de ser. Pero que te quede claro: Él aborrece el pecado y también nos disciplina cuando es necesario. 2º. Porque Él sabe que tenemos una inclinación natural a pecar y que por nosotros mismos no
podemos “ganarle” al pecado. El pecado como poder está en nosotros desde nuestra gestación y seguirá hasta nuestra muerte. Pero esto no significa que podamos pecar libremente o nos excusemos diciendo: “No puedo, no puedo, el poder del pecado me hace pecar, quiero pero no puedo”. ¡Mentiras! Pecas porque quieres no porque estés obligado a hacerlo. Jesús te dio libertad y su vida en la tuya te da un poder mayor al del pecado, el poder y la fuerza para amar la santidad y honrar a Dios. Cuando pecas, ¿qué tipo de actitudes tomas? A. ¿Acusas y culpas a otros por lo que decidiste hacer o decir? B. ¿Le buscas explicaciones, excusas o justificaciones racionales a tu pecado para hacerlo parecer “menos malo” o “menos grave”? C. ¿Ocultas lo que hiciste poniendo cara de “no pasa nada”, “todo está bien” o “yo jamás haría algo así”? D. ¿Buscas escapismos para no pensar en lo que hiciste? Videojuegos, T.V., juegos de rol, música, estudiar o trabajar como un loco, dormir todo el día, etc. E. ¿Reconoces que pecaste y aceptas tu responsabilidad por lo que hiciste, buscando a Dios para confesarle tu pecado y creyendo que Él puede limpiarte y perdonarte completamente? Solamente esta última opción es la correcta, porque es la única que te soluciona el grave problema del pecado. Sólo Dios puede hacerse cargo de nuestra pecaminosidad, por eso necesitas a Jesús para que su sangre te limpie y su vida te santifique. Y recuerda que el único pecado que Dios no perdona es aquel que tú no le confiesas.
Devocional – ¡¿Qué Haces?! Pasaje clave: Levíticos 5 al 6:7. La ofrenda por las TRANSGRESIONES. Cuando Dios y las personas que están en autoridad te ponen límites lo hacen para tu bien. Te dicen “hasta acá puedes llegar”. Pero cuando tú decides hacer tu propia voluntad y cruzas esos límites estás transgrediendo esa orden. En otras palabras: estás cruzando los límites y al hacerlo, pecas. Una transgresión es cruzar el límite, rebelarte contra la orden. Las transgresiones son el resultado del pecado que está en nosotros. Cada vez que transgredimos con malos pensamientos, malas actitudes, comentarios fuera de lugar o reacciones impulsivas, pecamos y necesitamos nuevamente buscar a Dios para ser perdonados y restaurados. Los cuatro tipos de transgresiones son: A. No testificar de algo que viste o sabes (5:1). ¿Cuántas veces “ves”, “escuchas” o “te enteras” de lo que otros hacen mal y cierras tu boca y lo ocultas porque no quieres denunciarlos?
Al tener esta actitud, tú estás participando del pecado de ellos. Es como si estuvieras pecando con ellos. Eres cómplice al esconderlo. No tienes que actuar como un chismoso contándoselo a todo el mundo (porque no todos deben enterarse de eso que tú sabes), pero sí tienes la responsabilidad de hablar con las personas que están en autoridad y decírselo a ellas para que quedar libre de ese pecado. ¿O cuántas veces sentiste miedo o vergüenza de contarles a otros acerca de tu relación personal con Jesús sabiendo que Dios te pide que seas testigo de su amor y salvación? Esto también es transgredir porque no estás dando testimonio de lo que sabes. B. Tocar el cadáver de un animal inmundo (5:2). ¿Cuántas veces “oyes” cosas relacionadas con la muerte? ¿Cuántas veces “matas” tu vida espiritual y tu relación con Dios oyendo las críticas negativas, los comentarios malintencionados o las palabras mentirosas contra los líderes y pastores o en contra de otros hermanos? Al escucharlas es como si tocaras un cadáver. Hay personas que son como cadáveres: están llenos de muerte. Son amargados, resentidos, vengativos, y todo lo que hablan o dicen es para destruir a otros. Cuando pasas mucho tiempo oyendo a esas personas te contagias de la muerte que hay en ellos. ¡No pierdas el tiempo escuchándolos! ¡Huelen a cadáver de muchos años de putrefacción! ¡Aléjate de ellos! ¡Mantente limpio y vivo en tu corazón! C. Tocar la inmundicia de un hombre (5:3). Son muchas las cosas inmundas de las personas sin Cristo, pero
una de las más graves es la fornicación. Fornicar es tener relaciones sexuales con alguien. Tener sexo sin estar casado con esa persona. Pero ¿sabías que también fornicas cuando te calientas la cabeza con alguien que te gusta? ¿O cuando miras pornografía o programas eróticos? ¿O cuando tu mente vuela con música sugerentemente erótica? Todo esto es como tocar inmundicia.
Devocional – La Careta de la Santidad
D. Jurar a la ligera (5:4). Jurar a la ligera es hablar por hablar. Es hablar sin necesidad, apresuradamente, de cosas buenas o malas. Se refiere a todo lo que hablas que no edifica y no bendice, aún cuando no sea malo. Son puras palabras y nada más. Especialmente cuando opinas de personas o cosas sin conocerlas bien.
Pasaje clave: Levítico 10. Después de que Dios terminó de explicarle a Moisés cómo debían ofrecerse las ofrendas (6:8 al 7:38), y después que Aarón y sus hijos fueran consagrados a Dios como sacerdotes y ofrecieran sus primeros sacrificios delante de Él (capítulo 9) sucedió algo inesperado. Algo que no debería haber sucedido nunca. ¿Qué hicieron Nadab y Abiú delante de Dios? (10:1). Nadab y Abiú eran sacerdotes de Dios ¡pero solo en apariencia!
¿Qué debía hacer la persona que transgredía en alguna de estas maneras? (5:5 al 13). Confiésales tu pecado a Dios y a las personas contra las que transgrediste en alguna de estas maneras para ser perdonado. Y pon la Palabra de Dios en tu mente y corazón para ser sanado.
Ellos tenían todo el aspecto exterior de sacerdotes. Cualquiera que los miraba podía identificarlos fácilmente:
Pertenecían a la familia de los sacerdotes. Habían sido escogidos y ungidos como sacerdotes Vestían las túnicas blancas sacerdotales, símbolo de pureza y santidad. Habían puesto sus manos sobre la cabeza del animal del sacrificio identificándose con él.
Ofrecieron ofrendas delante de Dios en el Tabernáculo. ¡Eran privilegiados entre todo el pueblo al poder servir a Dios! Podían hacer lo que millares del pueblo jamás llegarían a hacer. Ocupaban un lugar de honor y privilegio ¿quién podía dudar de ellos?
¿Valoras el privilegio que tienes de ser un hijo de Dios y un sacerdote delante de Él?
Pero el corazón de Nadab y Abiú no era santo. Ellos tenían toda la apariencia de la santidad pero no lo eran en absoluto.
¿Renunciarías a tus “apariencias” para comprometerte totalmente con Él?
Dentro del Tabernáculo de Dios ofrecieron un fuego extraño. Le ofrecieron a Dios un tipo de ofrenda que Él nunca les había mandado ofrecer. Probablemente, ambos estaban pasados de alcohol y quisieron “jugar a ser sacerdotes”. ¡Pobres tipos! No tuvieron en cuenta que Dios no juega con las cosas santas. El final ya lo conoces. Piénsalo. ¿Cómo estás viviendo? ¿Con apariencia de cristiano dentro de la iglesia o como un adolescente y joven auténticamente comprometido con Jesús aún fuera de las “blancas paredes“? ¿Estás ofreciendo delante de Dios las ofrendas que Él desea recibir: gratitud, confesión sincera de pecados, alabanza y adoración, sujeción a tus autoridades, oración, fe en su Palabra? ¿O tu ofrenda es un “fuego extraño” de desobediencia, de quejas y enojos, de pecados ocultos, de mezclar lo santo con el mundo, de apariencias?
¿Valoras el privilegio de poder servirlo? ¿Lo sirves con un corazón limpio y agradecido?
dietólogo y el bromatólogo era Dios mismo. Y al darles esta lista de animales permitidos y prohibidos para comer, lo que estaba haciendo era protegerlos de contaminaciones y enfermedades además de desafiarlos a la santidad aún en lo que comían. Otra manera muy clara de marcar diferencias entre ellos y el resto de los pueblos o naciones. ¿Te das cuenta?
Devocional – Animales Limpios, Animales Inmundos Pasaje clave: Levítico 11. Probablemente pienses (cuando yo tenía tu edad también pensaba lo mismo): “¿No hay temas más importantes en la Biblia?” “¿Para qué voy a perder mi tiempo leyendo sobre animales limpios e inmundos?” Tranquilo. No dejes que la ansiedad “te mate”. Aunque te cueste creerlo (a mí me llevó bastante tiempo), aún de estos dos capítulos puedes “comer” cosas espirituales que te llenen y te dejen bien satisfecho. Dios nunca habla por hablar. Todo lo que Él dice tiene un propósito bien definido y es útil para todos aquellos que sienten y tiene hambre por su Palabra. Recuerda que los israelitas estaban viviendo en el desierto. Allí no había centros de salud, ni lugares de desintoxicación, ni hospitales. No había profesionales de la salud, dietólogos, ni bromatólogos que analizaran la calidad y el estado de los alimentos. Por lo tanto el médico
Hoy, tú y yo estamos en la gracia, estamos en Cristo, y por lo tanto podemos comer cualquier clase de alimentos. No tenemos ninguna prohibición. Pero recuerda que no es únicamente tu estomago lo que alimentas cada día. También estás dándoles de comer a tu mente y a tus emociones. ¿Cómo y con qué te estás alimentando? Para nosotros, “comer de los animales limpios”, significa alimentar la mente y el corazón con todo aquello que nos haga bien en nuestra relación con Dios y con las personas, sean o no cristianas. ¿Te alimentas de la Palabra de Dios? ¿Aprovechas la mayor parte de tu tiempo para compartir y estar en comunión con personas que te bendicen y edifican? ¿Escuchas y te llenas de excelente música cristiana? ¿Lees algún buen libro que te motive a vivir intensamente en Cristo? ¿Participas de actividades, encuentros, congresos, campamentos, concursos bíblicos,
etc., que te estimulen a comer más y más de la Palabra? Por otro lado, lo inmundo es sucio. Lo inmundo contamina y enferma. Sé sincero contigo mismo. ¿Con qué cosas inmundas estás alimentando tu mente y corazón? Tú las conoces y Dios también. ¿Con qué tipo de conversaciones, lecturas, películas, música, videojuegos o anime te estás contaminando? ¿Con qué clase de personas, vicios, mentiras o en qué lugares te estás ensuciando? Piénsalo. Todavía estás a tiempo de limpiar y santificar tu corazón. Todavía puedes acercarte al Dios santo para confesarle tus pecados y sanar tu mente y emociones. Todavía estás a tiempo de volver a alimentarte con la comida fresca de la Palabra de Dios para fortalecerte y vencer tus debilidades, para disfrutar de sus verdades y para llenarte de Su Espíritu.
Devocional – Una Vez Por Año Pasaje clave: Levítico 16. Eran muchas las fiestas importantes y los días especiales que celebraban los israelitas a lo largo del año, pero había un día que se destacaba por encima de los demás. Se lo conocía como “el día de la Expiación”. Expiación significa que tú y yo merecemos el castigo y el enojo de Dios porque lo ofendimos con nuestros pecados, pero Él entregó a su Hijo Jesús a la muerte por nosotros para darnos perdón, quitar la culpa y sentirse Él mismo satisfecho al solucionar nuestro problema. Aarón, el sumo sacerdote y hermano de Moisés, tenía que hacer expiación por él mismo, por su propia casa y por todo el pueblo. En ese día todos los pecados y rebeldías del pueblo eran perdonados. Para esto, Aarón, debía entrar al Lugar Santísimo con la sangre de los animales sacrificados y ofrecerla delante de Dios junto con perfumes aromáticos. Por esa sangre los pecados eran perdonados y Dios quedaba complacido. Al lugar Santísimo, donde el Espíritu de Dios habitaba, solamente podía entrar el Sumo
Sacerdote en ese día y una sola vez por año. Cualquier otra persona que quisiera entrar inmediatamente moriría. ¿Te imaginas por qué? La razón es muy simple: todos somos pecadores y Dios no tolera el pecado. Él es Santo. Santo significa que, además de no haber pecado en Él, está alejado de todo lo inmundo y pecaminoso. Por este motivo, el Sumo Sacerdote antes de entrar en aquel lugar tenía que ofrecer un sacrificio por sus propios pecados para purificarse. Y luego vestir sus ropas santas para estar en la presencia de Dios. Hoy es diferente para nosotros aunque Dios sea el mismo. No necesitamos seguir aquel ritual judío. ¿Sabes por qué? Porque vino Cristo al mundo y todo cambió. Él se ofreció en la cruz como sacrificio y derramó su sangre una sola vez y para siempre. Su sangre derramada satisface completamente a Dios. No necesitamos sacrificar animales, ni realizar ritos, ni vestirnos de una manera determinada para estar delante de Dios. Por medio de Jesús podemos acercarnos a Dios tal como somos ¡y siempre!, a cualquier hora y desde cualquier lugar. No tenemos que tener miedo de Él, porque cuando nos mira ve en nosotros la vida perfecta de Jesús a pesar de que conoce nuestras imperfecciones y debilidades. Pídele a Él que su sangre te limpie. Aún así, Dios sigue odiando y enojándose contra el pecado tanto como antes. Para Dios el pecado no cambia y las conductas pecaminosas no mejoran. Para Él el pecado no es algo cultural que se acepte o se rechace según
como evolucione la sociedad. No depende de las modas ni de los criterios políticos o filosóficos que tienden a legalizar todo aquello que no pueden solucionar. Para Dios lo que antes era pecado, hoy también lo es y lo que antes era maldad, también lo es ahora. Y Él todavía disciplina al que no se arrepiente auténticamente de ellos.
“que no hacen nada“. Tu vida tiene que ser más santa. Tu corazón tiene que estar más limpio. Tu relación personal con Jesús tiene que ser más fuerte. Tu sujeción y obediencia a tus autoridades tienen que ser mayores. Más que cualquier otro tienes que estar dispuesto a no enredarte con el pecado ni a encubrir el pecado de nadie.
Devocional – No Seas Inmundo Pasaje clave: Levítico 21. Lo inmundo, en la Biblia, no se refiere únicamente al pecado sino a todo aquello que produce muerte. Es inmundo todo aquello que puede “matar” tu relación personal con Dios, o que “mate” tus buenos pensamientos y sentimientos. Es inmundo todo aquello que pueda “matar” tu deseo de amar a Dios o de jugártela totalmente por Él. Es inmundo todo aquello que produzca divisiones, peleas o enemistades entre tú y tus hermanos “matando” tu amor o tu interés por ellos. Para Dios nuestra apariencia física no es lo más importante. No importa si eres alto o bajo, gordo o flaco, si tienes granitos o si eres chueco. Él mira tu corazón. Si tienes a Cristo en tu vida eres un sacerdote para Dios, por lo tanto tu corazón tiene que estar limpio. Pero si además de ser un hijo de Dios, estás participando de ministerios en la iglesia o en tu grupo eres diferente a los demás. Tienes un privilegio muy grande, pero también tienes una responsabilidad mayor que la de los demás adolescentes y jóvenes
No te confundas. Este mayor compromiso no significa que vivas como un amargado o como alguien que nunca se ríe, no hace bromas y nunca se divierte porque se la pasa todo el día “encerrado en la iglesia“. Tampoco significa que te pases todo el día asustado pensando: “¿Estaré santo o no?”. Piénsalo. Últimamente, ¿qué cosas “inmundas” hablaste, miraste, tocaste, pensaste o sentiste? ¿Cómo te afectó y cómo afectó a otros? ¿En qué áreas de tu vida te cuesta más vivir en santidad? ¿Eres de los cristianos “tristes y aburridos” que están todo el tiempo deprimidos y amargados, enojados con todos, o eres de los que son capaces de vivir y disfrutar a full sin perder santidad?
Devocional – ¡De Fiesta! Pasaje clave: Levítico 23. En el capítulo 23 encontrarás 7 fiestas que celebraba el pueblo de Israel, cada una con un significado espiritual específico. ¿Cómo eran estas fiestas? (23:2 al 4). Eran celebraciones santas. Había música, danza, canciones, festejos, pero TODO era santo. Nadie se descontrolaba cantando o escuchando algún tipo de música que deshonrara a Dios. Nadie se emborrachaba. Nadie bailaba para seducir o para provocar al sexo opuesto. Bailaban y danzaban honrando a Dios. Nadie se “descomponía” comiendo como un animal. Nadie se descontrolaba con sus palabras y actitudes. ¡Era fiesta, una gran fiesta santa! No había lugar para el aburrimiento ni la amargura. El primer día celebraban la Pascua que duraba un solo día. Ésta era la 1º Fiesta. Luego, y durante una semana, celebraban la 2º Fiesta de los “Panes sin Levadura”, pero al 3º día de ésta semana celebraban la “Fiesta de las Primicias”. Las tres fiestas eran celebradas en una semana.
Ya sabes lo que simbolizaba la Fiesta de la Pascua, pero… ¿Qué significa la Fiesta de los Panes sin Levadura? La levadura simboliza el pecado. Comer panes sin levadura significa purificarnos de todo lo pecaminoso. Ofrecer ofrenda encendida es tener una actitud de gratitud y alabanza hacia Dios. ¿Y la Fiesta de las Primicias? Las primicias eran la mejor parte de la cosecha y lo mejor se entregaba primero a Dios. Jesús se entregó totalmente a Dios. Él era lo mejor. Su vida era lo mejor. Jesús resucitó como una primicia. Fue el primero en resucitar y no morir más. La 4º Fiesta es conocida como “El Pentecostés” y se celebraba 50 días después de la Fiesta de las Primicias. ¿Sabes cuál es su significado? 50 días después de la resurrección de Jesús nació la iglesia cuando el Espíritu Santo se derramó sobre los creyentes (Hechos 2). Las últimas tres Fiestas se celebraban en el séptimo mes. La Fiesta de las Trompetas era todo gozo y alegría. ¿Te gozas en la presencia de Dios? La Fiesta de la Expiación era para reconciliarse con Dios. Es mezcla de dolor porque no siempre vivimos como Él desea y alegría porque sabemos que Él desea perdonarnos y podemos reconciliarnos con Él. ¿Estás reconciliado con Dios? En la Fiesta de Los Tabernáculos toda la cosecha había sido recogida y los productos eran alimentos. No había que hacer nada más, solo disfrutar. ¿Disfrutas de las bendiciones de cada día? ¿Disfrutas de todo lo bueno que hay en Dios y que recibes de Él?
tratamos a los demás como menos que nosotros y fácilmente nos olvidamos de darle gracias a Dios por Su capacidad, Su inteligencia, Sus talentos y Su esfuerzo actuando en nosotros. ¿Sabes que significa para ti y para mí disfrutar de éste séptimo año de descanso?
Devocional – Año 7, Año 50 Pasaje clave: Levítico 25. El 7º año, llamado “año sabático”, y el 50º año, llamado “año del jubileo”, eran dos años claves en la vida de los israelitas. En el Año 7. Seis años trabajaban, sembraban y cosechaban la tierra, pero al séptimo año la dejaban descansar. La tierra descansaba para recuperar su fuerza y al mismo tiempo la fe de ellos era probada. No podían sembrar, ni cosechar, simplemente comer de lo que crecía de la tierra en descanso. Ellos sí o sí tenían que depender del cuidado de Dios durante ese séptimo año. Siempre pensamos que todo lo que hacemos es el fruto de nuestra inteligencia, de nuestra capacidad o de nuestro esfuerzo, especialmente cuando las cosas nos salen bien. También pensamos que si no lo hacemos nosotros nadie más podrá hacerlo, o si no lo hacemos nosotros no habrá buenos resultados y mejores frutos. Sin embargo todo lo que hacemos y obtenemos viene del Señor. Toda tu capacidad, inteligencia, talentos y esfuerzo vienen de Él. Por ti mismo no eres capaz de nada, pero Él te hace capaz. Pero cuando nos olvidamos de esto nos llenamos de orgullo, nos comportamos como unos soberbios,
Significa tener esta actitud: “Señor, yo no soy tan capaz, no soy tan fuerte, no soy tan inteligente y no siempre puedo soportar lo que me toca vivir. No entiendo determinada actitudes de las personas y no tengo todas las respuestas a lo que me pasa. Necesito depender de ti. Tú me haces falta. Tú eres mi alegría y mi protección. Eres mi fuerza y mi seguridad. Cuando hago las cosas por mí mismo, confiando en mis propias fuerzas, término cansado, malhumorado, equivocándome y desanimado. Sé mi fuerza, mi gozo y mi confianza”. Y en el Año 50… “¡Y que suenen los tambores y siga la fiesta!” Cada 50 años los israelitas celebraban una súper fiesta. No, no es una exageración. Lo que pasaba en el año 50 era motivo de muchísima alegría, gozo y satisfacciones: 25:11 al 55. ¿Te das cuenta? Ese no era un año común y corriente. Era muy especial y muy esperado porque era el año de la libertad, de recuperar lo que le pertenecía a cada uno y de descansar. ¿Sabías que EN Cristo puedes vivir, disfrutar y valorar cada uno de tus días, meses y años como especiales? La libertad que Jesús te da y tu corazón agradecido por lo que te toca vivir son las claves para disfrutar y vivir al máximo cada momento. Cada día que pasa es un día menos que falta para tu encuentro con Jesús. ¡Gózate!
Y si bien para Dios no hay “pecados grandes” ni “pecados chicos” (la mentirita piadosa no existe, es mentira y punto), Él emite justicia en función de la gravedad del pecado, de las consecuencias que produjo y de las intenciones con las que fue cometido.
Devocional – Castigos Pasaje clave: Levítico 26:14 al 29. ¡No es pavada lo que acabas de leer! ¿Sabes por qué Dios castiga? Porque Él es justo. Su justicia no es como la nuestra: “Si nos cae bien…”, “si es nuestro amigo…“, “si a cambio nos hace algunos favorcillos…“, entonces somos más blanditos, pasamos por alto ciertas cosas y listo. En cambio si no lo soportamos, si nos trató mal, si estábamos esperando tener la oportunidad para vengarnos, entonces volcamos sobre esa persona toda nuestra ira. Pero Dios no es así. Dios no administra justicia según las apariencias, ni lo hace por “amiguismo”. Su justicia no es ira descontrolada, ni bronca contenida que se libera con crudeza porque “no se la aguanta más”. Él no está esperando tomarse revancha. Él es justo. Él le da a cada uno lo que cada uno merece según sus obras. Dios no pacta con la injusticia ni con el pecado. Dios no trata igual a los que le obedecen, le aman y le creen que a aquellos que lo tratan como si fuese un invento religioso o se dedican, deliberadamente, a ignorarlo.
La gravedad y las consecuencias del pecado. No es lo mismo robarte 50 centavos que tener sexo con tu novia. Ambas son conductas pecaminosas pero la gravedad y las consecuencias son absolutamente distintas. No es lo mismo copiarle el examen a tu compañero que robar a mano armada. Ambas son conductas pecaminosas pero la gravedad y las consecuencias son absolutamente distintas. Las intenciones. Por ejemplo: Le digo algo a alguien, sin embargo, esa persona lo toma mal (aunque no fue nada malo lo que le dije), se siente ofendida y dolida por mis palabras. Sin saberlo, pequé contra ella aunque no fue mi intención lastimarla. En cambio cuando deliberadamente digo o hago cosas que lastiman a otros, no tengo excusas, porque tuve la intención pecaminosa de hacer lo que hice. Dios no juzga igual ambas conductas. ¡Un corazón muy, muy grande! Así es el corazón de Dios. Él siempre te da nuevas oportunidades cuando tú estás dispuesto a reconocer tu pecado y a humillarte (26:40-45).
Devocional – Propiedad Exclusiva de Dios Pasaje clave: Levítico 27. Levíticos finaliza con un capítulo dedicado a las personas consagradas, los animales consagrados, las casas consagradas, las propiedades consagradas, los objetos y los diezmos consagrados a Dios. Cuando algo se consagra a Dios pertenece exclusivamente a Él. Es su propiedad. Y es declarado santo. Si tú consagras tu vida completamente a Dios (haces un voto o una promesa de consagración), esto significa que en nada ni por nada puedes contaminarte, ensuciarte o mezclarte con cosas que deshonran a Dios. No significa que te vuelves “libre de todo pecado y nunca más pecarás”. Tampoco significa que pierdes la facultad de vivir, o pierdes la alegría y te encierras en la iglesia para olvidarte del mundo que te rodea y ser saaaaanto ¡No! Significa que tienes que cuidar y mantener tu santidad en el día a día. Mientras trabajas o estudias, mientras ves
un partido de fútbol o escuchas música, estés en la iglesia o fuera de ella. Y si no te queda muy claro mira en los Evangelios el modelo de vida de Jesús, porque es el mismo modelo de consagración que tú y yo debemos seguir. Si consagras a Dios, por ejemplo, tus ojos (miradas) diciéndole: “Señor, mis ojos y mis miradas de ahora en más están dedicadas a ti, para mirar lo que te honre y todo aquello que me edifique”; entonces ¡basta de pornografía! ¡Basta de películas o CD eróticos! ¡Basta de hentai o yaoi! ¡Basta de tener tus ojos pegados a la cola de todas las chicas (o de los chicos)! Si tú consagras algún objeto (instrumento de trabajo, de música, TV, videograbadora, minicomponente, PC, auto, o lo que fuere) a Dios, ese objeto consagrado es para uso exclusivo de sus cosas santas, no lo mezcles con nada pecaminoso. Por ejemplo: Si consagras tu equipo de música y le dices a Dios: “Señor, este equipo de música que tú me permites tener, de ahora en más lo dedico a ti para un uso santo, para tú servicio”; no vuelvas a usarlo para escuchar música con contenidos que deshonran a Dios (“contenidos” dije, no estilos musicales), ni para grabar y vender CD’s truchos. ¿Entiendes? Si consagraste tu PC a Dios para usarla en distintos ministerios, (diseñando revistas, folletos, invitaciones, transcribiendo mensajes o estudios bíblicos, enviando e-mail, armando la pagina web de tu ministerio juvenil, etc.), entonces elimina del disco rígido los juegos satánicos que tengas (¿hace falta que te diga cuáles son?), no vuelvas a navegar por las páginas de sexo en Internet, deja de usar tu lectora o grabadora de CD para
ver o reproducir contenidos sexuales, violentos o satánicos. Piénsalo. Si tu vida no está primeramente consagrada a Dios difícilmente puedas o quieras consagrar a Él otras cosas. No importa cuántas promesas o cuantas oraciones le hagas a Dios, sino te entregas real y completamente a Él todo lo que digas es sencillamente una mentira.
Devocional – Ordenados y Preparados Pasaje Clave: Números 1. Dios se tomó todo su tiempo para mostrarle a los israelitas y a Moisés cómo quería hacer las cosas. ¿Por qué tanto tiempo invertido en esto? Porque a Dios le gusta hacer las cosas ordenadamente. Él no improvisa como solemos hacer nosotros. Improvisamos cuando tenemos que rendir un examen (o dar un mensaje). Improvisamos mentiras en vez de dar la cara y decir la verdad. Improvisamos oraciones cuando nos dicen: “Tú, el de rulito, ¿podrías orar por…?”. Pero Dios no improvisa (1:1-3) A los 20 años. ¿Por qué piensas que Dios tomó esa edad como base para que los muchachos y los hombres pudieran salir a la guerra? Ir a la guerra no es sentarse a tomar mate. Los enemigos eran poderosos y las responsabilidades grandes. Sin duda, Dios quería que todos los que salieran fueran hombres preparados. Los menores de 20 a dedicarse a otra cosa. Aunque te cueste admitirlo hay muchas cosas para las cuales aún no estás preparado. Y no alcanza
con las buenas intenciones o con las ganas de hacer algo. Necesitas un tiempo. ¿Haces cosas en la iglesia o en tu ministerio juvenil? ¡Muy bien! Pero… ¿estás siendo constante en tu tiempo personal con Dios? ¿Eres constante asistiendo a los discipulados, grupos caseros o reuniones semanales de tu congregación? ¿Estás aprendiendo a ser lo suficientemente humilde como para escuchar las opiniones y consejos de los que sabemos y tenemos más experiencia que tú? (El orgullo es uno de tus peores enemigos). Escuchar el consejo, con la actitud de “voy a hacerlo”, también es prepararse. Pero no sólo en las cosas de Dios y de la iglesia necesitas ser ordenado y estar preparado sino también en cualquier otra área de tu vida. Por ejemplo: ¿Te interesa tener un buen trabajo con un buen sueldo? ¡Excelente! Pero si no estás preparado en nada, si no tienes estudios o un oficio, o si eres perezoso, ¿cómo lo vas a conseguir legalmente? Deseas salir con un chico o una chica, pero no quieres dedicar tiempo a preparar tu corazón para ese momento: compartiendo como amigos (sin ninguna declaración ni contacto amoroso), esperando el tiempo, madurando en edad y actitudes, buscando la voluntad de Dios, oyendo el consejo… Esto cuesta, pero los que siguen este camino son los más preparados para un noviazgo exitoso.
Piénsalo. Dios no improvisa. Hay un tiempo y una edad en la que Dios te verá preparado y Él tratará con tu vida hasta que estés listo. Él tratará con tus emociones y sentimientos para que no largues todo ante el primer problema. Él tratará con tus pensamientos para que aprendas a pensar lo que es verdadero y puro. Él tratará con tus actitudes y reacciones para que aprendas a mostrarlo a Jesús.
Dios. Prepara tu corazón delante de Él.
Devocional – Levitas VIP Pasaje clave: Números 3. Los levitas habían sido elegidos por Dios para el servicio. No es que ellos “sintieron que tenían que hacerlo” o “soñaron” que ese sería el ministerio ideal para sus vidas. No entraron a ese servicio por capricho y tampoco para tapar algún hueco. No iban con un cartelito colgado: “¡Por favor, no se olviden de mí, ténganme en cuenta!”. Tampoco se postularon como los más espirituales, maduros y súper consagrados para ese ministerio. Ellos simplemente fueron escogidos por Dios. ¿Es tu deseo servir a Dios en lo que Él quiera para ti? ¿Tienes ganas de participar de algún ministerio? ¿Te gustaría servir a Dios en algo importante? ¿Estás cansado de que nunca te inviten para nada? Entonces imita a los levitas. Espera que sea Dios mismo quien te escoja. Espera el tiempo de
Dile a Dios que estás dispuesto, que deseas comprometerte más con la iglesia y con su reino mediante el servicio, y espera. Cuando los pastores o líderes te inviten a participar (¡en lo que sea!) acepta, porque el tiempo llego. Si ellos pensaron en ti fue porque primeramente Dios pensó en ti y te escogió para esa tarea. Todos los que no eran levitas eran considerados “extraños” para Dios en lo relacionado con el servicio en el tabernáculo. El que no había sido elegido por Dios para ese ministerio era un extraño. Así de simple. ¿Pero por qué? Porque ministrar en tiene que ver con haber sido llamado por Dios. Especialmente si hablamos de liderazgo. Ser un líder no es para cualquiera. No es para el que tiene un temperamento muy simpático o ideas muy divertidas. La responsabilidad y el compromiso son muy grandes. ¡Y la santidad también!
responsabilidad, dedicación, invertir tiempo, tener la mente y el corazón bien puestos en tu relación personal con Jesús. No puedes “jugar” a aceptar y no comprometerte, o a decir “si, cuenten conmigo” y a desaparecer después. Ten en cuenta que tus
Devocional – Un Asunto de Edades Pasaje clave: Números 4.
decisiones nos afectan a todos. Somos un cuerpo. Si tomas un compromiso y después te borras, dejas un hueco que no siempre es fácil de llenar, por lo tanto tus decisiones requieren madurez. Y
¡Y dale con la edad!
para esto no necesitas tener una
El capítulo 4 de Números describe,
edad determinada, necesitas tener
detalle por detalle, cómo tenían
bien en claro el valor de tu
que desempeñar su tarea los
relación personal con Jesús y a
levitas, pero hay un dato que es
quién estás sirviendo.
para tener en cuenta: la edad. ¿Qué dice con respecto a la edad de los levitas que servían en el tabernáculo? (4:3, 23, 30, 35, 4647). A partir de los 25 años ya podían servir en el tabernáculo de reunión, pero no podían servir en el ministerio. Para esto debían esperar hasta cumplir los 30 años. Y a partir de los 50 se “jubilaban”. Hoy no hay “una edad especial” para poder comenzar a servir a Jesús o para dejar de hacerlo, pero sí es necesario un compromiso serio,
método desde que Jesús murió en la cruz por nosotros, aunque Él mismo no haya cambiado. Su rechazo y su enojo contra el pecado y contra todo aquello que no nos bendice y edifica es tan intenso como siempre.
Devocional – ¡¿Otra Vez?! Pasaje clave: Números 5:1-4. No nos gusta que nos repitan mil veces lo mismo, y no sería necesario que lo hicieran si escucháramos y tomáramos en serio lo que nos dicen. Pero no siempre lo hacemos. Nos distraemos o nos “olvidamos rápidamente” de determinadas cosas, por ese motivo necesitamos volver a escucharlas “otra vez…” Y Dios vuelve, otra vez, a recordarle a su pueblo la importancia de la santidad. Otra vez el pecado. ¿A quiénes debían echar del campamento? (5:1-4). Imagínate a toda la iglesia reunida un domingo por la noche, entonces alguien dice: “Todos los que están viviendo en pecado, todos los que tienen hacia sus hermanos actitudes y reacciones que no bendicen y todos los que hablan mal y piensan mal acerca de alguien, los amargados y los que se enojan por nada, tienen que levantarse e irse afuera porque están contaminando la casa de Dios…”. ¿Cuántos quedaríamos adentro? Y tú, ¿en qué grupo estarías? ¿En los que se quedan o en los que se van? ¡Gracias a Dios que ahora no es como antes! Dios cambió su
Otra vez Él busca en nosotros limpieza, santidad y frutos. Al que persiste en su pecado Dios mismo se encargará de “cortarlo” y “sacarlo” para que no contamine a otros, pero en ciertas ocasiones, los mismos pastores deben tomar la drástica decisión de expulsar de la congregación a aquellos que la destruyen. No participes de ningún pecado ajeno. Mantente puro.
Y el arca que iba delante de ellos les señalaba el camino. ¡Era imposible que le erraran! Si ellos se mantenían atentos al mandato de Dios no había manera de equivocarse en cuanto a dónde ir o cuándo hacerlo.
Devocional – Sé Mi Guía Pasaje clave: Números 9:1523 y 10.
El grupo cristiano Guardián, en el tema “Sé mi guía”, dice: “Estoy harto de escuchar Nadie a Dios quiere llamar Ya estamos todos listos Señor Jesús. Sé Tú la guía y ven a reinar.
Sé mi guía y yo te sigo Guíame, Dios, yo te sigo. En tus pasos yo te seguiré. Sé mi guía y yo te sigo. Guíame, Dios, yo te sigo. ¿Cómo sabían los israelitas cuándo levantar campamento y marchar, y cuándo detenerse y acampar? Sí, la nube que cubría el tabernáculo los guiaba. Las trompetas de plata les avisaban de los peligros o los convocaban.
Cuando Dios daba la orden ellos partían. Y cuando Dios daba la orden ellos se detenían y acampaban. Nadie hacia las cosas a su modo. Si algún delirante gritaba en medio del campamento: “¡Yo tuve una revelación, Dios me dijo que tenemos que irnos ahora!”, todos rápidamente miraban hacia el Tabernáculo y veían sobre él la nube de la presencia de Dios, quieta, inmóvil. En menos de cinco minutos a esa persona le hacían recuperar la cordura. No había lugar para delirantes. Si avanzaban y necesitaban saber en qué lugar acampar, delante de ellos iba el arca del pacto. El símbolo de la presencia de Dios buscándoles lugar de descanso. Y en muchas otras cosas Dios los guiaba por medio de Moisés. Piénsalo. ¿Te das cuenta? Si en vez de obrar por tu propia cuenta, tomando decisiones apresuradas, dejándote llevar por tus propios impulsos o por las “ideas” de tus amigos, lo pones a Dios delante de ti no puedes errarle en tus decisiones. Él te va a guiar hacia el lugar correcto, en el momento correcto y vas a ser bendecido. Sabemos que deseas muchas cosas para tu vida y son muchas las que te gustaría hacer o tener. Consulta con Dios. Busca la guía en su Palabra. Habla con hermanos espirituales que te orienten con la Palabra de Dios, ¡pero huye de los delirantes! Y no te apresures a tomar decisiones.
El pueblo se levanto con sus quejas en contra de Dios y en contra de la persona que Él había levantado como líder. Fue lo peor que podrían haber hecho porque Dios descargó toda su furia a sobre ellos. ¿Te enojas contra tus líderes y pastores?
Devocionales – Desubicados Pasaje clave: Números 11. Una persona “desubicada” es aquella que está completamente fuera de lugar con las cosas que hace o dice. Estaba harto, cansado, fastidiado, molesto, casi enojado con Dios… y explotó. No aguantó más, no lo soportó más y se desahogó. No, no, no. No me refiero a ti cuando tienes problemas con tus padres, ni a tus padres cuando ya no saben qué hacer contigo. Estamos hablando de Moisés, ¿eh? ¿De qué maneras se estaba “desubicando” el pueblo de Israel y cómo reaccionó Moisés? El pueblo se desubicó contra Dios, pero también contra el liderazgo de Moisés. Porque Dios hablaba a través de él. Las quejas, los llantos histéricos, las amarguras y las depresiones del pueblo iban todas dirigidas a Moisés. Era él quien hablaba cara a cara con Dios. Era él quien presentaba delante de Dios la carga del pueblo. Y fue el propio Moisés quien no soportó más esta situación. A tal punto estaba estresado y agotado que le pidió a Dios la muerte. Este sí se quería morir en serio.
¿Te quejas de ellos en tus pensamientos o cuando hablas con otros? ¿Te quejas de la manera en que ellos hacen las cosas o de las decisiones que toman? ¿Eres consciente que mucha de la presión y del cansancio y de las cargas que ellos sienten o llevan es por tu vida, por tus depresiones, por tu malhumor, por tus decisiones apresuradas que acarrean problemas, por tus altibajos espirituales, por tus silencios y por lo que haces y no te bendice? ¡No te estoy manipulando para hacerte sentir culpable! Te estoy ayudando a pensar y a ver lo que tal vez no entiendes. ¿Eres suficientemente capaz de ver que ellos están jugándosela por ti para que seas formado a la imagen de Jesús? ¿Puedes ver que el propósito de ellos no es divertirte un poco los sábados por la noche sino guiarte a la madurez en todas las áreas de tu vida? ¿Cómo es tu actitud hacia ellos? ¿Qué hay en tu corazón por ellos? ¿A quiénes te pareces más en tus actitudes: al pueblo o a los príncipes escogidos?
Devocional – ¿Incrédulos Nosotros? Pasaje clave: Números 13 y 14. Diez príncipes (líderes) incrédulos y cobardes le presentaron al pueblo un informe pesimista y los asustaron: “No podemos, somos débiles, nos van a aplastar… ¡somos langostas!.., ¡somos langostas!… ¡Quiero ir con mi mamá!…”. El pueblo no cree la promesa de Dios pero escucha atentamente la palabra de los príncipes y se descontrola: “Nos van a matar. Volvamos a Egipto. Nuestros hijos van a morir. Elijamos a un nuevo líder… ¡Queremos ir con mamá!” ¡Incrédulos! Se dejaron arrastrar por la opinión de las personas. Se dejaron llevar por sus propias dudas, por sus propios sentimientos de inferioridad. Le creyeron más a sus propias emociones de miedo e inseguridad que a la Palabra que tenían de Dios. Y se desata la tragedia. Dios no los soporta más y habla con Moisés para destruirlos ahí mismo. Es que Dios no soporta a los incrédulos. Me emociona la actitud de Moisés. Él sí tenía las ideas claras. En medio de tanto descontrol y locura, Moisés ora.
¿Qué le ruega a Dios y por qué? (14:13 al 19). Dios lo oye y perdona la incredulidad del pueblo, pero fue tan grave el pecado que los castiga severamente. No los destruye, pero vagarían por el desierto durante ¡40 años más! hasta que murieran en el desierto todos los mayores de 20 años. Pensar que si no hubieran sido incrédulos a la Palabra de Dios en unos pocos meses más podrían haber llegado a la tierra prometida. Es injusto que Moisés, Josué, Caleb y todos los menores de 20 años, tuvieran que sufrir 40 años más de desierto por culpa de miles de incrédulos, pero ellos también eran parte de aquel pueblo aunque no fuesen incrédulos. Es una decisión que tienes que tomar entre creer o no creer. Entre ser incrédulo o creerle a Dios. Si Dios te dice o te promete algo ¡créelo! Así de simple. No te dejes influenciar por lo que sientes, ni por lo que otros hacen, ni por las diferentes opiniones que escuches. ¡Créele a Dios! Decide creer Su Palabra. Ora Su Palabra. Métela en tu corazón y aférrate a ella hasta que sea parte de ti. Aprende a depender de Dios y no de tus cambiantes emociones. Dios no cambia. Él va a cumplir y a realizar en ti lo que prometió. ¡Créele!
¿Comiste de Jesús? En otras palabras, ¿lo invitaste a tu vida? Y si ya lo hiciste ¿estás en comunión con Él? ¿Vives de acuerdo a su voluntad? ¿Lo tienes presente en tus decisiones? ¿Te importa Jesús?
Devocional – Ofrendas “Vegetarianas” Pasaje clave: Números 15.
Ofrendas vegetales. Eran ofrendas que acompañaban a las ofrendas principales y su propósito era hacer subir hasta la presencia de Dios un perfume agradable (vs.13). Si prestaste atención se las llama vegetales porque la harina, el aceite y el vino utilizados en ellas son productos derivados de ¡vegetales! Ofrendas de aroma agradable. Olor grato que sube delante de Dios y que tanto el nativo como el extranjero podían ofrecer. Ofrécele a Dios tu mejor ofrenda: tu vida en santidad y obediencia. Tu vida en confianza y fe. Es el mejor perfume delante de Dios. La ofrenda de pan. ¿Qué era y cuándo se ofrecía? (15:17 al 21). Jesús dijo que Él era el pan de vida y que todo aquel que comiera de él nunca más volvería a tener hambre y que comer de Él sería obtener la vida eterna.
Ofrenda por los pecados de ignorancia. Sí, los pecados de ignorancia (“por yerro con ignorancia”) también eran tenidos en cuenta. Aunque fueran por ignorancia igualmente eran pecados. ¿Qué ofrendas tenían que presentar si era la congregación la que pecaba por ignorancia? (15:24 al 26). En cambio, ¿qué sucedía con aquel que pecaba a propósito? (15:3031). La expresión “ser cortada de en medio de su pueblo” no significa que agarraban a la persona pecadora a cuchillazos y la cortaban en pedacitos ¡no! No la mataban de esa manera. La sacaban fuera del campamento y la mataban a piedrazos. Esa persona entonces fue “cortada”, o sea, dejó de pertenecer al pueblo. Fíjate que en ambos casos, (pecado por ignorancia y pecado a propósito), lo que se juzga es la intención. Ambos son pecados, pero uno fue sin intención y la misericordia de Dios le dio una segunda oportunidad, mientras que el otro en cambio fue hecho con toda la mala intención y el juicio de Dios cayó sobre él.
Devocional – ¡Rebeldes! Pasaje clave: Números 16.
Surge un grave problema de rebeldía, una situación crítica para los líderes que tuvieron que enfrentarse a ella y la intervención de Dios para poner fin a ese descontrol. Los rebeldes no eran nenitos caprichosos, ni adolescentes enojados. No eran personas nuevas que aún no conocen las cosas de Dios, ni hermanitos recién convertidos que todavía no saben nada de la Palabra. ¡No! Eran príncipes del pueblo. ¡Líderes!. Formaban parte del consejo que se reunía con Moisés para tomar decisiones y algunos de ellos, además, eran levitas que servían en el Tabernáculo y tenían la responsabilidad de ministrar a la congregación. Estos rebeldes tenían un serio problema no resuelto: No aceptaban a los líderes que tenían ni los soportaban. Para ellos, Moisés y Aarón eran los menos indicados para liderarlos y guiarlos. ¿O acaso ellos mismos no
eran líderes también? ¿No ministraban al pueblo? ¿No servían en el Tabernáculo? ¿Acaso no hablaba Dios por medio de ellos? Estas personas rebeldes querían más. No les alcanzaba con ser líderes, querían más autoridad, más poder, más reconocimiento, más control sobre todas las cosas y menos sujeción, menos dependencia de los líderes escogidos. Ellos, con sus comentarios, pusieron a todo el pueblo en contra de Moisés y de Aarón. Ellos no se sujetaron ni respetaron la autoridad de Dios quien había escogido y levantado a Moisés y a Aarón en el liderazgo. ¿Qué piensas de las actitudes de Moisés? Él era muy manso, pero se enojó muy fuerte contra la rebeldía de ellos. Les recordó que él no se había autoproclamado líder. Defendió su liderazgo porque sabía que Dios lo había escogido y levantado y los desafió a ponerse delante de Dios para que Él mismo confirmara quién había sido elegido. El juicio de Dios fue muy severo contra ellos. Tenían que ser ejemplos y modelos para el resto del pueblo, pero los contaminaron con su misma rebeldía y orgullo. ¡Murieron 14.700! Hay líderes que Dios no ha levantado, hacen lo que no deben y son pecaminosos. Obran por su propia cuenta. No son ejemplo ni modelo. Es necesario denunciar a estos líderes. Pero Dios protege al liderazgo que Él ha levantado y que obra de acuerdo a su voluntad.
Tanto para los israelitas como para nosotros hoy, dar los diezmos, es obligatorio. El diezmo es de Dios. De todo el ingreso económico que tengas, el 10% entrégaselo al Señor. ¿Y cómo se lo entregas al Señor? Por medio de la iglesia.
Devocionales – Diezmos y Ofrendas Pasaje clave: Números 18.
…Y las Ofrendas. La ofrenda es diferente al diezmo.
