1- La Lengua y Sus Variedades

October 17, 2017 | Author: Cacho Valenzuela | Category: Spanish Language, Dialect, Orthography, Linguistics, Spain
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TEMA 1 LA LENGUA Y SUS VARIEDADES INTERNAS. LA NORMA CULTA. La función principal del lenguaje es la comunicación. El lenguaje se define como la capacidad que poseemos los humanos para comunicarnos mediante un sistema de signos lingüísticos. Su realización concreta en una determinada comunidad se denomina lengua. La lengua o idioma es, por tanto, un código lingüístico común que utilizan los hablantes de una comunidad. Sin embargo, una lengua no es una estructura rígida, sino que según las circunstancias comunicativas, el origen geográfico y sociocultural de los hablantes, se producen diversificaciones en el seno de la misma. Hay lingüísticas:

tres

tipos

1-1VARIEDADES GEOGRÁFICAS

de

variedades

DIATÓPICAS

O

Son aquellas variedades relacionadas con el origen territorial del hablante, es decir, derivadas del lugar donde aprendió a hablar y donde reside habitualmente. Desde un punto de vista histórico todas las lenguas son dialectos de las que proceden; pero también utilizamos el término dialecto para designar las variantes de una lengua. En relación con estos conceptos, también conviene aclarar el término lengua oficial: recibe el nombre de lengua oficial aquella que puede o debe ser utilizada en todo el territorio de un Estado, a todos los efectos y por todos los ciudadanos. En España existe una lengua oficial común a toda la nación, el castellano, y otras lenguas que comparten con él la oficialidad (lenguas cooficiales) en sus respectivos territorios.

1-2- VARIEDADES DIASTRÁTICAS También se denominan variedades sociales o niveles de lengua. Son las variedades debidas a diferencias sociales. Un factor fundamental es el grado de instrucción del hablante, pero también influyen otros aspectos como el sexo y la edad.

1-3- VARIEDADES DIAFÁSICAS Reciben también el nombre de variedades de estilo o de registro. Son las formas distintas de expresarnos según la situación comunicativa en que nos hallemos. El lugar, el tema tratado, la intención del discurso, el tipo de interlocutor, etc., hacen que en cada momento el hablante elija determinados usos y rechace otros.

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2. RELACIÓN ENTRE LAS VARIEDADES. Las variedades diatópicas, diastráticas y diafásicas no son realidades independientes, sino modos distintos de enfocar la variedad lingüística, es decir, cualquier mensaje lingüístico forma parte a la vez de una variedad dialectal –geográfica o social- y de un registro. He aquí el ejemplo de análisis de un fragmento de una conversación entre dos informáticos: “Vaya, se ha vuelto a quedar…, el drivers debe tener algún bug. Hasle el salúo de los tres deos y empesemos de nuevo”. Desde el punto de vista dialectal, el hablante emplea rasgos propios de un dialecto meridional actual del castellano (andaluz, canario…): aparece el seseo (pronunciación de s en vez de z), se pierde la –d- entre vocales (deo, por dedo; salúo, por saludo). Además, el texto refleja una variedad diastrática de jerga profesional, puesto que utiliza tecnicismos propios de la informática, por lo que resulta difícilmente comprensible para los no iniciados (drivers, bug). Desde el punto de vista del registro (variedad diafásica), utiliza formas propias del registro coloquial: muletillas (“vaya”), la frase inacabada (“se ha vuelto a quedar…), la filtración de algún vulgarismo (confusión de la perífrasis de obligación “deber + infinitivo” con la de posibilidad “deber de + infinitivo).

3. LA LENGUA ESTÁNDAR. LA NORMA LINGÜÍSTICA. Hemos visto que el uso concreto que los hablantes hacen de una misma lengua es muy variado. La diversidad del uso lingüístico hace necesario la existencia de una variedad estándar o común, que neutralice al máximo las diferencias lingüísticas entre los hablantes de una comunidad y que funcione como modelo de uso correcto de la lengua. Representa el modelo idóneo al que es lícito aspirar y tiene prestigio social. Naturalmente, la norma cambia a lo largo del tiempo. Es establecida por ciertos organismos; en el caso del español por la Real Academia Española en colaboración con las academias americanas y la de Filipinas. Suelen seguir el criterio literario (formas usadas por escritores prestigiosos) y el uso (formas usadas por la mayoría de los hablantes cultos). La norma es, en gran medida, arbitraria (¿por qué es mejor “anduve” que “andé”?), pero necesaria, pues contribuye a la unidad de la lengua y, en definitiva, asegura la comunicación.

