[
BIBLIOTECA DE RECURSOS ELECTRÓNICOS DE HUMANIDADES E-excellence – Liceus.com
BIBLIOTECA DE RECURSOS ELECTRÓNICOS DE HUMANIDADES
para red de comunicaciones Internet
ÁREA: Cultura Clásica – Literatura Griega
Liceus, Servicios de Gestión y Comunicación S.L. C/Rafael de Riego, 8- Madrid 28045 http://www.liceus.com e-mail:
[email protected]
1
12. El perfecto ISBN -84-9822-565-5 Luz Conti (
[email protected])
Thesaurus: desinencias personales, reduplicación, valor resultativo, aumento, aoristo. 1. Introducción, 2. Características del perfecto griego, 2.1 Significado, 2.2 Reduplicación, 2.3 Alternancia de grados en el radical, 2.4 Desinencias personales de indicativo, 2.5 Perfecto aspirado, 2.6 Perfecto en -k-, 3. Pluscuamperfecto, 4. Evolución del perfecto. 1. Introducción El perfecto es una formación antigua heredada del indoeuropeo que se refería al presente y expresaba intransitividad. Desde un punto de vista formal, el perfecto presentaba las siguientes características: •
reduplicación con vocal -e-. Salvo en la forma *woid- / *wid- ‘ser conocedor’ (cf. gr. oi\da, véd. véda), el uso de reduplicación en el perfecto parece haber sido regular ya desde el indoeuropeo.
•
alternancia de grados en el radical. El perfecto presentaba grado -o- en las formas de singular del indicativo y del subjuntivo; en el resto del paradigma presentaba grado cero.
•
conjugación atemática, es decir, sin vocal de unión.
•
desinencias personales específicas, al menos en el singular, y sin oposición de voz. Como el significado originario del perfecto estaba muy próximo al de la media, el uso de las desinencias de esta voz era innecesario. Incluso algunos verbos de los llamados media tantum presentan un perfecto sin desinencias medias (cf. perfecto gevgona de
givgnomai ‘nazco, llego a ser’). 2. Características del perfecto griego A lo largo de su historia el perfecto griego desarrolla nuevos rasgos y se aparta paulatinamente del esquema heredado. La innovación más importante es la creación de un perfecto en -k-, que sustituye poco a poco al perfecto radical. El desarrollo del perfecto griego se describe a continuación.
2
2.1 Significado Su valor originario de intransitividad (cf. kevkraga ‘grito’) explica el uso del perfecto como expresión de un estado, es decir, de una situación sin cambio ni control por parte del sujeto (cf. dievfqora ‘estoy perdido’, mevmona ‘estoy ansioso’); Homero ofrece numerosos ejemplos (cf. tevqhpa ‘estoy asombrado’, e[oika ‘soy semejante’). Con frecuencia este estado es el resultado de una acción concluida, como en tevqnhka ‘estoy muerto’. El valor resultativo del perfecto, limitado en un principio al sujeto (cf.