Dios les da (y nos da) indicaciones muy claras acerca de los diezmos y las ofrendas. Los Diezmos… Diezmo significa: “la décima parte de algo”. Por ejemplo: Si alguien tenía 100 vacas, tenía que diezmar 10 vacas. ¿Cómo lo hacía? Muy fácil. Elegía las 10 mejores vacas, sin defectos ni enfermedades y las llevaba a los levitas. Con sus otras 90 vacas él hacia lo que quería. ¿Por qué recibían los diezmos los levitas? (18:21, 23 y 24). Además de administrarlos, ¿qué más tenían que hacer? (18:2530). ¡La ley era igual para todos! Los levitas también tenían la obligación de diezmar a Dios, pero ¿cómo podían hacerlo si no trabajaban como los demás? Ellos le daban a Dios los diezmos de los diezmos. Por ejemplo: De las 10 vacas que recibían como diezmo ellos daban la décima parte, o sea, 1 vaca. Esa vaca era su diezmo. Y con las 9 restantes se hacían un buen asadito (vs.31).
Es voluntaria (Ex.25:1-2, 35:2122, 29). Es generosa. No es dar dádivas ni sobras. (Ex.35:5-9, 36:3-7). Es la expresión de tu corazón. (Gn.4:3-5) Es semilla que siembras en el Reino de Dios y que da fruto (2º Co.9:6-11). Somos bendecidos para bendecir. Somos prosperados para dar. Además, todo lo que pones al servicio de Dios es tu ofrenda para Él. Si danzas, tu cuerpo es tu ofrenda para Dios. Si haces música, tu instrumento y tu talento son tu ofrenda para Dios. Todo lo que dediques a Dios es tu ofrenda para Él. Puede ser tu tiempo, tu dinero, cosas que tengas, tu voz, tus habilidades, tus talentos, tu creatividad, tus ideas, tu capacidad intelectual, tus oraciones, tus consejos, todo, absolutamente todo. Siembra en el reino de Dios y serás prosperado en todo.
Disfruta hoy de los que amas, ahora que los tienes con vida. Regálales flores ahora que pueden disfrutarlas, ¿de qué sirve llevárselas después a un cementerio?
Devocional – Pérdidas y Tristezas Pasaje clave: Números 20.
Del desierto de Parán, viajaron hasta el desierto de Zin y acamparon en una región llamada Cades. Allí sufrieron la primer pérdida, ¿cuál fue? (20:1). De Cades viajaron hasta el monte de Hor y allí Moisés sufrió su tercera pérdida. ¿Cuál fue y por qué motivo? (20:22 al 29). Todos sufrimos pérdidas y todos vamos a sufrir pérdidas en algún momento de nuestras vidas. Hay pérdidas que son inevitables. Como en el caso de María y Aarón para Moisés. Eran sus hermanos, y más allá de lo mal que habían actuado algunos meses atrás, siempre estuvieron a su lado acompañándolo y apoyándolo. Dios le concedió a Moisés la bendición del afecto y la compañía de sus hermanos, pero ahora ellos morían. Fue inevitable. Y será inevitable también para nosotros ver partir a aquellos que amamos. No sabemos cuándo será ese día pero conviene que nuestro corazón esté preparado.
Háblales ahora que pueden escucharte, verte y estar a tu lado. Ora por ellos hoy. Bendícelos hoy. Disfrútalos hoy. Dales un beso y un abrazo hoy. Diles hoy que los amas. No hay nada que te impida hacerlo, excepto tu propio egoísmo o tus viejos rencores. ¿Están tus padres separados o ya no vives con ellos? ¿Qué te impide ir a visitarlos y compartir un tiempo con ellos? Todo lo que hoy puedas darles del amor de Cristo será un sano recuerdo en tu corazón cuando ellos ya no estén más. Hay otro tipo de pérdidas. Y a estas sí las podemos evitar. Son las perdidas espirituales y emocionales por desobedecer la Palabra Dios, por pecar o por ser incrédulos a sus promesas. Bendiciones perdidas, tiempo perdido, oportunidades perdidas, frutos perdidos, madurez y crecimiento perdidos. Puedes evitar estas pérdidas. Aprende a no actuar por impulsos, a no dejarte llevar por lo que sientes. Aprende a esperar en Dios.
Culpables de todo o víctimas de todo. Satanás es perverso. No lo trates con simpatía. No creas sus sucias mentiras. Él te odia. Pero su final está cerca. Él es un perdedor. Balaam.
Devocional – Menos Espiritual que un Asno Pasaje clave: Números 22 al 24. Los israelitas partieron del monte de Hor, conquistaron territorio enemigo (tierras de los amorreos y de Basán) y acamparon en los campos de Moab al borde del río Jordán. Aquí se desencadena una historia con cuatro protagonistas centrales: El rey de Moab, Balaam, una asna y Dios. Balac, Rey de Moab. Balac es una figura de Satanás. Al igual que Balac, Satanás tiene miedo de perder su territorio (el mundo con su cultura, sus modas, sus gustos, su estilo de vida) y a su gente (los pecadores oprimidos, perturbados, desconsolados, amargados y condenados al infierno). Cada vez que el pueblo santo de Dios (la iglesia) avanza y conquista nuevos territorios (personas salvadas, perdonadas, libres de culpas y miedos) ¡él se pone como loco! Al igual que Balac, su propósito es maldecir a los hijos de Dios. Tratarnos mal, despreciarnos, hundirnos, mentirnos. Hacernos sentir desvalorizados, fracasados, inútiles, enfermos, abandonados.
Esta persona no es lo que aparenta. ¡Ojo! Las apariencias engañan. No es lo mismo ser espiritual, que parecer espiritual. Éste sólo lo parecía. Balaam era codicioso y fue fácilmente seducido por la propuesta económica de Balac. ¿Cómo estoy tan seguro de esto? Porque si él no hubiese sido tentado por las propuestas de Balac, no les hubiera dicho a los enviados que se quedaran con él una noche más para ver qué le decía Dios. Él esperaba que Dios cambiara de idea y lo apoyara. Balaam sentía, además, que los mandamientos de Dios eran un obstáculo para su éxito (22:13, 18). Es como si él dijera: “Yo iría con ustedes pero Dios no me deja”. “No tengo problemas en maldecir al pueblo pero Dios no me da permiso”. ¿No decimos nosotros cosas parecidas? “Yo iría a bailar contigo pero en la iglesia no me dejan”. “Yo estaría en ese ministerio pero los lideres no me ponen”. Pero Balaam insiste (22:19). Tener intimidad con Dios, hablar con él o insistirle, no significa que Él cambie de ideas para quedar bien con nosotros y satisfacer nuestros caprichos. Balaam dejó de escuchar la palabra de Dios (24:1) y aunque Dios lo utilizó para bendecir a su pueblo, Dios no aprobó su vida (22:22). Dios puede usarte en ministerios pero no estar de acuerdo con tu vida, no aprobar tu corazón.
El asna. ¡El asna fue más espiritual que el propio Balaam! ¡El asna pudo “ver” lo que Balaam no veía! Pudo “ver” que Dios no aprobaba la codicia del corazón de su dueño. Pudo “ver” el impedimento de Dios. Pero Balaam no veía nada. Por no hablar obedientemente con Dios termino hablando con un animal. El asna a la que tratamos de estúpida resultó ser más sabia que el profeta desobediente. ¡Te das cuenta cómo la desobediencia puede transformar a alguien en un asno incrédulo y estúpido! Piénsalo. Dios. Como siempre Él guardo a su pueblo. Él los bendijo. Él les tapó la boca a todos sus enemigos. Él es Dios. ¿Qué más podemos decir?
Devocional – ¡Qué Fiestita, Nenas! Pasaje clave: Números 25. Israel acampaba en Sitim, en la región de Moab, y allí perdieron la cabeza con las chicas del lugar. Ellas le hicieron una invitación muy, muy tentadora… ¿Qué pasó entre ellos y las señoritas de Moab? (25:1 y 2). A todos nos encanta recibir invitaciones. Nos sentimos tenidos en cuenta y valorados, pero hay invitaciones ¡que matan! Imagínate qué contentos se pusieron los muchachos de Israel cuando las “simpáticas” y “tiernas” chicas de Moab fueron a invitarlos para una “fiestita privada”. ¡Era algo nuevo para ellos! Dios siempre les había prohibido, prohibido y prohib ido, y ellos, pobres chicos de iglesia, no conocían nada de lo que era “divertirse en serio”. ¡Se la pasaban encerrados en sus aburridos templos! Pero, ahora, gracias a estos bomboncitos femeninos, ellos disfrutarían en serio. ¡Por fin libertad! ¡Y meta música no más… y cerveza…, y baile… y striptease… y sexo… y más sexo!…, ¡hot! ¡hot! ¡hot!… y sacrificios a los dioses paganos… y
adoración a Satanás. ¡Guuaauuhh! ¡Qué fiestita, nenas! ¿Cuál fue el juicio de Dios para ellos? (25:3 al 5, 9). Dios no pacta con el pecado. Ya lo sabes. Él te dio la capacidad para evaluar a dónde ir y con quiénes ir, incluso cuando sales con tus amigos/as de la iglesia. No todas las invitaciones que recibes son buenas. Pregunta quiénes van, a dónde es, qué hacen. No sea que por querer probar “cosas nuevas” Dios tenga que “apretarte la cabeza” para aclararte un poco las ideas. ¡Desubicado total fue el que metió a la madianita en el campamento! (25:6). ¿Qué música metes en tu cabeza? ¿A qué videojuegos juegas? ¿Qué tipo de películas miras? ¿Qué revistas lees? ¿Cómo hablas cuando estás con tus amigos cristianos y no cristianos? Tú eres santo. No contamines tu vida. ¿Cuándo cesó la mortandad? (25:7 al 13). Dios limpió a su pueblo. Pero fue necesario que se levantara alguien con las cosas muy claras para frenar la matanza. Piénsalo. ¿Te dejas influenciar negativamente por los demás o eres de los que dicen: “Basta con esto, no lo hagamos porque deshonra a Dios”? ¿Eres de los que aceptan que otros te muestren tu error para corregirte o eres de los que dicen: “No pasa nada, está todo bien, sigamos haciéndolo”?
¿Qué tipo de música, películas, novelas, revistas, libros, series de anime o videojuegos necesitas “limpiar” de tu vida? ¿Cuando estas con chicos/as no cristianos tienes el valor para decirles: “Yo no participo de esto porque está mal”, o “gracias por haberme invitado pero a esa hora tengo el encuentro del grupo en la iglesia”? ¿Te animas a cuidar más tu propia santidad que la amistad de tus amigos o contaminas tu vida para no perderlos a ellos?
Patear en contra de una orden recibida es lo mismo que desobedecer, rebelarse o ser tercos. Piénsalo. ¿Contra quién o quienes “pateas en contra”?
Devocional – Pateando En Contra 1 Pasaje clave: Números 31. Pateando en contra de las órdenes de Dios. La orden de Dios fue terminante: maten a todos los madianitas. Por causa de ellos, los muchachos “calentones” de Israel, habían provocado la ira de Dios y perjudicado a todo el pueblo. Sin embargo, los capitanes patearon en contra dejando con vida a todas las mujeres. ¿Habrán pensado en volver a repetir la “fiestita” que habían tenido unos meses atrás? Y… tal vez… Esta actitud despertó todo el enojo de Moisés. Sin pelos en la lengua, les recordó que por consejo de Balaam (sí, el menos espiritual que un asno) ellas los habían seducido y arrastrado hacia el sexo y los demonios. Y les recordó cómo Dios los había castigado severamente. Ahora debían terminar el trabajo: matar a todas las mujeres que se habían “auto regalado” (excepto a las vírgenes) y purificarse durante una semana antes de volver a entrar al campamento.
Ser terco u obstinado, ¿te beneficia en algo? ¿Te bendice? ¿No probaste otras alternativas? Como por ejemplo, ¿obedecer sin quejarte?, o ¿dar tu opinión y decir lo que piensas pero obedecer igualmente? Lo peor de patear en contra es siempre terminas perjudicándote a ti mismo.
Devocional Pateando En Contra 2 Pasaje clave: Números 32. Patear en contra de los deseos de Dios. El deseo de Dios para el pueblo de Israel era introducirlos en la tierra prometida. Darles una nueva tierra por heredad y bendecirlos. Sin embargo dos tribus y media patearon en contra del deseo de Dios ¿Qué deseaban las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés y por qué? (32:1 al 5). A Moisés no le agradó la propuesta de estas tribus. Él conocía el deseo de Dios. Moisés sabia que la tierra a la que iban era muchísimo mejor que la que deseaban ellos. Aunque ahora no lo supieran ésta elección les traería graves problemas en el futuro. Aún así, por su terquedad, Dios les concedió lo que deseaban.
Piénsalo. Los deseos de Dios son buenos para nuestras vidas. Él no desea egoístamente. Él no desea nada malo ni caprichoso en contra nuestro. Su corazón nos ama profundamente. Sus deseos son lo mejor para nosotros. ¿Cómo podemos ser tan tercos en pensar o sentir que nuestros propios deseos son mejores que los de Dios cuando ni siquiera sabemos qué va a suceder con nuestras vidas en los próximos cinco minutos? Dios, en cambio, conoce hasta el día de nuestra muerte y aún más allá. ¿Podrá equivocarse, errarle o meter la pata en su proyecto para nuestras vidas? ¡No! Absolutamente no. ¿Cuáles son las cosas que más deseas? ¿Es lo mismo que Dios desea para ti? No te encapriches en tus propios deseos si no es lo que Dios desea, porque aunque Él no lo apruebe puede dártelo igualmente, pero el precio que pagarás será demasiado alto.
Devocional – Una Nueva Generación Pasaje clave: Deuteronomio 1 al 3. El pueblo estaba a un paso de cruzar el río Jordán y de entrar a Canaán. 40 años dieron vueltas por el desierto por problemas de desobediencia y rebeldía. Todos aquellos quejosos, incrédulos y rebeldes habían muerto. Ahora eran sus hijos (la nueva generación) quienes iban a cumplir el propósito de Dios de conquistar y habitar la tierra que Él les había prometido. De los que habían salido de Egipto cuarenta años atrás solamente quedaban tres: Moisés, Josué y Caleb, pero solo dos de ellos cruzarían el río con la nueva generación. El otro, el más anciano, aunque lleno de vitalidad y fuerzas, el que había dirigido (y soportado) al pueblo durante todos aquellos años, el que había recibido los mandamientos y las leyes de Dios, el que hablaba con Dios cara a cara como con un amigo, el que había sido fiel en todo, el que más de una vez había rogado por el pueblo para que no sea destruido, él moriría en aquel desierto en los
próximos meses, sin poder disfrutar lo que más anhelaba: entrar a la tierra prometida. Su mayor sueño, su deseo más grande no le sería concedido por Dios. Moisés le había pegado a la roca en vez de hablarle. Así de simple. Así de terminante. Se dejó llevar por la locura de los demás y perdió lo que más anhelaba tener. Le rogó a Dios pero la decisión ya había sido tomada: otro ocuparía su lugar (3:23 al 29). Aún así, Moisés no se rebeló ni protestó contra Dios. Habiendo perdido lo que más anhelaba se mantuvo fiel a la decisión divina. No malgastó su tiempo echándose la culpa por su error ni enojándose contra otros. No se trató a sí mismo de fracasado por no poder entrar a la Tierra Prometida. Cometió un error, tuvo un fracaso, pero él no era un fracasado, todo lo contrario, había logrado con éxito la misión que Dios mismo le había encomendado 40 años atrás. Y como sabía que no le quedaba mucho tiempo de vida, tomó la decisión de invertirlo de la mejor manera. ¿Cómo? ¿Qué hizo? Muy simple: Le enseñó a la nueva generación. Los aconsejó, los animó, les advirtió, les recordó, les dio todo lo que él había recibido de Dios. Toda la enseñanza, todos los mandamientos, todas las prohibiciones, bendiciones y castigos que Dios les había revelado en la Ley. Los desafió a creer, a obedecer. Los desafió a renunciar a sus viejos ídolos y a no llenar el corazón con ninguno nuevo. Los animó a ser conquistadores de todo lo que Dios había preparado para ellos. Los alentó a no vivir de recuerdos del pasado para que fueran capaces
de disfrutar todo lo nuevo que estaba por llegar. Es como si les dijera: “Lo que hicimos y vivimos antes pudo haber sido muy bueno, o muy feo, pero es mucho mejor lo que viene”. ¿Entiendes? Esta es una palabra para ti: Lo que viviste y vivimos hasta aquí pudo haber sido muy bueno, o regular o muy malo y triste, pero ya pasó. Lo que viene es muchísimo mejor. Aunque no llegue a ser como nosotros lo esperamos, será mejor, será más excelente, si le permitimos a Dios que nos sorprenda.
Devocional – Decisiones… Decisiones… Pasaje clave: Deuteronomio 4 y 5. Tus Decisiones siempre tienen CONSECUENCIAS… Podrán ser buenas o malas consecuencias, pero siempre las habrá. Toda decisión que tomes traerá consecuencias. ¿Qué tipo de decisiones debía tomar la nueva generación? 1º. 4:1 al 6, 9. 14. 2º. 4: 39 y 40. 3º. 4:15 al 19, 23. 4º. 4: 29 al 31. 5º. 5:1, 7 al 21. 6º. 5: 32 y 33. ¿Tantas veces les repite lo mismo? Sí. Y las seguirá repitiendo a lo largo de todo el libro:
“Oye la Palabra de Dios”. “No saques ni agregues nada de ella”. “Haz lo que la Palabra dice”. “Guarda la Palabra en tu vida para obedecerla”. “Ponla por obra”. “Guarda tu vida según la Palabra de Dios”. “No apartes tu corazón de ella”. “Enséñasela a otros”. “Aprende lo que en ella hay”.
“Reflexiona sobre lo que Dios te habla”. “Haz las cosas según como Dios te las mande”. “Anda en los caminos de tu Dios”. “Renuncia a tus ídolos y adora solo a Dios”. Decisiones, decisiones, decisiones… Si las anteriores son tus decisiones, las consecuencias serán positivas y sanas ¡y no sólo en lo espiritual! También lo serán en la relación con tus padres, con tus compañeros del colegio o del trabajo, con los amigos y hermanos de la iglesia. En tus sentimientos, porque vas a escoger según el tiempo de Dios y no según tus apresuramientos o la presión de otros. En tus estudios o en tu trabajo. En tus ministerios y hasta en tus ratos libres. En tus gustos personales, en lo que miras y escuchas. En lo que sientes y deseas… ¿Por qué? Porque Dios hace un pacto contigo y Él lo cumple: Le das obediencia. Él te da bendición y dirección. Le das tu corazón, Él te da vida, entendimiento y poder. Le entregas tu vida, Él te levanta y te usa (4:6, 31, 40, 5:33). ¡Créelo! ¡No dudes! ¡No tengas miedo! Dios bendecirá y prosperará tu vida. Por tu obediencia, por esperar su tiempo, por buscar primero su voluntad y deseo. Sabemos por qué te lo decimos… No es viveza hacer lo que te parece porque después fracasas, sufres y pierdes. Sé vivo en serio, engánchate con la vida de Dios.
Devocional – ¿Quién es Dios?
Devocional – No Repitas Errores
Pasaje clave: Deuteronomio 4 y 5.
Pasaje clave: Deuteronomio 6.
¿Quién es DIOS? Descúbrelo por ti mismo: 1º. 4:7, 12. 24. 31. 2º. 4: 32 al 38. 3º. 5:6. ¿Entiendes? Dios no es una idea filosófica ni un concepto religioso. Dios no es algún tipo de energía ni poder extraño flotando por ahí. Dios no es de madera, metal o plástico. Él es Alguien que está muy cerca para oírte. Alguien a quien no podemos ver con nuestros ojos. Alguien que te ama y te tiene paciencia. Alguien que se enoja severamente contra la maldad, la desobediencia y el pecado. Alguien que no te dejará ni se olvidará nunca de ti. Él es el único Dios y no existe nadie más como Él. ¿Conoces cuál es el deseo de su corazón? (5:29, 31). ¡Sí! Que te quedes cerca de Él y abras cada día tu corazón para recibir su Palabra y creerla, practicarla y obedecerla.
¿Qué decisión urgente debes tomar? (6:5 al 9). ¿Entiendes? No lleves las palabras de Dios únicamente en tu Biblia ¡llévalas escritas en tu corazón y en tu manera de vivir para que todos las vean! Tal vez tus padres no sean un modelo de vida cristiana para ti. Tal vez no te enseñen con la Palabra y con su ejemplo. Tal vez sientan rechazo por ti, o tal vez te traten como a un tonto. Tal vez sean muy exigentes en algunas cosas o tal vez hablen más de la cuenta diciendo cosas que terminan enojándote. Tal vez sus problemas matrimoniales son tan grandes que se la agarran contigo o descargan sobre tu vida todas sus frustraciones. O tal vez sean los mejores padres del mundo y te muestren paciencia, amor y un buen ejemplo, te alienten y estén a tu lado. No importa cómo sean tus padres hoy. Aprende a no imitar sus modelos negativos de vida ni a repetir sus errores. Un día tus propios hijos esperarán un modelo de parte tuya que los oriente, los aliente y los llene. Enséñales la Palabra, no tus propias ideas. Dales un buen ejemplo, no tus propios errores.
Compárteles un corazón amoroso, no la indiferencia, los rechazos, las frustraciones o los gritos que tú recibes o has recibido. ¿Sabes dónde vas a aprender todo esto? Cerca del corazón de Dios y cerca de aquellos que son un buen modelo en Cristo y en sus propias familias. ¡Sí, los hay! ¿Sabes en dónde vas a empezar a practicar todo esto? En tu noviazgo. Tu noviazgo será una experiencia en pequeña escala de lo que vivirás después, y durante toda tu vida, en tu futuro matrimonio. Y no me estoy refiriendo a tener sexo. Si te apresuras y eliges mal llevarás en tu matrimonio y durante toda tu vida, la dolorosa carga de vivir con alguien a quien no amas. Tus hijos van a sufrir por tu error. Si te apresuras, porque tus padres te presionan para que te pongas de novio, seguramente después te presionarán para que te cases y después para que les des nietos y después (o antes) para que vivas con ellos y después para… Tu matrimonio será frustrante y tus hijos sufrirán por eso. Si te apresuras, y por rebeldía actúas en contra de la opinión de las personas espirituales sin oír el consejo de nadie, las peleas por inmadurez, las discusiones tontas y superficiales, las futuras decisiones inmaduras serán constantes en tu noviazgo y serán mayores en el matrimonio. Aumentará la incomunicación, se instalará el desamor y cualquier actitud del otro será motivo para una nueva pelea. Tus hijos sufrirán por eso.
Si en tu noviazgo no te animas a hablar de las cosas que no están bien, de las cosas que te hacen mal, de lo que ambos necesitan, de lo que tendrían que hacer y no hacen; o de lo que están haciendo y no deberían hacer más, en el matrimonio (si llegan) será mayor la incomunicación y el amor se resentirá. Tus hijos sufrirán por eso. No te apures. No tomes decisiones a la ligera. Puedes hacer las cosas bien desde el principio y librarte de un montón de errores. Disfruta tu tiempo. Disfruta tu edad. Este es el tiempo para que crezcas, para que aprendas, para que madures, para que elijas con la sabiduría que viene de Dios.
disfrutarlo por ti mismo. Así de simple.
Devocional – Todos los Días Pasaje clave: Deuteronomio 11. Moisés continúa dándole palabras a la nueva generación. Los alienta, les advierte, les enseña… ¿Qué tenían que aprender a hacer “todos los días”? (11:1, 18 al 21, 32). Tener comunión con Dios cada día, ¡todos los días!, no tiene por qué ser un plomazo. Por el contrario, puede llegar a ser la experiencia más transformadora de tu vida. No es algo que se pueda explicar mucho porque tienes que experimentarlo y vivirlo por ti mismo. Te podría llenar la cabeza diciéndote lo bueno que es tener una relación personal con Jesús cada día. Te podría dar un montón de razones inteligentes y hacerte leer un toco de versículos bíblicos. Podría hablarte de las bendiciones que te estás perdiendo o de los dramas que podrías llegar a enfrentar con una nueva actitud, si buscaras de Dios “todos los días”, o cómo tu corazón seria sanado de tantas heridas… Pero para serte sincero, perderíamos el tiempo. ¿Sabes por qué? Porque tienes que descubrirlo, vivirlo y aprender a
Piénsalo. Elige en tu corazón tener comunión con Él todos los días. Elige amarlo más que a cualquier otra cosa o persona. Elige meter dentro de tu mente y de tu corazón sus palabras. Elige la bendición. Transforma tu tiempo de comunión con Dios en el mejor momento del día: Ora, canta, adora, agradece, pide, suplica, llora, desahógate en Él de tus presiones. Creé, lee la Palabra, desafíate a ti mismo a obedecerla. Atrévete a ser diferente. Atrévete a vivir En Cristo.
Devocional – Ni un Solo Ídolo Pasaje clave: Deuteronomio 12:29 al 13:18. Uno de los problemas más serios que tendría que enfrentar la nueva generación cuando entraran en la tierra prometida sería la idolatría. Por este motivo, Moisés les hace una advertencia muy clara…
Obsesionarte con el cuerpo, el dinero, el sexo, el alcohol, la música, o con algún programa de T.V, un equipo de fútbol, algún “rico y famoso”, un músico, una estrella del cine, un personaje del anime, es una actitud de idolatría. Estoy hablando de “obsesión”, no de admirar las habilidades o el talento de los famosos y pedirles un autógrafo o tener un póster. Sino de obsesionarte al punto que todo tu mundo termina girando alrededor del objeto de tu deseo: les dedicas tu mayor tiempo, tu mayor atención, tu mayor interés, tu fanatismo, tu dinero. Dios ya no es más el centro, dejó de ser lo primero y más importante. Y te acuerdas de Él únicamente en las reuniones de la iglesia. Para los que no conocen al Dios vivo y poderoso, el ídolo muerto (o vivo) es lo más importante en sus vidas.
¿Qué les dice? ¿Y por qué? (12:29 al 31). Si eres un hijo de Dios eres parte de su pueblo santo. Eres la nueva generación. Escogido para ser santo (no amargado ni aburrido). No te contagies de la idolatría que te rodea ni de las “modas” de los que no creen en Jesús.
Pero, ¿y tú? ¿En qué o en quién crees cuando te sientes solo o cuando tienes algún problema?
Ídolos, estampitas, muertos venerados, crucifijos, santos, tiras de ajo, Budas, cintas rojas, horóscopos, cartas astrales, Tarot, Yin-Yang, I Ching, pais y mais del Umbanda, parapsicólogos, curanderos, gitanos… ¡Todo esto es idolatría!
¿Hay ídolos en tu corazón? ¿O en tu carpeta del colegio? ¿O en tus cosas personales?
Carnavales, tatuajes, toples, las ofrendas de velas encendidas, sahumerios, flores a los muertos, espigas de trigo en las estampitas, etc., son “modas” idólatras de las naciones en que vivimos. ¡No te contamines!
¿En quién confías para desahogarte? ¿A quién o qué buscas primero de todo para que te ayude?
Confiésale a Jesús el pecado de idolatría, renuncia a esos ídolos. Mantén libre tu corazón para buscar primero a Dios.
¿Prestaste atención a la advertencia del versículo 9? ¿Qué considera Dios como pecado?
Devocional – Tienes Valor Para Mí Pasaje clave: Deuteronomio 15. La nueva generación debería aprender a valorarse y a valorar a sus hermanos. El otro, sin importar su edad, tribu o clase social, debería ser tratado con interés, respeto y amor. Por ejemplo: ¿Qué harían cada 7 años con sus hermanos deudores? (15:1-3). ¿Cuál era el propósito de hacer remisión? (15:4 y 5). ¿Te das cuenta cómo Dios cuida hasta el último detalle aún en los aspectos concernientes a las relaciones entre las personas? Dado que existía la posibilidad de que alguno “patease en contra” y se negara a perdonar todas las deudas de sus hermanos al séptimo año, Dios les deja bien en claro que la bendición sería doble: Por un lado no habría mendigos en el pueblo, y por el otro, “el perdonador” sería abundantemente bendecido. ¿Cómo tendrían que tratar a los hermanos pobres (menesterosos)? (15:7 al 11).
Si Dios determina que algo es pecado, es pecado y punto. No valen los argumentos o razonamientos que queramos presentar para justificarnos o para evadir nuestra responsabilidad. ¿Qué actitud deberían tener con aquellos hermanos que fueran sus sirvientes o que trabajaran para ellos? (15:12 al 15, 18). ¿Qué harían con el hermano que no quisiera dejar de servirlos o de trabajar para ellos? (15:16 y 17). ¡Esto es espectacular! No bastaba con decirle al criado: “Bueno, flaco, ahora estás libre. Que te vaya bien. Disfruta la vida”. ¡No! La despedida tenía que ir acompañada de ovejas, vacas, frutos, vino, cosechas, ¡y todo aquello con lo que el patrón hubiese sido bendecido y prosperado! Porque aquella persona no era solamente “un esclavo”, primeramente ¡era su hermano! y debía tratarlo como tal, bendecirlo y ayudarlo. De la misma manera en la que tú y yo tenemos que valorarnos hoy.
Devocional – ¡Tentaciones! Pasaje clave: Deuteronomio 17. ¿Qué actitudes y qué clase de ejemplo tendría que dar aquel que fuera elegido rey (o líder, o pastor, o discipulador, o evangelista)? (17:16 al 20). ¿Entiendes? Tendrían que cuidarse:
De las tentaciones del poder (“aumentar para sí caballos“). De las tentaciones del sexo (“muchas mujeres”). De las tentaciones del dinero (“amontonar plata y oro”). De las tentaciones de la soberbia (“elevar su corazón sobre sus hermanos“). Y cada día tendría que buscar primero a Dios para ser corregido y enseñado con la Palabra, para no alejarse de Él y para aprender a vivir en humildad. Las mismas tentaciones de poder, sexo, dinero y soberbia son las que enfrentamos hoy, especialmente quienes ocupan posiciones de liderazgos masivamente conocidos. ¡Bah!, aunque no los conozca ni su
madre también están expuestos a estas tentaciones. Pero a mayor reconocimiento público mayor la presión que mete Satanás buscando, y probando de distintas maneras, puntos débiles para tumbar a los escogidos de Dios. ¡Cuídate de estas cosas! Aunque seas adolescente (y no masivamente conocido) querer ejercer poder sobre otros, ser sexualmente estimulado, disponer de dinero a tu antojo o sentirte más que otros, serán las armas más poderosas usadas por Satanás para destruir tu relación personal con Jesús y frustrar los propósitos de Dios para tu vida. Piénsalo.
Poderes Oscuros Pasaje clave: Deuteronomio 18. De los versículos 9 al 14 Moisés advierte sobre el ocultismo. El ocultismo trata de cosas secretas, poderes oscuros, relacionadas con fuerzas sobrenaturales de origen demoníacas. No podían mezclarse con ninguna de las siguientes prácticas: Pasar a los hijos por el fuego: Un ritual satánico donde los hijos eran entregados como ofrendas a los demonios. En la actualidad existen sectas explícitamente satánicas que continúan practicando sacrificios de niños. Grupos heavy, punk, death, góticos no cristianos hablan constantemente en sus canciones de rituales y sacrificios satánicos. Muchos dibujos animados japonés (anime) presentan explícitamente ritos satánicos, invocaciones a los demonios y pactos con las fuerzas ocultas. Por ejemplo: Slayers, Blue Seed, Sailor Moon, Shutendoji, Zenki, Yu-Gi-Oh, por mencionar sólo algunos. O no japoneses como Spawn, Cónan, entre otros. Adivinación: Mediante el conocimiento que viene de demonios tratan de predecir qué sucede en la vida de aquel que consulta, cuál será su futuro, etc. Muchos son unos charlatanes y
estafadores que se aprovechan de la necesidad y de la ignorancia de las personas, pero otros operan según la revelación espiritual que proviene de los demonios. Lo hacen mediante cartas (cartomancia), leyendo las líneas de la mano (quiromancia), mirando a través del ojo de la persona, escribiendo cartas astrales, horóscopos, etc. El juego de la copa, el tablero Ouija, el I Ching, diversas clases de amuletos, pirámides, etc., son también medios para la adivinación. Agorero: Es la persona que adivina mediante agüeros, o sea mediante determinadas señales de cosas que suceden. Sortílego: La persona que practica la adivinación. Hechicero: El brujo que realiza sus “trabajos” utilizando magia blanca y negra (ambas magias tienen la misma fuente: los poderes demoníacos) y es un adorador de Satanás. Los curanderos, los pais y mais del umbanda, los gurús, chamanes, etc., son hechiceros. Encantador: Es la persona que utilizando magia, hipnosis o sugestión manipula y controla la voluntad de otras personas. Adivino: El que practica la adivinación. Mago: El que practica la magia blanca y negra o cualquier otro tipo de magia en la que intervengan poderes ocultos. No se refiere al que hace un “truco de magia” y nos sorprende con su habilidad ilusionista sino al que recurre a la sabiduría y poderes del demonio. Consultar a los muertos: Esto se llama espiritismo. Es la comunicación con personas que ya han fallecido. En realidad son los demonios quienes responden a las diversas preguntas que se le
formulan al “supuesto” familiar fallecido o al santo de turno o a la “bondadosa virgencita“. Los espiritistas, los umbandistas, los parapsicólogos y la iglesia católica practican estos rituales espiritistas. ¿Cuáles son las dos razones por las que Moisés les ordena no mezclarse con nada relacionado con el ocultismo? (18:12 y 13). Dios abomina (le repugna) cualquier cosa en la que directa o indirectamente intervengan demonios. Videojuegos. No todos obviamente. Sería un error decir “todos los videojuegos son satánicos”, pero sí los hay y algunos son explícitamente diabólicos. Grupos musicales que en sus letras odian, rechazan, niegan o maldicen a Dios. Películas de terror ¡todas! Cómic o novelas donde se enseña cómo hacerlo, etc… están influenciadas por demonios. Sé perfecto delante de Dios. Esto no significa no cometer errores. Aquí significa no contaminarte con nada que Él abomina. ¿Qué alternativas les dio si necesitaban consultar? (18:15 al 19). ¿Para qué contaminarte con el ocultismo si Dios te ha dado la gran bendición de su Palabra para que orientes tu vida? ¿Para qué enredarte con cosas de origen demoníaco si Dios te bendice con personas espirituales a quienes puedes consultar cuando tienes dudas? ¿Para qué intentar comunicarte o rezarle a los muertos si puedes hablar directamente con el Dios vivo?
Devocional – Asesinos Pasaje clave: Deuteronomio 19. En el capítulo 19 te encontrarás con crímenes, muertes y testigos. Con asesinos que deben ser juzgados. Vamos por parte. ¿Qué homicida podía permanecer con vida? (19:4 y 5). ¿En qué sitios estaría a salvo? (19:1 al 3, 7 al 10). ¿De quién sería librado? (19:6). ¿Pero qué castigos aplicarían a los asesinos intencionales? (19:11 al 13). Dios juzga según la intención. Ambos asesinaron a su hermano. Ambos son culpables de la muerte de una persona, pero uno no tuvo intención de matarlo, no tenía ninguna enemistad ni maldad en su corazón hacia la persona que murió, fue un accidente. El otro, en cambio tenía intenciones distintas, odiaba a su prójimo y deseaba su muerte. Era un asesino. El primero podía continuar con su vida instalándose en alguna de las tres ciudades de refugio. Al segundo, en cambio, había que matarlo. El mismo pecado. Distintas intenciones. Diferentes consecuencias.
Cuando alguien acusaba a otro, ¿qué testimonios se tomaban en cuenta? (19:15). ¿Cómo actuaban con los testigos falsos? (19:16 al 21). ¡Nosotros estamos en la gracia! Ya no es más ojo por ojo ni diente por diente. “Si me pega le pego”, “si me escupe lo escupo” ¡No! Desde que vino Jesús, vivimos de otra manera y las actitudes de venganza, revancha o pagar con la misma moneda fueron reemplazadas por las actitudes del perdón, el amor o la disciplina que corrige. No buscamos aplastar, hundir o matar a las personas, sean o no nuestros hermanos en la fe; por el contrario, buscamos bendecirlos y edificarlos. O simplemente “soportarlos”.
Devocional – ¡Esto es la Guerra! Pasaje clave: Deuteronomio 20. En este capitulo Dios les da indicaciones muy claras con respecto a la guerra. Les dice lo que tenían y lo que no tenían que hacer. Quiénes podían ir y quiénes debían quedarse. Y hasta les da estrategias de guerra para obtener la victoria. Estrategias que siempre incluían dos factores básicos: 1º. No tener miedo. 2º. Creer y depender del poder de Dios. Les enseña cómo sitiar a las ciudades enemigas y qué hacer con los hombres de guerra, con sus mujeres y niños. Y también les presenta una detallada lista de todas las ciudades que deberían destruir completamente. Arrasarlas. Borrarlas de la faz de la tierra. Piénsalo. Tú y yo estamos en guerra. No es una guerra de naciones. No es una guerra contra las personas. No es una guerra racial. No es una guerra de pandillas ni de barras bravas. No es una guerra contra tus padres o hermanos. Ni contra tus amigos, ni contra otros cristianos. No es una guerra
contra tus profesores del colegio. Nuestra guerra, es una guerra de reinos. El reino de Dios contra el reino de Satanás. Abre tus ojos. Nuestra guerra es contra el pecado, contra las malas influencias de este mundo, contra los demonios. Contra todo lo que tenga que ver con el ocultismo y la idolatría. Es una guerra contra las mentiras y las ideologías que atan tu mente y esclavizan tu vida. Muchas veces Satanás utiliza a las personas (sean o no cristianas) en nuestra contra, para agredirnos, provocarnos, tentarnos o molestarnos. Pero entiende contra quién estás peleando. Tu guerra es contra el maligno. Satanás te odia y cada día busca tu destrucción. No pierdas el tiempo enojándote con las personas o buscando venganzas. Reconoce a tu verdadero enemigo. Ora contra Satanás en el nombre de Jesús. Reprende en el nombre de Jesús a sus sucios demonios. Rechaza en el poder del nombre de Jesús todo pensamiento mentiroso, fatalista, de muerte, de fracaso y de enfermedad que quiera controlar tu vida. ¡Gana esta guerra! El Todopoderoso está contigo.
Devocional – Pórtate Bien, Nene Pasaje clave: Deuteronomio 21:18 al 21. Cuando te mandas alguna macana fuerte lo más probables es que tus padres te den una disciplina fuerte. ¡Y está muy bien que lo hagan! Al hacerlo demuestran interés por tu vida. Por supuesto, sería totalmente errado de parte de ellos disciplinarte con ”palizas”, “gritos e insultos”. Ya no estás en edad como para que tus padres te estén pegando. Y si lo siguen haciendo tienes que decírselos porque lo único que consiguen es llenarte de más bronca. Pero está muy bien que recibas algún tipo de disciplina si actuaste irresponsablemente, si les mentiste, si te comportaste como un maleducado o fuiste rebelde. Sin embargo, peores eran las consecuencias para los hijos rebeldes en el pueblo de Israel. Mira lo que hacían con el hijo “contumaz” (terco, porfiado) y “rebelde” (21:18 al 21). Ese hijo no tuvo un final feliz. Nosotros sabemos que hay padres equivocados en su manera de actuar. Inmaduros en sus
reacciones y comentarios. Algunos con serias dificultades matrimoniales. Otros que no son cristianos y que no entienden tu fe en Cristo, ni para qué vas a la iglesia. Aquellos que llamándose cristianos viven como mundanos. Otros que tienen muchas dificultades para expresar sus afectos y aquellos que nunca tienen tiempo para ti y tus necesidades.
aceptas el perdón de ellos? ¡Cambia tu actitud!
También sabemos que hay padres amorosos que son un buen modelo y ejemplo; y algunos no son cristianos. Hay padres que son capaces de hablar bien, comprender y ayudarte a decidir sabiamente.
¿Tus padres no son cristianos? Obedécelos y hónralos.
Pero, como en toda relación padres-hijos, no toda “la culpa“, no todos “los errores”, no todo “el desamor”, no toda “la incomunicación”, no toda “la falta de tiempo”, y no todo “el maltrato”, proviene solo de ello. También tú tienes responsabilidades. Tú también eres responsable de cómo los tratas. Tal vez en menor medida, pero eres responsable por tus actitudes, por las maneras en las que reaccionas, especialmente cuando ellos quieren o desean acercarse a ti para acortar las distancias. Eres responsable por tus palabras, gritos o insultos (que jamás deberías decirles a tus padres). ¿Cómo puedes insultar o gritarles cosas a tus propios padres y después alabar a Dios en la iglesia? ¡No seas hipócrita! Eres responsable por no creer en ellos cuando te piden perdón por sus errores y seguir dándote manija con lo que te hicieron. ¿Cómo pretendes que Dios perdone tus propios pecados si no
Eres responsable por el uso que haces de tus afectos. ¿Cómo puedes decir o sentir que amas a Dios cuando no soportas ni toleras a tus padres a quienes ves todos los días? ¡No seas mentiroso! ¿Son tus padres cristianos? Obedécelos y hónralos.
Si no honras ni obedeces a tus padres, ¿cómo puedes ser tan caradura para decir que honras y obedeces a Dios? ¡No seas falso! Empieza a rogarle a Dios que cambie tu corazón hacia ellos. No estés siempre a la defensiva como si fueras a luchar contra un enemigo. No vivas como si fueras la “víctima” y no tuvieras nada que ver con lo que pasa adentro de tu casa. No vayas por ahí hablando mal de ellos como si fueran una porquería. No lo son, aunque cometan errores o se hayan equivocado muchas veces. ¿Oras para que Dios los cambie? ¡Excelente! Ora también para que Dios cambie tu corazón hacia ellos. Piénsalo. Hoy nadie te va a matar a cascotazos, pero hay un montón de bendiciones que están reservadas exclusivamente para quienes han aprendido a honrar a sus padres. Piénsalo.
¿Qué tipo de intenciones tienes? ¿Lo que sientes es de Dios o de tu propia carnalidad? Si tu corazón no está limpio, confiésale tu pecado, cree que su sangre te limpia y entra a su presencia.
Devocional – Prohibido Pasar Pasaje clave: Deuteronomio 23:1 al 8. ¿Quiénes tenían la entrada prohibida a la congregación? (23:1 al 8). Sí, vivir en aquel tiempo era realmente difícil. Para nosotros las cosas son diferentes. Dios nos ha dado mayor libertad (aunque esto implica mayor responsabilidad). Pero no porque nosotros seamos mejores que ellos, sino porque Cristo llevó en la cruz todas nuestras porquerías interiores y es su vida en nosotros la que nos da mayor libertad delante de Dios. Somos parte de la congregación de Dios, del pueblo de Dios, porque la sangre de Jesús borró nuestros pecados y el Espíritu de Dios nos ha sellado como su exclusiva propiedad. Dios no mira tu apariencia física, ni tu clase social, ni tu color de piel. Tampoco mira tus bolsillos, si tienes o no dinero. Él te recibe y te acepta solamente en Cristo. Dios mira únicamente lo que hay en tu corazón. ¿Cómo son tus pensamientos delante de Él?
Si tu corazón está limpio delante de Él, ¡qué esperas! Entra con toda confianza a su presencia y alábalo con libertad. Él te está esperando. ¡Puedes pasar!
Dios en esa promesa. Él valora tu promesa como algo muy, muy serio. Es bueno prometerle cosas a Dios, hacer pactos con Él, siempre y cuando estemos completamente seguros que lo vamos a cumplir. De otro modo, lo mejor es callarse y no decir nada. Piénsalo.
Devocional – Cumple Tus Promesas Pasaje clave: Deuteronomio 23:21 al 23. Si prometes no te borres. ¿Cómo debía actuar aquel que le prometía cosas a Dios? (23:21 al 23). A veces en un arranque de consagración, en esas reuniones en las que por contagio todo el mundo llora, le hacemos promesas a Dios: “Te prometo Señor que nunca más voy a pecar…”. “Te prometo que voy a tener comunión contigo todos los días…”. “Te prometo que voy a predicarles a todos mis compañeros…”. “Te prometo, Papá, que cuando venda la moto voy a ofrendarte el 50% de su valor”. “Si a la rubia de ojos verdes la enamoras de mí, te prometo que te serviré siempre”. Pero cuando termina la reunión y pasa la emoción, ni te vuelves a acordar de lo que le prometiste a Dios. Pero Dios si se acuerda y te lo cuenta como pecado. ¿Por qué? Porque prometer algo y no cumplirlo es actuar como un mentiroso, además de romper el compromiso que asumiste con
hicimos este pacto el día que creímos y recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador. Desde ese día, y hasta el final de nuestras vidas, estamos comprometidos con Dios en este pacto. ¿Entiendes la importancia de esto?
Devocional – Pactos Pasaje clave: Deuteronomio 26. Después de enseñarles acerca de los diezmos, Moisés finaliza el capitulo 26 recordándoles el pacto que ellos habían hecho con Dios. ¿Sabías que es el mismo pacto que Él hizo con nosotros? Dios pacta con nosotros: 1º. Nos hizo pueblo suyo (vs.18). 2º. Pertenecemos exclusivamente a Él. (vs.18). 3º. Desea exaltarnos por encima de todos (vs.19). 4º. Su propósito es que seamos santos (vs.19). Y nosotros pactamos con Él: 1º. Cumpliremos su Palabra y la practicaremos con todo el corazón (vs.16). 2º. Él será nuestro único Dios (vs.17). 3º. Andaremos en sus caminos. Guardaremos su Palabra y oiremos sólo su voz (vs.17). Dios jamás se olvida de los pactos que Él hace y jamás deja de cumplirlos. El problema está en nosotros que fácilmente nos distraemos y agarramos para nuestro propio lado, olvidándonos de lo que pactamos. Tú y yo
No tienes que vivir como se te dé las ganas hacerlo. Ni tienes que manejar tu vida por impulsos o emociones, sino según las palabras del pacto: “Señor, porque tengo un pacto eterno contigo, voy a guiar mi corazón según tus palabras para no transar con el pecado, y para pelear contra todo lo que se levante en tú contra. Para andar en tus caminos y guardar tu palabra en mi corazón cada día de mi vida”.
Devocional – Después del Pacto Pasaje clave: Deuteronomio 29 y 30. Estos son los últimos mensajes que Moisés le daría a la nueva generación después de recordarles el pacto que tenían con Dios. Serían sus últimas enseñanzas y consejos para ellos. 1º. 29:2 al 8. Les muestra las cosas grandes que Dios había hecho. 2º. 29:9 al 15. Los alienta a todos (líderes, hombres, mujeres ¡y niños!) a mantener el pacto para que sean prosperados en todas las cosas. 3º. 29:16 al 18. Les recuerda la pecaminosidad y la maldad de las naciones que ignoran a Dios, para que no las imiten. 4º. 29:18 al 21. Les advierte que pecar contra Dios, rompiendo el pacto y mentirse a uno mismo diciendo “todo está bien” o “no pasa nada”, les traería graves y tristes consecuencias, que ellos y sus hijos lamentarían. 5º. 29:22 al 28. Las naciones paganas (aquellos que no conocen a Jesús) conocerían cómo Dios los disciplinó y castigó por haber roto el pacto con Él.