4. LAS VARIEDADES DIASTRÁTICAS o SOCIALES: LOS NIVELES DE LENGUA (culto, vulgar y común. Jergas y argots) Las modalidades que adopta una lengua en las distintas clases sociales reciben el nombre de variedades sociales, diastráticas, sociolecto o nivel de lengua. Tales diferencias no nacen estrictamente del nivel socioeconómico del individuo, sino de su grado de instrucción (del que depende que tenga un mayor o menor competencia lingüística, es decir, su conocimiento y dominio del idioma), y de otros factores como son la edad, el sexo, el origen urbano o rural, la profesión, etc. Resulta evidente que cuanto mayor sea el nivel cultural de una persona, mejor conocerá la norma lingüística de su comunidad. Se espera de los grupos socioculturales más altos (establecidos en función de su nivel de cultural, profesión e ingresos) comportamientos lingüísticos más correctos (próximos a la variedad estándar o normativa); y se asocian los usos de los niveles sociales más bajos con lo vulgar y lo incorrecto. El hablante instruido cambia de registro con facilidad; no así la persona poco cultivada, que se ve limitada en el uso y

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conocimiento de su lengua: sólo puede hablar del modo elemental que conoce, es decir, empleando el nivel vulgar. A menudo, una variedad social puede presentar coincidencias con una variedad de registro (las estudiaremos más adelante). Las variedades diastráticas o niveles del lenguaje son, fundamentalmente, dos: - Nivel culto: El hablante instruido dispone de mayor dominio y corrección en el uso del idioma, lo que le permite expresar con eficacia sus pensamientos. Respeta la norma. -Nivel vulgar: Es el uso del idioma propio de las personas incultas, es decir, el característico de quienes no tienen una mínima formación cultural y, en consecuencia, están limitados en el uso y conocimiento de la lengua. En este nivel se manifiestan dificultades en la relación entre lenguaje y pensamiento, que se traducen en una forma de hablar elemental (con titubeos, muletillas, palabras comodín, problemas de construcción gramatical) y en continuas incorrecciones (vulgarismos). Es un nivel socialmente desprestigiado. Es sabido que lo culto y lo vulgar se corresponden con los dos extremos socioculturales de una comunidad Al margen de estos dos niveles extremos de la variación (culto y vulgar), los estratos intermedios tienen límites más imprecisos. A pesar de ello, podemos hablar también de un nivel popular o común entre los dos citados. Se trata de la lengua aprendida desde la infancia. Su uso está relacionado con la vida cotidiana, y no con actividades intelectuales o culturales. Se distingue de la variedad vulgar en que, al contrario que ésta, mantiene un uso correcto. Se trataría, en definitiva, de la variedad más llana del lenguaje correcto (aunque, en ocasiones, se filtran vulgarismos). Es característica de esta variedad el uso, e incluso abuso, del lenguaje proverbial (refranes, sentencias, proverbios). Entre las variedades sociales, tienen notable importancia las jergas y argots.

4.1. LA VARIEDAD VULGAR O DE CÓDIGO RESTRINGIDO (EL PUNTO MÁS ALEJADO DE LA NORMA). Al tratarse de un código restringido, de pocos recursos expresivos, la variedad vulgar dispone de menos posibilidades de comunicación. En este registro se producen frecuentes vulgarismos, es decir, transgresiones de la norma lingüística, que a veces pasan al nivel común. Repasemos los principales vulgarismos y otros rasgos propios de la lengua vulgar. Plano fónico:

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- Confusión, pérdida o adición de sonidos: alante (adelante), muchismo (muchísimo), tó (todo), dotor (doctor); arrascar (rascar), toballa (toalla); agüelo, abujero, tualla, Juaquín, paralís, ventiuno... - Metátesis o cambio de posición de los sonidos: cocreta, diferienza, Grabiel... - Pérdida de la consonante –d- no sólo en las terminaciones –ado e –ido (uso extendido hoy en día a variedades cultas): peazo, apagao - Conglomerados: p´atrás. - Desplazamientos acentuales: máestro, telegrama, périto... Plano morfosintáctico: - Concordancias incorrectas: *la pus, *la calor,*esta agua, *unos discos cualquiera. - Uso incorrecto de los pronombres átonos: loísmo, laísmo, leísmo. - Errores en el orden sintáctico: *Me se ha caído; *Me dé un vaso de agua (frente al correcto Déme un vaso de agua). - Uso muy limitado y a menudo incorrecto de las formas verbales: *conducí (conduje); *andé (anduve); *dijistes (dijiste); *ves a tu casa (ve a tu casa); *Chavale , ¡ callaros! (callaos). - Utilización del artículo ante nombre propio de persona (*La Pepi, *El Juanma). - Empleo de construcciones sintácticas simples, excesivamente cortas, o bien de frases largas y caóticas. - Uso incorrecto de las partículas relacionantes: pienso de que (dequeísmo); contra más lo digas...; Plano léxico: - Vocabulario pobre e impreciso. Abuso de muletillas y palabras comodín: bueno, o sea, venga... - Uso exagerado de interjecciones, apelaciones al interlocutor, palabras valorativas, etc. - Abuso de palabras malsonantes. - Confusión de una palabra o expresión con otra: *pómulo de la puerta, por “pomo”; * “en olor de multitudes”, por en “loor de multitudes”, “redecillas” por “rencillas”. Por otro lado, la variedad vulgar se caracteriza por la aparición de rasgos dialectales, que se manifiestan de forma menos intensa en los otros niveles, y por las hipercorrecciones, que con relativa frecuencia también se dan en el nivel común: son fenómenos que se producen cuando el hablante, en su afán de corregir errores, aplica normas de forma inadecuada: así, para evitar el vulgarismo fónico que consiste en la pérdida de la –d- intervocálica, cae en excesos del tipo *bacalado, *Bilbado, *Cola Cado.

