130554436-El-Lado-Oscuro-de-Maria.pdf

August 11, 2017 | Author: cccccccccccc | Category: Rosary, Mary, Mother Of Jesus, Faith, Bishop, Jesus
Share Embed Donate


Short Description

Download 130554436-El-Lado-Oscuro-de-Maria.pdf...

Description

FX LADO OSCURO DE MARÍA (El gran fraude de las apariciones marianas,

Gabriel Carrión López

Prim era edición: abril, 1992. © Gabriel Carrión, 1992. © de la presente edición:

Editorial A G U A C LA R A Tato, 6 - bajos, 03005 Alicante Tf. 96/512 16 75

Rafael Bonet diseñó la colección e ideó la portada. Editorial AG U A C LA R A com puso los textos y G raphic-3 S. A. (Pol. Ind. Ciudad M udeco / Quart de Poblet / Valencia) los imprimió.

I.S.B.N.: 8 4 - 8018 - 0 0 5 - 6 Depósito legal: V - 1551 -1992

Printed in Spain

')

Quisiera dedicarle este libro a la única mujer que ha merecido la pena conocer a lo largo de toda mi vida, Angeles Rocamora.

INTRODUCCIÓN.

Es difícil para un escritor afrontar con cierto rigor el fenómeno de las apariciones marianas en España, y pretender salir airoso. Si cuando M anuel Carballal y yo nosenfrentamos a El síndrome del Maligno los escollos que tuvimos que superar fueron innmuerables, con la expe­ riencia de El lado oscuro de María me he econtrado con esa España que todavía sigue siendo intolerante, con gentes incapaces de recono­ cer sus propias incongruencias y con una de las mayores estafas a la fe Je la gente sencilla que yo conozco. Estoy convencido, y así lo he manifestado en multitud de ocasio­ nes, de que, si la Virgen levantase la cabeza o descendiese de los :ielosTposiblemente se echaría a temblar, pero de rabia, al ver lo que ;n su nombre se está haciendo. Y ésa es, precisamente, la finalidad de íste libro, que no nace con grandes pretensiones didácticas: la de nostrar una parte del fenómeno que m ueve en este país muchos milloíes de pesetas, y a algunos cientos de miles de personas. Pero, y la Iglesia ¿qué opina al respecto? Lo fácil para mí, y a la 'e z m enos com prom etido, hu b iera sido obviar este im portante nterrogante a la hora de acom eter el libro. Sin embargo, para los que ne conocen hubiera sido imperdonable, y una pequeña traición a los irincipios que siempre me han animado a escribir; y a cuantos no me onocen, que son mayoría, también les hubiera parecido que faltaba lgo realm ente importante. Es por ello que, agarrando el toro por los uem os, el capítulo prim ero está precisam ente dedicado a ese tema. Se me conoce com o escrito polém ico, pero nada más lejos de la salidad; me considero un cronista de temas no dem asiado comunes, on una gran dosis de escepticism o y quizá de ironía literaria que, si -iviera que reconocer algo, reconocería estar de vuelta de ciertas co­ as. Fui, y es una declaración de buenas intenciones, al seminario,

donde pasé algunos de los mejores años de mi vida; y, como todos los jóvenes que cum plim os la quincena con la democracia, me consideré perdido siempre entre los que estuvieron en M ayo del 68 y los jóvenes cerebros del mundo inform ático actual. Ideológicamente de ninguna parte, he rezado cuanto había que rezar, y me he m anifestado en contra cuando en conciencia así lo he considerado justo. Pero, con todo este rollo, ¿qué pretendo? Simplemente, com entar­ les que soy un ser normal, más bien tirando a irónico, que lo único que ha reivindicado siempre ha sido el derecho a poder elegir claramente cómo pasar por esta historia que nos ha tocado vivir a todos. Y para los amantes de las sinopsis y de la conclusiones; para todos aquellos que buscan entre líneas; para quienes — gracias no sé si a María— siempre me han apoyado; y sobre todo para quienes me van a seguir odiando, decirles que; ¡no!, que no creo en las apariciones marianas tal y como se están viviendo en la actualidad. Porque si un trozo de árbol quem ado en Huelva fuese la Virgen del Almendro; o si dos pequeñas piedras bendecidas en El Escorial pudiesen curar; o si fuese lícito ver a la Virgen en una botella de agua de manantial ex­ puesta a los rayos del sol... entonces, habría que preguntarse: ¿qué carajo está pasando en el cielo?

22 / 01/92 Alicante, Cafetería Maissonnave

)a

___ T

¿CUÁL ES LA OPINIÓN DE LA IGLESIA SOBRE LAS APARICIONES MARIANAS?

Lo imposible lo hacemos de inmediato. Para los milagros tardamos algo más.

M

Habría deseado contar, para este primer capítulo del libro, con la opinión personal del Sumo Pontífice; sin embargo no he recibido, hasta la fecha, contestación a las cartas que a tal efecto remití en su momento a la Santa Sede. Claro que la verdad es que tampoco esperaba recibir esa respuesta: uno no es tan ingenuo. Por ello, debido al silencio de los altos jerarcas, he debido conformarme con lo que varios sacerdotes han tenido a bien ir comentándome a lo largo de los últimos años, cuyo valor es indudable. Don Manuel Barberá Egío fue durante mucho tiempo el sacerdote a través del cual aprendí a conocer la-Teología de la Liberación, y uno de los responsables de que autores como Hans Küng formaran parte de mis lecturas de adolescencia. Pues bien, cuando ya lo creía perdido por el trasiego al que nos obliga la vida y con una ubicación muy dudosa para m í en la diócesis donde desarrollaba su labor pastoral, me encontré un buen día, al abrir un diario, con la foto de este cura y un escrito titulado: «Apariciones y más apariciones». Una vez más, y sin saberlo, Manuel venía en mi ayuda. Me puse en contacto con él y, previas reticencias; abrazos, parabienes y un par de misas que hube de escuchar, me dejó fotocopiar íntegramente el texto de aquel artículo: Apariciones y más apariciones D e vez en cuando surgen noticias sobre apariciones de la Virgen y revelaciones de Jesucristo y de Vírgenes que lloran, y adem ás existen sectas anunciando catástrofes e interven­ ciones de D ios p ara acabar con este mundo corrom pido y alejado de la fe. Y con todo ello, lo único que se consigue es alejar aún m ás al hombre de Dios. L os seguidores de Jesús debem os tener el suficiente crite­ rio com o p a ra no aceptar estas cosas p o r las buenas, sino profundizar seriam ente en ellas. N o podem os ser crédulos.

12

)

¿Qué nos dice la teología sobre estos hechos supuesta­ mente m ilagrosos? El Diccionario de Teología Espiritual, en el artículo sobre «La Aparición» dice a sí de claro: «En cuanto a las revelacio­ nes particulares que han sido hechas a los santos, la Iglesia NO OBLIGA a creerlas incluso cuando las aprueba, porque con su aprobación, lo que quiere declarar es que no encuentra en ellas nada que sea contrario a la fe o a la moral». El teólogo M elchor Cano dice: «Poco importa que se crea o no en las revelaciones de Santa Brígida o en cualquier otra. Esas cosas no se refieren en absoluto a la fe católica». El Papa Benedicto XIV afirma: «¿Qué hay que pen sar de las revelaciones p rivadas aprobadas p o r la Santa Sede? Yo declaro que no es obligatorio, ni siquiera posible, aceptarlas com o p a rte de la fe católica; sólo se trata de una creencia hu­ mana, conforme a las reglas de la p ro p ia prudencia humana». Según estos textos, las apariciones y revelaciones p articu ­ lares no tienen en ningún caso carácter obligatorio p ara ser creídas p o r p a rte de los católicos. No se pueden equiparar a la única y definitva revelación de D ios p o r parte de Jesucris­ to, predicada p o r los apóstoles y cerrada con la m uerte de los mismos. No es, p o r tanto, ningún pecado no creerlas. La Iglesia aprueba la po sib ilid a d de la aparición o revelación, pero no obliga a creerla. Entonces, ¿por qué la Iglesia aprueba ciertas devociones, que tienen su origen en alguna revelación particular? P o d e­ mos afirm ar con el p a d re Paulain que «cuando la Iglesia instituye ciertas devociones que tienen su origen en una reve­ lación o aparición com o tal, queda reducida a una piadosa credibilidad humana, que no tiene nada de obligatorio. Lo que ha salido de ellas es útil p a ra la vida espiritual de las personas. Eso es lo único que le interesa a la Iglesia». D e lo dicho hasta ahora, podem os sa car ya algunas conclu­ siones: la Iglesia con esta manera de p ro ced er quiere decir: a) que no hay en dicha aparición orevelación — cuan­ do la aprueba— nada contrario a la fe ;

13

b) que el contenido de la devoción, no la aparición o revelación, puede ser d e ayuda espiritual para la personas; c) que no es obligatorio creer dicha aparición o re­ velación. Podem os ir, p o r tanto, de peregrinación a los lugares aprobados p o r la Iglesia, porque son lugares de reflexión, encontram os p a z y sosiego espiritual, pero a la vez podem os creer que no es verdad la aparición, porque lo que acepta­ m os es el contenido, com o p o r ejem plo, la figura de M aría la Virgen, aunque científica y teológicam ente dichas aparicio­ nes sean sólo un fenóm eno de proyección ilusoria. San Juan de la Cruz, gran teólogo y m ístico español, cuyo centenario estam os celebrando, dice sobre las personas que andan buscando las apariciones, que están pendientes de re­ velaciones, secretos religiosos y cosas espectaculares, apara­ tosas o triunfalistas: «E l-que ahora quisiera preguntar a D ios o querer alguna visión o revelación, no sólo haría una cosa necia, sino que haría una ofensa a Dios. A todos ellos, D ios les p o d ría responder: ‘Si te he dicho todas las cosas p o r m edio de C risto, que es mi palabra y no tengo otra cosa, ¿qué te puedo responder o revelar de nuevo? Pon los ojos sólo en Jesús, porqu e p o r El lo he dicho todo, y encontrarás en E l todo lo que deseas o pides, y aún m ás.’» D ios, pues, ya no tie n e nada más que decirnos. Si quere­ m os saber lo que D ios quiere p ara nosotros, conozcamos m ás y m ejor a Jesucristo, su evangelio. No hacem os caso del evangelio y vam os a escuchar a esas personas que nos dicen que la Virgen les habla, p ara que ellas a su vez transmitan esos m ensajes, la m ayoría de veces catastrofistas. En el evangelio vem os cómo Jesús no actúa de una m ane­ ra aparatosa y triunfalista, su estilo es otro: no hace m ila­ gros cuando se lo piden con fin es epectaculares. El Reinado de D ios no vendrá com o un D esfile de la Victoria, solem ne y m ajestuoso, sino que el mismo Jesús lo com para con algo que no se nota, que no hace ruido: con una sem illa de trigo, con un grano de m ostaza. Y cuando hizo acciones, com o

14

curar enfermos y otras, el evangelio no las llama po rten to s , sino signos del am or de D ios p a ra la liberación de la p erso ­ na, y Jesús siem pre añade «no lo digáis a nadie». El m ensaje de D ios m anifestado en Jesucristo siem pre es mensaje de paz, de esperanza, de libertad, de ánimo, de ilu­ sión, de vida; no es un mensaje catastrofista, de condena, de am enazas, etc., com o los que lanzan estos videntes religiosos. Si nos dam os cuenta, no dicen nada nuevo pues, en resumen, nos vienen a decir que hay que cam biar de vida, que hay que convertirse de una vida de pecado, cosas que, p o r otra parte, dice el evangelio, pero en actitud de invitación y aliento, no condenatoria ni amenazante, ya que Jesús no ha venido a condenar sino a salvar.

Pero, claro, no deseaba dejar libre a Manuel con tanta facilidad, porque rara vez se encuentra uno con un sacerdote dispuesto a dialogar tan abiertamente sobre un asunto que está levantando ampollas incluso en el seno de la propia Iglesia Católica. Por ello, lo comprometí para que se dejase entrevistar por mí, en uno de los programas que realizo para una emisora de televisión. Y allí, en un programa denominado «El Lado Oscuro», el 23 de Enero de 1992 pudimos apuntillar y matizar algunos comentarios o frases que él había escrito y publicado. He aquí un extracto de los m ism os, que pueden resultar interesantes y muy esclarecedores sobre un tema como éste: Gabriel Carrión: ¿Qué postura debe m antener un creyente frente a las apariciones m añanas?

M anuel Barberá: Una postura racional; debemos creer con una base racional, porque la fe es racional aunque no se pueda, tampoco, demostrar. Hay que colocarse ante ellas con una acti­ tud crítica. G. C.: En general, y según lo escrito p o r usted, no hay ob lig a ­ ción de creer en las apariciones, sean m añanas o de otro tipo.

M. B.: Si cada uno, desde su prudencia humana, desea creer­ lo, pues bien, es válido hacerlo; pero se puede ser creyente sin creer en las apariciones.

15

G. C.: ¿Qué le m otivó p ara pu blicar ese artículo? M . B.: Lo que me movió fue, precisamente, ese aluvión de

apariciones que estamos teniendo; pensé que había que decir algo en relación con ello. Hay que desenmascarar un poco ese mundillo, ir a lo que realmente es la fe. Si antes comenté que Dios ya no tiene nada nuevo que decirnos, creo que María tam­ poco... En definitiva, estoy convencido de que las apariciones nada nuevo dicen. G. C.: Citando palabras de San Juan de la Cruz, realmente se p o dría afirm ar que apariciones com o las de El Escorial, D olores, o todas las que están surgiendo en la Vega Baja ali­ cantina, ofenden a Dios. M . B.: Pienso que sí, se podría decir perfectamente; porque si

lo dijese yo sería más o m enos .discutible, pero lo afirma un gran santo de la Iglesia. Yo creo que buscar lo que Dios o la Virgen quieren de nosotros, fuera-de lo que realmente es, sí es un ofen­ sa. El evangelio dice poquísimas cosas de María, pero no hace falta que se nos diga más para saber de ella que fue una creyente y, porque estuvo abierta a la palabra de Dios, la cumplió. Se podría decir entonces, salvando la buena voluntad, que todo esto que usted me cita sí es una ofensa. G. C.: Lo que está claro es que, en la m ayoría de las ocasio­ nes, las apariciones m arianas nos están ofreciendo mensajes catastrofistas, tratando de vendernos una Nueva Era de temor. E sto es a s í p o r lo m enos en el ochenta p o r ciento de los casos. ¿H asta qué punto todo eso llega a. guardar relación con la supuesta doctrina que, en un m omento determ inado, pudiese p red ica r la Virgen ? M . B .: Por supuesto, creo que ni María ni Jesucristo son

catastrofistas. Jesucristo dijo en el evangelio: «No he venido a condenar, sino a salvar». Y nos transmite un mensaje de espe­ ranza e ilusión... un mundo donde reine el amor, la justicia y la paz. Éste es el verdadero mensaje, y no ese otro amenazante que lo único que hace es repeler. G. C .: E stas apariciones, no sólo ya las m arianas sino en general todas las que están teniendo lugar en la actualidad,

16

parecen estar cargadas de cierto m atiz ideológico. D e hecho, dentro del seno de la p ro p ia Iglesia quizás haya determ inados núcleos a los cuales les gustaría resucitar planteam ientos más tradicionales y radicales de Ia vida religiosa. Por ejem plo, en las apariciones siem pre se dice que hay que relacionarse con esos sacerdotes partidarios de la misa tridentina, la comunión de rodillas, los golpes de pecho, las flagelaciones, el rosario diario, etc. ¿H asta qué punto la Iglesia está cerca de ese posicionam iento, en la actualidad? M . B .: Estimo que en la Iglesia, como en todos los plantea­

mientos humanos, hay posturas y matices para todos los gustos. Esto es inevitable. Pero creo que va en otra línea que en la del conservadurismo y el retorno a tiempos pasados; aunque, repito, es cierto que hay grupos que sí lo quieren. Ahí está el movi­ miento de Lefévre, que se rompió precisamente por esto. Mu­ chas veces los mensajes de las apariciones siguen esa línea, y eso ya es sintomático de que, en muchas de ellas, no hay trigo limpio. Son expresión de unas ideas concretas, totalm ente ideologizadas. G. C .: Siguiendo con el tema de las apariciones, y a raíz de lo com entado en el artículo sobre ellas en relación con el p r o ­ nunciamiento del Diccionario Teológico sobre las mismas, ¿se podría hablar, también, de que Fátima, p o r ejem plo, no debe ser tenida nada m ás que com o una aparición o revelación, sin que sea obligatorio creer en ella? M. B .: Sí; de las que yo tengo conocimiento, no he leído otra

cosa... Yo puedo ir a Fátima y creer que la Virgen no se apare­ ció allí. La cita del Papa Benedicto XIV es clara: no sólo no son de creencia obligatoria sino que, además, no es posible aceptar­ las como parte de la fe católica... «Sólo se trata de una creencia humana».

EL PADRE PILÓN. Por ser uno de los jesuítas más prestigiosos de este país, y precisa­

17

mente por haber formado parte de la Comisión Investigadora que ana­ lizó durante varios meses los sucesos acaecidos en El Escorial1, y más concretamente en Prado Nuevo, me interesó contactar con el padre Pilón. Aunque este contacto se produjo de forma rápida y sencilla, para que me expusiese su opinión en relación al fenómeno de las apariciones marianas. La oportunidad surgió en Vigo, en el Primer Encuentro Nacional de Investigadores del Fenómeno Paranormal, al cual fuimos gentilmente invitados. En uno de los descansos entre ponencias, y aprovechando que coin­ cidimos en la barra de la cafetería, después de un breve rodeo le pedí que me aclarase lo que tanto interés tenía por conocer. Su respuesta fue contundente, precisa y sencilla: — Yo, que soy sacerdote de devoción m añana, si creyese que las apariciones como la de El Escorial son ciertas, ahora mismo perdería mi f e en la Virgen.

Entonces comprendí por qué unos meses antes, y en El Escorial precisamente, me habían dicho que el padre Pilón estaba haciendo pactos con el diablo. Claro que, quien me lo dijo, también me dio dos piedrecillas argumentando que curaban porque habían sido bendecidas por la Virgen en Prado Nuevo...

EN RIQUE LÓPEZTGUERRERO. Enrique López Guerrero es el cura párroco de Mairena del Alcor, un precioso puéblo de la provincia de Sevilla, y autor de uno de los libros sobre el fenómeno OVNI que más han marcado la década de los setenta. M irando a la lejanía del Universo fue, en su momento, una revolucionaria tesis teológica, que conjugó la doctrina más ortodoxa de la Iglesia con las expectativas y ansias del hombre moderno. Este sencillo párroco nació en Sevilla el 13 de noviembre de 1930; estudió en el Seminario M etropolitano de su ciudad natal y, una vez ordenado sacerdote el 4 de junio de 1955, cursó Filosofía y Letras en

1 V er C apítulo 2.

18

la universidad hispalense, licenciándose más tarde en Psicología por la universidad de Barcelona. Desde 1964 se interesó profundamente por la investigación ufológica y prapsicológica, campo este último en el que ha realizado multitud de experiencias con el mayor rigor científi­ co. Tuve la oportunidad de conocerlo hace algunos años en el Hotel Maya de Alicante, y nació entre nosotros una amistad que ha trascen­ dido, al menos por mi parte, al terreno de la admiración hacia un hom­ bre que siempre ha permanecido consecuente con sus ideas. Desde nuestros primeros encuentros tuve la precaución de ir grabando algu­ nas de nuestras conversaciones con el fin, lejano todavía, de poder es­ cribir sobre su figura. En todo este material que guardo en mi archivo, encuentro que en alguna ocasión charlamos sobre apariciones maria­ nas, y su opinión como expectador concordaba perfectamente con lo anteriormente expuesto por D. Manuel Barbera; pero, además, él tuvo la oportunidad de conocer algunas apariciones y de investigarlas en primera persona. En el capítulo cuarto, cuando hablemos sobre San Sebastián de Garabandal, nos aportará su granito de arena. Pero ahora me gustaría transcribirles el análisis que en agosto de 1989 me hizo don Enrique sobre el cómo y el porqué la gente sencilla, la gente del pueblo, llega a este tipo de fenómenos. Nos encontrábamos en la terraza de su casa y hacía dos horas largas que discutíamos sobre lo que el padre Enrique ha dado en llamar «La Conspiración del Caos»: la Era de Acuario, los OVNIS, el mundo financiero... Todos esos temas habían sido ya pasto de discusión y aná­ lisis por nuestra parte, cuando le tocó el turno a las apariciones marianas: Habla Enrique López Guerrero: Fíjate bien que, en el cam po de acción de las fu erzas del mal, hasta ahora habían encajado perfectam ente el mundo de las finanzas, el mundo de la p olítica, el mundo de los intelec­ tuales, el mundo de la pequeña burguesía. Todas esas p e rso ­ nas tenían cada una su sitio; bien en las sectas, en las d o ctri­ nas reencarnacionistas, en el gazpacho extraterrestre —parapsicológico— ocultista en el que se m ezclan los OVNIS, los espíritus, etc.

19

P ero hay un sector de la sociedad importantísimo, y no solam ente en los países subdesarrollados sino que en los avanzados también es considerable, que es «la gente senci­ lla»; la gente de poca pretensión intelectual a la que, p o r lo tanto, no se le han presentado problem as de tipo trascenden­ te. No suele pen sar en los OVNIS, ni en la parapsicología, ni se ha enterado de que existe algo llamado la Era de Acuario ni cosas p o r el estilo. Esa gente s í siente una necesidad de D ios; p ero es gente sencilla; gente muy humilde. Se encuen­ tran con que las iglesias, las grandes iglesias oficiales, les presentan un panoram a cada vez más pobre de D ios; sobre todo, la Iglesia Católica. En la Iglesia C atólica la predicación de los curas cada vez huye más de las grandes-verdades eternas. Trata de a co ­ m odar el Evangelio de C risto a lo que llamamos la «progresía» m oderna, con lo que esta gente tendrá un bajo nivel de conocim iento p ero no un bajo nivel intelectual. Se dan cuenta de que les fa lta algo; que la f e que recibieron de sus pad res se va perdiendo; que ya la Virgen no pinta nada; que no se habla de ella, que Jesucristo vive sólo para la p ro ce­ sión de turno, que la m oral ya lo perm ite todo; que hay curas a los que no les parece mal el aborto. Y, claro, todas esas person as se cuestionan si el único tesoro que les queda, que es la fe , les sirve p ara algo. Y si ese P adre o esa M adre del cielo van a consentir esto. Es entonces cuando esa angustia y esa an siedad que sienten p o r lo sobrenatural es aprovechada p o r la «conspiración del C aos2» para darles lo que necesi­ tan. A estas personas, com prenderás que no les van a dar extraterrestres, ni libros sobre la Era de Acuario. Pero sí apariciones de la Virgen que van a hablar de cosas muy senci­ llas: de oración, de penitencia, de que el mundo está perdido, de que D ios no pu ede consentir esto, de que tiene que haber unos castigos y, naturalm ente, de que la Iglesia anda muy mal.

2 C aos = Satanás.

20

Porque la Iglesia oficial no les da lo que necesitan, ya que está muy ocupada en adaptarse a la «progresía». La Iglesia tam ­ bién quiere ser «progre». ¡O jo!, al decir la Iglesia, me refiero a algunos sacerdotes e incluso a m iem bros del E piscopado de distintos p aíses que están dando la lata al Santo Padre. To­ davía son recientes los problem as que tuvo la iglesia holande­ sa; los sigue teniendo la iglesia alem ana, y aqu í en España hay algunos obispos que dejan mucho que desear. . . Y es p o r todo ello que se organizan folklores de apariciones. Es muy fácil, aprovechando las facultades paranorm ales de adolescentes, que surjan apariciones de tipo alucinatorio, o incluso a p a ri­ ciones verídicas (proyecciones p síqu icas). El hecho es que estas personas se sienten llam adas y reciben m ensajes hones­ tos, buenos, que no interpretan bien. Se form an enseguida aglom eraciones de todo tipo de personas, que acuden ante los hechos que están vien do....

Antes de seguir con las declaraciones del padre Enrique López Guerrero se hace imprescindible trazar una breve reseña sobre los rasgos comunes que suelen tener, en general, todas las apariciones marianas, con el fin de que a partir de este momento se entienda mejor lo que él nos cuenta. En todas las apariciones marianas concurren circunstancias muy parecidas a las siguientes: 1B La entidad se presenta generalmente a un solo individuo o a lo sumo a un grupo de dos o tres. 2g La persona o personas que tienen el primer contacto suelen ser de baja extracción social, normalmente adolescentes a los que se dan mensajes cortos y fácilmente comprensibles. 3a Se incorporan personas cultas que potencian el fenómeno. 4° Las apariciones suelen tener lugar en sitios apartados o en habitaciones de una vivienda. 5S Suele haber agua cerca y, si no, la misma aparición indica dónde practicar un pozo. 69 Cambia aparentemente el entorno: surgen olores, se pierde visión y se oyen ruidos extraños.

