1-4cómo Empezar Con El Método Montessori

May 16, 2018 | Author: leandro__scribd | Category: Montessori Education, Adults, Cognition, Psychology & Cognitive Science, Cognitive Science
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1.4 CÓMO EMPEZAR CON EL MÉTODO MONTESSORI

Una de las preguntas más frecuentes que llegan a mi correo es: “Acabo de aterrizar en Montessori, estoy abrumado/a con tanta información, ¿cómo empiezo?”. Pero siempre me es muy complicado responder porque es una cuestión que depende de muchos factores: edad del niño, si tiene hermanos, cómo es su casa, cómo son sus padres, qué expectativas tien en, si va a la escuela infantil/colegio, qué le gusta, qué le interesa… Es díficil responder con unas líneas, o con un post, ni siquiera tengo claro que los participantes de mis talleres presenciales “Montessorizate!” “Montessorizate!” se van con una idea 100% cristalina de las cosas que pueden hacer en las cuatro horas que duran los talleres. Por eso me decidí a hacer mi serie de cursos online, la Introducción gratuita que estás leyendo y los cursos Montessorizate Uno: Adaptación de la Filosofia Montessori en el Hogar y Montessorizate Dos: Creación de Ambientes preparados en el hogar.. hogar

“Acabo de aterrizar en Montessori, estoy abrumada con tanta información, ¿cómo empiezo?” 1/EMPATIZA CON TU HIJO/A Empieza por hacer un ejercicio de empatía: em patía: siente lo que vive tu hijo en el día a día (por ejemplo, camina en cuclillas a la altura de tu hijo y hijo y observa que cosas están fuera de tu alcance, si aún no anda, gatea por toda la casa y visualiza todo lo que se ve desde su altura, si ya tiene tres o cuatro años, sube todo lo que utilizas normalmente para cocinar a los armarios más altos a los que no llegas…). Se trata de imaginar cómo se sienten nuestros niños viviendo en una casa no adaptada a su altura y capacidades e identificar los puntos críticos que les pueden llevar a la frustración.

2/ ACTÚA SIN PRISA PERO SIN PAUSA Una vez identificados los problemas piensa qué cosas son difíciles de cambiar (ejemplo: cambiar el wc de adulto por uno de niño) y cuáles son fáciles (ejemplo: dejar un cajón de la cocina reservado a los niños). Empieza por cambiar las cosas más factibles y busca alternativas para las primeras (ejemplo: una banqueta + un reductor). Puedes hacerlas todas de una vez o puedes ir poco a poco, puedes tener rachas de cambiar mucho, junto con otras de no cambiar nada. Lo importante no es la velocidad, sino tener muy claro que el ambiente preparado, que es nuestra casa, debe ir acorde al desarrollo del niño y debe favorecer también la comodidad de toda la familia. Y que no es estático, cambia cada día.

3/ REPLANTÉATE LOS TIEMPOS Si crees que has llegado “tarde” a Montessori, es decir a los 4-6 años, piénsalo dos veces. Incluso en la tercera edad se está aplicando cuando existe un deterioro cognitivo. Nunca es demasiado tarde para ofrecer más empatía, más respeto y más amor a un niño. Nunca es demasiado tarde para animarles a desarrollar su autonomía y su autoestima.  Si crees que Montessori no es para tu hijo

porque no se concentra en las actividades que le propones, piensa que a lo mejor el error no es del “método”, o del niño, sino de tu visión o tus expectativas. Piensa también si estás prestando menos atención a tu hijo por conocer el método y eso está afectando a vuestra relación… Y recuerda que a ciertas edades, tan solo quieren que pasemos tiempo juntos, especialmente si pasamos muchas horas separados.