4.2. VARIEDAD CULTA O DE CÓDIGO ELABORADO. Como ya dijimos, la variedad culta (a la que se ha dado en llamar código elaborado) es la empleada por los grupos sociales de formación cultural superior o media, capaces de cambiar de registro cuando la situación lo exige. Es la que más se ajusta a la norma, por lo que representa el modelo idóneo al que es lícito aspirar. Debe emplearse si se busca la formalidad y la precisión. Permite la expresión eficaz de conceptos abstractos y complejos, así como de los matices más variados de la subjetividad. Es, además, la variedad que garantiza la unidad del idioma. La generalización de la educación y el desarrollo de los medios de comunicación social contribuyen a extender el nivel culto del idioma a un número cada vez más amplio de hablantes. Sus rasgos característicos son:

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1. Corrección en todos los niveles: fonético (pronunciación correcta que evita todo vulgarismo o forma local), morfosintáctico y léxico (precisión en el vocabulario, uso de los nexos adecuados y rechazo de barbarismos y vulgarismos). 2. Riqueza léxica: un amplio vocabulario, en especial el relacionado con las ciencias y la cultura. 3. Uso de cultismos, palabras de uso restringido: altanería, morigeración, prosapia... 4. Capacidad de abstracción: Permite la expresión eficaz de conceptos abstractos y complejos, así como de los matices más variados de la subjetividad.

4.3. VARIEDADES DE GRUPOS: JERGA y ARGOT. Las personas que forman una comunidad lingüística, el gran grupo, se sienten integrantes de otros subgrupos por distintas razones: el trabajo, la edad, la ideología, etc. Determinadas particularidades lingüísticas sirven para distinguir y dotar de cohesión interna a cualquier grupo. a) JERGAS. Son variedades de la lengua empleadas por algunos grupos sociales o profesionales. Suelen ser difícilmente comprensibles para las gentes ajenas a ese colectivo, pero no tienen finalidad críptica. Se caracterizan por tener un léxico especializado. Serían jergas profesionales la de los abogados, la de los médicos, la de los marineros, la futbolística, etc. Se ha generalizado vocabulario específico de distintas actividades profesionales. Así, tecnicismos propios de algunas jergas han pasado a tener un uso común. El lenguaje de la informática, por ejemplo, con un buen número de palabras procedentes del inglés, inunda el léxico castellano actual: memoria, programa, archivo,... Otro ejemplo de jerga lo constituye el habla juvenil. Muchos jóvenes, para distinguirse de los mayores y para identificarse como miembros de un determinado grupo, utilizan la lengua de una forma especial. Este uso lingüístico peculiar tiene el mismo carácter definitorio que otros signos externos, como la ropa, el peinado o ciertos adornos. El rasgo más destacado de las jergas juveniles es la rapidez con que sus expresiones envejecen y son sustituidas por otras nuevas. Así, la expresión “mola mogollón”, usada por los jóvenes hace algunos años, ha sido desplazada por “mola mazo”. En algunos casos, ciertas creaciones del habla juvenil tienen éxito y se asientan en el léxico común: rollo (por “actividad aburrida”), pasar de algo (en el sentido de “no tener interés en algo”). Las peculiaridades del habla juvenil se suelen manifestar en el plano léxico: - Creación de nuevas palabras a partir de la modificación de otras ya existentes: por acortamiento o apócope (profe, mates, peli, tele), por sufijación (litrona, colegueo, rollete, bocata) o por simple distorsión (demasié). - Adopción llamativa de extranjerismos, fundamentalmente anglicismos: beibi, birra, bisnes, feeling. skinhead - Utilización de palabras comodín y de expresiones con significado vago, impreciso: y tal, como muy, o así. - Uso de frases hechas: dar el cante, tener morro, estar al loro. - Creación de nuevos significados para palabras ya existentes (transformaciones semánticas): tronco, garito, abrirse, pillar, receta (por multa), papeles (por billetes), tarro (por cabeza)… - Uso de tacos y de palabras consideradas malsonantes. - Incorporación de palabras procedentes de las jergas de grupos sociales marginales: currar, papear, tragarse un marrón, madero, trullo, camello, etc. Todas estas características responden, en definitiva, a la necesidad de los grupos de jóvenes de diferenciarse de sus mayores y de reforzar los lazos de cohesión grupal,

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compartiendo una misma manera de hablar. Por ello, las diferencias fundamentales son – como hemos visto- de orden léxico y se abandonan al llegar a la edad adulta. b) ARGOT. Se suele reservar el término argot para designar jergas crípticas propias de grupos marginales, que las emplean para no ser entendidos por gente ajena al grupo: el argot carcelario, el del mundo de la droga, el del hampa, el de ciertas tribus urbanas… En muchos casos, se trata del único registro del que disponen estos hablantes.

5. LAS VARIEDADES FUNCIONALES o DIAFÁSICAS. (Registro coloquial o formal. Los lenguajes específicos) Las variedades diafásicas (también denominadas funcionales, estilísticas o registros idiomáticos) surgen por el hecho de que no hablamos de la misma manera en las distintas situaciones a las que nos enfrentamos a diario, sino que adaptamos nuestra forma de expresarnos a cada situación concreta. Dependiendo de las circunstancias (lugar, tipo de interlocutor, canal, tema tratado, etc) el hablante adopta un registro idiomático determinado: así, en una situación de confianza opta por un estilo coloquial, que es el registro propio para el trato informal (con amigos, familiares o iguales); y, en cambio, en otro momento elige una variante formal, más exigente y cuidada. Manifestaciones de éste estilo formal son los lenguajes específicos. Sin embargo, la adecuación del discurso a las circunstancias comunicativas no siempre es posible. La capacidad de elegir unos usos y descartar otros depende de la competencia lingüística de los hablantes: cuanto mayor sea el grado de instrucción de una persona y de conocimiento de la lengua, más fácil le resultará pasar de una modalidad de habla a otra. La verdadera cultura lingüística reside en saber adecuar el registro utilizado a la situación comunicativa (receptor, momento, canal, intención, etc.).