21

1° Al principio la imagen es borrosa, pero se clarifica para no causar temor. 8a Al tra tarse de una ap arició n re lig io sa es fácilm en te identificable por su vestuario, modales y luminosidad. 9S La aparición va precedida por otros fenómenos extraños, in­ cluso se puede llegar al avistamiento de una luz, supuesto vehículo mariano. 10° Se pide al vidente que vuelva en fechas concretas. I I 2 El agua cercana al lugar de la aparición, o la del pozo, adquiere «poderosos efectos milagrosos». 122 Se declara santo el lugar y se pide un santuario o lugar de culto. 13QSe hace saber al vidente algún secreto, o el destino final de una misión que se le encomienda. Una vez leído el cuadro anterior será más fácil para muchos de ustedes comprender el proceso de-formación de una aparición mariaria tal y como la explicaba el sacerdote sevillano Enrique López Guerre­ ro. Pero volvamos a sus declaraciones: .. .que acuden ante los hechos que están viendo, fenóm e­ nos paran orm ales que atribuyen a causas sobrenaturales p orqu e no entienden de parapsicología y entonces se produce el llam ado efecto polipsíqu ico. A todas estas cuestiones los prim eros que acuden, inconscientemente, son todos aquellos que tienen facu ltades paranorm ales. Es como si se atrajeran. Se produ ce una aglom eración de personas de este estilo y, en cuanto se dispara el detonante de uno, todas las fu erzas de los dem ás se reúnen y se pu ede organizar un verdadero fo lklore aparicionista y de fenóm enos extraordinarios. Por p o n er un ejem plo: todo el mundo conoce el show del Palm ar de T roya3. Pues bien, muchas de las personas que iban allí estaban realmente estigm atizadas. Todos sabem os que los es­ tigm as también pueden ser producidos m ediante hipnosis y/o em ociones profu n das... 3 En el presente libro no hablaré del Palm ar de T roya, por considerar que está suficientem ente desprestigiado com o para que los fines ideológicos fascistas con los que fue creado engañen a alguien.

22

Yo conozco a un chófer, un taxista, y tengo foto s, a l que le aparecía una form a blanca en la boca; una comunión mística que le daba supuestam ente un ángel. M ás todavía, com o be­ bía la sangre de Cristo, se colocaba un pañuelo en la boca y lo sacaba Heno de sangre. Y lo veía todo el mundo. Pero, más tarde, la sangre se evaporaba. El p o b re hombre tuvo la suer­ te de acudir a verme y decirm e que él no veía claro todo aquel fenóm eno; p ero s í era cierto que: «¡M ire usted!, yo hago así, y en mi boca aparece una form a blanca». Le hablé entonces d el ectoplasm a y de que el pañuelo nunca se le que­ daba m anchado de sangre precisam ente porque la m ateria ectoplásm ica más tarde se reabsorbe. «¿A que nunca — le dije— después de aparecer la form a, e incluso de fo to g ra fia r­ la, la coge alguien y se la lleva a su ca sa ...? Se deshace. Esto le ocurre a usted porque está convencido... ¿A que, adem ás, le p asa algo raro desde que está yendo allí?» «Sí — contestó el taxista — , vienen expresam ente a p o r mí, a mi para d a a llevarm e. Y yo les digo que acostum bro a rezar el rosario en mi taxi, p ero insisten en que es m ejor que ¡o rece a llí...» D esde que el hombre dejó de ir, se acabaron las form as. P réstese atención: habían localizado a un sensitivo extraordi­ nario, e iban ex-profeso a p o r él para organizar el show. Además, una persona que ve form arse en la boca de un hombre una form a blanca, y que ve que se pon e el pañuelo en los labios y lo saca m anchado de sangre, esa persona ju ra y perjura que ha presenciado un acontecim iento sobrenatural...

Podría seguir páginas y más páginas desglosando cuanto el padre Enrique me contó en aquella ocasión. Pero creo que han quedado claras ciertas cuestiones sobre cuáles son las principales opiniones de tres sacerdotes en lo concerniente al mundo aparicionista: Manuel B arberá Egio: «...L as apariciones y revelaciones particu­ lares no tienen, en ningún caso, carácter obligatorio para ser creídos por parte de los católicos.» Padre Pilón: « ...S i creyese que las apariciones como la de El Escorial son ciertas, ahora mismo perdería mi fe en la Virgen.»

23

Enrique López Guerrero: «...Esa angustia y esa ansiedad que sien­ ten por lo sobrenatural es aprovechada por la ‘conspiración del Caos’ para darles lo que necesitan.»

PRADO NUEVO.

APARICIONES DE EL ESCORIAL. OCTUBRE DE 1980. Era sábado y la tarde estaba totalmente clara y despejada. El sol lucía en lo alto y Amparo Cuevas, una sencilla mujer que residía en El Escorial desde hacía veintidós años, decidió, en compañía de su hijo y un amigo íntimo, salir a pasear hasta un lugar llamado Prado Nuevo. En la cesta llevaban una suculenta merienda junto a algunas botellas de vino y gaseosa, que pusieron a refrescar en un riachuelo cercano a) lugar donde decidieron instalarse y extender el mantel sobre la verde yerba. La merienda fue agradable y llena del encanto otoñal de un atarde­ cer que comenzó a correr demasiado deprisa sobre el horizonte, lo que hizo que, rápidamente, se dirigiesen a un pilón cercano para fregar los cacharros... Y, a partir de este momento, comienza la extraña odisea que atrae en la actualidad, y después de doce años, a cerca de cuarenta mil personas cada primer sábado de mes hasta Prado Nuevo. Todo ocurrió de forma extraña, según narraron después. Vieron cómo, sin explica­ ción racional aparente, tres personas-entidades salieron del hueco de uno de los fresnos que más cerca tenían, envueltos en un extraño halo o nube blanca, comenzando a oler al mismo tiempo, y fuertemente, a incienso y rosas. La primera pregunta que los aparecidos les formula­ ron fue; «Pero ¿qué habéis hecho con este árbol?» A lo que ellos respondieron: «No hemos hecho nada». Contarían, después, que mien­ tras permanecían absortos mirando a estas tres personas, apareció un haz de luz en forma de arco, grande, muy grande y luminoso que, poco a poco, fue tomando concreción y forma en la figura de una

26

mujer de facciones tenues, bellísima, que iba vestida con ropas de color azul y blanco. Amparo narra que cayó de rodillas impulsada por una fuerza desco­ nocida. Fue en ese momento cuando recibió el mensaje, claro y con­ creto: Todo el que vaya a rezar el Santo Rosario a llí , será bendi­ to y marcado con una cruz en la frente

Amparo Cuevas nació el 13 de marzo de 1931 en el municipio de Peñascosa, provincia de Albacete, en un caserío denominado El Pese­ bre. Contrajo matrimonio con Nicario Barderas y dio a luz siete hijos. Su matrimonio era normal. Ella trabajaba como asistenta y él como portero de un edificio. Sin embargo, unos días antes de la primera aparición, en octubre de 1980, comenzó a escuchar voces interiores que también le transmitían supuestos mensajes: Reza p o r la paz en el mundo y p o r la conversión de los pecadores. Amaos los unos a los otros. Vas a recibir pruebas de dolor.

A raíz de estos mensajes le surgieron una serie de estigmas en la frente y en las manos que irían repitiéndose con frecuencia, aunque con mayor intensidad todos los primeros viernes de cada mes. A partir de aquel día, Amparo comenzó a darse cuenta de que tal vez ese Dios en el cual no había creído en exceso, podía encontrarse más próximo a ella, mucho más cerca de lo que se imaginaba. Su vida espiritual toma un rumbo inesperado y comienzan a sucederle infini­ dad de sucesos extraños: además de los estigmas, surgen sangraciones en los ojos, la boca, la espalda, el costado, las rodillas y los pies. Algunos afirmaron que le habían llegado a ver un corazón sangrante en relieve y atravesado por una espada en pleno pecho. Está claro que se desató la vorágine «paranormal-mística» y desde octubre de 1980 hasta mediados de noviembre de 1982, a la supuesta contactada espiritual se le atribuyeron bilocaciones (encontrarse en dos o más lugares simultáneamente), facultad para levitar y curaciones milagrosas que todavía prosiguen en la actualidad. Todos estos prodi­ gios siempre se producían después de que un rayo de luz se dirigiese

27

hacia ella, produciéndole fuertes dolores que, lejos de asustarla, la vidente confesaba abiertamente que le producían «una gran paz y felicidad»4. Llegados a este punto, Amparo entraba en éxtasis y co­ menzaba a ver al Señor crucificado y, junto a éste, a la Virgen vestida con un manto negro que le llegaba a cubrir desde la cabeza hasta los pies. También solía manifestar que, a veces, el extraño manto iba acompañado de un velo de gasa blanca que le caía sobre los hombros y le velaba la barbilla. Los medios de comunicación comenzaron, a partir de este momen­ to, a interesarse por el fenómeno y, poco a poco, aquel suceso llegó a tomar proporciones desmesuradas hasta el punto de que, en la actuali­ dad, aquel acontecimiento tan raro y sorprendente se ha convertido por obra y gracia de «la Virgen María» en una supuesta fundación benéfica que mueve un patrimonio bastante abultado. Pero, siguiendo con los medios de comunicación, me gustaría relatar una de las prime­ ras apariciones televisivas de Amparo, que tuvo lugar en septiembre de 1982 cuando fue invitada al programa que dirigía José Ma Iñigo y que supuso para ella, como para los artistas, la consagración definitiva ante el gran público. Allí, en uno de los momentos estelares de la función, declaró por primera vez sobre los estigmas: Me salen unas llagas en las manos, en la frente, en el costado, en los pies y en las rodillas. Yo no me he visto nada en las manos, pero sí en un vídeo que me grabaron. Me he hecho examinar p o r un médico al que llamé porque quería someterme a estudio. Insisití en que fuera el mismo que tenía, puesto que me inspiraba mucha confianza y es un señor muy católico y muy bueno. El tomó muestras de la sangre y obser­ vó las llagas durante el éxtasis y cómo desaparecían sin de­ ja r rastro alguno. Piensa que no se trata de algo natural. Al principio aparecieron durante toda una semana; después, los jueves y los viernes; luego, los primeros viernes de cada mes; y actualmente me suelen aparecer algunos viernes.

4 Un neurólogo consultado al respecto bautizó el fenómeno con el nombre de masoquismo divino.

98

Es curioso que, y sólo lo comento a título de reflexión, el único médico que comprobó los estigmas fuese su médico de cabecera que «era un hombre muy católico». Otros titulares jugosos, aunque mortalmente serios, se fueron repi­ tiendo durante los siguientes años: «La pradera de los milagros», «Los primeros sábados de mes, a las seis y media, milagro en El Escorial». Pero, por fin, el 24 de agosto de 1986 un periodista, al que no conozco pero a quien quiero felicitar desde aquí, Ignacio Carrión5, de El P aís , lanza un artículo en su sección «Crónicas del Paraíso» titulado «El Escorial, milagroso veraneo». Este artículo merece men­ ción de honor porque por primera vez se habla clara y firmemente sobre la posibilidad de que todo aquello fuera un fraude de proporcio­ nes gigantescas. Les recomiendo que acudan raudos a hemerotecas y se interesen por él. Yo a título de anécdota les entresaco algunos párrafos, para abrir boca: Una mosca puede convertirse en un ángel que trae la Buena Nueva. Luego disecas la mosca y la pones encima del piano, y cuando hay corriente de aire parece que el arcángel vaya a volar. Los vecinos se enteran. «¡Oh! — exclaman — esto puede tratarse de un fenómeno sobrenatural» Y el hotel de El Escorial se llena. El viaje fue delicioso. No hacía demasiado calor. Cientos de peregrinos bostezaban y dormitaban abrazados a la bolsa de vituallas. Había de todo: seglares, monjas, soldados de la Cruz Roja y clérigos con la bandera española en la cadena del reloj sin el emblema constitucional. Era una especie de vieja guardia de los valores eternos. Hombres severos y pulcros compraban el ABC y El Alcá­ zar. Lo hacían a dos manos. Se llevaban sus periódicos bajo el brazo y se sentaban en una terraza a leer lo mal que va todo, porque peor no puede ir ... Allá arriba, las agujas del monasterio vigilaban el orden de este veraneo señorial, en el que nunca se pone el sol, y

5 La coincidencia de apellidos es puram ente casual.

nunca se pondré por mucho que hagan los rojos. Porque a los rojos, ¿que les podemos hacer? Lo que dice esa pintada en la pared de lo farmacia en la calle de San Antón: «Rojos, cerdos, os vamos a cortar la p o lla ...» Entre pitos vflautas, palos de g o lfo pelos de golfa, ya era hora de ir a la pradera. Ya eran las cinco de la tarde. Miles de vehículos se habían concentrado en la carretera blo­ queando la salida de los bomberos, que tienen aquí su par­ que. Uno de éstos profesaba: «¡Milagro, mucho milagro y aparición, pero ya veremos, si nos llaman, cómo pasamos p o r encima de estos fanáticos! ¡Ya veremos quién apaga el fuego!» Sólo la fe puede arrastrar a la multitud a semejantes des­ atinos. Una legión de pobres de solemnidad, arrodillados y con el canelón de «me ayude, que no tengo padre ni trabajo, y mi madre se m uere.. ■», abrían el paso hasta la arboleda de fresnos en la que el portento milagroso estaba anunciado. Mendigos y peregrinos de Garabandal que no tienen bas­ tante con lo suyo W con 1° de Bilbao en el monte de Umbe. Todos estaban aquí para oír la voz de lo alto, sevida humil­ demente p o r la vidente Amparo C uevas... — ¿No ha venido hoy Pitita Ridruejo? No suele fallar. —No la veo. P ero es normal, habrá más de cuatro mil personas 6. Y las había. U nas de pie, otras besando el suelo. Otras de rodillas. Otras, ini'luso haciéndolo todo a la vez y luego, en pleno rezo del ro sd ’10 interminable, desvaneciéndose apara­ tosamente. .. La Virgen em pezaba a aparecerse por encima del fresno, y el sol ya estaba d a le que te pego, girando a lo loco al revés de como debe g ir a f. >' esta señora veía con los prismáticos, primero el manto d e Nuestra Señora, y luego ¿qué creemos que veía? Pues vetÁ .B1 Arcángel !3. Mipual y 'Jfiittiityjo A póstol le a u x ilia r á n .

Otros llenaban, sin parar, botellas y bombonas de agua; y allí, junto al «Pozo de Galilea/Pozo de las Curaciones», como le llamaban, se en­ contraba el Gran Guerrero, sudando a mares por los efectos del sol de justicia de las dos de la tarde, bajo un cartel que anunciaba: Agua no potable para los hombres, pero para Dios nada es imposible. Y es que el agua de aquel famoso pozo, esa agua que curó la gar­ ganta, el «paralís» y la artrosis y equilibró los nervios de aquel buen señor de Extremadura, había sido declarada no potable por el Ministe­ rio de Sanidad. Pero la fe puede más que la lógica y, aun a pesar de los problemas intestinales más o menos graves que un agua así podía crear, los fieles se empecinaban fervorosamente en seguirla bebiendo, posiblemente por los siglos de los siglos, amén.

LA HORA DE LAS LAMENTACIONES. Y llegó el momento, después de comer, en el que unos jóvenes que andaban por allí con brazaletes emprendieron la tarea de organizar la multitud. Un servicio de orden, que para sí hubieran querido algunos movimientos militares a lo largo de la historia. José Luis Manzano subió hacia el cuarto donde, al parecer, tenía lugar la supuesta pose­ sión. Así dio comienzo el Santo Rosario. A mí me comentaron que me fuera preparando, porque cuando llegase el cuarto misterio podía grabar el mensaje con la cámara de vídeo. t)esde allí, sentado en los escalones, observaba cómo rezaba la gente, cómo se ponía de rodillas, suspiraba y lloraba, arrullada a través de la megafonía por la voz de José Luis, monótona y experimentada. Sonaba a beata de feria en misa de ocho, después de años y años de asistir a rezos y entierros. El cuarto misterio tronó en los altavoces. Muchas cabezas se alza­ ron, expectantes, y sentí como me miraban con envidia y cómo todos ellos deseaban poder estar junto a él, lo mismo que yo. Eran personas mayores que rara vez tenían acceso al Gran Guerrero, aunque llevaban varios años visitando El Espinosillo. Sé que muchos de ellos darían

99

meses de su vida por asistir en directo, y tan de cerca, al momento en que la supuesta Virgen emitía su mensaje por boca de José Luis Man­ zano. La habitación donde tuvo lugar la aparición no medía más de doce metros cuadrados. Se encontraba repleta de imágenes, trozos de muñe­ cos que representaban supuestas curaciones, ñores de plástico y una gran imagen de la Virgen de los Dolores, tal y como José Luis la vio aquel día. Cuando entré, esperaba encontrar al vidente de rodillas, rezando el rosario; pero lo hallé tumbado sobre unos cojines. Me miró, lo miré, y seguí a lo mío. Cuando acabó de rezar cómodamente reclinado, se alzó para poner­ se de rodillas; se llevó las manos al pecho, cerró los ojos como los angelitos y cayó, aparentemente, en trance. El silencio reinó sobre la pradera y la voz de la Madre de Dios campó por el espacio, cazallosa y subversiva: más bien parecía que estuvieran hablando todos los demonios del infierno. Su mensaje, como siempre, como todos los mensajes habituales: un toque de amar­ gura por los pecados, un quítame allá esos «rojillos», un poco de Final de los Tiempos y, en sínstesis, en diez minutos todo resuelto. Y es que la pobre Virgen no dará abasto, con tanta aparición repartida por el mundo; aunque imagino, y lo pensé entonces, que allí, en el cielo, habrán tenido la delicadeza de suministrarle otras personas que, ha­ ciéndose pasar por ella, le faciliten la labor de propagar su mensaje. Había cerca de cuarenta grados cuando dejé la finca. Detrás queda­ ba un día increíblemente interesante. El Gran Guerrero se quedó en su cuartel espiritual afilando la espada y yo, mientras me ataba las cordoneras de las zapatillas (por suerte, no me había clavado nada ni me había herido los pies entre tanto bullicio, lo que no dejaba de ser algo milagroso), pensé en el Apóstol Santiago galopando a lomos de su blanco caballo por las calles de Madrid, intentando tomar el Parla­ mento. He de confesar que en aquel momento esbocé una sonrisa; pero hoy, cuando ya se nos empieza a vender un fascismo (de momen­ to, descafeinado) a través de muchos medios de comunicación, no me parece tan gracioso.

100

IV SAN SEBASTIÁN DE GARABANDAL O LA MULTINACIONAL DE LA FE.

LOS HECHOS. San Sebastián de Garabandal, a pesar de estar en el mapa y ser un pueblo cántabro situado a 9 kilóm etros de Santander, en las estribaciones de los Picos de Europa, no existió para la mayoría de la gente hasta el 18 de junio de 1961, cuando la Virgen se apareció, supuestamente como siempre, a cuatro niñas de la localidad. Mary Loli, Jacinta, Mary Cruz y Conchita salieron aquel día a robar manzanas al huerto del maestro del pueblo, para luego lanzárse­ las a los mozos a la salida del baile. Alrededor de las siete de la tarde, cuando volvían, entre unas callejuelas se encontraron la figura del Arcángel San Miguel, al parecer no demasiado enfadado por el hurto que venían de perpetrar. A partir de ese día, primero solas y luego acompañadas de una muchedumbre, empezaron a frecuentar el lugar. Cayeron en éxtasis los siguientes días del mes, pero fue en la tarde del 1 de julio cuando el Arcáncel San Miguel estuvo comunicándose con ellas durante más de dos horas. Rodeadas de un enorme gentío, las niñas, cogida ya confianza, fueron preguntándole cuestiones importan­ tes hasta que, en la tarde del 2 de julio, según cuenta la propia Con­ chita en su diario... Nos fuimos para la Calleja a rezar el Rosario; y sin llegar allí se nos apareció la Virgen con un ángel a cada lado. Uno era San Miguel y el otro no sabemos. Venía vestido igual que San Miguel; parecían mellizos. La señora tenía el cabello largo, de color oscuro. La cara era alarga­ da y llevaba puesto un vestido blancp y un manto muy claro. Flotaba en el aire, siempre ateniéndonos a los testimonios de las niñas.

102

Se produjeron, según testigos presenciales, fenómenos paranormales tales como la levitación de Conchita; y el padre Ramón Andreu, encargado por el Obispado de Santander de la investigación del suceso, personalmente trató de sacar a las niñas de uno de los supuestos éxtasis: Intentando sacar a las niñas de su éxtasis con dolorosos cortes, golpes secos y hasta quemaduras: ellas permanecie­ ron insensibles a todo. No percibían nada de cuanto las ro­ deaba. Les pasé de repente una luz y otros objetos por delan­ te de los ojos, y ellas no dieron el menor indicio de haber visto algo: ningún movimiento de los párpados, y tampoco hubo ninguna reacción en sus pupilas. A partir del 2 de julio se fueron sucediendo diferentes apariciones y, justo un año después, el 18 de julio de 1962, Conchita gozó de una supuesta comunión mística; pero no fue hasta el 30 de noviembre de 1965 cuando la aparición tomó gran relevancia: la Virgen dictó a las niñas un mensaje para ser entregado al Papa. Y, justo en enero de 1966, la propia Conchita lo depositó en la mano del Sumo Pontífice, durante una audiencia privada. A pesar de todo ello, el Obispado desmintió en su día el carácter sobrenatural de estas apariciones prohi­ biendo, tanto a sacerdotes como a monjas y fieles en general, acudir allí; a lo que nadie hizo ni caso. Hasta aquí, todo puede parecer relativamente normal; sin embargo, sucesos posteriores han ido demostrando que detrás de Garabandal podría encontrarse algún gato encerrado. De hecho, nadie ha dudado nunca del carácter ultraconservador de la aparición y, a lo largo de los años, ha quedado demostrado que lo que surgió como un extraño caso de misticismo espiritual, pudo haber sido sólo un montaje ideológico y económico. La vinculación entre Garabandal y el Palmar de Troya, por ejemplo, la marcó la propia Virgen María cuando, en uno de sus comunicados en El Palmar, dijo: Quiero dar una sorpresa a los que siguen fieles a mis apariciones en Garabandal. Quiero volver a abrazar a aque­ llos hijos míos. Pero únicamente a los que me han seguido firmes en la Fe, y no a los que me negaron.

103

) Consecuentemente, este mensaje del 4 de abril de 1970 fue acom­ pañado de una serie de visiones en ambos lugares. Incluso el propio Clemente Domínguez llegó a tener una comunión mística y creo que nadie, hoy día, alberga dudas acerca del carácer integrista y reacciona­ rio del Palmar de Troya.

GARABANDAL CENTER. A nadie debe extrañar que detrás de una supuesta aparición de repente pueda llegar a aparecer el Tío Sam, o lo que es lo mismo, que personajes controvertidos y extraños de improviso irrumpan con mon­ tañas de dólares en algún fenómeno de este tipo, y es precisamente eso lo que ocurrió en la época en la que dicha aparición fue tomando forma. Joey Lomangino, un extraño y curioso personaje ciego, multimi­ llonario y ultraconservador, ha conseguido a lo largo de los últimos años crear lo que en el argot de Garabandal se conoce como «El Milagro americano», y es extender por todo el mundo el supuesto mensaje de la Virgen del Carmen a través de una organización que se encuentra ubicada en Long Island, en una zona residencial de chalets cuya privilegiada situación le permite ser una de las zonas más caras de los Estados Unidos. «La Casa de la Madre», como así es conocida en la intimidad, se encuentra apenas a sesenta minutos del domicilio actual de la señora Keena, una atractiva mujer de cuarenta y dos años que desde la sombra sigue ejerciendo toda su influencia sobre uno de los mayores imperios marianos de la actualidad, no en vano ella tuvo línea directa con la divinidad cuando en su juventud se llamó Conchita González González, pues, aunque la aparición fue compartida por otras tres niñas, ella siempre fue la preferida y gozó, al parecer, de privilegios celestes. Y de ello, por supuesto — y no digo yo que se aprevechase— , se dio buena cuenta el hermano americano y se deci­ dió a montar un centro denominado: Trabajadores de Nuestra Señora del Carmelo, cuyos miembros, amén de ser mano de obra barata, estaban entregados a la causa por razones de fe. Besde allí se puso en marcha lo qáe se denomina en la actualidad

104

«Ciarabandal Center», que no es ni más ni menos que una organiza­ ción que sólo en los Estados Unidos cuenta con más de 500 sucursa­ les. La revista «Garabandal» se publica trimestralmente y se edita en todo el mundo, cuesta aproximadamente unas 1.200 ptas. en los Esta­ dos unidos y alrededor de 1.500 ptas. en el resto del mundo. Suelen editarse cientos de folletos explicando los sucesos en varios idiomas, desde el finlandés al polaco, pasando por el español y el chino, y, desde dichas publicaciones, uno puede llegar a adquirir, siempre contra rembolso, cuanto desee sobre la aparición. Existe, por ejemplo, un programa especial de 140 diapositivas y una casete expli­ cando la historia con cantos de fieles en las procesiones del Corpus que se celebraron allí, por apenas 7.500 ptas. También se venden grandes carteles de la Virgen del Carmen y de las videntes, así como del Sagrado Corazón de Jesús, con precios que oscilan alrededor de las 700 ptas.; películas en super 8 milímetros, hoy pasadas a sistemas de video convencionales, donde se puede apreciar a las videntes en pleno éxtasis, al precio módico de, una, 8 . 0 0 0 ptas.; toda la quincalla que caracteriza este tipo de fenómenos: rosario perfumados, vírgenes fluorescentes, medallas bendecidas y escapularios, y, por supuesto, al igual que ocurre en la actualidad en Prado Nuevo, todo ello bendecido por la Virgen, aunque aquí suelen afirmar que Nuestra Señora del Carmen ha besado cada una de las piezas. Y, aunque en el centro madre suelen trabajar alrededor de 150 personas con carácter total­ mente gratuito, es fácil de vez en cuando encontrarse anuncios como este: Urgen fa b ric a n te s de rosa rio s y esca p u la rio s de Garabandal, a domicilio. Nosotros ponemos el material y pagamos los gasto de envío. Por favor ¡Ayudadnos! ¡Nuestra Señora os necesita! Interesados dirigirse a The workers o f our Lady ofM ount Carmel, Lindhurst, Nueva York. Esas ciento cincuenta personas, aproximadamente, antes menciona­ das se dedican a la realización de la literatura propagandística, así como en la confección de todo tipo de objetos piadosos. En todo el mundo, según datos facilitados por la propia organización, pueden existir alrededor de unas 15.000 personas haciendo lo mismo. Este

105

mensaje se ha extendido en la actualidad a cerca de 1 2 0 países y aun hoy día, según palabras del propio Joey: «...por donde quiera que voy se producen conversiones, porque Garabandal significa que Dios ha­ bla al hombre en un mundo en crisis, un mundo de abortos, divorcios, homosexualidad, drogadicción, alcoholismo,...» Y es que no debemos dudar sobre la fortaleza de un fenómeno tan extraño como se nos presenta el marianismo en los albores del siglo XXI.