6º. 29:29. Nos enseña que no podemos conocer todo lo que hay en Dios, pero para vivir bien nos alcanza con todo lo que Él ha querido revelarnos de sí mismo. 7º. 30:1 al 10. Enseñándoles que el juicio de Dios siempre estará acompañado de su misericordia y restauración. Siempre habrá perdón para aquel que vuelva a Dios con arrepentimiento y confesión. El pacto puede ser nuevamente restablecido entre él y Dios. 8º. 30:11 al 16. Y los desafía a renunciar a cualquier excusa. Los desafía a amar a Dios. Los desafía a creerle. Los desafía a tener un corazón temeroso de Él. Los desafía a comer de sus palabras. Los desafía a obedecerlo. Los desafía a disfrutar de la grandeza de Dios sobre ellos. De lo hermoso que es Vivir y Crecer En Cristo. 9º. 30:17 y 18. Vuelve a advertirles acerca de las consecuencias de romper el pacto. 10º. 30:19 y 20. Y finalmente concluye su último mensaje poniendo a los cielos y a la tierra como testigos de todas las palabras de vida y muerte, de bendición y maldición, que les había enseñado, para que sean ellos quienes escojan la manera en la que quieren vivir. Piénsalo. Dios habla claro y directo. Y en cada una de sus palabras nos desafía a tomar decisiones y a escoger entre la vida o la muerte, entre la bendición o la maldición. Entre lo blanco y lo negro, entre ser calientes o ser fríos. Entre estar totalmente comprometidos y jugados por Él o estar alejados de Él. Entre ser parte de su reino viviendo según sus deseos o ser parte del mundo gobernados por Satanás. Entre la santidad o el pecado. Entre la sujeción o la
rebeldía. Entre el amor o el egoísmo. Entre el gozo y la alegría o la amargura y el pesimismo. Entre vivir En Cristo o vivir en nuestras propias ideas. Entre Su verdad o nuestras mentiras. Dios no soporta a los tibios. Ni a los que quieren ser bendecidos sin dejar de hacer lo que ellos mismos quieren. Escoge. Decídete. Una cosa o la otra. No puedes quedarte en el medio.
Devocional – Un Nuevo Liderazgo Pasaje clave: Deuteronomio 31. Dios levanta a los líderes. Nadie puede tener la soberbia o el orgullo de autoproclamarse líder de algo. ¿Deseas llegar a ser líder de algo? OK. Quédate tranquilo, conságrate a Dios, prepárate, aprende de otros líderes y espera a que Él te levante si se le da la gana hacerlo. Así de simple. Cuando Dios levanta a alguien en el liderazgo, los otros líderes lo reconocen (y no solo los de la propia iglesia o denominación). Pero además la iglesia misma reconoce y valora ese liderazgo (aunque siempre habrá hermanos carnales e inmaduros que critiquen, hablen mal o rechacen a ese líder, pero son los menos y no la mayoría). Y además los frutos espirituales de su liderazgo serán vistos por todos. No te hagas propaganda a ti mismo. Ni vayas por ahí diciendo: “Soy líder. Soy líder. Reconózcanme, obedézcanme”. No somos un partido político, somos el Cuerpo de Cristo. No caigas en el pecado de invitar gente a tu casa para hablar mal de otros líderes y tratar de
convencerlos de que tú deberías ocupar ese puesto o estar en ese lugar de liderazgo. “Crecer” tú desprestigiando a otros. Esa sería una actitud muy sucia. No pidas oración para que Dios te levante en determinado puesto de liderazgo. Esto revela que las intenciones de tu corazón no son santas. Haz como hizo Josué. Estuvo al lado de un líder escogido por Dios, aprendiendo de él. De sus actitudes, de sus reacciones, de sus palabras. De sus éxitos y fracasos. Haz como hizo Josué. No sólo estaba al lado de un líder escogido sino también al lado de Dios, en comunión con Él. Consagrado y comprometido. Haz como hizo Josué. Se sujetó siempre y esperó el tiempo de Dios y cuando Dios quiso, él fue levantado como líder. No escuches, no te enredes, “no te enamores” de aquellos que, queriendo ser lideres o siéndolo, nunca se sujetan, nunca se comprometen, nunca participan, nunca se consagran totalmente a Dios y, además, hablan mal de otros liderazgos. Te van a liderar muy mal y el único perjudicado serás tú.
Devocional – Cambios Que Valen la Pena Pasaje clave: Lucas 5. Cuando el Señor nos llamó para ser parte de su reino, fue un momento muy especial en nuestras vidas. Pudimos experimentar un poderoso cambio que comenzó de adentro hacia afuera. Pedro, Jacobo y Juan fueron los primeros llamados por Jesús. No cambiaron instantáneamente, les llevó tiempo, pero comenzó ese día cuando “dejándolo todo le siguieron”. ¿Qué otros cambios poderosos sucedieron en la vida de las personas? (vs.12-13, 18-25). El deseo del paralítico, la actitud de sus amigos y el encuentro con Jesús, produjo el milagro. Pero si no hubiera sido por la insistencia de los amigos el paralítico hubiera muerto paralítico. La actitud marcó la diferencia: el paralítico quiso ser sanado, los amigos trabajaron para que tuviera un encuentro con Jesús, y finalmente, Jesús lo sanó y restauró. Tú y yo, somos “los amigos”. Tus amigos que no conocen a Jesús
son como “el paralítico”. Y Jesús ya sabes quién es.
en la presencia de Dios y consulta con el Señor.
Si invitas a tus amigos y te animas a compartirles de Jesús, y si ellos quieren y deciden conocer a Jesús, entonces Jesús los salvará, los perdonará y los sanará. ¿Y sabes qué? Habrá un “paralítico” menos, un pecador menos, un condenado menos, y será un salvado más, un discípulo más, un líder más, un amigo más con quien puedas compartir la misma fe y el mismo amor por el Señor.
La fama y popularidad de Jesús iban en aumento pero, ¿Él qué hacía? (vs.16). Piénsalo. Tenemos tiempo para un montón de cosas, menos para orar en serio. Tenemos tiempo para todo lo que nosotros queremos, pero no para orar de verdad. Para orar siempre nos falta tiempo, ¿por qué nos asombramos entonces de nuestra pobreza espiritual y de nuestra falta de poder y autoridad? ¿Por qué nos asombramos de nuestra escasez de frutos y de resultados?
¿Cómo reaccionaba la gente ante esos poderosos cambios? (vs.15 y 26). Lo que Jesús hace siempre es increíble, y salvo que seamos muy mal llevados, no podemos menos que reconocerlo y adorarlo. ¡Eso sí es fama y popularidad! Aunque Jesús nunca la buscó ni le importó porque Él no venía buscando el reconocimiento de la gente. Y acuérdate que muchos de los que lo admiraban y lo seguían para oírle hablar, fueron quienes después le gritaron “¡crucifíquenlo!”. Jesús no se dejaba influenciar por la opinión de la gente, ¿sabes por qué? Porque la opinión de las personas cambia, y cambia, y cambia. Hoy te dicen que eres el mejor y mañana que no sirves para nada. Hoy te tratan de princesa y mañana de “gorda fea”. Hoy te dicen que eres “comprometido” porque no faltas a ninguna reunión y mañana te tratan de irresponsable porque llegas tarde. No vivas tu vida ni tomes tus decisiones por la opinión de los demás. Busca consejo y pregunta todo lo que necesites saber, pero cuando tengas que decidir métete
“negarse a sí mismo” y “tomar la cruz”. Niégate a ti mismo. ¿Qué significa “negarse a sí mismo”?:
Devocional – Renunciar ¿A Qué?
Pasaje clave: Lucas 9.
Jesús siempre nos desafía a renunciar a algo (o a todo) para seguirlo a Él, porque a cambio, Él mismo nos equipa y nos bendice con cosas mejores. Mira cómo Jesús constantemente desafiaba a los demás a que “renuncien”: 1º. Alguien tenía 5 panes y 2 peces, ¿te imaginas a qué renunció? (vs.10-17). Correcto. Renunció a sus 5 panes y 2 peces (y a su propio egoísmo) para compartir y bendecir a otros. Dar rompe con nuestro egoísmo, con eso que nos hace decir “esto es sólo mío”. Y me imagino que habrá podido comer mucho más que 5 panes y 2 peces. ¿Cuánto sobró? 2º. Jesús los desafió preguntándoles abiertamente quién decían las personas que era él. ¿A qué habrán tenido que renunciar los discípulos? (vs.1820, 26). Me imagino que a la vergüenza, a sus propias ideas o a la opinión de la gente. ¿Tú qué piensas? 3º. Jesús mismo se pone como el máximo ejemplo de renuncia. ¿A qué renunciaría Jesús? (vs.21-22, 44). 4º. En los vs.23-25 Jesús enseña sobre la importancia de renunciar, utilizando dos expresiones:
Renunciar a los egoísmos y abandonar los orgullos. Renunciar a vivir a mi manera para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. Renunciar a todo aquello que aunque no parezca malo puede alejarme de su camino o afectar negativamente mi vida. Renunciar al apresuramiento en las decisiones importantes. Renunciar a satisfacer sólo mis gustos personales ignorando las necesidades de los demás. Renunciar al desgano, a la dejadez, al “mañana lo hago”. Renunciar a “yo me las se todas y no necesito de nadie”. Y toma tu cruz cada día. ¿Y esto qué quiere decir? No tienes que llevar colgada una cruz en el cuello ni hacer el signo de la cruz cada vez que pasas delante de algún templo. No es eso. Tomar tu cruz cada día es decidirte a “crucificar” los orgullos, los egoísmos, los malos pensamientos, las malas palabras, el resentimiento, la falta de perdón, los deseos de venganza y todo pecado que quiera separarte del amor de Jesús. Puedes orar así si lo deseas: “Señor Jesús, te confieso mi pecado (menciona específicamente el pecado). Y en tu nombre renuncio a las mentiras con las que Satanás procura alejarme de tu amor. Me entrego de nuevo a ti. Te doy mis pensamientos, mis deseos, mis sentimientos. Te entrego mis gustos, mis ideas y sueños. Soy tuyo. Eres mi Señor. Y estoy dispuesto a que me guíes con tu verdad”.
Devocional – ¡¿Yo Predicar?! ¡Naaaahhhh! Pasaje clave: Lucas 10:1-24.
Lucas dedica este capítulo casi exclusivamente a la predicación del evangelio. O cómo hablarles de Jesús a tu familia y compañeros sin morir en el intento. El Señor nos manda a hablar de su palabra y a mostrar su paz, pero ¿cómo lo hacemos? Te comparto algunas ideas bien prácticas: 1º. Muéstrales lo positivo que Dios está haciendo contigo. Tus conductas y reacciones hablan más fuerte que tus palabras. Ellos no quieren escuchar un discurso, una predica, ellos esperan ver algo distinto en tu vida. Tu testimonio es la clave en tu casa y con tus amigos. Nada es más perjudicial que decir una cosa y hacer otra, por eso tienes que hacer la diferencia en donde te encuentres y dejar que tu vida refleje el amor de Dios. 2º. Ten bien en claro tu identidad en Cristo. No seas un camaleón que cambia según el medio ambiente. Eres un
hijo de Dios en todo momento y en todo lugar. Vive como Dios quiere que vivas y habla lo que Dios quiere que hables. La gente está cansada de los falsos y mentirosos. Sé un auténtico hijo de Dios y te escucharán. 3º. Sé sabio. El Espíritu Santo convence de pecado, no nosotros. No presiones a nadie. El que no quiere no quiere. Evita las discusiones y peleas sobre la fe y la iglesia, porque sólo sirven para alejar a las personas de Dios. Solamente habla del amor y del perdón de Dios y muéstrales cómo ha cambiado realmente tu vida. 4º. Agrada a Dios y no a las personas. Jesús nos envía como corderos en medio de lobos. ¿Quiénes son los “lobos”? Los que se burlan, los que se te ríen en la cara, los que te rechazan porque eres cristiano, los que te “gastan” porque no vives como ellos y vas a la iglesia, etc. Pero tranquilo, no nos rechazan a nosotros, rechazan a Jesús (vs.16). No dudes, ni tengas miedo de lo que dicen. No estás solo. Jesucristo mismo está a tu lado para ayudarte. No niegues a Jesús para quedar bien con la gente. Tienes que quedar bien con Dios y todo lo que hagas te saldrá bien.
“¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?”. En otras palabras, Jesús le estaba preguntando: “¿qué dice la Biblia y cómo interpretas lo que está escrito?
Devocional – ¡¿Yo Samaritano?! ¡Naaaahhhh! Pasaje clave: Lucas 10:25-37. Un intérprete de la ley levantó la mano y pidió permiso para hacer una pregunta: “¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?” (vs.25). Se hizo un gran silencio. Te diría que nadie respiraba. Uno que iba para el baño se aguantó las ganas y volvió para escuchar (“cómo no traje pañales” se dijo a sí mismo). La pregunta dejó mudos a todos: “¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?”. Todas las miradas, como misiles, se enfocaron en Jesús. Nadie se movía. Había tensión en el aire. Un experto de la ley había hecho la más difícil de todas las pregunta…y esperaba una respuesta. “¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?”. “¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?” (vs.26), fue la tranquila respuesta de Jesús. No se despeinó, no se alteró, no se puso nervioso, no empezó a tartamudear. Lo miró y le preguntó:
¿Cómo le respondió el experto en la ley del Antiguo Testamento? (vs.27). ¿Y qué le dijo Jesús? (vs.28). Sólo aquel que sea capaz de amar al Señor con todo su corazón, con toda su alma, con todas sus fuerzas y con toda su mente, y además de eso amar al prójimo como se ama a sí mismo, podrá heredar la vida eterna. Pero, ¿hay alguien capaz de amar así, todo el tiempo y en todo momento? Aún las mejores personas no aman así todo el tiempo y en todo momento. Entonces, ¿nadie es capaz de heredar la vida eterna? Humanamente hablando, no. Pero Dios mismo solucionó el problema enviando a Jesús, para que todo aquel que en él cree no se pierda más tenga vida eterna. Cuando invitas a Jesús a tu vida y le recibís en tu corazón eres salvo y el amor de Dios se derrama en tu corazón. Entonces recibes de Dios mismo la capacidad de amarlo a él, de amar a tu prójimo y amarte a ti mismo. Amar a Dios primeramente porque dio su vida por nosotros. Amarte a ti mismo porque eres una creación única y especial de Dios. Y amar a las personas (los prójimos) porque necesitan conocer Su amor.
Y para dejar este punto bien claro ¿qué historia les contó Jesús? (vs.30-36). Samaritanos y judíos se odiaban. No se podían ni ver. Sin embargo, un samaritano ayudó a su prójimo, un judío. El sacerdote judío y el levita judío no lo ayudaron (tal vez porque tuvieron miedo o sintieron lástima, o porque pensaron que les resultaría muy costoso hacerse cargo del herido, o porque simplemente no les importó, o tal vez estaban demasiado metidos en sus propios problemas como para ayudar a alguien, o sencillamente no se querían involucrar), pero el samaritano sí lo hizo. Lo curó, lo vendó, lo cargó, lo llevó a un mesón, pagó todos los gastos y cuidó de él. Esto es amar al prójimo. Piénsalo. Sé cómo aquel samaritano. Comparte a Jesús con el hambriento, el abandonado, el rechazado, el marginado. Ellos te necesitan. Anda y haz tú lo mismo.
Devocional – ¡¿Yo Estresad@?! ¡Naaaaahhh! Pasaje clave: Lucas 10:38-42. En muy pocos versículos podemos hacer un chequeo de las características de estas hermanas. Tranquila Marta, Tranquila. La identidad de Marta se había construido (con el paso de los años) sobre “el hacer” para ser. A ver… te lo explico de otra manera. Ella necesitaba “hacer cosas y más cosas” para sentirse bien consigo misma. El “hacer” la hacía sentir frente a los demás una mujer valorada y aceptada. Ella sentía que cuanto más hacia por los demás más aceptación y valoración ganaba. “Hago, me aceptan”. “Hago, me valoran”. “Hago, soy importante para los demás”. “Hago, hablan bien de mí”. Ella es la que sale a recibir a Jesús (vs.38), ella es la que se ocupa de preparar todo y de servir, ella es la que se queja porque los demás calientan un banco y no hacen nada (vs.40). Pero este “hacer para ser” tarde o temprano termina estresando a la persona, la cansa, la deprime, la pone de mal humor y todos los de alrededor lo sufren.
¿Qué le responde Jesús a Marta? (vs.41). “Afanada” es estar ansiosa y muy preocupada. “Turbada” es llamar la atención, llorar, hacer lío, alborotar. Este tipo de estrés es muy frecuente en los chicos y chicas muy ocupados. “Esos” que están metidos en todo: Cursan el colegio, estudian inglés, van a computación, practican música, juegan al fútbol, son maestros de niños en la iglesia, dirigen la alabanza, enseñan en grupos pequeños, están de novios, etc., etc., etc. Son chicos y chicas predispuestos a “correr” mucho y descansar poco, a vivir bajo muchas responsabilidades, siempre exigiéndose más y más en un continuo afán de perfección y exigencias. Tarde o temprano ese ritmo de vida los “plancha”. “Hacer para ser”. Y si al mucho correr y al poco descanso le suman una inadecuada alimentación, entonces tenemos un candidato a la depresión. Este tipo de depresión no se manifiesta de golpe. Es progresiva. Se va dando poco a poco. Día a día, hasta que se desencadena. Y lo más interesante es que el desencadenante puede ser cualquier “pavadita” que te haya sucedido o te hayan dicho. Entonces te vienes abajo. Como Marta. Tengo el síndrome de Marta ¡¿Qué Hago?! Si tu situación es similar a la de Marta, una de las cosas más importantes para hacer es establecer un orden de prioridades que te ayude a dedicarte a lo más
importante y a dejar a un lado (por lo menos durante cierto tiempo) lo menos importante, lo menos urgente o aquello que te hace perder tiempo inútilmente y encima te cansa emocional y mentalmente. Aprende a decir No. Es muy bueno que hagas las cosas con excelencia pero no corras desesperadamente detrás de la “perfección”. El perfeccionismo es para los obsesivos que emocionalmente no toleran que algo les salga “un poquito” diferente a lo que tenían planeado. Se enojan, se deprimen y se las agarran con todo el mundo. La excelencia, en cambio, es dar lo mejor de ti mismo dentro de tus posibilidades y recursos. Bajá los niveles de auto exigencia. Dios te acepta y te valora por lo que eres y no por todo lo que haces ni por lo que tienes. Revisa y mejora tus tiempos de descanso y tu alimentación. Hazte un chequeo médico. Todo esto te será muy positivo. Y, por sobre todas las cosas… Imítala a María.
“¿No estás perdiendo el tiempo en la iglesia?” “¿Si realmente Dios te ama no te tendrían que ir mejor las cosas?” ¿Cuál fue la segunda tentación a la que lo expuso Satanás? (4:5-7). Jesús enfrentó la tentación de obrar fuera de la voluntad de Dios.
Devocional – Tres Tentaciones Pasaje clave: Mateo 4. “Ser tentado” significa: “ser puesto a prueba”, y también “ser inducido o provocado a pecar”. Satanás en persona trato de hacer pecar a Jesús. ¿Cuál fue su primer tentación? (4:34). Jesús enfrentó la tentación del hambre. Después de 40 días de ayunar, ¡tenía hambre! ¡Muchísima hambre! Su cuerpo le pedía satisfacer su urgente necesidad. Y por si todo esto fuera poco, las palabras del diablo ponían en tela de juicio la relación de Jesús con su Padre. “Si eres el Hijo de Dios…”. “¿Serás realmente hijo de Dios? Demuéstramelo”. ¿Cuándo fue la última vez que tu cuerpo te pidió satisfacer una urgente necesidad? “Tengo que masturbarme, no aguanto más”. “Si no le hago el amor a mi novia voy a explotar”. “Necesito una cerveza, ahora”. “Estoy desesperado por conseguir un poco de merca”. “Dale, loco, dame un porro“. Y mientras tu cuerpo te pide, Satanás te mete dudas: “Me parece que Dios se olvidó de ti”. “Mira tú heladera… vacía, estás de última”. “Apenas te alcanza la plata, ¿no será que te creíste que eres hijo de Dios pero en realidad no eres hijo de nadie?”
¿Qué hace Satanás? Lo tienta en cuanto a la presencia de Dios y a la confianza depositada en Él. “Tírate. Los ángeles de Dios te cuidarán”. “Hazlo, no te va a pasar nada”. “Dios es tan bueno que si pecas no pasa nada”. “Hazlo y después pide perdón”. “Juega, y si ganas, das el diezmo. No tiene nada de malo”. “Si tienes control y no te emborrachas, no tiene nada de malo tomar unas cuantas cervezas”. “Dios sabe que se aman y se van a casar, ¿por qué no aprovechan ahora y tienen sexo?” “Es un buen chico, aunque no vaya a la iglesia. Voy a salir con él”. Actuar así es creerle a Satanás, ser vencido por sus tentaciones y ponerte en contra de la voluntad de Dios. ¿Cuál fue la tercera tentación que enfrentó Jesús? (4:8-11). Jesús enfrentó la tentación de la gloria y el poder. Todo lo que te ofrece Satanás siempre tiene un precio. “Te doy lo que quieres, pero me entregas tu voluntad”. Jesús escogió entregarle su voluntad al Padre, adorar al Padre y morir en una cruz, en lugar de adorar a Satanás, esclavizarse a Él y perder el propósito. ¿A quién estás adorando? ¿Detrás de quién estás yendo? ¿Qué propuestas estás oyendo? ¿A quién estás sirviendo? ¿Cuánto de tu vida y de tu tiempo le entregas a Dios?
¿Con qué nos compara Jesús? (vs.14-16). ¿Y para qué sirve la luz? Básicamente para iluminar y disipar la oscuridad. La luz nos permite ver las cosas tal como son. Y recuerda esto: sólo hay oscuridad cuando no hay luz.
Devocional – Influencias Pasaje clave: Mateo 5:13-16. ¿Con qué nos compara Jesús? (vs.13). ¿Y para qué sirve la sal? Básicamente para dos cosas: para dar gusto y para conservar alimentos evitando la putrefacción. ¿Cómo es la sociedad en la que vivimos? En términos generales es corrupta, inmoral y rechaza a Dios: homosexualidad, aborto, drogadicción, abusos, violencia, maldad, etc., son señales de una sociedad que empeora en lugar de mejorar. Pero tú y yo somos como la sal: estamos para neutralizar la corrupción y la maldad con la verdad de Jesús. Pero la sal puede perder su capacidad de salar. ¿Y cuándo sucede esto? Cuando ella misma se contamina con otras sustancias. Cuando permites que el estilo de vida mundano te contamine o cuando toleras el pecado en tu propia vida, cuando crees la mentira en vez de la verdad, pierdes la capacidad de influir positivamente sobre otros, pierdes el gusto de ser un hijo de Dios, ¿y para qué sirves entonces?
Ser luz es creer la verdad. Ser luz es vivir la verdad. ¿Pero, qué verdad? ¿Mi verdad? ¿La verdad de algún grupo religioso? ¿La verdad de la ciencia? No. La verdad de Dios. La verdad que Él nos reveló en su Palabra. La verdad de su amor, la verdad de su perdón para todo aquel que cree, la verdad de la vida nueva que Él ofrece. ¿Cuándo eres luz? Cuando enfrentas la mentira con la verdad. ¿Cuándo eres luz? Cuando le muestras a alguien la verdad de Dios. Pero la luz puede dejar de alumbrar. ¿Y cuándo sucede esto? Cuando se oculta, cuando se esconde o cuando se apaga. Cuando por miedo o vergüenza escondes lo que eres en Cristo. Cuando la mentira te contamina, la crees y vives engañándote a ti mismo, ¿a quién alumbras? Ilumina con tus palabras. Ilumina con tus decisiones. Ilumina con tus actitudes. Sólo hay oscuridad cuando no hay luz. Y tú eres luz.
capítulos descubrirás qué otras situaciones difíciles tuvo que enfrentar. ¡Y Ahora… La Pregunta Del Millón! ¿Para qué comerse tantas humillaciones? y ¿quién fue el responsable de ellas (y de las que vendrían): Dios, Satanás, o él mismo? ¿Por qué?
Devocional – Demasiada Soberbia Pasaje clave: Génesis 37. JOSE: Biografía Autorizada. Edad: 17 años Relación con su padre Jacob: Ser el hijo preferido. Relación con los hermanos: No ser soportado. Ocupación: Chismoso. (¡Ah! también era pastor). Su regalo predilecto: Una túnica de colores. Estado civil: Solterito y sin apuro. Hobby preferido: Contar los sueños espirituales que tenía. Su pecado: Un corazón lleno de orgullo. Su mayor virtud: Conciencia de la presencia de Dios. Su 1º gran humillación: Perder la túnica y ser echado a un pozo. Su 2º gran humillación: Ser vendido como esclavo. (Él, que era el hijo predilecto). Por ahora, sólo experimenta estas dos grandes humillaciones ¡pero vendrán más! En los próximos
Antes de seguir leyendo trata de pensar las respuestas por ti mismo. Porque todavía no era el tiempo de Dios para él. Él era el preferido del padre y aprovechaba estos sueños para afirmar ese lugar de “preferido” delante de sus hermanos. Es como si él les dijera: “Vean, también soy el preferido de Dios”. Él debería haber meditado en esos sueños, haberlo hablado únicamente con su padre y haber esperado que llegue su tiempo. Pero no hizo nada de eso, por el contrario, quiso conseguir el reconocimiento y la autoridad en ese momento. Pero aún no era su tiempo. ¿Quién fue el responsables de tantas humillaciones? Creo que el primer responsable fue José mismo. Si él hubiera tenido un corazón humilde y esperado el tiempo, hubiera vivido experiencias muy diferentes. Pero creo también, que detrás de todas esas humillaciones estuvo la mano de Dios corrigiéndolo, formándolo, haciéndolo madurar y mostrándole cosas que, de otra manera, nunca habría aprendido por sí mismo. Con esas humillaciones y las que aún tendría que vivir, Dios destruía, poco a poco, su pesado orgullo y pisoteaba su soberbia espiritual. Para hacerla más clara:
le “bajaba los humitos”. ¿Entiendes? ¿Cuáles son las cosas que interiormente te despiertan esa sensación de orgullo, de superioridad? ¿Tu capacidad intelectual, tus habilidad deportivas, tu belleza física, tu simpatía, estar en un “ministerio importante”, ser visto cuándo participas en las actividades de la iglesia, enseñarle a otros o dirigirlos de alguna manera, tener plata? ¿Cómo reaccionas cuando eres humillado? ¿Lo ves como algo de Dios para mejorar tu vida o reaccionas peor? ¿Estarías dispuesto a agradecerle a Dios cada vez que Él baja tus humitos y te hace pasar por una situación de crisis para hacerte mejor de lo que eres?
Devocional – Palabras y Actitudes Pasaje clave: Mateo 8. Palabras Poderosas Si hubo algo que lo diferenció a Jesús de los religiosos y sectarios de su época fueron sus palabras. Él no hablaba como ellos, no era religión lo que salía de su boca, sino autoridad, espíritu y vida. Nadie permanecía igual ante las palabras de Jesús: las aceptaban o las rechazaban, pero nadie se mantenía indiferente. Seguían a Jesús o se apartaban de Jesús. Sus palabras eran desafiantes y cargadas de autoridad. No eran simples palabras. 1. El leproso pide ser sanado (vs.2). Jesús lo toca, ¿y qué le dice? (vs.3). Su palabra liberó sanidad sobre la enfermedad y fue sano. 2. El centurión ruega por su siervo enfermo y atormentado (8:5-8). Jesús, admirado de su fe, ¿qué le responde? (vs.10-13). La palabra de Jesús lo sanó en ese mismo momento. 3. Endemoniados y enfermos son traídos a Jesús. ¿Cómo los sanó? (vs.16). Con la palabra. 4. Tempestad y tormenta en el mar. Discípulos aterrados (vs.2325). ¿Qué dice Jesús? (vs.26). Con su palabra tranquiliza a los discípulos y reprende a la
tempestad. Nunca nadie había hecho algo así (vs.27). 5. Los demonios ¡le ruegan y le piden permiso a Jesús! para salir de los hombres e ir a los cerdos (8:28-31). ¿Qué les ordena el Señor? (vs.32). Su palabra está cargada de poder y autoridad divina. Los demonios sólo pueden obedecer, ninguno se atreve a cuestionarlo. Y Actitudes… Presta atención a las actitudes de éstas cuatro personas. Y luego mírate a ti mismo y evalúa tus propias actitudes hacia el Señor. 1. ¿Con qué actitud se presenta el leproso frente a Jesús? (vs.2). “Si es tu voluntad, si quieres, si lo deseas, puedes limpiarme”. Tú no eres un leproso, eres un hijo de Dios: amado, santo y escogido. Pero, ¿tienes la actitud de éste leproso? ¿Eres capaz de decirle al Señor: “si tú quieres, si es tu voluntad”, y aceptar lo que Él te diga? 2. 8:5. ¿Con qué actitud se presenta el centurión frente a Jesús? (vs.5-9). Éste era un hombre de autoridad, con poder militar y soldados bajo su autoridad, pero viene a Jesús rogándole. El centurión reconoció la autoridad de Jesús y le rogó. No le exigió, ni le dio órdenes, le rogó. Sólo los rebeldes y caprichosos cuestionan a la autoridad. Un corazón obediente mueve el poder de Dios. Un corazón rebelde lo detiene. ¿Eres obediente? ¿Reconoces en tu vida la Palabra de Dios o la cuestionas y rechazas? 3. ¿Cómo reaccionan los discípulos ante la tempestad? (vs.23-27). ¡Tienen miedo de morir! ¡Se desesperan! ¡Se descontrolan! Dudan y se olvidan
completamente de que Jesús estaba con ellos. ¿Tienes miedo? Todos tenemos miedo y todos nos parecemos a estos discípulos, pero… ¿por qué te olvidas tan rápidamente de quién es el que está contigo? ¿Piensas que puedes hundirte teniéndolo a Jesús en tu vida? No tengas miedo, sólo cree. 4. Jesús hace algo extraordinario (vs.28-32). Libera a los endemoniados y le ordena a los demonios entrar en un hato de cerdos (¡Puajjj! ¡Qué asco! Sólo un demonio viviría en un cerdo). Los cerdos desesperados y endemoniados se suicidan tirándose al mar, pero entonces sucede algo inesperado… ¿Cómo reaccionan los habitantes de la ciudad? (vs.33-34). Toda la ciudad se conmociona por la liberación de los dos hombres…, ¿o porque perdieron un hato de cerdos? ¿Salen de sus casas para seguir a Jesús o para rogarle que se vaya? Piénsalo. Jesús te habla palabras poderosas. Sus palabras te perdonan, te sanan, te liberan, te hacen 10 veces mejor, pero ¿cómo reaccionas a ellas? ¿Qué actitudes tienes cuando las escuchas o las lees?
Devocional – Cinco Sueños Pasaje clave: Mateo 9: 18-38. Un hombre sueña con volver a ver viva a su hija… Una mujer sueña con tener su cuerpo sano… Dos ciegos sueñan con recuperar la vista… Un mudo endemoniado sueña con ser libre y recuperar el habla… Y Jesús, que sueña con muchos obreros ocupados en la obra de Dios… Cinco sueños. Las personas pesimistas y negativas les deben haber presentado una larga lista de razones por las cuales ellos nunca podrían alcanzar sus sueños. Por ejemplo: “La muerte es el final”. “Perdiste a tu hija y nunca la recuperarás”. “Los médicos no pueden curar tu enfermedad”. “La ceguera es incurable”. “Ustedes ya están grandes para cambiar”. “No conocemos a nadie que haya vuelto a ver”. “Resígnense, ver no es para ustedes”. “Los especialistas han dicho que su problema es irreversible”. “Si están endemoniadamente locos y mudos lo mejor será encerrarlos
en un psiquiátrico”. “Si no tienes plata no lograrás nada”. “Sean realistas. Los poderosos logran cosas, ¿quién se va a fijar en ustedes?”. “Con esa cara nunca conseguirás una novia”. “¿Tú, ingeniero? Si eres horrible estudiando”. “Esa profesión no tiene futuro, perderás tu tiempo”. “Deja de perder tiempo en la iglesia. Eso es para ignorantes”. ¿Qué hicieron estas personas? ¿Se resignaron? ¿Se dieron por vencidas? ¿Escucharon las opiniones de las personas y abandonaron sus sueños? ¿Se deprimieron y se enojaron con todo el mundo? ¡No! Ellos fueron tras su sueño. Ellos creyeron que podían lograrlo. Ellos lo intentaron y buscaron a Jesús. Ellos dijeron: “sí, podemos obtener lo que anhelamos”. 1. Necesitas Tener Un Sueño. Tener un sueño te mantendrá vivo y motivado. Te mantendrá activo y lleno de energías. ¿Qué quieres ser cuando “seas grande”? ¿Qué quieres lograr? Si puedes responder éstas preguntas, entonces tienes un sueño. 2. Cree Que Puedes Lograrlo. La pregunta que tienes que hacerte a ti mismo es esta: “¿Por qué creo que SI puedo lograrlo? Hasta ahora has sentido, pensado y escuchado que “no puedes”, que “es imposible”, que “no es para ti”, que “eres muy chico”, que “no tienes la capacidad”, que “se necesita mucho dinero”, etc. Pero, en vez de pensar en todo eso, ¿por qué no te pones a pensar y a escribir, ahora mismo,
por qué piensas que sí puedes lograr tú sueño? No estoy diciendo que sea fácil, estoy diciendo que es posible. Lograr tú sueño es posible. 3. Muévete Para Alcanzarlo. Los cinco protagonistas de nuestra historia hicieron algo. Se movieron. Fueron tras su sueño. No se tiraron a la cama a llorar, ni perdieron el tiempo buscando culpables. Se movieron.
Devocional – ¿Valorar o Criticar?
El sueño no vendrá a ti. Tienes que trabajar duro para alcanzarlo. Tienes que estar dispuestos a sacrificarte. Por ejemplo: “Tengo el sueño de ser un profesional pero no quiero estudiar 6 o 7 años, es mucho tiempo. Pero cómo me gustaría serlo”. ¡Con esa actitud nunca serás un profesional!
Pasaje clave: Mateo 11:1-19. Juan el Bautista (el primo de Jesús) estaba en la cárcel (en el capítulo 14 te enterarás por qué Herodes lo hizo encerrar), ¿qué escucha acerca de Jesús y qué hace? (vs.2-3). ¿Qué respuesta les da Jesús a los discípulos de Juan? (vs.4-6). Yo Valoro, Tú Valoras, Él Valora Valorar a alguien es reconocerlo, admirar su vida, su trabajo, su esfuerzo, su dedicación. Hablar bien de esa persona y honrarla. Todos necesitamos ser valorados. Cuando nos valoran crece nuestra autoestima, nos sentimos seguros y confiados. Estamos entusiasmados y tenemos ganas de hacer cosas más importantes. ¿Sabes qué hace Jesús cuando los discípulos de Juan se van? Le habla a la gente acerca de Juan. Lo reconoce y valora delante de todos. Públicamente Jesús lo honra (vs.78). Mira las cosas positivas que dice acerca de él:
Para que las cosas sucedan tienes que tomar la decisión para que sucedan. Créele al Señor y esfuérzate por tu sueño. 4. Rodéate de Personas Positivas. Si estás con gente negativa no sólo verás todo mal, sino que nunca lograrás tus propios sueños. ¿Cómo son las personas con las que pasas la mayor parte de tu tiempo? ¿Positivos o negativos? Rodéate de gente que te anime, que te levante, que te quiera, que te exija y que te edifique. Positivos.
Es más que un profeta (vs.9). Es el mensajero anunciado por el profeta Malaquías (vs.10). Es el que le preparó el camino a Jesús (vs.10). No hay otro profeta como Juan el Bautista (vs.11).
Los valientes y esforzados (“violentos”) como Juan, conquistan el reino de los cielos (vs.12). Él es como el profeta Elías (vs.1314). ¡Papá! Qué en esa época te comparen con Elías es como si hoy te compararan con Benny H., con Katherine K. o con Marcos W. ¡Qué honor! Jesús, con sus palabras, honró a Juan por su vida y su ministerio. Lo honró porque fue un valiente totalmente jugado por el reino de Dios. Él no tuvo celos de su primo Juan, por el contrario, lo valoró, lo reconoció y lo honró públicamente. Celos es para inmaduros. Celos es para quienes viven compitiendo en todo lo que hacen (aún cuando sirvan a Dios y hablen de Dios). ¿Valoras a las personas que te bendicen? ¿Honras a aquellos que se la juegan por ti para que seas una mejor persona? ¿Valoras a los que logran cosas importantes en el reino de Dios?
Él Dijo, Ellos Dijeron, Ustedes Dicen Luego de honrar a Juan, Jesús le habla a la gente y los compara con aquellos que hablan por hablar y que critican a todo el mundo (vs.1617). Lo criticaban a Juan tratándolo de endemoniado (vs.18). Y lo critican a Jesús tratándolo, ¿de qué? (vs.19). Lo mejor que puedes hacer es alejarte de ese tipo de personas. Nada les cae bien. No importa lo que hagas o no hagas, te criticarán. No pierdas tu tiempo con ellos.
Devocional – Endemoniados Pasaje clave: Mateo 12:22-50. Confrontando A los Verdaderos Demonios ¿Cómo reaccionan los fariseos ante el poder de Jesús? (vs.24). Estos tipos eran los verdaderos demonios. No eran grotescos, no les giraba la cabeza, ni vomitaban serpientes. No les cambiaba la voz, ni las manos se les transformaban en garras. Nada de eso. Pero hablaban bajo la influencia de los demonios. ¡¿Cómo es posible?! Eran religiosos, conocían de memoria la ley, la enseñaban al pueblo, exigían que se cumpliera. Habían estudiado la Biblia durante años… ¡cómo que hablaban bajo la influencia de demonios! ¿Sabes por qué? Porque tenían a Dios en la mente pero no en el corazón. Tenían el conocimiento de la ley, pero no tenían a Dios, ni su presencia, ni su poder, ni sus Palabras. Tenían la apariencia de hijos de Dios, pero no lo eran. Conocían acerca de Dios (porque habían estudiado), pero no conocían a Dios porque no tenían una relación personal con Él. Atacaban a Jesús, lo perseguían y querían destruirlo porque los demonios odian a Dios, odian al
Hijo de Dios y nos odian a todos aquellos que le entregamos nuestras vidas al Señor. Cuando Jesús escucha que lo acusaban de sanar por el poder del demonio Beelzebú, no se calla la boca y les responde. ¿Qué sucede con un reino si pelea contra sí mismo? (vs.25). ¿Y qué sucede si Satanás se echa a sí mismo? (vs.26-27). ¡Se autodestruye! Cuando un curandero o un brujo “sanan” o hacen un exorcismo, en realidad autorizan a demonios superiores echar a patadas a demonios inferiores. Se produce la sanidad y el exorcismo, pero la persona queda más endemoniada que antes aunque “parezca” sana y libre. No te confundas. Satanás no pelea contra sí mismo, y esto es lo que Jesús le muestra a los endemoniados religiosos. Entonces, ¿qué les dice? (vs.2829). Su poder es el poder del Espíritu de Dios. Él ata al hombre fuerte (a Satanás y sus demonios) y lo saquea. Si los fariseos no están con Jesús, entonces están en su contra (vs.30). ¿Qué pecado no les será perdonado? (vs.31-32). Es muy importante que entiendas lo que Jesús le dice a los fariseos. El pecado de ellos no les sería perdonado porque trataron al Espíritu Santo como si fuera un demonio. Jesús, lleno del Espíritu Santo, liberó y sanó al hombre endemoniado, pero para los religiosos no fue la obra del Espíritu Santo sino la obra de un demonio. Insultar (blasfemar) de esa manera al Espíritu Santo, tratándolo de demonio, es imperdonable.
Por lo tanto, ¿qué advertencia hace Jesús? (vs.33-37). ¡Cuida tu boca, nene! ¡Ten cuidado con lo que hablas y dices! Porque tus palabras y tu manera de hablar muestran lo que hay en tu corazón. Si tu corazón (tus emociones y pensamientos) es bueno, hablarás buenas palabras; pero si tu corazón es malo, hablarás porquerías. Los fariseos trataron de demonio al Espíritu Santo, hablaron mal del poder de Dios y mostraron lo que había en sus corazones: rechazo, odio y mucha bronca contra Jesús. Tus palabras te justificarán o te condenarán. Lo que hablas te hará libre o te esclavizará. Sanará tu corazón o te enfermará.
Los “misterios del reino de los cielos” sólo son para aquellos que se la juegan en la presencia de Dios. Que invierten tiempo para conocer a Dios. Si sólo oras para dar gracias por los alimentos, nunca tendrás revelación.
Devocional – Parábolas y Revelación Pasaje clave: Mateo 13:10-17. Mateo dedica este capítulo para contarnos varias parábolas de Jesús. Si no lo sabes, una parábola es un relato sacado de la naturaleza o de las situaciones cotidianas para enseñarnos una verdad espiritual. ¿Qué le preguntan los discípulos a Jesús? (vs.10). ¿Y qué respuesta les da Él? (vs.11-13) Jesús usaba ejemplos de la vida diaria para enseñarles a sus discípulos, y a nosotros, realidades espirituales que de otra manera serían muy difíciles de entender. Pero para poder entender la verdad espiritual que esconde la parábola necesitas revelación (¿te acuerdas? “ver lo que no veías”). Y la revelación solo puede dártela el Espíritu Santo cuando sinceramente quieres conocer a Dios y pasas tiempo con Él. Si amas a Dios y buscas más de Él en oración, en lectura de su Palabra, en adoración, ¡y le crees!, mayor revelación te será dada; pero si no te importan Dios ni sus cosas, perderás aún la poca revelación que tengas.
Si sólo adoras al Señor una vez por semana en la iglesia, nunca tendrás revelación. Si te acuerdas de Dios sólo cuando tienes problemas, o exámenes, nunca tendrás revelación. Si oras a las apuradas porque tienes que pasar el 5º nivel de tu videojuego, nunca tendrás revelación. Si cuando hablas con Dios sólo le hablas del chico que te gusta, nunca tendrás revelación. Si cuando oras lo único que haces es pedir perdón por tus pecados, nunca tendrás revelación. Si buscas a Dios, pero estás enojado con medio mundo y no quieres perdonar, nunca tendrás revelación. Si tu corazón no está sano, porque hay amarguras, resentimientos, acusaciones o culpas, nunca tendrás revelación. La revelación no tiene que ver con “cuántos años hace que vas a la iglesia”, ni con “cuántos estudios bíblicos hayas hecho”. La revelación es el resultado de tu intimidad con el Señor. Por eso hay muchísimos cristianos que tienen ¡años! de iglesia, pero ¡cero! revelación. Son religiosos que congregan una vez por semana, y ahí se termina su vida espiritual. Para ellos hay
parábolas, pero no hay revelación (vs.13). Pero, ¿qué dice Jesús de aquellos que sí reciben revelación? (vs.1617). Son exitosos, son felices, porque la revelación les hará conocer los secretos de Dios, sus propósitos y su voluntad.
Devocional – Estoy Deprimido 1 Pasaje clave: Isaías 61:1 ¿Qué dice Isaías 61:1 acerca de Jesús? Los abatidos son los que están: Deprimidos. Cansados. Desanimados. Bajoneados. Desganados. Decaídos. Etc. Cuando comienzas a pensar que no hay ninguna solución para lo que te pasa, o para lo que sucede en tu hogar, o te parece imposible poder solucionar determinados problemas, entonces comienzas a bajonearte, a deprimirte. Mira lo qué dice Pablo de sí mismo en 2° Corintios 4:9. Estar destruido es lo mismo que sentirte abatido. Pero derribado no significa destruido. Puedes caerte y quedarte tirado, o caer y volver a levantarte en seguida. ¿En qué situaciones te sientes abatido, deprimido, bajoneado? Por ejemplo: “Me siento mal por mi cuerpo, por los problemas en mi casa, por las dificultades en el colegio. Por las diferencias con mis padres, por “estar en el medio”. Siento que no me comprenden y me siento mal
por esas cosas que todavía no cambian en mi vida. Por esos pecados que me siguen lastimando. Qué se yo, por mil cosas más…” Todas estas cosas pueden derribarte solamente, o pueden destruirte, abatirte, deprimirte. Todo depende de la actitud que tomes ante ellas. ¡Pero no te desalientes! No eres ni serás el único que se deprime o que se ha deprimido alguna vez. La depresión no es pecado, ni algo terrible, siempre y cuando no se transforme en tu manera de vivir. La depresión es una señal de alarma que nos dice que hay algo que no esta bien. Que nos advierte que debemos cuidarnos más, o efectuar algún cambio importante y necesario. Es una oportunidad para que te conozcas mejor. Para que pienses cómo está tu relación con Dios y con las demás personas. Para ir descubriendo si las cosas que hay en tu cabeza son mentiras o verdades. Para ordenar “algunos desordenes”. Para descubrir cuáles son las cosas que te están afectando y hacer algo al respecto. Puedes aprender mucho, muchísimo, y salir victorioso de ella. (CONTINUARÁ…)
Devocional – Estoy Deprimido 2 Pasaje clave: Isaías 61:1 Te contamos algunas razones por las cuales te deprimís para que aprendas a entender qué es lo que te sucede y por qué.