5.1. EL REGISTRO COLOQUIAL. Es el registro apropiado en ámbitos familiares o amistosos, en los que predomina una comunicación directa, espontánea e interpersonal, es decir, cuando se conversa con personas con las hay una relación de igualdad y se tratan temas de carácter general. Aunque es característico de la lengua oral, puede aparecer también en la escrita (es el caso de las cartas amistosas, en diálogos teatrales o narrativos que persiguen reflejar la conversación cotidiana). Las características fundamentales del registro coloquial son: 1. En la lengua oral, apoyo en elementos extralingüísticos (la entonación, miradas, gestos, ademanes…) 2. Pronunciación descuidada: relajación e incluso pérdida de sonidos (reducción de grupos consonánticos –istrución por instrucción-; yeísmo (gayina por gallina), amalgamas de sonidos (talúego). 3. Gran riqueza de modalidades oracionales (duda, asombro, cólera, admiración, reproche, etc.) y empleo de sufijos apreciativos, apócopes (es decir, acortamientos: cole, bici, seño) y aféresis (chacha, por muchacha), hipocorísticos, comparaciones cariñosas y expresivas, insultos) 4. Espontaneidad. Es un uso espontáneo del lenguaje que suele carecer de reflexión, por lo que abundan los titubeos, las repeticiones, la imprecisión. 5. Anacolutos (es decir, discordancias: “*Yo en vacaciones me gusta leer”); ausencia de nexos (tendencia a la yuxtaposición) o uso impreciso o incorrecto de los mismos.

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6. Frases hechas, refranes. 7. Falta de precisión léxica: empleo de voces de significación vaga e imprecisa (palabras-comodín, como hacer, chisme, cosa, etc.). 8. Incorporación de léxico jergal: rollo, pasar, drogata,… En la actualidad, tiende a generalizarse el empleo del registro coloquial en cualquier situación comunicativa: relajación en la pronunciación de sonidos, léxico familiar e impreciso, anacolutos, palabras mal sonantes, etc.

5.2. EL REGISTRO FORMAL. Es el apropiado en situaciones formales y en los ámbitos especializados: científico, literario, humanístico, jurídico, técnico o periodístico. Se distingue por su preocupación por una expresión correcta, precisa, cuidada y adecuada.

ACTIVIDADES. 1. Explica a qué variedad diastrática corresponde este texto. ¿Se refleja en él alguna variedad diatópica concreta? Justifica tu respuesta. Lo del Manolo, ya lo vistes. ¡Y sin merecérselo, porque es un animal de bellota!..., Va, compra un décimo, y sin más ni más le tocan las trescientas mil pesetas. A las dos semanas traspasó la cordelería, y hoy lo tienes en la cae Serrano hecho un cabayero, fumando cáa puro como una estaca y con un brillante en el miñique, que es un reflector. (Carlos Arniches, Sainetes) 2.

A continuación te ofrecemos dos textos sacados de dos obras literarias narrativas en los que los sus personajes hablan de acuerdo con otras variedades diastráticas. Coméntalas:

Texto a). Y Félix dejó cortada la pechuga del ave, sin probarla... ¡Si no le gustaba! ¿Qué había de hacer? -¡Dulcísimo! ¿Qué no se la come, dice? - Las palomas –exclamó apasionadamente Félix- sólo son buenas para deslizarse por el cielo, y para arrullarse y amarse sobre el trono de estos grandes árboles y contemplar las soledades desde las viejas cornisas, espadañando gozosamente sus colas. A mí, una paloma blanca –lo confieso- no me trae el recuerdo del Espíritu Santo, como le sucede a tía Dulce Nombre, y quizás a vosotras: una paloma blanca tiene tan femenino donaire y delicadeza, que espero siempre encontrar en su cabecita el aguijón de oro que le clavara algún viejo hechicero, y creo que se me ha de volver en una rubia princesa que estaba encantada. (Gabriel Miró, Las cerezas del cementerio). Texto b). Miró a Socorro, pero ésta no parecía haberse apercibido de sus palabras. -¡Cuándo se secará este maldito río!- suspiró. Todas nuestras desgracias nos vienen del vicio que tiene mi padre por las truchas. -¡Mujer...! –exclamó Socorro. -Sí, señor, vicio –gritó exasperada-; no me desdigo. Eso es un vicio. Ya verás el día que el guarda lo coja; nos va a poner una multa que no la levantamos en quince años-. Dirigiéndose al médico: ¿Por qué no le dice usted algo? Dígalo que ya no tiene edad para andarse metiendo en el agua, que le va a venir alguna enfermedad. A usted le hará caso. -¿Tú crees?