DE LAS VIDENTES Y OTROS MENESTERES. Poco sabían aquellas cuatro niñas lo que el destino les tenía reser­ vado cuando inocentemente comenzaron a jugar espiritualmente con una supuesta aparición mariana. Conchita, Jacinta y Mari Loli viven en la actualidad en los Estados Unidos, casadas con eminentes hom­ bres de negocios; a ellas tres, en Garabandal, se las tiene como esos tíos de América de los que todos esperamos la herencia algún día. Pero, sin embargo, de Mari Cruz nadie desea oír hablar, y nadie habla, es como esa apostasía religiosa, o como ese furúnculo anal que nadie desearía tener. Ella negó desde el principio la autenticidad del fenómeno, y aun hoy día, a pesar de lo poco que suele manifestar, lo sigue haciendo: ...A mí que no me vengan con tonterías; si me acuerdo perfectamente de cómo se lo inventó todo Conchita, que siempre estaba organizando bromas. Lo hizo sin mala inten­ ción, pero se montó tal jaleo que tuvimos que seguir. Yo siempre tuve miedo, porque en el pueblo nos trataban mal; mi madre es de otro pueblo, la llaman «La Pasiaga», y enci­ ma no va a misa. Yo temía que si decía la verdad la iban a tomar con nosotros... Vivo muy tranquila y cada vez que hablo para la prensa sólo me trae problemas. Aquí vienen a veces persóñas que nunca estuvieron en el pueblo y me dan folletos para hacerme creer. Los tiro directamente a la basu­ ra. ¡Qué saben ellos! ¿Usted cree que la Virgen María haría semejantes tonterías...? De/hecho si las demás siguen es por­ que algún beneficio estarán sacando, ¿no? Yo estaba en

106

Garabandal cuando llegó el ciego americano, pero no sé que pasó, ni sé lo que están haciendo ni me importa. Tampoco me importa decir la verdad al más pintado, pero me da miedo salir en los periódicos porque luego le hacen la via imposible a mi madre, que sigue en el pueblo, y es que aquello está lleno de fanáticos. En el año 1966, Jacinta y Mari Loli fueron internadas en un colegio de Zaragoza, en donde, según manifestaciones de las propias videntes, lo pasaron bastante mal. Conchita tuvo bastante más suerte y fue llevada a un convento de Carmelitas, de donde saldría poco después para ingresar en un colegio de Concepcionistas Misioneras de la Ense­ ñanza, en la ciudad de Burgos. Según reza en los folletos editados por La Casa Madre, a Conchita se le apareció el propio Jesucristo: «...a Conchita el propio Jesucristo le habló en el convento para decirle que su lugar estaba en el mundo, dando un buen ejemplo». A Conchita la verdad es que las apariciones, más que hacerle beber en el cáliz amar­ go del dolor, la fueron llevando en volandas de casa rosa en casa rosa, hasta convertirla en la actual Señora Keena. Jacinta se casó, cuando estuvo en edad de merecer, con un marine al que conoció en España y acabó estableciéndose en el estado de California donde también, y muy cerca de ella, se rinde culto a Garabandal. En cuanto a Mari Loli, se marchó a Boston con una dama america­ na con el firme propósito de abrir allí otros Garabandal Center, se casó y en la actualidad sigue residiendo allí. En cuanto a Conchita, Maruja Torres, periodista de Interviú, tuvo la oportunidad de desplazarse a los Estados Unidos para realizarle allí una entrevista que luego publicó, junto con algunos jugosos detalles, en el año 1988. Y llegamos a Queens, en donde vive Conchita, felizmente casada con Patrick Keena quien se gana holgadamente el sustento trabajando en publicidad y conduciendo su propio taxi para una importante compañía, después de haber fraca­ sado como dueño de una pizzería. Conchita, tras haber estu­ diado en Barcelona bajo la tutela de Mercedes Salisachs,

107

volvió al pueblo y acabó aceptando la propuesta de un tal doctor Domínguez, natural de Salamanca, pero con consulta en Nueva York, para vivir su propio sueño americano traba­ jando como enfermera. Sin emabargo, no aceptó casarse con él, pese a la insistencia del médico. Me lo cuenta la propia Conchita en su casa, mientras sus hijos juegan en el jardín de atrás, utilizando un castellano como de serie televisiva hispana y un tono dulce, lento, breve. — Todos querían que me casara con el doctor, hasta mi madre y Joey Lomangino, pero yo había conocido a Patrick Keena en Garabandal, y ... — ¿Se enamoró de él? —¡Oh, no lo sé! Pero siempre le he querido mucho. Él se había «convertido» en Fátima, y vino al pueblo para ver aquello, pero a mí siempre me trató con delicadeza, nunca me habló de las apariciones, ni me habla ahora, y creo que eso es lo que más me gusta de él. Aunque, desde luego, reza­ mos juntos el rosario todos los días. — Es usted una mujer atractiva. Imagino que, de jovencita, tuvo muchos pretendientes. —¡Oh, sí! Pero, imagine, nunca supe si venían por mí o por la Virgen. Queens es el más extenso de los cinco distritos que forman el Estado de Nueva York, algo así como ocho veces la isla de Manhattan. Fundamentalmente rural durante el siglo pasa­ do, gran parte de su territorio se utilizó para la implantación de cementerios, de forma que, en la actualidad, con la zona convertida en un hervidero de industrias, barrios populosos llenos de coreanos y bloques modestamente residenciales — casas bajas con su típica «yarda de atrás» y un pequeño porche delantero, ocupadas por americanos de origen ale­ mán, irlandés, italiano, polaco, hispano, etc.—, uno se trasla­ da de un punto'a otro atravesando la presencia inquietante de decenas de miles de tumbas de piedra gris que parecen formar parte natural del paisaje, que son casi una prolonga­ ción del jardín hogareño.

108

Es el escenario ideal para ese cuento gótico que se desa­ rrolla al aire libre, y que tiene como protagonista a una vidente con aspecto de haber sido la más guapa del baile — o del milagro— , a un ciego multimillonario — el tal Loman­ gino, de cuya historia nos ocuparemos más adelante— segui­ do del Padre Pío, y a un montón de gente enfervorecida que sigue con entusiasmo la idea de disponer de una Virgen, ¡en Norteamérica!, en donde las sectas habituales consiguen, como todo patrimonio, un charlatán con casetes de salmos y el retrato del fundador visitando a Ferdinand Marcos en Fili­ pinas. Pese a su pasado, la mujer que hoy me recibe en Queens, en una casa de dos plantas limpia como los chorros del oro — las sillas, enfundadas en plástico transparente; la vitrina del comedor, llena de porcelana de Lladró— es, a lo que parece, alguien como las demás, o que aparenta querer serlo. Bonita, dulce. El cuento que protagoniza, parece que ella no lo vive como gótico, sino como de hadas. Una historia de fascinación y emigración que empieza en Garabandal, quizá como un cuento chino, y acaba en Nueva York, cuya distancia es la línea más corta que separa la miseria de su pueblo —física, moral, intelectual—, del frigoríf ico y la pizza precalentada, la casa de propiedad y los ojos azules de un norteamericano piadoso y trabajador. —-Me pregunto qué siente una mujer que ha visto a la Virgen como me está viendo ahora a mí. —¡Oh, es como un sueño! Pienso, a veces, que eso no me ocurrió a mí. Pero cuando veo las conversiones que ha habi­ do, los drogadictos y los alcohólicos que se han curado y han cambiado de vida, entonces creo que aunque no hubiera sido de verdad habría valido ¡a pena. — ¿Y qué le preguntaría a la Virgen si se le apareciera ahora? —¡Oh, tantas cosas...! No perdería el tiempo en tonterías, como cuando era niña. Yo a la Virgem, ahora, le pediría que me llevara al cielo junto con mis hijos y mi marido, porque el

mundo está muy mal. Mis hijos van a un colegio católico, aquí en la esquina, 3; me cuentan que sus compañeros, que no son malos, no suelen ir a misa. ¡Imagine qué valores van a tener el día de mañana! Tiene el cuerpo esbelto y bien formado, viste con discre­ ción pero con coquetería, la ropa muy bien lavada y plancha­ da, y el cabello, aunque ofrece un corte algo anticuado, en­ marca un rostro interesante, de huesos delicados, de pómulos y mandíbula fuertes. Su sonrisa es fácil, espontánea. Y sus ojos, maliciosos. Me pregunto si esa malicia llegó hasta el punto de fingir las apariciones. — ¿Sabe usted que Mary Cruz sigue negando lo que ocu­ rrió? —¿Ah, sí? ¡Oh, hubo un momento en el que todas nega­ mos! Nos llevaron al obispado y negamos. No sé qué nos pasó. Yo hasta estuve a punto de confesar la fecha del Mila­ gro para que se pudiera comprobar que mentía. Y fíjese qué cosa tan rara, que cuando iba a decirlo se me borró de la mente, Dios me lo quitó, y sólo volví a acordarme cuando ya bajábamos las escaleras. — Cuando la Virgen dejó de aparecérsele, ¿cómo se sin­ tió? — Lo peor era la duda horrible, no sabía qué decir cuando la gente me preguntaba. Fue una época terrible. Cuando me vine aquí, fui por primera vez feliz. Haciendo de enfermera con los pobres del doctor Domínguez fu i feliz, ¡oh, sí! Porque ya nadie me conocía. Y aquí, en América, cómo le diría, me siento bien, aunque a veces también me siento sola. La única amiga que tenía que hablaba español, que es artista de cine y pintora, acaba de irse a vivir a Florida. — ¿A usted le gustaría irse allí? —¡Claro, ahora todo el mundo se va! — ¿Va al c in e ? .. —No, no me gusta. Pero he visto muchas veces «Los diez m andam ientos» y todas las p e líc u la s de M a riso l y Cantinflas.

110

—¿Cocina? ¿Prepara platos españoles? —Oh, sí, cocino, pero no hago cosas españolas, la cocina americana me parece mucho más sana. Toda aquella grasa que comíamos en el pueblo, las verduras tan hervidas per­ dían todas las vitaminas... Aunque, la verdad, estaba muy rico. — ¿No echa de menos Garabandal? —A veces pienso que sí, pero luego, cuando estoy allí en verano, me doy cuenta de que añoro cosas de aquí como, por ejemplo, el papel de la toilette. — Cambiando de tema, ¿le gustaría que sus hijos tomaran los hábitos? — Si Dios quiere, con el tiempo, sí. Pero en una época como ésta, no. Hay algunos sacerdotes y algunas monjas que están descontrolados. Menos mal que el Papa que tenemos ahora es un Santo del Señor. — ¿Por qué lleva esa pulsera magnética? ¿Tiene reúma? —¡Oh, no! Claro que yo no creo en esto, pero vino una señora y me la regaló, y la encontré tan bonita... Mucha gente acude a visitarla, pero a ella le molesta que la miren como un objeto deveneración, o de curiosidad. Pre­ fiere recibir visitas de vez en cuando, como Pitita Ridruejo, que se la manda Mercedes Salisachs, que sigue siendo amiga suya. Por cierto, es con un libro que le regaló la escritora catalana con lo que dirige la Hora Santa que todos los vier­ nes organiza en su casa. — Leemos el libro, rezamos el rosario y luego tomamos café. —¿Y hablan de sus cosas? —Oh, no, y eso lo echo mucho en falta; pero en este país es muy difícil comunicarse con los demás. — En cualquier caso, es mejor que un convento. —¡Oh, sí! Aunque yo tuve siempre mucha afición a las Carmelitas. Ay, sí, cómo me gustaban. Lo que en su día fue un excelente caldo de cultivo para revitalizar

111

j

la Iglesia tradicional en España, se ha ido convirtiendo con el paso de los años en un Iceberg del cual sólo apreciamos un pequeño pedazo, aunque, por supuesto, suficiente para abrirnos los ojos sobre una apa­ rición de la cual renegó como falsa Mari Cruz, y en su día, cuando aún era una niña, también confesó su falsedad Mari Loli. De todas formas y aunque el cielo se ha puesto por las nubes y obtener algunos rosarios besados por la Virgen no está a la altura de todos los bolsillos, les animo a conocer por ustedes mismos el negocio tan celestialmente propagado por los seguidores de aquella «supuesta aparición» que ocurrió en Garabandal. La dirección es: Our Lady ofM ount Carmel Box 606 Lindenhurst, L .l.N . Y. 11757

EL PADRE ENRIQUE LÓPEZ GERRERO. En el capítulo primero, cuando hablábamos de la postura de la Iglesia, exponía las impresiones de un sacerdote experto en fenómenos paranormales sobre las apariciones marianas: el padre Enrique López Gerrero. Él estuvo en Garabandal, y cuando le pregunté sobre esta aparición, su contestación fue concluyente: ...La Iglesia ha dicho expresamente que no son ciertas esas apariciones y, por lo tanto, no aprobamos el culto en ese lugar... ni la capilla 14 allí construida tiene la bendición... To­ dos los sacerdotes que acuden allí, se apartan inmediatamen­ te de la Iglesia. A mí, Garabandal me llegó engañar. Mis estudios sobre parapsicología no eran tan intensos y aquella fenomenología era sorprendente. ¿Tú sabes quién me abrió los ojos? Una de las videntes, ¡a segunda en importancia, Mary Loli. Tuve una conversación con ella durante tres horas, en donde me des­ cubrió toda la verdad... ellas habían empezado como si se 14 Ver Cap. II. «María Mensajera».

112

tratase de una broma, y viendo que la gente se interesaba muchísimo, siguieron adelante hasta que se asustaron. Poco a poco comenzaron a dudar si habían visto o no habían visto. Hasta que llegaron unas personas que comenzaron a presio­ narlas. Ellas empezaron a creer que había cosas raras y tuvieron miedo, de modo que protestaron por lo que estaba ocurriendo. Dichas parsonas les advirtieron que tuvieran cuidado, si es que no habían visto cómo la gente lloraba, cómo se convertía, cómo la gente rezaba y los pecadores pedían perdón... Les dijeron que todo eso lo hacía Dios a través de ellas, y si ahora decían que no habían visto nada, serían las culpables de la condenación de todas esas almas. Creo que los comentarios del padre Enrique presentan la suficiente talla como para ser tenidos en cuenta. La conclusión que se puede sacar, después de leer todo lo anterior, pienso que ha de tener un claro matiz de sospecha sobre la autenticidad de una aparición como la ocurrida en Garabandal, donde dos de las videntes admiten el fraude, una no dice nada y la otra, Conchita, se enriquece.

113

)

.-........... . . V LA APARICIÓN DEL MONTE UMBE.

A unos 15 kilómeros de Bilbao se encuentra el monte Umbe, donde el 25 de marzo de 1941 se le apareció la Virgen de los Dolores a la vidente Felisa Sistiaga de Arrieta. Partiendo de Bilbao por la carretera que se dirige a Asúa y Lujua, se asciende al Alto Umbe. Tras un recorrido de algo más de un kiló­ metro, hay un desvío a la derecha señalizado, que se introduce en una finca forestal por la que, tras un descenso de un kilómetro y medio, se llega al pozo. Cuando en 1990 estuve allí, esta carretera no era apta para conductores novatos; la dificultad para llegar resultaba realmente grande. Además, la tarde era lluviosa y el ambiente extremadamente frío. Sin embargo, a pesar de la climatología tan adversa, nos encon­ tramos con personas que rezaban y recogían agua del pozo. Este pozo fue, en su momento, bendecido por la Virgen. Frente a él, un sendero de unos cincuenta metros termina en una explanada pequeña delante de la casa de campo donde vivió la familia de la vidente Felisa Sistiaga, y donde se apareció la Virgen en 1941, según cuentan. Sería alrededor de medianoche. Felisa se encontraba sola esperando la llegada de su marido. De repente, a través de la ventana, penetró un extraño resplandor al que ella no dio demasiada importancia. Unos golpes en la puerta la hicieron inmovilizarse. Abrió, pero allí no había nadie. Esto la puso nerviosa, hasta que pensó que se trataba de una broma de su marido Bonifacio Arrieta. Sin embargo, en ese mismo instante, en una esquina de la habitación vio la Virgen vestida de Dolorosa, sobre una silla, de rodillas y rodeada de candelabros con velas encendidas. Tuvieron que pasar cerca de 27 años para que, 'en junio de 1968, se volviese a producir un fenómeno de aparición en la casa de los

116

Arrieta. En aquella ocasión fue San Pedro, con pelo castaño y barba, de 1’85 de estatura y con una negra llave en la mano que a Felisa, casualmente, le recordó la imagen del santo que existía en una cercana parroquia. (¿Casualidad?). Veintiocho años después del primer prodigio, el 19 de abril de 1969, cuando Felisa paseaba por delante de la casa, observó algo como una nube blanca que descendía del cielo. Pudo ver que, en su interior, se encontraba la Virgen. La «nube», según declaraciones de la propia vidente, se posó en un campo cercano dejando, cuando ascen­ dió, un curioso y extraño polvillo blanco. Por fin, el 23 de mayo de 1989, la Virgen se dirigió a ella por primera vez y, aunque no fue muy explícita, su comentario sí que resultó bastante concluyente: «Yo os he ayudado mucho, pero estáis en mi casa y quiero que la dejéis.» La perplejidad quedó reflejada en el ánimo y en el corazón de Felisa. Un mes después, en junio, la Virgen se volvió a mostrar a la vidente mientras ésta trabajaba en la cuadra y fue entonces cuando, por fin, se estableció una relación duradera. Felisa le rogó por una hija que no sanaba desde 1964, a lo que la Virgen contestó: No llores por ella, que es mi acogida... El primer día que yo vine a salvarte, bajé primeramente a este pozo, y esta agua desde hoy queda bendita pra siempre y curará a los enfermos y a los sanos que se laven con ella la cara y los pies. Quiero que en este lugar levantéis m a capilla. Quisiera hacer un alto en el camino ya que, con relación a este mensaje de la Virgen, se deben comentar varias cosas. En primer lugar, con el agua de Umbe se ha dado el caso de resucitar a un muerto, único en todo el fenómeno aparicionista. Digo supuestamente, porque nadie ha sabido darme datos exactos sobre el suceso narrado por Ramiro Pinilla en su obra Guia secreta de Vizcaya: También ha habido una resurrección: el padre Pascual Manuel Uribarri e Iturrioz, sacerdote jesuíta de la Universi­ dad de Deusto, se fue a la Policlínica de San Antonio, de Bilbao, con un litro de agua de Umbe en una botella, a ver qué podía hacer por el recién fallecido hermano María

117

Belaustegui y Arrillaga, el cual, después de haberle sido la­ vados la cabeza y los pies con este agua, volvió a la vida...

En segundo lugar, lo que en estos momentos se desea en Umbe no es levantar una capilla, sino una iglesia que podría dejar en mantillas, probablemente, a más de cuatro catedrales de nuestro país. El proyecto está expuesto en una urna al público, y cualquiera que lo desee puede acceder a él. Así mismo, también como en casos similares, a toda persona que hasta allí se acerca se le entrega un número de cuenta comente por si desea colaborar enriqueciendo el patrimonio de la Virgen sobre la tierra. .. .Con destino a obras de acceso, reparaciones, conserva­ ción y capilla, hay abierta cuenta corriente número 25.908-5 en la Central de la Caja de Ahorros Vizcaína, Gran Vía, 32, 48009 Bdbao. Tanto en Bübao como en la provincia de Viz­ caya, los ingresos pueden hacerse en cualquier sucursal u oficina de la Caja de Ahorros Vizcaína'5. El proceso que siguió a este fenómeno mariano es común al resto de las apariciones: la vidente y su familia se trasladaron a vivir a Guecho, y poco a poco los fieles comenzaron a acudir regularmente a Umbe.

MENSAJE DE UMBE. Los mensajes, al igual que en otras situaciones divinas similares, suelen cargar tintas sobre el Final de los Tiempos y el deber que tenemos de convertimos. De hecho, en Umbe, en una de las comunise facilitó una fecha aproximada para el inicio del fin (23. 24.12.1970: La Virgen dice: Que los enfermos curados hagan justicia al favor que han recibido. Si no, tendrán el castigo que merecen. Información facilitada por los coordinadores de la aparición.

118

(¿ A qué tipo de justicia se refiere? ¿Tal vez, a que hagan uso de la

antes mencionada cuenta corriente?) 23.05.1971. La Virgen dice a Felisa: Por todos mis hijos, mis ansias y dolores no tienen fin. Grandes faltas de fe en la tierra acarrearán su miseria. Si no se hace más caso, de Jueves a Viernes Santo, dentro de 30 años, a principios del siglo, se formará una niebla que no os veréis los unos a los otros. No os servirá ninguna luz. Durara todo el tiempo que haga falta. Los justos y los dignos no sufrirán. Todos mis hijos tendrán que pedir perdón a Dios. Esto es un aviso del castigo. En el período de tiempo que falta hasta entonces, cambiarán dos Papas. La fecha del inicio del Fin, según la Virgen de Umbe, es para el 2001, la noche de jueves a viernes, en la Semana Santa. Es curioso que, en otras manifestaciones, la propia Virgen da también fechas distintas para ese Fin. Sería conveniente que los guionistas celestiales se pusieran de acuerdo. 22.06.1971. La Virgen dice a Felisa: Me he aparecido en varios lugares, pero son muy pocos^ los que creen. Salvaré de las guerras a España; peí o habrá muchas catástrofes y enfermedades. Morirán muchos. Antes que el castigo, os daré el aviso. Se iluminará el cielo con una cruz, que al descomponerse producirá una inmensa luz blan­ ca, que incluso impedirá ver el sol. Durará cuatro horas. Seguidamente azotará un viento ai diente toda la tierra. De la impesión, muchos morirán. Los que tengan fe en Dios no sufrirán. 4.06.1972. Dice la Virgen: Cumplid bien vuestros deberes, orad siempre, que soy la Madre del Salvador, la Madre de Dios. Quiero una capilla y que se acuda a ella en procesión. Mi Hijo está caí gado de penas, le pediré que se descargue si no escuchan mis pala­ bras. Esta nación provoca muchos errores contra la Iglesia. Orad, que mi Hijo escucha vuestras oraciones. A los cura­

119

dos que no lo notifiquen les vendrán males mayores16; los que lo comuniquen, son mis lámparas encendidas y serán siempre refugiados bajo mi manto. El agua seguirá curando. El agua de Umbe sigue curando según los mensajes de la Virgen, pero no debe beberse: no es potable. Por lo cual, la prudencia debería siempre regir a todos aquellos que algún día se acerquen a este lugar y a otros parecidos ya que, prácticamente, en ninguna aparición el agua ofrece unas mínimas condiciones de potabilidad.

EL PADRE DUROS Y LA MADRE PELAS TAMBIÉN PASARON POR UMBE. De los lugares que he visitado, Umbe quizá sea el sitio donde menos mercantilismo parece haber. Al menos a simple vista. Sin em­ bargo, se facilita a las personas que allí acuden información sobre dónde, o de qué modo, pueden adquirir artículos vinculados a la apari­ ción. En un folleto que se suele repartir en establecimientos afines al evento en Bilbao, y en otros lugares de la geografía española, así como en el lugar de los hechos, se facilitan los siguientes datos: La historia de estas apariciones con sus mensajes de ca­ rácter universal, se ha recogido en dos libros titulados: Y el agua seguirá curando, y Las maravillas de Umbe, de la Edito­ rial Círculo, 50001 Zaragoza, calle del Coso, 92,2°-. Tfno: 22 78 27. Pueden adquirirse también en Librería San Pablo, Alameda de Manzanedo, 3, 48001 Bilbao. Quienes deseen venerar a la Virgen en sus hogares, pue­ den adquirir reproducciones de la imagen en tamaños de 27 y 37 centímetros de alto, en la tienda de artículos religiosos Ruiwamba, Plaza Nueva, 10,48005 Bilbao. Los de fuera pue­ den encargar su envío en paquete debidamente acondiciona­ do, llamando al teléfono (94) 414.42. 48-,.. 16 Política del miedo.

120

Es, en general, un hecho realmente curioso el observar cómo, poco a poco, las personas y los lugares se van interrelacionando para formar un todo homogéneo. Aquí también aparece la Editorial Círculo, que dirige Francisco Sánchez Ventura en Zaragoza, y de la cual en el capítulo sobre «María Mensajera» se habla extensamente. La capilla levantada en Garabandal fue pagada por el Sr. Sánchez Ventura, hom­ bre de generoso carácter y muy vinculado a la derecha zaragozana desde hace bastantes años. No nos conocemos aún personalmente, y la única ocasión en que hice referencia a él fue para decir que se lucraba a costa de las apariciones no reconocidas. Supongo que, por este moti­ vo, no le caigo muy bien. Pero es cierto.