1. Por los CAMBIOS de tu cuerpo. Los cambios que ocurren en tu cuerpo son normales y te están preparando para ser un hombre o una mujer. Estos cambios no los puedes controlar. ¡Son incontrolables! Y muchas veces te hacen sentir mal. Entonces te deprimís. Pero si además, comparas tu cuerpo con el de otros (y estas comparaciones generalmente son negativas), vas a lograr sentirte peor. Existen falsos modelos que te presentan una imagen casi perfecta de cómo tiene que ser el cuerpo de alguien. O de lo que tienes que hacer para tener un cuerpo “diez”. Pero cuando no logras ni siquiera parecerte a ese modelo falso, te vuelves a deprimir, te enojas con vos mismo y te quejas de cómo eres. Peor es el caso de chicas y chicos que se enferman de anorexia y bulimia, destruyéndose a sí mismos por querer ser más hermosos, más delgados, más sexy, más aceptados, o sentirse más valiosos, más importantes… ¿Qué puedes hacer? A. Cuida tu cuerpo. Aliméntate bien. Higienízate. Consulta al médico cuando sea necesario. Haz ejercicios. ¡No te quedes todo el día tirado en la cama o encerrado en tu habitación llorando! Esto empeorará las cosas. Y arruinará tu cuerpo que es el templo del Espíritu Santo (1º Corintios 6 19-20). B. Dale gracias al Señor por los cambios que hay en tu cuerpo. Específicamente por lo que no te gusta de él, o por lo que crees que debería haber sido diferente. Ser
agradecido te ayudará a aceptarte tal como eres. C. Satanás tratará de hacerte sentir el más espantoso, desproporcionado y feo del mundo. No creas sus mentiras. Creé la verdad de Dios: El te hizo tal como eres. Eres alguien único. No hay nadie más como tú. (CONTINÚA…)
Devocional – Estoy Deprimido 3 Pasaje clave: Isaías 61:1 Te contamos algunas razones por las cuales te deprimís para que aprendas a entender qué es lo que te sucede y por qué. 1. Por los CAMBIOS de tu cuerpo. 2. Por aspectos relacionados con el SEXO y la SEXUALIDAD. ¿Cómo te sientes cuando el chico o la chica que te gusta te trata como si no existieras? ¿O te rechaza? ¿Qué haces, entonces? Es muy probable que te deprimas:
Cuando quien te gusta del sexo opuesto, te rechaza. Cuando, por tu edad, no te permiten tener novio/a, y no entiendes (o no quieres entender) por qué, si todos lo hacen. Cuando intentas atraer el amor del otro y fallas. Cuando quien te gusta esta enamorado de otra persona. Cuando buscas sentirte seguro/a con el chico o la chica de tus sueños… ¡hasta que aparecen los primeros problemas…! y pierdes la seguridad. Cuando buscas solucionar alguna de estas cosas a través de la masturbación o de los
pensamientos impuros. Entonces, los sentimientos de culpa te llevan a deprimirte nuevamente. Cuando suceden algunas de estas cosas te deprimís y te atrapa el temor de no sentirte amado y aceptado. Incluso algunos chicos/as llegan a lastimarse a sí mismos por lo mal que se sienten. ¿Qué puedes hacer? A. ¡Comunícate! Comparte tus sentimientos con otros: tus amigos, tus líderes, tus padres. Si permaneces callado difícilmente alguien podrá ayudarte en algo. B. No está todo perdido, ni es el fin del mundo. Aún cuando lo que te haya sucedido te parezca “terrible” ¡hay solución! si quieres compartirlo con alguien que pueda comprenderte y ayudarte. C. Aunque sea triste que alguien te rechace o te trate con indiferencia, hay ALGUIEN que está a tu lado, que te comprende, te ama con un amor eterno y te acepta. Él jamás te rechazará. Busca en la relación personal con Jesucristo esa intimidad verdadera que ningún chico/a puede darte. D. Piensa en éstas palabras: Gálatas 6:2. Santiago 5:16. 1º Pedro 5:7. (CONTINÚA…)
Devocional – Estoy Deprimido 4 Pasaje clave: Isaías 61:1 Te contamos algunas razones por las cuales te deprimís para que aprendas a entender qué es lo que te sucede y por qué. 1. Por los CAMBIOS de tu cuerpo. 2. Por aspectos relacionados con el SEXO y la SEXUALIDAD. 3. Por estar en el MEDIO.
Ya no eres un nene, pero tampoco eres un adulto, y este “estar en el medio”, muchas veces te crea angustias. Luchas por tomar tus propias decisiones y luchas para que ellas sean respetadas por los adultos. Quisieras vivir sin tener que darle cuentas a nadie. Sin que nadie te este diciendo lo que tienes o no que hacer y cómo hacerlo… Pero al mismo tiempo sentís la necesidad de que te quieran, te orienten y te muestren hacia dónde ir, pero que no te presionen. Que te den libertad, pero que estén cerca, bien cerca, por si algo sale mal. Que te acompañen, te escuchen y te comprendan. Que te permitan equivocarte, pero sin dejar que te lastimes. Pero cuando estas cosas faltan, te sentís desamparado, desprotegido, inseguro; entonces te deprimís. Te sientes no amado, dejado a un lado. Sentís que no te dedican el tiempo o la atención necesaria. Y todo esto te deprime aún más. Otras veces “estas en el medio” de las discusiones de tus padres, de los problemas económicos que ellos tienen que enfrentar, de sus preocupaciones. Te sentís sin poder hacer nada y se te acumulan más tristezas. ¿Qué puedes hacer? A. ¡No te encierres en ti mismo! Enojarte contra todos, ponerte rebelde, llorar todo el día, sólo empeorará las cosas. Te sentirás peor que antes y los que te rodean no sabrán qué hacer. Compartí tus sentimientos con otros que puedan escucharte y ayudarte a comprender cómo son las cosas. B. ¿Están tus padres equivocados en todo lo que te dicen? Piensa que muchas veces eres tú el equivocado y no ellos. Aunque no
sea fácil, trata por un momento de ponerte en el lugar de ellos: ¿cómo se sienten?, ¿qué desean?, ¿qué esperan de ti? Ellos no pueden darte lo que no tienen o lo que nunca han recibido. Aún así hay algo que tú sí puedes hacer y darles a ellos: Tu respeto, tu honra, tu obediencia. Esto es lo que enseña la Biblia en Efesios 6:1-3. ¡Para que te vaya bien en toda tu vida! Piénsalo. C. Háblale al Señor acerca de cómo te sientes. Él es tu Papá. Él te ama. Él te acepta. Él te escucha. Él está allí muy cerca de ti esperándote. Esta es la verdad más grande que puedes creer y hacer parte de tu vida: Él es tu Padre, tu nuevo PAPÁ. No dejes que Satanás te engañe. Y disfrutar a Dios como PAPÁ te va a permitir valorar más a tus padres. D. No te pases todo el día pensando solamente en el problema. Esto es darle lugar al diablo para que sus mentiras gobiernen tu mente y emociones. Hay muchas cosas útiles y agradables en las que puedes pensar y que puedes hacer. ¡Hazlas! Fíjate en Filipenses 4:8 y 9, y en Colosenses 3:17. Además sería muy bueno que le dieras gracias al Señor por 10 cosas positivas que encuentres en tus padres y en tu hogar. ¡Basta de criticarlos! Dale gracias a Dios por ellos. Comienza a madurar. (CONTINÚA…)
Devocional – Estoy Deprimido 5 Pasaje clave: Isaías 61:1 Te contamos algunas razones por las cuales te deprimís para que
aprendas a entender qué es lo que te sucede y por qué.
caseros, están de novios, etc., etc., etc.
1. Por los CAMBIOS de tu cuerpo. 2. Por aspectos relacionados con el SEXO y la SEXUALIDAD. 3. Por estar en el MEDIO. 4. Por PECADOS no confesados. Fíjate cómo se sentía David. Lee el Salmo 32:3 y 4. Él estaba deprimido a causa de su pecado oculto. El pecado siempre nos deprime, nos lastima y además produce culpa, indiferencia y endurecimiento.
Son chicos y chicas predispuestos a “correr” mucho y descansar poco, a vivir bajo muchas responsabilidades, siempre exigiéndose más y más en un continuo afán de perfección y exigencias. Tarde o temprano ese ritmo de vida los “plancha”, aunque hayan comenzado el año con todas las energías y fuerzas. Si al mucho correr y al poco descanso le sumas una inadecuada alimentación, entonces tienes un candidato a la depresión.
PECADO + CULPA = DEPRESION.
Este tipo de depresión no se manifiesta de golpe. Es progresiva. Se va dando poco a poco. Día a día, hasta que se desencadena. Y lo más interesante es que el desencadenante puede ser cualquier “pavadita” que te haya sucedido o te hayan dicho. Entonces te venís abajo.
No importa si pecaste mucho o poco, tarde o temprano te sentirás mal, muy mal, con vos mismo, con los que te rodean y con Dios. Interiormente te sentís incomodo, te comportas de una manera extraña. Tratas de aparentar que nada pasa, pero algo, adentro, te dice que las cosas no están bien. No importa cuánto trates de escapar o de justificarte, te seguís sintiendo mal y cada vez será peor, a menos que seas sincero con vos mismo y con Dios. Reconoce tu pecado, arrepiéntete y confiésaselo al Señor para ser perdonado y librado de la culpa y de la depresión.
5. Por exceso de CANSANCIO. Este tipo de depresión es muy frecuente en aquellos chicos y chicas muy ocupados. “Esos” que están metidos en todo: Cursan el Polimodal, estudian inglés, van a computación, practican música, juegan al fútbol, son maestros de niños en la iglesia, dirigen la alabanza, enseñan en grupos
¿Qué puedes hacer? Una de las cosas más importantes que tienes que hacer es establecer en tu vida un orden de prioridades que te ayude a dedicarte a lo más importante y a dejar a un lado (por lo menos durante cierto tiempo) lo menos importante o menos urgente. Es muy bueno que hagas las cosas con excelencia pero no corras desesperadamente detrás de la “perfección”. Bajá los niveles de exigencia. Dios te acepta y te valora por lo que eres y no por todo lo que haces o intentas hacer. Revisa y mejora tus tiempos de descanso y tu alimentación. Hazte un chequeo médico. Todo esto te será muy positivo. Y no te olvides de creerle a Dios: Isaías 40:28 al 31.
(CONTINÚA…)
Devocional – Estoy Deprimido 6 Pasaje clave: Isaías 61:1
Te contamos algunas razones por las cuales te deprimís para que aprendas a entender qué es lo que te sucede y por qué. 1. Por los CAMBIOS de tu cuerpo. 2. Por aspectos relacionados con el SEXO y la SEXUALIDAD. 3. Por estar en el MEDIO. 4. Por PECADOS no confesados. 5. Por exceso de CANSANCIO. 6. Por SITUACIONES inesperadas. Situaciones inesperadas pueden ser: Ser tratado injustamente. Un examen mal rendido. La muerte de alguien querido. Algún accidente o enfermedad. Una prohibición de tus padres que te separa de la iglesia. La separación de tus padres. Cuando te suceden algunas de estas cosas (u otras) reaccionas ante la pérdida con depresión. Y éste estado puede durar mucho o poco según la actitud que tomes ante él. Jesús NO vino a decirnos que no vamos a tener problemas. El nunca nos dijo: “Entrégate a mí y todos tus problemas se van a solucionar”. ¡NO! Su buena noticia, su excelente mensaje es éste: El Señor te ama y El es el que permite sufrimientos y situaciones difíciles en tu vida. ¿Sabes para qué?: Para QUEBRANTAR tu orgullo, tu egoísmo, tus indiferencias. Para SANTIFICARTE, y que no te sigas enredando con el pecado y con el mundo.
Para FORMARTE a la imagen de Jesús y poder experimentar todo el poder de su vida en tu interior. TODO, absolutamente todo, lo que te sucede es permitido por Dios (aun las cosas más tristes), para QUEBRANTARTE, SANTIFICARTE y FORMARTE a la imagen de su Hijo. Para hacer de tu vida algo excelente. Nos sana saber y creer que Dios está por encima de los problemas. Y que ese Señor Todopoderoso que reina es nuestro Papá, que nos ama y que prepara todas las cosas para nuestro bien. Por ejemplo: El Señor no aprueba las injusticias que puedas recibir (de padres, amigos, etc.), pero las usa para quebrantarte, para hacerte como Él quiere, para formarte a la imagen de Jesús. (Llegará un día en que Él juzgará a quienes te maltratan, si bien esto no significa que permitas que te hagan cualquier cosa. Puedes y tienes que defenderte, pero no tomar el juicio y la venganza por tus propias manos). Mira la siguiente lista (y faltan muchos más) de personas que fueron derribadas pero no abatidas. JOSE. (Génesis 37, 39 y 40). ANA. (1º Samuel 1:1 al 18). DAVID. (Salmo 40). JOB. (Job 1 a 3). JEREMIAS. (Jer. 26, 38:1 al 13). AMIGOS de Daniel. (Daniel 3). DANIEL. (Daniel 6). JESUS. (Mateo 26 al 28). ESTEBAN. (Hechos 7). JACOBO y PEDRO. (Hch. 12:1-17) PABLO. (Hch. 16:16 al 40, 2º Co. 11:23-33) Todos ellos sufrieron, tuvieron problemas, muchos recibieron un trato muy injusto, otros no se merecían lo que les toco vivir. Algunos fueron asesinados por seguir a Jesucristo; otros separados de sus familias. Ellos
experimentaron el dolor, el rechazo, la indiferencia. Fueron agredidos verbal y físicamente. Muchos estuvieron solos en medio de locos incrédulos e irrespetuosos. Fueron derribados, pero en su interior, en su espíritu, ellos estaban firmes en la fe. Fuertes, seguros y confiados de que la presencia del Dios Todopoderoso estaba con ellos. Sabían que nunca estarían solos. Nunca serían perdedores. Si estás deprimido por otras cosas, ¡comunícate! con tus líderes o con alguien que pueda comprenderte y ayudarte a entender. ¡Y aférrate al Señor para no seguir caído!
Devocional – Tengo Miedo Pasaje clave: Isaías 43:1, 5. Hay tres clases de temores o miedos: 1. El temor natural, normal y sano que nos libra del peligro. 2. El temor reverencial, respetuoso hacia Dios, que es una virtud y nos libra del pecado. 3. El temor esclavizante que nos destruye y nos impide desarrollarnos y desarrollar nuestras capacidades. Es una emoción negativa. A este miedo también se lo llama fóbico. Cuando hablemos de temores o miedos vamos a estar refiriéndonos a esta última clase. ¿A qué le tienes miedo? Por ejemplo:
“Todos me van a abandonar, o tal vez no me acepten como soy”. “Esta dureza en el brazo, ¿será maligna?”. “¿Y si fracaso en la escuela?, ¿O hago el ridículo delante de los demás?” “¿Y si me agarra una patota y me violan?” “Si mi papá se queda sin trabajo, ¿qué va a pasar con nosotros?”
Cuando estas ideas comienzan a anidarse en nuestras mentes, el miedo se apodera de nosotros. Nos angustiamos y vivimos inseguros. Estos temores son producidos en el mismo infierno, y Satanás muy hábilmente los introduce en nuestras mentes produciéndonos ansiedad, perturbación y nerviosismo. Son temores que nos quitan la paz y la alegría. De noche no podemos descansar bien por miedo a que suceda lo que hemos estado pensando o por miedo a otras cosas. Surgen sueños desagradables o pesadillas y ya no podemos recobrar el sueño. El temor se produce cada vez que creemos las mentiras de Satanás esperando que suceda lo que él anuncia. En la Biblia hay varios ejemplos de personas que tuvieron miedo:
Uno de los amigos de Job. (Job 32:6). David. (Salmo 31:13). Job. (Job 3:25). Los discípulos de Jesús. (Marcos 4:41). Satanás aprovecha nuestros temores para hacernos dudar de las VERDADES de Dios. ¿Cómo puedes enfrentar tu miedo? Mira lo qué dice David en el Salmo 34:4 y 6. ¿Cuándo nos libra el Señor? Cuando CLAMAMOS en forma específica. Por ejemplo: “Señor, tengo miedo de que vuelvan a tratarme mal. De sentirme un inútil cuando me piden que haga algo. Libarme, Dios”. Entonces, Dios nos libra por medio de su verdad. Nos da una palabra
de verdad que nos libra del temor. Por ejemplo: “Señor, tu Palabra dice que todo lo puedo en Cristo que me fortalece y que vos me has dado capacidad y no me consideras un inútil. Creo esta palabra tuya”. Otro ejemplo: “Señor, tengo miedo de que se me rían y me rechacen cuando les hable a mis compañeros de Jesús. Líbrame de este temor Señor, en el nombre de tu Hijo”. Dios nos da, entonces una palabra que nos fortalece. Por ejemplo Jeremías 1:8 al 10. Cuando David clamó, Dios le dio una palabra específica que David creyó, ¿cuál fue? (vs.7). Cuando le creemos a Dios y rechazamos la mentira de Satanás, somos librados y nuestros temores desaparecen. Pero es necesario orar, pedirle al Señor una palabra específica sobre ese miedo que nos perturba, creerla y proclamarla en oración. Es muy bueno que memorices y anotes versículos bíblicos que Dios te dé, para poder recordarlos, creerlos y repetirlos cada vez que Satanás intente producirte miedo con sus mentiras. Para cuando sientas miedo: Nehemías 6:14. Salmo 23:4, 27:3, 46:1 al 3, 56:3-4, 11. Josué 1:9. Jeremías 1:8 al 10. Daniel 10:19. Isaías 8:12b, 43:1 al 3. Salmo 91, 112:7. Juan 14:27. Hechos 11:27, 18:9-10.
Devocional – ¿Quién Soy Para Dios? Pasaje clave: Juan 1:12-13. Para saber quién soy debo saber quién es mi padre. Por ejemplo: Nació Julián. Es un bebito de meses, pero ¿quién es Julián?, ¿quién lo conoce?, ¿de quién es hijo? Hay millones de Julián. Entonces, alguien nos dice: “Es Julián González, hijo de don González, el almacenero”. ¡Aaah! decimos nosotros. Ahora sabemos quién es Julián porque conocemos a su padre. Cada uno de nosotros necesita saber quién es. La Biblia nos enseña que somos descendientes de Adán y Eva, creados por Dios. Pero ellos pecaron, mis padres pecaron y yo nací pecador (Génesis 3, Romanos 5:12). Recibí de mis padres, no sólo el apellido y las características físicas, sino también su vieja naturaleza pecadora: Orgullo, rebeldía, egoísmos, maldad, impurezas, rencores, etc. En Adán mi identidad es esta: Soy un pecador. Soy incapaz. Soy malo. Soy rebelde y desobediente.
Pero llegó el día en que tuve un encuentro con Jesucristo, me arrepentí de mis pecados y le recibí en mi vida. Desde ese momento, mi naturaleza pecadora, incapaz, inferior, rebelde fue crucificada con Cristo y sepultada con Él (Romanos 6:3 al 6). Cuando Jesús murió en la cruz, me incluyó a mí. Yo morí con Él. Su muerte fue mi muerte, su sepultura fue mi sepultura. Todo lo pecador y viejo en mí fue muerto en la cruz, junto con Cristo. Pero él resucitó y yo resucité con él en el poder de su resurrección. Tengo ahora una nueva vida: la vida de Jesús en mí. Es como haber nacido otra vez. Recibí de Dios una nueva naturaleza (la vida de Jesús) y una nueva identidad. Por lo tanto en Cristo soy ALGUIEN nuevo. Tengo la misma cara, el mismo cuerpo, pero interiormente ya no soy el mismo. Cristo me hizo ALGUIEN nuevo desde el mismo día en que le recibí. (2º Corintios 5:17). ¿Quién es mi papá ahora? (1º Juan 3:1-2). ¿Cuál es mi nueva identidad? (Juan 1:12). Dios me ADOPTO como su hijo y me dio una nueva identidad: la suya. ¡Él es mi PAPA ahora! Tengo un Padre amoroso, paciente, tierno, justo, bondadoso y santo que quiere formar en mí su misma naturaleza. Él me ha recibido como su hijo. Hay una nueva relación entre Dios y yo. Por lo tanto mi ser interior se comienza a construir. Saber que el creador de todo lo conocido y lo desconocido, del universo entero, es mi PAPA, me da seguridad y confianza. ¿Cómo que no sirvo para nada? ¿Qué no soy importante? ¿Qué nadie me quiere? ¿Qué soy un desastre? ¡MENTIRAS!
Soy un hijo de Dios. Soy una creación suya. Y esto es lo más grande que puedo pasarme en la vida. Creo y declaro esta VERDAD.
Devocional – ¡Todo lo Puedo! Pasaje clave: Filipenses 4:13. ¡TODO LO PUEDO! ¡En Cristo! Por ti mismo no puedes nada, pero en Cristo lo puedes todo. Cristo es poderoso y está en mi, por lo tanto TODO LO PUEDO porque Él me fortalece. Todo pensamiento o sentimiento negativo que Satanás haya puesto en mí (“no puedo”, “no sirvo”, “voy a fallar”, “no soy capaz”, etc.) lo rechazo en el nombre del Señor Jesús porque Él vive en mi y Él no es cobarde, no es incapaz, no es inútil, y por lo tanto, yo tampoco lo soy. Puedo amar, porque no soy yo el que ama, sino Cristo que ama en mí. Puedo perdonar. Puedo testificar. Puedo orar. Puedo obedecer sin quejarme. Puedo esperar con paciencia. Puedo confesar mis pecados y renunciar a ellos.
Puedo estudiar y aprobar mis materias. Puedo leer y conocer la Palabra de Dios. Puedo servir. Puedo ser mejor hijo/hija. Puedo honrar y respetar a mis padres. Puedo vivir feliz. Puedo soportar con gozo el sufrimiento. Puedo vencer las tentaciones y tener victoria sobre el diablo. Puedo vivir en el Espíritu y derrotar principados y potestades. Puedo elegir correctamente a mi futuro/a novio/a. Puedo rechazar malas amistades. Puedo progresar y crecer más. Puedo creerle a Dios. Creer su Palabra. Puedo orar más. Puedo dar gracias en todo y siempre. Puedo lograr los sueños que tengo. Puedo mantener mi pureza sexual y guardar mi virginidad hasta el matrimonio. Puedes decirle no a la pornografía y a toda perversión sexual. Puedo ser vencedor, porque TODO lo puedo en Cristo.
Devocional – Me Siento Oprimido 1 Pasaje clave: Hechos 10:38. ¿Qué son las opresiones? El diccionario da la siguiente definición: “Ejercer presión sobre una cosa. Sujetar intensamente a alguien, afligiéndolo o tiranizándolo”. Una persona es oprimida cuando alguien más fuerte ejerce poder sobre él sometiéndolo, tratándolo con violencia o esclavizándolo. ¿A quiénes sanó Jesús? Sí. A los oprimidos por el diablo. Y según 1º Juan 3:8, ¿para qué vino Jesús? ¡Satanás no es un mito! ¡Satanás no es un producto de la imaginación! ¡Y tampoco es un invento de la religión para asustarte! Entiéndelo. Satanás es un ser real, espiritual e invisible, pero sus influencias destructivas son visibles en las vidas de muchas personas. La chica que se muere lentamente por su anorexia o el muchacho que se consume poco a poco con el alcohol y las drogas, el adolescente que desea y busca suicidarse o la chica que no soporta más a sus padres y quiere irse de la casa a vivir en pareja
con su novio (al que le pasa algo similar con sus propios padres); son ejemplos claros (y lamentables) de las influencias perversas y destructivas de Satanás.
demonios, pero una vez que se colocan bajo la influencia de ellos, por ignorancia o por decisión propia, no pueden escapar de sus opresiones a menos que reciban liberación divina.
¿O vos pensabas que Satanás se parece a una mala película de terror?
Si vos participas en alguna práctica oculta (cualquiera de las cosas que mencionamos antes y las que mencionaremos luego) quedas esclavizado a Satanás porque te estás metiendo en su propio territorio. Y él no deja escapar a nadie que “juegue” con sus cosas.
En todos los siglos la presencia del diablo se ha dejado sentir, generando opresiones, ataduras y aún posesiones satánicas en hombres y mujeres. Satanás ha utilizado, y lo sigue haciendo, la hechicería, la magia, la adivinación, los encantamientos, la astrología, el espiritismo, la macumba, el vudú, la parapsicología, el curanderismo, el Tarot, el I-Ching, el juego de la copa, la lectura de las palmas de la mano, las cábalas, las supersticiones, los pactos de sangre, el yoga y muchas otras cosas más, para someter a los seres humanos a su dominio y tratarlos como basura. ¡Sí, leíste bien! Satanás te trata como basura. Él no es tu amigo. A él no le importa absolutamente nada de tu vida. A él le da igual si vivís o morís con tal que vivas y mueras sin Jesús en tu vida. Cuanto más amargado seas, más feliz es él. Cuanto más hundido y más hecho bola estás, más lo disfruta el diablo. Satanás no tiene nada de divertido. Todas sus propuestas terminan mal aunque “aparentemente” empiecen bien. La gran fiesta que él te propone termina siendo un gran velorio… y el cadáver es tu propia vida arruinada. Piénsalo. Muchas chicos y chicas (y adultos también) están ciegos y no se dan cuenta que viven expuestos a la acción directa de Satanás y sus
Mira algunas maneras mediante las cuales Satanás oprime: 1. Lo hace en chicos y chicas que tienen una gran curiosidad por lo oculto y leen, miran, escuchan y compran películas, libros u objetos relacionados (brujitas, pirámides, pentagramas, sahumerios, etc.). 2. Lo hace en familias que practican el ocultismo o el espiritismo. Sus hijos sufren pesadillas, perturbaciones, depresiones. 3. Lo hace en familias idólatras. Las casas están llenas de imágenes, vírgenes y santos. Detrás de todos ellos hay espíritus diabólicos. 4. Lo hace en personas que practican desenfrenadamente el sexo. Prostitución, homosexualidad, lesbianismo, pornografía, o sexo con quienes estén disponibles (el sexo casual y “libre“). 5. Lo hace en todos aquellos que por ignorancia (o sea, sin saber cómo actúa Satanás), o por engaño, se meten con curanderos, parapsicólogos, brujos, adivinos o participan del juego de la copa, de la lectura de las palmas de la mano, del Ouija, etc. 6. Lo hace por medio de “entretenimientos” que, si bien
son legítimos porque en sí mismos no son pecaminosos (me refiero a la TV, el videojuego, la música, etc.), lamentablemente son utilizados para transmitir, enseñar y divulgar el ocultismo y el satanismo en todas sus variantes, además de envolverte en un mundo de aparente fantasía donde los elementos ocultos que son invocados o mencionados son bien reales. (CONTINÚA…)
Devocional – Me Siento Oprimido 2 Pasaje clave: Hechos 10:38. Uno de los puntos que mencionamos en la 1º parte de este tema fue la opresión satánica a través de juegos de rol, los videojuegos de PC y consolas y las películas de terror. Ante todo déjame decirte que hay videojuegos muy, muy buenos, y muy entretenidos para jugar. Juegos deportivos, aventuras gráficas, arcades, etc. y no necesariamente son malos ni pecaminosos. ¡Y no todos son satánicos! Pero lamentablemente hay muchísimos que sí lo son y esos son los que sí tienes que evitar. Probablemente pienses: “Bueno, pero son sólo juegos, yo no ando por ahí invocando demonios o usando magia para resolver los problemas de mi vida”. ¡Ojalá nunca lo hagas! ¡Ojalá nunca recurras a la magia o a cualquier variante del ocultismo para guiar tu vida! Pero la pregunta es ¿cómo puedes jugar juegos con estos contenidos surgidos de la mente satánica y
después orar, leer la Palabra o adorar a Dios? ¿Tú supones que espiritualmente no te afecta? ¿O acaso no notaste una significativo bajón en tu vida espiritual y en tus deseos de tener comunión con Dios? La influencia de Satanás no necesariamente significa posesión, la mayoría de las veces su influencia apunta a enfriar progresiva y sistemáticamente tu vida espiritual y a apagar la relación personal que tienes con Dios. Saturas tu mente con imágenes de enorme calidad técnica que bombardean tus sentidos con símbolos, cuerpos destrozados, sangre a raudales, seres grotescos, gritos desgarradores y situaciones en las que el camino a seguir depende de qué decisión vas a tomar: realizar tal o cual ritual, invocar a tal o cual demonio o criatura, matar o dejar vivir. Espiritualmente esto te afecta porque deliberadamente te pones bajo la influencia satánica. Y el peor engaño es que sigas pensando que es “solamente un juego”. ¿Y con las películas de terror, qué? ¿Hace falta explicarte por qué TODAS las películas de terror son claramente satánicas? Si consumís esta clase de material no solo te expones a las perturbaciones de demonios por medio de pesadillas, sino que también llenas tu alma de miedos y terrores que paulatinamente destruyen tu confianza en la Palabra de Dios. Pero además, cuanto más “comes” esta clase de películas más abrís tu alma a las opresiones satánicas. Los productores y directores de estas películas pactan con Satanás no sólo para alcanzar éxito comercial
sino también para que tu vida se vea afectada, influenciada y atrapada por sus contenidos. ¿Puedes ver una de estas películas y después decirle a Dios: “Gracias por el lindo rato de diversión que me permitiste tener”? ¡Obviamente, no! Estoy seguro que ni siquiera puedes orar. Cuanto más lugar le das a Satanás viendo u oyendo todo aquello que él mismo genera para tu destrucción menos lugar tiene Dios en tu vida para edificarte y cumplir en vos sus propósitos. Si traspasas los límites de Dios metiéndote con lo oculto y satánico quedas atrapado en sus redes y te expones a su obra destructora. Y entonces… ¿QUE PUEDO HACER para liberarme de la opresión? La liberación de todas estas influencias y opresiones se produce a través de una palabra de fe y de la oración, bajo la unción del Espíritu Santo. 1º. El nombre del Señor Jesús te hace libre, pero probablemente necesites la ayuda de hermanos espirituales que oren por tu vida en el nombre de Jesús para reprender toda opresión, pensamiento o deseo por lo oculto. 2º. Si hay pecados en tu vida deberás confesarlos y renunciar a ellos. 3º. Quema, destruye, tira, rompe, todo lo que tengas relacionado a lo oculto o satánico: videojuegos, películas, anime, juegos de rol o cartas, figuras, imágenes, pósters, libros, revistas, etc. Deshazte de todo esto, porque no alcanza sólo con limpiar tu corazón y ser libre de ataduras.
También necesitas renunciar a todos los objetos que tengas. 4º. Vuelve a tu primer amor. Confiesa el nombre del Señor Jesús. Vuelve a proclamar y a creer las verdades de Dios. Ten comunión con todos aquellos que te van a edificar y a bendecir en serio. Vuelve a ser una parte activa y santa dentro del cuerpo de Cristo.
dependerán del resultado de los dados, un aspecto aleatorio que permite evaluar las consecuencias de las acciones. La tirada de dados determinará entonces lo bien que se haya realizado la peripecia en cuestión, impactando directamente en el tiempo y el transcurrir de la historia.
Artículo - Juegos de Rol Juegos de Rol y Cartas Coleccionables. En los juegos de rol se asume la identidad de un personaje determinado y a lo largo del juego se actúa tal como ese personaje actuaría en la vida real, interactuando con el resto de los personajes según las reglas establecidas por el Máster del juego (persona encargada de ir narrando y guiando la partida, jefe del juego, director, etc.). Se juega utilizando lápiz, papel, dados especiales (no son dados convencionales de 6 caras sino dados de 4 caras (triangulares), de 10, 12 y hasta de 20), un manual y una gran imaginación del Máster y de los propios jugadores para el desarrollo de la historia. Cada manual básico describe el mundo que hará de marco para el juego, junto con las reglas que comprende el sistema. Sin embargo, no todo es producto de la imaginación espontánea. El Máster previamente elabora un hilo argumental y para hacerlo se basa no solo en sus propias fantasías sino, fundamentalmente, en obras fantásticas, medievales y de ficción. El resto de los integrantes deben controlar a sus jugadores, interactuando entre ellos y con el mundo dispuesto por el DJ. Las decisiones siempre
Básicamente, un juego de rol puede estar ambientado en cualquier mundo, ya sea de fantasía, como de características realistas. La gran mayoría están inspirados en grandes obras literarias, mitología de todo tipo de culturas, películas, por mencionar algunos ejemplos. Los escenarios más recurrentes son de fantasía medieval, como El Señor de los Anillos, Dragonlance y Dungeons and Dragons; ciencia ficción al estilo Star Wars o Cyberpunk; de espías como James Bond o Mutantes G2. Dentro de estas temáticas las aventuras pueden obtener cualquier matiz; todo depende de la imaginación de quien escriba los lineamientos generales. Podemos asistir a conflictos internacionales, ataques masivos a naves capitales, luchar contra demonios o minar la red informática de una corporación. En los juegos de rol para PC o consolas, la computadora toma el papel del Máster. Hasta aquí está todo bien, excepto por el hecho de que prácticamente el 90% de los juegos de rol introducen elementos de ocultismo, magia, hechicería, vampirismo, etc. (tomados de la obra de autores declarados ocultistas y satanistas) que el jugador debe utilizar e “invocar” durante el juego. Por lo tanto es una contradicción que, por un lado invoques el nombre del Señor Jesús en tus reuniones de iglesia y por otro lado invoques
y usés (jugando) expresiones, objetos y símbolos explícitamente satánicos asumiendo el rol de un brujo, de un mago, de un nigromante, de un duende, de un hechicero, de un vampiro sediento de sangre, de un asesino serial, etc. Porque no solo estás traicionando tu identidad espiritual en Cristo sino que le estás dando lugar (aún cuando sea un juego) a la influencia de demonios. Y acordáte que los demonios nunca juegan. Deben existir cientos de juegos de rol, por lo tanto solo menciono algunos escasos ejemplos:
Todas las adaptaciones basadas en Dungeons & Dragons (son muchísimas y continúan editándose nuevos módulos). Todas las adaptaciones basadas en las obras ocultistas de H.P. Lovecraft. El Señor de los Anillos de J.R. Tolkien, con su temática medievalfantástica (duendes, hadas, gnomos, seres espirituales diversos, ogros, monstruos, demonios, etc.). Ars Mágica (ambientación medieval poblada de brujos y demonios). Vampire: La Mascarada (el jugador elige ser parte de algunos de los muchos clanes de vampiros asumiendo la identidad de alguno de ellos). Diablo y Diablo 2 (descender a los infiernos, eliminando hordas de sangrientos demonios, para enfrentar a Diablo, Baal y otros seres surgidos del infierno). La saga Might and Magic (también con una ambientación medievalfantástica). La saga Ultima y Ultima Online (la simbología satánica, los ritos satánicos y los sacrificios ofrecidos
a los demonios son una constante en todos los títulos de la saga). Baldur´s Gate 1 y 2. La saga Final Fantasy. Neverwinter Nights Aquelarre (juego de rol demoníaco-medieval). Juegos de rol de terror con altos grados de sangre y gore. A esto hay que sumarle la multitud de figuras (de resina, plástico, etc.) y de láminas a todo color creadas para estos juegos con el propósito de “ambientar” más las partidas. Pero tanto las figuras como las láminas hacen referencia a demonios y monstruos. Por ejemplo, la figura de resina del Macho Cabrío (explícito símbolo satánico) sentado en su trono (Aquelarre). En cuando a los juegos de Cartas Coleccionables, cada jugador tiene armado un mazo de cartas. Cada carta esta ilustrada y clasificada con una serie de puntos de energía y poderes mágicos determinados. El objetivo del juego es ir poniendo cartas sobre la mesa, estratégicamente, de tal manera de ganarle al contrincante de turno. Aunque en realidad existen diferentes formas para jugar. Las cartas simbolizan hechizos, poderes mágicos, poderes psíquicos, invocaciones, seres espirituales, monstruos, vida, muerte, etc. El juego en sí mismo (independientemente de las distintas formas de jugarlo) simboliza un duelo de magos con criaturas y hechizos que están al servicio de uno y otro. Por lo tanto, cada jugador, ingresa a un mundo oscuro y sobrenatural poblado de criaturas, magos y magias donde las cartas representan sus propios poderes de defensa y ataque.
Existen juegos de Cartas Coleccionables de prácticamente todo: series animadas, películas (Star Wars, Star Trek, por ejemplo), y lo que te ocurra. Y juegos de Cartas Coleccionables con temáticas novedosas. Algunos pocos ejemplos de Cartas Coleccionables son:
Magia: El Encuentro (Magic: The Gathering). El Señor de los Anillos (SATM). Pokémon. La saga Dragon Ball. X Men. La saga Sailor Moon. Habría muchísimo más para explicarte y contarte acerca del fenómeno social que generan los Juegos de Rol y los Juegos de Cartas Coleccionables, pero dado que por razones de espacio no puedo hacerlo, creo que con lo dicho alcanza para que te des cuenta que detrás de un “aparente e inofensivo” juego hay seres espirituales que operan. Quieras o no, te sometés a la influencia de demonios, particularmente cuanto más oscuros y satánicos son los juegos. Probablemente vos pensés: “Bueno, pero son sólo juegos, yo no ando por ahí invocando demonios o usando magia para resolver los problemas de mi vida”. ¡Ojalá nunca lo hagás! ¡Ojalá nunca recurrás a la magia o a cualquier variante del ocultismo para guiar tu vida! Pero la pregunta es ¿cómo podés jugar juegos con estos contenidos surgidos de la mente satánica y después orar, leer la Palabra o adorar a Dios? ¿Vos suponés que espiritualmente no te afecta? ¿O acaso no notaste una significativo bajón en tu vida espiritual y en tus
deseos de tener comunión con Dios?. La influencia de Satanás no necesariamente significa posesión, la mayoría de las veces su influencia apunta a enfriar progresiva y sistemáticamente tu vida espiritual y a apagar la relación personal que tenés con Dios. Saturás tu mente con imágenes de enorme calidad técnica que bombardean tus sentidos con símbolos, cuerpos destrozados, sangre a raudales, seres grotescos, gritos desgarradores y situaciones en las que el camino a seguir depende de qué decisión vas a tomar: realizar tal o cual ritual, invocar a determinada criatura, matar o dejar vivir. Espiritualmente esto te afecta porque deliberadamente te ponés bajo la influencia satánica. Y el peor engaño es que sigás pensando que es “solamente un juego”.
Devocional – Fortalezas de Mentiras Pasaje clave: 2º Corintios 10:4 y 5. La palabra bíblica FORTALEZAS es sinónimo de complejos o traumas. Una fortaleza es un castillo o un fuerte de paredes anchas y sólidas, construida piedra por piedra a través de mucho tiempo. Satanás edifica fortalezas espirituales en nuestras mentes. La construye colocando mentiras tras mentiras en nuestras mentes ¡durante años! Desde tu niñez, Satanás te viene “llenado de mentiras”. Metiendo en tu cabeza toda clase de pensamientos mentirosos. Y una vez que se instalan en tu mente vos mismo empezás a creer en ellos. Él es muy astuto y perverso. Utiliza a las personas que te rodean (padres, amigos, etc.) para gritarte o susurrarte al oído, sus mentiras. ¡Y las repite tantas veces y de tantas maneras diferentes que terminamos aceptando que él tiene razón! ¡Durante años nos hemos tragado sus mentiras!
No valgo para nada porque todo lo que hago está mal. Siento que no me quieren. Todo me sale mal.
Lo que hice está horrible, no sé hacer nada bien. ¿Seré importante para alguien? Siento que no me comprenden. Soy un desastre en mi casa. Todo lo que pensamos, de nosotros mismos, de la vida, de Dios, de otros, puede ser verdad o mentira. Creer la mentira nos ata y nos destruye. Creer la verdad nos libera y nos edifica. Dios jamás va a susurrar mentiras en tu mente y ni en tus sentimientos porque El es el generador de la verdad (Juan. 14:6). Nuestro sentido de inferioridad, de incapacidad, de desamor o de no aceptación se agranda cuando nos comparamos con otros y pensamos que ellos sí tienen y reciben todo lo que a nosotros nos falta. Pero esto no es verdad. Si estuviéramos en la vida de ellos nos daríamos cuenta que además de sus cosas buenas, también tienen sus propios problemas no resueltos, sus historias, sus momentos desagradables, sus complejos. El problema es que sólo miramos en los demás lo que nos conviene. Muchas veces nuestros propios padres nos dicen cosas exageradas que Satanás las usa para engañarnos:
“Cuando yo tenia tu edad no era como vos. Yo sabia hacer esto y aquello, pero vos en cambio, no sabés lavar ni un plato”. “Parecés una criatura. ¡Cuándo vas a madurar! Sos un infantil”. “Sos un vago y un irresponsable. Cuando yo tenia tu edad ya trabajaba”. “¡Inútil! Cuando harás algo bien. Siempre haciendo líos”. “Sos una marimacho. Tendrías que haber nacido varón”. “Cállate la boca. Vos no sos nadie para dar tu opinión en esta casa”.
¡Exageraciones! ¡Mentiras! que Satanás aprovecha para construir fortalezas en tu interior y alterar tu conducta. Entonces te comportás como un inútil, como un rebelde, como un infantil, o como un vago. Y los demás que te observan (en tu casa, en el colegio, en el barrio, en la iglesia) al ver tus conductas, lo confirman diciendo:
“¡Pobre chica! ¡Realmente es una inútil, no sirve para nada!” “Mirálo al flaco cómo se comporta, es un infantil. Siempre tratando de llamar la atención”. Pero, ¿por qué es un inútil o un infantil, o un vago o un rebelde? ¿Por qué se siente no amada, no valorada o dejada a un lado? Porque viven atados a una mentira. Porque creen que es así. Si pensás que no servís, entonces no servís. Si pensás que no te quieren, entonces haces todo lo posible para que no te quieran (no lo haces a propósito, pero te sale natural). Si pensas que sos rebelde, te comportas como un rebelde, etc. Lo repetis tantas veces en tu mente que terminas completamente convencido que sos así. Pero ¡no es verdad! Es una gran mentira que no te permite disfrutar de la nueva vida que Jesús te dio y de las verdades de Dios que sanan tu corazón. Eres alguien para Dios. Eres amado, aceptado, bendecido, capaz, inteligente, hermoso. Eres Su hijo y jamás te abandonará ni te dejará.