tevthke ‘está fundido’ como resultado de ‘fundirse’), se extendió poco a poco a contextos en los que cabe entender que una segunda entidad se ve afectada por el resultado de la acción verbal. Los ejemplos seguros del llamado perfecto resultativo en el objeto son posthoméricos, si bien algunos perfectos de la epopeya admiten ya esta interpretación: Il. 5.762 s. ... ai[ ken A ã rha … lugrw`" peplhgui``a mavch" ejxapodivwmai ‘... si es que golpeo tristemente a Ares y lo expulso de la contienda’ En época clásica, el perfecto expresa el contenido verbal después de su término. En los lexemas verbales que implican un cambio, el perfecto expresa el estado resultante del contenido verbal (cf. tevqnhka ‘estoy muerto’, pepoivhka ‘tengo hecho’). En los que no implican cambio, el perfecto, denominado en ocasiones anómalo, expresa el contenido verbal mismo y focaliza en ocasiones su punto inicial; así se entienden perfectos como gevghqa ‘me pongo contento y sigo contento’ o e[olpa ‘concibo esperanzas y las conservo’. Si el lexema verbal no implica cambio y es puntual, el perfecto puede realizarse como expresión de la iteración; así, el perfecto
bevbhka, de baivnw ‘doy un paso’, expresa en ocasiones la acción reiterativa de dar un paso tras otro, es decir ‘marcho’. Como se ha indicado más arriba, el perfecto se refería en su origen a un momento presente. En griego, la formación de presentes sobre antiguos perfectos corrobora este hecho: por ejemplo, sthvkw ‘estoy de pie’ se forma a partir de e{sthka y ajnwvgw ‘ordeno’, a partir de a[nwga. Sin embargo, a partir de época clásica el perfecto resultativo se documenta en la descripción de una acción acabada que, aunque puede prolongarse hasta el presente, se sitúa en el pasado. El uso del perfecto como expresión de pasado es especialmente claro en los contextos en los que contrasta con el presente y con el futuro: E., Tr. 467 s. ptwmavtwn ga;r a[xia … pavscw te kai; pevponqa ka[ti peivsomai ‘sufrimientos dignos de mis tumbos sufro, he sufrido y todavía sufriré’ Se trata, en la mayor parte de los ejemplos, de un pasado reciente. Con frecuencia los efectos de la acción verbal continúan en el presente o tienen relevancia en él:
3
S. OC 824 s. ou[te ga;r ta; nu`n divkaia pravssei" oujq' a} provsqen ei[rgasai ‘ni ahora actúas bien ni antes has actuado’ 2.2 Reduplicación Con la salvedad de oi\da ‘soy conocedor’ y de algunas formas como hom.
e[rcatai ‘están encerrados’, de e[rgomai, el perfecto presenta en griego una reduplicación de timbre -e- (cf. levloipa, de leivpw ‘abandono’). La reduplicación da lugar a algunos cambios cuando el lexema verbal comienza por fonemas que evolucionan en griego en posición inicial o por una secuencia de más de un fonema: •
en lexemas que comienzan por /s/, la reduplicación evoluciona hacia una vocal e- aspirada; este es el caso de e{sthka ‘estoy de pie’ (< *se-st×a-k-). Si el lexema comienza por /s/ seguida de líquida o nasal, el perfecto presenta aspiración y alargamiento compensatorio: ei{martai
‘está
decretado’ (< *se-smr9 -). Ahora bien, cuando el lexema presenta también una oclusiva aspirada, la aspiración inicial de e- desaparece por disimilación: e[schka ‘tengo, retengo’ (< *se-skh×e-k-, ei[lhfa ‘tengo cogido’ (< * se-slabh-). •
en lexemas que comienzan por /w/, la reduplicación evoluciona en algunos dialectos, como el ático, hacia una vocal e- no aspirada. /w/ también se debilita y desaparece en posición intervocálica: e[oika ‘soy semejante’ (< *we-woi°k-).
•
en lexemas que comienzan por una secuencia de dos consonantes, solo se reduplica la primera: gevgrafa (de gravfw ‘escribo’), kevkthmai (de
ktavomai ‘adquiero’), pevptwka (de pivptw ‘caigo’). •
en lexemas que comenzaban por la secuencia *sr- o *wr- (> r(), se antepone e- al radical: e[rrwga (de rJhvgnumi ‘rompo’).