LA PICARESCA NACIONAL. En relación a Umbe se dio un original caso digno de reseñar en estas páginas, que fue recogido el 14 de julio de 1986 por la revista Pronto y cuyo titular, de por sí, era manifiestamente jugoso: «una emisora de radio repartía agua milagrosa de la Virgen de Umbe». De la mano de Choni Rodríguez nos llegó aquel infrecuente testimonio, que merece la pena saborear: Agua milagrosa en una emisora de radio. Las aguas surtidas de aquel pozo artesano parecen real­ mente milagrosas, pues según testimonios recogidos por Pronto, no son sólo los enfermos que acuden al lugar sino que, además, existen personas que se lavan con aquel agua transportada a muchos kilómetros de distancia e igualmente salvan sus cuerpos y almas. Es éste el caso de infinidad de vecinos de Cornellá de Llobregat, localidad obrera del extrarradio barcelonés, donde el director de una emisora de radio reparte agua traída de Umbe, y las gentes que la prue­ ban aseguran que el milagroso líquido posee excelentes dotes curativas. Mariano Giraldo es el director de Radio Juventud de A n­ dalucía en Cataluña, emisora pirata que él mismo montó en

121

la Habitación de un inmueble de la calle Buenavista de Cornellá', con extraordinario éxito de audiencia entre los ve­ cinos del lugar. Pero, sin duda, la audiencia jamás ha sido tan grande como a partir de aquel día en que Mariano habló por antena de la Virgen de Umbe. Yo siem pre he creído en la Virgen — nos cuenta M añano—. Por ello me impresionó tanto el programa de televisión «Vivir cada día», en el que se habló de los mila­ gros de la Virgen de Umbe. Esto ocurrió hace aproximadamente un par de meses. Al día siguiente de haber visto el programa televisivo referente a la Virgen Pura y Dolorosa de Umbe, el director de Radio Juventud de Andalucía en Cataluña (107 FM) lanzó por ante­ na que él mismo iba a viajar a Bilbao para venerar a Nuestra Señora y lavarse en sus aguas milagrosas. Minutos después, los teléfo n o s de la em isora se b loqueaban p o r las numei os ¡simas llamadas de otros tantos oyentes que se apun­ taban a aquella excursión al bilbaíno monte de Umbe. — Se apuntó tanta gente que tuvimos que fletar un autocar comenta Mariano—. Y los que no podían ir nos pedían que les trajésemos botellas de agua. Se i ealizó aquel viaje y los devotos excursionistas regre­ saron tremendamente satisfechos de su peregrinación. Y Mariano, que había escuchado las peticiones de sus oyentes, Jetoí no caí gado con varias garrafas llenas de tan milagrosa agua, la cual repartió entre los vecinos de Cornellá que, portando todo tipo de recipientes, hacían cola ante las puer­ tas de la emisora. Tal fu e el éxito y tantas las nuevas pe tetones de repetir el viaje a Umbe que, de entonces acá, todos los fines de sema­ na, de Cornellá salen autocares repletos de gente que pere­ grina a Umbe para recibir las gracias de la Virgen. De cada viaje, el director de la FM-107 regresa nuevamente cargado con ganafas que luego distribuye entre tantas y tantísimas personas como se congregan ante la enrejada ventana de la emisora esperando recoger su parte de agua.

122

Pronto se trasladó a Cornellá para presenciar tai aconte­ cimiento y podemos certificar que. se tata de un fenómeno sociológico digno de estudio. Todas las mañanas, de 10 a 13 horas, cientos de personas esperan pacientes que les llegue su turno para recibir el milagroso líquido. En la ventana, y junto a la estatuilla que reproduce la imagen de la Vilgen Doloroso, Mariano va dosificando el agua entre los fieles devotos, quienes a la Virgen le llevan ramos de flores y dona­ tivos, que depositan con toda su fe en aquella caja de cartón que reposa en la repisa de aquella ventana: — Mariano, échame un poquito mas de agua, anda, que la voy a mandar p ’a Málaga, donde tengo a mi cuñada enfer­ ma, a ver si se cura... En el mismo artículo, que no reproduzco completo, figuraba una nota de última hora donde se comentaba que la emisora Radio Juven­ tud de Andalucía en Cornellá fue precintada por la Generalitat poco después de comenzar a repartir el agua. ¿Irían a Umbe los donativos de la caja de cartón? ¿Ayudarían a los necesitados? ¿O engrosarían las arcas de Mariano? ¿Y cuántas cajas de cartón puestas sobre repisas al lado de imáge­ nes de santos habrá ahora en toda España, esperando los donativos de la fe? Y es que la fe mueve m ontañas... su pero de duros.

123

la habitación de un inmueble de la calle Buenavista de Cornelia, con extraordinario éxito de audiencia entre los ve­ cinos del lugar. Pero, sin duda, la audiencia jamás ha sido tan grande como a partir de aquel día en que Mariano habló por antena de la Virgen de Umbe. — Yo siem pre he creído en la Virgen — nos cuenta Mariano—. Por ello me impresionó tanto el programa de televisión «Vivir cada día», en el que se habló de los mila­ gros de la Virgen de Umbe. Esto ocurrió hace aproximadamente un par de meses. Al día siguiente de haber visto el programa televisivo referente a la Virgen Pura y Dolorosa de Umbe, el director de Radio Juventud de Andalucía en Cataluña (107 FM) lanzó por ante­ na que él mismo iba a viajar a Bilbao para venerar a Nuestra Señora y lavarse en sus aguas milagrosas. Minutos después, los teléfo n o s de la em isora se bloqueaban p o r las numerosísimas llamadas de otros tantos oyentes que se apun­ taban a aquella excursión al bilbaíno monte de Umbe. — Se apuntó tanta gente que tuvimos que fletar un autocar — comenta Mariano—. Y los que no podían ir nos pedían que les trajésemos botellas de agua. Se realizó aquel viaje y los devotos excursionistas regre­ saron tremendamente satisfechos de su peregrinación. Y Mariano, que había escuchado las peticiones de sus oyentes, retornó cargado con varias garrafas llenas de tan milagrosa agua, la cual repartió entre los vecinos de Cornelia que, portando todo tipo de recipientes, hacían cola ante las puer­ tas de la emisora. Tal fue el éxito y tantas las nuevas petciones de repetir el viaje a Umbe que, de entonces acá, todos los fines de sema­ na, de Cornellá salen autocares repletos de gente que pere­ grina a Umbe para recibir las gracias de la Virgen. De cada viaje, el director de la FM-107 regresa nuevamente cargado con garrafas que luego distribuye entre tantas y tantísimas personas como se congregan (¡inte la enrejada ventana de la emisora esperando recoger sil parte de agua.

122

Pronto se trasladó a Cornellá para presenciar tal aconte­ cimiento y podemos certificar que se tata de un fenómeno sociológico digno de estudio. Todas las mañanas, de 10 a 13 horas, cientos de personas esperan pacientes que les llegue su turno para recibir el milagroso líquido. En la ventana, y junto a la estatuilla que reproduce la imagen de la Virgen Dolorosa, Mariano va dosificando el agua entre los fieles devotos, quienes a la Virgen le llevan ramos de flores y dona­ tivos, que depositan con toda su fe en aquella caja de cartón que reposa en la repisa de aquella ventana: —Mariano, échame un poquito más de agua, anda, que la voy a mandar p ’a Málaga, donde tengo a mi cuñada enfer­ ma, a ver si se cura... En el mismo artículo, que no reproduzco completo, figuraba una nota de última hora donde se comentaba que la emisora Radio Juven­ tud de Andalucía en Cornelia fue precintada por la Generalitat poco después de comenzar a repartir el agua. ¿Irían a Umbe los donativos de la caja de cartón? ¿Ayudarían a los necesitados? ¿O engrosarían las arcas de Mariano? ¿Y cuántas cajas de cartón puestas sobre repisas al lado de imáge­ nes de santos habrá ahora en toda España, esperando los donativos de la fe? Y es que la fe mueve montañas... sí: pero de duros.

123

VI

MARÍA MENSAJERA.

M ana Mensajera es una revista editada por Editorial Círculo y dirigida por Francisco Sánchez Ventura. Se define como «un órgano informativo al servicio de los Apóstoles de los Últimos Tiempos». Y ¿quiénes son esos apóstoles? La formación de ejércitos espirituales es sin lugar a dudas, una de las modas que más han querido poner en práctica todos los videntes y organizaciones vinculadas a las apariciones marianas a lo largo de los últimos años. Monasterio de Santa Ana, en Jumilla, desde hace cerca de dos años, una vidente viene dando un mensaje los terceros viernes de cada mes. En cierta ocasión, y a través de una de sus comunicaciones, la Virgen comentó: «Estamos armando en armas a la verdad». Esa ver­ dad es una gran falacia, inconsistente, que sirve exclusivamente para que determinados grupos de poder se enriquezcan a costa de la necesi­ dad espiritual de la gente sencilla. Los editoriales de la revista María Mensajera son oraciones que, destinadas al Señor, le piden por el mantenimiento de la propia revista como elemento fundamental de la unión de los creyentes: ORACIÓN (mayo, 1989). Te pedimos, Señor, con toda la humildad y absoluta fe y confianza, que se cumpla en nosotros tu santa voluntad, pues sólo Tú conoces lo que realmente necesitamos. Te lo pedimos a Ti, Padre, en nombre de Cristo y por mediación de nuestra Madre María Santísima. Prometiste atender todas las súplicas de tus hijos formuladas en estas condiciones. Y para que nuestra fe no sea sólo individual y adquiera la fuerza de la oración colectiva, conscientes de tu promesa de venir a noso­ tros. .. todos los lectores y syscriptores de María Mensajera,

126

unidos por esa cadena celestial de sentir las mismas inquie­ tudes y aspiraciones para que nuestra petición pueda contar con el impulso eficaz y la fuerza irresistible del esfuerzo co­ mún. La unión da la fuerza y mantiene estable la fe vacilante, a veces, de cada uno, aislado y en particulai. Escucha nuestras súplicas a través del apostolado de la oración y DA PLENA SATISFACCIÓN A LAS NECESIDA­ DES ESPIRITUALES Y MATERIALES DE CUANTOS NOS HEMOS REFUGIADO BAJO EL MANTO DE NUESTRA MADRE, COMO MIEMBROS DE ESA GRAN FAMILIA DE MARÍA MENSAJERA QUE SE HA CONSAGRADO A TU SERVICIO... Bajo la oración encontramos el precio de la revista: 6 números, 1.000 ptas; 12 números, 1.800 ptas.; ejemplar suelto, 175 ptas. + 6% de IVA. Y es que, en la viña del Señor, gratis hay muy pocas cosas. A través de esta revista se hace llegar a los suscrpiptores, y al público en general, toda una serie de artículos que podrían catalogarse bajo el título general de: «El bazar de las Apariciones Marianas». • Vídeos de trascendental interés: Podemos facilitar, al precio de 2.000 ptas. por vídeo en el sistema que corresponda a su aparato, las siguientes pelícu­ las: — Los fenómenos de Garabandal. —El padre Pío de Pietrelcina. — La Sábana Santa de Turín. —La canción de Bernardette. —L a Virgen de Guadalupe. —Las apariciones de Peñablanca en Chile (La Dama Blanca de la Paz). — Los Misterios del Rosario del Padre Peyton (3 cintas a 2.000 ptas. cada una). — Las apariciones de Medjugorje. — Película filmada por un aficionado sobre el rezo del Rosario por la vidente de El Escorial, Amparo Cuevas.

127

-—-rray tLseoDa. — Teresa de Calcuta. — La Virgen de Fátima. • Una colección excepcional: Se encuentra a la venta la obra magna de El Hombre Dios, de M ana Valtorta, La obra consta de cinco volúmenes: el volumen I sobre la preparación y el primer año de la vida de Cristo. El volumen II trata del segundo año de su vida pública. El volumen III, del tercer año de su vida pública. El volumen IV, segunda parte de este tercer año. El volumen V, preparación de la Pasión, Muerte y Glorificación del Señor. ’ La obra magna de El Hombre Dios respeta absolutamente las verdades contenidas en el Evangelio. Los cinco volúme­ nes, de apasionante lectura, se venden al precio de 10.500 ptas., y sólo disponemos de 100 colecciones, importadas di­ rectamente de Italia. No se entregrán ejemplares sueltos para no desnaturalizar el contexto de la obra, aunque excepcionalmente puede faci­ litarse algún volumen suelto sobre la Pasión y Resurrección, al precio de 2.500 ptas. por ejemplar. Dirijan sus pedidos a: D. Jacinto de Miguel Cortés. (¿Recuerdan ustedes a Jacinto? En el capítulo de las apa­ riciones de El Escorial, este personaje aparecía vendiendo unas colecciones de fotos sin ánimo de lucro. ¡Qué coinci­ dencia!) • Conferencias de nuestro director tomadas durante los cursülos marianos o en otras poblaciones, sobre los temas que enumeramos a continuación y que facilitarem os en casettes: Precio: 500 ptas. por cassette. —Las apariciones de Fátima (con el canto del ruise­ ñor). — La estigmatizada alemana Teresa Newman. — El Ministerio de Iqs Ángeles.

128

—iJesús Resucitado se aparece a sus seguiaores y discípulos (I ay 2 -parte). — El Reino de Dios está a las puertas. — La vida ascética y mística. — El poder de la oración. — El Padre Pío de Pietrelcina. —Historia de la tercera parte del secreto de Fátima y esbozo de su contenido. — Locuciones del Señor con las almas privilegiadas. — María nos descubre el futuro inmediato de la Hu­ manidad. Según se anuncia en los libros sagrados (1s parte); según lo predicen los místicos y santos de diferentes épocas (2e parte); y según nos lo advierte reiteradamente la Santísima Virgen a través de sus mensajes (3aparte). — El testamento de Fátima: Ultimo recurso según Arai-Danieli. — Las apariciones de la Virgen como fenómeno uni­ versal. — Historia de las apariciones de la Virgen de Fátima. — Historia de la Capilla dedicada a San Miguel, en Garabanadal. — Fenómenos vividos en Garabandal. — Autenticidad de las apariciones de El Escorial y mensajes más reiterados. — El Santo Abandono. Dado el interés que han despertado los Vía Crucis que cada mes tienen lugar en Garabandal, y la cantidad de peti­ ciones que de ellos nos llegan, facilitaremos también, al mis­ mo precio de 500 ptas., las cintas de cassettes de los celebra­ dos a lo largo de los diferentes meses. Y así, una larga lista de cintas y artículos, acompañada por una extensa colección de «literatura» en medio de la cual se pueden descu-

129

bi'ir algunos nombres muy curiosos, como el del padre Loring, o el de D. Antonio Dalmiro Atienza. Aunque si puede decirse que haya un nombre que despierte poderosamente la atención, ése es sin duda el de Blas Piñar, que figura como autor del librito Tiempo de Ángeles. Y por si, encima, usted no puede pagar al contado cualquiera de los artículos que le gustaría tener, María Mensajera concede créditos ex­ clusivos para sus suscriptores: A cada suscriptor le abrimos una cuenta personal a su nombre de 20.000 ptas. Dispone usted de un crédito de 20.000 ptas., con cargo al cual podrá retirar un lote de libros a pagar a razón de 1.000 ptas. mensuales, sin recargo de interés. Formalice su pedido entre los libros de nuestro catá­ logo y envíenos letras aceptadas y domiciliadas en la cuenta de su banco... Tras esto, ellos le envían el pedido a vuelta de correo. Desde luego, es una original forma de conceder un crédito: cobrarlo antes de ni tan siquiera haber mandado el género. Llegado a este punto, creo que ha quedado suficientemente demos­ trado el hecho de que con las apariciones marianas se hace negocio. Unos para su propio lucro; otros, para ayudar a los pobres; otros, simplemente porque no saben hacer mejor cosa y, en general, todos para convencerse (y para convencer a los demás) de que así están ayu­ dando al prójimo; porque, claro, si uno quiere gastarse su dinero ad­ quiriendo fe e inviertiendo en ganancia espiritual, está en su pleno derecho. Pero María Mensajera, aparte de ser un órgano de difusión de la Editorial Círculo de Zaragoza, también está sirviendo para adoctrinar a multitud de personas con el fin de que tengan una visión reacciona­ ria de la sociedad y de la propia Iglesia actual. Para ello no dudan en incluir en sus páginas comentarios de todo tipo: .. .El comulgar en la mano indica pérdida de sensibilidad ante lo sagrado, especialmente ante el Santísimo Sacramen­ to. Como lo demuestra la reacción que antes se producía contra cualquier acto que redundase en deshonor de Jesús Sacramentado. Así, cuandó caía una partícula al suelo, se

130

recogía con toda reverencia, se colocaba en el sitio un pañito mientras el sacerdote no llegaba para raer el suelo con agua y lo enjugaba con el paño, por si hubiese fragmento de la Hostia Santa... n°-104, Sept. 1989. .. .Al entrar en la Iglesia piensa que es lugar santo, consa­ grado a Dios. Entra con ropa adecuada: ¡nunca de form a menos decente! Con actitud de respeto. Deja fuera otros pen­ samientos, preocupaciones... nQ104, Sept. 1989. .. .Al publicar mi libro titulado Urge rectificar la política económica en defensa de los trabajadores y empresarios, obra que afronta un problema de trascendental actualidad, ya que es posible suprimir el paro, alcanzar el pleno empleo, garan­ tizar el bienestar social de todas las clases trabajadores, etc., ASPIRACIÓN HOY DÍA PERFECTAMENTE FACTIBLE SI NO EXISTIERAN GRUPOS FINANCIEROS CONTROLA­ DOS POR EL SIONISMO, a quienes interesa que al menos el 50% de la Humanidad padezca hambre y viva mal... Feo. Sánchez Ventura, ns 104, Sept. 1989. ...Últimamente y dentro de esa proliferación de VIDEN­ TES que se está dando, conforme estaba anunciado para es­ tos Tiempos, en un grupo de oración donde un pobre instru­ mento habla sin enterarse— PARA M Í (Feo. Sánchez Ventu­ ra) SÍNTOMA BASTANTE POSITIVO DE AU TENTIC I­ DAD... Feo. Sánchez Ventura, ne 100, Mayo 1989. .. .A muchos sacerdotes y obispos, y no digamos fieles y catequistas, les parecen demasiadas las numerosas aparicio­ nes de la Virgen en todo el mundo universo, y se ríen o escandalizan cuando se les habla de miles de apariciones y de tantas señales y prodigios como van implicadas en las

131

apariciones y de la importancia y contundencia de sus men­ sajes. Y yo les pregunto y me pregunto también a mí mismo: ¿Y las apariciones de la Virgen del Pilar en Zaragoza? ¿No están aprobadas por el Pueblo de Dios y por el Dios del

pueblo,..? ...Por eso nosotros, los seguidores y defensores de las supuestas (así hay que hablar) apariciones y mensajes de la Santísima Virgen, hemos de darle a las apariciones y mensa­ jes de la Virgen en Zaragoza toda la importancia, trascen­ dencia y contundencia que tienen y hacer de ellas el ariete genial con el que golpeemos y destruyamos todas las dificul­ tades y escarnios y difamaciones que nos levantan los que no aman a la Virgen ni dejan que los demás la amen, los fariseos y saduceos de siempre... Tenemos que fomentar también la aparición a la Virgen del Pilar como apoyo y garantía irrefu­ table de todas y cada una de las demás Apariciones de la Santísima Virgen en España, que parece como que la Virgen, que empezó a aparecerse en España cuando aún vivía en la tierra, ahora en los últimos tiempos va a acabar su ciclo de apariciones, en este tiempo de Redención, también en Espa­ ña, dada la cantidad y trascendencia de las apariciones que en nuestra p a tria se vienen dando desde 1925: Tuy, Pontevedra, Ezquioga, Garabandal, el Alto de Umbe, El Escorial, Alcira, La Fuensanta... Padre Cirilo González, SS. CC. Creo que los comentarios de este padre catalán, al cual pueden ustedes dirigirse, si lo desean, al Pasaje Tona, 7, C.P. 08023 Barcelo­ na, dejan definitivamente zanjada cuál es la línea de la revista. Defender las apariciones marianas puede ser un deber para todos aquellos que de una u otra manera se sientan identificados con los mensajes que transmiten, pero ¿qué ocurre cuando todo ello se con­ vierte en un producto más del mercado? Una pregunta para la cual no hay una respuesta excesivamente fácil. En cualquier caso, y sin lugar a dudas, quien más ha hecho por difundir las supuestas apariciones de la Virgen por todo el mundo es el

132

director y propietario de la revista María Mensajera, D. Francisco Sánchez Ventura. Está considerado como uno de los mayores especia­ listas en el fenómeno mariano de medio mundo, con más de 2 2 obras sobre el tema. Se confesó al investigador ufológico Bruno Cardeñosa en la revista Karma 7, en el n 9 231, correspondiente al mes de febrero, y he querido entresacar algunos pequeños fragmentos de dicha entre­ vista, con el fin de que vean ustedes cómo alrededor del fenómeno mariano pueden orbitar otros temas, cosa que también ha ido quedan­ do clara a lo largo de este libro.

Los Ovnis y la Virgen. P.: Recientemente, en varias revistas se han publicado diver­ sos trabajos sobre apariciones marianas, principalmente en An­ dalucía y Valencia. En estos trabajos se habla de la relación entre el fenómeno Ovni y estas manifestaciones. ¿Qué opinas al respecto? R.: Si creer en las apariciones marianas te pone en ridículo ante nuestro mundo, afirmar que además creemos en la autenticidad de los platillos volantes perfectamente estudiados por los ufólogos, hace que te desacredites del todo y te tomen por loco. Pero los avistamientos, los contactados, las desapariciones de personas y todo ese mundo de investigación que el gobierno norteamericano apoya con impresionantes subvenciones, es una realidad difícil de entender, pero que tampoco puede ponerse en tela de juicio. Podría citar casos concretos y experiencias indirectas recibidas a través de personas de absoluta credibilidad. En cuanto a su vinculación con las apariciones marianas, y aunque muchos se rasguen las vestiduras, debo decir que en el Aula Cultural del Casino de Zaragoza se organizan conferencias mensualmente. Allí hablaron en tres ocasiones ufólogos de gran prestigio y los tres, tras respaldar con argumentos contundentes la realidad de los avistamientos, acabaron diciendo: «Pero traen un mensaje que, como investigadores, no podemos admitir, la clave 33, que anuncia que Dios va a castigar a la humanidad y que tras el castigo se producirá la segunda venida de Cristo a laTierra.»

133

Este mensaje de los Ovnis es, pues, el mismo que trae la Virgen ahora, y el mismo que se anunciaba en los libros sagra­ dos primero, y a través de la historia por determinados místicos y santos después... En dicha entrevista, el Sr. Ventura amonesta tibiamente al Palmar de Troya, cuando es de sobra conocido que dichas apariciones no tienen ya ningún crédito, salvo para todos aquellos sectores que siguen aferrados a viejas ideas integristas. La Iglesia no reconoció nunca al Papa Clemente, e incluso llegó a la excomunión por la absoluta falta de respeto que desde un principio demostró este hombre con la jerar­ quía religiosa. Por otra parte, en multitud de mensajes la Virgen pare­ ce ser que, a pesar de que «el diablo acampa en la Iglesia», no se cansa de resaltar que sólo respetando sus leyes se podrá conseguir algo positivo. Un asunto que muchos seguidores parecen haber olvidado. El Palm ar de Troya. P.: Tú has vivido algunas experiencias en el Palmar de Troya, e incluso llegaste a escribir un libro. ¿Qué opinión te merece Clemente y todo lo que allí ha ocurrido? R.: Entiendo que Clemente empezó bien y se desvió, aunque reconozco mi falta de autoridad para juzgar hechos de esta natu­ raleza. Pero lo cierto es que, cuando recibió el mensaje de visitar Garabandal, también yo acudí allí, con mucha más gente. Re­ cuerdo que cayó de rodillas como si le segaran las piernas, en la calleja, justo en el punto donde las niñas videntes tuvieron su primera visión. El cielo estaba encapotado en aquel momento. Al caer levantó la vista y señaló con el dedo en dirección al sol, en aquel momento oculto, pero en el acto se abrieron las nubes y apareció brillante, reproduciéndose el milagro de Fátima. El Palmar está desacreditado por Clemente Domínguez, aun­ que sospecho que tanto él como los que le siguen se mantienen en la línea equivocada, pero de buena fe, pues siguen viviendo prodigios que les confunden...