4/ INFÓRMATE EN BUENAS FUENTES Busca información veraz. Cuando empecé a interesarme por Montessori, la primera fuente que encontré fueron los blogs. Y muchas veces -y esto quizás es tirar piedras contra mi propio tejado-, la información sobre Montessori que se encuentra en la blogosfera está distorsionada (se presuponen mitos que no son ciertos y se incluyen materiales, como la mesa de luz, que aunque acordes con la filosofía, no son Montessori, u otros materiales que parecen Montessori y no lo son). No me malinterpretéis, no tiene nada de malo, porque cualquier material que apoye el conocimiento es grandioso, pero cuando estás intentando entender algo no hay cabida para esta confusión. Hay muchos libros sobre el método Montessori asequibles para padres, pero si hay algo que alguna vez os chirríe, no os convence u os resulta chocante, lo mejor es acudir a la fuente: la vasta colección de escritos de Maria Montessori . Hay un libro, muy afamado, pero que yo no soporto, que lo

empecé como 20 veces y tenía que dejarlo a menudo para volver a leer a la fuente. Pues en el fondo ha sido uno de los libros que más me ha ayudado a entender la filosofía Montessori, por todo lo que me he cuestionado mientras lo leía.

5/ CUESTIÓNATE TU OBJETIVO Piensa en qué quieres conseguir implantando los principios Montessori en vuestra casa, ¿queremos un niño más autónomo? ¿más feliz? ¿reforzar lo que está aprendiendo en el cole de una manera más manipulativa? ¿o estamos haciendo escuela en casa o homescholing? ¿queremos que jugue solo o preferimos compartir nuestro tiempo con ellos?  La respuesta está en

vosotros, si realmente lo único que queremos es aplicar los principios generales y favorecer su autonomía, no es necesario hacer un desembolso de dinero en materiales específicos. Si, por el contrario, somos homeschooler, si que puede ser necesario ir recopilando materiales poco a poco (muchos se pueden hacer caseros, como los de este post) y en Jaisa Educativos, nuestros colaboradores, suelen sacar de vez en cuando outlets y ofertas en productos. Sea como sea, solo con cambiar nuestra mirada hacia la infancia, ya estamos aportando beneficios a nuestra casa.

6/ EQUIVÓCATE SIN MIEDO Este fin de semana una familia adorable con un bebito ideal de 5 meses me dijo que querían profundizar en Montessori porque, entre otras cosas, no querían equivocarse. Fue como volver al pasado con Marty McFly, nosotros tampoco queríamos equivocarnos… Pero lo hemos hecho un montón de veces, y las que nos quedarán, pero eso es lo bonito de ser padres, es una experiencia tan transformadora, en la que tienes que arriesgarte tanto y tomar tanta responsabilidad, que hagas lo que hagas, vas a equivocarte : )  En Montessori el error no solo no se penaliza sino que es la base del aprendizaje. Dicen que a veces aciertas y a veces aprendes, y lo cierto es que solo viviendo en primera persona el error es como muchas veces interiorizamos en qué hemos podido fallar y podemos subsanarlo.  Por otro lado, en entornos educativos en los que el error se penaliza, se

produce un detrimento importante en la creatividad, la capacidad de los seres humanos de encontrar nuevas soluciones a situaciones nuevas o ya conocidas. Hemos crecido en un sistema educativo en el que no había espacio para error, ni para creatividad pero, por suerte, no es así en la crianza de nuestros hijos, ¡no hay que pasar ningún examen! La mejor forma de normalizar el error en nuestros hijos es equivocarnos nosotros mismos. Nuestra actitud es la clave, ¡somos su ejemplo constante!

7/ RELATIVIZA SOBRE “LO NECESARIO” Para mí, equivocarse de verdad es olvidarte al niño en casa como en aquella película, todos nuestros ensayos y errores son pequeños experimentos de crianza y educación para saber que es lo que necesitan nuestros hijos (y si tenemos varios cada uno necesitara algo distinto). Muchas personas también leen y releen antes de lanzarse a aplicar Montessori en casa porque tienen miedo de hacer una inversión muy grande y que no se adapte a las necesidades de su familia. Si te preocupa hacer una inversión grande, no la hagas, empieza por materiales DIY o por lo más importante y olvidado de Montessori: Vida práctica. Solo necesitas una banqueta y un mini delantal para que desarrolle su potencial. No necesitas NADA más. NADA. Cocinar y hacer las tareas de la casa juntos os conectará más, podréis pasar más tiempo juntos y sus habilidades se desarrollarán a pasos agigantados.

Por otro lado, aunque estés plenamente convencido de que funciona para tu familia, sigue sin hacer falta una gran inversión (salvo para material sensorial, pero hay mil formas de refinar los sentidos) y muchos se pueden hacer caseros. Montessori no es solo materiales,¡casi diría que no es apenas materiales!