•
en lexemas que comienzan por z o por un grupo consonántico constituido por oclusiva y /s/ (x, y))) , no se emplea reduplicación, sino que se antepone e-: e[zeugmai (de zeuvgnumi ‘unzo’),
ejxevnwmai (de xenovw
‘estoy en tierra extraña, estoy hospedado’),
e[yeusmai (de yeuvdw
‘miento’). También se antepone e- en algunos lexemas que comienzan por dos consonantes: e[gnwka
(de gignwvskw
‘conozco’) e[kthmai
(perfecto de ktavomai ‘adquiero’ documentado en Homero y Heródoto). Los lexemas con inicio vocálico presentan ya desde el indoeuropeo peculiaridades en la reduplicación. En griego se observan las siguientes reglas:
4
si la vocal inicial va seguida de líquida o nasal, se antepone esta
•
secuencia al lexema y se alarga la vocal inicial de este: hom. o[l-wla (de
o[llumi ‘destruyo, mato’), ejl-hvluqa (de e[rcomai ‘voy, vengo’; está formado sobre el radical *h1ludh : *h1le-h1ludh-h2e > *e-l×e-luth-a ), a[r'a–-ra (de ai[rw
‘levanto’), o[r-wra (de
o[rnumi
‘impulso’). Este tipo de
reduplicación, denominada ática, es frecuente tanto en ático como en jonio. si la vocal inicial va seguida de un fonema distinto de líquida o nasal, se
•
alarga (cf. hjqevlhka, de ejqevlw ‘quiero’). En jónico-ático algunos de estos verbos presentan, sin embargo, una reduplicación ática secundaria:
ajkhvkoa (de ajkouvw ‘oigo, escucho’), hom. o[dwda (de o[zw ‘huelo’). En los verbos compuestos, la reduplicación se inserta, por lo general, entre el preverbio y el lexema (cf. katadevduka de kataduvw ‘hundo’ o ejsh`gmai de eijsavgw ‘introduzco’). 2.3 Alternancia de grados en el radical El esquema originario del perfecto se mantiene en el perfecto radical griego de forma residual. El indicativo de algunos perfectos homéricos documenta aún la alternancia entre el grado -o- del singular y el grado cero del dual y el plural: mevmona-
mevmanen (‘estoy ansioso’; forma de perfecto sin presente), pevponqa-pevpasqe (de pavscw ‘sufro, experimento’). En ático, sin embargo, esta alternancia solo se conserva en el paradigma oi\da-i[smen ‘soy conocedor’, si bien algunas formas nominales presentan en poesía el grado cero originario frente al grado -o- de las formas personales: este es el caso de eijkwv" y eijkevnai, participio e infinitivo, respectivamente, de e[oika ‘soy semejante’. La extensión paulatina del grado -o- del singular, documentada ya en Homero en perfectos como levloipa-leloivpamen (de leivpw ‘abandono’) o levlogca-lelovgcamen (de lagcavnw ‘asigno’), da lugar a una nueva alternancia, con grado -o- generalizado en la formas de la activa y grado cero en la media: e[olpa-e[lpomai (de e[lpw ‘doy esperanzas, hago esperar’), e[fqora- e[fqarmai (de fqeivrw ‘destruyo, corrompo’). Otros perfectos, sin embargo, presentan formas activas con grado cero generalizado (cf. ejlhvluqa, de e[rcomai ‘voy, vengo’). El griego también documenta formas de perfecto con un grado radical idéntico al del presente. El fenómeno, secundario en algunos casos, parece antiguo en otros:
gevgrafa (de gravfw ‘escribo’), levlampa (de lavmpw ‘brillo’), pevfeuga (de feuvgw ‘huyo’), tevthka (de thvkw ‘fundo’).