134

Caminando hacia Dios ODOS estamos llamados a las alturas de la Místi­ cristos, con El identificados, incorporados a la inmensica. Dios quiere que nos unamos a El para divinizar­ dad. Toda meditación del hombre debe centrarse en nos como fruto de esa unión. Los videntes alcanzan cómo adquirir el grado de unión sublime. cieñas alturas por la vía carismática, o con otras palabras, Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. Y no de gracias gratis. Dios los exige míseros, para que como querían que probasen del árbol prohibido. Tenía que instrumentos deficientes faciliten el despetar la fe de los respetar la libertad. Con el pecado el hombre espiritual seguidores, al poner en marcado contraste la pobreza, ig­ se convirtió en camal y desnudo de la vida de gracia norancia, inutilidad del portavoz, con las obras que quedó sujeto a las fuerzas propias del mundo que se protagoniza y vive. Sus mensajes se ajustan a un corte de mueven entre el bien y el mal. Así perdió el paraíso y perfecta teología y no pueden ser inventados por ellos, recobró la muerte contra los deseos de su Creador. pues la realidad del instrumento les hace incapaces de El ángel tentador se manifestó en forma de serpien­ inventar nada. te, porque la serpiente tiene poder de hipnotizar y atraer Pero la puerta de la mística está abierta para todos los a su presa hacia sí. Como logra hacer caer desde el cielo hombres que quieran subir, de peldaño en peldaño, hata hasta sus fauces a los pajariilos voladores. También las alturas de lo sobrenatural. Para ello hay que entrar por Adán y Eva cayeron, dicen que por culpa de la mujer, que la vía purgativa, para recorrer la iluminativa y alcanzar se sintió seductora, sugestiva, con las pasiones desboca­ hasta las cumbres de la unitiva o unión con Dios. La das, movida por la soberbia y el egoísmo. La desobe­ purgativa exige purgación, es decir, penitencia, sacrifi­ diencia hizo todo lo demás. cios, oraciones; la iluminativa te permite recibir todos los Justificados por el bautismo en Cristo Jesús, perdo­ dones del Espíritu Santo, sin cuya ayuda no podemos nados por el sacramento de la penitencia, disponemos de nada. Y con esta iluminación interior y estos dones, a base una libertad que nos permite remontar el mal que se de esfuerzos y sacrificios, se llega a la meta final, al deriva del pecado de origen. Y así volver a ser hijos de momento sublime, que consolida la unión de la criatura nuestro Padre Creador, capaz de restaurar al hombre, con su Creador. redimir su culpa, borrar el pecado y devolverle los dones En Cristo están y se mueven todas las cosas. Tene­ fruto de la gracia para ser un nuevo ser espiritual, puesto mos que ser miembros del cuerpo de Cristo, pertenecer a ya en camino de alcanzar el reino prometido de Dios en El. El Señor es la cabeza, la Iglesia el cuerpo, el alma, la la tierra. ' vida de gracia, el espíritu, el soplo de Dios... En un cuerpo Muchas son las moradas que las almas pueden no se concibe que se sostenga con miembros, desgajados. empezar a vivir ya desde este mundo. La obra de Dios El brazo sujeta la mano y es sujetado a su vez por el exige salvación, restauración, construcción, pues Cristo hombro... Así tenemos que estar todos unidos formando Jesús, segunda persona de la Santísima trinidad, desea parte del cuerpo místico de Cristo, cuerpo Divino, sobre­ transformamos en El. Por la fe se vive el misterio, que de natural, espiritual. El que está en gracia y pertenece a él, otra forma, el hombre del pecado, separado de Dios cumple su función y participa en la obra redentora de Padre, no puede descubrir ni alcanzar por sí mismo. El salvación de las almas. recogimiento, la observancia de la ley, la oración de A través de las obras de misericordia socorremos al quietud, es el esfuerzo o disposición del hombre para necesitado corporal o espiritualmente. lograr la unión y con ella la transformación de la obra de Imitar al maestro, seguir a Jesús, copiarlo en todo. El Dios en nosotros. nos dice que es el Camino, la Verdad y la Vida. Imitán­ dolo y siguiéndole seguiremos como El a menera de otros PALOMA

T

/Huevo Mro «LA VIRGEN LLORA EN EL MUNDO» de SANCHEZ VENTURA

6

MARIA MENSAJERA

Solicite ejemplares del opúsculo con las Reglas para la Legión de Apóstoles de los Ultimos Tiempos Se sirven gratuitamente

) Antes, resaltaba el hecho de que a través de María Mensajera se da­ ban mensajes de índole sociopolítica y que esta revista difundía clara­ mente determinadas ideologías convervadoras. El propio Sánchez Ven­ tura es autor de una obra de teatro titulada Bienvenido, Fantasma que, escrita bajo el pseudónimo de Alfonso Sandoval, nos narra cuáles son los males de una sociedad democrática como la que vivimos en estos momentos. En la revista María Mensajera de septiembre de 1989, Rafael Tejada realizó una breve reseña sobre la obra. Hela aquí: Por el cauce del más fino humor se plantean los proble­ mas políticos y económicos más acuciantes de la hora actual. Los personajes enfrentan a la democracia con los regíme­ nes de corte autoritario, que cumplen y hacen cumplir las leyes indispensables para el funcionamiento ordenado y se­ guro de la sociedad. Ni república coronada, ni democracia falseada, ni fórm u­ las políticas disfrazadas para facilitar la corrupción de los que ostentan el mando... Todo ello expuesto por los diferen­ tes personajes, con claridad, ironía y espectaculares trucos escénicos. .. .El teatro es acción, pero debe encauzarse por el camino de afrontar la realidad del día y poner el dedo en la llaga en cada coyuntura histórica. .. .Con nueve millones de pobres oficialmente reconocidos por Cáritas, cuatro millones de parados según estadísticas y siete millones de jubilados, con jubilaciones anticipadas y pensiones recortadas e insuficientes, la mitad de los españo­ les lo está pasando muy m al... Con el factor Naturaleza, ilimitado ante las posibilidades que hoy en día ofrece el descubrimiento del átomo; el factor Trabajo, proporcional entre brazos y necesidades; y el Capi­ tal convertido en dinero papel, que se imprime sin respaldo ni cobertura alguna, los tres factores originarios de toda producción de bienes y en consecuencia creadores de rique­ za, no tienen límite en los momentos actuales. Por ello el problema en sí no existe, como temía en sus tiempos el comu-

137

nista Malthus. El problema se ha reducido a una simple práctica de sana y honrada administración; administración incompatible con prestar en unos casos y regalar en otros nuestros dólares y divisas, como se ha hecho y se sigue ha­ ciendo con los chinos, cubanos, nicaragüenses, argentinos, etc., e infinidad de países más, dinero que ni piensan devol­ ver ni están en condiciones de hacerlo aunque quisieran... Y mientras, nuestra Patria se desangra en la mayor penuria y se está convirtiendo, a pasos de gigante, en una colonia de pro­ letarios al servicio de potencias extranjeras.*. La creación de ejércitos espirituales, la venta de productos encami­ nados a la difusión de apariciones no reconocidas, y la constante alu­ sión a que deben darse profundos cambios en la sociedad democrática y en el Estado, me han hecho pensar que, posiblemente, ese lado oscuro sea tal vez más negro de lo que ni yo mismo pensaba. Y, seguramente, muchos de los personajes citados hasta el momen­ to en la presente obra, estarán actuando de buena fe, movidos por el deseo de cambiar para mejor una sociedad que a todas luces se presen­ ta conflictiva; pero creo que sería conveniente que de forma progresi­ va se fueran destapando las extrañas telas de araña que se tejen en torno a videntes, estigmatizados y profesionales del esoterismo y de la magia.

138

= ...........

....... VII

ALGUNAS APARICIONES Y DESAPARICIONES.

EL ILUMINADO DE ALC1RA. Si hay una historia digna de ser contada, ésa es, sin lugar a dudas, la del madrileño Ángel Muñoz, un vidente que en la actualidad tiene veintiocho años y que, desde octubre del año 85 hasta mediados de 1991, estuvo congregando los días 15 de cada mes, en el montículo de El Morrut, en la población levantina de Alcira, a más de cinco mil personas provinientes de todas partes de la geografía española, que acudían esperando contemplar los supuestos milagros de la Virgen del Remedio. El 28 de octubre de 1985, la susodicha supuesta Virgen del Reme­ dio se apareció a Ángel Muñoz para decirle que, a partir del próximo mes y todos los días quince, se le aparecería en la copa de un pino que estaba situado en la localidad de Alcira. Lo más pintoresco de este caso fue el hecho que nos comentaron algunas personas allegadas a Ángel: el primer mensaje lo recibió en el Monasterio del Escorial, donde acudía desde hacía algunos meses para asistir a las apariciones de Prado Nuevo. Poco después de aquel 28 de octubre, Ángel Muñoz y dos mujeres se desplazaron a El Morrut para dar comienzo a lo que en su día la gente dio en llamar «la aparición del Iluminado de Alcira». Desde el principio, esta aparición fue mal recibida por los habitan­ tes de la zona, llegando incluso algunos propietarios de terrenos adya­ centes al lugar de la aparición a levantar una valla de alambrada espi­ nosa. «...N o nos hace gracia que nuestras parcelas sean utilizadas con fines mariológicos.» Pero una mujer de Sueca (Valencia), llegó con Ángel a un acuerdo, por el cual les perm itía esfar en sus tierras a cambio de que se le respetase el derecho de ocupar siempre un lugar

140

de privilegio, en los días de aparición. Muchos protestaron ante el Ayuntamiento y Guardia Civil, pero no hubo nada que hacer, aunque algunos agricultores llegaron incluso a denunciar que sus cosechas de naranjas mermaban notablemente desde que comenzaron los prodigios celestiales. El punto donde tienen lugar las supuestas apariciones es el centro de una urbanización veraniega. En la cima de El Morrut (el Morrudo) se levanta un enorme pino, junto al que Angel Muñoz entraba en éxtasis unas horas antes del atardecer. El pino contaba con una muesca de un dedo de profundidad realizada por una sierra metálica que, según comentarios de los creyentes, «es un signo de la impotencia de los incrédulos que intentaron cortar el árbol para terminar con estas romerías, y la Virgen les estropeó la sierra17». Antes comenté que el pino contaba con una muesca: porque el año 1991 el Ayuntamiento alcireño, cansado de las histerias de Ángel y de la presión social que mucha gente seguía ejerciendo sobre la corpora­ ción, decidió cortar el pino. A pesar de los lamentos, abucheos, cona­ tos de agresión y lágrimas encendidas, la orden se cumplió y el pino fue talado totalmente. Sin embargo, a continuación comenzó a produ­ cirse un extraño fenómeno: todos aquellos que, como recuerdo, se llevaron ramas del pino, coincidieron en afirmar que también veían en sus casas a la Virgen, dedicada, al parecer, a realizar múltiples peque­ ñas apariciones a domicilio. Muchas de aquellas personas, incluso, han llegado a levantar más o menos sencillos altares caseros, para entronizar a la Virgen y al pedazo de rama. En su momento, la aparición del Iluminado Ángel tuvo un auge realmente importante, hasta el punto de que la prensa nacional llegó también a hacerse eco de la misma. Muchos enviados especiales fue­ ron acudiendo allí pero, quizá, donde mejor se reflejó la situación fue en la crónica que escribió María Coriseo para el diario ABC, publicada el 16 de septiembre de 1987. ...Al montículo, situado a seis kilómetros de Alcira, se accede por el empinado camino que es recorrido por los fieles de rodillas. Arriba tan sólo hay un pino, considerado

17 Información de la Agencia EFE.

141

sagrado por los creyentes y que es el lugar donde, al parecer, la Virgen habla. Flores y reliquias rodean el árbol, sobre el que un crucifijo recibe a los presentes... Ayer (15.09.87), desde las diez de la mañana estaba en el lugar de las apari­ ciones un grupo de personas que acuden habitualmente a preparar el escenario: instalaron altavoces, pusieron más flores y colocaron vallas protectoras «para que la gente no se eche encima de Ángel». Entre estas personas se encontra­ ba Pepa La Torre, una mujer que asegura que «yo también vi a la Virgen. Fue en junio, la primera vez que vine. Yo miraba el sol, pero me cegaba, hasta que le dije a Nuestra Señora que si yo era tan indigna que no podía verla. Entonces miré al sol y ya no me molestó. Allí estaba ella, arrodillada pero sin reclinatorio; pude verla dos o tres minutos...» Sobre las cuatro de la tarde, los alrededores del montículo se encontraban ya atestados de creyentes. En las primeras filas estaban los enfermos. Paralíticos, sordomudos y tullidos rezaban fervorosamente, soñando con que la Madre de Dios les otorgara la gracia. Hacia las seis de la tarde, como viene siendo costumbre, llegó el vidente y se situó junto al pino, en una silla desde la que siempre habla a los fieles. Cuando la Virgen se le apareció, cayó de rodillas sin entablar un diálogo. «Aunque sea la voz de Ángel es la Virgen la que está hablando —explicaban los reunidos a los que iban por primera vez—. Lo que sucede es que Nuestra Señora utiliza para hablar sus cuerdas vocales, pero noso­ tros sabemos que es Ella.» La fe absoluta era la nota predominante aquí. Mientras la Virgen hablaba por boca de Ángel, todos estaban plenamente convencidos de que, ciertamente, su mensaje era un mensaje divino. Todos soñaban con que esta vez pudieran ser ellos quienes la vieran,.. Pasaron los años 8 8 y 89 sin mayores incidentes pero, a partir de 1990, los mensajes de la Virgen y ^lgunas» actuaciones de Ángel Muñoz y sus seguidores, comenzaron a!poner en su contra a gran parte

142

de la opinión pública. Como en otras manifestaciones marianas, tam­ bién en este caso los mensajes estaban impregnados de ese componen­ te ideológico tan común a todas ellas. «.. .La Corona de España lodaiá pronto por las calles de Madrid... se iniciara una nueva Guena Civil peor que la del 36... no quedará ni una sola Iglesia, ni un solo conven­ to en pie... La Iglesia no tiene salvación porque no cumple con la Ley de Dios. ¡Qué dolor tengo como la M adre... hay que transformar la Iglesia de Satanás!» Y precisamente para transformar la Iglesia, Ángel Muñoz quiso montar la suya propia. Fundó la «Orden de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús». Pero lo que colmó la paciencia de los que asistían concienzudamente a sus manifestaciones, fue el hecho de que el vi­ dente quisiera levantar una iglesia en la vecina localidad de Benaguacil. El 11 de agosto de 1990, la Guardia Civil llegó a detener a más de 20 personas vinculadas con la secta de las «Esclavas», que habían permanecido encerradas en su iglesia para evitar la demolición. Mujeres y hombres vestidos de monjas y sacerdotes se empecinaron en tirar piedras y ladrillos desde las ventanas para tratar de evitar el terrible desastre; pero todo fue en vano y la iglesia se demolió. Luis Benlloch, alcalde de la localidad en aquellos días, declaró «que no podía admitir que los encerrados no acataran la orden judicial y, por ello, previamente a la demolición, se había procedido al desalo­ jo». Este desalojo, como vemos, no fue precisamente fácil; el 13 de este mes de agosto, un joven vestido con sotana y denominado «her­ mano Francisco» amenazó con arrojarse desde el campanario, al que se había encaramado en un descuido de las fuerzas del orden. Aquel día los gritos se pudieron escuchar, seguramente, hasta en Valencia, y todos los que nos encontrábamos allí, (cuello en alto, como en las películas americanas donde siempre el policía salva al presunto suici­ da) temíamos que, de un momento a otro, el cuerpo del «hermano Francisco» fuera a volar por los aires y a estrellarse contra el suelo, cosa que, por fortuna, no llegó a suceder. El fanatismo de los seguidores de Ángel Muñoz quedó claramente demostrado a lo largo de 1990, cuando todo el suceso culminó con el derribo del famoso pino. Agresiones verbales, físicas y espirituales, suelen ser una constante dentro de la histeria colectiva que se forma en

143

torno a las apariciones marianas, como si sólo el miedo fuese el arma para convencer, en el contexto de la Nueva Era, a los miles de segui­ dores de este fenómeno.

E Z Q U IO G A . Una pequeña localidad llamada Ezquioga en la provincia de Guipúzcoa, cerca de lo localidad de Zumárraga, fue el escenario de una curiosa aparición de la Inmaculada Concepción ante numerosos testigos, el 2 2 de junio de 1931. Sobre aquellos hechos el sacerdote Amado Burguera escribió un libro de cerca de setecientas páginas, que fue editado en Valladolid en el año 1934. Esta aparición fue divulgada en los años anteriores a la guerra civil, tal vez intentando copiar el modelo de Fátima, o el de Medjugorje en la actualidad, ambas nacidas a su vez en regímenes comunistas y que han sido, sin lugar a dudas, utilizadas como puntas de lanza.

FENOLLET. Un pueblo de la provincia de Valencia vivió también, a mediados de los ochenta, una aparición protagonizada por cuatro niños que, junto a una higuera, dijeron ver una luz blanquecina que se agrandaba poi momentos, mostrando en su interior una imagen de rasgos huma­ nos. Los niños: Soraya y Emilio, de 9 años, Rosa Ma, de 8 , y Marina, de 6 , estuvieron manteniendo el fenómeno durante algún tiempo hasta que, en mayo de 1988, decayó. Sin embargo, en la actualidad todavía hay peí sonas que se acercan hasta aquel lugar, tratando de conseguir algún pequeño milagro casero. Si hasta Fenollet hubieran llegado en aquellos días algunos de esos personajes tan interesados en sostener las apariciones, seguramente hoy contaría la región con un nuevo Garabandal.

144

ELCHE DE LA SIERRA. Pequeña localidad albaceteña donde, en el año 1989, la Virgen acertó a aparecerse en la pared de un muro a una vidente cuyo nombre omitiré, atendiendo a su petición cuando me relató el suceso. La apari­ ción le pidió que comenzase a curar enfermos de la mente y el cuerpo, para lo que debía entregar a cada paciente tres pequeños rodados (piedras). Ella debía rezar con las piedras en las manos pidiendo por el mal que acuciaba al enfermo, que se las había de poner sobre el cuerpo más tarde, como amuleto. Aquello me pareció extraño; sin embargo, cuando en 1990 volví a El Escorial, en una visita a un personaje vinculado a las apariciones marianas de Prado Nuevo y ex­ fiscal del Estado, recordé las palabras de la vidente de Elche de la Sierra, cuando D. José me hizo entrega, como regalo, de tres piedrecitas que, según él, poseían propiedades curativas.

DENIA. Durante algunos meses, Denia, bello pueblo turístico-pescador de la provincia de Alicante, se convirtió también en testigo mudo de otra aparición mariana. Desde el comienzo se presentó como algo muy interesante, hasta el punto de que la TV3 catalana, en un progama llamado «La nit Rruixa», tuvo como protagonista esta aparición rodea­ da de emocionantes prodigios. Periódicamente sangraba la imagen de un Cristo; la vidente, Antonia, entraba en trance e incluso, según sus testigos, se materiali­ zaban formas supuestamente consagradas. Sin embargo, después de una breve investigación llevada a cabo por dos buenos amigos catala­ nes, José MLiIbáñez y Josep Guijarro, se descubrió palpablemente que todo había sido un montaje económico. A los pocos meses, la vidente y algunos de sus seguidores fueron detenidos por la Guardia Civil. La supuesta Virgen — con Hijo sangrante incluido, en este caso nos había salido, una vez más, «listilla».

145

EL REPILADO. En una tranquila aldea de Huelva, El Repilado, y en abril de 1987, la niña de 10 años Alba Bermúdez llegó a su casa presa de un terrible estado de nervios: había visto a la Virgen. Durante varios días y junto a una morera, a eso de las seis y media de la tarde, minuto arriba o abajo, la niña se arrodillaba y fijaba la vista en un punto de las hojas arbóreas, dispuesta a recibir el mensaje de la Señora. Así se comunica­ ba con la aparición, que más tarde se identificaría con la Virgen de Fátima. Esta aparición se siguió manifestando a sus fieles hasta el 13 de mayo, fecha en la que se realizaría, supuestamente, un importante milagro. Aquella tarde, cerca de 15.000 personas se dieron cita en la pequeña aldea. Todo sucedió como estaba previsto: llegó la pequeña, mantuvo su conversación con la Virgen... y se marchó. ¿Hubo mila­ gro? Pues algunos dijeron que sí. Otros argumentaban que la ramita de la morera obraba milagros en casa. Pero la devoción se entibió bastan­ te, a] faltar el tan esperado y anunciado milagro espectacular. Como conclusión válida se puede afirmar que, cuando la aparición se ha comprometido a realizar un milagro a fecha fija, más tarde, al no haberlo, el fervor popular decae.

BENALUP DE SIDONIA. En esta población de la provincia de Cádiz también se apareció la Virgen. Fue en octubre de 1986, según el testimonio de la vidente Antonia Pérez Salcedo. Esta mujer vio una extraña luz sobre una higuera. Al igual que sucediera en la aparición de El Repilado, se decidió poner a prueba a la Virgen pidiéndole milagros, que es algo así como un marchamo de autenticidad. No ocurrió nada, pero en la actualidad aún hay personas que acuden allí en busca de algún residuo espiritual. Parece ser que existen, en estos momentos, personas inetresadas en volver a revitalizar algunas de estas apariciones.

146

PEDRERA. En un pueblo sevillano, Pedrera, también fueron tres las pequeñas que, en mayo de 1987, tuvieron una aparición: Buen Lucero Escobar González, de 10 años, y Rosario y María Sánchez Guillén, de 11 y 12 años respectivamente. Las tres niñas observaron, en un lugar conocido como Veguetas de las Revueltas, un ser que identificaron con la Vir­ gen. Este ser les comunicó que se encontraban en un lugar sagrado. Instantánemamente la multitud se congregó allí, y en la actualidad sigue siendo lugar de peregrinación, habiendo sucedido hechos curio­ sos como el que nos narra a continuación el investigador Moisés Ga­ rrido: .. M ás de cien personas dijeron haber visto a la Virgen en sucesivos días. Entre estos se encontraba D. José Pareja Jiménez, un joven de veintiocho años que necesitaba un bas­ tón para andar. Fue al lugar sagrado con escepticismo y burla, hasta que pudo ver la imagen de la Virgen sobre el árbol... Soltó el bastón y salió corriendo, pese a su malestar físico. Moisés Garrido ha escrito brevemente en torno a estos fenómenos, en exclusiva para El Lado Oscuro de María, las crónicas de dos apari­ ciones marianas andaluzas contemporáneas, que reflejan perfectamen­ te el sentir y la necesidad de la gente: La Virgen se aparece en Huelva. La Virgen, por lo que podemos observar, sigue incansable su actividad aparicionista por casi todo el mundo. Ahora, un nuevo lugar en la provincia de Huelva, concretamente en Gibraleón. Aunque el suceso viene desarrollándose desde 1989, no ha sido hasta el verano del 91 cuando ha trascendi­ do al exterior ya que la vidente, María del Carmen — de aproximadamente cincuenta años de edad—, vivía las expe­ riencias, según me confesó, en su propio hogar. Por «manda­ to divino» se acerca a la colina «Alto Micael», a las afueras del pueblo, para continuar con sus visiones extásicas. Pron-

147

to, de la poca asistencia de personal en los primeros días, pasó a convertirse el lugar, en varias semanas, en un auténti­ co foco de peregrinos. Turistas, periodistas, enfermos y cu­ riosos se agolpaban junto a la encina de «las apariciones» para ver de cerca cómo la vidente mantenía un diálogo con «lo invisible». La Virgen — que reúne los mismos rasgos de otros casos similares— pide constantemente penitencia y sa­ crificio, como si no fueran suficientes las calamidades de la vida misma... La Iglesia aún no se ha pronunciado sobre el particular aunque el párroco del pueblo, D. Diego Suárez, se haya in­ dignado por el alcance que está tomando el hecho en las conciencias de los creyentes, y más con su actitud escéptica hacia el mismo. Los fenómenos «milagrosos» brillan por su ausencia en el caso que nos ocupa, aunque sí me he encontrado con relatos de extraños aromas por los alrededores, como la presencia de un penetrante olor a rosas en el ambiente el pasado 7 de octubre (día de Nuestra Señora del Rosario). Aunque esto no quiere decir que tenga un origen «sobrenatural», pues el psiquismo humano en estas multitudinarias congregaciones aparicionistas, tiene tanto poder como Dios para realizar un «milagro». Lo que no fa lta n son las escenas de fa n a tism o pseudorreligioso de muchas mujeres que se dan cita en aquel paraje, la mayoría de ellas amigas de la vidente, que con su fe ciega efectúan a los cuatro vientos el apostolado de rigor, al igual que varios señores que dirigen los monótonos rosa­ rios y que copian, descaradamente, ciertos elementos de apa­ riciones famosas como las de Fátima o El Escorial. El anuncio de un milagro para el día 13 de octubre fue un ejemplo de lo que acabo de afirmar. Por los indicios, se trataba de la «danza del sol» (recordemos el prodigio solar del 13110117 en Fátima ante 70.000 testigos). Era domingo, por lo que se esperaba una nutrida masa de fieles ávidos de protagonizar un encuentro con lo «sobrenatural». A pesar de

148

la lluvia y del mal tiempo, allí nos concentramos cerca de mil quinientas almas. ¿Qué ocurrirá?, era la pregunta que esta­ ba en boca de todos. La respuesta —para bien de m u c h o s no se hizo esperar. A las cinco y media de la tarde, después de un rato de oración y letanías, la Virgen — tras haber sido convencida por no pocos sudores de la vidente para que produjera el milagro— dijo a los presentes: «Hijos, mirad el sol y veréis lo que no estáis viendo aquí. Todo el que venga con el corazón sano verá mi imagen reflejada y la Cruz de mi Hijo también.» En este instante la histeria, el asombro, el frenesí y la incertidumbre hicieron presa de la mayoría de los reunidos que no daban crédito a lo que sus ojos veían: ¡la esfera solar giraba sobre sí misma y podía verse sin dañare la vista! Era la prueba irrefutable de la autenticidad de las apariciones. Pero, ¿bailó de verdad el sol? Gracias a que estuve allí, pude presenciar atónito no el fenómeno del soi pero sí la alucinación colectiva que reinaba en el enclave, ) cómo ésta se contagiaba poco a poco en los que desde ur principio se mostraron cautos y al margen... Vi, en breves segundos, el poder de captación tan enornu que ejerce este tipo de acontecimientos, sobre todo en este «era milenarista», y descubrí cómo un fenómeno natural pue de ser tergiversado para «acoplarlo» a nuestras necesidade. espirituales, autoengañándonos con tal de llenar e sta fe coi algo que la pruebe. Claro que no hubo ningún hecho especia cular. La capa fina de nubes, que cubría el sol, dejaba qu éste luciera su esfera en todo su esplendor, actuando la nubes como un filtro, por lo que no había ningún peligr ocular. Esto, sumado al hecho de que las nubes, al pasa delante del sol, hacían aparentar que éste se desplazaba pe el cielo a gran velocidad y que, dependiendo de la densida de las nubes, había momentos de más o menos luminosida solar. Esto era suficiente para aceptar, categóricamente, qu nos encontrábamos ante un suceso de origen «celestial». La multitud jubilosa lanzaba alabanzas al cielo, agradec da por ese «don» con que la Virgen les había obsequiad■

149

pero no todo terminó ahí. Después de un buen rato observan­ do el sol, se empezaron a visualizar «luces amarillas» por todos lados: ¡Es la Virgen!, afirmaban alucinados los más ingenuos, quienes no pensaron — o no querían pensar— que todo ello era consecuencia de tener las retinas impresiona­ das por la luz solar... Personalmente, y tras investigar este caso durante varios meses, he llegado a la conclusión de que toda la historia es un montaje creado por su propia protagonista —y apoyada por sus inseparables acólitos— con afán de mitomanía y con tendencia a la fabulación pseudo-mística, para así sentirse ensalzada por los demás. Si indagamos en su pasado, encon­ tramos sin dificultad estos rasgos psicopatologicos: hace nueve años afirmaba ver el «espíritu» de una niña difunta; poco después, ejerció por un tiempo de curandera. Pero las cosas no le irían como ella hubiera deseado, por lo que pron­ to desistió de sus «facultades»: decía poseer un cuadro del Corazón de Jesús que movía los ojos y el rostro, y una figura de la Virgen que hablaba. ¿Alguien da más? Si, como se dice, «por sus frutos los conoceréis», no creo que las semillas de estas apariciones fructifiquen nunca.