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- Si usted supiera cómo baja ese río en invierno... Da miedo, le juro que da miedo. (Jesús Fernández Santos, Los bravos) Localiza un caso de loísmo en el texto b) ¿Es correcto el uso del pronombre átono “lo” en la oración “...que el guarda lo coja” o debería decirse “le coja”?

3. Clasifica y corrige los siguientes vulgarismos: - Ahí l´han dao. - Contra más vos lo digo, pior: no perder el tiempo y estudiar. - ¡No tocad las flores! - Es la verdá: preguntárselo a ellos. - El kilo de bacalado cuesta cuareinta euros? - Mucha gente dicen que este agua no es potable. - El Toni huyó, siendo detenido dos horas después. - Mató al toro clavándolo el estoque. - Joaquín, ¿cuándo cumples los ventiún años? - Mi agüelo está pior. - Ahí vienen Juan y Chema. ¿Te acordastes de invitarles a la fiesta? - La dije de que vendría pronto. - Habían muchas nubes, pero no llovió. - Han llegado muchos turistas. Habrán algunos que su idea sea asistir a los toros. - Me alegro que vengáis. - Si quieres que te ayude, debes de ponerte cerca mío y no detrás suya. - El libro a leer para este trimestre es “La Regenta”. - Ya te lo dijera: no se dio cuenta que eras tú. - Hay gente que le gusta chismorrear. - Aquellos que sus nombres figuren en esta lista recitarán la poesía decimoprimera y decimosegunda.

4. ¿Cuál es la situación comunicativa que reflejan los siguientes textos? ¿Qué tipo de interlocutores se deduce de acuerdo con su forma de hablar? Di qué jerga o argot utilizan y destaca sus principales características. a) ¡Tú, novato! ¿Cómo lo llevas en el trullo? Sé que te lo han encolomao a ti por la cara, pero no te comas el troncho. Al loro con ese tío, que está picando el curdós a toa la peña. Cuando le pillemos le hacemos un chinorri, pa que no nos olvide. Libertá pa la gente guay. b) -No habíamos dado todavía ni dos vueltas y ya había ligado dos truchas y una perla de color. (El que habla no ha sido mano todavía, pero ha recibido ya dos tríos iniciales, y un 10/J del mismo palo que la carta que pinta). -Tú es que ligas más que el tostao. Yo he pasao la tarde a durito, con la goma. Ando boquerón, estoy sinta, chico, y menos mal que puedo pagar el yate, porque el baranda es un membrillo, pero prefiero tirarme sin verlas que ir con una hoja de berza. (Tienes mucha suerte. Yo sólo sacaba la postura mínima, cinco mil pesetas, y me las jugaba con muy buenas cartas (“goma”, figuradamente= ponerle una goma a una ficha para que, tras la apuesta, vuelva al sitio de donde salió) Estoy sin dinero, no tengo ni para comprar tabaco, y menos mal que puedo decirle al dueño del garito “ya te veré” (= figuradamente, ya te pagaré) porque es un blando, pero prefiero no ver las cartas que jugarme el dinero.

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c) -Pillamos una mesa, ¿no?- dice Roberto. -No hay ninguna libre. Manolo le enseña a Roberto una entrada. -Al final has decidido venirte, ¡eh? -Pues claro, Roberto, ¿qué te creías? Roberto me da mi entrada. Manolo desde la barra dice: -Hoy nos vamos a poner hasta la bola, muchachos, hasta la bola. -¿Tú cómo vas a salir, si tienes que currar hasta las doce?

5. Aquí tienes una lista de palabras propias de la jerga juvenil: compi, forata (forastero), anchoas (gafas de sol), tubo (metro), búho (autobús nocturno), fashion, pasapiri (pasaporte), ocupa, ful (algo malo, de baja calidad), groopie (fan que sigue a su ídolo a todas partes), lata (coche), rallar (molestar), loro (radiocasete), drogata, faros (ojos), peras (senos), piba. 5.1. Clasifícalas según se trate de: a) abreviaciones o apócopes, b) palabras formadas por sufijación, c) préstamos, d) transformaciones semánticas. 5.2. Amplía las listas con nuevos ejemplos. 5.3. En el caso de los cambios semánticos, di si se producen por metáfora, metonimia, eufemismo o disfemismo.

6. Algunas jergas se han integrado en parte al lenguaje diario, como por ejemplo, la taurina. Lee el siguiente texto extraído de un artículo de J. Manzano en “La Vanguardia”y explica el significado de las palabras o expresiones taurinas que se citan en él: “Entrar al trapo, tomar el toro por los cuernos, caerse del cartel, hacerle a uno una faena… La lengua española, en su expresión más coloquial y cotidiana, está cuajada de expresiones procedentes de la tauromaquia. Quién en su experiencia de hablante no ha descrito un lugar atestado como lleno hasta la bandera; quién no le ha dado largas a un asunto embarazoso o bien ha demostrado tener mucha mano izquierda resolviéndolo. Hasta los más legos en el arte de Cúchares alguna vez han mirado los toros desde la barrera, se han metido en un buen embolado o han estado para el arrastre”. - REPASO. a) Busca en el texto un ejemplo de palabra compuesta culta, un pronombre interrogativo, un adjetivo sustantivado, una locución coordinante disyuntiva, un circunloquio, un sustantivo abstracto, un adjetivo calificativo apocopado, un determinante indefinido, un adverbio de cantidad, una construcción de infinitivo en función de CD. b) Función sintáctica de los sintagmas subrayados. c) Atendiendo a su estructura, define la última oración del texto.