5
En la activa, el ático conserva el perfecto radical en los lexemas verbales en labial y en velar (cf. levloipa ‘tengo abandonado’, pevfeuga ‘estoy en fuga’). También algunos lexemas en i-, n-, r- y th- documentan formas de un perfecto sin -k-; este es el caso, por ejemplo, de maivnw ‘hago enfurecer’ (perf. me/-mhn-a) o peivqw ‘convenzo’ (perf. pev-poiq-a). En los demás casos se impone el nuevo perfecto en -k- (cf. § 2.6). Sobre el grado radical en el perfecto en -k-, cf. § 2.6. 2.4 Desinencias personales de indicativo En indoeuropeo, el perfecto presentaba en el singular unas desinencias específicas que se reflejan en las formas griegas -a (< * -h2e), -qa (< *-th2e) y -e (< *e). A diferencia de las desinencias de primera y de tercera persona, que coincidían con las correspondientes formas del aoristo sigmático, la de segunda persona no tenía ningún paralelo, lo que motivó su sustitución por -a". Esta innovación, documentada ya en Homero (cf. mevmona" ‘estás ansioso’, e[olpa" ‘tienes esperanzas’), admite dos posibles interpretaciones: como forma analógica con el aoristo sigmático -sa" o como combinación de la -a- del perfecto, reinterpretada como vocal de unión, y la desinencia secundaria de segunda persona -". Como otros arcaísmos, la desinencia -
qa tan solo se conserva en el paradigma de oi\da (‘soy conocedor’). Sin embargo, fuera del perfecto, -qa se documenta en la forma h\sqa, segunda persona del imperfecto de eijmiv ‘soy, estoy’ que admite un análisis como antigua forma de perfecto, y en innovaciones analógicas: así, en Homero y la poesía posterior -qa se emplea ocasionalmente en el presente de indicativo (cf. tivqhsqa, de tivqhmi ‘pongo, coloco’), en el imperfecto (cf. ei\sqa de ei\mi ‘voy’), en el optativo (cf. bavloisqa, de
bavllw ‘lanzo, alcanzo’) y en el subjuntivo (cf. pivh/sqa, de pivnw ‘bebo’). En el plural, el perfecto presenta una forma de primera persona -men (dorio -
me") y una de segunda -te, desinencias comunes a todos los paradigmas de la voz activa (cf. tema 8). Las formas de tercera persona, -asi y -×asi, son una innovación griega: la desinencia indoeuropea con *r se desecha y se sustituye por *-nti y *-nt9 i, originarias de los presentes atemáticos (cf. tema 8). *-n99ti, variante tras consonante, evolucionó en jonio a -asi (cf. hom. lelovgca*si ‘están asignados’) y en dorio a -ati. Por otra parte, *-nti fue sustituida por *-anti, que presentaba un mayor paralelismo con el resto de desinencias de tercera de plural. La forma *-anti, más regular que *-ati, se impuso finalmente en el paradigma; en jónico-ático evolucionó hacia -×asi, desinencia
6
que, a partir de este contexto, se impuso en el presente de indicativo de los verbos atemáticos (cf. tiqev×asi ‘ponen, colocan’. Sobre ello, véase tema 8). En el dual, el perfecto documenta la desinencia -ton en segunda y en tercera persona (cf. tema 8). El siguiente cuadro recoge las formas del singular y del plural de oi\da ‘soy conocedor’, del perfecto homérico y poético mevmona ‘estoy ansioso’ y del perfecto
levloipa ‘tengo abandonado’. El paradigma del primero es conservador; el del segundo y el del tercero presentan ya una segunda persona del singular -a" y una vocal -aque se antepone a varias desinencias personales a modo de vocal de unión; por último, levloipa documenta, a diferencia de los anteriores, la generalización del grado -o- en el singular y el plural:
oi\d-a
mevmon-a
levloip-a
oi\s-qa
mevmon-a-"
levloip-a-"
oi\d-e
mevmon-e
levloip-e
i[s-men (i[s- analógico con i[s-te)
mevm-a-men
leloivp-a-men
i[s-te
mevm-a-te
leloivp-a-te
i[s-×asi (i[s- analógico con i[s-te)