Estudios Bíblicos para Adolescentes Relacionándome con Dios 1 Dios es ALGUIEN. Él no es una fuerza, una energía, un ente, una conciencia universal. Y tampoco está en todas las cosas como enseña el panteísmo. Dios es ALGUIEN, y es mucho más que el Creador Todopoderoso, es nuestro PAPÁ celestial. Investiga por ti mismo y descubre en los siguientes pasajes bíblicos por qué decimos que Dios es ALGUIEN y no algo: 1. Génesis 1:1. ___________________________ 2. Génesis 14:18-19. ___________________________ 3. Génesis 17:1, 18:14. ___________________________ 4. Génesis 21:33. ___________________________ 5. Éxodo 20:5. ___________________________ 6. Deuteronomio 3:22. ___________________________ 7. Deuteronomio 7:9. ___________________________ 8. Deuteronomio 10:17. ___________________________
9. Salmo 7:9, 11. ___________________________ 10. Salmo 18:46, 27:9. ___________________________ 11. Salmo 86:15. ___________________________ 12. Salmo 95:3. ___________________________ 13. Isaías 40:28. ___________________________ 14. Isaías 41:13. ___________________________ 15. Isaías 44:8. ___________________________ 16. Romanos 11:22. ___________________________ 17. Romanos 16:20. ___________________________ 18. 2º Corintios 1:3. ___________________________ 19. 1º Tesal. 1:9. ___________________________ 20. 2º Tesal. 1:2, 2:16. ___________________________
Para sentirte amado y validado por Él… Para aprender a confiar en Dios en cualquier situación… Para descubrir sus proyectos para tu vida… Para entender que Él te quiere tal como eres… Para conocer cuáles son las mejores cosas para tu vida… Para aprender a diferenciar lo bueno de lo malo… Para saber qué hacer con tus pecados y culpas… Para enterarte que eres alguien muy especial para Él… Para no vivir toda tu vida lleno de mentiras… Para “desahogarte” de tus dramas en alguien que sí te entiende… Para no sentirte solo nunca más… Para que Él te revele sus propósitos y voluntad para tu vida Y para muchísimas otras cosas más que irás descubriendo en la medida en que crezca tu relación con Él. Recuerda: Él es tu Papá, te ama y quiere relacionarse contigo. (CONTINÚA…)
Ahora sabes que Dios no es algo. No es una idea religiosa, ni alguna energía cósmica. Dios es ALGUIEN. Él siente, ama, se goza, disfruta, escucha, alienta, tiene paciencia, soporta, perdona, tiene todo el poder y más… mucho más. Y como Dios es ALGUIEN tú y yo podemos aprender a tener una relación personal con Él. Podemos aprender a conocerlo más íntimamente. Pero tal vez te preguntes: “¿Para qué necesito relacionarme con Dios y conocerlo más íntimamente?” Bueno… para varias cosas. Por ejemplo…
Relacionándome con Dios 2 La forma más directa de relacionarte con tú Papá celestial es por medio de la oración. Pero tienes que saber que hay, por lo menos, tres tipos de oraciones que Dios no recibe ni acepta. ¿Qué fue lo que los discípulos le pidieron a Jesús? (Lucas 11:1) Pero lo primero que les enseñó Jesús fue cómo no debían orar… 1. ¿A quiénes no oye Dios? (Juan 9:31). Dios no oye a los pecadores. Solamente oye a sus hijos. No
podemos engañarlo con nuestras palabras, ni con nuestra apariencia religiosas porque Él conoce nuestro corazón. ¿Le pediste perdón a Jesús por tus pecados creyendo que Él murió y resucitó para perdonarte y salvarte? ¿Invitaste a Jesús a vivir en tu corazón? Si tu respuesta es “sí”, tú eres un hijo de Dios y puedes hablar con Él con toda confianza. Él te oye, porque es tu papá y te ama. 2. ¿Cómo quién no tienes que ser cuando oras? (Mateo 6:5) Oramos para aprender a confiar en Dios y para que El reciba toda la gloria. Pero los hipócritas oran para hacerse ver delante de los demás. A ellos no les interesa orarle a Dios. No oran para que Dios los oiga, sino para que las personas que los escuchan hablen bien de ellos. Esta manera de orar no sirve. Dios nunca les responde. “Oran” para escucharse a sí mismo. 3. ¿Qué es lo que no debes usar cuando oras? (Mt.6:7). Las “vanas repeticiones” son frases sin significado repetidas una y otra vez, mecánicamente. Así oran los que no conocen a Dios (y muchos que sí lo conocen). Repiten y repiten y repiten un montón de veces las mismas palabras y frases pensando que serán oídos por repetir muchas veces lo mismo. Pero orar de ésta manera es inútil. Dios no necesita que le repitamos siempre lo mismo. Mirá lo qué dice Jesús en Mateo 6:8. ¿Semejantes a quiénes no tenemos que ser? ¿Y por qué no tenemos que parecernos a ellos? Dios es nuestro Papá celestial y Él sí nos oye y nos responde, porque Él nos ama y se interesa por
nuestras vidas. Pero no tenemos que ser como los pecadores que hacen cualquiera y piensan que Dios los tiene que oír. No tenemos que ser como los hipócritas que oran para quedar bien delante de los demás. Y no tenemos que ser como los que usan vanas repeticiones. Dios no oye a nadie que ore de éstas tres maneras. Dios sabe qué cosas necesitamos y cuáles no nos hacen falta ahora. Hablá con Él. Cuéntale lo que sientes. Vale la pena hacerlo. (CONTINÚA…)
Relacionándome con Dios 3 Después de explicarles a sus discípulos cómo no debían orar, Jesús les enseñó cómo sí debían hacerlo: ¿Qué les dice Jesús en Mateo 6:6? “Tu aposento” puede ser cualquier lugar donde tengas comunión con Dios. Él y tú solos. Es bueno que sea un lugar tranquilo sin demasiados ruidos para que hables con Dios y para que Él hable contigo. ¡Sí, porque Él también quiere hablarte! Cuando estés orando no lo vas a ver a Dios, pero cree que Él está allí, a tu lado escuchando atentamente cada una de tus palabras. Y además te recompensará. ¿Puedes creerlo? Si realmente oras, Él te recompensará. ¿Cómo les enseñó a orar Jesús a sus discípulos? (Mateo 6:9 al 13). El “Padre nuestro” no es una oración para aprendérsela de memoria y repetirla como un loro (vanas repeticiones). El “Padre nuestro” es un modelo de oración, un ejemplo de oración, que Jesús les dio a sus discípulos para que ellos aprendieran todo lo que
significa orar a Dios y comunicarse con Él. Vamos por parte: 1. Mira el vs.9. “Padre nuestro que estás en los cielos”. Lo primero que Jesús quiere que entiendas es que Dios “no es algo”. El es Alguien y su morada es celestial. Pero no es alguien común y corriente. Él no tiene nuestros pecados, defectos o debilidades. Estás orándole al Creador, al Señor y Dueño de todo. Él es nuestro Papá. 2. Vuelve a leer el vs.9 y el 13. “Santificado sea tu nombre… porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Jesús nos enseña a orar para Alabar y Adorar al Padre. “Santificar” significa “sacar algo de un lugar y ponerlo aparte”. Por lo tanto “santificar el nombre de Dios” quiere decir “ponerlo en el lugar de privilegio”. Reconocerlo como el único Dios verdadero. El único capaz de hacer milagros. El único capaz de cambiar nuestro corazón. Él es el único, el más grande. No se lo puede comparar ni juntar con ningún ídolo que inventan las personas. Él es Dios. La gloria, la alabanza y todo nuestro reconocimiento son exclusivamente para Él. Dios tiene que tener el lugar más importante de tu vida y de tu corazón, ahora y siempre. Practícalo. ¿Por qué cosas te gustaría alabar a Dios? Para ADORAR y ALABAR a Dios nada mejor que hacerlo con buenas ideas de la Biblia: A. Salmo 8:1. ___________________________
B. Salmo 9:1-2. ___________________________ C. Salmo 18:1-2. ___________________________ D. Salmo 18:46. ___________________________ E. Salmo 24:8. ___________________________ F. Salmo 31:19. ___________________________ G. Salmo 53:6-7. ___________________________ H. Salmo 59:16-17. ___________________________ I. Salmo 66:1-4. ___________________________ J. Salmo 68:19. ___________________________ K. Salmo 86:8-13. ___________________________ L. Salmo 117. ___________________________ M. Salmo 139:14. ___________________________ N. Salmo 148:13-14. ___________________________ O. Salmo 150. ___________________________ ¡Y hay más, mucho más, para que tu tiempo de alabar y adorar a Dios sea una verdadera fiesta! (CONTINÚA…)
Relacionándome con Dios 4 Continuemos aprendiendo a orar con el modelo de oración del Padre nuestro que Jesús les enseñó a sus discípulos. Lee el vs.10. “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. Jesús nos enseña a orar para buscar la Voluntad de Dios en todas las cosas. En los cielos todos los seres angelicales hacen la
voluntad de Dios. Dios tiene buenos deseos para nosotros. Él no quiere que fracasemos por tomar decisiones apresuradas o por dejarnos llevar por nuestros impulsos e ideas. Él quiere lo mejor. Su voluntad (todo lo que Él quiere y desea para nosotros) es buena y perfecta, aun cuando no sea como nosotros lo esperamos. Anímate a orar pidiéndole a Dios que Él haga su voluntad en todas tus cosas y acéptala. Renuncia y rechaza todo lo que Él no quiera para ti. Y no tomes decisiones apresuradas hasta tener bien en claro lo que Él desea para ti. Tú y yo somos parte de su reino. Él busca lo mejor para nosotros. ¿Estas dispuesto a aprender a conocer la voluntad de Dios? Practícalo. En los siguientes ejemplos, ¿quiénes están aprendiendo a buscar LA VOLUNTAD DE DIOS para sus vidas y quiénes no lo hacen? A. Juan ora todos los días para que Jorgelina se enamore de él. Se moriría si ella llegara a salir con otro chico. B. A Cristian le encanta la música. Tiene casi toda la colección de Fito y de Charly, también CD de Illiakuriaki & Valderramas, Elton John, y otros… Por supuesto, también escucha música cristiana como Rescate, Puerto Seguro, Delirious y Jacy Velazquez. Él ora para llegar a ser un gran músico cristiano. C. Priscila tiene unos padres bastantes agresivos entre ellos y con ella. Y aunque más de una vez tiene ganas de irse de su casa y otras veces se enoja fuerte con ellos, ora para aprender a
honrarlos y a obedecerlos. Ella sabe que ese es el deseo de Dios. D. Liliana gusta de Federico y le encantaría que alguna vez fuera su novio. Ella ora y le dice a Dios: “Me gusta Federico y deseo lo mejor para él, pero quisiera que mi futuro novio sea ese muchacho que tú deseas para mí, aunque no sea Federico.” E. Pepe no soporta a su papá. Para él, su padre es un tonto, un inútil y un hombre de carácter débil que nunca logró nada en la vida, y encima trabaja por dos mangos. Él dice que si su padre quiere que él lo honre y lo obedezca, entonces que primero aprenda a ser padre. F. Gabriela empezó a salir con Gerardo hace un mes, pero recién ahora empezó a orar para que Dios “los bendiga mucho en su noviazgo y todo les vaya bien.” G. Valeria sale bastante con su grupo de amigos no cristianos. O mejor dicho, a veces está en el grupo con los chicos y chicas cristianos, y otras veces se “borra” para compartir con sus amigos no cristianos. Ella dice que con ellos se siente mejor y puede compartir más cosas. No son falsos como los cristianos. H. Mauricio no es ningún cristiano amargado. Va a la casa de sus compañeros cuando tienen que preparar trabajos del colegio. Los acompaña después de gimnasia a tomar algo y hasta han ido juntos al cine. Ellos saben que él es cristiano y lo invitaron a un cumpleaños el sábado por la noche. Mauricio les dijo: “Muchas gracias por haberme invitado pero no voy a ir. Para mí, compartir el sábado por la noche con mis amigos cristianos es más
importante. Estar en las reuniones de la iglesia es mi prioridad.” I. Gonzalo es bastante amigo de Gladis (ella ya no va más a la iglesia). Gustan uno del otro, pero él sabe que una relación con ella puede llegar a perjudicar su compromiso con Dios. El decidió no tomar ninguna decisión y quedar con ella solamente como amigos. Ora para que Dios lo ayude a honrarlo primero a Él y no dejarse llevar por sus deseos. J. En el curso se habló sobre “sexo” y algunos opinaron que ya no eran más vírgenes porque habían tenido relaciones sexuales con sus novios y novias. Cuando le preguntaron a Marisa si ella había tenido relaciones, su respuesta fue: “No. Voy a esperar hasta casarme”. Muchos se rieron y otros la regastaron, pero ella tranquilamente pensó: “Señor, sé que tú quieres que espere, y aunque algunas veces me siento excitada sexualmente, sé que lo que tú deseas es lo mejor para mí.”
¿En qué áreas de tu vida piensas que tienes que aprender a orar para buscar LA VOLUNTAD DE DIOS (o sea, consultar con Él antes de tomar decisiones)? Anótalas a continuación: A. ___________________________ B. ___________________________ C. ___________________________ D. ___________________________ E. ___________________________ (CONTINÚA…)
Relacionándome con Dios 5 Continuemos aprendiendo a orar con el modelo de oración del Padre nuestro que Jesús les enseñó a sus discípulos. Lee ahora el vs.11. “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”. Jesús nos enseña a orar para Pedirle al Padre lo que necesitamos o deseamos. No tengas miedo de pedirle cosas a Dios (¡siempre y cuando no sean pecaminosas!). Pide por tu familia, por tus amigos, por tu estudio o trabajo, por tus sentimientos, tus decisiones, por tu vida espiritual, por tus ministerios, etc.… Dios se complace en escucharte y responderte. Recuerda que es tú Papá y no es mezquino ni tacaño. Quiere darte más abundantemente de lo que le pidas o entiendas. Practícalo. Cada uno de los siguientes versículos bíblicos hablan de que Dios nos OYE y RESPONDE si respetamos la CONDICIÓN que hay en ellos. Escribe cuál es esa condición que Dios exige: 2º Crónicas 7:14. A. _________________________ B. ___________________________ C. _________________________ Marcos 11:24. _____________________ Marcos 11:25. ______________________ 1º Juan 5:14. _______________________
Juan 14:13. ______________________ Juan 15:7. A. _________________________ B. ___________________________ 1º Tes. 5:1718. ________________________ Mira ahora las PROMESAS de Dios para agregarlas a tus oraciones: Cada uno de los próximos versículos contiene una (o más) PROMESAS que Dios cumple en tu vida cuando lo buscas en oración. (No son las únicas, hay muchas más…) Como son promesas, son para CREERLAS y orar dándole gracias a Dios por ellas. Por ejemplo, puedes decirle a Dios: “Dios, tú me prometes que vas a estar conmigo siempre. Gracias porque cumples tus promesas. Muchas gracias porque ahora estás conmigo y no me siento solo.” Mateo 6:33. _______________________ Marcos 11:25. _____________________ Juan 16:23-24. A. _________________________ B. _________________________ Filipenses 4:67. _________________________ Salmo 30:2. _______________________ Salmo 38:15. ______________________ Salmo 86:7. _______________________ Salmo 107:6. ______________________ 1º Juan 1:9. ________________________ Jeremías 33:3. _______________________ (CONTINÚA…)
Relacionándome con Dios 6 Continuemos aprendiendo a orar con el modelo de oración del Padre nuestro que Jesús les enseñó a sus discípulos. Lee ahora los vs.12, 14-15. “Y perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Jesús nos enseña a orar para Confesar pecados y para Perdonar a otros. Ora confesándole tus pecados a Él. Pídele perdón por lo que hiciste. Él te va a perdonar y a limpiar. Mientras tu corazón no esté limpio, Él no te oirá. Y recuerda algo muy importante: Tú Papá celestial perdona todos tus pecados, TODOS. El único pecado que Él no te perdonará será el que no quieras confesarle. ¿Entiendes? Practícalo. Para orar CONFESANDO tus pecados y estar limpio delante de Dios, necesitas tomar importantes decisiones. Lee los siguientes versículos bíblicos y marca cuál es la decisión correcta que tienes que tomar: 1. Salmo 32:5. A. Contarles a todos los pecados que hiciste. B. Hacerte el “distraído” y decir: “¿Yooooo? Noooo, yo jamás peco. Pero él es repecador.” C. No esconderle tu pecado a Dios y reconocer que lo que hiciste está mal delante de El. 2. Mateo 4:17. A. Arrepentirte es llorar mucho, mucho y quedarte bajoneado todo el día. B. Arrepentirte es darte cuenta que tu pecado entristece a Dios y es destructivo para tu vida y por
ese motivo tomas la decisión de no volver a mezclarte con el pecado. C. Arrepentirte es poner cara de “yo no fuí” y decirle a Dios: “Dios te proomeeeeto que no lo voy a hacer nunca más.” 3. 1º Juan 1:9. A. Confesar tus pecados es decirle a Dios: “Dios, he pecado.” B. O, tal vez, será decirle: “Dios perdoname por todos los pecados que hice hoy. Amén.” C. Confesar tus pecados a Dios es decirle cuál fue el pecado y contra quién fue para que El te perdone. 4. 1º Juan 1:7 y 9. A. Finalmente, y después de haber confesado tu pecado, cree que Jesucristo te ha perdonado y limpiado. B. Finalmente, y después de haber confesado tu pecado seguí sientiéndote culpable por la metida de pata que tuviste. Ora para PERDONAR a los que te lastimaron o trataron mal. ¿Cómo podrá perdonarte Dios a ti, si tú no los perdonas a ellos? Perdonalos cuando ores. No dejes que tu corazón se llene de dolor, rencor o violencia. Dile a Dios que los perdonas por lo que te hicieron o dijeron. Y pídele a Dios que sane tu corazón de todo lo feo que sientas hacia ellos. Vale la pena hacerlo. ¿Estás dispuesto a perdonar para vivir mejor? Esta es una de las oraciones más importantes que tienes que hacer. Cuando no perdonamos nos llenamos interiormente de resentimientos, de tristeza y de dolor contra las personas. Por lo tanto, aprende a perdonar cuando estés orando.
Practícalo. A. ¿Quién o quiénes te lastimaron (o te lastiman)? B. ¿De qué manera lo hicieron? (¿con palabras? ¿sexualmente? ¿con golpes? ¿con burlas? ¿con mentiras? ¿con indiferencias? con abandonos? ¿con actitudes de desamor?) C. ¿Estuviste diciéndote a ti mismo o pensando cosas como:
“No puedo perdonarlo por lo que me hizo.” “Ya lo perdoné, pero acordarme de lo que pasó me sigue haciendo mal.” “Voy a vengarme cuando pueda.” “No me importa lo que me hicieron, ya pasó y no pienso más en eso”. “Me las vas a pagar”. “Nunca olvidaré lo que me hiciste”. “Te voy a odiar toda mi vida. Eres despreciable”. Si piensas o sientes algunas de éstas cosas necesitas aprender a orar para perdonar, de la misma forma en la que Jesús te perdona a ti. Aquí te enseñamos un modelo de oración que puedes usar: “Señor Jesús, en éste momento, en tú poder y en tú nombre, yo perdono a ……………………………… por lo que me ha hecho (nómbralo específicamente: me abusó, me traicionó, me mintió, me abandonó, etc.) ……………………………………………………… ……… y te entrego todo mi dolor y mi bronca contra él (o ella). Lo perdono en tu nombre. Perdóname también mi pecado de amargura y de resentimiento. En tu nombre, Jesús. Gracias por ayudarme a perdonarlo. Sana completamente mi corazón. Yo recibo, ahora, tu perdón y creo que tu amor me llena.” (CONTINÚA…)
Relacionándome con Dios 7 Continuemos aprendiendo a orar con el modelo de oración del Padre nuestro que Jesús les enseñó a sus discípulos. Lee ahora el vs.13. “Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal”. Jesús nos enseña a orar para que aprendamos a enfrentar a nuestro verdadero enemigo: Satanás y sus demonios. Satanás y sus patéticos demonios van y vienen provocando destrucción, perturbación y tentaciones por todos lados. Oramos en contra de ellos en el nombre de Jesús. Satanás nos tienta con un montón de cosas con el único propósito de separanos de Dios. Él y sus demonios te odian y te quieren ver mal todo el día. Pero no les tengas miedo. Jesús nos enseñó a orar contra ellos. “Líbranos del mal” quiere decir “líbranos del maligno o del malo”, y esto se refiere a Satanás y sus demonios. Comienza tu día orando a Dios para que Él te proteja y te libre de cualquier cosa mala que quiera dañarte. Pídele estar fuerte contra cualquier clase de tentación del maligno. Cuando tengas pesadillas o sueños feos, entiende que hay demonios que intentan perturbarte y asustarte. No tengas miedo. Orá en contra de ellos en el nombre del Señor Jesús. Cuando haya personas que constantemente te molesten o traten de hacerte sentir mal, entiende que son usadas por el maligno en tu contra para que reacciones de la pero manera,
para que te deprimas y te amargues el día. No te pelees ni discutas con esas personas. Mantén tu posición y ora en el nombre de Jesús en contra de los demonios que actúan sin que ellos lo sepan. Y ora por ellas para que cambien su actitud. Practícalo. En los siguientes ejemplos de tentación, ¿qué soluciones buscarías para ENFRENTAR al maligno y tener victoria? Ejemplo 1: “Alguien comprometido con Dios necesita un trabajo. Es “tentado” con uno bastante bueno y acepta. Comienza a trabajar 8 hs por día, después tiene que trabajar 9 o 10 hs. Después le dicen que tiene que ir también los domingos. Nada de esto es malo, pero comienza a sentirse bastante cansado y poco a poco deja de lado su tiempo personal con Dios. Empieza a faltar a algunas reuniones y le cuesta tener tiempo para orar. Después de varios meses, probablemente, su vida espiritual se debilita. Satanás logró su propósito.” ¿Cuál sería la solución para enfrentar esta tentación? Ejemplo 2: “Estás solo en tu casa, con la video a tu entera disposición. Te sentís tentado a alquilar alguna película prohibida (de terror, pornográfica, etc…). “Nadie se va a enterar” – pensás. Vas y la alquilás. La mirás y después sentís una rara sensación de culpa y suciedad dentro tuyo. Pecaste contra Dios y lo sabés. Te sentís muy mal. Satanás logró su propósito.” ¿Cuál sería la solución para enfrentar esta tentación?
Y finalmente, LEE TU BIBLIA. La Biblia es más que un simple libro: Es la voz y la palabra de Dios para que lo conozca, lo busques, lo aprendas a amar y para que tu vida sea completa en Él. Cada una de sus palabras son poderosas para sanar tú corazón, para llenarte de luz y poder y para vencer cualquier mentira del diablo. 1. Elige todos los días un lugar tranquilo de tu casa para leer la Biblia. 2. Piensa lo que lees. No leas como un loro. Piensa lo que estás leyendo porque es para tu vida. Dios te está diciendo algo. Dios te está hablando. 3. Cuando descubras promesas que Dios te hace, créelas y dale gracias a Dios por ellas. 4. Cuando leas mandamientos o enseñanzas, decídete a obedecerlos. Toma la decisión de obedecerlos porque te librarán de muchos problemas. 5. Cuando no entiendas algo, no te hagas problemas. Pregúntanos. Nadie entiende todo y además no necesitás entender todo para continuar avanzando en tu lectura. 6. Empieza leyendo los Evangelios. Puedes empezar con el de Marcos que es el más corto y después seguir con los otros tres (Mateo, Lucas y Juan) para conocer bien la vida y las enseñanzas del Señor Jesús. Te recomiendo que utilices la serie “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes”. Es un material excelente para ayudarte a entender los 4 evangelios a medida que los lees. 7. Y por último, ¡no aflojés! Créele a Jesús, cree su Palabra, ama al Señor y te irá bien entodo lo que hagas. Exitos.
Devocional - Me Gustas, Quiero Hacerte el Amor Pasaje clave: 1º Corintios 6:13, 18. 1º Tesalonisenses 4:3. Tiger Woods, el mejor golfista del mundo, fue noticia en los medios masivos de comunicación. ¿Por ser un deportista famoso? ¡No! ¿Por haber ganado más títulos que cualquier otro? ¡No! ¿Por ser multimillonario? ¡No! ¿Por estar casado con la bella Elin Nordegren, una rubia muy linda, y ser padre de dos hermosos hijos? ¡No! Escucha lo que dicen de él los medios de comunicación: “A Tiger Woods le crecen las amantes”. “Tiger Woods reconoce la infidelidad”. “Tiger Woods reconoce haberle sido infiel a su esposa”. “Actriz porno, la octava amante de Tiger Woods”. “Tiger Wood es un adicto sexual”. “La esposa de Tiger Woods se niega a volver con él”. “Una de las amantes de Tiger Woods le pide disculpas a la esposa del deportista”. Conoces a Diego Maradona, el mejor futbolista de la historia, y
seguramente también has escuchado de sus problemas con las drogas, con el alcohol y con el sexo. Su ruptura matrimonial y los escándalos sexuales en su vida ocupan el mismo lugar que sus virtudes deportivas. ¿Conoces al rey David? Por tener sexo con la bella Betsabé, mintió, ordenó asesinar al esposo, la embarazó y trajo el juicio de Dios sobre él y su familia. Finalmente el bebé murió (2º S.11-12). ¿Has leído de las 700 esposas y las 300 concubinas del rey Salomón y cómo ellas lo empujaron a la idolatría? (1º R.11:1-8). Y estos son unos pocos ejemplos de los miles que podríamos mencionar. Si lees Proverbios 7 verás cuáles son las consecuencias de tener sexo por dinero. Y 1º Corintios 6:12-20 te habla de que no peques contra tu propio cuerpo teniendo sexo fuera del matrimonio. Los medios de comunicación, y muchos programas educativos, nunca te dirán que detrás del placer sexual y de la búsqueda de más y más sexo, hay miles de niños abortados, miles abandonados, dignidades perdidas, familias destruidas, confianzas rotas, enfermedades venéreas, emociones lastimadas y adicciones sexuales difíciles de curar. ¿Por qué hay tantos hombres, jóvenes y adolescentes desesperados por tener sexo? No es sólo por un tema “hormonal”, sino porque hay mentiras que se han grabado en sus mentes y corazones:
“Los deseos sexuales son poderosos y requieren satisfacción inmediata”. “Cuantas más relaciones sexuales tengas más hombre serás”. “La masculinidad se ve en el tamaño del pene. Más grande, más hombre”. “El hombre debe estar “siempre listo” (sexualmente hablando). “Es de tontos desaprovechar las oportunidades sexuales”. “Los hombres no quieren amor, sólo quieren sexo”. “Todos los jóvenes están teniendo sexo”. “¿Aún no lo has hecho? ¿Eres raro? ¿Eres gay?”. ¡Mentiras! Cada una de estas frases es mentira. La masculinidad, la hombría, ser bien “macho”, no es directamente proporcional al número de conquistas amorosas o relaciones sexuales que alguien tenga. La masculinidad se basa en el respeto, en el cuidado, en la ternura, en la protección, en la sensibilidad para entender como se sienten ellas y en la agresividad (no violencia) para decidirte a protegerlas y valorarlas. ¡Y no en llevártelas a la cama! Masculino es el joven que valora a las chicas, las admira y las cuida. Masculino es el adolescente que las trata con pureza. ¿Sabes qué es pureza? Pureza es un estado de la mente y del corazón que afecta tu conducta. Pureza es cómo piensas y sientes hacia el sexo opuesto. Cómo son tus conductas, palabras, actitudes y propuestas hacia las chicas. ¿Buscas hacerle bien o sólo quieres su cuerpo? ¿Realmente la amas o sólo quieres tener sexo con ella?
Pureza es lo que Dios quiere para ti en todas las áreas de tu vida. Si tienes cuidado con lo que lees, con las películas que miras, con los sitios web por los que navegas, con los amigos que eliges, si te apartas de la pornografía, entonces alimentarás la pureza. Si te decides a tener un tiempo personal con Dios, cada día, y a hablarle de tus deseos y tentaciones sexuales, crecerá tu pureza y el poder para actuar correctamente. Serás más resistente al pecado. Puede que no pienses así cuando el deseo sexual te presiona, pero puedes experimentar la completa liberación de todas estas cosas si en vez de vivir en tus fuerzas, vives con la fuerza de Dios. No creas la mentira de que el sexo, el dinero y la fama te harán feliz. Serás tentado para creer esa mentira. Todos lo somos. Pero pídele a Dios que te ayude a descubrir que la verdadera realización personal y el éxito en la vida se encuentran sólo en Él. Piénsalo. ¿Puedes pensar en alguna noticia o programa de T.V. que hayas visto en los últimos días en donde las conductas sexuales fueron presentadas sin consecuencias negativas? ¿Puedes identificar en esas noticias y programas ideas mentirosas con respecto al sexo? Si estás involucrado en actividades sexuales, confiesa tu pecado creyendo que Dios te perdona completamente, renuncia en el nombre de Jesús y decídete firmemente a alimentar la pureza de tu mente y corazón.
Pídele sabiduría a Dios. Busca ayuda. Mantente puro. Puedes hacerlo.
¡Era viuda! Había perdido a su esposo, y ahora perdía a su único hijo. La vida no es justa. Lo tenía todo y ahora lo perdía todo. Su dolor, su soledad, su gran tristeza, la llevaron a confiar en Jesús.
Devocional – Buscar a Jesús Pasaje clave: Lucas 7. Tres relatos. Tres personas. Y tres encuentros con Jesús.
Un Centurión Romano El centurión romano era un oficial militar al mando de 50 o 100 soldados. Tenía autoridad. Tenía poder. Estaba altamente entrenado para enfrentar y resolver situaciones de crisis. Qué podía necesitar de Jesús. ¿Qué lo movió a buscar a Jesús? (vs.1-10). Este centurión necesitaba de Jesús para que su siervo sea sano. Era imposible para él. Ante esta situación, su entrenamiento militar no le servía para nada. Su preocupación por su siervo enfermo lo llevó a buscar a Jesús. ¿Amas a los que te rodean? ¿Te preocupas por sus vidas? ¿Buscas a Jesús, orando por ellos, para que sean sanados, protegidos, bendecidos y en todo les vaya bien?
Una Viuda ¿Qué movió a esta viuda para buscar a Jesús? (vs.11-17).
“No llores”, le dijo a la madre. Y el dolor se convirtió en gozo. “Levántate”, le dijo al hijo muerto. Y la muerte se volvió vida. ¿Con qué calmas tu dolor? ¿Qué haces con tu soledad? ¿Qué buscas para tapar tu tristeza? Busca a Jesús y confía en él.
Una Mujer Pecadora ¿Qué impulsó a esta mujer a buscar a Jesús? (vs.36-50). ¿Sabes por qué la etiquetan como “mujer pecadora”? Porque era la manera de identificar a las prostitutas. Sí, ésta mujer era una prostituta. Su pecado era venderle su cuerpo a los hombres por dinero. Y fue su doble necesidad que la llevó a buscar a Jesús. 1º. Su necesidad de perdón. Ella necesitaba ser perdonada. ¿Pero qué hacían las personas con ella? O la rechazaban tratándola como a una basura, o la usaban como un juguete para su propio placer sexual. ¿Pero qué hizo Jesús con ella? (vs.47-48, 50). ¿Ves lo grande que es Jesús? Él acepta donde otros rechazan, perdona donde otros condenan y sana donde otros abusan y enferman.
2º. Su necesidad de valoración. Ella necesitaba sentirse valorada. La gente la despreciaba, hablaban mal de ella. Era mal vista y estaba en boca de todos. ¿Pero cómo la trató Jesús? (vs.4446). Jesús le tapó la boca a Simón el fariseo y a todos los que despreciaban a la mujer creyéndose mejores que ella.
Devocional – Esto lo Escuché Antes
Públicamente la valorizó. Delante de todos habló bien de la actitud de honra y adoración que tuvo la mujer. Sin ningún temor dijo que ella, con su actitud de arrepentimiento, amó mucho.
Pasaje clave: Números 5:5-31. Y otra vez… Confesar y Restituir. ¿Qué tenían que hacer aquellos que pecaban además de confesar su pecado? (5:5-8). Si tu pecado fue contra otras personas no alcanza con “llorar un poquito” y decirle “perdóname por toooodo lo que te hice”. No. Además de pedirle perdón tienes que compensar el daño que le causaste.
¿Cómo había expresado su arrepentimiento la mujer? (vs.3738). Piénsalo. Tres relatos. Tres personas. Y tres encuentros con Jesús. ¿Y cuál es tu historia? ¿Cuál es tu necesidad? ¿Estás preocupado por alguien? ¿Por tus padres o por tus amigos? ¿Estás triste o te sientes solo? ¿Necesitas ser perdonado o valorado? Búscalo a Jesús. Él sabe qué hacer con tú necesidad.
Por ejemplo:
Si robaste, devuélvelo. Si agrediste públicamente pide perdón públicamente. Si rompiste algo, repáralo o cómpralo nuevo. Si vendiste lo que no era tuyo, recupéralo. Si te enojaste, gritaste y trataste muy mal, empieza a bendecir con tus palabras y actitudes. ¿Hablaste mal de alguien? Entonces, ahora, habla de las virtudes de esa persona. Esto es restitución. Pero no te confundas. No significa “convertirte en esclavo del otro“, significa restituirlo. Así era la ley de la restitución. ¿Y con los celos, qué?
¿Cómo trataban el problema de los celos matrimoniales? (5:11 al 31) ¡Imagínate el desfile de panzas hinchadas y muslos caídos que veríamos en la iglesia si practicáramos la ley de los celos! Hoy estamos libres de aquellas consecuencias físicas pero no de las consecuencias espirituales y emocionales que generan los celos: amargura, dolor, distanciamientos, desconfianzas, inseguridades, dudas, acusaciones, culpas… ¿quién puede ser bendecido y bendecir a otros con todo esto en su corazón?
Devocional – El Ejemplo de los Líderes Pasaje clave: Números 7.
¿Estás celoso? Los celos nacen de la inseguridad y de la auto desvalorización, del temor a ser abandonado, del egoísmo, de la desconfianza. Limpia tu corazón, confiesa tus pecados, aprende a verte y a valorarte en Cristo. Aprende a creer en los demás. Poco a poco, aprende a crecer y a madurar.
Ser líder, Ser ejemplo. Una vez que el Tabernáculo y todos sus utensilios estuvieron listos, ¿qué hicieron los príncipes de las doce tribus de Israel? (7:2-11, 84-88). Una ofrenda especial, abundante, ofrecida por cada líder en representación de su propia tribu. Durante 12 días, los 12 príncipes, uno cada día, traerían su ofrenda especial delante de Dios para el sustento de los levitas (recuerda que la función de ellos no les permitía dedicarse a otras actividades y dependían, para su sustento, de las ofrendas y diezmos de los demás). Mira la ofrenda de cada uno de los príncipes:
Un plato de plata de 1,482 kilo (casi un kilo y medio) (130 siclos). Un jarrón de plata que pesaba 798 gramos (70 siclos). Ambos (plato y jarrón) llenos flor de harina. Una cuchara de oro cuyo peso era de 114 gramos (10 siclos) llena de incienso. ¿Y cuántos animales ofrecieron? (7:15 al 17). De esta manera fue dedicado el Tabernáculo y estaba listo para comenzar sus funciones. Pero lo que
más me llama la atención fue la decisión de Dios con respecto a los líderes del pueblo. Ellos, y no otros, debían hacer la ofrenda especial delante de todo el pueblo. Ellos eran el modelo a seguir por todos los demás. ¡Qué mal hubiera quedado delante de su propia tribu, del pueblo entero y de Dios mismo, aquel líder que se opusiera, que quisiera hacerlo de otra manera o que fuera mezquino a la hora de ofrendar! Los que vamos delante de ti (líderes, pastores, maestros, aunque habría que empezar por tus propios padres) somos tu modelo (o deberíamos serlo). Modelo de obediencia, de compromiso, de sujeción, de lealtad a Dios. Modelo de santidad. Un modelo de vida. Y digo, deberíamos serlo, porque yo no puedo hablar en nombre de todos los líderes (y menos de los tuyo porque no los conozco), sin embargo, la experiencia demuestra que no todos son el modelo que tú necesitas para andar, vivir y crecer en Cristo. Hay pastores y líderes muy truchos, y padres borrados de su paternidad. Hay quienes son líderes solo a la hora de la reunión o en el momento de pasar al púlpito para dar un mensaje. Y hay quienes sólo te exigen sin darse ellos mismos. Bueno… hay de todo. Pero gracias a Dios por todos aquellos líderes y pastores que influyen positivamente sobre tu vida, por aquellos que te desafían a vivir en santidad, por aquellos que están fuertemente involucrados contigo. Por aquellos que tienen claro su llamado y trabajan con excelencia para que seas formado a la imagen y semejanza de Jesús. ¡Sí, muchas gracias por todos ellos!
Devocional – Premios Pasaje clave: Levítico 26:1 al 13. El último versículo de las bendiciones (vs.13) confirma tu libertad EN Cristo: 1º. Fuiste sacado del gobierno de Satanás. “…de Egipto…” ¿Te acuerdas que Egipto es símbolo del mundo? Y en el mundo Satanás ejerce dominio y autoridad porque él es su príncipe. Pero tú, como parte de la iglesia de Jesús, aunque vives en este mundo NO PERTENECES a él, ni estás bajo la autoridad del maligno. Perteneces a los salvos de Jesús y estás bajo la autoridad de Dios. 2º. Ya no eres un esclavo del pecado. “…para que no sean siervos…” No más sirvientes del pecado. No más esclavos del pasado. Ahora eres siervo de Jesucristo. Le perteneces a Él. Estás a su entera disposición para vivir de acuerdo a su voluntad. 3º. Eres libre en Jesús para escoger lo bueno y rechazar lo malo. “…rompí las coyundas de su yugo…” No estás obligado a pecar. No estás obligado a hacer lo malo. No estás obligado a volver a vivir
como vivías antes de conocer a Jesús. Eres libre. Tú escoges y eliges. Hazlo con sabiduría. 4º. EN Jesús eres ALGUIEN especial. “…los he hecho andar con el rostro erguido…” Basta de sentirte lo último, lo peor, la más fea o el más tonto. Basta de desvalorizarte a ti mismo como si no le importaras a nadie y no sirvieras para nada. ¡Basta de creer las absurdas mentiras de Satanás! ¡Basta de tener lástima de ti mismo! ¡Eres alguien especial para Jesús! ¡Vales para Él! ¡Sirves! ¡Eres útil! ¡Eres importante para Dios! ¡Anímate a creerlo y a disfrutarlo! ¡Vale la pena!
Devocional – Está Bien, Está Mal Pasaje clave: Levítico 18 al 20. Seguramente te preguntaste muchas veces qué cosas están bien y qué cosas están mal especialmente cuando ves o escuchas que cada uno hace lo que se le da la gana. Si muchas personas (ricos, famosos o las minorías que reclaman y exigen sus derechos) hacen determinada cosa, ¿estará bien y será bueno? Y si muchos otros no lo hacen, ¿será malo y no habrá que hacerlo? Si muchos creen en “algo” y lo practican, ¿será correcto creerlo y practicarlo? Si una ley afirma que se puede practicar la prostitución callejera, el matrimonio gay y la homosexualidad, y que se puede fumar droga, ¿será correcto? ¿Todo lo legal es bueno? ¿Lo legal es siempre justo? ¿Las leyes expresan el bien para la mayoría? ¿Qué cosas están bien y cuáles están mal? ¿Qué cosas puedo hacer sin pecar y de cuáles me conviene cuidarme para no “caer” como un tonto? Si estas son algunas de tus dudas préstale muchísima atención a estos capítulos. Vas a encontrar de todo.
¿Cómo quiénes no te conviene ser y qué es lo que si te conviene seguir? ¿Por qué? (18:1 al 5). ¿De qué tienes que cuidarte sexualmente hablando? (18:6 al 19). ¿Cuántos desnudos ves por T.V, en videos, en revistas, por Internet, calentándote la cabeza, sintiendo ganas de masturbarte y pecando contra Dios? ¿O pecando en tu mente contra tu novia/o, o esposa/o? ¡Pero todos lo hacen! ¿Y? Que lo hagan. ¡Pero tú no te contamines! No eres como ellos. Tú eres santo y no eres menos hombre o menos mujer por no hacerlo, por abstenerte sexualmente o por cuidar tu virginidad.
También tienes que saber que por pensar de esta forma serás tildado de “discriminador”, “homófobo” (fobia a la homosexualidad), “ignorante”, “represor”, “intolerante”. Pero, tranquilo, no eres lo que la gente dice que eres. Como hijos de Dios amamos y respetamos a todos los seres humanos, sean o no homosexuales, se prostituyan o no, pero no aceptamos sus valores, no aceptamos sus principios de vida, ni estamos de acuerdo con sus prácticas, y tenemos el mismo derecho a opinar que ellos, que no aceptan nuestros valores ni están de acuerdo con nuestra fe. Pero tú, vive de acuerdo a los valores de Dios y te irá bien en toda tu vida.
¿Qué otras cosas no están bien en lo referente al sexo? (18:20 y 22, 19:29. 20:10 al 14, 21). ¿Qué dice acerca de las perversiones sexuales? (18:23 al 25 y 20:15-16). ¡Pero todos lo hacen! ¡Cualquiera tiene sexo con la mujer que le gusta! ¡Y cualquier chica encara a algún muchacho para acostarse con él! ¡Un montón de hombres son gays y está lleno de lesbianas! La sociedad los acepta como un tercer sexo. ¿Y? Que lo hagan. ¡Pero tú no te contamines! No eres como ellos. Tú eres santo y no eres menos hombre o menos mujer por no hacerlo. Dios juzga estas perversiones porque para Dios no existe “un tercer sexo”. Él nos creó como hombres y mujeres. Punto.
¿Y con respecto al satanismo, al ocultismo, a la adivinación y a la idolatría? (18:21, 19:4, 26, 28 y 31, 20:2 al 6 y 27). ¡Pero todos lo hacen! Todos tienen ídolos, van a los curanderos, rezan a los santos y a las vírgenes. Todos se atan cintas rojas y hacen promesas. Se ponen aritos, se hacen tatuajes en el cuerpo y leen el horóscopo. Creen en Sai Baba o toman extraños brebajes.
Y aunque la ley de muchos países nos obligue a aceptar todo esto, tienes que saber que no es moralmente aceptable ni éticamente correcto. Que algo sea legal no lo transforma en bueno.
Mira lo que dice acerca de la manera de hablar (19:11-12, 14 y 16). ¡Pero todos lo hacen! Todos insultan, se burlan, mienten, son chismosos. ¿Y? ¡Que lo hagan! ¡Pero tú no te contamines! No eres
¿Y? Que lo hagan. ¡Pero tú no te contamines! No eres como ellos. Tú eres santo y no necesitas nada de esto porque en todas estas prácticas hay perturbaciones espirituales. Pero tú tienes la vida de Cristo. Disfrútala porque eres más que cualquier seguidor de demonios.
como ellos. Tú eres santo y no eres “tontito” por no hacerlo. ¡Y hay más! Pero todo esto no es para convertirte en un “tonto de iglesia” amargado y aburrido, sino para que vivas bendecido y bendiciendo a otros. No te contamines. Sé santo. La santidad no es una larga lista de prohibiciones, sino una cobertura de protección sobre tu vida para que disfrutes de todo en libertad.
Devocional Manipulados Por Las Culpas Pasaje clave: Romanos 8:1. Hay personas (pueden ser padres, hijos, amigos, pareja, etc.) que usan los sentimientos de culpas para manipular a los demás y obtener ventajas para sí mismos. Por ejemplo:
La persona que le dice a su pareja: “Si me dejas, me mato”. “Si me quieres de verdad tienes que hacerlo” (prostituirte, tener sexo, drogarte, robar, lo que fuere). La mujer (o el hombre) que llora y se enferma cada vez que su pareja quiere hacer algo con lo cual ella (o él) no está de acuerdo. Cuando nos presionan a hacer cosas incorrectas o malas, amenazándonos. El padre (o la madre) que le dice a su hijo: “Si me desobedeces una vez más me voy de esta casa”. “Nosotros hacemos todo por ti y tú eres un desagradecido”. La madre soltera que se somete a todos los caprichos y reclamos de su hijo por la culpa que siente como madre soltera. “Nunca me diste un padre” (o una familia, un hogar, etc.). Entiende que dejarte manipular es malo, enfermizo y
destructivo para tu vida. Cuando te manipulen tu reacción será la ira o la depresión. Necesitas reconocer que te están manipulando y no permitirlo. Por lo tanto, trata firmemente con la manipulación: Asume tus propias responsabilidades. Si te equivocaste, lastimaste o dañaste pide perdón. Hazte cargo. Lo que te hace sentir mal, dilo, no lo escondas. ¡Pero no te responsabilices por las decisiones de los demás! No eres responsable de las decisiones, acciones y pensamientos de nadie. Si alguien quiere matarse, lastimarse, deprimirse o abandonarte tratando de hacerte sentir culpable, ¡déjalo que lo haga! Es su problema, su decisión y su responsabilidad, no el tuyo. Recuerda que aunque hayas hecho algo incorrecto en el pasado (que Dios ya perdonó y olvidó) no es razón ni motivo para que otros, aprovechándose de eso, controlen tu vida. Dios te hizo libre, no somos esclavos de nadie. No te ates a nadie.
Devocional – ¿Santo Moisés? Pasaje clave: Éxodo 1 y 2. Seguramente habrás escuchado alguna vez el nombre de Moisés. Y seguramente habrás visto una o varias películas acerca de él, especialmente cuando divide las aguas del mar, o cuando recibe de Dios las tablas con los mandamientos. ¡El gran Moisés! Capaz de enfrentar a los hechiceros del Faraón, o ser líder de casi 1.000.000 de personas guiándolas por el desierto hasta la tierra prometida. Dispuesto a hacer polvo un becerro de oro o a suplicarle a Dios para que no destruyera al pueblo idólatra. Capaz de pegarle a una roca con su vara y hacer salir agua de ella, o de sentarse, el día entero, a escuchar los problemas de las personas y aconsejarlos con muchísima sabiduría. Capaz de estar solo con Dios 40 días sin necesidad de comer, hablando con Él como con un amigo. Capaz de organizar, dirigir, enseñar, aconsejar o disciplinar. Capaz de soportar las rebeliones de algunos celosos y violentos sin
descontrolarse ni perder la paz. Y contar con el apoyo de Dios diciéndole: “Yo voy a ir contigo”. ¡Genio total! ¡Maestro de maestros! Me encantaría parecerme un poquito a Moisés. PERO… (¿en qué historia no hay un pero?), el gran Moisés no fue siempre un “santo”. Hubo una época de su vida, antes de ser el gran Moisés, que fue de todo menos santo. Moisés creció en el ambiente pagano de Egipto, y a pesar de que su propia madre lo crió y educó los primeros años de su vida, él fue formado en el conocimiento de las ciencias y de la magia de ellos (Hechos 7:22). Vivió los primeros ¡40 años! de su vida rodeado de un ambiente en el que no se honraba a Dios sino a los ídolos. Donde la práctica de la magia, la brujería y el curanderismo, era algo de todos los días y era parte de la “sabiduría” egipcia que él aprendió. Pero, además de todo esto, el “no tan santo Moisés” la hizo muy, muy fea, cuando quiso “solucionar” problemas raciales según sus propias ideas personales
¿¡Moisés ASESINO!? Lamentablemente sí. ¿¡Moisés conocedor de la magia y la hechicería!? Sí. ¿¡Moisés impulsivo y descontrolado!? Sí y sí. A los 40 años, Moisés el príncipe terminó siendo Moisés el forastero (2:21- 22). Piénsalo. Si alguien te contara que una persona como Moisés sería elegido para llegar a ser el gran Moisés (y santo), ¿le creerías?
Mírate a ti mismo por un momento, con tus arrebatos, con tus pecados “secretos”, con tus crisis personales, con tus actitudes descontroladas, o con tus diarias depresiones. Si alguien dijera que puedes llegar a ser alguien totalmente distinto (santo, útil, renovado), ¿le creerías? Hay alguien que piensa en ti y no quiere dejarte así como estás. Él quiere hacerte aún mejor. No importa lo que hoy eres, importa lo que serás si te dejas tratar y guiar por Dios, como el santo Moisés.
honrar a quienes lo habían humillado. Honrar a su padre y a sus propios hermanos.
Devocional – Afectos Pasaje clave: Génesis 47. Después de muchísimos años Jacob y su hijo predilecto José vuelven a reencontrarse (47:28-30). Ahora sí se cumplen aquellos sueños de Génesis 37 cuando José era apenas un adolescente. Ahora los manojos están postrados delante de él. Ahora el sol, la luna y once estrellas se inclinan ante José. El poder, la abundancia, la grandeza, la gloria le pertenecen a José. La necesidad y el hambre a su padre y sus hermanos. Pero José aprendió la dura lección de la humildad. Los duros años que la mano de Dios le hicieron vivir destruyeron su orgullo y arrancaron de su corazón toda raíz de soberbia. Su familia, sus afectos y sus recuerdos eran más importantes que toda la gloria de su posición real. La túnica que el faraón había mandado poner sobre él no borraba los recuerdos de aquella preciosa túnica de colores que su padre le había regalado en su adolescencia. Ni el pozo ni la cárcel lograron endurecer su corazón. Los años no lo tornaron duro e insensible. El poderosísimo Faraón era su suegro, pero Jacob, el Israel de Dios, era su papá. Y ahora él tenía las riquezas y el poder para exaltar a su papá y
José no podía cambiar el pasado, ¿acaso tú y yo podemos hacerlo? Pero sí podía transformar su presente de tal manera que aquellos últimos años de vida junto a su papá y hermanos fueran los mejores. ¡Y lo hizo! Sí, te entiendo. Seguramente estás pensando en lo casi imposible que puede ser cambiar a un papá borracho, a una mamá que golpea y lastima, a un papá violador, a una mamá que se fue hace mucho tiempo abandonándolo todo. A un papá mujeriego o a una mamá depresiva. Es difícil, lo sé. Pero no dejes que tu corazón se endurezca. Tal vez ahora como adolescente no puedas hacer nada para cambiar estas realidades tan crudas y te preguntes una y otra vez, “¿por qué Dios lo permite?” No lo sé. Pero sí sé que si te entregas al amor de Jesús él hará algo ¡primeramente contigo! Tratará con tu corazón. Tratará con tus orgullos y resentimientos. Tratará también con tus afectos. ¡Entrégate al amor de Jesús! ¡No permitas que el odio, el dolor, la ira o la venganza llenen tu vida y te controlen! Llegará el día en que tú tengas el poder para decidir cómo tratar a tus padres y qué o no darles. No devuelvas maldición por maldición. No pagues con las mismas monedas de violencia y dolor. ¡Prepara tu corazón para ese día, para aquel día en que ellos necesiten de ti! Y dales lo que nunca te dieron. Dales con un corazón sano, con una actitud de bendición. No te estoy diciendo que sea fácil, te estoy diciendo que EN Cristo ¡es posible! Piénsalo.
Devocional – Escucharte Nos Bendice Pasaje clave: Génesis 50. Llegamos al final de Génesis, y también al final de las vidas de Jacob y de José. ¡Qué final fantástico! Es que si te dejas llevar por Dios el final siempre será mejor que el comienzo. Jacob el estafador/engañador y José el soberbio y orgulloso no existen más. Jacob y José vivieron las últimas décadas de sus vidas como hombres espirituales, bendecidos y muy prosperados. Hombres capaces de dar y recibir bendición. Escucharte nos bendice… es lo que seguramente sintieron y pensaron los hermanos de José al escucharlo a José. Ellos todavía arrastraban viejos sentimientos de culpa, a tal punto, que cuando murió Jacob se desesperaron pensando que José se vengaría de ellos. El miedo a una posible represalia de José todavía los controlaba. Son muchas las maneras en que puedes bendecir a los demás. Las siguientes son solo unos pocos ejemplos de los muchos que puedes encontrar si tienes una actitud dispuesta a dar:
Bendice… Con actitudes respetuosas, humildes y comprensivas.