LA NORMA CULTA DEL ESPAÑOL LA LENGUA ESTÁNDAR O LENGUA COMÚN. LA NORMA CULTA. Una comunidad de hablantes ha de poder comunicarse a pesar de las variaciones que pueden producirse en su interior. Para ello se acepta una variedad de la lengua como vehículo común de comunicación, como modelo adoptado por la comunidad como norma de corrección, identificada con la

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VARIEDAD ESTÁNDAR, y seleccionada entre aquellas variedades con mayor prestigio social, político o histórico, y que acaba convirtiéndose en regla. Esta norma culta o norma de corrección fija “el buen uso de una lengua”, y se caracteriza por: - Su universalidad (es un modelo ideal para todos los hablantes, quienes lo reconocen como “buen castellano”, “buen inglés”, “buen catalán” etc.) Por favorecer la unidad del idioma por encima de los particularismos que podrían llevar a su fragmentación. ESE MODELO IDEAL DE LENGUA CONSISTE EN UN CÓDIGO ELABORADO, QUE ES EL QUE ADOPTAN LOS HABLANTES CON UN MÁS ALTO NIVEL DE COMPETENCIA LINGÜÍSTICA Y LOS ESCRITORES. El proceso de estandarización requiere SELECCIONAR CIERTOS RASGOS del sistema que se 1 quiere estandarizar . Ello implica cuestiones de PRESTIGIO (elección variedades empleadas por grupos sociales privilegiados y/o respetados) y POLÍTICAS (poseer una lengua propia de pleno derecho se asocia a la existencia de una identidad nacional). Algunas características no excluyentes que suelen identificar a una variedad estándar son: • • • • • • • • • • •

Un sistema de escritura que fije las convenciones ortográficas que se usarán para escribir la lengua y fijar formas comunes y estables. Un diccionario o grupo de diccionarios estándar, que corporizan un vocabulario y usará la ortografía estandarizada definida previamente. Una gramática prescriptiva reconocida que registra las formas, reglas y estructuras del lenguaje y que recomienda ciertas formas y castiga otras. Un sistema de pronunciación estándar, que es considerado como "educado" o "adecuado" por los hablantes y que se considera libre de marcadores regionales. Una institución o personas que promueven el uso de la lengua y que poseen cierta autoridad, formal o informal, en la definición de sus normas de uso, como la Real Academia Española. Un estatuto o constitución que le da un estado oficial en el sistema legal de un país. El uso de la lengua en la vida pública, por ejemplo en el poder judicial y el poder legislativo. Un canon literario. La traducción a la lengua de textos sagrados, como la Biblia. La enseñanza escolar de la ortografía y gramática estandarizadas. La preferencia de esta variedad particular, por encima de otras variedades mutuamente comprensibles con la anterior, para el aprendizaje del idioma como una segunda lengua.

Los agentes que contribuyen a la estandarización y normativización de una lengua son las universidades y academias (con respecto al castellano, la RAE), la cultura escrita en libros y revistas (sobre todo los textos literarios, históricos y, en general, los que constituyen la cultura), los medios de comunicación, que llegan a gran número de hablantes (y sobre todo ahora los medios digitales como Internet), y las instituciones educativas y elementos del proceso de enseñanza.

La Real Academia Española (RAE) es el organismo que fija los usos normativos del español según tres criterios: -El uso literario. -El de las personas cultas. -El grado de generalización de un uso lingüístico entre la mayoría de los hablantes.

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Estas reglas que constituyen la norma, aceptadas por los hablantes para determinar “lo correcto” y “lo incorrecto”, se recogen en gramáticas, ortografías, diccionarios y manuales de redacción y estilo. En el castellano, las obras principales de la RAE son: - La ortografía: creada desde el siglo XVIII, y oficial desde 1844, cuya última edición es de 2010, consensuada con las 21 academias de los países de habla hispana. - La gramática: con numerosas ediciones. La Nueva gramática de la Lengua española se publicó en el 2009. - El diccionario: es normativo, selectivo (no exhaustivo, pues no puede incluir todos los tecnicismos, extranjerismos, dialectalismos…) y descriptivo (pues define y explica las palabras. Hoy en día existe en formato de papel impreso, en CD-ROM y por internet (on-line), y además se han publicado el Diccionario panhispánico de dudas y el Diccionario del estudiante.