8/ CÉNTRATE EN LO IMPORTANTE A la misma María Montessori no le gustaba utilizar la palabra método, porque Montessori es más que eso, es una filosofía, una nueva forma de entender la infancia. El ambiente preparado es clave para que el niño se desarrolle plenamente, pero igual de importante, o más, es el adulto que está junto al niño. Recuerda que una casa no es una escuela y no es necesario tener todos los materiales para empezar, ni tampoco restringir el uso de otros, solo porque no sean Montessori, si al niño le benefician. En casa no es todo o nada. Hay que ser flexibles. Y quizás sea mejor comprar materiales para usar juntos, como juegos de mesa (y así compensamos el tiempo que no estamos juntos cuando estamos en el trabajo y ellos en el cole). El bingo “Montessori” les encanta a las niñas, cocinar es todo un juego sensorial y de vida práctica y hay  juegos de mesa  que desarrollan los sentidos como el esteragnósico que ya os enseñó MachoAlfa.

9/ OLVÍDATE DE LAS COMPARACIONES Cada niño es un mundo. Es algo que repetimos constantemente, pero no terminamos de interiorizarlo. Solo el niño sabe qué tiene que practicar en cada momento de su desarrollo y nosotros solo podemos, si acaso, facilitar o sugerir. Os cuento una anécdota personal: mis hijas son muy parecidas, pero también muy distintas, como todos los hermanos. Abril era la típica bebé que le encantaba estar sentada preguntando por todas las palabras y muy interesada en las personas, nunca quiso gatear y poco antes del año comenzó a andar y ¡adiós al bebé tranquilo! Se convirtió en puro torbellino (hasta tuvimos que ponerle una alarma antirrobo XD). Emma enseguida gateó y le encantaba (bueno, encanta, jiji) liarla todo el rato, pasaba bastante de hablar y solo empezó a andar porque el césped picaba. Cada una ha llevado un ritmo, y aunque os mentiría si os dijera que no me he preocupado alguna vez porque eran distintas, lo cierto es que al final han llegado al mismo sitio y sus habilidades son bastante similares a los dos años y medio.

10/ DES-CÚLPATE Mi madre dice siempre que hay que ocuparse y no preocuparse y yo añado que hay quedesculparse en vez de culparse. Parece que cuando decides ser madre -o padre, pero quizás algo menos-, se carga una versión 2.0 de ti misma con muchas cosas buenas, pero también con la culpa preinstalada. Formatéate de vez en cuando. ¿Cada decisión que has tomado respecto a tu hijo la has hecho con la información que tenías en ese momento? ¿Sí? Pues entonces libérate de culpas. Siempre, salvo excepciones de las que salen en los periodicos, los padres lo hacen lo mejor que pueden con sus hijos. No importa si has llegado tarde, o si hubiéras hecho las cosas de otra manera si hubieras tenido otra información. Debemos ser responsables, por supuesto, pero lo único que importa es el ahora.

Solo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto hoy es el dia ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir. Dalai Lama

+1 DIVERTÍOS Disfruta los cambios. Vive el momento, aprovecha los nuevos descubrimientos y habilidades que está adquiriendo tu peque, no entres en comparaciones con otros niños o lo que ves en este u otros blogs. Cada niño es único y especial, tiene unos intereses y unas particularidades. Montessori es una filosofía, una forma de ver la vida, es ver al niño pequeño como un embrión espiritual y poner todo nuestro empeño en que sea feliz y pueda desarrollar todo su potencial. Montessori tiene mucho que ver con seguir al niño y ofrecerle lo que necesita y mucho menos con ponerle delante de la torre rosa y decirle lo que tiene que hacer a cada momento. Montessori es respetar al niño y no chantajear su voluntad en formación con premios y castigos. Montessori es mirar al niño a los ojos y maravillarse.

Montessori es una filosofía, una forma de ver la vida, es ver al niño como un embrión espiritual y poner todo nuestro empeño en que sea feliz y pueda desarrollar todo su potencial. Montessori tiene mucho que ver con seguir al niño y ofrecerle lo que necesita y mucho menos con ponerle delante de la torre rosa y decirle lo que tiene que hacer a cada momento. Montessori es respetar al niño y no chantajear su voluntad en formación con premios y castigos. Montessori es mirar al niño a los ojos y maravillarse.

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