mem-av-a × si
leloivp-×asi
Salvo en casos aislados, en los que parecen antiguas (cf. hom. devdmhtai ‘está doblegado’), las desinencias medias son un fenómeno reciente en el perfecto griego. Cuando se configura la oposición entre el perfecto activo y el medio, hecho aún excepcional en Homero, el perfecto medio se caracteriza por el uso de desinencias primarias aplicadas al radical sin vocal temática o de unión. Desde un punto de vista semántico, el perfecto medio asume en esta oposición la expresión de un estado, mientras que el activo suele especializarse en la expresión del resultado de la acción verbal (cf. § 2.1). En los lexemas en labial y en velar, el contacto de estos fonemas con las desinencias medias da lugar a fenómenos fonéticos que enmascaran la consonante final del radical; es el caso, por ejemplo, de tevtrimmai o tevtriyai (de trivbw ‘froto, trituro’) y de tevtagmai o tevtaktai (de tavssw ‘ordeno, coloco’). Solo la desinencia de tercera de plural -atai (< *-nt9 ai; cf. tema 8) habría permitido reconocer el tipo de lexema, pero en este caso la forma originaria se sustituyó por una variante analógica
7
con aspirada, como en te-tavc-atai ‘están ordenados’, de tavssw (cf. infra); más tarde, en ático se impuso la forma perifrástica tetagmevnoi eijsiv. En los lexemas en dental, la secuencia dental + dental evoluciona hacia s + dental (cf. la tercera del singular del perfecto medio de peivqw ‘convenzo’: pev-peis-tai
< pev-peiq-tai). A partir de formas en las que su origen era fonético, s + dental se extiende de forma analógica a otras personas (cf. pevpeismai o pepeivsmeqa):
trivbw ‘froto, trituro’
tavssw ‘ordeno, coloco’
peivqw ‘convenzo’
tevtrimmai
tevtagmai
pevpeismai
tevtriyai
tevtaxai
pevpeisai
tevtriptai
tevtaktai
pevpeistai
tetrivmmeqa
tetavgmeqa
pepeivsmeqa
tevtrifqe
tevtacqe
pevpeisqe
tetrimmevnoi eijsiv
tetagmevnoi eijsiv
pepeismevnoi eijsiv
2.5 Perfecto aspirado El perfecto aspirado es un fenómeno del jónico-ático limitado a la conjugación activa de los lexemas en labial y velar. El perfecto solo se aspira cuando se usa con valor resultativo en el objeto (cf. tevtace ‘ha ordenado’, de tavssw); los perfectos que expresan intransitividad o un estado son ajenos a esta innovación (cf. pevfeuga ‘estoy en fuga’, de feuvgw). La aspiración de estos perfectos tiene su origen en las formas medias cuyas desinencias comienzan por sth-, esto es, en la segunda persona del plural del indicativo, en la tercera del singular del imperativo y en el infinitivo (cf., respectivamente, tevtrafqe, tetravfqw y tetravfqai, de trevpw ‘vuelvo algo, hago volver, pongo en fuga’). A partir de estas tres formas se creó en el indicativo medio una tercera persona del plural en aspirada, como hom. tetravfatai ‘están vueltos’ (de
trevpw) o tetavcatai ‘están ordenados’ (de tavssw). Por último, la aspiración se exportó a las formas de la activa como marca de transitividad y de valor resultativo; así, tevtrafa (de trevpw) significa ‘he hecho volver, he puesto en fuga’ bevblafa (de
blavptw), ‘he dañado, he herido’, h\ca (de a[gw), ‘he llevado, he conducido’.
8
2.6 Perfecto en -kEl perfecto en -k- es una innovación griega que solo se emplea en la voz activa. Está formado por una reduplicación con vocal -e-, por el lexema verbal, que en ocasiones presenta un grado -o-, por un morfema -k- y por las vocales de unión -a- /-e(cf. § 2.4). El perfecto en -k- no presenta alternancias en el radical:
deivdw ‘temo’
luvw ‘desato’
dev-doi-k-a
lev-lu-k-a
de/-doi-k-a-"
lev-lu-k-a-"
de/-doi-k-e
lev-lu-k-e
de-doiv-k-a-men
le-luv-k-a-men
de-doiv-k-a-te
le-luv-k-a-te