LA HISTORIA Desde un punto de vista puramente lingüístico y adoptando una perspectiva DIACRÓNICA (esto es, histórica o temporal), toda lengua es un dialecto respecto de aquella de la que procede. Desde este punto de vista, las lenguas romances (castellano, catalán, francés, portugués…) son DIALECTOS HISTÓRICOS DEL LATÍN. Con el transcurso de los siglos, llegará un momento en que ese dialecto se ha diferenciado tanto de la lengua madre que puede considerarse una nueva LENGUA. Pero para dar carácter oficial a esa nueva lengua, para hacer de ella una LENGUA DE CULTURA CAPAZ DE EXPRESAR TANTO ORALMENTE COMO POR ESCRITO CUALQUIER CONCEPTO, se requiere un PROCESO DE NORMALIZACIÓN, hay que establecer una NORMA QUE FIJE LOS USOS Y UNIFIQUE LAS DIVERSAS VARIEDADES. Eso fue lo que hizo Alfonso X el Sabio en el S.XIII al elegir e impulsar el castellano como “lengua 2 oficial” y “de cultura” La razón más importante y trascendente de esta elección fue la de reconocer al castellano como la lengua de uso común entre la población y, por lo tanto, la lengua en la que más personas podrían acceder al saber. Alfonso X, el Sabio, consiguió institucionalizar el uso del castellano con la creación de una ingente y variada producción escrita (leyes, astronomía, historia…) al amparo de la Escuela de Traductores de Toledo y del equipo de sabios que dirigía. También fue una decisión consecuente con la que se había adoptado en la cancillería de su padre, Fernando III, al redactar los documentos públicos en esta misma lengua (ello supone la selección del castellano como lengua oficial de la cancillería). Sin lugar a dudas, este hecho no podría haberse dado nunca si el castellano como lengua de comunicación no hubiese estado completamente estandarizado entre la población y hubiera logrado ya su plena madurez. El rey sabio constató con su proceder esta realidad y consiguió que la lengua castellana se normalizara (ESTO ES, QUE TUVIERA UNA NORMA) en pleno siglo XIII en todos los escritos, tanto jurídico-administrativos como literarios. No cabe duda de que, con Alfonso el Sabio, la prosa castellana adquiere carta de identidad como lengua vehicular de una sociedad. Deja de ser el instrumento de comunicación oral de la sociedad para trasladarse al resto de ámbitos comunicativos: las relaciones con la administración y, sobre todo, la trasmisión de la cultura escrita. Toda la producción que lleva a cabo abre el camino y sienta las bases, ya sin retorno posible, del castellano. El impulso del romance castellano como lengua de cultura, estandarizada y normalizada como vehículo trasmisor del saber, colmó los dos principios básicos que deseaba el monarca: acercar la

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En ese momento se hablaba castellano, pero también gallego-portugués (lengua que el monarca elige para sus composiciones poéticas), astur-leonés, catalán, aragonés… El castellano nació en el entorno de lo que hoy es Burgos y La Rioja y era uno más de los romances peninsulares.

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cultura a un público mayoritario, que se comunicaba en castellano y no en latín y, en definitiva, sistematizar la lengua que se hablaba en la calle. La caracterización del castellano de la época presenta ya una completa evolución desde el latín, configurando un sistema lingüístico propio y personal. No obstante, la primera gramática de nuestra lengua la publicó Antonio de Nebrija en 1492.

LA RAE

La Real Academia Española se fundó en 1713 , bajo el lema: Limpia, fija y da esplendor, obediente al propósito enunciado de combatir cuanto alterara la elegancia y pureza del idioma, y de fijarlo en el estado de plenitud alcanzado en el siglo XVI.

La institución ha ido adaptando sus funciones a los tiempos que le ha tocado vivir. Actualmente, y según lo establecido por el artículo primero de sus Estatutos, la Academia «tiene como misión principal velar porque los cambios que experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico».

El Diccionario de autoridades Fue el primero publicado por la institución y se conoce como «de autoridades» por tener en los artículos citas de autores que ejemplifican o corroboran la definición dada con el objetivo de autorizar el uso de los voces y representar el "bien hablar y escribir. Consta de 6 volúmenes. Entre los autores utilizados como autoridades de la lengua se incluyen los más egregios representantes de la literatura en castellano, sobre todo del Siglo de Oro, entre otros: Mateo Alemán, Santa Teresa de Jesús, Francisco de Quevedo, Luis de Góngora, Fray Luis de León, Antonio de Nebrija, Pedro Calderón de la Barca, Miguel de Cervantes o Lope de Vega, entre otros..

Asociación de Academias de la Lengua Española La Asociación de Academias de la Lengua Española está integrada por las veintidós Academias de la 3

Lengua Española que existen en el mundo :

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La Real Academia Española (1713), la Academia Colombiana de la Lengua (1871), la Academia

Ecuatoriana

de la Lengua (1874), la Academia Mexicana de la Lengua (1875), la Academia Salvadoreña de la Lengua (1876), la Academia Venezolana de la Lengua (1883), la

Academia Chilena de la Lengua (1885), la Academia

Peruana de la Lengua (1887), la Academia Guatemalteca de la Lengua (1887), la Academia Costarricense de la Lengua (1923), la Academia Filipina de la Lengua Española (1924), la Academia Panameña de la Lengua (1926), la Academia Cubana de la Lengua (1926), la

Academia Paraguaya de la Lengua Española

(1927), la

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EL INSTITUTO CERVANTES El Instituto Cervantes es una institución cultural pública española creada el 11 de mayo de 1990 por el Gobierno de España y dependiente de su Ministerio de Asuntos Exteriores. Su tarea es la promoción y enseñanza de la lengua española, así como la difusión de la cultura de España e Hispanoamérica. Sus dos sedes centrales se encuentran en la Comunidad de Madrid, pero posee sedes en todo el mundo. El Centro Virtual Cervantes es un sitio web creado y mantenido por el Instituto Cervantes de España, en 1997, para contribuir a la difusión de la lengua española y las culturas hispánicas.