La Virgen del Almendro. El afán del ser humano de aferrarse a una creencia o por tener un ídolo a quien adorar, puede llegar a límites insospe­ chados. H oy, pese a que «buceamos» en una sociedad consumista y tecnócrata, resurgen mitos ancestrales, nacen nuevos mitos y se busca un Dios más cercano a nosotros. De esta forma, podemos llegar a convertir en «irracional» algo que no lo es, y cualquier cosa puede parecemos una «señal del cielo». Tanto es así que —y como ejemplo ilustrativo de lo que digo— a pocos metros de Cartaya (Huelva), al borde de la carretera comarcal que une esta población con Tariquejos, la caprichosa forfna adquirida por un tronco de almendro tras ser quemado y cortado, ha sido identificada

150

como la imagen de la Virgen. ..P o r supuesto que la forma del tronco no deja de ser curiosa, pero que llegue a considerarse un nuevo objeto de culto me resulta exagerado. Aunque en cierto modo sabemos que los rumores, la fe, la incultura y el vacío que dejan las religiones imperantes, son factores influ­ yentes en estos nuevos procesos idolatras. «Nunca llamó la atención hasta que alguien empezó a decir que parecía la Virgen», me comentó una vecina del lugar. Suf iciente detonante para convertir el lugar en «sagra­ do» y los fines de semana en auténtica peregrinación. Del árbol, ya bautizado con el nombre de «Virgen del Almendro» (una más por si eran pocas), penden rosarios, flores y estam­ pas, y es visitado asiduamente por creyentes, enfermos y cu­ riosos que coinciden en su asombro ante la silueta del tron­ co. A pesar de ello, las opiniones se dividen en dos sentidos: los que aseguran categóricamente que el hecho es un «mila­ gro» de nuestra Divina Madre; y los que creen que aquello no es más que la casual forma resultan te de un tronco. Bien es verdad que, para apreciar la silueta femenina en el árbol, hay que situarse en distintos ángulos. Pero fro n ­ talmente parece cualquier cosa menos la Virgen. Eso no ha restado que incluso se acercara al lugar una vidente de Lepe diciendo que «bajo el tronco estaba la Virgen» (sic). Junto a la indignación del párroco de Cartaya, don Antonio, por la popularidad que el tema ha logrado, está la del dueño de las tierras donde se encuentra el almendro, quien en repetidas ocasiones ha mandado que corten el tronco. Pero hasta la fecha nadie se ha atrevido a hacerlo, «por si acaso»... A sí andan las cosas por estos lares del sur, y si se diviniza el tronco de un árbol — cual mito druida— ¿qué no se adora­ rá en estos últimos años que precederán al nuevo milenio...?

151

CÓRDOBA. En agosto de 1991, unas niñas dijeron haber visto a la Virgen cerca de la Casa de Espiritualidad de San Antonio. Pronto la gente comenzó a acercarse hasta ese lugar llevándose agua de un venero cercano. Las monjas que gestionaban la casa, pusieron en conocimiento del Vicario General de la Diócesis lo que estaba ocurriendo y éste, que no estaba muy convencido, arguyendo que había encontrado jeringuillas por las inmediaciones del lugar, mandó vallar el acceso a la gruta. Poco des­ pués la empresa municipal de aguas de Córdoba señaló en un escrito que la supuesta agua bendita del venero no era potable. Sin embargo, la multitud de fieles cree a las niñas, y continúa yendo concienzuda­ mente a campo a través a recoger el agua. Tele 5 (Por lo jugoso de la noticia, merece ser reseñada íntegramente). Durante el espacio «¿Hablando se entiende la gente?», dedicado en esta ocasión al satanismo, ESPECTADORES DE TELE 5 AFIRMAN VER A LA VIRGEN: Madrid (Ch. C.) La cadena privada que dirige Valerio Lazarov recibió numerosas llamadas de telespectadores que a seguraron haber visto una im agen de la Virgen sobreimpresionada en la pantalla, durante la emisión del programa que dirige y presenta José Luis Coll «¿Hablando se entiende la gente?», dedicado al satanismo el pasado mar­ tes. Los telespectadores afirmaban haber visto una nebulosa que envolvía la figura de la Virgen y cómo esta nebulosa se situaba, en principio, en la parte inferior derecha de sus receptores. Posteriormente, dijeron, la imagen recorrió alter­ nativamente distintas esquinas de la pantalla. «Cuando quisimos mover los mandos de la televisión, el aparato no respondía», aseguraban impresionados. Muchas de estas llamadas se produjeron en tono airado por lo que consideraban una utilización subliminal e irreverente de la figura de la Virgen. Incluso, una asociación de padres de

152

familia, amenazó con una demanda formal. El equipo del espacio afirma haber revisado la cinta emitida sin pefcibii anomalía alguna, por lo que barajan la posibilidad de que algo, quizá una mota de polvo, interfiriese la transmisión de la imagen a través de los repetidores instalados en distintos puntos del territorio nacional. Los telespectadores afectados insistieron en que la nebu­ losa con la Virgen se colocaba, principalmente, sobre Fran­ cisco de Paula, jesuíta invitado a la tertulia, cada vez que hablaba...: (El Mundo, 5.03.91)

TORA. En Torá, provincia de Lleida, también se apareció la Virgen en el año 1988. En aquel lugar, la aparición dotó de poderes para curar enfermedades, con sólo utilizar el agua, a José Casagolda, de 40 años de edad. La Virgen se le apareció por espacio de cuatro horas, y le prometió que volvería a visitarlo en el futuro.

SERAFÍN PENA TEJEIRO 18. Serafín es un joven de 24 años que se confiesa «no demasiado creyente». Sin embargo, aseguró en 1990 que se le había aparecido la Virgen en el municipio lucense de Cospeito. Serafín vio un resplandor «blanquísimo» a unos 2 0 0 metros de distancia de la casa de un vecino, por lo que supuso que se trataría de los faros de un vehículo. Pero a medida que fue acercándose, la luz perdió intensidad. El joven contó que «la luz empezó a desplazarse a unos dos o tres metros de altura. 18 Una de las múltiples vinculaciones, que le han surgido a las apariciones marianas a lo largo de los años, es el fenóm eno extraterrestre. En el caso de Serafín, junto con otros que les narro, la vinculación es tan notable que algunos contactados extraterrestres están siendo visitados en la actualidad por la Virgen y Jesucristo. En la Bibliografía encon­ trarán lecturas al respecto.

153

Era muy blanca y se notaba perfectamente la corona. Pero, en cambio, por abajo la figura era negra». La Virgen, según Serafín, se fue despla­ zando por espacio de unos 2 0 0 metros por un descampado «hasta que llegó a dos casas del pueblo, donde dio la vuelta. Yo seguí mi camino porque de verdad que tenía algo de miedo».

ALMORADÍ. A. M. S., una mujer de unos cuarenta años, propietaria de un taller clandestino de aparado en la localidad, me contó cómo en 1986, días antes de haber tenido un avistamiento Ovni, y en la cocina de su casa, contempló la figura de María Santísima no más grande que una botella de agua. En el ambiente se notaba durante todo el tiempo un fuerte perfume de rosas. Me confesó que no era la primera vez que la veía. La Virgen no le dio ningún mensaje, pero al igual que al vidente de Torá, le dijo que volvería a visitarla.

LA CALETA DE VÉLEZ. El 14 de marzo de 1988, la Virgen decidió hacer una incursión hasta la Caleta de Vélez, en la provincia de Málaga, apareciéndose a José Sánchez García, que por aquel entonces contaba 26 años: «Eran las dos de la tarde y hacía una temperatura tremenda. Días antes se habían escuchado ruidos extraños en el invernadero, pero fue el día 14 cuando el ruido se convirtió en estruendo y en un gran revuelo de viento. Instantes después una fuerte LUZ BLANCA lo inundó todo y ella apareció... Lo cierto es que a pesar de la luz la vi con claridad... La Virgen María tenía más de treinta años, era delgada y con el pelo rubio brillante como el oro, todo resplandecía m ucho...» La Virgen le habló del peligro que corría la humanidad, y de la pérdida de fe de la gente. A partir de ese momento —y siempre según testigos presenciales— José Sánchez ya no fue el mismo. El inverna­ dero de la Caleta de Vélez, donde tuvo lugar la aparición, se convirtió así en centro de peregrinación de muchos pueblos adyacentes, que lo

154

único que buscan es la sanación de sus enfermos. Y es que muchas ve­ ces la necesidad hace que en cualquier momento se fomenten hechos que, en otras circunstancias, serían tomados a risa.

XÁTIVA. Moisés Garrido nos narraba anteriormente la crónica de una pecu­ liar manifestación ocurrida en Andalucía y que tenía como protagonis­ ta principal a un tronco de almendro quemado. Lo que aconteció en Xátiva, provincia de Valencia, en 1988 y más concretamente en la Torre d ’en Lloris, también tuvo que ver con un tronco, pero en este caso de higuera. El 23 de febrero de 1988, unos niños aseguraron haber visto una imagen blanca flotando entre las jam as de una higuera. Esta entidad les dijo que era la Virgen María e incluso les increpó: «Iros de aquí, estáis en peligro». Como era de esperar, el efecto boomerang tuvo un resultado espectacular, y el testimonio de los niños se expandió por toda la Torre d ’en Lloris, propiciando que la higuera recibiera cientos de visitas. Muchos de estos fieles que llegaban manifestaron ver todo tipo de imágenes en el tronco, sobre todo la figura de la Virgen María y la de un fraile franciscano que murió en el lugar, tiempo atrás. No hubo mensajes, ni milagros. La higuera es muy antigua, y en ella, con un poco de imaginación, es fácil imaginar caras reflejadas en su corteza. Hoy en día la Torre d ’en Lloris está olvidada aunque, de vez en cuando, alguien se acerca por allí, con añoranza, tratando de recuperar algún viejo sueño olvidado por los dioses.

LA VIDENTE DE CE ARES. En el caso de María del Rosario, la vidente de Ceares, se pueden apreciar dos circunstancias que a estas alturas del libro ya parecen haber quedado claras. En primer lugar, según Julián, apóstol de El Escorial, este caso que analizamos sería falso, porque la vidente notó la presencia de la Virgen en El Escorial y, al llegar a su pueblo, fue

155

cuando se iniciaron las manifestaciones de la aparición; en segundo lugar, cuenta con el apoyo de un sacerdote que dio cabida a la vidente en la parrroquia, posiblemente con la sana intención de estimular a los feligreses para aproximarse a la Casa de Dios. María del Rosario reconoció tener contactos con la Virgen María en octubre de 1989, cuando el sacerdote José Alesón le brindó la oportunidad de participar en una serie de tertulias, todos los martes, en la parroquia de Ceares, pueblo de la provincia de Gijón. Pronto se reunió con un grupo bastante numerosos de seguidores que, al amparo de la Iglesia, se sentían en gracia de Dios. Pero la alegría duró poco. El 13 de febrero de 1990, el arzobispo de Asturias rogó, en un escrito dirigido al padre Alesón, que se abstuviesen de «participar en actos relacionados con estas supuestas prácticas religiosas». Además, le en­ comendaba que se encargase de la misión pastoral que tenía asignada, como capellán de las Madres Agustinas de Gijón. Sin embargo María del Rosario, apoyada por los múltiples seguido­ res de sus charlas, decidió llegar hasta el final. «Es injusto que el arzobispo diga que, tras analizar los hechos, haya llegado a la conclu­ sión de que no tienen ningún carácter sobrenatural, cuando ni tan siquiera los conoce... Aunque respetaré la decisión de la Iglesia, tam­ bién tengo que responder a la Virgen tal como lo hice hasta ahora. Me ha dolido mucho que el arzobispo decidiera suspender las reuniones como lo ha hecho... No tengo nada que ocultar ni deseo engañar a nadie. Tengo aquí todas las cintas. Hay mucha gente que es testigo de ello y que ha grabado también las charlas. Sabía que esto me iba a traer más problemas que otra cosa, pero tengo que atender la llamada de la Madre. Sólo intento no ser un nuevo Policio Pilatos que se lave las manos. Tengo que seguir respondiendo a la Virgen...». El arzobis­ pado asturiano, hasta la fecha, no volvió a manifestarse en relación a estos hechos que, en su momento, contaron con el apoyo de algunos miembros de su Diócesis.

EL SANTÓN DE BAZA. Dentro de nuestra España mágica y milagrosa existen casos que,

156

como el del Santón de Baza, nos introducen en el mundo de los sanadores. Curanderos que, mezclando conocimientos espiritistas y religiosos, van conformando la esencia de lo que recibe la multitud de personas que acude a visitarlos, confiando en sus poderes. Para estos curanderos la Virgen suele ser un elemento fundamental a la hora de transmitir confianza a cuantos los visitan, porque no es lo mismo que a uno se le aparezca la Santísima, que San Epifanio de la Dolorosa. Si pudiésemos realizar una encuesta entre todos los sanadores y curanderos de este país, posiblemente quedaríamos sorprendidos al ver para cuántos de ellos la Virgen supuso el comienzo de sus activi­ dades. Como lo fue para Esteban Sánchez, un joven que a los 16 años dijo ver a Dios y a la Virgen saliendo de un cuadro, en julio del990. Tengo un cuadro del Cristo del Corazón y empezó a salir una luz así, enorme. Entonces se me presentaron. Primero salió él. Igual que está aquí, y después lo hizo la Virgen. Baza se encontró de pronto con un joven curandero que vivía en el barrio de las «Cuevas del Garfio», y hacia allí comenzaron a llegar los portadores de todas las desgracias de la tierra: tullidos, paralíticos, enfermos de cáncer, de sida, se aprestaron a agolparse todas las maña­ nas frente a su puerta; y él los iba recibiendo en bermudas, de rodillas y sonriendo. Mientras, su madre, sentada en una esquina, observaba cuanto sucedía alrededor del hijo repentinamente elegido por la divini­ dad. Y la cueva se llenaba de santos, flores, sueños con olor a desespe­ ro y toda una vida por delante. Esteban González, con 18 años en la actualidad, siempre recordará que fue precisamente la presencia de Cristo, y después de la Virgen, lo que motivó un hecho importante en su vida: convertirse en «El Santón de Baza», hermoso pueblo de la provincia de Granada donde, como puntualizan los vecinos, «jamás habían tenido un curandero».

CASTELLAR DE SANTIAGO. En Ciudad Real existe un pequeño pueblecito llamado Castellar de Santiago, y desde enero de 1989 un joven, llamado Ignacio Castella­

157

nos, afirma haber tenido 18 apariciones de la Virgen, en un lugar denominado «Los Charcones», en un espacio de tiempo de apenas dos meses. El lugar es humilde. Un arroyo seco enmarañado de cardos cubre prácticamente un montículo de piedras que, en la actualidad, está per­ fectamente cuidado pero que, cuando ocurrieron los hechos, veía amontonarse, sin orden ni concierto, flores, velas, estampas de la Vir­ gen y montones de sueños. Gracias a un pequeño manantial que Igna­ cio descubrió (naturalmente, por indicación de la Virgen), la gente tuvo opción al agua bendita y milagrosa que, dentro del fenómeno mariano, es el bálsamo de todos los males. El agua, ya por aquel entonces, era escasa, pero lo suficientemente constante como para que, aún en nuestros días, se pueda uno lavar en ella las dolencias, y espe­ rar algún milagro. Según Ignacio, él no quería manifestar cosas «ni ser protagonista de nada. Como dijo Bernardita de Lourdes, ‘quiero ser como una escoba que se usa y luego se guarda en el rincón’. Así de humilde quiero ser yo... La Virgen quiere que la humanidad sea mejor, que la juventud se deje de vicios y viva una vida más cristiana. Ella está preocupada por la evolución del m undo...» Los Charcones tiene también su pequeño misterio. José María Maestre, sanador amigo mío, visitó a finales de 1991 el lugar, y me comentó que una paloma «se posa casi diariamente en los alrededores, sobre las 7 ’45 de la mañana, y se marcha alrededor de las 8’45, y lo más extraño es que, a pesar de que la gente se aproxima, ella sigue allí como si nada...» Le hablé del charco con agua, y me respondió: «El charco con agua parece no acabarse nunca, por más que la gente se acerque... Es un pueblo con una gran devoción al Cristo de la Misericordia, aunque te confesaré que por aquella zona se perciben energías negativas...» En realidad, si yo íuese paloma e intuyese que, para muchos devo­ tos de Los Charcones, soy la representación de la Virgen María, tam­ poco me iría porque, presumiblemente, el pan o, en este caso, las miguitas, siempre estarían seguras.

158

ELCHE. Conocí a Fina Nortes en el año 1989 en la ciudad de Elche, provin­ cia de Alicante, y a pesar del tiempo transcurrido estoy obligado a remarcar que, de cuantas apariciones he estudiado, ésta es, sin duda, la que me dejó una huella más extraña; quizá porque, después de casi tres años, las últimas noticias que me dieron de esta mujer fueron realmente preocupantes: ya había intentado suicidarse dos veces, y en una de las ocasiones estuvo al borde de la muerte. Fina Nortes vivía en una casa antigua en la calle Ramón Vicente Serrano. Ella realizaba sus sesiones en un extraño salón lleno de san­ tos, velas y, para todos aquellos que gustan de hablar de energías, lleno también de vibraciones nada definibles por medio de la palabra. Decía que se comunicaba con los muertos; los veía casi a diario y no le producían, según sus propias palabras, ningún temor. Eran espí­ ritus que necesitaban su ayuda, entidades a las que Caronte, el barque­ ro, había negado la entrada en el reino del Hades y vagaban alrededor del mundo resistiéndose a marchar a sus destinos, más allá de todo conocimiento. Pero Fina, aparte de todo lo anterior, también afirmaba que había visto a la Virgen, concretamente a la de Lourdes. Una imagen ilumi­ nada de la cabeza a los pies, que en el comedor de su casa le ordenó que saliese a la calle a pedir limosna, para hacerse una túnica que debería llevar puesta para curar. Una Virgen que, por supuesto, tam­ bién le reveló un secreto que jamás conoceremos y, cómo no, una Virgen que también quiso instalar un santuario en Elche, Tuve la oportunidad de hacerle una entrevista donde, al igual que con el San­ tón de Baza, se mezclaron espíritus y santos, sueños y desgracias; todo un extraño mundo que, a ella, sólo le sirvió par hundirla, casi sin remedio, en la desesperación. Pregunta: Fina, ¿cómo se le apareció la Virgen? Respuesta: Bueno, la primera vez fue hace ya algún tiempo estando yo sentada en el comedor; justo ai lado del pasillo vi como un gran resplandor. Dentro de esa luz, la preciosa imagen de la Santísima Virgen. P,: Pero, ¿cómo se comunica usted con ella? ¿Le habla?

159

R.: Me habla a través de la mente, yo la escucho aquí (se se­ ñala la cabeza) y le respondo de la misma forma. P*: ¿Qué fue lo que le dijo? R.: La primera vez me pidió que le hiciera un hábito, que luego no sería para Ella, sino para que yo curase con él... Me dijo que tenía que salir a pedir, para hacerlo... Luego ha venido más veces, y por fin me ha dicho que tengo que levantarle una ermita. El sitio ya lo tengo, pero esto lleva mucho tiempo. Me ha dicho muchas cosas... cosas que todavía no puedo decir. P.: ¿Como por ejemplo? R Sí, profecías; me habló de grandes catástrofes para la humanidad, cosas que tenían que suceder no sólo en Elche, sino en todas partes... pero aún no puedo revelar nada más. P ¿ C u á n d o podrá hacerlo? R.: Cuando ella me lo diga. Y me la imaginé sola, mirando a lo alto, conversando como tantos y tantos con una extraña luz, sobre cosas que marcarían la vida de todo el mundo. P F i n a , ¿puede usted ver a los espíritus? R.: Claro que puedo; no sólo verlos, sino hablarles. A veces he hecho alguna sesión, y hemos ayudado a muchos hermanos a encontrar su camino... Aunque todavía quedan muchos espíritus vagando a nuestro alrededor, apegados a sus costumbres. P .: ¿Pueden hacernos daño esos espíritus que vagan? R>: Pueden, en la medida en que nosotros los dejamos actuar. Es nuestro propio miedo el camino por donde actúan. Muchas veces, nuestra propia ignorancia al tratar estos tem as... Y allí lo dejamos. Fina Nortes, enfundada en su túnica blanca, acabó pasándome las manos por mi campo energético y la Virgen me bendijo a través de ella. Pero la realidad, en este caso, es abiertamente triste. Y, lo peor, que no es, ni sin lugar a dudas será, el último caso de apariciones que acabe mal para el propio vidente. El suicidio es, con frecuencia, la puerta de salida para muchas personas que, al final del camino, se dieron cuenta de que realmente jamás set encontraron con la Virgen.

160

Y ahora, permítanme que acabe este capítulo con las palabras que el Cardenal Jaime Sin, arzobispo de Manila, pronunció en marzo de 1988 cuando en su Diócesis comenzaron a multiplicarse las aparicio­ nes de la Virgen María: Yo, a los que dicen ver a la Virgen, les recomendaría comer un poco más.

161

VIII LA VIRGEN VIAJERA.

POTENZA (ITALIA). Una imagen de la Virgen María de una parroquia de la ciudad de Potenza, en la región sur de Basilicatam, derrama lágrimas de sangre desde el 28 de mayo de 1991. En Italia también es famoso en la actualidad el caso de la Virgen de las lágrimas de Siracusa, en Sicilia.

LIMA (PERÚ). Desde el mes de febrero de 1991, cuatro imágenes de la Virgen se pusieron a llorar en Lima; concretamente una de la Virgen de Fátima, en dos meses, llegó a llorar dos veces. Existen además dos imágenes de la Virgen del Carmen y una imagen de la Virgen de Chapí, patrona de Arequipa; la Iglesia ante estos casos optó por pedir prudencia, pero nada pudo hacer frente a una población desesperada por la miseria y el cólera, que está deseando aferrarse a cualquier cosa que suene a espe­ ranza. Y es que la necesidad es, por desgracia, el alimento de muchas apariciones que suelen surgir al amparo de grandes catástrofes, sean éstas naturales o espirituales.

PANAMÁ. Muchas veces la Virgen suele manifestarse a determinadas perso­ nas para que éstas, a su vez, hagan llegar el mensaje a terceros, como

164

le ocurrió a la vidente panameña Virginia Alen, a quien la Virgen, al parecer, advirtió del terrible terremoto que asolaría Panamá pocos días después: debía decírselo al arzobispo Marcos McGrath. Pero presumi­ blemente esto último, según versiones del Sr. McGrath al diario Críti­ ca libre, jamás llegó a realizarse, y subrayó que él no recuerda que Alen le comunicase «ningún tipo de mensaje de la Virgen donde se pronosticase un terremoto en Bocas del Toro». Según la vidente el presidente del país, Guillermo Endara, también fue advertido sobre el terremoto, que dejó un centenar de muertos, más de 1.500 heridos, miles de damnificados y millones de pérdidas en Panamá y Costa Rica. La Virgen, tal vez, se confió excesivamente en un humano; si se trataba de evitar víctimas, ¿por qué no se presentó al arzobispo, directamente?

MÉXICO. En el mes de septiembre de 1990, la supuesta aparición de la Vir­ gen de Guadalupe, en Acapulco, conmocionó a la opinión pública mexicana. Todo tuvo su inicio cuando una niña de once años, Reyna Vázquez, se desmayó en el colegio en horas lectivas y, al despertar, dijo: «La Virgen de Guadalupe cree que es necesaria la construcción de un templo en un lugar donde se aparecerá dentro de unos días». Ese lugar resultó ser la copa de una palmera, situada en el barrio Juan R. Escudero, uno de los más populares de Acapulco. Miles de habitantes de la zona comenzaron a desfilar por allí y, aunque para muchos no era más que «una patraña inventada por alguna persona que no tiene nada que hacer», para otros muchos en lo alto de la palmera se aparecía realmente la Virgen: «primero es una luz tenue, después aumenta su brillantez cuando los cánticos y rezos se convier­ ten en auténticos gritos.» No debemos dejar pasar por alto que la Virgen de Guadalupe fue proclamada «Patrona de la nación mexicana» en 1773, «Reina de México» en 1895, Pío XII la nombró «Celestial Princesa de América Latina» y, por fin, acabó siendo «Emperatriz de las américas».

165

BELPASSO (SICILIA). La Maculopatía es el nombre de una enfermedad que se produce después de sufrir quemaduras, tras fijar los ojos durante algún tiempo en el sol; algo que es costumbre practicar, regularmente, en aquellos lugares donde los feligreses acuden para intentar ver a la Virgen. Especialistas en oftalmología nos comentaban que se trata de una afección bastante grave que daña la parte central del ojo, llamada «mácula», afecta a un milímetro cuadrado de materia que es utilizada por el ojo para enfocar las imágenes. Si no se cura a tiempo, puede conducir incluso a la ceguera. En diciembre de 1988, en Sicilia, concretamente en Belpasso, loca­ lidad de la provincia de Catania, la Virgen se apareció como lo venía haciendo aproximadamente una vez al mes ante cerca de cien mil fieles, que esperaban contemplar algún prodigioso evento. Y dicho prodigio sucedió: más de trescientas personas sufrieron quemaduras graves en los ojos después de permanecer, sin pestañear, mirando el sol durante bastante tiempo. Los acontecimientos llegaron a ser consi­ derados realmente graves por las autoridades, que iniciaron una cam­ paña para que todos aquellos que sintiese algún picor en los ojos acudiesen lo más rápidamente posible a un especialista. Y hasta tal punto llegó la preocupación que la Virgen decidió anunciarle a Rosa­ rio Toscano, el joven vidente de 15 años, que a partir de ese momento había decidido aparecerse con menos asiduidad, y solamente a él y a unos cuantos elegidos. Las declaraciones de la Madonna conmocionaron a sus seguidores, que interpelaron a Rosario para que le transmitiese en su próxima venida que no estaban en absoluto de acuerdo con tal decisión divina, y que querían que siguiese apareciendo delante de ellos. Con o sin sol.