de-doiv-k-×asi
le-luv-k-×asi
Esta formación no está documentada en micénico. En Homero se emplea casi de forma exclusiva en el singular del indicativo y del subjuntivo de los lexemas verbales terminados en una antigua laringal; el radical presenta grado pleno (cf. e{sthka ‘estoy de pie’, formado a partir de *-steh2- ). Salvo excepciones del tipo eJsth/k'×asi ‘están de pie’ o teqnhvk×a ' si ‘están muertos’, ni el plural del indicativo ni el resto del paradigma presentan -k-; así, una forma de singular tevtlhka ‘he soportado’ (< *-tleh2-k-) se opone a una de plural tevtlamen ‘hemos soportado’, con grado cero radical (< *-tlh2-). El origen de -k- parece estar en la primera persona del singular del perfecto de estos verbos: el contacto de la laringal final del lexema con la laringal inicial de la desinencia personal (*-h2e) provocaba dificultades articulatorias que se resolvieron por medio de la epéntesis de un fonema -k-. A partir de la primera persona, el uso de -k- se extendió a todo el singular y, más tarde, al resto del paradigma de la activa. También es posible, sin embargo, plantear un origen analógico del perfecto en -k-: la identidad formal entre las desinencias personales de singular del aoristo y las del perfecto en los lexemas terminados en consonante (cf. e[deix-a, e[deix-a", e[deix-e : levloip-a,
levloip-a", levloip-e) pudo provocar una nivelación entre el aoristo y el perfecto de los lexemas terminados en vocal (tipo tivqhmi ‘pongo, coloco’). Así, sobre un aoristo
e[qhka, e[qhka", e[qhke se crearía un perfecto tevqhka, tevqhka", tevqhke. En ático, algunos verbos en antigua laringal presentan aún formas de perfecto sin -k-. Se trata, por lo general, del plural del indicativo o de formas nominales (cf.
9
e{state ‘estáis de pie’ o eJstavnai ‘estar de pie’). Sin embargo, el perfecto en -k-, de valor resultativo, sustituye paulatinamente al perfecto radical en todos los dialectos. El mantenimiento del perfecto radical en algunos lexemas está propiciado por factores fonéticos (cf. § 2.3). 3. Pluscuamperfecto El pluscuamperfecto es una formación de pasado de escaso uso constituida a partir del perfecto. En su origen coincidía formalmente con el perfecto, salvo en el empleo facultativo del aumento. El pluscuamperfecto aunaba, pues, la expresión temporal de pasado y la aspectual del perfecto (cf. § 2.1). Como otras formas de pasado, en griego el pluscuamperfecto presenta desinencias secundarias y aumento, si bien este último es opcional (cf. tema 9). Con el perfecto comparte la reduplicación en -e- y el radical, aunque no siempre hay coincidencia absoluta en el grado vocálico. En lo que respecta al uso de morfemas y de vocal temática, el griego documenta en la activa tres variantes: •
formación atemática. Ya desde Homero su uso está limitado al plural y al dual. Tal y como les correspondía desde antiguo (cf. § 2.3), estas formas presentan un grado radical cero (cf. hom. ejpevpiqmen, de peivqw, ‘convenzo’).
•
formación temática. Documentada tan solo en Homero, en eolio y en chipriota, tiene un uso limitado a la primera y tercera persona del singular (-on, -e) y a la tercera del plural (-on) (cf. hom. ejmevmhkon, de mhkavomai ‘balo, relincho’). El origen de la vocal temática puede estar en una variante *-ont de la tercera persona del plural (cf. tema 8) o en la reinterpretación como forma de pasado de la tercera persona del singular del perfecto -e, idéntica a la de las formaciones temáticas de pasado. Por lo general, el grado radical del singular se extiende al plural. Los pluscuamperfectos temáticos presentan en ocasiones el morfema -k-.