Corrigiendo los errores y no encubriendo los pecados. Ayudando de diferentes maneras según tus posibilidades. Compartiendo lo que tienes o recibes. Alentando con palabras, con un beso o un abrazo. Poniéndote en el lugar del otro e intentando comprenderlo. Eres un joven y adolescente EN Cristo. Tu pasado no importa. Importa este presente que vives y el futuro que tienes por delante. Puedes construir cosas nuevas. Eres capaz de hacerlo. Eres libre para no repetir los errores de tus padres y construir un proyecto de vida nuevo. Tienes al Señor de tu lado. No tengas miedo. Puedes enfrentar tus circunstancias. Vas a ser vencedor. Tienes dones y talentos, tienes ganas, fuerzas y vida. Si vives con Jesús de tu lado vas a ser vencedor hoy y siempre. Si vives con sus palabras muy metidas en tu corazón no habrá mentira que pueda sacudirte ni moverte de tu lugar de convicción. Si vives en comunión con él verás su mano sobre tu vida en todo momento. Él no es deudor de nadie. Si estás dispuesto a pagar el precio de la santidad, él te recompensará y te usará más de lo que tú puedas imaginar. Más de lo que puedes ver ahora. Tenerte en el grupo y en la iglesia nos motiva, pero que te dejes llevar por Dios nos entusiasma más. El Señor te levantará y te usará. Prosperará tu camino y te formará a la semejanza de Jesús. Lo que hoy no comprendas, mañana te será claro. Vemos en ti a un/a líder, a un/a profeta, a un/a maestro, a un/a evangelista. A un/a muy buen/a estudiante, a un excelente músico. Te vemos comprometido/a con Jesús, bendecido/a y aplastándole la cabeza a Satanás.
Devocionales – Yo Te Perdono Pasaje clave: Génesis 42 al 44. Y finalmente sucedió. José y sus hermanos se reencontraron después de 20 años, y aunque él los reconoció rápidamente, ellos no lo conocieron a él (¿tanto había cambiado?). Pero esta vez los roles se habían invertido. 20 años atrás, el poder para agarrar por la fuerza a José, tirarlo a un pozo y venderlo como esclavo, fue de sus hermanos. Pero ahora, el poder y la fuerza pertenecían a José y los humillados eran ellos.
Podría haberlos insultado o mandado a golpear. Y hasta podría haberlos matado si hubiera querido. Pero ¿hizo algo de todo eso? ¿Los trató como lo habían tratado a él 20 años atrás? ¿Por qué su actitud fue diferente? Porque el corazón de José había cambiado. Y si el corazón de una persona cambia (sin importar que edad tenga), también cambian sus actitudes y conductas. Por fuera seguía siendo el mismo José, pero por dentro ya no era el mismo. Dios había tratado con su vida y él había aprendido humildad y paciencia. Aprendió a perdonar. No había rencor en José. Aprendió que en Dios siempre hay un presente y un futuro mejor, por más triste que haya sido el pasado.
¿Te das cuenta? Tarde o temprano todo cambia. Llegará el día en que, tal vez, aquellos que te lastimaron necesiten de ti. ¿Cuál será, entonces, tu actitud hacia ellos?
¿Cómo está tu corazón hacia aquellas personas que en algún momento de tu vida te lastimaron? (con palabras, con actitudes, con golpes o sexualmente)
¿Cuáles fueron las actitudes de José hacia sus hermanos?
¿Crees que EN Cristo tu presente y tu futuro son mejores de lo que viviste en tu pasado?
Mira las respuestas: 42:7, 9, 1517, 19-20, 24-25. 43:16, 26-27, 29-31, 34. 44:1-4, 15-17. Por momentos, José los trataba ásperamente, y por momentos los trataba cordialmente, ¿por qué piensas que actuaba así?
¿O estaba preparando el terreno para darse a conocer? Tal vez estés de acuerdo conmigo en que la tercera opción es la que identifica mejor a José.
¿Era un falso delante de sus hermanos? ¿Los odiaba y trataba de hacerlos sentir muy mal?
¿Te presentaste delante de Dios para perdonar a los que te lastimaron, o piensas en vengarte, o en negar lo que te pasó? Si aún no perdonaste, te invito a que lo hagas ahora, haciendo esta oración: “Papá del cielo, en el nombre del Señor Jesús, perdono a… (nombra a la persona que te lastimo) por lo que me hizo… (menciona específicamente lo que te hicieron, por ejemplo: me
abusó, me lastimó, me pegó, me defraudó, me engañó, me abandonó, etc.). Renuncio al dolor que me causó, renuncio al odio y a la angustia que siento. Lo perdono y me desato de esta persona. Perdóname a mí por lo que he sentido hacia él/ella. Recibo tu perdón y me declaro libre en el nombre de Jesús”. ¿Estás dispuesto a reencontrarte, sin rencores y sin reproches, con aquellos que no te trataron bien o no lo hicieron como tú lo hubieras querido? (Especialmente si son tus padres o hermanos). ¿Sabes para qué? Para decirles que ya no les guardas rencor. Que los has perdonado en Cristo. Para demostrarles que no eres como ellos y decirles que haz encontraste un nuevo amor que no lastima, no abandona y no olvida. Ahora tienes un nuevo PAPÁ que siente un especial interés y amor por tu vida. Él siempre tiene tiempo para atenderte y para escucharte. Él nunca te abandonará. ¿Estás dispuesto a volver a empezar? Perdona y sé libre.
Devocional – Casa De Dios, Puerta Del Cielo Pasaje clave: Génesis 28:10-22. ¿Te acuerdas? Jacob había negociado con su hermano Esaú. Le había cambiado la bendición de la primogenitura por un guiso de lentejas. El menor se quedó con la bendición del mayor. Esto desató todo el odio y el enojo de Esaú que estaba loco por vengarse de su hermano. Jacob muerto de miedo huye y por primera vez en su vida tiene un encuentro personal con Dios. A pesar de lo fuerte de este primer encuentro de Jacob con Dios, él quiso negociar como lo había hecho con su hermano. “Si me cuidas, si me bendices, si estás conmigo, si tengo comida todos los días, si apruebo todos mis exámenes, si me aumentan el sueldo, si mis padres no me gritan más, si nunca voy a tener problemas, bla, bla, bla… entonces te voy a adoptar como mi único Dios; y te voy a pasar algún dinero”. ¡Jacob era un egoísta y un aprovechador a quien solo le importaban sus propios intereses personales!
Sin embargo reconoció que Dios estaba allí. Y si Dios está, ese lugar es “casa de Dios y puerta del cielo”.
cielo. Y su puerta ¡siempre está abierta! Dios dejó abierta la puerta de su presencia. ¿Hace falta que te diga para qué?
Pero sabes, hay lugares en los que Dios está y hay otros en los cuales jamás estará.
Sin embargo hay lugares en los que nunca vas a encontrar al Espíritu de Dios. Seguramente estarás pensando en los boliches o en las esquinas donde hay alcohol y drogas. Es verdad, Dios no está ahí. Pero yo estoy pensando en los cristianos divididos, peleados, en aquellos que no pueden perdonarse. Los chismosos, los malintencionados, los celosos. Dios tampoco está ahí.
Vamos por parte: 1º. Él está en tu vida. Tu vida es casa de Dios. ¿Te das cuenta de esto? Llevas a Dios contigo siempre, a todo lugar y en todo momento. Haz de la casa de tu vida (pensamientos, deseos, intenciones) un lugar agradable y santo para Él. Si Él está en tu vida entonces hónralo en todo y delante de todos. Muchas veces para no sentirte el tonto del curso y evitarte un montón de burlas, te asocias con las malas intenciones o los pecados de tus compañeros olvidándote completamente de que NO ESTAS SOLO. Eres templo del Altísimo. El Todopoderoso habita en ti. ¿Te das cuenta? Si no puedes darte cuenta entonces ora al Señor y dile: “Papá, abre mis ojos para poder darme cuenta que tú, el más grande de todos, estas en mí. Dame luz para verme a mí mismo como tu lugar de morada. Soy tu templo, donde tú elegiste habitar”. 2º. Él está en medio de su pueblo (la iglesia). ¡Y esto no es únicamente en la reunión! Puede ser en tu curso, en el trabajo, en las casas donde se reúnen, en las salidas que hacen juntos. ¡Dios está! Hónralo con tus palabras, con tus actitudes y miradas. Él está y no es ciego, sordo, ni distraído. Y si Él está siempre habrá una puerta del
¿Cómo está tu corazón con respecto a otros cristianos? ¿Qué sientes hacia ellos? ¿Cuáles son tus actitudes? Tú eres casa de Dios ¡y ellos también! Piénsalo.
colgarte piedras mágicas o amuletos, el dinero, la marca, un/a novio/a, el orgullo por tus capacidades, inteligencia o dones, etc. Dioses ajenos también son todos aquellos que te conducen a pecar.
Devocional – Dioses Ajenos Pasaje clave: Génesis 35:1-15. ¡Menos mal que Dios intervino! ¿Para qué intervino Dios y qué cambio de actitud se produjo en Jacob? (35:1-3). Su cambio, ¿qué produjo en los demás? (35:4). Primero estuvieron casi a punto de mezclarse con paganos. Y ahora, al sacar sus dioses ocultos, dejaban entrever que durante muchísimo tiempo habían vivido mezclados con los ídolos. ¿Qué es un “dios ajeno”? Es algo o alguien que no tiene nada que ver con Dios. Por ejemplo: un ídolo de la música, del fútbol, del anime o del cine al que procuras parecerte, o con quien te obsesionas. O un rosario, un santo o una virgen a quienes le rezas. Relaciones amorosas con no cristianos o música que amas y que no honra a Dios por su contenido de sexo, de drogas, de violencia o de ocultismo (dije “contenido”, no estilo musical). Un dios ajeno también es cualquier cosa en la que pones tu confianza esperando que sea eso, y no tu relación personal con Jesucristo, lo que cambie tu vida o te dé valor como persona. Por ejemplo: consultar el horóscopo,
Ten en cuenta que cualquier dios ajeno en tu corazón es una mezcla. Sin embargo Dios desea muchísimo que te animes a imitar a Jacob y a su familia renunciando a todo dios ajeno y limpiando tu corazón. Que Él sea tu único Dios, porque Él es tu Creador, tu Salvador y tu Papá. Adóralo sólo a Él (35:7). Mira cómo lo bendice Dios a Jacob (35:9-12). La bendición siempre viene después del arrepentimiento y la confesión de nuestros pecados. Después de renunciar a todo aquello que en tu vida ocupa el lugar de Dios. ¿Quieres bendiciones, quieres ser usado por Dios? Renuncia a tus dioses ajenos. Uno a uno, renuncia a ellos. ¿Sabías que a ti Dios también te cambió el nombre? Ya no eres más el “pecador”, “el tonto”, “el inútil”, “el mujeriego”, o “la fracasada”, la “fea”, “la loca”. Tu nuevo nombre es Escogido/a, Amado/a, Perdonado/a, Redimido/a, Santo/a, Hijo/a, Aceptado/a, Valorado/a. Disfrútalo.
decisiones), Dios estaba tratando con su vida y lo venía apretando muy, muy fuerte. Dios tenía el propósito de transformarlo en alguien útil y capaz de pensar en los demás y no sólo en sí mismo. Piensa un poco en estas dos cosas:
Devocional – El Rengo De Dios Pasaje clave: Génesis 32:22-32. El problema empezó con las lentejas. ¿Te acuerdas? Bueno, en realidad con la avivada de Jacob de comprarle la primogenitura a su hermano y robarle más tarde la bendición. Y aunque aparentemente él resultó ser el más “inteligente”, obteniendo lo que quiso, en realidad fue el más humillado. casa.
1º. Tuvo que huir de su
2º. Su tío Labán lo estafó como quiso. 3º. Entre sus esposas siempre hubo dramas y una a la otra se lo prestaban o alquilaban (30:14-16). 4º. Hubo peleas fuertes entre su tío y él, y finalmente tuvo que huir. Y como si todo esto fuera poco, se entera de que su hermano lo estaba esperando con un ejército de 400 hombres “para recordarle lo de las lentejas”. ¿Cuántas veces terminaste humillado/a por haber obtenido lo quisiste pasándote de vivo? Aunque Jacob aún no lo entendía, detrás de sus problemas y humillaciones (por sus propias irresponsabilidades y malas
A. Todas, pero todas tus circunstancias y situaciones están permitidas por Dios para llamar tu atención hacia Él, para quebrar tus orgullos, para pulir tu fe y cambiar completamente tu corazón a la semejanza de Jesús. B. Cuanto más madurez y crezcas en tu relación con Dios, menos te dejarás arrastrar por “tus primeras reacciones” y más buscarás “primero a Dios” en tus circunstancias. ¿Qué sucedió en el 2º encuentro entre Dios y Jacob y qué experimentó Jacob? (32:22-31). ¿Sabías que hay “Rengos” De Dios? Un rengo de Dios, es un hijo suyo a quien Dios lo tocó con algún dolor, enfermedad, situación difícil o pérdida de algo, para enseñarle humildad y dependencia total de Él. Esto fue lo que Dios hizo con Jacob. Si te pones terco como Jacob y tratas de luchar contra Dios, Él te tocará de alguna manera que te duela. Pero no para lastimarte sino para enseñarte humildad y que aprendas a depender totalmente de Él. Este 2º encuentro cambió totalmente la vida de Jacob. Él ya no volvería a ser el mismo. Al haber sido humillado por Dios estaba preparado para RECONCILIARSE con su hermano (33:1-11). Piénsalo.
¿En qué situaciones o momentos te pones terco o caprichoso queriendo hacer tu propia voluntad? ¿De qué maneras te parece que Dios “te ha tocado” (aunque te haya dolido) para enseñarte humildad? ¿Cómo reaccionas ante los toques de Dios? ¿Los aprovechas para crecer y madurar o los tomas como excusa para escapar y alejarte de Él?
Devocional – ¿Amiga de Quién? Pasaje clave: Santiago 4:1-8. Hay ciertas cosas que simplemente no puedes mezclar en la vida. Por ejemplo, no puedes mezclar la verdad con la mentira, ni la fidelidad con la infidelidad, ni la confianza con la traición. No puedes mezclar la santidad con la pornografía, ni la honestidad con el robo, ni la soberbia con la humildad. De la misma manera, la Biblia es muy clara cuando habla de dos tipos de actitudes que tampoco puedes mezclar, porque ambas se encuentran en oposición. ¿Cuáles son esas actitudes? Mira Santiago 4:1-8. Si quieres ser todo lo que Dios ha planeado que seas, de ninguna manera puedes ser “amiga del mundo”. La Biblia es clara, si eres amiga de los placeres del mundo te haces enemiga de Dios. Esto no es divertido ni fácil de escuchar. Pero es verdad. ¿Sabes quiénes son los cristianos más infelices y frustrados? Los que viven una permanente contradicción en sus vidas. Salen a los boliches bailables los viernes y sábados por la noche y luego asisten a la iglesia los domingos por la mañana. Miran pornografía
durante la semana, y el sábado, en el grupo pequeño, enseñan la Biblia. Insultan a medio mundo en el colegio y adoran a Dios en las reuniones de la iglesia. Son violentos en sus hogares y muy amables y simpáticos en los cultos. Eso no funciona. La vida de un hijo de Dios es una vida de compromiso con Dios y con su verdad. No puedes “jugar” a la chica de iglesia mientras transas con cuanto chico te gusta. No puedes pedir la bendición de Dios y negarte a renunciar a la droga. No puedes pedirle al Señor ayuda en tus problemas y estar pensando en hacerte un aborto. Ser amiga de Dios (y por lo tanto, enemiga del mundo) no es vivir encerrada en una iglesia, ni aislarte del mundo. No significa que la vida tiene que ser una larga reunión de oración. No. Significa que vives de acuerdo a los valores de Dios. Te diviertes, la pasa bien, sales con amigos y disfrutas porque amas a Dios y buscas agradarle en todas las cosas. ¿Por qué decides no hacer esto o aquello? Porque amas a Dios. Piénsalo. ¿Te sientes tentada a “mezclar” cosas en tu vida? ¿A qué cosas necesitas renunciar definitivamente, y en qué otras necesitas afirmar tu amor por Dios?
Devocional - Puedo Vivir Sin Máscaras Pasaje clave: Gálatas 5:1. ¿Qué tienen en común Batman, Daredevil, Spiderman, Batgirl, Catwoman y Green Arrow? Todos son héroes, ¡y todos utilizan máscaras! Las máscaras (o caretas) son utilizadas para esconder nuestra verdadera identidad y hacernos parecer algo que no somos. ¿Alguna vez usaste una? Detrás de ellas ocultamos nuestros verdaderos sentimientos y pensamientos, porque si nos mostramos tal como somos tenemos miedo a ser rechazados o lastimados. ¿Quieres conocer algunas? Tal vez te sientas identificada: La Máscara del Aislamiento. “Mejor sola que mal acompañada”. “Yo no necesito de Dios”. “No puedo confiar en nadie, porque me han fallado muchas veces”. “Yo siempre me las arreglé sola”. Te aíslas por situaciones que has vivido. Algo te marcó, te lastimó, hizo que levantaras muros de aislamiento en tu vida y no dejas entrar a nadie, por miedo a que vuelvan a lastimarte. La Máscara de Llamar la Atención.
Lloras, interrumpes, golpeas la puerta, te desmayas, te enfermas y mil cosas más, por la necesidad de llamar la atención y sentir que eres tenida en cuenta. Cuando usas ésta máscara buscas que todo gire alrededor tuyo, como si sólo importaras tú y fueras el centro del universo. La Máscara de la Crítica. Cuando usas ésta máscara sólo te enfocas en los errores y defectos de los demás. A todos les encuentras algo para criticarlos. “Es feísimo”, “no sabe nada”, “cómo puede ser tan torpe”, “seguro que están hablando mal de mí”… No eres capaz de ver tus propios errores, pero te vuelves experta en errores ajenos. La Máscara del Perfeccionismo. Todo tiene que salirte perfecto. Debes ser la cristiana 10, con el cuerpo 10 y 10 en simpatía. Menos es fracasar. Si sacas 9 en vez de 10 te sientes reprobada, y no puedes disfrutarlo. Tu segundo nombre es “perfección”. En la búsqueda de la “perfección” te sobre exiges y le exiges a los demás que te quieran, que te escuchen, que sean súper santos y súper comprometidos. Tal vez pienses, ¿cómo podrá amarme Dios si no hago todo bien? O, ¿si no soy todo lo que los demás esperan de mi, cómo podré sentirme aceptada y amada? Pero esto que piensas no es verdad. Son mentiras que se han establecido en tu mente y corazón. Dios no te ama por lo que haces, Dios te ama por lo que eres y porque Él ha elegido amarte. No puedes comprarle amor a Dios, ni tampoco puedes perder el amor de Dios. Él te ama. Punto.
Pero hay un momento, cuando la puerta de tu habitación se cierra, se caen tus máscaras, y sólo Dios conoce lo que pasa por tu interior. Y hoy Él quiere sanarte, quiere liberarte de tus caretas. Él te ama profundamente y desea intensamente que seas tú misma, todo el tiempo. Piénsalo. ¿Qué clases de máscaras utilizas habitualmente? ¿Algunas de las mencionadas u otras? ¿Quieres ser realmente tú misma y vivir libre? Reconoce cuáles son tus máscaras. Ora renunciando a ellas en el nombre de Jesús, y pídele sus fuerzas para ser tú misma en todo momento.
Devocional - Su Espíritu En Mí Pasaje clave: Juan 15:26, 16:15. Como muchos otros adolescentes alrededor del mundo seguramente te preguntarás si Dios realmente te escucha. Y si te escucha, ¿de qué manera te ayuda en las cosas de todos los días? La Biblia dice que Dios está presente para ayudarnos; y la forma en que Él nos ayuda es a través de su Espíritu Santo. Lee Juan 15:26, 16:15. Muchos jóvenes se sienten incómodos cuando se habla sobre el Espíritu Santo. Por alguna razón, no se atreven a tratar el tema. Y la iglesia no ayuda mucho cuando describe al Espíritu Santo como un ser casi fantasmal que ayuda a la gente súper espiritual. Para algunos el Espíritu Santo es: Una influencia. Una energía. Una prolongación de Dios. “La fuerza”. Y muchas otras tonterías más. Pero la Biblia nos enseña que el Espíritu que habita en nosotros ¡es una persona! Y es una persona, no porque tenga un cuerpo físico como el nuestro, sino porque posee características personales. El Espíritu ama, consuela, decide y se entristece. ¡Y esto no lo podría hacer una fuerza o energía! Descubre otras características personales del Espíritu Santo en: Jn.14:16-17, 26, 16:8, 13,Hch.13:2, 4, 16:6, Ro. 8:11, 16,
26, 1°Co.2:10, 12:11, 13, Ef.1:13, 3:16, 4:30, 5:18. Mira ahora, Ro.8:9 y 11, ¿dónde mora el Espíritu Santo? ¿En el cielo? ¿En el templo? ¿En nosotros los creyentes? ¿Por qué los creyentes somos templos de Dios? Encuentra la respuesta en 1° Co.3:16. Necesitas pedirle al Señor que te ayude a entender que Dios mismo, por medio de su Espíritu, habita en tu vida. ÉI es una Persona real. Tener al Espíritu dentro de nosotros es tener al Dios vivo. ¡Esto es increíble! Pero, ¿qué era lo que no sabían los creyentes de Corinto? Vuelve a leer 1° Co.3:16. El problema con muchos creyentes hoy día no es que les falte el Espíritu, sino que no se dan cuenta de su presencia en sus vidas. Viven ignorándolo. No nos damos cuenta de la grandeza de Aquel que ha venido para hacer su morada y quedarse en nuestras vidas para siempre. ¡El Espíritu Santo jamás se ira de tu vida! (Juan 14:16-17, Ef.1:13). Vino para quedarse. ¿Te das cuenta de lo que sucedió en tu conversión? Dios entró en tu vida y te hizo su templo. Donde quieras que vayas llevas a Dios contigo. No llevas tu Biblia o las enseñanzas de la iglesia, sino a Dios mismo en tu interior. Él es una Persona viva, es el mismísimo Dios en ti. Piénsalo. Nombra una situación en la que sentiste que el Espíritu Santo estuvo obrando en tu vida. Pídele a Dios que te ayude a entender cómo el Espíritu Santo actúa dentro de cada cristiano verdadero y que te enseñe a depender de la ayuda del Espíritu.
Devocional – ¡¿Qué Hago con mis Padres?! Pasaje clave: Efesios 6:1-3. ¿Alguna vez te has sentido así? “Muchas veces es difícil obedecerlos, comprenderlos, hablarles, sentirte querida, decirles que tienen razón, amarlos, sentir que te apoyan y que están contigo. Sobre todo cuando te gritan y te disciplinan. Cuando te lastiman con sus palabras, con sus actitudes y con sus indiferencias. Cuando te reprochan cosas o te comparan con otros. Cuando no te entienden y no te escuchan. Cuando no pasan el tiempo necesario contigo. Cuando sufres por sus peleas y te hacen sentir culpable, cuando te dicen que no sirves o cuando no sientes su amor por ti”. Pero…, a pesar de todo, “no digas: como me hizo así le haré… porque el hijo sabio alegra a su padre; pero el necio es tristeza de su madre” (Prov.10:1). Ámalos, aunque no te demuestren su amor. Respétalos, aunque no te respeten y valóralos muchísimo porque Dios te los dio. El Señor también te dice: “Porque el que detiene el castigo a su hijo aborrece, más el que lo ama desde
temprano lo corrige” (Prov.13:24). No te enojes cuando te corrijan. Es difícil, pero vale la pena entender que también así te demuestran su amor. Saber tratar a los padres no es tarea fácil para una adolescente. Estamos hablando de dos generaciones diferentes: la tuya y la de ellos. Gustos diferentes, ideas diferentes, formas diferentes de pensar y hacer las cosas. A ellos les cuesta entender tu estilo de vida actual, así como a ti te cuesta entender el de ellos. La Biblia tiene buenos consejos para ti y tus padres en Efesios 6:1-4. La Biblia dice que los padres no deberían hacer enojar a sus hijos. Si sientes que tus padres te hacen enojar, toma la iniciativa y habla con ellos. Con frecuencia, los problemas entre adolescentes y adultos son causados por la falta de comunicación, y no tanto por las diferencias de opinión. Recuerda que Dios te pide honrar y respetar a tus padres aunque no estés de acuerdo con ellos. Ellos tienen el doble de experiencia en la vida de la que tú tienes. Han visto sus propios errores y heridas y quieren ayudarte a evitarlos. No permitas que un desacuerdo sobre una película, un lugar para pasear o la elección de tus amigos origine una división entre tú y tus padres. La próxima vez que tengas una discusión con ellos, recuerda que Dios quiere que los honres y obedezcas, no porque “así tiene que ser”, sino porque Dios está pensando en lo que es mejor para ti. Él te proveyó de la orientación de un adulto para que “te vaya bien” (Éx.20:12).
Piénsalo. ¿En qué áreas puedes mostrar más responsabilidad y ganar así la confianza de tus padres? Si los problemas con tus padres son profundos y “sin solución”, ¿puedes hablar con un pastor o consejero cristiano para que te aconseje qué hacer?
¿Qué Hago con mis Padres?! 2 Pasaje clave: Efesios 6:1-3. Frases como: “No entiendo lo que estás diciendo”, “no lo voy a repetir una vez más” y, “¡no vas a ninguna parte hasta que tu habitación esté limpia!”, ¿te resultan familiares? ¿Sabes qué? Tus padres también se equivocan al decir ciertas cosas. Pero si lo manejas emocionalmente, enojándote, amargándote o bajoneándote, los problemas aumentarán. Mira los siguientes consejos para mejorar la relación con tus padres. 1. Acéptalos tal como son. Acepta sus limitaciones. Ellos no pueden darte lo que nunca recibieron de sus propios padres. 2. Cuando haya violencia no reacciones con violencia, pero habla de esto con personas que puedan ayudarte (Prov. 15:1; 24:29) 3. Obedécelos (Ef.6:1). Sujétate a ellos. Hónralos y respétalos. 4. Reconoce sus esfuerzos. Mira sus virtudes y no solo sus defectos. 5. Demuéstrales que los quieres y conócelos más. Descubre cuáles son sus necesidades y gustos.
6. No les mientas. Se sincero con ellos. 7. Trátalos de la manera en que te gustaría que ellos te traten a ti (Mt. 7:12). 8. No los manipules con reproches, acusaciones o amenazas. 9. Sus errores no justifican tus actitudes de desobediencia ni tus decisiones equivocadas. 10. No culpes a tus padres por tus propias equivocaciones. Sé responsable y acepta las consecuencias si hiciste lo incorrecto. 11. Perdónalos y ora por sus vidas. 12. Escucha sus consejos y sus enseñanzas (siempre que no sean pecaminosos o destructivos para tu vida). 13. Nunca hables mal de tus padres (Prov. 23:22), aunque no estés de acuerdo con ellos o pienses diferentes. Tienes derecho a no estar de acuerdo, pero no tienes derecho a maldecirlos o faltarles el respeto. 14. No te fijes en lo mucho o en lo poco que te dan. Sé agradecidos con ellos por todo lo bueno y positivo que hacen por tu vida. El valor de la vida no está en las cosas que tienes sino en las relaciones que cultivas. ¡Cultiva buenas relaciones con ellos! 15. No los provoques haciendo cosas que sabes que causarán mayores problemas. 16. No les permitas que te maltraten o te abusen. Y si esto te está sucediendo busca inmediatamente ayuda en otras personas adultas (líderes, policía, docentes, etc.). 17. ¡Madura! A medida que trabajes en tu actitud, con la ayuda de Dios, podrás tener una influencia positiva en ellos y hacer
tu parte para que tu hogar sea un mejor lugar para vivir. Piénsalo. De los 17 consejos anteriores, ¿cuáles necesitas practicar y aplicar en la relación con tus padres? Pídele a Dios que te ayude a ser honesta/o con tus padres y que te dé la actitud correcta para hablarles.
Devocional – ¿Yo, Santo? ¿Yo, Santa? Pasaje clave: 1º Pedro 1:13-25. Los jóvenes y adolescentes cristianos tienen, en términos generales, una idea bastante negativa acerca de la santidad. Se la imaginan como algo muy difícil de alcanzar, una larga lista de “Prohibidos” imposibles de cumplir. “No a las películas porno”. “No a las películas de terror”. “No a las fiestas”. “No al baile”. “No al noviazgo”. “No a tener sexo”. No… No… No… Si piensas o sientes que la santidad es sólo un “No” en tu vida necesitas entender bien de qué se trata. El problema es que seguramente te lo han explicado o enseñado mal. Empecemos con 1º Pedro 1:13-25, y veamos qué es realmente santidad: 1. Santidad es hacer las cosas que Dios quiere. Es vivir y hacer lo que hizo Jesús. Pregúntate: ¿Esto lo haría Jesús? ¿Esto lo pensaría Jesús? ¿Esto lo diría Jesús? 2. La santidad es como una avenida de dos manos (de dos carriles). Por un lado, significa renunciar al pecado y a todo lo que no te edifica (lo que te lastima, te enferma y te ensucia en tu cuerpo, mente y emociones). Por otro lado, es vivir bajo el control del Espíritu
Santo, aprender a reproducir el carácter de Jesús en tu vida. 3. La santidad es un estilo de vida. Eliges vivir gobernada y dirigida por el Espíritu de Dios. Vives las 24 hs. del día en la presencia de Dios, haciendo lo que Él quiere y hablando como Él quiere. 4. La santidad es un escudo protector en tu vida. Cuando vives en santidad estás 100% protegida. En santidad no puedes enfermarte de SIDA, ni de herpes ni de ninguna enfermedad venérea. En santidad no tienes temor a un embarazo indeseado. En santidad no te vuelves adicto a las drogas, al alcohol o a la pornografía. En santidad no tienes temor de que una patota te mate a golpes porque estás con la gente correcta en los lugares correctos. En santidad no haces trampas ni engañas, no robas ni mientes y te libras de innumerables problemas. ¿Entiendes? 5. Pero además, la santidad te permitirá disfrutar de todo lo bueno que hay en la vida. En santidad vives con libertad. Gozas, amas, tienes paz, descubres la paciencia, ejercitas el dominio propio. 6. Prepara tu mente para la acción. Piensa. Usa tu cabeza y evita con anticipación aquellas situaciones donde puedas ser tentad0/a a actuar mal y a perder la santidad. Ten dominio de ti mismo. Esto es difícil para todos. Significa dejar de besar a tu novia/o antes de que sea demasiado difícil hacerlo. Significa morderte la lengua cuando tus amigos están diciendo cosas negativas de alguien que no te cae bien. Piénsalo. Nombra algunas áreas de tu vida en dónde necesites hoy la fortaleza de Dios para ayudarte a vivir en santidad.
Devocional - Murió y lo Extraño Mucho Pasaje clave: Juan 11:33-36. A nadie le gusta sufrir o experimentar dolor. Y pocos cristianos saben cómo hablar de sus sentimientos de enojo, dolor, depresión o angustias cuando la muerte y las tragedias inesperadas llegan a sus vidas. Cualquiera puede ser víctima de una pérdida. Y existen pérdidas de todo tipo. Un amigo muere en un accidente de auto. Un amigo contrae SIDA. Un amigo elige suicidarse. Una amiga queda embarazada y se hace un aborto a escondidas. Alguien de la familia muere de cáncer. Un amigo adolescente muere a golpes en la puerta de un boliche bailable. Una sobredosis mata a tu compañera del colegio. ¡Te sientes destrozada! Hacer frente al dolor y al sufrimiento de la vida será uno de tus desafíos más difíciles. De hecho, es el desafío más difícil del ser humano. ¿Cómo puedes salir adelante? ¿De dónde puedes sacar fuerzas? Veamos cómo podemos responderte estas preguntas. 1. Es perfectamente normal que sientas pena y dolor frente a una pérdida. No escondas el dolor ni lo niegues. Siéntelo y exprésalo, porque es normal
hacerlo. ¿Cómo reaccionó Jesús ante la tumba de su amigo Lázaro? ¿Cómo expresó su dolor? (Juan 11:33-36). 2. No reprimas tu dolor ni trates de reemplazar lo perdido. Hacer esto no sirve. Déjalo salir. No actúes como si no hubiera pasado nada. 3. Tienes que entender (aunque no sea fácil aceptarlo) que la muerte es inevitable. Tus seres queridos morirán. Tú y yo moriremos. (Eclesiastés 3:2). 4. Necesitas hacer ciertas declaraciones emocionales importantes. “Te amé siempre”. “Sentí que fuiste egoísta conmigo”. “Te extraño mucho”. “Nunca te voy a olvidar”. “Gracias por el tiempo que estuvimos juntos”. Y poder decir también: “Te odiaba, te odié toda mi vida, me arruinaste la vida…”. Necesitas decirlo para sacarlo de adentro, porque si te queda adentro te terminarás enfermando. Por eso tienes que decirle esas cosas que quedaron pendientes y que no le pudiste decir en su momento. Porque se fue y no tuviste tiempo, porque cuando se lo quisiste decir, tal vez ya no te escuchaba, no tuviste la oportunidad, o no te atreviste por temor a su reacción. 5. Cuando no le encuentres explicación a tu dolor te refugiarás en Dios. El dolor podrá tapar tu fe pero no podrá robártela ni quitártela. No escapes del dolor ni lo culpes a Dios, métete más con Él. 6. Confiar en Dios renovará tus fuerzas. Pedirle su ayuda y esperar en Él te permitirá descansar del dolor. Dios te dará consuelo y te ayudará a salir adelante. La fuerza que Dios te da alienta tu espíritu y tu cuerpo más allá de lo normal. “Levantarás alas
como las águilas” (Isaías 40:2531). Él te dará una razón para seguir adelante y estará allí amándote y sosteniéndote. Piénsalo. ¿Qué tipo de dolor estás experimentando en tu vida ahora mismo? Escríbele una carta a esa persona que has perdido. ¿Qué le dirías? ¿Qué emociones y pensamientos necesitas soltar definitivamente para cerrar ese capítulo de tu vida? Escríbelos.
Devocional - Los Varones ¿Solo Piensan en Sexo? Pasaje clave: Daniel 1:8. Cuando se trata de sexo, ¿qué es lo que quiere un chico de una chica? ¿Esperar hasta el matrimonio? ¿Hacerlo en la primera cita? ¿Seducirla para que se entregue a él sin resistencias? ¿Sacarse las ganas como sea (aunque eso signifique abusar de ella y violarla)? Obviamente, la respuesta a estas preguntas depende de cada uno de ellos. Si un chico es honesto y sano sexualmente hablando, admitirá que el sexo ocupa la mayor parte de sus pensamientos cuando piensa en chicas. Dado que un varón es fácilmente estimulado a través de lo que ve, puedes darte una idea de cuánto estímulo sexual encuentra cuando anda por la calle, cuando mira T.V. o cuando navega por Internet. Incluso cuando está en una reunión de la iglesia. Polleras cortas, vestidos ceñidos al cuerpo, pantalones ajustados, escotes sugerentes, ¡los estímulos son muchos y muy fuertes! Sin embargo, los chicos que toman en serio su relación con Dios, lucharán para mantener el
equilibrio, aunque no sea nada fácil. Lee lo que dice Daniel 1:8, 2º Timoteo 1:7 y Tito 2:1-8. Nadie puede obligarte a hacer lo que no quieres hacer ni a estar con quienes no quieres estar. No te dejes manipular. Decide de antemano no contaminarte. Hay lugares, horarios y ambientes que favorecen la estimulación sexual ¡de ambos! Por lo tanto, decide con anticipación mantenerte alejada. Muchos chicos comienzan besando y terminan con sus manos en tus pechos y en tu cola, levantándote la pollera y acariciándote los glúteos. Si lo permites, aunque “no suceda nada más” (algo que nadie puede garantizar), la relación se tornará sólo física. Y las relaciones “sólo físicas” siempre fracasan. No tienes que ser tú la que en todo momento estés despegando sus manos “cariñosas” de tu cola, pechos o genitales. ¡Él tiene que tener dominio propio sobre sus manos! ¡Él tiene que honrar tu cuerpo y respetar tu intimidad! Y si no es capaz de hacerlo, si no puede controlarse, si te manipula emocionalmente para seguir tocándote, entonces ¡déjalo! No es el chico que necesitas en tu vida. Si eres tú la que tienes que ponerle límites y correr sus manos o su boca de tu cuerpo porque él no se puede “despegar” solito; si eres tú quien lo tiene que mantener “a raya” porque no pude controlar “su amor”; entonces, siempre serás tú la que tendrá que tomar las decisiones por él. ¿Realmente quieres a una persona así, a tu lado, el resto de tu vida? Tanto chicos como chicas necesitan practicar el autocontrol.
Las relaciones saludables entre dos personas se basan en las acciones responsables de ambos. Piénsalo. Si tienes novio, hablen con toda claridad de lo que los excita sexualmente a ambos. De esta manera se cuidarán mutuamente, evitando esas situaciones “calientes”. Si aún no tienes novio, o lo tuviste, y quieres salir con alguien, establece claramente de antemano lo que quieres y no quieres de esa relación.
Devocional – ¿Está Bien o Está Mal? Pasaje clave: 1º Corintios 6:1220. Para poder responder ésta pregunta necesitas diferenciar dos tipos de conductas: conductas extrañas, “raras”, la “moda” de las tribus urbanas, y las conductas peligrosas. Las primeras (las “extrañas y raras”), las que provocan que la gente adulta se te quede mirando y pensando: “¿y este bicho de dónde salió?”, incluyen uñas pintadas de múltiples colores (negro en particular), sombras oscuras, labiales negros, rastas, ropas raídas, cabezas rapadas, piercings, tatuajes, cabellos multicolor, pantalones caídos, ropas abultadas o peinados “llamativos”, sólo por mencionar unos pocos ejemplos. Las segundas (las conductas peligrosas), incluyen fiestas sexuales, drogas, consumo excesivo de alcohol y de bebidas energizantes, intercambios sexuales, citas a ciegas, mezcla de alcohol y pastillas, cigarrillos, guerra de bandas, dietas sin control médico, anorexias y bulimias, practicas ocultistas, por mencionar algunas. Y existen conductas peligrosas extremas (escarificaciones, implantes 3D por debajo de la piel, piercings en los genitales o el piercing corset,
branding, etc.) que nos hablan de personas disfuncionales, con serios problemas de identidad y espiritualmente perturbadas o incluso poseídas. Con respecto a las conductas peligrosas la Palabra de Dios es muy clara: no vivas como ellos viven, cuida tu cuerpo, cuida tu santidad, cuida tu mente y tu espíritu. Huye de estas conductas. No necesitas “probarlas” para sentirte aceptada, amada y bella. ¡Ya lo eres en el Señor! Con respecto a las primeras conductas (las “extrañas y raras”) hay principios bíblicos que te permiten tomar buenas decisiones. Uno de estos principios se encuentra en 1º Corintios 6:1220. Pablo dice que aunque “todo nos está permitido” (teñirte el pelo de verde y clavarte un piercing en la lengua, por ejemplo), “no todo es para nuestro bien”. Y sigue diciendo: “no me dejaré dominar por nada”. El principio espiritual es éste: no te esclavices a nada porque tu cuerpo es templo de Dios. Por lo tanto, tu conducta debe estar determinada por lo que a Dios le agrada, no según las modas ni lo que creemos que se siente o se ve bien. Los vs. 19 y 20 te proveen la clave: honra a Dios con tu cuerpo, con tu apariencia, con la manera en la que te arreglas. ¡Llevas al Dios del universo contigo! “Yo me propuse no contaminarme”. De ahora en adelante, la pregunta que tienes que hacerte con respecto a tu comportamiento o apariencia es: ¿Dios lo aprobará?, ¿se sentirá cómodo dentro mío si hago esto?, ¿me bendecirá y protegerá si concurro a ese lugar?
Piénsalo. Aquí hay cuatro áreas de tu vida en donde puedes aplicar lo que aprendiste hoy. Pídele a Dios sabiduría. 1. ¿Es esto sano para mi cuerpo? 2. ¿Agradaré a Dios con ésta ropa y éste maquillaje? 3. ¿Estaré bajo la protección de Dios si asisto a este lugar? 4. ¿Estas personas son de bendición para mi vida?
mis padres si continúo comportándome de ésta manera?
Devocional – Siento Miedo Pasaje clave: Isaías 43:1-5. Hay miedos naturales, que nos ponen en alerta ante un peligro. Y hay miedos imaginarios, irreales, que nos esclavizan y no nos permiten desarrollar nuestras capacidades ni alcanzar nuestros sueños. Miedos naturales pueden ser: Alguien te sigue mientras caminas sola en la noche. Atraviesas un jardín y un perro te ladra inesperadamente. Tu barrio se ha convertido en una zona de pandillas y andas con cuidado cuando sales. Sabes que roban por todas partes y decides tomar precauciones. Tu padre es violento y te mantienes alejada de él. Una gran tormenta sacude tu casa. Miedos irreales e imaginarios pueden ser: Todos me van a abandonar. Tal vez no me acepten como soy. Esta dureza en el brazo, ¿será maligna? ¿Y si fracaso en la escuela? ¿Si hago el ridículo delante de los demás? ¿Y si me agarra una patota y me viola? Si mi papá se queda sin trabajo ¿qué va a pasar con nosotros? ¿Alguna vez tendré un novio que me ame realmente? ¿Se separarán
¿Sabes por qué los llamamos “miedos irreales o imaginarios? Porque son ideas hábilmente introducidas por Satanás en nuestras mentes para angustiarnos y hacernos vivir inseguros. Son temores sin base real, que producen ansiedad y nerviosismo. Te quitan la paz y la alegría de vivir. De noche no puedes descansar bien por miedo a que suceda lo que has estado pensando o sintiendo. El temor se produce cada vez que crees las mentiras de Satanás, esperando que suceda lo que él anuncia. Pones tu fe en sus mentiras en lugar de poner tu fe en la Palabra poderosa de Dios. Lee Filipenses 4:6-9. En el vs.6 Pablo dice: “no se inquieten por nada”. Y ahora lee Isaías 43:1-5. ¿Qué te dice el Señor? ¡No temas porque yo te redimí! ¡No temas porque yo estoy contigo! Dile a Dios cuáles son tus miedos, háblale de tus preocupaciones, desahógate en él, y su paz, que está más allá de tu entendimiento, guardará tu corazón y tu mente. Esta promesa no significa que todo se resolverá inmediatamente- te, pero al poner tu fe en la Palabra de Dios dejarás de creer las mentiras del maligno. Y al pensar en lo que es correcto, verdadero, puro, amable y bueno, dejarás de pensar en tu miedo, y éste desaparecerá. Dios te da paz (vs.7) porque Él es el Dios de paz (vs.9). Cada vez que sientas miedo enfócate en la Palabra de Dios y declárala. Rechaza en el nombre
de Jesús las mentiras del maligno. Dios guardará tu corazón con su paz. Piénsalo. ¿A qué le tienes miedo? ¿Es un temor natural o irreal? ¿En qué área específica de tu vida necesitas la paz de Dios hoy? Practica lo que has aprendido hoy.
Devocional – Le Creeré A Dios Pasaje clave: Hebreos 11. A veces pensamos que por ser hijos de Dios y tener un Papá poderoso y amoroso de nuestro lado, los problemas desaparecerán inmediatamente. Y más cuando esperamos que Dios conteste todas nuestras oraciones (o deseos) como si fuese el genio de la lámpara mágica. A esto se le suma la presión que sentimos cuando en medio de las dificultades, escuchamos frases como: “necesitas tener más fe”, o “tal vez no oras lo suficiente”. O, “si realmente eres cristiano no deberías tener estos problemas”. Como si ser hijo de Dios te hiciera inmune a los problemas de la vida. ¡Gracias a Dios, la Biblia dice otra cosa! No necesitamos tener más fe sino poner en acción la que ya tenemos, aunque sea pequeñita como una semilla de mostaza. ¿Sabes qué es fe? Fe es creerle a Dios. Esto es mucho más que “creer en Dios”. Muchísima gente cree en Dios, pero no le creen a Dios. Tu fe se activa y crece cuando le crees a Dios en todo momento y no solo en las circunstancias difíciles. Si lees Hebreos 11 encontrarás un largo listado de personas que le
creyeron a Dios a pesar de los obstáculos. ¿Sabes cómo aprendes a creerle a Dios y a desarrollar tu fe? Veamos algunos ejemplos: Tienes que preparar, para un examen, una materia que no te gusta mucho. No te sientes seguro. Oras y le pides a Dios una Palabra. Él te dice “Todo lo puedes en Cristo”, “Te doy espíritu de sabiduría y revelación”. Entonces tú le crees y dices: “Estudiaré y aprobaré esta materia porque todo lo puedo en Cristo. Gracias Señor por darme tu sabiduría para preparar ésta materia”. Al hacer esta declaración de fe le estás creyendo a Dios. Seguramente tus emociones te seguirán haciendo sentir inseguro. No creas en lo que sientes (aunque sea muy real), créele a Dios. Estudia con la seguridad de que Dios te da sabiduría y que en Él puedes aprobar. Si Dios te dice: “Yo estoy contigo, no tengas miedo”. Créele. Di: “En el nombre de Jesús, rechazo esta sensación de miedo porque el Señor está conmigo y nada me pasará”. En vez de quejarte y de amargarte proclama esta verdad: “A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien”. Y algo diferente comenzará a suceder en tu vida. Demuestras también tu fe, teniendo actitudes de obediencia. Cuando Dios te da una orden, un mandamiento, y lo obedeces, también estas activando fe en su Palabra. Recuerda cuán importante es confiar en Dios, creerle a Él, porque sabe lo que es mejor para ti.
Piénsalo ¿Qué situación difícil has estado enfrentando últimamente? ¿Cómo puedes aprovechar esas situaciones para poner en marcha tu fe en Dios?
Talleres Para Adolescentes y Jóvenes – Si Hoy Fuera el Último Día de tu Vida… ¿Qué Harías? Las 9 propuestas que te presento a continuación (sólo 4 en ésta primera parte) puedes trabajarlas en un solo taller o separarlas en dos talleres. Amplíalas todo lo que quieras y hazme saber después los resultados que has obtenido. Preparación Previa. El taller consiste en 9 propuestas. Cada una de ellas es presentada con música y proponiéndole al grupo diferentes actividades. Sobre una de las paredes del salón está escrito muy grande: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?”. Debajo de esta frase hay 9 carteles colgados y tapados. Son las 9 propuestas que se irán descubriendo a lo largo del taller. Cada propuesta será ambientada con una melodía distintiva y con luces adecuadas.