AKITO (JAPÓN)™. Esta es una aparición que durante más de quince años ha estado enfrentando a diferentes sectores de la Iglesia japonesa. 10Información recogida de los archivos de ABC. 166

Todo viene del 28 de junio de 1973, cuando Sor Agnes Sasagawa, religiosa de la orden de las Siervas de la Eucaristía de Akita, vio una herida abierta en su mano izquierda. Durante algún tiempo no habló con nadie de la llaga, dado que pensaba que podía deberse a un castigo por sus pecados. Días más tarde, con ocasión de encontrarse orando frente a una imagen de la Virgen, Sor Agnes escuchó una voz procedente de la estatua que le pidió que rezase mucho por la Iglesia. Poco después, compañeras de Sor Agnes vieron cómo de la mano derecha de la estatua manaban gotas de sangre. El 24 de julio el obispo monseñor Ito fue informado de todo, y el 3 de agosto Sor Agnes recibió un segundo mensaje, esta vez sobre la castidad, la pobreza y la obediencia. El 27 de julio la llaga de la mano derecha de la imagen dejó de supurar sangre, y el 29 de septiembre desapareció. El 13 de octubre Sor Agnes fue la destinataria de un tercer mensaje, que seguía la línea de cuantos mensajes marianos hemos analizado hasta el momento: hablaba de un terrible castigo si los hombres no se arrepentían, le pedía que rezase el rosario por la Iglesia y afirmaba que el Diablo se encontraba dentro de su seno (el de la Iglesia). A partir de 1975, monseñor Ito optó por informar a Roma de los fenómenos. Al año siguiente, y por consejo del nuncio, pidió al obispo de Tokio la creación una comisión investigadora para estudiar la supuesta aparición. Después de dos años de trabajo (1978), dicha co­ misión emitió un dictamen negativo. La Conferencia Episcopal orde­ nó que no se realizasen peticiones colectivas a Akita, y el obispo de Tokio se pronunció contrario a los hechos. Pero Monseñor Ito, en una carta pastoral de abril de 1984, al despedirse de la diócesis por haber alcanzado el límite de edad, hizo un reconocimiento oficial de la apa­ rición, declarando que «no se puede negar el carácter sobrenatural de esta serie de acontecimientos inexplicables», y autorizó el culto a la Santa Virgen de Akita. Aunque la Iglesia no llegó a reconocerlos explícitamente, sin em­ bargo permitió que esta advocación persistiese; lo cual significa con­ sentir, aunque sólo sea por omisión.

167

SAN FRANCISO SOLANO. Una imagen de la Virgen, en su advocación de Rosa Mística, derra­ mó supuestas lágrimas de sangre ante centenares de testigos en el altar de una modesta vivienda de la localidad de San Francisco Solano, en las afueras de Buenos Aires (Argentina). Los hechos ocurrieron en julio de 1988, pero la credibilidad de estas apariciones jamás llegó demasiado lejos. Sin embargo, debido a la cantidad de las mismas, abarca a muchísimas personas, sobre todo de clase media baja y de un nivel sociocultural bastante pobre.

CLINT, EL PASO (EE. UU.). Kelly Parada es una joven que, cuando sucedieron los hechos que describo a continuación, contaba tan sólo trece años de edad. Ella afirmó que la Virgen María se le aparecía regularmente desde el 15 de agosto de 1988. La historia tuvo comienzo cuando Kelly se encontraba en casa de sus primos. En un principio, se dijo que la Virgen se presentó a tres adolescente pero dos de ellos se cansaron enseguida, motivo por el cual Kelly, en solitario, se convirtió para muchos en la gran profeta de El Paso. Muchos testigos afirman que, cuando Kelly estaba en oración, una neblina desconocida la rodeaba, y que en el cielo se marcaba una línea de luego que señalaba la entrada a los cielos. Para otras muchas perso­ nas, como por ejemplo Margaret Thomas, la aparición de Clint sólo fue «cosas de chicos». Un comentario que cabría hacer, al sesgo de esta historia, es el de por qué algunos jóvenes videntes, llegado un momento determinado, abandonan la aparición y la parafemalia subsiguiente. ¿Quizá se can­ san de sostener un supuesto fraude, invención o juego?

168

CUENCA (ECUADOR). Miles de personas, a partir de septiembre de 1989, acudieron, atraí­ das por la supuesta aparición de la Virgen María, a Cuenca, en el Sur del Ecuador. La vidente era una joven de 16 años llamada Patricia Talbot, que recibió la celestial visita por primera vez el 28 de agosto de 1988. La Señora, en castellano antiguo (lo que no deja de ser una variante original) le pidió que hiciese penitencia pitra evitar que la humanidad fuera castigada por grandes catástrofes que estarían muy próximas. Como siempre, la Iglesia se mantuvo a la expectativa, sin atreverse, en este caso, a una oposición demasiado tajante, debido a la devoción que existe hacia la Virgen en la América de habla hispana.

PESCARA (ITALIA). Me van a permitir que titule lo que a continuación les comento como «El polvo cósmico», o «Gran fraude de la aparición de Pesca­ ra». La historia comenzó en Pescara, en la hermosa región turística de Los Abruzzos; allí, una joven llamada María Antonella aseguró, en diciembre de 1987, que la Virgen se le venía apareciendo desde hacía ya varios meses. Los mensajes le eran dictados a la vidente para que los transmitiese a la gente, y en una de las ocasiones le anunció que el 28 de febrero de 1988 realizaría grandes prodigios en la ciudad de Pescara. Se verían signos en el cielo, y posiblemente la Virgen podría ser observada por centenares de personas. Ante el anuncio de tan magno suceso la opinión pública italiana hirvió de expectación, y no fueron pocos los que, paulatinamente, mostraron su inclinación a dar por válidas las declaraciones de Antonella. Entre éstos, destacó Vincenzo Diodatti, que recibió el apo­ do de «Futbolista de Dios», por haber sido jugador de fútbol antes que sacerdote. Este ex-futbolista afirmó, en su momento, que había some­ tido con éxito a la vidente a la prueba de la «gracia mística», consis­ tente en arrimarle su mechero de oro — encendido, claro— mientras

169

permanecía en éxtasis: pese a haberlo sostenido junto a su brazo, pudo apreciar que no se quemaba, ni tan siquiera aparecía en su piel la más leve llaga o inflamación. Esto le sirvió para convertirse de inmediato y, a la vez, para ser nombrado ayudante espiritual de María, a la que acompañó a todas partes a partir de ese instante, abriéndole puertas que, posiblemente, sin su presencia la vidente jamás habría consegui­ do trasponer. Pero pronto le empezaron a salir detractores al milagro, y entre ellos destacó el diario católico L ’Avvenire, que enseguida contraatacó desde sus páginas afirmando que, para los días en que se anunciaba el milagro, estaba previsto a nivel astronómico un fenómeno — nada milagroso— llamado «lúa zodiacal». Consistía este fenómeno en la difusión de la luz del sol, producida por el polvo interplanetario, y podría ser contemplado sin problemas ya que se formaba, con base en el sol, una especie de pirámide, que podría ser perfectamente confun­ dida con cualquier prodigio mariano-celestial por los amantes de las apariciones. De inmediato, los seguidores de María Antonella pusie­ ron el grito en el cielo, ya que no estaban dispuestos a que nadie les aguase, con explicaciones científicas, su gran día. Y hasta la televisión se hizo eco del evento, recogiendo comentarios para todos los gustos y tendencias. El teólogo Carlos Colonna, S. J., un gran especialista en fenómenos paranormales, no dudó en denominar a la vidente «paranoica y visio­ naria»; otro teólogo, el padre Tico Zecca, tampoco se privó de afirmar que, detrás de la vidente y el cura-futbolista, se encontraba la mano de Satanás. Con todo aquello el clima era de expectación y, conforme se acercaba el domingo 28 de febrero, día en que supuestamente la Vir­ gen se aparecería dispuesta a realizar prodigios, el propio padre Colonna, en una conferencia de Prensa en la misma Pescara, afirmó sobre Antonella:

Esta mujer, que cuenta en la actualidad treinta y dos años, no tiene nada de mística y se puede afirmar sin temor a errar que detrás de ella está la mano de Satanás, ya que ha tomado parte en misas negras, sufriendo vejaciones diabólicas. Ade­ más, es una persona acostumbrada d'mentir, que ha llevado una existencia licenciosa, realizando vida marital sin víncu­

170

los matrimoniales. Y, por si fuera poco, llegó a robar diez millones de liras. Y llegó el día 28, donde cerca de 60.000 personas se reunieron para contemplar los milagros y prodigios que la Virgen preparaba; y, como suele ocurrir, pronto comenzaron a sucederse situaciones histéricas, donde personas de diverso estado y condición caían en trance, donde centenares de asistentes afirmaron haber visto a la Virgen corriendo entre las nubes, y donde hasta un diputado del Parlamento Regional, Doménico de Masis, socialdemócrata y católico, aseguró haber visto algo extraño sobre una colina cercana, que le pareció extremadamente sobrenatural. Incluso llegó a sostener que todo aquello era «muy gran­ de», y no descartaba la posibilidad de instalar allí un santuario. Segu­ ramente al diputado italiano, así como a tantos otros que hemos ido nombrando a lo largo de este libro, las liras de la devoción le habían comenzado a dar vueltas en el cerebro. Y a raíz de todo aquello, Vincenzo Diodatti, el sacerdote ex­ futbolista, y la vidente María Antonella coincidieron en afirmar que Pescara sería una nueva Belén, y que allí se realizarían prodigios más grandes que en Fátima o Lourdes. Pero todo acabó tan rápidamente como había empezado; aunque todavía aquella historia se sostuvo durante unos días, durante los cua­ les se levantó sobre un cerro una enorme cruz de cemento que algunos creyeron ver levitar, pero, desgraciadamente, bastó que, a las pocas fechas, se le pidiese a la Virgen un nuevo prodigio en tomo a la cruz, para que ésta castigase a su pueblo con un día infernal, de esos llama­ dos de perros, en los que ni tan siquiera Dios se habría atrevido a bajar del cielo para charlar con la vidente. Aquel día la Virgen se olvidó de María Antonella y del padre Vincenzo, demostrándoles que los prodi­ gios celestiales no son tan fiables como parecen. Y en cuanto a los seguidores — que sólo pretendían morbo y diversión a costa de sus necesidades espirituales— se quedaron compuestos y sin milagro. Pero lo más significativo se produciría semanas después, cuando D. Vincenzo Diodatti, sacerdote de la curia italiana, y la Vidente María Antonella Fioretti, fueron colocados frente a los Tribunales civiles de Italia, acusados por la fiscalía de abuso de credulidad popular y difu­

171

sión de noticias falsas y tendenciosas, capaces de turbar el orden público. Ahora bien: con la Iglesia hemos topado, Sancho. O, lo que es lo mismo: ni la vidente ni el sacerdote acudieron a la primera cita con la justicia. «Hallábanse de meditación».

M EDJU GORJE. Medjugorje es una pequeña población de Croacia, ubicada en lo que sólo hace unos meses era Yugoslavia. Durante muchos años, sus habitantes sobrevivieron cultivando uva, fruta y tabaco. La economía era de subsistencia y nada hacia presagiar, hasta el 24 de junio de 1981, el profundo cambio que iba a. sufrir la ciudad. La primera aparición se desarrolló ante dos adolescentes: Ivanka Ivankovic y Mirjana Gragicevic. En una colina cercana a la zona habitada, vieron una forma imprecisa. Se trataba de una joven vestida de gris, cuyo rostro indicaba dulzura. «¡Es la Santísima Virgen!», murmuró Ivanka, antes de salir corriendo para avisar a otros amigos y a sus hermanos. Al día siguiente, el jueves 25 de junio y a la misma hora (siete menos cuatro de la tarde), seis muchachos — Ivanka Ivankovic, de 15 años; Vicka Ivankovic, de 17; M irjana Dragicevic, de 16; Ivan Dragicevic, de 16; María Paulevic, de 16 y Jackov Colo, de 10— , junto con dos adultos, conversarían por primera vez con ella. El 25 de diciembre de 1982 Mirjana Dragicevic dejó de ver a la Virgen, por lo que el grupo quedó reducido a cinco miembros. Poco a poco, la ciudad fue cambiando de aspecto y la aparición, cosa extraña, recibió muchísimo apoyo del exterior, como si una ocul­ ta mano estuviese haciendo lo posible para que aquello no pasara desapercibido. Se repetían los planteamientos de Fátima: una destaca­ da punta de iceberg en un régimen comunista. Los mensajes, como siempre, catastrofistas y, sobre todo, nada políticos. La Virgen de Medjugorje obvió el punto — tan reiterado ofn. otras apariciones— de la conversión de Rusia y se limitó a producir supuestas curaciones que, al parecer, agradaron al régimen comunista, que así tuvo ocasión de

172

ver cómo la pequeña localidad croata se convertía en la mayor entrada de divisas del país. En 1984, René Laurentin y Ljudevit Rupcic publicaron Apariciones de la Virgen en Medjugorje , un libro, por supuesto, encaminado a di­ fundir el mensaje mariano que acontecía en aquel lugar. En su página 180 declaraban lo siguiente:

El gobierno marxista no puede autorizar oficialmente las peregrinaciones, pero es acogedor y tolerante con los turistas que desean, a título privado, orar en Medjugorje, mientras se respete el orden público. En contra de las falsas noticias que han corrido, la Iglesia no prohíbe acudir a Medjugorje. El Obispo y su Comisión (25 de marzo y 11 de octubre) sólo han desautorizado a quienes organizan peregrinaciones. La Con­ ferencia Episcopal ha precisado que tal desaprobación se refería a ‘las peregrinaciones oficiales (es decir, con bande­ ras, procesiones, dirección eclesiástica oficial, etc., como las que se organizan en Lourdes). Tales peregrinaciones serían una provocación a los ojos del obispo y del gobierno. Pero ¿por qué el gobierno fue acogedor y tolerante? Creo que la respuesta la podemos encontrar en una artículo de Juan F. Elorriaga, que desde Belgrado emitió una crónica realmente interesante para el diario El País , que éste publicó el 26 de julio de 1987. En uno de sus párrafos nos dice:

...Aunque el Ministerio de Turismo se niega a editar pro­ paganda de la Virgen, el pragmático sistema yugoslavo ha sabido integrar la superstición en beneficio de sus arcas tu­ rísticas. La Virgen ha venido en apoyo de la deuda exterior yugoslava, a cuyo servicio destina anualmente el país tres veces más que a sus ingresos turísticos. Poco a poco, las autoridades empezaron a entrar en razón ante el negocio que supondría ayudar en los asuntos de D ios... Y si dejábamos en 1982 la aparición con cinco videntes, en 1987 nos encontramos con que una de las niñas comenzó a ayudar a su cuñado en el asador que éste montó para dar de comer a los turistas; otra de las videntes se casó. De nuevo, el grupo se vio reducido.

173

El aspecto del pueblo había cambiado un poco. La iniciativa priva­ da construyó hoteles, casas y pensiones. Hasta los aviones de las aerolíneas yugoslavas fueron sustituidos por otros, de mayor capaci­ dad. Y, por fin, en 1988 empezó a dispararse la aparición. Peregrinos de todo el mundo iban llegando, en sucesivas oleadas, desde los últi­ mos rincones de Europa Occidental, Singapur, Manila o los Estados Unidos. Las apariciones de Medjugorje están siguiendo el mismo pro­ ceso que siguieron Lourdes o Fátima, por lo que, no tardando mucho, posiblemente sean reconocidas por Juan Pablo II; a pesar de que ni los propios videntes parecían ya interesados en ella, y eso que ser vidente de aparición mariana, para algunos, parece cosa buena. Al menos eso se puede desprender de lo escrito por René Laurentin en Eco de Medjugorje en julio de 1991. Este fragmento del artículo merece la pena ser destacado, y por ello lo reflejo a continuación: ¡Cuántos riesgos para los videntes! Muchas personas devotas y bien informadas, especialmen­ te italianas, están preocupadas por el riesgo de protago­ nismo que corren los videntes. Este riesgo no es imaginario , todos se dan cuenta de lo solicitados que están y de las tentaciones a que se exponen. Las multitudes los asedian, los abrazan, les toman fotografías, les piden autógrafos; esto les causa estrés y desequilibrio. Algunos logran escabullirse de esto, otros aceptanja prueba de dar el testimonio, como lo hizo Bernardina durante los ocho años de su vida después de las apariciones de Lourdes. Sólo que Bernardina desde julio de 1860 fue protegida por un grupo de religiosas que filtra­ ban a los visitantes poniendo a prueba su humildad20. Los videntes, después de 10 años, están muy expuestos a las insidias de las que Bernardina fue preservada brusca­ mente. Sus comportamientos son simples: se defienden bien de aquellos que los tratan como a santos o a ídolos. Sin embargo, cuando son considerados como profetas, comienza el riesgo de convertirlos en actores. Uno se queda perplejo al 20 Algo parecido a lo que le ocurre en la actualidad a Amparo Cuevas, en Prado Nuevo.

174

ver que son invitados tan frecuente y suntuosamente al ex­ tranjero. Siendo simples campesinos, más bien pobres, que nunca habían salido lejos de su casa, excepto Mirjana, han sido cubiertos de ofertas de atrayentes viajes en los que son espléndidamente recibidos. En el primer viaje que hizo Iván a los Estados Unidos fue alojado en un hotel de primera; tal vez ahí tomó el gusto por ataviarse al estilo play-boy y el cuidado exagerado de su persona. ¿Acaso cuando Marija, en una arrebato tan edificante, donó un riñón a su hermano, se dio cuenta de los medios financieros de millonario que se necesitarían? La operación costó 60.000 dólares que fueron recaudados sin que ella se preocupara un instante; y volvió de los Estados Unidos llena de regalos, con un considerable excedente de equipaje. Ha pasado de ser de la familia más pobre ele los videntes, a condiciones de riqueza que la han llevado a una cultura muy distinta, y a una vida fácil y brillante. ¿No es ésta una grande prueba para ella? En suma, los videntes se han rodeado de admiradores, entre los cuales alguno se ha enamorado decididamente. Sus corazones corren el riesgo de ser no sólo seducidos sino turbados. Claro, el matrimonio es algo bueno, están en edad de ello; incluso en mis precedentes artículos he justificado con firmeza las bodas de las primeras dos videntes. Ivanka, prácticamente comprometida antes de las apariciones, espe­ ró cinco años para estar segura de que ése era su camino: una espera verdaderamente heroica. Mirjana no mostró nun­ ca haber pensado seriamente en la vocación religiosa: sus contactos en los estudios la condujeron progresivamente a un compromiso serio que afirmó en largos años de reflexión. Un hecho significativo es que los demás videntes se ha­ bían decidido por la vocación sacerdotal o religiosa, y ahora no hablan más de esto, excepto Vocka. En cuanto a Jackov hemos hablado del choque inverosímil que lo ha afectado y desviado de este camino: en esto ha sido una víctima y tiene el mérito de haber encontrado todavía un equilibrio, siendo

175

huérfano de padre y madre (Actualización nq 5), pero los otros dos videntes (de los cuales uno tuvo que renunciar al sacerdocio por la desacreditación en sus estudios), no hablan más de la vocación y los frecuentes contactos con sus almas gemelas dan lugar a murmuraciones sin fín. Ciertamente los videntes tienen derecho plenamente de es­ coger su estado de vida y la Virgen los ha dejado en libertad; pero por más duras que sean las pruebas para realizar su vocación, el volverse de nuevo hacia la inclinación de la naturaleza podría ser un error, si fuera causado por el des­ cubrimiento de una vida humanamente ventajosa a su condi­ ción de videntes. Porque esta condición paga: las agencias de viajes croatas están siempre listas a desembolsar cual­ quier precio para hacerse cargo de los videntes que se con­ vierten en sus manos en una espléndida bandera. A Jackov, quien gozaba de una pequeña cantidad que le ofrecía la tiendecilla de la parroquia, se le ha visto aceptar ofertas tres veces más grandes de una agencia. No queremos reprocharle por cosa semejante, pero indudablemente hechos de este gé­ nero los ponen en peligro de ser arrastrados a una vida más fácil que se sale del programa austero de la Virgen. Es verdad que no se debería juzgar el camino que elijan, pero es algo del interés de todos. Se necesita rezar por ellos, para que tengan una verdadera ayuda de nuestra parte (y encuentren una clara dirección espiritual y lugares apropia­ dos para retirarse como al inicio — n.d.r.). Así se resolverían muchos problemas y se evitarían muchos excesos, como el de encontrarse sobre un podio de sal rodeados de multitudes entusiastas, donde sus palabras son traducidas por intérpre­ tes de talento y se convierten en proféticas para los oídos del público más alejado de cada respuesta. Las primeras dos videntes, Ivanka y Mirjana, ocupadas en su vida familiar, evitan las preguntas y así escapan a las insidias. Jackov se defiende bastante bien de las solicitudes que le hacen, mien­ tras que Vicka, dispuesta a dar testimonio en cada ocasión, lo hace con un tacto y autoridad que mantienen en su lugar a

176

EN A G O ST O EL E C O NO SE PU B L IC A R A

E

S

P

A

Ñ

O

L

Eco de Medjugorje JU LIO de 19 9 1 - Preciosa Sangre de Jesús - Ed. original italiana: EC O cas.post. 1 4 9-46100M antova (Italia) n i A .6 - n.7 - Sped.abb.post.3/70 - Aut. Tribun. M antova n. 1 3-8.11.86 Fax 0376 - 245075______________

"Os exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios antes que sea demasiado tarde" (2 Cor.6) He aquí la llamada del 25 de junio de 1991; 10° Aniversario de las apariciones: "Queridos HUos! En este día que me habéis regalado, deseo bendeciros a todos y deciros que estos días en que estoy con vosotros sor días de gracia. Deseo enseñaros y ayudaros a caminar por la via de la santidad. Hay m uchas personas que no quieren escuchar mis menstges y aceptar con seriedad lo que Yo digo, os invito y rezo para que con vuestra vida y en la vida cotidiana deis testim onio de mi presencia. Orad, Dios os ayudará a descubrir la verdadera razón de m i venida Por eso, hyitos, rezad y leed la Sagrada Escritura, para que a través de mi venida podáis descubrir en la Sagrada Escritura el m ensajt que es para vosotros. G racias por haber respondido a mi llamada".