CONCLUSIONES Así pues, el castellano tuvo su origen en un lugar geográfico muy preciso, como idioma de una pequeña comunidad, pero el proceso de Reconquista y la pujanza del reino de Castilla lo

expandieron por el territorio peninsular; desde la conquista de América es un idioma internacional, con innumerables variedades diatópicas y diastráticas en España y América. A pesar de ello, su unidad se mantiene firme y ocurre así porque existe una NORMA CULTA, QUE RESPONDE A UN MISMO IDEAL DE LENGUA, forjada a lo largo de los siglos.

LA NORMA CULTA DEL ESPAÑOL resulta de la coincidencia, en principio espontánea y voluntaria, de las PERSONAS INSTRUIDAS Y LOS ESCRITORES de ambas orillas del Atlántico; es CODIFICADA mediante un proceso consciente, selectivo y en gran medida normativo, por los GRAMÁTICOS (RAE), ENSEÑADA por la ESCUELA e instituciones como el INSTITUTO CERVANTES y DIFUNDIDA4 por los MEDIOS DE COMUNICACIÓN.

EJERCICIOS 1.- En el reciente Diccionario panhispánico de dudas editado por la RAE encontramos las siguientes reflexiones acerca de la NORMA: "La norma no es sino el conjunto de preferencias lingüísticas vigentes en una comunidad de hablantes, adoptadas por consenso implícito entre sus miembros y convertidas en modelos de buen uso. Si no existiera ese conjunto de preferencias comunes, y cada hablante emplease sistemáticamente opciones particulares, la comunicación se haría difícil y, en último extremo, imposible. La norma surge, pues, del uso comúnmente aceptado y se impone a él, no por decisión o capricho de ninguna autoridad lingüística, sino porque asegura la existencia de

Academia Boliviana de la Lengua (1927), la Academia Dominicana de la Lengua (1927), la Academia Nicaragüense de la Lengua (1928), la

Academia Argentina de Letras (1931), la Academia Nacional de Letras de

Uruguay (1943), la Academia Hondureña de la Lengua (1948), la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española (1955) y la Academia Norteamericana de la Lengua Española (1973). 4

Así debería ser, teóricamente.

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un código compartido que preserva la eficacia de la lengua como instrumento de comunicación. Como toda institución humana, la lengua experimenta cambios en el transcurso de su evolución histórica, de manera que ese conjunto de preferencias lingüísticas convertidas en modelos de buen uso que constituyen la norma no es igual en todas las épocas: modos de expresión normales en el español medieval y clásico —e incluso en el de épocas más próximas, como los siglos XVIII o XIX—, documentados en escritores de calidad y prestigio indiscutibles, han desaparecido del español actual o han quedado fuera del uso general culto; y, viceversa, usos condenados en el pasado por los preceptistas del momento forman parte hoy, con toda naturalidad, del conjunto de hábitos expresivos de los hablantes cultos contemporáneos. Por su carácter de lengua supranacional, hablada en más de veinte países, el español constituye, en realidad, un conjunto de normas diversas, que comparten, no obstante, una amplia base común: la que se manifiesta en la expresión culta de nivel formal, extraordinariamente homogénea en todo el ámbito hispánico, con variaciones mínimas entre las diferentes zonas, casi siempre de tipo fónico y léxico. Es por ello la expresión culta formal la que constituye el español estándar: la lengua que todos empleamos, o aspiramos a emplear, cuando sentimos la necesidad de expresarnos con corrección; la lengua que se enseña en las escuelas; la que, con mayor o menor acierto, utilizamos al hablar en público o emplean los medios de comunicación; la lengua de los ensayos y de los libros científicos y técnicos. Es, en definitiva, la que configura la norma, el código compartido que hace posible que hispanohablantes de muy distintas procedencias se entiendan sin dificultad y se reconozcan miembros de una misma comunidad lingüística. Debido a la naturaleza relativa y cambiante de la norma, el Diccionario panhispánico de dudas evita conscientemente, en la mayoría de los casos, el uso de los calificativos correcto o incorrecto, que tienden a ser interpretados de forma categórica. Son más las veces en que se emplean expresiones matizadas, como Se desaconseja por desusado...; No es normal hoy y debe evitarse...; No es propio del habla culta...; Esta es la forma mayoritaria y preferible, aunque también se usa..., etc. Como se ve, en los juicios y recomendaciones sobre los fenómenos analizados se conjugan, ponderadamente, los criterios de vigencia, de extensión y de frecuencia en el uso general culto. Los juicios normativos admiten, pues, una amplia gradación, que va desde la censura de lo claramente incorrecto por ser fruto del error, del descuido o del desconocimiento de las normas gramaticales, hasta la recomendación de lo que es simplemente preferible por estar de acuerdo con el uso mayoritario de los hablantes cultos de hoy, preferencia que pueden mantener, o variar, los hablantes cultos de mañana.” 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7) 8)

¿Por qué este nuevo diccionario se denomina “panhispanico”? ¿La norma cambia con el tiempo o permanece inmutable? ¿Por qué es más difícil establecer la norma culta del español que la de otras lenguas? ¿Qué es el “español estándar”? ¿Se diferencia mucho el de España del de los países hispanoamericanos? ¿Pretende este diccionario imponer reglas inquebrantables? ¿Por qué? Resumen. Tema. A partir del texto propuesto, sintetiza una posible definición de la “norma culta del español”.

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