Desarrollo. El coordinador dice: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?”. El primer cartel es destapado y lee:
1. “¿Confesarías Tus Pecados?” Se le entrega a cada integrante el escrito “Los Dos Agricultores” (ver más abajo). Una vez que todos la reciben, el coordinador lo lee en voz alta. Luego de leerlo le pide a cada joven que escriba, a continuación del relato, sus pecados no confesados o sus secretos más escondidos que lo separan de Dios. Mientras ellos escriben se oye un tema musical adecuado a la situación. Cuando todos finalizan el coordinador los guía en una oración de confesión, explicando que no hay nada que la sangre de Jesús no pueda limpiar. (Nota: Una variante es que el relatos esté pegado sobre la cruz. Otra variante es que luego de leer el relato se les entregue a cada joven una lista de pecados y allí marquen los suyos propios y luego, en un acto simbólico de renuncia, los tiren). LOS DOS AGRICULTORES “Una vez había una pareja de agricultores que no se llevaban bien entre sí. Un gran barranco separaba sus dos granjas, pero como señal de su mutuo odio, cada uno construyó una cerca de su lado del barranco para dejar al otro afuera. Sin embargo, con el tiempo, la hija de uno de ellos conoció al hijo del otro y se enamoraron. Decididos a no dejarse separar por los odios de sus padres, derribaron la cerca y usaron la madera para construir un puente sobre el barranco.
La confesión produce eso. Confesar nuestros pecados es construir puentes de regreso a la presencia de Dios. Pero aquellos secretos que procuramos esconder, aún de Dios mismo, levantan una cerca entre Él y nosotros. ¿Guardás algún secreto o escondés algún pecado que no querés que ni Dios lo sepa? Si es así, tu corazón está lejos de Él. Los que guardan secretos se alejan de Dios. Los que son sinceros se acercan y lo confiesan. Hoy podés construir un puente que te acerque a Dios. Hoy podés confesar lo que hay en tu corazón. Hoy, Él quiere y puede perdonarte”. El coordinador vuelve a decir: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?”. El segundo cartel es destapado:
2. “¿Perdonarías a los que te Lastimaron?” En un costado hay una gran cruz. En el otro costado hay un gran corazón. En el corazón hay colgados pequeños carteles con frases de resentimiento, odio, deseos de venganza, amargura y dolor. Por ejemplo: “Jamás voy a perdonarte”. “Nunca olvidaré lo que me hiciste”. Etc. El coordinador hace una breve reflexión sobre el perdón y un llamado a renunciar a los rencores. Luego invita a cada joven a que pase, saque del corazón uno de los carteles y lo clave en la cruz.
Mientras van pasando, se oye un tema musical. Finalmente el coordinador los guía en una oración de renuncia y de perdón. Cuando todos los carteles son quitados del corazón, se puede leer: “Ahora Soy Libre”. (Nota: Una variante es que los carteles del corazón estén en blanco y cada joven después de recoger uno escriba en él su propio dolor o resentimiento, y luego vaya y lo pegue sobre la cruz). El coordinador repite: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?” Se muestra el tercer cartel:
3. “¿Orarías por los que Sufren?” Se forman grupos, se les entregan revistas, diarios, afiches y fibrones y se les da un plazo de 15 minutos para realizar un colage que exprese dolor o sufrimiento, con el propósito de hacerles tomar conciencia de aquellos que sufren por diferentes motivos. Mientras trabajan la música ambienta el lugar. Luego cada grupo explica brevemente el sentido de su collage, y se invita a los jóvenes a orar por aquellos que sufren. El coordinador insiste: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?” Se presenta el cuarto cartel:
4. “¿Le Dirías Te Amo a los Demás?” Sobre varias mesas hay frases escritas que expresan amor. Por ejemplo: “Sos muy importante
para mí, te quiero”. “Gracias por tu amor y tu cuidado. Yo también te amo”. El coordinador lee algunos versículos que hablan del amor y explica brevemente el valor del amor. Luego invita a los jóvenes a escoger una de las varias frases que hay en las mesas. Cuando todos tengan una frase, el coordinador les dirá que busquen a una persona (que no sea el mejor amigo, ni la pareja), le digan la frase y se la regalen como expresión de amor. El coordinador repite: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?” Se muestra el quinto cartel: (CONTINÚA…)
SI HOY FUERA EL ULTIMO DIA DE TU VIDA… ¿QUE HARIAS? 2 Ya vimos en la 1º parte las cuatro primeras propuestas. Veamos ahora las cinco finales. Recuerda que estas 9 propuestas puedes trabajarlas en un solo taller o separarlas en dos talleres. Amplíalas todo lo que quieras y hazme saber después los resultados que has obtenido. 5. “¿Pedirías Perdón por tus Errores?” Sobre las mesas hay tarjetas con versículos bíblicos que hablan sobre sanar las relaciones, sobre el pedir perdón , etc. El coordinador explica que pedir perdón es una manera de sanar a los que hemoslastimado. Les pide a los jóvenes que piensen en
quiénes han lastimado (padres, familiares, amigos, pareja, etc.), y que luego cada uno de ellos escoja 2 versículos bíblicos que les entregarán a las personas que lastimaron luego de pedirles perdón. Si las personas a las que han lastimado se encuentran en el lugar, ese es el momento para ir y pedirles perdón. El coordinador dice nuevamente: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?”. Se descubre el sexto cartel:
6. “¿Buscarías al que se Alejó?” El tema musical que ambienta esta sección es “Las 99” de Marcos Witt, del disco “Recordando”. El coordinador explica la diferencia entre el que se alejó porque no quiere saber nada con la vida cristiana (a ese no hay que ir a buscarlo) y el que se alejó porque fue lastimado, o por debilidad, o por ignorancia, o porque nadie se ocupó de él, o porque pecó y siente que para él ya no hay perdón, etc. (a esos sí hay que ir a buscarlos). Cada joven se comprometerá a buscar a alguien que se haya alejado y le llevará una tarjeta de ánimo y de invitación. El coordinador propondrá un tiempo de oración en parejas o tríos para orar por los que se alejaron y para volver a ganarlos. El coordinador vuelve a decir: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?”. Se muestra el séptimo cartel:
7. “¿Le Hablarías a Otros de Jesús?”
El coordinador hace formar grupos de tres y les pide que se compartan entre ellos cómo conocieron a Jesús y que habría sido de ellos si no tuvieran a Cristo. Luego se los desafía a comprometerse a ganar a sus compañeros y a llevarlos a Encuentros. El coordinador repite una vez más: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?”. Se descubre el octavo cartel:
8. “¿Invitarías a Cristo a Tu Vida?” El coordinar invita a pasar a dos o tres jóvenes de diferentes edades para que compartan su testimonio con el resto. Estos testimonios están previamente chequeados, y deben ser bien diferentes uno de otro. Luego de que los jóvenes concluyen, el coordinador, o uno de los mismos jóvenes, hace un llamado a recibir a Cristo e invita a orar. El coordinador dice finalmente: “Si hoy fuera el último día de tu vida ¿qué harías?”. Se descubre el último cartel:
9. “¿Le Seguirías Creyendo a Dios?” El coordinar explica que es relativamente fácil creerle a Dios cuando todo está bien, o cuando las cosas se dan como las soñamos, pero qué difícil resulta creerle a Dios cuando hay problemas, cuando todo parece que está en contra nuestro o cuando es el último día de nuestra vida.
Mientras se oye un tema musical, el coordinar lee promesas incondicionales del amor, de la presencia y del cuidado de Dios sobre nuestras vidas. Finalmente se reparten tarjetas con promesas bíblicas entre todos los jóvenes y adolescentes y se los desafía a llevarlas consigo o a ponerlas en lugares visibles para recordarlas cada día.
hablándole de sus propios problemas. Le piden que visite a alguien pero se queja de que al él nadie lo visita y comienza a recordar las veces en que fue visitado. Etc… Reflexión del líder.
Talleres Para Adolescentes y Jóvenes – Enfrentando Nuestras Excusas Este es un taller muy práctico donde cada problemática es presentada con un sketch, luego el líder hace una breve reflexión y finalmente llama a tomar decisiones.
1. Excusas Para No Comprometerse. Se presenta un joven con una gran agenda. Lo llaman por T.E., le envían mails, le hacen diferentes invitaciones. Él llena su agenda con innumerables actividades seculares. Cuando recibe la invitación para servir o participar de algún ministerio, rechaza alegando estar muy, muy ocupado. Reflexión del líder.
2. Excusas Para No Bendecir a los Demás. Se presenta un joven que tiene pegado en todo su cuerpo cartelitos con la palabra YO. Se pone a orar pero sólo ora por él. Alguien viene a compartirle un problema, pero lo evade y termina
3. Excusas Para No Evangelizar. Se presenta un joven, y sin decir nada, comienza a pegar carteles: “No tengo el don”. “No sé que decir”. “No conozco a nadie”. “Me da vergüenza”. “No tengo tiempo”. “No tengo el llamado”. “Yo estoy para otra cosa”. Etc… Reflexión del líder.
4. Excusas Para No Congregar. Se ponen carteles con los horarios de las reuniones principales. El joven siempre está ocupado en esos horarios, fuera de esos horarios tiene tiempo libre, pero en esos horarios está ocupado. “Voy a la próxima porque…”, es su justificación cada vez que lo van a visitar. Reflexión final del líder y llamado a renunciar a las excusas.
Estudios Bíblicos Para Adolescentes y Jóvenes – Orando Unos Por Otros Sólo te doy la estructura del estudio. Profundízalo tú mismo y piensa cómo presentárselo a tus discípulos de una manera práctica y desafiante.
1. El Problema. No tengo ganas de orar por él… Yo oro por otros ¿y por mi quién ora?… No sé qué orar por ellos… Oro, oro y no pasa nada. ¿Dios me oirá?… Tengo muchas cosas que pedirle a Dios para mi mismo, que ella pida para ella… Mis viejos me tratan mal. No quiero orar por ellos… Estoy desanimado, desganado y fastidioso como para ponerme a orar… ¿Es realmente necesario orar por los demás? ¿Para qué sirve?… Estoy orando para que él venga a pedirme perdón… 2. Pensalo. Dudas, egoísmos, envidias o celos, orgullo, ignorancia, broncas, son algunas de las cosas que nos impiden orar por el otro.
A veces quisiéramos que todos oren por nosotros, pero son pocas las veces en que hacemos el esfuerzo de orar por los otros. O tal vez siempre oramos por los mismos, porque son a quienes más queremos, o con quienes mejor nos llevamos, o porque es el chico o la chica que nos gusta. Nos olvidamos que muchos por quienes no oramos nunca necesitan nuestras oraciones. Ellos serían distintos si nosotros orásemos más. Cuando oramos como Dios quiere, siempre pasan cosas.
3. Míralo desde la perspectiva de Dios. Es Dios el que no manda a orar, aún sabiendo todo lo que hay dentro nuestro (Mt. 5:44 y Stg. 5:16). ¿Por qué? Porque cuando oras en serio por los otros comenzás a amarlos. Aprendés a perdonarlos. Sos capáz de soportarlos. Comienzan a romperse tus egoísmos y orgullos, dejás de pensar sólo en vos mismo y empezás a descubrir que el otro también vale para Dios. También es amado y aceptado por Dios. La Biblia está llena de ejemplos de hombres y mujeres que se la jugaron orando por otros. ¿Quién oraba y por quién o quienes lo hacia?: Gn.18:23-32. Jn.17:11, 24. Hch.2:5. Fil.1:3-4. Los próximos son algunos ejemplos de lo qué podés pedirle a Dios por los otros: 2º R.6:16-17. Jn.17:15. Jn.17:20-21. Fil.1:9. Col.4:12.
4. Aplícalo. Cuando oramos pasan cosas, pero necesitamos CONOCER al otro para orar bien: Compartí con alguien. Comunícate. Escúchalo. Estate bien atento a su necesidad. ¿Qué es lo que necesita? ¿Oración por su vida espiritual, por sus emociones, por sus relaciones familiares? ¿O para protegerlo de Satanás, de la presión de amigos del mundo, de vicios o tentaciones?
Estudios Bíblicos Para Adolescentes y Jóvenes – Perdonándonos Unos a Otros
Orá específicamente por esa necesidad que tiene. Tu oración tiene que ser ESPECIFICA y clara. Acercate a tu amigo y bendecilo.
Sólo te doy la estructura del estudio. Profundízalo tú mismo y piensa cómo presentárselo a tus discípulos de una manera práctica y desafiante.
1. El Problema. Alguien a quien tu quieres mucho te abandonó… Se burlaron de tu cuerpo y de tu apariencia física… Sientes que te han tratado injustamente… Tus padres no te dieron lo que vos les pedías… Alguien contó cosas íntimas de vos y te avergonzaste… Tus amigos te despreciaron o te rechazaron… Te maltrataron: Con golpes, con palabras, o con indiferencias… Te disciplinaron (o castigaron) con mucha severidad… Te dijeron que no servías para nada, que no hacías falta… ¿Cómo te sentiste interiormente? ¿Cómo reaccionaste? ¿Todavía te dura el enojo o la tristeza?
2. Piénsalo. No querer perdonar produce amargura, surgen los rencores, y si pasa el tiempo se transforman en odios, que te pueden llevar a la venganza, para descubrir, finalmente que sólo te lastimas a vos mismo.
Pídeles que escriban a continuación:
3. Míralo desde la Perspectiva de Dios. A. ¿Cuál es la solución que Jesús te propone? (Mt. 6:12, 14-15). B. ¿Qué ejemplo te da Jesús para que imites? (Lc. 23:33-34). Dios dice que puedes perdonar y que tienes que perdonar, sin importar lo que sentís.
“Padre, en el nombre y poder de Jesús, yo perdono a ……………………………………………………… por lo que me ha hecho (nómbralo específicamente). Perdona también mi pecado de odio, amargura y rencor. En el nombre de Jesús. Amén. Gracias Papá, ya he perdonado. Recibo ahora tu perdón y creo que tu amor me llena”.
¿Por qué puedo perdonar aunque sienta que no puedo hacerlo? ¿Quién vive en vos? (Gál. 2:20). ¿Pudo perdonar Jesucristo a quienes lo maltrataron? ¿Podrás perdonar teniendo la vida de Cristo en tu interior? Mira Fil. 4:13 ¿Incluye el perdón? Por vos mismo nunca vas a poder perdonar realmente a alguien, pero mediante Jesús que vive en vos, querrás y puedes perdonar, sin importar lo que sientas, o lo que te hayan hecho. Y al perdonar vas a ser librado de tu tristeza interior, tus rencores y tus odios. Acordarte que todo esto que sentís también es pecado.
4. Aplícalo. ¿Cómo perdono? Jesús enseña dos cosas importantes en Mr.11:25. Perdonamos Orando.
¿Quién o quienes los lastimaron? ¿Qué les hicieron? ¿Cómo se sintieron? Luego guíalos en la siguiente oración de perdón:
2. Piénsalo. Cada uno de los ejemplos anteriores no expresan odio, expresan egoísmo.
Estudios Bíblicos Para Adolescentes y Jóvenes – Amándonos Unos a Otros Sólo te doy la estructura del estudio. Profundízalo tú mismo y piensa cómo presentárselo a tus discípulos de una manera práctica y desafiante.
1. El Problema. Yo quiero solamente a los que me quieren… No saludo a nadie, porque nadie me saluda… Cuando tenga tiempo voy a hablar con vos… Esto es mío y no lo comparto… Tu problema no me interesa… Ahora no te puedo ayudar, estoy muy ocupado… Si te faltan los materiales es problema tuyo, no te pienso prestar nada… Haz la tuya y arréglatelas como puedas… ¡Ojalá que te salga todo mal!… Siempre lo eligen a él, nunca a mí. Yo merecía ser el primero… Tu ropa nueva no me gusta y además no te queda bien…
El amor no es lo opuesto al odio, es lo opuesto al egoísmo. Y ser egoísta es pensar primero en uno mismo. Primero YO y después YO. Cuando actúas o piensas de esta manera no amas verdaderamente a nadie, sólo te amas a ti mismo. El que ama verdaderamente no busca lo suyo propio, sino lo mejor para el otro. Sin importar quién sea ese otro. Si solamente te amas a vos mismo vas a ser la persona más infeliz, caprichosa e inmadura que pueda existir. Dios nunca va a poder hacer nada a través tuyo.
3. Míralo desde la perspectiva de Dios. Los siguientes pasajes bíblicos están desordenados. ¿Cuál debería ir primero, cual segundo, etc.? ¿Y por qué? Mt.22:37. 1º Co.13:4-5. Ro.5:5. Juan 13:34. 1º Jn.4:10-11. 1º Jn.2:10-11. Nosotros no merecemos que Dios nos ame, pero Él nos ama con un amor incondicional. No importa cómo seamos o lo que hagamos Dios nos ama. Pero si Cristo vive en vos, tienes su amor completo dentro tuyo para amar incondicionalmente a todos. Amar no es encararte a una chica o a un chico para salir con él. Amar en la Biblia es edificar al otro, bendecirlo, buscar su bien, buscar lo mejor para él o ella. Fíjate en 1º Co.13 ¿Qué hace el que ama con el amor de Cristo?
4. Aplícalo. A. Piensa y trata de escribir 10 maneras diferentes en las que les expresarías tu amor a tus hermanos en Cristo o a tus padres. B. Anota el nombre de 2 chicas (si eres una chica) o de 2 chicos (si eres un chico) del grupo con quien no te llevas muy bien, o a quien conoces muy poco, y comienza a orar por él y a compartir algo que te permita mostrarle el amor de Cristo.
Estudios Bíblicos Para Adolescentes y Jóvenes – Alentándonos Unos a Otros Sólo te doy la estructura del estudio. Profundízalo tú mismo y piensa cómo presentárselo a tus discípulos de una manera práctica y desafiante.
1. El Problema. Tengo que hacer esto pero creo que no me va a salir bien… No tengo ganas de nada, estoy re cansado… No se de qué, pero tengo miedo… Se murió alguien a quien yo quería mucho… Estoy triste y me siento mal… No vale la pena seguir intentándolo, nada va a cambiar… Tengo que hacer algo que no hice nunca y tengo miedo de equivocarme… ¿Podré volver a empezar después de tanto tiempo de haber estado lejos?… Me parece que nunca se van a solucionar estos problemas… 2. Pensalo. Hay muchos a tu alrededor que están desalentados. Interiormente se sienten bajoneados, entristecidos, desganados. Otros
están llenos de pesimismos, sentimientos de que todo está arruinado o de que nada va a cambiar en sus vidas. Si miras atentamente y les prestas atención vas a descubrir que aunque sonrían por fuera, por dentro han perdido las esperanzas y están derrotados. Tienen dudas, temores, inseguridades. Y les cuesta mucho trabajo creerle al Señor. Ellos son tu desafío para ir y alentarlos.
3. Míralo desde la perspectiva de Dios. En esto de alentar, Jesús es nuestro gran modelo. En los siguientes relatos, ¿a quiénes alienta Jesús? Mt.9:2. Mt.14:26-27. Mt.16:33. Jn.21:16. Hay muchos otros ejemplos de personas que tuvieron el valor y la decisión de alentar a otros. En los siguientes pasaje bíblicos, ¿quiénes alentaron a quienes y en qué situaciones? 2° Crónicas 32:7-8. Dt.31:7-8. Is.41:6-7. Hch.27:25. 1° Tes.4:18.
4. Aplícalo. Te compartimos algunas ideas para que alientes a tus hermanos:
Orar junto con él y por él. Acercarte cuando lo ves sólo para hacerle compañía. Mirarlo a los ojos, sonreírle y decirle una palabra que lo aliente. Felicitarlo por el trabajo que ha realizado. Recordarle las promesas que Dios tiene para su vida.
Darle un fuerte abrazo y recordarle cuán importante es su vida para Cristo. No recordarle su pasado, sino su presente y futuro en Cristo. Darle una nueva oportunidad si ha caído o si se equivocó en lo que hizo. Visitarlo. Tenerlo en cuenta. Públicamente reconocer sus logros y los resultados de su trabajo.
Talleres Para Adolescentes y Jóvenes – Renunciando a lo Oculto IMPORTANTE: Dado que en éste taller tratarás con temas de ocultismo y satanismo, y dado que los guiarás a renunciar a cada una de sus prácticas, es muy importante que te acompañe un equipo de personas preparadas para ministrar la vida de los adolescentes y jóvenes cuando comience el tiempo de renunciar. 1. Introducción. Explica qué es el ocultismo, su relación satánica y sus peligros en lo espiritual, lo emocional y lo físico. Luego de explicarles repárteles los siguientes listados, uno a cada uno, y pídeles que marquen aquello de lo que han participado:
Experiencias fuera del cuerpo. Tablero OUIJA. Idolatría a los muertos (Gilda, Rodrigo, santos, otros). Hacer levitar objetos o personas. Juego de la copa. Usar conjuros, encantos y maldiciones. Curanderismo. Parapsicología. Escritura automática.
Guías espirituales (médiums, páis, máis, gurúes, etc…). Adivinación de la suerte. Creer en supersticiones. Toda clase de juegos de cartas usadas para practicar adivinación. Astrología y Horóscopos. Hipnosis. Espiritismo (hablar o intentar comunicarse con los muertos). Magia blanca o magia negra. Yoga. Juegos de Rol (Dungeons & Dragons y otros). Artes marciales. Pactos de sangre. Tajearse o cortarse de forma destructiva. Amuletos, cristales, brujitas, delfines, budas, etc., para la buena suerte o para evitar cosas malas. Juegos de video con imágenes o palabras satánicas, sangrientas o muy violentas. Lectura de las líneas de la palma de la mano. Meditación trascendental. Tatuajes con contenidos satánicos o símbolos ocultistas (666, YingYang, pentagramas, etc.). Otros (menciona cuáles): Se hace lo mismo con respecto a las Sectas y Religiones, de las que hayan participado activamente, o durante algún tiempo:
Mormones. Budismo. Testigos de Jehová. Hinduismo. Nueva Era (New Age). Islamismo. Ciencia Cristiana. Nueva apostólica. Iglesia Universal del Reino. Otras (menciona cuales):
¿Viste, escuchaste o sentiste a un ser espiritual en tu dormitorio? SI NO ¿Tuviste o tienes algún “amigo” imaginario que te habla? SI NO ¿Sientes voces diciéndote cosas como “soy un tonto”, “no le importo a nadie”, “soy un desastre”, “no sirvo”, etc.? SI NO
Devocional – ¿Con Dios O Con Babel?
¿Consultaste con algún curandero, parapsicólogo, brujo o espiritista? SI NO
Pasaje clave: Génesis 11:1-9. Babel significa CONFUSION. Y aquella no era simplemente una torre donde las parejitas podían ir para estar bajo la romántica luz de la luna. Babel era un centro de astrología, un observatorio para consultar a los astros, un lugar de idolatría. Con Babel querían reemplazar a Dios y sus palabras por cosas que no son Dios, que no oyen ni hablan. Suponte que “te olvidas”, o “no quieres”, o “no tienes ganas”, o tal vez “te parece muy aburrido” consultar con Dios leyendo su Palabra y orando, entonces… ¿a quiénes escuchas, qué lees, o qué miras para aprender, para saber qué hacer o qué decisiones tomar?
¿Estuviste metido en alguna cosa relacionada con adoración satánica (recitales, escuchar música, ver películas de terror, etc…)? SI NO ¿Tienes pesadillas? SI
NO
¿Qué películas, música, libros, revistas, historietas (cómics), programas de T.V., o juegos de video, te han influenciado y afectado de manera incorrecta, perturbándote, sacándote las ganas de orar, o de congregar, metiendo en tu cabeza toda clase de imágenes o ideas contrarias a Dios?
2. Ministración. Luego de haber marcado en sus hojas, guíalos en oración a renunciar a cada una de estas practicas. El equipo estará orando y comenzarán (en orden, sin descontrol para que nadie se asuste) a orar y ministrar a cada adolescente y joven.
No está mal consultar con otras personas para saber qué hacer, o para que te expliquen algo importante que no entiendes. Y no sólo que no está mal sino que es necesario que lo hagas. Pide consejos, pregunta. Pero… ¿las personas que buscas para que aclaren tus dudas, lo hacen con las palabras y con el consejo de Dios, o con sus propias ideas y razonamientos? ¿Con Dios o con Babel? ¿Vas a los curanderos? ¿Buscas gente que te lea la palma de la mano? ¿O que te tire las cartas? ¿Lees horóscopos y crees en ellos?
¿Rezas a los santos y vírgenes? ¿Hablas con los muertos? ¿Llamas a la línea astrológica? ¿Consultas a los muertos? ¿Juegas al juego de la copa? ¿Practicas algún tipo de adivinación? ¿Usas el Tarot o la tabla Ouija? Si tu respuesta es sí, ¿para qué lo haces? ¡Esto no es de Dios! ¿Recuerdas cuál fue el final de los que seguían a Babel? Renuncia en el nombre del Señor Jesús a cada una de estas prácticas adivinatorias y ocultistas, y tira todos los objetos que tengas relacionados con ellas. Si tu respuesta fue no, felicitaciones. Pero… ¿lo consultas a Dios, o nunca tienes tiempo, o nunca tienes ganas, o hay mucha televisión y videojuegos en tu cabeza? Sé sincero contigo mismo/a. ¿Cuáles son las excusas más frecuentes para no oír (leer) la Palabra de Dios? Piénsalo. ¡Abre tu mente! Porque estas excusas te hacen caminar en confusión y debilitan tu relación personal con Jesucristo. Entonces fácilmente te dejas arrastrar por la Babel de tus amigos, de la T.V. o de las revistas que lees. Busca ¡ya mismo! soluciones a todas estas excusas y comienza a llenar tu mente con la claridad de Dios. Él tiene palabras de bendición que te van a hacer muy, muy bien. ¿Para qué perder tiempo y dinero consultando con los signos zodiacales o rezándole a los muertos, cuando tu Dios es el DIOS VIVO y VERDADERO, Creador de los astros? Háblale directamente a Él. Consulta más allá de las estrellas con Dios mismo. Nunca da ocupado y es totalmente gratis.
Devocional – El Amor De Verdad Espera Pasaje clave: Génesis 29:1-30. Para los más desesperados, ansiosos, impacientes y apresurados. ¡Aprendan de Jacob! (Gn.29:20). Memorízate este versículo, escribe un cartel y cuélgalo en tu habitación. ¡7 años esperando! Y para colmo, después lo estafaron y tuvo que trabajar 7 años más. Pero… ¡Le parecieron como pocos días! “¿Sí…? ¿Por qué?” ¡Porque LA AMABA! En este punto Jacob sí la tenía muy, muy clara (y no estamos hablando de alguien muy espiritual ni totalmente consagrado, estamos hablando de Jacob). Él no la quería a Raquel para sacarse las ganas del momento, él realmente la amaba. No fue la pasión de un sábado a la noche con la cabeza alcoholizada, fue la pasión que surge de un amor verdadero que espera su tiempo para disfrutarse y vivirse plenamente. Métetelo en la cabeza y que nadie te lave el cerebro: ¡El verdadero amor ESPERA! Todo lo demás es mentira.
“Tengamos sexo. Te amo”. (¡Mentira!) “Me excitas tanto que ya no puedo esperar más”. (¡Mentira!) “Todos lo hacen“. (¡Mentira!) “Yo no quiero ser el único tonto que no pruebe“. (¡Mentira!) “Les voy a demostrar que no soy una monja“. (¡Mentira!) “Tu cuerpo lo desea tanto como el mío”. (¡Mentira!) “Si no lo haces conmigo me busco a otra”. (¡Mentira!) “Si no haces el amor con él vas a perder tu mejor oportunidad”. (¡Mentira!) Bla, bla, bla, bla… ¡MENTIRAS! ¡Puras mentiras! El amor de verdad ESPERA.
Devocional – Dos Reyes Pasaje clave: Génesis 14:17-24. Cuando Abram regresa victorioso de la batalla en la que liberó a su sobrino Lot y todas sus posesiones, dos reyes lo estaban esperando. Reyes completamente opuestos uno al otro. Reyes que tenían propuestas y riquezas para Abram. Sin embargo la actitud de Abram no fue la misma con ambos. Vamos por parte. Pero comencemos por el final. El Rey De Sodoma. La propuesta del rey de Sodoma era muy, muy excitante: “Me das todas las personas y tú te quedas con todas las riquezas”. ¿Cuál era el problema en aceptar? Después de todo Abram hizo un gran esfuerzo, arriesgó su vida y la de todos sus criados. Una recompensa de semejante calibre no vendría nada mal. Podría edificarle muchísimos altares más a Dios. Podría emprender grandes obras para honrar al Señor. Él no estaba robando. Se lo estaban ofreciendo, casi regalando. Pero su repuesta es terminante: “Ni siquiera un cordón me voy a llevar de lo que es tuyo”. Fin del diálogo. Esta actitud revela algo del corazón de Abram: no había ambiciones desmedidas en él. No
estaba enceguecido por el dinero, ni ambicionaba más de lo que podía tener. Sin embargo, la verdadera razón del rechazo de Abram a la propuesta del rey de Sodoma fue su conocimiento de la corrupción de aquel lugar. Sus corrupciones sexuales eran muy conocidas en toda la región y más allá. Aún sus riquezas y bienes estaban manchados con la inmundicia de aquel sitio. Abram lo sabía. Aceptar la propuesta hubiera significado pactar con un sistema corrupto. Él había sido bendecido por el Dios Altísimo, disfrutaba de su comunión, tenía su llamado y dirección. No necesitaba nada de lo que el corrupto sistema de Sodoma le ofrecía. Para que lo entiendas: es como si te ofrecieran dinero que proviene del narcotráfico, de la prostitución, de los juegos de lotería, de la venta de drogas, del mercado de la pornografía, del tráfico de niños, de los medicamentos truchos o de la trata de blanca. ¡Es mucho dinero! ¡Podríamos hacer tantas cosas para la obra de Dios: recitales, congresos, templos para miles de personas, bla, bla, bla! ¡No sirve! ¡Está corrompido! Desde el mismo instante en que dijiste “sí, acepto” comenzaste a negar tu relación con Dios y tu identidad espiritual. Abram tenía muy claro esto y dijo NO. El Rey De Salem. El Rey de Salem era sacerdote del Dios Altísimo. ¿Entiendes lo que le ofreció a Abram? ¡Le ofreció bendecirlo! Abrió su boca y proclamó bendiciones sobre Abram. Lo bendijo mucho. Esto tiene muchísimo más valor que recibir un montón de dinero corrupto. Tener sobre uno la bendición de Dios es tener éxito,
tener dirección, tener capacidad para discernir, tener valor para enfrentar las circunstancias. Es tener paz. Es ser prosperado, ser protegido, ser muy amado, ser guardado, ser usado, ser todo lo que sueñas ser.
Relatos Para Adolescentes y Jóvenes – Solo Para Vos Un día naciste en un hogar que no elegiste y con padres que no buscaste. Aún así te sentías cuidado, seguro. Tu casa era tu refugio y tus padres eran tus héroes. Pero creciste y cambiaste. Descubriste que no era fácil hablar con ellos. Comenzaste a comprender que muchas veces estaban ausentes, distantes, metidos en sus propios dramas. Te encerraste en tu propio mundo. Te tragaste la bronca y explotó la rebeldía en tu interior. Decidiste hacer la tuya. Tu refugio ya no fue tu hogar. Y tus padres dejaron de ser tus héroes. Elegiste un boliche como refugio y toda su locura para no pensar. Un lugar donde transar. Alguien con quien excitarte y escapar en busca de amor. Un porro o una cerveza para darte valor, para ir y encarar. O drogas para “volar”, y calmar el dolor de sentirte abandonado, inútil, infeliz, o simplemente fea, impopular. Y presionado por la sociedad deseaste tener para ser alguien. Tener las mejores notas en el colegio, tener el mejor cuerpo. Tener dinero o tener poder, para sentirte popular. Tener mujeres (o muchachos), autos, motos, ropa,
reconocimiento, aceptación, valor…, porque buscás sentirte alguien aceptado y escuchado. Y buscás la locura del “pogo” en el recital. Buscás una religión. Buscás sobresalir entre tus amigos. Buscás en “sexos disponibles”, intimidad. Usas el preservativo y tomás la pastilla (así te lo enseñaron en el colegio). Te dijeron que el sexo es amor. ¡Y probaste!… Dijiste que fue fantástico. Te sentiste hombre. Creíste que te hacías mujer. Aunque nunca digas (porque no es popular decirlo) que violaste o fuiste violada en nombre del amor. El sexo te dio alivio físico, te dio un embarazo no deseado o un casamiento apresurado. Te dio SIDA, herpes, o sífilis. Te dio un cuerpo. Pero no te dio intimidad verdadera, aceptación incondicional y un amor que nunca muere. Y seguís buscando. Y en tu búsqueda alguien te dice: “Hacelo si lo sentís”. Pero cuando lo hacés (irte de tu casa, gritarle a tus viejos, transar con alguien, tomarte todo, o darle al porro), no encontrás ninguna solución para la culpa, la bronca o el dolor quesí sentís. Y descubrís que no podés escapar de lo que sos ni de lo que tenés adentro. Tratás de convencerte a vos mismo: “Todo está bien. Soy libre. Hago la mía”. Pero en tu interior sos un esclavo de tu pasado, de tus rencores, de tu aburrimiento, de tu homosexualidad, de tu droga y alcohol. Esclavo del chico o de la chica que gobierna tu vida y a quien le das sexo para que no se te escape. Esclavo de la opinión de tus amigos.Esclavo de tu violencia, porque fuiste abusado y ahora abusas. Esclavo de tus
enojos, de tus bajones, y de tus orgullos. Esclavo de una religión muerta y tonta que te confunde más y no te cambia nada. Esclavo del reino al que pertenecés, al igual que toda nuestra sociedad. La Biblia lo llama: el reino de las tinieblas. ¡Y esto no es la estupidez de una barata película de terror! Es la realidad en la que estás metido. ¡Y no podés escapar por vos mismo!, porque todos nacemos dentro de éste reino. La Biblia llama a su rey: El príncipe de este mundo. Y también lo llama diablo, asesino y mentiroso. El roba, mata y destruye. El se robó la paz de tu hogar, apagó el amor entre tus padres, mató tu respeto hacia ellos, y los provoca a ellos a enloquecerse contra vos. El los enloqueció para que se separen y te abandonen. El te provoca para que odies, mientas y te rebeles, o para que intentes suicidarte. ¿Sabés por qué? Porque Satanás ¡te odia! Su ley dice: “Viví como quieras. Hacé la tuya”. Y tu peor pecado no es portarte mal o no ir a la iglesia; tu peor pecado es hacer lo que se te da la gana. Y cada vez que lo hacés y pecás, sos arrastrado hacia la muerte. Y en éste reino la muerte te espera a cada momento. En la próxima inyección de heroína, en un inesperado accidente automovilístico, frente a una patota a la salida del boliche. En un aborto mal hecho; en el tumulto de una manifestación política. En una enfermedad venérea, o en la patética idea del suicidio por el drama de tu familia. O, simplemente, en un descuido al cruzar la calle.
Y no importa en qué religión creas (llamarte católico, mormón, testigo de Jehová, evangélico, budista, o lo que sea, no te salva), o no creas en ninguna, tu destino será estar delante de Dios, frente a su trono de juicio. Y en ese momento tu inútil creencia en la reencarnación no te salvará. Ninguna ley kármica vendrá en tu ayuda. Ningún purgatorio aparecerá para que tengas una segunda oportunidad. Ningún inventado reino terrenal te librará. No importa cuanta literatura de tu religión hayas regalado o vendido. Serán solamente vos y Dios, frente a frente. Su juicio y todas tus indiferencias, desprecios y rencores. Su juicio y tus pecados, tus insultos y tus rechazos. Su juicio, y tu llanto, tu desesperación y tu infierno. Pero… ¡ESPERÁ! Hay alguien que se metió en este reino de tinieblas y se hizo semejante a vos y a mí. Él no es de aquí. Pero se metió por amor y se hizo como uno de nosotros, pero sin pecados y sin egoísmos. Él no vino para hacer la suya, porque pertenece a otro reino y a otra ley. Él es el Rey y Señor del reino de la luz. Dios con forma de hombre. ¡Él es JESUCRISTO! Y no es un algo. No es una ideología ni una religión. Él es alguien dispuesto a escucharte, a comprenderte y bancarte. No es un iluminado, ni una rara energía cósmica. ¡Es Dios de carne y hueso! El denunció a los hipócritas religiosos (los mismos que existen hoy), mostró amor hacia los miserables, rechazó toda propuesta corrupta, condenó al pecado y perdonó a los pecadores. No transó con la injusticia, ni
buscó reconocimientos personales. Vino a decirnos que ¡SI podemos zafar del reino de las tinieblas y de la esclavitud del pecado y de Satanás! ¡Que podés ser realmente libre! No necesitas matarte para escapar de la locura en la que vivís, ¡Jesús ya murió en tu lugar! para hacerte alguien amado y valorado. Él no fue una víctima colgado en la cruz. No fue un pobre loco que murió por defender buenas ideas. ¡Se hizo hombre para morir! ¡Loco, Él ocupó tu lugar por amor! Tus sucios pecados (los más “inocentes” y los más asquerosos) fueron puestos sobre él. Tus sentimientos de culpa, tus desprecios, tus debilidades, tus fracasos, tus alegrías, ¡TODO! Lo que te gusta y lo que odias de vos mismo fue llevado por Jesús en esa cruz. Él murió para perdonarte y para que ya no hagás la tuya. Pero, ¿a quién le sirve un muerto? Un muerto no sirve para nada. ¡Pero Jesús no está muerto! ¡Resucitó! Su tumba está vacía. Y no porque alguien se lo afanó, sino porque ¡a Dios no lo puede frenar la muerte! Buda, Mahoma, Smith, Russell, los Papas ¡todos muertos! ¡Jesucristo vivo! Y porque vive, te ofrece su vida. Te hace alguien nuevo de adentro hacia afuera. Te saca del reino de las tinieblas y quita todos tus miedos, perdona tus rebeldías y limpia todos tus pecados. Con Jesús no necesitas religión, sexo, dinero o drogas para sentirte alguien, porque Él es capaz de poner un nuevo amor dentro tuyo, una nueva capacidad para perdonar y disfrutar cada momento. Pero para ser alguien nuevo necesitas tomar una decisión: tenés que dejar de hacer la tuya. Dejar de vivir
como a vos te parece y aceptar en tu vida lo que Dios quiere para vos. Él te conoce mejor que nadie. Renunciar a hacer lo que se te da la gana no es encerrarte en una iglesia y poner cara de gil, es aceptar que en el reino de tinieblas en el que vivís te estás matando y tus pecados y rebeldías te están condenando, pero que Jesús vino para perdonarte y sacarte de tu infierno. Arrepentíte y confesále tus pecados a Jesús (no al cura ni al pastor). Decile claramente lo que hiciste y creé que Él te limpia, perdona todos tus pecados y quita tus culpas. Y sencillamente invitálo a entrar en tu vida, para que viva en vos y sea tu Señor y tu único Dios. Entonces experimentarás el más grande y excitante de todos los cambios. Él está esperándote. Hoy, algo nuevo, sólo para vos, comenzará a suceder si elegís por Jesús. Serás amado, perdonado, valorado y aceptado por el resto de tu vida. Irás hacia algo nuevo. Y nunca más estarás sólo. Él caminará junto a vos.
Relatos – Solo Para Ellos Nunca te sientas abandonado ni dejado a un lado, porque Jesucristo te ha recibido y te ha aceptado. Él te ha recogido y te ha adoptado hijo del Padre. Nunca digas: “¿Para qué nací, para qué vivo o para qué estoy aquí?” Naciste porque tu Papá celestial te deseo. Vives porque eres ALGUIEN para Él. Estás aquí para que otros descubran Su amor por medio tuyo. Siéntete aceptado. Siéntete deseado. Eres parte del corazón de Dios. Nunca sientas ni pienses que nadie te ama, porque aunque algunos puedan despreciarte o intentar lastimarte con sus palabras y actitudes y aunque otros no puedan darte todo el amor que tu corazón necesita, eres muy amado y muy querido por el Padre celestial. Amado con Su amor incondicional. Amado con Su amor que no cambia. Amado con Su amor que no abandona. Amado con Su amor que no engaña ni traiciona. Eres amado cuando estás bien y eres amado cuando te sientes mal. Eres amado cuando tienes éxitos y eres amado cuando fracasas. Eres amado en tus mejores días y eres amado en tus peores momentos. Cuando tienes fuerzas y cuando estás en debilidad.
Eres amado por tu Papá celestial. Siéntete amado. Nunca sientas miedo pensando que alguna maldad o que el mismo maligno pueda hacerte daño o pueda quitarte tu salvación eterna. Dios te puso en las manos de Jesucristo, y el Padre que es mayor que todos te tomó en sus propias manos. Nada ni nadie puede arrebatarte de estas manos. No existe infierno, ni demonios, ni diablo, ni muerte, ni enfermedad, ni dolor, ni cielo, ni tierra, que te puedan sacar de las poderosas y tiernas manos de ellos. No tengas miedo. Tu Papá es más grande que todos y Él jamás te soltará. Jamás permitirá que algún sucio demonio maltrate tu vida. Jamás podrás caerte de sus manos. No tengas miedo. Siéntete seguro en las manos de Papá. Nunca te sientas menos que los demás. Nunca te digas a ti mismo que eres menos inteligente, menos capaz, menos lindo, menos hombre, menos espiritual. Nunca te sientas el último, el olvidado. Nunca sientas que nadie piensa en ti. Tu Papá tiene pensamientos de bien y no de mal para ti. Él piensa que eres suficientemente hombre, capaz, inteligente y espiritual. (¡Y nosotros pensamos lo mismo que Él!). Él formó tu cuerpo, te dio sentimientos y puso en ti talentos y capacidades, ¿pudo haberse equivocado Aquel que jamás se equivoca? Él te pondrá en alto porque conociste su Nombre. Siéntete hombre y siéntete capaz porque la hermosura y la capacidad de Jesús están en ti. Nunca digas que es mala suerte lo que te ha tocado vivir. Sean sufrimientos o enfermedades, conflictos no buscados, pruebas no queridas o la pérdida de lo que
amas. Todo proviene de la mano del Padre para tu bien, aunque ahora no lo puedas entender. Él está quebrando tus orgullos y egoísmos, te esta santificando y perfeccionando. Tu Papá te está formando a la imagen de su amado Hijo Jesús.
Relatos – Solo Para Ellas Nunca te sientas abandonada ni dejada a un lado, porque Jesucristo te ha recibido y te ha aceptado. El te ha recogido y te ha adoptado hija del Padre. Nunca digas: “¿Para qué nací, para qué vivo o para qué estoy aquí?” Naciste porque tu Papá Celestial te deseo. Vives porque eres ALGUIEN para Él. Estás aquí para que otros descubran Su amor por medio tuyo. Siéntete aceptada. Siéntete deseada. Eres parte del corazón de Dios. Nunca sientas ni pienses que nadie te ama, porque aunque algunos puedan despreciarte o intentar lastimarte con sus palabras y actitudes y aunque otros no puedan darte todo el amor que tu corazón necesita; eres muy amada y muy querida por el Padre celestial. Amada con Su amor incondicional. Amada con Su amor que no cambia. Amada con Su amor que no abandona. Amada con Su amor que no engaña ni traiciona. Eres amada cuando estás bien y eres amada cuando te sientes mal. Eres amada cuando tienes éxitos y eres amada cuando fracasas. Eres amada en tus mejores días y eres amada en tus peores momentos. Cuando tienes fuerzas y cuando estás en debilidad.
Eres amada por tu Papá celestial. Siéntete amada. Nunca sientas miedo pensando que alguna maldad o que el mismo maligno pueda hacerte daño o pueda quitarte tu salvación eterna. Dios te puso en las manos de Jesucristo, y el Padre que es mayor que todos te tomó en sus propias manos. Nada ni nadie puede arrebatarte de estas manos. No existe infierno, ni demonios, ni diablo, ni muerte, ni enfermedad, ni dolor, ni cielo, ni tierra, que te puedan sacar de sus poderosas y tiernas manos. No tengas miedo. Tu Papá es más grande que todos y El jamás te soltará. Jamás permitirá que algún sucio demonio maltrate tu vida. Jamás podrás caerte de sus manos. No tengas miedo. Siéntete segura en las manos de Papá. Nunca te sientas menos que los demás. Nunca te digas a ti misma que eres menos linda, menos atractiva, menos inteligente, menos capaz, menos cariñosa, menos romántica, menos espiritual. Nunca te sientas la última, la olvidada. Nunca sientas que nadie piensa en ti. Tu Papá tiene pensamientos de bien y no de mal para ti. Él piensa y siente que eres linda, atractiva, inteligente, capaz, cariñosa, romántica y espiritual. (¡Y nosotros pensamos lo mismo que Él!). Él formó tu cuerpo, te dio sentimientos y puso en ti talentos y capacidades, ¿pudo haberse equivocado Aquel que jamás se equivoca? Él te pondrá en alto porque conociste su Nombre. Siéntete hermosa y siéntete capaz porque la hermosura y la capacidad de Jesús están en tu corazón.
Nunca digas que es mala suerte lo que te ha tocado vivir. Sean sufrimientos o enfermedades, conflictos no buscados, pruebas no queridas o la pérdida de lo amado; todo proviene de la mano del Padre para tu bien, aunque ahora no lo puedas entender. Él está quebrando tus orgullos y egoísmos, te esta santificando y perfeccionando. Tu Papá te está formando a la imagen de su amado Hijo Jesús.
Dios es original. Pero Satanás es imitador y falsificador. A tal punto es imitador que quiso “ser como Dios”. ¡Imposible!. Pero se ha ocupado de hacer copias falsas de todo lo que Dios ha creado tan originalmente, además de intentar arruinar todo aquello que él mismo es incapaz de imitar. ¿Qué cosas piensas que Satanás ha querido copiar o distorsionar de la creación de Dios?
Devocional ¡Originales! Pasaje clave: Génesis 1:2627, 2:7, 21-25. ¿Qué diferencias hay entre una creación original y una copia? En Génesis 1 y 2 Dios se presenta a sí mismo como el máximo Creador. De la nada absoluta él produce algo inédito. No copia, no imita, sino que de su propia imaginación y sabiduría crea cosas nuevas. De la nada absoluta Él creó al hombre. Pero, ¿qué significa “a imagen y a semejanza”? Dios es el único Creador, (no el big-bang, ni la evolución). Dios te creó, te hizo con características personales (no con características de animales) a su imagen y semejanza, por eso puedes amar, pensar, decidir, sentir, soñar, conocer, aprender, disfrutar. Semejantes a Él pero no iguales. Tú no eres “dios” en chiquito. Yo tampoco lo soy. Somos originales, no copias. Ser original significa que eres único, no existe nadie más como tú. ¡Esto es muy bueno! Siéntete especial, siéntete único.
Piénsalo Todo lo que Dios creó lo hizo con el propósito de bendecirte: todo lo que viene de Él ¡es muy bueno! (incluyendo esas situaciones difíciles en las que eres probado para que se descubras lo que hay en tu corazón y seas perfeccionado). Pero ten en cuenta que Satanás procurará desviar tu atención y tu interés de los originales de Dios para que vayas detrás de sus falsas copias. Ten cuidado. Fíjate muy bien en las intenciones y propósitos de cada una de las cosas con las cuales te enfrentas o hacia las que te sientes atraído, antes de comprometerte con algo o alguien. No sea cosa que resulte ser una imitación barata. Aprende a descubrir que todo aquello que viene de la creación de Dios no tiene nada sospechoso ni oculto. Y es para tu bien.