10° Aniversario: continúa el tiempo de gracia rezando comprenderemos el porqué de su venida Este m ensaje fué dado para el 10° aniversario de las apariciones en un clima de apertura del corazón, los innumerables fíeles que participa­ ron en Medj. advirtieron una gran paz interior, que Dios difundió a través de la Reina de la Paz. Ante todo, M aría afirm a que los días que sigue pasando con nosotros son días de gracia, porque de la m ism a m anera que Juan (que significa "Dios dá la gracia"), preparó la venida de Jesús, así también la presencia de María en la tierra es para "preparar al pueblo a estar bien dispuesto". En otras palabras, la extensa perm anencia de M amá con nosotros es gracia que nos otorga Dios para que entrem os al Evangelio de Jesús en este tiempo, seguram ente vinculado a los 2000 años de su nacim iento en la tierra. Ella repite que su m isión es la de conducim os a la santidad, que es la escencia del Evangelio: en ella está la razón m isma de nuestra vida porque "desde el principio de la creación del m undo fuim os elegidos para ser santos e inm aculados en su presencia" (Ef. 1,4). Cuantos acogen el Evangelio de la luz se encam inan por la vía de la santidad. La venida de Jesús fué una sorpresa grande y negativa, no obstante la espera del pueblo. El verdadero problem a fué la no apertura de los corazones, por los prej uicios de los escribas y fariseos. Lo m ismo sucede con la venida de María, la cual se lam enta de que sus m ensajes sean rechazados por m uchos o no aceptados con seriedad. Entonces Ella hace gala de los que los escuchan y aceptan con seriedad: de esta m anera ellos sacan a luz Su presencia, dem ostrando que aún es tiempo de gracia para que todas la ovejas puedan entrar en el redil de Jesús. La V irgen nos dice cóm o podem os abrim os y comprender su presencia: con la plegaria. Solo a través de ella comprenderem os la razón de su venida. Por eso no nos es indiferente que haya o no haya venido, com o algunos afirm an no sin cierta presunción. Hay quien ha dicho: "Personalmente no tengo necesidad de M edjugorje; tengo todos los días la S.M isa, la Palabra de Dios y la oración". Tal vez se hacen ilusiones, no se dan cuenta que los dones de D ios no vienen dados sin un motivo. Solo rezando, com o nos enseña María, se descubrirá la verda­ dera razón de su venida. "Por eso rezad y leed la Sagrada Escritura". La razón profunda de su venida es la confirm ación de las Escrituras, porque vivim os ignorán­ dolas, al menos espiritualm ente, y sin adherim os a la práctica la Palabra de Dios, no obstante que en teoría se proclam e tanto su primacía. María viene a proponem os esta adhesión, com o cuando dijo en Caná: "Haced lo que El os diga". Ella viene pues, a proponem os las Escrituras con un m odo y lenguaje materno, proporcionándolo según las diversas necesidades de sus hijos, como solo una m adre lo sabe hacer. Esto lo hace además a través de sus mensajes, que son el Evangelio de los pequeños, com o la leche para los niños. En ellos descubrirem os la riqueza y sabiduría de la Palabra de Dios que prim ero ignorábamos. A sí -a ñ a d e - "A través de m i venida podréis descubrir en la Sagrada Escritura el m ensaje que es para vosotros". Es esta la explicación m ás clara de su venida. Ella hace que nosotros, distraídos y ajenos a la vida de Dios, descubram os lo que el Espíritu nos dice a cada uno en nuestras propias condiciones, para que tengam os una verdadera conversión; mientras nuestra superficialidad se llena de palabras y lecturas bíblicas sin la profunda atención del corazón, sin entender "el m ensaje que es para nosotros", para nuestra conversión y para nuestro tiempo. "La ignorancia de la Escrituras es ignorancia de Jesús" decía San Jerónimo. Lo m ás trágico es que frecuentem ente creem os conocerlas

pero sin comprender a Jesús y Su voluntad, que es propuesta por e Evangelio. María ha llorado, dice P. Jozo, porque no hem os aceptado la Escrituras y somos indiferentes a lo que D ios nos ha revelado coi inmenso am or por nuestra paz y felicidad. don Angele

Solo "los pobres son evangelizados" pero siempre es tiempo de gracia La respuesta de la tierra al cielo, de los hom bres a Dios, es siempr< insuficiente: lo revela en todas partes la Sagrada Escritura. Sucede lt mismo para las palabras de María. N osotros som os parte de aquel pueblt de Dios que perm anece sordo e inerte a su Palabra. A sí entonces; "/ vosotros que escucháis os digo..." (Le. 6,27) A quienes se dirige Jesú porque lo escuchan son los pobres: solo ellos saben escuchar. Hay un; estrecha conección entre la pobertad y la disposición para escuchai como por otro lado hay contradicción entre la riqueza y el saber escuchai Se puede decir que la pobreza nos hace capaces de escuchar, así coim el escuchar nos hace pobres; m ientras la riqueza, la autosuficiencia y L soberbia, nos vuelven indiferentes, sordos y llevan a la desobedienci que luego desem boca en la idolatría y en la independencia de Dios. Soi los pequeños y los pobres los que creen y aceptan la Palabra de Dios, lo que creen en la Virgen María; ellos son llam ados a dar testimonio con s! vida y a afrontar las incom prensiones y persecuciones para ventaja de Reino del Cielo y del Corazón inm aculado de M aría. El argum ento sobr el regreso a las Escrituras, nunca ha estado m ás claro. Ella dice que la Sagradas Escrituras son anteriores a sus m ensajes y éstos siguen pernia neciendo después de ellos; los m ensajes sirven para comprender 1 realización de las Escrituras, es decir, el diseño de Dios en nosotros. E importante notar cóm o María liga estas dos cosas: oración y S.Esci iturc para que podam os com prender el tiem po en que vivim os y ser fiel a s llamada. Lo que María dice hoy, ya nos lo había dado a entender en lo m ensajes pasados: "Os invito incesantem ente pero vosotros estáis toda vía lejanos" (25.11.89); "Hace años que os invito... os exhorto a una vid espiritual profunda pero vosotros sois fríos" (25.12.89). Todavía en t m ensaje de m ayo de éste año: "Os invito a vosotros que habéis escuchad mi mensaje de paz, a realizarlo con seriedad y am or en la vida...; mucho piensan que hacen una gran obra solo porque hablan de mis mensajes pero no los viven". No obstante, M aría nos dice que todavía estam os viviendo un tiemp de gracia; la respuesta la dan unos pocos, que deben hacer también 1 parte de m uchos. Ella nos dá siem pre esperanza y continúa los días d gracia, es más, quiere que "la gracia de Dios sea grande en cada uno d vosotros"; lo ha repetido tantas veces. Esto quiere decir que aún nos d tiempo para recibir la gracia de M edjugorje, la cual es tan grande que e poco tiempo no puede ser asim ilada. Padre Rem "Bendigo con la bendición que nos ha dado la Virgen a todos le lectores de Eco, y en m anera particular al Papa, a los Obispos, a le sacerdotes y a todos los representantes de la Fé para que con su vid presenten a la Virgen en la Iglesia, para que Ella sea acogida en la Iglesi y en la jerarquía. Bendigo a todos los religiosos y a las personas llamada a la vida consagrada, para que vivan la presencia de M aría en el corazói para que su vida sea un testim onio particular entre el pueblo elegid( Bendigo a todos los laicos y a todas las creaturas para que la tierra se protegida por María Santísim a en este tiem po y desaparezca la oscurida de nuestro corazón". Os bendigo en el Nom bre del Padre, y del H ijo y del Espíritu Sant< Amén. P. Tom islav Vlasi<

los admiradores y enamorados potenciales, porque, aun son­ riendo, su firmeza desalienta eficazmente las falsas interpre­ taciones. El Eco de Medjugorje es gratuito y se hacen ediciones en español, inglés, portugués, catalán, francés, alemán, polaco, ruso, ucraniano y rumano.

Agradecemos de corazón a quienes nos ayudan a mante­ nerlo. Os suplicamos enviar vuestra contribución por medio de cheque bancario, giro postal o ccp 1079468 a. ..

Las apariciones m añanas eñ el extranjero también son una constan­ te y, como habrán podido comprobar, siguen prácticamente las mis­ mas pautas de comportamiento. Aunque, cosa curiosa, siempre eli­ giendo zonas con algún tipo de conflicto, donde pueden ser un tabla de salvación para mucha gente. Frente a la avalancha de apariciones, y si decidiésemos hacer una pequeña estadística, nos encontraríamos con una Virgen María que muchas veces ha estado en dos lugares a la vez, vestida de forma diferente y siempre tratando de convencer a los testigos para que congregasen, precisamente allí, mucha gente. Y es que contra las masas nadie puede enfrentarse durante mucho tiempo y salir airoso. El fraude, el dinero y la ignorancia parecen ser las claves para entender las apariciones marianas; un mundo Heno de contradicciones que cada día atrae a más personas.

178

---- ANEXO I APARICIONES PRADO NUEVO - EL ESCORIAL.

= _ _ _ ANEXO II ALGUNAS APARICIONES Y DESAPARICIONES. (CAP. VII).

En el pasado mes de abril de 1991, los amantes de las apariciones marianas tuvimos la oportunidad de acceder a un hecho que tuvo lugar en la iglesia del municipio lucense de Villalba. Al parcer, la silueta de la Virgen de Guadalupe había aparecido en el muro, según el párroco y algunos feligreses. Rápidamente, los medios de comunicación se hicieron eco del asunto y, poco a poco, Villalba se fue viendo invadida por creyentes y no creyentes, con el fin de ver la aparición. La teleplastia al parecer estaba bien definida, pero el revuelo que se armó fue excesivo. Sin embargo, el obispado de la diócesis se vio en la obligación de prohibir los actos religiosos en torno a la supuesta aparición de la Virgen; concretamente el 30 de abril, la agencia Efe difundió el si­ guiente comunicado que, por extrañas circunstancias, no tuvo en los medios de comunicación el mismo eco que la aparición. Lugo, 30 Abril. El Obispado de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol prohi­ bió hoy la celebración de actos relacionados con la supuesta aparición de una silueta de la Virgen de Guadalupe en una iglesia del municipio lucense de Villalba. Desde hace una semana, las noticias sobre la aparición ele la silueta en la pared de la capilla suscitaron la masiva afluencia de fieles para orar y colocarle velas. El Obispado, en nota de prensa, resta importancia a la aparición y señala que se puede atribuir a causas de «expli­ cación lógica y natural». También recuerda el Obispado «que b fundamental de la fe cristiana «no son las apariciones, ni los milagros, sino

192

escuchar la palabra de Dios, y el cumplimieno de la misma en comunión con la iglesia». Tras la publicación de la nota, q u e d a prohibida la progra­ mación de actos religiosos «en torno a este suceso» y se advierte que la capilla «estará abierta en las horas acostum­ bradas». EFE .

193

)

_ _ _ ANEXO III ¿QUÉ HACE UNA CHICA COMO TÚ EN UN SITIO COMO ÉSTE?

L a primera vez que tuve el placer de ver a Pitita Ridruejo fue por televisión en un programa sobre apariciones marianas, y me extrañó el hecho de que una señora tan culta, tan vinculada al Opus Dei, tan de derechas y tan guapa, estuviese sentada junto al «Iluminado de Alcira» defendiendo la posibilidad de que María estuviese, realmente, detrás de todas las barbaridades que han ido ustedes leyendo. Poco después, en el año 89, tuve la oportunidad de escucharla en una conferencia que dio en Benidrom, en el Hotel Don Pancho, invita­ da por la Real Cofradía Andaluza «Nuestra Señora de la Esperanza y de la Paz». Allí la señora Ridruejo se explayó sobre los mensajes tan aterradores que la Virgen venía manifestando desde finales del siglo XIX:

La Virgen fue la primera en hablar del problema nuclear; vino a decir que en estos tiempos los hombres ya tendrían unas armas capaces de destruir la tierra y de acabar con la humanidad... cuyo crecimiento tecnológico no está equipara­ do al crecimiento espiritual. Lo malo de todo ello es que también Pitita se dedicó, entre col y col, a dar lechugas en forma de manifestaciones en contra del aborto o la eutanasia: «representan un manifiesto desprecio a la vida. Nos esta­ mos acostumbrando a despreciar la vida.» Lo cual nos lleva de nuevo a pensar que existen otros intereses creados en torno a la difusión del fenómeno mariano no reconocido. En dicha conferencia habló también de su comprensión hacia los pobres agnósticos que no creen en milagros, I ’m sorry, y tuvo palabras para los católicos indiferentes, pero comentó que no entendía a los creyentes que reaccionaban violentamente* «cuando les hablas de apa­

196

riciones y milagros. No quieren saber nada de esto y te llaman hasta loca... Nuestra religión está basada en milagros y en hechos sobrena­ turales, y los más elevados son las apariciones de la Virgen». Espero que Pitita lea el «Capítulo Uno» de este libro, y vea que no hay que arremeter contra nadie por el hecho de no creer —por ejemplo— en lo que, al parecer, a ella le hizo abrazar el «marianismo radical». En 1984 contempló, según cuentan las crónicas, en Prado Nuevo cómo se abrieron las nubes, y vio danzar al sol. También la «polka solar» obró milagros en esta mujer, un hecho físicamente imposible de suceder salvo en estados místicos y dentro del fenómeno religioso. A partir de ese momento. Pitita Ridruejo de Stilianopoulos, esposa del embajador filipino por aquel entonces en Madrid, y uno de los miem­ bros de la jet marbellí, se dedicó al estudio de todos estos temas, lle­ gando a colaborar durante más de tres años en un rotativo madrileño:

ABC. Poco a poco esta mujer fue el mejor aliado que tuvieron las apari­ ciones m arianas para intentar consolidarse, y es fácilm ente comprobable que en Prado Nuevo de El Escorial su nombre empezó a ser utilizado como reclamo de indiscutible efecto, «ya que si esa seño­ ra tan culta y tan católica acude, es porque será verdad». Pitita divulgó los misterios de este fantástico negocio en las mejo­ res salas de conferencias del país, e incluso llegó a interesar en estos temas a personajes ilustres de la época. De hecho — y como muestra vale un botón— , en una de las crónicas de sociedad del diario ABC, fechada el 10-6-87, se hace referencia a la charla de Pitita en la sala de arte del Club 24, y se mencionan a algunos asistentes: «...Antonio Garrigues y Díaz Cañabate. Entre los asistentes se encontraban, ade­ más de otras personalidades, el embajador de Filipinas y su esposa; el presidente de El Corte Inglés, Ramón Areces; la señora de Urquijo; la señora de don Alfonso Fierro; la señora de don Antonio Garrigues; la señora de don José Antonio Ruiz de Alda; Cary Lapique; María Albaicín, y la señora de Sánchez Bella». Hablar de la conferencia sería tanto como adentrarnos en el mundo de lo irreal y tratar de dar crédito a cuanto allí se comentó. Sin embar­ go sí hay un párrafo que me gustaría dejar reflejado en este «Anexo» y que Pitita pronunció, imagino que sin saber que estaba enfrentándose,

con sus palabras, a cuanto la Iglesia ha venido manifestando a lo largo de los siglos: «Es bien cierto —afirmó— que la revelación pública y oficial de la Iglesia es la única que constituye dogma de fe. Esta revelación acabó con la muerte del apóstol Juan, pero a Dios no pode­ mos ponerle limitaciones, y sigue manifestándose a través de las reve­ laciones privadas que da a sus videntes.» Palabras que se repiten continuamente dentro el círculo mariano y que nos adentran en los movimientos reaccionarios que, dentro de la Iglesia, tratan de volver a tiempos inquisitoriales ya caducos y periclitados. Pitita Ridruejo continúa en la actualidad disertando sobre temas marianos, siendo devota de la Virgen María Madre de Dios, de la Macarena y de ia de Fátima. Pitita, ¿pero no son la m ism a...? La Iglesia es clara sobre toda esa serie de fenómenos extraños que han tenido lugar a lo largo de la geografía española, y rotunda en cuanto a su opinión sobre las apariciones marianas. A pesar de que Juan Pablo sea un Pontífice bastante conservador no ha querido, hasta ahora, transigir en lo tocante a este asunto. Apariciones, ¡NO!, gracias. Sin embargo, hay movimientos ultraconservadores que pretenden potenciar y recuperar ciertas tradiciones, sin darse cuenta de que las hogueras, los cilicios y aquellos juicios medievales ya han pasado a la historia, aunque a los seguidores del Papa Clemente en el Palmar de Troya, o a los de Monseñor Léfévre en Francia, junto con algunos videntes, no les importaría volver a encender las antorchas. Visto todo lo cual y por ello, respetuosamente, Pitita... ¿qué hace una señora como usted en un sitio como ése?

NOTA: A. C., no te lo perdono.

ios

e p íl o g o .

Desde que con el sacerdote Manuel Barbera iniciase el presente trabajo, hasta la supuesta aparición de la Virgen en Medjugorje, han transcurrido para ustedes muchas páginas y mucha historia. Hechos con frecuencia traumáticos para todos aquellos que acudían con devo­ ción a los lugares de culto supuestamente sagrados. Muchos aducirán que hay curaciones; que conocen el caso de una niña o una señora que, en una ocasión, escuchó la milagrosa curación de un niño desahucia­ do. Pero, ¿es una curación, realmente, prueba válida de que existe un hecho sobmatural? ¿No será mejor argüir que una, de cada treinta o cuarenta mil personas, acude con un poco de fe y consigue, por medio de la sugestión, curarse? He conocido a enfermos de cáncer o sida que han acudido llenos de devoción a Lourdes y Fátima, y ahora están muertos y enterrados. He sido testigo de la esperanza de niños paralíti­ cos besando cortezas de árbol por media España, y siguen paralíticos. He visto velas encendidas en los hogares de una gran parte de la vieja Europa, esperando el milagro mariano para el enfermo del dormitorio de enfrente. He tenido en mis manos la posibilidad de llegar a «cons­ truir» una aparición mariana totalmente fraudulenta... y desistí, por­ que con los sueños de la gente sencilla no se puede jugar. Ya hace más de dos años que por esta España nuestra me he dedi­ cado a charlar sobre todo lo que les he ido narrando. La respuesta de la gente siempre fue excelente. Algunos, con reservas; otros, acogieron mis palabras con gran interés. Sin embargo, allá donde fui siempre hubo una voz llamándome «anticristiano», masón o comunista. Confe­ saré que en algunas ocasiones he sentido miedo pero, poco a poco, me he ido dando cuenta de que formamos parte de una historia que, den­ tro de doscientos años como mucho, nps estará juzgando; y no quisie­ ra que esa historia se encontrase con un mundo lleno de catedrales.

200

ermitas y basílicas rodeadas de pequeñas aldeas dondt un grupo de personas, durante todo el día, se dedican a estar de rodillas y rezando, esperando el castigo y la catástrofe mundiales. Porque el Medievo terminó y la época del miedo también debe concluir. La Inquisición quemó sus últimas brujas hace ya siglos; y no debe volver nunca. Porque nosotros somos patrimonio de la historia y, que­ ramos o no, pronto, muy pronto, cada uno de nosotros descubriremos lo que se esconde «más allá de la vida». Por qué, entonces, pelearnos por los dioses. Ellos nacieron sólo al amparo de nuestras necesidades más primarias, y nosotros conocimos a unos cuantos de nuestra peque­ ña parcela de cielo. Porque si usted hubiera nacido judío, musulmán, budista o en el seno de una familia protestante, la Virgen, paia usted, no habría significado nada; es más, probablemente durante su vida habría oído hablar de ella en contadas ocasiones. Los dioses son sueños de nuestra mente; creaciones de nuestras necesidades. Y viven constantemente alimentados por nuestras ambi­ ciones. Son el fruto de años de temor y miseria, y nunca han estado al servicio del hombre. Nosotros los invocamos, nos responde nuestra propia necesidad. Y si eso nos ayuda, y si creer en los dioses nos estimula, nos hace ser mejores, adelante. Pero si sólo sirven para dividirnos, para matarnos unos a otros, para destruirnos, entonces per­ mítanme que abomine de los dioses que mis antepasado cavernarios crearon para hacer realidad sus sueños. La Virgen María fue, según las crónicas, la Madre de Jesús. Lo demás es una gran macedonia de creencias que pueden ser seguidas por la fe, pero la realidad es otra. Para terminar, quiero hacer notar que éste es, simplemente, un libro de consulta para todos aquellos que deseen tener otra visión de las apariciones marianas. Los Ovnis, los extraterrestres y las entidades galácticas no han tenido cabida en él, pero lo han pasado rozando. Y aunque, para muchos, El Lado Oscuro de María será declarado libro herético, espero y deseo tener, al menos, la opoitunidad de podei dialogar — como seres racionales que somos— con ellos. Pero todo lo anterior lo dijo mucho mejor que yo Juan Ramón Jiménez, hace ya muchos versos:

Yo solo, Dios y padre y madre mío, me estoy haciendo día y noche, nuevo y a mi gusto. Seré más yo, porque me hago conmigo mismo, conmigo solo, hijo también y hermano, a un tiempo que madre y padre y Dios. Lo seré todo, pues que mi alma es infinita; y nunca moriré, porque soy todo. ¡Qué gloria, qué deleite, qué alegría, qué olvido de las cosas, en esta nuevarvoluntad, en este hacerme yo a m í mismo eterno!

Marzo de 1992.

202

BIBLIOGRAFÍA.

ATIENZA, Juan G.: Nuestra Señora de Lucifer. Ed. Martínez Roca. Barcelona, 1991. BLANCO, Celia: Manual esotérico. Ed. Representaciones Loga, C. A. Venezuela, 1988. CONGAR, Jossua, CHENU, Lyonnet y otros: La liturgia después del Vaticano II. Ed. Taurus. Madrid, 1967. EPARV1ER, Jean y HERSSÉ, Marc: ¡Los milagros existen! Ed. Orga­ nización Editoral Novar, S. A. Méjico, 1974. FREIXEDO, Salvador: Las apariciones de El Escorial. Ed. Quinta. Madrid, 1985. HUYNEN, Jacques: El enigma de las vírgenes negras. Ed. Plaza y Janés. Barcelona, 1977. IBÁÑEZ, Javier y MENDOZA, Fernando: La Madre del Redentor. Ediciones Palabra. Madrid, 1980. LAURENTIN, René y RUPCIC, Ljudevit: Apariciones de la Virgen en Medjugorje. Ed. Herder. Barcelona, 1987. MISRAKI, Paul: Los extraterrestres. Ediciones 29. Barcelona, 1969. SAN ALFONSO Ma DE LIGORIO: Las glorias de María. Ed. Apos­ tolado de la Prensa, S. A. Madrid, 1978. TONI RUIZ, Teodoro, S. J.: Fátima y el mensaje de Nuestra Señora. Ed. El Mensajero del Corazón de Jesús. Bilbao, 1948. ULIA, Pilar: Los excomulgados del Palmar de Troya. Ediciones 29. Barcelona, 1976. UTSET, L.: El enigma de los milagros. Ed. Libro Exprés. Barcelona, 1981.

205

)

/loises Garrido junio a! tronco con

«Forma ds Virgen». Cartaya

W ?^ny' '

'::

(Huelva). (Foto Moisés Garrido) i

Vidente creando con energía ectoplásmica una imagen que podría perfectam ente ser confundida con aparición mariana.

Primeras videntes de Ei Palmar.

Sacerdote Enrique López Guerrero. Mairena del Alcor (Sevilla). (Foto G. C . ;

)

Lavándose las dolencias en agua milagrosa. Prado Nuevo.

Devoción mariana en Prado Nuevo.

Sacerdote mostrando fotografías donde supuestamente aparece la Virgen. El Escorial.

El culto a las fotografía expresión constante er las apariciones marian; Prado Nuevo.

E fectos luminosos que en multitud de ocasiones son tenidos com o apariciones de la figura de la Virgen María.

u-

wtqiegtf

Sede de la Fundación Benófit «Virgen de los Dolores», en E

m m

El Gran Guerrero del Tajo, en estado de trance, en la prim era aparición. Talavera.

Mujer descalza en El Es

>H)HP

MA üí5*fty?MN{S5‘ ' m m m m it* WRA 0105: f ve l * w m m •i CURANDO''

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN............................................... I. ¿CUÁL ES LA OPINIÓN DE LA IG LESIA SOBRE LAS APARICIONES MARIANAS? . El Padre P iló n ....................................................... Enrique López G uerrero.....................................

II. PRADO NUEVO............................................ Apariciones de El Escorial. Octubre de 1980.. Los m ensajes......................................................... ¿Cómo son los m ensajes?................................... Los mensajes, diez años después....................... Carta a un parapsicólogo..................................... ¿Puede Jesucristo llegar a pecar de soberbia? . Fundación Benéfica «Virgen de los Dolores», de El Escorial................................................... El autobús de los milagros.................................. ¿Qué hago a q u í? .................................................. El culto a la instantánea....................................... A modo de epílogo...............................................

III. EL GRAN GUERRERO DEL TAJO............ El Gran Guerrero del Tajo.................................. El Gran Guerrero se levanta la armadura......... Documento n'-’l. «Declaración de principios». Documento n92. «Tufillo fascista»....................

..7

11 17 18 25 26 32 33 40 4! 43 56 60 65 72 74 ,77 78 79 85

88

D ocum ento nl-’3. «Cristo Rey».................................................... 90 El pueblo olvidado de Dios......................................................... 93 La hora de las lamentaciones...................................................... 99 IV. S A N S E B A S T I Á N D E G A R A B A N D A L O L A M U L T I N A C I O N A L DE LA F E ........................................101

Los hechos................................................................................... 102 Garabandal Center...................................................................... *04 De las videntes y otros menesteres...........................................106 El padre Enrique López G enero...............................................112 V..LA A P A R I C I Ó N D E L M O N T E U M B E ..................................... 115

M ensaje de Umbe........................................................................1 El padre Duros y la madre Pelas también pasaron por Um be................................................................................. 120 La picaresca nacional......................................... .......................121VI. M A R Í A M E N S A J E R A ...................................................................... 124 VIL A L G U N A S A P A R I C I O N E S Y D E S A P A R I C I O N E S ........139

El Iluminado de Alcira............................................................... 140 Ezquioga........................................................................................144 Fenollet.......................................................................................... *44 Elche d é la S i e r r a . .................................................... ....... *45 Denia. ....................................................................................... *45 El Repilado................ '.............................. .................................... 146 Benalup de.Sidonia......................................................................146 Pedrera........................................................................................... 147 Córdoba......................................................................................... 152 Tora................................-............................................................... 153 Serafín Pena T ejeiro ..................... ............................................. 153 Almoradí........................................................................................154 La Caleta de Vélez.......................................................................154 Xátiva.............................................. {—■...... y ............... ............... 155 La vidente de Ceares...................................................................155 El Santón de Baza......................... ,...... .......................................156

Castellar de Santiago....................................................... 157 Elche...............................................................................159 V III. LA VIRGEN VIAJERA ................................................153 Potenza (Italia)................................................................ 154 Lima (Perú)..................................................................... j 54 Panamá........................................................................... ... México............................................................................[65 Belpasso (Sicilia).............................................................j 55 Akito (Japón)...................................................................155 San Franciso Solano.........................................................¡68 Clint, El Paso (EE. UU.).................................................. (68 Cuenca (Ecuador)............................................................ ¡59 Pescara (Italia).................................................................¡ 59 Medjugorje......................................................................172 ANEXO I. APARICIONES PRADO NUEVO - EL ESCORIAL........................................................................ . ANEXO II. ALGUNAS APARICIONES Y DESAPARICIONES. (CAP. V il)....................................... 191 ANEXO III. ¿QUÉ HACE UNA CHICA COMO TÚ EN UN SITIO COMO ÉSTE?................................................. 195 EPÍLOGO................................................................................ BIBLIO G RA FÍA .................................................................... 203 FOTOGRAFÍAS..................................................................... 207

Ante el silencio de tantos, que debe­ rían hablar, y ante el exceso de palabras de tantos otros, que deberían callar, este libro recorre y analiza lo más objetiva­ mente posible las apariciones de Prado Nuevo en El Escorial, la que experimen­ ta El Gran Guerrero del Tajo en El Espinosilllo (Talavera), las que sucedie­ ron en San Sebastián de Garabandal y el Monte Umbe, analiza la revista María Mensajera de Editorial Círculo de Zara­ goza, y trata muchas, muchísimas otras, tanto de nuestro país (Alzira, Ezquioga, Fenollet, Denia, Pedrera, Cartaya y El Repilado de Huelva, Benalup de Sidonia, Córdoba, Cospeito en Lugo, Almoradí, La Caleta de Vélez en Málaga, Xátiva, Baza, Elche...) como de otros países, así como el papel de Pitita Ridruejo en el desarrollo del fenómeno de las aparicio­ nes marianas.

El lado oculto de María (El gran fraude de las apariciones marianas) aporta valientemente datos y testimonios sobre muchas de las apariciones maria­ nas que actualmente están teniendo lugar (o que se dice que están teniendo lugar), pero también sobre varias otras que ya han sucedido (o que se dice que han su­ cedido).

View more...

Comments

Copyright ©2017 KUPDF Inc.
SUPPORT KUPDF