•
formación con anteposición de -h- o -e- a las desinencias personales. En Homero se documentan -ea, -h" (y -hsqa en h/d[ esqa, de oi\da), -ee y -esan (cf. pepoivqea, de peivqw ‘convenzo’, hjeivdh" y h/d[ ee,
de oi\da ‘soy
conocedor’ y ejoivkesan, formado a partir de e[oika ‘soy semejante’). El ático presenta en época clásica las desinencias -h, -h" (y -hsqa en h/d[ esqa), -ei (contracción de -ee), -emen, -ete, -esan y dual -eton, -ethn (cf. dedoivkh, de deivdw ‘temo’, o ajpolwvlei, de ajpovllumi ‘aniquilo’). El origen de -h-, abreviada ante vocal en algunas personas, parece estar en el
10
pluscuamperfecto h)d/ ea, de oi\da, que podría reflejar una antigua formación de carácter estativo en *-eh1: * ×e-wid×eh1-h2e (cf. tema 10). En el plural, el uso de -e-es el resultado de una alternancia secundaria con la vocal larga del singular. En época postclásica, el ático ofrece las formas -ein, ei", -ei, -eimen, -eite, -eisan, con generalización de -ei- a partir de la tercera persona del singular (cf. h)d/ eisan, de oi\da) y recaracterización de la primera persona del singular mediante -n, presente en otras formas secundarias de pasado. Estos pluscuamperfectos se forman con frecuencia con el morfema -k-, como muestra el paradigma de luvw en época clásica:
luvw ‘desato’ e)-le-luv-k-h e)-le-luv-k-h-" e)-le-luv-k-ei e)-le-luv-k-e-men e)-le-luv-k-e-te e)-le-luv-k-esan En la voz media, el pluscuamperfecto se forma igual que el perfecto (cf. § 2.4 y § 2.5). Solo se diferencia de él en el aumento y en el uso de desinencias secundarias. 4. Evolución del perfecto El desarrollo de un valor resultativo permitió al perfecto la expresión del pasado reciente y propició la pérdida de su significado aspectual frente al aoristo. De hecho, en época helenística el perfecto se emplea ya como mera variante expresiva de aquel. Desde un punto de vista morfológico, el paradigma del perfecto se regulariza paulatinamente y se aproxima al del aoristo sigmático, con el que comparte desde época clásica las desinencias activas -a, -a", -e, -amen y -ate; -×asi, la única forma específica del perfecto, comienza a ser constituida en la koiné por -an. La pérdida de la reduplicación, y en parte también del aumento, acentuarán más tarde la proximidad formal entre el aoristo radical y el perfecto. Todo ello desembocará en la desaparición del perfecto activo con valor resultativo. El perfecto intransitivo con conjugación activa, mucho menos frecuente que el anterior, es sustituido por el
11
perfecto mediopasivo; sin embargo, este también desaparecerá, con la salvedad del participio en -mevno".
Bibliografía básica Adrados R., F.- Bernabé, A. - Mendoza, J. (1996): Manual de Lingüística indoeuropea II, Madrid. Beekes, R. S. P. (1990): “The historical grammar of Greek”, en Linguistic change and reconstruction methodology, Berlin-New York, 305-329. Chantraine, P. (1923) : Histoire du parfait grec, Paris. ----------------- (1953): Grammaire homérique. Tome I: Phonétique et morphologie, Paris. ------------------ (19832): Morfología histórica del griego, Barcelona. García Domingo, E. (1994): “El pluscuamperfecto griego”, en Actas del VIII Congreso Español de Estudios Clásicos, 115-120, Madrid. Kimball, S. E. (1991): “The origin of the Greek k-perfect”, Glotta 69, 141-153. Macía, L. M. (1984): “Actualización científica en Morfología griega”, en Orientaciones metodológicas nº 21, I.C.E.U.M. (Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid), Madrid. Maquieira, H. (2005): “Morfología griega (1984-2004)”, en Actas de “Veinte años de Filología griega (1984-2004)”, Anejos de Emerita, Madrid, en prensa. Meier-Brügger, M. (1992): Griechische Sprachwissenschaft II, Berlin-New York. Ringe, D. A. (1984a): The perfect tenses in greek inscriptions, University Microfilms International. ------------------ (1984b): “ei{lhfa and the Aspirated Perfect”, Glotta 62, 125-141. Ruipérez S., M. (19912) : Estructura del sistema de aspectos y tiempos del verbo griego antiguo, Madrid. Rix, H. (19922): Historische Grammatik des Griechischen, Darmstadt. Schwyzer, E. (19772): Griechische Grammatik, I, München. Wackernagel, J. (1904): Studien zum griechischen Perfektum, Göttingen. ---------------------- (1928): Vorlesungen über Syntax I, Basel.
12