Sentimientos de culpas, amarguras, sentimientos de inferioridad, reproches, neurosis, miedos, sentimientos de desprotección y abandono, depresiones, etc. Ante la culpa que les generó el pecado, Adán y Eva comenzaron a mostrar conductas que nunca antes habían tenido:
Devocional - Si Hubieran Decidido Bien
Pasaje clave: Génesis 3
En Génesis 3, Adán y Eva toman 3 decisiones equivocadas: Comen del árbol en abierta desobediencia a Dios, se esconden de la presencia de Dios porque tienen miedo y se acusan mutuamente culpándose uno al otro. Nuestras malas decisiones siempre nos traerán consecuencias negativas, que podrán ser más o menos graves, pero que siempre nos afectarán de alguna manera. ¿Cuáles fueron las consecuencias desastrosas que ellos vivieron a causa de sus decisiones equivocadas? Las malas decisiones de Adán y Eva trajeron consecuencias intensas y desastrosas no solo a la creación, sino también a sus propias vidas, a su familia, y al resto de la humanidad… hasta hoy. ¿Sabes que juntamente con el pecado surgieron todas las enfermedades mentales y emocionales que padecen las personas?
Recurren a sus propias ideas para solucionar el problema y tratar de calmar sus sentimientos de culpa (3:7). No se sienten pertenecientes a Dios y huyen (3:8). Sienten miedo (3:10). Tienen sentimientos de inseguridad y desprotección (3:10). Se acusan uno al otro y mienten (3:12 y 13). Piensa por un momento en las decisiones que últimamente tomaste con respecto a TODO (familia, amigos, estudio, trabajo, comunión con Dios, compromisos con la iglesia, sexo, salidas, etc.) ¿De qué manera te han afectado? ¿Qué consecuencias agradables o desagradables viviste a causa de esas decisiones? ¿Qué decisiones tomarías de ahora en más con respecto a todo para no repetir los mismos errores (o pecados)? ¿Estás totalmente seguro que las decisiones que tomaras tienen la aprobación de Dios? Piénsalo. Satanás siempre intentará tentarte y seducirte con el pecado. Por todos los medios a su alcance usará amigos, circunstancias familiares o tus propias emociones para hacerte caer ¡pero las decisiones finales las tomas tú!
Él no puede arrastrarte a la fuerza. Eres tú el que decides qué hacer, a dónde ir, con quiénes estar y para qué. Son tus decisiones las que traerán consecuencias buenas o malas. Decisiones que siempre le van a afectar a otros y no solo a ti. No siempre una decisión correcta y en la voluntad de Dios te hará sentir bien en el momento, pero a largo plazo te beneficiarás porque Él siempre bendice y prospera las decisiones que le honran. ¿Te acuerdas de aquellas decisiones que tomaste que no te hicieron sentir bien en el momento pero que ahora te bendicen? Decide con inteligencia. Eres capaz de hacerlo.
Devocional – Un Corazón Al Descubierto Pasaje clave: Génesis 4:1-15. Y Dios Miró. ¿Prestaste atención al versículo 5? ¿Qué es lo que Dios mira? Aquí hay un doble mirar de Dios. Mira a Caín y mira su ofrenda. En el versículo 4 también hubo un doble mirar de Dios: miró a Abel y miró su ofrenda. ¿Te das cuenta lo que significa esto? Dios primeramente miró al hombre que ofrendaba y después miró su ofrenda. Y su mirada fue de agrado para Abel y de desagrado para Caín. No es posible separar la ofrenda del hombre. La ofrenda es una expresión de la persona. Para que te resulte más claro: todo lo que haces y lo que le das o no a Dios (tiempo, dinero, esfuerzo, talentos, capacidades, etc.) es un reflejo de tu corazón. Dios hubiera aceptado la ofrenda de Caín si su corazón hubiera sido recto. Pero Dios miró su corazón y encontró allí cosas que no le agradaron. Dios no lo rechazó a Caín, pero sí rechazó su ofrenda, porque no había en él un corazón conforme a Dios.
Quiero que entiendas esto: Dios sabía cuánto se había sacrificado Caín (trabajar la tierra no es para flojos ni para perezosos), y sabía cuánto anhelaba Caín que su ofrenda fuese aceptada, pero para Dios pesa más lo de adentro. Lo de adentro revela exactamente cómo somos. ¿Qué fue lo que Dios miró en Caín? Vuelve a leer el vs.5. Caín tiene dos actitudes que son el reflejo de su corazón: se enoja muchísimo y se deprime muchísimo. Enojarse “en gran manera” es estar completamente fuera de control, con una locura enorme. Y a esto se le sumó su estado depresivo. Al rechazar su ofrenda, Dios permitió que el corazón de Caín fuese descubierto y que todo aquello que había en él se manifestase. Lee, ahora, los vs. 8 y 9. Dos actitudes más manifiestan también lo que había en su corazón: asesina a su hermano y le miente a Dios procurando ocultar su pecado. Pero esto se produce después de la propuesta que Dios le hizo en los vs.6 y 7 y que Caín deliberadamente rechazo. Dios se acerca a Caín. Dios busca el diálogo con él. Dios le ofrece arrepentimiento para ser enaltecido (levantado, puesto en alto). Dios le está hablando a Caín de restauración. Le estaba diciendo que podía volver a empezar si hacía bien las cosas. Pero está bastante claro, por lo que pasó después, que el rencor en el corazón de Caín fue mucho más fuerte que la gracia y la misericordia de Dios.
Y ahora sí, todo el corazón carnal de Caín fue completamente revelado: enojo, depresión, rencor, homicidio y engaño. ¿Entiendes, ahora, por qué Dios rechazó su ofrenda? Piénsalo. ¿Cómo está tu corazón delante de Dios? ¿Qué cosas están muy escondidas allí que todavía no arreglaste seriamente con Dios? ¿Cómo reaccionas o qué expresas cuando algo tuyo no es aprobado o aceptado? ¿Cómo tratas a tus hermanos cuando sus ofrendas son aceptadas, cuando sus ministerios son reconocidos o cuando son elegidos en lugar tuyo? ¿Continuas amando a tu hermano o lo “asesinas” con tus palabras, tus indiferencias y tus críticas?
alcanzar el objetivo y disfrutan después las tremendas bendiciones (cualquiera que estas sean) de haber estado caminando con Dios.
Devocional – Desaparecido En Acción Pasaje clave: Génesis 5:21-24.
Te doy seis ideas por las cuales estar en comunión con Jesús es tan necesario para tu vida (y no son las únicas):
Después leer en el capítulo 5 acerca de varios nacimientos nos encontramos con… ¡Enoc! Pero, ¿por qué Enoc? ¿Qué lo diferencia a él de todos los demás en el capítulo 5 de Génesis?
Camino con Dios (vs. 22 y 24). Desapareció sin morir (vs. 24). La mejor palabra para explicar qué significa “caminó con Dios” es “comunión”. Sí, estar en “común unión con…”, “estar unido a…”. Dios le regaló a Enoc la tremenda bendición de no morir. El primer hombre que vivió y nunca murió. Literalmente su vida fue eterna. ¿Por qué? Creo que fue por dos razones: 1º por su íntima comunión con Dios. 2º porque a Dios se le dio la gana de llevárselo sin que muriera. La que a nosotros nos importa ahora es la primer razón. Porque estar en comunión con Dios es un trabajo intenso y activo. No es pasivo. No es para flojos. Los inconstantes siempre fracasan. Los perezosos no logran nada. Sólo los tipos decididos y perseverantes son los que logran
Para mantenerte alejado del pecado. Para aprender a tomar las decisiones correctas. Para aprender a distinguir entre el bien y el mal. Para crecer en tu relación con Dios. Para librarte de la tentación. Para descubrir y disfrutar quién eres en Cristo. ¿Cuánto tiempo dedicas por día a orar y leer la Palabra de Dios? Si lo comparas con el tiempo que dedicas a otras cosas (estudiar, trabajar, escuchar música, ver TV, salir con tus amigos, malgastar el tiempo sin hacer nada útil, etc.) ¿te parece que es realmente suficiente? Todas las excusas que ponemos para no caminar con Dios pueden resumirse en dos: “No tengo tiempo” y “No tengo ganas”. Esto nos trae consecuencias serias y graves: espiritualmente nos enfriamos, perdemos el interés, nos contagiamos de la mentalidad hueca del mundo, volvemos a los mismos pecados de siempre; todo lo que tiene que ver con la iglesia o el Señor nos parece aburrido, denso, nos deprimimos o sentimos que todo es una rutina. Rápidamente “desaparecemos” ¡pero no porque Dios nos llevó! sino porque el mundo nos devoró.
Piénsalo. Caminar con Dios te da energías espirituales, la fuerza que proviene de la Palabra, de la oración y de la presencia del Espíritu Santo. ¡No esperes hasta tener ganas o hasta sentirte “bien espiritualmente”!, porque nunca vas a empezar. ¡No esperes a que otros lo hagan o te den “el ejemplo”! Empieza tú a caminar con Dios. Simplemente ¡tienes que empezar a hacerlo! Sólo hazlo. Dile a Dios sinceramente: “No tengo ganas de leer, ni de orar, pero acá estoy, ayúdame, anímame, porque hoy estoy aquí para estar contigo. Hoy quiero que caminemos juntos”.
Devocional – Yo Te Ruego Pasaje clave: Génesis 13. De Egipto al Neguev (13:1), y del Neguev a Bet-el (13:3) y de ahí, nuevamente al altar para estar en comunión (13:4). Un recorrido interesante. Qué cambiantes somos las personas y con qué facilidad dejamos que las circunstancias nos hagan perder de vista a Dios. Abram, sin saber a dónde iba, dejó todo y siguió el llamado de Dios. Dios le reveló que lo multiplicaría y le daría toda la tierra y Abram creyó esa palabra e inclusive le edificó altares a Dios como símbolo de comunión, pero… tuvo hambre, “se olvidó de todo lo anterior” y huyó para Egipto. Lo interesante es que en Egipto Abram no levantó ningún altar. Egipto, en la Biblia es un simbolismo del mundo. Es imposible tener comunión con el mundo y al mismo tiempo estar en comunión con Dios. Simplemente no se puede. O una cosa o la otra. No puedes quedar bien con los dos. O amas a Dios o amas al mundo. Te guste o no, así son las cosas. Tú decides. En Egipto, Abram solucionó los problemas del estómago pero no los del espíritu, por lo tanto, volvió a la “casa de Dios”.
¿Adónde vas cuando sientes “hambre” espiritual, o “hambre” de afectos, de amor? ¿A quiénes buscas? ¿Con quiénes inviertes tu tiempo? ¿Egipto o Bet-el? ¿El mundo o personas de fe? ¿O eres de aquellos que viven buscando cualquier clase de problemas dentro de la iglesia como excusa para “irse” al mundo y vivir como ellos? Actuando de esta manera tu “hambre” nunca se va a calmar y tu búsqueda siempre será inútil. El mundo aumenta tu hambre interior porque sus satisfacciones son de duración limitada. Si Abram no se hubiera llevado a su parentela (Lot y familiares) como Dios le había dicho, seguramente se hubiera evitado todos estos problemas. Finalmente tuvo que separarse de Lot, y cada uno por su lado. Me encanta la actitud de Abram. Él era el mayor, además era el tío de Lot, y si Lot estaba en una nueva tierra y prosperando era sencillamente porque Abram había querido traerlo con él. Dios lo había llamado a Abram por lo tanto toda esa tierra le pertenecía a él. En otras palabras: Abram tenía derechos. Podía echar a Lot o podía escoger la mejor tierra, o podía también decirle en la cara que él era superior y exigirle obediencia. Pero Abram no hizo nada de todo esto. Su actitud fue espiritual y madura. ¿Sabes por qué? Porque él había estado en el altar de la comunión. No recurrió a la fuerza, ni impuso su superioridad. “Yo te ruego” fueron las palabras de Abram que expresaban la humildad de su corazón y el deseo de evitar que el conflicto con Lot aumentara. Buscó la paz y no la guerra. Optó por
mantener la comunión con su hermano en lugar de perderlo. Lot escogió según las apariencias y aparentemente él salió mejor parado que Abram. La tierra “estaba muy buena“, pero sería una tierra que después le generaría enormes angustias. Aparentemente Abram perdió, sin embargo ¿qué palabras recibe de Dios y cómo reaccionó a ellas? (13:14-18). ¿Entiendes quién gano al final?
Devocional – No Te Impacientes Pasaje clave: Génesis 16. Abram está a punto de aprender una lección muy importante. Todos los acontecimientos que está por vivir (y los que ha vivido) revelan una vez más el corazón de Abram y sacan a la luz su verdadero problema: la IMPACIENCIA. Él no tenía problemas con la fe, le creía a Dios sin dudar ni un poquito. Su problema estaba en no poder esperar. Abram pensó equivocadamente que podía darle una “manito” a Dios para que su promesa se cumpliera más rápido. ¡Flor de metida de pata! En lugar de ESPERAR el tiempo de Dios, él y su esposa hicieron las cosas como mejor les parecieron y esto les generó muchos problemas “indeseados”. ¿Qué fue lo que planearon “apresuradamente”? (16:1-3). ¿Qué problemas “familiares” surgieron? (16:4-6). Ser impacientes, tarde o temprano, nos traerá problemas (algunos más graves que otros ¿entiendes?). Fíjate hasta qué punto crítico llegaron las cosas como resultado del apresuramiento:
Agar quedó embarazada y comenzó a despreciarla a Sarai que no podía quedar embarazada. Sarai se enoja y se queja con su esposo. Abram se hace el distraído, como si él no hubiera tenido nada que ver en el tema y, en otras palabras, le
dice a Sarai que se las arregle como quiera. A Sarai ni le importó el embarazo de Agar y con tal de sacársela de encima la maltrató hasta que Agar no pudo soportarlo más y se fue vagando por el desierto. ¡Qué locos! Parece la novela de la tarde. Y otra vez, en medio de todo aquel lío, intervino Dios. Y otra vez Él ofreció su misericordia para todos. Él les presentó un plan alternativo, aunque el error ya había sido cometido (16:7-14). “El Viviente que me ve” tuvo que intervenir para poner un poco de orden. Y todo esto sucedió cuando el “joven” Abram tenía ¡86 años! ¡Qué tal el abuelito! Piénsalo. Las decisiones apresuradas, las actitudes impulsivas, el compre ya, ya, ya, son todas “hijas” de la impaciencia. “No puedo esperar más para demostrarte todo lo que te amo”. “Hagámoslo ahora que no nos ve nadie”. “Me voy porque todos me tienen cansado”, etc., etc., etc., demuestran inmadurez y estupidez. ¿Y las consecuencias? ¿Y los resultados desastrosos del apresuramiento? Tú los conoces tanto como yo. ¿Crees que se te va a ir la vida por esperar el tiempo necesario? ¡No! Por supuesto que no. Al contrario, esperar el tiempo necesario te librará de las consecuencias desastrosas del apresuramiento, te enseñará a ser más paciente y te ayudará a pensar mejor las cosas. Muchísima gente apresurada después se pasa años tratando de “arreglar” los resultados de su impaciencia. ¿Qué ganaron con ir tan rápido? Vale la pena esperar.
Devocional – Sexo… Sexo… Sexo… Pasaje clave: Génesis 18 y 19. Del nombre Sodoma se deriva la palabra “sodomismo” que hace referencia a una relación “homosexual” (relaciones con alguien del mismo sexo). Eran ciudades donde se practicaba el sexo libre y toda clase de perversión sexual (como en muchas de las ciudades de la actualidad). En medio de toda esta perversión vivía Lot, y si bien él no participaba en nada de esto, la influencia que su propia familia recibía era tan fuerte que, en el futuro, su esposa y sus hijas se verían afectadas. Tan perversos eran los habitantes de aquellas ciudades que cuando se enteraron que Lot había recibido huéspedes (no sabían que eran ángeles de Dios), fueron hasta su casa para decirle que querían “conocerlos” (esta palabra en el idioma hebreo significa “conocer sexualmente a alguien”, “conocer mediante una relación sexual”). Lot les da una respuesta muy clara, ¿qué demuestra su respuesta? (19:7). Entonces… se desata el juicio de Dios. (19:10-11, 24-25 y 26).
La esposa de Lot terminó su vida convertida en estatua de sal. ¿Se habrá dado vuelta únicamente para ver la destrucción de la ciudad, o con su actitud de darse vueltas y mirar hacia atrás mostraba lo que había en su corazón: deseos por esa vida que tenía que abandonar? Piénsalo. Las otras que fueron influenciadas por la perversión y maldad de aquellas ciudades fueron las hijas de Lot (19:30-38). Dios lo libró a Lot de la maldad de las ciudades, pero él no pudo escapar del abuso de sus propias hijas. Tus padres deberían leer esto, porque ellos son los primeros responsables al no ponerte límites o al darte permiso para que vayas a ciertos lugares donde recibís pésimas influencias. Es preferible que ellos, dándote una correcta explicación no te permitan ir a determinados lugares (aunque te ofendas por una semana sintiendo que son los peores padres del mundo), a que te dejen ir a cualquier lugar y tu vida termine siendo un tacho de basura. Pero también, tú mismo eres responsable por los lugares a donde vas, por el tipo de gente con la que compartes y por las influencias que recibes. Hablando De Influencias… Cuando quieres saber acerca del amor y del sexo (que no son sinónimos) ¿de quiénes aprendes? ¿Internet? ¿Chat? ¿Páginas pornográficas? ¿Amigos que según ellos mismos tienen “experiencia”? ¿Música? ¿T.V.? ¿Revistas para mujeres? ¿Horóscopos sexuales? ¿Boliches? ¿Hentai? (dibujos animados japoneses eróticos). Detrás de todo esto hay una perversa obra de Satanás para ensuciar y enfermar tu mente haciéndote creer que tanto chicas
como muchachos son “fáciles” y que están “sexualmente disponibles” y que así como los “usas” los puedes “cambiar”. La forma en que el sexo se publica hace casi imposible no pensar en sexo. Y NO está mal que pienses en sexo siempre que tus pensamientos sean sanos y tus actitudes sean puras. El sexo no es malo. Disfrútalo y practícalo cuando te cases. Pero hoy, haz un pacto con el Señor, (y con tu novia/o si tienes), de pureza sexual. Habla con tu novia o novio acerca de cuáles son las cosas que sexualmente los excita uno del otro y hagan un pacto de pureza y santidad cuidándose mutuamente. Evitando cualquier tipo de provocación o estímulo sexual.
Devocional – Me Quiere Mucho… Poquito… Nada… Pasaje clave: Génesis 24. Génesis 24 te da un montón de buenas ideas para que tengas en cuenta a la hora de tomar una de las decisiones más importantes de tu vida, pero como siempre te decimos: No te apresures. Abraham, ya muy viejo, le da a su siervo una tremenda tarea: buscar esposa para su hijo Isaac. Te recomiendo que leas la historia para que puedas entender lo que te voy a explicar a continuación: 1º. Tu novio o novia debe pertenecer al pueblo de Dios. (24:3-4). Esto significa que sea salvo/a. Qué tenga una relación personal con Jesús y que este comprometido con la iglesia. 2º. Ora. Y vuelve a orar. (24:1114). Tu decisión tiene que estar guiada por Dios y no por tus propios deseos o por tus urgencias; ni por sus lindos ojos, o el cuerpo “espectacular”, la simpatía o su carácter encantador. ¿Hay algo de malo en todo esto? ¡Por supuesto que no! Pero un noviazgo que se base prioritariamente en estas cosas está destinado a fracasar.
3º. Conoce chicos y chicas. (24:15-17). Mira sus reacciones y actitudes. Descubre qué espera de su vida. Si es responsable o no. ¿Y qué espera de ti? Si al conocerlo/a mejor descubres que hay cosas profundas que no te van a bendecir, no te deprimas. Agradécele a Dios por cerrar esa puerta. 4º. Los padres de ambos deben saber que salen o quieren comenzar a salir. (24:26-27, 3349). Ambas familias tienen todo el derecho de saber con quién vas a salir y de conocerlo/a. No ocultes tu relación sentimental. Si ellos son padres cristianos podrán bendecirte orando por ti. Y si no lo son respétalos haciéndoles conocer tu decisión. 5º. La actitud de Rebeca (24:1620). CHICAS: Más importante que un súper cuerpo, o una sedosa y perfumada piel (libre de acné), es la actitud de tu corazón, tu femineidad, tu buena disposición, tu simpatía, el cuidado de tu cuerpo (sin exageraciones anoréxicas ni bulímicas), tu elegancia. Tu disposición a amar a Dios, a servir, a participar. 6º. CHICAS: Rebeca se bajó del camello y se colocó el velo. (24:64-65). Bájate del “camello” de tus pretensiones y actitudes orgullosas. No esperes que llegue el príncipe azul de bellos ojos que te susurre palabras románticas. Pero tampoco te metas con el primer “calentito” que te haga alguna propuesta. Si está comprometido con el Señor, si es responsable en lo que hace (sea trabajo o estudio, o ambos), si tiene la edad apropiada, si te respeta y valora, entonces es un buen candidato a tener en cuenta. Colocarte el velo es más íntimo, tiene que ver con tu virginidad, con NO entregarte sexualmente a tu novio. Detrás del velo de tu
pureza y santidad, esconde tu virginidad hasta la noche de bodas. No te saques el velo antes. Siéntete orgullosa de ser virgen en medio de una sociedad que se burla de la virginidad. 7º. La actitud de Isaac (24:6263). VARONES: El mayor desafío para ustedes es la vida espiritual, que aprendan a amar a Dios y a comprometerse con el Señor. Además de estudiar, trabajar, generar ingresos y tener con qué bendecir a su futura novia. ¿O piensan que con ¡glorias a Dios! y ¡aleluyas! se arregla todo? Pero qué la vida espiritual sea tu primera gran decisión. Como Isaac, estar en el altar de Dios. Con besos y caricias no se construye un noviazgo. ¿Cómo vas a bendecirla? ¿Qué ejemplo espiritual serás para ella? Ante los deseos y presiones sexuales, ¿cómo reaccionarás? Podrás estar todos los días con ella, pero si no estás con el Señor tienes muy poco para ofrecer. Ama primero a DIOS.
ídolos de su padre, y entonces, además de la huida desesperada de Jacob, termina pudriéndose todo. Te darás cuenta que no disfrutaban de las mejores relaciones familiares. ¡¿Yyyyyyyyy?! ¿Qué tiene que ver esto conmigo?
Devocional – ¿Mentiras Piadosas? Pasaje clave: Génesis 31. Son muchísimas las actitudes que pueden desencadenar conflictos entre dos personas, pero una de las más comunes, dolorosas y con peores consecuencias es la mentira. ¿Te pasó alguna vez? Labán (el suegro) y Jacob (el yerno) habían adquirido el hábito de mentirse y estafarse mutuamente. Cada uno, basados en mentiras y estafas, procuraba sacar ventajas del otro. Por supuesto, ninguno lo hacía abiertamente, aunque resultaba muy obvio. Saca tus propias conclusiones de la relación entre ellos: 31:7-9. 31:1516. 31:20-21. 31:25-28. 31:38-41. Como verás, todo el mundo aprovechó para sacar los trapitos al sol; pero si prestaste atención ninguno reconoció sus propios errores y responsabilidades. Pero los problemas empeoran cuando se meten personas que en vez de ayudar complican más las cosas. Labán se aprovechaba de Jacob haciéndolo trabajar como a un mono y siempre lo estafaba de alguna manera para retenerlo, porque sus negocios le iban muy bien. Jacob quería irse lo antes posible, pero mientras se quedaba se enriquecía a costa de Labán, engañándolo. A todo esto en un arrebato de idolatría, a Raquel se le ocurre la estúpida idea de robar los
¡Muchísimo! Porque tienes que decidir cómo vas a establecer tus relaciones con los demás. ¿Sobre la base de la mentira y la hipocresía o sobre la base de la verdad y la confianza? Aparentemente la mentira es la salida más rápida y fácil para escapar de los problemas. Sí, es verdad, es la más rápida y fácil, pero sus consecuencias son desastrosas. En cambio, ir siempre de frente con la verdad, no siempre es fácil, pero a la larga tú terminas siendo el beneficiado. Piénsalo. ¿Buscas ser sincero y auténtico en tus sentimientos, palabras y actitudes, o por el contrario, recurres a la falsedad? ¿Eres capaz de decir la verdad aunque tengas que perder algo al hacerlo? ¿Cómo reaccionas ante los engaños de los otros? ¿Y cómo piensas que pueden afectarles a ellos tus mentiras si llegaran a descubrir la verdad? ¿Sabías que la mentira es un invento de Satanás y que además es un pecado que debilita tu relación personal con Dios? Confiésalo y comienza a practicar la verdad, aunque al principio no te resulte fácil. Ten en cuenta que Dios es testigo de toda palabra que hablas sin importar con quién lo haces (31:50).
Devocional – Olor Agradable Pasaje clave: Levítico 1. La ofrenda de los HOLOCAUSTOS. ¿Qué significa holocausto? Significa que la ofrenda es totalmente quemada y, como consecuencia, sube ante Dios el humo de ellas como un olor agradable (esto tiene un sentido espiritual, Dios no respira humo). Ellos traían como ofrendas vacas, ovejas, cabras o aves y al poner sus manos sobre la ofrenda se identificaban con ella, se unían a ella. Luego el animal era sacrificado y quemado totalmente. El animal se entregaba en sacrificio a Dios en lugar de la persona que lo traía. ¿Sabes cuál es el significado de esta ofrenda para ti y para mí? Esta ofrenda nos enseña a ENTREGARNOS TOTALMENTE a Dios. ¿Cómo lo hago? Hacerlo es una decisión personal. Acércate a Dios y dile: “Señor, yo quiero consagrarme totalmente a ti. No quiero vivir más para mí mismo. Creo que cuando tú morías en la cruz yo también moría contigo y cuando resucitabas yo también era resucitado. Vive tu vida en mí”.
Esto no es solo una oración y chau, es el comienzo de una nueva relación donde aprendes a vivir para Él y tus egoísmos, debilidades, orgullos comienzan a “quemarse”, a desaparecer y comienzas a experimentar en tu interior la fuerza de la vida de Jesús. Entonces, de ahora en más, antes de aceptar invitaciones, propuestas o cualquier otra cosa, vas a pensar: “Estoy entregado a Dios, pertenezco a Él, ¿es correcto delante de Dios hacer esto o participar de aquello?”. Oraras en tu corazón y le dirás: “Señor quiero hacer solamente lo que te agrade a ti, no lo que hagan mis amigos y ni siquiera lo que yo mismo desee”. Esta primera ofrenda también simboliza el negarnos a nosotros mismos aceptando lo que Dios quiere en lugar de lo que nosotros queremos. No es fácil negarnos a nosotros mismos. No es fácil dejar de hacer las cosas que quiero para hacer únicamente las que Dios quiere. No es fácil reconocer nuestras equivocaciones y aceptar que Dios tiene razón. No es fácil pensar más en el otro que en mí mismo. Pero entregarte a Dios totalmente es negarte a ti mismo, es como si fueras degollado y dividido. Y cada vez que te entregas totalmente a Dios tu vida es un perfume que a Él le agrada. Entregarte totalmente a Dios no es encerrarte en la iglesia todos los días de la semana, pero sí es entregarle a Dios tu corazón y tu voluntad todos los días de tu vida.
Devocional – Cuidado con la Boca, Nene Pasaje clave: Levítico 24. Luego de algunas indicaciones con respecto al aceite que mantendría encendidas las lámparas del Tabernáculo (vs.2 al 4) y cómo preparar y ubicar las 12 tortas (panes) que comerían Aarón y sus hijos (vs.5 al 9), se narra un hecho de consecuencias fatales… Mira lo que sucedió: 24:10-16, 23. La blasfemia es insultar e injuriar el nombre de Dios. Utilizar su nombre de manera despreciable o decirle a Dios las palabras más bajas y sucias que puedas imaginar. Indudablemente el muchacho que blasfemo el nombre de Dios debe haber gritado como un descontrolado mientras se agarraba a golpes de puños con el otro israelita, y dado que el problema fue dentro del campamento, más de uno escuchó sus insultos y blasfemias. Fíjate que Dios le ordena a Moisés que todos aquellos que fueron testigos del incidente (“oyeron”) pongan sus manos sobre la cabeza de él para que toda la congregación lo mate a piedrazos. Dios deja claro que Su Nombre es Santo. Su Nombre no puede ser
tomado a la ligera, ni usado para descargar las pasiones más descontroladas. No importaba quién fuera, judío o extranjero, debía morir. Si ellos (y nosotros) no podían respetar el nombre de Dios ¿qué tipo de respeto podía esperarse entre los propios hermanos? Si lo más santo, sublime y eterno es tratado con desprecio y bajeza ¿qué se puede esperar, entonces, de todo lo demás que ni siquiera se acerca a la santidad de Dios? Me refiero a nuestras relaciones diarias con las demás personas. ¿Entiendes? La persona que es capaz de insultar a Dios es capaz de hacer cualquier otra porquería, sin tener ninguna clase de límite o control en sus actos. El que se atreve a insultar a Dios es porque primeramente practicó (y mucho) insultando a sus amigos, hermanos, a sus propios padres, a sus docentes del colegio, a sus patrones del trabajo y a cuanta persona se cruzara en su camino. A una persona así no le importa nada. Piénsalo. A veces, en tu “desesperación” por ser como los demás y sentirte “aceptado”, “respetado” o “tenido en cuenta”, incorporas a tu vocabulario un montón de expresiones de lo más sucias. Al principio “te cuidas” y las usas únicamente con tus amigos, pero después, cuando perdiste el control, hasta tus propios padres sufren las repugnantes palabras que salen de la cloaca de tu boca. Estás tan cerca de blasfemar contra Dios… Tal vez creciste en un hogar en donde de cada 10 palabras, 8 eran insultos. Y te habituaste a oírlas, creerlas y a usarlas como lo más común contra tus padres y
hermanos cada vez que te sentías lastimado por alguna de sus actitudes. En algunos hogares son los propios padres quienes festejan las primeras malas palabras que el nene dice. ¡Qué tierno! Y pensar que después se agarran la cabeza y no saben qué hacer cuando “el nene” usa esas mismas palabras contra ellos. No importa cuál sea el caso. Lo que te tiene que quedar en claro es que cualquier clase de insulto, maldición o blasfemia que digas, es pecado contra las personas y contra Dios mismo. No es un mecanismo de liberación, porque aunque descargues muchas cosas que te presionan emocionalmente, te hundes y te esclavizas espiritualmente. Limpia tu boca. Sé santo en tu manera de hablar. Recuerda que un insulto nunca soluciona nada y siempre empeora las cosas. Aunque no siempre sea fácil, usa palabras que edifiquen.
Devocional – Exitosos… Se Buscan Pasaje clave: Lucas 6:1-26. Luego de aclarar un tema sobre el día de reposo (vs.1-5), de sanar a un hombre (vs.6-10), de elegir a sus 12 discípulos (vs.12-16) y de atender a la enorme multitud que lo seguía (vs.17-19), (uufff, este sí era un hombre ocupado), Jesús se dedicó a una de sus tareas favoritas: enseñar las verdades de Dios. Y enseñó muchas. Muchachos, ¿ustedes son bienaventurados? Bienaventurado significa “bendito, dichoso, feliz”. Y cuando pensamos en alguien con estas características generalmente nos confundimos porque nos enfocamos en alguna “súper modelo, súper simpática con un súper cuerpo” o en algún futbolista con un contrato “súper millonario” que sale en todas las revistas, en los siempre “sonrientes y ganadores” conductores de T.V., o en algún genio de la música que llena estadios y las hace gritar a ellas… Generalmente tenemos esta idea. Pero, ¿qué dice Jesús de estos “exitosos”? (vs.24-26). Aclaremos algo: No está mal tener dinero, ni ser popular, ni lograr cosas espectaculares, pero no es esto lo que te hace exitoso.
Para Jesús, los exitosos son otros y él los llama “bienaventurados”. ¿Quiénes son? (vs. 20-23). ¿El pobre? ¿El que tiene hambre? ¿El que llora? ¿El que es rechazado? ¿Jesús se sentía bien? Espera… no te apresures a sacar conclusiones.
Devocional – La Presión Sexual de los Amigos
No cualquier pobre, sino los que se sienten pobres adentro y reconocen que necesitan a Dios (aunque tengan sus bolsillos llenos de dinero).
Pasaje clave: Génesis 39:7-9.
No los que tienen hambre de “comida”, sino los que tienen hambre, desesperación, por comer de la presencia de Dios.
(Actividad sugerida: Preparar en tarjetas cada una de estas propuestas sexuales, darles una a cada uno para que piensen posibles respuestas que después comentarán entre todos)
No cualquier llorón, sino aquellos que lloran reconociendo que solos no pueden y que necesitan las fuerzas de Dios. No cualquier “rechazado”, sino aquellos que por jugársela por Jesús son dejados a un lado.
Seamos realistas. Casi todos tus compañeros del colegio están esperando que le des rienda suelta a tus deseos sexuales y “experimentes todo” lo relacionado con el sexo ¡y cuanto más rápido mejor!
En la cuenta del banco de los cielos Dios tiene tesoros para todos ellos. Ellos son los exitosos. Y son los más buscados por el Señor.
Si estás dispuesto a esperar hasta el matrimonio te van a poner la etiqueta de “virgen”, “mariquita”, “raro o rara”, etc., y probablemente te van a gastar… y mucho. Seguramente ya oíste (o te dijeron) algunas de las siguientes frases “tentadoras”:
“Si me amas tenés que hacerlo” “¿Para qué esperar, si vamos a casarnos?” “Hacerlo, te hace mujer” “No sabes divertirte” “Si no lo haces conmigo te dejo para siempre”
“Es una manera en que me demostrarás tu amor” “En nuestro grupo no aceptamos maricas. Si todavía no lo hiciste ¡fuera!” “Todo el mundo lo hace” “¿Qué… sos un maricón? ¿Tenés miedo? Yo quiero a un hombre de verdad” “Es una necesidad normal de todos los seres humanos, ¿por qué la vas a reprimir?” “Es algo natural y normal que hacen todas las personas sanas” “Te quiero tanto que necesito darte algo más” “Probemos una vez, si no te gusta no lo hacemos más” “Confiá en mi, no te voy a lastimar” “No te niegues, tu cuerpo también lo desea” “No te preocupes, no te voy a dejar embarazada” “Ya no aguanto más estar lejos de ti” “Sólo acariciémonos nuestros genitales” “¿Sos medio raro? ¿Sos homosexual?” Estas FRASES TENTADORAS dichas en el memento oportuno pueden llevarte a caer, casi sin darte cuenta. Son frases que te PRESIONAN para que hagas lo que todos hacen aún cuando sabés que no es lo correcto, para que te rindas y caigas en el sexo. Algunas suenan muy dulces, pero en realidad están llenas de egoísmo y lujuria. Estas frases son como misiles apuntados hacia dos valiosas posesiones tuya: Tu Pureza y Tu Respeto Propio.
Estás en el Campo de Batalla, Prepárate Para Luchar y Ganar. 1. “Si me amas, demuéstramelo”. “Déjame demostrarte cuánto te amo”. Estos dos argumentos son falsos. No expresan verdadero amor, sino un deseo egoísta. Dile: “Si realmente me amaras no me lo pedirías”. O respóndele: “Quiero que me demuestres tu amor de otras maneras: Compréndeme, espérame, sé sincero/a, escúchame, ora por mí, compárteme la Palabra, bendíceme con tu ejemplo, no me excites ni me provoques sexualmente”.
2. “Quiero hacerte el amor”. Esta es una gran mentira. El amor no es lo mismo que el acto sexual. Tener sexo no es garantía de que haya amor realmente y de que la relación sea duradera.
3. “Todo el mundo lo hace”. “Es algo natural y normal que hacen todas las personas sanas” Estas son dos frases muy usadas que te presionan para que no seas el único “tonto” que todavía no lo probo. Respóndele: “Bueno, si todos lo hacen, no vas a tener ningún problema en encontrar a otra persona que quiera hacerlo. Y además no necesito demostrarte que soy una persona sana. Mi cuerpo funciona perfectamente, me lo dijo el médico”.
4. “¿De qué tenés miedo?”. Contéstale: “Si tengo miedo. De las enfermedades venéreas, del
SIDA. De quedar embarazada y de tener que enfrentar una responsabilidad para la que no estoy preparada. De una persona como vos que solo piensa en si misma. Y de todo lo que puedo llegar a perder por complacer tus egoísmos”.
5. “Probemos una vez. Si no te gusta no lo volvemos a hacer más”. Dile: “Algo tan valioso como la satisfacción sexual, no debe ser experimentado casualmente para probar. Es el amor verdadero y el compromiso mutuo los que hacen del acto sexual algo valioso y nos diferencian de lo que pueden hacer dos animales”. (CONTINÚA…)
La Presión Sexual de los Amigos 2 Pasaje clave: Génesis 39:7-9.
Continuemos viendo cómo responder a la presión sexual de los amigos: 6. “El acto sexual es una necesidad como tener hambre o sed. No es la gran cosa”. Respóndele: “Bueno, si no es la gran cosa para vos no hay ningún problema en que me niegue y no lo hagamos. No tenés por qué calmar tu necesidad conmigo”.
7. “No sabés qué te estás perdiendo” o “No sabés divertirte”. Respóndele: “No necesito experimentar con todo para darme cuenta que algo es perjudicial para mi. Yo sé divertirme de otras
maneras. Además, hay un lugar y un tiempo para cada cosa”.
8. “¿Qué te pasa, ya no me amás?” Dile: “Para serte sincera/o, si sos ese tipo de personas, ya no te amo”.
9. “¿Qué… sos un maricón? ¿No te gustan las mujeres? Yo quiero a un hombre de verdad”. Respóndele: “Tener sexo no me hace mas hombre. Y si no me considerás un hombre de verdad, buscate otro. Seria menos hombre si me dejara dominar por vos. No conozco a nadie que sea menos hombre por no hacerlo”. O contéstale: “Me gustan las mujeres. Es que me estoy reservando para la mujer adecuada, en el momento adecuado, o sea, cuando me casarme con ella”.
10. “No te voy a lastimar”. Dile: “No, no lo harás, porque no voy a permitirte que nadie me lastimes y que nadie me use. Sé cuidarme sola/o”.
11. “Ya tuvimos relaciones antes ¿cuál es el problema ahora?”. Respóndele: “Tengo el derecho a cambiar de opinión. He decidido esperar”.
12. “¿No te gustaría probar para saber cómo es?”. Dile: “¡Qué! ¿es algún tipo de comercial? ¡Pruébelo y le gustará. Su vida ya no será igual! Por
supuesto que voy a probarlo… con mi esposa/o”.
13. “Si querés pertenecer a nuestro grupo y ser popular, tenés que hacerlo”. Respóndele: “Yo no necesita depender del sexo para ser popular, sino de la clase de persona que soy y si tener sexo es el requisito para estar con ustedes, entonces me conviene tener otra clase de amigos”.
14. “¿Querés ir a la cama conmigo?” Dile: “No gracias, acabo de levantarme”.
15. “Lo he hecho con todas mis novias/os”. Contéstale: “Bueno, entonces creo que no voy a ser tu novia/o”.
16. “¿Qué todavía sos virgen? ¿Sos frígida?”. Respóndele: “No, soy viva”.
17. “Tu cuerpo también lo desea”. Dile: Sí, lo deseo. Pero no soy un perro en celo que no puede contenerse. Sé controlar mis impulsos sexuales. Y mi respuesta es NO”.
Piénsalo. Esta PRESION de tus compañeros (y de algunos padres, familiares y de la sociedad en general) será una de las pruebas más difíciles y duras que vas a encontrar, porque ellos te harán sentir que te estás perdiendo algo fantástico.
Los mensajes que recibís de la TV, las revistas, las novelas, la música, ¡todo!, te hacen sentir que “SER VIRGEN” es sólo para enfermos, idiotas o religiosos. Recordá que es muy fácil ceder, es muy fácil decir SI, y sucede casi sin darte cuenta. Pero aunque no estemos a tu lado todo el tiempo para alertarte o ayudarte a decidir correctamente: NO ESTAS SOLO/A. Tenés un arma secreta muy poderosa: La ORACION y tu FE en el poder del Espíritu Santo para ayudarte a hacer lo correcto. Y ESTE PODER ES MUCHO MAS GRANDE QUE CUALQUIER PRESION DE TUS AMIGOS. Cuando te encuentres bajo presión CLAMA AL SEÑOR y su Espíritu que vive en vos te dará la fortaleza para que puedas VENCER. El secreto está en que te mantengas cerca de Dios, y que en el nombre de Jesús rechaces toda propuesta pecaminosa, aunque suene muy dulce y amorosa. Cada vez que digas ¡NO! a la presión sexual vas a ser un GANADOR. La batalla será tuya. José venció la presión sexual respondiendo con inteligencia: “No voy a pecar contra Dios”. Punto. “Estás hermosa, me gustas mucho, pero no voy a pecar contra Dios”. Punto. “Sos muy lindo, me encanta tu forma de ser y me gustaría hacer el amor con vos, pero no voy a pecar en contra de Dios”. Punto. Tienes que decidirlo con anticipación. Tus valores tienen que ser firmes. No es un tema “religioso”, es un tema de querer agradar a Dios en todas las cosas.
¡Y no esperes que la sociedad y los medios lo entiendan!!!! Mira de qué manera una adolescente de 17 años hizo frente a la presión de sus compañeras, quienes constantemente la presionaban para que tuviera sexo. Ella les respondió: “MIREN, YA NO QUIERO MAS PRESIONES SEXUALES, NI BROMAS ACERCA DE MI VIRGINIDAD, PORQUE SABEN QUE EN CUALQUIER MOMENTO PUEDO LLEGAR A SER COMO USTEDES, CUANDO YO LO DESEE, PERO USTEDES NUNCA MAS PODRAN VOLVER A SER COMO YO”.
Devocional – Si Te Duermes, Te Mueres Pasaje clave: Hechos 20:7-12. La iglesia se había reunido en el mejor y más amplio salón del 3º piso de su edificio, con el propósito de escuchar al conferencista internacional que los visitaba. Rápidamente todas las sillas fueron ocupadas por los expectantes oyentes ávidos de escuchar las palabras que aquel hombre de Dios tenía para ministrarles. Los que no consiguieron sentarse permanecieron de pie y los más jóvenes y arriesgados optaron por sentarse en los bordes de las ventanas. Cualquier lugar valía la pena para escuchar a Pablo. Y Pablo habló. Y su discurso se prolongó hasta la medianoche. Demasiado extenso para Eutico, que se quedó dormido, sentado en el borde de la ventana, y se cayó del 3º piso muriendo en el acto. Si te duermes, te mueres. Cuando permites que tu visión y tus sentidos espirituales se duerman, por la falta de intimidad con Dios, por los pecados no confesados o no renunciados, por la ignorancia, por la falta de fe, por los conceptos y las enseñanza legalistas que atraviesan tu mente y matan tu espíritu, por la falta de perdón, por los problemas que te
absorben, o sencillamente porque la rutina te ha enfriado la pasión espiritual, comienzas a morirte. No es la muerte física lo que experimentas, tampoco es la muerte espiritual, porque tienes la vida del Señor y la presencia todopoderosa del Espíritu Santo en ti. Es otro tipo de muerte la que llega a tu vida: la muerte de la unción, la muerte de tus sueños, la muerte de la motivación, la muerte de la revelación y del poder espiritual, la muerte de la fe. Cuántos líderes con enorme potencial, han dejado que sus sueños se mueran y que su fe se apague, por haberse quedado espiritualmente “dormidos”. Y si te duermes, te mueres. A Eutico lo salvó tener a un Pablo cerca. Un Pablo dispuesto a desenchufarse de su ministerio (vs.10), descender hasta la realidad de Eutico y contagiarle vida. El liderazgo no es para solitarios. Necesitas un Pablo. Necesitas rodearte de gente de fe, de gente con mentalidad de reino, de gente llena de Dios con la que puedas hablar cuando sientes que te estás durmiendo. ¿Tienes a un Pablo cerca que te sacuda cada vez que te duermes y te abra los ojos a la realidad de tu vida? ¿Tienes a un líder amigo, pastor o mentor, dispuesto a entender tu situación y contagiarte pasión, fe y visión, para que reviva todo lo que Dios puso en ti? Si lo tienes, no lo desaproveches. Y si no lo tienes, búscate uno, porque el liderazgo no es para solitarios.
Devocional – ¿Qué es la Adoración? Pasaje clave: Juan 4:23-24. 1. Lo que no es la adoración. A. No es “sólo es música y canciones”. Todas las partes de la reunión son un acto de adoración: la oración, la lecturade la Biblia, el canto, el silencio, la predicación, las ofrendas, la Santa Cena, etc. B. No es un “estilo de música”: si la canción es movida se la llama “alabanza”, si es lenta se la llama “adoración”. Esto también es un error. La adoración no tiene nada que ver con el estilo, el volumen o el ritmo de una canción. Con cualquier estilo o ritmo podemos adorar a Dios, porque no existe un estilo “bíblico” de adoración. El secreto es hacerlo “en espíritu y en verdad”. C. No es “cerrar los ojos o levantar las manos”. D. No es el momento “aburrido de la reunión”. E. No es un relleno hasta que todos llegan. F. No es repetir palabras mecánicamente.
G. No es exclusiva del ministerio de alabanza. H. La adoración no es el “ritual del domingo” (Isaías 29:13), es pasión y compromiso por y con Dios.
2. La adoración no es para nuestro propio beneficio. “Hoy me gusto mucho la adoración”. “Hoy la adoración fue muy lenta y aburrida”. “Me encanta la alabanza. Qué bien dirige el director y cómo tocan los músicos”. “La gente se duerme en la adoración”. “Hoy no recibí nada en la adoración”. “Le faltó vida. Hoy sentí que le faltó vida. Estuvo medio aplastado”. “¡Cuándo va a terminar! ¡Cuándo va a terminar! ¡Me quiero ir a mi casa!”. Todos estos conceptos están equivocados, son un error. ¡La adoración no es para ninguno de nosotros, la adoración es para Dios! ¡Es para complacerlo y agradarlo a Él! No nos cantamos ni nos adoramos a nosotros mismos, todo es para Él.
3. Qué es la adoración. Es una expresión de amor al Señor (Mt.22:37). Es tener hambre por la presencia de Dios. (Sal.84:1-2, 4, 16:11). Es un estilo de vida. ¿Eres un adorador?
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